la copa de la ceiba debajo de la cual se fundó la habana · 2018-05-03 · ! 2!...
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COPA DE LA MADERA DE LA CEIBA, DEBAJO DE LA CUAL SE OFICIO LA PRIMERA MISA EN LA HABANA, CUBA
Raquel Carreras Rivery. El 12 de abril de 1852, el señor D. Ángel Alcisnelles, quien ostentaba la orden de caballero1 ,2 , procedente de Ferrol según consta en el registro de Galicia , presente en la delegación de la Habana3 y con registro comercial, dona, al Museo Naval de Madrid, una copa (vaso) que se dice que fue hecha de la madera del árbol de la ceiba, debajo de la cual se ofició la primera misa en la Habana (Cuba) el día 19 de marzo de 1519 , inscripción que aparece grabada en las decoraciones metálicas que posee. (Reg. 02500) La Habana
Por tradición se dice que a la sombra de este árbol tropical se fundó en 1519 la ciudad de San Cristóbal de la Habana, se celebró la primera reunión del cabildo (ayuntamiento) y también la primera misa. Sin embargo, no existen archivos del Cabildo habanero anteriores a 1550. Emilio Roig de Leuchsering, escribió “…La fundación de La Habana está sumida en una profunda oscuridad…”
Lo que se conoce es que la ciudad de San Cristóbal de la Habana (El nombre de la villa surgió de la unión del nombre del santo patrón y del nombre de un cacique taino de aquella área), fue fundada por primera vez por Diego Velázquez el día 25 de julio de 1515, festividad de San Cristóbal, en la costa Sur de la Isla de Cuba, cerca de la boca del río Onicajinal, que desagua en la ensenada de Batabanó. A fines del año siguiente
1 Leg. 7 388, No.6 año 1881 2 Tomo 2, decretos A-‐Ch, Hidalguía, Madrid 1991 3 R367879-‐ Aspectos demográficos y sociales de Cuba en la primera mitad del siglo XIX, Universidad de Cádiz, 1988, 308p.
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se le trasladó a la costa Norte, junto al puerto que Sebastián de Ocampo hubo de denominar Carenas, cuando fondeó y carenó en él sus dos carabelas. Poco después se la dotó de un Ayuntamiento bajo el mando del teniente-‐a-‐guerra Pedro Barba. La verdadera ceiba.
Sobre la existencia de la ceiba (seiba) precolombina, existen varios comentarios como el que se conservó hasta el año 1753 en que murió y que en su derribo, los pedazos de ella fueron tomados por algunas personas como reliquias y el resto, vendido como leña por anónimos industriales para alimentar los hornos de los panaderos de entonces. Al morir esta ceiba, se erigió la Columna de Cajigal (en honor al gobernador español que mandó a construirla en 1754) y en su decoración existe el relieve del tronco de la primitiva ceiba, seca, con las ramas cortadas y sin follaje alguno. Años más tarde (entre 1755 y 1757) el Ayuntamiento acordó plantar tres ceibas alrededor del monumento y la que sobrevivió, en 1827 , cuando se llevaba a cabo la construcción del Templete, fue derribada, pues se estimó que sus fuertes y hondas raíces podían poner en peligro la solidez de la nueva construcción. Al finalizar el año, se sembró otra, que existió hasta 1960, cuando a pesar de aplicarles tratamientos para de salvarla, tuvo que ser sustituida por la actual. En el interior del Templete se encuentra un tríptico pintado por Jean Baptiste Vermeer-‐ cuyo lienzo central fue pintado tiempo después a la inauguración del monumento y representa la primera misa en el acto de bendición a la sombra de dicha ceiba . La copa de madera de ceiba
No se ha reportado en Cuba la existencia de tal objeto, ni de otro realizado con la madera de dicha ceiba, por lo cual entendimos original y meritorio hacer el reporte del mismo, como también es necesario aclarar, que no existe otra evidencia científica de que realmente pertenezca al árbol al que se refiere , lo cual hoy día, pudiera ser resuelto a partir de técnicas con bases genéticas, si apareciera otro pedazo de la madera de ese mismo árbol. Lo que sí se conoce es que la madera del objeto es de la especie Ceiba pentandra L. (Gaertn), del orden Malvales y de la familia Malvaceae (anteriormente perteneciente a la familia Bombacaceae), originaria de la región de Mesoamérica. Está considerado un árbol sagrado entre las diferentes culturas Prehispánicas del área, tales como mayas, pipiles, nahuas, taínos (Puerto Rico, La Española y Cuba), entre otros , que acostumbraban sembrarla en las plazas de sus ciudades. Gracias a la colaboración del personal del Museo Naval de Madrid que permitió el estudio del objeto, se constató que tanto desde el punto de la morfología y propiedades de la madera, así como las inscripciones que aparecen en dicho objeto, se
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corresponden con el reportado en los legajos y cartas que se encuentran en los registros de archivos del mencionado Museo, los que por primera vez se presentan al final de este trabajo. A continuación se muestra el lugar que ocupa la copa en la colección del museo, su madera y parte de la inscripción, así como un memorándum de su recepción.
Fotografias que fueron permitidas realizar a los documentos acreditativos al objeto en los archivos del Museo Naval de Madrid, en los que se refieren a la donación, entrega y recepeción por la entonces direccion del Museo de dicho objeto y que paso a formar parte de la colección de objetos raros del museo. Actualmente esta inventariado con el número 02500.
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