james y el melocotón gigante

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JAMES Y EL MELOCOTÓN GIGANTE By: Estefanía Campos Rodríguez

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JAMES Y EL MELOCOTÓN GIGANTE

By: Estefanía Campos Rodríguez

James era un niño feliz y divertido hasta que un día su vida iba a dar un giro inesperado; cuando sus padres fueron de compras a Londres en auto, un rinoceronte que escapo del zoológico  que les quitó la vida, así que James no tuvo más elección que vender su casa e irse a vivir a la casa de sus dos tías las cuales eran muy antipáticas: la tía Sponge  y la tía Spiker.La tía Sponge era una mujer baja y extremamente gorda,por otro lado la tía Spiker era alta y huesuda y las dos eran realmente desagradables porque odiaban a James y mientras que ellas hablaban de lo ''bellas'' que eran, casi no lo alimentaban, no lo dejaban salir, lo trataban mal y le dejaban todo el trabajo al pobre James.Como sus tías no lo dejaban ni llorar se fue a esconderse entre los arbustos para poder llorar.De repente un viejo le hablo a James, le dio unos frijoles verdes que destellaban sus brillos verdes y le dio una receta para los frijoles.Pero eso iba a estar por cambiar, pues le sucedió una cosa súper extraña que llevó a otra cosa más extraña.

Capítulos de 1 a 4

James siguió la receta  mágicamente empezó a crecer un gran melocotón en su patio las tías estaba impresionadas del gran melocotón que cada vez crecía mas. como las tías eran tan avaras hicieron una atracción para que vinieran personas a verlo, pero como siempre dejaron a James encerrado en la casa hasta que anocheciera para que no hiciera "estorbo".

Capítulos de 5 a 8

En la noche James salió a ver el melocotón, cuando de repente vio un hueco muy grande al que llevaba a un tipo de túnel debajo de melocotón así que le dio curiosidad y fue a echar un vistazo, así qué entro por el gran hueco. Raptó hasta llegar al otro lado y de repente vio algo extraordinario ¡ Un viejo saltamontes verde, una mariquita, una araña, un ciempiés, un gusano y un gusano de luz GIGANTES!James se quedo muy sorprendido al ver estos seres tan grandes como el.Aunque prefirió caerles bien por que estaba muy atemorizado así que empezó a hablar repentinamente  con ellos aunque no sabían quienes eran.Hablaron y hablaron hasta que decidieron irse a dormir.James prefirió quedarse con esos extraños seres que en su casa; pues ahí tenía una cama más cómoda y se sentía más acogido por aquellos extraños seres.

Capítulos 9 a 13

Al otro día alguien gritó -partimos, por fin partimos-, pues el melocotón ya se había soltado de la rama así que como estaban en un tipo de colina fueron rodando, cuando PPPFFFF así que se supo que era la tía Sponge, y otro CRACK, la tía Spiker, así que siguieron se "viaje". Pasaron por la carretera que había frente a su casa, veinte sembrados, entre un rebaño de vacas, dispersó un rebaño de ovejas, cruzó un piqueteadero de caballos, una manada de cerdos y pasó por la fábrica de chocolate hasta que cayeron al mar. Hasta que ¡SPLASH! Calló al mar después de mucho tiempo. De repente sonó ¡PPPFFFF! Y el ciempiés gritó:- eso fue la tía Sponge-.Y luego ¡CRACK! Y el ciempiés volvió a gritar - Y eso la tía Spiker-. Muchos se rieron hasta que dejaron de sentirse tan mareados.Cuando ya se calmaron se empezaron a imaginar en donde estaban, entonces quisieron ir arriba para ir a echarle un vistazo al melocotón.Todos menos la araña le estaban poniendo las botas a el ciempiés mientras que la araña estaba haciendo una red para poder fácilmente subir.

Capítulos de 14 a17

De repente el ciempiés se dio cuenta que habían dos aletas alrededor del melocotón, cuando de repente la mariquita vio que habían montones de ellas, así que empezaron a sacar conclusiones y se dieron cuenta que eran tiburones.  Así qué empezaron a preguntar a James si tenía un plan para salir pero él no sabía que decir. De tal manera que se le ocurrió una maravillosa idea y fue utilizar la lombriz como carnada,  hacer una cuerda para amarrar a las gaviotas del cuello y hacer que volaran para que los sacaran del sitio de los tiburones. En ese momento mandó a la araña y al gusano de luz a que tejieran un hilo de seda para atrapar a las gaviotas y ellos se pusieron a trabajar inmediatamente.

Capítulos 18 a 21

Luego empezaron a contar las gaviotas que iban amarrando hasta que de un momento a otro James gritó: tenemos quinientas listas - así es que el melocotón empezó a elevarse y quedó suspendido en el aire pero los tiburones siguieron golpeando el melocotón.  Luego James gritó: quinientas uno, quinientas dos- y el melocotón finalmente se elevó por los aires.  De repente el ciempiés empezó a cantar una canción de las comidas tan exquisitas que había probado en toda su vida de lo emocionado que estaba. Cuando empezaron a mirar abajo vieron el gran barco Queen Mary y la tripulación a bordo que los estaban observando con un catalejo, principalmente el capitán y tres oficiales más, hasta que el melocotón se perdió de vista detrás de una nube gigante y no los pudieron volver a ver más. Mientras tanto, en el melocotón, la araña se estaba ofreciendo para ir a mirar como habían dejado el melocotón los tiburones, para comprobar que tanto dañó le habían hecho.  Cuando llegó la araña comentó que no le había causado casi ningún daño y pensaban que antes cuando estaban en el mar, se estaba hundiendo porque estaban muy asustados y realmente estaba bien el melocotón, sólo era por sus nervios. Así es que para festejar le pidieron al viejo saltamontes verde que diera un concierto, el tenía un movimiento muy particular ya que con su muslo hacia que sonara como un violín y acompañado de un arco de violín. Cuando término todos estaban impresionados con su talento y el hermoso que generaba con su muslo y el arco.

Capítulos 22 a 27

Ya empezaba a oscurecer así que James y sus amigos se acurrucaron para hacer calor en un silencio ensordecedor.

En una ocasión, cuando pasaban por una enorme nube blanca vieron sobre ella un tipo de criaturas blancas, extrañas, altas, fantasmales y pálidas.... Estaban vivas ….¡ERAN NUBICOLAS! ¡LOS HABITANTES DE LAS NUBES! Cuando estaban hablando, uno de los nubicolas vio el melocotón gigante así que les dijo a los otros nubicolas así que empezaron a echarle al melocotón granizo, pero de repente empezaron a pintar un arcoíris.

Continuación Cap. 27 a 31

De repente empezaron a sacar unas cuerdas y lograron bajar a la tierra, cuando se dieron cuenta el melocotón y todos ellos iban a chocar contra el arcoíris, de pronto se produjo un golpe horrible que partió el arcoíris por la mitad, principalmente en la parte superior del mismo.

Las cuerdas de los nubícolas que habían utilizado para empujar el arcoíris se enredaron con los hilos de seda que ataban a las gaviotas al melocotón. Todos los pasajeros del melocotón entraron en pánico cuando de repente James miró hacia arriba rápidamente los rostros furiosos de los nubícolas, que los contemplaban desde la nube.

Continuación Cap. 27 a 31

Las caras casi no se veían casi sus rostros a causa de tanta cabellera blanca que los cubría, únicamente se veían los pequeños ojos que miraban malévolos al melocotón. Principalmente a sus pasajeros, entonces, sucedió lo peor de todo.

Un nubícola enorme y peludo que media por lo menos cuatro metros y medio, dio un salto muy largo para colgarse de uno de los hilos de seda del melocotón.

James y todos los pasajeros del melocotón lo vieron cruzar despacio por encima de ellos y agarrarse de pies y manos de una de los hilos de seda y a continuación empezó a descender muy lentamente una mano tras otra.

Continuación Cap. 27 a 31

!Ayuda! Gritaba la mariquita, está bajando a devorarnos- todos decían saltemos por la borda… que se coma al gusano primero grito el ciempiés pues ellos siempre se habían llevado mal, pero como James tenía los mejores planes gritó: ciempiés, corta con tus pinzas los hilos porque está bajando-, el ciempiés corrió hacia el rabo del melocotón y tomo con su mandíbula el hilo de seda y lo cortó de un solo corte. Inmediatamente por encima de sus cabezas una gaviota se separó del resto de la manada y salió volando, llevándose así al nubícola gigante gritando y maldiciendo. De ese momento no volvieron a ver al gran nubícola.

Continuación Cap. 27 a 31

En el melocotón se quedaron pensando que es fantástico que una gaviota se pueda llevar a un monstruo tan grande y ellos necesitan quinientas dos para medio elevarse, así que debieron suponer que el nubícola era muy suave, el resto de nubícolas se quedaron tan asustados al ver que uno de los suyos tan grandes se los había llevado una gaviota que no volvieron a atacar al melocotón.

Continuación Cap. 27 a 31

Pero los viajeros del melocotón aún no estaban a salvo pues los nubícolas enfurecidos empezaron a correr por la nube persiguiéndolos y arrojándoles toda clase de objetos que los podrían lastimar como cubos vacíos de pintura, pinceles, escaleras, huevos podridos, ratas muertas entre otros.

Todo cuanto aquellos salvajes nubícolas encontraban lo arrojaban contra el melocotón. Un nubícula con muy buena puntería vació un enorme barril de pintura roja directamente sobre el cuerpo del agresivo ciempiés. El ciempiés gritó enfurecido: mis patas se me están quedando pegadas unas a otras, no puedo caminar y mis párpados, no veo nada.

Continuación Cap. 27 a 31

Parecía una eternidad hasta que las gaviotas lograron arrastrar el melocotón lejos de aquella horrible nube de arcoíris pero finalmente lo consiguieron. Todos se hicieron entorno al ciempiés y empezaron a discutir cual era la mejor forma para quitarle la pintura roja del cuerpo.

Realmente tenía un aspecto nada agradable. Estaba todo rojo ya que la pintura empezaba a secarse y endurecerse. Todos pensaron varias ideas pero ninguno podía dar recursos para volverla realidad. James finalmente estaba dando una idea pero lo interrumpió una voz, era como un grito.

Continuación Cap. 27 a 31

No eran solamente gotas de agua, en realidad, ni tan siquiera eran gotas de lluvia, era una enorme masa de agua que podía ser un lago entero o medio océano. Y allí venía, primero empapó a las gaviotas y después chocó violentamente contra el gigante y el mismísimo melocotón. Esa experiencia hacía tener la impresión de encontrarse bajo la catarata mas grande del mundo. Gracias a ese gran chapuzón el ciempiés estaba muy feliz por lo que ya se le había quitado la pintura. Así que empezó a cantar una gran canción

Continuación Cap. 27 a 31

Entonces la marquita de repente dijo a qué se debió esta situación? Pero nadie pudo responder su pregunta, así que continuaron… en ese momento las gaviotas volaban cada vez más rápido y remolcando al melocotón a velocidad vertiginosa, durante el resto de la noche los viajeros pudieron en varias ocasiones ver nubícolas corriendo por las nubes pero lo mas interesante, fue cuando vieron una máquina de nieve en pleno funcionamiento manejado por los nubícolas. También vieron nubícolas tocando gigantescos tambores para producir truenos, entre otras experiencias con nubicolas.

Continuación Cap. 27 a 31

Esa noche, fue la más fría que habían pasado desde que habían emprendido el viaje en el melocotón, cuando se dieron cuenta, el ciempiés grito: mira abajo, tierra!, Así que fueron a comprobar y era cierto, por supuesto, todos estaban muy felices, así que James dio una estupenda idea, que era ir soltando poco a poco las gaviotas a medida que iban bajando.

Estaban divisando la ciudad y se dieron cuenta que era Nueva York, se estaba produciendo una especie de caos, pues todos estaban alborotados por lo que informaron que en Manhatan habían visto flotar una bola gigante por el cielo que se dirigía a Nueva York, así que corrieron la voz y los habitantes corrían por todas partes.

Cap. 32 a 38

Aquellos que lograron ver el melocotón en el cielo pensaron que era una gran bomba enviada por otro país para volar la ciudad, en el área había mucho ruido por los gritos y las sirenas que no dejaban de sonar, el Alcalde de Nueva York llamó al presidente a Washington a pedir ayuda, quien en ese preciso momento se encontraba desayunando y en pijama, dejó a un lado el plato y empezó a buscar los botones de las alarmas lo más rápido que podía, y se informó a lo largo y ancho de América, cuando los viajeros del melocotón se dieron cuenta de que ya habían llegado a la ciudad, empezaron a decirle al ciempiés que cortara las cuerdas para poder ir bajando.

Continuación Cap. 32 a 38

De tal manera, que el ciempiés empezó con su trabajo, soltó varias pero el melocotón no descendía, ellos no se preocuparon porque sabían que había perdido mucho jugo durante su trayecto, hasta que empezaron a gritar: empezamos a bajar… cuando la mariquita preguntó, creen que nos hayan tomado fotografías? Y salgamos en el periódico? Pero al único que no le importaba al ciempiés porque le preocupaban más sus botas, hasta que de repente empezaron a caer entre Nueva York y Chicago, todos gritaban: estamos perdidos, entre más caía el melocotón, más vueltas daba, pero para ellos fue muy difícil no salir despedidos al espacio, pues no habían tantos objetos para anclarse.

Continuación Cap. 32 a 38

Hasta que terminaron en la punta del Empire State Bulding, pero todos allí estaban rezando o llorando del susto que tenían. De igual manera, en el melocotón estaban tan asustados que se empezaron a despedir como si fuera el final.

Desde ese punto tenían un paisaje realmente espectacular, a los dos o tres minutos la gente se dio cuenta de que no era una bomba, así que empezaron a sacar sus propias conclusiones como que era un ovni o extraterrestres que estaban invadiendo la ciudad, alrededor del edificio habían doscientos bomberos y quinientos policías que entraron al edificio y subieron tan arriba como pudieron en el ascensor y después fueron al balcón

Continuación Cap. 32 a 38

Panorámico para divisar mejor al extraño objeto, cuando subieron se asustaron tanto que tres bomberos y cinco policías se desmayaron y tuvieron que sacarlos de allí, y como siempre empezaron a sacar sus propias conclusiones, es un diablóptero, o también dijeron que era un dragón, pues estaban mirando al ciempiés, así es que mientras que ellos hablaban, en el melocotón se preguntaban acerca de que estarían hablando, de tal manera, que fueron a mirar la situación y una especie de pánico empezó a envolver a bomberos y policías, así que decidieron saludar y extrañamente empezaron algunos a escapar y otros quedaron boquibiertos sin poder creerlo.

Continuación Cap. 32 a 38

Así que el ciempiés como siempre empezó a cantar una canción realmente larga y cinco minutos mas tarde de haberse terminado la canción todos estaban abajo y James empezó a contar su historia a un grupo de asombrados policías, cuando terminó, bajaron del edificio Empire State, sacaron el melocotón de la aguja y lo bajaron a la calle. En ese momento, el Alcalde dijo que organizarían un desfile de fiesta en honor a esos increíbles visitantes, así que armaron la gran fiesta. Los niños estaban felices y se subieron al camión como hormigas para comer del gran melocotón gigante.

Continuación Cap. 32 a 38

Cuando por fín acabó el desfile, el melocotón había sido comido totalmente y James se volvió famoso, el ciempiés llegó a vicepresidente del departamento de ventas de una fábrica de botas y zapatos, el gusano fue contratado para una fábrica de cremas de belleza, el gusano de seda y la araña montaron una fábrica de cuerdas para funámbulos, el gusano de luz consiguió el puesto de faro en la antorcha de la Estatua de la Libertad, el viejo saltamontes verde pasó a ser parte de la orquesta sinfónica de Nueva York, la mariquita se casó con el jefe de los bomberos y vivió feliz a partir de entonces y el hueso del melocotón que quedó lo ubicaron en el Central Park.

Continuación Cap. 32 a 38

!GRACIAS POR SU ATENCIÓN!

Continuación Cap. 32 a 38