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MINISTERIO DE EDUCACIÓN Y FORMACIÓN PROFESIONAL
SECRETARÍA DE ESTADO DE EDUCACIÓN DIRECCIÓN GENERAL DE EVALUACIÓN Y COOPERACIÓN TERRITORIAL
INSTITUTO NACIONAL
DE TECNOLOGÍAS EDUCATIVAS
Y DE FORMACIÓN DEL PROFESORADO
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INSTRUCCIONES PARA LA PRESENTACIÓN DEL PLAN DE FORMACIÓN PERMANENTE DEL PROFESORADO PARA EL AÑO 2020 POR ENTIDADES COLABORADORAS CON CONVENIO.
De acuerdo con la Orden EDU 2886/2011 de 20 de octubre de 2011 (BOE de 28 de octubre de 2011),
y con el fin de facilitar la elaboración de los planes de formación para el próximo año, el Instituto
Nacional de Tecnologías Educativas y de Formación del Profesorado (INTEF), ha elaborado las
siguientes instrucciones:
A) LÍNEAS DE ACTUACIÓN DEL MEFP EN FORMACIÓN PERMANENTE DEL PROFESORADO
Las actividades incluidas en los planes de formación presentados por Entidades Colaboradoras
deberán ajustarse prioritariamente a alguna de las siguientes líneas de actuación:
a. Educación STEM
b. Educación para la era de la digitalización
c. Promoción de la equidad y atención a la diversidad del alumnado
d. Educación Infantil: calidad y personalización
e. Plurilingüismo
f. Destrezas transversales y competencias personales
g. Competencias sociales y cívicas para un desarrollo sostenible
h. Estrategias metodológicas y organizativas
i. Formación profesional para la innovación y la empleabilidad
Desarrollo de las líneas:
a) Educación STEM
Para conseguir el progreso socioeconómico del país, la empleabilidad de sus ciudadanos y una
participación crítica y activa de todos sus miembros es imprescindible contar con una sociedad
científicamente competente.
El Consejo de la Unión Europea, en el marco estratégico 2020 (ET 2020), propone hacer más
atractivas la materias del área de ciencias y reforzar su enseñanza, dado que el aumento de la
motivación de los estudiantes y su interés por las ciencias también incrementará el número de
vocaciones científicas. En este sentido, en los últimos años se ha generalizado el uso del término
STEM (CTIM en sus siglas en castellano) para englobar las distintas disciplinas científicas (Ciencias,
Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) con un enfoque interdisciplinar y eminentemente práctico.
Dicho lo anterior, en la era de la información, es necesario también educar ciudadanos críticos que
dispongan de los conocimientos científicos y herramientas necesarios para contrastar la cantidad
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ingente de información disponible en las redes y distinguir entre lo que es ciencia, pseudociencia,
publicidad o, directamente, mitos.
Las actuaciones formativas se dirigirán a:
Mejorar la educación científica desde edades tempranas.
Destacar el carácter interdisciplinar del conocimiento y de la investigación en el ámbito
científico.
Desmitificar los prejuicios asociados a la ciencia (estereotipos de género, inductivismo
ingenuo, etc.).
Promover la innovación en los métodos de aprendizaje, enseñanza y evaluación.
Favorecer la puesta en marcha de estrategias que reduzcan el número de estudiantes con
rendimiento bajo en estas materias.
Impulsar estratégicas pedagógicas activas que formen a los estudiantes en los métodos de
investigación, demostración y contrastación y que promuevan las vocaciones científicas.
Garantizar una alfabetización científica básica que permita a los ciudadanos tomar decisiones
informadas y responsables sobre cuestiones de la vida cotidiana que involucran el uso de la
ciencia y la tecnología.
b) Educación para la era de la digitalización
En la Recomendación del Consejo, de 22 de mayo de 2018, relativa a las competencias clave para
el aprendizaje permanente, se pide a los estados miembros que presten especial atención al objetivo
de elevar el nivel de las capacidades básicas, entre las cuales incluye junto a la lectoescritura y el
cálculo, las capacidades digitales básicas, actualmente imprescindibles para el pleno desarrollo
personal, social, ciudadano y profesional. Por eso mismo, esta es la competencia clave que
experimenta una revisión más profunda en su formulación respecto a la Recomendación de 2006. En
su nueva formulación, la competencia digital se describe tomando como referencia las cinco áreas
del Marco Europeo de Competencias Digitales para los Ciudadanos (DigComp) y haciendo especial
hincapié en la necesidad de comprender los principios que subyacen a la programación y los
procesos de interacción con los robots y la inteligencia artificial. Previene asimismo de los riesgos
para la protección de la privacidad y los datos personales y recomienda hacer un uso seguro, crítico
y responsable que permita una construcción consecuente de la identidad digital y desarrollar una
actitud que aúne la curiosidad y la apertura a la innovación con la reflexión crítica.
Asimismo, el Estudio Internacional de la Enseñanza y del Aprendizaje (TALIS 2018) remarca que “los
países, las sociedades y sus sistemas educativos han evolucionado de manera muy significativa”,
destacando como cambio más sustancial “el vertiginoso proceso de digitalización e innovación, el
acceso a la información y la rapidez con la que se accede a esta”. Al mismo tiempo, destaca las
destrezas TIC aplicadas a la enseñanza como una de las necesidades formativas más demandadas
por los docentes. Esta formación es crucial tanto para garantizar la mejora de la competencia digital
de los ciudadanos como para desarrollar el potencial didáctico de las tecnologías digitales y la
progresiva autonomía del sujeto en la adquisición de otros aprendizajes, presentes o futuros. Para
garantizar la efectividad de las intervenciones docentes es necesario que estas estén coordinadas y
formen parte de un Proyecto Educativo de centro compartido, en el que habrá de integrarse el Plan
Digital. Para ello se tomarán como referencia los marcos de Competencia Digital Docente y de
Organizaciones Educativas Digitalmente Competentes (DigCompOrg).Por otro lado, la Inteligencia
Artificial (IA) se ha convertido recientemente en un asunto de interés para todos los gobiernos como
un eje estratégico para mejorar el modelo productivo, la economía y la calidad de vida. Los estudios
de prospectiva pronostican que nuestros estudiantes van a vivir en un mundo en el que el software
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tendrá una presencia casi ubicua y, además, que interactuarán constantemente con multitud de
dispositivos robóticos inteligentes que estarán basados en la Inteligencia Artificial. De este modo,
también contribuimos al desarrollo del Plan de Acción de Educación Digital de la Comisión Europea
y al logro de los objetivos de la Agenda 2030 pare el Desarrollo Sostenible.
No hay que olvidar, sin embargo, la reflexión sobre el modo en que este cambio puede afectar todos
los aspectos de la vida social y personal, así como a las ciencias sociales. Por ello, se ha de promover
una comprensión profunda de los principios generales de la IA junto con los procedimientos a seguir
para su empleo y diseño en diversos proyectos y la evaluación crítica de sus implicaciones materiales,
sociales, éticas y políticas en los distintos ámbitos de aplicación.
Las acciones formativas estarán dirigidas a:
El uso del potencial educativo de la inteligencia artificial y del pensamiento computacional y
de las ventajas que presentan en la resolución de problemas.
El desarrollo de nuevas metodologías didácticas que permitan el uso activo y eficaz de los
contenidos y de las herramientas de aprendizaje y colaboración que ofrece la red.
La mejora de las competencias TIC, tanto del profesorado como de los estudiantes y de toda
la comunidad educativa.
El impulso del Plan Digital de Centro en los contextos educativos y el uso de entornos digitales
seguros, especialmente para los menores.
Los protocolos que garanticen una adecuada gestión de los datos y de las plataformas y
recursos digitales acorde a la normativa estatal y europea sobre protección de datos y
derechos digitales.
La creación, utilización, adaptación y etiquetado de recursos educativos abiertos.
La participación en comunidades virtuales de práctica que comparten recursos y experiencia
y se conectan a redes de aprendizaje y formación docente más amplias.
El desarrollo de la capacidad crítica y de la competencia para localizar, seleccionar, evaluar,
gestionar y procesar la información.
La protección de datos, la privacidad y los derechos digitales, así como la construcción
consciente y responsable de la identidad digital.
La reflexión crítica sobre las consecuencias derivadas de la incorporación de algoritmos en la
toma automatizada de decisiones, del uso de la IA en los distintos entornos de uso y de los
procesos de obtención, uso, transferencia y comercialización de los denominados “big data”.
c) Promoción de la equidad y atención a la diversidad del alumnado
La Declaración de Incheon y el Marco de Acción para la realización del Objetivo de Desarrollo
Sostenible 4 (2015) establece la necesidad de fomentar “una educación inclusiva y equitativa de
calidad y promover oportunidades de aprendizaje permanente para todos”. Como tal se recoge
también en el primer principio del Pilar Europeo de Derechos Sociales: “Toda persona tiene derecho
a una educación, formación y aprendizaje permanente inclusivos y de calidad, a fin de mantener y
adquirir capacidades que les permitan participar plenamente en la sociedad y gestionar con éxito las
transiciones en el mercado laboral”. Por su parte, la Recomendación del Consejo de Europa de 22
de mayo de 2018 relativa a la promoción de los valores comunes, la educación inclusiva y la
dimensión europea de la enseñanza apunta que “para conseguir sociedades más cohesionadas, es
indispensable garantizar de forma eficaz la igualdad de acceso a una educación inclusiva de calidad
para todos los aprendientes”.
Sin embargo, en los centros educativos se producen fenómenos de exclusión educativa que
determinan que parte del alumnado no acceda en igualdad de oportunidades a las experiencias,
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contenidos y aprendizajes escolares. La alta tasa de fracaso escolar y abandono escolar temprano,
la discriminación del alumnado con discapacidad, o el acoso que sufren determinados colectivos son
algunas de las alarmas que ponen encima de la mesa los procesos de exclusión que se viven dentro
de la escuela.
Para conseguir mayor equidad y mejor atención a la diversidad, el profesorado ha de conocer y
comprender la diversidad del alumnado en capacidades, ritmos de aprendizaje e intereses, origen
étnico, lenguas, identidades, capital cultural, capacidad adquisitiva, entre otros aspectos. Además,
es clave el conocimiento sobre qué dificulta y facilita la presencia, aprendizaje y participación de
cualquier alumno o alumna en las actividades, adoptando una mirada amplia que va más allá de las
características personales del alumnado, y tiene presente que la cultura, política y prácticas del centro
condicionan una determinada respuesta a la diversidad que puede ser inclusiva o excluyente.
Se trata de garantizar la inclusión de cualquier alumno o alumna, sabiendo que la respuesta de
calidad a las necesidades individuales requiere modificaciones no solo en las prácticas del aula,
también en las culturas y políticas del centro. No se puede perder la realidad sistémica de los centros
escolares y, por este motivo, la inclusión educativa es una oportunidad de cambio y mejora escolar.
Por tanto, es necesario apostar firmemente por la formación del profesorado, que debe ser reflexiva,
práctica y colaborativa para desarrollar escuelas inclusivas que nos permitan garantizar el derecho a
una educación de calidad. Las actuaciones formativas se dirigirán a:
La actuación sistémica en el centro, basada en una visión común, para atender a la diversidad
y responder a las necesidades de todos los alumnos.
La consideración y comprensión del alumnado que se encuentra en situación vulnerable al
fracaso escolar (nivel socioeconómico familiar, migración, falta de apoyo familiar, minorías
étnicas, etc.) y la diversidad posible de capacidades (altas capacidades, discapacidad…).
El conocimiento de las metodologías inclusivas eficaces (enseñanza multinivel, aprendizaje
cooperativo, grupos interactivos, trabajo por proyectos de ámbito, DUA) y el proceso a seguir
en su elección y transferencia al aula para atender la diversidad de estilos de aprendizaje,
motivaciones y capacidades.
La promoción de una convivencia positiva como base para la equidad, creando comunidades
escolares cohesionadas y gestionadas democráticamente que faciliten un clima adecuado
para el aprendizaje y la participación, así como la prevención del acoso escolar.
La capacitación de los entornos educativos (accesibilidad universal) para que sean inclusivos
y no generen exclusión.
La difusión e intercambio entre el profesorado de iniciativas y experiencias educativas
basadas en la investigación y la innovación educativa para apoyar la inclusión.
Los procesos de trasformación de los centros educativos que hacen posible avanzar en
equidad y atención a la diversidad posibilitando el desarrollo de equipos docentes
cohesionados que trabajan de forma colaborativa.
d) Educación Infantil: calidad y personalización
La educación infantil es una etapa educativa plena que debe cumplir con unos indicadores de calidad
para conseguir su finalidad, que los centros educativos inclusivos proporcionen experiencias e
interacciones que favorezcan al máximo el desarrollo de las diferentes capacidades de todos los
niños y niñas y su participación en el contexto.
Una educación infantil de calidad supone dar mucha importancia a la preparación y capacitación de
los entornos escolares, evitando barreras, para que los niños y las niñas puedan desarrollar
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habilidades que resultan claves y que solo se desarrollan en contextos interactivos, como el uso del
lenguaje, la cooperación y la simbolización.
Está también demostrada la importancia de la colaboración familia-escuela para contribuir a que los
padres y las madres se sientan competentes y desarrollen expectativas positivas hacia sus propios
hijos y hacia el mundo educativo. Para lograrlo, la escuela tiene que contar con la cultura, los valores
y las prioridades de la familia.
Una educación infantil de calidad ayuda a los niños y niñas a cursar de forma satisfactoria la etapa
educativa obligatoria y se traduce en mejores trayectorias escolares posteriores. Los datos
disponibles muestran que la escolarización en la etapa de educación infantil reduce el riesgo de
abandono prematuro de la educación (Comisión Europea, 2012).
Una educación infantil de calidad implica tener muy presente la diversidad de ritmos, intereses y
motivaciones personales para individualizar y personalizar la enseñanza. El aprendizaje y desarrollo
de las niñas y los niños se facilita cuando tomamos como punto de partida sus intereses. Esto hace
que se involucren más en las actividades, lo que les proporciona oportunidades para ejercitar
habilidades existentes, explorar su entorno y adquirir nuevas competencias.
Proporcionar acceso a la educación infantil de calidad tiene un claro efecto preventivo, ya que reduce
y compensa las desigualdades educativas por origen social en el momento inicial de la escolarización,
lo que repercute en la reducción de las medidas compensatorias en etapas educativas posteriores
(apoyo, refuerzo, segunda oportunidad...). De igual forma, la etapa infantil es clave para la detección
de dificultades y alteraciones del desarrollo, así como para la atención temprana, siempre y cuando
se asegure la enseñanza personalizada.
Es por ello que el personal responsable de esta etapa debe actualizar sus conocimientos y
competencias profesionales para dar una respuesta diversa, flexible y adaptada a las necesidades
tan diversas del alumnado y sus familias. Además, esta respuesta debe ser integral, por lo que ha de
estar coordinada con otros servicios a la infancia y contemplar con los equipos docentes de Primaria
una transición que asegure la continuidad en el proceso de aprendizaje y el seguimiento de las
medidas adoptadas.
Las acciones formativas irán encaminadas a:
La promoción de la autonomía, las competencias sociales y comunicativo-lingüísticas, la
creatividad, la competencia digital y los procesos de razonamiento de todos los niños y niñas.
La construcción de entornos seguros que promuevan el bienestar físico y emocional, así como
de entornos participativos que favorezcan el juego y la relación.
El ajuste de la respuesta educativa a las diversas necesidades personalizando la enseñanza.
La mejora del asesoramiento y la participación de las familias a través de la construcción de
una relación de colaboración con la escuela.
El conocimiento y el abordaje de las situaciones de exclusión en la primera infancia (niveles
socioeconómicos familiares, migración, falta de apoyo familiar, etc.) para prevenir y garantizar
la igualdad de acceso, el aprendizaje y la participación.
La detección precoz de las dificultades del desarrollo, la evaluación de las necesidades de
apoyo y la intervención temprana desde una perspectiva global.
La capacitación en la puesta en marcha de procesos de transformación y mejora de los
centros escolares utilizando herramientas de cooperación y trabajo en equipo para compartir
culturas, políticas y prácticas inclusivas.
El intercambio y la difusión de buenas prácticas, basadas en la investigación, que faciliten el
camino hacia la calidad en la etapa infantil.
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e) Plurilingüismo
El conocimiento de otras lenguas es hoy en día condición indispensable para una plena integración
europea. La dimensión plurilingüe de la enseñanza, así como la participación en proyectos educativos
europeos y de intercambio cultural y científico se presenta, actualmente, como una exigencia para
profesores y centros escolares en todos los niveles educativos.
Según la Recomendación del Consejo de Europa de 22 de mayo de 2018 relativa a las competencias
clave para el aprendizaje permanente, la oferta de aprendizaje de idiomas, cada vez más importante
para las sociedades modernas, la cooperación y el entendimiento intercultural, se ve beneficiada por
el Marco Común Europeo de Referencia para las lenguas (MCER). El Marco ayuda a determinar los
principales elementos de la competencia y apoya el proceso de aprendizaje. También sienta las
bases de la definición de las competencias lingüísticas, en especial las relativas a lenguas
extranjeras.
En este sentido, la lectoescritura es la habilidad de identificar, comprender, expresar, crear e
interpretar conceptos, sentimientos, hechos y opiniones de forma oral y escrita, mediante materiales
visuales, sonoros o de audio y digitales en las distintas disciplinas y contextos. Esto implica la
habilidad de comunicarse y conectar eficazmente con otras personas, de forma adecuada y creativa.
En función del contexto, la competencia en lectoescritura puede adquirirse en la lengua materna, la
lengua de escolarización o la lengua oficial de un país o región.
Las acciones formativas se dirigirán a:
El fomento de la adquisición de competencias comunicativas en diferentes lenguas: primera
lengua y lenguas extranjeras.
La capacitación del profesorado para impartir enseñanzas plurilingües.
El fomento de la participación del profesorado en comunidades y proyectos de colaboración y
movilidad nacionales e internacionales.
El uso de Internet y de herramientas y conocimientos tecnológicos para localizar, utilizar y
adaptar Recursos Educativos Abiertos y aplicaciones educativas en línea de los repositorios
internacionales y comunidades virtuales nacionales e internacionales.
La facilitación de herramientas para el desarrollo de la lectoescritura como base del
aprendizaje posterior y la interacción lingüística sucesiva.
La promoción del respeto a la diversidad lingüística, mostrando el valor y riqueza que suponen
las diversas lenguas y culturas a ellas asociadas como patrimonio inmaterial de la humanidad.
El dominio de la comprensión lectora y de la destreza en las diferentes funciones de la lectura
y en los diversos tipos de textos y formatos para favorecer el pensamiento crítico y reforzar
las competencias asociadas al tratamiento selectivo de la información.
f) Destrezas transversales y competencias personales
En la economía del conocimiento, tener información sobre hechos y procedimientos es clave, aunque
no suficiente para el progreso y para contribuir al logro de una vida exitosa en la sociedad.
Capacidades tales como la resolución de problemas, el pensamiento crítico, la habilidad para
cooperar y trabajar en equipo, la creatividad, las capacidades de comunicación y negociación, las
capacidades analíticas o la autorregulación son más esenciales que nunca en una sociedad en rápido
cambio que exige la generación de nuevas ideas, teorías, productos y conocimientos. Es a estas
competencias a las que puede darse el nombre de “destrezas transversales” (TALIS 2018) o, como
en el caso de las titulaciones de Formación Profesional, de “competencias personales y sociales”.
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Los docentes y profesionales de la educación no universitaria tienen un papel fundamental en la
estimulación de la curiosidad, la imaginación y la disposición a experimentar del alumnado, y en
ayudarles a desarrollar no solo las competencias clave y los conocimientos específicos, sino también
competencias transversales como la creatividad, la innovación, el pensamiento crítico, la resolución
de problemas y la iniciativa, que les permitirán hacer un uso contextualizado de todo lo aprendido en
nuevas situaciones. El desarrollo de estas competencias y destrezas no puede disociarse de los
contenidos y situaciones en las que se aplican y ejercitan, por lo que han de incluirse como parte
complementaria de cualquier actividad formativa.
Por otro lado, sabiendo que la competencia personal, social y de aprender a aprender incluye la
habilidad de contribuir al propio bienestar físico y emocional y a ser capaz de llevar una vida
saludable, y que los hábitos se van modelando desde la infancia, el periodo de enseñanza obligatoria
resulta muy adecuado para potenciar un estilo de vida sostenible, unas buenas prácticas
alimentarias, la actividad física, el rechazo de hábitos nocivos y una adecuada educación
afectivosexual.
Las actividades formativas se dirigirán a:
El desarrollo de actividades que tengan por objeto fomentar el pensamiento crítico, la
creatividad y apoyar el desarrollo de la competencia para aprender a aprender, entendida
como capacidad susceptible de una continua mejora para el aprendizaje y la participación en
la sociedad, así como para la construcción de un satisfactorio proyecto vital personal.
La promoción de proyectos de salud en los centros para configurarlos como entornos seguros
para todos los estudiantes y el impulso de la coordinación con otras instituciones,
especialmente las del entorno próximo.
La difusión y el intercambio de iniciativas, estrategias y experiencias entre el profesorado que
contribuyan a lograr hábitos de vida saludables en los estudiantes y promuevan estilos de
vida que favorezcan a la par el bienestar y la sostenibilidad medioambiental.
La dotación de competencias y estrategias necesarias para trabajar en el aula habilidades
sociales y emocionales que ayuden a sus alumnos a tomar las decisiones correctas, fomentar
su autonomía e iniciativa personal, adquirir valores de respeto y convivencia, darles
alternativas de ocio y tiempo libre y favorecer actitudes positivas relacionadas con la salud,
tanto física como mental y emocional.
El desarrollo de herramientas para trabajar la educación afectivo-sexual adecuadas a la edad
del alumnado, apoyadas en bases científicas y basadas en los derechos humanos, al
entender que esta es imprescindible para un desarrollo equilibrado de las personas, así como
para evitar situaciones de discriminación y acoso.
g) Competencias sociales y cívicas para un desarrollo sostenible
La educación de calidad es no solo uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones
Unidas, sino un medio para hacer realidad la consecución de todos ellos. En esta medida, la
adquisición y desarrollo de las competencias sociales y cívicas implica el compromiso con modelos
económicos, sociales y políticos más sostenibles, más justos, que garanticen los derechos y la
participación de todos los seres humanos.
Con el compromiso de participar en el proceso de mejora de la educación y de las políticas educativas
se construye el Plan Estratégico de Convivencia Escolar (2016-2020), que aportará elementos clave
para la consecución de una buena convivencia escolar en los centros. Un Plan con el que se
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pretende, desde el diálogo y el consenso, dar una respuesta eficaz a la necesidad de colaboración y
coordinación entre las diferentes instituciones para lograr que los centros educativos sean espacios
seguros, libres de violencia, inclusivos y favorecedores del éxito para todas y todos. Por este motivo
es fundamental avanzar hacia planteamientos formativos adecuados a las necesidades del
profesorado potenciando el desarrollo profesional docente en materia de convivencia, poniendo los
conocimientos teóricos y científicos al servicio de la práctica educativa e incidiendo en la construcción
dialógica del conocimiento para lograr una mayor cohesión social. Todo ello, en colaboración con los
miembros de la comunidad educativa, las universidades y otros agentes del entorno. Para facilitar
estos procesos, en el Plan Estratégico de Convivencia Escolar se dedica una línea de actuación
específicamente a la formación del profesorado y otros agentes de la comunidad educativa. En ella
se destaca que las actuaciones formativas deben ir dirigidas a:
La formación específica en recursos de apoyo y herramientas para la atención a los grupos
en situación de especial vulnerabilidad.
El desarrollo de estrategias para la detección precoz de situaciones de acoso y para la
prevención de conductas inapropiadas.
La sensibilización mediante dinámicas de grupo y el empleo de técnicas para la resolución de
conflictos y la gestión del aula.
Las medidas organizativas para potenciar la implicación y la participación de la comunidad
educativa en la toma de decisiones y en la vida del centro.
La prevención de los riesgos que pueden derivarse de un uso indebido de Internet y de las
redes sociales y de las medidas que se pueden adoptar para emplearlos de forma segura,
proteger los datos personales y la privacidad y construir una adecuada identidad digital.
La formación sobre el respeto medioambiental, la prevención del cambio climático, el uso
eficiente y sostenible de las materias primas dando preferencia al empleo de recursos
renovables y la gestión responsable de desechos y residuos.
La provisión de herramientas que motiven y favorezcan la reflexión sobre los cambios
históricos, sociales, culturales, tecnológicos, ecológicos, geoestratégicos y económicos y
sobre sus causas y el debate crítico sobre las diferentes vías en que podrían ser abordados
los problemas o nuevas situaciones que generan.
La promoción de estrategias metodológicas que despierten el interés de los estudiantes y
favorezcan su implicación activa a través de su conexión con los problemas actuales en los
aprendizajes vinculados a la historia, las ciencias sociales y la reflexión ética, política y
filosófica.
h) Estrategias metodológicas activas y medidas organizativas para la mejora del aprendizaje
En la sociedad actual, es necesaria una didáctica centrada en el sujeto que aprende, por lo que la
enseñanza debería enfocarse como un proceso de orientación del aprendizaje cuyo objetivo último
no sea solo la adquisición de conocimientos sino también el desarrollo de habilidades, formación en
valores y adquisición de estrategias que permitan al alumnado resolver los problemas con los que se
enfrentará en su futuro personal y profesional.
Este hecho plantea la necesidad de utilizar nuevas estrategias metodológicas y adoptar las medidas
organizativas que hagan posible su aplicación en los centros educativos para incentivar la motivación
y protagonismo de los estudiantes en su proceso de aprendizaje, por lo que las actuaciones en
materia de Formación Permanente del Profesorado irán encaminadas a:
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• La disposición de un amplio repertorio de estrategias de intervención didáctica y a mostrar la
relación de estas con las diversas teorías del aprendizaje y con las finalidades para las que
pueden ser empleadas con el fin de aplicarlas de forma selectiva, acorde al contexto y al
objetivo buscado.
• La práctica diferentes metodologías activas de probada eficacia, que permitan adaptar la
enseñanza a los diferentes ritmos de aprendizaje y a los diversos contextos del alumnado.
• La creación y adaptación de Recursos Educativos Abiertos (REA) accesibles y adaptados a
cada contexto específico de aprendizaje.
• El uso de estrategias de gestión de espacios y de organización que permitan adaptarse a las
necesidades de un alumnado diverso y fomentar su aprendizaje.
• Los modelos organizativos y de gestión de horarios, espacios y recursos, tanto materiales
como humanos, que permitan una implementación sostenible y eficaz de las metodologías
activas garantizando los aprendizajes de todos los estudiantes.
• La difusión de buenas prácticas y experiencias de éxito en la reducción de las tasas de
repetición de curso acompañadas del logro de los aprendizajes, de promoción de la
continuación de estudios postobligatorios y de coordinación pedagógica y didáctica entre
diferentes etapas educativas.
i) Formación Profesional para la innovación y la empleabilidad
Uno de los objetivos de la ET 2020 en los que todavía existe un importante margen de mejora es el
de la capacitación profesional, especialmente de grado medio, pero también en las titulaciones de
FP de grado superior. En el informe “Monitor de la Educación y la Formación de 2018: España”, se
señala que en 2016 el porcentaje de estudiantes españoles del último ciclo de secundaria en FP
(CINE 3) era del 35%, muy por debajo de la media de la UE, que se sitúa en el 49%. En cuanto a la
FP secundaria superior, se indica que la tasa de empleo descendió de un 61,3% en 2016 a un 58,5%
en 2017. En este sentido, es fundamental modernizar la Formación Profesional, mejorar el
desempeño del profesorado, favorecer la movilidad de docentes y estudiantes y erradicar los
prejuicios que tradicionalmente existen sobre esta vía educativa.
Por otro lado, fomentar el espíritu emprendedor, la autonomía y la iniciativa personal puede contribuir
a paliar el fracaso y el abandono escolar y aumentar las futuras oportunidades de empleo. En la
actualidad existe una demanda laboral no satisfecha de determinados perfiles profesionales, lo que
puede suponer un importante incentivo para cursar estas enseñanzas.
Las actuaciones formativas se dirigirán a:
La difusión de iniciativas y el intercambio de experiencias entre el profesorado para introducir
la cultura de la creatividad y el emprendimiento en los centros educativos.
La formación del profesorado en los procesos de digitalización de las distintas familias
profesionales.
El fomento de la utilización de nuevas estrategias metodológicas basadas en la
experimentación, el trabajo cooperativo y colaborativo, la interacción entre estudiantes y
profesorado, así como en los vínculos con la comunidad local y con el tejido empresarial.
El fomento del desarrollo de valores ligados a la economía social y la conexión entre la escuela
y el mundo laboral y empresarial, potenciando el aprendizaje a lo largo de la vida.
La promoción de la transferencia multidireccional de conocimiento y práctica entre los centros
de Formación Profesional, las empresas, los centros de investigación y otras entidades
vinculadas a las familias profesionales impartidas en los centros.
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B) PRESENTACIÓN DEL PLAN DE FORMACIÓN El Plan de Formación incluirá todas las actividades presenciales, en red y mixtas que las instituciones
tengan previsto realizar. Aunque el Plan de Formación podrá tener una duración semestral, se
recomienda que tenga carácter anual. En ambos casos las acciones se desarrollarán a lo largo del
año 2020.
Las Entidades Colaboradoras facilitarán las actuaciones de comprobación y seguimiento del Plan de
Formación que les sean requeridas por el MEFP. No se certificará ninguna actividad comenzada
sin contar con la aprobación previa del Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y de
Formación del profesorado - INTEF.
Los plazos de presentación de los planes son los siguientes:
• Plan Anual y Primer Semestre: hasta el 19 de noviembre de 2019 (las actividades no
podrán comenzar antes del 1 de febrero de 2020).
• Plan Segundo Semestre: hasta el 1 de abril de 2020.
La documentación que se reciba con posterioridad a estas fechas se tendrá como no presentada y,
por consiguiente, la Entidad no podrá llevar a cabo acciones formativas dentro de convenio.
Si la programación que se presenta es de carácter semestral, las fechas de inicio y fin de las
actividades estarán dentro del semestre correspondiente.
Las actividades presenciales se presentarán para su evaluación por el INTEF al menos con un mes
de antelación a su inicio y las actividades mixtas o en red, al menos con tres meses de antelación.
Las actividades en red o mixtas deberán estar operativas y completas en todos sus componentes en
el momento de presentación del Plan y además deberán facilitarse al INTEF los materiales, si los
hubiera, la dirección de la web, la clave de usuario y la contraseña de acceso. Las claves deben ser
permanentes y permitirán el acceso total a todos los componentes de la actividad hasta la fecha de
finalización prevista. Cualquier modificación de las mismas deberá ser comunicada al INTEF a la
mayor brevedad posible.
Documentación a presentar
Las entidades cumplimentarán el Plan de Formación en la aplicación informática SEXENIOS WEB.
A esta aplicación informática se accede a través de la siguiente URL: https://sede.educacion.gob.es/sexeniosII/login
Con las claves de usuario y contraseña proporcionados a cada Entidad.
En esta aplicación se darán de alta las actividades del plan, cumplimentando los campos obligatorios
entre los que se incluye la subida de la ficha individual de diseño de la actividad. Esta ficha debe
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estar cumplimentada en todos sus apartados (los títulos de las actividades tendrán una extensión
máxima de 150 caracteres incluidos los espacios en blanco) y en formato pdf.
La Entidad adjuntará también certificado en formato pdf y firmado digitalmente que indique que la
misma cumple la normativa de protección de datos vigente. No se tramitará ningún plan de formación
si no se ha adjuntado dicho certificado.
Las consultas relativas a la aplicación informática se realizarán en la dirección de correo electrónico
Además de lo anterior, remitirán al INTEF en formato digital la siguiente documentación:
1. Plan de Formación con índice y paginación, que constará de los siguientes apartados:
• Justificación del Plan. (Las Entidades que presenten un número de actividades inferior a tres
no tienen obligación de cumplimentar este apartado).
• Listado de actividades.
• Correspondencia de las actuaciones formativas con las líneas prioritarias.
• Criterios para evaluar el Plan.
2. Certificados que acrediten que la Entidad se encuentra al corriente de sus obligaciones
tributarias y frente a la Seguridad Social o autorización al MEFP para que solicite dichas
autorizaciones a los organismos correspondientes, según modelos disponibles en la página
web del MEFP que se indica más adelante.
Presentación
Los Planes de Formación deberán presentarse en formato digital. La presentación podrá realizarse:
a) En los registros electrónicos de la Administración General del Estado, de las
Administraciones Autonómicas, locales o del Sector Público Institucional.
Irán dirigidos a:
Ministerio de Educación y Formación Profesional (MEFP)
Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y de Formación del Profesorado (INTEF)
Servicio de Registro de Formación Permanente del Profesorado Calle
Torrelaguna, nº 58 – 1ª planta. 28027 MADRID
b) A través del correo electrónico del Servicio de Registro de Formación Permanente del
Profesorado habilitado a tal fin ([email protected])
Modificaciones del Plan de Formación
La inclusión de nuevas actividades en el Plan de Formación tendrá carácter excepcional y solo se
autorizará en casos muy justificados.
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El plazo de solicitud de modificación del Plan de Formación será, como mínimo, de un mes antes del
comienzo de las actividades presenciales y de tres meses en el caso de las actividades en red o
mixtas y, en ningún caso, después del 1 de abril de 2020 para las del primer semestre y del 25 de
septiembre de 2020 para las del segundo semestre.
Las modificaciones relativas al lugar, título, fechas de celebración, cambio de responsables de la
actividad y ponentes, deberán solicitarse al INTEF como mínimo con 20 días de antelación al inicio
de la actividad y en ningún caso supondrán cambios en los contenidos ni en la duración.
La solicitud de modificaciones deberá enviarse por correo electrónico a la siguiente dirección: [email protected]
Registro y certificación de actividades
1. Realizada la actividad y en el plazo máximo de 30 días desde su finalización, la Entidad
organizadora deberá cumplimentar los datos de los participantes en la aplicación informática
SEXENIOS WEB.
NOTA: Ante cualquier incidencia en la grabación de los datos de los participantes en una actividad la
Entidad organizadora deberá presentar copia del documento de identidad del participante en cuestión, por
lo que se aconseja la solicitud de dicho documento en el momento de la inscripción en la actividad.
2. En el mismo plazo indicado, remitirá al INTEF en formato digital la documentación de cada
actividad en un ZIP con contraseña a través de Wetrasfer o de otra plataforma de intercambio
de archivos. A través de otro correo facilitará la clave para poder desencriptarlo.
El archivo ZIP debe contener estos cuatro documentos:
a. Ficha de Registro de la actividad.
b. En un sólo documento estará colocada por orden alfabético la documentación de los
participantes con el siguiente orden: irán primero los responsables y a continuación los
asistentes. De cada uno de ellos enviarán la ficha de inscripción, el reverso de la misma con
la protección de datos y el certificado de docencia o titulación, según corresponda.
c. Informe de evaluación de la actividad, no es necesario que envíen las evaluaciones de los
asistentes.
d. Modelo de certificado emitido por la entidad.
Los originales de la documentación relacionada arriba, junto con los partes de asistencia de las
actividades realizadas, se conservarán en la sede de la Entidad respectiva y podrán ser
requeridos por el INTEF.
3. Una vez comprobados por el INTEF la documentación y los datos introducidos en la aplicación
se pasará el estado de la actividad a "finalizada" (o bien se concederá a la Entidad un plazo de
10 días para la subsanación de errores). Esto se comunicará a la Entidad para que pueda emitir
el acta que remitirá al INTEF con firma electrónica.
4. Al recibir el acta se generarán los certificados y se remitirá a la Entidad por correo electrónico
un listado con los códigos CSV de los certificados correspondientes a cada uno de los
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participantes, junto con el CSV del acta, para su descarga a través de la URL
https://sede.educacion.gob.es/cid/
5. La Entidad comunicará al INTEF, lo antes posible, la anulación de las actividades incluidas en
su Plan de Formación que no puedan realizarse, con indicación de los motivos. De no hacerlo,
la actividad constará como realizada y la falta de la documentación necesaria para su
certificación se entenderá como incumplimiento de la normativa por parte de la Entidad, lo
que puede condicionar la continuidad del convenio.
Una vez finalizada cada actividad, el INTEF podrá realizar una encuesta a los participantes para
evaluar el grado de satisfacción respecto a la formación recibida.
Por último, realizado el Plan, se presentará una Memoria antes del 30 de diciembre de 2020, que
incluya la evaluación global del mismo.
Criterios generales para la aprobación de las propuestas de actividades
• Las actividades deberán cumplir con la normativa establecida en la Orden EDU/2886/2011
(Art.8).
• El diseño de la actividad se ajustará a las modalidades descritas en dicha normativa y lo
establecido por esta en cuanto a duración y número de participantes. Solamente ante
causas debidamente justificadas se admitirán excepciones que, en cualquier caso, deberán
solicitarse a su debido tiempo y siempre antes del comienzo de la actividad.
• Las actividades aprobadas por el MEFP, a través del INTEF, no podrán presentarse en
ninguna otra Administración Pública para la misma finalidad para las que han sido aprobadas
por este Instituto.
• Las Entidades Colaboradoras que realicen actividades de Formación Permanente del
Profesorado en virtud del Convenio suscrito con el MEFP, deberán adecuar su calendario y
horario para permitir la máxima participación posible del profesorado de todo el Estado.
• Se tendrá en cuenta el impacto previsto de la formación en función de los destinatarios de la
misma.
• Los contenidos y la metodología de las actividades serán coherentes con los objetivos del
curso y se ajustarán a las líneas prioritarias expuestas en estas instrucciones.
• Las actividades contarán con un procedimiento de evaluación ligado a los objetivos y tareas
propuestos. El proceso de evaluación deberá estar relacionado tanto con los objetivos de la
actividad como con la evaluación de la misma. La evaluación deberá referir a los indicadores
de logro para ayudar a medir cuándo se alcanza un objetivo de manera concreta. Deberá ser
una evaluación formativa y sumativa durante toda la actividad.
• Las actividades dispondrán de los recursos necesarios (materiales y humanos) para el logro
de los objetivos propuestos.
• La actividad incluirá la realización de trabajos o proyectos de aplicación didáctica. Se valorará
especialmente su repercusión en la práctica educativa.
• Las actividades en red son evaluadas previamente a su aprobación por un equipo de expertos,
por lo que su tramitación genera unos costes añadidos. Las Entidades que anulen
actividades en red de nueva evaluación serán advertidas del número máximo de
actividades admitido en el Plan de Formación del siguiente año o semestre.
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• Los cambios que se produzcan en las actividades en red, durante la vigencia de su evaluación,
deberán ser comunicados al INTEF y sólo serán admitidos si se refieren a corrección de
errores o son debidos a la actualización de las plataformas en las que se alojan.
Las consultas relativas a la aprobación de las actividades del plan se realizarán en la dirección de
correo electrónico [email protected]
C) CRITERIOS DE VALIDACIÓN PARA LAS ACTIVIDADES EN RED O MIXTAS
Con el fin de facilitar su diseño, así como la evaluación por parte del INTEF, se indican los requisitos
que deben tener las actividades en red o mixtas siguientes:
Materiales formativos:
1. El diseño instructivo de las actividades en red o mixtas debe estar orientado a que el profesor
realice un conjunto de tareas y cree materiales que sean de aplicación directa en su práctica
educativa y puedan ser compartidos en repositorios comunes. Deben centrarse finalmente en
el objetivo de mejora de las competencias del alumnado, aparte de las del profesor
2. Estas actividades deben conducir a la realización a lo largo de los cursos de proyectos de
enseñanza/aprendizaje evaluables, cuyas evidencias puedan plasmarse en trabajos y
productos de experimentación educativa.
3. Las actividades sobre aplicaciones o herramientas tecnológicas no son válidas si no incluyen
una pedagogía de uso didáctico y unas pautas de aplicación práctica en el aula o de uso
educativo.
4. Las actividades deben fomentar también el aprendizaje informal y la formación continua en
comunidades de práctica (redes sociales) que sean impulsadas por las propias actividades de
formación.
5. Las actividades en red o mixtas deben contar con:
a) Una guía didáctica en la que recogerán todos aquellos aspectos relevantes para orientar
al alumno en el plan de trabajo y seguimiento del curso. Incluirá, al menos, los
destinatarios de la actividad, los objetivos, los contenidos, actividades, los criterios de
evaluación y una temporalización del curso.
b) Una estructura modular basada en unidades didácticas o bloques de contenido y tareas
organizados de modo que permitan a los alumnos un aprendizaje progresivo. Los
contenidos deberán ser originales o contar con los permisos oportunos de sus autores y
dispondrán de una versión susceptible de descarga o impresión.
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c) Un plan de actividades dinámico y proactivo, adecuado a los contenidos, que permita a
los participantes alcanzar los objetivos del curso y que, utilizando las posibilidades
multimedia que ofrece la tecnología actual, atienda a los distintos estilos de aprendizaje.
6. Procedimiento de evaluación. El proceso de evaluación deberá estar relacionado tanto con
los objetivos del curso como con la evaluación del mismo. Esta deberá basarse, además de
en actividades de corrección automática, en otras de carácter obligatorio que serán corregidas
por el tutor. La evaluación deberá referir a los indicadores de logro para ayudar a medir cuándo
se alcanza un objetivo de manera concreta. Así, deberá ser una evaluación formativa y
sumativa durante todo el curso que se materialice en una actividad práctica de
aplicación en el aula.
7. Los accesos proporcionados al INTEF para realizar la evaluación de las actividades deberán
estar operativos desde la presentación de las actividades hasta la finalización de las mismas
y permitirán la visualización de todos los componentes de la actividad: contenidos,
actividades, evaluaciones, autoevaluaciones, foros, etc.
Aula virtual:
Dispondrá de:
1. Agenda o calendario de trabajo (planning-cronograma), en el que el alumno encuentre claramente
reflejado el desarrollo puntual del curso y todas sus actividades.
2. Herramientas de comunicación: foros, mensajería interna y, en su caso, correo electrónico.
3. Actividades de auto-evaluación de corrección automática, siendo conveniente que las mismas
dejen huella para un mejor seguimiento del trabajo realizado por los participantes. Deben estar
presentes en todas las unidades.
4. Actividades de evaluación para ser corregidas y calificadas por el tutor. Su número y periodicidad
han de fijarse en función del desarrollo de los contenidos y de su oportunidad.
5. Hoja de seguimiento en línea, que permita al alumno acceder a calificaciones, observaciones del
tutor, etc.
6. Acceso a enlaces de interés y materiales complementarios que se consideren oportunos.
7. Panel de noticias o avisos para informar de las incidencias que se produzcan a lo largo del curso.
Tutores y coordinador
1. Tutor: persona que acompaña al alumno, le orienta, aclara sus dudas, corrige sus pruebas y
evalúa al final del curso. Cada tutor no podrá atender a más de 50 participantes.
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2. Coordinador técnico y pedagógico: figura recomendable en aquellas ediciones de cursos en las
que intervengan más de dos tutores. Sus funciones principales son asesorar a tutores, en dudas
técnicas como metodológicas y de contenido, y asegurar el acceso a los mismos recursos
complementarios, propuestas y resolución de incidencias técnicas por parte de todos los
participantes en el curso.
Características técnicas:
1. Los materiales de formación deberán ser accesibles en línea, con formatos estándares
compatibles con cualquier navegador (al menos, Internet Explorer 6.0, Mozilla Firefox 1.2) y bajo
los sistemas operativos Microsoft Windows, Mac-OS y GNU-Linux, cumpliendo tanto la
especificación 4.1 de HTML o su correspondiente XHTML, como la norma de accesibilidad WAIAA
(Web Accessibility Initiative).
2. A los materiales desarrollados, se podrán incorporar documentos u objetos desarrollados en
distintas tecnologías, siempre y cuando se faciliten las aplicaciones para su explotación o sean
de libre distribución, y se cumpla con el punto anterior.
3. Es conveniente que los materiales incorporados estén realizados o puedan descargarse según el
estándar SCORM (Sharable Courseware Object Reference Model) o similar.
4. La plataforma de formación en línea empleada deberá, al menos, almacenar la información
correspondiente al avance en el proceso de aprendizaje del alumno.
5. El hardware necesario para seguir el curso en red deberá especificarse en la ficha del curso.
6. El software específico, necesario para la realización del curso en red, deberá ser de libre
distribución o facilitado gratuitamente al alumno.
Madrid, a 22 de mayo de 2020