justo_teorí¡a y práctica de la historia - seleccion

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TEORIA Y PRACTICA

DE LA

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JUAN B. JUSTO

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SEGUNDA EDICION

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ilOTA SOBRE LA SEGUNDA EDICIóN

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Aparte de pequeñas reforruas de redacción, esta edición

mejora la exposición de algunas cuestiones y completa

las cifras y los diagraruas relativos a los procesos históricos

actuales que estudia el libro, poniénrlolos al día, en cuanto

ha sido posible. En los dos últinos'capítulos, aparecen

tres gráficos nuevos, de especial interés por referirse a laevolución educativa y mental. Así mismo, el libro se ha

alargado muy poco respecto ile la prirnera edlición, gracias

a la supreslón cle pocas y pequeñas partes, no esen-

ciales.

Dlclembre tle 191é.,/

J.B Justo.I

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Page 3: Justo_Teorí¡a y práctica de la historia - seleccion

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Se propongo en este libro señalar al, pueblo |,as fu,er-¿as histórica,s e 'instrxtírlo en su, rnane;jo. Lo d,edico .a lamasa laboriosa y fea,rnila, síncerq a&n, en el, error,hasta en,

la rebel,ión,, santa. Dlla ti,ene en sus rnünzs su prlpi.o [)0,t'-

uenir, y si no lo modela en, canciencia, entrcwó, con clolor

en el, rnold,e gu,e l,a ciega fatalidad, le dé.

El títul,o resytonde cú, estailo de áni,rno de u,n hombre que

ae en, La aiila, no una csdena, ni u,na l,otería, si,u,o wna ac-

ción gue, pard ser gilacentera y efica,z,ha ile ser intel,igente.

8i en ulgún ¡tunto ile la enposici,ón el, dogmu obscurece lq,

uerilail,, será muu u pesur,.m,ío ll que en, ese monoento mi ca-.ñ\bepa habrá traicionqdo a mi, corasón. No creo condu,cente

',g-,geñ,itina si,no la teoríq, que sürge espontánea ile l,os hechos,

Ttuestos en u,n ordem'a la tsez, l,ógico é histórico.Seruirán estus gtághtas f)&ra l,a elaboracióto intencionctl, de

nuestro d,xtino col,ectiuo? El, propósito es tenz grande rlresólo contribu,ir a real,iaurl,o sería premio suficiente para mt,

esfuerao superior al rnío,

Heclrc para el, pueblo, qu.isiera,sin ettbargo, estel.ibro ser

leíd,o ltor ltersonas de toila cond,ición,. Macl¿iauel,Ii escribiend,o

para los príncipes enseñó al, pueblo; cu,antomás no enseño-

ríamos a los prínci,pes los qu,e esuibintos ltora'el, pu,eblo, sise dignaran leertzos!

J. B. Ju.q'l'o,

Agosto de 1909

Page 4: Justo_Teorí¡a y práctica de la historia - seleccion

ti

TEORIA Y PRACTICA DE LA HISTORIA

(El progreso hlstórlco es continuo.-¿Seró slempre inconsciento? - El concepto' heróico y teatral elo la llistoria.-La itlea cle ley.-Los ilatos moternos. (

- La historiografla. - I¡'¿ soeiologfa. - La qonciencia históric¡ delpuoblo.-Sólo ilescubren ol camino Ios quo quleren antlar,-l,a teorfo (

. ile lo Historia, es lo teorla general cle las activirlatles hnmanas.-Eu l¡.HistoriaelexperirnentoeslalntenoiÓn.-Etpneblosobrotoilonecesit¡

l¿ vertlarl histórica,-Con elln viene elmótoilo onlavidacoleitivo.(

el camino de la Historia. (

en vlas de crecimiento v'(Puede algirn pueblo aletargarse en su vida social, pero,

dentro de él mismo o en,otra parte, éstán ya acumulándose, (latentes,lasfuerzasquehandesacudirloeimpulsarlo'

Par4 el campesino egipqlo la vida era tan uniforme como (

el aspecto,de los vetustos monumentos de su palS, conser- (

vados al iravés de los siglos gracias a la séquedad délclirna, Pasaban los imperios gue sucesivamente conquista- (

ron el antiguo reino de Faraon, y, si alguna'vez cambiaron (- el idioma y los ldolos del inclígena, el mismó tosco aradosurcaba siempre la estrecha faja cle tierra fgcundada por el (

Nilo en su creciente anual. He aqul, sin..embargo, nuevos (dominadores; ingleses, que.res'.relven y dirigen la c.onstruc- u..'ción del colosal dique dé Asuan, para almaienar las aguas (

del sagrado rioi hacer el riego permanente y ensanchat:i' (la verde cinta de cultivo a lo largo de sus orillas. ,4hora.las. cosechas son más abundantes ! r"gur"q, y tan giándes (

los beneficios de la obra, que ya esiá elevándose la (represa diez metros más,

-p"i" ttipli.rt su embalse y

feitilizar todavla centenares de miles de hectáreas de (

arenal. Con esta revolución agrícola, mudan las costumbrcs (e ideas del pueblo egipcio, y la inveterada sumisión al jefeext.ranjero d"r"p"r"J., jurrtó con las ruinas de los famosos (

.templos de Filae, sepultados bajo las aguas por el dique r(.+ -" . . . .;,r.r,g;::,,,..'.t t

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)1.i;¡;.,tr..'.¡.1,¡.,,,i'...' I : . ..':r.,1":,:-,.l{':t

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¡*,.. Marchamos sin descanso pori-a.Hümanidad está siempie'iransformación.

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d.e Asuan. Fermentan ta en el moderno Egigto aspira'

ciones nacionales de independencla'

,^t de los ilusos qo" ,upontn al mundo quieto porqúe

no denen ganas de andir I Lento o impetuoso' encu'

ili.ta o visible, el progreso histórico es continuo'--,----

El present" .. oo ,ñorntoto 'f:ugaz' Salirnos contlnua'

*.*.'á"t pasado, .ntt"rnot a' caáa instante en el por'

venir.Y en este incesante movimiento, ¿será la Humanidad

inerte como las .ti"t que van pot át espacio ,"rr it::T:ciente carrera ? ¿ Jugarán siempre con nosotros las tuerzas

históricas .o*o ."p?chosas ,ifug^' con granos,d",ry]1l¡Problemas que, pára el pueblo, a¡tes no se planteaDan t

Mientras rot uoÁUtet Jxplican las cosas por la acción

de entes sobrenaturales y io. '"ytt se dicen de orígen

áiuino, también la Historia aParece.como un PerPetuo

miiagro y se la n*u .oáo una mitologfa' Es el.Soldoimprisioáan,. y-..ol,i.o ¿. tu leyenda, en que.sólo hay

iujar para lai'guerras, las P€stes' las hambres' los

principcs, los héroes Y los santos'' jC"l"'ulguna i¿.u'¿" previsión y dirección intencional

¿e tos .u..-ro. mientras ie los mira como el pasatiempo .á. ¿for". y semidioses ? ¿ Cómo relacionar el pasado-con

cl futuro ii "p.n", se le conecta con la actualidad?

Los hombres se pasean entonces por la Historia como

poi ciudad extraña'ui"¡.tot sin objeio' Buscan lo-teatral'

io -"p"r",oro,

dejando inadvertido todo lo ordinario y co'

rriente. IViiran las suntuosas manslones del barrio prin-

.ip"t, y no pierdcrl l" o.oti¿n cle ver al emperador o ¿l

pi'"ri¿"",r"; ii.,t"ia* pot la música v Io1,:"1::":",.1"1tatallón {ue pasa, no só pregunta¡ si esos soldados sal)en

ü.i, .n Ii caiedral les inierisan la riqueza de los "lt1t^"-t'

el ástilo gótico o romano del edificio' Pero ¿ cuántos

van, quicnes van -

y Para qu9 Yál a esa iglesia ? ¿ Cómo

vive ese pueblo ? ¿ Cómo traba;a ICuriosidades seriejantes no nacen en quien sólo ve en la

Historia los sucesos memorables, pasto de la crónica que'

;;;i" it lo*"ai., como la tragedla, tiene en el Parnaso

s¡r musa propla' la musa Cllo, y cuy-os cultores briilan

Cñ tf,a¡té ¿e destribir 'combates y fiestas y Poner- en

boca de prlncipes y generales elocuentes arengas'--p"r".ti¿i-.ürro áe-la evolución humana' y en el grado

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en gue nuestro concepto del mundo se desarrolla, cambiatambién el concepto de la Historia.

Después de una experiencia muchas veces milenaria,formulamos así nuestra verdad más elemental: tod,o lo quesucede sigue un orden regular, hay entre las cosas rela_ciones que podemos descubrir y'hacer valer en iruestrobien. A medida que eI hombre se extiende sobre el mundo,esta idea de ley se hace m:is clara y más intensa, porquenuevos hechos sufren er análisis y dejan descubrii el se-creto de su producción, porque nuevas leyes se correlacio-nan y coordinan en otras de dominio más general. Hayfenómenos refractarios a nuestros presentei med.ios dóanálisis, hay monstruosidades, hay cátaclismos, pero tarn-bién ellos deben tener sus leyes. Estas existen en el volcánen erupción, como en eI grano que germina.

Sc. impone para la Historia el mismo criterio. ¿ Cómopodrla substraerse la evolución humana'al orden que dcs-cubrimos en el desar¡ollo entero del Universo ?

Bien que más de un gran rey antiguo creyera haber lie.vado su dominio hasta los límites del mundo, las grancles- expediciones de los siglos 16, 17 y l8 de la era actuál abrie_ron a ia penetración de la raza blanca continentes enreros,ignorados hasta entonces por ella. En América, Asia,Africa y Oceanía, entró el mundo europeo en contacto yconflicto con mundos históricos diferentes, horcias s"i-vajes, tribus bárbaras, viejas soci-edades estableciclas, cuyosmitos y leyendas no inspirabari a aquel ningún respero,y que ofrecfan a la observación de costumbres y formarsociales enorme materiel.

Dentro de las sociedades europeas, desarroll:1base, entre.tanto, la lucha de clases cuyo punto bulmínante fué larevolución francesa de fines del siglo r8. El levantamientoburgués, que negó a los dioses, decapitó a los reyes yvigiló de cerca a sus generales, ha sido una poderosa con-tribución a la inteligencia de la Historia.

La rápida evolución de los Estados tlnidos de NorteAmérica, constituidos en formas políticas nuevas, se hahecho toda ante los ojos del mundo moderno, llenándoloá. la vez de asombro y de información.

- --- En los principales palses las necesidades del gobieinohan creado la estadística, que registra en cifras las mani-festaciones de la vida colectiva.

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Al estudio de los pueblos primitivos aún existentes, se

han agregado las investigaciones de la prehistoria, sobrelas reliquias materiales de las activid¿dbs humanas remo-tas, en épo.ot de las cuales no queda ni leyenda, laHistoria sin dioses ni hérces que la perturben, sin r¡adi-ciones ni documentos que falsifiquen la realidad, y eldescubrimiento de esos hechos descarnados ha aportadono poco a la comprensión de la Historia toda.

Desde que el método científico hubo alcanzado ciertaconsistencia y difusión, los historiógrafos emPezaron a

comprender que poco nós dicen de una época y de unpaís lzr enumeración de sus dioses y sus dinastlas, y quepara su conocimiento nos importa menos la magníficavestidurá del rey que ei abrigo usual de la masa delpueblo. En el cuadro de las edades pasadas, emp€zarona hacer lugar para las formas generales de la actividadhumana, lá organización de la familia, la industria y elcomercio, las ciencias y las artes, dejando ya entrever,tras las infladas figuras del primer plano, la vida laboriosay fecunda de la población entera.

Y ahora el cúmulo de datos sobre la evolución humánaes ya imposible de registrar sin luna teoría que los coordine,sin une idea general de cómo los hechos se entrelazan ysuceden en la Historia, necesidad que se h¿ creído ilenarcreando una ciencia queva, la sociologla. Pero, si bienConrte, su iniciador, fué movido por el deseo de ponerorden en los acontecimientos, los sociólogos han creídodespués ncccsa¡io y posible, para estudiar las sociedacieshumanas, ponerse fuera de ellas, en frente de ellas, comolos zóologos ante las ostras o los pájaros. Ven la Histori¿como un cuadro cinematográfico, y, para explicarlo, no se

les ocu¡re sino sacar de él fotograffas instantáneas. Renie-gan de toda solidaridad de clase o de partido, ponen elmás pueril empeño en ignorar los preceptos que, á Pesarsiryo, 'pudieran resultar de los dogmas de su cienciainmaculada, y, prociamando su social intención de notener ninguna, reiteran su-propósito de no entrometerse enla práctica,- ¿ H ipoc-reria_ q ilqiré! ¡_ _To_q9!_9!9_!qqs_ 4gqlrqde ia sociedád, inciusiv; lo; ;¿¿ioiJsb;, -y-si-a-lguGn reil-mente prefiriera sus teoremas sociológicos a la vida -de

la comunidad, sería tan esteril ,en la teorla como ea la

Cuanto más importante que la aparición cle esta nuo.ucategoría de cloctrinarios es la alboracla de la concienci¿histórica- del pueblo I El progreso técnico de los úitimosr5o años, el desarrollo del comercio mundial y la acumula-ción -dc lir riqueza han originado los grandes problemass<¡ciaies de la actualidad. En defensa á" sus cóndicioneseler.¡rentales de vida, arnenazadas por los rigores de lac(,n)petencia capitalista, Ia clase trabajadora se ha puestocolectivamente en movimiento, y, oni vez irnpelida a laacciórr, lleva su crírica hasta los fundamento. á. h socie-dad y sc traza grandíosos planes de creación histórica.

Emperiados ya en la lucha por su realización, los pueblosrnás fuertes de la Tierra ernpiezan ¿ ver que tambieula llistoria está regida por Ieyé¡ y dan un caracrer cadavez rnás inteligenre y deliberado a los actos de su vidasocial. Para eilos, los dioses no son autores, sino produc-tos de la l{istoria. Cuanto a los hombres, sóio infTuyenconscientemente en ella tanto como comprenclen las teyesquc la gobiernan, y poniendo sus ideas, qüe nacen tambíeny se desarrollan en condiciones definiclis, al servicio delos scntimientos soberanos que los dominan. El mundocle la Historia es una rnasa áe hombres y cosas moviclosy moldeados pór fuerzas tan regulares como las que -mueven el sistema solar y han moldeado la cortea t.r."._tre. Los fenómenos hisróricos son tambien lógicos y ncce-sarios, consccuencias fatales de combinaciones claclas decircunstancias. una neoformación social, una rcvolución,.la expansión o Ia decadencia de una raza, deben prod,l-cirse err condiciones tan regulares y determinabies comola cristalizagión de un mineral, una descarga clictrica_la evolución de una especie.

[,Iás que una simple deducción, impuesta al racioci¡riopor la reguiaridad que descubrimos en los fenómenos cleotro órclen, €stt. es una inducción directa de los hechos,cuya base se extiende a medida que conocemos mejor elpasado dt: I¿ Humanidad y,dediiamos más arencíón as': desarrollo presente.

Descendiente de los héroes anónimos de todos lostiempos, herido

- por las diferencias de' clase más que por

ias diferencjas de raia, el pueblo trabajador moderno tiene

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' - que veÉ en la Historia un proceso universal y continuo,cuya teoría es la teo¡ra general de las actividades humanas.

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¿ Cómo llegar al conocimiento de las leyes histórica-s ?

¿ COmo guiaáos hacia eI porvenir ?. Para ello necesano

es ante todo quere, -.rrd.r,'querer dirigir las actividades

hurnana:; en algún sentido.Se habla de ieyes experimentales y de los. experimentos

del legistador. ¿ Por qué no los experimentos cle toco er

qo" ";t h Hisüria Éog" una intención ? ¿ Acaso t"l:t-mente las leyes escritas ün experimentos ? Lo son tpmbién¡

| " u..", mucho más instru.iiuot, la iniciativa extraparla-

mentaria de una ley, la propaganda en Pro- y en contra'

aún las leyes que no llegan a escribirse' Nl la exPerl'

mentacióu histórica se haie toda en el campo de la polltice. El inventor qt. .o-pt"nde todo el alcance de su obra'

el artista que con *. .ititUofos quiere engendrar o refor'

zar un señtimiento colectivo, loi hombres que intentan

estabiecer entre sí relaciones económicas nuevas' hacen

experimentos históricos de la mayor trascendencia'

bsl intención prJctica es lo propio del método para

indagar las leYgs de la Historia'So"n tos práéiicos, los militantes, quienes más saben de

' las fuerza, d"l munáo social. Lejos de poder comprenderse

, la actualidacl mediante los datos que la histortogratta

nos propor.ron" o*ica dei pasado, no concebimos ' el 'p"t"áo iino refiriéndolo al présente, Y.éste "" ::,t:^":1"

, .t", ,, compiexidad sino a quienes, movidos por necesldades

o aspiraciánes, preParan intencionalmente un futuro dis-

tinto.No sabríamos siquiera qué preguntar al pasado sin

nuestros anhelos pira el porvenir' Hay, P9I- .suPuesto'trabajos d.e especiálista, qué se hacen en las bibliotecas y

en los museos; pero estos mismos estudios son en última

instancia inspiiados por los hombres que agitan f resl;I've;r la: cucstiones palpitantes del día' quienes tamb.tén

sugieren y ordenan 'las investigaciones de la estadística'

J\;amos por eso a creer en lJ que cualquier sfler1a1teo ambicioso nos Presente como la verdad hrstorrca I ¿npolítica se mienti, en política se mistifica, se oculla

ia verdad. y aún 'se

simuia el error, cuando se tienen

- privilegiot [u" defender, o aPetitos que puedan satis-

facerse merced. á la ignorancia, y el engaio -de los otl:t'-

Ai pblíticastro cüya- nieta és -et

bo-biérno de un pueblo

que desprecia, bástie ta| vez conocer los vicios que ha de

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alimentar, los prejuicios que ha de adular, los fraudes yviolencias que ha de cometer. Esta es l¿ ciencia históricanecesaria para sus fines mezquinos y efímeros.

Para llegar a la verdad histórica preciso es quererdescubrirla en toda su desnudez, mititár del lado áondeno ha1' privilegios que disimular ni defender. Nadie comoel pueblo trabajador necesita conoc-er la verdad en materiaroiial; nadie como él puede p¡oilainrta sin ambajes;nadie como 'él sufre de sus prdfr{Eñ}res, por lo mismoque son sinceros.

Para comprender la Historia hay que hacerla, defen-diendo al quebio con inteligencia y con amor. La verdadasí descubierta riace con enorme fuerza expansiva. Aigualdad de inteligencia y energía, quien menos imponesu persona es quien más impone sus ideas.

Nlientras haya partidos, la ciencia de la Historia, adiferencia de las matemáticas, será ante todo una cienciade partido.

Como previo acto de contrición, los sociólogoo mutilansu personalidad alejándose aparentemente de toda ten-dencia, y se declaran puros y limpios de todo fín práctico.Nada de ext¡año entonces que, embanderados en escue-las, pierdan su tiempo en discutir muy seriamente si loque reina en la sociedad es la simpatfa o la imitación,si el curso de la Historia cs circuiar o espiral.

¿ Cómo podríanros en cambio infatuarnos por vanasfórmulas los que en la teoría de la l{istoria buscamos eimétodo para elevar el bienestar mensurable del pueblo ?

Dispuestos estamos a sacrificar toda palabra, a despren-dernos de toda denominación, siempre que el contenidoreal de le teorfa se enriquezca y aumente su eficacia parala acción.

El progreso histórico, visto por algunos como una mal-haclada perturbación de su beatffico quietismo y soñadopor otros como la realización repentina y completa desu ideal de perfección social, tiene que ser comprendidocomo la realización inmediata y necesaria del desarrolloposible, como la condición normal de existencia de lasociedad. -

Los pueblos ban becho siempre su historia, pero másbien puede decirse que la han sufrido; han marchado al

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acaso, obed.eciendo á impulsos ciegos, por un camino

lleno de eventualidades y de riesgos'Cor, "t .ono.irniento dL las leyeg de ia Historia' pierde

ésta su carácter t la. vez rutinario y catastrófico, Para

convertirse en un desarrollo ordenado, en una práctica

calculada y metódica

BASE BIOLOCICA DE LA HISTORIA

Somos ¡nim¡los. - L¿ evolqcióc orgánicr. - El hombro os str más :¡lto resnl-t¡¿o. -Los f¡ctores do lo ogolacióD: Ia herencil, la variación, l¡ u¡ul-tipücución, lo luch¿ por lo virlc, l¡ selecciéa.:- Asf ul<loi¡imos l¡sú¿[os, la iEtelfgencia, el lcDgrrjo y Mbitos de asocirción.- L¡s soci6.dados bum¡nls son socied¡dss ¡o.im¿les.- Un mito brchmA¡ico a,dop¿a,do

. por los sociólogos.-Lo consugrrción do lss c8sto.s.-Dont¡o do !oespecia, totio craz¿miento es feeo¡do.-E¡ eI homb¡o lo evoluciónorglnica tiortlo á cottcerrtr:rtrre en el cerobro, - L¿ iltensión y la di-versilicación ilel ¿u¡bie¡te favorece!, Is yuirrción. - Lr técnica y Irüvisió¡ iIeI trobajo r-l8u á l¡ erpecie hunaaa i¡¡ronsag veabj:rs. - Lapropiod:rd privrrda h¿Jto¡¡a en lr¡ socÍad¡ldos ¡¡¡oderu¿s lu locha por lavid¡ en detrimento do lo clsse despocefda. - L¡ uort¡ürlcd i¡Jantii. enl¡s düerentes cl¡ses Joci¿les,-Dessrrollo ffsico d6 ricos y pobres.-I¡o uror!¡Iitl¡¡d según las ocapaciócos y lo Dosición soci¡.¡[.- En losb¿¡rios ricos y el los pobres. - ¿Resulta lo escesiy¡ nrortuüü.rtl prolo-i¿ri:¡ literrlu¡e¡to do la fdt¡ do ¿li¡rentos? * ¿O bnrbióa rlol prrnsitis-no socill? - El peroJitisuo oxbanjero. - So hsbla de lúrltJrus y do(erceso de pro<luccióu',-¿Por qtró tro crecsmis¡ápid¡n¡ontolo pobla-ción or l¿ Améric¡ de lengoa espa[olu? - L¿ uriseri¿ result¿ ds la f¿lL¡do eptitud per¡ l¡ vitl¿ coci¿1.-Euy.luep¡ pors tnrls bombres e! l¡Tierr¿. - Lr bojo de l¡ n¿t¡ütl¿rl. -¿Dependo de l¿ acelerodu evolq-cióu? - Otrn¡ cuus¡s. - f.orestigeción de lu Socicd¿d F¿bi¿nu, - L¡cleso rica d¡ lo nÁs buja uatalidrtl. - Erlutl media del u¡¡rtriruorio enl¡s dilereutos clases soci:rles, - Co¡secaenci¡s dol o¡¡trirnouio t¿nlfodo lu cluso alto. - Lurueutsble i¡leca¡rtlidod, - L¡ seleccióa setu¡¡I. -Estorbads l¡urbién por Ir tlesigacldrtl do lir riqoozc. - Lo artiJlcial ytndicionul puerlo pesor sobrs lo bir.¡lóxico del bonbre hostl uúrlui-l¿rlo. - Debiü,lutl d€ [o ¡tro(teroo cirilizlciÓn. - Espereuos ¡tlsyor üFnoofa ertro lo loerz¡ elpalsirl de la vid¡ hqus¡o y so cultivo urÁs

perlecto.

Desde que el hombre es bastante inteligente para consi-derarsc ul1 animal, tiene que ver en la biología la basede su historia.

Las actividades inconscientes son el prólogo de todaactividad voluntaria y, consciente. Las ieyes de la vidason las leyes más generales de la Historia.

Tardamos, sin embargo, en reconocer nuestra situacióndent¡o del mundo de los seres vivos. Al error que veíaen la Tier¡a el centro del Universo, sobrevivió el de miraral hombre como ua ser-aparte, creado á imagen de Dios,

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del mismo dios que la fantasía de los hombres habíacreado a su seme janza. ¿ Qué otro concePto podíamostener de nosotros mismos cuando veíamos en los diversosanimales y plantas otras tantas obras caprichosas de unsupremo hacedor ?

Ahora conocemos especies extintas y vivas, ignoradaspor los libros sagrados; al catalogar los seres, compren-demos su íntima y recíproca vinculación; sabemos trans-formar para nuestros fines, los animales y las plantas;descubrimos .siempre nuevos eslabones de la cadena queune a la especie humana con las otras especies, y con-cebimos que todas se han formado por una lenta y gradualevolución.

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En el protoplasma, substancia fundamental de todolo vivo, que forma los seres más simples y los elementosanatórnicos de los organismos más cornplicados, la vidaelemental se manifiesta en la absorción y asimilación delas $bstancias nutritivas del medio ambiente, en los mo-vimientos tendentes a tomarlas, a acercarse a la luz, abuscar el calor, fenómenos que convergen todos a laconservación y el crecimiento de la materia oiganizaü.Con el alcohol y eI amoníaco del caldo en que se lecultiva, fabrica albúmina el hongo de la levadura; alre-dedor del granito de fécula lanza el amiba sus prolonga-ciones, lo envuelve y acaba por absorberlo. Así viveny se multiplican el microbio, el infusor.io, la célula. <Elobjeto de la vida es crecen), decimos nosotros, sin superaral autor bíblico que, hace dos mil seiscientos años, poníael <creced y multiplicaos) como primer precepto en bocade su dios.

Pero en esos seres fnfimos, por grande que sea su capa-cidad de reproducción, la vida es muy precaria frente alas acciones'destructivas del medio. Las células se asocian,pues, para formar vegetales y animales de tipos gradual-mente ascendentes, en los cuales, junto con la diferencia-ción anatómica, aparece la división d.el trabajo fisiológico.Grupos de células, llamados órganos, se encargan cada'unode una función especial. La sensibilidad adquiere moda-

_,_l!d4des..a que corresponden'órganos sensoriales diversos,y las impresiones asf recibidas se reflejan en actos coordi-

ll

nados por un sistema nervioso. I"órmansc órganos espe-ciales de absorción y de generación, de sostén y de ioco-moción. Las diversas funciones se.subdividen y especiali-zan, los dive¡sos órganos van transformándose en sistemasde órganos o aparatos, y así, del amorfismo de la masaprotoplasmática, que toda eiia siente, toda absorbe, todadigiere, toda crece, toda se contrae y se mueve, salenlos animales superiores, con su deiicada y compleja orga-nización.

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Ei¡ la cumbre de la escala se encuentra el hombre,clasificado por primera vez por Buffon entre los animales,como vertebrado y mamífero. Como el de un águila oel de una serpiente, el eje de nuestro cuerpo es unacolumna vertebral. r\uestros pequeños marn¿n de los pe-chos de las madres, como los cachorros. Los huesos denuestro esqueleto y los músculos que los mueven, nuestrocorazón y nuestros pulmones, el tubo que digiere y absor-be nuestro alimento, los vasos y las glándulas de nuestrocuerpc son como los de un león o de un murciélago.La sangre que mancha este cuchillo ¿ es de homhre o decarnero ? - cuestión que los jueces someten a un experto.E¡r el cerebro del orangután se encuentran las princi-pales circunvoluciones y cisuras de nuestros sesos. Vistoscon el microscopio, los tegidos que forman nuestro cuerposon como lós del ccrdo, y .las reacciones de nucstrosnervios son tan poco propias de nosotros que, por co-modidad, las estudiamos en la rana o el conejo. ¡\cierta altura de la vicla, alenas si un embriólogo distingueel embrión de un hijo suyo del de un perro. No tenemoscola, pero nuestro coxis rudimentario dice que la he-r¡os tenido. Como á las ovejas, nos ataca la hidátide;como a las gallinas, la difteria; nuestros perros nos tras-miten la rabia; las vacas, el carbunclo; los caballos, eltétanos y el muermo.

¿ Y no son el hambre y el amor, los apetitos de laaninralidad, nuestros móviles más fuertes ? ¿ No amamosla mad¡e tierra como los animales la querencia ? ¿ Nosentimos -como ellos la alegría de vivirl-¿Nos asombra -acaso que los hombres reclamen medios materiales de

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t)

e.ristencia, aún con la más brutal energÍa, y se rebelencuando se les niega un sitio al sol?

¡ Faís muerto ! dicen algunos, $ortificados en su va-r:idad .de casta gubernamental y de hombres de letras.I'ertr ningún pueblo rruere mientras se conserva la fe-cnndidad de sus mujeres. ¿ Podía dudar del porvenir des\L raza la india americana requerida de amores por elinvasor europeo ? Y al trabajador que en las minas deVizcaya o en las viñas de Andalucía se afana por elpan de sus hijos, ¿ se le ocurre acaso que España .sea unpaís muerto ?

+**Entidad culmi¡rante del mundo vivo, el hombre es el .

¡r¡ás alto resultado de la evolución orgánica. ¿ En quéconsiste ésta ? ¿Cuáles son sus factores esenciales ?

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l-o.1jggl_u ! 1o_-s__9a -general tra s.

mtten sus caracteres a"su p-iglé; aslcomo de un grano clctrigo sin barbas ¡o nace una planra de trigo barbudo, delgran artista sevillano Herrera el Viejo sacaron Herrera ellLubio y Herrera el l\Iozo su talento pictórico.

I'ero ñuestros padres son dos individuos distintos, que sse combinan con desigualdad'en cada uno de nosotros.A.un hijo le tocan los ojos claros 'del padre, a orro, losr:,cgros de la madre; al tercero, trasmiten esta o aquelcaracteres lrereditarios latentes que lo asemejan a algunoclc sus abuelos. Nlultiplícanre a.í al infinito, al'través clelas generaciones pasadas, los orfgenes de nuestra heren-cia biológicv, y del sinnúmero de combinaciones herc-ditarias pcsibles resulta que no nacen dos hombres iguales,rri aún en la misma familia.

Esta variación natu¡al, el hecho vulgar de que somoscada uno distinto de los demás, ha sido numéricameñtecomprobada en la más yasta escala, respecto.de los carac-teres externos, por la medición de los hombres hecha confines de identificación policial. Combinandó Ia talla, cllargc y el ancho del cráneo, el ancho de la'cara, el largodcl dedo meüo de una mano, el de un pié, el color deIos ojos y algún otro dato, se distingue con facilidad aun¡ persona entre- muchos miles.. No menos acentuadaes la-variación de los órganos internos.-Dei péso totaldel grerpo, ei coiazón tiene de r/r58 a tl,r7-8 en los hbmb¡es

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y dc r/rqg i 1176 en las mujercs; el encéfalo va¡ía'dc - {

tl++ e r/48 en éstas y de r,t16 a r,i5o en aquéilos. ¡\sí ,

varía también de un individuo a otro la capacidad dciestómago. Y como toclos los ot¡os órganos también varían, (

colno esas va¡iaciones sc combinan de mil maneras y ¿ t

ellas corresponden otras tantas variaciones de las funcio-nes, resulta la infinita diversidad de los individuos, entrc /

los cuales no hay dos que sean orgánicarnente igualcs, /ni tan:poco que tengan la misma fuerza muscular, l¿misme sensibiiidad ni la misma inreligencia t

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Viene ahora otro dato de la ciencia de la vida, reco- (

nocido en las sociedades humanas antes de ser incorporado I

a la teoría del mundo orgánico en general.La teoría de' la poblición habíá sido ya bosqucjacla (

por algunos escritores del sigto t8 cuando Maithus. en r

1798, formuló su ley, segrin la cual la población tiendc acrecer en progresión geométrica, mientras que los mediosde subsistencia apenas crecen en progresión aritmética. (

En último resultado, dice Malthus, el obstáculo a la tpoblación es la falta de alimentos; pero ésta no actúa deuna manera inmediata sino en tiempo de carestfa. Lo-. (

ordinarios obstáculos inmediatos son las costumbres y lcs (vicit¡s gue nacen de la escasez de los medios de subsis-tencia, y todas las causas ffsicas y morales tendentes a (

acortar la vida; los primeros son preventivos, los úitimos, i

destructivos. El principal obstáculo prevcntivo es laabstinencia t.n',por"ri" ó p"r*"rr"nte de la unión sext¡al {

fisiológica en vista de no engendrar una familia cuya (

subsistencia sería diffcil; en muchos casos el vicio es la (copsecuencia de la abstención, que no deja por eso de \

sei preventiva. Las ocupaciones malsanas, los trabajos 'excesivos, la miseria, la mala alimentación de los nirios,lasenfermedades,lasepidemias,elhambre,sonlosobstáculos destructivos. (

Cuando iVlalthus escribió su ensayo, Ia revolución indus- (

trial debida al maquinismo pesaba como t'na calamidad-- - sobrc [a -Clase -trabajadora -áe-Inglaterra.- Ll déniairüd--(

de obreros era grande; pero no habla ley alguna regla- (

mentaria del trabajo,'y las fábricas preferlan las -mujereg.-.,

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y los niños, sometidos entonces, sin restricción alguna, ala más bá¡bara exploución. El pauperismo alcanzaba Pro- r

porciones coiosales; los sa)arios habían subido un pocoen los últimos años. pero los precios de los artículos de

consumo mucho más. Del registro de los precios pagadosen Greenwich de tSoo a t8zo, sd ha calculado que en

Inglaterra durante ese período el monto de los salariosera al costo de los alimentos como 55,2i es a 232"i. Noes extraño, pues, que, sin profundizar mucho el análisis,llegara ilIalthus á conclusiones tan oporrunas para calmarla ansiedad de las clases privilegiadas, quitando todaapariencia de razón á los anhelos populares de bienestar

i y justicia sociai suscitados por la Rer¡olución Francesa, yexpresados en Inglaterra en los elocuentes panfletos deGuillermo Godwin.

Crecía entretanto enormemente el poder de los mediosde producción; la agricultura tomaba en América uninmenso vuelo; el comercio, cada día más extenso yseguro' hacía que no faitara en una parte lo que sobrabaen otr:i, y, en fin, empezó a comprenderse que el desen'frenado capitalismo era, para la m¿sa trabajadora. unagran causa de mise¡ia. Pudo creerse que, gracias a suindustria, el hombre se substrae a toda ley de población.y explicarse todos los males sociales por la falta de justiciaó de caridad. Filántropos y moralistas de pocos alcances,admiradores sempiternos del <Creador>, y reformadoresutopistas se coligaron contra Nlalthus. Para que se reco-nozca la verdad que, bajo una forma pedaritesca,. encierra-su

d.octrina, ha sldo netesaria la obrá de'Darwiri)

Porque la teoría de la lucha por la e.xistencia y laselección natural es la combinación de la ley de la va-riación y de la ley de lvfalthus aplicada a los reinosanimal y vegetal enteros.

<No hay excepción>, dice Darwin, (a la regla de quetodo sér orgánico se muitiplica naturalmente en proporcióntan elevada que, si no fuera destruído, la Tierra serlapronto cubierta por la prole de una sola pareja... Seconsidera át eiefante como el anirnal que crla más des-pacio de todos los conocidos, y me he tomado el trabajo

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de calcular su proporción mínima probable de aumc¡rrcnatural: lo más seguro es admitir que principie a darcrías a los treinta años de edad y continúe dándolasl:asta los noventa, produciendo seis hijos en ese intervaloy viviendo después 'diez años más; si es así, despuésde un período de setecientos a setecientos cincuenta años,habría aproximadamente l9 millones de eiefante-s vivos,descendientes del primer par. Se han visto pueblos civiii-zados en condiciones favorabies, como en los Estados Uni-dos, duplicar su número en veinticinco años, y segúnun cálculo de Euler, esto podría suceder en poco más dedoce años. En la primera proporción, la prescnte poblaciónde los Estados Unidos (3o millones) cubriría en seiscientoscincuenta y siete arlos tan densamente todo el globo te-rráqueo, que en cada yarda cuadrada de superficie estariande pie cuatro hombres.>

De esa rápida muitiplicación resulta la ruda lucha porla vida ¿ que están obligados todos los seres vivos, dela cual dependen tanto la vida del individuo, como I¿ for-tnación y la subsistencia de su prole; lucha con el mediofísico para extende¡ y defender el propio campo de desa-rrollo, como la del árbol que invade la pampa y luchacontra ei viento, la del hombre que en Hoianda poncdiques al mar y encauza las aguas dei Escalda; luchacon otras especies, como la del hombre con las fierasque estermina, con los árboles del campo que desmonta,con la langosta que dcvora sus cultivos, con los microbiosque invaden sus órganos; lucha entrc los individuos yen el seno de las agrupaciones de la misma especie, comola de dos perros por un hueso, la de dos gallos quecortejan a la misma gallina, la de los hombres entre sí,entre las hordas, entre las tribus.

En esa lucha vencen los individuos y los grupos mejordotados por Ia herencia y la variación para las circuns-tancias del momento y del lugar, sobreviyen los másaptos, y dejan una prole a la cual trasmiten los caracteresanátomo-fisiológicos que les dieron el triunfo .en el rigu-roso proceso de la selección natural.

Y acumulándose en las generaciones sucesivas los efectosde la herencia de las variaciones favorables, los seresvivos se transforman, y se adaptan sin cesar al mediofísico-biológico, que siempre cambia. Asl se ha convertido

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en caballo eI orohippas de cuatro dedos, "ri r" han cu-bierto de abrigada piel los animales de los paises frios, asíha echado sus cuernos el ciervo y el tardo sus espinas.

***Así también se ha hecho bípedo el cuadrumano ante-

cesor del hombre, en una evolución impueste por las con-- diciones de vida de Ia especie. Gradual y simuitáneamente

adaptóse su espinazo á la estación verticai, I S€ diferen-ciaron su¡i extremidades en dos piés que lo sostienen fir-memente, y dos slanos que, libres de la carga del cuerpo,se han perfeccionado como órganos de la prensión y deltacto. Y las manos son un momento decisivo en la supe-rioridad mental del hombre, que, al tenerse erguido yusarlas libremente para tocar y agarrar, acrecienta yafina en alto grado sus irnpresiones del medio y su domi-nio sobrg éste.

* :1. d.

l'odo concurre en los seres vivos a la conservasión ypropagación de la vida, á gue no quede vacante puestoalguno que un sér vivo pueda ocupar. La misma lucha porla vida implica la armoníh entre animales y plantas, entreespecies distintas, animales o vegetales, que prosperanjuntas más que separadas,- entre seres de' una mismaespecie que, para ser más fuertes en la lucha, adquierenhábitos de asociación.

De ahf nacen Ias sociedades animales, cuyo fin primor-dial es la satisfacción de las primeras necesidades de lavida: la nutrición y la gener"iió.r.

Las colonias de pólipos tienen un ',¡aso central común'gue sirve a todos los individuos de aparato digestivo ycirculatorio.

En las especies más elevadas fórmanse las asociacionesde familia, cuyo fin es el cuidado de la prole. A este tipode sociedades, menos dependente ya de las relacioneborgánicas directas y en que desempeñan cierto papel lasrelaciq4es psíquicas, -perteneceo.,las aglomeraciones deabejas y.hormigas, gu€ no son sino inmensas familias.

Las especies superiores, cuyos.individuos pueden alimen-tarse separadamente y multiplicarse en familia, se asocian

blos que our.unttrualimento y se drefienden en común, para lo cual cuentancotr la capacidad de comunicarse por gritos o signos. Lasbandadas de loros y gorriones, las jaurfas de lobos, lashordas de guanacos, son ejemplares de esta forma máselevada de sociedad animal. Los monos, cuya voz com-prende loda una octava y cuya fisonomía es ian expresiva,forman las sociedades animales más parecidas a lás clelhcmbre; unos a otros se sacan los parásitos y las espinas,varios se unen si es necesario para levantar un peso, losmayores defienden a todos los jóvenes indistintamente;ent¡e los machos que hacen ia guerr4 el jefe da susórdenes de viva voz y responde a la confianza que en.éldepositan sus comparieros, ejerciendo una vigilanciaestricta. l

l+i'A medida qud ascendemos en la escaD de las sociedades

auimaies, tanto más'se basan .éstas éñ reiaciones mentalesde los individuos, que, gracias a su mayor aptitud psíquica,llenain mejor los fines vegetativos fund¿mentales de lanutrición y la generación.

El hombre, individualmentá débil e indefenso, no hapodido vencer en la lucba con-"éI-ñédó*fi3ft6Ei6'T6gídó-*-

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srno en socredad. -fan'tejb5 -effiiit"Té'ffóffilIñ65--eñ--ñ-'Historia, lo éncontramos ya en grupos, y vinculado asus semejantes por un lenguaje articulado, que evidenciasu mayor aptitud psíquica para la asociación. Y el len-guaje da enorme impulso a su vez al des¿rrollo mental dcla especie, permitiendo e cada hombre ver, oir y tocarcon los ojos, los oídos y las manos de tod,os los otroshombres capaces de comunicarle sus impresiones mediantela palabra.

Las más altas y desa¡rolladas sociedades humanas sonsociedades animales, agrupaciones de individuos de laespecie homo sapiens. .

Esta noción clara y elemental ha sido obscurecida poralgunos sociólogos,,para quienes-debemos ver en cadaanimai la miniatura de una sociedad humana, confusióngrosera que ha venido a ¡esucitar 4ntiguos mitos,

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Los teólogos de la india enseñan que Brahma, diossupremo, ha creado cuatro clases: de su boca, sacó alos brahmanes o sacerdotes, de su brazo a los guerreros,dcl muslo a los agricultores y comerciantes, mientras qr¡edel, pié del dios salieron los esclavos. De origen tansagrado y distinto, ¿ cómo esos hombres pueden mezclarse ?

Es necesario que el hi¡b del gue¡Tero sea guerrero yesclavo el hijo del esclavo; es preciso antetodo conservaren toda su pureza la casta de los brahmanes, Qü€, mante-nidos por los demás hombres, pasan su tiempo estudiandolos libros santos.

Según otra leyenda, como la plebe romaúa, irritada con-tra los señores, abandonara la ciudad, enviaron aquéllospara calrnarla al patricio lVlenenio Agtipa, quien persuadióa los plebeyos con el cuento del estómago y los miembros.

Un dfa,-les dijo,-los brazos y las piernas enconrraronque bastaba ya de trabajar para ese perezoso de estómagoque no hacía más.gue comer; pero asf que cesaron ensu tarea y que el estómago no recibió más alimento,debiiitóse todo el cuerpo, sufriendo los miembros elcastigo de su revuelta.

Fábulas semejantes han ocultado a ciertos ojos la homo,logía real entre las sociedades humanas y las de losotros seres vivos.

<Si las sociedades humanas no son organismos ¿ qué son,pues b, se pregunta muy perplejo un autor a quien, parajustíficar el título de uno de sus libros, le hace falta quecada ibciedad tenga un cerebro. ,

Según Spencer, <las figuras de lenguaje que a menudonos engañan, haciéndonos creer en una identidad completadonde no existen sino ligeras semejanzas, nos engañantambién algunas veces haciéndonos considerar una correla-ción verd¿dera como una pura fantasfa.. . Es lo quesucede con las expresiones (cuerpo políticor, <organizaciónpolítico, etc., que asimiian tácitamente una sociedad aun ser vivo; se las toma por expresiones que tienen surazón de ser, pero que no corresponden a una realidad ytendentes más bien á mantener una ficción. Las metáforasson aquí, sin embargo, más que metáforas en el sentidoordinario de la palabra. .. Hay analogía real entre elo,rganismq individual y el organismo sociab.

Para probar esto, que llama <paralelismo fundamental>,

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establece Spencer una serie de parangones; las tribusprimitivas son, para é1, el protoplasma social en cuvo seno,al civilizarse, desarróllanse órganos de la circulación yun sistema nervioso bajo la forma de comercio y decentros de gobiernq, general y locales.

Este modo de ver no tiene fundamento real. Serlaingenuo dedicar muchas páginas a señalar dlferenciassubstanciales entre un organismo individual y un orga-nismo social. Este no tiene lfmites regulares en el espacioni en el tiempo; una socied¿d puede desaparecer, comopuede perpetuarse, transformándose; puede unirse con otrau otras sociedades, hasta confundirse todas. Por las raícesde nuestra lengua vivimos los habitantes del Plata enel mundo ariaoo, por las principales leyes que nos rigenen la sociedad romana, en el mundo semita por 1os dogmasreligiosos vulgares, y en el incásico, porque cultivamos elmaíz y decimos chacra. Concebimos que los habitantesde la Tierra lleguen algún día a formar un solo conglo-merado, lo que está ya realizado en parte por el comerciouniversal; apenas haynecesidad de decir que nada análogosucede ni puede suceder en el mundo biológico. Hay enla sociedad un aparato de la circulación metafóricamentesemejante al de un anirnal, sólo que difiere substancial-mente de éste en que lo forman mares, rfos, canales,caminos, ferrocarriles, vehfculos, elementos todos del mun-do inorgánico que los hbmbres.utilizan. Cuanto al sistemaque asocia las sensaciones y coordina las acciones de losindividuos, tiene un armazón inorgánico, el correo, eltelégrafo, la prensa, etc., del que se sirve su parte viva,la sensibilidad y la inteligencia de to,j¿ la población,para comunicarse y asociarse.

La asimilación de la sociedad humana a un organismoindividual es una doctrina infecund¿,' bü-éiiffiáre "'reem'

plazar con ficciones y palabras las nociones que faltan.S e e x p I i c ¿ - por-otra -.parter* que., s.qa* glqy *"c"?tl a

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privilegiada, pues es Ia consagracióg $g hs casta;)Asítómo in el aniq¡I. hay. qé-Lulas. -cer*iibialei,' vellosidadésinteitinales, fibras musculares y pal.ancls óseas, en elmuirdb social hlbila una clasé.de hoq4brqs-griginarla ydefinitiirameate goberná[tes, una clase lentista, encargadade abs-orbéi-Ias SubStáncias nutritivas, y una clasé traba-jadora, alimentada y dirigida por las otras doi;-Y.sil- i -'-::.

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Sólo que Ioscélulas en el

ración, vemos

autonomía.

que hace falta a las otras partes dil cuerpo .o-.iel, .oo-tando con.el apoyo de los repletos gobeiirante., y, .r,consecuencia, alzamientos de trabajadores explotador- qu.pugnan por satisfacer sus oecesiüdes de absorción y de

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. Como toda especie, la humana es un conjunto de indi.

t"idu.o-. cap¿ces de fecundarse entre sí y genérar una proleprolífica. Los naturalistas buscan todavíá un c¡uzamientode razas humanas cuyo producto sea híbrido. La Américahispano-portuguesa és un inmenso criadero de mestizos,present¡do por Darwin como una prueba cont¡a los quepretenden dividir á los hombres en grupos inconfún-dibles. No ha hábido en el Brasil gente mái vigorosa quelos paulistas, procedentes de la mezcla de ind.iós y poitu.gueses. En los Estados Unidos, a pesar del báibaroconflicto entre negros y blancos, hay más de un millón .de mulatos

\i en las islas tr_é.s*p-eqUeñas y solitarias se ha encon-gqa{.o un tipo de raiá;hñe;¿@pu¡eza- en los,-contineriies ? ¿ En qué grádó-:üñ*?siiáñAles íbero o celta ? ¿ Cuánto tiene de romano, de godoo dc vándalo ? ¿ No quedan en él vestigios del conract;conlos mercaderes fenicios, griegos y cartagineses ? ¿ Nofecundaron a muchas españolas-los conquistidorer árabes ?

En Suecia, donde los pregoneros de la razz rubia decabeza larga encuentran su asiento más puro, se hanencontrado entre los soldados r3 por ciento de.cabeza cortay 22,4 por ciento de pelo negro. En la alemana Badensólc¡ el r r por ciento áe las cáberas eran largas en r.g99,y el 43 por.ciento rubias. y los europeos dei Sudoesté ysus descendientes ¿ vámos a envanecernos porque tene-mos el craneo iargo y á. avergotzarnos de nulstrb cabellooscuro ? La.cue-stión_de_!s superioridad de la raza germáni-

-ca-ha pgldido m'iñ[o iFs-ü-iñftr$ üesde quá él-ñCientea

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21

choque entre rusos y japoneses ha puesto_ en tela dejuicio la superi-oridad de la rtza blanca.---

Páia fáI érndlogo no hay más que 2 razas humanas, paratal otro, ellas son por lb menos ó31 No se puede basarnada sólido sobre arenas tan movedizas.

Y si el tipo se conserva en algunos individuos al travésde muchas generaciones, si es cierto que en Baden yen el departanento francés de Doubs la meiüción de loshombres lu revelado que existen dos estaturas de frecuen-cia má-xima, como si en l¿r población de esos países, apesar de ia convivencia secular, se matuviera el ripo dedos pueblos distintos, ¿ es ese un resultado necesario odeseable ? ¿ Vámos a variar de conducta o a tratar alos otros de distinta manera según seamos, o eflos sean,dolicocéfalos o braquicéfalos, rubiqs o morenos ?

Un.r repulsión ciega. e instintiva de raza, corno la quesienten en los Estadós Unidos los blancos por los n.gró., (

es un conflicto biológico, y, por eso mismo, fundamental, (

que debilita la sociedad humana en sus cimientos y se

"gr.u" proporcionalmente a la vitalidad que cada una (

de las razas antagónicas tiene por separado. En el Sud (

de los Estados lJnidos de Norte América, donde, a p€sar (del odir-r inveterado de los blancos, Ia población negraaumenta rápidamente, sólo la inmigración de pueblos (

que se crucen con las dos razas existentes. puede PreParar (un Dorvenrr meror.,..¿Éar" qul rriÉri. á!'r"a#)o puede conclucirnos sino t

tffi, I6-i{sqrarb-"d}"'úha" agprimerite Tüiñillación.Todo pueblo fisicamente sano tiene en sí ioS--'$Érmerrcsde las m¿s aiilliptitldé{ñy?*désarioilo es ióió cuestión I

de tiemoo v ooortunidad. Desconfiemos de toda doctrina (

politica'9{:,aa én"iás diferencias d.e sangfr üno.de los (

últimos disfraces cientfficos de qué se han revestido losdefensores del privilegio. Ellós Ai¿.ti, por supuesto, que (

la clase trabajadora*'és de una raza inferior a la de los (

seírores. Pero la unión sexual es también fecunda entreindividuos de clases diferentes, de distintos peldarios de

la escala social. <Ese hombre no es como los otros>, (

dice del, obrero. Br4a el patron Holger en un d¡ama deBionstierne Biórnson.

-,,Ei y Pedro Sit...;" p*¿áe ¿aa--_'(

vez que me hablan tener delante a mis iguales. Tienen (

sangre nuestra en las venas. C¡uzamiento impru-d91!9¿_-

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Haiden l, porque_ estos tendrían la audacia de la revuelto.:-1 t" no.vela Trabajo, Zola pone en juego la mismaruerza, unlendo por los laeos de la simpatá e niños detodas las clases iociales, que más ta¡de'se o"."- fo. fo,vincuios del amor.

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Si la viü consiste esencialmente en la nutrición y elcrecimienro; si Ia rápid,a.multiplicación y la-i;.l, p.í nexistencia, Ia adaptación al-medio y ü "uolu.iOo

,..piná"oa este objeto; si a los fines vágetarivos los animalesse desarrollan en sociedades; si lo"s hombres obedecen ¿los mismos. primeros impulsos q"L to, seres vivos engeneral, ¿ cómo no creer que las iondiciones a" nutriciár,

¡.-luttinticación sean funilamentales para ias socied,adesnumanas i.#!1-ry-"dqcclón,y*reproduqción d -r_eal*esn *e¡.:rrtTl rnsrancia, el elemento determin,¿nti ¿"-r" ¡riit"ñ,ha dicho E nSels,

- fór_m_ul 1 *q1e*:jggp:_*+!gp¡"i!;;' [ñ-á. las socied,ades hü--

lillii_ ^t_omprenderla es perder fodJ-i I us i ó n áe

*üñ b} ige no qestlno ldealmente_superior de nuestra especie y t""n.,al mismo tiempo la visión clara de su fuerza como i. ;;;arta y potente manifestación de la vida.

P.e.1o pqr su ¡nisma universalidad y su misma prandeza-esl]sk:L s3s4¿ *erg:13_.só 19 el' 3'p".,o ii;';;;*Jr:.-ra .tttstorra, sln señalai"lo ciüe ésta tiene de Jaracte-

'Ístico v iiarticutdi. "I"i irocioles á"-r"'tililürtr'"rii,

muy lejos de bastariios.para.int..p."to, ;r;:;pil ;tr,ó:rica'determinacla. y :n l; política OJ..tfr".

t'i*,j,T: 1ué rado y fgrpa- se cumpten las grandes leyesDrologtcas en las sociedades humjnas ? f-'-' Desde tuego; -et crierpó'*iltilin6i; ito/o.ton. muchomenos que su técnica, sus medios y métod,os de trabajo.)Y"ta.t1-aptitud para adaptar intencionalmente el mediorlsrco-brológrco a nuestras necesidades nos permite extend.ere intensificar la vid.a humana .io qu" se trasformennuestros órganos. Hemos adquiri{q

"t p9ae1 ¿. ,.fu"irápidamente -grandes distancra!^ sin que p"r, !r1" tñ;,echado alas ni se'hayan modificadó ra estructura ni las

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funciones de nuestras piernas. No necesitamos huesos ymúsculos especialmente fuertes para desarrollar la fuerzaenorme de una máquina de vapor, ni nuestro ojo haevolucionado pa¡a ver, con el rnicroscopio, las cosas muypequeñas. El cerebro, órgano de la inteligencia, dondelas impresiones del mundo exterior se reflejan comoimpulsos iniciales de los actos gue constituyen la técnica,es el órgano de nuestro cuerpo que más evoluciona,adquiriendo una estructura y funciones cada vez máscomplejas.

Por otra parte, la división del trabajo entre los hombreslos .coloca en tan diversos círculos de vida que permitea individuos muy distintos una adaptación suficiente. Lossalvajes, todos cazadores y guerreros, necesitan todos sen-tidos muy agudos y robustos miembros; una sociedadcivilizada, que ocupa a los individuos por partes, utiliza lobueno de cada uno y anula en cierto grado sus defectos,ofrece campo para la lucha por la vida a los ojos delsord<¡ y a las Eranos del rengo. Diversificando así lascondiciones de vida y de trabajo, la civiiización exajerala variación en la especie humana, como la de los animalesy las plantas la domesticación y el cultivo.

Inmensa superioridad para ia lucha por.la vida dan alhombre la técnica y la cooperación. No hay especie quelleve tan lejos su dominio, que viva en ambientes tanvariados, que se multiplique y ctezca como la humana.Pero no hemos alcanzado estas posibilidades infinitas parala especie sino mediante instituciones que limitan'artifici¡l-mentc el desarrollo y la vida de grandes grupos deindividuos.

Porque en las sociedades modernas la técnica y laccoperación estriban en la propiedad privada de loseiementos naturales'de vid¿ y de los medios de produccióncreados por el hombre, y ese dominio exciusivo de ciertaclase de personas sobre el medio físico-biológico y losútiles y materiales de trabajo trastorna las condiciones dela lucha por la vida.

Los socialistas alemanes suelen llamar al proletariovogelf rei,libre como los pájaros; en realidad, lo es muchomenos. No se-atribuyen a Jesús las palabras: <los zorrostienen sus cuevas, las aves del cielo sus nidos; sólo elhijo del hombre no tiene donde reposar su cabeza¿ ?

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2t

Despojados del suelo, desprovistos oe los principaleselementos y materiales de trabajo, los proletarios tienenque afrontar la lucha por la existencia en condiciones muydesventajosas, y no alcanzan, en general. sino a una vid¿corta' y uu desar¡ollo individual incompleto.

Etr cada clase social la mortalidad infantil es inver-samente proporcional a sus recursos. En todas las ciuda-des, en todos'los países. a la madre pobre, por grandeque sea su cariño, la muerte le arrebata más hijos. Lasestadísticas que lo prueban han sido levantadas prin-:ipalmente en país alemán.

En el primer distrito de Viena, habitado por ricos,:a mortalidad de los niños de pecho fué en el añot 891 de r+ olo, mientras que en los distritos pobresto y Ir se elevó d 4o,7 y 42,9, es decir, casi al triple.lurante los años 1876-1885, en los barrios obreros delerlín murieron dd 34,r á 36,2 o/o de los niños menoresle un año, y eh los barrios ricos de zz I 24,4 o/0.

in los años sucesivos, las condiciones de vida han me-orado en aquella ciudad para la primera infancia, peroubsiste una gran diferencia en favor de los ricos. En904, en los barrios elegantes Friedrichstadt y Thier-arten murieron respectivamente tS7 y r59 de cada mil

* acidos vivos, mientras que en los distritos Gesundbrun-en y Wedding, de gente trabajadora, perecieron 273

27 1.

Una investigación de Pfeiffer en la ciudad renana deolonia ha encontrado que de cada cien nacidos vivos mo-an en el primer año t5 en las familias cuyas entradasruales pasaban de 3ooo . marcos, 18 en las familias3 tsoo a 3ooo marcos, zs cuando los recursos pe-rniarios'eran de 6oo a r5oo nurcos al año, y zg ens familias cuya entrada anual no llegao-a a 6oo marcos.

En cambio, durante los años r85o-Zo, los príncipes des familias soberanas alemanas no murieron durante lactancia sino en la proporción de 7,8 o/0, &unQoe-susidres estaban lejos de ser flsicamente perfectos, y en:rtas-'famiiias;-como la''casa real. e imperiál-de- Habs-

(

26

burg, llevaban consigo más de una tara hereditaria fu- t (

nesta.--¡; puede afirmar que [a mortalidad infantil aumenta (

ó disminuy" ,.gú,i-"- f'olong" Ó abrevia el trabajo dia'

rio de las madres, -p'lpo'ittn

que no es fácil demos' (

trar numéri."*.,til" Las cifras éstadísticas prueban en (

catnbio .on to,l" -."iJ¿oti^,

que la mortalidad infantil

baja dond. y .,ru,,Já tot salarios "'Útt y sube d'onde (

y-'cutndo los ,ot"tiot bajan' Dos Duertos alemanes' (

Danzig. y c....J'ilnát,-át"ae el saiario diario medio

es de I e t,8o y de z á' 3 marco' ittp"ttiulmente, d1n (

u¡1a mortalidad infanril á. 2g,i olo át primero y. de (

l6,t olo el segundo' Dos centros metalúrgicos' Pirna' (

dc Sajonia, y üugtn, de Westfalia' donde los. .niñosde pecho rnu"r*-?tsiectiuamcnte en la proporción de (

33,5 y r3,7 o¡o- din 'u" salario diario medio de o'8o (

á t,so y de l,-¡o-l"",ji' En L-agenbielau' donde tomó

Hauptmann ro, i*ot'p"ra su. ¿'"-" ttioÁ Tt¡tdo'"'o' (

.i1.i"a". de hil'o no recibe más que o'9o a r'Io marcos

nor día u t" .oálidad de la primera infancia es de

::: "'):, t-'il',,i'i' que ésta baja a';;'; ;" Bielererd' !

dondc el salario "l-¿. r,5o á 2 marcos para la misma

categoría de obreros' ^^^!^ niñ^ (

sc cuenta q;;--;; EsPart¿ así que. nacía ll^-llñ": t.r^

-p..a.ntado' a los aniianos' que' si lo encontraban \

débil o deforme, ü lleuaban, 'p"it

abandonarlo' al hc' \

lado monte roiglttt' Sc ha présentado la altísim¿- tnor'

I -i^ti¿o¿ infantil áe l;r clase oobre .- i" p¡-;ra. infancia i

: como ur, p.o..- cle--¡9fqc9ión, n"tu'"l' que' eliminando (

. ;H; ;; F;;;;io-joé-'ninos congénitamcnre dúbiles-o (

mal conformados, mejora las toádition"t d-" li :?'^' lv reemplazt r"" r"r"tii¡ artiritial que .con tanto -rigor

(

ilt#t":itt'6;n;án*-áátt"n¿tncia aquel austero pucblo

I griego. De ,", ^i5"it*;t;-;;i la mártalidad de Ia se'

i gunda infancia ;;^ *b;tt"rátit de los adolescentes y (

, aclultos deberían"'i -tnot"s donde más alta ss l¡ mor- (

talidacl de los';iñ"t de pecho, lo que no se observa'

' En España, go. du'""te los tnJ' "'g9¡-'go' de cada (

mil niños qo" -'i""itron pgl$q Ioo antes de que cunr' --' -'l

plieran ,rr, "no,'iü'-Áot*'"ri¿"d, áe ios niños de I a 5 i

años de edad es también mucho más alta que en Nb'

ruesa, donde ;; ;;;;;;;" ti"o s4 por - mil de los (

(

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{

I

26

niños de pecho. Lo mismo resulta de la comparaciónde las diversas partes de un país. Las ciudades Stettin,Breslau y Liegnitz, que dan en Prusia la más alta mor-talidad de lactantes, tienen también muy elevadamortalidad de niños de r a 5 años, mientras que laciudad de Aurich tiene la menqr mortalid¿d en ambosperíodos de la vida. Estudios hechos en Suiza y enBohemia, muestran que los distritos gue dan mayor morta-lidad infantil sufren también la más alta mortalidadtuberculosa. de las personas de l5 a 6o años de edad.

iVlenos que un proceso de selección natural, l¿ ele-vada mortalidad infantil de la clase pobre €S, pues,consecuencia de Ia ri.lala alimentación .y de la falta dehigiene y de cuidados, conjunto de circunstanciat queen todas las edades hacen precaria la vida del proletario.

***Y así como en la crla y el cuitivo, la canridad y Ia

calidad de los alimentos parecen ser las causas máspoderoshs de variación para los animales y las plantas,en lai sociedades humanas el exceso y la falta de ali-mento dan respectivamente a los unos, abultados abdó-menes, y a otros, formas enclenques.

Pagliani ha estudiado en una gran ciudad . iralianael desarrollo físico de los jóvenes varones, ricos y po-bres, de 8 a 19 años de edad. Estos son sus resultados:

| """.r^ xuscu,"^¡I en kflosl__

I Pou."r I Rt.ot

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en kilosB3¡ATUBAen met¡og

Pobres I Ricos Pobrcs I Bicos

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s i zo,5c i 2r,810 I 2{,{11 I 26,ro I oo.l13 | ar,e14 | az,sr5 I sc,16 | ar,e

I aD t¡t

18 I 45,

19 I {6-?.-t

1,22 I 2s

1,25{ | 32

r ,285 I ,16

1,336 I 59

1,37 I or1,{26 | 66

1,506 { 08

1,ó?ó i 82

t,638 I

1,64 i -1,64ó I

-f;68 --+-- ---'

tr?26.727 ,530,7

35, á

41 ,746,{3r,6*i,5?,

á?,i

I'19r,20I ,266

1,?85

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I,401,486

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l1t125

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27

Los niños y jóvenes que trabajan en las min¿s de

azufre de Sicitij y los de las escuelas elementales de

Palermo, capital it" esa isla, han dado, medidos por

Giordano, las magnitudes siguientes:

i Ninos ile l¡8 minosDAD i do ¡zufre)-en ¡l.og i Peso medio

Alum¡os do lasosc[ehs eleúeltslec

Peso meüoel kilosi cr kilos

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I10

l1

r31.1

15

10

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20,ó86

22,t222{,?8927,989

30,6{433, 109

$,07r37 ,9{738 083

n,972{, ¡,15

2t,86129,0e¡33,300

35,851

{0,300{6 ,900

ó0,c66

CIBCÚJNFEBENCIA TORÁCICA UEDIA

Azuf¡oros. . ,

Alu¡hDos. . . .

0,6?3 to. ro.

0,?08 m. m.

Ii

iI

En general, las fatigas lemPranas y exccsivas' el mai

ambieritc de vida y ác trabajo, la alimentación maia

o escAsa, estrechan el campo dei desarrollo posib.le .dc

los indiviciuos, como Io han probacio uña vez más los

estudios cle Niceforo en las .iates pgbres--dc-Italia- - -- ','Luchan

los proletarios hasta cl fin con clrcunstanclas \'históricas acluersas, qu" nacla tienen que ull.. to.n stl' i

;ffi t origin"ri" aptitud biológica' Y' debilitada su f

resistencia á ios agent^es de enfermedad y muerte' para I

;ibt más asiduos y numerosos, sucumben más pron' /

[;::::¿""-"H i: irru 1--T:-:::"':j'] l't,'tt-Er' Hongría-1d ranté el-periodb 1871'8t estudiado. por

tcixuri, la"edád media ¿e tos muertos de más de 3

aíros fué de 4r años y 7 meses Para Jot pobres e

indigentes, cle 46 años y I mes para la clase m*eota' y

de <z años Para los 'ricos'--DÜ

or,* in'u.taigación estadística hecha en Inglaterra

"l

i

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n

en los años r88o-8z,.res.ulra que de cada mil personasde las ocupaciones siguientes murieron:

Yu¡ones on geaeral.. ....,.......,1Clórisos.. ........ IAg¡icnltores.. ..............1I¿e¡hos....

I

abos¡dos.... ..............:iXédicos .. ... . . ... . I

Obreros e¡ li¡nes.. . . .....1cerámico..... .. .....1fi:oeros de Cor¡wullis............ _ _lTnbajudores en generol...,...,....

1

Eurpleados de hoteles r f,xAm.....f

10,I0

{.646,096, {1?,51

11 ,5716,29

13,70

IJ ,7720,6¿

22,G3

.)i.rF

li ,93l6 ,;lJ19,98

¿9, 13

28,03

16,1{ ró1,39

53,09

5C,8ú

rt.30

*bd

. Concuerdan con estos datos los del estud.io compara.tivo de la .mortali.ad en los barrios .i;;, ;-p;t.., ¿.las ciudadés.

.. .El r9o4 la ciudad de Buenos Aires dió una morta-Iiüd de 16,73 por mit, cor¡fr.ndidos los nacídos-rquer-tos, sobre los 944.742 habitantes contados en el censode ese año. Ahira'bi.o, ,i coi.ul"rno. poi uü !ort. tomortalidad de las circunscripciones t.,2, 3, 4,6,7,g,9, r5,lz y ,18' que comprenden Ios barrios

"ú;r;rl-ó;;es d.elSud'y del Oesre, y por orra la de las .i..uíririp.ion..j.:,ll,t_lll,r, 13, r_t, 16,19 y 20, que abarcan toáor-io, fro-rrlos rlcos y eicgantes, enconüaremo, qud la primeraserie dió 96ó5 muerto.' o nr.ido-rnuertos sobre 503.r ¡ rhabitantes,..y 1, ,egunda óraa-sobre una poúi".ijn a.44t.63t, cifras que corresponden a una mortalidad cler9,2t y r3,9r. po.r mil respectivamente. pocl¡ía objetarseque en los distritos pobres está Ia mayor p"rt"-ra-. to,hospjtales, a donde ,""

". rnori, enfermos de tod.os losbarrios _y aún de

-otras p""". -a.l

paíS, abultando lascifras de la mortalidad- 'La zona de resid,encia de laclase rica y acomodada, en-su-continuo ensanche hacia.eI Norte, ha rodeado,' .i"

"tU"rgo, yarios hospitalessituados anres en l"r uiour", J.-i" .'irh"á,'""."i"#."r.

- -cuatro--dentr'o-de - la circunscripcidn r9áf (Fiü;-i - n"-biendo también uno en la. 5,.. ¡ii;r;)' ,,^ oilJ, á la.

t,'- - "' ,-'r.,-='-:--,.-- , ' .- -

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'r6o, (1Belgranol. Respeternos asimisrno esa consicle-. ración, y cornparcmos solamente distritos sin hospi-

rtales. Encontramos que en la circunscripción ¡ 5". lamortalidad es de t7,6t por mil, que no baja de l+,orpor mil en la 4¿. (Boca), quc es de 13,55 en el barriopobrc de San Carlos (Sud), mientras que en las cir-cunscripciones r+¿ I13"., distritos ricos del Centro,la mortalidad desciende a ro.i9 y lo,jj por mil res-pectivamente, y no pasa de 9,75 por mil en el aris-tocrático barrio del Socorro lzo* circunscripción).

**1.

Varnos a creer que la excesiva mortalidad de la clasctrabajadora resulta del choque continuo y fatal de la' población con los límites que le asignan los mediosde alimentarse ?

Todavía en China, a cad¿ sequía en la cuenca delRío Amarillo y a cada desborde del Río Azul, millonesde seres humanos perecen de hambre. A uno y otrolado dét Canal Imperial, al Noroeste cle Shanghai, don-de con una técnica anticuada, casi sin ferrocarriles, loshabitantes se hacinan a razóo de' unos 2oe por kiló-nretro cuadrado, la pérdida cle las scmenteras de trigoa consecuencia de la inundación, najo en el inviernodc l9oó-o7 una carestía espantosa. No había literalmen-te qué corner, sino hojas de árbol y yerbas y raíces delcampo; vendíanse a alto precio, para alimento, los ra-

llos y. hojas de plantas de papas; podla comPrarse ttnniño por un plato de arroz; en distritos enteros lapoblación hábil se refugió cn masa elt las ciudadesnrás próximas, abanclonando a su suerte a los clébilesy los ancianos.

Al mismo tienrpo cl hanrbre desolaba Ia región rusadci Volga. Por falta de lluvias, cn 2j provincias lacosecha había sido muy escasa y en 8 ó ¡o no habíahabidc cosecha alguna. Ya en el otoño, la poblacióntuyo que alimentarse con bellotas, mientras el ganadodevoraba los techos de paja. Cuando apretó el frÍo, va-rias familias se amontonaban en una choza, y demo-lían las otras pata, con sus maderos,, hacer fuego. ¿ Conqué iban a gomprar combustiblq ellos que vendian sus

-- ---abrigos para comprar alimentol Para que durara más,--

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mezclaban con afrecho, cáscaras y paja su última pro-visión de harina de centeno. En Samara, donde nose habfa recogido ni la mitad del grano sembrado, epi-demias de tifus y escorbuto se aliaron al hambre.

Ante este cuadro, nos parece presenciar el cumpli-miento de una ley de e.xtermipio inexorable. pero yaaigunos de sus rasgos son peculiares. En Kazan, loscampesinos tártaros, acosados por la necesidad, ven-dían sus hijas para el harem; por tod¿s partes bandasde paisanos hambrienros asaltaban y saqleaban depó-sitos de granos, de propiedad particular ó del Estaáo.Y más peculiar que todo esto: millones de toneladasde trigo, centeno, avena, mzí2, cebada y harina eranexpóñá-dal"elRGiá* ai- -mr.snld1ieñFd- qüé áó" niillbnesC-"üSibérecían de hqr4bge, go.nr_o .q ¡oS [egiblesañoT de t8,gr-2, cuando sólo en li pñvincia de Sa-

_.mara 6o.ooo personas sucumbieron por falta de alimen-tbl*sr.-expur.tafói{' dé

"'"Rii3ñ--?é6ÉEefi9áñ¿ñté, 6.,Ti t.3 iiy 3.2t7.392 toneladas de harinas y cereales.

D!, Irlanda, cuyas desgracias han sido atribuídas aexceso de población, dice George r r

< Aun durante el lrambre, los granos y la carne y lamanteca y el queso eran acarreados para la exportación

" 19 largo de caminos llenos de hambrientbs y porencíma. de 'fosos llenos de muertos. para esas expor-taciones de alimentos, <i a lo menos para una granparte de ellas, no había retorno. En Io- que se ,"]ier"al pueblo de Irlanda, el alimento así expoftado lo mismopodía guemarse, o ser arrojado al mar, o no habersido nunca producido. No iba como un cambio, sinocomo un tributo para pagar la renta de los ausentesseñores territoriales>.

. jp_ómc, ¡ro ¡qferir enronces ia miseria del pueblo al

, despojo que sufre del-FTagq!p_üé-@ü la reciente carestía ha¿ía ;st"r-agos"-ffi--nusra, el sub_

secretário del interior Gourko tuvo entrañas para de-fraudar. en compliciclad de un empresario, loi fondosde auxilio a los hambrientos que le habían sid,o con-fiados. Ordinariamente, cuando el hambre no es tanaguda ¿ serán rentistas, ministros y empresarios más res-petuosos de los bi_.oq¡_ _dSl p!¡gblo l,=¿e_ómo _creer que

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*-t*nto-at las socledade' bsTale"'_ s{_f9,gs1ri.'li-

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i mitad<.r Dor los medios de subsistencia. cuando vemos

i "e'i-ans' e-i riñiio-e¡ém-pto i" parli¡rj;gg_:qSi*l"qüé no'I ofrcce ei mundo vivo ?

\\. i.{.*

. Ciertas especies irrferiores vivcn como parrásitos rle otraseópeciés. La gran lorirbriz intesiinal, ó tenia," se bañádoñsTañtenié-nte en los alimentos ya digeridos por elhombre, listos para la absorción; eI ácaro de la -sarna

se hace un alojamiento en la piel del huésped, delque chupa jugos nutritivos. lrfo necesitan, pues, los pa-rásitos órganos complicados de sensibilidad ni de mo-vimiento ; para vivir en esa forma sedentaria, aprove-chandt¡ el trabajo fisiológico del organismo que los sus-

. tenta, bástales prenderse firmementf de su víctima conpoderosos instrumentos de fijación. A este fin desarro-llan fuertes . ventosas y garfios, al mismo tiempo quese atrofian sus órganos de los sentidos y de locomo-ción. Toda su actividaci se concentra en las .funciouespuramentc vegetativas, la nutrición y la reproducción.

lero ningún ser vivo inferior al ho-nbl_C- yive"",co¡nooarbsito de indiv-iduos de su nropia esbtiéie. Dentro denügunu de las'sóciéd;Aé!-'iiii.n¡tEs-"tn'i"iióres descubri-¡¡os el parasitismo, jamás un animal medra a expen-sas de sus compañeros de sociedad, sin prestarles servicioalguno. Ali¡nentados por las abejas neutras u obreras,los zánganos no trabajan cn ia colrnena; son emperode capital importancia para Ia especie, porque, juntocot¡ las hembras c, reinas, se ocupan de la reproducción,y, cuando han terminado su papel de machos, desapa-recen de la escena. La especie humana es la únicaque practica y sufre el parasitismo en su propio seno ;

es-prec.iso elevarse hasta ella para encontrar clases en-terqg-d,e--indi+iduor*.¡1gg

"-s--qp-.:Fa.9n a, los---ot¡os--lnq"-rne'dlos dc subsistencia, sin servir para nada ¿ ellos nia, l a es pecié.,_$q :FEii toti po,.r:"el - ..propfg taii0--.-0E_ffi_*-Eij-e -

vive de ventas, hospeda nruy comúnmente lacayos, co-mó paiásitos secundarios.

d

Si para muchos hombres no hay asiento enquete de la vida )) es porque otros ocupan endemasiado. lugar.

o ***

el < ban-Ia mesa

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:ll

Nunca se patentiza tanto el despojo como cuandolo hace una colectividaC extrrnjcra. que vive fuera delpaís despojado.

La India, con sus hambres periódicas a pesar desu gran fertilidad, pasa por el ejemplo tlpico de pafscuya pobiación choca contra infranqueables límites fí-sico-naturales. Se olvida que la mísera población indaha pasado de la bárbara dominación musulmana a larapaz administración inglesa.

Refiriéndose a los príncipes que en Bengala los in-gleses coronaban ó destronaban, según convenía á susdesignios, dice lVlacaulay: < La inmensa población desus dominios era entregada como presa á los que lohabían hecho soberano y podlan deshacerlo. Los em-pleados de la Compañfa obtenían, no para sus em-pleadores, sino para sí mismos, el monopolio de casitodo el comercio intern¡o. Obligaban a los nativosa comprar caro y vender barato. Insultaban con impu-nidad a los tribunales, la policía y las autoridades fis-cales del país. Cubrían con su protección a una clase desubalternos nativos que se cernl¿n sobre las pro-vincias, esparciendo el terror y la desolación doquierapareclan... Enormes fortunas se acumulaban ee Cal-cuta, mientras treinta millones de seres humanos eranreducidos a la más extrema miseria. Estaban acostum-brados a vivir bajo tiranía; pero nunca bajo una tiraníacomo ésta... Bajo sus antiguos amos tenían a lo me-nos un recurso: cuando el mal se hacla. insoportable,el pueblo se levantaba y derribaba al gobierno. Peroel gobierno inglés no podía ser sacudido así. Este go-bie;no, ian opresor como la forma más opresora de des-potismo bárbaro, era fuerte de toda la fuerza de 'la

civiiización>.Semejante estado polftico explica, tanto como la iey

de la población, que una sequía produjera hambres comola de r77o, cuyas vlctimas se contaron por miilones.Si hoy el sistema se ha suayizado en la forma, en el fondo-es siempre el mismo. El pueblo indo sufre de hambrecrónica, pero l" {{r .agrfcolas; lo quá-áii:i-falta no es alime-ñffi;ñffioa los indíggrlas- pala compráiió.' trn sffiül*dá uñ-Iáñbreen que seis millones'- du seres humanos perecieron, se

ii3

ha visto al gobierno inglés elevar 1o Por Ioo el yamuy alto impuesto sobrc la sai, <¡ue, dcspr'rés del ¿.rroz,

es el principal objeto de cottsumrr de la población delpaís. En un artículo. reproducido por toda la Prensaeuropea. decía Hyndman, t propósito de la úitima ham'bre y las revueltas subsiguientes: <No hay duda de que

Ios ingleses tienen la culpa del hambre en la indiabritánica. La mejor prueba de esto es que en los glandesEstados indos vasallos, con una población total de 5omillones, no hay hambre. Todos esos Estados tienen lasmismas condiciones ciimatéricas y geográficas que losterritorios circunvecinos que están bajo el dominio británico. ¿ Por qué no sufren hambre esos Estados a pesarde la sequía y de las malas cosechas ? Porque sus po-

'bladores aunque pagan más impuestos locales que lossúbditos ingleses, esrán en una situación mucho mcjorque éstos. Seguramente porque no están expuestos a lasperniciosas exigencias de la europeízación de toda laedministración púbtica, como tienen que sufrirla los ha-bitantes del territorio británico>. En forma de letrasde cambio, pensiones, gastos del gobierno indo en Inglir-terra, dividendos, etc., los ingleses sacan de la Indiaun tributo anual de 30 millones de libras esterlinas.Toda la costosa maquinaria militar y administrativa estien Ínnos de inglescsr eu€ miran a l¿ india como unpaís de iucrativo clcstierro temporario, como los oficialesespañoles miraban a Filipinas, como <país de cucaña>.Agrega Hyndman: <Se nos dice que hemos construíclolos fer¡ocarriics en Ia India, y que eso es un granbencficio. Pcro, bajo el sisieina reinanie, esos ferrocarrilessólo son grancles bombas para absorber las riquezas delpaís e impelerlas en los bolsillos de los ingleses>.

* l. '1.

Aúnl en los países más civiiizaclos, muchas vidas hu-manas iienen un fin prematuro, lo que no falta quienexplique por el exceso de población.'Y al mismo tiempose habla en ellos de exceso de producción I

:{. :i3 i.

¿ Por qué Chile, con unos 4 habitantes por kilómetrocuadrado y un clima benigno, perdía en I9o5 durante

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el primer at-ro d'e Ia vld.a 35" por mli de los n¡Ros'mientras Nueva felandia, con una población casi igual,conservaba de los suyos 929 ?

de vida mil de los niños,

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IJna reciente publicación oficial de Venezueia tnuestraque su territorio es igual al de Alemania, Francia, Ita'lia, Holanda, Bélgica, Suiza é Irlanda juntas, lo que,sin pasar d" 97 habitantes por kilómetro cuadrado, lepermitiría abrigar una población de l5o millones. Perono dice el documento venezoiano, si bien trae comoportada el retralo del general Cipriano Castro, por quéIa población de Venezuela, que no pasa de 2.600.000,aumenta tan despacio. De r88 I a I9o4 su incremento ha

EL AItffEñTO RELATM DE LA pOsl.rCróx

DE VENEZUELA . .Y ALE}ÍANIA

100

Años R6

siclo, según cálculos oficiales, de poco más de mediomillón de habitantes, mientras que la población de Sa'jonia, pequeño pafs alemán, más densa que la de China,ha aumentado en más de un millón en los últimoszo años. A pesar de su inmensq y rico territorio, la exiguapoblación de Venezuela no ha llegado al aumento anualde tz5 por lo.ooo que ha tenido durante las dos últim¿sdécadas del siglo 19 la población de Alemania, la cual,cien veces más apretada en un suelo no especialmentefavorecido, ha podido al mismo tiempo destacar a otraspartel del mundo ciéntos de miles de-'alemanes-

En la cuenca del Rlo de la Plata hay por cada

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habitante medio kilómetro cuaclraclo pobladro de vacasy ovejas, cuando no cubierto de miesis, lo que no im-pide que en la región la mortalidad, infantil sea t""J.,frecuentes los conflictos armados, ras .nr.rm.a"¿?l

-lui-

tables y el vici,o bien concidos.Como en el Congreso médicp latineamericano de

I9o4 se observara al delegaclo dLrltéíico\cuán alto "ntodavía la mortalidad en su paÍs, .\*órc.'que ceica del

70 Wr ciento de esas defunciones correspond,ían a in-dividuos-que carecen de los medios más indisp"nrrUi",para su bienestar, siendo tan baja como en las ciudadesde condiciones higiénicas idealés ra mortaridad de raspersonas de buena posición social. ¡Cuánta miseria enun país a don{e, los e1tranj."'-":.::-"*::e,oie*eoJ*

1.**

Desde que en r896 se diagnosticó {i Bombay ,lapeste bubónica, h¡¡¡.-sucumbld.g*a ella "i-Io India In-gresa m¿s fle ¡ millones de persói?g la más terribled,evastac.ión despüélte*Ie*épidérñje' qúe desoló a Europaen -el siglo 14. Los inglesés dicen que no basta pa.aexplic,r'': la__propagación de la plaga la pobrez" ¿! f"población. Y, en efecto: transmírer. lo p".t" al hombrepor las pulgas de las ratas y son muiho. los hindusa quienes sus creencias religiosas les prohiben matarlas pulgas y las ratas. :

En último término, toda miseri¿ colectiva puede serexplicada por la incapacidad clel pueblo para la luchacolectiva por la vida, para aumentir sus meclios de sub-sistencia €n proporción a las crccientes necesidacles,organizando el trabajo de modo productivo y librán-dosg. $e to.l¿ expoliación nacional o e.,ctranjero. Arí

"n-tendida, Ia ley de la población se reduce j "nun.i", el

he¡h.o muy real de un exceso rel¿tivo de poUfa.iOn,¡elativo no tanto a la cantidad de alimento, como al con-jünto de los medios de vida social en general, compren-diendo entre ellos las costumbres del-trabajá y A'" i"política.

No pudiendo castrar a los proletarios como a los ani_

1r1al.: domésticos, se les prisenta e veces la ley delvlalthus como una fórmula absoluta y fatfdica que bastapara explicar su miseria. Rechacémosla en ese sentido,

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"d

;J6

como una impostura perniciosa, hecha para enervar elesfuerzo del pueblo hacia una vida mejoi. Rechacémoslapor absurda, sobre todo en Sud América, donde el aca-paramiento del suelo por ineptas oligarquías de terra-tenientes y la falta de educación del puéblo mantienensecuestradas y dejan perderde estériles fuentes copiosí-simas de vida.

;F + :1.

En su lucha por la e.xisrencia, no necesita el hombredestruir seres humanos.

Empeñado en presentar la Historia como una serieinterminable de luchas de razas, Gumplowicz hace d.e-pender de motivos cósmicos la fatalidad de la luchapor la vida entre los hombres. <La masa de los orga-nismos en la superficie del globo> -dice-<no po"-d,.menos de permanecer invariable, y se determina porlas condiciones cósmicas de este globo... que las es-pecies animales retroceden y desaparecen anle el hom-br.", y que ciertas razas están en cámino de desaparecer,rnrentras que otras se extienden ganando tereno. Nopudiendo el globo rerrpslrq c*glpJel de peso, t"-?íi'A'*que en su viaje al través de loj .spiiior éJtiitás iio püé-de llevar más que cierto número áe pasáiCróE*Mfeniragque 'unos se multiplican, es necesario gue' Ios otros pe-rezcan).

¡Colosal desatino I Gumplowicz parece creer que loscuerpos orgánicos se foiman de lj nada, e ignora queun nuevo peso de materia viva representa necesariamenteun peso iguai sr.rbstraído al mundo inorgánico. La piantatransforma y vivifica los cuerpos que toma del sueloy del aire. .El ho¡¡bre se multiplicj sobre el suelo ex-hausto {e Eg_o_p3 aUonñüólo*6ñ@ede ias

" Cos iil-?Iaf 31Umo,.*"¡r .. alinaeniándose del"*trigo

en que se triñsfórmá él hririrus de las praderas ***ii-canas.

:k**

Lejos de tender a aumentar más pronto que los mediosde alimentarse, la población puedt crecer menos quela riqueza, como ha sucedido en Europa y Américadurante el siglo pasaldo. Debido a la seletción artificial,las. plantas cultivadas y los anjmales domésticos son

3i

más fccundos que las mismas especies en estado saivaje.En el hombre, la civilización obra en el sentido in.!'erso. Parece que la mayor tensión intelectual quc im-pone ai individuo y ei consiguiente desa¡rollo dei sis-tema nervioso se acompañan de la moderación del poderprolífico, antagonismo entre la espansión individual yla capacidad de reproducción que ha sido presentadocomo una ley biológica general.

Al contacto de ia civilización europea, que trastornatodas sus costumbres y creencias, les impone nuevosartículos de comercio y nuevos rnodos de comerciar, yies da el ejempl,o de e-xtrañas normas de conducta, lospueblos primitivos del Paclfico han sufrido tan grandeconmoción mental, cluer han dejado de procrear. y, sinser directamente maitratados, se extinguen rápidamente.Así han desaparecido los indígenas de Tasmania, así losisleños de Tahitf, de Hawaii y los maoríes de NuevaZeltndia caminan rápidamenre a su total extinción.

¿ No podríamos atribuir la diminución de la natalidaden los pueblos cultos a una inhibición análoga del poderprolííico, determinada por el choque continuo con iasnuevas condiciones de vida que resultan de su rápidaevolución ?

Ello es que se observa más alta natalidad en lospaíses atrasados, de costumbres más establcs, en Rusiamás que en Alemania, en iltéjico y Cuba más que enlos Estados Unidos, en la Argentina más que en Aus-tralia; y en los paíscs donde la estadística ha registradoel movimiento de la población, ha habido durante elúitimo medio siglo un clescenso del númcro proporcionalde nacimientos, colrio si cl rápicio progrcso dc las últinrasdécadas hubiera embargado el sentido gcnésico de lospueblos.

Nótase esta baja de la natalidad en España y Portugalcomo en los;países escandinavos, cn Serr,'ia y Rurnaniacomo en Béllica y Holanda, en las ciudades como enlos distritos rurales de Inglaterra, en Norte América comoen Europa, como una tendencia sostenida y universal,clue si no se traduce en una detención del aumento dela población es porque se acompaña en gencral de undescenso de la mortalidad.

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38

Acentuándose con la aceleración del progreso econó-mico, la diminución del número proporcional de nacimien-tos se explica en parte por la creciente proporción dsmujeres ocupadas cn la industria, el comercio y las diver-sas profesiones.

Y forzoso es reconocer que se debe también a laregulación artificiosa de las relaciones sexuales en lavida matrimonial. Ya 'lo hacía comprender la costum-bre de no. tener más de dos hijos, tan común en la po-blación urbana y rural de Francia. Una reciente in-vestigación lo ha establecido ahora numéricamente paraIa Gran Bretaña.

La Sociedad Fabiana, agrupación que profesa el biendel pueblo y se ocupa de cuestiones sociales, distri-buyó a sus socios, entre los cuales hay tanto obreroscomo rentistas, un cuestionario acerca de su matrimonio,en que les preguntaba si éste era <limitadou o <ilimitado>,entendiéndose por lo primero la limitación de la familiaa dos niños o los artificios impedientes de toda fecundidad,y por ilimitados los matrimonios que dejan ¿ la fecundidadseguir su curso natural. De 3ró matrimonios que con.testaron, 242 se declararon limitados, y 74 ilimitados.Los motivos más generalmente invocados para justificarla <limitación> eran de orden pecuniario.

Planteábase entonces el problema de si no sería espe-cialmente acentuado el descenso de la natalidad en laparte más previsora y ahorrativa de la población toda,punto que se ha resuelto por La afirmativa estudiando elmovimiento de la natalidad en la m¡is grande sociedadbritánica de socorros mutuos. i

Esta es la de los Corazones de Robie, que tenía en19o6 más de zTz.ooo socios varones adultos, diseminadosen toda la extensión del Reino Unido, y que cbnsus familias representaban el 3 olo de la poblacióntotal. Sólo se admiten en esta sociedad personas debuena conducta cuyo salario no baje de zq chelines porsemana, lo que desde luego excluye a los trabajadoresagrlcolas, o sin oficio determinado, y, fuera de Londres,aún a l.os obreros adiestrados de categoría inferior. Ar-tesanos, obreros adiestrados, y cierto número de peque-ños comerciantes y gentes de las capas inferiores de laclase media forman, puefr la asociación, gue asegura

30

al socio un subsidio de 3o chelines en cada parto de su

esposa. Con este motivo, de unos 4o años a esta Partela sociedad ha registrado los nacimientos acaecidos en las

familias de los socios, y aunque no dicen los registros laproporción de los.socios casados, no hay motivo de pensar

que esa proporción haya variado. Cuanto a la edad

media de - las esposas, que tampoco se registra, pu:de

admitirse que se h¿ elevado proporcionalmente a la de

los socios in general, gu€ durante el período estudiado

ha pasado, segrin parece, de 33 a 37,52 años, enve¡ect'

miento medio de las esPosas que explicarla a lo sumo una

baja de 15 olo en la natalidad. Pues bien, de 186ó ar8áo las solicitudes de subsidio Por parto se elevaronde z176 ^ z47z por lo.ooo, y de ¡881 a I9o4 bajaroncontinuamente, hasta no pasar de I 165 Por lo.ooo asocia-

dos en este último año. Entre los Coraeones de Roble, mi-

llón y cuarto de personas que sólo se distinguen del

resto de la población por la práctica más regular del

ahorro, la nitaüdad ha bajado¡ pu€s, durante eI (rltimo

período 52 olo, descenso tres veces mayor que et obser'

iado en la población total de Inglaterra y Gales' En otrasociedad más pequeña, de 8zz5 socios, la proporción de

éstos gue ha solilitado el subsidio por parto ha bajado

56 o¡o en el período l88l-tgot.¿Degene¡a.ión física o suicidio de raza?, titúianse los

artlculás del Tímes, en que se exponen estos he'

chos. No es posible substraerse a la idea de que esta

baja de la natalidad responde, por lo menos en Parte, aprácticas gue, en forma atenuada, rePresentan lo- que

intre los salvajes el infanticidio sistemático, sobre todo de

las niñas mujáres, horrible costumbre que, suprimiendoviolentamente en algunas tribus hasta dos de cada tres

recién nacidas, ha cónt¡ibufdo a mantener el número de

individuos de ciertos pueblos primitivos y miserables den'

tro de los llmites que no se sentfan caPaces de Pa'

Fr. ¿ No es también doloroso y bárbaro el vano fun'cionamiento sin objeto, el desperdicio de energías humanasdenunciado por la actual baja de la nataliüd en algunos

. de sus atpjctos / Distráiganse en buena hora hombresy mujeres de las funciones meramente vegetativas, apli'cando su influjo nervioso a elevar su vida y la de losdemás; pero no se agoten en el vacfo, asediados po4

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preocupaciones sórdidas, gu€, por singuiar aberración,estrechan sobre todo la vida de los ricos.r

:ll*

En todas partes, en efecto, en un mismo país, enuna misma ciudad, quienes menos se multiplican son losque viven -qn- la a[S¡]ariiJi.-.'-"-*--" -

En Nipoles, de I83I a r8gz, el elegante barrio deSan Fernando dió una natalidad de 25,9 p'or mii de lapoblación, mientras que ella fué de 42,7 por mil enel barrio pobre de San Lorenzo. El siguiente cuadronumérico, presentadolen 1897 al Congreso Estadísticode San Petersburgo por Bertillon, evidencia el mismofenómeno para cuatro de las más grandes ciudades eu-roPeas:

NtryEAO ANIIA¡ DE NACña,-F'I{TOS pOB CA-DA wr.LA3 DEUIJJIIRF,S DE 15 Á io ¡-\oS, A\:

PAR'¡ LO.YDRIS BIITL¡¡Í

muJr pobrer.. I,ts l{, 15?

Dobres....... 96 1-10 ng¿comod¡rlos, i2 Wl \ ll{muy acomodado$....... d5 107 96

ricos. ....... 53 87 63

uray úcoe.... .. 3{ 63 11

v¡t.YA

B¿¡riu¡ s$16{155

153

t07¡t

.,1 Para Ia ciudad de Buenos Aires no hay estadísticacorregida de la natalidad, que relacione el número denacimientos con el de mujeres en eclad de concebir;sólo se conoce el número de nacimientos de la. ciudad yde cad¿ ina de sus circunscripciones. Relacionándolocon la población en el año del censo de r9o4, encontrarnosuna nat¿lid¿d muy diferente cn los barrios pobres y enlos ricos. Los once distritos que agruparnos como relati-vamente pobres al ocuparnos de la mortalidad, dieronese año 18.785 nacimientos sobre So3.¡rt habitantes, loque es una proporción de 37,33 por mil, mientras quelos nueve distritos relativamente ricos sobre 44r.63I ha-bitantes no dieron más que t3.877 nacimientos, esto es

3t,42 por mil. El contraste se acentúa si comparamosen particular 9i_er19s_ _distritgs, _toraándolos, para evitarer¡or, entre los que no tieoen dentro de sus llmitessalas hbspitalarias de partos. La circunscripción r5e (San

{1

Bernardo), una de las más pobres, da una natalidadde 42,o3 por mil, e[ barrio obrero de l¿ Boca, 38,ó8 por

mil; en cambio la circunscripción ¡3r, de gente acomo'dada, tuvo sólo :7,59 nacimientos por cada mil habi'tantes, no llegando tampoco la nataiid¿d sino a' 27,63por mil en el dist¡ito del Socorro, ya mencionado como

"l ..tttto de las más ricas residenciasLa clase rica se distingue en todas partes por su

¿ébil natalid¿d. Donde hay una gran inmigración obre-ra, la población inmigrada contrasta por su alta nata-lidad con la población nativa, en la cual hay más Personasde buena posición. Así en Boston, en el año t9oo, lanatalidad fué de r8,zo por mil ent¡e los nadvos, y de

31,o6 por mil entre los inmigrados; en r9ol, la nata-iidad fué de tó por mil entre los nativos y de 3t,o8ent¡e los inmigrados de Providence, capital del Estadonorteamericano de Rhode-Island, siendo en el Estadoentero t7,ot y 3o,96 para nativos e inmigrados resPec'tivamente.

El estadígrafo Bertillon ha calculado la nata.lidad en

los departamentos de Francia, relacionándoia con el mon'to de lo recolectado a titulo de impuestos mobiliarioy de puertas y ventanas. He aquí sus resultados:

furpoerto perribidoprlr cabezr

do ll poblocióu(c[ fr¡[col)

Nuci¡uientoslegltimos

por cudr 1U0nrujeres e¡s¿tl¡s

DEPARÍAJÍú.XTOS

23,Gt!1,1J,9l$,r xt1(t,{,{ilir,tl-{t6,;t¡1ir,9{l't,V1{,7313,:ll

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A medida que en este cuadro sube la cifra del im'

0,?ir ó l,1ll,'le É l.{lt,16 r I,l-){)1,ñ ó 1.?3¡/.il a 1,9Ét1,98.1 2,ü;2,8 r2,t2'J,.i2 É'l,s:l9,S-l *{,il

b',73

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puesto, baja en general la natalidad, gue se muestraasí inversamente proporcional a la riqueza. En el depar'tamento del Sena, donde está París y la comodidady el lujo llegan a su máKimum, el número de naci'

-mientos es ínfimo.

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f¡aaaoOaaoaooaoaooooa

t2

Explfquese entonces la pobreza de los trabajadorespor su excesiva reproducción I Tanto valdría decir quese multiplican demasiado porque no son ricos.

Los lugares habitados por gente rica son también losque dan, respecto de la población total, el más altoporcentaje de sirvientes domésticos¡ cuya forzadz este-rilidad contribuye no poco a la diminución del númerode nacimientos.

***

La relativa esterilidad de las clases altas depende enparte de que sus matrimonios son tardfos.

En Inglateüa se ha encontrado gue la edad media'decasamiento de diferentes clases sociales es como sigue:

goxBEEs uuJEEES

üi:reros. 24,06 afos 22,{ti a[orTojedores. 24,38 ' !3,{ÍiAltae prolesiones y rstrList¿d. , il,n , XJ,l2

He aquí, segrin Fircls, la edad media a que se casa-ron en Prusia los hombres de diferentes ocupacionesdurante los años 188¡-¡88ó:

berlineses Wedding y iVloabit, mientras que en la mag'nífica Friedrichstrasse sólo son fecundas 1j lio de iasuniones matrimoniales. Su morbilidad venérea indica quela débil procreación de ias clases altas es consecuenciade la corrupción y dei vicio, si bien puede dependeren pa¡te de la mayor cultura y'de más altas funciones,mentales. La prostittición florece allí donde los pudientesreducen su prole hast¿ el punto de no cubrir qiquierala merma de hombres debida. a la mortalidad, como si dela exuberancia de medios de vida resultara la degeneraciónfísica de la especie. J)a prostitució.o,.$Ér¡¡o..jApu"rtoa la belleza plebeya por ei poder del dinero para que

las mujeres de la c_la-s_e _al!a-¡r¡;.ed4r¡. c,o-llervar su cal-culada castidad, ie venga de éstas enviándoles por la víade sus maridos en retardo los-gérrnehes' dé"lá- esterilidad ¡y'd.e ia .muc¡fé. ;**

..-

Si las clases sociales mejor colocadas tienen en ma-yor proporción hombres iniefigentes y mujeres hermosas,

¿ no es su infecundidad una doble pérdida para ei por-venir de la especie ?

Hasta la selección ,.*oli-.s trastornada o imped.idapor la desigual distribución de ia riqueea. Para seducira las irembras despliegan los pájaros sus plumas debrillantes colores, y pasan por verdaderos certámenesde canto y de piruetas. Los que triunfan en esa luchapor el amor trasmiten a su proie los caracteres que loshan hecho vencedores, y asf se desarrolla el tipo debelleza de la especie. De este proceso de selccción sexualque no aniquila a los indivitJuos menos favorecidos.pero los excluye en mayor o menor grado de ia propa-gación, han rdsultado los caracteres sexuales secunda-rios del hombre y de la mujer, l¿ barba en aquéI,la redondez y delicadeza de formas en ésta.

E"i^ 11. g:.p"gi:, humana, la creciente individualización

se nanilie5tá."en. el-ame-r .5-e-¡uá1,"g:P,g9fftó; citié hace laqelección '9gxral*cde.'.v.ez más

-ii[ürosa, "inClináñdo a

ca-dá-intlividuo hacia una persona determinada del otrosexwn.'qüien eoneer*+rq*-más ^*o-'menos-' duradera .yexclusivamente, toda su afección; Ésta*forma superior delamor, idealizada por la poesía, sobreponiéndose al ordi-

F'mpleailos ptblicos.. .

' oclosiásüicos . ..EotelerosComercio y 6lcoAgricultores...I¡dustr¡a dol vestido.,tecÁ¡.icos y metalürgicos.. ;.........Obreroo l¿brüse.....}llnOfO!

s,132,5

32,0

30,0

29,6

29,0

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¡Áos

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Estudiando los l8.ooo matrimonios producidos en Co.penhagen en los años 1878-82, se ha encontrado que lostrabajadores se casaron en término medio a loe 28,8años de edad, y los altos empleados, los fabricantesy grandes comerciantes esperaron hasta los 33,9 añospara contraer m¿trimonio.

Y no siempre se llega sin taras a un matrimoniota¡dlo. Las enfermedades adqruiridas por los hombresdurante su prolongado celibato, contagiadas a sus es-posas, condenan a no poc¿s a una completa esterilidad;65 % de los matrimonios tienen hijos en los arrabales-

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,13*9*lrr4ptq EexUgl*.lolace más delicaclo en las con-üctgnes dc su satisfai'cjñ¡i$iif **ffiji (é,s,r'ñ,;-fecundo. r

- 'En el grado en que la especie lrumana ¡nocrera porla culrura su

-poder cle repróducción, y -"r."j^-;"1;"

o,e sr mlsma la lucha por la existencia y la selecciónnatural, haciendo posibie la vida aun para individ,uos.-oy j.pglfectos, mayor importancia adquiere ñ;ill"la selección sexual, cgmo_ proceso de .ooreri".lOn--'yrefinamiento del tipo de la especie.

,.ltto.si el faillqSqts*p.le*ilg*tt-g*bra con su esplén-orag*gtlllll.¡e y el ruiseñor la eniinta con stis sorieóF_ .

para trruntar en la selección sexual el hombre-culrrta",ho:3, en primer lugar, con un elemento .*trinr".o,i,el diner o. \ C ual q uje¡¡.*qu+ -sea" -el -. ori ge"_*d*¿- q;,ñ;la -.bolsa[' ésiá'-él actuarmente en ros países comercialesel - nias.-aprecied.o;. eori 1a .partid'üTÍiffif"&-qg.e._le*"g:*.9 aáorna a uno gue otrosexo, pues¿ así ggmo el.$e[dñ-dñ?fo Ticcr-f disoiu;o *uJoInátograr para Ia especie lindas doncellas, la rica fea esmás solicitada que la hermosa sin aot. o ;il i;;";¡¡erencra.

*.**

",j,:lljllT?l, pu.?,.condicionadS la accióq de rss p¡ip;crpros orológrcos en ta

,ésped¡t tru.qerrg*gptei" iqiiri{qgg.;_intencionales del hombré, qu*, qüeáécren¿o a Ias levesS.¡:r_11:: de la viaa, al mismo ,i.rrr0.'-f;a;'f,;rj:';:en biéri o en üal, les imprime un iello p"t;ii;' r '. !l_ Rreaominio de las funciones uegetatiuas toma enla Humanidad una forma superior, en relación con laaltura mental del hombre, y se manifiesta .r, i"n¿-menos sociaies de.. un orden propio, que no reflejansino mediata e inclirectamente ias ^leyes de la Uiofo!á.-,

.r.lt_.::-t por inferioridad étnica que se exringuene-t tuerte rroquéis y el noble araucano, mientra, sobrev"i,renIas pobtacrones indígenas de Nléjico y del perú? Si-*.*_g-piten libremente, el traúajadár ;hr"; li;r;";É*aT-61áñd- f-óbrieur?-sü t*aa¿=a.-'iri¡*ro,'il tr. "ri;aptos, ¿ es por superioridad biolósicatggr ;;' í

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En la complexidad de su desarrollo, las sociedadeshumanas se dividen en clases antagónicas, y ia luchadentro de la especie toma así una forma completamentepropia tle la Historia.

Crecen desmesu¡aclairlente en la evolución humana elcúmulo de cosas y costumbres que se transmiten de un¿a otra época, y los sentimientos e ideas ligados a esasprácticas. Y esos elementos, maceriales e ideales, re-cibidos por tradición pueden pesar sobre lo biológicoy generativo del hombre hasta aniquilarlo.

¿ No vemos en las socied¿des modernas la riqueza acom.pañarse de esterilidad ? ¿ No ha disminuído en la últirnaépoca la natalidad en los países donde más han subidolos salarios ?

Si la mortalidad baja más que el número de nacimien-tos. y la población no interrurhpe su crecimiento, siemprees el triunfo de la -dz, y un t¡iunfo más inteligente.

Pero en Francia la población ya no se mantiene sinogracias a la inmigración, y pronto puede suceder lomismo en otros pueblos factores del progreso.

En otras épocas históricas, civilizaciones decadentes h¿ndejado disminuir ia población hasta el punto de preparareI camino a la dominación de los pueblos bárbarosde rn:!yor energía vital, que las subyugaron.

Los gooo espartanos de los legendarios tiempos deLicurgo se habían reduciclo a Igco en tiempo de Aris-tóteles y de la conquista macedónica. Algunos siglosmás tarCe, cuanclo toclos los países helénicos estabanya bajo la dominación romana, Grecia entera, segúnPlutarco, no podía suministrar 3ooo hoplitas, soldadosa pie, tantos como !a sola ciudad de Nfegara mandóa Platea a pelear con ios persas.

Próximo a su derrumbe, el Imperio Romano se habfadespoblado por la ruina de los campesinos y agricul-tores r libres, substituídos por esclavos en los inmensoslatifundios que concentraban en pocas manos la pro-piedad del suelo. No' pudo entonces resistir el embatede los pueblos germanos, que procreaban libremente ypasaban por una rigurosa selección natural.

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P9.gg1n su predg*ll_io_.s-i- p,e"rsist.9$ -e¡¡ .su tendencia d.e-

Tggr--ficg*fqg-tl - Las gran d es a glo m eracio n es asiát i cas,úna vez asimilados por elias loJ printipales elementos

de l¿ técnica europeo-americana, cieibordirán de sus do-mtnlos actuales y llenar:í.n los vacíos que encuentren enel mundo, si conserva4 su poderosa natalidad. Tantopeor para las sociedades impotentes, sin fuerzas parapoblar La tierra que les brind¿ Ia viáa en ricos filo.'nes.

¿ No es concebible mayor ¿rmonía entre ras fuerzast¡adicionales y las fu-erzas generadvas que se ransmitende una a otra edad ?

¿ será siempre necesaria la destrucción intencionar deseres humanos para el triunfo eterno d,e la vida ?No. ¡

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Concebimos que lasu fuerza expansiva,más perfecto.

La riqueza nociencia con que

vida humana, sin perder nada desea objeto de un cultivo cada vez

es aniquiladora de vida sino por la incon-la acumulamos y manejamós.

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LA TECNICA

f,¿ acción conscieuto ó i¡te¡cio¡al ilel homb¡e sobre el rneriio. -1,¿ lonu¡ ytrls dimeusiotes rle mr primeros i¡strume¡tos do tnbojo clependen del4s de su propio cü6rpo. - L¿ tócnic! destmctiv¿ p!.tr! d.nr poblaciónesccso elige o!. tarritorio i.Dnenso. - De ohl l¿ neeesid¡d de la clc, elcnltivo y, on genenl, do l¡ técnic¿ prodqctivs. - La inteligeacil so

sum^ A lo ffsico-biológico para fonnar lo técnico. - L¡ técnica es l¡Efnteris ds l¿ .u¡¡teri¡' y el .espiritn'.-Y sl fund¡mento propio de!¡ Eistori¿. - L¡ evolución do los moüos do tr¿b¿jo. - Lss udrlni'13.-El motor do vapor.- EI crecimiento de Lts cindades. - Ls téc¡-ico d6t

' ür¡sport¿ as l¿ mfu propnlq¿6.-La producliri<lsd del Fabojo humono.-Progresos de !¿ tác¡ico egricolo. - DiJerencios 6Bt¡s ells y !¡ lécnic¿itdusei¿L - Límítes do lo productivitlod del trabajo. -. El porsuj¡ téc-

-¡ico.-L¡ elect¡icidcd.-.Los noovos probleüas d6 la téeaic¡.-L¡itvencióq es colectir¡. - L¡ irtrportÁnciú reol de un i¡ve¡to es relctiva¿ l¿s co[diciotres dc l¡ produceión. - Sistem¿tizrciól üel pro8¡sso téc-nico. - Aceler¡ción del movimiento histórico. ! Crecielto instobllidodrle Io aptiüutl técnicr espociel del babojoilor. - L¡ compensación odn-c¡tivs necssari¿.-A r¡edid¡ que l,o técuica s6 d.iyid6 y especiaüza, elmD¡do tgclico vnelve á colluldirso poro el inüriduo con el meüioücico-biotógico. - E¡ su conj&Eto, l¡ técnico yo no os osequibla para

ol i¡dividuo si-tro bsjo l¡ fo¡m¡ do principios obst¡¡ctos.

¿ Cómo se subordina la Historia a La biología y al mis-mo tiem¡lo se separa de ésta ?'

;Movido_-pot_ sus_"-. ggg.gSidajes"..els!0qn"!eles, el hombre-r"'#--.u-.qs'.

+reaECiona intencionalmenle- Fobre-el'arnbiente físico'bio'lógico, y le superpone el Jq..undg_tÉSfrl*;sSo-nómico cone! c-ti;rl comienza propiam.e-nte- la H.istoria.

*" No es esto la oposición del hombre a la naturaleza,sino el desar¡ollo del hombre en la naturaleza. Sin dejarde obedecer como las cosap a las leyes físicas, sin perderel fondo biotógico de nuestras relaciones con los demásseres vivos y dentro de nuestra misma esPecie, cons-truímos un mundo aparte, al cual incorporamos inteli-gentemente losl elemátos d,el medio flsiio y los seresvivos, La Historia empieza cuándo y dónde sobre eimundo flsico-biológico, en que entran también los hom-

-!gl, se desarrolla el mundo técnico-económico, en queentran también las cosas. Y ese desarrollo es continuo:cada dfa el poliedro de la Historia adquiere facetas nue-

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LA DEMOCRACIA OBRERA

L¡ coenjiór¡ por ol gobierno pesu tloblemuotu *ot,.a ol prolet¿ri8do ai comen-z¡r l¡ uodorn¡ lnch¡ de cl¡ser. - Principior violentos de lalacciónpollticD obroro. - Se inicis la legislación pro¿ector¡ tlel trabojo. - Etsuhogio Eniversal en sns prirneros pasos. - L¡ crltic¡ neg¡tivtr de lsacciétr leg:sl y b sisteultizació! d6 l¡ violenciu. - Ll lruelg',r general.

- 8¡zón tle ser del sufrrg-io proletario. - El ojercicio dsl voto. - Lospartitloe obroros. - Sn orgun¡'ación y su' tloctri.u¿, - Su8 fuciotres.

- L¡s libertsdes de dess¡rollo del ptrobio F¿b¡jsdor. - Lrs loyesrostrictivas d6 lo erplotoción erpitalisto. - L:l supresión de hr carg-rsqae ol EsüEdo ech¿ sol'¡e el prolelario. - El ostubleciurionto y lo crl-mililtrocióu de los senicios pú.bücos. - L¡ educ¡ciótr común. -Fuentss do recnnos panr lrs ¡nod€rlas f¡ncionee del Est¿do. - Elsuelo <lobe sor desde yr ol graa londo de lu propiedatl colectiva. -Carócter goneral do lu ¡uev¡ poütica: l¡ coerción prra la libertad.

Desde que entra en lucha por su elevación colectiva,el proletariado sufre doblemente de la coerción que sobreél ejerce l¿ clase propiet¿ria gohrrutnte.

Para todos sus movimientos son indispensables aI pue-blo obrero las libertades elem€ntales de reunión, de aso-ciación, de prensa, libertades coartadas por los gobiernosburgueses cuando ei proletariado comienza a haccr uscr

de ellas en la moderna lucha de clases.H¿sta t8z4 toda inteligencia entre los .obreros dc un

gremio fué perseguida en Inglaterra como un delito.Considerábanse en vigor los viejos edictos anti-obreros,agravados en 1799 por una nr-l€va ley, la cu;rl condenabaa tres meses de prisión y trabajos forzados a todo jorna-lero que entrara en combinación con otros para (obten€raumento de salario, limitar o alt€rar las horas de trabajo.disminuir la cantidad de trabajo, o que, por medio dedinero o de la persuasión o de la intimidación, trate d€impedir a un jornalero ,desocupado, o a otra p€rsonanecesitada de empleo, cohchavarse con algún fabricanteo comerciante; o que con propósito contrario a las provi-.siones de la ley, directa o indirectamente, persuada, soli-cite o intimide a algún obrero conchavado, o que estépor serlo, para Que abandone su trabajo, o 'que intente

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impedir a algún patrón conchavar al obrero que Ie pa-rezca bien, o que, estando conchavado, se rehuse a tra-bajar con algún otro jornalero). Penalidades semejantcsalcanzaban a los que asistían a reuniones para tratarde esos convenios declarados ilegales, o cont¡ibuían condinero a los gastos de la reunión o a cste iin io colec-taran de otras personas, o indujeran de cualquier modo aotros a asistir a reunion€s de esa clase. Nadie podíatampoco contribuir al sostenimiento de p€rsonas que hu-bieran abandonado el trabajo; toda suma recogida aeste fin era confiscada, la mitad para el rey, la otra mitaclpara el denunciante.

No podían, pues, organizarse los gremios obreros sinocomo sociedades secretas, y los raros conflictos indus-.triales de la época fueron violentas expiosiones de revueltarobrera contra condiciones que se hacían intolerables. Abo-lida la ley, subsistió su espíritu, y por largos años losjueces declararon punibles los actos de grernialismo pro-letario, c¡iterio que ha dominado por más tiempo aún enel continente europeo y en América. Todavía los gobier.nos latino-americanos, protectores y aliados de los sindic¿-tos y monopolios capitalistas, sofocan violentamente l¿sreivindicaciones obreras que les molestan; en Buenos Airesse expulsa a los organizadores y se cierran ar-bitrariamentetos lócales obrerosl en Iquique se emetrallu i uo pacíficomitin de huelguistas; en Méjico han sido lusilados ochoorganizadores de la huelga minera de Cananea, y lade los obreros en algodón (rq"6) fué también reprimidacon todo el rigoi necesario para haeerlos volver al tra,bajo en las antiguas condiciones.

Aun legalmente autorizada, la unión obrera gremialestá siempre expuesta a las asechanz¿s de la ley, mientrasla aplicación de ésta queda exclusivamente en manos delos privilegiados. Un fallo de la Cámara de los Lores, enla demanda del ferrocarril Taff-Vale contra el gremioobrero de fer¡ocarrileros, ha venido en lgor a declara¡ilegal la vigilancia pacffica de los locales de trabajopor los obreros en huelga, y a arrebatar sus fondos algremio obrero, so color de una indemnización por dañosy perjuicios a la €mpresa. lMás recientemente la suprema -corte de justicia de los Estados Unidos ha conden¿do

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al sindicato de obreros sombrererqs a pagar .¡¡¿ i¡dg'"ni-

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zaciót y las costas judiciales a una firma que, Por causa

de una huelga, no había podido recibir ia provisión de

sombreros que había contratado.Élasta la cooperación libre choca con los gobiernos

retrógrados, gue se alarman de la acción económica del

puebl,o trabajádor. Para complacer a los tenderos Per-judicados por las cooperarivas de consumo' se ha esta''blecido

en Prusia, Sajónia y otros países alem¿nes un im'puesto sobre las ventas, que llega en algunas partes

a! z, olo, y se quisiera elevar z i olo. Todavía en I9o9

numerosas sociedades de comerciantes por menor se han

dirigido al parlamento alemiín y al prusiano pidiendo que

se Condene a las cooperativas de consumo a un impuestoprogresivo sobre sus ventas, que aumente en proporciónir".i"ttt. con el giro y el número de sucursales de cada

sociedad. Se pretende también prohibir a los empleados

del Estado el ingreso a las cooperativas' t

En todo sentiáo, la coerción directa por el gobierno

agrava la coerción indirecta por las leyes burguesas de

ProPiedad' * ,r *

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::¡*]., ¡

A los grados estremos de

cle Ia clasE-d1Tfl-de-ro-ür-fcncon-*egrsnlv-4-¿ o:*q"'Ut eltás Y aténtFdos

su@ -en¡brien¿r*r cÚnciencia-"Fl í'

ii. t-.f-amt *. t c air srao-n-et'-pu-ebfo-iñgféfFl h-.-*"-tTf" del pan condujo a tumultos y al tiro disparado

contra Jorge IV en t8r7, mucho antes de que- pudiera

traclucirie én la abolición de los ¿ltos derechos de impor'

tación a los granos, impuestos Para asegurar altas rentas

a los terratenientes. Aqueila claie obrera tenfa, sin emhar'

go, relativa libertad de reunión y de prensa' Ptt9," t811

óúitt"t-o Cobbett, que agitaba a los trabajadores de

ingi"r"ttt contra los ^maloJ impuestos y lor fa refgr¡na

del derecho electoral, lanzó el Twopenny Tract' periódico

d,e 4 centavos' para contrarrestar los efectos de la clau'

sura de las tabernas donde se leía su <Registro Político

Semanab, cuyo precio de z6 centavos oro, como el de

áe los oúot p"tiOdicos de la época, 1a ponfe fuera del

|a opresión, eláo con la ¡qr

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alcance de cada obrero; y fué tan grande el éxito de sunuevo periódico a bajo precio que desde su primer nú-mero debió tirar 6o.ooo ejemplares, quedando práctica-mente anulada Ia medida retrógrada del gobierno. Cun-dió entonces con más fuerza la agitación reformista entreel pueblo trabajador, para resistir a la. cual estrecharonsus filas las clases privilegiadas. En l8r9 un colosal

reacclonarlas

ciliosun de estampilla y desterrar a las

Peglnte

sinar a Lord Castlereagh, que presidía el gobierno res-ponsable de aquella infame política, la represión del mo-vimiento popular se hizo aún más furiosa: por dos añosquedó suspendida la antigua ley de habeas clrpus, que ga-rantieaba la libertad individual, e, implacablemente p€rse-guidos, los organizadores del partido reformista fueronobligados a emigrar. Cesó entonces toda manifestac'iónde conciencia política del pueblo. l-a abolición de la leyque prohibía la coalición gremial proletaria no resultó deninguna agitación obrera, sino de las gestiones inteligen-tes y t€naces del patrón sastre Francisco Place,.que habíaintervenido antes, como obrero pantalonero, en movi-mientos del suyo propio y de otros gremios. Convencidode la injusticia y de la inconveniencia de aquella ley, reco-gió pacientem€nte datos para basar su abrogación, y supointeresar por su causa a algunos influyentes miembrosdel Parlarnento. :

En julio de r83o el pueblo obrero peleó con ardoren las calles de París, pero aquella fué una revoluciónburguesa que poco o nada le aprovechó. La <coaliciónde obreros para abandonar juntos el trabajo> fué siemprecastigad¿ como un delito. El derecho de sufragio apenasse extendió; la suma de impuesto exigida para ser electorsólo se rebajó de 3oo a 2oo francos, y de looo a 5oo

abalierel Dunto

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en Duscato rmpuesto

francos la de los elegibles. Si bien el núrnero de étéc-

brecho de sufragio Para todos

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tores s€ elevó así de 9o.ooo a cerca de zoo.ooo, I, porla creciente acumulación de capital, llegó en t847 a serdc z,1r.oco, el gobierno continuó exclusivamente en manosde los privilegiados. Solicitado con instancia a extenderel derecho de sufragio a nuevas categorías de ciudadanos,

. respondió el ministro Guizot: <<Enriqueceos y seréis elec'

".-T:*ilinfluencia de la revolución que en ISio cambióel gobierno de Francia, renació del otro lado del canalde la Nlancha el clamor por la reforma electoral, y fuéparcialmente satisfecho por la ley de 1832, que elevóen la Gran Bretaña e Irland¿ eI número de electores de

los Comunes de 5oo.ooo a [email protected], dió representaciónparlarnentaria a las nuevas ciudades industriales, y abolióusos y'privilegios arcaicos qu€ entregaban el gobiernodel país a una oligarquía. La clase obrera quedó aúnexcluída del voto y de la repr€sentación, y su agitaciónpolítica se exacerbó después de esa reforma en que las

¡abajadores hablan sido desechadas.riódico obrero aparecido en

r83r, no-Ei?iffi-sus tiros contra el rey, la nobleza

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terrateni€nte y el clero solamente, sino también contrala clase capitalista. Como se reprochara á Cobbet que

para él <sólo much a cetveza y mucho tocino eran señales

de un buen estado político>, él contestó: <Agrégueseá eso pan, buenas ropas, camisas para las mujeres, botines,medias y sombreros, ventanas con vidrios en las h¿bi-

taciones, ca¡nas y frazadas, un¿ letrina - en cada. casa,

agréguese todo eso, y tendr:ín tazón. Esas s9n Parl*i tnt señalcs de un buen estado polftico. Y desde el

fondo de rni alma detesto a los liberales, cryc Pra-grama me habla de bienes espirituales, mientras que

lamentables esqueletos sucumben bajo su dominio de 'hambre y miseriar. . En 1837 fundóse en londres una

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dacl de los ciudadanos sin renta. La agitación tomó gran-des proporciones; hubo magnas asambleas populares, yal pie de una petición en favor de la Carta reuniéronseI.250.ooo firmas. Por varios años el Partido Cartista,designado por algunos de sus propios elementos (p¿rtidode la fuerza físicu, mantuvo en jaque al gobierno. Peroena¡decido en su empeño de' alcanzar el sufragio uni-versal, probó que aún no sabía hacer uso de é1, mos-trándose hostil a una reforma fundamental para el pue-blo inglés en aquellos mom€ntos, la libre importacióndel trigo, que triunfó en r84ó a p€sar del Panido Car-tista. Aquella primera tentativa de conquista del poderpolftico por el proletariado rnoderno perdió entonces enla opinión del mismo pueblo trabajador, y terminó sinhaber cumplido ni parcialmente sus fines.

No gozaba el pueblo francés de tantas libertades paraasociarse y manifestar su p€nsamiento. Sus mismos mo-vimientos gremiales tomaban desde luego la forma derevuelta. Acosados por el hambre, los obreros en sedade Lyon se alzaron en 183 l, y tuvieron en sus rnanos pordiá días el gobierno de la ciudad. Se jactaban de nomezclarse en la política, y de asociarse con simples finesde mutualismo. Pero pronto, perseguida por el gobiernosu asociación, se coaligaron con ia pequeñc burguesfarepublicana, para bregar por los derechos pollticos elc-mentales. La nueva insurrección de Lyon, en t834, mo-tivada por la prisión de algunos obreros en huelga, seextendió a París, p€ro, como la anterior, fracasó, ahoga-da en sangre. Desde r835, las sociedades revolucionariassecretas, encabeza'd.rs por Blanqui, miran la repúblicacomo el medio de abolir los privilegios de los banqueros,proveedores y grandes terratenientes. Después de un aten-tado contra el rey, nuevas leyes amordazaron la prensa-La revuelta de 1839 no fué más feliz que las anteriore's.lVfediante la corrupción del limitado cu€rpo electoral, yde Ios diputados así elegidos, sostrivos€ hasta r848 elgobierno de Luis Felipe.

Entretanto la crltica de Sismondi, Saint Simon, Fouriery de los tipógrafos Proud'hon y Leroux, había eviden-ciádo los vicios y deficiencias de la sociedad burguesa.La palabra <socialismo> se habfa hecho corriente, aunen los salones, a tal punto que, para caracteriza¡ como

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documento popular su gran escrito de 1847, ,ilIarx y En-gels lo titularon ,llanifiesto del Partido Comunista. Fra_casados los ensayos utópicos y sectarios de reorgani-zación social, las nueyas ide¿s querían traducirse- eninmediatas medidas de gobierno. Y la revolución de1848, en que el pueblo obrero iz6 la bandera roja sobrelas barricadas de París, dió el gobierno provisorio cieFrancia a Luis Blanc, que reivindicaba para ios_ prole-tarios el derecho al trabajo, y a Ledru-Rollin, qúe, alser elegido diputado por el sufragio restringido en r84r,había dicho á sus electores: <Hoy el pueblo es un re-baño guiado por algunos privilegiados como vosotros,como yo, señores, llamados electores; y por otros privi-legiados a quienes se saluda con el título de d,iputados>.Como sfmbolo de las nuevas tendencias, formó partetambién de aquel gobierno un obrero mecánico.

**{.A principios det siglo l9 los horrores de la explotación

capitalista se impusieron en Inglaterra a Ia atencióo ¡ri,-blica. Encerrados en las fábricas desde los 5 años,'iosniños proletarios eran obligados a jornadas de rz a t6horas, de día o de noche, á golpes, si no bastaban losotros estímulos. Generacion€s ent€ras eran segadas enflor por la avidez de trabajo barato que dominaba alos empresa¡ios de la industria. Y de aqueilas tiernasvíctimas del capitalismo desenfrenado, las que no su-cumbían, conservaban para siempre el seilo de la dege-neración que lés pusieran las fatigas continuas, el aircmefftico, el mal vestido y la peor alimentación. Senti-mientos elementales de humanidad J¿iciniera la ley para poner coto a tañ.€Slqntosa esclavitY en I8oz, la coerción gubernamental se dirigi3$r pri-

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m€ra vez a e.xigir condiciones de trabajo menos bárbaras;una ley limitó á rz horas la jornada de los aprendices,es decir, de los niños, prohibió también su trabajo noctur-no, y ordenó que las fábricas fueran ventiladas y se blan-quearan dos veces al añ.o, y que los niños recibieran untraje .nuevo cada año, y dispusieran por lo menos cad¿unó de rnedia cama. Se había vistó a un patrón nodisponer sino 'de dos lechos para sus t6 aprendices I

La vigilancia del cumplimiento-de esta léy se encomendó

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a los jueces de paz, unoclérigo; y no parece que

tle los cuales debía ser unfuera estrictamente cumplida.

de la modernaon su vasta y

Owen pudodespués informar que el acortamientq de una jornadaexcesiva, mejorando el estado mental y físico de lostrabajadores, disminuí¿ el cosro de producción, argu-mento que hizo irresistible la tendencia a moderar algola explotación de la niñez. La ley de ¡8r9 dió un pasoadelante, prohibiendo en la industria algodonera el em-pleo de niños de menos de g años, y más de ¡z horasdiarias de trabajo para los menores de t6. Por largosaños, a pesar de la ley, los patrones extraj€ron de losniños más trabajo, haciéndoles limpiar las máquinas ala hora de las comidas. Una serie de enmiendas hicieronmás completas las prescripciones de la ley, y trataronde darles un cumplimiento más exacto, hasta que enr833 dióse g4ndo [a inspección de fá-

nclonarlos

estableció gue en el primer año de dictada la ley ningúnniño de menos de r r años, en el segudo ningunomenor de rz, y desde el tercero ninguno menor de 13podría ser empleado más de 48 horas por semana, o de

9 en un día, debiendo darse hora y media pa¡a corrr€r, yprohibiéndose la perrnanencia de los niños en los talleresfuera de las horas legales de trabajo.

Iba aclarándose entretanto la conciencia 'de los tr¿-bajadores en lo que a la protección legal se refiere. Yaen r 8 ¡ 8 los hiladores de algodón de lllfanchester .habíanpedido al Parlamento la limitación de la jornada a ro tfzhoras, o 9 de trabajo efectivo, para los trabajadores todos.Y esta tendencia a reducir las horas de trabajo de losvarones adultos por medio de la ley se rfiantuvo, disi-mulándose tras nuevas demandas en defensa de las mu-jeres y los niños. Dos nuevas nociones empezaban, en

yll vlnculac¡onesqe_lnteres o oe veclnclac con los empresanos. f\I mlsmotiempo se extendié@ la industriatextil, se prohibió para todo menor de ¡8 años más'der e horas de trabajo por día o de ó9 por senrana, y se

efecto, a abrirse camino: que la limitacidn de lá ioinlda clasesel círculo de los políticos dentro

de los niños implica en gran parte la del trabajo de

los adultos, desde que aquéllos desempcñan tareas acceio'rias, pero indispenpables, que, por lo regular, deben sersimultáneas con las de éstos; y comPrendióse tambiénla convenienci Dncas a

rato nolas mexcl el de losse agl

lnspechizo extensiva la acción de las leyes ya dictadas a otrasramas de la industria, y, en 1842, previo un informe quereveló el brutal e indecente trabajo de niños, ¡nuchachasy mujeres en las minas y hulleras, fué prohibido su em-pleo en éstas.

Vigorosamente apoyado por las uniones gremiales obre-ras de la industria textil, el movimiento Por la jornadalegal de diez horas para las mujeres triunfó por fin' en

t847. Tampoco esta gran reforma práctica apasionó alPartido Cartista, que sólo la miró con tibieza, por ha-

berl¿r iniciado y sostenerla en el Parlamento un lor,el conde de Shaftesbury.

Ya entonces había comenzado también en Francia la'legislación del trabajo con la ley de t84t sobre- el trabajoclJ los niños, de prescripciones tan adelanta'das en laletra como mal cumplidas. El gobierno revolucionario de

febrero de 1848 tomó la medida más radical dictadahasta entonces sobre la jornada de trabajo, iimitándolaa Io horas en Pa¡ís y I t en lo demás de Francia para

compren ;ffine3 adultos ,

porque,-decía el decreto,-<run trabajo manual demasiaclo

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prolóngado no sólo arruina la saluC Ce! trabaj:dcr, sincqrr" t"tttUien le impide cultivar zu inteligencia y rebajati aigriaaa del hombre>. Para satisfacer el derecho de

los ciudadanos .al trabajo, el gobierno provisorio em-

pleó á muchos miles de desocupados en obras de cami'not y terraplenamiento; es lo que hablando de aquellaépocá se dásigna con el nombre de <talleres nacionales>.

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'De esa

en lo ñsi

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)4grat¡nó-f carso es-empeñarlo Dersonas sin más . recursos oue el oroductoempeñarlo personas sin más . recursos que el producto:- -

-f&__s_lla-o¿I.]o.Desde rSor el Estado de rilIaryland había proclamado

el voto general de los hombres, y, seguido su ejemplo.porlos otros Estados norteamericanos, excepto por los delsud, prosperaban bajo ese régimen de virtual igualdadpolítica, para el que estaban preparados por los senti-mientos y $s costumbres de la población colonial. Laeducación común de los ciudadanos, ñüy cuidad¿ desdeel principio, permitía á la generalidad abordar las cues-

jas aún en aquel país dondecampeslnos

l¿ condición de asalan en ella.

l¿ revolución de 1848, dando directa participación a laclase trabajadora en la formación del gobierno, la masadel pueblo f¡ancés no tenía aún ia conciencia \istórica nilos hábitos deliberativos necesarios para una acción po-lftica regular y eficiente. Elevado repentinamentc el cuerpoelectoral de 2(o.ooo a casi Io millones de miembros,votaron en la primera elección 83 o[o de los electoresinscritos. El resultado fué una asamblea que se encargóde reducir las consecuencias de la revolución a la escalaburguesa. .Obstaculizados por los ingenieros del Estado,que no dieron planes de;ure*os+alaie1púbiicos olos dieron imposibles, los(4leres negi-qnales hcionabanEd, p.ro u."n el único ffimiles dehombres, en aquella época de crisis, desocupación y mi-seria. Fueron, sin embargo, el inmediato blanco de apa-

lló entonces I , reprimida en las

cuatro sangrienffiiri--dFElunio por la glardia na-

cional de los barrios burgueses y troPas m€rcenarlas.La reacción siguió su curso. lJna ley de septiembre de

r 84Íi reemplazó al clecreto de febrero del mismo año

sobre la jórnacla de trabajo, alargando a Iz horas lajornada legal y limitañdo su reglamentación a los talleresy fábricas, sin establecc autoridad alguna encargada de

vigilar su observanci¿. Por largos años la nueva ley fué,pues, Ietra muerta, como Io había sido hasta entoncesta de r84l sobre el trabajo de ios niños. Así también porlargos años iba'á ser letra muerta el derecho eiectorai de

la clase obrera, cercenado primero Por una ley que exi-

gió para ser elector tres años de domicilio, e impedidodespués en su ejercicio por el segundo Bonaparte. Co-

menzó éste, para hacerse simpático al pueblo, aboliendola tey de t8io, que despojaba del voto á unos tres millo'nes de electores, p€ro persiguió tan ignominiosamentea la prensa, prohibió con tal rigor la asociación y lareunión de los ciudad¿nos, aun Para examinar ias candid¿-

ffióT86'6"i sido los esfuerzos de los gobiernos ale'

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blig4soeiat-que*le dió en el primer ruontento el proleta-riad.o de París en ar¡nas. Y en ias eleccion-dB-ZdTéfre-S

daño- de zt años de edad y S'eis meses de domicilio. ,;-.--fué llamaZo- s€r

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manes para aniquilar el movimi'ento suscitado entre los

".t.r"nó. y obreros por el rápido desar¡ollo de la industria

capitalista desde qué se estableció el Zollverein- En 1844

hu-bo levantamienios entré los tejedores de Silesia. La re'

autÉnomos_(formaban la masa del pueblo,v9 ilrb-anas en Torm¿ción no se apartaban aúnni se fi to d,e entrar en contlrcto.

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'-Áñtis-s ya-E-ste horrendo episodio de la moderna

lucha dc clascs, l4s seve¡as lecciones de los hechos ylr crecipnte rsritac ief'la creciente aeitación habían evidenciado a los gÓbler'

d

versal. dando una boleta a los sufren, üita-elhabía dic

sionados ataques de la Asamblea Constituyente reciénelegida, que se propuso suprimirlos sin tardanE]lEffa.

Page 34: Justo_Teorí¡a y práctica de la historia - seleccion

volución de r848 en Francia había repercutido en Viena.aboliendo en Austria los derechos feud..les, y dand.o porun momento al país una constirución liberal. En Aie-manta, cuya evolución histórica estaba más adelantada,el movimiento propagado de Franci¿ fué de mayor rrascen-clencta. El 18 de ilfarzo hubo en BerlÍn barricadas, to-cando a los productores asalari¿dos lo m:is recio dela-refriega. Reunióse un congreso obrero -que d.eliberósobrc el derecho al trabajo, la limitación

-y regulación

legal. de la jornada, la ayuda del Estado ; las- asocia-ciones obreras, la reforma de los impuestos y de la ense-señanza, Ia creación de un ministerio del trabajo. Enel parlamento de Francfort, elegido por el sufragio uni.verszl pala hacer ia unid¿d de Alemania y daile unaconstitución, no estuvo representada sino ináirectamentela clase obrera. Los elemenros más capaces de éstaveían en la libertad burguesa un paso pievio, indispen-sable para Ia ulterior lucha dei prolátariaáo porcu .Árrr-cipación, y, no considerando j érte run úastante des-arrolladb pa¡a batallar por sí solo, secundaban con inte-ligencia y valor a las fracciones miís progresistas de laburguesÍa. Se tr¿taba de conseguir tas jibertad,es elemen-tales, ant€ todo el derecho óbrero de coalición- Lasconquistas polfticas de r848 fueron también en Alemaiiaen g¡an parte ilusorias. Todavfa el parlamento de prusiaes elegido como se estableció entonces, por el sufragiouniversal indirecto, dividida la población de cada .ori.u.na en tres clases electorales, cada una de las cualescorresponde al tercio de los impuestos directos, y eligeigual número de electorcs, sistema que no ha permitiáohasta ahora a la clase trabajadora-ni una *íoioro ,.-presentación. !a prensa, completamente libre por unmomento, quedó bajo una ley que i¡npuso a cada diariouna caución en dinero, un impuesto de sello, y mhltiplesrestricciones policiales y p.oaier. El derecho'de asocia-ción y de reunión q.r.dó muy sujeto a la intromisión dela policía, y prohibida la vinculatión entre sf de las so-ciedades polfticas. Las sociedades obreras tomaron enton-ces la forma de círculos de estudios. En rg63 fundóse enLeizipg, bajo la inspiración de Lassalle, li lig, obrerapro derecho d€ voto general, directo e igual, ülea qu.,

"pesar de las trabas a Ia asociación política, pront; adiuiiiO

{07

el desarrollo te un verdadero partido. Lin año despuis,al grito de <¡ Proletarios de todos los paises, uníos !>, larr-zado en 1847, respondía la fundación en Londres de IaAsociación Internacional de Trabajadores, cuyo espíritudirector fué Carlos }Iarx. Y en t867, aI organizarse leConfederación de la Alemania'del Norte, bajo el gobier'no de Bismarclc, establecióse, como un medio de consoli-darla, el derecho de sufragio directo, secreto e igual paratodos los alemanes de m:ís de z5 años en las eleccionesal parlamento del Imperio.. Ese mismo año apareció el primer tomo de <EI Capi-tal> de Nlarx, crftica de la e.xplotación capitalista y delas doctrinas burguesas bas.rü en el estudio del mundoinglés, y se produjeron otros dos sucesos considerables:el establecimiento por las trade unions británicas de un<comité parlamentarior>, <para vigilar todas las medidaslegislativas que afectaran directamente la cuestión deltrabajo, e iniciar la acción legislativa que determinanlos congresos obreros gremiales>; y la gxtensión deldereqho de sufragio en el Reino Unido a los artesanosde las ciudades, con lo que el número de los electoresse elevó a 2.7g2.aoo, para ser ampliado nuevam'ente en

r884 hasta los obreros y mineros, y llegar entonccs a

5 millones.

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Page 35: Justo_Teorí¡a y práctica de la historia - seleccion

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Q., efica@nica. B-slnihilismo polític\ene¡Á tl>etz./ por mncroñ erffiL,o) {'tt"'x '\th-s.obre todo en España y en la América latina, cuyas clases

r gobernantes han otorgado graciosamente el derecho de

La renuncia a toda participación en el ejercicio del.gobi

sufragio a un pueblo que en gran parte nunca lo ha( | pedido, ni es capaz de ejercerlo. Antes de enseña¡le a leer,

, I le han dado el voto, copiando servilmente en el nombreinstituciones extranj€ras, p€ro sin renunciar en lo mínimo

tt' i a su absoluto predominio tradicional, gue mantienen port I todos los medios. La política que resulta dc esa falt¿ de

sinceridad y de inteiigencia es la más apropiada paratt

I hacer escépticos : Ias elecciones son una torPe parodia;t I las leyes,lejos de erpr€sar la voluntad popular libremente

( I ma¡ifestaü,_son la.expresión clandestina. e improvisadadel' interés, ia mentira o la fantasía de la clase gober-( | nante, ni tienen más influencia efectiva que la que quie-

, I ren darles los burócratas encargados de ejecutarlas-Js-pues, un prirner grado @ ese salu-

' I tleblc ec.entlcrsmo Dor la lev v IOS SODternOS OUe Se

t I dera de rnuchos trabaiador*; es un profiláctico contralñorrupciórr y la sugestión declamatoria de que serían

t I --- -E - - / - - I

*' J- víctim¿s si pretendieran ejercer una acción histórica pa.ra( V la cual no están preparados, y en lo Que no harían sino

( servir de pasto a las ambiciones y rencillas de la clasegobernante.

industrial, y no 1x.,día en rigor ser atribuída a la luchade clase que predicaban los más ardientes apóstoles de

autoridad carece de

n la cl@na asPtración mÍstlca Y a¡ iuta-ilI

obrs*es aTñTátofi# sagrado principio, una inritil y odiosai@únmente admiran, sin embargo, la

7'{euuelta y el atentad\ fórma es i:

¿cLwcrk

F)r su

los da cualquiera.

certidumbre ecuanimidad

eltrabajadora puede asimismo propulsar ocasionalmente laevolución social, sacando de su ignorancia o de su mo-clorra a gobi'ernos recalcitrantes o rutinarios. Para fundarsu Proyecto cle leyes sobre el trabajo, cl ministro argen-tino J. V. Gonzáiez no tuvo argumento mÍrs fuerte quc<los movimientos obreros de t9o:, que dicron lugar al'esta-blecimiento del estado de sitio para restablecer el ordenalterado y la libre circulación del comercio nacional ycxtranjero). El c¡imen de Bresci contribuyó a abreviarrrn mal momento cle la evolución polírica de ltalia; elque dió fin a la vida del presidente norteamericano Nfac-kinley, en mom€ntos en que éste concedía a todo elrnundo su augusto apretón de manos, patentizó lo falso dela democracia que se exhibía en lr absurda ceremonia.

guerra entres rara la rTa en

e:(tr,etna que renlegamai -innecesaiiq na puñalada o un tlro

se admiñ-ffi1a erg

ver(ugos su Propla s€ntencla,

ue no serla capaz en

¡ Quánto error funesto ej usEEia-im-pTl si vq secretaIrucro I

EnJa lucha de clases la violencia tiene el mismo papel

ocaslona¡mente renace ent vidüos" o Có'lETili

lDerrac, extry también a Ia

ticismo

OS,

_tortuosos y o ros. v amezclan para frovocarla

de acen m

Page 36: Justo_Teorí¡a y práctica de la historia - seleccion

{lo ,

nios reaccionarios de intos criminales de. ta ioliFa. sórdidas man

,ra-

sinúan en las masas proletarias, tanto más fácilmentecuanto más primitivas e ingenuas son éstas en zu rebe'lión. Agentes de policía s€creta estuvieron ya en la mayorlión. Asentes de policía secreta estuvieron ya en la mayor

F,arte d-

libertad y de la justicia, con ejércitos minados por eldescontent@Q1a sublevación, no hapodido l(xaltación política rus4-.de r9o5-oó derribar algobierno. CreyóE1G-Td-tr?ó1..-upión de la primera Dum¿serla la señal de la conflagración decisiva que da{a

-9qtierra con la áutocracia; -pero la proclama de los dipu'

pechosa; en quien aconseja la violencia ven un cobardeo un traidor. I

rman€n

trca as¡emPre e piéstifiió de

de, i'clual lltica diaria, con'tribuye a hacer a la vez imposible e innecesario el esfuer'zo armado de una gran colectividad. Con ochenta millo-nes de campesinos en rebelión, en gran parte hambrien'tos, con una población fabril radicalmente revolucionaria,

) con una clase entera de escritores, profesores, ingenie''a ros, . méclicos, abogados, estudiantes al servicio de la

infernal, Fieschi habla servido a los gobiernos como espía.

rb , toda vio-avYv¡u!¡v¡¡. ¡ 4¡o lvJ r¡euej4uv.!J evr¡rv.v¡-rYYt

leffi-Eeclamada o instigada se hace cada dí¿ más sos-

crlnca atoda autorl isis de las

ir"lstituclones

.1^ ln ,"-. fl ,

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Iru.

tados, desde su sesión clandestina de Viborg, no tuvogran eco: al gobierno no le 'faltan

hombres ni dinero.Todo el progreso político ruso del último siglo se con-creta ahora en el ejercicio entusiasta y asiduo de losderechos eiementales, en las nuev¿s costumbres, practi-cadas con fervor, a pesar de li furia reaccionaria queqúisiera aún maniatar y amord¿zar al pueblo. Permítáloo no la policía, las asambleas, los discursos, los diarios,las huelgas, la multiplicidad infinita y la pertinacia de losesfuerzos por el progreso histórico manifiestan que aquelpueblo se aproxima a grandes pasos a su madurez dejuicio. Elegida por el voto indirecto en tercer grado, laprimera Duma resultó asimismo una asamblea revolucio-naria. Miilones de analfabetos oyen ansiosoS en aquelpals la lectura de los diarios políticos, sintienclo la pun-zante aspiración de aprender también ellos a lee*,--Ese-florccimientotúuy ncla

aufrancesa de 1789, ni nada tirse enFrandes que hecho untantc21 1cad

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de

se aleja

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di:en

' Las barricadas eu€, a mediados del siglo t9, tantaresiste

"rtaveñrdas anchas y rectas que cruzan anora las cluo¿ces;ylque irlrrr-

Utras clrcunstancras tavorecen en camDto la reslsten-cia del ,proletariado y lq_, preparan,para ella. -Reunidoen grancles masas por el crecimiento de la unidad indtts-

j,L flu+.r"fl'\A<Atr

f-n lrt,-fhtl.tí>

de la revolución-Emedio de un perezbso

saas€rlaex¿ger

3eT-Pggutu uurrs-De crisis aeuda

y catastrófica en movlrruentottcó, la revo

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el rancés se ha lmDor-mundo entero 9!0pre'

Page 37: Justo_Teorí¡a y práctica de la historia - seleccion

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trial, organizadove con razón eny atenuada de la

generales que en Italiacomo protesta contra los

La huelga general es

y Buenos Airesdesmanes de laen todo caso un

se han hechopolicla.procedimiento

no sa

@eso obrero amenazó Proclamar en

Inglaterra la huelga general <hasta gue la Carta fuera latey aet país>. Tuvó, p.r"t, la nueva forma de lucha desde

su priniipio, fines políticos, y conserva ese carácter de

reivindicación o protesta colectiva de la clase obrerafrente a los gobiernos, donde falta al pueblo el derechode sufragio, ó tu ejercicio es imposible por fraude y co-

rmpción de arriba e incapacidad de abajo' ilfediante.ellaobtuvo el pueblo obrero belga en r893 el sufragio univcr-sal, que eievó de r3ó.ooo a l.4oo.ooo el número de elec-

tores y dió el triunfo en las primeras elecciones a z8 can-

didatos obreros. Sirvió también en Suecia para reforzaren il9o2 la demanda del sufragio, y en Rusia ha sido en

I9o5 uno de los episodios más salientes de la agitaciónpolítica. Fracas¿ron en,cambio la huelga belga de t9o3,

Ptul. .tt, y t¿ usr l¡¡¡J¡¡tu 4r¡u L¡¡ '1" A ,

iand.a, contra un proyecto cit ley tendiente a'impedir las fU"huelgas ferroviarils. En Alemania se discute sobre la r. fnhuelga general para el caso de ser mutilado el actual (-/ \

en contra del voto plural, y la del mismo año en Ho'

derecho de sufragio, y laseno del partido obrero y

idea encuentra acogida en elen las organizaciones gremiales.

tos dice qraclon

St¡d ica, con sus gobiernos oli utcos,

enpagaron movimiento. Así

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en grcmios, experimentado en la huelga,

e de la anttión más fuerte volun¡a ro[€tarraco,

o rlonzar su energla

te.:ñ64 vista hasta ahora en los

países de gobiernonización gremial y

más democrático y de rnás fuerte orga'cooPerativa, se .ha ,extend494da

m€nte en Itali cn

Iti

n adié sffi déEt-a c o m6-Tá-?táS-A;0a!ño r;lTUyo s

de durar

clase, puestaen juego de improviso por una emoción coiectiia, lahuelga general desarroila y robustece en el proletariadola conciencia de su solidaridad y su fuerza, y engendra

hos cerebros nuevas ideas. Pero es siempre una agi-Q 7n ,, en rnucnos cerebros nuevas tdeas. Pero es siempre una agi-tación co.ercitiva, destructiva, acompañado por lo común

nanre. f\sl la nutrubo cle darse cpor satisfecha en Bélgica cuando el par-Iamento burgués voró una ley electoral que dividía alos ciudadanos en categorías. La huelga generai eietqitaLa nu€lga general elercllos sentimi

c.\jg.v se ¿comparia dc[ gla.vcs inconvenienrcs Dar¿cf pueblo\ Si la paralización itel trffi-ffi_?á y

los sent¡mlentos, pero muy poco o nada las apritudesatee pulso asu e$sac¡qn pe!¡S.a. En la huelga de 19o4, cuando elgobi.erno hubo retirado de ilIilán la fucrza púrblica, inr-provisóse por un momento una especie de gobierno hucl.

recursos oedel trabaio noplensa que en nrn

SE

que et {i4mb!gdiaii-os contribu

Es que esa concepción retorna al error de la om-url{ilsr¡Lr¿ Lrcl guurerno, y affi-ciéffirica del proletariado, ya p€r-

Page 38: Justo_Teorí¡a y práctica de la historia - seleccion

JAt4.úta W$^f-^^^-tt { Sn"^a¡r¡ ;d Wd,Lt*,/^ twut^n.--

diendo óste áu fe en ei poder creador s<¡brcnatural detoda dictadura, aun de la de los obreros organizados.La idea de una repentina transformación social que esta-

a cc golD€ un orden Dertecto, va per0endo terrenoen la mente , a mecroa que se ocupa este

ltrca,

co€r violen a fin demrsmo,

participa activamente en la formación y el ejercicio dela"-Iñ-qces d de la aciión poiítica obrera sc ha hecho

más evidente al desarrollarse y centralizarse la organiza- \ción greinial. Cardadores, hiladores y tejedores de algodónestán en Inglaterra organizados aparte; aun la combi-nación de cardadores e hiladorcs no practica mís que

. el trato colectivo y la huelga; p€ro la federación de éstoscou los tejedores cn Ia Asociación dc los Obrcros de laIndustria Textil tiene funciones puramente políticas: suúnica misión es la de buscar para las reclamacionesobreras la sanción legislativa. Y esa tendencia es tantotnás acentuada cuantJ más vasta y compleja es la orqa-nización obrera. La designación del Comité Parlamentarioha sido siempre el principal cometido del congreso de lastrade unions británicas. ¿ De qué se ocupa el órgano cen-tral dc los sindicatos obr€ros alemanes ? Las cuestiotresde legislación, administración publica y política. en g,-'nü-ral abarcan casi la mitad de su espacio. Tanto llr ligade esos sindicatos como la confederación italiana de losgrrmii;s proict:r.-io" sc han trazado todo un prr:grania clu

legislación social. Característico de la primera cs su de-mand-a de aplicación obligatoria de las leyes sobrc eitrabajo, de modo que (no puedari ser anuladas por tra-tos> colectivos o individuales. He aquí algunos de lospuntos discutidos v votados en el congreso de la Fede-ración Americana del Trabajo de r9o7: el trabajo en lasprisiones, la reforma del correo, un pedido de nueva regla-mentación legal del trabajo de los marineros, la reforma delmodo de nombrar candidatos a los puestos públicos, la-prohibición legal de la inmigracl_ó-1 japonesa, la elecciór-rpopular de todos los jueces, pensiones a Ia vejez, un -.

capactta al mismo trem

sUS tln€s

t;i)

pro).ecto obrero de servicio lnilita¡ obligatorio quc [ueírechazado, un telegrama de felicitación ni prin

"r- goir.,

nador, del nuevo Estado cle Okiahoma cuya constituciórlresponcle a las aspiraciones obreras, la cleclaración <ieinconstitucionalidad .de ras Ieyes solamerre por t.,

-*¿,¿rltas corres de justicia y por unanimidacl. 'En rgog elcongreso de esa misma organización se ha o.upodo ,i.varios fallos de la justicia nocivos para el rnoui-i"ntogremial;

-de un proyecto de reforma be la ley .onrr" ü,tr.usts a fin dc que no pueda aplicársela .onúu las orga_nizaciones obreras; de ra parti¿ipación de ra E.J"r".i¿r.en las eiecciones, para alejir de ios cuerpos legislativos alos más notorios enemigos de la clase tribo¡"air"; de unmensaje de Brvan, e.x candiüto a la presid.encia de losEstados l-Inidos, en que reconoce la' pod.eios, ;trd"prestada por la Federación al partido demócrat¿ .r, lu,recientes elecciones; de la igrraiaaa política de las per-sonas de uno y orro sexo; dil arbirraje obligarário-.i*patrones y obreros,,que fué rechaz¿do. Hasti las organi.zaciones gremiales francesas, dominadas últimamcnt"'il,prejuicios antilegislativos, se ocupan fatalmente ¿". .ui.*tioncs de orden legal. La misma Federación de la lfeta-lurgia, que proclamaba la huelga general como el únicoprocedimiento eficaz de lucha, iesílvía en sus .;g;.;;;vigilar la aplicación de las leyes de prorección oir".r,sobre tod.o en io que concierne a la hir;ien" y ,"g*iáJen los talleres, y se adhería al efecto ii .onr";o ludiciaide la unión de los sinclicaros del Sena. úa

'Unión["ederal de la ]Ietalurgia,francesa, no menos antipolltic;r,rcgistraba entre sus ent¡acias clel aáo r9o5 un¿ subvenciónrnunicipal,

Ocupadas h¿sta esc punto clc cucstiones polfticas aunlas organizaciones obreras ajenas a ra acciln erectoral,se comprende la veheme¡rte aspiración clel proletariaci<tal derecho de sufragio. pero la necesidacr clcl i.oto obrerotiene raíces históricas más hondas que los simples pro-

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ll"TI de gremio. -L.:_b"rg"Ig, es por sí sola inca^p.,de dirigir Ia evolució

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de acción sobre las cosas'

No en todos los países ni en todos los momentos ejerceel pueblo en igual grado el derecho de sufragio. El nú-mero proporcional de los ciudadanos que pudiendo voterno deja de hacerlo aumenta al difundirse la instrucción,al hacerse el voto m¿ís übre y auréntico, al generalizarsela confianza en su influencia efectiva sobre la marcha delos negocios públicos.

En Es apenas han ido a las urnas en 1899 y

muchos ot¡os se les

nosm¿niobras del ca-

dro de prescntanlas elecciones dirigidas porrlcpflun tiempo a convenir de antemano cuiles depart.r-mentos darían mayoría a ios blancos y dónde triunfaríanIos coiorados. En ,la provincia de Buenos Aires el s¿i-

baclo a l¿ nocirc ruil*lr'estar listas l¿s actas de la eleccióndel clla siguiente. Y en vista de que el pucblo no seaPresura a votar, aparecen a veces más votos que nombreshay en el registro de los ciudadanos, indqjablemenre par¿acentuar el carácter dcmocrático de los ungidos dei gobier.no. Nadie c¡ee en la verdad de las elcccioncs, y, por esomismo, las cámaras de titulados diputados no rechaeanjamás un diploma provisto dc las firm^ajs y los sellos de lasautoridades pertinentes. ¿ Cómo podría dejarse ni porun momento sin representación a los ciudadanos ? Enla ciudad de Buenos A.ires. donde aoenas si se había vistouna ley resultEffiotación, aparecieron votando aprincipios de r9o8 zi.z83 electores so_b.fe_ég-O43_t!sc¡itos.Ya esta última cifra E5Jálñddá-del abandono de los

ffffi.l" hijgl'"

e-mna¡e" do virtualment e

derechos políticos eu una ciudad de r.zoo.ooo habitantes,clondc la iey di." " e nativo

-\ o extreniero de más de ¡8 años. @oa"l'fluc^o(r-) AV

suc técnica.

y difus cor]-iáñtF@-Protun pt-ar-tntencton nte etl

t'lW.*¡ "f.l"-g].ffi't;,cU.y-VlA *{4 intE@Fhi: ;::::;"'"J"H,",bttrguesa slno tl¡l ctotíÑ?n lo sociedad bttrgues. 5:rrv q¡-

<le propiedad ; r"'I*"'iáuilú::,-tt"r:" .i. ti".ff#!H.I

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';;':*q:.1',1",'^'":i:if :::ctira electorar. vuu ¡4 v¡¡r¡..--

de los ciudad¿nos;;'l"-"t"n^ política, la participotlÓl,-

^¡rir- He aouí: l n "Jt"J?t.l"* ":J'

h ; "":;;;' i : 1 - 1T- i'." f ; * J'i:il ;:ili::ilT: ;';;;; á"" ros que la leY autorlza

a votar:

ies? .... " 58'30 -qo l11 : " 62'30 ofo

l9ü)"" " *'"'" 1900 """ 65'110'

"1*tn' -

uc;i""""''1,' ' mania dc

cecra cien "u,nr,roáil"p", r" ley en las erec.ciones al

Reichstag:

provincias delson, ; nume

i no faltan

Fllocciones del &üo

1943............'.

Y ia verdad cie ese voto es tan grancle que'' cualquiera

quc sca' el rcsuitaclJiti-""tutinio' no se suscita la menor

sbspecha clc fraucle, ^u'lqut qor mfTentos se ha creído

ai .gobierno alemári ;;;;;;; 'cle restringir el dcrecho de

strfragioI ... ,- -.*q¡.lfediantc el voto obligatorio' y, gti:llt

^ila caPacidad

nolítica de la clase ";;;; y a ia densidad de

i',,"'-;;ón ,1" Ios sufrágantes se "1.1"-ti

:"il:^'ftXH;;:" ;il'j" -óá-"'u de Representantes de

Australia: *, ti(,,rif

I

Iileccionesrlel ¡Eo

1903.. -.1S{É.. ..1910... .

De 100 electores rotrronbombre¡ nrnjeres

.-^3,0{) ;Jg,:It:$,3¡t -¡3,J0

ri?,.'18 irl,t7

Toü&l

{6,1J(i

,'r).21

ri:,1ü

Se trata de las primeras elecciones federalcs en rrn I

vasto país escasamente poblado, y de las primeras opor- (

tunidades de votar que han tenido la mayor parte desus mujeres. La elección de los representantes en las t

iegislaturas de los Estados, acto político de más consc- (

cuencias inmediatas para los ciudadanos y practicado clemás años, pone en movimiento a los elecini"s

"r, mayor (

proporción, ó3,r3 o,b en l¿s votaciones de cste siglo en r

Victoria, 7z,zt oio en las de Queensltnd, 71,26 gio de los t

electores varones y 66,5r de las electoras en ia votacióndel ario I9o4 en l{ueva Gaies del Sud. En Nueva Zelan-<f i (

dia, donde el voto femenino es más anriguo, ha llegaclo I T2 Wt

n. Alemania disputa cl triunlos privilegiados aun en las elecciones a los LandtagervJ yrrvrlLó¡4qvJ 4qll cll ld) clcLLlullc5 ¿ Lwa Lut¿uLuNé lLc

^ -

los 'paísei del Imperio, a pesar cle las trabas d" t., LY1?

:;;..ió. "t"d;;.;"i;"i *r['i"oril"-"n," ctcsiguai. y 81varias veces se ha visto, en las elccciones al Parlamc¡lt,rImperial, aumentar el porcentaje clc los votos dados ¿lpartido obrero al mismo tiempo que disminuía el clc losclectores activos. He aquí las cifras de cl<¡s grantlcs ,'iu-clades :

Ii-iÍECI:i;ú

iiIIltt¡iri{

itir¡I,l

.tltit

Ii r,i

,li'Á

o r(r otectorosi "i"r*iBJ"",iñ

i,r" l,.n ol."tn..rl ,[.*tTo#lli;-cor&ron , roq rl portido I r()trr.,l I ron rl portitlrr' ol'rero | """""' I ohrero

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83,073,8

?1 ,0

58,7

ú9,?

62,ó

8.r,20

9í , fiO

77 ,¿7

.¡g,ri{

.r{,11

51,02

I(

s electores activos en las últimas elecciones.

proletaria, y la

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II

'>g¡{frlgi,a%&va.-c,

.a

la!>-e^1 L/)

^ A4¿vt r,,&i1a14,*1)__'. '. -'l¡t_¡-t9l uD

420

En ei Estado austraiiano de Victoria hay una Asam-blca Legislativa elegida por ei voto universal e igualde los hombres, y un Consejo Legislativo para cuya

elección ciertas categorías de ciudad¿nos tienen voto múl-

tiple. Pues en rgoT votaron 6t,z6.o/o de los electores en

li elección de li Asamblea, y sólo 34,58 o,(r en la del

Consejo.*d.*

L¿ acción política del pueblo trabajador se caracteriza y

(,Uf,adquier. nu.i" Éuerza al constituirse e[ P"id: :P:"t:ltalistas y terratenientes, empresariot dt l1

modérnos tienen todos,

pgils:que lo

es pór Ia 'siiu.rosimples quc

q en sus costumbres

SU tereses a Ios intereses

proletar_ios. Elo: rtidos obreros son ahora

zaciones pollticas s tuertesmás

JJ I.

tados en las Dietas de los Estados d.el Imperio, tení¿en

,J t ciudades y 83 comunas rural.es 25 r aitos

-magis-

trados municipales, / e¡r -¡ro ciudades y ?z-l.o comullasrurales 866r cor@jaies. Del total de los-elecréres autori-zados por la Iefi los liotos recibidos en Alemania porlos Candid¿tos obreros representaron tl,,O/ o,/o en rg9o,16.76 o¡o et 1893, r3,17 ,r¡ en 1898, z.¡,o3 oio en rgo3 y?1,21 ,,1! en i9o7; pero ese año bajó la proporción de losvotos de la Democracia Social respecto clel total cle losvotantes eíectivos y los partidos contrarios sc entend.ie-ron. para resistirla;

. de ahí la pérdida de muchas d.ipu-

taciones por cl partido obrero, que han sido rec,rperaáa.con creces cn i9¡2. Del total de ios votos emitidos enlas elecciones al Reichstq,g correspondieron a los canrli-rlatr¡s socialistas :

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9,710, t19,7

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1896

1903

1907

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31 ,728,e

3.1 ,6

Por, su .doctrina, ¡'lor ia fuerz¿r y la firnrczir. cie su r.,rga.lltzacron.. llntrta(la y cstorbada c¡r todo sentido por la leyy el

. gobicrng, y por eso estricramenrc política, &_D¡n¡¡._

craci2 Social de .,\lemania ha siclo ui modelo de los

a o l)tu! ovrlrqyvr,,.t25.877 votos, rn¿is dcl ¡3 % clei voto total, que le

de 38oo consejales.

clieron_ Z5_ puestos en la Cámara, a los que se sumarondespués dos dipuraciones ganadas en r9r i-r9r z. La orga-nización pcrnt¿lrlente del partido no .o*pr"irciía, sin e-m-

l1tryrr¡ás que jj.gco miembros cotiántes en r9ro.El Partido contaba enronces con 8r consejeros gán"-rales, 63 consejeros de distrito, muchos alcaldes, o ñrt.n-dentes de rnunicipio, titulares y adjuntos. y alreciedor

obtuvieron 4.25o.32g votos, y I Io bancas en el Parla'

mento. Contabá ti-Ui¿" el partido en IgIl con r88 dipu-

En lgrz eI partido obrero belga recibió la cuota anualcorrespondiente a 82.352 miembros de cooperativas, go.96t

los-Páil-es adelantedos Para dis

y el ejercicio del gobterno' ¡ conS mDres srn recursos

la fuerza prod[Etr?a SUS

distante, por suscentre sr lo están una de otra I

Page 42: Justo_Teorí¡a y práctica de la historia - seleccion

,ll

miembros cle sinclicatos grcmiales, 6:.9o3 miembros -dc

¡nutuaiiciad.es, Ii.5ii mierñbros cle ligas obreras y círculos

ci" ftop"g* ndo,- íéís guardas jóvenes' y fu,92 -miem-brosiie otros grupos socialistas. contando así en todo :'¡8';:toá1.r.n,"!.

'Su, diarios tiraban I 'l2.ooo ejemplares en

tgo9, iot votos obtenidos por sus candicjatos en tgtz tucron

:i:.;So v 769.oz3 to, ,"liUi¿os Po.l .e[ acüerdo socialista-

ilíriár,'ciendo eliriunfo o 39 t"ndiclatos socialistas a di-

potados. Contaba ,"-rri¿n ii partiao obrero en Bélgica

con o scnadclres, y uno. 35o cbnsejales' que formaban la

mayr:¡i¡ en buen númcro de comunas'En Holancla han sido 82.494 los votos obtcnidos por

cl partido obrero c'u las elecáones de I9o9, que le han

clado 7 diputados. La organización política permanente

contaba 9jo4 miembros ¡.1 terminar el año t9o9'

\f ás fuerte es la- organización política de los trabaja'

dores suizos, con tr.ri, miembroi en I9o9' y. r5 dipu-

,Jo, ¡ Consejo Nacional' y 2t2 a los consejos canto-

rualcs en t9 t t .

En la clecqión parlamentaria de r9o9 el partido soci;r-

tirr" it"iitno iuvo 338.885 vot<'rs, el 17'8 o¡o de los votos

.-ir¿".,1.."ii"t¿'i .i;ót 39 de sus-cendidatos' trcs de

ellos en clos ciistritos a la vez.

En ryo7, a'L ejcrccrse por priuler"^. vez en Austria el

,utr"giu' úniu"rr"t' "t paitido' socialista obtuvo 5rt'76ovotos dc lengua alemana y 3gg.go4 checos, que ¡epre'

sentaban resftctivamente en una y otra. parte d"t- l^li:2e,r ttlo y 36,é olu del electorado activo totai' Ya en aquelta

"í"1.i¿"' ónÁig,tió i7- á,p"toaos, número que se 'ha retlu-

cido ¿r 82, por las eiccciones de tgtt'F-rrcrte ei 1a tendencia rie los asalariados cscandinavos

a organizarse en Partido cle clase' En Dinamarca sus

.:',,-,ciíd.to, recibierorr 98.7zt votos en la elección de tgto'

,1u" "nuinron

z+ ¿iputádát y '¡ senadorcs socialistas a las

Cámaras; había ,-rrios mil representantes obreros en las

comunas, y ei particlo tcnía 33 periódicos' entre ellos

un diario, con un tiraje tot"l- db r2o.ooo ejempiares.

Noruega, con t t representantes obreros en el parlamento

y 873 "cn las municipalidacles en IgIo' Suecia con sus

'r7r.iio votos, 64 diputados y tz. senadores socialistas en

19II, marcir"n ..tiul*ente po.r. el.camino de la elevación

páiiii.t á.1 pueblo. le.i ,""iuién Finlandia' que' liberada

a rnedias det' aespotitáo tuto, d¿ en IglI a los candi-

\

l

t.j: j

datos obreros 3:o.289 voros, más del -¡o ob del total, yelije, por el voto de las personas de uno y otro 'sexo dez-¡ o más años de edad, 37 dipuracios socialistas. entrelos cuales 8 mujeres, para el parlamenro del país, com-puesto de zoo miembros.

En Rusia es todavía tan restringido e indirecto el dcre-cho de representación en ei gobierno, que los \iotostrabajadores no pueden contarse. De los .¡.¡o miembros<ic la tercera Duma, r+ eran socialistas en I9ro.

Algunos miles de productores afiiiados a r98 agrupa-ciones formaban en rgrr el partido obrero de Españ.r.que tenía un diputado, elegido por lo;2i votos. y re3re-sL'ntantes en los consejos db más de -¡o municipios.

En Hungría, donde la ciase obrera lucha aún por elderecho de representación política, el partido de los tra-bajadores está formado por los sindicatos proletarios, quese cotizan, proporcionalmente ai número de sus adhe-rentes, para Sostener la propaganda política. El partidoobrero húngero, en vlas.de rápido desarrollo, cu€nta yacon un diario.

Con el entusiasmo de los asalariados del continentc euro-peo por Ia acción política autónoma, que empieza a mani-festarse hasta en Rumania, Serbia y Bulgariii, h4__ggrt-¡¡3stado drrrr ntc la última mirad del siglo pasldo-LlactrtucL lndecrsaun-principio-Tñ--Z'elffi-de su dercclr<¡ dc sufragio. Altomar gran incremer:to su organización gremiai, prc-ocupóia menos ia accitin politica directa, y, cuanclo neccsitóla sanción legal para aiguna de sus rcivinciicaciones,cjcrció presiún scbre ius partidos rradieio¡¡aics, ponienciosr¡ influencia electoral del lado de los candidatos qucse encargaban de ser sus portavoces en el Parlamento.Por largos años la parte mris activa del pueblo trabajadorbritánico, fué, pues, un apéndice, ya del partido conser-r.ador. que ha contribuído mucho a ia legislación sobrelas fábricas, yz, y más comúnmente, del libcral, quebuscaba con empeño la alianza eiectoral del proletariado

aJ'Lc*U,{t {" ,e

militante. clase trabaiadora. iniciadora y maestra dclgremialismo proleta ma elem,ental e instintivaI aceptado la lucha

nana, slstemnte, cuyas

rlucionarios

teóricos revo

Page 43: Justo_Teorí¡a y práctica de la historia - seleccion

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exaseradas en la proD.rganda, chocaban'a su exp€riencia

y ntos

á .i" 1867 +olsiércnsea crear delitos ispeciales de huelga, que l-9s. productores

os. candidatos ProPiosen las eleóciones de IngiateriS, consiguiendo en 1874. el

pocleroso gremio de .ri.t.tot llevar aI Pa¡lamento los

dos primeios representarites obreros. Varias organizacio-

nes óxclusiuamuttte potfticas qu€ se formaron después que-

claron a.isladas y sin gran influencia. El costo considerable

{21

ramentál lado d forunos mil repres€ntantes en

, rura

tos t "bJjadores

briiánicos sá asemeja a la que se habla

de las eiecciones ett l" Gtan Bretaña, donde los candidatos;'-:+-)deben pagar al funcionario que dirige y registra la vo*M'lt¡l

mineros y otros socialistas sumaban 40. E. I PTtido'OPr.ero

tación, ia sido un motivo más de la renuncia obrera ^ 0rr[*la representación política, costosa también porqT: no tra- I"*n.bía en aquel país ámune¡ación pública para los-diputados'

En 1893 fundóse el Partido Obrero lndependiente, que

agitó ñ opinión de las colectividades gremiales, hasta

qi" seis "not más tarde, Por resolución del congreso

jremial de Plymouth, convócóse a una conferencia de

áelegados de ias enticl¿des o'breras gremiaies, socialistas

y .,r-opur",ivas, y quedó fundado el Labour Party' En .r.i9o9 io formabin r7z sindicatos gremiales obreros con

t.+ío.O+g asociados, t55 uniones locales de sindicatos, z -':

átónii.ion.s sociulisiá .on 3o.g8z individuos, y algunas '-',oii.dod.= cooperativas. En la elección general de r9o6

Ios candidatos del partido reunieron 34.195 votos, resul- .tando electos 3o de ellos. En l9to, los votos Por to::11- '1.,.

áiá",or del pártido ascendieron a !o5.ó9o, pe.ro, debido '.':.

a las circunitancias poiíticas del momento) las diputa- ':¡

.ion.. obtenidas fueron sólo 28, que con los diputados - i-,

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dado varios años antes el pueblo obrero de Australia'An¡es cle la fecleración de lós diversos Estados, celebrá'

ronse -ya en.aquel continente congresos i

s electivos de

d condarroqula, escoiares, etc.

cle las uniones obreras gremiales, cuyas deliberaciones 2l?

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versaron casi e.r.ciusivarnentc sobre cuestiones poiíricas.En r89o hubo en el peís una g.ran conmoción, iomo lo;ofici¿les marítimos se organiziran, y sLl Íjremio sc afi.liara a las organizaciones obreras centrales. entraron eoconflicto con los empresarios que pretendieron impedír.selo ; en apoyo de la nueva organización se declaré unahuelga general que abarcó a los trabajadores de toda

, a Ia clase trabajadora de la necesidad de su acción políticaautónoma. Comenzó ésta .en Sud Australia, que tluo ent89t tres representantes obreros en la cámara aita; pocodespués el partido obrero de Nueva Gales del Suá seinició eligiendo 35 represenrantes parlamentarios. propa-gado a los otros Estados, el movimiento polírico obriroha sido un hctor de importancia en las eiecciones federalesdesde que se iniciaron. He aquí el cuadro numérico dela representación de ia clase trabajadora en los parla-m€ntos federal y provinciales de Australia:

I Caosrr irtra I at.ora bnjr

| üiernhros obreros | )fiernhros obreros

| ,io..¡*tuTr'lffiP.{aL.{)rENro I xr,u.o i [?:f li: iy?_t: I yú¡rrero i i:f", j: ,Ttil-I .rqueru i bros rlc la t_'á- I r{nrrrero i U¿,0" Ju ii-üi-

I imore. I Jnaro.Fr-lrs,sl'| -l,nul,uol,or*lrWFederal ....,..... I

Noera 6¡les dsl I

Sud..........,.:qneonslond -..... I

Sutl áustralt¿....1Tr¡sm¿ni¡ .. .. .... I.tYlctort¡ .. . .. ,1

Australi¿ Occidon-li¡l .. .... . .l

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31,9

11,9

14 .9

11 ,6

14,0

29,3

27,8

{7,21{,314,3

n,9

{4,0

, ese movlmr€nto y otros menoso sucedieron fracasaron, dejando convencida

Page 44: Justo_Teorí¡a y práctica de la historia - seleccion

Las cleccir.¡nes de r9r-¡ han dado al partido obrero 4zde las Zj bancas cle Ia Cámara baja federal, es 'decir,

;6 1ir de los asientos. Y las legislaturas de Victoria, Nue-va Gales dcl Sud, Queensland, Australia del Sud y Aus-tralia Occidenral, tom¿das en conjunto, en 19r4 sumanr:r.l ciiputados obreros, z3 más que en r9o:+.

En Niueva Zeiandia [a clase trabajadora no se haor.ganizado poiíticamente aparte, pero se ha apoderadoclel parrido liberal. le ha impuesto nueva organizacióny nuel¡o programa, lo ha designado partido progresista,y en esa forma desenvuelve su acción con tanta eficaciaque su política sirve de modelo a los partidos obrerosde Australia.

La gran industria e

rosa clase obrera, cuya@altura de su imoortancia. Su más poderosa organización,la Federación Americana del Trabajo, no ha acertadoa darse en el terreno político otra línea de conducta quela de votar por el candidato burgués que haya hecho oprometa hacer menos mal. En r9o8 ha votado contraTaft. porque ést'e había estorbado con sus m¿ndamientosjudiciales al movimiento obrero; al voto gre¡nial se atri-buye que entre la elección presidencial de r9o4 y la de

ientras que los sufra-gios recibidos por aumentaron14. I9o, io que no imhubo 45o-ooo votos por ios candidatos obreros del par-tido socialista. En r9 ro, obtuvieron Tzo.ooo votos loscandidaros a diputados del Partido socialista, triunfa¡douno de ellos. Tiene también el partido obrero r9 represen-:alltÉs :¡l las icgislaturas cie ios Estacios, 5o intendentesrnunicipales y un subintendente, y algunos centenares deotros funcionarios comunales, escolares, judiciales y poli-ciales electivos; pero no ejerce una influencia que corres-ponda ni aproximadamente a la fuerza numérica de laclase asalariad¿ de los Estados Unidos.

ra la ¿cción autó-

bajo - el dominio norteamericano, el Yoto

;i;iJ;n'ti'r. ooáde et riovi@ffi" "t *át *clusivamente electoral,

La organización del partido obrero depende del ambientc

legal en gue se desarroll¿ y de su. proPra .lt;tortl 1n1,"inu. En general, las trabas a la actividacl política $e lasentidades iolectivas y dc los individuos le han hecho

darse una cstructura'más propia y una disciplina mís

,igr'r*=o. Asl en Alemania, ,ioná" cn un ticmpo et pa¡¡icf9

áU'."ro fué puesto fuera d'e la ley, y hasta 1899 prohibió

ésta vincuiaise entre sí a ias socicd¿cles políticas, y :eentromete todavía en el funcionamiento de toda clase de

sociedades, no ha sido posible gue sindicatos gremiales. ni

;;;;t;s lormen parte del partido, ni éste ha pociido

árii" ""i¿ad sino médiante (Personas de confianza), eie-

gidas cada uh" pot una agnrPación, -en una asamblea que

le simulaba pública, y eniarga'das de las relaciones conGrandes son los obstáculos a la acción política normal

delespañqlai la ignor?ngia y_la falta de educa.cióB societana-las relacrones casr teudales entre los oobladores v los

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puqa Y* una.nurn€-ittca no esta a lr

rnPerode Ia oolftic4 criolla es urlanña-¿et pueblo trabaj ado r,

y varios consejales.

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debe todo el gremialisnro proietario de sus respectivospáíses, y que tienen en su seno a las sociedades obrerasgremiales. Toclos los obreros de los sindicatos gremialesobreros de füoruega pagan su cotización al partido obrero;en Hungría éste está f<,rmado casi exclusivamenre por losobreros sindicados. Las uniones obreras grcmiales for-tnan parte en Dinamarca del partido obrero al mismotítulo que las agrupaciones puranlente políticas; el concejc_rgeneral de las organizaciones políticas elige dos miembrosdel concejo general de las organizaciones corporativas,y éste dos de los de aquéI. El partido obrero trelga cons.taba en tgoT de r rZ cooperativas, z5z sindicatos obrerosgremiales, 229 grupos políticos, z5 sociedades artísticas yl8o de socorros mutuos; esas 8o3 organizaclones est¿banagrupadas en zZ federaciones regionales. La unidad deljoven partido obrero británico, de compcsición tan com-pleja, está en el congreso anual de los delegados de lassecciones, congreso que elige al comité ejecutivo; ésteadministra el fondo parlamentario, formado por cotiza-ciones de z peniques por año y por miembro. La organiza-ción polftica obrera de Victoria, típica de la de Australiaen géneral, consiste en un concejo político'obrero per-manente, distinto del concejo gremial que se ocupa e.xclu-sivamente de asuntos corporativos; forman el concejopolítico delegados de las uniones gremiales y dE las sec-ciones; éstas enrolan tanto obreros sindicados como sim.

La necesidad de dar cabidaremla

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yá podido limitarse

acerca de las cuestiones que pueden resolverse por esavía plebiscitaria, y sobre todo en los congresos de losdelegados de las secciones. Cualquiera que sea la situ¿-ción de las mujeres ante la ley, los partidos obreros lesreconocen en su seno todos los derechos.

Como representantes parlamentarios, el partido obrerodesigna ¡rcr lo general a los más capaces de sus miembroq -

de

ple organlza iniél cle la masa delpartid6--se rnanifiesta en el voto general o referéndum

. >ltri oylrercr h'E lrcth úf r>qÁ.t<s orn f¿,e,krebV,^o{*r

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f*n',ñ^fu c'ú¿;*ad,u-,

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influyendo en esa designación menos que en la de cual-

quiei otro partido las óndiciones extrínsecas de los can-

iidoto.. Y los elige no sólo enue los hombres que se

tlistinguen en la organizlción y propaganda políticas' sino

también enrre los -que

ciirigen el gremialismo proletario

y la cooperación liüre. Donde el pueblo trabajador - es

m¿, "d.,i"do,

mayor es la proporción de sus diputados

qu" t uo sido elloi mismos óbtátot. asalariados' Sesionan

; la cámara de los comunes cincuenta trabajadores,

cnue ellos casi toctos los representantes parlamentartos

clel partido obrero británico; en l9to, entre los 7Ó dtpu-

,oáo! ¿"t partido obrero de Francia había 8 abogados'

8 profesores, ó empleados, 5 publicistas, 5 obreros. .*t:á-niios, 4 obreros miirr".os,'4-o-btetot tejedores' + ",ttlt-t1lT',.r, i médicos, 4 farmacéuticos, 3 agricultores' z drbu¡an'

tes'mecánicos, 2 maestros' 2 comercrantes, 2 obreros tipó'

grafos, z empleados ferroviarios, r obrero záPatero' .I

obrero sombrerero, t obrero metalúrgico, t obrero cerá'

mico, t obrero escultor, t ingeniero, I curtidor' I em-

pleaáo de la marina, I hortlcultor y I industrial' En

ii"iii, .uyo movimiento obrero es mucho más nuevo'

oredominan las profesiones letrad¿s entre los represen-

i""*.--p"ff,f."t 'ael proletariado: de los 39 diputad.os

ourlror'qu. había en r9o9, 14 eran abogados' 7..perio'distas, 5'profesores, + móáitos, .z empleados' r-.indus-

,ti"i, 't lunodero, r' albarlii, t pintor' Como se ha for'

.odo toáo un gremio cle funcionarios gtemiales obreros

| ",to de funcionarios cooperativot, q1t t: d:t:i:1,1"ámbos cada vez más, prevés€ que en las tareas Parla'

m€ntarias ha de formarse también una nueva categorul

,,i. -ptri.tlonales

al servicio ¿.qJ pt"?l: :bY::-Ig¡;*il;";;i"rit"t* la acción' política obrer4-@-

estarlamento a

-WAS Wú,f ,rfu^00,"^

de ocasión que

6n-éf pueblo, tanto Por

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kq {r"." laro.+6r uettl'c"Á

de sus representados, les dará máspara exponer sus opiniones propias,ante sus electores en la conferenciainternos del partido.

motlvos yy rebariry en los

libertadel errordebates

)o cf-""tnr+

clentro de cada país y a[ través de las fronteras,.se hairecho incgncebible gue los trabajadores puedan ser due-l'ros de tos mocternos mecllos cl'e traDaJo srno cotecrrva-

t*tt

lon.las relaciones económicas

¡uenl!¡__Ir!_ldeten0erse COn etrCacla cOntra el capltar Stno

tle la democracia burguesa, que, al proclamar los dere-chos del hombre sobre las ruinas del castillo, del tronoy del altar, afirmó como un principio absoluto y eter¡oci derecho capitalista de propiedad. La nueva democracialo denuncia como fuente de privilegio y de opresión,c¡uiere también para el tailer, para Ia tienda y para elcampo el régimen constitucional.- Proclamados por los partidos obreros del continentecuropeo y los que han seguido su orientación, esos prin-cipios son admitidos sólo de una manera implícita por elpartido cbrero briiánico, al tener en su s€no grandesorganizaciones socialistas y enviar delegados a los con-.gresos internacionales de la democracia social. Más re'ticentes aun a este respecto son las principales entidadesobreras militantes de Australia y l.iorte América. Ellodep,ende tal vez de la relativa incapacidad de los moder'nos anglo-sajones para las ideas generales, y también deque los hombres capaces de una vasta concepción his'tórica que están en esas organizaciones genuinamenteobreras y de lucha, ven en una doctrina escrita más unestorbo que una orientación paJa su partido. Este se catac:teriza por los eleinentos sociales que lo forman, por su

"'á

Los partidos obrerosgrandes rasgos son los,:ional del proletariado en Dartido de c

me-

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organizacióo, por sus costumbres, por su acción diaria,infinitam,ente más que por sus declaraciones escritas. Losdogmas envejecen pronto, y su p€so dc letra muertarecarga inútilmente las inteligencias. Un partido vigorosoy eficiente en la acción no tiene siempre tiempo de tra-ducir en fórmulas las ideas irescas y originalcs que loguían. Su rápido desarrollo mentai se retleja al día cnpalabras hablad¿s o escritas, que no presumen de expresartoda la verdad oficial del dfa siguiente. Cierto es que hayprincipios relativamente generales y permanentes. Peroenunciados como pueden serlo en un documento de par-tido, toman de ordinario un aspecto absoluto que los haceestériles

bierta como un proceso his-como dura necesidad

propias deficiencias ytórico-en gran parte inconsciente,impuesta a los hombres por susvicios, suele aparecer, al convertirse

noción una

delund¿rnental

d¿ únicamente en l¿ra así en una meta

rrla que strae a losn e c *,af ÍC'-pF?E;ili za r

El pueblo trabajador sufre más del rigor y la inmovili-¿aaden en fracciones antagónicas. il[arxistas y lassallianosen Alemania, bolchewíhí y menschewihi en Rusia, orto-doxos y revisionistas en Holanda, socialistas <anchos> y(angostos) en Bulgaria, unificados e independientes enFrancia, se han disputado y disputan, sacrificando a la'

forma- la substancia, en disensiones a veces envenenadaspor las pasiones de los jefes de escuela.

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; en lugarr .en esa nueva

se la toma como e anunclou€r tasocial r¡rás perfecta.

La t¿oría subordinalas necesi sdelavila idea ue bastarf¿clerri institución

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131

Al choca¡ entre sí, Ias doctrinas se pulen, combinan ycompletan. El pueblo trabajador acaba por no atribuiriessino un valor relalivo, y, llegado el caso, prescinde deellas. Las controversias revolucionarias son el impacientetanteoCo n

-t o d a s u u n i I a t e ral i d a d, e I s i n di c a I i s ml-lá-Tiile n

Francia una reacción saludable tontra la tutela que ejer-cían las fracciones políticas sobre el movimiento obrerogremial, al cual debilitaban con sus disensiones doctrina-rias y personales. e_lqCdida que el pueblo completa su*étpdo d.

"..ió+ u .itgueq.en va los no*otat conoQedezca ta los canones oe un pa¡iloo. La acclon poutlcapterde a zus o.¡os Ia hegemonía QE en un pnnclPlopudo atribuirle. l-a organización obrera gremial de Ale-mania, en las mejores relaciones con la democracia social,sostiene ya enfrente de ésta str completa autonomía. Ybien que la cooperación obrera sea también organizadaen aquel país principalmente por socialistas, s€ cuida \de r¡antener a las cooperativas libres de toda etiqueta dcpaftido..Y al caracterizarse las diversas formas de la luchaproletaria como actividades independientes,- también laacción polftica de los trabajadores adquiere más eficacia.Cuando el congreso cooperativo británico rechaza una.moción de acción electoral propia, (porquc la cooperacióntiene buenos amigos en todos los parcidos>, cuando los<sindicalistas revolucionarios> italianos se feiicitan de veren la dirección de los sindicatos agrícolas a un medie¡orepublicano (porque sabiá mantener la'independencia delmovimiento frente al gobierno)), tanto los electores comolos diputados obreros deben scntirsc poco inclinados aahondar con jactanci¿s de principios su separación delos otros partidos, moderación doctrinaria propia sobretodo de los representantes polfticos cargados de mayorresponsabilidad, como los diputados que lo son para losfines de los sindjcatos obreros británicos, como los hombrespuestos ya dos veces a la cabera. del gobierno de Aus-tralia por el partido del trabajo. ¿ Y no son, poi otra.parte, :

las fórmuias generales las que m€nos caracterizan y com-prorneten ? Se han visto en un pequeño país balcánico -jáiputados <socialistas>, elegidos en d.istritos donde'la gran -'lmayoría eran Campesinos turcos, y sin que hubieiá-,

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L+ -odut.r d. jui.ffiia 1gg¡in política-no ,otgA

'r "l:1para que no pospongáñffiE

tNUjt

t\'/'C

a las fracciones más afines A" i, Ulrguesía. Socialistasy liberales_ progresistas han luchado jintos "; ilü;;;En Holanda hubo alianza socioti.ta-l¡Ueral contra los cle-ricales en las elecciones ae aesempa* ¿. ,goi. ¡; ;;;también alianzas monstruosas, como ia socialista-conser.vadora de.r9o5 conrra los riberares en Lucer";, r";-;;;.católicos dados a los candidatos socialistas y-"i.. "**:l^l:: -9::.-ol,.s de Atema¡ria. Eltas se

"*pii.on po. rn,aDerraclones de Ia política burguesa, cuyae fuerzas másreaccionarias sueren encubrirse t"¡o úno designación sir'.pática; más raro es que dependr; J; la ofuscación cielpartido obrero, enconacl,., en la lucha. En cr¡anto llslelominaciones políticas de ro Uuigu;ría ticncn un con-

:"^i:: r^:",:^-"-t,evidenre que ta mayor afinidad del partidoobrero .. io,r Ia democracia radicar. E;"ü:';;:l"llttt::

desempate, los raclicales franceses ".on="j"n "";;; p;, ;;candidato sociarista donde éste

'a sicro más r"r:"i".¡a"en el primer escrutinio, y los socialistas, a su v€2, apoyancon su voto a los radicales, donde tuvieron ¿rtor' l"mayorfa relativa. Las más absolutas afirmacior¡e, d";iitica de clase no han podido, po, orr"-parte, imoedir oue

:ii:li:ii,:: %ff *:"'ff.:ilf l:'lü.. l':i:;i:ielectorales como los de 19o6 resumidos- en I", .if;;;:i,:.'^.:,;':,-^.j _qu" el signó-.+ rignifi.. -""¿",* j:st"rauvos ganados, y _ los perdidos ;

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Page 48: Justo_Teorí¡a y práctica de la historia - seleccion

0u*q* : I Caa¡us,> c'- Óx¿¡ü" 4nn d-/

lapolítica obrera, sus proyec(:iones en cl futuro, dependenanf )(onó¡rtuisas

I tiocionalistas,.......I Progresistoa

I Bcpublicanos do l¡ izqniertl¡

I nauicoles. -r-

I R.rrticoles :lociulist¡s. +I Sociuüstus indopendietrtes -it Soci¡listr¡ nnillcorlos .:.-

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Y el valor actual de la política obrera se i.rcrece al re-nunciar ella a la preponderancia quc prerende ejerccren un principio sobre la vida colectiva entera de la claseasalariada, y hacerse en cambio más comprensiva paraios problemas políticos, siempre más variados y numc-rosos, que se plantean con el desarrollo de las apritudestorlas del pueblo trabajador para la acción histórica.

Función principal del gartido obrero es ladia' y t+_ ales. Eirá .siempre alerta, en défensa de los derechos de rGúñión, deaso c iac ió n. de pre n s a.' Em nec esari o i nálirb-dornovimieno.o-i..I:v ejéic-ício, aEoiielci<rla obligación del aviso a La autoridad de las reunionesen locales cerrados, librando a la prensa de toda traba,exigiendo la fiel distribución de los impresos por el correo,aboliendo los impuestos y las formalidades legatres costosasque obstan a la formación y al desarrollo de las sociedadespopulares. Esto úitimo puede ser la ocasión de leyes queordenen el registro público de esas sociedades, como elde las de socorros mutuos en inglaterra, y les dén unareglamentación general, como la establecid" por casi todoslos Estados Unidos sobre ias cooperativas de edificación.Pero si gstas leyesr cuando son bien inspiradas, favorecenla asociación popular, y €storban a los que, so color defines colectivos, sólo se proponen medrar personalmente,

stados de California, Colorado, Connecticut, Idaho,Illinois, Indiana, Kansas, üfassachusetts, Nlinnesota, tMis'souri, Nevada, Nueva York, Nueva Jersey, Ohio, Ore-gon, Pensilvania y Wisconsin han prohibido por ley a

Ios patron€s y empresas exigir de quienes les pidan

Los grupos políticos que así rriunfaron juntos no estáncerca solamente en sus asienros en la cámara y en laconciencia de los ciudadanos que dieron su voto primeroal candidato de uno de ellos y en la votación cleclsiva alde otro; también lo están "á .o, declarados propósitosinmediatos. Seis puntos compr€nde el progto-n d" o.-ctón legislativa del partido socialista francés para el pe-ríodo 19o6-1910, á saber: la jornada legal de ócho hoás,el derecho de coalición poti los empleados del Estado,de los departanentos y áe las comunas, el seguro purála,vejez y contra la desocupación, el impuesto progr"riuosobre la renta f hs hereniias, la n¿cionaliza.i¿n

--d. lo.

monopolios, la elección por lista y la representación pro-porcional. Dos de esas demandas son comunes a gruposconservadores, republicanos y socialistas; las otra, iuatro .son aceptaüs por Ia mayor parte de los radicales. Impo"sible es entonces no ver en el resuitado de la elecciónfrancesa de 19o6 l¿ manifestación d.e un movimiento cleconjuqqo de la opinión pública hacia una política rnáshumana, sin que por esto adquiera nuryor fundrmento

"ltemor pueril de la confusión del partido obrero con los

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rvilegiomas e

la polftica obrera r necesidades tan ur

Tara-Evitar en lo posible la Fpresión del nivel devid:r del pueblo por el arribo de proletarios inconscientes

¡r habituados a una vida inferior, la democracia obrera

¿ qué puede significar

queblo trE6áj

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f 1,36

empleo el salir de [a organizrción gremial o la prolnesade nt' entrar a ella. Esa lcy rige ahora también en PrrertcrRico. ¡FIasta ese punto h;r evolucionado, ba.lo la inilr:cnciaciel voto obrero, la actitud de los gobiernos para r:ou io>gremios proletarios ! Como las otr¿rs sociedaclcs po¡rularcs,ristos son en muchos paíscs reco¡rr.¡cidr.ls y rcgistraclu,t-¡ficialmente, se ies conccdc personería para adninistrarsus fondos, adquirir bienes raíces y exigir lcgaimente elpago de las cotizaciones, se dictan leyes que protegen contrala falsificación las rrlarcas, las insignias y las credencialesdc los grcmios obreros, se ordena, como en llontana yNevaCa, que todo.s los impresos públicos lleven la marcagremial. En general, Ia democracia obrera se esfuerzapara que la ley no prohiba ni castigue en ull¿ unióngremial acbs que no serían punibles en un individuo;y donde se dictan leyes contra las coaliciones del capitaL - / Ése trata de que ellas no alcancen a las coaliciones del (-Ltrabajo. Así los Estados de Luisiana, llichigan, ilIin-nesota, ÜIontana, Nebraska, Carolina dei Norte

-y tVi..on- CV

populares la rruryor libertaci de movimientos, trata elpaxtido obrero de arrmentar el poder político vi¡tual dclpueblo, dándole el derecho de voto gerleral, igualfsecretoy directo en las elecciones para todos los cargos dclgobierno y de la administración pública, general y local,sin admitir la trivial distinciórr eutre eiecciones políticas yadministrativas, ejercitándolo en la legislació¡r directa me-diante el referendum y la iniciativa popular, facilitando l¿naturalización de los extranjeros, estableciendo la represen-tación proporcional de los partidos, dando a las mujercs elderecho de sufragio, aun a riesgo de que en el primermomento el voto fcmenino favorezca a los partidcls con-trarios.

li;

simpatiza con la nueva legislación; quita así a la lucha

sus la conciencia histó'

rica de los contendientes Io permite, suprime sus moda-

liclacies más clcstructivas, preestableciendo fr:rmas legales

al traprodu n que megan l

s que el gremialismo

I

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a._4¿^'éVe

sin excluyen expresam€nte a las organizaciones obrcras /r-- a ',Je la aplicación de las leyes contr"-lo, trurt.. \C-¿,\viü¿

Y alt'mismo tielpo que busca para las organizaciones \

proletario en modificar las condiciones de trabajo' Muchas

ueces la ley es la simple expresión verbal de relaciones

I ¿"-t..to, ia cristalización da la costumbre, y sus disposi-

F-S ciones restrictivas pueden ocasionalmente ser nrás un es'L-- j *iUo q*" una proiección. Como forma escrita de rela-

,--</i A c ciones qt e euolucionan incesant€mente' y tanto más pronto

t trd*) .urnro más rápido es el movimienro-histórico, el derecho

" 't - \" ",tot"

siemire. Es lo que ha hecho decir que- ias me-@l^louro¡rl,¡rlor"i t.y., ,on l* que suprimen orras.-Pero.en l.as rell-

i / /.i"=..= ;1,t" "="t"tl. !

t- -

I - -,/urt) reywJ rvr¡ ¡eJ- 1sv ver- \P

1 / 1i"...= á",t" "="1I tado. máil'rastos v uniformes que el trato colectivo' zus

-lnarla pueden hacer cn su propia defens¿' En los Países

<ie' inmigra.ión, "

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"f"aA onscientes, la leY

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,i#á¿ustri<€i6óñióá l.eg¡És la més eficaz y.se-

;;' ; -y

i " ;e n oiffiei pr o le t a-ria 1" : :: T::, i-'::

;.';Jp;- á; i; Iegislación como de una de sus funciones

p"r*n,1.n,"s, y ha-cc 1ue 11¡ leyes se apliquen de acuerdo

Si desata las fuerzas proletarias para la lucha de clases,la de

ace el que'

con el proPósito que 1as dictó'

La relación entre asalariado y patrón' ap€nas. tocada

poi ,lo, ariículos del código civil-francés de principios

hel siglo 19, ocuPa y^ zá .artfculos del nuevo código

alemán. Y gg-los-.ktíses cuitos forman ahora -un verda'

átt@as leyes sobre el plazo; ei momento

;-;ffi;" q,*Táben pagarse los salarios' sobre zu

ñ*; "i *on"di efectiva y no en mercancfas' sobie la

I Q' d'A'T

lo*rQ

íti?i-tñ6"aiar con-lqg-qdiss de

nasuvezal

eyes burguesas

obrer¿s dí

Page 50: Justo_Teorí¡a y práctica de la historia - seleccion

-i t ^ -;^.*;,:^-.,.:--1.:--;-: a-aC\ngq^^n d92 se-Ti-profecrado en Francia con la legalización rle ,u ¡1¡ '-:t _.. ^\ ,,^, resolución de la mayoría en las hueigas y el arbitraje L Llt)H)lf U.(;f\Vtr) obligatorio para las fábricas que aceptaran este nuevo t

*, . a f Í\ Ng\¡a!tr kq- d ?Ro.Rrc*n3)c,&¿'

vcrys6régimcn' n ,,.r.,"i,,a,.,r.* .,o,x o",i' :.jf"i,"H,1",1"%':"::: iierraffiauíuncrsmo encarece ia

:lT:.1:",_tt:l.o y *.n,nr ¿ i;r' üluq"á"1"r1"r""'"i."T.paña de instituciones legales p"r" i.r"rrir-;;;-hñrüd;;T:: emprcsarios y asalaria.lor, r¡ibunales industrialesmixros, de patfoq lmttan, comoen Francia g:Il.J*

_d e prud' ho-m;a-,-q ;urs.o,

-

io,procesos entre rái¿'.'¡"iiX]*,1.:, yu ti.n"rrl,ln.ion"r d" .-o itiación y a¡bit¡aiefaculrati

penal. El

no ha tardado, pü€S, en establecer u--im¡xrrsra-prO:gresivo sobre la tierra que, comeni@

habitación y dificulta Ia formación de nuevas unid¿desagrícolas, de dimensiones adecuadas á una récnica supe.rior. La propiedad privada del suelo es el más nocivo vabsurdo de los privilegios cuando estorla población. La democracia obrera de

pe@ina de valor para las propiedadescuyo suelo, sin las mejoras, vale 5ooo libras, Ilega paralas que vaien más de eoo.ooo libras á más de 3 libras portoo de su vaior, impuesto que excede a la mitad de larenta anual calculaü. Gracias a esa ley, durante los años1889-19o6 ha disminuído cn r.r19.o63 hectáreas la super.ficic ocupada por las propiedades de 4.ooo hectáreas omits, y, al dar :Icceso a la ticrra a los trabajadores yfomentar su cultivo, ella ha contribuíclo a iracer de Nt¡evaZelandia uno de los países más florccicntes del mundo.No es lo misnro que el Estado adquicra latifundios paravenderlos cn fracciones, pu€s esto trae una enorme alzadcl prccio del suelo como primera consecuencia, y aumen-ta eI privilegio de los tcrratenientes en lugar de reducirlo.La conferencia de la Liga Política Obrera de NuevaCales del Sud ha condenado recientemente csa práctica,si no es acompañada del impuesto progresivo que im-pide la inflación del precio de las grandes extensiones detierra; y el partido obrero, que ha gobernado ya la Repú-blica Australiana, ha establecido una contribución terri-torial federal progresiva de t z 6 peniques por libra,sobre los bienes raíces de más de 5.ooo libras de valor.

Se ha notado que los salarios son g€neralmente altos

Exrgen su,t

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razón, <el pueblo es el Estaaor; -;

;;;;ruii.',loi.ildental, uno de cuyos ministros áferia últimamente raformidable. huelga á. mi*ro, q".'i"ui.r" ;r;;lr;;';"j;su dirección si la corte de arbitraie no hubiera salvadolas dificultades; en Nueva C"f"r-á"f Sua, .uyo ;;;;.bt..t: ": y1-lna grln potencia p"ri"."n,"ria y guberna_mental. En Victoria funcionan tribunales mixtos q* fij";el salario mfnimo para cierta, ,n*, de la producción.Y

-el gobierno fedeial australiano -*ii.n¿.

la proteccióna la industria en el sentido.ae qu"-ir" a" prii.g;;';;primer lugar a los trabajadorerl-r. i," pJoy".iJo -"

este fin un imouesto inteino ,oú"" todos ^fo. "rii.rrlo,rabricados .n "i pafs. y ;q;i""I.;; a u mita¿ de tosderechos de aduana, #p*,i;; ;;'q".-";trr""-,lur* i"iartlculos que

'evaran la marca

" t*r"-J.'il ,lfuuul"",

fiesra, soUrE-ii

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P"joo

de su rnslusrve elcampo, leyes cuyo cumplimiento

oc ios traes exacto-conocque lá

ya Zelandi¿

Page 51: Justo_Teorí¡a y práctica de la historia - seleccion

IüF

II

111 441

para demostrar la importa4c.lqjel'aPoyo recíproco dcias organizaciones a" $

donde el suelo pert€nece a la población campcsina. L¿solidaridad entre los productores autónomos del campo yios obreros urbanos se manifiesta aún donde no necesitanpreocuparse de la subdivisión de Ia tierra; en uno de losúltimos congresos de Ia Federación Americana del Tra'bajo habló un delegado de la liga de chacareros de Texas,

de a Jas

fuen

t€s, Ñ;que no. -les ofrece arraigo, techo ni ocupación1Tam irciF leyescontra los latifundios y en defensa de los arrcndatarios.Es no menos urgente oponerse a la venta de la tierrapública en grandes lotes. Nadie puede en Nueva Ze'landia adquirir más de zóó hectáreas de ticrra públicade primera clase, ui más de 8oo hectáreas de segunda,extensiones de las que se descuenta la tierra que ei soli-citante ya posea. En Puerto Rico el gobierno norte-¿mericano ha puesto lfmites attn á las transacciones par-ticulares en bienes raíces, prohibiendo a las compañíasagrícolas, o llamadas así, comprar o arrendar más de:oo hectáreas, y a los accionistas de una tener partici-

en'sin em@uarde respecto dc lostrusts una actirud de conirol, y les imponga al meno.sla publicidad cornpleta de sus actos. Diferentes Estadosnorteamericanos han pretendiclo impeciir por ley las gran-des combinaciones de capitai; el trust del petróleo se

ha visto obligado a aparecer en varios de eilos comc¡una empresa independiente de sus congéneres de losotros Estados, lo que no ha obstado, por ejemplo, aque la Standard Oil Company de Nueva Jersey posea

9.9oo de las ¡o.-ooo atcionel de Ta Standaid Oil Conpañy

de Indiana. Al ser ésta conden¿da a una multa de

29.2+o.ooo dollars, se anunció que al trust le bastaría

.i.u-' iigeramentg el prr:cio de sus productos para hacer

pagar la"multa al púdtico; la sentencia ha sido anulada'

b,i' lti=rouri, cle clóncle la corte de justicia lo ha querido

dcsterrar, el trust ha - proPucsto que su propiedad sea

Á"n"¡oat por dos p".=ón"i, una de ellas nombracla por

cl Esiado. 'Si

+un aüopeilando contr? un3', teldcXga, tris{'rica fundemental. como e

-i";-;;-ñG-ac qtte sean vanos sus esiuerzos, ia

poiítica norteamericana va contra los _

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avu

(etr$ iffüLLibrar al pueblo trabajador de

bros(

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pación €n otra.Cuanto a su defensa contra las extorsion*; de los ruo-

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baimpücstos sobre f1 vida y el traba;o' tsn Lspana' 'n¿rcl¿'-- ----

' ' a; ¡;ñ ú i;o¡ ;dnttraía 'anualmcnti algo7, eL lmPuesto oc consumos 5uL'5(. , -!,_ _/r^, la población' loo miilones cle pesctas' d9 lo-s cuales sólo

l7+ft ii"'i"ni.rtfro" " las ¿rcas púbiicas, perdié*closc lo demásrtlt ü\ ;;- LJ;¡".¡.. a.f complicado apaiato fiscal. necesário

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t() x-f fl;;t"-;*itar aquella sum¿ al ptreblo consumidor' En Ialr4-{ th"p,ir:iica Argentina los clerechos .de aduana encarecen

I . '.nor*.rn"nte -todo lo que se introduce Para.el consumo

4, ^J,,n*á; i;;l;;e trabajaclora, descle el arroz' la sal' el azÍtcar'vvvr',t/)' el caté / tot t.;iaos y ropas de uso más común hasta

;i ;;i¿ú" con gue át pt'"uto obrero se alumbra v el

hierro galuanizadá qu" ü sirve cle techo' Cada una de

esas gabelas e(uivalé a una merma dc.los salarios reales'

Y las "ot"utti fot derechos sobre tbdos los útiles de

trabajo üel pueblo, desde la herramienta del artesano

hast¿ las "gl¡ot y el hilo cle coser' y el impuqsto- d9

patente qu"-." exige a todo el que trabaja Por su cuenta'

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Page 52: Justo_Teorí¡a y práctica de la historia - seleccion

¡¡..L¡vr¡4r uc rcnqenc_la y organlzacló¡l, gi partido j.b\ ruselas y Écelebra la fiesta mundial d"i ;; au-,li"yo,.no pued.e ser l-Tayo, no puecte ser I

sYWsios pueblos ron ,o\rs? ;;;;';; - -- =...."-¡¡rrE rus pueotos son talt--baibaras como loeran hace cienio .iniu"nru ono. ü que impedían ei Qwq6dlcomercio de provincia a provincia; y no puede ,..p.iorfm isrno en cuanro sean transiroriamenie ináispensabl;. ú;; .tla {d1 de. empresas ya establecidas, cuya ruina inooinada __-tv'¿¡HrLJ4¡ /4 cstaoleclnas, cuya rutna tnopinadaperjudicaría a los trabajadore, qr'r.'o..rp"n..Con el mis¡¡io criterio juzga la política obrera la con-

1ib¡ció1 de tiempo o d"'.oit.. ql.'.r E.;J;-.;g.""rproletariado para fines milita¡Á.vinculación de los obreros consolida la'

, cgngf,orneraclo heterogéneo de rgron€s en perpetua lu

1::1. el q-ue hace pan hast¿ la que ejerce de partera. I Nol;1. 1"^

.:_ ] i provin cia d. B ;;,; - iil; ",

;" t ü; J;';;"ll1"ti^f.:1:ción, que .srava n, r,o.rtor' ;;';;il;;;l::"-'::^,T:::"9:. ¡ dejá ribres r";;;;;;";-r^H;;;:l:t Io r,.an€s

. cam pes trós de recreo t' ;rt ;;" á'0""",o::1'j-

:ll_ h1 de.abolir esas odiosa, ."rg", Jnt

, sl v .r qct¡,lu(.f iI_que el Estadoburgués

para la educaciónlos ciudadanos.

profesional, cooperativa y cívica de

'f**

Al reducirse las funciones militares ciel Estado, susfunciones técnico - económicas se acrecen en proporción.r\ la reglamentación de las pesas y rnedidas, al estable-cimienro de las comunicaciones y de la moneda, funciónesta última que exige la m:ís atenrat vigilancia de laclasc asalariada bajo gobiernos oligárquicos, se agregangrandes problemas nuevos con la centralización de lostransportes y la industria ir el desa¡rollo de los mq¡opo-iios capitalistas. Los servicios de higiene, alumbradó, fuer-za, transportes, teléfonos, etc., de muchas ciudades estánen manos de la municipaiidad; una t¡as otra las ciud¿-dcs británicas adquieren su distribución de agua, suscloacas, sus usinas y cañerías de gas, sus obr¿s eiéctricas,sus tranvías. ),Ío menos evidente es la necesidad denacionalizar los ferrocarriles, que sólo en la sorpres¿y la improvisación de su primer desarrollo han podidoestablece¡se como empresas privadas. En Alemania fun-cionan como un servicio del Estado; en Australia, el

3o de Junio de t9rz, había 16.898 millas de ferrocarrilesdel Estado, y sólo g+t millas de empresas privadas.La nacionalización clc las vías férreas está al orden del

' día en Francia, en los Estados Unidos, en la Gran Brc-taña. La lucha contra los trusts no puede termin¿r sinohaciendo de es¿s gigantescas empresas ranias de la admi-nistración pública.

La municipalización y nacionaliz¿ción de los servicios f

púbiicos, f, e¡ general. de las funciones técnico-econó-micas ceniralizadás, es un gran campo abierto a la acti- {

vidacl poiítica obrera. Pero ésta no se iiusiona sobre la (posibilidad de llevar inmediatamente muy lejos esa ten-ciencia. Si Jaurés ha hablado de presentar en cuatro o '

cinco meses el proyecto de las leyes necesarias para trans- (

formar la socieáad francesa acrual en un mundo socialist¿. t t'con indemnización de los propietarios o simple confisca- .

ción de su propiedad, Watson, ¿ut partido del trabajo, (

ha dicho. como primer ministro de Australia, sobre la'- -1nacionalización de la producción: <Los miembros del par'r:q*,r-ll' (

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Lapazt a4n/

;¡3 ," rrq Nr erTñpénalismo ni el nacionalismoEllirco encuentran su órgano en el partido obrero, que des-,conffa .por ig'-rat ,ce lai

"rnp.".", J;;;;;.., ael capit"tismo ly dc la conrra*ura potrióti." ; que suelen ,o", 'i)?oligarquías depravadai " in.¡rr-"1 aproximarsc el tér.mlno de su dominación. La democ¡acia obrera no admitetnás guerras que las defensivas .o.,,.o un bárbaro enemigo

-e..xierior, y las conducentes a abrir nu€vas zonas del med".iofí.sico-biológico a ta acción i;;J;;;," del homo-re. Entrepgeblos.cultos, el arbitraje debelesoluer todas las cues-

.,ftones. La nueva poiítica ie-empeña en red.ucir to. ga.to,' de guerra qu€ insumen tod.avíá una porción enorme dera...nqueza púbiica, y en democratizar las institucionesmilitares y limitar Iás obliga-ciones person"t".-q*-'.ii",imponen. En Francia el cuártel comienza a ser utilizado

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.t44

tido son plenamente de opinión que ella serfa una cosabucna, pero ninguno de ellos piensa en la inmediata reali-zación de ese ideal... Si mañana el partido obrero dealguno de estos Estados llegara al podcr con una abru-madora mayoría, no intentaría asumir la dirección guber-namental de todas las indust¡ias>. _En r9o7 el congreso dcla Federación Americana del Trabajo, por I j+ votoscontra 5o, ha rechazado el plan de nacionalizar ias mi-nas y ferrocarriles, porque el Estado se opondría a lashuelgas, por pacíficas gue fueran. lüo tiene aún la clasetrabajadora la capacidad técnico-económica que le per-mitirá suprimir las empresas privadas, ni ia política paraformar un Estado plenamente democrático. En este doblesentido contribuye a capacitarla la intervención de susrepresentantes en la administración de los servicios pú-blicos.

Cuando el ensanche de las funciones técnico-económicasdel Estado responde al progreso político de la clase tra-bajadora y a su mayor influencia en el gobierno, la administración pública, al mismo tiempo que se extiende, ad-quiere caracteres nu€vos. No trata ya de aumentar losrecursos fiscales sino de llenar las necesidades colectivas,los servicios públicos dejan de tener precios de monopolio,y se acercan al precio de costo, Como los de la'coopera-ción libre. Y como 9n ésta, cambi¿ substancialm€nte lasituación de los empleados. La democ¡acia obrera dacondiciones ejemplares de trabajo a los asalariados queemplea directamente, y las exige también de los contra-tistas de obras y servicios públicos. El Estado, libre decompetencia, puedc hacerlo, y debe hacerio, no sólo porhumanidad y respeto para con los empleados, sino tambiénpara evitar conflictos que pudieran interrumpir serviciosctrya contlnuldacncio de instirucincJo instiruciones públicas de asistcncia y seguro es

inuidad es indispensable. L¿ creación y el ma-

otro dc los grandes fines inmediatos de la polftica obrera.Alemania ha establecido el s€guro obrero obligatorio con-tra la enfermedad, los accidentes dei trabajo y la invalidez,que funcionan regularm€nte, si bien no satisfacen aúnlas aspiraciones proletarias. Los países australianos, Fran-cia, y la Gran Bretaña conceden pensión a lcs ancianos.Se -.estudian, los-seguros - contra la-viudez -y-:-la- or

tló

desocupación' En Dinamarca los sin'

;t"i.;;'i;; ," *daPtn" a la leY clue looúblico contra ladicatos gremialesha establecido.

1

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Ninguna función del Estaclo más importante para l't

democracia obrera q"l-io "áut"ti¿n común' Con su técnica

cambiante, con su 'ttonomío cada .vez' más vasta y com'

oieia, con ,', ¿irutió-J";;'i; activida'J oolítica' no cabe

"n-la sociedad *;;;; J ¿*'"ttotlo normal del más

nrodesro individuo J;'i; instrucción qu.t !o habiiite^para

;;;p;" " ro "uoiución

técnico<conómica y para en-

tenclerse .on o"o'-io*bies mediante la- oalabra escrrta'

El proletariado mitiiante reclanr¿ to*o ün derecho ele-

m.ntal to e¿u.eciin-inÁ#ttttble pare la lucha por la

vida elt el ar¡r'biente hisiórico moderno' lvlill proPuso

ouc el Estado inde;iz;;;-o tot ob1¡ros desalojados por

:l" ;; tir'.n,o- lvlás seguro e. inteligente es Prepa-

rarlos mediante fo alttipfinl"ma¡rual y mental para Prever

los nuevos ir,,r"n,ol-i'Eo.".t ti"ll:" desempeñat t-n'.11

ñü.;il ."" r"ttío'i titit' Así iambién la instruccton

que capacrtu "' ou'tfii i'.ut;.i", ncción histórica consciente

es infinitam"nt" p'-"ftiitie at despotismo más human¡tano

e ilustrado. Xi ra iJnic" ni t" democracia modernas son

concebibles "n un'-itit ¿" "n¡lf¡betos' P¡ra los econo-

mistas l¿ educación públice :l u.n"'buen;r invcrsión na-

cional cte fondos. l"rl-"f pueblo trabajador es et 91111o

de los deberes d; - ;; Estado q.ue no pcrmite tqn::'T

las leyes "..'it"', tJt t'in si deia presumir que el pue-

blo interviene en t" l"rrf*tián'- Sliti conserva en algunos

cle sus cantones ; ñF:,9:':: tr:*1:,: t'iltÍ::";reunidos en asamblea plenarn ryt" :t:::;'.1,,.J'.';;;tvotar, levantando'"t"

-"ittto' por los c¿ndidatc¡s a magls'

trados ProPuestos de viv¿t voz; esas prácticas de 'demo-

cracia primitiva " ij"tt"át no. ia han conducido' stn em'

;*g;, !'á",.ti¿"t'i" "J"t"ción común' én la que pone

l;¡ más "r.rupuio*'o "t*i¿"'

fs cierto que ya "i-|1-tt't'

'dicional asamblel*¿l'-ói"tit -funciona sin que antes

'se

haya distribuído -t lo' ciudadanos un estenso memorial

sobre los p'oto'*"-o"i"'' -Et partido obrero tiene la

insrrucción *t"**ni"t,- güioitu y obligatoria' con provi'

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El derecho al trabajo tom¿ ya la forma concreta de seguro

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EI, POR.CENTIJE DE TNALF'{BETOS ENTEE LAS PEBSON'\S

DE DIEZ O XTS }.\OS DE EDTD, EN LOs T:flT'\¡OS SIÍIDOS

(tfner soperior, pobt:rciéc tlo color; llnea rnetli:r' poblocióu ltl&nc¡ 6ltr¡!'i6r:r;

lhes itrlcrior' potrlociÓn bloucD D¡¡tiv¡')'

Censo¡de 18Íl) 18til tlfJl lgul . 1910

.l.l;

sión por el Estado de los medios de inst¡ucción, como unode los puntos esenciales de su programa; y no admitequc puedán faltar recursos para establecer y dotar cndebida forma todas las escuelas necesarias.

EL POBCEYTA.'E DE ANIT.¡ABETOS SNTRE LAS PEB,SONT.S

QrE SE CASáBON gN agSfRALIA

:l,ti¡)

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A[os ltl6l

La democracia obrera niega al Estado los cuar¡tiosos mc-<lios que a éste dan los impuestos indirectos, y al mismotiempo exige y esp€ra grandes instituciones públicas dcasistencia, de seguro, de higiene, de estadística, de edu-cación. ¿ De! dónde tomar los recursos para establecerlas ?

No se opone el partido obrero a los impuestos sobrelos malos consumos, a los que encarecen el tabaco y.eialcohol. Pide a las herencias contribuciones cuantiosas,y señala al fisco, como su fondo propio de recursos, lasformas puras del privilegio: el interés del capital, larenta del suelo. La propiedad raí2, por su inmovilidad,por la tendencia de su precio a subir simplemente en

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virtud del desarrollo histórico, aun cuando el propietarionada haga por mejorar el suelo, es la fuente fiscal m:íssegura, la que puede ser sujeta a más fuerte contribuciónsin que por ello sufra en lo mínimo el desarrollo técnico-económico del país. Nada es tan fácil de tasar y gravar,nada tan al alcance inmediato de la ley, como la rent¿del suelo. La idea del impuesto único sobre la propiedadraí2, originada en Quesnay por su doctrina de la produc-tividad peculiar del trabajo agrÍcola, ha encontrado suapóstol más elocuente en el norteame¡icano Enrique Geor-ge, testigo de la enorme valorización del suelo de su ¡rafs,quien basaba su single tax en razones de economla yde justicia. Desde r89ó en Nueva Zelandia la ley autorizaa los cuerpos iocales de contribuyentes para resolverpor el voto general si los impuestos municipales han degravar todo el vaior de la propiedad raíz o solamente elvalor del suelo. Como resultado de la votación hechaen 13ó distritos, hasta el 3r de l{arzo de r9r3, ro5 deéstos, entre ellos dos ciudades de importancia, hanl adoptado el impuesto sobre el valor del suelq con exclusiónde las const¡ucciones y demás valores incorporados a é1.

El ejemplo ha sido seguido por Nueva Gales del Sudy Queensland con el mejor éxito. Muchas.ciudades ale-manas s€ apropiaban una parte del incremento delvalor del suelo rnediante el impuesto, cuando la ley dcl9t t estableció el impuesto al mayor valor sobre todoel territorio det imperio alemán. La Cámara de los Co-mun€s, por 33o votos contra Lzo, yá había adoptado unimpuesto idéntico para la Gran Bretaña, con carácteq na-cional. Los diputados del partido obrero sólo objetaron qucel proyecto atribuía al Estado la quinta parte del aumclltodel valor del sr-lelo, cuando debía tomarlo por entero.

Un sistema impositivo semejante es de la mayor ur-gencia en países como la República Argentina, donde latierra sube rápidamente de precio por obra de la comuni-dad. La clase de los propietarios lerritoriales está aquÍen plena formación, por la subdivisión de latifundios, porla enajenación de la tierra priblica. Necesario es que losnuevos propietarios comprendan que su derecho de pro-piedad es condicional, relativa*plClgfi_pllbl,e, que el Esta-do conserve en principio la propiedad más o menos remótadc la tierra gu€ eotr€ga a Ld explotación particular, gue

se reserye en todo c:lqó rrñ. ñ^,i^ --^ : -.r., ; ;;; ; ü i ;; il :;:?. "¿iii ::"

":".".: T:". i 1 i ffil,;o: 11 propiedad colecriva. V lo -rü'así

que el puebloadqurera Ia capacidad política ¡....ii,sión de et y "a*irjstra¡lo. a para tomar pose-

{.**No disimula l:r"-ti¿,,^ru;"i";:,';::#^,tT:,"'",ff .fjli^Í.0:":....,"u?

prescritas p"r ú1^n a.¡ ,.p"riol". aun donde es mástuerte Ia democracia. obrera, la-ui¿a social es todaví¿<conyiyencia de ¡"Trb;.;l¡o'lrnl' regulación exre¡na);Pa¡a limitar la e..rplotaci¿" i"l *ii-*or"

por el hombrepara cortar las uñas ut grurr-.offi impiaiéndole oo"r",en secrero, oara dsfs¡der" el *"ái"-iiri.o_bioiógico .áot*el acapara*i.nto,.ry'r" i*port'., o- toaos obtigaciones d,chlgrene y educaciSn, t", '*.uu.* t"y", no operan Dorsimpte persuasión;^_1"- +.;;;'ñ"j,i..,r, acompaña. ñopermiten al proletario-_clejarse lrifi,,". por la sed pa-tronal de lucro, ni piden ,u .onr"niimlento a los favore-crdos de la fortuna para tornar de sus riquezas Io nec,e.sario a los fines sociar"r. po, ;;.i*" de la yolunrad

$:,:^*.il*:'."1; ¡oy-, i ; * ;; un-' !o o ",ono, ra rna yoría.

:";¡.f i;:;;:;,$,1ñü'fi ,.0.":?,i:n.n*;,:"r,1"*:la ra propiedad un cará*er "ú.ol-*o,a

^p€rpetüa' .v "gi"ua¡ ra servi¿urur"v oil",ll3,"lt"?oilacompañan de institucion". p"tiii.;;';" .;r;;;;;J"r,llnen al pueblo trabllador t"ñ ;;;;, ta lcgistación socialse propone as€r,urar a . todós *t rnirrirnu, de oportuni-

,'i:or"¿,i"" ñ'lif .e" "iaa'ini¡'p'*u,. para el á.,",ro-r" i"i.iisJ,;;";:?

?Jiü i::lijlri i,:l:il? *:,,,"*1tes.. tiende a realizarse .et derecúo nltur"l contra el de-

li,.,l?, "l'.,oj.i: : "! - !: * ;T,; -#" ;:: b inc o ns ci e nci¿hijtórica de Ias

r a_v..9¡¡s¡¡.c

¡r¡rsnrras -la rnconscienci¿r*j"¡-_á; ;;**'il3'"j"1: ::lll: vivir sino';j.;;

empe*ña-tá eñ-QG_ .progreso social,

".- uiiGi

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se iBcorPoren consciente Y

soberano deseoso de atraervoluntariamente a ella, un

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su seno a la Población

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'"otT ti'in:X obrera propende' -li"i:.ul p'aso del status

al contrato en las r"iltio""' entre los hombres' carácter

general de Ia .""1;;;; política y jurídica .f:ti.l"o:por Sumner )tarne; ,".-pio*,. t?to quiere If enger' et

derecho aborígene, i"t l" ""tiedad

tiene como el buey su

cerebro ,o ,u, tttt'-l'tl-',^*ton'"r derecho calculado' refle-

xionado; a lt ,"ú;;;L;'mecánica' rutina servii guar'

dada por Io ,"pt"'t-iJn,l;"á" a substituir' según el es-

;:";i;"'-o'iLr''tü ia'-sotidaridad orgánica de una

,:$;:;"o"t; ;á;;;;,,m; ";;;'i;" .; á tas <reves que dert'

van su fperze dt i;';i""á ¿" la agencia gobernanta>

opone, como Ia trttiiit"tiOn de Spencer' <<leyes que de-

,iu"r, .t fuerza tltñ.on;;;; de los'i"t"'"t"t individuales>;

al <cierecho itpu"lil;;- Stammier' el <derecho acor'

dado>. La política -;;;t;;

tiende o t'""t <una sociedad

cle hombres que quieran libremente>' oue recollozcan todos

y resP€t€d ¿" '^*^"ült"-!*do las

. itves sociales como

la técnica ,..p"t""'^füJ-; la.física' No habrá enton-

ccs necesidad de ñ";ii;' La política o'brera "t l-t-':::t-

ción para ra rirl.'iaá; tt y"19 transitoria y excepcio'nal-

mente de la ruerz;;; "uoiit las formas inveteradas y

generales de coerción'

t

LA RELICION, LA C¡ENCIA, EL ARTE

Actirirlrtles derivatl¿,'l y accesori;rs '[ua durpicz¡tn x ocopür. t¡urhiót lt pueblo.

- Y¿citla del tor¡<¡r sopesticioso, le reiigión org:ruizrdl es l:r impos-tun (lü6 so snbstituye :¡ la ln¿rz¡ paro rojetar ¡ log l¡r¡nrbres. - Susi¡cul¡¡ción coo l¡s octividcdes fundunrent¿¡les. - Lrl crnz, cono L¡espcdl, agloruera ü los hoo¡breJ disü¡nci¡indoles en grupos. - Luiglesio qarece ,i6 fncr¿¡ eyolurir¿ propiu. - El progreso tóclico-er.:o-nóruico y hs lncir'¡$ est¿ruu a i¡lern¡¡s detcruri¡8! Io ovulnciúnreligiosu. - Cuarto ruás en pnBD¡I sou l¡ intulige¡ci:¡, rurls ¡bi6ns-tlo¡te ro prBcent¡r la religiún r:ono aü¿r.l¡¡ úel prtrile¡;io. - Qaó hocercotrir¡ !L sugesüón escl¿rizrdr.¡r¿? - Lo reügioso eq cl Duderno uro-vimie¡to obrero. - El trte soci¡L - L¡ ois[ciu es do truscenrlenciuhistóric¡ en cn&rto so i:plic:r. - En lu uccióa ecouó¡¡ica y polftico¡¡utónom¡¡ rlesunoll,¡ el ¡rneblo su idco cíe!¿Jllcr¡ do lcy. - Lo sio¡cioes l¡uus¡¿ y relutiv&. .- Los hipótesis. - Éll reoiistuo i¡gérüo. - E¡

nrq¡do es u,u¡orol.- Al tlifnn¡lirse l:¡s ¿ctisid:lles snperiore:, h&brú en' él urás tuzóD, urÁ.! bellez:r, ruós honrlurl.

Factores iundamerrtales de la Historia, la técnica y laeconomía absorben de por mucho la mayor parte deitiempo de los hombres; son, con la poiítica, las activid¿desa gue dedica su esfuerzo en primer término el pueblotrabajador, Ias primeras en que cleja Ce ser simple instru-mento u objeto y adquiere personalidacl.

Pero ni ellas constitul'en por sí solas la llistoria, nila clase trabajadora puede ciesentenderse de la religión,la ciencía y el arte, actividadcs derivadas y accesorias,que influyen también en la evolrrción social. llás pasivoaún que en la economía y la poiítica ha sido hastaahora en ellas eI pueblo trabajador. La religión, Ia cien-cia, el . arte, casi no han existido para las masas sinocomo ocupaciones extrañas, de hombres de otra clase,

cuya obra ignoraban, o recibían concluíd¿ como un bene-ficio, o sufrían como un perjuicio. Al elevarse la culturadei pueblo trabajador y :nacer sus aspiraciones a unestado social superior, critica él los dogmas y los sím'bolos aderezados por la clase dominante, comienza a

crearlos por sí mismo, desarrolla su sentido de la bellezay su facultad de investigación.

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