la contribución de le corbusier

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La contribución de Le Corbusier Es importante le relación de Le Corbusier con la vanguardia, y principalmente con el cubismo, del que fue fiel. Muchos de sus cuadros semejan las plantas de sus obras. En el lenguaje de Le Corbusier, la planta asume un significado y un valor muy determinados: las características que sobresalen en algunas plantas pueden referirse a la pintura purista. La experiencia pictórica es una de las familias morfológicas de que se compone el estilo de Le Corbusier, la de las formas definidas como libres. La otra se refiere a los motivos funcionales, a los trazados moduladores, al modulor. La vanguardia de Le Corbusier surge de impregnada de una actitud positiva, con una confianza iluminista en que todo depende del planteamiento racional y correcto de los problemas, en que la arquitectura por si sola puede corregir las contradicciones de la sociedad. Para él es importante la comunicación. Su purismo aparece siempre ligado a motivos figurativos decodificables, nunca llega a pintura abstracta. Otro punto de referencia para la aportación de Le Corbusier al racionalismo es el de la vivienda mínima, aunque en el autor adquiere gran importancia un fenómeno de la producción industrial: el estándar. Este estándar responde a motivos de eficacia, de precisión, de orden, por lo tanto, de belleza. El estándar es una necesidad económica y social. Si bien el alojamiento mínimo propuesto por Le Corbusier proviene del mundo de máquina, esto trae como consecuencia implicaciones diversas respecto a los esquemas elaborados por alemanes u holandeses. Sin duda es más realista la célela de Klein, pero no podrá dar lugar a más que a cosas ligadas a las dimensiones tradicionales. Por lo contrario, la casa Citroen de Le Corbusier, se ha utilizado de innumerables formas distintas. Modificando y perfeccionando el prototipo inicial, el arquitecto lo utiliza como vivienda aislada, como célula del inmueble villa, como exposición internacional de artes decorativas. En 1926 formula sus famosos cinco puntos para la nueva arquitectura, que reflejan la exigencia presente en todo el desarrollo de la arquitectura contemporánea. Estos cinco puntos son: • los pilotes. • la cubierta jardín.

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La contribución de Le Corbusier

Es importante le relación de Le Corbusier con la vanguardia, y principalmente con el cubismo, del que fue fiel. Muchos de sus cuadros semejan las plantas de sus obras. En el lenguaje de Le Corbusier, la planta asume un significado y un valor muy determinados: las características que sobresalen en algunas plantas pueden referirse a la pintura purista. La experiencia pictórica es una de las familias morfológicas de que se compone el estilo de Le Corbusier, la de las formas definidas como libres. La otra se refiere a los motivos funcionales, a los trazados moduladores, al modulor.

La vanguardia de Le Corbusier surge de impregnada de una actitud positiva, con una confianza iluminista en que todo depende del planteamiento racional y correcto de los problemas, en que la arquitectura por si sola puede corregir las contradicciones de la sociedad. Para él es importante la comunicación. Su purismo aparece siempre ligado a motivos figurativos decodificables, nunca llega a pintura abstracta.

Otro punto de referencia para la aportación de Le Corbusier al racionalismo es el de la vivienda mínima, aunque en el autor adquiere gran importancia un fenómeno de la producción industrial: el estándar. Este estándar responde a motivos de eficacia, de precisión, de orden, por lo tanto, de belleza. El estándar es una necesidad económica y social.

Si bien el alojamiento mínimo propuesto por Le Corbusier proviene del mundo de máquina, esto trae como consecuencia implicaciones diversas respecto a los esquemas elaborados por alemanes u holandeses. Sin duda es más realista la célela de Klein, pero no podrá dar lugar a más que a cosas ligadas a las dimensiones tradicionales. Por lo contrario, la casa Citroen de Le Corbusier, se ha utilizado de innumerables formas distintas. Modificando y perfeccionando el prototipo inicial, el arquitecto lo utiliza como vivienda aislada, como célula del inmueble villa, como exposición internacional de artes decorativas.

En 1926 formula sus famosos cinco puntos para la nueva arquitectura, que reflejan la exigencia presente en todo el desarrollo de la arquitectura contemporánea. Estos cinco puntos son:

• los pilotes.

• la cubierta jardín.

• la planta libre, las ventanas horizontales.

• la fachada libre.

Todos ellos permitidos por el uso de la tecnología moderna, en particular del hormigón armado. Es gracias a estos recursos que es posible sostener una construcción por pilares muy delgados, realizar una cubierta plana capaz de soportar gran peso, disponer una planta libre de gruesos muros estructurales, abrir ventanas de la longitud deseada. Los más originales de los cinco puntos son la ventana horizontal y la fachada libre, ya que implican un nuevo esfuerzo figurativo. Así, su aportación al lenguaje racionalista no radica en el hecho de haber descubierto algunas propiedades formales permitidas por la tecnología moderna, que Gropius ya había realizado, sino haber

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codificado cinco puntos a los que corresponden una nueva configuración arquitectónica.

La dimensión de su urbanística ya no es la del barrio, como los alemanes y holandeses. La urbanística de Le Corbusier es la más significativa y adecuada a la civilización industrial. En la práctica, Le Corbusier apunta a la separación de los edificios respecto de la calle. Sugiere el distanciamiento de los edificios entre ellos, construyéndolos lo más altos posibles, y compensando este desarrollo en vertical con grandes zonas verdes. Las piezas del gran mosaico urbanístico que son los rascacielos, los edificios de pliegues sucesivos, las villas, las viviendas familiares, siguen siendo las propuestas de arquitectura a escala urbana más significativas surgidas en el ámbito del código racionalista y de todo el Movimiento moderno.

Otra de sus contribuciones al racionalismo es la divulgación teórica de la relación con el público. En la Carta de Atenas, redactada por él, expresa los resultados del congreso CIAM, de 1933, y que puede considerarse un código de la orientación arquitectónica y urbanística del racionalismo, insistía en las cuatro funciones de la urbanística: habitar, trabajar, desplazarse, educarse.

Influencia en la arquitectura moderna

Hoy en día la obra y el pensamiento de Le Corbusier siguen vigentes tanto en la práctica como en la enseñanza y en la teoría de la arquitectura. Como una de las figuras clave de la arquitectura moderna, la continuación del movimiento tiene en él y en sus obras un referente directo. Como uno de los precursores del brutalismo, sus trabajos posteriores han servido de base a corrientes arquitectónicas apoyadas en la tectónica (expresión de los materiales y sistemas constructivos) y en diferentes enfoques regionalistas.

Si bien para muchas figuras del pensamiento arquitectónico contemporáneo, la modernidad es un movimiento obsoleto, y por lo tanto las obras y premisas de su arquitectura no deben continuarse, hay un grupo importante de arquitectos (llamados neomodernos o simplemente modernos) que continúan haciendo arquitectura en el espíritu de Le Corbusier.

Introdujo la proporción áurea en muchas de sus obras, por ejemplo se puede apreciar en el módulo de la Capilla de Notre Dame du Haut.

Ha influido de manera muy importante en arquitectos de todas partes del mundo. En México fue su seguidor Mario Pani Darqui, en Brasil Oscar Niemeyer, en la Argentina, Antonio Bonet, Juan Kurchan, Jorge Ferrari Hardoy, Amancio Williams y el primer periodo creativo de Clorindo Testa. En Uruguay, los docentes y teóricos urbanistas Justino Serralta y Carlos Gómez Gavazzo. En España, Francisco Javier Sáenz de Oiza , en Colombia, Germán Samper Gnecco, Rogelio Salmona y Dicken Castro. En Estados Unidos, Shadrac Woods. En Chile, Roberto Matta. En Perú, Abel Hurtado y José Carlos Ortecho

Le Corbusier[1], padre del racionalismo, uno de los más influyentes arquitectos de la historia, presenta un gran legado, base de muchas construcciones actuales, con criterios ligados a su obra.

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Un postulado clave en su obra que repercutió en la arquitectura posteriormente fue la arquitectura señalada como una máquina de habitar, poniendo en énfasis no sólo la componente funcional de la vivienda, sino que esta funcionalidad debía estar destinada al vivir, comprendiéndose esto último desde un punto de vista metafísico. Le Corbusier creía que el objetivo de la arquitectura es generar belleza también reflejado en su frase:”la Arquitectura es el juego sabio, correcto y magnífico de los volúmenes bajo la luz”, complementándose para repercutir en la forma de vida de los ocupantes de los propios edificios.

Si se analiza el edificio manantiales nos encontramos con estas características plenamente latentes en sus criterios arquitectónicos, considerando que se trata de un edificio de oficinas, y que su programa se basa en plantas libres para vender el máximo espacio posible, punto fundamental si se considera que el barrio el Golf posee el suelo más caro de Chile[2], por lo que el máximo aprovechamiento del terreno en función de su rentabilidad resulta primordial; entonces asociamos inmediatamente la distribución espacial ligada al habitar del edificio.

harles Édouard Jeanneret-Gris, llamado Le Corbusier (6 de octubre de 1887 - 27 de agosto de 1965) fue un arquitecto, urbanista, teórico de la arquitectura, diseñador y pintor suizo, nacionalizado francés. Es considerado uno de los padres de la arquitectura moderna (junto con Frank Lloyd Wright, Walter Gropius y Ludwig Mies van der Rohe), y uno de los arquitectos que mayor influencia han tenido en el siglo XX y en general, en toda la historia de la arquitectura.

Biografía

Nació en La Chaux-de-Fonds, en la Suiza francófona con el nombre de Charles Edouard Jeanneret-Gris. A los 29 años se trasladó a París donde adoptó el seudónimo "Le Corbusier", el apellido de su abuelo materno. Su padre se dedicaba a lacar cajas de relojes para la industria relojera de su ciudad natal, y su madre fue pianista y profesora de música.

En 1900 Le Corbusier comenzó su aprendizaje como grabador y cincelador en la escuela de arte de La Chaux-de-Fonds, en Suiza. Uno de sus profesores, Charles L'Eplattenier, le orientó hacia la pintura y después hacia la arquitectura. En 1905 diseñó su primer edificio, una casa unifamiliar para un miembro de la Escuela de Arte, la Villa Vallet. En los próximos diez años hizo numerosos edificios, que no obstante todavía no llevan su sello característico posterior, y que él mismo no incluyó en el registro de sus obras.

Ya en París, trabajó durante 15 meses en el estudio de Auguste Perret, arquitecto pionero en la técnica de construcción en hormigón armado. A continuación viajó a Alemania para estudiar las tendencias arquitectónicas de ese país. Allí trabajó en la oficina de Peter Behrens, donde se estima que puede haber coincidido con Ludwig Mies van der Rohe y Walter Gropius, quienes también trabajaron ahí. Visitó también Estados Unidos, donde se familiarizó con la obra de Frank Lloyd Wright, que por aquel entonces comenzaba a ser apreciada en Europa. El año 1911 lo dedicó por completo a viajar. Desde Viena fue a Rumanía, Turquía, Grecia e Italia y a su regreso fue profesor durante dos años en el departamento de arquitectura y decoración de la Escuela de Arte de París.

En 1922 Le Corbusier abrió un despacho de arquitectura con su primo Pierre Jeanneret, con el cual mantuvo su asociación hasta 1940. Inicialmente los dos diseñaron casi

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exclusivamente edificios residenciales. Uno de sus grandes proyectos de estos años, en este caso como urbanista, es su diseño conceptual de una ciudad de tres millones de habitantes, la Ville Contemporaine.[1]

En octubre de 1929 Le Corbusier dictó en Buenos Aires un ciclo de diez conferencias, invitado por la Asociación Amigos del Arte. En este viaje también visitó Río de Janeiro, Asunción y Montevideo.

Le Corbusier fue un trabajador incansable. Realizó innumerables proyectos, muchos de los cuales nunca llegaron a realizarse, pero que marcaron a generaciones posteriores de arquitectos.

Difundió también sus ideas urbanas a través del CIAM (Congreso Internacional de Arquitectura Moderna) cuyo documento resultante es La Carta de Atenas. Sin embargo, fue únicamente en Chandigarh, India, donde pudo hacerlas realidad.

El 27 de Agosto de 1965, desobedeciendo las indicaciones de su médico, Le Corbusier fue a nadar a Roquebrune-Cap-Martin, en el Mediterráneo francés. Fue encontrado muerto por unos pescadores, presumiblemente de un ataque al corazón.

Contribuciones teóricas a la arquitectura

Le Corbusier fue, además de un gran arquitecto y pintor, un eminente teórico de la Arquitectura. Escribió varios libros, en los que ejemplificaba sus ideas mediante proyectos propios (a la manera clásica como lo hizo en su momento, por ejemplo, Palladio en “I Quattro Libri dell'Architettura”). Tuvo muy claro que, aparte de saber crear buenos edificios era necesario saber explicarlos y transmitirlos al resto de los profesionales y a los estudiantes, y ejerció con gran maestría la tarea de publicitar su propia obra. Como visionario, Le Corbusier veía la posibilidad de cambiar el mundo a través de la arquitectura. Era socialista, y como tal, veía todo proceso de diseño con fines utópicos. Lo que le permitió contribuir grandemente al significado de la arquitectura en general.

La machine à habiter

Le Corbusier es conocido por su definición de la vivienda como la máquina para vivir. Con ello, Le Corbusier ponía en énfasis no sólo la componente funcional de la vivienda, sino que esta funcionalidad debe estar destinada al vivir, comprendiéndose esto último desde un punto de vista metafísico. Le Corbusier creía que el objetivo de la Arquitectura es generar belleza (muy conocida también es su frase: la Arquitectura es el juego sabio, correcto y magnífico de los volúmenes bajo la luz), y que ésta debía repercutir en la forma de vida de los ocupantes de los propios edificios.

L´Esprit Nouveau

A fin de divulgar sus ideas sobre la arquitectura y la pintura, Le Corbusier fundó en 1920, junto con Paul Dermée, una revista de divulgación artistica que obtuvo gran resonancia internacional.

Cinco puntos de una nueva arquitectura

En 1926 Le Corbusier presenta un documento donde expone en forma sistemática sus ideas arquitectónicas: los llamados «cinco puntos de una nueva arquitectura» representan una importante innovación conceptual para la época, aprovechandoe las

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nuevas tecnologías constructivas, derivadas especialmente del uso del hormigón armado:

1. Los «pilotes»: para que la vivienda no se hunda en el suelo, y —por el contrario— quede suspendida sobre él, de forma tal que el jardín «pase» por debajo. 2. La terraza-jardín: que permite mantener condiciones de aislación térmica sobre las nuevas losas de hormigón, y convierten el espacio sobre la vivienda en un ámbito aprovechable para el esparcimiento. 3. La planta libre: aprovechando las virtudes del hormigón, que hacen innecesarios los muros portantes. De esta forma, se mejora el aprovechamiento funcional y de superficies útiles, liberando a la planta de condicionantes estructurales. 4. La ventana longitudinal: por el mismo motivo del punto anterior, tambien los muros exteriores se liberan, y las ventanas pueden abarcar todo el ancho de la construcción, mejorando la relación con el exterior. 5. La fachada libre: complementario del punto interior, los pilares se retrasan respecto de la fachada, liberando a ésta de su función estructural.

El Modulor

Ideó el Modulor, sistema de medidas en que cada magnitud se relaciona con la anterior por el Número Áureo, para que sirviese de medida de las partes de arquitectura. De esta forma retomaba el ideal antiguo de establecer una relación directa entre las proporciones de los edificios y las del hombre. Tomó como escala el francés medio de 1,75 m de estatura; y más adelante añadió el policía británico de 6 pies (1,8288 m), lo que dio el Modulor II. Los resultados de estas investigaciones fueron publicados en un libro con el mismo nombre del Modulor.

Le Corbusier fue uno de los miembros fundadores del Congreso Internacional de Arquitectura Moderna. En 1930 adoptó la nacionalidad francesa. Unos años después realizó su primer viaje a los Estados Unidos.

Le Corbusier se hizo famoso por el llamado estilo internacional, que aplicó junto con Ludwig Mies van der Rohe, Walter Gropius y Theo van Doesburg. Fue un arquitecto muy admirado en su época e influyó a varias generaciones de jóvenes arquitectos.

Sin embargo, su afán creador queda expresado en Le Poème de l'Angle Droit; especialmente en Fusión:

Asentado en demasiadas causas mediatas asentado junto a nuestras vidas y los otros están allí y por todas partes están los: "¡No!"

Y siempre más contra que por No condenar pues a aquél que quiere asumir su parte en los riesgos de la vida. Dejad que se fusionen los metales tolerad las alquimias que por lo demás os dejan libres de castigo Es por la puerta de las pupilas abiertas por donde las miradas cruzadas han podido conducir al acto fulminante de comunión: "El ensanchamiento de los grandes silencios"... La mar vuelve a descender a lo más bajo de la marea para poder subir de nuevo a tiempo. Un tiempo nuevo se ha abierto una etapa un plazo un relevo Así no nos quedaremos sentados junto a nuestras vidas.

Influencia en la Arquitectura

Hoy en día la obra y el pensamiento de Le Corbusier siguen vigentes, tanto en la práctica como en la enseñanza y en la teoría de la arquitectura. Como una de las figuras clave de la modernidad, la continuación del movimiento tiene en él y en sus obras un referente directo. Como uno de los precursores del brutalismo, sus trabajos

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posteriores han servido de base a corrientes arquitectónicas apoyadas en la tectónica (expresión de los materiales y sistemas constructivos) y en diferentes enfoques regionalistas.

Si bien para muchas figuras del pensamiento arquitectónico contemporáneo, la modernidad es un movimiento obsoleto, y por lo tanto las obras y premisas de su arquitectura no deben continuarse, hay un grupo importante de arquitectos (llamados neomodernos o simplemente modernos) que continúan haciendo arquitectura en el espíritu de Le Corbusier.

Introdujo la proporción áurea en muchas de sus obras, por ejemplo se puede apreciar en el módulo de la Capilla de Notre Dame du Haut.