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IMPLEMENTACIÓN DE BIM EN PROCESOS DE INTERVENTORIA EN OBRAS DE CONCESIÓN
DE INFRAESTRUCTURA.
Universidad de los Andes,
Departamento de Ingeniería Civil y Ambiental
Carlos Javier Callejas Valencia
RESUMEN:
En el mundo se han identificado diversos esfuerzos a la hora de implementar nuevas metodologías y tecnologías BIM a
proyectos de infraestructura (Bolpagni, 2013). Específicamente, BIM facilita un diseño integrado y un proceso de
construcción con resultados de alta calidad, con reducción de costos y a una menor duración del tiempo de ejecución del
proyecto. También, permite que las funciones necesarias para la vida de un proyecto, se realicen de forma organizada y
estandarizada (Deutsch, 2011). De esta manera, los beneficios de BIM pueden ser amplios, pero para la infraestructura de
cualquier país, un valor agregado es que puede, en gran medida, ofrecer beneficios para la economía, la competitividad y el
desarrollo. De esta manera, es un conjunto de innovaciones que ayuda a cubrir distintos intereses, dependiendo del país y
del proyecto de infraestructura. En el contexto de los proyectos de infraestructura, la interventoría es un instrumento clave
para el éxito de su ejecución. Así, el interventor debe tener en cuenta funciones técnicas y administrativas que den lugar a
una mejor gestión de las obligaciones de su contrato en el proyecto. Por lo tanto, este artículo propone la implementación
de BIM en los procesos de interventoría en obras de concesión de infraestructura. Esto, se desarrollará, demostrando cómo
BIM a través de tecnologías, procesos y metodologías de trabajo colaborativo puede generar beneficios a las distintas
funciones de la interventoría. Además, se describirá de manera específica, teniendo en cuenta los beneficios de BIM en
algunos de los componentes específicos de la interventoría de concesión de infraestructura: gestión técnica, gestión
administrativa, gestión de riesgos, gestión predial gestión social. De manera que, la implementación en este sentido, sea una
propuesta única y de innovación que motive su uso y adopción en la industria de la construcción.
Palabras Claves: BIM, interventoría, infraestructura, Concesión, metodología, Colombia.
ABSTRACT:
Throughout the world, many efforts have been identified for implementing new BIM (Building Information Modeling)
technologies to infrastructure projects (Bolpagni, 2013). BIM facilitates an integrated design and high-quality construction
process, which includes cost reduction and decrease in project execution time. It also allows for the basic functions for the
life of a project to be performed in an organized and standardized way (Deutsch, 2011). BIM benefits can be widespread
because of all this, but for the infrastructure of any specific country, another aggregated value is that it can, in its grand
majority, offer benefits towards the economy, competitiveness, and development. In this manner, BIM is a set of innovations
serving various interests, depending on the country and the specific infrastructure project it is aimed towards.
Auditing is a key instrument towards the success of infrastructure projects’ execution, which is why the auditor must take
into consideration many technical and administrative functions that can give place to a better management for his
obligations. Consequently, this article recommends the implementation of BIM technologies in the auditing processes for
infrastructure constructions. This recommendation will be established by showing how BIM can provide many benefits to
the auditing process using collective work technologies, practices and methodologies. Furthermore, the following terms will
be defined according to BIM specific benefits towards infrastructure auditing: technical management, administrative
management, risk management, and social management. This way, BIM implementation into the auditing process can be a
unique and innovative proposal, which motivates its use and approval in the construction industry.
Keywords: BIM, auditing, infrastructure, auditing process, methodologies, Colombia.
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INTRODUCCIÓN:
La infraestructura se define como “un conjunto de obras que se consideran necesarios y contribuyen al desarrollo
de una nación y a mejorar los servicios y el bienestar de sus ciudadanos” (Clavijo et al. 2015). Por lo tanto, en los
países, es necesario contar con una disponibilidad de obras que presten servicios eficientes y adecuados, para
lograr contribuir a un desarrollo competitivo y a una mejor especialización productiva. (Rozas & Sánchez, 2004).
Incluso, según el Foro Económico Mundial (2017), la infraestructura constituye el segundo de los doce pilares
utilizados para medir la competitividad de una nación. Lo anterior, permite garantizar el buen funcionamiento de
la economía cuando esta cuenta con elementos que permiten productos y servicios seguros y rápidos en el mercado
(Foro Económico Mundial, 2016).
A partir del Índice Global de Competitividad (IGC) se mostraron resultados que indican que Colombia ocupa el
puesto 61 entre 138 países. Lo anterior, se determinó a través de una escala de 1 a 7 (siendo 1 el país menos
competitivo y el 7 más competitivo). Dentro de estos resultados, los más bajos fueron los pilares de: instituciones
(3.3/7), innovación (3.3/7) e infraestructura (3.7/7) (Cámara Colombiana de Infraestructura, 2016).
Se puede deducir que estos resultados surgen como consecuencia, entre muchas razones, a que existe un atraso
muy grande en la infraestructura para la competitividad debido a limitaciones en aspectos como l as vías, la
interconexión, los puertos y el equipamiento vial. (Sánchez-Silva, 2013). Estas limitaciones están comúnmente
asociadas a sobrecostos, atrasos, desatención a la calidad, corrupción, entre otros factores (Sánchez-Silva, 2013).
Por lo tanto, es de gran interés enfocarse en la problemática mencionada y en sus oportunidades de mejora a corto
y a largo plazo, a través de diferentes metodologías. Principalmente, es necesario realizar un análisis en las
infraestructuras pero también, es pertinente revisar sus procedimientos y actividades de control, pues estos son
los que brindan soporte en la gestión y supervisión de los proyectos de construcción. La relevancia de estos
proyectos se da, entre otras razones, porque son los que constituyen un medio importante a través del cual el
estado procura y promueve el desarrollo económico y social de la población (Jiménez, 2009).
Así pues, la interventoría es un conjunto de actividades de control y vigilancia establecidas por las normas legales
colombianas que tiene como objetivo verificar el cumplimiento de las obligaciones del contratista, cooperando al
mismo tiempo con las partes contratantes para el éxito de dicho contrato (Jiménez, 2009).
Conforme a lo anterior, es de suma importancia entender la interventoría como un instrumento clave para el éxito
de la ejecución de proyectos de infraestructura (Balcázar, 2009). La actividad del interventor cumple con
importantes funciones tanto técnicas como administrativas durante la ejecución del proyecto, las cuales han
evolucionado hacia un rol más proactivo encaminado a la gestión y coordinación de proyectos con las partes para
el éxito del cumplimiento del contrato (Heyermann, 2016). Sin embargo, debido al carácter natural lineal y
complejo de los proyectos en el sector de la infraestructura (Yabushi, 2010), como respuesta las nuevas
tecnologías de comunicación han generado diversas innovaciones que buscan dar solución a esta problemática
(Bryde, Broquetas & Volm, 2012).
En este orden de ideas, con el contexto actual de la industria de la construcción se ha visto que, gracias a las
presiones a los gobiernos internacionales y nacional para incentivar la infraestructura y el crecimiento urbano,
hay un interés general en trabajar en innovaciones que ayuden a cubrir distintos intereses (BIM for Infrastructure,
2012). Entre ellos, la mejora de la productividad, calidad y efectividad de costo (BIM for Infrastructure, 2012).
Una de estas innovaciones es BIM.
Específicamente, el modelado de la información en la Construcción o en sus siglas en ingles Building Information
Modelling (BIM) se puede definir como un conjunto de tecnologías, procesos y políticas que permiten el diseño,
la construcción y la operación de un proyecto en un espacio virtual a través del trabajo colaborativo entre los
diferentes actores del proyecto (Succar, 2017). BIM, a medida que se desarrollan nuevas tecnologías que la
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soportan, ha ido evolucionando transformándose en una herramienta de administración y gestión de proyectos
durante todo su ciclo de vida (Heyermann, 2017).
Entre los muchos beneficios de la metodología BIM, se encuentran que los problemas de comunicación, errores
de diseño y riesgo puedan mitigarse conforme a un proceso de mejora de toma de decisiones (Kymmel, 2008),
puesto que este modelo es utilizado para simular casi todos los aspectos de un proyecto (Eastman, 2008). Por lo
tanto, el uso de BIM ayuda a que los diferentes actores del proyecto compartan de manera más efectiva el
entendimiento de los proyectos por medio de un modelo que los conectan de una manera más global y actualizada
(Kymmel, 2008).
En consecuencia, el presente trabajo tiene como propósito identificar los beneficios derivados de la
implementación de la metodologías y tecnologías BIM a las funciones de las interventorías y la mejora continua
de la gestión del interventor en obras de concesión de infraestructura. Para dicho propósito, este documento, en
primer lugar discutirá y analizará el estado del arte de la aplicación e implementación de BIM en proyectos de
construcción de infraestructura en distintos países, haciendo énfasis en Estados Unidos, Reino Unido, Chile y
Colombia. Posteriormente, se discutirá acerca de la implementación de BIM en procesos de control y supervisión
en los países anteriormente mencionados. En segundo lugar, se discutirá acerca de los beneficios y la importancia
de la aplicación de BIM en los procesos y funciones de la interventoría en obras de concesión de infraestructura.
Para luego, enfatizar en sus beneficios en los diferentes componentes de las funciones especificas de la
interventoría. En tercer en lugar, se discutirán acerca algunas limitaciones sobre esta implementación para
finalmente llegar a una conclusión.
ESTADO DEL ARTE
La aplicación de BIM en proyectos de construcción ha incrementado rápidamente en los últimos años (Dave et
al, 2013). Es así porque, se ha visto que últimamente BIM ha sido la más reciente expresión de innovación digital
a través de la industria de la construcción (Succar, 2017). Sin embargo, la aplicación de esta metodología y
tecnología a proyectos de infraestructura ha estado de cierta manera limitada, debido a sus características
específicas y sus diferencias inherentes con los proyectos de construcción de edificaciones inmobiliarias (Yabuki,
2010, Dave et al, 2013). Sin embargo, para el propósito de esta investigación es importante revisar la
implementación de las metodologías y tecnologías de BIM en la contratación publica y su influencia en procesos
de control y vigilancia de proyectos de infraestructura alrededor del mundo y en Colombia.
En el mundo se han identificado diversos esfuerzos a la hora de implementar nuevas metodologías y tecnologías
BIM a proyectos de infraestructura (Bolpagni, 2013). Dentro de los países más destacados se encuentran Estados
Unidos, el Reino Unido y en Latinoamérica Chile (Singh, 2017).
En primer lugar, Estados Unidos desde el 2003 a través de la entidad US General Services Administration
estableció políticas de adopción de BIM por medio del programa nacional 3D-4D-BIM para todos los proyectos
de construcción del sector público de dicho país (Singh, 2017, Fountain, 2016). Esta iniciativa nace como
consecuencia de la vinculación activa de diferentes actores tales como proveedores BIM, instituciones académicas
y de investigación, agencias federales, empresas, entre otros (Singh, 2017).
Hoy en día, el 72% de las firmas de construcción de este país utilizan BIM (Singh, 2017). La rápida adopción de
esta tecnología y metodología por parte de las compañías de este país se atribuye a los beneficios que brinda,
sobre todo en materia de reducción de costos y el retorno positivo de la inversión para los diferentes stakeholders
(Fountain, 2017).
Por otro lado, en el Reino Unido se publicó en el 2011 el documento “Goverment Construction Strategy” el cual
enfatiza un plan económico a largo plazo que promueve el desarrollo de la infraestructura; a través del trabajo
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colaborativo en la industria de la construcción y el uso de tecnologías de la información que soporten el diseño,
construcción, operación y mantenimiento de sus bienes (PAS 1192-2, 2013).
Este plan tiene como objetivo que todos los proyectos públicos desde el 2016 sean fundamentados bajo el trabajo
colaborativo utilizando tecnologías BIM (Autodesk, 2016). Estas estrategias buscan reducir los costos de
construcción en un 20% (PAS 1192-3, 2014) y acelerar el proceso de adopción de BIM en el país (Singh, 2017).
En el caso Latinoamericano, Chile desde el 2012 efectuó ciertas licitaciones públicas incorporando como
exigencia el uso de BIM (Construcción Latinoamericana, 2017). Paralelamente, para el 2020 el estado
contemplará la implementación y uso obligatorio de BIM en las licitaciones públicas, con el propósito de impulsar
la productividad y la modernización de la industria de la construcción en el país. Sin embargo, la implementación
de esta metodología y tecnología ha experimentado restricciones en su difusión debido a la falta de capacitación
y el desconocimiento de sus beneficios (Construcción Latinoamericana, 2017).
En el contexto colombiano, la implementación BIM se ha desarrollado principalmente en proyectos inmobiliarios,
sin mucho énfasis en los proyectos de infraestructura.
Según una encuesta realizada en el 2016 presentada en el séptimo Encuentro Latinoamericano de Economía y
Gestión de la Construcción (VII Elagec) en la Universidad de los Andes, solo el 34% de los 120 profesionales y
estudiantes encuestados utiliza BIM como práctica en sus proyectos en el último año. Sin embargo, se encontró
que estas estadísticas representan su implementación en proyectos inmobiliarios (Gomez, Rojas & Aibino, 2016).
A pesar de lo anterior, es relevante mencionar que entre las razones para no utilizar este tipo de implementación,
los encuestados mencionaron los costos asociados a los cambios de tecnología, el tiempo invertido en el
aprendizaje, la falta de claridad sobre las ventajas de su utilización, resistencia a la sustitución de procesos
estandarizados y los cambios que se deben realizar al interior de las organizaciones para adoptar este nuevo
ambiente de trabajo colaborativo que significa el BIM (Gomez, Rojas & Aibino,206)(Botero, 2015). Así, se
muestra que un porcentaje considerable de los profesionales encuestados, no utiliza BIM por precaución, los
costos asociados y en parte un desconocimiento a este cambio de tecnología.
Por otro lado, al revisar literatura acerca de la implementación de BIM en la infraestructura, se pudo encontrar
que existe poco contenido disponible. Por lo anterior, es claro que en Colombia la implementación de BIM es
desconocida y que las fuentes para conocer sobre el impacto de esta en el país es precaria o, casi, nula.
Con respecto a la implementación de BIM en las actividades de control y vigilancia de obras públicas en los
países anteriormente mencionados, se pueden evidenciar políticas y procesos de mejora encaminados al
aseguramiento de la calidad en los procesos de diseño, construcción y en la entrega del producto final. Sin
embargo, es imperativo señalar que los métodos de vigilancia y control responden a las condiciones locales de la
industria de la construcción de cada país en especifico, siendo estos diversos alrededor del mundo (Romero y
Vargas, 2015). En el contexto colombiano, no se tiene conocimiento acerca de la implementación de BIM a estos
procesos y funciones, y esto se debe al poco conocimiento de BIM en la industria y sus beneficios en materia de
aseguramiento de la calidad y control de la ejecución de proyectos.
BENEFICIOS DE LA IMPLEMENTACIÓN BIM EN LA INTERVENTORIA
Las interventorías y su incorporación a los fines esenciales del Estado cumplen un rol muy importante en el
desarrollo económico y social, dado que estas brindan soporte en la gestión y supervisión de los proyectos de
construcción y la ejecución de sus contratos (Jiménez, 2009, Heyermann, 2016). Sin embargo, existen diferentes
oportunidades de mejora en componentes técnicos, organizacionales y operativos encaminados a facilitar y
soportar las actividades del interventor en proyectos de concesión de infraestructura (Cartilla de Buenas Prácticas,
2017).
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A partir de lo anterior, BIM -como metodología y tecnología- tiene gran potencial a la hora de contribuir a la
mejora del desarrollo óptimo de las actividades del interventor en sus labores de control y supervisión.
Por lo tanto, se pueden mencionar varios beneficios de la implementación BIM en la interventoría. En primer
lugar, es preciso mencionar que al ser un proceso de innovación en gestión, contiene herramientas y metodologías
específicas (Eastman et al, 2008). Así, las herramientas se refieren a las tecnologías que soportan y facilitan la
representación digital paramétrica del producto de construcción (BIMForum Chile, 201). Mientras que, las
metodologías son esenciales para lograr que las herramientas funcionen de manera organizada y eficiente (Saldias,
2010). Específicamente, estas metodologías son de tipo colaborativo, en las que se definen de qué manera las
herramientas pueden interactuar, cómo van a ser utilizadas por las personas y cómo estas personas deben
interactuar entre sí (Tomek & Matejka, 2014). Lo anterior, entonces, es aquello que permite una implementación
exitosa de BIM en la construcción (Deutsch, 2011).
Dentro de estas metodologías, se destaca el método de Entrega Integrada del Proyecto o, en inglés, Integrated
Project Delivery (IPD). En general, IPD es una herramienta aparte del proceso del que hace parte BIM. Sin
embargo, el potencial y los beneficios de ambos son obtenidos cuando se utilizan de manera conjunta (American
Institute of Architects, 2007).
Al respecto, IPD tiene una estrategia única en la que se organiza un equipo que es comprometido en los procesos
colaborativos y es capaz de trabajar de manera conjunta y eficiente (Bryde, Broquetas & Volm, 2012). Para lo
anterior, algunos de los aspectos en los que se trabaja en este metodología según la guía de IPD del Instituto
Americano de Arquitectos (2007) son, primero, identificar los roles de los participantes más importantes del
proyecto. Luego, pre cualificar a los miembros (individuos y firmas) del equipo y considerar la participación de
partes adicionales como lo son los funcionarios de la construcción, las compañías de servicios locales, las
aseguradoras, las garantías y otras partes interesadas.
Después, se define de manera conjunta y entendible unos valores, metas, intereses y objetivos de
los stakeholders participantes. Para así, identificar la estructura organizacional y el tipo de negocio consistente
con las necesidades de los participantes. Esto, debe ser algo que se pueda adaptar de manera flexible al proyecto.
Finalmente, se deben desarrollar los puntos de acuerdo del proyecto, de manera en que se definen los roles de los
participantes (American Institute of Architects, 2007). Estos, deben ser sincronizados de manera de que cada rol
y responsabilidad sea acordado en el modelo de organización y negocio. Además de eso, se deben revisar aspectos
como la compensación, la obligación, y los riesgos de manera abierta, comunicativa y colaborativa (Deutsch,
2011).
Este método, busca promover la integración temprana entre personas, procesos y sistemas de forma colaborativa,
con el fin de incrementar el valor para el cliente, optimizar los resultados y mejorar la eficiencia a través de las
fases del proyecto (American Institute of Architects, 2007). BIM es una herramienta base que a través del uso de
IPD permite entender cómo se desarrollará el modelo paramétrico y cómo la información es intercambiada entre
los diferentes modelos y participantes del mismo (American Institute of Architects, 2007), Incluso, a través del
IPD se otorgan nuevas herramientas tecnológicas que ofrecen una manera de reducir errores dentro de los
documentos de diseño, así como los conflictos entre especialidades antes de cualquier contratiempo. En general,
la colaboración que brinda IPD en BIM logra que todas las herramientas y actividades mencionadas sean
complementadas para generar una atmósfera, en el proyecto, de alta calidad de servicio, diseño y ejecución.
Por ende, la implementación de BIM en las interventorías debe ser más guiada a la adopción e implementación
de nuevos procesos y metodologías de trabajo colaborativo que busquen o que estén encaminados a aumentar los
niveles de estandarización. Asimismo, que promuevan y faciliten la participación de los diferentes agentes que
afectan directa o indirectamente el proyecto de concesión de infraestructura (Deutsch, 2011).
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A partir de lo anterior, la implementación de esta herramienta a través de sus metodologías tiene como beneficio
un mayor entendimiento global del proyecto y una vinculación temprano del interventor en las decisiones acerca
del diseño y construcción del proyecto de infraestructura, que facilita el cumplimiento de los requerimientos del
cliente con respecto a las obligaciones del contrato de concesión. Esto, se puede ver reflejado en aspectos como
la verificación de requerimientos de diseño; mejora en los controles del avance de la construcción, identificación
anticipada de errores de diseño, detección de interferencias y sobretodo mejoras en la comunicación entre
diferentes especialidades y actores del proyecto.
BIM constituye una herramienta de información que contiene tres pilares esenciales para su correcto
funcionamiento, los cuales son: metodologías, tecnologías y procesos (Eastman, 2007). Sin embargo, a la hora de
comprender a profundidad las funciones que podría tener un interventor al implementar BIM, es necesario
asegurar que este proceso no significa implementar BIM directamente en los procedimientos de interventoría.
Sino que, por el contrario, es preciso que el interventor implemente los tres pilares de la herramienta (Deutsch,
2011) en cada uno de sus componentes de las obligaciones de su contrato. De manera tal, que uno de los pilares
de mayor atención sea la metodología pues esta –imperativamente- necesita que el interventor tenga un rol
específico basado en el conocimiento y desarrollo de la misma. Así, sin trabajar únicamente en el uso directo de
BIM como una herramienta tecnológica. Lo anterior, es de gran importancia debido a que el interventor en el
cumplimiento de sus obligaciones debe cooperar con las diferentes partes involucradas con el fin de asegurar el
cumplimiento de las obligaciones del contrato de concesión (Jiménez, 2009).
Así, la función más importante del interventor debe ser mantener la participación colaborativa mencionada, con
el fin de facilitar la gestión de toma de decisiones en las diferentes etapas del ciclo del proyecto, sobretodo, en
materia de control y supervisión del contrato. Como consecuencia, para los fines de las funciones de la
interventoría, primero es importante adoptar la metodología BIM y luego implementarla a las funciones de sus
componentes a través del uso de las herramientas y tecnologías BIM (Deutsch, 2011). Por ende, su
implementación no es inmediata y necesita de madurez en cada una de las fases y componentes del ciclo de vida
del proyecto (Bolpagni, Burdi & Ciribini, 2017).
Por consiguiente, BIM representa en la interventoría de proyectos de concesión de infraestructura una herramienta
complementaria para el cumplimiento de las obligaciones de la gestión del interventor. Sin embargo, en el
contexto de la interventoría, no está pensada como una herramienta que tiene como objetivo sustituir en su
totalidad los documentos y procesos oficiales que informan sobre el estado y avance del proyecto.
En otras palabras, el aseguramiento de la calidad de la ejecución de las obligaciones tiene involucrado
componentes que van más allá de las que pueden desarrollarse a través de la herramienta BIM. Por consiguiente,
es relevante indicar que BIM no es un valor intrínseco en sí, sino un medio para sistemáticamente conseguir los
objetivos establecidos en el proyecto, así como asegurar el mejor resultado posible del mismo (BuildingSMART,
2014). A partir de lo anterior, con el fin de explorar a mayor profundidad los beneficios y la implementación de
BIM, se expondrá su implementación a funciones más especificas dirigidas a facilitar la gestión del interventor
en el desarrollo del proyecto.
IMPLEMENTACIÓN BIM A LOS COMPONENTES ESPECÍFICOS DE LA INTERVENTORIA DE
CONCESIÓN DE INFRAESTRUCTURA:
Las funciones de la interventoría se desarrollan a través del control y supervisión integral de diferentes
componentes a los que le realiza seguimiento en el proyecto. Es por esto, que para propósitos de este trabajo es
importante presentar un análisis inicial acerca de los beneficios y aspectos claves para la implementación de BIM
a estos componentes, que están principalmente relacionados con la gestión técnica, administrativa, de riesgos y
social.
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Uno de los principales papeles que ejerce la interventoría a través de los componentes mencionados esta
relacionado directamente con la regulación de las relaciones de los agentes involucrados en el proyecto de
concesión. Estos agentes son principalmente: la agencia gubernamental, el contratista y el interventor. Esta
regulación se realiza mediante la transferencia de información adecuada por medio de diferentes canales de
comunicación. Entre estos, es relevante la transferencia de información escrita, oral y de forma digital. Los
anteriores canales de información presentan una estructura de información que aborda tres temas principales. El
primero, informa sobre la documentación general del contrato, el segundo informa sobre la programación de las
actividades del contrato y el tercero, informa sobre el seguimiento de las actividades programadas. Lo anterior,
se ejemplifica de manera más concreta en el esquema de la figura 1.
Figura 1. Esquema explicativo sobre papel de la interventoría en el proyecto de concesión.
A partir de lo anterior, los mayores beneficios derivados de BIM se dan en aspectos de coordinación y
comunicación en proyectos de gran tamaño que generan grandes cantidades de información, como lo son los
proyectos de concesión de infraestructura (Saldias, 2010). Como se expresó anteriormente, BIM constituye una
herramienta que facilitaría al interventor de proyectos de concesión la mejora en la gestión y en la transferencia
de la estructura de información, principalmente de los componentes mencionados anteriormente en los que se
desarrolla el contrato de interventoría. A continuación se presenta en detalle la aplicación de la implementación
BIM a los componentes específicos de la interventoría de concesión de infraestructura.
Gestión Técnica:
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En el componente de gestión técnica el interventor tiene la responsabilidad de la realización de las actividades de
seguimiento y control de las obligaciones en el área técnica durante el ciclo de vida del proyecto (Manual de
Interventoría y Supervisión, 2015). La implementación BIM en este componente brinda grandes beneficios en
aspectos relacionados con la verificación de los procedimientos de construcción y la identificación anticipada de
errores de diseño.
Las tecnologías BIM facilitan la coordinación y el trabajo simultáneo de las diferentes especialidades de diseño
del proyecto. Esto, se logra a partir de que la tecnología BIM contiene múltiples disciplinas de diseño. Por
ejemplo, mientras que la colaboración con dibujos es posible, se puede decir que es difícil y consume más tiempo
que trabajando con uno o más modelos coordinados de 3D, en los que se haga un control de cambios adecuado y
bien manejado (American Institute of Architects, 2007).
Esto, reduce el tiempo de diseño, pues ayuda a que se reduzcan los errores técnicos y las omisiones
(BuilidngSMART, 2014). También, ayuda a encontrar de manera temprana aquellos problemas de diseño, de
manera que las oportunidades de mejora son previstas con antelación (Eastman, 2008). Debido a que el modelo
contiene información clara de los requerimientos del cliente, este sirve como comparativo para verificar que lo
construido in situ sea lo más preciso de acuerdo a lo planteado en el modelo inicial por el cliente, las diferentes
especialidades, el constructor y el interventor facilitando la labor de control y supervisión en obra.
BIM adicionalmente, permite el chequeo de interferencias previas al proceso de construcción con el fin de evitar
tiempo perdido a la hora de chequear interferencia en campo. Para chequear interferencia y darles solución, el
interventor necesita de la coordinación digital de las distintas especialidades en etapas tempranas del proyecto.
Estas, a través de forma manual a partir de la visualización y comparación del modelo en campo o de manera
automática a través del uso de programas de computador (Saldias, 2010).
Gestión Administrativa:
El componente de gestión administrativa tiene como función el establecimiento de un sistema de comunicación
y coordinación eficiente entre el concesionario y el cliente. Para este fin, la interventoría tiene como obligación
la entrega de información sobre el avance y estado de manera oportuna en cada una de las etapas del proyecto
(Manual de Interventoría y Supervisión, 2015).
La implementación de BIM genera beneficios en la gestión administrativa debido a que el uso de su metodología
requiere que los diferentes actores del proyecto se comuniquen con mayor frecuencia de la que están
acostumbrados en proyectos anteriores (Deutsch, 2011). Lo anterior, permite fomentar la trasmisión de la
información de manera organizada a través de herramientas tecnologías y estándares, que permitan el
conocimiento del estado y avance del proyecto no solo al cliente, sino también a todos los involucrados en el
proyecto.
De la misma manera, otro de los posibles beneficios es el control de manera simultánea de las diferentes
especialidades (Heyermann, 2016). Lo anterior, se logra por medio del análisis de la información sobre el avance
y ejecución del proyecto dentro de la herramienta a través de tecnologías de información centralizada y
estandarizada de los procesos de las especialidades que intervienen en los ciclos del proyecto. Los modelos BIM
también informan sobre los procesos de construcción, documentando las labores realizadas por parte de los actores
del proyecto, con el fin de actualizar el modelo y obtener información actualizada sobre el avance del mismo
(Saldias, 2010).
Por otro lado, BIM también permite mejorar los controles sobre el avance de la construcción del proyecto en
relación a la programación base. Lo anterior, se logra a través de reuniones de coordinación entre el interventor y
los diseñadores en las que los archivos BIM sean usados para comunicar el estatus del diseño y para sacar a relucir
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los asuntos que demanden mayor atención. Lo anterior, con el fin de presentar los resultados de las decisiones y
el avance del proyecto al cliente a través de información estandarizada.
Gestión de Riesgos:
El componente de la gestión de riesgos tiene como objetivo la implantación de un sistema encargado del
seguimiento y la previsión de los riesgos asociados al proyecto de concesión de infraestructura (Manual de
Interventoría y Supervisión, 2015). Este componente, es de gran relevancia para la interventoría debido a que los
proyectos, sobre todo los de infraestructura, están expuestos a riesgos en todas las etapas de su ciclo de vida
(Tomek & Matejka, 2014).
El uso de BIM como herramienta tecnológica permite construir virtualmente el proyecto antes de la construcción
actual. Esto logra disminuir sustancialmente los riesgos a través de la identificación anticipada de riesgos de
errores de diseño y omisión. En ese orden de ideas, BIM permite que el interventor participe tempranamente en
la verificación de los requerimientos técnicos con el fin de buscar interferencias y errores que puedan afectar el
correcto desempeño del proyecto en su fase de construcción. Por lo tanto, se puede asegurar que BIM, a través
del trabajo colaborativo, tiene como objetivo promover la cultura de prevención de problemas con el fin de evitar
la solución de estos, en un tiempo tardío, por ejemplo, cuando aparecen a medida que se desarrolla el proyecto.
Así, la reducción de riesgos sirve para un correspondiente ahorro de costos y de tiempo.
Gestión Social:
El componente de gestión social tiene como función la realización de actividades y procesos que buscan asegurar
el cumplimiento de las obligaciones sociales, con el propósito de minimizar y mitigar los impactos sociales que
genere el desarrollo del contrato de concesión (Manual de Interventoría y Supervisión, 2015). El enfoque
colaborativo de la implementación BIM a las funciones de la gestión social de las interventorías representa
beneficios y oportunidades de mejora en los procesos de comunicación y socialización del desarrollo del proyecto.
Específicamente, con los diferentes actores internos como externos involucrados en su ejecución (Saldias, 2010).
La necesidad del fomento del trabajo colaborativo que implica la implementación de BIM en las interventorías
permite una mayor colaboración con el concesionario y una vinculación directa entre la ciudadanía y la
interventoría. Lo anterior, se puede realizar a través del uso de modelos 3D que trasmitan de forma más clara y
concreta la información acerca de la ejecución y desarrollo del proyecto (Rischmoller, 2011). La vinculación y
participación de actores externos al proyectos, fortalece el seguimiento y control de los proyectos de
infraestructura a largo plazo (Cartilla de Buenas Prácticas, 2017).
CONCLUSIONES
Esta investigación extrae aspectos claves de la literatura para la implementación de BIM, conjunto a un análisis
de interventorías en infraestructuras para proponer una metodología nueva, que fusiona las características y
herramientas de BIM con el trabajo y ejecución del interventor en los proyectos de concesión de infraestructura.
En primer lugar se mencionó la aplicación de BIM en distintos países para mostrar su implementación y sus
características alrededor del mundo. Sin embargo, se encontró que Colombia no cuenta con información suficiente
al respecto, mostrando una falta de literatura sobre esta implementación.
También, se encontró que la implementación de BIM tiene beneficios pero estos están más guiados hacia las
metodologías, las cuales deben ser empleadas anteriormente con el fin de garantizar que la implementación de la
herramienta y los procesos sea exitosa a corto y a largo plazo. Adicionalmente, se revisaron las características de
las metodologías BIM haciendo énfasis en el trabajo colaborativo a través de IPD, el cual busca organizar a los
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participantes de los proyectos de una forma organizada, donde todas sus características y los roles sean acordados
antes de comenzar el proyecto.
En general, se evidenció que el uso de metodologías es primordial para una ejecución exitosa de BIM. Por lo
anterior, es necesario que el interventor se forme y logre un trabajo dinámico y colaborativo, de forma consecuente
con cualquier actividad que se realice dentro del proyecto de infraestructura. Así, se describió la aplicación de los
aspectos más importantes de la metodología BIM en las áreas de interventoría: administrativa, gestión, técnica,
social y de riesgo.
Además, se puede asegurar que esta investigación revisa los beneficios de la implementación de manera
cuantitativa, así que para poder tener una percepción global de los beneficios de esta implementación, es necesaria
una previa información (en literatura) sobre la ejecución de BIM en el campo colombiano, para obtener
información más específica y aplicable.
Para finalizar, este trabajo buscó ser una primera revisión de la implementación de BIM en procesos de
interventoría en procesos de concesión de infraestructura, de manera que con la información obtenida, se puedan
tener datos disponibles para todos los funcionarios, de manera que esta sea de fácil comprensión con el fin de
consolidar una herramienta formal de almacenamiento de lecciones aprendidas y, que además, motive a cualquier
persona que hace parte de los proyectos de infraestructura, a utilizar esta información como una forma de
innovación para sus proyectos.
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