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Carta Psicoanalítica ISSN: 1665 ­ 7845 http://cartapsi.org/spip.php?article128

Psicoanálisis en México: una triple genealogía. Fromm, API,CarusoRodolfo Álvarez del Castillo L.

Mis intereses son la historia del movimiento psicoanalítico, el eje psicoanálisis ysociedad, de vez en vez coordino un grupo operativo de­formación sobre grupos.

Etre psychanalyste implique une insertion dans la chaine des générations.

Silvia Bleichmar (1985)

Introducción

Una investigación sobre los orígenes del psicoanálisis en México, ha de tomar en cuenta losantecedentes institucionales de los pioneros que lo introducen al país. Presentamos a continuaciónestas notas que nos sirven para establecer el recorrido genealógico inicial que la saga freudiana haseguido hasta su establecimiento institucionalizado en México hace ya cincuenta años. Veremos elorigen institucional de los primeros grupos que se gestan en México, así como las líneas genealógicaspsicoanalíticas de los fundadores de esos grupos, sus posturas teóricas y sus objetivos institucionalesy científicos. Seguiremos para ello un orden estrictamente cronológico desde la llegada de losprimeros psicoanalistas –entendiendo por tales a aquellos sujetos que habían realizado algunaexperiencia de análisis personal y recibido algún nivel de entrenamiento en una instituciónpsicoanalítica–, la fundación de sus instituciones y las posiciones teóricas en las que se sostenía sutrabajo, todo ello hasta su consolidación en nuestro país, aproximadamente a mediados de lossetentas, antes de la llegada de la ola migratoria de analistas del cono sur de América que ayudó apermear, enriquecer y diversificar el rígido mundo institucional psicoanalítico mexicano de entonces.

No incluiremos en este trabajo a las instituciones fundadas para formar psicoterapeutaspsicoanalíticos, ni de carácter privado ni como programas de postgrado en universidades públicas oprivadas, en virtud de que la misma ambigüedad en la nominación complica y diluye –casi siempre–en diversos grados, la dimensión psicoanalítica y la autorización­legitimación que de ella deviene,además de que al incluir a la institución universidad en las tareas de formación­transmisión delpsicoanálisis se generan nuevas problemáticas que tornan aún más opaco el campo de estudio, suimportante papel en el desarrollo del psicoanálisis en México merece un estudio aparte.

Por lo general, cuando los psicoanalistas hablan y escriben acerca de la historia del psicoanálisis, hayun cuidado especial en cuanto a dejar claramente establecidas las condiciones de su propiaformación: en donde, cómo y con quién se realizó. Importa en principio establecer un linaje quelegitime y que autorice, que ubique al sujeto en la trama histórico­institucional del psicoanálisis.Encontramos así, que hay diversas maneras de legitimarse en el campo psicoanalítico: A) por supertenencia a la institución analítica de formación, por ejemplo, el roster de la API determinaba –hasta no hace mucho tiempo–, para las lógicas de la institución, quienes son y pueden llamarsepsicoanalistas. B) la que se realiza en los nombres de quienes participaron en las tareas deformación del interesado; el analista, los supervisores, los maestros, independientemente depertenencias institucionales. C) otra forma de legitimarse, surgida en los años setenta, consiste enreferirse a los textos de algún autor “cabeza de escuela”, generalmente para usar la producciónteórica en cuestión para descalificar a quienes no comparten los argumentos teóricos de esa escuelaen particular; hablaríamos entonces de una legitimación en el texto, en la que no importa tantoel haberse formado con algún analista en particular, sino en haberlo leído (caso de muchos de losprimeros lacanianos en México). (Fernando M. González, 1989). Hay que decir que las anteriores sonformas de legitimarse que a veces se entrecruzan y/o se superponen. Pero en los inicios delpsicoanálisis en México se contaba solamente con la posibilidad de formarse como psicoanalista enalguna de las dos instituciones existentes en nuestro país, –o buscar la formación en el extranjero–,

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y el problema de la legitimación quedaba a cargo de las instancias internas de estas instituciones.

El origen de la dimensión institucional del psicoanálisis se remonta al año de 1902 cuando un grupode personas interesadas en el psicoanálisis se reunían en la casa de Sigmund Freud para discutiracerca de los descubrimientos psicoanalíticos. “…con el propósito expreso de aprender, ejercer ydifundir el psicoanálisis.” (Freud, S., 1914). Sus miembros fundadores fueron Sigmund Freud (1856­1939), Alfred Adler (1870­1937), Wilhelm Stekel (1868­1940), Rudolf Reitler (1865­1917) y MaxKahane (1866­1923). Hasta el año de 1908 este grupo se conocía como la “Sociedad Psicológica delos Miércoles”, cambiaría su nombre por el de Sociedad Psicoanalítica de Viena, y en 1910 fuefinalmente registrada ante las autoridades del Imperio Austro­Húngaro. Alfred Adler fue elegidocomo su primer presidente. Ante su posterior renuncia a la Asociación, en el año de 1911, poralejamiento (alejamiento que iniciará todo el asunto de la ortodoxia, de la creación de un centro alinterior del movimiento que pudiera “declarar lo es psicoanálisis de lo que no lo es” y de lainstauración de mecanismos de legitimación­deslegitimación) a las tesis freudianas, Freud mismoasumió el cargo para mantenerse en él hasta la disolución de la sociedad por los nazis en 1938.

Berlín fue la segunda ciudad en la que se organizó un grupo de psicoanalistas en 1910, seguidos porZurich 1910, Munich y Nueva York 1911, la Asociación Psicoanalítica Americana que regulará a lasasociaciones estadounidenses en 1912, Budapest 1913, Londres 1914 y París 1926. Esta rápidaexpansión motivó la necesidad de construir una reglamentación que facilitara los intercambioscientíficos y regulara lo que circularía bajo el nombre de psicoanálisis y quienes podían serreconocidos como psicoanalistas. Fue en el segundo congreso internacional celebrado en Nurembergen marzo de 1910 que Sandor Ferenczi propuso la creación de una Asociación PsicoanalíticaInternacional (API). “El creciente interés en América, la oposición creciente en los países de lenguaalemana, el reforzamiento a través de los colegas de Zurich (Jung, Bleuler) así como el temor delmal uso del psicoanálisis con su popularidad creciente, fueron los motivos de Freud para la creaciónde este imperio científico.” (Fallend, K., 1997).

La formación psicoanalítica no es concebible sin la experiencia del análisis personal del futuroanalista, piedra angular incuestionable en la formación psicoanalítica, el cual debe realizarse por unanalista que cumpla él mismo esa condición, es por esa razón que la difusión del psicoanálisis precisade la existencia de una “red” (una institución) de legitimaciones y reconocimientos entre analistas yanalizandos que a la manera de un hilo conductor –que en sus enredados avatares terminaadquiriendo, según una simpática analogía de Ernst Falzeder (1995), la forma de un plato deespagueti– va recorriendo los diferentes escenarios en los que el psicoanálisis se despliega ydesarrolla.

Fue en el año de 1925, durante el IX Congreso Psicoanalítico Internacional celebrado en BadHomburg que Max Eitingon propuso una reglamentación para la conducción de la formaciónpsicoanalítica. Dicha reglamentación fue aprobada por unanimidad y durante muchos años normó laformación de analistas en el seno de las asociaciones miembros de la API, otorgándole a laexperiencia del análisis del candidato a analista el carácter de obligatorio. Años atrás, en 1919,durante el Congreso Psicoanalítico de Budapest, Hermann Nunberg propuso, sin éxito, que seincluyera como obligatoria la experiencia del análisis didáctico. Al año siguiente con la fundación delInstituto Psicoanalítico de Berlín, inicia el establecimiento de un programa formal para la formaciónde psicoanalistas que contempla, como parte del mismo, la supervisión de casos y el análisisdidáctico. Este movimiento de reglamentación del análisis provoca que las “costumbres anárquicas”iniciales, en cuanto al ejercicio del análisis, tales como analizar familiares directos, personas íntimas(amigos, amantes, etc.), y en mezclar estrechamente las relaciones amorosas y profesionales,fueran siendo formalmente evitadas.

Las primeras asociaciones mexicanasDurante la segunda mitad de la década de los 50’s dos instituciones psicoanalíticas van desplegandosus actividades en México; la Sociedad Mexicana de Psicoanálisis (SMP), y la Asociación PsicoanalíticaMexicana (APM). La primera sostenida en el prestigio profesional y en el trabajo teórico de ErichFromm quién habiendo instalado, por razones de salud de su esposa, su residencia en México recibede un grupo de psiquiatras mexicanos la solicitud de formación psicoanalítica. La segunda constituidapor psicoanalistas mexicanos que habiendo recibido entrenamiento en el extranjero –Argentina,Estados Unidos y Francia– en asociaciones afiliadas a la API, van constituyéndose a su retorno alpaís como Asociación Psicoanalítica Mexicana.

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Años después, en 1971, surge de manera independiente a los ya existentes un tercer grupoanalítico en el horizonte mexicano, esta vez sus raíces se ubican en la Viena de posguerra, en elresurgimiento del movimiento psicoanalítico en Austria a través del Círculo Vienés de PsicologíaProfunda fundado en 1947 por Igor A. Caruso. Las condiciones de posibilidad de su fundaciónestaban dadas en las personas de algunos discípulos de Caruso que habían iniciado su formación enel Círculo Vienés y radicaban en México.

Así mismo, hay que mencionar la existencia de otras agrupaciones derivadas del trabajo de algunosanalistas de la APM que ofrecían entrenamiento en psicoterapia, tales como la Asociación Mexicanade Psicoterapia Psicoanalítica, el Instituto Mexicano de Psicoterapia Psicoanalítica de la Adolescencia,etc., las cuales surgieron como respuesta a la creciente demanda de formación psicoanalítica que lospsicólogos dirigían a sus maestros, miembros de la institución analítica, y que por no tener estudiosde medicina les estaba vedada. Surge entonces una categoría “intermedia”, la de PsicoterapeutaPsicoanalítico o con orientación psicoanalítica, que durante muchos años se impuso formalmentecomo un paso previo al acceso de una verdadera formación psicoanalítica.

Erich Fromm y la Sociedad Mexicana de Psicoanálisis

En México, la práctica y la enseñanza del psicoanálisis fueron inauguradas por elDr. Fromm en el año de 1950. Su presencia en el medio provoca que un grupode médicos se dirijan a él para solicitarle análisis y formación psicoanalítica. Deese grupo surgirá la Sociedad Mexicana de Psicoanálisis en 1956. Fueron susfundadores: Jorge Silva, Armando Hinojosa, Aniceto Aramoni, Guillermo Dávila,Jorge Derbez, José F. Díaz, Abraham Fortres, Ramón de la Fuente, FranciscoGarza, Raúl González, Arturo Higareda, Alfonso Millán y Jorge Velasco. El casode la Sociedad Mexicana de Psicoanálisis en la que el grueso de las tareas deformación y el total de los análisis didácticos recaían en el trabajo de un soloanalista, no es único en la historia del movimiento psicoanalítico. Tenemos porejemplo, a la Asociación Psicoanalítica Uruguaya, afiliada a la API, en la queWillie Baranger formado en la Asociación Psicoanalítica Argentina, es invitado aMontevideo, junto con su esposa Madeleine, para hacerse cargo del análisis delos 11 candidatos integrantes del grupo fundador. Podríamos encontrar otrosejemplos similares que ilustrarían una situación inicial del movimientopsicoanalítico en su etapa de expansión geográfica.

Los antecedentes formativos de Erich Fromm al fundar la Sociedad Mexicana de Psicoanálisis,provenían de lo mas granado que el movimiento oficial había producido en Alemania. Incluso Frommcompartió con Ángel Garma, fundador de la Asociación Psicoanalítica Argentina, la formación en elInstituto de Berlín.

Nueve años después de fundada, la SPM edita la Revista de Psicoanálisis, Psiquiatría y Psicología(1965­1975) con el sello editorial del Fondo de Cultura Económica. En la presentación editorial delprimer número, firmado por Erich Fromm y Ramón de la Fuente (1965), explicitan la definición depsicoanálisis que sustentan como Asociación:

Queremos aclarar que por psicoanálisis entendemos la ciencia fundada porFreud y basada en sus descubrimientos fundamentales del subconciente (sic), larepresión, la resistencia, la transferencia y el significado de las experiencias dela primera infancia. No entendemos por psicoanálisis un ‘movimiento’ dirigidopor una burocracia y basado en ciertas doctrinas inviolables, sino una cienciaque, lo mismo que las demás ciencias, desarrolla y revisa sus teorías ehipótesis bajo el estímulo de nuevos hallazgos clínicos, mediante nuevashipótesis filosóficas y mediante la contribución de otras ciencias.

En el mismo número de la revista, Alfonso Millán publica un trabajo titulado El desarrollo de laSociedad Psicoanalítica Mexicana y del Instituto Mexicano de Psicoanálisis (el cual es fundado porFromm en 1963), en el que expone la historia de las instituciones en cuestión y define los

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postulados básicos de la postura del maestro:

Fromm designa frecuentemente sus aportaciones al psicoanálisis como‘Psicoanálisis humanista’. Sabemos que no se trata de otra ‘escuela’, comoaquellas de algunos de los antiguos colaboradores y seguidores de Freud, quehan reemplazado los principales descubrimientos de éste por nuevas y distintasteorías. El psicoanálisis humanista es un desarrollo importante de la teoríahumanista de Freud, que libera a ésta de las estrecheces impuestas por la‘teoría de la libido’, teoría que Freud concibió bajo la influencia del naturalismomecanicista que prevaleció en su época. P.5­6.

La Asociación tuvo un crecimiento significativo y su rango de influencia incluyó a la facultad demedicina de la Universidad Nacional Autónoma de México, en donde fundó un doctorado enpsicoanálisis.

Erich Fromm (1900­1989)

Como hemos visto, la práctica y la enseñanza del psicoanálisis en México fueron inauguradas por elDr. Fromm en el año de 1950. Conviene hacer notar, que entre el momento en que Frommempieza a trabajar los análisis de formación de ese grupo de médicos en 1950 y el año de lafundación de la SPM en 1956, Fromm fue excluido de la API. Suponemos que dicha exclusión marcóde alguna manera un proyecto de trabajo con el grupo mexicano que debía de realizarse entonces almargen de las legitimaciones y/o reconocimientos institucionales de la primera asociacióninternacional psicoanalítica. Y que además, influyó en la configuración posterior del psicoanálisis enMéxico que se desarrollará más allá de los límites del grupo analítico frommiano.

Fromm nace en Frankfurt en el año de 1900, estudia filosofía en la Universidad de Heidelberg ycomienza en 1928 sus estudios y entrenamiento psicoanalítico en el más importante centro deformación psicoanalítica de ese entonces; el Instituto Psicoanalítico de Berlín. Entabla contacto conla Escuela de Frankfurt donde trabaja con Herbert Marcuse, Walter Benjamin y Theodor Adorno. Suorientación teórica llevará en un inicio la marca importante de la Teoría Crítica, lo que redundará enun sistema teórico psicoanalítico con una fuerte interpretación sociológica.

El ascenso del nazismo en Alemania lo lleva a emigrar a los Estados Unidos en el año de 1934 hastaque se traslada a México en 1950. Imparte clases en la facultad de medicina de la UniversidadNacional Autónoma de México, funda y dirige la colección de Psicología y Psicoanálisis en laprestigiada editorial Fondo de Cultura Económica, practica el psicoanálisis y supervisa la práctica desus discípulos.

Pensador inquieto que publica una gran cantidad de libros de entre los que destacamos: El miedo ala libertad (1957), Psicoanálisis de la sociedad contemporánea (1956), El arte de amar (1959), Éticay psicoanálisis (1953), Psicoanálisis y religión (1956), La misión de Sigmund Freud (1959), etc.

La API y los principios básicos del psicoanálisis

Fromm fue excluido de la API en el año de 1953, había obtenido la categoría de miembro titular enel año de 1932 por su pertenencia a la Sociedad Psicoanalítica Alemana (DeutschePsychoanalytische Gesselschaft); membresía que conservará hasta el año de 1936 cuando losanalistas judíos miembros de la Sociedad fueron “invitados a renunciar” a ella a fin de evitar sudisolución por los nazis. Ernest Jones, entonces presidente de la API, ofreció a los analistas judíosrenunciantes la posibilidad de seguir perteneciendo a la misma afiliándolos a alguna Asociaciónmiembro o extendiéndoles una afiliación como “miembro directo” (member­at­large). Fromm aceptóestá última categoría; y en 1953, fue borrado del roster de la API. Al preguntar Fromm de lasrazones de su exclusión del listado de miembros, le informaron que se había eliminado la categoríade miembro directo y que las membresías a la API dependían de la pertenencia a alguna SociedadComponente de la misma. Como Fromm pertenecía a la Sociedad Psicoanalítica de Washington lacual no estaba afiliada a la API, para renovar su pertenencia tenía que solicitar su admisión enalguna de las Asociaciones afiliadas a la Asociación Psicoanalítica Americana, la cual no aceptabamiembros que no fueran médicos, o presentar una aplicación a la API al Comité de Revisión deAfiliación. Ruth S. Eissler, entonces Secretaria Ejecutiva de la Asociación Psicoanalítica Internacional

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con quien Fromm estaba aclarando su situación societaria le escribe en una carta, un párrafo en elque se trasluce su forma de pensar acerca de la posición de Fromm en el campo analítico:

No estoy, por supuesto en posición de anticipar la recomendación del Comité de Examen deAdmisiones. Personalmente, pienso, asumo, que cualquiera que no se posiciona en los principiosbásicos del psicoanálisis no estaría interesado en devenir miembro de la Asociación PsicoanalíticaInternacional. Roazen, P. (2001).

Fromm contesta que él considera compartir esos principios básicos, la pregunta sería que tan ampliao estrechamente la API los interpreta. “Esa no es la cuestión para analizar si alguien quisiera ser ono miembro de la API, sino mejor dicho, para analizar las razones de ser despojado de mimembresía.” Ante su negativa a someterse a una evaluación por parte del comité de selecciónFromm queda entonces definitivamente separado de la API en el año de 1953. Vainer, A. (1998).

La pérdida de su afiliación a la Internacional no impide que prosiga su trabajo en México y funde laSociedad Psicoanalítica Mexicana en 1956. El Instituto Mexicano de Psicoanálisis en 1963 y laRevista de Psicoanálisis, Psiquiatría y Psicología en 1965.

Fallece en Suiza en la ciudad de Muralto el 18 de marzo de 1980 a consecuencia de un cuartoinfarto al corazón.

De los analistas con los que Fromm realizó su análisis personal en diversos períodos de su formacióndestaquemos que los tres fueron miembros de la Asociación Psicoanalítica de Viena, los tres deorigen judío y los tres formaron parte del Instituto de la Asociación Psicoanalítica de Berlín, en el queFromm realizó su entrenamiento analítico.

El Instituto Psicoanalítico de Berlín

Fundado el 14 de febrero del año de 1920 por Max Eitingon, Karl Abraham y Ernst Simmel, juntocon la policlínica del mismo nombre, fue el primer Instituto de formación psicoanalítica en el mundo.La Asociación Psicoanalítica de Viena inauguraría el suyo hasta tres años después el 19 denoviembre de 1923, con una Comisión de Enseñanza formada por Paul Federn, Eduard Hitschmanny Siegrfield Bernfeld. Helen Deutsch fue la primera directora del instituto vienés, el cual inauguraríaoficialmente los ciclos de seminarios y conferencias hasta 1925, de ahí en más, la formaciónpsicoanalítica se realizaría de manera programada, incluyendo desde entonces la exigencia delanálisis personal del candidato con un analista experimentado. Sterba, R. (1986).

El Instituto de Berlín produciría un modelo de formación que se impondría a escala mundial,inclusive en Viena. Su planta docente durante los primeros años de existencia estaba compuesta poranalistas de primera línea: Karl Abraham, Franz Alexander, Siegrfield Bernfeld, Felix Boehm, HeleneDeutsch, Max Eitingon, Otto Fenichel, Karen Horney, Sandor Radó, Géza Roheim, Theodor Reik,Hanns Sachs, Ernst Simmel, entre otros. Al final de los años veintes y principios de los treintas elInstituto se convirtió en un gran centro de atracción para quienes buscaban devenir psicoanalistas,tanto en Alemania como más allá de las fronteras. Entre los analistas formados en el mismo secuentan a: Erich Fromm, Frieda Fromm­Reichmann, Angel Garma, James Glover, Martin Grotjahn,Heinz Hartmann, Paula Heimann, Karen Horney, Hermine Hug­Hellmuth, Edith Jacobsohn, MelanieKlein, Jeanne Lampl­de Groot, Karl Landauer, Sabina Spielrein, Rene Spitz, etc. El modelo deformación asignaba un lugar particular a cada una de las partes que conformarían desde entonces latríada formativa: Análisis didáctico, supervisión o análisis de control y seminarios teórico­clínicos,separando al analista didacta del resto de las funciones formativas. Mientras que en el modelo deBudapest el análisis didáctico y la supervisión clínica se realizaban por el mismo analista, en Berlín serealizaban por analistas distintos.

En el año de 1929 Erich Fromm, Karl Landauer, Frieda Fromm­Reichmann y Heinrich Meng fundanel Instituto Psicoanalítico de Frankfurt, que mantendría un estrecho contacto con el Instituto deInvestigaciones Sociales formado por Herbert Marcuse, Theodor Adorno y Max Horkheimer quienesintegraron el psicoanálisis a la Teoría Crítica. Poco tiempo después, el Instituto Psicoanalítico deFrankfurt fue albergado por la Universidad de Frankfurt, convirtiéndose en la primera UniversidadEuropea en contar con cursos de psicoanálisis acreditados. Esto representó para los psicoanalistasuna oportunidad de participar en la vida académica establecida y que, por ejemplo, Anna Freudpensara en la organización de cursos de psicoanálisis de niños para estudiantes de educación.Durante el nazismo el Instituto Psicoanalítico de Berlín y todos los institutos y asociaciones

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psicoanalíticos se vieron forzados a disolverse –a pesar de haber “dado de baja” a todos los miembrosjudíos de los mismos– debido que se prohibió el estudio, difusión y ejercicio del psicoanálisis por elorigen judío de su fundador, incluso llegó a prohibirse el uso de la terminología psicoanalítica. Lospsicoanalistas “arios” que permanecieron en Alemania y Austria se integrarían al “Instituto Göring”,Instituto Alemán para la Investigación en Psicología y Psicoterapia, que se fundaría durante elrégimen nazi y dirigiría Matthias H. Göring, sobrino del tristemente célebre mariscal HerrmannGöring. El Instituto de Berlín se reabriría algunos años después del término de la segunda guerramundial y actualmente lleva el nombre de Karl Abraham Institut.

De los analistas formados en el Instituto de Berlín que desempeñaron un papel, directa oindirectamente, en el desarrollo del psicoanálisis en México, debemos mencionar además de ErichFromm, a Ángel Garma quien formaría parte del grupo fundador de la Asociación PsicoanalíticaArgentina y sería el analista didacta de algunos de los analistas fundadores de la AsociaciónPsicoanalítica Mexicana. El primero realizó diferentes períodos de análisis con Hans Sachs, TheodorReik y Karl Landauer y el segundo con Theodor Reik.

La API y la Asociación Psicoanalítica Mexicana

El grupo de los 12 miembros fundadores de la Asociación Psicoanalítica Mexicana, quienes en 1957son reconocidos oficialmente como Asociación por la API, realizaron su formación psicoanalítica en 5Instituciones afiliadas a la Asociación Psicoanalítica Internacional. La mayoría son egresados delInstituto de Formación de la Asociación Psicoanalítica Argentina que será la institución quesupervisará la constitución de la Asociación Mexicana. Las condiciones en que la psiquiatría mexicanase encontraba en los años cuarenta eran de un desarrollo deficiente. Un grupo de jóvenespsiquiatras buscando alternativas para continuar su preparación profesional, y ya interesados en elpsicoanálisis, deciden buscar en el extranjero la formación correspondiente. Durante los años de1946, 48, 49 y 50 van saliendo de México conforme sus condiciones personales, profesionales yeconómicas se los van permitiendo. “… También se tuvo conciencia de la necesidad de crear para elfuturo una escuela sólida, capaz y eficiente que brindara preparación y entrenamiento:” Ramírez, S.(1971). En 1952, con Santiago Ramírez, se inicia el retorno escalonado de quienes conformaríanposteriormente la Asociación Psicoanalítica Mexicana.

La distribución de la formación analítica del grupo de origen es la siguiente:

Latinoamérica

Asociación Psicoanalítica Argentina: 5 miembros.

Europa

Sociedad Psicoanalítica de París: 2 miembros.

Estados Unidos

Instituto para la Psicoterapia y Psicoanálisis de la Universidad de Nueva York: 1 miembro.

Instituto Psicoanalítico de Columbia: 1 miembro.

Instituto Psicoanalítico de Topeka: 1 miembro.

Washington 1 miembro.

El caso del Dr. Luis Feder es único en el grupo fundador por haber realizado su formación con losintegrantes del grupo inicial, antes de la fundación de la APM, realizando su análisis con el Dr.Santiago Ramírez.

La fundación de la APM se efectuó de alguna manera, con la referencia al grupo frommiano, que yaestaba trabajando en México cuando se fue efectuando el retorno de los que fueron a formarse alextranjero, incluso motivó a que la API, que había excluido de sus filas a Fromm en 1953 por susposturas teóricas, apoyara a los formados de sus instituciones a la creación de la filial mexicana,

Al retorno, el hallazgo del movimiento frommiano tiene un efecto catalítico que redobla sudisposición a la integración, la lucha y el trabajo, y también alerta a las instituciones psicoanalíticas

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donde se formaron, en la necesidad de fortalecer al pequeño grupo freudiano, apoyarlo y acelerar sumaduración. Dupont, M.A. (1997). P. IV.

En 1955 el número de analistas era suficiente para que la API los reconociera como Grupo Mexicanode Estudios Psicoanalíticos, categoría previa al reconocimiento de Asociación Componente con plenosderechos societarios y autorización para la creación de un instituto de formación. El origen diversodel grupo fundador implicaba que las posturas teóricas no fueran completamente coincidentes,incluso, hay que decirlo, eran divergentes. Algunos de los llegados de Argentina tenían una fuertetendencia a pensar la práctica y la teoría psicoanalíticas desde los postulados de la Escuela Inglesaencabezada por Melanie Klein, mientras que los formados en Institutos estadounidenses se movíanmás en la orbita de la psicología del yo norteamericana, lo cual se manifestaba en los cursos delinstituto en el que los alumnos llevaban materias con contenidos de una y otra escuela.

Los fundadores y los primeros didácticos veníamos de institutos con cierta raigambre teóricadiferente, pues en el extranjero surgían diversas corrientes que profundizaban elementos iniciales deFreud. Nos costó trabajo aprender a tolerar y sacar provecho de las diferencias. José Remus Araicoen Los fundadores P. 177

La Asociación fue reconocida oficialmente por la Asociación PsicoanalíticaInternacional como sociedad componente en la sesión administrativa del XXCongreso Internacional celebrado en París en 1957. Fueron miembrosfundadores: Víctor Manuel Aíza, Rafael Barajas, Fernando Césarman, CarlosCorona Ibarra, Luis Féder, Avelino González, José Luis González, FranciscoGonzález Pineda, Ramón Parres, Santiago Ramírez, Estela G. de Remus y JoséRemus. Los analistas didáctas de está primer generación fueron: Rollo May,Michel Cenac, Lester Luborsky, Franz Alexander, Arnaldo Rascovsky, MarieLanger, Heinrich Racker, Ángel Garma y Paul Goolker.

La APM se caracterizó en sus inicios por mantener una postura fiel a los principios imperantes en elseno de la API, en el sentido de excluir a los no­médicos de las posibilidades formativas, la imposiciónde criterios normativos sobre el análisis didáctico, etc. Ejerció un control estricto en cuanto a laadministración de un poder apuntalado en la API y llegó a sancionar el uso del nombre psicoanálisisobligando por ejemplo, a que la Asociación Mexicana de Psicoanálisis Grupal cambiara su nombre porel de Asociación Mexicana de Psicoterapia Analítica de Grupo, aún y cuando sus fundadores fueranpsicoanalistas miembros de la misma.

Caruso y el Círculo Psicoanalítico Mexicano

El Círculo Psicoanalítico Mexicano, fundado en 1971, fue en México la primerainstitución y la única que durante muchos años abrió la opción de formarsecomo psicoanalistas no sólo a médicos y/o Doctores en Psicología, sino acualquier persona que cuente con una licenciatura –en cualquier rama–.

Los antecedentes del Círculo Psicoanalítico Mexicano se remontan a la Viena de posguerra. Una vezterminada la Segunda Guerra Mundial los pocos analistas austriacos que habían podido permanecerbajo el régimen nazi manteniendo viva la llama del saber freudiano trabajando en el WienerArbeitsgemeinschaft des Reichinstituts für Psychologische Forschung und Psychotherapie, sereorganizan y realizan en el año de 1946, principalmente gracias al impulso infatigable de AugustAichhorn (1878­1949), la refundación de la Asociación Psicoanalítica de Viena (APV). Entre ellos seencontraba el Conde Igor Alexander Caruso (1914­1981), de origen Ruso­italiano. Fallend, Karl(2003).

Caruso nace en Rusia en una familia perteneciente a la nobleza de ascendenciaitaliana. Formado en filosofía en la Universidad de Lovaina, Bélgica. (Páramo­Ortega, R. 2005). Realiza su análisis personal con Viktor E. F. von Gebsattel(1883­1976) durante los años 1944 al 46 (A propósito de las condicionessociales que imperaban durante el análisis de Caruso, comenta Karl Fallend(2005) “No estoy seguro, que en ese tiempo, un psicoanálisis en el sentido que

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le otorgamos en el presente, fuera posible.”). Gebsattel, analista alemán nacidoen Munich, analizado de Leonhard Seif, amigo de Rainer­Maria Rilke y LouAndreas­Salome, había participado en el grupo de estudio de Freud durante losaños de 1912 al 13. (Lund Edelweis, M. 2005, Fallend, K. 2003). Carusoparticipa en el grupo de analistas que se mantuvieron en Viena durante laocupación nazi trabajando con August Aichhorn, sin aceptar las directrices decolaboración preconizadas por Ernest Jones, y que al término de la guerra ycuando las condiciones sociales fueron propicias refundó la disuelta AsociaciónPsicoanalítica de Viena. Caruso se integra a la nueva Asociación Vienesa, perocuando ésta le pareció demasiado rígida y excesivamente dominada por laideológia médica, se separa de la misma para fundar el Círculo Vienés dePsicología Profunda, primera Asociación freudiana no afiliada a la API. Latrayectoria científica de Caruso lo lleva desde una concepción de la psicologíaexistencial con fuerte influencia del catolicismo a una postura materialistadialéctica que provocará que se le ubique como un integrante más de lacorriente freudomarxista.

El pensamiento psicoanalítico de Caruso es conocido en los países hispano parlantes principalmente através de sus libros Psicoanálisis dialéctico (Bs. As. 1964), El psicoanálisis lenguaje ambiguo (Méx.1966), Psicoanálisis, marxismo y utopía (Méx. 1974), Narcisismo y socialización (Méx. 1979), Laseparación de los amantes (Méx. 1ª. Ed. 1969 25ª. Ed. 2003), Aspectos sociales del psicoanálisis(Méx. 1979). En México también por sus intervenciones en congresos, debates televisivos, y enmenor medida, por la difusión de su pensamiento a cargo de sus discípulos y las institucionesfundadas a partir del espíritu crítico improntado en los círculos de psicoanálisis. Sus libros se siguenreeditando lo que indicaría que sus ideas continúan manteniendo cierta vigencia, aunque hay quereconocer, que no es un autor que se estudie sistemáticamente en las instituciones psicoanalíticasde hoy en día, si, en cambio, en algunas universidades.

En el año de 1947 instituye Igor Caruso el Círculo Vienés de Psicología Profunda(CVPP) como una “comunidad privada de investigación” que se propone comotarea “promover los conocimientos de psicología profunda y su aplicación a laeducación, la psicología práctica, la medicina, la sociología, etc.”, así como lacrítica filosófica de sus propios supuestos. Durante un tiempo el Círculofuncionará como grupo de discusión variando en su composición –de 8 a 15miembros–. En el año de 1950 la existencia del CVPP se oficializa. En laactualidad ha cambiado su nombre por el de Círculo Vienés de Psicoanálisis.

En un principio, la ebullición del período de post­guerra, las directrices de crítica radical a cualquierortodoxia o dogmatismo transformarán al Círculo Vienés en un centro de variada riqueza deestudios, donde psicoanálisis, psicología analítica y existencial, ecumenismo, psicología genética,etología, antropología, filosofía, etc. son abordados de forma amplia y sistemática, atrayendo laatención y la participación, en mayor o menor grado de celebridades como Konrad Lorenz, JeanPiaget, J. Nuttin, E. Bohn, J. Lacan, entre otros. En esas circunstancias, los pensadores de la Escuelade Frankfurt comenzarán a ser estudiados (Adorno, Horkheimer, E. Fromm); más tarde HerbertMarcuse, Ernest Bloch, Norman Brown, Jean Paul Sartre, lo que lleva a Caruso a confrontarse conlos textos de Marx, Engels, Lukács, Reich, Gabel, Gorz y otros marxistas. La reflexión de esta riquezade contenidos incorporados va a manifestarse en la extensa obra escrita de Caruso, que en lasdécadas siguientes abandona paulatinamente la actitud de un ecléctico humanismo cristiano,ubicándose progresivamente más próximo al materialismo dialéctico y tanto en la clínica como en supropuesta didáctica, a acercarse más a los trabajos de Freud. (Suárez, A. 1985)

La notoriedad de la obra publicada por Caruso lleva a una cantidad importante de personas de lasmás variadas latitudes a buscar formación psicoanalítica en el Círculo Vienés, sus alumnospromoverán después en sus países de origen la creación de Círculos Psicoanalíticos que constituiránen el año de 1966 la Federación Internacional de Círculos de Psicología Profunda. En América Latinafundan Círculos: Rosa Tanco Duque en Colombia, Malomar Lund Edelweis en Brasil y Armando

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Suárez y Raúl Páramo­Ortega en México. Caruso propuso para la naciente Federación lo que sería el“mínimo común denominador”: técnica psicoanalítica “clásica” (freudiana) y apertura a todas lascuestiones sociales. Hasta la actualidad hay, o ha habido en algún momento, círculos y/o grupos deestudio constituidos en: Alemania, Argentina, Austria, Brasil, Colombia, México, y Suiza.

En México el primer círculo llamado Círculo Mexicano de Psicología Profunda fue fundado en la ciudadde México en el año de 1969 por dos discípulos de Igor Caruso: Los Doctores Raúl Páramo­Ortega yArmando Suárez G. (1928­1988) y por el Dr. Jaime Cardeña, que había renunciado a su pertenenciaa la Asociación Psicoanalítica Mexicana. Su existencia fue efímera y terminó disolviéndose en 1973.Suárez y Páramo renuncian a él en 1970 por desacuerdos en el procedimiento de inicio de la prácticaclínica en los seminarios de formación, y fundan al año siguiente el Círculo Psicoanalítico Mexicano;asociación empeñada en el desarrollo, aplicación y crítica del psicoanálisis, entendido como esecampo problemático, teórico, clínico y metodológico, inaugurado por S. Freud para serindefinidamente laborado. En el nuevo Círculo quedan incluidos en el programa de formación: LuisMoreno, Lilia Meza, Ana Ma. Martínez Camarena, Patricia Escalante, Magda Fernández, Ida Oynik,Juan Diego Castillo y Fernando M. González.

La forma de concebir la institución psicoanalítica de los Círculos de Psicología Profunda como unafederación en la que cada miembro cuenta con plena libertad de darse sus propias directivasorganizativas y líneas de trabajo teóricas, lo que implica que el texto del fundador (Caruso en estecaso) no esté necesariamente en el centro del programa de formación, fue lo que efectivamenteocurrió en el CPM en donde el referente principal era la obra de Sigmund Freud. Lo que si marcócomo “herencia carusiana” de manera importante los inicios de la Asociación fue el estudio de laproblemática psicoanálisis­sociedad, pero de nueva cuenta Caruso mismo no era considerado guíaimprescindible. En el año de 1977 el Dr. Páramo­O. renuncia a su membresía del CPM y funda enGuadalajara el Grupo de Estudios Sigmund Freud. Grupo que se afiliará a la Federación Internacionalde Círculos de Psicología Profunda, actualmente disuelta.

Desde sus inicios el Círculo Psicoanalítico Mexicano comienza a desarrollar una actividad constanteque va siendo lentamente reconocida en el medio psicoanalítico nacional, al poco tiempo atrae haciaél una demanda de formación creciente. Actualmente la mayoría de los miembros del CPM hanabandonado el eje psicoanálisis­sociedad como problemática importante dentro de sus interesescientíficos.

Armando Suárez G. (1928­1988)

Juan Diego Castillo (1990), psicoanalista discípulo de Armando Suárez, presentó un muy completoestudio biográfico de su maestro del que tomamos la mayoría de los datos que presentamos acontinuación. Armando Suárez Gómez nació el 17 de junio de 1928 en Madrid, España. Sufrió loshorrores de la Guerra Civil Española durante su infancia. Este trágico momento de la historia de supatria natal, dejó en él huellas imborrables. En 1945 termina el Bachillerato con Sobresaliente yobtiene el Premio Extraordinario en el examen de Estado. Ese mismo año y contando 17 de edadinicia los estudios de Derecho en la Universidad de Madrid; los concluirá en 1959 y recibirá su título,seis años después en 1965. Durante 1946 y 47 asiste a dos cursos de Ciencias Económicas en lamisma Universidad.

En 1949 ingresa a la Orden de los Dominicos en Salamanca, un año despuésprofesa e inicia los estudios de filosofía en el Estudio General de Filosofía deCaldas de Besaya en Santander. En 1953 inicia los de teología en la FacultadPontificia de San Esteban, en Salamanca. Ordenado sacerdote en 1956 continúacon la teología hasta terminar en 1958. Psicoanalista formado en el CírculoVienés de Psicología Profunda, realiza su análisis personal con Igor A. Caruso yde grupo con Raoul Schindler. Emigra a México en el año de 1965 y funda elCírculo Psicoanalítico Mexicano en 1971. Dirige desde su fundación laimportante colección de Psicoanálisis, psicología y etología de la editorial SigloXXI que incluye trabajos de autores tan importantes como Jaques Lacan, MaudMannoni, Paul Ricoeur, Igor Caruso, Wihelm Reich, Anna Freud, Helmut Dahmer,etc. Dentro del CPM realiza una importante labor en la formación depsicoanalistas. Su propia obra escrita es limitada en su extensión contando con

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13 trabajos publicados. Entre ellos destacan Freudomarxismo: pasado ypresente. Incluido en el libro Razón, locura y sociedad editado por Siglo XXI eInterpretación, construcción, realidad y verdad. Texto inacabado que se incluyóen el libro Psicoanálisis y realidad editado por Siglo XXI. Asimismo, hemos demencionar la publicación en fecha reciente de las conferencias radiofónicas quesobre Psicoanálisis y Marxismo dictara por Radio UNAM en la ciudad de Méxicoen el año de 1966. (Suárez, A. 2003).

Raúl Páramo­Ortega

Psicoanalista mexicano radicado en Guadalajara, Jalisco. Nace en la Ciudad deMéxico en 1935. Estudia Medicina en la Universidad de Guadalajara, siendo ahídonde su interés por el comportamiento humano se intensifica, llevándolo ainiciar su formación psicoanalítica en Viena en el Círculo Vienés de PsicologíaProfunda y posteriormente a sus repetidos re­análisis en Los Ángeles, California.(Páramo­Ortega, R. 2003). Sus influencias más definitivas, profesionalmentehablando han sido: Igor A. Caruso, Rudolf Ekstein, Hilda Rollman Branch y RaoulSchindler, en ese orden. Ha sido conferencista huésped en el Instituto SigmundFreud de Frankfurt, en el Instituto de Psicoanálisis Político y en la Academia dePsicoanálisis de Munich, entre otros. Cofundador del Círculo PsicoanalíticoMexicano, en 1969 y del Grupo de Estudios Sigmund Freud, en 1977. Hapublicado numerosos artículos en revistas especializadas en México, Argentina,Brasil, Colombia, Austria, Suiza y Alemania. Asimismo ha publicado lossiguientes libros en México y Alemania: Freud in Mexiko: Zur geschichte derPsychoanalyse in Mexiko Quintessenz (1992); Sentimiento de culpa y prestigiorevolucionario Martín Casillas Ed. (1982); edición alemana: Das Unbehagen ander Kultur Urban & Schwarzenberg (1985); Obras en Castellano GESF, –enpublicación– han aparecido 3 tomos de 5 proyectados: Vol. I 1963 a 1982(1997). Vol. II 1982 (1996). Vol. III 1983­1988 (1999). Su postura comopsicoanalista puede resumirse en las siguientes afirmaciones publicadas en elprólogo a la compilación de sus Escritos políticos (2001):

Los presentes Escritos políticos no son solamente opiniones políticas de un psicoanalista que, almargen de su profesión, se inmiscuye en algo que no le toca, sino que se trata del ejercicio mismode la profesión psicoanalítica. El psicoanálisis freudiano o es político o no es psicoanálisis. Quien seinterese en la marcha de la sociedad o en las ‘leyes’ de la Historia no puede dejar de lado el estudiode los factores inconscientes, sean estos personales, institucionales, estructurales, culturales, etc. Elfreudismo tiene ingerencia en cualquier situación en donde el fenómeno inconsciente esté presentey en donde exista la tarea de transformarlo en consciente. (…) Una forma de defenderse de Freudconsiste en ignorar que uno de sus méritos de más impacto fue haber señalado los senderos que nosllevan del malestar individual al malestar de la cultura y viceversa. P.3.

Conclusiones

Como hemos podido constatar a lo largo de las páginas precedentes, el psicoanálisis en Méxicocuenta con una genealogía psicoanalítica de origen muy diversa. Diversidad que produjo un inicioque podríamos caracterizar como esquizo­paranoide, ya que cada institución veía en las demás laencarnación de las desviaciones, los revisionismos y la falta de rigor en los procedimientosinstitucionales de formación, acompañada de la incapacidad de ejercer una sana autocrítica a fin demejorar sus propios procedimientos institucionales.

Para la Sociedad Mexicana de Psicoanálisis, el abordaje del psicoanálisis se caracterizaba por elabandono de la teoría freudiana de la libido, la que era considerada como un “lastre” que impedía eldesarrollo pleno del psicoanálisis, al que Fromm designaría como Psicoanálisis humanista,demarcando con ello una distancia respecto de otras posiciones psicoanalíticas. Criticaba la

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burocratización que el psicoanálisis como institución sufría en manos de la Institución oficial aunquetendía a reproducir esa misma estructura en su organización.

Para la Asociación Psicoanalítica Mexicana era la pertenencia a la Institución Internacional fundadapor Freud la que determinaba en buena medida la legitimación psicoanalítica, integrando en su senolas diferentes posiciones teóricas que se desarrollaban al interior de la API, principalmente lapsicología del yo norteamericana y la teoría kleiniana dominante en el psicoanálisis rioplatense. Tuvoun inicio productivo, interrumpido por conflictos internos provocados por luchas internas en elejercicio del poder institucional, que provoca la salida de una parte importante de miembros dediferentes niveles jerárquicos.

En el Círculo Psicoanalítico Mexicano el “desarrollo, aplicación y crítica del psicoanálisis, concebidocomo ese campo problemático, teórico y clínico y metodológico, inaugurado por Sigmund Freud paraser indefinidamente laborado” más los intereses en la dimensión social del psicoanálisis quemanifestaban los analistas fundadores eran lo que definía su posición en el campo analítico. En esesentido el estudio riguroso de la obra de Freud –con un especial cuidado en la revisión de lasversiones castellanas de su obra– se constituía en el eje de la formación.

En estas condiciones de existencia del psicoanálisis en México, como lo señala Fernando M. González(1989), la endogamia y el cartesianismo institucional (“no te formaste con uno de nosotros, ergo,no existes”) parecía ser la única alternativa para el desarrollo de los procesos de formación analítica.Destaquemos además que la presencia simultánea de agrupaciones analíticas, una afiliada a la API,una de inspiración frommiana y otra confederada a la Federación Internacional de Círculos dePsicología Profunda, fue una condición singular del psicoanálisis en México en los primeros años de suexistencia. La existencia de estos tres interlocutores potenciales, representantes de tres de lasposturas teórico­institucionales más importantes en el mundo analítico de entonces, no produjoningún encuentro de trabajo conjunto de confrontación y análisis de sus posiciones, sus relacionesse limitaron a emitir eventuales descalificaciones mutuas y a esporádicas colaboraciones a títulopersonal entre los miembros de unos y otras.

Fue hasta la escisión de 1972 en la APM que algunos analistas renunciantes a la misma aceptaroncolaborar con las tareas de formación en el Instituto del Círculo Psicoanalítico Mexicano (SantiagoRamírez e Isabel Díaz Portillo entre otros) y durante la fundación de la Asociación PsicoanalíticaJalisciense años después, en la que pudieron confluir, por intermedio de sus dos fundadores,analistas con orígenes institucionales distintos, SPM y APM, aparentemente sin que se provocaramayor conflicto entre sus posturas teóricas y sus legitimaciones institucionales diversas. En cuanto alos equipajes teórico­técnicos con que llegaron de sus respectivos centros de formación los analistasfundadores a nuestro país, podemos ver que en general las referencias y las posturas teóricas de losmismos se han diluido en diversos grados con el transcurrir de las generaciones, en donde las másjóvenes, en general, tratan de ajustarse a las “modas” del momento, repitiendo lo que se produceen los grandes centros psicoanalíticos, principalmente de Francia y Estados Unidos sin producir hastala fecha un pensamiento psicoanalítico original.

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