homilía te deum 2010

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Homilía Te Deum 2010 Fecha: Sábado 18 de Septiembre de 2010 Pais: Chile Ciudad: La Serena Autor: Mons. Manuel Donoso Donoso, sscc Chile, una mesa para todos Parábola de los Talentos. (Lucas 19,12-26) Saludo 2. Primero que nada, quiero dar gracias al Señor por este día tan solemne, ya que celebramos nuestros 200 años de vida Independiente. La Palabra de Jesús, siempre cercana, nos invita a pensar que los dones que hemos recibido no son tanto una propiedad, sino que un depósito encomendado para hacerlo crecer; nos indican también que el ser humano no es pasivo sino que ha de colaborar para que todo rinda. Con una comparación tomada de un aspecto de la vida, el trabajo y lo económico, Jesús nos lleva a dar gracias por los dones recibidos por este País, por esta Región, por nosotros, y, al mismo tiempo, a pensar que nuestra colaboración debe ser que Chile crezca en todos los aspectos de la vida, en la organización social, la política, la económica, y la cultural. El crecimiento de Chile se dará en la medida que todos nos sintamos depositarios de valores comunes, expresados en tradiciones, en una cultura, un lenguaje, de ideales, de afectos, de una manera de llevar las relaciones humanas y hacerlas más acogedoras. Nos lleva a pensar que la vida humana por su estructura misma es social, histórica y personal y encuentra su plenitud en la apertura y en el encuentro con el otro (para los cristianos, con el Otro del Dios de Jesucristo; también y siempre, con el otro que es el prójimo, y también, con el recto uso de los bienes, la naturaleza y las cosas). Nos invita a un encuentro cotidiano, permanente y entendido como algo propio e irrenunciable de cada uno de nosotros. Un planteamiento de este tipo ayudaría quizá a superar comprensiones del ser humano que son más bien parciales y que muchas veces por ser parciales han hecho daño al mundo. Los 200 años son un momento propicio para pensar nuestro presente y proyectar un futuro mejor absolutamente para todos sin las exclusiones que puede haber habido en algunos momentos: sociales, políticas, de raza, religiosas, educativas, etc. Para un cristiano no hay nada humano que esté fuera del proyecto de Dios para el bienestar del propio ser humano. No hay nada humano que no pueda ser vivido, mejorado, pensado de una manera creativa. Pensado, sí, pero en la comunión y no en el aislamiento. Nuestro sueño debe ser un Chile que progrese así durante los años que vienen, y que de ninguna manera estimemos que se trata de un puro sueño, de un romanticismo o idealismo, sino que de algo real y posible. 3. El Te Deum es un himno vital, expresivo de una fe con estas características. Por eso, tiene expresiones como "¡A ti oh Dios te alabamos, a ti te reconocemos Salva a tu pueblo, Señor, y bendice a tu heredad. Sé su Pastor. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti" El Te Deum se basa en un espíritu de fe, y en creer que Dios camina con nosotros. Nosotros lo cantaremos en una hermosa versión realizada por el coro del Colegio Seminario Conciliar, de los Padres Barnabitas, y así nos uniremos a esta gran tradición. En ese mismo espíritu es importante también agradecer la presencia de nuestra fe en la región, expresada tantas veces en el Santuario de Andacollo, en las peregrinaciones y en los bailes, cuadricentenarios. Los bailes son como una gran comunidad familiar, con muchos jóvenes, y yo les pido que junto con crecer, organizarse, sean siempre un verdadero foco de fe, de fe en Cristo, de Discípulos de Cristo, que se esfuerzan por seguirlo y que su devoción a María esté siempre marcado por las palabras de ella misma: "Yo soy la servidora del Señor" "hagan lo que Él les diga". De este modo recibiremos mañana la imagen peregrina de N. Sra. del Carmen, donada por el Papa Benedicto XVI a. Lo haremos también siguiendo las palabras de Don Bernardo OHiggins: "El Estado de Chile es deudor a la protección de la Madre de Dios bajo la

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Homilía Te Deum 2010

Fecha: Sábado 18 de Septiembre de 2010Pais: ChileCiudad: La SerenaAutor: Mons. Manuel Donoso Donoso, sscc

Chile, una mesa para todos

Parábola de los Talentos. (Lucas 19,12-26)

Saludo

2. Primero que nada, quiero dar gracias al Señor por este día tan solemne, ya que celebramos nuestros 200 años de vida Independiente. La Palabra de Jesús, siempre cercana, nos invita a pensar que los dones que hemos recibido no son tanto una propiedad, sino que un depósito encomendado para hacerlo crecer; nos indican también que el ser humano no es pasivo sino que ha de colaborar para que todo rinda. Con una comparación tomada de un aspecto de la vida, el trabajo y lo económico, Jesús nos lleva a dar gracias por los dones recibidos por este País, por esta Región, por nosotros, y, al mismo tiempo, a pensar que nuestra colaboración debe ser que Chile crezca en todos los aspectos de la vida, en la organización social, la política, la económica, y la cultural. El crecimiento de Chile se dará en la medida que todos nos sintamos depositarios de valores comunes, expresados en tradiciones, en una cultura, un lenguaje, de ideales, de afectos, de una manera de llevar las relaciones humanas y hacerlas más acogedoras. Nos lleva a pensar que la vida humana por su estructura misma es social, histórica y personal y encuentra su plenitud en la apertura y en el encuentro con el otro (para los cristianos, con el Otro del Dios de Jesucristo; también y siempre, con el otro que es el prójimo, y también, con el recto uso de los bienes, la naturaleza y las cosas). Nos invita a un encuentro cotidiano, permanente y entendido como algo propio e irrenunciable de cada uno de nosotros.

Un planteamiento de este tipo ayudaría quizá a superar comprensiones del ser humano que son más bien parciales y que muchas veces por ser parciales han hecho daño al mundo. Los 200 años son un momento propicio para pensar nuestro presente y proyectar un futuro mejor absolutamente para todos sin las exclusiones que puede haber habido en algunos momentos: sociales, políticas, de raza, religiosas, educativas, etc. Para un cristiano no hay nada humano que esté fuera del proyecto de Dios para el bienestar del propio ser humano. No hay nada humano que no pueda ser vivido, mejorado, pensado de una manera creativa. Pensado, sí, pero en la comunión y no en el aislamiento. Nuestro sueño debe ser un Chile que progrese así durante los años que vienen, y que de ninguna manera estimemos que se trata de un puro sueño, de un romanticismo o idealismo, sino que de algo real y posible.

3. El Te Deum es un himno vital, expresivo de una fe con estas características. Por eso, tiene expresiones como "¡A ti oh Dios te alabamos, a ti te reconocemos Salva a tu pueblo, Señor, y bendice a tu heredad. Sé su Pastor.

Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti" El Te Deum se basa en un espíritu de fe, y en creer que Dios camina con nosotros. Nosotros lo cantaremos en una hermosa versión realizada por el coro del Colegio Seminario Conciliar, de los Padres Barnabitas, y así nos uniremos a esta gran tradición. En ese mismo espíritu es importante también agradecer la presencia de nuestra fe en la región, expresada tantas veces en el Santuario de Andacollo, en las peregrinaciones y en los bailes, cuadricentenarios. Los bailes son como una gran comunidad familiar, con muchos jóvenes, y yo les pido que junto con crecer, organizarse, sean siempre un verdadero foco de fe, de fe en Cristo, de Discípulos de Cristo, que se esfuerzan por seguirlo y que su devoción a María esté siempre marcado por las palabras de ella misma: "Yo soy la servidora del Señor" "hagan lo que Él les diga". De este modo recibiremos mañana la imagen peregrina de N. Sra. del Carmen, donada por el Papa Benedicto XVI a. Lo haremos también siguiendo las palabras de Don Bernardo OHiggins: "El Estado de Chile es deudor a la protección de la Madre de Dios bajo la

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advocación del Carmen, de la Batalla de Maipú" A ludía al mayor peligro en que se encontró la independencia de Chile.

4. Hay tantas cosas en las que se ha crecido, como es la administración de justicia, como es la tendencia bastante mayoritaria en nuestro país a rechazar el aborto, como es la preocupación que tenemos nosotros por los mayores, sea a través de múltiples actividades con los adultos mayores, sea por el respeto y el cariño que se ve entre nosotros por los abuelos. Ya sabemos que en otros países no es así.

Tenemos que agradecer las instituciones que dan solidez a nuestra democracia y a nuestra Región, la Presidencia de la República, el Congreso Nacional, los Tribunales de Justicia, los Gobiernos regionales, la Contraloría, las Fiscalías, los Partidos Políticos, las Fuerzas Armadas y de Orden, los Bomberos voluntarios, las Universidades, los Sindicatos, y tantas otras que significan mucho para la organización de nuestra sociedad. Las leyes y los decretos son muy importantes para el bien común, pero es fundamental que vayan siendo hechas con la compañía de un tejido social en el cual están los ciudadanos.

6. Mirando nuestra Región, no podemos dejar de agradecer sus hermosos paisajes, y sus habitantes, en gran mayoría personas que viven con poco, pero hacen que la Región sea acogedora, sencilla, y deseada por muchos para venir a vivir en forma más cercana a una vida tranquila y cercana a la naturaleza.

No podemos dejar de agradecer por Gabriela Mistral que con los años, está siendo cada vez más conocida tanto fuera del país como en él. También nuestra hermosa arquitectura, las Iglesias de piedra de La Serena y tantas de los Valles de Elqui y Limarí.

8. Somos un pueblo que camina, un pueblo que está en viaje, y que en el viaje de la vida los cristianos tenemos también muchos acompañantes tal como lo he dicho repetidamente aludiendo la frase de Juan Pablo II: "nuestros compañeros de viaje". Para un cristiano la vida es un viaje pero ese viaje debe ser siempre compartido. Así, no cabe duda que los cristianos tenemos que mostrarnos como discípulos de Cristo, y serlo en realidad. La gente cree hoy día más en los testimonios y las palabras. Pero también tenemos que sacar a la vista, difundir, conversar, hacer mesas como las que se hicieron para el Bicentenario sobre algunos puntos débiles de la vida de todos y de nuestro desarrollo. Entre ellos está el crecimiento de nuestra conciencia de la naturaleza, que no es superior al hombre, pero si que está entregada al hombre para administrarla, para cuidarla, para guardarla, para entregarla a las generaciones que vienen. Y hemos visto qué difícil es encontrar una armonía entre estos valores, y las posibilidades modernas de producción de energía, o de otros que puedan también arruinarla. Ya nuestros antepasados le hicieron un flaco servicio a esta Región talando desmedidamente su vegetación. Volver a tenerlos es una aspiración, una aspiración creciente y quizá se convierta pronto en una urgencia. Pero eso nos lleva también al tema fundamental del agua, que hoy día ha pasado a ser un punto demasiado tan importante para la vida de las personas como para que tengamos el deber de guardarla bien. A los jóvenes se les enseña que en nuestra Región "lo normal es que no llueva" y eso significa un tipo de educación que es muy distinto del que nos viene por la televisión de regiones que tienen muchísima más lluvia que nosotros. Si lo normal es que no llueva, el cuidado del agua que nos viene de la cordillera, el cuidado de la misma cordillera ante la posibilidad de enormes explotaciones que puedan disminuir o ensuciar esta agua, la enseñanza para que el agua no se bote, la pavimentación de canales, etc. todo eso significa una tarea de todos y los cristiano podamos sumarnos con alegría y con gusto. Nuestra Región cambiaría mucho si cada persona de esta generación de hoy que está celebrando el Bicentenario plantara unos cuantos árboles. Serían un importante recuerdo del Bicentenario, que celebramos.

9. Vivimos en un mundo tremendamente comunicado, pero sin embargo hay mucha gente que sufre soledad; tenemos las mayores oportunidades para lograr un desarrollo integral y no quedarnos solo en las cifras que caracterizan nuestra economía. Necesitamos una especie de refundación basada en la solidaridad, en la comunicación, en el respeto de nuestra convivencia, en un mundo global y comunicado, pero, aquí viene un problema: ¿no estaremos dejándonos modernizar ideológicamente o culturalmente por los modelos de vida, por los criterios de juicio que tienen los países más poderosos y las culturas aparentemente más desarrolladas del Norte del mundo De ahí los problemas que experimentamos con el cuidado de nuestra naturaleza. V. Gr ¿cómo persuadir a las empresas venidas del mundo desarrollado que vengan a nuestras tierras, pero que no hagan aquí lo que no se les permite en su lugar de origen; no

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cabe duda que así se custodiará mucho más el bien común y la riqueza de nuestra naturaleza.

10. Para terminar, sobre todo debemos recuperar eso que llamamos Alma de Chile, que se refleje en el ser de nuestra Región. para hacerlo invito a ver los signos de los tiempos, es decir, las señales que nos hablan de la presencia y la ausencia de Dios en nuestra vida y en nuestra sociedad. Sólo la personas puede ser el centro, no otro y todos los planes tienen que llegar a mostrarse en que si un grupo de mineros está atrapado, la sociedad debe movilizarse hasta que los salve con los medios modernos, pero que también exija con rigor la seguridad que debió haber existido en ese trabajo; que también la sociedad se juegue por los pueblos originarios y los Mapuches, para que termine su ayuno y no pierdan vidas, pero que también sean juzgados, como ellos piden, por leyes que corresponden al Estado moderno. Y que las mesas de integración y diálogo tengan desde ya nuestro apoyo. El Alma de Chile se dará cuando no haya excluidos, eso significa que tenemos mucho que hacer nosotros por el trabajo, por cuidarlo, por los derechos y deberes, por los diálogos de empresarios y trabajadores, etc. Es necesario mirar desde ellos, para ampliar la mirada y comprensión, haciéndonos prójimos del próximo, un desafío y tarea por seguir realizando. Bendice Señor a esta tierra y a todos sus hijos. Bendice a sus Autoridades. Salva, Señor, a tu Pueblo que clama a Ti, y te alaba desde el corazón.

� Manuel Donoso Donoso, ssccArzobispo de La Serena

La Serena, 18 de Septiembre de 2010