introducción - biblioteca.unach.mx · sociales, pobreza y exclusión (cordera, 2008). con la...
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Introducción
Héctor B. Fletes Ocón1
Álvaro Martínez Quezada2 Apolinar Oliva Velas3
Además de una serie de transformaciones económicas, políticas y culturales, los procesos de la
globalización han establecido condiciones para la revisión de las grandes narrativas que
permitían a los académicos explicar lo social y el desarrollo. Partiendo de estos procesos de
cambio social, estudiosos de distintas disciplinas -antropología, sociología y economía, por
ejemplo- han criticado la idea de desarrollo como un proceso unívoco, lineal y determinado. De
igual manera, la centralidad que desde la economía del desarrollo se asoció, desde mediados
del siglo XX, a la industrialización, la modernización agrícola, la sustitución de importaciones, y
el vuelco al exterior en los años noventas, para conseguir el “progreso”, ha perdido sustento. De
esta manera, se ha enfatizado la debilidad de basar el desarrollo en los niveles de producción
económica e ingreso nacional. Las discusiones que distintos actores, tanto académicos como
de organizaciones internacionales, han establecido sobre desarrollo sustentable, desarrollo
local y endógeno, la descolonización del desarrollo, desarrollo humano, derechos, y la
consideración del papel de la política en los procesos de cambio social, dan cuenta de esta
reformulación.
Este debate conceptual se ha enfocado en la revisión de la construcción y deconstrucción
del desarrollo: sus teorías, discursos, lógicas, actores, procesos de conocimiento, política y
poder (Martínez, 2003; Arocena, 2001; Escobar, 1995; Long, 2007; Ferguson, 2003). Se
revisan, además, las conexiones entre distintos ámbitos que afectan y contribuyen al
desenvolvimiento económico y social, como son las dinámicas de la globalización, la
democracia, el Estado, la cultura y el ambiente (Kalb, et. al., 2004).
Debido al dinamismo económico y financiero que la globalización ha conllevado en
algunas regiones del mundo, se le ha entendido como sendero exclusivo de bienestar para
todos. Sin embargo, esta concepción debe revisarse ya que persisten profundas desigualdades
sociales, pobreza y exclusión (Cordera, 2008). Con la globalización, y su base ideológica del
neoliberalismo, se muestran nuevas formas de participación del Estado, que se han visto
1 Doctor en Ciencias Sociales. Profesor de Tiempo Completo de la LGAI-IEI, Universidad Autónoma de Chiapas, correo electrónico:
[email protected] 2 Doctor en Ciencias Sociales. Profesor de Tiempo Completo de la Facultad de Ciencias Sociales, Universidad Autónoma de
Chiapas, correo electrónico: [email protected] 3 Doctor en Economía. Profesor Profesor de Tiempo Completo del CUITT, Universidad Autónoma de Chiapas, correo electrónico:
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acompañadas de una precarización laboral y una mercantilización de la vida social (Morán,
2007).
En medio de esta revisión conceptual que atañe al desarrollo y la globalización, y a la vez,
como una manera de encontrar alternativas a las crecientes desigualdades sociales, resulta de
suma importancia la creación de espacios de discusión sobre las transformaciones que en
múltiples dimensiones afectan, y son definidas, por una diversidad de actores. Este libro ofrece
una serie de trabajos presentados en el “Primer Congreso Internacional sobre Pobreza,
Migración y Desarrollo”, celebrado en la ciudad de San Cristóbal de las Casas, en abril del
2009, organizado por la Universidad Autónoma de Chiapas, la Universidad Rey Juan Carlos de
Madrid, y la Fundación Juan de la Cosa. El Congreso reunió a un numeroso grupo de
investigadores sociales, con el objetivo de discutir de manera interdisciplinaria la situación
actual de la pobreza, la migración y el desarrollo en Chiapas y el mundo. Como resultado del
Congreso, junto con otro par de libros enfocados a la Pobreza, uno, y Migración, otro, esta
colección ofrece discusiones teóricas y experiencias actualizadas sobre los procesos de cambio
mencionados, relativos a la globalización, sus contradicciones, y las alternativas sociales que se
presentan en ese contexto.
El libro se ha dividido en tres partes. En la primera sección, denominada “Dimensiones del
desarrollo y retos frente a la desigualdad social y económica global”, se presenta un grupo de
trabajos que revisan nuevos retos tanto en la comprensión como en la acción orientada al
desarrollo, al tiempo que analizan las estrategias efectuadas por distintos organismos
internacionales en este campo. En primera instancia, el trabajo de José Said Sánchez Martínez,
examina los elementos que generan y permiten el desarrollo en una democracia. En el contexto
de lo que denomina la última ola democrática y de los problemas de pobreza, desigualdad y
violencia del crimen organizado que enfrentan los países América Latina, explora cómo es que
sus Estados, a pesar de contar con regímenes democráticos, se caracterizan por ser aun
débiles, incapaces de proveer a la población de los medios para acceder a un mejor desarrollo
humano. Según el autor, esto trae como consecuencia la inexistencia de una ciudadanía plena,
al no tener la población garantizados sus derechos sociales, económicos y culturales.
Por su parte, Juan Pablo Prado Lallande en el trabajo “Seguridad internacional, crisis
económica global y aumento de la inequidad Norte-Sur: retos actuales de la cooperación
internacional para el desarrollo”, realiza una exploración del papel que puede jugar la
cooperación internacional en los procesos de desarrollo, así como las limitantes que ésta
enfrenta debido a la inestabilidad económica global, y las prioridades de los países
desarrollados dirigidas a favorecer sus intereses geoestratégicos, económicos y de seguridad.
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En el trabajo “La cooperación internacional para el desarrollo: características, problemas,
retos y el papel jugado por México”, Abraham Bello Cortez discute diversas particularidades de
la cooperación internacional para el desarrollo. En específico, hace referencia a las
concepciones bajo las que se desarrolla la estrategia de cooperación para el desarrollo por
parte de los países donantes y los problemas que se presentan con los países receptores.
Afirma que tal estrategia generalmente tiene como trasfondo la consecución de objetivos
económicos o políticos. El trabajo analiza los efectos positivos y negativos de esta cooperación
y las “ventajas” de cooperar, para finalmente establecer algunas paradojas de la cooperación
mexicana como es la inexistencia de una metodología dentro del sistema financiero que precise
los fondos de ayuda, así como la rendición de cuentas en este rubro.
A continuación, Olga Lidia Lópes, Néstor García, René Estrada y Benito Salvatierra
realizan una evaluación del nivel de cumplimiento de los Objetivos del Desarrollo del Milenio, en
particular el dirigido a reducir en dos terceras partes la mortalidad en los menores de cinco años
entre 1990 y 2015. Analizan cuatro estados de la Frontera Sur de México (Chiapas, Tabasco,
Campeche, Quintana Roo) y siete países de Centroamérica (Guatemala, El Salvador,
Honduras, Nicaragua, Belice, Costa Rica y Panamá), que componen la región de Mesoamérica.
Encuentran que las Tasas de Mortalidad en la Niñez (TMN) en el periodo de 1990 a 2006 han
descendido. Sin embargo, cuando se analizan a nivel regional, los resultados no son
alentadores. En los países pobres prevalecen tasas de mortalidad infantil elevadas. Existen
disparidades entre y al interior de los países y estados, que sin embargo son atendidas con
políticas homogéneas. Así pues, proponen un replanteamiento de las políticas internacionales
de salud.
Óscar Rodil Marzábal y Jorge Alberto López Arévalo analizan los patrones de crecimiento
económico seguidos por las diferentes entidades federativas de México a lo largo de las últimas
décadas, principalmente en el marco del TLCAN. El análisis se bifurca en dos líneas. La primera
se centra en el estudio de la evolución comparada del PIB per cápita de los estados tomando
como referencia el promedio nacional. Aquí se trata de establecer una tipología con base en las
diferentes situaciones y tendencias observadas. La segunda pretende explicar la
heterogeneidad de comportamientos de los estados, identificando diversos factores que se
hallan detrás de las tendencias observadas, como son inversión directa extranjera, formación de
capital humano o cambios en la estructura productiva.
Mediante el trabajo titulado “Análisis de los índices de desarrollo humano y marginación en
los municipios de Chiapas desde una perspectiva demográfica”, Oscar Peláez nos presenta el
análisis de las relaciones existentes entre el cambio demográfico, el crecimiento económico y el
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desarrollo. Plantea sus reflexiones retomando autores clásicos del desarrollo como Myrdal,
Chenery y Syrquin. Considera algunas hipótesis para explicar el comportamiento demográfico
diferencial y los indicadores de desarrollo humano en los municipios de Chiapas a partir de
racionalidades económicas diferentes impulsadas por condiciones económicas estructurales
disímiles dentro de un estado pobre con una fuerte desigualdad social, que muestra un
panorama de concentración de pobreza en algunos municipios.
En el trabajo “Modos de vida: base del desarrollo en la micro región Yocnajab, Comitán,
Chiapas”, Manuel Morales analiza los modos de vida de los grupos domésticos de la región
rural Yocnojab, situada a 10 kms de una de las principales ciudades del estado de Chiapas,
Comitán. Yocnojab se caracteriza por el desarrollo de una agricultura de temporal y por una
diferenciación económica de los campesinos. El autor se propone estudiar la complejidad de la
dinámica de estos pobladores con el fin de incidir en una mejor planeación para el desarrollo.
Argumenta que para entender los problemas de las áreas rurales es necesario analizar las
necesidades, fortalezas y limitaciones de los grupos domésticos campesinos. Señala que para
lograr un “modo de vida sustentable”, se requiere la aplicación de políticas públicas acordes a
las estrategias de sobrevivencia local, así como el desarrollo de redes que alienten el capital
social.
El segundo apartado del libro, “Mercados globales, producción de alimentos y ambiente”,
reúne importantes aportaciones sobre las contradicciones entre lo que podríamos entender
como un capitalismo agroalimentario y la persistencia de formas de exclusión social y
económica de numerosos grupos de agricultores, deterioro ambiental y acentuación de la
polarización sociocultural. En este apartado, el trabajo “Biocombustíveis, Livre Mercado e
Agronegócio: A Impossibilidade de solucionar a Crise Energética ou de Reduzir o Consumo?”,
de Lázaro Camilo Recompensa Joseph y colaboradores, analiza la tendencia global hacia el
uso de diversos productos agrícolas para la producción de biocombustibles como sustitutos de
los derivados del petróleo. El trabajo destaca la incompatibilidad existente entre los principios
del desarrollo sustentable y la producción de biocombustibles basada en el modelo de
agronegocio. Los autores concluyen que si bien desde la óptica del libre mercado es posible
innovar para vender, ejemplo de lo cual son los biocombustibles, ello no garantiza la
conservación, ni mucho menos la preservación ambiental, e invitan a desconfiar de las
bondades del libre mercado como el camino que permitirá solucionar el problema energético en
el mundo.
A continuación, estos mismos autores revisan los principales impactos de la producción de
biocombustibles en Brasil, y los posibles efectos sociales, económicos y ambientales de replicar
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o transferir este modelo a países de América Latina, África o Asia. Argumentan que los
biocombustibles, lejos de ser “limpios y ambientalmente” correctos, se desarrollan bajo un
proceso de producción, con simientes sociales y ecológicos, que acrecienta la concentración de
la tierra, la desnutrición, el desplazamiento poblacional, la deforestación, erosión de suelos y el
uso irracional del agua. Así pues, señalan que biocombustibles es una mala denominación de
los combustibles vegetales, puesto que se derivan de plantas cultivadas con todo un paquete de
insumos agrícolas, pesticidas, herbicidas, petróleo y sus derivados.
Moisés Hidalgo y Juan Soriano muestran la relación existente entre las políticas de libre
comercio internacional y la permanencia de la pobreza extrema y el hambre en los países
menos desarrollados. Señalan que el alza de precios que ha tenido lugar recientemente no ha
hecho más que acrecentar las dificultades de estos países para alimentar a su población ante el
encarecimiento de las importaciones de alimentos necesarios para cubrir sus deficiencias.
Presentan la soberanía alimentaria como un concepto que incluye no sólo la seguridad
alimentaria y el derecho a la alimentación, sino también otros aspectos como el derecho de los
pueblos a definir sus propias políticas y estrategias sustentables de producción, distribución y
consumo de alimentos, el valor de la pequeña propiedad agrícola frente a los latifundios y las
multinacionales agrícolas, el respeto a la biodiversidad, a las técnicas y cultivos tradicionales, y
a la gestión ecológica de los recursos.
León Enrique Ávila Romero, en su trabajo “La crisis alimentaria global y el sector
agropecuario en Chiapas”, analiza las manifestaciones de la crisis mundial alimentaria.
Argumenta que han existido acciones concretas por parte de Estados, comunidades políticas y
corporaciones transnacionales hacia la búsqueda de hegemonía en el mercado global
alimentario, pero que existen espacios en los cuales los sujetos sociales resisten y se
contraponen de múltiples formas al proceso global, dando como resultado una incipiente
“desglobalización” y resurgimiento de lo rural y del campesinado. Después de revisar los
cambios sociales, económicos y culturales implicados por la globalización agroalimentaria,
discute acerca de la inserción y el sometimiento del sector agropecuario mexicano a manos de
grandes compañías transnacionales, y finalmente analiza el caso chiapaneco.
Por otro lado, en torno a la discusión sobre sistemas agroecológicos sustentables, Jorge
Ruíz y colaboradores analizan la situación actual de la producción de alimentos orgánicos, y
proponen el modelo de producción orgánica como alternativa sustentable para combatir la
pobreza de los campesinos marginados de Chiapas. Afirman que el término “orgánico” debe
entenderse no sólo como el tipo de insumos empleados, sino la interacción integrada de una
serie de componentes naturales y humanos. Revisan el desarrollo de la agricultura orgánica, y
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su potencial económico a favor de los pequeños productores de Chiapas, sin olvidar la
problemática que aqueja a estos sistemas.
En el último apartado del libro, denominado “Experiencias de participación local y
alternativas sociales”, se ofrece una colección sobre diversas formas de resistencia y
construcción de modelos de desarrollo orientados a la consecución de nuevos equilibrios
sociales, económicos y culturales en la globalización. Aquí, el trabajo “Alternativas sociales
frente a la crisis global”, de Carlos Cortez, analiza las diferentes formas de respuesta que se
han desarrollado frente al modelo neoliberal en México a lo largo de los últimos años. Al poner
énfasis en experiencias gestadas desde los actores rurales, el autor argumenta que los
espacios de resistencia frente a la globalización neoliberal cuentan con sus propias
especificidades de articulación de actores y conflictos. Cortez señala que a pesar de las
múltiples dimensiones que abarcan estas alternativas, y la toma de conciencia de sus actores
como sujetos capaces de buscar cambios, estas estrategias no son suficientes para avanzar en
el logro de prioridades sociales, pues se requiere también de la disponibilidad de recursos
humanos y materiales.
El trabajo de Mario Ortega Olivares, relata la experiencia de participación de la población
de un barrio pobre de la Ciudad de México en la autoconstrucción de vivienda, en el contexto de
los sismos ocurridos en 1985. El artículo analiza las estrategias que desplegaron las familias
para atemperar las condiciones de pobreza; se discute además, la pertinencia y posibilidades
del capital social al interior de las unidades domésticas, bajo la forma de ayuda mutua, para
reorganizar y potenciar las tareas de reproducción social de esta población.
Sócrates López Pérez, Lydia Raesfeld y Luis Gil Borja aplican un modelo de mapas de
pobreza en el estado de Hidalgo, herramienta que les permite considerar una amplia variedad
de categorías de pobreza en una sola matriz, que a su vez son relacionadas con su ubicación
geográfica. La particularidad de su análisis es que la revisión del comportamiento espacial de la
pobreza se realiza junto con la dinámica de la migración y de la inversión pública aplicada en
programas sociales. Con esta herramienta, se facilita la definición de prioridades para la
asignación de recursos, señalan. Presentan una reflexión sobre una nueva regionalización del
estado de Hidalgo, a partir de las características económicas, sociales y del medio ambiente de
los municipios. Sus resultados muestran grandes contrastes con la regionalización oficial.
Posteriormente, Ghishaline Duque, María del Socorro Lima Oliveira y Paulo Cesar O.
Diniz, dan cuenta de una experiencia de lucha contra la pobreza en el nordeste brasileño, en
particular los retos que implica para la población garantizar el acceso al agua en un contexto de
un clima adverso. Los autores señalan que la dinámica de pobreza no solamente se debe a
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factores naturales, sino que también juegan un papel clave las dimensiones sociales y políticas.
Plantean como alternativa para superar la situación de pobreza y asistencialismo en que vive la
población, el desarrollo de diversas prácticas sociales que la lleven a reformular los programas
gubernamentales de combate a la sequía y sus efectos.
Álvaro Martínez, Octavio Ixtacuy y Diego Girón analizan la operación de una
microempresa campesina familiar ubicada en la región indígena de los Altos de Chiapas.
Examinan en ella los problemas técnicos y organizacionales que enfrenta este tipo de
empresarios para mantenerse en el mercado. Intentan responder a la pregunta de cómo
transitar de una producción orientada hacia el autoconsumo a una orientada hacia el mercado,
planteando para ello una polémica diferenciación entre microempresa y unidad tradicional de
economía campesina. Finalmente, analizan las potencialidades de las unidades campesinas
para constituir empresas agroindustriales y generar alternativas de desarrollo rural.
Sérgio Botton, Sheila Brandao, Everton Lazareti y Alexandre Menguel analizan el conflicto
entre grupos indígenas y productores empresariales de arroz en una región de Brasil. Debido a
que la nueva demanda de alimentos del mercado mundial la están cubriendo agroempresas de
países subdesarrollados como Brasil y Argentina en el cono sur, en este proceso se están
generando enfrentamientos con población asentada en la frontera agrícola, en este caso
población indígena. Los autores plantean que los indígenas generan procesos de
sociobiodiversidad como una forma de resistencia y una nueva manera de construcción de
movimientos ecologistas fuera del paradigma de relaciones capitalistas y que por lo
consiguiente definen nuevas formas de reconstruir el paradigma del desarrollo.
Finalmente, el artículo de María Inês Rauter Mancuso y Ana Paula Glinfskoi analiza la
experiencia desarrollada por familias ribereñas que realizan una pesca de tipo artesanal en el
Alto y Medio Río San Francisco en el Estado de Minas Gerais en Brasil. El trabajo examina los
problemas que enfrentan los pescadores artesanales para realizar un manejo sustentable de los
recursos pesqueros, como es la existencia de pescadores clandestinos generalmente foráneos,
que no están sujetos a una pesca controlada, dando lugar a lo que se conoce como la “tragedia
de los comunes”. Frente a ello, se propone el impulso de prácticas de co-gestión, así como de
sistemas de manejo comunitarios, como formas de minimizar los conflictos existentes entre los
pescadores y la sustentabilidad del recurso. El trabajo también considera las diferencias entre
los roles asumidos por hombres y mujeres tanto al interior de las familias de pescadores como
en el espacio comunitario, así como las modalidades de la inserción de las mujeres en los
mercados de trabajo.
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El lector observará que las perspectivas analíticas y propuestas que surgen en los
artículos del libro se ubican en distintas disciplinas y tradiciones de las Ciencias Sociales. Sin
embargo, los une el hecho de que resaltan la complejidad y diversidad de las trayectorias de
desarrollo en el contexto de la globalización, así como señalan una serie de contradicciones en
los resultados que se esperaban, y que aún se siguen pregonando, de tal proceso. Igualmente,
se abre una gama de opciones de desarrollo de acuerdo con las situaciones contextuales e
historias de los grupos sociales y Estados involucrados. Así pues, esperamos que esta rica
colección sobre diversas dimensiones del desarrollo y experiencias de participación de actores
sociales, atraigan al lector, sea éste miembro de la academia, de la sociedad civil o de diversas
instituciones públicas interesadas en el análisis y búsqueda de estrategias activas que atenúen
las contradicciones sociales del actual modelo de desarrollo global, así como aprovechen sus
posibles ventajas.
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Literatura citada
Arocena, José (2001), El desarrollo local: un desafío contemporáneo, Uruguay: Universidad
Católica, Taurus, Ediciones Santillana.
Cordera, Rolando (2008), “Prólogo”, en Cordera Rolando, Ramírez Patricia y Ziccardi Alicia
Pobreza, Desigualdad y Exclusión Social en la Ciudad del Siglo XXI, México: Siglo XXI.
Escobar Arturo (1995), Encountering development, the making and unmaking of the third world.
Princeton: Princeton University Press.
Ferguson, James (2003) The Anti-Politics Machine: ´Development´, Depoliticisation and
Bureaucratic Power in Lesotho. Cambridge: Cambridge University Press.
Kalb Don; Panters Wil; Siebers Hans (2004), Globalization and Development. Themes and
Concepts in Current Research. Dordrecht, The Netherlands: Kluwer Academic
Publishers.
Long, Norman (2007[2001]), Sociología del desarrollo: una perspectiva centrada en el actor,
México: COLSAN, CIESAS.
Martínez-Pellégrini, Sárah E. (2003), “Convergencia regional e integración: los casos de México
y España”, en Fuentes F., Noé; Alejandro Díaz B.; Sárah E. Martínez-Pellégrini
Crecimiento con Convergencia o Divergencia en las Regiones de México. Asimetría
Centro-Periferia, México: El Colegio de la Frontera Norte, Plaza y Valdés Editores.
Morán, Agustín (2007) “Prólogo”, en Bilbao Andrés, Individuo y orden social. La emergencia del
individuo y la transición a la sociología. España: Sequitur.
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Estado y desarrollo
José Said Sánchez Martínez1
Introducción
Tras el reconocimiento formal de la recesión económica a mediados del año 2008 se
cuestionó la poca regulación ejercida sobre el mercado y volvió a la mesa de debate el papel
que debe desempeñar el Estado sobre la economía. Pero es en América Latina donde, a
pesar de contar con regímenes democráticos, se ha identificado la existencia de Estados
deficientes que no han desarrollado la capacidad para proveer los bienes y funciones para
los cuales fueron creados, lo cual ha traído como consecuencia el desarrollo de una
ciudadanía de baja intensidad que no tiene garantizados sus derechos sociales, económicos
y culturales. De forma que la existencia de instituciones y procedimientos democráticos no
ha sido suficiente para mejorar las condiciones de vida de buena parte de la población.
En el presente trabajo se describen algunos estudios sobre los elementos que generan y
permiten el desarrollo de una democracia. Aspectos como el desarrollo económico, la
cultura política, la influencia de agentes externos, etc., resultan importantes para la
formación de una democracia, mas no suficientes, ya que algunos países de la última ola
democrática, al contar con Estados deficientes, no parecen seguir el rumbo hacia una
consolidación democrática. Asimismo, se identifican los principales problemas que enfrenta
Latinoamérica, como la pobreza, la desigualdad y el fenómeno del crimen organizado, que
han generado una ciudadanía de baja intensidad. Posteriormente, se señalan las funciones
que están a cargo del Estado y cómo se conectan con la capacidad de un régimen
democrático para poder generar una ciudadanía plena. Por último, se identifica la debilidad
estatal que padecen los países de la región producto, en cierta medida, de las reformas
estructurales implementadas a partir de la década de los ochenta, disminuyendo con ello su
capacidad para proveer a la población de los medios necesarios para poder acceder a un
mejor desarrollo humano. De forma que, mientras no se establezca un Estado eficiente y
democrático, las posibilidades de mejorar la calidad de vida de los sectores seguirá siendo
un tema pendiente.
1 Egresado de la Licenciatura en Sociología Rural de la Universidad Autónoma Chapingo. Correo electrónico:
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La formación del Estado moderno
Durante la primera mitad de la Edad Media no existió señal alguna del Estado en el sentido
de ser una entidad de dominación de manera continua con medios de poder propios, con un
cuerpo jurídico secularizado, con territorio y población delimitados. Las principales funciones
que actualmente el Estado reclama para sí se encontraban dispersas entre varios
depositarios: la Iglesia, el noble propietario de tierras, los caballeros y otros privilegiados: “su
poder estaba limitado, en lo interno, por los numerosos depositarios de poderes feudales,
corporativos y municipales y, en lo exterior, por la Iglesia y el Emperador” (Heller, 1963, p.
142). Una de las primeras manifestaciones del Estado moderno se puede encontrar en la
primera mitad del siglo XIII en Silicia, lugar donde el general Federico III sustrajo al sistema
feudal el ejército, la justicia, la policía y la administración financiera, de tal manera que
centralizó estos elementos bajo una estructura burocrática. La estructura del Estado fue
ordenada según competencias delimitadas y con funcionarios especializados y
económicamente dependientes. “El surgimiento de ese Estado centralizado o <<absoluto>>,
que transformó a los nobles de guerreros en cortesanos, se explica, a su turno, como la
consecuencia imprevista de la competencia por el poder entre pequeños Estados durante la
Edad Media” (Burke, 2007, p. 215). Dentro de este proceso centralizador y monopolizador
se encuentra el origen del Estado moderno.
La construcción del Estado incluyó la expansión y la formalización del derecho
emanado del centro. Esto fue percibido como crucial para homogeneizar a la
población en al menos dos sentidos: uno, el de arrasar con lealtades y sistemas
legales locales…dos, el de promover una identidad colectiva directamente vinculada
con el Estado emergente (O´Donell, 2004, p. 164).
La permanencia del Estado moderno requiere de un sistema impositivo reglamentado
con el objetivo de disponer de ingresos suficientes para el mantenimiento del ejército y la
burocracia. “La administración feudal no conoció los presupuestos. El estado estamental
tampoco conoció la distinción entre los gastos e ingresos públicos y los privados del señor,
ni un patrimonio independiente que perteneciera al territorio y al Estado” (Heller, 1963, p.
148). Al interior del Estado moderno, tanto los gobernantes como el cuerpo administrativo no
poseen la propiedad de los medios administrativos. Están excluidos de todo
aprovechamiento de carácter privado de las fuentes de ingreso.
Las condiciones previas bajo las cuales se fundó el Estado moderno fueron (Bendix,
1979):
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Poseer el monopolio de los medios de dominación y administración los cuales se
basan en la creación de un sistema permanente de tributación centralmente dirigido
y la creación de un sistema militar estable centralmente dirigido.
Monopolio de la autoridad central en la impartición de la ley y en el uso legitimo de la
fuerza.
Organización de una burocracia orientada racionalmente que dependa de la
autoridad central en el ejercicio de las funciones administrativas.
El pensamiento jurídico medieval no tuvo la capacidad para desarrollar la distinción entre
el derecho público y el privado. En este punto, para Tonnies:
El estado se despoja cada vez más de las tradiciones y costumbres del pasado, y de
la creencia en su importancia. Así, las formas del derecho cambian y este deja de ser
el producto de los folkways [cultura popular], mores y costumbres para transformarse
en un derecho puramente legalista: un producto de la organización política. El estado
y sus dependencias, y los individuos, son los únicos agentes que quedan, en lugar
de las múltiples fraternidades, comunidades y mancomunidades que se desarrollan
en forma orgánica” (Cita extraída de Nisbet, 1977, p. 193).
De forma que la dominación legal2 es propia del Estado moderno, en donde el
imperio del derecho no está subordinado a la existencia histórica de un héroe o de la
tradición sagrada. Sólo existe un sistema de dominación legal cuando las disposiciones de
un orden legal se instrumentan y acatan bajo la creencia de que son legítimas. Gracias a la
separación entre la Iglesia y su derecho sagrado, por una parte, y la jurisdicción secular por
la otra, las autoridades seculares encontraron camino para la imposición de las leyes y el
posterior crecimiento del formalismo jurídico, el cual también contribuyó a la formación del
Estado (Nisbet, 1977).
Durante la Edad Moderna la sociedad estuvo compuesta, al menos en Occidente, por
un grado elevado de organización monopolista, el cual no sólo abarcó aspectos de carácter
político, sino también militar y fiscal. De tal forma que estas atribuciones llegaron a ser
exclusivas de un poder central. Para Norbert Elias (1997) los medios financieros y de
violencia se sostienen recíprocamente, es decir, el medio financiero sostiene el monopolio
de la violencia y esta sostiene el monopolio fiscal. Lo primero que se constituye cuando
aumenta la división funcional (especialización profesional de cada individuo) en una
sociedad es el aparato administrativo permanente y especializado en la gestión de los
monopolios. Este aparato profesional hace posible la permanencia del monopolio militar y
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fiscal. Una vez establecido el carácter permanente de tal monopolio, las luchas sociales ya
no buscan la destrucción del mismo sino las formas para establecer quienes dispondrán del
aparato monopólico. “Sólo con la constitución de este monopolio permanente del poder
central y de este aparato especializado de dominación, alcanzan las unidades políticas de
dominación el carácter de <<estado>>” (Elias, 1997, p. 345). Para este autor, la ausencia
del monopolio fiscal y militar tendría como efecto la desaparición del Estado, cabria señalar
también la importancia del orden jurídico como componente esencial del Estado, ya que
para Heller (1963), el Estado desaparece cuando este no se aplica.
El proceso de monopolización se desarrolla en un contexto de competencia y lucha
entre un número relativamente amplio de personas:
Podemos distinguir dos grandes fases en el proceso de un mecanismo
monopolista…en primer lugar la fase de la competencia libre o de las luchas de
exclusión, con su tendencia a la acumulación de oportunidades…en un número cada
vez menor de demandas, hasta quedar concentradas en una sola mano; esto es la
fase de constitución del monopolio. En segundo lugar, la fase en la que la facultad de
gestión de las oportunidades centralizadas y monopolizadas, tienden a escaparse de
las manos del individuo para pasar a las manos de un número cada vez mayor para
convertirse finalmente en una función del entramado de seres humanos
interdependientes…esto es, la fase en que el monopolio pasa de ser relativamente
<<privado>> a ser monopolio <<público>> (Elias, 1997, p. 354).
La primera fase se caracteriza por la lucha y la violencia abierta, mientras que en la
segunda se establecen los medios e instituciones para beneficiarse del monopolio.
Otra perspectiva de estudio de la formación del Estado moderno es la desarrollada
por Michael Mann y Charles Tilly. Burke (2007, p. 223) señala que estos autores coinciden
en que la centralización política de los siglos XVI y XVII fue poco más que un subproducto
de las exigencias de la guerra, es decir, la formación del estado tiene como motor las
relaciones internacionales.
Los siglos XVI y XVII fueron una era de <<revolución militar>> en la que hubo un
desarrollo creciente de los ejércitos. A fin de solventarlos, los gobernantes tenían que
exprimir todavía más a sus súbditos por medio de los impuestos. Los ejércitos, a su
turno, contribuían a facilitar esa exacción; de tal modo, se instaló lo que se ha
denominado un <<ciclo de extracción y coerción>>. El surgimiento del Estado
centralizado no fue tanto el resultado de un plan o teoría (como el <<absolutismo>>)
cuanto una consecuencia imprevista de la competencia por el poder en la arena
internacional.
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Por su parte Weber reconoce la existencia del Estado moderno donde existen los
siguientes elementos:
1) Un orden administrativo y jurídico, sujeto a cambios mediante legislación; 2) un
aparato administrativo que maneja los asuntos oficiales según regulación legislativa;
3) autoridad legal sobre todas las personas –que habitualmente obtienen sus
ciudadanos por nacimiento– y sobre la mayor parte de los actos que tiene lugar en el
territorio de su jurisdicción; 4) legitimación para el uso de la fuerza (extraído de
Bendix, 1979, p. 391)
No obstante, la anterior descripción de la formación del Estado tiene mayor validez
para Europa occidental que para otras regiones del mundo. En lo que respecta a la
formación del Estado en América Latina, pareciera ser que el proceso de formación fue
distinto debido a múltiples factores que obstaculizaron el desarrollo típico del Estado. Al
respecto, O´Donell (2008, pp. 35, 36) señala:
Aunque es aventurado generalizar, parece claro que en buena parte de nuestro
continente ha faltado la relativa coetaneidad de los procesos del Noroeste; desde la
independencia ha habido no pocos casos de gobierno que intentaban mandar, casi
sin aparato estatal, a poblaciones que no reconocían como miembros de una misma
nación; de constituciones formalmente democráticas –o liberales– que en sus
propuestas individualistas se contraponían a concepciones de tipo comunitario
ampliamente compartidas; de relaciones sociales capitalistas implantadas en alguna
parte del territorio pero escasamente difundidas en otras; y de centros que, en lugar
de lograr la homogeneización legal y política lograda en el Noroeste, acabaron
pactando la coexistencia de sus patrones más o menos constitucionales con tipos
patrimoniales de autoridad en buena parte de su territorio.
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Estudios sobre los elementos que generan y desarrollan una democracia
La mayor parte de las democracias de la tercera ola (Huntington, 1994), en particular las que
pertenecen a Latinoamérica, se han caracterizado por el constante conflicto y
desestabilización. Países como Argentina, Colombia, México, Venezuela, Bolivia y aquellos
que pertenecen a la región centroamericana son ejemplo de este fenómeno, cada uno con
matices diferentes. En los países que pertenecían a la ex Unión Soviética, con la caída del
muro de Berlín y del socialismo como alternativa a la democracia, se creyó que los nuevos
procesos democratizadores podrían seguir el rumbo de otras democracias consolidadas.
Sin embargo, el conflicto que ha caracterizado a estos países ha supuesto un desarrollo
diferente para los mismos.
Relacionado con lo anterior se encuentran los intentos para la elaboración de una
tipología de las distintas democracias que existen. Tal es el caso de las tipologías múltiples
(Morlino, 2002) que obtiene los diferentes tipos de democracia de acuerdo a la
combinación de elementos como el sistema de gobierno (presidencial, semipresidencial,
parlamentario, semiparlamentario), el sistema electoral (sistema mayoritario o proporcional),
el sistema de partidos (bipartidismo, multipartidismo, gobierno monopartidista o de coalición)
y la relación entre las instituciones políticas y la sociedad civil (autonomía, semiautonomía,
semicontrol, control). También se encuentran las tipologías polares (Lijphart, 2002), en la
cual los elementos a combinar son la relación entre el poder ejecutivo y partidos políticos, y
la ordenación unitaria o federal del régimen.
Desde otra perspectiva, tal vez no tan sistemática, pero no por ello menos
importante, se encuentra la propuesta conceptual elaborada por O´Donell (1994). Tal
propuesta consiste en caracterizar a las democracias de la tercera ola que parecen no
avanzar en la misma dirección que han seguido las democracias europeas y
norteamericana. Se trata de democracias delegativas en las cuales el poder ejecutivo toma
decisiones por medio de decretos, la accountability horizontal es débil o prácticamente
inexistente, el componente liberal es ausente y los derechos de la ciudadanía no son
respetados plenamente. Pero el elemento más importante es la deficiente situación en la
cual se encuentra el Estado. Sobre este punto se hablará más adelante. Para O´Donell
(1994, 2004), este tipo de circunstancias hacen dudoso creer que estas poliarquías lleguen
a ser democracias representativas. Incluso pareciera que en estas se aplicaría la llamada
ilusión de la representación (Kelsen, 1988, pp. 344, 345), es decir, una democracia será
representativa sólo en la medida en que los gobernantes reflejen la voluntad del cuerpo de
electores, de lo contrario, la representación es una mera ilusión.
La garantía típica es el poder del representado de remover al representante, en el
caso de que la actividad de este último no se ajuste a los deseos del primero
[…]Pero si no hay ninguna garantía jurídica de que la voluntad de los electores sea
17
ejecutada por los funcionarios electos, y éstos son jurídicamente independientes de
los electores, no existe ninguna relación de representación o mandato.
Para Diamon “muchos países son considerados como democracias inciertas y como
sistemas políticos „muy vulnerables al colapso o al golpe de Estado‟ ” (Cita extraída de
Sartori, 2003, p. 108). En América Latina esto fue un fenómeno que ocurrió con frecuencia.
Por otra parte, las particularidades de las democracias han tratado de ser explicadas por los
problemas económicos de la región; deuda externa, incremento de la inflación, altos índices
de desigualdad y, algo fundamental, la ineficacia del Estado. Para Linz (1998), el sistema
presidencial sobre el cual funcionan las democracias latinoamericanas es un elemento
perjudicial. Por su parte, para Sartori (2003), a pesar de que el presidencialismo está
relacionado con las dificultades para conseguir un gobierno eficaz, y que el problema es
intensificado por el estancamiento económico, desigualdades y herencias culturales, el
problema fundamental reside en el principio de la separación de poderes. Lo anterior trae
como resultado una oscilación entre el abuso del poder y la falta del mismo. También se
padece de un débil sistema institucional operativo característico de las democracias
representativas. Es decir, estamos ante democracias no institucionalizadas, las cuales “se
caracterizan por el poco alcance, la debilidad y la baja intensidad de las instituciones
políticas existentes. El lugar de esas instituciones queda ocupado por prácticas no
formalizadas pero firmemente afirmadas –el clientelismo, el patrimonialismo y la corrupción-”
(O´ Donell, 1994, p. 293). Por ejemplo, durante la crisis económica de finales de los setenta,
Brasil, Argentina y Perú, recurrieron al llamado decretismo, en el que el poder Ejecutivo
toma decisiones por encima de los líderes del Congreso, elaborando y aplicando paquetes
económicos sin una discusión previa o acuerdo consensuado. No existió revisión
institucional. Hecho que si sucedió en Chile y Uruguay.
Los elementos anteriores permiten señalar que las democracias latinoamericanas no
dan señales para sostener que estas se dirigen hacia una democracia representativa e
institucionalizada.3 Uno de los factores que explican este fenómeno es la debilidad de los
Estados latinoamericanos. Su vulnerabilidad e ineficacia se ha manifestado al momento de
presentar dificultades para garantizar la seguridad de sus ciudadanos, la protección y el
respeto de los derechos políticos, económicos y sociales, y la reducción de la pobreza. Pero
antes de analizar algunas de las funciones del Estado, señalaré algunos de los elementos
que han sido consideramos trascendentales para la existencia de una democracia.
3 Me refiero a lo señalado por O´Donell respecto a las instituciones, es decir, pautas regularizadas de interacción que son
reconocidas, practicadas y regularmente aceptadas por los agentes sociales que mantienen la expectativa de seguir interactuando conforme a las reglas y normas que rigen esas pautas.
18
Desarrollo económico y legitimidad
En un conocido estudio, Seymour M. Lipset (2001) analiza las posibilidades que tiene un
país para mantener la democracia en función de su desarrollo económico. En este estudio
se analizan indicadores como el nivel de educación (alfabetización), urbanización y grado
de industrialización, de tal manera que se hace evidente una correlación entre estos y la
democracia. Es decir, se encontró que en los países democráticos estos índices eran los
más altos. La importancia de, por ejemplo, el nivel de renta general de un país radica en que
mientras más rico e instruido es, será más probable que su población cree organizaciones
que actúen como elemento opositor al gobierno, lo cual estará en función del ingreso y las
oportunidades de ocio de la población. Por otra parte, mientras más instruida esté la
población, esta podrá creer en los valores democráticos, comprenderá la importancia de la
tolerancia y será menos probable que se adhiera a doctrinas extremistas o antidemocráticas
(Lipset, 2001, p. 123). “Aunque no podemos decir que un nivel alto de instrucción sea
suficiente para la democracia, las pruebas de que disponemos indican que constituye casi
una condición necesaria en el mundo moderno” (Lipset, 2001, p. 24).
Otros elementos que más bien pertenecen al sistema político pero que también están
relacionados con la estabilidad de la democracia son la eficiencia y la legitimidad. Es decir,
en qué medida el sistema político cumple con las funciones básicas de gobierno y qué
capacidad existe para generar y mantener en la población la convicción de que las
instituciones públicas existentes son las que benefician a la sociedad: “conocer el grado
relativo de legitimidad en las instituciones políticas de una nación es de importancia básica
si se pretende analizar la estabilidad de esas instituciones cuando surge una crisis de
eficacia” (Lipset, 2001, p. 134).
Aspectos culturales y religiosos
Almond y Verba (2001) ven en la Inglaterra de los siglos XVIII y XIX la génesis de lo que
llaman cultura cívica, la cual no es tradicional ni moderna, pero permite la pluralidad, la
persuasión, el consenso y la diversidad. Esta cultura de diversidad y consenso fue lo que
trajo posteriormente el surgimiento de la democracia inglesa. Las principales cuestiones de
este tema es si, así como se ha extendido la tecnología y la ciencia occidental a otras partes
del mundo, ¿será posible que la cultura cívica y democrática sea extendida de igual forma?,
¿acaso este tipo de cultura no puede ser asimilaba por otros tipo de cultura? Para su
estudio, Almond y Verba (2001, p. 179) utilizan el concepto de cultura política, el cual “se
refiere a orientaciones específicamente políticas, posturas relativas al sistema político y sus
diferentes elementos, así como actitudes relacionadas con la función de uno mismo dentro
de dicho sistema.” También distinguen 3 clases de cultura política. La primera de ellas es la
cultura política parroquial, la cual se desarrolló en los sistemas tradicionales simples. Con
19
una especialización política mínima. En estas sociedades no existe algún tipo de rol político
especializado. El individuo no espera cosa alguna del sistema político ya que en algunas
ocasiones lo desconoce. En la cultura política de súbdito, este tiene plena conciencia de la
existencia de una autoridad gubernamental, pero su orientación respecto de objetos
políticos y hacia sí mismo como participante son mínimas. No existe una estructura política
diferenciada. En la cultura política de participación, los miembros de la sociedad se orientan
hacia el sistema, tanto político como administrativo. Pueden tener juicios positivos o
negativos hacia los objetos políticos, es decir, se trata de personas activas en el ámbito
político. La anterior división no supone una exclusión mutua, sino más bien su mezcla, o
bien, su supremacía en función de determinadas situaciones. “El ciudadano es una
particular mezcla de orientaciones de participación, súbdito o parroquialismo, y la cultura
cívica es una mezcla particular de participación, súbdito y elementos parroquiales” (Almond
& Verba, 2001, p. 185). De la anterior clasificación se desprende otra de subtipos. Aquí no
explicaremos en qué consisten cada uno de ellos, sino más bien nos enfocaremos al
concepto de cultura cívica. Esta prescribe el modo como deberán actuar los ciudadanos en
una democracia. Es una cultura de participación que desempeña un papel importante. En la
cultura cívica pueden combinarse o se combinan las orientaciones políticas de participación,
de súbdito y parroquiales. “Cada tipo de cuerpo político –tradicional, autoritario y
democrático- tiene una forma de cultura que es congruente con su propia estructura”
(Almond & Verba, p. 196).
Por su parte Huntington (1994) menciona la relación entre democracia y el
cristianismo, sobre todo del protestantismo y del catolicismo. Para él, el cristianismo
occidental enfatiza la dignidad del individuo, así como la separación entre Iglesia y Estado.
La igualdad entre individuos de la cual parte el cristianismo es uno de los elementos que
constituyen a la democracia, por lo tanto, sirve como elemento positivo para su desarrollo.
“En 1988, el catolicismo y/o el protestantismo eran religiones dominantes en 39 de 46
países democráticos […] La democracia era particularmente escaza entre los países que
eran predominantemente musulmanes, budistas o confucionistas” (Huntington, 1994, p.
196). En la primera ola de democratización, en el siglo XIX, los países eran protestantes,
para la tercera ola la mayoría de los países practicaban la religión católica. Por otra parte, en
los años setenta, la Iglesia cambia de actitud al dejar de apoyar a los regímenes autoritarios
y pasa a apoyar los procesos de transición a regímenes democráticos.
Agentes externos
La influencia de elementos externos puede tanto facilitar como obstaculizar el desarrollo de
la democracia. Esto fue evidente de manera clara durante el periodo de la Guerra Fría. Por
un lado tenemos la influencia que ejerció Estados Unidos sobre los países latinoamericanos
20
con el objetivo de promover la democracia en la región, por ejemplo, con la llamada Alianza
por el Progreso de 1961. Sin embargo, la influencia o intervención sobre los países
latinoamericanos obedecía más a aspectos de carácter estratégico que a aspectos que
tuvieran que ver con el desarrollo de una democracia, es decir, no creó las bases para la
democracia en América Latina (Smith, 2004). Por otro lado, está la influencia que ejerció la
Unión Europea en su región. Tal es el caso del Informe Birkelbach de 1962, en el cual se
condicionó la integración de nuevos países a la CEE; “sólo pueden pasar a integrar nuestra
comunidad como miembros aquellos estados que garanticen en su territorio las autenticas
prácticas democráticas y el respeto por los derechos y libertades fundamentales”
(Whitehead, 1986, p. 19). Fue así como se rechazó la integración de España, Portugal y
Grecia, debido a la naturaleza autoritaria de sus regímenes. Obviamente que el peso de los
factores externos no es determinante ni absoluto, los factores internos dentro de cada país
en particular juegan un papel fundamental en el proceso democratizador. Para Smith (2004)
por ejemplo, han sido los factores internos los que han promovido en mayor medida hacia
un régimen democrático que los externos.
Sistemas políticos
Una vez que se ha transitado de un régimen no democrático (autoritario, totalitario o
sultanista) a uno democrático, se identifican los elementos que hacen más funcional al
gobierno democrático. Para autores como Juan Linz (1998), los sistemas presidenciales
característicos de Latinoamérica han sido el factor que ha estancado a tales democracias.
Siendo el sistema parlamentario la opción que resolvería tal problema. Sobre esto, Sartori
(2003) señala que tanto los sistemas presidenciales como parlamentarios cuentan con
elementos que pueden afectar la funcionalidad de los regímenes democráticos. Para el caso
de un sistema presidencial que pretenda ser parlamentario, se enfrentará a la deficiencia
que tienen sus partidos políticos para poder funcionar en tal sistema, es decir, su
indisciplina. Sartori (2003) propone como solución el sistema presidencial intermitente, el
cual funciona con dos motores: el presidencialismo y el parlamentarismo. Sólo se activará
uno de ellos cuando el otro muestre señales de ineficacia o estancamiento. Es decir,
funcionarán alternativamente: “la fase presidencial corrige los aspectos negativos del
gobierno parlamentario, en tanto la fase parlamentaria se hace cargo de los efectos
colaterales indeseables del presidencialismo” (Sartori, 2003, p. 175).
Con la tercera ola de democratizaciones se creyó que estas poliarquías seguirían el
mismo recorrido histórico de las democracias consolidadas. La realidad nos ha dado luz al
respecto y ha sido necesario elaborar herramientas conceptuales para distinguir los matices
o diferencias entre las poliarquías existentes, es decir, qué poliarquías se acercan más al
ideal de la democracia. Morlino (2005) ha propuesto el concepto de calidad de la
21
democracia para solucionar tal problema. Para ello utiliza tres dimensiones: la dimensión
procedimental, la dimensión que concierne al resultado y la dimensión sustantiva. La
primera dimensión incluye dos elementos: el respeto a la ley (rule of law) y la rendición de
cuentas (accountability). La segunda dimensión se refiere a la reciprocidad
(responsiveness), es decir, la capacidad de respuesta de los gobernantes respecto a las
demandas de los ciudadanos. En la tercera dimensión se encuentran el respeto por los
derechos que ayudan a ampliar las diversas libertades, y la ampliación de una mayor
igualdad política, social y económica. “El tema de la calidad de la democracia surge de la
necesidad de introducir criterios más pertinentes y realistas para examinar a las democracia
contemporáneas, la mayoría de ellas muy por debajo de los estándares mínimos de calidad
deseables” (Cansino, 2005, p. 100).
Pero, en el caso de las democracias latinoamericanas, ¿no es necesario primero
identificar el tipo de Estado con el cual se cuenta, antes de comenzar a distinguir el grado
de calidad democrática que existe en la región?
El debate sobre el tipo y calidad de las democracias de Latinoamérica debe tomar en
cuenta no sólo todos los anteriores elementos mencionados, sino también la eficacia del
Estado respecto de las funciones que desempeña en la mejora de la calidad democrática.
Me parece que si no consideramos la influencia recíproca que existe entre el grado de
eficacia del Estado y la calidad de democracia que pudiera existir, el debate sería
incompleto. Es decir, pueden existir buenos propósitos para llegar a una democracia de
mayor calidad, pero si el Estado es débil, será difícil alcanzar tal objetivo. Por otro lado, un
Estado fuerte y eficaz puede facilitar el desarrollo o ser la condición, entre otras que existen,
para la existencia de una mejor democracia.
Democracia y Estado en América Latina
¿Qué ocurre en las democracias latinoamericanas?, ¿en verdad estas se desarrollan de
manera positiva?, ¿Qué tipos de desafíos enfrentan? Es sabido que las transiciones a la
democracia en esta región se caracterizaron por su violencia y encono. Durante todo el siglo
XX se registraron 115 cambios de régimen (Smith, 2004). Por otro lado, a pesar de haber
alcanzado la institucionalización de las elecciones, existen aspectos económicos, sociales y
culturales que aun poseen serios rezagos. “En muchas de las nuevas poliarquías, los
individuos son ciudadanos en relación con la única que funciona de manera prescrita por
sus reglas formales, las elecciones. En el resto, sólo los miembros de una minoría
privilegiada son ciudadanos plenos” (O´ Donell, 1994, p. 242). Lo anterior está relacionado
con la explicación basada en la correlación que existe entre desarrollo económico y
democracia, ya que, a pesar de que en la mayoría de los casos esta correlación es cierta, es
en América Latina donde ha sido mucho más tenue. De tal forma que la democracia en la
22
región no ha sido menos vulnerable al colapso ni al desgaste con niveles altos de desarrollo.
(Mainwaring, 1999). De ahí que en el Informe elaborado por el Programa de Naciones
Unidas para el Desarrollo (PNUD) de 2004 identifique a la desigualdad y a la pobreza, como
algunos de los principales problemas que enfrentan las democracias latinoamericanas. Pero
también dentro de la estructura del Estado existen serias deficiencias. No sólo se puede
señalar el descontento de la población hacia los partidos políticos debido a su falta de
representatividad y de cumplimiento de las propuestas que realizan durante las campañas,
sino también la ineficacia de la burocracia, la falta de capacidad del Estado para aplicar la
ley en todo el territorio y en todas las clases sociales. Es decir, dos de los principales
componentes de la democracia están mínimamente fortalecidos: la ciudadanía y el Estado.
Por una parte, la pobreza y la desigualdad “no permiten que los individuos se expresen
como ciudadanos de plenos derechos y de manera igualitaria en el ámbito público” (PNUD
2004). Por la otra, la deficiencia burocrática, la pérdida de control sobre ciertas áreas del
territorio para aplicar la legalidad y la existencia de poderes, tanto legales como ilegales,
limitan y condicionan la acción del Estado. Hacen que este pierda la capacidad para proveer
a la población de los bienes políticos esenciales. Por lo tanto, dos elementos que interactúan
para funcionar en conjunto, el Estado y la democracia, pueden dañarse recíprocamente
cuando ambos se encuentran dañados o limitados.
Los derechos políticos alcanzados, pero sobre todo la institucionalización de los
procedimientos electorales no repercutió en el alcance y desarrollo de los derechos civiles,
sociales, económicos y culturales. La teoría democrática ha girado solamente sobre la
democratización del régimen, pero ha soslayado la tarea del Estado para sentar las bases
que podrían potencializar los beneficios que una democracia trae para los ciudadanos, y
sobre todo para los que aún están relegados de buena parte de sus derechos, producto de
una brutal desigualdad de sus respectivas sociedades. De continuar así la actual situación,
“no existirá una democracia sostenible sin un Estado capaz de promover y garantizar el
ejercicio ciudadano. Con Estados débiles y mínimos sólo se puede aspirarse a conservar
democracias electorales” (PNUD, 2004).
De esta manera, para el Informe del PNUD 2004, existen cuatro esferas centrales
que representan serios desafíos para las democracias latinoamericanas: la política, el
Estado, la economía y la globalización. A grandes rasgos, el problema de la política se
materializa en el decepcionante papel que han desempeñado los partidos políticos al
momento de representar y cumplir las demandas que la población exige. “Una política que
no nutre a la sociedad de opciones y poder carece de representatividad” (PNUD, 2004).
Como se ha señalado anteriormente, el deterioro del Estado se manifiesta en la ineficacia de
sus burocracias y en la poca permeabilidad legal para ser territorial y socialmente aplicada.
En el aspecto social el problema se expresa en la pobreza y desigualdad de buena parte de
23
la población, dado que es más profunda que el promedio mundial. Lo anterior daña de
manera grave los derechos de los ciudadanos que están en estas condiciones, careciendo
no sólo de seguridad material sino incluso de seguridad jurídica.
Por último están los factores producto de la globalización. El mercado internacional y
los grupos empresariales globales son los que limitan la acción del Estado al momento de
condicionar la inversión y el financiamiento destinado al desarrollo de los países de la
región. Aplicando políticas fiscales y de otra índole que desconocen el contexto en el cual
van a ser implementadas. Si bien es cierto que en un mundo globalizado ningún país posee
una soberanía absoluta, es en los países latinoamericanos donde esta se ve en más
reducida.
Países como Guatemala, Colombia y recientemente México, se han considerado
como Estado débiles o en vías de fracaso.4 Este juicio parte de la incapacidad que ha tenido
el Estado para garantizar la seguridad de sus ciudadanos frente a poderes como el crimen
organizado. Pero no sólo eso, sino que en estos países se ha perdido el control de ciertas
regiones en donde imperan sistemas de poder paralelos al Estado. Se trata de grupos
criminales que poseen sus propios códigos legales, cobran sus propios impuestos y pueden
logara obtener el monopolio de la fuerza dentro del territorio donde están asentados,
generando una de las mayores violaciones a los derechos humanos de la población. La
delincuencia organizada, coinciden los líderes de Latinoamérica, es “un desafío directo
porque intentan controlar parte del aparato estatal y partes significativas del territorio. Al
tiempo que crea fuertes incentivos para el pasaje de la economía formal a la informal”
(PNUD, 2004).
A pesar del daño causado a un bien político de alta jerarquía como lo es la seguridad
y la economía (desigualdad y pobreza), los Estados de la región están lejos de ser Estados
fallidos. Sin embargo, su lejanía está débilmente soportada por el grado de desarrollo de la
infraestructura y de su sistema económico y fiscal que poseen. Aspectos como la seguridad,
la desigualdad, la falta de representatividad de los partidos políticos y la debilidad de la
accountability horizontal dan señales de posibles lapsos de estancamiento del desarrollo
democrático, de una mayor debilidad del Estado y de la existencia de buena parte de la
población que no verá respetar derechos ya no sólo políticos, sino económicos, sociales y
culturales.
4 Ver por ejemplo el reporte del Comando Conjunto de Fuerzas Armadas de principios del mes de enero, el cual señala a
México como candidato al colapso, comparándolo con Afganistán. Por otro lado, el ex zar antidrogas de Washington, Barry McCaffrey, señaló el riesgo en el cual se encuentra México a causa del crimen impulsado por las drogas.
24
Democracia y desarrollo
¿Qué relación existe entre democracia, Estado y desarrollo? La evidencia empírica muestra
que por sí sola, la democracia no puede promover el desarrollo. Existen influencias tanto
externas como internas que también lo afectan. Entiéndase por desarrollo humano:
la libertad que gozan los individuos para elegir entre distintas opciones y formas de
vida. Los factores fundamentales que permiten a las personas ser libres en ese
sentido, son la posibilidad de alcanzar una vida larga y saludable, poder adquirir
conocimientos individual y socialmente valiosos, y tener la oportunidad de obtener los
recursos necesarios para disfrutar un nivel de vida decoroso (PNUD, 2008).
La instauración de regímenes democráticos en América Latina tuvo como contexto
principal la existencia de altos niveles de desigualdad y de pobreza. Por otro lado, la
implementación de reformas estructurales repercutió en la capacidad del Estado para
cumplir con sus funciones primordiales. Se trataba de Estados en los cuales, debido a su
carácter autoritario, ya venían mostrando con anterioridad fallas evidentes en aspectos
económicos y, por supuesto, políticos y sociales.
Actualmente, los procesos electorales de carácter democrático son reconocidos
como el único medio para poder acceder a puestos de gobierno. Sin embargo, lo anterior
aún no garantiza que las elecciones sean competitivas, libres y con altos grados de
legitimidad5. De tal manera que, a pesar de la existencia de regímenes democráticos, no ha
existido un avance considerable en la reducción de la pobreza y la desigualdad. Los análisis
más recientes señalan que la posibilidad para reducir la pobreza en la región está en función
de la capacidad para disminuir los índices de desigualdad (Kliksberg, 2005). En todos los
países de América Latina, los coeficientes de Gini superan los promedios internacionales de
la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y de la Unión
Europea. Incluso instituciones como el Banco Mundial han señalado la transcendencia que
representa el fenómeno de la desigualdad para la región:
América Latina sufre una enorme desigualdad…Se trata de un fenómeno invasor que
caracteriza cada aspecto de la vida, como el acceso a la educación, la salud y lo
servicios públicos; el acceso a la tierra y otros activos; el financiamiento de los
mercados de crédito y laborales formales y la participación e influencia política (Cita
extraída de Kliksberg, 2008, p. 359)
Se trata de una desigualdad que abarca no sólo aspectos como la distribución de la
renta y la riqueza, sino también aspectos de género, étnicos, políticos y educativos,
afectando:
5 Por ejemplo, las elecciones presidenciales en México del año 2006 y, recientemente, las elecciones en Nicaragua del año
2008, mostraron señales de deficiencia y poca legitimidad.
25
profundamente la expansión y prestación de servicios públicos (como la salud y la
educación), e impide, por lo tanto, que el pueblo desempeñe un papel efectivo en la
política. Parece que la desigualdad de ingresos también reduce el acceso que la
población tiene a la prensa y a los medios de comunicación masivos, lo que facilita
que las acciones de gobierno se desarrollen libres de toda rendición de cuentas.
(Macias-Aymar, 2006, p. 163)
A pesar de que la salud de la población mejoró, así como el grado de alfabetización,
la región muestra índices de desigualdad mayores que el promedio mundial: “En el año
1990, el diez por ciento de la población latinoamericana de ingresos más elevados tenía
25,4 veces el ingreso del 10 por ciento de la población de menores ingresos. En 2002, esa
relación era de 40 veces” (PNUD, 2004, p. 44). En relación a la desigualdad en la
distribución de los recursos, Przeworsky (2004, p. 10) señala:
Any conclusions about the impact of income distribution on the survival democracy
are hampered by the paucity and the poor quality of the data. Nevertheless, among
the few cases for which comparable data are available, democracies are more likely
to survive when the Gini coefficient or the ratio of incomes of top-to-bottom-quintile
are lower.
En América Latina el 40% de la población de los hogares pobres capta un 15% del
ingreso total, mientras que el 10% más rico de los hogares concentran en promedio el 35%
de los ingresos (CEPAL, 2008).
En consecuencia, las expectativas generadas con la llegada de gobiernos
democráticos a la región se han desvanecido, ya que las instituciones democráticas per se,
no cuentan con la capacidad suficiente para generar una ciudadanía plena cuando se
apoyan en un Estado débil, tanto legal como estructuralmente.
Estado y democracia
Giovanni Sartori (2003) había señalado en alguna ocasión de manera somera la debilidad
del Estado dentro de las democracias recién instauradas. Por otra parte, “en América Latina
existe una crisis de estatalidad, a la que entendemos como la capacidad del Estado para
cumplir con sus funciones y objetivos independientemente del tamaño y la forma de
organización de sus burocracias” (PNUD, 2004, p. 182).
¿Qué tareas y responsabilidades tienen el Estado al respecto? El Informe sobre
Desarrollo Mundial de 1997 elaborado por el Banco Mundial, establece 3 posibles funciones
del Estado.
26
Mínimas. Suministro de bienes públicos, defensa, ley y orden. Derechos de
propiedad, gestión macroeconómica, salud pública, aumento de la equidad y
protección de los pobres.
Intermedias. Educación, protección ambiental, regulación de monopolios, seguros y
reglamentación financiera y seguridad social.
Dinámicas. Provisión de una política industrial y generación de riqueza.
Fukuyama (2004) utiliza el concepto de Estatalidad para medir la eficacia del Estado.
Para ello se basa en los indicadores: Alcance y Fuerza. El primer concepto se refiere a las
funciones y objetivos de los gobiernos, mientras que el segundo es:
la capacidad de elaboración y ejecución de políticas y de promulgación de leyes;
administración eficaz con la mínima burocracia; control del soborno, la corrupción y el
cohecho; mantenimiento de un alto nivel de transparencia y rendición de cuentas en
las instituciones publicas y… el cumplimiento de las leyes (Fukuyama, 2004, p. 25).
Por su parte, Robert Rotberg (2007, p. 95) señala que el Estado:
existe para proveer una serie de bienes públicos a sus ciudadanos: seguridad, un
sistema jurídico y de decisión judicial, libertad política, derechos económicos,
sociales y culturales (DESC), infraestructura de comunicaciones, un sistema
financiero y una fiscal y el contexto para que la sociedad civil se desarrolle.
Pero las anteriores funciones del Estado en la región latinoamericana se vieron
socavadas a partir de la década de los ochenta por
la apertura de mercados, la desregulación y la privatización, la eliminación de
subsidios y el achicamiento del sector público [que] tendieron a aplicarse de manera
similar en múltiples países sin tomar en cuenta las diferencias de su desarrollo
institucional, de su estructura productiva, del patrón de inserción en los mercados
mundiales, además de la diversidad en sus condicionantes históricas, geográficas y
políticas” (Moreno, 2008, p. 311).
Tomado en cuenta las 4 dimensiones del Estado propuesta por O´Donell (2008), se hace
evidente que éstas se encuentran severamente rezagadas:
Conjunto de burocracias. Esta dimensión se mide por el grado de eficacia que
presenta el cuerpo burocrático.
Sistema legal. Se basa en su efectividad tanto territorial como en su aplicación a
todos los estratos sociales.
27
Foco de identidad colectiva. Grado de credibilidad y legitimidad por parte de la
población en la toma de decisiones de la clase gobernante.
Filtro. Establece filtros distintos para el bienestar de la población y de los agentes
económicos que operan en su territorio. Se trata de colocar barreras en ciertas áreas
consideradas estratégicas para el funcionamiento del Estado.
Cuando el Estado funciona razonablemente bien en estas 4 dimensiones, “facilita la
organización de los sectores sociales, orienta los conflictos hacia su pacifica resolución,
provee valiosos bienes públicos, y resuelve o ayuda a resolver numerosos problemas de
acción colectiva” (O´Donell, 2008, p.23).
Empero, las políticas adoptadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco
Mundial (BM) para aplicar en América Latina dio prioridad a las políticas de carácter
procíclico: rigidez fiscal, control de inflación, privatización, liberalización de los mercados y
del capital financiero. La reducción del gasto público trajo como consecuencia, por una
parte, la privatización de ciertos sectores públicos y, por el otro, el descuido de los sectores
de la población más vulnerables a los efectos del libre mercado. Para Stiglitz (2004, p. 425)
“los resultados de las recomendaciones y los programas del Fondo no sólo han sido
desastrosas en materia de crecimiento, sino también en lo que se refiere a mayor estabilidad
social y política y a la igualdad en el ingreso.” Los recortes indiscriminados al gasto público
indudablemente reducen la capacidad del Estado para cumplir con las funciones arriba
señaladas. Al respecto:
en Bolivia, la inversión pública declinó 8,4 por ciento en 1983 al 3,0 a partir de 1985;
en Chile, declinó del 12,5 por ciento en 1974 al 4,8 por ciento en 1983…en México
cayó un 13,4 por ciento en 1987 y siguió deteriorándose a partir de entonces
(Przeworski et al, 1998, p. 181).
A partir de la segunda mitad de la década de los ochenta, la inversión en
infraestructura con respecto al PIB comienza a disminuir y muestra, posteriormente, una
tendencia estática, siendo mínimos los porcentajes de crecimiento y encontrándose
demasiado lejos de los porcentajes de aquella década.
28
Gráfico 1. Inversión en infraestructura en seis países de América Latina, 1980-2006 (Argentina, Brasil, Colombia, Chile, México y Perú).
Fuente: CEPAL (2008, p. 6).
Las infraestructuras viales y ferroviarias existentes en la región son antiguas y poco
mantenidas, con un alto costo económico. Los corredores viales principales tienen
insuficiente capacidad, mientras que hay una escasez de provisión de servicios ferroviarios
competitivos para el transporte de cargas. En las redes de transporte internacional existen
restricciones operativas, interconexiones truncas y asimetrías técnicas entre modos y/o
entre países; así como una falta de control efectivo por parte del Estado del cumplimiento de
las normas establecidas y diferencias normativas entre países y entre jurisdicciones de un
mismo país (CEPAL, 2008, p. 29).
Un Estado sin infraestructura sólida tiene pocas oportunidades para garantizar el
desarrollo económico de todos los sectores. Estamos hablando no sólo de sistemas de
comunicación terrestre, sino también de escuelas, hospitales, sistemas penitenciarios,
presas, etc. Se trata de poseer y desarrollar una estructura sobre la cual se sostendrá el
régimen democrático. De esta manera, “lo que más urge con respecto a los países en
desarrollo es incrementar la fuerza básica de sus instituciones estatales para que
proporcionen las funciones esenciales que sólo los gobierno pueden desempeñar”
(Fukuyama, 2004, p. 69).
29
La pasividad frente a la globalización:
ha ayudado a promover el desmantelamiento del aparato estatal, incluso la omisión
de crear al interior del mismo las capacidades necesarias. Este no es un argumento
para un Estado cerrado y hostil al mundo externo, sino para un Estado que es un
inteligente filtro de la globalización (O´Donell, 2008, p. 40).
Con respecto a la pobreza, encontramos una estrecha relación entre ésta, las zonas
rurales, los grupos indígenas y la poca presencia del Estado materializada en servicios
públicos. Esto último reduce las oportunidades para una mejor calidad de vida a las
personas que radican en esas zonas. Para el año 2008, se registraron 182 millones de
personas pobres, lo que representa el 33.2 por ciento de la población total de la región. La
ausencia del Estado explica, en cierta medida, que “la población que vive en las áreas
rurales tiene mayores carencias en comparación con la que reside en áreas urbanas en los
países latinoamericanos. El ingreso promedio de los hogares urbanos es mayor que el
correspondiente a los rurales” (CEPAL, 2008, p. 32).
Gráfico 2. Disparidades en el ingreso medio de los hogares entre áreas urbanas y rurales, alrededor de 1990 y 2007.
Fuente: Panorama Social de América Latina (2008, p. 33)
Se ha encontrado una conexión entre la concentración de la riqueza y el tipo de
política fiscal utilizada por cada país. Así, mientras que en los países desarrollados los
índices de desigualdad o concentración de la riqueza disminuyen una vez aplicados los
impuestos y transferencias, en América Latina se observa que el efecto del sistema tributario
es regresivo, es decir, los índices de desigualdad aumentan después de aplicar impuestos y
transferencias (Gomez & Martner, 2008).
30
Gráfico 3. Efectos distributivos de la política tributaria (Coeficientes de Gini antes y después de impuestos).
Fuente: Gómez & Martner (2008, p. 83)
¿Qué tipo de políticas pueden implementarse para reducir la pobreza? Existen dos
vías para incrementar el ingreso de los pobres. La primera consiste en transferencias
directas, las cuales no eliminan la dependencia de la población ni altera su capacidad de
producción y de generación de ingreso. En segundo término, están las políticas
estructurales, las cuales tiene que ver con la dotación de factores de producción a los
sectores más vulnerables, así como una mayor inversión en educación, lo cual modifica su
ingreso y reduce su pobreza. Sobre la influencia de la educación:
diversos estudios han demostrado que los individuos con mayor educación
generalmente obtienen salarios mayores, experimentan menores tasas de
desempleo, y trabajan en ocupaciones de mayor estatus que aquéllos menos
educados. A esto se le agrega la idea conocida de que las personas con menores
niveles de educación generalmente son más pobres (Ordaz, 2009, p. 9).
El combate a la pobreza significa “el aumento en el ingreso de los pobres, este
aumento puede ocurrir solamente cuando todos los ingresos crecen o cuando, como
resultado de un proceso de redistribución, el ingreso de los pobres crece mientras en
ingreso de los ricos declina” (PNUD, 2005, p. 12). En los países en donde se registró
disminución en los índices de pobreza, se identificó que esta tuvo que ver en un 77 por
ciento con el incremento del ingreso. Lo cual señala que las transferencias no son el factor
principal que reduce los índices de pobreza, y muestra los efectos multiplicadores que
podría traer la implementación de la políticas estructurales para combatir este problema.
Cabe señalar que cualquier tipo de empleo no garantiza permanecer fuera de la pobreza. El
31
número de trabajadores que no está amparado por el sistema de seguridad social por medio
de su empleo ha aumentado en los últimos 15 años. “En promedio, la cuarta parte de los
trabajadores de la región no gana lo suficiente para salir de la pobreza junto son su
familia…” (BID, p. 153). Incluso aquellos trabajadores con un nivel de estudios alto no están
totalmente exentos de evitar caer en la pobreza.
La tarea del Estado en este tema no debe reducirse a la entrega de transferencias
sino también:
orientarse a la promoción de la inclusión social, lo cual significa entender las
aspiraciones de inserción en el mercado de trabajo, de auto-suficiencia económica
(tener una profesión, casa, contar con ingresos propios) y de tenencia de activos
(propiedad, casa, tierras) que garanticen medios sostenibles de vida (CEPAL, 2008,
p. 71).
Estado, democracia y Desarrollo
Los debates sobre la democracia no habían tenido en cuenta la influencia y
repercusión que tiene en Estado sobre ésta y sobre el desarrollo. Un régimen democrático
con un Estado incapaz de proveer servicios básicos a la población, sin efectividad legal y
débil fiscalmente, difícilmente puede producir por sí solo el respeto real de los derechos
políticos, sociales y civiles de la población. Los individuos con derechos políticos, pero con
problemas de desempleo y sin oportunidades para desarrollarse como ciudadanos de
plenos derechos, no sólo políticos, sólo pueden participar de manera pasiva dentro de un
régimen democrático. Se trata, siguiendo a O´Donell (2004), de una ciudadanía de baja
intensidad, la cual a pesar de contar con derechos políticos no puede ejercer sus derechos
civiles debido a la debilidad del Estado democrático de derecho y al efecto de las
desigualdades sociales.
El debate ahora debe pasar del ámbito del régimen democrático al ámbito del
Estado, pero un Estado democrático, el cual busque fortalecer los derechos sociales y
civiles, consolidando los derechos políticos. No es de extrañar que las instituciones políticas
en la región estén severamente desprestigiadas y que el 56% de la población pongan el
desarrollo económico por encima de la democracia. La representatividad de los partidos
políticos de encuentra socavada; los pueblos americanos enfrentan serias dificultades en la
participación política activa dentro de las instituciones de gobierno:
El número de indígenas en las cámaras bajas o únicas del Poder Legislativo durante
en período 2001-2002 ha sido de 0.8 por ciento (1 sobre un total de 120) en Perú; 3.3
por ciento (4 sobre 121) en Ecuador; 12.4 por ciento (14 sobre 113) en Guatemala; y
32
26.2 por ciento (34 sobre 130) en Bolivia. Estas cifras contrastan con el 43, 34, 60 y
61 por ciento que representan aproximadamente las poblaciones indígenas en esos
países, respectivamente (BID, 2008, p. 153).
Por un lado, es indudable que los padecimientos económicos repercuten en el grado
de oportunidades que pueden desarrollar los individuos para mejorar su calidad de vida. Es
el Estado quien puede proteger y proporcionar los medios para que los sectores más
rezagados puedan convivir en igualdad de condiciones con aquellos sectores que ya
cuentan con tales medios. Las reformas estructurales y, actualmente, la crisis económica
mundial, hacen visible la falta de aspectos sociales dentro del paradigma de libre mercado,
importantes para la formación de una ciudadanía sólida, que no sólo goce de derechos
políticos, sino también de los derechos sociales y civiles. Por el otro lado, la poca efectividad
de la ley, no sólo sobre todo el territorio sino sobre todos los sectores sociales, afecta, en
particular, a aquellos con menores recursos para poder defenderse contra cualquier tipo de
injusticia, “muchos ciudadanos en estas nuevas democracias no ven en los sistemas de
justicia y seguridad oficiales líneas de defensa de confianza que los protejan de
inseguridades básicas” (Whitehead, 2008, p. 70).
Conclusiones
En América Latina existen aspectos económicos, sociales y culturales que aún poseen
serios rezagos. En muchas de las nuevas poliarquías, los individuos son ciudadanos en
relación con la única que funciona de manera prescrita por sus reglas formales, las
elecciones. En el resto, sólo los miembros de una minoría privilegiada son ciudadanos
plenos. Lo anterior se relaciona con la explicación basada en la correlación que existe entre
desarrollo económico y democracia, ya que, a pesar de que en la mayoría de los casos esta
correlación es cierta, es en América Latina donde ha sido mucho más tenue. De tal forma
que la democracia en la región no ha sido menos vulnerable al colapso ni al desgaste con
niveles aceptables de crecimiento económico. La desigualdad y a la pobreza persisten como
los principales problemas que enfrenta la región, generando una ciudadanía de baja
intensidad a la que no se le garantiza sus derechos sociales, civiles y culturales. Es el
Estado quien tiene que cumplir con su papel primordial de proveedor de bienes y mejorar
tanto territorial como funcional mente. De lo contrario, los sectores más vulnerables
difícilmente llegarán a ejercer una ciudadanía plena en la cual todos sus derechos sean
respetados, esta ciudadanía plena es un elemento fundamental para el desarrollo de una
mejor democracia en nuestro país y en la región latinoamericana. No es posible hablar de
33
desarrollo cuando una parte importante de la población no tiene garantizada su seguridad
material.
34
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37
Seguridad internacional, crisis económica global y aumento de la inequidad Norte-Sur: retos actuales de la cooperación internacional
para el desarrollo
Juan Pablo Prado Lallande1 Introducción
A prácticamente cinco años de que los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) deban ser
evaluados, y en principio cumplidos,2 surge la necesidad de analizar el contexto
internacional, así como las condiciones actuales en que el sistema de cooperación
internacional para el desarrollo está siendo instrumentado y direccionado. Ello, considerando
en particular que el actual impulso a la seguritización de la agenda internacional, así como
las repercusiones de la presente crisis económica mundial, están influenciando
negativamente la capacidad de este instrumento de colaboración colectiva para fungir como
un mecanismo a favor de mejores condiciones de bienestar y seguridad humana.
Este escrito tiene el propósito principal de analizar el contexto presente en que el
sistema de cooperación internacional para el desarrollo se encuentra inserto, a la luz de la
seguritización de la agenda global y de la crisis económica planetaria, con objeto de resaltar
los retos que este recurso de acción solidaria enfrenta y enfrentará en los años venideros.
Para conseguir tal pretensión, el artículo se divide en cinco secciones. Tras esta
introducción, se hace un breve recuento sobre la génesis, objetivos y puesta en marcha del
sistema de cooperación internacional para el desarrollo, con el propósito de contrastar sus
principios respecto a su modus operandi.
El siguiente apartado muestra la manera en que la cooperación internacional para el
desarrollo de nuestros tiempos está siendo afectada por la seguritización y la crisis
económica global, lo cual le impide cumplir con sus principios fundacionales y objetivos
presentes en materia de reducción de la inequidad entre el Norte y el Sur y dentro de los
propios países en desarrollo. Para constatar lo anterior, a continuación se hace una revisión
cuantitativa y cualitativa de las características más representativas del sistema de
cooperación internacional para el desarrollo, a la luz de estos dos fenómenos. En las
consideraciones finales, se señala que el contexto internacional presente no es afín respecto
a la conformación del fomento de una asociación mundial para el desarrollo (octavo ODM),
1 Profesor-Investigador en Relaciones Internacionales, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) México, Facultad
de Derecho y Ciencias Sociales. Licenciado en Relaciones Internacionales por la UNAM, Magister en Cooperación Internacional y Doctor en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores del CONACyT. [email protected]. Esta investigación se inscribe en el proyecto “La cooperación internacional de inicios del siglo XXI. Objetivos, estrategias y tendencias en México y el mundo”, apoyado por la Vicerrectoría de Investigación de la BUAP y por el Programa de Mejoramiento del Profesorado de la Secretaría de Educación Pública de México 2 Este texto ha sido elaborado en febrero del año 2009, por lo cual la información, cuadros y gráficas de este capítulo
corresponden a la información disponible para ese periodo.
38
del cual depende en buena medida un entorno internacional favorable respecto al desarrollo
global.
El sistema de cooperación internacional para el desarrollo. Germen, evolución,
objetivos y fundamentos básicos
El final de la segunda Guerra Mundial trajo consigo un inédito consenso global respecto a la
conformación de renovadas estructuras de alcance global capaces de activar la cooperación
internacional con objetivos pacíficos y estrategias orientadas a favor del bienestar
económico y social.
Fue entonces cuando mediante la Carta de San Francisco de 1945 se creó la
Organización de las Naciones Unidas (ONU), la cual se erige hasta hoy en día como el
organismo multilateral más relevante responsable de promover la cooperación internacional
para la resolución de los diversos problemas políticos, económicos, sociales, humanitarios,
ambientales y financieros que aquejan a la sociedad internacional, independientemente de
su nivel de desarrollo o hemisferio de procedencia.
Para conseguir tal objetivo, la ONU, mediante sus diversos organismos
especializados y dependencias, ha puesto en marcha una amplia gama de actividades
sustentadas en la cooperación internacional para el desarrollo (CID), mismas que abarcan
sectores tan diversos como la salud, el cuidado ambiental, el combate a la pobreza, la
educación, la prevención y resolución de controversias dentro de los Estados y entre éstos,
el desarme, aspectos humanitarios, entre muchos otros.
En este contexto, la Asamblea General de la ONU designó a la década de los
sesenta como “El Primer Decenio de las Naciones Unidas para el Desarrollo”, a fin de
incentivar el impulso y sobre todo la coordinación de actividades integrales e integradoras de
CID.
Es precisamente ante esta nueva visión del desarrollo como una meta
multidimensional, cuando el concepto de CID (por motivos prácticos, también entendida
como ayuda internacional) gana fuerza y se convierte en la actividad dedicada a trabajar a
favor de la promoción de esquemas de colaboración conjunta llevados a cabo por un
creciente número de actores y participantes.
En 1970, en el marco de la “Estrategia Internacional del Desarrollo para el Segundo
Decenio de las Naciones Unidas para el Desarrollo”, la ONU propuso que los países
desarrollados destinasen al Sur el 0.7% de su Producto Interno Bruto (PIB) en calidad de
Asistencia Oficial para el Desarrollo (AOD),3 a fin de financiar actividades de CID; cuantía
que en la actualidad solamente cubren cinco gobiernos nacionales.4
3 La AOD, o comúnmente llamada, “ayuda al desarrollo”, puede ser entendida, de manera general, como las aportaciones
económicas de carácter concesional y con un elemento de donación, otorgadas por los países desarrollados a determinados
39
Es importante resaltar que la CID no consiste únicamente en otorgamiento de apoyo
económico vía AOD, sino que se conforma por un cúmulo de acciones, estrategias y
modalidades de colaboración, tales como la técnica, científica, tecnológica, económica,
política, educativa, deportiva, etc., que abarca tanto al sector público (incluyendo gobiernos
nacionales, estatales y locales), como al privado (organizaciones civiles, fundaciones,
empresas, universidades, etc.), practicadas entre dos o más partes; sean éstas ya de
naturaleza multilateral o bilateral, que convergen en el interés por la realización de acciones
concretas a favor de sí o, en su caso, de terceros beneficiarios.5
La CID fundamenta sus estrategias y acciones en que las relaciones económicas y
políticas internacionales por sí mismas, dejadas a su propia dinámica no garantizan el
desarrollo de los países pobres, fomentándose en lugar de ello desequilibrio e inequidad
entre el Norte y el Sur, lo cual induce al aumento de la pobreza, deterioro ambiental y a la
postre, inseguridad humana a escala local, regional e internacional.
Ante ello, la CID se erige como un mecanismo practicado por diversos actores
internacionales que pretende corregir estos desajustes mediante actividades, intervenciones
o flujos externos mediante la coparticipación, la corresponsabilidad y el cofinanciamiento
entre las entidades involucradas.
Lo anterior significa que al amparo de los principios de la CID los actores insertos en
esta actividad, en el marco del respeto mutuo, la soberanía nacional y del interés por
beneficiar a los sectores más desprotegidos de cierta localidad, practican acciones
colectivas basadas en la solidaridad internacional, evitando que durante su ejercicio,
intereses políticos o económicos a favor del actor con mayores capacidades sean impuestos
y tras ello, se vulneren o lastimen los intereses de la contraparte o actor más débil.
De ello emana que la CID constituye un recurso complementario a los esfuerzos
nacionales en determinados rubros y ámbitos de acción de interés público, la cual, en
principio, en lugar de generar dependencia o sumisión del receptor respecto al donante,
incentiva la colaboración conjunta mediante esquemas democráticos, horizontales,
puntuales y coyunturales de acción común, teniendo como fin atender necesidades
específicas y prioritarias de la población beneficiaria.
países del Sur, con el propósito de complementar sus respectivos desarrollos nacionales. La definición oficial del Comité de Ayuda al Desarrollo (CAD) de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) data de 1973; la cual establece que estos recursos consisten en “...flujos para países en desarrollo e instituciones multilaterales provenientes de agencias oficiales, incluyéndose gobiernos estatales y locales, o por medio de sus agencias ejecutoras, a cada transmisión que cumpla con las siguientes particularidades: Sea administrada bajo la búsqueda de la promoción del desarrollo económico y el bienestar de los países en desarrollo como su objetivo principal, y sea concesionaria conteniendo un elemento de donación de al menos 25 por ciento. (Fürer, 1996:27). Los países que reciben ayuda internacional pero que no son países “en desarrollo” (Rusia, Israel, etc.) reciben el apoyo bajo la denominación Asistencia Oficial (AO). 4 Suecia (1.02%), Noruega (0.89%), Luxemburgo (0.89%), Holanda (0.81%) y Dinamarca (0.80%) (OECD-DAC, 2008, p. 137).
Véase gráfica 2. 5 Tal es el caso de la denominada cooperación triangular.
40
Conforme han pasado los años, a este impulso de la CID promovido inicialmente
desde Naciones Unidas, se fueron adhiriendo un número cada vez mayor de actores
cooperantes procedentes de diversas latitudes, tales como agencias de ayuda de los países
desarrollados, organismos y mecanismos de colaboración globales, regionales y
subregionales, así como iniciativas de cooperación promovidas por países en desarrollo,
organizaciones no gubernamentales, fundaciones, empresas, etc.
Este amplio y creciente conglomerado de actores de la CID, al relacionarse y
coordinarse entre sí, dados los cada vez más amplios y diversos temas en la agenda del
desarrollo, han conformado un nuevo ente en el seno de las Relaciones Internacionales,
denominado sistema de CID o sistema internacional de cooperación para el desarrollo.6
Considerando lo anterior, se entenderá en este trabajo por sistema internacional de
CID al conjunto de actividades de colaboración llevadas a cabo por diversos actores de la
sociedad internacional, ya sean públicos o privados, caracterizadas por cierto grado de
coordinación, coherencia y complementariedad entre sí, en el marco de determinados
objetivos, normas, procedimientos, reglas y procesos de decisión y acción no vinculantes,
mismos que dependen de la voluntad política y financiera de sus promotores, tendientes a
incentivar el bienestar de determinado grupo poblacional.
Ahora bien, ya que una característica del sistema de CID es su evolución, así como
adecuación al contexto histórico presente, cuando terminó la guerra fría (misma que
condicionó durante décadas las relaciones internacionales, y por ende a la propia CID,
haciendo de este mecanismo en varios casos un instrumento de poder a favor de los
intereses del donante), la dinámica, objetivos y prioridades de la CID se transformarían.
Así, a partir del inicio de los años noventa del siglo XX; es decir, en el marco de un
nuevo contexto internacional más propicio respecto a la agenda del desarrollo, la ONU
organizó a lo largo de este decenio y durante los primeros años del siglo XXI una serie de
cumbres internacionales, cuya finalidad fue lograr consensos y compromisos en diversas
materias relacionadas con el desarrollo y el combate a la pobreza, con miras a otorgarle al
sistema de CID nuevas directrices y orientaciones consensuadas entre sus actores.7
6 Esta visión funcionalista de la CID parte de la consideración de que aunque los actores y dinámica del sistema de CID sean
de carácter plural, jerarquizada y descentralizada, dada la existencia de procedimientos, mecanismos de coordinación, acción y ciertos objetivos comunes en la escena internacional en el seno de esta actividad, sea adecuado hablar de un “sistema” estructurado de CID. Una referencia fundamental a este respecto se encuentra en Manuel Gómez Galán y José Antonio Sanahuja, El sistema internacional de cooperación al desarrollo. Una aproximación a sus actores e instrumentos, CIDEAL, Madrid, 1999. 7 Antes de los noventa la ONU también organizó una serie de conferencias internacionales, entre las que se encuentran las
siguientes: Medio Ambiente (Estocolmo 1972); Asentamientos Humanos (Vancouver, 1976); Población (Bucarest, 1974); Desarrollo Industrial (Lima, 1975); Mujeres (México, 1975), entre muchas otras. Tras el final de la guerra fría la ONU lanzó un nuevo llamado para celebrar una nueva generación de conferencias multilaterales a favor del desarrollo. Por citar algunas de éstas: Cumbre Mundial sobre la Infancia (Nueva York, 1990), Cumbre Mundial sobre la Educación (Jomtién, 1990), Conferencia de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo (Río de Janeiro, 1992), Conferencia Mundial sobre Derechos Humanos (Viena, 1993), Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo (El Cairo, 1994), Conferencia Mundial sobre Desarrollo Social (Copenhague, 1995), Conferencia Mundial sobre la Mujer (Beijing, 1995), Cumbre Mundial sobre la Alimentación (Roma, 1996). Las más recientes Cumbres para revisar el estado de avance de los compromisos
41
Así, ante la transformación del entorno internacional imperante tras el término de la
época de la contención, y con base en la aceptación expresa de que la cooperación
internacional, en buena medida, dada su connotación política e ideológica durante la guerra
fría no había logrado alcanzar sus objetivos en materia de desarrollo y combate a la
pobreza,8 fue generándose un consenso ampliamente compartido respecto a que resultaba
imperante reformular las condiciones y dinámica en que este instrumento se llevaría a acabo
en el futuro.9
El ejemplo más representativo de este renovado impulso al desarrollo y de
estrategias en materia de cooperación internacional fue la aprobación en el año 2000 de la
Declaración del Milenio por parte de la Asamblea General de la ONU, a través de la cual
fueron establecidos los “Objetivos de Desarrollo del Milenio” (ODM), consistentes en ocho
objetivos y 18 metas mesurables en diversos rubros a escala global, mismos que deben ser
cumplidos, a más tardar, en el año 2015.
De ello emana que desde el año 2000 y al menos hasta el 2015, los ODM se erigen
como los elementos clave, prioridad y referencia obligada del sistema de CID, para lo cual
ha sido menester que los miembros de dicho sistema renueven sus compromisos y
esfuerzos a favor de cumplir los ODM; en particular, el objetivo 8 (Fomentar una asociación
mundial para el desarrollo), mediante el cual, se estima, el resto de objetivos y metas podrán
ser atendidos.
Por ende, para acompañar y honrar a través de resultados tangibles este nuevo
impulso a estos y otros objetivos de desarrollo internacional, se aceptó que el sistema de
CID requeriría de un apoyo adicional o suplementario por parte de sus actores, lo cual a su
vez ameritaría la conformación de nuevas y más eficaces estrategias y consensos globales,
con miras a hacer de este recurso externo de colaboración una instancia más eficaz a favor
de sus renovados propósitos.10
asumidos durante los novena son: Financiación Internacional para el Desarrollo (Monterrey, 2002), Alimentación (Roma, 2002 y 2008), Desarrollo Sostenible (Johannesburgo, 2002), Mujer (Nueva York, 2005), entre otras. 8 Lo cual ha ocasionado que José Antonio Alonso, experto en el tema, haya hecho referencia a una crisis en el sistema
internacional de ayuda al desarrollo (Alonso y Fitzgerald, 2003, p. 153). 9 Por ejemplo, a partir de la caída del Muro de Berlín, el sistema de CID se sustentaría en nuevos criterios para su otorgamiento
y regulación, tales como la condicionalidad en materia democrática y de derechos humanos. Un reciente estudio en donde se analiza este suceso y se evalúa la manera en que estas nuevas estipulaciones de la ayuda se han puesto en marcha se encuentra en: Juan Pablo Prado Lallande, El lado oscuro de la cooperación internacional. La discrecionalidad de la ayuda externa para el fomento de la democracia los derechos humanos, Instituto Panamericano de Geografía e Historia, 2009, México. 10
Una muestra de ello fue que en marzo de 2002 fue celebrada la Conferencia Internacional de Financiación para el Desarrollo (Monterrey, México), cuya finalidad fue incentivar la generación y difusión de recursos a favor del desarrollo, en aras de cumplir con los ODM. Para un análisis sobre los alcances y límites de este encuentro véase Juan Pablo Prado Lallande, “Consenso de Monterrey: avance o retroceso”, Papeles de Cuestiones Internacionales, CIP, No. 79, 2002, Madrid, pp. 37-44.
42
Cuadro 1. Objetivos de Desarrollo del Milenio.
Objetivo 1: Erradicar la pobreza extrema y el hambre
Meta 1: Reducir a la mitad, entre 1990 y 2015, la proporción de personas con ingresos menores a un dólar diario
Meta 2: Reducir a la mitad, entre 1990 y 2015, la proporción de personas que padecen hambre
Objetivo 2: Lograr la educación primaria universal
Meta 3: Asegurar que en 2015, en todas partes, tanto los niños como las niñas puedan terminar un ciclo completo
de educación primaria
Objetivo 3: Promover la igualdad entre los sexos y el empoderamiento de la mujer
Meta 4: Eliminar las disparidades entre los sexos en educación primaria y secundaria preferiblemente en 2005 y
en todos los niveles educativos a más tardar en el 2015
Objetivo 4: Reducir la mortalidad infantil
Meta 5: Reducir en dos tercios, entre 1990 y 2015, la tasa de mortalidad de los niños menores de cinco años
Objetivo 5: Mejorar la salud materna
Meta 6: Reducir la tasa de mortalidad materna en tres cuartas partes entre 1990 y 2015
Objetivo 6: Combatir el VIH, el SIDA, la malaria y otras enfermedades
Meta 7: Haber detenido y comenzado a reducir en 2015 la propagación del VIH/sida
Meta 8: Haber detenido y comenzado a reducir en 2015 la incidencia de la malaria y otras enfermedades graves
Objetivo 7: Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente
Meta 9: Integrar los principios del desarrollo sostenible en las políticas y programas nacionales y revertir la
pérdida de recursos del medio ambiente
Meta 10: Reducir a la mitad, para 2015, la proporción de personas sin acceso sostenible a agua potable
Meta 11: Para el 2020, haber logrado mejoras apreciables en las vidas de al menos 100 millones de
residentes en barrios marginales
Objetivo 8: Fomentar una asociación mundial para el desarrollo
Meta 12: Dar un nuevo impulso al desarrollo de un sistema comercial y financiero abierto, basado en
normas, predecible y no discriminatorio.
Meta 13: Atender las necesidades especiales de los países menos adelantados (PMA)
Meta 14: Atender las necesidades especiales de los países sin litoral y de los pequeños Estados insulares en
desarrollo
Meta 15: Abordar de forma global el problema de la deuda de los países en desarrollo mediante medidas
nacionales e internacionales orientadas a que la deuda sea sostenible a largo plazo
Meta 16: En cooperación con los países en desarrollo, elaborar e implementar estrategias que proporciones
empleo digno y productivo a los jóvenes
Meta 17: En colaboración con las compañías farmacéuticas, proporcionar acceso a medicamentos esenciales
asequibles en los países en desarrollo
Meta 18: En colaboración con el sector privado, facilitar el aprovechamiento de los beneficios de las nuevas
tecnologías, especialmente las de información y comunicaciones.
Fuente: Naciones Unidas, 2002 “Objetivos de Desarrollo del Milenio.”
http://www.developmentgoals.org/.11
11
Una lista completa de los objetivos, metas e indicadores, con información desagregada por regiones y países se encuentra en http://www.developmentgoals.org/.
43
Empero, ya que la dinámica del sistema de CID depende de la coyuntura nacional e
internacional presente en un momento histórico determinado, dada la presente primacía de
la seguridad y posteriormente de la crisis financiera global en la agenda internacional, este
mecanismo de colaboración ha tenido que afrontar complejos retos que, como se verá a
continuación, han afectado severamente el devenir y fortaleza de dicho instrumento y por
ende, su capacidad para promover la consecución de los ODM y otros propósitos en materia
de desarrollo global.
La cooperación internacional para el desarrollo de nuestros tiempos: a expensas de
seguritización y la crisis económica global
Tal y como se ha señalado, en el marco de esta nueva etapa histórica de reordenamiento de
prioridades, objetivos y escenarios en las relaciones internacionales tras el final de la guerra
fría, el sistema de CID establecería nuevas orientaciones y fundamentos, en donde se
destacan inéditos esfuerzos a favor de los ODM y la calidad de la ayuda.12
Lamentablemente, como uno de los efectos tras atentados terroristas en Estados
Unidos en el año 2001, el terreno ganado respecto al impulso y renovación del sistema de
CID sufrió un importante retroceso. Desde entonces, se ha desplazado al desarrollo en lo
general y a los ODM en lo particular como objetivos prioritarios de la agenda internacional, al
establecer en su lugar a la seguridad internacional, como eje central de buena parte de las
acciones de cooperación internacional.
Lo más preocupante en este sentido es que estos esfuerzos de colaboración a favor
de la seguridad son de carácter limitado en dos sentidos fundamentales: primero, en lo
temático; al pretender combatir a este flagelo mediante medidas y percepciones restrictivas
respecto a la seguridad, atacando este deleznable mal exclusivamente mediante estrategias
militares, mismas que atentan a todas lucen en contra de la seguridad y desarrollo humanos.
El caso iraquí y el de Afganistán son representativos de esta condición.
El segundo rasgo de los esfuerzos a favor de la seguridad es su restringida
orientación geográfica, en el sentido de procurar satisfacer de manera desproporcionada los
intereses de los países del Norte, quienes de manera súbita, al percibir que “su” seguridad
de Estado se encuentra amenazada, despliegan ágilmente avanzadas intervencionistas ya
sea en Iraq, Afganistán o Georgia. Mientras tanto, en otras latitudes, en donde la seguridad
humana está en peligro (recordemos el caso de Darfour, por señalar tan sólo un ejemplo),
12
Esto último bajo la premisa de que aunque la cuantía de AOD es importante, resulta necesario reforzar la apropiación, alineación (coherencia), gestión por resultados y otros parámetros a favor de incrementar la capacidad de que la CID cumpla con sus objetivos. Con este propósito en 2003 fue aprobada la “Declaración de Roma sobre la Armonización de la Ayuda”, en 2005 fue firmada “La Declaración de París sobre la eficacia de la ayuda”, mientras que en 2008 fue aprobado el “Programa de Acción de Accra”; todos ellos tendientes a incrementar la calidad de la ayuda. Para un análisis y evaluación de de estos compromisos internacionales véase Juan Pablo Prado Lallande, “Roma-París-Accra: el camino hacia la calidad de la ayuda”, Solidaridad Internacional, no, 53, diciembre 2008, Madrid, pp. 8-9.
44
los esfuerzos multilaterales a favor de los más vulnerables del planeta se caracterizan por su
lentitud e incapacidad de promover condiciones elementales a favor de la dignidad humana.
Sumado a lo anterior, ante la crisis financiera y económica generada también en
Estados Unidos, la cual afecta sensiblemente al resto de países del planeta (y, en especial a
los sectores tradicionalmente más vulnerables), estamos asistiendo al hecho de que en
buena medida los esfuerzos de cooperación internacional se encuentran orientados, casi
exclusivamente, a enfrentar los efectos de la presente crisis económica. Lo preocupante en
este sentido es que en el marco de este ejercicio, monopolizado por los países
desarrollados (por ejemplo, en el seno del G-7), son éstos quienes han puesto en marcha
acciones colectivas para, entre sí (esto es, mediante el esquema Norte-Norte), salir lo mejor
librados posible de esta crisis, dejando en un segundo plano y prioridad, esquemas de
cooperación Norte-Sur, de los cuales depende en buena medida, por ejemplo, el
cumplimiento de los ODM.
Posiblemente el ejemplo más emblemático en este sentido es la expedita, veloz y
generosa ayuda que a inicios del 2009 Islandia, país europeo miembro de la OCDE, con
320,000 habitantes y con un PIB per cápita de 42,300 dólares, recibió por parte del Fondo
Monetario Internacional (FMI) y de diversos países europeos. Baste decir que este apoyo ha
superado los 10,000 millones de dólares, cuantía equiparable al 10% de la AOD total
destinada por los 22 miembros del CAD a los 153 países receptores de este tipo de ayuda.
En el ánimo de continuar analizando y argumentado lo anteriormente expuesto, en
párrafos posteriores se hace un breve diagnóstico cuantitativo respecto al estatus actual de
la AOD a escala global, para posteriormente pasar a un estudio más analítico, cualitativo y
comparativo respecto a los avances y retrocesos más significativos en los que se encuentra
inserto el sistema de CID en nuestros días, a la luz del fomento a la seguritización de la
agenda internacional y de los efectos de la crisis financiera global.
Una evaluación general al sistema de cooperación internacional para el desarrollo
En cuanto a los montos de AOD y su respectiva ubicación geográfica, conforme a los
registros elaborados de forma anual por el Comité de Asistencia al Desarrollo (CAD)
contenidos en el documento “Development Cooperation Report”, este monto sumó 103,491
millones de dólares en el año 2007, cifra que ha caído por segundo año consecutivo
respecto al 2005, cuando alcanzó los 107,000 millones de dólares.
45
Cuadro 2. AOD total del CAD, 2006-2007. Miles de millones de dólares de EEUU).
AOD TOTAL 2006 2007
Variación
2006/07
Cuantía (mill dls EEUA) 104.3 103.4 -0.8%
AOD/PIB 0.31% 0.28%
FUENTE: OECD-DAC, Development Cooperation Report 2009, OECD, DAC, Paris, 2009, en
http://fiordiliji.sourceoecd.org/vl=17453567/cl=17/nw=1/rpsv/dac09/06/02/index.htm
Desde la perspectiva financiera neta, como se muestra el la siguiente gráfica,
Estados Unidos fue el principal donante global de AOD en 2006, seguido por el Reino Unido
y Japón. Así, considerando este parámetro de medición, la Unión Americana se muestra
como el país más “generoso”, mientras que Luxemburgo o Nueva Zelanda serían los países
menos proclives al otorgamiento de AOD.
Gráfica 1. Cantidad de AOD del CAD total por donante, 2006.
FUENTE: OECD-DAC, Development Co-operation Report 2007,
OECD, DAC, Paris, 2008, p. 137.
Empero, si el marco de análisis se sustenta en la relación entre la AOD y el PIB de
cada país (esto es, la proporción de ayuda respecto a su riqueza nacional), vemos que
Estados Unidos ocupa el penúltimo último lugar de los países del CAD, mientras que a
Suecia, Noruega y Luxemburgo se le confieren los primeros lugares.
46
Gráfica 2. Proporción de AOD del CAD respecto al PIB por donante, 2006.
FUENTE: OECD-DAC, Development Co-operation Report 2007,
OECD, DAC, Paris, 2008, p. 137.
Ahora bien, como se puede apreciar en el siguiente cuadro, debido a la
discrecionalidad por parte de los donantes arriba señalada en el otorgamiento de AOD, la
orientación geográfica de estos recursos históricamente no ha sido dirigida del todo a los
países más pobres o con mayores necesidades. En lugar de ello, han sido países del Sur
con mayor relevancia política, geoestratégica, económica o en materia de seguridad
respecto a los donantes (es decir, no siempre los más pobres) en etapas históricas
determinadas, quienes se han beneficiado mediante AOD en mayor cuantía y proporción
respecto al resto de países en desarrollo (y más pobres) del planeta.
47
Cuadro 3. Principales receptores de AOD global. 1985-1986, 1996-1996 y 2005-2006 (Miles de millones de dólares de EEUU).
1985-86 1995-96 2005-06
Israel 5.8 China 3.7 Iraq 13.0
Egipto 5.0 Indonesia 3.2 Nigeria 7.5
India 3.1 Egipto 3.0 China 2.2
Indonesia 2.4 India 2.6 Indonesia 2.0
Filipinas 2.1 Israel 2.3 Afganistán 2.0
Bangladesh 2.1 Filipinas 1.8 India 1.4
Pakistán 1.9 Tailandia 1.6 Sudán 1.3
China 1.9 Bangladesh 1.3 Vietnam 1.2
Sudán 1.6 C. de Marfil 1.2 Zambia 1.2
Tanzania 1.4 Pakistán 1.2
Rep. Dem.
Congo. 1.1
Tailandia 1.3 Mozambique 1.1 Camerún 1.0
Etiopía 1.2
Bosnia-
Herzegovina 1.0 Etiopía 1.0
Sri Lanka 1.1 Nicaragua 1.0 Filipinas 0.9
Kenia 1.1 Tanzania 0.9 Pakistán 0.9
Marruecos 1.0 Bolivia 0.9 Egipto 0.9
FUENTE: OECD-DAC, Development Co-operation Report 2007,
OECD, DAC, Paris, 2008, p. 218-219.
Si el análisis anterior lo orientamos respecto al destino en las últimas décadas de la
AOD de Estados Unidos, primer donante global en términos netos de este indicador de
ayuda, podemos constatar el hecho de que en este caso, y como se observa en el siguiente
cuadro, los fundamentos políticos, geoestratégicos, económicos y de seguridad han primado
en buena medida respecto a consideraciones sustentadas en los ODM, el alivio de la
pobreza y los Índices de Desarrollo Humanos (IDH) elaborados por el Programa de las
Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
48
Cuadro 4. Principales receptores de AOD de Estados Unidos, 1985, 1995,1996, 2005-2006. (Porcentaje del total).
1985-86 1995-96 2005-06
Israel 19.1 Israel 14.3 Iraq 30.0
Egipto 12.8 Egipto 7.6 Afganistán 5.1
El Salvador 2.8 Haití 2.4 Sudán 2.8
Filipinas 2.6 India 1.5 Colombia 2.2
Sudán 2.4 Iraq 1.3 Egipto 1.9
Pakistán 2.3 Filipinas 1.2 Etiopia 1.9
Marianas 1.8
Bosnia-
Herzegovina 1.1
Rep. Dem.
Congo 1.8
Honduras 1.7 Jordania 1.1 Nigeria 1.7
Bangladesh 1.6 El Salvador 1.0 Pakistán 1.5
Costa Rica 1.6 Palau 1.0 Jordania 1.3
India 1.5 Bolivia 1.0 Zambia 1.0
Perú 1.4 Sudáfrica 1.0 Uganda 0.9
Etiopía 1.2 Perú 1.0 Indonesia 0.8
Jamaica 1.1 Turquía 0.9 Kenia 0.8
Indonesia 1.0 Micronesia 0.8 Perú 0.7
Fuente: OECD-DAC, OECD Journal on Development. Development Co-operation Report 2007,
OECD, DAC, 2008, p. 99.
Mediante este parámetro de análisis se puede comprender el por qué Israel13 y
Egipto, países aliados de Estados Unidos, en especial a partir de los Acuerdos de Camp
David de 1979 por medio del cual pactaron la paz entre sí, han recibido importante cantidad
de ayuda y asistencia militar, principalmente desde Estados Unidos.
China, en la actualidad tercera potencia económica global, solamente después de
Estados Unidos y Japón, que es el principal receptor de inversiones extranjeras directas y
poseedor de un ejército de más de 1.3 millones de efectivos militares, resguardado con un
importante arsenal de armas atómicas, se ha beneficiado de la AOD de manera
desproporcional respecto a su estatus económico, político y militar actual, por no mencionar
sus deficitarias condiciones internas en materia de derechos humanos y democracia.
Pakistán, país centroasiático gobernado durante casi 10 años por Pervais Musharraf,
quien llegó al poder en 1999 mediante un Golpe de estado, el cual cuenta también con un
importante arsenal atómico, no ha dejado de recibir importantes flujos de AOD en las últimas
13
Israel no aparece en la lista de receptores de AOD a partir de 1987, en virtud de que desde ese año ese país, con un PIB de 3,600 dólares anuales, ya no fue considerado “en desarrollo”. Sin embargo, ello no ha impedido que este país continúe recibiendo importantes sumas de asistencia oficial del orden de los 5,000 millones de dólares anuales.
49
décadas; y en particular desde el 2002, cuando el gobierno de este país se alió a
Washington D.C. en su avanzada en contra del “terrorismo internacional”. 14
Y por último, Iraq y Afganistán, que en su estatus de países invadidos por fuerzas
extranjeras, gobernados por mandatarios cuya plantilla ha tenido el visto bueno de
Washington D.C., ahora reciben cuantiosos recursos de AOD por parte de diversos
donantes, en particular de la Unión Americana y Reino Unido, quienes de forma
premeditada, se han encargado de destruir a dichos países mediante sendas invasiones
realizadas al margen de Consejo de Seguridad de la ONU. 15
En cuanto a otros rubros emanados en el seno del sistema de CID, debe señalarse
que frente la crisis económica global, y el subsiguiente proteccionismo que ante ese suceso
los países suelen ponen en marcha, las negociaciones de finales de 2008 de la
Organización Mundial del Comercio (OMC), de la que depende la activación de la Ronda de
Doha, fracasó. Así, la “Ronda del Desarrollo”, dadas las desavenencias entre los países del
Norte y el Sur, en particular en lo que corresponde a la agricultura, han vuelto a
empantanarse.
Ello da al traste con los esfuerzos en el ámbito del comercio para conformar, como lo
dicta el objetivo 8 de los ODM, un clima afín al desarrollo. Esto porque, de permitir a los países del
Sur vender al Norte sus productos agropecuarios en un mercado global sin subvenciones ventajosas para
con los segundos, se calcula que los países pobres recibirían más de 150,000 millones de dólares anuales
por este concepto.16
En cuanto al estado actual de los ODM, mismos que terminando el 2009 deberán ser
cumplidos en tan solo cinco años, la ONU, mediante el Informe correspondiente del 2008,
indica que “…el entorno favorable de desarrollo que ha prevalecido desde comienzos de la
década, el cual ha contribuido a alcanzar logros a la fecha, ahora se encuentra amenazado”
(ONU, 2008, p.3).
Para enfrentar esta situación, Naciones Unidas ha señalado que resulta importante
aumentar la AOD. Sin embargo, según el propio Informe, la AOD continúa cayendo de su
punto más álgido, pasando en 2005 de 107,100 millones de dólares a 104,400 en 2006;
mientras que como se ha indicado para el 2007, la cifra se ubicó en 103,400 (véase gráfica
3).
Por su parte, como se muestra en la gráfica 4, los subsidios agrícolas de los países
mejor situados de la OCDE continúan superando en alrededor del 300% los montos que
14
O, en términos menos tendenciosos, en contra de los talibán en Afganistán. 15
Es decir, mediante la AOD, intentan reconstruir lo premeditadamente destruido mediante acciones bélicas invasoras, lo cual a todas luces, es imposible conseguir mediante ayuda internacional. 16
No olvidar que se estima que África Subsahariana requiere entre 25,000 y 35,000 millones de dólares al año para alcanzar las metas del 2015; una cantidad menor a los subsidios -de un mes- que los países más ricos de la OCDE destinan para apoyar a sus agricultores. Circunstancia que, de paso, dificulta a los productores del Sur competir en calidad y precio respecto a los productos subvencionados del Norte. Esto no ha hecho más que reducir las posibilidades de los países pobres de obtener financiación internacional a favor de su desarrollo, en especial detrimento de su población rural (dedicada a ese oficio), caracterizada por concentrar la mayor cuantía de pobreza.
50
éstos mismos proporcionan en calidad de AOD (esto es, un claro ejemplo de ayuda Norte-
Norte)17. Situación que evidencia la incoherencia entre las acciones de incidencia exterior de
los países desarrollados, que de ningún modo pueden paliarse a través de la ayuda
proporcionada por éstos.
Gráfica 3. AOD del CAD, 1990-2007 (Miles de millones de dólares).
Fuente: ONU: Objetivos de Desarrollo del Milenio. Informe 2008, Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de
Naciones Unidas, Nueva York, 2008, p. 44.
Gráfica 4. AOD del CAD y apoyo de y para los países de la OCDE, 2000, 2004 y 2006 (Miles de millones de dólares).
Fuente: ONU: Objetivos de Desarrollo del Milenio. Informe 2008, Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de
Naciones Unidas, Nueva York, 2008, p. 46.
Respecto al renovado afán a escala planetaria por utilizar recursos públicos para
impulsar la seguridad de Estado de algunos, es menester señalar que se estima que desde
17
Por ejemplo, mediante la Política Agraria Común (que acapara buena parte del presupuesto comunitario de la Unión Europea), uno de los principales impedimentos para que la Ronda de Doha sea puesta en marcha y tras ello se libere mayor cantidad de financiación para el desarrollo.
51
hace 10 años, los gastos militares a escala global han aumentado un 37%. Por ejemplo,
cálculos hechos por el International Peace Research Institute (SIPRI), estiman que el gasto
militar mundial durante el año 2007 fue de 1,339 mil millones de dólares, lo que representa
un incremento real del 6% respecto a 2006 y del 45% desde 1998 (SIPRI, 2008, p. 12).
Cuadro 5. Gasto militar por región y por grupo de ingresos, 2007.
Gasto militar, 2007 ($ miles
de millones)
Cambio, 1998-2007 (%)
Total mundial 1,339 +45
África 18.5 +51
América 640 +63
Asia y Oceanía 219 +52
Europa 370 +16
Medio Oriente 91.5 +62
Países de bajos ingresos 41.9
Países d ingresos medio-
altos
107
Países de altos ingresos 1,039
Fuente: Stockholm International Peace Research Institute (SIPRI), SIPRI Yearbook 2008. Armaments, disarment and
international securuty, SIPRI, Stockholm, 2008, p. 10.
Sobre este tema, baste decir que una reducción del 1% del gasto militar total serviría
para acabar con el problema del hambre (Meta 2 de los ODM) a escala global, lo que da
cuenta de la enorme desproporción entre el gasto que se le otorga a la seguritización
respecto a la AOD a favor del desarrollo internacional.
Ahora bien, si bien el sistema de CID y la carrera armamentista, por obvias razones,
han ido en sentidos opuestos y contrarios, lo preocupante es que, al amparo de la
seguritización de la agenda internacional, a partir del 11 de septiembre de 2001 la propia
CID se ha “armonizado” respecto a los intereses y mecanismos de operación de la
seguridad (del Norte). Así, aunque es un hecho que la ayuda en ciertos casos no ha sido en
todo momento el objetivo central de este instrumento, sorprende que desde el 2002 la AOD
vuelva a orientarse preferencialmente hacia países donde los intereses vitales de varios
donantes en materia de seguridad son más evidentes.
De hecho, en el seno del propio CAD se han lanzado iniciativas para reorientar el
concepto y orientación de la AOD, en aras de, mediante este instrumento de ayuda al
desarrollo, promover la seguridad de los donantes, intentando inclusive incluir en la
contabilidad de este indicador actividades de inteligencia y entrenamiento militar (Illán, 2006:
89).
52
A este respecto, José Antonio Sanahuja indica que:
Con prácticas que recuerdan la guerra fría, los países relevantes en la “guerra
contra el terrorismo” reciben los mayores aumentos de la ayuda económica y alivio
de la deuda. Pakistán, un “Estado paria” que dejó de recibir fondos debido a las
pruebas nucleares y el régimen militar, se convirtió en 2002 en el cuarto receptor
mundial de ayuda de Estados Unidos, con 600 millones de dólares. La UE y sus
Estados miembros otorgaron otros 700 millones, junto con amplias preferencias
comerciales. La “política de chequera” se sumó a las presiones diplomáticas para
lograr votos favorables en el Consejo de Seguridad en vísperas del ataque a Iraq, y
Turquía fue tentada con fuertes sumas a cambio de convertirse en la base de ese
ataque (...) El argumento antiterrorista también justifica un aumento de la
cooperación militar y policial. En el presupuesto 2004, la mitad de la ayuda externa
total de Estados Unidos tiene objetivos de seguridad expresos, mientras que a
finales de los noventa sólo era una cuarta parte (Sanahuja, 2004).
http://www.mundubat.org/MT/Publicaciones/Prensa/Sanahuja.htm
En menos palabras, tal parece ser que el sistema de CID desde la guerra fría hasta
nuestros días, en especial ante esta escalada a favor de la seguridad, se ha caracterizado
por regularse por la máxima: “la ayuda a los aliados está por encima de la ayuda al
desarrollo” (Illán, 2004, p. 154).
En cuanto a la influencia de la crisis financiera actual respecto al sistema de CID, es
menester mencionar que los incipientes avances en materia de impulso a los ODM se verán
fuertemente afectados tras este fenómeno de repercusión planetaria, mismo que a todas
luces afectará de manera particular a los países con menores capacidades nacionales para
enfrentarlo. Lo irónico es que precisamente estos países, con base en los argumentos arriba
señalados, son los que menos CID suelen recibir, tanto en condiciones “normales” como en
casos de extrema urgencia como el presente. A ese respecto, no olvidar que el Banco
Mundial (BM) ha señalado que esta crisis ha devuelto a las filas de la pobreza en 2008 a
más de 100 millones de personas (afectando el objetivo uno de los ODM y, obviamente, en
detrimento del resto de Objetivos y Metas del Milenio). A su vez, de 48 países de ingresos
bajos, 43 carecen de capacidad fiscal para responder a esta problemática, encontrándose
en situación similar 97 de medianos ingresos.
Mientras tanto, los países del Norte, con Estados Unidos a la cabeza, han puesto en
marcha importantes (aunque insuficientes) medidas para intentar frenar los efectos de esta
crisis, cuya cifra, desde una perspectiva conservadora, ronda los 8,000 mil millones de
dólares.
53
En este sentido no sobra señalar que ante la actual crisis financiera internacional es
muy probable que la AOD continúe el descenso que registra desde 2006, dado que las
prioridades de la agenda internacional, como se ha visto, están siendo perfiladas hacia
objetivos alejados al espíritu de fomento al desarrollo que tanto se difundió y promocionó en
la Cumbre del Milenio del año 2000.
Consideraciones finales
Conforme se ha visto, dada la primacía de la seguritización y de los esfuerzos para resarcir
los efectos de la crisis financiera global, el contexto internacional actual respecto a la
promoción de los ODM y otros objetivos en materia de desarrollo y de reducción de la
creciente distancia entre el Norte y el Sur es adverso.
Esto es preocupante, ya que los argumentos aquí planteados indican que el sistema
de CID, dada su dinámica actual, no corresponde con los objetivos, principios y espíritu que
en principio este instrumento de solidaridad debe llevarse a cabo. Esto último claro está, en
detrimento del objetivo ocho de los ODM: “Fomentar una asociación mundial para el
desarrollo”, del cual como se ha dicho, depende el resto de objetivos y metas del Milenio a
ser cumplidos en el año 2015.
En este sentido, el hecho de que la AOD continúe siendo desviada en buena medida
hacia objetivos del orden estratégico, político y de seguridad de Estado para con el Norte, ha
limitado las expectativas para que este recurso de CID contribuya a edificar un entorno más
favorable de seguridad humana en el Sur.
De igual forma, la crisis económica actual ha ocasionado que hoy en día, a
prácticamente cinco años de que se rindan cuentas respecto al cumplimiento de los ODM,
se esté más lejos de cumplir dichas metas respecto al año 2000 en que fueron concebidas,
en principio, como prioridad de la agenda internacional.
Confiemos entonces en que el incremento del gasto en armas (tanto de países ricos
como pobres) disminuya paulatinamente y los ingentes recursos financieros suministrados a
bancos centrales, privados y empresas toquen fondo; a fin de que en el corto plazo, el
contexto internacional comience a vislumbrar mejores tiempos a favor de mayor interés y
voluntad política y financiera con miras a que objetivos colectivos, a manera de hacer de la
CID una estrategia más eficaz de inclusión social global.
54
Referencias
Alonso, J. A. y Fitzgerald. V (eds.) (2003). Financiación del desarrollo y coherencia en las
políticas de los donantes. Madrid: Ed. Libros de la Catarata.
Fürer, H. (1996). A history of the Development Assistance Comittee and the development co-
operation directorate in dates, names and figures. Paris: OECD-DAC.
Illán, C. (2004), “Bush y el Millenium Challenge Account: ¿A favor o contra los pobres?”.
Madrid: Revista Española de Desarrollo y Cooperación, IUDC, No. 13.
Illán, C. (2006), “Ayuda al desarrollo y seguridad: ¿dos agendas incompatibles?”. Madrid:
Revista Española de Desarrollo y Cooperación, IUDC, No. 17.
ONU (2002), “Objetivos de Desarrollo del Milenio.”, http://www.developmentgoals.org/.
ONU (2008). Objetivos de Desarrollo del Milenio. Informe 2008. Nueva York: Departamento
de Asuntos Económicos y Sociales de Naciones Unidas.
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http://fiordiliji.sourceoecd.org/vl=17453567/cl=17/nw=1/rpsv/dac09/06/02/index.htm
Sanahuja, J.A. (2004). “La “securitización” de la ayuda tras el 11-S: ni seguridad, ni
desarrollo” en http://www.mundubat.org/MT/Publicaciones/Prensa/Sanahuja.htm
Stockholm International Peace Research Institute (SIPRI) (2008), SIPRI Yearbook 2008.
Armaments, disarment and international securuty. Stockholm: SIPRI.
55
La cooperación internacional para el desarrollo: características, problemas, retos y el papel jugado por México
Abraham Bello Cortez1
Introducción
En la actualidad y desde la décadas de los años ochenta y noventa, han tenido lugar en el
mundo procesos importantes en la historia del mundo, el desarrollo de las telecomunicaciones,
el fin de la guerra fría con la simbólica caída del muro de Berlín en 1989, el desarrollo de la
genética, entre muchos otros, sin embargo lejos de cuestionarse estas situaciones, se ha
llegado al consenso de cuál es un posible rumbo de la humanidad. Cuando hablamos del
término desarrollo al parecer estamos hablando de lenguajes completamente diferentes - no
solo en lo que pensamos y actuamos - del como percibimos la realidad de las personas a las
que el “desarrollo” afecta.
Para que se pueda hablar del término desarrollo, tenemos necesariamente que hablar
de su opuesto, pues como en otros fenómenos de la naturaleza - ejemplo claro de ello es la
tercera ley de Newton - cuando se menciona desarrollo también se habla de subdesarrollo. El
concepto de subdesarrollo de los pueblos es una invención creada por el presidente
estadounidense Harry S. Truman en su toma de poder como presidente de los Estados Unidos;
es en ese momento que muchos países del mundo entran de manera inmediata y conjunta -
evadiendo por completo sus contextos históricos-sociales - al mundo del subdesarrollo:
El subdesarrollo comenzó, por tanto, el 20 de enero de 1949. Ese día, dos mil millones
de personas se volvieron subdesarrolladas. En realidad, desde entonces dejaron de ser los que
eran, en toda su diversidad, y se convirtieron en un espejo invertido de la realidad de otros: un
espejo que reduce que los desprecia y los envía al final de la cola, un espejo que reduce la
definición de su identidad, la de una mayoría heterogénea y diversa, a los términos de una
minoría pequeña y homogeneneizante. (Esteva, 2001: 66)
1 Estudiante de Maestría en Desarrollo Eocnómico y Cooperación Internacional en el Centro de Estudios de Desarrollo Económico
y Social de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. E-mail: [email protected]
56
Todo lo anterior, estaba respaldado por los organismos internacionales en años
anteriormente creados como el Fondo Monetario Internacional (FMI) (reunión de Bretton
Woods) en julio de 1944 y la Organización de las naciones Unidas (ONU) creada el 24 de
octubre de 1945 mediante la firma de la carta de San Francisco. Es decir al establecer el
concepto del subdesarrollo estos organismos fungirían como los “promotores del desarrollo” de
los pueblos del mundo:
Para que alguien pueda concebir la posibilidad de escapar de una condición
determinada, es primero necesario que sienta que ha caído en esa condición.
Para quienes forman actualmente las dos terceras partes de la población del
mundo, pensar en el desarrollo - en cualquier clase de desarrollo - requiere
primero percibirse como subdesarrollados, con toda la carga de connotaciones
que esto conlleva (Esteva, 2001: 67)
Así pues, estas percepciones no solo han versado a través del discurso político en las
que se ha planteado la necesidad de desarrollar, sino también conllevan al discurso teórico de
la ciencia social, en donde lo imperante es la implementación de modelos de crecimiento,
modelos de desarrollo, instrumentos de política de desarrollo, entre muchos otros por
mencionar:
Desde entonces, el desarrollo connota por lo menos una cosa: escapar de una
condición indigna llamada subdesarrollo. Cuando Nyerere propuso que el
desarrollo fuera la movilización política de un pueblo para alcanzar sus propios
objetivos, […] cuando Rodolfo Stavenhagen propone actualmente el
etnodesarrollo o el desarrollo con autoconfianza, consiente de que debe
“mirarse hacia adentro” y “buscar en la propia cultura”, en vez de seguir
adoptando puntos de vista prestados y ajenos; cuando Jimoh Omo-Fadaka
plantea el desarrollo de abajo hacia arriba, consiente de que ninguna de las
estrategias basadas en el diseño de arriba hacia abajo ha logrado alcanzar sus
objetivos específicos; cuando Orlando Fals Borda y Anisur Rahman insisten en
el desarrollo participativo, […] cuando ellos y muchos otros califican el
desarrollo y emplean la palabra con advertencias y restricciones como si se
estuvieran refiriendo a un campo minado, no parecen estar al tanto de la
contraproductividad de sus empeños. El campo minado explotó ya (Esteva,
2001: 67).
57
Lo anterior, nos muestra solo una pequeña parte de lo que ha sido la concepción del
desarrollo a un nivel internacional. Aunque no se ha visto el punto de vista de las instituciones
internacionales antes mencionadas, esto viene a propósito, debido a que en los siguientes
párrafos de este trabajo, señalaremos el funcionamiento del sistema de cooperación
internacional para el desarrollo el primer objetivo es analizar a la ONU que es de corte
supranacional, así como sus limitaciones, en un segundo término se estudia el funcionamiento
del Comité de Ayuda al Desarrollo (CAD) acerca de que países, que maneras de financiación,
sus políticas y de los instrumentos utilizados para la cooperación internacional por parte de este
organismo, así como los problemas presentados al momento de ofrecer la ayuda, y si esta
ayuda esconde o tiene como trasfondo la consecución de objetivos económicos o intereses de
corte político, además, si esta cooperación tiene efectos positivos o negativos, también, se
estudian algunas posibilidades de reestructurar la arquitectura financiera de la cooperación
internacional para el desarrollo y por último se presenta el papel que tiene México en el
contexto internacional de la cooperación para el desarrollo.
1. El sistema de Naciones Unidas
Para poder estudiar la estructura organizacional de la ONU, habría primero que señalar que es
una organización con más de sesenta años, comprometida con las labores de ayuda a la
humanidad en sus distintos niveles, no solo de asistencia humanitaria, sino también en la
resolución de conflictos bélicos, crisis humanas y también la promoción del desarrollo en los
países subdesarrollados.
En sus inicios, la ONU contaba con 51 países miembros, para el año 2005, los
integrantes de esta organización internacional se conciben en 192 países, dichos estados,
tienen que aceptar la carta de Naciones Unidas que es un pacto internacional que establece las
obligaciones y los derechos que tienen dentro de las Naciones Unidas:
Cuando los Estados pasan a ser Miembros de las Naciones Unidas convienen en
aceptar las obligaciones de la Carta de las Naciones Unidas, que es un tratado internacional en
el que se establecen los principios fundamentales de las relaciones internacionales. De
conformidad con la Carta, las Naciones Unidas tienen cuatro propósitos: mantener la paz y la
seguridad internacionales, fomentar entre las naciones relaciones de amistad, realizar la
cooperación internacional en la solución de problemas internacionales y la promoción del
respeto de los derechos humanos y servir de centro que armonice los esfuerzos de las
naciones (Naciones Unidas, 2005: 5)
58
En cuanto a su estructura organizacional la ONU se divide en seis principales órganos,
el primero de ellos es la asamblea general, seguida por el consejo de seguridad, el consejo
económico y social, el consejo de administración fiduciaria y la secretaría, se encuentran en la
ciudad de Nueva York en los Estados Unidos, y por último se tiene la corte internacional de
justicia que se encuentra en la Haya en los países bajos. A pesar de que la organización este
basada en estos seis órganos, esta mantiene acuerdos de cooperación con otras
organizaciones de corte civil - háblese de organizaciones de la sociedad civil - o de orden
internacional, como lo es el FMI, el banco mundial (BM), la organización mundial de la salud
(OMS), la organización mundial de comercio (OMC), la organización internacional del trabajo
(OIT), entre otras tantas:
El Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y otras 13 organizaciones
independientes conocidas como “organismos especializados” están vinculados a las Naciones
Unidas mediante acuerdos de cooperación. […] Dichos organismos, entre los que figuran la
Organización Mundial de la Salud y la Organización de Aviación Civil Internacional, son órganos
autónomos creados mediante acuerdos intergubernamentales y tienen responsabilidades de
amplio alcance a nivel internacional en las esferas económica, social, cultural, educativa, de
salud y esferas conexas. […] Todas estas organizaciones cuentan con sus propios órganos
rectores, presupuestos y secretarías. Junto con las Naciones Unidas, se conocen como el
sistema de las Naciones Unidas, y en conjunto prestan asistencia técnica y otras formas de
ayuda en prácticamente todas las esferas económicas y sociales. (Naciones Unidas, 2005: 9-
10)
A lo anterior se le conoce como el sistema de Naciones Unidas, en el cuál cada órgano
especializado se coordina con Naciones Unidas para establecer parámetros de política
internacional y acciones para los países, respetando la regla de no afectar de manera directa la
soberanía de los países miembros u de otros estados. Es así como funciona el sistema de
Naciones Unidas, en el siguiente apartado señalaremos al órgano que coordina los estudios
sobre el desarrollo de los países.
El sistema de cooperación internacional para el desarrollo de Naciones Unidas
El artículo primero de la carta constitutiva de Naciones Unidas establece, que se debe velar por
las buenas relaciones internacionales basadas en el respeto a los derechos humanos, así como
establecer una cooperación internacional para la resolución de conflictos de toda índole
(sociales, económicos, culturales o humanitarios) para el desarrollo de las libertades del
hombre:
59
Mantener la paz y la seguridad internacionales, y con tal fin: tomar medidas
colectivas eficaces para prevenir y eliminar amenazas a la paz, y para suprimir
actos de agresión u otros quebrantamientos de la paz; y lograr por medios
pacíficos, y de conformidad con los principios de la justicia y del derecho
internacional, el ajuste o arreglo de controversias o situaciones internacionales
susceptibles de conducir a quebrantamientos de la paz; Fomentar entre las
naciones relaciones de amistad basadas en el respeto al principio de la
igualdad de derechos y al de la libre determinación de los pueblos, y tomar
otros medidas adecuadas para fortalecer la paz universal; Realizar la
cooperación internacional en la solución de problemas internacionales de
carácter económico, social, cultural o humanitario, y en el desarrollo y estímulo
del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales de todos,
sin hacer distinción por motivos de raza, sexo, idioma o religión; y Servir de
centro que armonice los esfuerzos de las naciones por alcanzar estos
propósitos comunes (Naciones Unidas, 1945: articulo 1)
De acuerdo a Naciones Unidas (2005) dedica cerca del setenta por ciento en promover
el mejoramiento de la calidad de vida, el mejoramiento del empleo y de promover el desarrollo
de las personas como el eje principal de los programas de Naciones Unidas enfocados hacia
este propósito:
En la década de los años sesenta es cuando se plantea el desarrollo como un objetivo a
conseguir por parte de la ONU, para que cuarenta años después, en el mes de septiembre en el
año 2000 se establecieran los objetivos de desarrollo del milenio (ODM) con el fin de promover
el desarrollo en el mundo entero, mediante ocho objetivos planteados:
En la Cumbre del Milenio, que tuvo lugar en septiembre de 2000, los líderes mundiales
adoptaron un conjunto de metas para el desarrollo tendientes a erradicar la pobreza extrema y
el hambre, lograr la educación primaria universal, promover la igualdad en materia de género y
potenciar el papel de la mujer; reducir la mortalidad infantil, mejorar la salud materna, luchar
contra el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades y lograr la sostenibilidad del medio
ambiente, para lo cual se marcaron unos objetivos cuantificables que han de lograrse a más
tardar en 2015.
Entre tales objetivos cabe citar la reducción a la mitad de la proporción de personas que
tienen ingresos inferiores a un dólar por día, la universalización de la enseñanza primaria, la
eliminación de la disparidad en materia de género en todos los niveles de la educación y la
60
reducción drástica de la mortalidad infantil con el consiguiente mejoramiento de la salud
materna (Naciones Unidas, 2005: 32)
Asimismo los ODM, tienen tres potencialidades que reconoce de manera muy clara
Alonso (2006) y que señala que son las bases fundamentales por las cuales se pueden mover –
aunque de manera no tan rápida- el desarrollo a nivel mundial:
En primer lugar, a través de los ODM, todos los países suscriben unos mínimos
de dignidad humana que la comunidad internacional se compromete a hacer
realidad a través de un esfuerzo cooperativo. […]En segundo lugar, los ODM
definen metas para la política de desarrollo en términos de output o outcomes:
es decir, en términos de resultados transformadores, de logros obtenidos en
destino. […] Por último, al tratarse de metas compartidas, se propicia la
coordinación entre los diversos actores del sistema de ayuda, al tiempo que se
permite la transmisión de experiencias y los ejercicios de mutua emulación,
creando más fácilmente el espíritu de misión y de compromiso compartido
(Alonso, 2006: 18)
Estos objetivos, son financiados por los organismos que pertenecen al sistema de la
ONU, algunos de ellos administrados por el Consejo Económico y Social (ECOSOC) y la
Asamblea General de Naciones Unidas y se aplican mediante el grupo Naciones Unidas para el
Desarrollo (PNUD) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el primero de
ellos apoya al desarrollo humano sostenible mientras que el segundo se encarga de las
problemáticas relacionadas con la infancia (problemas de salud, alimento, educación).
Asimismo las asociaciones de la ONU con los organismos antes mencionados generan otro tipo
de programas de ayuda, como lo es el Programa Mundial de Alimentos (PMA) entre otros:
Muchos otros programas de las Naciones Unidas promueven el desarrollo en
colaboración con gobiernos y organizaciones no gubernamentales. El Programa Mundial de
Alimentos (PMA) es la mayor organización internacional que presta ayuda alimentaria tanto en
lo que respecta al socorro en casos de emergencia como a programas para el desarrollo. El
Fondo de Población de las Naciones Unidas (FNUAP) es la principal organización internacional
que presta asistencia respecto de cuestiones de población. El Programa de las Naciones
Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) promueve prácticas ecológicas racionales en todo el
mundo, y el Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU Hábitat)
presta asistencia a las personas que viven en condiciones nocivas para la salud (Naciones
Unidas, 2005: 33-34)
61
Es así como la ONU promueve el desarrollo en todo el mundo, sin embargo en el
siguiente apartado, veremos que problemas principales se pueden encontrar en lo que parece
ser, una perfecta máquina del desarrollo.
Problemas del sistema de Naciones Unidas
En los párrafos anteriores, se ha mencionado la forma en la que se estructura el sistema de
Naciones Unidas para promover el desarrollo a nivel mundial, sin embargo los organismos que
pertenecen a la ONU – en especial el FMI, el BM y la OMC – establecen sus propias políticas
para la ayuda de manera paralela a la de Naciones Unidas, esta quizás por que en sus
estatutos de la carta constitutiva de Naciones Unidas el ECOSOC tiene la posibilidad de
coordinar las políticas de los distintos organismos que establecen acuerdos con la ONU, así
como lo señala Prado (2006) las IFI – instituciones financieras internacionales – se les otorga
de facto a estos la facultad de actuar discrecionalmente y de forma independiente y paralela
respecto al ECOSOC.
Esto es una agravante para el desarrollo, puesto que va acompañado con una
condicionalidad de la ayuda – que va en contra por supuesto de los términos de solidaridad que
pretende la ONU, estos organismos internacionales establecían acuerdos con los países
receptores de la ayuda, estos tratados o cartas de intención proponían establecer políticas
dictadas por dichos organismos a cambio del respaldo financiero que requerían y – en América
Latina se conoció como las políticas del consenso de Washington – que proponían una apertura
creciente de la economía, que incluía una reducción del déficit presupuestario de los gobiernos,
privatización de los negocios del estado, libertad de flotación del tipo de cambio, política de
control de la inflación, reducción en el gasto social, entre otras cosas.
Sin embargo y a pesar del paralelismo con el que actúan los organismos antes
mencionados, el esfuerzo por tratar de mejorar la ayuda al desarrollo ha ido transformándose a
los largo de los sesenta años que tiene la ONU de existencia, esto a través de la formulación de
informes y recomendaciones que se les hace a estas instituciones y a los países miembros:
El hecho más claro en este sentido fue la designación en 1961 por parte de la ONU del
Primer Decenio de las Naciones Unidas para el Desarrollo (United Nations-General Assembly,
1961). Desde entonces, al inicio de cada decenio se insta a los estados miembros y a los
organismos especializados a intensificar e innovar estrategias de cooperación, en aras del
crecimiento económico y desarrollo mundiales (Prado, 2006; 268)
La ONU al organizar este tipo de eventos, se le presenta otra dificultad, ya que se ha
venido agotando el espíritu de la ayuda con este tipo de congresos, debido al incremento
62
sustancial de estos, presentándose así un cansancio generalizado entre los países donantes y
los países receptores: Lamentablemente, estas reuniones, que parecen aumentar
exponencialmente conforme pasa el tiempo, también han generado una “fatiga ante las
conferencias internacionales” (Prado, 2002), lo cual hace que los gobiernos participantes vayan
perdiendo interés por aprovecharlas para adoptar nuevos mecanismos de colaboración (Prado,
2006; 270)
Esto no es solo por el hecho de trasladarse, sino de los múltiples informes que se
realizan para presentar los resultados obtenidos con esa aplicación de los recursos, y que
presionan al país receptor de la ayuda a hacer un esfuerzo sobrehumano para la elaboración y
presentación de dichos informes:
[…] Rasgo negativo de la ONU es el excesivo número de reuniones celebradas
bajo el auspicio de sus instituciones, así como de los documentos que emanan de
las mismas. Según el secretario general, durante el bienio 2000-2001, se llevaron
a cabo el abrumador número de 15484 reuniones, mientras que fueron publicados
5879 informes, lo que impide a los países miembros prestarle una atención activa
a los temas tratados en ellas (Naciones- Unidas Asamblea General, 2002: 9, en
Prado, 2006: 281)
También otra de las debilidades del sistema de la ONU es su poca capacidad de
coordinación y reacción inmediata frente a problemas de toda índole - humanitarios sobre todo-
que no responden a las expectativas y los compromisos asumidos en el año 2000 con los ODM.
Así pues, como hemos visto a manera de sopesar los esfuerzos de la ONU con sus
deficiencias podemos señalar que no es solo el sistema de Naciones Unidas el que debe
replantearse estos elementos presentados, sino que los estados que conforman esta
organización de corte mundial, deben de establecer sus políticas exteriores a los parámetros de
la ONU, ya que no serviría de nada ser unilateral con los países para ofrecer ayuda –
condicionada por el donante- y apoyar los ODM sabiendo que estos últimos se basan en un
esquema sin restricciones de cualquier orden que no sean los que Naciones Unidas
promueven.
2. La cooperación internacional para el desarrollo
Aunado a lo anterior, y siguiendo la línea de la cooperación internacional para el desarrollo, se
ha manifestado – durante mucho tiempo y hoy en día - como una preocupación por parte de los
países donadores de proteger ciertos intereses que tienen en los países que reciben las
63
donaciones, sin embargo a partir de la caída del muro de Berlín, la ayuda y/o la cooperación
internacional al desarrollo cayo considerablemente, ya que los intereses creados por la guerra
fría se evaporaron. Al menos por parte de los que eran los dos grandes representantes de los
bloques el capitalista (Estados Unidos) por un lado y el socialista (URSS) que después sería
Rusia con la Reconstrucción (Perestroika).
Los mecanismos de Ayuda Oficial al Desarrollo
El concepto de Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) proviene de un organismo internacional de
cooperación que es la organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), a
través del Comité de Ayuda al Desarrollo (CAD o en inglés DAC), que es un comité de ayuda
multilateral a nivel de los Estados-nación; estos fondos son destinados mediante distintos
mecanismos de acción y son recolectados por los países miembros de esta organización, para
promover el desarrollo en el mundo:
Tabla 1: Países miembros del Comité de Ayuda al Desarrollo.
1. Alemania 2. Australia 3. Austria 4. Bélgica 5. Canadá 6.Dinamarca 7. España
8. Estados
Unidos 9. Finlandia 10. Francia 11. Grecia 12.Holanda 13. Irlanda 14. Italia
15. Japón 16.Luxemburgo 17.Noruega 18.Nueva
Zelanda 19.Portugal 20. Suecia 21. Suiza
22.Reino Unido 23.Comisión Europea
Fuente: Elaboración propia con base en Diccionario de Acción Humanitaria y Cooperación al Desarrollo de Hegoa, 2009.
En este apartado analizaremos algunos datos sobre AOD, montos de ayuda y a que se
destina principalmente, así como un análisis de su evolución en el tiempo. Para los países de
la OCDE, la AOD, juega un papel fundamental en el mejoramiento de la calidad de vida de las
personas de los países en vías de desarrollo. Por principio de cuentas hay que saber de cuanto
son los fondos que destina el CAD para el desarrollo de los países, a partir del año 2000 el total
de ayuda que se ha destinado es la siguiente:
64
Años 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007
Total de
receptores 53749.63 52421.8 58311.8 69064.2 79431.6 107078 104370 103491
Tasa de
crecimiento
de la AOD
100 -2.4703 8.4877 28.4924 47.7807 99.2156 94.1783 92.5435
Gráfica 1: AOD donada en a través del tiempo.
0
20000
40000
60000
80000
100000
120000
2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007
Años
Millo
nes
de
dóla
res
Montos de AOD en el tiempo
Fuente: Elaboración propia con base en datos de la OCDE, del CAD años 2000-2007
Como podemos observar, a partir del año 2001 que la AOD se incrementó– explicado
por el efecto de las guerras con Afganistán e Irak - y manteniendo siempre una tendencia
positiva y hacia la alza, esto es claramente expuesto en el año 2005, en la que casi el
incremento de la Ayuda se duplico al 100%, para los años 2006 a 2007 se ha venido decayendo
pero en menos de 10 puntos por año.
Asimismo, los países que han recibido más ayuda a partir del año 2000, muestran una
tendencia creciente:
65
Tabla 2: Países más beneficiados de la AOD a partir del año 2000 (millones de dólares a precios corrientes):
Países 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007
Afganistán 87,51 322,86 985,92 1199,67 1701,06 2168,21 2404,57 2992,72
Burkina Faso 227,79 220,94 229,88 265,67 331,43 338,64 385,79 411,84
Camboya 247,96 264,83 272,75 319,2 297,41 347,29 347,51 417,25
Camerún 213,48 351,18 435,99 751,56 572,07 336,16 1505,25 1696,83
China 1256,18 1079,76 1211,51 1139,47 1584,87 1692,92 1165,36 1331,23
Colombia 178,47 372,32 426,11 767,06 481,66 572,63 917,05 628,92
Egipto 1138,91 1090,27 1123,88 775,06 1175,59 663,16 536,75 787,04
Etiopía 379,49 367,08 489,22 1033,33 1024,74 1185,09 1024,09 1242,02
Guatemala 230,27 201,18 199,61 216,04 203,67 219,09 445,14 412,43
Malí 299,75 208,54 256,75 271,87 327,54 377,07 398,43 558,08
Mozambique 623,53 720,21 1660,99 697,06 731,25 760,21 938,31 1073,21
Nepal 231,24 270,24 279,39 320,36 318,47 345,96 317,5 377,27
Pakistán 475,06 1110,09 702,45 536,26 382,22 792,84 1144,88 976,41
Palestina 306,44 280,19 410,18 490,81 605,33 569,74 754,42 836,43
Filipinas 502,08 501,78 509,14 675,42 413,14 524,74 519,44 547,39
Serbia 592,91 631,11 1921,28 852,99 583,73 812,44 1169,24 476,13
Sudáfrica 353,59 313,26 375,3 477,25 459,19 465,96 560,63 597,18
Sudan 90,26 107,64 232,26 332,02 847,92 1459,56 1518,13 1666,14
Tanzania 778,7 939,09 908,87 965,64 1028,7 860,31 991,71 1830,67
Uganda 578,16 386,3 466,07 587,28 683,85 690,74 938,19 1002,46
Viet Nam 1246,2 819,52 746,04 967,7 1184,8 1253,17 1306,32 1488,37
Zambia 486,24 274,11 359,52 591,88 745,81 822,5 1115,18 712,92
Fuente: Tabla de elaboración propia con base en datos de la OCDE, del CAD 2000-2007
66
Por lo anterior, podemos señalar que las áreas geográficas que más se han beneficiado
son las del sur de África, Sub-sahariana, las regiones región del suroeste asiático y China, y
algunos países de América Latina como Guatemala, o Colombia, siendo Serbia el país que se
encuentra en el continente Europeo que recibe AOD. También habría que señalar muy
puntualmente que la AOD promedio se mide a través del porcentaje del PIB de cada país
miembro que destina precisamente AOD y tiene fluctuaciones variables que se dan año con
año:
Promedio del total de países
miembros del CAD
1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998
0.34 0.34 0.34 0.3 0.29 0.26 0.25 0.22 0.28
1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007
0.23 0.22 0.22 0.22 0.23 0.25 0.26 0.33 0.31
Gráfica 2: Porcentaje promedio del PIB para la AOD de los países miembros del CAD.
0
0,05
0,1
0,15
0,2
0,25
0,3
0,35
0,4
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
Años
% d
el P
IB
Promedio del PIB de todos los países del CAD
Fuente: Elaboración propia con base en datos de la OCDE, del CAD 2007.
Ahora bien, si la AOD no se distribuye de manera equitativa – debido a la multiplicidad
de problemas de cada país y a su nivel de desarrollo – también es importante señalar que entre
los donantes de AOD hay quienes hacen más contribuciones que otros esto se mide a través
del porcentaje de Producto Interno Bruto (PIB) que destinan hacia la Ayuda Oficial al Desarrollo:
67
Tabla 3: Porcentaje del PIB de los países miembros de la OCDE destinada a AOD.
Países de la OCDE 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007
Canadá 0,25 0,22 0,28 0,24 0,27 0,34 0,29 0,29
Dinamarca 1,06 1,03 0,96 0,84 0,85 0,81 0,80 0,81
Finlandia 0,31 0,32 0,35 0,35 0,37 0,46 0,40 0,39
Francia 0,30 0,31 0,37 0,40 0,41 0,47 0,47 0,38
Alemania 0,27 0,27 0,27 0,28 0,28 0,36 0,36 0,37
Japón 0,28 0,23 0,23 0,20 0,19 0,28 0,25 0,17
Holanda 0,84 0,82 0,81 0,80 0,73 0,82 0,81 0,81
España 0,22 0,30 0,26 0,23 0,24 0,27 0,32 0,37
Suecia 0,80 0,77 0,84 0,79 0,78 0,94 1,02 0,93
Estados Unidos 0,10 0,11 0,13 0,15 0,17 0,23 0,18 0,16
Fuente: Elaboración propia con base en datos de la OCDE, del CAD 2007
Como podemos observar, el porcentaje que dan de AOD los países europeos del Norte
(Dinamarca y Holanda) es mucho muy alto que el que da los Estados Unidos, y España,
Alemania y Francia, estos últimos han ido desplazándose en un rango que va del .22 al .38 por
ciento de su PIB. Lo que nos queda por señalar en este apartado, pero no por ello menos
importante es la siguiente interrogante ¿Son montos de ayuda en dinero constante y sonante?
La respuesta que da la lógica es no, no debido a que la AOD abarca un sinnúmero de áreas
que van desde lo humanitario hasta el apoyo y reforzamiento de las instituciones.
Tabla 4: Montos totales de AOD divididos en 11 grandes rubros.
1.- Infraestructura social y servicios. 6.- Costos administrativos de los donantes.
2.- Infraestructura económica y servicios. 7.- Alivio de la deuda.
3.- Apoyo a sectores productivos. 8.- Ayuda Humanitaria.
4.- Programas multisectoriales.
9.- Apoyo a las Organizaciones No
Gubernamentales.
5.- Ayuda comunitaria y asistencia en general. 10.- Atención a refugiados en países
donantes.
11.- Ayuda que no se localiza en los rubros anteriores.
Fuente: Elaboración propia con base en información de la OCDE, del CAD 2007.
68
Así pues estos han sido los montos de AOD para los rubros antes mencionados y que
detallaremos detenidamente:
Tabla 5: Montos de AOD y destino de los recursos por rubro contemplado por el CAD.
AOD Total 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007
Infraestructura social 13706,8
3
16999,4
4
21560,2 27765,0
4
29493,8
6
32664,4
5
37570,6
2
Infraestructura
económica y servicios
6292,5 6170,65 6428,01 12450,2
9
10458,4
2
11087,5
6
11777,1
1
Apoyo a sectores
productivos
3700,7 3363,96 3713,51 4638,81 5140,35 4625,3 5626,17
Programas de apoyo
multisectorial
2999,57 3542,04 5837,11 4751,4 5974,47 5736,94 6545,53
Programa general de
asistencia en especie
2907,16 2494,5 3630,79 2333,55 2575,46 3574,34 4211,21
Condonación de la
deuda
4155,8 6449,1 15968,8 8071,2 25996,9
7
21847,7
1
9761,15
Ayuda humanitaria 1932,48 2940,66 4424,94 5338,67 7972,95 6688,45 6995,94
Costos administrativos
de los donantes
2753,83 2826,87 3620,27 3799,17 3872,07 3969,09 4884,3
Ayuda a ONG´s 1447,72 2790,74 1750,06 1709,2 1251,87 4427,68 2139,69
Ayuda a Refugiados 1072,04 930,47 1410,61 2037,03 2004,26 1823,32 1969,68
Ayuda no especificada 1366,15 1376,9 1539,09 1506,27 1742,47 2036,78 1264,89
Fuente: Elaboración propia con base en información de la OCDE, del CAD 2007
Podemos también observar que hay rubros que descienden de manera muy dramática,
tal es el caso de la ayuda a la condonación de la deuda, la ayuda a refugiados y la ayuda a las
Organizaciones No Gubernamentales (ONG). Asimismo en otros rubros la AOD, se incrementa
tal es el caso de la construcción de infraestructura social, la infraestructura económica
principalmente y se mantienen en un nivel relativamente estable como lo es el apoyo a
sectores productivos, los programas multisectoriales, costos administrativos de los donantes,
ayuda humanitaria, ayuda comunitaria y asistencia en general y ayuda que no se localiza en los
rubros anteriores.
Como hemos visto en este apartado, la AOD tiene distintos mecanismos en los que
puede intervenir la comunidad internacional a favor del desarrollo de los países que lo
69
necesitan, sin embargo que tipo de problemas son los que se suscitan al momento de ser
donador-receptor.
Problemas de la Cooperación Internacional
¿Qué problemas genera el que esta “cooperación” llegue a los países receptores? y sobre las
consecuencias de esta distorsión debido a las causas y los objetivos que se persiguen los
países donadores, si es que realmente se promueve el desarrollo o en realidad promueve la
protección a sus intereses económicos reflejados en sus empresas con representación
internacional y las que quieren posicionarse el dicho mercado:
[…] En esencia, todo el sistema de cooperación se asienta sobre la libre voluntad
de los donantes, que apenas se encuentran condicionados en su proceder por un
marco de tenues recomendaciones acordado (por ellos mismos) en el seno del
CAD, de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
[…] Al mismo tiempo que se otorga ayuda, los donantes mantienen elevadas
barreras protectoras frente a las producciones del Sur, imponen abusivas
condiciones para el cobro de la deuda externa, erigen restricciones al acceso a sus
innovaciones o, finalmente, respaldan regímenes corruptos e ilegítimos en función
de conveniencias ocasionales (Alonso, 2006: 23)
Otro de los problemas es el de estar inyectando a la economía del país receptor
recursos sin tener un límite claramente definido, esto puede generar problemas de absorción de
una economía, e incluso llegar a incrementar los niveles de inflación del país receptor de la
ayuda, nulificando por completo los efectos positivos que se buscaba conseguir:
Ahora bien, incrementar los recursos de una manera acelerada puede también generar
riesgos sobre la capacidad transformadora de la ayuda; un problema que afecta tanto a los
donantes como a los receptores, aunque son estos últimos los que mayores problemas
padecen. El incremento de la ayuda, en las magnitudes en que se reclama y con la focalización
que se sugiere en torno a un grupo reducido de países, puede generar problemas serios de
absorción en los países receptores (Alonso, 2006: 22)
Asimismo, conseguir alinear al país a las exigencias del donante y ser “leal” por la
aportación que se hace y se aplica en el país receptor, haciéndolos clientes comerciales, es
otra estrategia a seguir por parte de los países que destinan una parte de su Producto Interno
Bruto (PIB) a esta causa:
70
Hasta donde se conoce, el equilibrio social se fundamenta en relaciones dotadas de
un cierto sentido de reciprocidad, de correspondencia entre dar y recibir. El
problema es que frente a la ayuda recibida, lo único que puede ofrecer el país en
desarrollo es su gratitud y lealtad: no es extraño, por tanto, que la ayuda alimente
situaciones de dependencia y de clientelismo frente al donante (Alonso, 2006: 24)
Igual de importante es el problema de la información que tienen los países que establecen
cooperación y que se clasifican en tres tipos específicos, el primero de ellos es el problema
Principal-agente, el segundo referido a cuestiones de azar moral y el tercero es el de la
selección adversa, el primero de ellos tiene que ver con la información que posee el agente es
mayor que la del principal, por ende toma decisiones que más le parecen correctas, el segundo
de ellos se denomina el azar moral, el cuál tiene que ver con el fenómeno del paternalismo cuyo
efecto nocivo fue que no se incluyera en al país receptor dentro de los costos de un proyecto, lo
cuál generaba una suerte de no apego al proyecto y de abandonarlo cuando mas conviniera y
el problema de la selección adversa que en país receptor, no tiene incentivos para transmitir
información que al donante si le interesa:
El problema de Principal-Agente se produce cuando en una relación jerárquica, el Agente
dispone de más información que el Principal, a cuenta del cual opera; dicho de otro modo, el
subordinado está en condiciones de tomar decisiones que el superior es incapaz de controlar.
[…] El problema de azar moral ocurre cuando las condiciones de la transacción son tales que
salvaguardan a una de las partes de las consecuencias de sus decisiones. En ese caso, el
protegido perderá los estímulos para comportarse de modo responsable, ya que puede eludir
los costos de sus errores. […]Por último, y debido a las mismas deficiencias de información, el
sistema de ayuda puede padecer problemas de selección adversa, derivado de que el
beneficiario (agente) no tiene estímulos para transmitir aquella información (sobre sí mismo o
sobre la relación) que serían de interés para el donante (principal) (Alonso, 2006: 24-25)
Por último, tenemos las metodologías para formular y evaluar proyectos a nivel
internacional, esta se basa principalmente en la elaboración y construcción de la matriz del
Marco lógico, ya que las bases en las que se plantea esta herramienta, no permiten una visión
más extensa de las cosas y plantea las interrelaciones humanas como lineales:
[...] Es limitada la capacidad predictiva que se tiene sobre el cambio social: existe
un inextinguible grado de incertidumbre en los procesos de cambio social, que hace
difícil que puedan ser sometidos a ejercicios estrictos y cerrados de programación.
– En segundo lugar, que es difícil representar la dinámica social a través de
71
sistemas compuestos por relaciones unívocas y lineales (de causa a efecto): más
bien, lo que dominan son relaciones circulares, con variables que mutuamente se
relacionan a través de un sistema complejo de interacciones (Alonso, 2006: 29-30)
Dos elementos más de críticas son el alto grado de racionalidad y la especificidad de la
identificación y alternativas para superar el problema que se estudia, afectando así un elemento
importante que usa el hombre, que es su capacidad de aprendizaje:
En tercer lugar, que los agentes sociales carecen de un conocimiento cierto sobre la
realidad social y sobre los efectos de sus intervenciones, por lo que construyen sus respuestas
de acuerdo a un principio de racionalidad limitada, que se basa en un proceso de prueba y
error, de aprendizaje a través de la experiencia y la reflexión crítica. – En cuarto lugar, que el
proceso de desarrollo presenta una dinámica altamente condicionada por las especificidades de
cada caso (hay una cierta path dependence), lo que explica la dificultad que tienen las
generalizaciones universales y la importancia de los elementos consuetudinarios –específicos
de un tiempo y un lugar – en la definición de las estrategias de desarrollo. – Por último, en
relación con el rasgo anterior, que el desarrollo se configura muy centralmente como un proceso
de aprendizaje: como éste disfruta de una cierta dinámica acumulativa, resultado de las
posibilidades que brindan las capacidades previas para el desarrollo posterior (Alonso, 2006:
29-30)
Es pues que la cooperación internacional incluye no solo desarrollo, sino también puede
generar efectos que no persiguen esta idea, sin embargo cabe destacar, que los esfuerzos por
mejorar y superar estos problemas se van dando año con año y con objetivos más específicos
que permiten una mayor focalización a estos problemas.
Soluciones a los problemas que se generan con la AOD
En párrafos anteriores, se han señalado las deficiencias del sistema internacional de
cooperación al desarrollo, sin embargo en el año 2000 con los ODM puestos en marcha, existe,
la necesidad imperiosa de ir evaluándolos de manera real y corregir los errores que se
presenten en su desenvolvimiento. Para ello se han establecido una serie de reuniones para
evaluar estos objetivos y mejorar los mecanismos para su consecución.
Estas cumbres juntan a países donadores y receptores de la ayuda internacional, para
juntos establecer acuerdos sobre como debe, en que puede y en que circunstancias se emite y
recibe la ayuda, así como de los instrumentos de los que puede ser empleada la ayuda. Es
pues que en el año 2002 se realizo en la ciudad de Monterrey, Nuevo León el primer consenso
72
que buscaba dar solución a los problemas de la ayuda y los avances que se tienen con los
ODM:
Dicho consenso partía del presupuesto de que los retos que enfrentaba la
financiación para el desarrollo requerían un compromiso y una respuesta global.
Esta respuesta implicaba una nueva “asociación” entre los países desarrollados y
en desarrollo. Los compromisos adoptados por la comunidad internacional como
parte del Consenso de Monterrey se agruparon en seis temas o pilares: i)
movilización de recursos internos; ii) atracción de flujos de recursos internacionales;
iii) promoción del comercio internacional como motor para el desarrollo; iv) la
cooperación internacional; v) el manejo sostenible de la deuda, así como esfuerzos
en materia de alivio de deuda; y vi) el aumento en la coherencia y consistencia del
sistema monetario, financiero y del comercio internacional (SELA, 2008; 3)
Como podemos observar estas seis temáticas son los principales problemas de los
países en vías de desarrollo, para cada tópico mencionado se emitieron recomendaciones tanto
a donantes como a receptores, el primero de ellos tenía que ver con la canalización de sus
propios recursos, para las actividades productivas:
Uno de los retos fundamentales que tienen ante sí los países en desarrollo (PED) es el de
canalizar sus recursos internos para actividades productivas. Por ello se señaló que resultaba
necesario movilizar, tanto el ahorro público como el privado, hacia aquellas actividades que
condujeran a un aumento de la productividad y en particular las que incrementaran las
capacidades de producción. Una de las tareas cruciales, según el Consenso de Monterrey, era
mejorar la eficiencia, coherencia y consistencia de la política macroeconómica. […]Se reconoció
además, la necesidad de fortalecer y desarrollar los mercados financieros domésticos, de
manera que se generara un desarrollo ordenado del mercado de capitales, promoviendo
prácticas bancarias adecuadas y fortaleciendo los sistemas de regulación (SELA, 2008; 4)
Asimismo, una política de atracción de Inversión extranjera directa ayudaría al primer
elemento antes señalado para impulsar el desarrollo interno:
Los flujos de IED contribuyen al financiamiento del desarrollo a largo plazo y se
constituyen en mecanismos de transferencia tecnológica y de conocimientos, así
como fuente generadora de empleos y de renta imponible. […] Para atraer estos
flujos, los países necesitan garantizar un entorno macroeconómico adecuado así
como un clima de negocios transparente y predecible donde los contratos sean
respetados (SELA, 2008; 4)
73
Otro motor que señala el consenso es el de impulsar el comercio, basado en la no
discriminación e igualdad de condiciones entre los países comerciantes, esto es rescatado de
las políticas implementadas en América Latina en lo que se le conoce como neoliberalismo. El
cuarto elemento de la agenda del consenso era la de la ayuda internacional, esta debía de ser
un factor crucial para el desarrollo de los países, en su apoyo a la educación, la alimentación, la
infraestructura, entre otros:
Según el Consenso de Monterrey la AOD puede ser fundamental en mejorar el
entorno económico para la actividad del sector privado y es un instrumento crucial
para apoyar la educación, la salud, la infraestructura pública, la agricultura, el
desarrollo rural y la seguridad alimentaria. Se reconocía además que para muchos
países pobres, la AOD constituía la principal fuente de financiamiento externo y era
por tanto crítica en la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (SELA,
2008; 5)
Asimismo y ligado al tema de la ayuda, esta la condonación del pago de la deuda externa
que promueve dicha reunión, mientras que al mismo tiempo también se exhortaba a los países
donadores de la ayuda, que hicieran esfuerzos por mejorar la capacidad de instrumentar
políticas macroeconómicas, a fin de establecer un sistema más cohesionado de ayuda al
desarrollo, al mismo tiempo que de las instancias financieras internacionales:
El alivio de la deuda juega un rol importante al liberar recursos que pueden
emplearse en actividades productivas. En base a esto, el Consenso de Monterrey
señaló que el alivio de deuda - donde sea apropiado - debía ser perseguido de
forma expedita y vigorosa, incluyendo los Clubes de Londres y Paris u otros foros
relacionados. […] Con vistas a complementar los esfuerzos nacionales de
desarrollo, se reconoció […] la necesidad de aumentar la coherencia, gobernanza y
consistencia de los sistemas internacionales monetario, financiero y comercial. En
esta dirección, destacó que se venían adelantando esfuerzos para reformar la
arquitectura financiera internacional (SELA, 2008; 6)
Así pues los países – donadores y receptores – involucrados en esta reunión, pudieron
hacer una resolución y una recomendación acerca de del funcionamiento del sistema
internacional de cooperación, mediante las siguientes acciones:
Para fortalecer la efectividad del sistema económico global se alentaban las
siguientes acciones: i) mejorar las relaciones de las Naciones Unidas con la
74
Organización Mundial del Comercio; ii) apoyar a la Organización Internacional del
Trabajo; iii) extender la colaboración de las Naciones Unidas con otros organismos
multilaterales; iv) centrar las consideraciones de género en las políticas de
desarrollo; v) aumentar la cooperación internacional en materia impositiva; y vi)
promover el rol de las comisiones regionales y de los bancos de desarrollo
regionales (SELA, 2008; 8)
En el año 2005, La declaración de París es otro intento por corregir las deficiencias del
sistema internacional de ayuda para el desarrollo en el cuál se refrendan en los cuáles sus
objetivos están los de eficientar, armonizar y transparentar los recursos de los países socios:
Corrupción y falta de transparencia que socavan el apoyo público, imposibilitan la
movilización y asignación eficaz de recursos, y desvían los recursos destinados a
actividades vitales para erradicar la pobreza y para un desarrollo económico
sostenible. Donde existe, la corrupción impide que los donantes confíen en los
sistemas de los países socios. […] También es necesario aumentar la eficacia de la
ayuda para situaciones desafiantes y complejas, como el maremoto que arrasó a
los países costeros del Océano Índico el 26 de diciembre de 2004. En tales
situaciones, es crucial armonizar la asistencia humanitaria y la ayuda al desarrollo
en el marco de las agendas de crecimiento y reducción de la pobreza de los países
socios. […] De manera general, estamos decididos a prestar especial atención a
estas situaciones complejas en nuestra labor para aumentar la eficacia de la ayuda
(París, 2005: 2)
Otra reunión que trató estos temas fue la realizada en Accra, Ghana y que tuvo el firme
propósito de reafirmar la declaración de Paris y ser punto de referencia para la reunión de
financiamiento para el desarrollo en Doha, que se realizo a finales de 2008. De esta agenda en
Accra, los puntos más sobresalientes en este foro fueron:
El primero es la voluntad de donadores y receptores para trabajar de manera más
estrecha y participativa, los segundos impulsando políticas de desarrollo y los
donantes respaldando estas políticas, siempre y cuando estén adaptados conforme
a los acuerdos internacionales. […] El segundo – es - la autonomía de los países
receptores para construir su propia senda de desarrollo, mediante la identificación
de los problemas, colaborando de manera más directa en la resolución de los
problemas técnicos e incluso – de ser posible – en la cooperación sur-sur. […] El
75
tercero, es mediante el fortalecimiento de sus sistemas de rendición de cuentas por
parte de los gobiernos de los países receptores, así como la implementación de
programas de evaluación continúa en conjunto con los países donadores (Tercer
Foro de alto nivel, 2008: 2)
Es decir, que mediante estos mecanismos, se puede construir una mejor relación entre
los distintos países – donadores o donantes – más estrecha y lejos de ciertos intereses que son
ajenos a la idea del desarrollo de las personas, y definir si es bueno o no cooperar.
3. La eficacia de la ayuda ¿es bueno cooperar?
¿Cooperar es bueno o no? en los párrafos anteriores ha salido solamente nivel
macroeconómico sin embargo a nivel micro, la ayuda parece funcionar, generando la paradoja
macro-micro:
La paradoja micro-macro se planteó a mediados de los años ochenta como una
línea de investigación para conocer por qué la suma de los supuestos éxitos de los
numerosos proyectos de cooperación para los pobres que ejecutaban las agencias
de desarrollo, los bancos multilaterales y las ONGD, no se traducían en la mejora
de los indicadores macroeconómicos y sociales de los países destinatarios de la
ayuda (Larru, 2003: 100)
Esto, debido a que las inversiones que se hacen no son hacia sectores productivos, sino
que esta ayuda va enfocada hacia el desarrollo de infraestructura social (escuelas, hospitales,
casas, etc.):
Por una parte, no toda la ayuda al desarrollo se destina a inversiones productivas.
Morrissey (2002) estima que es sólo una tercera parte del total, luego sólo la
eficacia de este tipo de ayuda puede estimarse a través de regresiones (siempre
imperfectas) de la renta o producto per capita sobre los volúmenes de ayuda (más
otras variables de control) para determinar su impacto sobre el crecimiento del país
(Larru, 2003: 101)
Otra es el elevar los ingresos de las personas en las que depende del contexto en el que
la personas puedan o no mejorar su calidad de vida:
[…] Enfoque es el de Ranis y Stewart (2000), que presentan numerosos casos de
países con éxito en su gestión de la ayuda, seleccionando una muestra de cuatro
76
casos para tres zonas geográficas: África, Asia y Latinoamérica. Estos autores
detectan que no existe un modo único de elevar el desarrollo humano y que, incluso
sin un crecimiento económico fuerte se puede avanzar, si hay una buena
distribución de la renta y se da prioridad al gasto público social en los servicios que
más usan los pobres (educación –especialmente de la mujer-, salud primaria y
acceso al agua potable). Gomance et. al. (2003) […] La paradoja micro-macro no es
tal y el debate debe centrarse ahora en los instrumentos más idóneos para cada
situación y en las condiciones de una gestión de calidad de los numerosos
proyectos y programas que se ejecutan sobre los países en desarrollo (Larru, 2003:
101)
Al mismo tiempo, se presenta otra paradoja, que parece llamar la atención cada vez más,
esta es entre lo que se dice y lo que se hace en la realidad, se le conoce como paradoja
realidad-discurso, en la cuál señala Larru (2003) que la distancia entre el discurso retórico y la
realidad es mucha. Esto aplicado a países predicadores de la ayuda (donadores) que no
ofrecen garantías democráticas o justas que respalden la eficacia de la ayuda:
Pero quizá habría que exigir también coherencia en esta materia pues países que
alegan que no van a donar ayuda a los países que no ofrecen garantías
democráticas, de respeto a los derechos humanos o transparencia en su gestión
(España entre ellos), luego no cumplen estos avisos y países de dudosa “calidad
institucional” son los que terminan recibiendo más cantidad de ayuda si eso implica
obtener buenos rendimientos comerciales para el donante (Larru, 2003: 102)
Sin embargo y a pesar de las paradojas existentes paraa Larru (2003) la ayuda si
funciona y cumple con los objetivos de cada proyecto planteado específicamente para una
determinada comunidad o población objetivo:
A la vista de lo señalado hasta aquí, podemos concluir que los recientes avances
en los estudios de eficacia de la ayuda están arrojando luz para cuestionar la
existencia de la paradoja micro-macro. Tanto en los niveles macro o de impactos de
la ayuda sobre los indicadores de crecimiento de los países, como en los niveles
micro de examen de los proyectos y programas de desarrollo ejecutados por
diversos agentes, la ayuda funciona (Larru, 2003: 111-112)
77
Lo último que queda es saber como funciona la cooperación mexicana a nivel
internacional, esto lo señalaremos en el siguiente apartado.
4. México en el contexto de la cooperación internacional
En México, la cooperación internacional para el desarrollo se viene gestando desde los años
setenta, década en la que se crea la Dirección General de Cooperación Técnica Internacional
(DGCTI), y que formaba parte de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), era una unidad
de carácter administrativo y era la que se encargaba de los tipos de cooperación no
reembolsable, mediante el mecanismo de cooperación técnica:
En 1971, fue creada la Dirección General de Cooperación Técnica Internacional
(DGCTI) como la unidad administrativa encargada de la planeación y el diseño de la
cooperación no reembolsable, ejecutada en el ámbito de la demanda de
cooperación técnica en México durante su despegue económico (SRE, 2009)
Para la década siguiente, la DGCTI sufre modificaciones importantes en cuanto a la forma
de cooperar, pues sistematiza la información, para entrar en una siguiente fase de
consolidación para la cooperación. En los años noventa, se toma el nombre de Dirección
General de Cooperación Técnica y Científica (DGCTC) que se encargaba de apoyar los
procesos de planeación y ejecución de la cooperación bilateral y multilateral para que en el año
1998, se creara el Instituto Mexicano de Cooperación Internacional (IMEXCI), que reunió en el
mismo seno a los cuatro departamentos que conformaban el DGCTI (la cooperación científica,
la cooperación educativa y cultural, el organismo de cooperación económica y de desarrollo y
para la cooperación con Centroamérica y el Caribe):
En 1988, la DGCTI realizó cambios importantes en la conceptualización mexicana
de la cooperación técnica internacional, avanzó en la sistematización informática de
sus acciones y preparó el escenario para consolidar a México como oferente de
cooperación. […] En 1990, la DGCTI se transforma en la Dirección General de
Cooperación Técnica y Científica (DGCTC), […] Uno de los eventos de mayor
envergadura en la institucionalidad de la cooperación mexicana sucedió en 1998
con la creación del Instituto Mexicano de Cooperación Internacional (IMEXCI),
donde fueron concentradas las cuatro unidades administrativas encargadas de los
diferentes temas de la cooperación en la SRE, a saber: la Dirección General de
Cooperación Técnica y Científica; la de Cooperación Educativa y Cultural; de
Organismos de Cooperación Económica y de Desarrollo; y para la Cooperación con
78
Centroamérica y El Caribe. Con esto, el IMEXCI buscó consolidar un sistema
articulado de cooperación internacional cuyas facultades se encauzaron a la
planeación, gestión y coordinación de los programas y proyectos de las vertientes
de recepción y oferta de cooperación; así como en la implementación de las
primeras iniciativas de cooperación horizontal. (SRE, 2009)
Asimismo, se han hecho modificaciones a su estructura orgánica que le han permitido
consolidarse con un marco jurídico estable y con la creación de nuevas agencias que fortalecen
el DGCTI que volvió a ser DGCTC:
[…] En 2001, de acuerdo al Reglamento Interior de la SRE, se derogaron las
facultades del IMEXCI y las Direcciones Generales que lo integraban fueron
reubicadas en la estructura concentrada de la Cancillería con las siguientes
adaptaciones: la Dirección de Cooperación con Centroamérica y El Caribe se
incorporó a la DGCTC; la competencia de la Dirección General de Cooperación
Educativa y Cultural se trasladó a la Dirección General de Asuntos Culturales; y la
Dirección General de Cooperación Económica y de Desarrollo se asoció a la
Dirección General de Promoción Económica Internacional. […] Asimismo, en 2004,
con el objeto de convertir a la política exterior en un instrumento central para lograr
las metas de desarrollo económico y social en México, la SRE crea la Unidad de
Relaciones Económicas y Cooperación Internacional (URECI), e incorporó a la
DGCTC en su estructura (SRE, 2009)
En esta nueva época se propone como misión y visión promover la cooperación
internacional para el desarrollo y fortalecer la DGCTC en el ámbito internacional y que
consolida la política exterior mexicana:
Promover la cooperación internacional para el desarrollo como principio rector de la
política exterior de México y aprovecharla como herramienta de apoyo al desarrollo
integral del país. […] Consolidar y fortalecer a la Dirección General de Cooperación
Técnica y Científica como punto focal de la cooperación internacional para el
desarrollo del Gobierno de México (SRE, 2009)
La paradoja de la cooperación mexicana
El punto anterior, refleja la postura oficial del gobierno mexicano acerca de la cooperación
internacional al desarrollo, empero el gobierno mexicano no ha señalado en ningún momento
79
que las prácticas que hacen con los proyectos de cooperación, no son los adecuados, y que no
tienen un marco jurídico sólido que garantice una buena actuación en el contexto internacional:
México forma parte de la cooperación internacional para el desarrollo desde hace varias
décadas pero aún no se han identificado las pautas que delimiten su actividad en este campo
de las relaciones internacionales. No existe una política que regule tal ejercicio; un documento
que defina el plan de acción a futuro; una ley que obligue la rendición de cuentas sobre el tema
y que determine los derechos y las obligaciones de los diversos actores involucrados; ni una
institución responsable y ejecutora de la participación de México en y para la cooperación
internacional (Cruz, 2008: 101)
Esto debido a que no supervisa los papeles que desempeña como país en vías de
desarrollo y el juego que tiene en el concierto internacional:
Específicamente, llama la atención que el país desempeña tres papeles: donante,
receptor y socio en la cooperación triangular, pero no monitorea ni contabiliza
ninguna de estas prácticas. Esto no permite valorar a profundidad la participación
mexicana en la cooperación internacional para el desarrollo (Cruz, 2008: 101)
Tan es así que siendo miembro de la OCDE, sus informes sobre la situación de la
cooperación internacional en México, no se muestran con cifras financieras, sino con el número
de proyectos realizados, esto viene a contrastar de manera tajante sobre el como se formula y
se da la cooperación en México:
Otra crítica importante que se puede hacer a la cooperación que México otorga es
que, por lo menos en los informes de la DGCTYC, la ayuda no se reporta en
montos financieros sino en número de proyectos, lo que no nos permite hacer una
valoración en términos de su comparación con el PIB, que a su vez daría reflejo del
cumplimiento de México con la cumbre de Monterrey (Cruz, 2008: 115)
Esto viene a lugar porque también México es un país que recibe montos de AOD, sin
embargo, nuestros diplomáticos mexicanos no han sabido manejar muy bien este tema, puesto
que cada vez más el CAD reduce los montos de AOD hacia nuestro país:
80
Serie Histórica de AOD recibida por México.
País 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007
México -
68.39 40.65 92.62 73.61 78.92 160.38 208.91 78.95
Gráfica 3: Serie Histórica de AOD recibida por México.
-68,39
40,65
92,6273,61 78,92
160,38
208,91
78,95
-100
-50
0
50
100
150
200
250
2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007
Años
Millo
nes
de
dó
lare
s
Serie Histórica de AOD para México
Fuente: elaboración propia con base en información de la OCDE, del CAD 2007
México a pesar de pertenecer a la OCDE, no obtiene los beneficios – ni mucho menos
las metodologías – para poder contabilizar y llevar de manera pertinente los fondos de AOD:
[…] Establecer una metodología dentro del sistema financiero mexicano que
contabilice la recepción y oferta de ayuda para el desarrollo; idealmente la oficial y
la no oficial. […] Como miembro de la OCDE, México debería alcanzar los niveles
de organización y transparencia con que cuentan el resto de los países de la
organización, y estar “al nivel” de sus contrapartes (Cruz, 2008: 116)
Entonces, ¿qué queda de la cooperación internacional para el desarrollo en México?, lo
que quedaría al final, sería la reflexión de las cosas que se están haciendo bien y mucho más
de las cosas que no se están haciendo o de las oportunidades que se están dejando pasar, si
es que nuestro país quiere considerarse en el contexto de un desarrollo más completo.
81
Conclusiones
Del trabajo antes presentado, podemos establecer las siguientes conclusiones que valdría la
pena pensarse una y otra vez, la primera de ellas tiene que ver con el manejo del sistema de la
ONU, si bien es cierto que es en la mayoría de sus decisiones autónoma, también es igual de
cierto que los acuerdos y resoluciones a las que llega son violadas en el momento que afecta
los intereses de los países más ricos en los países en desarrollo y que tiene un mayor poder de
voto dentro de Naciones Unidas.
Un segundo elemento es que el sistema del CAD y en general de la ayuda al desarrollo,
esta muy mezclada con la protección geoestratégica de los países donantes y la ayuda ligada
(o condicionada) que no es otra cosa que el criterio de condicionalidad o supeditación a
determinadas cosas que tienen que hacer los países pobres hacia los países ricos.
En tercer lugar habría que destacar los esfuerzos que tienen las cumbres y foros
mundiales para la erradicación – o disminución considerable- de estos elementos que
trastornan el clima de ayuda. Para ello se necesita de una reforma a fondo en la arquitectura
financiera de la ayuda para el desarrollo, pero sobre todo de la voluntad política de los países
de tener un mundo mejor.
Con respecto a México y el papel desempeñado en el contexto internacional de la
cooperación al desarrollo, habría que mencionar que si hay aspectos positivos sobre los cuales
se trabaja, sin embargo no es cuestión solo de voluntad, sino de astucia y perspicacia de los
diplomáticos mexicanos para poder acceder a recursos. Al mismo tiempo es muy necesario
establecer políticas de contabilidad que midan el impacto de la ayuda que se recibe y se da
para que haya una transparencia en el manejo de estos fondos.
Por último hay que rescatar que el camino es arduo, pero hay avances significativos en
pro del desarrollo en nuestro país, ya que hay que exigir con métodos diplomáticos certeros los
fondos suficientes para poder impulsar el desarrollo de las personas.
82
Bibliografía
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83
Avances de los Objetivos del Desarrollo del Milenio en el componente de salud en la niñez en Mesoamérica1
Olga Lidia Lópes-Gonzales2
Néstor García-Chong3 René Estrada-Arévalo4
Benito Salvatierra Izaba5
Introducción
Los Objetivos del Desarrollo del Milenio (ODM) se inician como una respuesta a los problemas
económicos y sociales que estaban enfrentando los países de tercer mundo (Prado, 2006). Por
tanto, esta propuesta surgió con el Banco Mundial a principios de los años noventa para
combatir la pobreza en sus diversas dimensiones (salud, empleo, ingreso, educación entre
otros. Sin embargo, dada las características con la que se implementó, está política fracasó,
desde entonces la retomó la Organización de las Naciones Unidas en el año 2000 en la Cumbre
del Milenio durante la cual 189 países suscribieron dichos objetivos.
De esta manera, el objetivo número cuatro está relacionado con los indicadores de la
niñez, que es reducir en dos terceras partes la mortalidad en los menores de cinco años entre
1990 y 2015. Estos objetivos vienen operando desde su creación en todos los países del
mundo. Sin embargo, a pesar de que dichas políticas están diseñadas y han sido
implementadas por diversas organizaciones mundiales, nacionales y locales, éstas no han sido
suficientes para influir en una mejor salud de la niñez, dado los problemas estructurales y las
desigualdades sociales de cada país en vías de desarrollo incluyendo a México y
Centroamérica.
En estos países, diversos informes sobre los indicadores de los ODM como las Tasas de
Mortalidad en la Niñez que se relacionan con su salud, indican que éstas han descendido. Sin
embargo, cuando se analizan a nivel regional aunque estas tasas han descendido, siguen
siendo altas respecto a los países desarrollados. Por ejemplo para los países desarrollados las
TMN para los años 1997 fue de 10 y 7 por mil para 2005, en los países subdesarrollados fue de
103 y 74 por mil respectivamente (UNICEF, 2006). Estas fuertes asimetrías que se dan entre
1 Este trabajo es parte de la tesis de Maestría en Ciencias en Recursos Naturales y Desarrollo Rural del Colegio de la Frontera Sur.
2 Socióloga y M en C © por el Colegio de la Frontera Sur en la Línea Estudios Sociales y Sustentabilidad. Correos
[email protected], San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México. 3 Doctor en Ciencias © por el ECOSUR y es profesor de tiempo completo en la Facultad de Medicina Humana, UNACH. Correo
[email protected], Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, México 4 Profesor-investigador de la UNACH. Correo [email protected], Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, México.
5 Investigador del Colegio de la Frontera Sur, en el área Sociedad, Cultura y Salud. Correo [email protected], San Cristóbal de
las Casas, Chiapas, México.
84
estos países indican que de seguir así los ODM relacionado con los niños/as hacia 2015 no
podrán cumplirse.
De igual forma, existen estudios que explican que las tasas de mortalidad en la niñez
han tenido descensos en países de América Latina (Lozano et al, 2005; WHO, 2008). Sin
embargo, aún prevalecen diferencias entre y al interior de los países y regiones. Existen 152
países en el mundo que han reportado descensos, de los cuales, 31 son de América Latina
(OMS, 2005; BM, 2007). Estos se caracterizan por elevados índices de pobreza, marginación y
desigualdad social. De los 4,000 millones de casos de diarrea, el 94% se asocia a factores
ambientales. En los países en vías de desarrollo la población más vulnerable se encuentra
entre los niños menores de cinco años (OMS, 2007). En estos países la mayoría de los 1,500
millones de muertes en la niñez que ocurren cada año, se dan principalmente por
enfermedades evitables tales como: enfermedades diarreicas agudas, enfermedades
respiratorias agudas y por desnutrición (Fricas y Martz, 2007).
La mortalidad en la niñez es considerada como uno de los indicadores más sensibles de
las condiciones de salud en la población, de calidad en salud y el bienestar. Por ser éste un
grupo de población vulnerable y por lo que implica la supervivencia en este periodo, debería
traducirse más que en la calidad de atención a este grupo de población, en un indicador de la
calidad de atención del sistema de salud (Ávila 2007).
Ante este escenario, el estudio se divide en cinco apartados, tras esta introducción se
abordará primeramente el contexto de estudio. Después la desigualdad social y los ODM en
Mesoamérica. Posteriormente se presenta el apartado de la mortalidad en la niñez. En seguida,
los cambios económicos y salud, después los materiales y métodos; y finalmente las
conclusiones.
Contexto de estudio
El contexto de este estudio fueron los estados de la Frontera Sur de México (Chiapas, Tabasco,
Campeche, Quintana Roo) y los países de Centroamérica (Guatemala, El Salvador, Honduras,
Nicaragua, Belice, Costa Rica y Panamá), lo que denominamos Mesoamérica (véase figura 1).
Este contexto se encuentra ubicado en la región de América Latina.
Respecto a su población, Centroamérica excepto Belice suman el equivalente de la
tercera parte de la población en México (Pomareda, 2008). Asimismo, los estados de la
Frontera Sur de México y países de Centroamérica, históricamente han compartido
características similares con la mayoría de los países centroamericanos. Cada uno de los
85
países y estados que conforman esta región padece altos niveles pobreza extrema, que afectan
especialmente a la población más vulnerable.
Figura 1. Ubicación geográfica de la región Mesoamericana.
Fuente: Laboratorio de Información Geográfica y Estadística (LAIGE) 2009.
Distribución poblacional
La población total de Centroamérica para el año 2005, fue de 40,221 habitantes (OCDE, 2006),
mientras que para la Frontera Sur de México fue de 1, 495, 620 habitantes (INEGI, 2005). Esta
región en los últimos 15 años ha tenido un crecimiento poblacional importante. Sin embargo,
sus características difieren con respecto a su población y densidad. Por ejemplo para el año
2000 en El Salvador y Guatemala se concentran el mayor número de habitantes/km² y su
densidad poblacional son las más altas de la región. Mientras que para Campeche y Belice
tienen la densidad más baja (13.0 y 11.6 respectivamente); aunque entre este Estado y país
tengan grandes diferencias en cuanto a su crecimiento poblacional. La densidad poblacional
similar se concentró en Costa Rica y Tabasco (véase cuadro 1).
Cuadro 1. Distribución poblacional de Mesoamérica (1990-2005).
Países/estados Población 1990 (miles) Población 2000 (miles) Población 2005 (miles) Área en km2 (2005)Densidad poblacional
km² (2005)
Belice 187 226 266 22 970 11.6
Costa Rica 3 049 4 023 4 322 51 100 84.6
El Salvador 5 110 6 276 6 875 21 041 326.7
Guatemala 8 749 11 390 12 700 108 889 116.6
Honduras 4 879 6 485 7 347 112 088 65.6
Nicaragua 3 827 5 070 5 483 130 000 42.2
Panamá 2 398 2 948 3 228 75 517 42.8
Campeche 557 505 709 222 754 730 57 995 13.0
Chiapas 332 614 402 486 431 206 73 289 56.0
Quintana Roo 517 554 904 787 113 065 42 360 27.0
Tabasco 156 397 193 584 196 619 24 737 85.0
Total 159 2269 224 6497 153 5841 719 986 871.1
Fuente: CEPAL 2005, CONAPO 2006 (b) e INEGI 2000 y 2005.
86
Desigualdad social y los Objetivos de Desarrollo del Milenio en Mesoamérica
Mesoamérica es considerada como una de las regiones en el mundo más desiguales al interior
y entre países de la misma región en términos económicos y de distribución de ingresos
(Kliksberg, 2002; Tortosa, 2007; Pérez y Mora, 2006; Salama, 2008). En términos del
crecimiento económico y PIB per cápita, Belice, Panamá y Costa Rica, se encuentran por
encima del promedio. Mientras que en El Salvador, Guatemala y el Sureste de México se
encuentran dentro del promedio; y finalmente Honduras y Nicaragua se sitúan por debajo del
promedio (OCDE, 2006).
Las desigualdades entre los países de Centroamérica son considerados como parte del
cuartil más pobre de naciones en el mundo (Banco Mundial, 2007). Lo que se manifiesta en sus
indicadores macroeconómicos entre ellos el PIB per cápita de Honduras, Nicaragua, están por
debajo de los países de América del Norte (EUA y Canadá); y también con relación al de los
otros países como Guatemala, el Salvador, Costa Rica y Panamá (OCDE, 2006). En este
contexto, es frecuente creer que la desigualdad de los ingresos produce inevitablemente
desigualdades en salud, educación y con ello la exclusión en dichas regiones (Sepúlveda,
2007).
En Mesoamérica estas desigualdades se inician con los problemas estructurales que se
hicieron visibles posterior a la Segunda Guerra Mundial en la región Latinoamericana. Es decir,
las transformaciones económicas y estructurales trajeron como consecuencia fuertes asimetrías
entre los países desarrollados y subdesarrollados. En este sentido, se experimentaron
transformaciones sociales, económicas, y políticos, que sin duda, remarcan los cambios
sociales presentes en dicha región y que pueden explicar las desigualdades existentes en
Mesoamérica.
Sin embargo, en esta región se han diseñado programas y políticas internacionales de
salud como los que tiene a su alcance la ONU6 con el objetivo de reducir la desigualdad
económica y en los indicadores de calidad de vida descritos en los ODM (ver cuadro 2). De
igual forma se han implementación estrategias para el bienestar de la población que vive en
extrema pobreza, aún se perciben deficiencias en cuanto a estas políticas, lo que ha incidido
negativamente en la superación de las metas. A tal grado que los resultados de los ODM
indican que van progresando desigualmente entre y al interior de las regiones, donde se ha
propuesto cumplir dichas metas para el 2015 (Mújica et al 2004; Prado, 2006).
6 Como son los objetivos de desarrollo del Milenio: 1. Erradicar la pobreza extrema, 2. Lograr la enseñanza primaria universal, 3.
Promover la igualdad de género y la autonomía de la mujer, 4. Reducir la mortalidad en los menores de cinco años 5. Mejorar la salud materna, 6. Combatir el VIH/SIDA el paludismo y otras enfermedades, 7. Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente, y 8. Fomentar una asociación mundial para el desarrollo (ONU, 2008).
87
A pesar de que existen instituciones por parte de la ONU que se desglosan para atender
la salud como la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización de Panamericana de
la Salud (OPS) en las Américas y el Fondo de la Salud para la Infancia (UNICEF), que
participan en el seguimiento de los ODM relacionados específicamente en salud, éstas no han
sido suficientes para influir en una mejor salud de la población, sobre todo, en aquellas regiones
vulnerables y exclusión social donde las personas más afectados en cuestiones de salud son
las más pobres y que tienen un menor ingreso, ya que los indicadores en salud están mucho
más abajo que la de los países con un ingreso más alto y que por tanto existe una
diferenciación entre las personas que viven en estos países (Safaei, 2007).
De esta manera, estudios como los de Torres y Mújica (2004) y Tortosa (2007)
concluyen que, de seguir con los mismos lineamientos en políticas públicas, los objetivos del
Desarrollo del Milenio difícilmente se cumplirán para el 2015, principalmente donde existen
desigualdades sociales, económicas y de salud, como es el caso de la región mesoamericana.
Sobre todo, porque la instrumentación de programas a nivel internacional van enfocadas a la
salud directamente, y no percatan que existen per se las desigualdades sociales y económicas,
lo cual muestran impactos pocos visibles en la salud de la niñez.
Para ello, se focalizan programas sociales por parte de instituciones internacionales e
identifican a la pobreza y exclusión social como problemas a combatir y diseñan medidas para
ello, sin embargo; no consideran que el problema es la injusta distribución de la riqueza social
(Feo, 2008). Bajo esta perspectiva, estas políticas internacionales de salud tengan escasos
impactos para la salud en particular para los niños/as.
88
Cuadro 2. Los objetivos del Desarrollo del Milenio con indicadores relacionados con la salud.
Objetivos del Desarrollo del Milenio Los indicadores relacionados con la salud para medir los
progresos
Objetivo 1: Erradicar la pobreza extrema y el hambre 1.8 Proporción de niños menores de 5 años con insuficiencia
ponderal
Objetivo 4: Reducir la mortalidad de los niños
menores de 5 años
4.1 Tasa de mortalidad de niños menores de 5 años
4.2 Tasa de mortalidad infantil
4.3 Proporción de niños de 1 año vacunados contra
el sarampión
Objetivo 5: Mejorar la salud materna
5.1 Tasa de mortalidad materna
5.2 Proporción de partos con asistencia de personal
sanitario especializado
Objetivo 6: Combatir el VIH/SIDA, el paludismo y
otras enfermedades
6.1 Prevalencia del VIH entre las personas de 15 a
24 años
6.2 Uso de preservativos en la última relación sexual
de alto riesgo
6.4 Relación entre la asistencia escolar de niños
huérfanos y la de niños no huérfanos de 10-14 años
6.6 Tasas de incidencia y mortalidad asociadas al
paludismo
6.8 Proporción de niños menores de 5 años con
fiebre que reciben tratamiento con los medicamentos
adecuados contra el paludismo
6.9 Tasas de incidencia, prevalencia y mortalidad
asociadas a la tuberculosis
6.10 Proporción de casos de tuberculosis detectados
y curados con el tratamiento breve bajo observación
directa
Objetivo 7: Garantizar la sostenibilidad del medio
ambiente
7.1 Proporción de la superficie cubierta por bosques
7.8 Proporción de la población con acceso a fuentes
mejoradas de abastecimiento de agua potable
7.9 Proporción de la población con acceso a
servicios de saneamiento mejorados
Objetivo 8: Fomentar una alianza mundial para el
desarrollo
8.13 Proporción de la población con acceso sostenible a
medicamentos esenciales a precios asequibles
Kekki, Pertti (2003).
Tendencias de la mortalidad en la niñez
La mortalidad en la niñez constituye un tema complejo en donde la enfermedad y la muerte se
presentan como fenómenos biológicos en un contexto social, es decir, sus condiciones de vida
89
dependen de factores sociales, culturales, epidemiológicos, ambientales y económicos. Para
entender estas relaciones se hace necesario conocer el contexto histórico social de la salud, ya
que no es suficiente comprenderlo a partir de lo biológico. Es decir, en las diferentes clases
sociales de una misma región que determinan los distintos segmentos de la población las
personas se enferman y mueran de una manera distinta (Laurell, 1982; Iriart, 2002). De manera
que, conocer el estado de salud de la niñez y paralelamente las relaciones con los diferentes
aspectos (sociales y económicos), puede explicar las tendencias de mortalidad de los niños/as
(Vergara, 2007). Mismo que puede ser utilizado para medir y evaluar la situación de la infancia
relacionados a su bienestar en un país (OPS, s/f).
En este sentido, el Banco Mundial (2007) y la UNICEF (2008), señalan que a nivel
mundial, el número de muertes de las y los niños menores de cinco años ha descendido,
mostrándose que la cifra en 2006 fue de 9,7 millones tras haber llegado hasta casi 13 millones
en 1990. Sin embargo, en el mundo más de 200 millones de niños no reciben atención
sanitaria, lo que contribuye a que casi 10 millones de niños mueran cada año por causas
prevenibles en países en vías de desarrollo (Banco Mundial, 2007).
Sin embargo, cuando se compara la región de América Latina y el Caribe con los países
desarrollados se puede percibir la disparidad existente entre las tasas de mortalidad de la
infancia. Es decir que, desde los años sesenta la mortalidad en niños/as ha descendido, no
obstante; continúan presentes las desigualdades entre los países de América Latina y países
de la OCDE (figura 2).
Figura 2. Tendencias de la mortalidad infancia en América Latina y el Caribe en comparación con 15 países de la OCDE 1960-2005.
10293
8572
5949
4235
29 2534
24 2215 12 9 8 6 5 5
0
20
40
60
80
100
120
19
60
19
65
19
70
19
75
19
80
19
85
19
90
19
95
20
00
20
05Ta
sa d
e m
ort
alid
ad
infa
nti
l
po
r ca
da
mil n
acid
os
viv
os
AL y el Caribe
Paises de la OCDE
Fuente: Elaboración propia. Base del Banco Mundial, World Development Indicators (WDI) y Comisión Económica para América
Latina y el Caribe (CEPAL), 2008.
90
Por otro lado, más de una cuarta parte de la niñez sufre de desnutrición, causa
fundamental de más de la mitad del total de muertes, pues mueren casi 6 millones de niños
cada año, la gran mayoría debido a trastornos neonatales o enfermedades infecciosas que son
curables, por ejemplo diarrea, neumonía, malaria sarampión (FAO, 2005; UNICEF, 2008). Por
estas mismas causas se registran en América Latina y el Caribe, ya que mueren 77,600 niños
cada año en este grupo de edad, lo que significa más de 200 muertes diarias (Fricas y Martz,
2007). Aunado a ello, la ONU (2008) señala que en la actualidad, aproximadamente 2,500
millones de personas, casi la mitad de la población del mundo en desarrollo, vive sin servicios
de saneamiento, lo que determina en gran medida las altas tasas de muertes en este
conglomerado de población.
Para el caso de México en el año 2000 las altas tasas se registraron en los estados de
Chiapas, Puebla, Estado de México, Oaxaca, Tlaxcala, Guanajuato y Querétaro. En contraste,
con los estados de Nuevo León, Sinaloa, Durango, Tamaulipas e Hidalgo que son los que
tienen las menores tasas de mortalidad en la niñez (SSA, 2008). Sin embargo, cuando se
compara al interior de los estados de México en el 2004 se registran las grandes diferencias, es
decir a nivel nacional fue de 24.0, en el Distrito Federal 14.4 y en Chiapas de 26.3 por cada mil.
Para el mismo periodo los países de Guatemala sus tasas reportadas fueron de 45,
Belice 38, Costa Rica 13, Honduras 41, Nicaragua 38, Panamá 24 y el Salvador 28, todo esto
por mil, en cambio en los países desarrollados, la tasa de mortalidad es de apenas 6 muertes
por cada 1,000 (UNICEF 2006).
Estas desigualdades que se dan en éstos países está relacionado en gran medida por
las condiciones histórico estructurales y porque en países en vías de desarrollo son las que no
reciben en absoluto el porcentaje de la financiación en salud que les debería corresponder por
lo que con ello, no se logra atender las necesidades no satisfechas de la población
(MacCormack, 2008).
Cambios económicos y salud
En los países donde persisten grandes diferencias en desigualdad económica y social, existen
impactos de mayor gravedad que afectan a los grupos más vulnerables, particularmente niños,
mujeres, ancianos, personas con capacidades diferentes y poblaciones indígenas. Asimismo,
en los niveles nacionales y locales, se identifican desigualdades, grandes brechas socio
sanitarias que se expresan en diferencias socioeconómicas, en los indicadores de enfermedad
y muerte, en la disponibilidad, acceso y calidad de la atención a la Salud (López, s/f)).
91
En este sentido, la política económica considera a la salud como uno de los elementos
importantes para la productividad como eje del desarrollo (Lechusa y Mayen 2009). Además,
invertir en salud aumenta la capacidad de las personas, de las familias y sociedades para
competir en el mercado internacional (Labónte y Schrecker, 2007). Así también, contribuye al
crecimiento económico a largo plazo, es decir, tiene un impacto positivo en términos de
productividad cuando se llega a la vida adulta (Lusting, 2008).
Sin embargo, la desigualdad social puede incidir de manera negativa en el crecimiento y
en el desarrollo económico y sostenible (PNUD, 1994). A tal magnitud de que para que exista
un adecuado crecimiento y desarrollo, se requiere de una población con buena salud,
educación formal y además competitiva para insertarse en el mercado laboral que cada vez
más demanda mano de obra calificada (González y Luna, s/f). Por ejemplo, Keynes (1936)
sostuvo que los grandes inconvenientes de la sociedad económica giraban en torno a su
incapacidad para proporcionar el pleno empleo y su arbitraria; y desigual distribución de la
riqueza e ingresos (García y Pérez, s/f).
Por tanto, era necesario la intervención complementaria del Estado al mercado en el
área del bienestar social (por ejemplo en la mejora de sistema de pensiones, servicios
sanitarios, educación, vivienda), como regulador económico en la elección individual a través
del gasto público, para que funcionara adecuadamente porque existían desequilibrios producto
de los desajustes y contradicciones en la sociedad, por lo que, esto impedía la libre oferta y
demanda, ya que limitaban el ahorro y la inversión (Espina, 2008).
Por consiguiente, es conocida la relación existente entre la salud y la economía de de la
población de determinado país. Ello debido a que, se esperaría que a medida que incrementara
el PIB per cápita en un país, la salud se tornara favorable en términos de bienestar para la
población. Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones ocurre lo contrario porque la relación
de estos indicadores está mediada por otros aspectos particulares del contexto social, como la
desigualdad en términos del incremento de la distribución de los ingresos pero principalmente
en los gastos sanitarios, mismo que se reflejan en los indicadores de salud de cada región y
país.
En este contexto los países desarrollados se caracterizan por tener una cobertura
sanitaria amplia que cuenta con fuertes sistemas de protección social y pocas desigualdades, lo
que conduce a que las tasas de mortalidad en niños/as sean bajas (Rubert, 2008). Mientras
que en la mayoría de los países subdesarrollados, las desigualdades sociales son altas, por la
heterogeneidad en la distribución del ingreso y porque su crecimiento o estancamiento
económico son elevados, lo que produce sociedades excluyentes e inestables que debilitan la
92
cohesión social y por consiguiente tiene efectos negativos sobre la salud de la población
(Salama, 2008).
Por otro lado, porque existen asimetrías en los contextos sociales. Según Zavala de
Cosío (1999), argumenta que los modelos de transición demográfica tanto en América Latina,
como en Europa fueron diferentes. Por un lado, en América Latina dichas diferencias se
suscitaron por la introducción de políticas públicas en cuestiones de salud, mientras que en
Europa, estos cambios se presentaron vía cuestiones culturales, como la edad a la primera
unión, uso de métodos anticonceptivos, costumbres, tradiciones, y las características
particulares de organización social en estos países.
En este sentido, las condiciones precarias en que viven las poblaciones con niveles
bajos de ingreso están acompañadas de los bajos niveles en los gastos en salud. Lo que se
refleja en poblaciones específicas como Mesoamérica. En esta región, si bien, el gasto per
cápita en salud ha aumentado estos no han sido significativos porque aún se perciben fuertes
asimetrías en los gastos en salud entre países.
En Guatemala y Panamá por ejemplo existen brechas en cuanto a este rubro, a pesar
de que Guatemala incrementó su gasto en salud en el periodo 1995-2006, aun se presentan
diferenciación cuando se compara con Panamá (véase, figura 3).
Figura 3. Gasto total en salud (GTS), como porcentaje del PIB, 1995-2006.
3.7
2.1 2.3
4.24.7
5.5
5.4 5.25.2 5.2 5.1
5.8
6.4
7.6
8.1
8.2
7.9 8.0 7.97.4
7.1 6.9 6.9 7.0
0
1
2
3
4
5
6
7
8
9
1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006
Gas
to to
tal
en s
alu
d,%
PIB
Belice Guatemala El Salvador Honduras
Nicaragua Panamá Costa Rica México
Fuente: Elaboración propia. Con base a datos de los cuadros de cuentas nacionales en salud (OMS), 2008.
93
Materiales y métodos
Diseño de estudio
El diseño de estudio es de tipo ecológico7 (Rothman, 1987 y Schneider, 2002). Para ello, se
utilizaron las bases de datos de Mortalidad en la Niñez8, tomando como indicador la Tasa de
Mortalidad de Niños menores de cinco años (variable dependiente) en el periodo de 1990 a
2007; indicador que está inscrito en los ODM, y se relacionó con algunos indicadores
económicos como el PIB por habitante, el gasto en salud como porcentaje del PIB y socio
demográficas como la esperanza de vida y la Tasa Global de Fecundidad, las cuales fueron
obtenidas por diversas bases de datos de instituciones9. Este análisis se hizo para siete países
de Centroamérica y cuatro estados de la Frontera Sur de México.
Variables explicativas o independientes
Existen diferencias en cuanto a los indicadores de cada unos de los países y estados, en
particular importancia los que se refieren a la mortalidad en la niñez. Estas pueden ser
explicadas a partir de las políticas de desarrollo, diseñadas e implementadas en cada uno de
éstos países. Además, tiene mucho que ver el nivel de desarrollo socioeconómico de estos
países para que se obtenga cambios significativos en este conglomerado de población.
En este sentido, se utilizó el indicador PIB por habitante, como medida de bienestar en
un país, la cual en primera instancia permite dar cuenta la desigualdad entre ellos y porque es
considerado un indicador determinante en la mortalidad en la niñez (Houweling, 2005). Así
mismo, se analizó el indicador gasto en salud como porcentaje del PIB, ya que permite
evidenciar en qué medida un país o Estado está contribuyendo a este gasto para disminuir las
TMN. Por otro lado, se analizaron los indicadores socio demográficos como esperanza de vida y
las tasas globales de fecundidad para determinar la asociación o no entre las TMN.
7 En los estudios ecológicos la unidad de análisis es un conglomerado de individuos que se agrupan según criterios
geodemográficos, socioeconómicos o de otro tipo. Estos estudios se basan generalmente en datos secundarios agregados por unidades geopolíticas. 8El número de niños menores de 5 años que mueren en un año por cada 1,000 niños en esas edades. Esta se calcula por el
cociente del numerador las defunciones menores de cinco años en un año dado entre el cociente del denominador el número total de niños menores de cinco años a la mitad de ese año por mil (OMS, 2000). 9 El Centro Centroamericano de Población, Fondo de las Naciones Unidas de la Infancia, el Banco Mundial, la Organización Mundial
de la Salud, el Sistema Nacional de Información en Salud, el Consejo Estatal de Población de México, el Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática.
94
Análisis estadístico
Para el análisis primeramente se hizo un análisis de tendencia de las Tasas de Mortalidad en la
Niñez para conocer los cambios ocurridos en el periodo de 1990-2007. Posteriormente se utilizó
el análisis de regresión lineal para conocer la asociación o no entre las variables dependientes
versus las variables independientes. Los efectos de las variables independientes fueron
explicados en términos relativos. Es decir, se cruzaron las variables independientes con las
TMN, lo que permitió conocer la relación significativa o no en cada una de las variables
utilizadas.
Resultados
Tendencias de la mortalidad en la niñez
Las tasas de mortalidad en la niñez en la mayoría de los países de Centroamérica y la Frontera
Sur de México para el periodo 1990 y 2006 han descendido. Sin embargo, las grandes
diferencias se concentran entre los países de Guatemala y Costa Rica (25 y 16
respectivamente).
Por otro lado, para Guatemala en 2006 muestran que las tasas han disminuido, sin
embargo; no son significativos cuando se comparan con la tasa más baja reportada en Costa
Rica.
En los estados de la Frontera Sur de México, la diferencia registrada para 1990 y 2006
se encontró en Chiapas, reportando la tasa más alta respecto a los demás estados, en
contraste con la tasa más baja registrada en los estados de Tabasco y Campeche (23 y 24
respectivamente) (figura 4).
95
Figura 4. Tendencias de la mortalidad en la niñez en Mesoamérica 1990-2006.
18.0 16.0 14.0 12.216.0
82.0
64.0
53.0
43.0
25.0
0.0
10.0
20.0
30.0
40.0
50.0
60.0
70.0
80.0
90.0
1990 1995 2000 2005 2006
TM
N *
100
0
Belice Costa Rica El salvador
Guatemala Honduras México
Nicaragua Panamá Campeche
Chiapas Quintana Roo Tabasco
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Producto Interno Bruto por habitante en Mesoamérica
La desigualdad entre el PIB por habitante entre países de Centroamérica para 2007 se dio
principalmente entre Costa Rica y Honduras (5085.1 y 1420.4 dólares respectivamente);
mientras que para la Frontera Sur de México se concentran entre Campeche y Chiapas. Sin
embargo, entre estados de la Frontera Sur, Chiapas ocupa el menor PIB por habitante en
comparación con los demás estados de la misma región (700.9) (véase cuadro 3).
Cuadro 3. Producto Interno Bruto por habitante en dólares para Mesoamérica 1990-2007.
Años Bel Cos Sal Guat Hon Méx Nic Pan Cam Chi Quin Tab
1990 2818.2 3123.2 1638.5 1446.6 893.7 4960 712.6 2941.5 2049.5 588.2 2146.7 882.1
1995 2905.7 3607.6 1993.1 1588.5 917.8 4886 688.5 3470.6 2364.7 2334.2 972.9 664.0
2000 3433.2 4062.8 2092.8 1718.4 929 5873.6 794.4 3912.4 2407.0 2328.2 956.4 672.1
2005 4024.9 4504.9 2128.6 1720.4 977.3 5993.2 835.1 4433.8 1951.6 665.4 2137.8 896.2
2007 3982.1 5085.1 2252.1 1665.5 1420.4 7093.7 884.9 5205.6 2407.0 700.9 2182.2 837.6
PIB por habitante (dólares) en Mesoamérica
Fuente: Elaboración propia con base al Sistema de Cuentas Nacionales de América Latina y el Caribe, en dólares 2005 de la
Comisión Económica para América Latina y el Caribe. Base de datos del Sistema de Integración Económica Centroamericana 2007.
Información financiera y económica del Banco de México en diferentes años.
96
0.00 10000.00 20000.00
PIB por habitante
25.00
50.00
75.00
100.00
125.00
TMN
1TMN = 43.08 + -0.00 * PIBx_hab
R-cuadrado = 0.03
Tasas de Mortalidad en la Niñez y Producto Interno Bruto por habitante
Respecto a la relación entre la TMN y el PIB por habitante se percibe que existe una relación no
significativa (IC=95% y R2=0.03). Es decir, que el PIB por habitante no está determinando las
Tasas de Mortalidad en la Niñez, posiblemente puede deberse a que en la mayoría de estos
países y estados tengan un PIB por habitante muy bajo excepto Costa Rica, y que por tanto no
esté influyendo directamente en el descenso de la mortalidad (véase figura. 5).
Figura 5. Relación entre la Tasa de Mortalidad en la Niñez y Producto Interno Bruto por habitante (PIB) en dólares 1990-2007.
Fuente: Elaboración propia con base a datos de Situación demográfica de Centroamérica 1995 expresado en dólares.
Centroamérica en cifras 1980-2005. Cuentas Nacionales de América Latina y el Caribe, en dólares 2005.
Tasa de Mortalidad en la niñez y gasto en salud como porcentaje del PIB
Existe una relación marginalmente significativa en Mesoamérica con respecto al gasto de salud
como porcentaje del PIB versus con la TMN (IC=95% y R2=0.01). Es decir, que posiblemente la
inversión en el gasto público en salud no influya en mayor medida en el descenso de la TMN,
dado que los países y estados no estén invirtiendo un mayor porcentaje en la salud y atención
médica de la población en los niños/as, lo que se manifiesta en sus resultados (véase figura 6).
97
2.00 4.00 6.00 8.00 10.00
Gasto público en salud % PIB
25.00
50.00
75.00
100.00
125.00TM
N
1TMN = 47.04 + -1.21 * Gast_pubSal
R-cuadrado = 0.01
Figura 6. Relación entre el gasto en salud como porcentaje del PIB y la TMN en Mesoamérica 1990-2007.
Fuente: Elaboración propia. Con base a datos de los cuadros de cuentas nacionales en salud (OMS) (2008)
Tasa de Mortalidad en la Niñez y Esperanza de vida
Respecto a la Tasa de Mortalidad en la Niñez y la esperanza de vida se percibe una relación
moderadamente significativa, es decir que los cambios ocurridos en la esperanza de vida está
determinando en un 53 por ciento las TMN (IC=95% y R2=0.53) (véase figura 7).
98
60.0 65.0 70.0 75.0
Esperanza de v ida
25.00
50.00
75.00
100.00
125.00
TMN
1TMN = 244.18 + -2.93 * Esp_vid
R-cuadrado = 0.53
Figura 7. Tasa de mortalidad en la niñez y esperanza de vida en Mesoamérica 1990-2007.
Fuente. Elaboración propia con Bases de datos del Instituto de Nutrición de Centroamérica y Panamá 2005. Centroamérica en cifras
1980-2005 y el Consejo Nacional de Población 2005.
Tasa de Mortalidad en la Niñez y Tasa Global de Fecundidad
Existe una relación marginalmente significativa entre la TMN y la Tasa Global de Fecundidad10
(TGF) (IC=95% y R2=0.46). Es decir, que un aumento en la Tasa de Mortalidad en la Niñez se
da un incremento en la fecundidad de las mujeres, dado que la fecundidad está explicando en
un 46 por ciento las TMN. Ello indica que posiblemente las mujeres en edad reproductiva
reemplacen su hijo con otro cuando existe mortalidad en la niñez en su historia de embarazos
(véase figura 8).
10
Es el número de hijos nacidos vivos que tiene una mujer al final de su vida reproductiva.
99
2.00 3.00 4.00 5.00 6.00
TGF
25.00
50.00
75.00
100.00
125.00
TMN
1TMN = -5.79 + 12.54 * TGF
R-cuadrado = 0.46
Figura 8. Tasa de Mortalidad en la Niñez y Tasa Global de Fecundidad en Centroamérica
1990-2007.
Fuente: Elaboración propia. Con base de datos INCAP 1990-2005, Centroamérica en cifras 1980-2005 y CONAPO 2000 y 2005.
Conclusiones
Al interior de los países y estados que conforman Mesoamérica existen importantes asimetrías
en cuanto a las Tendencias en la Mortalidad en la Niñez. Es decir, que en el periodo de 1990 a
2006 las tasas han descendido. Sin embargo, es posible observar que existen diferencias
cuando se comparan Costa Rica y Guatemala.
Así mismo, cabe mencionar que para algunos estados y países de esta región sus TMN
son equivalentes (altas) tal es el caso de Chiapas y Guatemala. Ello indica que la relación
existente entre este Estado y país conllevan a muchas hipótesis entre las que se encuentran la
acentuada similitud en las condiciones geográficas, sociales, históricos, aunado a las
desigualdades en el ingreso, sociales, de salud, que se manifiestan en este indicador, dichas
matices que se presentan en esta región, dan cabida a que los programas de salud no se
cumplan con los objetivos de desarrollo propuestos desde el ámbito internacional.
En este escenario los organismos internacionales han diseñado e implementado
políticas de salud en regiones con pobreza extrema, aún siguen presentes las altas Tasas de
Mortalidad en la Niñez a nivel regional. Debido a que éstas políticas no se diseñan de acuerdo a
las necesidades particulares de cada contexto o en su mayoría se enfocan a una enfermedad
100
específica. Pudiéndose implementar políticas integrales en donde se incluyan los factores
multidimensionales que están influyendo en las TMN para esta región en particular.
Por otro lado, en esta región existen desigualdades en el Producto Interno Bruto (PIB)
por habitante cuando se especifica por Estado y región. Este indicador puede influir de manera
directa en la salud de los y las niñas, dado que los países y Estados que cuentan con un PIB
per cápita alto, tengan menores Tasas de Mortalidad en la Niñez; y por el contrario un país con
menor PIB per cápita las TMN se incrementen. Ante este contexto, estas correlaciones
negativas que se observaron en los resultados de este estudio permiten señalar que si se
incrementará el PIB por habitante en estas regiones, especialmente en la salud, se
manifestarían en cambios importantes. Ya que el nivel de salud de la población, particularmente
durante periodos largos tienden a asociarse con el nivel del crecimiento económico y la
disponibilidad general de los recursos, si esta se destinaría en gastos sanitarios (Casas, 2002).
Bajo dicha perspectiva, se destaca la importancia de este estudio, dado que se confirma
los resultados cuando se analiza la TMN y el gasto en salud como porcentaje del PIB (relación
marginalmente significativa), lo que indica que es necesario incrementar los gastos sanitarios en
esta región para que los cambios sean significativos.
Así también, se encontró una asociación moderadamente significativa, entre la
esperanza de vida; lo que subraya que a mayor incremento en la esperanza de vida de un país
o Estado las TMN disminuirían. Además, de que este indicador refleja las condiciones médico
sanitarias y el desarrollo económico y social de un país en su conjunto. De igual forma, se
asoció con la Tasa Global de Fecundidad, dando como resultado una relación marginalmente
significativa. Estos cambios que existen en las TMN podrían estar determinados en mayor
medida por la TGF (entre mayores hijos muertos en la niñez mayor fecundidad) que están
explicadas a partir de la Teoría de la Transición Demográfica11 y mediada por variables
socioculturales.
En definitiva, este trabajo enfatiza la importancia particular, de que los indicadores
económicos no cumplen como efecto de predicción en el descenso de las Tasas de Mortalidad
de la Niñez en éstas regiones; sino que están mediados por otra variables como la educación
de la madre, el índice de desarrollo humano de cada país y Estado; y la migración entre otras
variables.
Por lo tanto, si no hay un replanteamiento de las políticas internacionales de salud, será
muy difícil que se cumplan las metas establecidas en los ODM para los países de la región.
11 En primer lugar, explica por qué el crecimiento de la población mundial se ha disparado en los últimos 200 años. En segundo
lugar, describe el periodo de transformación de una sociedad preindustrial, caracterizada por tener unas tasas de natalidad y de
mortalidad altas, a una sociedad industrial o incluso una sociedad postindustrial, caracterizadas por tener ambas tasas bajas.
101
Éstas sólo serán posible si los presupuestos nacionales se incrementan los rubros de salud,
combate a la pobreza y becas para la educación básica y media en los contextos vulnerables
(rurales, indígenas y urbano marginales).
102
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106
El crecimiento de las entidades federativas de México desde una perspectiva tipológica y factorial
Óscar Rodil Marzábal1
Jorge Alberto López Arévalo2
Introducción
Desde principios de los años noventa se viene produciendo una intensa discusión entre los
economistas que investigan acerca del crecimiento económico, discusión que viene girando en
torno a si los diferenciales de renta y producto per cápita entre países o regiones del mundo
están aumentando o disminuyendo. El interés creciente en la investigación macroeconómica
procede de la teoría del crecimiento económico, que ha desplazado la anterior preocupación
por los ciclos económicos (Fuentes, Díaz y Martínez 2003). Con la publicación en 1986 de la
tesis doctoral de Paul Romer y la subsiguiente aportación de Robert Lucas (1988) renació la
teoría del crecimiento económico como campo de investigación activo. Según esta línea de
argumentación, una de las principales diferencias entre la nueva generación de economistas y
la de los años sesenta es el gran interés que los investigadores actuales dedican a los temas de
carácter empírico (Sala -i- Martin 2000). En este sentido, la globalización y sus efectos sobre
países y regiones seguramente ha actuado como dinamizador de esta discusión.
No puede dejarse de lado la importancia del crecimiento económico de México, pues la
brecha entre México y otras naciones se ha ampliado notablemente en los últimos 47 años3.
Tales disparidades son también manifiestas en el interior de los países: entre las áreas urbanas
y las rurales; entre las regiones prósperas y las rezagadas; y entre las áreas metropolitanas y
las ciudades medianas y pequeñas. El fenómeno es todavía más acusado en los países en
desarrollo, en donde la diferencia en los niveles de ingreso entre los estados más ricos y los
más pobres pueden llegar a ser de 6:1 como en México (Distrito Federal y Chiapas), mientras
en 1970 era de 3,9:1, (Moncayo 2004)4.
En el ámbito académico existe una lectura optimista del desarrollo, apoyada en la teoría
neoclásica, que considera que los niveles de renta entre territorios está disminuyendo, mientras
que la teoría del crecimiento endógeno postula la hipótesis de divergencia, en el sentido de que
la dinámica de las fuerzas del mercado impulsaría una acumulación creciente de riqueza e
1 Universidad de Santiago de Compostela (España), correo electrónico: [email protected].
2 Universidad Autónoma de Chiapas (México), correo electrónico: [email protected].
3 En 1960, por ejemplo, el producto per cápita de México era prácticamente el mismo de España y más del doble que el de la
República de Corea (Fuentes, Díaz y Martínez, 2003). En 2007 el PIB per cápita de México es apenas el 26,8 por ciento del producto per cápita de España y el 43 por ciento de la República de Corea (cálculos en base al Banco Mundial, 2009). 4 El estado más pobre (Chiapas) tiene ingresos equivalentes al 41 por ciento en relación al ingreso promedio del país y de 16,9 por
ciento con relación al Distrito Federal (D.F.).
107
ingreso en las economías más desarrolladas, aumentando la divergencia entre países y
regiones.
Este debate tiene una alta relevancia, en la medida en que sus implicaciones tocan
algunas de las cuestiones cruciales de la agenda del desarrollo contemporáneo. Entre éstas
están, por ejemplo, la de los impactos territoriales de la globalización y los procesos de
integración económica (Unión Europea, TLCAN, Mercosur, APEC...); las condiciones de
viabilidad del Estado-nación; la pertinencia de las políticas orientadas a lograr una mayor
equidad interterritorial (descentralización fiscal); la influencia de las dinámicas territoriales en las
estrategias de localización de las empresas; y las relaciones entre patrones de concentración
de la actividad productiva y los niveles y estabilidad del crecimiento (Moncayo 2004)5.
Bajo este contexto, el presente trabajo tiene como objeto analizar los diversos patrones
de crecimiento económico seguidos por las diferentes entidades federativas de México a lo
largo de las últimas décadas. El análisis se bifurca en dos líneas que se entrelazan. La primera
se centra en el estudio de la evolución comparada del PIB per cápita de los estados tomando
como referencia el promedio nacional, tratando en última instancia de establecer una tipología
con base en las diferentes situaciones y tendencias observadas. La segunda trata de aproximar
una explicación de la heterogeneidad de comportamientos, identificando diversos factores que
se hallan detrás de las tendencias observadas (inversión directa extranjera, formación de capital
humano o cambios en la estructura productiva).
Los estudios de disparidades regionales en México
En los últimos tiempos se han realizado múltiples estudios que han querido dar cuenta de los
factores explicativos de las disparidades regionales en México, entre los que destacan los de
Esquivel (1999) que presenta un análisis de convergencia beta (β) y sigma (σ) entre estados
mexicanos. Los resultados son muy similares a los de Messmacher (2000). La diferencia estriba
en que Esquivel (1999) se concentra en períodos de 10 años entre 1940 y 1995 (el último
periodo de 1990-1995), mientras que en Messmacher (2000) el análisis abarca períodos de
cinco años e incluye observaciones de 1970 a 1999, tratando de capturar los efectos de la
entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
El estudio de Esquivel (1999) concluye que "se identificaron dos fases claramente
diferenciadas del proceso de convergencia regional: la primera de ellas, de 1940 a 1960, se
caracterizó por un proceso relativamente rápido de convergencia regional; durante la segunda
5 También, podemos visualizar que los test de convergencia buscan dar respaldo técnico a posiciones políticas que se oponen a
una mayor redistribución de recursos fiscales a favor de las regiones más atrasadas (Moncayo, 2004).
108
fase, de 1960 a 1995, este proceso se detuvo de manera súbita e incluso mostró cierta
tendencia a revertirse". En otro estudio posterior, Esquivel (2000) encuentra que variables
geográficas (clima, vegetación, orografía...) son capaces de explicar alrededor de dos terceras
partes de la variación interestatal del ingreso per capita en México, ya que sus resultados
sugieren que entre un 45 y un 63 por ciento de la desigualdad regional en 1995 es atribuible a
estas características puramente geográficas de las entidades mexicanas.
Messmacher (2000), encuentra que la convergencia estatal en el producto per cápita ha
sido muy limitada durante los últimos treinta años. En particular, la brecha porcentual no se ha
cerrado durante la década de los noventa. Además, se ha observado un incremento en
términos absolutos de la dispersión del producto per cápita entre estados. Además considera
que los estados del norte del país han crecido más que los estados del centro y sur. Esta es la
evidencia más definitiva en términos de un efecto regional diferenciado del TLCAN.
Los resultados obtenidos por Chiquiar (2005) apoyan la hipótesis de que, después de
1985, la convergencia β entre los productos per cápita de los estados mexicanos ha
desaparecido y que esta divergencia no se invierte después del TLCAN. También presenta
resultados que sugieren que los ganadores de los cambios estructurales son los estados
inicialmente dotados, o capaces de atraer, mayores niveles de capital humano e industrial y una
mejor infraestructura. Esto fue especialmente cierto para los estados del norte del país, que
adicionalmente se han beneficiado de su proximidad a los Estados Unidos. En cambio, los
estados del sur, cuya fuerza laboral está más concentrada en las actividades agrícolas y que
tienen más retrasos en capital humano y en infraestructura, son los perdedores del cambio de
políticas llevadas a cabo hacia mediados de los años ochenta.
Otro análisis de actividades, como las remesas en el crecimiento económico de México,
ha sido estudiado por Mendoza y Calderón (2006), sugiriendo que en la etapa de apertura e
integración económica de México se han generado diferentes fuentes de flujos financieros, en el
que las remesas no muestran impactos positivos en el crecimiento económico, lo cual apunta a
que, si bien su monto es elevado, no está claro el vínculo directo entre estos recursos
financieros y la forma en que se han utilizado para estimular al crecimiento económico regional.
Pérez (2004), considerando variables espaciales y dividiendo el país en Norte y Sur,
encuentra que a pesar de la existencia de casos “especiales”, las regiones del país poseen
marcadas diferencias y que la relación norte-sur predominó a lo largo del periodo estudiado.
Esto confirma las diferencias en el crecimiento y los desequilibrios, medidos a través de los
indicadores considerados. Sin embargo, no se puede decir que no haya existido un mínimo
avance a nivel sectorial derivado del cambio estructural y que este no haya mejorado la
109
situación de algunos estados del sur incrementando su nivel de renta, ya que algunos estados
de tipo dependiente en 1970 hoy pueden ser considerados estados de tipo intermedio.
El análisis realizado por Pérez (2004), como él mismo señala, puede interpretarse como
diferenciado de los otros pero también complementario, aunque en una versión débil.
Adicionalmente puede verse como una herramienta útil, intuitiva y descriptiva, para conducir
análisis de esta naturaleza que arroja información mas completa y variada gracias a la
interacción de variables que consideran el espacio y variables tradicionales, ya que no solo nos
da información de donde están ubicados los sectores y estados mas oligopólicos sino que
además puede indicar el tipo de empresa característica de la región de manera indirecta a
través de la variable “Tamaño Medio de la Empresa” (TME) y aquellas relacionadas. Restaría,
en consecuencia, reforzar el estudio realizado por este autor (Pérez, 2004) con la finalidad de
poder obtener resultados más sólidos, que confirmen sus conclusiones preliminares.
Silva (2003), ante la falta de evidencia de convergencia en los países de América Latina
(Perú, Brasil, Chile, México, Colombia y Bolivia), decide realizar un análisis regional
complementario, a través del cual se clasifican los territorios, denominándolos ricos y pobres, o
ganadores y perdedores, con el propósito de obtener una explicación económica más precisa
sobre su condición. Se busca detectar cuáles son los atributos de un territorio ganador y las
carencias que determinan que otros sean perdedores, a fin de avanzar en la identificación de
políticas públicas más adecuadas.
Respecto a lo que ha pasado después de la apertura comercial, ha sido materia de
debate pero prevalece la hipótesis de que el país ha experimentado un proceso de divergencia
regional (Esquivel-Mesmacher 2002, Rodríguez-Orregia 2005, entre otros). Todo ello ha llevado
a enfocar el análisis de crecimiento regional en México desde una perspectiva de convergencia
condicional en donde se reconoce que las regiones convergen a su propio estado estacionario
(reconociendo con ello las diferencias regionales). Diversos factores han sido aludidos para
explicar este proceso de convergencia condicional: capital humano (Esquivel 2000, Mesmacher
2002, Barceinas y Raymond 2005 y Díaz Bautista-Díaz Domínguez 2003), apertura comercial
(Díaz-Bautista 2003), inversión pública en infraestructura (Rodríguez-Orregia 2005), distancia
con la frontera de Estados Unidos (Díaz-Bautista 2005), infraestructura pública (Fuentes Flores
2007, Cabrera y Lozano 2008).
Aunque no todos los analistas coinciden en cuanto a la duración del ciclo de
convergencia, la mayoría de ellos sí están de acuerdo en que la fase de polarización comenzó
en los años 80. Estos son los casos de Juan-Ramón y Rivera (1996), Messmacher (2000),
Arroyo (2001) y Chiquiar (2005).
110
Fuentes, Díaz y Martínez (2003), en un libro integrado por once trabajos independientes
analizan las tendencias de la desigualdad en México ante la apertura comercial, la
convergencia económica en México, la dinámica industrial de la frontera norte de México, la
convergencia en productividad de manufacturas urbanas, la divergencia económica, el capital
humano y la infraestructura pública, la convergencia regional y el comercio internacional; y la
convergencia y divergencia regional en los casos de México y España. Los trabajos
presentados en esa obra (Fuentes, Díaz-Bautista, y Rodríguez 2003; Díaz-Bautista y Díaz-
Domínguez 2003, Rodríguez 2003 y de León 2003) muestran tres regularidades empíricas: i) la
hipótesis de convergencia beta (β) se cumple en prácticamente todos los periodos y muestras
nacionales y regionales utilizadas; ii) el proceso de convergencia parece ser demasiado lento; y
iii) la velocidad estimada de convergencia en los estudios es muy parecida. La estabilidad de
este parámetro sugiere que los mecanismos subyacentes al proceso de convergencia operan
con una cierta regularidad tanto a nivel nacional como regional.
Otros trabajos en este libro (Fuentes A. y Mario Fuentes 2003; Fuentes; y Mendoza 2003
y Martínez 2003) llegan a sostener como conclusiones generales que los procesos de
divergencia económica entre regiones de México resultan, fundamentalmente, de las
diferencias de productividad que aún subsisten entre ellas, las diferencias en la estructura
productiva y las diferencias en las características estructurales (dotaciones de capital humano y
físico) definitorias de sus estados estacionarios (Fuentes, Díaz y Martínez 2003).
Como se puede observar, existe una abundante literatura sobre el análisis de estas
características en México, pero el presente estudio tiene la particularidad de combinar una
aproximación a algunos de los principales factores explicativos de las disparidades regionales
(capital humano, atracción de inversión directa extranjera, estructura productiva y nivel de
desagrarización) con las implicaciones del nuevo contexto de inserción externa marcado por el
Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). En este sentido, este trabajo
incorpora una tipología de estados con base en su dinámica económica y al mismo tiempo trata
de identificar la presencia de rasgos estructurales y pautas de comportamiento parcialmente
coincidentes dentro de cada grupo de clasificación. En última instancia, el estudio supone una
aproximación a algunos de los principales factores explicativos de las disparidades económicas
observadas entre las entidades federativas de México, con especial atención al período
correspondiente a la etapa de integración en el TLCAN.
111
Una breve panorámica de las disparidades regionales en México antes del TLCAN (1970-
1993)
Las disparidades regionales en el período 1970-1993
La evolución de las disparidades regionales en México durante el período comprendido entre
1970 y 1993, en términos de PIB per cápita, se caracteriza en líneas generales por una
tendencia a aumentar, tal como revela el análisis de convergencia sigma, entendido como la
evolución en el tiempo de la dispersión regional del Producto Interno Bruto per capita (gráfico
1).
Dentro de este período se pueden diferenciar tres etapas que responden a tendencias
ciertamente contrapuestas. La primera etapa abarca el período 1970-1975, observándose una
reducción de las disparidades (convergencia), que coinciden con el alza del precio internacional
del petróleo; lo que favoreció especialmente a estados relativamente atrasados y que en esos
momentos empezaban a ser petroleros (Chiapas, por ejemplo). La segunda etapa comprende el
período 1975-1985, produciéndose un aumento significativo de las disparidades (divergencia),
que coincide con el auge y posterior declinación de los precios internacionales del petróleo, así
como con la crisis de la deuda y las reformas estructurales. La tercera etapa abarca el período
1985-1993, volviéndose a producir una reducción de las disparidades en el ingreso per cápita
(convergencia-estancamiento), que coincide con el avance de las reformas estructurales y el
preludio a la entrada de México en el TLCAN (Gráfico 1).
112
Gráfico 1.
Análisis de convergencia sigma (1970-1993)
0,30
0,32
0,34
0,36
0,38
0,40
0,42
0,44
0,46
0,48
0,50
1970 1975 1980 1985 1988 1993
Desvia
ció
n t
ípic
a d
el P
IB p
er
cápita (
en logaritm
os)
Fuente: Elaboración propia a partir de información procedente del INEGI.
El nuevo contexto del TLCAN y sus implicaciones territoriales
Sin lugar a dudas, la entrada de México en el TLCAN, materializada a partir de 1994, abrió las
puertas a importantes retos y desafíos para la economía mexicana, con efectos potencialmente
diversos tanto sobre la inserción externa global de la economía mexicana (apertura al exterior,
tanto comercial como productiva) como sobre su dinámica económica interna (desigual
incidencia territorial). Factores tales como la mayor o menor proximidad a la frontera con
Estados Unidos así como la acumulación de capital humano, físico y tecnológico constituyen
elementos diferenciadores que permiten el mayor o menor aprovechamiento de los efectos
positivos de la integración económica con los “gigantes del Norte”.
En este sentido, si bien es cierto que los efectos globales que se derivan de la
integración económica han constituido el objeto de estudio de múltiples trabajos, no ha sido
tanta la atención prestada a su desigual incidencia espacial. Concretamente, desde el punto de
vista comercial, una gran parte del comercio exterior de México, y en particular con su principal
113
socio Estados Unidos, procede de los intercambios entre los estados situados a cada lado de la
frontera entre ambos países (Tabla 1).
Es cierto que una parte de estos intercambios puede ser simplemente comercio en
tránsito procedente de otros estados del interior de México, pero en su mayor parte es comercio
ligado a la industria maquiladora que se ubica en los estados limítrofes con Estados Unidos.
Este hecho se pone también de manifiesto al analizar el sentido y perfil de los flujos de
Inversión directa extranjera (IDE).
A modo de síntesis, se ilustra en la siguiente tabla (tabla 1) esta fuerte concentración
que presentan las exportaciones de Estados Unidos a México y que reflejan un intenso
comercio transfronterizo, lo que ayuda a entender por otra parte el elevado grado de comercio
intra-industrial observado en otros trabajos (López y Rodil 2008). Dicha tabla presenta, en
concreto, la distribución (peso relativo) de las exportaciones de los estados fronterizos de
Estados Unidos, así como del conjunto de este país (última columna de la tabla), dirigidas a los
estados de la frontera norte de México (siete primeras filas de la tabla) y a los restantes estados
del país.
Tabla 1. Exportaciones de los estados fronterizos de Estados Unidos a México, 1995-2006, porcentaje de datos en base a valores.
Arizona California Nuevo
México
Texas Estados
Unidos
Baja California 0,99 57,29 1,00 0,12 9,35
Chihuahua 0,47 1,03 54,31 34,80 16,39
Coahuila 0,42 0,20 6,33 8,72 6,94
Nuevo León 1,62 1,92 2,51 5,52 6,70
Sonora 79,75 1,70 2,47 0,36 4,95
Tamaulipas 0,09 0,76 0,19 18,17 9,07
Total estados fronterizos 83,34 62,90 66,80 67,69 53,40
Resto de México 16,66 33,10 33,20 32,31 46,60
Total de México 100,00 100,00 100,00 100,00 100,00
Fuente: Buró de Estadísticas de Transportes de los Estados Unidos de América
Como queda patente en la tabla 1, las exportaciones6 de los estados fronterizos de
Estados Unidos a México se concentran fundamentalmente en los estados mexicanos de la
6 Lamentablemente no disponemos de información sobre las exportaciones de estos estados fronterizos de México a Estados
Unidos, pero se puede deducir que es importante, máxime teniendo en cuenta la intensa actividad de la industria maquiladora.
114
frontera norte (el 53,4% del total de exportaciones)7. Además, las exportaciones interfronterizas
tienen un peso superior al 62,9% en cada uno de los estados fronterizos de Estados Unidos. En
este sentido, los más significativos son Texas y California, que ocupan el primer y segundo
puesto dentro de los Estados Unidos por sus exportaciones con el mundo (México ocupa el
primer lugar en el comercio de esos estados). Lo mismo sucede con Arizona, aunque en este
caso el comercio es de menos significación. En el caso de Nuevo México, México ocupa el
tercer lugar, aunque también es cierto que este estado no pesa en Estados Unidos desde el
punto de vista exportador.
Otro elemento, sin duda, relevante al analizar las implicaciones de la integración de
México en el TLCAN es su impacto sobre los flujos de entrada de IDE, que determinan la
interpenetración industrial de las economías. En el caso de México, estos flujos son
fundamentalmente con su socio comercial y país vecino del norte, Estados Unidos. Gran parte
de estos flujos corresponde a procesos de relocalización de fases del proceso productivo ligado
a las actividades de maquila.
El monto total de IDE registrado en México en el periodo 1999-2006 ascendió a casi
76.000 millones de dólares (USA), y de éstos algo más del 58 por ciento corresponde a flujos
procedentes de Estados Unidos (44.314 millones de dólares). De estos últimos, la mitad tiene
como destino las entidades federativas de la frontera norte de México (22.160 millones de
dólares).
De los datos anteriores, lo relevante no es sólo, a nuestro entender, la gran magnitud del
impacto económico del TLCAN para México en términos globales, sino sobre todo el hecho de
que este impacto se distribuye de modo desigual a nivel territorial, lo cual a su vez debe tener
implicaciones sobre la evolución de las disparidades regionales en el crecimiento económico de
los estados mexicanos.
Evolución de las disparidades regionales en el contexto del TLCAN (1993-2006)
Análisis de convergencia sigma y beta
Una primera forma de aproximarnos a la evolución de las disparidades regionales en
crecimiento económico es a través del análisis de convergencia sigma, que como hemos
señalado se basa en la evolución en el tiempo de la dispersión del PIB per capita.
En este sentido, se puede observar como se confirma la continuidad de la evolución
divergente observada en el período anterior (1970-1993), con un leve giro hacia la convergencia
7 California tiene 233 kilómetros de frontera con Baja California; Arizona 32 kilómetros de frontera con Baja California y 568 con
Sonora; Nuevo México tiene 20 kilómetros de frontera con Sonora y 269 con Chihuahua; Texas tiene 540 kilómetros de frontera con Tamaulipas y 531kms. con Chihuahua.
115
desde el año 2000, aunque sin lograr reducir el grado de dispersión hasta el nivel alcanzado en
1993 (gráfico 2).
Gráfico 2.
Análisis de convergencia sigma (1993-2006)
0,40
0,41
0,42
0,43
0,44
0,45
0,46
1993 2000 2003 2006
Desvia
ció
n t
ípic
a d
el P
IB p
er
cápita (
en logaritm
os)
Fuente: Elaboración propia a partir de información procedente del INEGI.
Detrás de este comportamiento general, que resulta divergente en el conjunto del
período, se hallan no obstante dispares dinámicas territoriales, tal como revela el análisis de
convergencia beta referido a ese mismo período (gráfico 3).
Concretamente, este test de convergencia beta, que muestra la relación existente entre
el nivel de partida (Producto Interno Bruto per capita en 1993) y su evolución en el tiempo (tasa
de variación anual acumulativa del Producto Interno Bruto per capita entre 1993 y 2006),
describe un comportamiento ciertamente heterogéneo desde el punto de vista de las diferentes
entidades federativas. Así podemos observar que, tras un trazado global que parecería apuntar
hacia una mínima o nula convergencia (pendiente negativa de la línea de ajuste de la regresión
pero con una casi nula bondad del ajuste), se observan dos grandes grupos de estados con
situaciones de partida y dinámicas claramente diferenciadas.
116
Gráfico 3.
Fuente: Elaboración propia a partir de información procedente del INEGI.
El primer grupo (gráfico 4) estaría formado por los estados de mayor proximidad a
Estados Unidos (estados fronterizos: Baja California, Coahuila de Zaragoza, Chihuahua, Nuevo
León, Sonora y Tamaulipas), junto a Distrito Federal. Bien sea debido a su mayor proximidad a
Estados Unidos (estados fronterizos) o bien a su papel centrípeto como núcleo económico,
demográfico y administrativo (D.F.), estos estados son potenciales beneficiarios de los efectos
económicos derivados de la integración en el TLCAN, mediante la intensificación de los flujos
comerciales con sus socios del norte y/o la atracción de inversión directa extranjera (industria
maquiladora en su mayor parte). Su comportamiento, en términos de convergencia/divergencia
es de clara convergencia (pendiente negativa de la línea de regresión y R2 del 50%), lo que
revela un mayor aprovechamiento de los potenciales efectos derivados de la integración
económica por parte de los estados de menor desarrollo económico de este grupo.
117
Gráfico 4.
Fuente: Elaboración propia a partir de información procedente del INEGI.
El segundo grupo (gráfico 5) estaría integrado por las 25 restantes entidades
federativas, que conforman un conjunto heterogéneo en el que podemos encontrar estados
periféricos o semi-periféricos y de escaso nivel de desarrollo (Chiapas, Oaxaca, Tlaxcala,…) así
como otros de mayor nivel de desarrollo (Quintana Roo o Campeche, por ejemplo). El
comportamiento de este amplio conjunto de estados es también convergente, aunque con
menor calidad del ajuste (R2 del 16%). En cualquier caso, debemos destacar que dicha
convergencia depende fundamentalmente de la inclusión en este grupo de Campeche y
Quintana Roo, los dos estados con mayor PIB per cápita de este grupo, ya que al prescindir de
ellos los resultados cambian radicalmente (pendiente positiva de la línea de regresión y R2
prácticamente nulo).
118
Gráfico 5.
Fuente: Elaboración propia a partir de información procedente del INEGI.
Lo que queda de manifiesto con este análisis, fragmentado en dos grupos, es que detrás
del comportamiento global, en el que se observa una tendencia poco definida, se hallan ocultos
procesos de convergencia condicional, relativos a factores tales como el potencial
aprovechamiento de las ventajas de la integración económica, asociada a la mayor proximidad
geográfica con Estados Unidos o al papel centrípeto que desempeña Distrito Federal.
Tipología territorial en base a la dinámica económica de los estados
En este apartado partimos del método de clasificación en base a la tipología de territorios
propuesta por Silva (2003), según la cual se pueden denominar ricos y pobres, o ganadores y
perdedores, de forma tal de buscar una explicación económica más precisa al por qué de su
condición. De acuerdo con este procedimiento se podrían tratar de detectar cuáles son los
atributos que convierten a un estado en ganador, o por oposición, cuáles son las carencias que
determinan que otros sean perdedores. En última instancia se pretende avanzar en la
identificación de políticas que permitan a estos últimos converger hacia niveles de mayor
crecimiento y desarrollo.
119
A partir de la información disponible, se ha construido el gráfico 6, en el cual se produce
el cruce de los dos ejes cartesianos que determinan la configuración de cuatro cuadrantes, que
reflejan diferentes dinámicas de crecimiento. En dicho gráfico (gráfico 6), el eje de las abscisas
(x) sirve para representar el nivel actual del ingreso por habitante (PIB per cápita), mientras que
el eje de las ordenadas (y) sirve para representar la tasa de variación del ingreso por habitante
en el período analizado.
A continuación se definen cuatro cuadrantes a partir del comportamiento del promedio
nacional (México, en el caso que nos ocupa), que aparecen delimitados por la intersección de
dos líneas (las dos rectas perpendiculares señaladas con trazo discontinuo en el gráfico 6). La
línea de trazo discontinuo vertical señala el nivel del ingreso per cápita del promedio nacional
(México), de forma tal que los estados que se ubiquen a la derecha de esta recta tienen un
ingreso per cápita superior a la media nacional, correspondiendo a los cuadrantes 1 y 4 (ambos
cuadrantes referidos a las áreas con “alto ingreso per cápita”), frente a los otros dos cuadrantes
de la izquierda (cuadrantes 2 y 3), que corresponden a áreas de “bajo ingreso per cápita”.
Por su parte, la línea de trazo discontinuo horizontal señala la tasa de variación del
ingreso per cápita relativo al conjunto del país (México) para el período considerado (1993-
2006). De esta forma, los estados que se ubiquen por encima de esta recta serán aquellos que
hayan crecido a una tasa superior a la media nacional, pudiendo considerarse áreas
“dinámicas” (cuadrantes 1 y 2), mientras que los que hayan crecido a una tasa inferior al
promedio nacional se ubicarán por debajo de dicha recta, siendo considerados áreas “poco
dinámicas” (cuadrantes 3 y 4).
Como se puede deducir, el cuadrante 3 es el de peor desempeño económico ya que en
él se ubican los estados que han crecido por debajo de la media nacional y que tienen un nivel
de ingreso per cápita también por debajo del promedio nacional. En el lado opuesto se halla el
cuadrante 1, que incluye los estados de mayor ingreso per cápita y que al mismo tiempo han
experimentado un mayor crecimiento económico.
120
Gráfico 6. Tipología económica regional.
Fuente: Silva (2003)
Esta clasificación tiene como finalidad avanzar en la interpretación de lo que puede estar
ocurriendo en el comportamiento económico de los diferentes estados mexicanos. De acuerdo
con lo señalado, los territorios del caso que nos ocupa (entidades federativas de México)
correspondientes a cada cuadrante se presentan en el Gráfico 7.
121
Gráfico 7.
Tipología territorial en base a dinámica económica (1993-2006)
10.000 20.000 30.000 40.000
Producto Interior Bruto per cápita 2006 (miles de pesos de 1993)
0
2
4
Ta
sa d
e v
ari
aci
ón d
el P
rodu
cto
Inte
rio
r B
ruto
per
cáp
ita 1
99
3-2
006
Agua
Baja
Baja
Camp
Coah
Coli
Chia
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Dura
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Jali
Méxi
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Nay a
Nuev
Oaxa
Pueb
Quer
Quin
San
Sina
Sono
Taba
Tama
Tlax
Vera
Yuca
Zaca
Fuente: Elaboración propia a partir de información procedente del INEGI.
En una interpretación apurada de los resultados obtenidos en este intento de
clasificación, se podría afirmar que una parte importante de los estados de México (un total de
18 estados de nivel de desarrollo medio-bajo) se hallan incluidos en el Cuadrante 3 (“estados
potencialmente perdedores y estancados”), que además de presentar en la actualidad un nivel
de PIB per cápita inferior al promedio nacional, han experimentado un crecimiento económico
122
también inferior al promedio nacional. Es este el caso de Chiapas, Oaxaca, Tabasco,
Michoacán, Puebla, San Luís Potosí, Guanajuato, Veracruz, Guerrero, Tlaxcala, Hidalgo,
Nayarit, Sinaloa, Yucatán, México, Jalisco, Morelos y Colima.
Otro grupo de estados con comportamiento regresivo son los que ocupan el cuadrante 4
(“estados potencialmente perdedores y en retroceso”), que si bien presentan un nivel de PIB per
cápita superior al promedio nacional, han experimentado un crecimiento económico inferior a la
media nacional, lo cual en algunos casos, de continuar con esa tendencia en los próximos años,
les puede hacer peligrar su posición actualmente aventajada. Se trata de un total de 8 estados:
Querétaro, Baja California, Baja California Sur, Sonora, Quintana Roo, Campeche, Nuevo León
y Distrito Federal.
El cuadrante 1 está integrado por los estados más ricos y dinámicos (“estados
potencialmente ganadores”), que se caracterizan por presentar un nivel de PIB per cápita
superior al promedio nacional y un crecimiento también superior a la media nacional. Son cuatro
estados los que conforman este “club selecto”: Chihuahua, Aguascalientes, Coahuila y, en
menor medida, Tamaulipas.
Por último, tan sólo dos estados, Durango y, en menor medida, Zacatecas, se incluyen
en el cuadrante 2 (“estados potencialmente ganadores en marcha”), caracterizándose por un
nivel de PIB per cápita inferior al promedio nacional pero con un crecimiento algo superior a la
media nacional, lo que les sitúa en condiciones de avance.
Factores explicativos de la evolución de las disparidades
La clasificación anterior debería contribuir a la identificación de los factores que explican las
disparidades observadas en el crecimiento económico. Para ello partimos de la idea de que
dicha tipología de territorios conlleva la existencia de patrones homogéneos relativos a
determinadas características estructurales que inciden en la dispar dinámica económica
observada. Entendemos, además, que estos factores explicativos adquieren su máxima
expresión al considerarlos en un contexto amplio, marcado por la inserción externa de México
en el TLCAN, con efectos amplificados por la vía del incremento de los flujos comerciales y de
inversión directa extranjera.
123
Análisis del comportamiento a nivel global
Pasamos a continuación a analizar algunos de los factores explicativos que parecen hallarse
detrás de las tendencias observadas y que tienen una relación directa o indirecta, tanto con el
aprovechamiento de las ventajas derivadas de la inserción en el TLCAN (atracción de flujos de
IDE, intensificación del comercio) como con el crecimiento del Producto interno bruto.
Capital Humano
Uno de los elementos explicativos que ha resultado más señalado por la teoría moderna del
crecimiento es el capital humano, el cual constituye no sólo un importante factor con efectos
directos sobre la mejora de la productividad y la competitividad sino también con efectos
inducidos sobre la estructura productiva y tecnológica. A ello hay que añadir, por otro lado, el
papel que el capital humano ejerce como factor de atracción de capital extranjero (IDE),
constituyendo un importante factor de localización al que pueden contribuir activamente las
políticas implementadas por los diferentes gobiernos.
Resulta claramente observable, en el caso que nos ocupa, el impacto positivo del capital
humano sobre el crecimiento. En este sentido, una simple aproximación a través de las
disparidades regionales en la tasa de alfabetización de adultos pone de manifiesto el impacto
positivo que un nivel básico (mínimo) de capital humano tiene sobre el crecimiento económico
(gráfico 8). Así se observa que los estados con menor porcentaje de población adulta
alfabetizada (Campeche, Colima, Nayarit) han tendido a crecer menos, en líneas generales,
que los de mayor nivel de alfabetización (Coahuila, Chihuahua, Tamaulipas).
Este impacto positivo del capital humano sobre el crecimiento también se observa desde
una perspectiva dinámica, al considerar como variable explicativa el aumento experimentado en
el porcentaje de población de 15 o más años con estudios de primaria completados (gráfico 9).
En este caso, con la marcada excepción de algunos casos particulares (Campeche, Quintana
Roo y Tabasco), se puede observar cómo aquellos estados que más han visto aumentar el
porcentaje de población con estudios primarios completos (Chihuahua, Aguascalientes,
Coahuila, Durango, Tamaulipas, Baja California, Nuevo León,…) también han sido los que
mayores tasas de crecimiento del PIB per cápita han experimentado.
124
Gráfico 8.
Fuente: Elaboración propia a partir de información procedente del INEGI.
Gráfico 9.
Fuente: Elaboración propia a partir de información procedente del INEGI.
125
En línea con lo señalado anteriormente, acerca de la condición del capital humano como
factor de atracción de inversión directa extranjera, la evidencia empírica del caso mexicano
parece confirmarla. En realidad, este elemento adopta, junto al factor proximidad (estados
fronterizos), un importante valor explicativo a la hora de entender las pautas de localización
geográfica de la IDE en México en el marco de la integración en el TLCAN.
En este punto se observa con bastante claridad una correlación de signo positivo entre
el esfuerzo en actividades de formación de capital humano, aproximado a través del número de
becarios de CONACYT por millón de habitantes, y el volumen medio de inversión directa
extranjera (IDE) por habitante (expresado en dólares per cápita) (gráfico 10). No obstante,
merece ser destacada la elevada concentración territorial de este esfuerzo en formación, siendo
apenas cinco los estados que superaban en 1995 la franja de 100 becarios por millón de
habitantes (D.F., Colima, Baja California, Nuevo León y Morelos); situándose la amplia mayoría
por debajo de la cota de 50 becarios/millón de habitantes y muchos de ellos en niveles
próximos o iguales a cero (Guerrero, Hidalgo, Campeche, Nayarit, Chiapas). En todo caso,
cualquier interpretación de este resultado debe ser realizada con suma cautela, al existir otras
posibles conexiones entre la atracción de IDE y las variables que explican la existencia de
centros de investigación CONACYT.
Gráfico 10.
0 100 200
Becarios CONACYT por millón de habitantes (1995)
0
250
500
750
Volu
men m
ed
io d
e IE
D p
c 1
995
-200
0-2
005
(dóla
res)
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Baja
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MéxiMich More
Naya
Nuev
Oaxa
PuebQuerQuinSan
Sina
Sono
Taba
Tama
TlaxVera YucaZaca
1iedpc_media95_00_05 = 9,31 + 2,26 * becarpc_95
R-cuadrado = 0,44
Esfuerzo en formación de capital humano y atracción de IED
Fuente: Elaboración propia a partir de información procedente del INEGI.
126
Algo parecido sucede cuando se toma como variable explicativa de la entrada de IDE, el
número de estudiantes matriculados en el ciclo superior durante el curso 2004/05 por cada mil
habitantes (gráfico 11). En este caso, también se observa un efecto positivo de atracción de
IDE, que se dirige en mayor medida a los estados con mayor presencia relativa de alumnos
inscritos en estudios superiores (D.F., Nuevo León, Tamaulipas o Baja California).
Gráfico 11.
Fuente: Elaboración propia a partir de información procedente del INEGI.
Así mismo, al considerar el indicador de educación que compone el índice de desarrollo
humano (IDH), también se aprecia un resultado similar (gráfico 12). Merece ser destacado, no
obstante, que en este último caso el papel de atracción que ejerce el factor educativo sobre la
entrada de IDE comienza a apreciarse una vez se ha alcanzado una cierta cota de nivel
educativo, lo cual resulta coherente con la idea de que es necesario alcanzar, al margen de la
mayor o menor proximidad a la frontera con EE.UU., una mínima capacidad social para
convertirse en polo de atracción de IDE.
127
Gráfico 12.
0,75 0,80 0,85 0,90
Índice de educación (IDH 2004)
0
250
500
750
Volu
me
n m
edio
de IE
D p
c 1
995-2
000
-200
5 (
dó
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Baja
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DuraGuanGuer Hida
Jali
MéxiMich More
Naya
Nuev
Oaxa
Pueb QuerQuinSan
Sina
Sono
Taba
Tama
TlaxVera Yuca Zaca
1iedpc_media95_00_05 = -2817,03 + 3517,89 * educación_2004
R-cuadrado = 0,36
Nivel educativo y atracción de IED
Fuente: Elaboración propia a partir de información procedente del INEGI.
Inversión Directa Extranjera (IDE)
A la evidencia observada a partir de la influencia positiva y directa del capital humano sobre el
crecimiento económico (a través de la mejora de la productividad y la competitividad) se añade
la influencia del capital humano como potencial factor de atracción de la IDE; a lo que habría
que sumar también el factor “proximidad” (efecto frontera) con Estados Unidos, así como el
papel centrípeto que ha venido ejerciendo Distrito Federal.
En este caso, al considerar directamente la IDE se observa, como era de esperar, un
efecto positivo sobre el crecimiento económico, aunque sin la suficiente claridad como para
poder concluir que estamos ante una relación de tipo lineal y directa (gráfico 13). Lo que sí
parece cierto es que en una gran parte de los estados mexicanos, ajenos en gran medida a los
flujos de entrada de IDE, el carácter residual de estos flujos apenas permite intuir una relación
de tipo positivo. Sería el caso de estados tales como Chiapas, Oaxaca, Tabasco, Guerrero o
Campeche, entre otros. Estos estados no alcanzan a revelar una influencia clara ni directa de la
IDE sobre el crecimiento económico.
Algo distinto parece suceder a partir de un cierto umbral de IDE, donde encontramos
estados (Jalisco, México, Puebla, Tamaulipas, Chihuahua, Baja California, Baja California Sur,
Nuevo León y, en menor medida, Distrito Federal) con un comportamiento algo más uniforme
128
en línea con la supuesta existencia de una relación clara y de signo positivo entre IDE y
crecimiento del PIB per cápita.
Gráfico 13.
Fuente: Elaboración propia a partir de información procedente del INEGI.
Estructura Productiva (desagrarización, industrialización y terciarización)
Otro elemento de cierta relevancia a la hora de entender la dispar dinámica económica son los
cambios experimentados en la estructura productiva, y en particular los relacionados con el
proceso de desagrarización y paulatina industrialización y terciarización de la economía. Estas
transformaciones pueden reflejar, en algunos casos virtuosos, los efectos del desarrollo socio-
económico alcanzado por los diferentes territorios (formación de capital humano, físico y
tecnológico, mejora de la productividad). No obstante, en muchos casos, y más en el contexto
de países en vías de desarrollo, lo que se puede estar ocultando detrás del crecimiento del
sector servicios es una verdadera hipertrofia, al crearse servicios de baja calidad, que tienen
que ver más con servicios domésticos o la economía informal que con la gama de servicios
propia de los círculos virtuosos del crecimiento presentes en el mundo desarrollado.
Como primera observación, desde esta perspectiva, debemos señalar la existencia de
una relación inversa entre el peso relativo del sector agrario en el conjunto del PIB estatal y el
129
crecimiento del PIB per cápita, que podría estar poniendo de manifiesto el efecto negativo que
se deriva de la menor presencia de actividades de mayor productividad e intensidad tecnológica
en la estructura productiva de cada estado (gráfico 14). Sin embargo, como se puede observar,
los resultados apuntan a que esta relación no es lo suficientemente clara e intensa como para
sostener categóricamente dicha aseveración. Este hecho seguramente esté relacionado con lo
que se acaba de señalar acerca de la baja calidad de los servicios y actividades industriales
que están presentes en una gran parte de los estados, sobre todo en los de nivel de desarrollo
medio-bajo. Se trata en gran medida de actividades poco intensivas en conocimiento y de baja
productividad, lo que explica su escaso impacto en términos de crecimiento económico.
Gráfico 14.
Fuente: Elaboración propia a partir de información procedente del INEGI.
Por otro lado, desde una perspectiva dinámica (gráfico 15), se observa una relación
positiva entre el cambio en la estructura productiva (pérdida de peso relativo del sector agrario
en el total de la actividad económica de cada estado) y el crecimiento económico, si bien ésta
no alcanza a ser tampoco suficientemente intensa ni determinante, lo que puede entenderse
también a partir del razonamiento anterior (actividades de baja calidad, poco intensivas en
conocimiento y de baja productividad).
130
Gráfico 15.
Fuente: Elaboración propia a partir de información procedente del INEGI.
En cualquier caso, debemos entender que la falta de un patrón lineal claro a la hora de
analizar estas tendencias obedece también, en parte, a la gran heterogeneidad de situaciones
existentes, lo que hace recomendable un análisis segmentado a partir de la tipología señalada
anteriormente.
Diferencias estructurales interregionales
Con base en lo señalado, consideramos oportuno destacar algunas diferencias significativas
entre los diferentes grupos de estados que resultan de la tipología establecida en el presente
trabajo. En este sentido, se muestra a continuación (tabla 2 y gráficos 16 I-VI) cómo, detrás de
la aparente heterogeneidad de estados, parecen existir patrones de comportamiento
específicos que pueden contribuir a una mejor comprensión de la dispar dinámica económica
observada.
131
Tabla 2: Diferencias estructurales por grupos de estados.
IDEpc
95-00-05
Becarios
CONACYT
1995
Educación
(IDH)
2004
Estudios
Superiores
2004/05
Peso AGR
(%)
1993
Peso
AGR
93-06
GRUPOS Media Media Media Media Media Media
Cuadrante 1 159,24 37,97 0,865 25,36 9,90 4,84
Cuadrante 2 14,68 14,57 0,844 18,01 21,01 8,02
Cuadrante 3 30,26 38,58 0,815 19,78 10,52 4,49
Cuadrante 4 311,54 78,57 0,858 24,88 4,86 2,35
Fuente: Elaboración propia a partir de información procedente del INEGI.
Como se puede observar, exceptuando el segundo cuadrante (que apenas incluye dos
entidades), los estados potencialmente perdedores y estancados (tercer cuadrante) presentan,
en general, niveles de IDE sensiblemente inferiores a los exhibidos por los otros grupos
regionales. Igualmente, presentan niveles de educación notablemente inferiores, lo que revela
un menor poder de atracción de IDE (unido al hecho de que no son estados fronterizos con
EE.UU.). Además, desde el punto de vista de la estructura productiva presentaban un peso
considerable del sector agrario en el año previo a la entrada de México en el TLCAN (1993) y
apenas han experimentado, de media, una disminución del peso de este sector a lo largo del
período 1993-2006; lo cual revela el escaso avance de otras actividades más productivas e
intensivas en conocimiento. Por el contrario, los estados incluidos en el primer cuadrante
(dinámicos y potencialmente ganadores), junto a los del cuarto cuadrante (potencialmente
perdedores y en retroceso) presentan niveles marcadamente más elevados tanto en materia de
IDE como de nivel educativo. Este resultado pone de manifiesto la importancia que el capital
humano tiene a la hora de entender el desempeño económico, en la medida en que todos estos
estados presentan un nivel de PIB per cápita que se encuentra actualmente por encima del
promedio nacional. Así mismo, se pueden vincular a la importancia que este factor (capital
humano) tiene a la hora de atraer flujos de inversión extranjera (IDE), que a su vez tienen un
impacto directo sobre los niveles de producción y empleo. A lo anterior hay que añadir, en el
caso de los estados fronterizos, un plus de atracción que explica sus mejores condiciones para
un mayor desempeño económico, tal como sucede en el caso de Chihuahua, Aguascalientes o
Coahuila, entre otros.
En el caso del cuarto cuadrante se advierte, además, la existencia de una estructura
productiva menos orientada al sector agrario. En este caso hallamos estados que se han
beneficiado del proceso como Baja California y que concentra parte de la maquila y, por lo
mismo, se ha convertido en uno de los estados que más emigrantes internos recibe. Algo
132
parecido sucede con Quintana Roo que por lo dinámico de la actividad turística recibe oleadas
migratorias. En síntesis puede afirmarse que los estados potencialmente ganadores son los que
se han beneficiado en mayor medida de la desconcentración productiva de la industria de
Estados Unidos. Es el caso de estados como Aguascalientes o Coahuila, en los que se
desconcentró la industria automotriz.
Por otro lado, una hipótesis que puede explicar que Distrito Federal esté retrocediendo
en términos de crecimiento económico sea que el modelo se ha ido desplazando desde el
centro a la frontera con Estados Unidos, con base en la expansión de la industria maquiladora.
Estas diferencias estructurales permiten entender algunos de los elementos que se ocultan
detrás del comportamiento aparentemente heterogéneo que se produce a nivel global.
Gráficos 16 (I-VI).
IED media anual 1995/2000/2005(dólares por habitante). Media de los estados
-88
12
112
212
312
Cuadrante 1
Cuadrante 2
Cuadrante 3
Cuadrante 4
Becarios CONACYT 1995(becarios por millón de habitantes)
-21
79
Cuadrante 1
Cuadrante 2
Cuadrante 3
Cuadrante 4
5
Índice de educación (IDH2004)
0
1
Cuadrante 1
Cuadrante 2
Cuadrante 3
Cuadrante 4
Alumnos en estudios superiores (04/05)(alumnos por cada mil habitantes)
0
5
10
15
20
25
Cuadrante 1
Cuadrante 2
Cuadrante 3
Cuadrante 4
133
Peso (%) sector agrario sobre PIB (1993)
0
21
Cuadrante 1
Cuadrante 2
Cuadrante 3
Cuadrante 4
Pérdida de peso (%) del sector agrario
sobre el PIB (1993-2006)
0
8
Cuadrante 1
Cuadrante 2
Cuadrante 3
Cuadrante 4
Nota: gráficos construidos a partir de los datos de la tabla 2
Fuente: Elaboración propia a partir de información procedente del INEGI
Conclusiones
El objetivo del presente trabajo se centra en analizar los diversos patrones de crecimiento
económico seguidos por las diferentes entidades federativas de México a lo largo de las últimas
décadas, principalmente en el marco del Tratado de Libre Comercio de América del Norte
(TLCAN). Entre las particularidades de este trabajo merecen ser señaladas la incorporación de
una tipología de estados con base en su dinámica económica y la aproximación a algunos de
los principales factores explicativos de las disparidades económicas observadas entre las
entidades federativas de México, al hilo de su integración en el TLCAN.
El análisis persigue capturar los efectos territoriales del TLCAN, pues la liberalización de
los flujos de comercio e inversión que trajo aparejado implicó que algunas regiones, y más
concretamente las entidades federativas de la frontera Norte del país, se vieran especialmente
favorecidas, mientras que otras permanecieron ajenas al proceso. Como se ha podido
comprobar, lo anterior se justifica no sólo en el plano comercial (una gran parte del comercio
exterior de México, y en particular con su principal socio Estados Unidos, procede de los
intercambios entre los estados situados a cada lado de la frontera entre ambos países) sino
también en el productivo, por medio de la intensificación de los flujos de inversión directa
extranjera (IDE).
A partir de la entrada en el TLCAN, se confirma la continuidad, en términos globales, de
la evolución divergente observada en el período anterior (1970-1993), con un tenue giro hacia la
convergencia en el período 2000-2006, aunque sin lograr reducir el grado de dispersión
alcanzado en 1993.
En lo que se refiere a la tipología desarrollada en el presente trabajo, un total de
dieciocho estados de nivel de desarrollo medio-bajo se hallan incluidos en el grupo de “estados
134
potencialmente perdedores y estancados”. El segundo grupo más numeroso (ocho estados) es
el correspondiente a los “estados potencialmente perdedores y en retroceso”. Por su parte, en
el grupo de “estados potencialmente ganadores” se encuentran cuatro estados que se
caracterizan por un comportamiento “virtuoso” e términos de crecimiento económico. Por último,
el grupo menos numeroso (dos estados) corresponde a los “estados potencialmente ganadores
en marcha”.
Con el objeto de aproximarnos al papel desempeñado por algunos de los principales
factores explicativos más señalados en la literatura sobre las disparidades regionales (capital
humano, estructura productiva, IDE), tratamos de analizar su relación con el crecimiento
económico tanto a nivel global (32 entidades federativas) como por grupos (4 agrupaciones en
base a la tipología descrita anteriormente). Los resultados del impacto positivo del capital
humano sobre el crecimiento son consistentes con los de Esquivel (2000) y Díaz-Bautista y
Díaz Domínguez (2003). En concreto, las disparidades regionales en la tasa de alfabetización
de adultos pone de manifiesto el impacto positivo que un nivel básico (mínimo) de capital
humano tiene sobre el crecimiento económico. Así se observa que los estados con menor
porcentaje de población adulta alfabetizada (Campeche, Colima, Nayarit) han tendido a crecer
menos, en líneas generales, que los de mayor nivel de alfabetización (Coahuila, Chihuahua,
Tamaulipas). Este impacto positivo del capital humano sobre el crecimiento también se
manifiesta desde una perspectiva dinámica, al considerar como variable explicativa el aumento
experimentado en el porcentaje de población de 15 o más años con estudios de primaria
completados.
En segundo lugar, hallamos evidencia acerca del papel de atracción del capital humano
sobre la inversión directa extranjera. En realidad, este elemento parece adoptar, junto al factor
proximidad (estados fronterizos), un importante valor explicativo a la hora de entender las
pautas de localización geográfica de la IDE en México en el marco de la integración en el
TLCAN. Además, como era esperable, se observa un efecto positivo de la entrada de inversión
directa extranjera sobre el crecimiento económico, aunque sin la suficiente nitidez como para
poder concluir que estamos ante una relación de tipo lineal y directa. En cualquier caso,
encontramos que a partir de un cierto umbral de IDE existe un comportamiento algo más
uniforme en línea con la supuesta existencia de una relación clara y de signo positivo entre IDE
y crecimiento del PIB per cápita.
De forma adicional, encontramos una relación inversa entre la contribución relativa del
sector agrario al conjunto del PIB estatal y el crecimiento de este último en términos per cápita,
que pone de relieve el efecto negativo que se deriva de la menor presencia de actividades de
135
mayor productividad e intensidad tecnológica en la estructura productiva de cada estado. Sin
embargo, los resultados apuntan a que esta relación no es lo suficientemente clara e intensa
como para sostener categóricamente dicha aseveración. Seguramente la baja calidad de los
servicios y actividades industriales que están presentes en una gran parte de los estados, sobre
todo en los de nivel de desarrollo medio-bajo.
Por último, pudimos constatar la existencia de pautas diferenciadas por agrupaciones
regionales (en base a la tipología aquí desarrollada) en lo que se refiere a cada una de estos
factores explicativos (capital humano, inversión directa extranjera y estructura productiva), que
contribuyen a entender mejor la dinámica económica seguida por estos diferentes territorios, así
como la falta de un patrón homogéneo en las relaciones observadas a nivel global.
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138
Análisis de los índices de desarrollo humano y marginación en los municipios de Chiapas desde una perspectiva demográfica
Óscar Peláez Herreros1
Introducción
Chenery y Syrquin (1975) plantean que el desarrollo no sólo implica crecimiento económico,
sino también cambios en las estructuras productivas y sociales así como en los procesos de
acumulación y de asignación de recursos. Dentro de esos cambios estructurales que
acompañan y refuerzan el crecimiento acumulativo de la renta per cápita (Myrdal, 1979) se
encuentran la urbanización y la transición demográfica. Como se expondrá a continuación, la
reducción de la fecundidad y el aumento de la esperanza de vida que tienen lugar durante el
proceso de cambio demográfico alteran de manera irreversible la composición por edades de la
población, dando lugar a una estructura etaria más favorable al crecimiento económico y a la
adopción de ciertas prácticas que refuerzan el desarrollo. Descrito este marco teórico se
analizará la situación particular de los distintos municipios de Chiapas, tratando de ver la
relación que existe entre sus características demográficas y los niveles de desarrollo y
marginación de sus poblaciones. Con ello, se pretenden descubrir algunas de las claves del
escaso grado de desarrollo que se observa en ciertas zonas del estado y, a partir de ese
conocimiento, proponer diversas medidas de política pública que contribuyan a acelerar las
transformaciones necesarias para resolver los problemas existentes en la actualidad. Todo ello
se estructura en cuatro apartados: en el primero se presenta el marco teórico; en el segundo, la
metodología de análisis; en el tercero, la evidencia empírica para los municipios de Chiapas; y,
en el cuarto, las conclusiones y las recomendaciones de política pública que podrían ayudar al
desarrollo de los municipios más desfavorecidos.
La transición demográfica y sus implicaciones sobre la capacidad de crecimiento económico
En el régimen demográfico antiguo, la muerte era un fenómeno habitual que impedía que un
tercio de los nacidos alcanzara la edad adulta. La falta de higiene, la escasez de alimentos en
los años de mala cosecha o el desconocimiento de las causas y del tratamiento de las distintas
enfermedades hacía que cada año falleciese entre un tres y un cuatro por ciento de la
1 Profesor de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Chiapas participando en el Programa de
Incorporación de Doctores Españoles a Universidades Mexicanas 2008, en el que colaboran la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID). Correo electrónico: [email protected].
139
población. Para compensar esa elevada mortalidad, la fecundidad también presentaba un valor
muy alto, en torno a los seis hijos por mujer.
Las condiciones de vida comenzaron a cambiar a partir de las revoluciones agrícola e
industrial que tuvieron lugar en Inglaterra durante los siglos XVII y XVIII (Notestein, 1945, p. 39).
Las mejoras en la higiene y en la nutrición evitaron un buen número de fallecimientos, sobre
todo, entre la población más joven. El posterior desarrollo de la medicina y la difusión por toda
la sociedad de los distintos avances y de los nuevos hábitos más saludables reforzó esa
tendencia. En un principio, el comportamiento reproductivo de la población tardó en adaptarse a
las nuevas condiciones de menor mortalidad, pero, tras unas décadas de retraso, la tasa de
natalidad también comenzó a reducirse (Vallin, 1995, p. 69).
Estos cambios, que se iniciaron en Inglaterra, se fueron extendiendo al resto de
poblaciones, aunque con diferencias notables en los calendarios e intensidades. Así, cuando
Notestein (1945) describe la teoría de la transición demográfica, ya esbozada por Thompson
(1929), divide a los distintos países en tres estadios sucesivos que conducen desde el régimen
demográfico antiguo, en el que las tasas de mortalidad y de natalidad se sitúan en torno al 40‰,
al régimen demográfico moderno, en el que ambas tasas tienden a igualarse alrededor del
10‰. En el último de esos tres estadios, cuando la mayor parte de la población sobrevive hasta
edades avanzadas y la fecundidad se iguala o incluso cae bajo el nivel de reemplazo
generacional, la estructura de edades de la población comienza a transformarse. Las nuevas
cohortes presentan un tamaño semejante al de sus progenitoras y apenas pierden miembros
con el transcurso del tiempo debido a que la mortalidad es muy reducida. La baja natalidad
hace que la “pirámide” se estreche por la base y la escasa incidencia de la mortalidad, que
apenas actúa hasta la vejez (Fries, 1980), provoca su ensanchamiento por la cima, ya que cada
vez sobrevive más gente durante más tiempo. De este modo, primero se reduce el porcentaje
de jóvenes aumentando el tamaño relativo de la población en edad de trabajar, y luego,
también, se incrementa el porcentaje de ancianos dada la mayor capacidad de supervivencia.
Esta transformación afecta a la capacidad de crecimiento económico medido a través del
PIB per cápita (el producto interior bruto dividido por la población), ya que no todos los estratos
de edad aportan lo mismo al PIB mientras que sí cuentan igual para el cómputo de la población.
El estrato en edad de trabajar es el que contribuye en mayor medida a la producción, que luego
el PIB per cápita se encarga de repartir por igual, de forma artificial, entre todos los habitantes
del territorio que se esté considerando. En una población en la que predominen los jóvenes
existen muchas “bocas por alimentar” respecto a las “manos que trabajan” (Coale y Hoover,
1958), de modo que la producción total a repartir tenderá a ser menor que en otra población
140
donde abunden las personas en edad laboral. Evidentemente, un elevado porcentaje de
población en edad de trabajar no garantiza que el PIB per cápita sea alto. Además de existir,
esa población tiene que participar en el proceso productivo. Debido a ello, no se puede olvidar
la relevancia de la tasa de empleo, que indica cuántos de los que están en edad de trabajar se
encuentran realmente desarrollando alguna actividad. Asimismo, hay que tener en cuenta que
no todos los trabajadores generan un volumen de producción tan siquiera semejante, por lo que
la productividad del trabajo también debe ser considerada. Estas relaciones quedan recogidas
en la descomposición factorial planteada por Bloom, Canning y Malaney (2000) que permite
expresar el PIB per cápita como el producto del tamaño relativo de la población en edad de
trabajar, la tasa de empleo y la productividad:
DADPRODUCTIVIEMPLEODETASA
TRABAJARDEEDADEN
POBLACIONLADEPESO
ocupados.ºn
PIB·
)6415(pob
ocupados.ºn·
población
)6415(pob
población
PIBcápitaperPIB
Dado este planteamiento, cabría esperar que aquellas poblaciones que se encuentran
en un estadio menos avanzado de la transición demográfica, que todavía presentan una
estructura de edades con forma piramidal debido a su elevada natalidad y que, por tanto,
disponen de un menor porcentaje de población en edad de trabajar, muestren también un PIB
per cápita más bajo. Pero no sólo por este motivo, que puede considerarse que actúa de forma
directa sobre la producción. Indirectamente, una elevada tasa de natalidad dificulta la
incorporación de las mujeres al mercado formal de trabajo, lastrando la tasa de empleo, pero
también obstaculiza el aumento de la productividad al ser pocos los recursos que se invierten
en la formación de cada uno de los numerosos hijos (Becker, 1981). El progreso demográfico
está unido al crecimiento económico. Al mismo tiempo es causa, como se muestra en la
descomposición anterior, y efecto, ya que la expansión del PIB per cápita introduce los
incentivos para la reducción de la natalidad (Coale, 1988) y sostiene el avance de las
condiciones de vida y de las mejoras sanitarias que impulsan el descenso de la mortalidad.
En el siguiente apartado, se describe la metodología que permitirá estudiar la relación
existente entre el proceso de modernización demográfica, el crecimiento económico y el
desarrollo de las distintas poblaciones.
141
Metodología de análisis
Como plantean Chenery y Syrquin (1975), el proceso de desarrollo ha de contemplarse desde
una perspectiva multidimensional, ya que implica la modificación simultánea de un buen número
de variables estructurales que acompañan y refuerzan el crecimiento acumulativo de la renta per
cápita (Myrdal, 1979). La transición demográfica, la progresiva alteración de los patrones
reproductivos y de mortalidad, es uno de estos cambios que retroalimentan la expansión
económica y con ella la mejora de las condiciones de vida.
Para estudiar el sentido y la intensidad de estas relaciones, se realizará un análisis de
corte transversal a partir de los datos del II Conteo de Población y Vivienda 2005 desagregado
hasta el nivel municipal y de las variables que componen los índices de desarrollo humano
(IDH) y marginación observadas también a nivel municipal en el año 2005.2 Ello permitirá,
además, descubrir las relaciones existentes entre algunas variables geodemográficas y las
distintas componentes de estos índices.
En el presente estudio no se utilizará la técnica de regresión, ya que la misma exige
identificar al menos una variable como causa y otra como efecto, lo cual es incompatible con el
marco teórico de causación acumulativa entre variables que se está proponiendo. Al descartar el
análisis de regresión, tampoco se emplearán ni el coeficiente de correlación lineal, r, ni el
coeficiente de determinación lineal, r2, como medidas de la relación existente entre las variables.
Téngase en cuenta que, al margen del problema de la causalidad, estos coeficientes únicamente
indicarían el grado de relación “lineal” existente entre las distintas variables, cuando se están
considerando algunas, como el PIB per cápita o el propio IDH, acotado superior e inferiormente,
que describen trayectorias no lineales. Para estudiar la relación entre las variables que se van a
analizar, se utilizará el coeficiente de correlación por rangos de Spearman, ρ, que se calcula
mediante la expresión:
1NN
D6
1ρ2
N
1i
2i
Donde D es la diferencia entre los órdenes de las dos variables consideradas, y N es el número de
observaciones disponibles para cada variable que, en este caso, será igual a 118, una por cada
municipio de Chiapas. El coeficiente de Spearman se interpreta del mismo modo que el coeficiente
2 Los datos del II Conteo de Población y Vivienda 2005, del IDH y del índice de marginación proceden,
respectivamente, de los sitios web del Instituto Nacional de Estadística y Geografía <www.inegi.org.mx>, del
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (México) <www.undp.org.mx> y del Consejo Nacional de
Población <www.conapo.gob.mx>.
142
de correlación de Pearson: oscila entre –1 y +1 indicando asociaciones negativas o positivas,
respectivamente, o ausencia de relación entre las ordenaciones cuando se iguala a cero.
Evidencia empírica: el caso de los municipios de Chiapas
El estado de Chiapas, al sur de México, se presenta como uno de los territorios más propicios
para estudiar la relación existente entre el cambio demográfico, el crecimiento económico y el
desarrollo, ya que en él conviven poblaciones avanzadas en su transición demográfica con
otras muy atrasadas, poblaciones urbanas y rurales,3 conteniendo, además, municipios con
valores extremos para los índices de desarrollo humano y de marginación.
Gráfico 1. Estructuras de edades en el año 2005 para los municipios de mayor y menor IDH.
Fuente: Elaboración propia a partir de INEGI: II Conteo de Población y Vivienda 2005.
Tuxtla Gutiérrez, la capital del estado, presenta una estructura de edades que está
perdiendo su forma piramidal característica (Gráfico 1). La cohorte más numerosa en 2005 es la
que tiene entre 20 y 24 años. Las generaciones de menor edad son más reducidas. Eso hace
3 Aproximadamente el 58% de la población residente en Chiapas vive en localidades de menos de 5,000 habitantes. Asimismo,
existen grandes núcleos urbanos como Tuxtla Gutiérrez (490,455 habitantes), Tapachula (189,991) o San Cristóbal de las Casas (142,364).
143
que tan sólo el 29% de la población aún no haya cumplido los 15 años (Cuadro 1). Tapachula,
el segundo municipio más poblado y también el segundo en el IDH, se encuentra en una
situación similar, con un 32% de sus habitantes por debajo de los 15 años. Frente a estos
casos, los municipios de Santiago el Pinar y Mitontic, los dos con IDH más bajo en Chiapas, aún
conservan estructuras etarias con bases muy amplias (Gráfico 1). Para comprobar si esta
relación entre atraso demográfico y menor desarrollo humano se mantiene para el resto de
municipios, y ver qué variables pueden potenciar el proceso de desarrollo y modernización, a
continuación se analiza la correlación existente entre las componentes de los índices de
desarrollo humano y marginación y diversas variables geodemográficas, como el porcentaje de
población en edad de trabajar, el índice de masculinidad, el porcentaje de población que habla
lengua indígena, el tamaño y la densidad de la población.
Cuadro 1. Porcentajes de población por estratos de edad para Chiapas y distintos municipios en el año 2005.
Población % 0-14 % 15-64 % 65 y más
Tuxtla Gutiérrez 28.94% 67.02% 4.04%
Tapachula 32.20% 62.71% 5.09%
... ... ... ...
Mitontic 47.93% 49.87% 2.20%
Santiago el Pinar 49.77% 46.76% 3.47%
Chiapas 36.95% 58.74% 4.31%
Fuente: Elaboración propia a partir de INEGI: II Conteo de Población y Vivienda 2005.
El porcentaje de población entre 15 y 64 años permite medir el grado de modernización
de la estructura de edades ya que, como se ha comentado, los cambios que ocurren durante la
transición demográfica hacen que, primero, se reduzca el porcentaje de jóvenes y aumente el
tamaño relativo de la población de edad intermedia, para luego, también, incrementarse el
porcentaje de ancianos a costa de los que se encuentran en edad de trabajar. Por el momento,
en ninguno de los municipios de Chiapas se ha alcanzado esta última etapa de envejecimiento
de la población propia de las naciones más desarrolladas (Peláez, 2009). Debido a ello, valores
más elevados del porcentaje de población en edad de trabajar aún indican un estado más
avanzado en el proceso de transición demográfica.
144
Cuadro 2. Valores del coeficiente de correlación por rangos de Spearman para distintas combinaciones de variables
A B C D E F G H I J K L M N O P Q R S T U V
A 1
B -0.122 1
C -0.673 0.065 1
D -0.574 0.017 0.915 1
E 0.292 -0.313 -0.115 0.070 1
F -0.146 -0.404 0.122 0.091 0.025 1
G 0.789 -0.160 -0.765 -0.709 0.312 -0.089 1
H 0.742 -0.037 -0.551 -0.493 0.247 -0.170 0.876 1
I 0.572 -0.129 -0.724 -0.746 0.192 -0.068 0.883 0.646 1
J 0.615 -0.107 -0.744 -0.770 0.208 -0.065 0.878 0.656 0.968 1
K 0.252 -0.140 -0.376 -0.361 0.123 -0.073 0.571 0.381 0.685 0.503 1
L 0.832 -0.214 -0.776 -0.667 0.394 -0.019 0.925 0.761 0.731 0.738 0.447 1
M -0.824 0.198 0.695 0.665 -0.308 0.020 -0.936 -0.846 -0.791 -0.826 -0.419 -0.890 1
N -0.615 0.107 0.744 0.784 -0.207 0.064 -0.878 -0.658 -0.968 -1.000 -0.502 -0.738 0.826 1
O -0.637 0.186 0.590 0.591 -0.360 -0.099 -0.855 -0.703 -0.835 -0.833 -0.558 -0.739 0.839 0.834 1
P 0.014 0.115 -0.013 0.063 0.075 -0.325 -0.064 -0.102 -0.162 -0.173 -0.053 -0.002 0.206 0.173 0.178 1
Q -0.447 0.265 0.309 0.317 -0.039 -0.271 -0.386 -0.450 -0.239 -0.331 0.113 -0.426 0.522 0.333 0.314 0.336 1
R -0.250 -0.021 -0.124 -0.052 0.029 -0.058 -0.085 -0.296 0.097 0.035 0.201 -0.113 0.280 -0.035 -0.027 0.264 0.384 1
S -0.772 0.315 0.577 0.496 -0.271 0.106 -0.783 -0.688 -0.643 -0.629 -0.429 -0.773 0.816 0.629 0.619 0.109 0.404 0.105 1
T -0.832 0.134 0.726 0.696 -0.211 0.187 -0.846 -0.752 -0.701 -0.735 -0.347 -0.831 0.883 0.735 0.672 0.046 0.450 0.188 0.764 1
U -0.349 0.217 0.343 0.201 -0.531 0.035 -0.438 -0.416 -0.239 -0.247 -0.170 -0.521 0.588 0.359 0.494 0.061 0.231 0.130 0.474 0.425 1
V -0.609 0.116 0.546 0.458 -0.427 -0.033 -0.785 -0.721 -0.613 -0.611 -0.437 -0.743 0.782 0.612 0.739 -0.009 0.252 0.058 0.643 0.619 0.668 1
Fuente: Elaboración propia.
Nota: Las variables para las que se ha calculado el coeficiente de correlación por rangos de Spearman son: A: “Porcentaje de población entre 15 y 64 años de edad”; B: “Índice de
masculinidad”; C: “Porcentaje de población que habla lengua indígena”; D: “Porcentaje de población que sólo habla lengua indígena”; E: “Tamaño de la población”; F: “Habitantes por
kilómetro cuadrado”; G: “Índice de desarrollo humano”; H: “Índice de salud”; I: “Índice de educación”; J: “Tasa de alfabetización”; K: “Tasa de asistencia escolar”; L: “Índice de ingreso”;
M: “Índice de marginación”; N: “Porcentaje de población de 15 años o más analfabeta”; O: “Porcentaje de población de 15 años o más sin primaria completa”; P: “Porcentaje de
ocupantes en viviendas particulares sin drenaje ni servicio sanitario”; Q: “Porcentaje de ocupantes en viviendas particulares sin energía eléctrica”; R: “Porcentaje de ocupantes en
viviendas particulares sin agua entubada”; S: “Porcentaje de viviendas particulares con algún nivel de hacinamiento”; T: “Porcentaje de ocupantes en viviendas particulares con piso
de tierra”; U: “Porcentaje de población que reside en localidades de menos de 5,000 habitantes”; y V: “Porcentaje de población ocupada con ingresos de hasta dos salarios mínimos”.
145
Como se observa en el Cuadro 2, el porcentaje de población entre 15 y 64 años guarda
una relación directa con el IDH e inversa con el índice de marginación, resultando los
coeficientes de correlación 0.789 y –0.824, respectivamente, muy elevados en ambos casos.
Esto indica que los municipios con mayor proporción de población en edad de trabajar disfrutan
de índices de desarrollo más altos y de marginación más bajos. Desagregando el IDH por
componentes, se obtiene una correlación muy elevada entre la estructura etaria y el índice de
ingreso: 0.832. Para el índice de salud, el coeficiente se reduce hasta 0.742. Para el de
educación hasta 0.572, debido, principalmente, a la escasa relación que guarda la tasa de
asistencia escolar con la estructura de edades de la población residente en los municipios.4
Procediendo de modo análogo con el índice de marginación, se observa que las correlaciones
más fuertes se producen, por este orden, con el “porcentaje de ocupantes en viviendas
particulares con piso de tierra”, el “porcentaje de viviendas particulares con algún nivel de
hacinamiento”, los dos indicadores de educación: “porcentaje de población de 15 o más años
sin primaria completa” y “porcentaje de población de 15 o más años analfabeta”; y con el
“porcentaje de población ocupada con ingresos de hasta dos salarios mínimos”. En el resto de
componentes, el coeficiente de correlación ni siquiera alcanza un valor de 0.5 resultando incluso
positivo (en vez de negativo), aunque próximo a cero, en el caso del “porcentaje de ocupantes
en viviendas particulares sin drenaje ni servicio sanitario”.5
Como se ha visto, la composición por edades de la población guarda una estrecha
relación con los valores de los índices de desarrollo humano y marginación. Cuanto mayor es el
porcentaje de población en edad de trabajar, mayor es el valor del IDH y menor el del índice de
marginación. Otras características demográficas, como, por ejemplo, la composición sexual de
la población, no guardan una relación tan clara con los índices de desarrollo y marginación. El
índice de masculinidad, que expresa el tamaño de la población masculina respecto a la
femenina, genera unos coeficientes de correlación muy bajos de –0.160 para el IDH y de 0.198
para el índice de marginación. Los signos de los coeficientes indican que los municipios con
mayor porcentaje de población masculina tienden a presentar un IDH ligeramente más bajo y un
índice de marginación ligeramente más alto. Aunque esta relación es muy débil, se mantiene
para las distintas componentes de ambos índices. Si, en vez del índice de masculinidad para el
4 Cabe comentar que la tasa de asistencia escolar que se utiliza para construir el índice de desarrollo humano corresponde a la
población comprendida entre los 6 y los 24 años, un rango de edades que puede ser útil para las poblaciones más desarrolladas pero que es cuestionable cuando se aplica sobre aquellas otras en las que el abandono escolar se produce incluso durante la etapa de escolarización obligatoria, como en Chiapas, donde el 15.7% de la población entre 12 y 14 años ya no asiste a la escuela. 5 Esta última variable no sólo se comporta de forma inesperada respecto al porcentaje de población en edad de trabajar. También
presenta valores muy bajos en relación al IDH y a cada una de sus componentes e, incluso, respecto al propio índice de marginación, indicando que la expansión del porcentaje de viviendas con drenaje y servicio sanitario apenas contribuye al desarrollo. Esto puede ser debido a la aplicación de políticas específicas que actúan directamente sobre los indicadores pero que no contribuyen a modificar las condiciones que limitan el desarrollo.
146
total de la población, se mide la relación con el índice de masculinidad para aquellos que tienen
entre 15 y 39 años,6 los coeficientes aumentan (en el caso del IDH y sus componentes, se
duplican) pero siguen siendo bajos: –0.315 para el IDH y 0.288 para el índice de marginación.
Apenas existe relación entre la composición sexual de las poblaciones y sus niveles de
marginación o desarrollo.
Para analizar si la composición étnica tiene algún efecto destacado sobre los índices de
desarrollo humano y marginación, se ha recurrido a dos variables que permiten aproximar esta
característica: el porcentaje de población que habla lengua indígena y el porcentaje de
población que únicamente habla lengua indígena.7 En cualquiera de los casos, se han obtenido
coeficientes de correlación elevados: –0.765 y –0.709 para el IDH, y 0.695 y 0.665 para el
índice de marginación. Esto indica que en aquellos municipios donde reside un mayor
porcentaje de población que habla lengua indígena, o que sólo habla lengua indígena, el nivel
de desarrollo es claramente menor y la marginación mayor. Asimismo, estas variables también
guardan una fuerte relación con aquellas que resumen la composición por edades de la
población. Unos coeficientes de –0.673 y –0.574 indican que los municipios con mayor
porcentaje de indígenas tienden a presentar poblaciones más jóvenes, lo que se explica por su
elevada fecundidad y su retraso en la transición demográfica.
En un principio, podría pensarse que el tamaño de la población residente en los
municipios es relevante debido a la existencia de economías de escala que permiten el
crecimiento económico y la puesta en marcha de infraestructuras educativas y sanitarias. No
obstante, más allá de las grandes ciudades, no existe una relación clara entre el número de
habitantes de cada municipio y los índices de desarrollo y marginación; ni siquiera expresando
el número de habitantes en relación a la superficie de los municipios. La densidad poblacional
presenta unos coeficientes aún más próximos a anularse.8 Existen municipios con altas
densidades de población tanto entre los que tienen un IDH alto (Tuxtla Gutiérrez, Tapachula o
San Cristóbal de las Casas), como bajo (Mitontic, Chamula o Aldama), como medio (El Provenir
o Yajalón).9
El Cuadro 2 también muestra la existencia de correlaciones relativamente elevadas entre
los tres índices componentes del IDH y entre éstos y prácticamente todas las variables que
forman el índice de marginación a excepción del “porcentaje de ocupantes en viviendas
6 Se ha elegido este rango de edades por ser el de mayor intensidad reproductiva, en el que se forman las familias y en el que se
definen gran parte de las posibilidades futuras al englobar los últimos estadios de la formación académica y los primeros de inserción al mercado de laboral. 7 Los datos acerca de estas variables proceden de la sección “7. Cultura y deporte” de INEGI (2007).
8 La densidad de población de los municipios se ha expresado en número de habitantes por kilómetro cuadrado. Para su cálculo se
ha utilizado información procedente del II Conteo de Población y Vivienda 2005, para los datos de población, y de la sección “2. Medio ambiente” de INEGI (2007), para los datos acerca de la superficie de los municipios. 9 Todos estos municipios se encuentran entre los veinte con densidades de población más altas dentro del estado de Chiapas.
147
particulares sin drenaje ni servicio sanitario” y del “porcentaje de ocupantes en viviendas
particulares sin agua entubada”. La dinámica semejante de estas variables, junto con los
cambios en la estructura de edades debidos a la transición demográfica, se corresponde con el
planteamiento de Chenery y Syrquin (1975) que explica el desarrollo como un proceso integral
que afecta a diversas variables. Como se ha visto, los municipios más rezagados en su
transición demográfica presentan un IDH más bajo y un índice de marginación más alto y
tienden a coincidir con aquellos en los que hay un mayor porcentaje de población indígena. En
este apartado queda por ver cuáles son esos municipios para, en el siguiente, proponer algunas
medidas que conduzcan hacia una dinámica de cambios virtuosa que contribuya a acelerar su
modernización.
Utilizando el método de estratificación univariante “cumulative square root frequency
method” propuesto por Dalenius y Hodges (1957 y 1959) se ha segregado a los distintos
municipios en cinco grupos de manera independiente para cada una de las variables
analizadas.10 El Cuadro 3 indica cuáles son las poblaciones situadas en el peor estrato para el
IDH y el índice de marginación, así como aquellas que presentan un menor porcentaje de
población entre los 15 y los 64 años o un alto porcentaje que habla lengua indígena. Como se
puede observar, hay nueve municipios que aparecen en las cuatro clasificaciones: Aldama,
Chalchihuitán, Chenalhó, Larráinzar, Mitontic, Pantelhó y Santiago el Pinar, de la región Altos, y
Chilón y San Juan Cancuc, de la región Selva.11 Todos ellos comparten niveles muy bajos en el
índice de desarrollo humano, muy altos en el de marginación y poblaciones jóvenes,
constituidas, fundamentalmente, por indígenas. El Gráfico 2 permite localizar geográficamente
los municipios rezagados y avanzados en los procesos de: desarrollo humano, reducción de la
marginación y modernización demográfica; así como según la composición étnica de su
población. Como se puede observar, y se ha comentado, apenas existen diferencias entre el
IDH, el índice de marginación y el porcentaje de población comprendida entre los 15 y los 64
años. Los municipios peor situados en el índice de desarrollo humano son los que presentan un
grado de marginación más severo, un menor porcentaje de población en edad de trabajar y una
proporción mayor de población que habla lengua indígena; concentrándose casi todos ellos en
las regiones Altos y Selva.
10
CONAPO (2006) emplea esta misma técnica de estratificación óptima para los municipios de Chiapas, pero en relación con todos los demás municipios del territorio mexicano. De esta forma, obtiene que 47 de los 118 municipios de Chiapas presentan un nivel de marginación “muy alto”; 64 un nivel “alto”; 5 nivel “medio” (Arriaga, Comitán de Domínguez, Huixtla, San Cristóbal de las Casas y Tapachula); uno nivel “bajo” (Reforma); y uno nivel “muy bajo” (Tuxtla Gutiérrez). En este caso, la metodología de estratificación se aplica únicamente en relación a los municipios de Chiapas, extendiéndose al resto de variables (IDH, porcentaje de población entre 15 y 64 años y porcentaje de población que habla lengua indígena) además del índice de marginación. 11
Sitalá, en la región Selva, aparece en tres de las clasificaciones, mientras que en la restante, de porcentaje de población entre 15 y 64 años, figura por muy escasa diferencia en el segundo estrato, siendo el decimonoveno municipio de Chiapas con menor tamaño relativo de población en edad de trabajar.
148
Cuadro 3. Municipios de los estratos más bajos del índice de desarrollo humano y del porcentaje de población entre 15 y 64 años, y más altos del índice de marginación y del
porcentaje de población que habla lengua indígena.
Índice de desarrollo
humano
Índice de
marginación
Porcentaje de población
entre 15 y 64 años
Porcentaje de población
que habla lengua indígena
1 Santiago el Pinar 118 Sitalá 1 Santiago el Pinar 118 Chalchihuitán
2 Mitontic 117 Chalchihuitán 2 Chanal 117 Santiago el Pinar
3 Sitalá 116 Aldama 3 San Juan Cancuc 116 Aldama
4 Chamula 115 Pantelhó 4 La Grandeza 115 Mitontic
5 Aldama 114 Santiago el Pinar 5 Aldama 114 San Juan Cancuc
6 San Juan Cancuc 113 Chilón 6 Chenalhó 113 Chamula
7 Chalchihuitán 112 Mitontic 7 Ocotepec 112 Larráinzar
8 Chenalhó 111 Amatenango V. 8 Chalchihuitán 111 Tenejapa
9 Zinacantán 110 San Juan Cancuc 9 Mitontic 110 Zinacantán
10 Pantelhó 109 Chamula 10 Larráinzar 109 Chenalhó
11 S. Andrés Duraznal 108 Tumbalá 11 Oxchuc 108 Oxchuc
12 Larráinzar 107 Zinacantán 12 Marqués de Comillas 107 Tumbalá
13 Ocotepec 106 Chenalhó 13 Pantelhó 106 Ocotepec
14 Amatenango V. 105 Oxchuc 14 Chilón 105 Chilón
15 Chilón 104 Amatán 15 Benemérito de las A. 104 Tapalapa
103 Chanal 16 Maravilla Tenejapa 103 Tila
102 Salto de Agua 17 Tenejapa 102 S. Andrés Duraznal
101 Larráinzar 101 El Bosque
100 Huitiupán 100 Sitalá
99 Chanal
98 Huixtán
97 Pantelhó
96 Salto de Agua
Fuente: Elaboración propia.
149
Gráfico 2. Distribución espacial de los municipios según los valores de: IDH, índice de marginación, porcentaje de población entre 15 y 64 años de edad y porcentaje de
población que habla lengua indígena.
Fuente: Elaboración propia.
Conclusiones y algunas soluciones tentativas
Como se ha argumentado, el desarrollo es un proceso integral que implica la modificación de un
buen número de variables que afectan no sólo a la acumulación y asignación de recursos
dentro de la vida económica sino también a las relaciones sociales y a las características
demográficas de las poblaciones. No se puede distinguir entre variables causa y variables
efecto, ya que el desarrollo se presenta como un proceso de causación acumulativa en el que la
dinámica de unos indicadores retroalimenta a otros y éstos, a su vez, favorecen el cambio de
150
los primeros. La explicación del desarrollo, de la reducción del índice de marginación y, en
definitiva, de las diferencias observadas entre los distintos municipios de Chiapas ha de tener
en cuenta esta circunstancia; ha de ser, por tanto, una explicación integral, que considere, no
sólo los indicadores intermedios del desarrollo o de la marginación de manera aislada, sino
todos los factores económicos, sociales y demográficos que intervienen y se interrelacionan en
el proceso.
De todo lo anterior, cabe concluir que en Chiapas existen municipios avanzados en su
transición demográfica y que se encuentran entre los más destacados en desarrollo a nivel
nacional, como Tuxtla Gutiérrez, Tapachula o Reforma, pero también otros cuyas condiciones
son las opuestas. En estos últimos, los hijos siguen viéndose como una fuente de ingreso a
corto plazo. Por ello, se tienen muchos, que se incorporan pronto a la actividad productiva,
dejando la educación en un segundo plano si es que no se abandona. En esas circunstancias,
la productividad del trabajo y la capacidad para introducir innovaciones tienden a ser bajas. No
hay condiciones para el cambio y, si las hay, éstas resultan ser mínimas y la transformación se
produce de forma muy lenta. Se da un fenómeno de “círculo vicioso” (Myrdal, 1979), con bajo
desarrollo, pocas oportunidades y escasa inversión en capital humano, en el que los hijos
difícilmente pueden hacer otra cosa que continuar con la actividad productiva familiar y
reproducir las mismas estrategias de sus progenitores.
En principio, la situación respecto a la fecundidad cambia con la obligatoriedad de la
educación y la supresión del trabajo infantil. Cuando eso ocurre, los hijos dejan de ser una
fuente de ingreso a corto plazo, induciendo a los padres a adoptar la estrategia de limitar su
descendencia y educarla mejor. Surgen incentivos para sustituir cantidad por calidad en los
hijos (Becker y Lewis, 1973; Becker, 1981; Becker, Glaeser y Murphy, 1999; Galor y Weil, 1999
y 2000), lo que a largo plazo eleva la productividad y favorece el crecimiento económico y el
desarrollo. Se inicia un proceso de “círculo virtuoso” (Myrdal, 1979).
En México, la educación es obligatoria hasta los 14 años, lo que no impide que la tasa
de asistencia escolar en Chiapas sea tan sólo del 93.2% para la población comprendida entre
los 6 y los 11 años de edad y del 84.3% para el grupo de 12 a 14 años, siendo éstas las tasas
más bajas de toda la República Mexicana (INEE, 2006, p. 331). Algo similar ocurre con el
trabajo infantil, prohibido por ley, pero practicado con impunidad (INEGI, 2004).
En el caso de que no se realice ninguna intervención, el número de familias que percibe
las ventajas de la educación y modifica su estrategia respecto a los hijos, será cada vez mayor,
151
como indica lo acontecido en otras sociedades.12 El trabajo infantil tenderá a desaparecer y la
tasa de asistencia escolar se aproximará a su máximo. No obstante, éste será un proceso lento,
que puede acelerarse forzando el cumplimiento del artículo 123 (fracción III) de la Constitución
Política de las Estados Unidos Mexicanos, según el cual “Queda prohibida la utilización del
trabajo de los menores de catorce años”. Ello debería convertir a los hijos en un costo a corto
plazo, desincentivando la fecundidad, lo que permitiría a las mujeres reducir su trabajo
reproductivo e incrementar el productivo y guiaría a las familias hacia una estrategia de
inversión en la educación de los hijos elevando la productividad. Teniendo en cuenta la
descomposición factorial del PIB per cápita expuesta en las páginas anteriores, todos estos
cambios deberían traducirse en crecimiento económico a largo plazo, ya sea a través del
aumento relativo de la población en edad de trabajar (por el descenso de la natalidad), del
incremento de la tasa de empleo (por la incorporación de las mujeres al mercado de trabajo) o
por el aumento de la productividad (debido a la mayor educación de las nuevas generaciones).
Teniendo en cuenta la interrelación que existe entre las variables consideradas, y a la
luz de lo comentado, la recomendación fundamental que cabe realizar es que se trate de
cumplir la legislación existente respecto a educación obligatoria y prohibición del trabajo infantil,
ya que estas medidas se muestran adecuadas para acelerar la espiral de transformaciones que
guían el desarrollo de cualquier área geográfica al implicar la mejora de las capacidades de sus
habitantes, algo que es imprescindible para lograr otros objetivos, como la reducción de la
pobreza, de la marginación o del rezago social.
12
Tras la presentación de esta ponencia en la mesa de desarrollo del Primer Congreso Internacional sobre Pobreza, Migración y Desarrollo, el Dr. Apolinar Oliva mostró su inquietud acerca de si la percepción de la fecundidad indígena, distinta de la occidental, podía responder a factores diferentes a la racionalidad económica y, entonces, no reaccionar en el modo aquí indicado. Barroso (2004, p. 10) escribe: “La reproducción humana para los indígenas tiene una significación diferente de aquella mestiza. Significación profunda en su base cosmológica y por consecuencia filosófica y ontológica. De ahí sus prácticas, ritos y mitos sobre la fecundidad”. Si bien el futuro es incierto, lo que cabe comentar al respecto es que las experiencias de otras poblaciones no occidentales, como las de Corea del Sur, Tailandia, Indonesia o Singapur, además de China y Japón, han mostrado una clara tendencia a la reducción de la natalidad al tiempo que el crecimiento económico y el desarrollo se aceleraban. Este mismo fenómeno también ha podido observarse en las sociedades europeas mediterráneas, bien distintas de las anglosajonas, que hasta hace pocas décadas presentaban cifras de natalidad muy elevadas debido al fuerte arraigo de los valores familiares, lo que no ha impedido que en la actualidad se sitúen muy por debajo del nivel de reemplazo generacional. En este caso, incluso se habría producido una sobre-reacción que en los setenta y los ochenta nadie fue capaz de pronosticar. Además de las experiencias comentadas, Wolf (1984) afirma que “ni las sociedades ni las culturas deberían darse por supuestas, [...] las series culturales [...] están continuamente en construcción, deconstrucción y reconstrucción, bajo el impacto de múltiples procesos que afectan a varios campos de conexiones sociales y culturales”; a lo que añade: “Sólo renegando del más mínimo interés por la historia, se puede mantener la noción del primitivo como estático y aislado”. En los últimos años, la mortalidad se ha reducido de forma muy importante en las poblaciones indígenas. Asimismo, el contacto con otras culturas ya no se produce sólo por la llegada de “visitantes” a las comunidades indígenas, sino, también, por la emigración de éstos hacia los mercados de trabajo del norte y de la Ribera Maya, donde se adaptan a condiciones diferentes. La experiencia demuestra que los cambios en los patrones migratorios y de mortalidad alteran la fecundidad. La tercera ley de Newton, el principio de acción y reacción, también actúa en las ciencias sociales como ya explicó Popper ([1957] 1984, p. 27). Eso es seguro. Lo que no se puede saber con exactitud es en qué momento y en qué medida se producirá la reacción.
152
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154
Modos de vida: base del desarrollo en la microrregión Yocnajab, Comitán, Chiapas
Manuel de Jesús Morales González1
Introducción
La consideración básica de este trabajo es que para entender y atender los problemas de las
áreas rurales es necesario analizar las necesidades, las fortalezas y las limitaciones de una de
sus instituciones y organizaciones, los grupos domésticos campesinos, sin soslayar el contexto
ambiental, político y social en el cual se desarrollan (Dufumier, 1993, 211).
Diversas experiencias demuestran que cuando no se priorizan las necesidades de los
agricultores y no se les toma en cuenta en la planeación de los proyectos de desarrollo, desde
antes de su ejecución estarán prácticamente condenados al fracaso; por el contrario, hay
evidencias que cuando se les consulta y se les permite participar, su desempeño mejora
notablemente y el desarrollo resulta más sostenible (Chambers, 1995, 587). En adición, la
perspectiva desde lo local es complementaria al análisis de los procesos globales; es decir,
poner más atención a los procesos locales de transformación, como las condiciones
ambientales (contaminación y agotamiento de los recursos), las productivas (tenencia de la
tierra, patrones de cultivos y patrones técnicos) y las socioeconómicas (pobreza, equidad y
calidad de vida) de los productores rurales, como un requisito imprescindible para entender los
procesos globales (Llambi, 1996, 93).
En el caso de la agricultura mexicana, que se ha caracterizado en los años recientes por
sufrir una fuerte disminución de la inversión publica y la asistencia técnica, del encarecimiento y
la escasez del crédito y la desregulación del mercado (Cruz, 1995, 1; Gómez, 1996, 68-70;
Calva, 1999, 66-70), consideramos que su análisis puede verse ampliamente beneficiado al
colocar como foco de atención a los grupos domésticos que habitan en una de las entidades
con los contrastes económicos, sociales y culturales más pronunciados del país: Chiapas. En
particular, nos enfocamos a la microrregión denominada “Yocnajab”, que se distingue por ser
un área rural cercana a una zona urbana, donde se desarrolla un tipo de agricultura bajo
condiciones de temporal, que ha sido seriamente afectada por la apertura comercial.
De ahí que el sector productivo en Yocnajab presenta serias dificultades. El rendimiento
de maíz es relativamente bajo, 1.5 ton/ha, comparado con el que se obtiene en otra subregión
1 Catedrático del Instituto Tecnológico de Comitán. E-mail: [email protected]
155
de este municipio denominada depresión, donde el rendimiento es de 3.5 ton/ha; a esto hay que
agregarle que la relación beneficio-costo es negativa (- 0.74); es decir que los ingresos
derivados de la venta del producto obtenido, es más bajo que el costo de producción (Dirección
Agropecuaria Municipal, 1998; S. D. R. /Delegación III Fronteriza, 2001:21).
Por otra parte, la falta de asesoría técnica ha provocado que el productor utilice técnicas
de producción inadecuadas, tales como un mal manejo del suelo y un uso indiscriminado e
inadecuado de productos químicos, lo que ha ocasionado una fuerte erosión del suelo y la
contaminación del ambiente (S. D. R./Delegación III Fronteriza, 2001, 21).
Otro de los aspectos desfavorables de la política neoliberal es que ha acelerado la
descapitalización del sector rural y solo ha beneficiado a los grupos con mayor acumulación de
capital, acentuando aún mas la polarización económica (Cruz, 1995, 112; Parra, 1996, 138).
No obstante esta obvia diferenciación, las instituciones regionales de investigación y
desarrollo, han generado tecnología e implantado proyectos sin considerar si existen o no las
condiciones sociales y económicas necesarias para su adopción (Alemán, 1996, 63;
Hernández, 1996, 159); y además, asumen que estas condiciones son homogéneas.
En síntesis, podemos mencionar que la problemática actual de de “Yocnajab” se
concretizaen los siguientes puntos: a) la apertura comercial ha afectado seriamente a la
actividad agropecuaria, lo que ha repercutido en el deterioro de algunos recursos naturales; b)
es notoria la diferenciación económica de los campesinos, pero la intervención de las
instituciones para el desarrollo se ha realizado considerando que las condiciones son
homogéneas; c) a consecuencia de lo anterior, los programas de desarrollo no han sido
exitosos, porque además, no se han considerado las capacidades, las limitaciones y las
necesidades de los habitantes.
Ante tales circunstancias, surge las siguientes preguntas, ¿Existe alguna propuesta
teórico-metodológica que permita abordar esta problemática y que conlleve al logro de una
mejor planeación para el desarrollo?, ¿Cuáles son los puntos de entrada de las instituciones
regionales que puedan favorecer las condiciones actuales de desarrollo? En el presente trabajo
partimos de un supuesto que se sustenta con lo expresado por García y García (1992, 267) y
Cortés, (1993, 71) quienes mencionan que ante la problemática que se ha presentado en el
sector agrícola del país, la dinámica de los campesinos es compleja y solo es posible
entenderla partiendo de un análisis integral de los factores que intervienen en dicho cambio.
Para el caso, utilizaremos el concepto de modos de vida, como un concepto holístico
que permite el análisis de las diferentes estrategias sobre el uso de los recursos materiales y
sociales bajo un contexto determinado. Los modos de vida es parte del concepto “modos de
156
vida sostenible” (en inglés, sustainable livelihoods), que a su vez se deriva del desarrollo
sustentable2. Aunque la literatura presenta una gran cantidad de ideas y conceptos con
respecto a los modos de vida sustentable, la mayoría se refiere a los temas de la pobreza y el
medio ambiente (Perezgrovas, 2001, 19). De acuerdo con la Swedish International
Development Coperation Agency [SIDA] (1996, 40), los modos de vida se refiere a un término
que abarca las diferentes actividades a través de las cuales se asegura la sobrevivencia y el
mejoramiento de las condiciones de vida; por su parte el Instituto de Estudios para el Desarrollo
(IDS por sus siglas en inglés), lo define como, “las capacidades, activos (reservas, recursos,
derechos y acceso) y las actividades requeridas para el sostenimiento de la vida…” (Chambers
y Conway, 1992, citado por Perezgrovas, 2001:20-21). Retomando estas ideas y las propuestas
por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, según Singh y Gilman (1999, En:
www.undp.org/sl/Documents/documents.htm), hemos elaborado la siguiente definición de la
cual partimos en este trabajo: “Los modos de vida son un conjunto complejo y variado de
estrategias económicas, sociales y físicas que se realizan a través de las actividades y
los recursos, mediante los cuales se asegura la reproducción social y biológica del grupo
doméstico”.
Para el estudio de los modos de vida, el IDS propone un marco de análisis, el cual
ofrece un panorama general de los aspectos involucrados, que pueden ser sintetizados en tres
fases: línea base, intervenciones institucionales y evaluación del impacto, y que tiene, en el
centro del marco, un pentágono de recursos (natural, social, físico, humano y económico) a
partir de los cuales los individuos o los grupos domésticos construyen sus modos de vida
(Perezgrovas, 2001:24), a los que denominaremos como activos, en virtud de ser un concepto
amplio en muchos contextos (Fundación Ford, 2002).
La línea base, que es de la cual partimos, consiste en conocer el estado actual o inicial
del desarrollo y sus tendencias, a través del análisis del contexto y de las condiciones de los
recursos de los grupos domésticos. Este punto de partida es holístico y diferente a los puntos
de partida sectoriales como pueden ser el agua, la salud o la agricultura (Singh, y Wanmali,
1998, en: http://www.undp.org/undp/seped/index.htm).
Dicho análisis parte de dos conceptos complementarios, los grupos domésticos y la
diferenciación económica. Hemos privilegiado al grupo doméstico como unidad de análisis, a
1En 1987 el concepto de modos de vida sustentable fue propuesto por la Comisión Mundial de Naciones Unidas para el Medio Ambiente y Desarrollo en el informe Brundtland, donde incluyeron las siguientes definiciones: “Modos de vida es definida como los adecuados niveles de existencia y flujos de alimentos y dinero para satisfacer las necesidades básicas. Asegurar la propiedad de o el acceso a los activos, los recursos y las actividades generadoras de ingresos, incluyendo reservas y recursos para contrarrestar los riesgos, facilitar tensiones y satisfacer contingencias. La sustentabilidad se refiere al mantenimiento o mejoramiento de la productividad de los recursos a largo plazo”. (World Commission on Environment and Development, -WCED-, 1987, citado por Perezgrovas, 2001:20))
157
razón de constituir uno de los principales arreglos sociales donde se deciden y llevan acabo
acciones en torno al uso de los recursos naturales, en general, y específicamente a los
sistemas agrícolas. Además porque la diversificación de actividades, agrícolas y no agrícolas,
exigen de la participación de todos los miembros del grupo.
Por otra parte, reconocemos que las poblaciones están lejos de ser homogéneas; por el
contrario, se han registrado diferencias económicas y sociales que derivan en distintas
respuestas locales ante procesos externos, como pueden ser las intervenciones
gubernamentales o el papel del mercado. En este sentido la diferenciación es considerada
como un instrumento que permite agrupar a los grupos domésticos en conjuntos homogéneos,
con base a un cierto número de características económicas y sociales (Duch, 1998, 30).
Por lo tanto, el análisis desglosado de los modos de vida tiene que realizarse a través
de los diferentes estratos socioeconómicos, ya que cada uno de ellos tiene necesidades,
limitaciones y oportunidades diferentes; además, responden de diferente manera ante los
cambios económicos y sociales (García y García 1992, 270; Dufumier, 1993, 211; Duch, 1998,
30)
Es preciso reconocer que la principal contribución de esta investigación, consideramos,
radica en generar información básica que podrá ser utilizada en la planeación para el desarrollo
regional; específicamente para facilitar la identificación de posibles puntos de entrada de las
instituciones regionales de enseñanza, investigación y desarrollo.
Asimismo, tomando en cuenta la complejidad y dinamismo de los grupos domésticos en
sus procesos de desarrollo, el análisis propuesto de los modos de vida es limitado, ya que
resulta pertinente conocer en mayor detalle el papel de las instituciones (políticas de desarrollo)
sobre los procesos y estrategias de los grupos domésticos.
En las siguientes secciones damos cuenta de las condiciones regionales que afectan a
los grupos domésticos del área de estudio, luego se tratarán los criterios de diferenciación y la
descripción de los recursos de cada uno de los estratos socioeconómicos. Por último
analizaremos los modos de vida y sus respectivas tendencias.
158
La microrregión “Yocnajab". Entorno físico-geográfico y agroecológico
La microrregión “Yocnajab” esta formada por cuatro comunidades3: El Rosario Yocnajab,
Guadalupe Yocnajab, Concepción Yocnajab y San José Yocnajab, y en su conjunto suman una
población de 2 333 habitantes (INEGI, 2000); en la presente investigación se trabajó con tres
de ellas, San José, El Rosario y Guadalupe Yocnajab, únicamente Concepción Yocnajab
decidió no participar por algunos conflictos internos que serán explicados más adelante. Esta
área geográfica se ubica en la subregión de la “meseta”4 perteneciente al municipio de
Comitán, la cual se ubica al sureste del Altiplano Central a una altitud de 1500 a 1600 m.s.n.m.
(Cardoso, 1979, 38). Se localiza aproximadamente a 10 kilómetros al Oriente de la Ciudad de
Comitán y colinda en la parte Sureste con el Instituto Tecnológico de Comitán y hacia el Sur
con el barrio de “El Cerrito Concepción” de la Ciudad de Comitán (Figura 1).
3 Cabe mencionar que existen dos pequeñas propiedades, San Antonio Yocnajab y Santa Rita Yocnajab, que no se consideraron por separado debido a que los dueños radican en El Rosario Yocnajab. Por otra parte, en la revisión bibliográfica se reporta la existencia de dos propiedades más que también llevan Yocnajab en su segundo nombre: San Pedro y la Esperanza (INEGI, 2000 y Dirección Agropecuaria Municipal, 1998); sin embargo, estas dos propiedades (actualmente rancherías), que se ubican aproximadamente a 15 Kilómetros de El Rosario Yocnajab y colindan con el Aeropuerto de Copalar; desde hace 15años eliminaron el nombre de Yocnajab y se registraron como:, La Esperanza Copalar y San Pedro Copalar ( Rafael López Cruz, entrevista personal, La esperanza Copalar, 2003). 4 Por sus características geográficas el municipio de Comitán ha sido dividido en cuatro zonas: Altos, Altiplano, Meseta y Depresión Central (Dirección Agropecuaria Municipal, 1999).
159
La proximidad de “Yocnajab” con la ciudad de Comitán, el núcleo comercial más
importante de la región, es un factor que ha influido directamente en los modos de vida de los
habitantes de estas comunidades, principalmente porque es un aspecto que facilita migración
pendular5; un 65 % de los grupos domésticos practican este tipo de migración como una
actividad adicional a la producción agropecuaria.
Las vías de acceso y los servicios, son aspectos que también han sido favorecidos por su
localización. En la microrregión se cuenta con suficientes caminos que facilitan la comunicación
entre las comunidades y ciudades más cercanas, así como los servicios elementales de agua y
electricidad en el 100 % de las viviendas, constituyendo una fortaleza importante para impulsar
el desarrollo económico, principalmente porque facilitan la comercialización de los productos,
tanto artesanales como agropecuarios.
Sin embargo, el éxito de las actividades agropecuarias no solo depende de sus facilidades
de comercialización, sino también de las condiciones agroecológicas. La ubicación geográfica
de “Yocnajab” y la heterogeneidad del relieve del Estado, provocan que en esta zona se
presente una precipitación de 1500 mm anuales; además, por las características del subsuelo,
que en su mayor parte se encuentra constituido por material calcáreo, no existen corrientes
freáticas que pudieran ser utilizadas para el riego (C. N. A., 1999, s/p; Villafuerte et al, 1999,
60), por lo que los productores se ven obligados a sembrar bajo condiciones de temporal. Sin
embargo, el promedio del rendimiento de maíz reportado para esta región de 1500 kg/ha, se
encuentra cerca del promedio estatal para zonas temporaleras, que según el INEGI (2002), es
de 1 970 kg/hectárea, lo que nos conduce a valorar que “Yocnajab” ofrece un potencial
productivo aceptable. Esta valoración se vería aún mas justificada por la presencia del Río
Grande que atraviesa la microrregión, de no ser por la transformación que ha sufrido al
desembocar allí todo el drenaje de la Ciudad de Comitán, convirtiéndolo en una corriente de
aguas negras, que a pesar del tratamiento que se le dio en el año 2002, a través de una laguna
de oxidación, sigue siendo una fuente de contaminación, principalmente por el consumo de
productos y subproductos agropecuarios (Ricardo Cancino, entrevista personal, Guadalupe
Yocnajab, 2003).
Además del recurso agua, las características del suelo juegan un papel importante
en el potencial productivo de la región, por lo que resulta interesante abordar algunos aspectos
históricos de Yocnajab por la relación que tienen con la cantidad y la calidad de la tierra que
5 Ocurre la migración pendular cuando las personas trabajan durante el día en la Ciudad y regresan a dormir a su casa (Peña, 2002).
160
actualmente poseen los grupos domésticos, que a la vez constituye uno de los factores
responsables de su diferenciación económica.
El origen de “Yocnajab”6, mismo que se utilizó como un criterio de tipo cultural para
definir a esta microrregión, se remonta hacia la década de los 1920. En esa época, los dueños
de los latifundios, antes de verse afectados por el gobierno prefirieron vender sus tierras; la
oferta fue aprovechada por grupos de personas que, de acuerdo con sus posibilidades
económicas, adquirieron terrenos de diferente calidad y extensión, constituyéndose así las
diversas rancherías que conforman este espacio geográfico.(Manuel Morales, entrevista
personal, El Rosario Yocnajab, 2002). Este proceso de conformación ha dado como resultado
que en Guadalupe Yocnajab se tengan los terrenos con mayor pendiente (observación directa),
menos fértiles y poca cantidad de tierra por productor. En El Rosario los terrenos son más
planos (observación directa), de mejor fertilidad y mayor superficie por productor; en San José
éstos presentan características muy variadas, los hay de regadío, pedregosos, inundables y
fértiles (observación directa) y la cantidad de tierra por productor es la más baja de las tres
localidades Cuadro 1).
Cuadro 1. Cantidad promedio y fertilidad de la tierra por grupo doméstico en tres comunidades de “Yocnajab”.
Localidad Superficie promedio por
grupo doméstico
(Has)
Porcentaje de la
superficie de baja
fertilidad
Porcentaje de la
superficie de regular a
alta fertilidad
Guadalupe
Yocnajab
3.88 39.9 % 60.1 %
El Rosario
Yocnajab
9.87 7.8 % 92.2 %
San José
Yocnajab
2.50 10.0 % 90.0 %
FUENTE: Elaboración propia
Entorno político y económico
El entorno regional se ve seriamente afectado por la incertidumbre en los precios y el mercado
de los productos, el alto costo de los insumos y la transformación del escaso apoyo técnico y
crediticio para la producción (Villafuerte y García, 2002, 1) en programas de asistencia social.
6 Una versión del significado de Yocnajab es “Cimiento o pie del palacio”, que procede del Tojolabal Yok, pie o cimiento, na casa y ajau señor (Becerra, 1985); sin embargo, coincidimos más con la traducción realizada en la misma lengua: Yoc pie ó río, Yoc-já pase de un río y na mi casa, “casa o lugar a orilla del río”. ( Luis Jiménez Aguilar, entrevista personal, Comitán, Chiapas, 2003)
161
En adición a esta vulnerabilidad, se presenta, a nivel de comunidad, un tipo de
participación política que en algunos casos ha generado conflictos que son dignos de
mencionar, como el que sucede en Concepción Yocnajab, donde existe un grupo de personas
que pertenecen a una organización no gubernamental, que han provocado un fuerte
divisionismo entre los habitantes; la causa del conflicto es por la forma en que se ha utilizado un
banco de arena de uso comunal, en la que se culpa a este grupo de explotar el recurso sólo
para el beneficio de sus integrantes. A raíz de esta inconformidad, la comunidad no puede
organizarse para la gestión de proyectos y recursos que puedan favorecer a sus familias,
(Caralampio Aguilar Ruiz, entrevista personal, Concepción Yocnajab, 2003).
Otro conflicto, es el que se genera entre los militantes de los dos partidos más
importantes, el PRD y el PRI, en virtud de que en la gestión de proyectos se excluyen
mutuamente; por fortuna, este tipo de conflictos no han afectado seriamente el desarrollo de las
comunidades (Eleazar Guillen Meza, entrevista personal, El Rosario Yocnajab, 2003).
Las consecuencias de estos conflictos, principalmente los que se suscitan en Concepción
Yocnajab, se manifiestan sobre la reducción de su activo social, ya que sus habitantes poco a
poco están perdiendo cohesión y hasta identidad para con su comunidad, lo que a su vez ha
disminuido notablemente las posibilidades de desarrollo.
Después de conocer algunas de las características del entorno y su influencia en los
modos de vida de los grupos domésticos de “Yocnajab”, a continuación se aportarán los
criterios que se emplearon para su diferenciación, así como la descripción de los recursos con
que cuentan para fortalecer el proceso de estratificación.
Diferenciación de los grupos domésticos
Acorde con las características de Yocnajab, encontramos que el grupo doméstico, en su
mayoría, se conforma de familias nucleares y de familias compuestas; en ésta última la
residencia se comparte con algún pariente de los padres. Es pertinente agregar que, tanto el
grupo de consumidores como el grupo de residentes, variarán a lo largo del ciclo de desarrollo
del grupo doméstico (Robichaux, 1989, 746)
Tomando en consideración el arreglo social encontrado, para definir al grupo doméstico
recurrimos al criterio de residencia, propuesto por Martine Segalen, mencionado por Robichaux
(En prensa).
En este caso, las unidades de producción y consumo son distintas entres sí, pero la
suma de las dos son iguales a la unidad de residencia. Esto significa que todos los que
162
comparten la misma residencia participan en la reproducción social del grupo, a través de las
diversas actividades productivas (agrícolas y no agrícolas), domésticas y culturales.
Criterios de diferenciación
La estratificación de los grupos domésticos se llevó a cabo mediante el método Wealth ranking,
que consiste en la categorización de los grupos domésticos de acuerdo a los niveles de
riqueza. por lo que se construyó a partir de los criterios locales (principalmente económicos),
proporcionados por los informantes clave.
Tomando en consideración que en una región como ésta, donde existe una alta
diversidad de actividades económicas (agropecuarias y asalariadas), no es apropiado realizar
una denominación con base es su actividad económica principal, (Ardingnton y Lund, 1996
mencionados por Perezgrovas, 2001, 30), por lo que se optó por ratificar los nombres
propuestos por los informantes, definiéndose de la siguiente manera:
Al primer estrato lo hemos denominado “estrato alto”, en virtud de que fue el grupo que los
informantes señalaron como los que tienen mejores condiciones económicas, de acuerdo con
las siguientes características: poseen casa de material, de tamaño regular y patio de concreto,
algunos tienen carro, otros cuentan con más de 5 hectáreas y algunos tienen ganado; también
hay profesionistas y buenos mecánicos y los agricultores se dedican a la siembran de tomate.
Para nombrar a los siguientes estratos se utilizó el mismo procedimiento. Al estrato 2 que
denominamos como “estrato medio”, fue identificado por los informantes con base en el nivel
intermedio de los recursos que poseen los grupos domésticos, tal y como se mencionan a
continuación: cuentan con una superficie de terreno que va de 0.5 a 3.0 hectáreas, las casas de
la mayoría es repellada y con techo de lámina y algunas con patio de concreto, la mayor parte
de los grupos domésticos se dedica a la agricultura y combinan esta actividad con otro trabajo
para complementar sus ingresos.
A los del tercer estrato se les denominó “estrato bajo”, ya que de acuerdo con la opinión
de nuestros informantes, los que pertenecen a este grupo tienen menores posibilidades y
cuentan con las siguientes características: la cantidad de tierra que poseen es mínima (menos
de media hectárea), algunos solo cuentan con solar, donde han construido una casa pequeña
con techo de lámina y pared de tabla o adobe, algunos viven de manera regular porque
trabajan como choferes, los demás son peones o jornaleros, siempre y cuando haya donde
conseguir trabajo.
Para elegir a los grupos domésticos que pertenecen a cada estrato, se les proporcionó, a
los mismos informantes, una relación de los jefes de familia de las tres comunidades, quedando
163
de la siguiente manera: el estrato alto, está formado por 51 grupos domésticos, equivalente al
11 % del total7, el estrato medio, que constituye la mayor proporción de los habitantes de
Yocnajab (75 % del total), lo integran 335 grupos domésticos, mientras que el estrato bajo,
cuenta con 63 grupos domésticos y tan solo representan el 14 % del total. Al ser comparados
los criterios de diferenciación obtenidos de manera cualitativa con la información derivada de la
encuesta, se encontró que hubo coincidencia al mostrar diferencias significativas dentro de
cada tipo (Cuadro 2).
Cuadro 2. Criterios de diferenciación de los grupos domésticos campesinos de la microrregión de Yocnajab.
GRUPO
PARAMETRO
ESTRATO
ALTO
ESTRATO
MEDIO
ESTRATO
BAJO
ANOVA
F
Sig.
Promedio tierra propia 6.49 has 2.52 has 0.64 has 7.360 0.001
Promedio de ganado
bovino
3.53 reses 1.08 reses 0.06 res 5.060 0.009
Porcentaje de viviendas
con piso de tierra
0.54 0.40 0.34 6.7 0.002
Porcentajes de grupos
domésticos que poseen
vehículo
73 % 10 % 0 % valor chi
pearson
= 32.387
0.000
FUENTE: Elaboración propia
Descripción de los activos que poseen los estratos socioeconómicos
Para complementar la diferenciación económica de los estratos, se recurrió a la descripción del
nivel de los activos, que fueron categorizados como: naturales, financieros, físicos, sociales y
humanos.
Los activos en recursos naturales y la producción agropecuaria
Los activos naturales están representados básicamente por la cantidad de tierra de cultivo y las
especies de animales y plantas domésticas. Por tratarse de una zona carente de áreas
montañosas no existe abundante diversidad biológica silvestre, por lo que únicamente se
7 El universo esta compuesto por 449 grupos domésticos, de los cuales 316 pertenecen a San José, 97 a El Rosario y 36 a Guadalupe.
164
consideraron las plantas y animales presentes en el solar, así como las estrategias de manejo
de éstos recursos para el sustento del grupo doméstico.
Aunque el 27 % de los grupos domésticos que pertenecen al estrato alto no tienen tierra.,
el resto de los grupos domésticos (73%) cuentan, en promedio, con una superficie de cultivo de
9.3 hectáreas, donde se practica una mayor diversificación de cultivos, en comparación a los
otros estratos, ya que además del maíz y frijol se cultivan otras especies, tales como: tomate,
pepino, chile y aguacate, pero todas en forma de monocultivo. Contrario a lo esperado, se
encontró que los rendimientos de los granos básicos no son muy altos (1,112 kg/ha de maíz y
558 kg/ha de frijol, en promedio), pero la diferencia con lo obtenido por los grupos domésticos
de los otros estratos es mínima.
Para los del estrato medio, la tierra constituye el recurso natural más importante, ya que el
92.5 % de sus integrantes cuentan con parcelas de cultivo en un promedio de 2.5 hectáreas.
De los tres sistemas de producción que practican (maíz y frijol en monocultivo y la asociación
maíz-frijol), la forma asociada es la que más predomina en la mayoría de los campesinos (el
50%), a pesar de que los rendimientos son más bajos en este sistema, ya que les produce 805
kg/ha de maíz y 198 kg/ha de frijol por 1356 y 492 kg/ha de maíz y frijol, respectivamente,
sembrados en forma de monocultivo.
Por su parte, de los grupos domésticos que pertenecen al estrato bajo, el 76% poseen
terreno de cultivo en un promedio aproximado de media hectárea, el resto únicamente cuenta
con un solar, que abarca una superficie aproximada de 500 metros cuadrados. Para el cultivo
de las especies tradicionales de maíz y frijol, la mayor parte de los campesinos de este estrato
(el 71%), prefieren el sistema asociado maíz-frijol, del que obtienen tan bajos rendimientos (850
kg/ha de maíz y 380 kg/ha de frijol), que no les alcanza para cubrir sus necesidades de
alimentación durante todo el año. Para solventar parcialmente esta necesidad, por una parte,
intercalan otras especies como, calabaza, tomate de cáscara y chile, y por otra, desarrollan
actividades asalariadas (Octavio Moreno Hernández, entrevista personal, Guadalupe Yocnajab,
2003).
La persistencia de los cultivos de maíz y frijol y de la poco beneficiosa diversificación de
cosechas en los grupos que poseen menos activos (estratos 2 y 3), sólo se explica aludiendo a
la racionalidad de la economía campesina. De acuerdo con la CEPAL, (1982, 64-65) y Shanin,
(1976, 21), la decisión que toman los campesinos de evitar los riesgos de perdida total o parcial
de sus medios de vida, esta plenamente justificada por su alto nivel de vulnerabilidad ante los
aspectos ambientales, a las políticas del mercado y a la escasa participación del Estado, de ahí
165
que la prioridad ante tal incertidumbre, cualquiera que sea la ganancia potencial, es la
reproducción social y biológica del grupo doméstico
El siguiente recurso natural de importancia en la microrregión son las especies de
animales que se dedican a la producción. Los del estrato alto explotan de manera comercial
dos especies de ganado mayor: bovinos de raza criolla y borregos criollos de raza peliguey que
poseen en un promedio de 3.5 y 2.3 animales por grupo domestico, respectivamente. La forma
de explotación es mediante el sistema mixto; es decir, que durante el verano pastan en los
potreros y en épocas de escasez de forraje se mantienen en corrales rústicos. Del resto de
especies menores formado por aves y cerdos, las gallinas tienen mayor importancia por la
cantidad que representan (18 por grupo doméstico en promedio).
La actividad pecuaria que desarrollan los grupos domésticos del estrato medio, se trata
de una ganadería de traspatio, en las que crían especies de ganado vacuno, borregos, cerdos,
gallinas, patos, guajolotes, burros y conejos. Incluyendo las especies de compañía como son
perros y gatos, suman un promedio de 14 animales por grupo doméstico. Aunque esta actividad
no genera ingresos de manera sistemática, tiene importancia económica debido a que funciona
como una inversión que utilizan eventualmente y además es un recurso muy útil en la
alimentación del grupo doméstico (producción para el autoconsumo).
Por su parte los grupos domésticos que corresponden al estrato bajo cuentan con las
mismas especies de animales que los del estrato medio, pero en menor cantidad, 8.8 animales
por grupo doméstico en promedio, en el que destacan las gallinas y los perros, éstos últimos,
inclusive, en un promedio mayor que los otros estratos.
Otro recurso genético importante en la microregión son las plantas del solar, de las que
se encontraron un total de 149 especies diferentes en la muestra estudiada, las cuales fueron
clasificadas de acuerdo con su uso principal en: frutales, flores, hortalizas (legumbres),
medicinales y maderables. No obstante que ninguno de los 5 tipos mostró diferencia
significativa en los tres estratos con respecto a cantidad (abundancia) y número de especies
(riqueza), los tres tipos de plantas que presentaron mayor cantidad de especies fueron las
flores, los frutales y las plantas medicinales con 51, 35 y 21 especies respectivamente.
Este recurso natural no representa una fuente de ingresos para los grupos domésticos de
“Yocnajab”, pero la presencia de diversas especies nativas de frutales propias de clima
templado como manzano (Pyrus malus), durazno (Prunus persica), mora (Rubus fruticosus),
fresa (Fragaria vesca) y nancerol, y algunas introducidas como, tuna (Opuntia ficus-índica),
pitaya (Stenocereus thurberi), y maracuyá (Pasiflora edulis) (Calderón, 1998); así como diversas
166
especies de flores y plantas medicinales8, significa que existe suficientes recursos genéticos
que pueden ser utilizados como material de investigación o directamente para la producción
comercial.
Por otra parte, al no existir áreas boscosas en toda la microrregión, no se practica la
actividad forestal, únicamente el 20 % de los grupos domésticos que corresponden al estrato 1,
cuentan con terreno privado de montaña en una extensión de cinco hectáreas en promedio,
que básicamente utilizan para la obtención de leña.
Activos financieros
Se definieron a los activos financieros a través de los ingresos derivados de las actividades
agrícolas y no agrícolas, además de la estimación de los egresos y del valor de uso de la
producción agropecuaria.
La ubicación geográfica de Yocnajab, es uno de los factores del entorno que han influido
en la diversificación de las actividades económicas, no como la causa sino como una condición
que ha sido aprovechada por los grupos domésticos de los tres estratos, básicamente como
estrategia de sobrevivencia en respuesta a dos causas fundamentales: la baja rentabilidad de
las actividades agropecuarias y la cantidad de tierra que poseen.
Con respecto a la primera causa, algunos agricultores del estrato alto han optado por
dejar de sembrar ó rentar aproximadamente el 40% de su superficie, ya sea para dedicarse a
una actividad distinta a la agrícola ó emplear una menor superficie para el cultivo de hortalizas,
convirtiéndose así en una importante actividad económica que contribuye con un alto porcentaje
a sus ingresos totales (39%), lo cual sugiere que la práctica hortícola, específicamente el cultivo
de tomate, les deja suficientes dividendos. El 51% de sus ingresos se deriva de las actividades
no agrícolas9, a las que se dedican un alto porcentaje de sus miembros (60%) (ver gráfica 1),
dentro de las que destacan, el empleo de gobierno y el servicio urbano especializado. El apoyo
del gobierno para este estrato, solo constituye el 10% de sus ingresos totales.
En lo que respecta a este rubro, para los grupos domésticos del estrato medio como para
los del estrato bajo, la aportación económica de la actividad agrícola es mínima, lo cual es
consecuencia de la convergencia de diversos factores que condicionan a la producción agrícola
8 Las principales especies de flores fueron: rosales (Rosa spp), crisantemo (Chrisantemum hibridum), lirio (Iris pseudacorus), bugambilia (Buganvillea spp), dalia (Dalia spp), pascua (Euphorbia pulcherrima), geranio (Pelargonium zonale), gladiolo (Gladiolus communis), girasol (Helianthus annus); las medicinales fueron: hierbabuena (Mentha spicata), epazote (Chenopodium ambrosoides), hinojo (Anethum foeniculum), romero (Rosmarinus officinalis), verbena (Verbena officinalis), sábila (Aloe vera), ruda (Ruta graveolens), ajo (Allium sativum), albahaca (Ocimum basilicum), ajenjo (Artemisia absinthium), malva (Malva sylvestris), y alcanfor (Eucalyptus globulus) (Sarret,1997; Sosa, 1998) 9 Las actividades no agrícolas fueron clasificadas de la siguiente manera: alfarería, empleo urbano especializado (balconero, carpintero, electricista, plomero, chofer), empleo urbano no especializado (albañil, ayudante o peón, obrero, empleado de mostrador, afanadora), servicio doméstico, comerciante, jornalero y empleado de gobierno (profesionistas)
167
hacia una producción de autoconsumo, principalmente para los del estrato bajo, para quienes
solo representa el 0.7% de sus ingresos totales, por tal razón ambos estratos han optado por
una mayor diversificación de sus actividades, de ahí que las actividades no agrícolas se han
convertido en su principal fuente de ingresos (ver gráfica 1), la cual complementan con el
ingreso que obtienen por concepto de los programas de gobierno.
Por otra parte, para la estimación de los egresos consideramos los gastos en servicios,
vestido, fiestas y comida. El comportamiento de los gastos en los tres estratos, en términos
generales, fue ascendente; es decir, éste era mayor conforme el estrato tenía una mejor
posición económica; la excepción fue el gasto en comida, en virtud de que el monto fue más
bajo en el estrato 2 y mayor en el estrato3; la explicación de este fenómeno, de acuerdo con
(Shanin, 1976, 23), se encuentra en el papel que desempeña el valor de uso de la actividad
agropecuaria, que en este caso es mayor en el estrato medio, tan solo en la producción
pecuaria supera por 7 veces al estrato bajo, por tal razón se deduce que la producción para el
autoconsumo es mayor y les permite ahorrar en comida.
FUENTE: Elaboración propia
Es importante mencionar que, aunado a sus escasos recursos económicos, un alto
porcentaje (30 %) de los jefes de familia del estrato bajo son viudas o divorciadas, lo que
significa una importante limitante en la generación de ingresos para el sostenimiento del grupo
doméstico, al respecto Buvinic (1990), citado por Hernández, (2001, 1) señala que los hogares
Grafica 1. Participación de los miembros del grupo doméstico en las actividades
remuneradas según estrato socioeconómico
0%
20%
40%
60%
80%
100%
ESTRATO ALTO ESTRATO MEDIO ESTRATO BAJO
Estratos socioeconómicos
Po
rcen
taje
s
Otros ingresos
Estudia y trabaja
Emigrante
Comerciante
Empleado urbano no
especializado
Empleado urbano
especializadoEmpleado de gobierno
Servicio doméstico
urbanoJornalero
AlfarerÍa
Agricultura
168
encabezados por mujeres tienen mayor probabilidad de ser pobres, las causas, según el
mismo autor, tienen relación con la baja escolaridad de la mayoría de las mujeres y su menor
acceso a los recursos productivos, mismas que coinciden con los datos obtenidos en este
estudio.
Activos físicos
Para la definición de estos activos se tomó en cuenta la presencia de infraestructura y equipo
que facilitan las actividades económicas y contribuyen en el logro de un mejor modo de vida
para la población. En este sentido “Yocnajab” resulta favorecido con carreteras pavimentadas y
de terracería que favorece la comunicación entre comunidades y la transportación de los
productos agrícolas y no agrícolas. Sin embargo, a nivel de cada uno de los estratos, tanto los
locales: bodegas ó trojes, chiqueros, gallineros, invernaderos ó sombreaderos y corrales, como
el equipo para la producción: bombas de agua, bombas para fumigar y molinos eléctricos, se
presentaron en diferente proporción, pero siempre a favor de los estratos con mayor nivel
económico.
Por otra parte, las condiciones de las viviendas no son tan malas, porque además de que
todas cuentan con los servicios de agua y luz, solo el 5% de las casas de los grupos domésticos
del estrato medio y el 17% del estrato bajo, cuentan con piso de tierra.
Activo social
Uno de los aspectos más importantes que constituye el activo ó capital social, es el nivel de
asociativismo; es decir la capacidad de una sociedad para actuar cooperativamente, formando
redes, concertaciones y todo tipo de sinergias en su interior (Putman, 1994, citado por Klisberg,
200, 28-34), además de las redes de relaciones interpersonales e intergeneracionales
necesarias para los individuos como una base de seguridad y apoyo (Fundación Ford, 2002), lo
cual coincide con Woolcock ( 2001, 13), quien define al capital social como las normas y redes
que facilitan la acción colectiva, al respecto, Flores y Rello (2001, 3) agregan que esta acción
colectiva ó asociativismo , como le llama Putman, sólo es posible si se cuenta con las fuentes y
la infraestructura necesaria, tales como la confianza, la cultura, las normas, las redes sociales,
las organizaciones y las instituciones. A partir de esta consideración definen al capital social
como: “la capacidad de acción colectiva que hacen posible ciertos componentes sociales, con el
fin de obtener beneficios comunes”, que es la que retomamos en este estudio.
A partir de esta definición, se deduce que la presencia de organizaciones formales o
informales en “Yocnajab”solo son el factor, la fuente o la infraestructura que influyen sobre el
169
activo social. En este sentido, la falta de una red local que se articule con instituciones de mayor
cobertura, la escasa presencia de asociaciones productivas locales10 en Yocnajab y la poca
cantidad de miembros que participan (7 % del total de individuos mayores de 18 años), sugiere,
en primer lugar, la poca presencia del Estado en el desarrollo rural, y en segundo, que los
campesinos de esta microrregión no han generado una infraestructura local basada en una
participación eficiente.
Lo anterior concuerda con lo identificado en el taller participativo, en el que los
participantes reconocieron su poca participación colectiva y aludieron la causa a la
desconfianza generada por los malos manejos y los escasos beneficios a favor de los socios;
no obstante manifestaron preocupación e interés por una mayor participación social:
“Como primer punto, para tener una mejor vida se debe tener participación con la
comunidad y ser unidos en todo lo que sea... para lograr la felicidad necesito una relación más
estrecha con mi familia, con mis vecinos y con la comunidad...” (Taller participativo, San José
Yocnajab, 2003)
Lo cual señala el rumbo por donde se deben fortalecer las propuestas de desarrollo. Sin
embargo a pesar de ser éste un comportamiento generalizado, la participación social presenta
diferencias en cada uno de los estratos.
La mejor actitud participativa en organizaciones civiles se presentó en los estratos 1 y 2,
al registrarse una participación de los jefes de familia en un 27 y 35%, respectivamente, por un
6% del estrato 3, destacando el estrato medio, quienes además reportan una mayor
participación en cargos de representación (27.5.6%).
La baja participación del estrato bajo en este tipo de organizaciones, permite hacer
referencia de dos factores interrelacionados que inciden sobre el capital social, el nivel
económico y la cultura. En un estudio realizado por Narayan y Pritchett (1997) mencionado por
Kliksberg (2000, 30), detectaron que aún en contextos de alta pobreza, las familias con mayores
niveles de ingresos eran las que tenían más alto grado de participación en organizaciones
colectivas. Por su parte, la acción colectiva de los grupos pobres utiliza las redes de solidaridad
y confianza locales, mientras que los más ricos utilizan instrumentos más formales que su
misma capacidad económica les permite (Flores y Rello, 2001, 7). Este comportamiento se
deriva a su vez, del efecto que el aspecto cultural tiene sobre el capital social, ya que la cultura
subyace tras los componentes básicos considerados como capital social, como la confianza, el
10 En la muestra estudiada se identificaron 4 tipos de organizaciones: Asociación Civil “Meseta Comiteca”, Sociedad de Producción Rural “Santo Domingo Lopog”, Central Independiente de Obreros y Campesinos (CIOAC) y una Sociedad para la adquisición de un tractor y sus implementos.
170
grado de asociativismo y el comportamiento cívico. De ahí que la riqueza del capital social de
los más pobres no reside en su participación en figuras asociativas formales, sino en las
relaciones de confianza y solidaridad que se manifiestan, en este caso, en la organización de
las fiestas, ya sean religiosas o de tipo familiar, donde la tradición cultural, constituye el
elemento más importante. (Klisberg, 2000, 33)
El caso del estrato bajo de Yocnajab, es que al no manifestar presencia en
organizaciones productivas formales, se les ha considerado como carentes de capacidad de
participación social colectiva, por lo que resulta necesario reconocer su actitud frente a otro tipo
de organizaciones que no poseen capacidad jurídica, pero que representan ejemplos de
cooperación simple en procesos de trabajo familiar o religiosos, como son las organizaciones
informales.
Activo humano
El activo humano es representado en este trabajo por el conocimiento local11, en el que además
se consideraron otros indicadores que tienen que ver con la capacidad física e intelectual de los
grupos domésticos, como son el nivel de gravedad de las enfermedades y los años de
escolaridad.
Los principales factores que han influido en la especialización del trabajo y en la
intensificación de la agricultura, como estrategias de sobrevivencia del estrato 1 son, su acceso
a los recursos materiales y el nivel del capital social a lo que habría que agregar la capacidad
que le otorga el capital humano, que bien podría ser una fortaleza o una debilidad.
Este grupo cuenta con el promedio más alto de años de escolaridad por individuo (6), en
comparación con el estrato 3 (2.4); sin embargo el porcentaje de enfermedades crónicas de
primero y segundo tipo (26.7 %), deja en entredicho las ventajas de la intensificación de la
actividad agrícola, debido, principalmente, al uso excesivo de pesticidas12, de fertilizantes y de
manera particular, de las aguas negras que utilizan para riego.
Ante tal situación coincidimos con las ideas de Toledo (1995, 12), quien menciona que la
transformación del conocimiento local, en un conocimiento mas especializado (menos
diversificado) puede atentar, a mediano o largo plazo, la estabilidad de los modos de vida de los
grupos domésticos, demostrando así el efecto negativo del modelo actual de desarrollo, que
11 Berkes, (1999) define al conocimiento “local” ó “ecológico tradicional” como “un cuerpo de conocimiento acumulativo de pract icas y creencias, envueltos por procesos adaptativos y manejado a través de generaciones por trasmisión cultural acerca de la relación entre organismos vivientes (incluido el hombre) y con su ambiente”. 12 Se registró la aplicación de un total de 33 productos químicos en el cultivo de tomate durante un ciclo de producción que dura 3 meses, utilizados para el control de malezas, plagas y enfermedades, sin incluir los diferentes tipos de fertilizantes, granulados y solubles.
171
con el afán de transformar “modernizar” al sector rural, esta provocando la continua destrucción
del modo campesino y su sustitución por el modo agro-industrial, con todas sus consecuencias
ecológicas , sociales, culturales, etc
En concordancia con este análisis, resalta la importancia que reviste el conocimiento
campesino de los estratos 2 y 3, ya que como lo demuestran los datos de este estudio, han
desarrollado una mayor diversificación de sus actividades, dentro de las que destaca la
alfarería, preferentemente desarrollado por las mujeres y que representa una actividad que
caracteriza a esta microrregión.
Modos de vida de los estratos y sus tendencias
Después del análisis del entorno y del contexto interno de los grupos domésticos, a
continuación se presentarán, de manera sintética, la tendencia de los modos de vida de cada
uno de los estratos localizados en “Yocnajab”.
Estrato Alto
Este estrato, que esta compuesto por dos terceras partes de grupos domésticos que poseen
tierra de cultivo y una tercera parte que no cuentan con este recurso, lo caracteriza un modo de
vida basado en un esquema de acumulación de capital; sin embargo, las expectativas de
incrementar sus recursos económicos a través de las actividades agropecuarias se han visto
seriamente afectadas por las políticas económicas y las restricciones ecológicas de agua y
suelo, ante las cuales, algunos agricultores han optado por abandonar el cultivo de grandes
extensiones (no mayores de 20 hectáreas) y dedicarse a la agricultura intensiva, básicamente al
cultivo de tomate, por lo que son reconocidos como los “tomateros”, mientras que los que
cuentan con maquinaria agrícola y ganado vacuno, continúan con la agricultura extensiva
basada en la producción de maíz y frijol, pero paulatinamente han ido introduciendo cultivos
más redituables, como sorgo, aguacate, gladiolo y tomate, así como especies de ganado
menor: cerdos, borregos y gallinas; es decir, la tendencia es procurar por una mayor
diversificación productiva.
No obstante que sus recursos materiales tienden a comportarse de una manera favorable
como resultado de sus estrategias de enfrentamiento, los datos señalan que su capital
humano, cada vez puede resultar con mayor afectación, si no se realizan acciones que
reduzcan el uso de agroquímicos y de aguas negras en la producción de hortalizas, que no solo
afecta a los productores, sino también al resto de la población que consume éstos productos.
172
Por otra parte, la proporción de grupos domésticos que se dedican a actividades no
agrícolas, principalmente los que no tienen tierra y los que poseen menos de 3 hectáreas, han
sabido aprovechar las facilidades de comunicación con la Ciudad de Comitán y su alto grado de
escolaridad para realizar actividades que les ha generado altos ingresos, tales como, empleado
de gobierno y empleado urbano especializado. Con respecto a la segunda fuente de ingresos,
la inestabilidad de los precios de los insumos, productos y servicios, no representan una
desventaja, en comparación con las actividades agrícolas; pero su dependencia de la
circulación de efectivo, los coloca en una situación de vulnerabilidad, ya que dependen de la
demanda de productos y servicios de la población local y regional; por su parte los empleados
de gobierno, también son inestables debido a que algunos de ellos cuentan con un empleo
temporal, y considerando que a nivel nacional los empleos tienden a disminuir, también los
ubica en una situación de inestabilidad. Aunado a lo anterior, se presenta en este estrato una
baja cantidad de actividades remuneradas (ver grafica1), lo que les resta posibilidades de
enfrentar con éxito cambios y presiones que ejercen los factores económicos, políticos y
ecológicos de sus entorno.
Estrato medio
Las estrategias que han elegido los grupos domésticos de este estrato son más homogéneas, lo
que ha permitido identificarlos con mayor claridad, inclusive, existe una amplia posibilidad de
denominarlos como “agricultores de subsistencia asalariados”, porque es el modo de vida que
los caracteriza; en primer lugar porque la mayoría cuenta con tierras de cultivo y practican una
agricultura de subsistencia a través de la siembra de cultivos tradicionales como maíz y frijol; y
en segundo lugar, porque la mayoría de los miembros del grupo domestico, incluyendo a los
jefes de familia que definen a la agricultura como su actividad principal, se dedican a una
actividad asalariada, de la cual obtienen ingresos que son indispensables para el sostenimiento
del grupo. De lo anterior se deduce que la estrategia común de este grupo ante la presión que
ha ejercido el entorno, se trata de una mayor participación de los miembros del grupo en
actividades asalariadas, aprovechando la oportunidad que les otorga la cercanía con la Ciudad
de Comitán. Ha sido también de capital importancia la función que han desempeñado, la
producción agrícola, la ganadería de traspatio y las plantas del solar, tanto en la alimentación
como en la generación de ingresos eventuales.
La herencia cultural, derivada de la civilización maya, que tiene que ver con su mayor
apego a la naturaleza, y su tipo de economía que no pretende la acumulación de riquezas, han
sido la base fundamental de la creciente reconversión tecnológica recientemente adoptada,
173
mediante la introducción de nuevas técnicas y alternativas de producción, tales como el uso de
estiércol para abono de sus cultivos, la lombricultura, el uso de bioinsecticidas y la producción
de hongos comestibles (Pleurotus ostreatus). Aunque se trata de una reorientación incipiente
de la actividad agropecuaria, ésta puede verse ampliamente fortalecida mediante la
participación de las instituciones regionales, específicamente del Instituto Tecnológico de
Comitán, que puede incidir directamente a través del área de agronomía, con actividades de
investigación, capacitación y asesoría. También es importante señalar que las mujeres de este
estrato, que son parte esencial de la unidad de producción, han mostrado interés y entusiasmo
por participar, no solo en la actividad artesanal, sino en cualesquiera de los proyectos
agropecuarios señalados.
Estrato bajo
Ante la poca superficie de terreno cultivable y la falta de recursos económicos, las tres cuartas
partes de los grupos domésticos de este estrato han tenido que poner en práctica el multicultivo
para poder sobrevivir, en este sistema, además de la asociación maíz-frijol, siembran, en el
mismo terreno, otras especies como, tomate de cáscara y calabaza y chile, principalmente, que
les provee diversidad de alimentos, pero no en la cantidad suficiente para solventar las
necesidades del grupo durante todo el año, por lo que tienen que desarrollar alguna actividad
asalariada, normalmente del tipo “empleo urbano no especializado”, que les permite obtener, de
manera temporal, lo equivalente a un salario mínimo al día.
El complemento de sus ingresos se deriva del apoyo de gobierno, concretamente del
programa “oportunidades”; sin embargo, para algunos grupos domésticos, este apoyo significa
la única fuente de ingresos directos. Este dato puede influir para inferir que las políticas de
gobierno no han sido del todo negativas; sin embargo, aunque ha provocado un efecto positivo
en los modos de vida, éste es de corto plazo, ya que estos programas “de asistencia social” no
están sustentados en una base productiva; además la distribución del ingreso no es equitativo,
ya que contrario a lo esperado, el monto que reciben por concepto del apoyo de éste programa
es similar en los tres estratos (no hay diferencia significativa).
No obstante la restricción de los recursos económicos, naturales y físicos, a estos grupos
domésticos les favorece el capital social y humano, que se relaciona con la actitud de
solidaridad y confianza que se manifiesta en la organización de fiestas religiosas y familiares,
que debe ser aprovechada en futuras intervenciones institucionales y darles una orientación
productiva con beneficio social y económico, mediante la combinación del conocimiento local,
como es el trabajo artesanal, y algunos recursos locales derivados del solar.
174
En síntesis, después de describir el escenario real de los estratos, el marco de análisis de
los Modos de vida sustentable (MVS), nos permite apreciar la falta de conexión que tiene esta
microrregión con otras estructuras que son indispensables para el logro de MVS, como son las
Políticas públicas, ya que a pesar de que los estratos alto y medio cuentan con mayores
activos, éstos no pueden contribuir a un sustento a largo plazo si no existe el soporte
institucional organizado que le proporcione un mayor dinamismo y que fortalezca los procesos
y las estructuras locales. Por su parte el estrato bajo resulta todavía con una mayor necesidad
de integrase a dichas estructuras para fortalecer sus potencialidades, básicamente las
relacionadas con el activo sociocultural.
No obstante esta deficiencia, es pertinente recalcar que “Yocnajab” cuenta con fortalezas
importantes que pueden facilitar el proceso de integración, tales como: suficientes y adecuadas
vías de acceso, servicios de salud, electricidad, telefonía, agua y educación y las ventajas que
implica que se trate de una población mestiza cuya legua es el español.
Conclusiones
Ha quedado de manifiesto que ante la dinámica de los grupos domésticos provocada por los
cambios políticos, económicos y ecológicos, el enfoque de los modos de vida constituye una
excelente alternativa para el análisis de la situación actual del desarrollo, el cual, precisamente,
nos lleva a las siguientes conclusiones:
Además del efecto de la apertura comercial en el proceso de diferenciación de los grupos
domésticos de Yocnajab, el factor de mayor peso específico ha sido la extensión y la calidad de
la tierra heredada a las actuales generaciones, que junto con la ubicación geográfica de dichas
comunidades, son los factores del contexto que han dado la pauta para la generación de las
diversas estrategias de sobrevivencia adoptadas por los grupos domésticos.
En análisis del entorno permitió identificar la presencia de factores favorables para los tres
estratos como son, las vías de acceso, los servicios públicos e inclusive el sector agropecuario,
que puede representar un potencial, siempre y cuando se mejore el manejo agronómico de los
sistemas de producción, entre otras acciones. En los estratos medio y bajo se requiere de una
mayor capacitación y asesoría para impulsar la agricultura alternativa aprovechando el
conocimiento tradicional y el interés mostrado por los campesinos, mientras que en el estrato
alto, el trabajo en este sentido se hace más complicado por los intereses económicos de sus
miembros; por esta razón, se debe planear una estrategia que los vaya involucrando
paulatinamente en una agricultura rentable pero saludable; es decir que no afecte los recursos
naturales ni la salud de las generaciones actuales y venideras. Una propuesta es la de
175
promover la integración de los tres estratos mediante el establecimiento de cadenas productivas
para favorecer el desarrollo de las actividades agrícolas y asalariadas (que reciben ingresos),
definidas como el común denominador del sustento de la mayoría de los grupos domésticos de
esta microrregión.
Por otra parte, también deja de manifiesto la necesidad de atención que reclaman algunos
recursos, especialmente el Río Grande, que debe ser atendido urgentemente antes de que
cause daños irreversibles que se tengan que lamentar.
En el contexto interno, reconocemos que el nivel de los activos que posee cada estrato,
influye en la comodidad de sus modos de vida, pero a corto plazo, donde el activo financiero es
determinante para satisfacer algunas de las necesidades de los miembros del grupo doméstico,
sin embargo aunque algunos autores como Carabias (1993) y Riechmann (1995) consideran a
la deficiencia de este recurso como una de las limitantes para lograr la sustentabilidad, el caso
del estrato con mayores recursos de Yocnajab, evidencía que un grupo social con un esquema
de acumulación de capital, también representa una dificultad para tal propósito.
Finalmente, la pretensión de mejorar los modos de vida de los grupos domésticos de
Yocnajab, con base en las potencialidades de cada estrato socioeconomico, no sería posible si
no existe una articulación adecuada con las políticas públicas de los diferente niveles
nacionales, incluyendo el internacional, y por supuesto si no se mejora la estructura
organizacional para la producción, como son las Redes Locales, que constituyen, de acuerdo
con nuestro enfoque, la infraestructura local básica del activo social que puede fungir como el
“detonante” o impulsor del resto de los activos; por cierto, dicha infraestructura, se encuentra en
un grado incipiente de conformación en la Región III Fronteriza. Por tal razón consideramos
indispensable profundizar en el estudio de las políticas institucionales para conocer su grado de
participación en el estado actual y las perspectivas de desarrollo de la microoregión “Yocnajab”.
176
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Biocombustíveis, Livre Mercado E Agronegócio: A Impossibilidade de solucionar a Crise Energética ou de Reduzir o Consumo?
Prof. Dr. Lazaro Camilo Recompensa Joseph1 Prof. Dr. Arturo Zabala Zabala2 Prof. Dr. Benedito Dias Pereira3
Prof. Dr. Alexandre Magno De Mello Farias4
Introdução
O mundo se encontra diante da uma enorme campanha global cujo objetivo é incorporar, de
forma imediata, diferentes matérias primas como: a cana de açúcar, soja, milho, colza,
beterraba, etc. à produção de biocombustíveis como substitutos dos derivados do petróleo.
As principais justificativas encontradas para este fenômeno fundamentam-se no
aquecimento global e na contaminação do meio ambiente.
Pretende-se substituir todo o consumo de energia fóssil (petróleo) a partir do uso dos
biocombustíveis via o agronegócio ou agribusiness, modelo de produção agropecuária que
tão ―magníficas‖ colheitas tem oferecido e que possui um conjunto de peculiaridades tais
como: a) altíssimo consumo de energia fóssil, b) a necessidade de grandes
estabelecimentos agropecuários e concentração fundiária; c) utilização intensiva de
tecnologias e máquinas em detrimento ao trabalho humano; d) danos ambientais em grande
escala; e) utilização de grandes quantidades de água no cultivo irrigado; f) presença de
modificações genéticas para melhoria de sementes ou rebanhos; g) concentração de
capitais -mesmo sabendo-se que a maioria dessas matérias primas a serem utilizadas para
este fim apresentam balance energético baixo (entendido como a relação entre o gasto de
energia fóssil utilizado para obter uma unidade de biodiesel e a energia obtida em forma de
biodiesel).
Nesse sentido, devemos destacar as diferenças entre a energia que se pretende
extrair hoje da agricultura e a contida na energia fóssil (petróleo, gás, natural e carvão) que
representam 80% da energia consumida no mundo. A primeira é obtida como resultado da
fotossíntese: sol, água e nutrientes que a cada ano se obtém com as colheitas; já a energia
fóssil apresenta a mesma origem com a diferença de que é resultado da poupança da
fotossíntese produzida ao longo de milhões de ano. Ou seja, espera-se que a natureza nos
dê, cada ano, o equivalente poupado durante esses milhões de ano.
Portanto nem o biodiesel nem o biomas poderão ser substitutos energéticos, pois a
fotossíntese que os origina é limitada e terá de ser utilizada prioritariamente como
1 Universidad Federal de Mato Grosso [email protected] 2 Universidad Federal de Mato Grosso [email protected] 3 Universidad Federal de Mato Grosso [email protected] 4 Universidad Federal Mato Grosso [email protected]
182
substitutos na produção atual dos fertilizantes e da atual mecanização agrícola pilar do
modelo do agronegócio.
Ainda assim, as principais economias do mundo, aliás as maiores contaminadoras do
planeta, estão realizando uma aliança na qual participam as multinacionais petroleiras,
biotecnológicas, montadoras de autos, os grandes produtores de grãos, bancos etc.-
agentes que decidirão o destino e uso das terras e as paisagens rurais de algumas regiões
da América Latina.
O trabalho tem como objetivo analisar a incompatibilidade teórica existente entre o
conceito (e/ou princípios) do desenvolvimento sustentável e a produção de biocombustíveis
baseado no modelo do agronegócio ou agribusiness. Para isto, no primeiro ponto
descrevem-se os principais alertas emitidos pelos Relatórios do IPCC (Intergovernmental
Panel on Climate Change, ou Painel Intergovernamental sobre Mudança Climática) sobre:
a)a influência e o papel das atividades humanas no processo do aquecimento global e a
contaminação ambiental, e b) o custo de oportunidade de reduzir as emissões de CO2. No
segundo item analisam-se os principais investidores estrangeiros interessados na produção
dos biocombustíveis no Brasil e colocam-se algumas reflexões acerca de este negócio
―lucrativamente sustentável‖. A seguir levanta-se uma reflexão entre o balanço energético
dos biocombustíveis, a problemática da sua contabilização e registro, e por ultimo colocam-
se algumas considerações finais.
Desenvolvimento sustentável: o bom do etanol e dos biocombustíveis à luz dos
câmbios climáticos - A solução “O remédio pode ser pior que a doença”
A primeira parte do quarto relatório de avaliação da saúde da atmosfera, produzido pelo
IPCC (Intergovernmental Panel on Climate Change, ou Painel Intergovernamental sobre
Mudança Climática), é precisa e contundente ao não deixar dúvida de que a maior parte do
aquecimento dos últimos 50 anos se deve exatamente às emissões de gases-estufa
provocadas e geradas pelas atividades humanas.
Segundo o IPCC a concentração inédita de gases do efeito estufa na atmosfera,
(dióxido de carbono (CO2) e metano) são produzidos pela queima de petróleo e derivados,
carvão, agricultura e destruição de florestas tropicais. No entanto, as emissões humanas
desses gases só fazem aumentar. Elas cresceram de 6,4 bilhões de toneladas anuais em
1990 para 7,2 bilhões nesta década.
O relatório supracitado originou e gerou a reação dos diferentes governos do planeta,
com destaque para as palavras do presidente francês Jacques Chirac que comentou: é hora
de uma "revolução" nos padrões de produção e consumo de energia. Justo no momento em
que o mundo mais consome petróleo. O consumo global está prestes a equiparar-se à
oferta, no patamar de 86 milhões de barris por dia. Uma frase, de um recente anúncio
183
publicitário do grupo norte-americano Chevron Texaco, ilustra o dramático aumento do
consumo de petróleo no planeta nos últimos anos: ―foram necessários 125 anos para que o
mundo consumisse o primeiro trilhão de barris de petróleo, mas bastarão 30 anos para
consumir o segundo‖.
Sendo que a multinacional Exxon, a maior petrolífera do mundo, teve no ano 2006 o
maior lucro da história do capitalismo: US$ 39,5 bilhões. Enquanto o planeta depender de
cifras e objetivos como esse, não terá sossego e por conseguinte as altas temperaturas e
aumento do nível do mar continuarão a espiral em ascensão. Assim o desafio é saber
"Como o mundo vai lidar com isso num espaço de tempo curto, até 2020 ou 2030?".
Evidentemente é de consenso geral que para todos aqueles agentes e atores do
desenvolvimento, sejam empresários, políticos etc. que assumem uma postura cética e que
argumentam que o aquecimento global é "bobagem" e que o(s) relatório(s) são
excessivamente alarmantes, devem ter presente que na percepção da sociedade, o conceito
das mudanças climáticas é um fato real e são coisas do presente, constituindo-se o
aumento do aquecimento global um processo irreversível.
Assim a questão aponta para a análise do ―custo de oportunidade‖ de atuar ou não
atuar, na minimização dessa problemática. Segundo Rajendra Pachauri, presidente do
IPCC, há dois novos conceitos ou termos que passam a dominar o debate internacional
sobre o clima: mitigação (como diminuir emissões de CO2 ou retirá-lo da atmosfera) e
adaptação (proteger as populações dos efeitos inevitáveis).
É no primeiro, o da mitigação que se dão os embates políticos. Países ricos, os que
mais contribuem para o aquecimento global, a poluição e contaminação ambiental querem
que nações em desenvolvimento também aceitem compromissos de redução.
O próprio relatório do IPCC argumenta que uma possível solução seria diminuir pela
metade a emissão de CO2 (que representa um enorme desafio), que como veremos a
seguir, torna mais complicadas e sensivelmente mais difíceis as negociações entre países
ricos e pobres para se tentar desacelerar o aquecimento global. (Ver gráficos 1 e 2).
184
Gráfico no. 1. Onde estão concentradas as oportunidades de redução de emissões até 2030.
Fonte: IPCC Working Group III Fourth Assessment Report. Climate Change 2007: Mitigation of Climate Change. Bangkok –
Thailand, May 2007.
Gráfico 2. Emissões de CO2 per capita em toneladas.
Fonte: IPCC Working Group III Fourth Assessment Report. Climate Change 2007: Mitigation of Climate Change.
Bangkok – Thailand, May 2007.
Dos gráficos podemos inferir que:
O maior volume de oportunidades mais fáceis para tentar frear a mudança climática
encontra-se nas nações pobres, que por sua vez são as que menos CONSOMEM,
emitem CO2, contaminam e poluem o meio ambiente. Ou seja, deter o aquecimento
global vai ser difícil, os resultados vão demorar a aparecer e vai ser preciso negociar
muito para que o potencial de redução na emissão de gases-estufa nos países em
185
desenvolvimento possa ser aproveitado; segundo Meinrat Andreae, climatologista do
Instituto Max Planck de Química, da Alemanha, para tentar diminuir o aquecimento a
2 0C devem ser expulsas à atmosfera aproximadamente 750 bilhões de toneladas
de CO2 neste século. (Vale lembrar que um acréscimo de +20C na temperatura do
planeta significará menos água e mais seca, 20% a 30% das espécies estarão em
risco de extinção, 20% da Amazônia sofrerá savanização, a produtividade agrícola
começará a declinar em baixas latitudes e aumentar em altas latitudes, etc). Caso
não se faça nada para evitar que se cumpra esta ameaça natural, serão emitidos, no
fim do século, até 1,4 trilhão de toneladas de CO2. Para ter uma idéia do tamanho do
problema que é evitar a emissão de 750 bilhões de toneladas de CO2, basta saber
que o Protocolo de Kyoto tratado assinado em 1997 para conter cortes de emissão,
previa só 5 bilhões em emissões até 2012.
Para piorar o cenário, a segunda parte do relatório do IPCC é enfático
quanto à combinação das mudanças climáticas e a ação destrutiva do homem deve
superar a capacidade dos ecossistemas de absorverem esses impactos e as regiões
que mais sofrerão serão justamente as mais pobres por serem onde as pessoas são
menos capazes de ―adaptação à mudança climática‖, ou seja, o aquecimento tornará
um mundo desigual ainda mais desigual! (Ver IPCC Working Group II Fourth
Assessment Report. Climate Change 2007: Impacts, Adaptation and Vulnerability.
Brussels, April 2007.)
O relatório aponta três pontos chaves:
a) A primeiro deles é que não vai adiantar tentar concentrar mudanças apenas na
política de geração de energia, a indústria e a agricultura têm uma grande
contribuição a dar;
b) O segundo se refere aos custos para cortar emissões. Uma boa parte do trabalho
pode ser feita por meio de investimentos que retornam, resultando em custo zero ao
final. Em geral são melhorias em eficiência energética (Ver Tabela no. 1);
c) O terceiro e mais complicado aspecto apontado é que as melhores oportunidades
para cortar emissões estão nos países em desenvolvimento, argumentando que "a
razão desse potencial, de maneira geral, é que a infra-estrutura desses países ainda
não foi totalmente construída", ou seja, quem ainda está por fazer usinas e indústrias
ainda têm a opção de ―escolher‖ tecnologias mais limpas. Para quem já tem tudo
instalado, como os países desenvolvidos, fica mais difícil.
186
TABELA NO. 1 CUSTO DE OPORTUNIDADE "APROXIMADO" DE REDUZIR DA
ATMOSFERA 40 BILHÕES DE TONELADAS DE CO2 (O QUE REPRESENTA OITO
VEZES A META DO PROTOCOLO DE KYOTO) EM 2030.
DE GRAÇA BAIXO CUSTO ALTO CUSTO
4,2 bilhões 10,7 bilhões 25 bilhões
Medidas a serem tomadas
Troca de lâmpadas por
fluorescentes;
Leis que proíbam a
produção de carros que
consumam muito
Substituição de
maquinário industrial;
Uso de tecnologias
agrícolas menos
agressivas.
Incluem máquinas para
capturar CO2 de
termelétricas e injetá-lo no
sub-solo;
Desenvolvimento de
tecnologias como a de carro
a hidrogênio.
Fonte: IPCC Working Group III Fourth Assessment Report. Climate Change 2007: Mitigation of Climate Change.
Bangkok – Thailand, May 2007.
Perante esse cenário, nada mais lógico que os países industrializados tentem eximir-
se da sua responsabilidade histórica no problema, uma vez que eles são os principais
EMISSORES do CO2 e apostam em reverter esta situação obrigando e impondo metas aos
países menos industrializados. Na realidade, a problemática da mitigação somente será
resolvida uma vez que os principais emissores assumam as suas próprias metas, que
significa em última instância a redução do seu padrão de consumo e portanto uma mudança
radical nos seus privilégios, formas e estilo de vida (viciados no uso do veículo automóvel,
especificamente no transporte individual).
No entanto, no caso do Brasil, como atenuante a esta problemática (entenda-se a
redução das emissões) resta o radical decréscimo dos desmatamentos amazônicos, pois é
assinalado como um dos países que mais emitem gás carbônico por essa via.
A preocupação com o meio ambiente entra na agenda de escala mundial a partir dos
anos 70, com o reconhecimento de que o modelo de desenvolvimento produtivista do
período de pós-guerra havia originado problemas de ―outra‖ natureza como: níveis de
contaminação altamente comprometedores da qualidade de vida em geral, e alto risco de
esgotamento dos recursos naturais.
Entre outros trabalhos, o estudo que mais se destacou no ambiente internacional, na
década de 80, foi ―Nosso Futuro Comum5‖, de 1987, o qual acolhe a idéia de
desenvolvimento sustentável e assim o define: ―aquele que atende às necessidades do
presente sem comprometer a capacidade das gerações futuras em atender suas próprias
necessidades‖.
5 Este estudo também é conhecido como “Informe Brundtland”, denominação derivada do nome Gro Harlem Brundtland, primeira ministra
de Noruega, que presidiu a comissão encarregada por este tema.
187
Em síntese, o debate mundial sobre meio ambiente encaminha-se à adesão de um
novo estilo de desenvolvimento, que combina eficiência econômica com justiça social e
prudência ecológica, cujo alcance somente pode ser viável por um esforço conjunto de
países ricos e pobres, ou seja, a “chave mágica” para chegarmos a um futuro melhor
denominou-se ―desenvolvimento sustentável‖.
Esta definição, segundo Moreira (2007), derivada do paradigma da globalização que
é de onde provêm essas noções ambientalistas de se resgatar a natureza, é vaga o
suficiente para não ferir os interesses hegemônicos de nações, corporações nacionais e
transnacionais, de classes sociais, de domínios territoriais e tecnológicos. O que ganha
status é um conceito de desenvolvimento sustentável hegemônico, adequado à lógica dos
mercados globalizados.
Nesse contexto, é questionável a forma de como obter consenso político para
construir o futuro que consideramos mais adequado para o planeta se o que impera é a
lógica e a dinâmica do capitalismo, que são sempre da maior lucratividade no menor tempo
possível. Na realidade, essas questões sobre o que fazer empurram, cada vez mais, para
decisões de curto prazo, de um maior imediatismo. Não se trata unicamente de uma
questão de discurso, mas de domínio numa relação de poder. (Ver Moreira, 2007).
No caso de Brasil, pensar que o desenvolvimento sustentável (via monoculturas
como a cana e a soja) vai resolver os problemas do meio ambiente, da desigualdade e
exclusão social é como acreditar no Maná, porque o capitalismo é capaz de transformar o
meio ambiente e o ecossistema em mercadoria, para manter o dito “status quo”. Ou seja,
sob a existência da propriedade privada e da lucratividade, essa ecologia capitalista apóia-
se numa utopia de mercado, que pressupõe a igualdade de todos como se fosse possível
um mercado livre e perfeito. Mas na realidade da globalização e da ordem transnacional
contemporânea, no domínio dos oligopólios e das multinacionais, isso não existe. Esse
discurso mascara os fundamentos sociais e políticos da desigualdade, e esconde
assimetrias de poder. (Idem).
Uma questão é inevitável: por que isto é importante para uma discussão do Etanol e
os Biocombustíveis? Diferentes considerações devem ter-se presente:
a) Com as alertas emitidas nos recentes Relatórios do IPCC em relação ao
aquecimento global, as mudanças climáticas e a sobrevivência do globo terráqueo,
as maiores economias ―contaminadoras do planeta‖, com o pretexto de salvar o meio
ambiente (entenda-se via mitigação), tem se lançado num novo negócio altamente
lucrativo que ameaça seriamente a produção dos alimentos. Perceba-se que
estamos perante uma grande campanha global dirigida (pela União Européia, EUA e
alguns países da América do Sul e Ásia) à produção de biocombustíveis a partir de
diferentes matérias primas como: soja, milho, cana de açúcar, girassol, palma, colza,
188
etc. como substitutos dos derivados do petróleo ou, pelo menos, como complemento
para utilização nos veículos automóveis. Em tese, isto permitiria um certo
amortecimento do choque petrolífero no nível dos preços, e, simultaneamente, seria
uma contribuição para o combate ao onipresente "aquecimento global". Estes tipos
de combustíveis são apresentados como ―limpos‖, ―biodegradáveis‖, ―renováveis‖,
―não poluentes‖, "verdes", e "sustentáveis", e visam ―sobretudo‖ o mercado
automóvel;
b) Na realidade, está se produzindo uma aliança inédita na qual participam as
multinacionais petroleiras, biotecnológicas, de autos e os grandes produtores de
grãos, os quais decidirão quais os destinos das terras e as paisagens rurais da
algumas regiões da América Latina. Vale lembrar que EUA (o maior produtor de
etanol de ―milho‖ do mundo) apresentam os cálculos baseados no melhor dos
cenários de produções irrealistas de grandes colheitas e de alto aproveitamento de
biocombustíveis, desde o seu processamento até à utilização final, o que acabam
por exigir 121 por cento de toda a terra arável do país, para produzir biomassa
suficiente para substituir o consumo anual dos combustíveis fósseis. Ou seja, para
poder substituir e suprir suas necessidades de petróleo e derivados deveria cultivar
seis vezes sua superfície.
c) Já a União Européia, em maio de 2003, adotou uma diretiva para promover o uso de
biocombustíveis nos transportes, com uma previsão de 5,75 por cento de quota de
mercado em 2010, a atingir a sua oitava percentagem (8%) em 2015. Na realidade, é
muito pouco provável que estas metas sejam alcançadas segundo essas projeções,
já que exigirá pelo menos 14 a 19 por cento da terra arável total para serem
dedicadas à produção de culturas energéticas, o que significa que não restaria
nenhuma terra reservada para proteger a biodiversidade natural, que na União
Européia é de apenas 12 por cento do total da terra agrícola. Portanto, fica claro que
isto será realizado nos países menos desenvolvidos, especialmente na América
Latina onde, dizem agora, há muito solo "livre" para o cultivo da ―bioenergia‖, o sol
brilha mais durante todo o ano, portanto as colheitas crescem mais depressa,
rendem mais e a mão-de-obra é mais barata.
d) Em outras palavras, se procurarmos soluções dentro do paradigma atual de
―consumo‖ crescente de combustível (seja fóssil, seja verde), só poderemos esperar
mais crises ambientais e sociais, cada vez piores no futuro. Entende-se que neste
sentido o Pico do Petróleo tem alguma vantagem, enquanto fenômeno que irá fazer
a humanidade passar por tempos duros e difíceis, essa vantagem é que
compreendamos que o paradigma do crescimento está errado. É errado continuar a
fazer planos econômicos para níveis de consumo energético crescentes ignorando
189
que se esgotarão os principais combustíveis fósseis (petróleo e gás) durante a
primeira metade deste século. Segundo Rocha (2007) vários especialistas e
estudiosos do Pico de Hubbetr6 comprovaram exaustivamente que não há nenhum
substituto do petróleo, ou combinação de substitutos, que nos permita continuar a
consumir mais e mais energia a cada ano que passa, seja combustível para
transportes, seja eletricidade, seja até insumos agrícolas.
Segundo Alves, (2007) perante esta realidade incontornável, e mergulhados num
sistema econômico caracterizado pela intrínseca necessidade de crescer para viver,
explorando sempre mais intensamente a natureza e a humanidade, é compreensível que
sintamos diversos sinais de perturbação e desorientação nos centros de decisão políticos.
Tornou-se vulgar nos depararmos com decisões políticas que encerram claras contradições
entre os objetivos anunciados e os conteúdos deliberados. Ora, isto não acontece por
incompetência dos governos, mas sim devido à pressão dos todo-poderosos chefes
econômicos e financeiros que, com grande capacidade de influenciar os governantes, e
mestres que são na arte de sobreviver, vão ditando as suas receitas para a crise, com as
quais conseguem o ouro sobre azul, ou seja, continuarão com o aumento dos seus lucros.
(ALVES, D. Bioconfusão, 10 março de 2007)
Principais investidores estrangeiros na produção de etanol de cana de açúcar no
Brasil
O Brasil é o maior produtor mundial no complexo sucroalcooleiro, exercendo a liderança em
todos os segmentos: cana de açúcar (39%), açúcar (18,4%) e álcool (35,5%). A produção
brasileira de álcool expandiu-se muito a partir do Proalcool e da mistura obrigatória do
produto com a gasolina. Este fato somado à evolução da pesquisa proporcionou uma
elevada vantagem competitiva ao Brasil em açúcar e álcool.
No Brasil, mesmo apresentando uma conjuntura favorável, o setor sucroalcoleiro
ainda é tradicionalmente dominado por empresários com hábitos coloniais, sendo a maioria
das usinas empresas familiares, com controle exercido pelo patriarca e sucessão também
dentro da família, de médio porte e 100% nacionais, tendo como fonte de investimento os
lucros extraídos da própria atividade (Salomão, 2006). Segundo uma pesquisa realizada
com os usineiros dos 70 maiores grupos no Brasil, pela Business Cunsulting Services/IBM
90% deles não querem executivos envolvidos na gestão e não têm estruturada a forma de
relações com acionistas, cerca de 60% não têm planejamento estratégico de longo prazo e
6 Hubbert, um geofísico, criou um modelo matemático da extração do petróleo que previu que a quantidade total de petróleo extraída ao
longo do tempo seguiria uma curva logística (inicialmente a função logística tem um rápido crescimento, depois abranda até que acaba por
parar). Isto implica que, a determinada altura, a taxa prevista de extração do petróleo seria dada pela taxa de mudança da curva logística, que
segue uma curva com a forma de um sino conhecida agora como a curva de Hubbert.
190
os donos centralizam as decisões, 53% não se acham preparados para enfrentar o futuro e
13% não consideram o álcool uma grande oportunidade.
No comando das 80 maiores entre as mais de 300 usinas do país, estão sobrenomes
de elite. O grupo Tércio Wanderley — que controla, em Alagoas, a Coruripe, maior usina do
Nordeste — tem hoje três unidades em Minas Gerais. Entre os grupos que mais cresceram
está o J. Pessoa, de José Pessoa de Queiroz Bisneto, descendente de usineiros de
Pernambuco. Os Ometto, clã mais tradicional do interior paulista, comandam as duas
maiores usinas: a Da Barra, cujo dono é Rubens Ometto, o grupo Cosan, a maior
companhia de açúcar e álcool do Brasil, com 17 usinas do grupo, e a São Martinho,
administrada por Homero Corrêa de Arruda Filho.
Os Junqueira estão por trás da comercializadora Crystalsev, parceira da norte-
americana Cargill em portos, usinas no Brasil e fábricas no exterior. Trata-se de uma das
maiores famílias rurais do mundo, com quase 100 mil descendentes do casamento de Elena
Maria e João Francisco Junqueira, que, no século XVIII, eram donatários de sesmarias em
Minas Gerais. Os Balbo criaram a Native, marca de açúcar orgânico de Sertãozinho, interior
de São Paulo, exportada para mais de 30 países. Os Zillo, do grupo Zillo Lorenzetti, detêm
três usinas e cultivam cana em 15 municípios no centro-oeste do Estado de São Paulo. Do
interior da França, onde mora, o líder familiar José Luiz — um empresário que nos anos 80
presidiu a Copersucar — palpita nos negócios do grupo.
Os investidores estrangeiros que estão de olho nas vantagens e no potencial de
crescimento do mercado dos biocombustíveis do Brasil (mercado por enquanto projetado
sem barreiras à entrada de concorrentes e sem intervenção do governo, entenda-se ―sem
interferências diretas ou indiretas nos seus lucros‖) dividem-se em dois tipos: de um lado
estão consórcios de empresários e fundos de investimento internacionais, interessados em
aplicar recursos num negócio promissor, mas sem envolvimento direto na operação; e de
outro estão empresas que já atuam no setor sucroalcooleiro lá fora e tradings que participam
ou querem participar mais ativamente do comércio internacional de álcool. Segundo
especialistas o retorno sobre o capital investido neste mercado não será menor do que 20%.
(Ver Quadro 1.)
191
Quadro 1. Principais investidores estrangeiros7.
Grupo Perfil Negocio do Etanol
Adeco
Originaria da Argentina proprietária de fazendas de soja, algodão e cafés especiais no Brasil que tem como um dos seus principais sócios o mega megainvestidor George Soros.
Comprou uma área de 150 mil hectares em MS para implantar uma gigantesca empresa de etanol projeto que deve gerar uma receita anual de R$ 500 milhões
Cargill
Empresa originaria dos EUA maior comercializadora de alimentos do mundo e quarta maior quarta maior produtora de etanol dos EUA.
Assumiu o controle direto da usina Cevasa no Brasil produz apenas álcool combustível e comprou a Açucareira Corona dona de duas usinas paulista.
Louis
Dreyfus
Empresa brasileira do grupo francês Louis Dreyfus produz e comercializa açúcar e álcool
Comprou as atividades de açúcar e álcool do Grupo Tavares de Melo o negocio envolve transferência das unidades produtoras Usina Estivas (RN), Agroindustrial Passa Tempo (MS) a Usina Maracaju (MS) e a destilaria de álcool Giasa (PB) além da Usina Esmeralda (MS), em fase de construção com essa aquisição o grupo passa a ocupar a segunda posição no ranking brasileiro de produção de açúcar e álcool.
Noble
Group
Multinacional com sede em Hong Kong e ações negociadas em Cingapura o grupo é um dos maiores fornecedores de soja e derivados, café, cacau, mineiro de ferro, alumínio carvão, credito de carbono e biocombustíveis. Responsável pelo 10% das exportações de etanol no ano de 2006.
Adquiriu por o valor de US$ 70 mi a usina Petribu Paulista instalada em Sebastianopolis do Sul (SP) pretende investir cerca de U$ 200 mi para ampliar a capacidade de moagem da Petribu Paulista dos atuais 2 milhões para 10 milhões de toneladas de cana de açúcar anuais destinadas à produção de açúcar e etanol tem previsto a compra de empresa Meridiano que possui terras e varias licenças.
Infinity
bio-
energy
Originaria do Reino Unido e Europa com ações negociadas em Londres é uma das empresas de produção de etanol, financiadas por fundos europeus
Em 2006 comprou as usinas: Alcana, em Nanuque (MG) a Usinavi (ex- Coopernavi), em Naviraí (MS) da qual detêm 91% de participação e a Cridasa, em Pedro Canário (ES) com controle de 51%. O grupo possui US$ 800 milhões disponíveis para investimentos e pretende construir seis novas usinas em MT (já comprou 4 mil hectares em ES e BA). A empresa terá capacidade para processar 16 milhões matéria prima de toneladas de cana. Aproximadamente 70% dessa produção será destinada à exportação de álcool.
7 Fontes: Elaboração própria a partir das informações seguintes: a) Soros mergulha no etanol. In: Revista Isto é dinheiro. Edição 506.
31/5/2007. b) Alexa Salomão & Marcelo Onaga. Etanol o mundo quer. O Brasil tem. In: Revista Exame. 15.06.2006; c) Louis Dreyfus Compra usinas do Grupo Tavares de Melo. In: Ethanol Brasil. Quarta-feira, Fevereiro 21, 2007, d) SISTEMA ECONOMICO LATINOAMERICANO Y DEL CARIBE (SELA). Noble Group centra o foco no Mercosul e estuda aquisições. Tomado de la Selección de Noticias del MRE de Brasil. 12/2/2007. Disponível In: http://www.sela.org/sela/ImpNoticia.asp?id=9414, e) JORNAL FOLHA DE SÃO PAULO. Grupo compra usina no Brasil por US$ 70 milhões. In: Caderno Dinheiro. 09 de fevereiro de 2007, f) MÔNICA MAGALHÃES. Noble Group reforça internacionalização do açúcar e álcool e promete ampliar espaço no país. In: JORNALCANA. 26 Mercados & Cotações. São Paulo Fevereiro/2007. Disponível In: http://www.jornalcana.com.br/pdf/158/%5Cmerccot.pdf. Acesso; 16-06-2007; g) GESTOR DIGITAL DE INFORMAÇÕES (GDI). Infinity Bio-Energy acerta investimentos no Panamá. 28/05/2007. Disponível In: http://www.eletrosul.gov.br/gdi/gdi/cl_pesquisa.php?pg=cl_abre&cd=gekdge9;AXfig. Acesso 16-06-2007; h) JORNAL CANA . Infinity Bio Energy incorpora o fundo Evergreen. In: Mercados & Cotações. Agosto 2006. Disponível in: http://www.jornalcana.com.br/pdf/152/%5Cmerccot.pdf; Acesso 16-06-2007; i) Informações gerais do grupo Tereos e a usina Guarani, Disponíveis In: http://www.acucarguarani.com.br/br/institucional/Unidades.aspx. J) Brenco instalará quatro usinas no centro-oeste. In: Global Research. 21/5/2007. Disponível In: http://www.globalresearch.com.br/novo/conteudo.asp?conteudo=8435 k) Europeus começam vencendo a guerra. In: Açúcar Ético Disponível In: http://www.sucre-ethique.org/Europeus-comecam-vencendo-a-guerra; l) JORNALCANA. Fundo internacional planeja investir US$ 1 bi no Brasil. Agosto/2006. Disponível In: http://www.jornalcana.com.br/pdf/152/%5Cmerccot.pdf.
192
Quadro 1. Principais investidores estrangeiros.
Grupo Perfil Negocio do Etanol
Tereos
O Grupo Tereos está estruturado em forma de cooperativa e reúne 14.000 agricultores franceses é o principal produtor de açúcar na França e na República Tcheca, o segundo maior produtor na Europa e no Brasil e o quinto na produção mundial de etanol e o terceiro produtor de glicose na União Européia.
No Brasil atua por meio de três empresas: a) Açúcar Guarani S.A (empresa produtora de açúcar e etanol e detêm integralmente o controle da empresa Olímpia, a qual tem por objeto a exploração de atividades agrícolas como plantio e cultivo da cana de açúcar), b) a Franco Brasileira S.A que produz açúcar e álcool e a Tereos Brasil sociedade holding que é a atual denominação da União DAS Brasil. Fatura aproximadamente mais de R$ 400 milhões por ano. A Usina Guarani ampliou neste ano (2007) sua participação no mercado de açúcar e álcool do Brasil adquirindo sua sexta usina, a Usina Andrade município de Pitangueiras junto com outras usinas do grupo Cruz Alta (Olímpia); Severínia (Severínia); Usina São José (Colina); Usina Cardoso (Pedranópolis); Usina Tanabi (Tanabi), as duas últimas em fase de construção.
Mitsui
Empresa originaria do Japão
Tem grande projeto, em parceria com a Petrobrás, que entraria 15% dos investimentos. As duas empresas projetam aplicar com US$ 8 bilhões na construção de 40 usinas com o objetivo de exportar para o Japão 3,5 bilhões de litros do combustível em 2011
BRENCO
Fundo de investimento com capitais nacionais e estrangeiros. É comandado pelo ex-presidente da Petrobrás Henri Phillipe Reichstul e tem como investidores o indiano radicado nos EUA Vinod Khosla, sócio da firma de capital de risco Kleiner Perkins Caufield & Byers. Também participam James Wolfenson, ex-presidente do Banco Mundial, e o ex-diretor geral da Agência Nacional do Petróleo (ANP) David Zylbersztajn
Com US $ 2 bilhões para investimentos, a empresa tem como meta instalar dez destilarias de álcool, que juntas terão capacidade total para processar 44 milhões de toneladas de cana-de-açúcar por ano e produzir 3,7 bilhões de litros de álcool por ano. Para se ter uma idéia, a Copersucar, maior cooperativa de açúcar e álcool do mundo, produziu, na safra 2006/07, 2,78 bilhões de litros de álcool e processou 58,6 milhões de toneladas de cana. Brenco vai se dedicar exclusivamente à produção de álcool e não terá negócios com açúcar
Global
Foods
O Global Foods Holding uniu-se ao grupo Santa Elisa para a constituição da CNAA Companhia Nacional de Açúcar e Álcool
Com investimentos no valor de R$ 2 bilhões, nos próximos 2,5 anos, A CNAA nasce como uma das maiores companhias no setor sucroalcooleiro do Brasil, Os projetos englobam o plantio de uma área de cultivo, estimada em 120 mil hectares. Três projetos já foram incorporados à CNAA envolvendo a produção de cana-de-açúcar e etanol. Dos investimentos necessários, R$ 504 milhões serão aportados, por fundos de EUA, sendo que destes R$ 392 virão do Carlyle Riverstone Fund.
Bioenergy
Criado pelo banco francês Société Générale em janeiro de 2005, com 7,5% de participação do banco. A primeira etapa deste aporte deverá ser concluído até o final deste ano, com recursos de US$ 500 Development Fund (BDF)
Planeja investir até US$ 1 bilhão em usinas de açúcar e álcool no Brasil. Esse investimento deverá ser feito em duas etapas e deverá ser concluído até o final de 2007. Numa primeira fase o fundo destinara US$ 500 milhões na aquisição e participação em usinas de açúcar e álcool entre 20% e 25%. Na segunda fase, outros US$ 500 milhões serão investidos em novos grupos de açúcar e álcool com localização estratégica no país.
193
Na realidade, pesados investimentos na construção de usinas já estão sendo
projetados. O Brasil vai ganhar em média uma usina de álcool e açúcar por mês nos
próximos seis anos. Hoje com 336 unidades, deve chegar a 409 até o final da safra
2012/2013. Ou seja, o Brasil vai construir uma usina por mês até 2013. Fora as 73 usinas
confirmadas, há hoje no Brasil 189 consultas em andamento, tanto para construção como
para ampliação de unidades.
Para colocar o Brasil nos trilhos de maior produtor de etanol do mundo, o dinheiro
está vindo de todos os lados. O BNDES está decidido a financiar até R$ 10 bilhões do
montante necessário para a instalação das novas unidades de produção. O restante dos
recursos deverá vir da iniciativa privada nacional e internacional, além de bancos regionais
de fomento, como o Banco Interamericano de Desenvolvimento (BID) e o Japan Bank for
International Cooperation (JBIC).
Entre outros investidores estrangeiros no negócio do etanol temos o consórcio
encabeçado pela norte-americana Sempra Energy, uma das maiores empresas de gás
natural dos EUA, e pela alemã Manferrostal, do grande grupo Man, que atua em mais de 60
países. O projeto prevê investimentos de US$ 8,4 bilhões na construção de 24 usinas de
álcool, que exportarão toda sua produção por um período de 20 anos, para isto utilizarão
700 mil hectares de terra no Tocantins e outros 800 mil hectares já foram arrendados no
Maranhão, Mato Grosso e Mato Grosso do Sul, se aproximando das áreas protegidas da
Amazônia e do Pantanal mato-grossense. Caso o grupo atinja a produção pretendida (de
5,7 bilhões de litros anuais) no ano de 2010 produziria 20% do total de álcool produzido no
Brasil. Os empresários brasileiros do grupo Etalnac vão administrar as destilarias e entregar
toda a produção de álcool para a Sempra, que exportará para os EUA e o Japão. (Ver,
Etanol Brasil, 21-02/2007 Disponível In: http://ethanolbrasil.blogspot.com/2007/02/grupo-
alcooleiro-quer-investir-us84.html).
Principais investidores estrangeiros na produção de biodiesel no Brasil
O avanço do capital estrangeiro nos setores de biodiesel é cada vez maior e mais
diversificado. Por exemplo, a empresa brasileira Brasil Ecodiesel, a maior produtora de
biodiesel no país, nos leilões de biodiesel realizados até agosto de 2006, assegurou
fornecimento de 58,1% do volume total comercializado e tem como principal acionista o
fundo BT Global, administrado pelo Deutsche Bank. Este, na emissão de ações no ano de
2006, reservou 3,5 milhões de seus papéis (recibos conhecidos pela sigla ADS) para
investidores do exterior. Os principais investidores estrangeiros destacam-se a seguir no
Quadro 2.
194
Quadro 2. Principais investidores estrangeiros.
Grupo Perfil Negocio no Biodiesel
Global
Energy
Empresa originaria da Espanha Iniciou a instalação de uma usina em Catalão, que irá produzir 20 milhões de litros do biocombustível por ano. A empresa vai investir R$ 50 milhões no projeto, que inclui reforma da unidade esmagadora de grãos e a usina de biodiesel. Para isso, a Global Energy arrendou a unidade fabril da Caramuru a unidade terá capacidade para produzir 100 mil toneladas de óleo bruto por ano. A produção será feita à base de soja, girassol, pinhão-manso e mamona.
Allbio
Asociação do grupo alemão Lurgi AG e o francês Menaa Finance com a Cooperativa dos Produtores de Algodão do Estado de Goiás (All Cotton)
Pretendem instalar uma usina de biodiesel que terá capacidade para produzir 100 milhões de litros de bicombustível por ano. Recebeu em investimento 56 milhões de euros e deve iniciar as operações em 2008.Trabalhara com caroço de algodão e com soja como matéria prima.
Archer
Daniels
Midland
(ADM)
Sediada em Decatur Illinois é um dos maiores processadores mundiais de soja, milho, trigo e cacau. A ADM também é líder na produção de óleo e farelo de soja adoçante e farinha de milho. Produz ingredientes para alimentos e para a nutrição animal, e é a maior produtora de etanol dos EUA.
No Brasil, a empresa já possui 4 unidades de processamento de soja, e inaugura em agosto uma unidade de produção de biodiesel, ao custo de 20 milhões de dólares em Rondonópolis (MT) e está negociando a aquisição de usinas brasileiras;
Bunge
Multinacional com matriz em Nova York é uma das maiores empresas de Agronegócios do mundo graças principalmente aos negócios com soja, a Bunge é a principal exportadora do agronegócio brasileiro
Anuncio investimentos de US$ 20 milhões em uma planta de biodiesel no Brasil. Adiou o projeto por conta dos incentivos fiscais que o governo brasileiro está concedendo aos agricultores familiares e que não são estendidos para eventuais grandes produtores.
Fonte: Elaboração própria a partir das seguintes informações: a) DIARIO COMERCIO INDUSTRIA & SERVIÇOS. Capital estrangeiro avança nos setores de etanol e biodiesel. 21/11/2006. Disponível In: http://www.webtranspo.com.br/cargas_noticias2.asp?offset=343&Registro=11727., b) Informações da Brasil Ecodiesel Disponível In: http://www.brasilecodiesel.com.br/.
Os números são claros e o interesse das organizações financeiras por investir no
mercado dos biocombustíveis no Brasil pode ser visto como uma analogia a(s) bolha(s)
da(s) empresas Ponto.Com que estorou ao final do século passado, ou seja, a semelhança
radica no ―capital, tudo é movido pelo capital‖ e como em todo novo mercado aparecem os
especuladores, pois é assim que funciona o livre mercado e, como muito bem diz e defende
o empresário Roberto Rodrigues8: ―(...) é um mercado sem interferência do governo (...) pois
estes grupos financeiros e especuladores sabem e muito bem o que fazem e como fazem‖.
8 Além de grande produtor agrícola, além de ex-ministro da agricultura de Lula, é membro de um grupo internacional intitulado “Comissão
Hemisférica de Bioenergia”, cujo objetivo é usar a iniciativa privada, junto com recursos públicos, num projeto de produção e comércio
mundial de energia renovável. Curiosamente, um dos criadores de tal comissão Hemisférica, por uma incrível coincidência, é justamente o
ex-governador da Flórida, Jeb Bush, que também, por incrível coincidência, é irmão do presidente americano George Bush. Como se vê, os
bons negócios em bioenergia são realizados mesclando-se, sem grandes escrúpulos, os interesses estatais e familiares
195
Algumas observações em relação ao mercado dos biocombustíveis (etanol e
biodiesel) e as grandes empresas interessadas em investir no negócio ―lucrativamente
sustentável‖ no Brasil, são colocadas a seguir:
a) As empresas multinacionais e os grupos financeiros internacionais não participam
(nem respondem) em discussões que envolvam políticas públicas sociais de
desenvolvimento sustentável, elas simplesmente tomam decisões;
b) Seus investimentos são realizados após estudos, análises e reflexões de caráter
sigiloso, análises que envolvem abordagens visadas à obtenção de lucros no menor
tempo. Esses estudos não incluem as questões ambientais e sociais, e se o fazem é
de forma incorreta;
c) Qualquer análise cuidadosa do sistema capitalista (e suas multinacionais) revela que
a possibilidade de maximizar a taxa de lucro sempre depende da capacidade política
de não assumir os passivos sociais e ecológicos, sendo essa a base do sistema e
por isso o mundo está na situação de crise global extrema, ou seja, os sentimentos
que primam nessas empresas são: o individualismo e o imediatismo;
d) A grande verdade é que o Brasil não tem como atender à demanda do mercado dos
EUA e de outros países, sem desmatar a Amazônia. O Japão quer passar a ser um
comprador do produto brasileiro, mas quer garantias de que o fornecimento do
produto não será interrompido;
e) A expansão da produção dos biocombustíveis é de grande interesse para empresas
que produzem ―Organismos Geneticamente Modificados‖ como: Syngenta ,
Monsanto , Dupont, Dow, Bayer e BASF. Neste quesito devemos lembrar duas
questões básicas de princípios: a primeira diz respeito a ―umas‖ das justificativas
dadas para a existência da produção (dos OGM) consistia na escassez de
existências de terras suficientes para combater a fome no mundo, daí a necessidade
de produzir alimentos e cereais (GM) que são rejeitados esmagadoramente em todo
o mundo, fundamentalmente nos países africanos para onde os alimentos e as
rações GM estão a ser escoados como "ajuda alimentar" e a segunda que constitui
uma nova estratégia e oportunidade de dominação destas empresas ao difundirem
os produtos transgênicos como fontes de energia "limpa" esperando assim menos
regulamentações e uma maior aceitação pública, visto que não virão a ser usadas
como alimentos ou rações. Isto, segundo Mae Wan Ho (2007) faz com que o nosso
ecossistema e as culturas alimentares fiquem amplamente expostas à contaminação
das culturas GM que estão longe de ser seguras;
f) Segundo Eric Holt-Gimenez, coordenador da organização Food First, o que se
percebe, dadas as facilidades oferecidas pelo mercado brasileiro de biocombustíveis
é: a) as três grandes empresas multinacionais (ADM, Cargill e Monsanto) estão
196
forjando seu império: engenharia genética, processamento e transporte -uma aliança
que vai amarrar a produção e a venda de etanol e do biodiesel, e b) que outras
empresas do agronegócio como Bunge, Sygenta, Bayer e Dupont, aliadas às
transnacionais de petróleo como Shell, Total e British Petroleum, e também às
automotoras como Volkswagen, Peugeot, Citroen, Renault e SAAB, formando uma
parceria inédita visando grandes lucros com biocombustíveis e não ao
desenvolvimento sustentável do Brasil;
g) As ações e propostas de coordenação de políticas que hoje tem haver com as
mudanças climáticas a nível mundial incluídas as formas de combate-las estão
praticamente todas em mãos do ―famoso grupo dos oito‖, suas empresas
multinacionais e de grupos de especuladores financeiros. Ações que pelo bem da
humanidade deveriam ser coordenadas e supervisadas pelas Nações Unidas como
uma estratégia mundial de um problema que concerne a todo o planeta.
Balanço energético dos biocombustíveis: a problemática da sua contabilidade ou
registro e sua influencia no desenvolvimento sustentável?
Segundo Alves (2007) é necessário esclarecer que o resultado (output) energético na
análise dos biocombustíveis deve ser a partir da energia contida no ―produto final‖ e nos
―subprodutos ou resíduos‖ do processo produtivo, sendo calculado de formas diferentes em
relação ao uso final, seja este para: Alimentação, Adubo, ou Combustível. Como alimento, o
cálculo é baseado na Energia Metabólica disponibilizável ao animal ou homem que a
desfruta; como adubo, tem em conta o consumo de energia não renovável (petróleo, gás ou
carvão) utilizada na cadeia de produção; como combustível, tem-se em consideração a
energia calorífica disponível no combustível final (o PCI).
Enquanto à medição ou avaliação do resultado (output) energético dos
biocombustíveis existem fortes discrepâncias entre os diferentes métodos utilizados
destacando-se dois tipos diferentes de avaliações: a primeira contabiliza o resultado
energético mantendo as hipóteses da conversão em termos energéticos na obtenção dos
fatores de produção da agricultura (como fertilizantes, maquinaria, adubos, pesticidas, etc) e
a segunda que contabiliza (ou não) toda a energia que diretamente ou indiretamente é
utilizada na produção de etanol ou biodiesel, ou seja, inclui na avaliação o ciclo de vida
completo incorporando: a energia necessária para produzir e reparar a maquinaria agrícola
(e não só o combustível que utiliza para funcionar); os investimentos em infra-estruturas, tais
como os custos em energia e em carbono das instalações de refinaria, as estradas,
armazéns necessários para transporte e distribuição, os custos de exportação para outro
país e, evidentemente os estudos dos impactos ambientais das culturas ―bioenergéticas
intensivas‖ como a perda de solos e a poluição ambiental pelo uso de fertilizantes ou
197
praguicidas (elemento este ausente em quase todos os trabalhos de avaliação energética
dos biocombustíveis) não incluem os custos do tratamento de desperdícios e dejetos, entre
outros.
Quadro 3. Balanço Energético das matérias primas utilizadas na produção de bicombustíveis.
Fonte: JANK, M. Dinâmica e perspectiva dos Biocombustíveis no Brasil e no mundo. São Paulo, 8 de março de 2007.
Disponível in: http://www.iconebrasil.com.br/pt/. Acesso 31-05-2007.
No Quadro 3 apresenta-se uma compilação das estimativas de equilíbrio de energia
de algumas das matérias primas destinadas à produção de biocombustíveis. Calcula-se que
o etanol da cana-de-açúcar no Brasil tenha um equilíbrio de energia superior a 8,0 em média
(isto é, por cada quilocaloria gastada de ―energia fóssil‖ na produção do biodiesel obtém-se
8 quilocalorias na forma de etanol). Quantidade muito à frente do etanol produzido com
beterraba, trigo ou milho, que são produzidos em regiões temperadas, cujas estimativas
oscilam entre 2,0 e 1,0, equilibro de energia considerado negativo.
Isto significa que na atualidade, dado os elevados graus de consumo energéticos da
agricultura procedentes de combustíveis fósseis (entenda-se petróleo), ainda que esta
eficiência energética seja superior a uma unidade, trata-se tão só de ―trocar‖, por exemplo, 1
tonelada de petróleo (energia não renovável) pelo equivalente a 8 toneladas de petróleo em
etanol obtidas a partir da biomassa. Portanto, segundo Carpintero (2006), o ponto mais débil
no desenvolvimento da agroenergia à base dos biocombustíveis nomeados ―limpos‖ é a sua
dependência dos combustíveis fósseis, o que significa que em definitiva o processo
apresenta como resultado final um pequeno aumento do rendimento do petróleo.
Segundo Mae-Wan Ho (2007) salvo duas exceções, todas as estimativas de
contabilização incluem a energia nos subprodutos e excluem os custos de infra-estruturas.
Balanço energético (Energia contida no combustível/Energia fóssil
usada para produzi-lo)
0
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
Cana-de-
açúcar
Trigo Beterraba Milho Óleo de
palma
Sobras
óleos
vegetais
Soja Colza
ETANOL BIODIESEL
198
Nenhuma delas inclui prejuízos ambientais ou esgotamento e de reposição do solo, ou
custos de exportação para outro país. Como se pode ver, com a possível exceção do etanol
da cana-de-açúcar brasileira, nenhuma das fontes bioenergéticas tem um retorno
suficientemente bom para os investimentos em energia e emissões de carbono mesmo com
os melhores disfarces. Quando forem feitas contas realistas, podem todas elas vir a dar um
equilíbrio de energia e uma poupança de carbono negativo.
Há características que contribuem para o relativo êxito do etanol da cana-de-açúcar.
Para além da produtiva taxa de crescimento das culturas no Brasil tropical, a produção
envolve um ciclo fechado, em que a energia para a refinaria e processo de destilação
provém da queima dos resíduos da cana-de-açúcar; portanto não são necessários
combustíveis fósseis. A refinação e a destilação são grandes consumidoras de energia, em
especial para o etanol. O grande saldo positivo de energia ficaria substancialmente reduzido
se fossem incluídos os custos de infra-estruturas e de exportação, embora pudesse
continuar a ser positivo.
Mas mesmo com um resultado positivo em energia e carbono, há sérias dúvidas de
que o etanol da cana-de-açúcar seja sustentável. Entre as principais preocupações estão os
impactos ecológicos e sociais, incluindo a segurança alimentar, que são especialmente
importantes num país em que os direitos humanos e o direito à terra são muito
problemáticos.
Há muitas contas falsas que inflacionam as poupanças de carbono. Por exemplo,
não foi tida em consideração a enorme libertação de carbono do solo orgânico provocada
pela cultura intensiva da cana-de-açúcar que substitui florestas e terras de pastagem nem o
fato de que as florestas naturais, se fossem regeneradas, poupariam mais 7 toneladas de
dióxido de carbono por hectare por ano do que o etanol poupa num hectare de cana-de-
açúcar. E esta não é a única forma de falsear a contabilização. (Idem)
Dentro do grupo das matérias primas destinadas à produção de biodiesel, o óleo de
palma apresenta um equilíbrio de energia de aproximadamente 9,0 em média, muito à frente
das restantes matérias primas, como as sobras de óleos vegetais, soja e colza. No caso
específico desta matéria prima, os maiores produtores são a Malásia e a Indonésia, cuja
produção conjunta representa 80% do total mundial deste óleo, que é o mais barato e mais
competitivo para a produção de biodiesel.
Derivado do boom dos biocombustíveis, o óleo de palma que se utiliza amplamente
na indústria alimentar e cosmética substituiu a soja como primeiro óleo comestível mundial.
Assim, caso a tendência de aumentos dos preços do petróleo e do gás seja mantida, o óleo
de palma deverá ocupar o lugar de principal cultura energética. Isto é, com produções de 5
toneladas (ou 6000 litros) de óleo bruto por hectare por ano, o óleo de palma produz muito
199
mais do que qualquer outra cultura oleaginosa como, por exemplo, a soja e o milho, que
geram apenas 446 e 172 litros por hectare por ano.
O óleo de palma é agora chamado o "diesel da desflorestação". A ONU acaba de
publicar um relatório que estima que 98% da floresta tropical natural da Indonésia estará
degradada ou destruída em 2022 (Ver UNEP e UNESCO, Nellemann, C., Miles, L.,
Kaltenborn, B. P., Virtue, M., and Ahlenius, H. (Eds). The Last Stand of the Orangutan. State
of Emergency: Illegal Logging, Fire and Palm Oil in Indonesia's National Parks (pdf).
Fevereiro de 2007.10). Apenas cinco anos atrás, as mesmas agências previam que tal não
iria acontecer antes de 2032. Mas não tinham contado com a produção de óleo de palma
destinado ao mercado europeu de biocombustíveis. Esta é agora a principal causa de
desflorestação naquele país e provavelmente será responsável, em breve, pela extinção do
orangotango selvagem.
Ou seja, na medida em que as florestas são queimadas, quer as árvores, quer a turfa
em que assentam, são transformadas em dióxido de carbono. O relatório da consultora
holandesa Delft Hydraulics mostra que cada tonelada de óleo de palma resulta na emissão
de 33 toneladas de dióxido de carbono, ou seja, dez vezes mais do que o petróleo produz.
Portanto biodiesel produzido a base de óleo de palma causa DEZ VEZES mais alteração
climática que o diesel convencional (MONBIOT GEORGE, 2007).
Considerações finais
Na realidade, o desafio lançado à humanidade através dos Relatórios do IPCC de substituir
(e rapidamente) a dependência de fontes de energia não renováveis por alternativas
verdadeiramente sustentáveis coloca em xeque ―a sabedoria tradicional‖, fundamentalmente
aquela promovida pelas transnacionais e multinacionais dominantes, no que diz respeito à
crença no livre mercado como a melhor fonte de inovação e aprendizado para desenvolver
alternativas energéticas viáveis e sustentáveis ambientalmente.
O trabalho chama atenção nessa questão, já que o livre mercado ignora soluções
que não possam resultar num lucro. Qualquer firma que deixe de seguir este princípio
simples não permanecerá no negócio por muito tempo, o que vale também para as firmas
produtoras de biocombustíveis. Ou seja, o livre mercado ignora qualquer solução que não
possa ser controlada, tanto através dos interesses da propriedade (propriedade intelectual
forçosa, licenças de monopólio, etc) como através da operação centralizada exigida pelas
economias de escala. Isto significa que o livre mercado é estruturalmente incompatível com
uma enorme porção do universo de possíveis soluções energéticas.
O livre mercado gosta das fontes de energia não renováveis porque elas são
facilmente controladas. Em países onde os direitos mineiros são de propriedade privada
200
(como nos EUA e o Canadá), estes recursos podem ser controlados via direitos de
propriedade. No resto do mundo, eles podem igualmente ser controlados facilmente através
de contratos exclusivos com governos.
No caso da produção de biocombustíveis isto não é diferente para as grandes
multinacionais que tentam ―adaptar e utilizar‖ a sua ferramenta habitual, a propriedade, à
solução do problema. Tome-se como exemplo o etanol e outros biocombustíveis brasileiros.
Esta tentativa de solução para os nossos problemas energéticos estão sendo controlados
tanto através da propriedade ou arrendamento real (da terra que produz as matérias-primas)
como via propriedade intelectual (processos proprietários de destilação, micróbios
patenteados que convertem substâncias em açúcares, etc). Não importa que os
biocombustíveis proporcionem um fraco retorno energético sobre o investimento, ou que
eles criem mais problemas fundamentais como o crescimento em curso da procura de
energia, esgotamento dos solos férteis, contaminação ou competição entre alimentos e
energia. Eles podem fazer muito dinheiro, e é isto o que importa.
Em relação à preservação ambiental, qualquer caminho efetivo que leve à redução
do consumo de energia não renovável se esbarra com a mesma dificuldade: a diminuição do
lucro, o que negaria a essência do livre mercado.
Deve-se deixar claro que o livre mercado pode ajudar e inovar alguma coisa para
vender (como por exemplo os biocombustíveis) que o ajudará a ―conservar‖, mas o ato real
da preservação ambiental mata lucros. Isto, como muito bem diz Jeff Vail, não deve se
confundir com a eficiência acrescida ao uso de energia (a qual, como explica a ciência
econômica clássica, reduz custos e liberta o consumidor para gastar o dinheiro poupado em
consumos alhures, elevando portanto o padrão de vida total - pelo menos quando medido
em função do consumo). No trabalho estamos nos referindo à preservação ambiental real,
aquela que simplesmente significa: utilizar menos.
Isto de fato é um pensamento amaldiçoado para a ciência econômica do livre
mercado. A idéia de que poderíamos utilizar menos energia no total, e então investir as
poupanças em bens não econômicos tais como tempo de lazer, segurança, saúde,
educação etc.; através-da-auto-suficiência é altamente problemática porque ela causa um
decréscimo acumulativo no PIB e nos padrões de consumo (tempo de lazer não conta como
um ―produto‖). É como um gerente de uma firma dizer: ―Aqui está o meu plano de negócios.
Não pretendo vender nada e, quando tudo for dito e feito, as pessoas nos utilizarão menos.
Vamos ficar ricos!‖. (Jeff Vail, 2007)
É certo que o livre mercado pode proporcionar o serviço de ajudar as pessoas a
preservar, mas isto é um bocado como um vírus que mata o seu hospedeiro antes que ele
se possa reproduzir.
201
Ao confiar-se no livre mercado como a solução do problema energético num mundo
em que a produção fóssil está a ponto de atingir o pico, existirá apenas um resultado
garantido: suas soluções jamais nos libertarão da dependência energética ou da escassez
de energia. Isto significa ou equivale a dizer que, o livre mercado nunca produzirá uma
solução para este problema porque os consumidores dependem de firmas para os produtos
que compram e é assim que se ―produz‖ o lucro. Analogamente, o livre mercado nunca terá
a motivação econômica para tornar a energia mais barata (no longo prazo) - seria, por
definição, comportamento econômico irracional produzir energia de forma tão barata que o
valor total do mercado mundial de energia viesse abaixo.
Percebe-se que o sucesso dos biocombustíveis dependerá do seu uso obrigatório,
das isenções e subsídios do Estado, da taxação aos consumidores, do desconhecimento
dos direitos dos trabalhadores e das mil e uma formas de tirar das comunidades rurais o uso
real e efetivo de suas terras.
202
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206
O modelo brasileiro de produção de biocombustiveis: uma alternativa verdadeiramente sustentável para América Latina e África?
Prof. Dr. Lazaro Camilo Recompensa Joseph Prof. Dr. Arturo Zabala Zabala Prof. Dr. Benedito Dias Pereira
Prof. Dr. Alexandre Magno De Mello Farias. Introdução
Os combustíveis vegetais mal chamados “bio” derivam-se de plantas cultivadas com todo um
arcabouço pesado de: insumos agrícolas, pesticidas, herbicidas, petróleo e derivados. Os
termos “biodiesel”, “bioetanol” e “biocombustível” têm se disseminado no mundo globalizado
graças ao marketing publicitário da mídia. Os combustíveis vegetais se obtêm como resultado
de processos industriais muito complexos. Aliás, o termo “bio” significa “vida” e merece
destaque o comentário de Dominique Guillet (2007)- de que resulta extremamente difícil saber e
entender o que faz com que esses combustíveis vegetais levem ou mereçam o prefixo “bio”.
Os biocombustíveis, longe de serem “limpos e ambientalmente” corretos, levam no seu
processo de produção, as sementes sociais e ecológicas, que acrescentam a concentração
fundiária, a tragédia da desnutrição, o deslocamento populacional, o desmatamento, a erosão
dos solos, o uso irracional das águas, entre outros.
Mesmo assim, as grandes transnacionais petroleiras, aliadas aos grandes grupos
alimentares, agroquímicos e produtores de sementes, tentam convencer o mundo globalizado
de que a produção dos biocombustíveis poder-se-ia converter em substitutos “quase perfeitos”
dos combustíveis fósseis, e que sua produção não constituem nenhuma ameaça à produção
dos alimentos.
No caso do Brasil (grande defensor do modelo do agronegócio de produzir
biocombustíveis), isto pode ser confirmado através das palavras da senhora Dilma Rousef1
(Chefa da Casa Civil) quando afirmou que “o novo diesel expressará o casamento entre o
agronegócio e a indústria do petróleo. É um processo revolucionário”.
Sendo assim, o presente trabalho visa analisar os principais impactos da produção de
biocombustíveis no Brasil (baseado no modelo do agronegócio) e os possíveis efeitos sociais,
econômicos e ambientais, da réplica ou transferência deste modelo para os países da América
Latina, África e Ásia.
1 JORNAL FOLHA SÕ PAULO. Novo diesel estimulará agronegócio, diz Dilma. 20/05/2006. Disponível In:
http://www1.folha.uol.com.br/folha/dinheiro/ult91u107854.shtml Acesso 12/09/2007.
207
Para alcançar o objetivo traçado neste trabalho, o mesmo é dividido em três partes: a
primeira aborda os principais impactos econômicos, sociais e ambientais da produção de etanol
utilizando como matéria prima a cana de açúcar; na segunda parte se descrevem e ponderam
os principais impactos da produção de biodiesel destacando-se que o avanço do agronegócio
capitalizado e mecanizado sobre a floresta está agravando o efeito estufa no Estado de Mato
Grosso, desmistificando-se o famoso ditado dos defensores da produção de biocombustíveis no
Brasil, segundo o qual “para satisfazer as necessidades mundiais de etanol e biodiesel. o Brasil
não necessita desmatar sua floresta”. Por último, expõem-se, nas considerações finais do
trabalho, as principais dificuldades que enfrentaram os diferentes países de América Latina,
África e Ásia em relação à “escolha” de que tipo de desenvolvimento eles precisarão: aquele
integrado aos grandes interesses do capital e associados a um padrão de desenvolvimento
agressivo e destrutivo do meio ambiente ou aquele que realmente gere equidade e preserve o
meio ambiente das futuras gerações.
1. O Modelo brasileiro para produzir biocombustíveis (etanol e biodiesel): reflexões acerca
da sustentabilidade (econômica, social e ambiental) de reproduzi-lo nos países da
América Central e África
Iniciaremos este item caracterizando o modelo brasileiro do agronegócio, destacando a seguir
suas peculiaridades: a) necessidade de grandes estabelecimentos agropecuários e
concentração fundiária; b) utilização intensiva de tecnologias e máquinas em detrimento ao
trabalho humano; c) danos ambientais em grande escala; d) utilização de grandes quantidades
de água no cultivo irrigado; e) presença de modificações genéticas para melhoria de sementes
ou rebanhos; f) concentração de capitais; g) gozo de facilidades de empréstimos de bancos
devido à terra, possível de ser dada como garantia de pagamento; h) predominância de relações
de trabalho de assalariamento; g) dependência de insumos e equipamentos importados e; h)
direcionamento da produção majoritariamente para mercado internacional. A cana-de-açúcar e a
soja são as “duas estrelas” para a produção dos biocombustíveis, e juntos como o algodão, o
milho, a laranja e a carne bovina constituem os principais produtos do agronegócio brasileiro.
208
1.1. Analisemos os principais impactos da produção de etanol em função do crescimento
do agronegócio no Brasil
a) Impactos na ocupação territorial e na produção de alimentos
O mercado de terras representa um importante componente na expansão de
monoculturas com conseqüente pressão sobre a pequena e média propriedade rural. Segundo
Guedes (2006), a dinâmica desse mercado é um indicador do vigor das atividades
agropecuárias e das transformações na estrutura produtiva e auxilia no entendimento da relação
mudança/permanência dos modos de produção de diferentes grupos sociais.
Nesse sentido, a expansão da cana-de-açúcar é facilitada por um mercado de terras
pouco ordenado jurídica e socialmente, o que acarreta reflexos positivos nos custos de
produção, ao mesmo tempo em que concentra a propriedade fundiária e inviabiliza os usos
praticados pela agricultura familiar. Assim sendo, como o aumento de produção na agroindústria
canavieira está relacionado à expansão do cultivo em novas áreas, isso ocasiona uma
reconfiguração do espaço geográfico e uma pressão sobre modos de vida e atividades rurais.
(Assis & Zucarelli, 2007).
No Brasil, a prática de arrendamento de terras constitui-se como a principal estratégia
utilizada pelo setor sucroalcooleiro para a expansão dos plantios e desencadeia uma complexa
alteração nos tipos de produção, na disponibilidade de empregos, no fluxo migratório para
cidades, na oferta de alimentos e na possibilidade de demarcação de terras para reforma
agrária.
Na Região Centro Sul do país, os canaviais avançam a passos largos sobre as áreas de
grãos, laranja e pastagem, o produtor, analisa essa oportunidade sob dois aspectos: como
produtor e fornecedor da usina ou como fornecedor de terra para arrendamentos. As pesquisas
de campo, realizadas por Assis & Zucarelli, (2007) constataram a opção pelo arrendamento
como a seguir se destacam:
Os usineiros não têm interesse na terra. O que querem é a cana plantada e
produzida, por isso partem pra o arrendamento e pra produção independente
(Entrevista com representante do Sindicato dos Trabalhadores Rurais – Rio
Brilhante/MS, 03/12/2006).
A gente aqui vai ficando exprimido. Tem gente que pensa diferente, tem
sentimento pela terra, aí num arrenda pra cana, mas outros num agüenta e
acaba cedendo. Eu tô ficando cercado pela cana (Entrevista com P. pequeno
produtor rural – Uberaba/MG, 26/11/2006).
209
Quando aluga pra cana a pessoa vai ficando agredida, cê fica aqui cercado no
meio do canavial ou vai pra cidade onde é tudo diferente. O meu pai, por
exemplo, ele não tira os 48.000 que a usina não cansa de oferecer, mas a
pessoa que toda a vida viveu na terra e na lida com a lavoura sofre de ver sua
terra cheia de cana (Entrevista com pequeno produtor rural – Cássia/MG,
24/11/2006).
Eu por exemplo tenho 51 anos de idade. Se eu arrendar pra cana por 12 anos
quando acabar vou ter 63. Aí eu não consigo mais retomar minha atividade e
acabo tendo que renovar (Entrevista com médio produtor rural –Uberaba/MG,
26/11/2006).
A destilaria chega, arrenda as terras e já pensa que é dona. Mas ocê acha que
alguém vai voltar pra terra depois de 8 a 10 anos? No final acaba tendo que
vender ou renovar o arrendamento (Entrevista com comerciante –Iturama/MG,
29/11/2006).
Em São Paulo por exemplo um proprietário de terra recebe, livres entre R$500,00 a
R$1.200,00 por hectare para arrendar terra às usinas de cana. (PALMA. M & TORRES. A,
2006).
Segundo (Assis & Zucarelli, 2007) nas regiões do Triângulo Mineiro e Oeste Paulista,
aprecia-se uma nova configuração espacial onde as pastagens cederam lugar ao plantio de
cana. Essa alteração fica evidente quando se analisa que: na primeira o efetivo bovino teve
queda de mais de 448 mil cabeças no intervalo entre os anos de 2003-2005 e na segunda 326
mil cabeças para o mesmo período. Argumentam que na região do Triângulo Mineiro, embora as
estatísticas oficiais ainda não apontem uma redução na produção de leite, entrevistas realizadas
(por esses pesquisadores) em cooperativas da região indicaram uma queda na entrega desse
produto. E na região do Oeste Paulista o número de vacas em ordenho foi reduzido em 12,3%
provocando uma queda de mais de 34 milhões de litros de leite no período de 2003-2005.
É necessário destacar que nessa mesma direção, as estatísticas oficiais entre os anos
de 2002 e 2005 refletem um incremento de mais de 11 milhões de cabeças no rebanho bovino
da região Norte, fundamentalmente nos estados do Pará, Rondônia, Amazonas e Tocantins, que
respectivamente apresentaram aumentos de 48,1%; 41,2%; 33,7% e 14,3%, enquanto no nível
nacional o acréscimo foi de 5,9% (IBGE PPM, 2006). Dessa maneira, vislumbra-se uma
eminente pressão da produção pecuária sobre os ecossistemas amazônico e de cerrado.(Idem)
210
As informações coletadas no trabalho de campo pelos pesquisadores (Assis & Zucarelli,
2007) apontam aos estados da região Norte como as novas fronteiras de acomodação do gado,
como se pode perceber na seguinte descrição:
Os tradicionais criadores aqui da região do triângulo estão arrendando ou
vendendo as terras pra cana e indo criar gado em Tocantins, Rondônia e Mato
Grosso (Entrevista com veterinário da Prefeitura de Iturama/MG, 28/11/2006).
Outro elemento que destacam é o efeito que a expansão dos canaviais tem provocado
nas áreas (do Triângulo Mineiro e Oeste Paulista) circunvizinhas a assentamentos da reforma
agrária dedicadas à agricultura familiar. Os pequenos produtores relataram que a implantação
dos canaviais na região tem encarecido e inviabilizado seus cultivos de hortaliças e frutíferas,
uma vez que após a introdução da cana nas propriedades vizinhas foram forçados a utilizar uma
série de agrotóxicos para combater as pragas que migram das plantações canavieiras. Esse tipo
de ocorrência pode ser ilustrado nas seguintes narrativas (Idem):
Quando o pessoal da usina aplica o veneno para acabar com o mato que dá no
meio da cana, isso se espalha e acaba com o nosso pasto todo, que já é bem
pouco. Aí na hora de tirar o leite é só prejuízo. Tem também os besourinhos que
vem de lá das plantações e atacam nossas hortas e árvores de fruta, antes a
gente num usava nem um tipo de veneno, agora se num atacar forte no
combate num vira uma planta sequer (Entrevista com pequeno produtor rural –
Iturama/MG, 28/11/2006).
Antigamente num precisava nem dá combate nas nossas lavouras, agora num
tem combate que dá jeito nessas pragas da cana. É bisourinho verde, bisouro
vaquinha, largata. Come nossa horta toda (Entrevista com assentada rural -
Iturama/MG, 26/11/2006).
No Mato Grosso do Sul a expansão da cana tem se processado sobre áreas dedicadas à
produção de soja, milho e gado. Existindo grandes indícios de que fazendas outrora
consideradas improdutivas têm sido transformadas em produtivas através de “arrendamentos
para o plantio de cana”. A utilização desse tipo de mecanismo pôde ser evidenciada nos
seguintes relatos (Idem):
Aqui mesmo tem fazenda que era destinada pra reforma agrária e seria um novo
assentamento, mas aí veio o arrendamento. Essa é uma estratégia dos
usineiros, arrendam as terras de fazendas improdutivas que é uma maneira de
jogar um balde de água fria na reforma agrária. É assustador tão ocupando
211
todas as terras da região (Entrevista com liderança do Assentamento Pana –
Nova Alvorada do Sul/MS, 04/12/2006).
O conflito cana e reforma agrária aqui no município de Rio Brilhante está
complicadíssimo. A gente não consegue mais avançar com o processo de
reforma agrária. Depois da chegada da cana só tem aumentado o número de
acampamentos de beira de estrada (Entrevista com representante do Sindicato
dos Trabalhadores Rurais – Rio Brilhante/MS, 03/12/2006).
Em Nova Alvorada do Sul tinha 17 áreas que seriam para a reforma agrária.
Com o arrendamento pra cana foram consideradas produtivas (Entrevista com
representante da Comissão Pastoral da Terra – Dourados/MS, 01/12/2006).
Baseando-se nos dados e levantamentos estatísticos publicados pela Comissão
Pastoral da Terra – CPT, destacam que no estado do Mato Grosso do Sul os conflitos de terra
que são ações de resistência pela posse, uso e propriedade do território cresceram 87,5% entre
o período 2003-2005 saltando de 16 para 30 enfrentamentos. Nessa mesma direção, o número
de ocupações em imóveis rurais teve um crescimento de 100% passando de 8 ocupações em
2003 para 16 em 2005 (CPT, 2006). Vale ressaltar, que durante o ano de 2004 foram realizadas
24 ocupações, sendo que 15 dessas foram empreendidas em municípios onde são projetados
novos plantios canavieiros. Sendo assim, argumentam que: é possível sinalizar que a expansão
da cana-de-açúcar em algumas regiões do Mato Grosso do Sul pode acarretar um aumento da
tensão e do conflito sobre a propriedade da terra.
b) Impactos no emprego
Como vem sendo propagado pelos defensores do modelo brasileiro de produção de
etanol a partir da cana, cujo argumento de expansão é a utilização de terras já degradadas,
colocam-se várias questões relacionadas com o emprego: a) que tipo de emprego serão
criados? b) quantos deles serão destruídos? c) qual o papel da mecanização nesse processo
de expansão?, ou seja, é sabido que o emprego de mão de obra no setor sucroalcooleiro
abrange as atividades seguintes: produção de mudas, plantio, combate de formigas,
conservação de carreadores, operação de máquinas, colheita manual e retirada de sobras, de
todas essas atividades a de maior demanda por mão de obra é a colheita manual sendo
responsável por mais do 70% do emprego gerado pelo setor.
Em um estudo sobre a força de trabalho na agricultura brasileira no período 1990-2000,
Balsadi et al. (2002) realizaram o cálculo2 da quantidade de força de trabalho necessária para
2 Esse cálculo foi feito com base nos dados divulgados pelo Sensor Rural Seade (1996 e 2001).
212
algumas culturas selecionadas. A força de trabalho é medida em Equivalentes-Homens-Ano
(EHA), “que correspondem à jornada de trabalho de um homem adulto, por 8 horas, por 200
dias por ano” (BALSADI et al., 2002, p.26). Segundo os resultados, as culturas possuem as
seguintes demandas de EHA para cada 100 hectares: algodão: 24,8; amendoim: 10,6; arroz:
14,8; feijão: 14,6; mamona: 28,6; milho: 8,6; soja: 2,6; trigo: 0,9; café: 30,6; cana: 11,8; laranja:
16,5. “No período considerado, apenas seis culturas responderam por cerca de 70% do total da
demanda: arroz, café, cana-de-açúcar, feijão, mandioca e milho”. (BALSADI et al., 2002, p.23)
Segundo Balsadi (2002), no período 1990-2002 houve um decréscimo de 21,5% na
demanda global de mão-de-obra na agricultura brasileira, em decorrência da mecanização das
culturas. Os autores ainda ressaltam que pode haver um decréscimo de até 60% na demanda
total de mão-de-obra na agricultura se houver uma mecanização de todas as áreas produtoras
das principais culturas.
Nesse sentido. a mecanização asseveraria os níveis de exploração e desemprego na
agroindústria canavieira e se transformaria num grande problema social. Na realidade, o que
vem predominando nessa importante atividade econômica brasileira é a lógica do paradigma da
adequação tecnológica que se traduz em: progresso técnico agrícola/industrial, redução de
emprego, precarização do trabalho e desrespeito à legislação brasileira.
c) Impactos sobre a infra-estrutura urbana
Em franco desenvolvimento no segmento e escassez de mão-de-obra especializada,
Mato Grosso do Sul assiste à explosão de projetos de construção de novas usinas de açúcar e
álcool no país. Serão pelo menos 15 até 2010, prevê o governo, o que tende a elevar a área de
cana no Estado de 150 mil para 600 mil hectares. O boom é impulsionado por forasteiros e
produtores locais decepcionados com os mercados de grãos e carne bovina.
Segundo Assis & Zucarelli, (2007) a chegada da agroindústria canavieira em pequenos
e médios municípios tem alterado toda a dinâmica urbana e criado novas demandas por
serviços públicos, tais como saúde, segurança, educação, abastecimento de água, tratamento
de esgoto, saneamento básico, habitação, dentre outros. O fluxo de trabalhadores atraídos por
esses empreendimentos pressiona a infra-estrutura existente, ao mesmo tempo em que exige
maiores investimentos por parte dos governos municipais. A pesquisa de campo realizada por
esses autores pôde constatar, nos municípios canavieiros percorridos, que os moradores
associam a instalação das usinas à piora na qualidade dos serviços públicos, bem como ao
aumento da criminalidade e da prostituição:
213
A usina traz os trabalhadores durante a safra, aí aumenta roubo, assassinato,
prostituição. Depois os que vêm pra cá e gostam trazem família e a coisa piora
ainda mais (Entrevista com comerciante – Iturama/MG, 28/11/2006).
Em Ipezal cê vê mais homem que qualquer outra coisa. Lá antes era uma
vidinha pacata, agora parece um formigueiro. Do dia 1º ao dia 10 você precisa
ver a quantidade de mulher que desce pra lá. É uma prostituição só. Essa cana
é uma coisa que não traz desenvolvimento pro local, isso na verdade é um
fracasso pra gente (Entrevista com assentado rural – Nova Alvorada do Sul/MS,
04/12/2006).
Outra questão que sempre se escuta é que coma vinda dos nordestinos
aumenta a prostituição. Aí quando começa a safra você já vê a mulherada
chegando e se espalhando pela rua afora (Entrevista com Irmã T. liderança
religiosa – Rio Brilhante/MS, 03/12/2006).
Eu venho sempre pra cá no final do mês quando sai o dinheiro do pessoal
[trabalhadores do corte de cana]. Lá onde eu moro não tem nenhuma opção, aí
me restou a vida nos programas (Entrevista com garota de programa –
Iturama/MG, 28/11/2006).
Ao mesmo tempo verificaram uma pressão sobre a infra-estrutura de habitação com
conseqüente inchaço das áreas de periferia. No município de Uberaba/MG algumas localidades
periféricas tiveram um aumento considerável da população residente, em virtude da
acomodação de migrantes cortadores de cana que optam por não retornarem às suas cidades
de origem, exemplo disso, são os bairros de Jardim Uberaba, Valim de Melo e Jardim Alvorada.
A permanência dos trabalhadores nas cidades canavieiras e a posterior vinda de seus familiares,
como visto no bairro Jardim Alvorada, onde a maioria dos barracos é ocupada por maranhenses,
que ocasionam uma forte demanda por serviços básicos como saúde, educação, coleta de lixo e
segurança. Ademais, como na entressafra o contingente de mão-de-obra empregada é bem
menor, muitos trabalhadores que não retornam para suas localidades permanecem
desempregados até o início da próxima safra3.
O período da safra foi identificado como sendo o momento de maior pressão sobre os
equipamentos de infra-estrutura municipal. Durante esses meses aumentam o número de
habitantes, os atendimentos em hospitais, o volume de lixo produzido, a quantidade de água
3 Essa mesma situação foi encontrada pelos citados pesquisadores nos municípios de Nova Alvorada do Sul e Rio Brilhante no
Sudeste de Mato Grosso do Sul.
214
utilizada, dentre outras demandas. Essas modificações têm interferência em toda dinâmica
urbana e exigem um rearranjo na rotina dos moradores outrora acostumados com ambientes
pacatos e tranqüilos. Do mesmo modo, requerem uma resposta dos executivos municipais que
são forçados a aumentarem a capacidade de investimento em decorrência dos problemas
ocasionados pela agroindústria canavieira. Os reflexos disso podem ser ilustrados pela
declaração de um secretário municipal:
Na época da safra temos uma grande pressão sobre os equipamentos de infra-
estrutura. Para se ter uma idéia, nossa média de lixo aqui no município é de 700
gramas/dia/habitante, quando chega o período de safra isso dá um salto para
mais de 1200. Já tivemos inclusive que ampliar nosso aterro sanitário
(Entrevista com representante da Secretaria de Agricultura Pecuária e Meio
Ambiente – Iturama/ MG, 28/11/2006).
A deterioração das rodovias e estradas rurais é outro problema associado à atuação da
agroindústria canavieira. O peso excessivo transportado pelos caminhões que realizam o
percurso campo-usina reduz os custos de produção, ao mesmo tempo em que arruínam a malha
asfáltica e as vias que fazem a ligação entre comunidades rurais.
d) Impactos ambientais da produção de etanol a partir da cana de açúcar
Os principais problemas ambientais ocasionados pela produção canavieira estão
associados à: destruição de áreas com vegetação nativa, contaminação de solos, nascentes e
rios, poluição da atmosfera pela queima de canaviais, destruição da biodiversidade, dentre
outros mais. Os problemas ambientais mais visíveis são as queimadas em canaviais, que
acontecem em aproximadamente 80% das áreas plantadas. A utilização dessa técnica reduz
cerca de 80 a 90% o volume de palha da cana, ao mesmo tempo em que facilita o corte
manual, diminui os custos de transporte e compensa perdas de até 20% na safra.
A queima da cana-de-açúcar lança na atmosfera 64,8 milhões de toneladas de gás
carbônico por ano. Parte desses gases é reabsorvida pelos canaviais nos processos de
fotossíntese e o restante polui a atmosfera, contribuindo para o chamado “efeito estufa”. Já o
ozônio não se dispersa com facilidade, prejudicando o sistema respiratório dos seres vivos e o
crescimento das plantas.
Pesquisa realizada desde 1988 pelo Instituto Nacional de Pesquisas Espaciais, INPE, na
região de Ribeirão Preto, mostra que a concentração atinge níveis inadequados (acima de 80
partes por bilhão por volume de ar) nas épocas de queimadas. Os especialistas afirmam que as
215
conclusões dessa pesquisa podem ser extrapoladas para outras áreas canavieiras
(Szmrecsányi, 1994; Urquiaga et al., 1998).
As conseqüências para o agroecossistemas são também nefastas; além de destruir a
microbiota, as queimadas diminuem a umidade e a porosidade dos solos, aumentando a
compactação e, conseqüentemente, a erosão. A lixiviação carrega grandes quantidades de
nutrientes, mas a combustão também contribui para esta perda; um canavial em chamas
“exporta” 30-60 kg de nitrogênio e 15-25 kg de enxofre por hectare. Esses nutrientes retornam
ao solo, mas na forma de chuva ácida nociva aos vegetais. Considerando-se os cerca de 3,5
milhões de hectares plantados com cana-de-açúcar, estima-se que, anualmente, 150 mil
toneladas de nitrogênio são perdidos pela combustão (Szmrecsányi, 1994; Urquiaga et al.,
1998).
Desconhece-se a quantidade de fuligem que é lançada todos os anos na atmosfera,
todavia se sabe que, além de sujar as cidades, estas partículas contém substâncias
cancerígenas. Os estudos são ainda incipientes, mas já foi constatada a presença de 40
hidrocarbonetos policíclicos aromáticos, compostos orgânicos com efeitos mutagênicas e
carcinogênicas. Dentre esses, 16 compostos são considerados contaminastes ambientais
prioritários pela agência de proteção ambiental norte-americana, US-EPA (Bohm, 1998; Silva e
Froes, 1998).
As internações por problemas respiratórios aumentam consideravelmente durante a
“safra” da fuligem. Os quadros mais típicos variam entre uma simples inflamação das vias
respiratórias até uma infecção crônica. Alguns casos evoluem até a neoplasia, ou câncer. Já o
monóxido de carbono emitido pelas queimadas é bem menos prejudicial. Ao se ligar a
hemoglobina do sangue este gás impede a troca de oxigênio por dióxido de carbono
provocando uma “asfixia celular sistêmica”. Intoxicações graves podem ocorrer com indivíduos
que permanecem em locais muito próximos aos canaviais em chamas. Esta intoxicação não é
cumulativa, isto é, ao cessar a exposição o organismo livra-se do gás e a oxigenação celular
normaliza-se (Bohm, 1998).
Entretanto, áreas de reserva legal ilhadas em canaviais, animais da fauna nacional e
populações circunvizinhas aos plantios em geral arcam com todo o ônus socioambiental
resultante dessa prática4.
4 MATTOS & FERETTI FILHO, (2000) destacam os efeitos negativos das queimadas sobre os microorganismos presentes no solo,
bem como as ameaças às zonas remanescentes de vegetação nativa. Além disso, as queimadas em regiões de canaviais ocasionam maior consumo de água, como confirmam dados do Departamento de Água e Esgoto de Ribeirão Preto, onde ocorre um
216
Evidências desse tipo de ocorrência foram captadas durante a pesquisa realizada por
Assis & Zucarelli, (2007) e podem ser percebidas nos seguintes fragmentos:
A usina queima a cana ou no começo da noite ou quase amanhecendo, lá pelas
cinco horas. Vem muita sujeira com a queima da cana. Eles queimam em
círculo, aí os bichos ficam lá no meio. Morre tudo os coitadinho. Antes tinha
capivara, daí deu de aparecer muitas mortas, queimada. Agora ocê não vê mais
nenhuma. Arara vermelha ocê não vê mais. Ocê vê, de vez em quando, umas
azuis, mas tá tudo sumindo (Entrevista com assentada rural/ Assentamento
Água Vermelha - Iturama/MG, 26/112006).
Os animais silvestres estão fugindo para as cidades, todos com marcas de
queimaduras. É arara, maritaca, curicaca, siriema, lobo guará, cutia, capivara e
até cervo do pantanal tem aparecido aí com marcas de queimadura (Entrevista
com representante de ONG local -Castilho/SP, 29/11/2006).
Aqui cê tem reserva legal que tá mergulhada no meio do canavial. Aí cada
queimada que acontece vai um pedaço da área que devia ser protegida. Cê
num vê um passarim nessas áreas de cana é um espaço intocável que
envenena (Entrevista com representante do Sindicato dos Trabalhadores Rurais
– Rio Brilhante/MS, 01/12/2006)
Em Nova Alvorada do Sul/MS os canaviais estão a menos de 20 metros das casas
localizadas na periferia da cidade. Na visão dos moradores desses bairros o período das
queimadas representa graves problemas que se traduzem em fuligem, fumaça, perigo de
incêndio, aumento de doenças respiratórias, aumento do calor e maior consumo de água. Do
mesmo modo, essas dificuldades foram narradas por habitantes de cidades canavieiras que
estão a mais de 30 quilômetros de distância das áreas de plantio. Assim sendo, percebe-se que
as queimadas, além de representarem graves impactos ambientais, têm sido a causa de vários
problemas ocasionados à população dos municípios circunvizinhos às regiões canavieiras.
Segundo Assis & Zucarelli (2007) a ocorrência de desmates ilegais em áreas de novos
plantios foi outro problema relatado durante o trabalho de campo. Para a maioria dos
entrevistados, o arrendamento de terras tem provocado o aumento dos desmatamentos, uma
vez que fragmentos de matas presentes nas propriedades são derrubados para dar lugar à
aumento de 50% dos níveis de utilização durante a época da safra, tendo em vista que os habitantes são forçados a limparem várias vezes os quintais, calçadas e roupas que se sujam em virtude da fuligem dispersa na atmosfera.
217
homogeneização dos canaviais. Em vários municípios foram coletadas informações que
indicam a prática de desmate ilegal e a supressão de matas ciliares:
A usina chega e acaba com tudo. De dia tá lá a Aroeira, o Buritizeiro e aqueles
pedaços de mata. Aí vem o preparo da terra. De noite tá tudo derrubado e
enterrado (Entrevista com P. pequeno produtor rural – Uberaba/MG,
26/11/2006).
As árvores que ficavam aí no meio das pastagens derrubaram tudo. Esses
capãozinhos que tinham aí, esses amontoado de árvore, já acabaram todos. De
dia preparam a terra e de noite enterram as árvores (Entrevista com assentado
rural – Nova Alvorada do Sul/MS, 0412/2006).
Aqui mudou muita coisa, mudou as estradas, tirou as matas, não tem mais
cerca. Anoitece eles [trabalhadores da usina] ainda tão preparando a terra,
amanhece já não tem mais árvore, tá tudo enterrado. Aqueles troncos
cumpridos de aroeira, eles abrem um buraco grande, um valão de 3 a 5 metros
de fundura e enterram tudo. Dá dó. Os troncos grandes demais eles põe no
caminhão e some com aquilo. Se for um pequeno a polícia multa na hora, mas,
os grandes ninguém vê (Entrevista com comerciante local - Rio Brilhante/MS,
03/12/2006).
Percebe-se que a expansão da produção canavieira às novas zonas plantios traz
consigo que o preparo da terra seja seguido de derrubada das árvores, que são enterradas
para obscurecer e dificultar a fiscalização dos órgãos ambientais. A esse rol de impactos
ambientais se junta a intensa utilização de agrotóxicos, que associados aos desmates ilegais de
matas ciliares têm contribuído para a contaminação de rios e córregos. A partir dos trechos
transcritos das entrevistas de campo realizadas por Assis & Zucarelli (2007), pode-se notar que
os moradores rurais relacionam a ocorrência desses problemas à introdução dos plantios de
cana, bem como focalizam uma diminuição no volume e na disponibilidade de água:
Avião que passa jogando veneno contamina tudo, a água, o milho e outros
cultivos aí. Hoje em dia tem muita gente morrendo de câncer. Antigamente, o
povo todo da roça vivia mais de 90 anos. [...] Nossas nascentes tão sumindo e
os peixes morrendo por causa desses venenos que jogam na cana e escorre
pros córregos (Entrevista com B. pequeno produtor rural - Uberaba/MG,
26/11/2006).
218
Quando dá deles [usinas] molhar as cana, o córrego aí chega quase a secar.
Num dá nem pra gente dá o de beber pras criação (Entrevista com assentada
rural – Assentamento Água Vermelha - Iturama/MG, 26/11/2006).
Tem 30 anos que eu moro aqui. Nóis andava a pé. Fomos criado dentro
daqueles córregos. Agora que a cana chegou tá acabando tudo, os córregos tão
secando tudo. Nem peixe tem mais (Entrevista com morador da zona rural -
Itapura/SP, 29/11/2006).
Segundo Jose Maria Ferradaz, pesquisador da Embrapa, não é de se espantar que em
torno dos agrotóxicos se desenvolvam as mais acesas polêmicas, quando se trata da relação
entre agricultura e meio ambiente. Em primeiro lugar, a magnitude dos interesses em jogo é
gigantesca. Os gastos mundiais neste segmento passaram de US$ 20 bilhões em 1983 para
US$ 34,1 bilhões em 1998. Só no Brasil, entre 1970/71 e 2002/03, o consumo de agrotóxicos
aumentou 439%, enquanto a produção agrovegetal cresceu em 326%. Mas foi na última
década do século que o consumo disparou. (Ver Figura 1).
Figura 1. Produção agrícola e consumo de fertilizantes no Brasil no período de 1970/71 a 2002/03.
Segundo Lopes, Guilherme e Silva (2003) a não correspondência entre o aumento do
consumo do fertilizante e o aumento da produção agrovegetal no Brasil se devem em primeiro
lugar ao processo intensificado de abertura dos solos de cerrado no Brasil, os quais,
normalmente, levam 4 a 5 anos para serem corrigidos, antes de passarem a responder em
níveis adequados de produtividade e em segundo lugar à necessidade de uma aplicação maior
219
de adubos para a recuperação de áreas marginais do cerrado as quais apresentam baixa
fertilidade natural mas bom potencial produtivo.
Sendo que no ano de 2002 as culturas que mais se destacam no consumo de
agrotóxicos foram: a cana-de-açúcar e a soja com 0,195 e 0,138 toneladas por hectare
respectivamente. Nessas lavouras, o volume aplicado por hectare é relativamente baixo, mas o
consumo global é extremamente elevado.
O que chama a atenção nestas informações é que, embora haja certa unanimidade na
constatação de que já é possível reduzir drasticamente ou mesmo eliminar o uso de agrotóxicos
sem prejudicar a produtividade das lavouras, o consumo não cessa de aumentar.
Ajuda a explicar o aumento do consumo, o fato de que a intensificação dos agrotóxicos
não reduz significativamente a incidência de pragas e de doenças. Ao contrário, entre 1958 e
1976 as principais culturas brasileiras passaram a conviver com 400 novas espécies de
pragas5. Dentre as principais causas para essa multiplicação destaca-se a nocividade dos
agrotóxicos aos inimigos naturais das pragas, o que provoca desequilíbrios nos
agroecossistemas, e a resistência que as pragas desenvolvem em relação a esses produtos
(Paschoal, 1979). Não se pode desprezar também o fato de as empresas produtoras de
agrotóxicos disporem de eficientes estratégias de marketing, veiculadas pelos meios de
comunicação ou por vendedores bem treinados. Estas estratégias atingem um contingente de
agricultores muito superior ao alcançado pelos órgãos públicos responsáveis pela extensão
rural e pelas organizações não governamentais que atuam nessa área.
Além dos desequilíbrios ecológicos, desde os anos 70, tornaram-se muito mais
freqüentes os casos de contaminação dos recursos hídricos, dos solos, dos trabalhadores rurais
e das cadeias alimentares, incluindo o próprio homem (Shiki, 1984; Rüegg et al., 1986). Há
estudos como o Relatório das Águas no Brasil de 2003-2004 que revelou que nos últimos dez
anos a contaminação das águas de rios, lagos e lagoas tem se quintuplicado.
Sendo a principal fonte de contaminação, o despejo de material tóxico proveniente das
atividades agroindustriais e industriais, responsáveis por 90% do consumo das águas,
devolvem-na à natureza completamente contaminada. No caso das indústrias, o agravante está
na falta de controle ambiental quanto a geração, tratamento e destinação final de resíduos
gerados no processo produtivo, normalmente acumulados nas margens de cursos de água.
5 Fenômeno similar ao ocorrido nos E.U.A. onde, em 1946, havia apenas 10 espécies de insetos e carrapatos resistentes aos
produtos organo-minerais. Em 1969, a resistência foi confirmada em 224 espécies de insetos e ácaros (Paschoal, 1979). Hoje, cerca de 440 insetos e 70 fungos são resistentes aos agrotóxicos (NRC, 1989).
220
Segundo o pesquisador da Embrapa Meio Ambiente, José Maria Ferraz6 , a cana de
açúcar é grande consumidora de água, os gastos de água embutidos tanto na produção de
cana quanto na do próprio etanol - na produção de um litro de álcool gastam-se 13 litros de
água, e ainda sobram 12 litros de vinhoto, Parte desse subproduto é, acertadamente,
aproveitada como fertilizante nas lavouras da cana-de-açúcar. Todavia, se aplicado em
excesso, pode provocar a salinização dos solos, devido aos elevados teores de sódio e
potássio, e a contaminação dos recursos hídricos, provocando a morte de peixes e de outros
animais silvestres, e o desequilíbrio da microbiota do solo (Shirota e Rocha, 1998).
Sendo assim, quando se analisa o preço de venda do etanol não se contabiliza esse
gasto do consumo de água, o que, do ponto de vista econômico, é uma grande desvantagem
para o produtor, uma vez que a água está se tornando um bem altamente valorizado e ao
exportar o produto, o Brasil indiretamente estará incrementando sua política de exportação de
água.
Obviamente, perante essas constatações deve-se convir com Assis & Zucarelli (2007)
que o atual modelo de produção empregado pela agroindústria canavieira não coroa princípios
mínimos de sustentabilidade ambiental e/ou social. Nesse sentido, é inaceitável que a produção
de uma energia tida como limpa acarrete os inúmeros danos e impactos socioambientais como
os anteriormente mencionados. A esse respeito, há que se ter em mente a complexidade dos
processos envolvidos na geração dessa energia e não somente seu menor teor de poluição do
ambiente, sobretudo, quando avaliamos os graves problemas envolvidos na produção deste
insumo, tais como: emprego de monoculturas, deslocamento de populações rurais, pressão
sobre a produção de alimentos, reconfiguração do espaço rural, destruição da vegetação
nativa, contaminação de solos, rios e nascentes, poluição atmosférica, enfermidades
respiratórias, mortes por excesso de trabalho e outros mais.
2. Analisemos os principais impactos da produção de biodiesel em função do
crescimento do agronegócio no Brasil
Ao ser lançado, O Programa Nacional do Biodiesel previa-se a participação de 100 mil famílias
até o final de 2006, para isto foi assinado o Decreto n° 5.457/05 que criou o certificado de
“Combustível Social” e definiu níveis diferenciados de incentivos fiscais até a completa
desoneração, de forma a estimular a inclusão social e a participação da agricultura familiar na
cadeia produtiva. Para as regiões Norte e Nordeste, a redução de algumas alíquotas pode
6 Ver. Verena Glass. Diante da fome e da escassez de água potável, o que significa plantar energia In: Carta Maior. Disponível In:
http://www.cartamaior.com.br/templates/materiaMostrar.cfm?materia_id=13631&editoria_id=3 Acessado 03/08/2007.
221
chegar a 100% se a oleaginosa utilizada for a palma ou a mamona plantadas por agricultores
familiares e de 31% caso sejam provenientes de agricultura intensiva.
Já para as demais regiões, o desconto é de 68% para qualquer oleaginosa adquirida da
agricultura familiar. Esse Decreto estabelece ainda que para o produtor de biodiesel obter o
“Selo Combustível Social” será necessário comprovar a aquisição de percentuais mínimos de
matéria-prima da agricultura familiar, instituir regras de compra da produção com preços pré-
fixados e assumir algumas prestações de serviços tal como a assistência técnica aos
agricultores. É somente de posse do “Selo Combustível Social” ou de um projeto para sua
obtenção que os empreendedores podem concorrer aos leilões públicos de compra do biodiesel
organizados pela Agência Nacional do Petróleo.
Segundo a Brasil Ecodiessel, sem esses incentivos nenhum empresário “em sã
consciência” compraria o produto de agricultores familiares do Norte ou Nordeste.
“Essas vantagens são absolutamente essenciais porque, na ausência delas,
nenhum empresário em sã consciência hesitaria um segundo entre usar dez
tratores no Sul ou no Centro Oeste para produzir óleo de soja ou fazer contratos
de meação com mil famílias de assentados no Nordeste para produzir igual
volume de óleo de mamona”. Brasil Ecodiesel, extraído de
www.brailecodiesel.com.br
Segundo Schlesinger (2006), a frase deixa bem claro que se as vantagens passarem a
valer também para a soja, a agricultura familiar será deixada de lado ameaçando o aspecto
social do Programa Nacional do Biodiesel.
Na realidade, o que se percebe é uma concentração dos empreendimentos na região
Centro-Sul do país, concentração que impede a existência de uma diversificação de cultivos,
haja vistas as especificidades naturais encontradas em cada região do país. Nota-se que os
incentivos fiscais diferenciados para as regiões Norte e Nordeste não estão atraindo os
investidores, uma vez que somente 6 das 23 usinas de biodiesel autorizadas pela ANP foram
instaladas nestas regiões (Ver Figura. 2 e Tabela 1 ). Nesse sentido, a possibilidade de
utilização da produção de soja, com preços em queda no mercado internacional, tem se
mostrado mais vantajosa e isso contribui para a formação de um mercado de grande escala
alicerçado na sojicultura. (Asis & Zucarelli, 2007).
222
Figura 2. Mapa das Unidades de Biodiesel no
Brasil.
Das 23 usinas que se credenciaram nos leilões da ANP para produzir biodiesel até o
final de 2007, 12 têm a soja como única matéria-prima e outras 8 utilizam este grão mesclado à
outras oleaginosas. Assim temos um total de 20 empreendimentos dedicados à fabricação
desse biocombustível através da soja, o que representa quase 87% das unidades autorizadas
pela ANP713. Mesmo as usinas projetadas para a região Nordeste que tinham previsão de
utilizar outras oleaginosas, já passaram a fazer uso da soja, a exemplo da Brasil Ecodiesel que
hoje apresenta os seguintes índices de matéria prima empregada na produção: 97,2% de óleo
de soja; 2,1% de mamona e 0,7% de algodão (FOLHA DE SÃO PAULO, 2006).
A consolidação da soja como matéria-prima principal para a elaboração do biodiesel
traz consigo um conjunto de impactos que a seguir se descrevem:
a) Impactos na ocupação territorial e na produção de alimentos
Significa a aplicação de um modelo de produção que favorece a uma elite rural que já
acumula inúmeras vantagens, recebidas dos governos federais, estaduais e municipais, sendo
uma delas a facilidade de aquisição de terras públicas responsável pela criação de imensos
latifúndios na Região Centro Oeste, que explica em grande parte a origem da concentração de
terras e da riqueza.
7 Os cálculos foram elaborados por Assis & Zucarelli (2007) baseados em dados sobre as fontes oleaginosas utilizadas nas
unidades produtoras de biodiesel, que estão disponíveis nos sites da ANP, MDA e das próprias empresas.
Tabela 1. Unidades de Biodiesel
no Brasil.
REGIÃO EM
CONSTRUÇÃO
OU
PROJETADAS
AUTORIZADAS
PELA ANP
Norte 01 02
Nordeste 22 04
Centro-
Oeste
16 07
Sudeste 22 07
Sul 14 03
TOTAL 75 23
Fonte: ANP, MDA, SIAM e Jornais
Nacionais
223
O estado de Mato Grosso (grande produtor de soja ) é um reflexo do anteriormente dito.
No período de 1985-1995/06 foram incorporadas aproximadamente 50% de novas áreas
dedicadas à produção agropecuária. Sendo que no ano de 1985 o número de estabelecimentos
com menos de 50 hectares “dedicados à atividade agropecuária” representavam 61% do total
dos estabelecimentos do Estado já no ano de 1995/96 equivaliam a 41% refletindo uma
diminuição do 20% (Ver Tabela 2).
Enquanto que nesse mesmo período o número de estabelecimentos com mais de 5000
e 10000 mil hectares e que representavam o 2% do total dos estabelecimentos do Estado
cresceram em 66% e 17% respectivamente (Idem ).
Por outro lado, em relação à área ocupada entre 1985 e 1995/96, os estabelecimentos
menores de 50 hectares apenas ocupavam 1% do total das terras do estado, enquanto os
estabelecimentos maiores de 10.000 hectares ocupavam 52% e 41% respectivamente. (Idem)
O exposto anteriormente revela o processo de concentração da terra, com grandes
latifúndios que retêm a maior parcela da terra e representam ao mesmo tempo um número bem
reduzido de grandes proprietários que por sua vez são os que detêm a maior parte da riqueza
produzida no Estado.
Tabela 2. Número e área de estabelecimentos rurais segundo estratos em Mato Grosso, período de 1985 e1995-96.
Fonte: Almeida Paula Luciana. Distribuição e Concentração da Posse de Terras no Estado de Mato Grosso - uma análise
dos censos de 1985 e de 1995-1996, segundo as mesorregiões geográficas. 2007. Trabalho não publicado.
224
Deve-se destacar que no Estado de Mato Grosso, na atualidade, duas das principais
microrregiões produtoras de soja Alto Teles Pies e Pareceis no período analisado apresentaram
um elevadíssimo nível de concentração de terras medido pelo Índice de Gini8. (Ver Tabela 3)
Tabela 3. Índice de Gini nas microrregiões Alto Teles Pires e Parecis em Mato Grosso.
Microrregião Municípios Área Media
1985
Área Media
1995/96
Índice de
Gini 1985
Índice de
Gini 1995/96
Alto Teles Pires 5 1931,44 923,13 0,907 0,938
Parecis 3 3024,71 1945,62 0,855 0,893
Fonte: (Idem)
O cultivo de soja no Brasil e no mundo aumentou vertiginosamente a partir dos anos
1990, estimulado pelo aumento do consumo de seu farelo por animais criados em
confinamento, sobretudo frangos e porcos. Este foi o motivo que impulsionou o cultivo da soja e
fez do Brasil o segundo maior produtor e exportador mundial9 do produto, atrás apenas dos
Estados Unidos.
O processo de esmagamento do grão transforma cerca de 80% do volume da soja em
farelo e o restante em óleo de soja bruto. Este último, uma vez refinado, é muito utilizado pela
maioria da população brasileira para cozinhar, faz-se gordura hidrogenada, margarina, lecitina
de soja, tintas, cosméticos, produtos farmacêuticos e medicinais, entre outros. A produção de
biodiesel é o mais recente destino comercial; o interesse que hoje recai sobre o farelo de soja
pode se inverter, a partir da entrada desta oleaginosa no mercado do biodiesel: o óleo bruto da
soja, atualmente um subproduto, passará a valer mais, podendo até mesmo ser mais lucrativo
do que o farelo.
Por atrás deste programa de biodiesel do Brasil está embutida a idéia de fazer com a
soja o que já é feito com a cana-de-açúcar, ou seja, através de uma mesma matéria-prima
cultivada em latifúndios produzir uma gama diversificada de mercadorias podendo obter
maiores lucros dependendo da demanda de mercado. Isso pode ser evidenciado no
pronunciamento do presidente Luís Inácio Lula da Silva durante a inauguração de obras no
Mato Grosso:
8 Mede o nível de concentração, o valor do índice varia de 0 a 1 sendo que quanto mais perto de 1 maior o grau de concentração.
9 Um em cada três quilos de soja comercializada no mercado internacional é brasileira. A produção nacional aumentou quatro
vezes, saltando de 12,1 milhões de toneladas em 1976/1977 para mais de 50 milhões de toneladas a partir da safra 2004/2005, segundo a Companhia Nacional de Abastecimento (Conab).
225
[...] para os produtores de soja vai ser uma colher de chá extraordinária, porque
a soja tem o preço controlado pelo mercado internacional, às vezes aumenta, às
vezes cai. Na hora em que a gente introduzir a soja no óleo diesel, o que vai
acontecer? Na hora em que o preço lá fora estiver pequeno, a gente produz
mais biodiesel, na hora em que o preço lá fora estiver bom, a gente vende por
um preço melhor e a gente vai garantir, numa regulagem de mercado, como a
gente regula hoje o álcool e o açúcar (PRESIDÊNCIA DA REPÚBLICA, 2006).
Portanto a preocupação é que o incentivo à produção de biocombustíveis estimule a
ampliação do cultivo de soja nas mesmas condições verificadas nos últimos anos, ou seja, a
partir da expulsão de pequenos agricultores, trabalhadores do campo e povos indígenas; da
violação dos direitos humanos e trabalhistas; da destruição ambiental; da concentração da terra
e da renda.
b) Impactos no emprego
Segundo o trabalho de Balsadi (2002) a soja é a segunda cultura que menos necessita
de braços para que seja produzida. Por outro lado, é a cultura com maior área plantada,
correspondendo a 28,4% da área total e responsável pela absorção de somente 5,8% da mão
de obra na produção agrícola no ano da pesquisa.
A região centro-oeste, apesar de ser uma das maiores produtoras de grãos do Brasil é a
que menos demandava trabalho humano em 2000, isso porque as principais culturas desta
região “apresentam sistemas de produção baseados em grandes propriedades, com
elevadíssimos níveis de mecanização das operações de cultivo” (BALSADI et al., 2002, p.26).
O(s) autor(es) ressaltam que a mecanização se deve principalmente ao caráter competitivo da
agricultura, visando maior produtividade e que o processo de mecanização exige um novo perfil
do trabalhador rural, pois a operação das máquinas agrícolas exige cada vez mais preparação
dos operadores.
c) Impactos ambientais da produção de biodiesel a partir da soja
As áreas de expansão do cultivo, como já foi dito anteriormente, se concentram na
Amazônia e no Cerrado, dois dos biomas mais ricos em biodiversidade do planeta. Suas
florestas, suas águas, seus animais, seus povos tradicionais e sua cultura estão sendo
impactados pela soja.
226
Douglas Morton (2006), especialista em sensoriamento remoto da Universidade de
Maryland, publicou um estudo na revista da Academia Nacional de Ciências dos EUA
(www.pnas.org), na qual derruba dois argumentos comuns dos defensores do programa do
biodiesel à base de soja com o intuito de dissociar a atividade da fama de vilã da floresta. O
primeiro é que a soja só faz ocupar áreas previamente desmatadas para pastagem e
abandonadas pelos pecuaristas -os dados mostram que isso acontece, sim, mas não é
suficiente para explicar toda a dinâmica do desflorestamento. O segundo é o de que as
variações do preço do grão só se refletirão nas taxas de desmatamento dois ou três anos
adiante, porque a conversão de floresta para lavoura leva tempo. O trabalho demonstrou que
mais do 90% das aberturas para agricultura foram plantadas no primeiro ano após o
desmatamento. (Folha de São Paulo, 05/09/ 2006)
Cruzando imagens de satélite com levantamentos em campo, Morton estimou em 5.400
quilômetros quadrados o total de floresta convertida diretamente para grãos em Mato Grosso de
2001 a 2004. No ano de 2003, quando o preço da soja no mercado internacional atingiu seu
pico, a conversão direta para lavoura representou quase um quarto de tudo o que se desmatou
no Estado campeão da devastação da Amazônia. (Ver Figura 3 e 4).
Para quem gosta de números, é quase um Distrito Federal onde a soja substituiu a
floresta diretamente -sem contar o efeito conhecido do grão de "empurrar" a fronteira agrícola
indiretamente, estimulando a pecuária a ocupar novas áreas. Nesse período, Mato Grosso
desmatou 38 mil quilômetros quadrados, ou 3,5 Jamaicas, 40% de tudo o que se perdeu de
floresta na Amazônia.(Idem)
227
Fonte:
Ou seja, através do trabalho de Morton (2006) consegue-se diferençar desmatamentos
para pasto e para lavoura, verificando-se que as áreas dedicadas ao plantio da soja eram duas
vezes maior que as abertas para pecuária
{ hectares 14316370
23463 contra hectares 339
54635770
38097
em media} o que demonstra que existe
uma forte correlação do preço da soja com a taxa anual de desmatamento (Idem).
O estudo destaca uma queda de 12% na conversão de floresta para pasto, enquanto a
de floresta para lavoura cresceu 10% no período. Durante o período de 2001-2004 Morton
acompanhou as emissões de carbono após o desmate, chegando à seguinte conclusão: o
avanço do agronegócio capitalizado e mecanizado sobre a floresta está agravando o efeito
estufa. Mostrando que no caso da conversão da floresta para produzir grãos, as emissões
acontecem todas de uma vez -já que a lavoura mecanizada não admite "sujeira" e o seqüestro
de carbono por rebrota é zero. Trata-se segundo o autor de uma redução completa da
biomassa em no máximo quatro anos. (Idem)
Isto de fato desmistifica aquela idéia que até então os cientistas compartilhavam em
relação às emissões de carbono, acreditava-se que as mesmas eram emitidas mais lentamente,
Figura 3. O efeito da soja no desmatamento
em Mato Grosso, de 2001-2004.
Fonte: PNAS
Figura 4. Mapa das áreas criticas do
desmatamento na Amazônia Mato-grossense.
Fonte: IMAZON
228
pela decomposição de tocos e raízes numa área desmatada e que parte dele voltasse ao solo
por rebrota de parte da floresta em áreas transformadas para pasto.
Segundo Schlesinger (2006), um dos fatores de estímulo ao agronegócio no Brasil – que
agora ganha novo impulso com a finalidade de produzir biodiesel – é “a disponibilidade” de
água doce no país, um produto caro e em extinção nas nações desenvolvidas incluída a China10
onde os rios e lençóis freáticos estão tão contaminados que não permitem mais o crescimento
da agricultura local. Mas o mau uso dos recursos hídricos nas plantações de soja, etc. põe em
risco o abastecimento futuro de água também no Brasil, especialmente por causa da expansão
da monocultura.
A Organização das Nações Unidas (ONU), destacou que para o ano de 2025, um em
cada três países do mundo terá seu desenvolvimento freado pela falta de água. Sendo assim o
Brasil precisa se cuidar, pois tem um dos maiores índices de desperdício11 do mundo.
Para se ter uma idéia do volume de água exportado indiretamente analisemos as
exportações brasileiras de soja à China. O gigante asiático comprou 18 milhões de toneladas
de soja em 2004, não apenas do Brasil. Para que toda essa quantidade fosse colhida, os
países produtores gastaram em suas plantações cerca de 45 km3 de água doce12. Assim,
indiretamente, a China “comprou” essa quantidade de água embutida na soja. (Ver figura 5)
Figura 5. Exportação Virtual de água através da cultura da soja.
Fonte: Vânia Rodrigues. Água virtual: a água que consumimos sem ver. In: www.aesabesp.com.br/artigos_agua_virtual.htm.
Acesso 4/09/2007.
10
Principal país importador mundial de soja, seguido da União Européia e do Japão. Entre 1994 e 2005, sua
demanda de farelo cresceu mais de 15% ao ano. 11
Em Israel são empregados 600 m³ de água para irrigar um hectare por ano. No Nordeste Brasileiro são utilizados
18.000 m³, ou seja, 30 vezes mais. 12
Esta quantidade é igual a quase dois terços de toda a água usada para consumo humano no mundo inteiro.
229
Devemos ressaltar que precisamente a soja13 é uma das culturas oleaginosas que
apresenta menor balanço energético14, aproximadamente 3, (isto é, por cada quilocaloria
gastada de “energia fóssil” na produção do biodiesel obtém-se 3 quilocaloria na forma de soja).
Isto significa que na atualidade, dados os elevados graus de consumo energéticos da
agricultura procedentes de combustíveis fósseis, ainda que esta eficiência energética seja
superior à unidade, trata-se simplesmente de “trocar”, por exemplo, 1 tonelada de petróleo
(energia não renovável) pelo equivalente de 3 toneladas de petróleo em soja obtido a partir da
biomassa. Portanto, segundo Carpintero (2006), o ponto mais débil no desenvolvimento da
agroenergia à base dos biocombustíveis nomeados “limpos” é a sua dependência dos
combustíveis fósseis, o que significa que em definitiva o processo apresenta como resultado
final um pequeno aumento do rendimento do petróleo.
Mesmo assim, os grandes empresários da soja esperam que essa cultura seja a
responsável por 90% da matéria prima utilizada na produção de biodiesel. Para o presidente da
Associação Brasileira da Indústria de Óleos Vegetais (Abiove), Carlo Lovatelli, a rainha do
biodiesel será a soja e para que isso aconteça, ele vê a necessidade de aumentar em 5 milhões
de hectares15 a área de plantio da soja no Brasil.
Estes fatos contrariam os objetivos do Plano Nacional de Biodiesel que visavam garantir
ao agricultor familiar a possibilidade de geração de renda e de permanência no campo, pois
através do cultivo de múltiplas oleaginosas seria possível não apenas inserir o agricultor familiar
no PNPB, mas também diminuir a dependência de uma única matéria-prima sujeita às leis de
mercado e às intempéries naturais.
Assis & Zucarrelli (2007) corroboram o anteriormente dito, ao perceber e coletar indícios
de que os mecanismos de controle e fiscalização do “Selo Combustível Social” não estão sendo
capazes de impedir que a produção da agricultura familiar seja utilizada apenas como fachada
para a obtenção dos incentivos fiscais. Os agricultores entrevistados na região de Cássia/MG
afirmaram que a usina realiza a “compra de papéis” que comprovam a entrega do produto de
origem familiar, mas de fato abastece sua produção com matéria-prima advinda de
monocultivos realizados na região Centro-Oeste do país. Como revelam os relatos (colocados
por eles) e que a seguir se colocam:
Eu ia fazer um contrato com a usina pra entregar minha produção de nabo, mas
quando fui ver o contrato era datado de 2003 e ia até 2007, aí eu não topei
13
A soja é uma oleaginosa cujo óleo representa somente 18% do grão, bem abaixo do amendoim (50%), da mamona (47%), da palma (45%), do girassol (45%), do pinhão manso (37%) e do nabo forrageiro (36%) 14
Entendido como a relação entre (Energia contida no combustível / Energia fóssil usada para produzi-a). 15
Este acréscimo é igual à área hoje ocupada pelas lavouras de cana-de-açúcar no Brasil. De soja, já são 22 milhões de hectares, o equivalente a cinco vezes e meia o tamanho da Holanda.
230
assinar. Como é que eu vou assinar uma coisa de tempo passado? A gente já
tava em 2006 e o contrato era lá de 2003. Quando perguntei na prefeitura me
falaram que era um erro de data (Entrevista com A. pequeno produtor rural –
Cássia/MG, 24/ 11/2006).
Eu não vendo pra usina só no papel não, mas é isso que tá acontecendo aqui
na região (Entrevista com Z. pequeno produtor rural – Cássia/MG, 24/11/2006).
[...] O que tem acontecido aqui na região é que a pequena produção tá sendo
utilizada pra justificar o selo social, mas a usina não se interessa em saber como
está a condição de produção da oleaginosa (Entrevista com técnico da EMATER
- Cássia/MG, 23/11/2006).
Por outro lado, as entrevistas realizadas por Assis & Zucarelli (2007) evidenciaram uma
grande frustração por parte daqueles pequenos produtores que investiram na lavoura do nabo
forrageiro:
Eu até plantei o nabo no primeiro ano, mas acho que fica difícil dessa cultura ir
pra frente porque acaba competindo com outros produtos que rendem mais
(Entrevista com Z. pequeno produtor rural – Cássia/MG, 23/11/ 2006).
Os custos de plantio e colheita não foram compensados pelo rendimento do
nabo forrageiro. Isso afastou o pequeno produtor que aqui na região está
inserido em outras atividades. [...] Em alguns casos o pequeno produtor sequer
colheu o nabo porque os custos do processo não compensavam. A produção foi
oferecida à usina que mesmo dispensada de outros custos não realizou a
colheita (Entrevista com técnico da EMATER - Cássia/MG, 23/11/2006).
No início [2005] as pessoas estavam empolgadas com a usina. Eram sessenta
produtores no município que plantaram cerca de 500 hectares. Hoje [2006], na
segunda safra, seis plantaram, mas só dois entregaram a produção (Entrevista
com Diretor da EMATER em Cássia/MG, 23/11/2006).
Os problemas ocorreram justamente por falta de subsídios aos agricultores
familiares, inicialmente, a usina em parceria com a prefeitura ofereceu o
maquinário para o preparo da terra e plantio, ficando a colheita a cargo dos
produtores. Todavia, na segunda safra foram retirados todos os incentivos
concedidos (Entrevista com o presidente do Sindicato dos Trabalhadores Rurais
de Cássia-MG, 23/11/2006).
231
Da maneira como foi instituído o biodiesel aqui na região vai favorecer somente
o médio e o grande produtor, pois, a cultura tá mais voltada pro agronegócio. A
atividade em si é antieconômica para o pequeno produtor, mas pode funcionar
em termos de benefícios para a terra (Entrevista com técnico da EMATER –
Cássia/MG, 24/11/2006).
Por enquanto, o que se percebe é uma plena frustração dos agricultores familiares
quanto a sua real participação no PNPB. A esse respeito, merece destaque a afirmação de um
pequeno agricultor de Cássia/MG que na esperança de aumentar sua renda cultivou na sua
propriedade 4 hectares de nabo forrageiro:
“Tudo começa no pequeno e termina na mão do grande” (Entrevista realizada
em 24/11/2005).
Essa frase sintetiza o que vem ocorrendo no processo de implantação do biodiesel. A
agricultura familiar não está sendo inserida nem mesmo na etapa elementar do Programa, ou
seja, no fornecimento de matéria prima. Assim sendo, os grandes produtores de soja estão
assumindo um mercado que é propalado como sendo o locus da inclusão social dos pequenos
agricultores.
Devemos ressaltar e desmistificar o argumento dos defensores dos biocombustíveis de
que o Brasil, para satisfazer as necessidades mundiais de etanol e biocombustíveis, não
precisa desmatar absolutamente nenhum hectare do seu território.Citem-se as palavras da
senhora Thelma Krug Secretária de Mudanças Climáticas e Qualidade Ambiental do Ministério
do Meio Ambiente:
(...) Uma coisa adicional que eu digo é que não se pode imaginar desmatamento
zero. Todos nós temos o direito de buscar o desenvolvimento e reduzir impactos
no meio ambiente. Esse é o papel do Estado. Antes de assumir, eu perguntei à
ministra: até quanto [de desmatamento por ano] a gente vai poder chegar para
assegurar os nossos planos de desenvolvimento: 5 mil, 10 mil quilômetros
quadrados? Há três anos, eram desmatados 28 mil quilômetros quadrados,
agora estamos a 14 mil. (...)
A resposta foi: (...) Não sabemos. Precisamos realmente sentar e projetar obras
de infra-estrutura. (FOLHA DE SÃO PAULO, 04/06/2007).
232
Por último, chama grandissimamente atenção que os defensores do modelo brasileiro
de produção de biocombustíveis não explicitem nem tenham elaborado o mapa de como vai ser
distribuída a renda e/ou a riqueza gerada pelos biocombustíveis em termos de recursos
dedicados à saúde, educação, segurança pública e infra –estrutura social: pilares do verdadeiro
desenvolvimento sustentável. Lembremo-nos de que a renda pessoal está distribuída de
maneira tão desigual no mundo que, segundo o estudo publicado pelo Instituto de
Desenvolvimento Econômico da Universidade das Nações Unidas (World Institute for
Development Economics of the United Nations University, UNU-WIDER), o 1% e o 10% da
população adulta mais rica do mundo detinha o 40% e 85% dos ativos mundiais
respectivamente no ano 2000. Em contraste, o 50% da população adulta mais pobre do planeta
detinha apenas 1% da riqueza de mundo.
Para integrar o 1% de adultos mais ricos do planeta, uma pessoa precisaria deter
patrimônio superior a US$ 500 mil, algo que 37 milhões de adultos conseguiram. Percebe-se,
nos gráficos 1 e 2, que a riqueza mundial está tão concentrada nas mãos de tão poucas
pessoas que, se a renda mundial fosse distribuída de maneira eqüitativa, cada pessoa disporia
de ativos da ordem de US$ 20,5 mil.
Quase 90% da riqueza do mundo está sob o controle de moradores da América do
Norte, Europa e dos países de renda elevada na região Ásia-Pacífico, como o Japão e a
Austrália. A concentração de renda nos países varia de maneira considerável sendo que nos
EUA moram 6% da população adulta mundial e possuem 34% da riqueza mundial. Europa e os
países de altos ingressos na área da Ásia-Pacifico também apresentam uma riqueza
desproporcional. Por outro lado, a participação da população adulta (da África, China, Índia e os
outros países pobres) da riqueza é consideravelmente menor em relação à população. (Ver
gráfico 1 e 2)
233
Assim, quando o governo diz que pretende exportar a tecnologia de produção de etanol
e o biocombustíveis para os países da África e América Central, certamente também está
incluindo no modelo de produção: a) o desmatamento para dar lugar a novas plantações de
cana ou soja, b) a expulsão de pequenos agricultores de suas terras, às vezes com o uso da
violência gerando conflitos rurais, c) concentração de terras e da renda nas mãos de
latifundiários, d) utilização elevada de agrotóxicos e outros agroquímicos, e) contaminação dos
solos, rios, lençóis freáticos e nascentes, devido aos desmates e à elevada quantidade de
produtos químicos utilizada em áreas de monoculturas; e f) pobreza rural e urbana, porque
além de expulsar os pequenos agricultores de suas terras, a monocultura quase não gera
emprego, assim, sem opção, muitos camponeses se deslocam para as periferias das cidades.
Considerações finais
O trabalho coincide plenamente com as observações feitas por Victor Bronstein, em relação ao
que representaria para o resto dos países a reprodução do modelo brasileiro de produzir
biocombustíveis (seja etanol ou biodiesel) como tentativa de substituir o consumo de energia
fosseis para “salvar” o meio ambiente e o planeta.
Gráfico 1. Participação da riqueza
regional (%).
Fonte: World Institute for Development
Economics of the United Nations University,
UNU-WIDER, 2006
Gráfico. 2. Participação da riqueza e
população por região.
Fonte: World Institute for Development
Economics of the United Nations University,
UNU-WIDER, 2006
234
Percebe-se que não é verdade que os biocombustíveis constituem uma fonte de energia
renovável e perene visto que o fator crucial para o crescimento das plantas não é a luz solar e
sim a disponibilidade de água e das condições apropriadas de solo, caso contrário poder-se-ia
produzir cana de açúcar, milho, soja, colza, etc, no deserto de Saara. Isto nos leva a considerar
que o efeito da aplicação do modelo brasileiro de produzir biocombustíveis em escala planetária
terá efeitos devastadores no meio ambiente.
Como analisado no trabalho, a produção de biocombustíveis no Brasil também: a)
contamina a superfície e provoca erosão do solo, b) contamina a água com produtos químicos,
herbicidas, pesticidas etc; c) polui o ar com substâncias que apresentam efeitos cancerígenos,
ou seja, o suposto de que os biocombustíveis são “verdes e limpos” é uma falácia.
Longe do que argumentam os defensores do modelo brasileiro, ditos biocombustíveis
não nos liberam do uso dos combustíveis fósseis, pois a produção dos mesmos exige o uso
intensivo de maquinaria pesada, transportes, herbicidas e pesticidas, o que se reflete num
aumento do consumo do petróleo e seus derivados.
Apesar da tão comentada eficiência ou rentabilidade energética do etanol (positiva ou
negativa dependendo das formas e dos itens que são incluídos na sua contabilização ou
registro) devemos coincidir com Bronstein em que uma das razões pelas quais o mundo
consume cada vez mais petróleo é porque o “ouro negro” contém uma alta de retorno
energético quando comparada com os outros carburantes. Ou seja, não há no mundo outra
fonte de energia que possua tanta energia por unidade de volume e de peso como o petróleo.
Assim, a transferência do modelo brasileiro de produzir biocombustíveis a outros países
provocará aumento nos preços dos alimentos, diminuirá a fertilidade do solo e não solucionará
o problema energético mundial provocado pelo alto consumo energético dos países
desenvolvidos e a entrada da China e a Índia à “civilização mundial”.
Não resta dúvida de que a imposição de cultivos orientados a produzir biocombustíveis
no Sul Global fará que grandes áreas de cana de açúcar, soja, palma africana, coloquem em
xeque as florestas e pastagens em países como Brasil, Colômbia, Equador, Paraguai,
Honduras, Guatemala, El Salvador etc; até porque existe um fator limitante, mesmo no Brasil,
que é a terra. A cana expulsa a pecuária e outras culturas, como a soja, que são empurradas
para regiões de fronteira, portanto, se a produção de biocombustíveis for levada à escala
global, será necessário desmatar a floresta.
Isto nos remete à análise da questão ética dentro do modelo de produção de
biocombustíveis no Brasil, quer dizer, "a questão de fundo é saber se as terras do planeta se
235
destinarão preferencialmente a atender aos cerca de 800 milhões de proprietários de
automóveis, ou à garantia da segurança alimentar mundial".
Devemos destacar que os defensores do modelo brasileiro de produção de
biocombustíveis têm em mira a reprodução do mesmo em países de África e da Ásia, em que,
segundo estatísticas da ONU, 1 bilhão de pessoas sofre de fome crônica e má nutrição, e 24 mil
morrem diariamente de causas relacionadas a esses problemas - entre estes, 18 mil são
crianças -. Portanto, além de se decidir a que se destinarão as terras, é preciso se saber se o
Sul (incluído o próprio Brasil) continuará a desempenhar o papel de fornecedor da matéria
prima necessária para possibilitar aos países desenvolvidos manter seu padrão de consumo.
Perante tais desafios, os governos deverão ter consciência clara de saber “escolher” que
tipo de desenvolvimento se quer para um futuro verdadeiramente sustentável: aquele como o
modelo brasileiro de produzir biocombustíveis com fundo e mentalidade nitidamente lucrativa
associados a interesses imperiais com forte viés de destruição ou um modelo alternativo que
permita cuidar e utilizar racionalmente os recursos limitados visando, também, o usufruto das
gerações futuras, preservação do meio ambiente e da biodiversidade.
236
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239
La soberanía alimentaria, una estrategia de defensa frente al comercio desigual1
Moisés Hidalgo Moratal2
Juan Pedro Soriano Hernández
Introducción
El crecimiento de los precios de los alimentos ha puesto de nuevo en primer plano los
problemas alimentarios en los países en desarrollo, destacando su vulnerabilidad a los
shocks externos en el mercado de alimentos. Muchos de estos países afectados son
exportadores netos de alimentos y siguen las directrices de la OMC abriendo al exterior sus
mercados y especializándose en la producción de monocultivos de exportación.
Manifestándose, de este modo, inconsistencias en el supuesto vínculo entre las políticas de
liberalización comercial y la lucha contra la pobreza en un entorno de comercio desigual.
Como estrategia de supervivencia, la soberanía alimentaria pretende devolver a los
campesinos su capacidad de decisión; y a los Estados, la suficiente independencia para
decidir qué políticas comerciales son las más adecuadas para asegurar la alimentación de
sus ciudadanos.
El sistema capitalista, que rige los destinos económicos del mundo, ha mostrado de
sobra su capacidad para dejar al margen a millones de personas y propiciar, por encima de
otros objetivos, la desigualdad como motor del crecimiento económico. El mercado ha dado
muestras de su ineficiencia en momentos clave de la reciente historia y en la actualidad.
Investigadores de renombrado prestigio como Stiglitz y Akerlof, demostraron la incapacidad
del mercado para asignar eficientemente los recursos puesto que no existen mercados
perfectos (Stiglitz y Weiss, 1981). En cambio, las organizaciones internacionales como el
Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional o la Organización Mundial del Comercio
insisten en sus políticas de libre comercio y desregulación, aconsejando a los países más
pobres la ley del libre mercado y el desmantelamiento del Estado para salir de la pobreza y
encontrar la senda del desarrollo. La crisis financiera actual y su repercusión sobre la
economía real han vuelto a poner en tela de juicio la política neoliberal. Las ingentes
cantidades de recursos públicos puestos a disposición del sistema financiero por parte de
los países desarrollados hacen pensar en una vuelta de la política keynesiana y del Estado
como agente regulador necesario, aunque tal vez sólo en momentos donde peligran los
cimientos económicos de las potencias mundiales y las malas gestiones privadas se tratan
1 Una versión del presente texto se presentó también en la XI Reunión de Economía Mundial, organizada por la Sociedad de
Economía Mundial y celebrada en Huelva, España, en mayo de 2009. 2 Moisés Hidalgo Moratal, Universidad de Alicante, España. [email protected]. Juan Pedro Soriano Hernández, Universidad de
Alicante, España. [email protected]
240
de solucionar con recursos públicos. Pareciera que la voluntad política, a la hora de
intervenir en la solución de problemas económicos, es discrecional y pone todo su empeño
cuando se trata de apuntalar a grandes compañías empresariales, en cambio no es tan
diligente y comprometida cuando se trata de otros asuntos, por ejemplo el hambre.
En la Asamblea de Naciones Unidas celebrada en el año 2000, 189 países
asumieron los Objetivos de Desarrollo del Milenio, el primero de los cuales pretende
erradicar el hambre y la extrema pobreza, concretándose en reducir a la mitad el porcentaje
de personas que pasan hambre en el periodo 1990-2015. A pocos años de que se cumpla el
plazo los datos muestran que está lejos de cumplirse tal objetivo y que sigue habiendo en el
mundo 1.400 millones de personas que viven con menos de 1,25 dólares estadounidense al
día (Chen y Ravallion, 2008) y más de 923 millones que están en condiciones alimentarias
inseguras, de las cuales el 90% viven en los países en desarrollo (FAO, 2008: 6). Nunca en
la historia se ha contado con tanta tecnología, condiciones económicas y posibilidades para
afrontar este problema. En el periodo en que la población mundial ha pasado de 1600
millones a 6000 millones, la riqueza se ha multiplicado por 16. El empeño por erradicar el
hambre es por tanto una cuestión de voluntad política, en palabras reivindicativas de los
campesinos del movimiento Vía Campesina, refiriéndose a las causas del hambre: “(los
planes de lucha contra el hambre) no han fallado por falta de voluntad política y recursos,
sino porque apoya políticas que nos llevan al hambre” (Foro de las ONGs, 2002)
Gráfico 1. Número de personas subnutridas en el mundo en desarrollo, 1990-2007.
600
700
800
900
1000
1990 1995 2003 2007
Fuente: FAO, 2008
241
El artículo pretende, en primer lugar, mostrar la relación existente entre las políticas
de libre comercio internacional y la cronificación de la pobreza extrema y el hambre en los
países menos desarrollados. Característica que han ido adquiriendo tras años de Planes de
Ajuste Estructural y políticas encaminadas a la apertura externa y la especialización
productiva de bienes primarios, exportando hacia el mercado mundial un producto incapaz
de generar suficientes divisas por la inelasticidad del mercado de alimentos, la caída de los
precios, el proteccionismo agrícola de los países desarrollados y el poder de las
multinacionales del agrobusiness que actúan como monopsonio. El alza de precios que ha
tenido lugar recientemente no ha hecho más que acrecentar las dificultades de estos países
para alimentar a su población ante el encarecimiento de las importaciones de alimentos
necesarios para cubrir sus deficiencias.
En la última parte del artículo se presenta la soberanía alimentaria como un concepto
que va más allá de la seguridad alimentaria y el derecho a la alimentación a los que incluye,
pero que complementa con otros tales como el derecho de los pueblos a definir sus propias
políticas y estrategias sustentables de producción, distribución y consumo de alimentos, el
valor de la pequeña propiedad agrícola frente a los latifundios y las multinacionales
agrícolas, el respeto a la biodiversidad, a las técnicas y cultivos tradicionales en relación a la
cultura, y a la gestión ecológica de los recursos. El movimiento campesino apuesta por la
soberanía alimentaria como una estrategia de defensa frente a las políticas neoliberales y el
comercio desigual que propician el mantenimiento de la pobreza y el hambre en los países
más pobres.
Apertura externa y crisis alimentaria
La teoría sobre las ventajas comparativas ha planteado desde sus orígenes un modelo de
intercambio internacional donde todos los países saldrían ganando si abrieran sus fronteras
al libre comercio. Los principales organismos multilaterales internacionales han mantenido
estos principios, de tal modo, que las negociaciones en el marco de la OMC, o
anteriormente el GATT, siempre consideraron la necesidad de una mayor apertura externa
de los países para mejorar los niveles de renta y desarrollo en todo el mundo especialmente
para sacar de la pobreza a millones de campesinos pobres de los países en desarrollo. En
cambio, los han constatado que tras décadas de negociaciones en la Ronda Uruguay del
GATT y diez años de existencia de la OMC, los acuerdos sobre agricultura han fracasado
estrepitosamente (IFPRI, 2006). El GATT mantuvo durante años un trato preferencial para la
agricultura y manufacturas intensivas en mano de obra de los países desarrollados
permitiéndoles el uso de subvenciones a la producción agrícola y una apertura progresiva a
los productos manufacturados más baratos provenientes de países en desarrollo.
242
La apertura exterior ha sido una farsa, en realidad sólo se ha propiciado el libre
comercio de los países desarrollados hacia los países en desarrollo, pero no en sentido
inverso. Los productos agrícolas son producidos con menores costes en los países donde
es más abundante, y por tanto más barata, la mano de obra agrícola, esto es en los países
en desarrollo. Si realmente se pretendiera un libre comercio y una apertura externa total, los
países desarrollados tendrían que aceptar su desventaja comparativa en estos bienes y
abrir sus fronteras a las exportaciones de los países en desarrollo, de esta manera se
produciría un trasvase de renta desde las economías industrializadas hacia los países en
desarrollo, que hubiera permitido el desarrollo del sector agrícola en esas regiones. En
cambio, lo que se ha producido es una acumulación de excedentes agrícolas en los países
desarrollados propiciados por las ingentes cantidades de subvenciones destinadas al sector
por parte de los gobiernos de la Unión Europea y los Estados Unidos principalmente. Se
estima que la ayuda de los países desarrollados a sus agricultores es de 250.000 millones
de dólares anuales (Sánchez Fernández-Bernal, 2008: 67), unas seis veces el importe
destinado a la ayuda al desarrollo. No obstante, no benefician a las pequeñas explotaciones
campesinas de los países desarrollados, están fuertemente sesgadas hacia las grandes
explotaciones del agrobussines. La desigualdad en la distribución de subvenciones en
Europa y Estados Unidos es más elevada que la distribución del ingreso en Brasil, uno de
los países con la distribución del ingreso más desigual del mundo. El 25% de los
beneficiarios de la Unión Europea recibe más del 60% de todos los subsidios. En Estados
Unidos, el 87% del dinero va destinado al 20% de los agricultores más ricos (Stiglitz, 2006:
123).
Se ha calculado que la eliminación del respaldo a la agricultura en los países
desarrollados generaría ganancias anuales de 40.000 millones de dólares para los países
en desarrollo, donde África Subsahariana, la región más pobre del mundo, ganaría 3.300
millones de dólares anuales (Watkins, 2003: 2). Cifras que resultan del aumento de las
exportaciones de los países en desarrollo hacia los mercados de los países ricos y de un
proceso de progresiva sustitución de importaciones (especialmente de productos agrícolas
subvencionados).
Las normas que aplican los países desarrollados en materia de restricción de las
importaciones y subsidios a la producción explican dos de las características del sistema
mundial del comercio agrícola que se mantienen intactas dentro del marco de la
globalización: lento ritmo de crecimiento y predominio continuado de los países
industrializados. El crecimiento agrícola en los países en desarrollo se redujo a un 2,2%
anual durante los últimos diez años, en comparación con el 3,4% registrado en la década
anterior (Banco Mundial, 2008: 270).
243
Los países en desarrollo han sido obligados a desmantelar su protección arancelaria
mediante acuerdos comerciales suscritos bajo el dictamen del GATT y luego mantenidos por
la OMC. La desprotección ha hecho vulnerables a los países menos desarrollados en su
seguridad alimentaria y en el desarrollo de su sector agrícola. Los campesinos del sur
comprueban cada día como sus productos deben competir con importaciones
subvencionadas de Europa y EE.UU. Los mercados de África, América Latina y Asia ofertan
productos agrícolas hasta tres veces más baratos que los de producción local. Se impide de
esa manera la posibilidad de estimular la producción local agrícola y el fortalecimiento de la
agricultura como “sector clave para el desarrollo y la reducción de la pobreza” (Banco
Mundial, 2008).
Las dificultades para competir con los productos subvencionados han supuesto la
desaparición de numerosas empresas locales y explotaciones agrícolas familiares; ha
sumido a millones de personas en el hambre y el inevitable éxodo hacia las ciudades en
busca de otro tipo de actividad que pueda permitirles la supervivencia. Las macrociudades
del mundo en desarrollo son el reflejo de un desarrollo desequilibrado, que expulsa de su
entorno a la mano de obra campesina que acaba refugiándose en suburbios sin ningún tipo
de servicios básicos, sin seguridad y manteniendo sus problemas alimenticios, a muchos de
ellos sólo les queda la opción de emigrar a los países desarrollados.
Los países en desarrollo han abierto sus fronteras a las importaciones de productos
agrícolas de países desarrollados, en cambio estos últimos han mantenido sus fronteras
protegidas de la competencia de los productos agrícolas sensibles como es el azúcar o el
arroz. En Estados Unidos y la Unión Europea, los aranceles sobre los productos agrícolas
son cuatro o cinco veces mayores que los que se aplican a los bienes manufacturados, y es
habitual que se usen aranceles superiores a un 100%, por ejemplo en el caso de los maníes
en los Estados Unidos y los productos lácteos en la Unión Europea (Watkins,2003). Es
probable que los países más pobres de África no puedan producir un excedente exportable
de productos lácteos, pero sí podrían hacerlo en términos de carne vacuna, azúcar y
algodón. Pero la carne vacuna y el azúcar son los productos más protegidos en la Unión
Europea, tal y como ocurre con la política algodonera de los Estados Unidos.
Se han puesto en marcha iniciativas como la desarrollada por la Unión Europea
denominada Todo menos Armas (EBA en sus siglas en inglés), que pretende dar un trato
preferente en el comercio con los países de África, Caribe y el Pacífico (ACP), pero lo cierto
es que para algunos productos sensibles no se reconocen tales preferencias. El caso del
azúcar es ejemplo del doble rasero de los acuerdos comerciales europeos con los países
pobres, fue tratado como producto sensible para Europa ante la fuerte presión de las
empresas procesadoras de azúcar aliadas con los grandes establecimientos agrícolas. La
Unión Europea es el mayor exportador de azúcar blanca del mundo, con un 40% del
244
mercado mundial. Los costes de producción, en cambio, son excesivamente elevados lo que
hace de la industria azucarera europea un sector poco competitivo. La respuesta a esta
paradoja es la ingente ayuda destinada a este cultivo a cargo del presupuesto de la Unión
Europea y unos aranceles superiores al 140% para restringir la importación competitiva.
Países en desarrollo como Malawi, Zambia o Tailandia, son expulsados del mercado
azucarero y los precios mundiales del azúcar caen, empujando a la pobreza a miles de
campesinos productores de azúcar en los países en desarrollo.
Desde otro punto de vista, la desigual tarificación de los aranceles en función del
grado de procesamiento de los bienes ha impedido que el valor añadido quedase en los
países en desarrollo. El café y el cacao procesado son gravados muy por encima de lo que
lo son los bienes sin procesar. El campesino africano que cultiva cacao debe enfrentarse a
una competencia desleal en el interior que le impide diversificar su cultivo porque los
productos subvencionados importados son mucho más baratos. Y si consigue incorporar
mayor valor añadido a su producción entonces es penalizado en la frontera Europea con
elevados aranceles para limitar su capacidad competitiva. Dentro del sector agrícola, los
productos con alto nivel de valor añadido representan el segmento de crecimiento más
dinámico. Estos productos incluyen bienes tales como carne, fruta, vegetales y nueces. Las
exportaciones de esta categoría de bienes crecen a una tasa de más del 8% anual. Pero los
países en desarrollo que pretenden acceder al mercado de estos productos de mayor valor
añadido se enfrentan a barreras comerciales desalentadoras. Los aranceles progresivos
antes mencionados que aplican tanto la Unión Europea como los Estados Unidos impiden la
competencia libre en el mercado mundial de alimentos. A esto hay que sumar todo un
arsenal de barreras no arancelarias, incluyendo las reglamentaciones fitosanitarias. Es obvio
que la salud de los consumidores debe ser protegida, sin embargo en ocasiones ha servido
para proteger la producción interna de los países desarrollados, sobre todo cuando se ha
utilizado de manera discrecional.
Las negociaciones comerciales en la OMC han fracasado en sus intentos por poner
en marcha la llamada Ronda del desarrollo (Ronda de Doha). Las divisiones entre países
desarrollados y en desarrollo sobre los acuerdos agrícolas han sido patentes, se ha puesto
de manifiesto la negativa explícita de los países desarrollados a modificar políticas que se
ha constatado que impiden el fortalecimiento del sector agrícola de los países en desarrollo
y el acceso de los mismos al mercado internacional. Enfrentamiento que se origina
principalmente en cuestiones como las subvenciones a la agricultura de los países ricos y
las normas en origen de las exportaciones agrícolas de los países en desarrollo. Los
Estados Unidos han estado renuentes a disminuir el apoyo a la agricultura interna en su
nueva ley agrícola, mientras que la Unión Europea se ha mostrado reacia a negociar sus
restricciones comerciales para productos agrícolas sensibles.
245
Como reacción ante la ausencia de progreso en la Ronda de Doha, muchos países
están participando cada vez más en tratados comerciales regionales y bilaterales. La
cantidad de acuerdos regionales que se comunicaron a la OMC aumentó de 86 en 2000 a
159 en 2007 (UNCTAD, 2007). Así mismo ha surgido una mayor cantidad de iniciativas sur-
sur y sur-norte, por ejemplo el Tratado de Libre Comercio con Centroamérica (CAFTA en
sus siglas en inglés) entre Estados Unidos y los países centroamericanos, o bien los
acuerdos comerciales entre los países ACP y la Unión Europea. El resultado de los tratados
de libre comercio (TLC) entre países desarrollados y en desarrollo no han significado un
paso adelante en el impulso del desarrollo de los más pobres. Muy al contrario, los acuerdos
han sido utilizados por los países desarrollados como fórmula para expandir sus mercados.
La vulnerabilidad en las negociaciones es manifiesta en todos los sectores, también en el
sector agrícola. Pongamos como ejemplo el Tratado de Libre Comercio de América del
Norte (TLCAN), entre Estados Unidos, Canadá y México. De los tres países, el más
vulnerable en términos de agricultura es México, cuyo gobierno abandonó hace años el
desarrollo rural y las inversiones en el sector dejando a la población campesina sin
posibilidad de afrontar la competencia con un país como Estados Unidos donde la
productividad es superior y, sobre todo, el estado destina grandes cantidades del
presupuesto a subsidios agrícolas. En estas condiciones es muy desigual la integración
comercial. Los resultados han sido los siguientes: en torno a quince millones de campesinos
han sufrido pérdida de ingresos por la imposibilidad de competir con las importaciones
estadounidenses subvencionadas, México se ha convertido en un gran importador de grano
de Estados Unidos (53% de arroz, mientras que era el 17% antes del acuerdo comercial),
las importaciones de maíz han aumentado de 2,5 millones de toneladas antes del TLCAN a
6 millones de toneladas, dos millones y medio de pequeños productores de maíz han sido
expulsados del mercado ante la imposibilidad de competir, disminuyendo los ingresos por
cosecha entre un 30 y un 60 por ciento (Vigna, 2008).
Podría parecer que, a pesar de estos sacrificios soportados por los productores, los
TLC pueden beneficiar a la población más pobre gracias a los precios más bajos de los
alimentos. Si volvemos al ejemplo de México se observa que esto tampoco es cierto. El
precio de las tortillas de maíz, alimento básico de la población, se multiplicó por diez en
pocos años, lo que ha ocasionado revueltas sociales en 2006 (Intermón-Oxfam, 2007). Los
campesinos pobres tratan de mejorar sus ingresos aumentando el tamaño de sus
explotaciones como única forma de supervivencia, ocasionando la deforestación de grandes
zonas y el cultivo de tierras frágiles, acentuándose de este modo la destrucción del
medioambiente.
246
En resumen, la apertura externa ha sido sólo un modo de mantener el comercio
desigual entre los países desarrollados y en desarrollo. Ha impedido el fortalecimiento del
sector agrícola empobreciendo a los campesinos que no pueden enfrentarse con sus
explotaciones familiares y sus técnicas rudimentarias al dumping de los productos agrícolas
provenientes de los países desarrollados. Muchos países importadores netos de alimentos
pueden verse beneficiados coyunturalmente por las ventajas de obtener bienes de
alimentación baratos en el mercado internacional, pero en su conjunto el mercado agrícola
mundial, tal y como se diseña desde la OMC y los gobiernos desarrollados, ocasiona más
perjuicios que beneficios para las poblaciones hambrientas del sur. Muchos gobiernos de los
países importadores netos de alimentos han reducido los presupuestos destinados a la
agricultura, entre otros factores, por la fácil disponibilidad de alimentos baratos que
provienen del norte, revestidos en ocasiones de ayuda alimentaria. El resultado son
numerosos países que pasan a engrosar la lista de la inseguridad alimentaria. Sirva como
ejemplo el caso de Indonesia que en la primera mitad de los ochenta presentaba un
excedente de arroz suficiente como para asegurar la alimentación de su población.
Excedente que se consiguió mediante la utilización de políticas intervencionistas en el sector
agrícola para sostener los precios de los agricultores y defenderlos de las importaciones
exteriores subsidiadas, así como la provisión de insumos subvencionados. Las presiones
de las organizaciones internacionales tanto la OMC como el FMI convencieron a Indonesia
de que su producción era ineficiente y debía liberalizar su mercado de alimentos. El
resultado fue unos costes de producción mayores, el desmantelamiento de la red de
pequeñas explotaciones campesinas y la pobreza en la mayor parte de los hogares
campesinos que veían como sus productos no podían competir con los del exterior y sus
ingresos descendían año tras año. Indonesia pasó de ser un país alimentariamente
autosuficiente a convertirse en 1998 en el mayor importador de arroz del mundo y receptor,
por primera vez, de ayuda internacional de alimentos (Intermon-Oxfam, 2008: 24-25).
Volatilidad de precios y vulnerabilidad alimentaria
Los precios de los alimentos han subido una media del 83% en los últimos tres años. Los Se
han registrado aumentos de un 100% entre enero de 2007 y abril de 2008 para algunos
países y productos concretos, este es el caso por ejemplo del arroz en Camboya o Costa de
Marfil; el trigo en Somalia subió un 300%; y la tortilla en México un 66% entre noviembre y
diciembre de 2007 (Intermon-Oxfam, 2008: 10).
247
Gráfico 2. Índice de precios de los alimentos de la FAO. (1998-2000=100).
Fuente: FAO, 2008.
Las explicaciones dadas por los organismos internacionales se centraron en el
incremento de demanda de los países emergentes, China en particular. El crecimiento del
precio del petróleo, las adversas condiciones climatológicas en algunos países en desarrollo
que han sufrido sequías severas o el aumento de la población, han sido otros de los
argumentos esgrimidos por el Banco Mundial y la OMC para explicar la escalada de los
precios de los alimentos. Por su parte la FAO ha añadido otros factores determinantes como
la especulación financiera en el mercado de commodites o el desarrollo de los
biocombustibles. Probablemente no exista una causa única que explique esta situación. Tal
vez como si de un fenómeno atmosférico se tratara podríamos hablar de una “tormenta
perfecta” sobre el mercado de alimentos donde todos los factores presionaron, unos más
otros menos, a elevar coyunturalmente los precios de los alimentos.
Cabría admitir que en estas circunstancias los campesinos de los países en
desarrollo verían incrementar sus ingresos, mientras que las poblaciones urbanas sufrirían
más las consecuencias. Pero lo cierto es que la mayor parte de la población de los países
en desarrollo es importadora neta de alimentos y las familias gastan entre un 60 y un 80 por
ciento de sus exiguas rentas en la adquisición de alimentos. Los datos muestran que sólo
algunos pequeños productores han sido beneficiados, este es el caso de Indonesia donde
las exportaciones de aceite de palma subieron un 55% en 2007 convirtiéndose en el
producto que mayor renta aporta al país, o Camboya donde los productores de arroz
248
consiguieron aumentar en 2008 los beneficios netos entre un 30 y un 40 por ciento por
encima de los de 2007 (Intermón-Oxfam, 2008: 11).
Los datos de la FAO muestran que la mayor parte de los hogares rurales son
compradores netos de alimentos, lo que impide que los mejores precios beneficien sus
ingresos. Por otro lado, los precios de los alimentos han aumentado a la par que los
insumos necesarios para su producción, fosfatos, fertilizantes, insecticidas, pesticidas,
suponen un costo mayor para los agricultores de los países en desarrollo. Con todo, el
principal obstáculo al que se enfrentan los campesinos pobres es a la falta de recursos para
afrontar crisis de este tipo: pequeñas parcelas poco productivas, con poca inversión en
bienes de capital, con dificultades de acceso al crédito y a la tierra, y sin ningún seguro que
asuma los riesgos derivados del sector. Este conjunto de factores supone una elevada
vulnerabilidad a los shocks de precios.
Tabla 1. Compradores netos de alimentos básicos.
Todos los hogares Hogares pobres
Urbanos Rurales Todos Urbanos Rurales Todos
Albania, 2005 99,1 67,6 82,9 * * *
Bangladesh, 2000 95,9 72,0 76,8 95,5 83,4 84,2
Ghana, 1998 92,0 72,0 79,3 * 69,1 *
Guatemala, 2000 97,5 86,4 91,2 98,3 82,2 83,1
Malawi, 2004 96,6 92,8 93,3 99,0 94,8 95,0
Nicaragua, 2001 97,9 78,5 90,4 93,8 73,0 79,0
Pakistán, 2001 97,9 78,5 84,1 96,4 83,1 85,4
Tayikistán, 2003 99,4 87,0 91,2 97,1 76,6 81,4
Viet Nam, 1998 91,1 32,1 46,3 100,0 40,6 41,2
Promedio no ponderado 96,4 74,1 81,7 97,2 87,9 78,5
(*) Datos insuficientes
Fuente: FAO, 2008
La soberanía alimentaria una estrategia frente al comercio agrícola desigual
El concepto de Soberanía Alimentaria, como el de globalización, está sujeto a continuos
debates e interpretaciones. El movimiento campesino internacional Vía Campesina acuñó en
1996 una definición como resultado de su Conferencia Internacional de Tlaxcala. En ella, las
diferentes organizaciones campesinas, llegaron a la conclusión de que se precisaba un
concepto que fuera más allá de la seguridad alimentaria, que permitiera englobar el sentir de
249
las reivindicaciones campesinas a favor de una política internacional que tuviera en cuenta a
los pequeños productores agrícolas como agentes clave en el desarrollo de los pueblos
empobrecidos del sur, y que fuera condición indispensable para que pueda conseguirse la
seguridad alimentaria.
“Nosotros, la Vía Campesina, un movimiento creciente de trabajadores
agrícolas, organizaciones de campesinos, pequeños y medianos productores y
pueblos indígenas de todas las regiones del mundo, sabemos que la seguridad
alimentaria no puede lograrse sin tomar totalmente en cuenta a quienes
producen los alimentos. Cualquier discusión que ignore nuestra contribución,
fracasará en la erradicación de la pobreza y el hambre. La alimentación es un
derecho humano básico. Este derecho se puede asegurar únicamente en un
sistema donde la Soberanía Alimentaria esté garantizada” (Vía Campesina,
1996)
Con esta declaración el movimiento campesino internacional hace patente su
disconformidad con las políticas contra el hambre hasta ese momento planteadas y
aplicadas por los países desarrollados y las instituciones internacionales.
Las políticas y declaraciones internacionales más bien han sido retórica que no ha
conseguido los fines que propugnan, las declaraciones de la FAO no son más que buenas
intenciones que chocan frontalmente con las políticas llevadas a cabo en el ámbito del
comercio internacional, la ayuda al desarrollo y el control del mercado agrícola por parte de
las empresas multinacionales.
En la declaración “Soberanía Alimentaria: un futuro sin hambre” (1996), el
movimiento internacional campesino afirmó que “la Soberanía Alimentaria es una condición
previa para una seguridad alimentaria genuina”, por tanto la Soberanía Alimentaria es “el
derecho de cada nación de mantener y desarrollar su propia capacidad de producir
alimentos que son decisivos para la seguridad alimentaria nacional y comunitaria,
respetando la diversidad cultural y la diversidad de los métodos de producción”.
La alternativa propuesta por la Vía Campesina para una nueva política de lucha
contra el hambre está fundamentada en siete principios:
1. Alimentación como derecho humano básico.
2. Reforma agraria.
3. Protección de los recursos naturales.
4. Reorganización del comercio de alimentos.
5. Eliminar la globalización del hambre.
6. Paz.
7. Democracia.
250
El derecho humano a la alimentación como un derecho universal más, reconocido en
la Carta de los Derechos Humanos de 1948 en su artículo 25, es fundamento de la
Soberanía Alimentaria. Todos los hombres y mujeres del planeta deben tener asegurada su
alimentación. La primera definición de Soberanía Alimentaria de 1996 no contemplaba de
manera categórica este derecho, unos años después en 2004, el Comité Internacional de
Planificación de ONG para la Soberanía Alimentaria (CIP) hace público una nueva definición
que es hasta la fecha la que aglutina a todos los colectivos implicados en el movimiento
campesino por una Soberanía Alimentaria en el mundo. La definición elaborada por el CIP
fue la siguiente:
La Soberanía Alimentaria es el derecho de los individuos, comunidades,
pueblos y países a definir sus propias políticas agrícolas, laborales, pesqueras,
alimentarias y de la tierra de forma que sean ecológica, social, económica y
culturalmente apropiadas a sus circunstancias únicas. Esto incluye el verdadero
derecho a la alimentación y a la producción de alimentos, lo que significa que todos
los pueblos tienen el derecho a una alimentación inocua, nutritiva y culturalmente
apropiada, y a los recursos para la producción de alimentos y a la capacidad para
mantenerse a sí mismos y a sus sociedades.
Son muchos los campos de reivindicación política del movimiento campesino
encaminados a conseguir la soberanía alimentaria: la reforma agraria, la democratización de
las decisiones políticas en materia de seguridad alimentaria, modificar el modelo
agroindustrial, mantener la biodiversidad, mejorar la financiación y el acceso a los insumos
de los campesinos, aumentar la ayuda al desarrollo agrícola, eliminar el dumping que los
países desarrollados realizan mediante los subsidios agrícolas, posibilitar el manejo de la
política comercial en función de garantizar los alimentos básicos de la población, reducir el
poder de las empresas transnacionales en el sector alimentario, respetar el medio ambiente
mediante fórmulas de producción agrícola ecológicas que aseguren la sostenibilidad
mediante un adecuado uso de los recursos naturales, adecuar los alimentos a las culturas
de los pueblos, fomentar las redes locales, nacionales e internacionales en defensa de los
derechos de los pequeños agricultores.
Como ha quedado de manifiesto anteriormente, las políticas desarrolladas por los
países industrializados en materia de comercio no han conseguido reducir las crisis
alimentarias, muy al contrario, muchos países que han seguido el dictado de la OMC han
pasado de ser autosuficientes alimentariamente a dependientes de la ayuda alimentaria
exterior.
Vía Campesina propone una serie de modificaciones en las políticas comerciales
internacionales con un objetivo principal: iniciar el camino de la autosuficiencia alimentaria
251
desde dentro, es decir, propiciar un marco de relaciones que devuelva la soberanía a los
países en desarrollo para que puedan fortalecer su sector agrícola como eje del desarrollo y
de la seguridad alimentaria, así como eliminar las prácticas de comercio desigual que
mantienen en la pobreza a millones de campesinos del mundo (Vía Campesina, 2008)
Dentro del marco político de soberanía alimentaria planteado por el movimiento
agrícola internacional, las propuestas dirigidas a modificar las políticas del comercio mundial
de alimentos están bien definidas y encaminadas a conseguir el objetivo antes mencionado:
1) Sacar a la agricultura de la OMC. Los Acuerdos sobre Agricultura de la OMC no
han supuesto ninguna mejora para los pequeños productores agrícolas de los
países en desarrollo. La receta sigue siendo mayor liberalización y apertura al
exterior. Los resultados de estas medidas han sido ampliamente comentados en
el apartado anterior. Por estas razones, la Vía Campesina solicita la inmediata
salida de los acuerdos agrícolas de la OMC. Consideran necesario un tratamiento
especial de este sector que es la base de la supervivencia de millones de
personas en el mundo en desarrollo. Los países del sur tienen un fuerte sesgo en
infraestructuras, inversión agrícola y tecnología. No pueden ser tratados de la
misma forma que los países desarrollados. La propuesta es otorgarles una serie
de beneficios y preferencias comerciales para tratar de equilibrar los efectos de
una competencia basada en las ventajas competitivas adquiridas por los países
desarrollados tras siglos de explotación colonial y de ingentes cantidades de
dinero público destinado al sector.
2) Eliminar los subsidios agrícolas de los países desarrollados. Los subsidios
agrícolas de los países desarrollados son otra importante distorsión del mercado.
Afectan al mercado agrícola mundial reduciendo el precio de los bienes en el
mercado internacional e incapacitando a los pequeños productores agrícolas de
los países desarrollados para poder obtener unos mínimos ingresos que
aseguren su subsistencia. A pesar de ello, por sí sola esta medida no mejoraría
necesariamente a los campesinos con pequeñas explotaciones, más bien sería
una ventaja añadida para las grandes explotaciones de los países en desarrollo
que se verían beneficiadas por una menor competencia y un mayor acceso al
mercado internacional de sus productos. Por tanto, es preciso entenderla como
una propuesta para equilibrar la competencia internacional pero que debe venir
acompañada de apoyo a los pequeños productores.
3) Proteger e intervenir los mercados agrícolas nacionales. El acceso a los
mercados del sur de productos subvencionados ha impedido la competencia en
igualdad de condiciones para los productores de los países en desarrollo. Se
precisa, por tanto, la posibilidad de que fuera del control de la OMC, los países en
252
desarrollo puedan modificar sus tarifas en frontera poniendo aranceles más
elevados que protejan el mercado interior de las importaciones subsidiadas. En
cuanto a la intervención del mercado nacional, los países con dificultades para
mantener su seguridad alimentaria, deberían poder intervenir en el sector con
medidas de apoyo directo a los agricultores, agencias de planificación de la
producción y la comercialización, subvención de los insumos, control de las
reservas de alimentos, etc.
4) Impedir la especulación en el mercado de commodities. Debido a la profunda
crisis del sistema financiero, una gran cantidad de capital especulativo se ha
dirigido a la compra-venta de bienes agrícolas. El proceso especulativo en sí
mismo es generador de volatilidad. La Vía Campesina considera que los
alimentos deben quedar al margen de la especulación del capital. Los objetivos
de seguridad alimentaria son totalmente contrarios a los objetivos del capital que
busca el máximo rendimiento en el menor tiempo posible. Por tanto, lo que se ha
venido denominando mercado de commodites, debería ser regulado de tal forma
que se impidiese la inversión especulativa y sus efectos sobre los precios de los
productos alimenticios.
5) Reducir el poder de mercado de las transnacionales agrícolas. Las
transnacionales del agrobussines, son parte del problema pues han
monopolizado el sector agrícola desde la producción hasta la comercialización.
En manos de unas pocas empresas están tanto el control de las exportaciones de
los países en desarrollo como la adquisición de los insumos necesarios para la
producción. No en vano los beneficios de las mayores compañías del sector agro
industrial han aumentado de manera considerable en estos años de crisis
alimentaria (Vargas, 2008). Buscar una fórmula que permita modificar los canales
de comercialización potenciando las asociaciones de campesinos, el uso de
técnicas tradicionales de cultivo, el fortalecimiento del acceso de los pequeños
productores agrícolas a los mercados locales y nacionales, podrían ser medidas
que redujesen el poder de las transnacionales.
6) Incrementar la ayuda al desarrollo y la inversión pública en la agricultura para que
los pequeños campesinos tengan un mayor acceso a los mercados y puedan
competir en igualdad de condiciones con los productos de las grandes
explotaciones agrícolas. La AOD destinada al desarrollo agrícola ha pasado de
un 18% del total en 1979 a un 3,5% en 2004. El gasto público en agricultura
medido sobre el total de gasto público descendió del 11,3% en 1980 al 6,7% en
2002. Para los países del África Subsahariana descendió de un 6,9% en 1980 a
un 4% en 2004. En América Latina el descenso fue todavía mayor: del 8% en
253
1980 al 2,5% en 2002 (De Loma, 2008: 81). En 2008 el Banco Mundial ha
publicado en su Informe de desarrollo mundial que el gasto público medio en
agricultura no alcanza el 4% del total. Estas cifras indican el abandono de la
agricultura tanto por parte de los países desarrollados, garantes de la AOD, como
por parte de los gobiernos de los países en desarrollo, constreñidos por el pago
de la deuda externa y por mantener el equilibrio presupuestario, receta liberal en
los Planes de Ajuste Estructural y condición para poder acceder al crédito
internacional.
7) Control democrático de las políticas agrícolas internacionales y nacionales. Una
de las claves, según el movimiento Vía Campesina, para que los países con
graves deficiencias alimentarias puedan conseguir la seguridad alimentaria y
reducir el hambre es el acceso de los pequeños agricultores a las decisiones. En
este sentido el modelo de acuerdos comerciales de la OMC no es el adecuado.
En las reuniones ministeriales es muy difícil que la voz de los campesinos del sur
se tenga en cuenta. Más aún, si exceptuamos algunos países que en estos
últimos años han introducido en su legislación y en sus parlamentos a los
movimientos campesinos y sus propuestas de soberanía alimentaria (por ejemplo
Bolivia), la mayor parte de naciones mantiene en el olvido las propuestas de las
organizaciones sociales y las ONGs que aglutinan a los campesinos pobres del
sur. La propuesta es democratizar todo lo posible las decisiones utilizando para
ello una democracia más participativa y local, pues es a nivel local donde los
campesinos pueden ser escuchados. Las decisiones de qué producir, cómo
producir y para quién producir, en el caso de los alimentos, deben ser tomadas
considerando la alimentación como un derecho a garantizar por los estados y no
como un sector de negocios a merced de las leyes de la oferta y la demanda.
Conclusiones
En conclusión, la soberanía alimentaria muestra su fortaleza como marco de políticas que
puedan definir una nueva relación comercial entre los países desarrollados y en desarrollo
más igualitaria. Sin embargo, tal vez sus debilidades se hacen patentes cuando estas
políticas, que son tan claras en el plano internacional, deben concretarse en políticas
nacionales y locales. En particular, se ciñe mucho a tratar de dotar al estado nación de un
espacio de decisión más amplio en los organismos internacionales de comercio, pero en la
actualidad el papel del estado nación es cada vez menos importante en cuanto a la
posibilidad de tomar medidas propias obviando los acuerdos internacionales. Se abordan de
manera muy sucinta las políticas concretas en las naciones para que se pueda desarrollar la
soberanía alimentaria en su plena concepción. No se ha discutido todavía en profundidad
254
cómo y de qué manera el estado nación debe orientar sus políticas agrícolas a favor de los
más pobres, echándose en falta una mayor discusión de si los estados aprovecharían las
oportunidades que pudieran conseguirse a nivel internacional para el desarrollo de la
agricultura orientado hacia la promoción de las explotaciones más pobres y bajo qué
condiciones debería llevarse a cabo. Haría falta, por último, una mayor discusión y
concreción del modo en que se articularía la necesaria democratización de las políticas
agrícolas con la participación de los movimientos y organizaciones campesinas locales,
condición que los seguidores de la soberanía alimentaria han defendido como fundamental
para asegurar la alimentación de la población de los países con deficiencias en seguridad
alimentaria.
255
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257
La crisis alimentaria global y el sector agropecuario en Chiapas
León Enrique Ávila Romero1
Introducción
Actualmente se vive a nivel mundial una inquietante crisis que pone en riesgo el derecho
humano universal a la alimentación. Se han producido manifestaciones públicas,
pronunciamientos y reuniones en diferentes escalas de la administración pública, local
nacional e internacional en las que se ha tratado el problema, planteando una diversidad de
respuestas, propuestas y contra réplicas sobre el asunto. A nivel de organizaciones sociales,
de productores y de campesinos se ha generado un debate sobre las causas de la actual
crisis, sus razones y alternativas para resolver el asunto. En México existe a nivel federal
una propuesta elaborada por la administración pública que busca atender la problemática
mediante la exención del cobro de aranceles a los alimentos provenientes del exterior y
subsidios a la gasolina, mediante la generación de un fondo verde ambiental gestionado
conjuntamente con el Banco Mundial.
En el presente ensayo pasaremos de una visión global, entendiendo el proceso de
globalización agroalimentaria y los diversos cambios sociales, económicos y culturales que
ha acarreado su avance; posteriormente debatiremos sobre la inserción y el sometimiento
del sector agropecuario mexicano a manos de las grandes compañías trasnacionales, para
finalmente analizar el caso chiapaneco, su inserción al modelo dominante y realizar un
ejercicio de prospectiva sobre lo que sucederá en Chiapas con la crisis mundial alimentaria.
Actualmente existen en el mundo alrededor de 800 millones de personas que pasan
hambre2, alrededor de 500 millones tienen malnutrición crónica, en México aunque los datos
son contrastantes según la visión y el método por el que se calcule, podemos estar seguros
que en amplias regiones del país se manifiestan problemas de desnutrición severa3.
Según datos del Banco Mundial en el año 2008, nuestro país es la economía número
15 a nivel global4, pero tiene el lugar 52 en lo concerniente al índice de desarrollo humano,
elaborado por el programa de las Naciones Unidas para el desarrollo, comparable con
Director del programa académico de desarrollo sustentable. Profesor de tiempo completo de la Universidad Intercultural de Chiapas. 2 Por ejemplo la FAO En el texto de “El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo” Roma, Italia. 20 pp. Toma en cuenta
la subnutrición como aquellas personas que consumen menos de 400 kilocalorías al día. El hambre crónica prevalece sobre todo en Asia y Africa. 3 En el caso de México el déficit medio de energía dietética de las personas subnutridas, no del total de la población, anda
alrededor de los 210 kilocalorías. Informe de la FAO 200. 4 En el año 2001 la economia mexicana se ubicaba en el decimo lugar a nivel mundial, actualmente en el 2008 se ubica en el
lugar numero 15. En mas de 15 años el porcentaje de crecimiento del Producto Interno Bruto ha oscilado alrededor de 1.6 % anual. Calva, Jose Luis. 2008. Estrategia para el éxito. 10 de Julio del 2008. http://www.eluniversal.com.mx/editoriales/40945.html
258
países como Tonga, Libia y Omán, esto explica el porque la desigualdad en México es
mayor que en países más pobres como Nigeria, Kenia o Bangladesh.
Esto se manifiesta en una creciente desigualdad no solo de carácter internacional,
sino que va configurando diferencias regionales a nivel nacional donde siguen prevaleciendo
en algunas regiones condiciones de extrema marginación que impiden el acceso a los
satisfactores básicos. La región predominante es el sur de México, donde los estados de
Oaxaca, Guerrero y Chiapas, ocupan los últimos lugares en el índice de desarrollo humano.
El estado que ocupa el lugar 32 en el Índice de Desarrollo Humano del país es
Chiapas. Si lo comparamos con el Distrito Federal, este último es mas alto 27 %, la
diferencia respecto al índice de esperanza de vida, es de 10.1 por ciento, mientras que para
el índice de escolaridad es de 23.5 por ciento y para el PIB per cápita es del 52 por ciento,
según un estudio realizado por la SEDESOL en el 2003. La situación en Chiapas es
comparable a la situación de repúblicas como El Salvador, la República Dominicana o el
Kirguistan.
Es el estado de Chiapas donde más del 70 y 80% de su población no cubre los
mínimos requerimientos alimentarios. Actualmente, se observa como las regiones con
mayor índice de carencia alimentaría son los Altos, la Selva Lacandona y la Depresión
Central por su bajo consumo de calorías, el cual, es menor de 1800 diariamente. Sin
embargo, es evidente que esta problemática no sólo está afectando a México y sus Estados,
sino es un problema de ámbito internacional que exige ser analizado para implementar las
estrategias que garanticen la sobrevivencia de la población5.
La alimentación. Un punto de interés internacional
Actualmente, a nivel mundial se considera que existe la posibilidad de dar diariamente por
persona la cantidad de 1.2 Kg. de granos y nueces, 0.5 Kg. de carne, leche y huevos, un
0.5 Kg. de frutas y verduras. Por lo que las verdaderas causas del hambre son la
distribución de la producción (dentro de este sobresalen mecanismos de control y
acaparamiento de granos, en espera de un mejor precio), la desigualdad social (donde
sobresale el modelo de “la copa de champan” el 20 % de la población concentra el 82 % del
5 El Comité Técnico para la Medición de la Pobreza de la SEDESOL determinó la construcción de tres líneas de pobreza, con
las siguientes características: - Pobreza de patrimonio: hogares cuyo ingreso por persona es menor al necesario para cubrir el patrón de consumo básico de alimentación, vestido, calzado, vivienda, salud, transporte público y educación. Ingreso por persona urbano menor a $1,366.85 y rural menor a $946.93 mensuales de agosto de 2002. - Pobreza de capacidades: hogares cuyo ingreso por persona es menor al necesario para cubrir el patrón de consumo básico de alimentación, salud y educación. Ingreso por persona urbano menor a $792.29 y rural menor a $587.56 mensuales. - Pobreza alimentaria: hogares cuyo ingreso por persona es menor al necesario para cubrir las necesidades de alimentación, correspondientes a los requerimientos establecidos en la canasta alimentaria INEGI-CEPAL. Ingreso por persona urbano menor a $672.25 y rural menor a $492.77 mensuales. Fuente www.sedesol.gob.mx/
259
ingreso mundial6), y la pobreza. Han aumentado el número de pobres en el mundo y dentro
de estos los que no pueden acceder a los mínimos nutrimentales.
La alimentación es un producto cultural de la sociedad. A través de ella giran
procesos que articulan el desarrollo del ser humano. Muestra de ello, es que en un inicio, el
hombre era frugívoro; conforme domesticó el fuego, transformó sus hábitos alimenticios, y
pudo alimentarse de carnes y semillas cocidas. El surgimiento de la actividad agrícola fue
un parteaguas en la vida del ser humano, lo que permitió volverse sedentario, y el cultivo de
diferentes especies que garantizaran su sobrevivencia. A la larga, ese proceso permitió el
surgimiento de la acumulación originaria de capital, que llevó al desarrollo del sistema
capitalista.
Es fundamental resaltar que la alimentación no es solo es aspecto de nutrición, sino
que implica aspectos culturales, gastronómicos, hedónicos y tradiciones de los pueblos. Sin
embargo, con el capitalismo, la alimentación se ha visto afectada, al ir dejando de lado una
visión integral del proceso, simplificándola a un acto que permite la reproducción social de la
fuerza de trabajo, donde paulatinamente se han ido deteriorando tanto la calidad, como la
cantidad que es consumida por las masas trabajadoras.
Este fenómeno se da mediante una tendencia a homogenizar un cierto estilo de
alimentación, no es que todos coman hamburguesas y beban coca-cola, sino en que se ha
cambiado un patrón fundamental de vegetales y frutas, a otro, constituido por harinas,
proteínas de origen animal, grasas, y donde también se consumen drogas y estimulantes
(café, alcohol, y farmacéuticos). Obviamente, dicha evolución se da de manera paralela al
aumento del poder de compra de los consumidores.
En esta nueva fase de los mercados agroalimentarios, el gran actor han sido las
grandes corporaciones trasnacionales, las cuales con la finalidad de ampliar sus ventas, han
propiciado que la alimentación haya pasado de ser un derecho universal consagrado en la
declaración de los derechos del hombre, a un desafío en la pugna por la hegemonía en el
mundo, bajo las premisas del libre mercado. Es decir, su fetichización como mercancía ha
ocasionado el surgimiento de grandes hambrunas y la imposibilidad de ser resueltas bajo los
paradigmas económicos que actualmente prevalecen.
También, se ha fomentado un proceso de concentración del sector alimentario en
grandes corporaciones trasnacionales, lo que ha generado en algunas partes del planeta
movimientos sociales que contestan dicha irracionalidad y proponen diversas alternativas,
en la búsqueda de garantizar la sobrevivencia y su reproducción social de amplios sectores
de la población que se encuentran fuera del proceso de globalización económica, y sobre
6 “ la fortuna de los 358 individuos millonarios en dólares que hay en el planeta es superior a las entradas anuales sumadas del
45 % de los habitantes más pobres del planeta”. En Houtart F y Polet, F. El otro Davos. Globalización de resistencias y de luchas. Editorial Plaza y Valdés. México, D.F. 2001. pag 12.
260
todo el resurgimiento de propuestas de soberanía alimentaria, que se manifiestan como
procesos de resistencia a la globalización al interior de regiones y países.
A partir de los planteamientos anteriores, el presente trabajo pretende abordar
diferentes aspectos de la problemática del sector agroalimentario, comenzando por una
perspectiva global, así como caracterizar sus principales tendencias para posteriormente,
abordar el panorama nacional y finalmente, analizar la situación local y los procesos de
resistencia al proceso global.
¿Cosecha robada? o el fenómeno de la globalización agroalimentaria
En la década de 1970 existió a nivel mundial una fuerte crisis económica, ocasionada por
varios motivos. Desde nuestra perspectiva, a nivel global podemos considerar tres
principales factores: a) el aumento en los precios internacionales de los granos básicos b) el
incremento de los precios de exportación de petróleo y c) la ruptura unilateral por parte de
los Estados Unidos de los acuerdos de Brettón Woods.
Estas causas afectaron fuertemente a los Estados Unidos que mantuvo una
preocupación creciente en cuanto a la producción de alimentos básicos en el mundo y el
acceso asegurado de manera permanente y continua a ellos. Por lo que el petróleo y los
alimentos se convirtieron en dos ejes centrales de la doctrina de seguridad nacional del
gobierno de los EUA.
Efectuando una revisión histórica, después de la gran depresión de 1929, los EUA
proclamaron en 1935 un edicto de ajuste agropecuario, donde prohibieron las importaciones
agropecuarias con la finalidad de proteger a su sector. A la larga estas medidas generarían
fuertes consorcios comerciales que controlarían el proceso de compra-venta de alimentos.
Esta disposición trajo en los países del tercer mundo la ruptura de la perspectiva
británica del agrocolonialismo7, donde se les veía como fuente de materias primas para los
países europeos, y se sustituye por un modelo de dependencia agroexportadora y donde la
agroindustria asume un papel fundamental.
De acuerdo a Luis Llambi, los EUA “lograron una indisputada hegemonía
agroalimentaria mundial gracias a una combinación de políticas nacionales y de comercio
exterior que le otorgaron superioridad técnico-económica en tres importantes complejos
agroalimentarios: 1) el de alimentos concentrados- productos cárnicos, 2) el de cereales y 3)
el de alimentos durables (aceites, edulcolorantes, etcétera)”.
En estos tres complejos agroindustriales, el gobierno de los Estados Unidos se planteó
lograr la hegemonía a nivel mundial, pero se encontró que en otras regiones existían fuertes
7 Donde básicamente durante el modelo agrocolonial, se consideraba que esté era dirigido desde fuera. Mc Michael, P. 1999.
La política alimentaria global. En Cuadernos agrarios Numero 17-18. México, D:F. pags 9-28.
261
competidores en la producción de alimentos, sobresaliendo por su magnitud y volúmenes la
Unión Europea8 y su Política Agrícola Común (PAC), por lo que la estrategia de
competencia, se basó en seis procesos: 1) el incremento de la extensión de la tierra
cultivada, 2) elevados subsidios y fuertes excedentes de producción, 3) El establecimiento
de precios “dumping”, competitivos a nivel internacional, 4) La presión a países rivales para
la eliminación de subsidios, 5) el fomento de áreas de libre comercio, propuestas como el
TLCAN y el ALCA, sin aranceles en sus complejos competitivos.
A la larga este proceso de competencia y de concentración, convirtió a los EUA en el
principal productor de cereales, concentrando el 74.5 % de las exportaciones mundiales,
sobresaliendo en el maíz con el 58.62 %.
Esta etapa donde los países desarrollados se convierten en el granero del mundo,
trae una división del trabajo, donde pareciera que a nivel de la actividad agropecuaria en
general ellos son los responsables de dotar al orbe de los alimentos básicos, mientras que a
los países no desarrollados, les dejan la disyuntiva de elaborar productos agrícolas no
esenciales para la alimentación del ser humano.
¿Qué significado tiene la apropiación de las grandes empresas del sector alimentario
de países enteros? En primer término hay una ruptura entre alimentos y territorios
determinados, que favorece la especialización de una región dada, y la diversificación de
fuentes de abastecimiento; en segundo lugar se da un robo ecológico, ya que en la
búsqueda de las ganancias por parte de las grandes empresas se están dejando de lado
relaciones culturales, históricas, sentimentales que forman parte de la cosmovisión del
agricultor, que llevan en palabras de Vandana Shiva a cometer un robo, ya que se consume
más de lo que se necesita, “se sustituye la abundancia por la escasez, la fertilidad por la
esterilidad. Convierte el robo a la naturaleza en un imperativo de mercado y lo oculta tras un
cálculo de eficiencia y de productividad”.
¿Cuáles son las empresas que dominan este totalitarismo alimentario, esta
deshumanización de la actividad agropecuaria?
Si revisamos el ranking de las empresas de alimentos y bebidas a nivel mundial, en el año
2000 la empresa que más vendió fue la Nestle, originaria de Suiza, con una cantidad en
millones de dólares de $ 48 855, el segundo lugar le corresponde a Philip Morris ( Kraft +
Nabisco) de EUA, que vendió $ 30, 907, en tercer lugar siguió ConAgra Inc (EUA), con $ 25
8 Al interior de la PAC, tenían 5 metas en materia agrícola, “ incrementar la productividad, asegurar un buen nivel de vida para
los agricultures, estabilizar los mercados, garantizar la seguridad de los aprovisionamientos y ofrecer precios razonables al consumidor”. Asimismo se dejaron de lado aranceles intercomunitarios, se privilegio la compra de alimentos al interior de la comunidad y se homogenizaron normas y reglamentos. Tomado de Rosell, Mauricio y Aguirre , Pedro. La Unión Europea Evolución y perspectivas. Editorial Diana. México, D.F. 1994. pag 31-32
262
386, en cuarto lugar Unilever (Reino Unido/ Holanda con $21 127, y finalmente en quinto
lugar Coca-Cola Company con $ 20 438 mdd.
El poder de las grandes trasnacionales hace que ellas estipulen los precios y montos
de compra de los productos agropecuarios, generando, desde el punto de vista de los
economistas neoclásicos, una “imperfección de mercado” que deja a los campesinos con un
reducido margen de maniobra en el proceso de negociación con los entes mundiales. Esta
distorsión del mercado propiciada por las grandes compañías alimentarias ha impulsado, en
un primer término, la “apropiación” del proceso agrícola donde sectores enteros de la
agricultura se convierten en divisiones de la actividad industrial. Lo anterior favoreció a la
agroindustria de los suministros cuando se sustituyeron los abonos orgánicos por
fertilizantes, las semillas criollas por híbridas y, el trabajo humano por la maquinaria agrícola.
Este modo de producción y de vinculación entre la agricultura y la industria, ha permitido el
surgimiento del “sustitucionismo”, la cual consiste en partir de componentes naturales y su
recomposición de dichos elementos para ser utilizados por la industria, tal es el ejemplo del
grupo económico FEMSA, que elabora la conocida marca de refrescos de cola, que ha ido
sustituyendo el azúcar por los edulcorantes, dejando a millones de mexicanos sin comprador
para su producto. Estos cambios en los procesos productivos y comerciales forman parte de
las tendencias globales dominantes, que se han visto reforzados por la aplicación de
políticas económicas neoliberales en nuestro país.
El proceso de globalización agroalimentaria en México
A mediados del siglo XX, en los círculos del sistema político mexicano se pensaba que para
un Estado- Nación era fundamental tener garantizado el suministro de alimentos básicos
para su población, a partir de ahí se manifestaba la independencia y soberanía nacional, ya
que no se dependía de alguna potencia extranjera para garantizar la reproducción social de
su fuerza de trabajo. Por lo anterior, en América Latina se impulsó fuertemente el desarrollo
del sector agropecuario, como un mecanismo de apoyo para las burguesías nacionales,
garantizando una mayor ganancia al existir una relación desigual con los habitantes del
medio rural. Durante la existencia del modelo de sustitución de importaciones en los países
en vías de desarrollo, y gracias a la política formulada por la escuela denominada cepalina,
en México se impuso un modelo de desarrollo endógeno, donde la agricultura jugaba un
papel fundamental en la producción de alimentos baratos para los trabajadores de la
industria. Este proceso de industrialización se ubicaba en el paradigma de la modernización,
donde se veía indispensable romper la estructura agraria precapitalista, y así se aplicaron
medidas de protección externa y se desarrollaron mecanismos de crédito para el desarrollo
de la industria nacional.
263
Con la consolidación del modelo de sustitución de importaciones, el campo mexicano
tenía una importancia fundamental en el desarrollo nacional- Por ejemplo en el período de
1940 a 1958, la inversión federal destinada al campo promediaba el 17 % anual, en el 2004
ni siquiera rebasa el 5% del presupuesto federal, siendo que actualmente más de 25
millones de mexicanos viven en el campo, que históricamente se acerca a la mayor
cantidad de habitantes que viven y tejen relaciones sociales en el agro.
Si uno revisa datos sobre el crecimiento de la actividad agropecuaria y de la industria
alimentaria en el período de 1940 a 1982, encontramos que el sector agropecuario creció en
promedio 4. 2 %, la industria alimentaria 6.1 % (de 1950-1982) y la población 3.1 % .
En resumen, en el periodo considerado hubo un desplazamiento paulatino de la
producción nacional, que afectó a la mayoría de las ramas productivas y por lo tanto hubo
un retroceso en el proceso de sustitución de importaciones. Se muestra que hubo
dependencia e incapacidad del aparato productivo para competir con el exterior. Lo que
puso en evidencia graves deficiencias de la estructura productiva y su incapacidad para
cubrir la creciente demanda interna. Aunado a lo anterior, en la década de los 70´s. la deuda
externa en el gobierno de Echeverría pasa de 19‟600 millones de dólares, a 65 419 millones
de dólares al finalizar 19829. Ello impidió el pago de intereses y conllevó la consecuente
pérdida de soberanía en las decisiones económicas en nuestro país10.
En el sector agropecuario mexicano en esa época, después del incremento al precio
internacional de los cereales en los años de 1974-1976, parte de las divisas captadas por la
renta petrolera se transferían al mercado mundial para importar alimentos. Su
encarecimiento en el mercado mundial influyó en los niveles salariales, por lo que el
gobierno decidió subsidiar con petrodólares el consumo interno, pero esto también ayudó a
incrementar el déficit estatal. Las unidades campesinas pauperizadas no pudieron ayudar a
ampliar el mercado interno, por lo que se vieron excluidos de la bonanza petrolera.
El proceso de industrialización se concentró principalmente en los bienes-salarios,
que eran accesibles a capas asalariadas de altos ingresos, y en general empleados de altas
remuneraciones, de las industrias electrodomesticas, industria alimentaria y particularmente
la industria automotriz. Los desequilibrios entre agricultura e industria definieron la puesta
en marcha del SAM (el Sistema Alimentario Mexicano), a principios de 1980´s. Se partía de
la premisa que al campo mexicano le hacia falta de capital, para incrementar la producción y
la productividad.
9 Tomado de León, Julio. El populismo y la herencia del neoliberalismo económico en México. UNACH, Tuxtla Gutiérrez,
Chiapas. 2002. 239 pp. 10
Por ejemplo, en 1987 el servicio total del endeudamiento con el exterior fue equivalente al 65.4 % del total de ingresos por exportaciones. Tan solo los intereses de la deuda externa del sector publico absorbieron 88.2 % de los ingresos petroleros en ese año.
264
La crisis financiera de 1982 fue una manifestación del agotamiento del modelo de
sustitución de importaciones, que llevaba varias décadas de ejecución en México,
generando el denominado milagro mexicano. Con esta se rompió el predominio de la
industria sobre la agricultura, es decir, durante la época del Estado de Bienestar, la
agricultura subsidió a la fuerza de trabajo urbano con alimentos baratos que permitieron la
industrialización de nuestro país. Y la crisis financiera de 1982, no sólo fue consecuencia de
la caída de los precios internacionales del petróleo, sino de las enormes contradicciones que
han existido en el capitalismo mexicano, particularmente de la incapacidad que han
mostrado los capitales estatales y privados para incorporar la fuerza de trabajo de las
unidades campesinas al proceso de valorización de capital.
Esto abrió las puertas a que en 1982, con la llegada del presidente Miguel de la
Madrid, se instauró en nuestro país el modelo económico neoliberal, en el cual en el período
de 1982 -2000, el sector agropecuario ha crecido solamente 1.4 %, la industria alimentaria
2.8 % y la población 2.0%, por lo que podemos observar que la población creció mas que
el sector agropecuario, profundizando la dependencia alimentaria del exterior.
Uno de los grandes problemas estructurales que tenia nuestro país era la falta de
competitividad internacional de su economía. Mientras que en 1983 el total de las
importaciones estaba sujeta a permisos previos, para finales de 1989 solo lo era el 18.4 %.
El primer paso en esta dirección, y quizá el más importante, fue el cambio realizado en
1984, de las cuotas de importación a los aranceles para la mayoría de los productos. Y en
1986 se da la adhesión al GATT, lo que facilitaría la liberalización del comercio.
Esta apertura comercial indiscriminada a la larga, impulsó una desvinculación de la
industria alimentaria con el campo donde, debido a diversos factores, la industria fue
sustituyendo en un primer término los productos del campo por insumos industriales
(jarabes, concentrados, etcétera) y después se le hizo fácil comprar insumos más baratos
del exterior, lo cual aunado al deficiente crecimiento del sector agropecuario, nos muestra
que no solo se ha logrado la autosuficiencia, sino que conforme se profundiza el modelo
neoliberal, está más lejana, generando la ruptura de amplias cadenas de comercialización
interregionales y nacionales, esto lo podemos ver en el cuadro 1.
265
Cuadro 1. Desvinculación entre sector agropecuario e industria alimentaria en el modelo económico neoliberal.
Periodo Pib
agropecuario
Importaciones
agropecuarias
Exportaciones
industria
alimentaria
Importaciones
industria
alimentaria
1983-1988 - 2.1 12.3 10.5 19.5
1989-1994 -0.7 9.8 4.5 20.8
1995-2000 0.5 8.4 12.5 4.5
Los datos son el promedio simple de los crecimientos porcentuales anuales en el período. Tomado de Nuñez, 2002.
En el proceso de acumulación capitalista que se vive en nuestro país, se ha dado por
parte del gobierno federal un fuerte apoyo para la agricultura de exportación, ha dejado a
grandes sectores de la población excluidos y marginados del “pacto social”, que había
surgido en la era posrevolucionaria.
Por ejemplo si comparamos en cuestión de porcentaje por rubro, tenemos que más
del 70 % del sector de granos y de oleaginosas ha resultado dañado por la apertura
comercial, en cambio se ha visto beneficiado el sector horto-frutícola que sólo cubre el 8 %
de la superficie cosechada, dejando de lado al sector social del campo mexicano que se
encuentra en grave crisis, inclusive algunos ideólogos neoliberales lo han declarado muerto
o en vías de extinción.
En México, existe un proceso de reestructuración económica que se esta realizando
en el campo mexicano debido a la globalización del capital. Es decir, la producción
campesina se encuentra en crisis debido a que no existe una fuerte producción de alimentos
por un lado (minifundio, escasez de tierras, agotamiento productivo), y por otro existe una
política de descampesinización impulsada por el Estado mediante políticas públicas que
favorecen la concentración de inversiones, recursos en pocas manos y esto ha transformado
el patrón de acumulación capitalista. Por ejemplo, el abasto de alimentos en las grandes
ciudades de México es controlado por el grupo Wal Mart, el cual ha visto incrementar
impresionantemente sus ganancias junto con la apertura de más de 1000 tiendas en nuestro
país. Otra empresa de carácter trasnacional que empieza a dominar el mercado mexicano,
es CARGILL la cual controla mas de la mitad de las cadenas de comercialización de
cultivos básicos, como la caña de azúcar y maíz básicamente.
266
Si analizamos la dependencia alimentaria mexicana, y tomamos el caso especifico
de la importación de maíz de EUA, en 1993 ascendía 152 mil toneladas y en para el año
2001 ascendió a 5.6 millones de toneladas, todo esto gracias al TLCAN. La
comercialización del maíz mexicano es dominado por dos grandes empresas Cargill-
Continental- Monsanto y Archer Daniels Midland- Novartis- Maseca.
La empresa Maseca es la principal productora de harina de maíz en el mundo y en
México absorbe cerca del 70 % del mercado nacional, y controla los insumos de la industria
de la tortilla, controla el 75 % del de EUA, y el 80 % del mercado centroamericano. Existe
otra empresa que produce tortillas que se llama Minsa, y controla el 28 % de la producción
nacional11.
Tenemos entonces que con la apropiación del proceso de comercialización del maíz
por las grandes empresas, se ha disminuido el acceso de la población mexicana a la compra
de bienes básicos como la tortilla. Esta explicación no sólo se debe a las empresas
trasnacionales, sino también a la implantación en México del modelo neoliberal, donde el
salario mínimo ha perdido de 16 de diciembre de 1987 al 1° de septiembre del 2003
alrededor del 80.5 por ciento de su valor. En un análisis que pública en 2008 el Centro de
Análisis Multidisciplinario de la Facultad de Economía de la UNAM, nos ilustra dicha realidad
de la siguiente forma:
“En 1982, con un salario minímo podían comprarse 56 kilos de tortilla y ahora, también con
un salario minimo, sólo se pueden comprar seis kilos ¡50 kilos menos!”
Estos datos ilustran fuertemente y ponen en duda la seguridad alimentaria de la
población mexicana. A partir de este análisis global y nacional, es importante conocer a
nivel regional como esta la situación alimentaria, retomando el caso del estado de Chiapas,
ya que es considerado como el estado con mayor problemática alimentaria, hasta por el
mismo gobierno federal, a través de sus instancias como la SEDESOL.
Chiapas y la crisis alimentaria global
Hablar del estado de Chiapas, es describir un mundo lleno de contradicciones, ya que posee
recursos estratégicos, que servirían para sentar las bases de un desarrollo sustentable, pero
debido a una relación histórica desigual entre los habitantes del campo y la ciudad, entre los
indígenas y los mestizos, sólo ciertos sectores de la población se han visto beneficiados del
acceso a dichos recursos.
11 Analicemos más detalladamente la problemática de la tortilla, en su relación con la alimentación. En un estudio realizado
por el Centro de Análisis Multidisciplinario de la Facultad de Economía de la UNAM, encontramos que para el 1° de septiembre de 2003, con un salario diario de 43.65 y un precio de 237.62 diarios de la canasta básica, sólo se puede comprar el 18.37 por ciento de ésta, y si analizamos el precio de la tortilla podemos mencionar que en diciembre de 1982, con el salario mínimo diario de $0.31 se podía comprar 26.59 Kg de tortillas, mientras que para el 1°. de septiembre del 2003, con un salario mínimo se pueden comprar únicamente 7.90 Kg., esto es la tercera parte de lo que se adquiría en 1982.
267
Ancestralmente, existen sistemas de producción agropecuaria que han permitido la
consolidación de centenares de comunidades rurales que se extienden por la geografía del
estado y, en el sector agrícola el principal cultivo es el maíz: el cual es “dador de la vida y
generador de hombres verdaderos” (como lo versa la literatura y la conciencia indígena de
los últimos tiempos).
En las últimas décadas del siglo XX, los chiapanecos disputaban ser la sede del
granero de México, se sentían orgullosos de la producción alimentaria; el maíz acompañaba
al fríjol y a los frutales tropicales como el mango, el plátano, el café y a una boyante
actividad ganadera que eran la promesa de un futuro revelador. Sobre esto, cabe preguntar:
¿qué impidió la concreción de este sueño en realidad?
Es así, que en pos del afán de las ventajas comparativas y a la espera de que, tanto
compradores como vendedores salieran ganando, nuestro país se especializó en aquellos
productos que le permitieran sobrevivir en el mercado mundial.
En el mundo global existen diversos actores que lo distorsionan: en su disputa por la
hegemonía mundial, sobresalen por su producción alimentaria los Estados Unidos y la Unión
Europea, inundan el mercado de cereales a bajos precios y con altos subsidios, (cabe
resaltar que existen un fuerte incremento anual en la producción alimentaria de los países
BRIC (Brasil, Rusia, India y China) que traerá la transformación del sector agroalimentario
mundial.
He aquí un dato revelador: mientras que un agricultor de los Estados Unidos recibe
de subsidios alrededor de U$700 al año, un europeo recibe U$1 000; en cambio, un
agricultor mexicano recibe, en promedio, solamente U$60 al año: valga la pena decir que
con esos apoyos, a partir del 1 de enero de 2008 (como se ha venido anunciando en la
televisión) “competimos fuertemente y al „tú por tú‟ con los farmers extranjeros”.
A quince años de dumping contra nuestros productores, el fenómeno del rentismo de
tierras y de la migración internacional se ha hecho presente en las familias mexicanas. Las
aspiraciones han cambiado y la famosa reconversión de cultivos no ha funcionado del todo.
Pero como esta el campo chiapaneco?
El sector agropecuario chiapaneco entre la crisis campesina y la globalización
El sector agropecuario es fundamental para los chiapanecos, dado que emplea un fuerte
porcentaje de la población. En 1991 el VII Censo Agrícola Ganadero, hablaba de 766 220
personas trabajaban en unidades de producción rurales.
268
En México, desde 1982 se ha implantado el modelo económico neoliberal, el cual ha
impactado fuertemente en el agro chiapaneco transformando la realidad agraria y generando
una fuerte crisis agropecuaria. Esto lo plantea el investigador de la UNICACH, Daniel
Villafuerte:
“En efecto, el sector agropecuario y forestal que hasta la década de 1970 constituía el
soporte de miles de familias campesinas está en un proceso de crisis profunda: la
contribución de este sector en el PIB en el año 2002 fue sólo del 15 %, mientras que en
1970 era de 30.8%...”12
Pasaremos al análisis de la situación de los cultivos básicos del estado de Chiapas, y
el impacto del fenómeno de la globalización en ellos.
Del fomento al olvido: el maíz y el fríjol en la encrucijada chiapaneca
Históricamente el maíz y el fríjol han sido la base alimenticia de los pobladores, por lo que
se han desarrollado múltiples formas de producción, algunas de ellas ancestrales, que
actualmente se encuentran en riesgo de desaparecer debido a la presencia de paquetes
tecnológicos que son fomentados por las empresas de agroquímicos, que se caracterizan
por la sustitución del germoplasma nativo, por semillas mejoradas, y por la masiva
introducción de herbicidas e insecticidas, y últimamente el riesgo mayor es la introducción
de cultivos transgénicos. Uno de los fenómenos que ha acarreado la firma del TLCAN, ha
sido la importación masiva de este grano desde los Estados Unidos, el promedio ha sido de
alrededor de 3507 millones de toneladas por año, representan el 18.46 % del consumo
nacional.13
En lo que concierne al promedio anual de consumo por habitante de maíz, fue de
201.93 kg en los ochenta, con un incremento significativo a 225.1 kg en los noventa. El
maíz, al ser uno de los principales cultivos a nivel nacional, estuvo enmarcado en una
política más amplia de fomento a su producción en el Estado de Bienestar, múltiples
instituciones se crearon en el México posrevolucionario como el BANRURAL, PRONASE,
CONASUPO, FERTIMEX, entre otras, las cuales con el arribo de los gobiernos neoliberales
son reestructuradas y desaparecidas. Esta desregulación, y el dejar el manejo de las
existencias del grano, y del precio por las fuerzas del mercado, trajeron un fuerte impacto
en los productores maiceros tradicionales, ya que al desaparecer el precio de garantía, se
gestó un precio de indiferencia, en el cual la base del precio son los precios internacionales
12
Villafuerte, Daniel. 2006. Chiapas económico. Gobierno del Estado de Chiapas, Secretaría de Educación. 61 pp. 13
Peña, Jaime. 2004. Reestructuración productiva agrícola en México durante los años noventa.el caso del maíz. En Rubio, Blanca (coord). El sector agropecuario mexicano frente al nuevo milenio. UNAM, Plaza Y Valdés.Pag 58.
269
del grano, y ASERCA aparece como el gran actor al tener que calcular el ingreso objetivo
por entidad federativa, basado en el precio a futuro de la bolsa de Chicago 14.
Cuadro 2. Precio medio rural de maíz grano en México 1996-2006
Año base (2002) pesos/ tonelada.
AÑO PRECIOS CORRIENTES PRECIOS CONSTANTES
1996 1434.6 1866.1
1997 1353.7 1915.8
1998 1446.1 1773.1
1999 1454.1 1627.4
2000 1507.7 1656
2001 1451. 1527.1
2002 1500.0 1484.1
2003 1618.1 1446.0
2004 1678.5 1425.5
2005 1577.9 1408.3
2006 1490.0 1163.6
FUENTE: SIACON/ SIAP/SAGARPA 2006.
Si analizamos el período entre 1996 y 2006, el precio medio rural del maíz en grano,
al incorporar la inflación se puede observar un autentico derrumbe del precio del grano en
nuestro país (ver cuadro 2).En el periodo de 1996-2006, el precio medio rural en términos
reales observó una Tasa Media Anual de Crecimiento (TMAC) negativa, siendo ésta de -4.6
por ciento y si se considera el periodo de 2000-2006 período presidencial de Vicente Fox, la
TMAC también tuvo un comportamiento negativo, siendo éste de -5.7 por ciento. Lo que nos
demuestra que la política hacia el grano más importante de nuestro país, no fue beneficiosa
para los productores mexicanos. El derrumbe del precio del maíz se puede observar de
manera mas detallada en la gráfica 1.
14
Con base en esta política, ASERCA es la institución encargada de establecer los precios nacionales con base en el precio de la bolsa de futuros del mes más cercano a la entrega, más la base estandarizada de la zona consumidora, menos la base regional. El precio queda determinado en dólares para ser liquidado al tipo de cambio dólar fix a cada una de las entregas. Lo anterior se lleva a cabo con la finalidad de garantizar un ingreso mínimo al productor por la comercialización de su cosecha, denominado ingreso objetivo. En caso que el precio de mercado a obtener por el productor sea menor al ingreso objetivo, la SAGARPA, a través de ASERCA, otorga la diferencia mediante el apoyo complementario al ingreso. El ingreso mínimo asegurado sólo se otorga a los productores que establecen agricultura por contrato; no obstante, dicho precio se toma como base para los demás productores. En consecuencia, ASERCA es la institución que establece el precio de mercado que se utilizará para la definición del apoyo complementario al ingreso. Esto, conforme con los precios que se registren a partir de las ofertas presentadas por los compradores al momento de la cosecha, considerando los precios pactados bajo las diversas modalidades en la agricultura por contrato, así como los precios imperantes en el mercado internacional y las condiciones del mercado regional que se registren, entre otras.
270
Gráfica 1. Precio medio rural maíz grano 1996-2006.
PRECIO MEDIO RURAL MAIZ GRANO 1996-2006
0
500
1000
1500
2000
2500
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11
AÑOS
PE
SO
S/T
ON
EL
AD
A
PRECIOS CORRIENTES
PRECIOS CONSTANTES
Ante este escenario de abandono del campo mexicano, se generan políticas
paliativas para el desarrollo rural, las cuales se manifestaron en dos programas: a) El
PROCAMPO, el cual consistió en subsidios directos al campo y b) El Programa de empleo
temporal (PET).
En el caso del PROCAMPO, fomentó el aumento de la superficie sembrada del
grano, lo que acarreo un aumento en los volúmenes de producción, el cual se dio
fundamentalmente en regiones campesinas y pobres.
En lo que concierne a la superficie sembrada en 1980, Chiapas tenía el 7.45 % de la
superficie nacional, en 1990 el 9.51 % y para 1999 el 13.40 %. Ha sido la entidad federativa
del sexenio de Vicente Fox (2000-2006), donde se ha sembrado más maíz. En el año de
1980 se sembraron 523 705 hectáreas y en el año 2005, 841 562.95 has.
En lo que respecta al volumen de producción en Chiapas, tenemos que en 1980 se
produjeron 1 185 080 toneladas, y en el año 2005 fueron 1 402 833.28 toneladas, lo que nos
habla de un aumento relativo. En lo que respecta al rendimiento del cultivo de maíz en
Chiapas, tenemos que en el año 1980, el rendimiento promedio era de 2.50 toneladas por
hectárea, y en el año del 2005 es de 1.751 ton/ha!
Para aclarar esta información es fundamental mencionar que existió un aumento
sustancial en el estado de la superficie sembrada con el grano, pero debido al paulatino
retiro de los subsidios al campesino (vía precio e insumos) esto ocasionó el desplome del
rendimiento por hectárea del grano. Es decir, se ve un aumento en volumen, pero se
271
requirieron mayor cantidad de hectáreas para su producción. La producción de maíz
subsiste en tierras temporaleras y pervive porque existe una profunda visión campesina e
indígena que resiste al proceso global en su necedad de querer seguir siendo productores
de básicos y no depender de las trasnacionales.
La resistencia al proceso global tiene su máxima expresión en Chiapas, con la
generación de las Juntas de Buen Gobierno por los pueblos zapatistas, los cuales a partir de
lo local generan alternativas sociales, productivas y culturales que les permiten garantizar su
sobrevivencia. Es así que el proceso de globalización generó un reforzamiento de lo local, y
de las identidades que se manifiestan en un pequeño barco de papel a la deriva en el que
los trasatlánticos neoliberales mueven olas que inundan la endeble embarcación y en
algunas ocasiones la hacen zozobrar y en otras tomar más fuerza y continuar con un
proceso de resistencia, creatividad y construcción de sueños que llevan a pensar que otro
mundo es posible, ante el decreto del final de la historia y de los movimientos sociales. El
proceso de resistencia ha generado, en esta sociedad –que algunos teóricos denominan
post-industrial– una gran cantidad de movimientos sociales, que tienden a la defensa de la
tierra y el territorio, bajo una perspectiva ecologista.
En este contexto, a nivel de política pública se impulsan propuestas que desde su
particular perspectiva atacan las tres grandes crisis del siglo XXI: a) la ambiental, b) la
alimentaria y c) la financiera. En lo concerniente a la crisis ambiental su máxima expresión
es el cambio climático, el cual ha pasado de ser un tema que era abordado
fundamentalmente por científicos, a ser un tópico de preocupación de la sociedad en
general, que aparece en las primeras planas y reuniones a nivel mundial.
Una de las propuestas que sobresale sobre la posibilidad de revertir el cambio
climático es la concerniente a la elaboración de agrocombustibles, de los cuales nos
referiremos brevemente en el siguiente apartado.
Posibles impactos de la producción de biocombustibles en Chiapas
Desde el año 2006, en el Estado de Chiapas, existe el Proyecto de Bioenergéticos,
presentado públicamente por el Ingeniero Rafael Arellanes Caballero, director general de la
Comisión de Bioenergeticos del estado de Chiapas. En dicho proyecto se plantea la
producción de biocombustibles a partir de la siembra masiva de tres cultivos: palma de
aceite, caña de azúcar y piñón.
Asimismo se plantea la creación de 69 módulos de producción, y la conversión de
119 000 hectáreas en la regiones del Soconusco, Centro, Fronteriza, Frailesca, Selva-
Palenque y Sierra. al cultivo de biocombustibles
272
En voz del director de la Comisión de Bioenergéticos, la propuesta generaría lo
siguiente:
Con este proyecto hemos calculado que con el uso de los biocombustibles
producidos se contribuiría a reducir un 5% de la emisión de gases efecto
invernadero y, adicionalmente por la biomasa que se generará, se
retendrían 3,5 millones de toneladas de bióxido de carbono que representa
un 4% respecto de lo que generamos en México. Este proyecto
bioenergético contribuye a reducir en un 9% los gases efecto invernadero en
México, además de otras ventajas ambientales y económicas, como la
conservación del suelo y el aprovechamiento de terrenos ociosos. Para este
proyecto bioenergético se requiere una inversión de 3,500 millones de pesos
(320 millones de dólares) con un financiamiento neto de 1,200 millones de
pesos (120 millones de dólares) en un lapso de 6 años. En el año 2007 se
requiere de 210 millones de pesos (20 millones de dólares). Se crearían 35
mil empleos directos en el campo y se beneficiaría además a 30 mil familias
propietarias de predios15
Los principales efectos que ocasionará el proyecto de los biocombustibles en el
estado de Chiapas son los siguientes:
a) Conversión de tierras agrícolas dedicadas al cultivo de básicos (maíz principalmente)
a la siembra de biocombustibles. En la región de la Frailesca se ha desalentado la siembra
de maíz debido a múltiples factores: bajos precios, altos costos de producción y disminución
de los rendimientos agrícolas (entre otros). Se ha preparado el terreno para el fomento de
los agrocombustibles, existe por parte del gobierno del estado un impulso fuerte a la siembra
del cultivo de Piñon mexicano (Jatropha sp).
b) A nivel estatal, existe una propuesta de siembra de arboles frutales y maderables,
por lo que se ha fomentado la siembra de aguacate Hass y del cedro. En el estado de
Chiapas, se tiene la meta de aumentar la cobertura vegetal, mediante el fomento de
plantaciones comerciales que impactaran conjuntamente con los biocombustibles en la
generación de paquetes tecnológicos de alto impacto, generando procesos de erosion y
desertificación a largo plazo.
c) Deterioro del capital natural del suelo y agua que se siembren con biocombustibles;
esto, debido a que se implementarán paquetes tecnológicos de alto consumo energético
basado en el uso de fertilizantes y agroquímicos.
15
Arellanes, Caballero, Caballero. 2007. Proyecto Bioenergéticos Chiapas. Primera reunión internacional Foro de Bioenergéticos de Chiapas. Gobierno del Estado de Chiapas y Comisión de bioenergéticos. Versión CD. 13 pp.
273
d) Profundización de la concentración de la riqueza del medio rural en actores
específicos, fundamentalmente en las compañías trasnacionales principales impulsores de
la propuesta.
e) Perdida de autosuficiencia alimentaria al interior de las comunidades, ya que se
fomentan los agrocombustibles, arboles frutales y maderables, y se dejan de sembrar
cultivos básicos, lo que generara una crisis alimentaria de fuertes consecuencias.
Este último punto nos lleva a debatir sobre los posibles impactos de la crisis mundial
alimentaria en Chiapas.
Posibles impactos de la crisis mundial alimentaria en Chiapas
A lo largo del texto hemos caracterizado el fenómeno de la globalización agroalimentaria.
Como hemos observado en el presente articulo, desde hace 25 años, se vive en Mexico una
desestructuración del sector agropecuario, el cual ha generado la profundización de la
disputa por el agro mexicano entre las compañías trasnacionales e incipientes procesos de
resistencia campesina.
Es así, que la problemática social que existe en Chiapas, implica evaluar desde
diferentes perspectivas lo posibles impactos que tendrá la actual crisis alimentaria mundial.
Primeramente habría que mencionar que el sector agropecuario chiapaneco se encuentra
profundamente desestructurado y con un campo polarizado entre un sector altamente
capitalizado, cuyo destino es la agroexportación e insertado consecuentemente en los
mercados mundiales, y un sector campesino, minifundista, sembrador de básicos cuyo
futuro se debate entre la resistencia y la migración.Esto se puede observar con mayor
detalle cuando se analiza la regionalización de la producción agropecuaria en Chiapas.
Tenemos a la Costa-Istmo, al Soconusco, a la Frailesca y al Centro, como regiones
agrícolamente desarrolladas. En cambio, la Selva, los Altos y Norte se encuentran en una
situación de alta marginalidad con agricultura de subsistencia que dificulta en extremo la
sobrevivencia de los agricultores.
Un informe del Servicio Internacional por la Paz (SIPAZ) realizado en el año 2006,
señala que el ingreso per cápita que recibe la población indígena de Chiapas representa
solo el 32% del ingreso de los no indígenas, que de 304 mil 18 indígenas empleados, 42%
no registran ingresos (122,345), otro 42% apenas sobrevive (127,682) por debajo de un
salario mínimo mensual y solo 16% gana entre 1 y 5 salarios mínimos mensuales. Esto nos
llama la atención sobre la dramática situación por la que atraviesan los productores
indígenas.
Es así que un primer impacto de la crisis mundial alimentaria será la ampliación de
dicha polarización social, ya que al ser ocasionada por un proceso de especulación basado
274
en el mercado de futuros y propiciado por empresas trasnacionales, en el cual las ganancias
son el aspecto fundamental, muchos grupos de población se quedaran excluidos del
proceso, ya que su poder de compra es limitado y el incremento en los precios de los
alimentos es significativo.
¿Que es lo que consumen preferentemente los chiapanecos?, ¿que alimentos son
los de uso generalizado?, tenemos la investigación denominada Alimentación y suficiencia
energética en indígenas migrantes de los Altos de Chiapas, México desarrollada en el año
2007 por Isabel Reyes Posadas, Austreberta Nazar Beutelspacher, Erin Estrada Lugo,
Verónica Mundo Rosas investigadores del Colegio de la Frontera Sur, unidad San Cristóbal
de las Casas Chiapas, y del. Centro de Investigación en Nutrición y Salud. Instituto Nacional
de Salud Pública ubicado en Cuernavaca, Morelos:
“Existe una disponibilidad promedio de 22 ±5 alimentos diferentes en esta
población. En promedio, la dieta se define por 6 alimentos diferentes del
grupo de cereales, 7 alimentos en el grupo de frutas y verduras, 4 productos
de origen animal y 4 productos industrializados. De los 46 alimentos
considerados en la frecuencia semanal de alimentos, 16 presentan diferencias
estadísticamente significativas y 9 más diferencias marginalmente
significativas, (valores de p entre 0.06 - 0.15) de acuerdo con el nivel de
ingresos. Los grupos de alimentos que presentan las mayores diferencias
entre los estratos de ingreso, son las frutas y los productos de origen animal
(POA) que están disponibles en las familias con mejores ingresos. Los
productos industrializados y el grupo de cereales estuvieron disponibles de
manera más homogénea en las familias, independientemente de su nivel de
ingresos”
En lo concerniente a los alimentos consumidos, las carnes de cualquier tipo son
compradas preferentemente por los grupos domésticos pobres de mayores ingresos, y los
muy pobres se concentran en las tortillas, el arroz y la sopa de pasta, el pan, el tomate, la
cebolla y la verdura de hoja, el huevo, el aceite y el azúcar. Para darnos una idea sobre el
impacto que tendrá la crisis alimentaria en Chiapas, analizaremos la gráfica 2 sobre el
incremento en el precio de los artículos básicos que consumen los habitantes del medio
rural, en el periodo de diciembre del 2006 a diciembre del 2007.
275
Gráfica 2. Incremento del precio de los alimentos en México, diciembre 2006-diciembre 2007.
Fuente:Elaboración propia con datos del Periodico La Jornada 2008
En la gráfica 2 podemos observar como algunos productos como la lenteja, el frijol
negro han tenido un incremento significativo en el periodo de diciembre del 2006 a diciembre
del 2007.
Gráfica 3. Incremento en el precio de productos alimentarios diciembre 2006- diciembre 2007.
Si analizamos mas detenidamente la situacion con otros productos agroalimentarios,
encontraremos que hay productos como la harina de trigo, la tortila y el arroz que han tenido
un incremento significativo a lo largo del año 2007, podemos observar grandes cambios, que
afectan fundamentalmente la economía de las familias más pobres. Dicho incremento se ha
debido a diversos factores, en los que sobresale el aumento de los combustibles y el alza de
los granos básicos.
276
Entonces tenemos que el abandono de una agricultura diversificada, que privilegiaba la
producción local, ha tenido un fuerte impacto en las comunidades indígenas porque los ha
hecho vulnerables a la carestía de los productos básicos, la cual se ha venido acentuando
desde diciembre del 2006 con el incremento en los precios al consumidor.
Conclusiones
El proceso actual de crisis alimentaria tiene múltiples aristas, diversas formas de expresión,
por un lado la sobreproducción, concentración y acaparamiento de granos por parte de las
grandes compañías trasnacionales, genera una crisis capitalista de sobreproducción de
mercancías conforme a la teoría marxista de la crisis económica.
Otra manifestación que influye fuertemente en la actual configuración de la crisis
alimentaria, tiene que ver con el incremento sustancial de los precios del petróleo, lo que ha
coadyuvado a la generación de la crisis energética –por el sobre-consumo y el cenit del
petróleo– lo que ha proporcionado la oportunidad para tejer poderosas alianzas globales
entre las industrias del petróleo, la alimenticia, la ingeniería genética y la automotriz.
El cambio climático global aparece como una excelente oportunidad para los
negocios, mediante la instrumentación de políticas e instrumentos que comercializan
servicios ambientales tales como la captura de carbono, los servicios hidrológicos y la
generación de los agrocombustibles. Esto es importante resaltarlo, ya que las políticas
“verdes” como los biocombustibles, y los procesos de reforestación con plantas exógenas a
la región de siembra, están llevando a un cambio en los patrones de cultivos a nivel mundial,
lo que genera cambios en la agricultura mundial, en las cuales se favorece un proceso de
concentración económico-productiva entre los grandes actores de la globalización, en el cual
sobresalen las empresas trasnacionales.
Estas nuevas alianzas entre alimentos y combustibles están decidiendo el futuro del
paisaje agrícola mundial. El boom de los biocombustibles consolidará su control sobre
nuestros sistemas alimentarios y energéticos, y les permitirá determinar qué, cómo y cuánto
se producirá, dando como resultado más pobreza rural, destrucción ambiental y hambre.
Los grandes beneficiarios de la revolución de los biocombustibles serán los “grandes”
del mercado de los granos, incluyendo a Cargill, ADM y Bunge; compañías de petróleo como
BP, Shell, Chevron, Nestlé Oil, Repsol y Total; compañías automotrices como General
Motors, Volkswagen AG, FMC-Ford France, PSA, Peugeot-Citröen y Renault; y gigantes de la
biotecnología como Monsanto, DuPont, y Syngenta. Por lo que se puede concluir, que en la
propuesta de los bioenergeticos, y en la actual crisis alimentaria en último término los
principales perdedores serán los campesinos del agro chiapaneco.
277
Hemos realizado un breve recorrido sobre la situación del agro chiapaneco, se ha
encontrado un proceso de polarización muy fuerte, entre un sector dedicado a la
agroexportación y al mercado mundial, y un sector eminentemente campesino.
Se ha analizado los posibles impactos que tendrá la crisis global alimentaria en
Chiapas, la cual tendrá una fuerte repercusión en el ambiente, ya que se implementaran
paquetes tecnológicos que consuman fuertes cantidades de agrotóxicos, y se abrirán
nuevas superficies a la agricultura generando la consecuente perdida de cobertura vegetal.
La crisis alimentaria también impactara en la situación social de los agricultores pequeños,
ya que se verán fuertemente limitados en su acceso a productos básicos de primera
necesidad que no son producidos en las parcelas agrícolas, profundizando una relación
totalmente desigual con el mercado.
Se ha observado en el presente artículo como en el periodo del 2006 al 2008, los
alimentos básicos han sufrido un considerable incremento, que indudablemente impactara
en los productores más pobres.
Los campesinos tendrán que desarrollar nuevas formas de resistencia para tratar de
sobrevivir a la crisis global, entre las cuales sobresalen: a) la siembra de básicos
garantizando la seguridad alimentaria, b) la generación de movimientos sociales
antisistémicos c) un incipiente proceso de capitalización bajo la inserción en mercados de
calidad (comercio justo y orgánico) y d) un proceso de migración del medio rural con
alcances nacionales e internacionales. Generando que los pequeños agricultores tengan
que elegir el camino de la migración como una forma de respuesta al proceso global y el
fortalecimiento de los procesos de resistencia campesina, en los cuales se puedan llevar a
cabo la construcción de alternativas desde lo local, en el que los actores llevan a cabo
acciones que conforman procesos regionales mas específicos, rompiendo el predominio del
capital multinacional.
278
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281
Los alimentos orgánicos una alternativa sustentable de producción para el desarrollo de las regiones marginadas de Chiapas
Jorge Luís Ruíz Rojas1 Jose Nahed Toral
Bernardo Sánchez Muñoz Blanca Estela Molina Figueroa
Introducción
Actualmente la humanidad enfrenta serios problemas relacionados con la pobreza,
marginación y exclusión social de importantes sectores de la población, principalmente la
que habita en las zonas rurales. También encontramos problemas ambientales como el
calentamiento global, la contaminación del agua, la erosión de la tierra y la destrucción
creciente de los recursos naturales. En este contexto, en diversas partes del mundo han
surgido propuestas de sistemas de producción agrícolas y pecuarios menos agresivos al
entorno y que impulsan además, el desarrollo de grupos campesinos marginados. A estos
sistemas se les ha denominado agroecológicos sustentables.
La Comisión Mundial del Ambiente y Desarrollo (WCED) definió la sustentabilidad
como la satisfacción de las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las
generaciones futuras (Cipriano et al., 2006). En este contexto se han propuesto nuevos
paradigmas en la actividad agropecuaria y agroindustrial basados en el cuidado, la
conservación y la recuperación de un ambiente cada vez más deteriorado.
De esta manera, en los últimos años ha surgido un modo de producir llamado
Orgánico, Biológico ó Ecológico. De acuerdo al Codex Alimentarius de la FAO, la agricultura
orgánica es un sistema de producción holístico que promueve la salud de los
agroecosistemas, la biodiversidad, los ciclos de vida y la actividad biológica del suelo. Se
consideran orgánicos, aquellos alimentos que en ninguna etapa de su producción o
procesamiento se utilizan fertilizantes sintéticos, agroquímicos, organismos genéticamente
modificados (transgénicos), hormonas, colorantes, conservadores o saborizantes artificiales
(Ruíz, 1999). El término orgánico es referido no al tipo de insumos empleados, sino al
concepto de agricultura como proceso, donde todos sus componentes (suelo, agua, materia
orgánica, microorganismos, insectos, plantas, animales y humanos) interactúan para formar
un todo integrado, coherente, es decir, un sistema biofísico.
1 Jorge Luís Ruíz Rojas y Bernardo Sánchez Muñoz, Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, Universidad Autónoma de
Chiapas, [email protected], [email protected], [email protected]; Jose Nahed Toral: El Colegio de la Frontera Sur, Área de Sistemas de Producción Alternativos, [email protected]; Blanca Estela Molina Figueroa, Facultad de Contaduría y Administración, Universidad Autónoma de Chiapas, [email protected]
282
Con base en lo anterior, el objetivo de este trabajo es presentar la situación actual de
la producción de alimentos orgánicos, y proponer al modelo de producción orgánica como
alternativa sustentable para combatir la pobreza de los campesinos marginados de Chiapas
Los alimentos orgánicos
La agricultura orgánica constituye un sistema de producción ligado estrechamente al suelo.
Ofrece a la población alimentos frescos, inocuos libres de contaminantes y de alta calidad
nutritiva, busca además recuperar sistemas agroecológicos degradados, evita la
contaminación de la tierra, el aire, el agua y los alimentos, conserva la flora y fauna
necesaria para el equilibrio del ecosistema, fomenta el uso de insumos locales, propicia una
alternativa de desarrollo para los pequeños productores, para darles mayor valor agregado a
los productos y acceder a nuevos mercados, así como logar una cadena de
comercialización que distribuya los recursos económicos con mayor equidad y justicia para
los trabajadores del campo.
Objetivos de la agricultura orgánica (IFOAM, 1972)
Los objetivos de la agricultura orgánica son básicamente los siguientes:
- Producir alimentos de alta calidad nutritiva y en suficiente cantidad.
- Proteger y restaurar los procesos de los ecosistemas, que garanticen la fertilidad
natural del suelo, la sostenibilidad y permanencia del mismo.
- Aprovechar racionalmente los recursos locales reduciendo al mínimo la dependencia
de insumos externos.
- Evitar todas las formas de contaminación que puedan resultar de la producción
agrícola.
- Reducir al mínimo el gasto de energía, en cualquiera de sus modalidades.
- Mantener y fortalecer la biodiversidad natural de la explotación y sus alrededores,
protegiendo el hábitat de las plantas y la vida silvestre
- Promover el uso responsable, la conservación del agua y de todas las formas de vida
en ellas contenida.
- Fomentar la producción y distribución local y regional de alimentos.
- Crear un balance armónico entre la producción de cultivos y la producción animal.
- Propiciar las condiciones de bienestar animal que permitan a los animales expresar
su comportamiento natural.
- Utilizar materiales de empaque que sean biodegradables o reciclables
283
- Proveer a todos los involucrados en el proceso de producción y/o procesamiento un
nivel de vida que satisfaga sus necesidades básicas, dentro de un ambiente de
trabajo, seguro, saludable, socialmente justo y ecológicamente responsable.
- Garantizar la independencia y gestión de las unidades productivas, tanto alimenticia
como económica.
- Generar fuentes de trabajo que arraiguen a la población a sus comunidades,
fomentando la calidad de vida en el medio rural.
- Reconocer la importancia de aprender, respetar y proteger el conocimiento indígena
y los sistemas tradicionales de producción.
Este sistema se caracteriza por utilizar insumos naturales, control manual y/o biológico
de plagas y malezas, prácticas de labranza y conservación de suelos entre otras,
manteniendo un alto reciclaje de los materiales empleados sin que estos presenten
residualidad toxica tanto en los productos obtenidos, como en el almacén, embalaje
envasado y etiquetado.
De esta manera las ventajas de la Agricultura Orgánica, en comparación con la
convencional, son entre otras: 1) producción de alimentos frescos, nutritivos e inocuos;
ofertar productos de alta calidad demandados por los consumidores; 2) acceder a nichos de
mercados alternativos que brinden un precio justo a los productos; 3) mejorar los ingresos y
el nivel de vida de los trabajadores del campo. Todo ello ayudaría a disminuir la migración
de los campesinos a las zonas urbanas y/o hacía los países del norte.
Por lo anterior, este sistema constituye una propuesta viable para combatir la pobreza, la
marginación y la falta de oportunidades existentes en el sector rural de nuestro país y de
nuestro Estado.
La orientación de la producción agropecuaria
La agricultura convencional
En la agricultura convencional actual predominan tecnologías orientadas generados en la
décadas de los setentas, que están orientados a obtener los máximos niveles de producción
agropecuaria, sustentado en uso masivo de insumos agrícolas de origen inorgánico ó de
síntesis química; la especialización y el monocultivo, sembrado en terrenos planos y
extensos y la utilización intensiva de maquinaria en todo el proceso productivo han permitido
hasta el momento, acceder a mayores niveles de producción por unidad de superficie, con
sus costos ambientales colaterales.
Al paso de los años se han hecho evidentes los riesgos que implica el uso de
fertilizantes y plaguicidas químicos sobre la salud humana, debido a la presencia de
284
moléculas que difícilmente se descomponen con el paso del tiempo y muchas de ellas se
acumulan en el suelo, en el agua y en el cuerpo humano; transformándose en compuestos
tóxicos altamente peligrosos para la vida (Bejarano, 2004).
Quizá lo que más se ha utilizado sean los fertilizantes químicos por sus efectos
inmediatos sobre el crecimiento de las plantas y aunque se dice que su uso en si no es la
causa de contaminantes, sino su empleo inadecuado, sus efectos adversos se han hecho
notorios en varias regiones agrícolas en donde se realiza agricultura intensiva. Los daños
físico-químicos en suelo, aire y agua son bastante evidentes y su efecto terminal se
manifiesta incluso en la muerte de seres humanos y animales que se intoxican con algunos
de estos compuestos por diferentes vías.
Los resultados indican que el 25% del suelo agrícola mundial, antes fértil, ahora
están degradados física, química y biológicamente por el excesivo transito de maquinaria y
sobredosis química. También se ha puesto de manifiesto que existe el riesgo de la pérdida
del recurso agua, no solamente en cantidad, sino que lo más grave, es que se pierde por
alterar su composición química con compuestos contaminantes (Lamas et al., 2004).
El uso frecuente de plaguicidas ha originado daños a la biodiversidad al alcanzar
niveles altos de toxicidad, ocasionando la desaparición de especies y ha sido la causa de
daño a muchas personas en el mundo, debido a la práctica común de aplicar estos
productos a lo largo de los ciclos del cultivo y porque algunos de ellos no se degradan al
cabo de un año, sino que se acumulan en el suelo. El agua de las lluvias y de riego se
convierten en el conducto de transportación de los plaguicidas residuales hacia los
depósitos naturales de agua de tal manera, que el hombre puede intoxicarse,
consumiéndola posteriormente o bien alimentándose con productos regados o lavados con
esas aguas contaminadas.
La agricultura convencional reemplazó las variedades de plantas criollas o nativas
por híbridas o variedades obtenidas por la ingeniería lo cual ha ocasionado una pérdida de
biodiversidad. Por ejemplo en los Estados Unidos se ha perdido el 95% de las variedades de
col que se cultivaban en el siglo pasado, así como el 91% de las de maíz, el 94% de los
chícharos, el 86% de las manzanas y el 81% del tomate (Lamas et al., 2004).
El reto de la agricultura está en satisfacer la creciente demanda de alimentos para
una población que va en aumento; alimentos que deben ser obtenidos en una superficie de
tierra cada vez menor por la invasión del crecimiento urbano y degradación de los recursos
naturales y además, alimentos que deben ser limpios y confiables para conservar la vida
humana. Con la agricultura que predomina en la actualidad, no se pueden garantizar dichas
exigencias.
285
Ante la crisis de la agricultura mundial, los investigadores buscan nuevas soluciones
y se plantean nuevos modelos alternativos de producción de alimentos, como son los
modelos sostenibles, que garanticen la seguridad alimentarías de las poblaciones, que
reduzcan la inadecuada nutrición y que participen efectivamente en la restauración de la
calidad de los suelos y aguas, de tal forma que se satisfagan las necesidades de las
generaciones presentes y futuras, preservando siempre la integridad de los medios de
producción en tiempo y espacio.
En el siglo XXI tres grandes temas seguramente serán los que ocuparán la atención
respecto a alimentos y son: la agricultura orgánica, la inocuidad alimentaria y la
biotecnología.
La necesidad de cambiar el modelo agropecuario convencional
Si bien la modernización de la agricultura, ha permitido un incremento temporal de la
productividad en algunos cultivos, por otro lado también ha favorecido una alta fragilidad en
los ecosistemas y un deterioro creciente de los recursos naturales, comprometiendo a largo
plazo la viabilidad de las actividades agropecuarias.
A través de la utilización irracional de insumos químicos en la agricultura con la
finalidad de incrementar la producción de los cultivos, ya sea aplicando fertilizantes o
plaguicidas, se ha propiciado la degradación y contaminación por residuos tóxicos del suelo,
agua, aire y alimentos, disminución de la biodiversidad genética y ecológica, se ha
incrementado la vulnerabilidad de los cultivos a las plagas y enfermedades. El empleo de los
plaguicidas sintéticos ha sido motivo de preocupación por sus efectos tanto agudo como
crónico sobre la salud de la población principalmente en niños, mujeres embarazadas y
lactantes y en los ancianos; manifestados por problemas en el aparato respiratorio, la piel, el
sistema nervioso, el sistema inmunológico y el aparato reproductor (Bejarano, 2004).
Actualmente en México, la deforestación (más de 600,000 ha/año), el impacto en la
degradación de terrenos de ladera, el mal uso de agua de riego, la pérdida de materia
orgánica, los monocultivos y el sobrepastoreo, están ocasionando la degradación de los
suelos del país, pues se estima que el 80% del territorio nacional está afectado por la
erosión en diferentes niveles. En el 2002 se estimó que la superficie de suelos degradados
fue de 90 millones de hectáreas, de las cuales casi el 40% se debía a la degradación
química (INEGI, 2007). El reto es entonces, buscar una opción tecnológica valida en un
marco de desarrollo sostenible, que concilie ocupación, equilibrio ambiental y una
perspectiva de ingreso real para los productores.
286
La agricultura sustentable implica componentes ecológicos, técnicos, económicos y
sociales que permitan tener una producción de alimentos sin poner en riesgo la
conservación de los recursos naturales, la diversidad biológica y cultural para las futuras
generaciones.
Con base en lo anterior, podemos decir que la agricultura orgánica es una alternativa
real para la producción sostenible de alimentos limpios, sanos y nutritivos, que plantea
soluciones objetivas al problema de la contaminación y degradación de recursos naturales,
ya que no permite el empleo de agroquímicos y se basa en tecnologías agroecológicas.
Normas y reglamentos para la producción y certificación orgánica
La creciente demanda de productos orgánicos por los consumidores, hace que también el
número de productores, procesadores y comercializadores de este tipo de productos
aumente; sin embargo, esto ha traído como consecuencia una incertidumbre de parte de los
consumidores en el sentido de que si realmente adquieren productos orgánicos. Por ello, a
partir de 1991 se hizo obligatoria la certificación por una entidad independiente de los
productores. Es así como nacen oficialmente las agencias privadas de inspección y
certificación de productos orgánicos, que son reguladas por las autoridades competentes de
los principales países o bloques de países consumidores, como la Comunidad Económica
Europea, Estado Unidos y Japón.
Para dar certidumbre a las autoridades competentes del desempeño de los agentes
de certificación, en Europa se hizo obligatorio en 1998 la acreditación de estos organismos a
través de una instancia conocida como el International Acreditation Forum (IAF), quién se
encarga de vigilar de manera constante el desempeño de los organismos que certifican los
productos orgánicos producidos o importados en Europa. Lo anterior se logra mediante el
cumplimiento de la guía ISO/IEC-65 con su norma equivalente por parte de las agencias o
empresas de certificación.
El sistema anterior tiene sus limitantes pues en general es caro y burocrático, por lo
cual, principalmente en Europa se tiene establecido como requisito que los países
productores que deseen exportar productos orgánicos a este continente deben desarrollar
sus leyes, reglamentos y normas en la materia, así como poner a funcionar un control de
certificación orgánica de acuerdo con lo que establece la legislación vigente de la Unión
Europea (Reyes, 2007).
287
Normas y reglamentos para la producción orgánica
Entre los reglamentos y normas que regulan a los productos orgánicos en sus diferentes
etapas (producción, transporte, procesamiento, etiquetado, almacenamiento, insumos etc.)
están: 1) el grupo de Normas Oficiales, las cuales son obligatorias y 2) las normas privadas,
que son voluntarias.
Entre las normas oficiales más importantes a nivel internacional están:
El reglamento 834/2007 de la Comunidad Económica Europea
El Codex Alimentarius
El reglamento NOP-USDA
El reglamento JAS del Japón
La reglamentación del CAAQ de Québec, Canadá
El SENASA de Argentina
La Ley de productos orgánicos de México (la cual no cuenta aún con su
reglamentación respectiva).
Dentro del grupo de normas optativas está la norma de la Federación Internacional de
Movimientos de Agricultura Orgánica (IFOAM), como la más importante. A partir de ella se
han elaborado diversas normas específicas, como por ejemplo las normas de las Agencias
de Certificación.
Las principales agencias de certificación privadas, con sus propias normas, que operan
en Chiapas están: CERTIMEX, OCIA, BIOAGRICERT, IMO CONTROL, NATURLAND y
DEMETER ASSOCIATION.
Tendencias internacionales
Una de las grandes tendencias en los países desarrollados es hacia el consumo de
productos inocuos y que en su producción no haya significado un deterioro ambiental. Lo
anterior se manifiesta porque cada vez es mayor el número de consumidores que tienen
entre sus preferencias la adquisición de productos orgánicos. Las ventas anuales de
productos orgánicos en el 2002 oscilaron alrededor de los 22 mil millones de dólares y cerca
de 40 mil millones para el 2007. La demanda mundial por esos productos tiene una tasa
anual de crecimiento del 20%. Se espera que el valor total de la producción total en la
primera década de este milenio alcance los 100 mil millones de dólares (Lamas et al.,2004;
González, 2007).
288
La superficie mundial cultivada orgánicamente también ha crecido significativamente
en los últimos años y para el 2009 se estima que son 32.2 millones de hectáreas, siendo
Australia, Argentina y Brazil, los principales países con mayor superficie bajo manejo
orgánico (Willer and Kilcher, 2009).
Como respuesta a esa demanda, en los países en desarrollo se están gestando
procesos de producción orgánicos para exportar productos y aprovechar el poder adquisitivo
de los países desarrollados. México no es ajeno a esta tendencia y aunque la agricultura
orgánica todavía es un subsector agrícola comparativamente pequeño, con 545 000 has, es
el más dinámico a nivel nacional, pues en plena crisis económica a duplicado su superficie
en los últimos años (Schwentesius et al., 2007).
Por lo anterior, la producción y la comercialización de los productos orgánicos, con
todas sus exigencias técnicas de ser libre de tóxicos, conservación del ambiente y de
respeto al ser humano como sujeto principal de producción y consumo, viene a representar
un nicho de negocio para nuestro país y en particular en el estado de Chiapas, el cual
cuenta con zonas de cultivo aún no contaminadas con agroquímicos.
Contexto nacional
En México existen alrededor de mil Unidades de Producción Orgánica (UPO), de las cuales
más del 50% las encontramos en tres Estados; Chiapas, Oaxaca y Michoacán. (Tabla 1).
Tabla 1. Unidades de producción orgánica de las principales entidades federativas en México (2004-2005).
Estado Número de unidades de
producción
%
Chiapas 186 23.34
Oaxaca 121 15.18
Michoacán 117 14.68
Veracruz 68 8.53
Jalisco 39 4.89
Total 531 67
Adaptado de Gómez et al.,2005
Gómez et al., (2005:38) estimó que estas UPO ocupan una superficie de 300 mil
hectáreas y en ellas laboran alrededor de 100 mil personas; Chiapas ocupa el primer lugar
nacional en número de UPO y en superficie (Tabla 2).
289
Tabla 2. Superficie agrícola orgánica de las principales entidades federativas en México y su tasa media anual de crecimiento (2000, 2004-2005).
Estado
2000
2004-2005
TCMA
(%) has % has %
Chiapas 43 678.31 42.49 86 384.36 29.54 12
Oaxaca 28 038.25 27.27 52 707.85 18.02 11
Querétaro 744.00 0.72 30 008.00 10.26 85
Guerrero 3 667,00 0.47 16 834.00 5.76 29
Tabasco 383.00 0.37 16 628.86 5.76 87
Total 76 510.56 71.32 202 536.07 69.34 ___
Adaptado de Gómez et al.,2005
En cuanto al número de productores, en el periodo 2004-2005 se estima que habían 80
664 productores dedicados a la producción orgánica en México, para el 2007 esta cifra se
incremento a 126 000 (Gómez et al., 2005; Schwentesius et al., 2007). (Tabla 3).
Tabla 3. Número de productores orgánicos y hectáreas por productor de las
principales entidades federativas en México. (2004-2005).
ESTADO
NUMERO DE
PRODUCTORES
Superficie
(has)
HECTAREAS/
PRODUCTOR Número %
Chiapas 36 141 44.82 86 384.36 2.39
Oaxaca 20 331 25.23 52 707.85 2.59
Tabasco 6 176 7.66 16 628.86 2.69
Jalisco 3 173 3.93 13 202.34 4.16
Veracruz 3 005 3.73 5 887.32 1.96
Total 68 826 85.37 174 810.73 ____
Adaptado de Gómez et al.,2005
Respecto a la importancia social de la participación de productores en la agricultura
orgánica por superficie, se estima a nivel nacional que el 58% son productores indígenas,
para el caso de Chiapas esta cifra se eleva a más del 70%, predominando los grupos
Étnicos, Tzeltal, Tzotzil, Chol y Tojolabal (García, 2002).
En cuanto a la superficie de producción pecuaria orgánica por entidad federativa
Gómez et al.,(2005:49) estimó más de 15 000 has., siendo los Estados de Veracruz,
Tabasco, Tamaulipas, Chiapas y Sonora los más importantes.
290
Para el caso de Chiapas, Ruiz-Rojas (2007) señala que en la entidad se dedican
alrededor de 3000 has. a la ganadería bovina orgánica, destacando la región centro (en la
producción de leche) y norte (en la producción de carne). En la región norte de Chiapas
sobresalen los municipios de Pichucalco y Salto de Agua, en la región centro, el municipio
de Tecpatán, en donde se encuentran 125 ranchos que producen al rededor de 12 mil litros
diarios de leche. En este municipio existen básicamente cuatro grupos de productores en
etapa de transición a certificarse como orgánicos, estos son: (i)Grupo de Productores de
Leche de Malpaso, (ii)Productores de Leche la “Pomarosa”. (iii)Productores de Leche de
Tecpatán y (iv) Productores de Leche del Grijalva. La mayor parte de ellos se asociaron
recientemente para formar la Cooperativa de Productores Orgánicos Mezcalapa, con la
finalidad principal de capacitarse y buscar mejores alternativas de comercialización de su
producto.
Referente a la miel, Gómez et. al.,(2005) estimó en 51, 890 el numero de colmenas
orgánicas existentes en México, siendo Chiapas, la entidad federativa más importante,
seguida de Quintana Roo y Yucatán, las cuales en su conjunto participan con el 76.65% del
total de colmenas (Tabla 4).
Tabla 4. Principales entidades en México con el mayor número de colmenas orgánicas (2004-2005).
Estado
Número de colmenas
Participación respecto al
total nacional (%)
Chiapas 30 336 58.46
Quintan Roo 5 800 11.18
Yucatán 3 640 7.01
Total
39 776
76.65
Adaptado de Gómez et al.,2005
En cuanto a la producción nacional de miel orgánica, esta se ha estimado en más de dos mil
toneladas anuales, siendo Chiapas el que produce el mayor volumen (Tabla 5).
291
Tabla 5. Principales entidades productoras de miel orgánica en México (2004-2005).
Estado
Toneladas
Participación respecto al total
nacional (%)
Chiapas 954.65 46.00
Quintan Roo 334.00 16.00
Morelos 260.00 13.00
Total
1 548.65
75
Adaptado de Gómez et al., 2005
Referente a las UPO y número de productores de miel orgánica en México, se ha
estimado en 24 las UPO y en 2,461 los productores, sobresaliendo en estos rubros Chiapas
y Veracruz (Tabla 6).
Tabla 6. Unidades de producción y número de productores de miel orgánica de las tres principales entidades federativas en México (2004-2005).
Estado
Unidades de
Producción
Productores
Número
Participación
con respecto al
total (%)
Número
Participación
con respecto
al total (%)
Chiapas 9 37.5 1 791 72.78
Veracruz 4 16.7 153 6.22
Yucatán 3 12.5 111 4.51
Total
16
66.7
2 055
83.51
Adaptado de Gómez et al., 2005
Es importante mencionar que la mayor parte de la miel producida tanto en México como en
Chiapas se exporta a granel principalmente a países como Alemania, Italia, Holanda,
Bélgica y Estados Unidos.
292
Desarrollo de la agricultura orgánica en Chiapas
Contexto estatal
Chiapas es el Estado más al sur de la republica mexicana, el cual tiene grandes riquezas
naturales y también grandes desequilibrios sociales, algunos la han llamado “la frontera
olvidada de México”. Tiene una población superior a cuatro millones de habitantes y una
extensión territorial de 75 634 Km2 . Ocupa el octavo lugar a nivel nacional por su extensión
y representa el 3.7% de la superficie total del país. En la entidad existen 21 102 localidades
con una gran diversidad cultural, religiosa, educativa, de tradiciones y lingüística, la mayoría
de las cuales viven de la agricultura y la ganadería, cuyos bajos ingresos las han mantenido
entre las más pobres y marginadas del país. Casi un millón de chiapanecos son indígenas,
muchos de los cuales no saben leer ni escribir y ni siquiera hablan el español (Paz, 2006a).
El estado está integrado por 118 municipios los cuales se han agrupado en nueve
regiones socioeconómicas: Centro, Altos, Fronteriza, Frailesca, Norte, Selva, Sierra,
Soconusco e Istmo-Costa (Orozco, 1994; Paz, 2006a).
En Chiapas existen 760 mil unidades de producción rural (agrícola, ganadera y
forestal) que cubren una extensión aproximada de dos millones de hectáreas, en los que
trabajan casi medio millón de productores. El cultivo básico es el maíz, con muy bajos
rendimientos (alrededor de 800 kg/ha). En cuanto a la actividad pecuaria, la de mayor
relevancia es la cría de ganado bovino de doble propósito, el cual alcanza una población
mayor de tres millones de cabezas, que producen 93 mil toneladas de carne y 300 millones
de litros de leche al año (Paz, 2006b).
Ante la falta de industrialización en el estado, la generación de ingresos sigue
basándose en actividades relacionadas con el sector agropecuario y en la explotación de
recursos naturales. Cerca del 45% del PIB estatal está concentrado en las actividades
relacionadas con el campo, la ganadería ocupa el 33% y la agricultura el 19% del territorio
estatal y absorbe el 60% de la población económicamente activa (Paz, 2006b).
Lo anterior demuestra la evidente importancia económica y social que tienen las
actividades agropecuarias en la entidad; por lo que, el impulso de este sector ayudaría a
combatir la pobreza en la que viven muchas familias del campo, lo cual está propiciando una
creciente migración a los Estados Unidos y a diferentes entidades del país.
Chiapas orgánico
Chiapas tiene importantes ventajas como productor de alimentos orgánicos en comparación
con otras entidades y países, las cuales no se han aprovechado adecuadamente. Cuenta
con condiciones agroecológicas favorables, abundantes riquezas naturales como agua,
293
tierra y biodiversidad; tradición en la producción agropecuaria, potencial humano y una
posición geográfica estratégica al ser la puerta de entrada a Centro y Sudamérica.
Existen espacios en los que se pueden cultivar un sinnúmero de especies vegetales
y animales, además de productos que ya cuentan con un reconocimiento internacional, ya
que en Chiapas se han realizado tres Exposiciones Nacionales de Productos Orgánicos,
cinco Exposiciones Internacionales de Productos no Tradicionales, tres Foros Regionales de
Intercambio de Experiencias en Agricultura Orgánica y dos Ferias Estatales Orgánicas.
En el 2005 se identificaron a 224 organizaciones que agrupaban a 56 mil productores
dedicados al cultivo orgánico en las diversas regiones de la entidad, a las cuales se
dedicaban más de 80 000 hectáreas y producían 20 diferentes productos orgánicos. (Leijen
y Escobar, 2005). Actualmente estas cifras ya se han incrementado.
Según el Gobierno del Estado (2008), el 30.4% de estas organizaciones se dedica al
café y el 87% de la superficie certificada corresponde a este grano, el cual se cultiva
principalmente en las Regiones Soconusco y Sierra. En este contexto, a Chiapas se le ha
considerado como el principal productor y exportador de café orgánico en el mundo. Otros
cultivos orgánicos importantes de exportación en Chiapas son el cacao, el plátano y la miel.
(Tabla 7).
Tabla 7. Productos orgánicos y organizaciones existentes en Chiapas.
No
Producto
Número de organizaciones
Total %
1 Café 180 80.4
2 Cacao 15 6.7
3 Plátano 2 0.9
4 Miel 2 0.9
5 Mango 2 0.9
6 Lombricomposta 2 0.9
7 Hortalizas 2 0.9
8 Coco 1 0.4
9 Chayote 1 0.4
10 Diversos
productos
17 7.6
TOTAL
224
100.0
(Gobierno del Estado de Chiapas. 2008)
294
Aunque en menor proporción, existen otros cultivos orgánicos como: mango, papaya,
hortalizas, piña, jamaica, coco, cacahuate, ganadería bovina de carne y leche, etc. En total
se estima que son 23 los productos orgánicos (agrícolas y pecuarios) que se cultivan en
Chiapas, de los cuales el 90% es para exportación. En la mayoría de los casos estos
productos se comercializan con poco o ningún valor agregado. Si hablamos por Regiones
Socioeconómicas, la mayoría de las organizaciones, se encuentran en las regiones del
Soconusco, Selva y Centro. Estas tres regiones concentran alrededor del 51% del total de
las organizaciones productoras de alimentos orgánicos (Gobierno del Estado de Chiapas,
2008).
Reflexiones sobre el impacto de la producción orgánica
Como mencionamos, la producción orgánica en Chiapas la realizan principalmente
pequeños productores, la mayoría de ellos indígenas, para los cuales esta actividad
representa una alternativa real para combatir la pobreza y marginación en la que han vivido
por generaciones.
Las reflexiones respecto al impacto de la producción orgánica en la entidad coinciden
con las propuestas del Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (IFAD, 2007) y son
básicamente las siguientes:
La adopción de métodos o sistemas de producción orgánicas tiene consecuencias
positivas en la economía de los pequeños productores, quienes actualmente obtienen
mayores ingresos netos en comparación con su situación anterior. La sostenibilidad de estos
efectos dependerá de varios factores, como la capacidad de aumentar los rendimientos por
hectárea y/o por unidad de producción, y también la futura evolución de los precios de los
productos orgánicos tanto a nivel nacional como internacional.
En el proceso de transición a producción orgánica certificada, la evolución de los
costos de producción depende mucho de las características productivas utilizadas
anteriormente por los productores. Aquellos que han aplicado sistemas de producción y
tecnologías convencionales más cercanas a los sistemas y tecnologías orgánicas,
inicialmente experimentan un aumento en los costos de producción debido a que deben
introducir mejoras en sus tecnologías agroecológicas. La mayor parte de las tecnologías
introducidas se refiere al uso intensivo en la mano de obra (simple y calificada) y en
construcciones y equipamiento que son requeridas a fin de cumplir con la normatividad
vigente.
295
Respecto a los rendimientos, aquellos productores que han utilizado sistemas de
producción más cercanos a lo orgánico deben experimentar un aumento en el rendimiento
por hectárea cuando pasan a emplear integralmente métodos de producción orgánica. Por el
contrario, aquellos que han aplicado insumos químicos, con una alta dependencia externa,
obtienen rendimientos menores durante los primeros años de adopción.
Sin embargo, todos los alimentos orgánicos certificados deben obtener mayores
precios que los convencionales con características similares localizados en la misma región;
si esto no ocurre, el desestímulo para los agricultores es enorme, ya que la producción
orgánica requiere de más trabajo, sacrificios y búsqueda constante de alternativas
productivas.
En Chiapas, los pequeños productores tienen una importante aproximación a la
agricultura orgánica. Esto podría tener ventajas comparativas ya que de alguna manera y
por diversas razones (económicas, culturales etc,) su producción es más o menos
“orgánica”, no utilizando insumos químicos o haciéndolo en pequeñas cantidades y
asociando frecuentemente sus cultivos a bosques naturales y/o combinándolos con otras
especies o cultivos.
De esta manera la producción orgánica resulta relativamente más fácil dado que hay
que realizar mejoras de forma marginal o complementaria a las tecnologías que ya aplican.
Adicionalmente estos pequeños productores no experimentan una mayor incidencia de
plagas en sus cultivos cuando pasan a producir en forma orgánica. Por el contrario, los
productores de mayor tamaño y más capitalizados, que utilizan tecnologías basadas en
insumos químicos y dependencia externa, generalmente enfrentan mayores dificultades al
pasar a la producción orgánica, debido a que es necesario aprender tecnologías
agroecológicas diferentes y sus cultivos pueden estar inicialmente más afectados por plagas
y enfermedades (los agroquímicos debilitan a las plantas).
Por último, las tecnologías de producción orgánica exigen inversiones relativamente
bajas y son intensivas en el uso de mano de obra, precisamente el factor de producción que
más disponen los pequeños agricultores. La agricultura orgánica también tiene efectos
positivos en la salud de los pequeños productores y de los asalariados rurales, así como en
el medio ambiente. Una buena parte de los productores orgánicos o en transición suelen
manifestar su preocupación por los posibles efectos del uso previo y prolongado de
agroquímicos sobre su salud y la de su familia. Este ha sido uno de los factores
determinantes para adoptar métodos orgánicos de producción. Muchos de ellos han
utilizado tecnologías amigables con el medio ambiente aún antes de entrar en el proceso de
296
certificación como orgánicos; por ejemplo, no talando árboles, no realizando quemas,
protegiendo los bosques naturales y empleando bajos niveles de insumos químicos.
Los sistemas orgánicos ayudan a conservar los bosques naturales y a la diversidad
biológica, caracterizados por un alto número de especies, árboles, aves, insectos etc. Estos
sistemas traen consigo mejoras adicionales utilizadas en la recuperación y conservación de
suelos que muchos de los agricultores no han utilizado anteriormente. Lo anterior sugiere
que deberían realizarse esfuerzos para que los pequeños productores involucrados
recibieran alguna forma de pago por los servicios ambientales implícitos en estos sistemas
productivos.
No todos los pequeños agricultores tienen las mismas condiciones para adoptar la
producción orgánica. Su éxito depende en gran medida de sus propias características, en
especial las tecnologías y los sistemas de producción que han aplicado anteriormente y las
particularidades del productor y su familia. Como ya lo mencionamos, los agricultores que ya
producen utilizando prácticas más o menos orgánicas encuentran más fácil y menos costoso
cumplir con los requisitos de certificación, ya que sólo tienen que introducir cambios
menores en las tecnologías productivas y su rendimiento por hectárea o por animal no
disminuyen como en aquellos que han utilizado intensivamente insumos químicos.
Adicionalmente, los pequeños agricultores orgánicos con más disponibilidad de mano
de obra familiar enfrentan más fácilmente la mayor demanda del trabajo requerido en la
producción orgánica.
Problemática actual
Entre los principales problemas respecto a la producción de alimentos orgánicos en Chiapas
encontramos los siguientes:
El 95% de los alimentos orgánicos producidos en la entidad son para exportación o
para otros mercados nacionales, el resto se vende como convencional y muy poco
se va a los mercados locales o se utiliza para el autoabasto.
La mayoría de los agricultores orgánicos son de bajos recursos (indígenas,
ejidatarios y pequeños productores), con escasa escolaridad, poco o nula
infraestructura que venden su producto a granel para que otros lo procesen y
obtengan mayores ganancias. No llevan registros adecuados del proceso de
producción (sistema interno de control) y sólo unas cuantas organizaciones han
alcanzado un grado de consolidación importante.
Los productores no reciben una capacitación constante ni planificada y carecen de
fuentes de financiamiento que les permita capitalizarse y reinvertir recursos al
297
sistema que les ayude a mejorar la calidad de sus técnicas de producción, transporte
y procesamiento.
El sector oficial mexicano no ha implementado los reglamentos legales que normen
la actividad orgánica; por lo que pueden aparecer en el mercado productos
etiquetados como orgánicos que no reúnan cabalmente los requisitos establecidos.
Conclusiones
La producción de alimentos orgánicos en Chiapas es una actividad económica cada vez de
mayor trascendencia ya que la realizan principalmente grupos de campesinos indígenas de
comunidades pobres. Esta actividad les ayuda a su sobrevivir por que obtienen productos
para el autoabasto e ingresos por la venta de algunos excedentes de la producción.
A continuación se proponen algunas alternativas que son necesarias para un mejor
desarrollo de esta actividad:
- Establecer estrategias para el manejo poscosecha y la transformación de materias primas
en productos procesados que permitan darle un valor agregado.
- Desarrollar paquetes tecnológicos sencillos que permitan incrementar la disponibilidad de
estos productos en el mercado regional y nacional.
- Difundir las ventajas nutricionales y sociales que tiene el consumo de alimentos orgánicos,
lo cual incrementará su demanda y como consecuencia, se estimulará la producción.
- Demostrar y convencer a los tomadores de decisión de las instituciones para que
instrumenten programas tendientes a mejorar la calidad del proceso de obtención,
transformación y distribución de los productos agropecuarios y sus derivados.
- Promover el cumplimiento de todos los requisitos para que un número mayor de
organizaciones productivas se certifiquen como orgánicos.
- Crear redes de valor que integren en las diferentes etapas de la cadena productiva a los
pequeños y medianos productores a fin de ser más competitivos y así poder incursionar en
mercados alternativos.
- Se requiere una política institucional que apoye el desarrollo de la agricultura y la
ganadería orgánica en Chiapas, mediante apoyos financieros específicos para el sector
orgánico a fin de desarrollar proyectos productivos que lo impulsen.
-Establecer programas permanentes de asesoría y capacitación para los pequeños
productores a fin de que transiten de la agricultura y la ganadería tradicional actual de
subsistencia, a una orgánica que sea competitiva comercialmente.
298
- Implementar la reglamentación requerida por la legislación Federal y Estatal de productos
orgánicos promulgadas desde el 2006 a fin de mantener la confianza de los consumidores,
lo cual favorecerá el crecimiento y consolidación del mercado nacional.
En México, ante un sector rural impactado por condiciones meteorológicas,
económicas y sociales y un deterioro creciente de los recursos naturales, es necesario
emprender acciones productivas alternas que estén en armonía con el ambiente, como es
entre otras, el desarrollo de la agricultura orgánica. Actualmente ya se ofrece una diversidad
de productos certificados, mismos que actualmente tienen como destino principal el
mercado exterior y a los cuales se les paga un sobreprecio de 20 a 40% en promedio. En el
país hay productos orgánicos que tienen un sobreprecio mayor al 100% (Medel, 2007).
En Chiapas la producción de alimentos orgánicos juega un papel cada vez más
importante en la economía campesina; por lo que, el impulso que se le puede dar a este
sector resulta ser de gran pertinencia social; ya que además de ofrecer alimentos nutritivos,
inocuos y de calidad, es una alternativa real para mejorar el nivel de vida de las familias del
campo, combatir la pobreza, la marginación, la exclusión y la falta de oportunidades que
existe en el sector rural, el cual tradicionalmente ha sido marginado.
Por otro lado, si la actividad agropecuaria pretende permanecer viable, en expansión
y con futuro deberá encaminarse hacia una producción que aproveche el potencial que
ofrece la naturaleza, reduzca los impactos ambientales y genere alimentos con el más alto
estándar de calidad producidos amigablemente con la naturaleza.
Finalmente, es importante mencionar que el desarrollo sustentable es hoy en día una
prioridad mundial y la agricultura orgánica desempeña un papel central para alcanzarlo,
sobretodo en la producción de alimentos, la conservación de los recursos renovables y la
biodiversidad, la prevención de la contaminación del agua, suelos, aire y personas, así como
en el combate a la pobreza y la marginación rural; por lo que, los aportes que proporcione
este sistema de producción, contribuirá a lograr estos objetivos.
299
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302
Alternativas sociales frente a la crisis global
Carlos Cortez Ruiz1
Introducción
Desde hace décadas, en América Latina se lleva a cabo un debate sobre las vías y formas
adecuadas de enfrentar los rezagos históricos y las desigualdades que marcan a nuestras
sociedades. La crisis actual en sus múltiples expresiones plantea la necesidad de
profundizar el debate y de colaborar en la búsqueda de alternativas, particularmente las
dirigidas hacia los sectores sociales y regiones con menores niveles de desarrollo humano.
Los impulsores de la globalización neoliberal aprovechan ya la actual crisis para demandar
nuevas acciones orientadas a avanzar en la privatización y concentración de los recursos
naturales, el poder y el conocimiento, a pesar de que los efectos perniciosos del modelo,
han sido ampliamente documentados. Por otra parte, frente a la profundidad y complejidad
de la crisis, múltiples actores han asumido posiciones críticas, elaborado propuestas y
buscando generar alternativas para enfrentar los procesos de la globalización, por ejemplo
en espacios como el Foro Social Mundial. Ahora, frente a la dimensión de la crisis las
propuestas surgidas desde los actores sociales cobran un nuevo significado y plantean la
necesidad de potenciarlas como base para alternativas más amplias.
En este trabajo nos referiremos a diferentes formas de respuesta frente al modelo
neoliberal que se han mantenido y desarrollado en México a lo largo de los últimos años,
como base para resistir y construir alternativas. Ponemos énfasis en experiencias, gestadas
particularmente desde los actores rurales, orientadas no sólo la reproducción de las
condiciones de vida, sino en aquellas que evidencian la existencia de una creciente
conciencia y capacidad de acción para demandar el cumplimiento de derechos sociales,
económicos, políticos y culturales que garanticen una ciudadanía amplia.
Consideramos que frente a la dimensión de la crisis, las propuestas surgidas desde
los actores sociales cobran un nuevo significado y plantean la necesidad de potenciarlas
como base para alternativas más amplias, de ahí la importancia de reflexionar sobre el
carácter y significado que tienen estas experiencias. En la mayoría de los casos
presentados a lo largo de este trabajo, han existido diferentes relaciones y papeles
cumplidos por agentes externos a los propios actores sociales. Los diferentes niveles de
gobierno (federal, estatal, inclusive municipal) han tenido un papel en el desarrollo de
algunas iniciativas tanto para promoverlas y apoyarlas como para establecer limitaciones de
diferentes tipos. Otras instituciones como la Iglesia, particularmente los sectores vinculados
1 Universidad Autónoma Metropolitana; [email protected]
303
a las organizaciones y movimientos sociales, han tenido un papel importante en el desarrollo
de algunas iniciativas. Asimismo, organismos no gubernamentales, instituciones académicas
y diferentes instancias de apoyo han colaborado de diferente forma al desarrollo de algunas
de éstas experiencias.
La crisis y sus implicaciones. El nuevo embate para impulsar el modelo neoliberal
En las últimas décadas, en el marco de la globalización neoliberal, se han llevado a cabo un
conjunto de acciones orientadas a promover la reestructuración agraria y un modelo
productivo cada vez mas especializado que privilegia los bienes de exportación a costa de
los destinados al mercado interno. En esta perspectiva se ha impulsado una
reestructuración basada por una parte en la adecuación del marco legal para posibilitar la
privatización y concentración de los recursos naturales (tierras, aguas, bosques) y por la
otra en el retiro de la intervención estatal en la producción, la distribución y el consumo
agropecuario. Los impulsores de la globalización neoliberal pretenden aprovechar la actual
crisis para demandar nuevas acciones orientadas a avanzar en la privatización y para
profundizar el modelo de gobernancia internacional que restringe el significado de
soberanía, la subordina a un sistema de producción y consumo que opera a nivel mundial y
es controlado por un número cada vez mas pequeño de empresas y grupos de poder
económico.
Es indudable que los cambios impulsado en los últimos lustros, han impactado en
múltiples sentidos los procesos sociales, económicos, ecológicos, políticos, y culturales en
las regiones rurales, han implicado cambios en la estructura agraria y productiva, en las
condiciones en que actúan las unidades productivas afectando las condiciones de vida, de
trabajo e ingreso de amplios sectores de la población rural. Asimismo, han modificado los
escenarios en que se mueven los principales actores sociales, sus intereses y formas de
acción, así como su capacidad de responder a las transformaciones y a la forma en que
estas se llevan a cabo.
En el terreno político, los cambios señalados han derivado en transformaciones en la
forma de la relación del Estado con la Sociedad. Presentados como la expresión de una
relación más autónoma para la población rural, en realidad los cambios en la acción estatal
se han orientado a mantener os esquemas que benefician a un pequeño sector de
empresas, principalmente trasnacionales y a amortiguar los efectos sociales del modelo de
acumulación.
Así, los cambios en las políticas agropecuarias han sido acompañados de
modificaciones en la política social, destacando el abandono de los programas sociales de
cobertura universal y la sustitución por políticas selectivas y focalizadas. Un modelo que
exige el desmantelamiento de los sistemas de seguridad social, imponiendo una visión
304
restringida sobre los derechos ciudadanos. En estas condiciones, inclusive compromisos
como las Metas del Milenio se presentan ahora como difíciles de cumplir.
Si desde el punto de vista económico ha imperado la idea de que el mercado debe
ser el único mecanismo de regulación de la vida social y de asignación eficiente de los
recursos, desde el punto de vista político la perspectiva dominante ha sido la de privilegiar la
seguridad del Estado sobre la seguridad del pueblo. Esto se expresa en el uso de recursos
públicos para amortiguar los efectos sociales del ajuste, especialmente para mantener el
control policíaco y militar sobre la población particularmente de las regiones rurales más
pobres del país y especialmente sobre quienes han evidenciado su oposición al modelo
neoliberal como demuestran los casos mas recientes de Chiapas, Atenco y Oaxaca.
Los efectos perniciosos del modelo, han sido ampliamente documentados (Boege,
2007; Calva, 2007; Cortez, 2007) y nos muestran que los saldos son completamente
desfavorables, ya sea que se evalúen considerando los aspectos estrictamente comerciales,
como la creciente dependencia de las importaciones de alimentos; que se considere el
incremento de la emigración y la perdida de vidas humanas de mexicanos que buscan
trabajo en los Estados Unidos; o que se muestre la perdida de recursos fitogenéticos de
importancia mundial como resultado de la lógica depredadora del modelo productivo.
Frente a la profundidad y complejidad de los efectos señalados, en los últimos lustros
se ha dado una creciente demanda de cambios, múltiples actores han asumido posiciones
críticas, elaborado propuestas y buscado generar alternativas para enfrentar los procesos de
la globalización. Las exigencias se han hecho de múltiples formas y a diversos niveles,
desde las que se refieren al ámbito local hasta las que demandan cambios políticos
fundamentales en la sociedad mexicana y en el modelo económico. Múltiples actores se han
expresado y han asumido posiciones críticas y han elaborado propuestas y alternativas para
enfrentar los problemas que se están dando en las regiones rurales.
Desde movilizaciones nacionales para exigir la renegociación del TLCAN y la
modificación de las políticas hacia el campo dictadas desde los organismos internacionales,
hasta la cotidiana resistencia de miles de productores que buscan opciones de muy
diferente nivel para mantener una producción que garantice la seguridad alimentaría a nivel
familiar, local y regional. Desde acciones llevadas a cabo por comunidades y ejidos para
defender la tierra y los recursos naturales frente a los intentos de despojo, hasta los
procesos organizativos para comercializar la producción a través de esquemas de mercado
justo. Pero las acciones sociales incluyen también las orientadas a garantizar la satisfacción
de necesidades como la educación, la salud e inclusive a establecer modelos de seguridad y
justicia apoyados en la organización local y regional. Estas acciones se reflejan en cambios
en las estrategias de reproducción social a nivel familiar, en la gestación de alternativas
305
organizativas para enfrentar las desigualdades sociales, en nuevas formas de gestión de los
recursos naturales basadas en formas comunitarias y de tipo cooperativo.
¿Resistencias locales, alternativas globales?
¿Tiene sentido identificar experiencias que desde el ámbito local y regional considerando
que constituyen muestras de que es posible generar alternativas en un contexto tan
desfavorable como el que hemos mencionado someramente? De ser así, ¿Cómo valorar
éstas experiencias sin caer en visiones románticas de que es posible enfrentar la crisis
civilizatoria de nuestra sociedad, o de que desde lo local es posible resistir ante un modelo
económico concentrador, excluyente y depredador?.
Por supuesto que estas experiencias no pueden analizarse aislándolas de las
condiciones y relaciones sociales, económicos, culturales y políticas existentes a nivel
nacional e internacional; incluyendo el papel que el Estado juega y el carácter de las
políticas públicas dirigidas al sector rural; la perspectiva sobre los recursos y sobre sus
formas de apropiación; así como las condiciones en que los mercados impactan las
relaciones sociales; las condiciones de reproducción social y las formas de ejercicio del
poder. Si es difícil referirse a resistencias, es mas todavía pensar en sacar lecciones y en
extrapolar sus elementos positivos.
Sin embargo, consideramos que en una época caracterizada por el sobre
dimensionamiento ideológico del papel del mercado como regulador de la vida social, es
importante identificar las formas que desde la sociedad se exploran y se buscan construir
nuevas formas de relación con la naturaleza a través de una producción sustentable; de
impulsar nuevos esquemas de mercado justo; de acciones orientadas a impactar
favorablemente las condiciones de vida de la población, experiencias que desde lo local
constituyen una resistencia al actual balance del poder. En este trabajo buscamos mostrar
que no sólo hay experiencias de resistencia sino que también hay lecciones que pueden
aprenderse de ellas. El ejercicio no es fácil pues pretende dar una idea de una resistencia
amplia a partir de la presentación de algunas experiencias desarrolladas principalmente
desde el ámbito local y regional aunque algunas de ellas tengan efectos a nivel nacional.
Lo primero sobre lo que hay que reflexionar es sobre el concepto mismo de
resistencia y de su significado en el marco de la globalización. Así para McMichael (citado
por Aboites et al, 2007, p.79), las nuevas modalidades de la globalización afectan las formas
con las cuales se desarrolla la resistencia en el marco de relaciones sociales
transnacionales, que se lleva a cabo al mismo tiempo en el nivel nacional y en el local;
indicando la emergencia de una resistencia basada en el localismo y articulada a nivel
global. Pero si pensamos en la resistencia no sólo como una forma de insertarse en el
presente, sino como una forma de actuar para lograr objetivos futuros, entonces el concepto
306
se amplía y se hace complejo pues hace referencia a la búsqueda de cambio en las
relaciones culturales, sociales, productivas, de género, así como al establecimiento de
mecanismos sociales que garanticen la sostenibilidad de estos procesos, pero también
puede referirse a la búsqueda de eficiencia técnica, productiva o económica. En ese caso
nos referimos a la resistencia como a la realización de acciones colectivas que buscan
desarrollar capacidades para responder a las necesidades humanas.
Las formas y las estrategias de resistencia frente a la globalización neoliberal,
incluyen diferentes formas de protesta que surgen en el nivel local y se vinculan con otras
formas de resistencia promovidas a través de redes regionales, nacionales r inclusive
internacionales. A través de la colaboración de organizaciones sociales y otros actores; se
impulsan formas de trabajo cooperativas; que promueven el aprovechamiento sustentable
de los ecosistemas. Experiencias que se reflejan en una diversidad de sistemas productivos
como aquellos que combinan soluciones tecnológicas tradicionales con otras innovadoras.
Si bien destacan las experiencias que buscan establecer modelos productivos y cambiar
relaciones comerciales, es importante destacar que estos procesos organizativos aparecen
cada vez mas vinculados a la reivindicación de derechos tanto individuales como colectivos.
En ningún caso las experiencias son el resultado de procesos armónicos o libres de
contradicciones y conflictos. La existencia de grupos de interés que promueven proyectos o
estrategias como las descritas, no niega la existencia de otros grupos que se contraponen,
que no aceptan las estrategias mencionadas, o que compiten por los recursos
institucionales. Sin embargo, lo que queremos señalar aquí es cómo desde estos procesos
de cambio locales y frente a su impacto en la vida social, se van configurado resistencias,
redes que permiten vislumbrar otras posibilidades de relación con la Naturaleza, el Estado y
la Sociedad.
La lucha por la tierra y los recursos
La lucha por la tierra y la defensa de los recursos es una de las más complejas y de mayor
continuidad. Una lucha que ha marcado la historia de México a lo largo de los siglos y que
no sólo expresa la resistencia al modelo de despojo y acumulación sobre el cual se ha
construido la sociedad mexicana sino el rechazo a una idea de modernidad en que la
promesa de libertad pretende reducirse al derecho a la propiedad individual, cerrando la
posibilidad a las formas de propiedad colectivas apoyadas en valores como la solidaridad.
Las reformas a las leyes agrarias de la década de los noventa fueron creadas para dar por
terminado el reparto agrario y para inducir la privatización de las tierras en manos de ejidos
y comunidades. A través de las políticas públicas se ha promovido la apropiación individual
de las tierras ejidales, como primer paso para la privatización buscando parcelar y ubicar
con exactitud las parcelas y predios urbanos en comunidades indígenas y ejidos. De
307
acuerdo con la información oficial (www.pa.gob.mx), existen en el país 27,460 ejidos y 2,400
comunidades de derecho, que en conjunto suman 29,860 núcleos agrarios con un poco más
de cien millones de has., es decir alrededor de la mitad del territorio del país, de los cuales
más del 90% se ha incorporado al PROCEDE.
La crisis económica y el retiro de los apoyos, del financiamiento y de la inversión
pública por parte del gobierno hacia el campo, a su vez, han orillado a muchos ejidatarios y
pequeños propietarios, a ceder en arrendamiento su tierra y en menor medida a venderla.
Un factor que ha presionado por la venta o renta de parcelas es la migración, a que se ven
obligados los habitantes de las regiones rurales ante la falta de opciones de trabajo, pero
que también resulta de los cambios en la percepción que los campesinos, particularmente
los más jóvenes, tienen sobre las tierras y los recursos. A pesar de las políticas
mencionadas, la privatización de tierras ejidales y comunales ha sido menos de lo esperado,
principalmente en los alrededores de las áreas urbanas. Lo que ha predominado es la renta
de tierras que se estima en el 6.4% del total, mientras que el 10.1% de la superficie se
otorga mediante préstamo y mediaría (Reyes, 2007, p.3).
En los últimos años ha sido creciente el reclamo y las acciones orientadas a
revindicar el derecho de las mujeres a la tierra. En estados como Chiapas diferentes
organizaciones no gubernamentales han apoyado las demandas y esfuerzos que desde sus
localidades muchas mujeres hacen para revindicar este derecho frente a visiones culturales
e intereses económicos que se los niegan.
Defensa del maíz, desde la producción para el autoconsumo hasta la defensa de la
biodiversidad
“Con una producción anual promedio de 20 millones de toneladas, México todavía es
autosuficiente en maíz blanco. Aunque… las cosechas que han crecido son los cultivos del
noroeste, sobre todo de Sinaloa; siembras de riego, intensivas en agroquímicos y de altos
rendimientos, que además acaparan los subsidios; en cambio, la producción maicera en
tierras de temporal y con menores rendimientos no ha dejado de disminuir. Así, el maíz
devino agro negocio empresarial mientras la milpa campesina se estancaba y retrocedía.”
(Bartra, 2007). Sin dejar de reconocer ésta tendencia, un importante porcentaje de los
campesinos mexicanos han mantenido la siembra maíz nativo en el policultivo que
denominan milpa, desarrollado la mayoría de las veces en tierras marginales, donde a
través de formas de producción intensivas se conserva y desarrolla la biodiversidad que
caracteriza al país. Esto explica porqué México es uno de los centros de origen y
308
diversificación de recursos fitogenéticos vivos más importantes del mundo (2), El ejemplo
mas conocido es el de los maíces nativos que se cultivan unos 2 millones 863 mil 500
hectáreas la mayoría en comunidades indígenas. De ellas, 2 millones 500 mil son de
temporal y en su conjunto se estima que 43% son laderas.
Uno de los movimientos más amplios y que ha convocado a una diversidad de
actores a nivel nacional es el de la defensa del maíz alrededor de la cuál se han realizado
diversas iniciativas y acciones. Desde los esfuerzos campesinos a nivel local para mantener
la producción de maíz, hasta las campañas promovidas a nivel nacional como la
denominada “Sin maíz no hay país y sin frijol tampoco” incluyendo las movilizaciones como
las que se llevaron a cabo en el marco del movimiento “el campo no aguanta mas”. Una
característica de muchas de estas experiencias es que desde ellas se valora cada vez más
la importancia de rescatar y aprovechar el conocimiento tradicional campesino e indígena,
no como una forma de volver al pasado sino como un elemento fundamental para lograr una
inserción en el nuevo sistema de relaciones productivas y comerciales. En las condiciones
agroclimáticas características del territorio mexicano, donde existen ecosistemas de gran
complejidad y suma fragilidad, la experiencia demuestra que las formas de producción
diversificada son más eficientes que las de tipo especializada en gran escala para garantizar
un aprovechamiento sustentable de la naturaleza. Si bien no hay evaluaciones del impacto
de las políticas neoliberales sobre la perdida de recursos, se señalan pérdidas importantes
del germoplasma, de los agroecosistemas y de los procesos intelectuales que sostienen la
agricultura campesina. Asimismo, actualmente un porcentaje importante de la agricultura
campesina hace cada vez mas uso de elementos industriales como fertilizantes, semillas
mejoradas, plaguicidas, acelerando el deterioro de esos recursos.
La producción campesina está orientada principalmente a la satisfacción de la
necesidad de alimentos para el consumo, que se complementa con algunos productos
comerciales entre los que destacan el café, la ganadería en pequeña escala realizada como
actividad de traspatio o la producción de artesanías. A estas actividades se añaden con un
mayor peso cada día las remesas enviadas por los migrantes que cumplen un papel
fundamental en la reproducción campesina. La disponibilidad de acceso a recursos y la
diversidad de condiciones ambientales en que se lleva a cabo la producción y de acceso a
los mercados, resulta en importantes variaciones entre los productores que se reflejan en
sus niveles de ingreso, de consumo y de condiciones de vida. El mantenimiento de la
(2) los recursos fitogenéticos abarcan, según zonas y agroecosistemas, distintas razas y sus variedades de maíces, frijoles,
calabazas, chiles, jitomates, tomates, quelites, quintoniles, huauzontles, epazote, acuyo, chayotes, chipile, verdolagas, amaranto, camotes, girasoles, chía, agaves, nopales, aguacates, algodón, frutas tanto tropicales y de áreas templadas, etcétera, pero, como han insistido diversos estudiosos de estos procesos (Barcenas, 2007. Boege, 2007), con el marco legal vigente – Ley de Bioseguridad y la Ley de Semillas -, cabildeado por las trasnacionales, se promueve la apropiación por éstas de los recursos genéticos y los conocimientos ancestrales además de que se establecen las condiciones para que las semillas nativas estén en riesgo de desaparición. La primera ley remite sus salvaguardas a un reglamento aún no aprobado, y la segunda criminaliza a los productores que intercambien simiente fuera de los procesos de certificación de origen.
309
producción campesina se da a pesar de no disponer de apoyos económicos ni técnicos, de
estar sometidos a esquemas de comercialización completamente desfavorables. Aun en
este escenario, son múltiples las experiencias de organizaciones que a lo largo del país
llevan a cabo acciones diversas para mantener la producción de maíz. Boege (2007, p.7)
menciona las siguientes experiencias; Grupo de Desarrollo Rural Integral Vicente Guerrero
en Tlaxcala, UNITONA en la sierra de Puebla, PNUD Península de Yucatán, Grupo Yaxkaba
Yucatán, Proyecto SAS GEA Sansekan Tinemi en Guerrero, Conservación in situ de maíces
nativos en el valle de Oaxaca.
Frente a las políticas claramente anticampesinas seguidas durante lustros y
específicamente frente a las negativas condiciones establecidas por el TLCAN, se han
llevado a cabo una diversidad de luchas por la defensa de la producción campesina,
exigiendo cambios en las políticas y la renegociación del mencionado tratado que desde
2008 significó la apertura total del sector agropecuario mexicano. Movimientos como “El
Campo o aguanta mas” o el mas reciente “sin maíz no hay país” representan el esfuerzo de
organizaciones sociales del campo con el apoyo de otros actores sociales que pugnan por la
protección del campo mexicano y especialmente de la producción de maíz.
Un ejemplo de estos esfuerzos es el Taller “El Régimen de Protección Especial del
Maíz en la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados”, auspiciado por
el Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria, en la
Cámara de Diputados en junio de 2006, donde se señalo que; “…nuestro país es el centro
de origen del maíz y que todo el territorio nacional es un centro de diversidad dada la
distribución actual de razas y variedades criollas de este cultivo; que el proceso dinámico de
domesticación continua del maíz se sigue llevando a cabo en el medio rural mexicano que el
maíz no es sólo un bien comercial sino una de las bases de la alimentación de los
mexicanos y constituye una expresión integral de la relación entre naturaleza y cultura de la
cual depende la subsistencia de una gran parte de la población rural de México a través de
cuyas actividades se fortalece el tejido social de las comunidades y los pueblos, así como la
conservación de la agrodiversidad; que las comunidades rurales e indígenas mexicanas han
creado a través de más de 300 generaciones la diversidad del maíz como un patrimonio y
un legado para la humanidad y que por ello estas comunidades constituyen el mejor
resguardo del acervo genético de las semillas de maíz; que la diversidad genética del maíz
nativo ofrece variedades especializadas que han demostrado su capacidad para adaptarse a
diferentes condiciones climáticas, tipos de suelo, resistir a plagas y enfermedades y
satisfacer diversas demandas para actividades culinarias, artesanales o industriales; esa
diversidad es un factor clave para la seguridad alimentaria de México en el futuro; que las
prácticas agrícolas y culturales, así como la forma de reproducción del maíz facilitan su
hibridación con variedades de maíz genéticamente modificadas con lo cual se incrementa
310
sustancialmente la incertidumbre en cuanto al impacto que se produciría en la constitución
genética y las características del maíz; que no se ha podido segregar a las variedades
transgénicas de las no transgénicas demostrando que incluso bajo condiciones estrictas de
regulación; que además de los impactos ambientales, económicos, sociales y culturales, la
introducción de maíz transgénico en México constituye un serio riesgo de perder la riqueza
genética del germoplasma como recurso público, al privatizarlo a través del sistema de
patentes controlado por las corporaciones transnacionales que buscan comercializarlos en
México; que dado que aún no se tiene datos firmes sobre la presencia de transgenes en las
razas criollas en todo el territorio nacional, es imprescindible impedir siembras en campos
abiertos bajo cualquier régimen pues será imposible distinguir el posible flujo génico de
éstas del flujo que ya pudo haber ocurrido. “
En ese mismo evento en que participaron representantes de organizaciones sociales,
académicos y representantes populares, se señaló que; “…el Régimen de Protección
Especial de Maíz debe ser concebido como un asunto de seguridad nacional que aplique el
enfoque y el principio precautorios, y garantice la conservación in situ y ex situ de
germoplasma; además de fomentar, desarrollar y hacer uso de la diversidad del maíz
mexicano; que debe construirse con la opinión de las comunidades rurales e indígenas y
con la participación de académicos, científicos, consumidores, productores y los diferentes
niveles de gobierno; que debe protegerse la diversidad del maíz adoptando medidas
derivadas de proyectos de investigación en bioseguridad y recomendaciones, entre otras,
como las presentadas en los documentos básicos y en el Informe “Maíz y biodiversidad: los
efectos del maíz transgénico en México. Conclusiones y recomendaciones” elaborados para
la Comisión para la Cooperación Ambiental de América del Norte, donde se señala….; que
dicho Régimen debe asegurar y destinar recursos para ejercer un monitoreo amplio,
independiente y plural sobre el estado de contaminación actual de las variedades de maíz
que existen en nuestro territorio y tomar medidas para revertirla; que el Régimen prohíba de
manera permanente dentro de nuestro país el desarrollo de productos industriales no
comestibles, de vacunas y proteínas experimentales de uso terapéutico que utilizan al maíz
como sistema de expresión; además de asegurar que no ingresen a territorio nacional
materiales reproductivos o vegetativos viables de estas líneas; que el Régimen debe
asegurar procesos y mecanismos que hagan llegar a todos los sectores de la sociedad
mexicana la información más relevante acerca del maíz transgénico; que el Régimen debe
reinstalar la moratoria al cultivo en campo abierto de maíz transgénico hasta que se
implemente un Programa Multidisciplinario de Protección de la Diversidad del Maíz
Mexicano.
311
Un ejemplo de esfuerzos realizados para defender este producto, es el de Nuestro
Maíz, proyecto de una red de organizaciones de pequeños productores de maíz que dispone
de una red de molinos y tortillerías a través de las cuáles se distribuye la tortilla elaborada
por maíz blanco en varios estados del país. De acuerdo con información de la Asociación
Nacional de Empresas Comercializadoras (ANEC, 2009), esta organización creada en 1995
agrupa a alrededor de 50,000 productores en 17 estados de la república con una red de
almacenamiento, transformación y comercialización de maíz, frijol, arroz, trigo y sorgo.
Producción orgánica y mercado justo
La producción de café constituye una de las actividades productivas importantes a nivel
nacional: por el valor de su producción y el número de productores involucrados constituye
la segunda actividad agrícola del país, con 684,840.82 has. dedicadas a la actividad, México
es el sexto productor mundial y el primero en producción de café orgánico. De acuerdo con
el Plan Rector del Sistema Producto Café, en la actividad participan cerca de medio millón
de productores, de los cuales alrededor del 60% trabaja menos de una hectárea, e involucra
a otros sectores como transportistas, comercializadores, productores de insumos, etc. por lo
que se estima que en conjunto la actividad genera alrededor de 4.5 millones de empleos.
Es uno de los principales productos agropecuarios de exportación, además de que
es fuente de trabajo e ingresos para un importante sector de la población rural mas pobre.
La importancia ecológica de este producto está en el hecho de que permite aprovechar
tierras cuyos usos para otros fines son limitados además de que por las características del
cultivo puede ayudar a la conservación de los suelos y al mantenimiento de la biodiversidad
en áreas sumamente frágiles. Una de las particularidades de la actividad es que involucra la
participación significativa de miles de productores indígenas ubicados en las regiones más
pobres del país. De los 411 municipios del país donde se produce café, 349 (es decir el
85% del total) son considerados de alta o muy alta marginalidad. Las experiencias de
organizaciones que han incorporado las prácticas agroecológicas muestran que esto no es
solo un problema técnico ni de conocimiento, sino de poder y de capacidad organizativa
para incorporar estas practicas dentro de procesos de desarrollo social. La cafeticultura es
desde sus orígenes una actividad vinculada al mercado internacional.
Las modificaciones en el marco internacional coincidieron con el retiro del Estado
mexicano en la producción cafetalera, que dio como resultado la desaparición del Instituto
Mexicano del Café que cumplía funciones de fomento y regulación de la producción
cafetalera. En 1993 se creó el Consejo Mexicano del Café A.C., encargado de manejar la
política hacia el sector y de ejecutar los programas de apoyo a la cafeticultura. En este
marco en el año 2002 se creó el Padrón cafetalero y se estableció el Programa de Fomento
Productivo. Tras casi dos décadas de iniciados los cambios internacionales y nacionales el
312
impacto de éstos es sumamente amplio. De acuerdo a los datos oficiales, durante las
últimas dos décadas la superficie dedicada a la actividad se redujo en un 10% mientras que
la población dedicada al sector se incrementó en un 80%. De acuerdo con el Consejo
Nacional de las Organizaciones de Productores de café (22 de noviembre 2005) la caída en
los precios del café en los primero años de la presente década, que se reflejó en que la
cosecha del ciclo 2004-2005 fue similar a la de tres décadas atrás, afectó severamente las
condiciones de vida de los productores.
Actualmente el sector se enfrenta a graves problemas, entre los que se pueden
mencionar: i) producción en pequeña escala con mínimas posibilidades de capitalización; ii)
bajos niveles de productividad y de calidad en referencia a los estándares internacionales;
iii) mínima participación de los productores en las fases de beneficio y exportación; iv)
cambios continuos en las políticas públicas con mínimos efectos favorables para la mayoría
de los productores; v) limitado acceso a servicios básicos e infraestructura en las zonas
cafetaleras y población en situación de pobreza y pobreza extrema; vi) ineficacia de los
programas de apoyo gubernamentales para revertir las condiciones anteriores.
Considerando la importancia de la actividad cafetalera del país, así como la
problemática asociada a su desarrollo durante las últimas décadas, el gobierno y diversas
organizaciones de productores firmaron en mayo de 2003 en el marco del Acuerdo Nacional
para el Campo (ANC), un programa especial para la capitalización y fomento productivo de
la cafeticultura mexicana. Ante el deterioro institucional, la menor participación estatal
señalada por las organizaciones de productores y la poca capacidad de atención a las
demandas de los productores, en la mayoría de las regiones cafetaleras del país se llevaron
a cabo movilizaciones para exigir el establecimiento de políticas adecuadas a las
condiciones de los productores nacionales. En diciembre de 2005, se firmó un acuerdo, en
el que SAGARPA se comprometió a modificar la banda de recuperación del Fondo de
Estabilización; a ejercer recursos de varios programas, y a revisar y acordar en enero del
2006 la instrumentación de los programas para ese año. Se acordó también que se
constituiría una figura jurídica del Comité Nacional del SPC.
A lo largo de las últimas décadas han surgido un importante número de
organizaciones de pequeños productores campesinos que desarrollan actividades para
mejorar su producción y para buscar el acceso a mercados para su producto. Numerosas
organizaciones de indígenas y mestizos en diferentes estados del país pero muy
destacadamente en Chiapas, Oaxaca y Puebla buscan impactar positivamente el nivel de
vida de las comunidades cafetaleras. Con el esfuerzo, experiencias y desarrollo de
capacidades, los pequeños productores de café avanzan en la construcción de empresas
sociales que buscan ser autosuficientes, democráticas y solidarias. Con el impulso a la
producción orgánica de café se pretende asimismo disminuir los efectos negativos sobre el
313
medio ambiente mientras que a través del mercado justo se busca obtener mejores precios
por la producción orgánica en el mercado internacional. Un número creciente de
organizaciones que trabajan en el área del café orgánico comercializan en el mercado
internacional a través del denominado Comercio Justo o Alternativo. Al comercializar bajo
estas prácticas se logra una revaloración del producto, y se obtiene un sobreprecio. En
muchos casos, el ingreso proveniente de la comercialización de café a través del mercado
justo, es uno de los principales recursos económicos para la reproducción de la economía
campesina.
Agricultura orgánica y mercado justo constituyen una opción para que miles de
pequeños productores campesinos tengan una opción de inserción en el mercado en
condiciones menos desfavorables. El comercio justo es un movimiento a través del cuál se
ha logrado que un número creciente de consumidores de alta capacidad de consumo en los
países mas ricos, este dispuesto a pagar un sobreprecio para apoyar la producción
sustentable de los pequeños productores campesinos. Se han creado redes como la
Coordinadora Mexicana de pequeños productores de Comercio Justo y la Coordinadora
Latinoamericana y del Caribe de pequeños productores. Sin embargo en los últimos años la
iniciativa del mercado justo ha empezado a utilizarse por empresas trasnacionales como un
medio para publicitarse y seguir obteniendo elevadas ganancias.
Además de la producción de café orgánico, en los últimos años se le ha dado
impulso a otros proyectos productivos con ese mismo carácter. Un ejemplo es el de la
producción de miel orgánica en estados como Yucatán, Chiapas, Oaxaca que se inició con
el apoyo para la instalación de colmenas a campesinos con objeto de que dispongan de
ingresos monetarios. A pesar de los avances logrados, una parte importante de la
comercialización continua siendo a través de intermediarios que pagan precios muy bajos.
De ahí que muchas organizaciones formadas por decenas o cientos de productores
empiezan a buscar comercializar directamente para obtener un mejor beneficio con la miel.
La capacitación para la comercialización, ha sido muy importante para abrir canales que
eviten el intermediarismo. De las ventas directas se avanza a la exportación. Hay un
número creciente de productores que se integran al mercado justo internacional con clientes
en Europa, en Estados Unidos de Norte América y en otras partes del mundo.
Un ejemplo este proceso es el de Productores Agropecuarios de la selva Lacandona,
“La Cañada” en el estado de Chiapas, formada en 1993. Esta organización agrupa alrededor
de 800 productores, incluyendo a mujeres socias como productoras ya sea porque son
viudas o solas. Su producción es de entre 300 a 350 toneladas anuales de la cual el 80% se
envasa y el 20 % se exporta. Las actividades de recolección y trabajo de la producción
apícola se basan en el trabajo colectivo y familiar. Consideran que si bien la exportación es
314
una buena opción no permite una buena capitalización si no tiene valor agregado por lo que
la opción es exportar miel envasada, con marca propia.
Actualmente una parte importante de la producción de miel está certificada como
producto orgánico. Las certificaciones a través de CERTIMEX se deben de cumplir para
acceder al mercado justo. El reto a que se enfrentan muchos de estos esfuerzos, es el de
reconocer el carácter ecológicamente apropiado de los sistemas campesinos, sin dejar de
reconocer sus limitaciones e insuficiencias, promoviendo el análisis, la comprensión y el
mejoramiento de estos sistemas a través de la incorporación de elementos de la tecnología
moderna.
La pugna por los recursos naturales: entre las Áreas Naturales Protegidas y los
modelos de aprovechamiento comunitario
Entre las preocupaciones y retos a que se enfrentan amplios sectores de la población rural
destacan los problemas de la pobreza y del deterioro medioambiental. Entre las expresiones
mas agudas de este deterioro destacan; la deforestación, la erosión de suelos, la
contaminación de aguas y la perdida de biodiversidad. A medida que se acentúa el deterioro
de las condiciones de vida de la población y se cierran otras oportunidades de obtener
ingreso, en las regiones campesinas mas pobres, aumenta la presión para la siembra de
autoconsumo se acentúan procesos de deforestación, sobre pastoreo y presión sobre los
suelos mas frágiles, acentuando serios problemas desde el punto de vista ambiental, social
y político.
En la perspectiva sobre el problema del deterioro de los recursos naturales sigue
predominando una especie de determinismo ambiental en que la pobreza es considerada
como el factor fundamental en este deterioro. La ecuación simple es que la pobreza
campesina da como resultado el incremento de la presión sobre los recursos naturales
(bosques, tierra, agua, biodiversidad) y su consecuente deterioro cuando en realidad la
situación es el resultado en gran medida de políticas gubernamentales y de relaciones de
exclusión y explotación que han colocado a esta población en situación crítica obligándola a
llevar a cabo prácticas que deterioran su ya de por si limitada disponibilidad de recursos.
Las diferentes perspectivas entre las instituciones de gobierno y la población rural
sobre el manejo y protección de los recursos naturales se expresan a muchos niveles. Las
políticas gubernamentales se orientan por una parte a facilitar la apropiación privada de
importantes recursos naturales y por la otra a controlar las decisiones de las poblaciones
locales sobre sus recursos, particularmente en las regiones de mayor biodiversidad. Frente
a estas definiciones, las comunidades y ejidos propietarias de los recursos, evidencian su
oposición ya sea por la vía de no participación en los programas gubernamentales o a través
de movilizaciones de rechazo, aunque sin dejar de aprovechar los limitados recursos
315
aportados por algunos programas gubernamentales, pero también a través del desarrollo de
proyectos a escala local y regional orientados al aprovechamiento sustentable de los
recursos.
En las últimas décadas del siglo XX, el gobierno mexicano implantó la política de
protección al ambiente, mediante el establecimiento de Áreas Naturales Protegidas (ANP),
lo que significó la modificación del marco institucional y las reglas de acceso, uso y control
de tierras. La mayoría de las ANP’s se establecieron en tierras en posesión o usufructo de
comunidades campesinas e indígenas. Como señala Frausto (2005, p. 159) “Esta
determinación obedece a dos lógicas principales: la primera es que parte importante de las
reservas naturales todavía están ubicadas en zonas remotas “poco alteradas”, dotadas
anteriormente a comunidades marginadas por ser tierras de “bajo valor”. La segunda refiere
concepciones sobre las áreas naturales que sostienen la necesidad de mantener intacta la
naturaleza, sin atender las implicaciones sobre las comunidades campesinas e indígenas.
Hay que señalar que algunas de estas concepciones adjudican a los campesinos una parte
importante de la responsabilidad del deterioro ambiental.”
El establecimiento, instrumentación y operación de las ANP ha dado origen a una
diversidad de conflictos, y negociaciones con los habitantes y propietarios de las tierras. En
la mayoría de los casos los propietarios, ejidos y comunidades principalmente, no han sido
tomados en cuenta ni en la fase de conceptualización ni mucho menos en la operación de
las ANP, a pesar de que en la propuesta del modelo se establece que permitiría integrar a la
población local en la conservación y el desarrollo sustentable, en realidad se han
establecido reglas y condiciones con severas restricciones al acceso, uso y control de los
recursos naturales por parte de comunidades y ejidos, aun cuando tengan sus derechos
agrarios reconocidos, lo cual ha dado origen a una diversidad de conflictos.
En los últimos lustros se ha desarrollado otra perspectiva sobre la problemática del
deterioro ambiental, sobre sus causas y posibles soluciones. A lo largo del país diversas
organizaciones sociales llevan a cabo iniciativas para garantizar el uso sostenido de sus
recursos naturales en el marco de procesos de desarrollo local y regional promoviendo el
uso de prácticas agroecológicas. Frente a los procesos de degradación ambiental estas
prácticas constituyen un elemento fundamental en la búsqueda de alternativas sociales que
permitan un desarrollo con base en un manejo sostenido de los ecosistemas y posibiliten
avanzar hacia una sociedad menos polarizada socialmente.
En estos cambios ha sido fundamental la toma de participación local apoyada por
una diversidad de actores, desde organismos internacionales y de ONGs que apoyan las
acciones orientadas a la conservación de los recursos asociándolas al desarrollo, y que
parten de reconocer la importancia de la participación social comunitaria en las acciones
para frenar el deterioro de los recursos naturales.
316
En respuesta a las políticas conservacionistas, las movilizaciones campesinas han
incorporado a sus luchas, ya no sólo la defensa de la tenencia de la tierra, el usufructo de
los recursos naturales y el desarrollo de alternativas de “economía ecológica”; ahora exigen
la participación en la toma de decisiones para el manejo de las áreas de conservación. Un
ejemplo, analizado ampliamente por Frausto (2005), es el de la a región de Calakmul,
Campeche es un caso ilustrativo de conflictos derivados del encuentro de diferentes
proyectos sobre la región así como de la afectación de poblaciones campesinas debido a la
implantación de las políticas e instrumentos de conservación.
Los casos de Chimalapas en el estado de Oaxaca y de la Reserva de la Biosfera de
Montes Azules en el estado de Chiapas, muestran hasta que grado de conflictividad se ha
llegado por los recursos naturales y su aprovechamiento así como la existencia de una
multitud de intereses alrededor de los recursos naturales de estas áreas. Sobre esta
situación, Toledo (1992, p.77) afirma que las “principales reservas de la biosfera del sur del
país (Montes Azules, Sian Kan, Calakmul)..., se encuentran rodeadas de movimientos
campesinos que demandan participación efectiva en el manejo de estas áreas de
conservación biológica”, así como en la definición de usos, normas y destinos de la tierra.
Una de las áreas en que los gobiernos neoliberales has mostrado su interés para
impulsar la inversión privada en una producción especializada en gran escala es la actividad
forestal. La legislación y la política hacia el sector forestal se han orientado a impulsar un
modelo productivo especializado, con un marco mínimamente regulado, en el cual se pone
énfasis en lograr dos grandes objetivos para el sector: i) Impulsar la asociación entre
empresarios y ejidatarios o comuneros, ii) promover el desarrollo de plantaciones
industriales, que se presentan como la principal alternativa para resolver los problemas de la
producción forestal y para satisfacer la creciente demanda de celulósicos.
En este modelo se relega a los ejidos y comunidades indígenas, poseedores
mayoritarios de las regiones forestales del país y se desconoce su experiencia en el uso
sostenido de los recursos. Existen múltiples evidencias de que las comunidades indígenas y
ejidos han desarrollado modelos de aprovechamiento sustentable de los recursos forestales
y a pesar de no disponer de apoyos para el desarrollo de sus proyectos han logrado
establecer planes productivos diversificados, manteniendo la biodiversidad. En el caso
particular de los pueblos indios, sus experiencias no han sido valoradas a pesar de que han
aportado importantes experiencias de manejo sustentable en algunas de las regiones mas
frágiles desde el punto de vista medioambiental y más importantes en términos de su
biodiversidad. En las últimas décadas múltiples comunidades y organizaciones que
disponen de recursos forestales han desarrollado esquemas de conservación y manejo
sustentable de recursos naturales, algunos como resultado de movilizaciones sociales y de
experiencias comunitarias y regionales, pero también otros que han surgido aprovechando
317
programas de gobierno. Como resultado de la lucha por el control de los recursos forestales,
se han creado empresas forestales del sector social en Durango, Oaxaca, Michoacán,
Veracruz, Quintana Roo, etc., a través de las cuales se ha avanzado en procesos del
manejo sostenido de los recursos, con modelos de transformación y comercialización que
además de garantizar el manejo sustentable de los recursos, han tenido efectos económicos
y sociales favorables para la población. En unos cuantos años muchas comunidades
forestales han logrado mejoras en sus condiciones de vida, generando alternativas de
trabajo e ingreso para su población y reduciendo los efectos negativos del modelo
neoliberal. Los resultados si bien pueden ser considerados modestos, nunca habrían sido
posibles si las comunidades no hubieran mantenido el control sobre sus recursos y frenado
su explotación por empresas estatales o privadas.
Entre los casos mas conocidos de experiencias de aprovechamiento forestal
sustentable pueden mencionarse; la Unión de comunidades indígenas de la Sierra Juárez
de Oaxaca, San Juan Nuevo en Michoacán o La Unión de Ejidos Productores Forestales de
la Zona Maya S.C. Estas como otras experiencias a lo largo del país, son la demostración
clara de que es posible desarrollar planes productivos diversificados que ayuden a mantener
la biodiversidad a través de una relación diferente con la naturaleza. A pesar de los
indudables logros obtenidos, estas empresas sociales se enfrentan a la incertidumbre
económica derivada de la apertura comercial y de sus limitadas posibilidades para competir
en el mercado internacional ya que a pesar de su importancia social y ecológica, no existen
esquemas de apoyo técnico, financiero, etc. Una de las experiencias que ha sido promovida
institucionalmente y aceptada por diversas organizaciones es la de servicios ambientales.
Referidos a productos o servicios que producen un mejoramiento de las condiciones del
medio ambiente y que responden a un deseo o a una demanda de ciertos grupos de
personas (3). El Pago por Servicios Ambientales (PSA) se refiere al mecanismo financiero
mediante el cual los consumidores (beneficiarios) de servicios ambientales compensan a los
propietarios de recursos que generan los servicios con un pago en efectivo y/o especies u
otra forma por una cantidad y calidad determinada de servicios brindados, en un
determinado período de tiempo. Quienes ofrecen los servicios ambientales son los
propietarios de recursos naturales renovables o no renovables de una región o microcuenca.
En la práctica esta es una condición que ayuda principalmente a los habitantes y
3 No existe una definición única y acabada sobre los servicios ambientales, pero en general se entiende como el beneficio que
recibe la comunidad humana (nacional o internacional) por la utilización de diferentes elementos de la naturaleza, los cuales pueden estar comprendidos en ecosistemas silvestres o domésticos, y cuyos efectos en la calidad de vida son tangibles e intangibles. Para otros autores, los servicios ambientales se definen a partir de las funciones, condiciones y procesos naturales que permiten los ecosistemas, así como por los beneficios para el ser humano, como ser: mitigación de emisiones de gases de efecto invernadero (fijación, reducción, secuestro, almacenamiento y absorción de carbono), protección y suministro de agua subterránea, protección del suelo y fijación de nutrientes, control de inundaciones y retención de sedimentos, protección de ecosistemas y formas de vida, además de la belleza escénica natural para fines turísticos y científicos.
318
propietarios de zonas boscosas y áreas productoras de agua, a recibir ciertos beneficios
económicos que se derivan de la generación de los servicios ambientales y está orientado a
valorizar la protección y el manejo sustentable de los recursos. Para que se implemente un
esquema de pago por servicios ambientales es muy importante que las comunidades estén
involucradas; que los demandantes sientan la necesidad de mejorar y/o conservar las
condiciones ambientales, como disponibilidad de agua, conservación del suelo, y que los
oferentes estén dispuestos a llevar a cabo actividades que posibiliten la conservación e
inclusive la recuperación de los recursos naturales de la zona.
En diferentes regiones del país se ha promovido el establecimiento de los
denominados Ordenamientos Territoriales Comunitarios (OTC), promovidos por dos
programas gubernamentales: el Proyecto para la Conservación y Manejo Sustentable de
Recursos Forestales (PROCYMAF) a través del cuál se pretende fortalecer capacidades
técnicas y la consolidación del capital social de las instituciones, y el Proyecto de
Conservación de la Biodiversidad por Comunidades e Indígenas de los Estados de
Oaxaca, Michoacán y Guerrero (COINBIO) que surgió como iniciativa de comunidades
indígenas de la Sierra Juárez de Oaxaca con el objetivo de promover y fortalecer acciones
comunitarias por la conservación de la biodiversidad tomando en cuenta los valores
culturales y las prácticas de manejo tradicionales. El objetivo de los OTC es lograr “un
equilibrio entre el uso de los recursos naturales y las necesidades de los diferentes grupos
que integran una comunidad o bien comparten un territorio”. En la perspectiva de estos
autores, la OTC es útil para la comunidad porque reúne información valiosa para la toma de
decisiones, es una base para proyectos futuros y fomenta la organización, sin embargo
mucha de su utilidad depende de la organización interna y de los acuerdos institucionales
para diagnosticar los daños ambientales y tratar de buscar alternativas para desarrollar una
mejor calidad de vida a partir del cuidado de los recursos naturales.
A pesar de los avances logrados reflejados en el OTC, los Estatutos Comunales y el
Programa de Manejo Forestal, muchas de estas experiencias se enfrentan a problemas que
les impiden fortalecer los procesos de conservación de la riqueza forestal. Destaca la falta
de financiamientos, los problemas en la participación de los comuneros, las insuficiencias en
los esquemas de pago por servicios ambientales. Otro problema a que se enfrentan los OTC
es que si no se integran los distintos servicios ambientales (hídricos, conservación de
biodiversidad, belleza escénica, captura de carbono) y si no se incluyen áreas en
restauración y no sólo las conservadas. Un tema central es que los beneficios generados
por este tipo de proyectos repercutan lo más ampliamente posible en el desarrollo local y
regional.
En abril de 2003 se reunieron en la Sierra Juárez de Oaxaca varias organizaciones e
instituciones que realizaron el Primer Seminario Taller Gestión Territorial del Agua y
319
Servicios Ambientales (27 y 28 mayo 2004) donde presentaron sus primeras experiencias
con el pago por servicios ambientales (PSA). Algunas conclusiones y propuestas derivadas
de ésta reunión son las siguientes.
“Partiendo de… que el esquema inicial promovido por la Comisión nacional Forestal
actual promueve (en muchos casos) una actitud de dependencia, que el subsidio no es
suficiente para mantener los ecosistemas, porque no fomenta la responsabilidad social
por su conservación y que existen experiencias exitosas de manejo sustentable de los
recursos naturales que contribuyen a la conservación de la biodiversidad y protección de
los recursos de manera más eficiente que las políticas de restricción de uso o
aprovechamiento (vedas forestales, parques o reservas).
Los participantes en el Foro sugieren:
o Promover el desarrollo de mercados de servicios ambientales que integren a
proveedores y usuarios del servicio agua, con un enfoque de manejo de
cuencas y con el apoyo de un instrumento de administración y gestión.
o No limitarse al pago de SA en áreas forestales bajo protección absoluta, sino
integrar áreas en una perspectiva de manejo de cuenca con formas de
aprovechamiento sustentable (silvicultura comunitaria, manejo forestal
sustentable, sistemas agrosilvopastoriles, agroforestales, cafeticultura
sustentable, etc. )
o Promover el desarrollo de programas de trabajo que no implique la
destrucción de los recursos ya existentes.
o Aplicar un método de certificación que dé cuenta de las acciones de buen
manejo del territorio (mantenimiento), que considere el tiempo de manejo, la
diversidad presente y la que se genere a partir del propio manejo del
territorio.
o Impulsar la formación de un comité de normas de PSA.
El reconocimiento de los esfuerzos campesinos de conservación ligados a proyectos
rurales autogestivos, a organizaciones fuertes y a una comprensión y ejercicio de la
autonomía territorial a partir de la reconstrucción del reconocimiento y las alianzas
intercomunitarias son necesarios para que quienes se beneficien de los servicios
ambientales apoyen estos esfuerzos fuera de los mecanismos de mercado.
Una de las experiencias que se ha desarrollado en los últimos años en diferentes
regiones del país es el ecoturismo a partir de proyectos comunitarios o intercomunitarios. En
la búsqueda de alternativas que combinen la defensa de los recursos, su aprovechamiento
320
sustentable y la generación de trabajo e ingreso, Comunidades campesinas, indígenas y
ejidos, con el apoyo de instituciones de gobierno o de organizaciones no gubernamentales
han promovido diferentes opciones; como el Ecoturismo Sustentable. Destacan aquellos
proyectos donde la conservación con la participación de los actores sociales se apoya y
valoriza elementos de la cultura local como las fiestas y tradiciones, la gastronomía, los
conocimientos sobre el entorno y las prácticas productivas propias. El reto a que se
enfrentan estos proyectos eco turísticos es el de apoyarse en elementos de la cultura y
valores para generar alternativas de trabajo e ingreso sin convertirlos en una mercancía o
sin caer en prácticas folkloristas, manteniendo un delicado equilibrio entre lo que se puede
vender y lo que no. Para algunos actores sociales el turismo es considerado como una
amenaza a los conocimientos, saberes y a los derechos de las comunidades indígenas, a
sus lugares sagrados, a sus estructuras sociales, o inclusive como una vía de entrada a la
biopiratería. Esta oposición a los proyectos ecoturísticos se explica en parte porque muchos
proyectos no han tenido el impacto esperado en lo que se refiere al mejoramiento de la
calidad de vida de la población. Aun en los casos donde los proyectos han obtenido
beneficios, estos no han sido suficientes para revertir la situación excluyente que enfrentan
las comunidades sonde se llevan a cabo. La Red de Ecologistas considera que la mayoría
de las experiencias de turismo social o comunitario se han desarrollado en medio de
grandes dificultades financieras, problemas de diseño, falta de normatividad, promoción
adecuada y muchas veces en un contexto político hostil y de poca comprensión por parte de
empresas particulares que compiten por el mercado.
A nivel nacional no existen aún mecanismos de certificación de la sustentabilidad de
los proyectos ecoturísticos, mientras en algunos proyectos el ecoturismo es adoptado por
los incentivos económicos, en otros casos se consideran por la conservación y el buen
manejo de los recursos naturales como una estrategia viable para el manejo
sustentable”(Paré: 2003b).
321
Espacios de resistencia: los municipios autónomos como forma de gobierno
El movimiento zapatista sintetiza las demandas de movimientos previos a la vez que ha
incidido en el desarrollo posterior de los movimientos campesinos e indígenas del país y
representa uno de los cuestionamientos más profundos al modelo de desarrollo seguido por
el Estado mexicano. El surgimiento de un actor social de nuevo tipo en medio de un proceso
caracterizado por la reducción de la capacidad de acción social frente a las políticas
globalizadoras ha tenido como respuesta por parte del Estado mexicano dos grandes líneas:
una orientada a disminuir las presiones sociales a través de la política social y otra a
mantener el control político de las regiones mas conflictivas del país. A través del control
policiaco y militar. Sin embargo la dimensión cobrada por el movimiento zapatista y
particularmente su articulación con un movimiento indígena más amplio y con diferentes
representantes de la sociedad civil nacional e internacional (organizaciones sociales,
intelectuales, políticos) ha servido para mantener la demanda de cambios políticos. Como
resultado del incumplimiento por parte del gobierno federal de los compromisos firmados en
el año 2000 con los zapatistas a través de los denominados “Acuerdos de San Andrés”,
éstos decidieron mantenerse en resistencia, rechazando todos los programas
gubernamentales y realizando sus propios esfuerzos en materia de salud, educación y
producción. Así a lo largo de la década, a través de los denominados municipios autónomos
y de las Juntas de Buen Gobierno, han combinado la creación de una alternativa desde el
nivel local, mientras que mantienen la demanda de cambios políticos a nivel nacional.
El movimiento zapatista dio un impulso al movimiento indígena y puso en el centro la
demanda de los derechos de los pueblos indios. Alrededor de este movimiento, diferentes
actores sociales han construido una agenda política orientada al logro del reconocimiento de
los derechos culturales y políticos para la población indígena, incluyendo nuevas formas de
representación y participación. En el nivel local y microrregional, un importante proceso de
organización ha tomado impulso a través de la creación de los municipios autónomos, y de
las “Juntas de Buen Gobierno” (JBG). Éstas fueron creadas recientemente por los zapatistas
para coordinar las actividades en el plano regional. Incluyen varios municipios autónomos y
se orientan a crear una mejor coordinación para la colaboración que obtienen de grupos de
solidaridad (para la salud, la educación o los proyectos productivos). En cada Consejo la
responsabilidad de la coordinación con la representación de todos los municipios autónomos
incluidos es rotatoria.
Otro movimiento que se ha convertido en paradigmático de la defensa campesina de
la tierra es el de los comuneros de San Salvador Atenco, contra la expropiación de sus
tierras para destinarlas a la construcción de un aeropuerto para la ciudad de México. A
través de una combinación de la movilización con la lucha legal los comuneros frenaron el
322
proyecto, no sin sufrir la represión contra el pueblo y contra sus dirigentes como venganza
desde el poder y desde quienes vieron afectados sus “negocios”.
Si hasta hace unos años las acciones de los pueblos indios se presentaban como
expresiones aisladas y desintegradas, poco a poco se presentan como luchas por el
territorio y los recursos, por el respeto de sus formas tradicionales de organización y por la
exigencia de una democracia territorial. Cada vez mas sus demandas se inscriben en la
lucha por otras formas de relación con el resto de la sociedad nacional y cada vez mas se
refieren a una crítica profunda del Estado y de la exigencia de su Reforma. A lo largo de las
regiones indias, desde el nivel local hasta la perspectiva regional, han ido integrándose y
perfilando proyectos que cuestionan las estructuras económicas, sociales y políticas; se
apoyan en la capacidad de resistencia y en la larga historia de sujeción-sublevación que
caracteriza a los pueblos indios y muestran su capacidad de resistencia frente a los grupos
de poder beneficiarios del sistema de explotación de los recursos naturales y del trabajo.
Desde la acción cotidiana por mantener el control de sus territorios y recursos, por
reproducir sus culturas, por desarrollar sus propias formas de organización social y
participación política, los pueblos indios resisten el embate del poder trasnacional y niegan
al mercado como regulador absoluto de la vida social, apoyándose en las formas
tradicionales de organización.
La resistencia indígena se caracteriza por varios elementos: es una posición activa;
que es la expresión de una ciudadanía que participa, donde la gente se ve obligada a asumir
diferentes responsabilidades. Esto significa que la resistencia se basa principalmente en las
capacidades propias, si bien reciben cierto apoyo y colaboración externas, y actúan como
agentes colectivos. Segundo, el movimiento se orienta a lograr diferentes transformaciones
desde el plano local pero articulándolas a las demandas mas generales. Sólo queremos
señalar aquí como este movimiento se ha convertido en los últimos años en un catalizador
para la gestación de una agenda que expresa una perspectiva cambiante sobre los
derechos de amplios sectores de la población, una agenda que se refiere cada vez mas a
un conjunto de derechos sociales, culturales y políticos, y que sintetiza formas emergentes
de ciudadanización.
Nos referimos aquí a la ciudadanía como forma de conocimiento y de ejercicio de un
conjunto de derechos, y como práctica de cambios en las relaciones de poder. Se reconoce
que existen distintas interpretaciones y prácticas de ciudadanía, resultantes de la diversidad
cultural, que se expresan a través del derecho positivo y el consuetudinario. En este
contexto las formas emergentes de ciudadanía se expresan en las relaciones individuo-
comunidad referidas a los derechos y obligaciones, el territorio, las formas de
representatividad y la transparencia, incluyendo la dimensión ética. Reconociendo que la
acción social en si misma no explica ni implica la existencia de procesos de
323
ciudadanización, pero si puede, como en el caso mencionado, ser la base desde la cual es
posible gestar procesos de participación de nuevo tipo, orientados a la transformación de las
relaciones de poder, abriendo la posibilidad de que sectores antes excluidos participen en la
definición de la agenda social y en la construcción de estrategias de desarrollo. Un ejemplo
en este sentido es el trabajo de salud desarrollado por las JBG y los municipios autónomos
se apoyan en experiencias que se remontan a la década de los setenta en que algunas
organizaciones sociales empezaron a promover la formación de promotores comunitarios en
salud en diferentes regiones de Chiapas, principalmente en los Altos y la Selva. A lo largo de
varios lustros, con la colaboración entre organizaciones sociales y especialistas en salud
organizaciones sociales, se han desarrollado propuestas pedagógicas para la formación de
agentes a nivel comunitario con objeto de capacitarlos para cubrir la atención básica en
salud en sus comunidades incluyendo acciones preventivas. Asociado a la formación en
salud, se ha dado un proceso de análisis de la realidad y de toma de conciencia de la
situación social, cultural y política de las comunidades que permitan entender la
problemática de salud que se enfrenta a nivel local y regional. Actualmente mediante la
colaboración de ONG nacionales e internacionales, con el esfuerzo de comunidades y con el
apoyo de instituciones académicas, se ha creado una importante infraestructura de
dispensarios, clínicas e inclusive un hospital, que permiten una cobertura de atención
primaria que supera sin duda el sistema oficial de salud.
La resistencia zapatista no es sólo la rebeldía contra el poder sino que es la
expresión de la construcción el poder del pueblo desde el propio pueblo y para el pueblo, de
ahí la importancia de priorizar las necesidades. De esta forma construyen su autonomía, es
decir su capacidad de autogobernarse basados en formas que podrían denominarse de
democracia participativa. Y eso le da también un contenido económico a la resistencia,
frente a la economía al servicio de las trasnacionales se busca construir alternativas
económicas desde y para la comunidad. De esta forma desde la búsqueda de la satisfacción
de las necesidades se cuestiona las relaciones de dominación, explotación y hegemonía
existentes, dando origen entonces a lo que podemos denominar necesidades radicales para
cuya satisfacción se requiere transformar el mundo.
A manera de conclusión
La diversidad de temas y problemas a que se orientan las acciones sociales, a algunas de
las que se hace referencia en este trabajo así como sus logros y también retrocesos, se
explican por la heterogeneidad del campo mexicano y por la diversidad de condiciones
naturales y sociales en que se desarrolla la producción y la vida rural en general. La
capacidad social para insertarse, de resistir o de buscar alternativas, varía de una región a
324
otra, sin dejar de reconocer que más allá de las variaciones, las relaciones de trabajo y de
producción están subordinadas al modelo de acumulación capitalista. En este trabajo nos
referiremos de manera muy somera a algunas áreas donde está resistencia y construcción
de alternativas se han mantenido y desarrollado a lo largo de los últimos años, dando pie a
nuevas formas de organización, a una diversidad de experiencias y propuestas.
Experiencias que han servido para que ciertos grupos, comunidades u organizaciones, se
enfrenten a los problemas y logren no sólo la reproducción de sus condiciones de vida sino
algunos avances en la exigencia de sus derechos sociales, económicos y culturales. El
hecho de que estas experiencias se desarrollen en un contexto tan desfavorable las hace
todavía más importantes, como muestras de la creatividad social y de la capacidad de
resistencia.
En general las acciones se llevan a cabo en diferentes dimensiones;
i) Las que se despliegan en el ámbito técnico-económico, donde se incluyen las
referidas a la producción, la economía, la tecnología, etc. Destacan las acciones
orientadas a promover y/o enfrentar cambios en las relaciones técnico-productivas; a
buscar formas diferentes de aprovechamiento de los recursos naturales, con énfasis
en su sostenibilidad; a establecer condiciones de inserción menos desfavorables en
los mercados o a acceder a ciertos nichos del mercado justo. Por su orientación las
experiencias pueden referirse por una parte a la producción orientada al
autoconsumo y la satisfacción de necesidades básicas y por la otra a la producción
destinada a los mercados locales, regionales, o para la exportación. Entre estos
pueden mencionarse un número creciente de experiencias que se desarrollan en le
ámbito de la producción agroecológica, los servicios ambientales, la agroforestería,
el ecoturismo, la producción de artesanías.
ii) Las acciones referidas a la dimensión política, que buscan incidir en el papel de las
instituciones, en el carácter de los programas de gobierno o en la modificación del
marco jurídico. Las experiencias incluyen desde la búsqueda de nuevas formas de
representación, la lucha contra el autoritarismo y en general a transformar las
relaciones de poder existentes. En los últimos años, las luchas en el ámbito político
han dado importancia creciente a los problemas de la democratización
particularmente a nivel municipal, de los derechos humanos, o de la ampliación de
los espacios y las formas de participación de sectores sociales como los pueblos
indios.
iii) Las experiencias que se refieren a la dimensión cultural, que incluyen la búsqueda
de nuevas formas de pensamiento, de uso del territorio, hasta el surgimiento de
instituciones de nuevo tipo o de nuevas formas y espacios de socialización. En este
325
nivel están las estrategias orientadas a proteger y/o promover determinados valores
así como a generar instituciones de nuevo tipo. Son acciones que se contraponen a
los cambios culturales que se viven en las regiones rurales resultado de factores
como la migración, la influencia de los medios masivos de comunicación y que
inciden en los valores, las formas de consumo y en términos generales de las
condiciones de reproducción social.
La forma en que se articulan las acciones en estas diferentes dimensiones, expresan
la constitución de un actor consciente de su capacidad de buscar cambios. Pero la toma de
conciencia no es suficiente para avanzar en el logro de las prioridades sociales, se requiere
también del desarrollo de importantes capacidades y de la disposición de recursos humanos
y materiales. Es ahí donde la colaboración de otros actores ha tenido un papel importante.
Estas experiencias se caracterizan por la existencia de actores que han tenido la capacidad
definir sus prioridades, de formar recursos humanos con capacidades que ayuden a
lograrlas, así como de establecer redes de intercambio, colaboración, formación y
aprendizaje colectivo.
326
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329
Participación popular. Una experiencia de desarrollo en un
barrio pobre de la Ciudad de México
Mario Ortega Olivares1
Introducción
A lo largo del siglo XX, mientras las urbes latinoamericanas se expandían, en su interior se
segregaba la pobreza. Si bien la industrialización favoreció la migración, su principal motor fue
el despojo de las tierras y el consecuente empobrecimiento campesino. Nuestra incipiente
industria no logró absorber a todos los expulsados de las tierras campesinas. El ritmo de
migración del campo a la ciudad superó al de la generación de empleos urbanos. Y la miseria
creció bajo un patrón diferente al de los países centrales, ya que el proceso que fue conocido
como acumulación originaria en Europa ha estado presente de manera constante en las
economías latinoamericanas.
La ciudad de México inmersa en tal proceso, ha crecido a tal ritmo que disputa el primer
lugar como la mayor concentración de pauperismo humano que ha existido desde que apareció
nuestra especie. Para los pobres en esta ciudad no hay suficiente espacio, ni agua, ni vivienda,
peor aún ni siquiera hay empleo. En el Distrito Federal se presenta una paradoja: aquí la
desgracia no es que te exploten; sino que no logres ser explotado a cambio de un salario. A
diferencia de los países hegemónicos, padecemos más la exclusión que la explotación.
En este artículo se comentará el papel que juegan las estrategias de subsistencia que
despliegan las unidades domésticas de las familias pobres en los mecanismos del mercado
global. También se discutirán diversas definiciones de lo que es el capital social y sus
posibilidades para atemperar los efectos de la pobreza. Además se presenta un caso exitoso
de autoconstrucción de vivienda, desplegado en la ciudad de México tras la destrucción
causada por los sismos de 1985. Las mujeres que participaron en el proyecto trastocaron
temporalmente el orden patriarcal del barrio, al involucrarse en un proyecto de
autoconstrucción. Y al reedificar sus viviendas, sin proponérselo se reconstruyeron a sí
mismas.
1 Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco. Correo electrónico: [email protected]
330
Reestructuración económica y subsistencia
En medio de una crisis mundial que disminuyó el crecimiento, generó recesión, inflación e
incrementos en las tasas de interés, la economía de mercado se reestructuró a nivel global por
medio de programas de ajuste impulsados por el Banco Mundial y el Fondo Monetario
Internacional. El resultado fue la aparición de muy diversas formas de control sobre el trabajo y
sobre los salarios a lo largo de la economía-mundo de acuerdo a la lógica local de acumulación,
ya no sólo entre regiones y estados sino al seno de las metrópolis y las empresas.
Al firmarse el Acuerdo de Libre Comercio de América del Norte, la abundancia de
trabajo barato fue aprovechada como nuestra principal ventaja comparativa. Para Víctor
Manuel Díaz Romero, el ex-presidente de la Confederación Nacional de Cámaras Industriales,
lo más importante es tener empleo en el país, aun a costa de ingresos mínimos. La salvaje
reestructuración nos convirtió en un enorme mercado laboral con bajos salarios. Ello es posible
porque en América Latina funciona un Mecanismo Empobrecedor semejante a lo que se
denominó acumulación originaria en Europa, que recrea de forma permanente una inmensa
masa de pobres no asalariados y garantiza estructuralmente la desvalorización de las
retribuciones salariales.
Como resultado de dicho mecanismo empobrecedor, el incremento desmedido de la
masa de no asalariados y sub-empleados precarios inmersos en la economía informal inhibe
con su simple existencia toda pretensión monopólica de los sindicatos sobre el mercado laboral.
Los pobres urbanos y las estrategias de subsistencia que despliegan al seno de sus unidades
domesticas, tienden a deprimir la tasa salarial. El llamado efecto disciplinador que genera entre
los trabajadores sindicalizados el temor a perder sus empleos, por la oferta desmesurada de
trabajo barato, limita sus demandas laborales y los obliga a aceptar salarios insuficientes para
sobrevivir. Situación que los constriñe a encontrar la manera de complementar su subsistencia,
con lo aportado por los demás miembros de su familia, a través de diferentes rutas: asalariarse,
insertarse en la economía informal, o reforzar la red de auto producción domestica de
alimentos, ropa, enseres, vivienda y servicios (Boltvinik 1996). Es una paradoja que todos estos
esfuerzos desplegados por los pobres latinoamericanos para sobrevivir, consoliden al mercado
depredador que perpetúa su malestar.
Ante lo limitado de sus ingresos y para garantizar su reproducción familiar, tanto los
trabajadores precarios como los pobres no asalariados han revitalizado una serie de
mecanismos para garantizar su subsistencia. Aunque estas ingeniosas estrategias de
supervivencia, desplegadas por las unidades domésticas de las familias pobres se consideran
331
periféricas a la producción son mecanismos que disminuyen los gastos en capital variable de la
producción en su conjunto. Entre las otras formas de auto-subsistencia conocidas podemos
mencionar al autoempleo, el auto-abasto, la auto-atención en salud y la autoconstrucción. Es
así que los esfuerzos familiares para estirar el gasto son un firme apoyo a la tasa de beneficio
del mercado.
Por unidad doméstica subsidiaria entendemos una forma de estructuración de la familia
bajo formas de reproducción ampliada y de subordinación personal no contractual. Apropiada
para garantizar su reproducción pues diversifica los usos de la mano de obra con la que
cuenta. Dicha reproducción ocurre bajo condiciones de sub-retribución salarial directa y
reparto selectivo de un salario social indirecto insuficiente, contribuyendo a mantener una alta
tasa de ganancia apropiable por el mercado.
Como en las ciudades latinoamericanas abunda la mano de obra barata, sus integrantes
se ven compelidos a aceptar salarios por debajo de su valor. El salario familiar se completa
ampliando y diversificando del uso de su capacidad de trabajo, destinando inmediatamente a la
reproducción múltiples actividades familiares, bajo la forma de autoayuda y ayuda mutua. Se
ensayan formas de trabajo domiciliario, semi-artesanal, pequeño y muy pequeño comercio,
además se integran a los viejos, las mujeres y los niños al trabajo asalariado. Y en labores
destinadas inmediatamente a la reproducción familiar, estas son actividades ligadas a la
subsistencia que generan valores de uso más no valores de cambio, sin embargo se
incorporan al mercado por la vía del intercambio entre desiguales. A pesar de lo cual, son una
manera de disminuir el valor de la fuerza de trabajo y tienen un efecto comparable a la baja del
valor de los medios de subsistencia de los trabajadores. Las prácticas inmediatas para la
subsistencia son desarrolladas principalmente por las mujeres, auxiliadas por niños y ancianos
e incluyen el trabajo doméstico que transforma los bienes salarios en bienes consumibles, la
auto-atención de la salud familiar y el otorgamiento de otros servicios necesarios a la
subsistencia de la unidad. El auto-abasto que proporciona bienes de consumo mediante el
cultivo de hortalizas y la crianza de animales, así como la autoconstrucción para edificar y
conservar las viviendas.
Tales prácticas para la subsistencia y reproducción de la unidad doméstica aunque
determinadas por las relaciones de mercado predominantes. No son percibidas por los
miembros de la familia como resultantes de una coacción obligada, son concebidas cual si
fueran estrategias libremente escogidas de acuerdo a sus preferencias culturales para seguir
sobreviviendo.
332
Los estudios acerca de la pobreza
Se carece de un paradigma establecido para explicar cabalmente la dinámica contemporánea
de la pobreza, su carácter de pandemia y su irrupción hasta en los países centrales. Teorías
sobre el mercado laboral, la exclusión, la desigualdad, la distribución de recursos, la cultura de
la pobreza, la modernización y la injusticia social han hecho sus aportes. Algunos autores
privilegian la investigación teórica, mientras que otros anteponen la acción contra la pobreza. El
nuevo Indicador del Desarrollo Humano propuesto por las Naciones Unidas combina el ingreso
nacional en tanto índice económico, con otros dos sociales: el grado de alfabetización en los
adultos y la expectativa de vida. Entre los estudios empíricos sobresale el método propuesto
por el Programa del Empleo para América Latina del la Organización Internacional del Trabajo
para reducir la deuda social con los pobres. Este método se usa para estimar los recursos
económicos y financieros necesarios para superar la pobreza, su originalidad consiste en
combinar las dimensiones sociales y económicas de los programas de ajuste económicos. De
manera semejante el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia UNICEF “propone un modelo
de ajuste estructural con rostro humano destinado a proteger a los grupos vulnerables”
(Gaudier, 1993, p.65).
Una de las experiencias más exitosas de lucha contra la pobreza ha sido la desplegada
en la ciudad de México por las organizaciones del Movimiento Urbano Popular durante la
reconstrucción posterior a los sismos de 1985, cuando florecieron experiencias populares como
las instalación de cocinas colectivas, las formación de cooperativas de consumo y producción,
así como el desarrollo de programas para la promoción de la salud y la auto-construcción de
viviendas. Que sin proponérselo vinieron a corroborar la hipótesis enunciada por Lewis: En el
sentido que las agrupaciones revolucionarias de los pobres tienen éxito en abolir algunas de las
características de la cultura de la pobreza, aunque no a la pobreza misma. Al organizar a los
pobres y darles poder, liderazgo y sentido de pertenencia a un grupo (Lewis, 1986, p.121).
La antropología de la pobreza
La antropología de la pobreza realizó grandes aportes en la comprensión de la miserable
existencia de las masas latinoamericanas. Sostiene que en respuesta a una vida de privaciones
surge un cierto tipo de personalidad, cuyos rasgos se perpetuarían de generación en
333
generación, persistiendo en ellas aun cuando se diera un cambio objetivo en sus circunstancias
económicas y sociales. La sub-cultura de la pobreza supone la creación de un círculo de
pobreza del que sería más difícil escapar que de la pobreza misma.
Para Oscar Lewis la pobreza no es sólo un estado de privación económica, de
desorganización o de abstinencia. Es también algo afirmativo por ser una estructura, un
mecanismo racional y defensivo sin el cual la pobreza difícilmente se soportaría, un factor
dinámico y limitante de su participación en la cultura nacional. Sin embargo, los rasgos
específicos asociados por Lewis con la pobreza, son esencialmente negativos. El autor
considera que:
"la cultura de la pobreza surge en contextos históricos muy diferentes, pero
tiende a florecer en sociedades con el siguiente conjunto de condiciones: 1)
una economía basada en el uso de efectivo, con trabajo asalariado y
producción con fines de lucro; 2) una tasa permanentemente alta de
desempleo y subempleo de trabajadores no capacitados; 3) salarios
relativamente bajos; 4) ausencia de organización social, política y económica
de la población de escasos recursos, sea voluntariamente o por imposición
gubernamental; 5) la existencia de un sistema de parentesco bilateral y no
unilateral; y 6) un conjunto de valores de la clase dominante, los cuales
alientan la acumulación de bienes y propiedades, la posibilidad de ascenso
socioeconómico y el ahorro, mismos que explican el bajo nivel socioeconómico
como resultado de falta de adecuación o de inferioridad personales" (Lewis,
1986, p.108).
Bajo tal contexto surgirían los siguientes rasgos de la sub-cultura de la pobreza:
ausencia de una participación efectiva y de una integración de los pobres en las principales
instituciones de la sociedad, desconfianza, apatía, cinismo. Falta casi completa de
organización que vaya más allá del nivel de la familia nuclear y extensa, una alta incidencia de
abandono de la mujer y los hijos, un fuerte sentimiento de marginalidad, necesidad de ayuda,
dependencia y sentido de inferioridad. Falta de control de los impulsos, una fuerte orientación
hacia el tiempo presente con relativa incapacidad para diferir las gratificaciones y para planear
el futuro, un sentido de resignación y fatalismo, y una alta tolerancia las patologías psicológicas
de toda clase. Lewis agrega que los pobres son localistas, provincialistas y generalmente no
tiene el conocimiento, la visión o la ideología necesaria para ver las semejanzas entre sus
problemas y los de sus contrapartes. Haciendo una lectura parcial de la obra de Lewis, fue
334
manipulada su propuesta para reforzar un discurso que “culpa a la víctima” de su propia
pobreza. Sobrevalorando la tendencia de la pobreza a perpetuarse e ignorando la aclaración
del autor, en el sentido de que agrupaciones revolucionarias de los pobres tienen: “éxito en
abolir algunas de las características básicas de la cultura de la pobreza, aunque no a la
pobreza misma... al organizar a los pobres y darles poder, liderazgo y un sentido de pertenencia
a un grupo” (Lewis, 1986, p.121).
Quizás el más controvertido rasgo del concepto de sub-cultura de la pobreza de Lewis,
es este mecanismo de autoperpetuación de la pobreza material. Lewis lo describe en su
introducción a su libro intitulado “La Vida”: una vez que la cultura de la pobreza aparece, tiende
a perpetuarse por sí misma de generación en generación por su efecto en los niños. Con el
tiempo los chicos del barrio de entre seis o siete años, absorben las actitudes básicas y
valores de su subcultura. Lo que les impedirá sacar todas las ventajas posibles de las
oportunidades que se les puedan presentar durante su vida. Una limitación del autor fue
suponer que la cultura individual predomina sobre las circunstancias concretas en la
determinación de la pobreza. Oscar Lewis considera la cultura de la pobreza como una
situación endémica al colonialismo y a las fases originarias del capitalismo, superable mediante
la organización y la solidaridad de los pobres en su lucha contra la pobreza.
Las relaciones al seno el barrio como Capital Social.
Marta Portela e Isabel Neira atribuyen a Hanifan la paternidad del concepto de Capital
Social. En 1916, el autor lo concibió como la buena voluntad, el compañerismo, la simpatía y
las relaciones sociales entre los individuos y las familias que integran una unidad social. Esos
intangibles son importantes en la vida diaria de casi toda la gente. Si una persona entra en
contacto con su vecino y ellos con otros vecinos, habrá una acumulación potencial de capital
social, que puede satisfacer inmediatamente sus necesidades sociales y que puede tener una
potencialidad suficiente para la mejora sustancial de las condiciones de vida de toda la
comunidad (Portela y Neira, s.f., p.1). En 1985 Pierre Bourdieu definió al capital social como las
redes permanentes y la pertenencia a un grupo que asegura a sus miembros un conjunto de
recursos actuales o potenciales (Bourdieu, 1986, pp. 241-258).
Según el Banco Mundial el capital social son las instituciones, relaciones y normas que
conforman la calidad y la cantidad de las interacciones sociales de una sociedad (Colier, 1998,
p.4). La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, en su informe intitulado
The Well-Being of Nations; the Role of Human and Social Capital considera que el capital social
335
son todas las redes, normas, valores y opiniones compartidas que facilitan la cooperación al
seno y entre los grupos (Portela y Neira, s.f., p.2).
Portela y Neira identifican cuatro tipos de capitales sociales: a) el social individual
conformado por la red de relaciones útiles que posee una persona y que le permiten alcanzar
ventajas y beneficios; b) el empresarial integrado por las relaciones que moviliza el
emprendedor para obtener ventajas y beneficios; c) el comunitario, es decir la capacidad de los
individuos para actuar como un colectivo en busca de metas y beneficios definidos en común; y
d) el social público, conformado por el conjunto de redes de relaciones que movilizan las
instituciones públicas para realizar sus tareas. El capital social expresa relaciones de confianza
y cooperación cívica (Portela y Neira, s.f., p.3).
Bernardo Kliksberg en su texto seminal Una economía con rostro humano reconoce que
las familias, los grupos y los sujetos son al mismo tiempo capital social y cultural en su esencia.
Como “portadores de actitudes de cooperación, valores, tradiciones, visiones de la realidad,
que son su identidad misma” (Kliksberg, s.f., p. 7). Al ignorar su potencial, el pensamiento
ortodoxo desperdicia las capacidades que el capital social comunitario podría aportar al
desarrollo social. Si pudiera revertirse tal tendencia, explorando y reconociendo el valor del
capital social, este podría entrar en sinergia con las otras dimensiones de la promoción del
desarrollo. Aplicando su enfoque metodológico de “registrar en acción” al capital social
(Kliksberg, s.f., p. 7), el autor descubre que la autogestión social de los pobres, es una de las
más poderosas expresiones del capital social en América Latina.
Desarrollo y mercado.
Una palanca esencial para el desempeño económico es el enriquecimiento de las
capacidades humanas o el capital humano, pues ambos se refuerzan entre sí. Amartya Sen
insiste en que el objetivo del desarrollo no puede ser otro que él de dotar a las personas de las
capacidades necesarias para obtener satisfactores. Es prioritario que la vida humana sea de
calidad, prolongada y satisfactoria; para ello se requieren, recursos de salud, educación,
empleos que ofrezcan los ingresos suficientes para una vida digna e información en el
momento de tomar decisiones trascendentes. La vivienda, el vestido, la alimentación y el
tiempo libre, permiten a las personas laborar con mayor productividad.
Kliksberg considera que el bienestar humano y las ganancias no son antitéticos, pueden
sinergizarse dentro de un circulo virtuoso, donde lo social impulse a lo económico y lo
económico apoye lo social. Yáñez al analizar los informes sobre el desarrollo humano del
Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo demostró que los países que lograron el
336
mejor desempeño en el Índice de Desarrollo Humano, son los mismos que alcanzaron el mayor
progreso económico; en contrapartida, los países más pobres registraron el menor desarrollo
humano (Yañez, s.f., p.1). Sin duda la acumulación de capital humano es un factor clave para
una política de desarrollo.
Kliksberg también considera que capital humano es una vía fundamental para elevar la
productividad, el progreso tecnológico y la competitividad en el mundo del mercado, por el
papel decisivo que el capital humano juega en su desempeño. La educación es esencial en la
productividad de las empresas, en el desempeño macroeconómico de una nación, en la vida
de las personas y en las familias, con la inversión en educación todos ganan.
Portela y Neira resaltan el papel que juega el capital social en la generación del capital
humano, pues el capital social o las relaciones que poseen las familias y las comunidades,
determina el capital humano con que contarán sus hijos en la siguiente generación. Por
ejemplo, la ausencia de adultos en el cuidado de los niños, es una deficiencia estructural del
capital social familiar. En el caso de las familias que dependen de una madre soltera, la
carencia de capital social se agudiza cuando no hay ni una abuela o vecina que atienda a la
prole. También se presenta el caso de familias donde los padres poseen un gran capital
humano, del que no se benefician sus hijos; porque tanto la madre como el padre trabajan
fuera de casa.
Programas de ajuste en América Latina
En las últimas décadas, bajo la insistencia de entidades financieras internacionales, como el
Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económico, los gobiernos de América Latina aplicaron severos programas de ajuste
al consumo interno, recortaron las prestaciones sociales en salud y educación, a fin de
estabilizar la economía. El costo social de tales medidas fue pagado por los más pobres y las
capas medias que se depauperaron. Además se privatizaron las empresas estatales, se
desregularon los mercados y se flexibilizaron las condiciones laborales. Las consecuencias son
evidentes, entre 1985 y 1995 creció la proporción de pobres en términos absolutos y relativos.
Según cifras de la Comisión Económica para América Latina el 45.9 por ciento de la población
latinoamericana se encuentra bajo la línea de la pobreza. Mohan en su artículo Cultura y
Desarrollo Económico advierte que la estructuración del orden mundial alrededor de las
empresas trasnacionales y los mercados débilmente regulados, está originado una serie de
problemas como: la lenta erosión del Estado del bienestar, las amenazas contra el medio
337
ambiente local y global, la crisis de la seguridad alimentaria, la violación sistemática de los
derechos laborales, la violación de los derechos humanos, y la emergencia de una ética
médica y científica de dos caras. En su artículo para el Banco Mundial, Víctor Pérez-Díaz
reconoce que hoy buen parte del mundo no es segura, la violencia, el autoritarismo y la
corrupción asolan al tercer mundo. Según Alessina y Peroti los países con un ingreso más
desigual son políticamente más inestables (Alessina y Perotti, 1994, p.3).
Greider reporta que la expansión mundial de los mercados está a punto de socavar la
cohesión social y nos puede conducir a una crisis política y económica. En los países
desarrollados el origen de las tensiones se encuentra en la desigualdad en las rentas y salarios.
En la América Latina subdesarrollada las amenazas son: las medidas de austeridad
presupuestal, el incremento del desempleo, el deterioro del medio ambiente, la profundización
de las diferencias saláriales, la pérdida de la seguridad social y la inseguridad económica.
Ante esta situación coincido con Morin y Kliksberg, quienes afirman que la excesiva
pobreza en América Latina demanda una economía vinculada con la ética. Una economía que
crezca y sea competitiva en el mercado, pero que vaya acompañada de políticas públicas que
favorezca el desarrollo de los niños, de los jóvenes, del empleo, de la salud y de la educación.
Necesitamos con urgencia inversiones sistemáticas en la gente, una economía global con
rostro humano (Kliksberg, s.f., p.3), que pague la deuda social contraída por quienes depredan
con voracidad nuestros recursos.
Subsistencia y subdesarrollo
Los pobres en América Latina por su necesidad de sobrevivir han desplegado proyectos de
desarrollo con participación popular. Mostrando que la puesta en acción de su capital social y
humano es más eficaz que el asistencialismo paternalista. Joaquín Támara considera que la
participación popular es parte sustancial del derecho al desarrollo, pues el ser humano debe ser
el principal beneficiario de dicho derecho en tanto titular y destinatario (Támara, s.f.). La
participación popular supone integrar a las personas de los grupos desfavorecidos como los
pobres, las víctimas del mercado, las mujeres y los indios en la dirección de su propio destino y
a partir de su propio esfuerzo. Gabriela Cardarelli y Mónica Rosenfeld sostienen que la gestión
asociada de los programas de desarrollo, entre las autoridades y la sociedad civil, favorece el
trabajo planificado y la interacción de los colectivos humanos en su gestión y desempeño
(Cardarelli y Rosenfeld, s.f., p.1). Por su parte Sonia Fleury considera que los proyectos de
desarrollo son un campo propicio para la formación de nuevas formas de autonomía e
338
inclusión alternativa de los actores sociales emergentes (Fleury, s.f., citada por Vicherat, 2003
p.2). Diego Pando introduce una novedosa interpretación del concepto de selectividad
localizada de la ayuda para el desarrollo. Como la pobreza es heterogénea los proyectos de
desarrollo deben partir de una orientación diferencial. El autor nos cuestiona: ¿quién mejor que
los propios afectados, para identificar las peculiaridades de los problemas que deben resolver?
El retiro del Estado de sus responsabilidades sociales en las últimas décadas, ha
prohijado la organización social de los pobres en América Latina. Manuel Feo de la Cruz da
cuenta de la diversidad de asociaciones vecinales, organizaciones no gubernamentales,
uniones sociales voluntarias, grupos ambientalistas y micro-empresarios informales que han
respondido a las carencias populares (Feo de la Cruz, s.f., p.4). Asociaciones que a pesar de
cubrir espacios de interés público no forman parte ni del Estado, ni del mercado.
Antropólogos como June Nash en Chiapas, Gustavo Lins Ribeiro en Brasil, Stacey Pigg
en Nepal y Havalkof en el Amazonas del Perú han dado testimonio de cómo emergen dichas
asociaciones. Los proyectos de investigación acción participativa en diversas partes del tercer
mundo han combinado la autonomía comunitaria y cultural, con la integración de estructuras
sociales para mejorar las condiciones de vida de las comunidades (Mantilla, s.f., p.3).
Por su parte la escuela crítica sostiene que el mercado recrea de forma permanente una
inmensa masa de pobres, para garantizar estructuralmente la desvalorización de las
retribuciones salariales y contar con una fuente abundante trabajo barato. Ya que el capital
requiere de un sector “externo” a la relación asalariada sobre todo para aliviar los efectos de la
sobreacumulación y la caída tendencial de la tasa de ganancia. La acumulación de capital
transcurre por dos vías complementarias, interrelacionadas e indisolubles:
a) Una fracción de Acumulación productiva donde los trabajadores asalariados generan
plusvalía en procesos industriales. Cuya productividad es estimulada por la competencia entre
capitales singulares y la acelerada innovación tecnológica. Dado que en este sector los
empresarios tienden a intercambiar la fuerza de trabajo por su valor podemos afirmar que
existe un Mercado de trabajo.
b) Y otra fracción de Acumulación por depredación que se despliega al exterior de la relación
productiva entre el capital y el trabajo. Donde las relaciones exo, alter o pre-capitalistas son
alteradas o destruidas, para abrir el paso a la inversión del capital sobreacumulado en la
primera fracción y al consumo de sus productos. Como los medios de vida y las condiciones de
producción son arrebatadas por la violencia y el intercambio desigual a los productores directos
y sus familias dejándolos en la pobreza, esta fracción de la acumulación no es directamente
339
productiva sino que es un coto de depredación para el mercado global. Por ello denomino
Mercado-Depredador a una relación económica compleja que acumula valor, compuesta por
dos fragmentos interactuantes e indisolubles: por un lado la Acumulación Productiva; y por el
otro la Acumulación por Despredación -tal como la entiende David Harvey. Sin embargo
disiento del autor pues la externalidad de la acumulación por despojo es esencialmente
relacional y no necesariamente territorial como afirma tan destacado geógrafo.
Como el entender las causas de la depauperización no resuelve los problemas
inmediatos de subsistencia entre los pobres, en este artículo se retomara la estrategia de
Bernardo Kliksberg orientada a registrar en acción las posibilidades del capital social. Dicho
autor ha identificado los rasgos comunes a tres experiencias exitosas de desarrollo social: en
una villa miseria del Salvador, en las ferias comerciales de Barquisimeto y en el sobresaliente
programa del presupuesto participativo de Porto Alegre (Kliksberg, s.f., p.18). En todos los
casos, la estrategia fue movilizar formas de capital social no tradicional. Lanzando a la acción
las capacidades latentes de los grupos sociales, para generar soluciones a sus propios
problemas. El rasgo compartido por estos experimentos sociales fue la búsqueda colectiva de
respuestas y en la ejecución cooperativa de las mismas. En los tres casos se generó un clima
de confianza entre los actores, se partió de sus propias culturas y se alentó el bienestar
general. “El estímulo a estos factores, y otros semejantes, creó energías comunitarias y
organizacionales que pudieron llevar adelante amplios procesos de construcción” (Kliksberg,
s.f., p.18). Estas experiencias, no han sido sino formas de un empoderamiento popular, que
evoluciona en función de las capacidades de los actores sociales para realizar sus propios
deseos y aspiraciones.
“La idea del empoderamiento se manifiesta en todos los niveles de la interacción social. La
encontramos cuando se da la palabra a quienes carecen de derechos, cuando se permite que
los débiles y marginados tengan acceso a los instrumentos y los materiales que requieren para
forjar su propio destino” (Alonso de, s.f., p. 21).
A continuación presentaremos a los lectores el registro en acción de la experiencia de
auto-contrucción de viviendas, realizada por un grupo de damnificados por los sismos de 1985
en un barrio pobre de la ciudad de México.
Un caso ejemplar de ayuda mutua
Sin más cobijo que un sueño,
luchamos por una vivienda digna.
Campamentos Unidos.
340
Ciudad de México, septiembre de 1985.
El 19 de septiembre de 1985 la ciudad de México, una de las capitales más pobladas del
mundo fue sacudida por dos poderosos sismos que dejaron a 54 mil personas damnificados
sin vivienda, los más afectados fueron los vecinos pobres de los barrios del centro histórico.
Aunque las cifras precisas de muertos y desaparecidos nunca se llegará a conocer, baste
saber que el estadio de béisbol capitalino tuvo que ser habilitado como morgue.
La televisión transmitió a escala global las imágenes de los miles de personas de
diversos estratos sociales que participaron en el rescate. Cuando todos creíamos que en las
urbes contemporáneas imperaba el egoísmo, la masiva e inesperada ayuda mutua renovó la
esperanza. Enormes cadenas humanas removieron los escombros de los grandes edificios
derrumbados, para rescatar a las víctimas. Pocas veces como en aquellos días el capital social
puesto en acción ha dado tantos frutos.
Se dará testimonio de la experiencia de reconstrucción protagonizada por los
damnificados integrantes de una asociación denominada Campamentos Unidos. Una unión
vecinal de la colonia Guerrero del centro histórico de la capital mexicana, antiguo barrio que
comparte con el de Tepito los rasgos de la cultura de la pobreza estudiados por Oscar Lewis.
Mujeres solas y auto-construcción.
Después de los sismos, un grupo de vecinas de la calle de Zarco que se reconocían
como mujeres solas derramó lágrimas amargas al desalojar sus deterioradas viviendas.
Madres pobres, solteras, viudas, separadas o abandonadas, clamaban ¿qué voy a hacer yo
sola?
Dichas mujeres junto con un grupo de profesores y estudiantes de la Escuela Nacional
de Antropología e Historia y del Autogobierno de la Facultad de Arquitectura, decidimos iniciar
un programa de auto-construcción congruente con la cultura de intercambio recíproco de
bienes y servicios propia del barrio, que incluye información, entrenamiento y ayuda para el
empleo, compartir bienes en común, servicios así como apoyo emocional y moral (Adler
Lomnitz, 1994, pp.72-77). Sus principales recursos fueron el apoyo mutuo de las vecinas y los
saberes de profesores y estudiantes. Mientras las abuelas preparaban los alimentos para
bebes y niños en una cocina comunitaria, las mujeres solas pusieron manos a la obra y
derribaron los escombros para iniciar la reconstrucción. Entre las burlas de los machos del
barrio se trastocó él orden: las mujeres trabajaron como hombres, los niños como sus
ayudantes o medias cucharas, los estudiantes fueron profesores de albañilería, las niñas
341
grandes cuidaban como mamás a los más pequeños, los antropólogos preparaban la mezcla y
algunas amas de casa administraban las obras. Las mujeres al quedarse sin vivienda
resintieron su soledad, pero compelidas por su radical necesidad revertieron la adversidad en
base a la ayuda mutua.
“Éramos como veinte mujeres y como cuatro hombres, pero hombres que apenas acababan de
cumplir diez y siete años y el esposo de una vecina, que tenía como 65 años, no se contaba
con fuerza. Después la organización nos ayudó a construir y más las mujeres porque los
hombres no nos creían. Se sentaban enfrente con sus cervezas riéndose de nosotras. Los que
si ayudaron fueron la bola de mariguanos, drogadictos, viciosos y borrachos de la cuadra, pero
cuando vieron de veras la friega se retiraron y nos dejaron a las mujeres solas. Pero fue muy
bonito, nuestras viviendas fueron construidas por puras mujeres. No'más contratamos tres
albañiles para los muros porque nos estaban saliendo desplomados, pero las señoras
preparábamos la mezcla, moviendo ladrillos, cortando fierros y armando los castillos.”
Aunque algunos hombres llegaban a laborar en la obra por las tardes, la fuerza de
trabajo en el predio de Zarco 78 fue fundamentalmente femenina. Ellas realizaron las tareas
más pesadas, señoras delgadas de 52 kilos cargaban los botes llenos de mezcla, “las mujeres
en lugar de ver telenovelas cargaban bultos con 50 kilos de cemento.” Como la experiencia fue
tan rica algunas de las vecinas llegaron a ser supervisoras en otras obras de la organización.
Una de ellas recuerda:
“Los sismos nos vinieron a sacar de materialmente de la casa, para que la mujer demostrara
que no nada más es un adorno en el hogar, una fábrica de hijos. Tengo hijas grandes que son
las que se han hecho cargo de la casa. Empezamos en Zarco 78, ese terreno nos sirvió de
escuela, ahí aprendimos lo que es un emparrillado, a armar cadenas, trabes, a hacer estribos, a
sacar la medida de los diferentes alambrones para su fabricación. Nos costó nueve meses y
eso quiere decir que está bien hecho, fue verdaderamente una autoconstrucción. Luego el
arquitecto me metió al frente de dos predios, me las vi duras pero salimos adelante. Todo
gracias a los sismos, a unos los desgració, a otros nos benefició, nos enseñó que la mujer
puede hacer muchísimo si se lo propone, no nada más estar en la casa.”
Podemos evaluar la transformación ocurrida en la vida de estas mujeres, al escuchar
sus palabras: “Los sismos estuvieron gruesos, pero para muchas de nosotras fue el
nacimiento, ese día empezamos en serio.” Con esa seriedad, se comprometieron con el trabajo
de autoconstrucción, alterando su vida y la de sus familias:
342
“Imagínese lo que significó para los hijos tener una mujer albañil en la casa, tener una mama
que sabe echar un colado, que tiene el poder de poder construir. Todo ha cambiado mucho,
antes no'más platicábamos cosas frívolas; ahora ya hablamos de muchas cosas, ahora tengo
muchas actividades. A veces pienso: qué voy a hacer el día que ya no haga nada. Ya me
quede acostumbrada, la casa ya no me llama la atención lo que más me gusta es la obra, los
trabajos pesados. Primero decía yo no soy un albañil, pero ahora me encanta andar de
macuarro. ¡Estoy como pez en el agua!
En general los hombres de la organización tuvieron dificultades para digerir los
cambios, no entendían que si ahora su señora dirigía toda una vecindad. Y administraba tanto
recursos como materiales de construcción en un volumen realmente importante, era imposible
que siguiera mansa y sumisa. Los machos cerrados al cambio respondieron con la violencia
intrafamiliar. Algunas mujeres llegaban a la obra con los ojos morados, los maridos las
golpeaban reclamándoles ser desobligadas en el hogar por participar en la autoconstrucción.
Las mujeres no se amedrentaron, con todo y sus golpes continuaban en la obra, viviendo con
su trabajo una rebelión quizás inconsciente ante el viejo orden familiar. En algunos casos,
cuando el marido no pudo o no deseaba cambiar ocurrió la ruptura de la unión matrimonial. Al
respecto una vecina relató: “Al principio mi marido decía que me apoyaba, pero a los ocho
meses empezó con los celos. Espero que algún día recapacite y piense que perdió a sus hijos.”
En otros casos se consolido la relación de pareja. También surgieron nuevas
relaciones, mujeres que empezaron solas la autoconstrucción encontraron compañero. Las
familias de Campamentos Unidos fueron alteradas por la incorporación de las madres al
proceso reconstructivo. Sin embargo el desenlace obedeció tanto a las características
individuales de la pareja, como a la coyuntura interna y a la historia particular de cada familia.
Las familias resintieron el incremento, la redistribución e incorporación de otros miembros a las
labores de autoconstrucción. En algunos casos se delegó el cuidado de los hijos más
pequeños sobre las hijas más grandes. En otros se destinó a los hijos con suficiente edad a las
obras o se traspasó la responsabilidad de obtener la parte fundamental de los ingresos a otro
miembro de la familia extensa. Se incrementaron las labores de las abuelas en el autoabasto y
la preparación de alimentos, etcétera.
Una vecina nos explicó cómo se recargó el trabajo entre los miembros de su unidad
doméstica:
“La casa no fue hecha nada más por mí, fue hecha por toda mi familia; porque toda mi familia
decidió integrarse de un modo o de otro a la autoconstrucción, para recuperar la vivienda que
343
perdimos. Mi hijo lo mismo iba a demoler que a acarrear material. Mis otras dos hijas las más
grandes lo mismo subían tabique, ayudaban a batir mezcla en los colados o hacían amarres.
También mi madre estaba en la cocina del campamento”.
En las uniones de damnificados del centro histórico de la ciudad de México integradas
mayoritariamente por mujeres, los hombres acapararon en un ochenta por ciento las
coordinaciones organizativas. El sector femenino por lo general sólo aceptó la dirección a nivel
local en sus vecindades. Sin embargo en Campamentos Unidos, algunas mujeres dada su
capacidad fueron liberadas del trabajo de construcción y pudieron asumir puestos directivos
dentro de la organización. A excepción de la coordinación general y la técnica las mujeres
ocuparon casi todos los cargos asumiendo las correspondientes tareas y responsabilidades.
Frente a la incredulidad general las mujeres dieron todo de sí por la organización
durante la autoconstrucción. Salieron del enclaustramiento en su hogar, adquirieron confianza
en sí mismas y en el futuro de los suyos, vencieron rasgos de la llamada cultura de la pobreza
como la fatalidad y la desesperanza, se convirtieron en las constructoras de su propio destino.
Participaron en la reconstrucción con sus necesidades como damnificadas y aportando sus
símbolos, mitos y pasiones.
“En la reconstrucción es mucho lo que te matas, más como mujer porque lógico nunca vas a
poder desarrollar más fuerzas que un hombre. Sin embargo, lo haces y sales adelante. Porqué
tú dices: ¿yo cargar un costal de cemento? Y sin embargo lo hice. La mujer cuando se lo
propone, es más ágil que el hombre, si hay hombres que trabajan, mis respetos para ellos, pero
son muy escogidos. Hay que buscarlos con lupa, es más lo que se hacen tontos que lo que
trabajan. En cambio mire a las mujeres, duro y duro y luego se van a su casa y tienen que
hacer su quehacer y la comida y los niños. ¿Cómo es que tienen ánimos? Porque la mujer es
más noble y todo lo piensa para su casa. A varias de nosotras nos gustó el trabajo rudo, se
acostumbra uno, es muy sano, muy saludable. Muy bonita que fue la experiencia de la
autoconstrucción.”
Un edificio en ruinas localizado en la calle de Pedro Moreno fue el aula de la
autoconstrucción, y la obra de Zarco 78 su laboratorio; ahí se capacitaron tanto los estudiantes
para asumir la dirección las obras, como las vecinas en autoconstructoras: “Adquirimos ciertas
especialidades, algunos somos especialistas en demolición, sin haber sabido lo que era
demoler, podemos ir a hacer una compra grande de material, lo sabemos hacer.”
El financiamiento internacional
344
La organización logró obtener algunos de los financiamientos proporcionados por la solidaridad
internacional a los damnificados de la ciudad de México, con el aval del esfuerzo colectivo.
Campamentos Unidos fue forjando su perfil en base a dos estrategias: la de ayuda mutua en
la auto-construcción; y la de concertación en el trato con las autoridades. Estrategias que junto
con la influencia personal de sus dirigentes permiten entender algunas de las posibilidades y
limitaciones de la organización y el sentido de su desarrollo en la auto-construcción.
La ayuda mutua y el financiamiento internacional permitieron a Campamentos Unidos
construir viviendas de 63 metros cuadrados en promedio, 23 metros más grandes que las
edificadas por el programa oficial de Renovación Habitacional Popular. Otra rica experiencia de
autoayuda fue el papel protagónico desplegado por las mujeres en los trabajos de construcción
de sus viviendas, donde las amas de casa pasaron a ser responsables de la supervisión de las
obras de construcción, tarea donde no sin contradicciones superaron a los hombres. A lo largo
del proceso la autoayuda se enfrentó de manera cotidiana al egoísmo del interés privado,
manifestado entre otras formas por la envidia y los chismes entre los vecinos no integrados en
la organización. Como el financiamiento internacional fue un bien escaso, la organización se vio
obligada a restringir el ingreso de otros damnificados en su seno, por lo que aparecía como
elitista ante los demás pobladores del barrio, lo cual limitó la difusión de la experiencia auto-
constructiva. Sin embargo, el proceso alcanzó tan buenos resultados, que la constructora
privada contratada para evaluar costos, calculó un precio de las construcciones menor al del
mercado.
Los profesores y estudiantes de arquitectura desplegaron una metodología de diseño
cogestionado en las viviendas, con una novedosa estrategia de presentación de proyectos en
maquetas que facilitaban la discusión y el rediseño por las vecinas. En el prototipo de vivienda
José Revueltas desplegado por la organización, se cristalizaron los planteamientos teóricos de
una arquitectura pobre adecuada a la mayoría de la población. Destinada a asalariados de
bajos ingresos y desempleados agrupados en organizaciones independientes. Como los
usuarios fueron a la vez autores y constructores de las viviendas se cumplió el objetivo de la
autogestión. Las viviendas quedaron abiertas a crecimientos futuros. El proyecto fue científico
porque superó la contradicción entre una necesidad espacial máxima frente una posibilidad de
recursos mínimos. Y al mismo tiempo poético al usar el mínimo de componentes expresivos
con una máxima densidad semántica (González Lobo, 1987, p.2).
345
En tanto síntesis concreta de las necesidades e intereses de los damnificados y el
desarrollo teórico de una arquitectura comprometida, el prototipo de Vivienda José Revueltas
tuvo las siguientes características:
a) Todas las viviendas son unifamiliares y están desplantadas en el suelo.
b) Tienen dos o tres niveles para garantizar tres alojamientos con la función específica de
dormitorio.
c) El espacio de usos múltiples: estar-comer-trabajar tiene un mínimo de dieciséis metros
cuadrados en todo el ancho del lote. Así como ventilación e iluminación directa a un patio sobre
el que se pueden extender en las fiestas o la actividad productiva.
d) Tienen acceso a las viviendas a través de la azotehuela para dar privacidad a la vivienda y a
ella dan las ventanas del prototipo.
e) La cocina está en local anexo al espacio estar-comer-trabajar pero independiente por la
forma de cocinar mexicana. La batería del fregadero dispone de vista al patio-azotehuela.
f) El patio-azotehuela tiene banca, lugar para tanque de gas, lavadero y posición para tender la
ropa.
g) Cuenta con un espacio terraza que permite un crecimiento posterior.
Burkhard Bondzio del Servicio Civil Internacional con sede en Bonn, registró algunas de
las instituciones que financiaron la reconstrucción: Junior League y Obreros Suizos en Pedro
Moreno 142. También Obreros Suizos en Pedro Moreno 133, Zarco 67, Nopal 90 y 96. Cruz
Roja Suiza apoyó con fondos de la Federación Internacional de Futbol Asociación la
autoconstrucción en Zarco 81 y 197, Lerdo 106 y Luna 138. La organización Crisantemo
Amarillo se comprometió en Zarco 69 y Casa de los Amigos financió las viviendas para los
vecinos de Soto 108.
Una clínica de nuevo tipo
Campamentos Unidos no limitó sus perspectivas a la auto-construcción, desde un principio se
planteó un proyecto para la reconstrucción integral de la vida que incluía educación, abasto,
salud, autoempleo, entre otros. La organización contó desde marzo de 1986 con un pequeño
dispensario atendido de manera entusiasta por un médico de la fundación Crisantemo Amarillo.
Al irse consolidando se decidió instalar una clínica de nuevo tipo que aplicara la auto-gestión en
salud en concordancia con la política de construcción por ayuda mutua. Bajo los siguientes
objetivos:
a) Revitalizar el concepto de salud-enfermedad.
346
b) Deslindar con precisión la diferencia y especificidad de los conceptos de antropología
médica, salud-enfermedad, participación popular, autogestión, y las prácticas de atención a la
salud.
c) Deslindar el universo de la concepción y del conocimiento diferenciado entre la práctica
médica popular y la hegemónica.
d) Analizar las perspectivas de participación y autogestión en la defensa y mejoría de las
condiciones de salud.
e) Aportar elementos de conocimiento sobre la situación social y condiciones de salud del
colectivo a través de la investigación para el diseño, organización y seguimiento de una clínica
popular de salud donde se contemplaran la atención y promoción a la salud a través de la
participación popular (Texeira, s.f., p.4).
Entre los meses de febrero y mayo de 1989, cuando en que se inauguró oficialmente la
Unidad de Promoción y Atención a la Salud de Campamentos Unidos UPASCU. Sinergizados
por el ambiente de la autoconstrucción, los miembros del equipo médico trabajaron febrilmente
en la elaboración del proyecto de atención. Se acondicionó una casona para convertirla en
clínica, se construyeron anexos y se hicieron modificaciones arquitectónicas. Los médicos
prestaron sus propios instrumentos y equipo para dar el servicio. Se tuvieron largas y profundas
discusiones sobre la auto-gestión de la salud, la relación médico-paciente y las medicinas
alternativas. Se participó en las campañas de vacunación y se realizaron gestiones ante la
Secretaría de Salud para el funcionamiento de la clínica. Los miembros del equipo de salud
participaban además en el trabajo de autoconstrucción, en las demoliciones y en el colado de
lozas para los techos de las viviendas.
Miembros de la comunidad interesados en la salud se fueron integrando al equipo de
antropólogos y médicos. Con la madera recuperada en la demolición se fabricaron los muebles
de la clínica. Se ofrecía el servicio de acupuntura y masoterapia. Los médicos y vecinos del
equipo de salud participaban en las reuniones de la organización. Se impartían cursos de
microdosis con hierbas medicinales tradicionales, se visitaban las vecindades para realizar
consultas colectivas. Se montaban obras de teatro infantil para prevenir la deshidratación
infantil por diarreas entre otras muchas actividades.
Conclusión
Aunque he encontrado que el incremento exponencial de la masa de pobres en América Latina
responde a la necesidad económica de contar con un sector externo a la relación asalariada, a
347
fin de resolver algunos de los problemas de la sobreacumulación global. Y que mientras no se
regule de manera consciente la economía, la irracionalidad de la llamada “mano invisible” del
mercado seguirá expulsando personas del proceso productivo para aliviar la caída de la tasa de
ganancia. Por lo que continuará el crecimiento de la masa de no asalariados y subempleados
en las urbes de América Latina e incluso en las de Europa y los Estados Unidos. Estoy
convencido de que la promoción de proyectos participativos autónomos entre la población
pobre latinoamericana, además de empoderarlos y darles una voz para reclamar una economía
ética que favorezca el desarrollo de la población depauperada, pueden aliviar en lo inmediato
sus impostergables necesidades de subsistencia.
Como lo ha señalado Oscar Lewis, los proyectos participativos autónomos tienen éxito
en superar algunos de los rasgos culturales de la pobreza como la imposibilidad de aprovechar
las oportunidades que se presentan en la vida, pero no la pobreza misma. Sin embargo se
eleva mucho la calidad de vida de los pobres cuando al construir una organización popular
dejan atrás el fatalismo y vuelven a creer en un futuro construido sobre la base de sus
esfuerzos y la movilización social. En el caso de Campamentos Unidos fue entre los niños
donde más arraigó la autoconfianza y la esperanza en un mejor mañana, hoy en día son
jóvenes comprometidos con las organizaciones sociales del barrio en la lucha contra la pobreza
urbana.
Aunque hemos resaltado el papel de la mujer en el proceso, la unidad de análisis para
analizar el desempeño del proyecto debe ser la unidad domestica. En los barrios pobres de la
ciudad de México la subsistencia de los pobres se apoya en el capital social de las relaciones
de parentesco. A fin de recuperar sus viviendas, todos los integrantes de las unidades
domésticas o familias se esforzaron en apoyar la autoconstrucción. La división de tareas del
capital social al seno de la unidad doméstica fue reorganizada para que la madre de familia, las
hijas y los hijos mayores pudieran concentrarse en las labores de albañilería. La
responsabilidad de conseguir el sustento familiar fue transferida a otro integrante de la familia
ampliada. Los niños menores cumplieron funciones de ayudantes en los predios y las niñas
cuidaron a los pequeños. La eficacia del capital social de las unidades domésticas fue
potenciada al reorganizar colectivamente las tareas de reproducción, a través de cocinas
comunitarias donde se comprometieron las abuelas. En los barrios pobres de la ciudad de
México los hombres se desentienden de la unidad doméstica y tienen una presencia
circunstancial, por eso aunque exista un padre estas unidades se autodefinen como familias de
mujeres. El balance de la organización resulta muy favorable, pues según Armando Cisneros
348
se desplegó el programa de reconstrucción más exitoso en la ciudad de México. Por ser uno
de los mejores logrados en su arquitectura fue cualitativamente superior a los programas
oficiales de reconstrucción. El costo de las viviendas autoconstruidas estuvo por debajo del
valor comercial, gracias al aporte de capital social bajo la forma de trabajo de los integrantes de
las unidades domésticas familiares. Y al trabajo social impago de los estudiantes y profesores
de arquitectura y antropología.
En esta experiencia registrada en acción, un grupo de mujeres desposeídas que sólo
contaban con el capital social de sus relaciones vecinales se embarcó en un proyecto de
reconstrucción sustentado en la ayuda mutua, esa forma de capital cultural que los pobres de
la ciudad de México están acostumbrados a desplegar para sobrevivir. El capital humano de las
mujeres damnificadas fue revalorado cuando los profesores y alumnos de arquitectura les
ofrecieron cursos de albañilería. El trabajo directo en las labores de albañilería enriqueció el
capital cultural de estas mujeres. Pues al dirigir un proyecto de tal magnitud y se responsables
de las compras de material para la construcción, se revaloraron como mujeres capaces de
construir algo más que la comida. Por lo que se puso en cuestión el poder patriarcal al menos
temporalmente.
El capital humano aportado de manera altruista por los profesores y estudiantes orientó
un proyecto de investigación-acción congruente con la cultura de ayuda mutua persistente en el
barrio. El audaz proyecto del taller José Revueltas de la Facultad de Arquitectura de la UNAM
permitió que las vecinas cogestionaran el diseño de los planos para su vivienda mediante el
uso de maquetas rediseñables, elevando así la calidad del capital cultural de las mujeres y su
autoconfianza.
Las vecinas que se integraron en los comités de salud, los médicos y enfermeras
aportaron capital social y humano para construir la clínica alternativa. Los generosos donativos
de las organizaciones no gubernamentales internacionales, sin los cuales no hubiera sido
posible este proyecto, entraron en sinergia con la riqueza del capital social y humano de
vecinas, profesores y estudiantes para levantar las mejores viviendas construidas después de
los sismos de septiembre en la Ciudad de México. La autogestión de los recursos financieros
por las vecinas y universitarios de Campamentos Unidos permitió obtener racionalizar el
empleo de los recursos, pero la constante vigilancia financiera por parte de las agencias
internacionales fue fundamental para llevar el proyecto a un buen final.
349
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351
Pobreza y migración en el estado de Hidalgo
Sócrates López Pérez1 Lydia Raesfeld2 Luis Gil Borja3
Introducción
El presente documento aborda una amplia investigación sobre la pobreza y su relación con la
migración. Este tema ha sido objeto de estudio y discusión desde hace décadas, se ha
analizado desde distintas perspectivas o enfoques, por ello los especialistas han tenido serias
divergencias desde su concepción, su definición y los procedimientos empleados para medirla.
Actualmente el tema de la pobreza tiene mayor importancia y preocupación para analizarlo y
comprenderlo, sobre todo porque las tendencias actuales siguen aumentando, así como las
características de su gravedad se agudizan en grandes territorios a lo largo del mundo. México
no es la excepción en ésta tendencia.
Antecedentes
Las tendencias en el desarrollo de la pobreza tienen una relación directa con la composición y
características del Estado. Ya que éste se presenta como un agente activo en el diseño y
aplicación de políticas públicas encaminadas a reducir los índices de pobreza, marginación y
desigualdad, así como en diseñar un modelo compensatorio a los impactos que general el
modelo económico de cada país y las influencias de los mercados internacionales. En general,
éste modelo impulsado a partir de la década del ochenta, deslinda al Estado de la
responsabilidad de intervenir en el diseño políticas de intervención directa sobre las variables
económicas, dejando los ajustes a las fuerzas del mercado bajo un esquema de apertura
comercial y liberación de la inversión extranjera; con apoyo a las exportaciones a través de la
banca nacional y tratados comerciales internacionales. Éste modelo suponía que produciría los
niveles de crecimiento y desarrollo, deseados para contrarrestar la pobreza, marginación y
desigualdad, cuyas tendencias venían aumentado significativamente.
Los primeros estudios para comprender el fenómeno de la pobreza estaba en
sustentada en características de distribución de los recursos y de la riqueza dentro de los
diversos grupos sociales. Por lo tanto era vista como fallas limitadas del sistema social, estando
focalizadas sobre la dinámica de variables sociodemográficas. Más adelante se abandona la
1 Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, [email protected]
2 Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, [email protected]
3 Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, [email protected]
352
idea del ingreso limitado y se amplia hacia sectores de salud, educación, vivienda, retiro y
condiciones más amplias que posibiliten a los grupos el acceso a determinadas condiciones de
desarrollo y que faciliten su potencial social como una forma de alcanzar cierto nivel de acción
sobre los mercados. En cierta forma se señalan como adquisición de cierto nivel de
competencias.
De esta forma existe una gran diversidad y tradiciones académicas e institucionales para
la medición de la pobreza. Los primeros trabajos sobre pobreza y su medición, se remontan a
las investigaciones de Charles Booth, en 1892-1897 en un intento de darle una forma
matemática y crear un modelo de mapas de pobreza en Londres. Para principios del siglo XX
en York, Benjamin S. Rowntree utiliza categorías de investigación centrados en la nutrición. El
antecedente más lejano lo encontramos en Gran Bretaña hacia 1688 a través de los trabajos de
Gregory King con la estimación del número de pobres con un claro sustento científico y con
bases ordenadas para su cuantificación. Otro estudio que establecerá bases importantes para
orientación de los estudios fue The State of the Poor de Eden (1797) que contiene una gran
cantidad de información documentada a través de más de cien parroquias y ofrece detalles de
los presupuestos familiares. Los trabajos de Engels y Mayhew fueron de gran impacto para
establecer la diversidad de variables que actúan para definir un perfil de pobreza, en este caso
enfocándose en condición del pobre en la Inglaterra urbana; pero fue Charles Booth en Life
and Labour (1898-1899), quién a través de un estudio en Londres, en el Callejón del Este
encuentra la combinación de diversos elementos que ordenó sistemáticamente y logró medir la
magnitud del problema mediante la elaboración de mapas de pobreza de Londres bajo la idea
central de condiciones de vida laboral (Life and Labour of the People in London 1886-1903; en
Collections of the Archives Division of the Library of the London School of Economics and
Political Science). Booth al tomar la calle como su unidad de análisis, dibujó su famoso mapa de
pobreza en Londres (actualmente se tiene acceso a doce de ellos), parte de sus resultados
mostró que el 35% de la población vivía en pobreza abyecta, una cifra que en su momento se
mostró mayor que la cifra oficial. Este estudio fue publicado bajo el título Life and Labour of the
People en 1889. Más adelante fue publicado un segundo volumen, titulado Labour and Life of
the People, que cubría el resto de Londres y apareció en 1891, y bajo estos trabajos de
investigación propuso el establecer una línea de pobreza 4. Posterior a estos dos volúmenes
Booth expandió su investigación para mejorar su obra y que publicó como Life and Labour of
the People in London en nueve volúmenes entre los años 1892 y 1897. Y finalmente se
4 Booth collections of the Archives Division of the Library of the London School of Economics and Political Science (LSE Archives)
and the Senate House Library, http://booth.lse.ac.uk/, consultado 08.03.2009
353
conjuntó una tercera edición (extendida a 17 volúmenes) que fue publicada entre 1902 y 1903.
Incluso estos estudios sirvieron para hacer las primeras propuestas y modelos en las pensiones
para jubilados (Atkinson et al., 1983).
El estudio de Rowntree (1901), intentó comparar la situación en York, como un pueblo
típico provinciano, como lo propuso Booth en Londres, pero su método hizo una diferencia
importante al ocuparse de los ingresos familiares individuales y el desarrollo de un estándar de
pobreza basada en estimación nutricional. El desarrollo de los estudios mediante el método de
muestreo permitió ir más allá con Bowley (1913) quien estableció elementos estadísticos al
utilizar una muestra al azar de una de cada 20 de las casas de la clase trabajadora en Reading.
Un gran número de estudios locales se condujeron subsiguientemente, la encuesta de los Five
Towns de Bowley en 1915, se reproduce en los primeros años de esa década y una nueva
muestra de London Life and Labour publicada en los inicios de los treinta. El trabajo de
Rowntree fue elaborado en un estudio de York en 1936 y 1950, en la cual se convirtió en una
referencia importante de información acerca del impacto de las acciones sobre las condiciones
de vida de la población hacia 1948. Cuyos resultados señalarían una reducción significativa de
pobreza en Gran Bretaña, que fue explicada a través de la combinación de empleo pleno y los
nuevos beneficios sociales.
Sin embargo otros estudios, sobre todo de tipo empírico y con una orientación de
modelos de investigación de la Sociología, que fueron publicados en The Poor y The Poorest
por parte de Townsend y Abel Smith (1965), mostraron que al usar análisis secundarios de una
muestra nacional en 1960 la cantidad de dos millones de personas mostraban bajos niveles de
acceso a la red de seguridad social. Este hallazgo se confirmó con las estimaciones oficiales
que empezaron a publicarse por el Departament of Health and Social Security en los setenta, y
por una investigación del propio Peter Townsen (1979).
En otros centros académicos se desarrolló el tema con la definición de una línea de
pobreza diseñada por Robert Hunter en 1904 (Poverty), con estudios sobre las condiciones de
vida en Chicago y New York diseñando categorías sociológicas sobre comodidad mínima, y en
la cual concluye que en Estados Unidos se localizan más de diez millones de pobres y describe
a detalle las condiciones de vida de las familias, mujeres, trabajadores y jóvenes.
Para el periodo de los 60´s, el tema de pobreza y su medición se hizo sistemático, con
excepciones notables tales como el trabajo de Lampman (1959)5. The Other America por
Harrington (1962) y The Affluent Society por Galbraith (1958) que mucho hicieron por despertar
5 Ver Modeling the Distribution and Intergenerational Transmission of Wealth. National Bureau Economic of Research. Studies in
Income and Wealth Vol. 46. Edited by James D. Smith. Chicago, 1980. Pág. 57.
354
la atención del público, los políticos y los académicos. El informe de 1964 del Council of
Economic Advisers propuso $3,000 (Dlls. por año para familia de cuatro miembros a precios de
1962 en EEUU) como el nivel de la pobreza, sostenido por la investigación de Orshansky
(1965), para establecer más adelante como el nivel de la línea de pobreza oficial, que se ha
aplicado desde esa fecha (con modificaciones, tal como la suma de medidas alternativas
incluso el valor de las transferencias en especie) (ver Atkinson 1983).
Más adelante los trabajos de investigación se van institucionalizando, con la OCDE se
logró establecer estudios comparativos y cruce de microdatos de empleo, mercado laboral y
población, que con el Luxembourg Income Study (LIS) se logró establecer indicadores entre
países sobre inequidad y pobreza. Con ello se internacionalizan y estandarizan los modelos, ya
que el juicio sobre la pobreza va a depender de la disponibilidad de la información acerca de la
distribución de los niveles de vida dentro de los países; de ahí que el Banco Mundial y la
Organización Internacional del Trabajo han establecido informes anuales y que marcan las
medidas y acciones por cada región. La OIT y el Banco Mundial han influido en el creciente
interés, como lo promueve el informe Brandt, con el concepto de “necesidades básicas”, o un
mínimo de bienes específicos y condiciones ambientales6. Los reportes más actuales e
innovadores en cuanto a los indicadores y categorías integradas para la medición de la pobreza
ha sido el Banco Mundial a través de los Índices de Desarrollo Humano (IDH) y el Fondo de
Población de Naciones Unidas con estudios sobre el comportamiento de pobreza y población a
nivel nacional y por grandes regiones económicas y campo-ciudad.
Para finales del siglo XX se dan fenómenos interesantes entre la pobreza y el diseño de
alternativas para su reducción. Y es a través de las políticas públicas como se encuentran
acciones institucionalizadas y la orientación de recursos para su rezago. Así se logra diseñar
diversos programas y acciones por medio de la política social, que intenta compensar aquellas
desigualdades aleatorias, físicas o sociales resultado de las actividades económicas, políticas y
sociales de la sociedad; para el caso de México tendremos estos modelos institucionales, con
recursos y establecidos a través de amplios aparatos y organismos gubernamentales.
Experiencias amplias como la Coordinación General del Plan Nacional de Zonas Deprimidas y
Grupos Marginados (COPLAMAR, 1977) con el gobierno de José López Portillo, el cual propuso
la atención de las necesidades básicas d ela población en condiciones de pobreza. Con ello se
retoma el modelo de Necesidades Básica Insatisfechas (NBI) que derivó hacia programas que
cubrían dichas brechas, SAHOP -COPLAMAR: Enfocada al desarrollo de infraestructura
6 El informe Brandt es elaborado por diversas comisiones independientes que son los resultados de investigación sobre la
composición del desarrollo económico en la relación entre hemisferios Norte-Sur y que fue presidida por Willy Brandt canciller alemán hacia 1980.
355
carretera; CONASUPO-COPLAMAR: Sistema de abasto rural y precios de garantía; SEP-
COPLAMAR: Desarrollo de infraestructura y equipamiento educativo; IMSS-COPLAMAR: Como
parte de la expansión de los servicios de salud (López Pérez, 2009).
Otro gran Plan de Acción sobre la pobreza en el Programa Nacional de Solidaridad
(PRONASOL; 1988-1994) que se da con el gobierno de Carlos Salinas de Gortari; el Programa
de Educación, Salud y Alimentación Progresa (1997-2000) con el gobierno de Ernesto Zedillo
Ponce de León y Oportunidades (2001-2009 ) del sexenio de Vicente Fox Quesada, que tiene
continuidad con Felipe Calderón Hinojosa bajo el mismo modelo pero con un agregado de
publicidad y de nombre con el de Para Vivir Mejor. En este caso se dio continuidad al modelo
diseñado por Zedillo, ya que construyó un indicador con tres brechas y centrado en familias y
enfocado por medio de la localización de diversos tipos de pobreza (Levy, 1992).
Estas estimaciones de los índices de pobreza fueron realizadas a nivel municipal, con
agregados al proceso de planeación demográfica y del desarrollo económico y social de cada
estado; también se hicieron agregados para la mejora de los procesos de planeación, la
asignación de los recursos presupuestarios y el fortalecer las políticas públicas a nivel
institucional y focalizado.
Mapas de pobreza para el estado de Hidalgo
Un modelo relativamente nuevo es el de Mapas de Pobreza, los cuales dan posibilidad de
incluir una amplia variedad de categorías en una sola matriz y relacionarla con su ubicación
geográfica. Ésta es una herramienta propuesta por el Banco Mundial para respaldar la puesta
en marcha de las políticas encaminadas a lograr los objetivos sociales y la vigilancia del
desarrollo. El mapa de pobreza permite dimensionar espacialmente los niveles de pobreza que
registra alguna zona, reflejando el bienestar conjunto de los hogares. Se facilita la definición de
prioridades para la asignación de recursos; permitiendo la ejecución de una política de
focalización del gasto público en función de los niveles de pobreza de las comunidades.
Este modelo fue rediseñado en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo para
aplicarlo en los 84 Municipios que lo conforman. Se elaboraron a través de una metodología
propia basados en una matriz compuesta en tres grandes dimensiones: variables económicas,
variables sociales y variables medioambientales. Esta matriz fue configurada mediante datos de
diversas fuentes de información y se estructuró en una base de datos para el software SPSS,
en la que fue sistematizada por 36 variables de las cuales se elaboraron modelos estadísticos y
relacionaron entre ellas para obtener indicadores y parámetros, los cuales a su vez fueron
ordenadas en categorías de diez y que describen las condiciones de la población a nivel
356
municipal7. Con este estudio se logró localizar la composición y características de la pobreza en
el estado de Hidalgo, y su ubicación geográfica y zonificación.
Finalmente se analizó la composición y dinámica de la migración internacional en los
mismos municipios y en el mismo periodo, y ambos resultados fueron contrastados y
correlacionados para comprender su comportamiento en conjunto. En conjunto
metodológicamente se trataba de presentar el comportamiento de la pobreza, junto a la
dinámica de la migración y la inversión pública con programas sociales diseñados para incidir
sobre la pobreza. De ahí se trata de resaltar aquellas zonas que han logrado reducir algunos
indicadores y puntos de pobreza, y ver en qué medida es marcado por el gasto público o por la
inversión privada de las remesas. Lo que implicaría que el rezago de la pobreza tiene una
relación directa con las remesas internacionales de la migración, que a la vez los procesos de
migración se concentran en aquellas zonas que originalmente tenían altas tasas de
marginación. Así, la marginación es resuelta por la población a través de la búsqueda de sus
elementos de sobrevivencia con los ingresos de la migración –en este caso es una
responsabilidad que le corresponde resolver al Estado- y mediante la inversión en el consumo
de bienes básicos, vivienda, educación y salud. Que a su vez coincide con la inversión pública
para reducir esos mismos indicadores en las regiones de pobreza.
Resultados en los indicadores en los mapas
Composición de sectores económicos
Sector primario
Los resultados obtenidos en las escalas y categorías elaboradas en la matriz mostró que el
sector primario está localizado en municipios rurales donde más del 80% de las personas
trabajan en él. En contraparte las zonas urbanas como Pachuca, Mineral de la Reforma,
Tulancingo de Bravo y Tizayuca tienen menos del 10% de personas trabajando en el sector.
En las tareas del campo aún se ocupan 25 de cada 100 hidalguenses que son nueve más que
en el país en su conjunto.
7 La información utilizada se adquirió en base a publicaciones de carácter institucional como el Censo de Población y Vivienda 2000,
Anuario Estadístico 2002 del INEGI, Conteo de Población 2005 y diversos Planes de Desarrollo e Informes de Gobierno del Gobierno del Estado, así como en la visita a instituciones como la Secretaría de Salud, Secretaría de Agricultura, Secretaría de Desarrollo Económico, Secretaría de Desarrollo Social, Secretaría de Economía (Delegación Hidalgo), Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, etc.
357
Fuente: Elaboración propia. Base de datos diversa para la elaboración de
Mapas de Pobreza. 2003.
SECTOR PRIMARIO
MUY EXTREMADAMENTE BAJA
EXTREMADAMENTE BAJA
MUY BAJA
MODERADAMENTE BAJA
UN POCO BAJA
MEDIA
UN POCO ALTA
MODERADAMENTE ALTA
MUY ALTA
EXTREMADAMENTE ALTA
Fuente: Elaboración propia. Base de datos diversa para la elaboración de
Mapas de Pobreza. 2003.
SECTOR PRIMARIO
MUY EXTREMADAMENTE BAJA
EXTREMADAMENTE BAJA
MUY BAJA
MODERADAMENTE BAJA
UN POCO BAJA
MEDIA
UN POCO ALTA
MODERADAMENTE ALTA
MUY ALTA
EXTREMADAMENTE ALTA
MUY EXTREMADAMENTE BAJA
EXTREMADAMENTE BAJA
MUY BAJA
MODERADAMENTE BAJA
UN POCO BAJA
MEDIA
UN POCO ALTA
MODERADAMENTE ALTA
MUY ALTA
EXTREMADAMENTE ALTA
Los municipios de mayor concentración del sector agrícola son Cuautepec de Hinojosa,
Tulancingo de Bravo, Tezontepec de Aldama, Chapulhuacan, Tlanchinol, Yahualica,
Xochiatipan y Huehuetla.
Sector secundario
El sector secundario que comprende las actividades industriales, está concentrado hacia el sur
del estado. Principalmente en los corredores industriales de la entidad y una cuarta parte de la
población es ocupada en el sector.
SECTOR SECUNDARIO
MUY EXTREMADAMENTE BAJA
EXTREMADAMENTE BAJA
MUY BAJA
MODERADAMENTE BAJA
UN POCO BAJA
MEDIA
UN POCO ALTA
MODERADAMENTE ALTA
MUY ALTA
EXTREMADAMENTE ALTA
Fuente: Elaboración propia. Base de datos diversa para la elaboración de
Mapas de Pobreza. 2003.
SECTOR SECUNDARIO
MUY EXTREMADAMENTE BAJA
EXTREMADAMENTE BAJA
MUY BAJA
MODERADAMENTE BAJA
UN POCO BAJA
MEDIA
UN POCO ALTA
MODERADAMENTE ALTA
MUY ALTA
EXTREMADAMENTE ALTA
MUY EXTREMADAMENTE BAJA
EXTREMADAMENTE BAJA
MUY BAJA
MODERADAMENTE BAJA
UN POCO BAJA
MEDIA
UN POCO ALTA
MODERADAMENTE ALTA
MUY ALTA
EXTREMADAMENTE ALTA
Fuente: Elaboración propia. Base de datos diversa para la elaboración de
Mapas de Pobreza. 2003.
Los principales municipios son Pachuca de Soto, Zapotlán de Juarez, Tizayuca,
Tulancingo y Atotonilco.
358
El sector terciario
El sector de servicios en los últimos diez años ha pasado a un primer plano en el número de
empleados que ocupa. Este sector presenta un crecimiento de 10.1 puntos porcentuales de
1990 al año 2000. Sin embargo la terciarización de la economía en Hidalgo ha sido menor que
en el país.
SECTOR TERCIARIO
MUY EXTREMADAMENTE BAJA
EXTREMADAMENTE BAJA
MUY BAJA
MODERADAMENTE BAJA
UN POCO BAJA
MEDIA
UN POCO ALTA
MODERADAMENTE ALTA
MUY ALTA
EXTREMADAMENTE ALTA
Fuente: Elaboración propia. Base de datos diversa para la elaboración de
Mapas de Pobreza. 2003.
SECTOR TERCIARIO
MUY EXTREMADAMENTE BAJA
EXTREMADAMENTE BAJA
MUY BAJA
MODERADAMENTE BAJA
UN POCO BAJA
MEDIA
UN POCO ALTA
MODERADAMENTE ALTA
MUY ALTA
EXTREMADAMENTE ALTA
MUY EXTREMADAMENTE BAJA
EXTREMADAMENTE BAJA
MUY BAJA
MODERADAMENTE BAJA
UN POCO BAJA
MEDIA
UN POCO ALTA
MODERADAMENTE ALTA
MUY ALTA
EXTREMADAMENTE ALTA
Fuente: Elaboración propia. Base de datos diversa para la elaboración de
Mapas de Pobreza. 2003.
Observamos cómo los municipios del sur y suroeste de la entidad presentan una
actividad terciaria mayor que los municipios del norte del estado.
Empleo
La situación del trabajo relativo se muestra en el siguiente mapa:
TRABAJO RELATIVO
Fuente: Elaboración propia. Base de datos diversa para la elaboración de
Mapas de Pobreza. 2003.
MUY EXTREMADAMENTE ALTA
MUY ALTA
MODERADAMENTE ALTA
UN POCO ALTO
MEDIA
UN POCO BAJA
EXTREMADAMENTE BAJA
MUY BAJA
MODERADAMENTE BAJA
EXTREMADAMENTE ALTA
TRABAJO RELATIVO
Fuente: Elaboración propia. Base de datos diversa para la elaboración de
Mapas de Pobreza. 2003.
MUY EXTREMADAMENTE ALTA
MUY ALTA
MODERADAMENTE ALTA
UN POCO ALTO
MEDIA
UN POCO BAJA
EXTREMADAMENTE BAJA
MUY BAJA
MODERADAMENTE BAJA
EXTREMADAMENTE ALTA
MUY EXTREMADAMENTE ALTA
MUY ALTA
MODERADAMENTE ALTA
UN POCO ALTO
MEDIA
UN POCO BAJA
EXTREMADAMENTE BAJA
MUY BAJA
MODERADAMENTE BAJA
EXTREMADAMENTE ALTA
359
A través de este mapa se infiere que la mayor parte de las familias trabajan. En contraparte las
zonas rojas nos indican que existen más dependientes económicos por cada persona que
trabaja8.
Población económicamente desocupada / población total
La proporción de la población desocupada que comprende de los doce a los sesenta años, es
la que se muestra a continuación:
POBLACIÓN ECONÓMICAMENTE DESOCUPADA / POBLACIÓN TOTAL
Fuente: Elaboración propia. Base de datos diversa para la elaboración de
Mapas de Pobreza. 2003.
MUY EXTREMADAMENTE ALTA
MUY ALTA
MODERADAMENTE ALTA
UN POCO ALTO
MEDIA
UN POCO BAJA
EXTREMADAMENTE BAJA
MUY BAJA
MODERADAMENTE BAJA
EXTREMADAMENTE ALTA
POBLACIÓN ECONÓMICAMENTE DESOCUPADA / POBLACIÓN TOTAL
Fuente: Elaboración propia. Base de datos diversa para la elaboración de
Mapas de Pobreza. 2003.
MUY EXTREMADAMENTE ALTA
MUY ALTA
MODERADAMENTE ALTA
UN POCO ALTO
MEDIA
UN POCO BAJA
EXTREMADAMENTE BAJA
MUY BAJA
MODERADAMENTE BAJA
EXTREMADAMENTE ALTA
MUY EXTREMADAMENTE ALTA
MUY ALTA
MODERADAMENTE ALTA
UN POCO ALTO
MEDIA
UN POCO BAJA
EXTREMADAMENTE BAJA
MUY BAJA
MODERADAMENTE BAJA
EXTREMADAMENTE ALTA
Los municipios que presentan mayor concentración de personas desocupadas son:
Tlahuiltepa, Tepehuacan, Nicolás Flores, Eloxochitlán, Jaltocán, Xochiatipan, Xochicoatlán y
Huehuetla.
Población relativa que tiene derecho a servicio de salud
8 En esta publicación los colores más obscuros son los que representa los datos de extremadamente alta, es decir, son datos que
concentran mayor condición de pobreza y los tonos se van aclarando hacia el gris y grises claros, que representan mejores condiciones de vida.
360
Observamos que los municipios que comprenden los corredores industriales, presentan una
cobertura amplia de personas que cuentan con algún servicio de salud; ya sea en el IMSS o el
ISSSTE.
Infraestructura de salud
En el estado existen diferentes niveles de unidades: primer nivel, conformado por clínicas; el
segundo, que incluyen a los hospitales; y el tercer a los hospitales de especialidades.
Los municipios que presentan una cobertura extremadamente alta son: Calnali, Huejutla,
Huichapan, Ixmiquilpan, Pachuca, Tepehuacán de Guerrero, Tlanchinol, Tula de Allende y
Zimapan.
361
Categoría de recursos humanos – médicos
Observamos que el único municipio que cuenta con una categoría alta es la capital y en una
categoría media es el municipio de Tula de Allende. Al igual que en caso de los médicos, las
enfermeras se encuentran ubicadas en su mayoría en la capital (Pachuca), esto es, porque aquí
se encuentra la mayor infraestructura de salud, la media se localiza en el municipio de Huejutla.
Observamos que los municipios que comprenden los corredores industriales, presentan una
cobertura amplia de personas que cuentan con algún servicio de salud; ya sea en el IMSS o el
ISSSTE.
El derecho de contar con atención a la salud, es primordial para acabar con la pobreza
de cualquier zona, es uno de los objetivos esenciales del desarrollo; es por ello que los
programas de salud deben de ser implantados y diseñados para cada región.
Desnutrición infantil
La desnutrición infantil es uno de los indicadores más representativos de pobreza, así también,
se convierte en uno de los principales problemas a atacar por parte del estado. La desnutrición
es clasificada según su gravedad, sea leve, moderada o grave.
Las cifras más altas de desnutrición leve se encuentran en los municipios de San Felipe
Orizatlán, Huazalingo, Xochicoatlán, Cardonal, Chilcuahutla, Santiago de Anaya, San Bartola
Tutotepec, y Agua Blanca.
En el siguiente mapa se muestra la desnutrición moderada infantil, los municipios más
afectados son Huazalingo, Xochicoatlán, San Bartolo Tutotepec, Agua Blanca, Jaltocán,
Huautla, Tepehuacán de Guerrero, y Chapantongo.
CATEGORÍA DE POBLACIÓN RELATIVA MUNICIPAL CON
DESNUTRICIÓN SEVERA
Fuente: Elaboración propia. Base de datos diversa para la elaboración de
Mapas de Pobreza. 2003.
MUY EXTREMADAMENTE ALTA
MUY ALTA
MODERADAMENTE ALTA
UN POCO ALTO
MEDIA
UN POCO BAJA
EXTREMADAMENTE BAJA
MUY BAJA
MODERADAMENTE BAJA
EXTREMADAMENTE ALTA
CATEGORÍA DE POBLACIÓN RELATIVA MUNICIPAL CON
DESNUTRICIÓN SEVERA
Fuente: Elaboración propia. Base de datos diversa para la elaboración de
Mapas de Pobreza. 2003.
MUY EXTREMADAMENTE ALTA
MUY ALTA
MODERADAMENTE ALTA
UN POCO ALTO
MEDIA
UN POCO BAJA
EXTREMADAMENTE BAJA
MUY BAJA
MODERADAMENTE BAJA
EXTREMADAMENTE ALTA
MUY EXTREMADAMENTE ALTA
MUY ALTA
MODERADAMENTE ALTA
UN POCO ALTO
MEDIA
UN POCO BAJA
EXTREMADAMENTE BAJA
MUY BAJA
MODERADAMENTE BAJA
EXTREMADAMENTE ALTA
362
En cuanto a desnutrición severa, son Xochicoatlán, Agua Blanca, Tepehuacan de
Guerrero, Chapantongo, Tenango de Doria, Eloxochitlán, Tlahuiltepa y Atlapexco los municipios
que reportan el mayor número de casos.
La siguiente gráfica muestra a los municipios más afectados por la desnutrición infantil,
sea ésta leve, moderada o severa.
CATEGORÍA DE POBLACIÓN MUNICIPAL CON
DESNUTRICIÓN TOTAL
Fuente: Elaboración propia. Base de datos diversa para la elaboración de
Mapas de Pobreza. 2003.
MUY EXTREMADAMENTE ALTA
MUY ALTA
MODERADAMENTE ALTA
UN POCO ALTO
MEDIA
UN POCO BAJA
EXTREMADAMENTE BAJA
MUY BAJA
MODERADAMENTE BAJA
EXTREMADAMENTE ALTA
CATEGORÍA DE POBLACIÓN MUNICIPAL CON
DESNUTRICIÓN TOTAL
Fuente: Elaboración propia. Base de datos diversa para la elaboración de
Mapas de Pobreza. 2003.
MUY EXTREMADAMENTE ALTA
MUY ALTA
MODERADAMENTE ALTA
UN POCO ALTO
MEDIA
UN POCO BAJA
EXTREMADAMENTE BAJA
MUY BAJA
MODERADAMENTE BAJA
EXTREMADAMENTE ALTA
MUY EXTREMADAMENTE ALTA
MUY ALTA
MODERADAMENTE ALTA
UN POCO ALTO
MEDIA
UN POCO BAJA
EXTREMADAMENTE BAJA
MUY BAJA
MODERADAMENTE BAJA
EXTREMADAMENTE ALTA
El siguiente mapa muestra la severidad del problema de la desnutrición infantil por
número total de niños, independientemente del porcentaje que le representen sobre su
población.
CATEGORÍA DE POBLACIÓN CON
NIÑOS DESNUTRIDOS
Fuente: Elaboración propia. Base de datos diversa para la elaboración de
Mapas de Pobreza. 2003.
MUY EXTREMADAMENTE ALTA
MUY ALTA
MODERADAMENTE ALTA
UN POCO ALTO
MEDIA
UN POCO BAJA
EXTREMADAMENTE BAJA
MUY BAJA
MODERADAMENTE BAJA
EXTREMADAMENTE ALTA
CATEGORÍA DE POBLACIÓN CON
NIÑOS DESNUTRIDOS
Fuente: Elaboración propia. Base de datos diversa para la elaboración de
Mapas de Pobreza. 2003.
MUY EXTREMADAMENTE ALTA
MUY ALTA
MODERADAMENTE ALTA
UN POCO ALTO
MEDIA
UN POCO BAJA
EXTREMADAMENTE BAJA
MUY BAJA
MODERADAMENTE BAJA
EXTREMADAMENTE ALTA
MUY EXTREMADAMENTE ALTA
MUY ALTA
MODERADAMENTE ALTA
UN POCO ALTO
MEDIA
UN POCO BAJA
EXTREMADAMENTE BAJA
MUY BAJA
MODERADAMENTE BAJA
EXTREMADAMENTE ALTA
Resulta interesante saber que Pachuca tenga el mayor número de niños desnutridos.
363
Educación
Escolaridad por estudios promedio
Observamos en este mapa, que los municipios con el menor promedio de grado escolar
son San Bartolo Tutotepec, Yahualica y la Misión. En contraparte los municipios del sur tienen
en promedio un mayor grado escolar.
Migración, remesas e inversión pública en el estado de hidalgo
En los últimos quince años el estado de Hidalgo ha pasado en sus tasas de migración de un
lugar quince al quinto. La principal forma de migración ha sido hacia Estados Unidos, lo que ha
contribuido con una importante entrada de remesas9 debido que han tenido un aumento en
términos absolutos durante el periodo 2000-2007, pero la tasa de crecimiento por año ha sido
variable, el crecimiento del 2003 con respecto del 2000 fue de 113.7% con 267.5 (Millones de
Dlls.) en el 2004 con respecto al 2003 fue de 19.7%, 99.3 Mdd., en el 2005 disminuye y se
coloca en 15.1%, 91.1 Mdd. Para el 2006 incrementa al 20.3% con 141 Mdd., y finalmente al
2007 vuelve a disminuir con una tasa de crecimiento del 14.2% con 118.6 Mdd. (ver Gráfica No
17).
Por otro lado encontramos que la tasa de crecimiento de la inversión pública10 del 2003
fue de 85.7% con respecto al 2000 y su aumento absoluto fue de 453.07 Mdd., en el 2004 se
registró el 31.5% con 302.92 Mdd., para el 2005 disminuye 0.52%, decreciendo con 6.84 Mdd.,
9 La cantidad de remesas se obtuvo de la página del INEGI, www.inegi.gob.mx y el porcentaje es elaboración propia.
10 La inversión pública se obtuvo de los Anuarios Estadísticos del INEGI del 2005-2007; se convirtió a millones de dólares tomando
el tipo de cambio de la misma institución. Los rubros de la inversión pública son: Educación, Comunicaciones y transporte, Desarrollo institucional, Salud, Asistencia social y servicios comunitarios, Fomento agrícola, Urbanización, Ecología, Infraestructura de seguridad, Electrificación, Desarrollo industrial, Agua potable, sitios históricos y culturales, Alcantarillado, Vivienda, deporte, Fomento al turismo, Oportunidades productivas, Fomento ganadero, Desarrollo social, Fomento avícola, Fomento al desarrollo urbano y rural, Definición y conducción de la planeación del desarrollo regional.
364
en el 2006 aumentó al 12.40% con 159.35 Mdd., y por último el crecimiento del 2007 con
respecto al 2006 fue del 4.0% o 57.89 Mdd. (ver Gráfica No. 1).
Como se puede observar en la gráfica anterior la tasa de crecimiento de las remesas no
está tan separada como la inversión pública, pese a que las remesas en el periodo 2003-2004 y
2006-2007 tienen una disminución en su tasa de crecimiento y no registran una tasa negativa
como la inversión pública en el periodo 2004-2005. Del 2006 al 2007 las remesas aumentaron
118.6 Mdd., y la inversión sólo 57.89 Mdd. El crecimiento total de las remesas fue de 717.5
Mdd., casi alcanzando la inversión pública puesto que fue de 966.39 Mdd. Por lo que la relación
de las remesas llegaron a ser el 54.3% de la inversión pública durante el periodo estudiado, es
decir las remesas en total fueron 3,819.2 Mdd., y la inversión pública 7,031.8 Mdd11. Haciendo
un análisis de los municipios12 como lo indica el cuadro No. 26 encontramos que son 30 los que
reciben mayor cantidad de remesas en el periodo 2000-2007. Tomando como referencia al
municipio de Pacula, al contar con más hogares que perciben remesas y se partió de su ingreso
de remesas para dicho estudio (10 Mdd). En el 2000 las remesas comenzaban a figurar en el
estado, sólo 4 municipios tuvieron de 10.8 Mdd., a 28.8 Mdd., Pachuca fue el más bajo e
Ixmiquilpan el más alto abarcando en total el 32.8% del rubro (77.1 Mdd) que vendría siendo el
14.5% de la inversión pública del mismo año. En el 2003 Tepeapulco, Tecozautla, Cuautepec
de Hinojosa, Huichapan, San Salvador, Actopan, Atotonilco El Grande, Alfajayucan, Tasquillo,
11
Cuando señalamos Inversión Pública se concentra en los reportes de los programas de la política social Oportunidades, Procampo, Alianza para el campo, principalmente y a nivel municipal según reportes oficiales. 12
Debido a que sólo se cuenta con el índice de migración, índice de desarrollo social, índice de marginación del 2000 y 2005 calculado por el CONAPO, se tomara como constantes estas variable para el año 2000 y las variables que cambiaran en los años posteriores son las remesas y la inversión pública.
365
Pachuca de Soto, Zimapán, Tulancingo De Bravo e Ixmiquilpan registraron entre 10.34 Mdd., y
61.76 Mdd., abarcando el 56.4% del total de remesas (283.4 Mdd).
Para el 2004 se agregan a los municipios con mayor migración y generación de
remesas: Francisco I. Madero, Jacala de Ledezma, El Cardonal, La Misión y Mixquiahuala de
Juárez, variando las remesas entre 10.37 Mdd. y 73.97 Mdd., representando estos 18
municipios el 65.5% del total de remesas, asimismo Ixmiquilpan fue el que más contribuyó con
73.97 Mdd., y Francisco I. Madero fue el que tuvo menor cantidad con 10.37 Mdd. En términos
de inversión pública del mismo año, se podría decir que el 65.5% de estas remesas (394.2
Mdd) vendrían siendo el 30.5% de la inversión pública (393.8 Mdd.); de estos municipios La
Misión no alcanzó ni el 1% de inversión pública siendo el más bajo con el 0.26% (3.4 Mdd.); sin
embargo obtuvo el 1.9% de remesas (11.28 Mdd) que sería casi el 1% de la inversión pública y
la diferencia entre estas 2 cantidades es de 7.9 Mdd., sólo Ixmiquilpan, Actopan, Tulancingo y
Pachuca tuvieron alta inversión publica (los demás oscilaron entre 3.4 y 8.21 Mdd.). Ixmiquilpan
obtuvo el 1.4% de inversión (18.24 Mdd.) pero evidentemente obtuvo más de remesas 73.97
Mdd., la diferencia es de 55.73 Mdd., una cifra bastante alta. En tanto, Zimapán siendo uno de
los 4 municipios con muy alto grado de migración tuvo 36.94 Mdd. de remesas y de inversión
pública sólo 8.09 Mdd. Tasquillo 19.09 Mdd de remesas y de inversión 5.61 Mdd., Pacula en
este año aun no figuraba tanto en cuanto a la generación de remesas.
Para el 2005 en el sentido de remesas se anexa Apan, Progreso de Obregón y Acatlán;
el menor fue Apan con 10.07 Mdd.; de la misma forma Ixmiquilpan obtiene más remesas con
85.16 Mdd., en conjunto los 21 municipios representan el 69.9% (484.40 Mdd.) que
comparativamente son el 37.7% de la inversión pública; por lo tanto la tasa de crecimiento de
2004 al 2005 de las remesas es de 23% en términos de inversión pública.
En el 2006 las remesas registraron 834 Mdd., en el estado, representado 28 municipios
el 79.2% (660.5 Mdd.) del total; en este año se anexaron 7: Santiago de Anaya, Tenango De
Doria, Tula De Allende, Pacula, El Arenal, Chilcuautla y Zacualtipan. Siendo Pacula el de mayor
hogares con remesas como ya se mencionó; a partir de este año se empieza a notar en
cuestión de ingreso de remesas con 10.89 Mdd., el de menor cantidad de remesas fue Santiago
de Anaya 10.37 Mdd. y el de mayor fue Ixmiquilpan con 102.49 Mdd., de los 7 municipios Tula
es el que mayor inversión pública, pues concentró 22.43 Mdd., y de remesas ingresaron 10.66
Mdd. Zacualtipan fue el que tuvo más remesas 11.57 Mdd., y de inversión pública tuvo 3.39
Mdd., y Pacula ya comienza a percibir un poco más de remesas 10.89 Mdd., y de inversión 2.83
Mdd.
366
En las gráficas del cuadro 27 se percibe el comportamiento de las remesas junto con el
de la inversión pública, en las cuales durante los años analizados los 28 municipios han
incrementado la cantidad de remesas, sobresalen 9 (Actopan, Alfajayucan, Atotonilco El
Grande, Cuautepec de Hinojosa, Ixmiquilpan, Pachuca de Soto, Tasquillo, Tulancingo y
Zimapán) con una diferencia que varia entre 16 y 73 Mdd., del año 2000 al 2006; e Ixmiquilpan
es el que tuvo más aumento en este rubro. El que menos incremento tuvo fue Chilcuautla con
6.27 Mdd., seguido de Tepeji del Río con 6.98 Mdd.
Comparativo de Remesas e Inversión pública de algunos municipios del estado de
Hidalgo, 2000,2004, 2005 y 2006
Gráfica 2: Remesas e inversión pública 2000 Elaboración propia con datos del INEGI y CONAPO.
367
Gráfica 3: Remesas e inversión pública 2004 Elaboración propia con datos del INEGI y CONAPO.
Gráfica 4: Remesas e inversión pública 2005 Elaboración propia con datos del INEGI y CONAPO.
368
Gráfica 5: Remesas e inversión pública 2006 Elaboración propia con datos del INEGI y CONAPO.
Asimismo del inicio al final del periodo en 10 municipios disminuyó la cantidad de
inversión pública: (Acatlán, Actopan, Alfajayucan, Cardonal, Chilcuautla, Cuautepec de
Hinojosa, Huichapan, San Salvador, Zacualtipán de Angeles, Zimapán) entre medio y un Mdd.;
y el aumento entre los demás municipios tuvo una variación de medio millón y 12 Mdd.,
evidenciándose el incremento por abajo del de remesas (con excepción de Pachuca). Durante
todo el periodo en Ixmiquilpan aumentó su inversión pública; sin embargo, ésta fue menor que
las remesas ya que entre la cantidad de inversión y remesas existen 61 Mdd., de diferencia.
Para el 2007 las remesas en Hidalgo fueron de 952.6 mdd. y se anexaron a los 28
municipios Chapulhuacán y Tepeji del Río con 10.47 mdd. y 11.09 mdd. Sin duda es
impresionante que sólo el 35% de los 84 municipios del estado contribuyen con el 81.4% de
remesas es decir 775.7 mdd. lo seria el 50% de la inversión pública (total en el año 2007 fueron
1501.8 mdd.) de este año. Por lo tanto se puede determinar perfectamente con el cuadro 27
que en la mayoría de los municipios existen más remesas que inversión pública.
En la siguiente gráfica se hace un análisis de los programas de la inversión pública en 3
años en la que se identifica a 6 rubros con una participación alta y un continuo aumento:
Asistencia Social y Servicios Comunitarios, Desarrollo Institucional, Educación, Salud,
Transportes y comunicaciones y urbanización) de estos rubros la educación es en la que más
se invierte; al inicio registró 66.41 mdd. y al final 570.08 mdd. y en urbanización es el rubro en
que se invirtió menos con 38 mdd. en el 2000 y en el 2006 fueron 62.77 mdd.
369
Gráfica 6: inversión pública del estado de Hidalgo, 2000,2004,2005.
Cuadro 1: Datos de la gráfica de inversión pública del estado de Hidalgo (Gráfica 6).
Si se toman en cuenta los 834 mdd. de remesas del 2006; vendría siendo el presupuesto
de 5 programas: la educación (570.08 mdd.), Asistencia y servicios comunitarios (142.12 mdd.),
Salud (116.50 mdd), constitución de reserva (1.24 mdd) y planeación del desarrollo regional
(1.20 mdd.).
Como ya se mencionó Ixmiquilpan es el municipio en el que más entran remesas en el
2006 se registraron 102.49 remesas equivalente a la inversión de 5 rubros: constitución de
reserva (1.24 mdd) y planeación del desarrollo regional (1.20 mdd.), vivienda (12.74),
electrificación (24.14 mdd.) y urbanización (62.77 mdd).
370
Por último de los 30 municipios con mayores remesas 7 municipios registran alta
migración y marginación, de estos 5 tienen un índice de desarrollo social medio y 2 bajo, su
inversión pública oscila entre los 3 y 13 mdd. Tenango es el único que tiene mayor inversión
que remesas y los demás municipios tienen en los 3 rubros un grado variable (muy alto, muy
bajo, alto, medio y muy bajo. De igual manera es importante mencionar que Pachuca siendo la
capital del estado de Hidalgo ha crecido en cantidad de remesas pese a que registra un índice
de migración y marginación muy bajo y un índice de desarrollo social muy alto.
Comportamiento del PIB, inversión pública y remesas del estado de Hidalgo.
Gráfica 7: Comportamiento del PIB, inversión pública y remesas en el estado de Hidalgo 2000-2006.
En la gráfica anterior se nota que a nivel estatal las remesas están por debajo de la línea
del PIB de Hidalgo y de la inversión pública; en el año 2000 las remesas ocuparon el 10.7% del
PIB, para el 2003 el PIB disminuyó el 15% con respecto al año 2000 y las remesas aumentaron
su participación referente a éste, con el 26.8%, en el 2005 el PIB creció 5.1% y las remesas
abarcaron el 34.3% y para el 2006 ocuparon el 40.6% con respecto al PIB. Si las remesas
siguen aumentando y el PIB de Hidalgo continúa con estas tasas de crecimiento pues
seguramente la participación de las remesas será más alta. Asimismo se observa en la gráfica
que la inversión pública es más grande que las remesas y su porcentaje de participación con
371
respecto al PIB es casi el doble en los 3 primeros años que el de las remesas oscilando entre el
13.4% al 36%; para el 2005 y 2006 hay una diferencia del 29%. Por lo tanto a nivel estatal la
inversión pública es mayor que las remesas. Sin embargo, a nivel municipal como ya se
mencionó en la mayoría de los municipios que perciben más remesas la inversión pública es
menor.
Conclusiones
Los resultados más importantes que arrojó la aplicación del modelo de mapas de pobreza
fueron para reelaborar o por lo menos para reflexionar una nueva regionalización del estado de
Hidalgo. Esta estratificación se realizó a partir de las características económicas, sociales y del
medio ambiente de los municipios y con datos agregados, dentro de criterios acotados a una
escala de elaboración propia. Los resultados mostraron grandes contrastes con la
regionalización actual de las dependencias gubernamentales de planeación, así como con los
sectores sociales de atención por lo tanto en los programas, cobertura, acciones y cantidad de
recursos de la política social. El modelo logró definir y configurar seis regiones, las cuales
fueron clasificadas como pobreza extremadamente alta, que comprende el 11.80 por ciento con
respecto del total de la población y a nivel estatal; pobreza alta, con 11.99 por ciento;
moderadamente alta, con 11.28 por ciento; moderadamente baja, con 18.89 por ciento; baja,
con 16.57 por ciento y extremadamente baja, con 29.48 por ciento.
Otros resultados que se infieren dentro de este modelo de mapas de pobreza son:
1. Los modelos de política social se han diseñado a nivel nacional y toman en cuenta datos
agregados. Con estos modelos la asignación de recursos se hace con el supuesto de
que personas y zonas son iguales. Los datos obtenidos para el estado de Hidalgo
comprueban que existe una gran cantidad de recursos transferidos por diversos
programas y proyectos. Sin embargo no se pudo avaluar su destino final, ni se saben
con certeza los efectos causados ni el tipo de mejoría económica y social. A pesar de
que no encontramos elementos para relacionar el ingreso y la distribución de los
recursos públicos, con la medición de la pobreza quedó claro que la cuenta pública aún
es diseñada con un modelo dominante de política social, es decir operada a través de
una vieja estructura corporativa.
2. Para el caso del estado de Hidalgo para reducir la pobreza, la utilización de estos
programas no resultaron significativos, por lo cual deben tomarse en cuenta las
características propias de cada región, es decir bajo un modelo de focalización y
372
microregionalización. El modelo mostró flexibilidad ante el territorio tan complejo del
estado de Hidalgo, ya que la matriz se adaptó a esta diversidad y mostró las vocaciones
regionales y la composición detallada de cada dimensión y categorías.
3. La revisión teórica de la metodología para la medición de la pobreza muestra que es
necesario redefinir estrategias de combate a la pobreza en el estado.
4. En el estado de Hidalgo la mayor concentración de población económicamente ocupada
se encuentra en el sector terciario, siguiendo en importancia el sector secundario y el
menor porcentaje está concentrado en el sector primario. Esta estructura económica ha
cambiado en los últimos diez años, pues anteriormente se pensaba que era el sector
primario el que agrupaba la mayor carga ocupacional, seguía el sector terciario y el
secundario.
5. Sin embargo, la vocación agrícola del estado, principalmente en los municipios del norte
del estado, hacen prioritario el apoyo a ésta actividad, la cuál está caracterizada en
estos municipios por el autoconsumo, la falta de crédito, tecnología atrasada, baja
productividad, poco valor agregado y deficientes canales de comercialización.
6. En los municipios que tienen mayores índices de pobreza ofrecen en general pocos
empleos, ya que el sector privado no tiene el mismo dinamismo del sector social, lo cual
se traduce en bajos salarios para los trabajadores (por la ley de la oferta y la demanda),
menor seguridad social, menor consumo y por lo tanto menor producción.
7. Muchos de los municipios con pobreza extremadamente alta no cuentan con servicios
básicos de agua, drenaje y luz eléctrica, la dispersión de las comunidades obstaculizan
su acceso. La relación entre la generación del valor de la producción y los montos de
inversión pública municipal resultaron mayores para lo público. Incluso en algunos
casos estos volúmenes representan menos de 10 por ciento de los más productivos, es
decir, existe un fuerte déficit público, además de que dicha inversión no tiene impacto en
la producción, ni en el mejoramiento en las condiciones de vida de la población.
8. En éstos municipios también se registran alarmantes casos de desnutrición infantil.
Zonas que muestran fuertes inversiones públicas durante las últimas tres décadas y
para programas alimentarios.
9. En las regiones clasificadas como extremadamente pobres, con pobreza alta o
moderadamente pobres, el promedio de años de escolaridad es muy bajo.
10. Estos municipios no registran grandes problemas ambientales, ya que otros con mayor
grado de contaminación, que tienen a su vez un ingreso mayor deben de compensarlo,
ya que dedican un porcentaje alto al consumo en salud para mejorar su calidad de vida.
373
11. En los municipios con pobreza moderadamente baja, baja y extremadamente baja existe
una mayor concentración de infraestructura productiva y servicios básicos, ubicados en
centros de atracción, estos municipios se localizan hacia el sur del estado, que
corresponde al corredor industrial. Estos municipios establecen relaciones e intercambio
de bienes en canales de comercialización más eficientes. Una de las mayores ventajas
que tienen estas regiones es su cercanía con el mercado nacional más grande, el
estado de México y el D.F. En estos municipios las categorías e indicadores de
bienestar muestran un mejor desarrollo en los sectores terciario y secundario e incluso
en actividades pecuarias. Algo que no se ha podido demostrar son las cantidades de
remesas de los grupos migrantes y la relación que se establece con el mercado laboral
en el D.F., lo cual representa igualmente una transferencia significativa, sobre todo en
aquellas zonas industriales del norte de la ciudad y la zona metropolitana.
12. En general en estos municipios sus indicadores económicos son aceptables, pero tienen
algunas deficiencias en la infraestructura educativa y de salud. Sus indicadores son
influidos por la cercanía con las ciudades del sur del estado y por la concentración de
servicios, por lo que se convierten en municipios sin empleo pero con consumo.
13. Además estos municipios tienen problemas ambientales, que se registran mayormente
en Actopan, Atitalaquia, Atotonilco de Tula, Emiliano Zapata, Mineral de la Reforma,
Pachuca, Tepeapulco, Tizayuca, Tlanalapa, Tula de Allende, Tulancingo de Bravo y
Zempoala.
14. Es importante mencionar que la participación política de estos municipios no es muy
alta, siendo Pachuca uno de los municipios que registran la menor participación y que es
un municipio con el mayor número absoluto de niños desnutridos.
15. Para la relación entre remesas e inversión pública como una relación e indicador de
desarrollo a nivel estatal no se tienen elementos que señalen alguna tendencia, pero al
desagregar los datos a nivel municipal encontramos una clara tendencia de
desplazamiento en los últimos diez años de las remesas frente a la inversión pública.
16. La inversión publica está concentrada en proyectos de Oportunidades, que son los
volúmenes mayores y para un consumo bien definido, en tanto las remesas son
utilizadas en cinco niveles de importancia: consumo de bienes directos, educación,
salud, vivienda e inversión cultural y colectiva comunitaria.
17. Este perfil de inversión de remesas, además de hacerlas diversas, están desplazando la
función de la inversión pública. Es decir si se parte de que los objetivos centrales de la
Política Social es la inversión en el mejoramiento de las condiciones de vida de la
374
población no se han cubierto en momentos y por población relativa a nivel municipal. En
los municipios cuya tendencia es mayor las tasas de migración, las remesas mantienen
un incremento y la inversión pública es menor.
18. La tendencia histórica de la reducción de la marginación se está dando con más certeza
en los municipios con mayor migración y mayor volumen de remesas. Que a su vez no
se corresponde con el incremento en la inversión pública.
19. A un nivel microsocial y con elementos básicamente empíricos, encontramos que el
mejoramiento de la calidad de vida, el crecimiento y mejoramiento de la vivienda, el
crecimiento en bienes intermedios, aumento del ahorro interno, la apertura de nuevos
negocios, el mejoramiento de infraestructura e introducción de servicios públicos es
mayor en aquellos municipios con migración internacional y envío de remesas.
20. Al relacionar la reducción de la marginación y cambio en la regionalización de las zonas
de pobreza según la migración, envío de remesas e inversión pública, nos señala con
claridad que las remesas están actuando sobre la composición del desarrollo local y
cuyas funciones de la inversión pública han sido desplazadas por las inversiones de las
remesas internacionales. En otras palabras, la responsabilidad de las autoridades y
representantes sociales ha sido desplazada por el trabajo y sacrificio de nuestros
paisanos migrantes.
375
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376
A experiência da articulação no semi-árido (ASA) no brasil na luta contra a pobreza e para o desenvolvimento
Ghislaine Duque1
María do Socorro de Lima Oliveira2 Paulo César O. Diniz3
Introdução
Este texto inspira-se da experiência da Articulação do Semi-Árido (ASA), rede que envolve
mais de 750 entidades – associações comunitárias, sindicatos, paróquias, organizações
não-governamentais (ONGs), etc. – na região semi-árida do Brasil. Com uma extensão
aproximada de 900.000 km2 (conferir figura 1), o semi-árido tem uma população rural de
aproximadamente 10 milhões de habitantes, o que indica uma densidade importante, se
compararmos com outras regiões semi-áridas do planeta.
Inicialmente, demonstra-se como naquela região, o crescimento econômico quase
sempre beneficiou uma minoria, baseando-se na exploração da população trabalhadora.
Ainda vigora a dominação política conhecida como “coronelismo”, caracterizada pela troca
de “favores” à população pobre por votos que asseguram a perpetuação de certo tipo de
oligarquia agrária no poder econômico e/ou político. O “desenvolvimento” da agricultura
ainda obedece aos princípios da Revolução Verde, ou seja, monocultura e insumos
químicos, altamente prejudiciais ao meio ambiente e à saúde, tanto do trabalhador rural
quanto do consumidor.
1 Ghislaine Duque é doutora em sociologia pela Ecole des Hautes Etudes en Sciences Sociales de Paris, professora da Universidade Federal
de Campina Grande (UFCG), Paraíba, Brasil, e pesquisadora do CNPq. [email protected]. 2 Maria do Socorro de Lima Oliveira é mestre em Sociologia e doutoranda pelo Programa de Pós-Graduação em Ciências Sociais da UFCG.
[email protected]. 3 Paulo César O. Diniz é doutor em sociologia pela Universidade Federal da Paraíba e professor na Universidade Federal Rural de
Pernambuco. [email protected].
377
Figura 1 – Delimitação do Semi-Árido brasileiro.
Fonte: BRASIL, 2005
Posteriormente, apresenta-se a experiência da ASA e como, aos poucos, ela busca
reverter essa situação. O primeiro passo consistiu em devolver a autonomia aos pequenos
camponeses, quebrando o sistema de dependência, através de políticas públicas
participativas que valorizam algumas experiências tradicionais dos camponeses e que, ao
mesmo tempo, agregam práticas novas baseadas na convivência com o semi-árido e nos
princípios agroecológicos. Assim estão se divulgando e implementando diversas formas de
armazenamento da água de chuva, para beber e produzir, de sorte que as famílias não
precisam mais recorrer aos “favores” dos grandes fazendeiros ou dos políticos para
sobreviver nas épocas de seca.
Finalizando, pontuam-se como algumas pressões diversas exercidas pela ASA
conseguiram o apoio oficial do Estado para o financiamento de projetos de armazenamento
de água, dentre outras ações, transformando essa reivindicação num processo educativo,
sustentável, duradouro e, principalmente, libertador.
378
O desafio da luta pelo desenvolvimento e contra a pobreza no Semi-Árido brasileiro
No Semi-Árido brasileiro, uma proporção importante da população vive em condições de
pobreza, cujas causas se devem a uma série diversificada de fatores naturais, políticos e
sociais.
O desafio mais conhecido, mas não necessariamente o mais importante, se refere ao
fenômeno das secas. Não se trata de falta de chuva, pois as precipitações atingem médias
razoáveis – de até 800 mm./ano nas áreas mais privilegiadas – mas de chuvas irregulares,
que podem se concentrar em precipitações violentas, arrancando as terras e provocando
erosão, para deixar espaços e/ou longos intervalos de tempo antes de novas chuvas. Essa
irregularidade se dá ao longo do período dito chuvoso (de 3 ou 4 meses por ano), e de um
ano para o outro. Periodicamente ocorrem “grandes secas”, ou seja, uma sucessão de anos
de pluviosidade fraca ou muito fraca, provocando frustrações de safra, esgotamento das
reservas alimentares, morte dos animais etc. Além do mais, as perdas de água por
evapotranspiração são três ou quatro vezes mais importantes que o volume de água
fornecida pela chuva. Há, portanto, uma perda considerável das reservas de água
armazenadas a céu aberto e um importante ressecamento da superfície dos solos não
cobertos.
Por outro lado, a maior parte do Semi-Árido tem um subsolo cristalino, recoberto de
uma camada de terra extremamente rasa, onde árvores de maior porte não teriam condição
de enfiar suas raízes (a não ser nos fundos aluviais dos baixios). A região oferece portanto
uma vegetação de baixo porte, com folhas caducas, muitas vezes reduzidas a espinhos no
caso das cactáceas, o que não permite a fertilização dos solos, como poderia acontecer se
houvesse uma massa de folhas cobrindo a terra e formando uma cobertura vegetal. A fraca
qualidade dos solos ainda é acentuada pelas práticas tradicionais de queima da vegetação
nativa, seja para “limpar” e fazer roçado, seja para fazer carvão; tem que assinalar ainda a
intensificação das culturas, conseqüência da diminuição do tamanho das parcelas no
processo de divisões por herança, como também da pressão exercida pela agricultura dita
“modernizada” – por exemplo, os perímetros irrigados – sobre a pequena propriedade.
Vale acrescentar que o subsolo cristalino também é responsável pela ocorrência de
águas “salobras” no lençol freático. Daí porque os poços artesianos dificilmente fornecem
água potável.
Nesse contexto de potencial agrícola limitado, a agricultura familiar de subsistência
ainda é a atividade que sustenta boa parte da população rural, junto com as rendas
provenientes de transferências sociais (estas particularmente importantes em anos de seca).
Pois, fora alguns cinturões na proximidade de cidades de maior porte capazes de oferecer
empregos, a agricultura ainda é um dos principais meios de vida da população rural do
Semi-Árido, e isso apesar das condições pouco favoráveis do meio natural.
379
No entanto, as principais causas da pobreza na região, os maiores obstáculos a seu
desenvolvimento não se situam no clima ou em outras características físicas. Elas resultam
das circunstâncias sociais e políticas que marcaram a história da região e cujas
conseqüências continuam castigando as camadas mais pobres da população.
Na realidade, a própria região Nordeste surge como uma região sujeita às estiagens
e, por essa razão, “merecedora” de especial atenção do poder público federal. Em grande
medida, é um espaço “filho das secas”; produto de toda uma série de imagens e textos,
produzidos a respeito deste fenômeno chamado de seca (ALBUQUERQUE Jr., 1999).
As circunstâncias históricas da colonização, baseada na apropriação das terras pelo
latifúndio utilizando mão de obra escrava, criou uma situação que se caracteriza hoje por
três fenômenos: a concentração da terra, a subordinação da mão de obra e uma aliança
estreita entre poder econômico e político.
Para sobreviver, a população trabalhadora adota estratégias de submissão, que
costumam se esconder sob a aparência de troca de favores: o “coronel” ou o político
“protege” de diversas formas (dá trabalho, empresta dinheiro, manda levar o doente para o
hospital) e em retorno, o subordinado obedece cegamente a suas ordens, em particular
votando segundo suas indicações, assegurando assim a permanência do mesmo poder
dominante.
Pois as relações individuais de dependência vertical impedem a emergência de
formas horizontais de ação coletiva. Assim, essa “cultura da subordinação” impede a
organização e luta da população pobre para conquistar sua autonomia e seus direitos
(Duque & Cirne, 1998).
As políticas assistenciais, que não deixam de ser necessárias, se forem
emergenciais e provisórias, abrem facilmente espaço para reforçar essa relação de
dependência, pois seus gestores entram facilmente nessa mesma lógica, até quando os
programas se dizem “participativos” Ou seja, não é raro que prefeitos indiquem os membros
dos diversos Conselhos; estes assinam documentos preparados por “especialistas”,
obedecendo às orientações do poder local; assim, esses “representantes populares” apenas
referendam e legitimam decisões alheias em vez de defender os interesses da população
que supostamente representam.
De modo geral, institucionalizou-se no semi-árido brasileiro o que alguns autores
definem como “indústria da seca” (Diniz, 2002). De modo que enquanto as “classes
subalternas” não tiverem acesso à autonomia política, elas não defenderão seus próprios
interesses, ou seja: a reforma agrária, políticas de apoio adaptadas à agricultura familiar,
condições de financiamento desburocratizadas, etc. Enquanto permanecerem dependentes
a título individual, não terão acesso às formas de organização que tornam possível a luta
eficiente para uma mudança da situação de subalternidade.
380
Essa difícil libertação supõe pelo menos duas condições: uma verdadeira revolução
mental dos indivíduos, e uma organização comunitária forte.
Revertendo a situação de dependência
Para reverter essa situação, precisa-se aliar a conquista de políticas de acesso à terra e
incentivo à agricultura camponesa, à divulgação de alternativas tecnológicas que permitem
ao pequeno produtor rural de obter sua independência econômica e sua autonomia política,
ao mesmo tempo que um processo pedagógico que o encaminhe para a organização, de
forma a alimentar as forças de pressão indispensáveis para conquistar as políticas públicas
mencionadas acima.
É o objetivo que a Articulação no Semi-Árido (ASA) pretende atingir. Existindo formal
ou informalmente em vários Estados desde o início dos anos 90, ela foi criada oficialmente
em 1999 para articular as entidades mais diversas em todo o Semi-Árido brasileiro. Nesse
momento, a região semi-árida passava por mais uma “grande seca”, fato que se repetiu por
diversas vezes no século XX e colocava-se agora como desafio para o século XXI.
Além disso, nesse ano o Brasil acolhia a COP-3 – terceira sessão da Conferência
das Partes das Nações Unidas da Convenção de Combate à Desertificação – momento
importante para um amplo debate sobre as regiões áridas e semi-áridas do planeta, com
interlocutores do mundo inteiro. Assim, constitui-se a ASA como o espaço de articulação
política regional da sociedade civil organizada, no Semi-Árido brasileiro, fazendo parte todas
as entidades ou organizações da sociedade civil que fizessem adesão à "Declaração do
Semi-Árido" e à “Carta de Princípios”.4
Enfim, aproveitando-se desse contexto, a Articulação no Semi-Árido se empenhou na
discussão de propostas de desenvolvimento sustentável para a região, lançando um grito
aos governos do Brasil, dos estados e dos municípios, bem como a toda a sociedade
brasileira: “queremos uma política adequada ao semi-árido!” (ASA-Brasil, 1999).
Argumenta-se, naquele momento, que a convivência do homem com a semi-aridez
poderia ser assegurada. O que estava faltando eram medidas de política agrária e agrícola,
tecnologias apropriadas, gestão democrática e descentralizada dos recursos hídricos e da
coisa pública, para corrigir as distorções estruturais seculares responsáveis pela
perpetuação da miséria e da pobreza no meio rural. Posteriormente, a ASA começa a criar
referências, a partir das experiências camponesas, para propostas de programas
governamentais – federal e estaduais – visando promover um processo permanente e
“sustentável” de desenvolvimento no meio rural do semi-árido, alcançando uma “efetiva
4 A “Declaração” foi um dos resultados da COP 3, em 1999, assinada por várias organizações, naquele momento. Já a “Carta” foi construída
por conta do primeiro encontro nacional da ASA (ENCONASA), ocorrido em 2000. Disponível em: <http://www.asabrasil.org.br/>. Acesso
em: 11 Set. 2009.
381
resistência ao fenômeno das secas, eliminando as ações emergenciais”, erradicando a fome
e a miséria e quebrando o monopólio do acesso à terra e à água (Diniz, 2002).
Esse processo é fundamental na ação educativa da Articulação no Semi-Árido, pois
parte de experiências concretas, acumuladas e vivenciadas pelas populações do semi-árido.
Esse processo pode ser denominado de “experimentalismo”, uma vez que é construído por
meio da relação e do diálogo sistemático entre técnicos, agricultores e gestores de políticas
públicas, conforme pode ser visto abaixo.
O acesso à água e a questão da cidadania
“Recursos hídricos”: foi o primeiro tema de atuação nacional da Articulação no Semi-Árido.
As secas, além da crise na produção, trazem à tona uma série de problemas no que se
refere à água. A escassez d’água obriga as famílias a fazer um grande esforço para apanhar
água nos açudes, geralmente nas grandes propriedades, ou nas pequenas barragens
comunitárias, muitas vezes percorrendo longas distâncias. Nessa tarefa, os membros das
famílias – geralmente as mulheres – gastam bastante tempo e esforço físico. Muitos delas
são obrigadas a acordar de madrugada (2, 3 ou 4 horas) para ir apanhar água. Desprezadas
pelas políticas públicas, as mulheres sofrem na pele os efeitos da escassez de água nas
comunidades mais carentes. Obrigadas a carregar baldes de até 20 litros na cabeça, cedo
elas começam a sentir as conseqüências de todo esse esforço físico. As mais comuns são
as dores nas costas, que algumas levam para o resto da vida.
Outro ponto a ressaltar é que a água obtida nem sempre é de boa qualidade. Na
maioria dos casos, a água dos açudes, “barreiros” e “cacimbas” serve para matar a sede
tanto da família quanto dos animais. Por isso, é comum nos períodos de seca surgirem
várias doenças (especialmente em crianças e idosos) por conta da péssima qualidade e/ou
contaminação da água disponível.
Assim, a ação da Articulação no Semi-Árido, ao longo dos anos, permitiu repensar
algumas questões não muito visíveis, mas nem por isso menos importantes em relação à
água. De um lado, a difusão das “cisternas de placas” recolhendo a água de chuva que cai
nos telhados permitiu a muitas famílias dispor de água de boa qualidade para beber e
cozinhar por quase um ano. Esse é o primeiro passo para se pensar em convivência com o
semi-árido. As cisternas contribuíram decisivamente para a melhoria da qualidade de vida
das famílias, sobretudo mulheres e crianças, que andavam de um a seis quilômetros em
busca de água, na maioria das vezes poluída por diferentes agentes (urina e fezes de
animais, agrotóxicos, etc.).
Além do mais, muitos agricultores conseguiram se capacitar na construção de
cisternas, conseguindo uma fonte de renda suplementar. Finalmente, a autonomia em água
de beber quebrou a dependência do carro-pipa, grande sustentação do poder dos chefes
382
políticos tradicionais. A partir das reuniões para organização da construção – geralmente
realizada em mutirão – e para gestão dos recursos materiais necessários se deu o pontapé
inicial para uma organização autônoma das comunidades. É o “início do fim” da cultura da
subalternidade.
É assim que foi criado o “Programa de Formação e Mobilização Social para
Convivência com o Semi-Árido Brasileiro: Um milhão de Cisternas – P1MC”. A partir de
2003, o programa passou a ser financiado pelo governo federal, incorporando-se ao esforço
do governo brasileiro no campo da segurança alimentar. O objetivo do P1MC (como é
definido sinteticamente o programa) é beneficiar cerca de 5 milhões de pessoas em toda
região semi-árida, com água potável para beber e cozinha, através das cisternas de placas.
Cada cisterna tem capacidade de armazenar 16 mil litros de água, captada das chuvas,
através de calhas instaladas nos telhados das casas das famílias. As cisternas são
construídas por pedreiros das próprias localidades, formados e capacitados pelo programa –
estes são remunerados pelos seus serviços. Já as famílias também contribuem com alguns
serviços (escavação do terreno, aquisição e fornecimento da areia e da água),
caracterizando-se como contrapartida da família no processo de construção.
De acordo com a ASA (em julho de 2009), já foram construídas quase 300 mil
cisternas. Igual número de famílias está capacitado em gerenciamento de recursos hídricos
e mobilizado para as ações de convivência com o semi-árido. Além disso, mas de cinco mil
pedreiros foram formados para a construção de cisternas.5
A seguir, em 2007, veio o “P1+2: Uma Terra e Duas Águas”. Ou seja, o manejo
cuidadoso da terra e a discussão da questão agrária, e um largo leque de pequenas
tecnologias baratas para armazenar água para produzir e alimentar os animais. De modo
geral, o número "1" significa terra suficiente e cuidadosamente tratada para que nela sejam
desenvolvidos processos produtivos visando segurança alimentar e nutricional, e o "2"
corresponde a duas formas de utilização da água – água potável para cada família do Semi-
Árido e água para a produção agropecuária, de forma que as famílias de agricultores e o
contingente por elas influenciado vivam dignamente.
A questão da “agroecologia” encontrou aqui um terreno fértil para difusão de técnicas
respeitosas da terra e do meio ambiente em geral. Difundida como uma estratégia de
transição de agriculturas convencionais e de agriculturas tradicionais para agriculturas mais
sustentáveis (Altieri, 1998; Caporal & Costabeber, 2004), a agroecologia passou a ser a
base teórico-metodológica das ações de convivência com o semi-árido desenvolvidas pela
ASA.
5 Para dados atualizados sobre o programa de construção de cisternas, acessar a página da Articulação no Semi-Árido Brasileiro na internet.
Disponível em: <http://www.asabrasil.org.br/>. Acesso em: 12 Set. 2009.
383
A seguir vão exemplos de algumas experiências de convivência com o semi-árido,
tecnologias baratas a favor da autonomia econômica dos produtores.
Cisterna rural: A cisterna rural, conforme já citada acima, é um reservatório cilíndrico,
construído geralmente com placas de cimento, por pedreiros das comunidades e com a
participação das famílias beneficiadas. Construída próximo à casa do(a) agricultor(a) e
parcialmente enterrada, a cisterna armazena a água de chuva caindo no telhado e é
captada por uma estrutura construída com calhas de zinco e canos de PVC. Sua
capacidade é de 16.000 litros. A água dessa cisterna é utilizada para beber e cozinhar.
Cisterna adaptada para a “roça” e cisterna calçadão: Trata-se de um reservatório
construído com a mesma tecnologia que a cisterna rural, com a diferença que tem uma
capacidade de 52 mil litros e fica totalmente enterrada (tendo apenas a coberta acima do
terreno). Têm diversas formas de captar a água: canaletes de alvenaria no chão que
conduzem a água das enxurradas, ou construção de um calçadão de cimento ou outro
material. A água armazenada é destinada ao cultivo de hortaliças e fruteiras, plantas
medicinais, criação de pequenos animais, canteiros econômicos.
Barragem subterrânea: A barragem subterrânea é construída em áreas de baixio ou
em leitos de riachos temporários. É cavada uma valeta (até atingir a parte firme do solo ou a
rocha) transversalmente ao baixio na sua parte mais baixa, e a seguir é colocada uma lona
que segura a água de chuva escorrendo por baixo da terra. Finalmente a valeta é fechada e
o trabalho é finalizado pela construção de um poço amazonas (na parte mais baixa da
barragem), para aproveitar a água guardada no solo encharcado e controlar a salinização. A
água armazenada em baixo da terra não sofre evaporação e permite todo tipo de cultura
durante o ano todo, em particular culturas que necessitam de bastante água. Quando se
visita uma barragem subterrânea em época de estiagem, se tem a impressão de uma ilha de
verdura no meio de um deserto. O poço amazonas acoplado à barragem serve para
dessedentação animal e para consumo de casa.
Caldeirão ou tanque de pedra: É uma tecnologia comum em áreas de serra ou onde
existem “lajedos” que funcionam como áreas de captação da água da chuva. Os lajedos
rasos ou constituídos de fendas largas têm sua capacidade aumentada erguendo-se
paredes de alvenaria que servem como barreiras na parte mais baixa e/ou ao redor.
Bomba popular (BAP): A bomba, instalada em cima de poços tubulares de até 80
metros de profundidade, funciona com a ajuda de uma grande roda volante que, quando
gira, puxa uma quantidade considerável de água com pouco esforço físico. Cada bomba
atende às necessidades de aproximadamente 12 famílias.
Bancos ou casas de sementes: São espaços (familiares ou comunitários) reservados
para guardar as sementes nativas (também conhecidas como crioulas, da paixão, da
resistência, entre outros nomes), de forma a garantir o plantio desde a ocorrência das
384
chuvas. As sementes são guardadas em silos de vários tamanhos, garrafas de vidro ou
plástico, etc. Elas já foram objeto de seleção pelas famílias agricultoras ao longo das
gerações, sendo adaptadas ao clima e ao gosto dos consumidores. Garantem a segurança
alimentar das famílias e a preservação das sementes nativas, portanto, da biodiversidade.
Agricultura agro-florestal: Trata-se de um plantio consorciado denso, produzindo uma
grande diversidade de produtos: frutas, grãos, flores, raízes, lenha, madeira, sementes, etc.
São feitas capinas seletivas, que consistem na retirada da vegetação já florada, e podas que
ajudam a renovar as plantas, produzir matéria orgânica para melhorar o solo e abrir espaço
para culturas anuais como milho, feijão, macaxeira, etc. Essa prática recupera a fertilidade
do solo sem utilização de adubos químicos nem de venenos.
Quintal produtivo: Espaço produtivo em torno da casa, o quintal é espaço de atuação
da mulher que consorcia cultivos de espécies vegetais (alimentos, temperos, plantas
medicinais e flores) e animais. Aumenta a segurança alimentar e o acesso ao mercado e
preserva a biodiversidade. O quintal produtivo proporciona o aproveitamento das águas
usadas (louça, banho, limpeza da casa).
Canteiro econômico: O canteiro econômico, é uma área nivelada, cercada de tijolos,
com profundidade de uns 40 centímetros, que tem no fundo uma lona; esta evita que a água
se infiltre no chão e se perca. Em cima da lona é colocado um cano de PVC no sentido do
comprimento com furinhos que vão permitir a difusão econômica da água e, em cada
extremidade, um “joelho” com cano vertical para permitir o abastecimento com água. A terra
é coberta de material orgânico como restos de lavoura e folhas mortas de forma a evitar a
evaporação. Para um canteiro de 6 metros de comprimento, basta colocar um balde de 20
litros de água de dois em dois dias. O canteiro econômico permite produzir o ano todo
verduras e hortaliças para consumo de casa e comercialização.
Fenação: A fenação consiste em secar, enfardar e guardar as plantas forrageiras.
Um grande número de plantas da caatinga (mororó, catingueira, sabiá, jitirana, diversos
tipos de capim, etc.) serve para ser transformado em feno e depois usado como alimentação
dos animais no período do ano em que há pouca forragem.
Ensilagem: É uma técnica barata que consiste em conservar forragens verdes em
silos totalmente fechados, como por exemplo num buraco coberto de uma lona. Antes de ser
armazenada, a forragem tem que ser triturada numa máquina forrageira e a seguir “pilada”
(compactada), camada por camada, para expulsar todo o ar. Quando a silagem é bem feita,
não há perda do valor nutritivo das plantas.
Extrativismo sustentável de produtos da caatinga: A colheita dos produtos da
caatinga – frutas, plantas medicinais, forragem e fibras – permite a fabricação de polpas,
sucos e doces (por exemplo umbu, mangaba, cajá), pomadas e chás, conserva de alimento
para os animais.
385
O processo pedagógico e a organização
O mais importante, no entanto, é o processo pedagógico que acompanha o resgate e a
divulgação dessas tecnologias; a elaboração de “diagnóstico participativo” em cada
comunidade para descobrir as necessidades mais urgentes, bem como as potencialidades
e, em seguida, decidir em conjunto por onde começar e o que fazer; as visitas de
intercâmbio aos “agricultores experimentadores” (HOCDÉ, 1999) que valorizam as
experiências das famílias e suscitam auto-estima; os encontros de base nas comunidades e
nas micro-regiões para discutir os problemas ou as questões de atualidade (como a
importância da biodiversidade, a valorização das sementes crioulas, a problemática dos
transgênicos).
Os encontros da Articulação no Semi-Árido, sejam eles estaduais (no caso das
articulações estaduais) e o encontro nacional, também são significativos nesse processo
educativo. É nesses encontros que as experiências são apresentadas, socializadas e
discutidas, e que as grandes orientações são tomadas.
Especificamente sobre o encontro nacional da ASA – o EnconASA –, este é
considerado o espaço político mais importante da Articulação, dedicado à discussão e
avaliação das políticas públicas voltadas para o Semi-Árido, bem como para o
fortalecimento das experiências de convivência com a região. Além disso, o encontro
nacional é um momento de intercâmbio de cultura, valores e conhecimentos entre aqueles
que buscam, em conjunto, construir um Semi-Árido mais próspero, onde o acesso à água e
à terra seja apenas o primeiro passo para uma vida digna na região.
Começando no ano 2000, já foram realizados seis encontros nacionais (1º e 2º
encontros em Pernambuco; o 3º, no Maranhão; o 4º, na Paraíba; o 5º, no Piauí; e o 6º, no
Ceará). Vale ressaltar que a partir do terceiro encontro nacional, a ASA começou a ter sua
“Carta Política” – um documento aprovado no final de cada encontro nacional, trazendo suas
principais orientações e reivindicações – permitindo com que a Articulação no Semi-Árido
expanda suas linhas de ação no Semi-Árido (cf: www.asabrasil.org.br).
Nas comunidades em que se realizam as ações de convivência com o semi-árido,
buscando a autonomia política e econômica das famílias, um instrumento importante de
organização são os Fundos Rotativos Solidários (FRS). Em alguns Estados, como na
Paraíba, eles financiam a maioria das iniciativas lançadas pela ASA, constituindo um
sistema de gestão coletiva dos recursos que, à medida que estão sendo devolvidos, voltam
para a própria comunidade. Esta tem que gerir esses recursos decidindo de sua nova
aplicação, escolhendo tanto os beneficiados como o tipo de aplicação.
O objetivo inicial dos FRS era de disponibilizar recursos financeiros destinados à
construção de cisternas rurais, barragens subterrâneas, ou qualquer outro bem que
possibilitasse o convívio ecologicamente sustentável com o Semi-Árido, sem ter que passar
386
pela burocracia ou juros bancários; pois, frente ao banco, o camponês está numa situação
de inferioridade, tendo que aceitar “pacotes” geralmente estranhos às suas lógicas e mal
adaptados a suas necessidades.
Os recursos dos FRS são administrados pela comunidade e lhe são retornados
(segundo modalidades definidas localmente) para que todas as famílias sejam beneficiadas.
O primeiro FRS da Paraíba foi criado em 1993 na Comunidade de Caiçara, Município
de Soledade, no Cariri paraibano. Tratava-se de um fundo rotativo destinado à construção
de cisternas rurais. Ele funcionou da seguinte maneira: certa quantia de dinheiro,
correspondendo ao material de uma ou duas cisternas, foi emprestado a um grupo de
famílias – após entendimento com a comunidade. Esse grupo comprometeu-se
solidariamente a devolver o empréstimo, segundo as modalidades e o ritmo decididos em
conjunto. A primeira família a ser beneficiada foi sorteada, e o trabalho foi geralmente
realizado em conjunto, pelo sistema do mutirão (ajuda mútua). À medida que o volume das
devoluções o permitia, as famílias seguintes eram sorteadas e novas cisternas construídas.
Quando todas as famílias do grupo obtiveram suas cisternas, as últimas devoluções
permitiram a criação de um novo fundo rotativo na comunidade, ou a aquisição de outro bem
para o grupo (Oliveira, 2006).
Cabe a cada instituição fomentadora dos recursos para o FRS motivar o primeiro
grupo de cada comunidade e dar o treinamento para a construção das cisternas, barragens
subterrâneas, poços, etc. Além do processo de “mobilização” social cujo objetivo é explicar
os princípios norteadores dos FRS e organizar os grupos, é realizado um curso de
gerenciamento de recursos hídricos. Após a primeira experiência, a mobilização fica por
conta da comunidade. Quanto à construção dos bens, geralmente um membro de outra
comunidade que participou do processo de construção outrora, é convidado para ensinar o
ofício aos membros da comunidade onde o trabalho está sendo iniciado.
As comunidades, ao gerenciarem esses recursos, têm consciência de sua origem
externa. Ao optarem por geri-los na forma de fundos rotativos, criam associações de crédito
próprias e com regras adaptadas às suas realidades. Dentro da dinâmica comunitária foi
inserido um processo onde as regras de gestão dos recursos, os beneficiários e as formas
de atendimento das famílias mais empobrecidas são discutidos internamente (Oliveira,
2006).
Assim, a formação de Fundos Rotativos abriu as portas para a aprendizagem da
gestão coletiva e comunitária de recursos e o exercício da solidariedade. Os grupos se
fortaleceram e ganharam auto-confiança. Aprenderam a trocar idéias e descobriram que a
união – ação coletiva – permite obter resultados impossíveis de serem alcançados pela ação
individual. É o fim do assistencialismo e da dependência que ele gere, e o início das
iniciativas auto-geridas.
387
Conclusão: a ASA como ator político
A Articulação no Semi-Árido não é filiada a nenhum partido político, embora tenha um
projeto político e seja realmente um sujeito político. Contesta a forma como é organizada a
intervenção estatal junto aos agricultores do semi-árido (assistencialismo e clientelismo) e
começa a definir outro conjunto de práticas sociais consideradas mais adequadas, buscando
a reformulação dos programas governamentais de combate à seca e a seus efeitos. É essa
racionalidade – que propõe práticas de convivência com o semi-árido – que dá o caráter
político e a unidade à “ação coletiva”.
A ASA atua, portanto, em três campos:
Análise crítica da política governamental para o semi-árido, em reuniões,
encontros e congressos.
Realização de experiências visando à convivência com o semi-árido. A nível
tecnológico, essas experiências vão desde diversos tipos de manejo de recursos
hídricos até experiências de agroecologia, passando por formas inovadoras de
criação animal. Mas as experiências organizativas não são menos importantes.
Propostas de uma outra política governamental e de desenvolvimento a partir das
referências criadas por essas experiências.
Enfim, busca-se criar um ambiente de diálogo onde o Estado seja um ator que
discute com os atores locais, possibilitando a participação efetiva destes como sujeitos-
objetos a serem beneficiados pelas políticas (agricultores familiares e suas organizações). O
objetivo é de ir quebrando os laços tradicionalmente criados, libertando os agricultores da
dependência.
Nessa relação entre Estado e sociedade civil, destaca-se o caráter de aprendizagem
e de “experimentação” que vai estabelecendo um novo comportamento no âmbito da
sociedade civil brasileira. Sem entrar no mérito do debate (que não é pouco), ressalte-se aí
a maneira como essa sociedade civil passa a conceber seu papel na sociedade brasileira
como um todo. É bem verdade que a fronteira entre o papel do Estado e da sociedade civil é
bastante ambíguo (e conflituoso, por vezes), mas os atores coletivos articulados
politicamente na ASA, ainda que de forma incipiente, construíram uma certa hegemonia em
torno de uma proposta de desenvolvimento no semi-árido, tendo como perspectiva
norteadora a “convivência” com o semi-árido e a autonomia política e econômica das
famílias agricultoras.
Concretamente, atualmente para se pensar a “convivência” – e, portanto, o
desenvolvimento sustentável – no semi-árido brasileiro, é preciso também (re)pensar as
formas de relação entre o Estado e a sociedade civil, ampliando a participação política a
partir da afirmação e do reconhecimento de direitos da população, em relação às definições
sobre o seu futuro. A ampliação da esfera pública também deverá considerar um conjunto
388
considerável de iniciativas bem sucedidas de promoção do desenvolvimento, que vêm
sendo experimentadas por diferentes organizações da sociedade civil nessa região.
Portanto, a ASA, por meio de programas visando a convivência com o semi-árido,
pode ser considerada um desses atores coletivos que tem dado um grande passo para se
pensar a igualdade e a justiça social nesse mundo globalizado, ao mesmo tempo em que
tem construído identidades articuladas na perspectiva de um desenvolvimento regional de
luta contra a pobreza e pela justiça social.
389
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Universidade Federal de Campina Grande.
390
Microempresas rurales: una opción para el desarrollo en la región Altos de Chiapas
Álvaro Martínez Quezada1
Octavio Ixtacuy López2 Diego Girón Hernández3
Introducción
El objetivo de este artículo es analizar las características de funcionamiento de una empresa
campesina familiar impulsada por indígenas fruticultores en una zona de la región de Los Altos
de Chiapas conocida como El Duraznal, debido a la especialización que han experimentado en
los últimos años en la producción del fruto que le da nombre.
Las posibilidades de construcción e impulso de empresas por parte de la población
campesina son a menudo difíciles de concretar. Cuando hablamos del desarrollo de empresas
campesinas, nos referimos a la manera en que una unidad de producción agrícola campesina
busca participar en el mercado y mantenerse, mediante la mejora de la calidad de los bienes
ofrecidos, obteniendo adecuados niveles de utilidad.
La transición que implica el proceso de la producción campesina de autoconsumo hacia la
producción empresarial fue analizada en este trabajo mediante dimensiones
trasgeneracionales, motivacionales y organizacionales. El caso de estudio fue seleccionado a
partir de reconocer las particularidades y dinamismo que mostraba un emprendimento
campesino familiar exitoso en un contexto caracterizado por la producción para el conusmo o
bien, la limitada inserción en los mercados.
El estudio tuvo en cuenta la observación participativa, así como la consulta de archivos y
entrevistas directas practicadas a los integrantes de la microempresa familiar durante el
segundo trimestre de 2007. Las preguntas que se buscó responder en este trabajo son: ¿Cómo
se transita de una unidad de producción campesina, orientada por la subsistencia, hacia la
conformación de una empresa con orientación capitalista? ¿Cuáles son las similitudes y
diferencias entre una empresa campesina y una rural?
1 Doctor en Ciencias Sociales, UAM-X; profesor de la Carrera de Economía de la Facultad de Ciencias Sociales, UNACH, San
Cristóbal de Las Casas, México. [email protected] 2 Doctor en Ecología y Desarrollo Sustentable, Ecosur. Profesor de la Carrera de Economía de la Facultad de Ciencias Sociales,
UNACH, San Cristóbal de Las Casas, México. [email protected] 3 Licenciado en Economía por la UNACH y miembro de la Asociación Maíz Criollo, Chiapas, México. [email protected]
391
El enfoque de las microempresas campesinas familiares
En la literatura reciente que toma en cuenta el análisis económico y social podemos encontrar
dos visiones conceptuales acerca del carácter, objetivos y formas de operación que adquieren
las empresas agrícolas. Por un lado, tenemos la que se concreta en el concepto de empresa
agrícola rural, que se orienta por una lógica económica de búsqueda de la ganancia, uso de
tecnología de vanguardia, división del trabajo eficiente, principios de administración y
organización modernos, y de igual manera por la innovación del proceso productivo como
estrategia de desarrollo; en el otro lado, tenemos aquella que refiere las unidades de
producción de carácter campesino donde la motivación básica es el autoconsumo, su
vinculación con el mercado es marginal y enfatiza los objetivos sociales y familiares. Entre estos
dos polos existen tipologías de organizaciones productivas rurales diversas que se inclinan
hacia uno u otro según sus características.
¿Cuáles son los elementos diferenciadores de una microempresa agrícola campesina,
basada en el trabajo familiar, en la cual la racionalidad que mantiene la familia en cuestión,
establece los contornos y modalidades de su participación en los procesos de mercado,
respecto de una microempresa típica?
En un primer momento la microempresa difiere con la unidad tradicional de economía
campesina en su orientación subsectorial, comercial y tecnológica; es decir, mientras que la
unidad campesina «se caracteriza por la producción primaria, que es llevada al mercado
inmediato por canales tradicionales, prescinde de cualquier proceso de transformación y aplica
tecnologías tradicionales en el uso de insumos y técnicas culturales». La microempresa, por su
parte, «produce para el mercado con sistemas modernos de producción, adiciona a la
producción actividades de postcosecha en las áreas de transformación y comercialización y
realiza actividades extraprediales de provisión de bienes o prestación de servicios en el ámbito
rural» (Parra 2006:2).
Otro elemento a tener en cuenta, para diferenciar ambas unidades económicas, es el
carácter de la fuerza de trabajo utilizada, pues si bien puede existir el uso del trabajo familiar en
la operación de la microempresa, en las unidades de producción campesina la contratación de
mano de obra se reduce a la mínima expresión.
Esta cercanía entre una y otra se puede reconocer en el planteamiento de Chirinos
(2008:6), para quien la familia productora de la microempresa campesina no genera empleo
más allá del que le proporciona la familia involucrada. Además, quienes participan en el proceso
de construcción de una microempresa representan un vector que produce prioritariamente para
el mercado, no obstante que «... cultiva la tierra con los demás miembros de la familia, se
392
endeuda, participa en actividades comerciales y obtiene otros beneficios de labores no
estrictamente agrícolas». Así, la participación en el mercado responde a una racionalidad muy
ligada a las oportunidades que en un momento determinado éste le brinda.
Hernández Mijares (s/f) señala que la microempresa campesina es ante todo un
proyecto de vida para llegar al triunfo familiar; por tanto, no puede ser un negocio. «La base del
surgimiento y operación de la microempresa se apoya en la ayuda de los miembros de la familia
campesina, a través de la cual buscan obtener ingresos o ganancias mediante la venta de
productos elaborados o conservados». Para su funcionamiento y operación, debe haber un
empresario a la cabeza de la pequeña empresa, un miembro de la familia que garantice dirigir
las operaciones, como son organizar el trabajo y cultivar valores diversos.
Un tipo específico es la microempresa agrícola transicional, la cual mezcla elementos
tanto de carácter empresarial como de las unidades de producción agrícolas de autoconsumo.
Su carácter transicional se define por ser una unidad económica que incorpora innovaciones
tecnológicas y de gestión, buscando incrementar sus beneficios económicos y mantenerse en el
mercado. No obstante, su aspecto característico es el elemento «micro» que refiere al
restringido número de trabajadores que emplea, así como a su reducida escala de producción.
Según Parra (2006:1), la microempresa agrícola transicional es una «unidad permanente
de producción de bienes o servicios que busca la rentabilidad en su operación, en el sentido de
obtener un resultado económico por encima de los costos de producción, está dotada de un
mínimo de tecnología moderna y organización empresarial y trabaja para el mercado con base
en la competitividad que aquéllas le garantizan». El concepto implica diversas determinantes de
naturaleza cualitativa, que le permiten establecer una clara diferenciación tanto de la unidad de
producción campesina, asi como de las unidades vinculadas a la agricultura comercial
capitalista moderna. Bajo estas ideas intentemos ahora expresar algunas características de la
microempresa campesina analizada en la zona de El Duraznal.
Microempresas agrícolas campesinas como Unidades Productivas Transicionales
Existen tres condiciones que permiten definir la microempresa analizada como Unidad
Productiva Transicional (UPT). En primer lugar, la microempresa posee un núcleo básico de
trabajadores constituido por los miembros de la familia más un número reducido de trabajadores
eventuales remunerados. Sin embargo, la familia campesina es compleja y por lo general está
formada por dos o tres familias nucleares, quienes residen en una misma vivienda o en
viviendas cercanas. Esto permite que en el proceso productivo participen miembros de dos o
tres generaciones. En el caso analizado, el campesino pionero impulsor del proyecto pertenece
393
a la primera generación, es posible reconocer un campesino innovador que pertenece a la
segunda, mientras que la tercera generación ─los hijos de este último─ se hallan en un periodo
de aprendizaje participando marginalmente en tareas sencillas. La participación de la familia
ampliada abre, por ende, una mayor opción de participación de las mujeres. Los trabajadores,
por su parte, son contratados eventualmente cuando se intensifica la necesidad de actividades
producitvas y prácticas culturales en los huertos.
En segundo lugar, las actividades productivas, de mercado y administrativas, empiezan a
requerir un tipo de organización económica de carácter empresarial, sin embargo, la estructura
de la organización al interior de la empresa aún se puede calificar de simple, pues no existen
departamentos por tipo de actividad claramente defindios o grupos de empleados por áreas o
subunidades, aunque puedan existir jerarquías de mando en las distintas actividades entre los
integrantes de la familia ampliada. Las microempresas campesinas a menudo mantienen esta
cualidad, porque ellas emplean típicamente pocos empleados y ofrecen solamente un producto
distintivo. Los trabajadores son agrupados en una amplia gama de funciones, debido a que hay
insuficientes economías de escala para asignarles papeles especializados (McShane 1995).
Las estructuras simples son diseños flexibles, ya que dependen de la supervisión directa del
propietario para coordinar las actividades.
Además, al considerar los tres elementos que definen una estructura organizacional como
son: la amplitud de control establecida por el número de trabajadores bajo el control de un
supervisor, el grado de centralización de toma de decisiones definida por el grado en que una
persona o grupo concentran la toma de decisiones y el nivel de formalización la que está dada
por el grado en que la empresa estandariza la configuración de reglas y procedimientos, nos
dice que la microempresa posee un tipo de estructura orgánica, en la que la comunicación fluye
en todas direcciones sin ponerle mucha atención a la jerarquía de mandos, además de que las
actividades son flexibles, ajustandose a situaciones nuevas y a las necesidades de la
microempresa. En el caso estudiado, un bosquejo organizacional empieza a dibujarse, pero
factores tales como el bajo nivel de capitalización, el desconocimiento de principios de
administración así como el temor al riesgo que implica un posible crédito bancario, no permiten
por el momento configurarla como una microempresa agrícola de carácter capitalista.
En tercer y último lugar, la motivación productiva principal de todo emprendimiento es la
ganancia. Sin embargo, los campesinos en transición a pequeños empresarios agrícolas no
tienen un conocimiento preciso de dicho concepto. Generalmente se guían por el razonamiento
siguiente: si los ingresos obtenidos por la venta del producto son capaces de cubrir los
compromisos monetarios contraídos durante el proceso productivo y además se obtiene un
394
pequeño excedente para cubrir las necesidades básicas de la familia y de producción, se puede
afirmar que se obtuvo ganancia. Generalmente entre este tipo de productores se confunden los
términos ganancia o pérdida con los de buena o mala cosecha. En el caso estudiado varios
elementos dejan ver la tendencia incipiente hacia una motivación empresarial por parte del
productor lo que se refleja en la atención que pone al ahorro, al crédito, al riesgo, a la inversión
y al mercado.
Pero ¿cuáles son las condiciones para que la producción campesina, a través de la
construcción de microempresas familiares, pueda efectivamente insertarse de forma exitosa en
el mercado en un contexto competitivo? Malagueño (2007) nos habla de las cualidades de las
microempresas familiares campesinas y nos dice que «la diferenciación, innovación y calidad de
los productos son algunos de los temas que orientan el trabajo de muchas microempresas
familiares campesinas…». Señala que una empresa campesina exitosa se caracteriza por
«alcanzar una situación económica estable y transformarse en una empresa sustentable, lo cual
implica que estos microempresarios han debido pasar por un largo proceso de aprendizaje y de
cumplimiento de las normas sanitarias y comerciales». Para incursionar en una perspectiva de
éxito, en el actual contexto las empresas familiares campesinas deberían convertirse en
productores de especialidades campesinas además de obtener la certificación de la calidad de
sus productos.
Por las características de la cultura campesina, generalmente centrada en una visión
localista e inmediata, la comercialización es la etapa más compleja que tratan de superar, es
decir, lograr insertarse en los mercados y exportar. Es quizá en torno a esta necesidad que la
microempresa campesina debe ser orientada por parte de alguien de la familia con visión
empresarial, esto es, quien posea iniciativa económica, capacidad de toma de decisiones,
autonomía, disposición al riesgo, capacidad para motivar, prudencia y perseverancia.
El Duraznal como espacio productivo
La zona de El Duraznal se ubica en el sur poniente de la ciudad de San Cristóbal de Las Casas,
integrada por diversas localidades, algunas de reciente creación como son Pozo Colorado,
Matasano, La Lagunita y El Duraznal. Es un territorio poblado por indígenas tsotsiles, muchos
de ellos provenientes de los municipios de Chamula y Zinacantán, que al reconocer la
potencialidad agrícola del área, en años recientes varios de ellos compraron terrenos para
hacerlos producir. En la actualidad, en esta microrregión se puede reconocer unas 150 familias
campesinas que se dedican a la producción de hortalizas, flores y frutales bajo un sistema
395
rústico de regadio que utiliza las aguas de los rios amarillo y fogótico despues de la
desembocadura del tunel que las integra.4
Mapa 1. Ubicación de la zona El Duraznal, San Cristóbal de las Casas, Chiapas.
Fuente: Tomado de García A., y A. Martínez, 2007.
Las actividades agrícolas que se desarrollan en este espacio productivo se configuran a
partir de tener un clima idóneo que oscila entre el templado y el subtropical, aunado al hecho de
que los campesinos, al tener la experiencia de sus lugares de origen, han llevado el
conocimiento y producción de flores y frutales —Zinacantán— y de hortalizas —Chamula—, lo
que les permite en algunos casos tener más de dos ciclos productivos, así como una
producción diversificada.
La primera actividad introducida en la microrregión fue la producción de hortalizas a
mediados de los años noventa, debido a la facilidad para su adaptación a diferentes climas, la
simplicidad para realizar las labores de mantenimiento, y menor inversión tanto en tiempo,
espacio y dinero; lo que se tradujo en mayor rentabilidad y menor riesgo en pérdida de
cosechas. Posteriormente, a finales de los años noventa, los campesinos provenientes de
Zinacantán introdujeron el cultivo de flores al ver las ventajas y recursos disponibles, como el
agua, para el desarrollo de esta actividad.
Se puede reconocer la producción de flores por una importante cantidad de
invernaderos semitecnificados donde se produce una variedad de flor, entre las cuales
destacan: astromelia, aster, margarita y cayetano, de gran demanda entre los consumidores.
4 En este espacio socioproductivo se desarrollan las actividades de la microempresa campesina que analizamos en este trabajo, cuyos integrantes de hecho jugaron un importante papel en su dinamización, al promover la organización y utilización colectiva de los recursos locales. Esta es, entre otras, la razón por la que hemos buscamos analizar en este trabajo, la experiencia de la familia Díaz.
396
Por lo que respecta a la hortaliza, si bien existe diversidad en la producción, su importancia ha
disminuido y en la actualidad sólo destacan los cultivos de cilantro, haba y frijol arveja.
A principios de 2004, en diversas localidades de la zona sur de San Cristóbal de Las
Casas, se dio impulso también a la producción de frutales que se adaptan a climas templados,
como el durazno (Gráfico 1), o bien al ambiente subtropical como la granadilla. En el caso del
durazno, en la zona se reconoce una extensión de alrededor 108 hectáreas de la variedad
Diamante, un tipo de fruto que se distingue por sus cualidades de tamaño, color y sabor, que
resultan sumamente atractivos para el mercado (Coplanta 2006).
Fuente: Coplanta, Región II Altos, 2006.
Es importante señalar que este auge productivo de la microrregión El Duraznal, en torno
a diversos cultivos comerciales, no hubiera sido posible sin el acompañamiento de diferentes
instituciones de gobierno, y sin el apoyo de organizaciones no gubernamentales orientadas a la
promoción del desarrollo rural (García y Martínez 2007:129). De este modo, la zona El Duraznal
se ha caracterizado por el importante dinamismo que adquieren las actividades agrícolas en un
contexto de economía campesina, debido, en parte, al uso sostenido de los recursos
disponibles, en el marco de un modelo indígena de producción basado en formas de
organización tradicional vigentes y la diversificación de la producción.
A la población de la zona la podemos caracterizar como campesinos multifuncionales,
esto debido a que en su mayoría se dedican a diversas actividades complementarias o no a la
agricultura, esto es, en empleos temporales como son el transporte, el comercio, jornaleros
agrícolas o peones en la ciudad de San Cristóbal de Las Casas. Pero también la dinámica
productiva de la zona ha dado lugar a que existan campesinos con características de
397
microempresarios, lo cual podemos afirmar con base en los niveles de inversión en torno de
una producción agrícola básicamente orientada al mercado.
La forma de vivir de la mayoría de los campesinos indígenas del lugar se concibe en un
tipo de economía basada en lazos de parentesco, vecindades, disponibilidad de recursos y
núcleos familiares que facilitan la integración de una modalidad de organización colectiva que
les permite acceder y aprovechar el territorio productivamente, a partir de lo cual se genera una
producción orientada fundamentalmente a la venta del producto.
Esto ha permitido que algunas familias campesinas hayan destacado en términos
productivos y se estén organizando y esforzando para participar de una forma más ordenada en
los procesos de mercado, mediante el manejo y control adecuado de las actividades
productivas que tienden a adoptar formas empresariales en su interior. Es el caso de la
desarrollada por la familia Díaz, cuya empresa agropecuaria familiar nos sirve de ejemplo para
analizar las posibilidades y contradicciones que enfrenta un emprendimiento que viene
buscando trascender las limitaciones que impone la cultura del trabajo campesino y las formas
de reproducirse.
Funcionamiento de la microempresa campesina
En esta exposición nos limitaremos a analizar las características de la principal actividad que
desarrolla esta microempresa propiedad de la familia Díaz, la producción de durazno, por ser la
que les ha proyectado como exitosa, local y regionalmente. No obstante, la familia Díaz
incorpora otras actividades vinculadas con la producción agrícola como es la producción de
flores y de hortalizas. Dicho esto, analizaremos las estrategias desarrolladas por la
microempresa campesina agropecuaria para acceder y mantenerse en un mercado. Para
cumplir este objetivo, consideraremos las siguientes dimensiones: a) organización del trabajo,
b) recursos económicos básicos de la microempresa, c) innovación tecnológica y control de
calidad, d) inserción en los mercados, e) visión empresarial. Estas dimensiones nos permitirán
reconocer la lógica y perspectivas bajo las cuales se viene configurando la microempresa que
ya hemos caracterizado como una Unidad Productiva Transicional (UPT).
a) Organización del trabajo
El nivel de complejidad que ha alcanzado esta microempresa se observa en la forma en que se
realiza el proceso de producción, el control de calidad del producto, el proceso de selección,
embalaje, hasta mejorar los mecanismos aplicados para su inserción en el mercado. Si a ello le
sumamos los necesarios vínculos y relaciones que debe cultivar y mantener con diferentes
398
instituciones en cuestiones de asesoría e innovación técnica, para acceder a fuentes de
financiamiento o a mercados más competitivos, estaríamos reconociendo que su
funcionamiento y operación implican un adecuado nivel de organización para la producción.
Cuadro 1: Organización del trabajo familiar en la microempresa campesina.
Actividad realizada/ 1ª Generación 2ª Generación 3ª Generación
H M H M H M
Trabajo directo x x x x
Supervisión de tareas x x x
Control de calidad x x
Nuevas tecnologías x x
Empacado x x x
Mercadeo x x x
Fuente: Trabajo de campo, Mayo 2007.
En términos generales, tal división del trabajo recae entre quienes atienden los aspectos
relacionados con el proceso técnico de la producción y los que consideran la contabilidad de la
empresa, la participación en los mercados o el establecimiento de relaciones, ya sea para
garantizar el mercado o para acceder a recursos financieros. Si se habla en términos
gerenciales, podemos decir que la empresa cuenta con un gerente de producción y otro de
mercado. No obstante, el resto de la familia también apoya en diversas fases del proceso
productivo: corte, selección, empaque y venta de la producción, lo cual demuestra la dimensión
familiar de la microempresa.
Los vínculos que la microempresa familiar ha debido desarrollar con entidades diversas
para gestinar apoyos, asesoría o financiamiento —por el lado gubernamental, consultorías o
despachos— han sido fundamentales. El contacto principal es con el Fondo Nacional de Apoyo
a las Empresas de Solidaridad, Fonaes, de donde viene la mayor parte del crédito con que
cuentan. Pero tienen también vínculos con la Secretaría de Desarrollo Social, Sedesol, y la
Secretaría del Campo. De acuerdo con uno de los líderes de la familia, las experiencias con
instituciones de gobierno han sido positivas y negativas, debido a que están acostumbrados a
manipular e involucrar a los grupos familiares en política, además de que cambian las reglas de
operación a cada rato. Sin embargo señala que para el funciomnamiento de la microempresa es
necesario mantener vínculos con todos ellos.
399
La microempresa, con el apoyo de Fonaes5, ha recibido capacitación administrativa
mediante diversos cursos por parte de una consultoría llamada “Compite”, y recientemente ha
contratado los servicios de un profesionista, que asesora semanalmente al encargado de la
administración. Como dice este representante, para elevar la calidad no basta con ser buenos
productores, para que haya éxito se necesita también mejorar la administración.
b) Infraestructura construida
Los recursos e infraestructura de que dispone la microempresa son mínimos y han sido
adquiridos a través de un esfuerzo prolongado por parte de miembros de la familia en el
transcurso de al menos dos generaciones. Estos consisten principalmente en: terrenos
agrícolas, vehículos y bodega.
La microempresa que analizamos es un proyecto que tiene como antecedente el esfuerzo
invertido por parte de los diferentes integrantes de la familia, constituida por doce miembros
activos, todos unidos por lazos de parentesco. De este esfuerzo es preciso señalar la actitud
visionaria del jefe de familia, líder evangélico chamula, que a principios de la década de los
noventa compró un terreno de aproximadamente 22 hectáreas, adquisición que configuró la
base para la construcción de una empresa familiar. En el predio hay una huerta de
aproximadamente dos mil arboles frutales sembrados desde hace cinco años.
La huerta inició la obtención de pequeños niveles de producción después de tres años
de plantarse los árboles. Esta situación hizo necesario adquirir unidades de transporte para la
atención de diferentes actividades vinculadas con el proceso productivo. En la actualidad, la
microempresa posee cuatro vehículos, dos de ellos se utilizan para el transporte de fruta a los
mercados locales,6 otro para el traslado de insumos al interior de la huerta y uno más para
gestiones y trámites necesarios. La microempresa dispone también de una bodega ubicada en
la misma casa, donde se realizan actividades de selección del fruto y resguardo de algunos
implementos y herramientas de trabajo.
En un principio la familia tuvo capacidad de ahorro, lo que le permitió concretar las bases
de un patrimonio familiar en términos de una infraestructura construida, misma que se ha ido
consolidando. El funcionamiento posterior de la empresa, sobre todo en proyectos relacionados
con el mejoramiento tecnológico, implicó acceder a diversos financiamientos que normalmente
la remitía a la banca comercial. Pero el hecho de mantener la perspectiva del ahorro como la
5 Fondo Nacional de Empresas en Solidaridad.
6 Los principales espacios de venta al mayoreo los constituyen los mercados tradicionales como Merposur o el Castillo Tielmans
además del centro comercial Chedraui ubicada en San Cristóbal de Las Casas. También desarrollan estrategias de inserción al menudeo en plazas y lugares abiertos.
400
base, no solamente para el arranque sino también para la operación de la empresa, es una
particularidad que marca la diferencia respecto a la lógica de funcionamiento de la economía
campesina cuya característica es, por lo general, la insolvencia al final de cada ciclo productivo.
c) Innovación tecnológica y control de calidad
Aquí analizaremos las estrategias relacionadas con la calidad del producto principal: el durazno
(Prunnus persica). Entre las primeras acciones que impulsó la microempresa, que apuntaba a
establecer la diferencia con respecto a la generalidad de los proyectos productivos en la región,
fue una innovación en la calidad de la fruta a producir. Se introdujo la variedad Diamante, de
origen brasileño, importada a México por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y
Alimentación (Sagarpa), lo que implicó desechar la utilización de las variedades criollas de la
región. Este durazno es una fruta fina, redonda, de piel y pulpa amarilla, hueso pegado, con
sabor entre dulce y agridulce, agradable al paladar y, por tanto, ampliamente demandado por
los consumidores.
La incorporación del durazno Diamante como estrategia para elevar la calidad de
producción implicó para la familia Díaz manejar a detalle la técnica de producción, lo cual
impulsó la especialización y capacitación del personal. De este modo, algunos de los
integrantes de la familia se han especializado en el injerto de plantas criollas con la nueva
variedad, fertilización de árboles jóvenes o en producción, labores de cultivo, uso adecuado de
luz y humedad, podas y estímulo de la brotación, tiempos de maduración y cosecha, asi como
en el combate de plagas y enfermedades. Otro de los integrantes de la familia está a cargo del
cuidado de todos los aspectos que tienen que ver con la calidad de la fruta.
Fuente: Trabajo de Campo. Mayo 2007.
401
El principio de control de calidad busca desarrollar en el momento preciso las diversas tareas
del proceso técnico productivo. Ello implica disponer de los insumos necesarios, para lo cual se
mantiene contacto con los proveedores con el fin de que los proporcionen en la cantidad
necesaria. Así, la calidad de la fruta obtenida es garantizada en la fase misma de la producción
y cosecha. Este cuidado se complementa con las actividades postcosecha que realizan algunos
integrantes de la familia. La clasificación de los frutos en duraznos de primera, segunda y
tercera calidad, es realizada previo al proceso de venta, principalmente por mujeres y niños.
El durazno de primera calidad tiene un aspecto grande, color amarillo intenso y aroma
exquisito, mientras que el de mediana calidad reduce un poco su tamaño, aunque de igual
manera posee un color y aroma que definen al de primera calidad. El de tercera calidad
corresponde a una fruta menos grande que la anterior, pero difiere en su presentación por
algunas imperfecciones en el tamaño y piel del fruto, entre otras. La clasificación del durazno
resulta fundamental para acceder a segmentos de mercado específicos. La producción de
primera calidad es enviada, principalmente, a tiendas comerciales en cajas de papel reciclable,
que le permite un control y conservación de las cualidades de aroma, color y sabor, las que
pudieran verse afectadas durante su transportación. La producción de segunda y tercera
calidad es comercializada al mayoreo y menudeo en los mercados locales de San Cristóbal de
Las Casas o con comerciantes que provienen de otros lugares de la región.
d) Inserción en los mercados
Tres aspectos de la producción han sido atendidos por la microempresa para consolidar su
presencia en el mercado respectivo. Incrementar paulatinamente su volumen de producción,
introducirse a mercados exigentes con el fin de obtener precios altos, todo ello con el
correspondiente manejo previo y durante la comercialización.
En la actualidad la microempresa de la familia Díaz produce anualmente en una
superficie de aproximadamente 22 hectáreas. De acuerdo con los cálculos del encargado de
relaciones comerciales, en la huerta se produce en promedio quince toneladas por hectárea,
producción que se comercializa principalmente en el mercado local, aunque también con
intermediarios de las ciudades de Tuxtla Gutiérrez, Comitán y Ocosingo.
Los precios de venta tienen mucho que ver con la calidad y presentación del producto y
es algo que varía año con año. El precio máximo del producto de primera calidad por caja de 20
kg es de 300 pesos, el de segunda varía entre 200 y 250, y así va disminuyendo el precio en
función del deterioro de la calidad. La microempresa tiene como objetivo producir entre las
402
calidades primera y segunda para ser rentable. En 2006 la familia vendió a 12.50 el kg; en 2007
el precio promedio fue de 8.80 y en 2008 a 10.20 en moneda nacional.
Para conservar la calidad del producto en la etapa posterior a la cosecha, la
administración del huerto ha innovado los utensilios relacionados con esta actividad: cajas de
madera, en las que se empacaba el durazno, fueron sustituidas por cajas de plástico reciclable,
como ya se dijo.
Fuente: Trabajo de campo. Mayo 2007 y Septiembre 2008.
Los primeros años la microempresa vendió su producción directamente al menudeo, en plazas
y lugares específicos de la ciudad de San Cristóbal de Las Casas. Esto implicó, sin embargo,
disponer de personal suficiente en la familia que se encargara de esta tarea. En la actualidad
solamente se vende al por mayor y otras personas son la que se encargan de vender al
menudeo. Conscientes de las limitaciones que tiene el mercado regional, los líderes de la
microempresa han previsto la posibilidad de incursionar en mercados más exigentes. Para ello
han participado en ferias internacionales donde han expuesto las características y calidad de su
producto, de ahí que se esté buscando firmar contratos con algunas empresas frutícolas de
Canadá.
Incursionar en el mercado externo implica ofertar grandes volúmenes y que el producto
sea de calidad. En este sentido, la microempresa impulsa estrategias de asociación con
productores del entorno para implementar una empacadora, lo que les permitirá llevar un
adecuado control de calidad, mejorar la vida del producto en anaquel y ofertar un mayor
volumen. La perspectiva es adquirir una seleccionadora, una cámara fría y rentar un
403
termoquín.7 La estrategia es diseñar una marca comercial e incursionar primero en el mercado
nacional, antes que pensar en la exportación.
e) Visión empresarial
Por último, aunque no menos importante, el estudio de la microempresa pasa por el análisis de
la existencia de visión empresarial por parte de los participantes, pero en particular por los
líderes de la misma. En la perspectiva de participar en el mercado nacional, en asociación con
otras microempresas campesinas productoras de durazno, existe claridad en la necesidad de
prepararse y garantizar que la calidad ofertada por todos se mantenga y mejore. Ello implica
romper con la normalmente escasa disposición de las empresas para invertir en el
mejoramiento de la calidad.
Es necesario reconocer que existen opiniones encontradas en cuanto a la necesidad de
impulsar estrategias que impliquen disposición al riesgo o la incorporación de criterios
empresariales en la gestión. Es el caso de la necesidad de construir infraestructura, como por
ejemplo, una bodega moderna que les permita la clasificación y embalaje del fruto, lo cual
implica acceder a créditos considerables que no siempre manejan tasas de interés accesibles.
La microempresa está en una fase de transición entre empresa familiar campesina y otra
que tiende a adoptar rasgos de una empresa que opera bajo criterios capitalistas. Esto se
define en parte por el empleo de mano de obra que la microempresa requiere la mayor parte del
año para el desarrollo de las labores relacionadas con el cuidado y conservación de las huertas,
empleándose de manera regular una cuadrilla de alrededor doce trabajadores para realizar las
tareas de poda, injerto, fertilización, control de floración, entre las principales. Lo que implica
que al interior de la microempresa no existe solamente una división técnica del trabajo sino una
división orgánica; esto muestra su grado de consolidación y la complejidad de los procesos que
desarrolla.
Otra dimensión de la visión empresarial está dada por la necesidad de llevar un
adecuado control de los procesos administrativos, tanto en relación con el registro de gastos,
salarios, ventas, niveles de producción, calidades, sistemas de entrega, entre otros aspectos
propios de la operación de toda empresa. Sin embargo, al parecer existen barreras culturales
que impiden que estos aspectos puedan llevarse de manera organizada a su interior, no
obstante, cada vez más la microempresa tiende a adquirir en su funcionamiento y operación
rasgos propios de una que compite y logra insertarse y responder las exigencias del mercado.
7 Un “termoquin” es una caja refrigerante ubicada en una unidad de transporte, que permite mantener el producto en buenas
condiciones durante el traslado a los lugares de venta.
404
Consideraciones finales
La microempresa campesina analizada en el presente estudio es un prototipo de unidad de
producción rural en transición motivacional, generacional y organizacional. La convivencia de
las motivaciones utilitaristas y de supervivencia se observa en la composición de un esquema
productivo heterogéneo. El microempresario busca obtener un producto principal, junto a otros
generados en escalas menores. Esto le permite minimizar la incertidumbre derivada de la
volatilidad de los precios o de pérdida total provocada por potenciales crisis climáticas.
Por su parte, la transición generacional se manifiesta con la participación directa en el
proceso productivo de miembros de al menos tres generaciones consecutivas. Los miembros de
la primera generación garantizan la producción de bienes consumibles por la familia, le sigue la
generación que corre riesgos e innova, mientras que la tercera participa en actividades de
menor esfuerzo físico —proceso de aprendizaje—. La transición organizacional va de aquella
que se caracteriza por una organización simple, en la que la unidad doméstica cumple la
función de unidad de producción y de consumo, a otra más compleja donde existen etapas
diferenciadas, división del trabajo y una organización especializada para la producción.
El carácter transicional de este tipo de empresa campesina constituye un catalizador
económico que la permite aprovechar los recursos naturales, humanos y organizacionales
locales, otorgándola simultáneamente condiciones para insertarse en el mercado local.
Se pueden reconocer avances importantes en la microempresa campesina familiar de
estudio, principalmente en los aspectos relacionados con los procesos de innovación
tecnológica; estos fueron de hecho los cambios que condicionaron la posibilidad de insertarse
con éxito en espacios de mercado. Para ello fue necesario desarrollar diversas estrategias de
organización y división de trabajo en la familia, atendiendo aptitudes de trabajo, situación de
género y edad, escolaridad, entre otras, para atender todas las actividades del proceso
productivo.
Las innovaciones, tanto en el plano técnico productivo como en el organizacional, han
sido condición necesaria para participar en el mercado pero insuficiente para mantenerse. En el
último año ha resultado necesario impulsar acciones tendientes a buscar ofertar mayores
volúmenes al mismo tiempo que garantizar el mejoramiento de la calidad de la producción. Esto
ha implicado pensar en hacer eficiente la gestión administrativa, lo que conlleva tener claras las
cuentas relacionadas con los principales procesos del funcionamiento de la microempresa
campesina.
No obstante, pese a promover una empresa vinculada con el mercado e impulsar
diversas prácticas de corte empresarial en la gestión, los participantes del proyecto familiar
405
siguen manteniendo actitudes propias de una mentalidad campesina. Resulta difícil por ejemplo
asumir una disposición al riesgo, sobre todo por parte de quienes tienen mayor edad. Resulta
de igual manera difícil tomar la decisión de invertir en capacitación de los recursos humanos
disponibles y para mejorar la gestión y administración, lo que lleva a que a menudo se
desconozca si en un ciclo productivo la empresa resulta rentable y cuáles son los factores que
inciden en ello.
Pese a todo, la microempresa campesina frutícola se ha posicionado como un referente
a seguir no sólo para las instituciones sino también socialmente. La perspectiva para la
microempresa es integrarse con otras familias campesinas productoras de durazno en diversos
municipios de la región; y a partir de consolidarse como una empresa rural de mayor alcance,
convertirse en un medio para consolidar una propuesta de desarrollo rural que integre a un
importante sector de la población indígena de esta región de Chiapas.
406
Bibliografía
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de Durazno, San Cristóbal de Las Casas, Chiapas.
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407
O Conflito Entre Indígenas E Produtores De Arroz Pelo Sentido Da Demarcação Da Reserva Nacional Raposa Serra Do Sol No Estado De Roraima, Brasil:
Metabolismo E Co-Evolução Social
Sérgio Botton Barcellos1 Sheila Brandão2
Everton Lazzaretti Picolotto3 Alex Alexandre Mengel4
Introdução
Ao longo do processo de desenvolvimento histórico da sociedade ocorrem múltiplas formas
de relação entre os seres humanos e o ambiente. Durante a história, e hoje em dia
destacadamente, os recursos naturais disponíveis no ambiente transformam-se em objeto
de exploração e manutenção do atual modo de produção industrial. Para a busca de
entendimento desse processo acredita-se que a partir da problematização teórica acerca da
questão socioambiental pode-se obter uma chave de interpretação sociológica relevante e
contextualizada em relação ao atual modelo de reprodução e expansão do sistema
capitalista.
No atual cenário em relação à questão ambiental também interagem as empresas
transnacionais e de agricultores ligados ao agronegócio. Em diversos países no mundo
estes agentes apropriam-se de grandes faixas territoriais, ou pelo alto poder monetário que
detêm, ou especulação e até por grilagem, em terras no qual existem populações
tradicionais e assentadas ocupando áreas agricultáveis, ou nativas. Neste processo, vem
ocorrendo sistematicamente à expulsão destas comunidades ou fazendo-as adotarem de
forma impositiva um modelo de desenvolvimento social e etnoculturalmente não seu,
deteriorando a sociobiodiversidade local desses povos.
Nesse aspecto o ecologismo popular, ou ecologismo dos pobres, por meio da
categoria metabolismo social, pode ser uma forma de análise para os inúmeros conflitos
socioambientais na atualidade. Diversas populações “pobres” ou a margem do modelo
hegemônico de modernidade, ao defender o acesso a recursos naturais para sua
sobrevivência, tem uma função vital nesse contexto e ecossistema. Dessa forma, emerge no
ambientalismo ou ecologismo, as organizações e mobilizações indígenas, como um dos
1Mestrando do Curso de Pós-Graduação em Ciências Sociais do Desenvolvimento, Sociedade e Agricultura – CPDA/UFRRJ.
E-mail: [email protected] 2 Mestranda do Curso de Pós-Graduação em Ciências Sociais do Desenvolvimento, Sociedade e Agricultura – CPDA/UFRRJ.
E-mail: [email protected] 3 Doutorando do Curso de Pós-Graduação em Ciências Sociais do Desenvolvimento, Sociedade e Agricultura – CPDA/UFRRJ.
E-mail: [email protected] 4 Mestrando do Curso de Pós-Graduação em Ciências Sociais do Desenvolvimento, Sociedade e Agricultura – CPDA/UFRRJ.
E-mail: [email protected]
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movimentos socioambientais da atualidade em boa parte da América Latina, em países
como o Brasil, a Bolívia, o Equador, o México, entre outros.
O presente artigo pretende abordar as causas e o processo de disputa, conflitos e
formas de desenvolvimento concorrentes entre os índios e os agricultores produtores de
arroz (arrozeiros) que ocupam uma parte da região conhecida como Raposa Serra do Sol,
no estado de Roraima – Brasil. Sendo assim, pretende-se evidenciar algumas
características de como vem ocorrendo à dinâmica das relações sociais frente à natureza,
na atualidade do sistema capitalista, a partir de um caso de disputa pelo uso de recursos
naturais, ocupação territorial e os conflitos por distintos projetos de sociedade e
desenvolvimento nesse local. Nessa perspectiva, tomando-se o caso da disputa entre índios
e arrozeiros pelo direito de uso de recursos naturais, busca-se discutir segundo a luz de
alguns conceitos da ecologia política o desenrolar do conflito de cunho socioambiental.
Raposa Serra do Sol: breve contexto histórico de uma região de conflitos
Desde o início do século XX, a área hoje denominada Raposa Serra do Sol, no nordeste de
Roraima, foi um cenário onde ocorreram disputas fronteiriças entre o Brasil e a Grã-
Bretanha. A região entre os Rios Cotingo (que corta Raposa–Serra do Sol) e Rupununi (no
território da Guiana) constituía o chamado Contestado. Ainda destaca-se nesse cenário,
conforme indicam algumas referências históricas, que a ocupação indígena em Raposa
Serra do Sol precede em séculos à colonização européia no Brasil (Destro, 2006 e Vieira,
2003).
A Raposa Serra do Sol é uma terra indígena de origem Macuxi, tendo uma das
maiores reservas indígenas em extensão territorial do país com 1.743.089 hectares e 1000
quilometros de perímetro, localizada no estado de Roraima. A identificação da terra indígena
foi feita em 1993 pela Fundação Nacional do Índio (FUNAI), e homologada em 2005 pelo
atual governo federal. A área é dividida por planícies, conhecidas na região como lavrado; e
cadeias de montanhas, na fronteira do Brasil com a Venezuela e Guiana (CIR - Conselho
Indígena de Roraima, 2008).
Essa região fazendo parte da Amazônia, também é atingida por disputas tanto
fundiárias, como por recursos naturais, por parte de diversos grupos de interesse social e
econômico. Nesse espaço social igualmente estão em jogo, oportunidades de exploração da
área voltadas para a criação de negócios, expansão do agronegócio e acumulação de
capital, em contraposição ao reconhecimento da preservação socioambiental da região. A
Amazônia é considerada como uma das regiões de maior importância geopolítica do mundo
em função da sua sociobiodiversidade, diversidade étnica, disponibilidade de inúmeros
recursos naturais como água, minérios, madeira entre outros tantos. Cabe também
409
considerar a determinante influência climática que a região exerce na América Latina e o
mundo.
O estado de Roraima é um dos estados brasileiros que possui a maior concentração
de indígenas em sua área. Em 2005, segundo o Instituto Brasileiro de geografia e Estatística
(IBGE), 10% da população era formada por indíos que viviem predominantemente na área
rural. Contudo, nesse contexto também existem populações não-indígenas, oriundas de
correntes migratórias iniciadas nos anos de 1970, em especial da região nordeste e do
Estado do Maranhão, atraídos pela garimpagem de cassiteritas, ouro e diamantes. Após a
crise da garimpagem nos anos de 1980 a imigração para esse estado, segundo Destro
(2006), voltou com muita força, em especial após a homologação e criação do estado de
Roraima5, pois atraiu grandes projetos de cunho desenvolvimentista para a região.
Um outro aspecto que foi foco de grande polêmica não somente em Roraima, como
em nível nacional, foi o fato de maior parte desse estado ter extensões territoriais de uso
indígena e grandes parques nacionais demercados. Lideranças políticas, garimpeiros,
multinacionais do ramo do extrativismo natural e agentes do agronegócio alegam que a
economia desenvolvida ao longo dos anos, ligada à agropecuária, e às atividades do ramo
da mineração e vegetal, por parte dos indígenas, tem como consequência a baixa
densidade populacional sendo um entrave para o desenvolvimento capitalista do estado e
da região (Destro, 2006).
O Ministério da Justiça estima que nessa área vivam 18 mil índios de várias
etnias, como Macuxis, Wapixanas, Ingarikós, Taurepangs e Patamonas (Último Segundo,
2008). Estima-se que existam 140 aldeias de população Macuxi, só no Brasil, ocupando
áreas de campo e de serras no extremo norte do estado de Roraima (Santilli, 2004). De
acordo com avaliações da Fundação Nacional do Índio (FUNAI), a demarcação das terras
nas reservas, de maneira contínua, é uma importante garantia à sobrevivência e
preservação da cultura destas tribos. Ainda cabe ressaltar, segundo Lauriola (2008), que a
manutenção da área contínua, entre rios e os divisores de águas, é o único modelo que
preserva a integridade ecológica e as águas dos rios da região, bem como, para todos os
usuários a jusante.
Ainda Santilli (2004) cita que o território Macuxi em área brasileira está concentrado
em três grandes blocos territoriais: a TI (Terra Indígena) Raposa Serra do Sol, a TI São
Marcos e oito pequenas áreas que são aldeias isoladas no extremo noroeste do território
Macuxi, nos vales dos rios Uraricoera, Amajari e Cauamé. A reserva mais densa
populacionalmente e mais extensa é a TI Raposa Serra do Sol. A área tem
aproximadamente 1.678.800 ha e é habitada por uma população estimada em 10 mil
5 No artigo 14 nas Disposições Transitórias da Constituição Brasileira consta que o Território Federal de Roraima torna-se
estado de Roraima. A lei é promulgada em 1988.
410
habitantes organizados em 85 aldeias cuja grande maioria é de origem Pemon (Santilli,
2004).
Para a área guianense, a estimativa é de cerca de 50 aldeias no interflúvio Mau
(Ireng)-Rupununi. As fronteiras étnicas nessa região são bastante imprecisas em função dos
arranjos residenciais entre parentelas formadas por homens de diferentes origens,
sobretudo em aldeias nas zonas de intersecção entre as etnias, em que há agrupamentos
de extensas famílias mistas entre Macuxi e Ingaricó; ou entre Macuxi e Patamona, Macuxi e
os Wapichana, dentre outros (Isa, 2008).
Desde a sua criação, em 1998, por meio de portaria do Ministério da Justiça, as
demarcações indígenas da Raposa Serra do Sol, que abrangem o território de três
municípios de Roraima, foram alvo de contestações judiciais e disputas entre índios,
garimpeiros, fazendeiros e poder político regional. Considerando essas peculiaridades em
torno dessa região, Blanco (2006) aponta que hoje em dia no estado de Roraima um
turbilhão político e cultural marca o local. Isso ocorre devido o conflito envolvendo
populações indígenas e diversos grupos de interesse econômico dispostos a controlar
politicamente e territorialmente a Raposa Serra do Sol para sua exploração em caráter
mercantil. Nem os índios, nem a União, conseguiram efetivar a demarcação de terras na
reserva de maneira contínua, devido à disputa travada por diversos grupos de interesse,
formado por grandes latifundiários, apoiados por grupos políticos regionais e nacionais, com
posturas contrárias ao tipo de demarcação reivindicada pelos índios.
Sob esse aspecto, conforme Altvater (2007), cabe ser considerado os atores que
interagem e politizam o tema econômico da provisão de bens públicos ou das condições
gerais de produção, no caso, a demarcação territorial de uma área pertencente ao Estado
Brasileiro em Roraima que é a Raposa Serra do Sol. Sob esse ponto de vista, segundo
Altvater (2007), os conflitos sociais não necessariamente são apenas centrados em torno da
estrutura, conflitos e interesses de classes em uma sociedade capitalista, mas também
pelas relações sociais entre homem e natureza, o meio-ambiente construído, as condições
gerais de produção e a provisão de bens públicos.
Os índios na sua maioria, mesmo em meio aos conflitos, não vivem isolados, pois,
segundo a Fundação Nacional do Índio (FUNAI, 2008), muitos são subjugados de forma
política, ideológica e econômica pelas oligarquias municipais que tem tácito interesse na
ocupação das terras e recursos ambientais da área indígena. Os conflitos relacionados à
disputa e ocupação das oportunidades de acesso e controle aos recursos naturais na região
são fatos corriqueiros na região, envolvendo agricultores e membros de comunidades
indígenas que ali vivem. Conforme a FUNAI (2008), muitos agricultores, grileiros e
garimpeiros tentam justificar a ocupação indevida das reservas indígenas das mais diversas
411
formas, desde criminalização dos índios por estereótipos, desqualificação e até por
preconceito étnico.
Nesse múltiplo contexto social e histórico permeado por conflitos e enfrentamentos,
outro ator que interage é o poder Executivo do estado de Roraima, que ao longo dos anos é
governado por oligarquias políticas locais. Os grupos políticos que dirigem esse estado são
responsáveis por migrações, titulações de terras, criações de vilas, garimpos, construções
de estradas e até a criação de forma inconstitucional do município de Uiramutã, que se situa
dentro da reserva indígena Raposa Serra do Sol.
Mais um fator ainda cabe ser analisado nessa correlação de forças. No ano de 2001
foi criado pelo Ministério da Defesa o sexto Pelotão de Fronteira Especial (PEF) do Exército,
alegando risco para a soberania nacional. Acredita-se que a criação desse pelotão visa
dificultar a demarcação da área indígena, gerando mais conflitos na região, dessa vez entre
membros do exército e as comunidades indígenas.
Para compreender melhor esse caso, cabe ainda historicizar e analisar de forma
corrente e atual alguns fatos a respeito dos embates em relação à demarcação da Raposa
Serra do Sol. Em março de 2007, após diversas e sucessivas ações e disputas judiciais
entre agricultores e índios, foi proferida uma decisão judicial para a retirada dos agricultores
das terras (131 famílias), mediante recebimento de indenização pelas benfeitorias
construídas por parte da União.
Desde 1999, as famílias, que teriam ocupado a região na década de 80, têm sido
transferidas para assentamentos e no total receberam R$ 11,7 milhões por parte da FUNAI.
A permanência destas na reserva após o final do mês de abril de 2008 permitiria ao governo
o “uso de força” para a retirada dos agricultores. Essa ação, inclusive foi iniciada pela
Operação “Upakaton 3”, da Polícia Federal (PF). Porém, com a concessão de uma liminar
impetrada pelo governo do estado de Roraima junto ao Supremo Tribunal Federal (STF) foi
paralisada a ação da PF.
Outro ator a ser considerado que atua nesse processo é o governo Roraimense e
sua representação parlamentar, que sistematicamente se opõem a demarcação, tanto na
Assembléia Legislativa estadual, quanto no Congresso Nacional. A maioria dos deputados
eleitos em Roraima pressionam o STF e o governo federal para que a demarcação não
ocorra de forma contínua, e sim em forma de “ilhas” (não contínua). Essa decisão tornaria
possível a liberação do território da reserva - em grande parte contínua - para a ocupação
dos não-índios, como colonizadores, garimpeiros, agricultores do agronegócio e demais
agentes interessados em explorar os recursos naturais da região. Corroborando nesse
sentido, declarações do governador de Roraima, José Anchieta Jr. (do Partido da Social
Democracia Brasileira - PSDB), dando suporte a atuação dos arrozeiros, alega que os
próprios índios apoiaram a entrada dos agricultores na região e que o governo federal
412
delimitou uma área terrena incompatível com a necessidade dos índios, provocando
prejuízos para os fazendeiros (FUNAI, 2008).
Em 20 de março de 2009, após um julgamento de quase um ano6, a decisão final do
Supremo Tribunal Federal confirmou a homologação contínua da Terra Indígena Raposa
Serra do Sol, determinando a retirada imediata dos não indígenas da região.
Após a breve contextualização feita sobre os conflitos e disputas relacionadas à
Raposa Serra do Sol e uma caracterização dos grupos que convivem no local, com foco nas
comunidades indígenas e agricultores ligados ao agronegócio (arrozeiros), fica claro, que há
nesse espaço social um interesse centrado em especial nos abundantes recursos naturais e
a existência de projetos e concepções divergentes e até antagônicas de modos de vida e
organização social na região.
Raposa Serra do Sol: a relação sociedade e natureza
A partir dessa análise, a Raposa Serra do Sol cabe ser considerada como um ecossistema
no qual o conjunto de espaços e contextos que a compõem, inclusive às florestas e os rios
são sistemas vivos que estão imersos em uma regulação dinâmica, contando inclusive com
a interação dos agricultores e dos não-índios. Nesse sentido, os seres humanos socialmente
artificializam esses ecossistemas para realizar a produção de meios de sobrevivência e
bens de consumo, considerando e respeitando, ou não, os fluxos de energia dos quais a
natureza renova-se continuamente. Dessa forma, a sociedade torna possível a produção e a
reprodução das condições de existência a partir de sua relação com a natureza, pelo
conjunto de ações da sociedade que por meio dos “[...] seres humanos se apropriam,
produzem, circulam, transformam, consomem e excretam materiais e/ou energia
provenientes do mundo natural [...]” (Toledo apud Casado; Sevilla-Guzmán; Molina, 2000, p.
87).
É pertinente considerar a necessidade de buscar a compreensão desse conflito à luz
de temáticas como desenvolvimento industrial, civilização moderna, políticas públicas e
recursos naturais, mas também sob um prisma socioambiental. Isso significa compreender a
unidade entre as relações sociais inerentes a natureza- história- sociedade. Nesse sentido,
corroborando com Foster (2005), entende-se que a natureza não pode ser concebida como
algo exterior a sociedade, visto que esta relação é um produto histórico intrínseco à tomada
de decisões em relação aos rumos e modos de sobrevivência social sob uma perspectiva de
um futuro socioambientalmente sustentável.
Sob determinado ponto de vista, trabalha-se com a hipótese que uma das categorias
que possibilita analisar as relações entre a sociedade e a natureza, e consequentemente a
6 Julgamento iniciado ainda em abril de 2008, quando o governo de Roraima entrou com uma representação no Supremo
Tribunal Federal (STF), reivindicando a suspensão da ordem de desocupação iniciada pela Policia Federal.
413
(re)produção social do capitalismo contida nesse contexto, conforme Foster (2005) seria o
metabolismo social, em concomitância de alguns conceitos básicos da crítica marxista da
economia política. Nesse aspecto também devem ser consideradas questões relativas ao
papel crucial das necessidades humanas; o caráter dual do trabalho e da produção de
mercadorias; a dinâmica das crises econômicas e sociais; a valorização do capital; sua
acumulação e expansão (globalização); a entropia; e a irreversibilidade de determinados
processos sociais (Bensaid, 1999).
Por conseguinte, o conceito de metabolismo social, relacionado à sociedade,
contextualizado em relação a um espaço com uma acirrada disputa por distintos modos de
desenvolvimento, como no caso da Raposa Serra do Sol, pode ser apontado como um
instrumento teórico útil e atual para a análise e entendimento das relações sociedade e
natureza. Todavia cabe destacar, que o uso dessa categoria trata-se de uma possibilidade
de interpretação, podendo apresentar possíveis limitações, como não abranger algumas
relações micro-sociais e características inerentes ao fato social aqui problematizado.
Outro aspecto a ser considerado, conforme Fehlauer e Ayala (2006), sob o ponto de
vista crítico e epistemológico é evitar a naturalização de conceitos e abstrações teóricas
como “recursos naturais”; “participação”; “metabolismo social”; “seleção”; “formas
degradantes”; “controle”, não incorrendo na afirmação de um tipo de racionalismo crítico
para descrever, por exemplo, sujeitos sociais como os indígenas. Sob essa perspectiva, a
percepção sociológica das questões ambientais na ecologia, além da égide hegemônica das
ciências naturais, deve buscar considerar a diversidade de relações socioambientais que os
ecossistemas produzem.
Inicialmente busca-se em Karl Marx o significado e o contexto em que se processou
o conceito metabolismo social. Nas obras de Marx adota-se o termo “Stoffwechsel”, no qual
traduzido seria “metabolismo”, “interação” ou até “intercâmbio”, conceituando as formas
como se davam a relação entre sociedade e natureza, sendo constituída por meio do
processo histórico do trabalho humano. Esse conceito é incorporado tanto por Marx quanto
Engels, em meio aos estudos minuciosos que ambos realizaram das obras do químico
alemão Justus Von Liebig referentes à química dos solos no qual consta o termo “trocas
metabólicas” (Nascimento, 2007). Desse modo, o conceito de metabolismo assume um
significado mais amplo, segundo Foster (2005) e Bensaid (1999), tanto ecologicamente,
quanto socialmente.
Com ênfase nos estudos de Von Liebig, Marx teorizou o modelo de desenvolvimento
capitalista, conforme a percepção da época em que viveu, analisando inclusive a fissão
metabólica no ciclo de matéria e energia necessárias para a manutenção e existência7 dos
7 Um dos trechos que deixa claro essa afirmação ao longo das obras de Marx estaria presente nos Manuscritos Econômico-
Filosóficos, conforme trecho que segue: “Todavia, assim como a natureza proporciona os meios de existência do trabalho, na
414
sistemas naturais e humanos. Segundo Andrioli (2007), enquanto a grande maioria dos
pensadores do século XIX estavam demasiadamente atentos com o desenvolvimento
técnico e da revolução industrial, Marx foi o único, talvez, a compreender que no capitalismo
as forças produtivas poderiam converter-se em forças destrutivas.
Em uma sociedade composta por relações de conflito e disputa pode haver opções
por formas de metabolismo social diferenciadas e muitas vezes incompatíveis, como alude
Kowalski (2002), podendo ser um exemplo disso o caso da Raposa Serra do Sol. Nesse
cenário o metabolismo social indígena se processa baseado no entorno natural, na caça, na
pesca, no extrativismo vegetal e cultivo agrícola natural.
Contudo, o metabolismo desenvolvido pelos arrozeiros introduz indeliberadamente
naquele ecossistema agroquímicos e grandes maquinários para o cultivo do solo em
sistema de monocultura, bem como, a apropriação de grandes escalas territoriais. Cabe
ressaltar que essa forma de metabolismo social vem alterando substancialmente e de modo
pouco assimilável a sociobiodiversidade, as características etno-indígenas, a cultura
específica e os estilos de manejo dos recursos naturais indígenas historicamente
constituídos no local.
Nessas circunstâncias explicitam-se algumas características dos índios Macuxi, tribo
predominante demograficamente na Raposa Serra do Sol. A tribo está distribuída em duas
áreas: ao sul nos campos e ao norte em uma área no qual predominam serras com
florestas. A dimensão desse território pode ser estimada em torno de 30 mil a 40 mil km2
(Santilli, 2004). Quanto à produção de alimentos e meios de sobrevivência as condições
ambientais e climáticas, assim como as vertentes de água na Raposa Serra do Sol são para
os Macuxi locais prediletos para o cultivo agrícola8 de mandioca e de milho. No caso do
sistema de produção9 pecuária, as comunidades Macuxi possuem coletivamente um
pequeno rebanho de gado bovino em cada aldeia, tendo na soma o maior rebanho bovino
do estado de Roraima. A criação de bovinos, mantida em currais e retiros, bem como, a de
aves e suínos empreendida por famílias individuais é hoje considerada indispensável, em
vista do progressivo escasseamento de caça (Santilli, 1997). Cabe ressaltar que as
características de uma sociedade complexa como a indígena, com atenção aos Macuxi, não
acepção de este não poder viver sem objetos aos quais possa aplicar-se, igualmente proporciona os meios de existência em sentido mais restrito, ou sejam os meios de subsistência física para o próprio trabalhador. Assim, quanto mais o trabalhador apropria o mundo externo da natureza sensorial por seu trabalho, tanto mais se despoja de meios de existência, sob dois aspectos: primeiro, o mundo exterior sensorial se torna cada vez menos um objeto pertencente ao trabalho dele ou um meio de existência de seu trabalho; segundo, ele se torna cada vez menos um meio de existência na acepção direta, um meio para a subsistência física do trabalhador.” (Marx, 1844). 8 O trabalho calcado na prática da agricultura é pela prática da coivara, cultivando essencialmente mandioca, milho, cará,
batata-doce, banana, melancia, bananas, entre outros gêneros variando a cada aldeia. Na divisão de tarefas a derrubada da mata, a queima da área e o plantio são realizados pelos homens. Cabe às mulheres manter a roça limpa, fazer à colheita e preparar os alimentos. Os homens se ocupam de trazer a caça, pesca e frutos silvestres, empreendendo expedições de exploração econômica além dos limites da aldeia (Santilli, 2004). 9 Corroborando nesse sentido, Altieri (1989), entende que foi a partir dos sistemas indígenas de produção agrícola que se
obteve grande parte da matéria-prima para o desenvolvimento de sistemas alternativos de produção na agroecologia.
415
pode ser entendida só pelo seu modo de produção agropecuário, mesmo que seja uma das
principais atividades de subsistência desses.
Essas características também podem ser entendidas pelas formas de ocupação e
deslocamento territorial dos índios, pois além da busca por meios de vida, essas tribos
realizam trocas e intercâmbios com outros povos e entre si. Por isso é importante considerar
que a decisão do Supremo Tribunal Federal pela demarcação da reserva indígena Raposa
Serra do Sol de forma contínua constitui-se em fato essencial para a manutenção e
sobrevivência étnica, social e cultural das tribos que lá vivem.
Aponta-se que os índios da Raposa Serra do Sol tem uma contribuição social muito
significativa e importante para a produção econômica local. Conforme Abramovay (2008), os
índios detêm o maior rebanho de gado no estado de Roraima com aproximadamente 35 mil
cabeças, sobretudo com a produção de 50 toneladas anuais de milho, 10 ton. de arroz, 10
ton. de feijão e outros cultivos tradicionais de gêneros alimentícios abastecem uma parcela
significativa das populações urbanas próximas à terra indígena, por exemplo, a cidade de
Boa Vista, capital do estado de Roraima.
Outro ator que está em destaque no impasse relativo a demarcação da reserva
indígena são os produtores de arroz que atuam influentemente na região e no Estado de
Roraima, com apoio de oligarquias políticas locais, de alguns setores do exército Brasileiro e
determinados grupos indígenas. O arroz começou a ser produzido em larga escala em
meados da década de 90 e representa atualmente 40% da produção agrícola do Estado
(84,3 mil toneladas). Antes da decisão final do STF de retirar os não-índios da área da
Reserva Raposa Serra do Sol, apenas seis arrozeiros ocupavam uma área de 15 mil
hectares (cerca de 1% do território do estado), tendo demonstrando forte resistência frente
às decisões do Estado Brasileiro pela sua saída da área10.
Um fato que chama atenção nesse estado é que a agricultura, conforme ISA (2008),
não se trata de uma atividade tão expressiva para a economia roraimense, pois representa
apenas 7% do Produto Interno Bruto (PIB) do estado de Roraima (Abramovay, 2008).
Entretanto, a monocultura do arroz, do modo extensivo como era cultivada e pelo território
que ocupava, configurou-se como um dos grandes entraves contra a homologação da
reserva indígena em áreas com extensão contínua, pois esta atividade precisava manter
grandes áreas a sua disposição para continuar persistindo.
Essa forma de relação da sociedade com a natureza, capitaneada pelo agronegócio ganha
forma, na medida em que são desvelados cotidianamente os efeitos nocivos produzidos na
10
Os arrozeiros e seus apoiadores vêm sendo apontados, segundo Lauriola (2004), como promotores de ocupações de prédios públicos, seqüestro de pessoas, ameaça de invasão da sede de organizações indígenas como o CIR (reconhecida pelas lutas históricas para os direitos humanos e ambientais no Estado por isso premiada, nacional e internacionalmente) ou de apoiadores do indígenas, como a Igreja Católica, os caminhões dos arrozeiros bloqueando as rodovias de acesso e/ou saída de Boa Vista, campanhas com adesivos em carros dos boa-vistenses de "Fora FUNAI", "Fora ONGs", "Fora Diocese", "Xô estrangeiros".
416
fauna e na flora da Terra Indígena Raposa Serra do Sol. Esses efeitos intensificam-se
conforme se amplia o cultivo de arroz na Reserva. Exemplo disso é a afirmação de Nilva
Cardoso Baraúna superintendente do Instituto Brasileiro do Meio Ambiente e dos Recursos
Naturais Renováveis (IBAMA) em Roraima, em entrevista concedida a Agência Brasil
(2008), onde declarou: “Ocorre tipo uma degradação e contaminação em cadeia. O
agrotóxico lançado na agricultura, com a chuva é arrastado para os rios e provoca a morte
de peixes e pássaros. E com isso chegam também ao humano, que consome água in
natura”.
Outra característica importante de ser destacada é que a Raposa Serra do Sol
apresenta em seu solo grande fertilidade para o cultivo do arroz. Isso justifica em grande
parte o interesse dos agricultores em permanecerem instalados na região, devido às
condições favoráveis de clima e solo para um cultivo dinâmico, com um intervalo de
colheitas realizados de três em três meses. Em conseqüência desse fatores favoráveis a
monocultura do arroz, nas últimas décadas veio aumentando gradativamente a pressão
humana e a ocupação de áreas para a exploração dos solos (Agência Brasil, 2008).
Os arrozeiros que bombeavam e represavam a água do Rio Surumu para produzir
arroz irrigado, ocupavam até o seu despejo no início de 2009, uma área de 36 mil hectares
de um total de 1,7 milhão de hectares da Raposa Serra do Sol (Último Segundo, 2008). Até
esse período, as tentativas de diálogo do IBAMA com o grupo de arrozeiros em relação aos
crimes e violações ambientais não avançavam, uma vez que os arrozeiros insistiam em
permanecer explorando a área ocupada de forma predatória e altamente lucrativa, pois
exploravam áreas de grande fertilidade natural e com água em abundância. Sendo assim, o
IBAMA já havia inferido até 2009 um valor de R$ 30,6 milhões de reais em multas por danos
ambientais a um dos líderes dos arrozeiros (Agência Brasil, 2008).
Diante destes elementos tratados, Mészáros (2002) aponta que o sistema de
metabolismo social do capital é poderoso e abrangente, tendo seu núcleo formado pelo tripé
capital- trabalho-estado. No caso dos conflitos envolvendo o universo em questão, o tripé de
consolidação do agronegócio seria: a renda gerada pela alta produtividade agrícola que a
região proporciona; apropriação indevida de território, a monocultura, uso desmedido dos
recursos naturais disponíveis devido à forma de cultivo agrícola adotada; por parte do
Estado, o mando e desmando político dos órgãos de Estado como nos casos do governo de
Roraima, do Exército Brasileiro e do Supremo Tribunal Federal em relação à região.
Desse modo torna-se essencial compreender algumas dimensões fundamentais de
consolidação do capital e suas relações de poder, para compreender o conjunto dos
elementos, que fazem parte desse sistema. Considera-se que o capital ainda possui um
imenso potencial de expansão, pois integra territórios e formas de produção, ou seja,
submete localidades e povos ao seu modo de produção para convertê-los em formas de
417
geração de valor de troca (Andrioli, 2007). Mas também fica claro que a partir desse
metabolismo social de base capitalista, conformado por meio de uma expansão
inconseqüente e incontrolável, agrava ainda mais a crise social e ambiental que ocorre no
país.
Considerando o caso aqui descrito e os conflitos socioambientais atuais, observa-se
como o modo de produção capitalista demonstra sistematicamente a sua própria negação
depredando sua base de acumulação de capital (recursos naturais). A relação homem-
natureza ou sociedade-ambiente que deveria ser produtora de produtos para sobrevivência,
sob a égide do capitalismo, converte-se em uma relação social de capital-trabalho (re)
produzindo mercadorias em demasiada e larga escala para consumo, culminando em uma
frontal contradição do próprio sistema.
A natureza humanizada, quer dizer, como natureza produzida, faz parte das
condições gerais de produção. A violação de sua integridade por meio da degradação ou
destruição das condições naturais de produção e reprodução não é algo externo à
economia, mas sim pertence a seu desenvolvimento contraditório. Entretanto, o processo de
acumulação capitalista tende a transgredir o limite das condições naturais de reprodução e
conseqüentemente a teoria econômica deve considerar em suas análises a importância dos
recursos naturais e da natureza nesse processo (Altvater, 2007).
Nesse sentido, o acesso aos recursos existentes na natureza passa a fazer parte de
interesses e relações mercantis, sendo estratégica a apropriação de territórios prósperos em
disponibilidade imediata e reservas de recurso natural. Esse modo de exploração
caracteriza-se como um dos princípios da expansão do sistema capitalista, a agregação da
natureza e do homem ao processo de produção do capital, no qual a agricultura é uma
atividade essencial. Nesse aspecto, segundo Lowy (2005), a agricultura no sistema
capitalista configura-se como uma agricultura industrial, solidificando-se por meio do
desenvolvimento de plantações em grandes extensões de terras e pelo cultivo de apenas
uma cultura agrícola (monoculturas), sendo esta produção geralmente destinada para
exportação e depósitos de valoração monetária e comercialização.
A renda da terra, nesse caso, por meio da produção que ela pode gerar pela posse
de grandes áreas em uma sociedade capitalista não é compreensível sem o capital.
Portanto, para Lowy (2005), a dinâmica da agricultura hegemonicamente passa a ficar
submissa e voltada para a produção e a valorização capitalista. A continuidade da
acumulação capitalista pela atividade agrícola, segundo O’Connor (1990), pode continuar
prevalecendo, mas conseqüentemente está submetida à exploração e depredação da
natureza sob pena de uma crise ecológica em uma escala ainda maior, implicando na
inviabilidade do ambiente social e natural, bem como, dos meios necessários para viver.
418
A crise ecológica e social vivida no estado de Roraima, envolvendo os índios e os
atores do agronegócio, não é configurada apenas pela competição por posse de terras. Mas
essencialmente, caracteriza-se por uma disputa de modelos de desenvolvimento tanto
locais, quanto em nível de Brasil, e de que forma o país pretende tratar sua história, sua
cultura, suas diferentes etnias e a biodiversidade de um bioma como a Amazônia. Os
acontecimentos ocorridos nos últimos anos na Raposa Serra do Sol, os conflitos armados,
inclusive com destruição de patrimônio público, foram e vem sendo cotidianamente
denunciados e expostos para a sociedade pelos movimentos indígenas locais.
Salienta-se que esse modo de desenvolvimento e exploração, tacitamente
propulsiona a produção da exclusão social e econômica de múltiplas formas, como por
exemplo, a apropriação de recursos naturais e seu uso a serviço de uma relação sócio-
econômica concentradora de poder e renda, além de ser ambientalmente depredatória.
Pressupõe-se que as reservas indígenas demarcadas em áreas de extensão permitem aos
índios a manutenção de seus traços etno-culturais, podendo proporcionar, segundo
Alimonda (2006), uma maior coesão social e catalisação das relações de intercâmbio, tanto
sociais, quanto ambientais, entre as tribos e as comunidades locais, bem como, o estímulo a
cooperação e o estreitamento dos laços de solidariedade social.
Em um contexto no qual há projetos de vida e desenvolvimento socioambiental
divergentes não conciliáveis devido a uma grande distinção de objetivos e princípios socais,
pode provocar uma situação favorável para conflitos de caráter socioambiental. Nesse
sentido, Viola e Leis (1995) entendem que essas possíveis conflituosidades não deveriam
ser analisadas e interpretadas descoladas de uma conjuntura política e do contexto sócio-
histórico da atualidade. Pois essa é uma situação que envolve valores e disputas simbólicas
e ideológicas, no qual atores sociais ou grupos integram-se ou manipulam esses conflitos de
acordo com determinados interesses em jogo.
Nesse caso envolvendo o conflito entre os índios, em especial, os Macuxi e os
arrozeiros, os interesses em jogo demonstram-se complexos e multideterminados. Pois,
nesse contexto, são evidenciadas disputas pelo controle de recursos naturais (minerais,
hídricos, solos férteis, florestas, etc.) e outro que questiona os impactos socioambientais
gerados pela ação humana, tais como contaminação dos rios e do ar, desmatamento e
represamento das águas dos rios. Além disso, deve ser considerado a incompatibilidade de
valores, modos de vida e ideologias acerca do uso da natureza por comunidades indígenas
e rizicultores (Little, 2001).
O movimento indigenista, que assume feições socioambientais, anteriormente
denominado, por Diegues (2000), por ecologismo social ou ambientalismo camponês chama
a atenção nesse caso, pela reivindicação e comprovada necessidade da circulação das
tribos em faixas de terras contínuas, para acessar recursos naturais nos territórios
419
adequados, conforme as condições climáticas disponíveis em cada época. Nesse sentido,
acredita-se que está se valorizando características tradicionais indígenas, como o
extrativismo sustentável, o manejo dos recursos naturais e sistemas de produção baseados
em tecnologias apropriadas, bem como, a preservação ambiental.
Sendo assim, os conflitos da Raposa Serra do Sol, por meio das mobilizações
indigenista e a movimentação de resistência dos arrozeiros, demonstram um fato social
permeado por disputa de interesses, consolidação de posições sociais e opção por distintos
projetos de desenvolvimento para a sociedade. Esse campo social de enfrentamentos está
imerso por diferentes modos de metabolismo social e a opção dos arrozeiros em isolar os
indígenas em “ilhas” territoriais, determina um rumo insustentável para o desenvolvimento
socioambiental dos povos e do ambiente natural, já modificado historicamente pela ação
antrópica na Raposa Serra do Sol.
Considerações finais
O presente artigo abordou algumas características dos conflitos e tensionamentos entre
indígenas e arrozeiros ligados ao agronegócio em relação à demarcação de áreas na
reserva indígena da Raposa Serra do Sol no estado de Roraima. No transcorrer desse
trabalho fez-se necessário lançar mão de um breve resgate histórico do caso, bem como,
problematizar de que modo diferentes vivências configuram-se em distintas formas e
perspectivas sociais, políticas e econômicas. Com isso, foram evidenciadas algumas causas
do conflito na região, que vão além de uma simples disputa pela forma de demarcação do
território em si, possibilitando compreender algumas relações e interesses em jogo, tendo
como uma das questões centrais a apropriação e exploração de recursos naturais na região.
Porém, destacamos que de forma alguma foi buscado encerrar uma total compreensão e
exercício teórico acerca da categoria mobilizada nesse trabalho ou a respeito da temática da
ecologia política, abordando o caso da Raposa Serra do Sol.
A demarcação da área da Terra Indígena Raposa Serra do Sol de forma continua
representa uma vitória dos índios que vivem na área e do seu modo de relacionar-se com a
natureza. E, mais do que isso, pode ter dado uma amostra de que no regime democrático
brasileiro, já não existe espaço político e social tão hegemônico para uma total imposição do
poder econômico e político de supostas elites e setores minoritários da população. Inclusive
essa decisão representa, sobretudo, a possibilidade de manutenção histórica e de
resistência etnocultural indígena, permitindo que estes povos brasileiros tenham futuro,
expressando formas culturais e de luta pela manutenção de uma sociobiodiversidade no
país. Portanto, a aceitação da necessidade de existência dos povos indígenas com seus
hábitos, costumes e seu modo característico de reprodução social instigam a admissão de
420
um metabolismo social claramente distinto do preconizado pelo capitalismo, que gera
exploração e dominação dos povos associados a esse sistema.
421
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424
Figura 1: Mapa da Região de abrangência
do Projeto Rumo no Rio São Francisco.
Fonte: www.sfrancisco.bio.br (19/02/2006).
Adaptado por Ana Paula Glinfskoi Thé.
Pesca Artesanal No Alto e Médio Rio São Francisco: Caracterização Socioeconômica e Relações De Gênero
Maria Inês Rauter Mancuso1
Ana Paula Glinfskoi Thé2
Introdução
No início de 2004 foi realizada pesquisa censitária
junto às famílias de pescadores artesanais
coloniados3 residentes em localidades do Alto São
Francisco4, com as quais seria desenvolvido o
projeto Rumo à Co-gestão da Pesca no Vale do
Rio São Francisco5: municípios de Três Marias,
São Gonçalo do Abaeté (bairros de Beira Rio e
Pontal do Abaeté), Pirapora, Ibiaí e Várzea da
Palma (distrito de Barra do Guaicuí), todos no
Estado de Minas Gerais, na região Sudeste do
Brasil. A pesquisa tinha, por objetivos, caracterizar
demográfica, social e economicamente a população pesqueira dessas localidades. O projeto
Rumo inicialmente buscava contribuir para o desenvolvimento da co-gestão da pesca em
parceria com os pescadores artesanais profissionais do Rio São Francisco no Estado de
Minas Gerais, tendo como base a experiência do processo de desenvolvimento institucional
e legal dos “acordos de pesca” da região amazônica. Essa experiência seria trazida da
Amazônia, pela ONG IARA - Instituto Amazônico de Manejo de Recursos Ambientais –
IARA. O projeto Rumo, por sua vez atendia o objetivo de preparar as comunidades para o
co-gerenciamento, um dos objetivos básicos, de um projeto maior, intitulado Pesca
Continental no Brasil: Modo vida e conservação sustentáveis que fundamentava o Acordo
Bilateral Brasil – Canadá (Projeto CIDA A-020911).6
1 Professora no Departamento de Sociologia/ Universidade Federal de São Carlos-UFSCar/ESP/Brasil [email protected].
2 Professora na Universidade de Montes Claros- UNIMONTES, campus de Pirapora/Estado de Minas Gerais/ Brasil
[email protected]. 3 A colônia tem, como funções, organizar e representar os pescadores. Dizer que um pescador é coloniado significa também dizer que ele tem
carteira de pesca. Mais recentemente, a colônia perdeu a prerrogativa de conceder carteira de pesca a pescadores prof issionais. Assim, o número de pescadores profissionais possivelmente é maior do que o de coloniados. 4 O rio São Francisco apresenta 2 700 km de extensão e, desde sua nascente no Parque Nacional da Serra da Canastra até sua foz no Oceano
Atlântico, entre Alagoas e Sergipe, passa pelos Estados de Minas Gerais, Bahia e Pernambuco. Sua bacia é tradicionalmente dividida em quatro regiões: Alto, Médio, Submédio e Baixo (PLANVASF, 1989). O Alto São Francisco compreende o trecho entre a nascente até Pirapora e Buritizeiro, no Estado de MG, com uma extensão de 630 km, sendo caracterizado por águas rápidas, frias e oxigenadas. 5 O projeto foi financiado pelo IDRC – International Development Research Centre.
6 O Acordo bi-lateral, assinado pelo Brasil em 2003, com término em 2007, foi coordenado, pelo lado brasileiro pela UFSCAr e, pelo lado
canadense, pela ONG WFT – World Fisheries Trust Os dois outros objetivos básicos foram: Construindo Modos de vida sustentáveis e
425
No vale do Alto-Médio São Francisco existem milhares de famílias ribeirinhas que
exercem, de forma artesanal, a pesca como sua atividade de trabalho. São populações
tradicionais que utilizam equipamentos rudimentares para capturar o pescado e, na maioria
das vezes, esses são produzidos pelos próprios pescadores. Suas técnicas de pesca e o
conhecimento que possuem acerca do ambiente são compartilhados pelos diversos
membros dessas comunidades. Segundo Faria (2002:17), as populações tradicionais são
“grupos sociais que vivem a proximidade e dependência em relação aos diversos ambientes
naturais” e “possuem, como característica fundamental, um profundo conhecimento do meio
natural e uma utilização sustentável do mesmo”.
O modelo vigente de manejo dos recursos pesqueiros no Estado de Minas Gerais
está centralizado e concentrado pelos órgãos governamentais: o IBAMA7 e o IEF-MG8, para
normatização e fiscalização da pesca, e a Polícia Militar Ambiental que, em convênio com o
IBAMA e o IEF, é a principal força fiscalizadora dessa atividade na porção mineira do Rio
São Francisco.
Diversos conflitos relacionados ao manejo e uso dos recursos pesqueiros são
citados recorrentemente pelos pescadores artesanais: conflitos entre as comunidades e o
Estado, devido à falta de confiança entre ambos; desvalorização e até proibição de práticas
tradicionais de pesca e de manejo local, considerados predatórios; conflitos entre as
instituições governamentais, principalmente, entre IBAMA e IEF, que muitas vezes elaboram
portarias distintas de pesca, dificultando o cumprimento da legislação da pesca pela
comunidade e aumentando os conflitos com a fiscalização; conflitos entre diferentes
usuários dos recursos pesqueiros e hídricos do São Francisco, como os que existem entre
pescadores artesanais profissionais, pescadores amadores, fazendeiros, indústrias
metalúrgicas. Essa falta de entendimento no manejo dos recursos não garante proteção aos
locais de desenvolvimento dos alevinos, as lagoas marginais, berçários dos peixes, as quais
têm sido exaustivamente exploradas e destruídas pelos projetos agrícolas; não inibe a
degradação do ecossistema pela poluição industrial, colocando em risco espécies de peixes,
como o caso da mortalidade do surubim (Pseudoplatysma coruscans) que foi observada
com freqüência significativa em 2005.
Outro desafio, para o manejo sustentável dos recursos pesqueiros, é a falta de
informações sobre os estoques pesqueiros do Rio São Francisco e sobre o esforço de
pesca a que esses estão submetidos. Mensurar estoques pesqueiros e esforço de pesca é
tarefa difícil não somente pela falta de pesquisas coordenadas cujos registros poderiam ser
Garantindo os recursos pesqueiros. O acordo é sustentado financeiramente, pelo lado canadense, pela CIDA – Cooperation International Development Agency. Pelo lado brasileiro, a contrapartida foram horas técnicas de professores e alunos da UFSCar transformadas em trabalho efetivo no projeto com recursos financeiros advindos do IDRC. 7 Instituto Brasileiro do Meio Ambiente e dos Recursos Naturais: autarquia federal vinculada ao Ministério do Meio Ambiente. É o órgão executor
responsável pela execução da Política Nacional de Meio Ambiente. 8 Instituto Estadual de Florestas. È autarquia vinculada à Secretaria de Estado do Meio Ambiente e Desenvolvimento Sustentável (Estado de
Minas Gerais). Propõe e realiza as políticas florestais, de pesca e de agricultura sustentável.
426
feitos pelos próprios pescadores, mas também devido à existência de um número
desconhecido, mas possivelmente considerável, de pescadores “clandestinos”. Esses são
pescadores que vivem comercialmente da pesca e não se encontram profissionalizados
(não cadastrados em colônias), e também aqueles que, sendo ribeirinhos, vivem
preferencialmente de alguma outra atividade profissional, pescando periodicamente para
melhorar o orçamento e a alimentação da família, ou mesmo como lazer. Em muitos casos,
as populações são muito fluidas: os participantes na pesca variam muito, ou alternam as
atividades de pesca com outras atividades econômicas, ou mudam para outras regiões de
pesca, como no caso do reservatório de Três Marias, aonde muitos pescadores chegam e
de onde partem para outros reservatórios, buscando recursos mais disponíveis (Thé, 1999).
Esse trânsito de pescadores entre os vários rios é possível pois a legislação federal
define os recursos hídricos como open-acess. Os rios brasileiros, por pertencerem à União,
pertencem como direito a todos os cidadãos e, por isso, a exclusão de usuários “de fora”
(pescadores de outras regiões, por exemplo) por portarias, instruções normativas ou
acordos de pesca, se tornam legalmente questionáveis (problema de exclusão). Para
quaisquer destes casos, pesquisas recentes indicam que se o acesso a um recurso não é
controlado de algum modo, cedo ou mais tarde o recurso irá estar sujeito a uma “tragédia
dos comuns” (Berkes et al, 2001). “Tragédia dos Comuns” é um recurso heurístico proposto
por Hardin (1968). Para ele, no caso de recursos comuns – assim pode ser classificada a
maioria dos recursos naturais - a lógica individualista superaria a coletiva na prática de
obtenção dos recursos, o que pode levar à exaustão desses mesmos recursos. Assim, a
construção de prática de co-gestão, da qual deveriam participar todos os usuários do rio,
mais aqueles que o fiscalizam, buscaria se contrapor a essa “tragédia”.
A decisão de escolher os acordos de pesca e a metodologia empregada pelo IARA
para iniciar e fortalecer este processo de co-gestão foi principalmente por que os acordos de
pesca já são tradicionais nas comunidades ribeirinhas da Amazônia desde os anos 60 e 70.
Surgiram lá como forma de minimizar conflitos que existiam entre pescadores nas regiões
de ambientes lacustres. Na maioria dos casos, pescadores locais, que vivem ao redor dos
lagos, confrontam pescadores “de fora”, que utilizam artes e embarcações com maior poder
de pesca. Para defender suas áreas de pesca, que eles consideram de propriedade
comunal (de acesso e uso da comunidade), muitas comunidades da várzea começaram a
desenvolver e implementar sistemas de manejo comunitários, com a finalidade de reduzir ou
controlar a pressão dos recursos (Isaac e Cerdeira, 2004). Ressalta-se a diferença
existente, portanto, entre os dois ambientes: a experiência de co-gestão na Amazônia foi
desenvolvida em áreas de lagos, sistemas naturalmente mais fechados e mais facilmente
delimitados; a área do São Francisco, que receberia a experiência, é um sistema mais
aberto.
427
Na região do São Francisco, em Minas Gerais, a atividade pesqueira tem sido
realizada há mais de um século, com regras informais para o uso dos recursos pesqueiros.
Essas regras se referem à divisão espacial das margens e de regiões de rio e represa em
“acampamentos e sítios de pesca” entre os usuários. Há também complexos sistemas de
propriedade comum, que limitam o acesso e o uso dos recursos pesqueiros a grupos de
pescadores “proprietários”, como os sistemas da “Praia de Januária” e da “Cachoeira de
Buritizeiro e Pirapora” (Thé, 2003). No entanto, não existia, até o momento da pesquisa, a
legitimação pelos órgãos governamentais de nenhum destes arranjos locais. Também, até
meados de 2003, nenhum movimento de estruturação de um modelo de gestão participativa
ou compartilhada na região havia sido efetivamente realizado, tanto pelas Colônias e
Federação de Pescadores, como pelos órgãos governamentais. Até então, apenas alguns
encontros consultivos ocorriam entre lideranças locais e os órgãos competentes ao longo
dos anos, na grande maioria, convocados pelo IEF-MG e pelo IBAMA e de caráter
totalmente informativo, nos quais havia apenas um locutor - o Estado.
A pesquisa
Este trabalho tem, por objetivo, apresentar os resultados da pesquisa censitária9 e da
observação direta realizada ao longo de dois anos de visitas à área e de relacionamento de
amizade com os pescadores e de convivência nas oficinas promovidas pelo projeto Rumo, e
nas atividades de intervenção realizadas no âmbito do acordo bilateral. As oficinas do
Projeto Rumo tiveram início com uma forma de se realizar diagnósticos nomeada de Censo
Comunitário, utilizada pela ONG IARA nas comunidades ligadas à pesca na Amazônia. O
Censo Comunitário é realizado na forma de uma reunião, na qual uma pessoa dirigente faz
uma série de indagações como uma entrevista coletivamente conduzida, enquanto uma ou
duas outras vão anotando as respostas. Essa modalidade de censo parte da hipótese de
que se está trabalhando em uma comunidade – grupo relativamente homogêneo em que
todos se conhecem e partilham um mesmo modo de vida – e onde, acredita-se, um pode
falar por todos. Não se consideram também, nessa forma de coletar dados, as diferenças de
poder e de posição social que podem estar por trás das falas e dos silêncios ou mesmo que
as posições de conflito podem não ser postas publicamente.
Na pesquisa censitária domiciliar, ao contrário, a família foi a unidade de pesquisa.
Os dados foram coletados mediante a aplicação domiciliar de um questionário constituído
por cinco blocos de questões referentes às características dos domicílios; características
demográficas da população; escolaridade, saúde, qualificação profissional e desejos de
novas aprendizagens; trabalho e renda, primeira ocupação e ocupação do pai e da mãe dos
9 Não está sendo utilizado o termo survey para se referir ao tipo de pesquisa realizado na medida em que, para alguns autores, tal termo se
restringe à pesquisa amostral.
428
responsáveis; dados sobre a pesca. As perguntas foram respondidas, regra geral, pela
mulher responsável pela casa. Em geral, também, as perguntas sobre a pesca (peixes mais
freqüentemente pescados, peixes cuja freqüência de pesca está diminuindo, volume de
pesca, apetrechos de pesca) eram respondidas pelo homem. Segundo Riley (1963), a
observação permite apreender a interação de grupos; o questionamento, por entrevistas ou
mediante a aplicação de questionários, permite apreender as atitudes e percepções dos
indivíduos. Ainda segundo Riley (1963), a observação participante integra os dois
procedimentos. No presente estudo, o censo permitiu mapear as características dos
componentes das populações estudadas e suas diferenças, isto é, as características e
diferenças individuais; a observação, realizada na convivência dos anos de trabalho, e nas
reuniões e oficinas, o padrão de interação.
A população de interesse para os projetos, constituída de pescadores artesanais de
rio e de suas famílias, é moradora dos municípios de Três Marias, São Gonçalo do Abaeté
(bairros de Beira Rio e Pontal do Abaeté), Pirapora, Ibiaí e Várzea da Palma (distrito de
Barra do Guaicuí), todos localizados no Alto São Francisco. Três Marias e Beira Rio são
próximos, apenas separados pelo rio10. Pirapora, Barra do Guaicuí e Ibiaí, estão também
próximos. Barra do Guaicuí localiza-se na confluência do Rio São Francisco com o Rio das
Velhas (segundo os moradores, Guaicuí, na língua dos grupos indígenas nativos da região,
significa “das velhas”). De Três Marias e Beira Rio a Pirapora, rio abaixo, dista-se 130
quilômetros aproximadamente.
Três Marias surgiu, como núcleo urbano, na década de 50 do século XX, durante a
construção de uma barragem, a primeira no Rio São Francisco, realizada no governo do
Presidente Juscelino Kubitscheck. A construção da barragem levou, para a região, muitos
migrantes ou para trabalhar diretamente na construção ou para prestar serviços de comércio
e de lazer. Os trabalhadores da barragem moravam no próprio canteiro de obras; os demais
ficavam um pouco mais distantes do rio e lá instalaram seu comércio e serviços. Com o
término das obras, muitos trabalhadores permaneceram na região, indo ou morar na vila que
havia se constituído ou no bairro Beira Rio, no município de São Gonçalo do Abaeté, do
outro lado do rio, mais tipicamente de pescadores e roceiros. O termo roça é usado aqui
para se referir ao cultivo de plantas, pelos membros da família proprietária, consideradas
rústicas – feijão, milho, abóbora, quiabo, mandioca, entre outras – primordialmente para
subsistência e em terreno próprio, geralmente não muito distante da casa, possível de ser
atingido a pé, ou mesmo a ela contíguo. A população desse bairro, segundo relatos de
antigos moradores, também se privilegiou dos tempos de construção da barragem,
vendendo, aos trabalhadores, seu pescado e sua colheita. À beira do Rio São Francisco, na
10
A vida de Beira Rio gravita em torno de Três Marias, onde está sediada a colônia de pescadores na qual estão associados os pescadores de Beira Rio.
429
porção em frente ao bairro Beira Rio, no município de Três Marias, há aproximadamente 40
anos se instalou uma empresa metalúrgica de processamento de zinco que, apesar de ter
modernizado parte de seu sistema de produção, é vista pela comunidade de pescadores
artesanais como uma das principais fontes de poluição ambiental e uma das maiores
responsáveis pela mortandade de surubins, peixe nobre do São Francisco. Em Três Marias,
em conseqüência da barragem, está instalado um estabelecimento da CEMIG – Centrais
Elétricas de Minas Gerais e, em decorrência do grande lago resultado da barragem – “mar
doce”, como é chamado localmente, ampliam-se as possibilidades de turismo já possíveis
pelas belezas naturais. Sediado em Três Marias está também um centro da CODEVASF –
Companhia de Desenvolvimento do Vale do São Francisco. A presença desses
empreendimentos e a localização em relação a Brasília e Belo Horizonte, no caminho entre
um e outro centro, confere a Três Marias um dinamismo econômico não observado em
Pirapora, que é uma área decadente. Esse dinamismo somado à origem da cidade confere
à sua população características mais diferenciadas. Pelo Censo de 2000, a população do
município era de 23.539 habitantes.
O bairro Beira Rio localiza-se à beira do São Francisco, do outro lado do rio quando
se sai de Três Marias. A paisagem que se tem, estando no Beira Rio, é desértica na porção
ocupada pela empresa metalúrgica que está em frente ao bairro, do outro lado do rio. De lá
também vem, quando venta, uma fuligem branca, possivelmente resíduo do processamento
do zinco. No bairro estão os mais típicos restaurantes de peixe e algumas pousadas, mas
ele continua sendo, porém, um bairro de pescadores e de roceiros. Muitas casas estão
relativamente dispersas e não estão dispostas em rua, de tal forma que a expressão “ir à
rua” significa, para muitos, ir para a cidade de Três Marias. Essa cidade é o núcleo de
referência para os moradores do bairro, uma vez que a cidade de São Gonçalo do Abaeté
está muito mais distante e o acesso é feito por estradas não muito bem conservadas. É em
Três Marias que os moradores do Beira Rio buscam serviços de saúde, de ensino, comércio
etc. Mais recentemente, ruas começaram a ser desenhadas para alinhar as novas
construções. Além do centrinho – um conjunto de casas próximas à igreja – há outro
conjunto de casas, pouco mais de 10, ainda mais disperso, chamado, pela população, de
Filadélfia. Seus moradores são evangélicos e assim chamam seu bairro porque, no Novo
Testamento, Filadélfia aparece citada no Apocalipse de São João como uma das sete
Igrejas da Ásia. Para a Igreja de Filadélfia, Jesus Cristo ordena a São João que escreva:
“Porque guardaste a palavra da minha paciência, também eu te guardarei na hora da
tentação”. O bairro conjuga as facilidades que o maior nível de urbanismo de Três Marias
possibilita com a solidariedade comunal e religiosa das próprias relações.
A colônia de pescadores que congrega os pescadores de Três Marias e Beira Rio
localiza-se em Três Marias, com escritório em uma sala alugada na Rodoviária local,
430
distante do rio. Pelas próprias condições, a colônia não se configura como um local que
propicia encontros, mas apenas um escritório de prestação de serviços. Os pescadores que
moram em Três Marias não vêem o rio de casa, nem mesmo da Colônia, ao contrário dos
pescadores de Beira Rio. O rio, para os pescadores de Três Marias, é o local de trabalho,
bem separado geograficamente da casa. Para os pescadores de Beira Rio, é a paisagem, é
extensão da casa e do quintal.
A origem de Pirapora perde-se no tempo, em agrupamentos de garimpeiros,
criadores de gado e, principalmente, de pescadores que comercializavam, com tropeiros, o
peixe secado em varais. O distrito de Pirapora foi criado em 1861 mas, somente a partir de
1902, a navegação a vapor que havia começado em 1871 iniciou o tráfego regular com a
vila. Em 1894, foi construído, no local, um grande depósito para estocagem de algodão em
rama e venda de tecidos. A facilidade da navegação mais o comércio aberto propiciaram o
desenvolvimento do local tanto que, em 1911, foi criado o município com o nome de São
Gonçalo das Tabocas, alterado para Pirapora em 1923. A navegação foi sempre o maior
empreendimento presente na vida do município tanto que, com a extinção da navegação de
grandes barcos pelo São Francisco, a cidade também entrou em decadência. A cidade
preserva o artesanato de carrancas, esculturas de madeira que eram colocadas na proa dos
barcos para afastar os maus espíritos. São figuras em madeira, metamorfoseadas entre
animais e homens, com grandes dentes vampirescos. Por esse motivo, os artesãos chamam
suas carrancas de “vampiros”. Hoje, o maior empreendimento do município é representado
pela produção em larga escala de frutas. Pelo Censo de 2000, a população do município era
de 50.269 habitantes. A colônia de Pirapora, que congregava, à época da pesquisa,
pescadores de Barra do Guaicuí, de Ibiaí11 e da própria Pirapora, fica às margens do rio,
separada desse, por uma rua, um pedaço de terra que forma uma praça, com árvores
frondosas. À beira do rio, há uma amurada que permite que se veja o rio sentado ou
encostado de maneira preguiçosa. À esquerda, dá para se ver a Ponte Marechal Hermes12,
um dos cartões postais de Pirapora. Entre a ponte e a colônia, vêem-se as corredeiras do
rio, onde, de pé em pedras, pescadores de Buritizeiro realizam uma das pescas mais
tradicionais do São Francisco, apesar de proibida (Thé, 2003). À direita, vê-se o Benjamin
Guimarães, barco a vapor – último exemplar movido a lenha no mundo - que viajava pelo
São Francisco, no trecho Pirapora - Juazeiro (norte da Bahia), até o início dos anos 80s,
quando a navegação no São Francisco entrou em decadência. Restaurado, realiza, desde
agosto de 2004, pequenas (de cerca de meia hora) viagens turísticas. Perto da colônia está
11
Em 2004, os pescadores de Ibiaí, que já tinham uma associação de pescadores, fundaram a sua própria colônia. 12
“ Nas primeiras viagens dos trens da Central do Brasil, em 1910, os vagões de carga trouxeram um considerável volume de material para a construção de uma ponte sobre o Rio São Francisco [...] vinculada ao antigo projeto de ligar por ferrovia o Rio de Janeiro a Belém do Pará. [...] Em 1920, a ponte começou a ser construída em frente ao porto [...] acima das corredeiras[...] O material era todo importado. As partes metálicas vieram da Bélgica. O cimento, em tambores, dos Estados Unidos. [...] A inauguração, com o nome de Marechal Hermes, se deu simbolicamente em 7 de outubro de 1922 [...] tem 694 metros de comprimento em 14 vãos, sendo os 10 centrais de 55 metros e os 4 marginais de 36 metros cada. A sua largura total é de 8 metros, com 2 passeios laterais de 2 metros de largura.” (www.pirapora.mg.gov.br , 2006, maio 11)
431
a Marinha. O local onde se localiza a Colônia é de uma beleza exuberante, propício aos
encontros e a se deixar ficar para olhar o rio. É freqüente a presença de pescadores por lá.
Muitas vezes não se vê nem mesmo eles conversando: apenas olham o rio. Observam o rio,
sabem do seu comportamento e do comportamento dos peixes. Um deles disse que olha
sempre para a torre da igreja de Buritizeiro, cidade que se localiza do outro lado do rio, e do
outro lado da ponte. Se a torre está encoberta, ele sabe que vem chuva lá dos lados do Rio
Abaeté, rio forte e traiçoeiro. Rapidamente, disse, o São Francisco pode encher, mas
também, rapidamente, baixar. É preciso proteger, portanto, os barcos, de tal forma que eles
não sucumbam à força das águas na cheia, e não fiquem na areia na baixa do rio. O tempo
de observar é, portanto, não apenas o tempo de esperar, de contemplar, mas também o
tempo de aprender com o rio, e de proteger os equipamentos do ofício.
Barra do Guaicuí, distrito de Várzea da Palma, é um local de pescadores e de
agricultores assim como Ibiaí, hoje com 7.247 habitantes. A cidade, sede do município, tem
apenas duas ruas asfaltadas, o comércio é pobre, inexistem indústrias. Nem um nem outro
possuem algum tipo de artesanato típico. A maior cidade próxima é Pirapora que, por sua
vez, dista 5 horas de ônibus de Belo Horizonte. A pesca é, portanto, no contexto local, uma
atividade fundamental dada a sua regularidade e o fato de propiciar, aos pescadores
coloniados, uma renda segura de um salário mínimo ao mês durante a época do defeso, de
novembro a março, quando a pesca é proibida.
Os endereços das famílias de pescadores foram obtidos junto às Colônias de
Pescadores localizadas em Três Marias e Pirapora. Foram caracterizados 421 domicílios e
famílias e, nessas, 2060 pessoas. O maior número de famílias entrevistadas está em Três
Marias (N= 117) e o menor em Ibiaí (N=57). O número de pessoas por domicílio varia de 4,4
em Três Marias a 5,3 em Ibiaí.
Figura 2: Carranca do Rio São Francisco.
www.overmundo.com.br, setembro de 2009
432
Quanto à idade, nos grupos de pescadores, a participação de pessoas na faixa etária
de até 14 anos (a partir da qual legalmente se pode trabalhar) varia de 23,6% em Três
Marias a 38,7% em Ibiaí, demonstrando a maior presença de crianças e adolescentes em
Ibiaí e, conseqüentemente, uma maior taxa de dependência. No município como um todo, a
participação da população de até 14 anos varia de 30% em Três Marias e Pirapora
(municípios mais urbanos) a 39% em Ibiaí (município mais rural). Aceita-se, neste trabalho,
a definição de urbano como modo de vida que vem da Sociologia Clássica. Nessa definição,
as características básicas do urbano são volume e densidade demográficas e
heterogeneidade social, características das quais outras são provenientes: predomínio das
relações secundárias (não face-a-face e não afetivas), individualismo, papéis segmentares,
propensão à mudança, mobilidade social, pensamento abstrato (Germani, 1969). No
contexto municipal, portanto, quando o município é mais urbano, a taxa de dependência
entre os pescadores é mais baixa; quando o município é menos urbano, a taxa de
dependência é mais alta e equivalente ao geral. A prova crucial dessa observação encontra-
se na comparação de Barra do Guaicuí, distrito menos urbano, com o município de Várzea
do qual faz parte e que integra a cidade de Várzea da Palma (portanto o dado do município,
ao incorporar o da cidade de Várzea, expressa padrões mais urbanos): enquanto que, em
Barra, a porcentagem de pessoas de até 14 anos, no grupo de famílias de pescadores, é de
37%, no município é de 33%. Três Marias e Pirapora, portanto, possuem uma vantagem, um
bônus demográfico, quando comparados às outras localidades, na medida em que
apresentam uma mais baixa taxa de dependência. Os dados indicam também que Três
Marias e Pirapora introduziram alguma racionalidade e, conseqüentemente, previsão quanto
ao número de filhos em relação aos recursos disponíveis. A capacidade de prever o futuro e
utilizar essa capacidade para orientar as decisões no presente é indicador de racionalidade.
As pessoas, em geral, quando inquiridas quanto à cor, tendiam a responder “moreno”
com variações de tonalidade. Muitas expressaram estranheza com relação à pergunta,
afirmando claramente que não viam importância na questão apresentada na pergunta.
Quando solicitadas a se classificar nas categorias do IBGE – Instituto Brasileiro de
Geografia e Estatística13, em Três Marias, 40,9% se declararam brancas, participação que
cai para 26,0% em São Gonçalo, 13,6% em Pirapora, 13,8% em Guaicuí e 22,4% em Ibiaí14,
demonstrando que, quanto mais ao norte e quanto maior a pobreza, maior a participação de
pessoas negras (de cor preta e parda). No Estado, a participação de pessoas de cor preta e
parda é de 45,3%, segundo o Censo de 2000. Portanto, em todos os municípios a
13
As categorias são: branca, preta, parda, amarela, indígena. 14
Em todas as localidades, a presença de pessoas de cor branca é menor do que a que havia no Estado em 2000. Conforme dados do Censo Demográfico realizado pelo IBGE, essa participação era de 53,8%. A presença maior de pessoas de cor branca em Três Marias poderia ser explicada pela origem da cidade associada à construção da barragem?
433
participação de pessoas de cor preta e parda entre os pescadores é bem superior a
observada no Estado.
Os informantes resistiam a se classificar nas categorias de cor do IBGE, resistência
menor em Três Marias e Beira Rio (São Gonçalo) e maior em Pirapora, Barra do Guaicuí e
Ibiaí. Beira Rio é uma presença atípica nesse contexto: bairro de pescadores, é
caracteristicamente negro e apresenta uma taxa baixa de não resposta quanto à
classificação por cor. Isso talvez porque, ao participar social e culturalmente da vida de Três
Marias, tem esse contexto, mais desigual do ponto de vista de cor e de modo de vida mais
urbano, como referência, o que se associa a uma maior probabilidade de classificação por
cor segundo padrões mais universais. Além disso, do ponto de vista econômico, tem a
mesma situação privilegiada que Três Marias na relação com o rio, participando de um
contexto que, relativamente às demais localidades estudadas, apresenta maior dinamismo
econômico. Isso se expressa nos rendimentos declarados: em Três Marias e em Beira Rio,
apenas 35,7% e 32,8%, respectivamente, declararam renda familiar per capita de apenas
até meio salário mínimo (inclusive)15, porcentagem que sobe para 62,7%, 65,0% e 70,3%,
respectivamente para Pirapora, Barra do Guaicuí e Ibiaí. O IETS – Instituto de Estudos do
Trabalho e Sociedade, e com um corte de pouco mais de meio salário per capita como linha
de pobreza para o Estado de Minas Gerais, estimou a pobreza no Estado em 22,3% da
população16 (www.iets.org.br, 2006). Para o Brasil, essa participação sobe para 32,1%. No
contexto do Estado, portanto, os grupos de pescadores apresentam uma alta participação
de pessoas pobres, principalmente entre aqueles moradores de Pirapora, Ibiaí e Barra do
Guaicuí. No contexto do Brasil, as famílias de pescadores de Três Marias e Beira Rio têm
um perfil de distribuição de renda próximo da tendência geral do país, e as demais
localidades revelam um perfil mais empobrecido.
Lembra-se ainda que as famílias que entraram no Censo deveriam ter pelo menos
um componente que fosse pescador coloniado. Pode haver, entre os componentes, pessoas
que desempenham outro tipo de ocupação. Em Três Marias, a porcentagem de pessoas nas
famílias de pescadores que desempenham outra ocupação é 41,4%. Em Pirapora, a mais
urbana das outras localidades, essa porcentagem é de apenas 37,5%. As demais
localidades apresentam porcentagem abaixo da de Pirapora, dados que indicam a maior
dependência da pesca entre as famílias dessas localidades. Três Marias apresenta,
portanto, a maior diversidade ocupacional e também os mais altos rendimentos médios do
trabalho (1,6 salários mínimos). Beira Rio acompanha Três Marias, com 1,3 salários
15
Utilizou-se aqui o corte de meio salário mínimo para delimitar a pobreza com referência o decreto 3877, de 24 de julho de 2001 que institui o Cadastramento Único para Programas Sociais do Governo Federal, que busca mapear, identificar e caracterizar as famílias de baixa renda. Pelas normas, as famílias com renda per capita de até meio salário mínimo devem ser cadastradas para se habilitar a algum benefício social. 16
Essa estimativa foi feita com base nos dados da PNAD – Pesquisa Nacional por Amostra Domiciliar, realizada anualmente pelo IBGE - Instituto Brasileiro de Geografia e Estatística.
434
mínimos17, de renda média do trabalho. O mais baixo está em Ibiaí (0,9 salário mínimo),
situação que é aí agravada pela maior presença de pessoas com até 14 anos. Apesar de
não se negar a pobreza das famílias de pescadores, reafirma-se que, no contexto
empobrecido geral, os pescadores possuem uma posição privilegiada. Mais do que a
pobreza, o que inquieta é a vulnerabilidade da categoria: a morte do rio, temor expresso nas
conversas em geral e, desde 2005, doídamente indicado pela mortandade de surubins, é a
morte do pescador. Regra geral, o pai do pescador ou foi pescador ou roceiro; a mãe, em
geral, dona de casa. O pescador tem baixa escolaridade e outras possibilidades de
sobrevivência são limitadas: o seu saber fazer, além da pesca, limita-se à roça e a
atividades de construção civil. Seus filhos também possuem horizonte limitado. Portanto,
extinta a pesca como possibilidade econômica, nas condições atuais, resta-lhe ir para a
periferia pobre das grandes cidades.
Variáveis como sexo e renda indicam, no interior do grupo de famílias de
pescadores artesanais, uma maior desigualdade social em Três Marias. Isto é, mesmo no
grupo identificado por uma ocupação – a pesca – há diferenças entre mulheres e homens,
no sentido de como se apropriar das possibilidades econômicas: ou pela maior variedade
de possibilidades ocupacionais, mesmo que associadas a baixos rendimentos, ou pela
maior produtividade do rio. Maior variedade de possibilidades ocupacionais e maior
produtividade do rio do ponto de vista do pescado caracterizam Três Marias e, por extensão,
Beira Rio. A desigualdade, porém, é expressiva. As mulheres, mesmo tendo maior
escolaridade, declaram menor rendimento: os homens declararam, em média, 1,7 salários
mínimos; as mulheres, 1,2. Isso pode indicar que, nas condições dadas, o rendimento da
pesca é superior ao rendimento das outras atividades, dado que os homens se dedicam
mais à pesca e com carteira e as mulheres mais a outras ocupações e sem carteira. O
número maior de hotéis, de clubes, de casas de veraneio na região de Três Marias aumenta
a possibilidade de trabalhos associados ao saber doméstico. No total das localidades, o
rendimento médio mensal dos homens é de 1,3 salários mínimos e o das mulheres é de
1,0.’
A cor, ao contrário, não está associada, em Três Marias, a diferenças de
rendimento. O contrário acontece em Beira Rio e em Barra do Guaicuí, onde pessoas de cor
branca têm maior rendimento; em Pirapora, a vantagem é para pessoas de cor negra
(preta+ parda). O rendimento médio mensal de pessoas brancas é de 1,3 salários mínimos;
o de pessoas negras é de 1,2. Esses dados demonstram que o sexo é fonte de maior
desigualdade do que a cor.
17
Em Três Marias e em Beira Rio o preço do peixe no mercado é superior ao das outras localidades dada a posição privilegiada na rede de comunicação entre Belo Horizonte e Brasília.
435
Excluída a taxa de analfabetismo da população adulta, que incorpora situações do
passado em que a mulher era culturalmente excluída da escola, os indicadores atuais de
escolaridade indicam uma feminilização da escola: as porcentagens de mulheres na escola
superam a de homens, nas idades mais compatíveis com ensino fundamental e médio. Isso
novamente indica o rendimento maior trazido pela pesca, à qual os homens se associam
mais e para a qual não se exige escolaridade. Homens mais precocemente se integram no
mercado de trabalho da pesca, que exige menor escolaridade e se associa à maior. Na
verdade, em grande parte das atividades exercidas pelas mulheres, mais associadas às
atividades domésticas (empregada doméstica, diarista, caseira, passadora e lavadora de
roupa, entre outras, atividades que possuem uma dimensão ligada às relações sociais mais
intensa que a atividade da pesca), também não se exige escolaridade, mas se exige um
certo traquejo social, possível de ser conquistado na escola.
Essas formas de inserção no mercado de trabalho e de diferenças de rendimento
encontradas em Três Marias vão se repetir nas outras localidades, com menor intensidade.
Das mulheres com 15 anos e mais, a participação de pessoas ativas varia de 33,3% em
Pirapora a 53,9% em São Gonçalo. Dessas, porém, a participação das que se dedicam à
pesca é, em Pirapora, 21% e, em Três Marias, 39%. Em Guaicuí, essa participação sobe
para 51%; em Ibiaí, 56,4%; em Beira Rio, 65,6%. Á medida em que sobe a participação da
mulher na pesca, aumenta também a dependência da família da atividade da pesca. Essa
dependência pode não ser tão sofrida em Beira Rio, dada a maior produtividade do rio. Em
geral, a mulher, quando pesca, o faz de linha e à margem do rio, pescando peixes de baixo
valor comercial. Pescar de barco, aventurando-se no rio, o surubim, peixe de profundeza, ou
dourado, peixe “brigão” de superfície - peixes cuja pesca leva a relatos orgulhosos de
pescadores, freqüentemente associado ao registro fotográfico, e de identificação com o São
Francisco - é coisa de homem. Em Ibiaí, Beira Rio e Barra do Guaicuí algumas mulheres
afirmam pescar também de barco, apesar de considerar que esse tipo de pesca é pouco
compatível com a atividade doméstica, basicamente responsabilidade da mulher.
Geralmente a mulher, quando participa das atividades da pesca, limpa e fileta os peixes e
faz e conserta redes. Mesmo a importância da filetagem e da limpeza de peixes, segundo
relato de um pescador de aproximadamente 50 anos de Barra do Guaicuí, está diminuindo.
Nas suas lembranças, diz ele, quando criança e ao voltar da pesca com o pai, via as
margens do São Francisco repletas de mulheres que esperavam os peixes para limpá-los e
salgá-los. Com a chegada do gelo, a atividade das mulheres perdeu importância. O peixe,
tão logo pescado, podia ser preservado no gelo e passado para um atravessador para que o
comercializasse. Em Ibiaí, porém, ainda é expressiva a freqüência de mulheres que dizem
se dedicar à pesca da mesma forma que os homens. Inclusive, nas reuniões de pescadores,
436
é expressiva a participação de mulheres, participação nula em Pirapora e pequena em Três
Marias, que reúne também pescadores do Beira Rio.
As atividades desempenhadas por homens e mulheres – pesca, roça, construção
civil, atividades domésticas – seguem uma herança que vem dos pais, que também foram
roceiros, pescadores, donas-de-casa. É com o pai que se aprende a pescar e com a mãe
que se aprende a cuidar da casa e costurar. Com os dois, se aprende a cuidar da terra. A
primeira atividade econômica exercida pelos responsáveis pela família também se enquadra
nessas categorias, com destaque para a roça: é como se os pescadores tivessem migrado
da roça para a pesca. Com uma freqüência menor de citações aparece a área de vendas
(balconista, principalmente), em especial em Três Marias e Pirapora. Inquiridos sobre o que
sabem fazer, homens e mulheres limitam-se a falar de saberes que podem ser classificados
nessas mesmas categorias. Inquiridos sobre o que gostariam de aprender, afirmam também
possibilidades que podem ser classificadas nas mesmas categorias. Isso pode indicar ou o
não conhecimento de possibilidades que vão além dos limites do cotidiano ou um senso
profundo de realidade que não lhes permite sonhar e ousar mesmo que na imaginação.
Uma e outra possibilidade se contrapõem à liberdade, definida enquanto possibilidade de
escolha (Sen, 1993) e, portanto, tendo a informação como pressuposto.
Pelos dados apresentados vai se configurando um quadro que caracteriza Três
Marias, entre as localidades estudadas, como a mais diferenciada socialmente, com um
processo mais acentuado, portanto, de individuação (que se contrapõe à comunidade),
seguida de Pirapora. Ibiaí e Barra do Guaicuí estariam no extremo oposto como localidades
caracterizadas por relações mais comunitárias. Beira Rio é um caso particular: integra traços
de comunidade (contigüidade, vizinhança, relações face-a-face) e de individualismo, nas
orientações de ação, por participar do mesmo contexto cultural e social que Três Marias.
Enquanto que em Três Marias os endereços de famílias de pescadores estão distribuídos
em 17 bairros, e em Pirapora estão distribuídos em 13, em Beira Rio, em Barra do Guaicuí e
em Ibiaí a proximidade física de famílias de pescadores, constituindo comunidades de
vizinhança, é significativa. Outro indicador que expressa essas tendências é a religião: Ibiaí
é predominantemente católica (93% da população estudada); Três Marias se diferencia um
pouco mais (74% de católicos, 20% de evangélicos e 5% sem religião). Beira Rio e Guaicuí
se destacam com a maior presença de evangélicos: 25% e 27% respectivamente18. Apesar
de uma população predominantemente negra, não apareceram citações de religiões afro-
brasileiras. Ressalta-se também que a entrada de religiões evangélicas afasta a
possibilidade confessional de religiões afro-brasileiras e também a dimensão quase teatral
18
Nas oficinas e em outras reuniões, como as do censo comunitário, teve-se a impressão de que as localidades são predominantemente evangélicas, dada a maior visibilidade dessa profissão de fé. Parece que os evangélicos têm uma maior disposição para participara das reuniões e, nelas, de manifestar sua presença. Há sempre uma disposição pela evangelização. Os resultados do censo domiciliar demonstraram, porém, que essa impressão era falsa. Mesmo assim, os dados indicam que é significativa a entrada de religiões evangélicas em áreas que eram tradicionalmente católicas.
437
de representação e simbolismo muito própria do catolicismo tradicional (imagens,
procissões, rituais expressivos como missa). Essa dimensão teatral do catolicismo o torna
mais afim das religiões afro-brasileiras produzindo uma disposição comportamental que
contribui para fundamentar algumas expressões de cultura popular. Alguns pescadores
relataram que, ao se converter à religião evangélica, deixaram de esculpir, pois a escultura
está associada à imagem.
Mary Douglas (2005) constrói um esquema teórico, a partir de registros empíricos
da Antropologia, para entender os controles ao comportamento na ausência de fronteiras e
de moralidade do grupo, isto é, em situações individualistas. Ela opera com duas variáveis:
grade e grupo. Grade nomeia o ambiente criado pelos indivíduos em sua interação
recíproca. A grade varia de forte – que identifica situações de isolamento que os impedem
de transacionar livremente – a fraca – quando o isolamento diminui e os indivíduos têm um
âmbito maior para negociar entre si como quiserem, o que não é necessariamente
desorganização e falta de regras. Do ponto de vista do grupo no qual os indivíduos estão
inseridos, a questão é saber a força com a qual ele pode impor valores sobre os indivíduos.
Em grade, portanto, observa-se a intensidade das relações sociais; em grupo, a força dos
valores culturais que determinam o comportamento.
Em sociedades de grade fraca e grupos fracos, em vez da imposição dos valores sobre os
indivíduos, a responsabilidade pessoal destes últimos é cristalizada no triângulo de honra,
vergonha e sorte.[...] Em vez de aceitar seu quinhão num determinado esquema de coisas,
como faz onde a grade é forte, cada família está envolvida, para sua própria sobrevivência,
no esforço por alianças vantajosas – conjugais, defensivas ou financeiras. E assim deve
ser; para relações entre indivíduos governados por uma hierarquia fortemente contestada
mais do que por valores de grupos, não há imposições redistributivas, nem restrições às
despesas ou poupança (Douglas, 2005: 81).
É possível associar grupos fortes à comunidade e grupos fracos à sociedade (de
indivíduos)19. A concordar com Mary Douglas, e como Três Marias foi caracterizada, entre
as localidades, como a com traços menos comunitários, seguida de Pirapora, é possível
esperar, da população estudada, um comportamento de resistência a acordos que, se
acredita, possam restringir as possibilidades de ação, como, por exemplo, controles de
estoque os quais são sempre subordinados a normas coletivamente construídas. Em Três
Marias, a resistência provavelmente será maior dado que os rendimentos provenientes da
pesca são maiores o que significa, em um ambiente social de restrições e redistribuições,
perda maior. Nas demais localidades, é provável uma adesão maior a comportamentos
19
Essa abordagem encontra paralelo em Hardin (1964), especificamente na “Tragédia dos Comuns” pela qual se considera que, no caso de recursos comuns, sem a força normativa de grupos, a lógica individualista superaria a coletiva na prática de obtenção dos recursos. A lógica individualista predominaria nos grupos fracos. Nesses grupos, possivelmente a escassez de recursos possa intensificar a exploração sem limites dos recursos, no sentido de que “já vai acabar” os recursos são de quem chegar primeiro.
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coletivamente construídos. Efetivamente, foi assim que as diferentes localidades
responderam à proposta de trabalhar em direção aos acordos: a adesão do Beira Rio, de
Ibiaí e de Barra do Guaicuí foi imediata e contínua. De seus representantes é que partiram
propostas de adesão mais explícitas de buscar alternativas de renda, colaborar em
atividades de recuperação de lagoas marginais e de mata ciliar, e de participar de pesquisas
de estimativas de estoque. O grupo de Três Marias, integrado ao do Beira Rio, manifestou-
se mais decisivamente apenas quando dos movimentos para discutir a mortandade dos
surubins, peixe símbolo da masculinidade da pesca e de maior valor de mercado, evento
que poderia imediatamente afetar os rendimentos da pesca.
Quanto ao desenvolvimento local, tanto maior o núcleo urbano e tanto mais
intensas as relações com centros maiores, possibilitadas pelos meios de transporte, tanto
mais dinâmica economicamente a localidade será. Três Marias e Beira Rio, nesse sentido,
apresentam situação privilegiada quando comparada à das demais localidades.
Quanto ao gênero20, observa-se que nas localidades mais urbanas, do ponto de
vista de orientação da ação, e mais dinâmicas economicamente, as distinções de inserção
no mercado de trabalho são mais pronunciadas. Quando as oportunidades de inserção no
mercado de trabalho se ampliam e se diversificam, mesmo com postos de trabalho
associados a baixos rendimentos, mais as mulheres tendem a se ocupar de atividades tidas
como femininas. Assim, em Três Marias, é menor o número de mulheres que diz se ocupar
da pesca, em especial da captura, e maior o número das que se ocupam em atividades
domésticas (serviços) e comerciais. Em Ibiaí, aumenta em muito o número de mulheres que
dizem se ocupar da pesca. Pirapora configura um caso à parte. Muito dinâmica quando da
navegação do São Francisco, parece que traz dessa época valores relativos ao trabalho da
mulher incompatíveis com um momento de baixo dinamismo econômico. Assim, a
freqüência de mulheres que se dedicam às atividades da pesca é tão pouco expressiva
quanto o é a freqüência de mulheres que se dedicam a atividades domésticas. Essas
diferenças na participação de mulheres no mercado de trabalho podem ser parte do
processo de diferenciação, o qual:
implica a separação das diversas modalidades de encadeamentos
significativo da ação (artística, religiosa e assim por diante) sobre as quais
pode incidir a racionalização [...]. A racionalização é o processo que confere
significado à diferenciação de linhas de ação. Há, assim, [...] uma lógica
intrínseca que comanda o encadeamento dos significados em cada uma das
linhas de ação (Cohn, 1995: 13, 17).
20
Neste trabalho a categoria gênero ficou apenas identificada pelo indicador de sexo, dado que se considera que é, a partir do reconhecimento de uma característica biológica, que a sociedade atribui distintos papéis a distintas características e que esses papéis associam-se a construções de subjetividades.
439
A definição das linhas de ação associadas a gênero pode estar submetida a esses
mesmos processos de diferenciação e de racionalização. Sob a lógica da sociedade,
homens e mulheres não só se diferenciariam como atribuiriam significados que justificam e
explicam essas diferenças, além de utilizarem-nas para orientar as escolhas e curso das
ações. A diferenciação entre homens e mulheres , portanto, pode ser indicador de
racionalização.
Durkheim (1983), em uma outra perspectiva teórica afirma esse processo de
diferenciação crescente:
a mulher (dos) tempos distantes não era de maneira alguma a criatura frágil
que se tornou com o progresso da moralidade.[...] Estas semelhanças
anatômicas são acompanhadas de semelhanças funcionais. [...] as funções
femininas não se distinguem claramente das funções masculinas [...] Um dos
atributos hoje distintivos da mulher, a doçura, não parece ter-lhe pertencido
primitivamente [...] Ora, é certo que, ao mesmo tempo, o trabalho sexual
dividiu-se cada vez mais. Limitado primeiramente apenas às funções sexuais,
estendeu-se pouco a pouco a várias outras. Há muito tempo a mulher retirou-
se da guerra, dos negócios públicos, há muito tempo sua vida concentrou-se
totalmente no interior da família. Depois, seu papel não fez senão
especializar-se mais. Hoje, nos povos cultivados, a mulher leva uma
existência completamente diferente daquela do homem (Durkheim, 1983: 328
- 329).
Mesmo observando, ao tempo em que escreve (final do século XIX), que, de
algumas áreas como a arte e as letras, as mulheres se ocupam tanto quanto os homens,
indicando um processo de homogeneização, Durkheim acredita que “esse retorno à
homogeneidade primitiva poderia ser bem o começo de uma nova diferenciação” (Durkheim,
1983: 331). Para Durkheim, portanto, as distinções de sexo são socialmente construídas, ao
ponto de, a partir dessa construção social, se alterar o corpo de um e de outro sexo
incluindo o tamanho do cérebro. Essas distinções acompanhariam o processo de divisão do
trabalho e de especialização. A partir de Weber (1995), poder-se-ia pensar que essas
distinções acompanhariam o processo de racionalização.
440
Considerações finais
Tais reflexões poderiam ajudar a entender as distinções em Três Marias e Ibiaí, na inserção
das mulheres no mercado de trabalho. Possivelmente na inserção em uma rede de relações
mais ampliada como a que acontece em Três Marias, localidade mais diferenciada do ponto
de vista do trabalho, a mulher tende a escolher, no mercado de identidades de trabalho que
a ela se oferece, aquelas mais afins a um modelo desejado de mulher, mais difícil de se ter
acesso em uma situação em que as possibilidades abertas à mulher são mais restritas como
acontece em Ibiaí.
No transcorrer das atividades de desenvolvimento comunitário, essas diferenças
foram também percebidas quanto às disposições diferentes de homens e mulheres para
participar das atividades propostas. As mulheres pouco se dispuseram a participar das
atividades mais associadas ao desenvolvimento de liderança e de capacidade de gestão.
Nessas atividades, o interesse era mais explícito entre os homens. Ao contrário, nas
atividades em que alguma habilidade referente ao trato do peixe (oficinas de defumação,
salgamento, retirada de espinha, por exemplo) era tratada, as mulheres se dispuseram mais
frequentemente a participar. Na pesquisa de avaliação, algumas relataram que participaram
dessas oficinas muitas vezes contrariando a proibição do marido, dado que elas deveriam
viajar e ficar alguns dias fora de casa, quando a oficina era em outra cidade. Ao contrário,
justificavam a não participação em oficinas de liderança ou de gestão pela não possibilidade
de deixar a casa e a família por algum tempo. Essas poucas observações demonstram a
necessidade de se delinear caminhos diferentes para envolver homens e mulheres no
esforço do desenvolvimento comunitário.
441
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