Índice - tratado latinoamericano de sociología del trabajo
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8/10/2019 ndice - Tratado Latinoamericano de Sociologa Del Trabajo
1/40
SECCIN
O R S
SOCIOLOG
TR T DO L TINO MERIC NO
SOCIOLOG
DEL TR JO
-
8/10/2019 ndice - Tratado Latinoamericano de Sociologa Del Trabajo
2/40
r t do l tino meric no
de sociolog del tr b jo
ENRIQUE DE L
GARZA
TOLEDO
coordinador
Juan
Jos
Castillo Las
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Cecilia
Montero
Roque Aparecido
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Silva Marcia
de
Paula
Lerte Martha Novick
Jorge
Carrillo
Consuelo
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Roco
G ~ a d a r r a : n ~
EdLiard6
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Luis
Montano
Mnica Casalet Marcos Superviclle. Luis Stolovich
Francisco Zapata Graciela
Bensusn
Hctor
Lucena
Adriaria Marshall Silvia Tamez
Pedro Moreno
Ludger Pries
Teresa
Rendn Carlos
Salas Fernando
Herrera Fernando
Corts
Orlandina de Oliveira Vania Salles M < ~ r i n a
Ariza
Alfredo
H u a l d ~
Daniel
Villavicencio
Julio
Csar Neffa
EL COLEGIO
DE MXICO
F CULT D L TINO MERIC N DE
CIENCIAS
SOCIALES
UNIVERSID D UTNOM
METROPOLITANA
FONDO
DE
CULTUR ECONMICA
MXICO
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8/10/2019 ndice - Tratado Latinoamericano de Sociologa Del Trabajo
3/40
u
Primera
edicin 2000
BIBLIOTECA
FUCSO
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D. R
2000
EL COLEGIO DE MXIco
Camino al Ajusco 20; 10740 Mxico D.
F
D. R
2000
F CULT D
LATINOAMERICANA DE CIENCIAS
SocIALES
Km
1.5 del Camino al Ajusco; 10740 Mxico D.
F
S
j5
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D.
R
2000
UNIVERSIDAD AUTNOMA METROPOLITANA
v
Michoacn y la Pursima s/n. Col. Vicentina; 09340 Mxico D. F
D. R
2000 FONDO
DE CULTURA ECONMICA
Carretera
Picacho Ajusco 227; 14200 Mxico D.
F
www.fce.com.mx
ISBN 968 16 6026 9
Impreso en Mxico
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8/10/2019 ndice - Tratado Latinoamericano de Sociologa Del Trabajo
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NDICE
Presentacin 7
Introduccin El papel del concepto del trabajo en la teora social
del siglo xx
Enrique de
la Garza
Toledo
15
La
teora clsica
17
De la
segunda mitad
del
siglo
XIX
a la
crisis
de 1929 18
De la
Revolucin
de
octubre
de
1917 crisis
de 1929 a
los aos
sesenta. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
21
La
crisis de los aos setenta:
El neoliberalismo
el nuevo
insti-
tucionalismo
la
desilusin posmodema
. . . . . . . . . . . . . . . . . 23
Referencias bibliogrficas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
33
Primera parte
LA SOCIOLOGA DEL TRABAJO COMO DISCIPLINA
La sociologa del trabajo hoy: La genealoga de paradigma
Juan
Jos
Castillo
39
Introduccin 39
La situacin
en
1960: Consolidacin
de un paradigma de
la
so
ciologa del
trabajo 41
La crtica
de la organizacin del trabajo
la vuelta al proceso de
trabajo:
El
fortalecimiento del paradigma del
estudio
de las
si
tuaciones
reales
de
trabajo
48
Los
cambios
en los marcos sociales del trabajo del
trabajo
mismo: La renovacin de la sociologa
del
trabajo 51
La crisis del taylorismo 51; La
nueva organizacin
productiva
54
Qu trabajo qu
sociologa?
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 58
Referencias bibliogrficas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60
Origen y evolucin de la sociologa del trabajo en Amrica Latina
Las Abramo
Cecilia Montero
65
Introduccin
65
Sociologa industrial sociologa
del
trabajo: Los hechos
funda
cionales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 68
El
enfoque
adaptativo: Las
relaciones
humanas 68; El
enfoque evolucionista
y la
t or
de la
modernizacin
70; El
enfoque humanista:
El obrero califica-
do 71
787
-
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788
NDICE
Del proceso de trabajo a la
especializacin
flexible 73
Proceso de trabajo y figura obrera 73; Mercados segmentados. mercados
duales 74; Posfordisrno y produccin flexible 75
Vigencia
y
resistencia
al
paradigma evolucionista en Amrica
Latina
77
Primera ruptura: La recuperacin
de
la perspectiva del
actor
81
Segunda ruptura:
Reconversin productiva
y proceso de trabajo
85
Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 88
Referencias
bibliogrficas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
90
Tecnologa cambio tecnolgico en la sociologa latinoamericana del
trabajo Roque Aparecido da Silva Marcia de Paula Leite . . .
95
Introduccin 95
Determinismo tecnolgico y sociologa
del
trabajo 96
Desarrollo de
un
concepto. 96; El determinismo tecnolgico en la sociologa
del trabajo en Amrica Latina. 99
Determinismo tecnolgico y concepto de ciencia . . . . . . . . . .
109
El nuevo paradigma productivo ante el nuevo paradigma del co
nocimiento
111
Conclusin
117
Referencias bibliogrficas
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 118
Segunda parte
EL PROCESO DE
TRABAJO
La transjormacin de la organizacin del trabajo Martha Novick
123
Introduccin
123
La organizacin del trabajo
126
El taylorismo 126; El taylorismo en Amrica Latina 127
Crisis
y nuevas
formas
de organizacin
del trabajo . .
131
La modernizacin tecnolgica y la organizacin del trabajo 132
Los ejes del debate del modelo
japons
en
Amrica Latina
.
133
Hay un modelo japons? Hay un modelo japons en Amrica Latina? 134;
Organizacin del trabajo y productividad. 137; Aplicacin homognea. si-
tuaciones heterogneas? Aplicacin heterognea. situaciones homogneas?
4
Conclusiones
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
143
Referencias bibliogrficas
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 144
La flexibilidad del trabajo en mrica Latina Enrique de
la Garza
Toledo
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
148
Polticas
de ajuste y restructuracin
productiva
. . . . . . . . . .
149
La
restructuracin
productiva en Amrica Latina 150
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NDICE 789
La flexibilidad del
trabajo
en Amrica
Latina.
. . . . . . . . . . . . 151
La
polmica
de la flexibilidad 151; Flexibilidad
teora
neoclsica 152; Fle
xibilidad
posfordismo 156; La nueva ola de la gerencia 158; Las crticas al
concepto
las
prcticas
de la flexibilidad 159; La tlexibilidad en
Amrica
La-
tina 162
Conclusiones. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 176
Referencias
bibliogrficas
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
177
Calificacin
competencias laborales en Amrica Latina Jorge
Carrillo Consuelo
Iranzo
179
Introduccin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 179
La discusin terica sobre la calificacin
del
trabajo. . . . . . . 180
La calificacin del
trabajo
en
los clsicos: La dvisin del
trabajo
180; El
con-
trol de la fuerza de trabajo en desmedro de la calificacin 182; La calificacin
la revalorizacin del
factor humano
185; La calificacin
como construccin
social 190; La
nueva
calificacin
dentro
de una nueva estructura de
control
193
La calificacin en
el trabajo en Amrica
Latina
. . . . . . . . . . . 194
La primera la segunda etapa: De la degradacin del trabajo a la nueva cali
ficacin. 194; La tercera etapa: Las nuevas competencias 201
Reflexiones finales
204
Referencias bibliogrficas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
206
La cultura laboral
Roco Guadarrama
Olivera 213
Introduccin 213
El debate
internacional
215
El
debate latinoamericano
223
Estudios
sobre procesos
de
trabajo cultura obrera
224;
Estudios
sobre la re
produccin
las
identidades
sociales 228; Estudios
sobre
conciencia subje
tividad
accin obrera 233
Referencias
bibliogrficas.
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 237
Tercera parte
ORGANIZACIONES
y
EMPRESAS
Teora de la organizacin p conceptual de un territorio en dispu
ta
Eduardo Ibarra Colado 245
Introduccin 245
Pensamiento
preorganizacional
y racionalizacin:
La
moderni
dad como
sustento material 248
La
organizacin
como sistema en equilibrio: Primeras elabora-
ciones tericas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
250
Institucionalizacin de la teora de la organizacin: El moder
nismo
sistmico
254
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NDICE
Los
tenitorios
de la
teora
de la
organizacin: Desarrollo
recien-
te y bifurcacin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
259
Primer tenitorio. Entre
el
determinismo
del
contexto
y el
voluntarismo
de la
accin. 260;
Segundo
tenitorio.
Decisiones.
ambigedad
y
orden poco
es
tructurado
263; Tercer
tenitorio. Cultura y
excelencia
propiedades
de
la
organizacin 264;
Cuarto tenitorio.
Organizacin y sociedad los
senderos
de
la bifurcacin 266; El efecto Foucault:
Hacia
un espacio de confluencia te-
rica 275
Conclusin
277
Referencias bibliogrficas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 281
La dimensin cultural de la organizacin. Elementos para un debate
en Amrica Latina Luis
Montao
Hirose 285
Introduccin 285
Antecedentes
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
287
Organizacin y
cultura
nacional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 288
En
busca
de las configuraciones bsicas 289; La
administracin
del honor.
294
Organizacin y
cultura
corporativa 299
Las fuentes de la
cultura
corporativa. 300; La
importacin
de la
cultura
coro
porativa en Amrica Latina. 302
Construccin de
un programa para
Amrica Latina 303
Organizacin.
cultura
y
sociedad. 305; La
dimensin
cultural
de la
organiza
cin 306; Libertad de investigacin y esfuerzo colectivo. 308
Referencias bibliogrficas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 309
Redes empresariales
y
la construccin del entorno: Nuevas institu
ciones e identidades Mnica Casalet Ravenna 312
Introduccin 312
Cambios empresariales y nuevas identidades sociales e indivi-
duales 312
Ruptura
de las
trayectorias
productivas.
. . . . . . . . . . . . . . . .
316
La bsqueda
de conceptos referenciales:
Cooperacin
inter
empresarial
redes
empresariales y
entorno institucional
318
Cooperacin interernpresarial 318;
Empresa red.
321; Las redes. 323
Cambios
en entorno institucional: Instituciones puente me
diadoras
entre las
empresas y
mercado
326
Reflexiones finales 331
Instituciones
puente
analizadas
339
Referencias bibliogrficas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 339
El socilogo del trabajo en las empresas Marcos Supervielle Luis
Stolovich 342
Definicin de la sociologa del trabajo por la sociologa 342
-
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8/40
NDICE
791
De la
sociologa
del trabajo a la
sociologa de
las
organizaciones
345
De la
sociologa de las organizaciones
a la
sociologa de las em-
presas
347
Cundo
por
qu
y
para
qu
se
convoca
a
un
socilogo
a
una
em-
presa 348
Las
empresas 350;
Los
sindicatos 358; Unos
y
otros
360
Metodologa del socilogo en la empresa. . . . . . . . . . . . . . . . 361
El socilogo su trabajo y sus opciones. . . . . . . . . . . . . . . . . . 363
Algunas interrogantes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
365
Referencias
bibliogrficas.
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
367
Cuarta parte
SINDICALISMO
SISTEMA DE RELACIONES INDUSTRIALES
La historia del movimiento obrero en Amrica atina y
sus
formas
de investigacin Francisco Zapata 371
De la ideologa a la
estructura
372
Teora de la
modernizacin
y
movmento
obrero 373;
Los
trabajadores
y el Es-
tado populista 374; El sindicalismo y el poder de los trabajadores 375
De la
estructura
a la sociologa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 376
El
movimiento
obrero y el
Estado
377; La
accin
obrera en
sectores
econ-
micos
estratgicos
378;
El conflicto
laboral
y las huelgas .
381;
El
comporta
miento poltico de la clase
obrera
383
El
movimiento
obrero en los aos noventa 385
Conclusin 386
Referencias
bibliogrficas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
386
La democracia en los sindicatos nfoques y problemas Graciela
Bensusn
Areous
392
Sobre el concepto los alcances y la importancia de la
democra-
cia sindical
395
Enfoques tericos e investigacin emprica 398
Los
pesimistas: Sidney
y
Beatrice
Webb Robert Michels y Seymour M. Lip-
set
398;
Los
nuevos enfoques 407;
La
teoria
democrtica y los
sistemas
de
representacin
de intereses
409;
Cris is de la
representatividad eficacia
y de
mocracia
411
La
obligatoriedad de los
sindicatos
y la democracia sindical 415
Conclusiones 418
Referencias bibliogrficas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
419
El cambio en las relaciones industriales en Amrica Latina Hctor
Lucena
422
Introduccin 422
-
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792
NDICE
El populismo los movimientos de trabajadores . . . . . . . . . . 423
El cierre d el c ic lo populista 424; El corporativismo:
Relacin
del Estado
co n
el movimiento
sindical.
425; La
ol a
democrtica sus
reformas
42 7
El
neoliberalismo
428
Fuerzas promotoras 428
Impactos en el conjunto de la sociedad . . . . . . . . . . . . . .
429
Impactos en el
Estado
431; Los cuestonarrientos al derecho laboral a los
sistemas
de relaciones de
trabajo.
432
Movimiento sindical: Respuestas 433
Reacciones iniciales. 434; La concertacin
sus
lmites
co n el corporati-
vismo
el
neolberalsmo
435; Posiciones
tendencias ante
lo s
plantea-
mientos centrales neoliberales 438; Nuevas respuestas
sindicales?
442
Hacia donde vamos? 444
Lneas de
desarrollo terico
emprico
deseables 446
Referencias bibliogrficas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 447
Efectos sociales
y
econmicos de la legislacin del trabajo: debates
y
evidencias Adriana Marshall . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 451
Legislacin del trabajo. Instrumento de.regulacin social 452
Efectos
controvertidos
::. . . . . . . . . . . . . . . . . 45 4
Evidencias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 458
Salario mnimo 458; Proteccin del empleo 461
Proteccin
empleo:
Estudio sobre
Amrica
Latina
463
Referencias bibliogrficas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
468
Seguridad social en Amrica Latina Silvia
Tamez
Gonzlez Pedro
Moreno Salazar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 471
La
seguridad
social en la regin latinoamericana 471
Antecedentes
doctrina de la seguridad social 471; La seguridad social lat-
noamericana 472
Evolucin de los modelos de la seguridad social 475
Modelos de financiamiento 475; Los servicios
de
salud 477
La
reforma
de la
seguridad
social
latinoamericana
481
Las reformas previsionales los nuevos modelos de seguridad social 481; Las
reformas de los sistemas de salud. 482
La
seguridad
social en Amrica Latina:
Entre
la reforma
y
la
privatizacin 484
Desarrollo crisis reforma de la
seguridad
social: Los casos de Argentina
Brasil Chile Colombia Mxico 484
Tendencias
perspectivas
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 504
Referencias bibliogrficas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
506
-
8/10/2019 ndice - Tratado Latinoamericano de Sociologa Del Trabajo
10/40
NDICE
uint
parte
REPRODUCCIN
y
SOCIOLOGA DEL MERCADO DE TRABAJO
793
Teora sociolgica del mercado de trabajo
Ludger Pries 511
Introduccin
511
Origen de la teora del mercado de
trabajo:
La visin economi
cista neoclsica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 512
Superacin
de la visin economicista: El
enfoque instituciona
lista 514
Nuevos
enfoques.
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 518
Enfoques
clsicos
sobre
el
empleo
en Amrica
Latina
. . . . . . 525
Lneas
recientes
de
investigacin
en
Amrica
Latina
. . . . . . .
531
Problemas
y
tareas pendientes de
la
teora sociolgica
del
mer
cado de trabajo 534
Referencias bibliogrficas 536
El
c mbio
en la estructura de la fuerza de trabajo en Amrica Latina
Teresa Rendn
Carlos
Salas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
540
Introduccin
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 540
Historia
reciente
de
Amrica
Latina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
542
Interpretaciones conceptuales
y
problemas
de
medicin de la
fuerza de trabajo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
545
Categoras
utilizadas en la s estadsticas laborales. 546; Los instrumentos
estadsticos de
captacin
de la
poblacin
econmicamente
activa.
550; Al-
gunas interpretaciones
del
problema
del
empleo en Amrica
Latina
552
Las tendencias recientes del
empleo
en
Amrica Latina
557
A
modo
de conclusin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 560
Referencias bibliogrficas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 561
Las migraciones
la sociologa del trabajo en Amrica Latina
Fer-
nando Herrera
Lima
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
566
Introduccin
566
La discusin
actual sobre
el
estudio
de las migraciones 569
El estudio
de
la
migracin
en Amrica
Latina
578
Algunas
caractersticas
de la migracin en Amrica Latina 578
Los
estudios
sobre migracin en Amrica Latina . . . . . . . . . . 581
Hacia una sociologa del
trabajo
migratorio. . . . . . . . . . . . . . 584
Referencias bibliogrficas
586
La
met morfosis
de los marginales: La polmica sobre el sector infor
m l
en Amrica Latina
Fernando Corts
592
Introduccin 592
-
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11/40
794
NDICE
El camino 593
La informalidad extralegal
598
La extralegalidad enmascara fenmenos
de naturaleza
diferente 600
El
sector
informal en
el
sistema
social 603
Las medidas de poltica derivadas de las conceptualizaciones
del sector informal
urbano
605
Otras aproximaciones a la
informalidad
. . . . . . . . . . . . . . . . . 609
Conclusiones. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
612
Referencias bibliogrficas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 615
Reflexiones tericas para elestudio de la reproduccin de fuerza
de
trabajo Orlandina
de Oliveira Vania Salles 619
Reproduccin social: Breve revisin de algunos aportes 620
Reproduccin de la poblacin
de la fuerza de trabajo: Aspec
tos
conceptuales
624
Reproduccin de la poblacin 625; Reproduccin de la poblacin de la
fuerza de trabajo 626;
Comportamiento reproductivo estrategias de repro-
duccin 630
Prcticas de reproduccin de la
fuerza
de
trabajo:
Lneas de in-
vestigacin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 633
Acerca de los factores estructurales e institucionales 634; Prcticas
cotidia
nas
de
reproduccin
de la fuerza de trabajo 636
Referencias bibliogrficas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 639
Trabajo femenino en Amrica Latina Un recuento de los principales
enfoques analticos
Orlandina de
Oliveira Marina Ariza . . . . 644
Introduccin
644
Modelos de desarrollo trabajo femenino 645
Familia
trabajo femenino . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 649
La familia
como mbito
de
produccin
reproduccin
de
inequidades
de
gnero 650
Trabajo
condicin femenina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
652
Mercados de trabajo
desigualdad de gnero 652
Trabajo femenino
empowerment
655
Referencias bibliogrficas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 657
La sociologa de las profesiones Asignatura pendiente en Amrica
Latina
Alfredo Hualde 664
Introduccin 664
La
bibliografa
de las
profesiones.
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
665
Un
panorama
general de la sociologa de las profesiones
666
Acerca de la ambigedad del
concepto
. . . . . . . . . . . . . . . . . . 670
Las profesiones
la organizacin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 672
-
8/10/2019 ndice - Tratado Latinoamericano de Sociologa Del Trabajo
12/40
NDICE 795
Temas
para un
programa
de
investigacin o
675
Referencias
bibliogrficas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
678
Sexta parte
DESARROLLO ECONMICO Y SOCIOLOGA DEL TRABAJO
conoma sociologa Historia reciente de
una
relacin conflictiva
discontinua recurrente Daniel
Villavicencio
o.
683
Los primeros
acercamientos: Debates
intermitentes 685
De los orgenes de
una
sociologa de las relaciones econmicas 685; La so
ciologa
del trabajo
ST) a
partir
de los sesenta 689;
Proposiciones
del
pensa-
miento econmico
sobre
el significado de la
empresa
692; Proposiciones del
pensamiento
sociolgico
sobre
el
signficado
de
la
organizacin
694
Debates
contemporneos
en economa
sociologa:
Un
juego de
seduccin
695
La nueva sociologa econmica 696; Las redes de empresas y de
innovacin
697; La teora de las convenciones:
Una economa sociolgica>,
701; Aprendi
zaje tecnolgico, aprendizaje
organizacional
innovacin 702
Para
concluir:
Encuentros desencuentros de dos disciplinas
que estudian el trabajo la produccin 710
Referencias bibliogrficas
o 712
Las teoras sobre la restructuracin
productiva
mrica
Latina
Enrique
de la
Garza Toledo
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
716
Las
teoras del
posfordismo 717
El regulacionismo 717; El neoschumpeteriansmo 719; La especializacin
flexible, 720
El debate sobre el
proceso
de
trabajo
o 722
Problemas metodolgicos de
las teoras
de la
restructuracin
o.
725
La
restructuracin productiva en
Amrica Latina 729
Referencias
bibliogrficas
731
El proceso de
innovacin
cientfica tecnolgica
Julio Csar
Neffa
735
Introduccin 735
Los
conceptos bsicos
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
736
Actividades
de
innovacin
tecnolgica de
productos y/o procesos 736; Obje-
tivos
econmicos
buscados
por
las empresas innovadoras 737; Las
diversas
actividades de TPP
738; La generacin de
las tTPP
739;
Las
relaciones
entre
ciencia y
tecnologa
740
El modelo
interpretativo tradicional
o lineal de
ciencia
tec-
nologa
o
740
Los nuevos conceptos que
cuestionan el
modelo lineal
742
Inversiones materiales e inmateriales 742; El ciclo de
vida
de los productos
743; Conocimientos tcitos y
codificados
743;
Innovaciones
incrementales y
-
8/10/2019 ndice - Tratado Latinoamericano de Sociologa Del Trabajo
13/40
796
N I E
radicales, 744; Las ciencias de la transferencia
y
la interfase ciencia-tecnolo
ga, 745
Un modelo alternativo El cambio tecnolgico
como un
proceso
innovativo
PI)
que
atraviesa
diversas fases. es
endgeno
inte-
ractivo. acumulativo se
basa en
el aprendizaje 745
Lainnovacin
no es un
acto puntual
sino
un
proceso, 745;
Se trata
de un pro-
ceso endgeno. 746; El PI requiere una articulacin entre ciencia y tecnologa.
747; El
PI
tiene un
carcter
reactivo
y
es interactivo. 747;
Se trata de
un pro-
ceso que atraviesa por diversas fases. 748;
innovacin tiene
un carcter
acumulativo, 750; Similitudes y diferencias entre los dos modelos analizados.
750; El aporte reciente de las teoras sociolgicas
y
econmicas. 751
Referencias bibliogrficas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 752
Fin del trabajo
o
trabajo
sin
fin
Enrique
de la
Garza
Toledo.
con
la
colaboracin de Juan Manuel
Hernndez
_ . . . . . . . 755
Las tesis del fin del trabajo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
755
Conjeturas y refutaciones 759
El
cambio
del concepto de trabajo 766
Conclusiones
o.
769
Referencias bibliogrficas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 771
ibliografa general sobre sociologa del
tr b jo
. . . . . . . . . . . . .
775
Apndice 779
-
8/10/2019 ndice - Tratado Latinoamericano de Sociologa Del Trabajo
14/40
L
IMENSIN
CULTUR L
E
L ORG NIZ CIN
ELEMENTOS P R UN DEB TE EN MRIC L TIN
LUIS MONT O HIROSE I
INTRODUCCIN
L
IMPORT NCI
de
la
cultura en
la
dinmica organizacional
es
un
tema
que ha logrado ocupar en los aos
recientes
un
lugar preponderante,
tanto en la vida acadmica,
con un
espacio central
en congresos
y revis-
tas
internacionales Alvesson y Berg, 1992), como en la
prctica profesio-
nal, plena de programas
operativos.
La
discusin terica se ha realizado en
diversas
direcciones, estudiadas
generalmente de
manera independiente. La primera aborda
el estudio
de la cultura obrera y se
inscribe en
el anlisis
realizado
principalmente
por
la sociologa
del
trabajo,
enfatizando los cambios recientes en
la
composicin
de la
clase
trabajadora
y
en
los
procesos de trabajo,
y
to-
mando en cuenta diversos
aspectos de la dinmica
tecnolgica,
econ-
mica y poltica
Ouiroz,
1995).
Se trata
de
una
vertiente conocida y
des-
arrollada en
aos
recientes en
algunos pases
latinoamericanos.
La
segunda,
llevada
a cabo principalmente por autores europeos, hace refe-
rencia
al concepto de cultur
nacional
y
pretende
llegar a
un reconoci-
miento
del carcter
general de una nacin, asocindolo posteriormente
con
formas
organizacionales
especficas, para
tratar as
de
identificar los
determinantes
estructurales
que
limitan y
posibilitan
la
accin organi-
zada en un cierto espacio nacional concreto.
La
tercera,
denominada
cultura corporativa u organizacional de origen anglosajn, se inscribe en
un
proyecto de
reformulacin del
modelo burocrtico y
trata
de
fomen-
tar
la identificacin de
los
miembros con la organizacin, a
fin
de elevar
su participacin e involucracin en procesos tendientes a
mejorar
el ni-
vel de competitividad.
Universidad
Autnoma
Metropolitana,
Mxico.
Doctor
en ciencias
de las
organizacio-
nes de la Universidad de Pars IX, Francia,
realiz
su
estancia posdoctoral
en la
Escuela
de
Altos
Estudios
Comerciales,
en
Canad. Actualmente
es
profesor titular en
el
Departa-
mento de Economa
y coordinador
de la maestra
y
doctorado en estudios organizaco-
nales
de la Universidad
Autnoma Metropolitana Iztapalapa y
es miembro del
Sistema
Nacional de
Investigadores desde
1985.
Ocupa
el
cargo
de
secretario
del
Comit
de Inves-
tigacin de
Sociologa
de las
Organizaciones
de la Asociacin
Intemacional
de Sociologa.
Direccin: [email protected].
285
mailto:[email protected]:[email protected] -
8/10/2019 ndice - Tratado Latinoamericano de Sociologa Del Trabajo
15/40
286
ORGANIZACIONES Y EMPRESAS
Es
necesario reconocer
en estas vertientes una serie de contradiccio-
nes que
resultan ms
evidentes cuando
son sometidas
a
una
reflexin de
conjunto;
ello se
debe principalmente
a las
diferencias existentes en
los
cuerpos tericos los cuales incluyen diversos niveles de crtica de la ac-
cin social
as
como de
reconocimiento
y
delimitacin
del
objeto
de es-
tudio. En efecto la cultura obrera
ha
sido estudiada principalmente
p r
los socilogos del trabajo mientras que la cultura nacional y la corpo-
rativa han sido
abordadas
por los socilogos de la
organizacin.
Dado que esta ltima
especialidad
ha sido poco atendida
en
los pases
latinoamericanos
el
objetivo
de
nuestro trabajo
se
orienta sobre todo
a
proporcionar un esquema sinttico y crtico de las
propuestas
prove-
nientes
de la
sociologa
de las
organizaciones
y a
adelantar adems
al-
gunos
elementos de reflexin a fin de contribuir a la construccin de un
programa
de investigacin para los pases de
Amrica Latina.
Nos limi-
taremos
por
ello al
estudio
de las
corrientes de
la
cultura nacional
y
cor-
porativa ya
que stas
son
poco
conocidas por los socilogos del
trabajo
adems
de
que
el
tema
de la
cultura obrera
es
desarrollado en
otro ca-
ptulo
de
esta obra.
En
un primer
apartado
discutiremos cmo
el
concepto
de
cultura
re-
chazado
en un
principio ha
sido
incorporado en
la explicacin
organi-
zacional;
para
ello
revisamos algunos
de
sus
principales antecedentes.
Ms all de
considerarlo
un simple
abuso
del lenguaje
destacaremos
sus
implicaciones y las
razones
por las cuales tal
discurso
se
ha arraigado
con tanta
fuerza. A
continuacin
revisaremos
crticamente
las
principa-
les investigaciones realizadas
en
el nivel de cultura nacional las cuales
intentan identificar algunos aspectos centrales
de
todo
sistema cultural
que
orientan
el funcionamiento de las
organizaciones.
En
este
modelo
ubicaremos la visin
comparativa
que
hay sobre algunos
pases indus-
trializados y latinoamericanos. Posteriormente
analizaremos
las pro-
puestas
tericas
de la
cultura
corporativa
destacando sus
principales
mecanismos
operativos y estableciendo la
relacin entre
valores y
compe-
titividad
en el marco de
las
nuevas formas organizacionales; ello
nos
permitir
proponer ms adelante algunas hiptesis
acerca
de la natu-
raleza de la
organizacin considerndola
a la vez como
un
espacio de
produccin
y de
reproduccin
de la vida social no reductible por lo
tanto a una mera
conceptualizacin
en trminos de
sus
aspectos es-
trictamente
formales. Por fin
en
el ltimo apartado
adelantaremos
un
acercamiento sobre
cmo han
sido
recibidas en Amrica
Latina
las
apor-
taciones
de la
cultura
nacional
y la
cultura
corporativa
y a
partir
del
an-
lisis crtico
expuesto
en los
apartados anteriores
avanzaremos algunas
lneas de investigacin y de discusin
estableciendo algunos
de
sus
al-
cances
y limitaciones.
-
8/10/2019 ndice - Tratado Latinoamericano de Sociologa Del Trabajo
16/40
287A DIMENSIN CULTURAL DE LA ORGANIZACIN
ANTECEDENTES
La importancia de la cultura en
las
organizaciones
fue
ignorada
duran
te muchos aos por
las
principales
corrientes que
abordaron su estudio.
As, a
pesar
de que en las fbricas estadunidenses de principios de siglo
se
encontraban
representados numerosos grupos nacionales, stos nun
ca fueron considerados en su diversidad por el anlisis organizacional.
Esta
diversidad
cultural,
resultado de la importante migracin
europea
efectuada
en el siglo
XIX hacia
Estados Unidos, no
proporcion
elemento
alguno para la
reflexin.
La
diversidad
de valores, costumbres y expe
riencias
fue
combatida
por una
tendencia
modernizadora que
crea
fir
memente en el uso de la razn como
instrumento
de
progreso
social
y
en la
estandarizacin
del trabajo como medio para alcanzar la eficiencia
econmica.
Este
panorama perdur
durante varias
dcadas y
alcanz su
clmax
con
la
propuesta
de la contingencia Desarrollada
primero por
J
Woodward 1958) y
retomada
posteriormente
por
D. Pugh 1963), parte
de la hiptesis de que
las
estructu ras organizacionales se
encuentran de
terminadas
por un
conjunto de factores
contingentes,
tales
como
el ta
mao, el tipo de tecnologa,
las
formas
de propiedad y la turbulencia del
entorno.
El
desarrollo de
herramientas
estadsticas poderosas,
como
el
anlisis factorial, y el avance logrado en el tratamiento
informtico de
los datos, permitieron la comparacin de
un
amplio nmero de organi
zaciones
diversas,
obteniendo
con ello tipologas
amplias
y contunden
tes. Durante la
dcada
de los sesenta esta teora dominara la
escena
mundial
en
cuanto
al estudio
de
las
organizaciones se
refiere.
En
el continente americano la
cultura segua
siendo
patrimonio
de
los
pases
poco industrializados, patrimonio,
sin
embargo, cargado de
gra
ves
consecuencias.
En
este contexto, la
tradicin era interpretada como
una falta
de autonoma del individuo con
respecto
a diversos espacios de
pertenencia, tales como la
familia
o la
Iglesia,
que impedan el desarrollo
de
un
sistema burocrtico, gobernado
por
reglas y procedimientos de
ca
rcter impersonal.
Se consideraba
que
los pases
latinoamericanos,
con
mayor anclaje en
sus
tradiciones ancestrales,
representados
por
una ele
vada ---e incluso diversa-s- composicin tnica indgena,
tenan una
gran
dificultad para
lograr su despegue industrial. La
imagen
estereotipada del
indio se convierte en prototipo de la antimodernidad. El desarrollo na
cional
se
encontraba atrapado
en
una
simple frmula binaria: tradicin
versus
modernidad. La denominacin de pases
en vas
de desarrollo
era,
en
este sentido,
doblemente
tramposa: primero, porque
se trataba
de
una modernidad
a
medias
y parcial; a
medias por
estar caracterizada
por una
transferencia
de tecnologa
de desecho que
incrementaba artifi
-
8/10/2019 ndice - Tratado Latinoamericano de Sociologa Del Trabajo
17/40
288
ORGANIZACIONES Y
EMPRESAS
cialmente
el ciclo de vida del savoir faire; parcial por estar limitada a un
muy
reducido sector de la poblacin;
segundo. porque
los pases indus-
trializados
se
alejaban incesantemente.
y la
brecha tecnolgica
y
econ-
mica no
cesaba de
incrementarse.
La
dcada
de los
sesenta
fue
tambin
la del despegue econmico de
Japn. pas que conoci un proceso
su
generis
de
modernizacin
(Mon-
taa
1994),
que representa
un punto de inflexin
sobre
el
pensamiento
acerca
de las vas de
acceso
a la
modernidad organizacional. En
efecto.
uno de los
componentes centrales
de la
nueva competitividad
se
basaba.
no en el rechazo de la cultura. sino en
su
incorporacin. La teora de la
contingencia
estructural
despleg. a principios de los setenta.
su
instru-
mental metodolgico
al servicio del anlisis
comparativo
internacional.
principalmente entre
Estados
Unidos y
Japn.
Aquel modelo de
organi-
zacin
japons
que en los aos de la posguerra resultaba irracional a los
ojos occidentales y que
requiri
el auxilio de ingenieros estadunidenses
para elevar la calidad de sus
productos. pona
en tela de
juicio
los
prin-
cipios organizativos
sobre
los que se haba
levantado
el
imperio indus-
trial de Estados Unidos. tales como el individualismo. la divisin del tra-
bajo, la
satisfaccin
y la
estandarizacin
de los procedimientos de la
produccin. Japn enfatizando la cultura y descuidando numerosos fac-
tores
importantes
de la
modernizacin.
fue
elevado
rpidamente
al
ran-
go de milagro . El involucra
miento
y la
lealtad
de los
trabajadores.
y
su
papel en la productividad y la calidad.
llamaron
fuertemente la
atencin.
Sin embargo
la
contrastante
diferencia de la
cultura nacional impidi
cualquier
intento de
adecuacin
a la sociedad estadunidense. La solu-
cin que empez a delinearse fue la de la cultura corporativa.
Los aos
ochenta cosecharan
estos frutos.
Fue
la dcada de los estu-
dios de
cultura
nacional tanto
como
corporativa. Algunos
antroplogos
abandonaron
las
comunidades tradicionales para acudir
al
estudio
de la
modernidad.
Una
modernidad
plena
de
mitos
y ritos.
habitada
por
sm-
bolos funconalizables, mezclada inextricable
mente con
su
pasado
leja-
no. es decir, modernidades singulares. La
cultura deja
as de ser
obstcu-
lo para convertirse en
necesidad en
un
contexto econmico globalizado
y
multicultural.
Los pases
latinoamericanos participan poco en
este deba-
te;
con una rica herencia cultural
son
abordados slo marginalmente
ya
que
lo
que interesa
es explicar la relacin positiva entre
cultura
y desa-
rrollo
econmico.
ORGANIZACIN
CULTURA NACIONAL
La hiptesis
central
de
esta corriente
es la
existencia
de una
estrecha
re-
lacin entre los rasgos culturales de una nacin y el
comportamiento
de
-
8/10/2019 ndice - Tratado Latinoamericano de Sociologa Del Trabajo
18/40
289
A DIMENSIN CULTURAL DE LA ORGANIZACIN
los miembros de una
organizacin. En este apartado
presentaremos dos
de los
trabajos
ms
representativos en
la
materia, propuestos por
autores
europeos
que comparten
la
idea
de
que
la
cultura
nacional
determina
el
comportamiento y las posibilidades de las organizaciones; empleando,
sin
embargo, diferentes concepciones terico-metodolgicas que los se
paran
significativamente.
En busc de las configuraciones bsicas
El trabajo pionero, y el ms conocido, es el del
autor
holands G.
Hof
stede
1980),
quien
realiz
una
investigacin
en
la
empresa
I M
por
me
dio
de
dos
cuestionarios enviados
a
40
pases en los
cuales
exista
una fi-
lial de la compaa. La hiptesis central resida
en
el
hecho
de que, por
tratarse de una sola organizacin, con procedimientos y estructuras re
lativamente homogneos,
las diferencias
que pudieran encontrarse de-
beran estar
asociadas
con las culturas nacionales.
Por cultura
el
autor
entiende la programacin colectiva mental que
distingue
a un grupo o
categora
de
personas
de otro
(Hofstede, 1993: 89); este grupo o cate
gora es la nacin. Despus de un riguroso
tratamiento
estadstico de las
respuestas, Hofstede propone cuatro dimensiones
explicativas.
stas
son:
a la distancia de poder; b el individualismo; e la masculinidad, y d la
aversin a la incertidumbre.
Estas
dimensiones representan rangos de po
sibilidades. As, la
primera
se refiere al grado de desigualdad existente
en un pas, considerado por la gente como normal y por lo tanto general
mente
aceptado;
la segunda, que
tiene
su opuesto
en
el colectivismo,
re
presenta un comportamiento relativamente
autnomo
del individuo con
respecto a
diversos
grupos
sociales;
la tercera hace alusin a comporta
mientos orientados
por
la
bsqueda
de resultados,
el
xito social
y la
competencia, los cuales suelen asociarse,
de
acuerdo
con
el autor, con
valores
masculinos, considerados contrarios a la [eminidad, a la cual se
le atribuyen valores relacionados con la
calidad
de vida, la calidez de las
relaciones personales, la proteccin y la solidaridad; finalmente, la cuar
ta
dimensin
da cuenta del nivel de estructuracin de las
situaciones
aceptado como mnimo, representado
por
un
conjunto
de
reglas
y nor
mas
tendientes a
regular
el
comportamiento social, dando lugar
as a
cierto
nivel
de
rigidez
o de flexibilidad a las relaciones entre
los indivi
duos. Hay
que mencionar que
el
autor
incluye
posteriormente
una
quin
ta dimensin, correspondiente al
horizonte
de tiempo, considerado en
tanto orientacin de corto o largo plazo (Hofstede, 1993).
Esta
ltima
di
mensin
explicativa fue construida
para
abrir el
espectro
de posibilida
des
y
dar
mejor cabida al estudio de los pases orientales. No
obstante,
-
8/10/2019 ndice - Tratado Latinoamericano de Sociologa Del Trabajo
19/40
FIGURA l. Las
dimensiones
culturales de la organizacin segn Hofstede. Algu-
nos
pases
seleccionados.
dado que esa
investigacin no incluye
ningn pas latinoamericano no
haremos
referencia a ella.
Una
vez
procesados
los
resultados
y
constituidas las dimensiones
el
autor
procede a
caracterizar
las culturas nacionales de los
pases
estu-
diados. Nosotros haremos referencia tan slo a aquellos resultados que
nos
parecen
ms pertinentes en el
marco
de la reflexin
sobre
el tema en
un contexto latinoamericano; hemos incluido algunos
pases
industriali-
zados a fin de hacer
ms
amplia la
comparacin
vase la figura 1). Una
fuerte
distancia
de poder caracteriza a los pases de la regin,
con
ex-
cepcin de
Argentina
y Costa Rica, pases considerados
generalmente
cercanos a la cultura europea por
su
composicin demogrfica. El co-
lectivismo es
otro
rasgo
bastante
comn;
en
efecto, el
individualismo
pa-
rece caracterizar con la excepcin de Japn los
comportamientos
re-
presentativos
de los pases industrializados tales como Estados Unidos,
Francia
y
Canad.
Un
caso diferente
lo
representa
la
dimensin corres-
pondiente
a la
masculinidad;
los pases latinoamericanos incluidos en el
estudio presentan un mayor nivel de dispersin. As,
tenemos
casos
como
los de Venezuela, Mxico, Colombia Ecuador y Argentina, donde
esta dimensin adquiere importancia
alIado de
pases como Costa
Rica,
Distancia
poder
Aversin a la
insertidumbre
Pero
h t : t l ~ L / 1 l . . , . t - T - - - - - - - j Masculinidad
l ; . ~ H - - 7 ~ f i i t - - - \ - - + - - - - - - - - l
Individualidad
Guatemala
ORGANIZACIONES Y
EMPRESAS
90
Estados
Unidos
I l i : c ; : j : : - f - : U - ~
Argentina
-
8/10/2019 ndice - Tratado Latinoamericano de Sociologa Del Trabajo
20/40
29
A DIMENSIN CULTURAL DE LA ORGANIZACIN
Chile, Guatemala y Uruguay, poco representativos de
estos
valores mascu
linos.
Japn,
por
su lado, presenta
el ndice
ms elevado.
En lo
relativo
a la
incertidumbre, se
nota
una
cierta tendencia
de
los
pases
de
Amri
ca
Latina
hacia la
aversin,
resultado que contrasta con los pases in-
dustrializados, donde encontramos
ambas
direcciones, tanto
casos ten
dientes al encuentro de nuevas situaciones, como
Estados Unidos
y
Canad, como otros que buscan
evitarlas,
como Japn y Francia. De esta
exposicin podemos derivar una
cierta heterogeneidad
lo mismo
entre
los pases industrializados que en los latinoamericanos,
aunque
presen
tan tambin
ciertos rasgos
comunes.
Ahora bien, cmo pueden afectar estas caractersticas nacionales el
comportamiento
de las
organizaciones?
Para
responder
a
esta
pregunta
Hofstede
se sirve de
estudios
previos,
principalmente provenientes
de
la
sociologa
de
las organizaciones y
de
la
economa
institucional. As, a
partir
de
los
estudios de
la contingencia, ya mencionados, el autor aso
cia la
distancia de poder con
la
concentr cin
de autoridad y la aversin
hacia el
riesgo
con la estructuracin de las actividades, parmetros
cons
truidos
por
Pugh
1963),
utilizando
los
mismos instrumentos
estadsti
cos, para dar
cuenta
del grado y tipo
de burocratizacin de
las organi
zaciones. Por otro lado,
retoma de
Williamson 1975) sus nociones
de
mercado y de jerarqua y de Ouchi (1980)
las
de burocracia y de clan.
Ello
le
permite
realizar
una
tipologa de organizaciones en funcin de las
dos
primeras
dimensiones
estudiadas. As, define
cuatro
configuracio
nes; la
primera
es la
de
mercado, caracterizada por reducidos
rangos de
distancia
de
poder
y de
aversin
al riesgo, e incluye en esta categora pa
ses
tales
como Dinamarca y Suecia; la segunda es la de la
familia,
for-
mada por una gran distancia de poder pero caracterizada por una redu
cida aversin
al riesgo,
representada
por pases tales
como
Malasia y
Singapur;
la
tercera corresponde
a la
burocracia
o
mquina't->, ca
racterizada por una
reducida distancia de
poder y una fuerte aversin
hacia el riesgo, e
incluye pases
tales como
Israel
e Australia;
finalmen
te, la cuarta es conocida como la pirmide e implica una alta distancia
de poder y
una fuerte
aversin hacia el riesgo; es
representativa
de los
pases
latinoamericanos
y
en especial de Guatemala, Panam,
Mxico,
Brasil y Colombia,
aunque
incluye en
menor
grado algunos pases in-
dustrializados, tales como Francia y
Japn.
Este mismo marco
tipolgico
es trasladado posteriormente a
las cin
co
configuraciones organizacionales
propuestas
por
H.
Mintzberg
1983),
obteniendo
as el siguiente resultado: a organizaciones adocrti-
cas,
caracterizadas
por
estructuras
flexibles y ajustes
mutuos
personales,
donde
el
personal
de apoyo ~ x p r t o s adquiere
una
relevancia signifi-
cativa; b organizaciones de estructura simple, dominadas por la supervi
-
8/10/2019 ndice - Tratado Latinoamericano de Sociologa Del Trabajo
21/40
292
ORGANIZACIONES Y EMPRESAS
sin
directa, donde los cuadros directivos asumen de manera
jerrqui-
ca las funciones estratgicas; e) organizaciones burocrticas profesionales.
en las cuales prevalece la
estandarizacin
de
habilidades
como
mecanis-
mo central de coordinacin
y
el
cuerpo operativo
adquiere
una
relevan-
cia central; d organizaciones burocrticas. caracterizadas tanto por la es-
tandarizacin de
los
procedimientos como
por el
peso central de
l
tecnoestructura
encargada
de
dicha
estandarizacin.
ye
organizaciones
divisionales,
sujetas a una elevada estandarizacin de resultados. asegu-
rada
en
gran parte por
los mandos intermedios
que
posibilitan procedi-
mientos de descentralizacin relativa. Las cuatro primeras configuracio-
nes de Hofstede se corresponden
con
las primeras cuatro de Mintzberg;
la
quinta,
la divisional,
conjunta
aquellas
que presentan
niveles inter-
medios
en los
dos
ejes considerados
para dicha formulacin.
es decir. la
distancia de
poder
y la aversin hacia el riesgo. En este grupo se encuen-
tran pases tales como Estados Unidos y Canad. Observamos as que.
de acuerdo
con este estudio. con
excepcin
de Costa Rica
Argentina.
los pases latinoamericanos tendran
tendencia
a organizarse de manera
burocrtica
vase el
cuadro 1).
CUADRO l
Configuraciones nacionales
FAMILIA ESTRUCTURA
SIMPLE
Personal altamente capacitado,
M E R C A D O A D O C R A C ~
Supervisin
directa,
estructuras
relativamente flexibles
estructuras jerrquicas
Malasia
Suecia
Dinamarca
Singapur
FORMA DIVISIONAL
China
ran Bretaa
Estandarizacin de resultados,
Delegacin de decisiones.
Estados
Unidos
Canad
MQUINA
Holanda
PIRMIDE
BUROCRACIA
PROFESIONAL)
Estandarizacin de habilidades,
socializacin por el
conocimiento
Mxico
Brazil
Guatemala
Panam
BUROCRACIA)
Estandarizacin de
procedimientos,
cuerpotecnocrtico
relevante
Israel
Colombia
Australia Yugoslavia
Alemania
Francia
Baja
D I S T N ~ DE PODER
Alta
FUENTE
Elaborado
con base
en Hofstede, op.
cit.
-
8/10/2019 ndice - Tratado Latinoamericano de Sociologa Del Trabajo
22/40
293A
DIMENSIN
CULTURAL DE LA ORGANIZACIN
Es indudable que
esta investigacin
ha permitido ciertos
avances;
no
obstante,
tambin
resulta evidente
que
adolece de una
serie
de debilida
des terico-metodolgicas que es
preciso
sealar a fin de elaborar un
programa de
investigacin
futuro. En este
sentido,
es importante men
cionar que
la propuesta indica la necesidad de
pensar
el bloque latino
americano como relativamente heterogneo, con una cierta
tendencia
general
hacia las
formas
ms burocrticas
de organizacin,
aunque
esta
hiptesis se deriva
ms de las primeras dimensiones
mencionadas por el
autor -distancia de poder y
aversin
al
riesgo-, que
de su
relacin
con
las conformaciones organizacionales -concentracin de autoridad y es-
tructuracin de actividades-,
como
lo veremos
ms
adelante. En este
sentido, hay
que
mencionar
que
las
cuatro
dimensiones consideradas, en
tanto
resultado de
un
anlisis factorial, impiden
su reduccin
a
un
solo
elemento explicativo, aunque presentan niveles distintos
de pertinencia
terica
y metodolgica. As resulta vlido pensar que la distancia de po
der
desempea
un papel central
en las
formas
de
organizacin,
y
que
sta puede asumir
diferentes
modalidades no atribuibles exclusivamen
te al mbito organizacional. A pesar de
que
los resultados fueron obte
nidos
mediante
un procedimiento
estadstico
que
permite discriminar
efectos correlativos
en
el nivel de factores, debemos sealar que stos
pudieron derivarse ms
de la
naturaleza
y
clasificacin
de
las
preguntas
que de la neutralidad de la
tcnica empleada.
As por ejemplo, la
dis
tancia de poder
fue
abordada por preguntas acerca del
temor
de los em
pleados
a expresar desacuerdos con los directivos o sobre su preferencia
respecto a la
participacin en
la toma de decisiones, lo
que
nos
permite
asignarle a
dicho
factor a pesar de sus limitaciones,
un
cierto
nivel de
credibilidad. En cambio, la
masculinidad nos parece una dimensin
am
bigua que
no
refleja los valores
que
pretende aprehender. En efecto, sta
es construida a partir de cuestionamientos
tales
como la importancia
asignada
por
el empleado a
llegar
a niveles
salariales
superiores, pre
gunta que bien podra haber sido considerada tambin
en
la elaboracin
del
factor
correspondiente al individualismo. A esta revisin crtica
ha
bra
que agregar
la reduccin de
estas
cuatro dime nsiones a slo
dos
de
ellas l a distancia de poder y la aversin hacia el
r iesgo- en
un
inten
to por asociar culturas
nacionales
y conformaciones
organizacionales.
Es importante destacar
tambin
la dificultad de
reconocer,
por medio de
una batera de
cuestionarios, una multiplicidad
de
culturas
nacionales,
ya
que
este
procedimiento
no
permite
la
identificacin
de
elementos
ex-
plicativos en
trminos
de desarrollo
econmico,
histrico, composicin
tnica y formas de gobierno, por
no
mencionar algunos aspectos cen
trales
de cualquier
formacin
cultural.
Adems,
el hecho de que la in-
vestigacin
se
realizara exclusivamente
en una nica empresa no
permi
-
8/10/2019 ndice - Tratado Latinoamericano de Sociologa Del Trabajo
23/40
294
ORGANIZACIONES Y EMPRESAS
te reconocer las diferencias
sectoriales
ni los efectos del
tamao
y tec-
nolgicos,
entre
otros,
as como
los efectos
mismos
de la empresa multi-
nacional sobre
sus
propias filiales.
En
este sentido es
importante
destacar,
como lo menciona
Berln,
cmo en el contexto
empresariallatinoameri-
cano, la cultura corporativa [de las empresas multinacionales] es til
para
contrabalancear las prcticas locales de negocios (Berln, 1996: 834), ca-
racterizadas
por lazos de tipo
familiar
e
informal. Hay que
mencionar
asimismo que con frecuencia se invierten los efectos y las causas. As,
por
ejemplo, el autor seala que
los
pases con distancias de poder altas
rara
vez producen grandes empresas multinacionales
dada
la ausencia
de una perspectiva descentralizadora de la autoridad (Hofstede, 1991:
145),
cuando otra
explicacin,
ms
plausible,
argumenta
que
es
ms
bien
el
proceso
de diversificacin geogrfica el que se encuentra en el
origen de este
impulso
hacia la descentralizacin de ciertas
actividades
a fin de hacer ms gil la toma de decisiones y
aprovechar
cierto
tipo
de
recursos locales.
Adems,
debemos
agregar a los elementos de crtica anteriormente
mencionados que
el intento realizado
por
el
autor con
el propsito de
r
al
encuentro
de la tipologa de
Mintzberg presenta
tambin algunas di-
ficultades. Los niveles social y organizacional difcilmente se correspon-
den en
el
mbito
conceptual;
as,
por
ejemplo, la
estandarizacin
de
ac-
tividades, planteada
por
los
autores
de la contingencia, no tiene como
objetivo reducir el nivel
de
incertidumbre de los trabajadores
frente
a la
tarea,
sino
que, en ese mismo marco analtico, est
en
funcin del ta-
mao de la organizacin, del
tipo
de tecnologa productiva, del
origen
de
la
propiedad
u otras variables contingentes. As,
aversin
al riesgo y es-
tructuracin de
actividades
no hacen referencia a aspectos similares ni
de tipo causal: no es cierto que la
aversin
al riesgo implique siempre
una mayor estructuracin de actividades, como lo
demuestra
el caso
ja-
pons, ni
que
la
estructuracin sea
resultado
nico
de
dicha
aversin.
Por otro
lado, resulta difcil
aceptar una
propuesta de
clasificacin
de
culturas
nacionales
que ubique
en una
misma
categora casos tan dis-
miles como los de Mxico, Japn y Francia, de
pensar
que el caso
japo-
ns es representativo de la
burocracia,
tal como es entendida sta
en
Oc-
cidente, cuando frecuentemente se lo reconoce como representativo
del
paradigma pos
burocrtico.
a
dministr cin del honor
Otra perspectiva interesante, aunque desconocida fuera de algunos pa-
ses
europeos,
es la asumida
por
el autor francs P. d'Iribame (1993) quien
-
8/10/2019 ndice - Tratado Latinoamericano de Sociologa Del Trabajo
24/40
295
A DIMENSIN CULTURAL DE LA ORGANIZACIN
estudi tres filiales de
un
consorcio
francs,
instaladas en Francia, Esta
dos Unidos
y
Holanda. La hiptesis central
de
este autor
es
que
las
con
formaciones
culturales se corresponden con estructuras
sociales
surgi
das
en
pocas distantes,
producto
de su historia
profunda,
las cuales
resurgen constantemente en
el nivel de la
organizacin;
esta continuidad
histrico-cultural
otorga
sentido
tanto a la
sociedad como
a
sus organi
zaciones,
y representa un marco de accin en el cual los actores
desplie
gan sus estrategias. Si bien
D'Tribarne reconoce
la
evolucin social,
des-
taca
la continuidad de sus
oposiciones
fundamentales. De esta manera,
seala que
las
races ancestrales
que explicaran
el comportamiento de
las
empresas
francesas
se encontraran
presentes en las
estructuras del
ncien
rgime
y
en
las
ideas
de
Montesquieu
y Tocqueville.
La oposicin
fundamental de
esta
estructura estara representada
por
el binomio
no
ble/plebeyo. A partir de ella, el honor se
instala
como el elemento per
durable que
regula
la accin social. Un ejemplo interesante que propor
ciona
el
autor
es el establecimiento de la
cole Polytechnique en pleno
auge
de la
Revolucin
francesa.
A su
juicio
esta institucin es el
resulta
do de la sustitucin de una aristocracia consangunea
por
una de talen
tos (D'Iribarne,
1993: vii). El
honor, tal
como lo
menciona Montesquieu,
se encuentra ntimamente
ligado
al gobierno monrquico;
ste
es
un
prejuicio ,
ya que
no
es
definido
priori
por
actor
alguno
n i
siquiera
por el monarca mismo, ya
que
reina
incluso
sobre l impidiendo,
idealmente,
el surgimiento del despotismo. As, el honor representara
una forma de pertenencia a cierto rango social, el
cual
presupone el goce
de
un conjunto
de privilegios y el cumplimiento de
una serie
de
deberes
asociados.
Tomando como principio
cultural
organizador el
honor,
el au
tor avanza una explicacin
del
comportamiento en las empresas
france
sas. As, por ejemplo, constata que en la fbrica estudiada en Francia es
una lgica 'monrquica' la que
tiende
a prevalecer (D'Iribarne, 1993: 61).
Si bien
hay que
reconocer
en
M.
Crozier (1963)
a
uno
de los primeros
autores
en sealar
la repercusin de
los modelos
culturales nacionales
en
el
comportamiento
de
las organizaciones, D'Tribarne efecta un rom
pimiento significativo al considerar que la
sociologa
de
las organizacio
nes, de la cual
Crozier
es
uno
de los
principales
representantes france
ses, ignora el peso de
la
historia en la construccin de
las relaciones
sociales;
adems,
no
confirma las hiptesis
planteadas
por ste en
lo
re
ferente
a la
importancia
de
las reglas impersonales,
el
evitamiento
de
las
relaciones personales
y la
centralizacin
de
las decisiones,
componentes
todos
ellos
del modelo
burocrtico.
Las fbricas
de Estados
Unidos
y
Holanda
son
analizadas
desde
la
misma perspectiva,
concluyendo que
las lgicas culturales dominantes se construyen alrededor
del
contrato y
el
consenso,
respectivamente,
ya que
se
encuentran en
el
origen mismo
-
8/10/2019 ndice - Tratado Latinoamericano de Sociologa Del Trabajo
25/40
296
ORGANIZACIONES Y EMPRESAS
de
dichas
formaciones nacionales. Una de las conclusiones importantes
a las que llega D Iribarne es que la modernidad no contradice la base tra
dicional
histrica de una nacin,
sino que permanece
de manera insis-
tente,
apareciendo
bajo nuevas
formas.
En
contraposicin abierta
a
esta propuesta
se
encuentra
la
de
M.
Maurice,
F.
Sellier J. J.
Silvestre 1982),
quienes
haban
realizado pre
cedentemente un estudio comparativo
entre
Francia y
Alemania
a par
tir del anlisis de
empresas
semejantes; los
autores
proponen en dicho
trabajo una perspectiva
societ l
y rechazan la
aproximacin
del anlisis
cultural.
El
nfasis
se pone
en
el estudio de la
relacin entre
diferentes
mbitos r pports
sociales
amplios:
el
educativo,
el
organizativo
y el
industrial. Las diferencias encontradas
entre
estos dos pases se
expli-
can en trminos de
las
formas especficas que asumen estos mbitos,
en
tanto espacios de socializacin,
as
como de las modalidades de interac
cin existentes
entre
ellos.
Estos autores confirman
el
carcter burocr
tico de las
empresas
francesas
bajo estudio
al constatar, entre otros, en
relacin
con
sus homlogas alemanas, tanto una mayor distancia
so-
cial,
expresada
por un nmero mayor de
escalones
jerrquicos, dife-
rencias salariales superiores
y
una
mayor
importancia asignada
a los di-
plomas
de
las instituciones
educativas de prestigio, como un mayor
nmero
de
empleados no asociados directamente con
las
funciones
de
produccin.
Su rechazo a la cultura
como
principio explicativo los con
fronta
directamente, en
el
plano de
las
ideas,
con D Iribarne.
En una
respuesta que permite enriquecer
el
debate
(Maurice,
Sellier
y Silvestre,
1992), los
autores
califican de
esenci list
y
contingente
la perspectiva
de aqul. Esencialista
debido
a la bsqueda de los principios fundado
res
de las
relaciones
sociales,
como
si stos, dicen,
se
encontraran en es-
tado puro y
rigieran
las relaciones de los individuos tanto en la socie-
dad
contempornea como
en
la
empresa.
Contingente por la
capacidad
de
estos
principios fundamentales
de
adaptarse
a las
diversas formas
modernas
de
relacin
social. Adems del
reproche metodolgico por no
haber
establecido
las
articulaciones
entre
diferentes cuerpos tericos
que
van de la
historia
de
las mentalidades
a la sociologa de
las
orga
nizaciones-, los
autores cuestionan
el
principio
de
homologa entre
es-
tructuras sociales y
empresariales.
La
continuidad
cultural tambin es
puesta en tela
de
juicio
dada la
posibilidad
de rupturas que
posibilitan
la
formacin
de
nuevas
estructuras sociales. Los valores,
dicen
los
au
tores, sufren tambin modificaciones generacionales que hay que
to-
mar
en
cuenta:
la
tica
del
hombre de
la
corte no
es la
misma que
la
del
hombre
moderno.
No
obstante
esta fuerte crtica, resulta
todava
pertinente, desde nues
tro punto de vista, preguntamos acerca de la relacin entre
tradicin
y
-
8/10/2019 ndice - Tratado Latinoamericano de Sociologa Del Trabajo
26/40
297A DIMENSIN CULTURAL DE LA ORGANIZACIN
modernidad.
D Iribarne
insiste en la simultaneidad de ambos procesos.
Alega. retomando el caso japons, la imposibilidad de
una
sociedad cons
truida exclusivamente
a partir
del uso
de la razn, teniendo como nico
horizonte temporal
el
futuro.
La tradicin,
argumenta, no
es
ms un
peso
que impide el acceso a la modernidad, sino
un
sustrato que la hace
posible.
No se
trata
ya de una
eleccin
binaria sino de una amalgama. El
ejemplo
de Japn es
claro:
conjuncin de tradicin y alta tecnologa.
Como
ya
lo mencionamos, hasta los aos sesenta la cultura nacional
fue
interpretada com o
un
obstculo serio a la modernizacin de la sociedad
y
sus organizaciones. En esa
poca Amrica
Latina, inmersa en
su pro
yecto econmico
de sustitucin de
importaciones
y
una
democracia poco
representativa,
era
vista
como ensimismada
en
sus tradiciones,
con
pocas
posibilidades de
acceso
a la modernidad.
Nosotros no compartimos la idea
de un
solo
principio
fundador que
predetermine el destino nacional-honor,
contrato,
consenso- y que en
Amrica
Latina
nos llevara a pensar
ya
sea en los
mitos
fundadores
de
la
comunidad indgena, ya en
la
Conquista; ello
significara un
descuido
maysculo de la historia. Tampoco, es cierto, podemos
hacer
abstrac
cin
de
estos acontecimientos centrales;
la
modalidad que
se
impone
es
su
estudio
desde
una
perspectiva
histrica
global que d
cuenta
de
las
es-
pecificidades
de
su
evolucin.
Sin
pretender
por
el
momento
ms que
sugerir
algunos aspectos a considerar, cabra
recordar
que Latinoamri
ca es el resultado de la conjuncin de dos
civilizaciones
diferentes, la in-
dgena y la europea -y en
un
menor grado, la negra, tal como
aconte
ci en
Cuba
y Hait, por ejemplo-; que los pases latinoamericanos se
formaron, en su
visin
nacional,
por
el establecimiento de
los
espaoles
en concentraciones indgenas desarrolladas, tales
como
los aztecas o los
incas, as como
por la
bsqueda
de recursos naturales, como lo
de
muestra
la expansin
portuguesa en Brasil,
o
por conflictos
blicos
pos
teriores,
como
fue el
caso
de Uruguay
surgido
a
raz
de
un
conflicto
entre
Argentina
y
Brasil,
bajo el
arbitrio
de Gran Bretaa.
La
reconstruccin de
la historia
permitira encontrar algunas respuestas
a la pregunta acerca
de posibles rastros de tradiciones ancestrales en la vida contempornea;
respuestas
obviamente mediadas
por la
importancia
de
las
formas de or
ganizacin colonial, impuestas por Espaa al nuevo continente y emu
ladas
hasta cierto
punto por
Portugal.
As debera estudiarse, por
ejem
plo, la transmisin
de algunos
elementos estructurales
de
la Casa
de
Contratacin
(1503)
y
del Consejo
de
Indias
(1511),
instituciones encar
gadas
del orden
colonial, que reflejan una
parte importante
de la
histo
ria administrativa de Espaa, caracterizada por una gran
tendencia
cen
tralizadora, hacia la administracin establecida por
los
criollos una
vez
estabilizados
los movimientos
de independencia. Pero
el
estudio
de la
-
8/10/2019 ndice - Tratado Latinoamericano de Sociologa Del Trabajo
27/40
298 ORGANIZACIONES Y
EMPRESAS
transmisin cultural
deber
tomar en cuenta
tambin
las especificidades
de
cada
formacin nacional, en
trminos
de opciones polt icas y de moda
lidades de industrializacin. As, dimensiones como las de distancia
de
poder debern poder
reelaborarse desde
un punto
de
vista histrico.
A
pesar
de que las investigaciones realizadas por
Hofstede
y
D Iribarne
postulan
la
modernidad
en plural, el
hecho
de haber
centrado
la concep-
cin cultural
sobre
la nacin implica todava problemas diversos. Prime
ro, existen grupos sociales
que comparten rasgos culturales
comunes,
como podran ser la religin o la lengua, que permitiran identificar gran-
des bloques,
como
el latinoamericano. Segundo, las naciones estn com-
puestas por grupos diversos; aunque
sabemos que
la cultura no hace refe-
rencia de
manera
alguna a la pureza tnica, sin embargo debemos sealar
que existe
un
mayor
nivel de complejidad
cuando
su
diversidad es alta. Tal
es el caso del abanico latinoamericano, ya que hay cerca de cuatrocientos
pueblos indgenas
en
la regin,
representados por cerca
de
cuarenta
millo-
nes de habitantes;
como
ya mencionamos, estos pueblos
no
coinciden
con
las fronteras nacionales, ni siquiera con la divisin poltica interna de los
pases Bonfil, 1992), y generalmente han sido relegados a un
segundo
pla-
no,
agravando con ello tanto la distancia de poder como la dificultad
para
construir
y
aceptar
una identidad plural. La
nocin
de
cultura
en trmi
nos nacionales
parece
obedecer ms a
una necesidad
de unidad poltica y
de lgica econmica.
En efecto,
considerando
el
aspecto
econmico,
podemos sealar que
las aproximaciones culturales suelen descuidar la doble tendencia actual
hacia la globalizacin y la regionalizacin, aun cuando las implican.
La
primera hace
referencia a la dinmica creciente hacia la internacionaliza
cin secuencial
de las funciones de la
empresa, primero
las actividades de
mercadeo, despus
las de
produccin
y finalmente las financieras. El
des
arrollo de grandes corporaciones multinacionales, aunado a la liberacin
de los
mercados
internacionales,
ha
obligado
a
subrayar
la
necesidad
del
conocimiento multicultural, orientado ms
bien
por la necesidad de com
prensin
de espacios diversos de actuacin
empresarial,
lo que ha propi
ciado el desarrollo de estudios que, partiendo de una sola empresa, in-
tentan detectar los componentes culturales de los lugares en los que se
encuentran
instaladas
las filiales; tal es el caso de las dos investigaciones
mencionadas.
De manera simultnea, en pocas recientes se ha
acentuado
una tenden-
cia hacia la regionalizacin.
sta
puede ser entendida en
dos
direcciones
totalmente
diferentes. La
primera
se
acerca
a la
tendencia
globalizadora,
pero en trminos de construccin de bloques econmicos, formados al-
rededor de los
grandes
polos econmicos
-Estados
Unidos, Alemania y
Japn-; o bien aquellos constituidos sin incluir a stos, por ejemplo los
-
8/10/2019 ndice - Tratado Latinoamericano de Sociologa Del Trabajo
28/40
299
A
DIMENSIN
CULTURAL
DE
LA ORGANIZACIN
diversos intentos realizados por
construir
bloques
latinoamericanos,
como
el
reciente Mercosur. Aunque
todos
ellos representan
proyectos
singulares, podemos
decir
que su conformacin obedece ms
a
consi
deraciones
de
tipo
econmico,
de complementaridad
tecnolgica, de
mercado,
de diferenciacin
salarial o
de cercana geogrfica que
a
razo
nes de identificacin cultural. La
segunda
modalidad de la regionaliza
cin es la que proviene
precisamente
del
reconocimiento
de la
sin
gularidad,
sea en trminos
tnicos, lingsticos,
religiosos
o de origen
histrico, que han
reformulado
recientemente de forma dramtica el
mapa mundial. Es
probable
que ambas formas de regionalizacin pu
dieran
compartir algunos elementos en comn, pero representan en lo
esencial
visiones
excluyentes.
ORGANIZACIN y CULTURA CORPORATIVA
La cultura
corporativa,
como
ya lo hemos mencionado, es la
orientacin
que mayor
auge ha
conocido entre
los
directivos.
Si
bien est directa
mente
asociada
con
la actividad
empresarial,
diversas
organizaciones
han realizado esfuerzos en
esta
misma
direccin. La
bsqueda de una
identidad nica en
el nivel
organizacional
ha
sido
planteada
en
trminos
demasiado abstractos
y universales,
pero
ha sido
suficientemente
con
tundente
con respecto a la
promesa de sus resultados, ejemplificados
por
lo
general
a travs
del
estudio
de las grandes corporaciones
estadu
nidenses, los cuales
presentan los logros
alcanzados en
materia
de efi-
ciencia y,
por
lo
tanto, de competitividad.
Ello
ha facilitado su difusin
masiva
desde
los
aos ochenta,
como
lo
demuestran los
nmeros espe
ciales
de algunas revistas reconocidas: dministrative Science Ouarterly
1983), Revue Francaise de Gestion (1984), Journal
of
Management
1985)
y
Organiration
Studies
1986).
Aunque
existen
diversas excepciones
que
asocian el
concepto con
procesos cognoscitivos, inconscientes o
simb
licos
Smircich, 1983;
Allaire
y
Firsirotu,
1984),
podemos decir que
la
mayor parte de
estos estudios y reflexiones se ha
basado principalmen
te
en
la visin estructural-funcionalista
de
la
cultura que privilegia
la
idea de cohesin social y rechaza
abiertamente
la de conflicto.
Un buen ejemplo de definicin de
cultura
corporativa, en
trminos
convencionales, orientada
a un pblico directivo, es la
proporcionada
por
E.
Schein,
quien
retoma
la
cultura en trminos
de
adaptacin
exter-
na e integracin interna
como
un conjunto de presupuestos generados
para
la solucin de
estos
dos problemas bsicos, soluciones que a su vez
deben ser enseadas a
los
nuevos miembros de la organizacin
como:
la
manera correcta
de percibir,
pensar
y
sentir en
relacin
con
esos pro
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A DIMENSIN CULTURAL DE LA ORGANIZACIN
racin
conjunta,
realizada
de manera
individual,