ilse koch, la zorra de buchenwald

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Revista Clave 7 - Febrero 2011

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Page 1: Ilse Koch, la zorra de Buchenwald
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icen que detrás

de un rostro an-

gelical siempre se

esconde un alma diabólica y creo

que en el caso de Ilse Koch, no

podría ser de otro modo. Mujer

de cabellos rojos y largos, de gran

belleza y fuerte poder de seduc-

ción, supo cautivar a sus camara-

das de las SS para convertirse en

supervisora de uno de los campos

de concentración nazi más impor-

tantes de la época. Su sadismo no

conocía límites y entre sus fe-

chorías destacaba la creación de

toda clase de lámparas con piel humana. De ahí su terrible apodo: “La

zorra de Buchenwald”.

IOGRAFÍA

Ilse Köhler, que era así como se llamaba antes de ca-

sarse, nació el 22 de septiembre de 1906 en el seno

de una familia de clase media en la localidad alemana de Dresde. Hija

de un labrador, Ilse se comportaba como cualquier otra niña de su

edad. De carácter tranquilo y responsable, llegó a hacerse muy popular

entre los compañeros de escuela.

Con 15 años deja los estudios para iniciarse en el mundo laboral. Pri-

mero trabajó en una fábrica, para poco tiempo después acabar en una

librería como dependienta. Fue en este último empleo donde comenzó

su interés por el Partido Nazi y donde además conoció a miembros de

las SS. De hecho, su arrolladora y embaucadora personalidad le sirvie-

ron entre otras cosas, para convertirse en secretaría y afiliada del

NSDAP en el año 1932.

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Ilse Koch, Ilse Koch, “La Zorra de “La Zorra de Buchenwald”Buchenwald” Por: Mónica Por: Mónica González ÁlvarezGonzález Álvarez

Periodista y colaboradora freelance en las

publicaciones:

"Más Allá de la Ciencia", "Milenarios",

"Foros del Misterio", "Clave 7", "Diario del

Misterio", el diario "Siglo XXI" y "Ávalon"

Presentadora del "Canal Chía" dirigido por

la empresa Silueta BIMBO y que se puede

visualizar online.

Colaboradora en los programas radiofónicos:

"Crónicas del Misterio" de ESRadio presen-

tado y dirigido por José Manuel Gª Bautista.

"La noche más hermosa" de Canal Sur

Radio presentado y dirigido por Luis Baras.

https://sites.google.com/site/

monicagonzalezperiodista/home

Page 3: Ilse Koch, la zorra de Buchenwald

Tiempo después, el mismísimo Hein-

rich Himmler, jefe de las SS y de la

Gestapo elige a la joven Ilse como

esposa de uno de sus ayudantes prin-

cipales, Karl Koch, coronel del campo

de concentración de Sachsenhausen.

En 1936 contraen matrimonio y en

1939 se trasladan a Buchenwald, uno

de los mayores centros de extermi-

nio nazi. Fue en este lugar donde se

dieron cita las más macabras atroci-

dades de la pareja Koch.

ÉCNICAS DE CASTIGO Y

TORTURA

Los primeros meses en Buchenwald

fueron del todo “normales”, ya que dedicaron ese

tiempo a tener hijos, en este caso dos, que era el

mínimo que se exigía a los miembros más anti-

guos del Partido Nazi. Cumplido el trámite, la

normalidad dejó paso al sadismo.

Al principio, Ilse se comportaba como una mujer

obsesionada con su aspecto, hasta el punto de

mandar traer vino de Madeira para bañarse en él.

Después, se dedicó a pasearse por el campo látigo

en mano, pegando a aquellos prisioneros cuyo

aspecto le era desagradable. Finalmente, su cruel-

dad comenzó a desatarse sin ningún tipo de

escrúpulo ni límite, haciendo del campo de inter-

namiento nazi su terreno de juegos predilecto.

Entre los más importantes, cabría resaltar su par-

ticular colección de piel humana. Así es, el matri-

monio Koch decidió recopilar los tatuajes más

vistosos de sus prisioneros, extirpándoselos de

Ilse Koch, La Zorra de Buchenwald

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Ilse con su familia

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cuajo tras inyectarles fenol. Muchos de ellos

pasaron a ser “tétricas” lámparas de mesa. Sin

embargo, el salvajismo no acabó ahí. A Ilse le

encantaba adornar su casa con las cabezas

humanas de los presos. Para ello ordenaba en-

cogerlas químicamente. El resultado: un come-

dor repleto de cabezas humanas que acompaña-

ban a la familia Koch en cada una de sus cele-

braciones. Llegaron a tener hasta doce.

Según registros de la enfermería del campo tan

solo en el recinto sanitario se produjeron

33.462 asesinatos de presidiarios, sin contar con

las victimas de los distintos experimentos y

atrocidades que se realizaban con los cuerpos.

A ZORRA DE BUCHEN-

WALD

Ilse Koch se ganó este sobre-

nombre gracias a su fama de sádica y asesina. El

desprecio de sus prisioneros era innegable pero

sorprende aún más el que sentían por ella sus

camaradas. Sus propios compañeros la temían.

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Después de casi ocho años de experimentos atro-

ces, en 1945 se pone fin a esta macabra historia.

Las tropas soviéticas llegan a Alemania e Ilse deci-

de huir sin éxito. Tras su encarcelamiento, se la

condena a cadena perpetua pero se le reduce la

condena a cuatro años. Ante el estupor que causa

la noticia, se abre una investigación. Sin embargo,

en 1951, el general estadounidense Lucius D.Clay

le concede la libertad basándose en “insuficiencia

de pruebas”. Por suerte, tras su puesta en libertad

vuelve a ser arrestada y condenada.

Durante el juicio celebrado en 1951 el fiscal llega a

decir de Ilse Koch: “Fue uno de los elementos mas Parte de su colección de pieles humanas

Durante el juicio

Durante el juicio

Ilse Koch, La Zorra de Buchenwald

Page 5: Ilse Koch, la zorra de Buchenwald

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sádicos del grupo de delincuentes nazis. Si en el mundo se

oyó un grito fue el de los inocentes torturados que murie-

ron en sus manos”.

El 1 de Septiembre de 1967 a los sesenta y un años

de edad, Ilse decide poner fin a su vida ahorcándose

con las sábanas de su cama en la prisión de Aichach

(Baviera). En su última carta se puede leer: “no hay

otra salida para mí, la muerte es la única liberación”.

La verdad es que me resulta del todo abrumador que

esta criminal utilice la palabra “liberación” en su últi-

ma carta, sobre todo después de asesinar, degollar y

utilizar cientos de cuerpos humanos como meros tro-

feos. ¿Verdaderamente Ilse Koch llegó a tener un

punto de lucidez en su vida? ¿Realmente se arrepintió

de sus crímenes antes de morir? Yo sinceramente

creo que no. Dibujo realizado sobre piel humana

Parte del amplio muestrario de piel humana incautado a Ilse Koch

Ilse Koch, La Zorra de Buchenwald