instituto de la cultura tradicional segoviana manuel … · les del folklore. esos listados...

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E N EL PATRI - MONIO CUL- TURAL I N- MATERIAL propia- mente no hay ámbitos centra- les, pero es in- discutible que las músicas, los cantares y las danzas son elementos relevan- tes en él. Bien se sabe que el concepto de Patrimonio como tal tiene límites difusos y no está claro ni cuántas cosas (en número) ni cuántos tipos de ellas definitivamente lo inte- gran. Las propuestas son o pa- recen ser inacabables y nos sor- prenden. Por ejemplo, el len- guaje de signos acaba de ser reconocido como Manifesta- ción Representativa (ley 10/2015) en España y eso abre claramente la puerta a nume- rosos lenguajes de grupos so- ciales y profesionales de larga tradición. Es importante adver- tir que ciertamente ya se sabía, pero no se había formulado hasta ahora. Y esta cierta sor- presa que suele presentar los lí- mites del concepto puede tam- bién deberse a que se creía que estaba claramente acuñado, cuando en realidad había sido desde hace mucho tiempo pro- totipificado. Es decir, de forma paradigmática cuando se men- cionaba la importancia del pa- trimonio Cultural Inmaterial de las comunidades y pueblos se apuntaba principalmente a las músicas, los cantares y las dan- zas (y del mismo modo y tal vez como hecho consabido o como consecuencia de cuando se aplicaba el término Folklore). Ese contenido seleccionado de elementos se hizo prototípico a medida que fue ganando pre- sencia y visibilidad en la Es- paña moderna del siglo XIX y comienzos del XX, por un lado, en los grandes acontecimien- tos de la sociedad general (y ur- bana) como parte del progra- ma de festejos y a la vez, por otro lado, fue convirtiéndose en oferta habitual de ocio y es- pectáculo. Mientras tanto en las zonas rurales el proceso de modernización acabó generan- do una irónica situación que hasta hace poco tiempo aún era posible encontrar: forasteros de la ciudad de visita interesa- da en los pueblos recriminan- do a sus habitantes por el des- cuido y abandono de sus tradi- ciones -como si ellos no tuvie- ran mayores y más obligadas dedicaciones- o incluso “des- cubriéndoles” -como si se tra- tara de algo en lo que ellos no hubieran reparado- el inapre- ciable tesoro de su Folklore. Ciertamente en la mayoría de las veces los forasteros venidos de la ciudad se interesaban pre- cisa y selectivamente por estos contenidos de la cultura tradi- cional, de manera que reafir- maban su carácter prototípico. Hay dos aspectos importan- tes a subrayar desde que se pro- dujo el cambio de perspectiva en el reconocimiento de la cultura tradicional al abandonar los tra- tamientos del Folklore y ser con- ceptualizada como Patrimonio Inmaterial. El primero está liga- do a la inexistencia de elementos centrales o nucleares en su con- tenido y a la inconveniencia de suponer que tenga que haberlos porque eso implicaría que tal centralidad tendría que ser uni- versalmente coincidente. Lo que la UNESCO en la Convención de 2003 definió como Patrimonio Cultural Inmaterial es una serie de campos (más que géneros, que en el Folklore era el término clásico para designarlos): tradi- ciones orales, artes del espectá- culo, prácticas sociales y rituales, conocimientos sobre la naturale- za y el universo y artesanías. Es- tos campos son categorías muy generales que claramente se de- bieron adoptar para no tener que listar todo el amplio abanico de géneros y subgéneros que se ha- llaban ya tipificados y relativa- mente clasificados en los manua- les del Folklore. Esos listados servían -y solo relativamente- pa- ra los pueblos europeos y aque- llos otros derivados de ellos por colonización. Elementos de mu- chas otras culturas en el mundo pueden no ser adecuadamente comprendidos a través de ellas. Tres breves ejemplos: los larguí- simos cantos de los curanderos navaho, ¿podrían ser adecuada- mente clasificados como roman- ces épicos, como baladas o como oraciones religiosas?; la interpre- tación de sonidos con las nam- boolu aambelu (instrumentos a modo de flautas) que tocan los Sambia en los ritos de iniciación que se hacen y a continuación se desechan como trasto inútil, que están ocultas para mujeres y niños y que se toman como ob- jeto sexual, ¿es música festiva, prueba lúdica de habilidad o ar- tesanía erótica?; las fórmulas de apaciguamientos de las camellas que emplean los nómadas mon- goles en las que se utilizan músi- cas con el morim khuur (una es- pecie de violín de dos cuerdas), cantos, prácticas, ¿son música de acompañamiento, conversacio- nes rituales, actos de especialista en el cuidado de los animales? Un segundo e importante aspecto es que los elementos del Patrimonio Inmaterial en su inmensa mayoría no quedan suficientemente tipificados con la inclusión en alguno de los campos antes citados, sino que más comúnmente ha de es- tarlo en dos o más y en no po- cos casos en todos ellos. He aquí algunos ejemplos de lo que en Occidente sería clasifi- cado como “música” o “danzas”, pero cuya complejidad y mix- tura lo sobrepasa cuando se ad- vierten en ellos la relevancia de la artesanía, de las tradiciones orales, de los rituales y la cos- movisión que los acompañan. Por citar algunos ejemplos, los Congos del Espíritu Santo de Villa Mella (República Domini- cana) forman una cofradía que emplea unos tambores con rit- mos muy variados que tanto son plegarias en sus procesio- nes de Pentecostés como en los rituales fúnebres hacen de des- pedida a los difuntos. En Costa de Marfil, el gbofe de la comu- nidad Tagbana designa un ins- trumento, una especie de trom- pa, una música, unos cantos y unas danzas todo a la vez, que tocan hombres, pero que las mujeres traducen en palabras en distintos tipos de ritos y ce- remonias del ciclo de vida y de la actividad social. El Rabinal Achí, entre los mayas de Gua- temala, es un baile dramatiza- do o un teatro bailado que lle- va representándose desde el si- glo XVI, en el que se relata el enfrentamiento entre dos prín- cipes y otros diversos persona- jes míticos. Lo interpretan las cofradías y hermandades socia- les y mientras bailan entran en contacto con los antepasados rajawales representados con máscaras. El Vimbuza del pue- blo Tumbuka en Malawi se podría describir como una dan- za de curación. Primero las mu- jeres cuando se sienten afecta- das acuden a un curandero y después el grupo acomete su curación en corro con los hom- bres tocando los tambores, mientras la paciente entra en trance y las canciones llaman a los espíritus, haciendo que “bailen” la enfermedad, en un proceso que busca episodios álgidos y que finalmente aca- ban en sosiego. Los ejemplos podrían extenderse indefinida- |TRIBUNA| HONORIO M. VELASCO. CATEDRÁTICO EMÉRITO DE LA UNED Ante el Primer Congreso sobre Tradiciones e Identidad. ¿Para qué sirven nuestras categorías? mente. Todos estos elementos son demasiado ricos en signifi- cados y complejos en compren- sión como para queden sufi- ciente y adecuadamente refe- renciados con las categorías europeas de “danza”. En realidad, no es sólo que esos elementos exóticos no en- cajen bien en categorías occi- dentales, sino que la perspecti- va del Patrimonio Inmaterial nos ha ayudado a contemplar que lo que en la cultura tradi- cional creíamos que eran géne- ros delimitados propiamente se extienden mucho más allá de lí- mites precisos y comparten as- pectos con otros géneros de for- ma que se hibridan fácilmente. Esas peculiares relaciones que a menudo nos sorprenden entre melodías, cantares y danzas in- dican que las categorías son fle- xibles y que en la cultura tradi- cional las formas puras son ra- ras. Es igualmente importante apreciar que las danzas delante del santo o que las danzas que “bailan” los santos procesio- nando en sus peanas son tanto o más ofrendas rituales, plega- rias, memoria de los antepasa- dos, intercambios de expresio- nes de afectos entre personas de arriba y de abajo… Hacer bailar a las imágenes es una acción ri- tual que niega que sean simple- mente madera (artística), y les dota de vida porque ellas, las imágenes, participan de la vida social y dan densidad y solidez a la comunidad. Propiamente bailar las imágenes no es algo tan excepcional, ni la única ac- tividad social con la que se les involucra, más bien un pequeño y menor gesto cuando se advier- te que lo que realmente se les atribuye es la condición de per- sona sobrenatural que la comu- nidad siente tan próxima que cree convivir con ella. En el I Congreso sobre Tradi- ciones e Identidad que tendrá lu- gar en Segovia los días 15 a 17 de marzo se abordarán estas cues- tiones sobre el Patrimonio Inma- terial, cuya diversidad y riqueza en los pueblos del mundo es tan fascinante, no sólo como creativi- dad humana sino también por la enorme capacidad de generar comprensión y experiencias com- partidas entre pueblos y gentes tan distintos. INSTITUTO DE LA CULTURA TRADICIONAL SEGOVIANA MANUEL GONZÁLEZ HERRERO En el I Congreso sobre Tradiciones e Identidad que tendrá lugar en Segovia los días 15 a 17 de marzo se abordarán estas cuestiones sobre el Patrimonio Inmaterial, cuya diversidad y riqueza en los pueblos del mundo es tan fascinante, no sólo como creatividad humana sino también por la enorme capacidad de generar comprensión y experiencias compartidas entre pueblos y gentes tan distintos 28SEGOVIA EL ADELANTADO DE SEGOVIA DOMINGO 3 DE MARZO DE 2019

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EN EL PATRI-MONIO CUL-TURAL IN-

MATERIAL propia-mente no hayámbitos centra-les, pero es in-discutible que

las músicas, los cantares y lasdanzas son elementos relevan-tes en él. Bien se sabe que elconcepto de Patrimonio comotal tiene límites difusos y noestá claro ni cuántas cosas (ennúmero) ni cuántos tipos deellas definitivamente lo inte-gran. Las propuestas son o pa-recen ser inacabables y nos sor-prenden. Por ejemplo, el len-guaje de signos acaba de serreconocido como Manifesta-ción Representativa (ley10/2015) en España y eso abreclaramente la puerta a nume-rosos lenguajes de grupos so-ciales y profesionales de largatradición. Es importante adver-tir que ciertamente ya se sabía,pero no se había formuladohasta ahora. Y esta cierta sor-presa que suele presentar los lí-mites del concepto puede tam-bién deberse a que se creía queestaba claramente acuñado,cuando en realidad había sidodesde hace mucho tiempo pro-totipificado. Es decir, de formaparadigmática cuando se men-cionaba la importancia del pa-trimonio Cultural Inmaterial delas comunidades y pueblos seapuntaba principalmente a lasmúsicas, los cantares y las dan-zas (y del mismo modo y tal vezcomo hecho consabido o comoconsecuencia de cuando seaplicaba el término Folklore).Ese contenido seleccionado deelementos se hizo prototípico amedida que fue ganando pre-sencia y visibilidad en la Es-paña moderna del siglo XIX ycomienzos del XX, por un lado,en los grandes acontecimien-tos de la sociedad general (y ur-bana) como parte del progra-ma de festejos y a la vez, porotro lado, fue convirtiéndoseen oferta habitual de ocio y es-pectáculo. Mientras tanto enlas zonas rurales el proceso demodernización acabó generan-do una irónica situación quehasta hace poco tiempo aún eraposible encontrar: forasterosde la ciudad de visita interesa-

da en los pueblos recriminan-do a sus habitantes por el des-cuido y abandono de sus tradi-ciones -como si ellos no tuvie-ran mayores y más obligadasdedicaciones- o incluso “des-cubriéndoles” -como si se tra-tara de algo en lo que ellos nohubieran reparado- el inapre-ciable tesoro de su Folklore.Ciertamente en la mayoría delas veces los forasteros venidosde la ciudad se interesaban pre-cisa y selectivamente por estoscontenidos de la cultura tradi-cional, de manera que reafir-maban su carácter prototípico.

Hay dos aspectos importan-tes a subrayar desde que se pro-dujo el cambio de perspectiva enel reconocimiento de la culturatradicional al abandonar los tra-tamientos del Folklore y ser con-ceptualizada como PatrimonioInmaterial. El primero está liga-do a la inexistencia de elementoscentrales o nucleares en su con-tenido y a la inconveniencia desuponer que tenga que haberlosporque eso implicaría que talcentralidad tendría que ser uni-versalmente coincidente. Lo quela UNESCO en la Convención de2003 definió como PatrimonioCultural Inmaterial es una seriede campos (más que géneros,que en el Folklore era el términoclásico para designarlos): tradi-ciones orales, artes del espectá-culo, prácticas sociales y rituales,conocimientos sobre la naturale-za y el universo y artesanías. Es-tos campos son categorías muygenerales que claramente se de-bieron adoptar para no tener quelistar todo el amplio abanico degéneros y subgéneros que se ha-llaban ya tipificados y relativa-mente clasificados en los manua-les del Folklore. Esos listadosservían -y solo relativamente- pa-ra los pueblos europeos y aque-llos otros derivados de ellos porcolonización. Elementos de mu-chas otras culturas en el mundopueden no ser adecuadamentecomprendidos a través de ellas.Tres breves ejemplos: los larguí-simos cantos de los curanderosnavaho, ¿podrían ser adecuada-mente clasificados como roman-ces épicos, como baladas o comooraciones religiosas?; la interpre-tación de sonidos con las nam-boolu aambelu (instrumentos amodo de flautas) que tocan los

Sambia en los ritos de iniciaciónque se hacen y a continuación sedesechan como trasto inútil, queestán ocultas para mujeres yniños y que se toman como ob-jeto sexual, ¿es música festiva,prueba lúdica de habilidad o ar-tesanía erótica?; las fórmulas deapaciguamientos de las camellasque emplean los nómadas mon-goles en las que se utilizan músi-cas con el morim khuur (una es-pecie de violín de dos cuerdas),cantos, prácticas, ¿son música deacompañamiento, conversacio-nes rituales, actos de especialistaen el cuidado de los animales?

Un segundo e importanteaspecto es que los elementos

del Patrimonio Inmaterial ensu inmensa mayoría no quedansuficientemente tipificadoscon la inclusión en alguno delos campos antes citados, sinoque más comúnmente ha de es-tarlo en dos o más y en no po-cos casos en todos ellos. Heaquí algunos ejemplos de loque en Occidente sería clasifi-cado como “música” o “danzas”,pero cuya complejidad y mix-tura lo sobrepasa cuando se ad-vierten en ellos la relevancia dela artesanía, de las tradicionesorales, de los rituales y la cos-movisión que los acompañan.Por citar algunos ejemplos, losCongos del Espíritu Santo deVilla Mella (República Domini-cana) forman una cofradía queemplea unos tambores con rit-mos muy variados que tantoson plegarias en sus procesio-nes de Pentecostés como en losrituales fúnebres hacen de des-pedida a los difuntos. En Costade Marfil, el gbofe de la comu-nidad Tagbana designa un ins-trumento, una especie de trom-pa, una música, unos cantos yunas danzas todo a la vez, quetocan hombres, pero que lasmujeres traducen en palabrasen distintos tipos de ritos y ce-remonias del ciclo de vida y dela actividad social. El RabinalAchí, entre los mayas de Gua-temala, es un baile dramatiza-do o un teatro bailado que lle-va representándose desde el si-glo XVI, en el que se relata elenfrentamiento entre dos prín-cipes y otros diversos persona-jes míticos. Lo interpretan lascofradías y hermandades socia-les y mientras bailan entran encontacto con los antepasadosrajawales representados conmáscaras. El Vimbuza del pue-blo Tumbuka en Malawi sepodría describir como una dan-za de curación. Primero las mu-jeres cuando se sienten afecta-das acuden a un curandero ydespués el grupo acomete sucuración en corro con los hom-bres tocando los tambores,mientras la paciente entra entrance y las canciones llaman alos espíritus, haciendo que“bailen” la enfermedad, en unproceso que busca episodiosálgidos y que finalmente aca-ban en sosiego. Los ejemplospodrían extenderse indefinida-

|TRIBUNA| HONORIO M. VELASCO. CATEDRÁTICO EMÉRITO DE LA UNED

Ante el Primer Congreso sobre Tradiciones e Identidad.

¿Para qué sirven nuestras categorías?mente. Todos estos elementosson demasiado ricos en signifi-cados y complejos en compren-sión como para queden sufi-ciente y adecuadamente refe-renciados con las categoríaseuropeas de “danza”.

En realidad, no es sólo queesos elementos exóticos no en-cajen bien en categorías occi-dentales, sino que la perspecti-va del Patrimonio Inmaterialnos ha ayudado a contemplarque lo que en la cultura tradi-cional creíamos que eran géne-ros delimitados propiamente seextienden mucho más allá de lí-mites precisos y comparten as-pectos con otros géneros de for-ma que se hibridan fácilmente.Esas peculiares relaciones que amenudo nos sorprenden entremelodías, cantares y danzas in-dican que las categorías son fle-xibles y que en la cultura tradi-cional las formas puras son ra-ras. Es igualmente importanteapreciar que las danzas delantedel santo o que las danzas que“bailan” los santos procesio-nando en sus peanas son tantoo más ofrendas rituales, plega-rias, memoria de los antepasa-dos, intercambios de expresio-nes de afectos entre personas dearriba y de abajo… Hacer bailara las imágenes es una acción ri-tual que niega que sean simple-mente madera (artística), y lesdota de vida porque ellas, lasimágenes, participan de la vidasocial y dan densidad y solideza la comunidad. Propiamentebailar las imágenes no es algotan excepcional, ni la única ac-tividad social con la que se lesinvolucra, más bien un pequeñoy menor gesto cuando se advier-te que lo que realmente se lesatribuye es la condición de per-sona sobrenatural que la comu-nidad siente tan próxima quecree convivir con ella.

En el I Congreso sobre Tradi-ciones e Identidad que tendrá lu-gar en Segovia los días 15 a 17 demarzo se abordarán estas cues-tiones sobre el Patrimonio Inma-terial, cuya diversidad y riquezaen los pueblos del mundo es tanfascinante, no sólo como creativi-dad humana sino también por laenorme capacidad de generarcomprensión y experiencias com-partidas entre pueblos y gentestan distintos.

INSTITUTO DE LA CULTURA TRADICIONAL SEGOVIANA

MMAANNUUEELL GGOONNZZÁÁLLEEZZ HHEERRRREERROO

En el I Congreso

sobre Tradiciones

e Identidad que tendrá

lugar en Segovia

los días 15 a 17 de marzo

se abordarán estas

cuestiones sobre

el Patrimonio Inmaterial,

cuya diversidad

y riqueza en los pueblos

del mundo es

tan fascinante,

no sólo como creatividad

humana sino

también por la enorme

capacidad de generar

comprensión

y experiencias

compartidas entre pueblos

y gentes tan distintos

28SEGOVIA EL ADELANTADO DE SEGOVIA DOMINGO 3 DE MARZO DE 2019

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|TRIBUNA| FUENCISLA ÁLVAREZ Y VÍCTOR SANZ (COMITÉ CIENTÍFICO DEL CONGRESO)

I Congreso de Patrimonio Cultural Inmaterial“Manuel González Herrero”. Tradiciones e Identidad

Músicas, bailes, danzas, memoria escrita y tradición oral15, 16 y 17 de marzo. Teatro Juan Bravo

LOS PRÓXIMOS 15, 16 y 17 de mar-zo tendrá lugar en el Teatro“Juan Bravo” de la capital se-

goviana, el I Congreso de Patrimo-nio Cultural Inmaterial “ManuelGonzález Herrero” Tradiciones eIdentidad coordinado por los mu-sicólogos y becados del IGH, Fuen-cisla Álvarez y Víctor Sanz, y que enesta convocatoria abordará las mú-sicas, bailes danzas, memoria escri-ta y tradición oral.

El objetivo fue claro desde elprincipio: potenciar y reactivar elpatrimonio inmaterial heredado ytransmitido generacionalmente, ypara ello se ha planteado un ricoprograma de tres días de duracióncon aportaciones provinciales, na-cionales e internacionales.

La parte teórica será abordadadesde las ponencias y comunica-ciones las cuales han sido agrupa-das siguiendo determinados blo-ques de contenido -Danza tradicio-nal, Canción tradicional, Medios decomunicación, Salvaguarda del Pa-trimonio Inmaterial, InstrumentosTradicionales, e Indumentaria- yque tendrán un importante tinte in-terdisciplinar (etnografía, antropo-logía, musicología, periodismo,lingüística, historia, música…). Asímismo, la parte teórica se comple-mentará con la exposición de pos-ters presentados por Marta Martí-nez Rodríguez y La salvaguarda del

Patrimonio Cultural Inmaterial através de la Educación Patrimonial;Mª Eugenia López Palomo con You-tubers” de la tradición: el intercam-bio de videotutoriales como herra-mienta de enseñanza/aprendizajede manifestaciones del PCI en el ám-bito escolar; Irene Elisa López Palo-mo con Gregorio García: del pito decuerno a la dulzaina castellana;Aarón Pérez Borrajo con O Roman-ce do Comandante Moreno: la cul-tura popular al servicio de la resis-tencia simbólica y de la dignifica-ción comunitaria; y María JesúsPena Castro con La Exposición so-bre Danza Española en la HispanicSociety de Nueva York (1938-40):Ruth M. Anderson y el PatrimonioInmaterial español.

Cada jornada será clausuradapor una muestra de patrimonio in-material segoviano donde contare-mos con ejemplos de danza de lamano de los danzantes deTabane-ra del Monte,La Matilla y Arcones;música vocal de la mano de Euge-nia de Santos de Pinarnegrillo,LaRonda de Vegas de Matute, y las vo-ces religiosas de Caballar; el reper-torio para dulzaina heredado degrandes maestros del pasado quecorrerá a cargo deVillniar y el re-pertorio de Crescencio Martín, LosMellizos de Lastras y el repertoriodel Tío Cerillas, y la tradición de Zar-zuela del Monte de la mano de Die-

go Barreno. Culminando la tardedel domingo contaremos con la ac-tuación del grupo Corrobla de Bai-les con un Repertorio Antiguo DeBaile Segoviano donde nos mos-trarán una recopilación de me-lodías, tonadas y bailes, acompaña-dos de dulzaina, guitarra, canto,pandereta y almirez y donde los bai-ladores mostrarán una indumenta-ria antigua o reproducciones exac-tas de las piezas testigo recogidas endiferentes zonas de Segovia, y trans-mitido todo desde los últimos de-positarios del baile antiguo.

Además, el Congreso se comple-tará con una exposición de foto-grafías y piezas testigo aportados tan-to por diferentes investigadores se-govianos como por la población queha querido contribuir. Igualmentecontaremos con la proyección de do-cumentales, como el de Agapito Ma-razuela, o Danzando por Segoviadonde se recogen todas las danzasrituales de la provincia de Segovia si-guiendo el ciclo festivo; también con-taremos con los óleos de Rafa de Mi-guel sobre danzantes y dulzaineros,y la muestra del material fotográfico

del Padre Benito de Frutos, girandotodo alrededor de las músicas, bai-les, danzas y la memoria escrita de laprovincia de Segovia. Por tanto foto-grafías inéditas de dulzaineros, actasde cofradías desde el siglo XVI mos-trando la documentación históricade elementos rituales como las sol-dadescas, la bandera, las gitanas, ladulzaina, las vaquillas de carnaval, yya en el siglo XX, los bailes de rueda ylas danzas rituales.

La entrada a las conferencias, ex-posición y muestra, será libre, hastacompletar aforo.

SEGOVIA29DOMINGO 3 DE MARZO DE 2019 EL ADELANTADO DE SEGOVIA