humor negro y modernidad (adrián r. mtz. levy) editado

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La ironía negra en Dadá: Un acercamiento desde la fenomenología sociológica al arte en la modernidad 1

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Tesis para obtener el grado de Licenciado en Sociología cuyo propósito es plantear una interpretación fenomenológica acerca de un movimiento artístico de inicios del siglo XX llamado Dadá. La hipótesis principal es que todo aquello con lo que irrumpió Dadá en la escena artística y social de su época está marcadamente influenciado por una noción de experiencia fundada en el humor negro.

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Captulo 1

La irona negra en Dad: Un acercamiento desde la fenomenologa sociolgica al arte en la modernidad

Por Adrin Rodrigo Martnez Levy

A mi pap.

Hace poco me dijiste: Siempre te sueo de nio, cabrn.El sentimiento es mutuo p: Yo siempre te ver ms grande que la chimenea.

Febrero 2010.

INTRODUCCIN

Ser que la gente (incluyndome a m, desde luego) da cuenta realmente del enorme trasfondo de significaciones o sentido, si se prefiere- que hay detrs de sus actos y/o productos sociales? Esta pregunta, as como sus innumerables e impredecibles secuelas, se ha convertido para m, al da de hoy, no solo en una permanente fuente de inspiracin sino en un verdadero empeo personal por expandir mi espacio conceptual y ampliar mi rbol de bsqueda[footnoteRef:1] con el propsito ulterior de compartir mis inquietudes y descubrimientos con los dems. [1: Esta frase se la debo a mi querido maestro Jorge A. Gonzlez cuya pasin por el conocimiento adquir. ]

De acuerdo con el prrafo anterior, bien podra resumir que el objetivo central del presente escrito es el de volver inteligibles algunos aspectos propios del trasfondo de sentido de aquello que llamo irona negra. Mas ello no desde una perspectiva amplia e indiscriminada sino en virtud de un movimiento artstico de inicios del siglo XX llamado Dad.[footnoteRef:2] Este movimiento, es conocido hasta nuestros das como uno de los movimientos ms revolucionarios de la historia no solo en lo que concierne al mbito del arte (moderno occidental) sino, incluso, en lo respecta a la concepcin propia de la sociedad contempornea en su ms vasta expresin; esto es: a la forma de ser moderno. [2: Este movimiento tambin fue conocido como el Dadasmo, sin embargo, contra los principios ms bsicos del movimiento aquello representaba una etiqueta, lo cual era inadmisible para la mayora de ellos. Aparte, la palabra Dad representaba en s, un estandarte internacional, dado que el movimiento surgi paralelamente en muchas partes de Europa e incluso en Japn. De esta manera, a lo largo del todo el texto se hablar de Dad y no del Dadasmo. ]

En orden de establecer los vnculos entre mis intereses cognitivos particulares, el conocimiento sociolgico que he aprendido estos ltimos cinco aos (los cuatro de la carrera y el ao que llevo trabajando como asistente de investigacin) y el cuerpo emprico de fenmenos que he decidido investigar, fue necesario disear una estrategia para abordar los mltiples y muy variados obstculos que todo lo anterior represent. Este diseo metodolgico, hay que decirlo, solo es posible de entender de manera anacrnica y no como fue desarrollndose cronolgicamente. Es decir, como un proceso de ir y venir, posible gracias a una perspectiva integral. Y es que dicho proceso es casi tan importante como la tesis en s, puesto que devela el porqu de sus argumentaciones y a la vez permite comprender de manera ms completa, y por ende criticable, la congruencia de sus conclusiones. Por esto ltimo he decidido armar, para la presente introduccin, una pequea crnica que ponga al descubierto los diferentes pasos que tom as como los mltiples obstculos a los que me enfrent a lo largo de estos aos de construccin de mi investigacin.

A lo primero que me enfrent fue a la conformacin y delimitacin de un objeto de estudio por investigar. Vindolo desde ahora (ya que he terminado la tesis), me doy cuenta de que en realidad mis inquietudes plasmadas en esta investigacin ya estaban ah desde haca mucho tiempo. Recuerdo vvidamente el momento que vino por primera vez a mi mente el tema que me acompaara hasta ahora en toda esta travesa:

Claro!... Pens despus de haber redo como loco la misma noche que tuve mi primera clase de Taller de Investigacin I. Misma en que se nos pidi de tarea llegar a la siguiente semana con un tema provisional para realizar nuestra tesis en sociologa).: ... voy hacer mi tesis sobre el sentido del humor!.

Ah empez todo realmente. En un principio, divagu incansablemente entre ideas generales como: el sentido del humor es una inigualable fuente de liberacin del espritu o el sentido del humor es una de las manifestaciones ms complejas del ser humano. Despus, llegaron las primeras preguntas especulativas como: por qu el humor, de entre tantas formas de expresividad humana, es denominado como sentido? O qu relacin habr entre las experiencias humorsticas y las experiencias estticas? E incluso, llegu a coquetear con verdaderas imagineras que, ahora reconozco, llegaron a ser verdaderos disparates, como: podra ser, que el primersimo fenmeno de interaccin entre dos homo sapiens-sapiens fue humorstico, o en otras palabras, ser que entre el paso del ser primitivo al ser social, como lo conocemos ahora, el sentido del humor fue el catalizador fundamental?[footnoteRef:3]. [3: Como ya he apuntado, recuerdo que yo mismo llegaba a pensar que muchas de esas cuestiones eran completamente descabelladas, incluso ingenuas. Sin embargo, ahora que veo mis conclusiones, creo que en el fondo s logr fundamentar, de una u otra manera, la naturaleza liberadora del sentido del humor. As como su enorme implicacin respecto del espritu y la psique del ser social.]

Al pasar el tiempo, aquellas cuestiones se fueron convirtiendo en preguntas cada vez ms elaboradas apuntando ya hacia una metodologa, es decir, ms orientadas hacia una estrategia para abordar el objeto de estudio que tanto me llamaba la atencin. Tales preguntas fueron ms o menos as: cmo estudiar el sentido del humor?, cmo darle un carcter sociolgico al sentido del humor? y cmo objetivar el sentido del humor en un referente emprico? Sin embargo, todo ello segua siendo muy vago, as que me dediqu a realizar el recorte de un objeto de estudio ms plausible. Es decir, a la delimitacin del sentido del humor en algo ms especfico y, a la vez, ubicarlo espacio-temporalmente con el propsito de ser capaz de encontrar all afuera un conjunto de fenmenos empricos en los que descansara mi anlisis.

Esta vez, las ideas no me cayeron de la nada (mientras rea o algo por el estilo), sino que ahora s tuve que ponerme a pensar un poco. Quera que mi tema central de investigacin tuviera un verdadero vnculo conmigo, algo con lo que me pueda identificar ms all de lo evidente. Esto, con la finalidad de sentirme verdaderamente realizado con el producto y tambin para que ste no se convirtiera en una carga ms de trabajo y esfuerzo extra. As, tras poco tiempo, cay en mis manos[footnoteRef:4], gracias a mi pap, un libro de Andr Breton llamado Antologa del humor negro. En este libro, quien es considerado como el padre del Surrealismo, hace un recorrido histrico en el que se refiere a una serie de personajes irreverentes y sarcsticos[footnoteRef:5]. Detrs de su vida y obra, se pueden encontrar rasgos de lo que el autor denomina como lhumour noir. As fue, como pas del sentido del humor al sentido del humor negro. A continuacin, el pasaje que me inspir fundamentalmente[footnoteRef:6]: [4: De hecho, durante el tiempo que llevo haciendo la tesis me regalaron ese mismo libro dos veces y en incontables ocasiones me lo recomendaron.] [5: Desde Jonathan Swift hasta Jean-Pierre Duprey, pasando por el Marqus de Sade, Edgar Poe, Charles Baudelaire, Arthur Rimbaud, Nietszche, Lautreamont, Alfred Jarry, Franis Picabia, Marcel Duchamp, etctera.] [6: Este extracto forma parte del pequeo artculo de Breton con que introduce su antologa, el cual es denominado Pararrayos (Lichtenberg). ]

Cada vez es menos cierto, teniendo en cuenta las exigencias especficas de la sensibilidad moderna, que las obras poticas, artsticas, cientficas, los sistemas filosficos y sociales, desprovistos de sta especie de humor [lhumour noir], no dejen bastante que desear, no estn condenados, con mayor o menor rapidez, a perecer. Se trata de un valor que se revela, no slo ascendente entre los dems, sino incluso capaz de someter a los restantes hasta conseguir que buen nmero de ellos cesen universalmente de ser apreciados. Nos estamos adentrando en un terreno candente, avanzamos por tierra de volcanes, tenemos alternativamente todo el viento de la pasin a favor y en contra desde el momento en que decidimos hacernos a la vela de este humor, del que, sin embargo, conseguimos aislar en literatura, en el arte, en la vida, con incomparable satisfaccin, sus productos manifiestos (Andr Breton, 2005: 8)

Pese a que este paso haya sido, ya de por s, una enorme delimitacin concreta para mi investigacin, aquel trabajo de Breton me sirvi para delimitar un poco ms mi investigacin. En particular, decid que buscara en el arte un referente emprico para contrastar mis especulaciones sociolgicas. Y bien, considerando la enorme lista de personajes y movimientos que utiliz Breton en que, por cierto, abarc al rededor de cuatro siglos-, me vi en la necesidad de concentrarme nicamente en algunos de ellos. Ello, a efectos de que mi definicin de humor negro opere de manera an ms delimitada, y por consiguiente, mi anlisis sea an ms concreto. Para resolver esto, me lo ms fcil era considerar a miembros de un movimiento particular que compartieran principios bsicos. As fue como en un principio decid optar, sin pensarlo mucho y por obvias razones, por el Surrealismo.

Escoger al Surrealismo como referente emprico de mis argumentaciones desat una incansable bsqueda bibliogrfica. sta, no slo de productos derivados del movimiento en s, sino tambin de estudios sobre el movimiento realizados durante y despus de su aparicin en la escena pblica. No obstante, tiempo despus, cuando ms me familiarizaba con los principios, sucesos y crnicas del Surrealismo francs, me fui percatando de que existi otro movimiento, en aquella poca tambin, que manifestaba rasgos an ms orientados hacia lo que yo entenda por humor negro. As fue como encontr a Dad, el precursor directo del Surrealismo, y as decid optar por este movimiento en mi anlisis. Aqu algunas razones que acompaaron esta decisin:

Primero, el movimiento parta de un objetivo fundamental: desmitificar el arte tradicional[footnoteRef:7]. Todos los dadastas coincidan en que dicho mbito social haba sido pervertido por los ideales utilitaristas y pragmatistas de una sociedad heredera del positivismo[footnoteRef:8]: la sociedad burguesa. De esta manera, los dadastas se propusieron perturbar de vuelta y/o trastornar los fundamentos mismos en los que descansaba esta tradicin. Ello, no slo de lo que era considerado como artstico sino, en mayor medida, de lo que era considerado como civilizado. Y que mejor manera de hacerlo que a travs de la burla y el escarnio. De ah, precisamente, el carcter plenamente humorista y a la vez ofensivo, oscuro y retorcido (humor negro!), con que los dadastas se manifestaban, expresaban y realizaban sus extravagantes productos artsticos. [7: Despus se dar una definicin clara de lo que entiendo por Arte tradicional. Por ahora, es suficiente con decir, que ste representa la tradicin legada desde la poca clsica y el Renacimiento a la Modernidad. ] [8: Hay que tomar en cuenta que el siglo XIX es conocido en la historia como el siglo de la razn, el Siglo de las luces. Y muchas de las fracciones de la sociedad se hayaban plenamente enajenadas con estas ideas de progreso y manipulacin pragmtica del mundo. Dejando de lado por completo las dimensiones sensible y esttica de la vida.]

La segunda razn va ms encaminada a mis propios intereses intelectuales, ya explicitados al inicio de sta introduccin, relativos a la inteligibilidad de los trasfondos de sentido detrs de nuestras acciones como sujetos sociales. Fue muy sorprendente darme cuenta que este movimiento se manifest en casi todas las reas del mbito artstico[footnoteRef:9]. Esto mismo me permiti manejar una rica gama de expresividades desde luego, todas ellas cargadas con el trasfondo de sentido del humor negro. [9: Literatura, poesa, pintura, escultura, fotografa, cinematografa de los cuales, por su gigantesco dominio de especialidades artsticas, me fue incluso imposible abarcarlas todas.]

En tercer y ltimo lugar, muy vinculado al punto anterior, fue importantsimo considerar que Dad haya sido un movimiento internacional. Esto pone de relieve un aspecto sociolgico inmejorable, ya que habla de una sociedad global y no solo un pequeo grupo de personas desvinculadas de un mundo ms all de sus fronteras. Desde Zrich, pasando por Colonia, Berln, Paris, Barcelona, Nueva York y llegando hasta el Japn, se abre un panorama inmejorable para situar este movimiento a una verdadera escala macroscpica de variacin en las estructuras de significacin reltativas a lo que era concebido como arte. Asimismo, dado que todos compartan los mismos principios, pero se expresaban con diferentes soportes artsticos, e incluso lingsticos, resultaba interesante apreciar cmo se produjeron estas interfaces culturales.

Conforme a lo anterior, es posible afirmar que Dad se convirti en una inmanente manifestacin de su poca. Lo cual implica, que dicho movimiento, se pueda entender, no slo por sus fundamentos intrnsecos, sino, en mayor medida, como un contra discurso de algo ms grande. Pero a que se enfrentaba realmente Dad?

Lo establecido en el prrafo anterior me llev a toda otra etapa en mi investigacin. Indagar cules fueron las races ms profundas de las que se desprende Dad y, a la par, a identificar a qu se enfrentaban tanto esas influencias como Dad en s. De esta manera, como ya he insinuado previamente, me fui percatando que este movimiento se inserta en toda una tradicin que negaba a la razn-positiva como mximo desarrollo de ser social. EN este sentido, la base del contra discurso en Dad, tiene sus races ms profundas en la tradicin instaurada por el romanticismo alemn, como reaccin directa al empirismo racionalista derivado de la Ilustracin. Ello, en tanto que el movimiento vanguardista promulgaba un retorno hacia las dimensiones sensibles del espritu con la nica finalidad de menguar los efectos perversos de la razn. Es muy importante considerar que Dad emerge como uno de los movimientos ms radicales y subversivos dentro de todas las vanguardias histricas en el contexto de la Gran Guerra. Misma que representaba, para estos artistas de inicios del siglo veinte, la ms trgica, pero irremediable, consecuencia de haber descansado por tanto tiempo (desde el s. XVII) en la racionalidad como nica gua de organizacin social (vase Anexo 1).

Tras muchas deliberaciones y platicas con Teresa Ordorika, mi muy estimada asesora de tesis[footnoteRef:10], decid tomar a la Modernidad[footnoteRef:11] como el contraste fundamental en Dad. No obstante reconozco que dicho contraste puede llegar a ser muy abrumador a primera vista, estoy convencido que, concebida como una totalidad, la Modernidad se presenta como un implacable universo de fenmenos en los que se hallan tanto los principios que defendan los dadastas as como aquellos a los que se enfrentaron directa y efusivamente. Principios que, en el fondo, eran realmente opuestos[footnoteRef:12], lo cual refleja una de las definiciones fundamentales para entender dicha poca histrica frente a otras: su pleno carcter contradictorio. [10: A la cual, por cierto, agradezco infinitamente, todo el esfuerzo y dedicacin que le dio a mi tesis. ] [11: De hecho, en la cita previa a Breton, se encuentra ya la insinuacin de una sensibilidad moderna. La cual coincide completamente con mi planteamiento.] [12: Por una lado, la burguesa decimonnica defenda a la razn-positiva como nico referente frente a la realidad, mientras que los dadastas promulgaban con el absurdo otro referente directo del uso e implementacin del sentido del humor negro.]

Finalmente, dicho carcter contradictorio, me llev en ltima instancia, al encuentro con mi marco terico de interpretacin sociolgica. Dado que sta es una poca en la que se enfrentan visiones del mundo o como Weber denomina la Weltanchauung- opuestas o contradictorias, y dado que el nfasis en mi anlisis era sobre los trasfondos de sentido, me vi forzado a recurrir a una teora hermenutico-interpretativa.

No muy avanzado mi proceso de investigacin, incluso antes de decidirme por estudiar a Dad, mi asesora me prest un libro llamado Redeeming Laughther (Redimiendo la risa) de Peter L. Berger. En este libro, Berger hace referencia a un artculo de Alfred Schutz llamado On Multiple Realities (Sobre las realidades mltiples), mismo que utiliza para situar metodolgicamente, desde una perspectiva de anlisis semntico, al sentido del humor. Al irme directo a la fuente, me percat que el planteamiento de Schutz establece la oposicin de diferentes formas de hacer sentido en sociedad a lo que Schutz denomina el anlisis de las provincias finitas de significado. Lo cual, por cierto, se emparentaba directamente con mi intencin de contrastar los ataques de los dadastas a las ideas de la burguesa ilustrada. Y no slo eso, si no que el autor tambin plantea que dichas formas de hacer sentido se encuentran en permanente pugna, siendo una la ms eminente entre todas las dems: la estructura del sentido comn esto se encuentra en el anlisis de las estructuras del mundo de la vida cotidiana. En fin, no poda haber una mejor teora para interpretar mi objeto de estudio y sus contrapuntos.

Ahora bien, quisiera compartir una breve ancdota conforme a este ltimo punto. Y es que algo muy curioso ocurri la semana en que por primera vez tuve un borrador completo de la presente investigacin. Lo que pas fue que, al ser adjunto de la materia de Metodologa I, me vi en la situacin de tener que preparar una clase. As pues, decid prepararla en torno a lo que, en cierta medida, ha sido mi especializacin a lo largo de mi desarrollo acadmico en sociologa. Dicha especializacin, gracias a esta tesis, es en la Fenomenologa sociolgica de Alfred Schutz. De esta manera, me puse a pensar sobre qu poda exponerle a los alumnos de la clase que pudiera ser comprensible y asimilable, ya que son de primer ingreso y todava no han desarrollado un conocimiento relativamente necesario para entrar propiamente a una lectura terica. Y bien, recordando una clase que yo tuve, mas o menos a la mitad de la carrera, en la que un maestro[footnoteRef:13] nos dej a leer un artculo de Schutz llamado: El Quijote y el problema de la realidad, para efectos de poder introducir el tema de la teora fenomenolgica en su clase. Entonces decid hacer lo mismo. Lo interesante fue que al leer el escrito para mi clase, me di cuenta que en realidad no lo haba ledo antes y fueron slo las reacciones de la lectura en clase, lo que me hacan recordarlo. Y mayor an fue mi sorpresa, al percatarme que Schutz realiz, en ese mismo texto, un procedimiento muy similar al que yo realic en mi tesis ello, en trminos tericos e incluso metodolgicos. En otras palabras, los planteamientos conceptuales con que Schutz interpreta el escrito de Cervantes[footnoteRef:14], no eran slo analgicos a los que yo utilic para interpretar a Dad[footnoteRef:15] sino que la forma de enfrentarse metodolgicamente a su objeto de estudio[footnoteRef:16] (El Quijote) fue tambin muy similar a la ma. [13: Arturo Chavz, otro maestro muy apreciado por mi. Con quin, en efecto, inici el presente proyecto de investigacin. ] [14: Estos planteamientos se pueden sintetizar en qu Schutz parte utilizando la conceptualizacin derivada de William James sobre los subuniveros de realidad para contrastar analticamente lo que el Quijote deca experimentar de su realidad y lo que todos alrededor de l constataban que eran meras fantasas. ] [15: De manera analgica, quiero creer, que utilic la conceptualizacin del las Provincias Finitas de Significado derivadas del propio Schutz, para contrastar analticamente lo que Dad expres y manifest con sus productos artsticos y acciones pblicas y lo que la gente alrededor constataba que eran meras irreverencias. ] [16: El anlisis semntico de la dimensin fantasiosa del Quijote, objetivada en los ideales Caballerescos, frente a la realidad cotidiana.]

Tanto Schutz como yo, volteamos hacia productos artsticos del pasado para inferir la construccin de significaciones y la forma en que stas se reproducen en la realidad social[footnoteRef:17]. Ello, para responder a la pregunta: cmo es que esa misma realidad regresa a sus productores a manera de engaos y desengaos. Para Schutz, los Sanchos Panza son todos aquellos individuos que viven bajo una actitud en la que todo est resuelto por el sentido comn. Es decir, una actitud irreflexiva, autmata, pragmtica, utilitaria, etctera. En mi caso, este tipo de persona son los burgueses; los Sanchos Panza de la Modernidad que viven irreflexivamente en su mundo. En contraparte, Schutz interpreta la forma en que el Quijote reproduce su mundo, a travs de las estructuras semnticas de un sentido caballeresco. Esto es, una interpretacin fantasiosa de esa misma realidad que comparte con Sancho Panza; una actitud intrpida, creativa, estrepitosa, jovial, etctera. Para m eso mismo es Dad, entendido bajo las estructuras del sentido del humor negro que ellos mismos crearon como una representacin anloga de aquella dimensin fantasiosa y/o ldica del Quijote. Misma que se vuelca ante la realidad cotidiana de los burgueses (o Sanchos Panza modernos) para hacerlos reflexionar sobre sus condiciones de existencia tan prfidas y desencantadas. [17: Si el lector se anima a revisar las dos obras, es muy posible que encuentre enorme similitudes. Y lo ms interesante, es que yo me top con esta obra justo al final de mi recorrido. ]

En su desenlace, Schutz da cuenta de lo que Hegel llama la desgracia del Quijote: quien muere cuerdo convencido por los Sanchos Panza de que no haba Dulcineas ni caballeros ni gigantes asesinos; sino hijas de campesinos, caminantes perdidos y molinos de viento. No obstante, el Quijote les ha enseado una nueva forma de experiencia del mundo a todos sus interlocutores, sobre todo al mismo Sancho Panza quien lo acompaa durante todas sus travesas fingiendo percibir las mismas fantasas. Paralelamente, en mi desenlace, planteo cmo fue que Dad termin extinguindose a los pocos aos de su estrambtica emergencia. Pero al igual que el Quijote, Dad lega al individuo moderno una nueva forma de experimentar y reproducir su ser social y su mundo, a travs de lo que yo llamo la carcajaDad (vase Anexo 2).

Captulo I

Fenomenologa

0. Realidad y conocimiento: hacia una interpretacin comprehensiva de la modernidad, el arte y Dad

En este primer captulo introducir una serie de elementos conceptuales procedentes de la Fenomenologa sociolgica (Alfred Schutz:___) as como de la Sociologa del conocimiento (Thomas Luckmann ___ y Peter L. Berger____). Ello, con el objetivo de constituir un marco interpretativo que me permita analizar el humor negro en Dad manifiesto en la forma de construir un conocimiento particular expresado en su lenguaje esttico as como en las multitudinarias prcticas artsticas con que dicho movimiento irrumpi a inicios del siglo XX.

Todo lo anterior me servir para demostrar cmo fue que Dad contribuy de manera coyuntural no solo a la apertura del arte tradicional a travs de radicales denuncias burlonas y mordaces sobre los cimientos que lo sustentaban desde el Renacimiento-, sino que trascendi a lo ms profundo del mundo social insertndose como arquetipo de irreverencia y subversin ante las normas sociales. Asimismo, buscar constatar que este movimiento constituye una de las influencias principales en el arte contemporneo as como una de las principales manifestaciones culturales que contribuyeron a la recomposicin del individuo moderno en un agente cada vez ms consciente sobre su papel histrico.

Destruamos, insultbamos, desprecibamos y nos reamos. Nos reamos de todo. Nos reamos de nosotros mismos tanto como nos reamos del Emperador, Rey y el Pas, barrigas gordas e infantiles-pacifistas. Tombamos nuestra risa seriamente; rer era nuestra nica garanta de la seriedad con que, en nuestro viaje de auto-conocimiento practicbamos el anti-arte.[footnoteRef:18] [18: We destroyed, we insulted, we despised and we laughed. We laughed at everything. We laughed at ourselves just as we laughed at the Emperor, King and Country, fat bellies and baby-pacifiers. We took our laugh seriously; laughter was the only guarantee of the seriousness with which, on our voyage of self-discovery, we practice anti-art (traducido por m)]

Richter, 1985: 65

En efecto, Dad se incorpor al desarrollo crtico y reflexivo de la modernidad, favoreciendo con ello a una radical reinvencin del quehacer artstico en donde la tcnica y el estilo los pilares que sostenan el arte tradicional-[footnoteRef:19] se subsumieron ante la dimensin conceptual o conceptualidad de la obra. Es decir, se vuelca el contenido sobre la forma. Asimismo, Dad constituy una afrenta ms hacia las instituciones sociales a inicios del siglo XX, mas dicha confrontacin no result ser fsicamente violenta como los numeros levantamientos armados de aquella poca- sino deontolgica, simblica. [19: Se entiende por tcnica y estilo a las determinaciones impuestas institucionalmente por el arte tradicional. La primera se refiere la habilidad con que se ejecutan las destrezas propias de cada disciplina como la pintura, la escultura y, en general, las artes plsticas-. Y la segunda en consolidar un sinnmero de formas propias en la realizacin de cada disciplina como la tradicin renacentista, la barroca, la realista, etctera.]

El presente captulo consta de dos partes fundamentales. La primera se concentra en el tratamiento de lo que dichos autores definen como el anlisis de las estructuras del mundo de la vida y el sentido comn. Mediante lo cual establecer una concepcin de la modernidad como el soporte simblico desde donde emanan las categoras eminentes de lo real. En la segunda parte, proseguir con el enfoque de las denominadas provincias finitas de significado (en adelante, PFS), que infieren el desdoblamiento de mltiples realidades que alternan, parcialmente desacopladas, alrededor de dicha realidad eminente.

A partir de todo ello, podr abordar el mbito del arte y, en especfico, al movimiento artstico Dad-, precisamente, como provincias de significado que emergen de la realidad constitua en la modernidad.

Antecedentes de la Fenomenologa: Husserl, Dilthey y Weber Alfred Schutz muere antes de poder culminar su teora fenomenolgica.[footnoteRef:20] Heredero de la tradicin hermenutica, proveniente de la filosofa alemana decimonnica, se concentr en adaptar al estudio de las ciencias sociales el modelo de la filosofa de la actitud natural que obtuvo de su ms entraable mentor Edmund Husserl. Le interesaba abordar el problema de la experiencia como fundamento para la comprensin de la realidad, dentro de cuyos lmites se desenvuelve nuestra existencia cotidiana, desde un punto de vista experiencial. [20: En sus ltimas semanas de vida, Schutz hizo planes para recopilar y publicar en ingls, en forma de libro, muchos artculos pertenecientes a su periodo americano. El material deba ser distribuido en tres volmenes: El problema de la realidad social, Estudios sobre teora social, y otro de Estudios sobre filosofa fenomenolgica. [Introduccin de Arvid Brodesen en: Alfred Schutz Estudios sobre teora social. Amorrutu editores. Buenos Aires, 1974]]

Para entender el contexto intelectual en que se desarrolla el modelo de Schutz es preciso tomar como punto de partida el historicismo-hermenutico de Wilheim Dilthey[footnoteRef:21]. Este introduce el problema de la comprensin y/o interpretacin de los asuntos humanos al ndole social e histrico rompiendo as con la tradicin vivencial o endoptica de la comprensin-. Utilizando esta conceptualizacin, es posible ahora interpretar y comprender un movimiento artstico, como Dad, independientemente de que ste pertenezca al pasado. [21: Dilthey particip en la gran controversia decimonnica que intent dilucidar si las Ciencias Naturales (Naturwissenschaften) y las Ciencias del Espritu o Sociales (Geisteswissenschaften) diferan, en trminos metodolgicos, en su tratamiento a objetos de estudio. Lo que hace sealar a Schutz que: el conocimiento del humano y las culturas histricas supone la comprensin de ciertas significaciones a la vida, y que tal comprensin difiere radicalmente de la explicacin causal practicada por las ciencias de la naturaleza. [Schutz, 2003: p.7]. O en palabras de sus discpulos: El tema dominante aqu fue un sentido abrumador de la relatividad de todas las perspectivas del acontecer humano, vale decir, de la historicidad inevitable del pensamiento humano. La insistencia historicista en cuanto a que ninguna situacin histrica poda entenderse salvo en sus propios trminos [Berger y Luckmann, 2006: p.18]]

Por ltimo, Schutz retoma la Sociologa Comprehensiva de Max Weber[footnoteRef:22], que por primera vez plantea el modelo de la comprensin de la accin social[footnoteRef:23] como fuente de conocimiento para la naciente sociologa, y a la vez la reelabora de forma muy particular. Por un lado se puede considerar a Weber y Shutz como miembros de una misma corriente[footnoteRef:24], dada su mutua preocupacin por la interpretacin del acontecer social, denotando su mutua adopcin de las preocupaciones en torno a la accin social como marco de referencia principal para la sociologa. [22: Weber propuso descifrar los fenmenos sociales a la luz de criterios derivados de un modelo llamado tipos ideales, o de esencias en cierto modo puras y activamente creadas por el espritu humano [Alfred Shutz: Pp. 7], en trminos de que para la sociologa actual (del s. XX), como para la historia, el objeto de conocimiento es el complejo de significado subjetivo de la accin [Berger y Luckmann: 33]. ] [23: Se comprende por accin aquella conducta humana que su propio agente o agentes entienden como subjetivamente significativa, y en la medida en que lo es. Tal conducta puede ser interna o externa y puede consistir en que el agente haga algo, se abstenga de hacerlo o permita que se lo hagan. Por accin social se entiende aquella conducta en la que el significado que a ella atribuye el agente o agentes entraa una relacin con respecto a la conducta de otra u otras personas y en las que tal relacin determina el modo en que procede dicha relacin [Giner, Salvador. Teora sociolgica clsica Madrid, 2001. Pp. 283].] [24: La historicista-interpretativa. Una corriente que inicia con Kant, se reelabora con Dilthey y llega finalmente a Weber gracias a Windelband y Ricket. ]

No obstante a sus grandes puntos en comn, existe una enorme diferencia entre ambos autores, la cual radica en que Schutz critica la concepcin weberiana que determina que los fines significativos de la accin presuponen un conjunto de valores histricamente relevantes[footnoteRef:25] que deber ser utilizados como nica herramienta epistemolgica[footnoteRef:26] para el anlisis sociolgico. Siendo sta herramienta los tipos ideales de accin en que se reduce todo tipo de accin social la tradicional, la afectiva y la accin racional orientada a valores o a fines. De sta manera es que Weber, no slo puede interpretar la accin sino en mayor medida explicarla causalmente lo cual se encuentra totalmente fundamentado por el espritu cientificista de su poca, en que la causalidad representaba un estatuto formal para que una disciplina se considerara cientfica o no. [25: Los cuales representan a su vez la crtica que Weber le hace a la tradicin kantiana, contraponindose en que existan valores universales (el a priori kantiano) y aceptando que stos responden nicamente a su poca. Lo cual sita a Weber, propiamente en la corriente historicista, sin concordar en su totalidad con Dilthey puesto que pensaba que aqul era un romntico, y dando pie de entrada fuerte a uno de los conceptos fundamentales para la sociologa: la Weltanchaung.] [26: Entendiendo dicha herramienta epistemolgica como un cuerpo slido y hermtico de conceptualizaciones, del cual no puede desprenderse otro conocimiento que no parta de esos mismos fundamentos. Es decir, que dada una serie de fundamentos y pre-nociones, diseadas para la interpretacin y el anlisis sobre ciertos aspectos especficos, es que se puede entender algo como en este caso la accin social- y no de otra manera. En otras palabras, no con otra herramienta epistemolgica como bien seran las regras del mtodo sociolgico en Durkheim. Existe cierta explicacin del por qu, no slo con Max Weber en Alemania sino tambin con Emile Durkheim en Francia quienes a finales del s. XIX representaron las dos primeras fundaciones de la sociologa, como conocimiento especializado y disciplinario-, encontramos marcos epistemolgicos tan cerrados que no dejan cabida a otra interpretacin del mundo social ms que con sus respectivos cuerpos interpretativos. Y es que sin haberse instituido propiamente la sociologa como disciplina acadmica, era totalmente necesario radicalizar los fundamentos que la componen. A efectos de que a corto plazo se le considerara como tal, como una disciplina acadmica propiamente instituida. Cabe decir que todo esto se dio en el contexto de ms auge del positivismo racionalista, donde toda disciplina que no fuera plenamente cientificista era considerada como mera filosofa especulativa o humanista, siendo precisamente eso lo que forz tanto a Weber como a Durkheim a delimitar tanto sus diferentes teoras sociolgicas. ]

Sin embargo, para Schutz esa visin de tipos ideales de accin provoca que Weber no se preocupe por el aspecto realmente subjetivo de la accin y s por el curso externo del acto; puesto que no considera la experiencia conciente del actor [Zares, 1980: p. 1190-1191]. Es decir, que Weber slo se preocupaba por la mera causalidad y no por su verdadera intencionalidad subjetiva. En referencia a esto, Schutz intenta dar un giro proponiendo ahora una descripcin ontolgica[footnoteRef:27] de ciertas caractersticas invariables de la conciencia como la gua de comprensin interpretativa [Zares, 1980] de la accin. [27: Una forma de abordar los problemas sociales, ya sin la necesidad de constituir un conocimiento especializado pues la Sociologa llevaba ms de cincuenta aos en desenvolvimiento, que pretende discutir de manera ms general las condiciones especficas en que cada problemtica social emerge en trminos de sus disposiciones y desenvolvimientos intrnsecos-, y no sobre la base de un nico esquema de referencias prescrito para toda problemtica. Al decir, de manera ms general me refiero a la incursin hecha por Schutz en el terreno de ndole filosfico, en que atrae fundamentos ontolgico-existenciales de la Fenomenologa husserliana, para interpretar cuestiones sociolgicas como la accin social. ]

Es precisamente por ello que Schutz es un fenomenlogo y no propiamente un hermeneuta, ya que retoma primordialmente el planteamiento filosfico de Husserl sobre la experiencia, como fuente irrevocable de comprensin, en su caso especfico, de la accin social. El problema del cmo producimos sentido socialmente relevante, o mejor dicho cmo producimos realidad, es definido como: la modificacin de la atencin hacia la experiencia vivida [Zares, 1980], la cual slo puede ser concebida y descrita por la conciencia de quien atribuye sentido a elementos de la realidad que se le presentan durante su despliegue de actividades. Lo fundamental aqu, es entender la forma en que las personas interpretan su mundo objetivamente, en tanto la multiplicidad de fenmenos que se pueden derivar de aqul, como algo que proviene de la dimensin subjetiva de la conciencia tanto individual como colectiva.

En trminos metodolgicos, para la presente investigacin, la perspectiva de Schutz en torno al estudio de la accin social, me permite entender cmo es que los cientficos sociales debemos desentraar dicho abstracto de interpretaciones, para finalmente llegar a explicar la manera en que se constituye la realidad social tanto estructural (objetiva) como conscientemente (subjetiva).

Ahora bien, para efectos de lo que intento argumentar, hasta aqu quedara corto el planteamiento de Schutz en tanto al carcter objetivo de las instituciones sociales ya que se prioriza en exceso la dimensin ontolgico-existencial. Por esta razn me parece pertinente incluir el enfoque de sus discpulos, Berger y Luckmann, sobre la Sociologa del Conocimiento. Si bien ellos parten de la idea que la experiencia subjetiva del actor es efectivamente la fuente principal de apreciaciones para las actividades humanas, sostienen que la forma en aquella se manifiesta en el mundo social es a travs de procesos de objetivacin e institucionalizacin, volviendo el planteamiento algo ms sociolgico. Esto me permite afirmar, con mayor rigor, que la diferencia entre el conocimiento del sentido comn moderno y las estructuras subjetivas de humor negro en Dad, no slo es semntica sino plenamente objetiva e incluso material.

A manera de sntesis, la razn por la cual he elegido a la Fenomenologa-sociolgica de Schutz en comunin con los desarrollos en la Sociologa del Conocimiento de Berger y Luckman, es debido a que las considero herramientas idneas para entender los procesos de produccin de sentido y conocimiento, desde el punto de vista interpretativo, implicados en la creacin, el desarrollo y la contingencia de las instituciones sociales de la Modernidad[footnoteRef:28]. Es decir, con ayuda metodolgica de este marco de referencias terico-conceptuales, creo poder contestar cmo es que Dad, un movimiento de artistas o mejor dicho anti-artistas-, dotaron de significados y tipificaron su mundo[footnoteRef:29] sobre la base de sus propias experiencias subjetivas, produciendo as una estructura de sentido plenamente objetiva que yo encuentro en el uso del humor negro-, con lo que logr a final de cuentas propiciar un cambio en la realidad eminente moderna o dicho de otro modo, en las estructuras sociales objetivas e institucionales de la Modernidad. [28: Valdr decir que todas estas concepciones analticas se insertan dentro de una perspectiva donde el individuo no se encuentra plenamente determinado por las estructuras sociales y la historia que lo precede sino que l mismo logra reinsertarse dentro del desarrollo social en que se ve involucrado, siendo parcialmente determinado pero al mismo tiempo determinante de la realidad social.] [29: Bajo uno de los contextos histrico-sociales ms turbios de la historia: la primera guerra mundial o la Gran Guerra. Lo cual pasar a ser un determinante pilar en la explicacin histrico-contextual para el segundo y, sobre todo, el tercer captulo.]

II. Realidad y Mundo de la Vida Cotidiana

La realidad como construccin social de conocimiento (y ms conocimiento).

la realidad se construye socialmente [Berger y Luckmann: 11]

Tanto la Fenomenologa como la Sociologa del Conocimiento parten de una condicin fundamental: la realidad no se encuentra ms all o desprendida del ser y el quehacer humano sino que es un producto social derivado de la experiencia y la accin humana.

Por realidad se entiende la inconmensurable suma de objetos, ideas, circunstancias, fenmenos, que dotamos de significado en el mundo. Todo ello est contenido, por conjuntos de sistemas y/o esquemas tipificantes dimensiones organizativas y funcionales, del reconocimiento sobre el significado atribuido a cada cosa considerada como real[footnoteRef:30]-. Es precisamente esta comunin de procesos y objetivaciones, lo que opera en los individuos durante su interaccin con el entorno y sus semejantes, como una matriz de coordenadas de accin vigentes e incuestionables. [30: Como por ejemplo, cualquier tipo de lenguaje o sistema comunicativo. ]

Lo real es, por consiguiente, una sintona entre la interactividad humana con el entorno y sus semejantes, lo cual produce significaciones compartidas y tipificaciones sistematizadas, que nos orientan competentemente en el mundo, como seres en mutua referencia, permitindonos vivir en l, as como modificarlo invariablemente a lo largo del tiempo y a travs del espacio. En este sentido, lo real (representa) el conocimiento que la humanidad ha ido construyendo a manera de mundo(s) preinterpretado(s)-, desde que se inici la chispa de la cultura hasta sus desarrollos ms superiores. Conocimiento, como elementos cognitivos, de reconocimiento mutuo, entre un grupo de individuos o una sociedad completa, que tras largos y tendidos procesos comienza a desenvolverse por s mismo[footnoteRef:31] en ms y ms conocimiento(s) sobre elementos de la realidad cada vez menos evidentes y ms tiles o trascendentales[footnoteRef:32]. [31: De manera orgnica, es decir viva, en trminos del desarrollo irrefrenable en que se produce y reproduce conforme pasa el tiempo. ] [32: Como la construccin de lenguajes sobre otros lenguajes, es decir metalenguajes, como la religin, la ciencia, y, siendo el que ms interesa a esta tesis, el Arte.]

La significatividad (relevance) no es inherente a la naturaleza como tal, sino que constituye el resultado de la actividad selectiva e interpretativa que el hombre realiza dentro de la naturaleza o en la observacin de esta [Schutz, 2003: 37].

Esto ltimo quiere decir que, dada la incontenible necesidad obstinada de dar sentido a todo lo que percibimos y derivamos del mundo, lo que llega a constituirse como conocimiento vigente es decir, la constatacin de sentido en algo, ya enraizado en el tejido social de una poca- puede ser negado y reelaborado para dar lugar a nuevas atribuciones de significado y por consiguiente nuevo(s) conocimiento(s). Siendo esto precisamente, lo que la tradicin fenomenolgica llama la actitud natural

En otras palabras, a la par de nuestra interaccin determinante sobre nuestro entorno constituido en preasignaciones y/o preinterpretaciones de sentido y conocimientos consagrados en sistemas tipificantes-, nos encontramos permanentemente re-redeterminando sus contenidos semnticos, as como reacoplando los sistemas con los que nos comunicamos[footnoteRef:33]. Todo bajo un irrefrenable fluir social, en el que se desenvuelve nuestra existencia. [33: Como bien podran ser los gestos, el lenguaje, la tcnica, el estilo, etctera.]

No solo actuamos en el mundo sino sobre el y nuestro propsito no es tanto interpretarlo o comprenderlo sino efectuar cambios sobre el [Introduccin de Maurice Natanson en Schtz, 203: 16].

As pues, y en definitiva, se puede entender el conocimiento que producimos; bien como un producto de las capacidades cognitivas y comunicativas del ser humano; as como un producto meramente histrico que a lo largo de las pocas cambia y se re-adapta a las inconmensurables variabilidades y contingencias del desarrollo social.

La paradoja de la construccin social de la realidad

Conforme al devenir cotidiano de nuestra existencia todo pareciera que es de cierta manera y as seguir siendo. Esto implica que no siempre nos demos cuenta de nuestra capacidad creadora y determinante, sealada en el inciso anterior, de ms o diferente conocimiento. Y es que el cmulo de los fenmenos, sucedidos durante la existencia ordinaria, van progresivamente introyectndose, categorizndose y acomodndose donde su funcionalidad y vigencia lo permita, sin ser propiamente averiguados o relativizados por quienes los conciben y reproducen. En ltimas consecuencias, esto produce que concibamos al conocimiento, y nuestra capacidad creadora de ms y ms conocimiento, como algo ajeno a nosotros mismos y a las actividades que realizamos.

La construccin de la realidad, no es entonces completamente ajena externa al individuo, sino un producto de l. Una consecuencia de su necesidad por determinar su existencia, en pos de su implicacin con el mundo y sus similares. No obstante, eso no quiere decir que los individuos sean absolutamente conscientes de ello, sino de lo contrario. Pues tras las erosin del tiempo histrico y la tensin o resistencia que se ejercen los objetos y sujetos entre s en el espacio social. Se van consagrando como reales ciertos aspectos del mundo, que prolongadamente se despojan de todo el rastro de elementos que los constituyen como reales-, para llegar a ser vigentes e incuestionables. Dejando as, nicamente los vestigios de su establecimiento real, en las funciones de su relevancia pragmtica.

A pesar de la objetividad que caracteriza al mundo social en la experiencia humana, no por eso adquiere un status ontolgico separado de la actividad humana que la produjo () paradoja de que el ser humano es capaz de producir un mundo que luego ha de experimentar como algo distinto de un producto humano () el producto acta sobre el productor [Berger y Luckmann, 2006: 81.]

Lo sealado arriba ser fundamental para mi anlisis en general. Ya que posteriormente har referencia a dicha paradoja al momento de tratar que la caracterstica fundamental de la Modernidad es que a diferencia de otras pocas histrica de la humanidad- carga en el seno de su ms profunda definicin la asimilacin reflexiva de nuestra capacidad de producir y negar el conocimiento que nos determina[footnoteRef:34]. Sin embargo, como se ha dicho, esto no se aplica de manera totalmente consciente, ya que el conocimiento nunca ha dejado de ser concebido paralelamente como ajeno a nuestra intervencin. Esto produce una especie de dialctica social en que los individuos, a travs de la historia, se encadenan y liberan de las ataduras que ellos mismos producen y destruyen. En otras palabras, el individuo moderno, puede comprenderse tanto como un agente social[footnoteRef:35] plenamente consciente de su capacidad creadora de realidad social, as como un ser plenamente controlado y determinado por las estructuras sociales que lo circundan. [34: Es decir, que la Modernidad, como manifestacin social ubicada en occidente desde el s.XVII, puede entenderse como un principio de realidad mismo, como algo dentro del horizonte social que produjo conscientemente su propia realidad.] [35: En tanto a su capacidad de agencia, es decir, de incidencia sobre su condicin y la de su sociedad.]

En fin, como primera constatacin del presente trabajo, se entender por realidad social, un fenmeno eminente en el que la Modernidad juega el papel de soporte fundamental. Fenmeno, que ser nombrado como el Mundo de la Vida Cotidiana moderna, en trminos de una especie de mbito generalizado que encierra la vida social de una poca de la historia[footnoteRef:36] y esta definido por condiciones propias que le hacen ser como es y no de otra manera. Es desde dicho soporte estructural, desde donde emanan propiamente los problemas ms recurrentes que diaria cotidianamente habremos que resolver y, paralelamente, a donde se relegan todas las soluciones que, tanto histrica como ordinariamente, se han logrado abstraer y derivar de ese especfico entorno de vida. [36: Ms o menos desde el s.XVII al s.XXI]

Individuo e intersubjetividad: la dimensin constructora de la realidad social.

Hasta aqu se ha dejado claro que lo real, para el mundo social, es producido desde los individuos al mismo tiempo que es concebido por ellos como algo externo. No obstante a que esto puede entenderse como una paradoja, se presenta tambin como un modelo analtico en el que flucta el devenir histrico de contextos, coyunturas y movimientos sociales a travs de la cual analizar a Dad. Y bien, para entender todo esto es necesario reparar detalladamente en los procesos que permiten entender la produccin de conocimiento, detrs de esta realidad cambiante, y los mecanismos por los cuales se echan a andar los sistemas comunicativos que lo tipifican (al conocimiento cambiante) y vuelven accesible tanto a la conciencia como a las actividades de individuos interrelacionados.

Para estos efectos habr que considerar al individuo como una entidad hperfenmica[footnoteRef:37], no slo dada su capacidad reflexiva, sobre su propia subjetividad, sino tambin, como parte de una sociedad[footnoteRef:38], dado el reconocimiento de otras subjetividades. En otras palabras, como individuos intrincados entre otros individuos, son capaces de reconocer su experiencia subjetiva, como son capaces de entender la de otros evidentemente que con menos alcance y sobre determinadas condiciones. [37: Que a diferencia de todo otro fenmeno en el mundo, como cualquier elemento o incluso ser de la naturaleza, se caracteriza fundamentalmente por autocomprehenderse. Es decir, tener la capacidad de auto comprender ideas, motivos, deseos, etctera.] [38: Metafenmeno de esas entidades hiperfenmicas]

Justamente aqu se plantea un problema fundamental para la Fenomenologa, el de la intersubjetividad. La forma en que dos o ms subjetividades, aparentemente intransferibles, que irremediablemente se ven forzadas a depender unas con otras, logran reconocerse mutuamente. A partir de esto es que se genera una organizacin, sobre la base de significaciones compartidas, moduladas por esquemas comunicativos tipificantes.

Slo en la medida en que como, individuos logramos adecuarnos e insinuarnos recprocamente, en una suerte de convivencia, es que podemos emprender juntos la produccin de estructuras semnticas y sistemas tipificantes que nos sirven como orientacin normativa a nuestras actividades entremezcladas y co-dependientes.

[El mundo social] Es intersubjetivo porque vivimos en l como hombres entre otros hombres, con quienes nos vinculan influencias y labores comunes, comprendiendo a los dems y siendo comprendido por ellos [Alfred Schtz, 2003: 41.]

En s, el problema de la intersubjetividad es igualmente fundamental que el de la paradoja de la construccin social de la realidad para efectos del anlisis que pretendo realizar. Dado que para comprender los procesos de construccin semntica, tanto del sentido comn de la Modernidad como del humor negro en Dad[footnoteRef:39], es necesario entender la forma en que intersubjetivamente se van alzando y constituyendo sus diferentes formas estructuradas de sentido. [39: Lo que en ltima instancia se convierte en mi propuesta argumentativa fundamental, en las estructuras de sentido del humor negro como denominador comn y fundamental de Dad.]

Todos los objetos culturales herramientas, smbolos, sistemas de lenguaje, obras de arte, instituciones sociales, etc. sealan en su mismo origen y significado las actividades de sujetos humanos. Por esta razn somos siempre conscientes de la historicidad de la cultura que encontramos en las tradiciones y las costumbres. Esta historicidad es posible de ser examinada en su referencia a actividades humanas cuyo sedimento constituye. Por la misma razn, puedo comprender un objeto cultural sin referirlo a la actividad cultural en la cual se origina [Schutz, 2003: 41].

En este sentido, cada ser moderno, y en especfico, cada uno de los dadastas, representa para el presente trabajo una subjetividad plena con pensamientos, ideas, deseos, motivaciones, etctera. Que slo tras procesos de intersubjetivacin objetivada[footnoteRef:40], es que van construyendo las estructuras semnticas y acoplando los esquemas tipificantes con que interpretan y reproducen su mundo social. Es decir, que la interpretacin de individuo, que emplear a continuacin, infiere una doble cara. Por un lado, la de una subjetividad casi intransferible en que se generan nuevos conocimientos, y por otro, una capacidad objetivante de aquella subjetividad plena- con que construye socialmente su mundo y la realidad. [40: Es decir, de procesos en que lo semnticamente intransferible en cada uno se vuelve cada vez mas compartido por la objetivacin mutua entre mltiples subjetividades. ]

El sentido comn: la estructura de tipificacin semntica fundamental del Mundo de la Vida Cotidiana.

En correspondencia con el marco conceptual e interpretativo del Mundo de la Vida Cotidiana, tanto Schutz como Berger y Luckmann coinciden en que sta dimensin social se expresa a travs de algo llamado el sentido comn. ste es precisamente el flujo semntico por donde circulan las estructuras de significacin y los sistemas de tipificacin, desde donde, por cierto, tambin se desprenden diferenciadamente un sin fin de otros flujos que generan otras realidades, no tan eminentes aunque igualmente reales.

Construcciones de sentido comn acerca de la realidad cotidiana, esos objetos de pensamiento, determinan su conducta, definen el objetivo de su accin, los medios disponibles para alcanzarlo; en resumen, los ayudan a orientarse dentro de su medio natural y sociocultural y a relacionarse con l [Alfred Shutz: 38.].

Schtz deriva esta nocin de sentido comn, que luego retoman Berger y Luckmann, de lo que el filsofo Husserl entenda como la actitud natural. Basado en la naturalidad que produce el hecho de que todos estamos convencidos de que el mundo en el que vivimos exista desde mucho antes de que llegramos, todo lo que este mundo nos dice que hagamos es simple y sencillamente algo normal e incuestionable.

en la actitud natural de la vida cotidiana nos interesan nicamente determinados objetos, que se destacan contra el campo cuestionado de otros experimentados previamente, y el resultado de la actividad selectiva de nuestra mente es determinar cules de las caractersticas particulares de tal objeto son individuales y cules son tpicas [Alfred Shutz, 2003: 40]

Vale decir que el Mundo de la Vida Cotidiana y su carga de sentido comn, son el eje de gravedad donde finalmente todo recae y se mide. La inmensa gama de aspectos y contrastes que dan textura al mundo; las mltiples condiciones en las que los individuos coinciden en depositar un sentido relevante detrs de las cosas; los contextos y los comportamientos que consecuentemente se convierte en comunes denominadores compartidos por quienes se encuentran vinculados en cierta actividad; representan, junto con muchas otras determinantes, los diferentes procesos en que se constituye el mbito de realidad ms generalizado: la realidad eminente.

A todo esto, Schtz le llama el origen social del conocimiento, que incluye modos de vida, mtodos para abordar el ambiente, recetas eficaces para el uso de medios tpicos tendientes a lograr fines tpicos en situaciones tpicas, etctera. Algo, que como he reiterado, responde a una poca y slo cambian en la medida en que las propias estructuras del mundo de la vida cambien.

Lo aproblemtico del Mundo de la Vida Cotidiana.

La consagracin de un entorno aproblemtico es la tarea fundamental del sentido comn. A la menor provocacin problemtica que suscita el mundo a nuestra existencia, se emprenden una serie de funciones reflexivas que recurren tanto a la memoria individual que contiene todo lo que nos han enseado y hemos aprehendido durante nuestra vida-, como a la memoria social que contiene todo lo que damos por sentado, en la forma de sin nmero de frmulas y soluciones para enfrentarse a la vida. En otras palabras, el sentido comn es un acervo de conocimiento[footnoteRef:41] que comprende un sinfn respuestas del cmo resolver situaciones comunes bajo circunstancias comunes. ste acervo es social, pero cada sujeto recurre individualmente y a su manera a el. [41: Como esta, son muchas las definiciones prescindibles a mi proyecto, tales como situacin biogrfica, coordenadas de matriz social, etc. Vase la introduccin al libro de Schtz por parte de Maurice Natason ya que explica de manera muy organizada y sinttica estos elementos conceptuales que son utilizados durante el desarrollo terico de la obra. (Alfred Schtz: Pg. 15-32)]

He aqu otro aspecto de la crtica que Schutz le hace a Weber, ya que el segundo dice que en realidad existen ciertos actos durante nuestra vida cotidiana, en el marco de la actitud natural, en que nos conducimos de manera automtica y o reflexionamos realmente sobre lo que hacemos. El ejemplo que utiliza Schutz, para esclarecer todo esto el mismo que utiliza Weber al hablar sobre un hombre que se acerca la lmpara para poder ver mejor en sus actividades. Ah donde para Weber ello representa un acto meramente automtico del no poder ver y causalmente acercarse la lmpara, para Schutz en ese mismo acto hay tambin un proceso reflexivo e intencional de acercarse la lmpara. Lo cual, nos deja en una paradoja an ms radicalizada puesto que no hay nada en lo que respecta a la accin social que no sea un acto de mera reflexin o reflexividad.

Por otra parte, la conceptualizacin fenomenolgica del Mundo de la Vida Cotidiana, como se ha dicho con anterioridad, representa un campo aproblemtico de actividad, puesto que no es necesario idear una y otra vez los procedimientos cognitivos que se llevaron acabo en un momento dado para resolver un problema recurrente, sino que se remite a los procedimientos que previamente han resuelto situaciones similares. De la misma manera, bajo la eventualidad de encontrarse con una problemtica que todava no esta contemplada por el sentido comn, se recurre[footnoteRef:42] a nuevos procedimientos para resolverla que en el mejor de los casos incorporan previas soluciones similares, integrando una forma totalmente nueva de resolver la problemtica establecida. Por consiguiente, toda nueva forma de resolver situaciones problemticas, ser adjuntada como una nueva solucin al sentido comn y en consecuencia a la estructura del Mundo de la Vida Cotidiana vigente a ese momento. [42: Es preciso hacer la anotacin que al decir se recurre no significa que individualmente se llega a las respuestas esperadas, sino que en trminos del sentido comn en el fondo se recurre socialmente. Es decir que la respuesta a una nueva problemtica que pertenecer al sentido comn es en mayor medida una consecuencia de fuertes impulsos y energa social en donde un enorme nmero de relaciones sociales son necesarias para llegar a un punto tal en que individualmente se puedan resolver ciertos problemas. ]

El anlisis filosfico o psicolgico de la constitucin de nuestras experiencias puede luego, retrospectivamente, describir cmo los elementos de este mundo afectan a nuestros sentidos, cmo los distinguimos pasivamente de una manera indistinta y confusa, cmo mediante la apercepcin activa nuestra mente destaca ciertos caracteres del campo perceptual, concibindolos como cosas bien delineadas que se destacan dentro de un fondo u horizonte ms o menos inarticulado. La actitud natural no conoce estos problemas. Para ella, el mundo es, desde el comienzo, no un mundo del individuo aislado, sino un mundo intersubjetivo, comn a todos nosotros, en el cual tenemos un interes, no terico, sino eminentemente prctico [Schutz, 2003: 198]

La Modernidad, entendida como Mundo de la Vida Cotidiana, carga en su interior una formulacin especfica de sentido comn. Es decir, una enorme estructura cognitiva, integrada por frmulas especficas del cmo enfrentarse al mundo moderno cotidiano o bien, a lo que diariamente compete de manera regular a la vida moderna-. Es precisamente, uno de los objetivos de este trabajo, el des-cifrar dichas frmulas en rasgos y/o aspectos generales que se encuentran transversalmente presentes a lo largo de toda esta poca. Para ello, el segundo captulo dedicar su atencin al desarrollo, no slo histrico, sino, de alguna manera, a la evolucin y constitucin de marcos cognitivos generales que puedan delimitar la estructura de lo que hasta ahora se ha referido como el sentido comn.

Con todo esto, se puede decir que el sentido comn, representa el grado ms sofisticado de intersubjetividad al que cualquier sociedad puede llegar. Ello, debido a que representa la estructura semntica ms amplia, que carga dentro de s los esquemas tipificantes ms recurridos por la sociedad de un momento dado en la historia, mientras que otros flujos semnticos[footnoteRef:43] simplemente se encuentran circundando provincialmente este marco de conocimientos generalizado. [43: Los cuales posteriormente se vern definidos, por aquello de su circunscripcin al sentido comn, como provincias finitas de significado tales como el arte y Dad en este caso.]

la jerga de la vida cotidiana es principalmente un lenguaje de las cosas y sucesos nombrados, cualquier nombre incluye la tipificacin y generalizacin que se refiere al sistema de significatividades predominante en el endogrupo lingstico que atribuy a la cosa nombrada importancia suficiente para establecer un trmino especfico para ella [Schutz, 2003: 44]

Como ya se ha mencionado, para el presente anlisis, la Modernidad es la forma manifiesta del concepto Mundo de la Vida Cotidiana en que desde hace ms de cuatrocientos aos se ha ido constituyendo el mundo occidental[footnoteRef:44]. Esto implica toda una carga de condicionantes cognitivas, que resultan en actividades cotidianas, desde donde se reproduce intermitentemente la vida moderna. Es decir, que la Modernidad habr de ser entendida en correspondencia a su desenvolvimiento socio-histrico tanto hacia sus confines espacio-temporales, como en su relacin con otras pocas y otras culturas. Ah donde ciertas actividades cotidianas se transfieren, tal y como eran, de otras pocas[footnoteRef:45], otras se reformulan[footnoteRef:46] y finalmente se incorporan nuevas[footnoteRef:47]. Tan slo en la medida en que se puedan determinar una serie de diferencias realmente significativas, ontolgicas si se prefiere, podemos hablar de diferentes Mundo de la Vida Cotidiana dentro de la historia de la humanidad[footnoteRef:48]. [44: Evidentemente que con sus internas fluctuaciones, pero en general con los elementos generales necesarios para poder englobarla en un solo mundo de la vida cotidiana.] [45: Como por ejemplo, el no hacer dao a los dems. Que en una poca se encontraba en el cdigo moral de los diez mandamientos y ahora en el cdigo jurdico de nuestras constituciones modernas.] [46: Como la forma en que se organizan los estados. Donde a diferencia de la Edad Media, donde el estado estaba regido totalmente por la iglesia, hoy en da hay una divisin de poderes en las tres famosas esferas.] [47: Como la implementacin de todo el aparato meditico y propagandstico. ] [48: Como la Antigedad, la Edad Media, el Renacimiento, etc.]

Por ejemplo, a diferencia de la Edad Media, para el Renacimiento el concepto que el hombre tena sobre s mismo, dej de girar en torno al determinismo teolgico[footnoteRef:49] de la omnipotencia de Dios. Ah donde el individuo pas a ser el centro del universo, a diferencia de la idealizacin de Dios, como entidad creadora[footnoteRef:50]. Lo que podra sonar muy simple hoy en da, pero visto a la luz del desarrollo histrico es tal vez una de las convulsiones ms catrticas que ha experimentado la humanidad. Fue precisamente este cambio en la concepcin ontolgica del ser humano, sobre s mismo, algo que modific sustancialmente la manera de entender y recrear su actividad cotidiana y, a final de cuentas, de producir realidad. [49: Vigente desde San Agustn en el siglo I d.C.] [50: En: Lus Villoro. El pensamiento moderno. Filosofa del renacimiento. Mxico: FCE / El Colegio Nacional, 1992.]

Un sin fin de otros ejemplos nos podran servir para entender cmo es que la Modernidad se circunscribe y genera sus propias pautas de realidad. Y ms todava, para entender cmo es que dentro de esta circunscripcin de realidad eminente y sentido comn moderno se abre todo otro universo de ramificaciones, anlogas al desprendimiento de los mltiples Mundo de la Vida Cotidiana, comprendidas en la gnesis de las provincias finitas de significado que a continuacin sern detalladas.

Lo importante por ahora, es reiterar que las concepciones del ser ms arraigadas, que logran efectivamente intersubjetivarse al interior de un endogrupo, hacen gravitar una serie de actividades y rutinas en torno a la vida cotidiana de sus integrantes. Horarios biolgicos y sociales, responsabilidades y garantas de convivencia, lgicas de intercambio y valor, son algunas de las condicionantes que giran atradas hacia la realidad eminente y se transmiten a travs del sentido comn y sus sistemas tipificantes en un Mundo de la Vida Cotidiana bien constituido.

En conclusin, la Modernidad deber entenderse, bajo sus propias concepciones, como el soporte estructural desde el cual pretendo derivar el anlisis del arte y Dad como Provincias Finitas de Significado que circunscriben el conocimiento del sentido comn moderno. Pero, primero explicare cmo es que se constituye propiamente, ya no subjetivamente sino ahora institucional y objetivamente, el Mundo de la Vida Cotidiana.

Objetivacin, institucionalizacin y lenguaje: elementos de concrecin del mundo de la vida.

El sentido comn es el flujo que carga y transmite todas las significaciones constituidas sobre la base de procesos de intersubjetividad- manifiestas en esquemas de tipificacin. Una pregunta pertinente sera: cmo es precisamente que se constituyen dichas estructuras cognitivas y/o conocimientos de ndole socio-histrico?. Para contestar sta pregunta es preciso dar cuenta de un proceso que los autores llaman la objetivacin de la expresividad humana.

La objetividad humana es capaz de expresarse, o sea, se manifiesta en productos de la actividad humana, que estn al alcance tanto de sus productores como de otros hombres, por ser elementos de un mundo comn. Dichas objetivaciones sirven como ndices ms o menos duraderos de los procesos subjetivos de quienes los producen [Berger y Luckmann, 2006: 50]

No obstante que mi subjetividad me sea accesible de una manera que jams podra serlo para alguien ms, existe tambin un nivel de ndices o parmetros que son codificados en signos descifrables por quienes los producen y, potencialmente, por quienes se ven implicados a su exposicin. Estos ndices, integrados por los sistemas tipificantes, varan en una serie de lenguajes o sistemas de expresin, como lo son: el lenguaje corporal, el gesticular y el lingstico. Estos se encargan fundamentalmente de recordar objetivadamente las intenciones originarias, bajo un marco comprensible, de quien emplea su mediacin.

Cmo yo objetivo por medio del lenguaje mi propio ser, ste se hace accesible masiva y continuamente para m, a la vez que para el otro () hace mas real mi subjetividad [Berger y Luckmann: 54-55.]

Subsecuentemente, uno se preguntara: cmo es que se arraigan y prevalecen estos esquemas comunicativos en el tejido social?. Tras la eficacia en la consecucin de ciertos pasos, con respecto a otros, para resolver una situacin o conducirse por una serie de diferentes situaciones, es como se genera un grado de comn asentimiento que torna innecesario volver a definir cada paso por realizar para llegar al estado de las cosas que se desea. En la medida en que estas prcticas logren volverse habituales o integrarse en una rutina prolongada, se olvidarn los clculos y las consideraciones iniciales que determinaron la toma de esas decisiones. A esto se le denomina la habitualizacin de las prcticas. Y, si adems de eso, se logran transcribir claramente dichos procedimientos en un sistema esencialmente objetivo como el lingstico[footnoteRef:51]-, precisando su valor heurstico sobre otros procedimientos para llegar al mismo estado de las cosas. Es justamente ah donde se produce la institucionalizacin de las prcticas y en mayor medida los elementos que llegarn a ser incuestionables y reconocidos como reales. [51: Ya que ste se caracteriza primordialmente por la claridad de su codificacin y desciframiento. Lo cual me recuerda una frase de Gramsci en la que se refiere al lenguaje como una estructura finita de infinitas ]

cuando ms institucionalizadas o estandarizadas se hallan las pautas de conducta, es decir, cuanto ms tipificada esta una manera socialmente aprobada por leyes, reglas, regulaciones, costumbres, hbitos, etc., tanto mayor probabilidad de que mi propia conducta autotipificadora produzca el estado de cosas al que apunta [Alfred Schtz, 2003: 55]

De igual manera, para la institucionalizacin existe un nivel modulante de innovacin. Dado que toda institucin aparece cada vez que se da una tipificacin recproca de acciones habitualizadas por tipos de actores, puede que en un momento dado esa tipificacin recproca cambie conforme al brote de nuevas condiciones o el desarrollo tcnico de nuevas habilidades que modifiquen, particular o completamente, las actividades ya institucionalizadas por otras nuevas. Esta dinmica instituyente, se da a manera de bucle ininterrumpido, en tanto que los elementos que se experimentan, poseyendo una realidad propia, se presentan al individuo como un hecho externo, segn lo establecido al principio del captulo.

Con todo, ya es posible advertir la relacin fundamental de estos tres momentos dialcticos de la realidad social. Cada uno de ellos corresponde a una caracterizacin esencial del mundo social. La sociedad es un producto humano. La sociedad es una realidad objetiva. El hombre es un producto social [Alfred Schtz, 2003: 55]

Hasta ahora, dara la impresin de que el planteamiento de la Fenomenologa fuese correspondiente a una naturalidad incuestionable sobre el mundo social. Sin embargo, todava no se ha relativizado y/o complejizado, de manera profunda y detallada, lo que Schutz seala como El problema de la realidad social ttulo del nico libro que public en vida. En el sentido de que, lo visto hasta ahora, representa conceptualmente, la textura ms superficial y exterior de lo que percibimos como realidad cotidiana es decir, lo que se presenta como predeterminaciones incuestionables y aproblemticas. Sin embargo, todo esto no es ms que la puerta de entrada al verdadero anlisis que a lo largo del presente escrito pretendo problematizar en tanto a las relaciones y estructuras semnticas, lingsticas y cognitivas detrs de la Modernidad, el arte y Dad.

La estratificacin del mundo de la vida: las realidades mltiples.

Bajo el planteamiento de que la realidad es un producto social, derivado de la construccin intersubjetiva de conocimiento y ms conocimiento, es preciso establecer que existen diferentes niveles y alcances en que aquel conocimiento se reproduce y coacciona a los individuos que comprenden dicha realidad. Al hablar de niveles y alcances me refiero a que alrededor de la realidad eminente, existen mltiples dimensiones, en que se diferencia todo un sistema de significaciones y tipificaciones que comprenden el mundo de manera distinta. Por consiguiente, los efectos que estas dimensiones cognitivas cobran, tanto a nivel subjetivo o consciente como a nivel intersubjetivo o social, tienen implicaciones en una enorme gama de actividades y concepciones que no propiamente corresponden con los fundamentos que sustentan y respaldan al sentido comn del Mundo de la Vida Cotidiana.

Para entender esto, la Fenomenologa recurre a lo que se denomina el anlisis de las estratificaciones del mundo y las realidades mltiples. Aqu se enfatiza la organizacin de diversas dimensiones semnticas que alternan de acuerdo a la conformacin de parmetros cognitivos propios y lenguajes para referirse a ellos. Estas dimensiones contienen mbitos de la realidad como son la ciencia, la religin, la poltica y, evidentemente, el arte y Dad[footnoteRef:52]. [52: Otra caracterstica distintiva de este movimiento reside en su vehemencia prodigiosa, en la verdadera bulimia del absurdo que domina a sus protagonistas y les provoca una rabia blasfema e iconoclasta, al parecer jams vista. Pues hasta entonces, los movimientos de Vanguardia, fuera cual fuese la violencia de so oposicin a los sistemas preestablecidos, permanecan en una lnea de pensamiento accesibles los ataques de sus adversarios; mientras que Dad arremete contra los fundamentos mismos del pensamiento, poniendo en duda el lenguaje, la coherencia, el principio de identidad, as como los soportes y los canales del arte tal y como podan concebirse antes de su irrupcin en la escena pblica [Waldberg: 16]]

De esta teorizacin se infiere que la realidad tiene infinitas formas de significarse, as como diferentes niveles de alcance en los que stas son introyectadas en las personas y echadas andar en actividades sociales, que reproducen tales significaciones y las desarrollan invariablemente a lo largo del tiempo. Para entender la forma en que esto se organiza y adquiere diferentes niveles y alcances, la teora fenomenolgica nos provee de una serie de condiciones, unas filosficas y otras no tanto, desde la cuales se define: en dnde se ubica una manifestacin social y qu relaciones cognitivas y lingsticas se producen entre esta con otras a su alrededor.

A continuacin, presentar de manera detallada los elementos y condiciones en que todo este complejo de mltiples realidades se convierte en el anlisis de las Provincias Finitas de Significado.

III. Mltiples Realidadesy Provincias finitas de significado.

Desprendimientos.

La conceptualizacin de las Provincias Finitas de Significado permiten entender el desprendimiento a las ataduras que ejerce la estructura de conocimientos ordinarios del sentido comn. En este sentido, de dichos desprendimientos se produce una infinidad de conocimientos alternos que circundan alrededor de la realidad eminente, permitiendo al individuo escapar momentneamente de la rigidez que lo sujeta a la cotidianidad. Y por consiguiente, el individuo deja de estar sujeto y logra as desenvolverse bajo diferentes abstractos de sentido[footnoteRef:53] y de realidad. [53: Como bien pueden ser los abstractos de sentido pertenecientes a la ciencia, la religin o cualquier otro tipo de expresin semntica del mundo de la vida que no sea propiamente la del sentido comn de la cotidianidad. ]

Las Provincias Finitas de Significado responden a una determinacin interna, parcialmente transferible hacia otras Provincias, e incluso hacia la misma realidad eminente de la cual se desprenden todas ellas. De esta manera, las Provincias Finitas de Significado logran diferenciarse semnticamente, las unas de las otras, dentro de una misma plataforma real o contexto social generalizado en el que estas realidades mltiples se desenvuelven intrincadas.

Esto ltimo se refiere a que, pese a la aparente incompatibilidad que diferencia a cada Provincia Finita de Significado, stas nunca terminan por desacoplarse por completo. Estas operan como fijaciones momentneas que interceden, unas con otras, rigiendo intermitentemente nuestras conciencias y actividades a lo largo de nuestro desenvolvimientito diario. Todo ello se da bajo la forma en la que dichos universos de significado limtrofes adoptan y reproduce su mundo, de acuerdo al implcito establecimiento de normas, parmetros, funciones, mediaciones, etctera. Como resultado, se genera un inmenso sistema complejsimo de flujos de significaciones y sistemas tipificanes[footnoteRef:54] diferenciados, entre los cuales alterna nuestra experiencia subjetiva, conducindonos por diferentes formas de concebir, enfrentar y reproducir nuestras actividades entremezcladas. [54: Un ejemplo muy ilustrativo de todo esto es el propio sentido del humor, en tanto, que a diferencia de la seriedad con que nos debemos conducir por el sentido comn, durante el da tenemos innumerables lapsus donde nos remos de cosas de las que nunca nos podramos rer ordinariamente (como de la muerte o la tragedia de uno mismo). As mismo, que exista una inmenso abstracto semntico significa que despus del rernos de un chiste podemos rpidamente empezar a hacer sumas o derivadas muy complicadas, lo cual nos desprende tanto de las estructuras del sentido comn y de las del sentido del humor previamente mencionadas. Y finalmente, si esto lo potenciamos a toda la gama de posibles subuniversos de sentido sera casi imposible definir de manera especfica todo el devenir fenomenolgico de nuestro da a da.]

De los subuniversos de realidad a las Provincias Finitas de Significado.

Con el fin de establecer los elementos conceptuales bsicos para este apartado, me basar, casi por completo, en el ensayo de Schtz llamado: Sobre las Realidades Mltiples. Esto, para denominar claramente las condiciones y la ubicacin de los planteamientos centrales dentro del marco terico conceptual que dispongo para el anlisis del arte en el contexto de la Modernidad.

Schtz comienza el artculo retomando dos principios de psicologa, obtenidos de William James, para elaborar su formulacin de las Provincias Finitas de Significado. El primero es que todo lo que exalta y estimula nuestro inters es real[footnoteRef:55] [Alfred Schtz, 2003: 197.]. Y el segundo es, que dentro de esa marco real, existen varios ordenes o subuniversos los cuales tienen un propio estilo especial y se diferencian los unos de los otros de manera cuasi-ontolgica [Alfred Schtz y Tomas Luckman, 2006: 41.]. [55: Lo que refuerza la nocin de experiencia subjetiva como fuente ontolgica de establecimiento de la realidad social.]

Mientras se atiende l, cada mundo es real a su manera; solo que su realidad desaparece al dejar de prestarle atencin Cita a James [Alfres Schtz: 197]

Para la Fenomenologa dichos subuniversos, no se constituyen mediante la estructura antolgica de su objeto sino mediante el sentido de nuestra experiencia [Alfred Schtz y Tomas Luckman: 43.]. Esto quiere decir, que no se forman en base a convenciones maniquestas, sobre aquello (bueno o malo) que ha despertado nuestro inters. Dichos subuniversos se constituyen bajo el reconocimiento de la experiencia subjetiva, que individuos, en mutua referencia, derivan de su entorno.

Schtz no define, por su parte, a aquellas dimensiones como subuniversos de realidad" sino como provincias finitas de significado. Esta re-conceptualizacin le da un giro al planteamiento de James, ya que estos subuniversos no desaparecen al dejar de ponerles atencin sino que generan un estilo particular de vivencia y cognitividad, durante el tiempo que atendemos a ellos, mantenindose potencialmente emergentes. En otras palabras, las provincias finitas de significado siempre estn ah, potencialmente listas para ser relevantes a la conciencia no es como si dejaran de existir cuando se deja de atenderlas sino que todo el tiempo se encuentran interactuando con nuestra actitud natural, modificando su forma de conocer y enfrentarse al mundo.

Cognitividad y expresividad.

Schtz defiende a los estilos particulares de vivencia y cognitividad como la forma en que conscientemente se determinan las condiciones internas de las Provincias Finitas de Significado. De esta manera, cada una de stas modifica y/o distorsiona el sentido de nuestras experiencias, a merced de las disposiciones cognitivas y las variadas formas de expresividades, con que cada una se autodetermina. De esta manera se contituyen as, nuevos parmetros de respuestas, as como de interrogantes, que finalmente encausan un flujo propio, que organizan y echan andar un mundo real restringido a su interior.

desde la perspectiva del Mundo de la Vida cotidiana, en verdad, los mbitos de sentido pueden aparecer solo como cuasi-realidades, pero al mismo tiempo, desde la actitud cientfica, o desde la experiencia religiosa [o esttica], el mundo de la vida puede ser visto como una cuasi-realidad [Schtz y Luckmann, 2003: 44.]

Esto ltimo, es profundamente relevante para el presente trabajo y de hecho, el propsito de escoger ste, y no otro, marco terico-conceptual interpretativo. Ya que con ello pretendo entender cmo es que Dad parte desde un estilo cognoscitivo particular?. Es decir, desde una perspectiva epistemolgica propia del cmo conoce lo que conoce-, que se basa en la burla de mal gusto, en el absurdo y en la irona. En resumen se construye a partir de todo lo que en ltima instancia se define como humor negro.

En el caso de Dad, el humor negro no apunta meros desvaros sin propsito, sino que estas aproximaciones sin aparente sentido representan en el fondo una dialctica paradjica que procura develar el carcter contradictorio de una sociedad que se haca ver como avanzada y civilizada pero que en efecto se encontraba destruyndose a s misma.

Fueron ultimadamente los dadastas, quienes emergieron a la mitad de una Guerra brutal, a los que les toc reflejar con precisin el creciente sentido de absurdidad de la naturaleza fragmentada de la de la realidad y la derrota no slo del modo de pensar de la razn y la tradicin sino de la fe en la existencia dominada por el orden y expresada con exactitud por un lenguaje sistemtico y preciso[footnoteRef:56] [56: It was finally left to the Dadaists, who emerged in the middle of a brutal war, to reflect accurately a growing sense of absurdity of the fragmented nature of reality and the total overthrow not only of reason and tradition modes of thought but of faith in an existence dominated by order and accurately expressed by a precise and systematic language(traducido por mi)]

[Godfrey, 2001: 35]

Shock[footnoteRef:57] de la conciencia: de una realidad a otra. [57: The outrages initiated by Dada were deribelately extreme they were primary ment to shock]

Los escndalos iniciados por Dad fueron deliberadamente extremos su intencin primordial era la de generar shock [perturbar] [Godfrey, 2001: 40]

Hasta ahora, se ha reiterado de manera clara y concisa que la realidad se encuentra relativamente diferenciada al interior por una abstracta y muy compleja estructura que comprende un sinfn de niveles o segmentos finitos de realidade(s), en que el conocimiento[footnoteRef:58] se produce y reproduce socialmente. Pero cmo es que stas emergen? y bajo qu circunstancia se sitan en nuestra conciencia, al grado en que el individuo experimenta el mundo que lo rodea bajo sus diferentes manifestaciones?. [58: De ah que Berger y Luckmann hayan decidido cambiarle el nombre a la Fenomenologa en Sociologa del Conocimiento. ]

Segn Schutz, es slo a travs de una especie conmocin semntica, denominada como shock de la conciencia[footnoteRef:59], que se nos olvidan todas las reglas, lineamientos y significaciones del sentido comn. En otras palabras, este shock representa una perturbacin que rompe bruscamente los lmites de aquello de lo que se nos presenta en la vida cotidiana como real, forzndonos a trasladar el sentido de nuestras experiencias a un nuevo universo de significaciones y actividades. [59: Nocin obtenida de la del salto en Kirkegaard. ]

Existen muchas condiciones objetivas en las que se produce un shock en la conciencia. Por ejemplo el cambiar fsicamente de un lugar a otro, cambiar discursivamente de una conversacin a otra o simplemente fantasear y soar[footnoteRef:60]. [60: Es de notar que los tres autores coinciden en que el shock ms fuerte que diariamente experimentamos es el despertar mientras soamos. Algo que posteriormente fue atrado por el Surrealismo movimiento que tomo la estafeta de la irrupcin Dad- como fundamento angular de su propia historia. Es decir, a diferencia de Dad que se fundament en el sentido del humor negro, por su parte, el Surrealismo se fundament en el sentido onrico.]

Me parece completamente anloga, a este planteamiento, la forma tan especial con que Dad procuraba sus irrupciones en la escena pblica[footnoteRef:61]. Estos espectculos demuestran lo bien que los dadastas entendan la necesidad de romper con los esquemas mentales que dominan la conciencia cotidiana. Y sobre todo, de hacerlo, no de manera laxa y pasiva sino efusiva y catrticamente. Por este medio generaban una perturbacin cognitiva y semntica, la cual tanto anhelaban propiciar no solo en la mente de aquellos que asistan a sus soires sino en la cultura y la sociedad moderna en general: [61: Lo que posteriormente se conocer como los soires Dad el sello ms distintivo de dicho movimiento.]

Para acceder al Dada Austellung, Dada Wrfrhling[footnoteRef:62], el pblico estaba obligado a pasar por un mingitorio. En la entrada una nia vestida de primera comunin recitaba poemas obscenos. En medio del patio se levantaba un objeto de Max Ernst, una suerte de talla de madera dura a la que se encontraba amarrada, mediante una cadena, un hacha. El pblico era invitado a destruir progresivamente el objeto a hachazos. En un rincn se descubra el fludoskeptrik de Baagreld, un acuario lleno de agua teida de rojo, simulando sangre en el fondo del cual yaca un despertador junto a un brazo femenino, mientras que el superficie flotaba una cabellera de mujer. En los muros estaban colgados unos collages y los papeles desgarrados de Arp, Ernst y Baader y algunos otros, todos ellos de caractersticas indefinibles debido a su provocacin y blasfemia. En mltiples ocasiones el local fue saqueado por el pblico que se senta ultrajado y, al cabo de unos das, la exposicin fue prohibida [62: Exposicin que tuvo lugar en Colonia, Alemania en 1920.]

[Waldber, 2004: 36.].

Posteriormente desarrollar con mejor detalle, siendo mi material emprico fundamental, estos eventos Dad. No slo con el fin de relatar y carcajearse de las ancdotas de este movimiento, sino por sobre todo con el objetivo de indagar qu era aquello que los motivaba y qu mltiples intenciones haba detrs del declamar/hacer todo esto?.

La ansiedad fundamental y la epoj especfica: catalizadores e inhibidores de las realidades mltiples

En la seccin anterior se hicieron explcitas las conceptualizaciones bsicas, que definen, diferencian y propician a las Provincias Finitas de Significado en contraste con la realidad eminente del Mundo de la Vida Cotidiana. En este apartado quisiera introducir una serie de otras condicionantes que operan posterior al establecimiento y proliferacin de cada una. Primero har mencin de un par de mecanismos que operan como especies de inhibidores y catalizadores, en el paso de un complejo de sentido a otro. Es decir, del paso entre el sentido comn a una Provincia Finita de Significado o de una Provincia Finita de Significado a otra.

Ansiedad fundamental

Henry Bergson[footnoteRef:63], en su tratado sobre la attention la vie, sostiene que la caracterstica principal de lo que l denomina mundo natural para nosotros Mundo de la Vida Cotidiana- es una muy elevada y pragmtica atencin hacia el mundo: sus eventos, objetos, semejantes, etctera, se nos presentan bajo una enorme tensin que hostiga nuestras conciencias a atenderles todo el tiempo. Por su parte, Schtz establece bajo esa misma lnea, que la actividad en la cotidianidad, efectivamente se encuentra dominada por motivos e intereses orientados a resolver las situaciones que se le presentan a los sujetos. Este autor, al igual que Bergson, reconoce la enorme tensin pragmtica que sufrimos concientemente, al estar despiertos y a la expectativa de que cualquier cosa que pueda ocurrir. [63: Este filsofo francs al igual que Kirkegaard mencionado tambin con anterioridad- representan influencias muy importantes para el desarrollo de la Fenomenologa sociolgica, pero por cuestiones de sntesis he decidido solo mencionar slo unas referencias para no volver muy denso el planteamiento.]

La cuestin fundamental aqu, no es propiamente el carcter pragmtico y azaroso del mundo cotidiano, sino que detrs de ello existe una condicin psicolgica que constantemente nos constrie y mantiene bajo tensin o estrs. Por ejemplo, sabemos que moriremos algn da y eso nos provoca una gran ansiedad[footnoteRef:64] una ansiedad fundamental- que nos acosa da a da. Los seres humanos le temen a todo lo que pudiese ocurrir que amenace nuestra existencia, sobre todo en un entorno por dems contingente y peligroso que es el Mundo de la Vida moderna[footnoteRef:65] de las grandes urbes. [64: Un concepto muy similar al que utilizan Gofman, Garfinkel e incluso de algumna manera Giddens, cada uno por su lado, refirindose a la seguridad ontolgica. En que los individuos reconocen un orden metafsico de normalidad en que descansa su tranquilidad y serenidad al referirse al mundo cotidiano. En ultima instancia, tanto la ansiedad fundamental como la seguridad ontolgica, representan dos caras de una misma moneda en que se refuerza lo natural, aproblemtico y normal de cmo percibimos nuestro entorno ordinario da a da. ] [65: Es preciso mencionar en este sentido las aportaciones en Anthony Giddens y Ulich Beck sobre la Modernidad en trminos de una sociedad del riesgo, que se caracteriza por producir entornos cada ves ms inseguros y peligrosos. ]

Es la anticipacin primordial que origina todas las dems. De la ansiedad fundamental surgen los muchos sistemas interrelacionados de esperanzas y temores, de necesidades y satisfacciones, de oportunidades y riesgos que incitan al hombre de la actitud natural a tratar de dominar el mundo, superar sus obstculos, esbozar proyectos y llevarlos acabo [Alfred Schtz, 2003: 30.]

A pesar de lo amenazante y angustioso con que dicha forma de ansiedad nos constrie, Schtz menciona que se han diseado socialmente sistemas de defensa psquica que nos ayudan a soslayar nuestros temores. Estos operan como desentendimiento e indiferencia hacia la vida inmediata y cotidiana, en la que todo nos puede pasar en cualquier momento. La ansiedad fundamental, propia de la realidad eminente ,es algo que nos impulsa inconscientemente a entrar dentro de los confines de las Provincias Finitas de Significado, dado que como se ver en el siguiente prrafo- por definicin, estas provincias implican un relajamiento de la tensin sobre el mundo cotidiano en el que en todo momento puede ocurrir una desgracia.

Al rer viendo una escena cotidiana chusca en la oficina, al fantasear con el romper de las olas mientras vamos en el trfico, al idear formas de resolver un algoritmo antes de dormir, al rezar profundamente despus de un accidente, al dibujar un bos