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INSTITUTO NACIONAL DE LA MUJER INAM
INFORME DE INVESTIGACIÓN
MUJER RURAL HONDUREÑA SU ROL EN LOS PROCESOS PRODUCTIVOS AGROPECUARIOS Y
ARTESANALES, INCIDENCIA EN EL MEJORAMIENTO DE
CONDICIONES DE VIDA Y EL DESARROLLO RURAL SOSTENIBLE
Dra. Margarita Oseguera de Ochoa
Consultora
Fotografía 1. Eva Argentina Andino de Villa Santa, Jamastran, El Paraíso. Corta ramas de izote, materia prima que utiliza para producir papel orgánico, Diciembre 2002
Tegucigalpa M.D.C. Junio 2003
2
“Si en el desarrollo de un país se olvida implicar a las mujeres, es
como hacer volar a un pájaro con una sola ala”. Adriaan Van dis
“Ningún país puede promover su desarrollo si se excluye de los
planes y programas a la mitad de la población conformada por las
mujeres”. PNUD
Fotografía 2. Mujeres de la Empresa Cooperativa La Sureñita,
Choluteca, Enero 2003
3
EQUIPO DE INVESTIGACION
Margarita Oseguera de Ochoa (Responsable de la Investigación)
Rosario Ramírez
Contribución en
Levantamiento de información bibliográfica
Mirian Zulema Ochoa
Sandra Argentina Cambur
Contribución
Levantamiento de información de campo
Liliana Fernández
Anubia Navarro
Gladis Morales
Adelina Avila
Leoncia Solórzano
Rolando Meléndez
Apoyo Secretarial
Ana María Bran Guevara
4
RECONOCIMIENTOS
En la realización de esta investigación se contó con el valioso aporte de un
considerable número de personas e instituciones quienes en forma
espontánea facilitaron la consulta, especialmente en términos de
organización de las visitas, introducción a las entrevistas y talleres,
acompañamiento a la movilización y facilitación de información.
Agradecimiento especial a las Mujeres campesinas, indígenas y negras que
en forma espontánea y voluntaria respondieron a las entrevistas, los
grupos focales, los estudios de caso, compartiendo con nosotras su
tiempo, sus experiencias de vida, como personas y como miembros de
organizaciones.
A los Proyectos PROSOC/SAG, PESA Programa Especial para la Seguridad
Alimentaria de la FAO/SAG, al INA, INE, PRAF, AFE/P.A.A.R, DIGEPESCA,
DICTA, PRONADERS, FOPRIDEH, UNISA, HACER, ATUTO, ACTA, IICA,
Proyecto Guayape, Escuela Agrícola Panamericana, CIPE Consultores, a
los equipos técnicos de esas instituciones, a la Cooperativa Cuyamel,
Caritas de Olancho, FAMA Olancho, La Sureñita, FOMUR Federación
Olanchana de Mujeres rurales, EACPAC Empresa Asociativa Campesina de
Productores Agropecuarios para el desarrollo de Cuyamel, Confederación
de Mujeres Campesinas, CODIMCA, AHMUC, a sus líderes un especial
reconocimiento, sin sus aportes esta investigación hubiese sido muy
limitada. Al Instituto Nacional de la Mujer, por su confianza y apoyo.
A Leoncia Solórzano, Blanca Julia Mejía, Belsahi Herrera, Juana Julia
Rodríguez, Concepción Betánco, Adelina Avila, Ing. Gladys Morales, Ing.
Rolando Meléndez, Ing. Jorge Garay Pacheco, Ing. Eduardo Durón, , Ing.
Liliana Fernández, MSc. Mayra Falck, Lic. Carlos Andrés Zelaya y Lic.
Anubia Navarro, que nos acompañaron en el trabajo de campo.
5
TABLA DE CONTENIDO
Concepto Página
Presentación 10
Capítulo I. Contexto Nacional de la Investigación 14
Capítulo II. Marco Teórico Conceptual 30
Capítulo III. Caracterización General de la Situación de las 46
Mujeres de la zona rural, en un contexto de
Análisis de género.
Capítulo IV. Resultados de la Investigación 89
Conclusiones 150
Recomendaciones 161
Estrategia de Intervención 171
Bibliografía 177
Anexos: 188
1. Metodología de Investigación 189
2. OPDs que ofrecen Servicios de Desarrollo Empresarial
y crédito a las MIPYMES 213
6
CUADROS
1. Cuadro No. 1 Pobreza Rural Según Método de la Línea de Pobreza
2. Cuadro No. 2 Tipología de Pequeños Productores/as Agrícolas
3. Cuadro No. 3 Oferta Nacional de Trabajo
GRAFICAS
1. Gráfica No. 1 Productoras Agrícolas
2. Gráfica No. 2 Caracterización de la Vivienda Rural
3. Gráfica No. 3 Hectáreas de Tierra Entregadas desde 1983-2002
4. Gráfica No. 4 Titulación de Tierras 1983-2002. Comparación por
Género
7
SIGLAS
ACTA Agencia de Cooperación de Ticinio y
Asociados
AECI Agencia Española de Cooperación Internacional
AFE Administración Forestal del Estado
AHMUC Asociación Hondureña de Mujeres
Campesinas
AHPROCAFE Asociación Hondureña de Productores de Café
BANADESA Banco Nacional de Desarrollo Agrícola
BID Banco Interamericano de Desarrollo
CCD Comisión Cristiana de Desarrollo
CIENIL Cooperativa Regional de Petateras Lenca
CIPE Consultores Centro de Investigación, Planeación y Evaluación
CODA Consejo de Desarrollo Rural
CODIMCA Consejo para el Desarrollo Integral de la Mujer Campesina
COPROMAZSH Cooperativas Procesadoras de Marañón de la zona sur de
Honduras
DICTA Dirección de Ciencia y Tecnología Agropecuaria
DIGEPESCA Dirección General de Pesca
DINADERS Dirección Nacional de Desarrollos Rural Sostenible
DOC Denominación de Origen Controlado
ERP Estrategia para la Reducción de la Pobreza
FAO Organización de las Naciones Unidas para
la Agricultura y la Alimentación
FEHMUC Federación Hondureña de Mujeres Campesinas
FHIA Fundación Hondureña de Investigación Agrícola
FHIS Fondo Hondureño de Inversión Social
8
FIDE Fundación para el Desarrollo Empresarial
FLACSO Facultad Latinoamericana de Ciencias
Sociales
FONAPROVI Fondo Nacional de Producción y Vivienda
GEPA Sociedad para el Fomento de la Solidaridad del Tercer
Mundo
IDH Indice de Desarrollo Humano
IHCAFE Instituto Hondureño del Café
IHAH Instituto Hondureño de Antropología e Historia
IICA Instituto Interamericano de Cooperación
para la Agricultura
INAM Instituto Nacional de la Mujer
INA Instituto Nacional Agrario
INE Instituto Nacional de Estadísticas
INFOP Instituto Nacional de Formación Profesional
JICA Agencia de Cooperación Japonesa
MIR Mujer Intibucana Renovada
MIPYME Micro, Pequeña y Mediana Empresa
MOPAWI Agencia para el Desarrollo de la Mosquitia
NBI Necesidades Básicas Insatisfechas
OIT Organización Internacional del Trabajo
ONG Organización no Gubernamental
OPDs Organizaciones Privadas de Desarrollo
OPS Organización Panamericana de la Salud
PEA Población Económicamente Activa
PEGAH Política para la Equidad de Género en el Agro Hondureño
PESA Programa Especial para la Seguridad Alimentaria
PNM Política Nacional de la Mujer
PNUD Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
9
PIOM Rural Política de Igualdad de Oportunidades para la Mujer Rural
PRAF Programa de Asignación Familiar
PROMICRO Promoción Microempresarial
PRONADEL Programa Nacional de Desarrollo Local
PRONADERS Programa Nacional de Desarrollo Rural Sostenible
PROPAITH Programa de Promoción y Rescate de la Producción
Artesanal Indígena y Tradicional
PROSOC Proyecto de Desarrollo Rural del Sur Occidente
SAG Secretaría de Agricultura y Ganadería
SANAA Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y
Alcantarillados
SERNA Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente
TLC Tratado de Libre Comercio
TRAMIL Programa Centroamericano de Investigación Aplicada a la
Medicina Tradicional
10
PRESENTACION
El siglo XXI ha traído el desafío de realizar cambios sustantivos en la
forma en que se ha venido manejando el problema de la pobreza que afecta
especialmente a la mujer rural, buscando nuevos enfoques de desarrollo y
métodos de intervención social, en los que se incluya a la mujer como
actora activa del desarrollo en igualdad de condiciones y oportunidades
que el hombre.
Esta investigación forma parte del Plan Estratégico 2002-2006 del
Instituto Nacional de la Mujer INAM, que contempla la urgencia de contar
con información actualizada de carácter cualitativo, sobre la contribución
de la mujer al mejoramiento de las condiciones de vida de la familia y al
desarrollo nacional.
La aprobación de la Política Nacional de la Mujer, Política para la Equidad
de Género en el Agro Hondureño y de la Estrategia de Reducción de la
Pobreza, han alertado al INAM sobre la necesidad de contar con
información actualizada y pertinente sobre las formas en que se
desenvuelve la mujer rural y las expresiones de la pobreza en la mujer.
La investigación se orientó hacia los siguientes objetivos:
1. Realizar una identificación de la situación de la mujer rural,
dimensionar sus aportes a la producción, transformación y
comercialización de productos agropecuarios y de otras actividades
productivas generadoras de ingresos, en camino hacia el logro de la
11
equidad de género y la problemática que enfrenta como actora del
desarrollo rural sostenible.
2. Conocer con mayor profundidad las diversas realidades, escenarios,
necesidades y aspiraciones de las mujeres rurales en Honduras.
La investigación se centra en la mujer rural, económicamente activa, su rol
en la reproducción social y su inserción en diferentes procesos productivos
agropecuarios, forestales, artesanales, etc. Se aborda a la mujer a nivel
individual, en la familia, en la comunidad o formando parte de
organizaciones.
Se identifican las estrategias diseñadas para enfrentar la pobreza,
incluyendo la diversidad de actividades económicas en que la mujer rural
se involucra. El estudio incluye información sobre los rubros productivos,
micro y pequeñas empresas que la mujer rural ha constituido para obtener
ingresos, las posibilidades y limitaciones de las MIPYMES dirigidas por
mujeres y los emprendimientos exitosos.
A lo largo del documento se logra visualizar que el trabajo doméstico sigue
siendo la principal tarea de las mujeres rurales, así como la reproducción
de la fuerza de trabajo, sigue enfrentada a la problemática que genera el
patrón cultural machista, que la sitúa en una posición subordinada y de
subvaloración de sus aportes al desarrollo. Un alto porcentaje de las
actividades en que se ha involucrado para superar la pobreza han sido de
subsistencia.
En los resultados de la investigación se exponen experiencias de mujeres
que están buscando alternativas a esas condiciones de subordinación,
12
especialmente de orden productivo y organizativo, han logrado construir
estrategias para redistribuir los tiempos en la casa, sin que
necesariamente signifique cambios en las relaciones de poder con el
compañero o esposo, dejando menos tiempo para algunas tareas,
reasignando responsabilidades entre los demás miembros del hogar,
intentando modificar los roles tradicionales, de conformidad a las nuevas
demandas de tiempo que exigen las tareas productivas generadoras de
ingreso. Algunas mujeres rurales han adquirido independencia económica,
nuevas responsabilidades y ocupaciones.
Las mujeres consultadas hacen valoraciones sobre sus necesidades,
aspiraciones, limitaciones, posibilidades y la problemática que enfrentan
en la búsqueda de una inclusión activa en la economía del país, en sus
diversos contextos y escenarios. El tema del reclamo al Estado por acceso
al crédito para organizar pequeñas empresas, la asistencia técnica, acceso
a la tierra en condiciones de equidad, se hizo presente a lo largo de toda la
investigación.
Este estudio se basa en el enfoque de la Nueva Ruralidad y el Desarrollo
Sostenible como el marco teórico que la mayoría de las instituciones están
adoptando, tanto porque prioriza lo participativo, sistémico e incluyente,
como por los métodos y estrategias de intervención comunitaria, su énfasis
en la búsqueda de opciones a los problemas que tradicionalmente ha
enfrentado la mujer rural, acceso a educación, capacitación, recursos para
la producción, tierra, asistencia técnica, crédito.
Las mujeres rurales indudablemente están enfrentando los desafíos de un
mundo cambiante que las obliga a revisar su realidad, sus relaciones con
13
los sistemas productivos, su entorno y a buscar alternativas. Algunas
instituciones están intentado incidir en este propósito.
La idea de seguir trabajando en la agricultura como generadora de
ingresos, está siendo redefinida por algunas mujeres, especialmente por
las limitadas posibilidades de tener acceso a la tierra. La alternativa más
viable para ellas es crear pequeñas empresas no agrícolas, trabajando en
casa o saliendo por períodos cortos, como la mejor alternativa para ampliar
su contribución al ingreso familiar. La Política Nacional de la Mujer
plantea la necesidad de “potenciar la participación de las mujeres en la
producción destinada a los mercados nacionales e internacionales”.
Pese a que la mayoría de las mujeres rurales que han formado pequeñas
empresas, todavía no están en condiciones de competir en los mercados,
algunas cuentan con experiencias valiosas buscado espacios locales para
comercializar sus productos. Las mujeres más experimentadas reconocen
que entrar en una estrategia de desarrollo exige capacitación,
empoderamiento económico y la posibilidad de acceso y control de los
medios de producción.
Este documento contiene información sobre las limitaciones y
posibilidades de la mujer rural para encontrar, en igualdad de condiciones,
alternativas a la pobreza; está estructurado en cuatro partes, inicialmente
se presenta el contexto de la investigación y el marco teórico conceptual,
para luego dar paso a los resultados de la investigación y los hallazgos más
importantes, concluye con un análisis de propuestas.
14
I. EL CONTEXTO NACIONAL DE LA INVESTIGACION
1.1. La población rural y sus características
Aún con el acelerado crecimiento urbano, el 51% de la población
hondureña está ubicada en la zona rural, concentrada en unas 4,300
comunidades con más de 200 habitantes, y unos 23 mil pequeños caseríos
con menos de 200 habitantes, dispersos en todo el país (SANAA, 2003)1.
Un alto porcentaje tiene problemas de vías de comunicación, carreteras en
mal estado y falta de teléfono, ubicadas en las laderas de las montañas, en
suelos de vocación forestal.
Las comunidades rurales hondureñas muestran diferencias, generalmente
de orden étnico y geográfico, su población está vinculada productivamente
y a diferentes escalas, al uso de los recursos agrícolas, forestales, mineros,
artesanales o a los recursos marinos y costeros, como medios para la
sobrevivencia; en estos procesos la mujer desempeña un rol fundamental.
Fotografía 3. Caserío del Departamento de Intibucá. Enero 2003
1 SANAA. División de Investigación y Asistencia Técnica. Documento Cobertura de Agua y Saneamiento. Tegucigalpa: 2003.
15
Lo rural productivo en Honduras se ha caracterizado históricamente por
un contraste entre la presencia de grandes empresas agrícolas, grandes
extensiones de tierra subutilizadas y la pequeña producción agrícola en
microespacios de subsistencia; en ellos las mujeres se desenvuelven en
condiciones de marginalidad, pobreza, explotación, racismo, maltrato físico
y discriminación por género.
El sector rural aporta el 70% de las divisas del país, según datos del INE2,
destacándose los rubros del café, banano, palma africana, carne, etc. El
INE calcula un total de 330.000 productores/as, 122,000 son medianos
productores o finqueros; de éstos, un 72% cultivan café, el 71% hortalizas,
un 57% tabaco, 43% fríjol, 40% maíz y un 40% tubérculos. Los sistemas
agrícolas en Honduras están constituidos por una diversa gama de
productos. La mujer rural se desenvuelve en casi todos esos procesos
productivos, especialmente en la corta de café, hortalizas, procesamiento
del tabaco, cultivo de granos básicos, atención al huerto, etc.
La producción de las pequeñas parcelas se destina una parte para el
consumo, aquí la mujer decide cuanto y como usarla y, otra para la venta,
bajo el control casi exclusivo de los hombres. Un importante porcentaje de
la producción se realiza en pequeños valles con alta distribución de
parcelas y en laderas en pequeñas parcelas de subsistencia, con una
importante dinámica interactiva familiar.
La producción agropecuaria genera empleo a más del 40% de la población
económicamente activa, cifra que podría elevarse al considerar en las
estadísticas el aporte de la mujer. Del total de mujeres en edad de trabajar
en el sector rural, que excede al millón de personas, únicamente 30 mil 2 INE. Encuesta Agrícola Nacional 2001-2002. Tegucigalpa:2002
16
fueron consideradas en la categoría de productoras, PRONADERS (2002)3.
Este subregistro estadístico del trabajo de la mujer en la agricultura limita
las posibilidades para que acceda a programas de distribución de tierras y
otros beneficios, como se explica a lo largo de este documento.
El mayor potencial de desarrollo del país se encuentra en la zona rural,
con recursos hasta ahora inexplorados, subutilizados o manejados
inadecuadamente: forestales, marinos, mineros, suelos de vocación
agrícola, etc., muy poco se reconoce la verdadera capacidad económica y
humana que posee el sector rural para impulsar el desarrollo. Aún con la
crisis económica, el poco acceso a la tierra en calidad y cantidad, sigue
existiendo un importante esfuerzo productivo. La mujer en este contexto
forma parte de procesos agrícolas y no agrícolas generadores de ingresos,
que están contribuyendo a producir alimentos.
Históricamente la zona rural ha sido calificada y hasta estereotipada, más
por sus limitaciones que por sus aportes a la economía del país;
negándosele a la población campesina e indígena el reconocimiento como
productores de alimentos y otros bienes. Se ha demostrado que aún con
grandes limitaciones y la reducida e inconstante cooperación institucional
para el sector pequeño productor agrícola, los campesinos, campesinas y
los/las indígenas siguen sembrando, especialmente granos básicos. “Lo
rural desde esta nueva dimensión paradigmática tiene un potencial
inmenso, positivo y ético inherente a su propia esencia; esa potencialidad
como fuerza propulsora encierra una enorme gama de oportunidades”4.
3 PRONADERS. Documento Marco. Tegucigalpa: 2002 4 PNUD. Informe sobre Desarrollo Humano Honduras 2002. Tegucigalpa:2002
17
Descuidar este sector es poco estratégico para la economía del país y
puede provocar desmotivación para luchar más consistentemente por
crecer, innovar y generar nuevos productos para el mercado, buscar
opciones de largo plazo para potenciar las capacidades locales e impulsar
el camino hacia el desarrollo. El enfoque de la Nueva Ruralidad enfatiza
que “las comunidades indígenas y campesinas siguen desempeñando un
rol preponderante en la economía de los países latinoamericanos”.
Fotografía 4. Comunidad del sur del Departamento de Lempira. Enero 2003
1.2. Las expresiones de la pobreza rural
Honduras tiene actualmente una población que alcanza los 6.7 millones de
habitantes. Empezó el nuevo siglo con uno de los ingresos per cápita más
bajos de América Latina valorado en US$ 1, 142 y un Índice de Paridad del
Poder Adquisitivo de USA$ 2,453 para el año 20015.
5 PNUD. Informe sobre Desarrollo Humano 2002. Tegucigalpa: 2003.
18
Tiene una base productiva mayoritariamente agropecuaria entre laderas y
valles, una economía altamente vulnerable a las fluctuaciones en los
precios internacionales y a los efectos de los fenómenos climatológicos,
especialmente huracanes y sequías. Honduras es uno de los países
latinoamericanos que distribuye en forma menos equitativa la riqueza que
genera. Un 24.3% de los habitantes vive con un dólar al día y un 45.1% lo
hace con dos dólares al día, los mayores niveles de pobreza se ubican en la
zona rural.
De acuerdo al Índice de Desarrollo Humano (IDH) publicado por el
Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo6, Honduras se ubica en la
posición 116 de 173 países analizados, un desarrollo humano medio, nivel
comparable solo con Egipto, Gabón y Nicaragua. Con una reducción de su
economía de 1.9% en 1999 generado por el impacto del Huracán Mitch,
situación que no ha podido superar.
Se calcula que el 75%7 de los hogares rurales son pobres, viviendo de la
explotación de pequeñas parcelas agrícolas ubicadas mayoritariamente en
laderas, con carencia de tierra en cantidad y calidad suficientes, por lo que
se produce un lento crecimiento económico y como consecuencia un bajo
ingreso per cápita, que afecta el mejoramiento de condiciones de vida para
las familias rurales.
La pobreza rural tiene sesgo de género, según datos proporcionados por el
INE, existe una alta incidencia de pobreza crónica especialmente en la
mujer rural. Las estadísticas muestran un incremento de la pobreza en las
mujeres de 53.2% a 60.4% entre los años 1991 y 1999, en cambio entre
6 PNUD. Informe Sobre Desarrollo Humano Honduras 2002. Tegucigalpa: 2002 7 INE. Vigésima Tercera Encuesta Permanente de Hogares (Módulo de Mujeres). Tegucigalpa: 2001.
19
los hombres la situación fue menor, de 34% a 38.4%, la información
muestra una tendencia progresiva negativa en relación a la pobreza; estos
resultados están vinculados con la falta de acceso y oportunidades para la
mujer rural, que la marginan al límite de la sobrevivencia. Estudios
recientes de la Población Económicamente Activa femenina rural muestran
que la mujer se vincula en actividades de poca remuneración, como mano
de obra familiar gratuita o como asalariada temporal.
En términos generales solamente un reducido porcentaje de población
rural cuenta con las condiciones necesarias para integrase activamente a
los procesos de desarrollo, tal como se observa en el cuadro número 1.
Cuadro No. 1 Pobreza Rural
Según Método de la Línea de Pobreza
Método de
las NBI
Pobres No pobres
Una o más NBI Pobreza Crónica
55%
Pobreza Inercial
11%
Ninguna NBI Pobreza
Reciente
19%
Integrados
Socialmente
15% Fuente: INE, en base a cifras de la XXVI EPHPM,
Utilizando la integración de los métodos Línea de Pobreza
y Necesidades Básicas Insatisfechas NBI, a nivel rural
El Informe de Desarrollo Humano de Honduras 20028 registra, que en la
zona rural hondureña existe casi un millón y medio de hondureños bajo
8 PNUD. Informe de Desarrollo Humano de Honduras 2002.
20
condiciones de pobreza humana, careciendo de los elementos esenciales
para lograr el desarrollo de sus capacidades como seres humanos. Los
departamentos con mayores privaciones son Santa Bárbara 38.3%,
Lempira 36.6%, Ocotepeque 32.1%, Intibucá 32.1% y Copán 30.5%. El
enfoque de género del Indice de Pobreza Humana IPH, muestra a Santa
Bárbara con una mayor incidencia de privación en las mujeres 45.6% e
Intibucá con 35.5%, determinado por el aislamiento de las comunidades y
factores de carácter económico y cultural.
Otro tema de análisis son las organizaciones comunitarias, que a pesar de
su importancia, únicamente el 24% de los productores/as pertenecen a
algún grupo organizado según datos del INE (2002)9, lo que hace suponer
que la mayoría de los problemas que genera la producción en pequeña o
micro escala se resuelven aisladamente, volviéndolas altamente
vulnerables. La dispersión de las viviendas, comunidades y otros factores,
ha provocado actitudes poco propicias a la formación de organizaciones o
asociaciones productivas en el sector rural, especialmente de mujeres.
Según datos del PNUD (2000)10 existen cuatro tipologías de productores y
productoras a nivel nacional, en su mayoría pobres, con similares
características en todos los departamentos del país, representando
aproximadamente 2.6 millones de personas, ubicadas en 238 municipios11
(cuadro No. 2).
9 INE. Vigésima Tercera Encuesta Permanente de Hogares (Módulo de Mujeres). Tegucigalpa: 2001. 10 PNUD. Informe Sobre Desarrollo Humano Honduras 2000. Tegucigalpa: 2000 11 PNUD, Informe Desarrollo Humano para Honduras 2000.
21
Cuadro no. 2
Tipología de Pequeños Productores/as Agrícolas
Tipología %
Precaristas,
campesinos/as sin
tierra
21 %
Campesinos/as
pobres con tierra
45.2 %
Campesinos/as
finqueros/as
intensivos
29 %
Cooperativas y
empresas
asociativas
4.8 %.
Fuente: Datos del PNUD, Informe Desarrollo Humano para Honduras 2000
La atención gubernamental para la pequeña producción rural es reducida,
inconstante y selectiva; especialmente en algunas regiones poco accesibles
del país, lo que ha traído como consecuencia una progresiva reducción en
las cosechas, deterioro de los recursos naturales, especialmente forestales
y, una limitada capacidad de gestión que ha retrasado el desarrollo del
sector.
Las mujeres productoras han tenido muy poco acceso a tecnologías
apropiadas, la mayoría enfrentan condiciones económicas limitadas para
producir, comprar semillas mejoradas, transformar, almacenar y
comercializar sus productos; sumado a esto, reciben un apoyo
22
institucional desarticulado, tanto del Estado como de las ONGs. A esta
situación se suma un inadecuado manejo y aprovechamiento de la
cooperación externa, por la vía de los programas y proyectos de desarrollo
por parte de las comunidades. En buena medida este problema ha sido
generado por los mismos técnicos, que generalmente desconocen las
particularidades de la dinámica socio-productiva rural y el enfoque de
género, para abordar los problemas que afectan el desarrollo.
Con frecuencia, las instituciones se conforman con una débil participación
de la población y de las autoridades locales en la toma de decisiones,
quedando por fuera el diseño de una visión y un plan estratégico de largo
plazo, que posibilite al sector rural articular una salida viable al desarrollo.
En términos generales, las causas y el impacto de la pobreza en la mujer
rural, están relacionadas con el marginamiento de los procesos
productivos generadores de ingreso, el lento crecimiento de la economía
rural y el bajo nivel del ingreso per cápita y su desigual distribución.
Asimismo de los factores de la producción, el bajo nivel de escolaridad y la
baja productividad.
La pobreza está referida también al deterioro de los recursos naturales que
afectan directamente a la mujer, el acceso a recursos energéticos, al agua
no contaminada y a las debilidades de los gobiernos locales para planificar
procesos de desarrollo sostenible. El desarrollo de actividades de
subsistencia en suelos de vocación forestal, guarda una relación directa
con la elevada pobreza en las áreas rurales. (ERP 2001)12.
12 Gobierno de la República. Estrategia para la Reducción de la Pobreza, un compromiso de todos por Honduras, Tegucigalpa, agosto 2001.
23
La pobreza es “un síndrome situacional en el que se asocia el
infraconsumo, desnutrición, precarias condiciones de las viviendas, bajos
niveles educacionales, malas condiciones sanitarias, una inserción
inestable en el aparato productivo, actitud de desaliento, poca integración
en los mecanismos de integración social, etc.” (INE 2002)13
La mujer quiere salir de la pobreza, superarla significa para ella dejar de
ser subordinada, buscar la igualdad, la equidad y el acceso al poder; como
lo han expresado algunas mujeres consultadas en esta investigación.
“Erradicar la pobreza es salir del mundo de las carencias, pero también es
llegar a tener cierto control sobre los recursos y cierto poder de decisión en
el hogar, en el gobierno local y en el Estado, construir la ciudadanía, como
seres humanos plenos con derechos y saberes. Por eso reducir la pobreza
con equidad de género es un gran desafío”14.
1.3. La mujer rural como actora del desarrollo
Existe actualmente consenso sobre la necesidad impostergable de reducir
la pobreza que enfrenta la mujer rural, el gobierno de la República ha
diseñado una Estrategia en la que se señala la necesidad de vincularla
activamente con la planificación del desarrollo, en todos los niveles y en el
largo plazo; estimulando su ingreso a procesos económicos sostenibles de
generación de ingresos, e impulsando políticas sectoriales de conformidad
a las necesidades específicas de las mujeres que buscan con afán salir de
la pobreza. Surge entonces la necesidad de cerrar la brecha entre lo que se
promulga y planifica y su ejecución.
13 INE. Vigésima Tercera Encuesta Permanente de Hogares (Módulo de Mujeres). Tegucigalpa: 2001 14 Núñez Gabriela. Pobreza y Género un desafío para la Estrategia de la Reducción de la Pobreza. Discurso Inaugural Seminario Taller sobre Género Y Pobreza. Tegucigalpa: 2001.
24
Para que la mujer pueda desempeñar su papel como actora de desarrollo
es necesario aumentar su capacidad productiva, teniendo acceso al
capital, recursos, crédito, tierras, tecnología, información, capacitación y
asistencia técnica.
Se conocen las condiciones de vida y trabajo de la mujer rural,
especialmente su responsabilidad en la reproducción de la fuerza de
trabajo rural, su desempeño en la producción de alimentos, especialmente
de granos básicos, verduras y frutas, aún cuando las condiciones en que
realiza los procesos productivos son generalmente difíciles, con altos
niveles de marginamiento, violencia y exclusión. “El aporte invisible de las
mujeres posibilita la reproducción y mantenimiento de la fuerza de trabajo
familiar y contribuye en forma poco reconocida a la economía global del
país”15.
Se ha comprobado que la mujer es altamente productiva por la dinámica
que permanentemente le toca desempeñar en el hogar y fuera de el, su
intervención en la generación de ingresos es determinante para el
sostenimiento de la familia. “Su productividad y rentabilidad en manos del
capital se transforma en fuente de ganancias” Dierkxsenz W.16, es una de
las razones de su alto empleo en la producción agroindustrial y la maquila,
por esta razón también es normalmente explotada, maltratada y mal
pagada en esos espacios laborales.
Pese a que los datos estadísticos registran una participación reducida de
las mujeres en actividades generadoras de ingreso, de un censo a otro se
observa un importante crecimiento del número de mujeres a cargo de
15 Martínez María Antonia y Rosales Sara Elisa. El Acceso de la Mujer a la Tierra en Honduras. Fundación Arias, San José:1995. 16 Dierkxsenz, Wim. Cuadernos de Ciencias Sociales, FLACSO. San José: 1990.
25
negocios, pequeñas empresas agrícolas y microempresas no agrícolas, con
un crecimiento a tasas anuales del 12%17 en agricultura y por encima del
25% en la pequeña y en la microempresa no agrícola, en forma organizada
o individual.
Aún cuando esos registros censales no ofrecen una cobertura total sobre el
trabajo de la mujer, a nivel de país se ha observado un incremento gradual
del registro de la PEA femenina, de 27% en 1990 a un 38% en el año 2000,
mostrando una tendencia de 1.0 unidades porcentuales por año
aproximadamente.
La Encuesta Agrícola Nacional 200118 registra 48,540 mujeres productoras
agrícolas, que representan un 9.7% del total del país, divididas en cuatro
grupos:
a) 27,299 son productoras de granos básicos, mayoritariamente
dedicadas a producir maíz, de ellas 5,222 cultivan fríjoles, 1,782
maicillo;
b) Un 39% están dedicadas a cultivos permanentes, especialmente al
café y en menor medida a productos tales como naranja, banano,
cacao, palma africana, etc.
c) Solamente un 3% se dedica a la silvicultura, explotación de bosques
de coníferas y latifoliados.
17 INE. XVI Censo de Población y Quinto de Vivienda. Tegucigalpa : 2002. 18 INE. Encuesta Agrícola Nacional 2001-2002. Tegucigalpa: 2002.
26
d) 2% se dedican a cultivos anuales, igualmente a productos tales como
cebolla, chile dulce, tomate y papa.
La siguiente gráfica ilustra comparativamente estos datos.
Gráfica No.1 Productoras Agrícolas
PRODUCTORAS AGRICOLAS SEGUN DEDICACION HONDURAS 2000-1.
No. PRODUCTORAS "VISIBLES" = 48,540
56%
3%
39%
2%
Granos BasicosCultivos AnualesSilvicultorasC. Permanentes
Fuente: INE, Encuesta Agrícola Nacional, AFE-COHDEFOR. Honduras 2001
En el año 2002, había 1,233.675 mujeres rurales a nivel nacional, 590,000
fueron registradas por el INE (2002)19 como económicamente activas PEA,
de las cuales:
• 46,000 estaban vinculadas directamente al sector primario
(realizando diversas actividades agrícola)
• 272,000 estaban ubicadas en el sector secundario y terciario,
19 INE. Encuesta Agrícola Nacional 2001-2002. Tegucigalpa: 2002
27
• 102,000 eran asalariadas,
• 118,000 trabajaban por cuenta propia y
• 52,000 ejercían ocupaciones sin remuneración.
No se contabilizan en las estadísticas 643,675 mujeres, probablemente por
problemas de recopilación de datos, por tratarse de niñas o mujeres
ancianas que están fuera de la actividad productiva o, por falta de una
verdadera visibilidad del trabajo de la mujer.
La presencia de las mujeres a cargo de empresas agrícolas es muy
limitada, sólo representan el 6% del total de productores/as agrícolas. La
producción no agrícola en pequeña escala es el área donde las mujeres
encuentran mayores opciones, según los resultados de esta investigación.
Unas 311,000 mujeres están incorporadas a pequeños negocios a nivel
nacional, según los datos del INE, aunque de acuerdo a nuestras
observaciones y consultas el número podría ser mucho mayor.
La mujer rural ha luchado por un mayor reconocimiento de su rol como
actora del desarrollo y un tratamiento igualitario por parte del Estado y de
los dueños de los medios de producción. En Honduras históricamente se
registran una serie de acontecimientos y movimientos sociales
encaminados a romper con los lazos de subordinación y marginamiento,
como lo comprueban los reclamos y protestas que el movimiento de
mujeres organizado ha mantenido por tener derecho a tierra para cultivo,
por reformar las políticas agrarias y otras políticas discriminatorias hacia
la mujer, por una legislación igualitaria y justa.
28
Un rol fundamental lo ha desempeñado el Movimiento de Mujeres, a partir
de cuyas luchas se han generado cambios de orden normativo y de
intervención institucional: generación de leyes y políticas, creación de
unidades especializadas en género en las Instituciones del Estado y en el
Congreso de la República para que se tomen en cuenta sus propuestas.
Desde hace más de 50 años las mujeres luchan por acceso a la tierra,
atención del Estado y los beneficios que ofrece el desarrollo. La Federación
Hondureña de Mujeres Campesinas FEHMUC, abrió el camino de la
organización de la mujer rural, entre ellas; la Asociación Nacional de
Mujeres Campesinas ANAMUC, el Consejo para el Desarrollo Integral de la
Mujer Campesina CODIMCA y otras, hasta la conformación de la
Confederación Nacional de Mujeres Campesinas, que las aglutina. Estas
organizaciones introducen un nuevo debate en el tema de la mujer rural, el
desarrollo y la necesidad de realizar reformas sustanciales en la forma de
legislar, de administrar y de luchar contra la pobreza de la mujer,
haciéndose escuchar en el espacio gubernamental.
La Creación del Instituto Nacional de la Mujer y la aprobación de la
Política nacional de la Mujer, así como otras leyes a favor de la mujer,
como la Ley contra la Violencia Doméstica, han venido a fortalecer las
iniciativas organizativas en la lucha por la igualdad de condiciones y
oportunidades para la mujer rural en Honduras. El INAM como ente
coordinador por parte del Estado, está desempeñando un rol estratégico en
los procesos de posicionamiento del tema equidad de género e igualdad de
oportunidades para la mujer rural en las iniciativas de Estado.
29
Actualmente también existe mayor interés de algunos países cooperantes
por apoyar el financiamiento a iniciativas a favor de búsqueda de mejores y
mayores oportunidades para la mujer, PNUD ha sido uno de esos
organismos que desde la década del 80 ha venido apoyando la
consolidación de Políticas y Programas para incorporar a la mujer rural al
desarrollo. Igualmente importantes son los compromisos contraídos por el
Estado a nivel internacional, para legislar y apoyar el desarrollo de la
mujer.
Uno de los compromisos más importantes de esos acuerdos, es combatir
las limitaciones, barreras y obstáculos para promover el adelanto y la
potenciación de la mujer, promover su independencia económica.
Erradicar la carga persistente de la pobreza que recae sobre ella y combatir
sus causas estructurales.
Garantizar el acceso de las mujeres rurales en condiciones de equidad de
género a los recursos económicos, incluidos la tierra, el crédito, la ciencia y
la tecnología, la capacitación, información, las comunicaciones, y los
mercados. La liberación del potencial productivo de la mujer rural es
esencial para interrumpir el ciclo de la pobreza, a fin de que pueda
compartir plenamente los beneficios del desarrollo y disfrutar del producto
de su propio trabajo.
30
II. MARCO TEÓRICO CONCEPTUAL
2.1 La Nueva Ruralidad y el rol de la Mujer
El desarrollo rural como concepto y como práctica, es un proceso en el
tiempo, que facilita la promoción y fomento de oportunidades a la
población rural pobre, especialmente a la mujer, en el ámbito productivo,
humano, social y ambiental.
Diversos enfoques y modelos de desarrollo rural han sido aplicados a lo
largo de décadas en el país, intentando elevar los niveles de productividad
en el campo para acelerar el desarrollo, pero los resultados han sido muy
pobres. La mayoría de estos enfoques excluyó a las mujeres rurales como
actoras del desarrollo en su más amplia expresión; la intervención de la
mujer se ha reducido a un mejoramiento de su desempeño en el ámbito
doméstico. De haberse incluido a la mujer rural en las grandes decisiones
y propuestas productivas agropecuarias, los resultados hubiesen sido
diferentes, en consideración a las capacidades que la mujer ha
demostrado, para emprender procesos sostenibles en diferentes ámbitos.
Los modelos y enfoques de desarrollo adoptados durante más de medio
siglo, no tomaron en cuenta el rol que de hecho ha cumplido la mujer
rural en los sistemas productivos agrícolas, no se le reconoce como
productora agrícola, por consiguiente ha estado excluida del diseño,
implementación y beneficios de los grandes programas agropecuarios:
acceso a tierra, asistencia técnica, crédito y otros.
En la década de los 90 se institucionalizó la propuesta del PNUD del
Desarrollo Humano Sostenible, como una iniciativa más amplia para
31
buscar alternativas a la pobreza generalizada y en la que se plantea la
inclusión de la mujer, bajo los principios de equidad, sostenibilidad,
productividad, participación y seguridad humana. Este enfoque continúa
vigente y un importante número de programas y proyectos se basan en el.
Surge en este mismo marco el enfoque de la “Nueva Ruralidad”20 como una
alternativa a la crisis del desarrollo rural y a la poca efectividad de los
otros modelos. La propuesta se sustenta teóricamente en un ordenamiento
sistémico, que valora las diversas determinaciones que intervienen en las
condiciones de vida de la población rural; así como en políticas abiertas,
participativas y democráticas, que impulsan el desarrollo humano como
objetivo central, el fortalecimiento de la democracia y la participación
ciudadana. “Un crecimiento económico con equidad, valorando al ser
humano como un ser integral que ejercita y promueve sus capacidades”21.
Este modelo sugiere un nuevo impulso al desarrollo local, a las
comunidades y municipalidades rurales, mediante la aplicación de
metodologías participativas de intervención que posibilitan los procesos
autogestionarios, la autoafirmación y el posicionamiento necesarios para el
protagonismo de los pueblos. Lo rural se valora desde esta nueva
dimensión paradigmática con limitaciones y oportunidades, potenciando
estas últimas.
Al construir nuevas estrategias para el desarrollo rural con un enfoque y
una lógica de género, se posibilita una mayor comprensión de la
producción-reproducción de las pequeñas unidades productivas: quién
hace, por cuanto tiempo, qué, quién decide, cuáles son las expectativas de
20 IICA/ CIDER. Nueva Ruralidad. Serie Documentos Pedagógicos 003, San José, Costa Rica: 2001. 21 Op. Cit.
32
sus miembros, quiénes concentran los beneficios, qué implicaciones tiene
la división del trabajo existente, etc. Al mismo tiempo facilita la
delimitación adecuada de los grupos de población con los que se quiere
trabajar, al considerar las variables de edad, etnia, etc., asociadas al
análisis de género.
El enfoque de la Nueva Ruralidad es una de las bases fundamentales del
Programa Nacional de Desarrollo Rural Sostenible PRONADERS y sus
proyectos, en momentos en que la reconversión productiva es una
prioridad para el país ante los Tratados de Libre Comercio, cuya
implementación se avecina. Precisa entonces revertir el problema de la
pobreza, ajustar los procesos agropecuarios y potenciar las capacidades de
las MIPYMES. El análisis de género y los ajustes que de él se derivan, ha
sido asumido por la mayoría de las instituciones públicas y ONGs,
vinculadas al desarrollo rural, al menos en el discurso; lo que amplia las
posibilidades de identificación de alternativas económicas para las
organizaciones productivas, cooperativas, pequeñas empresas o grupos
familiares dirigidos por mujeres; en función de sus intereses, habilidades y
potencialidades.
La inclusión de los intereses de la mujer como base fundamental del
desarrollo rural, representa un gran salto histórico para el país,
reconociendo que es un proceso de largo alcance, está sirviendo de
referente para buscar la democratización de las relaciones sociales en el
campo, la participación ciudadana, lograr la equidad en el acceso a
recursos, servicios, beneficios; intentando recuperar años de
discriminación y alcanzar niveles de equidad en el ejercicio del poder. Hoy
día, no es posible ni tolerable formular alternativas al desarrollo rural, sin
que se otorgue a la mujer el papel que le corresponde como actora; en
33
igualdad de derechos, condiciones y oportunidades, sin maltratos por
hacer valer sus capacidades.
2.2. Posicionamiento de la Mujer Rural Frente al Desarrollo
En el presente siglo la inclusión y posicionamiento de la mujer en los
procesos de desarrollo es un tema que forma parte del diseño de las
políticas públicas y de la discusión y teorización sobre el desarrollo. El
tema género en el debate del desarrollo, es no sólo una necesidad ética
sino económica. Es abundante la evidencia empírica sobre los problemas
que plantea la marginación de la corriente principal del desarrollo, de un
50% de la población conformada por mujeres, y los altos costos que
significa renunciar a por lo menos una buena parte del potencial de este
recurso humano. Tomar conciencia y reconocer el papel y el valor de la
mujer en la sociedad rural es un paso crucial en la búsqueda de nuevas
estrategias de desarrollo, enriquecidas con visiones de equidad y
perspectiva de género22.
La búsqueda de alternativas a los problemas que enfrentan las mujeres
rurales ha estado respaldada por los cambios que en las últimas décadas
se han dado a nivel mundial, al impacto negativo que ha generado el
modelo económico neoliberal en los países pobres. Por estar sometidas a
una doble condición de marginalidad, enfrentar mayores niveles de
pobreza y discriminación, se busca promover su participación plena y
efectiva a la vida económica, social, política y cultural del país.
El tema del desarrollo rural ha vuelto emerger como un tema central en el
replanteamiento del modelo de desarrollo, se ha vuelto a retomar el rol de 22 IICA-CIDER. Género y Nueva Ruralidad. San José, Costa Rica: 2000.
34
la economía campesina en el abastecimiento de alimentos y la importancia
de la mujer en las alternativas de desarrollo. Se reconoce la capacidad
productiva de la mujer para impulsar y dirigir procesos de desarrollo, la
habilidad para entrar en propuestas de cambio e innovación, la
responsabilidad que tiene para honrar sus deudas y compromisos.
“Es imposible hoy día pensar en un crecimiento acelerado y en un
desarrollo equitativo, sin plantearse la igualdad de oportunidades entre
hombres y mujeres. La inclusión del enfoque de género, es hoy no sólo una
necesidad ética, sino también económica. (Plan de Gobierno 2002-2006)23.
La inclusión de la mujer rural en el desarrollo, es sin duda un elemento
esencial de las políticas públicas y de la discusión y teorización sobre el
desarrollo. En Latinoamérica a pesar de la subvaloración de la
participación femenina en el mercado de trabajo, en las estadísticas
oficiales, en las últimas décadas, el número de mujeres que ingresa a la
fuerza laboral ha crecido más rápido que el de los hombres”24.
“Existen claras evidencias de que las transformaciones mundiales en
curso, que unos perciben como las consecuencias de la globalización
económica y otros como un verdadero cambio de época, no son sólo de
origen económico, sino que tienen como uno de sus principales ejes,
precisamente el cambio de relaciones entre los géneros. Este cambio lleva
consigo profundas transformaciones sociales”25. Es necesario comprender
la importancia estratégica de la aportación e integración de las mujeres al
desarrollo rural, la necesidad de registros estadísticos adecuados para
cuantificar su participación económico-productiva.
23 Gobierno de la República. Plan de Gobierno 2002-2006, Tegucigalpa, 2001 24 IICA CIDER. Género y Nueva Ruralidad. San José, Costa Rica: 2000. 25 IICA – CIDER. Op. Cit.
35
Desde la Conferencia Mundial del año Internacional de la Mujer,
celebrada en México en 1975, se planteó no sólo la importancia de la
participación económica, sino también política, como una de los
requerimientos para integrar a la Mujer al Desarrollo; se definieron
medidas concretas que fueron retomadas en las Cumbres Mundiales
subsecuentes. Algunas de estas medidas estaban orientadas a promover la
información y el ejercicio de los derechos ciudadanos de las mujeres,
garantizar el derecho al voto y la elegibilidad de las mujeres a cargos de
responsabilidad pública, así como promover su amplia incorporación en
todos los niveles de toma de decisiones.
En 1985, durante la tercera conferencia mundial en Nairobi, la evaluación
de la Situación de la Mujer, reflejó un escaso cumplimiento en las metas
anteriormente propuestas y concretamente en materia de participación.
Por esta razón se logró traer de nuevo el tema al debate y como resultado
se crearon leyes que hoy día sirven de referente para las mujeres, que
tratan de superar los problemas que genera la marginalidad.
Fotografía 5. Seminario Taller de consulta.
San Nicolás Santa Bárbara. 2003
36
En esta conferencia, se aprobó el documento “Estrategias de Nairobi
Orientadas Hacia el Adelanto de la Mujer”, enfatizando la importancia de
fortalecer la participación y el liderazgo, y resaltando la necesidad de
impulsar un trabajo conjunto entre los gobiernos, las organizaciones no
gubernamentales, el mundo académico y otros actores; que puedan
promover la participación de las mujeres en la formulación de políticas y
decisiones para el desarrollo.
La IV Conferencia Mundial celebrada en Beijing en 1995 exhorta una vez
más a los gobiernos, sociedad civil y comunidad internacional, a tomar
medidas estratégicas con relación a aspectos de especial preocupación, se
plantea nuevamente la desigualdad entre hombres y mujeres en el ejercicio
del poder y en la adopción de decisiones a todos los niveles; señalando la
falta de mecanismos suficientes para promover el adelanto de la mujer y la
falta de respeto, promoción y protección a los derechos humanos.
El proceso de establecimiento de una agenda internacional para el avance
en la equidad de género, impulsado por las Naciones Unidas; ha sido
acompañado por otras iniciativas regionales. Entre ellas destacan las
Cumbres Interamericanas celebradas en Miami en 1994 y la de Santiago
de Chile en 1998, las que han incluido compromisos explícitos de los
gobiernos dirigidos a aumentar la presencia de las mujeres en posiciones
de poder.
En el ámbito nacional, los compromisos derivados de la firma de estos
convenios internacionales, ha facilitado la creación de un marco legal e
institucional para impulsar acciones en la búsqueda de la equidad de
género (o la igualdad de oportunidades), así como la apertura de “cuotas”
de participación política de la mujer en los organismos de gobierno.
37
La Ley de Igualdad de Oportunidades propone reducir los obstáculos de
orden jurídico, político, sociocultural y económico, que limitan la
participación de las Mujeres en los espacios públicos, fortalecer su
liderazgo y las prácticas asociativas. Esta Ley ha sido el marco para la
definición de nuevas políticas orientadas a incrementar los beneficios para
la mujer, elevar sus niveles de productividad y eficiencia en el trabajo y su
participación en los procesos productivos y en el desarrollo comunitario.
La Secretaría de Agricultura y Ganadería formuló una Política para la
Equidad de Género en el Agro Hondureño 1999-2015, que fue aprobada
por el Consejo de Desarrollo Agrícola (CODA) en marzo del año 2000,
siendo la instancia responsable de su implementación la Dirección
Nacional de Desarrollo Rural Sostenible DINADERS. La misma contempla
la necesidad de asegurar a las mujeres rurales mayor igualdad en los
beneficios estatales y la cooperación para el desarrollo. Esta Política se
articula a la Política Nacional de la Mujer del INAM. Su objetivo es
“Institucionalizar y operacionalizar, a partir de planes sectoriales agrícolas,
un proceso que permita el fortalecimiento y la ampliación de
oportunidades económicas, sociales, políticas y culturales en igualdad de
condiciones a las mujeres rurales, a fin de reducir al año 2015 la brecha
de género existente en el agro hondureño”26
Para la implementación de esta política en los Programas y Proyectos
dirigidos al sector rural, la Secretaría de Agricultura y Ganadería elaboró
un Plan Estratégico con el objetivo de “Impulsar la incorporación del
enfoque de género como eje transversal a nivel programático, estructural y
26 Secretaría de Agricultura y Ganadería. Política para la Equidad de Género en el Agro Hondureño, Tegucigalpa: 1999.
38
operativo de los diferentes proyectos de la DINADERS, dentro del marco
conceptual del desarrollo humano sostenible con perspectiva de género y
la construcción de una nueva Ruralidad, basados en los ejes de equidad,
sustentabilidad, productividad y empoderamiento”27.
Este Plan Estratégico se propone concretar la ejecución de la Política,
convirtiendo el enfoque de género en un eje transversal de los proyectos
que se desarrollen para la zona rural. Se trata de una visión de largo plazo,
enmarcada en intereses estratégicos, por tanto contempla la inclusión de
la mujer rural en una perspectiva de desarrollo diferente a la que hasta
hoy se ha impulsado.
La Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente formuló la Política de
Equidad de Género 2000-2015 la que expresa: “Es impostergable la
participación plena de la mujer en la toma de decisiones relacionadas con
los recursos naturales, la energía, gestión ambiental, la conservación de
los suelos, la biodiversidad, el cambio climático, el ordenamiento
territorial, la protección de cuencas y en general con todas las medidas
encaminadas a la prevención de la contaminación y la reducción de la
vulnerabilidad del ambiente y cumplir con los compromisos suscritos por
Honduras, orientados a la eliminación de las distintas formas de
discriminación de la mujer”28.
La importancia de estas Políticas para la mujer rural estriba en el
reconocimiento de la necesidad de respetar su protagonismo como actora
del desarrollo, mediante el fomento e incremento de su participación social
27 Secretaría de Agricultura y Ganadería. Plan Estratégico de la Política para la Equidad de Género en el Agro Hondureño 2002-2006. Tegucigalpa: 2002. 28 Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente. Política de Equidad de Género 2000-2005 , Tegucigalpa: 2000.
39
y productiva de largo alcance, lo cual significa un gran avance al menos a
nivel propositivo para la búsqueda de la equidad y la democracia. Otro reto
no menos relevante, es la promoción de Políticas encaminadas a la
remoción de los obstáculos que, por razones de género, todavía enfrentan
las mujeres para lograr una participación más equitativa.
2.3 La mujer rural frente a procesos productivos
En las últimas dos décadas, a raíz de la agudización de la pobreza cobró
fuerza la implementación de proyectos de generación de ingresos
exclusivos para mujeres rurales, como la cría y cuidado de especies
menores, transformación de alimentos, elaboración de artesanías,
comercialización de bienes de consumo familiar y producción de
productos alimenticios en pequeña escala; como una prolongación de las
actividades que tradicionalmente ha desarrollado la mujer en el ámbito
doméstico. Una sobrecarga de trabajo que corre el riesgo de quedarse en la
reproducción y sostenimiento de las condiciones de marginamiento de la
mujer rural.
Actualmente, sin embargo, es posible observar mujeres rurales (pocas
todavía), vinculadas a pequeñas empresas en rubros no tradicionales, con
algún potencial económico y una dinámica productiva relativamente
sostenible.
Las mujeres rurales en el escenario actual, tienen relativamente más
opciones para convertirse en promotoras activas del desarrollo y receptoras
de sus beneficios. En esta investigación se logró contabilizar 53 actividades
productivas diferentes realizadas de manera individual o colectiva. En ellas
se aprecia un abanico de motivaciones, desde las optimistas, tesoneras,
40
con visiones de la vida y del trabajo de largo alcance, que exigen un
tratamiento diferente por parte del Estado y de las ONGs, en relación a su
involucramiento en los procesos de desarrollo; hasta las que se mantienen
a la expectativa, dependiendo de las ofertas que se le presentan. Entre las
primeras existen las que buscan trascender el espacio privado e
incursionar en el público ganando posiciones de liderazgo en la comunidad
y fuera de ella.
Un número creciente de mujeres se están vinculando a iniciativas locales e
institucionales de desarrollo, tanto en organizaciones de carácter
comunitario, como en proyectos productivos generadores de ingreso. Las
mujeres salen de su casa para capacitarse, algunas son seleccionadas
como enlace de las instituciones por el nivel que logran adquirir, sin que
ello signifique que se haya modificado las relaciones de poder en el interior
de la familia o la comunidad; con algunas excepciones, los roles
tradicionalmente asignados, se mantienen dentro de los estereotipos,
atendiendo construcciones genéricas.
Fotografía 6. Mujer alfarera Lenca, líder de la Comunidad de La Arada, Departamento de Valle. Enero 2003
41
2.4. Políticas del Estado que involucran a la mujer rural
Así como se requiere una política integral para abordar el tema género, se
requieren políticas diferenciadas para tratar el tema de las mujeres
rurales. “Un reto muy importante es la promoción de políticas
encaminadas a la remoción de los obstáculos que, por razones de género,
todavía enfrentan las mujeres para tener una participación más equitativa,
se tiene que partir de la nueva visión de la nueva Ruralidad y de la
equidad de género de las mujeres rurales, para presentar luego los
elementos políticos conceptuales y programáticos necesarios para la
implementación de propuestas alternativas”29.
2.4.1 Política Nacional de la Mujer
La institución responsable de la implementación de la Política Nacional de
la Mujer, es el Instituto Nacional de la Mujer, creado por Decreto No. 232-
98 el 11 de Febrero de 1999. Este Instituto tiene la responsabilidad de
“formular, promover y coordinar la ejecución y el seguimiento de la Política
Nacional de la Mujer y la integración de la misma al desarrollo sostenible,
así como los planes de acción que la operativicen”.
La Política Nacional de la Mujer: Primer Plan Nacional de Igualdad de
Oportunidades, promueve la creación de condiciones favorables para
superar las brechas de desigualdad que existen entre mujeres y hombres,
la promoción de oportunidades equitativas y el avance social, político,
económico y cultural de las mujeres.
29 IICA/CIDER. Género y la Nueva Ruralidad, 2000.
42
Como se explica a lo largo del documento, históricamente las mujeres han
contribuido de manera determinante a los procesos de generación de
bienes y servicios para la sociedad en el ámbito reproductivo y en el
sostenimiento de las economías de subsistencia; participando, aunque de
forma minoritaria, en sectores dinámicos de la economía.
La PNM reconoce que la problemática social y económica de las mujeres
rurales es compleja y multicausal, que demanda estrategias estatales de
carácter integral y sostenido, que deben partir del reconocimiento de las
mujeres como sujetas activas del desarrollo; con derecho a participar en
los procesos de formulación y ejecución de políticas socioeconómicas,
orientadas a crear condiciones favorables para mejorar la vida de las
mujeres, su acceso a la propiedad y su posición como actoras del
desarrollo.
La PNM se propone: formular, ejecutar y evaluar propuestas atendiendo
las necesidades y demandas de las mujeres; diseñar y ejecutar programas
y proyectos de formación para fortalecer las capacidades de producción y
comercialización de las mujeres en áreas tradicionales y no tradicionales;
incluyendo el comercio electrónico, negociación y aspectos jurídicos;
buscar la equidad de género en el acceso, uso y control de los recursos
productivos, reconociendo la condición histórica de desigualdad que
enfrentan las mujeres; vigilar porque se amplíe la cobertura y mejora de la
calidad y el acceso de las mujeres a los servicios de agua, energía eléctrica,
telefonía y radiocomunicaciones; implementar un sistema de titulación
expedito para asegurar la propiedad de la vivienda, la tierra u otros bienes
a nombre de la mujer y de la pareja, tal como lo dispone la Ley de Igualdad
de Oportunidades para la Mujer.
43
2.4.2 Política para la Equidad de Género en el Agro Hondureño 1999 -
2015
Fue formulada para ejecutarse en un período de 16 años por las
instituciones del Sector Público Agrícola: SAG, INA, AFE-COHDEFOR,
IHCAFE, SERNA, BANADESA, IHMA, FONAPROVI, bajo la coordinación de
la SAG como ente rector de las políticas del sector; cada institución
institucionalizará la perspectiva de género en todas las acciones que se
realicen para el desarrollo del sector agrícola y de la población rural.
La Política para la Equidad de Género en el Agro Hondureño se articula
con la Política Nacional de la Mujer, bajo la coordinación del INAM, es
dirigida a la población agrícola rural. La factibilidad de su implementación
depende de la articulación de sus lineamientos en el marco de acción
previsto en planes y políticas de gobierno. Se prevé la ejecución de
proyectos que incorporen efectivamente a las mujeres al proceso de
producción, organización, comercialización y desarrollo empresarial;
especialmente en aquellos rubros que presenten potencialidades de
desarrollo.
Los Principios de la Política son: igualdad de las personas en el área rural,
sostenibilidad en el uso de los recursos naturales, promoción de las
personas de modo que participen en el proceso de desarrollo y se
beneficien con él, eficiencia y eficacia en el desarrollo de acciones en busca
de la equidad de género y el desarrollo productivo del sector agrícola.
El objetivo general de la misma es institucionalizar y operacionalizar, a
partir de las actuales políticas y planes sectoriales agrícolas; un proceso
44
que permita el fortalecimiento y la ampliación de las oportunidades
económicas, sociales, políticas y culturales en igualdad de condiciones a
las mujeres rurales; a fin de reducir al ańo 2015 la brecha de género
existente en el agro hondureño.
Los ámbitos de acción de la política son: Fortalecimiento institucional,
Información estadística y no estadística para el sector agrícola, acceso y
control de los recursos productivos básicos, sector de la agroexportación
tradicional y no tradicional, manejo sostenible de los recursos naturales,
derechos y participación en la toma de decisiones y desarrollo humano
sostenible.
Esta Política para la Equidad de Género en el Agro Hondureño, se refiere a
la ausencia y presencia de las mujeres en los procesos económicos y
sociales en la zona rural, “intenta corregir la ausencia de las mujeres en
aquellos lugares públicos en que están presente los hombres”.30 Hoy día,
“cuando se intenta conseguir el objetivo de la inclusión es cuando se
descubre que la contrapartida de esta ausencia es la presencia de las
mujeres”31, la subvaloración del trabajo de la mujer empieza a ser
conocido.
En el año 2001 el Gobierno de la República presentó un Plan Estratégico
para la implementación de esta Política dividido en tres partes:
Construcción de una institucionalidad multisectorial para la Nueva
Ruralidad, Fomento e incremento de la participación social y productiva de
30 Mosser, Carolina. La Planificación de género en el tercer mundo: enfrentando las necesidades prácticas y estratégicas de género, 1991. 31ASTELARRA, JUDITH. Veinte anos de políticas de igualdad de oportunidades en España. (Conferencia Reducción de la Pobreza, Gobernabilidad, Democracia y Equidad de Genero). Managua: 2002.
45
las mujeres en el área rural, Participación Social y Política de hombres y
mujeres en forma equitativa y democrática.
El objetivo que se alcanzará al año 2015 es: “una ampliación de las
oportunidades para el desarrollo de la mujer rural”; a dos años de haberse
iniciado el proceso de implementación, los logros que se visibilizan están a
nivel de capacitación e incentivación a las mujeres rurales, para la
creación de pequeñas actividades productivas generadoras de ingreso, en
los proyectos adscritos a PRONADERS.
La política está en proceso de implementación a través de las diferentes
instancias adscritas a la SAG. En las consultas realizadas no quedó claro
cómo con las acciones que se realizan en PRONADERS, mediante la
ejecución de 15 Proyectos, se superará la desigualdad en el acceso a los
recursos productivos, cómo se transformarán los mecanismos que
sostienen las relaciones de desigualdad. Los proyectos se quedarán cortos
si no transcienden el enfoque productivo de cuantificación de acciones,
dada la magnitud de la realidad del desarrollo que es necesario impulsar.
Si no se orienta el rumbo de estos procesos hacia una transformación de la
mujer rural como actora del desarrollo, los logros serán muy limitados.
“El empoderamiento humano desde la perspectiva de género, no sólo trata
de encaminar a las mujeres a un mundo práctico y simbólico, sino a
generar la capacidad de transformar, criticar, reconstituir y re-significar la
vida. Para dar pasos en este sentido se necesita de la priorización de los
intereses prácticos y estratégicos de género”32. Esta es la importancia del
fortalecimiento de liderazgos en las mujeres rurales.
32 Mosser, Carolina. La Planificación de género en el tercer mundo: enfrentando las necesidades prácticas y estratégicas de género. 1991.
46
III. Caracterización General de la Situación de las
Mujeres Rurales
Según el Censo de Población y Vivienda realizado por el Instituto Nacional
e Estadísticas INE en el año 200133, la población femenina en el país
alcanzó una cifra de 3,304,386 que constituye el 50.6% del total nacional,
concentrándose en el área rural, 1,233,675 mujeres. La tasa de
crecimiento poblacional se estimó en 2.64. Los departamentos que tienen
una ligera diferencia a favor de la población femenina son Cortés y
Francisco Morazán.
La mayoría de las mujeres llevan sobre sus hombros más del 50% de la carga familiar.
“Únicamente un tercio del trabajo femenino es remunerado y el 34% de la fuerza laboral
femenina participa en el sector informal de la economía en condiciones difíciles, con
salarios inferiores al mínimo”34.
Fotografía 7. Mujeres líderes del Municipio de San Lucas. El Paraíso, elaboran el reloj de las 24 horas de la mujer rural. Fotografía Facilitada por el Proyecto PESA, Seguridad Alimentaria, 2002
33 INE. XVI Censo de Poblacional y V de Vivienda. Tegucigalpa: 2002 34 Gobierno de la República. Plan de Gobierno 2002-2006, capítulo V, Profundización de la Democracia y la Gobernabilidad, (numeral H, Equidad de Género). Tegucigalpa: 2001.
47
Fotografía 8. Reloj de las 24 horas de la mujer rural, San Lucas El Paraíso. Fotografía Facilitada por el Proyecto PESA, 2002
Las mujeres rurales trabajan un tercio más de horas que los hombres,
pero reciben una décima parte de los ingresos de éstos, según resultados
de una consulta realizada a mujeres por el Proyecto PESA de la Secretaría
de Agricultura y Ganadería.
De hecho las mujeres rurales no constituyen una población homogénea, se
vinculan a procesos productivos muy diversos de conformidad a factores
de edad, estado civil, respaldo familiar, escolaridad, etnia, etc. La mujer
joven sin niños ni cónyuge o dependientes, tiene una relativa movilidad
para buscar trabajo fuera de la comunidad, la mujer joven con cónyuge y
con hijos e hijas pequeños/as, tiene más limitaciones para incorporarse a
trabajos remunerados fuera de casa35.
Las mujeres mayores de edad con hijas adolescentes u otros familiares
adultos en casa, tienen más oportunidades de incorporarse activamente a
iniciativas de desarrollo individual o local; según lo observado en esta
35 Chiboga, M. R. Grynspan y L. Pérez. Mujeres de Maíz. San José: IICA, 1996.
48
investigación, las mujeres de tercera edad, dependiendo de su estado de
salud, son generalmente activas y contribuyen con el trabajo de la casa.
Fotografía 9. María de Jesús Sánchez, anciana de 94 años Remienda una cortina, Tapahuasca, San Lucas, El Paraíso,
Diciembre 2002
Una gran mayoría de mujeres rurales jóvenes dejan los y las hijos/as
generalmente con la madre, para buscar empleo fuera de su comunidad y
proveer ingresos al hogar. Casi todas las familias rurales tienen al menos
un miembro de la misma trabajando como asalariado/a lejos de casa,
como estrategia de sobrevivencia.
En términos generales las mujeres experimentan desigualdad en el acceso
al trabajo, bajos salarios, inestabilidad, discriminación en la selección y
promoción, poco poder de negociación con los empleadores; esta situación
se produce generalmente por la falta de conocimiento de ésta, sobre las
leyes que la protegen y sus derechos como trabajadora.
Las madres solteras enfrentan una mayor incidencia de pobreza, en el año
2002 en Honduras existían 129,188 hogares con jefatura femenina (INE
49
2002)36, que tienen una pobreza mayor (66%) que el nivel de pobreza que
tienen los hogares con jefatura masculina (58%).
El mejoramiento de la calidad de vida de las familias rurales deberá
empezar por romper las desigualdades de género, haciendo énfasis en las
necesidades, intereses y aspiraciones de las mujeres. La Política para la
Equidad de Género en el Agro Hondureño publicada por la Secretaría de
Agricultura y Ganadería (2002), maneja el discurso que las mujeres
constituyen un recurso humano fundamental para el desarrollo del Sector
Agrícola por lo que habrá que apoyarles en sus iniciativas.
3.1. Situación educativa
El país presenta en términos generales, grandes limitaciones educativas
en la zona rural. Según datos del INE37, el 29% de la población rural es
analfabeta no existiendo una mayor diferencia en cuanto a género. Los
mayores índices de analfabetismo en la población femenina, se presentan
en la población mayor de 35 años, las mujeres de 19 a 35 años de edad
son las que poseen mayor escolaridad (7 años), en comparación con el
resto de la población. Los años de estudio promedio que cursa la mujer
rural son 4.4 lo que representa una escolaridad ligeramente mayor que la
de los varones.
A comienzos de los años 60, el porcentaje de mujeres analfabetas en
Honduras era mayor que en los hombres, pero a comienzos de los 70, la
relación se invirtió, siguiendo un ritmo lento pero constante del 2 al 4%
36 INE. Vigésimo Tercera Encuesta Permanente de Hogares. Tegucigalpa: 2002 37 INE. XVI Censo de Poblacional y V de Vivienda. Tegucigalpa: 2002
50
(INE 2001)38, actualmente esta tendencia sigue presentándose. En el área
rural, las reducciones han sido bastante pronunciadas llegando a
alcanzar, en el caso de las mujeres, cifras entre un 10 y un 15% de
incremento de alfabetas. Esta información revela una mejoría importante
en el nivel educativo de la mujer que había estado siempre por debajo de
los porcentajes del hombre. Con frecuencia el incremento en los niveles
educativos en las mujeres conlleva un impacto positivo en el bienestar de
las familias.
El aumento en la incorporación de la mujer al sistema educativo formal, se
muestra en los últimos datos estadísticos del INE39, las mujeres han
tenido un mejoramiento significativo en los últimos 30 años, la tasa de
matricula combinada (primaria, secundaria y terciaria) en el año 2002 era
de 57.8%, la tasa de alfabetismo de 69.4% con 4.4 años de escolaridad
promedio. En términos comparativos la situación educativa de la mujer
rural va mejorando, se espera que el incremento de sus niveles educativos
contribuya a revertir la tendencia de pobreza observada actualmente.
En la década del 90, la participación de la mujer en el proceso de
desarrollo aumentó comparativamente en relación a las décadas
anteriores. En esta investigación se logró confirmar (mediante las
entrevistas), que la incorporación de la mujer al trabajo productivo
generador de ingresos, tiene como uno de sus objetivos más importantes
contar con recursos para la educación de los hijos e hijas, además del
mejoramiento de la alimentación y la salud familiar.
38 INE. INE. XVI Censo de Poblacional y V de Vivienda. Tegucigalpa: 2002 39 INE. INE. XVI Censo de Poblacional y V de Vivienda. Tegucigalpa: 2002
51
“Haciendo Pichinguitos he logrado educar a mis hijos a nivel de educación
secundaria, el mayor ya entró a la Universidad Pedagógica” (Entrevista a
Clara González, artesana de Yarumela, La Paz).
Fotografía 10. Señora Clara González, Comunidad de Yarumela, La Paz.
Producción Artesanal de objetos de barro. Noviembre 2002
Sobre la calidad de la educación y la inclusión del enfoque de género en el
sistema educativo formal, la Secretaría de Educación ha iniciado reformas
tanto en el sistema de enseñanza, elaboración de un nuevo currículo para
todos los niveles y la elaboración de nuevos materiales educativos que
contemplen de manera transversal la igualdad entre mujeres y hombres;
así mismo se esta tomando en cuenta la eliminación de estereotipos sobre
ambos géneros.
La Secretaría de Educación tiene pendiente la resolución del problema de
mejoramiento de la calidad de la educación en la zona rural, el ausentismo
de los y las profesores/as, programar los períodos de clases en épocas que
52
coincidan con las posibilidades reales de participación de la niñez que vive
en la zona rural y que participan activamente en los procesos de siembra,
cosecha, corta de café y otros.
3.2. Condiciones de salud
El logro de la salud es otro factor que influye en las condiciones de vida de
la mujer. A pesar que las mujeres rurales actualmente tienen menos hijos
que sus madres, persisten los altos niveles de natalidad. Según la
Secretaría de Salud40, la tasa de fecundidad en Honduras es de 4.1, lo que
contribuye a mantener vulnerable la salud de la mujer.
El comportamiento reproductivo de las mujeres rurales se ha caracterizado
por el inicio de la maternidad a edades muy tempranas. Según la Encuesta
Nacional de Epidemiología y Salud Familiar de 199641, entre 14 y 18 años
promedio las adolescentes inician la tarea de ser madres, arriesgando no
sólo su salud, sino la de sus niños o niñas, limitando también sus
oportunidades de educación. La atención prenatal y al parto siguen siendo
insuficientes en la zona rural.
La mujer rural adolescente tiene poco acceso a programas de educación
sexual que le permitan valorar los riesgos y la responsabilidad que contrae
con la maternidad, tanto para el niño o la niña que nace como para su
persona. Así mismo es importante considerar los efectos en su autoestima,
cuando por la maternidad temprana se ve limitada a continuar su proceso
de formación y desarrollo como persona.
40 Secretaría de Salud. Encuesta Epidemiológica y Salud Familiar. Tegucigalpa: 2001 41 Secretaría de Salud. Encuesta Epidemiología y Salud Familiar. Tegucigalpa: 2001
53
Lograr las condiciones de salud para la mujer rural y su familia es parte de
la búsqueda del desarrollo, de contar con una vida digna en el contexto
rural en el que les toca vivir.
Fotografía 11. Madre Adolescente Comunidad La Patastera, San Lucas, El Paraíso 2002
3.3. Vivienda y servicios básicos
El tema de la vivienda y los servicios básicos en Honduras ha sido
ampliamente estudiado. El 72.90%42 de comunidades rurales a nivel
nacional disponen de sistemas de agua, el 35.47% con cloración, una
cobertura real de letrinas del 67.00%, servicio de alcantarillado mínimo y
únicamente un 15% posee alumbrado eléctrico.
En el Análisis de Satisfacción de Necesidades Básicas, realizado por el INE
en su Vigésima Sexta Encuesta Permanente de Hogares 200243, se
destacan las siguientes cifras para el área rural:
42 SANAA. División de Investigación y Asistencia Técnica. Cobertura de agua y saneamiento. Tegucigalpa: 2003. 43 INE. Vigésima Sexta Encuesta Permanente de Hogares. Tegucigalpa: 2002.
54
• Honduras cuenta con 1,308,019 viviendas en el área rural, de las
cuales el 82% son propias. En el área urbana la vivienda alquilada
es 7 veces superior que en el área rural.
• El 45% de las viviendas están construidas de adobe, 48% poseen
piso de tierra. La vivienda rural es relativamente pequeña, con un
promedio de 2.9% cuartos y 5.1 personas por casa.
• Más del 65% de las viviendas no tienen acceso a la electricidad,
utilizando como alternativas energéticas, velas, ocote, candil o
lámparas de gas.
• 33% no cuentan con servicio sanitario, utilizando como alternativa,
letrinas con pozo negro o ningún tipo de eliminación de excretas
(Gráfica No2).
• Una de cada cinco personas en el país vive en condiciones de
hacinamiento.
Estudios realizados por la OPS han advertido que las condiciones de la
vivienda influyen en la salud de las personas. El piso de tierra, la falta de
agua potable y de servicios sanitarios se relacionan con ambientes
contaminados propensos a generar alta frecuencia de infecciones
gastrointestinales, el mal de chagas, y otras enfermedades.
55
Condiciones de la Vivienda Rural
Fotografía 12. Viviendas rurales. Departamento de Valle, enero 2003
La mujer y los/las niños/as, que pasan una buena cantidad de tiempo en
casa, están expuestos a ambientes fríos y húmedos y en otros extremos a
ambientes calurosos y polvorientos, por falta de condiciones adecuadas en
la vivienda.
Cocinar con leña es otro factor de riesgo para la salud de la mujer, los
niños y ancianos/as que pasan en constante contacto con el humo,
contraen afecciones en las vías respiratorias; actualmente más del 90% de
la población rural cocina en fogón, lo cual incide también en el deterioro
del medio ambiente.
Las condiciones de acceso a servicios básicos ha mejorado en el área rural,
pero aún persiste un gran porcentaje de familias viviendo en condiciones
precarias que afectan su salud y calidad de vida. (Encuesta Epidemiológica
y Salud Familiar 2001)44.
44 Secretaría de Salud. Encuesta Epidemiológica y Salud Familiar. Tegucigalpa: 2001
56
Gráfica No.2 Caracterización de la Vivienda Rural
CARACTERISTICAS DE LA VIVIENDA RURAL EN HONDURAS
31.80%
60.50%51.80%
84.70%62.10%
Eergia Electrica
Inodoro, Letrina
Llave detro de laVivienda/Propiedad
Piso de Tierra
Cocina con Lena
Fuente: Encuesta Nacional de Epidemiología y Salud Familiar 2001
3.3 Oferta de Trabajo y acceso a fuentes de empleo
El 51% del total de la población nacional está en edad de trabajar (tasa de
participación), en el caso de las mujeres rurales la oferta de trabajo es muy
reducida, según los datos estadísticos (22.5%) en comparación a la del
hombre (75.7%), igualmente su participación en la PEA, 277,683 en
relación a 960,084 de los hombres (INE 2002)45. El cuadro No.3 ofrece el
detalle.
45 INE. Vigésimo Sexta Encuesta Permanente de Hogares. Tegucigalpa: 2002
57
Cuadro No.3 Oferta Nacional de Trabajo
Características
Principales de la
Oferta de
Trabajo
Total
Nacional
Total
Urbano
Total
Rural
Población total 6,697,916 3,064,487 3,633,429
PET
Hombres
Mujeres
4,806,513
2,315,062
2,491,450
2,305,135
1,047,359
1,257,776
2,501,378
1,267,703
1,233,674
PEA
Hombres
Mujeres
2,444,807
1,649,802
795,005
1,207,040
689,718
517,322
1,237,761
960,084
277,683
Ocupados/as
Hombres
Mujeres
2,351,078
1,593,045
758,033
1,135,344
646,763
488,581
1,215,734
946,282
269,452
Desocupados/as
Hombres
Mujeres
93,729
56,758
36,972
71,696
42,955
28,741
22,033
13,803
8,231
Tasa
Participación
Hombres
Mujeres
50.9
71.3
31.9
52.4
65.9
41.1
49.5
75.7
22.5 Fuente: INE. Vigésima Sexta Encuesta Permanente de Hogares. Tegucigalpa: 2002.
Los datos anteriores hacen suponer que la mujer está aportando poco a la
economía del país, si los mismos se comparan con las 1, 233,674 mujeres
58
en edad de trabajar. Evidentemente existe un problema de subregistro,
pues solamente las maquilas y la agroindustria de exportación han
incorporado a los procesos productivos, más de 150.000 mujeres rurales.
La mujer rural busca contar con ingresos sostenibles, pero su acceso a la
tierra y a los mercados de bienes y servicios agropecuarios siguen siendo
muy limitados; la situación no ha cambiado sustancialmente desde que se
aprobó la Ley de Modernización Agrícola en 1992, en la que se estipula el
acceso a la tierra para la mujer. Esta situación la ha inducido cada vez
más a depender de los mercados de trabajo asalariado; las agroindustrias
y los cultivos de exportación que demandan mano de obra menos
calificada. Estos mercados de trabajo se han convertido en una opción
laboral que crece, demandando mujeres para realizar trabajos delicados
como la manipulación de la fruta, es el caso de los cultivos de exportación,
bananos, melones, sandías, etc., especialmente en los Departamentos de
Cortés, Comayagua, Choluteca y Valle.
Las maquilas están requiriendo mano de obra femenina joven en
cantidades considerables, lo cual está generando la migración rural-rural,
rural-urbana y rural-semiurbana. Una cantidad considerable de mujeres
campesinas se han trasladado a las ciudades para trabajar en las
maquilas como es el caso de Choloma y Villanueva en el departamento de
Cortés, aún cuando los ingresos sean bajos y se carezca de seguridad
social.
Las ramas de actividad económica donde se concentra más empleo, como
ocupación principal son: agricultura 38%, comercio 21%, industria 15%,
lo que hacen un total del 70% de la población económicamente activa. El
47% de los y las ocupados/as se vinculan a los procesos productivos como
59
asalariados/as y el 41% por cuenta propia; los ingresos promedio de las
personas ocupadas a nivel nacional son de Lps. 2,854 por mes, Lps. 3,807
en el área urbana, Lps. 1,800 en el área rural (INE 2002)46. La estructura
de la población hondureña es predominantemente joven e incide en que
cada persona ocupada tenga que mantener un promedio de 2.7 personas
(tasa de dependencia).
3.5. Participación de la Mujer en la generación de empleo.
En negocios agrícolas relativamente grandes, la participación de la mujer
rural es muy limitada, solamente el 5% de los productores agrícolas, son
mujeres. Según datos del Censo Nacional, la producción no agrícola en
pequeña escala es el área donde encuentran mayores opciones para
incursionar de manera independiente y generar empleo. A nivel nacional
sólo un 38% de las mujeres en edad de trabajar aparece efectivamente
incorporada al mercado de trabajo. La comercialización es unos de los
factores determinantes para la sostenibilidad de las actividades
productivas en las que se involucra la mujer rural y es uno de los aspectos
en los cuales presenta más debilidad.
Por su parte, los servicios comunales, sociales o personales representan
un total de 16.746 negocios de los cuales, 5.551 pertenecen a mujeres y
11.195 a hombres. En transporte, almacenamiento y comunicación, 981
negocios son de mujeres y 3.058 de hombres. Estos datos ilustran la
desigual participación de los géneros en actividades productivas
generadoras de ingreso en áreas de servicios comunales, transporte,
46 INE. XVI Censo de Poblacional y V de Vivienda. Tegucigalpa: 2002.
60
almacenamiento y otras, pero también dan cuenta cómo la mujer está
abriendo brecha en el tema de la empresa, aunque sea en pequeña escala.
La Política Nacional de la Mujer47 señala: “Las mujeres rurales se vinculan
a la producción, transformación y comercialización de productos
agropecuarios, acuícolas, forestales, artesanías, etc., para atender
especialmente las necesidades de alimentación, educación, salud,
vestuario de los y las hijas e hijos. En sus diferencias socioeconómicas y
étnicas, el aporte de la mujer constituye un bastión humano fundamental
en la búsqueda del desarrollo rural, como lo evidencia su creciente
participación en el ámbito económico- productivo”.
3.6 Acceso al Crédito
Las mujeres en general y especialmente las rurales, han tenido una débil
cobertura del crédito institucional o formal y un fuerte predominio del
informal, principalmente debido a la falta de acceso a garantías que
respalden el pago porque éstas suelen estar en poder de los hombres. Muy
pocas instituciones han dispuesto fondos para ellas con excepción de
ONGs financieras que ofrecen créditos solidarios, el PRAF, BANADESA y
otras, que en los últimos años han otorgado pequeños créditos para
grupos de mujeres, interesadas en la creación de Micro, Pequeñas y
Medianas Empresas MIPYMES.
Una importante cantidad de micronegocios de mujeres son tiendas de
consumo, para suplir el déficit que tiene la zona rural de acceso a los
mercados, especialmente de alimentos, considerado por ellas como uno de
los problemas que enfrenta la población rural.
47 INAM. Política Nacional de la Mujer. Primer Plan Nacional de Igualdad de Oportunidades 2002-2007. Tegucigalpa: 2002
61
Fotografías 13. Mujeres rurales de La Paz y La Esperanza que han obtenido crédito para sus
Micronegocios, tienda de consumo y panadería. Diciembre 2002
Para el Banco Nacional de Desarrollo BANADESA, principal banco del
Estado que ofrece créditos a la población rural, las mujeres constituyeron
durante los últimos años el 8.7%48 de la cartera de préstamos, con montos
promedio de Lps. 40.000 para grupos organizados de 10 personas, lo cual
representa en términos comparativos apenas un 10% del promedio que se
asigna a los hombres, reflejando claramente el problema de la
discriminación y marginamiento de la mujer rural en el acceso al crédito.
Hoy día la Confederación de Mujeres Campesinas plantean la importancia
de romper este techo y han logrado algunos avances.
Algunas ONGs Financieras cuentan con fondos de crédito especiales para
generación de pequeñas empresas lideradas por mujeres. El acceso al
crédito es muy importante para las mujeres rurales que no cuentan con
recursos propios para emprender actividades productivas, con fines de
mejoramiento de ingresos y de la calidad de vida para ellas y su familia.
48 PRONADERS. Proyectos de Desarrollo Rural Bajo Tutela del PRONADERS. Tegucigalpa 2001
62
3.7 Participación de la Mujer en Micro, Pequeñas y Medianas
Empresas
Un 52%49 de las microempresas rurales y urbanas en Honduras con
tamaño de menos de 5 personas tienen como propietaria a una mujer. La
microempresa es una ocupación mayoritariamente de mujeres. El 94% de
ellas lo hace bajo la forma de autoempleo, y el 57% se ubica en el estrato
de subsistencia. El 69% de las mujeres ocupadas laboran en el comercio
minorista u otros servicios, una cuarta parte se ubica en la manufactura y
solo un 6% en la dirección de procesos agrícolas.
El comercio minorista es el sector mas importante en la generación de
empleo para las mujeres, significando en el país un 29% del empleo
femenino (233 mil mujeres). 12% de las mujeres laboran como artesanas
y operarias. El 54% se encuentran en las edades plenamente activas,
entre 25 y 49 años. Las mujeres mas jóvenes con menor experiencia
representan el 31% de las mujeres ocupadas, tienen ingresos y jornadas de
trabajo menores pero crecientes y sin mayores diferencias con los
hombres. Los ingresos laborales y las jornadas declinan a partir de los 50
años. (PROMICRO/OIT 2002)50.
Con frecuencia las mujeres rurales jóvenes son contratadas para elaborar
productos que requieren habilidad, presteza y resistencia para soportar
largas jornadas de trabajo como es el caso de la fabricación de puros,
elaborados con hojas de tabaco, tal como se ilustra en la fotografía No. 14.
49 OIT. Proyecto Centroamericano de Apoyo a Programas de Microempresas. San José: 2002. 50 PROMICRO/OIT. La mujer Microempresaria en Honduras. Tegucigalpa: 2002
63
Fotografía 14. Mujeres del Departamento de Copán
por generaciones han elaborado puros.
De las mujeres que se incorporaron al mercado de trabajo como
trabajadoras independientes en el año 2001, el 93% correspondía a formas
de autoempleo, tanto en el ámbito agrícola como el no agrícola. El 60% de
las mujeres auto empleadas se ubican en el estrato de subsistencia, lo que
significa que el 92% de las auto empleadas manejan negocios de escasa
productividad. Un 31% de las mujeres microempresarias son jefas de
hogar (OIT 2002).
El 13% de las mujeres rurales se catalogan como trabajadoras familiares
no remuneradas (103 mil mujeres), el sector más grande de éstas está
ubicado en las actividades agrícolas, según el estudio de la OIT. Este dato
está referido igualmente a la falta de reconocimiento y valoración del
verdadero aporte del trabajo de la mujer rural.
De las mujeres rurales que se vinculan a procesos productivos, sea
agrícolas y/o ganaderos, muy pocas han podido participar en grupos
organizados. Uno de los factores determinantes, según las mujeres
64
consultadas, es la cantidad de tiempo que les ocupa el oficio doméstico
que les limita salir de casa; otro es el alto nivel de subordinación, la
actitud poco receptiva de los hombres para que ellas participen en
actividades que impliquen salir y vincularse con otras personas. La
mayoría de las mujeres que hoy están participando en organizaciones,
pasaron por grandes luchas internas y conflictos en el hogar para
integrarse a los grupos.
Solamente un 13.6% de mujeres rurales aparecen registradas en las
estadísticas incorporadas al sistema cooperativo nacional. Según el último
Censo de Cooperativas de la Reforma Agraria51, para el año 2001 había
unas 4,500 mujeres cooperativistas vinculadas al trabajo de la tierra, dato
sumamente bajo en comparación con los niveles de participación de la
mujer en la lucha por la tierra.
3.8 Incorporación a procesos productivos
Diversas investigaciones han confirmado que las difíciles condiciones de
trabajo de la mujer rural guardan relación con la falta de acceso a los
servicios básicos. Una gran cantidad de tiempo y esfuerzo invertido en el
trabajo doméstico se debe a la falta de agua, energía eléctrica, leña, etc.
Las actividades agrícolas en las que participa la mujer son muy poco
reconocidas, igualmente lo es la crianza de los hijos e hijas y el cuidado del
hogar.
La mujer rural enfrenta problemas de pobreza y discriminación singulares,
probablemente más agudos que los de las mujeres que viven las zonas
urbanas, tiene grandes desafíos para emprender el camino hacia su propio 51 INA Censo de Cooperativas de la Reforma Agraria. Tegucigalpa: 2001.51
65
desarrollo y el de su entorno. Les ha tocado asumir un rol protagónico en
la reproducción social, apoyando o dirigiendo la producción agrícola de
subsistencia muchas veces sola.
“La falta de recursos productivos y de capital, de capacitación, información
y participación en la toma de decisiones políticas y económicas genera el
progresivo empobrecimiento de las mujeres y de los hogares dirigidos por
éstas. Existe un reducido acceso y control de las mujeres sobre la tierra y
los servicios para la producción, como: comercialización, almacenamiento,
entre otros”52.
La PNM también sostiene que “los esfuerzos por elevar la productividad del
trabajo que realizan las mujeres y el mejoramiento de la competitividad de
sus pequeñas empresas, son aún deficitarios, es necesario realizar
acciones que permitan el ejercicio de los derechos económicos de la mujer
y la reducción de los índices de pobreza desde una perspectiva de igualdad
de oportunidades entre géneros”.
Los factores que producen y reproducen la pobreza a nivel rural, afectan
tanto a hombres como a mujeres, pero por razones de índole histórico-
social, cultural, de subordinación y marginamiento, repercuten en mayor
medida en la mujer.
La carencia de tierra en cantidad y calidad suficiente para las mujeres, se
convierte en un factor relevante; el bajo potencial productivo y el deterioro
ambiental son también agravantes, que ligados al limitado acceso a
tecnología apropiada, al crédito suficiente y oportuno, agua y por supuesto
52 INAM. Política Nacional de la Mujer, Capítulo Economía y Pobreza. Tegucigalpa: 2002
66
información sobre mercados; repercuten en un bajo nivel productivo de las
familias y un reducido nivel de ingresos.
Esta situación es planteada por la Política para la Equidad de Género en el
Agro Hondureña, en estos términos: “Desde un punto de vista operacional,
el problema de la inequidad de género se expresa en la falta de
correspondencia entre el nivel de contribución de las mujeres rurales al
desarrollo agrícola y rural y su desigual participación en los beneficios y en
el acceso a las oportunidades económicas, políticas, sociales y culturales”.
(PEGAH 2000)53.
Este problema tiene larga historia, el ajuste estructural impulsado por el
Estado en la década de los ochenta, impactó fuertemente en la población;
se produjo un incremento de la pobreza. Las mujeres asumieron gran
parte de las responsabilidades sociales que en cierta medida, dejaron de
ser atendidas por el Estado, salud, educación y otros servicio y el paso del
Huracán Mitch, empeoró la situación y por consiguiente la de la mujer
rural.
Otro factor importante que ha impactando negativamente en la mujer rural
y que en gran parte es generado por la crisis económica que se volvió
crónica, es la constante migración del campo, especialmente de hombres
hacia los centros urbanos y semiurbanos del país y hacia los Estados
Unidos, dejando a la mujer con la carga de la familia. Esta situación es
cada vez mas frecuente, presionando a la mujer a incorporarse a
actividades asalariadas o promoviendo pequeños negocios de subsistencia
para compensar la caída de los ingresos familiares.
53 Secretaría de Agricultura y Ganadería. Política para la Equidad de Género en el Agro Hondureña. Tegucigalpa: 2000.
67
Sobre la colaboración al ingreso familiar de los emigrantes hacia los
Estados Unidos, consultamos en la investigación a varias mujeres que
presentaron la situación, algunas manifestaron que su compañero les
envía poco, que no ajusta para cubrir todas las necesidades de la familia,
por lo que tienen que trabajar en diferentes actividades, otras han
mejorado las viviendas con las remesas recibidas y algunas no han
recibido apoyo porque sus maridos se casaron y se olvidaron de la mujer y
los/las hijos/as.
En la mayoría de las comunidades que entraron en la investigación, se
encontró que por lo menos una persona por familia, generalmente hombre,
ha salido en busca de empleo, algunos apoyan económicamente pero no
regresan, tocándole a la mujer la responsabilidad de terminar la crianza de
los hijos e hijas.
La idea de que es el hombre quien únicamente sostiene la familia dio paso
a que los más importantes beneficios de la cooperación para el desarrollo
se hayan canalizado para él, dejando a la mujer como beneficiaria
indirecta en la mayoría de los casos. Hoy la mayoría de las agencias de
cooperación internacional están planteando un tratamiento más igualitario
y nuevas estrategias de intervención para el apoyo a la mujer rural.
Algunas mujeres consultadas en la investigación han explicado que existen
instituciones, que llegan a las comunidades mostrando un mayor
reconocimiento de su trabajo y su rol en el sostenimiento de la familia,
con mayores oportunidades de capacitación y de participación en
pequeños proyectos productivos. Se mencionan, PROSOC, PRONADEL,
PESA, PROLANCHO. Estos vinculan a la mujer rural en actividades
relacionadas con agroindustria, elaboración de artesanía, ebanistería,
68
corte y confección, tiendas de consumo comunitarias, silos metálicos,
ventas de productos en pequeña escala y otras.
Estas mujeres están adquiriendo nuevas experiencias, seguramente no son
la mayoría, pero están buscando alternativas para enfrentar la pobreza;
generalmente de una manera distinta a lo que ha venido haciendo el
hombre vinculado a la tierra. Su compromiso con la vida las hace buscar
constantemente estrategias, especialmente para darle de comer a la
familia.
El 100% de las mujeres que se consultaron en esta investigación
aseguraron que invierten todos los ingresos que obtienen de las
actividades productivas, en atender las necesidades de la familia; lo cual
supone un fuerte cuestionamiento al supuesto papel del hombre como
único proveedor en el hogar.
Las tendencias de la atención institucional hacia la mujer rural, con
frecuencia se han sustentado en enfoques desarrollistas y paternalistas,
ella como reproductora de roles domésticos, reforzando las condiciones de
desigualdad. Por décadas las mujeres rurales en casi todo el país han
recibido asistencia de programas y proyectos con ese enfoque, tanto de
parte del Estado como de ONGs, con muy pobres resultados.
En uno de los recientes talleres de capacitación del Proyecto PESA en San
Lucas, El Paraíso; un grupo de mujeres realizó un análisis sobre los
problemas que enfrentan, destacándose la falta de recursos económicos y
de empleo, las dificultades para sostener la producción de la parcela, falta
de agua para riego; el problema del machismo de los hombres que no les
69
permiten ser libres para capacitarse, movilizarse y buscar otras
alternativas de vida, etc.
Fotografía15. Situación de la Mujer desde su perspectiva.
Proyecto PESA, San Lucas, El Paraíso. Enero 2003
Un considerable número de mujeres consultadas en esta investigación a lo
largo del país, manifestaron la aspiración de aprender corte y confección.
Las que ya han sido capacitadas, expresaron que los conocimientos y las
experiencias adquiridas les han dado la apertura y la motivación de
incursionar en nuevas actividades.
Este ha sido el caso de los actuales grupos de mujeres bordadoras de
Guajiquiro en el Departamento de la Paz, que fueron primeramente
capacitadas en corte y confección y actualmente han emprendido con éxito
una pequeña empresa de bordados y, a algunas mujeres jóvenes les ha
servido para trabajar en las maquilas.
70
Fotografía 16. Manteles Bordados. Mujer de Guajiquiro, La Paz. Diciembre 2002
El saldo de estas experiencias se cuantifica y cualifica en términos de
aprendizaje, las mujeres han tenido la oportunidad de encontrarse con
personal técnico capacitado y facilitadores/as, la posibilidad de entrar en
procesos de capacitación, recibir asistencia técnica y económica, de
interactuar con mujeres que enfrentan los mismos problemas y compartir
vivencias, la experiencia de buscar formas de reordenamiento de los
tiempos, reconocerse con capacidades, destrezas y creatividad. A través de
estas opciones se les ha abierto la oportunidad de incorporarse a nuevos
proyectos y nuevas formas de asociación, una mujer entrevistada
manifestó: “Si no fuese por esas oportunidades, difícilmente las mujeres
saldríamos de la casa”.
El problema que se presenta en términos de desarrollo de la mujer rural
con equidad, con este tipo de proyectos, es la reproducción y
sostenimiento de las condiciones de marginamiento; no se trata de realizar
más actividades que sobrecarguen de trabajo a las mujeres, sino de
generar en la mujer y en la familia, las capacidades para un verdadero
desarrollo integral y sostenible con equidad e igualdad de condiciones.
71
Muchos proyectos no tienen claro este enfoque, lo que limita la
sostenibilidad de las acciones que emprenden en el área rural.
Algunas mujeres, muy pocas todavía, que han logrado salir de la
subordinación y el marginamiento, hoy forman parte de movimientos de
mujeres a nivel nacional, de organizaciones comunitarias y de asociaciones
productivas, de bienes y servicios, aportando al desarrollo rural.
En las zonas estudiadas se encontró a instituciones que lamentan no
haber obtenido una respuesta más participativa por parte de la mujer
rural a los proyectos. En términos generales el problema tiene que ver con
las limitantes planteadas. En la Investigación encontramos algunos
proyectos interesados en redefinir las estrategias de intervención
comunitaria y el enfoque de género, para ser consecuentes con los
mandatos de las políticas agrícolas, pero no siempre cuentan con los
equipos técnicos capacitados y comprometidos para realizar esta
facilitación, por lo que el papel orientador del desarrollo se reduce a tareas
y pequeños proyectos puntuales.
Las mujeres son emprendedoras, luchan por sacar adelante su familia,
buscando oportunidades de obtener ingresos de una manera
independiente, necesitando capacitación y una orientación clara para tener
mayor acceso y control de los recursos productivos. La meta para ellas es
mejorar los niveles educativos para las hijas y los hijos y tomar sus
propias decisiones dentro de la familia y en el medio que les rodea.
En esta investigación se encontró que muchas mujeres han tenido la
oportunidad de capacitarse, porque llegaron a acuerdos con el compañero
de hogar y las hijas mayores quienes asumieron temporalmente el cuidado
72
de la familia; según las entrevistadas el hombre cambia de opinión cuando
visualiza que los resultados van a ser positivos para la economía de la
familia. El cambio cultural se produce lentamente, por lo que es necesario
valorar los tiempos y plazos para obtener resultados sostenibles.
La contribución activa de la mujer rural al combate a la pobreza, obliga a
repensar estrategias institucionales de intervención comunitaria, el
hombre deberá participar también de procesos de concienciación sobre el
tema género y desarrollo; algunos proyectos como PESA, ya lo están
haciendo, aunque por lo reciente de la iniciativa todavía no se pueden
medir resultados, pero el proceso está resultando interesante y de gran
importancia para las mujeres.
Sobre este tema Judith Astelarra54 considera que “los cambios no se
producirán si los hombres no cambian también”. Se trata de reconocer el
valor de la mujer, las dramáticas e injustas condiciones en que con mucha
frecuencia, cumple su papel de madre, de compańera, productora,
ciudadana y de constructora de vida, familia y sociedad.
“El desarrollo rural tiene rostro de mujer”, es un mensaje del Programa
Nacional de Desarrollo Local de Honduras PRONADEL, como un
reconocimiento al aporte de la mujer rural a la reducción de la pobreza y
un recordatorio que la mujer constituye el 51% del total de la población
nacional. El proceso de posicionamiento de la mujer rural como actora de
desarrollo está obligando a replantear las formas tradicionales de enfrentar
la pobreza en Honduras.
54 Astelarra, Judith. Veinte años de Políticas de Igualdad de Oportunidades en España. (Conferencia Reducción de Pobreza, Gobernabilidad, Democracia y Equidad de Género). Managua: 2002
73
Fotografía 17. Mujer indígena Lenca, San José, Guajiquiro
Febrero 2003
La mujer rural que está incursionando en la formación de pequeñas
empresas, muchas de ellas artesanales, enfrenta grandes problemas para
entrar al mercado nacional e internacional en condiciones competitivas,
por falta de capacitación, crédito, asistencia técnica, acceso a la tierra, etc.
El gran desafío de las mujeres rurales que luchan por combatir la pobreza
es lograr interactuar en un modelo de desarrollo económico basado en una
economía de mercado globalizado, economías abiertas, competitivas y
tecnificadas, que buscan calidad, cantidad y diversificación de productos;
para la mujer rural este entorno económico es complejo y desconocido,
solamente en condiciones de cooperación y formando cadenas productivas
y alianzas estratégicas, podrá convertirse en una oportunidad.
Honduras ha entrado en la economía abierta, ha suscrito y está por firmar
otros convenios (TLC), para formar parte de alianzas comerciales con
varios países; en consecuencia, le toca prepararse para competir con
productos de alta demanda, con calidad y diversificación, sean
agropecuarios, artesanales o de servicios. La reconversión productiva está
siendo una prioridad para el país. Existen mujeres rurales que están
74
acumulando experiencias en esta dirección, pero aún no están preparadas
para competir en forma sostenible en el mercado internacional.
Fotografía 18. Alimentos Procesados, Mujeres organizadas de La Esperanza, Intibucá. Enero 2003
Este es un momento oportuno para que las mujeres rurales, bajo
condiciones de igualdad reciban apoyo, para que se preparen a ingresar a
los mercados internacionales. Existen valiosas experiencias sobre
diversificación productiva y mejoramiento de la calidad en casi todos los
departamentos del país, que se pueden potenciar a través de estrategias
que tengan en cuenta las necesidades diferenciadas de las productoras
rurales.
La mayoría de las mujeres rurales están viendo como se modifica el mundo
en que se desenvuelven, algunas aprendiendo a darle valor a su trabajo,
elevando su autoestima, mejorando sus ingresos. La presencia
institucional en la zona rural ha facilitado la apertura de nuevos espacios
para las mujeres y promovido alguna vinculación con los distintos sectores
de la economía.
Al potenciarse las capacidades de la mujer rural como actora de desarrollo
y mejorar su condición integral, no sólo se estará contribuyendo a
75
aumentar la productividad y por lo tanto la competitividad y la viabilidad
económica del país, sino que se aseguran cambios de vida dignos para las
nuevas generaciones, al fortalecer en los hijos e hijas sus capacidades para
salir de la pobreza.
Podríamos afirmar que la mayoría de mujeres rurales han acumulado
lecciones aprendidas en los diversos proyectos, experiencias que han
permitido iniciar nuevas formas de emprendimiento y relacionamiento
humano, valorar sus propias capacidades personales, elevar su autoestima
y vinculase a diversos procesos productivos generadores de ingreso.
3.9 Tenencia de la tierra
Una de las mayores expresiones de la desigualdad de género en Honduras,
ha sido el derecho al acceso a la tierra. La inseguridad en la tenencia de la
tierra, especialmente para los y las pequeños/as productores/as, es un
problema que ha generado conflictos y frenado el desarrollo agrícola del
país. La mujer ha dado y sigue dando la lucha por el derecho a la tierra y a
la búsqueda de alternativas a la pobreza, éste es uno de los más
importantes propósitos de la Confederación de Mujeres Campesinas.
El acceso a la tierra es hasta hoy día, limitado y discriminatorio,
entendiéndose como acceso a la propiedad debidamente legalizada con
control sobre la misma para que la mujer disponga de ella de conformidad
a sus intereses y necesidades.
Uno de los resultados más importantes de las luchas de las mujeres
rurales tanto campesinas como indígenas, ha sido la inclusión explícita de
la mujer en las Leyes Agrícolas. La Ley de Modernización Agrícola de 1992
76
señala que la mujer tiene derecho a la tierra en igualdad de condiciones y
oportunidades que el hombre. La Política para la Equidad de Género en el
Agro enfatiza la importancia de la inclusión de la mujer rural como
beneficiaria del apoyo estatal e institucional en general.
La implementación de estas Leyes ha requerido cambios en las estrategias
y los mecanismos institucionales para el sector rural, capacitación a
funcionarios y personal técnico. Los logros de estos esfuerzos no se
cuantifican ni cualifican actualmente, pero han sido diseminados por la
constante movilización del personal de las instituciones, sin una
focalización expresa y sin medir el impacto social, lo que ha dado como
resultado una débil aplicación del articulado legal.
Hace falta además que las mujeres rurales conozcan estas leyes y velen
por su aplicación. Una gran mayoría de las consultadas en la
investigación, después de muchos años de aprobadas la Leyes y Políticas
no han hecho uso de ellas para su beneficio por desconocimiento de las
mismas.
La Ley de Modernización del Sector Agrícola55 en su artículo No 79,
designa a hombres y mujeres como beneficiarios/as, con igualdad de
derechos. Las mujeres pueden ser adjudicatarias de tierra si son solteras
mayores de 16 ańos o casadas o en unión de hecho; en este caso, si la
pareja lo solicita, el título de propiedad puede salir a nombre de ambos.
No obstante, los resultados concretos en la adjudicación de tierras para
beneficio de la mujer, siguen siendo limitados.
55 SAG. Ley de Modernización del Sector Agrícola. Tegucigalpa: 1992
77
Según datos proporcionados por el Instituto Nacional Agrario (2002)56,
desde el año 1983 a diciembre del 2002 se otorgaron 47,303 títulos
equivalentes a 345,816.98 hectáreas a mujeres y 140,124 títulos y
974,035.67 hectáreas a hombres, en 16 departamentos del país, como se
detalla en las gráficas 3 y 4. Lo anterior significa que las mujeres
solamente tuvieron acceso al 25.2% del total de títulos y al 26% de las
hectáreas adjudicadas.
GRAFICA 3
Hectáreas de Tierra entregadas desde 1983 a Diciembre 2002
HECTAREAS DE TIERRAS ENTREGADAS DESDE EL AÑO 1983 A DICIEMBRE DEL 2002
0
20000
40000
60000
80000
100000
120000
140000
ATLANTID
A
COLON
COMAYAGUA
COPAN
CORTES
CHOLUTECA
EL PARAIS
O
FCO.MORAZAN
GRACIAS A D
IOS
INTIB
UCA
LA P
AZ
LEMPIR
A
OCOTEPEQUE
OLANCHO
SANTA BARBARA
VALLEYORO
SECTOR INDEPENDIENTEHOMBRES HectareasSECTOR INDEPENDIENTEMUJERES Hectareas
Fuente: Elaboración propia con datos de INA a Diciembre 2002
56 INA. Registros Estadísticos. Tegucigalpa: 2002
78
GRAFICA 4
Titulación de Tierras 1983-2002 comparación por Género
TITULACION DE TIERRAS DESDE EL AÑO 1983 A DICIEMBRE DEL 2002
0
2,000
4,000
6,000
8,000
10,000
12,000
14,000
16,000
18,000
20,000
ATLANTID
A
COLON
COMAYAGUA
COPAN
CORTES
CHOLUTECA
EL PARAISO
FCO.MORAZAN
GRACIAS A D
IOS
INTIB
UCA
LA PAZ
LEMPIR
A
OCOTEPEQUE
OLANCHO
SANTA BARBARA
VALLE
YORO
SECTOR INDEPENDIENTE HOMBRES Titulos
SECTOR INDEPENDIENTE MUJERES Titulos
Fuente: Elaboración propia con datos de INA a Diciembre 2002
En 1992 se constituyó un comité nacional para la incorporación de la
mujer al uso de la tierra, con el objetivo de programar y coordinar las
actividades necesarias para dinamizar el proceso, así como el acceso al
crédito, a la asistencia técnica, con fines productivos. Se acordó adjudicar
tierras a grupos de mujeres, analizar y adecuar los diferentes mecanismos
de crédito de acuerdo a las necesidades de las mujeres, sin embargo, los
cambios no han sido los esperados.
Hoy día continúan los reclamos de las Organizaciones de Mujeres
Campesinas, por incumplimiento de esos acuerdos, las mujeres rurales
siguen teniendo limitaciones para acceder a la tierra y otros beneficios que
se derivan.
79
La Confederación de Mujeres Campesinas sigue demandando al INA el
cumplimiento de la Ley en términos de:
• Titulación de tierras
• Dotación de tierras
• Asistencia técnica y capacitación
• Crédito agropecuario
• Apoyo a comercialización de los productos.
3.10 Acceso a crédito para las mujeres rurales
Muy pocas mujeres rurales han tenido acceso al crédito para agricultura,
siendo coincidente con el reducido acceso a la tierra y a los bienes
productivos. La institución a la que suelen acudir es el Banco Nacional de
Desarrollo Agrícola BANADESA, generalmente los préstamos que solicitan
las mujeres son por montos pequeños, los cuales no resultan rentables
porque incrementan los costos de operación y por ende son menos
atractivos para los bancos; además, una limitante significativa ha sido la
falta de garantías formales que los bancos exigen que las mujeres no
pueden cumplir.
Las mujeres que se han interesado en obtener créditos bancarios han
enfrentado limitaciones, derivadas del analfabetismo, poca claridad para
identificar alternativas de producción viables, rentables y adaptadas a sus
condiciones, falta de seguridad para incursionar en nuevas actividades
productivas, falta de tiempo para participar en grupos o asociaciones
productivas (Concepción Betanco)57 .
57 Entrevista a Concepción Betanco, presidenta de la Junta Directiva de la Confederación de Mujeres Campesinas. Febrero 2003
80
En la práctica las mujeres que tienen poca tierra, o no la tienen, o no
están asociadas, no pueden cumplir con las condiciones establecidas por
los bancos u otras instituciones que ofrecen créditos. No usan crédito
formal por falta de elegibilidad, siendo la barrera principal la falta de
garantías. Una situación distinta se encontró en la Cooperativa La
Sureñita, las mujeres consultadas afirmaron que actualmente tienen más
posibilidades de obtener créditos por montos considerables, debido al
capital que tienen invertido en la producción de marañón.
Según datos proporcionados por las organizaciones de mujeres
campesinas, las principales actividades que demandan crédito son:
• Adquisición de insumos para la producción
• Adquisición de equipos para mejorar la producción
• Compra de productos para la comercialización (pequeños negocios)
• Recursos para cubrir emergencias familiares.
3.10.1 Bancos Comunales y Cajas Rurales de Ahorro y Crédito
Considerando las limitaciones de acceso al crédito con la banca privada y
estatal, se han creado las Cajas Rurales y los Bancos comunales y
aprobado la Ley que regula las OPDs Financieras que facilitan apoyo
crediticio a la población, con respaldo económico internacional.
Los Bancos Comunales son la modalidad de intermediación financiera no-
bancaria más conocida a nivel nacional, que opera en áreas rurales entre
pobladores de bajos recursos. Considerando las facilidades para tener
acceso, las mujeres rurales han encontrado en ellos la posibilidad de
81
iniciar sus pequeños negocios. Son entidades promovidas por ONG's con
fondos de la cooperación internacional.
De mantenerse la tendencia de crecimiento, para finales del año 2003
habrán unos 600 Bancos Comunales en todo el país, manejando ahorros
con un valor de Lps. 20 millones aproximadamente que beneficiarían a
unas 18,000 personas en las comunidades más pobres.
3.10.2 Cajas Rurales de Ahorro y Crédito (CR)
Las Cajas Rurales de Ahorro y Crédito son empresas comunales integradas
y gestionadas por familias rurales, que ofrecen servicios financieros a sus
socios y personas particulares. Constituyen una de las modalidades de
intermediación financiera no bancaria más importante, con presencia en la
mayoría de los departamentos del país. Se amparan en el Decreto
Legislativo No. 201-93 del 13 de Octubre de 1993 "Ley de Cajas de Ahorro
y Crédito Rural"58. A mediados del año 2,000 habían unas 3,000 cajas en
las áreas más pobres del país, integradas por unos 65,000 miembros,
manejando un capital de Lps 14 millones, para un promedio de Lps 5,900
por caja.
La mayoría de las mujeres consultadas en la investigación, conocen los dos
sistemas de crédito y ahorro y muchas se mantienen vinculadas a uno de
ellos de manera activa. Reconocen su importancia como alternativa a las
necesidades comunitarias tanto productivas como de orden familiar, pocas
mujeres todavía tienen cuentas de ahorro, distinguiéndose porque pagan
más rápido los préstamos que los varones, aún con montos similares.
58 Honduras. Congreso Nacional. Ley de Cajas de Ahorro y Crédito Rural. Decreto Legislativo No. 201-93, 13 Octubre 1993. Tegucigalpa: 1993
82
3.11 Acceso a Capacitación
La capacitación y los servicios de asistencia técnica agrícola dirigida a las
mujeres rurales, se iniciaron en los años cincuenta, según datos del
Instituto Nacional Agrario, estos fueron ejecutados por medio de la
Secretaría de Recursos Naturales, el INA y complementados por el Instituto
Nacional de Formación Profesional INFOP.
En 1980 se creó en el Programa Nacional de Extensión Agropecuaria de la
SAG, una sección de cooperación con la mujer y la juventud rural, la cual
posteriormente se orientó a la parte productiva. Hoy día la cooperación
internacional y las ONGs, han ampliado esta oferta, superando el aporte
del Estado en la implementación de programas y proyectos de desarrollo
rural con una mayor inclusión de la mujer en procesos de capacitación.
Al posibilitarse la inclusión de la mujer en procesos de capacitación y
desarrollo se espera a mediano y largo plazo, una reconversión de la crisis
rural. La Estrategia gubernamental de Reducción de la Pobreza ERP
también plantea la necesidad de invertir en capital humano, en el
fortalecimiento de la mujer, para elevar el nivel de ingresos y la
diversificación de la producción a nivel nacional.
Algunas mujeres rurales se están capacitando actualmente para
trascender las actividades tradicionales, especialmente producir y procesar
alimentos; se han vinculado a una amplia gama de rubros, algunas con
inversiones a nivel de capital fijo (infraestructura) y capital circulante, con
fondos de préstamos para: procesar carne de cerdo, sembrar marañón,
83
plátanos, camarón, ampliar el rubro artesanal en calidad y nuevos
diseños, procesar lácteos, construir silos, etc.
Otras, la mayoría, trabajan en forma individual, con inversiones
personales, o con préstamos de menor cuantía que obtienen a través del
Estado, de ONGs, o de prestamistas. Los rubros son variados, desde la
compra y venta de pescado, elaboración de casabe, flores de tusa, papel
orgánico, cultivo de flores naturales, etc. En todos los casos las mujeres se
capacitan y siguen atendiendo la crianza de los hijos e hijas y los
quehaceres de la casa.
Los temas de capacitación más frecuentes se han orientado a preparar a la
mujer para que incursione en nuevas actividades productivas o fortalezca
las que conoce, incorpore calidad, nuevos diseños, etc., en la elaboración
de artesanías de barro con diferentes formas y colores, elaboración de
envasados de frutas, encurtidos, elaboración de flores y objetos de tusa,
jabones, shampoo, procesamiento de semillas y tubérculos, medicina
natural, siembra y venta de flores naturales, elaboración de tejidos,
bordados, café orgánico, elaboración de papel orgánico, procesamiento de
lácteos, procesamiento de alimentos, medicina natural curativa y
preventiva, silos para almacenar granos, cría de aves criollas, cerdos y
otras especies menores, tiendas de consumo, tejidos, bordados,
elaboración de vinos, elaboración de velas de parafina, pesca y
comercialización de pescado, elaboración de artesanías de junco, tule,
yute, etc.
La mayoría de las mujeres rurales participan en los procesos de
capacitación con entusiasmo e interés, para muchas han marcado una
nueva etapa en sus vidas, elevando su autoestima.
84
La mujer rural es:
Luchadora, esposa o compañera, madre y productora agrícola, cría ganado
y cultiva, cosecha, elabora, comercializa y prepara los alimentos. La mujer
rural cultiva productos para el consumo familiar y colabora en la
producción de cultivos comerciales, con frecuencia carece de tierra y
trabaja únicamente como asalariada. Las mujeres rurales también son
extensionistas agrícolas, especialistas agropecuarias y empresarias, lo que
evidencia su aportación esencial al desarrollo rural.
3.12 Las mujeres indígenas
Las mujeres indígenas constituyen un importante sector de la población
rural hondureña. Actualmente existen ocho grupos étnicos reconocidos:
Lencas, Tolupanes, Garífunas, Misquitos, Pech, Tawuahkas, Chortis e
Isleños (comunidades negras de habla inglesa), constituyendo una rica
diversidad étnica dispersa a lo largo del territorio nacional, que representa
un promedio de medio millón de habitantes.
Las poblaciones Garífunas se ubican al norte del país en 53 comunidades,
los Misquitos en 84 comunidades en el departamento de Gracias a Dios;
los Lencas en 612 comunidades en los departamentos de La Paz, Valle,
Intibucá, Lempira y Ocotepeque; los Pech (Payas) con 1,600 habitantes
ubicados en Olancho y Gracias a Dios; los Tawahkas (Sumos) en 7
comunidades en el Patuca, Olancho; los Xicaques (Tolupanes) en 143
85
comunidades en los departamentos de Yoro y Francísco Morazán; los
Chortis con 3,500 habitantes en Copán y Ocotepeque.
Las poblaciones indígenas en su mayoría enfrentan graves problemas de
pobreza, practican una economía de subsistencia basada principalmente
en el cultivo de maíz, frijoles, yuca, papa y plátanos. Las principales
fuentes de ingreso provienen de la venta de una parte de su producción en
los mercados locales, algunos aprovechan en pequeña escala, productos
no maderables de los bosques, extraen resina de pino, plantas
medicinales.
Actualmente la mayoría de las etnias se encuentran en una fase de
ladinización, pese a ello, en algunas comunidades Lencas del
Departamento de Lempira, particularmente en Goascotoro, se ha iniciado
un proceso de reivindicación de la etnicidad; al norte del país, el pueblo
Garífuna (incluyendo Belice, Guatemala, Honduras, Nicaragua y el Caribe),
logró que la UNESCO reconociera su cultura como patrimonio de la
humanidad, como una medida para mantener sus tradiciones.
En esta investigación consultamos a las mujeres indígenas lencas
ubicadas en los departamentos de La Paz, Lempira, Santa Bárbara,
Intibucá, Valle y a las Garífunas de Atlántida y Colón, acerca de su nivel
organizativo, su contribución a la economía rural y manejo de los recursos
naturales.
Las mujeres indígenas comparten junto a las campesinas y negras,
similares problemas de marginamiento y exclusión; aunque su situación
de rezago es generalmente más aguda. Según estudios realizados por la
Secretaría de Salud, los padecimientos físicos de estas mujeres son
86
mayormente de origen infeccioso y parasitario, vinculados a la falta de
agua potable, viviendas en mal estado, entornos insalubres, etc.
Varias ONGs como La Comisión Cristiana de Desarrollo CCD y el Programa
TRAMIL para Centroamérica, están facilitando procesos que fortalezcan el
uso comunitario de plantas medicinales en los Departamentos de Intibucá,
La Paz y Santa Bárbara con las mujeres lencas y en los departamentos de
Atlántida y Colón con las garífunas, con fines de mejoramiento de las
condiciones de salud. En Centro de Investigación TRAMIL Centroamérica
ha realizado estudios sobre los conocimientos de las mujeres indígenas en
relación al manejo de los recursos naturales, manejo y reproducción de
plantas medicinales, salud reproductiva, embarazos, alumbramiento,
concepción, mitos y ritos propiciatorios de la fertilidad, herbolaria,
prácticas y procedimientos ginecológicos, con el propósito de recuperar las
tradiciones y el conocimiento de las poblaciones indígenas y la función que
cumplen en las comunidades.
Las terapeutas indígenas son mujeres reconocidas en las comunidades
rurales por su pericia en el tratamiento de enfermedades y en la atención a
partos, la Secretaría de Salud ha reconocido su labor en las zonas más
aisladas del país, algunas han sido capacitadas. Su importancia radica en
la actitud de servicio que asumen, sean parteras, yerberas, sobadoras,
curanderas, hoy representan uno de los bastiones donde con mayor fuerza
se conserva el conocimiento indígena. El aporte de estas mujeres a la
salud de la población, resuelve en parte el problema de la falta de acceso
al sistema oficial de salud y al encarecimiento de los servicios médicos.
La mujer indígena es una trabajadora activa y silenciosa, su aporte a la
economía familiar ha estado por siglos invisibilizado con muy pocos
87
cambios a lo largo del tiempo, hoy día existe un mayor conocimiento de
esta situación, en parte por el aporte institucional. Trabajan la agricultura,
en tareas de siembra y de recolección de cosecha, cría de animales
domésticos, elaboración de artesanías, tejidos de vistosos colores, etc.
Actualmente las poblaciones indígenas lenca están recibiendo mayor
asistencia externa.
Fotografía 19. Mujer indígena Lenca, tejedora de pañuelos de lana Comunidad de San José, Departamento de la Paz. 2002
Un grupo de mujeres lencas de Quebrada Honda en Intibucá, se han
organizado para detener el deterioro de los recursos naturales en la zona,
bajo la dirección de la Alcaldía Municipal. Aprovechando ese espacio
colectivo, discuten sobre los problemas de las sequías, la escasez de agua,
leña, la pérdida de los animales silvestres y su impacto en las condiciones
de vida. Han decidido retomar las costumbres ancestrales sobre el cuidado
de la naturaleza. La mujer indígena es apreciada por los conocimientos
que posee acerca de la utilización sostenible de los recursos naturales, la
conservación de suelos, agua, manejo de plagas y conservación de los
recursos naturales.
88
Participan en actividades comunitarias y en los rituales, casi siempre
dirigidos por los hombres. Un estudio realizado con las mujeres lencas en
el ańo 2000 (Oseguera M. y Torres C.)59 destacó que en aquellas
comunidades que presentan un alto grado de expulsión migratoria, las
mujeres indígenas son las que en general se quedan a cargo de la familia.
Las líderes que han recibido capacitaciones sistemáticas por parte de
ONGs, han ampliado los márgenes de acción pública, por lo que es más
frecuente hoy encontrar mujeres indígenas formando parte de directivas
comunales.
La población lenca es y ha sido muy industriosa, a lo largo del tiempo ha
generado una producción artesanal muy variada, arraigada en sus
tradiciones y rituales, lo cual representa una gran riqueza para Honduras.
Algunas instituciones cooperantes les acompañan a recuperar las
tradiciones, otras hacen énfasis en la seguridad alimentaria, en el
fortalecimiento a la producción artesanal, entre ellas: la Comisión
Cristiana de Desarrollo CCD, el PRAF, FAO Lempira Sur, Programa
Especial de Seguridad Alimentaria PESA, FOPRIDEH, CIPE Consultores y
otras.
59 Oseguera de Ochoa, Margarita y Torres, Corina. Biodiversidad y Comunidades Indígenas Lencas en Honduras. Tegucigalpa: 2001.
89
Fotografía 20. Mujer Indígena de Goascotoro, Intibucá, Cultivos de Plantas Medicinales en el Huerto. Enero 2003
IV. RESULTADOS DE LA INVESTIGACION
4.1 Participación de la Mujer Rural en la Producción Agrícola
Se ha comprobado que la mujer rural desempeña un rol fundamental en la
producción agrícola en pequeña escala, especialmente en granos básicos,
pero este aporte ha sido muy poco reconocido. La mujer rural por lo
general no administra la producción agrícola, a menos que ella sea la
dueña o responsable directa cuando el hombre emigra o se queda viuda.
Comparte las tareas con los hijos e hijas y otros miembros de la familia.
Muchas mujeres solas con acceso a tierra para cultivo, que tienen hijos e
hijas pequeńos/as, se ven obligadas a contratar fuerza de trabajo que les
ayude en la atención de la parcela. La siembra demanda generalmente un
trabajo igualmente compartido del hombre y la mujer, aunque éstas
realicen además las tareas de la casa.
90
Según un testimonio de una mujer campesina (Maria Ochoa comunidad
Valle de Angeles), “Las mujeres de por aquí realizamos el mismo trabajo que
el hombre, porque la mujer agarra el azadón y trabaja a la par del hombre,
luego de haber hecho el oficio de la casa y hace el trabajo de la casa
después de venir de trabajar con el hombre en el campo, ahora las mujeres
hacen hasta sus propios abonos, son mujeres organizadas que se agrupan y
hacen hasta ese trabajo”.
La agricultura en cualquier escala que sea, demanda el empleo de un
importante esfuerzo físico, aunque no siempre las actividades productivas
demandan una gran cantidad de mano de obra. Muchas mujeres
desarrollan la fuerza necesaria para atender el trabajo de la parcela, igual
realizan otras actividades productivas, elaboración de artesanías, crianza
de aves, cerdos, conejos, procesamiento de alimentos, etc. Estudios
realizados por el IICA y la FAO han constatado el importante aporte de la
mujer en las actividades de poscosecha como el transporte,
almacenamiento en silos o en trojas, el secado, la selección, el empaque y
otras tareas.
La participación de la mujer no esta restringida a cultivos específicos ni a
cultivos para el autoconsumo, en la investigación se constató que la mujer
incursiona en todo tipo de cultivos y algunas ya están pendientes de lo que
demandan los mercados de las ciudades. Las mujeres del Municipio de
Valle de Angeles por ejemplo, cultivan hortalizas como tomate, chile,
cebolla, repollo, pepinos, rábano, remolacha, lechuga y otros productos,
porque tienen mucha demanda en Tegucigalpa; la mayoría vende
directamente en la ciudad o a otras mujeres intermediarias que tienen
puestos de venta en los mercados de la capital.
91
Generalmente la mujer rural a diferencia del hombre, prefiere vender
directamente en sus comunidades a los consumidores y en ocasiones a los
compradores que llegan a las localidades, porque invierte menos tiempo en
el proceso, se les facilita el transporte y el pago es inmediato, pero enfrenta
el agravante de vender a precios mas bajos que los del mercado, porque
generalmente no conoce sobre éstos ni como calcularlos.
En esta investigación se constató que los precios de los productos son
asignados por referencia de los precios locales, sin contabilizar el trabajo
personal invertido. Estas formas de venta limitan la posibilidad de la mujer
a recibir precios justos por sus productos, limitándola a mejorar los
ingresos de la familia, manteniéndola en la sobrevivencia. Las mujeres
rurales productoras no tienen acceso a información sobre precios ni a
espacios de negociación para vender sus productos; esta situación no es
de su exclusividad, forma parte del marginamiento que enfrenta la
población rural en su conjunto.
El trabajo de la mujer rural en la agricultura, no es justamente
remunerado o no se remunera en ninguna forma, no se contabiliza, ni se
valora socialmente. Algunos programas y proyectos de instituciones
públicas y privadas reproducen y legitiman esta situación, al manejar el
trabajo de las mujeres productoras agrícolas de una manera marginal,
asignándoles pocos recursos de apoyo y excluyéndolas de los programas de
asistencia técnica. La Política para la Equidad de Género en el Agro hace
referencia a esta problemática.
En las actividades pecuarias en pequeńa escala se da el patrón del trabajo
compartido entre el hombre y la mujer, la mujer apoya en el ordeño, el
cuidado y la alimentación de los animales. La ganadería menor ha sido y
92
es una actividad que atienden las mujeres. Según las consultadas, los
hombres son los que reciben las capacitaciones sobre ganadería que
ofrecen la Secretaria de Agricultura y Ganadería y otras instituciones, pero
ellas también atienden el ganado.
En la avicultura es la mujer junto a los menores de la casa, la responsable
de la alimentación de las aves y la recolección de los huevos y es quien
exclusivamente se encarga de la venta de las gallinas y los huevos. Cuando
se trata de producciones avícolas más grandes, destinadas al comercio, las
mujeres se asocian con otras, usan galpones grandes y un tratamiento
tecnificado para aves, sean ponedoras o de engorde. En el Valle de
Jamastran en el Departamento del El Paraíso, las mujeres consultadas
han tenido éxito en la crianza de gallinas; han recibido capacitación,
asistencia técnica y financiamiento del Proyecto PRODERCO de la SAG, las
mujeres se encargan de todo el proceso de atención de las aves, solamente
acuden a los hombres para que construyan los galpones.
Históricamente la mujer rural ha participado en la producción agrícola,
pero la dimensión de su aporte no ha sido valorada ni registrada en las
estadísticas tal como se alude a lo largo de este documento. Hoy día se
percibe más interés por parte del Estado en conocer los problemas de
marginamiento y exclusión que enfrenta la mujer rural vinculada a
actividades agrícolas, por el impacto negativo que tiene para el desarrollo.
La inequidad de género en el agro se expresa mayormente en la falta de
correspondencia entre su nivel de contribución al desarrollo agrícola y
rural y la desigual participación en los beneficios y el acceso a
oportunidades económicas, políticas, sociales y culturales.
93
Debido a la inequitativa distribución de la tierra en Honduras, la mayoría
de la población rural únicamente tiene acceso a parcelas de reducido
tamaño, estas se han distribuido en mayor número a los hombres. En esta
investigación se constató que estas pequeńas unidades de producción
agropecuaria son vitales para enfrentar las necesidades de alimentación de
la familia. Es en estas parcelas donde se produce buena parte de los
alimentos que se consumen a nivel nacional que generalmente no se
venden por excedente sino por la necesidad de comprar otros bienes para
la sobrevivencia, o por falta de condiciones para almacenar. Las mujeres
dedicadas a la producción de granos básicos del Valle de Jamastrán,
lamentan que no están recibiendo el apoyo necesario por parte del Estado
para salir adelante.
Un estudio realizado por Brenda Kleysen y Fabiola Campillo (1996)60 sobre
la importancia del trabajo de las productoras de alimentos en 18 países de
América (entre ellos Honduras), encontró que las estadísticas oficiales
sobre empleo, no reflejan en su exacta dimensión la participación de la
mujer en el sector agropecuario. En efecto, las estimaciones surgidas de la
investigación revelan que su participación es dos a cinco veces superior a
lo que muestran las estadísticas nacionales.
Otro estudio realizado por el BID y el IICA en 199661, sobre Las
Productoras Agropecuarias afirma, que las pequeñas unidades de
producción agropecuaria son simultáneamente unidades de producción
económica y de reproducción social. La supervivencia familiar exige llevar
a cabo todas las tareas involucradas en ambas funciones.
60 Kleysen Brenda y Fabiola Campillo. Productoras de Alimentos en 18 Países de América Latina y el Caribe. Perspectivas, Género y Desarrollo Rural. 1997 61 Kleysen, Brenda. Ed. Productoras Agropecuarias en América del Sur. San José: BID/IICA, 1996.
94
Las mujeres lencas de Intibucá son reconocidas porque siembran papa,
entre otros cultivos comestibles y medicinales; es frecuente que ellas sean
las responsables de todo el proceso productivo, hasta su comercialización.
Los tubérculos como la yuca que producen las mujeres garífunas del norte
del país, para elaborar el casabe, son con frecuencia cosechados por ellas
mismas, ocupándose también de su procesamiento y venta.
En el cultivo de algunas plantas textiles como la palma de junco, la fibra
de tule y la siembra de frutales fuera del predio de la casa, la participación
de las mujeres es limitada, pero es ella por tradición junto a los niños y
niñas, la responsable del proceso de recolección y procesamiento hasta la
elaboración de objetos. Algunas mujeres consultadas en la investigación,
aún no se reconocen a sí mismas como trabajadoras agrícolas, consideran
que su trabajo en la agricultura es un aporte complementario de escaso o
ningún valor, entre sus responsabilidades no contabilizan el tiempo
dedicado a la parcela. Es probable que no exista ninguna mujer rural en
Honduras que no sepa cómo se prepara la tierra, siembra y cosecha los
alimentos, considerando la permanente vinculación que tiene con el
proceso productivo.
En varias regiones del país la producción de granos básicos ha entrado en
crisis, por el poco acceso a la tierra y a la asistencia técnica, limitados
recursos para la siembra y el alto grado de deterioro de los suelos, los
cambios climáticos y la falta de agua; las cosechas se han reducido
sustancialmente, departamentos que otrora eran los que abastecían el
mercado nacional, hoy no producen lo suficiente ni para consumo local.
Esta situación puede cambiar si se ponen en práctica condiciones
favorables, por ejemplo, en algunas comunidades de los municipios del sur
95
del departamento de Lempira se registra en los últimos años un
incremento importante en la producción de maíz, por los cambios que se
están implementando en los métodos de siembra en ladera y el control de
las quemas en los campos de cultivo.
Según datos proporcionados por las campesinas y los/las agrónomos/as
que laboraron con el Proyecto Lempira Sur, hoy en manos de la Secretaría
de Recursos Naturales, existe relación entre el uso de la técnica del manejo
del rastrojo, consistente en la recuperación y mantenimiento de la
vegetación natural en las laderas para retener el suelo y la humedad y la
siembra de maíz en laderas entre los arbustos (guachipilin y aceituno);
dando como resultado un incremento en el rendimiento por manzana de
tierra cultivada. La participación de la mujer en estas actividades de
manejo de la parcela es muy importante, conoce la técnica de conservación
(rastrojo) y valora sus beneficios, tanto por el incremento de la producción
como por la disponibilidad de leña.
“La adopción de tecnologías de manejo de suelos como no quema, labranza
mínima, barreras vivas, distanciamiento de siembra, manejo de rastrojos,
ha contribuido al incremento de la producción y la productividad de los
pequeños y medianos productores en los Municipios del sur de Lempira.
Alrededor de 1,000 familias lograron incrementar sus rendimientos
promedio en maíz de 21 quintales a 48 quintales, en parcelas de dos
manzanas; en fríjol de 6 quintales a 14 quintales en parcelas de media
manzana” (Lempira Sur 2000)62. Durante el levantamiento de la
información se logró observar a grupos de mujeres en las parcelas,
recolectando maíz y extrayendo leña.
62 FAO. Lempira Sur 1994-1998, Informe de Experiencia. Tegucigalpa: 2000
96
Fotografía 21. Parcela de Maíz con rastrojo. Sur de Lempira. Enero 2003
Las diferentes formas de inserción de la mujer al sector agrícola ya han
sido estudiadas anteriormente, Martínez y Rosales63 registran seis
tendencias mas frecuentes de inserción de las mujeres a la producción
agrícola, en esta investigación hemos corroborado que se mantienen
vigentes:
1. Trabajo en forma individual o colectiva para el autoconsumo
familiar o de subsistencia (producción de hortalizas y frutas,
pecuaria de especies menores), aportando una proporción
significativa a la ingesta alimentaria familiar. El trabajo colectivo se
vincula a la Reforma Agraria.
2. Apoyo al trabajo agrícola del esposo o compańero de hogar quien es
el responsable principal de la actividad.
63 63 Martínez María Antonia y Rosales Sara Elisa. El Acceso de la Mujer a la Tierra en Honduras. San José: Fundación Arias,1995.
97
3. Realización de tareas en la producción, procesamiento y
comercialización en pequeńa escala, individual y colectiva.
4. Participación en actividades forestales: recolección de leńa, frutas,
fibras naturales, plantas medicinales y similares, que al ser
transformadas en alimentos, medicamentos y otros, representan
ingresos monetarios para la familia. La generación de ingresos es
reducida.
5. Proletaria rural o asalariada. La participación de las mujeres es
significativa en las empacadoras de bananos (52% son mujeres),
gana salarios inferiores al de los hombres en jornadas de 12 horas.
6. Miembras de cooperativas agrícolas en el marco de la Ley de
Reforma Agraria. Su participación ha sido limitada, en 1989 solamente
un 15.4% eran mujeres.
4.2 La mujer rural vinculada a otros rubros agrícolas.
La caficultura ha sido uno de los primeros espacios de empleo de la mujer
rural, desempeñando un rol muy importante en el período de corte de la
fruta. Según datos proporcionados por el Informe sobre Desarrollo
Humano Honduras 200264, la participación laboral femenina en el cultivo
de café representa aproximadamente el 60%. El café forma parte del sector
agro exportador tradicional, se produce generalmente en pequeñas
parcelas.
64 PNUD. Informe sobre Desarrollo Humano Honduras 2002. Tegucigalpa: 2002
98
Las mujeres rurales también se incorporan como asalariadas en las
plantas empacadoras de banano y camarón y en las plantaciones de melón
y sandía, representando el 40%. La fuerza de trabajo de la mujer es
apreciada especialmente en el volteo de frutas, recolección y empaque.
Las mujeres desarrollan en pequeńa y mediana escala agroindustrias
caseras, generalmente derivadas de las actividades agrícolas. En la
investigación se encontró a mujeres que elaboran productos de sábila en
los departamentos de Santa Bárbara y El Paraíso, ellas mismas siembran
la planta, la cuidan y recolectan las hojas para elaborar shampoo y
enjuagues para el pelo.
4.3 Huertos Familiares y Seguridad Alimentaria
El huerto familiar es un espacio productivo de extraordinaria importancia
para la familia rural hondureña, ha sido el entorno que por naturaleza ha
acompañado la vivienda y ha dado vida al campo. En adecuadas
condiciones de suelos, agua y clima, se convierte en un valioso
complemento de la dieta alimenticia de la población rural. Constituye un
espacio productivo altamente apreciado por la mujer en el que invierte
gran parte de su tiempo.
“El huerto es como un refugio para disipar los problemas cotidianos”,
según testimonio de una mujer entrevistada.
99
Fotografía 22. Mujer Campesina en su huerto, una forma De riego por goteo. Santa Bárbara. Enero 2003
Los huertos, como pequeńas unidades de producción, se desarrollan en los
alrededores de las viviendas bajo el cuidado de la mujer y los menores, la
cosecha es generalmente utilizada para el consumo familiar. Un huerto
puede albergar vegetales, legumbres, plantas medicinales, flores, frutas,
ganadería menor, conejos, cerdos, aves, etc.
Los cultivos más comunes que se observan en los huertos a nivel nacional,
son las musáceas, cítricos y mangos; la otra parte del huerto, la
conforman los animales domésticos, siendo la gallina la más común. La
cría de cerdos y ganado vacuno ha disminuido sustancialmente por la
alimentación y los espacios que requieren y por la precariedad de las
condiciones económicas de la familia. Fotografías 23. Vivienda sin huerto por falta de agua. Huerto reducido al límite. Enero 2003
100
En algunas regiones del país, particularmente en el departamento de Valle
los huertos habían casi desaparecido en la época en que se levantó la
información de campo (Noviembre, Diciembre, Enero, Febrero), en otros
departamentos como el sur de Francisco Morazán, algunos municipios de
El Paraíso y Choluteca, este espacio productivo se redujo sustancialmente
a unos cuantos árboles frutales, como resultado de los prolongados
veranos y la falta de agua para regar.
La situación es resentida por las mujeres consultadas ya que ello limita
las posibilidades de sostenibilidad alimentaria de la familia y la pérdida de
una tradición.
El factor agua para la vida de la población rural, debe ser objeto de mayor
atención por parte de los organismos competentes del Estado,
considerando la progresiva reducción de este elemento y sus fuentes, en la
zona rural; el agua es un recurso vital para el desarrollo.
Mantener la siembra de hortalizas, verduras, frutas, flores, tubérculos,
plantas medicinales, granos básicos en pequeńa escala, papas y otros
comestibles responde generalmente a ecosistemas con mayor incidencia de
lluvias y a la intervención de Programas y Proyectos de desarrollo rural que
invierten en infraestructura para riego.
La variedad de los cultivos depende también de las zonas ecológicas del
país, la yuca por ejemplo que utilizan las mujeres garífunas para elaborar
el casabe se produce en mejores condiciones en la zona atlántica.
101
Fotografía 24. Plantación de yuca
Comunidad de Corosal, Atlántida. Diciembre 2002
El cultivo del huerto en condiciones adecuadas beneficia directamente a la
familia, es una ayuda para la alimentación y cuando se presenta una
buena cosecha se vende. Los ingresos obtenidos suelen ser administrados
por la mujer.
Este espacio productivo complementa la alimentación de la familia, cuando
se dan las condiciones de calidad de suelo, acceso al agua para riego,
condiciones climáticas adecuadas, herramientas e insumos agrícolas,
tecnología apropiada. Según estudios realizados por la FAO, existe relación
entre la calidad de vida de las familias que tienen huertos con abundantes
y diversos productos y las que no lo tienen.
El huerto que históricamente acompañó muchas viviendas rurales en
Honduras, se está perdiendo en varias regiones del país, especialmente en
el Sur, parte del Centro y de Oriente. Casi todos son temporales como se
observó en esta investigación, dependen del agua de lluvia para
sostenerse, muy pocas plantas resisten las sequías prolongadas. Esta
pérdida es uno de los problemas más graves que afectan a la población
rural y su economía. Bajo las condiciones actuales de escasez de agua,
casi 7 meses al año, es difícil que esta alternativa alimentaria, se convierta
102
en una opción para la población rural, a menos que se realicen grandes
inversiones para instalar sistemas de riego y mejoramiento de la calidad
del suelo. Muchos huertos solo existen en épocas de invierno.
Fotografía 25. Vivienda aldea Municipio de Nacaome, Valle. La mayoría de las viviendas de la zona no tenían huerto en Enero 2003
Este espacio productivo ha sido de mucho interés para las mujeres
rurales, por la necesidad de contar con alimentos de acceso inmediato
para la familia; una enorme cantidad de recursos económicos y humanos
se han invertido con este propósito, pero los resultados han sido muy
reducidos. Las mujeres rurales son protagonistas en el tema de la
seguridad alimentaria, enfrentando además de las condiciones de pobreza
y pobreza extrema, los problemas que se derivan de la escasez de
alimentos íntimamente vinculada a la escasez de agua, tanto para riego
como para consumo humano. El Estado, la FAO y otras agencias de
cooperación internacional, siguen buscando alternativas que viabilicen el
tema del huerto, por considerarlo básico en relación al acceso de alimentos
para la familia rural pero no se logran resultados de largo plazo, por las
condiciones anteriormente apuntadas.
El Proyecto Lempira Sur, en el Departamento de Lempira, inició
operaciones en 1988 con el propósito de restaurar la capacidad productiva
103
de una de las zonas más afectadas por la pobreza, poniendo énfasis en los
mecanismos de protección y aprovechamiento de los recursos hídricos y en
la formación de conciencia sobre los efectos en los sistemas productivos y
el manejo adecuado de los recursos naturales.
En 1995 la orientación de este Proyecto se centró en la finca y la
microcuenca, incorporando como eje central a la familia y la comunidad.
La meta fue mejorar la disponibilidad y el acceso de la población a los
alimentos básicos. Hoy día se puede observar un considerable número de
mujeres de esa zona, vinculadas directamente a la producción de granos
básicos, lácteos, hortalizas, alimentos procesados, artesanías en barro,
silos de metal y otros. Venden y compran productos en las comunidades
fronterizas con la Republica de El Salvador.
Fotografía 26. Mujeres del Municipio de Olocingo, Lempira Comercializando productos con El Salvador, cruzando el Río Lempas. Enero 2003
Algunas agroindustrias caseras de alimentos envasados extraen los
insumos de los huertos y la producción de la parcela; elaboran
especialmente encurtidos que tiene alta demanda en las comunidades,
especialmente en el verano cuando escasea el alimento; por ello se ha
convertido en una actividad que genera ingresos para la mujer. La mayoría
104
de las pequeñas empresas de envasados son de subsistencia, de
autoempleo, no están registradas oficialmente ni tienen control de calidad.
Algunas mujeres del sur del Departamento de Lempira están vendiendo
estos productos en la frontera con El Salvador, con buena demanda.
Este departamento sigue siendo señalado como uno de los más pobres del
país con un bajo índice de desarrollo humano y menor índice de
potenciación de género; sin embargo, los aspectos observados en esta
investigación, en siete municipios del mismo (Cololaca, Guarita, San Juan
Guarita, Mapulaca, Tomalá, Candelaria y Tambla, reflejan una situación
diferente en lo relativo a la reactivación de actividades productivas.
El Programa Especial para la Seguridad Alimentaria en Honduras PESA,
con el apoyo de la FAO y la Agencia Española de Cooperación
Internacional AECI, está promoviendo un proceso comunitario para
asegurar la alimentación en los Municipios de San Lucas, San Antonio de
Flores y Morolica, al sur oriente del país, con el propósito de aumentar la
disponibilidad de alimentos mejorando el acceso a los mismos, incidiendo
en los sistemas de producción con el uso de tecnologías sostenibles y el
manejo adecuado de los recursos naturales.
Este programa ha involucrado activamente a la mujer en el cultivo de
huertos, el procesamiento de alimentos, y la ganadería menor,
capacitándolas sobre estos aspectos, así como también sobre la
problemática local y el tema mujer y desarrollo.
105
Fotografía 27. Mujer Campesina de San Lucas, El Paraíso. Participando en recolección de hortalizas. Fotografía de PESA
Una de las dificultades más graves que enfrentan las mujeres rurales son
los bajos índices nutricionales, especialmente en los niños y niñas,
derivado de las condiciones de pobreza y pobreza extrema. En los últimos
años en Honduras se han tenido que importar alimentos por los limitados
resultados de las cosechas y la producción en general, encareciendo la
canasta básica. El tema de la alimentación ha ocupado a expertos e
involucrado a muchos proyectos, sin que hasta hoy se hayan visto
resultados significativos.
Por casi 50 años la FAO ha intentado posicionar el tema de la distribución
de tierra para producir alimentos en los gobiernos de todo el mundo, los
objetivos más importantes han sido que los países produzcan suficientes
alimentos para la población, con calidad y en la cantidad necesaria. La vía
ha sido la inclusión de la mujer rural en la diversificación de huertos
familiares, asistencia técnica a la producción de granos básicos, etc. para
abaratar el costo de los alimentos. En Honduras también se han hecho y
se siguen dando estos esfuerzos como lo constatamos en los
departamentos de Lempira y El Paraíso.
106
Fotografía 28. Mujeres Campesinas, madre e hijas de San Lucas, El Paraíso. Se capacitan en producción de hortalizas en su huerto. Dic. 2002
4.4 VINCULACION DE LA MUJER RURAL A ACTIVIDADES NO
AGRICOLAS GENERADORAS DE INGRESO
Un considerable número de mujeres rurales al no tener acceso a la tierra
para agricultura y a sus bajos rendimientos han tomado la decisión de
formar pequeñas empresas, la mayoría de ellas de subsistencia, como
alternativa para generar ingresos; es a través de éstos que se busca cubrir
las necesidades de la familia: mejoramiento de viviendas, la escuela y
colegios.
La búsqueda de un balance genérico en la distribución de las
oportunidades, está facilitando que la mujer rural hondureña acceda a
nuevos conocimientos, destrezas y habilidades; no sólo motivada por los
alimentos y bienes de consumo para la familia, sino porque valora es costo
de oportunidad para su propio desarrollo. El manejar sus ingresos, tomar
las decisiones sobre qué hacer con ellos, le está permitiendo a la mujer
rural elevar su autoestima.
107
Muchas mujeres rurales están organizadas o están intentando hacerlo. Se
les encuentra vinculadas a una amplia gama de rubros, algunas con
inversiones considerables de capital fijo (infraestructura) y capital
circulante, con fondos de préstamos que han pagado o están pagando,
como La Sureñita que procesa semillas y pasas de marañón, las que
procesan carne de cerdo, las que siembran y comercializan camarón en el
mercado internacional, las alfareras Lencas, las que procesan lácteos,
construyen silos, etc.
Otras con menores inversiones y préstamos pequeños, elaboran pan,
dulces, compran pescado, elaboran casabe, confeccionan flores de tusa,
papel orgánico, cultivan flores naturales, etc., también incursionando en
actividades que les generen ingresos, generalmente módicos, pero que
contribuyen a elevar un poco sus niveles de desarrollo humano.
Las actividades más comunes que realizan las mujeres que se consultaron
en esta investigación fueron: elaboración de artesanías de barro con
diferentes formas y colores, elaboración de envasados de frutas,
encurtidos, elaboración de flores y objetos de tusa, jabones, champúes,
procesamiento de semillas y tubérculos, siembra y venta de flores
naturales, elaboración de tejidos, bordados, café orgánico, elaboración de
papel orgánico, procesamiento de lácteos (quesos y mantequilla),
elaboración de alimentos (rosquillas, dulces, comida, rosquetes, tajaditas
de plátano, casabe), medicina natural curativa y preventiva, silos para
almacenar granos, cría de aves, tiendas de consumo, tejidos, bordados,
elaboración de vinos, elaboración de velas de parafina, comercialización de
pescado, elaboración de artesanías de junco y yute, etc.
108
Fotografía 29. Galpón para Gallinas ponedoras. El Paraíso Fotografía 30. Gallinas Ponedoras. El Paraíso.
Grupos de mujeres de Villa Santa. Enero. 2003
La valoración del trabajo de la mujer en el campo es parte fundamental en
la búsqueda de alternativas para combatir la pobreza, como actora de
desarrollo, merece un trato justo en el acceso a la tierra y otros medios de
producción.
4.5 OTRAS ACTIVIDADES PRODUCTIVAS
GENERADORAS DE INGRESOS
4.5.1 Alfarería Lenca
La mujer lenca tiene una trayectoria de varios siglos en la elaboración de
cerámica y utensilios de barro. Las alfareras lencas se ubican en los
departamentos del sur, centro y occidente del país, en donde el barro es
un bien altamente considerado por su utilidad en la alfarería. Las mujeres
han transmitido de generación en generación los procedimientos para la
elaboración de vasijas de diferentes tamaños, estilos, acabados y colores.
Existe una cierta especialización por zonas geográficas de las alfareras a
nivel nacional.
109
“En Honduras la alfarería de tipo tradicional prehispánica es una actividad
eminentemente femenina, desarrollada en la región central, occidental y en
la costa pacifica de Honduras, amplia área de asentamiento del pueblo
Lenca: Goascorán, Guajiquiro, Camasca, La Campa, La Arada, y muchos
otros. Actualmente enfrenta el problema de apropiación por parte de
particulares de los terrenos de donde se extrae la arcilla”65
La fabricación de alfarería es esencialmente manual, utilizando como
materiales la arcilla, agua, una mesa de trabajo, horno y leńa. Existen
varias técnicas para la elaboración de objetos: vaciado orbital, enrollado
sencillo, enrollado compuesto, enrollado orbital sencillo y compuesto,
moldeado convexo, moldeado cóncavo, moldeado plano, oloteado,
vueleteado, alisado, raspado. Otras técnicas complementan el acabado,
pulido o bruńido, engobe, impresión total y parcial, incisión, acanalado,
pastillaje, chiches, trenzado, cenefas, pintura negativa, manchado o
chorreado, pintura monocromada positiva, pintura bicromada positiva,
pintura polícroma positiva. Todos los objetos son quemados, en hornos o
al rás del suelo.
Existen vetas de arcilla en varias regiones del país que se distinguen por
su color café rojizo muy intenso, debido a la presencia de óxido de hierro;
cuando el objeto es horneado adquiere un color anaranjado oscuro;
también existe barro de otros colores como el negro, que le da una vistosa
particularidad a los objetos. Las mujeres transportan la arcilla en la
cabeza, algunas utilizan bestias de carga, carretas de bueyes o carros,
cuando se trata de grandes cantidades. En la tradición lenca, se cree que
las fases lunares y el clima influyen en la calidad del barro, cuando hay
65 Castegnaro, Foletti Alessadra. Tradiciones Artesanales. Tegucigalpa:1989.
110
luna nueva o luna llena piensan que el barro no sirve porque “toda la
tierra está en movimiento”. Los meses de octubre y noviembre son
considerados los mejores para extraer el barro porque la tierra esta
húmeda, aunque hoy día esta tradición ha cambiado, pues elaboran
productos durante todo el año.
También elaboran vasijas de barro para transporte de líquidos como el
cántaro, para conservación de alimentos como la tinaja, el apaste para
servicio, el jarro cafetero, las ollas para cocinar sobre el fuego, el sartén, el
comal, etc., estos artículos conforman la alfarería utilitaria. También se
fabrican vasijas ceremoniales como el incensario y el candelero, y vasijas
para adorno con diferentes diseños. Históricamente la producción de
objetos de barro estuvo dirigida al mercado campesino e indígena, con la
llegada de artículos de plástico y aluminio a la zona rural se está
sustituyendo la tradición del barro.
Hoy día muchas mujeres alfareras están elaborando objetos decorativos
con variados diseños, han mejorado la calidad y los acabados para su
venta a nivel nacional e internacional; comunidades completas se han
involucrado y están saliendo adelante con la elaboración y venta de estos
productos. Algunas instituciones y personas han apoyado estas iniciativas
como el Instituto Hondureño de Antropología e Historia, el Instituto de
Turismo, la cooperación Suiza, ACTA de Honduras y otras.
Las mujeres lencas de San José, Guajiquiro, han mantenido el estilo
arqueológico, tradicional, predominando el uso de engobes rojos,
anaranjados, blancos y cremas, negro chorreado con tintes vegetales.
Elaboran colgantes, ollas e incensarios, similares a los que hacían los
antepasados mayas.
111
Las mujeres de Yarumela, Departamento de Comayagua, han desarrollado
con mucha calidad, el estilo de la imaginería religiosa, elaboran
“nacimientos navideños” completos, en diferentes tamaños, de vistosos
colores, aplican pintura de aceite para destacar los detalles que tienen las
figuras. Hacen iglesias y fachadas de casas, siguiendo la línea colonial
religiosa.
En Goascorán, Paso Hondo, El Carreto y otras aldeas aledañas en el
departamento de Valle, las mujeres se han especializado en hacer gallos de
diferentes colores y tamaños, desde hace unos 40 años.
Las mujeres de La Campa son afamadas por sus cántaros, jarros y ollas
finamente trabajadas, recubiertos con engobe rojo, con dibujos realizados
con engobe blanco. Las de Guajiquiro producen tinajas, ollas, comales,
incensarios y han ido integrando nuevas piezas con inspiración
arqueológica. Utilizando la corteza del ocote logran una coloración negra
especial y han recuperado el uso de la técnica del “chorreado”.
Las mujeres de la Arada han evolucionado incorporando decoración que
recupera figuras antropológicas y de la naturaleza. Desde 1986 se formó
una organización de alfareras denominada MAGU que, ha logrado
destacarse por la producción de piezas arqueológicas y contemporáneas,
con asistencia técnica antropológica. Estas artesanas han recuperado
distintas técnicas, la alfarería en negro y la decoración al negativo. Han
diversificado la producción con decoraciones vistosas y sobrias, que están
teniendo demanda a nivel nacional e internacional.
112
En 1989 se formó la Asociación Regional Alfarera Lenca, con el apoyo de
PROPAITH y el Instituto Hondureño de Antropología e Historia, cuenta con
personería jurídica, tiene una membresía de 150 alfareras de los siguientes
departamentos: Valle: La Arada, Paso Hondo, Rinconada; Francisco
Morazán: Ojojona, Santa Ana, Guerizne; La Paz: San José de Guajiquiro,
Comayagua: Yarumela, El Porvenir; Intibucá: Cofradía y Lempira: La
Campa
PROPAITH les ha capacitado de forma continua sobre diferentes temas:
mejoramiento y diversificación de la producción, acabados, nuevos
diseños, fomentándoles la elaboración de piezas de inspiración
arqueológica. Actualmente desarrollan cuatro líneas de producción:
arqueológica, tradicional, contemporánea y navideña, por la calidad y
belleza de las piezas que elaboran, existe demanda a nivel nacional y con
frecuencia internacional; esta última se realiza a través de instituciones
que tienen los contactos y conocen los procedimientos de exportación.
En la investigación de campo no se encontraron mujeres alfareras que
comercialicen en forma directa a nivel internacional, hace falta un camino
por recorrer todavía, considerando las implicaciones de carácter técnico,
idioma, conocimiento de normas, reglas, exigencias de calidad, diseños,
etc., que requiere el mercado internacional; las mujeres consultadas
estuvieron de acuerdo con la forma actual de venta de sus productos, no
se sienten preparadas para hacerlo ellas mismas.
Todas las organizaciones de alfareras cuentan con un capital mínimo de
operación y un puesto de venta local para comercializar los productos, con
la ayuda de las instituciones mencionadas; han participado en ferias
nacionales e internacionales. Aunque no se lograron registrar los montos
113
de los ingresos que perciben, la mayoría de las mujeres entrevistadas
consideran que el dinero que reciben por concepto de ventas, les está
sirviendo para salir adelante con su familia, mejorar la vivienda, enviar los
hijos e hijas a la escuela y colegio, comprar ropa, medicinas y alimentos.
Todas las alfareras consultadas se sentían contentas con el trabajo.
“La producción artesanal constituye una opción válida por razones
económicas y socioculturales. Genera un reforzamiento de la identidad
cultural étnica y nacional. Además, representa una importante fuente
alternativa de ingresos en algunas zonas rurales y posee una dimensión
familiar y comunitaria muy importante, contribuyendo a evitar la
migración hacia las zonas urbanas y la disgregación familiar, étnica y
social. Para muchas mujeres y madres, es una digna alternativa de trabajo
y fuente de ingresos”66.
Fotografías 31. Mujeres Lencas de la Comunidad de La Arada, Valle. Alfarería MAGU. Enero 2003
66Castegnaro, Foletti Alessadra. Tradiciones Artesanales. Tegucigalpa:1989.
115
Fotografía 33. Alfarería Lenca de Guajiquiro, La Paz
4.5.2. Elaboración de artesanía de tule
Otra de las tradiciones importantes de la cultura indígena Lenca, es la
elaboración manual de productos derivados del junco y el tule que realiza
la mujer. El arte de tejer esteras o petates de tule es común en el área
centroamericana, transmitido y conservado por mujeres artesanas.
Las esteras fueron y son utilizadas por los Mayas y Lencas y otras culturas
indígenas, como camas y alfombras para sentarse, comer y socializar; su
importancia se registra en murales, códices, tallados en piedra, como el de
la casa del pueblo Popul Nah en Copán Ruinas. Actualmente, el petate
sigue siendo utilizado por un considerable número de pobladores rurales
en todo el país. El Departamento de Santa Bárbara ha sido históricamente
el gran productor de petates de tule elaborados por mujeres, la comunidad
de El Níspero concentra el mayor número de petateras activas.
La elaboración del petate conlleva un trabajo complejo, desde el cultivo de
la planta en lugares adecuados, hasta el trabajo con la fibra: partir,
116
blanquear, secar y tejer. La fibra la cultivan los hombres de las
comunidades y las mujeres la procesan, la tiñen con tintes vegetales como
el palo de brasil, la yuquilla, la saca tinta y otras; la combinación de
colores le da al petate más vistosidad. Para tejer un petate una mujer
experimentada se demora 2 o 3 días, utilizando únicamente las manos,
una piedra plana y una aguja de madera. Las petateras han respetado las
técnicas tradicionales de preparación de la fibra y el tejido y su forma de
producción a través de la familia. Actualmente están incorporando nuevos
diseños y colores.
En el presente ha bajado la producción de petates, debido a que la
producción de tule se ha reducido y a los cambios en patrones de vida con
la introducción del colchón de algodón. Sin embargo se han incorporado
otros productos como bolsos para mujer, manteles individuales para mesa
de comedor, cubre maceteros, alfombras, caminos de mesa con motivos
tradicionales o modernos, vaseras, carteras, petates para cuna, cojines,
etc. que están siendo bien recibidos en el mercado local.
La ONG PROPAITH, ha colaborado para que las mujeres se organicen en
una Cooperativa Regional de Petateras Lencas: CIENIL, integrando a 4
comunidades productoras: El Níspero, Sinaí y Santa Cruz. Se han
asociado 80 artesanas, cuentan con Personería Jurídica desde 1997. Las
artesanas, con el tiempo, han ido introduciendo nuevos diseños, como el
teñido de la fibra y de la técnica del calado; la comercialización se realiza
en el espacio local. Estas mujeres elaboran productos de especial belleza y
calidad, el problema que enfrentan es de acceso a mercados y por
consiguiente a ingresos adecuados a los costos de producción y
sostenibles.
117
Fotografías 34. Mujeres en proceso de extracción de Tinte. Productos de Tule. Santa Bárbara. Dic. 02
4.5.3 Elaboración de Artesanías de junco
Las artesanías de junco también procede de Santa Bárbara, uno de los
departamentos con mayor tradición lenca. El primer producto que se
elaboró fueron los sombreros de junco y palmilla, han sido famosos por su
belleza y durabilidad. Se conoce que esta tradición viene
aproximadamente desde hace dos siglos, según datos de la Municipalidad
de Santa Bárbara, en 1884 se reportaron 327 hombres y 629 mujeres que
elaboraban sombreros, produciendo unos 17.000 unidades al año.
Las comunidades que trabajan el junco son: Ceguaca, La Arada, San
Francísco, Concepción del Sur, Santa Rita y la cabecera departamental
Santa Bárbara. Esta industria fue floreciente hasta los años 50, cuando se
logró exportar a Centroamérica, hoy día se sigue produciendo, pero en
menor cantidad, debido en parte a la disminución de las ventas,
ocasionadas por los cambios en los patrones de consumo, (el hombre
prácticamente dejó de usar sombrero). Actualmente se calculan una
25,000 artesanas del junco, elaborando una amplia gama de productos.
118
Las comunidades de Santa Rita, Los Bancos y Ceguaca se han
especializado en cultivar el junco para venderlo a las mujeres artesanas.
La técnica del enrollado aparentemente fue introducida en los años 70 por
artesanos del Ecuador. Los sombreros más finos son producidos por
mujeres en las comunidades de San Francisco de Ojuera, Los Bancos y
Ceguaca. En Ilama se producen cestas y sombreros de palma. La Arada se
ha especializado en producir objetos de junco enrollado. En los años 80 se
introdujo el teñido de las fibras con tintes químicos y la realización de
distintos motivos.
PROPAITH e IHAH, promovieron la organización de la cooperativa regional
COMARAL, con 60 afiliadas de La Arada y Ocotal; cuentan con su
personería jurídica. Actualmente la cooperativa funciona con buen suceso
y ha incrementado el número de socias. La producción con la técnica de
enrollado se ha diversificado, introduciendo una línea de motivos
arqueológicos y arte rupestre.
La combinación de colores ha cambiado hacia gamas más sobrias y
naturales, de conformidad a la demanda internacional. La institución
facilitadora trajo un experto para capacitar sobre combinación de tintes,
preparación de fibras y teñido, lo que ha mejorado visiblemente la calidad
y resistencia de los colores.
En los sombreros se introdujeron nuevos diseños de ala ancha y se
capacitó a las artesanas para darles un acabado diferente, los sombreros
de mujer se han adornado con cintas y flores.
Actualmente las artesanas buscan la comercialización directa y precios
justos, la promoción de los productos a nivel nacional e internacional, pero
119
hasta la fecha les ha faltado una estrategia de mercado y apoyo
institucional con este propósito; a pesar de que se cuenta con productos
de calidad y belleza que pueden venderse en cualquier mercado. Algunas
artesanas han participado en ferias nacionales e internacionales,
disponen de catálogos para promocionar los productos y una etiqueta para
autentificación del mismo: DOC (Denominación Orígen Controlado).
Han recibido capacitación en análisis de costos y beneficios,
administración y mercadeo. Tienen un puesto de venta en la Comunidad
de La Arada, sede de la Cooperativa.
Los productos de junco enrollados son de gran belleza, se destacan, las
tortilleras, individuales, aislantes, paneras, cesta con anillos para
servilletas, azafates, cofres, porta cepillos, carteras, violeteras, juegos de
junco enrollado para paseos campestres, sombreros, juegos de cestas,
porta lentes, portalápices, ganchos para el pelo, etc.
Fotografías 35. Mujeres artesanas de Santa Bárbara y sus productos. Enero 2003
120
Artesanía Junco típica de Santa Bárbara
4.5.4. Elaboración de flores y otros objetos de tusa
La elaboración de flores con diferentes materiales como papelillo, papel
china, papel lustroso y otros, tiene una larga historia en los pueblos de
Honduras, tanto para adornar las viviendas como para elaborar coronas y
ramos para honrar a los difuntos.
En el sur y centro del país ha existido una mayor tradición de elaboración
de flores de papelillo y recientemente de tusa. Hoy día una considerable
cantidad de mujeres dispersas en las comunidades rurales elaboran flores
de tusa por encargo, con presteza, calidad y belleza. En el departamento
de Santa Bárbara, en Nueva Celilac, las mujeres han desarrollado una
producción importante; reflejo de la imaginería tradicional, flores,
ramilletes, trenzas, coronas, muñecas, animales, decoraciones navideñas,
etc.
Algunas personas opinan que el uso de la tusa para elaborar flores viene
desde tiempos prehispánicos, por la importancia que el maíz tenía para la
vida de la población.
121
Las artesanas utilizan preferentemente la tusa blanca, las mujeres la tiñen
con anilina o pinturas especiales para obtener colores brillantes, con los
cuales elaboran un producto multicolor de fuertes contrastes. Las
artesanas de Nueva Celilac elaboran una gran variedad de flores, animales,
ángeles, figuras humanas, etc.
En las comunidades de Sabana Grande, Opimuca, Manzanillo, Tule e
Infiernitos, desde hace 20 años se empezó a producir flores, coronas y
arreglos diversos con flores de tusa. Actualmente las mujeres venden la
flor sin pintar a la empresa ATUTO, quién define el precio de cada flor; las
ha capacitado, les facilita la materia prima, controla la calidad de los
productos y los comercializa en el mercado internacional. La tusa
presenta distintos tonos de color natural, blanco, amarillo, morado, café, lo
que permite combinaciones de colores, han incorporado ingeniosamente
las semillas de árboles y arbustos silvestres a las flores de tuza, dándole
una vistosidad especial.
Las mujeres de las comunidades que elaboran las flores no participan en
la elaboración final de los arreglos: coronas, ramos, etc., ni comercializan a
nivel internacional. Cuando tienen un excedente de flores (que es poco
frecuente), ellas mismas lo venden directamente en los mercados y tiendas
de artesanías en Tegucigalpa, una del grupo sale a vender.
Por el carácter informal de la vinculación con la empresa que les solicita
las flores, no se genera ningún compromiso laboral, ni existe protección
del Estado para ellas. Están sometidas a jornadas de trabajo agotadoras;
cuando los pedidos son grandes y con tiempo limitado, las mujeres suelen
trabajar hasta altas horas de la noche y al día siguiente siguen trabajando.
122
Las artesanas han recibido capacitación para elaborar diferentes tipos de
flores que venden casi todo el año. Desde el año 1996 contaron con el
apoyo de PROPAITH y el IHAH, han formado una Cooperativa Regional
COMIFLOR, que se inició con 22 artesanas, actualmente cuenta con
Personería Jurídica. Han sido capacitadas en nuevos diseños y teñido con
tintes vegetales. En esta actividad participan sólo mujeres de todas las
edades, con el apoyo de algunos niños, han logrado incorporarse
activamente en la elaboración de flores de tusa, no sólo por sus
habilidades manuales, sino porque pueden combinan la actividad
artesanal con el oficio de la casa. En la investigación de campo pudimos
observar que en casi todas las casas de las aldeas seleccionadas, las
mujeres elaboraban flores, el diseño y el control de calidad lo define y
realiza la empresa a través de su personal técnico que es quién las
contacta en las comunidades.
Las mujeres productoras solamente intervienen en una parte de la cadena
productiva como mano de obra barata, el resto del proceso, el acabado, lo
realiza la empresa comercializadora. Muy pocas de ellas conocen cómo son
exportadas las flores, que han confeccionado desde sus pequeñas
comunidades, hacia los mercados internacionales.
En Nueva Celilac se formó la Cooperativa Regional CIFMAL, con el apoyo
de PROPAITH, con 30 artesanas. Han recibido capacitación en tintes
vegetales. Tanto la COMIFLOL como la CIFMAL han protegido sus
productos con el sello y la etiqueta DOC, ambos grupos han tenido
financiamiento y comercializan sus productos a través de sus tiendas
locales o mediante su participación en ferias locales o nacionales, ellas
administran sus ingresos.
123
Fotografía 36. Niñas, niños y Adolescentes de las comunidades de Sabanagrande participan activamente en la elaboración de flores de tusa. Noviembre 2002.
4.5.5. Siembra y Comercialización de Flores Naturales
Es una actividad realizada especialmente por mujeres rurales,
generalmente en zonas templadas con abundante agua. Las comunidades
ubicadas en las montañas aledañas a la capital Tegucigalpa,
especialmente de la montaña La Tigra, han tenido como tradición la
siembra de flores para la venta, realizada en pequeños predios próximos a
las viviendas. Las mujeres seleccionan las semillas o los tallos y ellas
mismas siembran de manera tradicional, con ayuda de los demás
miembros de la familia; las flores más comunes son los claveles,
cartuchos, margaritas, hortensias, pompones, vara de San José, búcaros,
reinas, inmortales, etc.
Con la apertura de las ferias de los sábados en Tegucigalpa han ampliado
los mercados, venden también en Danlí, Comayagua y algunas llegan
hasta San Pedro Sula, esta ha resultado una buena fuente de ingresos, por
lo que actualmente la mayoría de las familias se dedican a la siembra y
venta de flores. En el Piliguín por ejemplo se dan las condiciones propicias
para la producción, dependiendo de la extensión de la parcela sembrada
124
así son los ingresos; una gran mayoría son pequeñas unidades por lo que
la producción no les ajusta más que para la sobrevivencia. Con el
incremento del costo de vida, una importante cantidad de hombres se
desplazan a diario a la capital o a sus alrededores para asalariarse,
aprovechando la cercanía y las facilidades de transporte en bus.
Con ello han dejado prácticamente a las mujeres al mando de la
producción de flores. Algunas de las consultadas mencionaron que
obtienen ingresos variados, por semana un promedio de 250 Lempiras, en
días festivos como Día de la Madre, Día de Difuntos, etc., las ventas
pueden alcanzar los 4.000 Lempiras semanalmente.
Fotografías 37. Producción de flores naturales con métodos tradicionales. El Piliguin, Noviembre 02
125
Por el carácter familiar de la producción de flores, las mujeres trabajan
individualmente sus parcelas y realizan simultáneamente toda la faena de
la casa. Han hecho intentos por hacer viveros comunales, sin buenos
resultados. El INFOP, IICA, JICA les ha prestado alguna cooperación.
Muestran interés por recibir más asistencia técnica para mejorar la
producción, porque las flores tienen buen mercado y el retorno del dinero
es relativamente rápido.
En los Departamentos de Intibucá y Santa Bárbara se encontraron grupos
de mujeres dedicadas a la siembra de flores, con cierta tecnificación; han
recibido apoyo económico del PRAF y asistencia técnica de la FHIA para la
siembra de predios no mayores de una manzana, utilizando semillas
importadas de claveles y rosas, que requieren fumigación cada 4 días.
Estos grupos han enfrentado problemas de comercialización, por lo que los
ingresos no son constantes.
4.5.6. Elaboración de Rosquillas y Pan
Las rosquillas forman parte de la tradición alimenticia de la población
hondureña, muy probablemente se producen en todas las comunidades
rurales del país, pero se destacan algunas regiones por la calidad y la
cantidad orientada a la venta, como el Municipio de Sabanagrande, en el
departamento de Francisco Morazán, Juticalpa en Olancho, Danlí en El
Paraíso y San Marcos de Colón, en Choluteca.
La elaboración de rosquillas se produce en pequeñas empresas familiares,
algunas contratan hasta 10 operarias. Su elaboración demanda de las
mujeres una considerable inversión de tiempo, por la preparación previa
de los ingredientes; teniendo la ventaja de que la mayoría de la materia
126
prima se encuentra en todas las comunidades rosquilleras (maíz, cuajada
o queso), en la investigación se encontró que algunas productoras
compran los insumos a sus propios familiares.
Las productoras usan recetas que se han transmitido de generación en
generación; generalmente no acceden a crédito ni asistencia técnica. La
mayoría venden el producto en su propia casa, en forma ambulante o en
puestos de venta en las mismas comunidades; eventualmente exportan,
especialmente a los Estados Unidos, por la demanda que tienen en la
Comunidad Latina.
En su mayoría estas pequeñas empresas no llevan libros de cuentas,
control de gastos, ni de ganancias, no incluyen además el costo de la
fuerza de trabajo, el tiempo invertido, poniéndo en riesgo su sostenibilidad.
Por el tipo y la forma en que se realiza la producción de rosquillas, las
mujeres consultadas en esta investigación no pertenecen a ninguna
organización de mujeres, consecuentemente, están aisladas de las
organizaciones de mujeres, desconocen las leyes y sus derechos y
enfrentan grandes limitaciones para potenciar su propio desarrollo como
mujer.
El Programa de Asignación Familiar PRAF y otras instituciones, han
favorecido la creación de micro empresas de panadería con pequeños
montos de crédito, en sus áreas de influencia, con el propósito de llenar
una demanda local de alimentos y de proporcionar una opción de ingresos
para la mujer, pero por su pequeña dimensión no constituyen una
alternativa a largo plazo para mejoramiento de condiciones de vida, ni son
una opción de desarrollo; las mujeres que participantes se reparten al día
127
Lempiras 40.00 cada una. Con frecuencia las que elaboran rosquillas
trabajan de manera independiente.
Fotografías 38. Mujeres de Intibucá, Olancho y El Paraíso, elaboran pan y rosquillas como principal actividad generadora de ingresos. Enero 2003.
4.5.7. Actividades Acuícolas
En la investigación no se encontró suficiente información sobre las
actividades que involucran a la mujer rural en la pesca con fines de
mejoramiento de ingresos, sin embargo se conoció a algunas que viven
cerca de ríos y lagunas, que pescan por cuenta propia para consumo
familiar.
La mujer Garífuna no pesca, a pesar de su vinculación directa en la
comercialización y procesamiento de este producto; esta actividad por
cultura y división del trabajo la realizan los hombres. Algunas mujeres
garífunas han acompañado a los hombres a la captura directa de pescado
128
en mar abierto, pero no es la costumbre. Los pescadores traen el producto
a la playa y del resto se encargan las mujeres, ellas compran el pescado
con fondos provenientes muchas veces de préstamos a altos intereses. La
venta de pescado fresco es para buena parte de las familias garífunas la
única fuente de ingreso, por lo que la mayoría de ellas suelen ser muy
pobres.
Por lo estacionario de la actividad no siempre pueden proveerse de
pescado, ello las obliga a buscar otras fuentes de empleo. La venta de pan
de coco que era otra importante actividad generadora de ingreso, se ha
reducido sustancialmente, por una enfermedad denominada
“amarillamiento letal del coco ALC”, que destruyó casi todos los cocoteros
de la zona atlántica del país.
Las mujeres que cultivan camarón y otras especies acuáticas en la zona
Sur del país, se han organizado en cooperativas, en las que participan
también hombres. La comunidad de Playa Grande, en el Departamento de
Valle, cuenta con un grupo de mujeres líderes que deciden sobre los
destinos de la organización, poseen lagunas de mediano tamaño, conocen
la actividad y se vinculan directamente a la producción.
Sacan buenas cosechas que venden principalmente en El Salvador, lo que
les ha permitido mejorar las condiciones de vida que fueron seriamente
afectadas con el paso del Huracán Mitch que además de destruirles sus
viviendas, enseres domésticos, animales y la cosecha de camarón; afectó
también la infraestructura de las lagunas.
129
Fotografía 39. Mujeres de Playa Grande, Valle, cultivan y producen camarón formando parte de una
Cooperativa. Diciembre 2002.
El problema mayor que afrontan es la falta de tecnificación para mejorar
las especies, la conservación del producto y el acceso a otros mercados.
4.5.8. Fabricación de Artesanías de Tuno
En esta investigación no se visitó la Mosquitia hondureña, sin embargo, el
Instituto Hondureño de Antropología facilitó la siguiente información sobre
las mujeres misquitas que viven en las riberas del Río Patuca, dedicadas a
la elaboración de artesanías de tuno: Las mujeres fueron capacitadas por
la Iglesia Morava y la ONG MOPAWI en los años 70, para realizar
actividades artesanales que les permitieran obtener algunos ingresos
monetarios. Iniciaron elaborando cuadros y tarjetas decorativas, mediante
la técnica del collage, que consiste en hacer figuras con pequeños pedazos
de tuno de diferentes colores y tamaños, utilizan también la corteza de
árbol de hule y del higuero.
Unas 160 mujeres ubicadas en las comunidades de Wampusirpe, Kurpa,
Tukru, Bilalmuk, Pimienta, Panzana, Nueva Esperanza y Kraosirpe, se
dedican a la fabricación de artesanías de tuno, con vistosos diseños y
130
colores inspirados en el arte rupestre. Estas se han organizado para
mejorar la producción y la comercialización denominada “Tunu Mairin
Asla”, en lengua misquita. Estas mujeres son acompañadas por una
promotora enlace facilitada por MOPAWI, quienes también les apoyan en la
comercialización.
Las mujeres Tawahkas elaboran hamacas, bolsos y cestas colgantes
llamadas “uslún”, con materiales de la zona, distintas clases de bejucos y
corteza de árboles, el uso de cobijas y prendas de vestir se mantiene entre
los y las poblbadores/as más tradicionales. Con el apoyo de PROPAITH y
otras instituciones crearon La Asociación de Artesanas Tawahkas, con el
objeto de mejorar la producción y ampliar el acceso al mercado.
La comercialización directa representa muchas dificultades derivada de la
lejanía de la zona respecto a la capital, además del acceso a las
comunidades por medio de cayucos, los costos de la movilización son
altos.
4.5.9. Elaboración de Shampoo y Enjuagues de Pelo
Es esta una de las nuevas actividades que actualmente está realizando la
mujer rural, organizadas en microempresas. Las mujeres de El Paraíso
han sido capacitadas por la Escuela Agrícola Panamericana El Zamorano,
para la fabricación de shampoo y enjuagues de cabello que también están
elaborando en los Departamentos del Occidente del país, en Intibucá y
Santa Bárbara.
Es una actividad productiva con demanda, y venta a nivel local y en las
ciudades del país, accesible en varios supermercados; cuentan con
131
autorización de la Secretaría de Industria y Comercio. El producto lo
elaboran con extracto de sábila, planta que ellas cultivan en pequeños
predios cerca de sus viviendas; En las comunidades de El Paraíso
inicialmente sembraban en huertos caseros, actualmente han comprado
predios. Tienen sus propios locales de trabajo.
La asistencia técnica de la Escuela Agrícola Panamericana les ha ayudado
a elaborar productos con calidad, buena presentación y manejo de
registros contables. En vista que la materia prima principal la obtienen de
la propia localidad, la ampliación de las áreas de siembra, el conocimiento
de la técnica y los procedimientos de mercado, tienen posibilidades de
sostenibilidad.
No se tuvo acceso a información sobre ingresos y cada cuánto los reciben
las involucradas, pero por lo que se pudo observar en su estilo de vida, que
las condiciones económicas de estas mujeres son relativamente favorables.
Fotografías 40. Siembra de sábila y productos elaborados: shampoo y enjuagues de pelo. El Paraíso. Febrero 2003
4.5.10. Procesamiento de Alimentos
Las actividades más comunes que realizan las mujeres en este rubro son:
Elaboración de embutidos y mermeladas de frutas. Generalmente se trata
132
de pequeñas empresas dirigidas por ellas, utilizando principalmente los
productos que obtienen de huerto, para la elaboración de embutidos de
vegetales, mermeladas, salsa de tomate y especies, productos que tienen
buena acogida en los mercados local y regional.
Los vegetales envasados (encurtidos) forman parte de la dieta de la familia
rural, que las mujeres rurales preparan empíricamente; pero existen
grupos productivos que han sido capacitados con técnicas y
procedimientos que ayudan a la conservación y a presentarlos
adecuadamente.
En las comunidades del Departamento de Lempira, próximas a la frontera
con El Salvador se tiene demanda del producto desde ese país. Los precios
de venta son bajos, cada unidad tiene un valor de L. 25.00 limitando la
posibilidad de crecimiento de estas pequeñas empresas que además de ser
temporales, dependen de cosechas generalmente de invierno.
Las mermeladas se producen en varios departamentos del país, se observa
que cada vez mejoran la calidad y la presentación del producto, se
elaboran con frutas de temporada, generalmente mora, guayaba, mango, y
otras de buen sabor. Se venden a nivel local, pero ya pueden encontrarse
en supermercados de las ciudades grandes, lo que les abre la posibilidad
de crecer.
133
Fotografía 41. Mujer de Gualcinse, Lempira. Elabora envasados con productos del huerto, los vende en la localidad y en las comunidades de la frontera con El Salvador. Enero 2003
Producción de Plantas Medicinales
Esta actividad productiva la realizan generalmente las mujeres indígenas
lencas, consultamos a las que viven en el Departamento de Intibucá, por
ser el departamento mayor productor de plantas medicinales a nivel
nacional. Se registraron 46 especies de plantas medicinales, pero no todas
son procesadas para la venta, sino que son conservadas como parte de su
reserva cultural. Actualmente la mayoría son sembradas en los huertos
caseros, pero en algunas comunidades están cultivando predios especiales
con el apoyo de la Comisión Cristiana de Desarrollo CCD.
Los cultivos siguen los procedimientos tradicionales de siembra y cosecha,
actualmente las mujeres se están capacitando para elaborar esencias que
se venden en la ciudad de La Esperanza. Por lo reducido de la actividad y
el bajo precio de estos productos, los ingresos percibidos no logran ser
alternativa para mejorar los ingresos de las familias.
El valor especial de esta actividad productiva es la recuperación del
patrimonio cultural indígena.
134
4.5.12. Procesamiento y Comercialización de Semillas de Jícaro
Esta actividad es realizada por grupos de mujeres de la Comunidad de El
Guayabo en el Departamento de Valle, el jícaro es un arbusto común en
esa zona, las semillas de su fruto, molidas se utilizan para hacer bebidas
refrescantes. Las mujeres realizan todo el proceso productivo, desde el
corte de la fruta hasta su venta en bolsas.
En este rubro enfrentan dos problemas: garantizar materia prima a futuro,
pues ellas no siembran el jícaro, ya que es una especie que crece silvestre,
en la zona y la posibilidad de tener acceso al agua para lavar la semilla.
Este grupo de mujeres está siendo apoyado por PRONADEL, venden el
producto en los alrededores de la comunidad y en Choluteca, en donde
tiene demanda, por ser uno de los alimentos que forman parte de la dieta
alimenticia de la población de la zona sur. La producción se realiza en
pequeñas cantidades por lo cual los ingresos son reducidos, teniendo que
combinarla con otras actividades productivas, especialmente la
elaboración de pan.
Fotografías 42. El jícaro es un arbusto que crece naturalmente en la zona sur del país, cuya semilla se extrae para refresco. Enero 2003
135
4.5.13. Elaboración de Casabe
Es propio de la población garífuna, las mujeres son las encargadas de su
elaboración, son generalmente las responsables directas del sostenimiento
del hogar, considerando que una importante cantidad de hombres han ido
emigrando hacia los Estados Unidos o a trabajar en barcos
internacionales.
El casabe es uno de los alimentos más importantes para la población
garífuna del norte del país, se elabora con harina de yuca, siguiendo un
procedimiento ancestral. Las plantaciones de yuca son comunes de la
zona, es el cultivo por excelencia de este grupo poblacional, se siembra en
los alrededores de las comunidades, con frecuencia por las mismas
mujeres que procesan, pero como las cosechas son reducidas, compran
también en el mercado local.
En las Comunidades de El Corozal y Sambo Creek, cuentan con una
organización apoyada por CODIMCA. La elaboración de casabe consume
considerable cantidad de tiempo; las mujeres invierten hasta tres días a la
semana para prepararlo empezando por la recolección de la yuca, hasta su
fase final, que realizan con gran presteza y calidad. Esta actividad la
realizan generalmente las mujeres mayores de la familia, semanalmente
trabajan unos 20 quintales de yuca y de cada quintal sacan 30 hojuelas,
que es el producto final.
La comercialización se hace principalmente en la ciudad de La Ceiba, pero
también venden a otras regiones del norte como en las Islas de la Bahía;
existe interés de exportar a los Estados Unidos a través de un
intermediario, pero esa idea no se ha concretado formalmente. Pese a que
136
es un producto muy elaborado que requiere una buena inversión del
tiempo, laborable de las mujeres, es un alimento que se vende a bajo
costo, cada hojuela tiene un valor en el sitio de L. 12.00, fuera de la
comunidad se puede vender hasta por L. 16.00. Los ingresos que obtienen
son bajos y por consiguiente contribuyen muy poco a mejorar las
condiciones de vida de las familias, por esta razón las mujeres se
involucran en otras actividades como la venta de comidas y pescado fresco.
Las mujeres de estas comunidades mantienen su organización activa,
cuentan con su propio local para realizar actividades de capacitación, para
sesiones y diversas actividades sociales. Anteriormente recibieron apoyo de
ONGs, ala hora de levantar la información no contaban con cooperación.
Fotografía 43. Mujer garífuna muestra el procedimiento para la elaboración de casabe. Corosal
2003.
4.5.14. Procesamiento de Café
La participación de las mujeres en las actividades productivas del café
tiene larga historia, han sido principalmente encargadas de la cosecha de
los granos junto a los niños y las niñas, pero generalmente no son dueñas
de las parcelas, trabajan como jornaleras. La participación en el
137
procesamiento del grano ha sido inducida principalmente por la Asociación
Hondureña del Café APROCAFE, especialmente en el Occidente del país.
Actualmente están siendo capacitadas para entrar a la producción de café
orgánico en pequeñas parcelas, dirigidas por ellas. En la investigación de
campo se consultó a las socias de la Cooperativa San Rafael, Intibucá,
afiliadas a la Red Comal que tiene su sede en Siguatepeque. Cuentan con
sus propios cultivos pero también compran café para tostar, unas 50
libras a la semana; han recibido apoyo de la Cooperación Sueca para la
compra de equipo. El café molido empacado en bolsas se vende en
Siguatepeque. Igualmente se consultó a mujeres del Departamento de
Lempira que están procesando el café para vender en bolsas. Las
producciones son relativamente pequeñas pero se están abriendo mercado,
especialmente en el norte del país.
La siembra y procesamiento de café orgánico ha cobrado interés en los
últimos años a nivel mundial, por lo que experiencias como estas podrían
dar buen resultado para las mujeres rurales de las zonas occidental,
central y oriental del país. Poder tener acceso a la tierra es el punto de
partida.
Fotografía 44. Las mujeres de la Cooperativa San Rafael, Intibucá, comercializan café en bolsas.
138
4.5.15. Elaboración de Papel Orgánico
Es una de las actividades productivas más recientes que realiza la mujer
rural en varias regiones del país, introducida por los proyectos para
ampliar las posibilidades de obtención de ingresos para la familia. Su
elaboración demanda un largo procedimiento, desde la selección del la
planta con la cual se va a trabajar, hasta la preparación de las tablas para
el secado.
Existen varios tipos de papel, diferenciados por la textura, grosor y color
que le da la variedad de plantas y cortezas utilizadas, tales como el
gazpacho de la caña de azúcar, piñuela, amate, la hoja de valeriana, el
izote, la penca del plátano, etc., que colectan normalmente en los
alrededores de las viviendas. Las hojas se cortan en trozos pequeños, se
cocen a fuego lento y seguidamente se lavan, prosigue colocarlas en tinas
con cloro para obtener un color más parejo y después las licuan; con la
pasta lista la pasan a moldes con el tamaño deseado y se colocan en una
mesa para secado.
Es una actividad no tradicional muy interesante que han aprendido
mujeres de varias regiones del país; el papel es utilizado para hacer sobres,
flores, floreros, decorar objetos, etc. Pese a lo novedoso de la actividad y la
calidad del producto que se extrae, actualmente no tiene un canal de
comercialización ágil, a no ser que sea a través de los propios proyectos de
Cooperación en ferias, por lo cual no es una fuente constante de ingresos
para las mujeres involucradas.
139
El mercado es limitado, teniendo en cuenta el potencial que tienen las
mujeres para producir. El precio de cada hoja de papel es de L. 10.00,
pero ya elaborado como tarjetas pueden venderlo hasta por L. 25.00.
Fotografías 45. Mujer artesana capacitada para elaborar papel orgánico. Paraíso, enero 2003
140
4.5.16. Bordados
El Departamento de La Paz ha sido conocido por la calidad de los bordados
que realizan las mujeres. En la investigación se conoció la experiencia de
los grupos organizados de mujeres del municipio de Guajiquiro, que
elaboran y bordan manteles y vestidos de mujer con un buen acabado.
Han sido capacitadas por ONGs. Actualmente comercializan sus productos
en la misma zona y en ferias artesanales, las ventas no son constantes por
lo que las posibilidades que esta actividad se convierta a corto plazo, en
alternativa sostenida de ingresos, es poco posible.
Por la calidad de productos que las mujeres elaboran, podrían participar
en cadenas productivas de más largo alcance, aún con las limitaciones de
acceso a los centros urbanos.
Fotografía 46. Bordados de Guajiquiro, La Paz, 2003
4.5.17. Tejidos
La elaboración de tejidos forma parte de la tradición cultural de la mujer
Lenca, especialmente del departamento de Intibucá; son conocidos los
141
pañuelos de vistosos colores que las mujeres confeccionan en telares de
madera tradicionales, utilizando lanas que traen generalmente de
Guatemala. En casi todas las comunidades consultadas en ese
departamento, se encontraron a mujeres experimentadas en la elaboración
de pañuelos de diferentes tamaños, colchas, bolsas, etc. y más de una
vivienda tenía su propio telar.
Con el apoyo de algunas instituciones como PROPAITH y el IHAH, hoy día
se han dado a conocer más estos tejidos y existen Proyectos que intentan
apoyar a las indígenas para ampliar su producción. Hasta la fecha la
elaboración de tejidos ha sido una actividad que las mujeres han realizado
para abastecer a la familia y vender para subsistir, pero cuentan un
importante potencial, experiencia y voluntad de trabajo, que puede
facilitar la apertura de un proceso de producción y comercialización más
amplio, que redunde en el mejoramiento de la calidad de vida de esas
mujeres y sus familias.
4.5.18. Tajaditas de Plátano
Es una actividad productiva con demanda local realizada en varias
regiones del país, en la investigación se consultó a una microempresa de la
comunidad de Quebrada Larga: “Nueva Esperanza”, en el Departamento de
El Paraíso, que está formada por 8 mujeres, tienen tres años de existir. El
plátano lo obtienen en la propia comunidad, cuentan con una parcela
prestada, pero con las ganancias han comprado un predio para tener su
propia plantación. La producción máxima es 1,000 bolsas de tajaditas por
semana.
142
Fotografía 47. Tajaditas de plátano empacadas para venta. Quebrada Honda. El Paraíso. 2003
El producto lo venden en la zona y en la ciudad de Danlí, en empaque de
dos tamaños que comercializan a L. 3.00 y a L.10.00, Una de las
iniciadoras de la actividad recientemente fue invitada a participar en la
Primera Exposición Latinoamericana de Empresas Campesinas en la
ciudad de Santiago de Chile, en la cual vendió el producto con buen
suceso. Esta experiencia le dado fortaleza, confianza y están
periódicamente ampliando la producción. Cuentan con local propio pero de
reducido tamaño.
Las jornadas de estas mujeres se extienden desde las 4.00 a.m hasta las 8
p.m, y los ingresos que reciben se gastan en su totalidad en atender las
necesidades de la casa. Esta pequeña empresa, con adecuado apoyo
técnico y financiero tiene buenas posibilidades de crecimiento.
143
4.5.19. Construcción de Silos metálicos para almacenar granos
básicos
La construcción se silos metálicos como alternativa productiva generadora
de ingresos, no ha sido tradicionalmente una actividad de mujeres, las
capacitaciones para su fabricación se han ofrecido especialmente para los
varones; sin embargo, en los últimos años grupos de mujeres se han
dispuesto incursionar en esta actividad en varias regiones del país; hoy se
conoce a varias mujeres rurales con pericia para producir no solo silos
sino además cazuelejas para hornear pan y otros utensilios para la casa.
Los silos son particularmente importantes para almacenar granos básicos,
es frecuente verlos formando parte del entorno de las viviendas de los
pequeños valles del centro, oriente y occidente del país; aunque con la
reducción de las cosechas en algunas regiones, se corre el riesgo de que su
producción disminuya o llegue a desaparecer. En la investigación se
encontró a una mujer en la Comunidad de Olosingo, en el Departamento
de Lempira, que dirige una pequeña empresa de construcción de silos,
manejando la técnica con gran habilidad.
Fotografía 48. Mujer microempresaria de silos. Olosingo, Intibucá. 2003
144
Por la calidad del producto que elabora tiene gran demanda en la región,
ha logrado construir hasta 200 silos para un sólo pedido. Esta mujer
además de dedicarse a esta actividad, realiza el trabajo doméstico y hasta
elabora pasteles para la venta. Según la documentación consultada,
existen otras experiencias de grupos de mujeres en otros departamentos
como en Yoro dedicadas a la elaboración de silos metálicos.
4.5.20. Procesamiento de semillas de Marañón
“Mejorar sobre la marcha, cambiar el individualismo, mejorar los niveles
educativos, apropiarse de nuevos conocimientos en materia de trabajo,
organización y administración de la fuerza laboral, y aumentar la auto
estima, fueron los primeros problemas que tuvimos que enfrentar en la
Sureñita”. Testimonio de mujer líder, Diciembre 2002.
Entre 1978-1984, el Instituto Nacional Agrario INA promovió una masiva
siembra de plantas de marañón, logrando incorporar 2,809.2 hectáreas,
con un promedio de 131 árboles por hectárea, o sea 368 mil árboles.
Organizó 74 grupos que representaban 1,525 productores. El INA retiró el
apoyo y lo retomó la Fundación Friedrich Ebert Stiftung (FES) y otras
entidades, comienzando por animar a las mujeres a mantener sus grupos
y concretar pequeñas empresas para dedicarse a tareas productivas. Casi
el 50% de las socias de la empresa son madres solteras.
En vista de la intensidad del trabajo, el tiempo que demandó a las mujeres
esta actividad productiva y la necesidad de obtener el fruto para trabajar,
las mujeres tuvieron que realizar una reunión con los hombres en
Namasigue para que las apoyaran, especialmente solicitaron un
145
acompañamiento solidario y la garantía de contar con la fruta del marañón
cuya producción está en manos de ellos.
“Muchos hombres se enojaban con nosotras porque sus compañeros se reían
de ellos porque su mujer estaba en el centro de trabajo y ellos en la casa.
Mi esposo me dijo: !Que bien, yo en la casa y mi mujer en la cooperativa!.
Pero lo convencí que él como productor y yo como procesadora de la semilla
de marañón podríamos mejorar y aceptó. Además dono un terreno para
impulsar el cultivo”.
“El principio no fue fácil, pero pronto nuestros maridos nos ayudaron a halar
el material para construir las plantas procesadoras y comenzar a desarrollar
este proyecto. Fue una experiencia importante, porque además de la unión
en la casa se logro la unión en el trabajo. Al principio ganaba poco, de 100
a 150 lempiras, al mes, que era poco, pero soñábamos con ganar dólares”.
(Testimonio de Eloisa de Jesús Obando. Enero, 2002). Ahora ganan de 80
a 100 lempiras diarios. Comenzaron procesando 80 quintales de semilla,
actualmente son 2.700 quintales.
En marzo de 1985 comenzó el proyecto de procesamiento de pasas de
marañón con el fin de generar empleos e ingresos a un conjunto de
mujeres campesinas: “3 de Octubre”, “10 de Julio”, “Astros del Sur”,
“Corazón de Jesús” y “Libertadores del Sur”. Desde un inicio se buscó la
autogestión y autosostenibilidad del proyecto.
La Sureñita transforma el llamado falso fruto del marañón para
comercializarse en el mercado nacional con mercado internacional en
Alemania, Francia y Bélgica. Obtuvo su personería jurídica el 2 de Octubre
de 1992, con 55 asociadas distribuidas en cinco grupos pre cooperativos,
146
quienes trabajan en tres plantas procesadoras de semillas y fruto del
marañón, cuentan un documento privado de compra-venta del terreno de
las oficinas principales. El proceso que se sigue para elaborar es el
siguiente:
• Recolección de la fruta en la finca
• Limpieza y clasificado
• Lavado y almacenamiento
• Horneado en aceite
• Despulpado
• Dorado para despergaminación
• Despergaminado
• Desinfección
• Almacenado en recipientes de plástico
• Adición de sabores
• Embasado en bolsas plásticas
• Pesado, sellado
• Comercialización
Las cuatro organizaciones de mujeres citadas, crearon el Comité
Coordinador de Cooperativas Procesadoras de marañón de la Zona Sur de
Honduras (COPROMAZSH). La creación de este Comité permite una visión
de conjunto de las cuatro empresas cooperativas, el diseño de políticas
administrativas, supervisión y evaluación en materia de producción,
control de calidad, comercialización y educación.
La Fundación Ebert Stiftung, representada por el Señor A. Friedrich
Kramme - Stermose, buscó el mercado alemán mediante el apoyo de la
147
Sociedad para el Fomento de la Solidaridad del Tercer Mundo GEPA; antes
de los primeros envíos hacia Alemania, se llevaron muestras para
promover el producto. Fue a partir de 1994 cuando entraron a la
producción comercial fuerte.
“Ahora que el proceso está en marcha, nosotras nos hemos mirado
amenazadas por los empresarios, hay gente que está interesada inclusive
en comprar nuestras empresas y no miramos voluntad política de parte del
Estado de Honduras para ayudarnos”. (Testimonio Belsahí Herrera, enero
2003)
En materia de precios, las cooperativas llevan control de sus costos de
producción y luego investigan los precios con los compradores de
Alemania, con GEPA, por ejemplo. Para el futuro, las mujeres piensan
comprar tierras para ampliar su pequeña plantación de marañón, ya que
tienen 5 hectáreas en La Sureñita, Azacualpa, y una en La Constancia,
donde esta la cooperativa Paz y Unión, pero hay mucha competencia, ya
que de Nicaragua y El Salvador vienen a comprar la fruta de marañón a los
hombres, con el riesgo de quedar desabastecidas. Durante 1999, hubo 5
exportaciones a Europa.
Para Alemania exportaron 40.400 kilogramos por un valor de US$275,779
y a Costa Rica 4,924 kilogramos por un valor de US$29.008 para un total
de las exportaciones, al 30 de noviembre de 1999, de 45,324 kilogramos
por un valor de US$304,787. Desde el año 2.000 exportan a Bélgica, con
el apoyo de Osfam. En esta investigación no se logró obtener datos
actualizados sobre la cartera que maneja la cooperativa por políticas de la
misma, ni a cuanto asciende los beneficios económicos para cada socia.
148
La venta en el mercado local se realiza mediante acuerdo con la
Comercializadora Hondureña, propiedad del Señor Guillermo Aguilera,
quien al 30 de noviembre de 1999 había vendido más de 18 mil libras de
almendras, el 20% de la producción total. A la fecha la Sureñita sigue
vendiendo localmente a través de esta misma empresa con quien están
satisfechas.
La Cooperativa ha dispuesto la suma de 532 mil lempiras para el
mejoramiento de 116 viviendas de las mujeres participantes en el proyecto,
construcción de 90 letrinas, 10 hornos de gas propano para la eliminación
del consumo de leña donde no exista energía eléctrica y un horno eléctrico
en las plantas de La Sureñita, donde hay fluido eléctrico.
Ha realizado obras de beneficio comunitario, financió el pago de mano de
obra para la construcción de ramplas en las comunidades de Azacualpa,
La Constancia y San Agustín en los ríos y quebradas que quedaron
incomunicadas, después el huracán Mitch.
Esta cooperativa de mujeres ha demostrado solidez por lo que tiene acceso
a ofertas de préstamos en la banca privada, en dólares, las puertas están
abiertas para futuros créditos. Actualmente cuenta con una membresía de
115 afiliadas.
149
Fotografías 49. Procesamiento de la semilla de marañón. La Sureñita. Choluteca. Enero 2003.
Según datos del PNUD. “El país registró una mejora del índice de desarrollo
relativo al género, al pasar de 0.600, en 1998, a 0.633 en el 2002...Los
progresos registrados en la equidad de género en el país, así como en sus
diferentes departamento, están asociados a un aumento en la escolaridad
de las mujeres, a un incremento de su participación en la fuerza laboral y al
aumento en los ingresos por trabajo, entre otras causas”67.
67 PNUD. Informe sobre Desarrollo Humano Honduras 2002. Tegucigalpa: 2002.
150
CONCLUSIONES
1. Los hallazgos de la investigación ilustran sobre los cambios que se
están produciendo en la mujer rural, asociado no sólo a su trabajo
en la producción de granos básicos, atención al huerto y la
ganadería menor para enfrentar la sobrevivencia. Se encontró una
mujer que además de asumir la reproducción social, está buscando
formas de aportar al ingreso de la familia y a la economía del país,
mediante la realización de una amplia diversidad de actividades
agrícolas y no agrícolas.
2. En el campo hombres y mujeres han seguido pautas y expectativas
sociales, cumplido roles sociales que les han sido asignados y son
puestos en práctica de acuerdo a normas, leyes, prescripciones y
estereotipos; actualmente se cuestiona la vigencia estos roles,
formando parte importante de las discusiones y luchas de los
movimientos de mujeres.
3. La mujer rural posee una diversidad de perfiles, con condiciones,
intereses y necesidades distintas. Existen desigualdades en los
niveles de desarrollo y la participación productiva en las diferentes
regiones del país, tanto de orden geográfico, demográfico, étnico,
educativo, posibilidades de acceso a la tierra y a los medios de
producción. Las necesidades e intereses de las artesanas Lencas del
centro, sur y occidente del país por ejemplo, son diferentes a los de
las mujeres garífunas del atlántico norte.
151
4. Los obstáculos que impiden que las mujeres rurales participen
ampliamente en la economía son de índole estructural, lo que obliga
a revisar todo el sistema socioeconómico y buscar soluciones
integrales, bajo el criterio que las mujeres no serán las únicas
beneficiarias. La continuidad de los procesos democráticos servirá
como base para ir afianzando los conceptos de equidad de género.
5. La concentración de mujeres en los estratos más pobres de la
sociedad constituye una barrera operativa que supera el ámbito
específico de la mujer, se remonta a una limitación más estructural
como es el desconocimiento, sobre como reducir la pobreza. Muchas
de las políticas sectoriales, que introducen las modificaciones
necesarias para focalizar a la mujer no son suficientes para producir
un impacto definitivo en su productividad y calidad de vida.
6. En el país existen avances en materia de diseño de políticas y de
estrategias, se reconoce que se están dando las primeras bases para
incorporar a la mujer en las políticas sectoriales, pero en la
investigación de campo, no se encontró suficientes evidencias sobre
los resultados de su implementación. Se busca la igualdad de
condiciones para la mujer rural, pero persisten las dificultades
para que las leyes y políticas así como las medidas de
implementación y las estrategias emitidas puedan traducirse en
acciones concretas de desarrollo con equidad, es necesario
esclarecer cómo cerrar la brecha entre esas políticas y su
implementación, cambiar el enfoque de desarrollo incorporando el
mejoramiento cualitativo en la vida de las mujeres.
152
7. De los múltiples problemas que pueden identificarse para avanzar
en el proceso de inserción de la mujer rural al desarrollo, se
visualizan como fundamentales: la necesidad de concienciar a los
gobiernos y a la sociedad en general sobre el verdadero rol de la
mujer rural y de su ubicación en los sectores más pobres; el otro se
refiere a vacíos evidentes de información estadística que aseguren
un seguimiento a la eficiencia de la aplicación de las políticas.
8. Los esfuerzos por apoyar a la mujeres rurales tanto desde el Estado,
como la Cooperación Internacional, ONGs, etc. han tenido un corte
más paternalista-asistencialista que un interés por potenciar sus
capacidades de la mujer rural, estimulándola a luchar por eliminar
la desigualdad de género, uno de los principales obstáculos para que
potencie sus capacidades como actora de desarrollo; cambiar a este
último enfoque llevará tiempo todavía.
9. Un número importante, no contabilizado, de mujeres rurales a nivel
nacional, se ha involucrado en pequeńos proyectos productivos bajo
un enfoque institucional asistencialista; pequeños, poco sostenibles,
algunos reproducen su condición de marginalidad, no sólo porque
son de subsistencia, sino también por el enfoque con que se
socializan. Algunas de estas experiencias han resultado negativas
por no haber partido de los propios intereses y oportunidades de la
mujer, ello las ha desanimado para participar nuevamente en
organizaciones y proyectos con una perspectiva más amplia
económica y políticamente, como la lucha por el acceso a la tierra, u
otros factores de la producción, el acceso al crédito y la asistencia
técnica, etc. Esto ha limitado el desarrollo de sus capacidades,
creatividad e independencia.
153
10. El INAM bajo el amparo de una serie de Leyes y Políticas de
Estado y con el apoyo de la cooperación internacional, está
buscando abrir los espacios a la mujer rural como actora del
desarrollo. La Política Nacional de la Mujer, Políticas Públicas con
Equidad de Género para la Reducción de la Pobreza 2002, Política
para la Equidad de Género en el Agro Hondureño, Política de
Equidad de Género 2000-2005, la Ley para el Desarrollo Rural
Sostenible están reforzado el tema de la inclusión de la mujer rural
al desarrollo.
11. Existe una creciente participación de la mujer en actividades
productivas generadoras de ingreso, más que una respuesta a
momentos de extrema necesidad, tiene un carácter estructural y
permanente, lo que debe ser considerado en la formulación y
aplicación de políticas públicas. Muchos proyectos de generación de
ingresos siguen esquemas tradicionales, tanto a nivel de gobierno
como de la cooperación externa, no están ayudando lo suficiente a
potenciar las capacidades de la mujer como actora de desarrollo, no
transcienden en la búsqueda del bienestar a mayores niveles de
desarrollo.
12. El trabajo doméstico que realiza la mujer rural sigue pesando
y limitando a la mujer el desarrollo pleno de sus potencialidades,
tiene un valor incalculable en términos de desarrollo del capital
humano. No se logra sin embargo contabilizar la contribución
femenina al crecimiento económico ni al desarrollo sostenible; este
hecho se refleja en el diseño e implementación de políticas a nivel
154
macro, en la reticencia a aceptar la importancia económica y social
de insertar a la mujer en los planes de desarrollo.
13. Las mujeres rurales necesitan tierra y quieren decidir sobre lo
que producen. La Secretaría de Agricultura y Ganadería SAG, el
Instituto Nacional Agrario INA, conocen esta situación, pero el
proceso de entrega de tierras a las mujeres rurales sigue siendo
lento y en cantidades minoritarias por lo cual continuarán en
desventaja comparativa con los hombres, los indicadores expuestos
en el documento confirman esta situación. Las mujeres organizadas
que han logrado algunos predios con el Instituto Nacional Agrario
para siembra, hasta la fecha muy pocas; ellas toman decisiones y
trabajan directamente, contratan a hombres como mano de obra
para que realicen ciertas actividades como la limpieza del terreno.
El elemento cultural sigue siendo determinante, en las actividades
agrícolas.
14. En la investigación se encontró a mujeres que consideran su
contribución a la producción agrícola, complementaria y marginal; la
mayoría de estas mujeres prefieren no involucrarse directamente en
la toma de decisiones sobre agricultura para no alterar la relación
con la pareja. Sigue considerándose importante al decidir la
participación en proyectos productivos generadores de ingreso,
elaborar o procesar productos alimenticios, artesanales o
incursionar en proyectos de ganadería menor, una forma de
reproducir los roles tradicionales reproductivos. En la investigación
se encontró a muchas mujeres que prefieren formar pequeñas
empresas sin tener que salir de casa pera no enfrentar el rechazo de
sus compañeros de hogar, optimizando al máximo su tiempo.
155
15. La diversificación de las pequeñas parcelas y los huertos, no
han ofrecido en el tiempo, el suficiente seguimiento y monitoreo a la
calidad de los productos que se cosechan, ni sobre los resultados de
la misma. Ha faltado análisis con las mujeres rurales, sobre el uso
concreto y sostenido de los productos alimenticios del huerto y la
parcela para consumo de la familia y por consiguiente, los cambios
en la dieta alimenticia y la nutrición, que le son consecuentes. Hace
falta más análisis, profundizar sobre el tema con las mujeres
rurales, sobre el problema de la pérdida del huerto en amplias
regiones del país.
16. El objetivo principal de la vinculación de las mujeres rurales a
la producción agropecuaria, acuícola o artesanal es producir o
comprar alimentos para la familia, lo que le ha dado el crédito de
responsable directa de la seguridad alimentaria. La mayoría de las
familias rurales son numerosas, espacios de convivencia de una o
más familias nucleares, unidas por lazos de parentesco.
17. Una importante cantidad de mujeres rurales al no tener acceso
a la tierra para agricultura, o al tenerla en cantidades mínimas, o de
mala calidad, han generando proyectos productivos alternativos a la
agricultura, con asistencia institucional o sin ella, formando
pequeñas empresas; con el producto de las cuales están comprando
alimentos para la familia, mejorando sus viviendas, enviando los
hijos e hijas a la escuela, colegios e incluso a la universidad. El
incremento en la escolarización de las niñas conducirá a un cambio
sostenido en los procesos de mejoramiento de la calidad de vida en el
área rural.
156
18. Muchas mujeres rurales que participan en procesos
productivos generadores de ingresos con algún nivel de ganancia y
ahorro, han pasado por los procesos de capacitación que se
señalaron al principio y les ha tocado sortear una serie de
vicisitudes frente a sus familias y comunidades, derivadas de la
subvaloración, discriminación y la falta de confianza. Aún cuando en
la mayoría su nivel educativo no trasciende la educación primaria,
algunas han logrado desarrollar capacidades para el manejo de la
producción, manejando tecnologías no tradicionales, como aquellas
que elaboran shampoo, acondicionadores, nuez de marañón y otros
productos.
19. Bajo las condiciones actuales en que las mujeres rurales
atienden las pequeñas empresas significa una sobrecarga de trabajo,
por la atención a las responsabilidades domésticas y las de
producción. Muy pocas han logrado incorporar a la familia,
especialmente a los varones, a los quehaceres de la casa para liberar
el tiempo de ellas e incrementar sus capacidades productivas.
20. Aunque el estado civil no es una condición para que la mujer
se involucre en procesos productivos no agrícolas, generadores de
ingresos, existe un alto porcentaje de mujeres que participan
activamente en estos procesos que son: solteras, viudas,
abandonadas por los maridos o compañeros de hogar.
157
21. La aplicación de las políticas hacia la mujer rural se han
centrado en la promoción de actividades productivas generadoras de
ingreso de menor tamaño, de manera individual o colectiva; la
asistencia técnica y pequeños montos de crédito, están orientados
hacia los roles domésticos y reproductivos de las mujeres, mas que a
una capacitación amplia y sostenida socio empresarial y técnica.
Persisten las limitaciones a nivel de aplicación de políticas, para
tomar en cuenta a la mujer como sujeto fundamental del desarrollo,
más allá de sus roles domésticos, reproductivos o productivos
secundarios que tradicionalmente se le asignan.
22. La mayoría de empresas de las mujeres rurales son pequeñas,
de subsistencia, que dan empleo a más de medio millón de personas,
pero funcionan con muchas carencias para entrar en mercados
nacionales e internacionales; bajo esas condiciones no tienen
posibilidad de entrar en esta competencia. La apertura de los
mercados internacionales con productos de mayor calidad y bajo
costo, pone en peligro estas empresas, trayendo como consecuencia
un incremento del desempleo y por consiguiente el agravamiento de
la pobreza.
23. Existe un pequeño grupo de mujeres rurales que ha
desarrollado pequeñas empresas con alguna capacidad instalada,
con potencial de crecimiento, disponibilidad de materia prima a nivel
local. Son personas hábiles en los procesos productivos que generan,
que podrían elevar su nivel de competitividad con el apoyo estatal, es
el caso de las empresas de la Cooperativa la Sureñita, de las
alfareras Lencas, las artesanas del junco y tule de Santa Bárbara y
las que siembran y comercializan camarón, que han logrado algún
158
nivel de crecimiento y ventas locales e internacionales, pero
vulnerables en su sostenibilidad.
24. Muy pocas mujeres rurales, las menos, han creado medianas
empresas con instalaciones propias, contado con asistencia técnica y
crediticia sostenida, con una visión de desarrollo de largo alcance,
con una importante calidad y novedad de los productos que en
algunos casos les está permitiendo incursionar en mercados
competitivos, no sólo a nivel local o nacional, sino que están saliendo
a Centroamérica, Norteamérica y Europa. Indudablemente estas
experiencias que a veces involucran comunidades rurales enteras,
están provocando cambios importantes no sólo en la mujer misma,
que está valorándose más sus capacidades y potencialidades, sino a
nivel familiar. La vinculación a procesos productivos exitosos
generadores de ingresos, les está obligando a replantearse el tema
del manejo del tiempo en el hogar y a buscar alternativas. Con
frecuencia las mujeres ganan más que los hombres, lo que les ha
dado mayores oportunidades para que sean tomadas en cuenta.
25. La incursión de la mujer rural en la comercialización de sus
productos, con apoyo institucional, está reforzando su capacidad de
negociación. Existen ejemplos de grupos organizados de mujeres
rurales que han desarrollado una experiencia y habilidad como
productoras y negociadoras, es el caso de la Sureńita en Choluteca,
de las alfareras de San José, Yarumela, La Arada y otras
comunidades en los Departamentos de La Paz y Valle, de las floristas
de tusa de las aldeas del Municipio de Sabanagrande, las tejedoras
indígenas de Intibucá, las que elaboran jabones, shampoo,
acondicionadores, medicinas naturales, en diversas zonas del país
159
como en El Paraíso, Francisco Morazán, Santa Bárbara, Intibucá,
Lempira, Copán, las que trabajan el junco y el yute en Santa
Bárbara.
26. Todas las mujeres entrevistadas invierten sus ingresos
principalmente la seguridad alimentaria de la familia, vestuario,
medicinas, educación de los hijos e hijas y vivienda. Existe interés
en capacitarse para mejorar la calidad de sus productos y por
consiguiente los ingresos. El tema de ampliación del mercado y
conocer sus reglas, está presente en todas las demandas de las
mujeres productoras.
27. Existen casos de organizaciones productivas de mujeres que
están contribuyendo económicamente en el desarrollo de la
comunidad, en el mejoramiento de escuelas, instalación de sistemas
de agua, protección de los recursos naturales, mejoramiento de
caminos, apertura de tiendas de consumo a precios cómodos, etc. La
mujer, por la necesidad que tiene de ver resueltos los problemas
centrales de sobrevivencia, cuando tiene oportunidad contribuye con
recursos económicos o participando en diversas actividades a un
nivel más amplio que el de su propio hogar, para mejorar los
servicios comunitarios.
28. La verdadera valoración del trabajo de la mujer rural y su
contribución económica, requiere disponer de datos del costo
específico de cada una de las actividades que ella realiza. Existen
proyectos que hoy día están haciendo mediciones del aporte
económico del trabajo de las mujeres rurales mediante la
metodología de “uso del tiempo”, tanto en la esfera productiva como
160
en la reproductiva; se trata de una contabilización matemática de los
minutos destinados para el desarrollo de las actividades en un día
típico, haciendo diferencias por la estacionalidad de la producción
agrícola. El cálculo se realiza por medio del “costo de oportunidad”,
que otorga una remuneración al tiempo destinado a las actividades
domésticas, su relación de costo en la esfera productiva, como
cuenta propia en la misma localidad.
29. La Estrategia para la Reducción de la Pobreza, formulada por
el gobierno, no contempla una propuesta específica para atender la
realidad de la mujer rural, señala en términos generales el
mejoramiento de la equidad y seguridad en el acceso a la tierra, la
importancia del desarrollo sostenible, el mejoramiento de la
competitividad de las pequeñas empresas rurales y el mejoramiento
de las condiciones sociales del área, pero no ofrece mayores
especificaciones sobre cómo la mujer rural va a ser beneficiada con
la propuesta.
30. El gobierno creó recientemente el Programa Nacional de
Competitividad para hacerle frente a su aportación en el marco de
los Tratados de Libre Comercio TLC, pero las mujeres rurales tienen
grandes limitaciones para entrar en esos mercados competitivos que
exigen productos de calidad altamente diversificados. La estrategia
de competitividad contempla identificar áreas geográficas con
potencial para exportación, la creación de competencias, estimular el
encadenamiento entre las pequeñas y las grandes empresas para
ampliar la exportación; creación de Centros de Innovación
Tecnológica, búsqueda de certificación y el mejoramiento constante
de la calidad de los productos hondureños, posicionar al país a nivel
161
internacional con sus productos, realizar alianzas con Centros de
Educación Superior para formar especialistas. Las mujeres rurales
que han formado pequeñas empresas en su mayoría no están
preparadas para participar en procesos competitivos.
RECOMENDACIONES
1. El Estado deberá contemplar más claramente, en la planificación del
desarrollo, la inclusión de la mujer en una dimensión integral. Una
estrategia de desarrollo no puede prescindir de la mujer en todos los
niveles, su inserción requiere de un conocimiento amplio sobre las
diferentes actividades económicas en que se involucra, identificar y
eliminar las barreras que impiden su acceso a las acciones de
política.
2. Es necesario incrementar la participación y la representación de la
mujer en la vida política, ya que esto se traduce generalmente en
cambios positivos para las mujeres en todas las demás esferas de la
sociedad. El INAM congruente con su Plan Estratégico 2002 – 2006,
deberá seguir promoviendo un amplio y sostenido proceso de
capacitación, con la concurrencia de otras instituciones
gubernamentales, ONGs y las Organizaciones de Mujeres
Campesinas, sobre los temas de participación social y política de la
mujer; que le permita discernir sobre la importancia de involucrarse
en la toma de decisiones y vincularse concientemente a procesos de
desarrollo de largo alcance.
162
3. Las mujeres deben estar presentes activamente en la construcción
de las propuestas dirigidas a ellas, especialmente cuando se trata de
políticas, planes, programas, proyectos y estrategias de
implementación así como en su ejecución, seguimiento y evaluación.
Buscar el desarrollo de sus capacidades, acceso a los recursos
productivos y garantizar su participación en la toma de decisiones,
para alcanzar reivindicaciones que las inscriban en un proyecto de
transformación de largo alcance.
4. Cuando las políticas se dirigen a la unidad familiar, minimiza a la
mujer porque la figura masculina termina tomando las decisiones,
manteniendo la subordinación y el marginamiento, por lo que “es
necesario disponer de medidas que permitan compensar las
desventajas históricas y sociales que impiden al hombre y a la mujer
actuar en igualdad de condiciones, la equidad lleva a la igualdad; el
empoderamiento es imprescindible para alcanzar esta equidad e
igualdad de género”. (Política de Equidad de Género 2000-2005). El
Estado está llamado a proveer las condiciones necesarias para que
las Leyes sean conocidas por las mismas mujeres, se cumplan y
permitan a la mujer rural un verdadero proceso de inserción al
desarrollo. El Estado deberá vigilar que el enfoque de género esté
presente en los programas y proyectos que se ejecuten para
impulsar el desarrollo del país.
5. Es necesario continuar con los cambios en los enfoques de los
servicios de asistencia técnica, capacitación, crédito, ofrecidos por el
Estado, la cooperación externa y las ONGs. Potenciar la capacidad
de la mujer rural para que entre de una manera más directa en los
procesos de desarrollo, no sólo está demandando la equidad en el
163
acceso a recursos, servicios, beneficios y poder, sino un cambio en la
forma de relacionamiento entre personas, que redunde en el
fortalecimiento a los procesos democráticos. Es necesario que se
tome en cuenta el nivel, la naturaleza y las especificidades del
trabajo femenino, que no le considere sólo por sus necesidades
inmediatas, sino que se busque producir efectos a largo plazo.
6. Es necesario identificar los obstáculos a la participación de la mujer
en la toma de decisiones, buscar tecnologías y nuevas estrategias
que permitan agilizar las tareas de la mujer rural, a fin de que ésta
pueda disponer de más tiempo para participar en actividades
educativas, económicas, sociales y políticas. Promover a la mujer
asignando recursos y posicionándola en las estrategias de desarrollo.
7. Debe superarse la idea que el trabajo agrícola no es trabajo de
mujeres y que por ello la mujer no necesita acceder a la tenencia de
la tierra. La mujer tiene derecho a que se le faciliten predios de
tierra de calidad y en cantidad para desarrollar procesos productivos
rentables destinados al mercado nacional e internacional; desde
luego que participa en estos espacios.
8. Los fondos de crédito deben responder a las necesidades de
financiamiento en función de diferentes opciones de producción e
ingreso de la mujer rural. Perfeccionar la capacitación de las
mujeres en aspectos relacionados con el manejo de cuentas y
comercialización.
9. Es necesario crear un ambiente político más favorable para las
empresas de mujeres, el intercambio entre redes, capacitación de
164
género para quienes toman decisiones, recolección de información y
estadísticas desagregadas por sexo. Promover desde el INAM
instancias de diálogo entre las mujeres y los que toman decisiones
políticas.
10. Las mujeres rurales requieren apoyo de instituciones
educativas y de investigación agropecuaria como el CURLA/UNAH,
la Escuela Agrícola Panamericana El Zamorano, la Escuela Nacional
de Agricultura, el IICA el CATIE y otras, que les ayude a investigar
y orientar los procesos productivos, de mercadeo, y desarrollar
programas y proyectos sostenibles en el manejo y aprovechamiento
de los recursos forestales.
11. Las mujeres rurales también requieren asesoría de expertas,
para orientar el logro de sus intereses estratégicos. El INAM podría
definir una estrategia en esta dirección.
12. Es necesario crear un sistema de información, contar con un
registro de datos y actividades relevantes, para darle seguimiento a
las acciones emprendidas por el Estado y las ONGs sobre la
implementación de las políticas y estrategias que favorecen a la
mujer rural.
13. Considerando el surgimiento de pequeñas empresas de
mujeres con sus propias particularidades, algunas de ellas
elaborando productos de calidad y con posibilidades de exportación,
habrá que retomar el tema del fortalecimiento, fomento y
consolidación de estas actividades, valorar el aporte de la mujer
165
empresaria y elevar su nivel de competitividad como alternativa para
el desarrollo.
14. Los técnicos facilitadores de las Instituciones deberán contar
con conocimiento sobre el enfoque de equidad género para el
desarrollo rural. Con frecuencia las instituciones carecen de recurso
humano especializado y sensibilizado en la temática, que manejen
información sobre la situación de la mujer rural y conozca las
políticas que se han formulado para posicionarla en el marco del
desarrollo.
15. Debe promoverse el fortalecimiento de organizaciones
comunitarias con programas de capacitación sostenidos, para que
incrementen sus posibilidades de negociación política y económica y
su capacidad para la formación de alianzas estratégicas y redes
colaborativas.
16. En el momento actual pocas pequeñas empresas de mujeres
rurales pueden participan en el Programa Nacional de
Competitividad, salvo si se les incluye en las estrategias del gobierno
para el sector MIPYMES, acceso a servicios financieros y no
financieros, a información, capacitación técnico-empresarial de
conformidad a los requerimientos diferenciados de las mujeres,
alternativas de financiamiento e inversión a largo plazo, innovación
tecnológica, diversificación de productos, estudios de calidad,
mercado y el desarrollo de estrategias sostenidas de comercialización
a nivel nacional e internacional, pudiendo participar en cadenas y
redes empresariales. Por tratarse de pequeñas empresas pero con
potencial para entrar en una dinámica económica altamente
166
competitiva, habrá que hacer investigaciones especiales del potencial
de cada una de ellas.
17. Es necesario tomar en cuenta la propuesta del gobierno de
potenciar el sector productivo que entrará en los Tratados de Libre
Comercio, ha priorizado los sectores productivos: agroindustria,
forestal, muebles de madera, turismo, textiles, entre las cuales se
podrían ubicarse algunas pequeñas empresas de mujeres, haciendo
alianzas con empresas competitivas, de conformidad a sus
capacidades. Actualmente el gobierno a través de la Secretaría de
Industria y Comercio y FIDE están formulando la Política de las
MIPYMES mediante un proceso de consulta, con el propósito de
fortalecer este sector de la economía, valorando el importante rol que
desempeñan en la generación de empleo y en la producción del país.
18. Es importante que se realice un estudio específico sobre cómo
las pequeñas empresas de mujeres pueden aprovechar las
disposiciones a favor de las micoempresas en Honduras, para elevar
su nivel de competitividad en función de su inclusión en los tratados
internacionales.
19. Para ofrecer una intervención institucional estatal y privada
sostenida, coordinada, que de seguimiento a la aplicación de las
políticas a favor de la mujer rural, sería importante considerar la
creación de una instancia que podría llamarse Consejo de Política de
la Mujer Rural o una Dirección General de Promoción de la Mujer
Rural, funcionando bien en el INAM, la SAG o en otra institución
estatal, contando con la participación activa de las organizaciones
de mujeres campesinas e indígenas a nivel nacional, tanto las de
167
orden social como productivo, con la asesoría del INAM, con el
acompañamiento de ONGs; sus funciones serían las de dar
seguimiento de cerca a la implementación de las políticas aprobadas,
preparar la formulación de otras, dar seguimiento a planes,
programas y proyectos específicos a favor de las mujeres rurales,
avanzar con la incorporación de la perspectiva de género en los
programas de desarrollo municipal y en los proyectos de asistencia
técnica municipal, así como promover la integración del enfoque de
equidad de género en políticas, planes, programas y proyectos
socioeconómicos del Estado. Ofrecer el servicio de información sobre
redes de colaboración internacional hacia la mujer rural, promover
el proyecto de desarrollo en áreas fronterizas recientemente creado
por el gobierno. Esta instancia deberá desempeñar un estratégico en
el proceso de involucramiento de la mujer rural al desarrollo del
país.
20. Existe la necesidad de contar con un Plan detallado de
Ejecución de las Políticas para la mujer rural, que identifique las
verdaderas capacidades institucionales para viabilizar y sostener la
formulación y aplicación plena de todas las Leyes y Políticas que se
han formulado y se formulen para impulsar el desarrollo, de la
mujer rural, en su más amplia dimensión. Que de seguimiento a la
transversalidad del enfoque de género en las decisiones y acciones
de las instituciones vinculadas al sector publico agrícola, a la
incorporación del concepto género en los sistemas de información.
21. La búsqueda de un balance genérico en la distribución de las
oportunidades educativas impulsado por el sistema educativo
nacional, facilitaría a la mujer hondureña acceso a nuevos
168
conocimientos, destrezas y habilidades, no solo para asegurar
alimentos a la familia sino para su propio desarrollo como persona.
22. Es necesario establecer proyectos acelerados para la
alfabetización de las mujeres rurales en los que se incluya planes de
formación integral adecuados a sus necesidades, para darles mayor
posibilidad de incorporarse al desarrollo nacional.
23. Es necesario socializar más ampliamente las experiencias de
mujeres rurales que han logrado resultados sostenidos en los
procesos productivos. Existe potencial en algunos grupos de mujeres
(muy pocos) para entrar en procesos de competitividad y en
mercados internacionales, las mejores prácticas están en aquellas
organizaciones que han tenido una capacitación amplia, un
seguimiento y evaluación constante de los procesos y experiencias.
24. Es necesario elevar en nivel de competitividad. La mayoría de
los problemas que enfrentan actualmente las pequeñas empresas de
las mujeres rurales tiene que ver con la baja productividad, con la
escasa disponibilidad de instrumentos financieros adecuados a sus
necesidades, con el limitado acceso a mano de obra calificada, a una
tecnología actualizada que les permita mejorar sus procesos
productivos, la calidad de sus productos y a mejorar la capacidad de
gestión.
25. Es necesario elevar el nivel de empresarialidad. Honduras no
tiene desarrollada una cultura empresarial que viabilice y dinamice
el proceso de desarrollo de las MIPYMES elevándola a niveles de
competitividad. Pese a la importancia que tiene el sector para la
169
economía del país y la gran cantidad de población que absorbe, este
sector no mantiene una estrategia de crecimiento, de organización,
innovación, de coordinación interinstitucional, es necesario revertir
esta situación para entrar en la nueva dinámica económica en la que
el país está inmerso.
26. Considerando que la presencia de las mujeres a cargo de
negocios agrícolas relativamente sostenibles, es muy limitada
todavía (solamente son el 5% de los productores agrícolas, según
datos del Censo Nacional), pero con un importante potencial de
desarrollo, es necesario definir estrategias institucionales, con el
apoyo de la cooperación internacional, para potenciar estas
capacidades en todos los departamentos del país.
27. Es necesario realizar estudios diferenciados por estrato
productivo, realizar una clasificación de MIPYMES de mujeres. Al ser
sectores tan vulnerables, su situación se modifica rápidamente, es
necesario realizar seguimientos anuales, las Encuestas del INE son
fundamentales, con adecuados diseños maestrales hacia el sector
MIPYME.
28. Apoyar la generación de economías de escala, aprovechando al
máximo los beneficios que la aglomeración sinérgica pueda facilitar.
Si estas pequeñas empresas siguen actuando individualmente
difícilmente pueden crecer en las condiciones actuales del entorno
competitivo. Es necesario fomentar la asociatividad para diversos
fines, asesorías técnicas, mercados, compra de insumos, desarrollo
de sistemas de información, modernos métodos gerenciales,
exportar, etc. Integrarse a clusters, distritos industriales y otros.
170
Crear una masa crítica de PYMES con capacidad competitiva que
sirvan de modelo para motivar e incentivar a otras microempresas de
mujeres a dar el salto a la competitividad, que no se perpetúen en la
subsistencia, convertirse en alternativa a la pobreza.
29. Las pequeñas empresas de mujeres rurales requieren
soluciones innovadoras, iniciativas estratégicas, acompañamientos
de ONGs calificadas, capacitadas, que les permita reforzar su
crecimiento. Es necesario implementar un Plan Estratégico de
Capacitación para socializar las mejores prácticas. Alianzas
estratégicas para incorporar a una variedad de entidades
relacionadas e interesadas, que podrían poner a disposición recursos
humanos y financieros para innovarlas, ayudarles a entrar a
mercados en condiciones competitivas.
30. Es conveniente la formulación e implementación de una
política macroeconómica y social basada en la producción con
enfoque de género, políticas reproductivas para mejorar las
condiciones productivas y de trabajo doméstico, políticas para la
reproducción de la fuerza de trabajo, que faciliten el acceso a la
educación salud, empleo. Se trata de un enfoque de política sobre la
participación de la mujer como actora activa del desarrollo.
171
ESTRATEGIA DE INTERVENCION PARA EL DESARROLLO
DE LA MUJER RURAL HONDUREÑA
Presentación
Los resultados de la investigación destacan que existe en el país una
significativa participación de mujeres rurales en actividades productivas
generadoras de ingreso, que benefician directamente a la familia. Mujeres
emprendedoras con voluntad de trabajo, que demandan una mayor
inclusión en el desarrollo rural, alfabetización, capacitación en aspectos
de orden social, equidad de género, liderazgo, prácticas asociativas,
conocimiento de leyes que protejan los derechos de las mujeres y otras.
Requieren además formación en aspectos económicos, asistencia técnica,
financiera, acceso a la información para la toma de decisiones,
capacitación en gestión empresarial, mercadeo, y otras materias que
refuercen sus capacidades para incorporarse con éxito en el proceso
productivo.
La propuesta de estrategia, surge de los hallazgos de la investigación y de
la valoración de la importancia que tiene la participación de las mujeres
en el desarrollo nacional. Su objetivo es aportar a la creación de
oportunidades sociales, económicas y políticas para que la mujer rural se
beneficie de las oportunidades que ofrece el desarrollo rural, en
condiciones de equidad de género; tomando en cuenta las especificidades
del trabajo femenino, sus necesidades diferenciadas inmediatas y de largo
alcance. En términos generales, un ambiente propicio favorable al logro de
la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres.
172
Esta Estrategia se enmarca dentro de la Política para la Equidad de
Género en el Agro Hondureño, la Política Nacional de la Mujer, el Programa
Nacional de Desarrollo Rural Sostenible, el Plan Nacional de Gobierno
2002-2006, la Estrategia para la Reducción de la Pobreza, el Programa
Nacional de Competitividad.
LA ESTRATEGIA
La Estrategia se sustenta en dos ejes:
1. Fortalecimiento de la capacidad de desarrollo de la mujer en el
marco de la búsqueda de un balance genérico en la distribución de
las oportunidades: culturales, educativas, de capacitación, de
formación, comprensión de su rol en la sociedad y del incremento de
sus capacidades para ocupar espacios en toma de decisiones en la
vida política y en el ámbito local.
2. Promoción de su independencia económica a través de una mayor
apertura de acceso a la tierra de calidad y en la cantidad acorde a
sus necesidades, a los fondos de crédito y a la asistencia técnica,
para desarrollar procesos productivos rentables destinados al
mercado nacional e internacional mediante la generación
empresarial; como medio para hacerle frente a la pobreza que recae
mayormente sobre ella.
173
Lineamientos de la Estrategia El Problema La Estrategia
La mujer rural enfrenta
situaciones de discriminación
y de exclusión social,
económica y política por
razones de género.
Promover la búsqueda de las condiciones
necesarias para potenciar a la mujer rural como
actora del desarrollo, en igualdad de
condiciones y oportunidades que el hombre, a
través de:
La vigilancia en la aplicación de Leyes, Políticas
y Programas, buscando la eliminación de los
obstáculos que dificultan su participación
activa, en todas las esferas de la vida pública y
privada.
La aplicación de las Leyes relativas al acceso a
la tierra, a los servicios, al crédito y demás
oportunidades que ofrece el desarrollo, en
condiciones de equidad de género.
El fomento y la supervisión de la eliminación de
aspectos discriminatorios por razones sexistas,
étnicas o sociales en el sistema de educación
formal y no formal, en el marco de la educativo
nacional.
La promoción y elaboración de programas de
enseñanza y material didáctico, para la
educación formal y no formal, teniendo en
cuenta los intereses y necesidades específicas
de la mujer rural.
La formulación de programas de educación que
promuevan el desarrollo de sus capacidades
para la actividad productiva, aumentando la
174
capacitación técnica para la elaboración de
productos de calidad, el mejoramiento de la
administración, gestión y comercialización de
sus productos.
Las mujeres rurales se
concentran mayormente en
los estratos poblacionales
más pobres.
A través de la cooperación del Estado, las
Agencias Internacionales de Desarrollo, las
ONGs, promover la creación de programas
innovadores que reconozcan y fortalezcan el
papel decisivo de la mujer rural como
generadora de ingresos para la familia,
apoyándola con estrategias de empoderamiento
para la toma de decisiones.
Establecer un entorno interinstitucional, que
permita desarrollar políticas, programas y
mecanismos que favorezcan la incorporación de
la mujer rural a los servicios del desarrollo en
forma coordinada: crédito, asistencia técnica,
capacitación, información, etc.
Adoptar medidas de política, estrategias y
líneas de acción, para fortalecer la pequeña y
mediana empresa rural dirigida o promovida por
mujeres. Apoyándoles en aspectos de gestión
empresarial, contabilidad, mercadeo,
certificación de calidad, redes de
comercialización, etc.
Aprovechar los servicios de las OPDs
Financieras (véase anexo 2), promover el
desarrollo de nuevos instrumentos de servicios
financieros, con mayor cobertura y facilidades
para que las mujeres rurales tengan un mejor
175
acceso a recursos financieros para desarrollar
sus empresas.
Facilitar el acceso a la información tecnológica y
a la promoción de mecanismos de fomento a la
innovación.
Crear mecanismos de carácter educativo y de
capacitación, específicos para la mujer
productora para el fomento de la cultura
empresarial.
Integrar a las mujeres rurales, sus perspectivas
y conocimientos, en la adopción de decisiones
en materia de ordenación de los recursos y en la
formulación de políticas y programas de
desarrollo sostenible, particularmente las
destinados a atender y prevenir la degradación
ambiental y la conservación de los recursos
naturales.
Propiciar la integración de redes de cooperación
entre las empresas de las mujeres rurales.
Adecuar el marco institucional y jurídico a los
mecanismos que faciliten la incorporación de
mujeres empresarias.
Apoyar y facilitar la promoción, organización de
enlaces empresariales, ferias y exposiciones
nacionales, regionales e internacionales.
Sistematizar las experiencias de redes
empresariales de mujeres u otros mecanismos
176
que existan o hayan existido en Honduras;
como marco de referencia para la incorporación
de las mujeres rurales a los mercados
internacionales (TLC, PPP, etc.).
Promover la capacitación del personal con base
de conocimientos sobre la realidad de la mujer
rural y el enfoque de género, para habilitarlo en
la prestación de servicios especializados para
las mujeres rurales productoras/empresarias.
Grupos de mujeres con posibilidades de desarrollo
empresarial identificados en la investigación:
• Asociación Regional de Alfarería Lenca (Departamentos de Valle,
Francisco Morazán, Comayagua, La Paz, Intibucá y Lempira)
• COMIFLOL: Cooperativa Regional (Sabanagrande, flores de tusa)
• CIFMAL: Santa Bárbara (flores de tusa)
• Grupos de mujeres productoras de papel orgánico (Departamentos
de El Paraíso y Valle)
• Cooperativa de mujeres para el procesamiento y comercialización del
marañón (Choluteca)
• Cooperativa productora de camarón (Valle)
• COMARAL: Artesanías en junco
• Grupos de mujeres productoras de shampoo, jabones y enjuagues
(Santa Bárbara, El Paraíso)
• Grupos de mujeres bordadoras (La Paz y Cortés)
• Grupos de mujeres indígenas tejedoras (Intibucá)
177
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189
ANEXO 1
METODOLOGÍA DE INVESTIGACION
Partiendo de los objetivos de la investigación, la consulta se centró en la
contribución de las mujeres rurales a los sistemas agropecuarios de las
pequeñas unidades de producción y el de las mujeres que se han
vinculado directamente en procesos productivos diversos, generadores de
ingresos, sus aportes a la economía familiar y las posibilidades de
inserción al desarrollo rural sostenible.
La premisa de la investigación fue, que todas las actividades que realizan
las mujeres rurales son económicas, que sirven para satisfacer las
necesidades de la familia, desarrolladas en la esfera reproductiva y
productiva, muchas de ellas generadoras de ingresos.
El Punto de Partida
La investigación se inició con una amplia compilación y revisión
bibliográfica sobre la temática de la mujer rural, en diversos contextos y
desde diferentes perspectivas de análisis, enfocando el interés hacia su
aporte al desarrollo rural sostenible. El punto de referencia fue siempre la
Política Nacional de la Mujer PNM, la Política para la Equidad de Género
en el Agro Hondureño y la Política de Igualdad de Oportunidades para la
Mujer Rural, PIOM Rural.
Se consultó la información estadística de los últimos cinco años disponible
en el Instituto Nacional de estadísticas INE, incluyendo la Encuesta
Agrícola Nacional hasta el año 2002, la Encuesta de Granos Básicos, la
190
Encuesta de Hogares, información sobre vivienda, población y pobreza.
Datos sobre titulación de tierras compilados por el Instituto Nacional
Agrario INA y otros contemplados en los Informes de Desarrollo Humano
de Honduras del PNUD.
La consulta a fuentes secundarias se realizó para conocer como ha sido
abordado el tema de la mujer rural, las orientaciones teóricas y
metodológicas y los resultados de otras investigaciones sobre el tema.
Población Estudiada
La información primaria se recogió a través de entrevistas a las mujeres
rurales, campesinas, indígenas y negras, en diferentes regiones del país,
procurando tener una muestra representativa de la diversidad cultural y
de actividades productivas en que la mujer se involucra. Se les abordó en
sus hogares, huertos, en Centros de Capacitación, Centros de Trabajo, en
Casas Comunales, Oficinas de las Organizaciones, etc. Se visitaron unas
70 comunidades rurales, muchas de ellas ubicadas en zonas inhóspitas y
poco accesibles. Se consultó a un promedio de 600 mujeres rurales.
Se entrevistó a mujeres que han participado en procesos de capacitación
sistemática que hoy sirven de facilitadoras, a parejas que han roto los
esquemas tradicionales y que participan apoyando los procesos de
autovaloración y cambio de otras mujeres y hombres.
La consulta fue individual y grupal. La selección de las mujeres se hizo de
manera intencional, buscando aquellas que están haciendo la diferencia a
nivel nacional o que siguen la tendencia tradicional de inserción
productiva, con los siguientes criterios:
191
• Mujeres rurales que además de atender el oficio doméstico, dedican
buena parte de su tiempo a la siembra de granos básicos y al huerto
familiar y las que,
• Mujeres rurales que además de atender el oficio doméstico y el
huerto. Se dedican a proyectos productivos generadores de ingresos
y a la venta de servicios.
• Mujeres rurales vinculadas a actividades agropecuarias que han
participado en capacitaciones ofrecidas por diferentes instituciones,
consultándose también a las que no han sido capacitadas en los
últimos años. Todas aportando a la seguridad alimentaria de la
familia.
• Mujeres rurales que han recibido capacitaciones para insertarse en
procesos productivos diversos, vinculadas a actividades generadoras
de ingreso: artesanías, procesamiento de alimentos, pecuarias,
avícolas, pesca, etc.
• Mujeres rurales en actividades de servicio
Se seleccionaron de manera intencional mujeres organizadas con
experiencias productivas exitosas, otras en proceso de consolidación y
mujeres no organizadas. Se tomo en cuenta su vinculación a
organizaciones de primer y segundo nivel como la Confederación
Hondureña de Mujeres Rurales, su inclusión en programas y proyectos
productivos promovidos por instituciones Estatales como la Secretaría de
192
Agricultura y Ganadería, la Cooperación Internacional, ONGs, y mujeres
independientes que no han recibido apoyo.
Se convocó a las mujeres para que con sus propias voces ofrecieran sus
percepciones de la realidad socioeconómica en la que viven y sus
perspectivas como productoras. Se entrevistó al personal de campo de los
proyectos promovidos por instituciones y organizaciones nacionales e
internacionales, sobre las metodologías de intervención comunitaria, en el
interés de conocer como se está logrando el involucramiento de las
mujeres rurales a los procesos de cambio y las formas en que se aplican
las Leyes y las Políticas.
Técnicas e Instrumentos para recolección de Información
En la consulta se utilizaron instrumentos que facilitan la obtención de
información cualitativa, como la entrevista semiestructurada, grupos
focales, estudio de casos, con el objeto de conocer desde la propia vivencia
de las mujeres, su simbología, valoraciones sobre su problemática, la
diversidad de roles que realiza, los límites del tiempo, sus espacios y las
condicionantes para incorporarse activamente a los procesos de desarrollo
rural.
La metodología de investigación seleccionada, especialmente la entrevista
en profundidad y la observación participante, facilitó encontrar la relación
entre lo manifiesto y lo que la realidad o su entorno mostraba, una mujer
interactuando en un ámbito diferenciado, más halla de su “cocina”. El
proceso metodológico seleccionado permitió conocer las expresiones del
nuevo perfil de las mujeres rurales vinculadas actualmente en los procesos
de desarrollo rural.
193
Se utilizó la técnica de grupo focal para consultar a las organizaciones de
mujeres rurales que tienen una importante trayectoria. Se realizaron cinco
jornadas en diferentes regiones del país, Corosal, Atlántida, San Nicolás y
Concepción en Santa Bárbara, Choluteca, El Guayabo, Valle. El trabajo en
grupo facilitó la discusión sobre los temas productivos, familia, pobreza y
alternativas de desarrollo, etc, permitió una interacción dinámica entre las
participantes. El debate fue conducido por moderadoras (del equipo de
investigación) apoyadas de una guía de preguntas.
Se estimuló a las participantes para que respondieran a preguntas
abiertas de fácil comprensión para que las mujeres socializaran sus
conocimientos, opiniones e inquietudes. Se convirtió además es un espacio
educativo para quienes participaron.
El tiempo destinado a cada grupo dependió del nivel de motivación de las
participantes, cada jornada duró un promedio de seis horas y en un caso
ocho horas. Para procesar la información se utilizó la técnica de análisis de
contenido.
El levantamiento de la información de campo se completó con el filmado
(20 horas) de las entrevistas y de las actividades productivas realizadas por
las mujeres, así mismo se hizo un registro fotográfico.
La consulta a las comunidades rurales permitió conocer de cerca la
diversa y rica participación de las mujeres en procesos productivos, tanto
las actividades generadoras de ingresos como las que se realizan para el
autoconsumo, su incidencia en la economía familiar y local, su
194
participación en la toma de decisiones sobre el rumbo de la vida en el
hogar.
Zona Geográfica
El trabajo de campo se realizó en 12 departamentos del país: Atlántida,
Colón, Comayagua, Choluteca, Francisco Morazán, El Paraíso, Intibucá,
La Paz, Lempira, Olancho, Santa Bárbara y Valle. Se consideró la
importancia de contar con una representación de grupos de mujeres
campesinas, indígenas y negras diseminadas en esos departamentos,
abarcando los cuatro puntos cardinales. Se visitaron comunidades
costeras del norte y sur del país, de los departamentos del centro y
fronterizas con Nicaragua y El Salvador, un recorrido de aproximadamente
tres mil kilómetros.
Las zonas geográficas fueron seleccionadas en base a:
• Variedad de sistemas agroecológicos
• Diversidad de actividades productivas
• Diversidad de grupos étnicos
• Existencia de economías de pequeña producción
• Presencia de Instituciones facilitando procesos económicos y
sociales
195
Consulta a Mujeres Rurales
Diferentes Contextos de País
Departamento de El Paraíso Departamento de Colón
Departamento de La Paz
Departamento de Atlántida
Talleres de Consulta
Se realizaron 4 talleres con mujeres rurales de diferentes organizaciones y
contextos geográficos. Previo se definieron los criterios y el ordenamiento
del proceso, de tal manera que se lograse la mayor participación posible.
196
Se tomaron en cuenta las particularidades organizativas y aspectos
culturales de las mujeres, necesarios para lograr mejores resultados.
El ordenamiento fue el siguiente:
1. Identificación de las diferentes organizaciones campesinas a
consultar, su representatividad a nivel local, regional y nacional,
zona geográfica, lo organizativo y experiencias productivas.
2. Para la selección de las participantes, se solicitó a las organizaciones
de mujeres rurales, invitar a sus dirigentas, con capacitación y
vínculos directos con la producción agrícola u otras actividades
generadoras de ingreso; que tuviesen una rol activo y presencia
política organizacional.
3. Se decidió realizar estos talleres en zonas geográficas que reunieran
criterios de prioridad en los planes de crecimiento económico del
país, que representara la problemática de la mujer rural en
diferentes contextos y culturas.
Los talleres se llevaron a cabo en:
1. Comunidad del Guayabo en el departamento de Valle.
Lugar: Vivienda de la Sra. Graciela Alcerro
Fecha: 27 de Diciembre 2000
Numero de Participantes: 20
2. Ciudad de Choluteca.
Lugar: Oficinas Administrativas de la Sureñita
197
Fecha: 30 de Diciembre 2002.
Numero de Participantes: 36
3. Comunidades de Corozal y Sambo Creek en el Departamento de
Atlántida.
Lugar: Centro de Usos Múltiples Comunidad de Corozal
Fecha: 6 de Enero 2003.
Numero de Participantes: 40
4. Comunidades de San Nicolás y Concepción Sur en el departamento
de Santa Bárbara.
Lugar: Salón Parroquial
Fecha: 10 y 11 de enero 2003.
Numero de Participantes: 110
Es importante destacar que en la realización de los talleres de Corozal y
Santa Bárbara el equipo de investigación se hizo acompañar de 2
mujeres facilitadoras de COHDINCA quienes desempeñaron un papel
muy importante en la introducción del proceso de consulta, por tratarse
de mujeres de cultura negra e indígena.
Objetivos de los talleres:
• Identificar la percepción que las mujeres tienen sobre su aporte al
sistema productivo agrícola y a la economía familiar.
• Propiciar la discusión y el análisis sobre los aportes de la mujer
rural a la economía familiar mediante la realización de actividades
productivas generadoras de ingreso no agrícolas.
198
• Experiencias organizativas y posibilidades de desarrollo de la mujer
rural.
• Identificar el grado de conocimiento y aplicabilidad de las Leyes a
favor de la mujer, por parte de las participantes en los talleres.
Proceso de implementación:
Se utilizó una metodología participativa que permitiera reconstruir algunas
experiencias de las mujeres, y, conocer su participaron en proyectos
productivos, de capacitación, o de asistencia técnica.
Cada taller fue desarrollado en un día, las mujeres se incorporaron por
la mañana temprano, las que venían de lugares lejanos se presentaron
con un día anticipación. La mayoría de las organizaciones hicieron
presentaciones de sus productos y los respectivos procesos de elaboración.
Programa de Trabajo de los Talleres:
- Bienvenida
- Presentación de las participantes
- Presentación y discusión de los objetivos de la Investigación
- Charla introductoria para abordar colectivamente los temas de
consulta
- Análisis en grupos de 6 participantes con apoyo de una
facilitadora en cada grupo.
- Plenaria
- Conclusiones
199
- Visita a las Comunidades donde se realizó el taller, viviendas,
entornos, etc.
Para ampliar la información de los talleres, se realizaron entrevistas a
algunas mujeres líderes aprovechando su presencia en las jornadas. Todo
el proceso de los talleres fue registrado mediante filmados, grabaciones y
fotografías.
Resultado de los Talleres:
Los talleres facilitaron el registro de las formas en que la mujer rural está
visibilizando sus condiciones de vida y de trabajo, marginamiento,
subordinación y posibilidades de cambio. Se convirtieron en espacios de
reflexión y acercamiento entre las participantes, posibilitando un análisis
conjunto de cómo mejorar en el futuro. Los talleres permitieron obtener
información sobre las expectativas que las mujeres rurales tienen del
trabajo institucional, sus necesidades concretas y de orden político
participativo, así como su rol en el desarrollo del país.
El objetivo previsto de conocer la opinión de la mujer rural sobre las
nuevas leyes que la benefician, se logró parcialmente dado que las
mujeres participantes en los talleres pese a su rol como dirigentas de
organizaciones, desconocen los aspectos importantes de estas leyes
aunque en su mayoría saben que existen.
Los Talleres fueron realizados con éxito, por la actitud de colaboración que
todas las mujeres invitadas mostraron, la información recabada constituyó
una base importante para el análisis de la realidad de las mujeres rurales
en Honduras.
200
Mujeres organizadas Comunidad de El Guayabo. Mujeres líderes de La Sureñita. Choluteca Dic. 02
Departamento de Valles. Diciembre 2002
Taller San Nicolás, Santa Bárbara, Enero 2003 Taller Concepción, Santa Bárbara, Enero2003
Taller Mujeres Garífunas de Corosal y Sambo Creek, Departamento de Atlántida. Enero 2003
201
ANEXO
MUJERES ENTREVISTADAS LEVANTAMIENTO DE INFORMACION DE CAMPO POR DEPARTAMENTO
ATLÁNTIDA
N O M B R E L U G A R ACTIVIDAD
PRINCIPAL ASOCIACION/APOYO
INSTITUCIONAL SIXTA MARTINEZ COROZAL CULTIVO Y
PROCESAMIENTO DE YUCA: CASABE
GARIFUNAS EN ACCION CODIMCA
JUANA ISABEL GARCIA
COROZAL CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA: CASABE
SIEMPRE UNIDAS
LILIAN LOPEZ COROZAL CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA: CASABE
SIEMPRE UNIDAS
BRIGIDA VALDES COROZAL CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA: CASABE
SIEMPRE UNIDAS
FLORESNCIA WILLIAMS
COROZAL CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA: CASABE
SIEMPRE UNIDAS
ANDREA GUITY COROZAL CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA: CASABE
SIEMPRE UNIDAS
LEONCIA CHAVEZ
COROZAL CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA: CASABE
SIEMPRE UNIDAS
ADOSTA GAMBOA
SAMBO CREECK
PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO
SIEMPRE UNIDAS
VICTORIA FERNÁNDEZ
SAMBO CREECK
PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO
SOCIAL MUJERES
CARMEN FERNÁNDEZ
SAMBO CREECK
PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO
SOCIAL MUJERES
ONDINA MARTINEZ
SAMBO CREECK
PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO
SOCIAL MUJERES
BASILIA CABALLERO
SAMBO CREECK
PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO
SIEMPRE UNIDAS
LORENA CABALLERO
SAMBO CREECK
PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO
SIEMPRE UNIDAS
VERÓNICA SUAZO
SAMBO CREECK
PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO
SIEMPRE UNIDAS
DARLIN PALACIOS
SAMBO CREECK
PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO
SIEMPRE UNIDAS
ANATOLIA GUITY
SAMBO CREECK
PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO
GARIFUNAS EN ACCION CODIMCA
SATURNINA MIGEL
SAMBO CREECK
PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO
GARIFUNAS EN ACCION CODIMCA
202
FLAVIA BERNARDEZ
SAMBO CREECK
PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO
SIEMPRE UNIDAS
LUCILA GUITY SAMBO CREECK
PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO
SIEMPRE UNIDAS
AMERICA LOPEZ SAMBO CREECK
PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO
GARIFUNAS EN ACCION CODIMCA
MARIANA DAVID SAMBO CREECK
PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO
GARIFUNAS EN ACCION CODIMCA
JUANA DAVID SAMBO CREECK
PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO
SIEMPRE UNIDAS
NICASIA LOPEZ SAMBO CREECK
PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO
GARIFUNAS EN ACCION CODIMCA
MARIA MAGDALENA ZAPATA
SAMBO CREECK
PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO
GARIFUNAS EN ACCION CODIMCA
MARIA GIL VALERIO
SAMBO CREECK
PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO
GARIFUNAS EN ACCION CODIMCA
RUTH FERNÁNDEZ
SAMBO CREECK
PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO
SIEMPRE UNIDAS
ODALMI FERNÁNDEZ
SAMBO CREECK
PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO
SIEMPRE UNIDAS
ONY SILVIA CHAVEZ
SAMBO CREECK
PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO
SIEMPRE UNIDAS
MARCELA MARTINEZ
COROZAL CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA:CASABE
GARIFUNAS EN ACCION CODIMCA
TELMA LETICIA LOBOS
COROZAL CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA:CASABE
GARIFUNAS EN ACCION CODIMCA
ALEJANDRA MARTINEZ
COROZAL CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA:
CODIMCA
VICENTA FERNÁNDEZ
COROZAL CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA:
CODIMCA
OLIVIA ORTEZ COROZAL CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA:
CODIMCA
VICENTE GARCIA COROZAL CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA:
CODIMCA
OLIVIA ORTEZ COROZAL CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA:
CODIMCA
VTE GARCIA COROZAL CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA:
CODIMCA
JULIA SUAZO COROZAL CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA:
CODIMCA
DAYONI R. GUITY
COROZAL CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA:
CODIMCA
DALMY FERNANDEZ
COROZAL CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE
CODIMCA
203
YUCA: LEONCIA SOLÓRZANO
COROZAL CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA:
CODIMCA
NATALIA GUITY COROZAL CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA:
CODIMCA
C O L O N
N O M B R E L U G A R ACTIVIDAD PRINCIPAL
ASOCIACION/APOYO INSTITUCIONAL
HONORIA VASQUEZ
LUCINDA, BALFATE
SIEMBRA DE YUCA. PESCA ARTESANAL EN EL RIO
CODIMCA
C O M A Y A G U A
N O M B R E L U G A R ACTIVIDAD PRINCIPAL
ASOCIACION/APOYO INSTITUCIONAL
ALBINA GIRON EL PORVENIR, SIGUATEPEQUE
ALFARERIA: OLLAS, MACETERAS
ALFARERIA LOS PINOS
EL PORVENIR, SIGUATEPEQUE
ALFARERIA LENCA PROPAITH
C H O L U T E C A
N O M B R E L U G A R ACTIVIDAD PRINCIPAL
ASOCIACION/APOYO INSTITUCIONAL
ROSIBEL DE JESÚS MUÑOZ
MANASIGUE PROCESAMIENTO DE SEMILLA DE MARANON
LA CONSTANCIA
ELVIA MENDEZ SANTOS
MANASIGUE PROCESAMIENTO DE SEMILLA DE MARANON
LA CONSTANCIA
MARIA DE LOS SANTOS MUÑOZ
EL TRIUNFO PROCESAMIENTO DE SEMILLA DE MARANON
COOPERATIVA PAZ Y UNION
ANA ESPERANZA GOMEZ
EL TRIUNFO PROCESAMIENTO DE SEMILLA DE MARANON
COOPERATIVA PAZ Y UNION
ADALENYS CRUZ SAN AGUSTIN PROCESAMIENTO DE SEMILLA DE MARANON
COOPERATIVA PAZ Y UNION
BELSAHI HERRERA EL TRIUNFO PROCESAMIENTO DE SEMILLA DE MARANON
NUEVA ESPERANZA
ELOISA DE JESÚS OBANDO
EL TRIUNFO PROCESAMIENTO DE SEMILLA DE MARANON
NUEVA ESPERANZA
204
MARLENE CRUZ FUNEZ
SAN AGUSTIN PROCESAMIENTO DE SEMILLA DE MARANON
NUEVA ESPERANZA
DOMINGA GUIDO SAN AGUSTIN PROCESAMIENTO DE SEMILLA DE MARANON
NUEVA ESPERANZA
F R A N C I S C O M O R A Z A N
N O M B R E L U G A R ACTIVIDAD PRINCIPAL
ASOCIACION/APOYO INSTITUCIONAL
JUANA JULIA RODRÍGUEZ
OFICINA AMUC- TEGUCIGALPA
AGRICULTURA, CAJAS RURALES
AMUC
MARIA CONCEPCIÓN BETANCO
TEGUCIGALPA COORDINADORA NACIONAL
CONFEDERACIÓN DE MUJERES CAMPESINAS
MARIA JANETH MEJIA
CERRO GRANDE, VALLE DE ANGELES
TIENDA DE CONSUMO, HUERTO FAMILIAR
AUXILIO MUNDIAL
MARIA CARLOTA OCHOA
MONTANA GRANDE, SANTA LUCIA
CULTIVO DE HORTALIZAS Y MAIZ, VENTA DE CARRETERA
REINA ZEPEDA EL PILIGUIN CULTIVO DE FLORES MARIA LUISA ARAUJO
EL PILIGUIN CULTIVO DE FLORES
MARIA COELLO LAINEZ
EL PILIGUIN CULTIVO DE FLORES
MARGARITA GODOY
EL PILIGUIN CULTIVO DE FLORES
ROSARIO ARAUJO ARAUJO
EL PILIGUIN CULTIVO DE MARGARITAS Y FLORES DELA ESTACION
GLADYS LOPEZ AZACUALPA, REITOCA
CULTIVO DE PAPAS, MANZANILLA, HORTALIZAS
ADELINA AVILA SABANAGRANDE COORDINADORA ARTESANIAS: FLORES DE TUSA
ATUTO
EDUARDO DURON SABANAGRANDE GERENTE ATUTO EXPORTACIÓN DE ARTESANIAS
ATUTO
GABRIELA CIVILA ORTEGA
OPIMUCA, LA VENTA
ELABORACIÓN DE FLORES DE TUSA
ATUTO
MARIA INES ORTEZ
OPIMUCA, LA VENTA
ELABORACIÓN DE FLORES DE TUSA
ATUTO
CANDIDA ROSA ORTEZ
OPIMUCA, LA VENTA
ELABORACIÓN DE FLORES DE TUSA, CULTIVO DE MAIZ.
ATUTO
DAISY CARRASCO LA CANADA, LA VENTA
ELABORACIÓN DE FLORES DE TUSA, CULTIVO DE MAIZ.
ATUTO
MARIA VALERIA FUNEZ
SABANAGRANDE ELABORACIÓN DE FLORES DE TUSA
ATUTO
205
I N T I B U C A
N O M B R E L U G A R ACTIVIDAD PRINCIPAL
ASOCIACION/APOYO INSTITUCIONAL
MARIA SANTOS DIAZ
LA ESPERANZA COMERCIALIZADORA DE PRODUCTOS AGROPECUARIOS Y ARTESANALES
PRAF
ISABEL GOMEZ LA ESPERANZA COORDINADORA ASOCIACIÓN DE MUJERES INTIBUCANAS
RENOVADAS MARIA MARICELA MENA
BARRIO SANTA CLARA, LA ESPERANZA
PANADERIA PRAF
URSULA SÁNCHEZ VASQUEZ
SANTA CATALINA
CULTIVO DE CLAVELES Y FLORES DE LA ESTACION
F I A
ELEUTERIA MEJIA JESÚS DE OTORO TOSTADORA DE CAFÉ APROCAFE, COOPERATIVA SAN
RAFAEL ISIDORA GARCIA JESÚS DE OTORO TOSTADORA DE CAFÉ APROCAFE,
COOPERATIVA SAN RAFAEL
ESPERANZA REYES CULTIVO MAIZ, FRIJOLES, PAPAS, REPOLLOS, FRESA
APROCAFE, COOPERATIVA SAN
RAFAEL NAPOLEÓN AMADOR
LA ESPERANZA APOYO A ACTIVIDADES FAMILIARES
SG/PROSOC FAPRIN
ESPERANZA MEZA LA ESPERANZA CULTIVO DE FRESAS SG/PROSOC FAPRIN
L E M P I R A
N O M B R E L U G A R ACTIVIDAD PRINCIPAL
ASOCIACION/APOYO INSTITUCIONAL
RAFAELA MELCHOR QUELEPA ESCUELA DE CAMPO: MANEJO DE RECURSOS NATURALES, AGRICULTURA ORGANISA, HORTALIZAS.
PROYECTO LEMPIRA SUR
CLEMENTINA DE CRUZ
EL ROBLON PREPARA Y VENDE ESPECIAS, MEDICINAS NATURALES Y CAFÉ MOLIDO
PROYECTO LEMPIRA SUR
TIMOTEO CRUZ ALEMAN
EL ROBLON PROYECTO LEMPIRA SUR
ALBA ORTEGA OLISINGO-GUARITA
PRODUCTORA DE LECHE, QUESO Y MANTEQUILLA
PROYECTO LEMPIRA SUR
206
MARGARITA CASTILLO
LA ALONDRA, GUALCINCE
HUERTO FAMILIAR, EMBASADOS/ CRIA DE AVES
PROYECTO LEMPIRA SUR
MARIA AMPARO MELENDEZ
GUANIGIQUIL, LA VIRTUD
FABRICACIÓN DE SILOS
PROYECTO LEMPIRA SUR
O L A N C H O
N O M B R E L U G A R ACTIVIDAD PRINCIPAL
ASOCIACION/APOYO INSTITUCIONAL
LUBINA MARTINEZ LA AVISPA, OLANCHO
FOGONES DONA JUSTA (PROMOTORA)
PROYECTO SAG/GUAYAPE
LUISA VICTORIA RUIZ
LA CONCEPCIÓN, OLANCHO
ELABORACIÓN Y VENTA DE
ROSQUILLAS
PROYECTO SAG/GUAYAPE
REINA CÁLIZ DE MIRALDA
JUTICALPA, OLANCHO COORDINADORA FOMUR
FOMUR
MARIA JUSTINA ALVAREZ
PULPERÍA , VENTA DE ROPA USADA
30 DE ENERO. ANACH
SANDRA MEZA LA HOYA, JUTICALPA
CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS
ING. JOVANNI BOBADILLA
JUTICALPA ASISTENCIA TÉCNICA PROYECTO AFE/PAAR
AFE/PAAR
TRINIDAD FELIPA EUCEDA
SANTA MARIA DEL REAL
CLUB DE AMAS DE CASA CLUB DE AMAS DE CASA
ING. LIZZETE BALTODANO
CATACAMAS MANEJO DE LA CUENCA DEL RIO CATACAMAS
MUNICIPALIDAD DE CATACAMAS
GUILLERMINA GUIFARRO
COLONIA LA UNION
CRIA DE AVES, CULTIVO Y VENTA DE ACHOTE,
ELABORACIÓN Y VENTA DE DULCES
E L P A R A I S O
N O M B R E L U G A R ACTIVIDAD PRINCIPAL
ASOCIACION/APOYO INSTITUCIONAL
MARIA ELENA LOPEZ
LA MONTANA, SAN LUCAS
HUERTO FAMILIAR/GANADO
VACUNO
PESA/FAO/ SAG
FIDELINA RODRÍGUEZ
LA MONTANA, SAN LUCAS
HUERTO FAMILIAR, AVES ZAMORANO
ANTONIA RODRÍGUEZ
LA MONTANA, SAN LUCAS
HUERTO FAMILIAR ZAMORANO
207
ROGELIA DONES SAN LUCAS ARTICULOS DE CANAMO: CARTERAS, PANTALLAS, ADORNOS.
PESA/ FAO / SAG
IRIS JIMÉNEZ MANDASTA, SAN ANTONIO DE FLORES
MOLINO DE MAIZ PESA / PRONADEL
IRMA PEREZ APALIPI, SAN ANTONIO DE FLORES
CAJA RURAL AMOR Y FE PESA
MARIA DE JESUS SANCHEZ
TAPAHUASCA, SAN LUCAS
CULTIVO Y VENTA DE CAFÉ
PESA/ SAG
DILIA CACERES SANCHEZ
TAPAHUASCA, SAN LUCAS
CAFÉ Y HUERTO FAMILIAR, AGRICULTURA,
PESA / SAG
EVA ARGENTINA ANDINO
VILLA SANTA, DANLI
PAPEL ORGANICO: TARJETAS, SOBRES, FLOREROS
PROSOC
ANA NUNEZ VILLA SANTA, DANLI
CRIA DE GALLINAS Y CERDOS
PROSOC
ENA ESPERANZA BECERRA
QUEBRADA LARGA, DANLI
TAJADITAS DE PLATANO, DULCE Y PINOL DE PLATANO
PROSOC
REINA MARGARITA SOSA
QUEBRADA LARGA, DANLI
TAJADITAS DE PLATANO, DULCE Y PINOL DE PLATANO
PROSOC
DELFA RAMONA SIERRA
QUEBRADA LARGA, DANLI
TAJADITAS DE PLATANO, DULCE Y PINOL DE PLATANO
PROSOC
MATILDE RODRÍGUEZ
EL OBRAJE CULTIVO Y VENTA DE MAIZ Y FRIJOLES. ELABORACION DE ROSQUILLAS Y PAN.
AMUC
MARCIA MARINA RODRÍGUEZ
EL OBRAJE CULTIVO Y VENTA DE MAIZ , FRIJOLES Y YUCA, ROSQUILLAS.
GRUPO LA UNION, AMUC
FRANCISCA AYESTAS
EL OBRAJE CULTIVO DE FRIJOLES FEMUC
L A P A Z
N O M B R E L U G A R ACTIVIDAD PRINCIPAL
ASOCIACION/APOYO INSTITUCIONAL
MARIA DAISY MARADIAGA
YARUMELA ELABORACIÓN DE IMAGINERIA RELIGIOSA
MARIA EDITH VALLADARES
YARUMELA ELABORACIÓN DE IMAGINERIA RELIGIOSA
BLANCA AZUCENA GONZALES
YARUMELA ELABORACIÓN DE IMAGINERIA RELIGIOSA
CLARA GONZALES YARUMELA ELABORACIÓN DE IMAGINERIA RELIGIOSA
ROSA CASTILLO YARUMELA ELABORACIÓN DE IMAGINERIA RELIGIOSA
JUANA ELVIA MARTINEZ
CASERIO LOS PUENTES, OPATORO
TEJIDOS Y BORDADOS POR ENCARGO,
CANASTAS
PROSOC Y SAG, GENECAN, 2000
PROFA. LUDOVINA YARUMELA MAESTRA GRUPO COMIBOL
208
DE LUQUE SAN JOSE,
GUAJIQUIRO ASLFARERIA LENCA GRUPO COMIBOL
TRAMIL
S A N T A B A R B A R A
N O M B R E L U G A R ACTIVIDAD PRINCIPAL
ASOCIACION/APOYO INSTITUCIONAL
JUANA FUNEZ NEJAPA CODIMCA MARIA HENRIQUEZ HERNÁNDEZ
SAM JERÓNIMO CODIMCA
ONEIDA DUBON SANTA CRUZ, SAN NICOLAS
ELABORACIÓN DE PETATES DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS, CARTERAS, ARTESANIAS.
LAS ROSAS, CODIMCA
URSINA ROMERO SANTA CRUZ, SAN NICOLAS
ELABORACIÓN DE PETATES DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS, CARTERAS, ARTESANIAS.
LAS ROSAS, CODIMCA
JESUCITA LOPEZ SANTA CRUZ, SAN NICOLAS
ELABORACIÓN DE PETATES DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS, CARTERAS, ARTESANIAS.
LAS ROSAS, CODIMCA
FILOMENA MARTINEZ
SANTA CRUZ, SAN NICOLAS
ELABORACIÓN DE PETATES DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS, CARTERAS, ARTESANIAS.
LAS ROSAS, CODIMCA
ELIGIA ZAVALA SANTA CRUZ, SAN NICOLAS
ELABORACIÓN DE PETATES DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS, CARTERAS, ARTESANIAS.
LAS ROSAS, CODIMCA
FLORENCIA RODRÍGUEZ
SANTA CRUZ, SAN NICOLAS
ELABORACIÓN DE PETATES DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS, CARTERAS, ARTESANIAS.
LAS ROSAS, CODIMCA
ELBERTA PERDOMO
SANTA CRUZ, SAN NICOLAS
ELABORACIÓN DE PETATES DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS, CARTERAS, ARTESANIAS.
LAS ROSAS, CODIMCA
FLORIDA TEJEDA SANTA CRUZ, SAN NICOLAS
ELABORACIÓN DE PETATES DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS, CARTERAS, ARTESANIAS.
LAS ROSAS, CODIMCA
RAMONA BOBADILLA
SANTA CRUZ, SAN NICOLAS
ELABORACIÓN DE PETATES DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS, CARTERAS, ARTESANIAS.
LAS ROSAS, CODIMCA
DEISY LIDIA PERDOMO
SANTA CRUZ, SAN NICOLAS
ELABORACIÓN DE PETATES DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS, CARTERAS, ARTESANIAS.
LAS ROSAS, CODIMCA
CANDIDA HERNÁNDEZ
SANTA CRUZ, SAN NICOLAS
ELABORACIÓN DE PETATES DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS, CARTERAS, ARTESANIAS.
LAS ROSAS, CODIMCA
BLANCA NIEVE PERDOMO
SANTA CRUZ, SAN NICOLAS
ELABORACIÓN DE PETATES DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS, CARTERAS, ARTESANIAS.
LAS ROSAS, CODIMCA
RAMONA NÚÑEZ SANTA CRUZ, ELABORACIÓN DE PETATES DE TULE, CULTIVO DE GRANOS
LAS ROSAS, CODIMCA
209
SAN NICOLAS BÁSICOS, CARTERAS, ARTESANIAS.
DELIA ISABEL NIÑEZ
SANTA CRUZ, SAN NICOLAS
ELABORACIÓN DE PETATES DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS, CARTERAS, ARTESANIAS.
LAS ROSAS, CODIMCA
DOMITILA HERNÁNDEZ
SANTA CRUZ, SAN NICOLAS
ELABORACIÓN DE PETATES DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS, CARTERAS, ARTESANIAS.
LAS ROSAS, CODIMCA
NORA QUINTANILLA
SANTA CRUZ, SAN NICOLAS
TRABAJO EN JUNCO Y TULE
NUEVO AMANECER
DILORES FUNEZ SANTA CRUZ, SAN NICOLAS
TRABAJO EN JUNCO Y TULE
NUEVO AMANECER
ZOILA HERNÁNDEZ SANTA CRUZ, SAN NICOLAS
TRABAJO EN JUNCO Y TULE
NUEVO AMANECER
CARMEN ALVARADO
SANTA CRUZ, SAN NICOLAS
TRABAJO EN JUNCO Y TULE
NUEVO AMANECER
LIDIA PAZ SAN NICOLACITO
GALLINAS PONEDORAS, SIEMBRA GRANOS BASICOS
FE Y ESPERANZA
MARIA CONCEPCIÓN MEMBRENO
SAN NICOLACITO
GALLINAS PONEDORAS, SIEMBRA GRANOS BASICOS
FE Y ESPERANZA
ESTHER FUNEZ REYES
SAN NICOLACITO
GALLINAS PONEDORAS, SIEMBRA GRANOS BASICOS
FE Y ESPERANZA
SONIA MARICELA BENITEZ
SAN NICOLACITO
GALLINAS PONEDORAS, SIEMBRA GRANOS BASICOS
FE Y ESPERANZA
JUANA NÚÑEZ SAN NICOLACITO,
NEJAPA
HORTALIZAS. VIVEROS DE CAFÉ
FE Y ESPERANZA/CODIMCA
XIOMARA MEMBRENO
SAN NICOLACITO
HORTALIZAS. VIVEROS DE CAFÉ
FE Y ESPERANZA
SARA LUCIA ALVARADO
SAN NICOLACITO
HORTALIZAS. VIVEROS DE CAFE
FE U ESPERANZA
ABELINA REYES SAN NICOLACITO
CULTIVO DE FRESAS NUEVA ESTRELLA
ELY DAYSI ORELLANA
NUEVO CELILAC
ARTESANIA JUNCO, HAMACAS
NUEVA ESTRELLA
IRMA ARGENTINA RODRÍGUEZ
SAN NICOLAS NUEVA ESTRELLA
MARIBEL SORTO SANTA CRUZ, SAN NICOLAS
ELABORACIÓN DE SOMBREROS
NUEVA ESTRELLA
MARIA HERNÁNDEZ
SAN JERÓNIMO SIEMBRA Y COMERCIALIZACION DE CAFÉ Y FRUTAS
SUPERACION
ANABEL DUBON GARCIA
SAN JERÓNIMO SIEMBRA Y COMERCIALIZACION DE CAFÉ Y FRUTAS
SUPERACION
JULIA LOPEZ SAN JERÓNIMO SIEMBRA Y COMERCIALIZACION DE CAFÉ Y FRUTAS
BRISAS DEL CAMPO
210
GLORIA ESPERANZA RIOS
SAN JERÓNIMO SIEMBRA Y COMERCIALIZACION DE CAFÉ Y FRUTAS
BRISAS DEL CAMPO
FLORENTINA LOPEZ
SAN JERÓNIMO SIEMBRA Y COMERCIALIZACION DE CAFÉ Y FRUTAS
BRISAS DEL CAMPO
SANTOS CABALLERO
EL NÍSPERO TRABAJO DE JUNCO Y TULE
DIOS ES AMOR
LUCILA FUNEZ EL NÍSPERO TRABAJO DE JUNCO Y TULE
DIOS ES AMOR
SOTERA DUBON EL NÍSPERO TRABAJO DE JUNCO Y TULE
DIOS ES AMOR
CATALINA MEMBRENO
EL NÍSPERO TRABAJO DE JUNCO Y TULE
DIOS ES AMOR
ANITA ALVARADO EL NÍSPERO TRABAJO DE JUNCO Y TULE
DIOS ES AMOR
MARIA ESPERANZA LOPEZ
SANTA CRUZ, SAN NICOLAS
TULE: PETATES. CARTERAS, CULTIVO GRANOS BASICOS
NUEVO AMANECER
IRMA ARACELI BENITEZ
SANTA CRUZ, SAN NICOLAS
TULE: PETATES. CARTERAS, CULTIVO GRANOS BASICOS
NUEVO AMANECER
ERCILIA HERNANDEZ
TULE: PETATES. CARTERAS, CULTIVO GRANOS BASICOS
NUEVO AMANECER
ROSA ROMERO DUBON
EL NISPERO ELABORACIÓN DE PETATES, COBERTORES , MACETERAS, CARTERAS DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS.
BRISAS DEL CAMPO
LUCITANA HERNÁNDEZ
EL NISPERO ELABORACIÓN DE PETATES, COBERTORES , MACETERAS, CARTERAS DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS.
TRABAJANDO UNIDAS
MARIA VICTORIA DUBON
EL NISPERO ELABORACIÓN DE PETATES, COBERTORES , MACETERAS, CARTERAS DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS.
TRABAJANDO UNIDAS
ALICIA PERDOMO EL NISPERO ELABORACIÓN DE PETATES, COBERTORES , MACETERAS, CARTERAS DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS.
TRABAJANDO UNIDAS
JACQUELINE ROMERO
EL NISPERO ELABORACIÓN DE PETATES, COBERTORES , MACETERAS, CARTERAS DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS.
TRABAJANDO UNIDAS
BENEDICTA DUBON
EL NISPERO ELABORACIÓN DE PETATES, COBERTORES , MACETERAS, CARTERAS DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS.
TRABAJANDO UNIDAS
TERESA SÁNCHEZ EL NISPERO ELABORACIÓN DE PETATES, COBERTORES , MACETERAS, CARTERAS DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS.
TRABAJANDO UNIDAS
ELSI MARILY ALVARADO
EL NISPERO ELABORACIÓN DE PETATES, COBERTORES , MACETERAS, CARTERAS DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS.
TRABAJANDO UNIDAS
NOLVIA LUCINDA DUBON
EL NISPERO ELABORACIÓN DE PETATES, COBERTORES , MACETERAS, CARTERAS DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS.
TRABAJANDO UNIDAS
NIEVES CANALES EL NISPERO ELABORACIÓN DE PETATES, TRABAJANDO UNIDAS
211
COBERTORES , MACETERAS, CARTERAS DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS.
AIDA JESÚS SANTA CRUZ
EL NISPERO ELABORACIÓN DE PETATES, COBERTORES , MACETERAS, CARTERAS DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS.
TRABAJANDO UNIDAS
JOSEFA CABALLERO
EL NISPERO ELABORACIÓN DE PETATES, COBERTORES , MACETERAS, CARTERAS DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS.
TRABAJANDO UNIDAS
MARIA ESPERANZA LOPEZ
SAN NICOLAS ELABORACIÓN ARTICULOS DE JUNCO
BRISAS DEL CAMPO
MARIA PAOLA CORTES
SAN NICOLAS ELABORACIÓN ARTICULOS DE JUNCO
BRISAS DEL CAMPO
EDILMINA SORTO SAN NICOLAS ELABORACIÓN ARTICULOS DE JUNCO
DOMINGA VEGA SAN NICOLAS, NUEVO CELILAC
SIEMBRA Y COMERCIALIZACION DE MAIZ, FRIJOLES Y HORTALIZAS.
FE Y ESPERANZA, CODIMCA
PETRONA ERAZO Bo. LA LIBERTAD, SANTA BARBARA
PREPARACIN Y VENTA DE ESPECIAS Y DE COMIDAS CASERAS.
NUEVO AMANECER CODIMCA
FIDELINA MEJIA SAN NICOLAS MEDICINA NATURAL, ELABORACIÓN DE SHAMPOO Y ACONDICIONADORES DE PELO. PANADERIAS.
MUJERES SAN NICOLAS, CODIMCA
APOLINARIA VILLANUEVA
CAPULIN, NUEVO
CELILAC
GRANOS BÁSICOS, VIVEROS DE CAFÉ Y PLANTAS ORNAMENTALES. ELABORACIÓN DE HAMACAS, COSTURA.
BRISAS DEL SOL, CODIMCA
TERESA DE JESÚS PEREZ
GUAYABITO HUERTO FAMILIAR: CANA, PINA, YUCA, ÁRBOLES FRUTALES.
NUEVOS HORIZONTES CODIMCA
LASTENIA CASTRO Bo. EL JILOTE, SANTA BARBARA
MEDICINA NATURAL, HORTALIZAS
AMOR Y PAZ, ZAMORANO
KENSY CAROLINA VALLE
SAN NICOLAS ELABORACIÓN DE DESINFECTANTES. CONFECCION Y VENTA DE ROPA.
CODIMCA
V A L L E
N O M B R E L U G A R ACTIVIDAD
PRINCIPAL ASOCIACION/APOYO
INSTITUCIONAL MARIA MAGDALENA LA ARADA ARTESANIA LENCA COOPERATIVA
SIALMAGUL UBALDINA MANZANARES
LA ARADA ARTESANIA LENCA COOPERATIVA SIALMAGUL
MARIA VENTURA GUTIERREZ
LA ARADA ARTESANIA LENCA COOPERATIVA SIALMAGUL
DOMITILA LA ARADA ARTESANIA LENCA COOPERATIVA SIALMAGUL
MARIA DE LOS ANGELES LEON
EL CHIFLON, NACAOME
ELABORACIÓN DE PAPEL Y MANUALIDADES DE PLANTAS
212
FIBROSAS DORIS GUEVARA EL CHIFLON,
NACAOME ELABORACIÓN DE PAPEL Y MANUALIDADES DE PLANTAS FIBROSAS
PROYECTO PEP-PRONADEL
MARTHA LUZ POSADA
EL CHIFLON, NACAOME
ELABORACIÓN DE PAPEL Y MANUALIDADES DE PLANTAS FIBROSAS
MARIA GEORGINA RODRÍGUEZ
EL GUAYABO, SAN FRANCISCO DE
CORAY
SIEMBRA, PROCESADO Y COMERCIALIZACION DE LA SEMILLA DE JICARO (MORRO).
MARIA VALERIA FUNEZ
PLAYA GRANDE
SIEMBRA, PESCA Y COMERCIALIZACION DE CAMARON
MARIA SANTIAGO MARTINEZ
PLAYA GRANDE
SIEMBRA, CULTIVO Y COMERCIALIZACION DE CAMARON
CANDIDA ROSA CÁLIX
PLAYA GRANDE
SIEMBRA, CULTIVO Y COMERCIALIZACION DE CAMARON
GRACIELA ALCERRO PLAYA GRANDE
SIEMBRA, CULTIVO Y COMERCIALIZACION DE CAMARON
GLADYS ONEIDA CRUZ
PLAYA GRANDE
MARIA ANTONIA RODRIGUEZ
EL GUAYABO, SAN
FRANCISDCO DE CORAY
SIEMBRA, PROCESADO Y COMERCIALIZACION DE LA SEMILLA DE JICARO (MORRO).
CLEMENTINA CRUZ EL GUAYABO, SAN FRANCISDCO DE CORAY
SIEMBRA, PROCESADO Y COMERCIALIZACION DE LA SEMILLA DE JICARO (MORRO).
CLAUDIA EL GUAYABO, SAN FRANCISDCO DE CORAY
SIEMBRA, PROCESADO Y COMERCIALIZACION DE LA SEMILLA DE JICARO (MORRO).
IRIS NÚÑEZ EL GUAYABO, SAN FRANCISDCO DE CORAY
SIEMBRA, PROCESADO Y COMERCIALIZACION DE LA SEMILLA DE JICARO (MORRO).
DIONISIA ORTEGA EL GUAYABO, SAN FRANCISDCO DE CORAY
SIEMBRA, PROCESADO Y COMERCIALIZACION DE LA SEMILLA DE JICARO (MORRO).
213
ANEXO 2 OPDs QUE OFRECEN SERVICIOS DE DESARROLLO EMPRESARIAL
Y CREDITO A LAS MIPYMES
No. INSTITUCIÓN FOPRIDEH TIPO DE APOYO COBERTURA 1 Asesores para el Desarrollo
ASEPADE
Crédito, Asistencia Técnica
Atlántida, La Paz, Choluteca,
Francisco Morazán.
2 Asociación Cristiana de Desarrollo Integral – ALFALIT
Microempresas
Rurales
El Paraíso, Francisco Morazán,
Atlántida.
3 Asociación de Desarrollo Comunitario de Oriente de Honduras – ADECOH
Capacitación
Olancho, El Paraíso,
4 Asociación San José Obrero ASJO Educación Choluteca
5 Asociación de Instituciones Evangélicas de Honduras AIEH
Educación Vocacional
Cortés
6 Asociación Hondureña para el
Desarrollo de la Juventud y la Mujer Rural – AHDEJUMUR
Varios
Francisco Morazán, Olancho,
Yoro, Cortés
7 Asociación Hondureña de Desarrollo – AHDE
Varios Lempira, Olancho, Atlántida, Colón
8 Asociación de Investigación para el Desarrollo Ecológico y
Socioeconómico – ASIDE
Capacitación, Asistencia Técnica
Cortés, Yoro, Atlántida, Comayagua
9 Asociación de Desarrollo Social y Asistencia de Honduras – ADESAH
Asistencia Técnica
Francisco Morazán, Intibucá
10 Alianza para el Desarrollo Rural de Honduras – ALDERH
Varios Varios
Valle, Choluteca, El Paraíso, Comayagua, La Paz,
Francisco Morazán
11 ADRA – OFASA de Honduras Varios Francisco Morazán
12 Centro de Desarrollo Humano CDH
Capacitación Técnica, Crédito, Asistencia
Técnica, Productividad
Francisco Morazán
13 Centro de Estudios y Promoción
de Desarrollo CEPROD Capacitación,
Asistencia Técnica,
Producción
Cortés, Francisco Morazán
14 Centro Asesor para el Desarrollo de Recursos Humanos de
Capacitación Ocupacional, Mercadeo
El Paraíso, Francisco Morazán, Cortés
214
Honduras CADERH
15 Comisión Cristiana de Desarrollo – CCD
Crédito Rural Alternativo
Ocotepeque, Puerto Lempira, Valle, Santa Bárbara
16 Centro de Investigación, Planeación y Evaluación
CIPE Consultores
Asistencia Técnica
Francisco Morazán
17 Centro San Juan Bosco CSJB Asistencia Técnica Atlántida
18 CARE Honduras Crédito,
Asistencia técnica
A Nivel Nacional
19 Centro de Comunicación Popular de Honduras – CENCOPH
Varios Francisco Morazán
20 Centro Cristiano de Emergencia y Desarrollo Integral Vida Eterna
CCEDIVE
Crédito a Microempresarios
Educación Pequeña Industria
Olancho, El Paraíso, Francisco Morazán,
Choluteca
21 Centro de Estudios de Investigación para el Desarrollo
de Honduras – CEIDH
Capacitación
Departamento de Colón
22 Cooperación Técnica Nacional CTN
Educación La Paz, Intibucá, Yoro, Colón
23 Fundación Horizontes de Amistad – FHA
Varios
Cortés
24 Federación de Desarrollo Comunitario de Honduras
FEDECOH
Varios
Lempira, Francisco Morazán
25 Familia y Medio Ambiente FAMA Educación, Crédito El Paraíso, Francisco Morazán
26 Fundación Hondureña de Rehabilitación e Integración del
Limitado – FUHRIL
Capacitación, Asistencia Técnica,
Crédito
Francisco Morazán, Valle
27 Fundación Hondureña de
Desarrollo Integral Comunitario – FUNDHICOMUN
Asistencia Técnica y
Financiera a Microempresarios
Francisco Morazán,
Choluteca, El Paraíso
28 Fundación Hondureña para el
Desarrollo de la Mujer FUNHDEMU
Capacitación, Crédito Francisco Morazán
29 Fundación Internacional para la
Asistencia Comunitaria FINCA
Crédito a
Microempresas
Copán, Choluteca,
Comayagua Cortés, Santa Bárbara, Valle,
La Paz, Colón, Ocotepeque Francisco Morazán
215
30 Grupo Juvenil DION Educación a Microempresas,
Crédito
Distrito Central
31 Hermandad de Honduras Desarrollo Empresarial, Capacitación,
Asistencia Técnica, Crédito
Ocotepeque, Lempira, Copán
32 Instituto Hondureño de Desarrollo Rural – IHDER
Administración Empresas Rurales,
Créditos
Distrito Central, Intibucá
33 Instituto para el Desarrollo
Hondureño – IDH
Capacitación,
Asistencia Técnica, Crédito
Francisco Morazán,
Comayagua, Olancho, El Paraíso
34 Instituto Hondureño de Estudios y Desarrollo Integral de la
Comunidad – INHDEI
Varios
Santa Bárbara, Olancho, Comayagua, La Paz,
Francisco Morazán
35 Katalysis/Honduras Compañeros en Desarrollo
Asistencia Técnica, Capacitación,
Monitoreo, Evaluación a Microempresas
Olancho, Yoro, Cortés,
36 Mosquitia Pawisa Agencia para el Desarrollo de la Mosquitia
(MOPAWI)
Capacitación, Asistencia Técnica
Gracias a Dios, Colón, Olancho
37 Organización para el Desarrollo
Empresarial Femenino – ODEF
Capacitación,
Asistencia Técnica, Crédito
Cortés, Santa Bárbara, Yoro
38 Proyecto Aldea Global – PAG
Educación
Comayagua, Ocotepeque
39 PLAN en Honduras
Educación
Copán, Lempira, Francisco
Morazán, Choluteca, La Paz, Santa Bárbara, Comayagua
40 VISION Mundial Internacional
Educación, Crédito
Copán, Francisco Morazán, Ocotepeque, Cortés,
Lempira, Intibucá, Valle, Choluteca, Yoro.
41 World Relief de Honduras WRH Crédito, asistencia técnica
Olancho, El Paraíso, Francisco Morazán,
Comayagua, Choluteca.
Fuente. Elaboración propia con información de FOPRIDEH, Directorio de Instituciones Afiliadas. Tegucigalpa: 2000
INSTITUTO NACIONAL DE LA MUJER Colonia Lara, Avenida Benito Juárez, No. 3701, Edificio de AHPROCAFE. TELÉFONOS: 221-3637, 221-4832, 221-4835 FAX: 221-4827
E-MAIL: [email protected] DE INTERNET: www.inam.gob.hn