hintze, otto. esencia y transformación del estado moderno

16
:, L r '< i . í /' .' 1 . '·; .. ; \ .. . _, ¡ ' / .·.:: \"' t\ "., : \-t.< 1 ot+o p o L);b.$ 7\J otas \ \': ISC mi c: !S,l yO aDc¡· mo.:krnc K¡:pit :1li:>mus hi:;tor ischt::-. L• di- vid t.: u.:n. Ein kritis chcr Bcri c ht üb cr Wa b (1 920), inclui Jo en el YOlu::J..::n So:::.iolog ie ;¡¡;d · 1964. p ;1. ; flis: ·o ry }{ c;·fc-.v, vol. II , m. 1 (enero 1929). ' C o!!cction des ci ecwn<:n ts iiLédils sta ¡'; ¡fsroi r,: écn¡¡om iq ; ¡e de /(! - ·.; o!: u i. o n, 1008 ss. ' Le. Fnmc c écono miquc ct socia/e a u X t' J []e 1825; y La ct les classcs soóa lcs en F ra,¡cc au XVJIJ < si t'c! c, 1924 . CAPIT ULO 8 Esencia )' tt ans fo rr na ci ó; dl •" A 1 e. esta do í l'Z O O. erno (t9 31) «Es ta do mo de rno >> es u na expresió n usual, in clu so en el len- gu:::ljc ci entifico , q ue des igna la f orm:::1 de nuest ra \id a pública en b é poca p .o:ro es ta c:'\presi ón, que no c on tiene m ás que una sim ple no es · c ompleta· mente cb ra y t! niYoca , ni por Sl! propi o con t eni do significativo ní por· bs apli cac ion es de que pu ede se r ob j et o; prec i samen te po r ell o he considerado q ue se ría de utilid ad {nt en t ar determi - na r C0! 1 una mayor p rec isi ón b de lo que se dcsi g•1a co n la expr esió n «Est ado mo derno, , a b::1 se de un es tudio h istóric o cc:n parado. Al intcnt<tr tal cosa , ba y que t ene r que d icln m eta no se :J.lcan zar:i med ia nte un mer o pr o- ceso Jc ind ucc ic )n . El «Estado mod e rn no es un concepto ló- . . , . . .. 1' . b t . ' p::-() vn :'!. nt'cwn p un a a s racc wn ex- pr esiv::1 de la que suele d es i gna r se co mo «tipo id eai "· Del i!l::!tcri:d c!npírico ti UC se t iene :1 b como b ob:.c:rv:1ción po líti ca y el estudio bi.stór ico, se sel ec cio nan a di screci ón - y, po r tan to, no s :n cierta <lrbit raricclad---- ra sgos carac t eri sticos que desp ucs son elevados a un pur eza jdc::ll y enl azados e ntre sí, media nte un a cto es pi rit u al const ructivo, para fo nna r un todo lleno de vida, uc cicrtmn e11tc no es una realidad con creta ni pr et end e serlo , pe ro que se encue ntra en el fo ndo de to da rea- lid ad histórico-socia l y del que no podemos pr escind ir en abso- luto co mo med io de or ie n tació n en la descon ceii a nte abundan- ., ..

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Page 1: Hintze, Otto. Esencia y Transformación del Estado Moderno

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\"' t\ ".,:\-t.< 1 ot+o p o t.:.+~ L);b.$

7\Jotas

\ \':ISC mi c:!S,l yO aDc¡· mo.:krnc K¡:pit :1li:>mus ~!:; hi:;tor ischt::-. L•di­v id t.:u.:n. Ein krit ischcr Bcricht übcr Sümb::~ rt s Wa b (1 920), inclui J o en el YOlu::J..::n So:::.iolog ie ;¡¡;d Gesr;!:icizt t~, · 1964. p ;1. 37~26.

; Eco~wm:c flis:·ory }{c;·fc-.v, vol. II , núm. 1 (enero 1929). ' Co!!cction des ciecwn<:n ts iiLédils sta ¡';¡fsr oi r,: écn¡¡om iq ;¡e d e /(! Ré­

·.;o!:u i.o n, 1008 ss . ' Le. Fnmcc économiquc ct socia/e a u X t' J []e s~·t:cle, 1825; y La I'Ú~

ccon ~;-mique ct les classcs soóalcs en F ra,¡cc au XVJIJ< s it'c!c, 1924.

CAPI T ULO 8

Esencia )' ttansforrnació;-¡ dl •" A 1

e. estado í l'ZOO. erno (t931)

«Estado moderno >> es una expresión usual, incluso en el len­gu:::ljc cientifico, que designa la form:::1 de nuestra \ida pública en b época modcn~2 ; p .o:ro es ta co~1ci s a c:'\presión, que no con tiene m ás que u na simple d~tcnninación tempor~l , no es · completa· mente cb ra y t!niYoca , n i por Sl! propio contenido significativo n í por· bs a plicaciones de que pu ede ser objeto ; precisamen te por ello he considerado que sería de u t ilidad {nten tar determi­nar C0!1 una mayor p recisión b t~s enc ia de lo que se dcsig•1a con la expresión «Es tado moderno, , a b::1se de un es tudio h istórico consti tucion~ll cc:np a rado. Al int cnt<tr tal cosa , bay que tener pn~scn tc que d icln m eta no se :J.lcanzar:i med iante un mero pro­ceso Jc induccic)n. El «Estado moderno» no es u n concepto ló-

. . , . . .. 1' . b t . ' p::-() s~stcrn:J. tlco , s~no vn:'!. nt'cwn p a~;t¡ca, una a s raccwn ex-p r esiv::1 d e la c~:pe!cic que suele designar se com o «tipo ideai "· Del i!l::!tcri:d c!npírico tiU C se t iene :1 b rn~no , como b ob:.c:rv:1ción po lítica y e l estudio bi.stórico, se seleccionan a d iscreción - y, por tan to, no s:n cierta <lrbit raricclad---- r asgos caracteristicos que despucs son elevados a un pur eza jdc::ll y enlazados entre s í, median te un acto es piritual cons tructivo, para fonnar un todo lleno de vida, c¡uc c icrtmn e11tc no es una realidad concr e ta ni pretende serlo , pero que se encuentra en el fondo de toda rea­lidad histórico-social y del que no podemos presc indir en abso­luto como medio de orientación en la desconceii ante abundan-

.,

..

Page 2: Hintze, Otto. Esencia y Transformación del Estado Moderno

' i

f

. ~

294 Hist oria de [as f ormas políticas

ci8 de los fenómenos y como instrumento de medida para el jui­cio cicn tifico.

Cuando hablamos de l «Est ado m od erno», pensamos en su di­ferencia con el Est::tdo medieval o con el antiguo o con el o ¡·ien­tal, y es caractedstico el que a todos estos tipos les anteponemos b palabra «Es tado» , t omada justame nte del t ioo más reciente del tipo actual del Estado m oderno, y transm itida al ti po m:í~ ::mtiguo (con qué razón hacemos esto es una cuestión en cuya expíic::::1done~ no pcdcmos c :1trar aquí). En e l foado, todos es tos ti¡:::os están ian fuertemente saturados de ;:1di\"idu:1l id<1d que el inscn~u los en el esq¡_:cma conceptual lógico dC'l género y b espe-ci ~~ no p uede hacerse sin fo rzar las cosas y ~,in ei peligro de s:.­cri ficar h :.'\gmentos esenciales ele su peculiaridad. D ichcs t inos no están unos junto a otros como especies de u n g(·ne;·o, sino como formas de vida his tó1ica acuü.adas especialmen te, v en parte incluso est:.ín enlazados entre sí como eslabones de un de:sarmllo historicouniversal, como sucede con el Es tado me­di ;?.'J:ll y d Est:~do !noclcnw. Por ello no pueden ser definidos de

.•. ...

- !.¡_;¡a n-;::nera lógi:::o-:,;iq:.::m::\t ~ ca, s~no que solo pu'2dcn ser deriYa­c~os y descritos cm:::1o ~bsL·"cci.ones cxpr.:-siYas dd m a teri:d he­tic o crnpírico; y la exp res ión Est3do q l.)lii\ 1cs <1nt~poncn1.c·s a to· ' t . 1'. '' 1" a os an1poco es un concepto c•g1co puro·, smo tan1o1:.::r! w1::: mem

ab.s;r.:1cción cxprcsiYa d e ún orden t odaYía más ek,·ado \·, por t:<'J.lo, nüs ~nco l o r~l \. mús vacío de conte!lido . I-bst::~ o.:wra no :>G :.:v. logr~\clo clt:{ini.r· e 1 Estado de una m ::.mera sa t i ~ f~tcto:·ia ; incluso b cuestión J.; si esta expresión responde :1 ~dgo real o sobmcntc ;:-, ~ lgo pcnsndo no es contest::t cb t.m~.nimemcnte . Yo ' . , l .. ' t ' -- ~ d 1 •• 1 suy C.C .i.H or; ~ l: lOU CJ.. UC! t.ras la exprCSlOil « I~ St3. O» se C.SCOI1(.e t.ugO

-::.- ~.:=t 1 :;r c:~ 11t'~~:lo por ¿1 ~- --de ~~c1.:.~ rc!o co~1 Ja ~; ~ gn1fic~iC~ór : ' :.in1ol6~ gica de la peibbr~~- el stc!t~Ls rcipub licac: 3q¡_¡c1la si ti.J:O•ción o !. ~u ~ · t :.1.~ci:'Jl'l e~(-~ '-~ n;1 co ::J.:..ln]ó :·~J cr1 !0. ot~e c~~ t~. f.C C'r:c ·ue:ntr~·: :paci-~<.lda paT;-t pr~:ducir t.mn volunt a d cor;;_t"m y un ob¡·ar común y; por tantD, ta mhi6n un esfuerzo común. cSituación» y «CO:ldición» no hay qu~ en tenderlas aqu í de una manera pura~-H~nte estática, sino también de una mJ.nera dinámica, en el sentido de «actua­li?.ación»: o.mbas t ie nen su realidad únicamente en la repetición ccnst3te d e act os espirituales que reali.L..an la nnilicación de la vo­luntnd 1 • En lugar de esta siruacwn o de esta condición de ln co- . . : , :m~.m·iclad, también puede design arse con la p alabra E stado la :.

.,

• . ·.· .. ~

1

Ei Estado moderno 295

comuniriad m isma en es ta situ ación o condición. Entonce." la noción se hace más concreta y se acerca m ás a l lenguaje u sual. P ero como «comunidad>> hay que considerL!r a quí a toda man­conn m idad humana de una naturaleza relativamente duradera y que exceda a l ambito d e la famiJia, pero que, al igual que est a, teng:a sus raíces en b s condiciones d e vida n a turales v bumanas gen~rales, corno una tribu, un . comarca, una ciudad , ~n pueb lo, y . e n ciertas circunstanci:1s t iimbién una comu nidad de religión y d e cultu ra que abarca varios pueblos, como po r cjen:pio, el occidente cristi::mo u nific:ido en la Iglesia cató lica ro ma:m, gue para nosotros tiene una signiilcación especial com o substrato de la formac ión política medieval de la c ual ha s:1lido el Estado m oderno. E n es ta noción ele un;:2 cornunidad, de u n pueblo (del substr<1 to t ípico del EstaJo m oderno m ism o) , tcn~mos que apc­br a las con cepciones q u e nos suministra nuest r:l experienc ia de la vida. La objeción q ue podría hacerse a esto, de que tales comunidades no son formaciones naturales origín;:llcs, sino tam­b i ~n r esultado s o resid uos ele algun ::J. organ ización cst .::t;.d o prc­cstata l, no puede rcclwz:1rse sin m :\s ni m~ts. Aquí existe rea l­mente una difictdt:ld, que yo no quiero negar, pero a mí me parece que cncucntn :. su explicación en el h ech o d~ que no hay ningún Es tado histórico CU ) 'a S b:1ses no se retro traigan ~ forma­c ienes estatales m ás an t igu::ts y llnolmente a relaciones prehis­t óricas , por lo que b cucstié>n del n:t~: imiento del E s ta do en g e­neral no es p ropiamente u n prob lcmJ. histL!rico y cae en ,.J terreno de la espccubciól~ fll usófic:.-t o de las hipótesis y cons truc­ciones prehistó r icas .

Para la situació n fú ctic::t ele la org:wi?.~ción esta tal, tal como h acabo de describir, se p odr.b. t ambién util izar la cxprcsió n que ha propuesto Adc:f Mcnzel (de Viena ) siguiendo a O:.;wdd, l)~~ro :_,_ t.ma c\i st~nci <t ;:ccn tuadil ele su concep ción cspccíficar.1c n­tc cicntificon::1tural; esta expresión es <= s istema de cnc:rgia» '. E sta expresión' tiene la ventaja d e caracteriza r claramente al E s tado como una fuent e de rn::mifcstaciones de ~~ncrgia . Pero yo preferiría, para a partarm e de u na mezcolanza con conccptot: c icntillconatura lcs, emplear expresiones que ya son ut ilizadas p or los juris tas y Jo s economistJ.s, ta les como «ins titución" o «emp resa ». E s tas so!l. expresiones que s irven p:1r a designar sis­temas de energía especi.ficamentc h umanos, soc iológicos . El Es-

Page 3: Hintze, Otto. Esencia y Transformación del Estado Moderno

29.:') llis roria de las fotmas politicos

ta(:C' COiTJO «instit uc::ión» se nos presenta como algo s ituacional y, ¡, 8r tan~o. concebido estáticamente, como un s istema de ener­gía potencial; en cuanto <<cmprcs~)> , se nos presenta en una con­siclc :·2ció n dinámica, como un s istema de energía en funciona­mic:: t o. Las palabras son util izadas aquí, n aturalmente, e n un a sigól iÓc:Jción socio lógica amplia, como la :; utilizan generalmente los j uris tas y los economi ~ tas. No tienen en s í nada denigrautc. Tamb ié:1 una ins titución o una empresa puedca estar penetradas d e 1..:~1 csp iriti.J corpcrativo y a parecer cos-:1o u;1a persona jurídica y Cj: cic;:las circuns ·tancills incluso en tln sent ido ético, co!11~) si ¡>os.:: y ..:: :· ~1n u:..1 ca r <1c: t cr pc¡·son~' l.

r\ S i CC: f<IO entendemos p or «E s tado» d pueblo COI:10 u·,Tida d Je t~ . .:.!J. de capé1Cidad de obrar, a sí tmn biéu entendemos por « SO­

cicd~ld.t> a l m ismo p ueblo en la multiplicidad de sus inkn:scs pri\'::l(!os, cspcci:tlmentc en su estructuración b;lsada en los cst:::~­mentos y bs cbscs . E l Estado y la sociedad est<:í n, pues, s iempre lig8c!os pOI- ei m ismo substr::lto \'ivicnte del p ueblo; pero la na­h:;·::ll:!:<.a de este l::.;;:o es muy clist inta y rcsult ~~ '-lecísiY::. par·a d g,radr. d e.: desarroll o de la ci,· ili~ación. 2n d E stado t;·ib~d. la org~."'..ni :: =tci{~ n po1~ticn est:l b:1s~!Ch1 }Jbr cc)rr:plc t o en Ias !J:1~~IC01THI··

rú~ :lli~ s de estirpes , que <•c¡:..:í OCt;p:m d !u~· qt:··2 d espu és _c>upa b SC'c:c J:1d. En la po lzs ~r::t!gua, que L!n cl' ronJo es t:1m b1c n u n Es ~~. el o t;·ilxd, es tas man comu nicbdcs de cs t Íi-pcs b s fonT: ~~ el cst:·~~ : o s :1pc1·ior p:~ tricio de b scc ;cch. ~. ~ 1 que se ~tcl hic:rcn los m;:;!c.:us y !o s pkbcyo.s corno un cstrCltO inferior, org~nizado ck 1~ n:1 ;na :J~..~ r::: n1 ~ís il1diYidu:..d is ta . :C:n l:ts luch~s cstan1cn. LJ.lcs d e c.~ ; 1 -J s de>~ cst ra~o~ se forrn a ur~~ socicd:td polític~, co n1o n1.:1.nco· nm:-.: c!:>. :.l m c.n icip.1! ctuda danJ. an~'tloga a l Es t;H_io m r.c!c ;·:w. En !es ~- t.~ i :-2 0 ~ femblcs de b E i.bcl \-lcdb. el cst:-.~w!'lto mi lit::.~:· ha­cel.l,Ld o _·c;:scrvó o ~~e ::-.propió, .~ t:n to co~1 el ckro, el e jercicio de· 1 ~s ru~!~~i c;ncs ro1 ft !c;_1 1~ nl :"ls ]:r ··:;:-o : · t:1 !1t ~ .. ~~ ~ ~·y el -:¡t c~!l~_ i '..:.'~~ trJ d c.l E s tadu m u._:crno n o e s ot1·~.1 cosa que el p roceso e;~ cst<: b ilización d·~ c.; ~ ~! or/"':t~Üz:l ciún feudal de b socie ct:d. Dt; esta manera n:-1c~ . b:1jo el dom inio del poder· cs t ::~tal sobc r:mo, es ckcir, a!; soluto, uru nun :1 socicd~1cl bu rg:u~sa concebida de una maner;t indivi­chmlis !:a y scmeticl a a las normas de un derecho p rivado ~!encn:d; y fina lmente est:1 socicthd burguesa se em a ncipa amp!bmentc del dominio del E s tadt) <1b.solu to y s~ enfrellta a l E stado modt:r·no pleEam entc desarrollado, a l Estado libe.r;;\1 del siglo XIX, como

Et Estado moderno 297

u n a organizad6n igualitaria del pueblo, sobre b ase indivjdualis­ta, en virtud de la const itución representativa parlamentaria a e lla asociada, y que por lo demás se mueve en una e..-fera extra­e ·~ ~atal. La gran crisis política y social de la actualidad parece querer conduci r a una nueva situación en la que la sociedad burguesa t endrá que renunciar a esta es fera cxtraes tatal y el Estado «liber;)l " tendrá que com·ertirse, como ha dicho Carl Schmitt 3

, en «Estado to tal», es decir, en un E s tado que in ter­Yicr:e en toda la vida del pueblo; pero a l mismo tiempo, como yo quis iera subrayar espccialrnen te , tkne guc compenetrarse con los intereses y las oposiciones social es y, por tanto, que «socio­liz.arse». Como los estratos inferiores de la socieda d ejercen aho­ra t::-.mbíén un::t influen cia cod~ vez mayor en la vida del Estado, juntamen te con los est ratos superiores, el Estado nuto rit ario se convierte en Estado popular, que abs orbe en su seno las contra­posiciones de in tereses y b lucha de clases d e la socied.Jd y que por ello es cap az de alcanzar una formación unitaria de la volun­tad, que cada vez se h ace mós difíci l de cDnseguir, muchas veces sin emplear ya una manera ele gobcrn:1r parbmcntnri3 , sino tan solo m edian te mé todos ciictatori ::!les.

}Jcro en b hi storia univcrs::d no ha quc d8.do n unca u n pueblo a isbdo en s í con su orgnni :~::~cjón cs t~1 t a l -socia l. Su consti tución in tcr n:1 está sie mpre dete rminada , en u na medida cad:1 \ 'CZ rr:ayor, oor las condiciones de vida externas, bs cuales están dacbs por bs gr:mcks relaciones unin:rsalcs. En la Edad M edia, los pueblos Yivbn to dm:ia en una gran a lianza de com mü(ladcs, en la comu­nidad de fe y de cultura del occiclcnt~ cr istiano abarcado p or la I c-k sia católica rom~n~1. Desde el s ido xvr h as t::t el XTX vive n c~rno Est:1dos s o~)er::1.ncs dentro dd sis tema europeo (1e Es t:J.dos formado p2.ubtinamcntc, con su razón de E s tado mil itar y su de recho intcrna cio:1al, t c 2 ::w b !nc::->m T"Jkto. Desde la guerr~ mun­did, el nuevo sistema .:nm1dial de E s tad os, que abarca to da la ~;upt:rficic de l~ tie rra, es tá e:1 vía s de darse u n a Constitución fcder;.~tiva nueva, de constituir se en una federación de pueblos c on tendencias fundamentalmente p::1cifistas. Al primer estadio n~sponde la Constitución feuda l, al segundo el Estado moderno c on b organización capitnlis ta-burguesa de la sociedad , y al ter­cero la época del Estado socb líz::1do «total,!) que es tá a lboreando.

Tanto la configuración exte1·na como la confit:."llración interna

. t.• •'

Page 4: Hintze, Otto. Esencia y Transformación del Estado Moderno

298 Historia d e las formas políticas

de los Esí:tdos están, por tanto, contenidas dentro del c onstante Huir histórico y ¡:.cnm:mecerí:ln sin ser comprendidas si no or Je­namos este movimiento con axrcglo a puntos de vista r acionales, e s decir, si no las concebimos como un p roceso de dcs:.Irrollo. La escncb del Estado moderno no es posible determinarla, por tanto, s in tener en cuenta todo el proceso de dcs arwllo que nos es conociJo de la fo rmación de los Estados, no como algo que es de por sí, sino como algo que dc\'icnc, que se transforma y qtlC en ciertas circunstancias: si no s~ desvanece, ~ l rn cno :~~ se tnmsr:1ut::t c:n o:1-as forü-:.2s. Yo creo que en b crisi:: <:\.:::~c,al hemos ll::.!gado _iu:;t~lilCnLC a un punto d ci d8sarrollo, (~esdc el cu~1l se puede detcnnin::I- la esencia del Estado r ... 1odcr·no con m:-~y-:'r

facilidncl que -::n ~icmpos J.ntcrlores . Con el empleo del punto de vista ele los tipos idc;:tlcs cnb:-::t

por sí solo el esquema de un desarrollo his t<irico <.: !1 ~ ;c:ntido

cmincDte. que tr~mscu rrc en tres cst::t dios. E l primer cst:1dio rauestra ia configuración paula tina de los r ::sgos que son C0r:lc­

terís ticos del tipo ideal del Estado modcr~:.o, pan ienclo de lti f: n·.n~ am t:rio:· .:1e la cc~1stituci ón j cdrqaica fcud::.ü c:c la :~c!au i·:icdi~ . qL'C en un pri~1:::ipio se o~scn·a t od~~v ia co11 ,-¡Gor, pero p.::1ub ti n::u;-J ,~!1 te -..·.:t di,;c.,i.-.:i·~ndosc has tn ds~~::1p::>.rcccr . Es te es el cst3d.io i crnpr~1:10 Jd :2st~do moderno, c1 ~taclio de la constnlc-

. ' d l -' 1 ' . t ]l cwn e :1 cslnrc tur::, que, ccns!ccrac o en su co nJ\H'. o, .. cga l::'.s ta b Revolución frc;nccs ~t. El ~cgunJo est:1dlo r:-:ucs tra el t ip 0 ideal e:t t¡ ~·la co~Ifigur~lc.ión rclattv~llTleíl.tt~ pcrfcct:1 ; es el cst:~dio c1c b terminación de L1 constni.:.--ción o del p leno flor c.::i:-:•i~'nto, que abar~n f\:i.td~1l~L'Tit21.rnCn!e el siglo XL'\ . I:. .J tl~rc,..:::" es t ~H.ho CS ct de }e¡ épocn Ln:-Jía, CI! e! ct1~1 l ;:os c ncont:·a tilOS, y nrucstr:~ ya 1:~ s h udbs de L: e: cm,) t:c:ón, del d csmo;·or.:: !-:-:i cnt CJ o c;crru:n bn­::'! 1·2;-:!:c d!.:::l ~ i r-:o ~c!c~1 1. b~jc 1:.1 i~! tlucncla ~-~ e t;..'r; dc~l~i:::s r::.' .. :.__; ~.' ~Ls , ( !U C :)3t~cen c l:) nduci r n un tipo de otra e.:;pecic . I_.os fcn6El1..;r1os 1 !~Stl.;'~·i \..· ·.:'s se c ~ ·,c::.::h: :J L~ !-~ G·~ ! ~d ~~l!:!n crct (tuc l:·t ~~ r~·)c~: t c::l1f i:::~ ~l =~~e

-¡ ¡ ¡·¡ ti pe rcp :·cse:1ta a 1 r;! ismo tiempo la ¿pocn t~rdía dd prece­de nt e ; por ta nto, b ép oca tcmpr::>...na del Est::tdo Iilcdc¡·no rcprc­scntn al mismo ticmro la t~poca tardía de l feudali smo -lo cual se mues tra esp ecialmente en b cons ti tución estamenta l- ; y de ot ra parte, la época u r día ::tb:uca s imult(tn(!amen te los comien-20S dd tipo ~iguiente, por lo que b época t ::trclb de l Es!::tdo modern c , en la qn e hemos en tr ado, representa los cD:11ivnzos de

-:·: - ·· :. ·':.":' ... , ~·., .

. --~1 , ..

. ~

·.!

El Estado moderno 299

tm nuevo Estado futuro, p<>:·a d que todavía no podemos em­plear la expresión correspondiente. ·

As í se explica también la peculia r fl uctuación de la delimita­ción t emporal del E stado moderno. Tan pronto se entiende por é l toda la 'ida estatal en general d e la época moderna de Occi­dente, desde la terminación de la Edad Media, como en especial la vida estatal desde b Revolución francesa; ta mbién pod1ia estarse indinado a entender como Estado moderno en sentido propio a l tipo que se cst{l conligurando desde la guerra mundial. E s ta rclativid::~d responde a los puntos de vista distintos del his­t oriador, del c ntcnc!icl:l en teorí:l del Estado y del político act u al. Vamos a iom~:r aquí por base la p r imera concepción, la his tórica, y a tratar d<..! d eter m inar el tipo ideal, que fue dotado de estruct ura en la primer:\ época, terminado de cons­tn.l_ir en la segunda y demolido y r econstruido en la t ercera. Na tura lmen te, esto solo es posible s i trat:1m os de poner de ma­nifiesto las tendencias principales que han creado conjuntamente ~~ E::>tado moderno; y la mejor manera d e designarlas es por el objetivo n que S<.:! han dirigido o mej or :1ún por el resultado q ue de h echo representa le: o.cción de bs misrnas. De esta maner :1 rcsult.o.n clw.tro dist~ntas 2-bstraccioncs , que se complementan y se superponen u nas n o t rJ.s -como en una crornoli togr~1fin-, representando en conjunto el tipo ideal dd Estnclo rnoderno, tal como se }J::. cm,figurado desde b Edad !vlcdi~'. . Son estas:

1. el Est::t do dL' podL'r subcrano en el r:1arco del sistema europeo de Es t:-~dos;

2. el E s tado comcrci::!l rcl ::-,t ivamc nte ccr r:1do, con una for­ma c;:pitalista-burguc~a de la sociedad y b economía ;

3. el T" ··t ~do libc:·:~d d~ dc;:-ecl1o y c~Jnt; ti l !.!ci o!1:J.l, o:"icnt:=tdo hacia la libert.:1.d person al del in dividuo;

· ~ . el Es ~ ~ o n :H;ion~l, <..~ L!C ~b:.11·ca y ~~.crcc i f-! i1 !a todé1 s es ta s tcndc nci;!s con oricn•ación Jnc i:t la democr<!cia.

Estos c ua tro t ipos, que considerados conjun tamente forma n e l Est<ldo moderno, tienen que ser exam in ados ahora con más detenimiento.

l. El Estado soberano, ::.1 contrario de b constitución jerár­quica feudal de la Ecbd Med ia , se ha formado como un E stndo

Page 5: Hintze, Otto. Esencia y Transformación del Estado Moderno

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300 l-1istoria de Zas formas po liticas

fu u ci ~~mcnt;¡]mcntc secubr, que se h;:: liberado de la tutela de la Iglesia, y rtl mismo tiempo como Estado d e poder dentro de! sis tema e uropeo de Estados , que ocu p a el lugar de la monarquia unin~rsal cicrical-secular de la Edad Media.

L'l di sputa con Ja Iglesia constituye un largo proceso, que hasta hoy no ha llegado a un término cierto y que ha sido de importanc ia decisiva para bs épocas de la vid:1 estota!. Con el hundimiento de la dominació n universal del papa en la era de Jos coacilios refcmnadon's va asoc iada una nuev:1 ordenación cc~c;;ia~; ti cocst<!!<'l.] q ue h :1 fa \·urccido en tod<:\S p;;,¡·tes al ;-:;bsolu­t is::-ro JT10íl~'lrquico y que :>e ha ;:crcccntado tocl:n ·b, cs.:;¡~ci~:hr;C'n­t -:: en \ ·irtGd del pr~)tCSt2c1lisr.w , muv cspcci:!lllh'lltc en Inglz.tcrr~. A e; L:í t:~m biéa se ha real izado dcsp~és -un \ ·iraj e: d.:: i mp-;~.Ul.n~~ ia hi.s tori counivcrsal con b rcw)lución puritana. que el ro~pcr la pn:crog:11 i\·a mon~ü·qu i ca de b Iglesia nacion:-!1 ro;-npió t:.mbién el predominio de b corona e n general y abrió d camino al pa rla­ment:nismo. En Francia se hizo ine-vitable la rc\'oluci (Hl, porque la ;·caTeza, en su c:st rc::ch.:-~ as<.x:iación con la Iglesia galicana que tc~;~~vb ocup::to:t ur:.<l posición compktamcnte fcud:tl , no h e ca:laz c.1c !\.:::_tlizar a ti~Ií.!J)O ias r...:forrn:J.s l1CCes~:r .!a s. E:: ~-:spaü~:l la r;le­sia h~t ejerddo. dc~;de les Reyes Católicos Fcrn;,nc:o e L;é'.bel, y CS}~ <.:ci~:lmcn te dcsc)t.: el adYcn imi"n to de ~')S jl'Su i t :\:;, t::1 pnder t:::n ;1¡·cdomin;_¡ntc en d Est:~.do , que e l caric: tl' r scc~1 lar de este r:ur:ca ilcgL.i en ;mric!:-td a cksp!cg:nse. De un m e do sirnibr ocurrió e:1 Austri:1 . En la :\lcm.ani ~l p ro test::mte, d n~gimL~ n d,·~ Ig!c~;i a n~cicn al mon~'lrquicn ln !;ido un factor de im':ort :::.r. c i~l ncli t ica h~1~t:.1 d t.: rnl-,r:c.1l de la actu~:ll idnd. i\hor:::1, en t ~cbs o:.rt·: ~; ~:e en­c u.::;ltra b consigrn de b scp<n·2ción ele la I gk si::: 'y ci Es t:Hlo. Pe:· e, cst~1 C01lsigDa es en t .:- .m!id~ en scnt idos rw.n· di f~rcn tes , en t;~~l :s ~ . .:o;·:lu :..1 ! 1 ~1 l \ .. ~~.:: LJaciu~1 <::.u tónurna de todos lo~ asuntos púbii· ces '1Cl!" •>l t.q-,do ~-in t f"C '"'r en r lJ('n• ') a ! ·.> Inle~.::i·.¡ ' " 1 ·¡)~r~(' .romo ... _ _._ t l 1 .. _. · -- .. ._,_! ·'-" - .._ ~ • ... "" .. ' 1 (. ~ ;:-- . . .. . , '- ' (. ( ' •• - ·.-

'.!L. ,:lac.(un cc>i ttL1·~· tu:tl pad ficamc,ltc t::s tablt~cicb ePtrc:·. el Estado y 1:: Iz-lcsb. La sol:;eraní:: ::•bsolut.:t d el Estado c:1 las cosas que afe;:: tan al inte rés espiri tu~1 l no h :1 s ido nunca rc:conocid::l por la Tgksia ~..-~lt:.J lica romana.

Por lo dcmú¡.; , b soberanía es una cJ. tcgoría histórica, a ue en re:llidad .c:o to puede comprenderse p le n;::r{¡cn tc p:-~ r-tiendo · de la hiscor]a dd Estado y del derecho franc0s. Su tnsfondo histó­.riC(i es b gL<crr a ccnt~naria entr e Francia e Ingbtcrra Jurante los

., I;i Estado moderno 301

siglos .xrv y ·xv, rncdiaute la cual se desató por pr-imera vez el er.­trelazamiento feudal de los derechos de dominación entre am­bos paises, de manera que · cada uno quedó e1igido de por s í en Estado separado con fronteras precisas. Con esta emancipa­ción del extenso reino f~udal de la casa de Anjou -Piantagcnet vino asociada una consolidación interna del E s tado francés para la sobcrania. Oríginalmcnte, cada príncipe feu dal r egía en su terri­torio como «soberano», es decir, como autoridad. E l rey solo era el soberano de estos soberanos, es decir, el poder oficial r elativa­mente m:is elevado dd F :.ís . Pero corno dhora en Franci3 los gr~n­des feudos principescos fueron s icJido 2propiados uno tras otro po1· la corona, desde el siglo XII I al XYI, b::1sándose principalmen te en el derecho de n:vcrsión [eudGl, del poder oficial relativamente supremo de l os señores feudale s más elevados sa lió el poder oficial su premo a bsoluto y único, que era el poder cstat:J.l \'i.ncu­lado a la cor o n a . A esto se afladín el que el rey de Francia no había s ido nunca súbdito del emperador ni del p apa, mientras que Jos reyes de Ingbterra y de Aragón habían pres tado jura­men te fcudd al papa, y que llegó ~! ser rey en virtu d de un dere­cho ]lcredi ta rio firme y 1~0 por ~lccció!1 dt:: los príncipes, corno en el Imperio alemán. Bodino, que introc ujo en la líLcr:ltura jurídico­política b expr e:-ión ¡m:"ssm;ce sou¡·cr c:in c, consideraba ta mb ién a Fr~mcia como el ú ni co Estado sobc;:ano del mundo. Por lo que se refiere a Ingbtcrra, esto no era cierto; pc.ro s í lo es por lo que se refiere: a los dc.m:ts p a íses, cspcci .:-~lmcnt~ a Alemania . El Sacro Imperio Romano de b na ción alemana per maneció siempr e a fe­rrado ::t los lazos j er<ir quico-fcudaks, hasta su fin en 1806, y no se convirtió mmca e n un Estado soberano moderno . L::1 causa prin­cipal de ello fue la c<."\rga dd imperio y la ac tividad política exce­sivamente cxteLJsivZ~ qu~ este llc·:aba. consigo, en aguda contra­posición con la actj-,,; idacl rn:is intensiva de la formación estatal y ele b AdminisLr:: cíún en Francia. Solo ~dgu.nos Estados territo­riales aleman es· s ingubres han evolucionado con el transcurso del tiempo a Estados mod ernos, especialmente Au s tri a y Prosia . Pero t ampoco pudieron alcanzar el estadio final del Estado naci(mal; solo el Imperio alem án de Bism::~rck h.1c un Estado moderno en sn pleno sentido. La cu estió n de s i la plurilingüe momrquía aus­tro-húng-c.ra p uede o no considerarse en su conjunto como un Estado m oderno en sentido propio, es tan dudosa como la del

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302 ! Jistoricr de !as fo rmas políticas

ca róct(' l' ck F..siado m•_Kkm o Gc la antigtw. gran mon~:n}eia cspa­ííüla. E s ta ha desempeñado u n gran pa pel en la h is to ria u nive rsal, r cro SU Caró.ctcr supran aciona}, Wlivers::tl, y el predom in io' c!c SU ca tolicism o jesuíti c-o sobre el gobier n o prop iamente político ]e d.:m una c:::~ractcríst ica que n o e s m o de r n:1 en absolut o . Polonia n o llegó a s~r mmca u n Est~do modern o, y de a h í su decadencia ; Rus ia h a conscryac!o s iempre al go dc1 tipo del Es iado orienta l; a Tu r q: . .lÍa no hay n i qnc mencionarla; los reinos cscnndinavos se t ~· <'.n sfom1C~ro:1 mu~: lc r:tam ~ntc d e E s tados t rib ales c_'¡J l2 :>I ad os n1od::..1.T'!CS , 2 p::-: ~· ti l~ d-:- í siglo :\YII. Nos c nco!1 Tr~rnos ~~ntc e l curioso J cscu'L;rinlic n to c:c q t ;c pwpi~n·,cn t c solo .Francia e lngb kn:-. pllc­den ser consids :·ad as en sc;1t ido p len o com(> E~:; tauos mod(~l-nos a tra\'és cic los siglos . En todo caso , d e dbs pro·;i~nc n c~1s i tocbs lz:s ins titucion..::s import;:ul!cs que caracter izan al Estado m odcn;o; y lo opues to ele :;us constitu ciones políticas (aquí, un Es tado mo­nárquico milit:>.r }' b urocrát ico absoluto y dli un régimen p:1ria­mc;1t.:ti·io, con .\dmini~:lr~!C ión local autónoma y milicia local) ha ,--:::su~:ado d-:: t:n<1 imp<Jr lancia fund::tmcn tal para b historiJ. del E s ta (tu m o(;,;rn o; ta~ oposición tiene en definitiva sus raíc~s en !:~ ~~ ~~!Y divc·;;:,:¡ cst nici"c:ra del fe udalismo anglononn<.n cb y el [e u J.:t i is-;::1 0 :" :·~:r~co-c~roEugio, del q u e h a evolucion;1co :·esrc~ti­•:nncr:. tc en ~•no y ot ru il ~i ÍS d E s t:1do sobt..'\..,.110 modcn1o .

L: ~obcr:;:'b sig:ü~ic1 , pu es. e l dcsl ignrnitnto del Es : ~1du . en cu:n-:!·:; ind i·; id uo . .__k h ~ujcc i Llll ~ <:ntir;-uas r cb cio :1cs Jc ccm-:L;rli­lbd, y L' tr~ns ici -.:lll ~: u;;::c autü(1ctcrminac i(Í1l ü1diYidua l. Los pre­supt.~c:-; tos de cs Lo son indcpc ~1 dcn cia 1lacja ;.1rucra .'l cxc lusiYidad (lcl p cJd8~' cs t :1t :.: ! en. e ! i :1 t (~ ri or, cito no excluye lns insti tuciones parl~~ ::1L~ nt ~lr .l 2~; , l2.s c~: :l ] ~s f orn1an par te d~l ap.:Lrato del poder ~~~~ tt.: t.H!. 1: n cic:.4 L~i S el i'C:t : :J s tanc.ias, e~~to puc:!c regir tan1bi:..~ n p.=i.ra };·:s 1 :1 !-·¡~_t :. ¡ c i-:·:~~c::; c::; ~~:--:.:-:; :~talcs ~ ::lui1 Cl!(jr1do c.n .rr~;nci~-: y ¿:J:1 ,;_le .. :~1.~n l2 h~1y q:~ '2 ,._,~):·:~i ~J·:r:lrl2s cor:.1o tt~1 rcsideo de 1:-t <)rga~liz~ción i"(.J .. ~~: l . ~'crD '-' !~ cu::;.1c_;_~ 1 i,_::r caso se excluyt~ tode ernp!eo de la coac ... c!ón d c;·,tm ,J;l Fst 2do que no provenga del poder es~~t:1l mismo. El dc::~c:w ck l'C::W y todas las demás cspecjes de defensa personal pri\·~d •1 quedan prohibidos e n el Es tado soberano; aquí radica al n-: ismo iil'mpo b oblig<ltoricdad de conceder a los súbditos una prOtl· cción jurídic0. suficiente.

Históricarn(:ntc , e! E stado sobe r ano es, ante to do, un Es tado ::n.>.to::-i~aio , cu;/o poclc ¡· cs t:S. h é1sado en un cl.ercch o prop io , en con-

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El E stado moderno 303

traposición a la teoría de la transmis i ón del poder por el p ueblo que aparece ya en b E d ad Media. La s o berania es a nte todo histó­r ica: soberanía del p r íncip e_ con tend e ncia a l absolutismo, el cu al se as ocia fáci lment e con la validez exclusiva a bsoluta del pode r es tatal, 11cro q u e so lamente apa rece en pa íses donde el territorio estatal ha sido creado de nuevo m edia nte la p olí tica m onárquica cen tralizadora . La concepción de Jcllin ek según la cua l ]a sobera­nía no es n i d el p rincipe n i del p ueb lo, s ino u n a p ropiedad del poder estatal abstracto, in depen dien te m e n te p or comple to de l a s m anos en que se e n cu e n tr e, era la expresión adecuad a para una 0¡)oca ya pasacb de b v id a estatal, per o gu e , natura lmente , ya no encuentra acep tacion entre los par tidurios de la soberanía del pueblo 4•

Pero an te todo el Estado soberano de la época m oderna es un Esta do de pode r. Tiene que ser capaz de afirmar se con b nue\·a sociedad de los E s tados , a la que hay que considerar como una metamorfosis secularizada de la comunidad de fe y eclesiás tica medieval, y que ha permanecido una comunidad cu ltura l, de don­d e le viene una ten dencia a la se>lidarid:.td , s in la cu ai prob.:~hlc­mcnte no hab r-ía n acido el derecho i n ternacion a l. No es, pues, meramente u n pro ducto del espíri tu r:.~cional moderno, s ino q ue está también bajo la influencia de las ideas medievales del den> cho divino y natu::2l , que se remonta h asta los est oicos , p:-ts<lndo por la fi losofb de la IgicsiJ. Pero este sentirn icnto ele solicb ricb d, q u e fue vigori'.-:8do él un p or los parentescos dinásticos e n s iglos anteriores , n o enc uen tr a en el sistema europeo de Estados una expresión efectiva en una in stitución firme. M.:1s bien im pera to­ta lmente el principio fu ndamental de la autodefcnsa de los E sta ­dos singulares. Cada E,;tado tiene que c u idar de defender y hacer p~·cvnlcc~~1· sus inten:!sc:s . Prime:·o fue Espaü::t-Aust.._ia, d8S})Ués :r:r::mcia, después I n gla terra . Para esta política de gra:1nes poten­c i~.:s , que ~urge bajo el impulso de la ambición dinástic~1 ,;,: poder. f• i.tc d l' muy bien emple<n·se !a expresió n «imperialismo». Puede d e111ost rarsc que la idea de b dominación universal r oman a , la icka del impcriwn d e la «monarquía», como se dij o más tarde, p.:1só al emper :Jdor y al papa y d e estos a E sta dos s ingu la res como :.:?.sp :::lf1.:1 y Francia.

Junto a este a ntiguo 1mpcr ialismo m e d iterráneo, que en la nue­va Europa se convie rte en irnp erialisn1o contin ental y alcanza su

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3D4 Hisiori'! de las formas roliticas

úitimo p1•nto ct1Íminante en Napoleón, aparece en los s1gJo<- ;..\"JI y XYJII el nuevo imperia lismo oceánico de Inglaterra, que se anc­xicna los descubrimiento s y colonizaciones de los españoles, por­tugueses y holandeses y se es fuerza po r la dominación general d e los mares y del com ercio.

Pero lo característico de la política de grandes potencias en el sisrc-m:.1 e u ropeo de Estados es ahor<~ el l1ccho de que no se rcali­:;: ;;, Etmc:J, 2.l revés que en !a Antigüedad, u na dorninación uni 'l-crsal sor> l·c d ci.ct.:lo c:c ks pueblos europeos. Sicm¡)n.~ se rc~ s r <-:.blcc-e

un cquJiorio <..te! poder. Primt!ro snn t:·cs, clc:;pu0s cinco gr<<Ilc!cs p:;¡ ~..::r:·:ias, .Gr.~.lm.c:1tc seis, en cambi:::m tes <t~rup2.cic;1es ~k ~ li~::t·

za, c~.:1 b a cl l1csión d e Esta,~os pequcüo s, que cstún unos ccn o tros en ur;n atm ósfera ac rivalidad perrnan~nte, t odos equipados y prcpararlus para lrt guerra. P orque la guerra es b u/1 i•J L~ ra!io r:.lc b nuc\·a r.J.zón de Es tado. Se presenta gloriosa y procura u na gan.:1:1cia para el vencedor. Si es jus ta o injusta, es una cuestiÓ!1 secllflciari ::L Les filósofos bu3can el camino para la p <2z eterna, jh'ro los ~: olíticc s se po:1en siempre en b posibi lid::ccl d' .~ un::: bul:rra. ~-~~~ ;t.~8!·r~ s~ C811':i~·~·. ió en la gran rt.~ccl~ r.l1 0L i'.~2: que .irnpu},:::.~.LJ~: rc:::i.t 1::: <:~· ~i Yic:~cl :"'e :-rtica cid E3 t:.1do n1oderno. /,s í n:h.:ic roll L:) ~_; cj :.>·

. ; •• ,(" .... ' l . . , t· ·· . t· d . ~ .~ , }->· --·¡···· í' •. , . . ¡, , . . , .. ._ 1..-1 Lv-> ¡)~ 1 m .. LU( t:S CL)n o, as su s S v ... ue ..... ~ .. • .. ., :0 , •. :, l.:.. ¡;;t.c. 1 d ,

b :: i;1dustri.:1s de armamentos, los nuen;s· sistcm~ 1 s t ributarios, c uy:1 csp'i1 :1 d m·s~>.l son los impuestos de g~~ClT::l, 1::-: tr. t.:.:\·a :'l.d :ni· ' tis e :·~1c ión b;r·oL:r~t ti ca, b acun1ulc-,ciún Jc u lt te soro de ¡:_: u c:;:·:·:l y d í iUC\\) s isrcm:1 d:::: deuda del Estudc. Prcci~~Jmc.'lilc b :·i \·01icbd c~i~ St~ntc cr~i re l:1s J)O tcn cias , que nunc::1 J)UL~iert'n ser puestas b~t _¡ o 11 na dirc.:ció n unit2rí~• durad.~~ra, c r:!Ó u n a e 10rmc tcn~ión

d.c~ ! ~l'-:i~ts 1 ~ : : ; c·~~ ~; rgí~lS, cspec1alrnerltc d2. las j1lil it;.."':.rc ~~ ~· Jl. n (-: r~ci c:-as .

.. \ .ll; ,:c~l :.i '.~, cunw en el coi"ltint:ntc, g~:-tc'l ü:rrc:Hi a11 tc tocb el :.bso-11 .. 1 L :-r::~ c"' 1"--1\~!r;.:.1r<.1 Ui so, en co .~r~p~'.!ñ fa ~L'\ i rnilit("'.;·is::Do V (t··~ 1:r. ~)nro­

c:r~:ci él, ~e !legó a la .forrnación de V.!~a t e..~c rr~t::l ~1d1ninl. stratiY~~ in­U:r.::iv:.l y Pciona t, que incluso t r~1tó ele fc..rnc:-1 t n í el c1 cs :.~ ~-,olio

eccnón.:ico ck una m:mcrc. artifici os<~ , con el íln de h ::ccT so¡;clrta· b lc b fue r te pres ión de las c :n·gas esta t:.! lcs . En la Inglaterra insccbr, donde se sentía mucho menos la p resió n político mi litar d.c l ~. s relaciones mundiales, con el ascenso a la do1>1inación de los mares !legó ¡::.or primer :.> Yez. a la cur:nbre el parlmncnr.::H·isrno y co 11 éi. el gob.:.erno local sutónorn o de los hortorat lores, q_uc en

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El Estado moderno 305

intensidad y' en técnica administ rativa permaneció durante bas· tan te tiempo muy detrás d el cont inente.

2. Lo mismo sucede con el Es tado de poder. La segunda ima­gen muestra a l Es tado moderno el punto de vista de la vida eco­nómica. Podríamos ponerle el siguiente rótulo : El E s tado comer· cial cerrado. Aquí la tendencia dominante es el mercanti lismo. Su función histór ica es ante todo Ja de haber hecho del nuevo Estado un cuerpo económico autónomo, con u n idad ele moneda, medidas y pesas, con un mcrcndo li bre en el interior y con fronteras adua· ner:ts hacb el exterio r, que tienen en r ealidad una puena ZJ.bicrt a , por lo ;cneral, pero que son \·igilaclas y controladas celosamente desde el punto de vista d e la babnn comerciaL Aquí han can- bin· do los p rincipios y los métodos, pero ha permanecido la ide::1 fundamen t al ck iograr el autuab<:1stccimiento mús completo po­sible a b vez que la mayor ganancia com el-cial en el tráfico con el extranjero . En el trasfondo está el viejo ideal de tma autarquía, naturalmente solo relativa, pero entrecruzado y fa lsea­d o por el abn inextirpablc de pleonex.ia económica. Aquí también cl omin::~ e l espíritu de rivalidad , de competencia.

Naturalment(~, b au tarquía comple ta en la vida económica de la nucYa sociedad de pueblos y de Es t ados era tot:.1lmcntc im po­sible . Pero la representación ideal de b relación pacífica de los pt!cblos en el tróflco económico, con ~ncglo a su. provisión natu­r~d de bienes y a sus nccesicbdes , m cdi:mtc el interc~mbio red· proco, r:.o es más que u n::1 b c lb ilusión. Prccisa rnente el ,~ sfuct"ZO

el..: los Estados modernos por cerrarse unos frente a otros como cuerpos económicos rebtivamcnk :1utárquicos, por ganar u n prc· dor.1in io c:conómico sobre otros Estados, por conn:rli r la riqueza en poder v e 1 poder en ri quez~1 , por crmsidcr:1x d poder econó­mico t::1mbién como «po tencial de guerra>>, en resume n, est e cspí· rit u élc lucha por b (.·nmpclc';:cb ccont'~rnic.J. CPtre los Est::,dos, que representa .una imagen y una consecuencia de su ri validad polit i co-mi1i t <~ r, se convirtió en el s igno distintivo ele la vida eco­:tó mic:l en el mundo de los Estados modernos , s in el cual la for m a cconómic::1 capitalista tampoco h abría nlc::mzado u na difu­sión t nn amplia y un crecimiento tan intensivo como los que l1a ::1~canz::1do. Empleando una hipérbo le, podría decirse .~ in duda que las guerras, que desde la mitad del siglo XVl: hasta la mitncl del XVII h a b ían sido en su m<tyoría guerras de r eligión , desde

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306 llistoria de lJS ! orillas pr··!íticas

es te tiempo hasta b época de la Rc';o}ución fueron prcdoiT1in~m­temc ntc guerras C()!11erciaks. Aquí abrió la marcha }a Ja¡-ga lncha de las dos potencias marítimas protes tantes, Ingla terra y H o lan­d~l , con m ot ivo del Acta de Navegación de 1651; y la g¡-an guerra entre In<,!la tcrr::t y Francia desde 1793 y especialmente bajo Nap<r kón estuvo colm~cb de la r i\·o !idad p oli ticocomcrcial en t r e los dos ¡.xlises; el bloqueo con tinen tal fue tan solo una amplia:.::ión d el ;:>: ran bloqueo comerc ial que babia dominado casi todo el si · .c; lo X\"Iil cn ~re Fu~ncia e Ingbtcrr~;.

El ·-=~pi t::lis·,-,w, en cu~mto r~1zón ccouówica de l nue\·o mundo c.(t.~ los pt!•2blos, ci c;·¡c: un parcnt.~sco intc!'J lO con b ra'i:ón Lk Es ia · d -:>. L1~2.na del mismo e.spü·i tu de una mayo 'l." intens ida d y ra..:\o­n::dicbJ de 1<:>. crnp rc~ :J., que lleva consjgo, como knóm~no conco­mitan te , b t r,msición de bs rcbcioncs comunitarias \·incubd~<s a bs rcbcioncs soci::llcs indi\·iclu:tii s t;:¡s, En el capitalismo se trata d..: b :ransici<:ln de b s r elaciones de s ta tus del artcsD.no mi~mbro

de un grcrnio y del comcrci::m tc miembro de una guilda a una c mp;·,:sa cn rai:;ada en el afán de g;;mancia ind ividud, que organiza el tr::1~~.:.jo sob:·c b base c!c u:1 contra to ele salar·io y que en c u~·: nto a la .:;r:_~1 .J.:nc :~, ~e ori~r~t..1 h.:1ci:1 los pl:t~cios del r~1crcado . El capita­l isino ¡~o h a sido c:-cr,c!o po:· el E st:1do --s LJ,.,,p t:nt0 de pa:·tic!-:1 es c'"1~1¡:- k~::rrnt::nk di ~.t into ckl de b polít ica ~ecor.ómic~t e:, rat;:l-, pe ro se h~1 '-kS~ll'l'(>]Ldo en C~l:c\.i ón con c1 Est:~do, a su scr Yic io, b:t j o ~·:u prutccci:.··,n >p t~:.; tiniu.l o, 11 :1s1:1 conYcrtirsc c.n 1~1 for -r u:_l t:·co­u ()mic:J. impl·:·;:mk. :~ u <...:st :;dill tc mp r :1no coincide co n b época de. b pc 1íti c.:~ c~..:ur.(>mic2. r ;1;erc::1iili ~a :1 . S u p leno florccirn \,·;J tu es t.an1bi:a d pkno Jiu ;·ccirn;lntn dc:l Fst~H.:o moch.~J.TW en el si­g lo x rx. P u-: tk í! cc! :·~;c ~Flé csU. lig~tdo p::!'':l b s duras y las m3-

duras cr)~1 t'1 E:: ::~dr l n1 r~ d c~·;1 ~ l _v <:t'rt :::u r.n~Jen t"'lirgu és Ce l~ so­c icchd .

P~-~ -~D I:··l : ~-· ~ ~:! ,·'n c ;_:· l c _:c~ l !·: ·; :""::~ : ~:. 1 :~:-~n. !:1 c ; ; ;.~~?n:.tci (~ n 1.-., urg:lcS::l de 1a :;ociccbd m:1cstra nna ít>.wk~!1CÍ:1 h;:¡cia b co n ~l.guré".ción de ww pt'.1t cc ~-:1ci~! ele los ~ ~.nprcs :u·i" s y de un prolctar1adt> obrero , u ua scp::>.< tcion de ~bscs q u e si~:rühc:1 u n pelig ro para b vida del Est:J.do. Pero csk pe li gro es mucho menor para Fruncía que para I ngbtcrr:1 y c tros p:1fs es i ndustl·i ~dc~~ . incluyendo :1 Alemania . Ra­d ica ;; r! ncip<Jmcntc en que b d isol uc ión de b ~mtigua const itu­cicin r u r-aJ en Ingbtcrra =" í2rnbién en la mayoría de los p::dses . a lcm<m es , ::::;pecialnwnte en P rus ia, dej ó abandonado nl pequeño

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El Estado m oderno 307

campesinado a la aniquil ación y absorc1ón por el capita lismo agra­rio, mientras que en Francia fue mantenido por b legislación d e la Revolu c ió n en su plena integridad y liberado de las cargas feu­dales . Las gentes desarraigadas d ieron en Inglaterra :y Alemania a la ascendente industria un:J. fuerza de trabaJ·O masiva v bara ta

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y esto cs timul0 su rápido auge. En Fran cia , el crecimiento indus· tria! fue mús lento y la estruc tura social perrrmncció allí carac~ tcrizada por la existencia de campesinos y pequeños burgueses , sin m nsas prolctari::J.s .

3. La terce ra imz,gcn d el Esta do moderno que debe ser aqui considerada es la del Estado lib era l de derecho y constitucional. Pcrmik conocer· con gr::m claridad el rasgo fu ndamental de la estructura individualis ta. E l Estado n o so lo es el guardián de un orden juridico objetivo, sino que conoce y p ro tege también !as pretensiones jurídicus su bjetivas de sus súbditos, t;,nto en su csfern pri\'acla como en la vida pública, tan to corno hombres cu ::m­to como ciudadanos .

Ya se ha indicado que d d erecho excl us ivo del Estado al em­p leo lcg:1l del pode-r, con exclus ión ele la :tutoddcnsa priv:td:J., ha obligndo al fon:~lecimiento de lu pr·o tccción jurídica. El derech o legislado r;(ciona! predomin::~ f'-lcrtcn1cntc. [ rente al jus i11ccrt:wz, \·igcn te h.:~s t~ c!:tonccs, del derecho consuetudinario v de b ds­cisión S::!gCm los p recedentes . En el contir!cntc, l:-~s gr;ndcs cod i­fi caci cm,~s íin::tks del sigl o XVIII y p rincip ios del xrx, con;o b s d el Código civil pn.1s iano y d Codc Napo!con, son mo:mmc ntos de l r::Lcionalisrno jurídico incl ividua lisra inherente ~l Estado m odern o . El clererho r orn::mo de los kgist:ls no soio red undó en bf!1~:.:ficio d 1 t ' ' . 1 • ' : .. . le ,a so vcr:1m2. m on::rqwcn l CS;)CClaJ mcntc en b antiQ"td / Fr:m-cia). sino t ambién en el d e Ja protección de Jn esfera p~·iv::1da de los súbditos (cspcci<.,b ncn te en Aler:1;:tr1ia) .. t~qu! radic<1 <.m:.; de las ~:r<1'1dcs r ealizaciones de l ab~;oh; ti smo ilustrZtd o. Y io n·¡ismo p ued e dec.:i rse ele la trZtnshwmación r:J. cion~·tl del procedimiento judici a l y ele~ la organización de los tribunales, que en el continente se burocratizó amp li:1mente.

M:':s importante todavía es el reconocimiento y la protección d:.' dcrecbos p ú blicos subjetivos a los sú bditos. Las tendencias or ientadas en es te sentido recibieron un poderoso impuiso en la Re'.:olución puritan0. de Inglaterra y en lo succsÍ\'O fue ron difun­didas por l t~ Ilus tración ingksa y francesa . Los derech os de Iibe r-

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308 Historia de las formas políticas

tad personal del i 1ldividuo en el Estado encontrare-n su cxpres10n en las Constituciones americanas y en la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano de la Revolución francesa, de don de han pasado como derechos fundamentales a todas bs Constitu­ciones modernas. Una peculiaridad especial de los Estados Uni dos de Amér-ica es que estos derechos de inmunidad, en cuan to articu­las básicos de la Constitución de la Unión, obligan y limitan por principio al poder legislativo y que precisamente con rcbción a esto la validez de las leyes depende de su ·verificación por el Tri­bunal Supremo, lo -:ual ha il-;1.peclido h;:.sta ahora <oda !q:;isL).ción politicosocial en Ar.1érica.

Junto :1 los derechos J.c libert~:J. pcr~onal, el scglill C~o pibr de b libcrt:.d civil en el Estado n:oderno es la consLitución re­presentativa, con ::~rrcglo a la cu3l hs diYcrsas funciones del poder est::~tal, es clecir, las del poder lcgisbtiYo, d ejecutivo y el judicial, están cnccmendadas a diversos úrganos estat~dcs: parlamento, gobierno y tribunales. Esta di ú s ión provcnien te de !\'ion tesquieu es espccifi.c;::mcnte L-ances:, o continental. Lockc, con el Ci',le enlaza esta di,-isión, di~:tingue el poder lcgisbti,·o, d ejecutivo -y d fede­T;:;ti,·o, el último de los cu"lcs tcnb c;uc ver con los focdcra y, por tanto, con la p,;Jiti c;;: cxkrio:o, lo rcscn·aln al gobie!·no, y concilió el cspí~·itu de b justici::~ au tónom't"'nglcs~1 de los jueces ce paz con b Administr~tcilÍil. bajo e:! COc1CCpto del poder ejecu tivo. La yw:tctica. de l1cchc. no respondí::, a ninguna ck cst2s fórmulas, sino a1~~1s bien :l. let :1;:t!ñ~1d.:1 por Gncist: el go1lic:-no cor~1o b ase, el tribun::d como írcno y la lcgisbción como sup:·c mo regnbdor. En lngb.tL'na, b forna ele gobierno parla1ne11tari<1 se ha corrfigu­!'8,1o de h,:dw cor:w cunsccucncia de la prcpondcr::mcia dd Par­bmcnto subrc b Cu¡ona. h~:ciu1do ;:d G2binete Jcpcnd1cl·lte de la rn ~:;.y orí;_~ (: ·.; 1 ~t (~~~~~~-·J ~·:r~ b ~1j~1; y c ~.L-t ·:~n : -rTl~~ de~ gc·lJ ~cr-no, qv .. ::: no r~s .. pende Ci1 modo alg-cl:lO a l.ro. teoría de b división de poderes, ha pa­:;8do c"~.c ~~p~_;:~.~ ~-.j r~J:itin~·-~tc, Jt 1nJc· l1~ l1ccbo !-c tr : ~cc~-J~r ::n:.~ts y Ir~?ls a b forma de gobierno mcn:i:;:quico-constitl'cie>nJ.l aquí nacida, que estaba basada en la tr<msforrnación del antiguo absolutismo de acuerdo co n el espíritu de la épocn, en tanto que en la Unión anwricana, donde está establecido constitucion;:.lmente el princi­pio de b división dt~ poderes, el gobierno del presidente elegido por el :pueblo se enfrenta al Congreso con una posición m ucho ·más independiente que urr gabinete parhmentnrio. Pero ambos

El Estado moderno 309

s istemas cc-incicien en q u e son gobiernos de p articio y en que están basado s fundamentalmente en el t umo de solo O.os partidos, u n o del gobiern o y otro de la opos ic ión , principio que indudablemen te no ha podido real izarse en ningú n país del continente.

Kant \'eía la esencia del E stado de derech o en la rc<1 lización del fin jurídico, en un gobierno según la s leyes . De h echo, ningún gobierno puede limita rse a b mera ejecución de leyes. El caso de excep ción, donde t iene qu e entr a r b decis ión sober;_¡na . es un fenómeno cotidiano. Espccblmcnte d onde el gobierno es fund2-mcntahKn tc un gobierno ele p8rtido, ncccsi t:~ ser con trola do por un::1 j urisd1ccicín J.cl min is tr<1t i \·2 inclepcnclicntc. En semejante ju­risdicción qucrb \'Cr Gncis t la esencia p rop ia del Estado de dere­cho m oderno, incluso par:1 b mon8r q u ía consti tucional. La cues­tión de 11asta qué punto d ebe admitirse e l proccc1imicnto judici::ll ordinario y h:.1sta q ué p u n to e~ e be extender se el proccdimien t o adminis trativo se ha d iscuti do siempre de nuevo en todos los pZ~íses . La pro tección de la esfe ra jur ídica individual fren te a la policía y a bs <llltorida cles ::tcln:mistrativ~\S es el p un to de Yist a que 1n pcn;_1ancciclo aquí p redom inante.

4·. La cu::crtJ. y ú ltim:1 im:1gcn, que cont iene a1 pr()pio tiempo el <"i1::Jrco para el t odo. es b. del Estado nacioniil. Su cstructur-:1 no es i n diYidu~11is1a, sino colccti', ist;J o , h :1bbndo con rn::w o r prc­ci sión, J.Soc :~o. t i Yü·cor-por~ tí Yis t:-t . Rcp re sen t~ b Yin c~.1h ción dd pueblo en u rn unicbd c Zt pa:. d c :1c tuar; por t ::<nto, un0. unicbd cor. ~;t i tu i cb no en fo rm:t dornin:ulora, sino en forma corpor:Jt i \·::~.

Lo quc r odrb dcnom imll"SC b cor:nunicbcl n:~tural del pueblo y que desde e l comienzo si rn: de b:lSC al Estado moccrno es t.:n scntiElicntu ingenu o de pcr !cn~':·¡ci::t común ~; ubre la h 1sc c!cl supues to n b presunción de una ;_¡sccnclcncia común, pero ;:-,ntc todu sobn:: la b ase de la comunidad L~ctic:a lí ngüis tica y cultural · · de \"Í v,· ;·:ci~~ v rccc r~rdos h i:. tóricos c omunes. Pero esté\ corr_u-1licl3d popubr i ndctcrmin~1cb, dentro de la cmtl se crece d e un:: rn ancrZ~ incorE·cicnte e involuntarin. , no e s todavia de por sí un «bctor de intcgrZ~ción" política (Smend) suficientem ente vigo­roso para conducir a la crcaci('ln del E stado n:1 cional e n sentido propio.

Puede llegar ~~ serlo, pero para ello necesita insti tuciones es­peciales o actos his t óricos . En Ingblerra, el Estado nacional se ha desa rrollado lentamente, al mismo paso que se for mab a e1

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310 Historia d<: la..> form as políticas

·Pa~·lamen to , u~y as bas;;s corpora tin:s ofrccüm aq uí un aswcro firme n la comunidé',d natural del p ueblo. ?ero n eces itó tambié n ele un acto hist órico .s ignificatiYo : la coacción que el Ejército I nclcpl..'ndicn tc, con sus consejos de oficial es y soldados de 16,i8-49, ej erc ió sobre los res to s del Parlrtmento La rgo, en el sent ido del .1 f;rcc m cn t <-' f tlic Pcoplc, este proyecto d e una nucv;\ Con s­t.ituci L)n republicana a base de la soberanía d el pueblo, que fue Yu i ado por!;] Cons~jo General de les Oficiales. Fue u na <~t;l ..:~n tic~ acc iú;¡ fcc1eri1 ti nt, c¡u c ~~yudó r:.:~1Lncnte i\ la irn.tp'~i ó n de i.1 idea <.L: b nZ"~Cil~n pol-i ~i;:~:. En ;unéricl Ll formación estat:1l n:lcion.::d se ~¡ c;oci <l a b Dc;~b : ·::. c iú :1 ck I ulcpcndc~nc i::J del "¡ íuli o 1 Ti6 , re¡·() $\l CClílSW.il~~ci<_';.n SOlO b Cl"JCJCntl"::l CH la <lL'Cpt:.-;,;iun de ]a

Ct:;nst i,nción de la lJ¡-:ión de 1787 , que fue fcstcj~1 cb c11 rodas p:. rtcs con {c!Iera! procc_,·sioils. Sobre esta b.:1s~ se f orr.:ó b na­cit)n ~n:cric:.na, en el curso del siglo xrx, en una Jkacion con los i:1m!grant<.·s, co m o en un crisol. En Fr;:¡ncia , que puede Ya ler como paraLii~ma prii1cip::1l p2m el co n tinen te europeo, el Est:1do n: ";· i c;¡~~~~ sob c \ istió b~cr:tc lnst::1 b Revolución, irn.:mni c ndo .~.,._.- -:-.~ ,.!_ ;" -~ ..... ~ ....... ,... - ..... . ,·l,, ~ .... · ;~ ...... r-'i· 'll ·-· ] ..... l' "\ ~ .... ........ ,.., 1 , ... _~;1 ... 4 ...... . 1

"' .. ...... ... j...:....: ... ·' c.~ J. .. , t L. , l!.., .... '" ... ... , .. :. .L ..... > .. L. 3 , l..-~1 ... l1~ t L~s l ~t .. ) o:... 1 ~..1 1\...-l_,Ll-.tClon,

~~~; p (·l· i :dmec1k vn ];_¡ de P::rí~ del 14 julio 17(;0, C: c: L q :.1c los f r,, ,- ,.-~·scs h:m h~·ci:o CC.' i1 bue n fu~d::m~..~o su clf~l c1c hcst~' r::lcio­u::ll . ?uc u~t ~1:::W s!;n bóli..::o de <..:m:fratc'rnizac ion de todo ('] pue· ~-~lo . e'~ clccir, e;¡ p:·i l:<cr lug;w , de ~u~ cstr::1 tos in~~tn.tidus ~- a co­~!~oc:~1\..~us , en Ll:-,.:1 n:::tción, 0 Lr:l\·(: ~ d~ los r cprc:.scntantc. :-; de \_'s:tos C~t:· C!tns , l ('l'; f;.U~1:·d!. as 1i~1C i OC ~1 lC~, tf~..!:.:: h~bf~rl ll~~ rc!1 ~1d0 ~l l"'~ l ri:-; Ctn c:.tc ii:1 t!t~:>d c toc1.as b s ¡~~:rt c<; ck f- rancia. Schilk:r k1 t:-:;r.s­Pii t ~ ~~1 o t~st:~. ~.- i\' ~.-~nci=l d~ :1quc1 t ic~r.~JO e n el ju 1·~ n1cnto e! e Rüt li ::: ::: --: c .. !-;:(:.J::~·<td~.!s ::L!izos: <:¡ Gt.~crctnos .ser t !n pu..::b lo úni~:u Lle · ... ' · :"'::, · . l.~~ · ::: :_. t;..~ ~: -·~ l ... ~. i ~- ~~.: :d colcctivu el~ ~::~ I~¡_;v( _·du\·.::il~ rt~ Lt fra­:c:·::it /, jun •:1 a les ük::dcs individu~1l i s t3s de b iibcrr:~ \" cie b c.:.: - · /· ~~ .. ~~U~i~.\.\ ~:l lc >::. ~ ~)~ ~ ~~a ]~ l .idea de }~_ \ lla~ i ()l1 \. Cl. '' I1 C.lle:.~ 1.1na

'"" 0'] ·' 1'0S"1 ·p ; r .. ¡·:.,. ,, .¡c'>" , j ,,l F' -.:t .-.do ~ll e l "C''ticlo .C1" J., ¡:, . ..,, . .,. a'··· ¡ . ... ..... ~ <.. ·• .:..·" " ~ · "·'- ~'- -- ~' \.. ...... ..~.. ~v . c.L ~ ...., .L• _ ~ t ._ '-'· ....... .:: ~~'-.. .....,.

Rcnan: rnz ¡.'f¿!.Jisc!- l'c cic : o:ts ies fo t!r::; . Por lo J,·m:\s , b rn bbra fruuruírc; abre uru <Unp!ia pcrs~;cct iva his toricocons tiwc.ion::J que :nira l1:lcia e l p 3saclo ; a las fmt cmitates y ,:mzjuraiiollcs de la E cbcl fl1c dia. :1 b s fratrbs d e b Anti gtí :::cbd, a bs 1lcnn:ln(bdes (.k b sangre~· b s ali anz~~s de: hombr ... 's ( B!utsbriidcrsclwft r:H u¡¡d :'!(inu~rt;iin.h) de b (~ ra p re histór ica.

E séa fr:¡t~rnincil.n cons t ituye una u nifl.c::lciót: voluntaria

El Estado moderno 31!

( ge\-1•f.llkü r te) e n el sentido del C!erecho a lem án, ya que funda una confederación. Corporación (Gcnossensclw.ft) n o es sinóni-

• '¡: mo, como se opma .recucntemente, de comunidad (Gemein-schaft}. Ent1·e ambas medidas el estadio de la diferenciación indh,iclualista, en e l que n ace la persona jurídica. Los miembros d~ la co;1?01~ación son personas juríd icas con pretens iones jurí­d¡cas SUDJCtlvas f rente a l conjunto, d e lo qu e en la comunidad no puede todavía habl ar se_ Para el Estado nacional esto sio-nifica

h , l d :::> ' co mo a aec a r 3 .o Rou sscau , que los s úbditos no so1o.mente son objeto del poder cst:1tal, sino que t ienen t ambién u na partici­p ::lciún en el mismo, co mo sujetos j urídicos, e s decir, que no son m eramente sujets, sino también ciudadanos ( citoyens) . P or eso enlaza tan fúc ilmcn tc e l Estado nacional con el principio de la sober·nnfa nac ion:ll_ L1 soberanía del pr·ínci pc del anti !:!;uo Est2do autor itario se transforma en la soberanía del pueblo~ del nuevo E sto.do popula r. Es te es un cambio violen to. Como en todos los actos federativos, entra en juego algo in-aciana!, algo mís tico: u n dc1irio, un cntusi~sm o, qu e puede convertirse en~ éxL~s is. El n ~1dor. ali smo c!d E s tJ.do sccubr puede decirse que se h::t con­~:crtido muché~S v eces en un:1 c~pccic d e sustitutivo de b r cl igi(m, especialmente donde ::tparcce t an explosivo como en Fr::t~ci::t. Pero en tocbs p~ rtcs es propio del m ismo un ct!zos. que en t iempos cx tr::wrdj¡1~t rios en los que «b patria cs<~i en pcÚr!r o,, cspcci2lmente en tiempos ele r;u crra, puede ascender has t; u;¡ vi olento_ pctlws . L 1 Ci tcgoría soci o lógica de la fcder.xión ( Bw;d) , cstabkc 1d~t por H crmann Schma lenb ::-~ ch en 1922 5 corno u n com ­pkmc:1to ncccs::~rio de bs ca tegorías de «comunicbd, v «socic­d~ch dif..::renci:.!das por Fc rcl inand Tonnics, posee un alc~mcc 2.ún !!.l:~y ,l:· p :F:l h in tc::-prc t:lción ele b histori<:1, como h::t visto su Il}:smo autor, y merece q ue: se l e ckdiquc t:na m;:yor considcra­c;o.n de b que l 1.:1 ·..::1contr:H!o b1~>ta a hora entre los suciólo2:os.

Del mismo m odo que el y;r!ncipio nacional ha transforn{;do h l. rl e~ de l.., "01"' C' ' n' " ' t ' b. ' 1

, • d. 1 ' ' ~ " ., '"' _, e' , ::1 ,la, ctSl ~tn1 1en 113 v¡gonzn o a razon oe E s tado y b razón de la economía capit::tlista_ En lugar de las d inas tías, son las n;:1cioncs bs que se convierten en portadora"' de una política impcria lis t<.1. Allí dond e existían ejércitos pcrma­u~n tcs , ap~rcce e n su iugar d servicio m ilit<.u- general obligatorio , que se ha convertido justamente e n el principio const.Hutivo dd na cionali sm o continenta L Ninguna p o tencia· quería prescin d ir

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312 Historia de l1<s form as políticas

<.lel mismo y la libre constitución nacional lo tr::1jo ncccsarinmcn-t ~.:~ cous igo donde no c>;is tía todavía. Todos los ef:oísmos del Estado moden1o r eciben m ediante el principio nacion-;1 una jus t ifi c~ción ide o lógica , apareciendo como «sacro egoísmo::>. Desde b époc<:l n a po1cónic;·\, en la que el nacionalismo prueba por prírncr:1 vc l su fucrz<1, la políti ca y la conducción de la guerra muestran otros m é todos y dimens iones, l1a c i ~;ndose mucho m::ís vi!!orosas '" te­rrib les . La ;de:l del co m erc io libre, que durante ~lgún tie.mrh~ fue un m edio de que se v;:tli <Í Ingh<terra para sacar pleno pro\·c­c}1o e1 su S'...l }"Yrcn1acfa econórnica, p crlT!ancció poco tic !T~11G ~n Yi~or (l Só0-1876). Dcsp<!és :1p~rccc de n uevo el «ncomcrc~<n t ilis­m o,, ouc ~lhocl se d enomina p;·ot.:::cción del trab.::jo nacio:::tl, pr-incipio q t:c ya h~bía propugnado Fr. List y que en Al c mani-1 h <:!bía irnpuls::: clo, desde b Zollvcrein, tan fuert emente hac:;a el :Ss t a do :1acicnal como el niOYirniento fcdcrati-ro de la Dm ·scl:cn­scizaft o m:.ís tarde el de la Nationalvercin. So bre todo . en el E~t:-do n;:1c ional recibe b escuela un:l s if!rüficac ión cornnkta­m cntc nue\·a. Se convierte si mplemen te cr; un inst rumcnt;~ del n :::.c imn!isrr. o, no solo en · el sentido de la cduc.:1ción v b i ~1 s ~ruc­c:ón n a c-ior.a l de b :tclo icsccncia, si::o t am:l:~_; n en el s :~ n tido de h :;.n tr~tns igc:Kia con tra Ios cxtr::mjcros q u\~ se enl~ucn tren en e 1 -· l .. , ,, • • 1 ' ~ t:. staoo, cuy ~1 JUSt:tlC:1 C!un Ct.i. tura1 no s~ rc~onocc, y se le s tra ta de ;tsim ib:· ;n{¡s o m e nos Yi()kn t:-tm cn te. E s t:n~l i ntr:tn :; igenc-i :1 ...• , ·í 1 t) (', .. , - J '1 ("J ., 11 ~ 1) ' ., .,. " t --- l - ~ ..... • . , 1 - •• . ; + ... ~~ - .. ~ ~ · .:~ ... \ t-i (. -1'- !,_. ~d . to..l loh.· S ] c.. tCU en O l i \) LlC!!.tpO e;. C' ~ t"Hl .l t tl

cun f~.-sicn::\l en b época rlc b Refc>rnu1 v h Contr nrn:forma . Con el E s t:1d o n ~lci ona l .iwce .L1m bién su ai)3.-ric icí!l el problcm~ dt'l E .st ::1d n <~e 1.:: :1ncior:~l i dad . d p10blemn d .:! b s minori::~s nacion~1-k s, eme na:i.! :-:;lme:ltc tr::: t::m por todos los med ios de impct!c:Tsr.:; d E..; c::-,do r:c•ns ti t•:dcr<nl. !o que co~1d ujo 2 inm;m:.Table :- fric­,_~ Lorlcs .

Corno se '\:;: _. c~ i t:~ cu 8.~ rn tipo.s : ~ ~)t.. rec?n ::tH..""Cs!·\!'atncn tc ::e· bcc:?olli0nclo~c ca da u n o ::1l ~m~crior y fuodi C:ndose con él. E l pri­m~~ro --el E st ::< clo J e rock:. sobc~r2no- d omina la énoca o uizá h~1stn 1650; se carac ter·i::ra por el confesion3lisrno y p~r l<1 ~ons­t: tución cstnment:-~I. E l segundo y e1 tercero ----el E s tado de eco­nomb :.· el E st ::1do de d e n::cho- se aproximan cronolc'ígica m cnte mjs entre sí. E:1 cu:mto rnndificz-¡ciones de l Estado de pode r so­bc :- <:~2.10 , dom inan la ép oca h :1st :1 t al vez el siglo xrx y se desdoblan en el pn~· i <> mentarismo en Ingla terra y el a bsolutismo m on;irqu ico

:..s: .

El Estado mode rn o 313

en el cont i11t:ntc. En el cuarto ti po ---el Estado n:::.cinnnl- se ge­neraliza la constitución reprcsent ativ3, orien tad;;; hacia el dere­cho de sufragio gener al y la -democracia. La fusión de estos cuatro tipos forman la esencia dd Estado moderno, tal como se ha con­figurarlo desde el final de la Edad Media h::~sta el siglo xx. El tip o ideal del Estado moderno a parece, pues, en su plenitud de vigor v de cbridad, en c1 curso del s iglo x rx, para m ostrar ya a prin­~ipios del siglo x.x las primeras hudbs de u n cambio de princi­p io y :-:frontar una tr;;>..nsfonnaci ún profunda. Está en 1a n~tura­lcza c!e h Yida his t órica que el p leno florecimie nto d e bs culturas d~ pccu lio. ridad bien acuf'rado sobmcn te d ura nn tk mpo rclati­\·amcnte corto, en t::~nto que su n~1eimicnto y su desaparición llcn<1n un lapso mucho m á .c:: brgo. Cu::1t ro o cinco siglos h:-~ durndo e l levantamient o de la cstn 1ctura del Estado modern o, tal como lo encontr::tmo:. a l final del s iglo XIX e igualmente pueden t rans­cur-rir otros m.uchos has ta que baya configurado u n nuevo tipo de vida pública ::tcuñ::tdo con precis ión.

Si pudiera expr~:>arse con un:t b r c\'e frase i:l cs ;.:nci:t del Estado mo derno , en el paso d el siglo XIX ~1 xx, pmpondrb lbmarlo E s tacb C3cional b urgués. y:1 que cstú :;oportado prcdo­miúantcrr~c n~e por los cstrn to.s bu rgt1cses le u tZlmcn te as ccnckn­tes, es dec ir, no p or cstrnt os p rivileg iados _j uridicocst::lU:,Jmcn tc, vcro s í no r es tra tos !lus tr<~dos v acomochdos, d ircct in)s de h:;;-• r •

cho, y ya que es ;:n:1 Glr3.ctcr ís tic<1 es pecial d el mismo h yuxUl-oosició n ele la ordcn;1ción burguesa d e b suc iccbd y b cons titución ~Id E s L1do n:J cion <\1. E s to n o deb e en tenderse en el sentido de que el Estado m odern o mostr.1se _r<l en tod ;:: s bs fases de su Jes­anoilo es ta c.:lractcríst ica con u na acu il.ación más o menos clara - -n .-: ~u ;- ::~ l ment e , esto no es <'- t r:cnd o ::d g u no ~'.8i, 2n;1 cunndo en el Renacim iento su cna 1 ya los lc itn wtiv dmr·gucs ia >> y «n:lciona ­Fcnch ---, < no m:ís b ien en e l -~! l t ido de que b o:·dcn~tc! é>n h~::-­

~"'ucsa de la sociedad, con sn •..;spír:itu li.bcr<~ l-indi ·.;idua li stn y cco­.;~ómico-privado-capit;:li i stn, as í com o la formnción de los Estados naciomll cs y e l desarrollo cons t itucional tende n te a la dcmocr;--.­cia, expresan la orientación gcner3.l e n que se mueve ia vid<:l his tórica de los pueblos m odern os.

Esta o rie ntación experimenta ahora e n el siglo xx u na fu erte y clara desviación, sin que podamos todavía conocer y designar de :.ma m anera precisa y u nívoca la meta a la que a punta. Pero 1

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311 Hisioria de !as fo rmas polf!icas

u na cos~! es cbra y e:; que, lo que tcnemL..s a n te nosotros, n o cons­tituye una continuación en iínea recta; hay una ruptura , aquí estó.n los comienzos d::: u n desar-rollo completamente nucYo y tal Ycz seria bueno que lo que has ta ahora se ha llam3do «Estado m o derno » se lla m e en lo ~ uccsiYo «E s tado nacional burgués", como fo rma que ha st<ccdido a la del «Es tad o feu d3h, y reservar b den ominación ele «Es tado moden1o,. para el E s ta d o de pos­guerr<.~ .

El :11<1 p2. p o l í, ic ,) ~;;::: "2u1·opa se h;:¡ m ock:-nizJ.Jo r ealm ente a Íondo, en \·i :· lud ele· L~ icr n~;: : ci ó n de nuc~v·os E stados n ~t cici~11\ l c s~

·¡¡-a s la d isoh:.ción <.ie lo:> znt ig u os g r a nJcs impc r ius sup .- ~<na­cionalcs . q u e t~u r;:¡n tc much o tiempo ~p::1recicron como ;1!1:1c::v­nis mos ( los imperio~ turco :-r ruso. b m onarquí:J. aus ~ro-hi.i;~gar:1); pero prt:cis<1incnt c cs td «h<lk:mlzación de Europa» ha p uc;.:-;to de rn a nifics to quL' e l t !po cld simp le Es t=:~do nacion,1\ 2n t !guo no p osee y~1 hov b cap~1cicbd de alcanzar y atnmar en la misma med id :'! que <mt~s i;:-, indcpendenci ;:: política y eco¡,:Jmica .

El h as ta ~ho r::1 <d2.;t;:do nw<kn1o " . co n :;u cons~ itución r.acio-1~31 bttrgucs~l. \.'r~ un~~ rl~nción d.cl sistcrn:t CU:"<) p Ct.> de f~ :;tad DS: c:¡y;¡ ti inün;ica d (: cq ; ~: liLri cJ orer::bJ. entre u ni::b ::cs nacionales --~I ·-· t'\·~ r···" - 1 t·· · , ~ ., . . , ... -.. ~· ,.:;l l1ll'\'O -- ¡· st "'Tl1" - 1l '1' ..¡: ,,1 : , .,... s·· ~., (;1 S iC d .~ " d '-l. ,__. t :'-Cj> .l.. : •: S . . l··; t:'. ~' - L . ~ ' '"' , .l. l ... . l.~ ." ''' :L . ('Ont l \.'n c cond ;cwn~s C L' y ; ': ~ pültt ::::a cscncJ~umcnt c d1s t:ntas . Ello st.: n ; en b n:.H: \ · ~ sck ccitin d~ 1:-.s p o tcnci:.1s n:u nd i::: L:s Ji !-c ·::tiv~I S ,

q.uc e~~:··¡ n h~l1Jitu ~1 d~:s u se ~~ fucrz~~n por 8.barc~n-~ :T~ ::.yc , rc .-.; l_~~s ra­c~ o~' ¡-:·olitico.s Sl1 tJr :l::~_·:ciun~~1t~s de U!1~1 nuc .. ,·a ·rn::!"·~~r :1 , con un~1

rJL:cy;:¡ c s pcL:ic de in~pcri::dis:nD fc J-:ralis t n , e n el (¡ue ss fund en les Enes d -= pod,~r ~· los c;:onómicos . S e \ 'e b l i : 'l it~ciCm de b sobc\-~'lr.f~ p lcn:.1 d~ les E~ t~do~~ ,-L·nccdc rcs, n1ie!1 t r:!s que los puL:·0L;:; ~ · ~ .. ::. ~ :-: .i .. :. i: ~: n j);._·¡·~ t i. 'o.;l) :-;u · ... J.)\:· r~~: lf:~. j~_:1· L ... ~: .. :c: !: .l t· .. ··:·:l .. -:cio­nal y , :L pcs ::n· de Fl!.tch~'s cJ:1cc:;ioncs fm:malcs, h~: f! sicio r ebaja· .-_L _: ~~ ;1. E~~;t~~~ : c- ~ .. :..:_ : :;ur t. :.~:. e L~ ~;· .. ~ . ~ .: ··:e ~ : ~;b .~·c ~ : .. :< .. l::) en :~.·. p.ros .. c ripcié !1 ele ~ Zl r::-::.:ón d e Est2do d e has t<: cntorces, que t:t ;!ízaba la [!l..!ClT2 co!11o el t' !timo ~rcd io de b i;oHtic:J pan el cumpli­mien to ce los i nh~rcses nacionaks, e n b vigorosJ. 2ccntuación d e b . ~:o1 ícbricbd intcrnacion~1l c~n b política y b economía, que inducbhlem cntc ('St~1 to d :-~v í<1 ~n co:r.tradicc ión con um~ p olítica de interese s n :J.c ionil Esta ~'veces sumnmcnte ext remada. Se ve en institucio nes I alcs C 0 1"!.10 b Socicd::ld de Naciom :s , d T rib unal de Just jc i;:¡ 1ntcrn2.cional, el a rbi tr:1jc obliga to rio. b p ro te•.::ción de

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;.

El Estado m oderno 315

las minorías, mientras que ci d esarme general prometido queda desde luego en w1a gran lejanía.

A esto se añade la estructura modificada de la vida econó­mica, que es tá en constan te acción recíproca con los camb ios políticos: el a\·ance del wpitalis rno financiem, hermanado con el im per ialismo en países exóticos, Ja progresiva industrializació n del mundo, la difus ión de la forma capitalista de la economía misma y su inodificación en el llarn3do, por Sombart , capita lis­mo t::1rdío, con el r:1crc ::~ds atado por las fed cr.:-,cioncs obrera s , .sal C!rios fijados m d ian te tari fas, s indicatos y c úrtcles, con la burocn~ización ck las empresas, que conviert e a los d irectores gen e rales y presidentes del consejo d e adrninistrRción en emplea­d os de los !?; rancies consorcios, con las ingerencias noliticosocia­les del Esta~clo , especialmente en la dcsocup~ciún, c~n las curvas d e la coyuntura cada vez m ás largas y m ás pbnas, q ue hoy trans­c urren en un.:: depresión de larga du r::tción . Adcmils, el incremento de la ccorwmb c rediticia, el e mbrollo de las rcbciones crediticias y monctari:ls por bs enor mes obligacionc::; de pagos pol íticos a consccucncüt de la guerra, la ~morm~d repartición dd oro y su escasez en el m undo ~.lcarn~adas por ello, qt!e junto a una sobreproducc ión si n p bn h:1 tenido u na vigoros~ p;::n- t icip~ción en la crisis :1c tu a l. ·

La aut o ;T-.:gu b ci r"m ~ 1utom:i tic;:t del mcc~tn ismo cap ital is t::l cs­t Jblccicb sobre una estructura individu.:dist:< de la sociccbd falla fn.'ntc :.1 l<J.s atadu r<lS colec ti vis t:ls d e b a ctua lidad . Esto se ve en b s scri::~s disc 1siones que surgen sobre !a economí<~ p bnifi­cud a y la scli.::bridad mor:c~:tr-ia intcriJacion:1les, en b s ga ra n i ías ~: sub,:cncio nes cst:lt:J. ! c~~ p~. ta 1.::.s err1prc~~ 2.s privadas, en los co­ni ÍClEOS ele un C(mtrol c s t::.tal de b banca, en la con exión necc­:~ ::r ; : ,_ :c ::.':1t c '~ s trccL ::t del E:; . ~: clo y de s u cco nom b fin;1ncicra , qu.c como urr p ulpo .prende sus ventosas en terno suyo, con la ccono­m ia priYa da en general, ? <!ro en la que el E s tado ya no est á domin;:¡do ni es guiado, corno en los tiempos anteri ores, por el interés dd poder político, sino por e1 interés de la asist enci::t económico-social. Ya se oye poco de la exigencia ele una so ci:;lli­zació n de b empresa, p :.!ro podria hablarse de una socialización in ic ial del Esta do , de u n a desaparición de las fronteras entre e l capitalismo y el socialismo. Piénsese e.n las palabras de Jau rt.~s,

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, . ' .. ~ : u

d e qu2 la transición al socL::lismo es t<:.n impe rcep tib le como e..s p :::.i<! el nan~gante el p¡¡so de la iínea ccuato x-inl.

:En el tras fondo de todas es ta s mu taciones h ay un cambio en d n-.tismo cuerpo pop ular ; la estn 1ctura de la sociedad, hnsta ahora inclividualist2t, se transf~)rma en colectivista y ello por m edio d e la coalición y ia organización de círculos profes ionales y d e inter eses e n a sociaciones q ue, favo;·ccicbs por las conse­~·t:cnc i:1s de una democ racia c:x trcm3, pueden ejercer también una in fl uencia política. A b burguesía nacional se contrapone, como :..:on.trario cada vez m<1s fusrt e. ia ciase obrera proleta rio , c o:1 ~:u ~ucuadrarJ !ic:n t o i:-!tenléH:ional. Tambic;n L' Sta es un pro­c;t~<..:to dd !H-ir~cipio de crgani:~~r.:ic)n r.:o<porati\·n obligatori:1 que ¿~ mitu c11 general en b (poco. rnodcrn.:1. Sin el der~cho de co:::­lici,'m :y si n b d.:sciplina de )' etl'ti do qm~ actú:1 junto a los si ndi­catos. no habría sido pos ible }cYantnr b sup~rcstructu ra de las rr:.úliip:es gracl:1cio nes del pl'c)lctari~tdo con una concicnci ;:¡ d..; cbsc llilit::u·ia. L'l burguesía no posee t.:ü concien c ia de clase u ni­t.:~rin ; y.:t no es ta rn poco, conw antes, b cbsc poseedo ra e ins ­tr uic:!::. por an t onomasi::~. I.,as c,msccueGci::ls d e: b g<ICtTn la h ::>..n cnly)ol)r~eci do 1Tlt:c:f1o. T~: rrpoco ¡Jucdcn ~ ¡·:¡~~ulicn.._~:~: su ~n tcrior· :~110I1< , pc.> ~ i u d~ lu ir:s !.tT! ~c·i (n1 f: · :!·t t t .~ ~:d p.ro1etel!·ü:do, el cu~ l saca

}- 1 , ' ,- . . ·- . ' ''. rl ' ' . :p:·O\ ' CC.!() ( .C i:'.S m~ym·e:, V n: :!S !"Cl C tiC.S })O ~;Hlr'" ~·, c, GS c,e ll1 S-

~ i.-t1c..::lór1. I: ~ <..\\ imilort:l!!Ci:l. r~ 1 nd~~i!iCtl t ~l L\j Cp.lC C1 :'. ~!ig:JO Sl.St~ l11:1

c ~ .... h !l:~r d~l c:t:c:·po por: . .1 !z:.r, 1~1 \. .. cr:.st i t ~ ! cióE F:11niii~1r, ha enti4~1do en n r: c·.mb io ;~; -o[tn1Clo . La li•nit::ción del ntl:ncro de hi io~ \"~ en ::n;;·:::.'n to e n- l o~; p .. 1cl:-lcs :!lr:t:Thcnh: dcs:~rrolb.dos. Lt ~str-uc­tt1:-·~~ ,:e 1~1 farn~i i :1 bt..! rglt~~~ .. ~ !.~C trt~nsfor!n:t .. sigu ic:1do e l 111odelo de !~1 fü :-~11a f:Jrr:.:llar prulcta~.'Ll _. con t~ ind~pCI!df ~l:tción l) rofesio­r:.~"': l \ .. ecun(~~:-rlic .. 4 : fo ~· ::: c:-·;:-~ <..:'-~ 1~ ·:~~r~-...'1."" Y .1 () :~ ~1: ic ~. Y. ... •. t:istjut:-t Ih.)!-:ii~il)¡ l Jc la ID~~jct· en i:J 1:id~ prof~~si o~1al e ind~1 strl ~l conduce f:lt-:·\ l:!~ (~~! a 1~ c1~!~:r:~~6n d~~ d~.'t\ .- ~·· }~r~:·· pc1~t~ ·-:' (' ~ . "E l' i'~·iyi}cgin -rniic­!Urio ck ]()s hombres de~ ccup~t·s e e-lles solos de los negocios pclíticos comienz2 :-t desmoron;:r~c . Y micntr~ts c::1 b f:>.m ilin si­>:ue mn~TCS:!ndo todavb !a i nrlividu :-~lizac\ón , en b sociedad la ~!'rupa~iÓn fcdcr:! tÍ v3 ti en de sus tcntúculos en tocb.s las relacio­n~s de la vi da, especialmen te tambic~n en la adolescencia, cuya :litsf::l corn unitari:l . <"!nkS b on·()Sél, se ha transform:1do en formas <1

'' crg::Jri :o·. ~, cioncs f-:-'der;:t~iv«:·; comccicntcc. de sus fines .

¡:_¡ Estado n1oderno 317

L .1 tra nsición general ¿e la :::gmpació n socia l individnaiista a la on!~nizac ión federat iva colec tivista puede observarse también en la\·ida estatal. La conciencia nacional, que originalmente fue u na creación federativa de las clases ilustradas y acomodadas de b «b urguesía, , pierde en unidad y vigor a med ida gue se c:x tiende progrcsiYamcnie a las clases i nfer iores en la democr acia ac<1bad a. Recibe unos compet ido r es peligrases en bs ten dencias f ederativas particulares que arrancan de la esfera social de los in tereses p ri\·ados y que son t an to rnás poderosas cuanto más débil se desar-rolla b misma concien c ia nacion<Al. Es una expe­riencia muchas \ 'Cccs confirmaJa el que el c::;p íritu n aciona i y el c:;píri tu de partido cst::'in entre sí en 1.m a rcbción p roporcional in ve rsa a su virror.

El r égimen de p~uti dos politices se entrelaza nu1s y m~1S con las coaliciones sociales y adop ta formas federativas más rígid as. El Estado p1uralista ele partidos sust ituye a l Estado 11;1cional monista del siglo xrx. en el guc los p a rtidos solo habían s ido propbmentc modificaciones del e spíritu nacionol. La lucha de clases se intercala e n b -..·itb clc i Esta d o , dificulta b un ificación cic L1s volun t :~ clc s, obst:-.culiza b ~cth·i dad parlomcntaria y fu(~r­z~l r:1uck:s veces a m!c·:os rnt.':tcdos d e gobierno c;ictator i<:.dcs.

Estos curabios polit.icos no 2.p.:1rcccn en todas panes al m is­mo tiempo y con la misr-:1:1 fucrz~1 y c L:u·idad. El nu evo mundo político siente en gc:~cral b uniL!:1d mucho I!l~'ls que el antiguo, y no sclo b unicbd ck bs formJ.s, s iao tunbién b de b oricnt ::t­ción . Poc! ~~mos d istinguí r eti~tro zonas : 1. bs democrJ.cias an­ti!~tl:ls; 2 . la Rusb con:tmist,l; ."3 . b Jio.li:::: Ltscista , y 4. los dc­"~·:'ls E stados, qul: oscibn entre los tres principios.

El g:<·::tn c:1mbio a b m1cYa era se hace igunlmcntc observable -cor lo menos en Franci~ . A~11ó·ica e Tn:::bterra . fv1icntr.:\s q; : es­~ :; :; <"'.': ! ti!~L!a S dcmocn1ciJ.s (en tre ias pot-;nci3.s vencedoras) mncs­tr~n i:nnbién en !:i nuc'.·:'. é pccJ de b poli t ic:1 mu n di::1l u a a gL ... ,~:;rabi! i dad de su vid.:: es tatal inter na, de manera que el Est ado •:1odcmo pan::ce scriuir c \·olucionando e n l inea recta, a pesar de l;.;s modificaciones aparentes, en los países que hacia el tiempo d~ la guerra mimdí:ll no poseían todavía una constitu ción cl cmo­cdtt ic: J. b ien configurada, el desar rollo ha tenido lugar en una dirección mf\s o memJs opuesta al c:~r(tc t~r que ha tenido l1asta ahor a el Estado moder no. D::1das sus ins titu ciones inter nas, Ru-

t. ' '

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3!8 Jlistor-Í!l cíe fas fo rmas poiiticas

sia no p o db :;er considerada antes de b época de la Revol ución , como un Est<.do p r opiamente moderno, peto en todo GlSO desde la primera revolución de .i906 no parecía estar en camino d e alcanzar e l fin de u na democracia burguesa, y en la época de Kcrcnski , ba jo el inllujo de sus aliados occidcnt::des , pr~rcc ió haber alcanzado r ea lmente e s te fin. Pero con la Rc\·oluc ió n co­m u nista de octubre de 1917 h a marchado por un camino com­plet:-~mcn tc dis t ii: to. La Const itución soviética jmpbntacb desde entonces con traciicc en cacl0. uno C::e sus r:::sgos b imagen que nos hemos form~·!d o del Estado mode r no típ ico . Ac¡u í no puede 1ubbrsc de u ;1 Es tado nacional sobera no, nl menos en princ i­pio . La Unión de Repúblic ls Sovi..:!t icas y;:: lc t an solo corno la sección rusa de b Ir:.tcrrucional Co munista . El concento d.: Es­t:ldo n:1cional soberano picrd~ 2-quí su sentido. E l l~gar ck I2 soberanía estata l interna lo ocu pa la dictadu ra del prolct~1ri J.do . EI lug:1r de b crnp rcsa económica priv~!da y del c::tp it ::t lismo lo ocupa la ccorno mía común comunis ta, con b excepción de la ~nueva polític2 t.'conúrnica, . No hay derechos de libertad perso­nal; la G.P.U. es todopoderosa. El co mplic::tdo ~~ istcm:1 d e elec­ciones t!~nds ::! corlv;:r·t j r l2. gran r;.t-~yorí:t de l~1 poblaci (,n rur.:_:I en ~-~na .n·li :1o!~ L! i·r L':1ti..' ~l l:ts c i Ll dJ.c.L~s y a exclu 1r de 1~:. vi da L'St~tal ~l t~;dos l~1s ..::lcm c:ltos no nmkt<l r i o~> . Por lo d~méÍS, n o l1 ac·..: m~is

1 1 , . 1 ·,, .... ' 1 ·J "" . que CH.:u . ta T a a;ct<1cu.ra ue1 Jei·c a e partw~· comumst<l , y este p;::!·t!c!o org::niz:1da :1 b rr:::ncra de un a o r·dc n, como U!1::l fm-,n::~­

cL6n !.íric~11nc n t\! fcdcr~1 l. rcprescn!a u na é li t e de comun i st~ts de con~:~m:::~t ;· discipli :::.:dc:s , crcte puede se;· limpiada b c ilnlcntc, mc­di::~ntc f rcn:c:-; tcs ckp;..Ir::tcioncs, ele: todos Jos elementos indcse3-b1cs . E l complic:1do ::~p:::rato d e gobierno recibe su impulse c:-=:ci;..~ :; !· .. ::l :~J ~ n!t:~ de.i ~-~c ¡:~rt~:.!7l cnto rnás :tngosto y rn5s elcv::t ~lo d:.-~i

P'-~.r ti d~) ~ de 1 pcZ: t l"t : ::·j ,. (~n ei que ~.e dec ide~ Jn 't/rdu~ltad dc.l d!cta­(10;..··. l...os dcp:lrt:~:t:c.r: 1 os de E~t '"1 do, incluso los ccrní soriados del !·n:c:l;:c) ':FH' e:.:__- :~l~.':·. n e~ I nr:~--:r de lc·s r:1 1r~i~t:..::ri c).(_: 1 :1:-. ·:,nc:1 ;1 su bdo ninguna ~ig!,il1c:tción independiente. Quien no perten ece al p::~rtido no ::'S prop;:;:¡nen tc mjs que ciudadano pasivo. El Est:1do coi:Kide con b soc iedad «Sin clases» ; pero ambos son domi n3.· dos pm· la minorb federativa y es ta, a su vez, cst{t baio una jefatura dict ::1tori;d, que no tolera ni ngu na contradicc ión ni nin­guna escisión. Es, por con siguiente, la perfcctn contn:imagcn

El Estc.do m oderno 319

del Estado moderno , tal como se ha con.fi5rurado en E uropa oc­cidental.

No tan perfecta, pero sí bastante vigorosa, es la contraposi-. ción entre el Estado modcmo de cuño tal vez francés y el fas­cismo i taliano. También <iqttí el Estado está dominado por el p::~rtido, y el p:1nido cstó bajo la di cta dura del duce. T;;mbién ;:¡quí hay un so lo p::trtido, sin permitirse oposición. El p a r tido es también aquí una feder ación , una orden, una jerarquía establc ­.::ida y u na ::tguda disciplina ; hay una educación de la juventud am\lc¡ga o b de b Rusia comunis ta. P ero sobre todo aqu í existe el mito de b n:tción (adcmús Jd r espeto a la Igles ia , ;1 pesar de b ideología del p:ut ido, que en el fo ndo es anti clerical ), b con· s:.:n·ación de la forma ec,)nomjca capit:J.Iista . si bien bajo la vi­gibncia del Est:1c.lo, b adhes ión a la legitimidad monúrquica, y<l que el duce cs tü fo rmalmente encom endado de 1a d irección po­lítica por el rey. La doctrina ofic ial del partido quiere ver en b Revolu ción b sc ist3 únicamente el restablecimiento y la configu­ración ulterior de la antigua forma consti tucion~ü monárquica c!cl Estatuto Albcrtino, que desde luego no conoce b fomn de gobie rno p:1rlam :::ntaria de origen rnerarncntc j m íd ico consuccu· di :1ario . I\:ro no h~'<' m~1s que r emitir se a las explicac iones j urí­dicamcn ~ c inat~1cab l cs dd libro ele S ilvio Trc;1ti no 1

', p :1ra inva­lidar esta doc trin ::L Todos los elementos de la antigua Cons t itu­ciun cst~)n comp!ct::lmen tc t~·asmutaclos en la mJe·:~) Con~;: itu ::ión

f:¡sc i ~;l :::t , p rcc isaw·:ntc cu u n sentido cornp!ct~~r;¡cnte Ol)Llesto ::~1

t ipé) del «Est~1do rn odcrno, liberal. E l rey, los ministros, b rc­pn~scntación popübr, d gobierno, la legislación, b adrnin istra­ción de justicia: todo lkv.:1 un sello completa men te nuevo, con­forme a bs cxigcnci;:..s de b dictadm·a f·2derati\'a . El p odcr­cst ."lt:..ll ·2-onccntrndo en l ~s 111anos del cluce es co lnt-lletanle:lte in d..;]:.~:.:nJ'. ~ . .-.·nt.; h:~t.:ia el cxtc r.lo!~ .. .:.lo1ni .. n::.dor cx.clu.sivo en c i inte­r ior. La cccmomía nacional est:\ to to..!mcnte incorporada al Est<l· du r:::tcic:u1. La dcctrirn dd «l'<~~no social » como m ockr.:1doi· ,:il

b lucha soci:ll de clases encuent ra e n la Carta di lm·oro una rl':11ización q u e h::1cc una épocn nueva . Pero a l principio dd Es­tado, poder nacional que domina todo esto, h::t sido sacrificado ín tcgr ::uncnt e el libe ralismo, e l derecho de b pcrson~c lida d libre en b v ida pública. No h ay ninguna garan tía de los d.;rcch os de libertad individué\! que sea pr:::íc t ic:nnente eficaz. No es una Cons-

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J!isron·a d e las jormas f•Oiíticas

t. iLL!c ióa libre , basada e;¡ la divisió n de los poderes . No hay fc ;-.n;l de gobic!·no padamentarb. La estructura individualista d e b soc iedad y del Estado debe ser sus tituida por la estructu­r a ción :1 base d~ estamentos profesionales: este es e l sen tido del «Estado corpCJra t ivo"', que indu d ablemente no está todavía com ­plctJmcn t c ediíicado. La represen tación p opula r es nombr:1cla por e l Gr::m Consejo L 1scista so bre la base ele listas de propuesta ~~r::~mi ;:dcs y sol ~men tc tiene u n dered10 formal y comple tamen te insi~;n i fic.:-~ nte de da r s u aprobación a la legislación. Todas las func ione s important es es t án con c:::ntradas en el Gran Con sejo del P;~rt i do y es te cicpcnde por com p le to e n su cornpos ición de la ·:c~ ~:~1t~'d del d ici<:c!o r. 2sLl dictadu ¡·a 11acion:'. l aüub el d erecho e ~.:: b l'~rsonalicbd lib re en l.:t vi cb público., del mismo m odo ' l'-lC b dictadura del proletariado en la Rusia soviética. Ambos sis t cm::1s de gobierno coinciden t~nnbién en rcch:n~u b forma ele organizac ión in dividualist8. y quiei·cn construir la sociedad p olí­tica m~ts bien a base de células corporativas : all í la Cons titución por consejos de los sovic ;s, aquí la est ructuración grem ial del E stado CGi·por :lí.ivo. Fir:::dmcntc, en ambos siste mas de gobierno e! tituiar c.:!cl poder csw.ial no es· la mayorb d e l p ueb lo , sino t:~, :: nct~U <:'il ~\ m inotia csccQicb, on~::lni:.acb l:n fo;-mn federal. q u e

ClÚ<1·i;:·¡~; c:1 b dict.:J.dura d~l c~ud¡1lo, CO D la única di ferencia .de ~uc 1''-'.1. p~·0cbma el principio nacion0l y r otn el p:·incipio r:·, t <..'':"n~1Cl()l1~"l l . .

E :; i :111:osib l~ qt~it::.. r c,e d e en I!1c(;io es tos n uc \·os fenómenos ,l._; ~ :1 \ ich ~· su1t:1l con solo c.:!llEc:2rlos ck clcgcncracio ncs o anor­., , -, lid ·1 Ll. '..:: e\.' l'!l ::\ <;: n_n' ftc" ci 'lP t ., ¡·¡ sc) lu ")'~l , .. 11. " ""'1 c·r.·.,.-, cl '11st.., l .•• , ~ ... ~;,..... - .. . l .... "-· · :.;.· 1 . ._ .. ~ 4 l .. , • l- ....... . ,_ { (, ~ '-.l~ t<L l:':. , ;.. ..

luccr cspcc i ~dm;;n c t~ b doctrin a política fr:.mccsa 7. Están en p i.c

ccn \·:gm· ~- t'!:cac ia y ,_' 0 :1 ~ il S princir,ios pucckn dzn· t~1nto qw~ :¡;: ,:e;· ~~ l H\l!T'dO como en OLO tiempo b r;_cvu Jución fcanccsa. ~- ... ··:~ :r ·:. :: ~ .. :.:· :-:; :..: ...... ¡J:l:!. de .19 1q r1c }~:'lTl rcs·t~--.l~J~'c:Jo tod:-l~~·í:-t en :t1oclo alp;no el cqui..ii~rio pcrtu rbac:o del si!>!C'TY! ~l de energía política '->-· 1 :l n :r~ ~! c; L::~ ','J::di ciGE :..--s ere Y~d:._l :1 ! ~s ~ U·~' 1~ :ln ~~ido Cor:;.ndos lo:.; rmebloc; vc,1cidos fav;_¡ recen la difusión del bolch evismo, por t·,n ~:1do, .1' del fascismo, por otro v, los Estad os recién ins­Litu :do::. por los vencedores con su ex:1ltaciL>O chauvinista care­cen c.lc cst~1b ili dad p o lítica en u n 2 medida pcligr osG. Con ello renctramos e n b cua r ta ?cna de la vida cst<1ta l :tctual. Como re­prcscn t:mtc p rincipal de b mi sma ¡;uedc vél let· Alem:mia, que

~ . . , .

El E stado moderno 321

cicsde luego está en una s ituaci ón especialmente desgraci<!da. A .. qui no se nece~itan :\iluchas más paiabras, ya que est<1s cosas son familiares a todo el mundo y puesto que aquí n o se ~trata d e dar u na explicación política, s ino sola m en te de p oner de relieve las circunstancias que marcan la diferencia de las cond iciones de la vida política en Alemania frent e a las condiciones normales de u n Eswdo moderno. Al pueblo alemán se le ha hecho hoy imposible la existencia normal de u n E stado nacional, porque se le sigue r eteniendo 1a lib ertad y la igualda d de derechos, las ct:alcs tienen que ser consider adas como condición indisp ensa­ble para ello, y porque mediante la premeditada vulneración y mortificación del sentim iento del h onor nacional se h a d es truido la base sobre b cL:al descansa la ac t uación del E stado n :J.ciona L A esto se añade que los exorbitantes tributos que le han sido irnpucst os con el nomb re de reparaciones, incrementan, en u n a medida peligrosa, los efec tos desvas tadores de 13 crisis econó­m ica general. La soberanía nacional ha sid o prácticamente ;}ni­quiJada, la economía na cional trabaj a para in tereses extranjeros y est::í o.bn.1mad a por !a asistencia a los millones de de desocu­pados, b vida de los ¡x:.rtidos c.::stá cc mplentam cnte d egenerada y fuerza a l gobierno c¡uc n:wcg:1 e n t re los partidos ele las 2!as radic~!les , como entr e Scib y Caribdis, a med idas cEc tJ.!orblcs q ue in ctud o.blem entc no limit::tn todavía de una manera dc ;11;J.­

s iado sensible el de recho de la personal.i dacl libre en b \·ida públic::1, pero q u e n o pucd,~n ser considcr~das como tHJ 3 ma:;era nonm11 de gobernar en e l sent ido nacional-b u r guL;S . Y de una mancw similar o con mayor \ ·igor aún aparece cst <1 contr:J.posi­ción también en otros países de esta cuarta zona , incluso en aquellos que cst<'m en plc<1:1 posesión de la soberanía, co rno Po­Jonio. y Yugosbvia. La gran bcndidur::~ entre b. vid<l cld Estado antes y después de la guerra se hace visible en todc>.s partes . El viejo :m.mdo político se ha desmoro nado; e l nuevo no r¡mestra tncb·: ia ::in[.;t.lna for::1:1 ni dirección fij::~; p~ro ti·~nde h él ci;:: :1lgo distinto del hasta ahor<1 Estndo nacionRl b urgués moderno .

El estrato superior burgnés, que ha soportado hnsta ahora el Estado nacional ele u na maner a pred ominante, parece ir fr e­cuent emente sl encuentro de s u di solución o, por lo menos, ha­ber perdido su influencia p olítica decisiva . En su lugar, e incluso n s; !z.do, vemos destacarse en part e el pro letariado i ndustria l

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Page 16: Hintze, Otto. Esencia y Transformación del Estado Moderno

322 !Jísw;·ia d.: i<~S fo r m as polít icas

v en p::.!r- t e una mul ticoloi· clase m edia inferior, con lé1 p retensión a la domin::tción de la vid.<.:. estatal. El enfoque nacion:1l y el inter­nacional siguen a pareciendo . como contr:::.posiciones irreconcilia­bles, mientras que en el fondo solo se trata de si el nacionalismo man t iene su nota imperialista, como hasta <~hora, o s i adop ta una nota fcd <Talis ta, como pa r ece exigir el fut uro . Porque de las naciones , es t:1s for maciones de his to ri :-t milenar·ia, no debe, rw­turalmcntc, prescindirsc tampoco como portadores de la Yi da futura de los pueblos. Solo c:1bc p regunta rse s i lnn de conservar el d t1ro y c~:clusi·;o cgoi~<<~.o de su ;·a;:ón d e Est<:clo y d::: ~u raLón de cconctnía o ~i ~12n de :1d o p~t\l' en su iugar tli1 J1l ()u.

1U5 v¡·vcndi

n:js hurn:-.P.o , en u>1 .: L:d~1·:: Iismo de Es~aC:os 1iLres ", co:mo decía Kan t . De cilo d~pendc en w:a medicb :¡:;:·cdomin<mte el futu ro ck la vida estatal.

7\fotas

• cn1e~d 11L·r¡' r· <'TII ' ' ' 'l'i d V crfr.ss:.m;;srecJ!I. l 92S. .., • .,, ·• • .. ·' .,.. · · - l 66 e · 1 : A r cllit· fúr So::io.hvisst!nsc;¡:;ft ~md So-::.ialpolicik, vo . . u~ncmo .

pp. 132 !':S . (193!). r¡· 4 l S ' t ·~ r:¡.•ro_,¡¿jisciu; Rc,·;w, \ ! , ' ~Die \Vcncllmg zurn tola en .aa •, e,. ,__ •

(1931 ). • H. Hcllcr , Die $o;;vc:·iú;irát. 1927. ' Die Diaskrtrcn, \·ol. I. • Cf. m i r~cc·nsiún e n b Zs . f. d . gesamte Staatswissc!lsc!wfr, RS, J. p.

6!5. ' Cf . m i rcccn~ión Jel lib ro de D.: J.:¡ VegJ en Ll Zs. ¡'. el. ¡.;cs. S!nats·.,·is·

..<;elL"· ~,':aft J 91, 3, pp . 3S7 s ~; .