guadalajara reza y se divierte - académicaaleph.academica.mx/jspui/bitstream/56789/29522/1/... ·...

23
GUADALAJARA REZA Y SE DIVIERTE RUBÉN VILLASEÑOR BORDES Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística PALABRAS INICIALES EL ASUNTO DE LAS BREVES PÁGINAS que siguen es el estudio de costumbres tapatías, en privanza hace cien años. N o m e pongo a narrarlas. Me parece mucho más oportuno dejar que quienes vivieron esos espectáculos nos vayan refiriendo cómo rendían homenaje a sus caudillos triunfantes, cómo rememo- raban a los héroes patrios y agradaban al Cielo, con pintores- cas ceremonias. Testigos locales y extranjeros pormenorizan también diversiones de los guadalajareños. Todo lo descrito tiene una nota común: desarrollarse al aire libre. En todo tiempo, el delicioso clima de Guadalajara permite a sus habi- tantes permanecer a la intemperie. E n esa ciudad el invierno casi n o se advierte y las lluvias ocupan sólo algún rato de los días del verano. Sin juzgarlas, únicamente se expone cierto tipo de manifes- taciones colectivas de regocijo, de aprecio a u n personaje, ya en vida o después de su óbito; y de adoración al Creador. Muchas de estas exterioridades del pueblo se repetían y repi- ten en fechas determinadas; por ello, en lugar de seguir un método rigurosamente cronológico, las he dispuesto situándo- las por el orden de los meses. Las actividades destructoras son las más atrayentes para los historiógrafos. La afición se acrece en México como con- secuencia de que nuestro país ha ido modelándose en forma extremadamente cruenta. Puede ser útil, para el completo conocimiento del pasado, agregar a tantas y tan acuciosas monografías sobre temas béli- cos algún trabajo referente a hechos pacíficos, aun cuando el 81

Upload: others

Post on 25-Apr-2020

2 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

G U A D A L A J A R A REZA Y SE DIVIERTE

R U B É N V I L L A S E Ñ O R B O R D E S

Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística

P A L A B R A S I N I C I A L E S

E L A S U N T O D E L A S B R E V E S P Á G I N A S que siguen es e l estudio

de costumbres tapatías, en p r i v a n z a hace c ien años. N o me

pongo a narrarlas . M e parece m u c h o más o p o r t u n o dejar que

quienes v i v i e r o n esos espectáculos nos vayan re f i r iendo cómo

rendían homenaje a sus c a u d i l l o s tr iunfantes, cómo rememo­

r a b a n a los héroes patrios y agradaban a l C i e l o , con pintores­

cas ceremonias. Testigos locales y extranjeros p o r m e n o r i z a n

también diversiones de los guadalajareños. T o d o l o descrito

t iene u n a n o t a común: desarrollarse a l aire l ibre . E n todo

t iempo, e l del ic ioso c l i m a de G u a d a l a j a r a permite a sus h a b i ­

tantes permanecer a l a intemper ie . E n esa c i u d a d e l i n v i e r n o

casi no se advierte y las l l u v i a s o c u p a n sólo a lgún rato de los

días d e l verano.

S i n juzgarlas, únicamente se expone cierto t ipo de manifes­

taciones colectivas de regocijo, de aprecio a u n personaje, y a

e n v i d a o después de su óbito; y de adoración a l C r e a d o r .

M u c h a s de estas exter ior idades d e l p u e b l o se repetían y rep i ­

ten en fechas determinadas; p o r e l lo , en lugar de seguir u n

método r igurosamente cronológico, las he dispuesto situándo­

las p o r e l o r d e n de los meses.

L a s actividades destructoras son las más atrayentes p a r a

los historiógrafos. L a afición se acrece en México como con­

secuencia de que nuestro país h a i d o modelándose en f o r m a

extremadamente cruenta .

Puede ser úti l , p a r a e l c o m p l e t o c o n o c i m i e n t o de l pasado,

agregar a tantas y tan acuciosas monografías sobre temas béli­

cos algún trabajo referente a hechos pacíficos, a u n cuando el

8 1

R U B É N V I L L A S E Ñ O R B O R D E S

m a t e r i a l p a r a c o m p o n e r l o escasee. Y a que, en ú l t imo análisis,

es más interesante saber cómo vivían nuestros ancestros que

conocer las causas y l a relación de su a n i q u i l a m i e n t o .

L a desaparición de las personas hace c a m b i a r l a geografía

política. Pero este fenómeno histórico, si es e l f u n d a m e n t a l

p a r a conocer el c a m i n o que siguió u n conglomerado para lle­

gar a su situación presente, n o nos puede traer e l caudal

de conocimientos que nos p e r m i t a dar con e l or igen de las

costumbres que a l a fecha i m p e r a n . Después de leer las notas

posteriores, y tras de comparar u n m a p a de entonces con el

reciente, nótase que G u a d a l a j a r a en extensión y habitantes

h a v a r i a d o muchísimo, pero en su c o m p o r t a m i e n t o colectivo

n o h a roto su viejo molde .

E x p o s i t i v a m e n t e , con categoría ele análisis, puede asegu­

rarse que las conmociones sociales de l a R e f o r m a y l a Revo­

lución h a n pasado p o r l a urbe sólo a l terando su esqueleto

económico. L o social cambió e l n o m b r e de sus dirigentes. N o

más. L a s ceremonias religiosas permanecen s i n alteración;

a ú n recorren las calles nutridísimas filas tras las imágenes.

L igeros matices p r o d u c t o de l a técnica, a l añadirle hoy a las

exter ior idades en e l arroyo, apenas si señalan lo de ayer y lo

ele esta época. E m p e r o , e l aspecto pretérito y presente de los

espectáculos en l a calle f inca e l c o n v e n c i m i e n t o de que l a

tradición en G u a d a l a j a r a sigue siendo elemento de decisiva

i m p o r t a n c i a .

I

" L E V A N T A D A " D E L N I Ñ O D I O S

" N o s ha l lamos en el Estado de J a l i s c o . . . e l 5 de enero

entramos en l a c i u d a d . . . Sólo dos días estuve en G u a d a l a j a r a

(5 y 6 de enero de 1846). A l l í f u i testigo de u n a ceremonia. . .

V o y a ensayar descr ib ir la .

E l a t r io s i tuado ante l a iglesia estaba cubierto c o n prepa­

rativos p a r a los fuegos artif iciales y decorado con flores silves­

tres de hermosa elección y con grandes ramas de palmeras.

T o d a s las casas estaban adornadas c o n g u i r n a l d a s de flores y

cortinas. . .

G H A D A L A JAR A PvEZA Y SE D I V I E R T E 8 3

Grandes camarazos y sonidos musicales que a n u n c i a b a n

l a p a r t i d a de l a procesión, h i c i e r o n que yo me dirigiese h a c i a

l a p r i n c i p a l iglesia, l a C a t e d r a l . . . L a procesión se componía

de muchos mi l lares de indios , perfectamente b i e n vestidos y

c o n l a apar ienc ia más conveniente. C o m e n z a b a p o r cuatro

trompeteros vestidos de negro seguidos de c incuenta hombres,

después de los cuales aparecía e l santo patrón de l a p a r r o q u i a ,

cargado p o r ocho muchachas que l l e v a b a n coronas de flores.

E n seguida venían cuatrocientas mujeres con trajes ord inar ios ,

m a n e a de a lgodón blanco b o r d a d a u n i f o r m e m e n t e en l a n a

verde y con sus cabelleras negras en formas de largas trenzas

q u e en muchas de ellas l l egaban hasta sus pies. M a r c h a b a n

e n hileras de cuatro en fondo con paso m e d i o y solemne, y

c a d a u n a de ellas l levaba u n c i r i o encendido en l a m a n o .

Después de ellas venía u n a b a n d a n u m e r o s a de músicos con

instrumentos de v iento; luego algunos hombres seguían en

b u e n o r d e n precediendo a l a estatua de l a Santa V i r g e n car­

g a d a p o r doce mujeres, vestidas de b lanco , y luego los sacerdo­

tes. E l cortejo se cerraba con más bandas de músicos. A cada

l a d o de l a procesión y a distancias regulares, m a r c h a b a n gru­

pos de niños c o n ramos de flores. C u a n d o h u b i e r o n dado

v u e l t a a l a c i u d a d , v o l v i e r o n a entrar en l a iglesia y se a n u n ­

c i ó e l f i n de l a ceremonia c o n campanazos y grandes repiques

d e campanas.

Subí c o n m i s amigos a l o alto de l a torre que sirve de

c a m p a n a r i o p a r a gozar d e l p a n o r a m a . . . C u a n d o bajamos, l a

c i u d a d nos pareció m u y o t r a de como estaba en l a mañana:

c a d a casa ofrecía u n a escena de alegría y de festín, y hasta en

las calles había grupos de i n d i o s r e p a r t i e n d o entre sus fami­

l iares las provis iones l levadas p a r a l a c o m i d a ; todo respiraba

inocente alegría y ya los franceses se mezc laban a l a fiesta

i n v i t a d o s a l efecto. F u e preciso, c o n v o l u n t a d o s in el la , comer

c o n los habitantes y b a i l a r , después de l a c o m i d a , boleros y

fandangos. . . " (A. Berther , Qiiatre ans au Méxique. Souvenirs

de campagne i? impressions de voyage, París, V v e . H . Caster-

m a n , E d i t . 1 8 8 5 . 160 pp. , 1 lám. 4 a , p p . 7 3 - 7 6 . N o t a de

J u a n B . Iguíniz , de cuyo l i b r o , Guadalajara a través de los

tiempos", tomo I, pp. 269 a 274, está t o m a d a l a cita. D i c h o

»4 R U B É N V I L L A S E Ñ O R B O R D E S

úl t imo l i b r o fue impreso en G u a d a l a j a r a , en 1950, haciendo

l a edición el B a n c o R e f a c c i o n a r i o de Jalisco.)

I I

R E C E P C I Ó N A L G E N E R A L D O U A Y

E l 26 de febrero se h izo festejada recepción a l G e n e r a l

D o u a y (Carlos A b e l D o u a y , nació en 1809; se distinguió bri­

llantemente en Crimea y en Solferino y fue muerto al frente

de sus tropas, en la batalla de Wissembourg, en i8yo), q u i e n

entró p o r ' l a calle ancha de San J u a n de D i o s " . (Esta calle es

actualmente la avenida Alvaro O bregón; conforme se colige

de la siguiente cita: "El santuario de la Purísima Concep­

ción. .. se eligió para levantarlo un sitio en la pared oriental

de la ciudad, del otro lado del río del paseo... La nueva

iglesia dará el frente a la mejor calle de aquella parte de la

ciudad, que es la que va de la iglesia de San Juan de Dios a

la garita de San Andrés: esta calle es ancha y recta... añadién­

dose a esto que se hallará en la calle por donde entran a

comerciar a Guadalajara, multitud de indígenas, de los pue­

blos inmediatos, situados al oriente de la ciudad", de l perió­

d i c o La Religión y la Sociedad, 1863, tomo II, p. 244). U n

fol leto c o n m e m o r a t i v o describe e l agasajo:

" C u a n d o l a noche comienza a estender sus sombras sobre

l a poblac ión, de súbito aparece ésta i l u m i n a d a p o r mi l lares

de luces. N u e s t r a pequeña, pero elegante y pintoresca p la­

za de armas, es ahora e l p u n t o de atracción de los habitantes

de l a c a p i t a l ; a él se d i r i g e n en grandes oleadas, y en él per­

m a n e c e n hasta l a m e d i a noche en n o i n t e r r u m p i d o m o v i ­

m i e n t o , p o r q u e n o es posible l a q u i e t u d y e l sueño a q u i e n

tiene e l corazón h e n c h i d o de placer.

U n a b o n i t a balaustrada c ierra este rec into de acceso a u n

escogido concurso. Sosteniendo l a ba laustrada y a corta dis­

tanc ia u n a de otra, se elevan c o l u m n a s de verde y fresco

fol laje a u n a a l t u r a de siete varas, rematando en vistosos

gallardetes, que r e p r o d u c e n los colores nacionales, que desde

e l a l b a , hasta este m o m e n t o n o h a n dejado de presentar a

nuestra vista, a donde q u i e r a q u e l a d ir i jamos. Lazos de l

G U A D A L A J A R A R E Z A Y SE D I V I E R T E 8 5

m i s m o fol laje pasan en graciosas curvas de u n a a otra c o l u m ­

n a , comunicándolas todas entre sí. Pendientes de esos lazos,

l o m i s m o q u e en l a s i lueta de las portadas, se m i r a n más de

m i l luces e n vasos de cr istal de diferentes colores. L a fuente

q u e está en m e d i o de l a plaza, c i r c u i d a también de columnas

y lazos de fol laje, l l a m a l a atención p o r l a gracia y gusto con

q u e h a s ido i l u m i n a d a .

U n a l ínea de fuego pone en relieve, sobre l a obscura bóve­

d a de l c ie lo , las alturas de los edif icios, que l i m i t a n l a p laza

e n u n c u a d r a d o perfecto.

T a n t a l u z permite ver l a sonrisa y los negros radiantes

ojos de las bellas hijas de G u a d a l a j a r a , que, vestidas con ricos

trajes, v i e n e n a p a r t i c i p a r d e l regocijo públ ico , y a dar a l a

fiesta, mezclándose con e l p u e b l o , u n carácter verdaderamente

n a c i o n a l .

A v i s a d o e l Sr. G e n e r a l D o u a y desde en l a mañana, p o r u n o

de los i n d i v i d u o s d e l A y u n t a m i e n t o , de l a i luminación que

e n su obsequio se tenía dispuesta, ofreció pasar a las ocho de

l a noche a l a sala de sesiones de d i c h o C u e r p o , p a r a de all í

u n i d o con los mismos regidores, i r a h o n r a r c o n su presencia

y d a r lustre a l a s o l e m n i d a d . E n u n o de los puntos de mejor

v i s t a de l a p laza de armas se habían colocado u n sofá y algu­

nas sillas de caoba, y a l a espalda, y p o r e n c i m a de estos

asientos, se cruzaban flotantes los pabel lones francés y m e x i ­

c a n o ; en l a zona b l a n c a d e l p r i m e r o , se leía e n letras grandes

" V i v a M é x i c o , , y en l a m i s m a zona d e l segundo " V i v a F r a n ­

c i a " . . .

Éste era e l puesto preparado p a r a e l G e n e r a l D o u a y , y en

é l tuv imos l a grande satisfacción de ver lo h o n r a n d o l a c i u d a d ,

e n m e d i o de sus representantes: al l í estaba s iendo el b lanco

d e todas las miradas y e l objeto de todas las atenciones, así

c o m o también de las más justas simpatías; al l í hemos con­

t e m p l a d o detenidamente a l amigo generoso, a l protector de

nuestros derechos, a l guerrero cr is t iano que l l e n o de fe y ab­

negación, c o n l a cruz a l pecho y l a n z a en ristre, viene de

lejanas tierras a l socorro de l a i n o c e n c i a o p r i m i d a . " (José

C o r n e j o F r a n c o , La Calle de S. Francisco, G u a d a l a j a r a , J a l . , J945> PP- a

86 R U B É N V I L L A S E Ñ O R B O R D E S

I I I

L O S D Í A S S A N T O S

" G u a d a l a j a r a . . . está l l e n a de remembranzas y de aconte­

c imientos gratos, que const i tuyen su f o l k l o r e . . . y no es raro

encontrar personas. . . que s in haber l legado a la a n c i a n i d a d

decrépita rememoren l a procesión d e l 'Encuentro ' , por ejem­

p l o , l a policromía de los m o n u m e n t o s , l a p i e d a d de los vier­

nes santos y e l b u l l i c i o rebosante d e l sábado de g lor ia .

E l jueves santo era e l dest inado a los estrenos, y l a gente

h u m i l d e abría e l baúl o l v i d a d o d u r a n t e e l año para tomar l a

r o p a olorosa a cedro. L o s m o n u m e n t o s eran mejores que los

de l a ac tua l idad, tanto p o r l a profusión de cera escamada,

como p o r e l arte rel igioso con que se componían. E l lírico, o

sea l a música que tocaba d u r a n t e el día (En la iglesia del

Carmen, el jueves santo. .. al arrullo del Miserere, puesto a

grande orquesta y pianoforte, del Stabat Mater de Rossini y

tales otras piezas, veníanse las hermosuras del gran mundo,

a formar estrado en elegantes canapés de madera fina con

cojines de damasco amarillo, frente a sus acicalados prome­

tidos. Y he aquí que produzco un testigo abonado: ¡Qué

concurso—el Jueves Santo—Lujoso y gentil lo invade,—y

ocupa el inmenso espacio—de la dilatada nave!—¡Qué salmo-

días se escuchan!—Llorosa flauta allí tañen—en la elutada

capilla—cubierta de paños grandes.—. . .—Es la iglesia que

está en moda,—la iglesia de los amantes,—Parthenon de los

artistas—y templo de las beldades", fray L u i s R . de l Palacio^

Recopilación de noticias sobre N. Sa. de Zapopan, Tomo I,

Guadalajara, 1942, pp. 253-254), e l gorjeo de las aves canoras,

e l trébol y el l a u r e l regado sobre e l p a v i m e n t o de los tem­

plos. . .

L o s puestos, que se l e v a n t a n frente a l costado norte de l a

p laza de armas y donde se bebía e l agua de chía gorda y de

legít ima jamaica , y donde los peladitos vestían 'el traje de l u ­

ces', a l torear "Los toritos eran. . . grandes vasos de agua fres­

ca, con un chorro de mistela o legítimo vino dx Tequila/*

GüADALAJARA R E Z A Y SE D I V I E R T E 87

(José T . L a r i s , De las cosas neogallegas.. . Leyendas y tra­

diciones de Jalisco, G u a d a l a j a r a , J a l . , 1947, p. 1 4 1 . )

E l viernes santo fuera de los actos en los templos, se cele­

b r a b a e l sermón d e l " E n c u e n t r o " , que consistía en que en

l a esquina de l p o r t a l Q u e m a d o , frente a los otros portales,

se encontraban las imágenes de Jesús y de l a V i r g e n de l a

Soledad, que l levaba sus mejores joyas, y salía de l templo de

su n o m b r e , acompañada de sus cofrades, e n l a conf luenc ia

s u p r a d i c h a . U n o de los mejores oradores sagrados decía u n

sermón alusivo, que siempre hacía época en l a h i s t o r i a de l a

o r a t o r i a sacra.

" E l viernes santo era día de recogimiento verdadero, n o

se veían coches p o r las calles, n i las típicas carreti l las de los

aguadores, n i los caballos matalotes de los lecheros, quienes

este día encorvaban las espaldas p a r a cargar sus botijones

cántaros.

E n los puestos de chía n o se " t o r e a b a " n i se tañían las

mugrientes guitarras; se hacía u n a procesión l l a m a d a d e l San­

to E n t i e r r o , p r i m e r o p o r las calles y después en el i n t e r i o r de

las iglesias; los cofrades sudando cargaban con l a u r n a de l

Santo E n t i e r r o a l m a n d a t o d e l sacristán, que les decía en voz

a l ta : " H a g a n l o m o y no repelen los que cargan a l Señor."

E l Sábado Santo se notaba mayor animación y " a l abrirse

l a G l o r i a " las músicas p o r las calles y los repiques en los

campanar ios , hacían más festiva l a costumbre de q u e m a r a

Judas, que muchas veces hacía su testamento antes de reven­

tar; u n sujeto encaramado sobre u n a mesa o en el enverjado

de u n a v e n t a n a leía, ahuecando l a voz, l a úl t ima v o l u n t a d

d e l suic ida, y q u i e n dejaba a sus admiradores u n legado que era

p a r a los hombres objetos femeninos, y p a r a las hembras algo

como u n sombrero charro, u n a j a r a n a o u n a navaja de afei­

tar. . . " (José T . L a r i s , op. cit., pp. 49-31.)

38 R U B É N V I L L A S E Ñ O R B O R D E S

I V

R E C I B I M I E N T O A L A R Z O B I S P O

D O N P E D R O E S P I N O S A

" L u c i ó p o r f i n l a a u r o r a d e l día 22 (de marzo de 1864)

p u r a , radiante , encantadora: sonrió con gracia indecib le , y

las campanas de todas las iglesias sa ludaron con voz sonora

y j u b i l o s a su b e l l a aparición, a n u n c i a n d o a los fieles m o r a ­

dores de esta c i u d a d , que aquél era e l día en que debían

a b r i r su corazón a l a alegría, pues antes de muchas horas

podrían c o n t e m p l a r cerca de sí, y gozarse e n l a presencia de

su P a s t o r . . .

Desde entonces todo fue m o v i m i e n t o en l a c i u d a d : los ca­

rruajes se cruzaban en todas direcciones, los caballos corrían

a l galope, e l G o b i e r n o Eclesiástico, e l G o b i e r n o polít ico y

todas las comisiones de l I lustre A y u n t a m i e n t o , del S e m i n a r i o

C o n c i l i a r y de otras corporaciones, m a r c h a b a n a l encuentro

de S.S.I.; e l p u e b l o entre tanto i n u n d a b a todas las calles d e l

tránsito, desde l a gar i ta de San P e d r o hasta e l atr io de C a ­

tedra l (Esto indica, que el recorrido de entrada del limo. Sr.

D. Pedro Espinosa, fue el mismo que siguió el General

D. Leonardo Márquez, como se verá después: de Tlaquepaque,

por el actual boulevar a la garita, y desde aquí continuando

por la actual calle de Medrano, y la de Héroes, a San Francis­

co) los altos campanarios y las azoteas se coronaban de gente,

y en los balcones de los edif ic ios n o se encontraba u n o solo

vacío.

. . . T o d a s las puertas y ventanas, hasta las de las más po­

bres casas, estaban entapizadas c o n cortinas: los graciosos lazos

p r e p a r a d o s con adornos y colgaduras de b r i l l a n t e seda y finí­

s imo p u n t o recamado c o n flores de listón azul , casi n o tenían

interrupción y f o r m a b a n u n p r o l o n g a d o y vistosísimo to ldo

e n más de m e d i a legua de extensión; veíanse en algunos tre­

chos, magníficos pabel lones de b l o n d a de vivos c o l o r e s . . . C o l ­

gaban sobre cort inas de damasco en algunos balcones, grandes

espejos, presentando e n su tersa superficie, escritos con letras

d e oro, los t iernos sentimientos católicos, que ocupaban a l a

GüADALAJARA R E Z A Y SE D I V I E R T E 8 9

vez todos los corazones . . . L l a m a b a n l a atención tres mages-

tuosos arcos tr iunfales; e l p r i m e r o construido en l a p u e r t a de

l a garita (de San Pedro Tlaquepaque) de u n a a l t u r a de 1 4

v a r a s . . . e l segundo levantado a l a entrada de l a cal le de S.

F r a n c i s c o . . . e l tercero estaba colocado delante de l a p u e r t a

de l S e m i n a r i o . . . H a b í a también dos preciosas portadas, en

l a calle que baja de S. Francisco a l p a s e o . . . A l t e r n a b a n y

competían c o n estos adornos de lu jo , los sencillos adornos

campesinos de verde follaje y de aromáticas flores, ya for­

m a n d o graciosas y prolongadas arquerías, ya colgando de las

azoteas y balcones; o b i e n colocadas en bellas hi leras a lo largo

de las calles las fragantes macetas de los j a r d i n e s . . . e l ejército

f r a n c é s . . . e n vistosa vaya se colocó desde l a C a t e d r a l hasta

S. F r a n c i s c o . . . n o p u d o su S. I. a r r i b a r p o r l a m a ñ a n a . . .

pero l a m u l t i t u d n o abandonó los puestos, donde se había

colocado p a r a verle e n t r a r . . . A las c inco de l a tarde u n re­

p i q u e a v u e l o en todas las iglesias, a n u n c i a que e l venerable

P a s t o r . . . e n t r a ya en l a c i u d a d . . . M i e n t r a s e l I . Sr. A r z o b i s p o

se e n c a m i n a b a a l a I. C a t e d r a l , todas las esquilas de las igle­

sias que sonaban alegremente, los i n n u m e r a b l e s cohetes que

desde su l legada a las puertas de l a c i u d a d n o cesaban de

a t r o n a r los aires, e l estal l ido magestuoso de l cañón y los acen­

tos melodiosos de l a música, se encargaban de p u b l i c a r las

vivas e m o c i o n e s . . . d e l entusiasmo rel igioso d e l p u e b l o ; a su

tránsito, u n a i n f i n i d a d de sonetos y otras poesías impresas en

pequeños papeles de hermosos colores, arrojadas de los bal­

cones y de las azoteas, p o b l a b a n el a i r e . . . entre m i l manos

levantadas p a r a asir los."

C o n t i n ú a e l p r o l i j o y a n ó n i m o autor r e f i r i e n d o l a i l u m i ­

nación n o c t u r n a : " E l arco d e l S e m i n a r i o , l l e n o de lámparas

e n vasos de colores, y unos semicírculos con candilejas tam­

bién, que i b a n de a l m e n a a a l m e n a , teniendo en su concavi­

d a d los pabel lones de F r a n c i a y . . . México . E n e l centro d e l

j a r d í n de l a Soledad, donde hoy está l a r o t o n d a de los H o m ­

bres Ilustres, se e n c o n t r a b a u n templete, con el retrato d e l

A r z o b i s p o , a l c u a l i l u m i n a r o n vistosos fuegos arti f iciales, que

d i e r o n f i n a las once de l a noche ," (Reseña de la Entrada del

Ilustrísimo Señor Arzobispo Dr. D. Ped.ro Espinosa a Guada-

go R U B É N V I L L A S E Ñ O R B O R D E S

¡ajara al regreso de su destierro, Guadalajara, T i p o g r a f í a de

D i o n i s i o Rodríguez, 1864. M e parece pertinente recordar a l

lector, que e l 8 de enero de 1861 u n agente de policía, i n t i m ó

e l destierro a l Sr. Espinosa . Q u i e n a l regresar, d io en M é x i c o ,

a doce de enero de 1864, su interesante pastoral, donde refie­

re su estancia en Estados U n i d o s , echando en cara a este país

l a di ferencia entre l a l i b e r t a d rel igiosa de que allí se dis fru­

taba, con l a persecución, a l a que en su P a t r i a , ayudaba.

Véase: Pastoral del... Sr. Arzobispo de Guadalajara, a la

vuelta de su destierro, G u a d a l a j a r a , 1864, T i p . de D i o n i s i o

Rodríguez.)

V

V O T O G U A D A L U P A N O D E L A R Z O B I S P O E S P I N O S A

Su Ilustrísima D . P e d r o E s p i n o s a " m a n d ó " u n n o v e n a r i o

a l a V i r g e n de G u a d a l u p e , si m e j o r a b a n las condiciones de

l a Iglesia Catól ica. E l 10 de marzo de 1858, e l c a u d i l l o con­

servador O s o l l o derrotó en Salamanca, G u a n a j u a t o , a los l i ­

berales. E l t r i u n f o de O s o l l o volv ía l a paz a l a Iglesia y e l

entonces obispo de G u a d a l a j a r a cumpl ió su promesa así: " E l

día cuatro d e l corriente (abril de 1838), comenzó e l n o v e n a r i o

más solemne, que h a presenciado esta hermosa c i u d a d . T o d a s

las iglesias y todos los monasterios se t u r n a r o n . — E l once a las

cuatro de l a mañana. . . las campanas c o n v i d a b a n a! p u e b l o

a que v i n i e r a a dar gracias a l a h u m i l d e V i r g e n d e l Tepeyac .

T o d o este día y e l s ig u ie nte . . . en los balcones y ventanas

todas, se veían cortinas, con l a imagen de N t r a . Sra. de G u a ­

d a l u p e unas y e l signo de l a R e d e n c i ó n otras. E n l a noche l a

i luminación fue general , n o sólo en los templos y edif icios

públicos, s ino a u n en las más infelices y desmanteladas casas

h u b o luces y con p r o f u s i ó n . . . E l día doce a las c inco ele l a

tarde, i n i c i a r o n l a solemnísima procesión. . . Las calles p o r

donde había de pasar, habían sido r icamente adornadas y sus

variadas y pr imorosas colgaduras, de ta l suerte e n t o l d a b a n

e l cielo, que casi i m p e d í a n llegase a dar e l sol, en e l rostro

purísimo de l a V i r g e n Santísima. E n este m o m e n t o u n s o n i d o

de bronce a t r o n a b a toda l a c i u d a d , las campanas de las igle-

G U A D A L A J A R A R E Z A Y SE D I V I E R T E 91

sias todas c o n sus metálicas voces, d e r r a m a b a n p o r todos los

vientos, los tiernos afectos de g r a t i t u d , d e l sabio y p r u d e n t e

Pastor y de sus queridas ovejas. U n inmenso concurso de

gente a pie , a cabal lo, y en magníficos carruages, se agolpaba

a ver e l espectáculo. R o m p í a l a m a r c h a de l a procesión, u n a

estatua m u y be l la , vestida r icamente de p u n t o y tela preciosa,

que representaba l a santa Iglesia, l l evando en u n a m a n o l a

C r u z de l Sa lvador y en otro e l cáliz, y a l p ie u n ángel c o n u n

l i b r o y u n a r a m a de o l i v o en las manos."

Seguían después el H o s p i c i o , los dos hospitales, los terce­

ros de San Francisco y Santo D o m i n g o ; los religiosos de los seis

conventos; e l colegio c ler ica l y e l seminar io; las cuatro parro­

quias, l l e v a n d o sendas imágenes de santos, las cuales se ba­

lanceaban i m p o n e n t e m e n t e sobre l a expectante y si lenciosa

m u l t i t u d . " P o r ú l t imo, e l i lustre y venerable C a b i l d o c o n to­

dos sus dependientes, revestidos los Sres. Capi tu lares con

riquísimas capas de tisú; luego l a imagen de María Santísima

de G u a d a l u p e , entre dos hermosos ángeles y detrás de l a so­

berana i m a g e n , bajo p a l i o , e l l i m o . Sr. O b i s p o con capa

magna, l l e v a n d o en sus manos e l báculo pastoral , y en sus

augustas sienes u n a preciosísima m i t r a . C e r r a b a l a procesión

e l M . I. A y u n t a m i e n t o , y u n a parte de l a guarnición de l a

capi ta l . A p e n a s salía l a V i r g e n de su Santuario , cuando ya las

pr imeras imágenes que h a b í a n comenzado l a marcha, vo lv ían

a l p u n t o de p a r t i d a , y esto después de haber recorr ido u n a

estación bastante considerable. P o r úl t imo vuelve a entrar a

su augusto t e m p l o l a soberana imagen, y allí , estando bajo su

trono el modesto y v i r tuoso Pastor, . . . e l Sr. D e á n cantó las

p r e c e s . . . A s í terminó e l n o v e n a r i o , que debe ocupar u n a

página en l a H i s t o r i a de l a Iglesia de G u a d a l a j a r a y así fue

c u m p l i d o e l voto, que e n días aciagos y luctuosos h i c i e r a el

l i m o . Sr. O b i s p o . " (Breve Reseña de la Función Solemne,

que se celebró en el Santuario de Ntra. Sra. de Guadalupe

de esta capital, el día 12 de abril del corriente año. G u a d a ­

la jara , T i p . de Rodr íguez , 2^ cal le de C a t e d r a l , núm. 10,

p p . III, IV, v i . )

92 R U B É N V I L L A S E Ñ O R B O R D E S

V I

F I E S T A S E N H O N O R D E M Á R Q U E Z

L e o n a r d o Márquez venció a Santos D e g o l l a d o en T a c u -

baya, e l 11 de a b r i l , y p a r a e l d o m i n g o 15 de mayo d e l m i s m o

año de 1859 hizo su entrada en G u a d a l a j a r a : "Se ordenó l a

plaza de l a gar i ta con arcos de v e r d u r a y de flores, y luego

todas las casas y ventanas se e n c o r t i n a r o n ; advirtiéndose bas­

tante l i m p i e z a , y en algunos espacios, regados flores y follajes

verdes: de l puente de M e d r a n o para atravesar l a p laza de S.

F e r n a n d o , se puso l a galería de arcos vestidos con follaje verde

y flores, hasta desembocar en l a calle de S. A n t o n i o , l a c u a l

conducía a l arco de S. Francisco. E n esta hermosa cal le ador­

n a d a con tantas colgaduras, se levantó u n arco de t r i u n f o ,

e l mejor q u e se h a f o r m a d o en esta c i u d a d , constru ido de

bastidores de l ienzo y con alusivas inscripciones, tales como

éstas: ' E l m u y I lustre A y u n t a m i e n t o de esta c i u d a d , a l Sr. G r a l .

de División D . L e o n a r d o Márquez , vencedor en A c á m b a r o , e n

A h u a l u l c o de P i n o s , Poncit lán, S. Joaquín y T a c u b a y a , de­

fensor d e l o r d e n y de l a just ic ia , etc. F i n a l m e n t e , o t r a gale­

ría de arcos a d o r n a b a l a p laza de armas hasta catedra l . "

(José C o r n e j o F r a n c o , La calle de San Francisco, p . 180, c i ta

e l impreso de época de d o n d e copia.)

" L l e g ó su E . hasta e l arco de S. Francisco: b a j a r o n todos

de los coches y se i n c o r p o r a r o n con las Corporac iones , em­

pleados, etc., que esperaban all í , y a p ie c a m i n a r o n pasando

p o r bajo e l magníf ico arco de t r i u n f o , colocado en l a m i s m a

calle. A l l í , u n a comisión de cuatro niñas lujosamente vesti­

das, sa l ieron a encontrar a S. E . y le presentaron u n a c o r o n a

de l a u r e l de oro p u r o , hábi lmente c incelada, l a c u a l le fue

puesta sobre las sienes d i c i e n d o : 'e l v a l o r conquis ta laureles*;

y otra n i ñ a le prendió en l a casaca u n a cruz de oro, con u n a

corona de l o m i s m o en l a e x t r e m i d a d superior , d i c i e n d o : ' l a

C r u z i n s p i r a e l va lor ' , su E x c e l e n c i a les d i o las gracias c o n

toda u r b a n i d a d y se retiró l a comisión de niñas p a r a hacer

lugar a l a d e l I lustre A y u n t a m i e n t o , que se acercó a presen­

tarle u n bastón con borlas negras y p u ñ o de oro c incelado,

G U A D A L A J A R A R E Z A Y SE D I V I E R T E 9 3

c o n u n cerco de br i l lantes y u n topacio en e l centro, con estos

motes en hermosas letras góticas: X a c i u d a d de G u a d a l a j a r a ,

a l E x m o . Sr. G e n e r a l D o n L e o n a r d o Márquez , vencedor en

T a c u b a y a . 1 8 5 9 ' , e l presidente de l a comisión le d i j o : ' E l

m u n i c i p i o de G u a d a l a j a r a d a a V . E . l a b i e n v e n i d a y l o fel i­

c i t a p o r e l b r i l l a n t e hecho de armas, c o n que h a añadido u n

l a u r e l más a l a corona, de g l o r i a , que a d o r n a ya las sienes

de V . E . P a r a perpetuar e l recuerdo de esa v ic tor ia , en p r u e b a

de adhesión y respeto, l a c i u d a d ofrece a V . E . este bastón,

s ímbolo de l a a u t o r i d a d que tan d ignamente ejerce, y como

p r e n d a de l a recta just ic ia , con que h a a d m i n i s t r a d o el Depar­

tamento de Jal isco, p r o m o v i e n d o s i n descanso su engrandeci­

m i e n t o m o r a l y m a t e r i a l / S u E x c e l e n c i a contestó en térmi­

nos convenientes, y cont inuó l a c o m i t i v a en m e d i o de u n a

l l u v i a de flores, coronas y de versos, arrojados por los bal ­

cones."

Se cantó en su h o n o r y p o r e l O b i s p o de G u a d a l a j a r a , u n

Tedeum e n catedral . P o r l a noche se i l u m i n ó l a c i u d a d , e l

arco de t r i u n f o y en l a plaza de armas se pus ieron dos gale­

rías de arcos, con luces " e n t r a n d o los preciosos faroles trans­

parentes. U n a escojida y m u y n u m e r o s a concurrencia lujo­

samente ataviada, c o m p l e t a b a e l a d o r n o a n i m a d o , que enbe-

llecía aquel las galerías. C u a t r o músicas, u n a en cada ángulo,

l l e n a b a n el a ire de a r m o n í a . . . d u r a n t e los días de descanso

d e l ejército, los Jefes de éste d i e r o n en obsequio de l be l lo

s e x o . . . u n a magníf ica c o r r i d a de toros de aficionados, l a que

se verificó l a tarde d e l 2 6 d e l p r e s e n t e . . . L a v a l l a de t ropa se

extendió desde l a casa d e l Sr. (Lázaro) G a l l a r d o , calle de ca­

tedra l , d o n d e se r e u n i e r o n las señoritas reinas, hasta l a p u e r t a

de l a p laza d e l H o s p i c i o : sa l ieron a las cuatro y m e d i a de l a

tarde e n carretelas abiertas, siete niñas de las más hermosas

d e l a c a p i t a l , elegante y lujosamente vestidas, s i n o m i t i r unos

graciosos peinados, d o n d e b r i l l a b a n e l oro y l a pedrería de las

respectivas diademas, acompañadas de Sritas. de su estado

m a y o r , compuesto d e l E x m o . Sr. G e n e r a l e n Jefe, y de otros

Srs. Generales d e l p r i m e r cuerpo de ejército, y rodeadas de

los estados mayores de los mismos. Pasaron l a carrera, que

estaba l l e n a de gente esperando ver pasar a l a hermosura a l

94 R U B É N V I L L A S E Ñ O R B O R D E S

lado de l v a l o r . . . L u e g o que se anunció p o r e l " h i m n o na­

c i o n a l " q u e tocaron las músicas, l a l legada de las Sritas. reinas,

d e l E x m o . Sr. G e n e r a l en Jefe d e l p r i m e r cuerpo de ejército

y demás c o m i t i v a ; h u b o u n m o v i m i e n t o general p a r a verlos

entrar, y e n m e d i o de u n a emoción v is ib le , aparecieron las sie­

te jóvenes c o n sus diademas, y los señores generales y algunos

otros caballeros, de las famil ias de las bellas niñas, en los

palcos preparados a l efecto, y en los cuales se f i j a r o n p o r largo

rato las ávidas o curiosas miradas de l a n u m e r o s a concurren­

cia . . . L u e g o u n a compañía d e l batal lón de S. Blas , procedió

a l despejo de l a p laza y evolucionó p o r más de m e d i a h o r a

a d m i r a b l e m e n t e . . . como es necesario p a r a u n i f o r m a r todos los

m o v i m i e n t o s con u n a precisión e i g u a l d a d mecánica, y ejecu­

tar vistosas figuras, a l compás de l a música. L o s oficiales de

l a compañía fueron los pr imeros , que gozaron l a rea l m u n i ­

f icencia, y cada u n o l levó su p r e m i o de u n r a m o de flores

arti f iciales, que cada u n a de las donosas reinas, les fue pren­

d i e n d o e n e l brazo d e r e c h o . . . Se presentó después l a cuadr i ­

l l a de l i d i a d o r e s de a cabal lo y de a p ie : todos estos u n i f o r ­

mados c o n panta lón b lanco y dolcán azul , y los picadores y

lazadores e n m u y buenos caballos, todos oficiales y jefes d e l

p r i m e r cuerpo de ejército, con m u y pocas excepciones; e l gra­

cioso se adelantó y descubierto leyó u n a poesía en l o o r de las

reinas de la hermosura, y n o v imos que fuese p r e m i a d o como

p o r e l lo l o m e r e c í a . . . Se l idió e l p r i m e r o , segundo y tercer

toro, y los sostenedores a porfía l o h i c i e r o n con destreza y

valor , y f u e r o n r e c i b i e n d o p o r premios dist intas bandas con

dísticos a l u s i v o s . . . E l cuarto toro fue l i d i a d o p o r figurones,

graciosamente disfrazados con trajes de carnava l , y d i e r o n m u ­

cho que reír a l a concurrencia . E n f i n , se l i d i a r o n e l q u i n t o

y e l sexto toro, en que n a d a h u b o de notable ; y v o l v i e r o n las

Sritas. a desandar l a v a l l a , a b d i c a n d o l a c o r o n a p a r a e l públi­

co, y reservándose t a l vez a lgún trono secreto, en a lgún cora­

zón enamorado. C o n c l u y ó así esta b r i l l a n t e función que de­

jará recuerdos indelebles p o r su m a g n i f i c e n c i a , d i g n a d e l p r i ­

mer cuerpo de ejército, que l a dedicó a l b e l l o sexo de G u a d a -

la jara . " ( L u i s Páez B r o t c h i e , Jalisco, Historia Mínima,

T o m o I I , Guacíala]ara, 1040, p p . 35 4®* L o que transcribe

G U A D A L A J A R A R E Z A Y SE D I V I E R T E 9 5

este autor proviene ele l a m i s m a fuente que c i ta C o r n e j o

F r a n c o , en su l i b r o La calle de San Francisco.)

V I I

R E G O C I J O P O R L A L L E G A D A D E L O S

E M P E R A D O R E S

. . e l r e p i q u e a vuelo que tuvo l u g a r a las once de l a

m a ñ a n a d e l d o m i n g o 5 d e l corriente (junio de 1864) anunció

q u e el m o m e n t o deseado l legaba, y los ecos sonoros y solemnes

de los bronces de catedral , l l e n a r o n d ignamente misión tan

i m p o r t a n t e . L o s aires se l l e n a r o n de cohetes voladores en u n a

i n m e n s a c a n t i d a d , e l placer se p intó en todos los semblantes,

y las armonías de l a música a n d a b a n pregonando l o que e l

pecho sentía. L o s pabellones tricolores se echaron a ondear

p o r los aires, l a c i u d a d se vistió de l u j o en sus puertas y ven­

tanas, y l a voz d e l cañón respondiendo a l a de l a c a m p a n a

b e n d i t a , se u n i e r o n para dar l a b i e n v e n i d a y para saludar a

S . S . M . M . I m p e r i a l e s . . . L a s i l u m i n a c i o n e s en l a noche y los

preparat ivos d e l paseo en plazas y portales, m a n t u v i e r o n con

u n a grata espectativa, l a atención, pendiente de las fiestas

i m p e r i a l e s q u e se ofrecieron, hasta que amaneció b r i l l a n t e y

sereno e l día siete de j u n i o de 1 8 6 4 . L a c i u d a d volvió a ves­

tirse de l u j o y o n d e a r o n los pabel lones y cortinajes. T o d o s

los empleados públicos y m u l t i t u d de vecinos notables vestidos

d e et iqueta, se d i r i g i e r o n a l t e m p l o d o n d e l a majestad d e l

c u l t o b r i l l a b a , n o en oro n i en p l a t a , pero sí en luces y ador­

nos, que hacían resaltar l a grandiosa a r q u i t e c t u r a de cate­

d r a l . . . L a m i s a solemne comenzó ante los representantes d e l

G o b i e r n o , de l a n u m e r o s a fuerza m i l i t a r y de u n pueblo i n ­

menso; asist iendo a e l l a de P o n t i f i c a l e l l i m o . Sr. A r z o b i s p o .

L a m i s a de R o s s i derramó sus armonías en todos los pechos

e n t e r n e c i d o s . . . las nubes d e l inc ienso mecidas p o r las notas

de l a orquesta, l l e n a r o n aquellas bóvedas sonorosas. Se ento­

n ó luego e l Tedeum, p o r l a voz q u e r i d a de nuestro Pastor.

S i g u i ó luego l a g r a n parada , dispuesta p o r S. E . el G e n e r a l

D o u a y , y e n l a A l a m e d a , delante d e l m i s m o Señor, de l E x m o .

96 R U B É N V I L L A S E Ñ O R B O R D E S

Sr. Prefecto Polít ico, colocados en u n p u n t o d o m i n a n t e , des­

filó l a magníf ica fuerza francesa, que se h a l l a en esta c i u d a d

y l a m e x i c a n a , l l e v a n d o ésta l a v a n g u a r d i a : después marcha­

b a n los cazadores de a pie, l a artil lería, los ingenieros, u n

r e g i m i e n t o de suavos, el 81 de l ínea y los cazadores de F r a n c i a

a cabal lo . L a s músicas mi l i tares , las evoluciones y todo a q u e l

m a r c i a l cont inente de los valientes hijos de F r a n c i a , causa­

b a n u n a mezcla de sentimientos simpáticos, que conmovían

p r o f u n d a m e n t e e l corazón de los mexicanos a g r a d e c i d o s . . .

E n l a tarde e l paseo estuvo a n i m a d o y c o n c u r r i d o ; en l a

noche fue l a función, p a r a que las hermosas hijas de G u a d a -

l a jara , mostrasen en e l p o r t a l con su concurrenc ia , con su

elegancia y con e l b r i l l o de sus semblantes, e l regocijo que les

causa l a paz y l a m o r a l i d a d que promete e l I m p e r i o . E l por­

ta l en r e d o n d o estaba adornado c o n los colores mexicanos y

franceses, alternados en las cortinas los lemas de L u i s N a p o ­

león y de F e r n a n d o M a x i m i l i a n o , dentro de u n a corona de

l a u r e l y u n retrato de nuestro E m p e r a d o r con sus trofeos y

pabel lones. M u c h a s luces a l u m b r a b a n aquellas galerías, ce­

rradas p o r l a b a r a n d a de costumbre; las músicas, l a a n i m a ­

ción, l a l u z , las risas y las dulces palabras, todo hacía u n

agradable cortejo a l placer, que a n i d a b a c o n especial idad en

aquelos pechos turgentes, que p a l p i t a b a n de emoción, todo se

revelaba e n aquellos ojos orientales, que húmedos b r i l l a b a n

de f e l i c i d a d . . .

C a d a cuarte l , de los nueve que f o r m a n l a c i u d a d , organizó

sus músicas ambulantes o Víctores presididos de carros con

alegorías, cantos alegres y alusivos, c o h e t e s . . . todo se verificó

con o r d e n . . . N a d a de mueras, n a d a de insultos, n a d a de

escándalos. Son ya esos abusos de otros gentes y de otras

épocas. Están recientes los hechos." (Cuadro del Regocijo

Público Manifestado en Guadalajara a la Noticia del Arribo

de Nuestros Augustos Emperadores, G u a d a l a j a r a , T i p . de

D i o n i s i o Rodr íguez , 1864, p p . 4 y siguientes.)

G U A D A L A J A R A R E Z A Y SE D I V I E R T E 9 7

V I I I

A S C E N S I O N E S E N G L O B O i

E l 1 1 de agosto de 1 8 6 1 M r . W i l s o n h i z o u n a ascensión

aereostática; su segunda subida en g lobo l a efectuó e l d o m i n ­

go 18 d e l m i s m o mes acompañado e n l a canast i l la de l a

Sr i ta . M i c a e l a H e r r e r a . " U n inc idente desagradable h izo que. . .

n o tuv iera todo el b r i l l o que era de esperar; pues a l elevar­

se e l g lobo, dos de los espectadores más inmediatos se l a n z a r o n

e n él, s i n que nadie lo aguardara, a u m e n t a n d o considerable­

mente e l peso e i m p i d i e n d o que e l ba lón se r e m o n t a r a a l a

a l t u r a , q u e podía haberse elevado según e l estado de l a at­

mósfera. P a r a evitar otras sorpresas de esta naturaleza se h a n

tomado todas las precauciones convenientes, i m p o n i e n d o fuer­

tes castigos a las personas, que p o r u n a h u m o r a d a excéntri­

ca, v a n a i n t e r r u m p i r e l orden de u n a diversión pública.

Sabemos que p a r a l a p r ó x i m a ascensión se está constru­

yendo u n hermoso g lobo de grandes dimensiones y b r i l l a n t e s

colores; l a función será dedicada a l b e l l o sexo y a l a g u a r d i a

n a c i o n a l . . . deseamos v ivamente que l a Sr i ta . H e r r e r a salga

t a n airosa de esta segunda ascención, como de l a p r i m e r a , en

q u e mostró u n v a l o r y u n a intrepidez admirables en l a ter­

n u r a y del icadeza de u n a j o v e n . " (El País. Diario oficial del

Gob. del Edo. de Jal. N ú m s . 2 0 5 y 2 0 8 . )

"Ascención Aereostática. A y e r (6 de enero de 1865) p o r l a

m a ñ a n a l a h a ver i f icado D . T r a n q u i l i n o A l e m á n , s in l levar

e n su g l o b o otra canast i l la n i aparato, que u n trapecio y

u n a cuerda, p a r a ejecutar en ellos y a p r o d i g i o s a a l tura , difí­

ciles ejercicios gimnásticos. L a sangre fría, l a a g i l i d a d a d m i ­

rables de este aereonauta, sobrepujan l o que esperábamos de

él , y cuanto podamos decir en su elogio.

L a m a ñ a n a , que estuvo hermosa y serena, nos permit ió

d is f rutar a nuestro sabor d e l espectáculo. E l g lobo subió a

u n a a l t u r a de más de 6 0 0 pies y permaneció e n e l aire u n

cuarto de h o r a ; d u r a n t e ese t i e m p o A l e m á n n o dejó de eje­

cutar vistosos juegos, en los cuales creímos m i r a r incesantes

pel igros y q u e se ponía a riesgo de perder l a v i d a . S i n em-

98 R U B É N V I L L A S E Ñ O R B O R D E S

bargo no fue así, l a h a b i l i d a d lo sobrepujó todo y el descenso

v i n o a hacerse a su t iempo con toda f a c i l i d a d .

L o s espectadores h a n p r o r r u m p i d o en aplausos y se reti­

r a r o n satisfechos después de presenciar esta ascención, que

n o había tenido ejemplo en G u a d a l a j a r a . " (Cornejo F r a n c o ,

José. La Calle de San Francisco.)

I X

Q U I N C E Y D I E C I S É I S D E S E P T I E M B R E

" L a noche d e l quince a l a h o r a de retreta, comenzará l a

serenata c o n las músicas de los cuerpos de l a guarnición en

l a plaza de armas; y l a i luminación en los edificios públicos

y p a r t i c u l a r e s . . .

A las diez de l a noche d e l q u i n c e se reunirán en l a p laza

de armas los carros o Víctores de los cuarteles; sobre u n tem­

plete, q u e se colocará en lugar conveniente, se leerá e l acta

de I n d e p e n d e n c i a , se pronunciará e l discurso, por el orador

que h a n o m b r a d o l a j u n t a , y después podrá hacer uso de l a

p a l a b r a cualesquiera c i u d a d a n o p a r a d i r i g i r l a a l pueblo , ya

sea en prosa o en verso.

A las once de l a noche o conc lu idos los discursos, si a esa

h o r a n o h u b i e r e n t e r m i n a d o , se dará u n repique general

a vuelo , se hará u n a salva de arti l lería y se tocarán dianas,

repartiéndose los carros p a r a recorrer las calles de l a c i u d a d .

E l día d iec isé is . . . se enarbolará e l pabel lón n a c i o n a l . . . A

las once d e l día l a j u n t a patriótica concurrirá a l palacio, para

a c o m p a ñ a r a l E x c m o . S. G o b e r n a d o r c o n las corporaciones y

empleados, a l salón d e l Ins t i tuto d e l E s t a d o . . .

A l l í dará p r i n c i p i o e l acto c o n a l g u n a pieza escogida de

música, seguirá e l discurso, a cont inuación las personas que

gusten, alternándose con l a música, podrán leer composicio­

nes, en prosa o en verso y se cantará a l ú l t imo el h i m n o

n a c i o n a l . . . C o n c l u i d o e l acto regresará l a c o m i t i v a a pa­

lacio.

L a comisión de ornato cuidará que l a A l a m e d a y e l paseo

se p r e p a r e n convenientemente p a r a el que debe verificarse p o r

GüADALAJARA R E Z A Y SE D I V I E R T E § §

l a tarde, d i s t r i b u y e n d o en estos sitios músicas m i l i t a r e s y de

cuerda, d i s p o n i e n d o l a elevación de globos, o c u a l q u i e r a otro

entretenimiento. L a guarnic ión hará en esa tarde las ope­

raciones, q u e d isponga e l señor general en J e f e . . . P o r l a

noche se hará e l paseo en l a p laza y en e l p o r t a l i l u m i n a d o s

y adornados con esmero. H a b r á fuegos a r t i f i c i a l e s . . . Se for­

marán tres premios de a onza, p a r a i g u a l número de personas

residentes e n esta c i u d a d , y que sean de las más allegadas a

a lguno de los héroes de l a Independencia .

P a r a d a r p r i n c i p i o a las fes t iv idades . . . e l día q u i n c e en

l a noche se abrió l a tercera esposición de bellas artes, hecha

p o r l a sociedad jalisciense que l leva ese n o m b r e .

Orquesta . H e m o s tenido e l gusto de oír e n los días 1 5 y

1 6 , la que h a f o r m a d o y d ir ige e l hábi l profesor C l e m e n t e

A g u i r r e , y podemos asegurar que es l o mejor que en su clase

h a habido e n G u a d a l a j a r a . L o s artistas que l a c o m p o n e n ,

f o r m a n d o parte de l a sociedad de bellas artes, se prestaron

gustosos a ejecutar varias piezas escogidas, en l a aper tura de

l a exposición.

E l C l u b O c a m p o acordó solemnizar los días 1 5 y 1 6 de

septiembre e n e l m i s m o a t r i o de S. Francisco, en que se reúnen

los cuerpos de g u a r d i a n a c i o n a l que h a n f o r m a d o . . . E n con­

secuencia los discursos, que deben p r o n u n c i a r los C C . Ireneo

Paz y Francisco E . T r e j o . . . serán leídos en S. F r a n c i s c o . . . el

p r i m e r o a las diez de l a noche de l día 1 5 y e l segundo e l 1 6

a las cinco de l a tarde. Se h a n n o m b r a d o además p a r a que

p r o n u n c i e n composiciones poéticas, a los C C . A l f o n s o L . J o ­

nes, M i g u e l Negrete O c a m p o , Celso Ceval los y M i g u e l Lizao-

l a . A l g u n o s artesanos pronunciarán también alocuciones, y

p a r a los intervalos habrá u n a música que toque las mejores

piezas: c o n c l u i d o todo esto se echará u n r e p i q u e a v u e l o en

l a torre de a q u e l ex convento y saldrá u n carro acompañado

de todos los socios d e l c l u b a recorrer las calles de l a c i u d a d . "

(El País, Diario Oficial del Gobierno de Jalisco, 1861, N ú m e ­

ros 210-223-234.)

1 0 O R U B É N V I L L A S E Ñ O R B O R D E S

X

" S A C A D A E N P R O C E S I Ó N " D E U N A R T I S T A

" L l e g ó l a noche en que e l Ruiseñor M e x i c a n o (Ángela

Peralta) cantó p o r úl t ima vez en nuestro gran T e a t r o Alarcón

(Con este nombre se inauguró el Teatro Degollado, al cual

pensaron ponerle de otro modo, como se desprenda de la si­

guiente cita: "Según acabamos de ver en El Espejo, el nuevo

teatro cuya construcción ha dirigido el Sr. Gálvez en el edifi­

cio que sirvió de Recogidas (Arrecogidas dicen muchos señores

bien vestidos) llevará el nombre de El Recreo/' según se lee

en el número del 18 de noviembre de 1861, de El País),

i m p r o v i s a d o casi p a r a que e l l a l o estrenara, y el públ ico en

masa ocurr ió a oír p o r ú l t ima vez a su p r i m a d o n n a favorita .

Se cantaban diversos actos de óperas, concluyendo con el últi­

m o de " U n B a i l o i n M a s c h e r a " en que e l l a hacía e l pape l

de paje.

. . . m e presenté en p l e n o teatro a l ser l l a m a d a Ángela Pe­

r a l t a a l a escena p o r l a centésima vez y tuve, q u i e n sabe si el

v a l o r o l a insensatez de reci tar le u n a poesía, compuesta por

m í a q u e l l a noche, con sus alusiones indispensables. U n a de mis

estrofas decía:

¡Ahí de tantas alegrías,

nos quedará la memoria...

Hoy las penas son impías...

Tal vez en mejores días

amaremos más tu gloria.

N o se necesita agregar que m i composición fue a p l a u d i d a

c o n frenesí. Estábamos d o m i n a d o s p o r l a ley d e l sable y d i v i ­

sábamos en e l p o r v e n i r u n a perspectiva de l i b e r t a d ; ¿Cómo n o

debíamos dar expansiones a nuestro apasionado entusiasmo?

Á n g e l a Pera l ta , c o n m o v i d a , quizás electrizada p o r l a so­

l e m n i d a d d e l m o m e n t o , se precipitó e n m i s brazos, s ignif i­

cando así que estrechaba en su seno a todos los buenos me­

xicanos: e l públ ico se puso entonces de l i rante . E l escenario

G U A D A L A J A R A R E Z A Y SE D I V I E R T E 1 0 1

se inundó mater ia lmente de flores y cuando ya n o había flo­

res que arrojar , l l o v i e r o n sombreros, capas, abrigos de señora

y cuanto se encontraba que p u d i e r a signif icar u n a manifes­

tación de simpatía.

L a orquesta, p o r sí sola, s i n ser i m p u l s a d a p o r nadie , tocó

ruidosas y alegres dianas.

C o m o p o r encanto se l lenó e l teatro de cirios encendidos

p a r a sacar e n procesión a l a q u e r i d a artista m e x i c a n a . A l ­

g u n o di jo , e n m e d i o d e l t u m u l t o , que era necesaria esta ova­

ción, y fue hecho todo lo que se requería con l a p r o n t i t u d

de u n re lámpago.

Los gritos de entusiasmo c o n t i n u a r o n mientras Á n g e l a

P e r a l t a c a m b i a b a de traje, y yo p u d e escabul l i rme h u y e n d o

e n parte de las consecuencias . . .

M i casa estaba cerca d e l teatro, l a procesión pasó p o r all í

y a lguno de los que i b a n en e l l a me n o m b r a r o n , empezando a

p e d i r m e a voces. Salí a l balcón y saludé; pero se manifestaba

g r a n empeño en q u e d i j e r a a l g u n a cosa. E l m o m e n t o se pre­

sentaba c o m p r o m e t i d o , p o r q u e e l A l c a l d e M a y o r en persona

había dado e l brazo a l a P e r a l t a p a r a responder mejor a l a

t r a n q u i l i d a d públ ica . T o d a l a c o m i t i v a estaba detenida de­

lante de mis balcones: tuve entonces que revestirme de reso­

lución y pronuncié estas breves palabras:

¡Saludo a l genio! ¡Saludo a los que l o c o m p r e n d e n y l o

a d m i r a n ! E n este instante en que se presenta a nosotros c o m o

e l símbolo de l a l i b e r t a d , desearía que todas esas hachas se

c o n v i r t i e r a n en fusiles y que todo esos corazones mexicanos,

palpi tantes de entusiasmo, fueran otros tantos cañones que

p u d i e r a n volverse c o n t r a aquel los a quienes puede conside­

rarse hoy como enemigos de l a p a t r i a .

Y o callé y e l A l c a l d e M a y o r h izo i m p u l s o , p a r a q u e la

c o m i t i v a pasara adelante; pero c o m o l a m u l t i t u d insistía e n

q u e yo c o n t i n u a r a h a b l a n d o , v i toree a l p u e b l o , saludé y m e

m e t í . " (Ireneo Paz , Algunas campañas, M é x i c o 1 9 4 4 , p p . 9 9 -

1 0 1 . Esta c r o n i q u i l l a es d e l a ñ o 1 8 6 6 , pues e l T e a t r o Dego­

l l a d o , c o n e l n o m b r e de A l a r c ó n , se inauguró e l 1 3 de septiem­

b r e de l expresado año.)

102 R U B É N V I L L A S E Ñ O R B O R D E S

X I

" L L E V A D A " D E L A V I R G E N D E Z A P O P A N

" E l 5 de octubre (de 1854) n u e v a fiesta me sacó a la calle;

l a fiesta de l a mi lagrosa V i r g e n de Z a p o p a n . . . que pasa me­

ses. . . en el pueblo i n m e d i a t o de Z a p o p a n y o t r o s . . . en G u a ­

d a l ajara. . . L a Señora n o v ia ja s ino con gran p o m p a , escol­

tada p o r toda l a población de l a c i u d a d y de los campos

vecinos. A l l í volví a ver a q u e l l a t u r b a harapienta , que se

a g r u p a r a en torno de nosotros a nuestra l legada algunos días

antes; pero e l espectáculo más curioso era e l que presentaban

los indios de Z a p o p a n y de los pueblos circunvecinos, para los

q u e esta fest ividad es u n a s a t u r n a l en que d a n r ienda suelta

a sus propensiones, especialmente a las bebidas fuertes. M e ­

d i o desnudos, enmascarados h o r r i b l e m e n t e y con sus guir­

naldas de flores, b a i l a n . . . a l son de sus instrumentos, hacien­

d o grotescas contorsiones, c o m p i t i e n d o en a g i l i d a d , q u e m a n d o

petardos y t i rando cohetes. A l g u n o s siguen l a procesión de

r o d i l l a s . " (Ernesto de V i g n e a u x , Viaje a México. Introduc­

ción de Leopoldo I. Orendáin. E d i c i o n e s de l Banco Indus­

t r i a l de Jal isco, G u a d a l a j a r a , 1950, p. 48.)

X I I

E N T I E R R O

" E l 18 de octubre de 1865, f a l l e c i ó . . . sentido por las cla­

ses todas de l a sociedad, e l insigne b ienhechor del H o s p i c i o

D . J u a n José M a t u t e .

Día de due lo fue a q u e l p a r a G u a d a l a j a r a , y m u y especial­

mente p a r a los hospicianos, que tanto debían a l i lustre y sin­

g u l a r benefactor.

. . . se le veló en l a c a p i l l a de l H o s p i c i o , en la cual el día

veinte se le h i c i e r o n suntuosos funerales, siendo en seguida

c o n d u c i d o e l cadáver en h o m b r o s de los asilados de m a y o r

edad, a l panteón de los Ángeles e n d o n d e se le d i o cr is t iana

sepul tura .

G U A D A L A J A R A R E Z A Y SE D I V I E R T E 103

T o d o e l personal de l H o s p i c i o , inc lus ive las H e r m a n a s de

l a C a r i d a d , asistió a l ent ierro, yendo a l a cabeza los niños

de c u n a c o n moños negros en los ropones, l levados en bra­

zos de sus respectivas nodrizas, seguían después los asilados, las

H e r m a n a s (de la Caridad), las comisiones d e l G o b i e r n o C i ­

v i l , d e l Eclesiástico y d e l A y u n t a m i e n t o , que f o r m a r o n apre­

tado círculo en derredor de l a fosa, en que fue depositado e l

cuerpo d e l benefactor, l a que u n a vez cubier ta de t ierra, l o

q u e d ó también enteramente con las flores humedecidas con

las lágrimas de l a g r a t i t u d y d e l cariño." ( L u i s M . R i v e r a , El

Hospicio Cabanas, G u a d a l a j a r a , 1 9 2 4 , Imprensa D o s a l , A v .

P e d r o L o z a 1 2 0 . )