hall- estudios culturales dos paradigmas

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  • CSOBII?C"S.

    EL ASt'.\"TO era saber si ellos quisieron decir ruos pplabras. Ellos 110 qucr:an decir esas palabras, o meor 1wbrm ]JCII-sado que n;; dira; >al.1bras qucrian decirse, aunque se ale-gue que de 110 qucrl~rlo eUos no se dijcrhn. Pero esto es tUl so.sn.a, porque las palnbras scm ccmio los gatos que si quieren .>alir salen, y si se les cierra la .Jllerta de la ca-lle salen a la ventana, y si se les cierra la ventalla salen al otro cuarto, y si se les cierra la puerta del cuatio .salen (es tremendo) al armario; y si se l cierra todo iih se quedm1, pero no ya coma gatos sino como est4n las cosas. Y as e8tn las cosas. Pero e:J resumen, atmque ellos pen-$Gdamcntc no quer:an, xJrece que realmtnic .1- quis::ron decir esas 'pala.bra.s, ya que ellas querary decirse. Entre ellos y ellas hubo pues como un desacordudo acuerdo, y esto na es tm pensamiento. Y es tambin d~'fcrentc de lo que llamm1. vivir, andar entre la. gente, que es tma cosa que sucede as no ms, .Yin que' la gente lo quiera o no. La gente piensa simpleme11te, voy, y van, o finalmente no t:an y f.!J pasa nada. Pero lo de las Jalabras no tena 11cda que ver: porque StJCetle que ellas quieren y w1o fiO quiere, y e12tonces ciene el derrumbe, el fit: tic w:.'J, dd otro a t'Cces tambin. }' pCirecc que fue olgo as, tm malentcn dido, lo que ocurri6 en aquella ciudad.

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    ESTUDIOS CULTURALES: DOS PARADIG1-.1AS 1 ~I}~

    N el trabajo intelccwal serio no hay "comien-zos absolutos", y se dan pocas continuida-des sin fracturas. Ni el interminable desen-madcjamicnto rie la "tradicin", tan querido en la Historia de las Ideas, ni el absolutismo del "corte epistemolgico", que quiebra al

    Pensamiento en partes "falsas" y "correctas", y que alguna Yez favorecieron Jos althusserianos, resultan adecuados. Es posible ad,'ertir, en cambio, una dcsa:ii:ada pero caractersti-c.a irreg-:.llaridad de desarrollo. Lo importante sor. l

  • 70 HALL

    da en las categoras sociales del pensamiento mismo. y la co:ninua dialctica entre "conocimiento" y "poder", la que presta sentido al registro de tales r..:pturas.

    Los Estucilos Culturales, como problcmtiC3 diferenciada, emergen de u.,o de tales. momentos, ocurridv a rnediadq_s__;le los....aiio.S-.5.0.. Por cierto no fue esa la px~mera ''ez que sus ~terro~:mtes caractersticas hablan sido pueHas sobre e! ta-pete. Por el con~.rario. Los dos libros que ayudaron 2. deli mitar el nuevo terriwrio -Uses of Literacy e Hoggart y Cul-ture a11d Societv de Wi!liam~- fucrrm ambns a su manera obras (parcial~cnte) de rescate. El libro. de Hoggart toma-ba sus referencias d "debate cultural" que dur?.nte mucho tiempo se apoy en Jos argumentos en tomo a 1.-. .. '.:scx:ic:dad de masas" y en la tradicin de tr~bajos identificados con Lt:a\;is y scruriuy. Culture and Society reco!utruia una larga tradicin que Williams ha definido como compuesta, a la pos-tre de "el re!!istro de una cantidad de reacciones. importan tes' V cor:tin'"aS - r: :) -}O~ ca.'llbOS en rf.leStra vida SOcia}. ecomica y poltica" y que ofreca "un tipo especial de ma pa a tia\s 'del cual puede explorarse la-naturaleza. de los cambios" (p. 16). En un comienzo estos libros parecan sim plemente una puesta al da de esas pre~upaciones anterio-res, ms algunas referencias al mundo de. la postgu:::rra. En retrospectiva, su.c; "rupturas" con las tr.adiciones de pensa mii:mto en que estaban situados parecen ~ importantes co-mo su continuidad respecto de ellas, si no ms. Uses of Li teracy se propuso -muy en el espritu de la "crtica pr:::ti ca"- 'l:i:'~a "lectura" C.e la cuJw...t:? de l-~'=lase trabajador~en pos de los val o _!!.S _1. si@:if!e~~~-~E-~-g._:.ld.os __ en . ..sus_esque mas-y -~~~~_99E.Ss: como Sl]'ij~~P,)l}go,asLc~O- .,textos!'. Mas la aplicacin de este mtodo a Ul'la cUltura v1va, y el re-\...Jazo de los trminos del "debate cultutal" (polarizado en tomo a la diferenciacin de alta y baja cu!tura), fue una no-vedad cabal. En un mismo movimiento Culture a1td Society fund una tndicin (:a tradicin de "cultura y sociedad"), defini su "u."1idad" (no en trminos de una comu."'lidad de posiciones, sino en sus preocupaciones caractersticas y en el modismo de sus indagaciones), le aport una definida con-tribuci moderna - y a la vez escribi ~u epitafio. El si guiente lib"'O de Willia:ns -The Long Revo1iltion- fue un da-ro indicio de que la manera de pensar tipo "cultura y !'o-:-~~

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    Estudies culJurales: dos paradigmas 71

    dad" slo poda ser completada y des

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    72 lL"LL

    ..,. frente a las Cl.iales Jos cambi_o_s __ ar_t!~.tlc9S ..r~~J_tan..re.spuestas c$tr&ariie.nfe~-Felaeiadas'~p. 16). Este era el asunto en bs eflos 60 y iO. y tambin en los mismos decenios del siglo pasaciu. Y acaso este sea el momento para _ha:cr no-tar qc:_ i t

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    EMudios culturales: dos paradigmas 73

    concepto ha Jle;ado a su actual estado de (in)detcrminacin (Las caracterizaciones que siguen son ine\ltablemcnte tos~ cas y esqucrnicas, sintticas ant~s que cui.::!adosamcnte analtic:.ls). Slo se discute dos problemticas princi:~ales.

    De l~s muchas formulaciones SU!'Crentc5 cie The l~:Jn; Re1olut!012 puede extraerse dos formas bastante distintas de concti:p!ualizar la "cultura". La primera \'incula a In "cu!tlJ. /:. ra" con la suma de todas J;.s d~scripd~di>oonibl~s a 1ra\'es-ae las cu

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    74 RALt.

    con otr

  • 76 JULL

    ser. Ya .hemos reconocido la naturaleza ejemplar del proyec-to de Williams, al habe.r repensado y reyisado anteriores ar-gumentos -al haber seguido pensando. Sin embargo, llam~ Ja atencin una marcada linea de continuidad en estas seiDJ-n.alcs revisiones. Uno de esos momentos es el de su reco-nocimiento de la obra de Lucien Goldmann, y a tr,rs de l de todo el acervo de pensadores-~ancistas que prestaron partic .. ar Mencin a las formas supcrestructo-aJes y .cuya obra empezaba, por primt'ra vez, a aparecer en t:rduc.cJon~s bglesas hacia mediados de los aos 60. El contraste tntre ls traclidom:s m&r.:istas alternativas: que respaldaban a es-critores como Gold:nann y Luk.acs, si se le compara con la aislada poskin d! \\'illinms y b emp,?brecida tradici6:1 mar-xista de la oue tu,o que alimentarse, 1aparece claramente de-

    linc~do. Pe;o los p:mtos ct. comcrgenda -tanto en lo que enfrc:::tan, coL:lO en lo que son- re~ultan identi.ficados de maneras no del todo discordantes de sus a..

  • ' i

    JU,LL

    78

    se expresa por la compleja idea: de la 'determinacin'" (M&:L, pp. 30-31, 82). d W'l"

    En un nivd puede afirmarse que los trabaJPS e ua~s v de Thom:p~-on conve:::gen en tomo a l?s trminos de ~a ~~.s-m a problemtica a tra\'s de la operac16n de una ~eonzac1on

    d. El mb1to en que violenta y esquemtca.-nente cotom1ca. 1 _ .. . el traba;o de Thompson -las clases como re a S~ o,g;an}za]"rh a nnn :.lftr las formai.J:Jst6ficas de la concien c~ne~ a ~,._;,!,!.S ' -~ 1 'd d h' trica es

    -:-a las culturas de clase en su partJCU an a "-~-~-~~re'o-al to~oms reflexivo y ";;eneralizador'' en d_ que sue . . \\': .. .,.,., 5 La resea ele The. Long Ret-ohttton hecha le operar 1 uuu : ,. 1

    Thomoson le rcpro;;h ,.1vamente a 'W1lhams ~ manera ~~ro'.le haba sido conceptualizada ]~cultura como '~.a for-.total d~ vida" su tendencia a absorber los confhctos en-

    roa - ' . d a .. ,.o~versa-tre las culturc~s de clase a los tenrunos e. u~.. - cin" amplil:da; su tono impersonal, como SI _diJei~mos, por encim3. de las ciases en pugna; y el vuelo mpenal de su concepto de "cultura" (que, heterclitame?te, lo ba:Da t~o hacia su rbita en "\irtud de se.r un estudio de I~s ~~errehaciones entre l

  • 80 HALL

    alienacin de aquellas facultades intelectuales que no son necesarias al trabajador para su papel productivo)" (i1Jid., p. 356).

    A pesar de las muchas diferenci\Y a tra\'~s de Jas .cules son_ ~xprc?~~s --~~-~-.. :.comp..rellSlO nes" v en las cuales estn encarna~a.$... W.ipiams rene es-iosJs 3spectos-::CefinkioC5};"f.ohnas de \ida- en tomo

    :.al propio concepto de "cultura". Thompson rene Jos dos ,elementos -conciencia y __ c_oQdiciqnes- en tomo al concep-'to de "experiencia". Ambas posicio*s implican ciertas dif ciles fluctuaciones en tomo a Jos dQs tnninos clave. Tanto asimila \\'il!iams las ''deiniciones de la ex: tiencia" a nues-tras "formas de vi\-.ir'', y a ambas ep una indisoluble prcti ca-general-material-real, que llega a obviar cualquier distin-cin entre "cultura" y "no cultura". A \-"eces Thompson em-piea "experiencia" en el sentido ms frecuente de concien cia, como en Jas formas colectivas ~ que los hombres "ma nejan, transmiten o distorsionan" ;sus condicione~ dadas, las :materias primas de la \'ida; a vece!; como eJ mhlto de lo "\"1\'ido", el trmino medio emre "condiciones" y 'cultura'';

    Estudios culturales: dos paradigmtU 81

    y a veces como las condiciones objethas mismas, a las cua-les son opuestas las formas particulares de la conciencia. Pero no ~mporta cules sean los t~rminos, ambas posiciones tienden a leer las estructuras de rel2cin en trminos de c-mo ellas son "''1Vd3s'7.;'e:..;;p:~~- ia-"estictura del sentin-Jento" de Williams -con su deliberada condensa-cin de elementos aparentemente incompatible!.- es carac-terstica. Pero io mismo es cierto en el caso de Thompson, a pesar de su cornprehensjn nJUcho ms plenamen!e hist-rica del carcter "dado" o estructural de las relaciones y Jas condiciones a las cuales hombres y mujeres necesaria e in-

    .1 \"Oiuntariamente ingresan, y su clara atencin al cnrcter de-terminante de las relaciones productil'a y de explotacin ba

    'jo el capitalismo. Esto se debe al papel de pi\'ote que

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    82 HALL

    arzd tl1e City) son los opuestos mismos de la bsqueda hege-liana de las Esencias subyacentes. Pero en su tendencia a reducir las prcticas a la pra:r:is y a encontrar "formas" c-munes y homlogas que subyacen a las reas ms diferen-ciadas en apariencia, su mo,imiento es "esencializador". Tienen una manera partcular de comprender la totalidad, aunque con una "t" minscula, coricreta e histricamente de-terminada, desirual en sus correspondencias. La conciben "expreshamente". Y com

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    li11:ibles". Pero esto -para acuar~lra frase- era mayormen-t; "gestual". Este estructuralismo tco:nparti con .el cultura-llis.mo un.'o.rte ra.dical con los t_t:min_~_.de_l.~_E'lct._a_~~~-~~o;ef -::---,--- --:-- ci1o.esia 5 .. -den\;a de las p3.rtes mas sim-~~:;~~:~ci~~:Sf~ alen~a,ig~ y--a"q"e"5"'J: eSiai.:-oraa.e is superestro~ctu:-as, apenas tocada por Marx', a la que Le\'1 Str:mss aspir a c~>r.tribuir, su cozit:-lbucin tuvo. como c.-.rac-tersLica ro::n.er de manera radical con el con,ul'Jto . ..de.....sus trmbos de refen:ncia. t~_f:_nL~irre,oca]2l~'l'le:g_fl.~Qffi~JQ.. hidcrori!s-"cuT1lralstas". Aquf -y en esta caracte:nza-ci11 debcmos""CIUir-J!Ithusser:- estructut-alistas Y cult~ra-

    1 listas por igu:tl adscribieron al ~om:nio ~a.st.a entonce., -1~ rnado de lo sup,;estroctural" una c-spe-ctf:c1dad y efectl'H l dad Wla "':rimada constitutiva, CjUio'! !os UcY ms all de l~s \ t~inos de refe::-~.ncia d~ . .,~D:se'J>_ "sup~restructlf( Le\'1 ! Strauss, y tambin Al!hus5er,. ft~e~on aptirredu~1on!sta,s ~ l :..ntieconomistas desde la matnz t!nsma de su pensamtento, ~

    atacaron crtica:-nente esa causaUdad tr..nsiti\a ~?7 ~?: t.:m-to ti.;-mpo, se ha hecho pasar p_qr "marxismo c.astc~ ..

    Le\i-S!rauss trabaj sistemtitamente con el trmmo ~ultura". Ccmsi:..ier01ba a las "jdecld;fas" de mucha menor Ir;! portancia: meras "racionalizaciohe_s secundarias". Como \\-llia."''ls " Goldmann, no trabaj en el nhel de las cvrr:espon-d~ncias. entre e! conte!zitio .de .. u.oa prctica,.sino al. Ll\'el de sus formas ,. sus estructuras_: Pero 1a manera como estas fo~eron concept;u\lizadas "cfifiercn sustanthament~ ~el .:cu!turahs-mo" de Wiliiams o el "cstruc.t:ralis~o genettco de Gold-man."l. Esta dh:ergencia puede irle-ntif1carse de ~res .:n~nera~ diferenciadas. En primer lugaf, l conceptualJ.Za cwtura como las categorias y los mari:os de referencia ~el pensa-

    ' miento y el lenguaje a travs de _los cuales ~~ . .diversas ~O'l ciedades hacan fa cla_~!fi!=~l2.f! dcu;g~. SQ.J1Ch_~JQ!l~~- fl~ .. e~s:-

    tcncia -sobre todo (pu~s Le,~Str~~s er~ antroplogo) las \ relacion~s entre el mundo hum!lno y el n~.u.ral. En. segundo i lugar pens acerca de la -~2P_era.,s.Ja . .pr.actle.a--medi~te-bs ! cu-ales eStas categora~ y_qt.QLJllarc~__Q_~ refer\!!J~_!Ell 1 produCidos y friinsfrrnados,_ s_abre toci9.t>~~-~ an~~:S

    con las man~r-i!.LC.Omo._et_a:o~o .. len...

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    se desarrollaron, hubo ciertos puntos donde, a pesar de sus ~piirer:.tes trlslados, culturalismo y estructuralismo estuvie-ro:l bjantemc::lte contrapuestos. ,podemCJs identificar esta contr~poskin en uno de su!> puntos ms marcados, precisa-mente en torno al concepto de '!~.xperiencia" y en el papel que el trmino _iug en c:ida perst)~a:~\lientras que en el '\:u!tu:-alismo'' ia experiencia fue el terreno ~1 mbito de "lo \'hido"- donde se intersectan conciencia y condicbnes, el .::~t:ucturalismo insisii en que la "experiencia" no poda str, por definicin, el terreno de na~a. ya que tm{\ slo pue-de ,j~ir" y experimentar las propias condiciones en y_ a travs de las categoras, las __ clasificacioncsy los marcos. de referencia de la CUltura. Estas catec.orlas, empero, no se da-ban ap3:-r de o ~n lae:tperiencia:- ms bien la experiencia era su "efecto". Los cultural~las-furmas

    . de la conciencia j"'dela-iftUra como colecthas. Pero se ha-}

    baqu.::dado- muy ae este I_ado de la p_ropuesta radical de que, en la cultura E>Elo ~-~U~I}il,lE~Lsl~O... era...~~aJ:>.la

    1: do por'~ _la~ catki9.ri-.~ de ~~t~J1L~n .que.~l/ella pen;,~.b.an, y

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    no~_que.e.LSJ.!j~p~~.h.blaba:'.. Sin embargo, esta;, cate-goras no eran mt>ramcnte producciones indhiduales antes que co!ecthas: eta."'l estructu..~ ~1tC01tscientes. Es por esto

    'que, a pesar de que Levi-Strauss slo habl de "Cultura", su concepto dio la base para una fcil transicin, hecha por Althusser, hacia el marco de referencia conceptual de la ideologa: "La ideologfa es de ht:cho un sistema de "repre-sent;;ciones", pero en la mayora de Jos casos estas "repre-

    .: sentaciones" no tienen naC.a que ver con la "conciencia": \ ( ... ) es sobre todo como estructuras que ellas se imponen a 1 la gran mayora de los hombre'$, y no via su "conciencia" ( ... ) es d!!Dtro de esta inconciencia ideolgica que los hom-1 bres logran alterar la relacin ''\:ivida" entre ellos y el mun-1 do y adquirir es3 nuc\'a forma de inconciencia especfica lla-: mada "conciencia" (Para .Marx, p. 233). Fu~ as corno la "e.x-i periencia" fue concebida.._no cmno YD.L.fw:n.te de autentltl- caCn, _sin,? como un efecto: no,, como un reflejo de lo Eal

    si~mo . ..una...J:J!lacin ;m,.gi.nria~ Tom tm bre\e paso .::.Cl que separa Para Marx de "Los aparatos ideolgicos de Estado"- trasladarse al desarrollo de una explicacin de cmo esta "relacin imaginaria" senra, no slo al dominio de una clase gobernante sobre una dominada, sino tambin

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    Estudios Clllturales: dos paradirnas .. 87

    (a tra\'s de la reproduccin de las ... y de la c;onstitucin de la fuerza dre_cJtarcaibon~s de produccin, "d aJo en un- f l I?~ea :~ra la explotacin capitalista) a la reproduc~n":ma ~ ~~ a e ~odo dC: produccin mismo. Muchas de l~s o um-

    llm-.;;as de dnergcr:cla entre Jos d . d.--- - --- -- ... - . !tas t--z=- --~ - --. ., ___ -- ..... ~s tJa~. 1gmas brotan de _ e pu.,.o; Ia concepc1on de los "homb -., ....... ------ ...... _es_ d la .. ' : . _re~ .. como portadore e s estructuras que Jos hablan v ubica _ ... ------ --5 a~mes acf ---- r-- ---. -- ---- ...... n, .. pJ.(!s oue como = \os en Ja producc16n de h' ., .. .. 1 ... r .. ------ . . . .. . . .. . su prop1a 1stona el c:n as1s en una "lo"'-a" est . 1 . - ~::---; 1 .... ;"! '- ... n:c.tura antes_q),le en una h't n .. a a preeupacJon J -----------~-- h o-' , . . . . . por a const~J.udn _.. ... "t"o ._;;---d---1un d1scur o r ""' .... "' Da- e ____ .- ~ _ CI_e?_thJC~, -~~jdt'9]6gico;. .. y ... de....alli....c~_q;;ara g:ra~t~zada. 1~ _ P[ecmmen~ia deJtr.bajo c.oncepJuaL y_de la ; T ~;on_a, el r~::dJst;:no de la .histpria. como .una m.::.rcha A., 1 -tru ... uras ' d' --"" as es-----~-- ... --- case 1versos lue:arec: de Tlzc Poert" of ~1 -1 .. , - - J. 1eory a maquma estructuralista ... ).

    No hav Ju ,.,. -: ., gar SutJCiente para rastrear las muchas ramifi-

    cac:ones que han seguido de Jos dcs~rrollos de uno u otro de1 estos dos "Para~igmas maestros" en los Estudios CuJtu-r~ e~. Aunque de nmg-.ma manera dan cuenta de todas ,. ni Slqf;Uera de casi todas, las numerosas estrategias adop;adas es JUsto decir que entre ellas han definido Jas principales l~ neas ce d.esarrollo en el campo. Estos seminales debatAs ._e ~an polanz~do en torno de sus temtic.as; algunos de lo; m~JOres trabaJOS concretos han surgido de los esfuerzos por poner ~o u ot~o de esto~ paradigmas a la obra sobre pro-blemas :; rnatenales espec1ficos. Resulta caracterstico -por se: _lo que es el clima /self-righteo:.lS/ del trabajo intelectual cnuco en Inglaterra, Y por ser tan marcada su dependencia-q~e los ax:gumentos Y las discusiones se hayan sobre-pola-nzado hac1a sus extremos. En tales extremidades, a menu do apare~e?. sl? como imgenes especulares ._ inversiones de la POSICion ma1. As, las amplias tipologas con que he-mos venido trabajando -en aras de una explicacin flui-da-. se han vuelto crceles del pensamiento.

    , . Sm pretender que pueda darse una sencilla sntesis en-. :tre Jos dos, puede sin embargo resultar de utilidad decir a , ;estas alturas que ni el "culturalismo" ni el "estructuralismo" uson, en su presente forma de existencia, adecuados p; :a la

    l/~area de construir el. ~studio de la cultura como un terrf .;o onceptualmente clanf1cado o tericamente informado. Pero

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    88 IIALL

    algo fundamental emerge de una 'gruesa comparacin de sus rc:specthas fuerzas y liwitac:iones.

    La f!ran fuerz.'! de los estructurclismos reside en su n fasis en las "condis;_i9_i)~sA~1c;rminadas". Kos recuerca.n que, a menos q;,e en cualquier anlisis p.'lrtkular pueda realmen-te sostenerse la dialctica entre mbas mitades de la propo-sicin "los hombres hacen la his,toria ( ... ) sobre la base de

    ; condiciones que ellos no h::.n co::tribuido a realizar", el rc-sdt~do i:lcYit::.hlemente ser un :l:mrnarsmo ingenuo, con su neces::?.ria consecuencia: una pr'a,ctica poltica \'Olt.;J!ta:ista y populista. El hecho de que -"lo~ l1ombres" pueden \'Olvcrse conscien !es de sus condiciones; -Qrgan.izarse-para .luchaccon-:-tra ella~ y de hechv transforroarl,s -sin lo cual no es po-sible concebir siquiera la polc- acti\a, no hablemos ya de practic:~:-!a- no debe avasallar ,a conciencia de que,_~nJa__s. relacio:.~s capitalistas~ hombre~ y mujeres son coloc.c.do~y ubicados en relaciones q~fjO:~'jce~.!~~ii~:euientes:-.;Pesimismo del intelecto, optimismp de la voluntad" es un pun-to de partida preferible a una ~mple afirmacin heroica. El estro.lcturalismo nos permite erripez.ar a pensar -como imis-ta Marx- en las reiaciones de una estructura sobre la b:a

    ' se de otra cosa que su reducl.n a relacion-es ~nire-'7ge-" te"~ -E~e fue el pndlegiado niveCde abstraciCfeJm:-l ! que le permiti romper con el punto de partida ob\io, pero incorrecto, de la "economa poltica" - individuos desnudos. 1 Mas esto se liga a una segbnda f'..crza: el reconocimien-to por parte del estro.1cturalis~o no slo de la necesidad de la abstraccin como el instrum~nto intelectual mediante el cucl son apropiadas las "relaciones reales", sino adems de la presencia en la obra de Maix de u.'l modmiento continuo y complejo entre difereHtes 1#veles de absttaccin. De he-cho, como alega el "cclturali~o", en la realidad histrica las prcticas no aparecen ntidamente diferenciadas en sus respecthas instancias. Mas p.'>ra pensar o analizar la com-plejidad de lo real, se precisa. el acto de la prctica del pen-samiento; y ste precisa del empleo del poder de abstrac-cin y anlisis, la formacin de conceptos con qu calar en la complejidad de lo real, prci:isamente para poder re\elar y traer a luz relaciones y estructuras que no pueden ser Yisi-bles al in;cnuo ojo pelado, -y que no pueden presentarse ni autentificarse: "En el anlisis de las formas econmicas no

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    E.ttudios culturales: dos paraaigmt1S 89

    resultan de ayuda ni los microscopios ni loe; . cos. El poder de la abstn::~~in d b . ~ reactJ\'OS qumi bos" s d d '" e e reemp]az- l

    l~ u a el estructuralism ..ros a am-ta proposicin .a e.-.;tremos. Cr o ~ menud? ha llc\'ado es. ble sin "el poder de la abstr;:~: p:~sa~en~o es imposi-do con una primada absolur ' ~.o a Sido confundi-de concePtOs ____ :-- --- - -- -~-:eaFa el r..rvel de la formaci . . --- .P .. ___ , y_e .. t_o slo en el ms alf . - . on

    de la abstraccin en ton--ce. 5 1.- T - -- -9 Y .abstracto .nivel - ---.- - "' ecna con "T"

    connerte en juez y jurado Lo 1 . mayuscula se !la comprensin '!a nada a. tr~ . _cu.ad elqunaJe a perder aque-l\' p ~ "'es .., a prctica 1 1arx. ues es claro que e . - Cit.> propio mtodo -que, por supuest: :C~r ~J;,mpl~, El capital, que el m o pregunt Marx en su In'trod rrc .. en e. pensamiento" (ccr

    uccwn d JR""' . - l~gar?- no descansa sobre el me . e. ~--, ,en que otro .ClD, SDO SObre el movimiento ~, ro :J~rC~ClO de la abstrac-~entacin est constantemente. es~b eJ~clOnes que la argu. tes niveles d:! abstraccin d JecJendo entre ifereu- d b . en ca a caso las p . Juego e en ser diferenci:!das de a '1 remtsas en

    .de la argumentacin- deben ;u~. as que -en nombre plazamiento a otro nivel de rr~!',:~;'e~~ constantes. El des-la metfora del microsco . '"::m "Jcacwn (para desarrollar ""as condiciones de e; t . Pl~) exige la especificacin de nU"'

    .-...s eneJa no pro d -vel previo de navor ab~t-c . . . - porcJOna as por un ni-. ---"" - '"' cJOn. ae este modo 1 'as ausltatl:iones -de- -a~ - "- . as suces-miellto hacia la constitu .:r-nltes -magnztu.des, el desplaza. to en el pensamiento" cJOn, a '.:producczn de "lo concre-sa.-n.iento. Este mtod:::;,o ef~ct~dde un cierto tipo de pen-do ni en el absolutfsmo-de l~s P .. ;cu~~ente representa-turalismo, 11i en la ,l)o

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    ccpcin del "todo". Este es un sentido_ e~ el cual, a p~sar de que el culturalismo constantemente mstste en la part~culnridad rad.i_cal d!!_ s~s prcti~_as, su _mo?o d~ _conceptuahzar fa-''fotalidad" tiene algo de l_a_ (:QP.lpJ~a ... ID.I!JPJ!.s;.tf!.ad?e yl.ll!.Jo-talidad e~presva d_~tr~s. ~u _complejidad est constttutda po: }:! fluidez con que las practlcas ~ntran y salen ~: de otra. p:::ro esta complejidad es reductlb!~,- conceptua.mc;nte, a la "- ''c'dad" de la prxis - la actlvJdad humana en cuanto stmp.t 1 I tal- donde ap;:,recen las mismas contradiccJones, horno. -gkamente reflejadas en cada una de ellas. El.~.s~~~tu~_ juntas. Es asi que el pa. rad1gma estructu:-alJsta puede -si se le desanolla adecuada-mente-. p~rmitirnos empezar a realmente conceptuaii:;ar la especfJcJdad de lar: dhel:'sa.~ prcticas (analticamente dis-tinguidas, abstradas unas de otras), sin perder terreno en la captacin del conjunto que ellas constituyen. El culttoralismo co_~~tantem,;nte afinna la especificidad de di\'ersas prc.tica!'i,

    ___ J_;:_c~~tur_a no_d:!>~-~_:!Ji" __ ,absorbida por "lo econmico':~ .. pe-ro carece de una manera adecuada de estabkcer esto . teo-rticamepte.

    La tercera f'!.lerza que mue~tr-a el estructuralismo reside en l1aber descc~.trado la "expe~encia" y en su seminal trabajo de elaboracin de la descwdada c;::.t~goria "ideo1o;ra". Es dificil concebir un pensamiento en los~ Estudios Cclturales con un paradigma marxista inocente de la c;:le>tora ''ideolo-ga". Claro que el culturalismo hace constante- referencia a este concepto: pero de hecho ciste no se encuentra en el centro de su unherso conceptu

  • -f

    92.

    Las fuerzas del culturalismo ,-ca~i _ ~ue.den ser _d~ri,adas tlr de las debilidades de la ~ostc;on cstructur..lJsta que a par . . t'n' Ya hemos anotado, de sus aus~ctas y ~1lcncws e_stra ~~~-

    - Ha 1nc1'stJ' do correctamente,: en el momento .ahrmat1.-:> cos. ' - . . del desarrollo de ]a lucha y la or,;aru::a_clJ?. consEn esta argumentacin no~ hemos concentrado sobre to-do en una caracterizacin d~ lo que nos parecen los dos

    aradigmas seminales que op~~n.e~_ 1?s_~stud_i~~-

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    cesos inconscientes del sujeto. Podrla ser, como a menudo :alega el estructuralismo, que lo "subjeti\'o" sea un momento necesario de cunlquier anlisis as. Pero esta proposicin difiere mucho del desmantelamiento de la totalidad de los procesos sociales de los modos particulares de produccin v de las formaciones sociales. p::.ra luego reconstruirlos cx-

    ~lusivamente en el nivel de los procesos psicoanalticos in-c:.onscientes. A pesar de que se ha realizado trabajo impor-t:mte, tanto utilizando este paradigma como definindolo Y dcsarrol1ndolo, sus pretensiones de haber reemplazado to-dos los t.:rminos de Jos anteriores paradigmas con un juego de conceptos ms -ad.:cuado parece excesivamente ambicio-so, por decir Jo menos. Su pretensin de haber integrado ~: rn:~rxismo a un materialismo ms adecuado es, en buena medida, una pr~tcnsin semntica ms que conceptual.

    Vn s:;::undo d~sarrollo es el intento de vol\'er a una economi; puiti:a" d~. la cuJtl.:lra~Ae!..i!l~.o __ mA~--~J~~JE..~:-Esta posicin argumenta que la concentracin en los aspectos cul!ur:.les e idcclgicos ha sido exagerada. Quisiera restau-rar los Yiejos trminos de "b_~~/supcrestructura", encon-trando, en la determinacin en ltima instancia de lo cultu-ral-ic!eolgico por parte de lo econ6mico, aquella jerarqua de determinacin que ambas alternativas parecen no tener. Esta posicin imiste en que los procesos y estructuras eco-nd:nicos de la produccin cultural son ms significatiYos que su aspecto cultural-ideolgico: que ste est bien cap-tado a tran:s de la tenninologa ms clsica de la g-anancia, la explotacin, la plus\alfa y el anlisis de la cultura como mercanca. Conserva una nocin de la ideologa como "fal-sa concienci.".

    Sin duda el argumento de que tanto el estructuralismo como el culturalismo, en sus diferentes formas, han_descui-dado el anlisis econ.mic~ de Ju.~cciQa .c:.ulturaL.e..ldeo-lgica, tiene cierta-fuerza. Pero con el retomo de este mbi-10 ms "cJ"ico",--\:-efve tambin muchos de Jos problemas que lo a~edi:iron originalmente. Una :Yez TQ_~ __ l_a especid-

    . dad del eecto de la dimensin cultural e ideolgic?, _tien.d~ :a c!escparccer. S tiende a concebir el pfimo-econmico no ; 'slo como "necesario", sino como "suficiente" en cuanto

    ex;lic.acin e los ecctos culturales e ideolgicos. Del mis-mo modo el centrarse t:n el anlisis de la forma mercanca

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    EstudiOs culturales: dos paradigmas 95

    r borra todas las cuidadosamente ,..establecidas diferenciacio-l nes ,ery.tre distintas prcticas, dado que son Jos aspectos ms . ge11encos dC: .]a fonna mercanca los que atraen la atencin.

    Sus deducc10m:s se encuentran, en consecuencia, mavor-men~: c~nfinadas a un nivel epocal de abstraccin: las ge-nera:lzacones acerca de Ja forma mercanca se sostienen a travs de.' la poca capitalista como conjunto. Pero en trmi-nos de anlisis concreto y co,-..mtural es muy poco lo que p~ed.~ derharse. de esta abstrccin del tipo "lgica del ca-pital (ie,:,alto mvel. Y todo esto tambin tiende a su propia 'ena de fu.-1cionalismo, un funcion3lismo de la "l"ica" en lugar de .)a "estructura" de la historia. Tambin est; aprox.i-

    . m~~in tien~ !ntuiciones. que val~ Ja pena recorrei". Pero sa-1 cnf1ca. d~mas1adas cosas que an sido dolorosamente nna-das, sm entregar en compensacin algn avance en trmi-\nos de cpacidad explicativa.

    . La tercera posicin est estrechamente vinculada a Ja pe-npe~ia e!;tructuralist-a, pero a ahondado un camino de "'dife-:erca" hasta pasar a una radical heterogCeldd.Eitraba-.JO de Foucaiiffqeenra actaifdaa est disfrutando de uno de e;os perodos acrticos del disdpulazgo mediante el cual Jos mt;l~tuales britnicos reproducen hoy su dependencia de las tde~. francesas de ayer - ha tenido un efecto suma-mente posltl\'O: ~re t_?do porque al suspender los casi in-~~uble~,!I.?h!~m_a~_a~J?.._"C!teriinacon de Foucault ha posibi-htaaou~tueny~n~(l :r.etorno al.aritEis- c.rTo l-ToaCio-nes ideo1g!cas_Y..-i~l;l-~ivs"'jiariicuiarc;:ij:__cie1osesPados de su .elaboracin. Entre Foucault y Gramsci dan c-enta .de buena parte del trabajo ms produ~ivo ~obre arzdlisis con-creto empre~Eido hoy en~t~UnP.P.:. . ..de...este. modo . ..trlQ.D:an-

    ~o _f~_ paradjicamente- sosteniendo el sentido de la ins-tanca hist6nca cocria-Ciue- siempre-ha.sidouna-delas P~incipal~ fuerzas del cilturalismo. Peroai''de --ii'-~o, l eJemplo de Foucault es positho siempre y cuando uno no se t::ague entera su posici6n epistemolgica general. Pues lo cJerto es que Foucau1t tan decididamente suspende el juicio, Y adop~a u? escepticis~o tan meticuloso acerca de cualquier determm~c1n o relacwnes entre las prcticas, que no sean aqydlas vastamente contingentes, que tenemos derecho a verlo no como un agnstico. en estos asuntos, sino como profundamente comprometido con la necesaria no-correspon-

    .,, .... ......

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    96 HAI.L

    dencia de todas las prcticas entre s. Desde semejante po-sicin no pueden ser adecuadamente pensados ni una for-macin soc!al ni el Estado. Y en fecto Foucault constante-mente cae en la unja que t:l mismo se ha ca,ado. Pues