INICIO DEL VIAJEDurante mucho tiempo se pens en Egipto como lugar de procedencia de los gitanos, pues sus primeras apariciones en Europa coincidieron con las peregrinaciones de artesanos egipcios hacia Constantinopla, donde asemejndolos con ellos, los denominaron egipcianos.

Fueron los lingistas alemanes los primeros en encontrar una raz comn de su idioma con el snscrito y a situar su lengua dentro de las neo-indias, lo que llev a establecer definitivamente el origen del pueblo Rom en la zona noroeste de la India.

Se tienen pocos datos de su manera de vivir entonces. En tiendas de campaa a las afue-ras de los poblados fabricando utensilios y formando partes de las castas inferiores de herreros y msicos.

Ni la fecha exacta ni los motivos de la dispersin del pueblo gitano se conocen con exacti-tud. Una de las primeras referencias a este xodo la encontramos en el relato de Bahram Gur, rey de Persia en el siglo V, que solicit al rey Sankal de Canogia 10.000 msicos de la tribu gitana de los Koli para entretener a su pueblo.

Entre los siglos XI y XIII las invasiones de los ejrcitos turco y mongol aceleraron la dispora roman, obligando a las tribus de gitanos asentados a tomar diferentes caminos: el grupo de los Ben viajara a travs de Siria hacia prximo oriente y por el Mediterrneo hasta el valle del Nilo; el grupo de los Phen a travs de Armenia hasta Bizancio.

Asia Menor, corazn del Imperio Bizantino fue puerta de entrada a Europa. All los gita-nos conviviran ms de 200 aos, tiempo en el que los bizantinos establecieron el trmi-no atcinganis para nombrarlos y diferenciarlos as del resto de la sociedad.

Las continuas guerras entre bizantinos, trtaros y turcos empujaron a los gitanos a cru-zar el estrecho del Bsforo y entrar definitivamente en tierras europeas.

Representacin de Constanti-nople en un manuscrito me-diaval del siglo XI.

Imagen de las pirmides de Gizah perteneciente a un cua-derno de viajes del siglo XIX

LA EXPANSINPOR EUROPA

Los dos caminos que tomaron los grupos de gitanos despus

de su salida del noroeste de la India.

Tapiz de Turnai.Siglo XVI

Finales del siglo XIV es el momento en el que la mayor parte de la emigracin roman llega a Europa, concretamente a las tierras de Valaquia y Moldavia, donde los gitanos se convierten en bienes que pueden venderse, cambiarse o regalarse. Un sometimiento que les obligaba a trabajar en las tierras de los seores como campesinos y herreros, como siervos de los monasterios e incluso como guerreros forzosos.

Esta situacin de esclavitud, unida a la presin del ejrcito otomano, provocara el xodo masivo por toda Europa. A lo largo del siglo XV se encuentran toda una serie de menciones de su presencia en Europa central y occidental.

En estos primeros viajes, slo su asimilacin al Cristianismo y la condicin de peregri-nos les facilitaron alguna pequea proteccin.

Uno de los primeros documentos que se han conservado es el salvoconducto otorgado en 1417 por el rey de Hungra y Emperador del Sacro Imperio romano Germnico Se-gismundo en el Concilio de Constanza donde concede escolta y excencin de pago a travs de sus ciudades y pases.

La imagen colectiva que se tena de los gitanos en estos primeros tiempos era la de pequeos grupos de poblacin errante con su porpia lengua, vestimenta, costumbres, msica y bailes, acompaados de caballos y galgos y comandados por un jefe llamado Conde o Duque que administraba justicia dentro del grupo. Fsicamente se les descri-be y representa con tez oscura, pelo largo, pendientes y coloridos ropajes. Se ganan la vida con la mendicidad y la adivinacin, dedicndose tambin al chalaneo, el trabajo de los metales, la curacin, la msica y la danza.

Pero esta percepcin amable y pintoresca pronto empieza a tornarse en rechazo.

En la segunda mitad del siglo XV y a lo largo del XVI se generaliza una actitud de persecucin hacia los gitanos. Su estilo de vida nmada chocar frontalmente con los esquemas morales de las sociedades europeas y se les comenzar a acusar de todo tipo de delitos e incluso prcticas de hechicera.

En Francia, a pesar de los edictos contra ellos, hubo una cierta relacin armoniosa con los poderes e incluso Francisco I permiti al capitn de Egipto Menor y sus gentes viajar de noche y de da, a pie y a caballo, para hacer su peregrinacin.

En el Sacro Imperio Romano Germnico nos encontramos por contra con claros ejem-plos de rechazo que culminan en la Dieta de Augsburgo, donde se les acusa de espio-naje y se les considera proscritos.

En Portugal el rey Juan III promulga una ley para expulsar a los gitanos y a todas aque-llas personas que viviesen como ellos.

En Inglaterra y Escocia, a partir de 1520 los sucesivos monarcas establecen leyes para frenar la llegada de poblaciones gitanas y combatir la mendicidad que haba ido en aumento por el crecimiento de las ciudades y la crisis del campo.

Como consecuencia de estas persecuciones tendremos la llegada de los primeros gita-nos a Escandinavia donde las relaciones con los poderosos no tardarn en deteriorarse hasta el punto de que el rey de Suecia prohibi a los curas bautizarles y tener cualquier trato con ellos.

Los Pases Bajos atrajeron a numerosas familias gitanas donde, tras un perodo de aceptacin, durante el reinado de Carlos V se neg el derecho de alojamiento y se ex-tendi tal prohibicin a cualquier aventurero que les siguiese

Italia se une tambin a finales del XVI a la promulgacin de edictos contra los gitanos. Se extiende una imagen que les convierte en amenaza pblica por lo que se les destie-rra y ejerce sobre ellos toda suerte de castigos.

La actual Europa del Este tiene una actitud similar hacia la poblacin roman excep-tuando el caso de Hungra, donde sus dotes para trabajar los metales y para la msica les proporcionaron cierta reputacin.

Los siguientes 200 aos son momentos de expansin colonial y por tanto de necesidad de poblar las nuevas tierras y enviar mano de obra. Se comienzan a aplicar numerosas deportaciones a colonias por parte de Portugal, Francia, Inglaterra o Espaa.

El resultado de toda esta legislacin hubiera supuesto la prctica desaparicin de los gitanos. Pero supieron resistir burlando las leyes o refugindose donde no llegaba su aplicacin. Se estructuraron en pequeos grupos para pasar inadvertidos o, al contra-rio, crearon grandes familias para defenderse unidos frente a los ataques. Se enrolaron en los ejrcitos como va de escape y reconocimiento social o explotaron sus dotes artsticas para obtener la tolerancia del resto. Ante tantas vicisitudes, los grupos nma-das se redujeron. Pareca que el viaje del pueblo Rom haba llegado a su fin.

Carta de salvoconducto otorgada por el rey Federico

III de Habsburgo, emperador del Sacro Imperio Romano

Germnico al conde Michel en 1442

Distintas representaciones de los gitanos pertenecientes al

siglo XIX.

La armada atomona con msi-cos militares, probablemente gitanos a las puertas de Buda y Pest.

LA SEGUNDAOLEADAA comienzos del siglo XIX los gitanos se localizan mayoritariamente en el centro y este de Europa, adems de otros pases como Espaa.

Las zonas de Valaquia y Moldavia mantenan cdigos legales que gobernaban a los es-clavos gitanos como 4 siglos antes. Pertenecan a amos particulares que podan darlos muerte con impunidad y aplicar terribles castigos. No fue hasta 1855 que el prncipe de Moldavia aboli la esclavitud. Valaquia no tard en imitarlo y tras la guerra de Crimea se elabor una nueva constitucin para los principados que se haban convertido en Ruma-na, donde los gitanos, en principio, tenan derecho a la nacionalidad.

La ltima mitad del siglo XIX vio como los gitanos de los Balcanes y Hungra se marcha-ban en todas direcciones.

A este factor se une la profunda transformacin de Europa occidental. Es el siglo de la Revolucin Industrial, el paso de una sociedad rural a una sociedad urbana, abrindose nuevas oportunidades econmicas que impulsarn este nuevo viaje de los gitanos.

El pueblo roma que sale de los Balcanes y Hungra estar formado por grupos como los kalderasa, trabajadores del cobre; los lovara, dedicados al chalaneo; los curaras, que eran coladores y cribas y los ursari, domadores de osos.

As, se tiene constancia de su presencia en 1860 en tierras alemanas. Desde Polonia, los curaras y kalderasa pasaran a Rusia y los pases nrdicos. En 1866, de Berln salieron a Blgica y Francia, donde llegaran tambin procedentes de Italia gitanos domadores de osos.

Las Islas Britnicas acogern durante todo el siglo a gitanos procedentes de Serbia, Bul-garia y Rumana, donde llegara un grupo de kalderasa hasta las mismas puertas de Lon-dres.

Son estas gentes las que a partir de 1815, junto con la gran ola de emigracin europea, cruzan el Atlntico rumbo a Estados Unidos.

Todo este gran movimiento migratorio causar, como 400 aos atrs, tensiones y recha-zos, pero esta vez con consecuencias mucho ms dramticas.

Romanes en Roumelia (penn-

sula balcnica). Illustrated Lodon

News 1885.

Retrato de una mu-jer rom. Bucarest, segunda mitad del

siglo XIX

un jefe gitanos del siglo XIX

Gitanos de Crimea. 1837

LA GRANCATSTROFELos albores del siglo XX fueron una poca floreciente para el determinismo biolgico y las teoras sobre la pu-reza de la raza, que tuvieron un fuerte impacto filosfi-co y poltico en Europa; especialmente en Alemania.

Los nuevos flujos migratorios del pueblo Rom genera-ron recelos en los pases receptores y la directiva llama-da Combatir la molestia gitana emitida por el Ministe-rio del Interior prusiano enumeraba no menos de nueve acuerdos bilaterales con los pases colindantes.

Estas primeras medidas de tipo administrativo estaban dirigidas al control social, obligando al asentamiento, poniendo trabas administrativas a las actividades y fo-mentando registros e identificaciones.

Cuando el partido nazi con Hitler al frente llega al po-der tras la elecciones en Alemania de 1933, hereda pues un aparato legal bien desarrollado para controlar a mu-chos de los grupos que consideraba indeseables.

Aun as segn sus dirigentes la debilidad de la Repblica de Weimar demostr su falta de instinto para enfrentar-se a la cuestin gitana.

El nuevo enfoque cristaliz en las Leyes de Proteccin de la Sangre y el Honor de Nuremberg. Establecan el marco de eleccin para la plena nacionalidad y comen-zaban a tratar a los gitanos, junto con los judos, como una peligrosa raza extranjera cuya sangre era una ame-naza mortal para la pureza racial alemana.

En 1937 se fund el Centro de Investigacin para la Hi-giene Racial y Biolgica de la Poblacin que se convirti en el principal centro para trabajar en la identificacin y clasificacin de los gitanos.

Dentro del Reich el principal instrumento de control estaba bajo la direccin de Himmler y su lugarteniente Heydrich. Al principio las autoridades dependan de

las disposiciones adoptadas en los primeros aos del Tercer Reich permitiendo la esterilizacin, la deporta-cin y el envo a campos de concentracin, el primero de los cuales haba sido establecido en Dachau en 1933.

A partir de 1937 las presiones sobre los gitanos aumen-taron rpida e implacablemente. Los campos de con-centracin seran el principal remedio.

Como resultado de la invasin alemana de la URSS se impuso una visin ms radical que desembocara en la tristemente clebre solucin final. Heydrich, al que se le confi la operacin, incluy a los gitanos en su inter-pretacin de esta. Se le dio la mxima prioridad al des-peje de las partes de Polonia no incorporadas al Reich pero bajo mando alemn puesto que los problemas de transporte no seran importantes all.

El turno del los restantes gitanos del Reich lleg en di-ciembre de 1942 cuando Himmler orden que se en-viase a todos aquellos de sangre mestiza al campo de concentracin de Auschwitz, que haba sido ampliado recientemente. Las cmaras de gas y los crematorios, con capacidad diaria para varios miles, haban estado funcionando a pleno rendimiento durante varios meses y se estaba preparando una seccin especial para los gi-tanos.

En agosto de 1944 la seccin gitana del campo, habitual-mente ruidosa, se qued finalmente desierto y en silen-cio. 2.897 mujeres, nios y hombres fueron conducidos a las cmaras gas durante una noche y no qued ningu-no.

Se calcula que ms de medio milln de gitanos pere-cieron en el Holocausto nazi. A este atroz episodio de la historia, el pueblo gitano lo conoce como Porrajmos,

La gran catstrofe.

EL BLOQUECOMUNISTADespus de la Segunda Guerra Mundial, la lnea divisoria entre el este y el oeste estaba muy marcada y la mayora de la poblacin gitana de Europa permaneci bajo regmenes comunistas.

La premisa de que era deber del estado ayudar a los pueblos subdesarrollados debera haber conducido a una mejora de sus condiciones de vida, pero los nuevos pases comu-nistas, con polticas ms diseadas para fines ideolgicos que para remediar la injusticia social, fueron tibios en aplicar tales principios al pueblo gitano. En la prctica, la mayo-ra intent su asimilacin en algn momento, ya que cualquier grupo que no se compor-tase de acuerdo al modelo estatal, alteraba el concepto de planificacin central.

La propia Unin Sovitica haba reconocido a los gitanos unos veinte aos atrs como minora nacional. El perodo de la posguerra no vio ningn resurgimiento de las anti-guas polticas y una ley aprobada en 1956 declar ilegal el nomadismo, aunque algunos grupos itinerantes continuaron desplazndose de una granja colectiva a otra proporcio-nando mano de obra estacional.

Polonia fue el primero de los nuevos Estados comunistas que intent garantizar la inte-gracin de los gitanos nmadas ofrecindoles vivienda y empleo. Pero cuando los nma-das continuaron sus migraciones, en 1964 el gobierno aplic la coercin y se les prohbi viajar en caravanas obligndoles a registrarse obligatoriamente.

Hungra tambin iba a encontrarse con problemas sociales a medida que la creciente visibilidad de los gitanos en la sociedad creaba nuevas tensiones, desembocando en 1960 en la declaracin de que los gitanos no constituan una minora nacional.

La poltica en Checoslovaquia se caracteriz por una mezcla de benevolente inactividad y de soluciones radicales. Tras identificarlos como vctimas del capitalismo se aprob una ley que haca obligatoria la asistencia a la escuela y el asentamiento de los nmadas. Durante varios aos los gitanos fueron tratados prcticamente como una minora nacio-nal y se les permiti organizar cooperativas econmicas y fundar sus propias asociacio-nes. Pero la normalizacin que sigui a la Primavera de Praga signific acab con el

experimento y, a principios de los 70, todas las organizaciones fueron disueltas.

Bulgaria y Rumana tuvieron las mismas reticencias para conferirle el estatus de grupo tnico a los gitanos desembocando, en el caso de la ltima, en el intento por parte del dictador Ceaucescu de borrar totalmente la cultura gitana.

La nica excepcin fue la Yugoslavia de Tito donde la cuestin tnica era el eje central del rgimen y en 1981 les otorg estatus de nacionalidad y se les garantizaron toda una serie de derechos lingsticos y culturales.

LA TERCERA MIGRACIN

En la Europa occidental, a principios de los aos 60, algunos pases comenzaron a cubrir sus necesi-dades de mano de obra con trabajadores extrajeros. Un nmero considerable de ellos eran gitanos. La mayor parte de la emigracin les llev hacia Ale-mania, Italia, Austria, Francia y los Pases Bajos y la mayora fueron empleados en fbricas, en la cons-truccin o como temporeros.

Las profundas transformaciones polticas que se inciaron en 1989 y el colapso de los regmenes co-munistas generaron nuevas tensiones en toda Eu-ropa. Sentimientos de rechazo que haban perma-necido bajo control tras la guerra volvieron a surgir, y el aumento de las libertades se tradujo tambin en un aumento de la libertad para expresar prejui-cios.

Empezaron a darse graves incidentes incluso en lugares donde haca tiempo que los gitanos esta-ban asentados y aparentemente aceptados. La re-lajacin de los controles fronterizos en las nuevas democracias foment el nomadismo, y la Europa central y occidental se encontr con olas de inmi-grantes.

La desintegracin de Yugoslavia tras Guerra de los Balcanes no hizo sino aumentar considerablemen-te estos flujos migratorios.

Por ello a partir de los aos 90 se pone nfasis en la proteccin de las minoras tnicas en Europa y se comienza a luchar contra la situacin de exclusin y discriminacin de los gitanos.

En 2005 el Parlamento Europeo aprueba una Reso-lucin sobre la situacin de los gitanos en la Unin Europea. En ella se seala que el holocausto de la poblacin roman merece un reconocimiento ple-no y que numerosas personas de etnia roman han sido vctimas de la guerra y de la limpieza tnica, y siguen siendo perseguidas en algunas regiones de la antigua Yugoslavia.

Adems, se condena la discriminacin de los gi-tanos y reclaman al Consejo, a la Comisin, a los Estados miembros y a los Estados candidatos el re-conocimiento del pueblo Rom como una minora europea, sealando que la Comisin debera tratar los asuntos relacionados con los gitanos a nive eu-ropeo.

Todos los 8 de abril se celebra el Da Internacio-nal del Pueblo Gitano y la Ceremonia del Ro, una ofrenda floral como smbolo de libertad y recuerdo del xodo.

Ese da es tradicin depositar velas en memoria de las vctimas del Holocausto nazi.

El parlamento europeo

Portada de Der Spiegel. 1990.Asilo en Alemania? Los Gitanos.

Cartel de un pub en Kent1966

LOS GITANOSEN ESPAALos primeros datos histricos que se tienen de la llegada de los gitanos a la Pennsula Ibrica datan del siglo XV. Concretamente, el 12 de enero de 1425, el Conde Juan de Egipto el Menor fue recibido en Zaragoza por el Rey de la Corona de Aragn, Alfonso V, quien le hizo entrega de un salvoconducto que autorizaba a su grupo a recorrer las tierras de la Corona para llegar en su peregrinacin a Santiago de Compostela.

La condicin de peregrinos y esa imagen de religiosos errantes les abri el camino en su entrada a la Pennsula.

A finales del siglo XV se tiene constancia de la presencia de gitanos en Castelln, Jan, Andjar, Barcelona o Ma-drid as como de los primeros gitanos en el Nuevo Mundo. En 1498 Antn, Macas, Catalina y Mara de Egipto viajaron en una de las carabelas que salieron en el tercer viaje de Coln.

Pero 1499 marca un antes y un despus para los gitanos en Espaa. Los Reyes Catlicos promulgan la primera Prag-mtica Real en Aragn y Castilla contra ellos.

Los egipcianos y caldereros extranjeros, durante los sesenta das siguientes al pregn, tomen asiento los lugares y sirvan a los seores lo que les den lo que hubiere menester y no vaguen juntos por los reinos o que al cabo de sesenta das salgan de Espaa sopena de cien azotes y destierro la primera vez y que los corten las orejas y los

tomen a desterrar la segunda vez que fueren hallados

Esta Pragmtica sera ratificada y ampliada por sus sucesores, que otorgaron a las autoridades el poder de utilizar cualquier mtodo para perseguir a los gitanos, como la de Carlos V en 1539, que los expulsaba adel reino e implan-taba la pena de galeras para los varones comprendidos entre los veinte y los cincuenta aos.

Felipe II continuara con las Pragmticas de 1540 y 1586 donde se comienzan a introducir medidas contra la forma de vida de los gitanos, prohibiendo cualquier actividad ambulante.

En 1611, Felipe III establece los oficios a los cuales se deben dedicar, reducindolos al trabajo en el campo y obli-gndoles a residir en poblaciones de ms de 1.000 habitantes sin utilizar sus ropajes y lengua. Incluye adems la pena de muerte para aquellos gitanos que, siendo expulsados por incumplir las pragmticas, intentasen volver a las tierras de la Corona.

Es Felipe IV quien en 1633 niega la condicin de grupo a los gitanos

Y mandamos a todas las justicias que teniendo noticia de que andan gitanos en su partido se reunan todos. Y con la prevencin necesaria de gentes, perros y armas los cerquen, prendan o maten. Y si los prendieren, a los

gitanos y gitanas que por algunas causas justas, no mereciesen pena de muerte ni galeras queden esclavos para toda la vida

Carlos II otorgar ms poder a la Justicia para perseguir a los gitanos, permitiendo inhu-manos castigos fsicos y dictando que todo aquel que en los caminos se encontrase con un gitano, tena el derecho de hacerlo su esclavo. El 12 de julio de 1695 ordena el primer censo de la poblacin gitana.

La cada de los Austrias tras la guerra de sucesin desemboca en el reinado de la casa de Borbn, que continua la promulgacin de pragmticas.

Se ordena cazar a los gitanos por el hierro y por el fuego y hasta la santidad de los templos podr ser allanada en su persecucin arrancndolos de las gradas del altar si

hasta l llegaren huyendo en busca de asilo

A travs de esta pragmtica Felipe V fija la residencia forzosa de los gitanos en un nme-ro muy determinado de ciudades y poblaciones. Eso permiti conocer con exactitud el paradero de 881 familias gitanas. Su sucesor, Felipe VI, aprovech este movimiento para la consecucin de un plan secreto cuyo artfice fue el Marqus de la Ensenada.

Distribuyendo minuciosas instrucciones para los oficiales de cada ciudad se orden su apertura en un da determinado. Estas instaban a detener a todos los gitanos y se lleva-ron a cabo en todo el territorio espaol. Este episodio pasar a la historia como La Gran Redada y supuso la detencin de ms de 10.000 gitanos. Se hicieron dos grupos tras las detenciones, los hombres apresados fueron enviados a trabajos forzados en los arsenales de la Marina y las mujeres y los nios a crceles o fbricas.

Tras la mala imagen para el monarca generadas por esta poltica de persecucin Carlos III libera en 1765 a los gitanos que quedaban en los arsenales y en la Pragmtica de 1783, aunque se les reconoce como ciudadanos espaoles y se les permite nuevamente su libre eleccin de residencia y oficios, se les sigue prohibiendo su lengua y llamarse as mismo gitanos.

Segn el censo de Carlos III a finales del siglo XVIII haba un total de unos 10.000 gita-nos en Espaa.

Como les sucedi en otras partes de Europa, con la llegada de la Revolucin Industrial los gitanos espaoles entran en un nuevo perodo, quedando fuera del proceso de prole-tarizacin. Sus condiciones de vida se empobrecen an ms, lo que les obligar a nuevas migraciones dentro del territorio, instalndose en los campos abandonados por los que marchan a las grandes ciudades y conviviendo con la masa proletaria en los arrabales de las capitales.

En el perodo constitucional que va de 1812 a 1936 se lleva a cabo una equiparacin pol-tica del gitano con el resto, pero socialmente no se consigue su igualdad, siendo margi-nados y mantenindose actitudes racistas contra ellos y sus modos de subsistencia.

En 1844 se crea la Guardia Civil que entre otros cometidos tendra el control especial de los gitanos.

Durante los 40 aos de dictadura franquista las medidas contra los gitanos se recrudece-rn. Basndose en una reformulacin de la Ley de Vagos y Maleantes de la II Repblica se buscaba apartar a los marginados de la sociedad y someterlos a la justicia.

La aplicacin de esta ley recaer sobre la Guardia Civil. En 1943 esta funcin queda re-cogida literalmente en la reforma del Reglamento del cuerpo:

Se vigilar escrupulosamente a los gitanos cuidando mucho de reconocer los docu-mentos que tengan, confrontar sus seas pariculares, observar sus trajes, averiguar su modo de vivir y cuanto conduzca a formar una idea exacta de sus movimientos y ocupaciones indagando el punto al que se dirigen en sus viajes y el objetos de ellos

La criminalizacin de los gitanos por su condicin social y econmica llev a su total marginacin. A finales de la Dictadura los gitanos se encontraban mayoritariamente su-midos en unas condiciones de vida de extrema pobreza. El 80% eran analfabetos y el 90% vivan en infraviviendas en los extrarradios de las grandes ciudades.

El periodo democrtico trajo consigo el reconocimiento de la igualdad ante la ley y la plena ciudadana, recogido en la Constitucin Espaola.

El desarrollo del Estado social, el acceso generalizado a los sistemas de bienestar social y las medidas y programas especficos dirigidos a compensar las desventajas, han llevado a la poblacin gitana espaola a experimentar importantes avances sociales en los lti-mos 40 aos. No obstante, queda un camino largo por recorrer para alcanzar la plena igualdad, y a pesar de que la discriminacin racial hoy en Espaa es un delito, todava se mantienen prejuicios que provocan que la poblacin gitana siga siendo uno de los gru-pos hacia los que mayor rechazo social existe.

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