la ciencia policial y su relación con la función social de la universidad
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Aprobado
INSTITUTO UNIVERSITARIO DE LA POLICÍA FEDERAL ARGENTINA
UNIDAD ACADÉMICA DE FORMACIÓN DE POSGRADO
ESPECIALIZACIÓN EN DOCENCIA UNIVERSITARIA
TRABAJO FINAL INTEGRADOR
TÍTULO: "La Ciencia Policial y su relación con la función
social de la Universidad"
AUTOR: Mg. Carlos Guillermo Blanco
TUTOR: Mg. Norberto Francisco Ramis
21 de abril de 2016
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ÍNDICE
Contenidos Pág.
RESUMEN……………………………………………………………………………..4
INTRODUCCIÓN……………………………………………………………………...5
1. MATERIAL Y MÉTODOS…………………………………………………..........11
1.1. Marco Teórico……………………………………………………………………11
1.2. Método……………………………………………………………………………17
1.3. Estado de la Cuestión…………………………………………………………….20
2. RESULTADOS…………………………………………………………………….27
2.1. Ciencia Policial…………………………………………………………………...27
2.1.1. Etimología de la locución "Ciencia Policial"……………………………..........27
2.1.2. Epistemología de la "Ciencia Policial"…………………………………………33
2.2. Función Docencia………………………………………………………………...40
2.3. Función Investigación……………………………………………………………49
2.4. Función Extensión…………………………………………………………..........61
3. DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES…………………………………………..........70
BIBLIOGRAFÍA……………………………………………………………………...77
4
RESUMEN
La propuesta consiste en reflexionar sobre las obras de Fentanes y de Jaschke y otros,
en relación con la función social de la Universidad, tomando en consideración que la
"Especialización en Docencia Universitaria" procura la formación del Profesional de la
Educación Superior. El método de aplicación estriba en un análisis comparativo de las
obras de los autores mencionados y de las nociones de "Policía" y "Servicio de Policía".
Considera la investigación y su articulación con la docencia. Indaga algunos temas que
podrían abordar los Institutos Universitarios y explora la eventual extensión
universitaria para la comunidad en general. En Argentina aún no existe un instituto
universitario que centralice en forma sistemática los conocimientos científicos sobre la
Policía y el Servicio de Policía, lo cual coadyuvaría a realzar la calidad del servicio de
las fuerzas de seguridad. Reducir la brecha entre la teoría y la práctica policial, sólo fue
posible en pocos países. Se concluye que la Ciencia Policial puede ser enseñada
(docencia), explorada (investigación) y divulgada (extensión) mediante una
capacitación técnica y profesional relacionada con la ponderación empírica de la
materia. No está prevista en la oferta académica universitaria vigente, por ello, se
propone incluirla en el establecimiento natural para su implementación: el IUPFA.
PALABRAS CLAVE: Ciencia Policial. Policía. Servicio de Policía.
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"Al Comisario General Dr. Enrique Fentanes (1907-1977), destacado investigador y
docente, quien perseverara en darle un carácter científico a los estudios policiales".
INTRODUCCIÓN
La inseguridad lidera la clasificación de las preocupaciones cívicas en nuestro país; sin
embargo, se trata de una prioridad postergada. Áreas como la educación y la seguridad
exigen enormes esfuerzos, cuyos resultados positivos no se visualizan en el corto plazo.
Las soluciones de fondo demandan tiempo y paciencia. Las decisiones tomadas, por
buenas que sean, no generan impactos inmediatos. Por ello esta incursión en el campo
de la Ciencia Policial, vinculada a la función social de la universidad, pretende
comenzar a recorrer -como dijera Séneca el Joven- "Per asper ad astra".
Planteamiento del problema. Hernández Sampieri y otros (2010) indican varias
fuentes que pueden generar ideas para la investigación (p. 26); en este caso, las
experiencias individuales surgen de los 35 años de servicio prestados en Gendarmería
Nacional, de estudios de grado en Chile y Argentina y de posgrado en el Reino Unido,
de la docencia ejercida en Ecuador y Argentina, y de tres misiones de paz como Policía
Internacional en la ex Yugoslavia. Los materiales escritos son dos libros de Enrique
Fentanes, y otro publicado en la Unión Europea por Hans-Gerd Jaschke y otros,
traducido en 2013 por el autor de este trabajo académico.
La importancia de la profundización del estudio de la Ciencia Policial radica, como lo
sostienen Jaschke y otros (2007), en que puede contribuir a la educación policial en tres
campos: el contenido, para consensuar qué temas de educación policial deben ser
enseñados; la metodología (métodos de enseñanza e investigación); y el estímulo del
desarrollo intelectual de los estudiantes enfatizando el pensamiento crítico, la resolución
de problemas, y la habilidad para generalizar, ver relaciones y funcionar en situaciones
nuevas (pp. 151-152).
La idea surgió donde se congregaba un grupo especial: el de los docentes y compañeros
de estudio de la "Especialización en Docencia Universitaria". Una vez desarrollada la
idea para la investigación, comenzó la familiarización con el campo de conocimiento
donde ésta se ubica. Si bien la idea inicial era difusa, exigiendo un análisis cuidadoso
para transformarla en un planteo preciso, se cuenta con la experticia necesaria para
abordar el campo de conocimiento donde ésta se ubica.
Jaschke y otros (2007) explican que la Ciencia Policial comparte con otras ciencias un
amplio campo de conocimiento creado: 1) en relación con otras disciplinas científicas
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formales, es decir, un cuerpo de conocimiento cubierto por tres ejes (social,
organizacional e individual), en el que se encuentran varias disciplinas científicas
(sociología, psicología, pedagogía, economía, antropología, biología, entre otras), y 2)
como resultado de la práctica policial, cuya importante contribución a este conocimiento
recomiendan tener presente (p. 93).
El planteamiento del problema siguió a la generación de la idea de investigación. Tuvo
lugar durante el proceso de investigación, luego de consultar las fuentes, reunir y
analizar la información y elaborar el marco teórico. El tema es concreto y accesible.
Está en un área donde es posible contar con una ayuda efectiva para la resolución de la
investigación.
La falta de desarrollo de la investigación científica en el área de la Seguridad constituye
un problema real. El trabajo policial debe estar basado en evidencias (científicas) sobre
qué programas y medidas funcionan mejor para prevenir el delito. Hacer investigación
sola no es suficiente. Se requieren esfuerzos proactivos para llevar la evidencia obtenida
por la investigación científica a la práctica policial, a través de guías de trabajo.
Entre las obras de Fentanes (1972-1979) y la publicación de Jaschke y otros (2007), han
transcurrido cuatro décadas. Al establecer la frontera entre lo conocido -las obras de
Fentanes, y de Jaschke y otros- y lo desconocido -su alcance y vigencia-, es decir, al
fijar lo que no se sabe acerca del área temática abordada, surge un problema de
conocimiento.
Existe, además, un problema científico. Se plantea una situación cuya respuesta
desconocida debe obtenerse mediante métodos científicos. La investigación previa del
tema indica que Fentanes limitó el objeto óntico a la Policía como Institución. Los
autores europeos sumaron otro objeto óntico: el "proceso".
En consecuencia, las preguntas de investigación que emergen son: ¿Qué efecto tiene el
aporte de Fentanes en la Ciencia Policial? ¿Desde qué perspectivas puede realizarse la
investigación relacionada con las áreas que le interesan a la Ciencia Policial? ¿En qué
condiciones debe adoptarse el enfoque metodológico de tipo monoscópico (centrado en
una sola disciplina científica que estudia la situación)? ¿Cuál es la probabilidad de
aplicar un enfoque metodológico de carácter holístico (cuando el mismo objeto de
estudio interesa a –y es abordado por- varias disciplinas académicas)?
Este estudio no trata de resolver un problema epistemológico -que consistiría en definir
y establecer los límites de la Ciencia Policial-, sino de estimular el debate sobre la
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naturaleza de este tipo de conocimiento, su definición, su objeto, los temas y la
metodología de estudio.
En cuanto a la contextualización témporo-espacial-social del tema y de los autores,
Enrique Fentanes (1907-1977) nació y vivió en la República Argentina, durante un ciclo
de gobiernos elegidos democráticamente y repetidamente interrumpidos por golpes de
estado y gobiernos militares (1930-1983). János Fehérváry explica brevemente dicha
contextualización en el prefacio de la obra de Jaschke y otros (2007) al referir a la labor
de los criminólogos, sociólogos, psicólogos, pedagogos, filósofos y académicos de
diferentes campos que han investigado temas prácticos y teóricos sobre la Policía, el
Servicio de Policía, y la formación y capacitación policial, ubicándolos después de la
Segunda Guerra Mundial en Europa (p. 3).
El sujeto que adquiera o elabore el conocimiento podrá ser el IUPFA, que debe orientar
"…su oferta académica de formación profesional, de desarrollo e investigación, y de
extensión al área disciplinar de la Seguridad,…" (Estatuto del IUPFA, Art. 2). Además,
le cabe la misma responsabilidad a los Institutos Universitarios de las fuerzas de
seguridad y cuerpos policiales argentinos. La Ley N° 26.286 creó el Instituto
Universitario de Gendarmería Nacional Argentina –que incluye una Secretaría de
Posgrado, Investigación y Educación Permanente- y el Instituto Universitario de
Seguridad Marítima de la Prefectura Naval Argentina, con un órgano similar. Las
Facultades que abordan Ciencias Sociales podrían dedicar parte de su esfuerzo a este
plexo de conocimientos.
Al decir de Jaschke y otros (2007) la Ciencia Policial, como un conjunto lo más extenso
y ordenado posible de conocimiento, es como un ojo complejo –cuyo nervio central
debe ser la Universidad/Instituto Universitario o el investigador- capaz de introducirse
en un escenario compuesto de varios y diversos elementos que también tiene funciones
sociales tales como la armonización social, la creación de una sociedad más segura y
más confortable, y desarrollar mecanismos para reaccionar a situaciones específicas (p.
116).
En prieta síntesis, los conocimientos científicos sobre la Policía, el Servicio de Policía, y
la educación y el entrenamiento policial deben colectarse y preservarse en forma
sistemática, para que las universidades y los institutos universitarios de seguridad y
policiales hagan uso de ellos.
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Objetivo General y sus respectivos Objetivos Específicos. Esta investigación
pretende, como resultado final, impulsar el conocimiento de la Ciencia Policial. El
carácter cualitativo de este estudio facilita ese propósito.
Objetivo General: Indagar sobre los aspectos del marco epistemológico para la Ciencia
Policial elaborado por Fentanes, en contraste con la perspectiva de Jaschke y otros, y su
utilidad en la actualidad.
Objetivos Específicos:
1. Describir la obra de Enrique Fentanes (1972-1979) y su aporte a la Ciencia Policial.
2. Dar a conocer la historia de la Ciencia Policial.
3. Analizar el enfoque de Jaschke y otros (2007) y su aporte a la Ciencia Policial.
4. Determinar la participación de Fentanes en torno a la función social de la
Universidad.
5. Analizar las ventajas y desventajas de hacer investigaciones, en el campo de la
Ciencia Policial, dentro o fuera de los Institutos Universitarios de las fuerzas de
seguridad y cuerpos policiales, y de las Universidades con ofertas académicas sobre
la Seguridad.
Preguntas de investigación:
1) ¿Cuál es el marco epistemológico que podría ser útil para la Ciencia Policial en
Argentina?
2) ¿Qué aportes hizo Fentanes a la Ciencia Policial, entre 1972 y 1979 en Argentina, en
contraste con lo publicado en 2007 por Hans-Gerd Jaschke y otros autores europeos?
3) ¿Qué reflexión cabe sobre la importancia pedagógica de Fentanes, Jaschke y otros,
en cuanto a la enseñanza de la Ciencia Policial en los Institutos Universitarios?
Justificación del estudio. Es conveniente conducir la investigación porque el
conocimiento científico sobre la labor policial coadyuva, a posteriori, a realzar la
calidad del servicio de policía en beneficio de la comunidad. Además porque mejora la
calidad de la doctrina policial y permite elaborar, con fundamento científico previo,
publicaciones con "buenas prácticas" y manuales. El beneficio radica en que ayuda a
mejorar las bases epistemológicas desde las cuales abordar la Ciencia Policial.
Probablemente inspire nuevas líneas y áreas de investigación. El Comisario General
(R) Alberto J. González destaca, en el proemio del Tratado de Ciencia de la Policía
(1972), la perseverancia de Fentanes en sistematizar los principios de la Ciencia de la
Policía. Ese deseo vehemente ha de seguir vivo.
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El propósito de esta investigación es el de concientizar al mundo académico sobre la
importancia de la investigación y desarrollo de la Ciencia Policial. Se pretende
estimular el estudio de la Ciencia Policial en las Universidades dedicadas a las Ciencias
Sociales, y en los Institutos Universitarios de las Fuerzas de Seguridad y los Cuerpos
Policiales federales, provinciales y municipales argentinos.
Factibilidad y relevancia de la investigación. La factibilidad del estudio radica en que
el tema, de por sí acotado, es viable. Los recursos materiales y financieros que fijan los
alcances de esta investigación, están disponibles. La recolección de datos, desde las
obras en estudio, es factible.
El tema es relevante en lo teórico. El Ministerio de Seguridad de la Nación enfatiza la
importancia de desarrollar el conocimiento científico asociado al campo de la seguridad.
Implícitamente, "El Modelo Argentino de Seguridad Democrática" fija las líneas
estratégicas que orientan el desarrollo integral de la política de seguridad priorizando un
cambio paradigmático desde la concepción policial de la seguridad hacia una mirada
integradora sobre la multicausalidad del delito y la multiagencialidad de las respuestas
(p. 6).
A su vez, el Art. 29 del Estatuto del IUPFA establece que desarrollará la producción del
saber expandiendo el campo de la investigación en Seguridad y transmitiendo sus
resultados a los niveles de la formación de grado.
El tema es relevante en lo práctico. El trabajo policial apoyado en evidencias
(científicas) permitirá dar una mejor respuesta a la comunidad, coadyuvando a que el
servicio de policía sea más eficiente. Fentanes procuraba que el trabajo policial no se
apoyara tanto de manera empírica, sino que tuviera sustento científico. Coincidía, pese a
estar separados en el espacio y en el tiempo, con el enfoque del Prof. Dr. Lawrence
William Sherman1 denominado "Servicio de Policía Basado en Evidencias", que trata
dos tipos muy diferentes de investigación: 1) averiguar qué funciona mejor, y 2)
examinar los resultados logrados al aplicar (o ignorar) lo obtenido en esa investigación
básica. Ambos concuerdan en que deben hacerse esfuerzos para reducir las diferencias
existentes entre la teoría y la práctica policial.
1 Lawrence William Sherman (N. en 1949 en EE.UU.) es un criminólogo experimental y fundador del "Servicio de Policía Basado en Evidencias". En 1970 obtuvo la Licenciatura en Ciencias Políticas. En 1976 obtuvo un Doctorado en Sociología (Universidad de Yale). Desde 2014, como Director del Instituto de Criminología de la Universidad de Cambridge, gestiona con el Gobierno de la República Oriental del Uruguay la instalación de un Centro para Servicio de Policía Basado en Evidencias.
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El tema es socialmente relevante. La demanda de seguridad de la sociedad argentina es
incesante. La inseguridad es una de las prioridades más altas de la agenda política. Por
la relevancia social de esta disciplina científica, interesaría hacer ciencia pura (obtener
conocimientos sin beneficio inmediato para el hombre) y ciencia aplicada (usar el
conocimiento científico para resolver problemas prácticos).
La investigación es novedosa. La obra de Fentanes (años 1972 y 1979), en contraste con
la de los académicos europeos (año 2007) aún no ha sido investigada.
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1. MATERIAL Y MÉTODOS
1.1. MARCO TEÓRICO
En cuanto a las funciones básicas de la Universidad, están explicitadas en el Art. 28 de
la Ley N° 24.521 de Educación Superior; refieren a formar y capacitar a científicos y
docentes (docencia), promover la investigación científica y las creaciones artísticas
(investigación), y extender su acción a la comunidad para contribuir a su desarrollo
(extensión).
La Unión Europea cuenta con una agencia llamada Colegio Europeo de Policía, sito en
Budapest (Hungría). Su catálogo define educación como:
"un proceso y una serie de actividades que tienen como meta hacer posible que un individuo asimile y desarrolle conocimiento, destrezas, valores y comprensión que no están simplemente relacionados con un estrecho campo de actividades, pero permiten que una amplia serie de problemas sea definida, analizada y resuelta. La educación usualmente proporciona marcos de trabajo más teoréticos y conceptuales diseñados para estimular las habilidades analítica y crítica" (CEPOL, 2007, p. 141).
Y precisa que entrenamiento es:
"un proceso de adquisición de conocimientos, destrezas y actitudes, que son necesarios para desempeñar tareas específicas. El entrenamiento es un esfuerzo planificado y sistemático para modificar o desarrollar conocimiento / destreza / actitud a través de experiencias de aprendizaje, para lograr un desempeño eficaz en una actividad o conjunto de actividades. Su propósito en la situación de trabajo es permitir a una persona que adquiera habilidades en orden a que él o ella puedan realizar una tarea o trabajo dados" (CEPOL, 2007, p. 141).
La revisión de la literatura. En el ámbito de este trabajo académico se contextualizan
tres expresiones ("Ciencia Policial", "Policía" y "Servicio de Policía") cuyas
definiciones no son universales ni inalterables en el tiempo. Más un glosario de
términos educativos, extraídos de fuentes secundarias y terciarias.
En el Tratado de Ciencia de la Policía, el autor argentino describe su noción, naturaleza
y contenido, diciendo que "La Ciencia de la Policía tiene por objeto el estudio
sistemático y metódico de la Policía como institución y como estructura" (Fentanes,
1972, pp. 15-16; 1979, p. 15). En la Perspectiva de la Ciencia Policial en Europa, los
académicos europeos acordaron la siguiente definición de trabajo:
"Ciencia Policial es el estudio científico de la policía como una institución y del servicio de policía como un proceso. Como una disciplina aplicada, combina métodos y temas de otras disciplinas vecinas dentro del campo del servicio de policía. Incluye todo lo que hace la policía y todos los aspectos desde el exterior que tienen un impacto en el servicio de policía y el orden público. En la actualidad se trata de un término de trabajo para describir los estudios de la policía en el camino hacia una disciplina aceptada y establecida. La Ciencia
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Policial trata de explicar hechos y adquirir conocimiento acerca de la realidad del servicio de policía con el fin de generalizar y ser capaces de predecir los posibles escenarios". (Jaschke et al, 2007, pp. 23-24).
Es importante entender que la "Ciencia Policial" no es privativa de la policía. Muchas
partes tienen un interés directo o indirecto en ella y, por lo tanto, también en la
educación y el entrenamiento policial que impactan no sólo en cómo se realiza el
servicio de policía en una sociedad dada, sino también cómo es entendida, examinada,
respetada, remunerada y apoyada. Por ejemplo, es a través de la educación policial que
la gente puede controlar indirectamente la forma en que la policía y otros organismos
relacionados con el servicio de policía desempeñan sus tareas sensibles que impactan en
los individuos y en la sociedad como un todo. Tradicionalmente, los estudios policiales
-o ciencia policial- se han ocupado de la policía, los problemas que enfrenta y la forma
en que ejercen sus funciones. Resulta crucial, entonces, hacer una distinción entre la
"Policía" y el "Servicio de Policía".
Por "Policía" se entiende a la institución pública (o instituciones) que, con diferencias,
es común a todas las sociedades. La forma organizacional y las funciones de esos
sistemas policiales varían en forma considerable. El vocablo es polisémico. El
Diccionario de la Lengua Española (2014) contiene cinco acepciones del término
"Policía" (en francés y en inglés, Police; en portugués, Polícia) de las cuales solo la
primera y la quinta se refieren al concepto de policía en sentido restringido, en tanto que
las tres restantes han caído en desuso:
Policía: (del latín, politīa y éste del griego, politeía) 1. f. Cuerpo encargado de velar por el mantenimiento del orden público y la seguridad de los ciudadanos, a las órdenes de las autoridades políticas. 2. f. Buen orden que se observa y guarda en las ciudades y repúblicas, cumpliéndose las leyes u ordenanzas establecidas para su mejor gobierno. 3. f. Limpieza, aseo. 4. f. desus. Cortesía, buena crianza y urbanidad en el trato y costumbres. 5 m y f. Miembro del cuerpo de Policía. (Real Academia Española, 2014)
El Prof. John Benyon sostiene que las definiciones de "Policía" varían entre los países.
Una perspectiva es que los policías son "... gente autorizada por un grupo, para regular
las interrelaciones personales dentro del grupo, a través de la aplicación de la fuerza
física" (Benyon, 1995, p. 2)
Aunque a menudo son tratadas como sinónimas, las locuciones "Policía" y "Servicio de
Policía" deben ser entendidos como conceptos distintos. "Servicio de Policía" (en
inglés, policing, en portugués, policiamento) es un concepto mucho más extenso, que
incluye no sólo a la policía pública, sino una plétora de diferentes individuos y agencias.
Es un proceso: un término que se podría aplicar al mantenimiento del orden y la
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seguridad, a través de la prevención y detección del delito y las incivilidades, y para
responder adecuadamente a las víctimas, que podrían ser llevadas a cabo por y en
nombre de varios organismos públicos y privados. Una ciencia policial que ignora esos
mecanismos alternativos de servicio de policía, ofrece una visión parcial de la
disciplina.
Las definiciones de "Servicio de Policía" varían de un país a otro. Policiamento (en
portugués) alude al conjunto de normas reguladas para la prevención del delito dentro
de una sociedad2; además, es un acto o efecto de brindar un servicio de policía. Benyon,
de la Universidad de Leicester, toma en cuenta un punto de vista que tiene amplio apoyo
en el sentido que "servicio de policía...es sobre la regulación del conflicto social y la
representación de la autoridad social" (Benyon, 1995, p. 2)
El verbo inglés To Police (en portugués, Policiar) carece de una traducción precisa al
español. Algunos autores locales usan el neologismo policiamiento3 desconociendo que
la expresión "servicio de policía" llena esa carencia y que figura en la Ley Nº 18.398 de
Prefectura Naval Argentina de 1969 y en la Ley N° 19.349 de Gendarmería Nacional de
1971. Sin embargo, no hay normas argentinas ni diccionarios jurídicos que definan su
alcance y significado. La República de Colombia lo define en el Reglamento del
Servicio de Policía de este modo:
"Servicio de policía. Es un servicio público, a cargo del Estado, encaminado a mantener y garantizar el libre ejercicio de las libertades públicas y la convivencia pacífica de todos los habitantes del territorio nacional. Este servicio propende a la armonía social, la convivencia ciudadana, el respeto recíproco entre las personas y de estas hacia el Estado, da a la actividad policial como un carácter eminentemente comunitario, preventivo, educativo, ecológico, solidario y de apoyo judicial. Así mismo, se constituye en la base sobre la que se asientan el resto de los servicios del Estado, en la medida en que estos necesitan un entorno de respeto a la ley y el orden para funcionar adecuadamente" (Reglamento del Servicio de Policía, Art. 35).
La República Bolivariana de Venezuela incluye la siguiente definición en la Ley de
Policía Nacional y del Servicio de Policía:
"El servicio de policía es el conjunto de acciones ejercidas por el Estado a través de los cuerpos de policía, con el propósito de proteger y garantizar los derechos de las personas frente a situaciones que constituyan amenaza, vulnerabilidad, riesgo o daño para la integridad física de las personas, sus propiedades, el ejercicio de sus derechos, el respeto de sus garantías, la paz social, la convivencia y el cumplimiento de la ley" (Ley de Policía Nacional y del Servicio de Policía, Art. 3).
2 Policiamento. Recuperado de http://www.dicionarioinformal.com.br/policiamento/. Consulta: 18/11/ 2015. 3 La palabra policiamiento no está en el Diccionario de la Lengua Española. Consulta: 17/12/2015.
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Para responder qué significa Servicio de Policía, es necesario distinguir entre el
conjunto limitado de funciones desempeñadas por la institución policial y los procesos
más amplios de regulación social y reproducción que gobiernan la vida cotidiana. En
sentido amplio, el Servicio de Policía como función social enfatiza que muchas
instituciones que no tienen ningún rol formal en la regulación de la vida social, en la
práctica contribuyen al desarrollo de las normas sociales y estándares de conducta que
fundamentan la interacción social ordinaria de la actividad cotidiana. La dificultad para
pensar el servicio de policía en esos términos amplios es que se vuelve difícil saber
dónde puede ser cerrada la categoría. Si bien un abordaje amplio tiene la ventaja de
incorporar una gran cantidad de procesos que regulan la vida social, éste carece de
claridad, porque casi cualquier cosa podría ser incluida.
Una definición más restringida, equiparando el Servicio de Policía con las actividades
de la institución policial, brinda una perspectiva más clara y concisa.
Con frecuencia el Servicio de Policía es entendido en términos de aplicación de la ley y,
por cierto, es el punto de vista común en los medios. Las imágenes ficcionales y
documentales del trabajo policial tienden a centrarse en la lucha contra el delito y a
concentrarse en persecuciones vehiculares peligrosas que implican mucha acción, como
así también en delitos graves que retratan a la policía como la "delgada línea azul" entre
el orden social y el caos. Esta perspectiva es defectuosa, porque los policías usan mucha
discreción en la aplicación de la ley; muchas leyes rara vez son aplicadas por la mayoría
de los oficiales. Además, la Policía realiza muchas actividades que no se relacionan,
necesariamente, con la aplicación de ley.
Otras definiciones se centran en el monopolio policial del uso de la fuerza.
Tradicionalmente, la soberanía del estado ha sido entendida en esos términos.
Considerar a la Policía como el "estado en uniforme" lleva a transferir este enfoque al
Servicio de Policía. Como ocurre en términos de la aplicación de la ley ya descritos, la
negociación caracteriza los encuentros de la policía –que usa muy poco la fuerza- con el
público –aunque la posibilidad de su uso modele su interacción con la gente-.
Michael Rowe (2008) sostiene que otra perspectiva surge de los estudios que consideran
la naturaleza de los roles que la Policía desempeña en la práctica (pp. 17-18). Esos
estudios confirman que los reportes de la aplicación de la ley cubren solo una pequeña
porción del trabajo policial; que el mantenimiento del orden y las funciones de servicio
son más significativos en términos de tiempo y recursos asignados a ello.
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Los estudios de investigación mencionados por Rowe (2008) también han demostrado
que los policías son requeridos para desempeñar varias tareas administrativas, al punto
que algunos han caracterizado al servicio de policía como una forma de "trabajo
intelectual"4 por el cual se exige a los oficiales que informen sobre los riesgos del delito
a muchas otras agencias (pp. 17-18). Los aspectos burocráticos del trabajo policial son
considerados como una distracción de las principales responsabilidades de los oficiales,
que "vuelve civiles" las funciones policiales.
El Servicio de Policía también puede ser entendido en términos institucionales ya que es
una pieza clave del más amplio sistema de justicia criminal. Aunque gran parte de las
funciones de mantenimiento del orden y orientadas al servicio -del Servicio de Policía-,
no contribuyen más ampliamente al sistema de justicia criminal, la discusión sobre la
eficacia y eficiencia del sistema tiende a relacionarse de manera más general con el
Servicio de Policía, la agencia de la 'puerta de entrada' en algún sentido.
La adopción de una perspectiva teórica de referencia. Se trata de una perspectiva
principal o fundamental, pero no única, porque puede tocar temas propios de otras
disciplinas. A priori, la Ciencia Policial se clasifica –según el autor que se tome en
cuenta- en el campo de las Ciencias Humanas (o Humanidades, una abreviatura de cuño
anglosajón), Ciencia de la Cultura, Ciencias del Espíritu, Ciencias Fácticas, o Ciencias
Sociales. Estos términos son considerados como equivalentes entre sí, pese a haber
surgido en distintos momentos históricos.
La Ciencia Policial cabe en el campo de las ciencias del espíritu, según la clasificación
que viene del fisiólogo, psicólogo y filósofo Wilhelm Maximilian Wundt (1832-1920) y
del filósofo, historiador, sociólogo y psicólogo Wilhelm Dilthey (1833-1911). Enrique
Fentanes (1907-1977), quien coincide con la idea de ambos filósofos alemanes, ubica a
la Ciencia de la Policía en el ámbito de la ciencia de la cultura, porque estudia una
creación humana –la Policía- que existe en el mundo de la cultura. Agrega que:
"La Policía es un objeto que existe en el mundo de la Cultura. Cultura es todo lo creado o cultivado por el hombre según fines valorados. La disciplina destinada a estudiar la Policía es una ciencia de la cultura". (Fentanes, 1972, p. 16).
El sociólogo e historiador argentino Carlos A. Sabino (1992) refiere a las ciencias
formales (que se ocupan de los objetos ideales) y a las ciencias fácticas (que atienden el
4 La locución knowledge work fue acuñada por Peter F. Drucker (1909-2005); pronosticó en 1973 que, en dos décadas más, a la clase media le sería imposible mantener el trabajo manual como estilo de vida. Recuperado de: https://www.intelligentcommunity.org/index.php?src=gendocs&ref=Research_Indicators _Knowledge_Workforce&category=Research. Trad. Carlos G. Blanco. Consulta: 8/12/2015.
16
mundo físico, incluyendo a los seres humanos, sus conductas y sus creaciones). Sin
embargo, cuando estas últimas tienen por objeto de estudio las manifestaciones sociales
y culturales, se abre una nueva categoría:
"Se habla por eso de ciencias humanas, ciencias sociales o de ciencias de la cultura, como una forma de reconocer lo específico de tales áreas de estudio y para distinguirlas de las que suelen llamarse ciencias naturales (llamadas también ciencias físico-naturales o, con menos propiedad, ciencias exactas)". (Sabino, 1992, p. 12).
Queda establecido, entonces, que las Ciencias Sociales –que estudian distintos aspectos
de los grupos sociales y de los seres humanos en sociedad- constituyen un marco
propicio para este campo del saber: la Ciencia Policial.
17
1.2. MÉTODO
Los tipos de investigación se clasifican, según Gordon L. Danhke5 (1989), en:
exploratorios, descriptivos, correlacionales y explicativos. El tipo elegido, para este
trabajo final integrador, es descriptivo. Su propósito es recolectar información: mostrar
los ángulos o dimensiones de las tres publicaciones, someterlas a análisis, especificar
sus características y detallar cómo son sus contextos.
Tipo de diseño. En el diseño descriptivo de este estudio, que no exige presentar una
hipótesis, se trabajará desde un enfoque cualitativo sobre las obras ya existentes de
Fentanes y Jaschke y otros. Los límites en el espacio son los de nuestro país y de la
Unión Europea. El límite en el tiempo está dado por las cuatro décadas existentes entre
ambas publicaciones (más precisamente, desde 1972 hasta 2007). El tipo de diseño de
investigación, según su abordaje, tendrá las siguientes características:
El enfoque para esta investigación tiene la perspectiva principal, pero no única, de la
Ciencia Policial. Según el alcance de los objetivos, este trabajo puede ser concluido en
el lapso de un año. Según el tipo de fuente, la investigación será primordialmente
bibliográfica. El diseño bibliográfico permitirá acceder a datos secundarios, obtenidos
por los autores y ya elaborados y procesados en sus respectivas obras.
Según el eje temporal, la investigación procurará entrever las tendencias en el campo de
la llamada Nueva Ciencia Policial. Se verá el estado actual y luego hacia dónde irá esta
cuestión. Además, por tomarse segmentos centrados en dos momentos separados entre
sí, el estudio será sincrónico.
Según el punto de vista del investigador, será una investigación no participativa. Y
según la modificación sobre el escenario, será experimental (fundado en la experiencia
del investigador).
Según el enfoque metodológico, se realizará bajo un enfoque cualitativo que recurre a
descripciones y observaciones, más la compilación de datos sin medición numérica. Por
tratarse de un abordaje flexible, abierto y no tan estructurado, el enfoque cualitativo es
adecuado para la Ciencia Policial. Sin embargo, es probable que genere más preguntas
de investigación que respuestas.
Estructura del dato. El diseño del objeto de estudio (unidad de análisis o individuo de
estudio, validadores e indicadores) y de los procedimientos (encuestas, observación
5 Citado en: Hernández Sampieri, R. y otros (2004) Metodología de la Investigación Científica (Ed. 3ª). México: MacGraw-Hill Interamericana (p. 114).
18
participante, etc.) fijan cómo se va a investigar. Para este opúsculo, los datos se
recolectarán del análisis de publicaciones a fin de investigar las discrepancias o
semejanzas en las opiniones de sus autores. El objeto del estudio supone la selección de
tres obras, contrastando posteriormente sus contenidos. Para seleccionar la muestra, se
definirán las unidades de análisis sobre las que se recolectarán datos, que sean
representativos del universo a estudiar.
Unidades de Análisis. Para determinar los aportes de Fentanes, Jaschke y otros a la
Ciencia Policial, a fin de investigar las discrepancias y semejanzas, las unidades de
análisis serán las siguientes publicaciones:
1. Fentanes, E. (1972). Tratado de Ciencia de la Policía. Tomo I – Introducción
Dogmática General. Primera Parte. Buenos Aires: Editorial Policial.
2. Fentanes, E. (1979).Compendio de Ciencia de la Policía. Buenos Aires: Editorial
Policial.
3. Jaschke, H. et al. (2007), Perspectiva de la Ciencia Policial. Bramshill: CEPOL.
Variables, escalas de valores e indicadores. Los validadores o variables serán: 1) la
concordancia de Fentanes con los autores europeos y 2) la utilidad de Fentanes en la
actualidad. El tiempo es una variable, porque hay dos momentos a considerar: el de
publicación de la obra de Fentanes (1972-1979) y el de la obra de Jaschke y otros
(2007).
Este estudio podría incluir sólo variables cualitativas, porque no admiten una escala
numérica de medición y no se construye sobre ellas una serie numérica definida. Son
variables discretas, porque no hay posiciones intermedias entre uno y otro autor. Los
valores se organizan en escalas. Bajo el enfoque cualitativo, esta investigación recurrirá
a escalas que no se pueden ordenar –incluyen solo nombres-: las escalas nominales.
Los indicadores que determinarán qué se registrará para establecer el comportamiento
de las variables, son: los principios epistemológicos de la Ciencia de la Policía, la
definición de Ciencia Policial, el objeto, la naturaleza, el contenido, las definiciones de
policía y de servicio de policía, y las disciplinas específicas de la Ciencia Policial.
Definición del universo. El universo es el conjunto de publicaciones referidas
exclusivamente a la Ciencia Policial. La población, en cuanto a esas publicaciones,
comprende los tres libros ya citados.
Criterios de inclusión y exclusión. Se incluyen las tres obras citadas porque se refieren
a la Ciencia Policial. Se excluyen las publicaciones propias de la Criminalística
19
(también llamada Policía Científica), que "estudia los indicios de un hecho criminal con
el fin de determinar todos los datos posibles relativos a la víctima o a las circunstancias
del crimen"6. Es una rama del conocimiento que, si bien está asociada a la labor judicial
y policial, es ajena al objeto óntico de la Ciencia Policial.
Definición de la muestra. El tamaño de la muestra, en cuanto a las obras, comprende
tres libros. De las Perspectivas de la Ciencia Policial en Europa (2007) de Jaschke y
otros, interesan los Cap. 1, 2, 3 y 6. Del Tratado de Ciencia de la Policía. Tomo I –
Introducción Dogmática General. Primera Parte (1972) de Fentanes, interesa toda la
obra, especialmente la Introducción y los Cap. I y II. Del Compendio de Ciencia de la
Policía (1979) de Fentanes, los Cap. I, II y VIII. A priori, se estima que su consulta
podría derivar en una búsqueda bibliográfica mayor y más profunda.
Tipo de muestra. Es apropiada una muestra no probabilística, por tratarse de un
subgrupo de la población en que la elección de los elementos no depende de la
probabilidad sino de las características de esta investigación. Este estudio tiene un
diseño descriptivo cuyo objetivo no es concluyente, sino que procura documentar ciertas
observaciones. Esta muestra dirigida supone un procedimiento de selección informal
donde no es posible calcular el margen de error. Los tres libros aumentan la
probabilidad de buen funcionamiento de esta investigación –confiabilidad- y aseguran
que esté compuesta de diversas partes -heterogeneidad-, por haberse escrito en dos
escenarios diferentes –Argentina y la Unión Europea- y con casi cuatro décadas (1972-
2007) de diferencia. El número muestral corresponde a las tres obras mencionadas.
Procedimiento por el cual se obtendrá la muestra. El procedimiento con las
publicaciones será el análisis de textos.
Fuentes. El diseño de la investigación, según el tipo de fuente, es bibliográfico. La
información será consultada y obtenida, básicamente, de distintas publicaciones: la obra
de referencia de Enrique Fentanes y la publicación de Hans-Gerd Jaschke y otros, del
Colegio Europeo de Policía. Internet es la fuente para acceder a la legislación vigente y
a las páginas de los Institutos Universitarios de las fuerzas de seguridad y cuerpos
policiales argentinos.
Las fuentes primarias (directas) son los volúmenes de Fentanes (en la biblioteca física)
y de Jaschke y otros (en la biblioteca electrónica).
6 Diccionario de la Lengua Española (2014). Recuperado de http://dle.rae.es/?id=BGbSvwM. Consulta: 08/03/2016.
20
Las fuentes secundarias, los libros de texto de ocho asignaturas de esta
"Especialización en Docencia Universitaria" y los contenidos de las clases más el
comentario o análisis, de alguna fuente primaria, por parte de varios profesores. Se tiene
en cuenta el carácter de Trabajo Final Integrador que tiene este documento académico.
Las fuentes terciarias son los sitios web del CEPOL, de la UNESCO y del IUPFA, los
buscadores de Internet, la Información Legislativa y Documental del Centro de
Documentación e Información del Ministerio de Hacienda y Finanzas Públicas
(InfoLEG), los catálogos temáticos y las guías de índices.
Instrumentos. Se utilizarán instrumentos de naturaleza cualitativa, consistente en un
análisis y comparación bibliográfica.
Plan de Análisis. Las características de este estudio imponen un análisis cualitativo de
los datos. El proceso de análisis requiere flexibilidad: revisar el material, establecer un
plan de trabajo inicial (no del todo predeterminado, porque se modificará al avanzar en
la tarea), organizar el volumen –y reducirlo sin perder información- de datos reunidos
por temas y subtemas, codificar los datos e interpretarlos, describir los hallazgos,
asegurar la confiabilidad y validez de los resultados, más una coevaluación de otros
colegas para detectar deficiencias.
1.3. ESTADO DE LA CUESTIÓN
El ensayo de José Joaquín Brunner (2009) desmenuza la etapa de desarrollo en que se
encuentra la sociología de la educación superior en los países desarrollados y explora la
debilidad de los procesos de institucionalización académica, de profesionalización de la
investigación y de producción disciplinaria en América Latina. Se estima útil la
extrapolación de las conclusiones obtenidas en el campo de la sociología de la
educación superior al de la ciencia policial, aplicándolas de un campo a otro, aunque no
acríticamente.
La exploración bibliográfica comenzó por dos caminos no excluyentes sino
confluyentes: una búsqueda a través de bibliografías generales (biblioteca física) y del
sitio web del IUPFA (biblioteca electrónica), donde la opción "Biblioteca" explica que
su colección dispone de 25.000 registros y que cuenta con publicaciones periódicas
discontinuas e impresiones de la Institución. Las obras del Comisario General Dr.
Enrique Fentanes, pese a ser una base fundamental de la Ciencia Policial y característica
de esta biblioteca especializada, están impresas según el modo clásico, pero no están
digitalizadas.
21
La participación de América Latina, en el campo de estudios de la ciencia policial, se
caracteriza por su débil contribución. La indagación del catálogo que da cuenta del
estado del arte en este campo determinó, parafraseando a Brunner (2009), que el aporte
cuantitativo en nuestra región es absolutamente marginal.
Inventariar y sistematizar la producción en esta área del conocimiento es una tarea
ardua, dado que la literatura científica no es todo lo que aparece mediante el buscador
web de Google. No obstante, al escribir "libro ciencia de la policía", esta herramienta
brinda un resultado aproximado a tener en cuenta: cerca de 9.850.000 resultados7 sobre
varias ponencias, ensayos y monografías, pero solo los dos libros argentinos de Enrique
Fentanes: el Tratado de Ciencia de la Policía y el Compendio de Ciencia de la Policía.
En el mismo buscador web Google8 se obtuvieron las siguientes cifras: con Science de
la Police, cerca de 518.000.000 resultados en francés; con Police Science, 62.700.000
en inglés; con Ciencia Policial, 10.900.000 en español; con Scienza di Polizia, 925.000
en italiano; con Ciências Policiais, 457.000 en portugués; con Polizeiwissenschaft,
60.600 en alemán; con Keisatsu no kagaku, 19.700 en japonés; con Politiewetenschap,
7.730 en holandés; y con Politsiya Nauka, 3.080 en ruso.
Educación Superior en Argentina. Se percibe un grado de institucionalización
académica en el campo de la Seguridad. Varias instituciones de educación universitarias
(14 universidades y 4 institutos universitarios) ofrecen estudios en ese ámbito.
La Universidad Nacional de Villa María, la Universidad privada de la Fraternidad de
Agrupaciones Santo Tomás de Aquino, la Universidad Católica de La Plata, la
Universidad Católica de Salta, la Universidad del Aconcagua, la Universidad Nacional
de Cuyo, la Universidad de Morón, la Universidad Nacional de Lanús, la Universidad
Blas Pascal, la Universidad Autónoma de Entre Ríos, la Universidad Caece, la
Universidad Nacional de Río Negro, la Universidad Nacional del Litoral, y la
Universidad Nacional Chaco Austral imparten una Licenciatura en Seguridad (Pública,
Ciudadana, Marítima, de Gestión de la Seguridad, etc.) o prevén un Ciclo de
Complementación Curricular para obtener tal título de grado. Además, el Instituto
Universitario de la Policía Federal Argentina, el Instituto Universitario de Gendarmería
Nacional, el Instituto Universitario en Seguridad Marítima, y el Instituto Universitario
de Seguridad Pública de la Provincia de Mendoza, ofrecen Licenciaturas y Ciclos de
Complementación Curricular, con idéntico propósito. 7 Google. Recuperado de https://www.google.com.ar/webhp?sourceid=chrome-instant&ion=1&espv=2& ie=UTF-8#q=libro%20ciencia%20de%20la%20polic%C3%ADa. Consulta: 10/3/2016. 8 Google Argentina. Recuperado de https://www.google.com.ar. Consulta: 27/12/2015.
22
Ninguna institución de educación universitaria argentina se dedica a la Ciencia Policial.
La excepción está dada por la tarea investigativa y docente desarrollada por Enrique
Fentanes en la Escuela Superior de la Policía Federal Argentina, cercenada tras su
fallecimiento en 1977.
La debilidad de los departamentos de investigación dedicados a producir conocimiento,
más la ausencia de programas de doctorado, maestrías o especializaciones enfocadas a
la ciencia policial dentro de esas instituciones, reflejan la falta de aliento hacia el área en
cuestión.
Educación Superior en la Unión Europea. El CEPOL (Colegio Europeo de Policía),
sito en Budapest (República de Hungría), tiene como visión ser reconocido por las
agencias y autoridades de la aplicación de la ley y del mundo educacional como la
fuente primaria de aprendizaje y desarrollo en el campo de la educación y el
entrenamiento para mejorar la cooperación y el servicio de policía en Europa. Trabaja
además con agencias colegas de la Unión Europea como la Oficina Europea de Policía
(EUROPOL), la Agencia Europea para la Gestión de la Cooperación Operativa en las
Fronteras Exteriores de los Estados miembros de la UE (FRONTEX) y la Unidad de
Cooperación Judicial de la UE (EUROJUST).
La Facultad de Derecho de la Ruhr-Universität Bochum (República Federal de
Alemania) en cooperación con la Universidad de Gante (Reino de Bélgica) ofrece un
programa internacional para obtener una Maestría en "Criminología, Gobernanza y
Ciencia Policial". Además la Universidad Alemana de la Policía (DHPol)9, sita en
Münster-Hiltrup desde 2006, desarrolla la Ciencia Policial.
El Colegio Universitario de Policía10 (Reino de Noruega) ofrece -desde 2006- un curso
a tiempo parcial de tres años que vale 120 créditos (según el Sistema Europeo de
Transferencia de Créditos), para obtener una Maestría en "Ciencia Policial".
En el Reino de los Países Bajos, el criminólogo holandés Cyrille Fijnaut (1983) publicó
el Proyecto teorético en torno a la policía, donde esbozó una futura Ciencia Policial
quintuplicada, que debería incluir estas secciones: 1) Una ciencia policial política
(gubernamental). 2) Una ciencia policial social. 3) Una ciencia policial tecnológica. 4)
Una ciencia policial histórica. 5) Una ciencia policial comparativa (pp. 36-37).
9 DHPol: Deutsche Hochschule der Polizei. Recuperado de http://www.dhpol.de/de/index.php. Consulta: 25/03/2014. 10 PHS: Politihøgskolen. Recuperado de http://www.phs.no/en/studies/masters-in-police-science/. Consulta: 25/03/2014.
23
Ciencia Policial en la Gendarmería Nacional de Francia. Jaschke y otros (2007)
mencionan el comentario personal de Christian Mouhanna, investigador de la Policía
Nacional, quien expresó que los gendarmes franceses muestran más interés y aprecio
por la ciencia policial, así como una comprensión de la importancia de las perspectivas
críticas, que los policías franceses. Una razón es, probablemente, que varios generales
de la Gendarmería tienen doctorados y experiencia personal con la investigación
científica. Por tanto, existe una tradición académica (aunque relativamente nueva)
dentro de la Gendarmería, que no existe en la Policía Nacional. Demuestra que la
Ciencia Policial no es privativa de la Policía (p. 156).
Análisis de la bibliografía. Para concretarla, se procedió a su análisis sistemático. Se
extractaron las principales líneas de investigación. Se descartaron trabajos que no
estaban directamente relacionados con este tema. La revisión de la siguiente literatura,
en relación con la función social de la Universidad, constituye el eje del presente
Trabajo Integrador Final.
Las obras argentinas. El Tratado de Ciencia de la Policía. Tomo I – Introducción
Dogmática General. Primera Parte (1972) de Enrique Fentanes contiene los principios
epistemológicos, la noción, naturaleza y contenido de la Ciencia de la Policía, y las
relaciones con otras ciencias. Seguidamente, la Dogmática General comprende la teoría
institucional, la metodología, el análisis de la realidad cultural, el análisis cultural
histórico, el análisis jurídico, el análisis terminológico y conceptual, y el análisis
finalista.
El Compendio de Ciencia de la Policía (1979) de Enrique Fentanes encierra ocho
capítulos referidos a la Ciencia de la Policía, los principios dogmáticos generales, la
unidad histórica de la Institución, la función, las materias de seguridad federal, de
seguridad de Estado y de policía judicial, y la dogmática interna.
La obra europea. En la Unión Europea se destaca la Perspectiva de la Ciencia Policial
(2007) del Prof. Dr. Hans-Gerd Jaschke (Alemania), el Dr. Tore Bjørgo (Noruega), el
Lic. Francisco del Barrio Romero (España), el Lic. Cees Kwanten (Países Bajos), el Dr.
Robin I. Mawby (Reino Unido) y el Dr. Milan Pagon (Eslovenia) abraza la historia de la
Ciencia Policial y los tópicos centrales en este campo del saber, una filosofía de
abordaje a la Ciencia, una descripción de la evolución desde la Ciencia Policial a la
Ciencia del Servicio de Policía, las relaciones entre la Ciencia Policial, la Educación
Policial y el Entrenamiento Policial, y una aproximación europea a la Ciencia Policial.
24
El vocablo perspectiva en el título sugiere que esta obra ofrece un panorama que explica
una mayor cantidad de fenómenos. Es una visión favorecida por la observación ya
distante –en el tiempo y en el espacio-, del campo bajo examen.
Para determinar y contrastar las líneas de investigación, se realizó la identificación y
comparación de las distintas líneas de investigación existentes sobre el tema. El autor
argentino y los investigadores europeos no se refieren a los mismos ítems. La definición
de esos subtemas se hará en paralelo a un análisis de cómo los autores tocan cada
aspecto, es decir, desde qué perspectiva teórica y metodológica lo hacen.
Ubicación de las preguntas sin respuesta y los vacíos temáticos. Ha de surgir de las
obras básicas leídas, del debate analizado, y del propio interés del investigador. Si la
formulación de las preguntas no respondidas o la ubicación de vacíos temáticos lleva a
una nueva línea de trabajo, es algo que habrá de plantearse al final del TIF. Por ahora,
emergen las siguientes11:
― ¿Existe un entendimiento europeo común de policía, de servicio de policía, de
filosofía policial y del rol de la policía en la sociedad? En caso afirmativo, ¿cómo se
pueden definir? En caso negativo, ¿hay, sin embargo, elementos comunes?
― ¿Existe un entendimiento europeo común y una definición de Ciencia Policial?
¿Cómo puede ser descrita la interacción entre la ciencia policial y la investigación
relacionada con la policía?
― ¿Existe un entendimiento latinoamericano común y una definición de Ciencia
Policial?
― ¿Pueden ser identificados interrogantes clave comunes? ¿Son esas cuestiones -que no
pueden ser "resueltas" inmediatamente- esenciales para el servicio policial y deben ser
discutidas en forma continua?
― ¿Hay una forma europea –y otra latinoamericana- de montar pensamientos y
contribuciones desde el servicio de policía, el derecho y las ciencias sociales?
― ¿Hay una manera para una mejor integración de la ciencia policial y la práctica
policial? ¿Está vigente aún esta pregunta o hay otro camino a seguir? Ya no tiene
sentido distinguir entre "teoría" y "práctica": en el nivel de gestión policial hay
problemas prácticos para resolver de una manera teórica y científica.
11 Para elaborar esta lista se tomaron en cuenta las preguntas formuladas en el marco del "Proyecto del Grupo para desarrollar una propuesta para un abordaje europeo a la Ciencia Policial"; al grupo del proyecto se le pidió que encontrara respuestas a dichas. (Jaschke et al, 2007, pp. 9-10)
25
― ¿Cómo pueden ser implementados los resultados de una ciencia policial europea –y
latinoamericana- dentro del entrenamiento y los cursos para Oficiales Superiores de
Policía?
― ¿Cómo puede ser descripta la interacción -en el pasado y en el futuro- entre la
capacitación policial y el mundo académico?
― ¿Qué significa "profesionalismo" en el campo de la gestión policial (conocimiento,
habilidades, ética, métodos)?
― ¿Qué campos principales de investigación comunes, desde el punto de vista
comparativo, se pueden identificar?
― ¿Cuáles son los valores principales, metodologías y estándares de la Ciencia Policial
Europea –y latinoamericana- en el futuro?
― ¿Es la Ciencia Policial una ciencia en sí misma, o es una disciplina?
― ¿Existen características comunes entre esos estudios que puedan ser definidas como
Ciencia Policial o Estudios Policiales? ¿Podemos afirmar que existe una sola disciplina
llamada Ciencia Policial?
― Si la investigación de la Ciencia Policial está, de una manera u otra, muy cerca de los
policías, ¿qué ocurre con la independencia de esa indagación? ¿Es posible tener un
punto de vista crítico cuando se hace investigación desde dentro de la policía, como
miembro de la fuerza policial, y trabajando para fines policiales? Es más, ¿no está el
investigador o instituto de investigación policial muy influido por las expectativas de la
policía? ¿No es uno de los criterios centrales para la independencia de la investigación
policial la ubicación de la investigación en universidades o institutos de investigación
externos a la policía?
― ¿Es mejor la investigación policial cuando se encuentra dentro de la fuerza policial, o
en las universidades e instituciones de investigación pertenecientes a la policía?
Resumen del estado del conocimiento sobre el tema. Al cabo de este trabajo, se
pretende hacer un extracto sobre esta cuestión. Es decir, de las diferentes corrientes de
investigación que lo tratan y las opiniones que se han vertido sobre éste, interesando qué
nuevo enfoque aporta eventualmente cada uno.
Para Fentanes (1972) la Ciencia de la Policía tiene por objeto el estudio sistemático y
metódico de la Policía como Institución y como estructura (p. 16). Jaschke y otros
(2007) procuran sentar las bases para un enfoque europeo de la Ciencia Policial; por
26
ello, la Ciencia Policial es el estudio científico de la policía como institución y del
servicio de policía como proceso (pp. 23-24).
"Estudios Policiales" es un tópico impulsado y menos rígido que "Ciencia Policial", que
intenta reflexionar sobre los métodos científicos. Si la Ciencia Policial es ciencia o
disciplina, o si debe expresarse en plural, es una cuestión que necesitará más discusión
en el futuro.
Para lograr su objetivo, la Ciencia Policial hace uso de la experiencia y el conocimiento
de la policía, de diversas disciplinas relacionadas con ésta y de varios procedimientos
establecidos que son práctica común en otras disciplinas. Se necesita mucho impulso
para aumentar gradualmente la aceptación de la ciencia policial en el mundo académico,
en las academias policiales y en la policía. Será a largo plazo, en beneficio de la policía
y de la sociedad.
Abordar la Ciencia Policial es más que nunca un proceso a largo plazo y habrá que
recorrer un largo camino hacia la aceptación. Si ese camino no se recorre y las
disciplinas establecidas en el campo del Servicio de Policía quedan como están, habrá
algunos impactos negativos: el Servicio de Policía sería un campo de competencias muy
especializadas sin un paraguas integrador que crearía debates comunes entre los
especialistas. En el mundo académico, los representantes de la criminología y de las
disciplinas vecinas seguirían compitiendo por el primer puesto en el análisis de los
problemas del servicio de policía. El entrenamiento policial y la educación seguirían
trabajando como un campo de disciplinas de mixtura independiente.
27
2. RESULTADOS
El desarrollo consta de cuatro apartados. El primero compara las obras de Fentanes y de
Jaschke y otros, y estudia la etimología, la epistemología, la ontología, la metodología y
la historia de la Ciencia Policial. El segundo examina la función docencia y el rol de los
autores –como docentes- de las publicaciones argentinas y europeas. El tercero estudia
la función investigación y su articulación con la docencia universitaria, e indaga, a guisa
de ejemplo, algunos temas que podrían abordar las catorce Universidades y los cuatro
Institutos Universitarios de nuestro país dedicados al campo de la Seguridad. Además,
alude brevemente a la cuestión de la libertad de investigación científica. Finalmente, la
cuarta parte describe la cuestión de la extensión universitaria.
2.1. CIENCIA POLICIAL
2.1.1. ETIMOLOGÍA DE LA LOCUCION "CIENCIA POLICIAL"
Fentanes (1979) dedica el Capítulo III del Compendio de la Ciencia de la Policía, a la
unidad histórica de la Policía Federal Argentina; no alude al origen de la expresión
Ciencia Policial, ni a la razón de su existencia, de su significación y de su forma. En
cambio, Jaschke y otros (2007) dedican el Capítulo I de las Perspectivas de la Ciencia
Policial en Europa, a la historia de la Ciencia Policial.
Debido que no existen definiciones universalmente aceptadas, se realiza una
aproximación inicial al origen y alcance del vocablo 'Policía', y a la noción de 'Ciencia
Policial', que están relacionadas entre sí.
La palabra "Policía" deriva etimológicamente del concepto griego antiguo "politeía"
(organización política, gobierno) y del latín "politīa", que puede traducirse como
"Estado". Se utilizaba en sentido lato: refería a la gobernabilidad, a la administración
del estado. Relacionada con "política", significaba la regulación social en sentido
amplio. La palabra y la idea desarrolladas por los romanos -es decir, como "Estado"-
desaparecieron en gran medida con su Imperio, pero resurgen en las universidades
medievales para justificar la autoridad de un príncipe sobre sus territorios. A principios
del siglo XVIII en Europa continental "la police" y "die Politzei" se utilizaban en el
sentido de administración interna, bienestar, protección y vigilancia de un territorio.
El término alemán Polizei tiene una historia que se remonta 500 años. Derivada de la
politeía griega y adaptada al latín como Politīa, la palabra Polizei –también Policey,
Pollicei, o Pollizey- fue adoptada en la lengua oficial del Imperio Alemán y en la lengua
28
de los estados de las Cancillerías de Borgoña. Desde comienzos del siglo XVI, en esas
fuentes se usaba la combinación "policía y buen orden" o "buena policía y orden".
En las Ordenanzas Imperiales y Territoriales de Policía (Polizeiordnungen o
Policeyordnung) del siglo XVI, la palabra "Policía" fue usada de una manera muy
distinta y específica. Aunque no se deletreaba de igual modo, su significado permaneció
invariable: denotaba la condición de buen orden en el ámbito público y en el del bien
común.
La "Policía" aún no era entendida como una organización administrativa o que cumplía
una función pública específica. Más bien equivalía a la condición de una convivencia
regulada en la sociedad. En consecuencia, la policía no custodiaba la ley ni era una
institución que impusiese el orden: era sinónimo de "orden". La meta de la policía era
establecer una comunidad cívica o territorial bien ordenada. "Buena Policía" (del
alemán, Gute Polizei) significaba remediar y corregir el desorden. La expresión 'policía'
también se usó para referirse a las instrucciones y actividades consideradas necesarias
para el mantenimiento o la reforma del "buen orden", idéntica a las Polizeiordnungen.
El concepto acotado de "Policía" surgió en los estados y en las lenguas europeas a fines
del siglo XVIII. En este sentido limitado, el Diccionario de la Lengua Española (2014)
reza lo siguiente: "Cuerpo encargado de velar por el mantenimiento del orden público y
la seguridad de los ciudadanos, a las órdenes de las autoridades políticas".
Es decir, hubo un cambio semántico de la voz "Policía", pero también del término
"Ciencia Policial". Hans-Gerd Jaschke y Neidhardt Klaus (2007) lo explican en su
artículo titulado "Una Ciencia Policial Moderna como disciplina académica integrada:
una contribución al debate sobre sus fundamentos". Antiguamente había una Ciencia
Policial pero, pese al homónimo, con un contenido totalmente diferente del que tiene
hoy en día.
El origen de la Ciencia Policial. La Ciencia de la Policía o Polizeiwissenschaft fue una
disciplina nacida en el primer tercio del siglo XVIII que duró hasta mediados del siglo
XIX. Considerada como la ciencia del orden interno de la comunidad, era un término
amplio que incluía la ley pública vigente, la ciencia administrativa, la temprana
economía política, los problemas de salud pública, la planificación urbana (importante a
la luz de la teoría de los miasmas de la enfermedad), etc. Se superponía con la
Verwaltungswissenschaft (ciencia de la gestión o ciencia administrativa) y se impartía
en un curso universitario incluido en los entrenamientos oficiales. Polizeiwissenschaft
era la Ciencia del Gobierno (o ciencia de la felicidad), un concepto muy amplio que
29
abarcaba casi todas las tareas propias de la autoridad gubernamental. A comienzos del
siglo XVIII devino en parte de las ciencias camerales.
El vocablo cameralismo tiene como raíz la palabra latina camăra y el término griego
kamára; significa cuarto abovedado o cubierta arqueada. La locución alemana Kammer
refiere a la cámara donde los concejales se encargaban de los asuntos de gobierno o
comerciales.
En los estados alemanes, el estudio de la policía comenzó en las academias de
capacitación para los funcionarios estatales (la Kameralbeamten). Incluso después de
convertirse en parte del plan de estudios de una carrera universitaria, los cursos en
ciencia cameral se mantuvieron orientados a la práctica.
A mediados del siglo XVIII, la locución "Ciencia Cameral" (Kameralwissenschaft)
tenía dos acepciones. En sentido acotado, Kameralwissenschaft significaba
administración de las finanzas públicas del presupuesto principesco. En sentido lato y
en plural, se refería al campo de las diversas ciencias útiles para entrenar a los
administradores; incluía Okonomie y Polizei, términos que no son precisamente
traducibles. La tercera ciencia de la tríada cameralista, Polizeiwissenschaft, significó la
sistematización de la Polizei como una ciencia, la ciencia práctica de la administración.
Las primeras cátedras de Cameralismo Económico y Ciencia Policial (Cameralia
Oeconomica and Polizeiwissenschaft) fueron creadas en 1727 en Halle, Sajonia-Anhalt
y Frankfurt por Federico Guillermo I de Prusia.
La Ciencia Policial (Polizeiwissenschaft) le daba al término 'policía' un alcance muy
distinto del actual: incluía la "policía de mercado" (Marktpolizei) ocupada con la
vigilancia de los precios y la actividad económica, la "vigilancia del comercio"
(Gewerbeaufsicht), la "supervisión de la construcción" (Bauaufsicht) y la "policía de
extranjería" (Ausländerpolizei).
Gradualmente Polizei llegó a significar una autoridad institucional específica y los
miembros de esa institución eran policías. Esto se debió a las obras de Von Justi (1717-
1771) y Von Sonnenfels (1732-1817), profesores en Göttingen y Viena, quienes
promovieron a la Polizeiwissenschaft como una ciencia independiente de las ciencias
camerales.
Johann Heinrich Gottlob von Justi (1705-1771) fue un economista político alemán en
el siglo XVIII, nombrado Director de la Policía en Göttingen en 1755. En 1756 publicó
los Elementos Generales de Policía, traducido al español en 1784. Von Justi le había
dado dos sentidos al vocablo Policey, uno amplio y otro estrecho:
30
"Se toma en el día esta palabra en dos sentidos diferentes, el uno extendido, y el otro limitado; en el primero se comprehenden baxo el nombre de Policía, las Leyes y los Reglamentos que conciernen al interior de un Estado, que tiran à afirmar y à aumentar su poder, à hacer un buen uso de sus fuerzas, à procurar felicidad de los Súbditos, en una palabra, el comercio, la hacienda, la agricultura, el descubrimiento de minas, las maderas, los bosques, &c atendido, que la felicidad del estado depende de la inteligencia con que todas estas cosas están administradas. La palabra Policía, tomada en el segundo sentido, comprehende todo lo que puede contribuir à la felicidad de los Ciudadanos, y principalmente à la conservación del orden y la disciplina, los reglamentos que miran à hacerles la vida más cómoda, y à procurarles las cosas que necesitan para subsistir". (Von Justi 1784: 3-4)
Es decir, la policía fue pensada como una actividad destinada a mediar entre la felicidad
de la persona (familia) y del Estado. Este sentido dio origen a la ciencia de la policía -o
ciencias camerales-, como aquella disciplina dedicada a formar y capacitar a los
estadistas y funcionarios públicos para comprender el modo en que se podía acrecentar
el poder interior del estado.
Joseph von Sonnenfels (1732–1817), jurista y novelista checo, se apartó de la tradición
de asemejar a la policía con el bienestar. Para él, la policía es una ciencia para establecer
y gestionar la seguridad interna del Estado. El enfoque de Von Sonnenfels es más
restrictivo, define a la policía en términos de preservación de la seguridad y reserva la
actividad económica a otras partes de su sistema.
A pesar de las diferencias, entre Von Justi y Von Sonnenfels hubo un acuerdo implícito.
Basado en una tradición jurídica y teórica que se remonta a fines del siglo XV, von Justi
concibió a la policía esencialmente como "cura promovendi salutem publicam"
(preocupada por la promoción del bien público). Al remover la preocupación por la
promoción del bienestar público del campo de la actividad policial, von Sonnenfels
definió la tarea policial en forma más estrecha que ese objetivo general del estado.
Johann Stephan Pütter (1725–1807), en Institutiones Iuris Publici Germanici (1787),
incorporó el nuevo punto de partida del pensamiento sobre la policía cuando la concibió
como: "Ea suprema potestatis pars, que exercetur cura avertendi mala futura... dicitur
jus politiae; promovendae salutis cura propie non est politiae" (p. 331) (no es la
promoción del bien común, sino la preocupación por evitar los males por venir lo que
definiría la tarea de la policía). Fue esta redefinición de la voz 'policía' la que cambió su
significado como sinónimo de buen gobierno y orden público, hacia una
conceptualización de la policía como una fuerza organizada encargada de mantener el
orden público y la seguridad, y de prevenir e investigar actividades ilícitas.
31
Para Jakob Friedrich Barón de Bielfeld (1717-1770), consejero del tercer Rey de Prusia
Federico II el Grande (1712-1786), la policía lo era todo:
"La policía es la ciencia de gobernar a los hombres, contribuyendo a sus prosperidades; y el arte de llenarles de felicidades en cuanto es posible y deben serlo según el interés general de la sociedad… considerada en sus operaciones ordinarias consiste en mantener el orden, vigilar sobre las necesidades comunes de los ciudadanos; dar las provisiones que eviten la pérdida de la paz… dar justicia por igual, sin consideración de empleo, estado o fortuna; conceder auxilios, protección y alivio a quienes lo necesiten". (Barón de Bielfeld, 1768, p. 5)
En el siglo XIX la Polizeiwissenschaft estaba en transición, quedándole como contenido
solo lo político o jurisprudencial. Las definiciones aun tendieron a variar: algunos
enfatizaron las metas de la Polizei limitadas a la consecución de la seguridad para los
individuos y para el Estado; otros siguieron viéndola como una contribución positiva al
bienestar social.
Una contribución central para una corta reposición de la Polizeiwissenschaft vino de
Robert Von Mohl (1799-1875), uno de los fundadores de la ciencia de la administración
pública moderna en Alemania, en su libro Ciencia Policial acorde con los Principios
del Estado de Derecho (1832). Su punto de partida fue el estado de derecho y los
estándares de la libertad individual garantizada por éste. Las actividades policiales
sirvieron para remover obstáculos para el libre desarrollo de los individuos. Cualquier
cosa que los individuos o grupos no pudieran hacer por sí mismos devino en una esfera
legítima de actividad policial; lo que fuere que los individuos o grupos pudieren hacer
en forma independiente estaba más allá de los límites de la propia intervención policial.
Von Mohl insistió en reservar el término Polizei para esas actividades de bienestar, con
exclusión de las funciones de seguridad. En von Mohl se observa el paso de la ciencia
de la policía –él es el último cultivador de la ciencia alemana de la Policey- a la ciencia
de la administración, por eso concilia la idea del Estado de Derecho y la noción de
policía.
El economista, sociólogo y funcionario alemán Lorenz von Stein (1815-1890) entiende
que el poder del Estado es un instrumento para comprender y mejorar la sociedad. Con
su obra Teoría de la Administración (1864), la ciencia de la policía comienza a
extinguirse.
"El Policía Científico". Una vieja idea del "padre del servicio de policía moderno",
Augusto Vollmer (1876-1955), resurgió en el artículo "El Policía Científico" publicado
en 1930 en La Revista Americana de Ciencias Policiales, donde expresa:
32
"Pero debido a su extrema cautela, los oficiales de policía están ordinariamente kilómetros detrás de los hombres científicos reales; en virtud de ese hecho, a menudo están separados por la misma distancia de los criminales que tratan de aprehender" (Vollmer, 1930, p. 1).
En 1909 Vollmer fue el primer jefe de policía del Condado de Berkeley (California). En
1916 convenció a la Universidad de California para que se enseñara "Justicia Criminal".
Su discípulo Orlando Winfield Wilson (1900-1972) lo sucedió como profesor y en sus
continuos esfuerzos por profesionalizar a la policía, siendo el primero en establecer el
primer título de grado en Ciencia Policial en la ahora Universidad Estatal de Wichita.
Fue profesor de "Administración Policial" en el Departamento de Ciencia Política de la
Universidad de California, donde también fundó su Escuela de Criminología.
En la posguerra, la consigna del entrenamiento que dice que los policías aprenden de los
policías lo que los policías aprendieron de los policías, comienza a perder fuerza
lentamente.
El decenio de 1960. Desde la década de 1960, los estudios sobre la policía y el servicio
de policía se expandieron rápidamente. La investigación en el campo de las Ciencias
Sociales contribuyó al desarrollo de la Ciencia Policial en el sentido moderno del
término. A causa de los conflictos étnicos y la rebelión estudiantil de 1964/5, el viejo
modelo de servicio policial norteamericano de combatiente del delito colapsó, para ser
luego revisado y analizado. La policía enfrentaba críticas de abogados, científicos
sociales y movimientos ciudadanos. Una gran cantidad de estudios de campo y de casos
sobre la realidad de la acción policial siguió a esos disturbios. Los estudios de Banton
(1964), Skolnick (1967), Wilson (1968) y otros fundadores de la moderna Criminología
empírica y de la Ciencia Policial en los EE.UU. y Europa, hallaron que cierta acción
policial no encajaba, en la práctica, en el sistema del imperio de la ley y de los
estándares morales de la sociedad democrática. Esas discusiones fueron influenciadas
por científicos y por cuestiones políticas. Los estudios sobre la policía pasaron a formar
parte de la criminología, de las ciencias sociales y del derecho.
Comisario General Dr. Enrique Fentanes (1907-1977). En 1934 con el grado de
Auxiliar, creó y dirigió la Revista de Policía y Criminalística e instituyó la Biblioteca
Policial (luego Editorial Policial), desempeñándose como su director hasta 1948. Desde
1939 hasta 1941, ya Subcomisario, fue nombrado Subdirector de la Sección Institutos
(Escuela de Policía). En 1943 contribuyó a sentar las bases para crear la Policía Federal
Argentina, mediante el estudio de antecedentes, información doctrinaria, jurisprudencia,
legislación comparada y precedentes extranjeros. Obtuvo el título de Abogado. Fue
33
profesor de la Escuela Superior, donde desarrollaba su cátedra de "Ciencia de la
Policía". Falleció en 1977. En 1981 esta Academia recibe su nombre (que en 1992
deviene en el IUPFA).
Tradujo del francés El Derecho Penal. Orígenes, evolución, estado actual (1937). Fue
autor de Elementos de Derecho Penal. Introducción y Parte General. Tomo I (1938),
Sistemas y Organización Carcelaria (1941), La Policía Judicial, teoría y realidad
(1968), el Tratado de Ciencia de la Policía. Tomo I – Introducción Dogmática General.
Primera Parte (1972), cuyo propósito era desarrollarlo en cinco tomos, y el Compendio
de Ciencia de la Policía (1979).
En reconocimiento a tan prolífica labor en el campo de la docencia y la investigación,
por Resolución del Ministerio de Seguridad de la Nación N° 167/2011 (Cambios de
denominación en las Escuelas de Instrucción de la Policía Federal Argentina) se dispuso
que la Escuela Superior de Policía "General de Brigada Cesario Ángel Cardozo" pasara
a llamarse Escuela Superior de Policía "Comisario General Enrique Fentanes". Se trata
de un nombramiento extendido al edificio que hoy alberga a la Dirección General de
Instrucción y al IUPFA.
Una síntesis de su evolución. La Ciencia Policial es impulsada en el siglo XVIII en
Alemania, con diferencias en su alcance, por J.H. von Justi y J. von Sonnenfels. A fines
del siglo XVII, la fomentan J. S. Pütter y J.F. Barón de Bielfeld. En el siglo XIX resurge
con R. Von Mohl y deviene en una Ciencia de la Administración, extinguiéndose con L.
von Stein. En el siglo XX nace la idea de la Administración Policial, asociada a la
Policía en el sentido acotado del término e impelida por A. Vollmer. Durante el siglo
XX, la Ciencia Policial emerge nuevamente y pretende sistematizarse, desprendiéndose
tanto de la Criminología como de la Administración Policial, una de sus disciplinas. En
la segunda mitad del siglo XX, Fentanes procura darle esa independencia y los europeos
amplían su definición y alcance.
2.1.2. EPISTEMOLOGÍA DE LA CIENCIA POLICIAL
Epistemología. En la "Introducción" del Tratado de Ciencia de la Policía, Enrique
Fentanes (1972) incursiona en la teoría de los fundamentos y métodos del conocimiento
científico (o epistemología). En su obra, el estudio de la Policía asume la calidad de
conocimiento científico. A esta disciplina la denomina Ciencia. Porque es un sistema de
conocimientos que se comprueba con el desarrollo estructurado de las distintas
disciplinas que la conforman. Fentanes define y establece los límites de la ciencia
policial. Propone sistematizar ese fenómeno cultural universal que es la Policía.
34
"El estudio de los modelos culturales –que son marcos de referencia para el actor social y que están construidos por el inconsciente, lo transmitido por otros y la experiencia personal- son entidades flexibles y maleables que se tornan en el objeto de estudio de lo cualitativo". (Hernández Sampieri et al, 2004, p. 11)
Fentanes fue un admirador del filósofo, pedagogo y psicólogo alemán Eduard Spranger
(1882-1963) quien −influido por la "filosofía del espíritu" de Wilhelm Dilthey (1833-
1911), promotor del "comprensivismo"−, le concedió mucha fuerza a la ciencia por su
capacidad unificadora y sintetizadora, al subordinarlo todo a la fuerza ordenadora de la
reflexión y de la teoría. Fentanes sugiere, si se trabaja en cualquier ciencia sistemática
del espíritu, hacerlo − lo recomienda Spranger− desde el punto de vista del análisis
estructural (porque fija los pasos del sistema expositivo).
Dilthey se aparta, con su distinción, de la idea de Comte de que las Ciencias Sociales
debían emular a las Ciencias Naturales. Por eso diferencia entre la actividad de las
Ciencias Sociales (comprender) y las Ciencias Naturales (explicar). Sin embargo el
método de comprensión que propone es empático (ponerse en el lugar del otro), que en
la versión hermenéutica de Weber es descartada de plano. Weber no divulga el trabajo
de Dilthey, más bien lo corrige. El método hermenéutico es muy complejo y varía de
autor a autor.
En el Cap. 3 "Ciencia Policial − Una filosofía de abordaje a la Ciencia" de las
Perspectivas de la Ciencia Policial en Europa (2007), Hans-Gerd Jaschke y otros
sostienen que la Ciencia Policial es un concepto complejo, porque es una disciplina
científica en duda. No está claro si existe como disciplina. Sin embargo, comparte un
campo de conocimientos más amplio -determinado por componentes cubiertos por tres
ejes (social, organizacional e individual)- en el que se cruzan varias disciplinas
científicas.
Los autores europeos no definen ni establecen los límites de la ciencia policial. Ésta
sigue siendo creada a través de dos vertientes: en relación con disciplinas científicas
formales y como resultado de la práctica policial.
¿Cuál es el marco epistemológico útil para la Ciencia Policial en Argentina? El
marco epistemológico es el de las Ciencias Humanas, que refiere a un amplio conjunto
de ciencias y disciplinas científicas cuyo objeto es el ser humano en el aspecto de sus
manifestaciones inherentemente humanas (arte, lenguaje, pensamiento, cultura, etc.).
Dilthey las llama Ciencias del Espíritu (Geisteswissenschaften). Hoy se habla de
Ciencias Sociales, es decir, aquellas cuyo objeto es el ser humano, o los grupos
humanos y su cultura.
35
La Ciencia Policial es una ciencia aplicada que está situada en el punto de intersección
de la investigación, la educación, el entrenamiento, la mejora y la innovación. Combina
los métodos e instrumentos de otras disciplinas vecinas del campo de las ciencias
sociales, relacionadas con el servicio de policía. Si la policía está en condiciones de
examinar atentamente a la sociedad en todas sus facetas, habrá de desarrollar la
capacidad para escuchar (prestar atención a lo que se oye), observar (mirar con
atención), describir, construir y sintetizar. El Comisario General (R) Alberto J.
González recordó un concepto de Fentanes: "Una gran Policía es como un enorme y
permanente equipo de encuesta social" (Fentanes, 1972, p. 12).
La noción de Ciencia Policial. Las definiciones propuestas por el autor argentino y los
investigadores europeos obran en el Marco Teórico de este trabajo final integrador.
Fentanes (1972) propone el conocimiento de la esencia de la Policía –como Institución
y como estructura-, de su origen, evolución, componentes funcionales y orgánicos,
relaciones y fines (p. 16).
Jaschke y otros (2007) proponen una definición más amplia, que incorpora el aspecto
metodológico y el ámbito de interés de la Ciencia Policial -la policía como institución y
el servicio de policía como proceso- (pp. 23-24). Su amplio alcance y complejidad
requiere que se divida en elementos más simples que constituyen las áreas de
investigación en Ciencia Policial.
En ambas definiciones hay elementos comunes y matices diferenciales. El estudio de la
Policía como Institución es el objeto común a ambas definiciones. Los europeos
agregan, además, un rasgo distintivo: el estudio del Servicio de Policía como proceso.
Sin embargo, la semántica de ambos términos se presta a discusión.
Ontología. El Diccionario de la Lengua Española (2014) expresa que es la "parte de la
metafísica que trata del ser en general y de sus propiedades trascendentales". Todo
conocimiento científico se caracteriza por su objeto, es decir, aquello que puede ser
materia de conocimiento del que se ocupa una ciencia. El propio Fentanes admite que
una ciencia nunca se cristaliza. Sabe que esos conocimientos contextualizados en un
tiempo dado, no son universales, ni inalterables en el tiempo. Cita la definición del
filósofo, ensayista y escritor español José Ferrater Mora (1912-1991) que en su
Diccionario de Filosofía dice:
"Un rasgo común a todas las clasificaciones de las ciencias es su caducidad. Ello es comprensible: las ciencias están continuamente en formación; ciertos territorios límites dan lugar con frecuencia a ciencias nuevas; ciertas ciencias pueden insertarse en dos o más casilleros, etc. Ahora bien, tales inconvenientes
36
no significan que las clasificaciones en cuestión sean inútiles; representan esfuerzos para sistematizar y ordenar cuerpos dispersos de conocimiento, y pueden aceptarse siempre que quienes las propongan tengan presentes dos límites inevitables: el primero, su inagotabilidad; el segundo, su provisionalidad" (Ferrater Mora, 1965, p. 290)
Según Fentanes (1972), la Ciencia de la Policía tiene un objeto cultural: la Policía –un
objeto existente en el mundo de la cultura- como Institución y como estructura (p. 14).
Tal objeto óntico (Heidegger distingue entre óntico -adjetivo de ente- y ontológico -
adjetivo de ser-)12 se compone, entonces, de esos dos aspectos mencionados. Los
autores europeos, en cambio, arguyen que la diferencia entre lo que puede ser
considerado o no como ciencia, está determinado por el proceso metodológico y no por
el objeto de estudio.
La Policía como Institución no interesa a los especialistas del ámbito del Derecho. Salvo
pocas menciones en el área específica del Derecho Administrativo y del Derecho
Procesal Penal. A lo sumo, la Policía como Función atrae la mirada del campo jurídico.
"La Policía como Institución". Ambas definiciones, la argentina y la de los europeos,
coinciden en que el objeto de la Ciencia Policial es "la Policía como Institución". Esa
concurrencia abre un camino hacia el estudio de la Teoría Institucional, que Fentanes
(1972) desarrolla en el Capítulo I del Tratado de la Ciencia de la Policía. Explica que
en 1948 la UNESCO catalogó los cuatro grandes temas de la Ciencia Política (teoría
política; instituciones políticas; partidos, grupos y opinión pública; y relaciones
internacionales), que el político francés Marcel Prélot (1898-1972) redujo a tres: "ideas,
instituciones y vida política".
Fentanes se propuso elaborar su Tratado de la Ciencia de la Policía en cinco tomos.
Escribe solamente el Tomo I− Introducción Dogmática General, donde sugiere que la
Policía como Institución sea estudiada por lo que llama "Dogmática de la Policía".
"La Policía como estructura". Los autores europeos no se interesan por la estructura,
sino que dirigen su mirada a la realidad del servicio de policía. Para el autor argentino,
el otro objeto óntico es la Policía como estructura cultural. Lamentablemente, no pudo
producir los cuatro tomos restantes que completarían su Tratado. Al parecer pensaba
desarrollar en éstos la Teoría de la Estructura para los enfoques filosóficos, sociológicos
y axiológicos (el Tomo V, para el análisis valorativo).
12 Óntico: 1. f. Fil. En el pensamiento de Heidegger, filósofo alemán del siglo XX, referente a los entes, a diferencia de ontológico, que se refiere al ser de los entes. Diccionario de la Lengua Española (2014). Recuperado de http://dle.rae.es/?id=R55JWz5. Consulta: 31/12/ 2015.
37
Contenidos de la Ciencia de la Policía. Fentanes (1972) expone que la Ciencia de la
Policía (disciplina unitaria) comprende el estudio de principios, leyes y doctrinas, más
los análisis culturales, históricos, preceptivos, axiológicos y finalistas, sumados a las
aplicaciones técnicas y pragmáticas necesarias para estudiar –desde los puntos de vista
institucional y estructural- su objeto (p. 17). Incluye un párrafo que anticipa un
problema, el cual es el de la falta de un desarrollo doctrinario que le dé especificidad a
la educación y al entrenamiento policial. Tácitamente, fundamenta la necesidad de
contar con una Ciencia Policial. Se trata de una reflexión muy poderosa: "Conviene
anticipar aquí que al sistema policial no pueden aplicarse, indiscriminadamente, las
estructuras orgánicas y las modalidades de otros sistemas: militar, administrativo
público, administrativo privado o empresarial" (Fentanes, 1972, p. 23)
Metodología. El autor argentino sabe que la unidad de método no determina la
estructura de las ciencias. La Ciencia Policial, por su multiplicidad y polifacetismo, no
puede ser abordada por una vía única. Necesita recurrir a una suerte de sincretismo
metodológico (p. 38). Explica, en el Capítulo II del Tratado de la Ciencia de la Policía,
que el método debe atenerse al objeto de la ciencia. Si el objeto es enrevesado, el
método ha de ser diversificado, plural. Allí expone la problemática metodológica, el
método cultural y la teoría de los análisis.
"Los métodos de nuestra ciencia serán, por consiguiente, aquellos que aparecieren como propios de cada una de las disciplinas que la integran, según el momento del conocer y los puntos de mira hacia el objeto" (Fentanes, 1972, p. 15)
Se aclara que, si bien no existe un método cultural -porque lo cultural es objeto de
estudio-, Fentanes lo aborda y menciona explícitamente como "El método cultural" en el
Capítulo II titulado La Metodología (pp. 44-46). Cree que el método cultural implica
seriar procedimientos y técnicas, que pueden ordenarse en fases (p. 10). A cada una de
ellas le dedica sendos apartados: el análisis de la realidad cultural (Capítulo III), el
análisis cultural histórico (Capítulo IV), el análisis jurídico (Capítulo V), el análisis
terminológico y conceptual (Capítulo VI), y el análisis finalista (Capítulo VII). El autor
argentino (1972) destaca la importancia de los métodos de búsqueda y análisis, que son
constantes en varias tareas policiales y en el Estado Mayor (un órgano de dirección y
asesoramiento técnico inventado en 1795 por el General francés Luis Berthier).
Los autores europeos coinciden, en general, con el argentino. Observan que muchas
disciplinas académicas tienen una gran cantidad de superposiciones. Cuando refieren a
la Ciencia Policial como una "ciencia aplicada" (es decir, enfocada en razón de su
38
utilidad), advierten que la aplicación significa hacerse cargo tanto de los demás métodos
como de las diversas disciplinas científicas que están relacionadas con el Servicio de
Policía.
Un párrafo aparte merece la alusión de Fentanes (1972) al método comparativo, que
explica en un apartado específico (pp. 19 y 63-66). El método comparativo en sí mismo,
en el campo de las Ciencias Sociales, presenta desafíos aún no resueltos. En uno de los
campos de la Ciencia Policial actual llamado "Servicio de Policía Comparado"
(Comparative Policing), pueden identificarse los problemas de: 1) los datos, 2) la
definición, 3) la falibilidad del experto y 4) el método comparativo en sí mismo. Si se
cotejan sistemas o servicios de policía entre sí y luego se explican las diferencias,
¿sobre qué bases deben hacerse tales comparaciones? Se pueden hacer distinciones
acorde a los sistemas de seguridad interior: centralizados, descentralizados y mixtos. Se
puede recurrir a una clasificación según el modelo adoptado: Policía de Estado o Policía
de Comunidad. Se puede usar una tipología política, comparando quizás democracias
capitalistas, sociedades socialistas, dictaduras, etc. Quizás inevitablemente, mientras no
haya una manera 'correcta' de clasificar sociedades, las comparaciones deberían
limitarse a aquellas que son factibles; es decir, comparar la situación en sociedades que
tienen algunas similitudes y algunas diferencias. Así el estudiante que compara el
servicio de policía entre, por ejemplo, China y Alemania, puede encontrar que las
diferencias son tan grandes que eliminan cualquier beneficio potencial.
Jaschke y otros (2007) incorporan el aspecto metodológico y el ámbito de interés a una
definición más amplia de Ciencia Policial -la policía como institución y el servicio de
policía como proceso- (pp. 23-24). La metodología de la Ciencia Policial incluye dos
vías, según desde donde se mire: 1) desde arriba hacia abajo, está cerca de la
metodología de las ciencias sociales, y 2) desde la realidad del servicio de policía,
genera métodos acordes con los problemas. No constituye ningún sistema de creencias
metodológicas que se aplique a los problemas. Al revés. Primero aparecen los
problemas y los temas generados por la investigación; luego se selecciona y se
desarrolla el enfoque metodológico que sea de utilidad.
El Compendio de la Ciencia Policial (1979) es la exposición sumaria escrita de lo más
sustancial de la materia ya expuesta latamente en el Tratado de la Ciencia de la Policía
(1972), Fue redactado para servir de enseñanza a los estudiantes del Curso de
Subcomisarios de la Escuela Superior de la Policía Federal Argentina. Aquí Fentanes no
39
refiere a la locución "Servicio de Policía" (tampoco figura en su definición de Ciencia
de la Policía), que los europeos entienden como 'proceso'.
La obra de Fentanes está contextualizada simultáneamente, en el tiempo y en el espacio,
con la aprobación de la Ley Nº 18.398 de la Prefectura Naval Argentina en 1969 y, en
1971, de la Ley N° 19.349 de Gendarmería Nacional. En ambas normas su respectivo
Art. 1 las define como "fuerzas de seguridad", incluyendo también a la Policía. El autor
argentino juzga inapropiada esa acepción porque: "Se ha querido utilizar un neologismo
de formación semejante al de 'fuerzas armadas'" (Fentanes, 1979, p. 124). Su
correspondiente Art. 2 refiere al "servicio de policía", pero no define ni fija su contenido
y alcance. La ausencia de proposiciones que expongan con claridad y exactitud sus
caracteres genéricos y diferenciales aún persiste.
40
2.2. FUNCIÓN DOCENCIA
Este apartado refiere a la función docencia. Describe brevemente los antecedentes
académicos de los autores de las publicaciones argentinas y europeas en estudio (todos
ellos comparten el haber practicado y ejercido la docencia en sus respectivos países). Se
destaca, además, la preocupación de Fentanes por la didáctica. Sigue una breve alusión
a los aspectos legales relacionados con el docente -previstos en la Ley de Educación
Superior- y a la definición aportada por la UNESCO. Luego, la función docencia es
abordada por varios estudiosos. Se analiza someramente al IUPFA que, como
institución (total y/o voraz), es un objeto cultural que expresa cierta cuota de poder
social.
La función docente es aquella actividad de la cátedra –pero no la única- relacionada en
forma más directa con la comunicación del conocimiento. Todos los autores de las obras
bajo examen tienen en común el haberse dedicado a la investigación y al ejercicio de la
docencia.
La Ciencia Policial en el futuro, debe establecerse también en el contexto de otras
disciplinas académicas como la educación policial y el entrenamiento, dado que está
conectada a ellas. Algunos autores europeos distinguen entre el entrenamiento policial –
impartido en las Academias de Policía- y la educación policial –transmitida en las
Universidades-. Entonces, cabe preguntarse por las tensiones que pudieren surgir entre
ambos extremos y por su impacto en la Ciencia Policial.
Fentanes y la función docencia. En 1944 es nombrado profesor ad honorem en la
cátedra de "Derecho Policial Federal". En 1952 instituyó la cátedra de "Ciencia y
Técnica de la Administración Policial", incorporada al Curso de Subcomisarios, a la que
programó con los siguientes contenidos: Policía y Municipalidad, Derecho Policial,
Policía y Justicia, Policía y Administración, Policía y Gobierno, Policía Económica,
Técnica de Seguridad, Policía Militar y Civil, Policía Uniformada, Técnica de las
Comunicaciones, Policía de Tránsito, Policía de Bomberos, Técnica Interna, y Técnica
Didáctica (un eje al que alude varias veces y que insinúa claramente su preocupación
por la función docente).
El Comisario General A.J. González (1972) recuerda que la Didáctica Policial de
Fentanes le dio jerarquía universitaria a los cursos superiores: los estudiantes debieron
dejar a un lado los manuales y consultar obras de alto vuelo.
41
La Prof. Mariana E. Martin13 (2012) en su cátedra de "Didáctica General en la
Educación Superior"14, explicaba que las prácticas de enseñanza constituyen el objeto
de estudio de la Didáctica General. En esta disciplina interesa el docente, no el
aprendizaje (de lo cual se encarga la psicología, la psicopedagogía, etc.) ni el
conocimiento (del que se ocupa la gnoseología, entre otras). La didáctica general no da
métodos, sino orientaciones para la acción (se escuchan, se dirigen); se dedica a las
prácticas de enseñanza. Las didácticas específicas existen para las distintas materias
(por ej.: para matemáticas), que suelen fijar algunos métodos que luego se cumplen, que
suelen ser rigurosos.
Los autores europeos y la función docencia. El Profesor de Ciencia Política Dr. Hans-
Gerd Jaschke fue Jefe del Departamento de Derecho y Ciencias Sociales en la Escuela
Superior de Policía en Münster (República Federal de Alemania). El antropólogo social
Tore Bjørgo es Director de Investigaciones y Profesor de Ciencias Policiales en el
Colegio Universitario de Policía (Reino de Noruega). Cees Kwanten es Investigador
Senior de la Academia de Policía en Apeldoorn (Reino de los Países Bajos). El Dr.
Robin I. Mawby, de la Universidad de Plymouth (Reino Unido), se especializó en temas
policiales y victimológicos. El Dr. Milan Pagon es Profesor y Decano de la Facultad de
Ciencias Organizacionales, y Profesor en la Facultad de Justicia Criminal y Seguridad,
ambos en la Universidad de Maribor (República de Eslovenia). El Profesor Francisco
del Barrio Romero pertenece al Cuerpo Nacional de Policía (Reino de España), y es
Licenciado en Psicología y en Ciencias Policiales.
En 2005 estos seis expertos en ciencias policiales se reunieron en la Academia de
Seguridad en Traiskirchen (Austria). Con formación en derecho, antropología social,
psicología, ciencia política, sociología y criminología, y sus propias experiencias
individuales de investigación, publicaciones, redes nacionales e internacionales,
ninguno se hizo llamar "científico policial". El CEPOL los había invitado a trabajar
algunos principios básicos y líneas generales de un futuro enfoque europeo para la
Ciencia Policial. Se esperaba que sentaran las bases para un fundamento científico del
entrenamiento y la educación policial, sin perder de vista las necesidades prácticas del
servicio de policía.
13 Mariana E. Martin falleció el Día del Maestro, el 11 de septiembre de 2015 (Q.E.P.D.) Ex Jefa de Gabinete de la Dirección Nacional de Gestión Universitaria del Ministerio de Educación; ex Directora de la Especialización en Docencia Universitaria en el IUPFA y ex Docente de "Didáctica General" de la Universidad Nacional de San Martín. 14 Martín, M. E. Materia: "Didáctica General en la Educación Superior". Buenos Aires: IUPFA (EDU). Fecha de clase: 2do cuatrimestre 2012.
42
El docente. El Art. 28 Inc. a) de la Ley N° 24.521 de Educación Superior refiere a la
función docencia. Además, la LES fija los derechos (Art. 11) y los deberes (Art. 12) de
los docentes. La "Recomendación relativa a la condición del personal docente de la
enseñanza superior" (RRCPDES/97) de la UNESCO, fechada el 11 de noviembre de
1997, brinda la siguiente definición asociada a la función docencia:
"f) 'personal docente de la enseñanza superior' designa a todas las personas que en instituciones o programas de enseñanza superior se dedican a enseñar y/o realizar estudios académicos o investigaciones, y/o a prestar servicios educativos a los estudiantes o la comunidad en general". (RRCPDES, 1997)
Ana García-Valcárcel Muñoz-Repiso (2001), Doctora en Ciencias de la Educación y
Profesora Titular de la Universidad de Salamanca, ratifica las funciones sociales de la
Universidad: 1) docencia (una persona profesionalmente dedicada a la enseñanza), 2)
investigación (un especialista que procura ampliar las fronteras de una ciencia),
tratándose de dos actividades que los enseñantes realizan con mayor agrado, y 3)
gestión (como miembro de una comunidad académica), que a los docentes les resulta
menos atractiva. Agrega que: "los profesores deben asumir como parte de su perfil,
además de las competencias científico-metodológicas (perfil científico-técnico), las
competencias que le exige la tarea docente: planificar, ejecutar y evaluar (perfil
didáctico)" (García-Valcárcel Muñoz-Repiso, 2001, pp. 1-2).
Henry Armand Giroux (Nac. en 1943), defensor de la democracia radical y teórico
fundador de la pedagogía crítica en los Estados Unidos, reacciona contra las teorías de
la reproducción -que considera inadecuadas- y postula la teoría de la resistencia. Aduce
que varias reformas educativas menguaron el trabajo de los docentes –verdaderos
profesionales de la reflexión- hasta hacerlos meros técnicos superiores encargados de
aplicar directivas elaboradas por terceros ajenos a las realidades del espacio áulico.
Giroux propone dos dimensiones para debatir las condiciones del enseñante:
1) El profesorado se ve devaluado por efecto de las ideologías tecnocráticas e
instrumentales que actúan en el campo de la enseñanza. Esa racionalidad
instrumental se manifiesta en una desvinculación de la teoría y la práctica, en una
estandarización del conocimiento escolar para su mejor control y gestión, y en una
devaluación del trabajo crítico e intelectual de enseñantes y aprendientes. A su vez,
los programas formativos conductistas desapoderan al docente al parcelar el
conocimiento, anular las emociones y la capacidad reflexiva y enfatizar lo
cuantitativo. Se trata de una "pedagogía basada en la gestión".
43
2) El trabajo del profesor se fortalece si es visto como intelectual transformativo. ¿Por
qué "intelectual"?: porque toda actividad humana conlleva alguna forma de
pensamiento. Y agrega:
"En primer lugar, ofrece una base teórica para examinar el trabajo de los docentes como una forma de tarea intelectual, por oposición a una definición del mismo en términos puramente instrumentales o técnicos. En segundo lugar, aclara los tipos de condiciones ideológicas y prácticas necesarias para que los profesores actúen como intelectuales. En tercer lugar, contribuye a aclarar el papel que desempeñan los profesores en la producción y legitimación de diversos intereses políticos, económicos y sociales a través de las pedagogías que ellos mismos aprueban y utilizan" (Giroux, 1990).
¿Por qué "transformativo"?, porque tiene virtud y fuerza para transformar. Giroux
destaca el rol del docente como potencial agente transformador y la necesidad de
concienciarlo sobre su capacidad para introducir cambios. Los párrafos subsiguientes
dan una mejor idea sobre el rol que podría asumir el docente del IUPFA, como
intelectual transformativo.
Philippe Meirieu (Nac. en 1949) es un investigador y escritor francés especializado en
ciencias de la educación y la pedagogía, que visitó nuestro país en 2013. Es uno de los
intelectuales de la educación más influyentes de la contemporaneidad. Comenzó sus
estudios universitarios de filosofía en la Universidad de la Sorbona. En 1983 defendió
su tesis de doctorado en Ciencias de la Educación en la "Université Lumière Lyon 2" y
fue nombrado profesor de dicha universidad:
"…parte del mito de Frankenstein para cuestionar la concepción de la educación como proyecto de dominio del educando y de control completo de su destino. Expone que esa perspectiva conduce a un fracaso destructivo, postula que el pedagogo, en vez de 'fabricar' a nadie, debe operar con las condiciones que permitan al otro 'hacerse obra de sí mismo' (según fórmula de Pestalozzi ya en 1797), y ofrece proposiciones concretas orientadas a ese fin de educar sin 'fabricar'". (Meirieu, 2001, contratapa).
En su obra Frankenstein Educador, Meirieu (2001) arguye que todo educador tiene algo
de Pigmalión (en el mito griego, este rey chipriota y escultor se enamoró de su estatua
Galatea, al punto de tratarla como si estuviera viva) que quiere dar vida a lo que
"fabrica". Propone una auténtica revolución copernicana en pedagogía (pp. 69-70), es
decir un cambio muy marcado en la manera de pensar, que le permita al educando
construirse a sí mismo como "sujeto del mundo", a través de siete exigencias:
"1) renunciar a convertir la relación de filiación en una relación de causalidad o de posesión, 2) reconocer a aquel que llega como una persona que no puede ser moldeada a mi gusto, 3) aceptar que la transmisión de saberes y conocimientos no se realiza nunca de modo mecánico y no puede concebirse en forma de una duplicación de idénticos como la que va implícita en muchas formas de enseñanza, 4) constatar que nadie puede ponerse en el lugar del otro y que todo aprendizaje supone una decisión personal irreductible del
44
aprendiente, 5) no confundir el no-poder del educador en lo que hace a la decisión de aprender y el poder que sí tiene sobre las condiciones que posibilitan esa condición, 6) inscribir en el seno de toda actividad educativa (y no cuando llega a su término) la cuestión de la autonomía del sujeto, y 7) asumir "la insostenible ligereza de la pedagogía" (Meirieu, 2001, pp. 72-93).
Meirieu sostiene que muchos educadores buscan "construir un sujeto sumando
conocimientos". Lo compara con el intento de Víctor Frankenstein de fabricar un
hombre, que no difiere mucho de los intentos de la pedagogía tradicional. La
especialista en tecnología educativa Laura Castiñeira lo interpreta de este modo: "Tal
vez las aulas sean más modernas, los pizarrones más sofisticados, pero, como dijo el
gran pedagogo Philippe Meirieu, los docentes seguiremos pensando en cómo 'promover
lo humano y construir humanidad'" (Castiñeira, 2011, último párr.).
La UNESCO (RRCPDES/97, III. Principios rectores) aconseja que:
"7. Las condiciones de trabajo del profesorado de la enseñanza superior deben ser tales que fomenten en el mayor grado posible una enseñanza, una labor intelectual, una investigación y un trabajo de extensión a la comunidad eficaces y permitan al personal docente de la enseñanza superior desempeñar sus tareas profesionales". (RRCPDES, 1997)
Pero tales condiciones de trabajo serán diferentes en el siglo XXI. En la "sociedad
postdisciplinaria" la educación permanente procura a sustituir a la escuela, y el control
continuo tiende a suplir al examen. Según el filósofo crítico francés Gilles Deleuze
(1925-1995): "En el régimen escolar, las formas de control continuo y la acción de la
formación permanente sobre la escuela, el correspondiente abandono de toda
investigación en el seno de la Universidad, y la introducción de la empresa en todos los
niveles de escolaridad" (Deleuze, 2012, párr. 11), nos permiten comprender qué hay que
entender por "crisis de las instituciones", es decir, la instalación progresiva y dispersa de
un nuevo régimen de dominación.
En realidad, la presunta libertad del tiempo abierto es un elemento de control mucho
más fuerte que el encierro. Ya no se necesita tener a un empleado recluido bajo llave ni
vigilado para que trabaje. Se le da la posibilidad de que haga su tarea en su casa, sin
horarios, en su tiempo libre. Pero ese empleado sabe que si él no hace su trabajo en
tiempo récord otro lo hará por él, quitándole su lugar; que si no tiene su celular
encendido permanentemente (tiene que ser "ubicable"), poniendo todo su tiempo a
disposición de la empresa, su jefe llamará a otro empleado "más comprometido con el
trabajo".
El IUPFA como institución total y/o institución voraz. La Licenciada en Ciencias de
la Educación y Profesora Lidia Marta Eficia Fernández sostiene, en concordancia con
45
Fentanes, que una institución es un objeto cultural que expresa cierta cuota de poder
social. Expresa la posibilidad de lo grupal para regular la conducta individual. Agrega
que el vocablo en cuestión "alude y refiere a normas-valor de alta significación para la
vida de un determinado grupo social, fuertemente definidas y sancionadas –
formalizadas en el caso de las leyes- con amplio alcance y penetración en la vida de los
individuos" y que se usa como sinónimo de establecimiento, "definido como la
concreción material y la versión singular de una norma universal abstracta". (Fernández,
1996, pp. 17 y 35-36)
El profesor universitario y antropólogo José Luis Anta Félez (2011) sostiene que una
universidad (y por extensión, un instituto universitario) es un lugar privilegiado para los
encuentros –que se dan en una linealidad muy desigual, cuando no asimétrica-, por lo
que consecuentemente tiene que ser un espacio de controles, de normatividades y
vigilancias. El IUPFA, como institución, tiene un elemento legal-normativo que
establece los: cómo, dónde y quién de esos encuentros (párr. 2)
La expresión "institución total" fue ideada por el sociólogo y escritor canadiense Erving
Goffman (1922-1982) considerado el padre de la microsociología, cuyos estudios
tienen sus antecedentes en los trabajos de Wilhelm Reich, Max Horkheimer y Theodor
Adorno sobre la personalidad autoritaria. Designa un: "lugar de residencia o trabajo,
donde un gran número de individuos en igual situación, aislados de la sociedad por un
periodo apreciable de tiempo, comparten en su encierro una rutina diaria, administrada
formalmente que impone límites físicos". (Goffman, 1961, p. 13)
Según Goffman, quien estudia la interacción social en una escala reducida, las
instituciones sociales incluyen a los hospitales para el cuidado de personas con
enfermedades mentales o infecto-contagiosas; las cárceles y sus internos; los hogares
para el cuidado de ancianos, ciegos y/o huérfanos; los cuarteles; las escuelas de
internados destinados a un mejor cumplimiento de la tarea laboral; y los monasterios y
claustros. Luego sumó otras organizaciones sociales como los hoteles, los barcos, los
parques temáticos, etc. Las cárceles y los hospitales psiquiátricos, al reunir todas las
características enunciadas, son el arquetipo de la institución total por antonomasia. Se
analiza si el IUPFA es un ejemplo paradigmático de institución total, a la luz de las
cuatro características que Goffman (1961) le atribuye a ésta:
1. Todas las dimensiones de la vida se desarrollan en el mismo lugar y bajo una única
autoridad.
46
― El IUPFA toma solo la dimensión académica de la vida, que se desarrolla en el
mismo lugar (aula, biblioteca o laboratorio) y bajo la autoridad de la rectoría, las
secretarías, y las cátedras.
2. Todas las etapas de la actividad cotidiana de cada miembro de la institución total se
llevan a cabo en la compañía inmediata de un gran número de otros miembros, a los
que se da el mismo trato y de los que se requiere hagan juntos las mismas cosas.
― En el IUPFA la única actividad cotidiana es escolar, que cada estudiante realiza en
compañía inmediata de varios aprendientes, que reciben el mismo trato y de los que
requiere (además de estudiar) presten atención y participen juntos en las mismas cosas.
3. Todas las labores cotidianas están estrictamente programadas, de modo que la
acción que se realiza en un momento determinado conduce a la siguiente, y toda la
secuencia de actividades se impone jerárquicamente, mediante un sistema de normas
formales explícitas y un cuerpo administrativo.
― En el IUPFA solo las actividades académicas están programadas, de modo que éstas
se realizan a lo largo de la cursada (graficada en la correlatividad de las asignaturas) y
conducen a la siguiente (el paso de un cuatrimestre al otro, hasta aprobar). Toda la
secuencia de actividades se impone jerárquicamente, mediante un sistema de normas
formales explícitas (el Estatuto del IUPFA y otras normas conexas) y un cuerpo
administrativo.
4. Las diversas actividades obligatorias se integran en un único plan racional,
deliberadamente creado para lograr los objetivos propios de la institución.
(Goffman, 1961, pp. 19-20).
― En el IUPFA las distintas actividades obligatorias se integran en el plan de estudios,
un pénsum deliberadamente creado para lograr los objetivos propios de esta institución
(expresados en los artículos 2, 3, 4, 5 y 7 de su Estatuto).
Las "instituciones totales" son absolutistas, reducen la autoestima y acentúan la
dependencia. Inducen a no pensar, no cuestionar, no dudar. A aceptar que todo está bien
y que los superiores tienen razón.
El término "instituciones voraces" fue urdido en 1974 por el sociólogo norteamericano
Lewis A. Coser (1913–2003) para designar aquellas organizaciones y grupos que, sin
imponer límites físicos, demandan una lealtad global. Éste investigó el efecto material
de los sistemas de poder -y sus mecanismos de funcionamiento destinados a poner en
acción sus decisiones de manera eficiente-, en el seno de la sociedad. Paul-Michel
47
Foucault (1979) las llamó "instituciones de secuestro legal". Y Gregorio Weinberg
añadió que:
"Desde su nacimiento, la escuela presenta una estrecha analogía con las instituciones totales analizadas por E. Goffman y con las instituciones voraces tematizadas por L. Coser. Con las primeras comparte esa distancia con la vida cotidiana, esa organización disciplinaria y jerarquizada, de carácter conventual, en donde todo está sometido a la voluntad omnímoda del director de la institución que hace las veces de padre prior" (Weinberg, 1999, p. 90).
Weinberg (1999) agrega que las escuelas tienen algo de las instituciones totales, en las
que hay reglamentos preestablecidos, silencios, filas, exámenes, un régimen
disciplinario, se controlan los movimientos y los horarios, se separan espacios según la
gradación de las personas y se secuencian las actividades. Pero también comparten, con
las instituciones voraces, la entrega permanente de la mente y del cuerpo de estudiantes
y profesores, en sus horas de clase y de descanso, so pretexto que la docencia es
meramente vocacional.
El IUPFA, como los demás institutos universitarios de las fuerzas uniformadas,
envuelve una contradicción:
"Cuando las instituciones se singularizan en la forma de una unidad organizacional concreta –los establecimientos institucionales- definen un espacio geográfico, imaginario y simbólico en el que, por jugarse las tensiones antes señaladas, el sujeto humano encuentra a la vez un lugar de seguridad, pertenencia y desarrollo que contiene en el mismo ámbito la enajenación, la exclusión y el sufrimiento". (Fernández, 1996, p. 20).
Por lo tanto, a través de un marco de referencia normativo que guíe sus acciones, el
"sujeto disciplinado" adquiere certeza y estabilidad. Por otra parte el IUPFA,
singularizado en una forma organizacional concreta –un establecimiento institucional-:
"define un espacio geográfico, imaginario y simbólico en el que, por jugarse las tensiones antes señaladas (entre los deseos de los individuos y la necesidad de amoldarlos a la forma social admitida; y entre grupos y sectores con diferente posición), el sujeto humano encuentra a la vez un lugar de seguridad, pertenencia y desarrollo que contiene en el mismo ámbito la enajenación, la exclusión y el sufrimiento". (Fernández, 1996, p. 20).
Lidia M.E. Fernández dice que los componentes básicos -indicadores de la identidad y
la singularidad institucional- de un establecimiento educativo, están presentes desde su
origen y funcionan "en un especial espacio geográfico, en un particular tiempo histórico
y en el nivel simbólico de una singular trama de relaciones sociales" (Fernández, 1996,
pp. 45-46). Estos son:
− Un espacio material con instalaciones y equipamiento.
− Un conjunto de personas.
48
− Un proyecto vinculado a un modelo del mundo y persona social valorados y
expresados en un currículo.
− Una tarea global que vehiculiza el logro de los fines y sufre alguna forma de división
del trabajo.
− Una serie de sistemas de organización que regulan las relaciones entre los integrantes
humanos y los componentes materiales comprometidos en la realización de la tarea.
La formación y capacitación policial que incluye los resultados de la investigación.
En la Unión Europea, en cambio, la formación y capacitación policial en los niveles
básico y avanzado -incluso en la educación permanente-, está compuesto por estándares
profesionales que incluyen los resultados de la investigación científica. Jaschke y otros
pueden decir que: "Ya no hay una guía de entrenamiento que dice que los policías
aprenden de los policías lo que los policías aprendieron de otros policías. Ellos están
cooperando con los abogados y científicos sociales en beneficio de la mejor formación y
capacitación" (Jaschke y otros, 2007, p. 17).
Además describen con claridad un problema propio de la cultura policial, en el que
suele sostenerse –erradamente- que lo que pertenece a la teoría, es irrelevante para la
práctica (p. 27) y que hay casos en que los policías citan (parcialmente) al filósofo
prusiano Immanuel Kant (1724-1804): "Eso puede ser cierto en teoría, pero inadecuado
para la práctica". Pero que, en aras de la conveniencia, dejan afuera el cierre de la frase
kantiana: "Lo que sobre bases racionales es cierto para la teoría, también se aplica a la
práctica" (Kant, 1793, pp. 273-313).
La mayor parte de la práctica policial, como ocurriera con la práctica médica, aún sigue
alimentada por la costumbre local, las opiniones, las teorías, y las impresiones
subjetivas. En prieta síntesis, ya no hay espacio para resistir el uso de la evidencia
científica que guíe tales prácticas.
49
4.3. FUNCIÓN INVESTIGACIÓN
El tercer apartado estudia la función investigación y su articulación con la docencia
universitaria, e indaga, a guisa de ejemplo, algunos temas que podrían abordar las
catorce Universidades y los cuatro Institutos Universitarios dedicados al campo de la
Seguridad en nuestro país. La "Policía" y el conocimiento básico de la "Ciencia
Policial" es siempre y en todas partes una cuestión de cultura y de situación política, lo
que lleva a considerar dicho subtema. Y dado que una institución es un objeto cultural
que expresa cierta cuota de poder social, se incluye también el tema de la autoridad.
La investigación es una actividad profesional que, por su naturaleza, es consustancial a
la vida universitaria. Docencia e investigación son funciones interdependientes y
complementarias. La cátedra universitaria puede constituirse como equipo de trabajo –
es una actividad colectiva- en torno a un proyecto de investigación de interés
institucional o comunitario. Puede resultar en publicaciones que aporten a la docencia
de la cátedra o a la comunidad. Si bien la interrelación entre investigación y docencia
las beneficia y es de potenciación mutua, no hay acuerdo sobre la fortaleza de tal
vínculo.
Los autores de las obras bajo examen comparten el haberse dedicado también a la
investigación. Particularmente Fentanes, quien sistematizó y ordenó cuerpos dispersos
de conocimiento. Prenuncia esa meta en el decenio de 1930, en sendos artículos
publicados en la Revista de Policía y Criminalística (1934), donde llama a ordenar los
elementos dispersos que permitan conformar una Ciencia de la Administración Policial.
El Comisario General (R) A. J. González recuerda que Fentanes, en una conferencia
sobre "Las nuevas orientaciones de los estudios policiales superiores" (1952), anuncia
que "…la Ciencia de la Administración Policial, como ciencia unitaria, pretende la
comprensión integral de la Policía en su interrelación con la cultura nacional, la Nación,
el pueblo, el Estado, el Gobierno y demás estructuras sociológicas, jurídicas y
administrativas" (González, 1972, p. 10).
Advierte que la Policía busca constituirse en una disciplina técnico-científica
independiente, tal como ocurre en otros campos del saber humano.
El 19 de noviembre de 2013 se realizó el Primer Encuentro de Investigación en el
IUPFA, entre docentes y alumnos, con el fin de reflexionar sobre la política científica
que debe llevar adelante para poder dar impulso a las actividades de investigación. El
desafío es generar y producir conocimientos que consoliden la capacidad de gestión
democrática del gobierno de la seguridad. Para lograrlo hay que afrontarlo de forma
50
reflexiva. En este marco, se formularon las siguientes preguntas: ¿qué tipo de
conocimiento puede servir como insumo para la conducción política y operativa de las
fuerzas de seguridad y para la gestión de políticas públicas de seguridad ciudadana?
¿Cuáles son los principales desafíos que conlleva la tarea de impulsar el desarrollo de la
actividad de investigación en el Instituto?
El Art. 28 Inc. b) de la Ley N° 24.521 refiere a la función investigación. La
"Recomendación relativa a la condición del personal docente de la enseñanza superior"
(RRCPDES/97) de la UNESCO, fechada el 11 de noviembre de 1997, brinda la
siguiente definición:
"b) por 'investigación', en el contexto de la enseñanza superior, se entiende una investigación original en los ámbitos de la ciencia, la tecnología y la ingeniería, la medicina, la cultura, las ciencias sociales y humanas o la educación que requiera una indagación cuidadosa, crítica y disciplinada, variando sus técnicas y métodos según el carácter y las condiciones de los problemas identificados y orientada hacia el esclarecimiento y/o la solución de los problemas y que, cuando se lleva a cabo en un marco institucional, cuenta con el respaldo de una infraestructura apropiada;" (RRCPDES, 1997)
Emilio Ortiz Torres y María de los Ángeles Mariño Sánchez, de la Universidad de
Holguín (República de Cuba), infieren que la profesionalización del docente
universitario confluye en su doble faz de docente e investigador.
"El profesor universitario no solo debe investigar sobre el contenido de la ciencia que enseña sino también sobre el proceso de enseñanza-aprendizaje en aras de provocar una reflexión autocrítica dirigida a su perfeccionamiento" (Ortiz Torres y Mariño Sánchez, 2005, p 1).
Si bien la interrelación entre investigación y docencia las beneficia y es de potenciación
mutua, no hay acuerdo sobre la fortaleza de tal vínculo. Un trabajo de la Universidad de
Salamanca sostiene que la relación es fuerte (Grupo Helmántica, 1999). Otros, que
ambas funciones están divorciadas (Veira, 1983; Feldman, 1987; Fernández Pérez,
1989; Aparicio, 1991) (García-Valcárcel Muñoz-Repiso, 2001, p. 3).
El Prof. Javier Pablo Hermo, en la cátedra de "Análisis Sociocultural en el Aula", cita el
punto de vista del Dr. Bernardo Alberto Houssay (1887-1971), Premio Nobel de
Medicina en 1947, quien aduce que la primera función de la Universidad es la
investigación, porque antes deben crearse incesantemente los conocimientos que luego
han de enseñarse. Agrega que:
"La investigación y la docencia, en la forma que exige el adelanto moderno, deben realizarse en institutos, o sea centros donde varios investigadores especializados en diversas ramas de una ciencia, trabajan con espíritu de colaboración, con dedicación exclusiva a la investigación o la docencia. Si falta cualquiera de estas condiciones, dicho centro no es un verdadero instituto. Los institutos son centros de adiestramiento y enseñanza, donde se aprende a
51
trabajar con disciplina, con espíritu cooperativo y no con el aislamiento grato a los mediocres, desarrollando la capacidad crítica y la discusión objetiva con amplia libertad espiritual y a la vez respeto a los semejantes y satisfacción por sus éxitos" (Houssay, 1940).
La articulación entre docencia universitaria e investigación. La Prof. María Canela
López (2013), al impartir la cátedra "Seminario Integrador I", sostuvo que la
investigación en el IUPFA, como actividad inherente y fundamental en el marco de la
Seguridad, debe ser pensada como proceso indisociable de la enseñanza. Agregó que
por ser un Instituto Universitario, el IUPFA debe especializarse en un área del
conocimiento, en cuyo caso la especificidad de la educación y la investigación deben
orientarse a la problemática de la Seguridad Pública y la Docencia Universitaria.
Docencia e Investigación son funciones que deben articularse a efectos de cumplir con
un ciclo donde la producción de conocimiento se dirige hacia la formación de grado y
de posgrado.
Por otra parte, la integración de la docencia y la investigación es promovida por el
Ministerio de Educación de la Nación a través de la Secretaría de Políticas
Universitarias. El sistema universitario nacional en general, y el Programa de Incentivos
a Docentes-Investigadores en particular, concentra la mayor parte de la capacidad de
generación de conocimientos. El programa de marras promueve la investigación
integrada a la docencia en las universidades nacionales, a fin de contribuir a la
excelencia en la formación de los egresados.
La cuestión de la independencia científica. Analizar las ventajas y desventajas de
hacer investigaciones, en el campo de la Ciencia Policial, dentro o fuera de los Institutos
Universitarios y de las Universidades con ofertas académicas sobre la Seguridad, lleva a
una cuestión antigua que no se limita a la Ciencia Policial: las posibilidades de la
investigación independiente. Los autores europeos lo plantean de este modo:
"Algunos investigadores insisten en la colección de puntos de vista fuera de la policía debido a la distancia necesaria para llevar a cabo investigaciones de manera independiente, mientras que otros señalan que la investigación de la policía es mucho más cercana a los hechos y puede influir en el trabajo policial inmediatamente". (Jaschke et al, 2007, p. 20)
Una encuesta de CEPOL sobre el estatus de la Ciencia Policial en Europa demuestra
que hay mucho interés en los problemas que ésta aborda en las academias policiales
nacionales. Examinó la infraestructura de la investigación de la policía en 26 países de
la Unión Europea, incluyendo a Noruega, y arribó a algunas conclusiones interesantes.
El estudio de Gerhard Hanak y Veronika Hofinger (2005) mostró que la investigación
policial se considera de gran interés en nueve países –por fuera de la policía-, en ocho
52
países -dentro de las Academias de Policía-, y en cinco países -dentro de la organización
policial-.
"Cuando la ciencia policial es vista como la ciencia que tiene que seguir sólo los intereses de los políticos a cargo de la policía, o de los policías (investigación aplicada), el desarrollo de un enfoque europeo en materia de ciencia policial apenas será posible, porque los políticos y los policías en su mayoría dependen de sus respectivos intereses políticos, nacionales y profesionales (económicos)". (Jaschke et al, 2007, p. 11)
La libertad de investigación científica, no expresada clara y determinadamente en
ninguna ley, está implícitamente contenida y protegida por la libertad de expresión.15
Son dos derechos humanos vinculados, aunque un tanto difíciles de diferenciar. El
primero supone algo más que difundir los resultados. Tiene que ver con −sin limitarse
a− poder elegir el tema a investigar, el área de conocimiento, los métodos y la línea de
investigación. Comprende el acceso, sin cortapisa, a las fuentes de información y al
conocimiento ya existente. Además, la libertad de investigación científica comparte con
la libertad de cátedra el ámbito espacial −la universidad− donde ambas suelen ejercerse.
Sin embargo, la investigación también se desarrolla en algunas industrias y centros
privados, más allá del ámbito universitario.
La policía tiene un interés legítimo en el propósito de la investigación; espera obtener
ayuda para resolver problemas prácticos. El interés del investigador, en el campo de la
Ciencia Policial, no siempre coincide con el de la Policía. El investigador debe ser
independiente y su tarea debe seguir −con las ataduras éticas y jurídicas del caso−
solamente las reglas científicas.
Si el investigador trabaja dentro de y para la policía, le será difícil tener un punto de
vista crítico y mantener la mayor objetividad posible. Si trabaja en una universidad
externa a la policía, restringe severamente su acceso a varias fuentes de información.
La solución. Los autores europeos exponen una solución práctica, cual es la de llevarla
adelante tanto dentro de la organización policial como fuera de ella: "…se ha dicho que
la Ciencia Policial debe desarrollarse desde ambas partes en cooperación, de los
investigadores dentro de la policía junto con académicos de universidades, para cubrir
los diferentes puntos de vista". (Jaschke y otros, 2007, p. 21)
El ámbito de la Ciencia Policial. De acuerdo con Jaschke y otros (2007), ésta comparte
con otras disciplinas un amplio campo de conocimiento creado de dos formas: 1) la
15 El Art. 14 de la Constitución Nacional protege el derecho "de publicar sus ideas por la prensa sin censura previa". El Art. 75 Inc. 22 de la CN le da jerarquía constitucional a la "Declaración Universal de los Derechos Humanos" de 1948, cuyo Art. 19 consagra la libertad de opinión y expresión.
53
Ciencia Policial, como ciencia fáctica, en relación con otras disciplinas científicas
formales; es decir, un cuerpo de conocimiento cubierto por tres ejes: uno social, uno
organizacional y uno individual, en el que se encuentran varias disciplinas científicas
(sociología, psicología, pedagogía, economía, antropología y biología, entre otras), y 2)
la Ciencia Policial como resultado de la práctica policial.
Fentanes (1972) procuraba que el trabajo policial no se apoyara tanto en la práctica, sino
que tuviera sustento científico. Coincidía, pese a la separación espacio-temporal, con el
Prof. Lawrence W. Sherman (1998). Los conocimientos científicos sobre la policía, el
servicio de policía y el entrenamiento policial deben colectarse sistemáticamente, para
que las universidades y los institutos de seguridad y policiales hagan uso de ellos. Pero
hacer investigación sola no es suficiente. Se requieren esfuerzos proactivos para llevar
la evidencia obtenida por la investigación científica a la práctica policial, a través de
guías de trabajo.
¿Ciencia Policial o Estudios Policiales? Con respecto a muchos cambios en el
Servicio de Policía, en la educación y el entrenamiento policial y en la reorganización
internacional, la Ciencia Policial parece ser un asunto de interés y un desafío tanto para
el mundo académico como para la Policía. En las discusiones sobre el estado de las
"Ciencias Policiales", las dudas quedan en torno al nombre. De hecho, no existe una
disciplina académica establecida llamado "Ciencia Policial" en la Unión Europea.
Algunos prefieren "Estudios Policiales", que parecen ser demasiado generales y no
específicos, para mantenerse en línea con las investigaciones policiales y debates en
curso. Los europeos acordaron el término "Ciencia Policial", coincidiendo en que
necesitará más discusión en el futuro. Los debates a largo plazo se dedican a otra
pregunta fundamental: ¿es la Ciencia Policial una ciencia en sí misma o es una
disciplina científica? Por usar como guía los métodos de otras disciplinas como las
ciencias sociales, se deduce que puede ser una ciencia. Si se incluyen los intereses de la
investigación y los objetivos de varios campos, la Ciencia Policial es más que una
disciplina científica. Los autores europeos usan a menudo estas dos expresiones:
"ciencia" y "disciplina científica"; pero no explican con claridad qué diferencia hay
entre ambas.
El enfoque de Europa Oriental. Los fundamentos teóricos de las Ciencias Policiales
presentados por Porada, Erneker, Holcr y Holomek en Teoría y Práctica de la
Investigación Policial en Europa (2006) sugieren algunas distinciones útiles. Por
ejemplo, entre las Ciencias Policiales Especiales, las Ciencias Policiales Aplicadas y la
54
Ciencia usada por el Servicio de Policía. Describen con claridad los objetos de la
Ciencia Policial dentro de la Policía, el Servicio de Policía y el entrenamiento
profesional del personal. Sin embargo, su enfoque sistemático refleja, siguiendo a
Porada y otros, que las Ciencias Policiales forman parte de las "Ciencias de la
Seguridad" que apuntan a una amplia gama de disciplinas, tales como la teoría de la
diplomacia, las Ciencias Militares y la teoría de la seguridad económica. Sin embargo,
la Ciencia Policial no debe basarse en el contexto de la Ciencia Militar.
¿Qué temática podrían abordar los Institutos Universitarios? El edificio que
alberga la Dirección General de Instrucción y el Instituto Universitario de la Policía
Federal Argentina se identifican con el nombre de "Comisario General Dr. Enrique
Fentanes". La Resolución del Ministerio de Seguridad N° 167/2011 del 24 de abril de
2011, dispuso que la Escuela Superior de Policía también se denomine así, y que se
difunda la trayectoria y carrera del citado profesional. Tal antecedente sugiere un
derrotero imaginario para llegar al fin propuesto. A continuación, se describen diversos
temas y abordajes que coadyuvan a identificar ese rumbo.
En España, José Luis Calvo González y otros (2007) dividieron la obra los
Fundamentos de Investigación Criminal en seis partes. Una de ellas refiere a la Ciencia
Policial y contiene los siguientes subtemas: "Sistema de seguridad español y modelos
policiales comparados" por Lucio Toval Martín (p. 17), y "Fenomenología del delito:
delincuencia tradicional y nuevas formas de delincuencia" por Rafael Jerónimo Pardo
Mateos (p. 19). Este subtema (en inglés, Comparative Policing) es una rama de la
Ciencia Policial, que se dicta –con otros nombres- en el IUGNA y en el IUSP de la
Provincia de Mendoza.
Servicio de Policía Basado en Evidencias (EBP, Evidence-Based Policing). La lucha
para cambiar la práctica médica basada en la investigación de las evidencias tiene una
larga historia, con implicaciones valiosas para el Servicio de Policía. En 1840 el médico
húngaro Ignác Fülöp Semmelweis (1818-1865) probó que la mortalidad materna en el
momento del parto podía reducirse si los doctores se lavaran las manos antes de
atenderlos. Trató de aplicar su investigación a la práctica médica en Viena, pero fue
despedido por el jefe de obstetricia. Miles de mujeres murieron debido a que la
profesión médica rechazó, durante cuatro décadas, cumplir con sus guías basadas en
evidencias (Sherman, 1998, pp. 2-3).
Al comenzar el siglo XX August Vollmer (1876-1955), Jefe del Departamento de
Policía de Berkeley -asociado con la universidad homónima-, ayudó a generar este
55
concepto (las prácticas policiales deben basarse en la evidencia científica que exprese
claramente qué funciona mejor) en la época de la expansión del método científico en la
medicina, la administración y la agricultura, entre otros (Sherman, 1998, p. 2).
Al observar el modelo de la "medicina-basada-en-evidencias", Lawrence W. Sherman
notó que la mayor parte de la tarea policial -como la práctica médica- aún se basa en la
costumbre, las opiniones, las teorías y las impresiones subjetivas. Explica que muchas
veces se desconoce si lo que se hace funciona o no, simplemente porque las prácticas
policiales no han sido sometidas a prueba. Incluso, si la investigación revela que algo no
funciona, se sigue haciendo como resultado de la presión política, la inercia o la
ignorancia. El "Servicio de Policía basado en Evidencias" desafía esos aspectos y crea
realimentación sistemática para mejorar la calidad en la consecución de los objetivos de
la Policía (Sherman, 1998, pp. 2-4).
El "Experimento sobre la Violencia Doméstica de Milwaukee" ilustra cómo los
resultados de las investigaciones coadyuvan a reducir la reincidencia en este delito.
Examinó si el uso de procedimientos justos por parte de los oficiales de policía llamados
a la escena de una agresión doméstica inhibía una posterior reiteración. Cuando la
policía actuó de manera procesalmente razonable al arrestar a sospechosos de
agresiones, la tasa de violencia doméstica posterior fue significativamente menor que
cuando no lo hicieron. Es más, los sospechosos que fueron arrestados y percibieron que
eran tratados de manera procesalmente clara tuvieron tasas de asalto posteriores que
eran tan bajas como la de los sospechosos (advertidos y luego liberados, sin ser
arrestados) a quienes se les daba un resultado más favorable. La evidencia de
Milwaukee revela que la reincidencia aumenta o disminuye dependiendo del trato que
reciba el agresor, de su situación laboral (ocupado o desempleado), del lugar del arresto
(zona urbana de pobreza concentrada o zona de clase media o alta), y la presencia o
ausencia de la familia afectada en el momento de la detención. Este tipo de
investigación puede llevar a mejores guías de trabajo basadas en las evidencias
(Sherman, 1998, pp. 7-9).
Instituto de la Ciencia de la Fuerza (FSI, Force Science Institute). El Instituto de
Ciencias de la Fuerza ha sido impulsado en 2004 por el Dr. Bill Lewinski, un científico
del comportamiento especializado en temas relacionados con la aplicación de la ley.
Este Instituto es una organización de vanguardia que usa sofisticadas mediciones de
tiempo y movimiento para documentar críticas verdades ocultas sobre la dinámica física
y mental de los eventos que amenazan la vida, particularmente de los oficiales de
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policía implicados en tiroteos. Reúne a expertos de varias disciplinas académicas y de
investigación para el estudio de la conducta del oficial en los encuentros estresantes. Su
lema es: "Destruir mitos y descubrir hechos fríos".
La Ciencia de la Fuerza se focaliza en la investigación y aplicación de los principios y
procesos científicos imparciales para determinar la verdadera naturaleza de la conducta
humana en encuentros mortales y de alto estrés.
Autoridad. La policía, los docentes y las autoridades educativas ejercen autoridad,
cuestión que requiere la formación y capacitación del caso. La autoridad pre-política
que rige las relaciones entre docentes y alumnos ya no es firme. Puede colegirse que el
tema de la autoridad se relaciona estrechamente con el área del conocimiento propia del
IUPFA: la problemática de la Seguridad Pública y de la Docencia Universitaria, hacia
donde deben orientarse la especificidad de la educación y la investigación. Para el
teólogo, filósofo y pedagogo checo Comenio (Jan Amós Komenský, 1592-1670), la
autoridad y la centralidad unificadas en una figura no significaban que la relación de
autoridad fuera pura imposición. Más bien estimulaba el control grupal, no individual, y
una obediencia reflexiva. Sin embargo, en el aula existe cierta forma específica de
autoridad. Comenio recomendaba que "nada debe ser enseñado simplemente a partir de
la autoridad sino que todo debe exponerse mediante la demostración sensorial y
racional" (Dussel y Caruso, 2003, p. 62).
La Prof. Paula G. Braun (2012), durante la impartición de la cátedra "Corrientes
Pedagógicas Contemporáneas", propuso incursionar en el campo de la educación
considerando algunas de sus particularidades y problemáticas, como así también los
diversos ámbitos donde pueden desarrollarse estos procesos, reflexionando sobre su
abordaje epistemológico. La autoridad ejercida en el ámbito educativo mereció la
atención del caso, a través del libro de texto de Jesús Palacios (1997) quien arguye que
toda acción pedagógica (AP), para ejercerse, necesita de una autoridad pedagógica
(AuP). Está vinculado al concepto de los sociólogos franceses Pierre-Félix Bourdieu
(1930-2002) y Jean-Claude Passeron (Nac. en 1930) vertido en La Reproducción -
Elementos para una teoría del sistema educativo (1970), a saber: "(…) la AP implica
necesariamente como condición social para su ejercicio la autoridad pedagógica (AuP)
y la autonomía relativa de la instancia encargada de ejercerla" (Bourdieu y Passeron,
1970, pp. 51-52).
Inés Dussel y Marcelo Caruso (2003) proponen usar más responsablemente la palabra
autoridad. Refieren al término buceando en su etimología: "auctor" (del latín) es aquel
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que causa o hace crecer, fundador, autor, y "augère" (del francés antiguo), incrementar.
"En las dos acepciones existe la idea de una fuerza o poder externo que provoca algo,
que instituye, que determina un sentido de cambio" (Dussel y Caruso, 2003, pp. 199-
201).
Ambos se preguntan por el modo en que la pedagogía se convierte en una voz
autorizada para hablar de educación (un poder que se impone) y en una voz que autoriza
a otros (la acción de autorizar). Además consideran que, desde la perspectiva weberiana,
la autoridad pedagógica está basada en la autoridad legal-racional (legalidad de las
normas y derecho de quienes ocupan puestos de mando), la autoridad tradicional
(tradiciones y costumbres) y la autoridad carismática (el vínculo entre el líder y la
masa).
La pérdida de una forma específica de autoridad -que fuera válida para Occidente-
aqueja a y es afectada por el Servicio de Policía. Esa crisis se expandió hacia -y es
particularmente visible en- el área previa a lo político: el de la educación. La filósofa
política alemana –luego nacionalizada estadounidense- Hannah Arendt (1906-1975),
discípula de Heidegger, Husserl y Jaspers, lo sintetiza de este modo:
"Una crisis de autoridad, constante y cada vez más amplia y honda, ha acompañado el desarrollo de nuestro mundo moderno en el presente siglo. Tal crisis, visible desde el comienzo de la centuria, tiene una procedencia y una naturaleza políticas" (Arendt, 1954, p. 101)
Cultura. Fentanes (1972) afirma que la Ciencia de la Policía es una ciencia de la
cultura, porque cultura es todo lo creado por el hombre según fines valorados. La
Policía, resultado de la creación humana, es un objeto que existe en el mundo de la
cultura (p. 16). La idea de cultura se aplica solo a lo que es humano. Aunque: "La
noción de cultura, entendida en sentido amplio que remite a modos de vida y de
pensamiento, es ampliamente admitida en la actualidad, aun cuando no deja de carecer
de ambigüedades" (Cuche, 2003, p. 6).
Al describir y valorar el fenómeno de la cultura policial –que tiene varias facetas-, se
pueden examinar sus manifestaciones y efectos, y evaluar una serie de medidas para
atacarlas o socavarlas. El impacto de lo cultural, de las actitudes y las prácticas, es
particularmente importante en la Policía. La cultura policial ejerce una importante
influencia informal sobre el modo en que se comportan y operan los policías. "La
defensa de la autonomía cultural está muy relacionada con la preservación de la
identidad colectiva. 'Cultura' e 'identidad' son conceptos que remiten a una misma
realidad, vista desde dos ángulos diferentes" (Cuche, 2003, p. 8).
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Gran parte de la actividad policial es "invisible" y sujeta a la discrecionalidad individual
de sus miembros, lo que complica su gestión y supervisión. Para que esos problemas
sean abordados significativamente, se necesita sean tomados seriamente tanto dentro
como fuera de la policía.
La persistencia de la cultura policial ha sido considerada como un serio obstáculo para
la transformación de la policía, pero el concepto en sí no ha sido bien definido y es de
poco valor analítico. El cambio cultural es posible, cabalmente porque la policía no es
inmune a las presiones externas.
Ben Bowling y Janet Foster (2002) refieren a los diversos enfoques que ayudan a
explicar varios aspectos relativos a las faltas disciplinarias y a la desviación policial: 1)
las teorías individuales ven los problemas del servicio de policía como resultado de una
debilidad psicológica de los policías; 2) las teorías legal-burocráticas conceptualizan a
la organización policial como una máquina en la cual los oficiales simplemente ejecutan
la ley o las directivas políticas; 3) las teorías estructurales sitúan al trabajo policial en
su más amplio contexto político, económico e histórico; y 4) las teorías culturales que
ayudan a explicar el cómo y el porqué del comportamiento policial en ciertos contextos
(Bowling y Foster, 2002, pp. 1009, 1010 y 1014).
La investigación observacional destaca que estudiar la cultura policial sirve para
comprender cómo ve la policía su propio rol y cómo ejecuta sus deberes. Muchas
características de la cultura policial son universales y algunas están directamente
conectadas con la naturaleza del trabajo policial. Pero los estudios culturales rara vez
sitúan a la cultura policial dentro de un marco de trabajo estructural más amplio.
En la cátedra de "Seminario Integrador I", la Prof. María Canela López (2013) explicó,
en su clase sobre "El aula y las diversidades/desigualdades socioculturales", que la
diferencia cultural debe ser definida tomando en cuenta que:
"La cultura no es determinante. No se explica a sí misma. Es una explicación histórico-social. La cultura (...) describe en su forma concreta particular la actuación de los hombres determinada ésta por un lado institucional, por el aparato hegemónico de la formación social, y por otra parte, por la pertenencia de clase y la coyuntura histórica de la lucha social...". (López, 2013, Presentación 1, PPT 15)
Además, que la identidad cultural es una "identidad construida" frente a otras, en su
relación, según sus condiciones históricas y espacialmente delimitadas. La identidad
cultural, de esta manera posee, un doble carácter: es un resultado social, y a la vez
generadora de prácticas sociales y simbólicas.
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"Campo" y "habitus". Janet Chan (1997, pp. 92-3, citada en Bowling y Foster, 2002,
p. 1011), considerando los conceptos de 'campo' y 'habitus' de Bourdieu y el marco
desarrollado por Sackmann, sugiere una nueva forma de conceptualizar la cultura
policial, que reconozca sus aspectos interpretativos y creativos, así como el contexto
jurídico y político del trabajo policial. Arguye que la clave consiste en cambiar el
'campo' (los sitios sociales, económicos, legales y políticos en los cuales el Servicio de
Policía tiene lugar) y el 'habitus' (el conocimiento cultural). Su estudio de la Policía de
Nueva Gales del Sur (Mancomunidad de Australia), y sus intentos para atacar la
corrupción endémica y el racismo, destacan las posibilidades y las barreras del cambio.
Alejandra Martínez (2006) sostiene que los 'campos' sociales son definidos por
Bourdieu como espacios de juego con sus instituciones específicas y leyes de
funcionamiento propias, históricamente constituidos: "redes o configuraciones de
relaciones objetivas entre posiciones, que existen independientemente de la conciencia y
la voluntad individuales" (Bourdieu y Wacquant, 1995, p. 64, citados por A. Martínez,
2006, p. 1). Lo expresan de esta manera:
"Cada campo goza de una autonomía relativa que está en relación con la complejidad y el grado de desarrollo del mismo. Supone entonces considerar y definir intereses específicos que se constituyen en principios de estructuración de las prácticas de los diversos agentes comprometidos en la lucha y por lo mismo en principios de comprensión y explicación de las prácticas sociales. El grado de autonomía de cada campo está en relación con su peso específico en ese contexto de interdependencia. Por eso decimos que las leyes de funcionamiento propias del campo actúan mediatizando la influencia de los demás campos" (Bourdieu y Wacquant, 1995, p. 66, citados por Martínez, A., 2006, p. 1).
En el Diccionario Crítico de Ciencias Sociales, Enrique Martín Criado (2009) cita a
Bourdieu diciendo que "habitus" es "el conjunto de esquemas generativos a partir de los
cuales los sujetos perciben el mundo y actúan en él" (párr. 12). Sin embargo, la obra de
Bourdieu, por su franco-centrismo alejado de otras realidades culturales, no tuvo un
reconocimiento mundial fácil.
En la cátedra de "Análisis Sociocultural en el Aula" (2012), el Prof. Javier Pablo Hermo
ha aclarado que incluye las estructuras mentales cognitivas mediante las cuales las
personas manejan el mundo social.
"El habitus se define como un sistema de disposiciones durables y transferibles -estructuras estructuradas predispuestas a funcionar como estructuras estructurantes- que integran todas las experiencias pasadas y funciona en cada momento como matriz estructurante de las percepciones, las apreciaciones y las acciones de los agentes cara a una coyuntura o acontecimiento y que él contribuye a producir" (Bourdieu, 1972, p. 178).
60
Luego de considerar el conjunto de análisis y estudios realizados de las obras que
sustentan este trabajo final integrador, con el fin de explorar el futuro en esta materia, la
inclinación que se visualiza en el campo de la Ciencia Policial está asociada con lo que
se ha dado en llamar la "Nueva Ciencia Policial".
"Nueva Ciencia Policial". Recientemente Markus Dirk Dubber y Mariana Valverde
editaron el primer libro sobre La Nueva Ciencia Policial. El poder de policía en la
gobernanza doméstica e internacional (2007) en el que los estudiosos de varios países y
diversas disciplinas probaron el potencial crítico y analítico del concepto de Policía hoy,
compartiendo el sentido de que las fuerzas policiales y la doctrina legal del estado sobre
el "poder de la policía" tiene una conexión mayor de lo que normalmente se cree. La
Ciencia de la Policía está volviendo hoy con un nombre moderno: "Nueva Ciencia
Policial".
Un grupo internacional de investigadores de varios países (Canadá, Australia, Reino
Unido, Francia y Estados Unidos) trabajan en diversas disciplinas (historia, sociología,
criminología, política, ley y estudios policiales) con la meta común de poner a prueba la
crítica y el potencial analítico de un concepto largamente sumergido: la Policía.
La "Nueva Ciencia Policial" sostiene la opinión que la actual Ciencia Policial Europea
se ha reducido al estudio del crimen y la aplicación de la ley y se entregó a la
criminología. La "Nueva Ciencia Policial" quiere rescatar al concepto de Policía de su
limitada aplicación en la Criminología y en los Estudios Policiales. Busca recuperar el
concepto unificado como un objeto de estudio. Se ocupa de la Policía como un modo
general de gobierno, en lugar de una de sus manifestaciones institucionales específicas –
la Policía- o un componente personal específico de esa manifestación institucional- el/la
oficial de policía-.
61
2.4. FUNCIÓN EXTENSIÓN
Las funciones docencia (práctica y ejercicio de la persona que enseña) e investigación
(realización de actividades intelectuales y experimentales para profundizar el estudio de
una disciplina) se caracterizan por su especificidad, es decir, están adecuadas al fin al
que se destinan. En cambio la función extensión (el efecto de hacerse vasto) descrita en
este apartado, tiene un sentido lato, no presenta ni requiere esa adecuación.
Por ello, se comienza aludiendo al cambio producido a partir de la Reforma de 1918. Se
expresan dos construcciones teóricas para comprender el problema, el cual es el de la
delimitación de esta función social. Reflexiona sobre la calidad académica, que los
profesores y estudiantes de las Ciencias de la Educación pueden mejorar con su aporte o
sugerir ideas. Propone trabajos de extensión. Sugiere abordar el desafío de convertir a
una Institución en una "organización de aprendizaje" y del rol de la biblioteca en la
preservación del conocimiento. Y procura visualizar el futuro de la Ciencia Policial.
El Comisario General Dr. Enrique Fentanes fue profesor en la Escuela Superior de la
Policía Federal Argentina desde 1940 hasta 1977. Este establecimiento se transformó en
Academia y en 1992 devino en Instituto Universitario: el IUPFA. Por tanto, Fentanes
ejerce la docencia durante un periodo y en una estructura educativa no universitaria
donde la función extensión universitaria no tuvo lugar. A su vez Hans-Gerd Jaschke y
sus colegas europeos no aluden, en su obra, a esta función social.
El cambio. La Reforma de 1918 significó un cambio profundo en el sistema
universitario argentino, cuyos ideales y valores -según Chiroleu (2008)- están reflejados
en los siguientes principios: autonomía, cogobierno, extensión, libertad de cátedra e
ingreso irrestricto. También lo generó en el contexto universitario latinoamericano.
Surge así, a diferencia de las universidades europeas, la función extensión. Ésta se
dedica a llevar los conocimientos universitarios a la sociedad, así como a incorporar a la
sociedad a la dinámica universitaria. Comprende aquellas acciones que se realizan con
relación a otros actores que no sean los aprendientes (por ej.: agencias, instituciones,
empresas, mesas barriales de participación en seguridad, docentes, etc.). Los alumnos
realizan trabajos prácticos, encuestas, ensayos, informes, etc., a fin de aprender a partir
de esas situaciones de campo. La Universidad puede corresponder, con esos esfuerzos, a
la comunidad que la sostiene.
El filósofo y ensayista español José Ortega y Gasset (1883-1955) menciona brevemente
esta función social en Misión de la Universidad:
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"El problema de universalizar la Universidad supone, en consecuencia, la previa determinación de lo que sea ese saber y esa enseñanza universitarios. Segunda, la tarea de hacer porosa la Universidad al obrero es en mínima parte cuestión de la Universidad y es casi totalmente cuestión del Estado. Sólo una gran reforma de éste hará efectiva aquélla. Fracaso de todos los intentos hasta ahora hechos, como 'extensión universitaria', etc.". (Ortega y Gasset, 1930, p. 3)
Reforma e innovación. El titular de la cátedra "Políticas de Educación Superior", Prof.
José Luis Zárate, destacó en sus clases el punto de vista del sociólogo especializado en
educación superior, docente e investigador Carlos Pedro Krotsch (1942-2009) quien
distinguía dos tipos de procesos de cambio: el de reforma, entendida como la "acción
voluntaria, como estrategia tendiente a modificar situaciones existentes aunque no
transformen el orden vigente" (Krotsch, 2001, p. 14), y el de innovación, discernido
como aquella "capacidad que tienen los sistemas de cambiar de manera autónoma"
(Krotsch, 2001, p. 14). Si reformar denota modificar algo, por lo general con la
intención de mejorarlo, innovar significa mudar o alterar algo, introduciendo novedades.
Políticas públicas y cambio. El experto en educación checo Ladislav Čerych (1925-
2012), citado por Krotsch (2001, p. 29), aborda los problemas del alcance de la reforma
y del cambio en la educación superior y esboza un marco analítico de tres dimensiones:
profundidad del cambio (en qué grado una política se aleja de los valores, reglas y
expectativas existentes en el sistema; si es congruente lo propuesto con lo existente; y si
es radical o moderado), amplitud del cambio (número de áreas en las que una política
quiere o puede introducir modificaciones profundas) y nivel del cambio (del "blanco" al
que está dirigida la reforma: el sistema como un todo, un sector del sistema, una
institución en particular, o una unidad institucional).
El concepto. Debería usarse entonces como constructo, para comprender un problema
determinado, los contenidos planteados en la Ley Nº 24.521 de Educación Superior.
Aunque su Art. 28, Inc. e), refiere muy brevemente a la extensión universitaria como
aquella que extiende su acción y sus servicios a la comunidad, para contribuir a su
desarrollo y transformación mediante el estudio de los problemas nacionales y
regionales, brindándole asistencia científica y técnica.
Dada la ausencia de conceptos, puede entenderse que la extensión universitaria incluye
la prestación y promoción de servicios de formación y capacitación técnica y
profesional en favor de quienes no son alumnos regulares del Instituto Universitario, en
pos de la mejora de la calidad de vida de la comunidad. La acción y los servicios
podrían incluir: la cooperación y asistencia técnica, a través de asesorías o consultorías;
servicios jurídicos, sociales y de otros tipos; pasantías estudiantiles; exposiciones
63
científicas y tecnológicas; conferencias, foros, seminarios y talleres; más la publicación,
edición y distribución de boletines y revistas científicas.
La "Recomendación relativa a la condición del personal docente de la enseñanza
superior" (RRCPDES/97) de la UNESCO, fechada el 11 de noviembre de 1997, brinda
la siguiente definición relacionada con la función extensión:
"d) por 'trabajo de extensión a la comunidad' se entiende un servicio mediante el cual los recursos de una institución educativa se extienden más allá de sus confines con objeto de atender a una comunidad muy diversificada dentro del Estado o la región que se considere zona propia de la institución, en la medida en que sus actividades no contradigan el cometido de la institución. En la enseñanza puede comprender un gran número de actividades como la enseñanza extrauniversitaria y la educación permanente y a distancia impartida en clases nocturnas, cursos de corta duración, seminarios e institutos. En la investigación puede consistir en aportar conocimientos especializados a los sectores público, privado y sin fines de lucro, diversos tipos de consultas, la participación en investigaciones aplicadas y la utilización de los resultados de la investigación;…" (RRCPDES, 1997)
En "La construcción de una extensión universitaria desde perspectivas libertarias en el
Uruguay del siglo XXI", Gabriel Picos dice:
"Entendemos desde allí a la Extensión Universitaria, como las diferentes prácticas de acción política que se producen en conexión con la Universidad u organizaciones surgidas en relación con la misma, cuyo objetivo expreso es la transformación de las actuales relaciones de poder producidas desde las lógicas del Capital, y cuyas alternativas se construyen desde espacios de formación transdisciplinarios, hacia prácticas ético-políticas de libertad y autonomía. Desde la docencia universitaria, pensamos a la Extensión como estrategia político-institucional desde donde construir una Universidad que establezca sus espacios de formación a partir de su diseminación en redes sociales de lucha y resistencia por alternativas de vida dignas, justas y solidarias para todos como sujetos. Esta definición debe incluir necesariamente, nuevas formas de relacionamiento con la naturaleza que sostiene nuestras vidas y la de las generaciones futuras" (Picos, 2007).
La "Conferencia Mundial sobre la Educación Superior - 2009: La nueva dinámica de la
educación superior y la investigación para el cambio social y el desarrollo", llevada a
cabo en la sede de la UNESCO en París, el 5-8 de julio de 2009, enfatiza la
responsabilidad social de la Educación Superior -a través de sus funciones de docencia,
investigación y extensión- expresando que:
"3. Los centros de educación superior, en el desempeño de sus funciones primordiales (investigación, enseñanza y servicio a la comunidad) en un contexto de autonomía institucional y libertad académica, deberían centrarse aún más en los aspectos interdisciplinarios y promover el pensamiento crítico y la ciudadanía activa, contribuyendo así al desarrollo sostenible, la paz y el bienestar, así como a hacer realidad los derechos humanos, entre ellos la igualdad entre los sexos". (UNESCO, 2009)
64
Por ejemplo, en las academias policiales, la "coerción" se enseña bien, se valora y
aparece donde otras habilidades no están equilibradas y aculturadas. Shults (2012)
explica que la "colaboración" es una habilidad esencial de la participación comunitaria
que, sin embargo, pocas veces se enseña con eficacia. En una mesa zonal o barrial de
participación comunitaria en seguridad, por ejemplo, los estudiantes podrían aprender a
"colaborar", beneficiando a su vez a los miembros de la comunidad que participan en
dicha mesa.
Calidad académica. En el marco del Taller "Perfil de Calidad de la Institución
Universitaria", la Prof. Mariana Lorena Fernández reflexionó sobre la calidad
académica. Es un tema transversal a todas las funciones sociales de la Universidad. Se
incluye en este capítulo, tomando en cuenta la ponencia de la Prof. Alicia Rosalía
Widgorovitz de Camilloni, que fuera expuesta en la Universidad Nacional de Cuyo.
Según Marguerite Clarke, quien obtuvo un Doctorado en Medición Educativa y
Evaluación de Programas en el Boston College:
"Las conceptualizaciones de calidad que sostienen los esfuerzos por establecer rankings entre las universidades se encuentran organizadas en tres categorías: los logros de los estudiantes, las actividades de los profesores y los recursos académicos de las instituciones" (Clarke, 2002, p. 444).
Pero la Prof. Alicia R. W. de Camilloni advierte que son indicadores fácilmente
medibles, porque se reducen a lo cuantitativo. Además, se pregunta si es apropiado
hablar de "calidad académica e integración social" o bien de "integración académica y
calidad social". Concluye así:
"(…) la calidad académica se manifiesta en el modo y en los fines con los que las universidades encaran cada una de sus misiones y, también, en la manera en la que se resuelve su entrelazamiento, apuntando a su propia integración interna, como definición de identidad y como proyecto para el presente y anticipatorio del futuro, al servicio de la construcción de una sociedad heterogénea pero integrada, en la que no hay desigualdades sociales estructurales, en suma, una «buena sociedad»" (Camilloni, 2010, p. 10).
La categorización de la calidad académica es una parte controversial (no todos están de
acuerdo en que se pueda cuantificar) y duradera (por falta de otros métodos para
comparar instituciones) del paisaje educacional. Aunque las categorías son un método
popular para la comparación de la calidad relativa de las instituciones de educación
superior, hay mucha confusión y debate sobre los indicadores a utilizar y cómo
presentar la información en un formato jerarquizado o clasificado.
Las definiciones sobre la calidad académica ponen de manifiesto dos características: 1)
La elección de los indicadores variará según los sistema de valores de quienes elaboran
el ranking. 2) Las escuelas o los programas deben ser ordenados en base a su
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desempeño relativo, conforme a esos indicadores. Pero cuando se involucra más de un
indicador, se puede producir una sola lista ordenada de escuelas, o clasificar a las
escuelas por separado en cada indicador.
Trabajos de extensión a la comunidad. Bajo la denominación "extensión" se
desarrollan actividades que, en otras universidades argentinas, suelen denominarse de
"transferencia de tecnología", de "investigación y desarrollo (I + D)" y de "formación
continua, especialización y posgrados".
El trabajo de extensión a la comunidad ha de darse con la infraestructura y los recursos
de que dispone el IUPFA, más su estilo institucional. La UNESCO (RRCPDES/97, III.
Principios rectores) fija como principio rector que:
"5. Los progresos de la enseñanza superior, la formación académica y la investigación dependen en gran medida de las infraestructuras y los recursos, tanto humanos como materiales, y de las calificaciones y el saber del profesorado de enseñanza superior, así como de sus cualidades humanas, pedagógicas y profesionales, respaldadas por la libertad académica, la responsabilidad profesional, la colegialidad y la autonomía institucional" (RRCPDES, 1997).
Función de la Secretaría de Extensión Universitaria y Asuntos Estudiantiles del
IUPFA. El portal del Instituto Universitario16 expresa que la misión del Área de
Extensión Universitaria es: "Intervenir, formular, promover, coordinar, asistir y
supervisar lo relativo a las actividades de extensión y cooperación intra e
interinstitucional, tanto nacional como internacional" (párr. 3).
Sus funciones incluyen planificar, gestionar y administrar las Actividades de
Actualización Profesional y Difusión, que son: "…espacios académicos no conducentes
a título, destinados a la capacitación, actualización y/o perfeccionamiento de
profesionales, docentes y/o investigadores, y miembros de la comunidad en general,
dentro del campo disciplinar de la seguridad" (párr. 5).
Las modalidades de las actividades son: curso, seminario, taller, congreso, jornada,
mesa redonda, disertación y deportes.
Lidia M. E. Fernández sostiene que:
"Cuando hablamos de estilo institucional aludimos a ciertos aspectos o cualidades de la acción institucional que, por su reiteración, caracterizan al establecimiento como responsable de una cierta manera de producir, provocar juicios e imágenes, enfrentar y resolver dificultades, relacionarse con el mundo material, interpersonal y simbólico, mantener ciertas concepciones, etc. El concepto de estilo procura servir para dar cuenta de los aspectos dinámicos del funcionamiento institucional". (Fernández, 1996, p. 41)
16 IUPFA. Recuperado de: http://www.iupfa.edu.ar/extensionUniversitaria.html. Consulta: 16/12/2015.
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La organización inteligente y la Universidad. Los titulares de las cátedras "Seminario
Integrador III" –Prof. Alejandra Ojeda- y "Sociología de la Educación Universitaria" –
Prof. Julio Moyano-, en su opúsculo "La universidad como organización inteligente:
una aproximación teórica para la autoevaluación" refieren a la organización de
aprendizaje.
"En este último sentido, es la obra de Peter Senge (1990) la que en los años '90 inscribe el concepto de learning organization, traducido al español como organización en aprendizaje, organización abierta al aprendizaje, organización que aprende, o el más extendido por su uso en la industria editorial en español: organización inteligente. El concepto de Senge, fundacional en varios aspectos, hace referencia al programa de una organización capaz de aprender de su propia praxis y transformarse a sí misma en forma permanente. Como sucede con otras producciones teóricas e instrumentales orientadas a una mejor comprensión del universo organizacional en tiempos de crisis, las tesis de Senge también abrevan en tradiciones diversas". (Ojeda, A., y Moyano, J.)
El Sargento Joe Binns, del Departamento de Policía Garner (Carolina del Norte) extrae
la siguiente definición de organización de aprendizaje: "una organización que está
expandiendo continuamente su capacidad para crear su futuro" (Senge, 1994, p. 14) del
artículo titulado "¿Se supone que somos realmente serios sobre departamentos de
policía convirtiéndose en 'organizaciones de aprendizaje'?" que a su vez fuera publicado
por el National Institute of Justice Journal (NIJ, 1997, p. 3).
Infiere que, si no se aprende del pasado, se pueden revivir errores y se malogran las
oportunidades para tener un impacto positivo; se pierde tiempo, dinero y recursos.
Enfatiza que este aprendizaje debería tener lugar no solo en la cúpula de la
organización, sino entre los primeros respondedores en el lugar del incidente: los
oficiales de patrulla. Éstos deben entender los desafíos que han enfrentado los demás y
cómo impactaron sus decisiones en la situación.
Convertirse en una organización de aprendizaje no es un evento de la noche a la
mañana. Es un proceso continuo. Los beneficios a largo plazo serán de gran valor para
la Policía conforme continúen sus esfuerzos para resolver los incidentes críticos y los
problemas en la comunidad. Las consecuencias por no aprender, sin embargo, podrían
conducir a costosos errores y a la innecesaria duplicación de esfuerzos.
Así como la Universidad se ocupa de la formalización y preservación del conocimiento,
la Policía debe hacerlo con la memoria institucional como un aspecto importante del
aprendizaje organizacional. Esta memoria organizacional reside en las personas y en la
información que mantiene el sistema. Es parte del proceso de aprendizaje
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organizacional y se mantiene como conocimiento táctico. Un elemento básico, para ese
fin, es la biblioteca.
La biblioteca del IUPFA. refleja su propio estilo institucional y parte de los recursos
de que dispone. El sitio web del IUPFA ofrece la opción "Biblioteca", con las siguientes
subdivisiones: Servicios, Publicaciones, Colección (que dispone de 25.000 registros),
Reglamento e Información. Sin embargo, no ofrece una posibilidad para diseminar los
documentos académicos de los docentes-investigadores.
La Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios y Bibliotecas (IFLA,
1927) es un organismo internacional que representa los intereses de los usuarios, de los
servicios bibliotecarios y de los profesionales de las bibliotecas y la documentación.
Según la Clasificación IFLA, esta biblioteca (especializada en derecho, criminología,
criminalística y ciencias policiales, a nivel universitario) encuadra en parte en la
División I Bibliotecas generales de investigación; en particular, en la División II
Bibliotecas especializadas (2. Bibliotecas de Ciencias Sociales).
Se trata de una biblioteca híbrida con colecciones y servicios tradicionales, en la que
existen algunas funciones automatizadas, que emplea tecnologías de información y
dispone de una parte de su colección en forma digital. No puede referirse a ella como
una biblioteca digital, virtual o electrónica (son tres entidades por definir). Por ejemplo,
la obra de Enrique Fentanes (1972) Tratado de Ciencia de la Policía. Tomo I –
Introducción Dogmática General. Primera Parte, pese a ser una base fundamental de la
Ciencia Policial y característica de esta biblioteca especializada, no está digitalizada.
Qué hacer en el futuro. Las investigaciones que llevan adelante el Dr. Bill Lewinski
(Instituto de Ciencias de la Fuerza de la Universidad de Minnesota) y el Dr. Lawrence
W. Sherman (Servicio de Policía Basado en Evidencias) dan una idea del tipo de
actividad de extensión universitaria –y de investigaciones- que podrían llevar a cabo –y
en las que podrían colaborar- los profesionales de otras disciplinas.
Por ejemplo, los estudiantes de criminología, politología, sociología, psicología,
andragogía, filosofía, antropología y los académicos de diferentes campos de la ciencia
pueden producir informes científicos sobre estudios y proyectos relativos a los temas
prácticos y teóricos de la Policía, del Servicio de Policía, y de la formación y
capacitación policial. Pueden hacer investigación observacional en el espacio público,
que suele ser aceptada sin tener que obtener el consentimiento de los presentes.
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Los estudiantes de Bellas Artes y de Medicina, junto con los policías, podrían practicar
y desarrollar la observación deductiva, realimentándose mutuamente. Amy Herman,
historiadora del arte y abogada, tiene experiencia con los oficiales del Departamento de
Policía de la Ciudad de Nueva York. Como parte de un curso de tres horas, enseña "El
Arte de la Percepción". Conduce a los oficiales a los museos de arte de la ciudad, donde
ella los hace estudiar y reportar sobre lo que ven en una variedad de pinturas clásicas.
La idea es poner a punto su atención a los detalles visuales y su capacidad para
comunicarlos objetivamente a los demás. Como lo explica Neal Hirschfled (2009), se
trata de habilidades que podrían resultar críticas en la resolución o prevención de un
crimen. Sin embargo, los policías de Nueva York no son los únicos que se benefician de
las enseñanzas de Herman; se han sumado agentes del Servicio Secreto y miembros del
Departamento de Seguridad Nacional, la Administración de Seguridad en el Transporte,
el Grupo de Estudios Estratégicos del Colegio de Guerra Naval, la Guardia Nacional y,
durante una visita a Londres, la Policía Metropolitana ("Scotland Yard"). Quizá el
ejemplo más vívido del poder del arte para combatir el delito implicó a un agente del
FBI que trabajó encubierto durante 18 meses y, durante ese periodo, asistió a una de las
clases de Herman cuyos ejercicios lo ayudaron a aguzar sus observaciones de los
diseños de oficina, armarios, escritorios y archivadores que contenían pruebas de cargo.
La información que proporcionó llevó a detalladas órdenes de registro y, finalmente, dio
lugar a 34 condenas e incautaciones y a la venta de 26 empresas por un valor de $ 60 a $
100 millones (p. 4).
¿Ciencia de la Policía o Ciencia del Servicio de Policía? El Servicio de Policía de hoy
en día abarca más de lo que hace la Policía. En la sociedad moderna varias tareas de
control del delito y del desorden relacionadas con el Servicio de Policía son realizadas
por la comunidad, por organizaciones privadas y por redes interinstitucionales. Esa
realidad lleva a preguntarse: 1) ¿cómo abordar la Ciencia Policial (Police Science)?, 2)
¿Debe haber una Ciencia del Servicio de Policía (Science of Policing)? Se infiere que
hay muchos argumentos a favor de una futura expansión de la Ciencia Policial hacia una
Ciencia del Servicio de Policía.
El balance entre el mundo académico y la práctica policial. La Prof. Shirley Pearce
explicó, en una entrevista concedida a Nicholas Brunetti (2013), que el Colegio del
Servicio de Policía (del Reino Unido) no debe centrarse demasiado en el mundo
académico, y que debe lograr un equilibrio para asegurar que las propias ideas de los
oficiales ayuden a modelar el futuro. No cree que todos los policías deban obtener
69
títulos de grado, pero que deben ser conscientes de mantenerse actualizados mediante el
"Desarrollo Profesional Continuo".
No obstante, el Colegio debe indicar claramente qué habilidades profesionales,
competencias y antecedentes se requieren para cada rol. Por eso está tratando de
establecer centros regionales entre las fuerzas y las universidades a fin de focalizarse en
el Servicio de Policía Basado en Evidencias. La Prof. Pearce dijo que el Colegio debe
fomentar una relación íntima y una interacción entre lo práctico y lo académico, y lograr
que las ideas que provienen de los oficiales de la primera línea entren en los debates, en
un entorno en el que puedan someterse a pruebas y ser observadas. Presiente que ese
personal por lo general tiene grandes ideas, pero que no son escuchadas como se
debería. Estima que pueden hacer su propia contribución al Servicio de Policía Basado
en Evidencias.
70
3. DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
Se interpretan y comparan los resultados con los datos que se conocían antes de realizar
este trabajo, y se elaboran las conclusiones pertinentes. Éstas se desprenden del análisis
realizado sobre la situación problemática seleccionada, estableciendo si se logró dar
respuesta al problema planteado y dejando nuevos interrogantes para próximos estudios
del tema. Se hacen referencias a la forma en que se ha realizado el trabajo y a las
limitaciones e inconvenientes surgidos durante su concreción. Por último, de la forma
más clara y objetiva posible, se formulan recomendaciones y/o propuestas.
Situación problemática seleccionada. El objeto del posgrado de "Especialización en
Docencia Universitaria" es el evento educativo superior e implica la formación de un
Profesional de la Educación Superior. Con ese propósito tomado en cuenta, se
reflexionó sobre la importancia pedagógica de las obras de Fentanes, Jaschke y otros.
El aporte de Fentanes a la educación superior radica en que enfatizó la idea de que el
estudio de la Policía adquiriese jerarquía científica. Se esforzó para erradicar una
concepción subalterna de la Institución.
¿Se dio respuesta al problema planteado? Se estima que los Institutos Universitarios
(IUPFA, IUGNA, IUSM) son los adecuados –no los únicos- para expandir un incipiente
campo de investigación sobre la Ciencia Policial. La falta de desarrollo de la
investigación científica en el área de la Seguridad sigue siendo un problema real. Es
necesario producir saberes en ese ámbito. El trabajo policial debe estar basado en
evidencias (científicas) sobre qué funciona mejor, qué no funciona y qué es prometedor
o susceptible de mejorar. Hacer investigación sola no es suficiente. Se requieren
esfuerzos proactivos para llevar la evidencia obtenida por la investigación científica a la
práctica policial, a través de guías de trabajo.
Fentanes definió y estableció los límites de la Ciencia Policial. Los autores europeos, en
cambio, no decidieron ni fijaron tales límites. No obstante, este estudio no trató de
definir y establecer tales extremos, sino de estimular el debate acerca de la naturaleza de
este tipo de conocimiento, su definición, su objeto, y la metodología de estudio.
Interrogantes expuestos. Algunas preguntas y vacíos temáticos, que emergieron al
comenzar este Trabajo Final Integrador y que fueron listados al final de la parte titulada
"Material y Métodos", se estima han sido contestadas. Se exponen brevemente sus
respuestas:
71
− No existe un entendimiento europeo común sobre el concepto de Policía, de Servicio
de Policía, de filosofía policial y del rol de la Policía en la sociedad. Sin embargo, hay
elementos comunes que es necesario identificar con más precisión.
− Los académicos europeos acordaron una definición de trabajo sobre la Ciencia
Policial. Puede ser tomada como base para futuras investigaciones.
− Salvo la definición aportada por Enrique Fentanes en 1972, un entendimiento
latinoamericano común sobre la definición de Ciencia Policial no ha sido estimulado.
− Tiene poco sentido distinguir entre "teoría" y "práctica": en la gestión policial hay
problemas prácticos a resolver de una manera teórica y científica. La Ciencia Policial
puede crearse de dos formas: 1) en relación con otras disciplinas científicas formales, es
decir, un cuerpo de conocimiento cubierto por tres ejes: social, organizacional e
individual, en el que se encuentran varias disciplinas científicas (sociología, psicología,
pedagogía, economía, antropología, biología, etc.) y 2) como resultado de la práctica
policial.
− La implementación de los resultados de una ciencia policial dentro del entrenamiento
y los cursos para Oficiales Superiores de Policía puede concretarse mediante la
Secretaría de Investigación del IUPFA, en consonancia con el Departamento Doctrina
de la Policía.
− La interacción entre la capacitación policial y el mundo académico –estimulada
mediante las Prácticas Profesionalizantes- puede ser descripta como de mutua
realimentación.
− ¿Qué significa "profesionalismo" en el campo de la Gestión Policial (conocimiento,
habilidades, ética, métodos)? Profesionalismo, según el Diccionario de la lengua
Española (2014), es el "cultivo o utilización de ciertas disciplinas, artes o deportes,
como medio de lucro".
− ¿Qué campos principales de investigación comunes, desde el punto de vista
comparativo, se pueden identificar? Muchas áreas y temas son susceptibles de ser
estudiados en forma comparada. La investigación de este tipo, pese a ser reciente, es
cada vez más común. Se debe a cuatro dificultades intrínsecas para realizar la
investigación policial internacional comparada: los problemas de los datos, la
definición, la confiabilidad del experto y el método comparativo en sí mismo.
− Si la investigación de la Ciencia Policial está, de una manera u otra, muy cerca de los
policías (dentro de la Policía), se pierde la independencia de esa indagación. Es poco
72
posible tener un punto de vista crítico cuando se hace investigación desde dentro de la
policía, como miembro de la fuerza policial, y trabajando para fines policiales. El
investigador o instituto de investigación policial estaría muy influido por las
expectativas de la Policía. La investigación policial gana en independencia si se la ubica
en universidades o institutos de investigación externos a la Policía. Sin embargo, la
investigación policial, cuando se encuentra dentro de la fuerza policial o en las
universidades e instituciones de investigación pertenecientes a la Policía, puede ser
mejor en cuanto a la accesibilidad de las fuentes de información. La solución pasaría
por prevenir que la Ciencia Policial sea privativa de la Policía.
− Si se trabaja afanosamente para que sea Ciencia (Policial), con vistas a mantener la
libertad investigativa, ésta ha de desarrollarse en distintas Universidades e Institutos
Universitarios.
Nuevos interrogantes para próximos estudios del tema. Se estima que las siguientes
preguntas y vacíos temáticos –que ameritan más estudio- aún se mantienen en pie:
− ¿Cómo puede ser descrita la interacción entre la Ciencia Policial y la investigación
relacionada con la Policía?
− ¿Pueden ser identificados interrogantes clave comunes? ¿Son esas cuestiones -que no
pueden ser "resueltas" inmediatamente- esenciales para el Servicio de Policía y deben
ser discutidas en forma continua?
− Si hay una forma europea –y quizás otra latinoamericana- de montar pensamientos y
contribuciones desde el Servicio de Policía, el Derecho y las Ciencias Sociales, es algo
que necesita estudiarse con mayor profundidad.
− Si hay una manera para mejorar la integración de la Ciencia Policial con la práctica
policial, es una pregunta que aún está vigente.
− La Ciencia Policial, ¿es una Ciencia en sí misma? ¿O son solamente "Estudios
Policiales"? ¿Cuáles serán sus valores, metodologías y estándares en el futuro?
Forma en que se ha realizado el trabajo. Con vistas a concienciar al mundo
académico sobre la necesidad de producir (investigación) y diseminar (docencia) el
conocimiento científico asociado al área disciplinar de la Seguridad, con el telón de
fondo de las obras argentinas y europeas, este trabajo final integrador se explayó sobre
las tres funciones clásicas que definen la función social de la Universidad: docencia,
investigación y extensión.
73
Se tuvo en cuenta el carácter integrador de este documento académico -TFI- y se
recurrió a los libros de texto y a los comentarios vertidos en clases por los docentes de
ocho asignaturas de esta "Especialización en Docencia Universitaria".
Limitaciones e inconvenientes surgidos durante su concreción. Un primer problema
no fue la falta de información, sino su exceso. El buscador de Google arrojó cantidades
inmensas de resultados referidos a la Ciencia Policial. La cantidad y variedad tan grande
de fuentes conspira contra la gestión de la información.
Cerrar la brecha entre la teoría (la ciencia, la investigación académica) y la práctica
policial solo fue posible en algunos países y en algunos sectores de la Policía y/o del
Servicio de Policía.
No hubo una institución donde la gran cantidad de conocimientos científicos sobre la
Policía, el Servicio de Policía y la Educación Policial se colecten sistemáticamente. Sin
embargo, es digno de consideración el esfuerzo del Colegio Europeo de Policía en pos
de esa meta.
Buchbinder y Marquina (2008) arguyen que la oferta curricular en las carreras
tradicionales que, desde principios de siglo pasado, han concitado la atención de los
estudiantes universitarios argentinos, siguen siendo las de Derecho, Medicina o
Contador Público. El tema de la Ciencia Policial aún no seduce a los especialistas de las
Ciencias Sociales. Las trece Universidades y cuatro Institutos Universitarios que dictan
carreras de grado en Seguridad no le prestan la debida atención.
Recomendaciones. Un documento académico que pretende ser crítico de una cierta
realidad exige que, con rigor intelectual, se pongan en juego los puntos de vista a favor
y en contra. Se recomienda que esa contraposición dialéctica y ética no falten en la
investigación, desarrollo y posterior enseñanza de la Ciencia Policial.
Se sugiere la necesidad de seguir bregando por la libertad académica. Es uno de los
pocos derechos humanos restringidos a un área específica: la educación superior. La
Ley N° 24.521 de Educación Superior del año 1995 menciona la libertad académica en
su Artículo 33, pero no la define. Ante un conflicto en torno a este derecho humano -
mencionado pero no definido en la LES-, el Juez no se pronunciará sobre lo que no sabe
qué es. Además, quedan fuera de su ámbito de aplicación los Institutos de
Investigaciones, las fundaciones y las instituciones de educación superior que no
dependen de las universidades ni del Ministerio de Educación.
74
La LES fue promulgada en 1995, con anterioridad a la aprobación de la
"Recomendación relativa a la condición del personal docente de la enseñanza superior"
del 11 de noviembre de 1997 (RRCPDES/97, VI "Derechos y libertades del personal
docente de la enseñanza superior", N° 27) de la UNESCO, que subraya el derecho que
tiene el personal docente de la enseñanza superior al mantenimiento de la libertad
académica.
Propuestas. La educación operacional de las fuerzas de seguridad y policiales
argentinas incluye algunas disciplinas propias del entrenamiento o instrucción policial,
pero con limitadas posibilidades de actualización y perfeccionamiento constantes. La
educación académica, en cambio, carece de ese componente. Por ello, se propone
estimular la investigación científica en el campo de la Ciencia Policial e incluirla en los
planes de estudio de los Institutos Universitarios dedicados al área de la seguridad
pública.
La obra de Fentanes ha sido impresa y está prácticamente agotada. (Se enfatiza que los
autores europeos no citan, en sus estudios, a su colega argentino). A fin de preservar el
conocimiento y facilitar su diseminación, se propone digitalizar su obra y propagarla a
través del sitio web del IUPFA.
Se sugiere suscribir al Instituto de Ciencias de la Fuerza de la Universidad de
Minnesota, para recibir sus publicaciones y –a través de la Secretaría de Investigación
del IUPFA- traducirlas al español, con vistas a diseminarlas en nuestro ámbito y
producir el cambio cultural necesario en materia de uso de la fuerza.
Se induce a adoptar el paradigma del Servicio de Policía Basado en Evidencias. La
presión para medir mejor los resultados está en el espíritu de la época, y la policía ya no
puede escapar a ella. Pero, como lo sugiriera Lord John Maynard Keynes (1883-1946),
"la influencia de las ideas puede ser mucho más glacial que volcánica". Para ello, se
propone observar la oferta educativa y la producción que brinde el futuro Centro para el
Servicio de Policía Basado en Evidencias, cuya concreción depende de las gestiones de
la Universidad de Cambridge y el Gobierno de la República Oriental del Uruguay.
Se propone tomar en cuenta la Base de Datos Europea de Investigación y Ciencia
Policial (CEPOL-eDOC, The European Police Research & Science Database) como
una nueva fuente para la investigación policial y la ciencia policial en Europa.
Conclusión. La Ciencia Policial es impulsada en el siglo XVIII en Alemania, con
diferencias en su alcance, por J.H. von Justi y J. von Sonnenfels. Hacia fines del siglo
75
XVII, la fomentan J. S. Pütter y J.F. Barón de Bielfeld. En el siglo XIX resurge muy
brevemente con R. Von Mohl y deviene en una Ciencia de la Administración,
extinguiéndose con L. von Stein. En el siglo XX nace la idea de la Administración
Policial, asociada a la Policía en el sentido acotado del término e impelida por A.
Vollmer. Durante el siglo XX, la Ciencia Policial emerge nuevamente y pretende
sistematizarse, desprendiéndose tanto de la Criminología como de la Administración
Policial, una de sus disciplinas. En la segunda mitad del siglo XX, Fentanes procura
darle esa independencia y los europeos amplían su definición y alcance.
Enrique Fentanes define y establece los límites de la Ciencia Policial. Propone
normalizar ese fenómeno cultural universal que es la Policía. Al mismo tiempo, refuta a
quienes sostienen una concepción subalterna de la Institución. Además, lo hace con
claridad expositiva. Por el tiempo transcurrido, cabe afirmar que la obra de Fentanes
está vigente. Sin embargo, es necesario completar la definición y actualizar los
contenidos de la Ciencia Policial.
Hans-Gerd Jaschke y otros no definen ni establecen los límites de la Ciencia Policial.
Sostienen que es un concepto complejo, porque es una disciplina científica en duda: no
está claro si existe como tal, aunque es obvio que comparte un campo de conocimientos
más amplio en el que se cruzan varias disciplinas científicas.
En Europa y los Estados Unidos hay algunas cátedras de Ciencia Policial pero ésta,
como disciplina integrada e integradora, se encuentra aún en su etapa inicial. Requiere
además un proceso a largo plazo; se tendrá que recorrer un largo camino hasta que sea
aceptada.
No obstante, se sugiere -al dirigir la mirada hacia otros países- tener presente el
pensamiento orteguiano: "Búsquese en el extranjero información, pero no modelo"
(Ortega y Gasset, 1930, p. 3).
Es importante entender que la Ciencia Policial no es privativa ni el monopolio de la
Policía, ni de una universidad o instituto universitario en particular. Muchas partes
tienen un interés directo o indirecto en la Ciencia Policial y, por lo tanto, también en la
educación y el entrenamiento policial que impactan no sólo en cómo se realiza el
Servicio de Policía en una sociedad dada, sino también cómo es entendida, examinada,
respetada, remunerada y apoyada.
76
Catorce Universidades y cuatro Institutos Universitarios argentinos se dedican al campo
de la Seguridad (Pública, Ciudadana, Marítima, de Gestión de la Seguridad, etc.); pero
no incursionan en el campo de la Ciencia Policial.
Si bien los conocimientos no son universales ni inalterables en el tiempo, ni conviene
que estén disociados, ¿en qué otra disciplina científica puede darse un mayor poder de
observación y razonamiento, que en la Ciencia Policial? ¿Qué Universidad puede
igualar el trabajo de campo que ella puede desplegar? Va de suyo que es necesario
desarrollar una Ciencia específica, dedicada a la Policía y al Servicio de Policía.
El autor argentino sistematizó y ordenó cuerpos dispersos de conocimiento. Siguió el
orden lógico propuesto por Houssay: primero investigó y luego enseñó. El trabajo
académico de Fentanes en relación con la función social de la Universidad –docencia e
investigación en particular-, es un excelente punto de partida que, sin seguirlo a pies
juntillas, facilita la tarea en el campo de la Ciencia Policial. En ello radica su aporte.
Es por ello que se propone promover la investigación en el campo de la Ciencia Policial,
formar docentes como investigadores, producir conocimiento científico, y asegurar la
preservación del conocimiento en nuestro país.
77
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