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L03 DRAMAS BIBLICOS
DE TIRSO DE MOLINA
THESIS FOR THE DEGREE 0F M.A.
MICHIGAN STATE UNIVERSITY
DAVID W.VILA
1960
LIBRARY
Michigan State
Univcm'ty
LOS DRAMAS BIBLICOS DE TIRSO DE MOLINA
by
DAVID WILLIAM vm
.K THESIS I
Submitted to the Cullege of Science and Arts
Michigan State university of Agriculture and
Applied Science in*partia1 fulfillment of
the requirements for the dbgree of
MASTER.OF.KRTS‘
Dapartment ofi‘Fbreign Banguages
1960
INDICE DEL CONTENIDO
INTRODUCCION Q . 0...... v.00... 0.0.09. 0-0... 0 0 0-0-0. org-O. 0 0-0‘
CAPITULO
I. EL CONOCIMIENTO Y USO' DE LA BIBLIA EN EspAfiA
DURANTE LA EDAD DE 0R0 COO-O-O-O-OO'OOO-O-O-OOO-O
II. LOS DRAMAS BIBLICOS 0 O 0-0.0... 0'09. 0 0‘. O O 0-..‘0-0'0'.
III; CARACTERISTICAS GENERALES DEL DRAMA BIBLICO
DE TIRSO DE MOLmA OOOOO'OO‘OOO‘OO.-..~O-.O‘.*.'.‘.-
CONCLUSION 0-00.0-0-00OOO‘CO‘OO'OOOOOOOOOO'OO'OO'.0......O.
BIBLIOGRAF'IA 0.0.0.0000....0...OOOOOOO'0.0'OOOOO’OOO'O
PAGINA
76
9’4-
97
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El fin perseguido en la presente tesis es el de estu-
diar e1 teatro biblico del maestro Tirso de Melina. Para
elIb hemos escogido cuatro dramas biblicos, £3 2212; age
29393 _e_r;__c_a_s_a_, £13919; migadera, £3332 avariento y _I_._a_
renganzaoggwggmgg.‘No hemos tomado en consideracion en.el
porque Tirso de Melina usd mayormente la historia de*Elavio
Josefo como en principal fuente. Tampoco hemos estudiado e1
drama §;_condenado Egg desconfiado por existir adn dudas~
sobre quien es el autor y ademAS; porque su tema es~mas
bien teologico que biblico en el sentido de la narrative e
historia de la Bibliax
Ba presente tesis ha sido dividida en tres~capitulosa
El primer capitulo trata de investigar el conocimien-
to y uso de la Biblia en Espafia durante la Edad de Oro. En
61 nos prOponemos demostrar que la Biblia, aun cuando no era
plenamente conocida del pueblo en sus textos originales, ha-
bia dejado una profunda impresion en los espafioles*princi-
palmente a través de la literature y de las obras devociona-
los, y también en sus versiones en las lenguas clésicas que
la gente educada podia leer. Hacemos enfasis especial en el
hecho de que la literature ejercio gran influencia como me-
dio para dar a conocer a los espafioles e1 contenido de la
historia sagrada.
El segundo capitulo es un estudio detallado de los
cuatro dramas anotados mds arriba. En dicho exémen.hemos
ii
tratado de poner en relieve la habilidad y maestria de Tirso
como dramatista mediante un estudio de la trama dramatica on
general y los caracteres~principales. Al mismo tiempo hemos
tratado de poner en relieve e1 fin perseguido por Tirso a1
escribir cada una de estas cuatro obras. Hemos hecho mencidn
de referencias historicas que puedan dar luz sobre la rela-
cidn de las obras de Tirso con los problemas de la sociedad
de su dia y su mensaje universal.
Finalmente, el tercer capitulo estudia las caracteris-
ticas principales del teatro biblico de Tirso de'Molina, es
decir, aquéllas que a nuestro Juicio parecen las mas impor-
tantes. Hacemos notar la importancia de sus estudios psico-
logicos de caracteres y situaciones. Al mismo tiempo, estu-
diamos los elementos comicos y romanticos en tal teatro, es
decir, sus graciosos y sus galanes. Sigue a ello un estudio
sobre el concepto de las virtudes en el teatro de Tirso. Ap
firmamos también, que Tirso no tan 5610 se proponfa entre-
tener sino también.moralizar a su publico y que para tal
prOposito adapta su languaje, los elementos de tiempo e in-
cluso 1a forma literaria a su dia. Tirso trata, por una
parte, de guardar fidelidad historica a la narrativa de la
Biblia, pero por la otra, usa cuantos elementos técnicos y
dramaticos tiene a su alcance para dar fuerza y vida a1
drama. Ello explica sus frecuentes anacronismos. Finalmente,
afirmamos que el drama de Tirso ha de ser considerado bajo
tres planos, el histdrico, el dramético y el universal.
iii
El presente trabajo no ambiciona agotar todas las po-
sibilidades de estudio del drama biblico de Tirso de MOlina.
Simplemente trata de sentar algunas bases que permitan a su
tiempo realizar un estudio mas profundo y a la vez mas com-
pleto.
La bibliografia sobre este tema es bastante escasa.
ElIo nos ha obligado aédepender casi totalmente de los dra-
mas en si. Tal método tiene las serias desventajas de toda
investigaci6n original y mayormente la de carecer de fuentes
secundarias para apoyar 1a mayor parte de nuestras conclu-
siones. En cambio, nos ha permitido ahondar mas profunda-
mente en la obra dramatica del ilustre mercedario, para
examiner y apoyar nuestras conclusiones=en sus mismos tex-
tOSo
CAPITgLO I
EL COVOCIYIEVTO Y USO DE LA BIBLIA EV ESPAfi DURAVTE
LA EDAD T”:0?0.
La ensefianza y comentario de las Sagrradas Escrituras
en Espaia fué'fomentado por el conocimiento del hebreo y'el
érabe. Aun cuando es ciarto q1e existieron prohibiciones
transitorias da la Biblia durante los siglos XII y XIII por
parte del Papa Inocencio III y el rey Jaime I de Aragén, e1
renacimiento cultural de Espafia durante los 51 glos XVij
XVII fué acompafiado de un renovado interés en el estudio de
los textos biblicos.1
Ya en el afio 719, Juan, obispo de Sevilla, habia he-
cho una traducoion de la Biblia al arabe, segfin el testimo-
nio del Padre Mariana, ann cuazdo 1a mas antigua version
que ha llegado hasta nosotros es del Antingo Testar1ento a1
arabe, y se debe al judlo espaflol Saa«11a Gaon, antes de
9h2.
A partir del siglo XV emniezan a florecer en Espafia
las traducciones y comontarios de la Biblia. Encontrauos a
Prblocde Burg05, um judio convertido, quien completo hacia
1hOO e1 comentario de Vicolas de Liria. A éste, Slguieron
los trabajos de Alonnso Tostado, canciller de Castilla, y
a de la Ilffl““+1“° Papafiola
10?;2),fl5-7)». 7'”an
”Cu:dro de conjuntO" para‘-
1 Ludwig Pfandl, Virtor
Vaoional en la Edad de COro _ja
Eecno e1ctenso_us 0 del 31t
la preparacién de este Cestudio.
-:J.Fr
o :4
2
finalmente, Bonifacio Ferrer traouce inte"raaente la Biblia
al valenciano.
La obra magma del siglo XVI en lo que se refiere a
los trabajos de tradlcoion y es tudio bilm3 co es la farosa
O (D
S Q.)
HBiblia Comhluteheis, fruto de los esfuerzos del
Jimenez de Cisneros. Asinisno la obra Vita Christi Cartuxa-
inrosio gentesinos, y las Prietolfie Z a"ah~o11oe por
odo el ago con sus doctrinas z eermonee, son prueba eviden-
te de qLe los tex os sagrados, en forma de antologias y
paréfraeis, CirCH.1anan en la lengua vulgar, y que su lectura
era has ante divulgada.
A peeer de todo, faltaba todavia mucho para que la
Biblia se convirtiera en fuente de inspiracion del pueblo
espafiol, ya Que su interpretaoion se hallaba Cirrcunserita
por el tradieionalisao ecleaioStioo. Prueba de ello es la
(f)
‘iguiente adaision de un critico tan agudo como Pfandl Quien
xclama:(D
De toda s maneras, el aprovechamiento del sagrado
texto se limit:a aa a su e"nlicaeion tradicional en sen-
tido literal, alegori co, moral y metaiisioo, auxiliada
con plcgarias y reflexiones intercaladas, 0 con Canitu-
los entresacados de los Santos Padres.2
H.
La n1luoncia erasmista en Espaia produjo excelentes
frutos en lo que se reiere a la divulgacion de la Biblia.
Alvar Gomez de Ciudad Real, un discipulo de Erasmo, para-
fraseo en verso las epistolas de San Pablo en la Fusa Pau-
lina, tradujo en verso los Proverbia Salomonis, y compu-
_L.'
so ademés las Sertea eleaiae in poenitentiae nsalflos. Beni-
to Villa publico tanbién un libro de versos endecasilabos
parafraseando los Salmos, al que did por titulo Harnaige
David.
Al lado de la obra poética sobre la Piblia de este
periodo, encontramos un renacimiento de la dramética biblica
en los autos sacrafientales. Estas representaciones escenifi-
caban episodios del Antiguo y el Nuevo Testamento tratando
temas como el sacrificio de Abraham, la Vida de Samson, Abi-
gail, José, la conversion de la Magdalena, la parabola del
hijo prodigo o Comedia Profliga, la curacion del ciego de na-
cimiento, y el descendimiento de la cruz.3
Ann asi, el pueblo espafiol solo recibia un conocimien-
to indirecto del contenido textual de las Sagradas Escritu-
ras, ya que los autores parafraseaban el texto biblico. Po-
demos pues, afirmar, que los espafioles-del siglo XVI tenian
un conocimiento mediano de las histories biblicas, adquirido
mayormente a través de las lectures devocionales y de la
dramatica biblica. Uh cierto nfinero de ellos, por conocer el
latin, el hebreo 0 el arabe, tenian acceso directo a los
mismos textos de la Escritura. Sin embargo, como alirma
Pfandl, el conocimiento del texto biblico era el patrimonio
3 Para un estudio detallado de tales obras véase B.
W. wardropper, Introfinooion al teatro religioso del Siglo do
Oro (Madrid, 1933), 330 p.
de la aristocracia masculine, cue babia pasado por les es-a.
. )
cuelas de latin 0 los colegios de los conventos.+
En tales circunstancias llegaron a Espafia las tra-
ducciones biblicas de la Reforma protestante y como conse-
cuencia de ello se produjo una fuerte reaccion en los circu-
los eclesiasticos. El Concilio de Trento no probibié termi-
nantemente la lecture de la Biblia, sino solamente la de las
traducciones de la Reforma, y de cualquier otra traduccion
de textos biblicos que careciera de la debida licencia ecle-
siestica. Por desgracia, la Inquisicion espafiola fue mucbo
mas lejos que el mismo Concilio de Trento, y al publicar el
Index Valdés en T559, nrohibié en absoluto y sin limitacidn
alguna, poseer, leer, inpriair, c0piar y divulgar la Segre-
da Escritura en la lengua del pueblo.5
Desde entonces, los estudios e investigaciones bibli-
cas en ESDafia constituyeron una zone de peligro espirituel
que solo una profunda erudicion teolégica y linguistica po—
dia penetrar. Por tal motivo, no encontramos ninguna ver-
t—s en lenrua vulgar, aparte de(D
C.)
sion de las Escrituras comnl
las versiones nrotestantes de Casiodoro de la Reina y Ci-
priano de Valera, hasta el alo T793 cuando el padre Scio de
San Miguel, obisno de Serovia, publico su version de la Bi-
blia en castelleno basada en la Vulgate de San Jeronino.
Pfandl, on. ci ., 25.*0—
5 Ibid., 25
El pueblo esraiol quedé nrivafio nor fies de dos si-
glos del conociriento directo de la Tiblia en la lengue
vulgar, pero ello motivé el que la sed de tenes biblicos
por parte del pueblo fuera satisfecba de otres formas. Las
obras misticas y flevocionales, los libros de moral y ascé-
tica continueron innartiendo ens :enza y efiificacién al
pueblo, pero fué mevoruente en la literature y representa-
ciones dramaticas we teas bibliccos , donde el pueblo espe-
fiol encontro reflejados los valores espirituales y ense-
nenzas de las Sacraflas Rscrituras. La Biblie en Espeia que-
do reflejade en las obras de arte literario. Anarte de las
obras fie San .Tuan de la Cruz, Fray Luis (e Leon, Fray Luis
de Granada, y Santa Teresa de Avila, encontraeos un nfimero
consi reble de noetas esna oles v dramatista: que utilizan
la Fiblia cono fuente de insniracion, I de un mode especial
a Tirso de Noline, Josef de Valdivielso, y mayornente Cal-
deron de la fierce.
Tirso de Nolina hace uso y cite abundantemente el
elemento historico y hunano dc la Biblia. Ello no quiere
decir que olvida oor connleto el elemento tipico y ale36-
rico, partic13armcnte los tipos Le Cristo en el Antiguo
Testamento, pero dado el carecter de sus dramas y la clase
de pfiblico al Que iban dirigidos, en su nayoria gente hu-
milde y nl ebeya, Tirso no podia hacer uso de sus profundos
conociriento: teolofiicos y acadenicos. Sin embar3o, Tirso
se refiere en verias ocasiones al mane (Erode, 19:1H) y a
Isaac (Génes's,?2) cono tines de Cristo (Jtan 6:31-??' 1a
Corintios 10 y Tewroo, 11 y 17). En un drama cono Les tri-
.
._ —-.
Vauos al tez‘)lo celes,c
a la mesa Gel rend,
a las eras del cordero,
al convite ficl altar
donde entre puros viriles
la fe nos nuestra al Isaac
de su naflre sacrLicio,
del mundo feliciclad; (III,
9
1:7)6
Ta1wié1 en 1n obra Les buinrs Re Portusal, Tirso men-‘k M
mod0°
A aconsejarse con Vos
ii f , lib o santo, viene,
nues cia
r
0 en vos ea contiene
6 el dedo de Dios. (III, 2)
El misno tena de la insmiacién liolica nos es presentado
en un drana biblico, La Venvenza 6e Terar, de este forna:-——o—————b—-——————
Los self05 en vcrso he escrito;
Que es Dios la muse oereta,
que en él in-luvcnwo este.
00000000000000...00.000.000.000.
2'isterios escribira,
que es 3uerrero y es nrofeta. (I, 2)
Estes expresiones de Tirso son une renroduccion de la idea
U)encerrade en pa s.Je biblicos tales cono 2a Tinoteo, 3:16
1 _ is b.0nos Usado al Cital
las obras de Tirso fie Molina la e icion Camu‘cta fie DOfia
“lance de los Rios, Tirso Be “ Lira: Dranitices con-
oletes, (Na:lrid:1958 J vols.
y 2a Peflro, 1:21.
rane biblico Ge Tirso de Kolina resultaria in-
comnrensible de oxalicar en cuento a su forna, técnica li-
teraria y proposito, si no tuviéranos en cuenta que el
teatro biblico era une de las fornas res arenas y eficaces
de dar a conocer la Siblia el pueblo e impartirle los prin-
cipios y nornes de la Vida y moral cristianas.
CAPITULO II
LOS TAXAS VIVLICOS
En este capitulo nos proponenos estudiar indivi-
dualmcnte los dramas biblicos de Tirso dc Kolina. Tres de
ellos, La rujcr Que randa en case, La rejor espijadsra y
Jo
La vensanze de Tanar estan inspiredos en los escritos del
Antiguo Testanento, mientras e1 cuerto, ll rico avariento,
que también ha sido conocido con cl nonbre Tento 33 lg Q3
‘
mas coro lo we rcnos, derive sus fuentes del Nuevo Testa-
mento. Hemos omitido un drama Que también hubiera podido
incluirse en este estudio, Lg_ggflg.g_muerte fig Vcrodcs.
Aun cuando la Eiblia mencione el nombre de Kerodes, deci-
dinos no inclnir este drama en nuestro estudio porque Tir-
so hizo uso casi exclusivamente de los escritos de Flavio
Josefo en la preparacion de este drama.1
LA :1..qu (2:73 I".~'-‘._"DA Fur CACJALQ
Blanca r“-e los Rios efirme con razfin, que los criti-
cos literarios hen concedido muy poco especio en sus obras
, . o .
a este drama de Tirso.¢ Algunos de ellos le conceuen esca-
sos ren3lones sin adentrarse a profindidaues analiticas,
otros, simplemente no dicen nada.
1 6"”
Blanca de los Rios, op. cit., Vol.1, 1yso.
Ihlfl., 570.
Entre los rasgos principales que se encuentran en
La mujer we nanda an gage, Blanca de los Rios enota una
caracteristice may importante: la satire. Mantiene este
eSCritora espeiola que, con este obra, Tirso dio princi-
pio a la produccién de caracter satirico que tanta fame
hebria de darle, y que efios mes tarde llegaria a tales cum—
bres en la persona del Ingenial Quevedo.3 La satire a que
nos referimos aqui es la satire politica y en ella, anota
Blanca de los Rios, Tirso blandio su espade contra los po-
deres mas altos de Espafia. En este caso, el blanco de Tir-
so fué'nada nenos que la casa real. Es extrafio que Tirso
no sufriera mayores consecuencias de su atrevimiento con-
tra nobles, potentados, y en el presente caso afin la misme
reine de Espafla, Done Margarita de Austria.
Es indudable que le satire forno parte de laS'armas
esgrimidas por Tirso contra sus enemigos, pero es también
muy dificil probar Que en este caso e1 atreviniento de Tir-
so no se detuvo ni aun ante la misna reine. Nos parece que
en este drama, Tirso mas bien generalizé un principio apli-
cable a cualquier caso, es decir, que reycs y maridos de-
ben mentener dominio tanto en sus reinos ctno en sus hoga-
res. Seria injusto atribuir a Har3erita de Austria, y pun“
to por punto, todas las debilidades, flaquezas e injusti-
cias qua Tirso nos pinta en la figure do Jezaoel. Cuanto
Lu
Blanca de los Rios, op. cit,, 571-2.
10
mas, Tirso e limita a lamentar el hecho deplorable de que1:)
V
el cetro v la corona se encuentren en nanos de mujer, pero
sin establecer paralclos entre el caracter de .TeVabel y el
de la reine de Espaia. Sin dude que s1 atreviniento no de-
jaba de raver en linites extremadauente peli3rosos, pues en
aquellos dies las debilidades politicas de Felipe III habian
llevado a la reine hacie las esferas de 3obierno y ocasio-
nado la casi omnipotencia politice del duque de Lerma.
Es m1y diiicil ahora encontrar las razones Jxactas
que inpulsaron a Tirso a escribir este creacién dramatica ba-
sada en la Biblia. Entre los estudiantes de historia biblica,
y aun entre el vul3o due conoce la historie sa3rada, el ca
racter de Jezebel he quedado escrito cono ejemplo de perfi-
die y de melded. Tirso descubrid aqui un fondo enotivo y pa-
sional muy rico en matices, y un anelisle de la Vida tan fi-
no y ducho come él, no podia dejar al mar3en tan buena oce-
U)ién. Cronold3icnente, La mujer one Pfifidfl en case fue el
rimer drana biblico de Tirso de "olina, escrito en 1611 o
*d
1612, a juicio dc Blanca de los Rioos. este drane no pus--
6
1
de ser celiiicado cono el mejor de su 3énero, no hay due 01-
.rso se esteba adentrando por un terreno comple-+31*
Vidar que
tamente nuevo para 61, 81 de combiner temes biblicos con e-
fectos dranatieos, y en los cual es adquiririe iniguelade
maestrie.
Tanto en este drama cono en los otros del ciclo bi-
blico, Tirso trata de pernanecer fiel al relate de la Ti-
11
blia amn cuanfio solo sea en tardinos :enerales, pero al mis-
mo tiempo trata de aninar el relato y sus caracteres median-
te detalles, ocurrencias e intrigas cofipletamente ajenos al
material biblico en cuestion 0 al contenido general de la
Biblia. Tirso trata de preservar la integridad del relato
biblico tanto como la es posible, pero al misro tierpo lo re—
viste con los colores de la forma drafiatica creada por Lope
de Vega, situardo al verfladero draaa en un olano intra-his—
torico Que oscila entre los dies de Israel y el gobierno de
la casa de Austria. En general el preposito de las adicio-
neS‘de Tirso no es otro sino el de hacer resaltar el contras—
te entre dos rarejas: per una parte Acab y Jezebel son el
simbolo de la imoiedad mientras Que, por la otra, Kabot y
Raquel so” los heroes de la piefiad y la devocion a Dios.
Tirso trata de arlicar la moral del drama a los pro-
blemas de su dia y esto provoca el constante anaeronisro
dramatico de Tirso, es decir, el transnlante Ge caracteres
y costumbres biblicas a una esfera contemporanea, la de
Tirso y su dia. El escritor nercedario no se contenta mere-
mente con una reconstruccion de los tipos orientales, siro
que actualiza su lehquaje y costunbres a las de su die,
como DOGGUOS ver en los si3uientes ejcrplos:
gfiay gusto igual al que siente
el aoor que alcanza y calla,
prendas one en los bosques halla,
sin que siendo pretendiente
pase por las dilaciones
de'melindres y de quejas,
de noche adorando rejas,
y e"wuioaoo3 Wlcones
y me die entre cesvolos
solicitando un favor? (I,6)
La referencia a balcohes y rei 3 en boca de Je7abel nos da*0
un fino reflejo 6e la Vila cortesana en los dies de Tirso
pero que esta bien lejos de las costurbres en tiefipos de
Jezebel. Estes anacronisnos continfian por todo el drama
cono podeflos ver en las citassi3fi1m1-tes:
Algal del suelo,c1flirios,
pedid rmrcedes, lle3ad. (I, 8)
Esta alusién a cubrirse an boca de Jezebel no puede
tencr otra fu nte que la costurbre ooservada por los vaga-
llos ante la realeza y que era bien conocida por Tirso. La
actitud de Yabot llena a s11mujer Raquel de celos. Esto da
lu3ar a que Tirso insista sobre este anacronismo en boca de
Raquel quien dice a su esposo:
unrir la cabesa os manda.
ois Grande de su estado, (II,8)
La referencia a los Granfles fig estado no tendria sentido al-
guno en boca do Bequel, aparte de un previo conocimiento de
la Vida de la corte en los dies de Tirso.
Otro ejemolo del anacronismo y fine ironia de‘Tirso
lo encontramos en las palabras de un Ciadacrio de Israel a1
exclamar: O morir, u ooedecer
3 1h 1! ~ 0p01q1e un, Jo el_ReJ , oueue ouco.o. (III,o)
Podriaoos continuar multiplica ndo cites sobre estos anaero-
nismos, pero consiaeraros qua, ara demostrar Como Tirso
afiade luz y color al drama biblico, las arriba citadas son
13
suficientes.
Las referencias en esta obra al 3obierno de la m.ujer
son muy dignas de rancion porque cons tnveo e1 bincaoi'é
par ‘2.)
la "oraleja del drama. Yotemos las si3uicntes referen-
cia U)
al do:1ir10 de la muje
Esto y macho mas oeli3ra
reino en que manda mujer. (I 12
Tirso menciona aqui por primera vez el pel1,ro de aquel rei-
.3
no regido por mujer y contirfia tale asevericioneS‘como mm{‘13
leitrotiv .1e corre a travé de toda la obra y Q11e termina(-—‘
U)
con los versos cue copiafios a con inmiion:
srael la cabe?a,
Jezebel se li1ra,
iente desfle boy has
einare; no perfiita
1 er le 3obierne;
destruye honras y vidas
—3 r (”1,9 mhhflfl 9Y1 cqr"),
1|...
como este e3e:1plo loairma. (III, 19)
Tirso no se contenta de poner 1males ,ala.1ras en boca
de laicos eino Que lleva e1 asmhto a1 terreno reli3105so
cuando pone en boca de Elias, el nrofeta de Dios, estas pa—
labras Que sucnan como un reproche divino para aquel hombre
oue pcrmite a an mujer usurpar los derecbos de cabeza de&
0888:
Afeflina tu diadesa
(no es la cabeza) en los pies,
pues indi3no de ser hovbre
te 30bierna ura mujer. (I, 10)
H-
Lo misso so res te en boca de Abdias, quien trata de
consolar a Raquel, la esoosa dc Tabot que se nalla luriosa y
desconsoleda ante el cadéver ensan3rentedo de su esooso,
muerto a pedredas por orden de Jezebel:
Lleved a enterrer e1 cueroo.
Seré, muerto, ejemnlo vivo
del mel oue a los Reinos viene
por une mujer refiidos. (III, 11)
Tirso se esfuerza en pintar e une mujor ”mperiosa
frente a un rey débil y es bajo estas c 1.1
-rcunstanoias que el
apedreemiento de Teoot s; lleva a cabo. Jezebel, en un mo-
mento de debilidad de su esposo Que son freouentes en la
obra, obtiene el sello real y bajo el pretexto de una vil e
infame calwwnie de dos falsos testigos, consigue el epedrea-
miento de Uebot, simbolo de virtud y de piedad. Tirso pinta
vivamente la debilidad del rey Aoab con vivos oolores en su
lloro pueril y la entreja de equel aLillo, siubolo de la au-
torifiad real.
No es sevuro que el pfiblioo de Esnaia COflprendiera en-
seguida la moreleja de la obra y la esociera a la casa reel
J 14
:34
H-
de Espaia v a l debil de Felipe III como ?lenoa de losJ La0 l
Rios pretenfle. Sin embargo, es posible que al3unos Vieran
dibujarse los perfi103*de le intriga reel entre Felipe y Kar-
3arita, este dehil y aquélle, fuerte.
Hay afin otros detalles dignos de menoion en este dre-
ma. Uno de ellos es el eueio fingido oowo declarecion amoro-
sa y Que pone en eviflenoia la fine nsioolo¢ia de Tirso.
contramos este estretarena en tres 00831ones a trevés me los
obras de Tirso.
15
ci3uie1do la cronolo3in dc3do por Tlenca de 10-. P105,(0
r \-
la or inero wencion so eecuentra en El vor3oozoro en oelecio." —- LL —- fin."—
En este obra, Doia fiajdalene se fin3e dormide cuando Don
Dionis viene a derle su leccion. De es ta manera pue6e ex—
hubiera es-H-
presarle on forms mucho memos efiberazosa que 5
tado despierta, la vehemencia 6e su enor.
Don Dionis, no creéis en suefios,
age 103 sueios, suenos son. (III, 8)
B: La major one menfla en case, Tir vuelve a insis
tir sobre el mismo tema cuando Jezebel trata do dar a cono-
cer a Nabot su anor i1petuoso. Jezebel, para hacer la situ-
acion memos e31arazose, se fin3e dormida y en moflio de on de-
claracion amorose exclama:
Has vos, cuyo corazon
desoreoia tales eznoefios,
diréis norque os amo en sueios,
gge los snelos, Sfieqos son. (I, 8)
Més tarde, vue-ve Tirso sobre el mismo asnnto en su firema La
1
me or e33 3n6ere. Esta vez es un hombre, [asalon el hijo de1_4_ ' _hi
1%
PJ-
Elimelec, quien enoontrendo 8 But, la princesa moabita, dor-
mida, dice:
Pero dueroe, _ue es razon,
no 6i3as endeenertcando,
Si fe a tuaafior estoy dando,
aml los sueios, sneios son. (I, 9)
one cor1o posibles fuentes de(a
l-’°
Blanca de los Rios 3 no
Tirso un villancico 6el siglo XV y los Su303 de Queveéo. El
villanoioo dice esi:
Solaba yo que tenia
ele3re mi C3razén,
nés a la fe, madre mia,
h
Que los suefios, 333103 son.
U0 teneflos evicencie directe 6e Que fuc esi,
perece la opiLi6n heSprohehle, ye qwe Tirso no ere
gfin modo ejeno a les corrientcs literaries y forme a
ceS‘de su ticrpo.
Es tewhién 6i33e 6e mencién le 11(031336 6eL)“
(‘V'
16
pero nos
6e nin-
drefiéti-
Tirso el
releto biblico en un buen nfimcro 6e escenes:;De ML modo es-
h Blence Ie los Rios, on cit.., vol I, r'77”).
5 Tirso 60 Holine hece ortenso U30 6e citees biblices
en este dreme o no lo irueIwen los 313W1e3te3 pasejes:
1. Le idolatrie 6e Israel; Hoisés y Selomén. I,2,
Le idolatrie 6e Jeronoén. I,3,, Le vecren~a y no6er 6e Dios en
el 1er Rojo, (E"odo,113:23)); le 6636163 (01 reino nor rerte
6eDobofim, (1e Reyes, 12:26,26).I La nuerte 6e los pro--
fetes se3re6os (Ia Reyes 1%:h-); e]bosmuo 6e , eel, (18 Re-
yes 16:33), la ley do I'oisés, (Dcvter030310 20).
I, 10. L- ley 6e Oreb (Deuteronorwo 5:2
El Temolo, reecentéculo del erce 6e Dios 6e
Kelquisedec ($633313 16:13-20).
Les doce tribns: De36e Saul (1e Samuel,TO-21)
haste Nenesés (2e Clénices, 3:1).
La tornoeze 6e hero0I_06n one he ce edorer un be-
cerro en Detel (1e Reyes, 12:29).
Los infemes cinco reves:
e) Uedob (1e Reyes, 15:26).
b) Base (Te Reyes, 15:27).
c) Ele (1e neyes, 16:3 ).
6) Zimri ( Te Reyes, 16:11).
e) Omri (Te Reyes 16:20).
Le muverte 6e Abel (Génesis, 6:9).
Le justicie 6e Phineas ( Kfineros, 25: ).
Los justos ven el seno 6e Abrehefi. (Lucas 16:
22).
II,9. Le vente de lo pr1103031ture orohibiie por
Dioos mismo (Le1ritico, 25:15).
P06330s eZ'edir owe en ningfin otro 6.re‘.e biblico
hece Tir so tento uso 6e re1erencies e le mitolo3ie como en el
presente. Tel cose no 6coe extreierros torendo en cuente Que
en este drama le idoletrie jue_e on panel may principal
h.
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duefia 6e SI misma, y pronta a obtener lo que ahsIa por el
buen grado 0 por la fuerza. (III, 3).
Tirso nos 1uestra en Jezahel a uha major cruel. Des-
pués de la muerte Ge ACab en el cavro 69 betalla y de T.
en un ape6reamiento, Jezabel renusa conceler la libertad a
Ila viuda Yaquel. Al mismo tiempo urata 66 a5058r su propia
4.
Y0
pena atavi énl‘.ose ricamente para I ejager can el sensua-
lismo la Dérdlda de su propio esposo. Las palabras que si-
guen son u“ vivo retrato de la cr1 1686 de Jezab 1:
Va sabes Que soy cruel;
........................
To rrfi7zwudanza
en 51 pena v mi venganza. (III, 15)
Vcncicas sms huestes por el valeroso Jehfi, Jezebel
trata 6e enamorarlo para asI librarse de una mtxerte cierta.
Sin embargo, su estratagema no 63 res lta6o y sus pretensio-
nes son decechadas por el vence6or y a la vez vengador 6e
2e Israel. El fin de Jezabel no es otro Que la
culminaci621 60 la Vida que ha 116vado. Jezabel sucumhe en
los plebeyos con muerte etroz, los perros lemen su
sangre y asI termina el drawa.
Jeznfiel es un carécter fuerte, muy fuerte hasta su
fir. Es el retrato 6e una Huger ap3310na6a y enérgica, Que
desconocé el arrenentiniento, Que sigue alelante en sus ,lanec
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N CD Iy caprichos sin dar treftua a ninfltma 6e sn
bel sigma siempre aflelante sin mirer atrcs Dara ver el su-
frimiento de aquéllos a quienes maltra tars, y sin pensar
jamés en volver sabre sus pages. La brutalidad de es
mujer‘hace que Tirso Donia en boca del liberta6or, Jehfi,
estas pall1ras:
Aloe Israel la cabeza,
Duos 6e Jezebel so like" (III, 10)4*L‘, /
-oab.
La fig1ra 6e Acah es, con resrcoto e Jezebel, el re-
verso de la nedalle. uando hahrIa que esnerar un rey domi-
resenta to6o lonador y dueio 6e sus nosesiones irso nos1-3
L_.
contrerio. Aquella nasoulini6a6 que es tan fuerte en otros
personajes del raua no Tirso en :e1eral, no la Venos en
6)
absoluto en la per sona d l rey 6e Israel.
Des6e buen firincipio 6el 6r1na, Tirso nos presenta
en Aoab la fieura 6e un rey 66bil, ahfilico, one se acobarda
ante laS'recrininaciones y anenazas 1e Jezebel, eue se hu-
milla ante Tezaoel cual nifio Que tone perder su jusuete
preferido. No es, pues, 6e ertrafiar que cuando Wea1el pone
a prueba su fuersa 6e voluntad y en aneso a las traoiciones
judIas, Acab Quede vencido con gran facil idal. Ante las
fuertes palabreS'de Jeez1bel, Acah se aoobarda y aromete que,
puesto que Jeza1el misna se hunilla delante 6e Baal, 61 y
todo el pueblo van a hacer lo mismo, con estas palabras:
A6ore Jeruselén
su Dios en su temolo de oro,
que yo a Je:.1bel adoro
y al saoro Baal tanbién.
Cuentos en mi reino estén
reverenoien a Feel
nor 601616 universal,
pues Jezebel se le humilla;
quien no hinque la ro6illa
tense pone capital. (I, 1)
’3’)C_ L.
El servilis0 6e Aces llea a un e"tre1o cuen6o pare
complacer a Jezebel hece ejec1ter trescientos nrofetes 6eJ
Dios y lo conunica e Jezebel 1e este 6060:
"o 0060 rev, hernosa nren6e mIa,
cono ministro vuestro solemente,
6e Israel 6esterré la hinocresIa
que ciega a6otinabe nuestra gente.
Trescientos y 66s son, los que en este 6Ie
les eras 6e 3811 en senxre bean. (I, 9)
irso vnelve a treer el frente el elenerto reli 310oso*‘3
para juzfer la incapacidad reel 6e Acab y su innotencie
como gobernente e1 enfrenter el Rey, que es sImbolo del.4—
no6er hm11ano, con FlIas, el mensajero y profete 6e Dios.
ElIes prorrnupe en un vehemente 61sc1rso contra Acab, de-
nuncie sus errores y en ae11neniento co1o sigue:
Afenine tu 61a6ema
(no en la cebeze) en los pies,
pues indieno 6e ser ho6bre
te gobierne una nujer. (I, 10)
Le supersticién y el miedo que el rey exnerimenta el
tembler ante el greznido 6e un cuervo, nos den 3 enten6er lo
bien que Tirso comprendIe le psicologIe hu16e1ne.
{Tiem1lo,
dudo, desmeyo, suspiro,
ebrésome vivo, y muero:
Los Cielos son contra mI.
¢Quién resistiré a los Cielos?
"i nort1l sentencia firnen
plures 6e verdugos cuervos. (II, M)
De todos modos, Ace b, e pesar 6e ser cono 1L1 ju3uete
en manos 6e 11 nerver sa Jezebel, no llefe a los extrenos 6e
melded queéste alcenze. El te1or 6e Aceb tiene bases en su
conciencie como prueben les pelabres QQUmié e.istiré a los
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Tirso presenta en Tabot e1 ejefiolo de un ciudedano
leal. En Yebot vemos la néxima figure de aror y fidelided
conyugel, y el tioo flel adorador verdaierafiente oiedoso. La
Vida de "ahot traoecurre tranquilefiente cono une Vida ideal
en la one el hombre procure satisfacer tres awores o devo-
1—!-
ciones: D OS, on iedilia, y el Hey. (I, 8).
”ehot es ejeonlo fie fioeuidad cooyufiol el saber an-
teponer al placer e1 honor propio y el de su eeooea. Psto,
y su fidelidad a Dios, haoen one 8e niegue a acceder a los
deseos y requerifiientos afiorosos de la lasciva Jezebel oue
arde en deseos por él. Ante las amenazes de la reine, one
no puefie soborter la frustracion de sus deeeos,
frenta con ella aoelando velerosamente a sus deberes como
creyente, esposo fiel, y digno vasallo, con estos versos:
{Pues derribe
mi cabeze, lacruelded,
one torpe me aeombra en V09,
Reine; one vive mi Dios!
owe contra la mejestad
del Rey, one obeflezco fiel,
de la esnoea a owien edoro,
ni e1 interés de un tesoro,
ni e1 castigo mos cruel
ha de hacer mella en mi honor
poroue a vuestra culpa iguale. (I, 9)
*abot se encuentra frente a un serio dilema cuondo ve
que les desdichev de su Vida harén one ésta sea mny corta y
dice:
game haré, Si vieoen a ser
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A1 mismo tiempo, Raquel es mujer energica. Podriamos
aducir muchas cites para expresar 1a ruria do”- Raquel y sus
dominates contra 1a real pareja, per cause dale morte’ do
an «rose. 31 rev 088' "tarp: y lascivo, sangriento, an 711
11130 der curl" (III, M). De reine es: "hambrienta dc, honraa,
eddltera, 1asc1va"’ (III, M)‘. 21:30 aprovecha. este ooaeidn
para deolarar 1a igualdad de todos los hombres con la: 31-
mientes palabrasr de Raquel:
m vasallos y Reyes
serén acaso distintos
los insultos generales
aiendo, en sustancia, los mismos? (III, M)
En conjunto la obra Lg 29.3.9.1: 93‘3ng _e_z_1' 9_a_§_a_ es
rice en muchas formas. Su lenguaje es fldido y expresivo;
e1 retrato de sus caracteres es profundo y acabado; la his-
toricidad del drama es, on general, fiel y verdadera. La
obrc es realmente digna de su gran autor y revela los pro-
grams literaria: de aquel mercedario que debia oonvertirse‘
en una de les lumbreras del drama espa‘r‘iol en la Edad de Dre.
1:}; MEJOR mum-'
El drama biblico do But 1a espigadera es una de la:
mas bellas expresiones del teatro biblico del maestro Tirso
de Molina. Podemosr apreciar aun mas el valor de este drama
31 lo“. couparamos con la otra obra de firso que acabamos de
estudiar, Dimm 925.192 3:; Egg. A1 hacerlo, compren-
deremoa que Tirso are un verdadero pintor del alma femenina,
29
1111 artiste que plesmebe con belleze los destellos, les vir-
tudes y, el mismo tiempo, los defectos: de les mujeres.
En £121.93. 933m 95 gig, Tirso nos 01?er el
cuadro de une mujer sengriente, cruel, Violante, que Jure
"levers: les menos con la sangre de Elias”. Jezebel es una
ImJer que domine- a su esposo, mende mater a Nebot porque no
quiso cedar a sus caprichos,.y haste e1 ultimo memento use
do todo 'el hechizo de una mujer pare conseguir sus- prosti-
tee. n contrerio, en LgMefli-gadera, Tirso nos do In
«rector femenino completemente diferente y nos pinto a But
como me mujer dulce y. candorosa, lIene de amor, piedad y
anabilided, de dulzure y fidelided, y de“ cuye descendencie
neceria un d1: el mismo Jesds.
1'1rso rompe equi 1a tredicién de en die pare demos 91
retreto do one “'suegra'” exento de burlas, satires, mores y
ceplillas cellejeres 0 dx teberne que“ eran corrientee en en
die. In su immortal figure den‘Don Juan, Tirso se permite li-
gerezes con el honor femenino,6 pero cuando se trete dc;- um
under que ee asimismo medre, T1rso 1e tra-ta con el debido
reepeto, y por tel motive 1e pintura que Tirso nos de en. este
drama sobre la medre, 1e suegra y la nuere es de nivel may
elevedo. Esta drama est‘ empepedo del emor filial do: me
nuere, But, pare. con su suegre y, reciprocemente, del emor
5 E. 61361:, "El honor y la mujer en Tirso,"i‘l'1rso gg
Molina, Reviste Estudios (Madridx’fi9h9), 1+81i-655.
a.-..
3O
maternal de Noemi pare con su nuera But. Por tel motivo,
coneideramos e1 drama 1:3 £919.12 espigedera como un buen ejem-
plo del respeto que»: Tirso de' Molina teniaL. pare les medree.
No oeber. dude que Tirso encontrd dificultedes a1 tre-
tar db: poner-este historia biblica en forme dremética. For
m perte, el releto biblico ere bien conocido por el pu-
blico, de menere que Tirso no podia: dar a equel drama otro
giro que el usual y contenido en la Biblie. E110: la privabe
do muchos tesoros de riqueze imaginative en cuento a desenle-
ces que de otro modo hubiere podido utilizar. A1 mismo tiempo,
1e trame do But es muy sencilla y de contornos muy definidos.
La Biblia solo dedice unos pocos capitulos a la 71d! do But,
y con ell’o Tirso tenie que entretener al pdblico durente un
buen rate. Tirso se encontreba ante 1a necesided de anim
1a trama biblica y al mismo tiempo no incurrir en la censure
y desepruebo de les eutoridedee eclesi‘sticas.
Tirso afrentd valerosamente estas dificultedee. Sin
apertarse considereblemente del texto biblico y mediante m
profundo y concienzudo estudio de los pequefios detelles‘ del
mime, encontro 1a solucidn. Tirso presentd el hondo drama-
timo reflejado en la historie de- dos nujeres‘viudas que con
valentie y dignided moral deciden afronter Junta: todo lo
que la Vida tenge a bien depererles.
Como ya lo hebie hecho en la historia de Jezebel,1‘1r-
so no rehusa el eperterse de la treme biblica para der me-
yor colorido y emotividad a1 esunto que considers. En la:-
31
dos primeres Jornedes' nos presenta e But: come hiJe: del ray
der Meab y trete esi de' efiedir poderio material a la belleza
fisica de la protegeniste, pero de~ tedo este 1a Biblia no
dice nada. A1 mismo tiempo, Tirse use estes dos primeras
Jernades pare describir e1 enamoremiento do But y Mesaldn
y der luger e 1e ire de rimbree, e1 amante desechede. Es
solo a partir de la tercera Jernade que Tirse so decide a m-
focer per primere vex e1 esunto tel como la Biblia lo presen-
te. La dificulted mas eerie aperece en el memento de' trans-
former a Rut de reine e espigadora. Tirso no tiene otro re»
medic que hecer use nuevemente de su buena imaginacion. El
d‘eeenlece! lo pone en boce del mismo Timbree, para as! hecer
que la humillecidn do But llegue' a su climax.
E1 desenleces previsto per Tirse no puede ser menes «-
mecionante. Timbreo, e1 amante que Rut desechd pare cesarae
con mealen, esesina a este y se‘ cenvierte en ray de Meeb.
Condificulted se. pedrie afiadir mas dramatisme e 1e eccion y
presenter unides‘ dos antitesis majores. , Per una. perte, Rut
pace on an memento de reine y princesa a humilde espigadera,
y per la otre, Timbree se convierte 5e amante desechade en
duafle y sefier de Meeb. E1 ergulIese discurse de Timbree es
fitil no tan sole para humiller e Rut, sine tembién para
echar an reye de luz: sebre un proceso ten dificil de drama-
tizar. El poner.- en boce de una de les persenafes la narra-
cien do an asunte historico, que de otro modo habrie temede
muche tiempo preciose, es un truce dremétice a1 que Tirse re-
curre cada vez que lo censidere neceserie.
Despues do creer una trema megnifice, Tirse se ash
fuerza en reveler su fuerze creedera en cede une de los para
seneJes, come veremos a centinuecién.
§g_.
Desdesel principio del drama, Tirse ye nos menifiesta
que, aunque pagene, But tiene-algun cenocimiente y presegie
del future que le espera.
Ria e1 prede, que yo llero
panes que el poser me evisa. (I, 8)
Le escene que describe=el encuentre de Rut cen.Mese-
ldn ea-de belle lirismo:y también equi Iirse hace use del e-
lemento sobrenatural con estes palabres de la princesa mea-
bite:
La ley aborrezce incierte
de mi ciega idolatrie;
e1 Dies de Israel me incline
de un eréeule divine
que estime per prefecie.
Séique un espese me espera,
e1 mas noble de Errata
que en.mi sucesion.tendra
dilatede de menere
que llegue su ultima rame
e1 ciele llsreminente,
para que en su flor se esiente
un.Rey-Ddes que a Israel ems. (I, 10)
Esta ascene ofrecesel interesante contraste de una lueha inp
terier en el cerezen de Rut. La princesa meabite siente que
en corezdn se ve inclinendo hecie e1 Joven hebree, pero les
circunstancies del encuentre sen ten embarezeses para ella
que dude en emerle o derle muerte. Es une de estos dram‘tices
33
diIames aebre:el emoney la muerte «5.103 que finelmente
triunfe el amor. En este caso, e1 emor triunfa sobre la ne-
cionalided (moebite), 1e religion (pagans? y eun 1e humille-
cidn de Rut e1 encontrerse dermide el ledo de un hombre des-
conocide.
Uhe vez mas, Tirse pone en Juego e1 cenocide recurse
de les suefies.‘Ya vimos e1 estudiar el drama anterior,‘;e
93.32.12 932 1.25293 93 9.15.3, come rirso use semejante'estratage-
me en el encuentre de Nebot y Jezebel yféste no es~e1 finice.
case que encentramos en su dramatica.7 Tirse recurrErel sne-
fie para hacer que sus persenejes cenriesen on tel estade lo
'que estando despiertes habria side dificil y emberezese.
En beca=de Rut encontremos une belle y romantics OXd
pesicidn del emor (II, 37. Ba princesa meebita nes~brinda un
hermese seIiloquio en el que describe el emor come "ciego,
fuege, luz, vide,Rey, Dies, pez y c1emencia."‘Este romanti-
eisme centinda en el siguiente encuentre entre But y Mase-
lén. Tirso nos da dos dulcisimes colequios en braves-sentenp
cias y haste monosilabos que se-suceden.y efieden gracia y ce-
loride. En el primer celequio Meseldn describe su eciaga vi-
dary 1e ferma en que lleg6 haste 1a pobreza presente, mien-
tres que en el segundo describe su emor per la princesa con
estes expresivas lineas:
‘ 7 La mujer gue menda en case (I, 8) y El vergonzese
Rut
tAy, hebree, que me has muerte!‘
Meseldn
1Ay,‘moebita, que me ebrasesl
Rut ‘
:Vive tu Dies sebereno,
que otro que tfi no he de ser
duefio a quien pueda ofrecer
el elme come 1e mane!
Si emor de'tu perte este,
fiquién.impide mi deseo?
dies, petria, Rey Timbree;
adios, temeres. .‘Ah, Orfal (113%)
But continue su pepel con unazingeniese estretegeme en.la
que vista e1 pobre‘Meselen y, con la eyuda de Orfé, de'prin-
cipe. Heche este, Rut descubre sus verdederos desees~y‘pr6-
posites-a su padre; el rey de Mbab.‘Este a1 principle dude,
pero luego se‘deseerre une certine y aperece-Naselen, llene
de hermesure y gallerdia. Finelmente, e1 rey consiente en la
bode do But y Maselen.
A travéssde"tedo, Rut se nos revele como una mujer pe-
seida de un ingenio muy especial y de fine psicologia. Pri-
mero persiste en su deseo de ebtener a1 Jeven Maselon haste
que lo consigue. Después para completar sus planes, prepene:
cl matrimonio de~su prime Orfa con Quelidn, el hermene do
Maseldn. Orfa, pare der gusto a la princesa, accede.
Les dos Jornedes que ecabemos de estudier preparan e1
pfiblico para el desenlece que ve a seguir y que no se hace
esperar. Haste aqui 1e felicidad de les jdvene3%espesos as
deda ver con toda cleridad mientres-les animos do Timbreo,
e1 Joven agreviede, hen llegede e*su cdspide. Tirso nos
presents, por un ledo, la belleza del amor idealistice y*de
1v
35
la relicidad conyugel, pero deda une puerte abierta, 1e ca
les celes de Timbree y de~su emor egreviedo. De este forma
1e~eera pesible-e Tirsenarrer en poces pelebres y, en la
Jornede que sigua, e1 terrible desenlece que se evecina.
En la tercera Jorneda Tirse no puede menes que enro-
eer e1 drama tel come le Biblia le prasenta, pare peder re-
lacioner les riquezes de-le reine Rut con su presente pobra-
za y viudez. Tirse lo hace facilmente mediante une large exp
plicecien puaste an boce del rey Timbree.
Les dos nueres y la suegre,_viudas y empebrecidas,
«vuelven Juntes a Palestine. Cuande Noemi les prepone que la-
deJen volver sole, e1 emor filial do But so impenee
Madre, no es~3uste que ensi
a quien to adore despides.
Uh alme viva an tres vidas;
quien les'da ser es Neemi.
Ye no te pianse dejer,
que este mi venture ordana. (III, 2)
‘En este altima linee Rut persiste en an idea de que lo
sucedide es ebre de la venture 0, come eXprese ya on etre
parte (I, 8), preducte de les‘designies=del ciclo.
Les majore5*esfuerzos de Noemi pare hecer que Rut se
aleje de elle sen completemente infitiles, y perecen infundir
en la Joven.moebite nuaves desaes de quederse con su suegra.
.Asi lo aXprasa But:
Cuente mas me contradices
aumentas mas mi tristeze.
Sembre he da sar que te sige;
viviré donde vivieras;
seguiréte donde fueres,
ya la suerte te persiga,
ye de fortune majores.
Tu patria es~mi patria ye;
tu lay preceptes me da;
aderaré e1 Dies que adores. (III, 3)
Con estes verses, Tirse parefrasea ballamente el pasaje bi-
blicoa "'Perqua donde quiere que tu rueres ire yo; y dende
quiere que vivieres, vivire. Tu pueblo sara m1 pueblo, y tu
Ddesvmi Dios."(Rut, fxté).
Tirse se nos presente eigunes veces~come dramatista
que sigue fielmente e1 texte biblice come nos lo demuestra
e1 filtime verso citado, pero casi inmediatamente seeparmiter
un desvio del material biblice. Cuando les dos mujeres lla-
gen e Baldn, se dirigan a sus perientes~ricos para implerer
limesne deéellos pare, sen rechezadas. Esta recheze y le bue-
na cosecha provocen en Rut desaes de espiger. La Biblia, en
oembie, no nos dice nade sebre este cuestien da pedir limos-
ne y etra vez’encentrames que Tirse he afiedido materialeS'
ixtrabiblices pare hecer a1 desenlece del drama un poce mes
legico y, al mismo tiempo, afiedirleyetre desis de petetisme.
Lea palabres da Butane nos dejen dude de la verdadere inten-
cidn de Tirse:
Cansete=ye de censerte
pidiendo a quien secorrer
te pudiera y dice ultrajas,
que no hay mas que des linajes
que es tener y no tener.
NO pruebas paches, Noemi
que la hacienda endureci6,
que avergflenze mucho un.gg
a quien dijo e tedes gi. (III, 6)
Tirse nos presente a Rut come une mujer etrectiva,
K-a
\
p
.' .
I 1
\
9
a
w
\
‘
C...
37
aun daspues-de les panes y tribulecienes~que he pesado.
Behez, el eme del campe, se enemore perdidamente de elle.
Bandigen tu hermesure .
les Cieles cristelines,
harmese eSpigadera,
come yo te bendige.
Peregrine piadose,
enamerede hachize,
princesa del emor,
si de Moab lo has side, (III, flO)
But corresponde a tel emor y haste cierto punte ve en Behoz,
prime de Mesalen, una viva imagen del espese difunte, tel co-
me le expresen estes linees:
7Ay madre, que ha viste an 61,
de mi emado Maseldn
1e imagen.mas viva y rial
ue pudo 1a imitacien
iar del major pineal! (III, 13)
But as también.mu1er obediente y Ilene as emor y def
respeto per su suagre.
Les censajos de Noemi,
madre en obras, aunque suegra,
sole y de neche me traan
bien que enemorada bone a. (III, 16)
La costumbre qua Tirse describe aqui con detelle era prescri-
ta per les leyes~de la Biblia (Deuteronomie, 2535) de forma"
que, cuande e1 espese meria sin daJar hijes, el deber del
pariente mes cerceno consistia en perpetuar la simiente del
difunte..Rnt se allege a Bohoz y cen.candor‘y dulzura reeli-
na la cabeza en sus pies. Esta la cubre con su berddn, para
aai indicer squuene voluntad de cumplir 1e ley, pero 1e ad-
vierte que hay edn un pariente'mas~cercene que debe ser cen-
aultade.
38
Tirse introduce nnevamente a1 elemente sobreneturel
en.e1 subconsciente de Rut que continde persuadide de que
existe algo divine y prefatice en todo lo que va sucadiendoc
Persuasienes de Noemi;
celestieles influencias
que en profétices avises
certifican sus promeses
me traen....
81 finel.dezesta ascena (III, 16) nes brinda otro duleisime
colequie amerose an braves frases-entra Rut y Behez, tel
cone ye vimes antes en el emor do But y Heseldn.
Aqui termina la actuacidn do But en este drama, pero
en elle hemos podido var un ceracter complete y ecabede. Rut
ea-el pretetipo de la humilded, ya que de reine pasa e humil-
de espigedere sin sentimiente ni menoscabe. But as tembi‘n
ebediante al oriculo divine, que tiene presents tode e1 tiem-
pe, y edemds‘manifieste un emer.riliel desecostumbrade en
las relaciones de suegre y nuere. But es el tipo de la mnjer
piadesa. Tirse nos la presente come la mujer ideal, llana de
virtudes y consciente da todes sus deberes.
Pareca que Tirse quise darnos e1 reverse de la medalla
eon respeete e etra reine, Jezebel. Le vida do But termine
felizmente, an paz, sesiege, alagria y emor cenyugal. La vi-
da do Jezebel eceba desastresamente con la humillecidn.y'1e
Inerte. Rut simbeliza 1e pieded; Jezebel, la impiedad. Jeze-
bel domine a su abdlico espese mientres But es la escleva
del amor para aquéllos a quienes ama. En la vide de Jezebel
imperen el amor encendido y la luJurie que no se datiene n1
1"
0'0.
39
siquiere ante e1 adulterio y el crimen. En la vida de Rut
reinan la castidad, el emez=puro y sincere, el sacrificie
per emor el prejimo. La vide de Rut entrefia elagria y dolor,
pero termina en un.feliz desenlece y en 1a_victoria del
amor.
£9.92;-
Annque Neemi no es el personaje principal en.este
drama d9 Tirse, n07daJe per ello de ecuper un lager imper-
tante en la trama. Neemi no aperece en este drama haste la
escana tercere cuande Tirse la introduce en una sentida ore-
cidn.hecia Dies, en la que Neemi intercede en favor del pue-
blo de Israel, para que Dies interrumpe 1e sequie que eaten
padeciendo:
Vos, Sefior, piadose y rial,
que a Jacob quisisteis dar
este tierra, ecordeos de 61.
Mired que estéril y sece
aflige vuestre nacion,
que cierre el cielo quien pace
no as tierra de premision, (I, 3)
Neemi es mujar de cerezén generoso. Cuando les pebres
se acercan a su puerta, les secorre con magnanimidad y piedad,
a pesar de la evaricie de su espese Elimelec y de sus mismes
hijes,Mase16n.y Quelidn. Tirse prepare cuidedosamente e1 pd-
blice pare un fuerte contraste. A su vuelta de Meeb, Rut y
Noemi se encontraran en la misma situacion de pobreze y, for-
zedas a mendigar, recibiran rachezes.
La magnanimided y buen cerazen de Noemi llegan a su
climax en el dielogo de les espeses que debeten sobre la
to
cuastien de si serie licite al comerse:e su propio hiJe.
Ea Biblia nos de el eludir a los tiempes de Acab y de
Elias, an relate muy semajente el que Tirse hace referencie
aqui. Tirse no podia menos qua, ahendande en sus prefundos
cenecimientes biblices ceme mercedario, treer a luz un rele-
te dOTSIBD petetisme.8 Tirse tenie este episodio en la memo-
ria come rasultado de*su cuidedese lecture de les libres de
los Reyes para la preparecidn de su drama Lg 313131; 93g 33935
33 _c_a_§_a,_ .9 Es verdad que existen diierencies an cuanto al
detalle, pues 1e Biblia nos heble de dos mujeres(2a Reyes,
6:26-31) miantras qua Tirse maneiona a des espeses. De idea
do comer a les hijes para setisfecer el hembre no es=nuava,
pare 1e interesante del case es que Tirse usare aqui un hecho
ecurride en el reinedo de Jeram, hije de Aceb y Jezebel, y
en un drama que es casi contemporénee a La mole}; 91.19.292.93.
‘gg case.
8>I.a major as i edera este basado an al libre do But,
pero TirsE’usa amBIEn ofres materiales biblicos en.eate dre-
me
I; ,El Masies; Jose gebarnader de Egipte.
I, , El Decalogo; e cabrito, imagen de Cristo;
la Iaidicidn datAdan.-
I, IO, Cristo neceria de la descendencia de Rut;
e1 emor de Jacob per su prematide Raquel.
III, I9. Le genealogia de Nuestre Sefior Jasucris-
to.
9Seguimos aqui 1e cronelogia de Defia Blanca de les
Rios sobre los dramas de Tirse 22., cit., vol I’ 569. Es
de extrefiar que‘el perecide an re el relate bibl co de 2e
Reyes, 6:26-3m y esta ascene de canibalisme en el presente
drama no haye recibide etencidn elguna per les-criticos de‘
la ebra tirsista.
#1
Noemi seIuciena este problema entragendo cuatro panes y un
cabrite e 1e hambrienta pereje y afiade estes palabres:
1Que la maldicién de Adan,
mi Dies, tenge tel pedar
que llegue en un padre e tante
que a quien die la vida y ser,
coma! Pare aqua me espante ,
si e Ves es hen de comer? (I, h)10
In tiempos cuende 1e euceristia ere representade con tanta
treenencia por los autos sacramenteles, Tirse no deseprove-
cha la ecasidn para afiedir este note aucaristiee a1 drama.
Noemi as; ante tedo, une mujar temerosa de Dies y,
£191 a sus creencies, no dude an der testimonie de alles de-
lante de su espese. Cuende Elimelec decide emprander su vi-
eJe e Meeb pare esi quedar libre de les pebres~que su espese
secorria en.Belén, Noemi 1e recuerde que hace mel en tratar
de avedir equalle que are ordenado per Dies mismo y aceba su
advartencia con estes palabres:
{quiere Dies que no te alcance
en Mbab su maldici6ni (I, 7)
No es'pues selemente Rut la que presienteael destino divine
sine qua presiente tembién.Neami que el desebedecer a Dies
nnnca puede ecarreer beneficies. Tirse pesa a explicar, mds
adelente, el significado de estes palebres~de Noemi. Pare
elDo use el mismo recurse que emplaara mas terde para expli-
car mds tarde ei infertunio de Rut, es decir, poner an boce
10 Le idea del cabrite y los panes efracidos en vez.
de un hide tiene an intense sentide eucaristice. La Pascua de
les Judies que Cristo calebrd en el Apesento Alto consistia
gg)cemybr un cabrite con panes sin lavedure, (Exode iZPy Ducts
#2
de un parsenaje tede una narrative que explique sucesos im-
pesiblesrde representer an un ascenarie de pesibilidedes
tan reducides. Tirse use-a la misma Neami pare tel tarea.,
Cuende Meseldn vuelve radiante de alegrie ante el sucase de
sus empresas ameroses con Rut, la princesa moebita, su.mm-
dre Nbemi la recibe llorosa y la de detalles-de 1a tragedia.
In an ausencia, un.grupo de"ISmaelitas armedes 1es~ha despe-
Jado de2cuanto tienen.y matede a Elimelec con el reste de la
familia. 8610 Noemi se ha salvede e 1e per que Quelidn, per
quien.he intercedide. Tirse efiade per beca de Noemi este me-
raleJa:
Per guerder, hide, lo poce,
tede al evare lo pierde. (I, 12)‘
La figure de Noemi llege a su mayor grendeza en la
tercera jorneda del drama. Priveda de hijos y espese, Ilene
de desinterés y buscando 5610 la falicided de les damas,
Noemi aconseja.a sus nueres que la dejen sole y vuelven a
Meab. Orfa sigue su consejo, pare Rut permanece y Noemi ex-
presa su gretitud hacie la abnegade Rut con estes sentidos
verses:
Bendecid, ciales constentes
a Rut, que humilde es oblige;
heced que mientras aspige
ceja per granosrdiamentes.
James su memorie muere,
y el emor, mientras aspige
pan, con nuevo blasen, diga:
LA MEJOR‘ ESPIGADERA. (III, 6)
Noemi es una muJer egradacida y e la vez prudente.
Cuende va qua exists una eportunided para que Rut se haga
1+3
duefia del emor y eerazdn del rice Bohez, aconseja a este que,
siguiende la antigua costumbre, se‘recline a los pies de
Behez mientras este duerme y su prudencia no queda sin recom-
pensa.
Noemi no tome perte an les-escanes finales del drama,
pero Tirse nos ha dicho le suficiente acerca de elle para
que sepemes la clase de carecter qua quiere dibujernes. Nee-
mi es une suegra con corezen de madre. La figure de Noemi as
levante come un alto monumento al emor maternal, 1e magnani-
lidad, 1e gretitud, la piaded y fidelidad a Dies. Sn vide es
ei ece de equelles palabres que muches afies‘mas terde pre-
nnnciaria el Apdstel Pablo: W.A los que a Dios amen, todas
les cosas les ayudan a bien." (Romanes, 8:28.)
Elimelec,
Elimelec es una figure secunderie pero interesente.
Blanca de les Rios opine que Tirse, en este siniestra figure
de la avericie,.tret6 de dernes un retreto may vive del fe- «
11 Pnere que Tirseverito de Felipe III, al duque de Lerma.
epuntere con su critics e1 palacio reel 0 no, no hey dude al-
guna que entretanie un firms proposito, el de dernes un cue-
dre vive y bien matizade da lo que es la avericia y de la
transformacidn que se opera an equéllos que sucumben a tel
vicie. Probablemente en.Elime1ec tenemes un precursor de
11 Blanca de les Rios, op. cit,, vol I, 973s. Lo dicho
sobre Jezebel en la pegina 9 de este tesis puede también epli-
cerse a este case. Tirse no busearia e1 furor del favorite.
m,
equalle otre figure siniestre, Nineucio, e1 evare de gegtg
Eleae‘eéaseaslasemo
El desarrelle del drama nos demuestre qua Tirse,
creador de fuertes contrastes, trete de opener de nueve dos
antitesis 1a magnanimidad de Noemi con la avericia de an OS?
peso Elimelec.
R1 texto biblice as extremedemente laconico sobre la
figure de Elimelec. En tede e1 libre de Rut e1 nembre de- I
Elimelec aperece dos veces y en ningune de ellas se nos NOR!
ciene elguna peculiarided en el ceracter del var6n.hebree
que pudiera servir e Tirse come una fuente inspiredore para
equal retrete de avericia suprema..Todo ello solo sirve para
demestrer una vez mas que Tirse no dude an sacrificar el his-
toricisme biblice siempre y cuando puede crear fuartes im-
presienes an al'pdblice, impresienesrque dejaranrun racuerdo
latente en sus eyentes. No hay motive elgune, desde el punto
de vista del texte biblice, para presenter aqui una figure
herrenda y cruel, de una berbaridad.y avericia repulsive y
Ilene de mezquinded para con los pobres. Si Tirse escogid ha-
cerlo asi es simplemente perque esi lo quise. Quizas deseabe
ensayer la figure del evare antes de der e conocer su drama
menace une incognita.
No as de axtrafiar, a pesar de tede, que Tirse se toma-
re este libertad con la figure de Elimelec. En reelidad, Tir-
se hace lo mismo y de'un modo general con tedes los persona-
#5
jeséde su drama biblice. Para un dramatista que afiede dos
Jernadas entaras a su ebra antes~de enfocer el asunte bi-
blice tel come le Escritura le prescribe, 1a es poca cesa
crear un caracter cemplatemente ejane a la Biblia. E1 que
Tirse se=ensafie con un persenaje secunderie es cesa de esce~
so intarés si se tiene en cuente que Tirse afiade casi dos -
terceras partes a1 drama sin qua tengen relecion elguna con
el eaunto biblice en cuestidn.
Elimelec es un hombre duro y que menesprecie a sus
semejantes que se hallen en un nivel inferior. Su concepto
de los pobres~eseeziremadamente bajo al llamerles: "Gente
vilDana, vilas-heces, besura, hermigas viles, infames, har-
pias menstruoses, moscas enfedosas indtiles y esqueroses,
reliquias baJes, polillas crueles, huéspedes infames, hol-
gazenes de Efrate, ruin gente, langosta"(I, 5;?). El hecho
de que en sole tres ascenas encontremos este serie de denues-
tes nos de una idea de le clese do cerécter que Tirse se‘em-
pefia an crear.
Cuende Noemi trata de interceder por los pebres, Eli-
melec sa revele como un espese brutal y Noemi no recibe major
tratamiente que equéllos:
flnfernal furie me tome!
Mi cesa has~de asolar.
again; '5ééa1'aa, ' lece.
a? a? ’fiééié'iiééééi' '
ye mi mujer no te liemes, (I, 5)
La brutalided de Elimelec es aprevechada per Tirse
teaecaaco0O
0K..
coat
'46
para inyecter en el drama 91 elemento graciese en la perse-
na de Gemer. Gomer sale comiendo un becedo y, el ver la fu-
rie de Elimelec con los demas pebres, se lo trega. Entonces
Elimelec exclama:
{Viva Dies, que lo has de echer,
villene, e has~de'merir! (I, 6)
Qualidn, el hide da Elimelec y digne émule de su padre, am-
piesa atehogar e1 pebre y este preveca el que Tirse d6 un
interesente Juege de palabres combinado eon este idea del
estrangulamianto:
Elimelec
Echa, infame, 1a comida.
Gomer
gPer=d6, si cierre 1a puerte?
Elimelec
Ahegalde, y con elle muera.
Gomor
Ya, sefiores, le despache. (Suéltese)
Id mafiena a la zaguera
per elle, peldn, berracho,
y podrais cobrerle en care. (I, 6)
Elimelec es la figure del pecader impenitente a quien
les advertencies de su muJer, que apela a la necesidad de‘
les pebres, no lIegan a conmever. Elimelec, con el benepla-
cite de sus dos hijos, decide partir hacie Meeb y Noemi la
recuerde su desvio con estes palabres:
gLes pebres que cemeran
on ten miserable estade?
gPer que en Belem, Dies de Abraham,
al pen les habéis negede,
si es Belén case do pen?
:Quiara Dies que no te alcance
an Mbeb su.maldic16n! (I, 7)
Elimelec sale de Belén e pesar de les advertencias de an as-
' \
a
5’
'\
\
I
‘
p
O
\
\ \
\ \
\
ena-vceeecen~ceeroaeovlvoe
a?
pose y la prediccien se' cumple. Elimelec pierde la vide! que
tante quise conserver. Es e1 resultede del castige divine y
una vez mds Tirse menifiaste e1 elemente sebrenatural del
drama.
as “mum23:. 1mm *
B1 01 drama I33 vanganzan 9.3M Tirse da Molina
trata dc escenificar un esunte extremademente .delicade, e1
inceste de: Amen con su hermane Tamar y* el trdgice desenlece
del mismo. Amen y Tamar sen hijos del Rey David per diferen-
tee-espeses en un tiempo cuando la lay de Dies toleraba la
peligamia. '
La accidn se desarrelle bajo el empuje de: dos— fueraas
motives. En Amen encontremos. la fuerza del amor incestueso
y en Tamar, el recatamianto y honestidad que el final del
drama se transforman an sengriente venganza- Le fuerza der la
pasién amerose de Amen se mueva pederosemente en les prime-
ras ascenes del drama haste encontrerse con otre fuerza no
names pederosa y premeditada, la de la vengenza del honor
.deshenrade.
Des primeres escanas tienen un cerecter preliminar y
en ellas Tirse describe les impresiones sebre; e1 emor de un
grupo de Jovenes peleciegos. La eccien cobra mayor interés
cuande Amen inicia una aventura remdntica y nocturnm en el
jerdin der: su padre, el Rey David (I, |'r)‘. A‘ continuecién,
Iirso inicie 1e trama dramatica con a1 encuentre de Amdn y
R8
Tamar (I, 5)a.Le accidn continda~mes~ecrecentade unas veces,
y'mfis pauletinamenta etras, haste que se produce un climax
en la persona de Amen. Amen.sarenamore de Tamar sin llagar a
conocer quien.as elle, haste que mas tarde descubra la iden-
tidad de la muder que ema y Am6n.exprese entoneesrsu turba-
cidn.en un petatico selilequio (I, 9).
En el segundo acte, Tirse presente e Amdn come victi-
ma de un.amer imposible y continde aumentende la tensidn
haste lleger a otro climax en la censumecidn del inceste.
Tirse introduce en este segundo acte e1 Ray David, padre de
ambes. David es un alme varonil y velerose pero de.gran tar-
nnra y que raya a veces en debilidad paternal pare con sus
hides. Sin embargo, e1 emor y cerifie paterne no legran cal-
mer 1a sad inseciable de la pasidn de Amdn (II, 6). E1 in.
flude de sus desaes asidemasiedo pederese para que cede en-
tezle inquietud paterne y'lesocrisis moreles~sdle sirven pa-
ra acentuer su pesién (I, it y II, 1). El desenlece de este
pasidn deshonesta sa ve acercande..Am6n trata con sutileza
de encontrar una ocasidn pare ester 3 soles con su.hermana y
esi pedar setisfacar.le pasidn incestuosa que lo abrase.
E1 memento crucial llege cuandoxAmdn, con tecte y ga-
lanteria y con un pretexto fingide, consigue que Tamar cen-
sienta a ciertes asceremuzas ameroses (II, 7). Tamar cede
para no egrevier la selud de su hermano, pero ante 1a cale-
sie de su prometido Jbab y’el darsa cuente del inminente pe-
ligro que corre, retrecede (II, 9) E1 emor despreciedo hace
“+9
qnezkmdn llegue a1 peroxisme de la pesidn, y dasde entences
ya nada la detiene?haste consumer su horrendo crimen (II,
15) y acelerar 1e venganze de Tamer que la espera (III, 15).
Esta drama de Tirse se=cifie con mucha fidelidad a!
les metarielas que la Biblia la facilita en 2e Samuel 13,
aunque afieda elgunos datallas extrebiblicos como la visita
do Amen.al dardin de su padre (1,5) y la ascena da piropes
entre Am6n y Tamar (II, 6)‘.12
Esta drama as une expresidn.magistral de la fine psi-
colegia de Tirse. El insigne mercadarie manede la trama dre-
metice con une hebilidad y elegancie poco comunas. Sus tre3*
actes terminan an tres climax y para lleger a allos no se
detiene a considerar ascrdnules ridicules, sine qua pinta el
desenlece con excelentes linees generales y, en el caso del
incesto mismo, dada este escana e 1e imaginacidn del pdbli-
ee. El materiel biblice del que Tirse dispene esrmuy corte
y, ante la necesidad de entretener a su pdhlico durante un
12 A centinuaci6n demos algunes de les cites biblicas
que Tirse use en este drama:
I, N. La victoria del devan David sebre~Geliet.
I, 2% De cebellera de Abseldn; Abigail y Bersabé,
muderas de- David.
II, M. David canta les victories e1 son del arpa;
les'mnderes"de David en general.
A II, 6, Les mudaras~axtrandaras come daspede da
guerra (Deuteronomio, zmh)‘.
II, 7. Bee-preezes del general Jeab.
II, NO. El conseje desafortunade de Jonadeb.
III, M. E1 le6n de Jude (Genesis h9:9); e1 sacri-
ficie de Isaac (Genesis, 22); Sansdn.y e1 leen (Jueces, 1h).
III, 5, El edulterio del Rey David con Berseba.
III, 18. E1 lamente de Jacob per Jose (Genesis 38:33).
.I
a
large rate, Tirse aprevecha la ocesidn para darnes estudies
psiceldgices de una originalidad y maestrie pece comunas.
Tirse no tan sdle sestiene muy bian.e sus caracteres, sine
que los presente muy bien estudiedos, cesa que vames a deb
‘mestrer a continuacidn.
Amég.
Pbce sebemes del caracter intimo.da Am6n a travasrdal
relate biblice. Aparte de la escana del inceste, la vida dc:
Amdn aperece come una estrelle fugez en el Segredo Libre. En
la ebre de Tirse encontremos todo lo contrario. Amdn esrune
figure magistrel descrita con detalles y con lineas da perse-
nalidad acebades y concisas.
Aunque no concuerden an tedes sus detelles, craemes
encontrer un cierto perelelisme entre la vida da Amdn.y la
del armitafie Paulo en.§;.condenede Egg desconfiedo. Tante
Amdn come Paulo sen caractereséen los que impera e1 libre:
albedrio, para pacer primero y para terminar despuésrla vi-
de en una forme tragice. Esta tipo psiceldgico que GS‘VIC-
time de su prepia voluntad mal encaminada es un patrimonie
casi exclusive de Tirse da Molina, quien are un especielista
an cuestienes teeldgices da tel envergedura.
Tirse nos presente primero a un Amen indiferente, un
hombre que no hace case atlas saetas del amor. ElIe contri-
buirfi a dar mas realce a1 enameramiente del principe.
Amen es también un aspiritu calculader y esi critice
las'cualidedes'de toda muder, al mismo tiempo que admits 1e
51
faltan a?éi les cualidades que le permitiran tener exite en
el duego del amor.
Ne 36 ser ten converseble
come mi hermene Abselén.
’OOOOOOOOOOOO'OO0.00.00...
No has de verme emer dames;
tango male cendicidn. (I, 2)
La indecisi6n con respecte e1 emor y su deseo de cemedided,
que la aleda mas y mes del munde femenil la hecan buscar la
la pez y la quietud.
Yb que ni adore ni duege
leere verses.
.COOOOOOQOOOOOOOOOOOOOOO
En este quiere imitar
a David, pues no la imite
en emer, ni quiere tanto. (I, 2)
Li trenquilided y’le pez que Tirse pinta en la persona del
principe Amen hecen que resalte aun.mAs e1 desenlece que
nadie espere, asedecir, e1 incasto y la muerta. Netemes em-
pere que.este caracter soliterie y trenquilo es~también
terco haste 1e temerided cuende alge sa la enteda. Tel es la
actitud de Amdn cuende decide visitar de neche al dardin da
su padre (I, 3).
Amdn es también un alme sensible. Esta sensibilided
ac manifiesta an dos direccionas. Primere en el hecho de que
es heride sin remedie por los derdos del duguetdn Cupido
frente a los encentes de:su belle hermene Tamar. Después,
una vez consumado e1 acte de su tragedia, este sensibilided
reaparece en forme de errepentimiento y el joven principe,
después-de pacer siente e1 peso de su iniquided.
GOO-OOOeoa-
\ n
'00 an:
\
Iva
;
Q
.
.
\
\
.‘P
.
\
coo
'
52
E1 ray, mi senor, me llama.
gIré ante al ray mi sefier?
gSu care esare m er
sin vergdanze ni tamer?
Iamblendo estey a le nieve
de equestes canes; que son
los pecades, fries canizas
del fuege que encendid amor.
1Qu6renimose, antes del vieio,
anda siempre el pecader!
(Cemetido, que cobarde! (1L5)
No as date el caso de otres carecteres en el teatro da Tir-
se come Jezebel y Don Juan, que pecan sin.mirar atrés y sin
sentir an su corezen e1 manor remerdimiante.
A1 trazer la figure de Amdn, Tirse pintd un caracter
de gran talle. En Amen, e1 principe hebree, encontremesral
retrete de equal hombre que, efendiende a les dictedes de
la lay moral, siente en su cenciencia e1 peso del remerdi-
miante, pero es~incepezzde resistir a1 empude‘de sus pre-
pias pasionas. Cuel Am6n, tel hombre 3618 note con la caida
un renuavo de su pasidn.y el final sucumbe sin remedie. La
lucha de*Am6n consigo mismo efrece gran balleze dramitica y
riqueza de contrastes.
mislea-
La figure de Abseldn easel parfacte retrete e imagen
de un principe culte. Abseldn as equal peleciego qua prefie-
re les salones*y comedidedes del palacio a les tiendas y pe-
bellones-de 1a guerra. Si Absaldn ema tante la corte as por-
que dentre de*ella encuentre camino libre y facil pare satis-
fecer sus pesienes y dar riende suelta a su placer.
Amdn lucha con la tantaci6n mientras Abseldn la desea
53
y lazbusca y, una vez encentrede, se"rage1e con elle. Encom-
trames an ibseldn ciertes tendencies narcisistas. La Biblia
nes indice qua ere hermose (2a Samuel 1h:25) y Tirse nos
presente a Absaldn censciente de su hermesura:
La hermosura as parfeccidn,
y'lo perfecto as emeble.
Hizema hermose mi suerte
y a todas me cemunico.. (I, 2)
Tirse nos presente en Abseldn una figure de lascivia sin.li-
mites. Absaldn sdlo ansia ver a todas laa cencubines de'su
padre y arde en desaes per allas. Bu dnice lamente es que
encuentre may dificil e1 accese a los harenes del Rey David
y afiade:
Mes, per Dies, que ha peces dies
que a une muchacha qua vi
entre allas, Amen, 1e di
tede el alme. (I, 2)‘
Am6n se aterre ante le desenvoltura y etrevimiento de su.her-
mane con les muderas~de David su padre; {Cudn ledes seren-
cuentre de imaginar que 61 ebrarie de endlege forma con su
hermene Tamart'Anterla sorprese de Amdn, Abseldn se'nosrreh
trata con toda su pasion en los siguientas~verses:
8610 perdeno a mi madre.
Tango tel inclinacidn,
qua con quien celebre bodes,
envidiande su vedez,
me enemoro ‘y habréavaz
en que he a gozellas tedes. (I, 2)
Abseldn as tambian un principe ambiciese. Tirse nos
da una idea clera y concise sobre los limites de tel embi-
cidn, cuende Abseldn dascubre la corona que en padre David
trade come trofae de guarra y exclama:
Ne es-bian que reine en el mundo
quien no reine en su apatite:
en mi dicha y su delito
todo mi dereche funde. (III, 7)
Absal6n se refiere con les palabres anterieres a su hermene
we,
mayor Am6n. Tirse hechAbsaldn descerre una certine y en-
cuentre la corona encima de una fuente mientras dice:
debo de sar convidado;
si e1 reiner as ten sabrese
come efirma el ambicieso
no esede perder tel becede.
gQuien hey en Jerusalem
que lo asterbe? Amdn. {Metarlet
Mi padre que he do vengerle...
‘Mater a mi padres (III, 7)
Aqui aperece e1 anciano Rey David, en una ascena que as~ma~
ravilla defintriga y estucie a la vez que cumbre da emecidn
dramatice. David que lo he oido tede exclama:
En fin, gme quieres meter? (III, 8)
Absalén miente a su padreacon toda neturelidad y tratawde=
cembiar y explicar el sentide de sus expresiones-anteriereS*
tratando de presenter e Amen.ceme el future asesine de su
Paar. a
Si llegaras bien a eilIo,
mi fa hebies‘de premier;
si vengo, dide, a rainar
vive ti on Jerusalén,
mi anode probera quien
fema.por traidor adquiere,
y per sen~tirane, quiere
meter a mi padre.
Niéfi’é'éé'fiéi-iNE'EBééB"
tambien.meterd a su padre. (III, 8)
Ba hipecresia de Abseldn.centinda igual y para prober su
“buena fe"'invite a su padre para que veya a un banquate que
55
pianse dar durante e1 tresquilemiento de sus ganados. David"
se niege perqua no quiere causer gesto a1 deven principevy
este da lugar a que Absaldn.exprese une idea que lleve muy
bien madurede, asvdecir, conseguir que sus hermanes asisten
a la fiesta.
Absalén es=persona que tiene la rare hebilidad de‘cmm-
biar muy facilmante de ectitud. Del odio pasa a1 emor fingide
y'de la embicidn sin limites, a una gran magnanimided. Absa-
ldn es~un buen ademplo defile intrige pelaciega. Tirse pinta
con.maestria a un persenede que conoee bien per heberlo enp
contrado tentas veces*en les certes-deasu tiempo.
Abseldn demuastra une intrepidez sin limite*hestare1
filtimo instante. Le ambicidn lo fustiga sin piaded y no cede
an an desenfrenade cerrara para epodererse del reine. Des-
pudsrde mater e Amdn, corre e refugiarse a casa de su abus-
le, pero en cerez6n no he cembiado a1 decir:
Hareder al reine treto. (III, 19)
En la vide de Abseldn.comprendemos que e 1e innoble~intrige
siempre sigue la desgrecie.
2mm-
La figure del Rey David as uno de les carectares mds
grandioses y acabedes de toda la tregedia. Nos etrevemos a
afirmar que si Tirse hubiera pulido sus dramas cen mayor
cuidado, la figure da David hubiera podido ecuper un lugar
en la literature universal, come algunes de les caracteres-
do Shakespeare.
95
Tirse presente a David come el rey venceder da sus e~
.nemiges y describe sus victories y sus emeres eon verses que
, son, a la vez, endrgicos pero tiernos y que nos traen a la
memoria 1e brillantez de los verses barreees.
DeVid es un padre amanteay 1a anfermedad de su hide
primeganito lo tiene muy preocupede y sebremanere.antriste-
cide. Afle vez que fiel a les intereses del reine, David se
preecupa per e1 bienestar de su familia y dice en estes san-
tidosvverses:
5Qu6 vale e1 reine que gene,
hides, 31 e1 principe pierde? (I, M)
David as-un ray magnanimo. Vemos tel actitud en la
dulzura con que trata a sus hidesry 1e predisposicidn a par-
denarles sus faltes. La paternidad de David desberda per to-
da 1e ebre y eun en los mementos cuende se encuentra apra-
miade y moralmente ferzado e adercer su dusticie, trata de
cumplir su deber de manere acuénima y dusticiera. Cuande Da-
vid tiene que castiger a su propio hide Amdn, muestra an in-
tense dolor, come 51 so ecordere que en une ecesidn semedan-
te Dies habia perdonade su falta. Es esi come David expresa
su deIer:
gEsto as, cieles~ tenar hides?
Mudo me deda al olor
Rey me llama la dusticie;
padre me llama el emer
une oblige y otre impale,
acuAI vencere de les dos? (III, 3)
El dileme da David crece an intensidad cuende e1 ray
OOOCOO§CO
5’7
siente su deber frente a1 pueblo de Israel y lawnecesidad
de obrar con un recto proceder, mientras su alme y corazdn
desberdan de clemencia paternal. A31 59 entabla este dilema
en el corazdn de Davida
Pero que es’de mi valor?
aqué gird de mi Israel.
con tan necia remision? (III, 5)
En 91 final del drama volvemos a encontrar al Rey
David como un portento de*ternura paternal. David se pasea
presuroso e inquieto en el palacio. Su corazdn teme y pre-
siente e1 funesto desenlace del convite de Absaldn.y el dra-
ma termina con aquel grito desgarrador del Rey David:
7Ay, mi Amontf Ky, mi heredero!
Llore tu padre con Jacob diciendo:
tHiJo, una fiera pésima te ha muerto! (III, 18)
El merito de Tirse a1 crear la figure del Rey David,
estriba en su hebilidad de combiner en una sola figure tan
diversas emociones. David muestra severidad real, emor pa-
ternal, inquietud y severe dolor ante el funesto desenlece.
En David, Tirse nos brinda la augusta figura de un verdadere
padre.
sages.
Tamar es~e1 finico carécter femenino sobresaliente en
todo el drama. Para comprender major 1a tragedia de Tamar
hay que darse cuente de la diferencia que Tirse hace entre
muJeres'engafiadas~y forzadas. La mujer engafiada consiente
placentera a los requerimientos de su galan, mientras que la
muder forzada sucumbe después de una lucha en la que pone en
58
Juego todos los esfuerzos posibles pare librerse de la des-
honra. Tamar he de ser clesificada sin dude elguna entre es-
tes filtimas.
Tirse nos pinte a Tamar como un modelo de virtudes.
Es muy natural que lo hage esi para que el incesto aperezca
como un crimen.més horrendo a los ojos del pdblico.
Tamar es un ejemplo de amor y de ternura. Tirse nos la
presente cual candorosa paloma, tierne e inocente, que se de-
leitaaen la musica Y el canto (I, 5). El center de Tamer
tiene todo el saber de un center pastoril, poniendo ante
nuestras ojos una esnena de frescure en la que un pajarille
bebe en une fuente..Este center infantil inflame la pasidn
de2Am6n vivemente y mucho mas de lo.que 61 ya preveia.
Fronte~a la tentacidn, Tamar se nos muestre como una
joven caste y pudorosa. Ya de lejes presiente 1e encendida e
incestuose.pasion de su hermene con estes palabres:
Desasosiego
muestra.
OOOOOOOOOOOOOOOOQO...
Per ser tu hermene, consiento
los favores que me heces.
.OO‘OOOOOOOOOOOOOOOOOO
Peso peso,
que no es doy tante licencia.
OOOOOOOOOOOOOOQ'OOOOO.
Come a hermene y a galén;
que 51 de veras te abrasas,
les leyes~de hermene pasas;
y si favores-te den
ocasion de que esi estes
la primera vez que vienes
a ver a tu dame, no tienes
de medrar per descortés.
00......OQOOOOOOOOOOOOOOO.
.(Qi
‘.I....
\09.
D...
Oct
Amen
gNo ares~tfi mi hermene?
Tamar
El serlo recato pide. (II, 6)
Tamar ema a su hermene eon ternura, pero con un
emor pure y fraternal. Sin este emor Tamer James consintie-
re a la estratagemafque Amdn propane y que no se helle en
las Escrituras, sine que fue introducida por la imaginacion
do Tirse. Amen cuente a Tamar que se helle perdidamente.ena-
moredo de une princesa amonite por la que sufre y pide a Te-
mar que, para aliviar sus sufrimientos, pretenda ser tel
princesa. Todo lo que la Biblia dice sobre‘ este particular
esrque Amen pidid e1 Rey David que Tamer 1e cociera unos bu-
fiuelos pare esi elivierse. A1 encontrerse a soles con Tamar,
Amen 1a forzd. Tirse no omite aqui los detalles~biblicos,
pero en cembio nos presente un desarrelle diferente pare
provocar un.mayor intercambio amerose entre los dos hermenos
que seria de mucho mayor egrado para el pfiblico.
Tamar es también una mujer de honor. Les efectos dra-
mAticos mas pateticos en este drama los encontremos en la
persona de Tamar, cuende este se da cuente de que ha perdido
el honor a menos de su hermene. Tamar exprime un dolor pun-
zante per haber perdido aquelle que flames podra recobrar.
Come princesa no puede soporter un amancillamiento que la
pone a1 nivel de cuelquier villana. Este sentimiento del he-
nor refinado de Tamar nos ayude a comprender los detelles de
1: terrible venganza que planeara después. Sue palabres de~
.00....eeueoootuo
{OI-.0060.
DUOI‘D'UC
‘0.»0!
Amen
5N0 ares~tfi mi hermene?
Tamar
E1 serlo receto pide. (II, 6)
Tamar ema I su hermene con ternura, pero con un
amor pure y fraternal. Sin este emor Tamer jamas consintie-
re a la estretegematque Amen propane y que no se helle en
las Escrituras, sine que fue introducida per la imaginecidn
do Tirse. Amen cuente a Tamer que se helle perdidamente ena-
moredo de une princesa amonita por la que sufre y pide a Ta-
mar que, pare aliviar sus sufrimientos, pretende ser tel
princesa. Todo lo que la Biblia dice sobre este particular
esrque Amen pidid al Rey David que Tamar le cociera unos bun
fiueles para esi aliviarse. Al encontrerse a soles con Tamar,
Amen.1a forzd. Tirse no omite aqui los detelles biblioos,
pero en cambio nos presente un desarrelle diferente para
provocar un.mayor intercambio amerose entre los dos hermanos
que eerie de muche mayor agrado para el publico.
Tamar es también una mujer de honor. Les efectes dre-
mfiticos mas patéticos en este drama los encontremos en la
persona de Tamer, cuende este se de cuente de que ha perdido
el honor a menos de su hermene. Tamar eXprime un dolor pun-
zante per haber perdido equello que 3amas podra recobrar.
Como princesa no puede soporter un.amancillemiento que la
pone el nivel de cuelquier villana. Este sentimiento del he-
nor refinado de Tamar nos ayuda a comprender los detalles de
la terrible venganza que planeara después. Sue palabres de-
60
lamente estan llenas de amargura y reproche:
ngnde ire sin.honre, ingrato
ni quién.me querre acoger,
siendo merceder; sin treto,
deshonrade une mujer?
el noble no se levanta
mientras en la mesa hay reste.
Resto hey de la vida, ingrato;
pero esrvida sin honor,
y esi de perderla trato:
ecaba e1 Juego, traidor;
dame la muerte‘en berato. (III, T)
Les palabres "ecaba el Juego' nos den e comprender que Tamer
so he dado cuente, pero demesiedo tarde, de que equello que
comenzd como un simple e inocente juego amerose se ha coup
vertido en.una trégica realided y que la escapetorie de un
presente ten desgraciedo 5610 se encuentra en la muerte. Uhe
ofensa que le hace deseer la muerte solo puede ser vengada
cen.la muerte misma, la muerte del ceusante de tel tragedie.
Desde equal entonces Tamer sdlo busca una satisfaccidn, la
muerte del atropellador.
Cuande Amen yace ensengrentedo y muerte frente e~le
mesa del convite, Tamar prorrumpa en un canto de victorie y
alegrie, puesto que su honor ye ha sido vengedo.
Grecias a los cielos doy,
que no lloraré desde hoy ‘
mi agravio hermene veliante; Absalon,
ya podré er la gente
resucitando mi honor;
que la sangre del traidor
es blas6n del inocente.
Quédete barbaro ingrato
que en buen tfimulo te hen puesto;
sepulcro del deShonesto
es la mesa, taza y plate. (III, 16)
61
La idea del honor es~ten prevelente en.1a manta dc.
Tamer que seznos presente con vivisbme reelidad.dremetice
cuende aperece ante su padre y hermenes, cen.los eebellos
sueltos y el rostro descempuesto y demecrede. Su finieo deseo
es~pedir y obtener equella Justicie que sere venganze pare
su egrevio y terrible ofense. En sus esfuerzos no se arredra
incluso e apeler a1 Rey David con palabres bestente fuertes:
Veneete ray, e ti mismo; '
la Justicie, e la pesidn
se anteponga; que es'mas~gloria
que hecer piezas e1 le6n. (III, M)
En su desesperada epelacidn, Tirse reviste cl clamor de Ta-
mar cen.un patetismo extraordinario y digno del gran.maestro.
La princesa hebree invoca al universe entero come testigo de
su deshonrewy ejeouter de le vengenza que Amen merece: .
7Pedre, hermanos, israelites,
calles, puertes, cielos, sol,
brutos, peces, eves, plantes,
elementos, cempos, Dios...!
IJusticie es pide a tedes de,un traidor, _,
de:su ley y su hermene vieledor! (III, #)
En la figure de Tamer, el elemente del honor en la
aner alcanze una de les mayores~cumbres=en la obra de Tirse.
A pesar del petetismo y tregedia del drama, Tirse no
olvide los elementos de fine ironia que pueblen sus creecie-
nes. Hallamos de nuevo a Tamer en la hacienda de su hermene
Absaldn.y les colequios franeos y socarrones de les pastores
nos recuerden 1e critice cervantine per boce de Sancho. Dos
criedos gritan:
Al esquilme, ganaderos,
62
que belen les ovejas y los carnaros. (III, 9)
En este memento irrumpe la ironie de Tirse per boce
do une da los pastores y nos de un interesente comentarie
sobre la vide de su tiempo con estes verses: I
El emor tresquile
la lane que den,
les amentes menses
que a su aprisce van;
trasquile le.deme
el pobra geldn,
aunque no es su oficie
sine repelar.
Tresquile el alcalde
a1 que preso este,
y si entr6 con lane
en ur bus va.
Pele eI escriben,
porque ascribanar
con plume con pale
de comer le da.
Pele e1 alguacil
haste no dejar
velldn en la bolse,
plate otre qua tel.
El letrado pale,
pale e1 oficial,
que hay mil peladores,
si pelenas hay. ' (III, 9)
No hey dude de que nos encontremos ante uno de los
majores dramas.en el teatro biblice de Tirse de Molina. Lg
veggenze_gg‘g§ggg es un drama que, por la profundidad de su
enélisis psieol6gico, per les grendes emociones~que ancie-
rre en peces paginas y por la veriedad de afectos dramaticos
y’sn desenlece petético y sublime, merece ser distinguido
come uno de les dramas majores y mas completes de la obra
de:T1rse.
63
g]; RICO AVARIENTO‘
Come ye hicimos noter en los-otres dramas, Tirse se
ecarce siempre que puede a les Escritures, pare obtener de
ailes la inspirecion neceserie en la preduccion de sus dre-
mas biblicos. Sin embargo, e1 maestro mercederio ascege es-
te vez un tipo muy diferente de literature para plesmerle en
una da les mes belles tregicomadies que 11eg6 a escribir.
Haste entonces les’comedias biblicas de Tirse habian dOSb
crite hachos raeles, pero en la presente obra Tirse escogid
dos conocidisimas parabola3“dal Evangelio pare aunarles y
former un tede unificedo y de vivisimes colores.
Les ideas da Jesucriste sobra e1 pecader que abendona
el cemino recto y su errapantimiente, e 1e par que les sa-
bieS’ensafianzas del Divine Maestro sobre la riqueze y la pe-
breza, aun dadas an forma de paraboles, serian suficientes
per 31 soles pare astimuler la manta del tedloge y erudite.
Tirse les reviste y cueje en heches reelas, pintando carac—
teres'psicol6gicos de<fondo y ferma previamente detarminades,
y en los verses da un ballisime drama les hace accasiblas~a1
pdblieo de an die.
En la creacidn de tel obra Tirse continua su labor de
dramatista e costa del taxto biblice. La Biblia nos presente
e1 hide pr6digo que ebandond la casa paterne come une figure
informe, daganerede y casi rapugnente en sus desveries. Tirse
an cembio, 1e reviste con el manto de su épeca y la convier-
6h
te~en.al joven Liberie qua sale de su cesa animedamente, con
une belse en la mano y dispuasto a divertirse. Liberie tiene
efin e1 alme biblice, per decir esi, pero a1 euarpo y el vas-
tide no esael de ningfin,modalo_orientel. Como enota Blanca de
los Rios:
Liberie a quien Tirse models y bautize a su talen-
te as ye planamante espafiol y subdito del Tercer
Felipe, es un cabellero libertine, hermene mayor
de"Tenerie.13
Tirse tome a este Liberie y con gracia y donaire lo convier-
tc en una figure en la que puadan retratarsa les libertinOS'
de su tiempo. Cierto que Tirse no orea todavie un Don Juan,
figure universal en la literature, pero nos da ya a saberear
lo que sarie mas tarde §;_Burlador gg_Seville.
Liberie.
El Liberie de Tirse tiene tedes les trezas de un se-
gund6n de case noble. Se siente quejeso del gobiarno paterne,
come otres se quejerien en su die del gobiarno de sus supe-
riores, y sin arradrarse pide la parta da su petrimenie que
le pertenece. De tedes modes, al pedir este petrimenio, Li-
berie lo hace con equal orgulIe y errogencie qua $610 sea
rien sobrapujedos mes~terde per a1 mismo Tenerio.
Exists muche perecide entre al Liberie de este drama
y el Don Juan, y de elLe queremos dar elgunos ejemplos. Ya
casi ed principio del drama, Clemente, e1 padre de Liberie,
13 Blanca de los Rios, 22. cit , vol I, 1052.
65
sorprende el laceyo de Gate, Gulin, con une cane de Jeyas;
Gnlin.ha rebado estes Joyas per encarge de'Libario y para
que (eta puede Jugarsales. En viste de elle Clemente rah
prende emargemanta a su hijo Liberie con estes palabres:
Mel, Liberie, ta eprovechas
del emer con que te treto:
e Dies y a tu padre, ingrete,
consajos cuerdos daseches,
y heciendo ye mis sespeches,
vardedas, porque te adore,
osas parderme e1 decero
y eras, per vivir sin rienda,
1edr6n de tu prepie hacienda,
pirate da tu tasero. (I, 8)
El morelismo de Tirse ampiaza a tamer relieve con estes ver-
ses, pero les cuerdes y ameroses rezones~del piadose Clemens
terdlo provocen en el Jovan Liberie une cinica replica que
emerge aun mes e1 corezen de equal padre:
No he estedo mal a1 sarmdn
para el humor con que venge;
sebio David en ti tango
cuende sar quiere Absaldn. (I, 8)
El cinismo de Liberie no ecaba con estes duras palabres de
burle pare equal amerose padre sine que va mucho mas lejos
el etreverse e conminar al viajo Clemente da este format
padre, ecaba, e muéreta,
e le perta se me d6
que me toce de mi herancia. (I, 8)
Tirse nos presente e1 fastidio de la minoria da su eded, ce-
Ie el motive que impulse a Liberie e desaer la muerte de:su
enciene padre, y no contento con este, la pide 1e perte que
la toce da 1e herancie para poder marcherse a 1e3anas~tie~
rres. Casi podriames decir que Liberie sale de su cesa para
66
ecelarer la muerte de su enciane padre. Les filtimes palabres
del discurse de Liberie son estes: "esi morirds mas presto“r
(I, 8) y en la misma ocasidn.ameneze e'su padre da pager
fuege a le case 51 no se cumplen sus desaes.
Liberie no tan sole pierde e1 respato a su anciane
padre, sine qua dasefie tembian los censejos de su hermene
mayor Modesto, quien le reprende por su rebaldie y recibe
come respuaste estes palabres del irritedo Liberie:
queasi, soberbie, me elegas
que=eres~mi hermene mayor,
te probere yo, an rigor
qua del Justo Abel an lin,
fue hermene mayor ain
y vino e sar e1 peer. (I, 8)
Beta raferancia a los primeres hermenos que el mundo haya
conocido y la cruelded del mayor an releci6n el manor, ha-
cen qua Tirse nos da un pequefio comentarie sebra el parti-
cular que muestre el mismo tiempo 1e inquietud y errogencie
de Liberie.
Si en los primeres que el mundo
tuvo e1 mayorezgo fue
tan male, ies Justo que esté
sujate a t per segundo? (I, 8)
Esta errogencie e inquietud del "segunddn" y la idea del
servilismo el que este‘sujeto reeperece mes tarde cuende Li-
berie se nos presente montede sobre un brioso cereal y rice-
mente vestido. Liberie, alegre y orgullose de heber?alcenza-
do ya la ensiade libertad, se despide de los suyos con estes
palabres:
ye de manor he salido;
67
ye no tango que envidiaros.
De les taseros averos
que mi padre encerceld,
1e parta que me toc6
pone a mi apatite espuelas;
de alimentos y tutelas
mi libertad me seed. (I, 1h)
Les "alimentos y tuteles" a que Tirse se refiere en otro de
sus frecuantes enecronismes, no podian sine constituir une
verdadere obsasidn en la manta de un.escritor en la Edad de
Ore. Notemos que lo mismo ocurria con Cervantes a1 ascribir
sus pr6logos pare g; guijote y Tirse no era une excepcidn a
este regle. ' '8
Las cualidedes del caracter de Liberie pedrien muy
bien, haste aqui, encontrar un perecide muy enélego en el
caracter del Don Juan, pare a medide que nos vames adentren~
do en este drama vamos que la semejanze va eun mucho mes
lejes. En los siguientesrvarsos de Liberie, e1 orgulIe del
Burleder de Sevilla aperece con toda su fuerza:
Liberie soy; pues aqui
eprimis mi libertad,
excuse mi libre eded
vuestra evare hipocresia,
y busque en Alejandria
la humane felicidad.
Corte soberbie es Egipto;
legrera an elle mi hacienda,
soltere e1 deleite riende
y presas el apatite.
O...O‘OOOOC‘OOOOOCO‘OOGVOO'
Triunfera mi mecedad,
sin pardonar juege o fiesta,
convita, prade o floreste,
deleite o prosperidad. (I, 8)
Encentrames a1 lama y filosofie del libertine aspafiol de la
reza del Don Juan en los siguientas verses donde Liberie ax-
\
\ . .
O
\
h
\
\
\
Q
I
\
~ .
O
‘ \
. ' 3
. ” ' ~ 9I
noOOD-pnaouooaeQOoooo
N.
clame:
Gloria es~tede pasatiempe,
infierno toda virtud.
Esta neche he de cenar
en tu cesa, Taida belle. (II, 2)
Es en el segundo acte dende el denjuanisme de Liberie
llega a su complete fruicion.y como en el caso del Don.Juan,
Tirse introduce el tame favorite de les muJeras. Liberie, e1
“gelanfl, Juega a les naipes eon sus cempafieres de*orgies, y
come de costumbre, el tema de la cenversaci6n cee inmediete-
manta sebre a1 emor y las eventures mujariles. Liberie se‘
exprase esi sobre el amor:
Liberie
El mie, per despicerse
da unes dwmes; pica an otres,
ye alabastros, ya ezebaches.
Diodero
Buene care tiene Elisa.
Liberie
Es doncelle con su alcaide.
Acegiose a1 matrimonie
y citdme db ramata.
O C C O 0'. O O‘.*.‘. O 0'. O O 000'. 0 .'MV
A les cesadas me etango.
Nisirie
Civil gusto. Dies ma guerde
de jurisdiccién a medias
y emer de participantas:
o habia de comer les sobras
e'unwmerido?
Liberie Major seban
uves del mejuelo ejane
que les que en el propio nacen. (II, 1)
La liste continfie y se hace large. Les libertinos pesan.re—
vista a una large liste de mujeras viudas, solteras, monji-
OQOQOQIQOOOOICO
‘I.C...l.....‘o
69
les, labredoras, fregatrices, ete., compilendo una liste que
sole serie empliede per el mismo Don Juan. 1
Le vide del prodigo trenscurre come une vida de corte
eon sus coches y sus Juerges, sus naipes y sus emores. Sin
embargo, este 'prddigo”°que tuvo su origen en el relate bi-
blice tiene que volver tarde o tamprano e la narrative darle
Biblie.1h Es verded que Tirse se aperte aqui y elle del tex-
te biblice tel come lo encontremos en el evangelie de Lucas,
pero en aspiritu e1 drama va siguiende un fin y un plan de-
1” Tirse de Melina hace un extenso use de‘la Biblia
en este drama, a pesar da epartarsa del original biblice:
I, 1. Les riquezes y sabidurie da Jab,David y Se-
lendn.‘I, 6;.E1 emor es*de la tribu de Dan.
I 8. David es el ejample de un padre amante C2e
Samuel, 18: -33), mientres*al Joven Absaldn es el ejemple
del hijo rebalda (2a Samuel 15-22); Cain, e1 primogénito
es peer que Abel (Genesis, fi:1).
I, 11; Jeb as~hchado al muladar (Jab, 2:8).
I' 13. Les Seduceos niegen la inmortalided del e1-
me (Hechos, :8).
II, 2. E1 viantra es~el Dies de los paganes (Fi-
lipenses, $33fl9); Adan y Eve estaban desnudes en el Paraiso
(Genesis, 2:25). .
II, 3; Les verdadaros taseres astan en los cielos
(Mateo, 6:20); Liberie se burle del Prddige (Lucas, 16).
II, 5. El necio dijo:"No hey Dios“' (’Salmq 13:1)
II, 6. "Mi viantra es mi dies" (Filipenses, 13:fl9\
II, 10. Eve esrla costmlla de Adan (Genesis, 2121}
II, 12% Les amigos de Job (Job, 231T); II, fl3. Le-
zero y los perres.
III fl. Le riqueze del Nile; Noé y el vino (Gane-
sis, 9:21); el tocino, manjar prohibido a los audios.
III, 6. El hijo pr6digo cuidendo cerdos;
III, 9. E1 ambrutecimiento del ray Nabucodenoser
(Daniel, #:223); 1a tantecien da Jesa y la cape (Genesis, 39).
III, 16. La madre de Tobias (Tobias,11:§) (Ap6cri-
fa).
III, 2%. E1 errapentimiante tardie del rico ave-
riente (Lucas,15).
7O
terminedo qua*05“volver 81 relate biblice y der un fin bibli-
ce el mismo. Tirse no dasprecie les Escrituras. Una vez Tire
so he hecho epurar a1 Jevan Liberie las copes del dasengafie
de los placeres~del munde y de la vanidad de la vide y el
mismo tiempo he creado unazfigure psicoldgica que es=ratrab
to de=su.tiempe y precursere del Don Juan, e1 auter,.eomo
fiel mercederio vuelve a les Escritures, e1 pr6digo se~eh
rrepiente (III, 9) y'vualve e 1e case del padre (III, 16).
El final biblice are, e pesar de todo, menos reminp
tico que lo que-exigien e1 principio del drama y el pdblico
el que ibe dirigido. Tirse no se erredre y'de'le misme fer-
ne en que cemenzd su drama con la note del amor, tembi‘n
esi lo ecaba..Liberio, e1 pr6digo,.se cesa con Felicia, le'
mujer del difunto Ninaucie e1 rice. Felicie‘es en cierto
sentide une"pr6diga"que vuelve errepentide el comprender
que les riquezes tampoce sen e1 verdadere motive de la feli-
cidad y que-cuende mas solo producen series desengefies. Es
pues eprepiade que estes dos pr6digos se encuentren en la
vide y el amor, y Tirse ecaba a1 drama con una bode y une
mereleja biblice, la de la convarsecion entre e1 rice Ni-
neuoio y Abraham en los cielos.
Clemente.
La figure de Clemente, el padre del predigo, as ten
sublime en misericordie come 1a del hijo ingrate as repugnan-
te en su soberbie y orgulIe.
Tirse escoge un nombre simbdlice y significativo pare
71
ed pedre~de equal libertine. La gran tirsista Blanca de los
Rios resefia e1 caractar del benigno Clemente con estes pale-
bras:
Clemente parece'hermeno del David de La van any
ze da Tamar, del Pareto de La eleccien.-3r-I§%§:;-
t3d7'deI Dan Diego de la tercera gente, ena y
EST Padre de El Burlador° y este parsonafie, tan
bien sentide per T as besterie per si solo a
legitimer e1 Don Juan si data no lo estuviera per
51 misme.15
Esta repeticidn, que he=sido atribuide e 1e felta de inven-
tive per parta da Tirse, ha despertado tembién la pregunte
de si Tirse no queria hecer revivir en la auguste figure
del padre, hije de-su manta creedera, 1e figure de su pro-
pio progenitor ignoredo. Esta es la epinidn de:B1enee de les
Rios quien efiade:
..»~ e lowlarge de nuestro teatro no hubo poeta
que sa*deleitase ten efusivamenta en revivir le
venerable figure del padre misericordioso; tempe-
co hubo elguno qua llavese e 1e escane la persona
auguste de "la madre": sine aquag valentisimo de-
fensor de los hijos s n nombre.1
Clemente es el vive retrete de les vardedaras cuali-
dedes de un padre. Su corezdn desberda de ternura, solicitud
y magnenimidad. Su hide 1e ofenda y'le perdona; llaga casi e
erruinarle y sigue perdonandole efin. A la manor eportunidad
que se la presente pare menifestar que en su corezdn hey
efin un amor consciente pare equal hijo desvanturado, Clemen-
15 Blanca de los Rios, 22, cit., vol I, 1069.
‘6 L25. cit.
72
te lo hace. Su corazen es un coraz6n de padre, un corezdn eo-
bre todas las cosas "clemante". Cuande medeste, su hijo ma-
yor, recrimine los desverios de Liberie, Clemente euel el
padre de la perabola del Evangelio se vuelve an defenser de
equal hide ingreto a1 decir:
Medeste,
haste que padre hayas side
y con tierne sueesi6n
hayas, cuerdo, repertide
en hijos el corezdn,
de si mismo dividido,
no culpes lo que no eleenzas. (I, 5)
Cuel amante padre, Clemente no pierde 1e esperenze y eguarde
eon resignacidn pero con esperenze e1 retorno de equal hiJo:
selgo e buscar un.hiJo, que, ignerante,
de vicios salteadores,
ceusan su pardicidn y mis temores.
Camines, reducilda,
si loco se eusantd, cuerdo y humilde;
erreyos, detanelde,
si sa despafie centre Dies, rebalda. (III, 16)
Beta figure del padre as ten acabeda que Tirse no puede me-
nes que cerrer con elle al drama en unes palabreS‘de adver-
tencia con les qua Clemente eXhorte a1 hijo errapentide e
imiter e1 Lazaro de la parabola y escarmentar en los vicies
de Nineucio que se helle en los infiernes.
La figure de Clemente eseprototipo de los padres, los
verdaderos padres cuyo ejemple mas sublime es la figure de
Dies mismo, e1 Padre Celestial del Evangelie.
Eineueio.
Haste aqui nos hemos ocupade de una 561a parabola, la
del hide pr6dige, pare Tirse ye dijimes que aun6 dds parabo-
73
les, la del hijo pr6digo y le del rico evariento (Lucas, 15
y 16). Esta rice everiante es~otra gran figure dramatice.
Blanca da los Rios con su prefunde erudici6n mentiene que
esta figure no es ni mas ni menos que un retrete del duque
de Lerme.17
Aperta de les cuentioses considereciones-hist6rices
con que Blanca de'los Rios defiande su tesis, debemos indi-
cer que el Nineucio da Tirse tiene ascasa semejenze con el
rico evariento de le Biblia. Este es une vez mas un ejem-
plo da les libertades de Tirse con el taxto biblice. Tene-
mes aqui una figure biblice vestida con el treje de los a-
veros del siglo XVI. Tanto si Tirse dirigie su critics con-
tre el favorite come 51 no, no hey dude elguna da que Tirse
queria advertir al pueblo contra el pecade de la avericia.
Ninaucio es la misme avericia, come lo expresen estes
verses:
10h esquerose y vil enjembre
de moscas, que liceneioses,
en las mesas mas precioses
osais mater vuestra hembrel
Después que aqui hebéis entredo,
el alme me habais ravuelto;
5de zué infierne es habéis sualto,
o qu paste os ha brotado?
TQué presto olisteis mis bodes,
erpie de mis regelos!
Echédmalos de aqui e pales;
carredme ases puertes todas. (I, 12)
Es esi come Nineucie sa diriga a un grupo da pebres, y an e-
varicie no perdone afin a su mismo sobrino Lezaro, eun cuende
17 Blanca da los Rios, 3p: cit., vol. I, 105h-1061.
7h
1e idea de un parentesco entre Lazaro y Nineucie es otro
producte de le fertilisima imaginecien de Tirse.
gTu,en.mi case .e mi pesar?
gTfi a mis puertes, perdiosaro?
Ni te conozce, ni quiere
per daude. Te he de sacer
yo an persona desta corte
y del mundo; no me fie
da nadie. (II, 13)
Ninaucio no tan 5610 as avare y cruel, sine que es
tambian un impie.
y e tel glorie me provoco,
que, cenferme a lo que escuche,
para Ray, me sebra mucho;
para Dies, me felta poco. (I, 1)
le inmortalided del alme
niego; en muriéndose el hombre,
tede para 61 se ecaba:
ni espero premies del Cielo,
ni e1 infierno me emeneze. (I, 13)
El fin de Nineucie es~el fin del impio qua raconoce
en la vide future e1 error da sus dasvaries terrenales pero
cuende ya es demesiado tarde (III, 21).
Lazaro.
Digne de contraste con Hineucio es la figure de Laza-
ro que aunque pobre en bianes as rice an fa y buanes obras.
Otre vez encontremos e Tirse come maestro de les contrastes.
En Lazaro vemos a un hombre qua confia an Dies e1 hallarse*
frenta a les edversidadas da la vida:
Ne es~gleria la que tame a le mudenza
y emeneze en peligres de la vida;
mas funds en elle tu rezén da estado,
pendra ye en Dies mi bianeventuranze
y veremos los dos, a la partide,
cual de les dos as—bienaventurado. (I, h)
75
Lazaro as misericordioso para con los que sufran.
éCen tel deslumbremiante,
io, los pobres maltretas,
qua del crédite da DiOS‘
sen ebonadas librenzes?
gC6mo ejusteras tus cuentas
con Dies, que el mas santo alcanze,
$1 en el ragistro del ciale
les certas da page resgas? (I, 13)
Lazaro no as selemente un entitipo de Nineucio sine
tembien del pr6digo. Cuel "prodigo"*se helle Lazaro en‘E-
gipte y encuentre a Liberie que lo dasprecie. Lazaro as pe-
bre, pare per habar secorride a los~necasitades (II. 3).
Lazaro termina sus dies despreciedo de los hombres y
aborrecido per sus propios pariantes (II, 13), pero recibe
1e recompense eterne (III, 21). Es un hombre qua padece su-
frimientos per emor a los pebres~y necesitados, que por
elles se conviarte en pobre, pero que alcanze la riqueze
eterne.
El drama El rico avariento merece majoras estudies
que los que ha recibido haste el presente..Tirse cre6 une
obra magistral que la felta de estudies criticos nos ha=im~
pedido apracier debidamante. Es une obra rice en centrastes,
Ilene de amocien, selpiceda de un gracioso humorismo y, se-
bretodo, un verdadere retrete de la grandeza y misaria da
la raze humane.
CAPITUEO‘III
CARACTERISTICAS GENERALES
' DEL
DRAMA BIBLICO DE TIRSO DE‘MOLINA
Les capitulos antariores nos presenteren.el coneci-
miento y use de la Biblia en Espefie durante la Edad de Ore
y, después, 1e menere en que Tirse de Melina presente ciera
to nfimere da episodios biblices en sus dramas. En este a1-
timo capitulo desaamos investiger les ceracteristices gene-
relesrdel drama biblice de Tirse de Melina.
i) Estudios psiceldgices.
Tirse de Melina are un buen estudiente del caracter*
humane y de les impulsos~da origen psicolegieo. Sebamos que
Tirse vieje bastenta per Espafie y que per tel motive entre
en contacte con tede clese de gentes. Les tames biblices
dieren a Tirse de Molina une excelante oportunidad de mes»
trer su.hebilided an dascribir eScenas de prefunde psicelefi
gie y el hecerle obtener el mismo tiempo 1e eprebaoien.y e-
plauso de la Iglesia. Tenamos abundanta evidencia de que
Tirse are no ten sélo un axcalanta ascritor sine también un
cuidedese estudiente de la vida espefiole.
En un drama come Lg'venganza gg‘gamag’nos presente
con gran fuerza e1 daseensuele da 1a protagonista e1 parder
su virtud, y el mismo tiempo 1a lujurie y sansualidad de
Amen frente a su hermene Tamar, les cuales finalmente se
77
cenvierten an.hestie e1 consumer el acte de le deshonra.
Esta drama tiene tembi‘n otres estudies psiceldgices tales
came 1e descripcidn del Rey David cuende se encuentre frente
e1 terrible dileme de ser padre y ser ray. Como padre quiere
manifester hacie Amdn un corazdn de emor, pero come ray se
ve obligedo a cumplir 1e Justicie. Tirse nos de otre estudio
peiceldgice en la persona de Abseldn. Esta joven principe=
quads completemante vislumbredo ante 1e corona real; la ce-l
dicia'lezvance y llaga incluso e mencionar la posibilided de
un parricidio.
Otre peseje de gran fuerza psicoldgice lo encontremos
en la escena octave de la primers Jornade de Lg 921.1212 933
gaggg‘gg‘ggga.‘Vamos an Nebot un sentimiente de desesesiego
ante ls llamede de la reine Jezebel. Su.mu3er Raquel presan~
ta un cuedro parfacto de la mujer calese, mientras que~Jeza-
bel encerne la tentacidn.misme.iNabet se encuentre an un dis
lame terrible: cedar a les desaes impuros de la reine o bien
sufrir el castigo, haste que ultimementa opta por ser~fie1 a
su legitime espese. Pare otre vez nos he dado Tirse un cue-
dre de prefunde amocidn y de fine psicolegie. A1 final del
drama encontremos otre ejemplo da este misme tacnica. Jeze-
bel en la escana XVII de la tercera Jornade va an un espeje
el retrete sengriento da Nabot que la emeneze. El drama ter-
mina tratsndo Jezebel de ensayar sus ertes da enamoremiante
eon Jehfi, pero sin efecto elguna.
Quizas une de los retretes psicel6gicos mas ecabedos
78
de este drama 10 encontremos cuende Elias, e1 prefete de
Dies, llaga triste y cansado a un lugar desierte y ansia so-
lemente la muerte (II, 6).
Tembien e1 drama 339.152 isle-gigs, my; 533W
o 3:; Egg avariento nos brinde excelentes ejamples de les
descripcienas psicoldgicas hechss per Tirse. vemos per ejemp
plo en la escane VIII del primer~ecte come Clemente, un pa-
dre amante, trata de hecer volver~en si e su.hijo, e quien
e1 placer psrece habar cagede. En el acte tercero, hay une
excelentefescene de la transfermecidn interior dezLiberie,
ed hijo prodigo, e1 comprender que ha seguido un cemine e»
rredo y que es tiempo de volver a la case del padre.
Podriamos seguir multiplicendoles cites, pero resu-
miende podemos efirmar que Tirse estudie muy cuidedesemente
sus carecteres en sus reeccieneswy sentimientos lo que con»
vierte e 1e dramatice biblice de Tirse en un fine ejemplo de
descripcienas psicoldgicas.
2) Elementes comicos y remintices.
Le seriaded de les tamas biblices no impide el que
Tirse hegs use da elementes cdmicos y roméntices en sus dre-
mes.
En La 133193 9333m _e_n_ page tenemos 1s escens de
les pestores y le daspedida de Coriolin da su rucie (I, 21y
3) y a través de todo el drama la figure de Coriolin es la
figure de un c6mico gracioso cuye propdsito es hecer este-
79
ller ls carcajada'dal publico an medio de la serieded y ele-
mente tragice del drama.
‘Lg vengenze gg_g§mgr,es el finico drama biblice de Tir-
se en el que no encontremos 1e figure del gracioso. Hay ve-
ries fresas en el drama cuye propdsito es el de hecer reir
pero ningdn parsonage que encerne el papal del gracioso ten
corriente en el teatro de le Edad da Ore. Es pesible que en
este drama quisiese Tirse prescindir del elamente del gre-
ciose pare esi der mayor fuerza dramatice a la trama. A'cien-
cis cierta el por que Tirse prescindid del gracioso en este
drama as alge muy dificil de pracisar.
La figure del gracioso le encontremos en el drama g;
giggwevariente en la persona de Gulin, el criade de Liberie.
Gulin es parSonaje socarr6n, traviese, que trata de:secer
pertido de les difarentes situeciones. La simplicided de Gu-
lin.he side comperede per elgunos e le de Sancho Panze.9
' Finalmante, encontremos en el drama La 1.3.2122 esgigea-
‘ggga el elamento c6mice en la persona de Gomor, cuye enamo-
ramiento de Lisis provoce slgunas'de les escanas mas pics-
ras y a la vez mas divertides de tede al drama.
En cuente a elementos romantices podemos decir que abs
de' sus dramas, _I__._e_ 9.1.9.323 espigedere y grim avariento ter-
minan.embes con une bode. En Lgbmglgg aspigedere tenemos les
idilios de Bohez y do But y 103'de Rut con su primer espese
Messlén. Es interesanto noter que en estes idilios Tirse use
freses cortas e palabres sueltas an un agredabilisimo colo-
80
quio entre ambos amentes. Tirse usa uns tacnice samejanta an
‘L3 vanganzs q; EEEEE entre Tamar y Am6n.
Mas interesante sun as dascubrir que en estes obras
Tirse hace use de elementos romanticos que no tienan su ori-
gen en la Biblia. Per ejemplo, ls Biblia nede nos dice de que
Jezebel sa enemorers del pie Nebot, sine muy al contrario,
solo nos da a conocer que el verdadere motive de la muerte de
‘Nebot fue la codicia de Acab. Tempoco nos dice neda 1e Bi-
blia de les ameroses eventuresrde Absslen; en cembie, Tirse
pone an boce del principe hebree prodigioses hazefias roman-
ticas. Finalmente, tenemes a1 case de la eventure de Amdn en
el Jerdin de su padre y mes tarde, su celequie con la efen-
dide Tamer, disfrezade de campesine, mientras que la Biblia
no dice de todo este ni una sole palebre. Notemos, pues, que
Tirse no rahfisa secrificer 1e fidelided e1 texto biblice an
pro de un eumento de la trams c6mice y romantics del drama.
3) Les virtudas en el teatro biblice de Tirse.
El propdsite del teatro de Tirse no fue simplemente
divertir a su pfiblice sine obtener, haste cierto punte, una
morelizacidn del mismo. Es per tel motive qua Tirse al ledo
de ascenas de inceste, lujurie, celos, avericia, soberbie y
otres vicios presente le contrapartide an 1e moral y la vir-
tud opuesta a los vicios que condana.
Notemos que Tirse ansiebe hecer llager 1e moral haste
les clesas bejss y para hecerle tiene que user lengusje que
81
see comprensible y scepteble per les tales. Se he scusedo m
Tirse deéaxpreser en sus obras une moral sumamente floJe pe-
re hecer lIegar sus principios haste les esfares mas baJeS"
del pueblo.1
Creames, sin embargo, qua esto no as esi, y que si
bien Tirse no calla les vicios, tampoce afloje en lo que se
refiere a virtudes. Tirse trata de dsr en sus dramas bibli-
ces una pequafie hemilie en boce de sus carectares sobre la
virtud 0 las consecuencias de la male conducts a la vez que
divertir a su pfiblice. Asi, si miramos los dramas La 31339};
aspigedera e 9.19.1121; _q_u_a_ m an gage veremos que Tirse
apoye el pobre saveramente cansurende a los que en tiempos
de ascesez cierren sus puertss y sus graneres e equélles
que estén nacesitados. En su obra glhgigg avariento encon-
tremos un.magnifico tratemiento de la doctrine cristiane del
pard6n, en la que Tirse nos de a comprender que Dies siempre
pardons a aquéllos que sa arrapianten sincaramante. Uh fel-
so arrapantimiento, sin embargo, lo encontremos en la perso-
na de Am6n que sa"arrepiente ante su padre de habar quitedo
1e henra a su hermene.
Encontremos asimismo 1a idea de la fidelided, es de-
cir, ser fiel a Dies e a la promase hacha.. Nabot, en Le; 93--
]er gue manda an cesa antes*prafiere der su vide qua romper
1A'Lépez, "La Segreda Biblia en las obras de Tirse",
Tirse gg‘Melina, Reviste Estudios (Madrid:f9h9), 382,
82
al mandate de Dios e bien quebrantar la fidelided conyugal a
su cepose Raquel. Elias, e1 prefete, mantiena su fa an Dies,
e pesar del axite que tienen los falsos profetas an un pais
donde impera 1a idolatria. Rut la espigadere manifieste su
fidelided hacie su suegra el mismo tiempo que su fa y con-
fienze en el Dies de Israel qua ecaba de scepter.
Le infidelided reciba siempre e1 castige meracide.
Maseldn.elvide a su Dies y finalmente muere esesinedo. Lo
misme ocurre con los dos averos Nineucio y Elimelec, cuye
avericia les ecarrea e1 castige divine.
En resuman, podemos decir que la obra dramatice bi-
blice de Tirse de Molina no tiene e1 prepdsito de conver-
tirsa de un modo absolute an un tratado de moral, pero el
mismo tiempo no deje de poner en relieve, cede vez que tel
case as pesible dentro del drama, los dabares elevedos de le
moral hacie Dies y el projime.
h) Le tecnice dramatica en relecidn con les fuentes
biblica 3 0
Es este, quizés, a1 punte mes impertante an toda
la dramatics biblice da Tirse da Melina. gEra Tirse un.more-
lists 0 bien un dremeturgo?'Antes da treter de resolvar*es-
to problems 0 de establecer releciones entre embas funcio-
nas, debemos aclerar les siguientes puntos:
a) Tirse de Melina obtuve 1a mayoria da su mate-
rial hist6rice da la Biblia. En un solo drama, que slgunos
83
todevie consideran come drama biblice, La vide gg’Harodes,
Tirse obtuvo muchos materieles histdricos de la historia da
2Flevio Josefo. Per'tal motive dacidimos no tratarlo en es-
te trebejo como un drama biblice.
' b) Dariames, sin embargo, une idea false de Tirse
de‘Melina si pratandiéramos qua Tirse se mantuvo siempre an
un.circulo biblicista. A‘le vez que un mercederio, Tirse
are un ascritor da dramas, y no dud6 ni un.momanto en salir-
se del modelo biblice cede vez que cemprendid que un bibli-
cismo extremade causerie defies irreparablas el buen funciona-
miante da la rapresentscidn dremétice y el argumento de la
obra..Tirso, por_ajemplo, da extanses axpliceciones, an L3
E233! _q_1_1_a_ 9.923% an _c_a__s_a_, sobre la adorecidn da Baal y las
costumbres Judias sobra les ayunos. gPer qua es~que Tirse
nos de tante detelle en sus aXplicecionas? Craemes que fue
per dos rezonas. La primare‘as~que, come ye epuntamos en el
primer capitulo da este tesis, la Biblia no are conocide an
datallas durante la Edad de Ore y mucho manes per la clase
de pdblico a1 qua Tirse da Melina sa dirigie con sus dramas.
Tales costumbres eren muy conocidas.en dies de la Biblia,
pero en los dies de Tirse la adoreciGn a Baal seria alge
completamente incempransible para alguien que no tuviare un
fondo teolegico come al adquirido en un saminario. Sin em-
bargo,.craemes que hay‘equi sun otre motive quizas mas po-
. Z’Blanca da los Rios, 2p: gi§., vol. I, 157v.
8h
deroso que a1 primero. Tirse necesitabs ganar tiempo. Lo que
debie entretener e1 pfiblico durante varies horas ecupe en la
Biblia, e lo mas, cinco e seis capitulos que puedan sar lei-
dos en mucho manes tiempo. Per tel motive, Tirse tretd de
der tede clese de expliceciones y efiedir tede clese de dete-
lles no ten sdlo pare hecer sus obras mes comprensibles~el
pdblico de su die, sine s1 mismo tiempo pare dar mayor lone
gitud a la pieze representade. Creamos que tel observecidn
explice a1 case del tiempo transcurrido entre e1 inceste de
Tamar y la muerte da Amdn. En el texte biblice vemos que
trenscurri6 muy poco tiempo, mientras que al drama de Tirse
nos dice que transcurrieren "dos efios"; gPor qua cambia
Tirse este alamanto temporal? Pues porque sin hecer tel cesa
saris casi imposible eXplicer e1 planeemiento da 1e venganze
dc Tamer con los detalles qua Tirse nos brinde y que tampoce
sa ancuantran en la fuente biblice. Tirse nos presents a
Amdn tretando da forzar nuevamenta a su hermene durante el
epiSedie del banquets de Abssldn y, sun cuende no encontre-
mos nede de este en la Biblia, no hey dude que ello contri-
buiria e excitar la amocion del pdblice y a hacer el crimen
eun.masehorrende y al castige mas justificedo.
Fial a su prepésito da ganar tiempo per todos los mea
dies pesibles Tirse pone an boce de sus parsenajas referen-
cies e otres pesajas, heroes y proezes biblices que nada
tienen que var con el original de la historia en cuestidn
tel come 1e Biblia nos lo pinte,A51, vemos que Tirse pone
85
an boce del pie Nebet une rafarencie a los darechos de pri-
moganiturs para referzer a1 argumento de que la heredad pe-
terne no puede sar vendida; an cembie, no encontremos made
en el libro de los Reyes, que es de donde secd Tirse 1e his-
torie de Nebet, sobre el particular. Lo mismo ocurre con un
drama come Lg.mglgg espigadere. Rut y Bohez den larges ex- _
plicecionas sobra costumbre biblices que la Biblia e bien
omite anteramente e a les cuales sdle hace escase referen-
cis.3 El prepdsito de Tirse are hacerse compransibla e1 mas
candido y pueril da sus oyentes y para consaguirlo no she-
rra sus esfuerzes. Era, come 51 dijéremos, una ilustrecidn
pare der mayor cempransidn a1 tame.
c) Otre asunto importante es la fidelided con que
Tirse cite los pasejas de“1a Biblia. Vemos que elgunas veces
un pasaja corte ocupe en la plume de Tirse varies lineas e,
lo que es mas, e veces una mare referencia a un nombre de a
Tirse suficiente materiel para daserrolIer un personaja con
tede detelle, come es el caso da Elimelec pars presentarnes
1e figure da un misero avere. Muche depande da la metrics y
la versificecidn. Per ejemple, an al errepantimiente de Li-
berie en.§l,gigg avariento Tirse use casi textuelmanta e1
pasaje biblice, pero no esi en la mayorie de los otres ce-
3 Pare un estudio detallado da los materieles bibli-
ces usados per Tirse de Molina vaesa, A. L6pez,"La Segrede
Biblia en les obras de Tirso"’ . cit. 38t—h1h, y la obra
de Frank B. Spregue, The Biblicsi'mefsrial g; Tirse gg mg.
line (Lewisburg, Pa:fi§55).
86
303 y de este modo 1as referencias al texto exacto de la Bi-
blia son siempre bastante remotes, aun cuando no contrariaS‘
a1 mismo.
65 Encontremos tambidn que Tirso de Mblina hace
uso frecuente de aquella tecnica literaria de dar a conocer
a1 pdblico por medio de la relacion, incidentes que ocurren
fuera del escenario, sea porque 1as posibilidades escénicas
de tal incidente se hallahan ruera del alcance de un ascena-
rio tal como los habia en la Edad de Ora, o bien porque el
asunto en cuestion are de naturaleza tan delicada, que no
hubiera tenido 1a aprobacidn de un pfiblico devotamente reli-
gioso y de la censure eclesidstica.
Uh ejemplo de las limitaciones del escenario es la
descripcion en _;_a_ mule; g_1_1_e_ 21.91519. 2;; gage de los incidentas
que tuvieron lugar en el Mbnte Carmelo. Reunir en un ascena-
rio a varios centenareS‘de hombres, rasgéndose con lancetas
el cuerpo delante de un altar y hecer bajar fuego del cielo
eran.en aquellos dias asuntos imposibles de representar da-
das las limitaciones~del escenario y de los medios tecnicos
al alcance de los dramatistas. Esta técnica de dar a conocer
acciones:on forma de relacion era corriente en los autos
sacramentalessy 1as comedies. Tirso hace simplemente uso de
011a. Los dramatistas de la Edad de Oro hacian uso de todos
los recursos imaginables para dar una idea més o menos vaga
de los asuntos que trataban de representar. Sabemos que~en
los autos sacramentales se llegaba a representar el mar de
8?
Galilee por un.mero cubo y la barca con Jesfis y los discipu-
los con un mero coroho.”
Ejemplo de lo segundo, es decir, de la desaprobacibn
eclesiastica de ciertes representaciones que forzaria a Tirso
a emplear 1a narracidn es*el conocido drama Lg venganzaAqugg-
Egg. La Iglesia-jamas hubiera aprobado un acto de incesto en
un escenario y por tal razon Tirso deja que el pdblico dé
rienda suelta a su imaginacion sobra lo que deberia ocurrir
en la reelidad. Sin embargo, Tirso se acerca cuanto puede a
las emociones~fuertes y usa muchas veces lenguaje atrevido
en boca de sus personajes. Para 9110 5610 felta mirar e1 dra-
ma Lg;mglgg espigadere, en la jorhada tercera y escena XVII,
en la que Gomor, bajo el pretexto de que ha sofiado que su a-
mada Lisis esta pariendo, y en.los ayes del part0 menciona
su nombre como padre del nifio, trata de obtener los favor63*
de la misma. E1 efecto que esta escena produciria en 91 pa.
blico es ciertamente fécil de imaginar. vemos, pues, que
aun cuando Tirso rehdsa lIegar a los extremos, se acerca a
91103 en cuanto 1e es pesible.
Resumiendo, podemos decir que aun cuando Tirso so“
esfuerza en.mantenerse fiel a los principios de la Biblia y
la teologia en sus dramas biblicos, no rehfisa afiadir o su-
primir detalles para dar realce a su arte dramético. Cuando
“pupae. salt, "Some notes on Tirso de Molina", Bulle-
tin.g§ Spanish Studies, XVII, t72k203.
88
are neceserio para las exigencies del drama en cuestion,
Tirso no rehdsa hecer cambios en los materieleS‘recibidos’de
1as fuentes~biblicas. La Iglesie, en equellos tiempos, tenie
suficientes preocupaciones con los herejes para detenerse a
examiner con detalles y criticar les digresiones del ilus-
tre mercederio y, esi, mientras 1a obra de Tirso no atacara
a la doctrine o la moral cetolica, los pequefios cambios en
los dramas o bien pasaban desapercibidos delante de la I;
glesie o no recibian comentario desfavorable elguno.
5) Anaeronismo en los dramas biblicos.
Lo anteriormente eXpuesto sobra 1as variaciones
que Tirso observe an cuento a fidelided al texto biblico ex-
plice también los anacronismos que encontremos en su obra.
En la obra g; gigg avariento encontremos referencias
a lacayos, brindis, coches, naipes, doblones etc., todo ello
completamente ejeno a los tiempos biblicos.
Otro interesante anacronismo lo encontremos en el
drama L3 mule; 939.92.113.19; 9.9. page en lo que se refiere al ac-
to de cubrirse delante del rey. Nabot se encuentra delante
de la reine Jezebel y este lo invite a cubrirse delante de
elle a pesar de ser Nebot un simple vasello. Mes~tarde Re-
quel, la eSposa de Nebot vuelve a user la misma expresion a1
decir: "cubrir la cabeza os menda. ya sois Grande de su Esa
tado,”. (II, 8).
Los anacronismos abundan en la obra de Tirso cede vez
que trata de adapter el mensaje biblico a su die. Al mismo
89
tiempo encontremos muchas referencias a la mitologia meza
cledas-en elgunos cesos con los discursos defllos personejes
puramente biblicos como en el caso de Elias que menciona a
les Parcas (I, 10).
Todo ello nos de a comprender que, en lo que se refie-
re a detelles, Tirso cuideba mes su estilo de drameturgo
que su fidelided a1 texto biblico.
Es frecuente encontrar en la obra de Tirso una mezcla
de diferentes fuentes biblices. En el drama Lé_gglg£ espiga-
‘gggg Tirso introduce 1e idea del canibalismo due no so en;-
cuentre en el texto biblico. Sabemos a través de la historia
que tel practice existie entre los pueblos paganos y que
llego a existir en Samaria en une ocasion (2a.Reyes 6825;29),
pero el libro de But no nos dice nada de ello. otro intereh
sante eJemplo de este técnica es la escena de Absalon frente
a la corona de su padre, que contempla y se la prueba. E110
heria muy vive la idea de la usurpecidn delante del pdblico,
pero todo lo que la Biblia nos dice es que David se apoderd
en una de sus campefies~de una pesade corona (2e Reyes, 20:2).
En todos estos cesos antes citados, la referencia a la Bi-
blia es ligerisima, en cambio Tirso ec0pla tales sucesos a1
dram! que este tretando para darle mayor color y movimiento.
Al mismo tiempo, notemos que en no pocos cesos 1a
tergiversacion de fuentes~biblices es usada por Tirso como
procedimiento para hacer resalter mes e1 valor moral o 91
vicio encerredo en la actuecion de un personaje. Asi, cuen-
90
do Absalon codicia la corona de su padre, ello acrecienta e1
elemento del orgullo, soberbie y vanided que Tirso quiere ha-
cer resalter en el principe hebreo. E1 episodio del caniba-
lismo en_;ghmglgg espigadere en que beara, la madre, de-
fiende a1 hijo de su padre Jeleel, solo hace exaltar e1 emor
y la auguste figure de la madre que Tirso tuvo tanto cuidado
en llevar a1 teatro espafiol con maestria. Es pues de este
modo cdmo pueden interpretarse muchos de los cambios y 103'
anacronismos de las obras de Tirso con respecto a la Biblia.
El fin continue siendo el mismo, moralizer. Cuando Tirso
utilize 1a;Biblie, armoniza cuidadosamente los elementos
c6micos, liricos y dreméticos, tanto en la narrative biblice
como en lo que Tirso mismo afiede, pero el mismo tiempo trata
de preservar el historicismo del releto biblico.
6) Valores del teatro biblico de Tirso de Melina.
El valor~mes importante de la dramatica biblice de
Tirso estriba en su hebilidad de plasmar en una epoca del
Siglo de Oro el aspiritu de las obras biblices en cuedros
cuye moral se nos proyecte como un simbolo eterno. Asi, 1as-
obras del teatro biblico de Tirso de Molina, en lo que se re-
fiere a sus caracteres, tienen un triple valor.
In su cuedro histdrico, el original, 91 teatro bi-
blico de Tirso de Molina preserve e1 recuerdo de los relatos
biblicos en los que se inspire y brinde el pueblo un conoci-
miento mes personal de la Biblia y de su mensaje.
En su cuedro representative, el dremético, Tirso
91
nos presente excelentes adapteciones de los velores biblicos
en lenguaje y personajes que son los de la Edad de Oro. En
este pleno representative encontremos a Tirso hacienda gala
de les técnices literarias y representatives ya apuntedes
anteriormente y, en allas, Tirso hace revivir el merito dra-
matico y literaria de los dramas.
Finalmente, existe afin un cuedro de valores universe-
les, e1 cuedro ultrahistdrico. De hecho, no podiemos esperar
menos. Si aceptamos el postulado de que existen velores de
6tica y moral en la Biblia, es cosa muy natural que estos se
reflejen en los dramas de Tirso. Este es ciertemente e1 puns
to mes importante en Tirso y su teatro biblico. No encontre-
mos en Tirso muchas figures teetrales como 1as hey en otros
maestros del teatro universal, pero eerie injusto neger que
Tirso de Mblina no tiene en su drama biblice caractereseuni-
verseles cuyo simbolismo tresciende el cuedro histdrioo y el
representetivo y, en nuestro estudio detallado de los cuatro
dramas que constituyen la base de este tesis hemos puesto en
relieve 1a universelidad de algunos de sus personajes.
Tomemos aqui un eJemplo mas, de lo que tratamos de'de-
mostrar en el capitulo anterior. En el drama glflgigg.§zegiggy
to Tirso pone en relieve dos cuadros de la historia biblice,
e1 del rico avariento y el del hijo prodigo. Sin embargo,
Tirso, y en esto los anacronismos nos ayudan muchisimo, pone
también.en relieve un cuedro de costumbres sociales y proble-
mas.mny corrientes en su époce, el cuedro del rico que aprime
92
al pobre, y el del Joven calevera que busca 5610 el placer.
Pero gas esto todo? Muy a1 contrario; a través-de sus per-
sonajes, Tirso nos da considereciones de valor universal
sobre la riqueze y la pobreza y asimismo sobre el arrapanti-
miento del pecador. Ciertamente, Tirso mantiena en sus obras
un perfil costumbriste, pero al mismo tiempo trata de raves-
tirlas de valor universal. Tirso tresplante los dramas bi-
blicoa a su époce, pero hace mas que esto y trata no simple-
mente de reproducir historia, sino principios universales y
verdades humenas esencieles. El drama tenie une aplicacidn
inmediata para el pdblico de Tirso, pero los principios que
inspiraron a Tirso y que el trat6 de eXponer a su pfiblico,
son ten vélidos hoy como entonces.
Afirmemos que solemente de este forme tiene que inter-
pretarse*el teatro biblico de Tirso ya que hecerle de otro
modo seria une injusticia por defecto. Enfocar 1e obra de
Tirso como a dremeturgo que se inspire en la Biblia, por o-
tros ceminos que los apuntados mes erriba solo puede darnos
una idea incomplete de sus valores teetrales o morales. No
podemos mirar a Tirso simplemente como narrador, como dreme-
turgo, o como moralizedor; hay que tomar en cuente el conjun-
to y la suma total de los fines que Tirso persigue.
Estes, creemos, son las carecteristices mas importan-
tes del teatro biblico de Tirso de Melina. En este estudio
nos hemos cefiido estrictamente a los dramas biblicos. Exis-
ten muches otres formas de estudio en lo que se refiere e la
93
dremetica de Tirso de Mblina, pero nuestro proposito are ten
solo poner en relieve equellas que iluminan la dramatica bi-
blice. En relacion a toda la dramatica de Tirso de Molina,
1as caracteristicas arriba enotedas son incompletas pero, en
cuento a su drama biblico, creemos que encierran los princi-
pios y ceracteristicas mas importentes del mismo.
CONCLUSION
E1 teatro biblico de Tirso de Molina fue una magnifi-
ca expresion de la dramatice biblice del Siglo de Oro. E1
pueblo espefiol que en su.mayoria desconocia los textos bi-
blicos originales encontrd en la dramatica biblice une
fuente de riqueze escritural en la que bebio durante siglos.
Tirso de Molina tret6 de lIever el menseje de la Biblia el
pueblo de su die y becerlo de une-manera digne, agredeble y
morelizante.
Sin embargo, Tirso no era solemente un tedlogo 0 mo-
relista y por tel motivo,.no dudo en sacrificer elgunos de-
telles*de le narrative biblice o afiadir ascenas y motivos a
su fuente de inspiracion biblice para hacer su drama pala-
teable a su pfiblico y adecuado en cuento a los principios de
dramética. En sus obras hemos encontredo une profusion de
referencias a la Biblia que pone en relieve el profundo oo-
nocimiento biblico del maestro y, a la vez, su deseo do im-
partir tel conocimiento el pueblo. A1 mismo tiempo, Tirso
introduce en su obra graciosos y galenes, elementos roman-
ticos y burlescos, que deleitarian a su pfiblico y harian
menos dificil el impartirle las verdades de doctrine y mo-
ral cristianas.
Tirso enfoca con velentia los problemas de su die y
trata de darles une soluci6n consistente con las ensefianzas
de la Biblia y la moral cetolice. Es este principio que de
su carécter universal al drama biblice de Tirso. En cuento
95
sus caracteres reflejan verdades morales universales adquie-
ren aquella grandeza que de otro modo serie imposible de lo-
grar. Al tratar el tema de les virtudes, Tirso nos presente
a través de sus caracteres una serie complete de equellas
gracias que deben adornar al ser humano, pero cuendo pone en
relieve los defectos y peoados cepitales, se ocupe en darnos
figures muy vivas y reales del vicio, para esi prodigarnos
un major contrasts y, e 1e vez, emulo hacie la virtud.
Su estudio de caracteres es un magnifico enseyo de
psicologia normal y anormal en el que se mueven amores, odios
y fuertes pasiones. Tirso conoce la vida y la pinte con to-
dos sus detelles y pormenores. En su esfuerzo por retretar
caracteres y situaciones, Tirso incurre en tergiversaciones
del texto biblico que se revisten del color, palabres y cos-
tumbres de en die, aunque ello es comprensible ya que para
an die ascribe estos dramas.
Finalmente, el drama biblico de Tirso se desenvuelva
en tres planes, el historico que se mantiena fiel a 1es~Es-
crituras en cuento es posible; el dramatico que se dirige:el
pfiblico de en die y trata de moralizarlo deleitendole y temp
bien el universal que tiene un mensaJe vivo y latente para
el pdblico de todos los tiempos y lugares.
El drama biblico de Tirso de Molina no es la mejor
expresion dramétice de este gran ascritor, pero tampoco as
ten inferior que no merezce mayor importancie de la que se
16 he dado hasta el presente, Mientras la humanidad conti-
96
nfie luchando con los problemas del vicio y aspirando a la
virtud, la dremetica biblice de Tirso de Mblina continuaré
proclamando su mensaje eterno y universal.
BIBLIOGRAFIA
OBRAS DE TIRSO’DE‘MDLINA
CataraloyMari, Emilio, Comedies La Tirso La Molina. 2Fvols
Rios, Blanca da los, Tirso de Molina. Obras Dramaticas can.
plates. Aguilar, HaHrId,1§53358.
ESTUDIOS CRITICOS Y'ARTICULOS'
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