JOSÉJOSÉJOSÉJOSÉ GARCÍA GARCÍA GARCÍA GARCÍA BOEDO BOEDO BOEDO BOEDO (La Coruña 1841 (La Coruña 1841 (La Coruña 1841 (La Coruña 1841 –––– Cartagena 1900) Cartagena 1900) Cartagena 1900) Cartagena 1900)::::

MarinoMarinoMarinoMarino, aventurero, dibujante,, aventurero, dibujante,, aventurero, dibujante,, aventurero, dibujante, cultivador de flores y criador de gallinas cultivador de flores y criador de gallinas cultivador de flores y criador de gallinas cultivador de flores y criador de gallinas

Guillermo Cegarra BeltríGuillermo Cegarra BeltríGuillermo Cegarra BeltríGuillermo Cegarra Beltrí

AGRADECIMIENTOS

Quisiera agradecer a las personas que me han facilitado documentos, fotografías e informaciones diversas, sin las que hubiera sido imposible escribir este libro: en primer lugar quiero dar las gracias a mi esposa Elvira Sánchez Espinosa, por su paciencia de siempre; a mi padre Rafael Cegarra Gómez, por corregir el texto y proporcionarme información sobre las condecoraciones del marino; a mi prima Isabel Beltrí Izquierdo por prestarme durante muchos meses el libro original de apuntes de José García Boedo; a las hermanas Antoñita (fallecida mientras realizábamos nuestras investigaciones) y Florita Carreño Girona, a su hija Florita Hamilton Carreño y a su marido Pedro F. Gallego Carvajal, por facilitarme diversos documentos, incluyendo el árbol genealógico, así como fotografías de José García Boedo y la familia Carreño, sin los que no hubiera quedado completo este libro; a mi hijo Guillermo Cegarra Sánchez por facilitarme una copia del libro de Fery sobre el regreso a España de la fragata “Resolución”, y a Salvador Zamora por facilitarme y permitirme el uso de fotografías de su web www.cartagenaantigua.es.

INTRODUCCIÓN

Esta es la historia de un familiar sumamente interesante y curioso llamado José García Boedo, gallego de nacimiento, cartagenero de adopción y personaje universal, después de recorrer el mundo entero destinado en la Armada española. De carácter aventurero y emprendedor, desde su más temprana juventud va a recorrer numerosos lugares de los cinco continentes, viéndose envuelto directa o indirectamente en conflictos tales como la Guerra del Pacífico entre España y Chile-Perú, las Guerras de la Independencia de las colonias españolas o la Guerra del Cantón de Cartagena. Casado con Mª Dolores Carreño Mora, nacieron de este matrimonio ocho hijos: Trinidad, Félix, Antolina, Alejandra, Pelayo, Patrocinio, Bonifacio y Luís Gonzaga. Ninguno de los tres últimos sobrevivió a la infancia. Su hija mayor Trinidad se casó con un primo hermano suyo, llamado José Carreño Gómez. Tuvieron diez hijos, siendo la octava mi abuela materna Lola Carreño García. Por tanto el citado José García Boedo fue mi tatarabuelo. Hombre sumamente curioso y minucioso, se dedicaba a apuntar en un libro–cuaderno de pastas duras, titulado “Guía de apuntes sobre comercio, industria, negocios, horticultura, jardinería, y otras notas”, cualquier cosa que le pareciese de interés: temas relativos a la Armada y a su carrera profesional; legislación militar; donde comprar cualquier cosa, tanto en España como en ultramar; información sobre diversos establecimientos de baños públicos; apuntes sobre plantas; notas sobre gallinas y gallineros, incluyendo muchas relativas a su alimentación; medicinas y remedios para enfermedades; anotaciones familiares; cementerios1..., a menudo ilustradas con bellos dibujos delicadamente coloreados. Por este diario se sabe que tenía un archivo adicional (que desgraciadamente no se ha conservado) donde se ampliaban muchos de estos temas. Probablemente las largas horas de soledad pasadas en las numerosas travesías y en ultramar le permitieron realizar estas anotaciones. Una de las más curiosas y que se ha extraviado2, se titulaba “Instrucciones y consejos interesantes para mis hijos, cuando se hallen en edad de comprenderlas”. Amante de dibujar, también se conservan algunos dibujos suyos hallados entre sus libros, destacando un árbol genealógico familiar que nos ha sido de suma utilidad a la hora de intentar rehacer su biografía.

1 En los Apéndices de este libro hemos reproducimos algunas de las que consideramos más interesantes, aunque omitimos algunas de las referentes a los cementerios por lo macabras y desagradables que son. 2Remite a una carpeta denominada “Apuntes sobre la familia, Legajo nº 2” cuyo paradero se ignora.

Este pequeño libro es un homenaje a este hombre aventurero y singular.

José Gacía Boedo (La Coruña 7/5/1841 – Cartagena 12/3/1900)

Mª Dolores Carreño Mora (Cartagena 13/5/1845 – Cartagena >1910)

Familia Carreño-García fotografiada en 1908.

Los padres: Trinidad García Carreño (Cartagena 7/6/1868 – Murcia 6(?)/1945) y

José Carreño Gómez (Cartagena 17/4/1868 – Cartagena >1929). Los niños, de izquierda a derecha: Manolita, José, Isabel, Trinidad, Lola (mi abuela), Manuel, Enrique Eugenio

y Rafael (todavía no había nacido Maria)

BIOGRAFÍA Infancia en Galicia Los orígenes de José García Boedo son gallegos. Por un lado la familia de su padre Jorge García Barreyro era oriunda de la pequeña aldea de San Tirso de Oseyro, muy cercana a La Coruña, y la de su madre Tomasa Boedo Míguez, procedía de otra aldea gallega llamada San Pedro de Visma, también a muy pocos kilómetros de la capital gallega. Se ignora que profesión tenían, pero debía de ser una familia humilde. Una vez casados sus padres se trasladaron a La Coruña donde nace su primer hijo José el 7 de mayo de 1841. Tuvieron otros ocho hijos: Josefa, Antonio, Juan Antonio, Francisco, Dolores, Jose Mª, Joaquin y un último que murió sin llegar a ser bautizado. De ellos sólo Josefa sobrepasó los 25 años. Ésta emigró siendo joven a Buenos Aires (Argentina), Antonio lo hizo también a Montevideo (Uruguay) y el propio José embarcó hacia África. De estos hechos parece desprenderse que la situación económica de la familia García Boedo debía de ser bastante precaria. Cuando apenas ha cumplido los trece años queda huérfano al fallecer su madre de cólera. Sólo cuatro días antes había muerto también su hermano menor Joaquín. Su padre contrajo segundas nupcias un par de años más tarde con Manuela Vázquez, con la que tuvo otros cinco hijos: Dolores, María, Amalia, Luisa y García. Pronto el carácter marinero se manifiesta en José, como en tantos jóvenes gallegos a lo largo de los siglos, y con sólo 18 de años de edad, el 19 de julio de 1859, ingresa en la Armada enrolándose como “Escribiente de 3ª Clase sin abonos”. Tres meses después es destinado a la recién formada colonia en la isla de Fernando Póo, en África ecuatorial.

La campaña de Fernando Póo Tras años de abandono y falta de toma efectiva de sus posesiones en África ecuatorial, el gobierno de Isabel II, decidió enviar una flota para establecerse en Fernando Póo y proceder a su evangelización. Así el 28 de agosto de 1858, el Capitán de Fragata Carlos Chacón, con el vapor "Vasco Núñez de Balboa", el bergantín "Gravina", la goleta "Cartagena" y la urca "Santa María", llegó a Santa Isabel, en compañía de una misión de Jesuitas, para evangelizar las posesiones. Chacón es el primer Gobernador español. El primer Estatuto Orgánico del 13 de Diciembre de 1858, otorga al Gobierno de la colonia del Golfo de Guinea, atribuciones de Virrey, y el 12 de Noviembre de 1868, al ser destronada Isabel II, se cambia el Estatuto por una simple Estación Naval, debiendo ser el Gobernador General un Capitán de Fragata. El 28 de Agosto de 1859, llega el Brigadier José de la Gándara como Gobernador a bordo de la corbeta "Ferrolana"3, en compañía de su esposa y dos hijas; Julián Pellón, Comisario de Fomento; José Muñoz Gaviria, Vizconde de San Javier, Administrador; Luís Iglesias Pardo, médico de la Armada; varios funcionarios y soldados, y 128 colonos. El Gobernador y su familia hacían vida en la fragata "Santa Isabel", con objeto de intentar evitar enfermedades endémicas en la isla tales como el paludismo.

3 Con los años José García Boedo conseguiría la maestranza de esta corbeta.

Barcos en la Bahía de Santa Isabel en la costa de Fernando

Póo

Quedó así asentada la soberanía española, al menos sobre el territorio insular, y desde entonces, las visitas de buques de la Armada son constantes a la naciente colonia.

En octubre de 1859 el joven José embarca hacia Fernando Póo en el vapor “Tenerife”4 desde el puerto de Cádiz. El día primero del año 1860 llega a Santa Isabel, donde trasborda a la corbeta “Ferrolana” que allí se hallaba. Se trata de una visita corta, pues sólo estuvo allí unos meses, regresando en mayo hacía la península, tras hacer escala en Santa Cruz de Tenerife. Al legar a Cádiz se fotografía flamantemente uniformado como “Escribiente de la Armada”5. En octubre de ese año asciende a “Escribiente de 2ª Clase” en la misma corbeta “Ferrolana”, en la que permanece hasta agosto del año 1862. Probablemente es en esos años, y durante alguna escala en Cartagena, cuando conoce a una joven llamada Mª Dolores Carreño Mora, conocida familiarmente por Lola, que con el tiempo sería su mujer. 4 Luego llamado “Patiño”. 5 Aunque en el anverso parece que está fechada en 1850, se trata evidentemente de un error, pues en la fotografía no puede tener 9 años y sí en cambio 19. Por tanto debe ser de 1860.

Fotografía tomada en Cádiz con 19 años, poco después de desembarcar de su viaje desde Fernando Póo uniformado como “Escribiente de la Armada” (Corrales Hermanos Fotógrafos)

Campaña y Guerra del Pacífico a bordo de la fragata “Resolución”

A finales de 1862, la Reina española Isabel II aprobó el envío de una expedición científica a los mares de Latinoamérica bajo el nombre de Escuadra Española del Pacífico. La expedición se puso bajo las órdenes del Almirante Luís Trasero Hernández Pinzón6. Su escolta eran tres buques de guerra: las fragatas de vapor gemelas “Triunfo” y “Resolución” y la goleta “Virgen de Covadonga”. Sin embargo, además de la investigación científica, uno de los propósitos del viaje era apoyar las demandas de ciudadanos españoles que vivían en las Américas.

El joven José se apunta a dicha expedición, enrolándose en la “Resolución” donde ocupa el cargo de “Escribiente de 2ª Clase sin abonos”. La fragata de hélice a vapor “Resolución”, había sido construida en los arsenales de El Ferrol entre 1860 y 1861. Estaba realizada en madera, desplazando 3,100 toneladas. Tenía una eslora de 70 metros y una manga de 14. Desarrollaba una velocidad de 11 nudos y disponía de 41 cañones: veinte de 68 libras (200 mm) y 8 cañones de 32 libras (16 cm.) en la batería principal, catorce de 160 mm y una gran colisa giratoria a proa de 220 mm; 6 de cubierta lisos de 32 libras (160 mm.) y 2 cañones rayados de 120 mm. para las lanchas.

6 Descendiente directo de los hermanos Pinzón que acompañaron a Cristóbal Colón en el descubrimiento del Nuevo Mundo.

Fragata “Resolución” donde estuvo embarcado José García Boedo en la Campaña del Pacífico

Para apoyar acciones de desembarco contaba con 2 obuses de 150 mm. y 2 cañones rayados de 80 mm. cortos para los cuatro primeros botes. Su dotación era de 480 hombres siendo su Capitán el insigne marino D. Carlos Valcárcel y Ussel de Guimbarda (1819 Mula (Murcia) -1903 Madrid)7. La expedición parte de España a mediados de 1862, y tras fondear a finales de agosto en Porto-grande, en las islas de Cabo Verde, se dirige hacía América. En dicha escala se asciende a José al cargo de “Escribiente de 1ª Clase”. A bordo de la fragata “Resolución” José navega visitando numerosos lugares de la costa americana. Los interesantes relatos en forma de siete cartas dirigidas a D. Francisco Mª de la Iglesia8, de algunas de las travesías realizadas entre 1862 y 1864 aparecieron publicadas en los nº 159, 16 y 21 de 1863 y nº 6 y 710 de 1864 de la revista editada en La Coruña “GALICIA. REVISTA UNIVERSAL DE ESTE REINO” bajo el título: “NOTICIAS DE LA ESCUADRA ESPAÑOLA DEL PACIFICO”11. La primera carta está fechada en Montevideo (Uruguay) en noviembre de 1862, la segunda desde Puerto Willians o Stanley (Islas Malvinas) en abril de 1863, la tercera desde la Rada de Valparaíso (Chile) en mayo de 1863, la cuarta desde el fondeadero de Toboga, en la Bahía de Panamá, también en mayo de 1863, la quinta y la sexta desde el puerto de San Francisco (California) en octubre de 1863 y la séptima desde la Rada del Callao de Lima (Perú) en diciembre de 186312. En ellas se hacen relatos muy interesantes de la travesía, así como de los recibimientos que les hacen en los distintos puertos en los que atracan. Son muy destacables las descripciones de algunas ciudades y lugares, tales como las Islas Malvinas, Ciudad de Panamá o la ciudad de Lima13.

Tras pasar por Montevideo y las Islas Malvinas, el 18 de abril de 1863, parte de la flota española llegó al puerto chileno de Valparaíso. En las aguas chilenas los españoles fueron recibidos cordialmente, a lo que respondieron con pruebas igualmente de amistad. Cuando levantaron anclas y llegaron a Perú, en julio de ese año, comenzaron los problemas. España no tenía relaciones diplomáticas con Perú al no reconocer su independencia obtenida en 1821. A pesar de esta situación, la expedición fue recibida amistosamente por las autoridades. Desgraciadamente, el 2 de agosto, y por razones nunca

7 Por su conducta en la campaña del Pacífico, fue ascendido a brigadier, obteniendo la Cruz de San Fernando en el bloqueo de Valparaíso y en el de El Callao. Desempeñó varios altos cargos en Marina, entre ellos los de capitán general de los departamentos de Cartagena y El Ferrol, y la vicepresidencia del Almirantazgo. En 1883 fue ministro del ramo con Posada Herrera, y en 1899 fue promovido a almirante de la Armada. Era senador electivo por Murcia y, desde 1893, vitalicio. Pocos días antes de su muerte recibió la investidura de caballero del Toisón de Oro. 8 Co-editor de la Revista “Galicia”. 9 En el Nº 15 de 1863 se publicaron las dos primeras cartas. 10 En el Nº 7 de 1864 se publicaron las dos últimas cartas. 11 Aparecen recogidas en la página web de la Real Academia Galega. Hemeroteca. http://www.realacademiagalega.org/Hemeroteca/ArtigosPorNumero.do;jsessionid=BD92C53380A674842542D2D291AF909E?magazineId=galirevi&identifier=galirevi18640315&title=N.+6 12 Ver el correspondiente Apéndice donde se reproducen integras las citadas cartas. 13 Ver Apéndices documentales.

aclaradas, se produjo un altercado en la Hacienda norteña de Malambo14 entre los inmigrantes de nacionalidad española y los habitantes autóctonos peruanos. Como resultado, un español fue muerto y otros cuatro fueron heridos.

Informado sobre los sucesos, Hernández Pinzón que estaba de camino a San Francisco, California, volvió a Perú con la “Virgen de Covadonga”. La “Resolución” se le une desde Panamá un mes y cinco días más tarde. Según palabras de José “La Covadonga sale hoy para proteger los derechos atropellados de los españoles de la hacienda de Malambo.” A partir de ahí se interrumpen los relatos de García Boedo, probablemente al considerarse secretas las operaciones de la Escuadra.

El Almirante español pidió explicaciones e indemnizaciones, pero los peruanos pensaban que se trataba de un asunto interno. Después, el Gobierno en Madrid también exigió el pago de deudas originadas por la guerra de independencia enviando a Eusebio de Salazar y Mazaredo, con el título de Comisionado Real, para tratar con el Gobierno peruano. A Perú no le gustó nada el título de Mazaredo, pues un Comisionado era considerado un funcionario colonial y no un Embajador, que era el título apropiado para un enviado diplomático. Mazaredo que llegó a Perú el 1864 de marzo, intentó alcanzar un acuerdo con el Ministro peruano de Asuntos Extranjeros, Juan A. Ribeyro, sin éxito.

El 14 de abril de 1864, el escuadrón español se desplazó de El Callao hacia las islas de Chincha, la fuente mayor de fertilizante de guano peruano, buscando una contestación económica a las deudas que Perú se negaba a pagar. La pequeña guarnición peruana se rindió sin oponer casi resistencia y a 14 En algunos lugares aparece como Talambo.

Vista de la Escuadra española del Pacífico

las cuatro de la tarde, un grupo de 400 marinos españoles se apoderó de las islas, izó su bandera y llevó a las autoridades locales bajo arresto a bordo de la “Resolución”. La importancia de estas islas para Perú resultaba entonces vital. Casi el 60% de los gastos gubernamentales se cubrían con los beneficios del guano. España quiso usar las islas ricas como una herramienta para que se cumplieran sus demandas.

Los españoles también bloquearon con sus navíos el mayor puerto de Perú, creando una tensión que no tardaría en explotar. Durante la primera fase el Gobierno español del nuevo primer ministro José María Narváez no aprobó la acción unilateral tomada por Hernández Pinzón. Pronto cambió su actitud enviando cuatro buques de guerra más a reforzar la escuadra. Narváez también reemplazó a Pinzón por el Almirante Juan Manuel Pareja Trasero, Ministro anterior de la Armada que había nacido en Perú, y detestaba a “los rebeldes” pues su padre había sido muerto por ellos durante la guerra de independencia.

La escuadra española presente en ese momento, estaba integrada por dos fragatas de 36 cañones cada una, la "Blanca" y la "Berenguela", la fragata "Resolución" de 41 cañones, la fragata "Villa de Madrid" de 46 cañones y las goletas "Vencedora" y “Virgen de Covadonga”, de 4 cañones cada una.

José fue ascendido a finales de noviembre de 1864 a “Maestre de Víveres” de la “Resolución”, siendo asignado a la “Mayoría y Comandancia General de la Escuadra del Pacífico”

El Almirante Pareja llegó a Perú en diciembre de ese mismo año y comenzó unas intensas negociaciones diplomáticas con Manuel Ignacio, el representante especial del Presidente peruano. Las negociaciones concluyeron el 27 de enero de 1865, con un acuerdo preliminar firmado a bordo de la fragata “Villa de Madrid”. Sin embargo, la mayoría de la población rechazó el tratado al considerarlo humillante para Perú. El congreso no lo ratificó. Pronto explotó una revolución contra el Gobierno peruano.

El 17 de septiembre de 1865, el Almirante Pareja ancló su buque insignia, el “Villa de Madrid”, en Valparaíso y exigió que su bandera fuera saludada por 21 disparos de cañón. Bajo estas circunstancias los chilenos orgullosos se negaron a saludar a la bandera española y la guerra se declaró una semana después.

Para enfrentar este conflicto esencialmente naval, la Marina chilena contaba con sólo dos buques: la corbeta "Esmeralda" de 18 cañones y el vapor "Maipú", de 4 cañones.

Marinería española en la Isla Chincha

Leopoldo O´Donnell, recién nombrado primer ministro de España, le ordenó retroceder en sus acciones a Pareja. El Almirante español no disponía de tropas para intentar un desembarco, pero contradiciendo las órdenes decidió imponer un asedio a los puertos chilenos principales. Su plan era por completo grotesco, para controlar los miles de kilómetros del litoral chileno, Pareja habría necesitado una flota gigantesca y sólo disponía de un puñado de barcos. No obstante, el asedio al puerto de Valparaíso, causó un gran daño que incluso llevó a las fuerzas navales neutrales de Estados Unidos e Inglaterra a realizar algunas protestas.

El 8 de noviembre de 1865, el Presidente peruano Juan Antonio Pezet fue obligado a abandonar su puesto siendo reemplazado por su vicepresidente el general Pedro Diez Canseco, pero éste también intentó evitar el enfrentamiento con España, y el 26 de noviembre el general Mariano Prado, líder del movimiento nacionalista, lo depuso. Prado declaró su solidaridad inmediatamente con Chile y un estado de guerra contra España para restituir el honor nacional.

El 24 de noviembre recaló la corbeta chilena "Esmeralda" en Tongoy en busca de informaciones del enemigo. Su Comandante, el Capitán de Fragata Juan Williams Rebolledo supo que la fragata española "Blanca" estaba relevando en el bloqueo de Coquimbo a la goleta "Virgen de Covadonga", y que esta última zarparía a bloquear San Antonio. Rápidamente cambió sus planes y zarpó al sur para establecer una barrera entre Coquimbo y Valparaíso, a la espera del paso de la "Virgen de Covadonga", o cualquier otro transporte enemigo.

El adversario esperado fue avistado a las siete de la mañana del día 26 y la "Esmeralda" se aproximó con bandera inglesa, sin mayor dificultad. El Comandante de la goleta "Virgen de Covadonga", Luís Fery la confundió con una de las corbetas inglesas "Shearwater", "Colombina" o "Mutine", las tres muy parecidas entre sí. Pero precaviendo cualquier sorpresa tocó zafarrancho de combate, paró el andar de su buque y presentando su costado de estribor, esperó a la corbeta listo para romper el fuego.

A distancia apropiada, Williams Rebolledo ordenó cambiar el pabellón inglés por el chileno y rompió simultáneamente el fuego con toda la artillería de estribor que fue respondido por la "Virgen de Covadonga", iniciándose el combate. Los artilleros chilenos resultaron ser mejores. La nave enemiga recibió varios impactos en el casco y arboladura, hasta que un certero proyectil detonó en su cañón de popa, dejando fuera de combate a los 14 hombres que lo servían.

Ante esta situación, la "Virgen de Covadonga" trató de escapar, pero ya era tarde. La "Esmeralda" seguía su estela desde muy cerca, disparando con su cañón de proa, lo que llevó al enemigo a largar un calabrote para enredar sus hélices, que logró ser esquivado oportunamente con rápida evolución de la corbeta.

El Comandante Luís Fery de la "Virgen de Covadonga", optó por rendirse y así se lo comunicó a viva voz al Capitán de fragata Juan Williams Rebolledo, al tiempo que arriaba su pabellón. Sometida la goleta, Williams mandó a Manuel

Thomson Portomariño a tomar posesión de ella, llevando tripulación chilena para amarinarla.

Ya a bordo, Fery cedió el mando a Thomson, quien dispuso revisar las válvulas de fondo, por si se hubiera ordenado abrirlas. Efectivamente, ya había cuatro pies de agua en las bodegas y en el departamento de calderas el nivel casi llegaba a los fogones. Los ingenieros chilenos trabajaron intensamente en cerrar las válvulas, achicar el agua y dejar el buque en condiciones de navegar a puerto a efectuar reparaciones mayores.

Los prisioneros fueron el Comandante Fery, seis oficiales y 110 tripulantes. Entre los españoles hubo dos muertos y catorce heridos, según el parte de Williams. Según el parte español el número de muertos y heridos fue de veintiséis. En la "Esmeralda" no hubo ninguna baja.

Pese a la abismal y desproporcionada debilidad chilena en el mar, se había desarrollado una exitosa acción ofensiva contra una unidad de guerra española, que resultó capturada y pasó a engrosar su pequeña Escuadra, como su tercer buque.

La desobediencia al Gobierno español del almirante Pareja le había llevado a crear un conflicto del cual era muy difícil salir airoso. Las tripulaciones de las naves estaban desmoralizadas. Sólo faltó la captura del “Virgen de Covadonga” por parte de la marina chilena. El 25 de noviembre el cónsul de Estados Unidos ironizó sobre el hecho ante el almirante. Pareja sufrió un derrumbamiento nervioso. Era demasiado para él. El “Virgen de Covadonga” era el segundo buque de guerra perdido por España en las aguas del enemigo, después de la destrucción del “Triunfo” hacía un año por un incendio accidental. Al día siguiente Pareja se vistió con su uniforme de gala, se tumbó en su cama, y se disparó un tiro en la cabeza.

El día 5 de diciembre de 1865, Chile y Perú firmaron una alianza para luchar contra España. El tratado se ratificó el 12 de enero de 1866. Sólo dos días más tarde Perú declaró la guerra a España. Inmediatamente un escuadrón de la armada peruana bajo el orden de Capitán Lizardo Montero, compuesto por las fragatas de vapor “Amazonas” y el “Apurimac”, navegaron hacia Valparaíso para unirse a la flota chilena, decidiendo esperar allí el arribo de los nuevos blindados "Huáscar" e "Independencia" antes de iniciar operaciones ofensivas contra la flota española. Unos días después llegaban también las corbetas "Unión" y "América” para unirse a la flota.

Una vez allí la flota aliada se puso bajo las órdenes del almirante chileno Manuel Blanco Encalada, un viejo y eficaz lobo de mar.

Muy pronto las noticias que circulaban por Europa alcanzaron las aguas españolas y el temor comenzó a recorrer el país. Perú había comprado dos nuevos poderosos barcos a Inglaterra y se afirmaba que se dirigían hacia el puerto de Cádiz con intención de atacarlo. Igualmente temían las hostilidades contra sus buques mercantes que navegan en las aguas internacionales. Para prevenir tales acciones Madrid mandó al Atlántico a la fragata “Gerona”.

Cerca de Madeira, capturó a un crucero chileno construido en Inglaterra, y que viajaba en secreto bajo el nombre de “Cantón.” Los españoles lo renombrarán

“Tornado”. Mientras tanto, los buques de guerra peruanos capturaban tres transportes españoles cerca de las costas de Brasil y Chile enviaba al vapor “Maipú” al Estrecho de Magallanes a interceptar los transportes españoles "Odessa" y "Vascongadas".

Lejos de su patria los barcos españoles, rodeados por un enemigo que dominaba y conocía mejor las aguas de la zona, sin posibilidades de recibir refuerzos y con pocas perspectivas de abastecimiento, parecían condenados a la destrucción y sus marinos a una muerte segura. Para más problemas, Estados Unidos e Inglaterra, con sus barcos en las proximidades, veían esta guerra entre hispanos como una buena oportunidad para sacar su tajada. Con ambas flotas diezmadas nada se interpondría para dominar a Chile y Perú. Nadie esperaba la reacción española al mando de su nuevo jefe, el capitán Casto Méndez Núñez, y la intervención de la nave más poderosa de su tiempo; la fragata blindada “Numancia”.

Ésta partió para unirse a la Escuadra del Pacífico realizando una travesía considerada imposible hasta entonces. Valgan los ejemplos del fracaso de Francia en su intento de desplegar un acorazado en el Golfo de México, o el del buque blindado inglés que no llegó a salir del Canal de la Mancha. El gobierno español consideró necesario el despliegue del “Numancia” en el Pacífico para apoyar al resto de la escuadra, no siendo una decisión por parte española tomada a la ligera.

Se formó una comisión que estudió desde los pertrechos, a la climatología, las corrientes marinas y las condiciones marineras de la fragata, al igual que la decisión de darle el mando al capitán Casto Méndez Núñez, uno de los hombres con más aptitudes y competencia del momento en la Armada Española.

En el interín, el recién ascendido Capitán de Navío Juan Williams Rebolledo, con la corbeta "Esmeralda", la goleta "Covadonga" y el vapor "Maipú", habían organizado el Apostadero Naval de Abtao, en Chiloé, en dos ensenadas colindantes a la isla del mismo nombre, ubicada en la ribera norte del canal Chacao. Para este efecto, se artilló la isla y se contrató al constructor naval Juan Duprat para que montara una maestranza capaz de carenar y reparar las naves de las naciones aliadas.

Pocos días más tarde se produjo un incidente naval en Abtao entre las dos flotas durante el que hubo un duelo artillero que duró casi dos horas. Se intercambiaron entre los adversarios unos 2.000 tiros, sin resultados decisivos, porque las naves españolas no se animaron a acortar la distancia, ya que implicaba para ellos un riesgo serio de varar por desconocimiento detallado de la hidrografía de Abtao.

El “Numancia” el buque más poderoso de su tiempo

Finalmente las naves españolas optaron por retirarse hacia Valparaíso. La versión chileno-peruana de esta batalla informa que "la fuerza aliada había triunfado en el rechazo de las naves atacantes". La versión española cuenta de "la derrota de las fuerzas aliadas, obligándolas a retirarse hacia aguas poco profundas para evitar su total destrucción".

La guerra con Chile no obedecía a objetivo político español alguno, sino más bien a la represalia de un Almirante ya desaparecido. Adicionalmente, había redundado en que Perú, Ecuador y Bolivia (países que también se habían unido a la coalición) le hubiesen declarado la guerra a España. La situación de la escuadra española se tornó casi insostenible ya que se encontraban privados de toda posible posición para apoyo logístico de las naves cerca del teatro de operaciones. Faltaban el carbón, los víveres y hasta el cebo para las máquinas. Desde otro punto de vista, el bloqueo comercial no había surtido el efecto esperado, dados la extensión del litoral chileno, los numerosos puertos y el escaso número de naves disponibles para ejecutarlo.

Además, en pocos días arribarían a Chiloé los buques peruanos, el monitor "Huáscar" y la fragata blindada "Independencia" para sumarse a la Escuadra aliada, que con este significativo aporte, quedaría en condiciones de operar ofensivamente en el Pacífico. Estos elementos de juicio aconsejaban la retirada. Pero, no se habían obtenido en el mar éxitos de resonancia o trascendencia suficientes como para considerar cumplida la mentada represalia a la nación chilena, que originó el conflicto.

Enfrentado a esta disyuntiva de cursos de acción contrapuestos, el jefe español resolvió la retirada, bombardeando antes la ciudad y el puerto de Valparaíso. Para ello notificó el día 27 de marzo al Gobernador de la plaza, que cuatro días más tarde bombardearía la ciudad, pidiéndole que se izaran banderas blancas en hospitales, iglesias y establecimientos de beneficencia.

Estaban surtas en la bahía las escuadras inglesa y norteamericana. La primera al mando del Almirante Denman y la segunda al mando del Comodoro John Rodgers. El Encargado de Negocios de Inglaterra Mr. Taylor Thomson no autorizó la intervención de la escuadra inglesa para impedir el bombardeo, pues ello significaba un combate entre ambas fuerzas navales. El Comodoro Rodgers al conocer el pronunciamiento de los ingleses, no se atrevió a intervenir. Entonces el Cuerpo Consular en pleno, hizo inútilmente una visita al Almirante Méndez Núñez, indicándole la esterilidad de su acción y la reprobación mundial y el baldón que España sufriría por ello.

Poco antes del inicio del bombardeo a Valparaíso, ambas escuadras extranjeras zarparon, dejando abandonada a su suerte a la ciudad. El día 31 de marzo, con las fragatas "Numancia", "Blanca", "Villa Madrid",

Baterías de cañones, se observan las grandes banderas Peruanas que sirvieron para la puntería Española

"Resolución" y "Vencedora", el Almirante Méndez Núñez bombardeó el primer puerto chileno durante tres horas.

Las 2.600 bombas y granadas disparadas causaron daños avaluados en 14.733.700 $ de la época. Acusado de atacar una ciudad sin apenas defensas, el jefe de la flota española se dirigió a El Callao, la plaza costera más fortificada que disponía el enemigo, y el dos de mayo Méndez Núñez se preparó para atacar. Sus enemigos pensaron que el almirante español sufriría una terrible derrota. En El Callao se encontraban 96 cañones, ocho de estas piezas de artillería eran de 500 libras y seis de 300. Los barcos atacantes disponían de 245, siendo el calibre más grande de 68 libras, pero únicamente podían ser usados la mitad debido a que estaban montados a los costados de las naves.

El combate comenzó a las 11 de la mañana. Tras seis horas de duelo artillero la flota española consiguió una victoria completa. Cuando terminó el combate, sólo tres piezas peruanas seguían disparando, la torre blindada de defensa había sido destruida y el ministro de guerra peruano había muerto. En el bando español sufrieron daños las naves “Berenguela”, “Villa de Madrid” y “Almansa”. Murieron 43 marinos y 157 resultaron heridos, entre ellos el propio Méndez Núñez. Las bajas exactas por parte peruana nunca se conocieron.

La fragata “Numancia” arrasó cualquier objetivo de los que se le fijaron. En su afán por acortar distancias llegó a encallar sin dejar de abrir fuego, recibiendo más de 50 impactos que no consiguieron traspasar su blindaje. La nave más poderosa del mundo resultó invulnerable. Tras este bombardeo inútil la flota española partió el 10 de mayo. El “Numancia” se dirigió junto con otras unidades hacia Filipinas y no hubo más combates. En cambio la “Resolución”, único barco superviviente de la inicial campaña del Pacífico, fue autorizada a volver a España bordeando el Cabo de Hornos, acompañada de las fragatas “Villa de Madrid”, “Blanca” y “Almansa” en una penosa y peligrosa travesía. Los barcos llevan demasiado tiempo lejos de su tierra y han sufrido averías en la lucha. Queda todavía el largo camino con todas las precariedades y privaciones, mal equipados y alimentados, en desventaja para enfrentar las borrascas de la región antártica y "el rigor del invierno, cuando el sol no alumbra más que seis de las veinticuatro horas del día natural, las desoladas tierras del Cabo de Hornos, extremidad del mundo de Colón"15.

15 Fery, A. Viaje de Regreso de la Resolución. Madrid, Ediciones de la Imprenta de Fortanet, 1882.

Torre blindada de El Callao. A la izquierda el Ministro de Defensa que fallecería en el bom- bardeo.

Tras múltiples peripecias, incluyendo la perdida del timón y un incendio a bordo, y después de haber perdido el contacto con el resto de buques de la flotilla, la “Resolución” arriba el 27 de junio de 1866 al puerto neutral de Port Stanley, en las Islas Malvinas, del que zarpan hacia Río de Janeiro, Brasil, donde llegan agotados ya los recursos y las fuerzas, y donde se proveen de alimentos y medicamentos, recuperando energías mientras se reparaban las averías de la fragata. Allí se reencuentra con el resto de la Flota y acompañado de la urca “Trinidad” emprende regreso a la península, con destino el puerto de Cartagena, a donde ha sido asignada. Finalmente a las cinco de la tarde del último día de 1866, José arribó al puerto de Cartagena, donde le espera ansiosa Lola, tras estar cuatro años separados, más del doble de lo inicialmente previsto. Allí la ciudad les hace un recibimiento apoteósico que se prorroga varios días16. El año 1866 quedó para siempre grabado en la memoria de los tripulantes de la “Resolución” pues en el vivieron, en palabras del compañero de García Boedo el guardiamarina Alejandro Fery y Torres: “el bombardeo de Valparaíso; al combate del Callao; las alarmas nocturnas en aquellos dos puertos; los temporales del cabo de Hornos; los eternos nueve días pasados sin timón en tan furiosos mares; el escorbuto que diezmaba nuestra gente sin medios con que poderlo combatir; un conato de rebelión y un principio de incendio, todo cupo dentro de aquel, que, parodiando a Víctor Hugo, podremos llamar año terrible”. Una vez en España continúa enrolado como “Maestre de víveres sin abonos” en la misma fragata “Resolución” que el día 2 de enero entra en el arsenal, para ser reparada. En febrero de 1867 obtuvo una licencia de seis meses que le correspondía como a todos los que habían participado en la Guerra del Pacífico, que aprovecha para reponerse de un “catarro pulmonar crónico”. Durante estos meses se traslada a La Coruña, no sabemos si acompañado de Lola, para ver a su familia y darles a conocer la noticia de su próxima boda. Al su regreso de Galicia, se casan el día 9 de mayo de 1867 en la Capilla del Cristo Moreno de la Antigua Catedral de Santa Maria de Cartagena. Ella estaba a punto de cumplir 22 años y él acababa de cumplir los 26. En agosto de ese año se reincorpora a la “Resolución” en la que permanece dos años más, residiendo durante todo este tiempo en Cartagena. En junio de 1868 nace su primera hija Trinidad, y un año más tarde el segundo, al que ponen por nombre Félix. 16 Ver una descripción detallada en el libro de Alejandro Fery y Torres “Viaje de regreso de la “Resolución” pág 91-96.

Imagen original del Cristo Moreno, también conocido como Cristo del Socorro, ante el que se casaron José y Mª Dolores en 1867 . Fue destruido en 1936, al inicio de la Guerra Civil, junto con el retablo de la Capilla

Maestría en la fragata “Zaragoza” en Cuba y Guerra del Cantón España, inmersa en la renovación de su flota vio pronto la oportunidad de recuperar su prestigio naval y acometió el esfuerzo de construir una imponente flota de fragatas que la convirtió en la cuarta potencia naval del mundo. En 1859 y 1860 se destinaron 170 millones de pesetas a la reconstrucción de la Armada. El resultado fue una flota de tres fragatas blindadas, 11 fragatas de hélice y 12 corbetas de vapor construidas en los astilleros españoles y tres fragatas blindadas construidas en astilleros extranjeros, además de los correspondientes transportes y buques menores. El resultado de ellos fue una de las flotas más poderosas y equilibradas que ha tenido España.

La fragata acorazada “Zaragoza”, empezó a construirse en 1867 en Cartagena. Tenía el casco de madera, protegido por una coraza de hierro de 12 cm. cubriendo el casco desde la cubierta alta hasta 1,20 m. por debajo de la línea de flotación. Sus dimensiones eran: eslora 82 m; manga 16 m; puntal 7,56 m; calado 7,25 m. Desplazaba 5.620 toneladas, alcanzando una velocidad de 11 nudos gracias a sus motores de 800 HP. nominales y 3.200 indicados, alimentados por carbón. Su dotación era de 536 hombres, con un armamento de: 4 cañones lisos de 28 cm, 3 cañones lisos de 22 cm y 14 cañones lisos de 20 cm. en la batería. Su construcción se basó en el diseño de la “Arapiles”, por lo que podría decirse que era casi gemela de ésta. Su primer destino fue el puerto de El Ferrol, donde permaneció hasta agosto de 1868. Incorporada a la flota de Cádiz, intervino en la Revolución de 1868. Formaba parte de la Escuadra del Mediterráneo y acompañó al General Prim por su costa sublevando guarniciones, hasta que recaló en el puerto de Tarragona donde desembarcó el general.

Imagen de la Fragata acorazada “Zaragoza”

José se incorpora a dicha fragata el 1 de septiembre de 1869 como “Maestre de víveres”. El 29 de octubre de 1869 parte desde Cartagena hacia Cuba, al ser transferida la “Zaragoza” a la flota de las Antillas. Con toda seguridad le acompañó su familia, pues existe17 un retrato de su hija Trinidad hecho en La Habana durante esos años. Era un momento complicado pues el año anterior había empezado en la isla la primera insurrección armada contra la metrópoli. La coyuntura económica y política en la península también era muy delicada, con la guerra carlista en pleno apogeo, un país agrario y atrasado, y enfrentamientos constantes entre radicales y republicanos. Tras la abdicación del trono de Amadeo de Saboya, se proclama el 11 de febrero de 1873 la Primera República Española. Se inicia con un gobierno presidido por Estanislao Figueras, que fue presidente del Gobierno pero no de la República, al frente de una coalición de radicales y republicanos. Los radicales eran partidarios de la unidad de la nación mientras que los republicanos abogaban por una República Federal. De este modo se llegó a la ruptura de la coalición de gobierno y a la convocatoria de elecciones en mayo de 1873, en la que los republicanos obtuvieron la mayoría. Pero dentro de las filas republicanas existían tres facciones, la conservadora, la izquierdista y la de centro, con ideas claramente enfrentadas. En esta situación, no se llegó a ninguna postura común y sí al contrario, al abandono de las Cortes de la facción más intransigente de los republicanos,

17 En poder de Maria Dolores Beltrí Carreño, bisnieta del marino.

Fotografía de la Fragata “Zaragoza”

que pretendía un estado federal, mediante la revolución desde abajo, ya que desde el gobierno no era posible. Este fue el detonante de las sublevaciones cantonalistas que se extendieron por gran parte de España (Valencia, Sevilla, Alicante, Cádiz, etc...) siendo su momento más épico la ocurrida en Cartagena a cargo de Antonio Gálvez Arce, conocido como Antonete Gálvez. La familia García Boedo, que está viviendo en Cuba desde hace casi cuatro años, recibe las noticias que están ocurriendo en la península con preocupación, pues aunque Lola y sus pequeños hijos Trini y Félix estaban con él, la mayor parte de la familia de ella, incluidos sus padres, seguían residiendo en Cartagena. El día 12 de julio de ese año la Junta Revolucionaria del Cantón de Cartagena nombra a Antonete Comandante General de todas las tropas acantonadas en la ciudad, que en ese momento se compone de lo mejor de la Armada y no pocos pertrechos de armamento. Se apodera del arsenal y del puerto donde estaba estacionada la mayoría de la flota española, y con arengas inflamadas, consigue que se una a la causa cantonalista la marinería de los buques de guerra. Inicia con la flota una serie de viajes de proximidad a varias ciudades costeras para solicitar el apoyo de las mismas. Así acude a Mazarrón, Águilas, Alicante, Torrevieja o Vera y cumplimenta a las autoridades de estas ciudades solicitando fondos para la causa. También lo intenta con ciudades del interior, acudiendo a Lorca y Orihuela, pero con escaso éxito, sobre todo en la primera que no recibe con agrado la visita de dos mil soldados cantonales, abandonando las autoridades la ciudad, y no permitiendo el Obispo Landeira, que residía en Lorca, ser cumplimentado por Gálvez. Mientras tanto el General Martínez Campos sitia la ciudad, y comienzan a surgir las deserciones de políticos y militares del Cantón, como Roque Barcia o los militares Ferrer, Pernas y Carreras.

La fragata "Méndez Núñez" (anteriormente “Resolución”) y al fondo la "Elisabet”

Estos contratiempos lejos de desanimar a Gálvez le hacen envalentonarse más y realizar actos irresponsables como el enrolamiento de presidiarios para actuar de filibusteros. El Gobierno reacciona intentando rehacer la flota y para ello, entre otras medidas, ordena a la fragata “Zaragoza” regresar a la península para incorporarse a la escuadra gubernamental, en la lucha por someter a los sublevados18. La situación es dramática para José pues su buque se apresta para participar en los ataques contra Cartagena. Tampoco debemos olvidar que José era partidario de los cantonales, tal como parece deducirse de sus apuntes. En mayo, y antes de que la fragata partiera hacia la península consigue desembarcar “por enfermo” en La Habana. Inmediatamente él y su familia se embarcan hacia La Coruña. A primeros de octubre de 1873 José y Lola, acompañados de Trinidad19, realizando el viaje desde La Coruña, vía Lisboa, Badajoz y Manzanares, hasta la ciudad de Murcia.

En octubre la escuadra centralista, al mando del Contralmirante Chicarro, reforzada con la fragata “Zaragoza”, que ya había regresado de Cuba, intenta el bloqueo del puerto. José se embarca inmediatamente, y de forma voluntaria, sin querer percibir sueldo, a la fragata “Vitoria” como “Escribiente de la Comandancia General de la Escuadra de operaciones sobre Cartagena” participando en el combate del día 11 contra la Escuadra Cantonal.

18 Al término de la guerra del Cantón fue destinada a la Escuadra de Instrucción. En 1892 se la dio de baja y fue desguazada en 1897. 19 De sus notas se desprende que el pequeño Félix no estaba con ellos. Es posible que hubiera quedado en Galicia al cuidado de la familia de José.

Fragata “Vitoria” en la que se embarca José durante la Guerra del Cantón

Los barcos de Chicarro cruzaban sin cesar frente a Escombreras; pero el bloqueo no era de gran eficacia porque de noche, sin luces, entraban embarcaciones menores que mantenían en regular abundancia el abasto de la ciudad. José desembarca, probablemente en busca de noticias sobre la familia de Lola el 18 de octubre, tras haber permanecido en la flota apenas 15 días. La respuesta de Madrid a esta sublevación fue una masacre, el gobierno central mandó sus mejores generales con sus muy bien armadas tropas a tomar Cartagena, llegando a lanzar sobre la amurallada ciudad 1.200 proyectiles al día. Como consecuencia, miles de muertos caen sobre las calles y sólo 27 edificios quedaron ilesos en toda la ciudad. En diciembre de 1873, el General López Domínguez sustituye a Martínez Campos en el asedio de Cartagena, cuando las desavenencias y las traiciones están a la orden del día en el bando cantonalista. El día 14 de ese mes fallece la madre de Lola, Ginesa Rafaela Mora Aragón como consecuencia de los bombardeos a los que está sometida la ciudad. El 4 de enero de 1874 se produce el golpe de estado de Pavía, que promete a los militares sublevados el perdón y el reingreso en la carrera militar a los que se entreguen. En esta situación insostenible, entra en Cartagena el 12 de enero el General López Domínguez, mientras Antonete Gálvez con más de mil hombres logra salvar el cerco a bordo de la "Numancia", y pone rumbo al exilio en Argelia

Estragos en la Plaza de la Merced

Finalmente José y su familia pueden entrar en la ciudad observando los enormes destrozos producidos, que con toda seguridad también habrían afectado a su hogar. Allí reciben la fatal noticia del fallecimiento de la madre de Lola. Poco a poco la familia va rehaciendo su vida. José se incorpora al Arsenal de nuevo como “Maestre de víveres”, permaneciendo allí destinado sólo unos meses. En septiembre de ese mismo año nace su tercera hija Antolina.

Maestría en la corbeta “Ferrolana”

El 20 de junio de 1874 solicitó la Maestría de la corbeta “Ferrolana”, buque escuela de Guardiamarinas, que va a partir de La Coruña, debiendo trasladarse a El Ferrol. José conocía bien el barco, pues no en vano estuvo destinado allí al principio de su carrera. En 1876 sabemos que la corbeta repostó víveres en Lisboa. Permaneció enrolado en este buque durante siete años, aunque pensamos que no llegó a estar en Ultramar, a pesar de que hay referencias de que el buque estuvo destinado al Apostadero de La Habana20. Debe ser este el momento, relatado años después por sus descendientes, en el que al desembarcar procedente de lugares lejanos21 trajo consigo una cómoda en la que uno de sus cajones está lleno de monedas de oro, con las que se compró un huerto en la zona denominada “Quitapellejos”, en el barrio extramuros de Cartagena denominado de la Concepción. Estaba situado a la altura de los nº 68 y 70 de su calle Mayor. Lo cercó y construyó una casa a la que se trasladó a vivir la familia. De esa época es una curiosísima carta a su hermana Josefa dándole instrucciones para que haga un viaje desde La Coruña a Cartagena, con objeto de que se vaya a vivir con ellos, cosa que no se sabe si finalmente ocurrió22. En julio de 1876 nace su cuarta hija llamada Alejandra, en junio de 1878 el quinto Pelayo, en noviembre de 1879, el sexto, Patrocinio, que fallece apenas tres meses más tarde.

20 Ref. Manuel Díaz Iglesia. 21 La familia menciona Cuba. 22 Ver Apéndices, donde se reproduce íntegramente la mencionada carta.

Crucero sobre la costa oeste de África del navío “Reina Isabel II” y la corbeta “Ferrolana”

En 1880 también solicitó la maestría de la “Aragón” que no le fue concedida, pero en cambio si obtiene en 1881 la del crucero de 2ª clase “Velasco”, debiendo trasladarse en octubre de ese año a El Ferrol.

Primera etapa en Filipinas a bordo del crucero “Velasco” El “Velasco” había sido construido ese mismo año en los astilleros “Thames Iron Works” en Blackwall, Inglaterra. Desplazaba 1.150 toneladas y sus dimensiones eran: 64'0 x 9'7 x 3'9 metros. Estaba propulsado por 4 calderas, 1 máquina alternativa, 1 hélice, 1.500 CV además de 1.132 m2 de vela, llegando a desarrollar 14 nudos. Tenía una tripulación de 180 hombres. Como armamento: disponía de 4 cañones Hontoria de 120 mm, 2 cañones de desembarco de 70 mm, 4 ametralladoras, 2 tubos lanzatorpedos. Al mando estaba el Teniente de Navío de 1ª clase era D. José Morgado23. José permanece en El Ferrol hasta que ese mismo año parte la tripulación hacía Londres, vía París, para hacerse cargo del barco. Una vez repostados víveres el crucero zarpa el 3 de diciembre hacia Filipinas en compañía del “Gravina”, que también se había construido en Inglaterra, a donde llegan a mediados de 1882, tras tocar en el puerto de Adén, Yemen, en el mes de marzo. García Boedo estuvo enrolado en el “Velasco” entre 1882 y 1883 como “Maestre de víveres” con base en Manila (Filipinas). En junio de 1882 pidió una licencia de dos meses para curarse de reumatismo. También padeció allí de gastritis. A bordo de este barco visitó diversos lugares del Pacífico, entre ellos

Zamboanga en 1882, donde repostan víveres y Hong-Kong en febrero de 1883. 23 Este barco fue uno de los que se perdió en Cavite el 1 de mayo de 1898.

Crucero de 2ª clase “Velasco”, cuya maestría le fue concedida en 1881

De mediados de marzo es uno de las pocas fotografías conocidas del marino, realizada en ese puerto por un chino llamado Alfong, que le cobró 5 $ por una docena de retratos a los que hubo de añadir “5 reales por iluminar cada uno”. También parece desprenderse de sus apuntes que pudo visitar Singapur, las Islas Marianas y las Carolinas.

Licencia de la Armada en Cartagena En enero de 1883 pide la licencia para curarse del reumatismo que padece, desembarcando en Manila en abril de ese mismo año con permiso para regresar a la península, partiendo con destino a Cartagena de forma inmediata. Una vez allí vende su casa de la calle Concepción nº 43 de Cartagena por 1.500$24, ignorándose su ocupación a partir de entonces, aunque bien pudo ser su huerto de “Quitapellejos”.

En mayo de 1884 nace su séptimo hijo Bonifacio que fallece al día siguiente de nacer. En diciembre de ese año manifiesta en una instancia al Intendente de Cartagena “que ya se halla bueno y en disposición de embarcar, para que lo tuviera presente”. No obstante en marzo de 1895 pide la licencia de la Armada25. Un mes después nace su octavo hijo Luís Gonzaga que fallece con apenas 9 meses de edad. En julio de 1896 acude junto al médico titular y otros vecinos del Barrio de la Concepción, así como los Médicos militares a auxiliar a

24 Creemos que el símbolo $ lo usaba para indicar “duros”. 25 En sus propias palabras “La blanca”

Vista del los huertos de “Quitapellejos” hacia 1872. Al fondo se aprecia el Puerto y el Arsenal donde trabajaba José.

los heridos que se produjeron como consecuencia de la explosión casual de varios proyectiles en el fuerte de la Atalaya, como se recoge en nota manuscrita de agradecimiento de la Alcaldía de Cartagena. No debieron irle muy bien sus negocios particulares, pues el 17 de marzo de 1887 se reincorporó de nuevo a la Marina como “Guarda de almacén de 3ª Clase” en Cartagena, haciéndose cargo 3 días más tarde del “Almacén de Reconocimientos”.

Segunda etapa en Filipinas como “Guarda de almacén” El 13 de julio de 1888 asciende a “Guarda de almacén de 2º Clase”26, siendo destinado a Cavite (Filipinas) el 26 de ese mismo mes para relevar al ”2ª Clase” de la “1ª Agrupación, 2ª Subdivisión” D. José Romero. El 26 de septiembre entrega el “Almacén de Reconocimientos”. Embarca solo hacia el archipiélago en el barco “Sª de Mindanao”, llegando a Manila el 21 de diciembre de ese mismo año. Una vez en dicha ciudad, se hace cargo del mencionado destino el día 3 de enero de 1889. Es una época triste y de penuria para la familia García Boedo que tiene arrendado su huerto de “Quitapellejos” que sólo le había dado dolores de cabeza pues “si se deduciera mi jornal- decía José en sus notas- y el trabajo de dos mujeres en aviar el jazmín y demás flor, sólo una peseta diaria queda, que no llega para pagar la renta que el huerto produce en arriendo”. Son unos años duros para José que añora a su familia, especialmente a Lola. En sus apuntes aparecen diversos cálculos como en los que estima que sólo puede ahorrar 14 pesos al mes de los 37½ $ 27 de su sueldo, y los de “Demostración de lo que me costaba sostener fuera de mi la familia, y lo que ahorraría llevándola a Filipinas, quedando Trinidad casada, Isabel con ella, y Pelayo en una tienda de comercio” calculando que ahorraría 18 $ al mes, y acaba diciendo “Recordando lo que se come en casa de Cazón, de Guillén y otras casas de poco pelo como ellas, lo záfio y cochinos que son los indios para guisar y para todo, y la tristeza de la vida en Cavite; pocos serán los que sabiéndolo, se atrevan a vivir allí”. Por si fuera poco, llegan noticias desde Cartagena dando la noticia de que su hijo Félix, que también ha optado por ingresar en la Armada y está destinado también en Filipinas, ha sido padre de un niño, bautizado como Felicito, fruto de una relación con una chica soltera de Cartagena llamada Catalina Méndez Martínez. En abril de 1890 se suprime el cargo que ocupa, debiendo entregarlo el 15 de abril por “reforma del personal”. José embarca en Manila con destino a la península el 22 de ese mismo mes en el Correo Vapor “Isla de Panay”. Este barco de 3.484 toneladas de registro bruto, había sido construido en 1882 para la flota de la “Compañía de Tabacos de Filipinas”, que realizaba el servicio a las Islas Filipinas. En 1884 fue comprada por la “Compañía Trasatlántica Española” y siguió en la misma línea28. Desembarca en Cartagena el 30 de mayo, tras tocar en Singapur, Colombo, Adén, Port Said, Malta, Barcelona y Valencia.

26 Categoría equivalente a Oficial. 27 $ Duros 28 El “Isla de Panay” embarrancó y se perdió en las costas de Fernando Póo el 7 de diciembre de 1929.

Su hijo Félix que había embarcado en el crucero “Aragón” el día 1 de abril, desembarca en Cartagena “por enfermo” el 12 de junio, para casarse de forma inmediata con Catalina.

Imagen del “Isla de Panay”, barco en el que regresó a Cartagena en 1890, tomada en Port Said

De nuevo en Cartagena en la 4ª Sección del Arsenal Una vez en Cartagena queda en expectación de destino hasta que es nombrado para la “4ª Sección de la 2ª Subdivisión” del Arsenal de Cartagena, tomando posesión el 1 de julio de 1890. En la ciudad departamental compagina su trabajo en la marina con la atención del huerto de “Quitapellejos” donde se dedica a criar gallinas, pollos y conejos, así como a cultivar flores: rosas, clavellinas, claveles, jazmines y otras muchas que vende en Cartagena29. No obstante el negocio familiar es ruinoso y apenas da para pagar la renta. En 1892 solicita ir voluntario de nuevo a Filipinas alegando que “había sido uno de los que de allí regresaron en 1890 por exceso de personal”, solicitud que no le es aceptada. Ese mismo año, concretamente el 7 de julio, fallece en La Coruña su padre Jorge Garcia Barreyro a los 72 años de edad. En 189330 su hija mayor Trinidad se casa con un empleado primo hermano suyo llamado José Carreño Gómez31, administrador del político D. Justo Aznar, estableciéndose en la Calle del Alto nº 2.

29 Ver Apéndices. 30 No se sabe la fecha concreta. 31 Mis bisabuelos.

Vista de Cartagena hacia 1895

Segunda etapa en Cuba como “Guarda de Almacén” Permanece en Cartagena hasta que es nombrado para el Arsenal de La Habana (Cuba) el 7 de febrero de 1893, en sustitución de D. Aureliano Cuñado y Álvarez, entregando el cargo el 13 de abril de ese año. Embarca también solo en el Vapor-correo “Antonio López” el 30 de ese mismo mes desde Cádiz, llegando a La Habana en 14 de mayo

El “Antonio López”, construido en 1881 por la “Denny and Bross”, Dumbarton, Escocia, para la “Compañía Transatlántica Española” perteneciente al Marqués de Comillas, fue el primer buque español con casco de acero y uno de los primeros del mundo dotado de luz eléctrica. Este tipo de navío de vapor y vela, de 1 chimenea, 3 mástiles y de 6,400 toneladas, será el típico trasatlántico español usado en la segunda mitad del siglo XIX. El casco del barco, que medía unos 113 metros de largo, estaba pintado de negro con una franja roja en la parte superior. La chimenea era de color gris plomo. Su tripulación estaba compuesta por 74 hombres, entre oficiales y marinos, además de 1 médico, 1 practicante, 1 enfermero y 1 capellán. Transportaba unos 250 pasajeros de 1ra a 3ra clase, carga y correo. Contaba con pisos de mármol, mamparas y techos interiores en maderas exóticas, luz eléctrica, agua caliente y máquina de hacer hielo. Una vez en La Habana, José toma posesión de los “Almacenes de Reconocimientos, Recepción y talleres cerrados” como “Guarda de Almacén de 2ª Clase” el día 19 de mayo.

Vista del Vapor-Correo “Antonio López” en el que García Boedo se traslada desde Cádiz a La Habana

Para intentar mejorar su situación económica una vez instalado en la capital de la “Gran Antilla”, solicita al Círculo recreativo e instructivo “El Centro gallego” el profesorado para las clases de primeras letras y de caligrafía que el centro trataba de organizar, sin obtener respuesta alguna. También publica durante ocho días el siguiente anuncio en el “Diario de la Marina”: “Los Sres propietarios, Títulos o personas que necesitarían un auxiliar para trabajos cursivos de escritura y redacción, con irreprochable ortografía, pueden servirse de un Escribiente de letra sobresaliente de mérito, que trabajaría de 2 a 5 de la tarde ó de 7 á 10 noche. Buenas referencias y pruebas. Darán razón en esta redacción.”, sin que diera resultado alguno, ni tampoco otro que puso más adelante. En julio de 1894 nace su segundo nieto. Se trata de la primera hija de Trinidad a la que llaman como a su madre. En septiembre de ese mismo año su hijo Pelayo se emancipa, aliviando la carga familiar. En abril de 1896 nace el segundo hijo de Trinidad, Enrique Patrocinio, que apenas vive un año. Permanece en Cuba hasta su cese entregando los citados “Almacenes” el 15 de noviembre de ese mismo año, tras haber obtenido expectación de licencia para venir a la península por enfermedad. La tristeza por el fallecimiento del pequeño Enriquito se ve compensada por el nacimiento de otro hijo de Trinidad unos meses más tarde, al que también ponen de nombre Enrique Eugenio.

Anuncio del Vapor Correo “Antonio López”

Los últimos años en Cartagena En Cartagena se recupera a duras penas de sus males. Son meses en que la preocupación invade a la familia, pues su hijo mayor Félix está ahora destinado en Cuba, como maquinista a bordo del acorazado “Cristóbal Colón”. Allí la situación está cada vez peor y la guerra con Estados Unidos es inminente. Este barco, el más moderno y veloz de la flota española, había sido enviado a Cuba a pesar de que todavía no tenía instalados sus cañones. Para disimularlo se colocaron unos de madera. Finalmente ocurre el desastre de la escuadra del Almirante Cervera. En la batalla de Santiago de Cuba el buque consigue atravesar las líneas enemigas, siendo hundido por sus propios tripulantes antes de dejarlo caer en manos de los americanos. En la batalla Félix es herido perdiendo la vista. Meses después regresa como un héroe a Cartagena. El Ayuntamiento decide poner su nombre y la de otro superviviente de la catástrofe apellidado Núñez, a una calle ubicada cerca de su casa en “Quitapellejos”32. Ante la nueva situación familiar a finales de 1898 se vuelve a presentar en el Arsenal, concediéndosele cuatro meses más de licencia. No llega a cumplir todo el periodo de licencia, puesto que se reincorpora el 9 de abril de 1899, renunciando al resto de días que le correspondían. Su destino ahora va a ser el de ayudante del “Guía almacén Mayor” para la “1ª Sección del Almacén general” hasta el 12 de noviembre de ese mismo año. Su voluntad era cumplir al menos 20 años de servicio en Ultramar para recibir la correspondiente pensión y poder añadir a la jubilación por 35 años de servicio en la Armada. Por desgracia apenas va poder disfrutar de su bien merecida jubilación puesto que va a fallecer el día 12 de marzo de 1900 en Cartagena. Se encuentra enterrado en el Cementerio de “Nª Sª de los Remedios” de esta ciudad, fosas 11 y 12 de San Juan Bautista. Al fallecimiento de sus padres su hijo Pelayo, también marino, se hizo cargo de la casa de “Quitapellejos”. En 1923, con motivo de la inauguración del monumento a los “Héroes de Cavite y Santiago de Cuba” en Cartagena por parte de los reyes de España, un envejecido Félix fue condecorado por el rey Alfonso XIII, no pudiendo evitar abrazarse emocionado al soberano33.

32 Actual c/ Núñez y García del Barrio de la Concepción. 33 Existe una película de la época que recoge este momento.

José García Boedo: el hombre

José (probablemente llamado Pepe para la familia y amigos) era un hombre sumamente curioso y preciso en sus anotaciones, en las que incluía datos sobre su persona que pudieran ser de utilidad alguna vez. Por las fotos que tenemos de él y por sus propios apuntes, sabemos algo sobre como era físicamente: de aspecto serio, delgado, moreno, con abundante pelo rizado, bigote moderado para la moda de la época y de mirada profunda e inteligente. Con posterioridad se deja crecer de forma exagerada las patillas, tal como había hecho anteriormente en su juventud. Por sus referidas anotaciones podemos añadir que las medidas de su americana “para abrochar por delante” eran en 1892 = 48 – 76 – 21 – 80 – 54

José García Boedo fotografiado en Hong-Kong por el chino Alfong, cuando contaba con 41 años de edad

– 47. Las de su pantalón = 97 – 75 – 39 – 47 – 44 y el cuello de su camisa era para invierno un 37c/m y para verano 38 ½ o 39. La descripción de su calzado era de lo más curiosa “1ª Calleras en los dedos pequeños – 2ª La suela algo más gruesa por fuera por que para fuera gasto más – 3ª Nada de refinar el talón: vaya a la inglesa – 4ª En botitos, vayan los elásticos algo flojos, tanto para que no salten tan pronto, como para que pueda desahogar el sudor de los pies – y 5ª En el calzado de verano, el forro de hierro sea fino y fuerte, y en el de invierno de bayeta. Calzo el nº 6 que equivale al 39 = 23 – 21 – 34 entrada” También sabemos su peso “Al llegar a Filipinas en fin de 1888 pesé 127 libras – a los dos meses, o sea en Febrero de 1889, 132 – En Abril 135 – En junio 133”. Parece que era aficionado a los toros, pues en su libro hay notas sobre detalles de los viajes en ferrocarril para ir a las Ferias de Sevilla, San Isidro y Valencia “a los toros y a la feria”. Por una relación de sus libros que figura en sus apuntes, parece que políticamente era “Republicano-federal” y partidario de Pí y Margall. Entre algunos de sus libros se encuentran recortes relativos a la delicada salud que atravesaba el político regeneracionista Joaquín Costa. Durante su vida militar fue condecorado varias veces. En su retrato de 1883 ya se podía observar que le habían concedido la Cruz de María Isabel Luisa34, pensionada con 5 pesetas, la Cruz blanca de 1ª Clase del Mérito Naval y la Cruz del Callao. Su expediente militar es inmaculado, sin una sola sanción o causa abierta contra él, y todas las referencias sobre su comportamiento en los diferentes buques en los que prestó servicio son excelentes, no apareciendo “expediente alguno por géneros de ración malos o insuministrables, ni tampoco por derrámenes de vino u otros líquidos, ni falta en ningún concepto”. En la referencia de la “Ferrolana” se hace referencia a su labor a bordo enseñando a leer y escribir a miembros de la tripulación. Por sus apuntes sabemos que visitó múltiples lugares de la península tales como: Albacete, Algeciras, Alicante, Almería, Astorga, Badajoz, Barcelona, Cádiz, Ferrol, La Coruña, Lugo, Madrid, Palma de Mallorca, Sevilla, Toro, Santa Cruz de Tenerife, Valladolid, Gibraltar, Lisboa..; así como de ultramar: Francia (París), Inglaterra (Londres), Malta, Ceilán (Colombo), Islas de Cabo Verde (Porto-grande), Islas Carolinas, Islas Filipinas (Manila, Cavite,

34 En sus escritos figura como “M.I.L.”. Fue instituida por el Rey Fernando VII poco antes de morir y por su Real Decreto de 19 de junio de 1833, para solemnizar la jura de su hija como Princesa heredera de la Corona; era pensionada en determinados casos con 10-30 reales mensuales y concedía abono de dos años para la opción a los premios de constancia. La cruz era de plata con brazos curvilíneos que forman un entrante en los extremos y concurren bajo un cetro ovalado donde se ven las letras “MYL” entrelazadas; termina en corona real y lleva colgada de cinta azul celeste.

Zamboanga..), Islas Marianas, Hong-Kong (Tolo), Singapur; Yemen (Adén), Argentina (Buenos Aires), Brasil (Río de Janeiro), Chile (Punta Arenas35, Valparaíso), Cuba (La Habana), Ecuador (Guayaquil), Estados Unidos (San Francisco), Islas Malvinas, Méjico (Acapulco), Panamá36 (Ciudad de Panamá, Isla Taboga), Perú (Lima, Payta, Puná, Islas de Chincha..), Uruguay (Montevideo), Egipto (Port Said), Fernando Póo (Santa Isabel)... Parece que hablaba inglés con cierta soltura. Su hija Antolina padeció alguna enfermedad de tipo crónico, pues cuando habla extensamente de los baños de la provincia37 da instrucciones sobre como transportar sus medicinas. También parece que Alejandra padeció algún problema físico en sus piernas.

35 En el original Colonia Sandy 36 Entonces Nueva Granada 37 Ver Apéndices de los Baños.

BIBLIOGRAFÍA Y FUENTES DOCUMENTALES José García Boedo Familia Beltrí Carreño: testimonios orales de la familia. Familia Carreño Girona: testimonios orales de la familia. Fery, A. “Viaje de Regreso de la Resolución”. Madrid, Ediciones de la Imprenta de Fortanet, 1882. García Boedo, José: “Directrices para un viage de La Coruña a Cartagena, dadas a mi hermana” (Documento original propiedad de Florita Carreño Girona). García Boedo, José: Documento relativo a su actuación con motivo de una explosión accidental de varios proyectiles. (Documento original propiedad de Florita Carreño Girona). García Boedo, José: “Guía de apuntes sobre comercio, industria, negocios, horticultura, jardinería, y otras notas” (Libro manuscrito original propiedad de María Isabel Beltrí Izquierdo). García Boedo, José: “Hoja de servicios” (Documento original propiedad de Florita Carreño Girona). García Boedo, José: “Noticias de la Escuadra Española del Pacifico”: Revista “GALICIA. REVISTA UNIVERSAL DE ESTE REINO” nº 15, 16 y 21 de 1863 y nº 6 y 7 de 1864, La Coruña. Originales en la Hemeroteca de la Real Academia Galega.Web:http://www.realacademiagalega.org/Hemeroteca/ArtigosPorNumero.do;jsessionid=BD92C53380A674842542D2D291AF909E?magazineId=galirevi&identifier=galirevi18640315&title=N.+6 Fotografías Alfong: Fotografía de José García Boedo tomada en Hong Kong en marzo de 1883 (original propiedad de Guillermo Cegarra Beltrí). Corrales Hermanos Fotógrafos: Fotografía de José García Boedo, uniformado como “Escribiente de la Armada” tomada en Cádiz en 1860 (original propiedad de Florita Carreño Girona). Desconocido: Fotografía de Félix García Carreño, aparecida en el especial de Casaú con motivo de la inauguración del Monumento a los héroes de Cavite y Santiago de Cuba. Desconocido: Fotografías de José García Boedo y Lola Carreño Garcia realizadas en fecha indeterminada, aunque posteriores a 1883 (originales propiedad de Florita Carreño Girona).

Desconocido: Fotografía de la familia Carreño-García realizada en 1908 (original propiedad de Florita Carreño Girona). Desconocido: Fotografías de los huertos de “Quitapellejos” y de la Guerra del Cantón. Extraída de la web: www.cartagenaantigua.es Dibujos García Boedo, José: Dibujo a lápiz del “Castillo de Mula tomado de la calle del Camino” (original, encontrado entre las páginas de un libro, propiedad de Guillermo Cegarra Beltrí). García Boedo, José: Dibujos “Cuadro de Insignias y distintivos que deben arbolar los buques de la Armada”, “Banderas del Código general de señales. Sistema Prida”, “Banderas del Código general de señales sistema Perea”, ”Proyecto de monumento funerario” y “Monumento” en el libro “Guía de apuntes sobre comercio, industria, negocios, horticultura, jardinería, y otras notas” (Libro manuscrito original propiedad de María Isabel Beltrí Izquierdo). García Boedo, José: Dibujo de los “Estandartes de Castilla y León” (original en la contraportada del libro “Armas, Emblemas y Blasones de las provincias y principales ciudades y villas de España” de D. Francisco Piferrer, Madrid 1860, propiedad de Guillermo Cegarra Beltrí). Genealogía familia García-Carreño Beltrí Izquierdo, Maria Isabel y Cegarra Beltrí, Guillermo: “Árbol genealógico de la Familia Beltrí Carreño”. García Boedo, José: Dibujo del “Árbol genealógico de la familia” (original propiedad de Florita Carreño Girona). Barcos de la Armada española: Buques de la Armada Española (1898-1939): Crucero “Velasco”. La Marina Blindada en el Siglo XIX: Fragata “Resolución”, Fragata “Zaragoza”, Fragata “Vitoria”. Web: http://www.revistanaval.com Fragata “Zaragoza”: Web: http://candamo.iespana.es/candamo/naval/isabel/blindada.htm Carlos Valcárcel y Ussel de Guimbarda: Bleiberg, Germán y otros: “Diccionario de Historia de España”. (1979). Madrid: Alianza Editorial. 910, 2 ed., 3 vols. Colonización de Fernando Póo: Rodríguez González, Agustín R. “Prólogo a una colonia: la estación naval de Guinea (1858-1900)”. Universidad San Pablo-CEU. Madrid.

Cristo Moreno o del Socorro de Cartagena: Historia y foto: http://usuarios.lycos.es/cofradiadelsocorro/index.htm Guerra de Cuba: Casaú, José: Cuadernillo especial “Homenaje a los héroes de Cavite y Santiago de Cuba”. Cartagena, 1923. Guerra del Cantón: Pérez Galdós, Benito: Episodios Nacionales “De Cartago a Sagunto”. Web: www.cartagenaantigua.es/ Guerra del Pacífico: “Guerra del Pacífico - 1864-1865 Conflicto de España contra Chile y Perú” “La Guerra con España. El Primer Conflicto del Pacifico 1865-1866” Web: http://members.tripod.co.uk/great_battles/ABTAO.html García Martínez, José Ramón: “La Campaña del Pacífico (1862-1866). Algunos grabados de época.” Vapor “Antonio López”: Iriarte, Luís M.: “Vapor Antonio López”. Web: http://home.coqui.net/sarrasin/barcos.htm Fotografía: “Diccionario Enciclopédico Abreviado”. Vol. 7. Madrid: Espasa-Calpe, 1957. Vapor “Isla de Panay”: Historia y fotos: Compañía Trasatlántica Española