gobernabilidad lechner

9
7/17/2019 Gobernabilidad Lechner http://slidepdf.com/reader/full/gobernabilidad-lechner 1/9 Los condicionantes de la gobernabilidad democrática en América Latina de fn de siglo[*] Norbert Lechner  En las últimas dos décadas han tenido lugar profundas transformaciones sociales tanto al nivel mundial como en cada una de las sociedades latinoamericanas. De hecho, en todos los países de la región observamos una reestructuración social más o menos drástica. na reorgani!ación de la sociedad de tal envergadura no puede sino afectar también a la política. " la par con un cambio del entorno societal ocurre un cambio de la propia política. #íntoma de ello son e$presiones como la denominada %crisis de la política& o la insatisfacción acerca de la %calidad de la democracia&. Esta premisa da pie al argumento central de mi e$posición' a mi entender, los problemas de gobernabilidad democrática en "mérica Latina resultan de la falta de adecuación de la política ( del Estado a los cambios estructurales de nuestras sociedades. Ellos son, en el fondo, la e$presión de una %retraso& de la política en relación a las dinámicas de las transformaciones sociales. Dicho retraso es palpable en dos fenómenos. )or una parte, los procesos de moderni!ación desencadenan por do*uier tendencias centrífugas *ue los sistemas políticos, en su forma actual, no logran mane+ar satisfactoriamente. ale decir, la moderni!ación socioeconómica socava la efectividad de las instancias políticas de regulación ( conducción. Ello signi-ca, por otra parte, *ue la política pierde crecientemente su capacidad de control sobre los procesos de moderni!ación. La %lógica del sistema& se vuelve autónoma ( deviene un -n en sí mismo. E$iste no sólo un retraso en las formas de hacer política igualmente notorio es el retraso en las formas de pensar la política. )revalecen concepciones tradicionales e imágenes estáticas acerca de lo *ue es ( puede hacer la política. Especial preocupación merece, por supuesto, tal %inmovilismo& por parte de las elites políticas /independientemente de su signo ideológico0. En la medida en *ue la %clase política& no logra hacerse una idea adecuada del nuevo papel de la política, de sus límites ( de sus posibilidades, tampoco está en condiciones de respetar las nuevas restricciones, de discernir los ob+etos factibles ( de procesar las oportunidades *ue abre la moderni!ación. En suma, predomina cierto retraso del pensamiento político *ue conduce a esa aparente ausencia de alternativas *ue caracteri!a a nuestra época. 1gual atención merece, por otro lado, una inercia similar en la ciudadanía. Los ciudadanos suelen hacerse ideas ( e$pectativas acerca de la política *ue no corresponden a la nueva realidad social. Estamos ante un desa+uste poco percibido, pero problemático por cuanto conduce a graves distorsiones a la hora de evaluar determinado desempe2o político. Los electores tienden a imputar a la política /a los políticos0 resultados *ue están fuera de su alcance. 3ás grave aún es otro peligro una democracia *ue no cumple lo *ue /ilusoriamente0 se espera de ella, genera un clima de frustración *ue termina por minar la credibilidad de las instituciones. 4esulta pues importante tanto para las elites políticas ( los ciudadanos como para las relaciones de con-an!a entre ellos elaborar concepciones actuali!adas de la política. De lo anterior se desprende la siguiente hipótesis' una ve! anali!ados los desa+ustes producidos en la relación entre política ( sociedad, 5por *ué no enfocar los problemas de gobernabilidad democrática al modo de un a+uste político6 #1 el proceso de moderni!ación de "mérica Latina pasó por una fase de a+uste estructural de la economía, ho( en día está pendiente un a+uste estructural del campo político. Ello involucra mu( diversos aspectos. )or un lado, las e$pectativas *ue nos hacemos acerca de lo *ue es la democracia ( de lo *ue puede hacer la política. En este conte$to es inevitable revisar la autoimagen *ue se hace el ciudadano de sí mismo (, en general, la propia noción de ciudadanía en las condiciones actuales. )or el otro, el a+uste se re-ere principalmente a los estilos de hacer política (, en de-nitiv, a verdaderas %invenciones institucionales& *ue actualicen los procedimientos democráticos.

Upload: gerardo-paredes-saavedra

Post on 06-Jan-2016

220 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

gobernabilidad

TRANSCRIPT

7/17/2019 Gobernabilidad Lechner

http://slidepdf.com/reader/full/gobernabilidad-lechner 1/9

Los condicionantes de la gobernabilidad democrática en AméricaLatina de fn de siglo[*]

Norbert Lechner

 

En las últimas dos décadas han tenido lugar profundas transformacionessociales tanto al nivel mundial como en cada una de las sociedadeslatinoamericanas. De hecho, en todos los países de la región observamos unareestructuración social más o menos drástica. na reorgani!ación de lasociedad de tal envergadura no puede sino afectar también a la política. " lapar con un cambio del entorno societal ocurre un cambio de la propia política.#íntoma de ello son e$presiones como la denominada %crisis de la política& o lainsatisfacción acerca de la %calidad de la democracia&.

Esta premisa da pie al argumento central de mi e$posición' a mi entender, losproblemas de gobernabilidad democrática en "mérica Latina resultan de la faltade adecuación de la política ( del Estado a los cambios estructurales denuestras sociedades. Ellos son, en el fondo, la e$presión de una %retraso& de lapolítica en relación a las dinámicas de las transformaciones sociales. Dichoretraso es palpable en dos fenómenos. )or una parte, los procesos de

moderni!ación desencadenan por do*uier tendencias centrífugas *ue lossistemas políticos, en su forma actual, no logran mane+ar satisfactoriamente.ale decir, la moderni!ación socioeconómica socava la efectividad de lasinstancias políticas de regulación ( conducción. Ello signi-ca, por otra parte,*ue la política pierde crecientemente su capacidad de control sobre losprocesos de moderni!ación. La %lógica del sistema& se vuelve autónoma (deviene un -n en sí mismo.

E$iste no sólo un retraso en las formas de hacer política igualmente notorio esel retraso en las formas de pensar la política. )revalecen concepcionestradicionales e imágenes estáticas acerca de lo *ue es ( puede hacer la política.Especial preocupación merece, por supuesto, tal %inmovilismo& por parte de laselites políticas /independientemente de su signo ideológico0. En la medida en*ue la %clase política& no logra hacerse una idea adecuada del nuevo papel de

la política, de sus límites ( de sus posibilidades, tampoco está en condicionesde respetar las nuevas restricciones, de discernir los ob+etos factibles ( deprocesar las oportunidades *ue abre la moderni!ación. En suma, predominacierto retraso del pensamiento político *ue conduce a esa aparente ausencia dealternativas *ue caracteri!a a nuestra época. 1gual atención merece, por otrolado, una inercia similar en la ciudadanía. Los ciudadanos suelen hacerse ideas( e$pectativas acerca de la política *ue no corresponden a la nueva realidadsocial. Estamos ante un desa+uste poco percibido, pero problemático por cuantoconduce a graves distorsiones a la hora de evaluar determinado desempe2opolítico. Los electores tienden a imputar a la política /a los políticos0 resultados*ue están fuera de su alcance. 3ás grave aún es otro peligro una democracia*ue no cumple lo *ue /ilusoriamente0 se espera de ella, genera un clima defrustración *ue termina por minar la credibilidad de las instituciones. 4esultapues importante tanto para las elites políticas ( los ciudadanos como para lasrelaciones de con-an!a entre ellos elaborar concepciones actuali!adas de lapolítica.

De lo anterior se desprende la siguiente hipótesis' una ve! anali!ados losdesa+ustes producidos en la relación entre política ( sociedad, 5por *ué noenfocar los problemas de gobernabilidad democrática al modo de un a+ustepolítico6 #1 el proceso de moderni!ación de "mérica Latina pasó por una fase dea+uste estructural de la economía, ho( en día está pendiente un a+usteestructural del campo político. Ello involucra mu( diversos aspectos. )or unlado, las e$pectativas *ue nos hacemos acerca de lo *ue es la democracia ( delo *ue puede hacer la política. En este conte$to es inevitable revisar laautoimagen *ue se hace el ciudadano de sí mismo (, en general, la propia

noción de ciudadanía en las condiciones actuales. )or el otro, el a+uste se re-ereprincipalmente a los estilos de hacer política (, en de-nitiv, a verdaderas%invenciones institucionales& *ue actualicen los procedimientos democráticos.

7/17/2019 Gobernabilidad Lechner

http://slidepdf.com/reader/full/gobernabilidad-lechner 2/9

#e trata pues de una %reforma de la política& en doble sentido' una adecuaciónde la política al nuevo conte$to a la ve! *ue una moderni!ación llevada a cabopor la política.

na advertencia' mi argumentación se limita a destacar algunas tendenciasgenerales, sin abordar los rasgos especí-cos de cada país. #in duda, lasparticularidades históricas de un país representan factores cruciales a la hora

de enfocar sus problemas de gobernabilidad. No obstante, cabe advertir *uetales especi-cidades nacionales se encuentran más ( más relativi!adas por elalcance global *ue tienen ciertas megatendencias. "demás, es menesterrecordar *ue dichas tendencias implican riesgos ( oportunidades. " la ve! *ueplantean amena!as para las +óvenes democracias de la región, también abrennuevas opciones de desarrollo. )or cierto, descifrar las oportunidades *ue seofrecen e$ige una nueva mirada. Desafío ma(or por*ue es bien sabido *ueresulta más fácil apreciar con angustia o nostalgia lo *ue perdemos /el pasado0*ue e$plorar los espacios abiertos del futuro.

 

La modernización en curso

4evisemos brevemente cinco rasgos sobresalientes de las transformaciones en

curso ( algunas de sus consecuencias para la gobernabilidad democrática. 

7. La moderni!ación se caracteri!a primordialmente por los procesos dediferenciación. En "mérica Latina, particularmente en los países demoderni!ación temprana, se observa hace muchas décadas un proceso dediferenciación social *ue comple+i!a a la estructura social. Las clases socialesfundamentales *ue en el pasado aglutinaban ( estructuraban a la población engrandes identidades colectivas se diferencian en múltiples grupos sociales consubculturas especí-cas. 8iene lugar una fragmentación de las bases materiales( de las representaciones simbólicas *ue servían de ancla+e a las identidadescolectivas. 1mpulsada por los procesos de urbani!ación e industriali!ación, ladiferenciación social dilu(e el mundo se2orial de anta2o, impulsa la diversidadsocial ( prepara así el terreno para la pluralidad política. El su+eto de la teoríademocrática 9el pueblo: se despliega en una pluralidad de actores individuales( colectivos. Descubrimos pues en la diferenciación social el procesosub(acente al pluralismo de opciones *ue caracteri!a al %+uego democrático&.)ero se descubre también uno de los procesos sub(acentes a los problemas degobernabilidad democrática. La multiplicación de actores provoca un%sobrepoblamiento& de la arena política, incrementando enormemente lasdemandas de negociación ( coordinación. "ún más, a la ve! *ue los actores semultiplican también se debilitan. Ello afecta la representatividad política *uepresupone actores representables más se debilitan los actores sociales, másgrande es la distancia con sus representantes políticos. ;omo si fuera poco, ladiferenciación social conlleva otra tendencia' ella desdibu+a los grandes cliva+es*ue dividían a la ve! *ue unían al debate ciudadano en torno a ciertos temas

fundamentales. La disgregación de intereses ( opciones o, dicho de otramanera, el aumento de la comple+idad hace más difícil reducir las múltiplesposiciones a un panorama inteligible.

 

<. La nueva comple+idad social proviene sobre todo de otro procesocaracterístico de la moderni!ación' la diferenciación funcional. En a2osrecientes se ha vuelto más notorio como los diversos campos de la sociedadvan desarrollando racionalidades especí-cas acorde a sus funciones hastaconstituir %subsistemas funcionales& relativamente cerrados ( autónomos. Laeconomía, el derecho, la ciencia ( la misma política operan como camposautoreferidos acorde a sus códigos funcionales. "l hablar de sistema económicoo político, de sistema educativo o de salud hacemos referencia a tales %lógicasfuncionales&. Esta diferenciación funcional de nuestras sociedades tiene una

consecuencia todavía poco ponderada signi-ca en los hechos *ue el desarrollo

7/17/2019 Gobernabilidad Lechner

http://slidepdf.com/reader/full/gobernabilidad-lechner 3/9

social (a no se rige por una racionalidad única sino por una constelación dedistintas lógicas funcionales.

La diferenciación avan!a a un punto tal *ue la sociedad pierde la noción de sí misma en tanto sociedad. #e desvanecen las representaciones colectivasacerca del %orden& (, por lo tanto, los sentimientos de arraigo social ( depertenencia a una comunidad. De hecho, las grandes ciudades de la región

anticipan la nueva característica de nuestras sociedades' un espacio sin centro.Digamos más cautelosamente' a raí! de los procesos de diferenciación lasociedad latinoamericana de+a de tener un centro único. Estamos camino a unasociedad policéntrica. 8al descentramiento permite comprender una de lasprincipales ra!ones *ue sub(acen a los problemas de gobernabilidad. Durantea2os las crecientes di-cultades de la acción político:estatal para regular a losprocesos sociales eran atribuidas a de-ciencias institucionales ( a uninstrumentario político insu-ciente. En consecuencia, se trataba de perfeccionarel control +erár*uico *ue e+ercía la política /por e+emplo a través de laplani-cación0. "hora visuali!amos *ue la +erar*uía se ha debilitado no poralguna subversión de los valores de autoridad como denuncian losconservadores, sino por*ue la vida social (a no tiene esa %unidad& *uepresupone el mando +erár*uico. Descubrimos *ue la diferenciación funcional (,

por ende, el descentramiento de la sociedad también modi-ca el lugar de lapolítica' la política pierde su centralidad. Es decir, la política de+a de ser a*uelnúcleo central ( e$clusivo a partir del cual se ordena al con+unto de la sociedad.

 

=. >tro rasgo característico de la fase actual de moderni!ación son los procesosde globali!ación. ?ormidables procesos de racionali!ación social desbordan lasfronteras de cada país, te+iendo una malla de in-nitas redes transnacionales, (generan dinámicas temporales completamente nuevas. #in apreciarplenamente el alcance de esta tendencia, se vislumbra desde (a unatransformación de la dimensión espacio:temporal de la política. >bservamos,por una parte, un redimensionamiento del espacio. @asta recordar algunosfenómenos ilustrativos. "sí, es notorio el cambio de las escalas. La política (a no

opera e$clusivamente a escala nacional cada día ad*uieren ma(or peso losproblemas a escala global:regional ( los problemas a escala local. 8ambién esevidente la rede-nición de los límites. #i las fronteras nacionales se hacen másporosas, por otra parte, los límites entre los grupos sociales se vuelven másrígidos. Dicho en otros términos, cambian las distancias. 3ientras *ue lasdistancias internacionales se acortan para algunos sectores insertos en losAu+os globales, las distancias sociales al interior de cada país aumentanconsiderablemente. En resumen, la globali!ación pone en entredicho el espaciohabitual de la política' el marco nacional.

)or otra parte, observamos un redimensionamiento del tiempo. En a2osrecientes ha tenido lugar una aceleración vertiginosa del tiempo. El ritmo devida se hace más ( más rápido, acelerando la obsolescencia del pasadoinmediato. "un las e$periencias recientes pronto de+an de ser útiles ( ese

recorte del tiempo útil afecta también a la política ella (a no puede recurrir altrasfondo histórico de e$periencias acumuladas para enfrentar los retos delpresente. " la par con la obsolescencia del pasado advertimos undesvanecimiento del futuro. En épocas anteriores la aceleración del tiempo eradomesticada por una noción de futuro progresivo. Las ideas de progreso técnicoo de emancipación humana representaban un hori!onte *ue acotaba el devenirun hori!onte de futuro *ue representaba simultáneamente un hori!onte desentido en nombre del cual se interpretaba ( +usti-caba el presente. En cambio,ho( en día, la noción misma de futuro se dilu(e. E$isten pro(ecciones delpresente /planes de inversión, cálculo de riesgos, etc.0, pero no una imagen delfuturo. Ello toca directamente a la concepción moderna de la política, entendidacomo construcción deliberada del futuro. "ctualmente, la política (a no remite aun hori!onte de futuro *ue permita poner al presente en perspectiva. ;on lapérdida de perspectiva el presente se hace omnipresente. Este presenteomnipresente trastoca la dimensión temporal de la política. Encerrada en lo

7/17/2019 Gobernabilidad Lechner

http://slidepdf.com/reader/full/gobernabilidad-lechner 4/9

inmediato, la política disminu(e su capacidad de anticipación le cuesta diferircostos ( grati-caciones al futuro. )or consiguiente, todas las demandas (e$pectativas se vuelcan al presente ( buscan satisfacción a*uí ( ahora.)revalece la simultaneidad miles de cosas ocurren al mismo tiempo a*uí ( en elmundo /%síndrome ;NN&0. Ello di-culta la selección de *ué materias decidirdistorsiona la relación entre decisión ( resultado (, por lo tanto, la

responsabilidad por una decisión tomada además, incrementa la arritmia entrela toma de decisiones gubernamentales ( la toma de conciencia ciudadana en-n, provoca una sobrecarga de la política. 8odo ello repercute en lagobernabilidad democrática *ue ahora depende, entre otros aspectos, de lacapacidad de la política de reconstruir hori!ontes de futuro. #ólo entoncesnuestros países podrán encau!ar los cambios sociales en una visión estratégicade la moderni!ación.

 

B. ;omo es sabido /pero conviene recordar0, e$isten distintas estrategias demoderni!ación. " diferencia de la %estrategia desarrollista&, *ue hacía delEstado el motor del proceso, la %estrategia neoliberal& predominante en losúltimos tres lustros toma el mercado por el principio constitutivo de lareorgani!ación social. El resultado ha sido no sólo una vigorosa e$pansión de laeconomía capitalista de mercado, sino también ( por sobre todo la instauraciónde una verdadera sociedad de mercado. Es decir, una sociedad donde loscriterios propios de racionalidad de mercado :competitividad, productividad,rentabilidad, Ae$ibilidad, e-ciencia: pernean todas las esferas. La sociedad demercado genera un dinamismo social inédito en la región. La iniciativa privada,liberada de restricciones sociopolítica, despliega impresionantes dinámicas decambio e innovación. La punta del %iceberg& es a*uel fascinante mundo me+or*ue todos sue2an. El mercado deviene la gran fuer!a integradora, pero conlimitaciones evidentes. El anverso de la moneda es una no menos impactante%precari!ación& de la vida social, particularmente del traba+o. 8odo se mueve (nadaCnadie puede sustraerse a esa dinámica so peligro de sufrir una e$clusiónradical. La competitividad del mercado moldea una nueva mentalidad, por lo

menos en las grandes urbes. "*uí se e$tiende una mentalidad de intercambio,donde todo es transable. El cálculo utilitarista de costos:bene-cios, propio de lasociedad de mercado, da lugar a una nueva sociabilidad. La competencia sintregua fomenta un individualismo negativo, sumamente creativo ( ágil endesarrollar estrategias individualistas de é$ito a la ve! *ue mu( reacio a todocompromiso colectivo. Entonces las relaciones tradicionales de reciprocidad sedebilitan. Esta desolidari!ación tiene su precio' las venta+as obtenidasindividualmente se pagan con una inseguridad generali!ada de todos. En lamedida en *ue la cohesión social disminu(e, aumenta la incertidumbre.

#e hace patente la conclusión' el mercado por sí solo no genera ni sustenta unorden social. El mercado depende de un con+unto de condiciones *ue él mismono crea. Depende, por un lado, de la creación política de un marco institucionaladecuado. )or consiguiente, el mercado no puede suplantar /más allá de las

actividades productivas0 al Estado por el contrario, presupone la funciónreguladora ( coordinadora del Estado. )or otro lado, (a "dam #mith sabía *ue elbuen funcionamiento del mercado e$ige sentimientos morales' con-an!a,honestidad, lealtad (, en resumidas cuentas, una disposición a cooperar. > sea,e$ige ciertos %bienes públicos& *ue él mismo no genera. Ello nos remite a latensión entre los principios propios a la sociedad de mercado ( los principios dela democracia' las orientaciones básicas de la vida social /principios dema$imi!ación de bene-cios privados0 presionan sobre las bases normativas dela vida democrática /orientaciones de bien común0. ale decir, el mismo avancede la moderni!ación económica vuelve a replantear la necesidad de la política almisma tiempo *ue debilita el %animus societatis& sobre el cual descansa.

 

. ?inalmente, no podemos de+ar de mencionar el nuevo papel del Estado. Enlos a2os ochenta gran parte de los países latinoamericanos han iniciado unareforma del Estado, generalmente di inspiración neoliberal, con el propósito de

7/17/2019 Gobernabilidad Lechner

http://slidepdf.com/reader/full/gobernabilidad-lechner 5/9

despoliti!ar a la economía. En los hechos, dichas reformas neoliberales sacan laconclusión práctica de la diferenciación funcional de la sociedad ( laconsiguiente autonomía relativa de los distintos subsistemas. Dichos cambioshan puesto -n al %primado de la política& sin *ue ello signi-*ue, *ue podamosprescindir de la política. @asta recordar la llamada %parado+a neoliberal&' unaestrategia *ue apunta precisamente a desmantelar al Estado sólo tiene é$ito en

a*uellos casos en lo *ue es impulsada por una fuerte intervención política. Elprotagonismo del )oder E+ecutivo en ;hile ba+o )inochet, pero también lose+emplos de 3é$ico ba+o #alinas, de "rgentina ba+o 3enem o de )erú ba+o?u+imori indican *ue 9incluso en una estrategia neoliberal: los procesos demoderni!ación e$igen una fuerte conducción política. No sorprende pues *ue lacuestión del Estado ha(a regresado a la primera plana.

Las nuevas reformas del Estado han de tener en cuenta al menos treselementos. En primer lugar, cabe constatar *ue la inserción en los mercadosmundiales 9meta principal de la reestructuración económica: se rige por el%paradigma de la competitividad sistémica&. Es decir, la inserción no dependetanto de la competitividad de una u otra empresa como de las capacidadesorgani!acionales ( gerenciales de un país para combinar un vasto con+unto defactores /económicos ( no:económicos0 ( para articular una diversidad de

actores. De la reorgani!ación (a no sólo de la economía nacional, sino delcon+unto de la sociedad depende la libertad de acción /o sea, el poder0 *uetenga un país en el sistema mundial. La competitividad sistémica de un paíssupone pues a una %actuali!ación& del Estado Nacional como una de lasinstancias fundamentales en la coordinación de los diversos procesos sociales.De la competitividad sistémica se desprende, en segundo lugar, la relevancia dela integración social. )recisamente la gravitación del mercado /( de sustendencias disgregadoras0 otorga un papel primordial al Estado como instanciaresponsable de asegurar la cohesión social. El mercado no brinda une*uivalente funcional para una función especí-ca del Estado, la de fortalecerunas relaciones sociales e*uitativas trama sobre la cual descansa elfuncionamiento del mercado (, por supuesto, toda la convivencia en sociedad.En efecto, las políticas sociales son más *ue una compensación por lasdisfuncionalidades del mercado e$presan el vínculo social *ue une a todos losindividuos en una vida en común. La actualidad del Estado #ocial nos recuerda,en tercer lugar, la dimensión simbólica del Estado. ;ierto economicismo tiendea ignorar *ue es por intermedio del Estado *ue la sociedad se reconoce a sí misma en tanto orden colectivo. ;uando el Estado entrega servicios de salud,previsión, educación, entrega no sólo servicios materiales. Es también /( *ui!ássobre todo0 un reconocimiento social del aporte *ue hace toda persona a laconstitución de la sociedad. Es también /( mu( especialmente0 un servicio deprotección *ue debe la sociedad a cada uno de sus miembros. Es -nalmentetambién la forma en *ue los ciudadanos 9por intermedio del Estado: se sientenpartícipes de una misma comunidad de seme+antes. Esta labor dereconocimiento ( protección no la reali!a el mercado por mu( e-ciente *ue

sean los servicios *ue brinde al individuo. #olamente el Estado simboli!a elvínculo social e intergeneracional *ue cohesiona a la pluralidad de individuos. 8oda política pública es, en el fondo, una medida de auto:organi!ación *ue tomala sociedad para reproducirse como una comunidad de ciudadanos. Enresumen, estimo *ue las reformas del Estado %de segunda generación& han decontemplar 9+unto al Estado Nacional ( al Estado #ocial: su carácter de EstadoDemocrático.

 

Una dimensión olvidada: la subjetividad

Las transformaciones mencionadas modi-can no sólo el ordenamientoestructural de nuestros países, afectan también las formas culturales en *ue lassociedades se ven a sí mismas, en *ue ellas se pro(ectan a futuro. En otraspalabras, los cambios en curso alteran tanto el papel de la política ( del Estadocomo las ideas *ue nos hacemos de ellos. #e2alaré a continuación algunos delos rasgos novedosos *ue me parece necesario considerar en la cultura política.

7/17/2019 Gobernabilidad Lechner

http://slidepdf.com/reader/full/gobernabilidad-lechner 6/9

 

7. ;omo punto de partida puede servirnos una parado+a notoria en ;hile, peroposiblemente también presente en otros países de la región. Llama la atención,en efecto, cómo el avance del proceso de moderni!ación, creando nuevas (ma(ores oportunidades, se encuentra acompa2ado de un profundo malestar. "pesar 9o precisamente a raí!: del é$ito *ue tienen las diversas moderni!aciones,

se e$tiende un amplio descontento. " veces cristali!a en una reivindicaciónconcreta /la pobre!a, la corrupción, la delincuencia0, pero generalmente no esmás *ue un malestar difuso, pero persistente. El caso de ;hile, cu(as reformasson alabadas internacionalmente, es particularmente ilustrativo la sociedadchilena se ha vuelto una sociedad descon-ada. La gente desconfía del vecino,del otro /visuali!ado como potencial agresor, delincuente0 desconfía de lossistemas de salud, previsión, educación desconfía del futuro del país desconfíaincluso de un %nosotros&. #in embargo, los indicadores macroeconómicos sonbuenos ( sólidos, la cobertura ( calidad de educación ( salud aumentan, lastasas de criminalidad se mantienen estables en -n, a toda vista el paísprogresa. 5ué pasa con esta estrategia de moderni!ación *ue con todos suslogros, no logra generar adhesión6 )recisamente eso' no es más *uemoderni!ación. na moderni!ación *ue se ha vuelto un -n en sí misma.

3oderni!ación no es igual a modernidad. )or supuesto, la modernidad implicamoderni!ación, ese proceso de racionali!ación de los procesos sociales ensistemas funcionales diferenciados. )ero el malestar ( la descon-an!a nosse2ali!an otro momento igualmente relevante' la sub+etividad. 3e re-ero a esemundo de la individuación, de la sociabilidad, de las identidades colectivas, delas motivaciones ( certe!as cotidianas. @ien visto, modernidad es la tensiónentre moderni!ación ( sub+etivación, entre su+etos ( sistemas. )ues bien,corremos peligro de una moderni!ación sin modernidad. na moderni!ación *ueo no tiene en cuenta a la sub+etividad o bien la instrumentali!a en función desus -nes. El malestar parece ser la e$presión de esa sub+etividad abusada (huérfana, subordinada o ignorada la crítica de una moderni!ación *ue avan!aatropellando ( descartando a los su+etos.

 <. " lo largo del siglo FF la política ( el Estado fueron la mediación entre los dosmomentos de la modernidad' moderni!ación ( sub+etividad. ;uando esarelación de complementariedad *ueda suspendida, reina la incertidumbre. nrasgo sobresaliente de nuestra época es, sin duda, el nuevo clima deincertidumbre. #iempre hubo ( habrá incertidumbres acerca de cuestionesbásicas de la vida, mas ella ad*uiere una gravitación especial cuando sedebilitan las /reales o imaginarias0 redes de seguridad' desde la protección *uebrinda el Estado hasta las religiones, pasando por las grandes ideologías. node los efectos de las aceleradas transformaciones en marcha reside en laerosión de los códigos interpretativos con los cuales estructurábamos larealidad social. De cara a la súbita desaparición de los paisa+es familiares, lagente se siente huérfana de claves de interpretación *ue permitan ordenar los

múltiples fenómenos en un panorama inteligible. " falta de mapas cognitivos, larealidad deviene avasalladora ( provoca impotencia. )or cierto, la incertidumbrees mu( diferente para un grupo social *ue para otro. Están más e$puestos aldesamparo /(, por ende, a reacciones %irracionales&0 los grupos con menosrecursos, menor autocon-an!a, menor inserción en la!os comunitarios. De allí *ue sectores desclasados (, en especial, las clases medias empobrecidas seanparticularmente propensas a %soluciones& autoritarias. La incertidumbre no espues un tema a+eno a la política. )or el contrario, nos invita a reAe$ionar losproblemas de gobernabilidad en tanto mane+o institucional de la incertidumbre.

 

=. La crisis de los mapas cognitivos tiene *ue ver con la descolocación de lascoordenadas espacio:temporales. olvamos una ve! más sobre el

desvanecimiento del futuro. )or supuesto, e$isten pro(ectos individuales defuturo /p. e+. de un empresario0, pero se desvanece como hori!onte compartidopor la sociedad entera. #e debilita el marco temporal *ue permitía sincroni!ar

7/17/2019 Gobernabilidad Lechner

http://slidepdf.com/reader/full/gobernabilidad-lechner 7/9

las temporalidades mu( distintas *ue viven un empresario ( un desocupado, unpolítico o una mu+er +efa de hogar. Este debilitamiento del %tiempo social& hacemás evidente la precariedad de lo e$istente. La celeridad de los cambiossociales socava lo establecido todo lo duradero se evapora. Entonces tambiénse evapora la capacidad de previsión. Gunto con la calculabilidad social tambiénse dilu(e un hori!onte de sentido más o menos compartido en miras del cual se

articulan los diversos pro(ectos /individuales ( colectivos0. " la diferenciaciónde las temporalidades sociales se agrega la diferenciación de las %dinámicasfuncionales&. #abemos cómo la política conlleva ritmos ( pla!os diferentes (difícilmente conmensurables a los ciclos de la economía. En suma, vivimos en%sociedades a múltiples velocidades&, donde la acción política (a no marca lahora para todos.

)aralelamente, según vimos anteriormente, tiene lugar un redimensionamientodel espacio. ?enómeno como el %te*uila!a& hacen evidente el desface entre elalcance transnacional de ciertos procesos ( el alcance nacional de la política.Los impactos de pro(ección global como el nuevo protagonismo de lo localobligan a los actores políticos a entrela!ar múltiples escalas ( a +ugarsimultáneamente en múltiples escenarios. "umenta entonces el riesgo deacciones erráticas. La diferenciación espacial unida a la temporal genera una

comple+idad *ue hace cada ve! más difícil dise2ar una %agenda política&compartida por todos los actores.

En -n, a pesar de los grandes Au+os de información, la vida social se vuelve másopaca (, por lo mismo, más impenetrable a un ordenamiento deliberado. Noasombra pues, *ue la gente desconfíe de la causa pública ( de la acción política( pre-era dedicarse a su entorno inmediato, más inteligible.

 

B. >tro cambio signi-cativo es la nueva relación entre lo público ( lo privado. Lamoderni!ación actual se apo(a en un vasto proceso de privati!ación.)rivati!ación de las empresas productivas, por supuesto, ( también de losservicios públicos privati!ación de escuelas ( hospitales públicos, instanciastípicas de integración social. Esa contracción drástica del espacio público en

tanto espacio compartido provoca otros procesos de privati!ación. E$pulsadadel espacio público, la gente se vuelca a lo privado ( lo íntimo. El auge de tal%cultura del (o& e$presa una privati!ación de actitudes ( conductas, propia auna sociabilidad de mercado. El elemento decisivo empero, me parece ser laprivati!ación de riesgos ( responsabilidades. La reorgani!ación de la sociedaden torno al mercado no reconoce más *ue individuos. ;ada individuo es libre deelegir sus opciones, asumir los riesgos (, por supuesto, de hacerse responsablede sus actos. Es decir, el individuo es responsable de su salud, de su previsión,de su consumo, del colegio de sus hi+os. #in embargo, para cumplir con esasresponsabilidades el individuo depende de factores fuera de su control /seguromédico, administradora de fondos de pensiones, etc.0. > sea, ha de asumir laresponsabilidad, sin disponer de los medios adecuados. Ello provoca unasobrecarga del individuo. La e$altación de la individualidad desemboca en un

individualismo as-$iante.La privati!ación no elimina el espacio público, por cierto, lo transforma. Ho( endía, el ámbito público se confunde con el espacio del mercado el centrocomercial reempla!a 9práctica ( simbólicamente: la pla!a pública. En efecto, elmercado ha ido ad*uiriendo un carácter público. El control de la calidad ( laatención al cliente, la defensa del consumidor ( la dignidad del usuariorepresentan los nuevos derechos del ciudadano:consumidor. Es decir, lo privadode+a de ser el ámbito reservado del individuo 9en contraposición al poderpolítico: para transformarse en el campo de las e$periencias vitales a partir delcual los individuos evalúan a la política.

 

. Hablar de sub+etividad es hablar de la vida cotidiana. )ues bien, la

e$periencia diaria de nuestros países ense2a un aspecto habitualmentedescuidado' la erosión de normas de civilidad. En la vida cotidiana las

7/17/2019 Gobernabilidad Lechner

http://slidepdf.com/reader/full/gobernabilidad-lechner 8/9

diferencias entre los individuos son %e*uilibradas& mediante las reglas básicasde convivencia. La decencia, el respeto, la tolerancia, en -n, el %buen tono&permiten establecer un acomodo recíproco aun en las relaciones fugaces deltránsito calle+ero o en la o-cina pública. En la medida en *ue la moderni!aciónimpulsa las diferencias sociales a la ve! *ue debilita la noción de ordencolectivo, esas normas sociales se desgastan. ;uando la violencia urbana, la

corrupción impune, la inestabilidad del empleo ( una competitividaddespiadada son la %barbarie cotidiana& para la gente, entonces los efectoscentrífugos de la moderni!ación (a no logran ser contrarrestados por las reglasde trato civili!ado. ;ada cual se afana como puede ( reina la %le( de la selva&.)arafraseando a #armiento' *ui!ás civili!ación ( barbarie no son tendenciascontrapuestas *ui!ás la moderni!ación conlleva tendencias intrínsecas debarbarie.

"hora bien, sin tales normas básicas de reciprocidad tal ve! subsista el régimendemocrático, pero no una forma democrática de vida. La e$periencia cotidianadesdice la gobernabilidad democrática la democracia aparece como meraretórica, ale+ada de la vida real. "sí como las %reglas de +uego& democráticas sedesvalori!an cuando no están abrigadas por la decencia ( un disposicióngeneral a la cooperación, así a la inversa, las normas de convivencia social se

debilitan cuando la democracia pierde la densidad simbólica de una%comunidad&. En resumidas cuentas, no ha( gobernabilidad democrática sincultura cívica.

 

Conclusión

 8ermino la e$posición con un breve resumen de la argumentación. n primerpaso consistió en presentar algunas megatendencias *ue en ma(or o menormedida impulsan una enorme transformación de las sociedadeslatinoamericanas. La diferenciación social ( funcional de la sociedad, laglobali!ación, el auge de una sociedad de mercado ( el nuevo papel del Estadoson algunas características cruciales del nuevo conte$to.

De este conte$to nacional ( mundial se desprende, como segundo paso, la

conclusión de *ue la política ( el Estado pierden su centralidad como instanciasde coordinación ( conducción de los procesos sociales. En la medida en *ue secon-guran %sistemas funcionales& relativamente autónomos, la acción políticapuede inAuir sobre ellos solamente si respeta sus lógicas internas. Enfrentamospues límites estructurales para la intervención política, *ue tiene ahora uncampo de acción mucho más reducido *ue lo *ue pro(ecta la imagentradicional de la política. " su ve!, también la política se orienta por una %lógicafuncional& más ( más autoreferida, *ue tiende a aislarse de su entorno social.En este sentido, la percepción ciudadana acerca del distanciamiento de lospolíticos es correcta. La ra!ón empero, no radica tanto en los vicios /reales osupuestos0 de la clase política como en las restricciones estructurales *ue sufrela política en una sociedad diferenciada.

na sociedad diferenciada (, por lo tanto, policéntrica (a no está a disposiciónde la voluntad política (, no obstante, e$ige política. Este es, a mi +uicio, el temade fondo. "*uí me parece radicar, en de-nitiva, el problema de lagobernabilidad democrática. De ser así, 5cuál sería entonces el papel del Estado( de la política6 n referente es, según vimos, el proceso de moderni!ación. ElEstado ( la política siguen cumpliendo una importante función de coordinaciónentre los distintos subsistemas sectoriales ( una función de conducciónrespecto al rumbo ( al ritmo de la moderni!ación. El proceso social no se agotaempero en la moderni!ación su otro momento constitutivo radica en lasub+etividad. El análisis re*uiere pues, como tercer paso, una recuperación de lasub+etividad. 8area difícil por*ue 9según nos dicen la descon-an!a ( el malestarreinante: la sub+etividad parece haberse *uedado sin palabras. n aspectocrucial de la gobernabilidad democrática podría consistir en reintroducir a la

política lo *ue ella e$pulsó como %irracional&' las pasiones ( emociones, losafectos (, por cierto, las virtudes. > sea, a(udar a codi-car la sub+etividad comoun momento consustancial a la modernidad.

7/17/2019 Gobernabilidad Lechner

http://slidepdf.com/reader/full/gobernabilidad-lechner 9/9

3e despido con una hipótesis -nal. #i entendemos por modernidad la tensiónentre sub+etividad ( moderni!ación, entonces tal ve! el principal papel de lapolítica sea articular ambos procesos' vincular las demandas de protección,reconocimiento e integración social de los su+etos con las e$igencias funcionalesde los sistemas. No sería una tarea novedosa -nalmente, la política modernasiempre se propuso la construcción deliberada del orden social. #in embargo, la

e$posición puede haber entregado algunos argumentos acerca de las grandesinnovaciones *ue e$ige esa tarea en las nuevas circunstancias. Hacer política,pensar la política seguirán siendo 9*ué duda cabe: un desafío atractivo.

[*] orbert Lec!ner: ILas condiciones de gobernabilidad democrática en la"mérica Latina de -n de sigloI, ?L";#>, @uenos "ires, 7JJK.