hist educac miradas latinoamer
TRANSCRIPT
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7/25/2019 Hist Educac Miradas Latinoamer
1/46
E$GUEH,
Ht$T0nn
YPODER
-
7/25/2019 Hist Educac Miradas Latinoamer
2/46
[oeducocinlemenloln
Hisponoomrico
n
el
siglo
)fflll:permonenciocombio
en
un
enlorno
oloniol
Carlos
Newland*
-
7/25/2019 Hist Educac Miradas Latinoamer
3/46
18
Escuela, historia
y poder
cin elemental
de la poca,
os maestros
y
maestrasprivadas, que
respondan
a a demanda
de educacingenerada or parte
de
hijos de
burcratas,
militares,
comerciantes,
hacendados,
encomenderos
y
artesanos. os
docenteseran
un
grupo
altamenteheterogneo:
staba
integrado
por
inmigrantes
de Castilla, por porfugueses
especialmen-
te
durante a unin
de asdoscoronas), por
unospocos
europeos
o
espaoles, ngeneral ranceses.A estosseagregaron, ronto,docen-
tesamericanos,
ncluyendo
brasileos.
El
grupo
se
presentaba
ambin
como variado
si seconsideran
sus
profesiones
de
origen: era recuen-
te encontrar
maestros que
haban
sido militares,
artesanos
(que
combinaban
su
arte con la docencia),
escribientes,
studiantes
seminaristas
sperando
rdenacin.
Un maestro
e Corrientes,
n el
Ro de a Plata,
habasido enguaraz,
gricultor
y
escribano,
ntes
e
dedicarse
a
la
docencia.' Las
maestras,
ms abundantes ue
los
maestros,
ran
muchas
veces
viudas
o solteras
uscando
na forma
de
sostenerse
conmicamente.
on el tiempo
aparecieron
adavez
ms docentesque
haban
sido aprendices
n una escuela,
o
que
heredabana profesin patemao materna.
Los
establecimientos
ducativos
ranmuy variados:
lgunos
ran-
des, otros
pequeos,
imitndose
a una
habitacin
en una casa.
A
veces
se denominaban
pblicos",
lo
que
significaba
que
estaban
abiertos os quequisieran
sistir
pagando
os aranceles.
as amilias
de mayores ngresos
ontrataban
n maestro
special
ara
sushijos.
denominado eccionista,
sistemapor
el cual
aprenda as
primeras
letrasuna
buena
parte
de a
poblacin
alfabetizada.
Las escuelas
ms
elementales
eran
mixtas,
generalmente
regenteadas
por
mujeres,
donde
se enseaba
lo lectura,
religin,
costura
y
bordado.Los
arancelesvariaban
mucho segn
a educacin
ofrecida:
eran bajos
para a enseanza e la lectura,aritmticay doctrinacristiana;ms
altos
(aproxirnadamente
el doble) para
escritura
y
urbanismo
-
enseados
n una
segundaetapa
,
por
lo que
una buena parte
de la
poblacin
que
saba eer, no
sabaescribir.
El mercado
educativo era
competitivo,
lo que
haca que
a veces
los maestros
uvieran
que
emigrar
buscando ugares
donde ueran
mejor remunerados.
No
fue
raro
que
un maestro
perdiera
alurnnos
ante
otro considerado
corno
superior2,
en os frecuentes
casos
en
que
os
padres
no
queran que
l.Adolfo
Garretn,
Las
primeras
escuelas municipales
en el
actual territorio argentino,
Buenos
Aires, I 952,p.64.
2.Juan Carlos 7-uretti,
La enseanza
y
el Cabildo
de Buenos Aires,
Buenos Aires, 1984,
p.
28 -
a sus
hijos
se es
aplicasen
castigos
corporales.3
El
tratar
de escapar
aese
marco
competitivo
hizo
que,
muchas
veces,
docentes
olicitaran
a los_
abildos
que
se les
otorgara
el monoporio
de
la
enseanza,
privilegio
que
nunca
se es
concedi.
a
docncia
nunca
dej
de
ser
una
profesin
humilde y
sin
gran
retribucin
econmica,
aunque
os
maestros
ecibieron
privilegios
de
os
que
no podan
disfrutar
debido
asus estriccionespresupuestarias:omo los hidalgos,podanportar
l{-nas,
y
ser
acompaados
or
esclavos
armados
con
espadas;
ms
iJil
gu
su
excepcin
del
encarcelamiento
por
los poderes
pblicos.
una Real
cdula
de
1805
equipar
a os
docentes
americans
on
os
espaoles,
ue
haban
sid
gualados
en sus
derechos
a
os
profesores
de artes
iberalesa.
Pese
a
eslasprerrogativas
el
carcter
humilde
de
la profesin
hizo
que
en
gran
parte
la
oferta
docente
estuviera
compuesta
on los
sectores
e a
sociedad
que
aceptaban
etribucio-
nes
ms
bajas,
como
as
mujeres,
mestizos
multos.
Los
cabildos
eran
los
encargados
de
autonzar
y
controlar
la
actividad
docente,
i scalizacin
que
estaba
undamentlmente
irigi-da a los varones.Los ayuntamientos enan a potestad
de
otorgar
a
candidatos
el ttulo
de maestro,
uego
de
que
se verificaran
unaierie
de requisitos
sobre
capacidad
pedaggica,
moral y
religiosa.
Una
Real
Provisin
de
1771
confirm
que
los
docentes
actriaban
ajo
jurisdiccin
municipal
mandando
que
los
candidatos
ueran
exami-
nados orautoridades
eligiosas
comunares,
uienes
eban
nformar
.
sobre-su
impieza
de
sangre
y
buenas
costumbres.
Sin embargo,
ue
muy frecuente
que
los
docentes
actuaran
sin
autorizacin,
es[ecial-
mente
cuando
se ratabade
mujeres
o
varones
que
no
podan
cumplir
con os
requisitos
xigidos,
como
en
el caso
d docetes
mestizos
decolor
o las
escuelas
mixtas, ericamente rohibidas. os mismoscabildosno
mostraban
special
nters
en controlar
a
educacin:
n
amplios
perodos
os
maestros
o fueron
molestados
en
su actividad.
.
Ya
desde
l siglo
XVII
senota
una relacin
especial
ntre
algunos
docentes
particulares
y
los
cabildos.
Al solicitar
autorizaci
para
ejercer,
os
candidatos
a
veces
pedan
ayuda pecuniaria
o
logsiica.
Lo
ms
usual
fue que,
de concederse
i
apoyb,
fuera
a trav"s
e
la
cesin
gratuita
de
una habitacin
donde
ensear;
n
casos
e
saran-
tiz6 al docente
un nmero
determinado
de alumnos,
de
mod-oque
J'DorothyTanck
e Esu"ada.
d^ a lustracin la Educacin n a NuevaEspaa, xico,1985,p. t l8-121.
l,Z,uretti,op. cit, p.
408.
b
e
t
-
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4/46
Escuela,
historia
y poder
pudiera
obtenerun mnimo
de
ingresos.
Por su
parte,
os
docentes e
comprometan
a ensear
a algunos nios
gratis.
La colaboracin
entre
cabildos
y
dgcentes
ue ms relevante en
pueblos
pequeos,
donde
slo funcionaba
una escuela, en los
cuales os regidores
estaban
preocupados
por
lograr la
permanencia
de un estableci-
miento: en
ocasiones a una escuela
que
cerraba se le orden
continuar uncionando.
No
slo los cabildos
apoyaron as escuelas
privadas.
Tambin
laicos
y
sacerdotes ostuvieron
escuelaselementales,
pagando
sala-
rios, inanciando
a construccin
becando nios
pobres.
En 1755,
en Buenos
Aires, la Hermandad
de la
Caridad,
una corporacin,
fund un colegio
para
nias hurfanas
administrado
por,maestras
laicas;el
obispode
Crdoba, osde SanAlberto, nstalaba
n
1.782
una institucin
similar. En Mxico,
en 1767, una cofrada
de
vizcanos
abri
una escuelade nias,
cuya
unta
directiva
estaba
compuestapor
laicos. Todas
estas nstituciones
eran en
general
pensionados,
o
que
hacaque
su mpacto
numrico uera imitado,
ya
queno podanatendera una cantidadelevadade alumnos.
Apate de las
restricciones sobre
moralidad, conocimientos
y
limpieza
de sangre, n
general
os docentes
mericanos o sufrieron
otras estricciones pudieron
ensear
n cualquierade os lugares
en
queobtuvieron
autorizacin.
Laexcepcin
sedio
en algunas iudades
de
Nueva Espaa,
l nico
virreinato
donde,'imitando
Espaa, os
maestros
eagremiaron.
El
gremio
ms mportante
ue el de Mxico,
que
funcion
desde 1601,
y que
agrupabaa todos
los docentes
masculinos
de la urbe.
Con el tiempo la asociacin ograra
ir
limitando
aofertaeducativa:
n 1709 mpidi
el
magisterio
negros,
mulatos
e indios
(que
antes haban podido
ensear),
adems de
limitar la cantidadde escuelas ue podan uncionar en la ciudad,ya
que
slo
permita que
un establecimiento
uncionaseen un radio
de
dos cuadras.
Otras de sus
acciones
estuvieron
encaminadas
que
as
maestras
no ensearana varones,
ni
que
aparecieran
ompetidores
informales.
Fn
ltima instancia,
el
gremio
slo
poda
actuar sobre
a
competencia
legal con el
apoyodel cabildo
ya
que
uncionaba
ajo
su
urisdiccin-
pero parece
que
el ayuntarniento
con frecuencia
no
colaboraba
de buena
gana y
toleraba as infracciones
denunciadass.
S.Sobre a accin del gremio en Mxico y Puebla vase espectvamente:Dorothr- Tanck de
Esu"ada, La educacin ilustrada
1786-1836,Mxico,
1984; Ernesto de
Ia Torre Villar,
Historia de la
educacin 37- 4 .
Las
escuelas
e as
cmunidades
eligiosas
Poco
despus
e a
conquista
legaron
a
Amrica
rdenes
eligiosas
que
nstalaron
conventos
en as principales
ciudades
y pueblos.-Entre
ellos.
estaban
os
jesuitas,
mercedarios,
agustinos,-
ianciscanos
y
dominicos (en los tres ltimos casos,con ramas emeninas).En
algunos
casos
os
conventos
abrieron
escuelas
lementales
nexas.
de modo
de
brindar
nstruccin
a
nios
de os
barriosprximos.
Esta
situacin
ue
un fenmeno
nuevo, ya
que
en
Europa
(y
exceptuando
a losjesuitas),
as
rdenes
lo
brindaron
a
personas
xternas
sus
instituciones
ducacin
ecundaria..Inclusiv
a orden
americana
e
los
belermos,
uyo principal
objetivo
era a
asistencia
e hospitales,
abrieron
en
ocasiones
escuelas
elementales.
Dada
la
escez
de
sacerdotes
n el
continente,
generalmente
se
destinaba
un
hermano
lego o coadjutor
a a
enseanza
rimari
a,
y
raa
ez aun
raile
ordenado.
Las escuelas
ran
en
general
gratuitas
siempreo fueron paralospobres-y no fue raroque
a ellas
asistieran
mestizos
o mulatos.
Los
conventos
emeninos
se
dedicaron
en
menor grado
a a
docen-
cia;
tericamente
eran
de
clausura,
y
lo ms
comn
ire que
aceptaran
internadas,
o que
limitaba
el nmero
de
las
alumnai que
podan
atender.
Por
ejemplo,
en 1733,
haba
en
Santiago
de
Chile
tres
convntos
en que
vivan
algunas
nias,
pagando
por
su
alojamiento
un
"derecho
de
piso"6.
En
algunos
conventos
seasignaba
n
grupo
de
nias a
una
monja
determinada;
otros
funcionabin
ms
bin
omo
colegios.
Por
otra parte,
existi
una
oferta
escolar
mportante
a travs
de comunidades
eligiosas
femeninas,
lamadas
a nces
beateros
o
recogimientos,queno erandeclausurani hacanvotosperpetuos. e
tratabade
mujeres
hermanas),
a veces
erciarias
e
cirtai
rdenes,
que
decidan
vivir
juntas
bajo
un reglamento
y que
se
dedicaban
a la
cnseanza
anto por
vocacin
como para
subsistir.
Estas
asociacio-
nes,ms
o menos
ormales,
undaron
colegiosy
escuelas.
Muchas
veces
reciban
apoyo
econmico
de
comerciantes,
sacerdotes
o
viudas'
que
fomentaban
su creacin.
cuando
el
obispo
san
Alberto
confirm
que
as
aicas
no
funcionaban
adecuadamente
omo
admi-
nistradorasdel
colegio
de
Nias
Hurfanas
de
crdoba,
entreg
a
6,Jos
T.
Medina,
La instruccin
pblica
en
chile
desde
sus
orgenes
hasta a
fundacin
de
fa
Universidad
de
San Felipe,
Santiago,
1905,
pp.
372-373.
f,-
.{'
*
*
i
t'
r
-
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5/46
22
institucin
a carmelitas erciariasT.
La orden
esuita
fue la
de
mayor
presencia
educativa,
ya que
la
enseanza
constitua uno
de sus
objetivos explcitos. La
orden
comenz a instalar
colegiosen Amrica
poco
despus
de su funda-
cin a mediados
del siglo XVI.
Su
proceso
de
expansin se vio
acelerado
or
la ansiedadde
poseer
un establecimiento
e
la Compa-
a quemostrabanpueblos y ciudades.As los sacerdotesecibieron
apoyo de todo tipo: los
cabildos es cedan
errenos,
particulares
es
donaban ondos
y propiedadesy
fueron
muy beneficiados
en testa-
mentos.
Una
viuda
es
dej,en Santiago
e Chile en 1678,molinos,
esclavos
una huerta,con
los
que
nstalaron
el Colegio de SanPablo
en un barrio apartado
y
pobre
de
la ciudads.Este tipo
de
gestos
se
repiti
una
y
otra vez
y
en el siglo XVIII
llegaron a
poseer
una
multitud
de
propiedades
destinadas al sostn
de sus actividades
educativas.Aunque los
esuitas
se concentraban
undamentalmente
en
educacinsecundaria
y
universitaria,
con frecuencia
adosaban
sus establecimientos
una escuela
primaria.
A mediados
del siglo
tenanen BuenosAires una escuelaenel centro de a ciudadcon seis
secciones
de
primeras
letras
y
otra en un
barrio
pobre,
con
dos
seccionese. n el momento
de su expulsin
tenan escuelas
elemen-
tales
en el407o de suscolegios
de Nueva
Granadaro.
Las
rdenes uvieron un
papel
destacado
n el intento de ncorporar
a os ndgenas
a culturahispnica
a a religin
catlica.Muchas
veces
estecambio
cultural se
propuso
a travs de la
escuela,
ya
que
hubo
una continua nsistencia,por parte
de a Monarqua,
de
que
os
indgenas aprendieran
el castellano.
De concretarse
estas ntencio-
nes, os
indgenashubieran presentado
na alfabetizacin
superior a
la de los
blancos,sobre
cuya instruccin
no se insista
anto. Las
rdenes dministraron octrinas,misiones colegios ara os ndios,
en los
que
siguieron dos estrategias
diferentes.
La
primera
fue
la
tentativa
de educaren ntemados
a as elites
ndgenas,
araque
estos
luego volvieran
a sus
pueblosy
fomentaran
o forzaran
a transforma-
cin cultural.
Parael
siglo XVII esta
estrategiaen
general
se haba
abandonado
or
sus notorios
fracasos.
Las ms famosa
de las insti-
T.SobreSan Alberto
y
sus
undaciones
vase:
Purifcacin
Gato Castao, La educacin
en
el virreinato del Ro
de
la
Plata
-
Accin de Jos
Antonio de
San
Alberto
en la Audiencia de
Chacas, Zaragoza, I 990.
8.Zureni, op cit
,
p.
65.
9. Ibiden
l0.Alberto
Martnez Boom
y
Renn
Silva, Dos estudios
sobre educacin
en la colonia,
Bogotd, 1984,
p.14.
L
Escuela, historia
y poder
tuciones,
el
colegio
de
Tlatelolco
de
Mxico
-a cargo
de
francisca-
nos- ya
se
encontraba
en decadencia
a fines
del
siglo
XVI,
eventualmente
rasformndose
en una
mera
escuela
externa
de pri-
meras
etras.
La
asistencia
del
colegio
de
caciques
de Lima
hba
bajado
a
una cuarta
parte
para
finales
del
siglo
xvIIIrt.
uno
de los
ltimos
intentos
fue el
colegio
de
caciques
de
chilln
en
chile,
fundadoen 1697y administradopor los esuitas.La institucin sufri
una variedad
de
problemas
de
alguna
manera
comunes
a los
otros
establecimientos:
os
caciques
se
negaban
a enviar
a sus
hijos
al
colegio y
los que
asistan
olvidaban
lo
aprendido
cuando
voli,an
a
sus ierras.
La institucin
funcion
hasta1723
cuando
se
produjo
el
levantamiento
araucano12.
u,a
segunda
estrategia
ue que
el clero
regular
instalara
en las
reducciones
o
centros
misionales,
escuelas
elementales
que
los
indgenas
ban
a
tener que
financiar
con
sus ondos
comunaies.
un
gran
nmero
de escuelas
e
este ipo
existi y
tuvo
cierto
xito
en os
poblados
ms grandes,
donde
la lengua
espaola
era
til
a los
indgenas.Peroen generalsu impacto fue limitado por una seriede
factores:en primer
lugar,
porque
muchas
escuelas
nientaron
uncio-
.;
I
'
naf en
reas
urales
donde
tanto
la demanda
como la
utilidad
de
la
educacin
eran
bajas.
A
esto
se agregaba
ue
el nmero
de
religiosos
cra
muy
escaso
on
respecto
a as vastas
egiones
que
deban
abarcar,
ya
que
muchas
veces
predicaron
en las
lenguas
autctonas
y
no
en
espaol.Adems,
a poltica
de la
monarqua,
de
reemplazar
clero
ttgular
por
secular
en
algunas
zonas
durante
el siglo
XVIU,
tambin
debilit el impacto
de os
sacerdotes,
a
que
os piimeros
tenan
ms
fecursos
humanos y
una
mejor
organizacin
que
los
segundos.
Un
tolativo
xito
se
logr
en
las
reducciones
suitas
de-
paraguay,
aunqueall se nstruanicamentea un nmero imitado de niosi3.
y
mtodos:
nuevos
enfoques
\{
El contenido
de la
enseanzana
ari
mucho
en a
colonia
v
era
Macera,
Trabajos
e Histori4Zlrza,
1977, I,
245-46.
La instruccinblica
n
Chile,
p.
333-35.
br
el ienn vase:
Pedro
Borges
Morn,
Misin y
civilizacin
en
Amrica
Madrid,
;
.Robert
Ric,ard,
La
conquista
espiritual de Mxico, Mxico,I9g6 ; Dorothy Tanck"Castellanizacin,
poltica
y
escuelas
de
hdios
en el
Arzobispado
de Mxico
a
del siglo
X71,f/",
Historia
Mexicana
XXXVIII:4,
Abril
-
Junio
1989,
701-741.
-
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*
w
t
24
sirnilar
al de la
metrpoli,
donde
se enfatizaba
el memorismo y
la
repeticin.
En
la
primera
fase
educativa se
enseaba leer
mediante
una cartilla
o
silabario, que presentaba
ombinaciones
de letras
con
los
que
se ban
construyendopalabras
luego
oraciones
simples.
Ms
tarde
se
pasaba
a
los catones,
donde
haba ms palabras,
rases
y
breves extos, que
ejercitaban
a lecturara;
sus contenidos
eran
pre-
ponderantemente
eligiosos y de urbanidad. En la segundafaseeducativa
se enseaba
a escribir;
etapa
a las
que
no todos los
nios
accedan,
de all
que
existiera
una diferencia
numrica
entre
os
que
saban
eer
y
los
que
dominaban
la
escritura. Todo
el
proceso
se
acompaaba
on la
enseanza
eligiosa:
se comenzaba
con
los
catecismos
e
Ripalda
o Astete,
donde
se brindaban
os elementos
bsicos
e areligin
catlica, araluego
asar,
nel casode
alumnos
ms
avanzados
y
desde
el siglo
XVI[),
al catecismo
e Fleury,
un
compendio
de historia
bblica
y
de la iglesia.
Estos
conocimientos
tericos
se
acompaaban
on
a niciacin y prctica
de os
sacramen-
tos
y
de
la
participacin
en la Misa.
La currcula
siempre inclua
aritmtica elemental, costura y bordado para la nias, y a veces
geografa,
urbanidad,
elementos
de
gramtica
e historia
y
latn.
Las
escuelas
uncionaban
maanay
tarde, totalizando
unas
cinco
o seis
horas
diarias.
Aunque
as vacaciones
e
verano
eranmuy
breves
una
o dossemanas),
a
cantidad
e iestas
eligiosas
liminabauna
ercera
parte
de los
das
del ao.
En toda
la poca
existieron
prcticas
discriminatorias
contra
aquellosque
no
posean
a"puteza"
deraza,
lo que
nclua
a mulatos,
mestizos
y
negros.
En ciertos
establecimien-
tos
slo
podan
ngresar
blancos,en
otros seseparaba
n a clase
a os
blancos
o indios
(considerados
de raza pur
de los mestizos y
mulatos.
A los
mulatos
y
negros nclusive
se es
prohibi
en
ocasio-
nesel educarse:en Catamarcase leg a azotara un mulato por saber
leery
escribirrsy
l cabildo
de
Caracas eclar,
en 1768,que
a
gente
de color
no
deba instruigser6.
n
otros lugares
existieron quejas
e
indignacinporque
nios de
color asistan
on
blancos
a escuelasrT.
Por
otraparte,
mulatos,
mestizos
y
negros
concurran
recuentemente
14.
los
Torre Revello,
"lni
cartillas
para
ensear
a leer a los
nios de
Amnca
espaola",Thesaurus
xv 960 pp.
2 4
-234.
I5. Iuan
Probst,
"
kt educacin
en Ia Repblica
Argentina
durante
In
poca colonial",
en:
Documentos
para
la historia
agentina, Buenos
Aires,
1924,
p.
XXIX.
16.
M. Fermn,
Momentos
histricos
de la educacin
venezolana
Caracas,
t973,
pp.
26-
27 .
IT.Martnez Boom, Dos estudios sobre la educacin, p. 60; Probst, "La educacin en la
Repblica
Argentina", p.
I){XII;
Zuretti, La
enseanza
el Cabildo
de Buenos Aires.p.47.
a las
escuelas rimarias
de
os
conventos,
donde
al
parecer
no
se es
ponan
en
general,trabas.
La
disciplina
se aseguraba
mediante
una gama
de castigos
corpo-
rales,
el
ms
comn
anodillar
al
alumno;
tros
incluan-encienos,
golpes
en as
manos
con
la
palmeta,
y
azotes,
slo
aplicados
en
casos
extremosrs.
s
difcil_determinar
el
grado
de
us
de
los
castigos
fsicos, aunquees indudable que en el siglo xvlll su utililacin
estaba
sufriendo
crticas,
aunque
ambin
es incuestionable
que
su
uso perdur
hasta
avanzado
el siglo
XIX.
Los
jesuitas
fuern
los
primeros
en
desaconsejar
u empleo
sistemtico.
n
mtodo
prepa-
radopara
os
docentes
e
a
orden,publicado
en 17
3
desaconiejba
los-castigos
orporalesre;
llo
se
reflej
en
un reglamento
"rlu,
plicado
por
la
orden
en
Buenos
Aires
-a mediados
de
siglo_
que
encargaba
los
maestros
que
no
fueran
rigurosos
y
les
indiba
que
no
usaran
a pena
de
azotes
con frecuencia2'.
un
maestro
particuiar
de a
misma
ciudad
en a publicidad
de su
escuela
e 1794:
ndicaba
que
haba
suprimido
os
castigos
corporales,
a
que
se
oponan
al
pudor y la humanidad2t. l plan de reforma,de i790, del colegio
mexicano
san
Juan de
Letrn
admita
como
castigos
el
ayuno]
a
reclusiny,
el cepo,
pero
prohiba
odo
castigo
corporal,
cbmo
los
azotesn.
Al
parecer,
con
frecuencia
eran os
mismoi
padres
os que
imponan
a
los
docentes
el que
no
tocaran
a
sus osr..
En ias
primeras
dcadas
el
siglo
XIX,
la
tendencia
e
afianz:
en
1gl3
se
prohibieron
los
castigos
corporales
en territorio
espaol,
orden
confirmadapor
el
Rey
en
1820.
Ello
se
reflej
en Amrica:
cuatro
planes
presentados
or
maestros
mexicanos
en
os
aos
g10-1g20
pgdan
desterrar
as penas,
ya
que
hacan
que
los
alumnos
fueran
violentos,
hipcritas
y
vengativos2a.
as
ordenanras
municipales
discutidas por el ayuntamiento de caracas en lg20 establec.n
18,
Probst,
op.
cit.
,
p.
XLIil.
19,
n
obra de
Jos
Juvencio,
Mtodo para
aprender
y
ensear,
Frorencia,
1703,
est
lch4ida en Jgy
del
Rey
Fglardo,
La
pedagoga
jesutica
en
la
Venezuela
hispni-
Ct
Caracas,
I 979,
pp.
639-752.
20,
Zuretti,
op.
cit.,
p.377.
2l,Zuretti, p. cit.,
p.tl2.
'
Elisa Luque
Alcaide,
LaBducacin
n Nueva
Espaa
n
el siglo
XVIII
(seviila,
1970),
I 55.
Dorothy
Tanck
de
Estraila,
comp.
op.
cit.,
pp.
120-21,
Aureo
ypez
Castillo,
La
ncin
primaria
en Caracas
en la
poca
de
Bolivar
(Caracas,
nAS, p.
SOO.
LuqueAlcaide,La educacin n NuevaEspaa, .15l
-
7/25/2019 Hist Educac Miradas Latinoamer
7/46
F
Escuela,historia
y poder
prohibicin de os azotes, menos
que
ueran
porfaltas
muy
graves25;
la misma
prohibicin
fue
incluida en un folleto
educativo
publicado
en Puerto Rico
en 1820
y que
recibi apoyo
gubernamental2.
La tendencia
contraria al uso de
los
castigos
corporales
por
inefi-
cientes
y
violentos se
vio acompaada
or
la aparicin
y
desarrollo
de mecanismos
utilitarios
para
ncentivar el apren
dizaje.
En lugar de
mortificar fsicamente al nio por negarse a aprender se busc
incentivarlo con
premios
y
castigos.
Los originantesde
esteenfoque
fueron los
jesuitas:
por
un lado
la
orden
haba desaconsejado
os
castigos fsicos
y
criticado el memorismo
puro, por
otro,
la ratio
studiorum
inclua avanzadas
cnicas
de emulacin,
que
buscaban
exacerbarlacompetenciaentre
os alumnos.
En
el
mtodo
preparado
para
os
docentes
esuitas
se ndicaba
que
a mejor forma de
ncenti-
var el estudio eran
la emulacin
y
el
miedo
a la
vergenza.Todo
castigo deba ser
efectuado rente
al resto de los alumnos
y
siempre
deba haber
un nio rival
que
reprendieraal ignorante,
ucharacon
l
y
se alegrarade
vencerle.En tableros
pblicos
se deban
poner
a
los
nombresde os alumnosexitososen as competencias2?.adaclase
era
dividida en dos
grupos
y
dentro de
los mismos exista
una
jerarqua
en
a
que
se adelantaba egn
el rendimiento
ndividual. A
los exitosos
e esconcedan
os
premios
con
gran
solemnidad28.
ste
esquemautilitario
ue adoptado n
ormacrecienteen
asdcadas
ue
siguieron
a la expulsin de
os
esuitas.
La Compaa
de Mara -una
asociacin eligiosa
con
objetivos
educativos-
tilizabaen sus
cole-
gios
de Mxico, en
el ltimo tercio
del
siglo
XVI[, mecanismos
e
emulacin
y
jerarquas
de
puestos.
Un
plan, preparado
por
un
sacerdote
e Nueva Granada
para
el establecimieto
de una
escuela
en 1789, determinaba
que
se deba lograr
una continua
emulacin
entre los alumnos, excitando as su deseo de perfeccin2e. n la
escueladependiente
del cabildo de
Mendoza en 1786
os alumnos
disputaban
o aprendido
durante a semanaen
"rematesde bandos".
Se
castigaba,avergonzando,
l
peor
alumno
del
bando
perdedor,
y
se
premiaba
a todos os
integrantesdestacados el
grupo ganador3o.
n
reglamento
de escuelas
para
Fuerto Rico indicaba
que
a los nios
-
SYpez Castillo,
La ducacin en Cwacas,
p.
4 .
26A. Cuesta Mendoza,Histonade
laeducacin en el Puerto Rico colonial,
Mxico, 1946,
p.
244.
2TJuvenco, Mtodo
para
aprender
y
ensea\
pasim-
28J. C. Ballesteros,
La educacin
jesutica
en las reducciones
guaranes
(Paran,
1979),
p.
34.
29. Danilo Nieto lnzatw,
Laeducacin en el Nrevo Reino de Granada,
Bogotti, 1955,
p.163-4.
30Luisa Buren de Sanguinetti, La instruccin primaria durnte la dominacin espaola en el
teitorio
que
forma
actualmente la Repblica
Argentina, Buenos Airzs, 1940,
p.
529.
haba
que
nfundirles
una
"noble
emulacin",
los
alumnos
ms
lvan4dos
participaban
n
combates
econocimientos3r
os egidores
del cabildo
de
Lujn,
en
el Ro
de la
Plata,
establecan
u
en la
escuela
el ayuntamiento
eba
omentarse,
ediante
als
y
pre-
mios,
a
competencia
ntre
os
nios32.
El aumento
de la
oferta
y
demanda
educativa
Tres factores
endieron
a disminuir
la
oferta
educativa
en la
poca
borbnica:
a
expulsin
de
os
esuitas,
el decreto
de
desamortizicin
y
las
restricciones
a las
actividades
ducativas
de los
conventos
femeninos.
a
compaa
de
Jess
ue expulsada
e
Amrica
en1767
por
carlos
IIL La
medida
uvo
gran
mpacto
sobre
a
oferta
educativa
de la.regin,
ya
que
signific
la
salida
de
unas
2500
personas
instruidas,
n
su mayora
criollos
dedicados
la
docencia.
dems,
afect a una gran
cantidad
de
propiedades
uyo fin primordi arhabasido sosteneros establecimientos
ducativos.
A mbdo
de ejemplo,
'
en
a
dicesis
de Santiago
chile),
se
suprimieron
14 establebimien-
tos,
en
los
que
haba26
maestros
de primeras
etras33.
a
decadencia
de
a
enseanza
e notara
undamentalmente
en pueblos
pequeos,
donde una vez
desaparecido
l establecimiento
esuita
no
hubo
otro
que
lo reemplazara3a.
as propiedades
que
haban
servido para
Eosteneros
establecimientos
ueron puestas
bajo
la administrain
de_Juntas e
Temporalidades compuestas
or
autoridades
civiles y
;cclesisticas),
que
en cierta
medida
ntentaion
que
as rentas
siguie-
ran
financiando
actividades
educativas.
En aleunos
caso-s
se
, .
pbsidiaron
escuelas rivadas, n otros,escuelas onventuales;n
unas
pocas
ciudades
os
bienes
sirvieron para
inanciar
las primeras
cscuelas
omunales.
Pero
a regla
general
ue la
mala
administracin
de
estas
propiedades
su creciente
deterioro.
En 1798
se
suspendie-
fon'las
emporalidades
sedestinaron
os
fondos para
cubrir
r
deuda
ional espaola
suspendindose
os
sueldosque
con
ellas
se
- aunque
en muchos
casos
no
se iquidaron
los inmuebles
en
Lpez
Yustos,
Historia
documental
de la
educacin
en
puerto
Rico 1503
-
1970
1984, p.229,233.
Las primeras
scuelas
municipales,
.
24.
Lstantino
Bayle,
Espaa
y
la
educacin
popular
en
Amrica
Madrid,
1941,
p
fue
el caso de La Rioja. Vase: Probst, op.
cit.,
p.
CXIV.
79.
-
7/25/2019 Hist Educac Miradas Latinoamer
8/46
Escuela,
historia
Y
Poder
Escuela, histaria
y podef
29
28
que funcionaban
los
establecimientos.
En
general
el efecto
de
la
&pulsin
de
a orden
fue
mayor
sobre
el
nivel
secundario
y univer-
sit'ario
que
sobre
el
primari,
sector
en
el
que exista
una
oferta
educatiVla
que podfa'reemplazar
a
la saliente,
como
las
escuelas
particulares
y conventuales.
una
medida
perjudicial
ms
general
ue
el decreto
de desamortiza-
cin de 180a, que determinabaque todas las propiedades e
fundaciones
u
obras
pas
americanas
eban
ser
vendidas.
Los
fondos
obtenidos,
unto
conius
capitales
quidos,
deban
ser
depositados.en
el,tesoro
1,
que
pagara
pbr ellos
ntereses.
a
medida,
quetambin
comprenda
ulor^fondor
de
las
comunidades
de
indios,
afect
los
,"",riro.
de muchas
escuelas,
olegios
y
establecirnientos
eligiosos
educativos,
ya
que
el
pago de
intereses
no
fue
regular,
y,
con
la
independencia
s
capiiales
se
perdieron
irremediablemente3s.
a
otra'clisposicin
ue
stringi
abferta
educativa
ue
la
real orden
de
1774
*oe
prohib?a
a nias
ser
educadas
en coRventos,
beateros
o
,""ogi*i"ntos
cuyo
fin
no
fuera
propiamente
educativo'
Por
ello
rnu"u.
nias
saliron
de ascasas ereligiosasdondehaba ecibido
educacin
elemental
hasta
entonces
y
algunas
se
pasaron
a estable-
cimientos
autorizados.
lgUnas
nstituciones
que
vivan
de a
docencia
se
transformaron,
de
modo
de
eludir
la
prohibicin.
La
orden,
impopular
en
algunas
ciudades,
ue
revocada
en 179636
ia lisminucin
de
la
oferta
de
enseanza
ausada
por la
poltica
estatal
se
vio
ampliamente
compensada
or una
creciente
actividad
educativa
por parte
de
instituciones
religiosas,-particulares
aicas
y
de
os
uyutatni"tttos.
Este
movimiento
de
a
oferta
era
a contrapar-
tida de
ia alteracin
de
la demanda
de educacin
ocurrida
desde
a
segundamitad del siglo XVI[,
consecuencia
del
crecimiento
de
la
poilacin,
y
de
la
mayor
actividad
econmica' Por otro lado, las
posibilidades
de
ectura
se
ampliaron,
ya que comenzaron
a
hacerse
,n,
"ornon"s
las
mprentas
ocals
que
publicaron
obras
pedaggi-
cas,
religiosar
y plfticas-
y
aparecieron
peridicos
en
distintas
ciudadeJ
Com
jemplo,
la imprenta
existente
en
Buenos
Aires
public,
desde
7Z
aita
1783,
ms
de65000
cartilfas,
000
catones,
26OO
ablas
de
contar
y
13500
catecismos3T.
n
Mxico,
durante
el
35.
Estado
en
la Amrica
espaola,
Panplona,l990),
pp' 302-315;
Dorothy
Tanck
de
Estrada,
,,Itts
cortes
de
Ciz
y
el
desarrollo
de
la educacin
en Mxico"
Historia
Mexicana
XXIX:I,
1979,
P.
23.
36pilar Fozy Foz,Larevlrcin pedaggicaenNuevaEspaa
1754-18202vo1.,
Madrid,
1981.
.264.
3TTorre
Revello,
"Las
cartillas
para ensear
a
leer",
p' 226
siglo
XVI[,
secuadruplic
el nmero de obras mpresas
espectodel
siglo anterior3s. inalmente
gxisti
un
importante volumen
de libros
importados,
muchos
de ellos tericamente
prohibidos.
Una
primera
respuesta
al aumento
de demanda lo dieron
los
rnaestros
particulares.
Una
parte
de ellos ejerci legalmente,
con
autorizacin
de los cabildos
y
cumpliendo todos los
requisitos. A
fines del siglo XVIII, ap]recen n Lima escuelas rivadassofistica-
das,
que
enseaban
las elites no
slo
las
primeras
etras sino
otras
materias,como
pintura,
francs
y
dibujo3e.Algunas de as nstitucio-
nes eran creadas
por
Sociedadesde Amigos
del Pas o similares,
como ocurri en Veracruz,
Trujillo
y
I
a Habana4.
Sin embargo,no
fueron as escuelas
utorizadas as
que
dieron a mayor respuesta
a
demandaeducativa,
sino las ilegales,
que
formaban
parte
del
sector
informal de la enseanza,
onstituido
por
maestros
blancos, mesti-
zos,
mulatos,
negros
y
mujeres
(con
escuelas mixtas),
todos los
cuales
no estaban
autorizados
a ejercer la docencia. Este sector
es
conocido
gracias
a las denuncias
dirigidas a los maestres legales,
dgnuncias epetidascon mucha recuenciaen toda Amrica a finales
del siglo XVI[.
Fl
rector
del
Colegio
Seminario
de Popayn se
queja.la
de la
arbitraria libertad
para
abrir escuelas
que
existaar;
en
$xico
el
gremio
de maestrosdenunciabaen
1813 a mujeres
que
sido antes
costureras,sirvientas
y
cocineras
por
establecer
"a
su antojo"42. Jn
sndico de la ciudad
de
Quertaro
en 1789, a cantidad
de
escuelas
e.mujeresmixtas que
haba
en la
ciudada3.En Nueva
Granada
y
en Puerto Rico,
los
maestros
icenciados
se
quejaban
de la existencia
de
"maestros
intrusosl'
(que
incluan militares
retirados)4. Simn Rodrguez,
:maestrode
Bolvar,
se lamentaba
en
1795
que
artesanos etirados,
peluquerosy barberosse dedicarana la docenciaas.
Tambin
las rdenes
y
asociaciones religiosas
se sumaron al
de
a
oferta educativa.Durante
a segundamitad del XVm
Torre Revello,
El libro, la imprenta
y
el
periodismo
en Amrica
durante
a
:in
espaola,Baenos
ires,1940,
.
103.
rcera, Ttabajos
de
Historia
l/, 258.
Shafer,Tlrceconomicocieties
n thespanish orl
1763
l82l),New York, 1958, p
18 .
Boom,Dos estudios obre
educacin,
.
30.
y
Foz,op.eit., ,271.
Alcaide,
op. cit.,
p.
l5l.
z
Yustos, istoriadocumental
e a educacin,
.
49; MartnezBoom,
Dos estudios
edacacin, p. 29
Castillo, La educacin
en Caracas,
p.
J58.
-
7/25/2019 Hist Educac Miradas Latinoamer
9/46
31
0
E
scu
eta,''
s;toria
Y P
gd
e
Escuela, historia
y poder
existi
una
tendencia
a abrir
escuelas
por
parte de
os
conventos
que
antes
no las
haban
enido.
En
un
capitglo
provincial
de
los
domini'
cos,
de
L767,
se
estableci
que todos
los
conventos
deban
tener
escuelasa.
imilar
disposicin
surgi
de
captulos
de
los
francisca-
nos
en
1754
y
177
,qu-e
eterminaba
astigar
a os
padres
guardianes
lu"
no
establecieran
escuelasaT.
n
Buenos
Aires,
en
este
perodo,
ircticamente
todos os conventosmasculinosabrieronsusescuelas
ilementales.
En
algunos
casos
ue
el
poder
civil
el
qUe
quisoforzar
a
los
conventos
a
ponerlas.
En
1792
el
sndico
procurador
.de
Guadalajaraproponapedir
alos
conventos
de
aciudad
queno
tenan
escuehslqur
tur uU"iun,
pero
slo
uno
o
hizoa.
Al
final
del
perodo
colonial
eite
proceso
se
aceler,
ya
que
una
resolucin
pontificia_de
1817
peda
que todos
os
conventos
uvieran
escuelas,
rden
que ue
reforda
pt onu
cdula
real
en
1818.
El
caso
ms
importante
se
produjo
en
a
ciudad
de
Mxico.
En
1786
el
virrey,
a
nstancias
de un
ieaiA
del
cabildo,
oblig
a
todos
los
conventos
y parro_quias
e
la
indaaabrir una
escuela
gratuita.
Antes
slo
haba
seis
de
este
ipo,
y
luego
de
la
orden
abriron nueve ms. La medida signific la
ecaJencia
definitiva
del
gremio
de
maestros,
l
que las
nuevas
escuelas
quitaron
alumnos;
este
gremio,
por
otra-
parte,
sufra
la
"o*p"t"nia
de
as
escuelas
legales.
Mientras
Q' _el
gremio
tena
33
*u"rt
ot
en
1786,
slo
le
quedaban
cinco
en
I7974e
una
tercera
espuesta
a
demanda
educativa
a
dieron
as
escuelas
que
por vez
prirnera
establecan
os
cabildos
y
que
fueron
el
antece-
d"n d"
la
-moderna
escuela
pblica.
Surgieron
de
dos
races:
la
primera
fue
la
escuela
privada
subsidiada
por,1o
ayuntarnieltos,
iuyo
subsidio
en algn
momento
pas a
ser
otal.
En
segundo
ugar
(y en algunos casoi los cabildos lograron
disponer
de
las.
entas
jsoitar
i'atu
establecer
scuelas
ratuitas.
En
las
ltimas
tresdcadas
el
sigl'o
se
establecieron
escuelas
municipales
_en.
Montevideo,
BuenJs
Aires,
La
Rioja,
Concepcin
del
Uruguay,
Luj1,
Caracas
Mxico.
En
algunas
irrduder
xisti
ms
de
una
escuela
comunal,
como
en
Mxio,
Buenos
Aires,
San
Luis
Potos
y
San
Juan
de
Puerto
Rico,
fundaciones
que
se acelerarondespus
e 1800.Cierros cabil-
dosdestinaron uentesde
inanciamientoespecficas
ara
sus
escuelas.
En Colonia era lo
producido por
el abasto; en Buenos
Aires lo
aportado
por
los
puestos
de
pan
en la Recova;
en Concepcin del
Uruguay lo obtenido
de
los impuestosaplicados
sobre una
gama
de
productos
y
servicios.
El aumentode a ofertay demandaeducativase nota en os lugares
para
os
que
se
poseen
datos: en La Habana,
a
fines
del siglo XVIII
habfa39 escuelas, n 1801,
60
y
en 1816,
82; el nmerode alumnos
se haba multiplicado en el lapso casi cinco vecesso.
n Guadalajara
el nmerode establecimientos umentde
seisen 1780a diez en 1800
y
a20
en 1821,
buena
parte
de a expansin orresponda
l sector
privado5r.
n
Caracas
aba,
en 1809,12 escuelas
para
181.5,2252.
LaciudaddeMxico
yatena,
en 779,l2l
maestros on escuelas
91
de ellos mujeres); all la tasa de
escolarizacir1 era alta,
quizs
alrededorde
un
50Voen las ltimas dcadas
anteoresa la
indepen-
dencia53. a escolarizacin tambin ira
aumentando en Buenos
Aires, donde era del 33Voen ll73s4. En la misma ciudadun informe
de 1797
ndicaba
que
as escuelas
articularesy
conventuales
staban
"pobladas
de nios"55.En
San Juan
de Puerto Rico
la tasa
para
los
nios blancos en 1777 era del 507o
los
blancos epresentab n el 80Vo
de
os nios)
y
en a sla
se
verific a
principios
de
siglo un mportante
aumento
de escuelas:en la capital el cabildo debi nombrar
a
un
regidor
para
ocuparsede o educativo56. lgunos testigosde a poca
sin duda exageraron
a difusin de la
educacin:cuando el marino
y
naturalista Flix de Azara visit el Paraguay a fines del XV[ I,
,
coment
que
en cada
pago
haba
un
maestro
de escuelas, alnflcff
simples
ornaleros
saban
eer
y
escribirsT.
Todo este aumento de actividad educativa se daba a travs de
escuelas
onventuales,municipales
y
mayoritariamente
por
las
par-
ticulares.
Lo descentralizado el sistema, su
nformalidad,
produca
SlAntonio
Bachiller
y
Morales, Apuntes
para
la historia de las letras
y
de lainstruccin
de la Isla de Cuba 3 vol., La Habana, 1859-61,1,7-10.
Castaeda,
La educacin en
Guadalajarq
pp.
90-9l,.
'pez
Castillo,
La
educacin en Caracas,
pp.
194-196.
La educacin
lustrada 786
1836,
p.
161-62; 01-201.
"Ln
educacin n Ia Repblica rgentina",
p.
CXLW.
La enseanza el Cabildode BuenosAires,
.
123.
Iatos, Historiadocumental e a educacin n PuertoRico 1503 1970, p. 39;
46 Zurexi,
La enseanza
y
el Cabildo
de
Buenos
Abes,
p' 384'
47Buren,
La
instruccin
pt'.manu
p.
140-
4SCarmen
Castaeda,
La educacin
en
Guadalajara
durante
a coloni
1552 -
1821,
Mxictt'
1984,
.
197.
ISDrirny Tanck de Estrada, "Tensin en la Torre de-Mafil.
ln educacin
en
la seguntlu
mitad
del"siglo
xvIII
mexicano",
en:
loseftnazoraida
Vzquez
et.
al. Ensayos
sobre
histonr
de
la educaiin
en
Mxico
Mxico,
1985,
pp.
64-65'
de Azara, Memorias,Madrid,
1847,
p.
6.
-
7/25/2019 Hist Educac Miradas Latinoamer
10/46
32
Escuela,
historia
Y
Poder
una
realidad
muy
heterognea.
n
primer
lugar,
la
of"{u
estwo
o*inuu
cuantiiativamente
or
maestras
escuelas.
ixtas._En
r"gono
ogar,
n
algunos
asos
as
escuelas
ueron
nterraciales.
as
"o"nu"ntuus
eciban
ios
de odas
azas blancos,
mulatos,
egros
ymestizos,ytambinaparecenescuelasparticularesquelohacan.
n Cuba,"n
1801,
-o"or
maestros
e
color
enan
en sus
escuelas
Ui*ro, y negrostd.Enaracas,n1815, l27qo e asescuelasran
irt".u"f"r]y
el
mismo
porcentual
e
os
docentes
ran
de
colope.
En
Nueva
Grnada
pa.ei"n
escuelas
aramestizoso,
mientras
ue
en Mxico
entre
as
maestras
abfa
nias,
mulatas
mestizasr.
estaba
entregado
a
la holgazaneray
t la
ignorancia,
careciendo
de
costumbres
siendo
perjuoiciat al
Estado.
Pedfa
a
intervencin
del
gobierno en
a
vigilancia
e nspeccin
de a
educacin,
que recomen-
aba
que
fuera
pblica
y
gratuita. El
Estado
era el
primer agente-
ue
deba
rdenar
y
poner en movimiento
la
mquina
educativa,-median-
te un
plan unifrme65.
n todos
os lugares
se
defenda
a difusin
de
la edcacincomo cosapriblica: el gobernadordeParaguay,Lzaro
de
Rivera,
afirmaba
en
1796
que odos
os
ndividuos
de una
sociedad
bien
reglada
deban
saber
leer,
escribir
y
contar6;
un
ployecto
presentado
a ciudad
de
Mxico
en
1786
ndicaba
que
e-l
odeto
que
-tnr
int"t"ruba
a
la
religin
y
al
Estado
era
a educacin67.
n
Puerto
Rico
un
miembro
destcado
de
la Sociedad
Econmica
de
Amigos
del
Pas
peda enseanza
gratuita
y
financiamiento
comunal,
para
impedir
de
"ua
manera
que existieran
hombres
perjudiciales
al
Estado8.
Coherentemente
on
estas
expresiones,
n
ocasiones
el
poder
poltico
mandaba
o
invitaba
a
a creacin
de
escuelas.
Un
acuerdo
del
iabildo deBuenosAiresde 1788manifestabaupreocupacin or a
falta
de
educacin
elemental
en
a campaa
bonaerense
sugera
que
se
excitara
a los
sacerdotes
ara
que
establecieran
scuelas
elemen-
tales6e.
n
Nueva
Granada,
en
1790;el
virrey Jos
de Espeleta
orden
a
todos
los
cabildos
promover
el
establecimiento
de
una
escuela
pblica
y que asignaran
os
fondos
necesarios
paf
l9*9nerla70'
El
'dir"orro
pi"liminr
de
la Constitucin'espaola
e
1812
postulaba
que la
eucacin
deba
ser
general
y
uniforme.
La
Constitucin
eterminaba
que
en
todos
los
pueblos,
los
ayuntamientos
deban
establecer
financiar
una
escuela
de
primeras
etras,
e
indicaba
que
toda
persoa
que para 1830
siguiera
analfabeta
no
podraejercer
los
derehos e ciudaiana7t.Tambinaparecenosprimeros ntentosde
imponer
la
obligatoriedad
de
la
instruccin.
En
Buenos
Aires
un
acerdo
del
cabildo
de
1722
peda
que se amonestara
a
los
vecinos
que no
mandaban
los nios
a la escuelaT2.En
77O,
l
gobernador
de
puerto
Rico orden
a
los oficiales
de
los
partidos
de la
isla
que
65Martnez
Boom,
Dos
estudios
sobre
educacin'
p. 107'
TTanck
de
Estrada,
d.
La
llustracin
y
la educacin
en
Nueva
EspaL
p'
109:
68Lpez
I'isos,
Historia
documental
de
la educacin,
pp.
226,
235'
69Aolfu
Garretn,
La
instruccin
primaria durante
la dominacin
espaola
en
el territorio
que
foima
actualmente
la
Repblica
Argentina,
Buenos
A"es,1939'
p'242-3
iLMartnez
Boom,
Dos
estudios
sobre
educacin,
p.
70.
7tYpez
Castillo,
La educacin
en Caracas,p. 35.
T2Ziretti,
La enseanza
y
el Cabildo
de Buenos
Aires,
pp'
75-76'
Un
rol
p ra el
Estado
Una
nueva
dea
que aparece
on
fuerza
creciente
n escritos
y
documentos
ficials
a
iin"r
del
siglo
XVIII
es
que al
Estado
e
competenosasuntos ducativos. ecomenzaron nvocar'
en avor
de
enseanza,
rgumentos
e
ipo
social
y ec,onmico,n ugarde
iuron",
individualJs
religiosas.En
sto
se
eflejaban
asopiniones
de
autores
polticos
espioles
omo
Campgmane.s
Jovellanos
ambos
edien
Amrici-
que
pedlan
educacin
instruccin
ara
"iuili"-
a as
poblaciones;
lonapoblagin
nstruida
e
ntegrara
pofiti"u-"nte
y
sera
til
a
la sociedad.
n
general,
e
equiparaba
civilizacin
con
aboriosidad
estabilidad
oltica,
y
barbarie
on
ociosidad
anarqua.
n
Crdoba,
l obispo
os
e
san
Alberto
se
quejaba
a
situacin
e
as
zonas
urales,
onde
os
habitantes
o
niun
suficiente
nstruccin
i
deseos
e
mejoramiento
conmi-
co62. emanera imilar,ManuelBelgrano, ecretarioel consulado
de
Buenos
Aires,
se
amentaba
e
a
situacin
orrorosa
ue
presen-
taban
os
habitantes
de
la
pampa'
que vivan
al
margcn
de toda
autoridad
ivil3.
n
diputad
e
scuelas
e
San
uan
e
Puerto
Rico
describa
a
uventud-co*oociosa,
iciqsa
e gno_rante,
in educa-
cinn.
En
Bogoc,
n
artculo
expresaba,
n
1808,
que
el
pueblo
SSBachiller
Morales,
Apuntes
para a historia
I,
9',
-
S9Ypez
Castilla,
La educacin
en Caracas,
p'
194-96'
60Martnez
Boom,
Dos
estudios
sobre
educacin,
'
2&
ITanch
La
educacin
lustrada,
p.
162.
621.de SanAlberto, CartasPastorales,Madrid, 1793'pp' a'5'
63Manuel
Belgrano,
Escritos
conmicos
Buenos
Aires'
1945)'
'
122'
AipiiiVuttit,
Hiitoria
documental
e
a educacin
n Puerto
Rico
1503
1970'
p.
226
-
7/25/2019 Hist Educac Miradas Latinoamer
11/46
34
Escuela,
historia poder
indicaran
os padres
que
deban
enviar
ar
menos
a
mitad
de
sus
hijos
a a
escuela,
ualquiera
uera
su
raza73.
n
la
misma
sla
se
declar
en
1q9t
t"
obligatoriedad
generalTa.
a
villa
de Lujn
determin,
en
1773, qae
os padres
que
no
enviaran
a
sus
nios
la
escuela
eran
multados;
en
el mismo
pueblo
un acuerdo
de
su
cabildo
en 1g10
determinaba
que
aquellos
que
a los
16
aos
ueran
analfabetos
eran
destinados a miliciaTs. l gobernadorntendente ecrdobaenvi
a los
curatos
en L79r,
nstrucciones
ara
que
os
ueces
obligaran
a
los padres
a enviar
a sus
hijos
a la
escuelaT6.
una
ltima
tendencia
es
el creciente
ntento
de
politizar
los
contenidos
curriculares.
A los
ms irmes
adherentes
li
monarqua
les preocupaba
ue
no existiera
en a poblacin
una
sumisin
abso-
luta
al
monarca,
acorde
con
las
deas
vigentes
sobre
el
despotismo
ilustrado.
De
all que
secomenzaran
prducir
catecismos
olticos
para
ser
utilizados
en
as
escuelas
e
modo
de
nculcar
os
correctos
sentimienros
e lealtad.
El
obispo
san
Alberto public
en
l7g4
el
catecismo
Real, que
prcticamente
deificaba
al-monarca.
Las pre-
guntas respuestasncluan: ElReyest ujetoal pueblo? No,gu"
esto
era
sujetar
a
cabeza
los pies',;
.euien
a desprecia
l
Rey
b a
sus
Minis_tros,
a
quien
desprecia?
A Dios,
qu
dice:
euin
a
vosotros
desprecia,
mi
me
desprecia77."
urante
su
estada
omo
gobernador
e a provincia
de
Mojos,
Lzaro
de
Ribera
mpuso
una
Breve
Cartilla Real
(que
en
1796 propondra
para
paragay)
que
expresaba:
Quien
soisvos?
Soy
un fiel
vasallo
del
Rey
de Eipaa;
Quien
es el
Rey
de
Espaa?
Es un
Seor
tan
absoluto
q"
no
reconoce
superioridad
en la
tierra78."
El
presidente
de
la
Junta
superior
de
caracas
orden,
en 1815,
que
en las
escuelas
e
deba
inspirar
idelidad
al
Rey
y
obediencia
a s
autoridades.
ecomendan-
do a difusinde a historiade Espaa omoun mediopara ograr a
unidad
del
reinoTe.
a
enseanza
n avor
del
despotismb
e
coenz
a
convertir
en
democrtica
y
constitucional
uego
de lgl2.
En
Caracas
aparecen
atecismos
que
reflejan
las
deas iberales
espao-
las
y
que
explicaban
a
constituci
6n de
cdiz8..
Francisco
Tadeo
de
73Juan
Jos
osuna'
A
history
of education
in
puerro
Rico,
R/o
piedras,
1949, p.
17-Ig.
74Lpez
fstos,
Historia
documental
de
la educacin.
o.
47.
7
Szurctti,
La enseanza
y
el Cabildo
de Buenos
Aires,' p.
7s
76
Garretr,
Las
primeras
escuelas
municipales,
pp.
72-74.
76Probst, "La
educacin
en
Ia Repblica
Argentina", p.
cii.
77Jos
de San
Albeno,
Cartas
pastorales,
MaLdrid,
ZOS, pp.
76,
I 17.
TSMassare,
La instruccin
pblica
en la
poca
colonial, p.
ZZZ_ZT.
79YpezCastillo, La educacinen Cancas, p. 32.
8}Ypez
Castillo.
La
educacin
en
Caracas.'pp.
223-236.
Rivero
peda
en
Puerto
Rico
que
se.ensearan
n
las
escuelas
rudimentos
e
potitrca:
iot
f"t
iin"s
obtendran
n
catecismo
e
a
constitucin
ue
AeUeriffirender
de
memorias''
n
Mxico
apare-
ce,
en
1820,
a
cu"ili"T
bt""it*"
el.Ciudadano
onstincional
dedicada
a
la
ditusiil
;-i;;;;;s.liberales
v
constitucionales
espaolas.
o
puede
xtraar
ue
este
'tipo
de
haterial
didctico
or"o",rpuru F",nuniJVii' q;b" en
tgto
decidi
prohibir
os
iatecismos olticos82'
Conclusiones
El
perodo
orbnico
e
presenta
n-c-uaTto
a
educacin
lemen-
tul
como
d"
"onunuiiJi';;"'
Muchas
de
sus
caractersticas
fueron
coloniales,
#?t;"
"*ryP"t
los
desarrollos
el
siglo
XIX:
la
tendencia
;J;ilnacion
de
os
castigos
orporales
e
volvi
con
el
tiempo
ms
intensa',
ungue
su
uio
sigui
siendo
bastante omn d"[;;;;" la r.n-depenncia'a aplicacin
de
mtodos
ompetitivill
"ti*i
omo
mecanismo
e ncentivo
para
os
alumnos
"
ili#;";;;;;iT
co1
a
imposicin
el
mtodo
iancasteriano
"'pu'-iJl-z'
A
finales
del
siglo
xYIil
se
comenzo
a
hablar
e
a
eucJJin
"i"*"ntur
como
un
ma
de
preocupacin
pblica
y
se
utilizll;';t;;;;:
;"*
la
necesidad
ocial
de
instruccin'
* r"J't"Ji"
t"p"'iot
p-or
os
reformadores
duca-
tivos
decimonnico"'Aparecieron
n
esos
mismos
os
asprimeras
escuelas
municipdls'
;i;;d*;"
directo
de
as
escuelas
blicas'
junto con
a
d"a
de;b;;;;**^"**
*cir
que
su
concrecin
ue
Lspordica
en
general
naphcaote'
1crecimie"toe alrJ;t J9ry"da educadva n
a
ltima
parte
del
XVIII
,"
rog' iuJi;;;-h
fundacin
de
escuelas rivadas'
religiosas
-oni"i"pul;:;;f*
un
fenmeno
articular'
a
que
a
prxima
r*
"*noynl;;ht
- i
ll
seeunda
itad
del
XIX-
se
produjo
a
travs
;;;t;;;Lntralizad
en
el
que
predominaron
escuelas
"rru,t"''
"Ei
"it"il*"
educativo
e
dio
undamenalmen-
8ILpez'yi l .sfos,Histor iadocumentalde-laeducacin,pp.23I .32.
;;ls:"b-?:::::',i:,h:"0::,:Xi::;-;:#nlol'')t
"rto
xtxvase:
artos
ewtand"'La
educacin
'le*'ntot
'n'ii '^t'i 'i i i '
"''"'n
*il| ''ic'ia
hasta
a
centralizacin
e
losistemasdu'"u"""'"{'}";'"i '
nipon'
l^"''n-
H'to'/jol
eview
l:2
(1991)'
p'
335-364.
-
7/25/2019 Hist Educac Miradas Latinoamer
12/46
36 Escuela,historia
y poder
te
en
las
ciudades.donde existieron tasas de escolarizacinno
despreciables.En la campaa,donde predominaba a poblacin
indgena, aalfabetizacin fue mnima,
al
menoshasta
principios
del
siglo XX8a.
-
7/25/2019 Hist Educac Miradas Latinoamer
13/46
Historiogrofo
Educocin
enCosiq
ico:
n
qporte
Astriit
Fischel*
-
7/25/2019 Hist Educac Miradas Latinoamer
14/46
38
Escuela,
historia
y poder
control
sobre
estos
mecanismos
y
en
particular, a educacin-
es de
una
mportancia
crucial.
Por esta
azn,
a historiografa
costarricen-
se requiere,
de manera
particular,
del estudio
de
la ideologa,
aun
cuando
o ideolgico
ha
sidode
suyo
gnorado
minimizado.
La obra
El uso ngenioso
de a ideologa
en Costa
Ricates
un trabajo
pionero
en estecampo: pretendesuperar os lmites de los estudios radicio-
nalessobre
poltica
y
educacin
or
medio
deuna
sntesis
nterpretativa
de cincuenta
aos
de
historia
nacional.
Poltica v reforma
educativa
Los
estudios
obre
el sistema
ducativo
n Costa
Rica revelan
que
los
movimientos
de cambio
profundo en
educacin
se
gestaronal
calor de
una ransformacin
ntegral
del
Estado;
entrode
esa
gica
de
cambio,
el sistema
ducativo
dquiri
especial
eso
fuerza.
Bajo
tales circunstancias,a reforma niciadaen la coyunturade 1885-
1889
fue un
proceso
que
se
inscribi
dentro
de los
parmetros
constitutivos
e un
nuevo
proyecto
poltico,de corte
iberal2.
ajo
a
proteccin e
preceptos
olticose ideolgicos
oncretos,
l sistema
educativo
se eestructur
omo resultado
de
una nueva
concepcin
de
la sociedad,
a
economa
el Estado,
se
convirti
enuna
herramien-
ta
ideolgicabsica
de capacitacin3.
Despus
de 1890,
se
vieron reiteradamente
rustrados
os
intentos
por
concretar,
en
el sistema
educativo,
una
profunda reorganizacin
que
estuviera
en concordancia
con una
gica de
reforma
generaldel
Estado.
Por esta
azn,El uso
ngenioso
de a
ideologa
en Costa
Rica
hacenfasisen a conyunturade l9l4-t917 , dada a relevanciade as
opciones
que
entonces
ueron
propuestas.Bajo la
administracin
GonzlezFlores,
as
polticas
educativas
no seelaboraron
en el
vaco;
se
definieron
en un
momento en
el
que
a estructura
del
rgimen
se
hallaba
bajo
severa
presin hacia la transformacin
global. De ah
que
cambios
efectivos
y
permanentes
en materia
de
educacin
pudieron haber
cristalizado
slo
si las
propuestas econmicas
y
l.Fischel,
Astrid, Editorial
UNED,
San Jos. 1992
2.Costa Rica
ha expernentado
solamente
dos cambios
profundos en
materia educativa:
thrunle la dcada de
los ochenta
det sigto
XIX,
y
despus
de 1948,
baio el
"modelo
Rel i rnt i t tu".
I
l"l,trlrcl,
Asfl il,Consenso Represin.Una
nterpretacin
ocio-poltica
e
a educacin
r ff
lf
flFffBo, \tut ltn4, Iitl i torial Costa
Rica. 1987.
polticasdeGonz|ezFloreshubieransidosancionadasyaceptada
Aunque
u
*u,"u-i"iot*it"
iniciada
en
el
campo
e
a
educacin
n
l9l4habrad";;;;;;ra
1924'fecha
en
la
cual
fue
totalmente
revertida,
o,
u"ilt*i*i"r,".
polfticos
del
perodo
pusieron
de
relieve
"r
"uut"
Joii"lu.."J""u"ion'
En
una
pogl
deeelaboracin
del
..pacto
soclali,
el
ms
mportante
ehcul,o
deolgico
adquiri
particular uto'i
"onttot
:oPt" :tt?-ecanismo clave
se
convirti'
por
anto,
"n
""
ponto
rucial
de
a
ucha
poltica'
El
estado
de
la
cuestin
La
investigacin
istrica
n
Costa
Rica
ha
estado
strechamente
ligada
A".u"oiioe
as
ciencias
ociales'
ntes
e
adcadade
os
setenta,
ue
r;;;;
aos
de
intensa.
ctividad
"::-9-".,T]:"
en
las
;;;il
sociales
humansticas,
ales
estudios
stuvreron
arca-
dos
por
"onriO"lu"i*t
"
tipo
poltico
legal'
as
cuales'
su
vez'
se dentificabanlaramenteonunavisinpositivista"Ense entt-
do,
"
,"I"gu'on
^
""
t"gtto
p]a.no
actors
xplicativos
lave
de
or"n
ecotimico,
ultural
Y
social'
Lainf luenciadediversascorrientesdepensamiento'aunad
i
ciertu."oni"rrl-.u"u*i"urfavorables
atalainstitucionaliza-
i
cin
de
las
"i;j;t;iales'
hizo
posible
el
desarrollo
e
la
;
i;;;stigacin
cientfica
a
principios
de
os
setenta'
,
En
a
Univer-suJ"
Cor,u
Rita
tuvieron
ugar
cam-bios,significa-
tivos
en
1".
;;;;;
I
p"rrp""tivas
eriJas
e
las
disciplinas
humanas
t";i;;'
'u''Ei"o"iutde
Geografa
Historia'
Antropo-
loga
y s""i;i;;;
J--ci*"iu,
polticas,
entre
otras,
claramente
reflejaron' n susprogramas'ntoques etodolgicas, extos' a
influencia
"r"J".'u-',llo
ientfico
modemo
en
el
campo
de
las
ciencias
""i"rJ.,
^"."
"r
anlisis
marxistas
asta
10s
anlisis
economtricos
ealizados
or
los
..Chicago
oy:..
Estos
ambios
trajeron
fu
o,
"n
noevo
onjuntode
ems
problemas
' simult-
neamente,
l#;;;l
"u*ino
putu
a
egitimacin
e
nuevas
isiones
y
percepcion"'
"o"
i"f*in
ai
hombre]
a
sociedad
eJ
Estado'
El
desanolJ
-iu,
"r"n"ias
sociales
n
os
aos
ochenta
stuvo
esrrechamen;;d;li"
,ii"""ion
general
e
crisis
en
a
regin
centroameri"unulg.ru
onvulsa
ealiad
potenci
un
'boom"
inte-
lectualy "aitlJuf qoe
promoviO
ambioi
en
a
agenda
cadmica'
-
7/25/2019 Hist Educac Miradas Latinoamer
15/46
40
Escuela,
historia
y
poder
Nuevos
emas
y
tpicos,
ascomo
a redefinicin
de
viejos
problemas
en
un contexto
poltico,
social
y
econmico
efervescente,
e ornafon
en
objetos de
estudio
de
primera importancia.
La
historiografacostarricense
e
ha visto fuertemente
nfluenciada
por
el
neo-marxismo
y
por
corrientes
rancesas
de
pensamiento,en
particular la L'cole
des
Annales.
Estas
perspectivas
ericashacen
recaersu nfasisen los factoressocialesy econmicos,y favorecen
la
informacin
histrica
susceptible
de ser
cuantificada.
El estudio
del
poder poltico
y
la ideologa
han
sido, hasta
muy
recientemente,
casi
gnorados.
En
aos ecientes,
a historia
social
en Costa
Rica
ha sido indirec-
tamente
enriquecida
con
la contribucin
de historiadores
sociales
britnicos,
especialmente
or medio de
os rabajos
e E.P.
Thompson,
Eric
Hobbsbawm
y
Perry
Andersona.
Desde
a dcada e
los setenta
asta
1985, os estudios
polticos
constituan
n
el
mbito
de historiadores
ficionados
ue avorecan
la ancdota
y
la narracin
antes
que
a interpretacin
cientficas.
No
fue sino hastamediadosde la dcadade los ochentacuando unas
pocas investigaciones
de corte
ideolgico-poltico
empezaron
a
aparecer;
estos
rabajos,
ms
analticos
que anecdticos,
usieronen
evidencia
una
gran
rigurosidad
en el
tratamiento
de las
fuentes
documentales
y
en
la aplicacin
de
preceptos erico-metodolgi-
cos6.
La
historia
de a educacin
cupauna
osicinmuy singular
puesto
que
la mayora
de
los estudios
sobre
este
tema se
ha limitado
a
hagiografas
o
a explicaciones
pormenorizadasde
los
problemasde
4. En posgrado, acadmicoscomo Vctor Hugo Acua e lvn Molina han estudiadocott
entusiasmo
en sus
cursos,
desde
una
perspectiva terica,
Ia obra
de E.P.
Thompsott.
Hosbawn
y
Anderson
tambin
han sido
objeto de
particular
inters
para
otros
profesores,
incluida esto
autora.
S.Acua,
los Basileo,
En tomo
a Brenes
Mesn
ltinerario
Biogrdfico, San
Jos' MEP'
1974.
Azofeifu,
Isaac,E;lviejoLiceo,
SanJos,
MCJD. 1973.
Oconitrillo,
Eduardo,
Alftedo
Gonzlez
Flores, Estadista
ncomprendido,
San os,
EUNED. 1980.
Oconitrillo,
Eduardo,
Los Tinoco,
(1917-1919),
San Jos,
Editorial
Costa Rica,
1980. Gamboa,
Entma,
El
pensamiento
poltico
de
Omar Dengo,
SanJos,
MCJD'
1974. Rodrguez..
Eug,enio'
Los das
de don
Ricardo,
San Jos,
Editorial
Costa Rica, 1976.
6.
Muoz, Ileana,
Esttdo
y
Poder
Municipal: Un
anlisis
del
proceso
de centralizacin
escolar en Costa
Rica,
I 821
l
882,
San Jos,
Tesis, UCR,
1988.Muoz,
Mercedes,ElBstado
y
la abolicin
del
ejrcito,
1914-1949,
San Jos.
Editorial
Ponenir, 1990.
Ramrez"
Victoria,
Jorge
Volio
y
la
Revolucin
Viviente,
San Jos, Edorial
Gua'acn,
1989-
Fischel,
Asd,
Consenso
y
Represin,
Una
interpretacin
socio-poltica
de la educacin
costanicense,
San Jos, Edorial Costa Rica, 1980.
una
nstitucin
educativa
n
particularT'
un
problema
resente
n
s
estudios
istricos
n costa
Rica
o
"onriiioy"
el aniia
de
algunos-acadmicos-de
ajustar"
os
hechos
rgidas
proposiciones
ericas8.
a
especializacin
n
campos
spe-
"ifi"o,
ha
llevado
tambin
a
serias
imitaciones
pa', alcanzaf
explicaciones
lobalese.
l
perodo
mprendido
ntre
1880
y 1930
ha
recibido
elativa-
,n"ni"
fo"u
atenci^norpartede oshistoriadoresrofesionales.in
"uto,
se
han
poUf"Oo
lgunas
nvestigaciones
ient1c-1.sl,de
ndole-econmica
social;
al
es
el
caso
de
os
trabajos
e
carolyn
uff,
ufutio
Oliva
y
Roger
Churnsidero,
uienes
an
proporcionado
importante
nformcin
nterpretaciones,
irviendo
e
marco
on-
il-*'tuuf
ara
el
estudio
de
os
fnmenos
oltico-ideolgicos.
--iu
rigli"nte
subdivisin
or picos
perodos
esume
l
"estado
de
a
cestin"
dentro
de
s
ronJeras
emporales
marcadas
or
as
coyunturas
e
anlisis
efinidas
n
a obra
quenos
ocupa'
El Estado, a educacin la sociedad 1880'1914)
Lamayoradelosestudiossobreeducacinduranteeste.pero
son
d"
"*r"t",
institucional
tratan
el
objeto
de
manera
islada'
al
ofrecernicamente
midas
servaciones
obrelos
nculos
ntre
a
7.Acua,JosBasileo,OmarDengo,(1888-192S)'Heredia'EscueladeRelacionesl
cionales,
UNA,
1978.
Azoferf;
Is;a;,
bon
Mauro
Femndez'
eora
Prctica
e
sureforma
educativa,
Satt
os,
etoritiirnuindez'Arce,
1975'
Corts'
Rafael'
El,pensamiento
e
;;
D;g;
""
la
eucacin
ostarricense,
an
os'
mprenta
Vargas'
959'
D^engo'
ara
Z"S"^io,
.oO*rto
renes
Me'sn,
San
os,
MCJD'
19.74'.
amboa'
Emma'
Omar
Deng'o'
tlili,
s"i
l"r,
MCJD,
CoizAirz
Luis
Felipe,
Historia
de
a
Instruccin
blica
n
costa
Rica,SanJos, ntprentaNacionaL1945'
l.-ioip"r,
Matio,''Fuerzas
socio-polticas
,
proc.eso_s
lectorales
n
costa
Rica,
1921-
t'qtsi;;)
il
Revista
de
Historia,
*"o
Eip)cial'
Heredia'
UNA-UCR'
Quesada'-Juan
liriri,;corto,
Monge
Alfail: