italo calvino

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JTAU3 C6LVltJ° I ,I r: ,I !. 'I Ii Para los antiguos egipcios el simbolo de la precision era una plurna que servia de pesa en eI platillo de la balanza donde se pcsaban las almas. Aquella pluma ligera se llamaba Maat, diosa Ii de la balanza. El jeroglffico de Maat indicaba tam bien la unidad de longitud, los 33 centfrnetros delladrillo unitario, y tambien el tono fundamental de la flauta. Estos datos proceden de una conferencia de Giorgio de San- :, ; tillana sobre la precision de los antiguos en la observaci6n de los , lenomenos celestes, conferencia que escuche en Italia en 1963 y , que tuvo en mi una profunda influencia. Desde mi llegada aqui * ';\pienso a menudo en Santillana, porque me sirvio de gufa en mi l,primera visita a Massachusetts en 1960. En recuerdo de su amis- :1' tad inicio esta conferencia sobre la exactitud en la literatura con [:el nombre de Maat, diosa de la balanza. Tanto mas cuanto que lluBalanza, Libra, es mi signo zodiacal. Tratare ante todo de definir mi tema. Exactitud quiere decir para rni sobre todo tres cosas: 1) un disefio de la obra bien definido y bien calculado; 2) la evocaci6n de imageries nftidas, incisivas, memorables; • Calvino alude a Harvard, adonde en realidad no llego, 71

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Page 1: Italo Calvino

JTAU3 C6LVltJ°

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Para los antiguos egipcios el simbolo de la precision era una plurna que servia de pesa en eI platillo de la balanza donde se pcsaban las almas. Aquella pluma ligera se llamaba Maat, diosa

Ii de la balanza. El jeroglffico de Maat indicaba tam bien la unidad .~ de longitud, los 33 centfrnetros delladrillo unitario, y tambien el

tono fundamental de la flauta. Estos datos proceden de una conferencia de Giorgio de San­

:,; tillana sobre la precision de los antiguos en la observaci6n de los , lenomenos celestes, conferencia que escuche en Italia en 1963 y , que tuvo en mi una profunda influencia. Desde mi llegada aqui * ';\ pienso a menudo en Santillana, porque me sirvio de gufa en mi l,primera visita a Massachusetts en 1960. En recuerdo de su amis­

:1' tad inicio esta conferencia sobre la exactitud en la literatura con [:el nombre de Maat, diosa de la balanza. Tanto mas cuanto que lluBalanza, Libra, es mi signo zodiacal.

Tratare ante todo de definir mi tema. Exactitud quiere decir ~ para rni sobre todo tres cosas:

1) un disefio de la obra bien definido y bien calculado; 2) la evocaci6n de imageries nftidas, incisivas, memorables;

• Calvino alude a Harvard, adonde en realidad no llego,

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hay para esto en italiano un adjetivo que no existe «icastico», del griego dKa(JtLK6~;

3) ellenguaje mas preciso posible como lexico y como exp ~\' si6n de los matices del pensamiento y de la imaginaci6n. .l:

c!Por que siento la necesidad de defender valores que a m chos pareceran obvios? Creo que mi primer impulso obedece que padezco de una hipersensibilidad 0 alergia: tengo la impi; si6n de que el lenguaje es usado cada vez mas de manera aproi rnativa, casual, negligence, y eso me causa un disgusto intolet ble. No se vaya a creer que esta reacci6n corresponde a u; intolerancia hacia el pr6jimo: 10 que mas me molesta es ofri hablar. Por eso trato de hablar 10 menos posible, y si pre fi~~ escribir es porque escribiendo puedo corregir cada frase tant' veces como sea necesario para llegar, no digo a estar satisfeeho'::mis palabras, pero por 10 menos a elirninar las razones de in ' tisfacci6n que soy eapaz de percibir. La literatura --quiero dec; la literatura que responda a estas exigencias- es la Tierra Pl

~{

metida donde ellenguaje llega a ser 10 que realmente deberia s1 A veees tengo la impresi6n de que una epidemia pestilen~

azota a la humanidad en fa facultad que mas la caracterizaj decir, en el uso de la palabra; una peste del lenguaje qud' manifiesta como perdida de fuerza cognoscitiva y de inrnediati como automatismo que tiende a nivelar la expresi6n en sus ~

mas mas genericas, an6nimas, abstractas, a diluir los signi m dos, a limar las puntas expresivas, a apagar cualquier chispa q brote del encuentro de las palabras con nuevas circunstanci

No me interesa aqui preguntarme si los orfgenes de e epidemia estan en la politica, en la ideologia, en la uniformi"l burocratica, en la homogeneizaci6n de los mass-media, en la d, si6n escolar de la cultura media. Lo que me interesa son i posibilidades de salvacion. La literatura (y quiza solo la lite r~

ra) puede crear anticuerpos que contrarresten la expansion ~ , peste del lenguaje.

Quisiera aiiadir que no s610 ellenguaje parece afectado por esta peste. Tambien las imageries . Vivimos bajo una lluvia inin­icrrumpida de imageries; los media mas potentes no hacen sino Iransformar el mundo en imagenes y multiplicarlas a traves de una fantasmagoria de juegos de espejos: imagenes que en gran parte carecen de la necesidad interna que deberia caracterizar a toda imagen, como forma y como significado, como capacid ad de irnponerse a la atenci6n, como riqueza de significados posibles. Gran parte de esta nube de imageries se disuelve inmediatamen­tc, como los suefios que no dejan huellas en la memoria; 10 que JlO se disuelve es una sensaci6n de extraiieza, de males tar.

Pero quiza la inconsistencia no esta solamente en las image­lies 0 en e11enguaje: esta en el mundo. La peste ataca tambien la vida de las personas y la historia de las naciones vuelve informes,

" rasuales, confusas, sin principio ni fin, todas las historias. Mi III alestar se debe a la perdida de forma que compruebo en la vida, II la eual trato de oponer la unica defensa que co~sigo concebir: una idea de la literatura.

Puedo por 10 tanto definir tambien negativamente el valor que me propongo defender. Queda por ver si con argumentos igualmente convincentes no se puede defender tambien la tesis

" rontraria. Por ejemplo, Giacomo Leopardi sostenia que el len­~ guaje es tanto mas poetico cuanto mas vago, impreciso.

(Sefialare de paso que el italiano es, creo, la iinica lengua en III que «vago» significa tambien gracioso, atrayente: partiendo

, del sentido original «mandering, vagar ,), la palabra «vago» lIeva " consigo una idea de movimiento y mutabilidad que en italiano se " usocia tanto con 10 incierto y 10 indefinido como con 10 gracioso, tt,

10 agradable.) Para poner a prueba mi culto de la exactitud, releere los

",! pasajes del Zibaldone en los que Leopardi hace el elogio de 10 ~ «vago» ,

2 Dice Leopardi: «Le parole lontano, antico e simili sono poeti­~J c i ssime e piacevoli, perche destano idee vaste, e indefinite...» (25

7:1 72

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de septiembre de 1821). «Le parole notte, nottumo, ec., Ie descrizio- ] ni della notte sono poeticissime, perche la notte confondendo gli : oggetti, I'animo non ne concepisce ehe un'immagine vaga, india- -, tinta, incornpleta, sl di essa che di quanto essa contiene. Cosi { oscurita, proJondo, ec, ec.» (28 de septiembre de 1821). [«Las pala­bras lejano, antiguo y otras analogas son muy poeticas y agrada­bles, porque sugieren ideas vastas e indefinidas... «Las palabras nochs, nocturne, etc., las descripciones de la noche son muy poeti-J cas, porque, al confundir la noche los objetos, el alma no concibej sino una imagen vaga, indistinta, incompleta, tanto de aqueUaJ cuanto de su contenido. As! tambien oscuridad, profundo, etc.;'::etc.»] {

Las razones de Leopardi estan perfectamente ejernplificadas' en sus versos, que les dan Ia autoridad de 10que esta demostrad~ con los heehos. Sigo hojeando el Zihaldone en busca de otroi: ejemplos de esta pasion de Leopardi y encuentro una nota m~\ larga de 10 habitual, una lista de situaciones propicias al es'tad~ de animo «indefinido»: '

... la luce del sole 0 della luna, ueduta in luogo dove 'essi rum sf vedano e rum ri scopra La sorgente della luce; un luogo solamenie " paru illuminaio da usa luce; il riflesso di detta luce, e i vari effi ~l' materiali ehe ne derivano,' il penetrare di delta luce in luoglti dov'em divenga incerta e impedila, e non hene si distingua, come aurauerso ut canneto, in una selva, per li halroni socchiusi ee.ee.; La della l4l' oeduta in luogo, oggetto ec. dov'ella non entr! e non percota dirillamea'j te, ma vi ria ribattuta e diffusa da qualche altto luogo od oggetto ef dov'ella venga a bauere; in un andito veduto al di douro 0 al diJuo ~ e in una loggia parimente ec. quei luoghi dove La luce si confond« ~~. ec. colle ombre, come sotto unporlieo, in una loggia eleuata epensih

.~

fra le rupi e i burroni, in una valle, sui colli veduti dalla paT! dell'ombra, in modo du ne siena indorate le cime; il riflesso e: produce, per esempio, un uetro colorate su quegli oggetti su cud riflettono i raggi ehe passano per delto vetro; tutti quegli ogge,:

insomma ehe per diverse materiali e menome circostanze giungono alia nostra oista, udito ec. in modo incerto, mal distinto , imperfetto, incompleto, 0 fuor dell'ordinario ec.

. [... la luz del solo de la luna, vista en un lugar donde aquellos

no se yean y no se descubra la fuente de la luz; un lugar s610 en parte iluminado por dicha luz; eI reflejo de esa luz, y los varios efectos materiales que de el derivan; el penetrar de aquella luz en lugares donde resulte incierta y dificil, y no se distinga bien, como a traves de un caiiizo, en un bosque, a traves de balcones entre­cerrados, etc. etc.; dicha luz vista en lugar, objeto, etc. donde no entre y no de directamente, sino que sea reflejada y difusa por algun otro lugar u objeto etc. donde vaya a dar; en un vestibulo visto por dentro 0 por fuera, y tambien en una galerfa, etc., esos lugares donde la luz se confunde etc. etc. con las sombras, como debajo de un soportal, en una galena alta yen saledizo, entre las rocas y los desfiladeros, en un valle, sobre los montes vistos desde el lado de la sombra de manera que dore sus cimas; el reflejo que produce, por ejemplo, un vidrio coloreado en los objetos en los cuales se reflejan los rayos que pasan por dicho vidrio; todos aquellos objetos, en fin, que en razdn de sus diversos materiales y rninirnas circunstancias, Ilegan a nuestra vista, oido, etc., de mane­ra incierta, poco distinta, imperfecta, incompleta, 0 fuera de 10 cormin, etc.]

[Esto es, pues, 10que nos pide Leopardi para hacemos gustar la belleza de 10 indeterminado y de 10 vagal Una atenci6n extre­madamente precisa y meticulosa es 10 que exige en la composi­cion de cada imagen, en la definicion minuciosa de los detaUes, en la seleccion de los objetos, de la iluminacion de la atmosfera, para alcanzar la vaguedad deseada. Por 10 tanto, Leopardi, a quien elegf como adversario ideal de mi apologfa de la exactitud , resulta ser un testigo decisivo a favor. .. EI poeta de 10vago puede ser s610 eI poeta de la precision, que sabe captar la sensacion mas

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sutil con ojos, oidos, manes rapidos y seguros. Vale la pena qu siga leyendo hasta el final esta nota del Zibaldone; la busqued; de 10 indeterminado se convierte en observaci6n de 10 multipl de 10 pululante, de 10 pulviscular ...

EpiQCIDOlissitTUJ , smJimentalissima la stessa luce Deduta nel/ cUM, doD 'ella ~ jrastagliaJa dalle ombre, doDe lo SCUTO contrasta i mtI/ti lUIJg"i col chiaro, doDe la luc« in molte parti degrada apPoil ap/JOCD. COm4 sui tetli, dOrJe alClUJi luoghi riposti nascondono la vis

}:

d,ll'utro lumirwso ec. ec. A questo piaar« contrihuisee La variet,_ IJinc".te~~a, it Mn Dldlr tuuo, e it potersi percio spariare coll'im ma~

l>,

ginaJ;ulIu. ",uardo a ciO eM ,um si oede. Simi/mente dica dei simit! ([fitu. ch, pro."o gii albtri. iftlari, i colli, i pergolati. i casolari i paglia;. II iMguagliaJt.te del suol» ec. nell« campagne. Per lo contra " rio llJI4 vasta e tuua ugUtll, pianura, dove la luce si spazi e diffo sen,ea divlrsita, nJostacoloj dOrJe l'occhio si perda ec. epure piaceDQI lusima, per l'idla intUfinita in estensiane. ch, deriDa da tal vl/du~ Cosi un cillo sm.ca rlUlJOla. Nel qual proposito ossetto che il piace~ tUlia rJaruM I tUll'inarteaa prevale a quello dell'apparente infinit4

',"

I dlUJirnm,rua uniformita. E quindi un cielo uariamenie sparso . ruwolltti, ; fots« piiJ. piauvolt di unci,lo offauo puto; e la vista di: cillo; fors, ""rw piQCIvole di qrulla della terra, e delle campagne el perr;hl mInD Daria r,d QllCIII mena simile a noi, mena propria di no. mInD apparte",,,te alII auenosts« ec.}.lrifatti, ponetevi supino inma chi voi no" lJIdiate se rwn it dela, separato dalla terra, uoi proDere i~ UM smsado", moll6 menD .pitueDole cJu considerando una campagna' a coruithrandD it cillo nil/asua corrispondenza , rel~ione colla terri

,d rmitanunte ad usa in un m6tUsimo punlo di vista. " E piaClrJOliuima aneora, perIe sopradtktte cagioni, La vista diui4

mtI/titudi", innrmrerahile, COm4 delle stelle, 0 di persone ee. un mo~

moltiplice. incerto, conJuso, irregolar4, disordinato, un ondeggiame~ POlo Ie., clll 1'(J1&im,o noll po!sa tkterminareJ ne concepire definita ',. , distintam4nte te., CO"" quello di una Jolla, 0 di ungran nurnero ~

JormicM 0del mare agilato te. Simitmmk una moltitudine di SUb" "

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itTegolarmente mescolati, e non distinguibili l'uno dall'altro ec. ec. ec. (20 de septiembre de 1821).

[Es agradabilisima y sentimentalisima la misrna luz en las

ciudades, donde la recortan las sombras, donde 10 oscuro contrasta

en muchos lugares con 10 claro, donde la luz en muchas partes se

degrada poco a poco, como sobre los tejados, donde algunos luga­res apartados ocultan la vista del astro luminoso, etc., etc. A este

placer contribuye la variedad, la incertidumbre, eI no verlo todo y

por 10 tanto eI poder volar con la imaginacicn hasta aquello que no se ve. Lo mismo digo de los efectos analogos que producen los

arboles. las alamedas, las colinas , las pergolas, las alquerfas, los

pajares, las irregularidades del suelo, etc. en los campos. Por el contrario, una llanura vasta y tocla.igual, donde la luz planea y

se difunde sin diversidad ni obstaeulo, donde el ojo se pierde, etc.

es tarnbien agradabiHsima, por la idea indefinida en extension que

deriva de esa vista. Lo mismo un delo sin nubes. A proposito de

10 cual observo que eI placer de la variedad y de la inccrtidumbre

prevalece sabre el de la aparente infinidad y de la inmensa unifor­

midad. Y por 10 tanto un cielo sembrado de nubecillas es tal vez

mas placentero que un cielo enteramente puro; y la vista del cielo

es quiza menos agradable que la de la tierra y de los campos, etc.

porque es menos variada (y tambien menos semejante a nosotros, no nos es tan propia, pcrtenecc menos a 10 nuestro, etc.). En realidad, tendeos boca arriba de manera que s610 veais eI cielo, separado de la tierra: vuestra sensacion sera mucho menos grata que cuando mirais los campos, 0 el cielo en su correspondencia y

relacion con la tierra y conjuntamente con csta desde un mismo

punto de vista. Es gratisima tambien, por las mencionadas razones, la vision

de una multitud innumerable, como la de las estrellas, 0 de perso­nas, etc., un movimiento multiple, incierto, confuso, irregular, des­

orden ado, una vaga ondulacion, etc., que el alma no pueda deter­minar ni concebir definida y distintamente, etc., como el de una

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rnuehedumbre 0 un gran numero de hormigal 0 el mar agitado, ~ ,

etc. Analogamente una multitud de IOnidol irregullU'mente mez- '~

clades y no distinguibles el uno del otro, etc. etc. ete.]

Llegamos aquf a uno de los nucleos de III p06tica de Leopar- i di, el de su poema lirico mas bello y famolo, uL'infinito,.. Prete- ", gido por un seto al otro lado del cual se ve solamente el clelo, el' poeta siente al mismo tiempo miedo y placer imaginando los ' espacios infinitos. Este poema es de 1819; las notas del Zibaido"" ,~ que he lefdo son de dos afios despues y prueban que Leopardi j .

segufa reflexionando sobre los problemas que la composici6n de ~ «L'Inflnito» Ie habfa planteado. En 8UI reflexiones aparecen con- } tinuamente confrontados dos terminos: iNlWnUJo e i'ffinilo. Para :1 el hedonisra desdichado que era Leopardi, 10 ignoto eIJ siempre '~ mas atrayente que 10 conocido, la esperanza y la imaginaci6n son i: el iinico consuelo de las decepciones y los dolores de la experien­cia. EI hombre proyecta, pues, su deseo en el infinita, 8610 siente placer cuando puede imaginar que aquel no tiene 6n. Pero como la mente humana no logra concebir el infinito, ma. aun, retroce­de atemorizada ante su sola idea, no Ie queda sino contentarse con 10 indefinido, con sensaciones que al confundine una con otra crean la impresi6n de 10 ilimitado, ilusoria pero lin embargo placentera, «E iI naufragar m'e dolce in questo mare.. [Y naufra- , gar me es dulce en este mar); no 1610 en el famoso final de

, «L'inflnito» prevalece la dulzura sobre el temor, porque lo que'I los versos comunican a trav~ de la mUlica de In palabras es

siempre una sensaci6n de dulzura, aun cuando de6nan experien­das de angustia.

Me doy cuenta de que estoy explicando a Leopardi 1610 en terminos de sensaciones, como si aceptara la imagen que preten- • de dar de sf mismo como adepto delsensismo del siglo xvnr. En reaJidad el problema que Leopardi aborda ea eapeculativo y metafisico, un problema que domina la historia de la ftlOBofIa desde Parmenides hasta Descartes y Kant: la relaci6n entre la '\'.

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idea de infinito como espacio absoluto y tiempo absolute y nues­tro conocimiento empfrico del espacio y del tiempo. Leopardi parte, pues, del rigor abstracto de una idea maternatica de espa­cio y de tiernpo y la confronta can el indefinido, vago fluctuar de las seneaciones.

Exactltud e indeterminaci6n son tam bien los polos entre los cuales oscilan las conjeturas filos6fico-ir6nicas de Ulrich en la interminable y no terminada novela de Robert Musil El hombre sin atrihutos (Der Mann OhM Eigenschaflen):

•.. 1st nun das heoh~htete Element die Exakthei: selbst, hebt man IS "'raus und tasst es sidt entwickeln, hetr~htet man es als Denkge­UXJhnheit und Lehenshrdtung una lasst es seine heispielgebende Kraft arifalles au.swirken, was mit ihm in Beriihrung kommt, so wirdman otU liMn Menschm gifUhrt, in dem ein« parado:" Verbindung von G,nauigkeit undUnbestimmtheit statifintkt. Er besitz;jene unbestech: lit'" gewollte Kalthliitigkeit, die das Temperamen: tier Exaktheit dar­stellt; iiber dies' Eig,nschafl hinaus ist abet alles andere unbestimmt. (Vol. r, parte n, cap. 61.)

[Si el elemento observado es la propia exactitud, si se 10 aisla

y se le permite desarrollarse, si se 10 considera como un habito del

pensamlento y una forma de comportamiento y se deja actuar su

potencia ejemplar sobre todo 10 que se ponga en contacto con 61,

se llegara a un hombre en el que se opera una alianza parad6jica

de exactitud y de indeterminad6n. Tal hombre posee esa sangre

rna deliberada, incorruptible, que ell el temperamento de la exac­

titudj pero, fuera de esa cualidad, todo el resto es indeterminado.]

El momenta en que Musil se acerca mas a una prapuesta de soludon es cuando recuerda que existen ((problemas matemati­cos que no consienten una saludan general, sino mas bien salu­ciones particulares cuya combinaci6n permite aproximarse a una soluci6n generab~ (cap. 83) y piensa que este metoda se adaptaria

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a la vida humana. Muchos alios despues otro escritor en eu mente cohabitaban el demonio de la exactitud y el de la sensi bb

I-I N

lidad, Roland Barthes, se preguntaba si no serfa posible concebf una ciencia de 10 tinico y de 10 irrepetible en La cdmara LUcida (4 chambr« claire): «Pourquoi n'y aurait-il pas, en quelque sorte, uqi

\ .

science nouvelle par objet? Une Mathesi» singuJaris (et non plu1f,i uniuersalis}?» [~Por que no habria de haber, en cierto sentido, un~' nueva ciencia para cada objeto? ,Una Mathesis singularis (y no y~ universaLis?)] . ;)C

Si Ulrich se resigna rapidamente a las derrotas a que I. conduce necesariamentc su pasi6n por la exactitud, otro gra i persona]e intelectual de nuestro siglo, Monsieur Teste, de Pau Valery, no duda de que el esplritu humano pueda realizarse en. la forma mas exacta y rigurosa, Y si Leopardi, poeta del dolor de vivir, da pruebas de la maxima precision al designar las sensaclones indefinidas que causan placer, Valery, poeta del \, rigor impasiblc de la mente, da pruebas de la maxima exactitud t euando pone a Teste frente al dolor, haciendole combatir el sufrimiento flslco mediante un ejercicio de abstracci6n geome­trica,

]'ai, dit-il... pasgrand'dtose.j'tli... undixume de second« quiIe montr«... AUenfh;;... IL y a des instants ou man corps s'ilLumi",... C'est tres curieux, j) uois tout a coup en moi... je distingue les profoTUleurs des couches de ma chair; et je sens des ~ones tk douuur, ,us anneaux, des poLes, ,us aigrettes de doulmr. V'!)'t;;-vous cesflgures vives? c~tle glom/tn:e de ma' sotiffranu? IL y a de ces «lairs qui rusembLent tout aJaitaties idles. Iisfont comprendre, -J'ici,jusque- " lO. ... Et pourtant iLr meLaissent incertain. Incertain n'est paslemot... Q;Land cela va venir, je trouV6 M mo; queLque chose fk con/us au fk difJus. It se Jait dans moll etre des endroits... OrumlUX, it J a des Itendues quiJont Leur apparition. ALors,}e prends dans "ma mlT1Wire une qU4Suon, un prohllml qlJ£lconque je m) enfonce.je oompte des grains desable... et, tantque}e les oou - Ma douLeur grossissante

me/orce Ii ['observer. j) pense! - je n'auends que mon cri, ... et des qJII j, I'ai IlUlltdIl - ['objet, le terrible objet, devenant plus petit, et meor, pillS /JIlU, $' d/robe arna VIU intJrieure...

[No lengo -dijo- gran cosa. Tengo una decima de segundo que Ie muestra... Espcre... Hay instantes en que mi cuerpo se ilumlna... EI extrano. Veo, entonces, de pronto, en mi... distingo

1.1 profuncUdadcs de las capas de mi carne; siento las zonas de dolor. loa anillos, los poles, los plumajcs de dolor. ;Ye usted estas

figuraa vivas], lCSla geometria de mi sufrimiento? Se producen eltol relampagol que asemejan en todo a las ideas. Ellos hacen

comprender, desde aqul hasta a1lli... V, sin embargo, me dejan en 1a iIIarlUbunb". Incertidumbre no es la palabra... Cuando ella va I venir, encuentro en m[ algo de confuso y de difuso. Se formulan en ml ser lugares... brumosos; hay extensiones que hacen su apa­ridon. Entouces tomo en mi memoria una cue.sti6n, un problema cualquiera Me sumerjo en el, Cuento granos de arena ... y, mien­tras 101 vee Midolor creciente me obliga a observarlo. Pienso en Q. SOlo eapero mi grito... y cuando ya 10 he escuchado, eIobjeto, el terrible objellJ, haciendose cada vez mas pequefio, se hurta a rni

vista interior ...]

Paul Valery es la personalidad de nuestro siglo que mejor ha definido la poesfa como una tensi6n hacia la exactitud. Me refie­rn sobre todo a 8U obra de critico y de ensayista, en la cual la peetica de la exaetitud es una linea que se puede seguir remon­tandonoa de Mallarme a Baudelaire y de Baudelaire a Edgar

Allan Poe. En Edgar Allan Poe. en el Poc vista por Baudelaire y Ma~

llarme, Valery ve cde demon de la luddite, Ie genie de l'analyse et I'inventeur des combinaisons les plus neuves et les plus sedui­santes de la logique avec I'imagination, de la mysticite avec Ie ealeul, Ie psychologue de l'exception, l'ingenieur litteraire qui approfondit et utilise toutes les ressourees de l'art. ..» [e1 demonio

80 81

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de la lucidez, el genio del analisis y el inventor de las combiua-j

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ciones mas nuevas y seductoras de la 16giea con la imaginaci6 n , ~ ,

del rnisticismo con cl calculo, e1 psicologo de la excepcion, c1'ingeniero literario que ahonda y utiliza todos los rccursos deJ.~'artc...],

Esto es 10 que dice Valery en su ensayo Situation de Baudelaire, que ticne para mi el valor de un manifiesto de poetica, junto COl' ,

otro ensayo sohre Poe y la cosmogonla, a proposito de Eureka. En el ensayo sobre Eureka, de Poe, Valery sc interroga sobre

la cosmogonla, genero literario antes que especulacion cientlfi(:a :~1 y hace una brillantc refutacion de In idea del univ erse, que elasirnismo una reaflrmacion de la fuerza mitica que toda imager;;'"1

del universe Ileva consigo. Tarnbien aqul, como en Leopardi, la. atracci6n y la repulsion del infinite. Tarnbicn aqui las conjeturas cosrnologicas como genero lirerario, las que Leopardi se entretu{l vo en haecr en algunas de IiUS prosas «apocrifas»: el Frammenltil apocrifo di Straume da Lampsaco, acerca del nacimiento y, sob n;;k

todo, .del fin ~eJ globo tcrra~ueo, que Be achata y se vacia comel anillo de Saturno y se dispersa hasta arder en cJ sol; 0

ap6crifo ralmtidico, el Can/ito tkl gallo siluestre, dondc el univcrs ( ~

entero se apaga y desaparece: «Un silenzio nudo, e una quiete, altissima, empieranno 10 spazio immense. Cosl questo arcant ii mirabilc e spaventoso dell'esistenza universale, innanzi di essw t. dichiarato nc intcso, si dileguera e perderassi» [Un silencio de~ nudo y una altisima calma llenaran el espacio inrnenso. Asi es ~arcano cspantoso y admirable de la existencia universal, antes d<~ SCI' proclamado y en tendido, se disipara y desaparecera]. Donq~ ~ se ve que 10 espantoso y lo inconcebible no es cl vado infinito sin(

la existencia.

Esta confe~encia no se deja guiar en la direccion que lli;:i habra pl'Opuesto. Mi intcnci6n era hablar de la exactitud, no dd infinito y del cosmos. Querfa hablaros de mi predilecci6n por 14;"formas geometricas, por las simetrfas, por las seri(~s, par la co nj

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binatoria, pOl' las preporciones numericas , explicar las cosas que he escrito en funcion de mi fidelidad a la idea de limite, de medida... Pero tal vez esta idea ella quejustamente evoca la idea de 10 que no tiene fin: la luceai6n de 108 mimeros enteros, las rectas de Euclides... Quiz', en Jugar de contaros c6mo escribi lo que escribi, serfa mas interesante hablar de 108 problemas que todavia no he resuelto, que no 8e c6mo resolver, ni que me llevaran a escribir... A veces trato de concentrarme en el cuento que quisiera escribir y veo que 10 que me intereaa es otra cosa, es decir, no algo precise sino todo 10 que queda excluido de 10 que deberia escribir: la relaci6n entre ese argumento determinado y

todas sus variantes y altemativaB poslbles, todos los aconteci­mientos que el tiempo y el espaclo pueden contener, Es una obscsion devoradora, destructora, que basta para paralizarme. Para combatirla trato de Iimitar el campo de 10 que voy a decir, y

de dividirlo en campos aun mas llmitados, para seguir subdivi­diendolos, y aSI sucesivamente. Y entonces slento otto vertigo, el vertigo del detalle del detalle, y 10 infinitesimal, 10 infinitamente pequefio me absorbe, asi como antes me dispersaba en 10 infini­tamente vasto.

La afirmacion de Flaubert, «Le bon Dieu est dans le detail», la explicaria yo a la luz de la mOiolla de Giordano Bruno, gran cosm61ogo visionario que ve el universe infinito y compuesto de mundos innumerables, pero no puede decir que sea «totalmente infiniw) porque cada uno de aIOII mundos C8 finite; «totaImente infi· nito), en cambio, es Dioa «perche tutto lui ~ in tutto il mondo, cd in dascuna sua parte infinitamente e totalmente») [porque todo el esta en todo el muncie y en cada una de sus partes infinita y totalmcnte] .

Entre los Jibros italianol de lOB Iiltimos anos, el que mas he leido, releido .y meditado es la B"w storUI tkll'irifmito de Paolo Zellini (Adelphi, Milan 1980), que comienza con la famosa invee· tiva de Borges contra el infinito, «concepto que corrompe y altera lOdos los otros», y continua pasando revista a todas las argumen-

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taciones sabre el lema, COli el resultado de que: la extension del infinito se disuelve e invierte ell la densidud de 10 infinitesimal.

Este vinculo entre las elccciones formales de la cornposicion . litcraria y la necesidad de un modele cosrnologico (es dccir, Ul1.

cuadro rnitologico gen eral) esta presence, crco, aun en los autores ; que no 10 dedaran explfcitameruc. EI gusto por la composicion ~ geomctrizantc, cuya historia en la literatura rnundial podriamos rastrcar it partir de: Mallarrne, tiene como rondo la oposicion . orden-desorden, Iundamcn tal en la ciencia contemporanca, EI universe se dcshace en una uube cle calor, se precipita irrernedia­blemcnre en lin torbellino de entropia, pero en cl interior de este proceso irreversible pueden darse zonas de orden, po rcioncs de 10 existente que tiendcn bacia una forma, puntas privilegiados desde los cuales pan~cc percibirse un plan, una pcrspcctiva, La {t( obra literaria cs una de esas minimas porciones en las cuales lo l~~'

• • • • • . • . ~11f ~ existentc cristaliza en una lonna, adquiere un senrido, no fijo, no :'-.\1"

definitive, no cndurecido en una inmovilidad mineral, sino viw vicntc como lIll organismo. La poesla eli la gran encmiga del azar, a pcsar de SCI' tarnbien hija del azar, r sabiendo que: c] azar, en ':~~ definitiva, ganara la partida, «Un (:Oup de dell jarnais n'abOlira ':j' f.c

• t!. le hasard .» , ~:

~ ".

Dentro de cste marco ha de consiclerarse la revaloracion dl~ r~ j;:j los procedimientos IOgico-gcometrico-mctaflsic.os que lie han irn- 1~ !1~

)' ", puesto en las artes figurauvas de los primeros decenios del sigll )'~~\ y a continuacion en la literatura: cI crnblema del cristal podrfa ~~I caracterizar a una coustelaci()n de poctas y escrilOres muy dife- ;:ji rcnl.es entre sl, como Paul Valery cn Francia, Wallace Stevens ell ~i.: los Estados U nidos, Gottfried Bc:nn en Alcmania, Fernando Pes- ~1 soa cn Portugal, Ramon G6mez de la Serna en Espana, Massimo f$,* Bontempdli en ltalia, Jorg'c l .. uis Borges en Argentina. 1~ 1~ ;

EI cristal, con Sl.l tall a cxacta y su capacida.d de refractar la ~jl~; !.,'luz, es cl modelo de p(~rfccd6n que siempre ha sido mi clllblcrna, y es[a predilecci6n resulta mali significaliva desde que se sabl~ '

que ciertiL') propiedadcs del nacimiento y cn~cimiento de los cris " ~j\l : ',~~ 1I~ 7,'~'~1

II I ;~'. i~ l' Hi! ~l"i !J~I~ ;~l~'.'s'/ ~,

tales se asemejan a lao de los seres biologicos mas elementales, coustituyendo asf cui un puente entre el mundo mineral y :la materia viviente.

Entre los libros cientfflcos en los que meto la nariz en busca de estfmulos para la imaginaci6n, he leldo recientemente que los mod elos del proceso de formaci6n de los seres vivientes son «par un lado el cristal (imagen de lnvarlabllidad y de regularidad de estructuras espcclficas), y por el otro la llama (imagen de cons­tancia de una forma global exterior, a pesar de la incesante agitacion interna}». Olto de la introducci6n de Massimo Piattel­li-Palmarini al volumen del debate entre Jean Piaget y Noam Chomsky ell cl Centre Royaumont (Thlorits du langage - Theories de l'apprerztissa/:e; Ed. du Seuil, Pads 1980). Las imagenes contra­puesl:as de la llama y el cristal se usan para visualizar las alter­nativas que se plantean a la biologCay de esta pasan a las teorfas sobre el lcnguaje y sobre las capacidades de aprendizaje.

Dejare ahora de lado las implicaciones que para la filosofla de la cicncia ticnen las posiciones de Piaget, que csta por eI principle del «orden del ruido.., es decir, por la llama, y de Chomsky, qu~ esta por el «sell-organlalng system», es decir, par eJ crista!'

Lo que me interesa ahora es la yuxtaposicion de estas dos figuras, como en uno de aquellos emblemas del siglo XVI de que os huble en la conferencia anterior. Cristal y llama, dos formas

de belleza pcrfecta de las cuales no puede apartarse la mirada, dos modos de crecimiento en eI tiempo, de gasto de la materia circundante, dos sfmbolos morales, des ab80lutos, dos categorfas para clasificar hech08, ideas, estilos, sentimientos. Me referf hace un mOl1lcnto a un partido del cristal en la literatura de nuestro siglo; creo que se podria establecer una lista similar para el partido de la llama. Siempre me he considerado partidario del crista I, pero la pagina que acabo de citar me ensefia a no olvidar cl valor que tiene la llama como modo de ser, como forma de exisccncia. Quisiera igualmente que quicnes se consideran parti­

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Page 9: Italo Calvino

darios de In llama no pierdan de vista la calma Yanlua leccion de los crisiales.

Un sirubolo mas complejo, qu e me faa dado las mayores posibilidades de exp resar la tension entre raci onalidad g:e()l1lelri~

ca y marana de las existencias hurn anas, cs el de fa ciudad. El libro en que creo haber dicho mas C()S~I S sigue siendo Las ciudodes,

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inuisibles, pOl'qu e pude conccnrrar (:11 un Ul1iCCl simbolo todas mis

rellexiones, rnis experiencias, mis conjcturas, y porque construi una estructura can facetas en la C:Jllt: cad a breve t exto linda con los otros ell una succsion que lIO implica una consccueucia () una jerarqufa, sino una red dcntro de la cual se puedcn seguir multi­ples rccorridos >' extracr conclusiones plurales y ramificadas.

En Las ciudade.I' inuisibles cada concepto y cada valor results ser doblc: la cxactitud tambien. En cierto memento Ku blai Kan persouifi ca la ten dencia racionaliaadora, g'eornetrizanle 0 aige.. brizante del intelccro, y reduce d conocimienro de su imperio a la combinatoria de las piezas ell el rabl ero de ajed rez; las ciuda- .' d es que Marco Polo Ie describe co n gran abundancia de detal let S(~ las represent:! COil ull a u olTa disposicitm de IOI'n ~s, alfiles . caballos, reyes, reinas , p{~oncs, en sus casillas blanC i'll! Y nq.~ras .

La conclusion final a qlle Ie conduce es ta operaci6n es que e) objeto de SliS conquistas no cs sinl) la tesela de madera en ia quc Sf: rosa cada pieza: un (:mhlcma de la nada ... Pero ell r.:se mo· Ll~ ~lr

. . ' , menta se produce un efe cl:o I.catral: Marco Polo JrIVLla al Gra n Kan a observar rnejor aqud !o que k parece Ia nada:

... It. Grall KanCllrCfllJa d'imltlr!desimarJi /lei giot'u: lila IJllesl"O aa it percM del gioco a ·ifuggirgli. Ilfille d'og/zi parlita ~ una vincita 0

una padila: 1M di co.w? Q,ml era la V!1ra posta? !l{lo SCIlCCO mal/a, :.'ollo il pied/1dd re shah.aliJ via dal!fl mana del r)illci'()1"I~ , Tuta illl/l11a: un qlladratr" tura 0 hi{l/u:o. A jor<.a di scorporare [IJ sue cOflquiste t'er ridurlt' alL',1s.s·,m:ca, KuMai tira Ilrriva/o all'Qpera,do1l£ t'rtrf.m a: ta cOllqrtista lilifillitiva, di r.:ul i multiformi tesod dell'impf.rQ non ClaM ehe il/volueri illusori, si ,iducfI/:a a rm tasselto di uJino pia/lalo.

HI:i

Allora Marco Polo pat'lo: - La tuo scacchiMa, sire, eunintarsio di due legni: ebono e accra. II 'ass, llond,utili sifissa it tuo sguard» llluminatofu ltJgtiato in uno straW dli trtHlOO du crlbbe in un anno di siccita: uedi come si ~iiJpongon() kjilm? QpJ Ii seorg' unnodo appma accennato: rma gemma untO di SPIUlla" itt lUI giomo di primavera precoc'e, ma III brina della nolle l'ohhligd a iesisllr, -. Il Grtm Kan non s'era fin 'allora reso conto cht 10 Itrrmino So.puSl esprimersi fluentemenu nella sua lingua, ma non 1m fUldo a stupirlo. - Ecca un poro pii~ .grosso: forse estaio U nitkJ tl'rma larva; 111m d'un tarlo, perc:M apjJmw nato aorebb« conlinUlJlo a SCfUJart, ma d'un bnu» du rosiccluo Ie foglle e[u la causa per cui 1'4Ih,ro fit seeito ptr mere abbatuao... (!Iurio margine fu inds« tltdl'eharfis16 con la sgoebia perc/If! aderisse at quadrato uidno, pia sporgmtlt...

La quantita di case du si po16rJ4M leuer, inUriP,~(.eltD di legna liscio e uuoio sommergeou Kublai; g;a Polo em rJlPUlW a portare dei boschi d'ebano, delle zature di troru:hi dr4 dismuloFW i fiumi, degli aPi/rodi, delle donne allt: jitlt:Jtre...

[... EI Gran [{an trataha de etlllimismarae en eljuego, pero 10

qu e se Ie c:seapaha ilhora era el porque del juego. EI fin de cada

partida C:i una ganancia 0 una perdida, pero ~de que?~Cuil es la

vCl'dadcra a.pucsla? En eljaque mate. bl\io la base del rey destitui­

do poria mallo del vClu:cdor, queda la nada: un cuadrado blanco

o llegro, A liJelv~a de dcsc.arnar lUI conquiatall para rcducirlaa ala

cscncia, Kublai habia llcgado a La operaciOn extrema: la conquillta

dcliniliva, (Ie la ella I 10K multifonnea teaoroll del imperio no eran

$ino aparicnc:ias ilusorias, se reduda a una tellela de madera Ce­

pillada. ErJlollces Marco Polo hab16: -Tu tablcro. Miijestad, es una

taracea de do:! madcl'as: thana y arce. La teaela IObre la cuaille fija

tu mirada lumillosa fue tallada en Ull catrato del tronco que cred6

un aflO de sequfa : ives como se disponcn laB fibru? Aquf at: distin·

gue un nuda apcnas insinuado: una yema trat6 de despuntar un

dia de primavera precoz , pero la he/ada de la nache la obLig6 a

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Page 10: Italo Calvino

d csist ir-e -. El G rall K iln 110 ha bia notad o bas ta CIl llJ lICeS q ue el

exuanjero supiera exprcsa rse con Lalita fl uidez en Sll lcngua, pero

110 era esto In que le pasm ab a , - Aq ui h01)· un pore mas grande:

tal vez fue el ni do de una larv a, no de carcoma , porqllC ap t nas

nac ida h uh ier a scguid o cava ndo, sino de lin brugo que roy') las

bojas y fuc Ia causa d e qUI: S(: cliqiera d a rhol para talarlo ... Este

borde 10 L:11 16 cl cban ista con la gubin pa ra que :H: udhiriera ill cuad rado vecino, mas snliz-nre...

La ca n tid a rl d e cos as que SI.: podia n leer t il un tr ccito de

mad era liso y vacio a bismah a a Ku blai ; Polo Ie es tahu hahlando

ya d e los 1 )I:'!iq 'Il~ ~ 1 de ebano, de las ba lsas de tronco s q 1](: d esciend en

InHriO:;, de los atracaderos , d e las rnujercs t il las vcuranas...·]

A part ir del memen to en que escribf esa piigina vi clararuente qUI; mi busqu eda de la cxactitud se hifurcaha en rlos di rccciorn -s. P Ol' IIl1a pane la redu ccion de los acon tccimien tos con tingem .es a

esq uc mas abs t ractos con los 'In c sc pueden clec tua r opcracion es

y d ernosr rar tcor erna s ; y pOl' orra, el cs fue rzo de las pal a bras p"lr expresa r COil Iii. ma yor precision posible cl aspcctc sensible de las (:OS;) 5.

Ell realidad mi escritura se ha encontrado sicmpr e Irente a dos carnin os divergente« {jIll: corres pond en a dos tipos d istintos de conocim ientos: 1111 0 que avanza pOl' d espac io III (:11tal d t uJla

raciollalidad inc:orporca, dond(~ se pUCdCll tra7.ar linea;:; que uru:n pUll inS, proyccCiOll CS, filrIllaS abstl'a Clas, v(:ctores de fil(~rzii :i;

eJ ()1m, que ava ra.a pOl' un espacio a teslado de ol ~icLO$ y tra ta de ('rt~ ar un equ ivalcnlc verbal de es(~ csp ado Jlenand o Ia. p:igina de palabra s, en un cs{h e['7,I) de adecoaci6n minuciosa d e 10 l!scri to a

10 tl O escrito. a. Ia totalidarl de 10 d( ~cibl (: y de 10 110 d ecibl e. So n

dos iJOpuJ.sos dif (:rcJ)I.( ~ s hacia la cxacli t lld qu e nuncil lk garan a la sillisfacci6n absolu ta : uno porque las Icngua Hnaturaks d ic(:11 siempn: algo 7Ila.r de I() que di cen los I c ng>m~je ~ fon nalizados,

entl'a6an siempre d crta cantid ad de wielo que p<:rturha laoesen­cialid ad de la infc )rmacion; cJ Cl I ro )Jorquc, al e xpl'l~ s ar La d ellsi-

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dad y In conrinuida d del mundo que nos rodea , e1 lengua je ae mu es tra fragrncnrario, con lagunas, dice siempre algo menos res­pecro a la localidad de 10 experimentable.

Entre estes dos caminos vacilo continuamente, y cuando sicnto que II<: explor ado al maximo las posibilidades de uno, me lanzo al ot ro y vicevcrsa, As! en los ultimo. anoa he alternado mis ejercicios sobre la estrucrura del relate con ejercicios de descrip­cion, arte hoy tUu y descuidado. Como un escolar cuyo tema fuera «Dcscribir una jirafa» 0 «Descrlbir el clelo estrellado», me he ded icad o a llenar un cuaderno con estos ejerclclos y 108 he con­vcrt ido en materia de un lihro. Ellibro se llama Palomar y acaba de apan:c(>r en version inglesa·, es una especie de diario sobre pro blemas de conocimiento mfnimos, ViM para establecer rela­cioncs con cl mun do , gratificaciones y fruetra clonee en el uso del silencio y de la palabra.

En el cursu de esta biisqueda me he acercado ala experiencia de los poctas: pienso en William Carlos Williams, que cuando describe' Call minuciosamente las hojas del ciclamen hace que la nor tome lonna y se abra entre las hoju que describe, y logra dar al "Ileum Ia ligereza de la planta; pienso en Marianne Moore, qu e <II de fin ir SUH pangolines y sus nautilus y todos los otros a nimales d e su bestiario , une las nociones de los libros de zoolo­gia a los signi ticados simb61icos y aleg6ricos que hacen de cada uno de sus pol'll1a.s lIna labula moral; y piell80en Eugenio Mon­mlc, qu e, puede d ecirge, suma los resultados de ambos en «L'an­guiIJa.», Ull poema de un a sola largu[sima fra.se que tiene la forma de la angu ila , sjgu ,~ loda la vida de la anguila y hace de la anguila un sfmbolo Ino ra!.

Pe ro so bre codo picnso en Francia PORge, que con BUB peque­lios poem;:tS en prosa ha creado un genero unico en la literatura con tempo !" inca: eXilclamr.nte ese «cuaderno de ejercici08» del

., ,Paillmar .,(: puhlic{) en i llgl~ en 101 EatadOi Unidos en sepliembre de 1<,115.

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Page 11: Italo Calvino

escola r q u\': deb e ~j erci l a J'se ante Indo en Ja tarea de dis p{)n (~ r ";:l.l:

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paJa bras sob re Ia eJ\len5i<5lJ d e 10;'; a8pecws del Jn lllld o y 10 (on " sig ue a tra ves de 11Ila serie de temati vas, !;t()IIil!O/lf, "prnximac io,;

nes. Pon~~e es pam Ill' nn maestm sill igu aJ pcwqUl: los breves.; textos de Le j )orti pris des chases ~ ,t de otros Iibros qu e siisuen (:sa ~~~ d irecci6n, bahk n de la creoette 0 tid ,sak E0 ddl'{/lJOn, r e pre !;etl1' al1 (r~ el mejor ejemplo de una hatulla con cl Ieng'llaje pa ra co ti ve rt i rlCJ' ~

. ell el Ienguaje de las cosas, q UI: parte d e las cosa.. y vuelve ,I 31 no:;otr05

•cargarlo de todn 10 h UIIl<JIl O (I' W en las (O!i,E homos

invrrtido. Int encion d(:darada de Francis POllge ha sido In de COm pOllCl" a tn tv(:s de su s breves lex lC,;; y sus da horada :, varian tes

lin nuevo De renun natura ; creo qUI: p(;(k rno!i I't:COl'lOcer en cl a l t~. LU<Tecio de Huestro LieBl!)!), uu c rcr:onSU"Il VC fa lisicidad del

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rn undo a Irav6s de l illlp alpa hl<: pul visculo de las paJa!Jr;\.s. j\,1c parece qu e la operacic)1l d e I'Oll gl ~ dellc si ruarse en tI

rnism o plano q ue la cit: Ma lla n n(:, en direcci6J1 d j ve r ~~ cn te y com pl l:mt~n ta l'ia : ell Ma llarrne 1'1 pa labra alcan zn d e:':tre mo de la cxacu tud tocandn el cxtrc mo d e 101 ah slraccicin e indi calldo la nada Co 1\1 a s us tancia lIltirna de l nlulldo; en Ponge cl mundo riene

1;'.1. !'l)rrnil de las Cosa:; m.is humild t :-; , cOlllillgenll:S Y ilsilnet ric ilS , y la palabra cs 10 <llIe sirve para dar Cu t nt.t d c~ Ja 'lark-da d intlnira d e esas formas il'l'e gllJ an ~ s y m i l111cio:; , lIr l,~ nLC cOll1 plicad:i.s . H ,,>,

q lJicn cree q lle Ia pa!;l!wa es d Ill( ~dj o p:tra alc an zar 141 Sllstan cia dd mundo, I.a susta llda ult ima: (inica, a llsn /llla ; rn;is qlJl ~ repn.:­s(~n ta r esra susta ncia , Ja palab m se id enlj(ic ~l. C1JIl d la (pm jo lamo cs crn) n<':(J decir q ue es un I'n(:l1io ): nil }' 1.1 palalH';} q ltt ~ OJ () se CO JlOC (~ a sf lllilS rna, y no es posibl e n ing un orro cOlloclm ien lo dd Illundo, Hay (:1'1 ca,mbi o q uicn cntiende d Il SO de la pa labra corno un iIlcesa nr.c :iegllim ienlo ck bs COS<l :i, UlJ a apr o>:imaci6n no a :)11 slisiancia s ino ,I su infin iril variedad, un rozar su mulr iftwrne, inagol ablc su pe rficie. Como dij o H offllunll sthaL «La [lI'OflHl di. dad hay qlll~ cscollderla. ,!])olld e? En Ia ~ ll per/icic~> . Y Witt,gen­stein iha ,,(in mas lejos qu e Hofrnannslhal cuan do deda: (.:Lo que: es ta oculro no nos in lercsa ».

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Yo 110 sc ria lar ~ drast ico: picnso qu e andamos siempre a fa caza de algo escond ido () :~ o l o potenci al 0 hipotedeo, cuyas hue­lias , que d SO ITJa l l a la superlicie del suelo, seguim08. Oreo que nu cstros mccani smos mentales pr imar ies se repiten, desde el Paleolit ico de nuesrros padres caz adores y recolectores de frutos, a lraves de codas las cu lturas de la historia hu mana. La palabra line la hu clla visible con la cosa invisible, con la cosa ausente, con la cosa deseada o temi da , como un Iragil puente improvisad o tcudido sob re el vacio.

Por cso pa ra Inl el IJ!;CJ justo del lenguaje es eI que permite accrcarsc a las cosa s (prcscn tes 0 auscntes] con discreci6n y atcncion y ca utel a I COil cl respeto hacia aquello que las casas (prcsen tcs 0 a uscn tes ] com u nican sin paiabras.

El ejernplo mas sign ificative de una batalla con la lengua pa ra cap rurar algo qu e sigue escapando a la expreslen es Leo­na rd o cia Vin ci: los codices lconardcscos son el documento ex­traordina rio de LIlla hatalla con la lengua, una lengua hlapida y nudosa , en busca de Ia exprcsion m:is rica, 8uti! y precisa. Las divcrsas ras es dd lr at<lmi'ctlto de una idea que Francis Ponge tCl'mina I>or publ icaI' lIna Lras ol ra porque la obra verdadera c:onsisle no en :ill (c,rma ddinitiva sillo en la serie de Bproxima· done:> pa ra akanza rJa, son para cl Leonardo eacritor la prueba de h s fue rzas ql.lC~ inver·tia en la e:lcritura como instrumento <:ogn osci1lVo, y del hcchu de que - -de todos los Libras que se (> W pOlllil (~scribj r-·-I e inleresa ba mas el proceso de bdsqueda que eI acal'a r lin l('x to pa ra publicar l". Tambh~n 108 temas Bon a vece:; pa l'ecidns a los de Ponge , como en fa serie de f1bulu breves que L"on anio escribe 80bre obj etos (} animales.

']'omelllo:; como t1<:mplo Iil f:ihula del fuego. Leonardo da un breve resumen (eJ lileg-o, oJ(:ndido porque tiene encima el agua de la nIb, c) q ue, sin c nJ ha f(~(), es d superior, ,1eml1llfl, alza sus llam a!:' cada vel. mas alto, has[a que el agua hierve y .1 derra­marsc 10 a paga ) '! lW dc spu(~ S d esarrolla en trea versiones suce­

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Page 12: Italo Calvino

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,. . . una. pcq uena brasa sc d(~sIIZ il entre 10..; csp acros d e 1<1 mad elil: :r'J'fi

• .crcp ira \I se dilat a; pcro Ell SG'Y1l1da Leol.a rdo se il lt f~ITlllI l l:i O; ' come- 'in:!,~ . ,~,. si ceJlllFJl"l:ndk ra 'J Ilt: no ha y lim ite a In rninllc ios:idad con que !;(;::iH;, p uede con ta r la his toria nui s scnc illa . EJ rela to de fa madera qu e ·~U a rde e ll cl k'g'JJI d.: lu cocina pucde creer l: ;I rnb i (~n d(~s d e dc ntro i::i,j;i

t- " ' ,01I . . }:,)';ha stn VO vers« 111 unto. ::;,.:'.Leonardo , «orno sanza lel lcrc}) rhOinlJ/'l; siJil letl'a:;.J . com o se ~ j!

dclinfa a ~ ; l ruis mo tcnfa un a n:/acitlll dilkil ': 011 1,,1 p illa bra ':} ~_~J"l escr j ta, S u sa her 110 renfa i.gllal en el nl1!lld o , pc ro la igno ra ncia HJ:'!

del la tin y d e 1.1g ra m;:itica II: itnpulfa COlll llni ca l'SI: por '~ ; ; cri (0 COli in: los cloc tos cl e su iiem po. Nall.l raJlllclll:\ {=I sa bfa C:/IW murha d e su i~/

'~ l'ck ncia pod ia ex pr.::sa rla ell d dibLJ,io rncj or que co n la pa la hra , 1[1i:;

((0 scritt ore, COJI qu al i lcrt er« sc r ivcrai III COIl tal pe rl i : zi OlI (~ la ;m:;! int cr.i figllraz;..:lIw qu al faqui iJ disi :gIlOi" i rOh ' ~s cri l:O t , .:conque t\ leI ras l > ~cribjr ; i .', Con fa nta perfcccirin la n:pn :St:lllaci6n en iera

COIllO J(J hae c: aqlll d di bujo i'/, anot a ba ell sus cuadenlos de '}I , W~~: !Ii ana lornfa. ) 1:' I llj solo 1;:1 c ieucia, sino t<lm bi':n la lilosofLl ' ~ :Ha ha ~\j';ir; "

' . ~. .-~j "'" -. ~ seg uw de C()lllUlI ic:a rla m ,~jl ) r co n la pintura y d diblljo. Pero ir';~~71! le n fa ade1ll i'is LIlla nccc;sidad incesall te d e (:sCl'ib ic, d(' lJ ~a l' la [q:l ~~~

' . • ' . • ~ ' ~.~ ... ,"fo.( : _~CSCt'Jl Ul'a para Illdaga r eI Iliuncl o (:11 ~i11 S Ilw ruk SlaCIOI1I;S nJlIl tllor. .: i :ir~"" JrH:S r 1~ 1I s us s,;cn; los , y la mbi(:11 pa r<l d ar ((Irma a "'u:; fa.nl ;u;fas,

a :Hm ernoc io l1es, a ~;u s "1 ~nCO J I~S , (Cumo cU;Jll do in crepa ,I lu:, Iitt:., ral 'J~ , s610 capa ccs , :,wgl:1Jl el, d e n:pet ir 10 q ue ban lde!o ': 11 IIHI libro:> ajt: IlOs, a dit;~rt nc j a d l ~ qui cn e:, COI I1<J e l limna ha n pa !'tr: d~: los «invcll lori c in lt:rpr(:ri Ira fa na lu ra c: Ii omilli» [illve lllu rl:S e inll:rprtl t ,<; e n t re la nat umlcza y kls hOl nb re:;.I. ) 1'01' t i iO escr ibf(l.

calla Vt ;~ lIl a :i: con d pasr, de lo!':: allo;; 11':)0 de p ima t', pe llsa ba.

cscr ibitlldo y dib llj ;mdo , COIllO :ii IX>llt iollara COn dibujO~i y pala .

bras lin lJ llico dh cllrso, IJ I:n ab a f, US c llad<: n1Os eon !ill e :,;cr it llr a zurda y,:s[x:culaJ'.

Ell la Iwia 265 dd C6dice Atianlk c" l.eon anl o co n licllza <l

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D esplH ~s de dar .;~em p los de cludades tragadas par la tierra, pasa a los ((,si les marines hallados en las montatias, yen particular a ' . C i (~n08 huesos que supane pertenedentes a un monstruo mariilo,.':: , ' " autediluviauo . En aquel momento IU imagination debra de estar - -, .. fascinada p Ol' /;1. vision del inmenso animal cuando todavfa na­daba en tre las olas . El heche es que vuclve la hoja y trata de ftiar Ja imagen del animal, intentando tres veces una fraae que exprese toda la mara villa de la evocacion,

o quant« ioliefusti tu vedulo injra l'onde riel gonf latoe grande oceano, col setoluto e nero thsso, a gaisa di moniagna e con grave e superbo andamento!

riOh, cuanta s veces se te via entre las ondas del henchido y gran de oceano, c..on el cerdoso y negro lomn a gulsa de montana y

con gra ve y soberb ia andadural]

D:: SPlH~S tra ta de animar la aNiadura del monstruo introdu­ciendo cl verba LJolleggiare [caracolear] :

E"pcJse Dolte en vedu/Q injra l'onde del gorifiato egranclt oceano, t (:01 .ruJ'H!rbo (J gral1emo/Q girvoll4ggianJo injra k marine acque. E am setolultJ e !lerll rlo.nYJ, a guisa di mmuagm, qutll, vittare e soprqffare!

[Y varias veces se te vio e.ntre las ondas del henchido y grande

ud an o, >' o m soberbio y grave movimiento ir caracoleando entre las mari nas aguall. IY con cerdollO y negro lomo, a guisa de mon­tana, vence r/ali y dominarlas!]

Pcm k pa rece que el caracoleo atenua la impresion de gran­diosidad y maj es lad que quiere evocar. Elcoge entonces el verba solcaTi: [su l'carj y (',.() lTige toda la construcci6n del pasaje, dandole compacid ad y I'itmo, con segura sabidurfa literaria:

o quaT/Ie rJO!te Justi ~ oeduto injm l'o7ll1e cltl gonfiato egrande oa OllO , a guiso. di montagna queUe vince" e soprqffare, e col setaluto e 'luO doss{) solcare iemarine acque, , con superbo egraue andamento!

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Page 13: Italo Calvino

. ' [jOh, cuantas veces se te vio entre las olas del henchido y grande

oceano, a guisa de montana vencerlas y dominarlas, y con el

cerdoso y negro lama surcar lal marinas aguaa, y con soberbia y

grave andad ural]

El seguimiento de esta aparici6n, que se presenta casi como un sfmbolo de la fuersa solemne de la naturaleza, nos permite entrever c6mo funcionaba 1a imaginaci6n de Leonardo. as en­trego esta imagen con la que termino mi conferencia para que la guardeis en la memoria eI mayor tiempo posible en toda su Iirnpidez y en todo su rnisterio.

VISIBILIDAD

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