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La Carta de Althusser a M. a. Macciocchi Del 15 de Marzo de 1969

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Page 1: La Carta de Althusser a M. a. Macciocchi Del 15 de Marzo de 1969

Althusser y Mayo del '68:la carta de Althusser a M. A. Macciocchi del 15 de marzo de 1969

Este texto de Althusser es un largo extracto de una carta a Maria Antonietta Macciocchi,datada el 15 de marzo de 1969. En principio, se inscribía en un proyecto de publicación deintercambios epistolares entre el filósofo francés y la candidata comunista a la diputación enNápoles (durante mayo de 1968), y en efecto, el editor italiano Giangiacomo Feltrinelli publicó laobra en 1969 bajo el título Lettere dall'interno del P.C.I. a Louis Althusser. Una traducción francesaera considerada en Maspero. De todas formas, el proyecto original fue abandonado: Althusser diomarcha atrás ¿Por que Althusser abandonó así a Macciochi? Parecería que dos razones deben sertenidas en consideración. En primer lugar, es posible que Althusser haya cedido a las presiones delP.C.F. (solidario del P.C.I. en el asunto), y que no haya querido hacer pública una crítica alfuncionamiento del P.C.I.1 (las reacciones de los comunistas italianos frente a la obra de Macciocchifueron muy negativas). En segundo lugar, es igualmente probable que Althusser haya retirado suscartas sobre todo para sustraer al público francés la última: la del 15 de marzo de 1969, quedesarrolla una interpretación detallada de los acontecimientos de mayo del '68, y particularmente sucrítica en referencia a la pérdida de contacto del Partido con el estudiantado. Dicha interpretaciónde Mayo no procede conforme a la versión oficial del Partido. De todas maneras, habría que decirque Althusser dio una idea de su interpretación de Mayo al lector francés en un artículo publicadoen 1969 en la revista comunista La Pensée2, artículo publicado en respuesta a un artículo de suantiguo alumno (y amigo) Michel Verret, por lo tanto un artículo tal vez limitado por su intenciónpolémica. De cualqueir manera, sla carta a Macciocchi del 15 de marzo de 1969 sigue siendo elanálisis más desarrollado que Althusser ha proporcionado del movimiento de Mayo.

Si la obra de Macciocchi no ha sido traducida in extenso al francés, sí ha sido traducida alinglés por Stephen Hellman en 1973 en las ediciones NLB. Es a partir de esa versión que hemostraducido la carta de Althusser. Acompañamos un breve resumen del comienzo de la carta parahacer la lectura perfectamente inteligible.

Althusser comienza por explicar en qué consiste Mayo: el encuentro histórico de dos tiposde acciones, el encuentro de la lucha de clase de las masas de obreros y empleados franceses y delas acciones de los estudiantes universitarios, alumnos de secundarios y jóvenes trabajadoresintelectuales. Se trata de un encuentro histórico que no ha dado lugar a una fusión. El encuentrotuvo lugar en la manifestación del 13 de Mayo, manifestación unida bajo la reivindicación <¡Diezaños, es suficiente!>, una reivindicación política negativa. Pero de dicha manifestación, Althusserretiene igualmente el desacuerdo objetivo entre las reivindicaciones obreras y las reivindicacionesestudiantiles. Los estudiantes e intelectuales (con Sauvageot y Geismar a la cabeza) no demandabansimplemente un cambio de gobierno (<¡Diez años, es suficiente!>) sino, simplemente, <larevolución>. Esa llamada revolucionaria tomó la forma, en algunos casos, de reivindicacionesanarco-sindicalistas (que representaban una síntesis del anarquismo que dominaba en ese momentoentre los estudiantes y el revolucionarismo de los doctrinarios del SNES-SUP y de la UNEF):<¡Poder obrero!>; <¡Poder estudiantil!>; <¡Poder campesino!>.

Pero la inmensa masa de trabajadores tenía en su cabeza metas completamente diferentes,que tomaban la forma de reivindicaciones políticos defensivos (<¡Diez años, es suficiente!>) y dereivindicaciones de la lucha de clases económica.

1 La carta final de Macciocchi a Althusser data del 1° de julio de 1968 expone claramente una de las cuestiones dellibro (sino la principal): proponer una crítica del funcionamiento burocrático y electoralista del partido. Se puedecitar un pasaje significativo: <Si yo debiera, como conclusión de estas cartas, decir cuál es el problema de losproblemas, teniendo en consideración las cosas vistas, entendidas, dichas, escritas, yo diría que es el problema delpartido, que no puede ser separado de su línea política. Más concretamente: ¿qué debe hacerse para transformar laenorme carga de energía liberada por el partido en el curso de una campaña electoral, en carga revolucionariapermanente?”>.

2 Hoy el artrículo titulado A propósito del artículo de Michel Verret sobre el Mayo estudiantil puede encontrarse en elvolumen PenseR – Louis Althusser, Le Temps des Cerises, coll. Les dossiers de La Pensée, Paris, 2006, p. 63-84.

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Este desacuerdo marcó el tono de la serie de los acontecimientos (en sentido a la vezcronológico e histórico).

Los estudiantes ocuparon la Sorbonne y el Odéon y los hicieron sus bases de agitaciónideológica. Algunos obreros, jóvenes y otros menos jóvenes se acercaron libremente a esos lugares.

* * *

Los estudiantes, por su parte, buscaban sobrepasarse los unos a los otros en su deseo de“servir al pueblo” y de “ayudar a los obreros”, y es en ese espíritu que se dirigieron a las puertas delas fábricas para ofrecer sus servicios. Al principio las puertas se abrieron para ellos casi en todaspartes, pero más tarde (con ciertas excepciones, por ejemplo Flins, donde no hay rejas)permanecieron cerradas, para gran desilusión de los militantes estudiantiles. En ciertos casos (Flins,Cléon, Nantes, Sochaux), los estudiantes los estudiantes pudieron participar directamente enviolentas batallas provocadas por la intervención del CRS en las fábricas. Un joven estudiantemurió, en Flins, y dos obreros fueron asesinados por golpes de fusil en Socheaux (enfrentamientoslos cuales el CRS tampoco sorteó ileso).

Pero de una manera general, las masas de trabajadores no respondieron a la invitaciónentusiasta de los estudiantes. Había una brecha demasiado visible, y por conscuente una falta decomprensión, entre los estudiantes animados con esperanzas utópicas (ideológico-políticas) y lostrabajadores preocupados por sus reivindicaciones inmediatas.

Algunos estudiantes pensaron explicarlo, de una manera un poco demasiado simplista, por la“traición” de los dirigentes de la CGT y del PCF. Es una explicación simplista porque no es unaexplicación marxista-leninista creer en el rol determinante de los líderes en un movimiento demasas de esa proporción. La verdad es que la clase obrera en su conjunto, y no simplemente susdirigentes, no estaba dispuesta, en general, a seguir las propuestas estudiantiles, que reposaban mássobre sueños que sobre una comprensión de la realidad.

La clase obrera sintió que corría el riesgo (dada la inexperiencia de los estudiantes en lalucha de clases) de ser conducida a una aventura peligrosa.

Esa es la razón por la cual la clase obrera continúa, sin ellos, siguiendo su propio camino, yfundándose sobre su propia experiencia. Este camino, por supuesto, no era ni podía ser el caminoque indicaban los “líderes” estudiantiles, Geismar, Sauvageot y más tarde Herzberg, en susnumerosas declaraciones – declaraciones que la radio y la prensa burguesas se daban el placer detransmitir (la burguesía no es tan estúpida como los líderes estudiantiles piensan). (Dicho al pasar,Geismar y Herzberg no eran ellos mismos estudiantes, sino más bien docentes e investigadores:Geismar era miembro del PSU y Herzberg era miembro del PCF – fue inmediatamente excluido).Esta es igualmente la razón por la cual la clase obrera vio con malos ojos la gran reunión del PSU(Partido Socialista Unificado, que en esa época haríamos mejor en llamar Partido Socialista de laUniversidad) en Charléty. Es así que, en la práctica, la clase obrera resolvió sus problemas sola: enprimer lugar, el problema de sus reivindicaciones; al mismo tiempo, en ciertos casos, el problemade su relación con sus propios dirigentes, problema que era absolutamente secundario dada lasituación. Ese segundo problema, sin importar en qué situación, es el problema de la clase obrera yno tiene nada que ver con los estudiantes. Los estudiantes deberían aceptar esa idea tan simple,incluso si tienen dificultades para comprenderla.

La clase obrera retomó el trabajo. La vuelta al trabajo se hizo en una atmósfera de victoria,viento en vela. En otros casos, debió hacer frente a serios problemas respecto a ciertos responsablessindicales. Pero todo volvió a un estado normal. Pero ciertas cosas habían cambiado. El poderadquisitivo había aumentado momentáneamente. Los sindicatos habían conquistado derechoscívicos básicos en las fábricas (en Citroën, había sido realmente una victoria). Y, sobre todo, la claseobrera había comprendido (y esto estaba grabado definitivamente en su memoria) que la acción demasas había tenido éxito de la noche a la mañana en sembrar el terror entre los patrones, el gobiernoy el Estado, que dicha acción era entonces posible, y que tal acción, un día, podría conducir a algo

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de lo que la clase obrera ha oído – después de la Comuna de París, después de 1917 en Rusia y 1949en China: la Revolución Proletaria.

Luego de que la clase obrera retornara al trabajo, los estudiantes <continuaron el combate>,con la famosa reivindicación: <¡No es más que el comienzo, continuemos el combate!>. ¿Comienzode qué? Y ¿cuál combate?

Después de lanzar estas preguntas, no voy a decir que nada ha comenzado. Al contrario,algo fundamental ha comenzado para los estudiantes universitarios, para los estudiantessecundarios, los alumnos del CET y para los jóvenes trabajadores intelectuales, pero algo que no esmás que un comienzo ¿Comienzo de qué? Los estudiantes piensan que es el comienzo de larevolución. En un largo plazo, está bien, pero ese comienzo no era algo que pudieran conducir a sutérmino: es la clase obrera la que puede terminar ese proceso, clase obrera que no esperó Mayo para<comenzar la lucha> (la ha comenzado hace más de un siglo). Si este es el caso, entonces, ¿qué eseso que comienza para los estudiantes? <¡Continuemos el combate!> Bien, el combate continúa, omejor, en realidad, ha declinado y, en los próximos meses, al menos en Francia, se va a dirigir más ymás hacia la completa desintegración, al menos en el medio estudiantil, de eso que los estudiantesllaman, en términos exageradamente ambiciosos, el <Movimiento Estudiantil>.

Dicha desintegración ya ha comenzado en Francia. Ha tomado primero la forma de unaproliferación de grupúsculos, y en la actualidad toma la forma de una ideología anti-grupuscular (detipo neo-luxemborgista) encarnada en la ideología de los Comités de Acción. Esta desintegracióncontinuará y será entonces más pronunciada. Podemos contar, una vez más, con la inteligencia(burgusa) de E. Faure (Ministro de Educación Nacional) que contribuirá con todas sus fuerzas, almenos en las universidades.

<No es más que el comienzo. ¡Continuemos el combate!> ¿Comienzo de qué? ¿Cuálcombate? Esto conduce a la pregunta siguiente: ¿qué significa el término Movimiento Estudiantil?.

Hipótesis 1

Quisiera comenzar con una observación: no solamente en Francia y en Italia, sino tambiénen Alemania, en España y en los Estados Unidos, el <Movimiento Estudiantil> porta una nombreque no indica exactamente eso que en realidad es.

A ese respecto, Mayo del '68 en Francia ha sido una suerte de experimentación científica,una prueba de verificación en la cual hechos hasta ahora ocultos fueron descubiertos. Sobre todo, elhecho siguiente: si los estudiantes, en sentido estricto, tenían la supremacía y el rol principal, amenos al comienzo de los acontecimientos, también tenían la tendencia a no reconocer la presenciaactiva de otras capas, más importantes que ellos. En primer lugar, los estudiantes de secundaria: los“lyceéns” y los estudiantes del CET, al mismo tiempo que estudiantes más jóvenes todavía. Y, porencima y más allá de esos estudiantes, había importantes capas bien diferenciadas de jóvenestrabajadores intelectuales: jóvenes médicos, abogados, artistas, arquitectos, ingenieros, periodistas,pequeños y medianos administrativos, técnicos, docentes, investigadores y así sucesivamente.

El hecho es que esta expresión tan vaga y unilateral, y por consecuencia, inexacta, el<Movimiento Estudiantil>, cubre una serie de acciones que convergieron en Mayo, acciones dediversas capas de jóvenes estudiantes y de diversas capas de jóvenes trabajadores intelectuales. Esagran diversidad explica bien las cosas que tuvieron lugar en Mayo, tanto la convergencia de acción(por ejemplo, los excelentes afiches de los jóvenes artistas y arquitectos) como los enfrentamientosy las divergencias mismas. Esa gran diversidad estaba dominada por un elemento común. Unafuente ideológica común dominaba a esa masa, de orígenes pequeño-burgueses: la ideologíapequeño-burguesa era dominante. Pero esa misma diversidad ayuda a comprender las diferentesvariantes de la ideología pequeño-burguesa que fueron experimentadas en Mayo: el anarquismolibertario dominante, pero también el trotskismo, el anarco-sindicalismo, el guevarismo, y laideología de la RCC. Habría que decir que la influencia directa de Marcuse, que ha sido importantepara la juventud estudiantil de Alemania e Italia, fue práctiicamente nula en Francia.

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Otra observación. El nombre de Movimiento Estudiantil se presta a una buena dosis deambigüedad a la luz de esto que he dicho. Es verdad que los estudiantes tienen la tendencia dellamar a sus acciones <Movimiento>, lo cual es comprensible desde el punto de vista de susintenciones, al mismo tiempo que desde el de su admiración por el Movimiento Obrero. Pero escomplicado cederle ese nombre de pleno derecho. Desde mi punto de vista, si un movimiento comoel Movimiento Obrero amerita ese nombre, es porque es el movimiento de una clase social (elproletariado), y aún más, el de la única clase objetivamente revolucionaria. Los estudiantesuniversitarios, de secundaria y los jóvenes trabajadores intelectuales no constitiyen una clase, sinomás bien <capas medias>, de ideología pequeño-burguesa. Además, no son objetivamenterevolucionarios aún si ciertos de sus miembros pueden devenir en auténticos militantesrevolucionarios (Marx y Lenin eran, justamente por sus orígenes sociales, intelectuales pequeño-burgueses). Que el <Movimiento Estudiantil> no es un verdadero Movimiento, es decir unmovimiento unido, ha sido revelado en Mayo por los conflictos y las serias divergencias en lasiniciativas y las acciones, y también por el hecho de que el Movimiento Estudiantil, en ciertos casos(por ejemplo, en Charléty), se dejó llevar por los ideólogos de un partido político, el PSU, cuyaorientación fundamental no era estudiantil.

Dicho esto, y sin querer negar a nuestros camaradas estudiantes el derecho de darse elnombre de <Movimiento>, ya que este expresa su aspiración a una acción unificada y a unaorganización unificada que vaya más allá de las experiencias e instituciones escolares yprofesionales, y que ataque toda la estructura del Estado capitalista, es importante poner a estemovimiento en perspectiva correctamente. Es necesario toner en consideración el elementosiguiente, que es fundamental: no es un movimiento que concierna a uno o dos países, sino queconcierne a casi todos los países capitalistas, al mismo tiempo que a un cierto número de paísessocialistas. Este movimiento ha comenzado hace quince años, ha hecho remarcables avances, almismo tiempo que ha encontrado derrotas espectaculares en ciertos países (por ejemplo, elespléndido Movimiento estudiantil turco, aplastado por la dictadura facista local), hasta culminar enFrancia en Mayo del '68.

Un movimiento internacional que dura, nacido en 1955 y que alterna victorias y derrotas,regresiones y redireccionamientos espectaculares hasta el día de hoy ¿Cuál es entonces eseacontecimiento sin precedentes históricos, un acontecimiento que es seguramente irreversible másallá de sus inevitables derrotas, y que, una vez que ha comenzado, puede encontrar y ciertamenteencontrará sus fracasos, pero no se detendrá nunca más?

Para explicarlo, sobre la base de mis conocimientos limitados, propongo la hipótesisfundamental siguiente: ese movimiento internacional es una de las formas espontáneas de la luchade clases, llevada adelante – generalmente en sus formas utopistas-izquierdistas – en un ambientepequeño-burgués y provocada, en último término, por la crisis de la fase actual del imperialismo: lafase de su agonía.

No es muy difícil encontrar pruebas del impacto de las luchas de clase internacionales anti-imperialistas en el nacimiento y el desarrollo del Movimiento en cuestión. Por mencionar solo lamás siginficativa, recordemos el efecto sobre los jóvenes estudiantes e intelectuales de la guerra deAlgeria, la Revolución Cubana, la guerrilla en América Latina – donde el <Che> ha encontrado unamuerte heróica, aunque políticamente costosa –, la prodigiosa y victoriosa lucha del pueblovietnamita contra la agresión de la más grande fuerza militar, la RCC, la violenta revuelta de losnorte americanos en las grandes ciudades de los Estados Unidos y la resistencia palestina. Esasluchas anti-imperialistas han encontrado una fuerte receptividad en el seno de la juventud denuestros países, comprendidos los jóvenes trabajadores (no olvidemos que fue en Francia en dondelos jóvenes proletarios y campesinos fueron movilizados por la guerra de Algeria, que fueron ellosquienes paralizaron el <putsch> (golpe de Estado) de Salan e hicieron dudar a sus oficiales, y queno han olvidado esa lección).

Naturalmente, esta receptividad no sería profunda si la sucesión de acontecimientos quepuntuaron los años que van desde 1930 a 1960 no hubiera sacudido la ideología burguesa al punto

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de volverla extremadamente frágil y vulnerable. El facismo de Mussolini; el nazismo de Hitler; laGuerra civil española y la derrota de los republicanos en los golpes del facismo internacional; laSegunda Guerra Mundial; las revoluciones que resultaron en Europa Central, espcialmente enChina; la liberación política y por lo tanto social de los países del <Tercer Mundo>; las <victorias>como así también las derrotas (¡Corea, Vietnam!); las intervenciones políticas y militares directas delos Estados Unidos, que han devenido la única gendermería internacional del imperialismo debido ala debilidad y a la contradicción de sus <aliados>; en breve, la manifestación pública de laimpotencia política e ideológica de las gigantescas fuerzas militares y económicas de la burguesía –todos esos acontecimientos han reducido a casi nada, sino aniquilado completamente, la potencia,todavía impresionante hoy en día, de la ideología burguesa tradicional.

Es un hecho histórico de primera importancia, y sería un error muy grave subestimarlo, esaderrota iniciada pero poco mencionada de la ideología dominante, que es la ideología de la clasedominante.

Es un a derrota que se extiende al mundo entero. Esa derrota ha creado un vacío, una granpuerta abierta, que hace a la ideología marxista-leninista virtualmente hegemónica, aún si las pacaspequeño-burguesas movilizadas buscan el camino a través del marxismo-leninismo en sus formas<infantiles>, utópicas e ideológicas. Después de todo, nosotros sabemos que el utopismo(anarquista, anarco-sindicalista, neo-luxemburguista y generalmente <izquierdista>) no es más queuna enfermedad infantil que será curada, como ha dicho Lenin, <si es adecuadamente tratada>.

No deberíamos, en consecuencia, estar tan sorprendidos de que el efecto combinado deprestigiosos ejemplos de la lucha voctoriosa contra el imperialismo, por un lado, y el vacío abiertopor la derrota certera de la ideología burguesa, por otro, hayan podido abrir un vasto campo debatalla para la revuelta ideológica de la juventud intelectual y estudiantil.

Además de esto, si se considera el desarrollo tendencial de la crisis económica delimperialismo, que afecta a la existencia material, no solamente de la clase obrera más explotada,sino también y tal vez sobre todo, por primera vez, directamente a la pequeña-burguesía, incluso ensus capas relativamente ricas (cuadros intermedios, ingenieros, docentes, investigadores, etc.), noparecerá sorprendente ver a sus propios hijos, angustiados por el desempleo que saben que lesespera, lanzarse directamente a la batalla. Políticamente, económicamente e ideológicamente, laagonía del imperialismo ha creado condiciones para la juventud pequeño-burguesa en ciertosaparatos capitalistas del Estado, entre los cuales en primer lugar se cuentan los aparatos deinculcación ideológica, donde la ideología burguesa muestra de ahora en más su incurabledebilidad: el sistema escolar.

Mi hipótesis, por consiguiente, es que el <Movimiento> de los jóvenes estudiantes eintelectuales, tanto a nivel nacional como inter-nacional, debe ser considerado como una revueltaideológica (NB: una revuelta ideológica no es, en y por sí misma, como creen muy fácilmente losestudiantes, una revolución política) que ataca ante todo el aparato de sistemas escolares de lospaíses capitalistas.

Por ahora, ese es el estado en que se están las cosas. Pero pienso que si uno sabe de dóndevienen las cosas y en qué profundidad histótica se encuentran sus raíces, uno puede razonablementepredecir dónde van, o hacia cuales acontecimientos tienden, y dónde terminanrán de hecho, despuésde numerosas y serias vicisitudes.

No es la primera vez, en efecto, que los países capitalistas han sido el teatro de las revueltasideológicas de sus jóvenes estudiantes e intelectuales. Las revueltas de los años 1920, el surrealismoen Europa del Oeste, e el Proletkult en Rusia, eran también revueltas ideológicas. Pero, por razonesque tienen que ver con la situación mundial de esa época, la fuerza del imperialismo y la potenciade la ideología burguesa – o por otras razones (en el caso de Rusia) – esos movimientos no hancumplido sus promesas. No han ido jamás más allá de la enfermedad infantil, al menos en Europadel Oeste.

Hay que remarcar que las masas de jóvenes son igualmente movilizadas, con granentusiasmo, en la <revuelta ideológica> de los movimientos facistas en Europa y Japón. Pero esarevuelta, odiosamente explotada por los dirigentes facistas que la gran burguesía ha adoptado como

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dirigentes para lucha contra la clase obrera, ha sido desviada y podrida por los horribles métodos delos facistas, y luego masactada en las guerras de agresión de las potencias del Eje.

Las cosas son completamente diferentes hoy en día. Los movimientos facistas hoy no tienenprácticamente ninguna chance de reclutar las legiones de entre los jóvenes estudiantes, a pesar delos peligros reales, objetivos e inminentes de una reacción neo-facista de la clase dirigente. Laburguesía haría mejor en resignarse al hecho de que ha perdido definitivamente el controlideológico de la mayor parte de su juventud. Es por eso que nosotros podemos decir, sin miedo aengañarnos, y a pesar de las defecciones (que a veces pueden ser peligrosas, sin embargo, a causadel anti-comunismo objetivo de algunos de sus elementos), que la revuelta ideológica mundial delos estudiantes es objetivamente y definitivamente progresiva, y que juega un rol positivo que nopuede ser ignorado, en su nivel y con sus propios límites, en la lucha de clases internacional contrael imperialismo.

Todo el problema, el problema crucial, que el Movimiento estudiantil debe afrontar y que noha afrontado más que en términos míticos, es el siguiente: ¿en qué condiciones, en qué intervalo detiempo, y luego de atravesar cuáles pruebas, el Movimiento estudiantil acertará al establecer unaunión durable con el Movimiento Obrero y finalmente se fusionará con él?

A propósito de esto, es necesario introducir un segundo hecho.

Hecho II

Es necesario tener coraje para afrontar ese hecho con honestidad porque es grave. Y,justamente porque es grave, no ha sido afrontado con honestidad.

Es algo que, en los términos de la lucha de clases internacional, es deplorable, perodesafortunadamente, es un hecho incontestable. Nuestros Partidos Comunistas momentáneamente –esperemos – pero efectivamente han perdido todo contacto ideológico y político con los estudiantesy los jóvenes intelectuales.

El hecho de que hayan habido un esfuerzo por restablecer los contactos después de Mayoprueba simplemente que ese contacto no existía en Francia en Mayo. Yo creo que lo mismo sucedeen otros países. El hecho de que Longo3 haya juzgado indispensable recibir personalmente a los<dirigentes> del Movimiento estudiantil italiano es igualmente la prueba de que las OrganizacionesComunistas estudiantiles no podían, por ellas mismas, asegurar normalmente el contacto que habíanperdido.

El hecho es que en Mayo la UEC se ha visto completamente obsoleta por losacontecimientos. Las masas de jóvenes – estudiantes, trabajadores intelectuales y también un ciertonúmero de obreros – han seguido a otros dirigentes; han combatido bajo otras reivindicaciones, nocomunistas. Han seguido a Cohn-Bendit y su movimiento <22 de Marzo> que ni siquiera era unaorganización; siguieron a Sauvageot, que representaba a la UNEF que es a tal punto unaorganización fantasma que no tenía presidente luego de que el anterior había renunciado; siguierona Geismar y por lo tanto a Herzberg, secretarios del SNES-SUP; algunos escucharon a Barjonet enCharléty, donde el PSU, que presidía la reunión, no pudo hacer hablar a Mendès-France, aunqueestaba presente. No han seguido a la UEC, ni a los directivos del PCF o de la CGT salvo en la granmanifestación – que no ha continuado – del 13 de Mayo. Es cierto que participaron con entusiasmo,pero han seguido a la clase obrera más que al PCF o a la CGT. En masa, ni siquiera se mueven consus propios grupúsculos que, en gran medida, han sido literalmente aplastados por el Movimientoestudiantil de Mayo.

Es un hecho serio e impresionante, que amerita no solamente reflexión, sino también, ysobre todo, una documentación precisa y un profundo análisis. (¿Cómo sería posible una reflexiónsin hechos y sin análisis?)

¿Por qué los PC's, que después de todo están hoy representados entre los estudiantes por suspropias organizaciones, han practicamente perdido todo contacto con la juventud estudiantil, a talpunto que han sido superados en Mayo por la ideología y las acciones espontáneas de estos últimos?

3 Luigi Longo, en ese entonces secretario general del P.C.I.

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Planteó simplemente la cuestión, sin tener la información necesaria para arriesgarme aformular una hipótesis. Ciertamente, en Francia, es necesario retornar a los efectos de la guerra deAlgeria sobre los estudiantes, porque es a causa de esos efectos que la UEC ha sufrido dosesciciones muy serias y perjudiciales, y cada una de ellas ha tenido un alcance tanto para losmiembros de la organización como para la organización, debilitándola considerablemente. Debemosmencionar ciertamente la infuencia de la RCC, y los lemas escicionistas con los cuales el PCC hadirigido los movimientos más allá de China. Pero, esos no son más que elementos parciales en unsistema general de causas, y ese sistema debe ser analizado al mismo tiempo en detalle, y másclaramente, como un todo, porque concierne no solamente a la juventud de una sola nación, sino ala juventud del más grande partido de los países capitalistas, como así también de ciertos paísessocialistas.

Sean cuales fueren las causas últimas de esta pérdida de contacto, una cosa es segura: haayudado a impulsar la revuelta de la juventud hacia eso que impropiamente se llama izqierdismo. Eltérmino es impreciso porque es necesario especificar las diversas formas que el izquierdismo toma –de entre las cuales algunas son antagonistas, como lo prueban ampliamente las divisiones quereinan hoy entre los restos de los grupúsculos y sus ex-adherentes. Es igualmente necesarioespecificar de aquel del que hablamos nosotros es el izquierdismo pequeño-burgués, y no elizquierdismo proletario del cual ha escrito Lenin en su obra sobre el Izquierdismo, obra muy amenudo citada sin discriminación. De la misma manera es necesario especificar que, cuando Leninpensaba que el izquierdismo proletario era <mil veces menos peligroso que el doctrinarismo dederecha> para la revolución, y relativamente fácil de <tratar>, como enfermedad infantil delMovimiento Obrero, las fórmulas de Lenin no pueden ser aplicadas directamente al izquierdismo delos estudiantes pequeño-burgueses.

Puede afirmarse sin miedo que el izquierdismo pequeño-burgués, bien que <infinitamentemenos peligroso que el doctrinarismo de derecha> y al mismo tiempo menos peligroso que elizquierdismo proletario, será sin embargo infinitamente más difícil de tratar que el izquierdismoproletario. Porque está claro que los pequeño-burgueses no tienen el remedio <natural> del }<instinto de clase proletario>, sino al contrario tienen un <instinto de clase pequeño-burgués>, quees increíblemente difícil de transformar en <posición de clase proletaria>.

Todas estas condiciones específicas hacen necesario un tipo muy especial de <tratamiento>para ese izquierdismo intelectual y estudiantil. Como Lenin ha dicho de los movimientos juvenilesen 1916, uno debe <ayudarlos. Debemos mostrar la más grande paciencia cuando cometen errores,y tratar de corregirlos poco a poco preferentemente por la persuasión, y no por la lucha>.

Para definir una línea en realción a la compleja ideología izquierdista de la juventud, esnecesario satisfacer ciertas condiciones indispensables:1. Usando todas las formas de análisis sociológico (económico, político e ideológico) necesariaspara comprender la especificidad de eso que sucedió en la sensacional huelga de Mayo, es esencialrestablecer el orden histórico de las cosas: debemos partir de afirmar la primacía histórica de lahuelga general de 9 millones de obreros (que ha barrido la ideología de Marcuse y sus seguidores)sobre la acción de los estudiantes y de la juventud intelectual. Este análisis tendrá la inmensaventaja, si es realmente detallado, no sólo de aclarar a la clase obrera sobre sus fuerzas ydebilidades – y a partir de eso sobre sus prodigiosas capacidades de intervención revolucionaria –pero también de educar a los jóvenes estudiantes e intelectuales en cuanto a la realidad de la claseobrera y del Movimiento Obrero, de los cuales tienen necesariamente una idea deformada, más alláde los contactos que han tenido con algunos jóvenes trabajadores (algunos jóvenes trabajadores noson la clase obrera). Este análisis debe igualmente sacar a la luz la casi total abstención en Mayodel proletariado rural, de los campesinos pobres y de los pequeños agricultores, para quienes lareivindicaciones y la cólera son bien conocidas ¿Por qué se abstuvieron? Para averiguarlo, esnecesario dejar de lado un cuadro de referencia nacional y hacer referencia al contextointernacional, al imperialismo y a la lucha internacional contra el imperialismo, y las condicionesmuy complicadas creadas por la división del Movimiento Comunista Internacional, pues la realidad

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y los partidos constituyentes no pueden ser ignorados.2. Es igualmente esencial iniciar un estudio profundo de las causas nacionales e internacionales quese encuentran antes de la revuelta ideológica de los estudiantes y los jóvenes intelectuales. Esteanálisis tendrá la inmensa ventaja de aclarar a los jóvenes sobre las causas que hicieron brotar laacción; sobre la necesidad de los acontecimientos que experimentaron como <libres>; sobre lasdificultades en los impasses sobre los cuales debaten y van a continuar debatiendo. Eso harácomprender los límites y los errores de las formas espontáneas de la ideología pequeño-burguesaque gobernaron sus acciones históricas en Mayo; y les preparará para unirse con la clase obrera, areconocer el principio (afirmado con una incomparable claridad por Lenin) de la dirección de lalucha revolucionaria para la clase obrera, y de afrontar, en términos precisos, el problema que en elpresente los atormenta: el problema de la necesidad de la organización (porque algunos sienten, yotros de entre ellos saben, que ninguna acción política es posible sin organización). Además, un talanálisis nos permitirá hacerles comprender a los obreros las causas y el sentido de la revueltaideológica de la juventud estudiantil e intelectual, y al mismo tiempo las causas de las reaccionesutópicas de los estudiantes, que, con razón, desconcertaron a los obreros y les hizo tomar unaactitud general de sospecha – si no directamente de desconfianza. Naturalmente, un análisis de estanaturaleza deberá ser efectuado, como yo creo haberlo dicho claramente, a un nivel a la veznacional e internacional.3. En fin, es esencial iniciar un análisis minucioso de las razones que condujeron a la anormalpérdida de contacto (práctico, político e ideológico) entre la mayoría del PC y la juventud. Debemosllegar al fondo de las cosas – incluso si esto significa introducir razones de orden internacional,desde que el fenómeno excede el marco de tal o cual nación – para identificar las causaspropiamente nacionales del fenómeno. Sin esto, las tentativas actualmente hechas por nuestrosPartidos para restablecer los lazos con los estudiantes y con la juventud intelectual corren el riesgode rellenar el vacío de método y de una línea justa, que fue casi fatal en Mayo. Por supuesto, losresultados de este análisis final deben buscar su lugar – puede ser un lugar limitado, pero de todasmaneras innegable – en el análisis de las razones del ascenso masivo de todas las diversasideologías izquierdistas que, sin tratamiento paciente y apropiado, amenazan con dominar por unlargo tiempo a la juventud.

Louis Althusser, Lettre à Maria Antonietta Macciocchi datada el 15 de marzo de 1969, en MariaAntonietta Macciocchi, Cartas desde adentro del Partido Comunista Italiano a Louis Althusser,Londres, NLB, 1973, traducido al inglés por Stephen M. Hellman, p. 308-319. Retraducido al francés por Julien Girval-Pallota