introducción al liderazgo

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Por: Francis Quintero Asignatura: Liderazgo e Inteligencia Emocional FACILITADOR: Eustiquio Aponte

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Por: Francis QuinteroAsignatura: Liderazgo e Inteligencia EmocionalFACILITADOR: Eustiquio Aponte

Lo de tener poder es como lo de ser una señora. Si tienes que recordárselo a la gente, malo.

El arte de influir sobre la gente para que trabaje con entusiasmo en la consecución de objetivos en pro del bien común.

Consiste en una serie de destrezas que cualquiera puede aprender y desarrollar si une al deseo apropiado las acciones apropiadas

Palabras claves: arte e influir

La capacidad de forzar o coaccionar a alguien, para que éste, aunque preferiría no hacerla, haga tu voluntad debido a tu posición o tu fuerza.

El arte de conseguir que la gente haga voluntariamente lo que tú quieres debido a tu influencia personal.

Consiste en conseguir que la gente haga tu voluntad voluntariamente, porque tú les has pedido que lo hagan.

El poder se puede comprar y vender, se puede dar y quitar. Puedes tener poder por el hecho de ser el cuñado o el amiguete de alguien, o por haber heredado dinero o poder.

La autoridad tiene que ver con lo que tú eres como persona, con tu carácter y con la influencia que has ido forjando sobre la gente.

Las diez respuestas más recurrentes: 1. Honrado, digno de confianza 2. Ejemplar 3. Pendiente de los demás 4. Comprometido 5. Atento 6. Exige responsabilidad a la gente 7. Trata a la gente con respeto 8. Anima a la gente 9. Actitud positiva, entusiasta 10. Aprecia a la gente

Cuando trabajamos con gente, cuando queremos conseguir que la gente haga cosas, nos encontramos siempre con dos dinámicas: la tarea y la relación humana. Es fácil que los líderes desequilibren la balanza en favor de una de las dinámicas, y claro está, en detrimento de la otra. Por ejemplo, si nos centramos sólo en que se lleve a cabo la tarea y descuidamos la relación, ¿qué síntomas van a aparecer? la clave del liderazgo es llevar a cabo las tareas asignadas fomentando las relaciones humanas.

La gran verdad de todo en esta vida son las relaciones, las relaciones con Dios, con uno mismo y con los demás y esto es especialmente cierto en los negocios, porque si no hay gente, no hay negocio. Las familias que funcionan, los equipos que funcionan, las iglesias que funcionan, los negocios que funcionan, todos tienen que ver con relaciones humanas que funcionan. Los grandes líderes de verdad poseen el arte de construir relaciones que funcionan.En resumen, una relación de simbiosis que funcione con los clientes, los empleados, los propietarios y los proveedores, es el seguro para que un negocio funcione. Los verdaderos líderes entienden perfectamente este sencillo principio.

La respuesta es muy sencilla: confianza. Sin confianza es difícil, por no decir imposible, mantener una buena relación. La confianza es lo que permite cimentar los distintos elementos de una relación. Si no estás muy segura de que esto sea así, por qué no te preguntas cuántas buenas relaciones mantienes tú con gente de la que no te fías ¿Te apetece salir a cenar con esa gente un sábado por la noche? Sin unos niveles básicos de confianza, los matrimonios se rompen, las familias se descomponen, las empresas se arruinan, los países se vienen abajo. Y la confianza llega cuando uno se la merece.

Si no cambias de dirección, acabarás en el lugar exacto al que te diriges. ANTIGUO PROVERBIO

Son sencillamente patrones psicológicos, modelos, mapas que nos valen para no perder el rumbo en la vida. Nuestros paradigmas pueden ser útiles e incluso pueden salvamos la vida si hacemos un uso apropiado de ellos. Pero también pueden llegar a ser peligrosos si los consideramos verdades inmutables que valen para todo, y los utilizamos como filtros de la información nueva y de la mudanza de los tiempos a lo largo de nuestra vida. Aferrarse a paradigmas obsoletos puede paralizamos mientras el mundo avanzaPor lo tanto, es importante que reconsideremos continuamente nuestros paradigmas respecto a nosotros mismos, al mundo que nos rodea, a nuestras empresas y a otra gente. Además nuestros paradigmas no siempre son ajustados.

Gestión de estilo piramidal: verticalismoTipo: haz lo que digo; si quiero tu opinión ya te la pediré. Prima la conocida regla de oro según la cual «Manda el que tiene la sartén por el mango».En lo militar, por ejemplo, tenemos en el vértice a un general, con coroneles, o lo que sea, en el siguiente nivel, seguidos por capitanes y tenientes, y más abajo por sargentos, y vamos a ver, ¿a quién le toca estar abajo del todo?

El que quiera ser el primero debe antes ser servidor. Si quieres mandar tienes que servir. JESUCRISTO

La autoridad siempre se funda en el servicio y el sacrificio.En suma, el liderazgo que perdura en el tiempo debe estar fundado en la influencia o autoridad. La autoridad siempre se funda en el servicio, o en el sacrificio por aquellos que dirigimos, y que a su vez consiste en la identificación y satisfacción de sus legítimas necesidades.

INTENCIONES + ACCIONES = VOLUNTAD "

Intenciones más acciones igual a voluntad. Sólo cuando nuestras acciones son consecuentes con nuestras intenciones nos convertimos en gente consecuente y en líderes consecuentes. Así pues, este es el modelo de liderazgo con autoridad.

El liderazgo empieza con la voluntad, que es la única capacidad que, como seres humanos, tenemos para que nuestras acciones sean consecuentes con nuestras intenciones y para elegir nuestro comportamiento. Con la voluntad adecuada, podemos elegir amar, verbo que tiene que ver con identificar y satisfacer las legítimas necesidades, no los deseos, de aquellos a los que dirigimos. Al satisfacer las necesidades de los otros, estamos llamados, por definición, a servirles e incluso a sacrificamos por ellos. Cuando servimos a los otros y nos sacrificamos por ellos, estamos forjando nuestra autoridad o influencia, por la «Ley de la Cosecha». Y cuando forjamos nuestra autoridad sobre la gente, entonces es cuando nos ganamos el derecho a ser llamados líderes.

Mis jugadores y mis asociados no tienen por qué gustarme, pero como líder tengo que amarlos. El amor es lealtad, el amor es espíritu de equipo, el amor respeta la dignidad del individuo. En esto consiste la fuerza de cualquier organización.

Cuando Jesús habla de amor en el Nuevo Testamento, la palabra que aparece es agápe, el amor del comportamiento y la elección, no el amor de la emoción.El amor es: paciencia, afabilidad, humildad, respeto, generosidad, indulgencia, honradez y compromiso.

Paciencia: mostrar dominio de uno mismo.Afabilidad: prestar atención, apreciar y animar.

Humildad: ser auténtico y sin pretensiones ni arrogancia.Respeto: tratar a los demás como si fueran importantes.

Generosidad: es satisfacer las necesidades de los demás, incluso antes que las propias.

Indulgencia: no guardar rencor al que nos perjudica Honradez: la cualidad de estar libre de engaños.

Compromiso: atenerse a las elecciones que uno hace.

Hombres y mujeres quieren hacer un buen trabajo. Si se les proporciona el entorno adecuado, lo harán. BILL HEWLETT, FUNDADOR DE HEWLETT—PACKARD

Lo importante que es crear un ambiente sano en el que la gente pueda crecer y

prosperar: metáfora de plantar un jardín. La naturaleza nos muestra la

importancia de crear un entorno sano si queremos que las plantas crezcan.

Eres tú quien impone las reglas. Como líder eres responsable del entorno en tu área de influencia y te han dado poder para llevar a cabo tus cometidos.

Por lo tanto tienes poder para regular su comportamiento.

Es cualquier comunicación que influye en las elecciones que se hacen.

Como líderes podemos crear la fricción necesaria, pero que la gente cambie depende de una elección que no está en nuestras manos. .

Lo que creamos o lo que pensemos, al final no tiene mayor importancia. Lo único que realmente importa es lo que hacemos. JOHN RUSKIN

Nuestras ideas, sentimientos, creencias —nuestros paradigmas— tienen ciertamente mucha influencia sobre nuestros comportamientos. La praxis nos enseña que lo contrario también es cierto.

Nuestro comportamiento también tiene una influencia sobre nuestras ideas y nuestros sentimientos. Cuando, como seres humanos, nos comprometemos a dedicar nuestra atención, nuestro tiempo, nuestro esfuerzo y demás recursos a alguien o a algo, con el tiempo vamos desarrollando sentimientos hacia el objeto de nuestra atención.

Son los sentimientos que derivan de los comportamientos .

• El liderazgo empieza por una elección. Algunas de estas elecciones conllevan asumir las abrumadoras responsabilidades que voluntariamente aceptamos, y hacer que nuestros actos sean consecuentes con nuestras buenas intenciones. Pero mucha gente no quiere asumir las responsabilidades que le corresponden y prefiere descargarse de ellas.

• Hemos aprendido que, aunque los genes y el ambiente tengan un efecto en nosotros, seguimos siendo libres de hacer nuestras propias elecciones. No hay más que fijarse en los hermanos gemelos. Nacen del mismo óvulo, así que tienen los mismos genes: naturaleza. Ambos crecen en el mismo hogar, al mismo tiempo y sin embargo son dos personas distintas.

La vía de la autoridad y el liderazgo empieza con la voluntad. La voluntad consiste en las elecciones que hacemos para que nuestros actos sean consecuentes con nuestras intenciones. A la postre, todos tenemos que tomar decisiones respecto a nuestro comportamiento y tenemos que aceptar nuestras responsabilidades sobre estas decisiones.

Primera etapa: Inconsciente e inexperto. Se desconoce el comportamiento o hábito en cuestión.

Segunda etapa: Consciente e inexperto. Eres consciente de un nuevo comportamiento, pero aún no has desarrollado las destrezas necesarias.

Tercera etapa: Consciente y experimentado. Has adquirido las destrezas y te encuentras cada vez más a gusto con el nuevo comportamiento o con las nuevas

técnicas.Cuarta etapa: Inconsciente y experto. Ya no tienes que

volver a pensar en ello.

Esta es la etapa en que los líderes han conseguido incorporar esos comportamientos a sus hábitos, a su verdadera naturaleza. Son los líderes que no tienen que intentar ser buenos líderes, porque ya son buenos líderes.

En esta etapa un líder no necesita intentar ser buena persona, porque es buena persona.

El liderazgo no es una cuestión de personalidad, posesiones o carisma, sino de lo que tú eres como persona. Durante una época pensé que el liderazgo era cuestión de estilo, pero ahora sé que es cuestión de sustancia, es decir de carácter.

Las obras de amor y liderazgo son asunto de carácter.

Paciencia, simpatía, humildad, generosidad, respeto, indulgencia, honradez y compromiso son aspectos del carácter o hábitos que han de ser desarrollados y madurados si queremos convertirnos en líderes de éxito y aguantar la prueba del tiempo.

Todo esfuerzo disciplinado tiene una recompensa múltiple. JIM ROHN

.El líder que se funda en la autoridad está llamado a hacer muchas elecciones y muchos sacrificios. Se requiere mucha disciplina. Pero, por supuesto, es lo que nos comprometimos a hacer cuando nos ofrecimos a ser líderes.

.Si elegimos dar lo mejor de nosotros mismos y sacrificamos por los demás, tendremos influencia sobre ellos. Un líder que sabe cómo influenciar a los demás es un líder muy solicitado.

.La misión de forjarse una autoridad sirviendo a aquellos que están bajo su responsabilidad puede dar a ese hombre, o a esa mujer, un verdadero objetivo en esta vida. Es una misión que conlleva un propósito y un sentido.

.Una vida disciplinada de liderazgo fundado sobre la autoridad equivale a un ideario personal. Se ha hecho popular en estos últimos años entre las organizaciones el publicar sus idearios y articular sus principios.

.

En nuestro papel de líderes, se nos ofrece una oportunidad única de que nuestra vida suponga realmente algo en la vida de los otros. Claro que también podemos seguir con lo que hace todo el mundo y dirigir a la antigua usanza: «O lo haces, o...». Pero, por supuesto, a los que siguen con lo de todo el mundo, nunca les seguirá todo el mundo.

.Si realmente dirigimos con autoridad, si damos lo mejor de nosotros mismos a los otros, estaremos siguiendo la Regla de Oro. Nuestras vidas serán conformes a la ley de Dios, o a nuestro más alto poder, si preferís.

.El gozo tiene que ver con la satisfacción interior y con la convicción de estar siguiendo los profundos e inmutables principios de la vida.

Servir a los otros nos libera de las cadenas del egoísmo que estrangulan el gozo de la vida.