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LOS DIEZ PRIMEROS NUMEROS DE
NUEVA ECONOMIA
Este número 10 de Nueva Economía, que hoyaparece en sucesión de un esfuerzo editorial prolongadodurante más de un lustro, es motivo para celebrar lacontinuidad de una tarea orientada en función del estimulo y la divulgación del pensamiento económico ysocial de América Latina y de Venezuela particularmente, en estos tiempos en que la difusión de las ideasnecesita aproximar su ritmo al del formidable despliegue de los hechos.
Esta Revista, órgano institucional de la AcademiaNacional de Ciencias Económicas, fue creada en el año1992 por decisión de esta Corporación, correspondiendo al doctor Armando Córdova la responsabilidad dedirigirla durante el lapso de los cuatro primeros números de su publicación. Desde el número 5 hasta éste deahora, ha tocado a quien suscribe estas líneas el mismo desempeño, acompañado por el doctor Rafael J. Crazut,actual Secretario de la Academia, en calidad de Subdirector.
Seis años han transcurrido desde entonces hasta hoy.Este sexenio, colmado de acontecimientos y tendenciasque configuran el panorama asimétrico del proceso deglobalización, sirve de referencia para colacionar la temática diversa de la Revista con la realidad de su tiempo, cuando intentamos connotar sus textos con las evidencias que fluyen en su propio contexto. No por otrarazón, un balance preliminar de la Revista, con base enel repertorio de trabajos publicados sucesivamente en
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ella, debe estar precedido de una breve reseña retrospectiva de la situación económica de la región y el paísen este decenio terminal del siglo.
Después de la aflictiva experiencia de la década perdida, como fuera llamado aquel ciclo de endeudamiento, depresión y desequilibrios en que la actividad económica se mantuvo en un estrecho horizonte productivo,las economías latino-americanas y caribeñas experimentaron en promedio un ritmo de crecimiento anual de3,2% durante el período 1990-1995, soportando la cargade una deuda externa total que alcanzó a 636.594 millones de dólares en el último año de ese lapso. Envarios países de la región, tanto la apreciación real delsigno monetario como los recursos de financiamientoexterno, ambos aplicados como instrumentos de reducción del déficit fiscal, han contribuido en exitosos ensayos de estabilización macroeconómica llevados a cabodespués de ciertos episodios hiperinflacíonarios y frecuentes deserciones de capitales que en conjunto afectaran a sus economías.
Elmensaje de algunas economías latinoamericanas,precisamente en los años transcurridos de la décadaactual, revela que la utilización de anclas nominales deltipo de cambio ha sido un mecanismo importante de laspolíticas de estabilización aplicadas en la región, habiendo generado resultados aún más favorables cuando han participado de un elenco de providencias - reparación del equilibrio fiscal, subsanación de la poca solvencia del sistema financiero ... - dirigidas a restringirla movilidad inflacionaria por encima de simples alzascoyunturales de los precios.
Es de entender que la reorientación del estilo 'de desarrollo y la inherente reconversión industrial han suscitado, en los años ya pasados de la presente década,cambios apreciables en la estructura de la economíaregional, con la interacción de los sectores público yprivado a través de privatizaciones de empresas estatales, reformas en las políticas institucionales y transferencia de arbitrios al dominio del mercado. En este con-
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texto, ajustado a estrategias inspiradas en enfoquespredominantemente neoliberales, la apertura comercialy financiera ha impuesto los dictámenes de la globalización en la elección de nuevos modos productivoscon sus atinentes perfiles de competencia. En el mismocontexto, como también puede advertirse, los procesosprivatizadores y las acciones desregulatorias de mercados internos conforman progresivamente las bases deun escenario donde factores públicos y privados interactúan de acuerdo con pautas de nuevos esquemas de acumulación, a la vez que organismos acordantes afrontanel reto de inserción de las propias economias en losmercados globales.
La economía venezolana, también en el período dereferencia, ha exhibido un comportamiento distinto ajuzgar por los indicadores de su trayectoria productiva, fiscal y monetaria. Un bajo crecimiento, con tasaanual promedio de 2% en el producto interno bruto durante el periodo 1992-1997, ha entrañado un ritmo intercadente de la actividad económica en un ciclo que haregistrado la fluctuante incidencia de la renta petrolera en los ingresos fiscales, tanto como las secuelasperturbadoras de la crisis bancaria que detonara en1994 y continuara hasta 1996, allí donde la administración de la emergencia financiera y la instauración deun régimen de control cambiario, que se hablan adoptado para enfrentar las contingencias derivadas de lacrisis, restaron movilidad a factores dinámicos de laeconomia. El curso discontinuo del producto interno enel lapso 1994-1996, con ritmo anual negativo de 1% enpromedio, es señal de una actividad económica que haostentado declinaciones productivas no ajenas a los sesgos y obstrucciones causados por aquellas contingencias.
Esto pudo no ser más perturbador de no haber sidopor la inestabilidad que afectara a la economía de manera continua en esos años. La relativa rigidez del aparato productivo, los continuos déficit fiscales y las sucesivas devaluaciones del tipo de cambio, concurriendocon la poca eficacia de la politica de estabilización,
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han sido factores de generación y despliegue de la corriente alcista de los precios en el período mencionado.El aumento constante de la tasa de inflación - de 31,4%en 1992 a 103,2% en 1996 - ha generado desequilibrios en los mecanismos y frutos del crecimiento económico, provocando más disparidad en las retribuciones de los factores productivos, con efectos que hanrevertido a las ondas de difusión inflacionista a travésde los impulsos inerciales que derivan de la confrontación distributiva, en tiempo en que la lidia antiinflacionaria, restringida por la excesiva creación de dinerodestinado a financiar el déficit fiscal, no traspasaba elumbral operativo de la ortodoxia monetaria.
La experiencia venezolana en materia ortodoxa deestabilización permite advertir que las cuentas fiscalesdeficitarias siempre devienen contraproducentes, habidacuenta que la estabilidad macroeconómica, en tal casoconcebida conforme a prescripciones monetaristas, exigeel equilibrio en la gestión financiera del sector públicoconsolidado. La terapéutica antiinflacionaria, con estepropásito, contemplaba entonces la reducción del déficit presupuestal, el recurso de la desmonetización y enveces la alternativa de devaluación del tipo de cambio.
Observada desde otra perspectiva, la devaluación cambiaria del bolívar, que en términos puntuales se elevara de 79,5 bolívares por dólar en 1992 a 502,8 bolívares por dólar en 1997, ha mejorado la cuenta corriente de la balanza de pagos, incrementando el valorde las importaciones y tornando más rentables las exportaciones, pero causando presiones inflacionarias conel alza del precio de los bienes y servicios importados ycon el aumento en el costo interno del servicio, de ladeuda. En nuestro caso, como puede verificarse, la devaluación del bolívar ha disminuido, en cierta forma ymedida, la operatividad de la política de estabilizaciónal abrir otra vertiente del curso inflacionario.
Una razón de la fragilidad y el desequilibrio del crecimiento radica en la acentuada dependencia fiscal respecto a la renta del petróleo. Tanto en coyunturas ante-
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riores como en la presente, por estrecha relación entrelos ciclos del desarrollo mundial y los vaivenes del mercado petrolero, han ocurrido fluctuaciones de los ingresos correspondientes que al mismo tiempo han incididoen la rentabilidad fiscal de la Nación. En relación conesa dependencia, la volatilidad de los precios del petróleo determina, como ahora, ajustes presupuestariosque implican la contracción del gasto público.
Esto mismo, como expresión de una tipología del desarrollo con fuertes rasgos de "petrolerizacián", no esindependiente de los efectos de la distorsión estructuralque ha exhibido la economía venezolana en una trayectoria donde el horizonte de la renta se ha subordinadoal horizonte productivo, al punto que la dicotomía entreel sector petrolero y el no petrolero, percibida a la luzde la menor productividad de este sector en relacióncon aquel otro, permite explicar la diferencia entre susrespectivos aportes al producto territorial y al Fisco,para al término dar cuenta de que la riqueza fiscal,como alguna vez se ha dicho, no es equivalente a desarrollo sino resultado de este último.
En el clima actual de la economía venezolana, notablemente influido por mandamientos de la nueva escolástica del liberalismo, aumentan los mecanismos y corrientes de liberalización de los mercados en beneficiode la apertura comercial que exige el proceso heterogéneo de globalización, y las tendencias que plantean ypromueven - en nombre de una mayor eficiencia y competitividad - la reducción orgánica del Estado por mediode iniciativas de privatización. El proceso privatizadorde las empresas de la Corporación Venezolana de Guayana,acogido y alentado por la lógica de la privatización delo rentable, parece indicativo de las limitaciones financieras del Estado - según indicios de agotamiento delpatrón de financiación estatal - para continuar en elmanejo directo de lo que había sido considerado atributode su rol ineluctable.
Esta glosa de la realidad económica de Latinoaméricay de Venezuela en particular proporciona a grandes ras-
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gos el marco de referencia de los ensayos, artfculos ydocumentos publicados en esta Revista. Son diversos losenfoques temáticos que en ella versan sobre problemasdel desarrollo económico de la región y el pafs, con discernimientos teóricos como los de Luis Mata Mollejas cuando analiza, en base de una visión poskeynesiana delequilibrio dinámico en una economfa capitalista, la construcción de un modelo macroeconámico que explique elproceso de desarrollo. En un plano analitico distinto,con registro de la experiencia histórica e interpretación crttica de los problemas monetarios actuales, CarlosQuenan y Robert Rollinat exploran el comportamientode los sistemas financieros en el desarrollo latinoamericano, no sin advertir, al margen de elucidaciones presuntivas, que los pafses de la región intentan la reactivación de sus economfas en el contexto de regfmenesde acumulación emergentes.
Importantes reflexiones de un grupo interdiscíplinario de la Universidad de Los Andes, centradas en laobservación del curso contemporáneo de la economfavenezolana, con el empleo de "técnicas de enfoque desistemas, dinámica de estructuras y modelos de simulación" , son expuestas por Carlos Domingo, et. al., tantoen la exégesis del modelo distributivo de la renta petrolera que consideran en crisis, como en la proposiciónde un nuevo modelo - básicamente generador de desarrollo - que conciben en conjetura de escenarios posibles donde no sea inherente la dependencia rentisticadel petróleo, pero sf de fundamental importancia una"flexibilidad tecnológica" que autorice afrontar las fluctuaciones de los mercados internacionales.
En el mismo ámbito temático del desarrollo, con acentoen el diagnóstico de la economfa venezolana en 1991 yla visión de sus perspectivas inmediatas, Héctor Vale ciliosofrece algunas consideraciones sobre el carácter de loslogros del programa de ajuste y la significación de hechos fundamentales como la recuperación del nivel dela actividad productiva en el pafs y la desaceleracióndel ritmo inflacionario, con pronóstico no favorable sobre la evolución económica en futuro inminente.
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Uno de los campos de análisis más incursionado, másabierto a las convenciones de los juicios valorativos,acaso por ser más propicio a las tendencias de las opiniones doctrinales, es el de la política económica, entendidano con el carácter rigurosamente "positivo" que fueravindicado en el antiguo discurso senioriano, sino con laflexibilidad con que es tematizada en diversos ensayosde esta Revista. Una desconstrucción analftica de lapolltica de ajuste aplicada en Venezuela durante el lapso1989-1992, como alternativa al agotamiento del modeloeconómico del pais, realiza Enzo del Búfalo con reflexiones sobre los buenos y malos atributos del plan respectivo, las incongruencias monetarias, fiscales y cambiarias detectadas en la mecánica de aquella polftica, ylas omisiones de la estrategia de reestructuración económica, a juzgar por la falta de una reforma tributariaque contribuyera a una redistribución progresiva delingreso.
En trabajo de amplio registro sobre el tema, publicado también en esta Revista, D.F. Maza Zavala presenta una visión de las polfticas de estabilización y ajuste aplicadas en paises de América Latina - desde ladécada de los cincuenta aproximadamente - a fin deconjurar la inflación y corregir los desequilibrios externos e internos de la economia, según el enfoque con queel autor ausculta las etapas que preceden a la "décadaperdida"; centra en ésta la interpretación del múltipleescenario de la crisis y de la gravosa carga de la deuda;explica luego, en atención a los modelos neoliberal yestructuralista de estabilización, la naturaleza de la inflación latinoamericana y la tesis monetarista, pasando por los modelos de ajuste de los organismos multilaterales en los cuales distingue la instancia coyuntural dela estructural, para después formular observaciones criticas a los paradigmas neoliberales, y al término referir las experiencias de estabilización y ajuste en países de América Latina, con conclusiones sobre los logros y frustraciones en el balance económico y socialde la región, y con perspectivas al parecer no exentasde signos de desequilibrio, incertidumbre y vulnerabilidad.
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Dos casos de ajuste donde se vinculan las reformasestructurales con la dinámica del comercio exterior convocan las reflexiones de Héctor Silva Michelena y BélaKádár en sus respectivos ensayos. Silva elucida los cambios en la naturaleza del comercio exterior venezolano,destacando las ventajas comparativas que dimanan dela gran disponibilidad de petróleo, hierro, aluminio ehidroenergía, allí donde desequilibrios externos e internos se tornaban tanfrecuentes que fue necesario el ajusteestructural y coyuntural, con el arbitrio de una políticacambiaría basada en un tipo único, libre y flotante, sujetosin embargo a la intervención del Banco Central, enuna economía que, a pesar de la política comercial deapertura, mostraba en el período 1989-1993 una tendencia poco dinámica en el contenido tecnológico de sucomercio exportador.
La experiencia de un país europeo en materia de liberalización del comercio exterior resulta cotejable con lade países latinoamericanos, tratándose de un experimento de ajuste que, según observa Kádár en relacióncon la economía húngara, plantea el dilema entre laterapia de shock y la política de liberación gradual, habidacuenta que la reestructuración económica contempladaen la estrategia gradualista de transformación constituye, a diferencia de la opción de ajuste repentino, unobjetivo que no puede alcanzarce con un salto bruscoen el corto plazo.
A propósito de la política económica que se aplicaraen Venezuela a raíz del acuerdo suscrito con el FMI en1996, dejando atrás el esquema de ajuste adoptado en1994, Tobías Nóbrega y Guillermo Ortega conjuntansus razones cuando con visión crítica examinan, entrelos problemas estructurales del país, los desequilibriosmacroeconómicos (déficit fiscal, escalamiento inflacionario) y el deterioro estructural del patrón de crecimiento (crisis bancaria, desmejora de los términos deintercambio) en el período 1994-1996 en que aquellapolítica - conocida como Agenda Venezuela - pasaba deuna tentativa heterodoxa (1994) a un ajuste heterodoxo
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parcial (1996), para dar cuenta, según los mencionados autores, de un característico ajuste de demanda agregada que, además de tener una leve incidencia en loscomponentes reales del producto interno bruto, se agotaría prontamente sin alcanzar objetivos de reducciónde la tasa inflacionaria y de recuperación del crecimiento en el mediano plazo.
Grandes cambios en los modos de producción y circulación, con implicaciones en la generación y transferencia de bienes y servicios en escala mundial, ocurren en estos tiempos en que aumentan las señales deglobalización de la economía, la información y la cultura. No pocos observan que en la universalidad de eseproceso se establece el dominio contradictorio y problemático de la integración, la ruptura, la fragmentación,el reduccionismo, la privatización, el pragmatismo, ladespolitización, con expresiones reales y virtuales quecondicionan la percepción social, económica y polfticade los países latinoamericanos en el correlato de lo homogéneo y lo diverso, lo micro y lo macro, lo local y loglobal.
En ese contexto, donde se conjuntan experiencias ysimulacros de la realidad cada vez más imperiosa y fluctuante, se inscriben disquisiciones de exploración y búsqueda que procuran discernir el comportamiento y lasalternativas de las economías regionales a tenor del desafío que plantean esas transformaciones. Desde nuestra perspectiva, en preliminar desarrollo todavía, se realizan algunos abordajes que prometen elaboraciones ulteriores. Tal es el sentido de las contribuciones de ArmandoCárdova, Diego Luis Castellanos, Fausto Burgueño, yRamón Martínez Escamilla, publicadas en diferentes números de Nueva Economía.
En ensayo sobre la América Latina y el Nuevo OrdenInternacional, Armando Córdova explica el concepto de01 a la luz de las experiencias de sucesivos regímenesde acumulación de capital, las características de eseOrden en la posguerra y las razones del proceso de sudisolución, considerando luego las vertientes de interpre-
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tacián del orden internacional emergente (NOE/) a travésdel examen de su estructura productiva (nuevo paradigma tecnológico, mudanzas en los procesos de trabajo, cambios en la organización y gestión empresarial) y sus modos de regulación y articulación. En esteúltimo sentido, particularmente en cuanto a la nuevadivisión internacional del trabajo, el autor destaca elproceso de globalización que concibe con caracteres dehomogeneización progresiva - en escala mundial - delos patrones productivos, tecnológicos, administrativosy de consumo, en el marco de los estilos de desarrolloque incluyen atributos relevantes de los sistemas culturales y valorativos.
En pertinente añadidura se refiere Córdova a AméricaLatina - donde persisten los problemas dimanantes delagotamiento e inviabilidad del orden económico anterior - para analizar las perspectivas de los pafses periféricos en el orden mundial de la globalización. Esto seconcreta, a su juicio, en la organización de sectores notradicionales de exportación con capacidad de inserción competitiva en el mercado mundial; en la forma dearticulación del sector externo con los sectores orientados hacia el mercado interno, como en indicación,decimos, de un crecimiento con vectores de afuera haciaadentro; yen la determinación del rol propio del Estadoen sus relaciones con el sector privado de la economfa.
Finalmente alude Córdova a las estrategias alternativas de inserción de América Latina en el NO/. Una esla basada en la propuesta de "reinserción negociada"que juzga inexcusable la integración en el bloque económico "liderizado'' por los Estados Unidos, pero tratandode obtener mejores condiciones para la región,' comoaquellas relacionadas con la integración subregional (PactoAndino, Mercosur, Mercado Centroamericano); y otraes la de "inserción crftica y selectiva" concebida con elobjetivo de lograr crecientes niveles de satisfacción delas necesidades básicas en el ámbito regional. En epilogo de sus reflexiones, plantea Córdova la esencia detoda la cuestión. ¿Podrá la inteligencia del sistema capi-
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talista mundial resolver los problemas y contradicciones que persisten en el orden económico global, sin tener que negarse a st misma, sin tener que prescindir delos medios y fines inherentes a sus propias razones?
Diego Luis Castellanos, en enfoque de la explotación petrolera y la recolonizacián correlativa, esgrimerazones para afirmar que el carácter ideológico de laglobalización asociada a la tntemacionaltzacián buscacierta "interdependencia" del género humano a manerade influjo civiliza torio de los Estados nacionales y lascorporaciones transnacionales, pero sólo con el interésde los Estados dominantes - ubicados generalmente enlas grandes metrópolis del capitalismo de los centros en estimular la reproducción del capital y en removermecanismos de control, contando para ello, en opiniónde Castellanos, con la actuación de grupos mundialesde difusión que esmeran la mercantilizacián de "productosculturales" - mercanctas en la acepción económica deltérmino - a través de redes globales de comunicación.Si con ello se persigue someter las culturas nacionalesa un proceso de homogeneización, resulta claro que enefecto las pérdidas serán irremediables.
El autor dedica luego atención al tema de la industria del petróleo - objetivo contemplado en la estrategiade recolonizacián - a partir de la apertura petroleraconcebida como iniciativa de inserción en el procesoglobalizador. Por cuanto el petróleo constituye el elemento más dinámico de la economia venezolana, en virtud de su elevada participación en el PIB y en los ingresos fiscales de la Nación, es indiscutible que aquellaapertura, "eufemismo con el que se disfraza la estrategia privatizadora" , tiende a acentuar, en palabras delpropio autor, el deterioro de la economia venezolana,pues la nueva colonización, que "trasciende lo nacionalpara escalar lo planetario", adquiere forma y condición globalizantes.
Ensayo sugerente es el escrito por Fausto Burgueño,economista mexicano, sobre el "Nuevo Orden en un mundo intolerable y desigual", en tratamiento de lo que
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llama "Cooperación Sur" y "desafío para el desarrollo",para dar a entender esencialmente que la globalizaciónde la economía, vista como una imposición del NuevoOrden que modifica en importantes aspectos la producción, los usos tecnológicos, el comercio y los servicios,y establece otra relación Norte-Sur, está determinandonuevos rasgos y formas de interdependencia, definiendo a la vez las áreas de influencia y la nueva regionalizacián de los países hegemónicos bajo el liderazgo delos Estados Unidos. Esta globalizacián y regionalizacián mundial alcanza, a juicio de Burgueño, todos losdominios e instancias del vigente orden internacional yya transita hacia los umbrales del Nuevo Orden quepromete la enmienda de la economía, la politica, la ideología y la cultura, tanto como el cambio de los patrones de acumulación, las condiciones de los flujos tecnológicos, financieros y comerciales, las formas de organización social y el perfil institucional del Estado.
El orden económico internacional, tal como lo muestra la móvil realidad mundial en este fin de siglo, esmateria de densas reflexiones de Ramón MartinezEscamilla, otro destacado economista mexicano, en unenfoque que asume la revelación de los problemas económicos de América Latina en términos congruentes conla racionalidad del mundo capitalista, en estos años terminales en que el rápido proceso de globalizacián, quetranscurre sin atenuar viejos contrastes y diferencias,es ya una evidencia irreversible que implica una creciente interdependencia de las naciones sólo en el sentido que proclama el capitalismo tecnocéntrico,
Se advierte que la dinámica general en que se fundael proceso globalizador, para decirlo con razones deMartinez Escamilla, recurre hoy todavía a la experiencia de establecer, igual que antes, en el espacio interior de las economías periféricas, el sentido del ordenexterno diseñado por los mentores del predominio económico y político del capitalismo de los centros. Esto mismo, en entendimiento de Martinez, significa privilegiarla aplicación de políticas que en el seno de las econo-
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mías nacionales tornan más débil al capital local y másestimulan el predominio del capital extranjero. El mencionado economista termina afirmando, en corolario de esasituación, que los países recipientes experimentan undetrimento en sus poderes nacionales por obra de gravosos mecanismos internacionales de inversión que seinscriben en el proceso globalizador.
En la temática sobre problemas monetarios y cambiarios,recogida en varios números de esta Revista, se ensayaninterpretaciones acerca de la Caja de Conversión, laevaluación del régimen venezolano de control de cambio y la administración de la crisis bancaria en Venezuela,en contribuciones de D.F. Maza Zavala, Pedro MiguelPareles, Guillermo Ortega y Tobías Nóbrega. Algunasde las cuales, con percepciones que lucen no enteramente neutrales, aportan razones y elementos de juiciopara un fructuoso debate sobre la materia que analizan.
El tema de la Caja de Conversión o Junta Monetaria,discutido en el país a propósito de la movilidad inflacionaria que lo afecta, es asunto que concita juicios devaloración no siempre coincidentes. Ortega y Nóbrega,en su ensayo sobre el tema, dilucidan preliminarmentela disyuntiva entre las reglas de actuación de la autoridad monetaria y la discrecionalidad del desempeño deesta misma, luego discuten la idea de una supuesta superioridad de la CC sobre el Banco Central, las opciones deanclaje nominal del tipo de cambio en la política desinflacionaria, y los requisitos e implicaciones generales delrégimen de conversión, con método y rigor que otorgan consistencia a las interpretaciones concernientes,en una línea de visión analítica en que predomina elenfoque monetario sobre el que atañe a la realidad productiva.
En esa perspectiva de análisis se percibe que la función estabilizadora del ente conversivo se circunscribeúnicamente a los dominios monetario, cambiario y fiscal, sin incidir en el ámbito estructural del país en quese aplica y de donde derivan - por rigidez, insuficienciao simple retardo del sistema productivo - presiones genera-
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doras básicas de la corriente alcista de los precios quese difunde por todas las vertientes de la circulación y elintercambio, no sin la concurrencia de mecanismos propagadores que se activan por desarreglos o desequilibriosde las funciones monetaria, fiscal y cambiaria en lapropia economía. Esto en cierto sentido remite a lasrazones de la pasada controversia monetarista-estructuralista [véanse los trabajos de Osvaldo Sunkel y HéctorMalavé en el número 249 (conmemorativo) de El TrimestreEconómico, enero-marzo de 1996] que hoy, en no escasos aspectos, podría reactivarse por la divergenciaentre la concepción ortodoxa y la heterodoxa en el diagnóstico de la inflación venezolana. El tema de la Cajade Conversión podría servir a un cierto reviva! de la lección de aquel debate.
Con visión que trasciende el umbral ortodoxo del problema, Maza Zavala conceptúa la CC como un "mecanismo monetarista", establece las diferencias entre elmecanismo de la CC y el de emisión del BCV, desmontaconceptualmente el balance monetario del organismo emisor y de la CC, explica las características y posibilidades del crédito bancario bajo el régimen de convertibilidad, así como el cálculo económico y el fenómenode dolarización, los ajustes y la vulnerabilidad externabajo el mismo régimen, las condiciones económicas requeridas para alcanzar sus objetivos, para luego referirse a algunas experiencias latinoamericanas y finalmente al caso de Venezuela, observando que los gravesdesequilibrios macroeconómicos de este país se manifiestan en altos índices de escalada inflacionaria queplantean la necesidad de una estrategia para abatirla ominimizarla.
Después de aludir a las exigencias y condiciones conexas con el funcionamiento de la Caja de Conversión,Maza Zavala pasa a considerar, en virtual referencia alcaso venezolano, la inflación como un fenómeno complejo que tiene una expresión monetaria, pero con raícesen la estructura y el comportamiento de la economíareal - la producción, la inversión, la circulación de mer-
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cancias, los desequilibrios factoriales ... - hasta el puntoque, como dice, intentar reducirlo a una sola causa - lamonetaria - significa tanto como tomar la ruta del enfoque parcial o pretender que la reparación de la inestabilidad monetaria es ya bastante para que el desequilibrio de otras instancias se corrija. Como corolario detal interpretación puede entenderse la pertinencia de nosometer el análisis de la inflación al reduccionismo monetarista que autoriza el diagnóstico de ese fenómeno enbase únicamente de los mecanismos monetarios de propagación inflacionista.
Con motivo del colapso bancario acaecido en el paísa comienzo de 1994 y de las expectativas de incertidumbre que alentaban consiguientes fugas de capital,fue creada a mediados de ese año la Junta de Administración Cambiaria para gerenciar el régimen de control de cambio establecido con el propósito de restringiraqúellas deserciones. Esta problemática es examinadapor Pedro Miguel Pareles, entonces integrante de laJAC, cuando explica - con conocimiento de causa - lasrazones que inspiraron la instauración y administraciónde ese régimen de control en aquella coyuntura de emergencia en que la caída de las reservas internacionalesgeneraba un clima de desconcierto en la economía, mientras obstáculos institucionales ajenos y contradiccionesde la política monetaria limitaban, en su opinión, laoperatividad del mismo régimen, convirtiendo el control de cambio en un mecanismo que, no obstante suslogros iniciales, quedaba sometido a la influencia defactores que menoscababan el justo sentido de su desempeño.
El petróleo es en Venezuela un recurso y una actividad que parecen incitar, en estos tiempos de problematizacián de la economía y sus factores, menos consensos que disensos, más debates que acuerdos, con razones que pueblan los discursos de la controversia. Elíndice de los diez primeros números de Nueva Economíaregistra títulos de trabajos de Gastón Parra Luzardo,Carlos Mendoza Potellá, Alvaro Silva Calderón, Alberto
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Quirás Corradi y Gumersindo Rodríguez sobre diversos aspectos de la actividad petrolera, como muestrasignificativa del pensamiento económico venezolano sobrela materia, con predominio de una tendencia que compromete razones y argumentos en la vindicación del estatuto actual de propiedad y control de la industria petrolera en el pais.
La mayoría de los autores mencionados, con el común denominador de una visión nacionalista de esa industria, opugna la privatización de su entidad corporativa, con el argumento a contrariis de que las razonesempleadas las más de las veces para justificar la elección de esa alternativa - precario rendimiento, baja productividad, carga fiscal, obsolescencia tecnológica, marginación competitiva ... - carecen en tal caso de validezy pertinencia, a la lumbre del sumario de favorablesresultados y condiciones que esmeran la operatividadde esa explotación en el presente y el futuro previsible.Parra Luzardo al respecto analiza la posible privatización petrolera como la "metamorfosis de un proceso"que comenzó con la nacionalización y tiende a la abrogación del régimen de administración y control estatalde esa industria, para colocarla en poder de las mismas corporaciones privadas transnacionales que ahoraparticipan en actividades de apertura promovidas porPDVSA , según una estrategia en la que el propio autoradvierte el preludio de la desnacionalización del petróleo a partir de los convenios de asociación sancionados por el Congreso de la República.
También Mendoza Potellá considera la apertura petrolera como "preámbulo de la privatización", en un examen donde, a propósito del debate sobre los conveniosde asociación bajo el esquema de ganancias compartidas, explica que en el proyecto Cristóbal Colón, en larecuperación de campos marginales y en el programade la orimulsián se perdieron fragmentos de soberania,en nombre del mantenimiento de la autonomia operativa y financiera de PDVSA y sus filiales, a fin de tentarla participación del capital extranjero, en desmedro de
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la capacidad de control y participación fiscal en losproventos de la explotación.
El ensayo de Silva Calderón trata la cuestión de laapertura petrolera como acontecimiento que el autorsitúa entre la experiencia de la nacionalización y elproceso de globaltzacián, en un discurso que observalas imprevisiones económicas y legales del proyecto Cristóbal Colón, as! como la mediatización que causan las asociaciones de ganancias compartidas al legitimo carácter de la actividad del petróleo, pues las negociaciones respectivas se incrustaban como un "cuerpoextraño" en los principios de la politica petrolera nacional, buscando un mayor ritmo de explotación mediante un rápido desarrollo de los campos productivos,en correspondencia con una estrategia de globalizacióndonde los precios de los hidrocarburos persisten en niveles propios de términos desiguales de intercambio.
Igualmente Gumersindo Rodriguez, en ensayo que valora la experiencia venezolana en el rescate nacionaldel petróleo, interpreta la economia politica de la desnacionalización petrolera mediante un enfoque que colaciona su significado y tendencia con el del patrón actual, para dar cuenta de un horizonte regresivo que tiende a restaurar el viejo esquema de concesiones en elnuevo escenario de internacionalización petrolera. Setrata de un trabajo que indaga la trama de la desnacionalización para revelar su sentido y alcance, aduciendoluego, en base de un discernimiento comparativo, la validez y eficiencia del modelo que rige hoy la actividadde hidrocarburos en Venezuela.
Son diferentes las reflexiones de Quirás Corradi cuando explica la relación entre petróleo, Estado y Naciónpara abonar argumentos a sus consideraciones sobre laapertura petrolera y la privatización de PDVSA. En cuanto a la apertura cree que lo verdaderamente importante es la participación del capital nacional en el proceso, pues ello significa una democratización de la propiedad, y esto mismo, como rasgo de una moderna sociedad participativa, es el argumento más sólido, a su juicio,
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contra quienes "consideran toda privatización como unacto desnacionalizador'': Manifiesta Quirás la convicción de que privatizar total o parcialmente a PDVSA,reservando al Estado el derecho exclusivo de la explotación, en nada cambia la relación actual entre Estado,sociedad y petróleo. Al respecto se esmera en afirmarque la iniciativa de abrir el mercado de capitales a la"operación" del petróleo constituye "un paso en el camino correcto", para de esto inferir, en juicio no exentode valoración convencional, que pasar del Estado a laNación la propiedad del petróleo, es el giro decisivopara la supresión del "Petro-Estado":
En la temática de Estado y Desarrollo se inscriben lascontribuciones de Theotonio Dos Santos, Luis MataMollejas,Tomás E. Carrillo Batalla y Moisés Mata A., sobre elpapel del Estado en un mundo en globalización, el Estadoen la perspectiva económica del siglo XXI, el dilemaentre intervención estatal y economía de mercado, y elEstado benefactor en la democracia venezolana, comoáreas de investigación donde se vinculan, en diversoscontenidos y aspectos, el rol del Estado y la problemática del desarrollo en escenarios y perspectivas que plantean no pocas interrogantes a los afanes del pensamientoeconómico actual.
Piensa Dos Santos que la intervención del Estado como productor directo únicamente interesa al capital cuando el excedente de explotación - medido en términos derentabilidad - cae demasiado en ciertos sectores, no sinpensar que tal intervención libera capitales represadosen sectores deprimidos que luego son reconducidos hacia otros de mayor rendimiento, aumentando de estaforma la tasa media de ganancia en la economía. Enconexión con esto, piensa también Dos Santos en la necesidad de retomar la reflexión económica sobre el mercado, basándose en la percepción de que a partir de ladécada de los ochenta ha tenido lugar una corriente deinversiones con tecnología automatizada para encararla creciente competencia internacional, por lo que haaumentado la expansión de las relaciones capitalistas
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en las actividades del sector terciario, ocasionando cambios masivos en la economía mercantil. Esto ha estimulado, a juicio de Dos Santos, avances consiguientesde la racionalidad capitalista hacia nuevas áreas de laactividad humana, suscitando una especie de "fundamentalismo económico" , conforme al cual ha surgido la ideade que todos los aspectos de la vida real son reductibles a fenómenos económicos y que atañe a la motivación económica regir indistintamente los asuntos de laética y la política.
En consideraciones sobre el Estado y la economía deVenezuela en la perspectiva del siglo XXI, Mata Mollejasexamina la aparición y el agravamiento de problemascomo la estanflacián, el aumento de la pobreza, la crisis de representatividad y credibilidad en los estamentos políticos, y la administración ineficaz de los asuntos públicos, para denotar las razones de cuestionamientodel Estado de Bienestar y del sistema de democraciaformal que se han generalizado en la segunda mitad delsiglo XX. Después de interpretar conceptos y críticas delos ámbitos económico y sociopolítico donde se inscriben las actuaciones del Estado, el propio autor señala,a guisa de conclusión, que el régimen venezolano de"economía privada dirigida" posee suficiente adaptabilidad para la marcha del proceso de desarrollo y democratización del país en horizonte de largo plazo; que laspolíticas económicas neoliberales constituyen elementodeterminante de la regresión en los niveles de bienestar de la sociedad venezolana; que aún no se precisangrandes mudanzas del "consenso constitucional" en elcampo económico, sino cambios en las políticas económicas que permiten un razonable crecimiento del excedente; y que todas esas políticas deberán atender aspectos ocupacionales y financieros en los procesos de integración subregional.
El Estado de estos tiempos - observa Moisés Mata A.en su análisis sobre el Estado benefactor y la democracia venezolana - entraña problemas que devienen principalmente de las dificultades en la valoración de las rela-
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ciones sociales existentes en la sociedad nacional, dondela dificultosa coexistencia del contenido estructural delEstado de derecho con el contenido estructural del Estadosocial permite comprender el objetivo básico del desempeño estatal en estos tiempos. En torno a la problematización de este desempeño, el mencionado autor afirma que la crisis asistencial del Estado se percibe comouna crisis persistente de su instancia fiscal, que es unasituación creada por el déficit de su cuenta presupuestaria. Moisés Mata deriva de esto la cuestión de cuál esel expediente al que recurre el Estado para resolver sucrisisfinanciera, y alude a la privatización como el medicamento que éste considera más viable en las circunstancias actuales, no sin advertir el autor que la solucióninstituida al respecto por la democracia capitalista consiste en una ejecución deficitaria del gasto público, cuyofinanciamiento sólo puede lograrse, a su juicio, con laemisión de mayores obligaciones financieras a cargodel Estado en aras de la sociedad civil.
Después de reseñar antecedentes históricos de la injerencia del Estado en la economía, Tomás E. CarrilloBatalla describe la materia de su ensayo con la explicación, en lo concerniente a Venezuela, de la intervención estatal durante lapsos gubernamentales que culminan en la última administración de Carlos AndrésPérez, en los que observa el debilitamiento del presupuesto como motor del desarrollo, la carga' progresivade la deuda pública, los mecanismos de emergencia pararestablecer el equilibrio económico, la responsabilidaddel Banco Central y de Fogade en la crisis financierade 1994, concluyendo con la recomendación de un controlde precios de productos terminados e insumos, tantocomo un control de importaciones que resguarde la liquidez internacional del país.
Asunto de actualidad en Venezuela, muy discutido conmotivo de la crisis bancaria de 1994, es el relacionadocon la gestión fiscal y el sistema financiero del país.Estos aspectos han sido objeto de pertinentes apreciaciones consignadas por Carlos Rafael Silva en contribu-
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ciones a esta Revista. En el trabajo sobre la reforma delsistema financiero venezolano, publicado antes del advenimiento de aquella crisis, el autor hace oportunas yfundadas consideraciones acerca de aspectos contemplados en los proyectos de Ley de Bancos y otros Institutos de Crédito, Ley de Superintendencia de Bancos ydemás Instituciones Financieras y Ley Orgánica del BancoCentral de Venezuela, discutiendo en cuanto aquel primer proyecto lo concerniente a las disposiciones consagratorias del principio de especialización bancaria, lafunción predominante que se aspira del sistema financiero, la exigencia de mayores recursos patrimoniales alos bancos, razonando su acuerdo con respecto a lavinculación de los requerimientos de capital con los activos del banco y no con los pasivos, y con la transformación de las sociedades financieras en bancos de inversión, pero expresando motivadas reservas en cuanto apermitir que los bancos abran tantas oficinas como quieran, además de algunas sólidas observaciones, a propósito de la banca extranjera, acerca de sus mayores aportes de capital, sus tasas de interés más favorables y susaspectos tecnológicos.
Respecto a la Ley de Superintendencia de Bancos,Silva manifiesta su conformidad con la concepción global del proyecto, por estar orientada a dotar este organismo de mayor rango institucional, autonomía financiera y más amplias facultades, aduciendo que tal Superintendencia, vista en el marco de expansión del sistemafinanciero venezolano, se ha rezagado hasta el punto deno poder cumplir plenamente sus funciones de inspección, fiscalización y vigilancia por carencia de recursoshumanos y presupuestarios. Las opiniones de Silva sobrelos proyectos de Ley de Bancos y Ley de Superintendencia de Bancos, expresadas esa vez con sentido previsor, parecen haber tomado en cuenta la necesidad deincorporar en ellos un conjunto de providencias queautorizaran afrontar legalmente los embates de ulteriorescontingencias.
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En relación con el proyecto de Ley Orgánica del BancoCentral de Venezuela, Silva juzga razonable el propósito fundamental de dotar al organismo emisor de una"racional autonomia de acción", y cree asimismo quelas previsiones en tal sentido favorecen el objetivo deasignarle una "independencia de criterio en la toma dedecisiones por su Directorio" . Pero todas esas normas,en su opinión, entonces resultaban "quiméricas", si enello se recordaba la jurisprudencia que conferta al Presidente de la República facultades para remover a suarbitrio los administradores de las compañias anónimasen las cuales el Estado tuviera participación determinante. Silva vindica la autonomia del Banco Centralpor convicción y experiencia. Sus concernientes reflexiones tienen plena vigencia ahora cuando el tema de laautonomia de acción de ese organismo es objeto de observaciones y reparos por quienes en algunos casos y circunstancias la creen quebrantada o disminuida.
La contabilidad de la economia, desde lo micro hastalo macro, desde el cómputo de la simple unidad productiva hasta el cálculo del producto nacional, es sistemade cuenta y análisis que implica un ejercicio de valoración agregativa desde la instancia primaria de la producción material hasta la instancia más sofisticada de laproducción intangible. Para entenderlo basta evocar elexperimento walrasiano de conformación global de laeconomia a partir de las pequeñas unidades que ensuma la componen. Con una cierta inspiración en estoviene al caso el trabajo de Lourdes Urdaneta, publicado en esta Revista, sobre el sistema de análisis de laeficiencia y la eficacia de la empresa individual - sindistinguir en ésta su naturaleza pública o privada - concebido en un ejercicio de investigación creativa' que recurre a un enfoque teórico y otro empirico para evidenciar que con una amplia visión de la contabilidad ensus tres niveles fundamentales - el empresarial, el gubernamental y el nacional - es posible establecer metodológicamente los nexos cuantitativos y cualitativos entrelas diversas instancias agregativas de la producción.
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Un balance de aspectos fundamentales de la economfa venezolana en años recientes, elaborado con la indispensable utilización de indicadores macroeconómicos decorto plazo, es el realizado por Isbelia Sequera Tamayopara revelar el comportamiento de la economia, observando desequilibrios y desajustes en la trayectoria delcrecimiento con explicaciones que aluden a la devaluación, el déficit fiscal, la expansión monetaria y el alzade las tasas de interés, como factores estimulantes delproceso inflacionario que persiste con efectos erosivosen el ingreso real de las mayorias consumidoras. Después de referirse al deslizamiento administrado del tipode cambio (crawling peg) y los efectos negativos de unbolivar sobrevaluado, Sequera pronostica que, en casode continuar medidas como las aplicadas hasta entonces, es casi inevitable que en los años sucesivos se agrave en el paú la tendencia de un patrón de distribuciónregresiva que alienta una mayor concentración de lariqueza en contraste con una mayor propagación de lapobreza.
En extensas consideraciones sobre el gasto público yla agricultura venezolana, Alejandro Gutiérrez interpretala tendencia de la participación relativa del gasto agrfcola en el gasto total acordado por la administracióncentral durante el periodo 1968-1990, para mostrarsignificativamente, con base en profusa información estadistica, el grado de importancia que ha tenido la asistencia dispensada por los diferentes gobiernos a la actividad agricola, y luego aseverar que si bien es ciertoque el GA ha crecido en determinados años a un ritmosuperior que el GT, no es menos verdadero que la tendencia general fue a crecer a un ritmo inferior. En estesentido arriba Gutiérrez a la conclusión de que durantela última década, no obstante las reiteradas declaraciones gubernamentales sobre el papel estratégico de laagricultura en el desarrollo, el gasto público no se haorientado prioritariamente hacia las actividades del sectoragricola.
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En demostración de la importancia que tiene el financiamiento para el aumento de la productividad agrícola,Pola Ortiz analiza de manera exhaustiva, en trabajopublicado también en esta Revista, la función del créditoen el rendimiento de la agricultura, y la organizacióndel crédito institucional para la agricultura comercial yde subsistencia, con razones que explican un conjuntode providencias normativas en dirección de una sanapolítica de crédito agrícola, para concluir en un resumende consideraciones donde coloca de manifiesto que elproblema fundamental que ha retardado el desarrollode la agricultura venezolana no ha sido tanto la insuficiencia de recursos de financiamiento como el precario rendimiento productivo de la fuerza de trabajo ocupada en esa actividad.
Para completar el balance de la función divulgativaque se realiza con la publicación de Nueva Economía,es preciso informar además que en la sección CONVERSACION
A DOS VOCES, que aparece sucesivamente en los últimoscuatro números de esta Revista, se insertan entrevistasque su Director hace a Antonio Casas González, Presidentedel Banco Central de Venezuela; Luis Giusti, Presidentede Petróleos de Venezuela; Teodoro Petkoff, Ministrode Estado Jefe de Cordiplan; y Domingo F. Maza Zavala,Director del BCV, sobre materia de sus respectivas competencias, con el fin de proporcionar a lectores venezolanos y extranjeros los juicios y opinio-nes emitidos enlas mismas ocasiones, y así contribuir a su divulgaciónfuera de los recintos institucionales.
También en los dos últimos números de la Revista seincluyen los textos de exposiciones realizadas en el senode la Academia Nacional de Ciencias Económicas, enreuniones que se efectúan periódicamente para análisisde la coyuntura, en particular sobre asuntos económicos y sociales de interés nacional e internacional, conparticipaciones de Rafael J. Crazut como coordinador yrelator, Domingo F. Maza Zavala, Armando Cárdova,Tomás E. Carrillo Batalla, Bernardo Ferrán, Ismael Puerta
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Flores, Héctor Malavé Mata, Carlos Rafael Silva, LuisEnrique Oberto, Isbelia Sequera Tamayo y Pola Ortiz.
El resultado de la labor editorial cumplida hastahoyes evidente. En este balance se presentan alcancesy limitaciones que otorgan base para su enjuiciamiento. Desde ahora importa saber que la sucesiva publicación de Nueva Economía sólo será posible mientras vivala razón que la sustenta.
Hscroa MALAVÉ MATA
Director
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