la apuesta por la razón - bourdieu

2
los científicos en el debate público, del que son excluidos, de hecho, muy frecuentemente. Seria muy bueno que, sin conferirle a la ciencia un poder de veracidad, trabajara para hacer entrar en el espacio público a especialistas capaces de dar a los ciudadanos los elementos de información necesaria para desarrollar opiniones esclarecidas, sobre todo acerca de los problemas más candentes, muy a menudo dejados a la demagogia o al verbalismo irresponsable. El nuevo internacionalismo La pretensión universalista esconde muy frecuentemente el imperialismo. El internacionalismo tal como fue practicado por la Unión Soviética era una forma de imperialismo. Y es necesario estar siempre en guardia contra todas las formas de eso que yo llamo el imperialismo de lo universal, ilustrado en una época por Francia, con el mito de la Revolución francesa, de los derechos dcl hombre, etc., y hoy, por Estados Unidos, con el modelo de la democracia americana, del liberalismo, y el mito del “fin de la historia”. Pero las reacciones particularistas, que se expresan aquí o allá, pueden inspirarse en intenciones regresivas, y esconder nacionalismos también imperialistas. Por eso hay que instaurar la discusión, sin hipocresía, entre los universalistas críticos de su propio universalismo y los particularistas críticos de su par- ticularismo. Si la hipocresía de los derechos del hombre, del universalismo onusiano, desacredita el universalismo ya que le sirve de mascara al imperialismo y a la opresión, la resistencia al universalismo puede ser también la mascara de una afirmación regresiva de la violencia oscurantista. El Parlamento debe ser, entre otras cosas, el foro de estos debates: a través de los encuentros periodísticos que organiza, en diferentes países, a través de los intercambios permanentes que favorece, y que no dejarán de desarrollarse, gracias a los medios informáticos, ofrece lugares y ocasiones para confrontar problemas nacionales, y da a los escritores de diferentes países oportunidad de descubrir las particularidades o los particularismos ligados a su inserción en campos nacionales, por tanto a tradiciones intelectuales, lingüística, cultural, y los intereses comunes, las posturas y los valores compartidos, y así también los medios propios de afirmarlos y defenderlos. 14. LA APUESTA POR LA RAZON. PROGRAMA PARA UNA RESISTENCLA INTELECTUAL 38 38 Prefacio a la edición griega de Liber, revista internacional de Shyncrona themata, revista griega de renombre, ofrecerá de hoy en adelante hospitalidad a Liber, revista internacional de libros, que aparece desde hace varios años en una decena de lenguas y de países europeos, gracias al esfuerzo empeñoso de individuos y de instituciones dedicadas a la causa del internacionalismo intelectual.

Upload: shlm12

Post on 04-Jan-2016

219 views

Category:

Documents


3 download

DESCRIPTION

De "Capital cultural, escuela y espacio social".

TRANSCRIPT

los científicos en el debate público, del que son excluidos, de hecho, muy frecuentemente. Seria muy bueno que, sin conferirle a la ciencia un poder de veracidad, trabajara para hacer entrar en el espacio público a especialistas capaces de dar a los ciudadanos los elementos de información necesaria para desarrollar opiniones esclarecidas, sobre todo acerca de los problemas más candentes, muy a menudo dejados a la demagogia o al verbalismo irresponsable.

El nuevo internacionalismo

La pretensión universalista esconde muy frecuentemente el imperialismo. El internacionalismo tal como fue practicado por la Unión Soviética era una forma de imperialismo. Y es necesario estar siempre en guardia contra todas las formas de eso que yo llamo el imperialismo de lo universal, ilustrado en una época por Francia, con el mito de la Revolución francesa, de los derechos dcl hombre, etc., y hoy, por Estados Unidos, con el modelo de la democracia americana, del liberalismo, y el mito del “fin de la historia”. Pero las reacciones particularistas, que se expresan aquí o allá, pueden inspirarse en intenciones regresivas, y esconder nacionalismos también imperialistas.

Por eso hay que instaurar la discusión, sin hipocresía, entre los universalistas críticos de su propio universalismo y los particularistas críticos de su par-ticularismo. Si la hipocresía de los derechos del hombre, del universalismo onusiano, desacredita el universalismo ya que le sirve de mascara al imperialismo y a la opresión, la resistencia al universalismo puede ser también la mascara de una afirmación regresiva de la violencia oscurantista.

El Parlamento debe ser, entre otras cosas, el foro de estos debates: a través de los encuentros periodísticos que organiza, en diferentes países, a través de los intercambios permanentes que favorece, y que no dejarán de desarrollarse, gracias a los medios informáticos, ofrece lugares y ocasiones para confrontar problemas nacionales, y da a los escritores de diferentes países oportunidad de descubrir las particularidades o los particularismos ligados a su inserción en campos nacionales, por tanto a tradiciones intelectuales, lingüística, cultural, y los intereses comunes, las posturas y los valores compartidos, y así también los medios propios de afirmarlos y defenderlos.

14. LA APUESTA POR LA RAZON. PROGRAMA

PARA UNA RESISTENCLA INTELECTUAL38

38 Prefacio a la edición griega de Liber, revista internacional de

Shyncrona themata, revista griega de renombre, ofrecerá de hoy en adelante hospitalidad a Liber, revista internacional de libros, que aparece desde hace varios años en una decena de lenguas y de países europeos, gracias al esfuerzo empeñoso de individuos y de instituciones dedicadas a la causa del internacionalismo intelectual.

Si la empresa nos ha parecido y nos parece necesaria, es porque los productores y los productos culturales permanecen aún hoy día encerrados, más de lo que se cree comúnmente, en el aislamiento nacional, y porque existen fronteras invisibles, inscritas en las instituciones encargadas de la producción y de la circulación de los bienes culturales —universidades, revistas, editoriales, etc.— y también en los cerebros, bajo la forma de clasificaciones escolares, hábitos de pensamiento o de tradiciones retóricas y estilísticas. También porque, como se ve particularmente claro, en materia de cine, aunque también en teatro y literatura, los mecanismos y las instituciones que controlan la circulación internacional, se enraízan en las fuerzas y los intereses económicos, de tal modo que lo que se celebra como un fenómeno al que se pretende ecuménico de “mundializacion” no es, la mayor parte del tiempo, sino uno de los efectos menos percibidos dcl imperialismo.

Además, el derrumbe de las ilusiones milenaristas, en apariencia racionales o racionalistas, como las que han sostenido por largo tiempo los regímenes y los partidos llamados comunistas, ha dejado un inmenso vacío en el que se precipitan todas las formas de oscurantismo —nihilismos irracionalistas, integrismos clericales, restauraciones nacionalistas, oportunismos políticos. Es decir, que las tareas que fueron atribuidas, en otros tiempos, a los defensores de la Ilustración, se imponen hoy día más que nunca a todos aquellos que no han renunciado a ejercer su función de intelectuales. Pero el proyecto de resistencia y de reconstrucción cultural que los artistas, los escritores y los científicos, deben emprender en común, más allá de las fronteras entre las disciplinas y las naciones, debe fundarse en una critica constructiva de todas las ilusiones que sus antecesores han contribuido a producir y a mantener, tanto sobre el mundo como sobre su misión y sus poderes. Semejante realismo, que no tiene nada de cinismo desencantado, es el único fundamento posible del utopismo racional que conviene a estos tiempos de desconcierto, pero también de libertad, en los que la historia ha hecho tabla rasa de los pasados míticos y los futuros ilusorios. Sin ser todas imputables a los fanatismos de la razón, como se dice a veces para justificar la dimisión irracionalista, las derrotas de la razón, que han escandido el siglo que termina, imponen más que nunca la apuesta por la razón, sin duda más arriesgada de lo que jamás ha sido.

15. EN HOMENAJE A CANGUILHEM39

Acabo de enterarme de la muerte de Georges Canguilhem. Quisiera evocar, porque creo que vale la pena tenerlo presente hoy, lo que había en este hombre y en su obra, que ha podido inspirar una admiración y un afecto tan grande a toda una generación de pensadores franceses. Extendiendo la obra de Gaston Bachelard, de la que hizo una presentación admirable, George Canguilhem realizó una contribución decisiva a la epistemología histórica, o mejor aún, a la historización de la epistemología, al análisis riguroso de la génesis de los conceptos científicos y a los obstáculos históricos de su emergencia, a través, sobre todo, de descripciones rigurosas de las patologías del pensamiento científico, de las falsas ciencias y de los usos políticos de la

39 “Il ne faisait jamais le philosophe (a propos de Georges Canguilhem)”, Les lnrockuptibles, 25, 27 de

septiembre -3 de octubre de 1995, p. 12.