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JULIO - AGOSTO DE 1954

M E M O R I A LDEL

EJERCITO DE CHILERevista Bimestral

Organo Oficial del Estado Mayor del Ejército.AÑO XLVI. N.° 261 1954

S U M A R I OPág.

LOS SETENTA Y SIETE DELA CONCEPCION Editorial.

1.—FUNDAMENTOS DE GEOPOLI-TICA Mayor Jorge Garfias V 5

2.—LAS MEMORIAS DE ROMMEL.(Traducción y continuación) Tte. Crnl. (R) Roberto Proust

Jiménez 293.—COMBATE DE LA CONCEP-

CION Parte Oficial 454—FUNDADORES DE PUEBLOS

EN LA ARAUCANIA General (R) Marcial Urrutia 495.—NUESTRA SEGURIDAD NA-

CIONAL General (R) Guillermo LópezLarraín 55

G—LA ODISEA DE SIMON DE AL-CAZABA EN LA PATAGONIA Mayor (R) Edmundo Gonzá-

lez S 677.—DOCUMENTOS OLVIDADOS .... Capitán Harald Sievers F 798—PREGUNTAS SIN RESPUES-

TAS DE LA NUEVA ESTRA-TEGIA. (Traducción) Mayor Mario Fuenzalida C 85

9—ENTRENAMIENTO CONSTAN-TE EN COREA. (Traducción) .... Depto. de Informaciones del

E. M. E 9510—ALGUNOS ORGANISMOS DEL

SERVICIO MEDICO DE LOSESTADOS UNIDOS DE NOR-TEAMERICA Cap. San. Alejandro Rabdil L. 101

DE NUESTRO CANJELa vida de las unidades 131EsTudio general de las condiciones económicas de Sudamérica 141

CRONiCA:Coronel (R) don Camilo Iturriaga Sepúlveda 155Tte. Crnl. (R) don Manuel Lazo Bustamante 156

EL INSTITUTO NACIONAL DE COMERCIO

I N A C Oes una empresa comercial autónoma del Estado, creada por

el D. F. L. 87, del 1° de Junio de 1953.Que tiene por objeto:

FACILITAR, fomentar y realizar la exportaciónde productos nacionales.

ASEGURAR el abastecimiento de artículos y pro-ductos importados.

REGULAR los precios de los productos agrope-cuarios y mercaderías esenciales

Y que cumple estas finalidades:

COLOCANDO los saldos de exportación de aque-llos productos que, por su costo interno, notienen fácil venta en los mercados extranje-ros.

IMPORTANDO materias primas, artículos de con-sumo de primera necesidad y otras mercade-rías esenciales.

CREANDO poderes compradores suficientes pa-ra asegurar al productor la adquisición opor-tuna de los artículos que produce, y al consu-midor, el normal abastecimiento de ellos.

EL INACO fomenta el desenvolvimiento económico nacionaly no entraba ni perturba el libre juego de la actividad co-mercial privada, sino que facilita su acción y desarrollo.E L I N A C OTiene su oficina matriz en:

AV. BERNARDO O'HIGGINS N° 1170, SAN-TIAGO.

y Agencias en:ARICA, IQUIQUE, ANTOFAGASTA, COPIAPO,

LA SERENA, VALPARAISO, LOS ANDES,SAN FERNANDO, CURICO, TALCA, LINA-RES, CHILLAN, CONCEPCION, LOS ANGE-LES, TEMUCO, VALDIVIA, OSORNO, PUER-TO MONTT Y CASTRO.

y en el exterior:BUENOS AIRES, ARGENTINA.

INSTITUTO NACIONAL DE COMERCIO

LOS SETENTA Y SIETE DE "LA CONCEPCION"Setenta y dos años han transcurrido desde el día

en que un grupo apretado de chilenos —en la sierra in-hóspita y hostil— escribiera, con su sangre generosa,una de las páginas más sublimes de nuestra historiamilitar.

No completaban siquiera el ciento. Pero, uno auno fueron cayendo heridos de muerte, a la vista delhermoso tricolor, que flameaba orgulloso y altivo en lomás alto de la torre de la iglesia y que sería, más tarde,víctima de las llamas que consumieron el sagrado edi-ficio del lugar. Todos, sin excepción —desde el coman-dante de la 4a compañía del Chacabuco, hasta el máshumilde de sus soldados—, prefirieron ofrendar sus vi-das preciosas antes que mendigar la gracia del ven-cedor.

4 MEMORIAL DEL EJERCITO.

Y es así que, cuando el coronel Gastó intimó rendi-ción a los chacabucanos, por contar "con fuerzas muysuperiores en número a las que Ud. tiene bajo su man-do..." " previniéndole que, en caso contrario, seránellas tratadas con todo el rigor de la, guerra", CarreraPinto se limitó a contestar:, al pie del oficio anterior:— " E n la capital de Chile y en uno de sus princi palespaseos públicos, existe inmortalizada en bronce, la esta-tua del prócer de nuestra independencia, el general donJosé Miguel Carrera, cuya misma sangre corre por miscenas, por cuya razón comprenderá Ud., que ni comochileno, ni como descendiente de aquél, deben intimi-darme, ni el número de sus tropas, ni las amenazas derigor".

El subteniente Luis Cruz, el último sobrevivientede la compañía, al cabo de una tarde y de una noche deduro batallar, recibe —por vez postrera— la intima-ción de rendición, de parte del adversario, admirado deaquel alarde de abnegación y de coraje "..¡LOSCHILENOS NO SE R I N D E N . . !" —fué la respuestaairada del menudo muchachito de 1G años de edad y, alfrente de los últimos cuatro soldados, se lenizó a la cargasobre la impenetrable muralla de carne y acero que pre-sentaba el enemigo.

"Los elegidos de los dioses mueren jóvenes", hadicho uno de los más notables escritores de nuestros días,al advertir que los oficiales subalternos del capitánCarrera Pinto apenas si reunían, sumadas sus adedas,algo más de medio siglo de existencia.

¡ignacio Carrera Pinto Julio Moutt Salaman-ca. . . Arturo Pérez Canto... Luis Cruz Martínez. ..!

Vuestros nombres, como los 'nombres de vuestrosgallardos soldados, han sido grabados, con caracteres in-delebles en las páginas de oro de la Historia de nuestroChile, para que las generaciones de hoy y de mañana seinspiren cu el ejemplo de renunciación a la vida de quehicistéis gala en La Concepción y sepan —.si" la Patría-lo exigiera' algún día— morir cien veces antes que rendir-la espada al adversario.

FUNDAMENTOS DE GEOPOLITICA. 5

F U N D A M E N T O S D E G E O P O L I T I C AMayor JORGE GARFIAS VILLARREAL

GENERALIDADES

A.—Definiciones.En un comienzo se creyó que la Geopolítica era un pre-

texto, revestido con el carácter de ciencia, para justificar lasansias de dominio y expansión territorial de los gobernantesde Alemania. Otros la confunden con Geografía Política; perouna vez ampliados sus horizontes y cimentadas las bases desu doctrina, se descartó totalmente lo primero, por estimarseque era sólo una equivocada suposición y lo segundo, por serun manifiesto error, ya que la Geografía Política estudia elterritorio de un país en relación con su organización social,forma de gobierno y división administrativa. En cambio, laGeopolítica examina los fenómenos relativos a la cohesión yexpansión de los estados.

La Geografía Política es una ciencia estática y descripti-va. La Geopolítica es esencialmente dinámica y extiende susobservaciones a todos los antecedentes o factores que dan ori-gen a los fenómenos, ya sean evolutivos o radicales, provocadospor las fuerzas políticas en los espacios terrestres.

Hay muchas definiciones de la Geopolítica, pero estimoque la siguiente contiene la esencia de lo que comprende estaciencia: "Estudia la influencia de los factores geográficos enla vida y evolución de los Estados, para deducir conclusionesde carácter político". Facilita al estadista la dirección de lapolítica interna y externa de la Nación y al militar la prepa-ración de la defensa nacional y conducción estratégica. Como,en cierto modo, permite calcular el devenir de los pueblos, fa-cilita deducir sus objetivos y las adecuadas medidas en el orden político-militar para lograrlos.

De esta definición se desprenden las hondas vinculacio-nes que tiene con la Geografía, la Psicología, la Historia, laSociología, la Geología, etc.

B.—Precursores.

Desde épocas muy lejanas, los hombres que poseían in-quietudes intelectuales y se abocaban por lo tanto al estudio,fueron descubriendo que había íntimas relaciones entre la Po-lítica y la Geografía. Así se tiene que:


1.—Aristóteles.—Este filósofo, que vivió entre los años384 y 322 (A. C ) , fué el primero en señalar la dependenciaentre ambas ciencias, cuando en Grecia daba lecciones a Ale-jandro de Macedonia y a otros príncipes. Sin duda que susenseñanzas influyeron a decidir al hijo de Filipo a realizarsus grandes campañas de expansión y conquista.

2.—Estrabón.— Geógrafo griego de los principios de laEra Cristiana, en sus escritos dirigidos a jefes de estadosdejó muchas veces constancia de cuán ligados estaban los es-tudios de su especialidad con el arte de gobernar a los pueblos.

3.—Montesquieu, que fuera uno de los famosos filósofosprecursores de la Revolución Francesa, dedicó gran parte desu obra "El espíritu de las leyes" a explicar la influencia quela Geografía ejerce sobre el proceder de los hombres y, comoconsecuencia, las fluctuaciones del curso de la Política.

4.—E: filósofo alemán Kant, en sus obras escritas en lasegunda mitad del siglo XVIII, establece que el devenir de losacontecimientos históricos está en gran parte determinado porla Geografía.

5.—El Sargento Mayor del ejército alemán barón Dietrichvan Bulote, a quien se consideró loco y que murió como presopolítico en 1807 en una prisión rusa de Riga, escribió un li-bro titulado "El nuevo sistema de guerra", en el que sostuvoque los fundamentos de la Estrategia tenían su origen en laGeografía y orne las guerras, en la mayoría de los casos, sedebían a que las fronteras de Europa no estaban trazadas deacuerdo con la naturaleza misma de las regiones, geográficasque componían el continente. Actualmente, el Plan Schumannreivindica al barón que fuera tildado de loco, cuando establececomo primordial finalidad el eliminar la falta de ajustamien-to entre las naciones del viejo mundo.

6.—El emperador Napoleón Bonaparte escribió una céle-bre frase: "La Política de los Estados reside en su geografía",pensamiento reconocido hoy por todos.

7.—Karl Ritter, geógrafo alemán que vivió en la épo-ca comprendida entre 1779 y 1859, veía en la Geografía laprimera causa e influencia en la determinación del curso dela civilización.

8.—El geógrafo alemán Federico Ratzel, que vivió en laspostrimerías del siglo XIX, fué el creador de esa parte de laGeografía General que considera a la tierra como morada deios hombres y los estudia en su organización social y desdeel punto de vista de cómo han aprovechado los recursos natu-rales del planeta y que obedece al nombre de Geografía Hu-mana. A este profesor se le considera como el padre de la Geo-política y sus 7 leyes sobre el crecimiento de los Estados sir-vieron de base para su fundamentación. Ellas persiguen ex-

FUNDAMENTOS DE GEOPOLITICA

tender el concepto que el globo terrestre, por su reducida ex-tensión, no da cabida para la existencia de más de un granEstado.

9.—El geógrafo inglés Sir Halfor Mac-Kinder, profesorde las Universidades de Oxford y Londres en la primera mi-tad de este siglo, dictó una conferencia en la Royal Geogra-phical Society of London, titulada: "El pivote geográfico de laHistoria", de tanto valor para la Geopolítica como las 7 leyesde Ratzel. Establece en ella que las 2 3 partes del área te-rrestre forman una masa continua: Asia, Africa y Europa,que en realidad son un solo continente, a las que llama la "IslaMundial". Cerca de sus costas distingue dos pequeños gruposde islas: las Británicas al O. y las del Japón al E., a las quedenomina "Islas Próximas". Más (listantes están América yAustralia a las que reconoce como "Islas Exteriores".

La unidad de la "Isla Mundial" se debe a que Europa noes más que una península del Asia, y Africa está físicamenteunida a Eurasia en Suez, Gibraltar y Adén, siendo el Medi-terráneo sólo un mar interior.

Indica que los 14/16 de la población de la Tierra vivenen !a Isla Mundial. 1 16 en las Islas Próximas y el otro 1. 16en las Islas Exteriores.

Después de dar esta visión del mundo, explica su teoríadel "Corazón Terrestre", que abarca la región N. e interiorde Eurasia, extendiéndose desdes las costas árticas a los de-siertos centrales y hacia el O. hasta el istmo entre los maresBáltico y Negro. Comprende esta zona la más amplia exten-sión de llanuras bajas de la tierra, fluyen a través de ellagrandes ríos navegables de gran longitud y una zona de pra-deras que han ofrecido muy buenas condiciones para el des-püegue rápido de fuerzas de mucha movilidad.

Termina Mac-Kinder afirmando que:"Quien domina la Europa Oriental, domina el corazón te-

rrestre ; quien domina el corazón terrestre, domina la Isla Mun-dial; y quien domina la Isla Mundial, domina el mundo".

Esta teoría merece dos reparos: subestima al continenteamericano y no considera el poder aéreo. Posiblemente ello sedebe al defecto de los mapas de proyección Mercator, los quedan una visión real sólo en las proximidades del Ecuador; pe-ro, presentan graves deformidades en la cercanía de los polos.Basta comparar Groenlandia y América del Sur.

Este inconveniente se subsana en Francia, haciendo laclase de Geografía a bordo de un avión que vuela sobre la zo-na en estudio.

10.—A los nombrados hay que agregar a ciertos gober-nantes de gran visión que demostraron poseer criterio geo-político:

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MEMORIAL DEL EJERCITO.

a) Presidente Jefferson, de EE. UU de N. A., que ad-quiere la Luisiana para su país.

b) Presidente Seward que compra Alaska a los rusos,en 1864, para la citada Nación del Norte.

c) Presidente Teodoro Rooseveit que obtiene, en 1903, laZona del Canal de Panamá.

d) El Ministro inglés Disraeli al lograr, por medio dehábiles negociaciones, obtener el dominio de su patria sobreel Canal de Suez, que junto con la posesión de Gibraltar y laIsla de Malta da a Inglaterra la supremacía en el Mediterráneo.

e) El Presidente Bulnes al tomar posesión del Estrechode Magallanes, fundar el Fuerte que lleva su nombre y pos-teriormente la ciudad de Punta Arenas, demostró poseer unamplio criterio geopolítico, dada la importancia que el citadoaccidente hidrográfico tiene para el afianzamiento del domi-nio de Chile en el Pacífico Sur.

f) El Presidente Balmaceda al anexar la Isla de Pascua,en 1888, a insinuación del capitán de fragata don PolicarpoToro, realizó un acto gubernativo de marcado significado geo-político, ya que ella constituye un factor de seguridad paranuestras comunicaciones en el Pacífico, un apoyo avanzadopara el intercambio comercial con Australia y Oceanía y unabase aérea poco vulnerable.

g) El decreto del Presidente Aguirre Cerda, del año 1940,por el que delimitó nuestro territorio antártico y la instala-ción posterior de bases militares, permite a Chile controlarlas zonas marítimas australes de ambos océanos.

C.—Iniciadores

Los actos gubernativos citados anteriormente se realiza-ron como resultado de una intuición genial y clarividencia deespíritu de quienes los dispusieron, sin que ellos hayan tenidoconocimiento de esa ciencia, pero deben considerarse dentrodel campo de la Geopolítica oor la importancia que tienen.

1.—Es el profesor de Historia y de Derecho en la Uni-versidad sueca de Upsala Rudolf Kjellen, quien por primeravez emplea el nombre de Geopolítica en su obra "El Estadocomo una forma de vida", considera que el concepto de "pue-blo" debe estar ligado al de territorio y espacio, ya que suinclusión fortifica a éstos últimos, la capacidad migratoriade las masas humanas, les permite cubrir vastos y nuevos te-rritorios, de modo que, donde quiera que el pueblo se encuen-tre, allí debe hallarse el Estado de origen.

Posteriormente se ha criticado a Kjellen que no es po-sible considerar al hombre un exclusivo producto del medioambiente, porque hay otros factores que entran a actuar, co-

FUNDAMENTOS DE GEOPOLITICA.

mo las condiciones íntimas propias, las de su raza y el aná-lisis consciente que hace del mundo que lo rodea.

2.—El Mayor General, Karl Haushofer, Oficial del E. M.del Ejército alemán, profesor de la Escuela Superior de Gue-rra de Berlín, y de Geografía en la Universidad de Munich,donde se había titulado en 1912 de doctor en Política y Filo-sofía, fué el inspirador de muchas de las ideas que Hitler ex-puso en su obra "Mein Kampf".

Sostuvo Haushofer que, para mantener la paz, no debepermitirse la formación de dos grandes potencias continen-tales en Europa. Insiste además, que el espacio da vida y esel primero y más indispensable atributo de la grandeza deuna nación. Fué siempre contrario a las teorías racistas delnacismo.

CLASIFICACION

Se puede afirmar que la Geopolítica se clasifica en gene-ral y particular.

A) La Geopolítica General estudia, analiza y observa ¡adinámica de los espacios terrestres estableciendo las leyes quelos rigen y deduciendo las normas o principios comunes quepueden aplicarse a cualquier nación.

Estos principios, a quienes la experiencia les está dan-do carácter de leyes inexorables, son los siguientes:

1.—En todo espacio hay un núcleo de cohesión o zona eje.Esta zona eje impulsa los latidos expansionistas, después

de haber dado unidad al espacio que le pertenecía.Así tenemos que Francia se formó alrededor de la Isla

de Francia (centro hidrogáfico, formado a base del Marne,Sena y Oise) ; Inglaterra alrededor del valle del Támesis; Chi-le alrededor del valle central, entre el río Aconcagua y el Bío-Bío, de donde ha irradiado el impulso vivificador a las regio-nes extremas.

2.—En todo Estado existen una zona nuclear o de resis-tencia, una zona periférica o fronteriza y una zona interme-dia, que sirve de conexión entre las otras dos. En el ImperioBritánico, la zona nuclear sería la Isla; la intermedia, todoslos mares del planeta; y la periférica, estaría representadapor los dominios de ultramar: Canadá, Australia, India, etc.

3.—Las líneas de expansión o fronteras se consideran se-gún los matices que adopta el núcleo central. Así se distinguen:

a) Las fronteras de los territorios anexados, sobre lasque se ejerce control económico, administrativo, político y mi-litar.

b) Las fronteras de los territorios bajo protectorado, so-bre las que se ejerce control económico y militar.

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c) Las fronteras de los territorios bajo influencia, sobrelas que se ejerce un control o penetración económica.

d) Las fronteras de los territorios o zonas de interés, queson áreas de expectativa que se reserva para el futuro.

4.—La expansión de todo núcleo de cohesión se realizacomo consecuencia de fuerzas o tensiones espirituales, físicasy económicas.

a) Las espirituales se ejercen por medio de la literatura,el arte, la ciencia, la religión (acción de misioneros) y la pro-paganda política.

b) La física por los inmigrantes, que ejercen una influen-cia demográfica sobre el país en que se establecen; y las rutasaéreas y marítimas.

c) La económica, por la conquista de mercados, por el in-tercambio comercial, búsqueda de materias primas y apertu-ras de rutas comerciales.

5.— La expansión de los Estados se produce por:a) Mutua y pacífica integración, como es el caso de la

ocupación de la Isla de Pascua y de la zona austral de Chile.b) Subordinación del territorio de un Estado a otro, lo

que puede hacerse en forma pacífica (Panamá entregó la Zo-na del Canal a EE. UU. de N. A.) o por medio de las armas(provincias de Tarapacá y Antofagasta, después de la gue-rra de 1879).

B) Geopolítica particular establece y analiza las condicio-nes especiales de cada país, tanto físicas, políticas, económi-cas y humanas, considerando la influencia que éstas puedentener en la formación, desarrollo y futuro de cada Estado.

Las peculiaridades geográficas de cada uno, han dadoorigen a las siguientes escuelas geopolíticas:

1.—Alemania. El imperativo ineludible y centro de gra-vedad de la política de este país están basados en la necesidadde conquistar un espacio vital. Lo mismo que Italia y Japón,la existencia de un territorio insuficiente para el número y ac-tividad de su población, les hacía imprescindible la conquistade nuevas zonas que les permitiera anular los efectos de estaexcesiva saturación. Además, esta escuela estima que en Eu-ropa debe existir sólo un gran Estado.

2.—Inglesa. Su condición de isla, ha determinado su po-lítica de dominio marítimo obligándola a desarrollar su podernaval, para convertirse en la reina de los mares, mediante elsiempre creciente aumento de su flota y la conquista de basesestratégicas en todo el planeta (Gibraltar, Malta y Suez, quele dan el dominio del Mediterráneo; Malvinas, Sud Africa,Australia, Canadá, etc. a lo largo de todos los continentes).

La Aviación y el Ejército de esta Nación, laboran parala Marina, que es el fundamento de su poderío.


3.—Francesa. Trata de hacer sentir su influencia en elmundo por medio del arte, la ciencia y la cultura. Aunque susituación económica y política no le son actualmente muy fa-vorables, trabaja tesoneramente en investigaciones científicas,expediciones polares, envía exposiciones de pintura a todoslos continentes y no pierde oportunidad de aprovechar cual-quiera actividad del espíritu que le signifique oportunidadesfavorables a su nacionalidad.

4.— Yankee. Su gran potencial económico le permite ejer-cer un control político indirecto sobre las grandes áreas mun-diales y actúa en este sentido para ensanchar su esfera deinfluencia. Su posición geográfica entre los océanos Pacíficoy Atlántico, le ha permitido participar en dos guerras, en losteatros de operaciones de Europa, Asia y Mares del Sur, sinque se desarrollen acciones bélicas en sus territorios. Esto lehace invulnerable sus fuentes de producción, sustrayéndolasde bombardeos y ataques aéreos. Veremos si la próxima gue-rra atómica y superelectrónica le continuará proporcionandoesta ventaja.

5.—Rusia. Su gran extensión territorial, la falta de accesoa los océanos Pacífico y Atlántico y su escaso desarrollo eco-nómico, no le permite competir en los mercados. Compensaesta deficiencia, ejerciendo una trascendental influencia ideo-lógica en todas las naciones por medio de partidos nacionalesfines. Al mismo tiempo, procura dominar en la Isla Mundial,

con lo que logrará el dominio del mundo, según Mac Kinder.6.—Católica. La pérdida del poder temporal, limitó la in-

fluencia espiritual del Vaticano, la que está recuperando conlas promisorias expectativas que le ofrece el resurgimientosocial-cristiano. En ésto le favorece la similitud de las dos ideo-logías que se oponen y decidirán el dilema del futuro: Cris-tianismo y Democracia contra Comunismo y Ateísmo, lo queequivale a Occidente versus Oriente. En lo que respecta a in-fluencia ideológica dentro de los diferentes países, hay unamarcada similitud entre las escuelas rusa y del Vaticano. Nodebe olvidarse que éste último es un Estado muy bien orga-nizado y con una definida orientación.

INFLUENCIA DE LOS FACTORES GEOPOLITICOS

A consecuencia de los estudios de Ratzel, Ritter y otrosgeógrafos modernos se ha visto que la geografía, de descrip-tiva que era, se ha transformado en especulativa e interpreta-tiva, llegando a estudiar la influencia que ejerce el medio enque se vive en el individuo, la sociedad y el Estado. En estaforma, se han llegado a realizar análisis de los fenómenos po-


liticos resultando poco a poco, esta nueva ciencia que es laGeopolítica.

A continuación se estudiará el significado geopolítico quetienen los factores geográficos; es decir, como influyen en lacohesión y desarrollo de los países.

A.—Situación Geográfica.

Es la ubicación que tiene un país en el planeta y se anali-za en relación a sus vecinos, en lo referente al continente deque forma parte y respecto a los grandes centros de atracciónmundial.

1.—En relación a sus vecinos.

a) País débil con un vecino poderoso.—El débil ve su eco-nomía ahogada por el poderoso que le hace competencia, nopudiendo dar desarrollo a su industria, ya que éste se convier-te en su proveedor de artículos manufacturados, acapara lasmaterias primas y no le proporciona las que necesita.

El mayor poder militar del poderoso, hace que el débilentre en su órbita, haciéndolo su obligado aliado, Rumania,Checoslovaquia, Alemania Oriental, Bulgaria, etc., respecto aRusia.

b) Dos Estados vecinos de igual potencia.— Sus interesesse contraponen, se crean zonas de intranquilidad internacional,se aumentan desproporcionalmente sus fuerzas armadas y seproducen conflictos bélicos, que terminan con la desapariciónde uno de ellos. Alemania y Japón después de la II GuerraMundial.

Lo más conveniente para un Estado es estar rodeado deotros más débiles que él.

2.—En relación con el Continente.

Lo más favorable es que esté ubicado en una situacióncéntrica equidistante de los extremos, con buenas vías de co-municación y que esté rodeado de zonas que le permitan ex-pandirse.

8.—Respecto a los grandes centros de atracción mundial.

Para que, al respecto, la ubicación de un Estado sea fa-vorable, es necesario que no se interpongan grandes obstáculosque dificulten el intercambio entre este Estado y los grandescentros; al mismo tiempo, que no esté tan próximo que pue-da llegar a perder su soberanía.

FUNDAMENTOS DE GEOPOLITICA 13

Los grandes centros cambian con los acontecimientos. Ac-tualmente están reducidos a EE. UU. de N. A. y Rusia. Elprimero está más cerca de Chile y con él estamos ligados portratados. El estudio de la Geopolítica, es lo que nos indicarála mejor política a seguir.

B.—El espacio.

La adecuada proporción entre el espacio que posee unpaís, con respecto a su densidad de población, a los recursosnaturales y riquezas que tiene, unido ésto a una organizaciónpolítica conveniente, es lo que determina su poderío.

Groenlandia teniendo gran espacio no tiene valor por suescasa población y no está políticamente constituida. Lo mis-mo se puede decir de la Antártica.

Al respecto se distinguen:

1.—Estados con gran presión demográfica.

Para estos países (Alemania, Italia, Japón), es una ne-cesidad ineludible el aumentar su territorio. El no poder ha-cerlo les significa agudizar sus problemas internos, socialesy económicos, al extremo de poder producirse el derrumbe delpoder estatal o el desquiciamiento de la sociedad.

2.—Estados de pequeña presión demográfica.

Estas naciones (EE. UU. de N. A., Rusia, Francia), so-bre todo si su poderío va en aumento, necesitan de un espacioen crecimiento continuo para mantener su ritmo de progreso.

3.—Estados sin presión demográfica.

Los países de este tipo (los Sudamericanos), general-mente de formación reciente, procuran primero aumentar supoblación hasta un índice favorable, para explotar zonas ricasinexploradas.

El valor defensivo de los Estados de gran espacio es muygrande (Rusia, China), porque pueden ceder terreno desgas-tando y alargando considerablemente las líneas de comunica-ciones del invasor, hasta lograr vencerlo sin que el defensoremplee su masa. Tenemos el ejemplo de Napoleón e Hitler ensus campañas de Rusia.

C.—La forma.

En este aspecto, podemos distinguir países de forma cen-trada y descentrada, factores que ejercen gran influencia geo-política.


1.—Países de Forma Centrada

Son aquellos cuya periferia es en cualquiera de sus pun-tos equidistantes del centro del territorio. Estos presentan ma-yores ventajas para su desenvolvimiento económico, social ypolítico, debido a que disponen de un mejor agrupamientoy cohesión de sus elementos. También en lo que respecta a ladefensa nacional, se facilitan los transportes, movilización, laconcentración, etc.

2.—Países de Forma Descentrada.

Son aquellos que no poseen la característica anterior. Sipresentan una gran desproporción entre el largo y el ancho,se llaman países de faja. Chile por ejemplo. Estos procurancompensar esta dificultad, tratando de anexarse territoriosque les permitan regular la forma de su suelo, tendencia quees limitada por los accidentes geográficos que pasan a serfronteras naturales. Para nosotros, la cordillera de los An-des y el océano Pacífico. En lo referente a la defensa nacional,en especial los de faja, son más vulnerables, porque puedenser cortados, dificultan las operaciones (varios T. de Op. dediferentes características), hacen más difíciles los transpor-tes, más lenta la movilización y tardía la concentración. Estose compensa, dando la importancia que se merece a la prepara-ción del frente bélico construyendo buenas y expeditas víasde comunicación y reforzando las defensas naturales (obrasde fortificación, obstáculos y obstrucciones en las posibles lí-neas de penetración).

D.—Morfografía

1.—Las Montañas.

Ejercen una gran influencia separatriz entre las nacionesy continentes que se encuentran en una y otra vertiente, de-bido a las dificultades que ofrecen a la circulación, a pesarde que los medios modernos (aviación, ferrocarriles) las hanatenuado mucho.

De esto provienen las diferentes culturas, costumbres,.idiomas, condiciones étnicas, etc. Por eso, las montañas sonlos límites políticos ideales. Por ejemplo: los Pirineos, entreFrancia y España; la cordillera de Tydal, entre Suecia y No-ruega; los Urales y el Cáucaso, entre Europa y Asia; los An-des entre Chile y Argentina.

Los montañeses son tradicionalistas, contrarios a toda re-forma, individualistas, de espíritu esencialmente independien-


te, resisten cualquiera invasión y de un marcado regionalis-mo político.

Así tenemos a Suiza que ha resistido innumerables inva-siones de grandes potencias (siglo XIV a XVII) ; lo mismolos tiroleses en 1703, 1809 y 1915; igual cosa los corintiosfrente al ataque servio en 1918 y 1919.

No tienen tendencia a formar grandes Estados. Suiza es-tá dividida en cantones de gran autonomía; Grecia, en el pa-sado, estuvo constituida por un conglomerado de Repúblicasmuy independientes entre sí. Los reducidos y pequeños Esta-dos de San Marino, Andorra y Mónaco han permanecido in-dependientes desde varios siglos.

2.—Las llanuras.

La fertilidad permite la reunión de grandes poblaciones.La abundante producción agropecuaria facilita el desarrollode las industrias derivadas. Esto favorece la vida sedentaria,lo que unido al fácil intercambio económico, tiende a hacerposible la formación de grandes Estados.

Los habitantes de las llanuras aceptan las innovacionespolíticas y no ofrecen gran resistencia a la invasión de poten-cias más poderosas; tienden a formar unidades políticas másgrandes, llegando a renunciar a su idiosincrasia ante el domi-nador extranjero.

3.—Los Desiertos.

La poca producción, reducida a los oasis, no permite des-arrollar una sólida economía, ni la formación de grandes ciu-dades, siendo la aldea su mayor agrupación humana. Estasdificultades, unido al deseo de encontrar mejores horizontesincita al nomadismo y no atrae otros grupos de pobladores.Por eso, la densidad de población es siempre baja, y no seforman grandes Estados.

E.—Hidrografía.

l.—El Mar.

Es un gran auxiliar a la grandeza de los países cuyascostas baña, pudiéndose afirmar que contribuye poderosamen-te al progreso y desenvolvimiento de las naciones favoreci-das por su influencia. Así tenemos que:

a) Su cercanía evita las grandes oscilaciones térmicas,haciendo más suave y regular el clima de las regiones que ba-ña. En la costa, son mucho menos acentuadas las diferencias


de temperatura entre la noche y el día y el invierno y el ve-rano.

b) La evaporación de la superficie de sus aguas facilitalas lluvias, con lo que se fertilizan los campos y se posibilitael fomento de la riqueza e industria agropecuaria.

c) La pesca, que es un poderoso contribuyente a la ali-mentación del hombre, tiene en el mar su principal fuente deproducción.

d) Facilita el intercambio intercontinental, por ser unavía de comunicación fácil y expedita, sin los inconvenientesdel tránsito terrestre.

El mar influye en el carácter de los hombres y de lospueblos. Los hace valerosos, intrépidos y de iniciativa, al mis-mo tiempo que alegres y extravertidos.

Es un nexo que une los pueblos del territorio que baña.Es el mar un excelente límite político, por la precisión-

que involucra y la seguridad que proporciona; por eso, el paísque no dispone de litoral, ambiciona conquistarlo.

2.—Los Ríos.

Las primitivas civilizaciones se formaron a orillas de losríos, como el Ganges, el Tigris, el Eufrates y el Nilo. Cuandoprogresó la navegación y el hombre conquistó el camino almar, surgieron las grandes civilizaciones marítimas, como lafenicia (nación de los eximios navegantes), la griega, la ro-mana, y después la cristiana y árabe. Posteriormente, fueronlos ríos navegables los que permitieron al mar adentrarse enellos para propagar al interior el progreso y la cultura.

Los ríos materializan muchas veces fronteras políticas;pero, más que una separación, constituyen un nexo de uniónpara las naciones de ambas riberas, facilitando el intercambioeconómico y cultural, llegando ambas orillas a identificarse.Además, es difícil determinar la línea exacta de separación yla propiedad de las islas que hay en él, lo que motiva dificul-tades.

Si un río es compartido por varios estados, normalmen-te el más fuerte aspira al dominio total de la cuenca o, al me-nos, hacerla caer dentro de su influencia.

En cuanto a la forma de las redes fluviales, factor quetiene una marcada influencia en la economía, política y cul-tural de los suelos que irriga, se pueden distinguir tres clases ;

a) Redes convergentes, que son aquellas en que los ríosnavegables se vierten al mar mediante una confluencia co-mún o que tienen sus desembocaduras muy próximas. Estetipo facilita la formación de grandes núcleos de población deintensa actividad económica y política. Por ejemplo: los ríos-


Paraná y Uruguay que dan origen al río de La Plata en cu-yo margen O. se encuentra la ciudad de Buenos Aires.

b) Redes divergentes, que son aquellas que tienen su ori-gen en una zona interior desde la cual irradian las vías na-vegables en direcciones distintas. Aquí se forma el centro devida política del Estado, desde donde se reparte la influenciaeconómica a lo largo de cada río. Ejemplo de este caso se tie-ne en París, que se encuentra situado en la llamada Isla deFrancia, zona comprendida entre los ríos Marne, Sena y Oise;en Rusia, en la zona del Monte Valdai en que tienen su origenlos ríos Volga, Sukchone y otros, lo que han determinado queMoscú sea y haya sido la capital política de la Rusia de hoyy de antaño.

c) Redes paralelas, son aquellas en que los ríos que lascomponen corren y desaguan a distancias más o menos equi-distantes. Este sistema influye creando Estados independien-tes política y económicamente, a lo largo de cada corrientefluvial, los cuales pueden unirse por influencia de otros fac-tores. Ejemplo: los ríos Rhin, Wesser, Elba, Oder, etc., man-tuvieron a Alemania desunida antes de 1870.

F.—El clima.

Se llama clima el variado número de fenómenos meteo-rológicos que caracterizan el estado medio de la atmósfera enun punto o zona dada de la superficie terrestre. Es la in-fluencia conjunta de estos factores lo que determina el cli-ma, el cual ejerce una influencia considerable en el poderíopolítico de un país.

Estos fenómenos son:1.—La Temperatura. Es evidente que ella establece una

notable diferencia entre los habitantes de las regiones cálidasy de las frías, como también en los recursos de su vida eco-nómica. Así se tiene que:

a) Las temperaturas elevadas dan origen a individuosque no se destacan por sus condiciones físicas, intelectuales nimorales. Su carácter es apático y son propensos a adquirirvicios, que no permiten el mejoramiento de la raza. Sus po-sibilidades económicas se ven reducidas en las zonas tropica-les, debido a que no es posible la explotación agrícola exten-siva ; lo mismo en la ganadería, ya que la temperatura exce-siva no permite criar animales de raza de gran calidad.

La áspera lucha que el hombre de! trópico debe librarcon la naturaleza, le impide estrechar lazos comerciales y cul-turales y no le permite la formación de grandes Estados. Cuan-do ocasionalmente se han creado éstos últimos, Egipto, el Ni-

M. del E. 2


lo, Caldea, Asiría, el Tigris y el Eufrates, Fenicia y Cartago,ello se debe a otros factores. Antes bastaba una economíaagropecuaria. Hoy prevalece la economía industrial.

b) Las temperaturas muy frías tampoco facilitan la for-mación de grandes Estados, porque sólo allí pueden crecerciertos y muy reducidos representantes de la vida animal yla vegetación es escasa. El excesivo frío y las tormentas nopermiten al hombre una gran actividad, reduciéndolo por mu-chos días a no poder movilizarse fuera de sus refugios. Esel caso de los polos, Groenlandia y Alaska.

c) El clima templado, con temperaturas medias que fluc-túan entre los 5o y los 15° Celsius con un óptimo de 10° faci-lita la formación de grandes Estados. Así se tiene que lasciudades más florecientes del orbe se encuentran entre las la-titudes 30° y 55° de latitud N. y 30° y,50°.de latitud S.: Lon-dres, París, Berlín, Viena, Pekín, Tokio, Chicago, Nueva York,Madrid, Santiago, Buenos Aires, ciudad del Cabo, Melbourne,Montevideo.

2.—Las Lluvia Las precipitaciones fluviales inferioresa los 200 mm. anuales dificultan la formación de Estados po-derosos. Una precipitación menor disminuye las posibilidadeseconómicas y demográficas con graves repercusiones en elconjunto político y social. Sin duda que la existencia de gran-des sistemas hidrográficos pueden salvar esta desventaja yfacilitar el regadío, como es el caso de Egipto, Caldea y Siria.

3.—Los Vientos. Este agente junto con la humedad, lapresión y otros ejercen influencia sobre los procesos fisioló-gicos normales de las personas, como ser: respiración, circu-lación, flúidos orgánicos, etc., y también sobre las activida-des psicológicas.

Ciertos estados del tiempo ponen a los individuos distraí-dos, pesimistas, reacios al esfuerzo mental y a la concentra-ción. Otros los hacen vigorosos, resistentes a las enfermeda-des, mentalmente alertas, optimistas, les dan espíritu de tra-bajo e intensa concentración y rendimiento mental. Estos úl-timos influyen en el progreso humano.

La falta de cambios de estaciones quitan el estímulo vivi-ficador. Todo lo contrario si estos cambios no son excesiva-mente exagerados. Este tipo de clima hace a ¡os hombres pre-visores, porque los obliga a realizar acopios de alimentos y aproveerse de ropas y medios de calefacción en la estación pro-picia y a desarrollar toda clase de iniciativas para paliar loselectos desfavorables de "la próxima que saben será dura yfuerte.

Napoleón decía en sus Memorias: "El frío de Rusia y elcalor de Siria fueron los adversarios más difíciles de dominaren mis campañas".


G.—La flora.

Las plantas unen a los hombres, ejerciendo una influen-cia más pacífica que los minerales. Son relativamente pocaslas guerras que han tenido su origen en la conquista de plan-tas de utilidad, en cambio por los minerales ha habido y hayaun hoy día causas de dificultades, como es el caso de losterritorios del Sarre, entre Alemania y Francia.

Esto se debe a que las plantas en general pueden ser cul-tivadas y aclimatadas en otras regiones diferentes a las de suorigen, lo que no se puede hacer con los minerales. Por estarazón, es muy difícil que un vegetal útil pueda ser monopo-lizado por un solo país.

Sin embargo, hay plantas que han tenido influencia yproducido efectos políticos.

La emigración de pueblos agricultores es motivada porla busca de suelos que les aseguren el cultivo de vegetales queles son familiares. Así tenemos:

1.—Que los chinos y japoneses prefieren para emigrarlas tierras templadas del Sur evitando las frías que no les per-miten el cultivo del arroz, su alimento tradicional.

2.—Lo mismo ha ocurrido con las colonias francesas ra-dicadas en Chile, quienes se han establecido de preferenciaen las zonas donde es posible el cultivo de la vid, planta fa-miliar al esforzado pueblo galo.

3.—La invasión de los árabes en el siglo VII y VIII sóloalcanzó hasta aquellas regiones de la península ibérica en queera posible el cultivo de 'a palmera datilífera.

4.—El descubrimiento de América por Colón tuvo su pri-mer origen en la búsqueda de las especias, en particular lapimienta, por las cuales luchaban en un principio España yPortugal, disputa en la que después intervinieron Holanda eInglaterra.

5.—El cultivo del café fué un serio obstáculo para la abo-lición de la esclavitud y advenimiento de la República enBrasil.

6.— La caña de azúcar motivó la anexión de Hawai porEE. UU. de N. A. en 1898 y la misma razón indujo a los yan-kees a apoderarse de Cuba, Filipinas y Puerto Rico en la gue-rra contra España. Como ahora el cultivo de la remolacha azu-carera ha alcanzado un gran desarrollo en la República delNorte y el azúcar de Filipinas le hacía una gran competencia,ya que no pagaba derechos de internación, aquel grupo decapitalistas influyó en un elevado tanto por ciento para quese le otorgara la independencia a Filipinas.

7.—La primera Guerra Púnica tuvo por causa el comúndeseo de Roma y Cartago de apoderarse del granero de Sicilia.


8.—La Guerra de Secesión en EE. UU. de N. A. (1861-65) no tuvo otra causa que la oposición de los Estados algo-doneros del Sur a la abolición de la esclavitud, por la crisisque les significaría la falta de brazos.

9.—El cultivo del algodón en el valle de Azapa en Aricaque se practicó en el pasado, trajo allí esclavos negros, cuyosdescendientes son los únicos individuos de color que hay enChile.

En nuestros días la erosión de los bosques disminuye elpoder económico de los pueblos, lo que está ocurriendo enUruguay y otros países.

En Africa la selva está siendo destruida por los anima-les y los incendios, lo que hace que el desierto de El Saharaavance un kilómetro por año.

El Imperio de los Incas tuvo sus límites naturales don-de empezaba la selva y el desierto.

La descuidada explotación de las montañas ha transfor-mado en tierras estériles a regiones pobladas otrora de gran-des bosques, como: Creta, Italia, Grecia, los Altiplanos alre-dedor de la ciudad de Méjico y luego tendremos en Chile estefenómeno si no arbitramos medidas adecuadas al fomento fo-restal.

La gran aplicación de la celulosa en la fabricación de pa-pel, algodón-pólvora, colodión y otros elementos de aplicaciónen la paz y en la guerra, dan a los bosques una importanciacada día mayor que hace pensar en su conservación y man-tenimiento.

H.—La fauna.

Hay varios ejemplos en la historia que indican la influen-cia que los animales han tenido en el desarrollo de los pue-blos y son los siguientes:

i.—Los vacunos con su provisión de carne y leche, hicie-ron que el hombre los llevara junto a su hogar. El buey, quenecesita de pastos abundantes, es lento en sus movimientosy útil en la agricultura, hizo con sus congéneres que los pue-blos que los utilizaban se hicieran sedentarios.

2.—La oveja, el reno, la cabra, el camello y especialmen-te el caballo, que son aptos para ¡a vida transhumante del nó-made, le dieron esta característica a los pueblos que los uti-lizaban. El noble caballo, de una movilidad superior, tuvo unainfluencia preponderante en quienes lo poseían y con el ágilcorcel pudieron fácilmente dominar a los habitantes de terri-torios agrícolas v ganaderos.

3.—La caballería española fué el elemento decisivo en laconquista de América y el que permitió al soldado ibérico apo-


derarse de nuestros extensivos territorios. Solo cuando losaraucanos, gracias a la habilidad táctica de un Lautaro, unie-ron el caballo a su condición de valientes guerreros, pudieronpor un tiempo detener en parte el avance del dominador es-pañol y hacer peligrar sus éxitos bélicos.

4.—Gracias al caballo las hordas de las estepas asiáticas,jinetes en veloces corceles, acuden en diversas épocas haciael Occidente y se apoderaron de casi toda Europa.

5.—La piel fina como la marta y el armiño, es la causaque el N. de Asia esté en poder de Rusia, porque ella movióa los cosacos a cruzar les Urales en sus corceles y expulsarde allí a los mongoles, suplantando en esa zona al Islamismopor el Cristianismo.

6.—La mosca tsetsé, que pica y da muerte al ganado, de-tuvo a la caballería mahometana en su penetración al interiordel Africa.

7.—La caza de la ballena ha hecho que varios países seinteresen por reclamar posesiones en el helado continente An-tártico.

I.—La minería.

La industrialización del orbe ha significado que los mina-rales recobren especial importancia.

En el pasado, los Ejércitos que poseían armas hechas depiedra, huesos, madera, cobre o bronce eran fácilmente su-peditados por los que disponían de armas a base de hierro.Más aun, los países con subsuelo rico en carbón tenían su po-derío económico asegurado. La falta de estos minerales im-pidió a Italia y Japón ser potencias de primera categoría. Elloles movió a conquistar Abisinia y Manchuria.

Suecia, España y Brasil, que sólo poseen hierro, pero nocarbón, no han podido alcanzar la hegemonía de otras nacio-nes que disponen de los dos.

La penetración rusa en las Islas de Spitzberg, pertene-cientes a Noruega, es motivada por la existencia de carbónen ellas.

La historia demuestra que la búscueda de metales fuémotivo de las siguientes guerras desde lejanos tiempos:

—La enorme riqueza de oro en Nubia dió origen a lastentativas de Egipto para dominarla.

—Las dos expediciones ele Julio César a Inglaterra fue-ren determinadas por la creencia de que allí abundaba laplata.

—La conquista de América fué fomentada por España,el país más poderoso en esa época, para apoderarse del orode los Incas v Aztecas.


—El salitre en las provincias de Tarapacá y Antofagas-ta, dió lugar a la guerra de 1879 entre Chile contra Perú yBolivia aliados.

Los roces políticos últimos de Inglaterra con el Irak yel Irán han sido motivados por el petróleo, elemento vital pa-ra el desarrollo industrial de los países progresistas.

La riqueza minera incrementa el poderío de los Estadosfuertes en forma notable y en proporción contraria significaun grave peligro para las naciones y militarmente débiles, queno disponen de los medios para defender la riqueza que lanaturaleza les dió y están expuestos a perder su soberanía an-te el poderoso que ambiciona sus minerales.

En la explotación minera se distinguen tres fases:1.—Búsqueda y descubrimiento. El éxito de esta fase se

debe a la iniciativa privada, voluntaria o casual, de personasde valor y voluntad vigorosa que se aventuran en empresasde resultados inciertos. La ayuda del Gobierno es por lo ge-neral reducida.

2.—Auge. Las naciones imperialistas o vecinas procuranaprovecharse del descubrimiento aportando capitales o atra-yendo los productos a sus territorios. Al Estado dueño del sue-lo no le queda más beneficio que los derechos aduaneros ylos míseros salarios de los obreros que extraen los metales.

3.—Declinación lenta y extinción. Frecuentemente se lebrinda al Estado explotado la posibilidad de recuperar su pa-trimonio cuando la extinción del mineral está próxima.

Al respecto cabe recordar que cuando las provincias deTarapacá y Antofagasta eran peruanas y bolivianas respecti-vamente, sus yacimientos de salitre y cobre eran propiedadde chilenos; pero, ahora que esos territorios están bajo nues-tra soberanía y en ellos flamea el tricolor nacional jamás arria-do, sus minerales son explotados por consorcios extranjeros.Debemos meditar este hecho francamente vergonzoso y sacarconclusiones con miras patrióticas y nacionalistas, respecto alos recientes descubrimientos de pozos petrolíferos en el T. O.A. para que éstos sigan siendo explotados, aunque con dificul-tad, por nuestros técnicos y por medio de capitales exclusiva-mente chilenos.

J.—Las vías de comunicaciones.

Tienen influencia decisiva en la unificación y progreso delos países.

Se dividen las primitivas en:1.—Comerciales. Tienen su origen en las necesidades del

intercambio económico y se encuentran en todas las épocas ycivilizaciones.


2.—Religiosas. Motivadas por las peregrinaciones de laEdad Media y estaban jalonadas por monasterios y albergues.De escaso valor comercial al principio, pero sí intelectual. Lasmás famosas fueron las:

a) Cristianas a Roma, a Jerusalén y Santiago de Com-postela.

b) Musulmanas a la Meca.c) Budistas a la ciudad Santa de Lasa.3.—Intelectuales. Las que unían a los centros universita-

rios, bases del saber.4.—Políticas. Sirvieron para generar y conservar Esta-

dos. Las rutas de los Romanos, de los Incas y Aztecas son ejem-plos de este tipo.

Otra clasificación de las vías de comunicación es la si-guiente :

1.—Naturales. Son las que el hombre utiliza tal como son,salvo ciertas mejoras y adaptaciones (muelles, puentes, bal-sas, etc.), como los mares, ríos, lagos, desfiladeros y valles.

2.—Artificiales. Son las construidas por los individuos,como los caminos, canales, ferrocarriles, etc.

En las clases de geografía en la Academia de Guerra delEjército se las clasifica en:

1.—Terrestres (caminos y ferrocarriles).2.—Marítimas.3.—Fluviales.4.—Lacustres.5.—Aéreas.6.—Submarinas.7.—Técnicas (telégrafo, teléfono y radio).

Todas estas vías sirven al fenómeno llamado circulación;o sea, el intercambio de todo orden dentro de un país y haciao desde los vecinos, permitiendo el progreso y el bienestar. Suapertura o cierre obedece a razones comerciales, políticas, es-tratégicas y espirituales.

Los pueblos que no disponen de buenos caminos, que losenlacen con otros más adelantados, se extinguen y perecen: enel aspecto intelectual, por falta de noticias, ideas y conoci-mientos científicos; comercialmente, sus productos no puedenser exportados, ni pueden traer lo que falta; bajo el punto devista militar dificulta la movilización, concentración, primerdespliegue estratégico, abastecimientos, evacuaciones y no ha-cen posible el movimiento en la línea interior; y en el aspectopolítico dificultan la unidad interna, disocian la nacionalidady no permiten reforzar la autoridad central.

Los siguientes ejemplos históricos refuerzan la eficaciade los caminos:


a) Los Imperios Romano, Azteca e Incaico son testimonioelocuente del valor de las vías de comunicación como elemen-tos de unificación política.

b) El Imperio Persa de Darío y Jerjes tenía las mejorescarreteras de su época.

c) Los mensajeros a caballo de Gengis Khan lo mantu-vieron informado de lo que acontecía en los puntos más ale-jados de su imperio.

d) Napoleón I gran propulsor de las comunicaciones, fra-casó en Rusia principalmente por falta de buenos caminos.

e) El Canal Imperial de China (1.100 Kms.) unía el Ny S. del país, contribuyendo a consolidar el poder imperial.

Estrechamente ligada a las vías de comunicación está laimportante actividad humana denominada comercio.

Las funciones sociales desde el punto de vista económicose pueden reducir a tres: producir, fabricar y cambiar. Es es-ta última actividad la que corresponde al comercio, siendo unaimportantísima función de carácter vital para las naciones,porque se encarga de averiguar lo que en unas partes sobray en otras falta, llevando lo que es inútil en una región a otradonde es de imprescindible necesidad y sacando de esta últi-ma productos de que se carece en la anterior.

CONCLUSIONES

De lo expuesto se pueden deducir las siguientes conclu-siones encauzándolas especialmente en lo que a nuestro paísse refiere:

1.— El Estado no es una simple creación legalista y está-tica, sino que un organismo vivo, sometido a ciertas leyes ysujeto a influencias naturales como cualquier organismoanimal.

Me permito afirmar ésto con absoluta seguridad, porqueel Estado no es más que un conglomerado de seres humanosque conviven en un determinado territorio y, por lo tanto, su-fren los mismos efectos como colectividad que los que experi-mentan las personas consideradas individualmente.

Así tenemos que los Estados sin excepción alguna nacen,crecen, se desarrollan y mueren; se expanden, enferman y en-vejecen como todos los seres.

Como ejemplo de lo aseverado en este párrafo, se tienea Fenicia y Cartago, a Macedonia. Grecia, Roma y Egipto enla Antigüedad y posteriormente al Imperio de Carlomango, quese desarrollaron y crecieron hasta ser potencias directrices enel concierto de las naciones del universo, para después decaery desaparece totalmente dominadas por Estados más fuer-tes. En seguida España, Alemania y Francia se levantaron pa-


ra ser, cada una en su tiempo, el país más poderoso de la tie-rra y ahora han pasado a una categoría subalterna. Despuésfué Inglaterra la reina de los mares y del comercio, conside-rándosele hasta hace poco la cabeza rectora del planeta; pero,terminada la 2a Guerra Mundial, ha sido supeditada por Ru-sia y EE. UU. de N. A.

2.—Un Estado sólo surge cuando los individuos que locomponen adquieren el sentimiento de comunidad étnica y po-lítica, la conciencia de pertenecer a una patria común y a unpueblo unido por lazos afines y perdurables y están capaci-tados para juzgar lo que es útil a la comunidad.

El Estado tiene por finalidad el bien común y esto se lo-gra más que con el aumento de los bienes materiales, con elacrecentamiento continuo de las fuerzas espirituales de losintegrantes de la comunidad. El hombre se siente solidariocon el grupo a que pertenece y sus esfuerzos tienden a toni-ficarlo, a hacerlo poderoso y, cuando ésto se ha conseguido,sus actitudes se hacen libres, desenvueltas y seguras. Es éstala característica de los ciudadanos de las grandes naciones:ingleses y yankis. Generalmente basta e! recuerdo del poderque antaño tuvo la Nación y del esplendor de que disfrutó pa-ra hacer renacer en los individuos actitudes semejantes, comoocurre a los franceses y españoles. El caso del coronel Mos-cardó en el Alcázar de Toledo es un ejemplo de lo que acabode afirmar.

3.—La necesidad de supervivir trae generalmente comoconsecuencia que un Estado aspire a ser poderoso. Ya he di-cho que las Naciones son similares a los organismos biológicos.

Este deseo de supervivencia se traduce en la aptitud pa-rn imponer a los países vecinos, posibles o eventuales adver-sarios, la propia voluntad; es decir, para lograr por las ar-mas lo que no se puede obtener por medio de la diplomaciao por la política internacional. Esta es la definición más clá-sica y exacta del fenómeno de la guerra, por la que pasan ohan experimentado todas las Naciones, sin excepción alguna.

No siempre es posible a un Gobierno obtener esa supre-macía o seguridad para conquistar sus objetivos políticos. Deahí que, en este caso, sus miras deben orientarse a buscarun equilibrio de poder con sus posibles enemigos o rivales, loque a falta de desarrollo de sus propios medios, lo puede con-seguir mediante alianzas o tratados, que le aseguren lo quele hace falta.

4.—De lo que he expresado, se puede deducir que el de-terminismo geopolítico tiene sus limitaciones.

He enunciado algunas leyes geopolíticas y comprobado suvalidez por la historia; pero no debe pensarse que tal hechono tenga excepciones. El Estado es una creación social y los


fenómenos sociales no obedecen a leyes matemáticas. Es cier-to que hay en ellos alguna periodicidad; no obstante seríaabsurdo atribuirle rigorismo matemático. Así también la geo-grafía influencia fuertemente al destino de los pueblos. Sur-ge en ocasiones dentro de una nación un hombre que por susola influencia, por su genio, por su condición superior eleverdadero héroe, dando a la palabra su sentido místico y tras-cendente, es capaz de cambiar el curso de los acontecimientos.Esta acción de héroe puede ser más o menos duradera, peronunca puede prescindir de manera absoluta del medio. Lavoluntad humana logra imponerse sólo en parte sobre el sig-no que le fija la geografía. Ejemplos hay por miles en la his-toria : Mahoma, Alejandro, Cortés, Pizarro, Federico de Pru-sia, Hitler, César, Mussolini, Aníbal, etc.: modificaron el des-tino de los pueblos o regiones en que les tocó vivir con la solafuerza ele su valor y de su genio.

Esta misión primordial puede también ser cumplida porun grupo de hombres, instruidos y disciplinados en torno aun ideal político o por un gobierno, que mediante un procesode educación de la masa, es capaz de realizar tan profundatransformación.

Ejemplos: Japón, Turquía, Alemania, Inglaterra, etc., lo-gran vencer factores adversos del medio geográfico por laacción de grupos de ciudadanos o del gobierno.

Los influjos dinásticos obrando con la fuerza tremendade la tradición han logrado producir en ocasiones en la his-toria de los pueblos cambios que contradicen su geografía, loscuales, tarde o temprano, han sido anulados por esa fuerzamás poderosa y permanente que emana de la naturaleza mis-ma : el determinismo geográfico.

A veces los intereses de las grandes potencias al chocaren su afán expansionista han dado lugar a la creación de Es-tados artificiales, fruto del juego de su diplomacia, y comouna forma de alejar los conflictos bélicos. Tales creacionesno siempre han tenido buen éxito y por regla general su vidaha sido efímera.

5.—Como última y más interesante conclusión, puedo de-ducir que, como la historia nos demuestra que las nacionestienen un período de crecimiento, auge, grandeza, estagnamien-to y decadencia, un día llegará en que las grandes potenciasde hoy: EE. UU. de N. A., Rusia e Inglaterra, perderán supoderío y pasarán a segundo término. ¿Cuándo ocurrirá es-to? Aun no podemos saberlo; pero sucederá en cierta oportu-nidad, más o menos lejana, cuya fecha no es dable precisarni aproximadamente.

Esta realidad Geopolítica inobjetable debe hacernos me-ditar en el papel que le corresponderá a las jóvenes Naciones


Latinoamericanas desempeñar cuando nos aboquemos a estetrance y especialmente a nuestra Patria, cuyas condicionesóptimas en el aspecto étnico, sobresaliente en Sudamérica,agropecuario, minero, industrial y geográfico en general, nosdepara un porvenir descollante, si sabemos explotar nuestrasventajas de todo orden.

Corresponde a la juventud de hoy, que serán los conduc-tores del mañana, captar y meditar la responsabilidad que de-berán asumir en lo que respecta a preparar y perfeccionaral Chile del futuro. Sin optimismo exagerado y sin dejarsearrastrar por ese pesimismo ambiente, que tanto mal nos ha-ce, debemos tener la certeza absoluta, y muy analizada, dela misión descollante que corresponderá a los chilenos realizaren el futuro de la Humanidad.

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LAS MEMORIAS DE ROMMEL... 29

LAS MEMORIAS DE ROMMEL

Traducción del Tte. Crl. (R) ROBERTO PROUST J.

(Continuación)

A TRAVES DE CIRENAICA

El desfiladero efe Mersa el Brega era el primer objetivode ataque ordenado para mayo contra las fuerzas adversariasen el área de Agedabia. Después que hubimos desalojado alos ingleses de el Agheila, éstos se detuvieron en las alturas

dominantes de Mersa el Brega y al sur de Sebcha, en Bir Sue-ra, en donde comenzaron a construir fortificaciones. Vimosesto con gran disgusto, porque daba tiempo al enemigo paraorganizar posiciones, de por sí naturalmente fuertes, dotar-las de alambradas y minarlas, aun cuando tenía su contra-parte en nuestra posición de Mugtaa, difícil de atacar y posi-ble de rodear sólo por el sur. También el terreno al sur deWadi Faregh, 25 kms., aproximadamente, al sur de Mersa elBrega, era muy arenoso y aún difícil de cruzar con vehículosmotorizados. Yo estaba, en consecuencia, ante la alternativade esperar hasta la llegada de todas mis tropas a fines de


mayo y dar, por lo tanto, oportunidad a los ingleses de orga-nizar en tal forma la posición, que un ataque difícilmente po-ci'ría llevar al resultado apetecido o bien, atacar la posiciónenemiga insuficientemente organizada todavía en Mersa elBrega y tomarlo con nuestras escasas fuerzas. Me decidí porla última, en la suposición de que un ataque con fuerzas pro-pias relativamente débiles nos podría llevar ahora hasta laposesión del desfiladero. Pero esta posición tenía de igual ma-nera las cualidades necesarias para nuestro objeto que el sec-tor de Mugtaa, pues, representaba simultáneamente una po-sición de apresto y de partida favorable para el ataque proyec-tado en el mes de mayo. Con una acción contra Mersa el Bre-ga, se podrían aprovechar, además, las existencias de agua.

El 31 de marzo se iniciaba el ataque contra los inglesesde Mersa el Brega. En las primeras horas de la mañana sellegó a un violento combate contra las tropas de exploraciónenemigas. En la tarde, las tropas de la V. Div. Ligera se en-contraban al ataque contra la posición de Mersa el Brega pro-piamente tal, la que fué defendida tenazmente por los ingle-ses. Allí continuó ininterrumpidamente nuestro ataque.

Yo mismo permanecí todo el día con mi J. E. M. el te-niente corone: von der Borne y Aldinger (1) en el campo debatalla y reconocí en la tarde las posibilidades de ataque alnorte del camino de la costa. Aquí se colocó en las últimas ho-ras de la tarde al bat. amet. N° 8 el que, en ataque ininte-rrumpido y avanzando por el ondulado terreno de dunas, arro-jó al enemigo hacia el este y pudo tomar posesión del desfi-ladero de Mersa el Brega. La retirada de las fuerzas ingle-sas se verificó, al parecer, en forma muy precipitada. Se cap-turaron 50 Brenn-Carriers (2) y más o menos 30 tanques li-vianos. Para el 1° de abril ordené la reagrupación en la zonade Mersa el Brega.

Las comunicaciones de la F. A. mostraron claramente latendencia retrógada de los movimientos enemigos. Tambiénlas unidades de expl. que había enviado el general Streich,nos proporcionaron esta impresión. No pude renunciar a laoportunidad favorable, por lo que di la orden de atacar al ad-versario en Agedabia y ocupar esta localidad, aun cuando talempresa se había dispuesto sólo para fines de mayo. El 2 deabril, la V. div. lig avanzaba a ambos lados de la Vía Bal-bia hacia Agedabia. Los campos minados enemigos no ofre-cieron dificultades especiales. Los italianos siguieron a la di-visión por el camino de la costa. Ya en la tarde Agedabia fué

(1) Oficial Ordenanza del Mariscal de Campo.(2) Pequeños tanques británicos de protección.

LAS MEMORIAS DE ROMMEL.. . 31

tomada después de una corta lucha, de manera que nuestrasfracciones más adelantadas progresaron rápidamente hastala región de Zuetina. Entretanto, el regimiento blindado 5que constituía nuestro centro de gravedad al sur de la VíaBalbia, chocaba con los tanques ingleses y entraba en contac-to de combate con estos. Pronto cuedaron ardiendo en el cam-po de batalla siete tanques enemigos. Nosotros sólo perdimostres carros de combate. El adversario se había mimetizado su-mamentt bien para este combate, en carpas árabes, de mane-ra que en esta forma se empeñó sorpresivamente.

Por la tarde habíamos ocupado el área de Agedabia hastauna zona 20 kms., al este de dicho punto. Los italianos vol-vieron a reagruparse. El 3 de abril trasladé mi P. C. a Age-dabia. El enemigo continuó retirándose y pareció evacuar Ci-renaica. Al parecer nos tenía por extraordinariamente fuer-tes. Aquí habían desempeñado también un papel decisivo lostanques simulados.

En la mañana se nos comunicó que 20 tanques enemigosse encontraban 30 kms. al norte de Agedabia. El tenienteBerndt (3) fué comisionado por mí para verificar esta noti-cia. Se adelantó por el camino hacia Bengasi hasta Magruny estableció que se trataba de carros de combates italianos quehabían quedado en la retirada.

Habíamos hecho prisioneros a más o menos 800 ingleses.Al parecer los ingleses querían evitar a toda costa una luchadecisiva. Ya en la tarde me decidí, en consecuencia, a perse-guir al enemigo en retirada y, si fuera posible, apoderarmede toda Cirenaica en un ataque sorpresivo. Para realizar es-te plan puse de inmediato una agrupación adelantada de la"Ariette" bajo las órdenes del coronel Fabris, en marcha ha-cia Ben Ganina y se le dió la orden a la V. div. lig. de em-plazar al gr. expl. 3. a lo largo de la Vía Balbia hacia Ben-gasi. En realidad, el general Streich tuvo dudas debido a lascaracterísticas de los vehículos, pero yo no las hice valer, por-que no deben dejarse pasar las oportunidades por pequeñeces.

El general italiano Zamboon había designado la huellade Agedabia hacia Giofer el Mater, simplemente como "la hue-la de la muerte" y me había disuadido perentoriamente de

enviar tropas por esta ruta a través de Cirenaica. Sin embar-go, confié más en mi propio reconocimiento, de manera queyo mismo partí junto con mi oficial de órdenes, tte. coronelAldinger, en dirección a Giofer el Mater. Después de 19 kms.alcanzamos la punta del gr. exploración italiano Santa Ma-

(3) Alfred Ingeniar Berndt, Director Ministerial en el Ministerio dePropaganda.


ría, al cual se había agregado Fabris. El grupo se adelantóen magnífico dispositivo de marcha en ancho frente. El terre-no era relativamente bueno en cuanto a condiciones de tránsito,en forma que no ofreció mayores obstáculos.

Regresé a mi P. C. a eso de las 18,00 horas y allí supeque la V. div. lig. quería emplear cuatro días para el abas-tecimiento de combustible. Tuve esto por extraordinariamen-te exagerado y ordené a la div. que descargara de inmedia-to todos los vehículos y los despachara al punto de entrega dela div. en Arco dei Fileni, a fin de transportar en esta formacombustible, subsistencias y munición para la marcha por Ci-renaica, dentro de 24 horas. Naturalmente, ¡a div. no estabaen condiciones de moverse durante 24 horas debido a lo ante-rior. Sin embargo, en atención a la situación con el enemigobien podía correrse este riesgo.

Entretanto era cada vez más claro en qué forma superes-timaba el enemigo nuestras fuerzas. En todo caso, había quedejar a los ingleses en esta errónea creencia y aceptar en ade-lante de que con nuestro ataque se trataba de una ofensiva engran escala. Naturalmente que yo no estaba en situación, porel momento, de seguir tras el enemigo con la masa de mis tro-pas ; pero me parecía posible mantener tan presionado al ene-migo con unidades adelantadas, que continuara ,sus movi-mientos de retirada. Después de 24 horas yo esperaba estar encondiciones de llevar posteriormente también fracciones másimportantes de mis tropas. Con esto quería hacer sentir elpeso principal de la acción sobre el ala sur, atacar por BenCanina hacia Tmimi y tratar de cortar y aniquilar allí a fuer-tes fracciones inglesas.

En la tarde de este día viajé al norte para ver lo que ocu-rría con el gr. expl. 3 que había sido enviado en dirección aBengasi. Encontré al grupo en la zona de Magrun, en dondeel barón von Wechmar me comunicó que hasta ese momentono había tomado ningún contacto con tropas británicas. Unpárroco italiano se nos adelantó desde Bengasi para traernosla noticia de que esta ciudad ya había sido evacuada por elenemigo. A petición del barón von Wechmar dispuse la inme-diata partida del grupo hacia Bengasi.

En mi viaje de regreso hacia Agedabia, encontré un ve-hículo alemán que había sido ocupado, al parecer, por oficia-les ingleses. No nos detuvimos más tiempo y calculamos queellos habían sido ya atrapados por el gr. expl. 3. En reali-dad esto era lo que había ocurrido. Resultó que los tommieshabían caído sorpresivamente sobre un conductor alemán alnoroeste de Agedabia y apoderado de su vehículo para alcan-zar a sus tropas. En atención a esta demostración de bravurase les concedió la posibilidad de avadirse.

LAS MEMORIAS DE ROMMEL.. 3 3

M. del E. 3


Después de mi regreso a mi P. C. encontré al comandan-te italiano, general Garibaldi, que estaba muy poco satisfechocon el curso de las acciones de combate realizadas hasta esemomento, haciéndome por ello violentas recriminaciones. Ex-presó enfáticamente que estas operaciones estaban en oposi-ción con las instrucciones de Roma. Además, la situación deabastecimientos de las tropas germano-italianas no estaba deningún modo tan asegurada como para que pudiera justificar-se una empresa semejante, así como las consecuencias resul-tantes. Exigió que detuviera la operación. Cualquier otro mo-vimiento debía realizarse sólo con el consentimiento expresode su parte.

Desde un comienzo quería yo obtener, en lo posible, unagran libertad operativa y táctica de manera que, por lo demás,estaba lejos de dejar pasar inútilmente la favorable oportu-nidad que se ofrecía. Así se llegó a una discusión bastante vio-lenta en la cual expuse con toda claridad mi punto de vista. Elgeneral Garibaldi quería ir a obtener primero el consentimien-to del C. G. italiano, pero con ello podían perderse los días.No acepté este predicamento y dije que en adelante haría loque tuviera por mejor en la situación correspondiente. Puesbien, la discusión había llegado a su punto culminante. Comoángel salvador llegó un radio del comando supremo del ejér-cito (alemán) a mi P. C. en el cual se me daba completa liber-tad de acción, con lo que se ponía término a un diferendo fa-llado totalmente en mi favor.

En la noche del 3/4 de abril el barón von Wechmar en-traba con su grupo a Bengasi ante el gran júbilo de la pobla-ción. Los ingleses habían incendiado todas sus provisiones. Enlas primeras horas de la mañana un grupo de combate delBrescia, en la fuerza de un regimiento, comenzaba la marchahacia Bengasi para dejar allí en libertad de realizar futurasoperaciones al gr. expl. 3. La V. div. lig. debía avanzar consu masa hacia Ben Ganina. La unidad Ariette recibió la or-den de atacar al enemigo en el mismo espacio, hacia Bir Ten-geder, doblar hacia el norte y apoderarse de el Mechili. La ve-locidad de las operaciones lo era aquí todo. En todo caso, que-ríamos detener, además, a las fuerzas inglesas antes de queéstas se hubieran retirado totalmente de Cirenaica.

Después de haber estado en la tarde del 4 de abril con eljefe del M. y Aldinger en Bengasi y de haber dispuesto el em-peño del gr. expl. 3. reforzado con una compañía de tanquespor Regima-Cherruba hacia Mechili, volé en la tarde sobreBen Ganina en dirección a Tengeder. Sobre la huella roda-ban mis columnas hacia el este levantando grandes nubes depolvo. Creí reconocer al grupo adelantado 20 kms. al este deBen Ganina.


En la tarde de este día vi, en lo relacionado al enemigo,más o menos lo siguiente: pequeñas agrupaciones del adver-sario se encontraban al este de Ben Ganina, en tanto que otrasfuerzas británicas mantenían ocupada a Msus. El gr. expl.había chocado con débiles fracciones enemigas en Regima enlas últimas horas de la tarde y las había rechazado. La ma-sa de los ingleses continuaba su retirada; evacuaban Cire-naica.

A la mañana siguiente, a las 04,00 horas, puse en alar-ma a la unidad de combate del Afrika-Korps alemán, la quese puso en marcha hacia Ben Ganina. Yo tenía la intenciónde reunirme al grupo adelantado, tan pronto lo permitierala situación, tomar el mando allí y dirigir personalmente elavance hacia Tmimi o Mechili.

Hacia las 12.00 horas, ordené al coronel Olbrich queavanzara inmediatamente por Magrunr-Solluch hacia Msuscon una fuerte agrupación blindada de combate, que se com-ponía del regimiento blindado 5 y de 40 tanques italianos, pa-ra aniquilar al enemigo que allí se encontraba y llegar tam-bién, finalmente, a Mechili. Por la tarde me embarqué en unJunker y volé a eso de las 14.00 horas a Ben Ganina. La F. A.me comunicó después de mi aterrizaje que en el espacio deMechili y al sur de él no había fuerzas inglesas. Por esto laagrupación Schwerin recibió la siguiente orden: "Mechili li-bre de enemigos, siga hacia allá en la forma más rápida, Rom-mel". También siguieron rumbo a Mechili los grupos adelan-tados. Yo mismo volé junto con Aldinger hasta la cabeza dela columna para emplearla personalmente. A eso del atardecerregresamos para buscar a la 5 div. lig., que descubrimos pron-to en ininterrumpido viaje hacia el noroeste. Para formarmeun cuadro de las dificultades de la marcha hice devolver a la"Cigüeña" y viajé por la huella en el "Mammut" (4) haciaBen Ganina. Después de dos horas y media, cubiertos total-mente de polvo, llegamos al aeródromo. Pronto apareció eltte. coronel Schultz. que había regresado del vuelo de recono-cimiento, informando que Mechili y los alrededores estabanocupados por poderosas unidades inglesas. El mayor Heymerrecibió la misión de despegar con dos máquinas y de minarlas huellas al oriente de el Mechili. No llegaba todavía. Mi ofi-cial Ic. capitán conde Baudissin, había sido derribado ese díaen un He 111 y tomado prisionero por el enemigo.

Entretanto se había hecho de noche, de manera que ya noera posible un vuelo de regreso hacia Agedabia. En atención

(4) Tanque de Comando inglés del Mariscal de Campo capturado en elAgheila.


a la nueva situación que se tornaba algo difícil, me decidíavanzar hasta la V. div. lig. Desde luego, viajamos a plenaluz. En muchos lugares tuvimos que pasar por campos mi-nados, que reconocimos, porque en sus lindes había vehículosardiendo. A medianoche, la larga columna que serpenteabapor el desierto, claramente iluminada, fué atacada sorpresi-vamente por los aviones de bombardeo británicos. Al parecerno se produjo ningún daño, en forma que la marcha se conti-nuó sin luz. Como a eso de las tres de la mañana alcanzamosla cabeza de la V. div. lig. La columna hizo alto, pues esta-blecimos que nos habíamos apartado de la ruta. De acuerdocon la cantidad de kilómetros recorridos debíamos haber es-tado hacía mucho tiempo en Bir Tengeder. No se veía nadapor ninguna parte.

Pocos momentos después venían desde el norte dos avio-nes alemanes: un Henschel y un Storch (Cigüeña). Nos re-conocieron y aterrizaron cerca de nosotros, a pesar del terre-no difícil y cubierto de piedras. Era el mayor Heymer y sugente. Habían cumplido su misión. Poco antes de la total en-trada de la obscuridad aterrizaban en el aeródromo de el Me-chili, minaban las huellas camineras que llevaban hacia el es-te y luego a pocos metros de sus máquinas habían observadoel tránsito inglés durante la noche. Al clarear el alba estable-cieron que muy próximo a ellos entraban en posición tropasinglesas. En rápida carrera pudieron alcanzar sus máquinas ydespegar sin ser estorbados por el enemigo. Comunicaron ade-más : "El Mechili fuertemente ocupado. Intenso movimientode vehículos en dirección al este".

Ahora bien, no había tiempo que perder, pues de otra ma-nera el nido podría estar vacío. Nos encontrábamos todavíaa una distancia de 20 kms. de el Mechili. El tte. coronel Beh-rend recibió de mí la misión de caer con su pequeño grupo decombate, en marcha acelerada, sobre la huella que conduce ha-cia Derna desde el Mechili y de obstruirla en un punto apro-piado.

El tte. coronel Ponath, a cuya agrupación le quedaban,por desgracia hasta ese momento, sólo 15 vehículos, recibióla misión de emplearse hacia Derna. Allí debía obstruir la VíaBalbia hacia el este y el oeste. Pronto apareció el conde Schwe-rin con partes de su grupo adelantado. También se le enco-mendó bloquear los caminos que conducen desde Mechili haciael este.

Por desgracia no fué posible atacar el Mechili, ni aun el6 de abril, con la columna Fabris desde el este y el grupoSchwerin desde el sur y sureste, porque Fabris llegó sólo enla tarde a las alturas al este de dicho punto. A esta mismahora ni tenía ninguna noticia de grandes partes del cuerpo-


porque las distancias para el tráfico radiotelegráfico eran yademasiado grandes. A eso de las 02.00 horas del 7 de abril lacolumna Fabris nos comunicaba que no tenía ya una gota debencina y que, en consecuencia, no podía poner en posición suartillería. De inmediato se juntaron todas las reservas de ben-cina disponibles del E. M. de la División y se reunieron 35bidones en total. A las 03.00 horas me puse en marcha con elescalón de combate a objeto de colocar en posición a las sec-ciones de Art., aún antes de que se iniciara el día. En la com-pleta obscuridad —no había una sola luz de estrellas— no pu-dimos encontrar a la columna. Aun cuando nosotros repetimosnuestro intento a la mañana siguiente tuvimos que vencer in-numerables dificultades, hasta que encontramos finalmente a¡a unidad que buscábamos. Entre otras cosas, chocamos conla espalda de una instalación avanzada inglesa de Brenn-Ca-rriers. Aun cuando disponíamos solamente de tres vehículos—de los cuales uno iba armado con ametralladora— seguimosen rápida marcha hacia el enemigo, levantando grandes nubesde polvo. Esto puso abiertamente nerviosos a los ingleses, queevacuaron con gran apresuramiento su posición.

Después que hubimos abastecido de combustible a los ve-hículos italianos siguió el grupo en frente de marcha contraaviación hacia el Mechili. Pronto vimos el fuerte. Innumera-b'es vehículos del enemigo estaban allí y con los anteojos po-dían reconocerse claramente las tropas que se encontraban re-partidas en grupos. Dirigí al grupo de combate Fabris haciael área 3 kms. al noreste de el Mechili. Allí nos detuvimos ynos colocamos en posición. En el primer momento el enemigono hizo ningún preparativo para ponerse a la defensiva. Porello envié como parlamentario al tte. coronel Grohne e invi-té por su intermedio al Cdte. inglés a que depusiera las ar-mas. Naturalmente el enemigo rehusó la rendición.

Por desgracia, faltaba hasta ese momento todo vestigiodel grupo de combate Olbrich. Según la hora, el coronel Ol-brich debía estar hacía ya largo tiempo en el Mechili. En elStorch (Cigüeña) despegué antes del mediodía para buscarlas columnas. A una altura de 600 metros volamos sobre lasllanuras arenosas y nos acercamos rápidamente a los montesde el Mechili. Súbitamente descubrí al oeste del fuerte unaslargas y obscuras columnas que tomé en un comienzo por elgrupo de combate Olbrich. Algunos hombres colocaron unacruz de aterrizaje entre los vehículos; me dispuse a aterrizar.Sin embargo, en el último momento vi los cascos planos de lossoldados británicos. De inmediato cambiamos de rumbo. Losingleses abrieron fuego con muchas ametralladoras. Con unimpacto en el timón desaparecimos relativamente ilesos. Con-tinuamos hacia el oeste a mayor altura. Más o menos 20 o 30

LAS MEMORIAS DE ROMMEL.. . 39

kms. al suroeste de el Mechili vimos repentinamente pequeñosgrupos de vehículos, en marcha hacia el este. Nuestras seña-les debían verse claramente. Aterricé y encontré a partes delgrupo de exploración 3. De inmediato fueron orientados. Des-pués que hubimos vuelto a despegar descubrí a más o menos20 o 30 kms. más al sur formaciones blindadas alemanas eitalianas. Aterricé allí y reprendí a estas Unidades en formaseverísima a causa de su lento avance. La cabeza de esta co-lumna había rodeado uno de los lagos salarios secos, porqueen el este se veía una extensa superficie de agua. Sin embar-go, se trataba únicamente de un espejismo, de un Fata Mor-gana, como ocurre tan comúnmente en esta región. Exigí, en-tonces, un avance perentoriamente rápido.

De regreso a mi P. C. esperé un tiempo, inútilmente, lallegada de la agrupación Olbrich. Finalmente subí de nuevo alStorch (Cigüeña) y me puse una vez más en marcha parabuscar la columna. A la altura de el Mechili se elevaba unhumo negro. Según todas las probabilidades ardía allí un ve-hículo británico. Cruzamos en un punto una huella fresca so-bre la cual se escurrían hacia el sureste vehículos ingleses. Lostommies buscaron protección cuando vieron la Cigüeña, perono dispararon. No veíamos vehículos por ninguna parte, demanera que quedó en claro para mí que el grupo de combateOlbrich se había extraviado de nuevo. ¿Pero a dónde? Con to-do podían reconocerse huellas en los pantanos salinos, si bienéstas se perdían pronto en el terreno pedregoso. Estaba ex-traordinariamente molesto y me embargaba una seria inquie-tud, pues la decisión en la Cirenaica oriental dependía de lapronta llegada de estas columnas. El sol ya se había puesto ynosotros sabíamos que sobrevendría bruscamente la nochedentro de una hora y media. Volamos hacia el norte. Final-mente vi nubes de polvo en el horizonte. Instruidos por nues-tras experiencias con la cruz cíe aterrizaje inglesa, nos escu-rrimos con gran cautela en dirección a la columna. En reali-dad, eran vehículos propios de manera que aterrizamos jun-to a la plana mayor del coronel Olbrich. Yo estaba extraor-dinariamente excitado por el rodeo innecesario que había he-cho el grupo al desconocer las circunstancias del camino, enforma que ordené continuar la marcha aceleradamente. Conel reloj y la brújula volví a encontrar finalmente mi P. C. yaterricé allí a pesar de la obscuridad. Durante mi ausencia losingleses habían atacado un lugar de aterrizaje con bombarde-ros en picada e incendiado algunos Junkers.

Ahora bien, el ataque debía montarse propiamente en lamañana del día siguiente. A las 06.00 horas del 8 de abril vo-lé al frente en la Cigüeña, hacia el este de el Mechili para se-guir el curso del ataque. Me acerqué a un batallón de Ber-


saglieri a una altura de 50 metros más o menos, que el díaanterior se había presentado al coronel Fabris. Al parecer, lossoldados italianos no habían visto nunca un Storch (Cigüeña)alemán, de manera que se alteraron tanto con nuestra bruscaaparición sobre sus cabezas, que dispararon desde todas direc-ciones. Fué verdaderamente un milagro que no hubiésemossido derribados a esta distancia de 50 a 100 metros. Viramosinmediatamente para substraernos del fuego de las tropasaliadas, detrás de la ondulación del terreno más próxima. Su-bimos a 1.000 metros de altura para contemplar luego la si-tuación con menos peligro.

El ataque a el Mechili seguía un curso visiblemente favo-rable. Una gran columna de vehículos enemigos se movía des-de Mechili hacia el oeste; volamos por sobre ella en la espe-ranza de dar con la columna que, desde luego, suponíamos te-nía que acercarse finalmente. Una vez más no vimos absolu-tamente nada. Por el contrario, descubrimos a más o menos2 a 3 kms. al oeste de los ingleses un cañón de 8,8 con sus sir-vientes. En la idea de que se encontraran también en ese lu-gar otras tropas propias, nos dispusimos a aterrizar, pero co-rrimos por una colina de arena sobre la cual quedó destroza-no nuestro avión. El cdte. de la pieza comunicó que su cañónhabía sido atacado y destruido por tanques desde el día an-terior. No había tropas amigas en los alrededores. Había en-viado a un hombre con un vehículo para tomar contacto conotras fracciones de tropas. Le pregunté si, por lo menos, po-día disparar con su tubo hacia las nubes de polvo que se apro-ximaban y que se levantaban por los vehículos ingleses. En uncomienzo contestó afirmativamente, pero luego resultó que elhombre se había llevado el cierre en el vehículo. Los inglesesse acercaban cada vez más con sus vehículos en frente de mar-cha contra aviación, de manera que a última hora tuvimosque abandonar el campo si no queríamos ir a Canadá. Feliz-mente los sirvientes de la pieza disponían todavía de un camiónen el cual partimos hacia el sureste. Aquí dimos pronto conun pantano salino que reconocí por mis vuelos del día ante-rior. Desde allí volvimos a encontrar por último el P. C. delcuerpo.

De inmediato envié al mayor Heymer con un Henschelpara buscar a Olbrich y su gente y llevarlos finalmente haciael Mechili. Sobre el resultado del ataque que había comenzadoen la mañana de este día, nada se sabía hasta el momento.Ahora bien, para informarme de él me adelanté con mi pe-queña plana mayor de combate en dirección a el Mechili. Sinembargo, sobrevino pronto una tempestad de arena tan for-midable, que. tuvimos por ello, que terminar el viaje en la al-tura más próxima. Viajando con la brújula en medio del tor-

LAS MEMORIAS DE ROMMEL.... 41

bellino de arena pudimos llegar, finalmente, hasta el aeródro-mo de el Mechili. Desde allí y tanteando a lo largo de la líneatelegráfica, nos fuimos acercando cada vez más hasta el Me-chili que, entretanto, había sido ocupado por mis tropas. Co-mo me lo comunicara el general Streich, la guarnición britá-nica había intentado muchas veces irrumpir hacia el este enel curso de la mañana. Tales intentos, sin embargo, debieronfracasar ante el fuego de las armas germano-italianas. El ata-que de la infantería, de los escasos tanques alemanes y de loscañones antiaéreos, había llevado, por fin, al éxito. Olbrichhabía llegado entretanto con su agrupación de combate.

A eso de las 12.00 horas recibí del tte. coronel Ponath,que mantenía obstruida la Vía Balbia en Derna, la comunica-ción de que aumentaba de hora en hora el botín y el númerode prisioneros. Sin embargo, que se había debilitado extraor-dinariamente la propia potencia de combate y que por eso ne-cesitaba refuerzos urgentemente. De inmediato dispuse el em-pleo de grupos de combate Schwerin hacia Derna, así comotambién del grupo Olbrich. Con las fracciones restantes dela V. div. lig. debía asegurar el espacio ganado alrededor deel Mechili.

A mediodía partió a Derna el grupo de combate Schwerin.Pronto seguí yo también con mi escalón de combate y la sec-ción A. A. Apenas salimos del fuerte se separó tanto la co-lumna por la tempestad de arena, que transcurrió largo tiem-po para que pudiera volver a reunirse. En ininterrumpidamarcha recorrimos, a pesar de todo, el trecho Mechili-Dernahasta las 18.00 horas. En Derna nos comunicó Ponath el apri-sionamiento de 800 ingleses. Para especial alegría mía los ti-radores habían logrado tomar prisioneros a casi todo el E. M.inglés. El general P. Neame, cdte. en jefe de las tropas ingle-sas en Egito y TransJordania y el general O'Connor, que ha-bía asestado tan fuertes golpes a las tropas italianas, se en-contraban entre ellos. Se les envió a buscar en motocicletas yse les hizo prisioneros. El Brescia había llegado ya por Ben-gasi a Derna. Aquí el general Kirchheim, que había acompa-ñado el avance de estas tropas, intervino enérgicamente. Elgeneral von Prittwitz, cdte. de la XV. div. bl. que acaba dellegar al Africa con parte de ella, debió tomar a sus órdeneslas agrupaciones de persecución para volver a atacar a losingleses en dirección a Tobruk.

En esta forma se llegó a la recuperación de Cirenaica.Además me pareció importante pisarle los talones al enemi-go para obligarlo a retirarse, por una insistente presión. Deacuerdo con las experiencias obtenidas hasta ese momento, sibien no era de esperar la posibilidad de separar y aniquilar


partes mayores del Ejército enemigo, por lo menos la Marmá-rica podía constituir el punto de partida de una eventual ofen-siva de verano que partiera de Alejandría.

LAS PRIMERAS EXPERIENCIAS

En realidad, nunca se había emprendido hasta ese momen-to una ofensiva tan sin preparación, en una guerra moderna.Ella impuso extraordinarias exigencias a la capacidad de im-provisación del mando y de las tropas, pues los comandantesno estuvieron en situación, muchas veces, de lograr los obje-tivos fijados. Especialmente notable fué el hecho de que al-gunos comandantes quisieran establecer pausas innecesariaspara el abastecimiento de municiones, de combustibles y larevisión de los vehículos, con toda comodidad aun allí dondeun ataque inmediato había ofrecido los mejores oportunida-des. Para el comandante el lapso previsto para la ejecuciónde la operación debe constituir la única norma; él tiene queagotar todas sus energías para cumplir a tiempo su misión.Para la marcha hacia el Mechili yo no había exigido dema-siado. Esto puso de manifiesto a los comandantes, que se pu-sieron con iniciativa al servicio de su misión y que cumplieroncon lo exigido. La energía del comandante de tropas pesa mu-chas veces más que su intelecto. Este es un hecho que a losoficiales que tienen una predisposición a lo teórico no les pa-rece generalmente evidente, pero que es algo irrecusable parael práctico. Más tarde, cuando se hicieron más estrechas lasrelaciones entre la tropa y yo, pudo aquélla lograr lo exigidoen todo momento por mí.

Este avance sufrió después un juicio crítico, desde unpunto de vista estratégico más elevado. El mismo generalPaulus vino al Africa a decir que el mundo británico ha-bía sido obligado por nuestro avance rápido y sin plan a tra-vés de Cirenaica, a retirar sus tropas de Grecia. Esto no es-taba, desde luego, en las intenciones del OKW (Comando Su-premo del Ejército).

A esto es preciso observar lo siguiente: en primer lu-gar, nada sabía yo de los planes del OKW con respecto a Gre-cia. Por lo demás, dudo que nosotros hubiésemos cogido a losingleses en Grecia si ellos hubieran estado allí en el momentode la iniciación de": ataque alemán en el sureste. En general,los ingleses estaban, desda luego, en situación de salvar rápida-mente sus tropas por mar en caso de necesidad. Una claraprueba de ello es Dunquerque y Andalsnes, sin dejar de citarGrecia misma en la cual la casi totalidad de las tropas de!Imperio que se habían estacionado allí al comienzo de la ofen-siva alemana, pudieron ser llevados al Africa o a Creta porla marina de guerra.

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Además soy de opinión de que habría sido más ventajo-so no haberse ocupado de Grecia, pero en cambio, haber cons-tituido un centro de gravedad en África para expulsar aquía los ingleses del Mar Mediterráneo. La Fuerza Aérea que seempleó en Grecia se habría concentrado para la protecciónde los convoyes a Africa y habría tenido que agotar íntegra-mente todas las posibilidades para ganar tonelaje en el MarMediterráneo. Poderosas unidades motorizadas alemanas ha-brían ocupado luego toda la costa del Mar Mediterráneo quese encontraba en poder de los ingleses, para haber estado asíen condiciones de aislar la Europa sudorienta]. Grecia, Yu-goeslavia y Creta se habrían visto obligadas a someterse, por-que no existía la posibilidad de que fueran abastecidas o apo-yadas por el Imperio Británico. Las pérdidas con las cualesnosotros no sólo habríamos logrado nuestros objetivos en laEuropa Sudorienta], sino que habríamos asegurado la zonadel Mar Mediterráneo y el Cercano Oriente como proveedorde combustible y como base de ataque contra Rusia, no ha-brían sido mayores que las que experimentamos en Grecia,Yugoeslavia, Creta y Africa del Norte, durante el verano. Pe-ro en la Superioridad existían obstáculos para emprender ac-ciones mayores en un teatro de guerra que debía ser abaste-cido por mar. de manera que en los círculos que manteníanopiniones anticuadas, se resistieron aún después, obstinada-mente, contra esta idea.

En el ataque a través de Cirenaica reuní las experien-cias más importantes, las que sirvieron de base para mis me-didas posteriores. Había exigido también enormemente, mu-cho más de lo que podía exigirse, de acuerdo con la experien-cia e ideado en esta forma mis propias medidas. Siempre sepodrá volver a establecer que las normas de la experiencia ape-nas expresan rendimientos término medio. Por esto, en nin-gún caso hay que darse por satisfecho con ellas.

Los ingleses habían sido engañados sobro nuestra verda-dera fuerza. Ellos hicieron lo mejor, lo que habría podido ha-cerse si hubiesen sido atacados realmente por un enemigo tanpoderoso como el que les pareció a los ingleses. No aceptaronninguna batalla decisiva ante Agedabia con sus tropas delfrente relativamente débiles, sino que evitaron el encuentropara concentrar sus fuerzas. La conquista de el Mechili fuéun golpe de mano en el que el enemigo no calculó bien quenosotros marchábamos primero hacia Ben Ganina y en segun-do lugar, aparecíamos tan rápidamente en el Mechili. Así losingleses fueron sorprendidos sobre nuestra verdadera fuer-za, sorpresa que se vió intensificada por las nubes de polvoque habíamos levantado deliberadamente. De la misma mane-ra el resto del enemigo, que había permanecido en Cirenaica.,


no contó nunca con una penetración tan rápida de mis unida-des hacia Derna. Estos éxitos se debieron, en primer lugar, anuestra rapidez. Es interesante expresar que los ingleses co-metieron, más o menos, un año después, el error de aceptaren Agedabia una batalla con parte de sus fuerzas.

Evidentemente Wavell intentaba, ahora, seguir mante-niendo la fortaleza de Tobruk y abastecerla por mar, en casoque fracasaran nuestros primeros ataques. Era claro para míque nosotros nos veríamos impelidos a una situación tácticay estratégica muy desagradable, en caso que no pudiéramosapoderarnos de Tobruk, lo que tendría repercusiones si los in-gleses atacaran en el rrento de Sollum. El cdte. inglés debióhaber pensado que, o se retiraban a la altura de la fortalezade Tobruk, con lo que el mando británico podía apoyarse siem-pre, en la defensa, en la poderosa fortaleza, o se detenían ul-teriormente en Sollum con lo cual se verían amenazados des-de todas direcciones y sus ataques posteriores se desviaríanhacia Tobruk.

En realidad, se verán más adelante las graves limitacionesque se impusieron al mando germano-italiano con esta posi-ción.

(Continuará)

ARTURO JARAS BARROS -

HUMBERTO VALENZUELA G.

DANIEL SOTTA BARROS -

EMILIO SERRANO V. R.

CALLE LA BOLSA 64 - TERCER PISO - FONOS 61524-88129

CORREDORES DE LA BOLSA DE COMERCIO

Tomada de "El Mercurio"

C O M B A T E D E L A C O N C E P C I O N

PARTE OFICIAL DEL COMANDANTE DEL BATALLONCHACABUCO 6° DE LINEA

Jauja, julio 12 de 1882.

Señor:

Como V. S. sabe, !a guarnición de La Concepción se com-ponía de cuatro Oficiales y 73 individuos de tropa de la 4a

compañía del cuerpo de mi mando, al mando del capitán donIgnacio Carrera Pinto.

Según los datos que se han tomado de algunas personasque se han encontrado en la ciudad, están contestes en asegu-rar que el día 9 del presente, de 2 a 2.30 P. M., se presenta-ron en las alturas que rodean al pueblo tropas enemigas que,


uniformadas de blanco y armadas de rifle, hacían fuego so-bre la plaza.

En este mismo momento aparecieron por las diversas en-tradas de la plaza gran número de indios armados de lanzas.El enemigo encontró lista a la compañía para ponerse en de-fensa, por tener el capitán, de antemano, orden de mantener-la acuartelada.

Según los relatos que todos hemos oído, el ataque prin-cipió con gran ímpetu por parte del enemigo, el que era con-tenido en las entradas de la plaza por nuestros soldados conbizarría; pero como sufrieran muchas bajas, al anochecer sereplegaron al cuartel situado en la misma plaza, y ahí com-batieron toda la noche, rechazando muchas veces las masasde indios y gente armada que se avalanzaban a la puerta delcuartel, a sus ventanas y a las paredes que lo circundan.

El ataque duró toda la noche del 9 y la mañana del 10;pero ya, como a las 9.30 A. M., de este día, el enemigo sepersuadió claramente de que las municiones se habían con-cluido y los que habían peleado como buenos, 19 horas, tuvie-ron que resistir sólo al arma blanca, rechazando nuevamentecon las puntas de sus bayonetas a los asaltantes que, ya enso-berbecidos, cargaban con furia a tomarse el cuartel.

El enemigo fastidiado de la tenaz resistencia de los nues-tros y convencido de que el temple de los hombres que ence-rraba el cuartel era de aquellos que no proporcionan un fáciltriunfo, resolvió incendiar el edificio, lo que efectuó arrojan-do petróleo a los techos y haciendo forados en las paredes querodean al cuartel; de esta manera consiguieron penetrar alrecinto donde se encontraban los que hicieron la defensa dela plaza de La Concepción.

Se dice que cuando el enemigo en grueso número entró alcuartel, la porfía y encarnizamiento de la defensa fué horri-ble; dando por resultado la muerte de toda la guarnición, in-cluso sus oficiales, sin que quisiesen rendirse por nada, a pe-sar de que se les gritaba que lo hicieran y que nada se lesharía.

El comandante de Carabineros me ha asegurado que elalférez de su regimiento, señor Sierralta, recorrió con 20 hom-bres, el día 11 por la mañana, la ribera del río frente a LaConcepción, y encontró un gran número de heridos de bayo-neta, y es de presumir que el número de éstos y el de los muer-tos sea muy numeroso.

El número de fusileros enemigos que atacaron a la guar-nición de La Concepción era de 300, al mando del coronelGastó y como 1.500 indios armados de lanzas.

Excusado me parece, señor coronel, recomendar a la con-sideración de V. S. la conducta brillante y más que distinguí-

COMBATE DE LA CONCEPCION. 47

da observada en el hecho de armas de La Concepción el 9 y10 del presente, por los señores oficiales y tropa que forma-ban parte de esa guarnición; hechos de armas de esa natura-leza, llevan consigo su recomendación.

La memoria del capitán don Ignacio Carrera Pinto, sub-tenientes don Julio Montt, don Arturo Pérez Canto y don LuisCruz M., sacrificados con sus 73 soldados en el puesto del de-ber, es algo que el que suscribe, como el personal del cuerpode mi mando recordaremos siempre con respeto y nos esfor-zaremos en imitar, en algo siquiera, el camino que con su ab-negación y sus vidas nos ha trazado ese puñado de valientes.

El armamento y vestuario fué llevado por el enemigo, de-jando los cadávares en completa desnudez, con el objeto qui-zás de que pudiéramos ver las horrorosas mutilaciones conque la saña del salvaje se había cebado en los cuerpos ya sinvida de esos mártires de su abnegación y patriotismo.

Adjunto a V. S., una relación nominal de los señores ofi-ciales e individuos de tropa muertos en el hecho de armas deque doy cuenta, ascendentes a cuatro oficiales y 72 individuosde tropa del Batallón Chacabuco 6° de línea.

También murió en el mismo hecho de armas el soldadode la 1a compañía del Batallón movilizado Lautaro, PedroGonzález, que había quedado por enfermo en esa plaza.

Dios guarde a V. S.

Marcial Pinto Agüero.

Al señor Coronel, Comandante en Jefe de la División delCentro.

OPTICA A G U S T I N A S 1 0 9 0(esq. BANDERA)

C A S I L L A 3 8 9 8

T E L E F O N O 8 8 0 7 5

S A N T I A G OHAMMERSLEY

FUNDADORES DE PUEBLOS EN LA.... 49

FUNDADORES DE PUEBLOS EN LAA R A U C A N I A

General (R) MARCIAL URRUTIA.

Más de una vez hemos leído en la prensa, los nombresde algunos civiles como fundadores de pueblos en la Arauca-nía.

Como es conveniente que las actuales generaciones sepanque estas fundaciones, en el período de la República, corres-ponden al Ejército, nos hemos dado el trabajo de revisar cuida-dosamente la obra "Crónica Militar" del teniente coronel donLeandro Navarro, para dejar sentado que si algunos civilesacompañaron a los militares en estas fundaciones, lo hicieronpor los cargos que desempeñaban, como en el caso del Minis-tro del Interior don Manuel Recabarren, el Ministro de Gue-rra don Juan Castellón, el ingeniero topógrafo don TeodoroSchmidt, que estaba agregado al Ejército de la frontera y quecolaboró, principalmente, en la mensuración de las tierras pa-ra hijuelarlas para su remate, pero no fundó ningún pueblo.

Sin el Ejército, que representaba la fuerza, que ocupabael terreno, construía cuarteles, abría caminos, fosos, etc., niministros ni ingenieros, habrían podido levantar las bases delmás insignificante villorio.

El período que vamos a reseñar abarca desde 1859, has-ta 1883, o sea, un espacio de 24 años.

En el Comando del Ejército del Sur del coronel CornelioSaavedra, se fundaron:

1.—Mulchén: El 28 de diciembre de 1861. Saavedra lodispuso sin autorización del Gobierno. Este fuerte, origen delpueblo, lo fundó el mayor Pedro Lagos, al frente del batallón4° de línea y un piquete de artillería.

2.—Refundación de Angol: El 2 de diciembre de 1862.El coronel Saavedra partió de Nacimiento, con un escuadrónde Granaderos (Tte. Crl. Lucio Villagra), batallón 4° de lí-nea (mayor Pedro Lagos), batallón 7° de línea (Tte. Crl. Joa-quín Unzueta) y 3 piezas de artillería (mayor José Velás-quez).

3.—Lebu: El de 6 de octubre de 1862. Lo hizo unabrigada de Marina (mayor Antonio Leniz), asistiendo el go-bernador de Arauco don José Antonio Quezada.

M. del E. 4.

FUNDADORES DE PUEBLOS EN, LA.... 5 1

4.—Toltén: 7 de enero de 1867. Coronel Saavedra al man-do de un destacamento compuesto de un batallón del 11° de lí-nea, coronel Marcos 2° Maturana, 2 compañías del 8°, tenien-te coronel Viviano Carvallo y una batería, capitán Juan Sán-chez.

5.—Collipulli: El 22 de noviembre de 1867. El coronelSaavedra avanzó a ocupar la línea del Malleco, y estableció elfuerte de Collipulli, dejando de guarnición al mayor Juan Jo-sé Ayala con 4 compañías del 4° de línea.

6.—Cañete: El 12 de noviembre de 1868. Teniente coro-nel y comandante del 7° de línea, Marco Aurelio Arriagada.

7.—Purén: El 25 de noviembre de 1868. Mayor MauricioMuñoz, del 7° de línea, con 250 hombres, 2 piezas de artille-ría, 50 milicianos de caballería y 200 indios amigos.

8.—Lumaco: En noviembre de 1870, por un destacamen-to (mayor graduado José Antonio Gutiérrez), con 2 compa-ñías del 8° de línea, y compañía de milicianos de Toltén y dospiezas de artillería.

En el período en que mandó el ejército de la frontera elgeneral don Basilio Urrutia, se fundaron:

1.—Los Sauces: Año 1875. Tomaron parte en esta fun-dación, 200 hombres de infantería y 2 piezas de artillería.


2.—Traiguén: 7 de diciembre de 1878. Tte. coronel Gre-gorio Urrutia, comandante del batallón Zapadores. Salió deLumaco, su guarnición, el 30 de noviembre con 250 zapado-res, 3 piezas de artillería y 1 ametralladora a cargo de 38 ar-tilleros, y 50 jinetes de "Cazadores".

En plena guerra contra el Perú, tropas cívicas a las ór-denes del Jefe de Estado Mayor del Ejército de la frontera,teniente coronel don Manuel Ruminot, y con asistencia delMinistro del Interior, don Manuel Recabarren se fundaron:

FUNDADORES DE PUEBLOS EN LA.... 53

1.—Lautaro: El 18 de febrero de 1881.2.—Temuco: El 27 de febrero de 1881, qudando una guar-

nición de 350 hombres del batallón Bío-Bío y 50 jinetes de Ca-rabineros de Angol.

Rajo el Comando en Jefe del coronel don Gregorio Urru-tia se fundaron:

1.—Victoria: El 28 de mayo de 1881. Comandó el coro-nel don Leoncio Tagle, con el batallón movilizado Angol, 100carabineros del escuadrón Angol y 25 hombres del batallónLontué.


2.—Cholcho1: El 18 de noviembre de 1881, (coronel Urru-t ia) . Actuaron infantes de los batallones Chillán y Angol y100 jinetes del escuadrón Lumaco.

3.__Carahue: Con la presencia del Ministro de Guerradon Juan Castellón, lo fundó el coronel Urrutia el 20 de fe-brero de 1882, con 200 infantes del Angol y 50 jinetes de ca-rabineros del general Cruz.

4.—Nueva Imperial: El 24 de febrero de 1882, con lamisma tropa y comando que en Carahue.

5.—Curacautín: El coronel Urrutia lo fundó el 12 de fe-brero de 1882.

6.—Freire: El 7 de diciembre de 1882. por el coronelUrrutia.

7.—Refundación de Villarrica : El 1° de enero de 1883.El coronel Urrutia salió de Temuco, con los batallones Angoly Ñuble, escuadrón Carabineros Angol y la brigada de Arti-llería Cívica N° 2.

Con la ocupación de Villarrica terminó la guerra en Arau-co y toda la gran zona entre el Bío-Bío y el Calle-Calle entróa formar parte efectiva y real de la República de Chile.

La civilización empezó su obra de progreso y desarrollocultural, agrícola e industrial, para convertirse, al cabo depocos años, en una de las zonas más florecientes y ricas denuestro territorio.

Esta fué la obra del Ejército Nacional, ayudado en el sec-tor de la costa por la Marina de Guerra en algunas ocasiones.

Esa región le debe un monumento al Ejército, que la incorporó a la vicia civilizada.

HIJOS DE YBARRA (CHILE) LTDA.PRODUCTORES DE ACEITE PURO DE OLIVA

CHILLAN - HUASCO BAJO - TALAGANTE

S A N T I A G O

NUESTRA SEGURIDAD NACIONAL 55

NUESTRA SEGURIDAD NACIONALGUILLERMO LOPEZ LARRAIN

General (R)

A fines del año próximo pasado el Gobierno sometió a laconsideración del Congreso dos proyectos de leyes relativos ala Defensa del País; uno lo denominó Ley de Seguridad Na-cional y el otro Ley de Movilización Nacional.

El primero tiende al desarrollo del potencal total del país,como factor fundamental de la defensa o resguardo de la na-ción, contra cualquier amenaza o peligro exterior, y, para ta-les efectos, crea junto al Presidente de la República, dos Con-sejos : uno lo llama de Seguridad y el otro de Recursos; con-tiene, además, otras medidas de orden secundario.

Por el segundo proyecto se trata de solucionar los pro-blemas que afrontaría el país si pasara del estado de paz alestado de guerra; entre sus disposiciones más importantes, se-ñalamos la facultad dada al Primer Mandatario de declarar el"Estado de Peligro de Guerra", o de dictar la "Orden de Mo-vilización" y la de decretar, en tiempo de paz, medidas de pre-visión y prestación de servicios, con sus correspondientes in-demnizaciones y sanciones.

La opinión pública expresada en artículos de prensa, enacuerdos de partidos políticos y de entidades gremiales, comoen comentarios radiales y en otras formas de manifestacio-nes, se mostró decididamente contraria a la idea de legislar-sobre tales asuntos. De los dos proyectos, el de MovilizaciónNacional fué el más resistido, estimándose que sus atribucio-nes restrictivas de las libertades y sus medidas coercitivas ypenales, transgredían la Constitución Política de la Nación;las críticas en general fueron de ese mismo carácter y sólo lade un profesional, entrevistado por la Revista Ercilla el dosde diciembre de 1953, contiene observaciones de orden mili-tar, entre las cuales anotamos el calificativo de "anticuado",dado al concepto de Estado de Peligro de Guerra, consideradocomo fase previa e inmediatamente anterior al estallido de unconflicto.

El Gobierno optó por lo más conveniente: retiró del Con-greso los dos Mensajes.

La creación de los organismos encargados de asesorar a!Presidente de la República, en las medidas de previsión querequiere el país para afrontar cualquier peligro exterior, ha


sido una vieja y sentida aspiración del Mando Superior de lasFuerzas Armadas, porque muchas de esas medidas son ajenasal extricto régimen militar y afectan, por lo consiguiente, aotras actividades de la vida nacional, quedando, por lo tanto,fuera de sus atribuciones y responsabilidades.

El conjunto de esos organismos es lo que se denomina unSistema o una Organización para la Seguridad Nacional.

El trabajo del Sistema u Organización, en un país demo-crático como el nuestro, consiste en determinar aquellas pre-visiones, ordenarlas y proponerlas al Jefe del Estado, quienlas rechaza, modifica o aprueba; si procede, dispone su eje-cución por la vía administrativa o recaba del Congreso la co-rrespondiente sanción legislativa para aquellas sugerenciasque no correspondan a sus atribuciones.

Un sistema así concebido, puede ser creado por una sim-ple Resolución de Gobierno, sin perjuicio que más adelante, enrazón de su trascendencia, sea sometido a la aprobación delCongreso.

La materia de Movilización Nacional es ajena al proble-ma planteado, de manera que nosotros prescindiremos de ellaen estos comentarios.

La suerte adversa que tuvo el proyecto de Seguridad Na-cional, no debe significar el abandono o postergación indefi-nida de tales estudios y preocupaciones por parte del MandoSuperior de las Fuerzas Armadas. Por el contrario, es de suobligación aprovechar las lecciones de este pequeño episodio,para encontrar la fórmula de un sistema sencillo, que no im-plique complicaciones en la administración pública, ni en lavida ciudadana, que consulte nuestras particulares caracterís-ticas y la idiosincrasia del pueblo chileno y, por último, quela opinión del país le preste su valioso apoyo y confianza.

Queremos aportar nuestro modesto concurso en la búsque-da de la fórmula mencionada y para cuyos fines comenzare-mos por estampar nuestras observaciones más importantes,de carácter militar, que nos merece el proyecto del Gobiernosobre Seguridad Nacional; con ese objeto incluímos como ane-xo el texto del referido documento.

Al Consejo de Seguridad Nacional.

El Ministro del Interior integra este Consejo; medidaque no justificamos, pues sus funciones como Secretario de Es-tado nada tienen que ver con la finalidad fundamental de esteorganismo, cual es, analizar políticas internacionales y poten-ciales necionales y extranjeros, para deducir riesgos de gue-

NUESTRA SEGURIDAD NACIONAL. 57

r ra ; su presencia, además, la estimamos perjudicial, por im-primirle al Consejo cierto aspecto de política interna.

Otro de los integrantes es el Jefe de Estado Mayor delas Fuerzas Armadas; a nuestro juicio también constituye unerror, pues con ello se vulneran principios de jerarquía y deorganización que rigen en las Instituciones de Defensa.

Por el sólo hecho de que un General o Almirante desem-peñe el cargo de Jefe de ese Estado Mayor, no se justifica queocupe una situación tan espectable, en igualdad de atribucionesy responsabilidades con cuatro Secretarios de Estado, entrelos cuales se encuentra su propio Ministro.

¿Cuál sería la situación de los Comandantes en Jefe siprosperara una medida semejante?

Tampoco su presencia puede atribuirse al papel de ase-sor, pues en tal caso no debió figurar como Consejero; porla importancia de esa función, los llamados a desempeñarsecomo asesores son los Comandantes en Jefe.

Por el artículo 9° se designa Secretario a un abogado dela Secretaría General de Gobierno; no justificamos tal medi-da y en cambio creemos que con toda propiedad debe ocuparese cargo un Jefe Superior de las Fuerzas Armadas o un Altofuncionario del Ministerio de Relaciones Exteriores.

Las posibilidades de conflictos, no sólo se basan en la si-tuación internacional, en los compromisos y alianzas, como loindica el artículo 11 en su letra b) , sino que también en el va-lor que se le asigne a los potenciales; en la letra siguienteesta omisión es más notoria, pues el análisis de ellos se sub-ordina a las posibilidades de conflictos; a nada conduce el in-ventar hipótesis de guerra, como se hace en la letra d), olvi-dándose que la Apreciación Estratégica de la Situación (po-lítico- militar, según el proyecto), tiene por objeto determi-nar esos riesgos.

Al Consejo de Recursos de Seguridad Nacional.

Por lo dispuesto en el artículo 2° del proyecto, este Con-sejo debe ocuparse únicamente del desarrollo del potencialtotal del país, es decir de la planificación científica de las me-didas tendientes a conseguir su superación con lo cual estamosen completo acuerdo. Pero, cumpliendo con los deberes que leseñala el artículo 16, deberá apartarse de esa finalidad, paraabordar estudios relacionados con la transformación y adap-tación de las industrias a las exigencias de la guerra, materiaque corresponde al concepto moderno de "movilización eco-nomíca" y que por su extensión y complejidad, debe estar en-tregada a un organismo técnico que funcione exclusivamentepara este objeto.


Tal vez por omisión no aparece el Ministro de Educaciónintegrando este Consejo, quien tiene particular ingerencia enel desarrollo del potencial humano, en sus aspectos de ins-trucción, cultura, tecnicismo, etc., vale decir, calidad.

El Presidente de la Corporación de Fomento y el Direc-tor de Movilización Nacional figuran también como Conse-jeros; con respecto al primero, estimamos que con igual ra-zón debió incluirse a otros Presidentes de Sociedades que es-tán estrechamente vinculadas a la economía del país y, enrelación con el segundo, repetimos lo dicho para el Jefe deEstado Mayor de las Fuerzas Armadas al observar su desig-nación de miembro de. Consejo de Seguridad; en cambio, sufiguración como asesor o secretario la consideramos acertada.

No encontramos los motivos que se tuvo en vista paradesignar secretario a un abogado de la Secretaría General deGobierno.

A la Sección de Relaciones Públicas y Prensa del Ministerio deDefensa Nacional.

Esta Sección existe en la actualidad y su Jefe tiene ca-tegoría de Empleado Civil; por el proyecto de Seguridad Na-cional se la incorpora a la Organización y se le acuerda divir-sas atribuciones y deberes.

Con respecto a su Jefe, observamos que la jerarquía (Fesu empleo, como su categoría funcionaría, no corresponden alas importantes tareas previstas en dicho proyecto; en particu-lar los deberes que le señala el artículo 20 y que se refieren afacultad para informar sobre las actividades de la Organiza-ción para la Seguridad Nacional, previa recopilación, estu-dio y resumen de antecedentes; a dirigir la acción defensivacontra las informaciones y a relacionarse directamente conel Consejo de Seguridad para dilucidar materias de esa índole.Lo anterior, sin considerar su desconocimiento en asuntos deorden militar, que los estimamos indispensabels para abordarcon eficiencia las anteriores materias.

Ya que tratamos de sus atribuciones, es oportuno recor-dar que la facultad contenida en el artículo 19, de intervenirotros órganos de difusión, cuando la información pudiera re-fereirse a la Seguridad Nacional, polarizó las críticas a esteproyecto, por estimarse que ello significaba un control ilimi-tado y una permanente amenaza a la libertad de expresión,dado que en la vida nacional nada hay que esté de élla total-mente desligada.

Por lo demás, nuestra opinión es que el Sistema de Segu-ridad Nacional, no requiere de un organismo de publicidad,pues su trabajo debe ser discreto y silencioso, sin bombo; no


siendo en consecuencia imprescindible la información al pú-blico de un carácter permanente. Mucho menos, para reali-zar la tarea que indica la letra a) del mismo artículo 20, dedirigir y coordinar las actividades informativas de los diver-sos Ministerios, Reparticiones estatales y órganos de radiodi-fusión particulares, pues ello significa provocar y manteneren el país un clima policial.

A los Ministerios y sus Secciones de Seguridad Nacional

La participación directa de los Ministerios en la Segu-ridad Nacional, como la creación de diez o más Secciones Especiales, que consulta el proyecto en sus artículos 21 y 23, leimprime al Gobierno y al país un carácter que está muy dis-tante del pensamiento y de la política de nuestros gobernan-tes, como del espíritu y de la conciencia del pueblo chileno.

Propusimos un Sistema u Organización para nuestra Se-guridad Nacional, en un artículo titulado "Problemas de laDefensa Nacional", publicado en el "Memorial del Ejército"de los meses de enero y febrero de 1953 y que lleva el nú-mero 252; nos halaga recordar que tuvo muy favorable aco-gida en distinguidos Generales y Almirantes, actualmenteen servicio activo.

En su etructura general, nuestra proposición tiene cier-ta semejanza con el proyecto del Gobierno. Nos atrevemosa presentarla nuevamente como solución al problema plan-teado, sin otro cambio que el nombre de Comités, dado a losgrupos de Ministros de Estado que conocen determinadasmaterias y que en la proposición anterior denomináramosConsejos; cambio que ha obedecido al hecho de que en la ac-tralidad el Presidente de la República se asesora por unComité de Ministros en asuntos económicos.

No pretendemos que sea el desiderátum en materia deSeguridad Nacional; por el contrario, repetimos ahora, quesu perfeccionamiento se conseguirá con la práctica de susdisposiciones y que, logrado lo anterior, procedería recabardel Congreso su aprobación como Ley de la República.

Hacemos la sugerencia en forma de un decreto supre-mo, para que se vea más claramente que nada hay en sucontenido que se aparte del exclusivo objeto de estudiar, pla-nificar y proponer.


Proyecto de Decreto Supremo.

ORGANIZACION PARA LA SEGURIDAD NACIONAL

TENIENDO PRESENTE:

Que la defensa del país, contra cualquier amenaza o pe-ligro exterior, aconseja la creación de un Sistema u Organi-zación para la Seguridad Nacional, que estudie las medidas deprevisión que exige la defensa nacional y las medidas de su-peración científica de los diferentes potenciales;

Que la responsabilidad de la defensa del país, en primerlugar recae en el Presidente de la República, razón por lacual, el Sistema de Seguridad que se adopte debe tener comoexclusiva finalidad, la de estudiar, planificar y proponer al Je-fe del Estado, las medidas conducentes a los fines enuncia-dos; y

Que disponiendo el Presidente de la República de Secre-tarios de Estado, para todos los asuntos que afecten la vidade la Nación, les corresponde también colaborar en dicha res-ponsabilidad; haciéndose necesario solamente su agrupamien-to conveniente, dentro de los estudios que se les encomienden,

DECRETO:

1.—El Presidente de la República, en lo concerniente aSeguridad Nacional, estará asesorado, fundamentalmente, pordos Comités integrados por Secretarios de Estado, en la for-ma que se indica y con las misiones que se expresan:

A.—COMITE DE SEGURIDAD NACIONAL

Integrado por:El Ministro de Relaciones Exteriores.El Ministro de Defensa Nacional.El Ministro de Economía y Comercio.

Su misión es estudiar las materias que digan relación conla Seguridad Nacional y que le someta el Presidente de la Re-pública.

De su responsabilidad es la Apreciación Político Estraté-gica de la Situación, para cuyos fines debe investigar lo rela-tivo a política internacional, a compromisos de esa índole, a po-tencial nacional y potenciales de otros países, para deducir losriesgos de guerra y determinar los objetivos correspondientes.

A este Comité le corresponderá la redacción de los proyec-tos de leyes que se refieran a la Seguridad Nacional,

Para el desempeño de su cometido puede solicitar las in-formaciones que estime necesarias.


En ausencia, del Jefe del Estado, lo presidirá el Ministrode Relaciones Exteriores.

Asesorará a este Comité la Junta de Comandantes en Je-fe y su órgano de trabajo será el Estado Mayor Conjunto.

Actuará, de Secretario el más antiguo de los Jefes de Es-tados Mayores Institucionales.

B.—COMITE PARA EL FOMENTO DEL POTENCIALNACIONAL

Integrado por:

Todos los Ministros de Estado.Su misión fundamental es proponer las medidas necesa-

rias para el desarrollo de los potenciales nacionales; para cu-yos fines debe considerar las recomendaciones que le formu-le el Comité de Seguridad y las conveniencias que deduzca desus propias investigaciones.

Las medidas administrativas que aprobare el Presiden-te de la República, serán comunicadas a los respectivos Ser-vicios por los correspondientes Ministerios.

En ausencia del Jefe del Estado, presidirá este Comité elMinistro de Economía y Comercio, y en ausencia de éste losdemás Secretarios de Estado según orden de precedencia.

Asesorará al Comité una Secretaría formada por la Je-fatura de la Dirección de Movilización Económica.

2.—Junta de Comandantes en Jefe: Los Comandantes enJefe del Ejército, Armada y Fuerza Aérea, reunidos y bajola presidencia del Ministro de Defensa, constituirán un orga-nism,o que se denominará JUNTA DE COMANDANTES ENJEFE, y que, en relación con la Seguridad Nacional, tendrála misión de asesorar al Presidente de la República, al Comi-té de Seguridad y al Secretario de Defensa.

La Junta tendrá como asesores a los Jefes de los Esta-dos Mayores Institucionales y su órgano de trabajo será el Es-tado Mayor Conjunto.

De su responsabilidad será la redacción de los Planes deGuerra y de Campaña, que se deriven de la Apreciación Es-tratégica de la Situación.

Durante la guerra, la Junta de Comandantes en Jefe, par-ticipa con el Jefe del Estado en los estudios que servirán debase a las Decisiones Estratégicas (tales estudios pueden even-tualmente extenderse a las materias que contiene una Apre-ciación Estratégica); responderá de la redacción de los co-rrespondientes Planes de Campaña y de Operaciones, como decualquier otro documento que emane del Gobierno o de la pro-pia Junta y que esté relacionado con la Seguridad Nacional


(1). El Presidente de la República podrá asesorarse en es-tas ocasiones de las autoridades y funcionarios que estimeconvenientes.

La Junta de Comandantes en Jefe será responsable de lacustodia de su propia documentación secreta, relacionada conesta materia, y de la que tenga su origen en el Comité de Se-gurida d Naciona1.

3.—Estado Mayor Conjunto: El Estado Mayor Conjuntoestará constituido por los Departamentos de Informaciones,Planes Estratégicos y Logística, presididos cada uno por losJefes de los Estados Mayores del Ejército, Armada y FuerzaAérea, respectivamente. Componentes de estos Departamen-tos serán los Oficiales de los correspondientes Departamentosde los Estados Mayores Institucionales. Estos DepartamentosConjuntos, así formados, se reunirán cada vez que sean cita-dos por el respectivo Jefe y sólo para estudiar y planificarmaterias de la Seguridad Nacional. El más antiguo de los Je-fes de los Estados Mayores Institucionales, presidirá el Esta-do Mayor Conjunto, para el efecto de coordinar el trabajo delos tres Departamentos.

4—Dirección de Movilización Económica: La Direcciónde Movilización Económica se constituirá, a base del Depar-tamento de este mismo nombre que integra el Estado Mayorde las Fuerzas Armadas, dependiendo del Ministerio de De-fensa Nacional. Su Director, un General titulado de Ingenie-ro Militar, y los jefes de los tres principales Departamentos,uno de cada Fuerza Armada, formarán la Secretaría del Co-mité para el Fomento del Potencial Nacional.

A esta Dirección, sin perjuicios de sus propias funciones,(2), le corresponderá ejecutar los estudios y trabajos relacio-nados con el desarrollo de los potenciales nacionales.

El Director será responsable de la custodia de la docu-mentación secreta del organismo de su dependencia y de laque tenga su origen o pertenezca al Comité para el Fomento

(1) La Dirección y Conducción de la Guerra queda formada por el Presiden-te de la República, su Ministro de Defensa y los tres Comandantes enJefe, con los asesores que el Jefe del Estado estimo necesarios.

(2) A la Dirección de Movilización Económica le corresponde estudiar yplanificar los cambios que impondrá la guerra, en la organización, ope-ración y dirección, de las industrias y de los recursos económicos dela nación, los que incluyen, además, de las manufacturas e industrias,los recursos naturales, el potencial humano, el transporte, los serviciospúblicos vitales, las comunicaciones, la distribucion, las finanzas, lasciencias, la educación y la moral.


del Potencial Nacional, y que se refieran a la Seguridad Na-cional.

Tómese razón, comuniquese e insértese.

Una vez dictado el Decreto Supremo que antecede, seránecesario fijar las normas por las cuales se rijan los organis-mos militares que consulta la Seguridad Nacional. En lo querespecta a la Junta de Comandantes en Jefe, hacemos hinca-pié en dos asuntos que estimamos esenciales: la facultad parafijar la política militar de las Fuerzas Armadas y de resolvertodos los problemas que afecten a las tres Instituciones y quedeben solucionarse con un criterio de conjunto.

Nuestros puntos de vista sobre las normas que aludimos,como las razones que nos indujeron a incorporar en la Segu-ridad Nacional esos organismos, se encuentran en el trabajoque hemos mencionado del Memorial del Ejército N° 252.

Reconociendo que las medidas que significan supresio-nes, producen naturales resistencias y que sólo ceden frente aargumentos irrefutables, hemos estimado conveniente agregaraquí otras razones en abono del reemplazo del actual EstadoMayor de las Fuerzas Armadas por el Estado Mayor Con-junto.

Los Organismos Superiores de la Defensa Nacional, en-tre los cuales figura el Estado Mayor de las Fuerzas Arma-das, deben estar justificados por exigencias militares inelu-dibles e imperativos de guerra; su hipertrófia rompe el equi-librio razonado que debe haber entre estos organismos y lasunidades combatientes; introduce la burocracia y aleja de losCuadros a seleccionados oficiales.

Lo único que justifica un Estado Mayor, es un mando mi-litar, que involucra Unidades y Servicios; exigencia que nose cumple con respecto al Estado Mayor de las Fuerzas Ar-madas.

En el proyecto del Gobierno se le entrega al Estado Ma-yor de las Fuerzas Armadas los estudios y trabajos militaresde la Seguridad Nacional. El volumen de tales actividades tam-poco justifica un organismo especial y permanente para el ob-jeto. Al efecto, las tareas más importantes de tiempos de pazy que requieren una dedicación prolongada, son la ApreciaciónEstratégica de la Situación y los correspondientes Planes de


Guerra y Planes de Campaña (3) ; pero hay que hacer notarque tales estudios y trabajos no se realizan diariamente, pues,una vez elaborados y aprobados por el Jefe del Estado, seguardan, y sólo se renuevan cuando los elementos de juiciohan variado sustancialmente; lo que puede suceder, cada cin-co años o más. Lo anterior, sin perjuicio del trabajo que sig-nifica la actualización periódica de los datos estadísticos einformativos que contiene el primero de esos documentos.

En tiempo de guerra, normalmente estos trabajos se re-fieren a Decisiones Estratégicas y sus correspondientes Pla-nes de Campaña y de Operaciones, que en suma no demandantiempos excesivos (eventualmente puede presentarse la ne-cesidad de analizar Situaciones recurriendo al método de unaApreciación Estratégica, y en tales casos servirán muchos delos antecedentes acumulados en tiempo de paz).

Entre los Organismos Superiores de que hemos hablado,se encuentran también los Estados Mayores Generales del Ejér-cito, Armada y Fuerza Aérea, que colaboran en el mando mi-litar de sus respectivos Comandantes en Jefe y que tienen in-discutida capacidad profesional para actuar en los problemasde la Seguridad Nacional. Estos Estados Mayores permanece-rán siempre en la sede del Presidente de la República, pues,allí deberán encontrarse los Comandantes en Jefe, cumpliendosu alta misión de asesorar al Gobierno y realizando la tarea,no menos importante, de atender integralmente los asuntos or-

(3) Hemos suprimido los siguientes documentos, por las causas que se in-dican:

Doctrina de Guerra: Tiene cabida en países imperialistas, que bus-can su expansión territorial o la hegemonía económica en determina-das áreas, valiéndose de la presión política y aún de la guerra.

Es improcedente, en consecuencia, que figure en un país esencial-mente pacifista y que su Organización para la Seguridad Nacional obe-dece exclusivamente al resguardo de su soberanía.

Plan de Acción Nacional: Es una derivación de Doctrina de Gue-rra; comprende el planeamiento integral y por etapas aceleradas, dela superación económica, política, social y militar del país, para ga-rantizar la obtención de determinados objetivos, en fases previstas dela guerra.

El Comité para el Fomento del Potencial Nacional, tendrá tambiénque planificar su acción, pero será un trabajo interno del organismo ycon una finalidad diametralmente opuesta a la anterior, cual es, elresguardo de la nación contra cualquier amenaza o peligro exterior.Por otra parte, sus realizaciones serán parciales, aisladas y, en el me-jor de los casos, compensadas.


gánicos, administrativos y operativos del total de su FuerzaArmada.

En consecuencia, los Departamentos de los Estados Ma-yores Institucionales, reunidos en la forma que lo hemos su-gerido, pueden tener a su cargo en tiempo de paz y de gue-rra, todos los estudios y trabajos militares de la SeguridadNacional, con la ventaja de que su rendimiento será notable-mente superior al que puede alcanzar un Departamento delEstado Mayor de las Fuerzas Armadas, por disponer aquel demás oficiales, de mayor gerarquía y, por lo tanto, de más ex-periencia ; porque están habituados a interpretar a sus Co-mandantes en Jefe y porque el trabajo que realizan lo ejecu-tan en un plano de estricta igualdad las tres Fuerzas Arma-das, con representantes de rangos semejantes, procedimien-to ideal para la solución de problemas comúnes y en los cua-les las acciones de tierra, mar y aire, se confunden en un sóloesfuerzo.

La adopción de dicha medida, permitirá disponer de me-dios, elementos y personal, para satisfacer, sin nuevos gastospara el Erario, la necesidad imperiosa de darle consistenciaorgánica a la Academia de Defensa Nacional, cuyos porme-nores los encontrará el lector en el Memorial 252, citado an-teriormente.

Antes de poner término a estos comentarios, recordare-mos que la creación de un Sistema de Seguridad Nacional, im-pone legislar sobre el actual Consejo Superior de Defensa, cu-ya denominación no se aviene con la misión de administraruna ley económica y se prestaría a confusiones con el Comitéde Seguridad Nacional.

M. del E. 5.


ANEXO.

(Boletín del Senado N° 15.657)

Proyecto de Ley:

LEY DE SEGURIDAD NACIONAL

CAPITULO I.

Generalidades

Art. 1°—Se entenderá por seguridad nacional la defensao resguardo de la Nación contra cualquier amenaza o peligroexterior.

Art. 2°—La defensa de la Nación contra riesgos externosse prepara en tiempo de paz, y esta preparación comprende unconjunto de previsiones y medidas destinadas al incrementodel potencial total del país durante la paz y al eficiente desarro-llo y empleo de este potencial en ]a guerra.

Asimismo, durante la paz, las autoridades y organismos deseguridad son los encargados de tomar aquellas medidas tendientes a garantizar la integridad nacional.

Art. 3°—Las autoridades y los organismos de la seguri-dad nacional, en la paz y en !a guerra, serán los siguientes:

a) El Presidente de la República y sus asesores, el Con-sejo da Seguridad Nacional y el Consejo de Recursos de Se-guridad Nacional.

b) Los Ministerios y sus Secciones de Seguridad Nacio-nal.

El organismo informativo de la Seguridad Nacional serála Sección Relaciones Públicas y Prensa del Ministerio de De-fensa Nacional.

CAPITULO II.

Del Presidente de la República y de sus asesores.

a) Del Presidente de la República.

Art. 4°—Al Presidente de la República, como Jefe Supre-mo de la Nación, le está confiada la seguridad nacional y tienela responsabilidad de la preparación de ella.

Art. 5°—El Presidente de la República tiene como orga-nismos asesores en todos los asuntos relativos a la seguridadnacional, al Consejo de Seguridad Nacional y al Consejo de Recursos de Seguridad Nacional.

NUESTRA SEGURIDAD NACIONAL.

Art. 6°—Corresponde al Presidente de la República:a) Determinar los asuntos y problemas que deben ser estu-

diados por el Consejo de Seguridad y por el Consejo de Re-cursos y disponer !o necesario para este efecto.

b) Establecer los puntos básicos que se requieren para quelos Ministerios y organismos subordinados puedan elaborar lostrabajos y documentos (planes) que sobre la seguridad nacio-nal o defensa del país les concierne.

c) Convocar al Consejo de Seguridad Nacional y al Con-sejo de Recursos de Seguridad Nacional, cuando lo estimareconveniente y presidir, en este caso, sus sesiones.

Art. 7°—En tiempo de guerra, e! Presidente de la Repú-blica puede reestructurar, ampliar o crear los organismos deseguridad nacional que estimare necesarios para la mayor efi-ciencia de ésta.

b) Del Consejo de Seguridad Nacional.Art. 8°—El Consejo de Seguridad Nacional es el organis-

mo encargado de asesorar al Presidente de la República en loque respecta a la conjuración de las políticas interna, exte-rior y militar del país —relacionadas con la seguridad nacio-nal—, a fin de capacitar a los Ministerios, a los organismos es-tatales y a las Fuerzas Armadas para una coordinada y efi-ciente cooperación.

Art. 9°—El Consejo de Seguridad Nacional estará cons-tituido por los siguientes miembros:

—El Ministro del Interior;—El Ministro de Relaciones Exteriores;—El Ministro de Economía;—El Ministro de Defensa;—El Jefe de! Estado Mayor de las Fuerzas Armadas.Secretario del Consejo será un funcionario abogado de

la Secretaría General de Gobierno, designado por el Presiden-te de la República.

El Presidente de la República puede disponer la concu-rrencia a sesión de los Ministros de Gobierno, autoridades yfuncionarios que estimare conveniente para ilustrar al Conse-jo sobre materias que debe tratar.

Art. 10.—El Consejo de Seguridad Nacional tendrá comoorganismo especial de trabajo al Estado Mayor de las FuerzasArmadas.

Art. 11.—Los principales deberes del Consejo de Seguri-dad Nacional serán los siguientes:

a) Estudiar y valorar la potencia actual y virtual del país(potencial de paz y potencial de guerra), y considerar y pro-poner la consiguiente acción general o política a seguir (obje-


tivos), en relación con la seguridad nacional, por los diversosMinisterios y organismos estatales que tienen ingerencia enella;

b) Estudiar y valorar la situación internacional (mundial,continental y vecinal), los compromisos o alianzas que obligana la Nación y los intereses de los países y sus aspiraciones, ydeterminar las posibilidades de conflicto de nuestro país;

c) Analizar y sopesar, conforme con las posibilidades deconflicto, los potenciales de Chile y de los países aliados o ad-versarios, establecer, al respecto, nuestros objetivos políticosy proponer las políticas o líneas de acción correspondientes;

d) Seleccionar y preparar los elementos de juicio necesa-rios para la elaboración de la apreciación político-militar paracada una de las diferentes hipótesis de guerra y su consecuen-te resolución:

e) Estudiar y proponer los puntos básicos requeridos paraelaborar los diversos planes nacionales correspondientes a lasposibilidades de conflicto del país;

f) Estudiar los asuntos y problemas que le encomiende elPresidente de la República y proponer lo conveniente.

Art. 12.—Para el estudio de los asuntos y problemas quele conciernen el Consejo de Seguridad Nacional se reunirá poriniciativa y citación del Ministerio del Interior, como tambiéna petición de cualquiera de sus miembros y sesionará presididopor este Secretario de Estado. En su ausencia presidirá la se-sión el Ministro de Relaciones Exteriores.

c) Del Consejo de Recursos de Seguridad Nacional.

Art. 13.—El Consejo de Recursos de Seguridad Nacionales el organismo encargado de asesorar al Presidente de la Re-pública en lo que respecta a la coordinada satisfacción de lasnecesidades civiles y militares de la Nación.

Art. 14.—El Consejo de Recursos de Seguridad Nacionalestará constituido por los siguientes miembros:

—el Ministro del Interior;—el Ministro de Economía y Comercio;—el Ministro de Hacienda;—el Ministro de Defensa Nacional;—el Ministro de Obras Públicas y Vías de Comunicación;—el Ministro de Agricultura;—el Ministro del Trabajo;—el Ministro de Minas;—el Ministre de Salud Pública;—el Presidente de la Corporación de Fomento, y—el Director de Movilización Nacional.

NUESTRA SEGURIDAD NACIONAL.

Secretario del Consejo será un funcionario Abogado de laSecretaría General de Gobierno, designado por el Presidentede la República.

El Presidente de la República puede disponer la concu-rrencia a sesión de los Ministros de Gobierno, autoridades yfuncionarios que estimare conveniente para ilustrar al Conse-jo sobre materias que deba tratar.

Art. 15.—El Consejo de Recursos de Seguridad Nacionaltendrá como organismo de trabajo a la Dirección de Moviliza-ción Nacional.

Art. 16.—Los principales deberes del Consejo de Recursosde Seguridad Nacional serán los siguientes:

a) Estudiar y valorar las necesidades civiles, estatales ymilitares de tiempo de paz y el poderío actual de los recursosde la Nación. Determinar lo que falta, la posibilidad de obtener-lo en el país y los puntos débiles de nuestra economía en rela-ción con la seguridad nacional.

Considerar y formular —en relación con la seguridad na-cional— la política y programas que deberá llevar a cabo elGobierno para la producción en el país de lo que falta o parasu obtención en el extranjero y para el mejoramiento e incre-mento de la economía nacional, estableciendo el orden de ur-gencia o de prioridad al respecto;

b) Estudiar y valorar las necesidades militares, estatalesy civiles de tiempo de guerra y los recursos potenciales de laNación. Determinar lo que faltará, la posibilidad y manera deobtenerlo en el país y lo que será necesario adquirir en el ex-tranjero.

Estudiar y formular la política, programas y previsionesque deberán efectuarse en tiempo de paz para satisfacer opor-tunamente las necesidades militares, estatales y civiles de tiem-no de guerra, considerando para ello las transformaciones quedeberán efectuarse en la economía, gobierno, servicios y vidanacional para una más efectiva utilización de los servicios yde los recursos naturales e industriales y el ajusfarlo todo a lasatisfacción de dichas necesidades y a las condiciones y exi-gencias de la guerra.

Estudiar y formular la política más conveniente para ob-tener los elementos y materias que no se producen en el país;

c) Estudiar y determinar cuáles son los servicios y las ac-tividades económicas fundamentales para la seguridad nacio-nal en tiempo de guerra y proponer lo conveniente para asegu-rar su funcionamiento y el orden de prioridad al respecto;

d) Considerar y proponer las líneas fundamentales parala máxima utilización del potencia! humano de la Nación encaso de guerra ;


e) Considerar y proponer las medidas básicas para la rea-lización de una eficiente movilización industrial y civil, queproporcione un funcionamiento normal de la administración,de los servicios públicos y de tocias las actividades de la Na-ción, estableciendo, al respecto, las prioridades y lo requeridopara elaborar los diversos planes de movilización correspon-dientes a las posibilidades de conflicto del país;

f) Estudiar los asuntos y problemas que le encomiende elPresidente de la República y proponer lo conveniente.

Art. 17.—Para el estudio de los asuntos y problemas quele conciernen, el Consejo de Recursos de Seguridad Nacional sereunirá por iniciativa y citación del Ministro del Interior o apetición de cualquiera de sus miembros y sesionará presididopor este Secretario de Estado. En su ausencia presidirá la se-sión el Ministro de Economía y Comercio.

d) De la Sección Relaciones Públicas y Prensa del Ministe-rio de Defensa Nacional.

Art. 18.—El Estado Mayor de las Fuerzas Armadas es elorganismo encargado de proporcionar todas aquellas informa-ciones relacionadas con la seguridad nacional a la Sección Re-laciones Públicas y Prensa del Ministerio de Defensa Nacional.

Art. 19.—A este Departamento estarán técnicamente sub-ordinadas las autoridades y organismos informativos de losMinisterios civiles y demás órganos de difusión en todo lo re-lativo a la seguridad nacional.

Art. 20.—Los principales deberes de Ja Sección RelacionesPúblicas y Prensa del Ministerio de Defensa Nacional en estesentido serán los siguientes:

a) Dirigir y coordinar las actividades informativas de losdiversos Ministerios, reparticiones estatales y órganos de ra-diodifusión particulares;

b) Recopilar, estudiar, resumir y dar a conocer las infor-maciones de Seguridad Nacional solicitadas o las que puedaninteresar al país;

c) Dirigir en el país la acción defensiva de contra infor-maciones inherentes a las reparticiones administrativas y ser-vicios públicos;

d) Estudiar los asuntos y problemas relativos a informa-ciones que le encomiende el Consejo de Seguridad Nacional yproponer lo conveniente.

CAPITULO III.

De los Ministerios y de sus secciones de seguridad nacional.

a) De los Ministerios.

NUESTRA SEGURIDAD NACIONAL

Art. 21.—Los Ministerios, además de las funciones que lesson propias, serán los organismos encargados de la prepara-ción y ejecución de la seguridad nacional en todos los asuntosy actividades que les concierne.

Art. 22.—Cada Ministro será personalmente responsabledel oportuno estudio, consideración, proposición o realizaciónde las previsiones, medidas y trabajos inherentes a la seguri-dad nacional que corresponde al Ministerio de su cargo.

Art. 23.—Los Ministerios tendrán como organismo espe-cial de trabajo, en asuntos de seguridad nacional, una secciónde Seguridad Nacional constituida por personal del propio Mi-nisterio y directamente subordinada al respectivo Ministro.Exceptúase de esta disposición al Ministerio de Defensa el que,en asuntos de seguridad nacional, se rige por leyes y regla-mentos militares.

Art. 24.—Los principales deberes de los Ministerios, enlo que respecta a la seguridad naciónal, serán los siguientes:

a) Estudiar la situación de los asuntos o actividades queles corresponden y determinar la manera de mejorarla, consi-derando para ello lo que, en general, deberá hacerse para unamás efectiva utilización de lo que le compete y para ajustarlotodo a la satisfacción de intereses o necesidades nacionales ya las condiciones y exigencias de la guerra;

b) Estudiar la o las misiones que de acuerdo con los pla-nes correspondientes, deberá cumplir el Ministerio en cada unade las posibilidades de conflicto del país y establecer las tareascíe paz y de guerra que se derivan para satisfacer las precita-das misiones y el orden de urgencia de ellas;

c) Establecer lo que se requiere para realizar las tareasmencionadas en la letra anterior, determinar lo que pueda rea-lizarse con los medios de que dispone el Ministerio y lo que de-be proponer o solicitar que le acuerde el Gobierno con dichofin;

d) De conformidad con los medios disponibles y acorda-dos, estudiar y formular los planes que deberá llevar a cabo elMinisterio para cumplir las tareas de tiempo de paz y de gue-rra ;

e) Velar por el oportuno cumplimiento de los planes;f) Estudiar los asuntos y problemas que le encomiende el

Presidente de la República y proponer lo conveniente.

b) De las Secciones de Seguridad Nacional.

Art. 25.—Las Secciones de Seguridad Nacional de los Mi-nisterios son los organismos encargados de efectuar los tra-bajos que, en lo referente a la seguridad nacional, corresponden


a cada Ministerio, tanto en la paz como en la guerra.Art. 26.—Las Secciones de Seguridad Nacional estarán

directamente subordinadas a los respectivos Ministros. Seránorganizadas por cada Ministerio, dentro del plazo de treintadías de la publicación de la presente ley, con el personal y me-dios de que disponen en la actualidad.

Art. 27.—Las Misiones generales de las Secciones de Se-guridad Nacional serán:

a) Estudiar los problemas que se relacionen con la segu-ridad nacional, en la esfera de las atribuciones de sus Minis-terios y proponer lo conveniente;

b) Centralizar, en lo concerniente al Ministerio, todos losasuntos relativos a la seguridad nacional, principalmente loscorrespondientes al cometido que a aquel le tocará desempeñaren tiempo de guerra;

c) Mantener, en las materias que le competen, los enlacesnecesarios de su Ministerio con la Secretaría del Consejo deSeguridad Nacional, con la del Consejo de Recursos de Segu-ridad Nacional y con los otros Ministerios.

Art. 28.—El Reglamento Interno de cada una de las Sec-ciones de Seguridad Nacional, será elaborado por las respecti-vas Secciones y presentado para la aprobación del Ministro co-rrespondiente, dentro del plazo de sesenta días de la publica-ción de esta ley.

Art. 29.—El Presidente de la República dictará los Regla-mentos Orgánicos y de Funcionamiento del Consejo de Segu-ridad Nacional y del Consejo de Recursos de Seguridad Na-cional.

Art. Final.—Esta ley regirá desde la fecha de su publica-ción en el Diario Oficial.

Santiago, 21. XI. 1953.—CARLOS IBAÑEZ C.—A. Parra U.

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LA ODISEA DE SIMON DE ALCAZABA EN.... 67

LA ODISEA DE SIMON DE ALCAZABA EN LAPATAGONIA Y LA PRETENSION DE LOSFUCARES SOBRE LA MITAD AUSTRAL DE

SUDAMERICAMayor (R) EDMUNDO GONZALEZ SALINAS

La "concesión monstruosa que los Fúcares se dieron el lujo dedesdeñar"

I

En la segunda decada del siglo XVI la atención de Espa-ña estaba concentrada en las exóticas regiones del Nuevo Mun-do, en las cuales el oro y la plata —se creía— eran tan abun-dantes como las piedras que tapizaban los suelos y calles deEuropa. Hernán Cortés era dueño y señor del magnífico Im-perio Azteca, y Francisco Pizarro encontrábase en Toledo so-licitando autorización para ir a conquistar el también magní-fico Imperio de los Incas, perdido por allá, por la "mar delSur".

Simón de Alcazaba —"caballeril portugués, del hábito deSantiago y gentilhombre de la Casa del Rey, gran cosmógrafoy diestro en navegación"— que soñaba con riquezas fabulosasy aventuras descomunales, pedía —con insistencia, a la Cor-te— se le señalara un pedazo del continente de Colón para di-rigirse a conquistarlo con el vigor de su brazo y el entusiasmode su corazón. La emperatriz Isabel —que regía, en nombrede Carlos V, la Corona española— ajustó, el 26 de julio de1529, dos capitulaciones diferentes de exploración y conquistaen América, la una con Francisco Pizarro y la otra, con nues-tro "caballero del hábito de Santiago".

A Pizarro se le autorizaba para que "en nuestro nombroy corona real de Castilla, podais continuar el dicho descubri-miento, conquista y población de dicha provincia del Perú, fas-ta, ducientas leguas de tierra por la misma costa, las cuales di-chas ducientas leguas comienzan desde el pueblo que en len-gua de indios se dice Tenumpuela, e despues la llamasteis San-tiago, hasta llegar al pueblo de Chincha, que puede haber lasdichas ducientas leguas de costa, poco mas o menos". (SegúnPrescott, Tenumpuela se halla ubicada a 1° y 20 del ecuador).

La otra cédula acordada a Simón de Alcazaba, "nuestrocriado y gentilhombre de nuestra casa", otras "tierras y pro-

6 8 MEMORIAL DEL EJERCITO.

- CAPITULACIONES DE 26 DE JULIO 15271er REPARTO DE SUDAMERICA

vincias que hay desde el lugar de Chincha, que es la Mar delSur, término y límite de la gobernación del capitán Pizarro,dentro de 200 leguas hacia el Estrecho de Magallanes, conti-nuadas las dichas ducientas leguas desde el dicho lugar deChincha hasta el dicho Estrecho". (Ver gráfico N° 1).

Tanto Pizarro como Alcazaba se comprometían a efectuarlos gastos de sus respectivas empresas sin ayuda ninguna de


la Corona Real y sin que, nunca, jamás, pudieran reclamar deella indemnización de ninguna especie.

Ahora bien, como en ese año de 1529 no se había ampliadoaún —en 70 leguas hacia el sur— la gobernación de Pizarroni concedídose tampoco la provincia de Nueva Toledo a Al-magro (según veremos después), resulta que Su GraciosaMagostad Católica cedía una buena parte del Perú al señor deAlcazaba . . . la capital de los Incas, inclusive. Pero el caballe-ro portugués —hombre de "poco fundamento", al decir de Ba-rros Arana y que no estaba a la altura de su ambición y de sumisión— no tenía la más remota idea de las tierras que pen-saba conquistar ni podía infundir confianza a los capitalistasa quienes pedía los maravedíes necesarios para su empresa.Imaginando mejorar su situación, solicitó —insistentemente-—se le permitiera elegir las 200 leguas en toda la extensión delas 600 ó 700 que —según su cédula— debería de haber entreel límite austral de la gobernación de Pizarro y el Estrecho deMagallanes. Por otra parte, eran tan incompletas las nocionesgeográficas que, acerca de estas regiones, se tenía en la Cor-te, que se autorizó al solicitante pudiera escoger su concesióndonde lo estimare por conveniente. . . dentro del sector Chin-cha-Estrecho de Magallanes, naturalmente. Este territorio notuvo más límites, en consecuencia, que los que pudieron opo-nerle otros interesados igualmente proveídos por el soberano;pero, no habiéndose producido hasta la fecha circunstanciatal, don Simón vió cumplidos sus anhelos en todas sus partesy pudo echar mano de esta garantía durante los tres años quese le dieron de plazo para poner su empresa en marcha.

Pero, al cabo de tantos trámites y proyectos, no hizo na-da. . . por escasez de medios, posiblemente, como que —añotras año— se arrastró por salas y pasillos de la Corte, solici-tando se le pagaran los salarios de su cargo de contino de lareal casa, que había abandonado para dedicarse a la prepara-ción del viaje. Sólo en mayo de 1581, logro se le cancelaran —alfin— sus susodichos salarios.

Las dilaciones de Simón de Alcazaba habían dado margena que poderosos rivales extranjeros tratasen de adelantarse ala ejecución de la empresa. Se trataba nada menos que de losFúcares, acaudalados banqueros alemanes, con quienes Car-los V y el Imperio estaban adeudados hasta lo inconcebible.Habían sido estos monarcas del dinero los que habían antici-pado las fabulosas sumas requeridas para asegurar los votosde los Electores a favor del nieto de Maximiliano de Hapsbur-go, en sus pretensiones a la Corona de Alemania. Sabían muybien lo que hacían. El tráfico desde Italia continental —a tra-vés de los Alpes y de la Alemania Central y Norte— hacia lasregiones bálticas, mostraba una tendencia visible a la parali-


zación. El descubrimiento de la ruta marítima a través delCabo de Buena Esperanza y el cierre, por los portugueses,del paso por Levante —cortando la vieja ruta de la India aEgipto— significaron una verdadera muralla china a la co-rriente mercantil, que —durante siglos y milenios— había con-dicionado los destinos del Mundo mediterráneo y eurasiático.

Muy pocos eran los que preveían las consecuencias desas-trosas de este acontecimiento político y económico. Había queabandonar toda esperanza en la tradicional ruta Mediterrá-nea-Arabia-India y el comerciante que deseaba mercaderías,debía dirigirse a Amberes. En otras palabras, era preciso vin-cularse al sistema económico hispano-lusitano. ., si se deseabasubsistir. Los magnates de las grandes casas austroalemanaspensaron en la posibilidad de organizar la distribución desdeAmberes o —mejor aún— desde el Portugal. Y es en razónde este proyecto que los Fúcares habían anticipado gruesas su-mas de dinero a Carlos V, con las ventajas consiguientes —nosólo para ellos mismos— sino también para los Welser deAugsburgo y los Ulmer.

Ahora correspondía— pues la vuelta de mano. Y los Fú-cares solicitaron del Emperador los autorizara para llevar a.cabo "la conquista de la tierra que es pasado el Estrecho deMagallanes hasta la equinoccial, é como dice desde el comienzohasta confinar con los términos é límites de la governación dePizarro ove es la provincia del Perú y Chincha, y que entre latierra adentro lesteueste doscientas leguas medidas desde lacosta por cordillera, de lo cual tenga para, su governación to-do aquello que descubriere y conquistare dentro de ocho años,y que asi mesmo caiga en su governación y capitanía generaltodas las islas que en este dicho tiempo hallare y conquistare,con que no se entiendan de fas que estuvieren en las otras go-vernaciones y capitulaciones antes de estas hechas ni en elparage de ellas norte a sur".

En su solicitud, los Fúcares se comprometían a guardar to-do lo que estaba ordenado y prohibido por la autoridad realpara las conquistas y poblaciones y pedían, en cambio, se lesdiera título de gobernador de todo lo que descubrieran duranteseis años, tenencias de fortalezas, participación en las tierrasy todo cuanto, de ordinario, solicitaban los descubridores yconquistadores de regiones desconocidas.

El Emperador dispuso se estudiara la solicitud en el Con-sejo de Indias e informada favorablemente por éste, dicta-minó el 27 de enero de 1531: "He visto el memorial del asien-to que los Fúcares presentaron en ese Consejo sobre el descu-brimiento y población que quieren hacer del Estrecho de Ma-gallanes y nuestro parecer de las cosas que se les deben con-ceder y de la manera que se debe tomar el asiento, y asi vos


mando que lo despacheis conforme a el teniendo anidado quese haga en todo como mas a nuestro servicio cumple".

Se extendieron las capitulaciones y los territorios concedi-dos en gobernación por tres vidas, comprendían casi toda laAmérica Meridional, desde los 11° de latitud austral, más omenos, hasta el Estrecho de Magallanes inclusive. "Toda laparte meridional del Perú, lo que es hoy república de Boliviaen su mayor parte, Chile íntegro y gran parte de ¡a Confede-ración Argentina —advierte Morla Vicuña— se hallaban com-prendidos en esta concesión monstruosa que los Fúcares sedieron, sin embargo, el lujo de. desdeñar"'. No satisfechos aún,los barrilleros alemanes solicitaron la prolongación del plazode conquista de ocho a doce años y que se ampliara su juris-dicción a todas las islas comprendidas entre la costa firme deAmérica y las Molucas; reclamaron el goce de las facultadesprivativas del soberano mismo, en cuanto al nombramiento yremoción de dignatarios. En lo pecuniario "exigían el décimode todas las tierras y provechos; dos cuentas de maravedís desueldo como gobernadores y 100 y 50.000 por la tenencia de ca-da una de 4 fortalezas; supresión del 5° real y del almojari-fazgo durante 20 años. Baste decir que se reservarían el gocede lo que hallaren en joyas, en las guacas de los indios". (Vergráfico N° 2).

El monarca —atado de pies y manos por razones finan-cieras y de Estado— debió agachar la cabeza ante tales pre-tensiones, oponiendo muy raras reservas, acaso las exclusi-vamente necesarias para evitar que los Fúcares se erigieranellos mismos en Monarcas", comenta con fina ironía MorlaVicuña. Y ellas fueron, sin embargo, de tal calidad, que losmercaderes dejaron todo proyecto de lado. Los Ministros delConsejo informaron que "no sabemos que cabsa haya avidopara esto, porque a nuestro parecer se les concedían cosas quesi tuvieran voluntad de entender en ello no lo de raran".

La explicación de tal actitud habría que buscarla —se-gún ellos— en las influencias del Portugal, que preparaba ex-pediciones hacia el rio de la Plata y que no podía mirar conbuenos ojos nada que dijese relación con las Molucas y mar-ca del Extremo Oriente. El mismo Vido Herll —representantede los Fúcares— había advertido anteriormente que, de partedel Portugal, "se le harían dicho palabras para le persuadirque no entendiesen en esta negociación, trayéndole a la me-moria la necesidad que tenían los Fúcares del rey de Portu-gal y que allí podrían rescibir daño".


2 DICTAMEN DE CARLOS I DE 2 7 " ENERO 1531

Alcazaba y su concesión en la Patagonia

A Sevilla llegaba, a comienzos de diciembre de 1533, lanoticia de que Francisco Pizarro había conquistado el más ri-co y portentoso imperio de las Indias, despertando —en toda

LA ODISEA DE SIMON DE ALCAZABA EN...

España— el deseo de emprender vuelo hacia aquellas tierrascuajadas de oro y diamantes a granel. Los pretendientes a lasnuevas gobernaciones se contaban por decenas. Hernando Pi-zarro —representante de su hermano Francisco— solicitabauna ampliación, hacia el sur, del territorio que se le habíaconcedido por cédula de 26 de mayo de 1529 y Diego de Al-magro pedía —también por intermedio de apoderados— unagobernación que descubrir, conquistar y poblar.

Descartados de la repartición los opulentos hermanosFúcares, la Corona pudo disponer libremente de las comarcasde América Meridional y es así como Carlos Y despachó enToledo, el 21 de mayo de 1534, cuatro cédulas que dividían—la parte de América del Sur correspondiente a España— encuatro zonas extendidas paralelamente de este a oeste, cadauna de las cuales formaría una gobernación independiente.

La primera de ellas confirmó la concesión de la goberna-ción a Francisco Pizarro, ampliándole en 70 leguas las dos-cientas que se le habían concedido anteriormente. Esta go-bernación debía llamarse Nueva Castilla.

La segunda, autorizaba al "mariscal don Diego de Alma-gro" para que "pueda conquistar, pacificar y poblar las pro-vincias y tierras que hobiese en las dichas doscientas leguas,que comienzan desde donde se acaban los limites de la gober-nación que, por la dicha capitulación y por nuestras provisio-nes tenemos encomendada al capitán Francisca Pizarra a le-vante, que es hacia el estrecho de Magallanes".

La tercera concedía permiso a don Pedro de Mendoza pa-ra "conquistar y poblar las tierras y provincias que hai en elrio de Solis, que llaman de la Plata, donde estuvo SebastiánCaboto, y por allí calar y pisar la tierra hasta llegar a la mardel Sur". Le daba licencia, asimismo, para "entrar por el di-cho rio de Solis, que llaman de la Plata, hasta el mar del Sur,donde tengais doscientas leguas de luengo de costa de gober-nación, que comience desde donde se acaba la gobernaciónque tenemos encomendada al mariscal don Diego de Almagro,hasta el estrecho de, Magallanes".

La cuarta otorgaba a Simón de Alcazaba "las tierras yprovincias que hay doscientas leguas de costa en la mar delSur, que comienzan desde donde se acaban los límites de lagobernación que tenemos encomendada a don Pedro de Men-doza hacia el estrecho de Magallanes".

Resumiendo, podemos decir —con don Miguel L. Amu-nátegui— que los límites de las gobernaciones otorgadas porCarlos V en Toledo, eran los siguientes:

a) Nueva Castilla, desde los 1° 20' latitud norte (pueblode Tenumpuela) hasta los 14° 05' 43" de latitud sur (inme-diaciones de Ica, de acuerdo con el mapa de Cano y Olmedilla

73


y de Bahía Independencia, según la carta del AlmirantazgoInglés, de 1786).

b) Nueva Toledo, desde Ica hasta los 25° 31' 26" latitudsur (algo al norte de Juncal o Taltal).

c) La gobernación de don Pedro cíe Mendoza, desde Tal-tal hasta los 36° 57' 09" latitud sur (entre punta Lavapié yMorro Carnero).

d) La gobernación de Simón de Alcazaba concluía en los48° 22' 52" latitud sur, o sea que su límite meridional pasabapor en medio de las islas de Guayaneco.

Ahora bien, siendo la latitud del cabo de Hornos —enton-ces desconocido —de 55° 59', quiere decir que, entre el límitemeridional de la gobernación de Alcazaba y la extremidad deSudamérica, quedaba sin considerar una extensión de 7o 34'(133 leguas antiguas españolas u 840 kilómetros, aproximada-mente). (Gráfico N° 3) .

II

Esta resolución de mayo de 1534 —muy fácil de represen-tar en el papel— no consideraba, en absoluto, la morfología delas zonas repartidas y acerca de las cuales poco o nada se sa-bía en el mundo civilizado de entonces. El territorio que, conel tiempo, llegó a ser el Reyno de Chile, quedaba fraccionado,así, en tres porciones. Porque —según las concesiones del Em-perador— Chile debía ser conquistado y poblado al norte, porAlmagro; al centro, por Mendoza y al sur, por Alcazaba.

En cuanto a este último, al cabo de una serie de dificul-tades —que no es del caso detallar por quedar fuera de nues-tro objetivo— el 17 de enero de 1535 embocaron en el Estre-cho de Magallanes los dos buques de su expedición a la Pa-tagonia. Temeroso de llegar tarde al Estrecho, Alcazaba nohabía aprovisionado con el agua suficiente a sus barcos, demodo que "pasamos mucha fatiga que estubimos cinquentadías que no la bebimos ni la avia en la nao y los gatos y perrosbebían vino puro". (Relación de Juan de Mori, tesorero de laexpedición). La intención era salir por la boca occidental, pa-ra ubicar el asiento de la gobernación en la parte que corres-pondía a las costas del Pacífico. "Y entramos por el Estrechohasta la isla de los Patos, donde decían que era la tercera par-te del Estrecho", pero como el frío era intenso y los vientosimpedían el avance de las naves, se acordó —en consejo— em-prender el regreso al Atlántico, en busca de un lugar de des-embarco apropiado. Veintiún días más tarde —el 26 de fe-brero— fondeaban los barcos en una bahía de la costa orien-tal de la Patagonia, a los 45° de latitud sur, denominada Los


3 CAPITULACIONES DE TOLEDO DE 21 DE MAYO 1534

Leones y que "hera muy buen puerto y que havia mucha car-ne de lobos y pescado con que se podía sustentarse la gente".

Como primera medida, Alcazaba mandó construir unaiglesia provisoria de lona y velas —"donde cada día se decíamisa"— y exhibiendo los poderes que Carlos V le había con-ferido, se hizo reconocer —solemnemente— como gobernadory capitán general de la provincia de Nueva León "e hizo sus


capitanes y alferez y cubos de escuadra" a varios de sus com-pañeros. Destinando como base de operaciones este puerto de45° , para emprender su conquista por tierra hasta el Mar delSur, se puso en viaje el 9 de marzo hacia el interior. Con sugente debió atravesar "una tierra desierta y despoblada, a don-de no hallamos raicen ni cosa alguna de yerbas, de que nos pu-diesemos aprovechar para comer, ni leña para quemar; lacual tierra tendría quince leguas, en que, no hallamos ningu-na agua para bebe)-". (Relación de Alonso Veedor).

Alcazaba, atormentado por sus enfermedades y por tanpenosa marcha, debió regresar al punto de partida "con lagente flaca", en tanto su columna continuó el avance duranteveintidós días, hasta algunas cien leguas del puerto Los Leo-nes. Atravesaron el río Chubut —"hondo, furioso y algo nu-gosto"— atravesaron, igualmente, varios riachuelos: pero na-da hacía presagiar el término de aquella dura jornada. Losescasos naturales que encontraban en su camino "lea decíanque presto hallarían poblado y gente que traía oro en las ore-jas y en los brazos"; mas, como el aspecto del paisaje no su-fría variación y los víveres se habían agotado —no quedandopor delante otra expectativa que la muerte por hambre—Juan Arias amotinó la gente contra Rodrigo de Isla, el jefe dela columna por ausencia de Alcazaba, lo redujo a prisión ydispuso el regreso a la base.

IIILas penalidades de la marcha no son para descritas. Los

expedicionarios viajaban por grupos de 4 a 6, alimentándoseúnicamente con una que otra yerba o raíz que encontraban asu paso "y se perdió mucha cantidad de gente, que se murióen el camino de hambre". Los primeros en alcanzar el puertode Los Leones, se dirigieron —de noche— a la nave capitana"e tomaron al gobernador que estaba echado en su cama y alpiloto en la suya, e les dieron de estocadas e puñaladas; muer-tos, les echaron de bordo abajo, en el agua". (A. Veedor). Seapoderaron, igualmente, del otro buque y capturaron o ase-sinaron a todo el que se atrevía a oponer resistencia.

El feroz crimen había sido cometido de acuerdo con lasórdenes dictadas por el capitán Juan Arias el día del motín,pese a lo cual, al llegar éste a la bahía vió su autoridad puestaen tela de juicio. Efectivamente, Gaspar de Sotelo proponíase dirigieran al río de la Plata a esperar allí a don Pedro deMendoza que —según suponían— había partido ya de Espa-ña. Arias —temiendo el castigo de sus crímenes— era de ideaque se lanzaran al mar "con todos los hombres traviesos emas recios" en una empresa corsaria, asaltando cuanta naveencontraran en su ruta.

LA ODISEA DE SIMON DE ALCAZABA EN... 77

Cuando la discusión tomaba caracteres tan graves queparecía iba a terminar en una nueva orgía de sangre, algu-nos individuos resueltos se lanzaron sobre los cabecillas yaclamaron por jefe a Juan de Mori, tesorero de la expedición.Con mano firme, reprimió éste todo conato de sublevación yorganizó un consejo de guerra para juzgar y castigar a losdirigentes del motin y a ios cu pables del asesinato del gober-nador y capitán general y de algunos de los suyos. Las acusa-ciones del hijo de Simón de Alcazaba —que escapó, por casua-lidad al puñal asesino— y de Rodrigo de Isla y de Juan de Mo-ri— doloridos ambos por la muerte de un hermano —sirvieronde cabeza al proceso, al término del cual el fiscal Juan deEchearguana dictaminó fuesen decapitados los capitanes Ariasy Sotelo; lanzados al mar "con pesga a los pescuezos" los al-féreces Caraza, Echanez, Ortiz y Rincon; ahorcados en lasentenas de la nave capitana Juan Gallegos y P. Halcón; aban-donados en la costa —con pena de destierro por diez años—Rodrigo Martínez y Alejo García.

Tres de los condenados lograron escapar al interior y nose necesita un esfuerzo de imaginación muy poderoso para adi-vinar lo que debe de haberles ocurrido. Resumiendo, ochentafueron —aproximadamente— los hombres que perecieron víc-timas de las penalidades de la exploración hacia el oeste, enprimer término; del motin, en seguida y por sanción del mis-mo, por último.

Acosados por el hambre y por el frío, los expedicionariossobrevivientes se embarcaron de nuevo y el 17 de junio empren-dieron la navegación rumbo al norte, pegados los barcos a lacosta. Pero los padecimientos no habían terminado. Volvierona empezar. La nao capitana desapareció en el fondo del mardos días más tarde y la "San Pedro" llegó a Santo Domingo e!11 de septiembre, el mismo día precisamente en que se habíanacabado las últimas porciones alimenticias y luego de haberselanzado algunos "hombres pasageron a la mar, muerto dehambre y de sed" y de haber sufrido "la mayor tormenia que.se puede ver".

BIBLIOGRAFIAHistoria General de Chile (T. 1).—DIEGO BARROS ARANA.Sudamérica. Biografía de un continente— SAMHA VER.Colección de Historiadores de Chile (T. XXVII).— JOSE TORIBIO ME-

DINA.La cuestión de límites entre Chile y la República Argentina (T. I.) —

MIGUEL L. AMUNATEGUI.Estudio histórico sobre el descubrimiento y conquista de La Patagonia y

Tierra del Fuego.—CARLOS MORLA VICUÑA.

DOCUMENTOS OLVIDADOS. 79

D O C U M E N T O S O L V I D A D O SCapitán HARALD SIEVERS FONCK.

En su análisis político-estratégico de la última guerra en ellibro titulado "Auch du warst dabei", el notable escritor Pe-ter Kleist ejecuta un valioso aporte de antecedentes, del cualcitaremos algunos datos de especial interés para el investi-gador militar.

1.—Pueblos agresores y agredidos

El profesor norteamericano P. Sorokin, después de estu-diar los doce siglos anteriores a 1525, anota que las principa-les naciones han dedicado los siguientes porcentajes de sutiempo a la guerra:

Polonia 58%Gran Bretaña ....................... 56%;Francia 50%Rusia 46%Holanda 44%Italia 36%Alemania, incluyendo Prusia..... 28%

En su obra "Study of War", el profesor Quincey Wrightestablece que entre 1680 y 1940 hubo un total de 287 guerras,correspondiéndole a los diferentes países los siguientes por-centajes :

Gran Bretaña 28%Francia 26%España ................................... 23%Rusia 22%Austria 19%Turquía . 15%Polonia ......................................... 11%Italia . 9%Holanda . 8%Alemania, incluyendo Prusia ....... 8%Dinamarca .. 7%


2.—Documentos sobre el enigma ruso

Cuando el 22 de junio de 1941 Alemania inició la inva-sión de Rusia, surgió la opinión unánime de que las fuerzassoviéticas sucumbirían a breve plazo ante el empuje germano.A partir de 1942, las opiniones comenzaron a dividirse y pocosaños después se hablaba de que la iniciación de las hostilida-des con la Unión Soviética fué una soberbia locura. Sin em-bargo, los aliados de aquellos tiempos no lo consideraban así.Leamos el boletín de informaciones del EMGE norteamerica-no del 23 de junio de 1941:

"Alemania demorará por lo menos un mes y —posible-mente— no más de tres meses, en derrotar a Rusia".

El 30 de junio de 1941, el EMGE británico redacta la si-guiente apreciación: "Si la campaña alemana en Rusia es deltipo relámpago, de tres a cuatro semanas de duración, entonceses posible esraerar que la reagrupación del dispositivo alemánen el Oeste demorará cuatro a seis semanas, a partir del tér-mino de la campaña. Si la campaña dura más, tal vez demorenseis a ocho semanas para reagruparse".

En ese tiempo, casi todo el mundo estuvo convencido deque Rusia caería aplastada en breves semanas. Bastó un pe-queño vuelco del destino, para que después se escribieran to-neladas de libros y folletos sobre la "descabellada ocurrenciade atacar a Rusia", etc., etc. Como callampas nacieron des-nués de la contienda los escritores que, con sádico entusiasmo,se .pusieron a divagar sobre los "errores estratégicos de Hi-tler"; sus "obras" se pueden contar por miles de toneladas.Han pasado nueve años desde el término del conflicto y ya hayquienes se atreven a levantar la voz expresando que muchos deestos "errores" no fueron tales. Es por eso que citamos algu-nos de los documentos y cifras relativos a estos hechos. Nosiempre una opinión generalizada o profusamente difundidapor la propaganda está de acuerdo con la realidad.

Las tropas alemanas estaban llegando a las afueras deLeningrado, Moscú y Stalingrado, cuando Churchill declaró enuna sesión secreta en la Cámara de los Comunes: "Es posibleque dentro de pocos meses —o tal vez aún antes— estaremosexpuestos a la invasión más horrible que el mundo haya pre-senciado jamás".

En octubre de 1941, Stalin se dirige a Churchill y a Roo-sevelt con las siguientes palabras: "Si Uds. no abren de in-mediato un segundo frente y nos proporcionan considerablescantidades de armamento y equipos, la Unión Soviética seráderrotada o quedará debilitada hasta tal extremo, que por mu-cho tiempo no podrá ejecutar operaciones propias contra elHitlerismo".


3.—La guerra entre Japón y los EE. UU.

Con fecha 31 de marzo de 1954, "El Mercurio" de San-tiago de Chile publica la siguiente noticia:

"Washington, 30 (AP).—Un contraalmirante retirado" acusa al fallecido Presidente Franklin Délano Roosevelt de" haber forzado deliberadamente el ingreso del Japón a la" guerra contra EE.UU. y de haber retenido a la Flota del Pa-" cífico en Pearl Harbor, a fin de tentar al Japón en su ata-" que sorpresivo contra Hawaii.

"El contraalmirante Robert Theobald, expresa que el Al-" to Comando Militar tenía la certeza, con dos meses de an-" ticipación, de que los japoneses proyectaban atacar Pearl" Harbor, pero que repetidamente fracasaban todas las su-" gestiones que en este sentido se formulaban a los coman-" dantes militares de Hawaii y el contraalmirante añade que" era, obviamente, debido a una orden de Roosevelt.

"Esta afirmaciones aparecen en un libro escrito por" Theobald, que titula: "Los últimos secretos de Pearl Har-" bor", cuyos derechos han sido vendidos al semanario U. S." News & Wordl Report.

"Ocho investigaciones oficiales que se llevaron a cabo so-" bre el 7 de diciembre de 1941, con relación al ataque con-" tra Hawaii, estuvieron acordes en culpar del desastre a los" comandantes de la Marina y del Ejército de las Islas, almi-" rante Husbans Kimmel y Teniente General Walter Short." Aunque no fueron llevados ante ninguna Corte Marcial, am-" bos militares fueron separados de las fuerzas armadas." Short falleció en 1949 y Kimmel vive en New London, Con-" necticut.

"Theobald comandaba una flotilla de destructores en Pearl" Harbor, cuando se produjo el ataque nipón contra Hawaii." Kimmel lo nombró a él para que formara parte de su defen-" sa durante las investigaciones que siguieron al suceso.

"En su libro, Theobald cita las palabras del Almirante" William Halsey quien dijo: "Siempre he considerado al Al-" mirante Kimmel y al General Short como excelentes oficia-" les que fueron arrojados a los lobos como víctimas propi-" ciatorias por una cosa que estaba fuera de su control. Cum-" plieron con su deber de acuerdo con lo que tenían en las ma-" nos. tanto en cuanto a equipo como a informaciones".

"Theolbald expresa que su libro no tiene la finalidad de" criticar a ningún militar envuelto en el caso de Pearl Har-" bor "porque ellos obedecieron órdenes" y cumplieron con su" deber en la mejor forma que pudieron".

M. del E. 6.


Hasta aquí la cita de "El Mercurio". Sigamos hojeandoahora el archivo de la maestra de todos, la Historia:

Peter Kleist, el ya citado investigador de los archivosaliados, secamente cita hechos y fechas.

—El 31 de agosto de 1935 se promulga en los EE. UU. deN. A. la "Ley de Neutralidad", destinada a mantener al paísalejado para siempre de toda guerra de terceros.

—En 1937 se amplía la Ley de Neutralidad, poniendotrabas al comercio con países beligerantes, con la excepciónde los que tengan el dominio del mar (Reino Unido). La neu-traíidad va derivando en un apoyo a la corona británica.

—El mismo año, el presidente Roosevelt habla contra lospueblos "agresores" Alemania, España, Japón e Italia.

—En la Conferencia de Panamá, celebrada en octubre de1939, las repúblicas centro y sudamericanas se oponen decidi-damente a toda participación en un conflicto europeo o asiá-tico.

—En septiembre de 1939 comenzó la Segunda GuerraMundial. En noviembre del mismo año Roosevelt ordena a laMarina Norteamericana cooperar a la Armada Británica en lacaptura de los mercantes alemanes, manteniendo la más es-tricta reserva para no alarmar a su pueblo neutral, que nad-.quería saber de esta guerra. Los buques mercantes alemanes"Columbus", "La Plata", "Wangoni", "Phrygia", "Iderwald"y "Rhein" caen ante la intervención de la "neutral" MarinaNorteamericana. Simultáneamente, el Presidente Roosevelt lo-gra dejar sin efecto la prohibición legal de exportar armas y

—En enero de 1940, Roosevelt declara con énfasis: "ja-más enviaré a la juventud norteamericana a pelear en sueloeuropeo".

—En julio de 1940 repite: No mandaremos a nuestroshombres a guerras europeas".

—El 1° de noviembre de 1940: "Yo lucho por mantenera nuestro pueblo alejado de guerras extranjeras y no cejaréen esta lucha".

—El 3 de noviembre de 1940: "Será la primera tarea denuestra política externa, de mantener a nuestro país alejadode esta guerra".

—El 5 de noviembre 1940, Roosevelt es reelegido Presi-dente de los EE. UU. de N. A. Inmediatamente entrega 50destructores a la Marina Británica.

—En enero de 1941, el Departamento de Estado, segúninforma Robert E. Sherwood, prepara planes, en conjuncióncon los Ministerios de Guerra y de Marina, "para una acciónconjunta contra las potencias del Eje".

—El 7 de julio de 1941, tropas norteamericanas ocupan elpaís neutral de Groenlandia, territorio de vital importanciapara el control del Atlántico. Comienza el embarque en gran


escala de material de guerra a Rusia, país que acababa deagredir a Finlandia, Estoma, Letonia, Lituania, Polonia y Ru-mania. Gran Bretaña recibe cantidades considerables de ar-mas y suministros gratuitos, de los cuales el 40% —segúnfuentes norteamericanas— no alcanzan a llegar a su destino,debido a la acción submarina alemana. He aquí un pretextoformidable para entrar a la guerra. "No podemos permitirque nuestras mercaderías sean hundidas en el Océano Atlán-tico" exclama el Secretario de Marina de los EE. UU. La Flo-ta Norteamericana recibe la orden secreta de atacar a los sub-marinos alemanes. El Coronel Lindberg declara en la Cámara:"Esto es un paso hacia la guerra". El senador Burdick expre-sa en el Congreso: "Si le damos más poderes al Presidente, laguerra será inevitable. ¿Una guerra para qué?". Norman Tho-mas declara: "De la política de nuestro Presidente resultaráuna guerra en dos continentes y cinco océanos".

—El 3 de agosto de 1941 Roosevelt se embarca en el ya-te presidencial "Potomac" para conferenciar con Churchill abordo del "Prince of Wales". Ambos jefes de gobiernos se ha-cen fotografiar con libros de misa en las manos y entonandocoros evangélicos. Ambos firman la "Carta del Atlántico" yse comprometen a apoyar a la "Noble Unión Soviética".

La Marina de Guerra Norteamericana continúa atacan-do a buques alemanes, pero la provocación no da resultado al-guno. Roosevelt tiene que seguir esperando un "ataque a man-salva" y dirige sus miradas al otro lado: Al Lejano Oriente.Tal como Gran Bretaña no puede subsistir sin su flota mer-cante y los suministros de ultramar, el sobrepoblado Imperiodel Sol Naciente vive de sus buques, sus industrias y las ma-terias que trae de ultramar.

Para obligar a una isla a entrar en una guerra, basta concortarle este cordon umbical. Ahora bien: Los buques andancon petróleo y dejar a un país sin petróleo es lo mismo quequitarle sus buques. Veamos lo que pasó:

—El 8 de julio de 1853 la escuadra norteamericana delcomandante Perry obliga al Japón a abrir sus puertas al co-mercio y a la "cultura" occidental.

—En la primera mitad del siglo XX, el sobrepoblado paísde los samurai va en busca del arroz, del caucho, carbón, hie-rro y petróleo necesarios para subsistir.

—A medida que la competencia comercial nipona se hacesentir en los mercados de Nueva York, Amsterdam y Londres,los EE. UU.. Holanda y Gran Bretana dictan leyes restricti-vas contra el comercio japonés y firman un tratado militar"defensivo". Cada vez más se cierra el cerco contra las islasniponas, produciendo una catastrófica escasez de materiasprimas.


—A fines de 1940, el Premier Konoye informa al gabi-nete que la situación de materias primas y de alimentaciónse ha hecho insostenible, porque en todas partes el controlanglo-norteamericano entorpece al comercio japonés. Konoyelogra convencer a los Comandos en Jefe del Ejército y de laMarina —dos pilares de la política interna y externa del Ja-pón— que es necesario buscar un arreglo pacífico con los EE.UU. Washington acepta entrar en negociaciones y entrega unplan que impone pesadas cargas al japón, Este país se veobligado a aceptar", para evitar una escasez aún mayor de ma-terias primas y de artículos de primera necesidad. Así lo ha-ce saber el embajador Nomura al Secretario de Relaciones nor-teamericano Huil. Pero Hull no responde. Esto sucedió el 11 demayo de 1941. Pasan los meses, la escasez aumenta y Was-hington emplea procedimientos dilatorios.

El hambre comienza a asomarse en las ciudades y pueblosnipones. El Japón necesita materias primas y las va a buscara Indochina. Los EE. UU. responden con el congelamiento detodos los bienes, cuentas y buques de los japoneses y de susaliados en América del Norte. La suerte está echada. Roose-velt exclama: "Si le hubiéramos cortado el petróleo un añoantes a los japoneses, ya estaríamos en guerra". Konoye hace un último esfuerzo de conciliación, pero en vano. En la reunión del gabinete norteamericano, Roosevelt discute con susSecretarios de Estado (25. XI. 1941) " cómo obligar a los ja-poneses a disparar el primer tiro, sin arriesgarnos demasia-do nosotros mismos". Al mismo tiempo se acuerda de no in-formar al Congreso sobre el inminente peligro de guerra. El26 de noviembre de 1941 la United Press informa: "Los EE.UU. entregaron hoy al Japón una cortante declaración que,según círculos bien informados, destruye toda posibilidad fu-tura de llegar a un acuerdo entre ambos países, sobre los ex-plosivos problemas del Lejano Oriente".

El 6 de diciembre de 1941, el servicio de informacionesnorteamericano entrega al presidente un criptograma desci-frado, que no deja lugar a dudas sobre la hora y el lugar delataque japonés. Roosevelt espera y calla. Al día siguiente seproduce el ataque a Pearl Harbor. Roosevelt habla por unacadena radial, lleno de indignación por el "ataque a mansal-va". La guerra se ha extendido a todos los continentes y atodos los océanos.

PREGUNTAS SIN RESPUESTAS DE LA... 85

PREGUNTAS SIN RESPUESTAS DE LA NUEVAE S T R A T E G I A

WALTER MILLIS.Traducción del Mayor MARIO FUENZALIDA G.

El extraordinario y más o menos imprevisto desarrollode las armas nucleares —tanto en poder, facilidades de lanza-miento y particularmente en número— ha dado lugar a per-turbadores problemas, no tan sólo de carácter táctico y estra-tégico sino sobretodo relacionados con la política nacional.

Obviamente de primera importancia para el soldado, estosproblemas tienen igual significación para el civil, cuyas acti-tudes tan a menudo determinan las condiciones bajo las cua-les su vida está empeñada.

La reacción pública a la nueva abundancia de armas nu-c'eares está ya afectando la política militar. La anunciada in-tención del Presidente Eisenhower de retirar dos divisiones deCorea, no hace mención de bombas atómicas; tampoco la de-cisión de suprimir personal en el Ejército en un 18% apro-ximadamente, en 1955, no fué ostensiblemente basada en eldesarrollo del poderío del fuego nuclear. Es igual, ya que esdifícil creer que se hubiese arriesgado estas decisiones si nofuera, por el monto del arsenal atómico.

Tan lejos como yo puedo ver, hemos apenas esbozado unprincipio de la tarea de integrar estas armas en una estruc-tura nacional de táctica y política del país. Lo siguiente es es-trictamente la opinión de un civil y de uno sin conocimientosespecializados de armamentos nucleares. Pero la informaciónpublicada es suficientemente inquietante. Está tan llena de con-fusos y temerosos dilemas como para obligar a todos, civiles ysoldados, a considerar lo que como nación estamos haciendoy tratando de hacer en esto.

Desde la introducción de la bomba atómica en Hiroshima,nuestra política militar ha pasado por fases bien definidas.Comenzamos no Tan sólo por desmovilizar nuestras fuerzasconvencionales, sino también tratando de asegurar la aboli-ción y una rigida prohibición internacional acerca de las ar-mas atómicas. Pronto quedó en claro, sin embargo, que laUnión Soviética nunca consentiría en lo último —o por lomenos hasta haber obtenido exito en establecer su propia pro-ducción de armas nucleares mientras la posibilidad de otraguerra mundial fué mucho mayor que lo que había parecidoen los primeros brillantes días de 1946. Nuestra política


entró a una segunda fase, en la cual nosotros dejamos lasfuerzas convencionales reducidas a un esqueleto; pero con-fiamos en el amenazante valor de nuestro monopolio atómi-co para disuadir a la Unión Soviética de aventuras guerreras.Con un pequeño stock de armas totales y de aviones capacesde lanzarlas creímos tener las ciudades del Soviet y sus ha-bitantes como si fueran rehenes, por el buen comportamientodel Ejército Rojo.

No siempre nos dimos cuenta que la medalla tiene otracara: El Ejército Rojo, claramente, capaz de invadir el con-tinente entero, mucho antes que cualquier forma de ataque"estratégico" en sus bases industriales pudiera detenerlo, eraquien mantenía a la Europa Occidental en rehenes por el buencomportamiento de los bombarderos atómicos norteamerica-nos. Mientras tanto, la Unión Soviética tenía varias formasde acción militar para las cuales las destrucciones en masadel "bombardeo de poblaciones" era obviamente una respues-ta imposible. La primera indicación que esta situación teníasus defectos se hizo presente con el atropello del Soviet enChecoeslovaquia, en la primavera de 1948, la demostraciónaplastante vino con la guerra de Corea en junio de 1950, cuan-do la única cosa que pudo salvarnos de una desastroza derrotafueron fuerzas de tierra, armadas convenientemente, las cua-les apenas pudimos reunir a tiempo.

Las bombas atómicas fueron inútiles. Lanzarlas en lasgrandes ciudades de Rusia y China habría sido militarmentetan fútil en lo concerniente a la lucha en Corea, como habríasido bárbaro y peligroso; pero había probablemente poca exis-tencia entonces (y demasiada poca experiencia práctica acer-ca de su efecto y potencialidades "tácticas") para disiparla enoperaciones de combate terrestre. En términos de destrucciónde habitantes de una nación, de la destrucción de sus recur-sos y la paralización en gran escala de su poderío militar, elempleo más "eficiente" de las armas nucleares era y sigue sien-do, contra los grandes centros urbanos de población dondeencuentran un blanco concentrado para trabajar con ampliascantidades de vidrio, ladrillo, estructuras inflamables, gas yelectricidad para cooperar. Mientras más limitado el abaste-cimiento de las armas, más necesario es dedicarlas a blancosde esta naturaleza.

Pero esta suerte de guerra es simplemente una masademasiado grande y terrible para emplear en cualquier con-flicto en el cual (como Corea o Indochina) el objeto es algomenos que la destrucción total o la victoria total. El granprograma de rearme en 1950, por supuesto, no desdeñó elaumentar el valor de la amenaza de nuestras capacidadespara la destrucción nuclear (más aún, porque habíamos des-

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cubierto que nuestro monopolio terminaba y los rusos bien asu manera creaban una contra-amenaza) ; pero el centro degravedad de los esfuerzos se encaminaban a la recreación defuerzas convencionales, tropas terrestres, con sus modernasarmas pesadas, tanques y artillería, con su correspondienteapoyo aereo y naval. Esto era lo que necesitamos para oponer-nos a un ataque de objetivo limitado como el lanzado en nues-tra contra en Corea, para salir al encuentro de situacionescomo en Indochina, para mantener posiciones estratégicas,controlando el curso local de los acontecimientos o levantandouna verdadera barrera contra la capacidad del Ejército Rojopara invadir Europa Occidental, por medios convencionales,asegurando en esta forma una posición dominante desde lacual espantosas cantidades de destrucción atómica improba-blemente podrían después desalojarlos.

Tenemos que escapar de la esclavitud de un sistema dearmamento demasiado grande y peligroso para ser usado enalgo que no sea el último extremo. Este nos niega la capaci-dad para accionar militarmente en las variadas crisis menoresde las cuales el último extremo podría fácilmente venir y ala vez, nos impide el poder reaccionar en una crisis mayor, enninguna otra forma, una forma que el enemigo podría fácil-mente descubrir medios de circunvenir o anular.

Aunque pueda no siempre haber parecido así, el énfasisprimario de los grandes programas militares, diplomáticosy económicos emprendidos después de la mitad de 1950, fuéel soldado de tierra, el infante quien sólo mantiene o toma te-rritorios, quien es la última línea de protección de las propiasinstituciones de uno y quien verdaderamente captura los cen-tros de la voluntad del enemigo, su maquinaria gubernamen-tal, comunicaciones y otras palancas de su poderío, a fin desubordinar esa voluntad a la nuestra. A la vez que billoneshan ido al "povo de armas y servicios de toda clase, el ver-dadero fondo de nuestra política militar ha sonsistido en lareconstrución de nuestras veinte divisiones de Ejército y tresde Infantería de Marina, en la organización de los ejércitosde ]a NATO, en nuestro esfuerzo para hacer ingresar divi-siones terrestres alemanas en su estructura, en armar e ins-truir diciocho divisiones coreanas y las esperanzas de organi-zar un ejército en Japón.

Todas estas tropas y esperanzas por tropas han sido di-señadas, en general, de acuerdo con las líneas convencionales,para encontrar a los ejércitos del Soviet y sus satélites dise-ñados en líneas similares y luchar —ya sea en guerras gran-des o pequeñas— sobre el modelo establecido de mantenero tomar terreno (la tierra, después de todo es donde vive lagente) por el empleo de poder de fuego local, sacrificio y co-


raje individual. Tal fué la política de la tercera fase, la cualse inició en 1950, o sea cuando las armas nucleares eran re-lativamente escasas y debían consecuentemente ser destina-das a una campaña de bombardeos contra las grandes ciuda-des (lo cual podría o no tener lugar) y que parecía ser imi-nentemente acertado.

Ahora, sin embargo, esto está siendo recusado en dos am-plios campos y con la recusación parecemos entrar a la cuartafase, cuya forma aún es obscura. El primer motivo consisteen que esta política es demasiado cara, el segundo, que las ar-mas nucleares han dejado de ser escasas. La tarea de crearun sistema militar convencional que pudiera realmente levan-tarse contra el sistema del Soviet y sus satélites empezabaya a parecer insoportable a todos los asociados de la NATO(incluyendo U. S.A.) antes de fines de 1952, ya que signifi-ca una inaceptable carga de impuestos y onerosas demandasde poderío humano para deberes militares. En el Soviet ni elcontribuyente, ni su poderío humano tienen mucho que deciren tales materias; pero en Occidente, donde ambos usualmentetienen un voto efectivo, los Jefes políticos han llegado a estascada vez más convencidos que reproducir una cosa aproxi-mada —en números, equipo y grado de alistamiento— de elsistema convencional de guerra siviético podría "minar losfundamentos económicos" de la defensa. Los grandes planesiniciales han sido ya considerablemente disminuidos y "esti-rados" en tiempo, sea justificable o no. sólo los acontecimien-tos lo dirán, aunque la decisión, considerando todas estas co-sas, no parece ser atolondrada.

Fué más fácil tomarla, sin embargo, debido al cambio dela situación con respecto a las armas nucleares. Fué aparente-mente en 1952, que las bombas atómicas comenzaron realmentea salir de nuestras fábricas —posiblemente algo más signifi-cativo que el éxito obtenido con la bomba de hidrógeno— y aser producidas en cantidades apreciables por los rusos. Fuétambién posible reducir el volumen del tipo de bomba lanzadoen Hiroshima. a dimensiones que permiten su lanzamiento poraviones de caza, pequeños aviones navales de porta-aviones odel cañón móvil del Ejército, de 11 pulgadas. Todos los servi-cios se dedicaron a un estudio intensivo del empleo de la bom-ba atómica en sus propias operaciones y como ha dicho el Al-mirante Radford, Presidente de la Junta de Jefes de EstadoMayor, estas armas han ahora alcanzado "prácticamente unestado convencional" con todo. La idea que el poderío de fuegonuclear procura un nuevo equivalente al poderío en hombresdel Soviet en una guerra del tipo convencional, resulta obvia.

Acabamos de ser testigos del caso de Corea, en el cualel Ejército más pequeño, más pródigamente equipado y abas-


tecido con poderío de fuego, probó ser capaz de enfrentar auna fuerza mucho mayor con inferior armamento y amuni-cionamiento. La bola de fuego atómica es la más vertiginosa ymortal concentración de fuego jamás conocida. ¿Por qué nopodría el Occidente, que presuntamente mantiene una consi-derable delantera sobre los rusos en el número de estas armas,subtituir con ellas a los hombres, que de otro modo se reque-rirían para enfrentar el superior número de hombres delSoviet?

La idea es lógica; pero la pregunta que preocupa al obser-vador civil es, justamente, ¿cómo se hará esto y cuáles seránlos efectos a larga distancia sobre la política nacional, propó-sitos y libertad de acción Y También lo que significó el Almi-rante Radford cuando dijo que las armas nucleares habían al-canzado "prácticamente un estado convencional" en los tresservicios, obviamente que el Ejército, Armada y Aviacióntienen ahora los medios de lanzarlas, que todos esperan tenercantidades de bombas disponibles para su propio uso, que to-dos están tratando de descubrir su mejor forma de empleo ytambién, tal vez qué hacer en el caso de que los rusos respondanen igual forma. Todo esto aún no significa que estas armas hansido encuadradas en el marco de la guerra convencional comola hemos conocido.

En 1950, tuvimos que juntar hombres apuradamente parahacer cosas que las bombas atómicas, que entonces teníamos.no podían hacer.

Si el Presidente de la Junta de Jefes de Estado Mayorhubiera dicho algo acerca del efecto de las armas nuclearesque permitiría la supresión de tantos batallones de artilleríapesada por división o tanto blindaje o aún tanta infantería,tendríamos una buena seguridad que las bombas realmenteestaban alcanzando un "estado convencional" y mostrandoque ellas podían ahora hacer cosas para los cuales en 1950habíamos necesitado hombres; pero todavía semejante com-paración no ha sido expresada por las autoridades militares.Y si el observador trata de hacer una por si mismo chocarácontra un obstáculo casi insuperable.

Si uno trata de estimar el efecto de las armas nuclearesen una campaña convencional tipo Guerra Mundial II, se haceinmediatamente obvio que el dato crucial consiste en el nú-mero de tales armas de que dispondrá cada bando. Se ha dichoa menudo que en guerra atómica los números son inaplicables,que si los rusos, por ejemplo, pueden devastar todas las áreasimportantes de la vida Occidental con 200 armas nucleares,no hace diferencia el que nosotros poseamos 2.000 a 20.000.El primer par de cientos lanzados de cada lado habrá hechoel trabajo y decidido el fin, siempre que alguien quede vivo


para registrar la decisión. Mientras esto pueda ser verdad enel campo "estratégico" de guerra atómica, es sin embargo,falso al empleo táctico de armas atómicas.

Consideremos otra campaña sobre un modelo básicamenteconvencional en Europa Occidental. Si el Comando SupremoAliado tuviera diez o doce armas nucleares disponibles y razo-nes para creer que el otro bando no tiene más, las bombastendrían que usarse principalmente como armas de oportuni-dad. La táctica consistiría en crear las oportunidades obli-gando al enemigo a concentrarse en forma de blancos pro-vechosos, mientras el control de las bombas permaneceríancon el más alto Cuartel General. La táctica se consagraríatambién a la dispersión de las propias fuerzas y abastecimien-tos para evitar los golpes atómicos del enemigo. Los dos ob-jetivos —dispersión en el campo propio y forzar al enemigo aconcentrarse— por supuesto son contradictorios y no puedenser fácilmente alcanzados, o si alcanzados, explotados con éxi-to, por un Comando centralizado, sujeto a todas las tardan-zas de información y rigideces de respuesta que afligen a losAltos Cuarteles Generales. El resultado neto podría ser unaguerra muy parecida a las guerras del pasado, hermoseadaspor uno o dos golpes de muy buena o muy mala suerte; pero enlos intervalos requerirían tantos hombres y en general lasmismas operaciones con que estamos familiarizados.

El caso sería totalmente diferente si el Comando Supre-mo Aliado no tuviera diez sino mil armas a su disposición.Ellas podrían entonces distribuirse sobre blancos relativa-mente menores y la autoridad para pedirlas podría estar ubi-cada en escalones de mando más bajos.

Si el enemigo poseyera bombas en cantidades mucho me-nores (probablemente hoy el Soviet no tiene más de un décimoque nosotros) ellos podrían tener poco o no tener sobrantepara darle a sus comandantes de las fuerzas terrestres y elresultado neto podría ser la detención de un ataque terres-tre convencional del Soviet y empeñar un exitoso contraataquesobre sus tropas con algo menos de Infantería y formacionesblindadas que de otro modo se requerirían.

Todavía nuestros Comandantes de tierra tendrían algu-nos momentos agustiosos antes de decidirse a lanzar estas te-rribles armas indiscriminadamente sobre el paisaje. Si losrusos fueran incapaces de responder con igual generosidadcontra nuestras tropas la consecuencia podría ser que se sin-tieran forzados a emplear su limitado stock en la forma más"eficiente", cual sería la de dirigir un ataque estratégico sobrelas ciudades de Occidente.

Siempre me ha parecido lo más improbable que los amosdel Kremlin deseen comenzar una gran guerra con bombar-


deos nucleares contra poblaciones. El Ejército Rojo es su grany bien entrenado instrumento militar, el curso entero de supolítica atómica ha sido completa y claramente dirigida, nohacia la simple destrucción de Occidente, sino hacia la neu-tralización de nuestro arsenal atómico a fin de dejar libre alEjército Rojo para la captura de Occidente (como Hitler cap-turó Francia) en un estado de lo más intacto posible. Nosotrostenemos que usar nuestra amenaza de bombardeos nuclearessobre ciudades para prevenir la guerra si podemos; pero intro-ducir estas armas dentro de nuestra estrategia convencionalcíe tal manera como para virtualmcnte forzar cualquiera gue-rra, desenfrenándola dentro de un rnodelo de estrategia dedestrucción genera!, parece ser, por lo muy menos, un dudosoobjetivo.

Es posible, por cierto, que los rusos aumenten su arsenalatómico hasta un punto que permita al Ejército Rojo dispo-ner de tantas armas como nuestras propias fuerzas de tierra.

Adivinar cuál sería el verdadero efecto de esta situaciónestá completamente fuera de las capacidades de un lego. Siambos bandos comenzarían tratando de aplicar su arsenal nu-clear primeramente contra las fuerzas armadas del otro —enotras palabras, luchar en un tipo de guerra convencional congrandes cantidades de armas no convencionales— los efectossobre todos los aspectos tácticos y estratégicos serían cierta-mente profundos y son todavía probablemente impredecibles.Pero es al menos razonable suponer que las necesidades detropas de combate terrestres, serían mayores y no menores.

Ellas podrían tener que ser equipadas, abastecidas y con-ducidas de manera de! todo diferente; como algunos lo hanpredicho las operaciones podrían convertirse en una vastaguerra de guerrillas, llevada a cabo por innumerables fraccio-nes, pequeñas y ligeramente armadas, capaces de vivir en elterreno en forma, podría decirse permanente. Pero aún así,sería siempre el número y calidad de los soldados de tierraquienes decidirían el final, si es que todavía fuera posiblealguna decisión. En general, como las máquinas de guerrahan sido cada vez más poderosas y destructoras, ellas tiendena neutralizarse una a otras y en esta forma el énfasis vuelvea recaer sobre el hombre y si los rusos fueran capaces de igua-lar o aproximarse a nuestro arsenal nuclear designados parapropósitos "tácticos", entonces la introducción del átomo enel campo de batalla, obviamente en ningún modo vencería susuperioridad en hombres.

La idea de que las armas nucleares pueden substituir asoldados bien instruidos en el logro de aquellos resultados mi-litares que como nación deseamos alcanzas, me parece, en micalidad de simple observador, que es una ilusión y una ilusión,


lindamente peligrosa. Es casi imposible formarse una ideade las verdaderas consecuencias sin saber cuantas armas ten-dríamos nosotros y cuantas el enemigo, lo que por supuesto,es el secreto más celosamente guardado en seguridad atómi-ca. Pero el civil, que no tiene acceso a tales secretos, puedeal menos ver las grandes líneas de el más glande de los pro-blemas.

Nosotros hemos desarrollado dos formas de guerra algodiferentes. El propósito de toda guerra y preparación, parala guerra, por supuesto, es asegurar la decisión de aquellosnumerosos asuntos en la vida internacional que no puedenarreglarse en forma diplomática, legal, ética o por otros me-dios que no sea la violencia. La primera forma de guerra, queha sido llamada la "convencional" recae por esto sobre luchade ejércitos, la toma o retención de territorios y !a sujeciónfísica o dominación de las instituciones gubernamentales.

La otra forma o "estratégica" consiste ya sea en la ame-naza o en el hecho de la masacre directa del pueblo enemigoy la destrucción de sus medios de vida y comunicación, unaforma tan terrible que no puede ser empleada ordinariamenteen la disputa de naciones. Las armas nucleares, complemen-tadas con la posibilidad de ser lanzadas desde el aire, hanhecho por primera vez practicable la segunda forma de gue-r ra : pero a menos que estemos dispuesto a confiar completa-mente en ellas y al mismo tiempo asegurar todos aquellos ob-jetivos militares (tales como el rescate de Corea del Sur o ladefensa de indochina) que sólo pueden alcanzarse en el viejoestilo, tendremos que mantener ejércitos de tierra "tácticos"con su necesario apoyo moral y aéreo.

Y mientras la posibilidad de reducir su tamaño y costosubstituyendo por poder de fuego atómico algunas de las ar-mas del presente basadas en el T. N. T. y la pólvora, en lasoperaciones convencionales, ha parecido ser, sino lo mejor, unaposibilidad llena de esperanzas. Aún con armas atómicas vo-lando libremente en la zona ele combate de una operación mi-litar convencional, necesitaremos tantos soldados instruidoscomo antes, mientras habremos aumentado enormemente elpeligro de tomar las operaciones convencionales en el ataquedirecto sobre las poblaciones y recursos de la zona del inte-rior, algo que deja reducida a un trágico absurdo todas nues-tras ideas militares de ataque y defensa.

Son consideraciones de esta clase la que perturban pro-fundamente al observador civil acerca de lo que parece ser elrumbo de la política militar. Yo no pretendo conocer las res-miestas correctas Las armas nucleares están con nosotros, lashorribles cosas fluyen en aún mayores cantidades aquí en

PREGUNTAS SIN RESPUESTAS DE LA... 93

Rusia y en Cran Bretaña, ellas no se deterioran con el tiempode modo que los arsenales crecerán indefinidamente, haciendoconstantemente más urgente el problema de que se hará conellas y cómo serán empleadas. No podemos pretender que ellasno existen; pero me parece que mientras más pongamos nues-tra confianza en ellas, en mejor forma prepararemos una des-trucción universal. A mí nos que retengamos los medios parahacer la guerra a la manera convencional, —y esto significainfantes, tanques y artillería, apoyo aéreo y naval que losacompañe— estaremos sólo cometiendo, por nosotros mismos,un suicidio en masa de la civilización.

(Traducido de "UNITED STATES ARMY COM-BAT FOKCES JOURNAL". Marzo 1954)

ENTRENAMIENTO CONSTANTE EN COREA.... 95

ENTRENAMIENTO CONSTANTE EN COREACoronel HENRY B. MARGESON

Traducido por el Depto. Informaciones del E.M.G.K.

Cuando cesó el fuego en Corea, el 27 de julio de 1953, el8° Ejército de los EE. UU. entró en una nueva fase de activi-dades. Su tarea inmediata y no muy fácil, por lo demás, fuéla de conplementar los términos del armisticio retirándose dela zona desmilitarizada, desmantelando las fortificaciones yconstrucciones militares similares.

Con respecto a esta actividad, las unidades norteameri-canas demostraron una vez más el alto grado de eficiencia, mo-ral, disciplina y espíritu de cuerpo que habían demostradotambién frente a un enemigo numéricamente superior.

Al mismo tiempo se consideró esencialmente importanteque las actividades planificadas durante el período del armis-ticio asegurarían la preservación de estas cualidades militares.

Aunque el armisticio fué un acto esencial, preliminar alas negociaciones para concertar la paz, en sí mismo no con-tenía ninguna seguridad de paz.

No existió ninguna experiencia previa que considerara laposibilidad de que los Comunistas pudieran estar empleandola táctica de envolvimiento bajo algún plan que contemplarauna posterior reanudación de las hostilidades.

El programa intermedio, por lo demás, fué estructuradopara satisfacer necesidades diversas.

Aun cuando el Ejército estaba siendo dispuesto táctica-mente para permitir la realización de operaciones inmediatasy efectivas, en el caso de un ataque Comunista, los términosdel acuerdo del armisticio fueron observados escrupulosamente.

Mediante un programa de entrenamiento constante semantuvo la eficiencia combativa del Octavo Ejército, en sunivel más alto.

Finalmente, se llevaron a cabo diversas actividades quepermitieron al soldado individual emplear en la forma másprovechosa su tiempo libre.

Para la mayoria de las tropas, sin embargo, no existiómucho tiempo libre, al comienzo. Dos grandes trabajos deconstrucción requirieron una acción rápida —la construcciónde las nuevas instalaciones defensivas y la preocupación porel alojamiento de las tropas.

La tarea de la construcción total recayó en forma máspesada, por supuesto en las unidades de la línea de combate,


pero también hubo muchas unidades que trabajaron en for-ma prolongada y ardua con el fin de proporcionar el apoyologístico requerido. La regla seguida exigió la implantaciónde la semana de 7 días de trabajo, regla que hasta ahora estáen vigencia.

Debido a que el plan de construcciones está próximo aterminar, la mayor parte del tiempo de que disponen las tro-pas podrá ser dedicado al entrenamiento.

De acuerdo con la concepción actual, el programa de en-trenamiento tiene un objetivo práctico: mantener la preste-za para mantener un combate inmediato si es necesario, so-bre la Posición Principal de Combate; para mantener las con-diciones más altas de eficiencia combativa, con individuos bienentrenados y bien disciplinados, y con unidades capaces dedirigir las operaciones móviles de armas combinadas; que sudesarrollo sea posible en las escuelas y mediante un entre-namiento directo realizado por los oficiales no comisionados,así como por los especialistas que requiere la misión del 8°Ejército; y mantener un elevado nivel moral y espíritu decuerpo a través de un entrenamiento realista, prestando aten-ción a las necesidades de las tropas y a una dirección efectiva.

El entrenamiento para las actividades del servicio en laposición principal de combate está dirigido por las unidadessituadas ahí. En esta fase del programa se ha dado impor-tancia a los ejercicios defensivos, así como también al entre-namiento individual y de las pequeñas unidades.

El entrenamiento de las unidades mayores está dirigidopor las divisiones de reserva, insistiéndose en las operacionesofensivas, en el entrenamiento con armas combinadas y en lamovilidad.

El desarrollo del potencial guía (cualidades de mando) enlas filas, entre los diferentes grados, ha recibido considerableatención. Las Academias para Oficiales no Comisionados, exis-tentes en el Cuerpo y en la División, están encargados de en-trenar e instruir a individuos seleccionados, de las unidadessubordinadas, asegurando de esta manera la existencia de uncentro común de Jefes alistados para hacer frente a las ne-cesidades del Ejército.

La corriente de reemplazos es la principal fuente de es-pecialistas, pero en este terreno también existe un entrena-miento continuo. Las escuelas para técnicos especialistas es-tán dirigidas por miembros de la División, del Cuerpo y delEjército.

Las escuelas del 8° Ejército, proporcionan enseñanza yentrenamiento en aquellas especialidades en las cuales los es-tudiantes no pueden ser instruidos en forma provechosa en

ENTRENAMIENTO CONSTANTE EN COREA... 97

los escalones inferiores, debido a la carencia de equipo, de fa-cilidades y de instructores calificados.

El problema de proporcionar un programa para aprove-char el tiempo libre constituía una preocupación constante.Debido a la necesidad de sobreponerse a este problema paramantener la presteza de la unidad, en el combate, se conside-raron las soluciones más precisas para fomentar las activida-des recreativas y atléticas.

Pero mientras a estas formas de recreación se les dió unlugar definitivo y de preferencia en el programa total, ellasno constituyeron la respuesta única y final con respecto a unnúmero significativo de hombres jóvenes, de clara inteligen-cia, y asiduos en el trabajo.

Estos soldados gustan del atletismo y de los entrena-mientos, como cualquier otro, pero, debido a que son ambicio-sos también, ellos buscan oportunidades para superarse a símismos, en su tiempo libre.

Al regresar los miembros de este grupo a los EE. UU., yasigan siendo soldados o civiles, ocuparán una parte de su tiem-po asistiendo a clases nocturnas.

Por consiguiente, el programa de educación del 8° Ejér-cito se intensificó. Se establecieron más de 70 Centros Milita-res de Educación, la mayoría de los restantes eran centrosmenores instalados para atender a los Batallones situados enlocalidades alejadas.

Las actividades desarrolladas en los centros especialesincluían: pruebas, informaciones, registros, clases para ser es-tudiadas en grupos, y administración asociada. Cada unacuenta con una plana mayor, fuera de los instructores, la cualparticipa en todas las actividades que se desarrollan fuerade las horas de servicio. Cada centro principal cuenta con unempleado civil del Departamento de Ejército, el cual actúa co-mo Consejero Educacional.

Un estudio educacional efectuado entre el personal del Ejér-cito Norteamericano en Corea, en agosto de 1953, indicabaque el 8° Ejército tenía más de 25.000 hombres clasificadoscomo "elementos básicos educacionales", es decir, hombresque no habían completado el 4° grado o que habían obtenidomenos de 70 puntos en la I. Clasificación de Aptitudes, corres-pondiente a la "Prueba para la Clasificación General"; o tam-bién hombres que no hablan inglés.

Se confeccionó inmediatamente un extenso programa depruebas para este grupo. Durante el mes de septiembre de1953, se aplicó la II. Prueba realizada de acuerdo con las re-glas generales de las Fuerzas Armadas, a 19.796 individuos y

M. del E. 7.


de éstos, 12.511 alcanzaron un puntaje equivalente al 4° Gra-do o más siendo promovidos de la categoría elemental a lacategoría más superior.

La instrucción en la época de servicio está autorizada pa-ra los individuos pertenecientes al grupo elemental y en la ac-tualidad hay aproximadamente 4.000 individuos que asistencon regularidad a esas clases.

La participación en las clases de grupo que se realizan fue-ra del tiempo de servicio está igualmente aumentando en for-ma notoria, a la vez que constante.

Las clases corresponden a los grados del colegio y de laescuela superior y secundaria, en el aspecto formal y acadé-mico de la educación.

Además, se ha organizado una amplia variedad de cur-sos de tipo vocacional.

Se han desplegado todos los esfuerzos posibles para ayu-dar a cada individuo a llevar a cabo sus objetivos de educa-ción personal. Como parte de esta política educacional, el Plan-del Lejano Este, de la Universidad de California, se ha exten-dido hasta el 8° Ejército.

La instrucción la imparten los miembros del Consejo Su-perior de la Universidad enviados hasta el Lejano Este, o al-gunos de los instructores seleccionados por la Universidad,de entre personal militar calificado. El Curso ofrece muchasvariaciones a través de su plan de estudios, en el cual los dosprimeros años corresponden a la Rama de Letras y Ciencias,con un amplio crédito concedido a aquellos que los completen.

El Ejército paga el 75% de la tuición, para los soldadosy el 50% para los oficiales, siempre que estén por debajo delgrado de capitán.

Las clases se dictan en número de 6 por semana, y gene-ralmente se efectúan en dos sesiones de 3 horas cada una. Porconsiguiente, un curso de 1 semestre se completará, de estamanera, en 8 semanas.

Durante 1954 las clases de la Universidad de Columbiaalcanzarán a los Cuerpos y Divisiones. El cambio de instruc-tores permitirá al estudiante seguir un programa continuo deestudios universitarios durante su jira por Corea.

Se han realizado muchos trabajos tendientes al desarro-llo de un programa adecuado de carácter recreativo, contem-plando cada una de sus fases la natural expansión lógica.

Se han estructurado planes para la creación de más de30 Centros Comunes (publicos) de tamaño regimentario

ENTRENAMIENTO CONSTANTE EN COREA.... 99

conteniendo cada uno de ellos: una capilla, un gimnasio, unteatro, un casino, un club de suboficiales y de tropa, un bar,una biblioteca y un taller con herramientas, así como tambiénfacilidades al aire para la práctica de una gran variedad dedeportes.

En el campo de los esparcimientos, se envían a Corea 2Muestras y Conjuntos artísticos cada mes.

Está preparándose un programa deportivo cuidadosamen-te organizado, en el cual se insiste en 4 tipos de actividadesprincipales; de intramuros, de instrucción, de interconferen-cias y de organización propia.

Con fines deportivos, el 8° Ejército está dividido en 4 zo-nas de conferencias y reuniones. Dentro de éstas existen equi-pos o personas que representan a compañías o a grandes uni-dades y que compiten en campeonatos de diez deportes dife-rentes.

Los ganadores se reúnen en torneos de eliminación y loscampeones del 8° Ejército continúan compitiendo contra losrepresentantes de otros comandos principales, en el LejanoEste.

Las habilidades o destrezas constituyen otro importantejuego. Se ha establecido un sistema de fondos rotativos paraasegurar un adecuado suministro de materiales. La partici-pación está organizada a través de 4 grupos principales deunidades. El encargado de los fondos para cada grupo dispo-ne la compra de los artículos necesarios, vende dichos artícu-los al personal participante y retorna los ingresos a los fondosgenerales, para futuras eventualidades.

Las actividades generales, incluyendo la escultura en ma-dera, la pintura y la construcción de modelos proporciona unasalida a la actividad creadora para ocupar el tiempo libre.Igualmente, se mantiene un amplio servicio de biblioteca.

En la actualidad hay 23 bibliotecas más; tan pronto comohaya disponibilidad de libros. Las bibliotecas serán comple-mentadas con buses-bibliotecas para llenar las necesidades delas unidades aisladas.

Un importante descanso dentro del período de combatelo constituye el Programa de Descanso y Recuperación queproporciona jiras de 7 días de duración para el personal mi-litar de Jas Naciones Unidas.

Para ser elegido, el soldado deberá haber completado 4meses de servicio en Corea, en el turno correspondiente. Nose ha autorizado más de dos excursiones para cada personadurante una jira normal de 16 meses de servicio en Corea.


Las tropas se envían a una de las 3 zonas recreativas existen-tes en Japón, donde son alojadas en hoteles de los ServiciosEspeciales, diponiendo de excelentes acomodaciones a un cos-to nominal.

Aunque haya cesado el fuego, el 8° Ejército Norteameri-cano está ocupado aún. Está trabajando, entrenándose, estu-diando y preocupado por un bien equilibrado programa que lepermitirá mantenerse preparado y en buen pie para afrontarel futuro.

(Traducido y extractado de la revista norteameri-cana "ARMY INFORMATION DIGEST", Abril de

1954).

S O C I E D A D

AV. APOQUINDO LTDA.

MONEDA 973 - OF. 739 A. - FONO 85309

Fundo Apoquíndo

ALGUNOS ORGANISMOS DEL SERVICIO... 101

ALGUNOS ORGANISMOS DEL SERVICIOMEDICO MILITAR

Cap. San. ALEJANDRO RABDIL L.

SU ESTRUCTURA Y FUNCIONAMIENTO

CAPITULO I

La Asociación de los cirujanos militares de los Estados Unidos

Fundada la Asociación en Chicago el 17 de septiembre de1891. por el cirujano militar Nicholas Senn y 50 cirujanos dela Guardia Nacional, ha llevado una vida no interrumpida ríeintensa laboriosidad. Cobijó después a todos los oficiales médi-cos, dentistas y veterinarios de las fuerzas armadas y, tam-bién, a los médicos del Servicio de Salud Pública. Su fin prin-cipal ha sido y es aumentar la eficiencia de los servicios médi-co-militares de los Estados Unidos tanto en la paz como en laguerra.

Las Convenciones Anuales que lleva a cabo estimulan elintercambio de ideas, impulsan al cumplimiento de los deberesy exhaltan el anhelo de superación. Desarrollan un elevado es-píritu de cuerpo, que incita no sólo a la investigación científicay a la producción de descubrimientos médico-militares, sinoque imprime una estrecha y entusiasta unidad de acción, quegarantiza una mayor capacitación profesional y un progresoconstante de la cirugía militar, de la medicina y de la sanidad.Esta obra laudable se refleja, finalmente, en las reparticionesmédicas representadas en la institución.

Los asociados deben estudiar acuciosamente las necesida-des de sus respectivas reparticiones y velar por que el desarro-llo de los elementos materiales y normas de acción se adaptena las exigencias que el progreso de aquellas demande.

Dichas Convenciones analizan los problemas de mayor ac-fualidad y estimulan la legislación más provechosa para losDepartamentos Médicos nacionales y estatales. Así se logróestablecer una correlación de procedimientos, desde hace másde 30 años, entre los organismos médicos del Ejército, la Ma-rina, la Aviación y el Servicio de Salud Pública, permitiéndo-los trabajar en perfecta coordinación y amplia ayuda. Sin esta

102 MEMORIAL DEL, EJERCITO.

eficiente coincidencia de técnica y de trabajo, esos servicioshabrían empleado sus esfuerzos con menor beneficio, dentrode los límites de su propio aislamiento.

La Asociación considera a la Medicina Militar una espe-cialidad perfectamente definida y mantiene al día en provechode ésta su publicación oficial que, desde 1907, tomó el títulodefinitivo de "The Military Surgeon", cuyo índice de materiashasta 1940 contiene 1665 artículos del mayor interés profe-sional, que abarcan todas las materias imaginables relaciona-das con la medicina militar, trabajos muy completos, en sumayor parte originales y con sólida base experimental. De es-te modo se dió origen, con otras publicaciones y tratados muyimportantes, a la creación de un valiosísimo cuerpo de litera-tura Médico-Militar.

La Asociación fué la propulsora de las reformas funda-mentales realizadas en los servicios médicos de las fuerzasarmadas y la inspiradora de grandes cruzadas nacionales, porlo cual ha recibido el más alto tributo de simpatía y respeto departe de la ciudadanía y del Gobierno de la República, de lasasociaciones congéneres extranjeras y, especialmente, de las deeste Continente, como pudo evidenciarse en sus ConvencionesAnuales y en el 10? Congreso Internacional de Medicina Mili-tar y Farmacia, realizarlo en Wáshington, en 1939.

La Escuela de Medicina del Ejército no podía proporcio-nar a los recién egresados una amplia experiencia práctica dela especialidad, en el terreno, tal como debiera actuarse en laguerra. El Gobierno Federal, a pedido de la Asociación, llenóeste vacío al fundar en 1920 la gran escuela médica para post-graduados.

Desde la Convención Anual de 1392, el mayor cirujanoJohn van Rensselaer Hoff sostuvo la idea de que para !a com-pleta eficiencia del Servicio era menester, también, disponer desoldados médicos especializados, dependientes del Departamen-to Médico-Militar que reemplazaran ventajosamente a los sim-ples practicantes de hospital y a los infantes a la vez que en-fermeros. Durante un tiempo sus proyectos fueron rebatidosy hasta ridiculizados. Hoff, siendo coronel, hubo de sufrir, porauspiciar ideas innovadoras; pero en el justiciero ambiente desu patria, y en vida, recibió reparación. Su vigorosa persona-lidad y actuación varonil llenan luminosas páginas de la histo-ria de la Asociación y para ejemplo de las generaciones veni-deras, se dió su nombre al hall del edificio académico de laMedicina Field Service School y a uno de los más grandeshospitales militares del país.

Hoy, se dispone de nueve escuelas para la formación desoldados médicos especializados (Techniciens School), que pro-ducen mensualmente, en conjunto. 3.000 soldados prácticos,


admirablemente preparados en seis diferentes ramas de la cien-cia médico-militar.

La Asociación de los Cirujanos Militares vigorizó la fina-lidad fundamental del trabajo médico-militar norteamericano:la conservación de la vitalidad de las tropas para la lucha (ToConserve Fighting Strength) y, en segundo término, como esnatural, la atención de los enfermos y heridos. Consiguió loprimero, haciendo aplicar su maravillosa Medicina PreventivaMilitar; lo restante, con su organización médico-quirúrgica.

Inmediatamente después de la primera guerra mundial, laAsociación procedió al estudio detallado de los múltiples pro-blemas que la guerra había planteado a los servicios médicosde las fuerzas armadas. Todo se analizó, propuso y organizó enforma acabada y los numerosos reglamentos médico-militaresmodelo en su género regularon los organismos básicos que mástarde se ampliaron y aumentaron en número. Al estallar la ac-t'.ial guerra no fué preciso improvisar, porque toda esa estruc-tura estaba completa y minuciosamente preparada, a pesar deque esa nación no vivía militarizada.

La Asociación, después de la guerra, dió a conocer el por-centaje de hombres subnormales que existían en el país y se-ñaló sus causas para combatirlas.

Pero hay más. La institución encauzó campañas de higie-nización y fueron médicos militares los que liquidaron ende-mias de malaria en los territorios metropolitanos y de ultra-mar. Baste citar la intervención del mayor cirujano WalterReed, que extinguió la fiebre amarilla en Cuba, y al generalcirujano William C. Gorgas, que luchando contra la fiebreamarilla y la malaria, hizo posible la construcción del Canal dePanamá. Por eso es que el Gobierno de la República no ha per-dido la ocasión para honrar la memoria de tan nobles servido-res, dando sus nombres a los hospitales de las Fuerzas Ar-madas del país.

La historia de los 50 años de vida de la Asociación se debea la pluma talentosa y brillante del coronel cirujano EdgarErskine Hume, actual Ser. vicepresidente de la institución yuno de los miembros más preclaros del Cuerpo Médico-Militar.Este libro apasionante, que deja en el lector inefables satisfac-ciones, sabias lecciones y nobles ejemplos, es el relicario queconserva el espíritu generoso y abnegado y el idealismo insu-perable de una legión de médicos eminentes, que se dieron porentero a su Patria, en la paz como en la guerra, y en tal formaque el nombre de varios de ellos perdura en el bronce muy le-jos de las fronteras nacionales.

El prestigio de su ética elevada; su aporte de inmenso va-lor científico; su finalidad patriótica y de cooperación interna-cional, fundamentan la tradición invariable de esta Asocia-ción que es orgullo de Estados Unidos.


En mapas giratorios especiales se mantiene exactamenteal día la indicación que contiene el número de enfermos infec-to-contagiosos que hay en cada país, nombre de la enfermedady ubicación precisa. Esto sirve para controlar de un modo es-pecial a las personas que desde esos países van a EstadosUnidos.

La Subsección de Inteligencia, entre sus diversas funcio-nes técnicas y de importante aplicación, colabora al servicio deepidemiología y capta todas las novedades que se producen enel terreno de la medicina, de la dentística y de la veterinaria.en el propio país como en el extranjero. Cuanto tiene valorpráctico se resume y se inserta en los boletines respectivos jun-to cor. las órdenes de carácter permanente que dicta la Jefa-tura Médico-Militar. Así. los médicos que se encuentran encampaña o abrumados con trabajo en sus Laboratorios y ser-vicios, sin contar con el tiempo suficiente para leer las revis-tas profesionales, tienen, periódicamente, por este medio, unafuente informativa fresca, interesante y resumida. Cada edi-ción del Boletín Médico alcanza una tirada de varías decenasde miles de ejemplares.

El esquema de organización básico ministerial para la Me-dicina Preventiva se repite exactamente en todas las reparti-ciones del Ejército.

Varios textos fundamentan la enseñanza de la MedicinaPreventiva Militar, pero el más importante de todos es el titu-lado "Military Preventive Medicine", del brigadier general ci-rujano George C. Dunham, obra que contiene 1.200 páginas,329 ilustraciones y 333 subcapítulos que abarcan materiasperfectamente deslindadas.

Para apreciar la inmensa importancia de la medicina pre-ventiva bastará recordar que sólo por su aplicación fué posiblela construcción del Canal de Panamá. El plan de los ingenie-ros franceses estaba perfectamente trazado y no pudo reali-zarse únicamente por la malaria y la fiebre amarilla, que diez-maban en tan terribles proporciones a los operarios, que losque salvaban con vida se negaban a continuar en sus faenas.

CAPITULO III

ALGUNOS ESTABLECIMIENTOS DE ENSEÑANZAMEDICO-MILITAR

a) La Biblioteca Médica del Ejército.b) El Museo Médico del Ejército.c) Servicio de Ilustración y Artes médicas.d) Escuela Médico-Militar para postgraduados.e) Las Escuelas de Medicina del Ejército, Marina y

Aviación.


Tiene un lema sublime, himno, bandera, escudo de armas;confiere una medalla de oro que cubre de honor a quien tieneel privilegio de poseerla y ha respondido firmemente al impe-rativo de su lema:

"TODO POR AMOR DE LA PATRIA"(Omnia pro Patriae Caritate)

CAPITULO II

LA MEDICINA PREVENTIVA MILITAR

La Medicina Preventiva Militar en Estados Unidos tienepor finalidad prever o controlar las enfermedades entre losmiembros del Ejército y conservar la salud y vigor físico delos efectivos, dondequiera que estuvieren, en la paz como enla guerra.

Es un verdadero código sanitario de! Ejército y se aplicacon igual rigurosidad, desde la Comandancia en Jefe hasta laúltima sección.

Los ejércitos antiguos tuvieron su más alto coeficiente debajas por las epidemias, enfermedades e inseguridad del per-sonal que por las batallas. Con los medios y conceptos moder-nos sucede todo lo contrario.

Sobre los jefes de unidades recae la responsabilidad porel cumplimiento de la aplicación de la medicina preventiva yellos son los que deben iniciar aquélla. Naturalmente, los cuer-pos de ingenieros, de sanitarios y de médicos asumen sus res-pectivas responsabilidades en la ejecución que a cada uno deellos les incumbe.

El Departamento Médico del Ministerio de Guerra mehonró permitiéndome visitar la Sección Medicina Preventiva,en las propias oficinas ministeriales. Esta se divide en 8 sub-secciones: Sanidad, Ingeniería Sanitaria, Epidemiología. La-boratorio, Higiene Industrial. Control de las EnfermedadesVenéreas, Servicio de Inteligencia y Medicina Tropical. Me re-feriré en esta ocasión solamente a la labor de dos subsec-ciones.

La de Epidemiología lleva el control de la vacunación detodo el personal del Ejército y el de las enfermedades infecto-contagiosas.

La vacunación sistemática a todo el personal, comprende:

Inmunizaciones de rutina: Inmunizaciones especiales:Antivariólica Contra la fiebre amarillaAntitífica y paratífica Contra el cóleraAntitetánica Contra el tifo exantemático

Contra la peste.


En mapas giratorios especiales se mantiene exactamenteal día la indicación que contiene el número de enfermos infec-to-contagiosos que hay en cada país, nombre de la enfermedady ubicación precisa. Esto sirve para controlar de un modo es-pecial a las personas que desde esos países van a EstadosUnidos.

La Subsección de Inteligencia, entre sus diversas funcio-nes técnicas y de importante aplicación, colabora al servicio deepidemiología y capta todas las novedades que se producen enel terreno de la medicina, de la dentística y de la veterinaria.en el propio país como en el extranjero. Cuanto tiene valorpráctico se resume y se inserta en los boletines respectivos jun-to cor. las órdenes de carácter permanente que dicta la Jefa-tura Médico-Militar. Así. los médicos que se encuentran encampaña o abrumados con trabajo en sus Laboratorios y ser-vicios, sin contar con el tiempo suficiente para leer las revis-tas profesionales, tienen, periódicamente, por este medio, unafuente informativa fresca, interesante y resumida. Cada edi-ción del Boletín Médico alcanza una tirada de varías decenasde miles de ejemplares.

El esquema de organización básico ministerial para la Me-dicina Preventiva se repite exactamente en todas las reparti-ciones del Ejército.

Varios textos fundamentan la enseñanza de la MedicinaPreventiva Militar, pero el más importante de todos es el titu-lado "Military Preventive Medicine", del brigadier general ci-rujano George C. Dunham, obra que contiene 1.200 páginas,329 ilustraciones y 333 subcapítulos que abarcan materiasperfectamente deslindadas.

Para apreciar la inmensa importancia de la medicina pre-ventiva bastará recordar que sólo por su aplicación fué posiblela construcción del Canal de Panamá. El plan de los ingenie-ros franceses estaba perfectamente trazado y no pudo reali-zarse únicamente por la malaria y la fiebre amarilla, que diez-maban en tan terribles proporciones a los operarios, que losque salvaban con vida se negaban a continuar en sus faenas.

CAPITULO III

ALGUNOS ESTABLECIMIENTOS DE ENSEÑANZAMEDICO-MILITAR

a) La Biblioteca Médica del Ejército.b) El Museo Médico del Ejército.c) Servicio de Ilustración y Artes médicas.d) Escuela Médico-Militar para postgraduados.e) Las Escuelas de Medicina del Ejército, Marina y

Aviación.

106 MEMORIAL DEL EJERCITO,

A) La Biblioteca Médica del Ejército

Dicha biblioteca funciona en Wáshington y ocupa la mitadde un gran edificio, cuya parte restante incluye al Museo Mé-dico Militar.

Su colección de obras de medicina es valiosísima y excedeel millón de volúmenes. Se encuentran en ella los libros máscuriosos y raros .

Su índice Catalogado comprende 50 volúmenes grandes,donde se hallan admirablemente registrados no sólo las obrasde medicina, escritas en sesenta idiomas, sino también "cadaartículo, de cada edición, de cada publicación médica de cadapaís".

Visitada asiduamente por los estudiosos, constituyó lafuente inspiradora de muchos descubrimientos y palanca po-derosa en el progreso de la ciencia médica.

Fundada en 1836, con unas pocas decenas de libros, comoBiblioteca de la Oficina del Cirujano General, mereció la aten-ción preferente del cirujano jefe John S. Billings, a cuya ele-vada cultura y entusiasmo se debe la mayor parte de lo que esesta Biblioteca Médica, la más extensa y valiosa en su género,del mundo. Es administrada por médicos militares, cuya Aso-ciación obtuvo la ley que ordena construirle un nuevo edificio.

B) El Museo Médico del Ejército

Es "rendez-vous" de médicos nacionales y extranjeros quebuscan informaciones científicas.

Sus laboratorios no sólo están abiertos para servir a losmédicos militares, sino también para ayudar a los médicos ci-viles en sus trabajos profesionales. Los laboratorios fotográ-ficos gozan de renombre.

Sus propias colecciones de material patológico y la granvariedad en las muestras de lesiones de guerra, recolectadasdesde hace más de 80 años, es la parte más interesante desdeel punto de vista militar y su más alta especialidad.

Muchos profesionales, clínicas particulares y numerosase importantes asociaciones médicas del país le han donado va-liosas colecciones de material anátomo-patológico y las siguenincrementando para ofrecerlas al estudio y aliciente de loshombres de ciencia. El total de estas piezas suman 10 mil.

El Servicio de Ilustración y Artes Médicas, lo mimo queel Consejo Médico de Enfermedades Tropicales del Ejército, leproporcionan útil material constantemente.

Existe, además, una interesante colección de material clí-nico histórico y piezas de vestuario y equipo impactados en laguerra actual, que presenta defectos en alguna parte y que ha-


ce vulnerable al soldado. Hoy este Museo es el más grande queexiste, en su género.

Fundó el Museo el cirujano general William A. Hammond,en 1862, con el primitivo objeto de coleccionar muestras ilus-trativas de lesiones causadas en la guerra, para contrarrestar-las y reducir la mortalidad.

C) Servicio de Ilustración y Artes Médicas

El Departamento de Ilustración y Artes Médicas, depen-diente del Museo Médico del Ejército, fué fundado en 1917 yel Gobierno Federal le ha dado el más amplio desarrollo en estaguerra.

Confecciona el material para enseñar al personal médico,con intensa realidad, lo que él deberá esperar en sus puestosdel deber.

Sus cuadros de casos clínicos excepcionales; fotografíasde situaciones de combate y sus modelos plásticos con heridasde guerra, se envían a los numerosos centros de instrucciónmédico-militar que existen en el país.

Provee de equipo fotográfico a su personal, muy compe-tente y adiestrado, con fotógrafos clínicos y médicos artistasque ilustran con sus cuadros, fotografías y dibujos, la HistoriaMédica de la Guerra.

Sus Destacamentos Médicos están constituidos por 14hombres y un camión ahdoc y se les destina a razón de un des-tacamento para teatros de guerra de 50.000 hombres o más, se-ñalados por la Jefatura Médica.

D) Escuela Médico-Militar para post-graduados

Como las escuelas de medicina no podían proporcionar asus egresados el conocimiento práctico de la especialidad mé-dico-militar, se creó la gran Escuela para Postgraduados, enCarlisle Barracks, llamada "The Medical Field Service School"para dar en el terreno, tal como se debe hacer en la guerra, lareferida instrucción.

El lema de la Escuela es: "Conservar la vitalidad de lastropas para la lucha".

Los titulados en la Escuela de Medicina del Ejército noson los que necesariamente van a ocupar una plaza en sus fi-las. Para ello deben, en épocas normales, seguir cursos especia-les en la Escuela de Carlisle, donde, además, se realizan ci-clos de instrucción para otros profesionales, al cabo de los cua-les quedan graduados como Oficiales de Reserva.

En la Escuela, en tiempos de paz, efectúan cursos avan-zados de perfeccionamiento para cirujanos del Ejército Fede-ral, de la Guardia Nacional y Médicos de la Reserva. Paralela-


mente se hacen otros cursos de instrucción y reentrenamien-to de dentistas, veterinarios, oficiales de Administración Mé-dica y suboficiales, todos dependientes del Departamento Mé-dico del Ministerio de Guerra.

Bajo el estado de guerra se ha dispuesto que ninguno delos profesionales antes nombrados puede recibir una destina-ción para el servicio en campaña sin haberse graduado pre-viamente en la Escuela de Carlisle.

Los cursos en la escuela antedicha son continuos, de ense-ñanza intensiva, duran de dos a tres meses. El régimen delestablecimiento es de rígida disciplina militar y el Comando,como todos los cargos de oficiales, están desempeñados poroficiales médicos y unos pocos dentistas, veterinarios, de ad-ministración y sanitarios.

Hasta la fecha se han graduado en esta escuela muchomás de 30.000 médicos.

La enseñanza práctica siempre se ha efectuarlo con el; porte de un batallón médico, con su dotación y equipos com-pletos, destacado en la escuela, lo que ha permitido realizarcursos mensuales para reclutas técnicos sanitarios.

La instrucción del personal médico en la Escuela se veri-fica en los siguientes Departamentos:

1.—DEPARTAMENTO DE ADMINISTRACION: Sobrecapacitación de oficiales médicos en materia de administra-ción o de régimen interior (secretaría, personal, fiscalía, etc.).

2.—DEPARTAMENTO DE SANIDAD MILITAR: Res-pecto de las responsabilidades del Departamento Médico en elcumplimiento de las obligaciones que impone la Medicina Pre-ventiva Militar.

3.—DEPARTAMENTO DE ARTE MILITAR: Que da aconocer los principios de la guerra, las características de lasdiferentes armas y su acción combinada. Táctica aplicada, ma-terial de guerra, mapas, topografía, organización y otras ma-terias.

4.—DEPARTAMENTO DE GUERRA QUIMICA: Ense-ña todo lo concerniente a esta materia.

5.—DEPARTAMENTO DE MEDICINA Y CIRUGIA DECAMPANA: Para estudiar los métodos de trabajo y el em-pleo de todo el equipo médico-quirúrgico.

6.—DEPART AMENTO DE APROVISIONAMIENTO:Cátedra de lo relacionado con alimentación, abastecimientos,movilización y comunicaciones.

7.—DEPARTAMENTO DE ENTRENAMIENTO: Rela-tivo a la educación física, técnicas de la enseñanza, mando detropas, etc.


En la escuela funcionan otros departamentos para la ins-trucción técnica de dentistas, veterinarios, oficiales de admi-nistración del Servicio Médico, verdaderos cursos sobre losprincipios de técnica administrativa y profesional en campa-ña. Todo el alumnado, como igualmente sus profesores, estánsubordinados a la dirección y al Comando de los oficialesmédicos.

Me referiré ahora a dos secciones muy importantes de es-te plantel: el Laboratorio de Equipo Médico-Militar y la Im-prenta.

En el Laboratorio fueron creados los modelos de casi to-dos los artículos de tipo standard para ser usados en el terre-no, por el Servicio Médico del Ejército. Los modelos que allíse crean o los que le remiten para su estudio, son sometidos aimás rígido examen y se adoptan por el Ministerio de Guerra,previa la recomendación del Jefe del Departamento Médico deaquel Ministerio. Los modelos salen confeccionados en el La-boratorio y son construidos en serie por las fábricas. Allí seha hecho desde el más simple paquete de curación individualhasta la máxima ambulancia quirúrgica, perfectamente dotadapara efectuar toda clase de operaciones. El Laboratorio con-tinuamente está confeccionando nuevas ambulancias, apara-tos de rayos X portátiles, camillas, elementos de equipo, etc.Allí no se descansa, se vive bajo el dominio de la idea obsesio-nante de descubrir algo mejor o de perfeccionar lo existente.Los técnicos que actúan son, en su mayoría, médicos y el peri-to y Director del Laboratorio, es coronel cirujano.

La Imprenta edita todo el material de trabajo y de estu-dio que emplea la Escuela y los Boletines Médico, Dental y deVeterinaria que publica el Departamento Médico del Ministe-rio de Guerra (Servicio de Inteligencia) como asimismo nu-merosas otras obras de alto interés técnico y cultural.

Al referirme a esta Escuela no puedo dejar de rendir eltributo de mi vivo afecto a ese establecimiento, donde tuve e!alto honor de ocupar dos veces la tribuna del Auditorium, an-te la presencia de los jefes y del alumnado.

Solicitado para ello con ocasión de mi primera visita alestablecimiento, rendí un homenaje de admiración y de respetosi médico-militar norteamericano por las virtudes que le ador-nan y por la maravillosa organización técnica, que es obra su-ya. La segunda vez fué para dar una conferencia que me fuésolicitada. Finalmente, en circunstancias de que asistía al tea-tro auditorium de la broadcasting de la Escuela, se me pidióque hiciera uso de la palabra, y como me encontraba en la vís-pera de mi regreso a Chile, manifesté, previa presentación deuno de los jefes de la Escuela, mi gratitud por la acogida tanafectuosa como espontánea que había recibido en todas par-


tes. Antes y después de mis palabras, una banda militar ejecutóel Himno Nacional de Chile.

E.—Las escuelas de medicina del Ejército, Marina y Aviación

Cada una de las fuerzas armadas cuenta con su propia Es-cuela de Medicina; pero con algunas diferencias que vale la pe-na indicar.

La Escuela de Medicina del Ejército se caracteriza por ha-ber dado gran importancia a la Medicina Preventiva, por esoha sido llamada "la más antigua escuela de medicina preventivade América".

La Escuela de Medicina de la Marina da desarrollo espe-cial al estudio de las psicosis de guerra y otras enfermedadesque singularizan la vida en el mar en tiempos de guerra connumerosos embarcados a bordo.

Respecto de la Escuela de Medicina de Aviación, sólo serecibe instrucción especializada, pues los que se incorporan aella deben ser médicos de especiales condiciones físicas y es-pirituales.

Me fué dado visitar la Escuela de Medicina de RandolphField, con sus portentosos laboratorios de experimentacióncientífica relacionados con la aviación.

En ella se estudian todos los problemas que deberá enca-rar el piloto en sus horas de vuelo y de combate.

Gran desarrollo ha adquirido la aerosanidad o estudio delas enfermedades transferidas a los hombres por largas jor-nadas de vuelo. Muchas enfermedades se conocieron medianteel examen minucioso de los pilotos en los puntos de embarque-y destinación.

Presencié numerosas pruebas que se realizaban para es-tudiar la manera de suprimir los efectos de los fenómenosfisio-patológicos que se producen durante los vuelos diurno»y nocturnos, la altitud, los cambios y diferencias de los gasesatmosféricos, los fenómenos psíquicos, etc. Allí estaba concen-trado el esfuerzo experimental de muchos investigadores enorden a descubrir fenómenos aún ignorados y aplicar al Cuer-po de Aviadores los continuos progresos que imprime el avan-ce de la técnica.

En Randolph Field, como en otras partes, conocí la si-guiente conclusión de algunas investigaciones muy serias: lamayor parte de las causas de accidentes de aviación se debían-más a faltas o incorrecciones del piloto que a defectos delavión. Esta es la razón de la extraordinaria importancia quese ha dado al examen y a la selección rigurosa de los aspiran-tes a pilotos.


CAPITULO IV.

AUXILIARES MEDICOS Y ENFERMERAS MILITARES

A) Las Escuelas de Auxiliares Médicos.B) Las Enfermeras del Ejército.

A) Las escuelas de Auxiliares Médicos

Estas escuelas están destinadas a suministrar al Ejérci-to el número necesario de auxiliares médicos y dependen delDepartamento Médico-Militar.

Hay 9 espuelas en el país v su esfuerzo combinarlo produ-ce un promedio de 3.000 auxiliares médicos o prácticos alis-tados, bien instruidos mensualmente.

Todas ellas tienen un plan de enseñanza común y la mis-ma organización.

Como visité detenidamente la Escuela de Técnicos de FortSan Houston, me guiaré por ella en esta relación. La Escue-la tiene 6 Secciones, a saber: Médica, Quirúrgica, Dental, La-boratorio, Farmacia y Rayos X.

Los cursos son intensivos, duran de dos a tres meses yabarcan los principios básicos especializados en la sección res-pectiva.

El ingreso requiere solamente la graduación en la Escue-la Elemental, porque se da instrucción conjuntamente con lalectura, amplia demostración visual y aplicación práctica dela materia descrita.

Como estas escuelas se hallan establecidas en las proxi-midades de hospitales militares, completan en ellos su apren-dizaje con una amplia práctica.

La finalidad del programa de instrucción es proporcio-nar al médico-militar un cooperador de alta eficiencia; capazde ayudarlo bien en cualquier parte; de suplir a los ayudantesinstruidos y de completar muchas tareas del Cuerpo de Nur-ses del Ejército. Dicha finalidad se cumple admirablemente.

Con este Servicio de Escuelas el Ejército no tiene nece-sidad de movilizar a todos los auxiliares de los centros civiles,con lo cual se crearían graves problemas en el frente interno.

B) Las Enfermeras del Ejército

Es una organización que presta los más valiosos servi-cios en todas las esferas de actividad médico-militar y es, na-

turalmente, un servicio indispensable.


La Jefe del Cuerpo de Enfermeras tiene el título de Su-perintendente y el grado de coronel de Ejército. Su Ayudan-te, especie de subjefe del Servicio, posee el grado de tenientecoronel.

Por sus altos merecimientos, el personal tiene rango mi-litar y la recompensa del retiro con goce de sueldo.

Todas las fuerzas armadas cuentan con estos elementosauxiliares, no sólo en los hospitales del país, sino en las líneasde combate, en los buques y aviones de los servicios médicosde las diferentes armas, donde controlan la evolución post ope-ratoria de los heridos y enfermos graves, para avisar al mé-dico los peligros inminentes que éste, por su exceso de traba-jo, no puede vigilar.

Son muy numerosas las Escuelas de Enfermeras, las cua-les presentan la misma organización e idénticos planes de ins-trucción.

CAPITULO V.

SISTEMA DE SELECCION PARA TODO EL PERSONALDEL EJERCITO

A) Examen físico del recluta.B) Examen mental del recluta.C) Tests de examen.D) Los Centros de Recepción.E) Selección de aspirantes a oficiales.F) Clasificación en los Centros de Instrucción y Reem-

plazos.

A) Examen físico del recluta

Para ingresar al Ejército se requiere tener un perfectoestado de salud. Tales condiciones se comprueban en los Cen-tros de Recepción, donde se recurre a todos los medios clíni-cos y de laboratorios.

Son estudiados los antecedentes personales del ciudada-no y se le practica un examen físico riguroso por equipos demédicos especializados, muy precisos y activos. Cualquiera du-da que surja en el curso del examen es resuelta inmediatamen-te por medio de las investigaciones particulares que el casorequiera.

El soldado pasa, sistemáticamente, por el control radio-lógico para el examen de los órganos del tórax.

Los órganos de los sentidos son inspeccionados con pro-ligidad por un grupo de especialistas.


En la sangre de todos se investigan las reacciones deKahn, Wassermann y el grupo sanguíneo a que pertenecen ysus resultados se estampan en la placa de identificación per-sonal. También se les hace un examen de orina.

De cada individuo se toma una radiografía de toda ladentadura, para descubrir focos de infección y señalar el tra-bajo dental que proceda. La infección focal es pesquisada mi-nuciosamente para evitar molestias posteriores.

Por este examen también se evidencian los individuos detemperamento emotivo y de gran reactividad, quienes en laszonas de combate sufren alteraciones funcionales del cora-zón, estómago, intestino u otros órganos. Tales hombres reci-ben destinaciones especiales.

Aquellos cuyo examen físico ha sido desfavorable son en-viados al "Servicio de Selección de los Hombres Rechazadospor el Servicio Militar". Si el defecto es reparable, se hospi-taliza al ciudadano y se le trata convenientemente. Pasada laconvalecencia, vuelve de nuevo al Centro de Recepción y unavez comprobada su aptitud, ingresa a las filas. Por este pro-cedimiento el Ejército ha recuperado una gran cantidad dehombres.

Si el esfuerzo de adaptabilidad no consigue hacer desapa-recer por completo el defecto físico, se considera la posibili-dad de ubicar al individuo en un destino donde le sea posibleprestar un servicio efectivo.

B) Examen mental del recluta

Todo individuo llamado a reconocer cuartel debe presen-tarse a un primer examen y sirve para determinar si padeceo no alguna enfermedad mental o si tiene una personalidadpsicopática, ambas incompatibles con el servicio de las armas.Llegará con un informe privado sobre sus antecedentes here-ditarios y personales en el ambiente familiar, otorgado poruna junta de vecinos, en las ciudades pequeñas o áreas rura-les; o de una agencia de información social o de las comisio-nes de higiene mental. Los psiquiatras analizan estas referen-cias, que sirven de base para la investigación y resuelven.

Este método se aplica, también, en tiempo de paz.Los hombres reconocidos como aptos, se someten a prue-

bas graduales de selección y clasificación para establecer deun modo concreto las tendencias naturales, competencia en suoficio, habilidades especiales, "hobbies", las labores que le sonmás gratas, aptitudes para aprender con rapidez los conoci-mientos y responsabilidades inherentes a la vida del soldado,

M. del E. 8.


etc., porque se persigue, dentro de lo posible, que cada hombrese singularice en algún oficio para ubicarlo cabalmente en unade las especialidades militares —que pasan de dos mil— ycumplir, de este modo, uno de los principios fundamentales delEjército, que exige de todos sus componentes el máximo derendimiento, con prontitud y eficiencia irreprochables.

C) Tests de examen

El Test General de Clasificación, como igualmente losTests de Oficios, que son suplementarios, fueron confecciona-dos por expertos dependientes de la "Sección Examinadoradel Personal", de la Oficina del Personal, responsable de lacorrecta calificación de oficiales y soldados.

Estos tests son revisados periódicamente y tienen por ob-jeto eliminar a los hombres de mentalidad inadaptable a laslabores militares y decubrir a lo individuos que, por sus cua-lidades espirituales superiores, pueden llegar a ser buenosoficiales.

El Test General de Clasificación sirve, igualmente, paramedir las facultades fundamentales de la inteligencia, que seconsigue mediante pruebas de vocabulario, combinaciones depalabras, prefijos y sufijos, problemas de aritmética, conte-nido del cubo y demás recursos establecidos.

Dicho test se halla al alcance de todo ciudadano, quienestá obligado a estudiarlo con detención para responder conrapidez y la mayor precisión posible a todas las preguntasque le formulen durante los exámenes de selección, a fin deayudarle a conquistar el más alto puntaje o marca; tener asísu más grata clasificación y, finalmente, para que concretebien las muy pocas preguntas que le será permitido hacer.

D) Los centros de recepción

Repartidos por todas las "áreas militares" (en Chile sonlos Cantones) estos centros, entre otras funciones, facilitan ycontrolan el estudio y clasificación de los reclutas, los que sonacuartelados por segunda vez. aunque por unos pocos días. Allíreciben la primera instrucción militar y sanitaria; se les va-cuna, uniforma y proporciona su equipo de guerra.

El proceso clasificatorio en los Centros de Recepción tie-ne 5 fases esenciales:

a) Interrogatorio y anotación de los antecedentes en unatarjeta clasificadora;

b) Clasificación en grupos profesionales bien determi-nados ;

c) Señalamiento de la capacidad de estudiar;

ALGUNOS ORGANISMOS DEL SERVICIO.. 115

d) Registro y archivo de las "Tarjetas de Clasificación"que asegure un rápido conocimiento de la utilidad del exami-nado, y

e) Peticiones y destinaciones de soldados clasificados.A la entrevista llega el recluta bien aleccionado, dispues-

to a proporcionar precisa y claramente todos los datos querecuerda y en relacion con las preguntas que le hagan paraconocer sus aptitudes.

El examinador interroga con acuciosidad todos los an-tecedentes vinculados con sus habilidades personales, idiomasque sepa, referencias sobre trabajos y estudios realizados; vo-cación, hábitos, hobbies, etc., y anota estos datos en una "Tar-jeta de Clasificación" del soldado, la cual tiene en sus bordesespacios regulares numerados que corresponden a la respues-ta dada y que, según sea positiva o negativa, recibirá un tica-do o no.

Así pueden ser conocidas, de una mirada, las cualidadesque caracterizan al individuo.

La tarjeta acompañará al soldado toda su vida militar ypermitirá a la Sección de Asignación seleccionarlo y cambiar-lo cuando así convenga al Servicio.

El estudio de las tarjetas permite apreciar la vocación uoficio de cada hombre.

Como se presentan muchos del mismo oficio es indispen-sable fijar con exactitud el grado de experiencia y de conoci-mientos que cada cual posee en aquél, para el desempeño encargos de mayor o menor responsabilidad.

Con ese fin se emplean tests para más de 130 diferentesocupaciones, incluyendo baterías de piezas, como las usadaspara precisar las destrezas mecánicas. Estos tests son de 4tipos:

1.—Oral ( En ambos se interrogan materias propias2.—Escrito ( de su oficio.

3.—Cuadros: Aquí se pide al recluta identifique las he-rramientas de trabajo o equipo usados en su oficio.

4.—De ejecución: Se le ordena hacer labores inherentesa su profesión.

La capacidad de estudio la determina el Test General deClasificación, situando a cada soldado en el nivel que, en jus-ticia, le corresponde.

Este trabajo es muy importante porque permite descu-brir a los posibles candidatos a oficiales.

El recluta que carece de habilidades definidas, recibe lostests que le ayuden a encontrar una clase de trabajo útil, de


acuerdo con su temperamento y que pueda capacitarlo a breveplazo.

E) Selección de Aspirantes a Oficiales

Algunos hombres son clasificados desde un principio enlos Centros de Recepción como elementos aptos para ingresara las Escuelas de Aspirantes a Oficiales. Pero hay otros aquienes no se les descubre su habilidad sino durante la ins-trucción.

Los requisitos esenciales para ser candidatos son: edadde 18 a 46 años, tener carácter firme, personalidad bien defi-nida, suficiente capacidad como instructor, destreza para or-ganizar las actividades de un grupo de hombres e inspirarlessu confianza, capacidad' de iniciativas y de rápidas decisiones.

Al cabo de 3 meses de permanencia en el Servicio y si halogrado la calificación exigida por el Test General de Clasifi-cación, el interesado solicita, por conducto regular, su ingre-so a una escuela para Aspirantes a Oficiales, de las cuales hayvarias para cada arma o servicio del Ejército.

Ni el grado de educación ni la condición social de un sol-dado constituyen factor determinante en su selección. Un hom-bre con educación sobresaliente tendrá, sin duda una venta-ja ; pero otro, con menos educación, aunque con altas dotes demando, también tendrá la suya.

Si al finalizar su período de instrucción el candidato aoficial resulta rechazado por su jefe, este rechazo será revi-sado por una Junta de Oficiales que, prescindiendo por com-pleto de sus antecedentes personales, lo somete a un examenoral estricto y breve.

Una vez terminadas las anotaciones en las tarjetas, és-tas son archivadas en la Sección de Registro y Asignaciones.

Los Centros Médicos de Instrucción y Reemplazos envían,al término de cada curso, a los mejores alumnos, a los cursospreparatorios para oficiales de Administración del ServicioMédico, que funcionan en Carlisle Barracks y en Barclay, don-de se gradúan después de un aprendizaje de tres meses. Estosoficiales desempeñan funciones importantes, como oficinistas,o en las formaciones médicas. Se especializan como oficialesa cargo de la alimentación; otros, del carburante, aceite y neu-máticos del material rodante; otros para vestuario y equi-po. etc.

F) Clasificación en los centros de instrucción y reemplazos

Terminado el proceso de clasificación anterior, el indi-viduo ya está listo para ser destinado a una Unidad militar

ALGUNOS ORGANISMOS DEL SERVICIO...

en conformidad a su clasificación o a un Centro de Instruc-ción y Reemplazos donde pueda instruirse en una rama delos servicios, de acuerdo con sus aptitudes.

No nos referiremos ahora a las clasificaciones que se rea-lizan en las unidades del Ejército, sino al proceso de instruc-ción, clasificación y reclasificación en los Centros de Instruc-ción y Reemplazos, de los que hay muchos en Estados Uni-dos, aunque de diferente capacidad.

Algunos de los Centros están dedicados a seleccionar, depreferencia, especialistas para las formaciones médico-mili-tares. En estos casos reciben el nombre de "centros médicosde instrucción y reemplazos". En otros, se busca, exclusivamen-te, hombres capacitados para mandarlos a las escuelas de ins-trucción de especialistas para las unidades armarlas.

Unos pocos, con calificaciones excepcionales, son puestosinmediatamente en labores especiales.

Al Centro ingresa cada semana un contingente militar ysale, al mismo tiempo, cantidad igual de hombres preparados,que terminaron su Curso.

Me referiré al trabajo que observé en el "Centro Médicode Instrucción y Reemplazos", de Camp Pickett. en el cual re-sidí por espacio de 8 días.

Inmediatamente después de la llegada de cada contingen-te, se procede a una más avanzada clasificación por el Test.General, para lo cual se reparten los hombres en 5 grupos yel resultado obtenido da, generalmente, el promedio siguien-te:

% Grupos9 I De ellos se destinan a los cursos de espe-

25 II cialización.

25Estos dos grupos son especiales parahombres que deben actuar en el comba -

100

Y El formado por individuos de culturamuy escasa.

Pero esto no tiene carácter absoluto, porque ios gruposIII y IV también pueden suministrar muy buenos elementosa la especialización.

Las clasificaciones, en general, no son definitivas, por-que acontece que algunos hombres, en el curso de la instruc-ción, revelan otra aptitud mas ventajosa hasta ese momentodesconocida, lo que puede originar una reclasificación y aúna enviarlos a la escuela que más convenga a sus condicionespersonales.

117


Durante mi estada en el Centro Médico de Camp Pickett,comprobé que, en general, de cada tres hombres hay dos quese especializan.

Todo el curso recibió instrucción militar diaria, en de-terminadas horas, durante 11 semanas, lo que se denomina en-trenamiento básico. Además, paralelamente a este entrena-miento general, los grupos que recibían clases de especializa-ción asistían diariamente después de cumplido el entrenamien-to cotidiano, a las Escuelas de Especiaíización que funcionanen el mismo Centro. Estas Escuelas forman a los futuros ofi-cinistas, cocineros, mecánicos, choferes, choferes-mecánicos,cornetas y técnicos sanitarios para las formaciones médico-militares que se van constituyendo y la instrucción allí reci-bida es muy amplia y completa.

Los hombres que recibieron sólo entrenamiento militardurante las 11 semanas, puramente en unidades médico-mi-litares, fueron divididos en 2 grupos más o menos iguales ydestinados como sigue: uno de ellos a las escuelas de prácticoso auxiliares médicos, hospitales y campos de entrenamiento,donde debieron someterse a una nueva instrucción de 2 a 3 me-ses ; y el otro, a llenar los cuadros de los escuadrones, desta-camentos, batallones médicos, etc., donde actuarán como en-fermeros, camilleros y en otras diferentes plazas.

Como se ve, los hombres especializados en las escuelasdel Centro Médico de Instrucción y Reemplazos van a ocupardefinitivamente sus puestos de especialistas a donde se lesmande, aunque, como ya lo dije, pueden cambiar de destinoen el futuro si es que se les descubre una mejor aptitud.

En todos los establecimientos de instrucción del Ejércitopueden aparecer individuos lentos para aprender o que tie-nen constitución física que requiere corrección para adaptar-la a la vida militar. Estos hombres son destinados a unidadesespeciales de entrenamiento, convenientes a sus necesidadesindividuales.

La aplicación del sistema de selección por medio de lostests comenzó durante la guerra mundial anterior y despuésse empleó sistemáticamente para examinar los contingentesde conscriptos cada año. lo cual permitió introducir en él cons-tantes reformas hasta llegar a las normas actuales.

Hoy las fuerzas armadas cuentan con sus tests propiosde clasificación, relativos a las actividades que desarrollan losindividuos que actúan en tierra, mar y aire.

Fuera de la gran importancia militar que entraña estesistema de selección, existe una señalada ventaja: después dela guerra cada ciudadano conocerá su verdadera capacidad in-dividual, perfectamente esclarecida y desarrollada durante elcumplimiento de sus deberes militares.


El Gobierno de los Estados Unidos prepara la solución delproblemas más inevitable de la post guerra: la desocupación.Para tal fin afronta uno de sus factores mediante el "Servi-cio de Destinaciones Civiles", para dar al mayor número deciudadanos, seguridad y trabajo adaptable y adecuado.

En Estados Unidos supe, en el "Servicio de DestinacionesCiviles", que esta repartición estaba imprimiendo un libro deinstrucción y guía para el correcto desempeño en funcionesprivadas o públicas, bien determinadas y encuadradas en ca-da una de las muchas especialidades de las fuerzas armadas,a fin también que después el ciudadano no se desvíe de la orien-tación que realmente le conviene y que le fué evidenciada enlas filas del Ejército.

CAPITULO VI

EL SERVICIO DENTAL

Los dentistas, para ocupar una destinación militar, debengraduarse en la Escuela Médica de Carlisle, donde se familia-rizan con el equipo de campaña; estudian los principios técni-cos y administrativos que rigen las labores dentales en tiem-po de guerra, aprenden las relaciones que deben mantener conlos médicos, a quienes están subordinados en todas las fuerzasarmadas. En consecuencia, el Servicio Dental no cuenta conformación alguna independiente.

Eu Cuerpo de Dentistas vigila acuciosamente la dentaduradel persona] y en especial de los recluta, cuyos dientes son ri-gurosamente examinados clínica y radiográficamente. Exis-tan grupos de oficiales dentistas dedicados sólo a esta vigilan-cia y los defectos que fluyen de dichos exámenes son corregi-dos en el acto y con perfección, cualesquiera que fuere su mag-nitud o costo, por cuenta del Estado. La obligación fundamen-tal es velar por la salud de los dientes.

Como es sabido, la boca es un foco de contagios, particu-larmente en las trincheras, por lo cual la mantención de la hi-giene bucal, en su más alto grado, evitará siempre numerosasenfermedades al personal, gastos innecesarios, pérdida de tiem-po a los técnicos y servicios administrativos y sobre todas es-tas consideraciones, apreciable disminución en la eficiencia delsoldado. Esta finalidad se consiguió mediante un sistema queya ha dado frutos halagadores.

Colabora al Cuerpo Dental un personal de prácticos muycapaz. Vi el trabajo de éstos en el Centro de Instrucción deCamp Pickett donde confeccionaban, por día. doscientas pla-cas dentarias terminadas irreprochablemente, así como su


prueba y entrega a los reclutas, bajo la vigilancia de los dentis-tas y con gran sorpresa observé que ninguna de ellas merecióreparo. Los trabajos eran perfectos.

CAPITULO VII

LOS SUBSTITUTOS DE LA SANGRE Y SU USO EN LASFUERZAS ARMADAS

Uno de los progresos más notables de la Medicina es elempleo de los substitutos de la sangre en las emergencias qui-rúrgicas. En la guerra, más que en ningún otro terreno, se harevelado su empleo como recurso salvador, por su aplicación rá-pida, sencilla y eficaz contra el shock traumático, las hemorra-gias y las quemaduras.

Los derrumbes producidos por la explosión de bombas dealto poder explosivo, las heridas y quemaduras que causan losnuevos tipos de proyectiles y granadas y las hemorragias, seacompañan de shock. Las quemaduras prevalecen en mucho so-bre las otras lesiones y en Pearl Harbor constituyeron el 60%de las bajas.

En todos estos casos la transfusión de sangre o la inyec-ción de sus substitutos es una indicación precisa y urgentísima.

Las alteraciones que ocurren en el shock traumático deri-van, en primer lugar, de la pérdida del volumen de la sangrecirculante. Esto origina una casoconstricción compensadora, he-moconcentración, disminución del retorno venoso, de la energíacardíaca y del oxígeno en los tejidos (anoxia). Aumenta la per-meabilidad capilar y se produce una difusión generalizada delfluido sanguíneo en el espacio extra-vascular y caída de la pre-sión sanguínea. Los glóbulos de la sangre son retenidos en ellecho vascular, sobre el endotelio capilar, muy afectado por laanoxia prolongada, hasta el fin del estado de shock. Por esola rápida restauración del volumen del flúido circulante por lainyección de sangre fresca, suero o plasma, elevará la presión,movilizará las células sanguíneas, se oxigenarán los tejidos ydesaparecerán los demás fenómenos fisio-patológicos.

La transfusión de sangre total se emplea, como de costum-bre, previa clasificación de los grupos sanguíneos, en los hos-pitales del país o en las clínicas particulares. Se reserva el em-pleo de los substitutos de ella para los casos de suma urgenciaen el combate o en los hospitales de campaña.

Ante los peligros que ofrecía la sangre fresca de que losglóbulos rojos del dador pudieran ser hemolisados por el plas-ma del receptor y por las dificultades que tal método origina-ba en su aplicación cuando se usaba en las situaciones de com-

ALGUNOS ORGANISMOS DEL SERVICIO... 1 2 1

bate, indujo a muchos médicos, hace mas de 20 años, a buscarlos substitutos de la sangre, más seguros en cuanto a eficacia,duración, aplicación sencilla y transportabilidad a grandes dis-tancias.

La investigación experimental demostró que por ser lasproteínas del plasma sanguíneo las reguladoras de la presiónosmótica y a fin de restablecer la presión de la sangre a un ni-vel normal en las hemorragias, lo esencial era alcanzar el res-tablecimiento del volumen de la sangre mediante el plasma. Noera indispensable el reemplazo de los glóbulos rojos, los que,en número suficiente bastan muchas veces para mantener lavida en el curso de hemorragias graves.


La aplicación de los substitutos de la sangre no requiereverificación de grupos sanguíneos.

Como los trabajos de experimentación con los substitutosfuesen abundantes y numerosos los problemas planteados, elConsejo Nacional de Investigaciones nombró un Sub-comitéde Substitutos de la Sangre, para que resolviera, en definitiva,tales materias y propusiera lo mas conveniente para el uso delas fuerzas armadas.

El Sub-comité propuso el empleo de los plasmas congela-do y desecado, tipos de preparación que ofrecían seguridad yeficacia.

Plasma congelado

Este plasma, obtenido por centrifugación de la sangre, essometido a los exámenes biológicos de rigor y después se en-vasa, se congela a -20° F. y se cierra al vacío enteramente.

El plasma congelado retiene casi todos sus constituyentesnormales. Se puede congelar y descongelar 8 veces e inyectarsin resultados desfavorables.

En las escuelas de medicina del Ejército y la Marina, quees donde se le prepara de preferencia, vi inyectar plasma con-gelado que se mantenía en estas condicionas desde hacía 8meses.

Para usar el plasma congelado se descongela en baño Ma-ría de 37 grados. Su descongelación requiere 20 minutos a finde evitar precipitación de principios proteicos.

Se quiso tener este plasma en una forma 4 vecas concen-trada para disminuir el tamaño del envase; pero los resultadosclínicos no fueron satisfactorios.

Plasma desecado

Después de intenso trabajo de investigación en los méto-dos de desecar el plasma se llegó al resultado que el plasma lí-quido normal desecado por sublimación desde el estado de con-gelación, retenía el máximo de sus constituyentes lábiles.

Los resultados ampliamente satisfactorios de este métodoy sus ventajas, una de las cuales es su conservación durante 5años, indujeron al Comité Nacional de Investigaciones a reco-nocer el presente sistema como el de elección para el uso de lasfuerzas armadas en los tratamientos durante el combate.

El envase se resolvió después de análisis minucioso en to-do lo relacionado con el uso militar hasta obtenerse su adop-ción por el Comité Nacional de Investigaciones, cuyas normasestán vigentes.

El envase standard del plasma desecado consiste en dosfrascos de cristal de 400cc. ocluidos con tapones de goma tipo va-


cuna y equipo complementario para la inyección intravenosa,todo guardado en tarros metálicos herméticamente cerra-dos y éstos, a su vez, dentro de una caja fibro-cartonada a prue-ba de agua. Una botella contiene el plasma desecado obtenidode 300 cc de plasma citratado y cerrado a presión y al vacío.Tiene una huincha de contensión, que abrazando el frasco, per-mite mantenerlo en posición invertida mientras se inyecta lasolución de plasma. El frasco es encerrado en la lata al vacíopara evitar que la humedad ataque el tapón de goma. El otrofrasco contiene 300 cc de agua destilada esterilizada y sin oclu-sión al vacío y con una tapa de goma igual a la del plasma.El equipo intravenoso consiste en un tubo para que penetre ai-re a los frascos y en un juego intravenoso, consistente en unatubería de goma con dos agujas en sus extremos y que poseeun filtro para el plasma, un clamp y dos agujas gruesas uni-das por su base. Las piezas del juego intravenoso van separa-damente esterilizadas y envueltas en papel celofán. El frascode agua destilada y el juego intravenoso se guardan en un ta-rro común bajo una atmósfera de nitrógeno seco. El tarro quecontiene el plasma lleva las indicaciones para su uso. Ambaslatas se colocan en una caja fibro-cartonada perfectamenteajustada rodeadas por un cordelito para permitir su extrac-ción. En una de sus caras lleva una etiqueta en la que indicaque ese plasma fué hecho con la sangre proporcionada por unvoluntario de la Cruz Roja y en la cara opuesta una etiquetacon la firma biológica que lo produjo, su número y un espaciopara indicar la fecha de su empleo.

La técnica de la inyección es la siguiente:Abiertos los tarros con sus llaves se sacan los frascos y se

limpian los tapones con alcohol. Al frasco con agua destilada seintroduce una de las dos agujas unidas por su base a través deltopón de goma y en seguida se invierte a fin de que el otro ladode la aguja doble penetre en el frasco con plasma desecado, pa-ra que pueda pasar el agua a este último. Para permitir estepaso se utiliza una goma de 8 pulgadas que tiene una aguja enun extremo y un filtro de aire en el otro. La aguja se entierraprofundamente en el frasco con agua a través de su tapa degoma y el otro extremo con filtro queda suspendido a un nivelmas alto que el de este frasco para permitir la entrada de airey el desplazamiento del agua. El suero se disuelve en dos mi-nutos dentro de su frasco al que se invierte, se adapta el tu-bo con filtro de aire y en seguida se atraviesa su tapón de go-ma con la aguja corta y gruesa de la goma larga a fin de queel plasma pase hasta la otra aguja ya colocada en la vena, pre-vio retiro del clamp, salida del aire y paso por el filtro de plas-ma, colocado en este último tubo.


Otros substitutos

Entre otros substitutos ensayados también ha dado muybuenos resultados el empleo de soluciones de albúmina humanapara restablecer el volumen de sangre perdido a consecuenciade hemorragias y schock traumático.

Realicé estos estudios especialmente en el Hospital MilitarWalter Reed, de Washington, guiado por el técnico en este ra-mo, Cirujano Coronel Douglas B. Kendrick

CAPITULO VIII

EL SERVICIO MEDICO EN LOS CUERPOS DEPARACAIDISTAS

Siguiendo las interesantes observaciones del Cirujano deGrupo Mayor David E. Thomas, el Servicio Médico del Cuerpode Paracaidistas debe responder a las siguientes finalidades:mantener en un alto nivel la eficiencia del poder combativo deestas unidades; ver que el número de lesiones recibidas en eladiestramiento sea mantenido en el mínimo y proporcionar to-da la ayuda posible a los heridos en el combate.

Cada Regimiento de Paracaidistas cuenta con un destaca-mento médico formado por 8 médicos, un dentista y 60 solda-dos. Este personal se divide en tres Secciones para los batallo-nes y en una Sección Reglamentaria para la Plana Mayor.

El Destacamento es Comandado por un Mayor Cirujano yel dentista actúa subordinado a la dirección médica y en elcombate se comporta como un oficial médico.

En las acciones de guerra todos llevan su estuche individualcon útiles y elementos de curación, vendas, drogas, aparatospara inmovilizar fracturados, camillas y demás recursos su-plementarios.

La disposición de sus componentes y los métodos de acciónse modifican paralelamente al progreso constante de esta nue-va arma. En consecuencia, la parte médica estará sujeta a losmismos cambios.

Los hombres que han de constituir la Unidad Médica reu-nirán, necesariamente, todas las condiciones del paracaidistacomún: ágiles, vigorosos, amantes del atletismo, resueltos, congran espíritu de aventura y alto grado de iniciativa y de inte-ligencia. Siempre serán voluntarios, de valor probado.

Las cualidades físicas, intelectuales, morales, su discipli-na y espíritu de cuerpo, convierten a estos hombres, como essabido, en supersoldados, capaces de los mayores esfuerzos ysacrificios.

ALGUNOS ORGANISMOS DEL SERVICIO.

Los cirujanos militares y las tropas médicas participan delas cualidades ya referidas y acompañan a las otras Tropasdondequiera que vayan, saltan al espacio cuando las otras sal-tan y en todo momento comparten su destino.

He presenciado el examen médico de admisión de este per-sonal y lo estimo muy severo. Dos semanas de entrenamientobastan para seleccionar a los capaces de continuar en el apren-dizaje, que dura un mes, hasta llegar al primer lanzamiento.

Las preparaciones progresivas de los paracaidistas médi-cos son, como las de todos, varias. Citaré algunas: colgarse consu arnés desde un techo o de una torre; saltos desde platafor-mas especiales y desde fuselajes fijos; saltos desde torres conparacaídas controlados; salto verdadero en paracaídas desdeun globo y, finalmente, lanzamiento de sí mismo desde unavión en vuelo. La repetición de esta última prueba por 5 ve-ces sucesivas constituye el "gran final" que confiere el títulode idoneidad y la insignia correspondiente. Desde entonces em-pieza el adiestramiento efectivo del paracaidista.

La instrucción técnica enseñará al recluta a proceder conrapidez y precisión, porque en muchas situaciones tácticas ac-tuará por propia iniciativa. Esto se observa, por ejemplo, cuan-do una escuadra se la destina a la misión del sabotaje detrásde las líneas enemigas, seguida por una compañía de protec-ción, cuyos hombres llevarán su estuche individual. No losacompañará cirujano alguno y los soldados de la formación mé-dica deberán socorrer a los heridos, inmovilizar fracturados yhasta permitir una muerte piadosa con la morfina. A veces seemplea todo el Regimiento y al comienzo de la operación sushombres quedan diseminados en un área tan grande que nu-merosos heridos no son vistos por el cirujano sino hasta el tér-mino de la acción. Estos hechos obligan a seleccionar muy biena lo hombres que actuarán en las compañías de protección, losque para asumir la debida responsabilidad y actuar con efi-ciencia deberán ser inteligentes, debidamente instruidos y con-tar con suficientes elementos quirúrgicos y morfina.

Una vez terminada la instrucción técnica del personal mé-dico, comienza la enseñanza táctica.

"En el regimiento de infantería modelo, el personal médi-co agregado es protegido por fusileros en el frente y puede serreforzado por fuerzas de apoyo en la retaguardia. Los para-caidistas no tienen retaguardia y el soldado-médico no tieneotra protección que la que él puede proporcionarse permane-ciendo con su unidad". Por esta razón, el soldado-médico en unregimiento de paracaidistas debe estar perfectamente adoctri-nado en las tácticas de la infantería paracaidista, como lo estáel fusilero. Debe tener un perfecto conocimiento del recurso decubrirse, esconderse y camuflarse, si desea sobrevivir. El sol-

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dado-médico recordará que su ancho brazalete de la Conven-ción de Ginebra será fácilmente notado desde gran distancia yque si en el desempeño de su misión él empuña armas, el ene-mig-o le hará fuego.

"La habilidad en el patrullaje y reconocimiento, dice el Ci-rujano Thomas, es un buen seguro de vida".

Una vez cumplida la instrucción técnica y táctica, se con-siderará a las tropas de paracaidistas completamente entrena-das y listas para combatir.

En el combate "no habrá evacuación de bajas cuando re-ciban una misión unidades más pequeñas que un batallón, por-que fuerza tan reducida no será capaz de retener tanto terrenocomo para permitir una evacuación por aire y se moverá tanligero que le será imposible portar inválidos. Oficiales y solda-dos paracaidistas que realizan estas labores tienen la filosofíade la lucha de guerrilla y no esperan más que un pequeño so-corro de primera emergencia, tomar un poco de morfina cuan-do el dolor se hace intolerable, un fusil cargado y un oculto lu-gar donde él pueda vender su vida caramente".

"Una operación en grande escala, que exija el empleo deun batallón o de una unidad más grande, tendrá como sus ob-jetivos la captura de un aeropuerto o algún otro terreno de sin-gular importancia estratégica. Bajo estas circunstancias, lastropas paracaidistas, si logran el éxito, serán reforzadas porunidades de planeadores. Las bajas que ocurran en la vecindaddel objetivo se concentrarán en estaciones de socorro y les serádado cualquier tratamiento adecuado. Cuando arriben las uni-dades de planeadores, los heridos serán colocados en los trans-portes vacíos y evacuados a los aeródromos en territorios ami-gos. Para estos hombres será ventajoso un tratamiento defi-nitivo y rápido".

Los médicos paracaidistas que conocí en Randolph Fieldy en Dallas reunían brillantes condiciones personales y técni-cas y ninguno reprimió el orgullo tranquilo y la felicidad queles deparaba tan honroso cargo.

CAPITULO IX.

EL SERVICIO MEDICO EN CAMPAÑA

No obstante la variedad considerable de las unidades decombate y de su dotación entre las diferentes armas y aún den-tro de cada una de ellas, estimo, que se puede encuadrar comoacompañantes de las unidades tácticas y de acuerdo con la im-portancia y características de éstas, salvo casos de excepción,


a las unidades médicas que paso a indicar y cuya dotación yequipo pueden ser diferentes dentro de la misma nomenclatura:

Regimientos, batallones, escuadrones, compañías y desta-camentos médicos, siguen y atienden, respectivamente y en elorden que indico, a las unidades tácticas denominadas cuerposde ejército y divisiones (Regimiento Médico), ciertas divisio-nes especialmente las mecanizadas, de montaña y algunas bri-gadas especiales (Batallón Médico), Cuerpo de Planeadores(Compañía Médica) y regimientos de infantería y unidadesmenores (Destacamento Medico) y otros de igual denominación,pero de dotaciones inferiores.

De acuerdo con lo expuesto, la sunidades típicas y mashabituales, son las siguientes:

REGIMIENTO MEDICO DIVISIONARIO.—Se compo-ne de:

Comando y Plana Mayor.Compañía de los Servicios (depósito de abastecimiento

médico y otros).Un batallón colector de heridos, de 3 compañías de ca-

milleros.Un batallón de ambulancias, de 3 compañías.Un batallón evacuador de heridos y a cargo, principal-

mente, de hospitales de campaña, de 3 compañías.

EL BATALLON MEDICO.

Comando y Plana Mayor.Destacamento de los Servicios (depósito de sumistros mé-

dicos).Tres compañías colectoras de heridos (camilleros y am-

bulancias) .Una compañía de evacuación y equipo de hospital.

EL ESCUADRON MEDICO.

Comando y Plana Mayor.Destacamento de los Servicios (depósito de abastecimien-

to médicos).Un grupo colector de heridos (camilleros y ambulancia).Un grupo evacuador y de equipo hospitalario.Un grupo veterinario (evacuación y tratamiento).


COMPAÑIA.

Estos organismos atienden, entre otras unidades tácti-cas, a los cuerpos de planeadores.

DESTACAMENTO MEDICO DE UN REGIMIENTO DEINFANTERIA

Fuera del Destacamento Regimentado, se da este nom-bre a unidades de una dotación muy variable, para distintosempleos y que figuran en el último lugar en cuanto a dota-ción, en la nomenclatura de las formaciones médico-militares.

Los heridos son sucesivamente evacuados hacia la reta-guardia y se les concentra en las estaciones de evacuación ubi-cadas, generalmente, en la retaguardia divisionaria, donde sonrecibidos por elementos del Cuerpo de Ejército para ser aten-didos ya sea en los hospitales quirúrgicos, de evacuación o deconvalecientes.

Sólo puedo referirme al trabajo en las formaciones deatrás a pesar del interés e importancia de las labores en lalínea de combate, en atención al poco tiempo de que dispon-go y dada la relativa semejanza que hay, naturalmente, en eldesempeño de aquellas funciones en todos los ejércitos.

HOSPITALES QUIRURGICOS.—Proporcionan atenciónquirúrgica inmediata a los heridos graves y los envían en se-guida a los hospitales de evacuación. Son móviles, procuranaproximarse a las estaciones de evacuación y se trasladan deuna a otra de éstas, según las necesidades. Tienen capacidadpara 400 pacientes.

HOSPITALES DE EVACUACION.— Son formacionesmás o menos fijas y con capacidad para 750 individuos. Gene-ralmente continúan el tratamiento aplicado por los hospitalesquirúrgicos, pero en casos de extraordinaria afluencia de heri-dos, pueden recibirlos directamente no sólo de los hospitalesquirúrgicos sino también de las estaciones de evacuación y en-tonces efectúan las operaciones en el propio hospital, el que tie-ne también aptitud de ser trasladado por tren, carros motori-zados u otros medios.

HOSPITALES DE CONVALECIENTES.—-Reciben a losheridos leves y a los heridos de los hospitales de evacuación:pero en casos de muy extraordinaria concurrencia de heridoslos acogen y tratan, no sólo desde los hospitales quirúrgicos yde evacuación sino de las mismas estaciones de evacuación.


Permiten la movilidad de los hospitales quirúrgicos y deevacuación, facilitan a los heridos leves su regreso al servicioy terminan el tratamiento de los heridos graves que no necesi-tan ser enviados a la metrópoli.

La labor médica en las unidades mecanizadas tiene pecu-liaridades muy interesantes.

Como se sabe, la actuación de dichas formaciones mantie-ne a éstas casi siempre en operaciones muy movidas y de ten-dencia particularmente combativa. Tan característica movili-dad interrumpe con frecuencia las líneas de comunicación.

Las unidades médicas se adaptan a esta modalidad. Du-rante el combate no pueden utilizar camillas ni patrullas, nitampoco establecer puestos de socorro; les resulta casi im-posible recolectar heridos cerca de la línea de fuego y esta im-posibilidad es absoluta mientras dura la acción. En el curso deésta los heridos son mantenidos dentro de su propio carro decombate hasta que puedan ser evacuados por las ambulanciasmecanizadas cuando las circunstancias lo permitan.

En Camp Fickett, gracias a la gentileza de las autoridadesmilitares pude conocer los diferentes vehículos que constituyenlas unidades médicas motorizadas y mecanizadas y estudiarprácticamente los métodos de labor profesional de estas for-maciones médicas. Más aún, me facilitaron el aprendizaje de laconducción de un tanque pesado como prueba de aprovecha-miento realicé un cross-country a campo traviesa, de varias mi-llas. Conduje el tanque por el recorrido que me indicaba unmayor de ejército.

Debo reiterar que el personal de reclutas es instruido porlos oficiales médicos y que son éstos los que tienen el comandode tales tropas, concluida la instrucción. Los oficiales instruc-tores y comandantes de ellas son graduados en la escuela mé-dieo-militar de Carlisle.

La dirección de todos los organismos y funciones médico-militares está a cargo exclusivo de los oficiales del Cuerpo Mé-dico-Militar, gran institución, cuya divisa es "conservar la vi-talidad de las tropas para la lucha", (1), y divisa ostentada,como se dijo, por la Escuela Médico-Militar para Post-gradua-dos de Carlisle.

(1) Conservar el poder combativo.

M. del E. 9.


Las unidades médico-militares no pueden recibir instruc-ción de armas ni portarlas, todo ello de acuerdo con la Con-vención de Ginebra.

Entre las demás formaciones médico-militares hay una tí-pica, de dotación reducida, que actúa en pequeña escala y ensitios generalmente lejanos para cuyo traslado se vale, fre-cuentemente, de aviones.

Respecto al avión cabe señalar no sólo su utilización cre-ciente como medio de evacuación sino de sitio de tratamientosy laboratorio de emergencia.

Tales medidas se subordinan al propósito de mejorar laatención de los necesitados mediante la aplicación del nuevoprincipio que consiste en aproximar el Servicio Médico al heri-do, y que es una inversión de las antiguas prácticas.

Lo manifestado permite terminar en que tanta capacidaden la acción cumple muy bien los imperativos de luchar duran-te la guerra y de amparar, progresivamente, el capital deno-minado "ser humano", que es el más perfectible y valioso delos haberes económicos y morales.

DE NUESTRO CANJE

LA VIDA DE LAS UNIDADES

EL HOMBRE

Coronel JOSE OTAOLAURRUCHL

El paso de la paz al combate

El combate es el hecho esporádico en el cual todos pien-san y para el que todos se preparan; es la razón de ser de cuan-tas actividades tienen las distintas unidades; sin ÉL no se con-siguen decisiones ni se comprueban valores y potencialidades.Pero el combate es crisis temporal que ocupa un mínimo detiempo en la existencia de los elementos armados; fuera deél, la vida de las tropas se desarrolla con una determinada nor-malidad en ese ambiente que se llama la vida de campaña.

¿Cuál es este vivir en las unidades de Infantería? Supon-gámoslas organizadas en tiempo de paz con ese aspecto en-teco y engañoso, mezcla de paz y de guerra, donde todo se su-pone y siempre se obtiene la victoria.

La movilización nos lleva a períodos fugaces de cuartelespletóricos y formaciones con equipos flamantes, que casi cu-bren caras pálidas de ciudad y unidades infladas que salenpara los puntos de destino con armamento engrasado, mulosque se espantan, vehículos que chirrían pidiendo grasa y mo-tores que se calan protestando del conductor improvisado. Esla concentración y, con ella, el comienzo de la vida de campaña.

En ésta es permanente la acción del Jefe, quien tiene queconservar los efectivos a pesar de todas las pequeñas intrigasde padres y tutores, que pretenden un lugar más cómodo ymenos peligroso para su hijo. ¡Oh, el peligro de la Infantería!,que debe instruir y entrenas a sus hombres, conservar susaptitudes físicas, cuidar del factor moral y, sobre todo, mar-char hacia el encuentro con el enemigo; primero, en tren;luego, en automóvil, y al fin, a pie, quizá en largas jornadas.Los descansos los tiene hoy en acantonamientos, mañana envivaques, después, en la posición de espera.

Ardua, interesante y de gran trascendencia es la misióndel Jefe en la vida de campaña fuera del combate. Hoy lo ha


complicado más el peligro de la acción aérea, el "descuelgue"de las tropas aerotransportadas, la aparición súbita del blin-dado y la actuación intangible, difusa y taimada de las "quin-tas columnas".

A todo ello le vamos a dedicar los renglones que formaneste título.

Los efectivos

Una de las luchas más agobiantes que tienen los Jefes deInfantería es la encaminada a la conservación de los efectivoslucha razonada y razonable, ya que la eficiencia de su unidadestaba basada en el número de hombres que la componen.

Antes, cuando la Infantería se formaba únicamente defusileros, no tenía gran trascendencia el separar determinadonúmero de soldados para llevarlos a otros destinos o el no cu-brir las bajas producidas por enfermedad, licenciamiento o ac-ción del enemigo; todo se reducía a una guerrilla de menorfrente y a que las clases tuviesen sus pelotones de instruc-ción más o menos numerosos. Ello, unido a la especializaciónque se reconocía en las otras armas, traía como consecuenciaque la Infantería, el arma más numerosa, daba la casi tota-lidad de los destinos fuera de filas, todos los servicios de pla-za o de campaña o incluso la mano de obra vulgar, en la cualno contaba más que el elemento hombre.

De todo esto resultaba un contingente numeroso sin ins-truir y unas unidades mermadas que cumplían su misión conmayor fatiga, pues a menos hombres, más servicio y más es-fuerzo para la masa de actividad uniforme y de misión idénti-ca; eran los tiempos del fuego,colectivo por descargas a lavoz o al silbato: los tiempos de las cargas a la bayoneta y delas formaciones macizas.

Las cosas hoy son bien distintas, ya que el infante ha de-jado de ser un número para convertirse en un sirviente deametralladora, en tirador de cañón o mortero, en el que mane-ja el lanzagranadas o lanzallamas, en observador u operadorde radio, en conductor de carro, en el que maneja el teléme-tro y, sobre todo, en el fusilero, hombre que se va a encontrarsolo a poco que actúe el enemigo, teniendo que elegir su pues-to, determinar el camino que debe seguir, luchar con su instin-to y acercarse al enemigo por el itinerario cubierto, buscar elángulo muerto, decidir lo que debe hacer ante la aparición deun monstruo blindado, tirar sin desperdiciar cartuchos; infor-mar, decidir cuándo debe correr o cuándo debe arrastrarse odetenerse, saltar a la trinchera, seguir por el ramal oportu-no, emplear ahora el fusil, luego la bomba de mano, separar-se sin perder el contacto y reunirse para conseguir el esfuer-zo. ¡Y siempre casi solo!

LA VIDA DE LAS UNIDADES. 133

Estos son los elementos que forman hoy las unidades deInfantería. Fácilmente se comprenderá cómo tiene que traba-jar un Jefe para conseguir tan variada gama de combatien-tes, lo difícil que es su intercambialidad, lo doloroso que resul-ta, independiente del efecto emotivo, verlos caer y desapare-cer de sus filas por las balas enemigas, y lo que irrita su des-aparición si es por pase a otros destinos que lo aparten de launidad.

Pero hay que enfrentarse con la realidad: las bajas seproducen y hay que cubrirlas, y aunque bueno será acostum-brarse a no contar con los electivos que marcan las plantillasy a suponer que el tener el 90 por 100 de ellas ya es para estarcontento, es deber de todos contribuir a la conservación de ta-les efectivos. ¿Cómo se consigue? ¿Enviando elementos reciénllegados de los cuarteles? ¿Intruyéndolos en retaguardia ycuando cuenten con una instrucción suficiente mandarlos a lasunidades? ¿Enviarlos formando unidades básicas como es-cuadras y pelotones? Es ésta una cuestión muy debatida hoyy a la que se dedican muchas horas de estudio y mucha tintaen los distintos Ejércitos.

Nos permitimos aquí, por considerarlo de interés, anali-zar una estadística de las bajas sufridas por los batallonesamericanos en la batalla de Italia y hacer unas consideracionessobre él (1).

El análisis nos indica que, de los hombres que original-mente formaban la unidad, a los trescientos días de combatehabía desaparecido el 97 por 100, con mayor intensidad en losprimeros cien días. En otras palabras: a los trescientos díassólo existían tres hombres de cada 100; el resto se había esfu-mado ; de ellos, dos tercios habían muerto, desaparecido o re-sultaron heridos; los del otro tercio enfermaron o salieron aotros destinos, habiendo regimiento de Infantería que perdiódos veces y medios sus efectivos y batallones que tuvieron el36 por 100 de bajas por cada mes de combate.

¿Qué deduce el soldado de Infantería en su simple discu-rrir ante tales hechos ? Pues que más tarde o temprano le to-cará a él su turno. Ha caído en un pozo sin fondo, del cual nose salía más que por baja o por fin de la guerra, fin que nodescubre el soldado en su monótono y oscuro horizonte.

Si construímos la curva que indica las bajas por causas decombate, se ve que en los primeros días son el 26 por 100; bajaluego bruscamente al 21 por 100 y sigue constante hasta el75 día. para bajar al 10 por 100 después. Ello indica que el ma-

"La conservación de los recursos humanos combatientes", por el Tte.Crl. U. P. Williams; Military Review, Julio, 1950.


yor porcentaje se da al principio, cuando el infante no está en-trenado ni fogueado, marcándose el descenso a medida que seva adaptando y obteniendo la solidaridad, el mutuo apoyo y laenseñanza de los veteranos.

El soldado que empieza a actuar es desconocido, nadie leayuda ni él tiene respeto al juicio de los demás. El descensose va produciendo a medida que el combatiente se hace menosvulnerable; pero lleva consigo su menor rendimiento en el tiroy en el asalto al hacerse más cauto. Por eso dice el autor de laestadística que el combatiente alcanza su máxima eficiencia en-tre los veinticinco y los noventa días de combate; después de-crece. Consecuencia importante: la probabilidad de caer, parael soldado, es mayor durante los quince primeros días; se pue-den reducir si el entrenamiento les va acostumbrando a la lu-cha.

Si hacemos la curva que refleja las bajas por otras causas(enfermedades, trastornos mentales, accidentes y pase a otrosdestinos), nos encontramos con que empiezan con un 15 por100 al mes, sube rápidamente al 19 por 100 a los veinticincodías, desciende al 6 por 100 a los cincuenta, va aumentandogradualmente al 11 por 100 a los doscientos y, violentamente,al 24 por 100 los restantes, hasta los trescientos.

Lo primero que resalta es la brusca subida en los veinti-cinco días primeros, y como se demostró que las bajas porenfermedad y accidente eran una cantidad constante, resultaque la variante de los tantos por ciento fué debida a la neuro-sis o al paso a otros destinos.

El autor de la estadística dice que se demostró que el au-mento se provocaba en los primeros días de combate y que sepodían formar tres grupos: el primero lo constituyen los co-bardes, que, aunque perfectamente capacitados física y men-talmente, buscan recursos, algunos vergonzosos, para que losechen de la unidad; el segundo, que son los hombres de equi-librio emotivo y nervioso inestable, que al ser envueltos enel ambiente caótico del combate, sufren tal perturbación men-tal, que hay que retirarlos de la unidad; el tercero lo formanlos equilibrados mentalmente, que sufren un primer desequi-librio nervioso con las primeras impresiones de los bombarde-ros artilleros y aéreos y las primeras ráfagas de armas auto-máticas, pero que logran sobreponerse apartándose del grupode normales para llegar al de los entrenados o aguerridos.

¿Qué deducimos de esto que está demostrado por muchosinformes de Jefes de batallón y de otras unidades? Puesque hay un grupo que no se puede contar con él otroque mediante una preparación metódica, pudiera disminuirse.y otro que se puede hacer desaparecer si se le prepara y se leva acercando al combate con ponderación. Resumiendo: dedu-


cimos que, pasados los primeros días, el individuo se equilibray se entrega a la causa; pero la continuidad y monotonía v elver cómo va quedándose solo aumenta su desequilibrio y seabandona, convirtiéndose en víctima de la nostalgia y de la in-comprensión ; hace las cosas maquinalmente, la función cere-bral se ausenta más, los servicios no se hacen como es debido,y el individuo, si no se le cuida, cae en la neurastenia. De ahí oseaumento violento a medida que pasan los días.

Las siguientes declaraciones son el extracto de un estudioefectuado por las fuerzas terrestres del Ejército sobre sus ba-jas:

"Si bien es cierto que el soldado de Infantería se agotaeventualmente en el combate, pues es simplemente cuestión demás o menos tiempo según su empleo, las emociones y pensa-mientos del infante en el nivel batallón quizá nos indiquencómo emplearlos más eficazmente. Primero y más importante:el soldado de Infantería cree que ha caído en un trampa, sinesperanza de salir de ella. Quiere una oportunidad para cum-plir con su deber y salvarse. Bajo la presente política, los hom-bres no son relevados del combate hasta que llegan a ser inú-tiles. El infante considera esto una amarga injusticia..., creeque el Mando no distingue entre él y el soldado de la zona deretaguardia y que no le interesa su bienestar... Opiniones au-torizadas indican que el orgullo propio y los lazos de compañe-rismo con otros soldados son la causa, el motivo de la ecuani-midad del soldado. La disciplina contribuye indudablemente,así como el temor a la severidad de los Consejos de Guerra. El"por qué combatimos" significa muy poco para el soldado deprimera línea como causa o motivo. Sin embargo, después dealgunos meses de combate, el fusilero cree que "él ha hecho suparte". Alrededor de él hay nuevas caras, casi todos sus vie-jos camaradas han desaparecido y no existen los antiguos la-zos. El ha demostrado su valor. Cada vez cree más firmementeque no es cuestión de si será o no un blanco y si CUANDO YCON QUE GRAVEDAD. No hay escape posible".

Relevos y permisos.

De cuanto hemos dicho, que no es más que la expresiónde quienes han tenido práctica en esta cuestión durante la G.M. II, deducimos la necesidad de dar solución de continuidadal ambiente del combate, y más aún a la vida de campaña, pavaevitar esos estados neuróticos de los hombres, proporcionar de-terminados esparcimientos y hacer un alto que haga olvidarruidos, caras y horizontes. Ésto se consigue con los relevos. Porla propia vida de !a unidad es preciso su retirada del frente ysu pase a retaguardia, donde el infante puede reunirse con los


otros soldados, ir al cine, sentarse en la terraza de un café,relacionarse con muchachas, dedicarse tranquilamente al re-cuerdo de los suyos y a la escritura; en una palabra: a recordarlos otros aspectos de la vida que él había empezado a olvidaro a recordar demasiado.

Estos relevos deben hacerse incluso en la misma vida decampaña y en los servicios; que por ser buena o eficiente unacompañía, no se le emplee todos los días o en todas las accio-nes difíciles. Dará buenos resultados momentáneos, pero alfin no obtendremos más que el agotamiento prematuro de la uni-dad y la desmoralización de las restantes. Premiar al bueno,al valiente, al de gran espíritu; ascenderlo y llevarlo a otra uni-dad decaída, y que él, con el estímulo y la fama del premio, le-vante a la otra, está muy bien; pero evitemos el desgaste de losbuenos por un egoísmo mal entendido.

Otro punto fundamental es el de los permisos. Hay queutilizarlos como premio y como medicina para devolver elequilibrio a los nervios y la sensibilidad al alma. El soldadocree que la retaguardia no le recuerda, que vive ajena a lacausa por la que él lucha. Durante el permiso se entera deque la prensa lo ensalza, que los partes de guerra se esperancomo el suceso del día, que los suyos lo animan y lo feste-jan, que los viejos le abrazan y las chicas le oyen; vuelve acreer que es algo, que no ha estado tan abandonado, que existeefectvamente alguna razón para la lucha en los frentes,que no es un guiñapo olvidado en el rincón de una trinchera.He aquí la razón de que haya justicia y ecuanimidad en lospermisos, no olvidando que ellos son estímulo para el bueno;pero no tanto que haga creer al malo o al dudoso que elcumplimiento del deber es un castigo y defender a la Na-ción en la trinchera una vejación. Los permisos se deben darpara que vean a los suyos, para que los abracen y para quesepan lo bien que se portan, pero no para quitarlos del pues-to de honor.

Son, pues, dos armas que tiene el Jefe de unidad, dentrode su esfera, para utilizarlas en bien del servicio: relevos ypermisos. Mas,.como toda arma, tiene su acción de retroce-so; relevos caprichosos y permisos injustos son más perjudi-ciales y contraproducentes que la ausencia de ellos.

La instrucción.

En todas las páginas que acompañan a este capítulo he-mos venido insistiendo y demostrando la necesidad de la instruc-ción. En unas partes, especificando cuánto precisa un buen in-fante para que le consideremos instruido, y en otras, exponien-do claramente las ventajas de una buena preparación y los in-convenientes de una unidad mal entrenada.


Mucho se ha escrito sobre la instrucción y sobre su nece-sidad, y poco vamos a añadir; pero sí recordamos la bondadde enseñar deleitando y haciendo amenas y distraídas las horasde la instrucción, que deben ser dedicadas en su mayor tiempoa la de combate. El orden cerrado debe ocupar unos minutosal empezar y otros tantos al terminar las sesiones diarias, puescon ellos y los desfiles de ida y regreso bastará para dar cohe-sión y disciplina al conjunto. La mayor duración del tiempo se-ñalado debe ser para la de tiro y la de combate. Mas si bienreconocemos la necesidad de la primera tampoco conviene des-orbitarla con relatos prolijos y monótonas descripciones depiezas y con explicaciones de funcionamiento, ni mucho menoscon fundamentos teóricos ni leyes físicas.

El soldado debe aprender a tirar y hacer uso de su arma;subsanar las interrupciones que estén a su alcance; cargar yrellenar cargadores, cintas y tambores; conseguir buena pun-tería y observar su tiro, no sólo por la caída de los proyectiles,sino por los efectos que causen en el contrario La conserva-ción y cuidado del armamento debe atenderse con asiduidad,ya que la variedad de armas automáticas, de artificios y explo-sivos requiere los máximos cuidados, si se quiere su buen ren-dimiento en el combate, dentro de la vida azarosa del infanteen el campo de batalla.

Pero es la instrucción del infante para el combate la quedebe absorber la mayor atención y la más acertada orienta-ción. Siempre debe suponerse una situación táctica, aún en lasunidades más elementales, y encuadrada en el marco de la uni-dad superior, que debe dar el ambiente. Así, un ejercicio de ba-tallón debe explicarse dentro de la división; el de pelotón, en-marcado en la compañía, y suponer siempre la existencia deun enemigo, que en muchos casos deben ser sus mismos com-pañeros quienes juzgarán su acierto y expresarán en su len-guaje Ja actuación del educando. También hay que fomentar elespíritu de equipo y de pieza, pues con ellos se facilita el inter-cambio y las instituciones, a las cuales darán solución ellos mis-mos, sin intervenir muchas veces los mandos.

Decíamos al hablar de las bajas que el soldado tiene en granestima el concepto que de él forman sus compañeros; por ellono es conveniente el envío de hombres desconocidos entre sípara ocupar puestos vacíos en las unidades. De ahí que la ins-trucción debe iniciar este espíritu de equipo, ya que dentro deéste habrá compensaciones psicológicas y físicas: al alegre y li-gero, que dará buen humor, tono y optimismo, servirá de fre-no, en su casi segura ligereza, el parsimonioso, lento o pesi-mista ; el fuerte ayudara al débil en el transporte de su carga;el despierto hará comprender rápidamente la orden y la mi-


sión al torpe; el valeroso arrastrará al tímido, y el honradocontendrá al inmoral.

¿ Hasta dónde conviene llevar esta instrucción colectiva ?Nuestro "Plan general de instrucción", redactado por el E.M.G.,obliga a efectuar en todas las armas la instrucción de pelotón.Este límite lo creemos conveniente para efectuar la reposiciónde bajas en las unidades. En una sección que ha perdido eltercio de sus efectivos, si agrupa el resto en dos pelotones yrecibe uno bien instruido, a cuyo frente pone alguno de susbuenos Jefes experimentados, creemos que seguirá siendo unamagnífica sección combatiente.

En las unidades de armas pesadas, el quipo de pieza en-trará fácilmente en el conjunto, sin que la unidad pierda efi-cacia. Es, pues, la instrucción de escuadra y pelotón lo que,a nuestro juicio, debe darse en las unidades de depósito comoelemento sustitutivo para los claros de las de vanguardia. Siademás estas reorganizaciones se verifican en los períodos dedescanso, se las va acercando al frente paulatinamente y selas va empleando en acciones y servicios, de menor a mayor in-fluencia emotiva, el número de bajas por inexperiencia, neuro-sis y desequilibrio podrá aminorarse mucho.

El factor moral.

Es este apartado una síntesis de cuanto hemos dicho. Desu influencia y de su importancia sabemos que están conven-cidos todos los mandos.

El soldado, el suboficial y el oficial de Infantería necesi-tan más que nadie el deseo y la voluntad de vencer; sin é!nada se consigue ni hay forma de alcanzar la victoria. Por ello,en la misión del Jefe —decíamos— está como fundamental con-servar la moral de su tropa, atenderla y cuidar su frágil cons-titución; vivir con ellos, conocerlos y amarlos, prevenirlos, yaque el miedo en el combate no sólo lo alimenta el temor a lamuerte, sino más todavía la inquietud que da lo desconocido.De ello se desprende la importancia de no ser nunca sorprendi-do, y aunque así fuera, se ha de mostrar serenidad y no olvidarque los hombres lo miran y confían en él.

Esta es la base fundamental del factor moral; la confian-za, que no es la camaradería. Confianza en su valer y en suvalor; valer y valor que proporcionarán el respeto al que manda.

"Yo creo que una mala interpretación de este punto haconducido a la actitud de camaradería por parte de gran numerode nuestros oficiales, particularmente de los más jóvenes. Alparecer, creen que su fin principal es hacer que los que tienenbajo su mando quieran a su Jefe. Pierden de vista (ha sido tanconfusa su instrucción que, probablemente, nunca lo vieron) el


hecho de que el respeto es lo importante. La amistad es me-nos que secundaria y debe producirse, si se produce, espontá-neamente. Sin el respeto, el que manda no podrá conseguir nun-ca casi ningún resultado.

Momentos de crisis son los del recuento de los caídos alterminar el combate; la unidad duerme rendida, pero su factormoral peligra ante la desaparición de los buenos. Otro momen-to crítico es el causado por la petición de un número de hom-bres veteranos para formar unidades desdobladas. Mas toda-vía puede desnivelarse la moral con peligro de caída, en las re-tiradas impuestas, cuando el enemigo inicia el desbordamiento,cuando la unidad se ve o se cree cercada, las municiones fal-tan y los alimentos no llegan. La fatiga y el sufrimiento, lalluvia o el fango, todos van como balas a la diana del factormoral. Contra todo hay que reaccionar, y el Jefe es el héroede la acción, auxiliado por los mejores, por los que él sabe queno desfallecen, pues conoce sus cualidades, defectos y posibili-dades".

Pasados los momentos de crisis, hay que buscar las reac-ciones saludables, los relevos y los descansos de que hablamosanteriormente; aprovechar los períodos de inactividad para darpermisos justos y equitativos, no cayendo en aquellos extremosde nuestras campanas africanas en que las unidades que se lla-maban de choque tenían sus largos períodos de descanso, entanto otras desfallecían en los destacamentos inactivos, peroagotadores, con un complejo de inferioridad que se acusaba enlos momentos de crisis.

En la religión y en la disciplina se encontrarán los mediosmás eficaces para sostener el factor moral. Ni aquélla es elopio del pueblo, ni la segunda la cadena de las multitudes. Pre-cisamente los que así la definieron emplearon otros narcóticosy otros estimulantes más bajos e irritables para el hombreconsciente: el bienestar materialista y el látigo flagelador. Encambio, ¡cuánto bien pueden hacer en las colectividades unamoral cristiana, con la esperanza de una justicia suprema y unavida mejor! Con ella, ni un sufrimiento será perdido, y todoacto encaminado al cumplimiento del deber premiado. ¡ Québien trabaja la compañía cuando el coronel presencia sus ejer-cicios ! ¡ Cómo se enardece una tropa cuando el superior sepone a su cabeza en los momentos difíciles! ¿Qué hará, pues, elsoldado, por mucho que las circunstancias le den, si sabe que es-tá en presencia del Gran Jefe, de Dios? ¡Y qué consuelo sitiene seguridad de que será recompensado en justicia!

No añadimos nada sobre la disciplina, que hace y consi-gue el bien común, que une y coopera al fin deseado, y cuyabondad y beneficio está en Ja creencia de todos.


Muchas hojas podríamos rellenar con testimonio de mila-gros, heroicidades y desfallecimientos producidos solamentepor el factor moral pero nuestro propósito se reduce a llamarla atención y realzar su importancia en todos y para todos.Termino, pues, con el sintético pero claro, precepto de nuestrasnormas sobre el combate de Infantería, que dice: "En el com-bate, todos los mandos han de estar atentos a vigilar el estadopsicológico de sus hombres, para tomar rápidamente las medi-das conducentes a evitar toda desmoralización". Nosotros nospermitimos añadir: y también antes y después del combate.

(De la revista "EJERCITO" de España).

ESTUDIO GENERAL DE LAS CONDICIONES... 141

ESTUDIO GENERAL DE LAS CONDICIONESECONOMICAS DE SUDAMERICA

Capítulo XXII de la "Geografía de América delSur", de E. W. SHANAHAN

PERSPECTIVAS PARA LO FUTURO

La marcha del desarrollo de una región está determinadapor tres factores principales: clima, condiciones físicas y geo-lógicas, y carácter y aptitudes de sus habitantes. De estos tresfactores el más importante es el clima, tomado en su sentidomás amplio, puesto que influye sobre los demás. Es sorpren-dente cómo las condiciones climáticas ejercen su acción en eldesenvolvimiento de regiones que durante largo tiempo fue-ron el hogar de pueblos que alcanzaron un estado avanzado decivilización. Aquéllas ejercieron una fuerza aún más decisivaen zonas lejanas colonizadas en los últimos tiempos por eu-ropeos. Los recién llegados a estos lugares ordinariamente hande depender de un modo más exclusivo de las industrias agrí-colas para su vida y progreso que en el pueblo de proceden-cia ; y son impotentes, en el primer período por lo menos, pa-ra suplir las deficiencias de la Naturaleza por medio de aque-llas concepciones del ingenio humano y de la experiencia, co-mo son las obras de canalización para el riego, la cría y se-lección de plantas y animales domésticos con miras a obtenersu adaptación a peculiares condiciones, y métodos de cultivoque utilicen al máximo la capacidad productiva del suelo den-tro de los límites fijados por las particularidades climáticas,conocidos intuitivamente más bien que a conciencia por lospueblos de antigua tradición agrícola.

Sólo en sitios muy limitados de Sudamérica, los españolesy los portugueses hallaron condiciones climáticas y físicas se-mejantes a las que les eran familiares en su solar europeo. Essorprendente que al comienzo del primer período de su esta-blecimiento sobre el Continente, en no pequeña medida tuvie-ran que ayudarse con abundantes provisiones alimenticiastraídas de las islas de las Indias Occidentales e incluso de Es-paña. La conquista económica de Sudamérica hubiese sidomucho más fácil para los europeos si a su llegada, como ocu-rrió en Asia, hubieran encontrado poblaciones nativas adelan-tadas, de un grado de civilización bastante elevado para ins-


truirles en la manera de utilizar en las regiones tropicales lacapacidad productiva del suelo. Pero el Nuevo Mundo estabapobremente dotado de plantas y animales útiles en compara-ción con el Viejo Mundo, y a lo largo de sus partes realmentetropicales los nativos no poseían una vasta experiencia sobrelos recursos naturales en lo referente a sus usos utilitarios,que hubiera podido ser adoptada por los europeos.

Así, pues, a su llegada a Sudamérica los españoles y losportugueses hubieron de comenzar en todas partes, exceptoen la alta meseta del Perú, obteniendo los primeros productosdel suelo aparte los minerales. Lo mismo que sus predeceso-res —los indios nativos—, en un principio fueron esclavos dela Naturaleza; utilizaron de primera mano cuantos recursosprocuraba el clima y el suelo; habían invadido más bien queocupado el continente; no poseían capital, ni la experiencia delas nuevas condiciones, ni tampoco la aptitud necesaria parahacer experimentos o para conquistar el insospechado medioambiente. Los europeos tuvieron que renunciar como coloni-zadores, en el primero de los continentes remotos que habíande conquistar y conservar los blancos, a las cálidas e insanastierras bajas de los trópicos, cubiertas de bosques o abiertas,según los casos; a los trechos pantanosos que encontraban allápor donde pasaban; a las tierras semiáridas aun cuando fueraposible regarlas, y a los lugares muy adentrados y alejados delas líneas de comunicación y de protección militar.

Comparado con el N. de América, el continente meridionalha presentado obstáculos notables a la ocupación efectiva y co-lonización por los europeos en todas partes excepto al S. delTrópico de Capricornio. En el Brasil las razas están sumamen-te mezcladas, y los blancos puros forman una pequeña propor-ción de la nación entera. Así, pues, ni por la sangre ni por suscostumbres ha ido muy lejos la europeización del pueblo a tra-vés de Sudamérica tropical.

Una de las características comunes a negros e indios es~su ignorancia y descuido de la higiene. Su natalidad es eleva-da, pero también lo es su mortalidad, y esto explica en pa r t eel escaso incremento relativo que la población ha experimen-tado hasta hace poco. Otras causas que intervienen en estebajo incremento ha sido la insalubridad del clima y el pre-dominio de fiebres mortíferas en las extensiones de tierras-bajas, la distribución diseminada de la población y la falta deservicio médico, y la inclinación del pueblo a beber ron, t anfácil de obtener donde el clima es lo bastante cálido para quepueda cultivarse la caña de azúcar. Afortunadamente, en losúltimos años, la medicina tropical ha hecho grandes progresos,y es probable que ningún continente se beneficie más queSudamérica de los resultados de los adelantos científicos en


esta materia. La fiebre ha sido ya desterrada de numerosasciudades de la costa tropical donde era endémica. En verdad,parece ser que se busca la forma de eliminar cada uno de losmás fuertes impedimentos que se han opuesto desde los días co-loniales al bienestar de la población entre el Trópico de Capri-cornio y el mar Caribe.

Es incierto que llegue a desaparecer con el tiempo la pasi-vidad y la falta de actividad económica del indio al entrarprogresivamente en contacto con los métodos del hombre blan-co para atacar a la naturaleza. Las mejores esperanzas encuanto a los elementos raciales concierne parecen descansaren los mestizos, aparte los europeos de pura sangre, cuyonúmero tiende a disminuir por los casamientos mixtos. Losmestizos, que numéricamente cuentan más de la mitad de lapoblación en varias repúblicas tienen la ventaja de ser aptospara asimilar la civilización del hombre blanco basada en laciencia, mientras que conservan el poder de adaptación alpeculiar ambiente climático y físico. Pocas esperanzas para lofuturo se pueden cifrar en los negros del Brasil y de los Esta-dos del mar Caribe. Es probable que lleguen a ser un factorde continua decadencia en la vida económica y social delcontinente.

II.—Debilidad de las instituciones gubernamentales.

La inestabilidad del gobierno es una de las peores trabas quese oponen al desarrollo de todo país en el Nuevo Mundo, dondeprogreso y prosperidad dependen esencialmente del crédito.Todas las repúblicas tropicales de Sudamérica han tenido suración de disturbios que han hecho la propiedad insegura, haestorbado la acumulación interior de capitales y han mante-nido alejadas las inversiones extranjeras. Sin embargo, en losúltimos años, con la extensión de los ferrocarriles que actúancomo una fuerza unificadora y con el crecimiento de las ideasde individualismo nacionalista y de común patriotismo, lostumultos revolucionarios han llegado a ser menos frecuentesy cada vez con menos éxito. La corrupción y el favoritismo deningún modo fueron desterrados de la vida pública ni de laprivada, pero ha ganado terreno un cierto nivel mínimo deconducta consecuente y honrada, dando como resultado queel capital extranjero, principalmente norteamericano, hayacomenzado a circular con el objeto de desarrollar la regióntropical de Sudamérica, región algún tanto descuidada hastaahora.


III.—Cargas impuestas por las distancias y dificultadesde comunicación.

Hasta fines del siglo XIX, uno de los rasgos más salien-tes de la vida económica de la mayor parte de Sudamérica fuéla elevada proporción que en la escasa mano de obra disponi-ble tenía la que se empleaba para el transporte de mercan-cías. Las carreteras eran pobres o no existían, los caballosno podían utilizarse en los empinados caminos de montaña nitampoco en las altiplanicies o en las húmedas tierras bajastropicales elevadas del interior y la inevitable especializaciónen minería en unos sitios, en ganadería en otros y en cultivostropicales en las cálidas tierras bajas, hacían necesario ungravoso tráfico de provisiones entre las diversas zonas espe-cializadas. Los porteadores humanos fueron bastante comu-nes en los centros mineros de las altas montañas, e inclusodonde las bestias de carga podían ser utilizadas, el número deacompañantes requerido era muy elevado si se compara conel que el tráfico rodado exige.

Los efectos de estas desventajas fueron, en primer lugar,la severa limitación de la mano de obra disponible para finespuramente productivos, y en segundo lugar, la restricción enel comercio, excepto del ganado vacuno, que podía transpor-tarse a pie con un mínimo de acompañamiento. Los centrosagrícolas y de pastoreo, por todas partes alejados del mar,introdujeron un tipo de existencia autárquico y atrasado, unestado de negocios reforzado por el conservatismo y la tor-peza de la sangre india, que en conjunto, han dado como con-secuencia una cierta inercia y falta de espíritu emprendedoren el pueblo.

Durante cincuenta años contados a partir de 1880, y espe-cialmente entre 1900 y 1930, los ferrocarriles se fueron exten-diendo por los que a lo largo de los siglos habían sido distri-tos remotos y aislados, con el resultado de que éstos se fuerontransformando por él movimiento comercial con el mundoexterior. Los gobiernos más progresivos, que pudieron con-certar grandes empréstitos con capitalistas extranjeros, hicie-ron avanzar su red de ferrocarriles cada vez más lejos en elinterior de sus territorios distantes, haciendo así posible trans-portar en gran escala sus productos a los puertos. Con fre-cuencia, desgraciadamente, las tarifas de transporte en laactualidad son demasiado elevadas para las grandes distan-cias, debido a la pequeña cantidad de tráfico disponible, peroesta desventaja es probable que no sea permanente. Mientrastanto, cuando la mano de obra dedicada ahora al transportesea liberada, el desarrollo de trabajos que hasta el presente


estaban fuera de las posibilidades podrán ser intentados enel interior.

IV.—Falta de interés que las regiones tropicales mostraronhasta hace poco por el mundo exterior.

Durante el siglo XVIII, las naciones de Europa occiden-tal se interesaron profundamente por las regiones tropicalesa su alcance como fuentes de azúcar, tabaco, especias y artícu-los similares. Por una u otra razón este interés decayó en elsiglo XIX cuando los europeos se ocuparon en explorar ydesarrollar las grandes regiones templadas más distantes enel mundo. Esta tarea no fué prácticamente completada hastaque nuevos territorios fueron afectados, poco después del año1900. Las grandes poblaciones industriales que surgieron enEuropa deben su existencia y su nivel de vida relativamenteelevado al abundante y creciente suministro de productos ali-menticios y materias primas que llegan de las tierras templa-das nuevamente abiertas al tráfico. Una vez más se ha tra-tado de buscar suministros suplementarios de aquellos artícu-los en los trópicos, a los cuales se ha recurrido, y un activodesenvolvimiento aparece allí de nuevo.

Así, pues, mientras que durante el siglo XIX la mayorparte de Sudamérica, por ser tropical, contaba muy pocoen los negocios económicos del mundo, en el siglo XX sus pro-ductos fueron objeto de la demanda extranjera, lo cual diócomo resultado que el capital y el conocimiento científico delas naciones más adelantadas tiendan a ser atraídos haciaallí. En tanto que una región no pueda suministrar cosa algu-na que sea de mucha demanda, su crédito va en franca decaden-cia ; pero cuando la rueda de la fortuna comienza a ponerlade moda, su posición llega a ser muy tentadora a los ojos delos financieros y hombres de negocios. En las repúblicas nor-teñas, sin embargo, existe tendencia a establecerse, a favorde quienes suministran el capital con el cual trabaja la em-presa, el sistema de concesión y por su propia cuenta, sin quela población local tenga más participación que el suministrode la mano de obra. Por este medio los recursos son vigoro-samente desarrollados, pero desde el punto de vista económicode los países sudamericanos es como si las concesiones fueranen claves extraterritoriales. Este género de cosas no está con-finado a las partes puramente tropicales del continente. Losfrigoríficos en Argentina y Brasil, las grandes minas de co-bre de Chile y Perú, e incluso una buena parte de las hacien-das de ovejas en Patagonia, han sido explotadas como asun-tos personales por sindicatos extranjeros.

M. del E. 10.


V.—Déficit de combustibles.

Rica en casi todos los demás minerales, Sudamérica estápobremente provista de yacimientos carboníferos. Los quehasta ahora han sido descubiertos son pocos y producen com-bustibles de inferior calidad; y, según se desprende de lascondiciones geológicas, es bastante improbable que en lo fu-turo se puedan encontrar numerosos y ricos depósitos. Al tra-tar de los recursos minerales de los Andes en el capítulo XIX,se ha hecho referencia al hecho de que, desde el comienzo delperíodo colonial hasta nuestros días, los minerales a su sali-da de las minas fueron exportados con un mínimo de elabora-ción en Sudamerica. En ausencia de combustibles apropiadospara su fundación, por necesidad se ha adoptado este métodono solamente en la región andina, sino también a lo largo delcontinente, donde quiera que minas o aluviones fueron explo-tados por sus minerales.

La pobreza en carbón de Sudamérica ha tenido sus efectosen otros continentes de nueva colonización, tales como Norte-américa y Australia, donde se han encontrado valiosos yaci-mientos de carbón; las industrias manufactureras, además delas metalúrgicas, se han establecido con relativa facilidad,mientras que en Sudamérica estas industrias están ausentescasi por completo. El continente, en su conjunto, se ha vistoobligado a dedicar su atención a la explotación de mineralesen bruto y de los productos agrícolas y pastoriles, en compe-tencia con otras regiones que suministran ricos minerales,abiertas unas tras otras en sitios más asequibles del mundo,en competencia también con vastas zonas templadas de otroscontinentes y con plantaciones tropicales sabiamente organi-zadas, disfrutando de mano de obra más barata, en Asia meri-rional y en las Indias orientales. El período de intensa com-petencia en el suministro de alimentos y materias primas condestino al mercado internacional parece estar superado va:pero, mientras ha durado, el productor sudamericano, inex-perto en los progresos modernos y sin contacto con el mundoexterior, estuvo claramente en situación de inferioridad.

La guerra de 1914-18 pareció haber marcado un puntodecisivo en la evolución de Sudamérica, para la cual el terre-no había estado preparándose durante algún tiempo anterior.El petróleo fué descubierto en varias partes del continente,en Perú, Venezuela, Argentina y Colombia. En efecto, losdos primeros países citados exportan grandes cantidades deaceite mineral después de satisfacer las necesidades locales.Además, según parece, el petróleo existe en el interior delcontinente, a lo largo de la falda de los Andes, desde Colom-bia a Argentina. Es posible, según esto, que en lo futuro gran-


des regiones del continente, aunque estén desprovistas decarbón para las industrias metalúrgicas, sean capaces de sa-car del petróleo la energía necesaria para todos los finesindustriales.

Con su riqueza de ríos y saltos de agua, el continentesudamericano es muy rico en energía hidroeléctrica. Apar-te las grandes cascadas, tales como las del Iguazú y las dePaulo Affonso sobre el río Sáo Francisco, existen centenaresde ellas que son capaces de suministrar corriente eléctrica. Losríos sudamericanos, no solamente son notables por el númerode sus saltos de agua y por el caudal que pasa por éstos, sinoque además proporcionan otras ventajas: no se hielan nunca,y en pocos casos están sujetos a estiaje. En el curso de los últi-mos veinte años se han establecido centrales hidroeléctricas enBrasil oriental y en Chile meridional para suministrar flúidoa las ciudades y a las empresas industriales, y su número au-menta de un modo rápido. Cuanto ha sido realizado hasta elpresente es sólo una parte de lo que es posible en lo futuro.Si no fuera por el serio obstáculo que ofrece la escasez de lamano de obra y los salarios elevados, no hay razón para queciertas regiones de Sudamérica —favorecidas con energíahidroeléctrica en cantidades prácticamente ilimitadas— nohayan llegado a ser zonas industriales de importancia.

VI.—Torpe explotación de recursos sin pensar en lo futuro.

La abundancia de recursos naturales en proporción conla escasa población, junto con la falta de medios para disponerde un modo conveniente del superávit de aquellos, ha hecho quepor término medio el sudamericano sea algo descuidado en susmétodos de explotación. Los ricos depósitos de guano de lacosta peruana casi han sido agotados. La despiadada y primi-tiva manera como se ha extraído el caucho en la selva amazó-nica y la corteza de las quinas en la región de la Montaña delos Andes orientales, son ejemplos clásicos de los pésimosmétodos sudamericanos; pero todavía exiten en funciona-miento, aunque en menor escala, otros procesos de destrucciónde las riquezas en todo el continente.

El deseo de procurarse la riqueza rápidamente a cualquierprecio, o más bien sin pensar en lo futuro, que animó antañoa españoles y portugueses, se ha perpetuado en Sudamérica.Los métodos apresurados y desgraciados que obedecían a esosmotivos expeditivos fueron establecidos más firmementea causa de la falta de capital y al déficit de la mano de obra.


A pesar de algunas notables excepciones, siguen aún utilizán-dose en Sudamérica tropical primitivas formas de cultivo y delabranza. En este aspecto la herencia de los indios es muy cen-surable. Los nativos carecen de previsión, de adaptabilidad einteligencia necesarias para dejar de vivir al día siguiendo elejemplo de sus antepasados; y en las haciendas de propiedadeuropea, hasta cuando se necesitan introducir métodos sanosy científicos, se encuentran frustrados por la inercia del ele-mento, indio, con el cual hay que contar para la mano de obra.

Verdad es que los anglosajones fueron ejercitados por unaexplotación en mayor escala de los recursos naturales enNorteamérica, pero sus métodos se caracterizaron más bienpor un exceso de energía que por un conservatismo vulgar, yfueron a los negocios con los ojos abiertos por la mejor cono-cida o sobrentendida conducta de la Naturaleza en los paísestemplados. Hasta hace poco la agricultura tropical no ha sidoobjeto de un estudio y organización científicos en parte algu-na del mundo, y no debe extrañar que en una gran extensiónde Sudamérica tropical los métodos de producción mediantela plantación racional y organizada apenas hayan comenzadoa ensayarse. Con todo, el cambio se hará si es aumentado o,por lo menos, mantenido el volumen actual de producctos. Porlo general, la Naturaleza sólo produce bastante, ya sea en lostrópicos, ya sea en las regiones templadas, si la labor es diri-gida inteligentemente por parte del hombre, pero si no se li-mita a explotar los recursos existentes. La riqueza de los tró-picos es ilusoria; deslumhra al acercarse a él por primera vez;pero se desvanece muy pronto, a menos que los procedimientoslaborales y selectivos apropiados se apliquen desde el comienzo.

Uno de los problemas que deben atacarse ante todo enlas zonas agrícolas de Sudamérica es el de mantener la fertili-dad del suelo. Mientras que la ganadería fué el método prin-cipal de utilizar la tierra hubo poco peligro del empobrecimien-to del suelo; pero el cultivo del maíz, que tanta extensión ocu-pa en la actualidad, particularmente en Brasil y Argentina,del trigo y lino en la Pampa, y del cafeto y del cocotero degran consumo en el continente y de un extenso comercio deexportación de productos agrícolas, tienden a agotar la tierraen los distritos cultivados más accesibles y populosos si no re-ciben abonos.

Los suelos tropicales primitivamente cubiertos de bos-ques, excepto si están sujetos a inundaciones periódicas, sonmuy propensos a emprobrecerse en nitrógeno.


LAS GRANDES INDUSTRIAS DEL CONTINENTE Y SUSPERSPECTIVAS FUTURAS

I.—Minería.

De la descripción de varias regiones de Sudamérica dadaen los capítulos precedentes, se deduce claramente que la mine-ría ha sido en el pasado, y es todavía, una importante indus-tria en numerosos países de América del Sur, especialmente enBolivia, Perú, Chile, Colombia y Brasil. Al considerar el fu-turo de la industria, diversos puntos se han de tener presentesen el pensamiento: en primer lugar, la distinción entre los ya-cimientos agotados y los prácticamente inagotables; en segun-do lugar, la cuestión del acceso a los depósitos; en tercer lugar,en qué extensión los yacimientos competidores pueden explo-tarse en otras partes del mundo; y la posibilidad de descubrirdepósitos más ricos en Sudamérica. Comenzando por el prime-ro de estos puntos, no es dudoso que algunas de las formasde minería que existen en América del Sur están destinadas atener una vida relativamente corta, como en el pasado ha ocu-rrido con otras en este continente y como la mayoría de lasformas de minería tienden a tener a través del mundo. La co-nocida y fácil explotación de los depósitos de oro en el Brasilparece que está a punto de terminarse. La minería de la plataen los Andes ha pasado ya por su cenit, en parte a causa deque se han descubierto yacimientos mejores en otros sitios.Los depósitos de nitrato en Chile, en un espacio de tiempo de-terminado, se agotarán según se ha dicho en el lugar corres-pondiente. Por e1 contrario, la mineralización ha sido tan am-plia en las rocas de las regiones elevadas de Sudamérica, y laserupciones volcánicas se han producido en tal escala en tiem-pos geológicas recientes, que ciertos yacimientos minerales enla actualidad parecen prácticamente inagotables.

Esto se aplica a las minas de hierro y manganeso del Bra-sil, a las minas de cobre de Chile y Perú, a las de estaño ybismuto de Bolivia, y al bórax y azufre a lo largo de los Andescentrales. La sal se presenta también en cantidades ilimitadasen los salares de las regiones áridas y semiáridas. La exten-sión de los depósitos de petróleo no se conoce aún con exacti-tud. Aunque es probable que sean más pequeños que los deNorteamérica, parecen ser más grandes que los de los restan-tes continentes. Tomados en su conjunto, sin embargo, losdepósitos minerales de Sudamérica son bastantes abundantespara mantener en funcionamiento la industria minera duran-te un largo período de tiempo futuro.

En lo que se refiere a la accesibilidad de los yacimientos.Sudamérica es menos afortunada. La mayor parte de las ri-quezas minerales del continente se presentan en los Altos de


los Andes o en el interior de la Meseta brasileña. Aunque laconstrucción de ferrocarriles pueden poner los centros mine-ros en contacto con el mundo exterior, en los Andes continua-rán existiendo los obstáculos de sus cumbres altas e inhospita-larias y de la esterilidad de sus alrededores; en la Meseta bra-sileña, las dificultades emanarán de las grandes distancias ydel elevado gasto de transporte. Cualquiera que sea el métodoutilizado, el mero acarreo de minerales desde las minas y deprovisiones hasta éstas eleva mucho el costo total de la pro-ducción.

Los puntos tercero y cuarto mencionados más arriba secomentarán al mismo tiempo. En un momento de competen-cia, los depósitos de minerales disponibles más económicos, te-niendo en cuenta todos los factores, serán los primeramenteexplotados. Si mientras tanto se descubren depósitos nuevosy más ricos, la atención se desviará entonces hacia estos. Enlo que respecta a Sudamérica, puesto que ha sido menos cui-dadosamente explorada que las demás partes del mundo, yademás la mineralización está muy difundida, sin peligro aequivocarse se puede decir que el descubrimiento de un nue-vo y valioso filón es más probable allí que en otras partes.

Asimismo, como las reservas minerales de otros continen-tes, por razones diversas, han sido más fuertemente explota-das, éstas están más cerca de su agotamiento que las de Sud-íimérica. Así, Norteamérica ha tenido ya que acudir al conti-nente meridional para procurarse minas de hierro. Estos dosfactores indican un probable aumento de la prósperidad minerade Sudamérica en lo futuro, aunque su efectividad pueda demo-rarse mucho dada la escasez y costo elevado de la mano de obra.

II.—Ganadería.

En la descripción dada en el capítulo XIV acerca de laregión de la Pampa argentina, se ha llamado la atención so-bre los grandes progresos realizados durante los últimos cin-cuenta años en la cría de los ganados lanar y vacuno. Adelan-tos similares, aunque con métodos menos intensificados, se hapracticado en Uruguay, Río Grande do Sul y Patagonia meri-dional. El desenvolvimiento observado en todas estas regionesha surgido a causa de la introducción y aclimatación de razasseleccionadas de animales para corresponder a la demandaeuropea de carne, lana y otros productos pastoriles. Otras par-tes del continente menos favorecidas para la ganadería, porejemplo el NO. de la Argentina y algunos de los distristos cen-trales y occidentales de la Meseta brasileña, han participadorecientemente, aunque en menor extensión, en la prosperidadde las regiones de ganadería, de clima templado de la Pampa,y la Meseta peruana parece probable que se sume, a las zonas

ESTUDIO GENERAL DE LAS CONDICIONES.. 151

desarrolladas ya, como una gran región para la cría del gana-do lanar.

Considerable número de cabezas de ganado, principalmen-te vacuno y cabrío, se crían en las partes claramente tropica-les de América del Sur: en el NE. del Brasil, en Matto Grosso,en Paraguay, en los Llanos del Orinoco, en las llanuras del N.de Colombia y en los bordes del Chaco. La calidad de los ani-males, sin embargo, es pobre por todas partes. Aunque en granproporción es de origen europeo, ha degenerado, incidentalmentesin duda, en el proceso de adaptación al medio ambiente.

Con todo, a pesar de la aclimatación, hasta cierto puntoestán sujetos a enfermedades mortíferas desde la costa sep-tentrional del continente hasta los bordes de la Pampa. Exis-ten allí vastas y prácticamente deshabitadas sabanas y pasti-zales a lo largo de los bordes meridionales de las altiplaniciesde las Guayanas, en la región atravesada por los afluentes delAlto Orinoco y en el Chaco occidental; pero su desarrollo espe-ra, no solamente la mejora de los medios de acceso, sino tam-bién los adelantos de la higiene del ganado en los trópicos.Sudamérica ganará más que ningún otro continente cuando sehaga algún descubrimiento para combatir las diversas plagasque ahora causan estragos en el ganado vacuno y en otros ani-males domésticos en las latitudes más cálidas del mundo.

III.—Agricultura.

En las zonas templadas de Sudamérica fué establecidade un modo firme y se encuentra plenamente en una situaciónpróspera. El área total de tierra fértil provista de suficienteagua no es muy grande, como se puede suponer, y el superávitde la producción disponible para ser exportado es capaz deser absorbido por la demanda de la población local. Chile yUruguay consumen prácticamente todo el trigo que siegan,y Argentina alrededor de la mitad. En lo futuro se podránañadir a la superficie productiva algunas tierras de regadío,pero en la actualidad no son muchas estas últimas. El princi-pal medio utilizado para aumentar la producción de cerealesen estos países templados, a menos que se reduzca el númerode cabezas de ganado, está en intensificar el cultivo; pero lamano de obra es escasa y se tropieza con la falta de las tradi-ciones necesarias. Allí, lo mismo que ocurre en otras regionesdel mundo esencialmente agrícolas, las ciudades aumentan depoblación de un modo desproporcionado con respecto al cam-po. En las regiones tropicales del continente, por el contrario,en la actualidad son casi ilimitadas las tierras disponibles pa-ra el cultivo del maíz, mandioca y otras cosechas especializadasde plantación.


En esas regiones, más bien que en las templadas meridio-nales, es de esperar que grandes adelantos se realicen en laproducción de cosechas alimenticias, y sobre éstas, como yase ha indicado, comienza a concentrarse el interés del mun-do exterior. Aunque los cambios introducidos para convertirel cultivo en racional y sistemático, como ya se ha observadoantes, son muy lentos en llegar, el hecho es que la proporcióndel aumento natural de la población en los países de Sudamé-rica tropical ha sido mayor en los años últimos que en losanteriores, permitiendo esperar que será superado de un mo-do gradual el mayor obstáculo que hasta ahora se ha opuesto alprogreso: la falta de brazos.

IV.—Industria de la madera.

Por razones que se han indicado en los capítulos regiona-les de este libro, las industrias madereras en Sudamérica, has-ta hace poco, se han limitado a la explotación de ciertas made-ras especializadas. Con todo, el continente posee grandes re-servas de maderas tropicales que se han sacado en cantidadcreciente cuando la provisión de ellas en otros continentes hacomenzado a escasear. La abundancia de ríos, muchos de loscuales son navegables hasta el interior forestal, el hecho deque los árboles se presentan en anchas zonas de pocas especiessolamente, y el hecho también de que las maderas blandas seanmuy abundantes, hacen posible que los bosques tropicales deAmérica del Sur lleguen un día a producir cantidades enormesde maderas destinadas al comercio de exportación. Ademásalgunos árboles son de crecimiento muy rápido en su habitatnatural, de modo que el agotamiento de reservas puede preve-nirse con más facilidad que en las zonas originariamente cu-biertas de bosques del hemisferio boreal, donde el desarrolloforestal ha sido completamente destruido. Por el contrario, losárboles de los bosques meridionales de Sudamérica, los pinosde Paraná y de Chile, los diversos quebrachos y las havaschilenas, crecen muy lentamente, y además, las zonas cubier-tas por estos árboles están más o menos limitadas, por lo cualninguna industria maderera grande y perdurable puede des-arrollarse en el continente fuera de los trópicos.

Hay buenas razones para pensar que es improbable quelas industrias manufactureras se desarrollen en parte algunade Sudamérica en una escala comparable a como se han des-envuelto en Europa, Norteamérica o Japón. El futuro del conti-nente americano austral está ligado a otros campos del des-envolvimiento, pero sus recursos son extensos y bastante varia-dos, y los habitantes de las repúblicas meridionales y orien-


tales están dotados de suficiente iniciativa y vigor para ocu-par un lugar de importancia siempre creciente en medio de lasgrandes regiones productivas del mundo.

Después de escribir lo que precede hubo un considerabledesarrollo de manufacturas para abastecer los mercados loca-les en diversas partes de Sudamérica, sobre todo en Río deJaneiro, Ciudad de Sáo Paulo, Santiago y Buenos Aires. Estedesarrollo industrial comenzó o formalizarse durante la gue-rra de 1914-18, cuando los suministros de Europa estuvieronbastante tiempo interrumpidos; fué estimulado por el colap-so de precios de los productos agricolas y minerales en losaños 1929-33. y estuvo ayudado todavía por la segunda granGuerra Mundial. Con la protección aduanera, las manufactu-ras han hecho progresos, teniendo en contra condiciones rela-tivamente desfavorables. En cuanto al carbón y a las técnicasindustriales, faltan, son defectuosas o de pobre calidad, y ex-cepto en el Brasil, y tal vez en la Argentina, los mercados lo-cales son muy limitados. De todos modos, es verdad que lafuerza hidráulica es abundante y está extensamente utilizadaen el E. del Brasil y en Chile central; que el petróleo y el po-tencial hidráulico están en condiciones de utilización en lascuatro repúblicas del NO., y que materias primas tales comoalgodón, pieles y lana y una gran variedad de minerales, entrelos que se incluyen minas de hierro, se producen al alcance devarios de los centros industriales establecidos ya.

Pero el costo de producción de manufacturas, partir deestas materias primas, es relativamente elevado, y es proba-ble que las cosas sigan igual mientras haya para los productoselaborados la limitación de los mercados locales, que son losúnicos (salvo nocas excepciones), mientras los transportesinteriores, por lo general, sean pobres y escaso el número detécnicos para las industrias especializadas. A pesar de esto,los países de Sudamérica están resueltos a la diversificaciónde la industria, en vista de la experiencia adquirida en el cam-bio de materias primas por productos manufacturados duranteel período 1914-44.

"ARTELAMP"LAMPARAS DE CRISTAL DE LAGRIMAS Y TODOS LOS ESTILOS

M E R C E D 7 2 O

C R O N I C A

NECROLOGIA

CORONEL (R.) DON CAMILO ITURRIAGASEPULVEDA

No hace mucho, ha rendido el tributo inexorable a la muer-te el Coronel (R) don Camilo Iturriaga SePúlveda.

Cadete de la Escuela Militar desde 1918 a 1921, recibiósu título de Teniente 2° en el Arma de Infantería, en Enerode 1922; Teniente 1° en febrero de 1924; Capitán, en marzode 1931; Mayor en septiembre de 1938; Teniente Coronel, enenero de 1944, alcanzó el grado de Coronel el 9 de febrero de1949, para abandonar definitivamente las filas dos años mástarde, al cabo de más de 30 años de buenos servicios presta-dos a la Institución.

Varias unidades y reparticiones militares tuvieron el ho-nor de contarlo entre sus mejores miembros, como el Regimien-to de Infantería N° 8 "Valdivia", recién egresado de la EscuelaMilitar; Regimiento de Infantería N° 13 "O'Higgins"; Regi-miento de Infantería N° 12 "Pudeto"; Regimiento de InfanteríaN° 10 "Lautaro"; Regimiento de Infantería N° 6 "Chacabuco";Batallón de Montaña N° 2 "Canto"; Regimiento de InfanteríaN° 1 "Buin"; Regimiento de Infantería N° 2 "Maipo"; Depar-tamento de Material de Guerra; II. División de. Ejército; Regi-miento de Infantería de Montaña "Chillán"; Depto. de BienestarSocial del Ejército, etc., dejando en todas ellas el grato recuer-do de su capacidad de trabajo y de su hombría de bien.

Le correspondió comandar el Destacamento Andino N° 4"La Concepción", el Regimiento de Infantería N° 9 "Chillán" y—por último— el Regimiento de Infantería N° 8 "Tucapel", delcual hizo entrega en enero de 1951, para acogerse al retiro de-finitivo de las filas.

El "Memorial del Ejército de Chile" se asocia al duelo queenluta el hogar del señor Coronel Iturriaga y hace llegar hastasu familia su más expresivo sentimiento de pesar.


TENIENTE CORONEL (R) DON MANUELLAZO BUSTAMANTE

El "Memorial del Ejército de Chile", enluta nuevamente suspáginas para rendir el homenaje postrero a un antiguo ser-vidor de la Institución, el Teniente Coronel (R) don ManuelLazo Bustamante.

Suboficial alumno de la Escuela Militar desde abril de1893, se le concede su retiro absoluto con el grado de Tenien-te Coronel, en agosto de 1920, con un total de más de 25 añosde buenos servicios en las filas del Ejército. Subteniente delBatallón N° 8 de Infantería, en octubre de 1893; Alférez delRegimiento N° 2 de Artillería, en enero de 1894; Teniente enmarzo de 1898; Capitán en octubre de 1902; Capitán de 2a

clase en marzo de 1906; Mayor en Diciembre de 1911; Tenien-te Coronel en julio de 1918, abandona la carrera de las ar-mas dos años más tarde, en circunstancias que prestaba susservicios en la Comandancia de Armas de Santiago.

Le correspondió servir en unidades y reparticiones, comoel Regimiento de Artillería de Costa, I. Zona Militar, Regi-miento Arica, Compañía de Tren N° 3; Regimiento de Arti-llería N° 1 "Tacna"; Grupo de Artillería N° 2 "Escala" y fuédistinguido con nombramientos como el de Oficial a Pruebaen el Estado Mayor General del Ejército, después de un Cur-so Regular de 3 años en la Academia de Guerra y el de Adic-to militar en el Brasil, desde enero de 1913 a octubre de 1914.

Llegue hasta la familia del señor Comandante don Ma-nuel Lazo el sentido pésame del "Memorial del Ejército deChile".

julio - agosto de 1954 m e m o r i a l - cesim.cl memorial/1950-1959/1954/julio-agosto 1954.pdf ·...

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