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la represión ejercida por parte de agentes de seguridad y grupos pro·gobierno, durante la IV República, contra la dirigencia estudiantil fue intensa. Un ejemplo de ello fueron los crímenes del liceo Sanz, ocurridos en mayo de 1962
Jhosaida Piñango Hernández
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urante el siglo XX, en Venezuela, entre
1958 y 1998, la historia se escribió meta
fóricamente hablando con tinta de sangre.
Las muertes y desapariciones de miles
de estudiantes y jóvenes fueron el resultado de
los excesos cometidos por funcionarios de la fuer
za de seguridad de ese período. El simple hecho
de no obedecer una voz de alto se convirtió en
un detonante.
Esos actos se iniciaron luego de la llegada al po
der de Rómulo Betancourt, en febrero de 1959.
Las presiones y censuras por parte de los go
biernos puntofijistas generaron, en la juventud y la
dirigencia social, manifestaciones en repudio a las
acciones nada garantes de los derechos constitucio
nales de las personas, que en su oportunidad ningu
na organización nacional o extranjera reclamó.
Aunado a ello, los medios de comunicación re
flejaban solo aquellos hechos que no ponían en evi
dencia las violaciones de las garantías fundamenta
les por parte de los gobiernos de turno.
A partir de esa época el país vivió momentos de
fuertes conflictos sociales que se mantuvieron has
ta los años 90. Al inicio de la administración adeca,
el deterioro en la calidad de vida, la anarquía, el
desempleo, la recesión económica, la rebaja de sa
larios, la· merma en los servicios públicos, entre otros
factores, llevaron a los ciudadanos a expresar su descontento en las calles.
El rechazo a las estrategias gubernamentales no
se hizo esperar. El anuncio por parte del gobierno
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sobre el rompimiento de las relaciones diplomá
ticas con Cuba, mostró la política sumisa y de
obediencia de Venezuela hacia Estados Unidos,
situación que originó expresiones de descontento
en varios lugares del territorio nacional.
El 15 de noviembre de 1961 en la urbaniza
ción El Silencio de la parroquia Catedral en Ca
racas, estudiantes protestaron contra la decisión.
Durante la manifestación, dispersada por un régi
men caracterizado por perseguir a la disidencia,
Alberto Rudas MelOnes (16) "Tico", como era co
nocido, recibió un proyectil en el estómago que
ca usó su deceso.
Posteriormente, cuando el liceísta estaba sien
do velado en Barlovento, su lugar de origen, fue
secuestrado el cadáver.
A principios de 2013, se logró ubicar el sitio
donde fue enterrado el joven luchador social: el
Cementerio General del Sur, en Caracas. El hallaz
go se produjo tras una averiguación iniciada por
los fiscales que integraron la comisión especial
que investigó las violaciones de derechos huma
nos ocurridas en el lapso 1958-1998.
En junio de ese año, expertos de la Unidad
Criminalística contra la Vulneración de Derechos
Fundamentales del Ministerio Público exhumaron
el cuerpo y mediante un análisis antropológico
confirmaron que, efectivamente, era Alberto.
Luego de 53 años del hecho, el 22 de mayo
de 2014 la Fiscal General de la República, Luisa
Ortega Diaz, quien además es presidenta de la
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Comisión por la Justicia y la Verdad, entregó los res
tos de Rudas Mezones a sus familiares.
Balas llegan a las aulas El viernes 4 de mayo de 1962, en Maturín, Mo
nagas, estudiantes del liceo "Miguel José Sanz" fueron informados de la suspensión de las clases,
debido al movimiento insurreccionalllamado el Ca
rupanazo, ocurrido en la madrugada de ese mismo
día en Carúpano, estado Sucre. Según testimonios de algunos alumnos y do
centes, que constan en la sentencia W 186 de la
Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia
del 11 de marzo de 2015, en horas de la tarde del
mencionado día de 1962, agentes de la Dirección
General de Policía y grupos pro-gobierno llegaron
a la instalación educativa y dispararon indiscrimi
nadamente, situación que obligó a los muchachos a
refugiarse en la parte interna del centro de estudios.
Luego, se escucharon disparos que provenían de
la sala de profesores. Allí, se encontraron los cuer
pos sin vida de los jóvenes Alberto César Millán
Marcano y José Rafael Guerra Silva, quienes fueron
acorralados por los funcionarios. El primero recibió
varios disparos, mientras que el otro fue impacta
do por un proyectil en un ojo que le quedó aloja
do en la nuca. Adicionalmente, otras 18 personas
resultaron heridas.
De acuerdo con la afirmación hecha por un
alumno "(. .. ) ninguno de los que estaban dentro
del liceo portaban armas y en ningún momento lle
garon a disparar contra nadie (. .. )".
Por este hecho, el 9 de marzo de 1966, el Juz
gado Superior en lo Civil, Mercantil, Penal, del Trán
sito y del Trabajo de Monagas y el Territorio Fede
ral Delta Amacuro declaró sin lugar el recurso de
apelación ejercido por el Ministerio Público contra
la sentencia del 27 de noviembre de 1964, emitida
por el Tribunal de Primera Instancia en lo Penal y de
Hacienda del referido estado oriental, la cual dio por
terminada la investigación. Asimismo, ratificó el dictamen que decretó el
sobreseimiento de la causa seguida contra Antonio
Avila Galvis en vista de su fallecimiento, quien había
sido imputado por lesiones personales y daños a edi
ficio público, y en el que también fueron absueltos
Domingo Peña, Julián Velásquez, Remigio Ramírez y
Rafael López por los referidos delitos. Adicionalmen
te, Peña Zerpa fue declarado inocente del homicidio
intencional en perjuicio de Millán y Guerra.
Además, la citada sentencia refleja que Francisco
Leonet Mata fue condenado por fuga de detenidos
y Velásquez por el delito de instigación a delinquir.
En el año 2013, el Ministerio Público ejerció un
recurso de revisión del fallo de 1966 ante la Sala
Constitucional del máximo tribunal, el cual fue de
clarado con lugar en marzo de 2015, por lo que se
ordenó reabrir y tramitar el caso.
Expresa que existen elementos suficientes para
presumir que hubo una aplicación distorsionada y
fraudulenta de la legislación, en ese momento, por
parte de los órganos actuantes y, especialmente, por
las instancias judiciales que instruyeron y sentencia
ron la investigación con el propósito de dejar impu
nes los homicidios de los dos jóvenes.
La acción se fundamentó en el carácter impres
criptible del hecho por constituir una violación de
derechos humanos, conforme con los artículos 29 y
271 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
La reprimenda La represión contra la dirigencia estudian
til, integrada por alumnos de educación media
y superior, fue aún más intensa entre los años 1960 y 1970.
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La autonomía universitaria lograda en 1827,
luego de un largo proceso de luchas fue violenta
da por los gobiernos de turno, que consideraban
a los jÓvenes como un bastión contrario al
sistema imperante.
Esto se apreció durante la presidencia de Be
tancourt (1959-1964), cuando la Universidad Cen
tral de Venezuela (UCV) fue allanada en reiteradas
oportunidades. Nuevamente, en la administración
de Raúl Leoni (1964-1969), tanto su sede como el
movimiento estudiantil fueron víctimas de la repre
sión, a la que se añadió la instauración de una po
lítica de desaparición forzada de personas, además
de las presiones de toda índole, como las económi
cas ejercidas contra las instituciones académicas.
En el primer mandato de Rafael Caldera (1969-
1974), el alma máter fue otra vez intervenida, me
dida que la mantuvo cerrada aproximadamente
por dos años.
Tal atropello se originó por temor a la "renova
ción" encabezaba por un grupo de bachilleres, que
generó discusiones y protestas con la intención de
propiciar cambios radicales en el funcionamiento del sistema educativo.
"La casa que vence las sombras" fue ocupada
el 31 de octubre de 1969 por más de 2 mil agentes
de las Fuerzas Armadas de Cooperación, Infante
ría de Marina, el Cuerpo de Cazadores, la Policía
Metropolitana, la Dirección General Sectorial de
los Servicios de Inteligencia y Prevención, la Policía
Técnica Judicial y Tránsito Terrestre en una operación denominada Canguro.
Luego se persiguió a los líderes responsables
de promover la transformación, incluso el llamado
"rector bueno", Jesús María Blanco, fue detenido y destituido.
De acuerdo con un trabajo publicado en el por
tal web de la Agencia Venezolana de Noticias, este
fue el allanamiento a la UCV más desproporciona
do y brutal en la "era democrática".
Simultáneamente, fueron tomados los alrededo
res de las facultades de Medicina e Ingeniería de la
Universidad de Los Andes y el rectorado de la Uni
versidad del Zulia. Mientras que en Maracay, estado
Aragua, unidades militares y policiales reprimieron
las manifestaciones estudiantiles.
Estos hechos y otros como el Porteñazo y la ma
sacre de Cantaura son demostraciones de los mal
tratos y abusos a los que fue sometido este sector de
la población en la denominada IV República.
Algunos estudiantes que fallecieron durante manifestaciones entre 1958 y 1998 son:
• Jesús Henrique Echenique
• Ramón Antonio Revilla
• Alexis Rivero Muñoz
• Carlos Tomás Naranjo
• Alí Paredes
• Rafael Ramírez
• Chamón Belisario Santos
• Vicente Soler
• Oswaldo Orsini
• Luisa María Cazola
• José Urdaneta Rooselvet
• Edgard González Márquez
• Juan Bautista Badell
~ • Alejandro Tejero