la demonomania en el esqueleto de un gigante

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LA DEMONOMANIA EN EL ESQUELETO DE UN GIGANTE DE ROBERT MARIE JOHLIO Y PEDRO PABLO VIÑUALES MBOL NANG École Nórmale Supérieure Université de Yaoundé 1 RESUMEN La dcinonomanía en El Esqueleto de un gigante de Robert Mane Johlio y Pedro Pa- blo Viñuales analiza la €oncep(-ión místico-religiosa de la Literatura apoyándose en la antro[)ología, la etnología y la sociocrítica. En la novela el satanismo funciona alegórica, metafórica y inelonímicamente como un traje o las malas prendas de vestir de las que los autores quieren despojar a la humanidad entera a través de un pueblo perdido en la sel- va ecuatorial africana. Después del estudio mimicioso de un espacio demoníaco pene- trado y regido por los espíritus, después del análisis pormenorizado de algunos temas como las sociedades secretas, la vainpirización, la muerte, el culto a los muertos, los es- píritus, la adivinación, el totemismo..., se llega a su simbolismo y significado. PALABRAS CLAVE: satanismo; novela s. XX; Robert Marie Johlio; Pedro Pablo Viñuales. RESUME La démonomanie dans £7 esqueleto de un giganta de Robert Marie Johlio et Pedro Pablo Vifiuales analyse la conception inystique et religieuse de la littérature en s'appuyant sur i'antliropologie, l'ethnologie et la sociocritique. Dans le román, le satanisme joue de fagon allégorique, métaphorique et inétonymique comme un costume ou comme les mauvais vétements dont les auteurs veulent dépouiller toute l'humanité á travers un peuple perdu dans la forét équatoriale africaine. Aprés Tétude minutieuse d'un espace démoniaque EPOS. XX-XXI (2004-2005) págs. 101-113

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Religión. Ciencia.Antropología. Etnologia

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  • LA DEMONOMANIA EN EL ESQUELETO DE UN GIGANTE DE ROBERT MARIE JOHLIO Y PEDRO PABLO VIUALES

    MBOL NANG cole Nrmale Suprieure

    Universit de Yaound 1

    RESUMEN

    La dcinonomana en El Esqueleto de un gigante de Robert Mane Johlio y Pedro Pa-blo Viuales analiza la oncep(-in mstico-religiosa de la Literatura apoyndose en la antro[)ologa, la etnologa y la sociocrtica. En la novela el satanismo funciona alegrica, metafrica y inelonmicamente como un traje o las malas prendas de vestir de las que los autores quieren despojar a la humanidad entera a travs de un pueblo perdido en la sel-va ecuatorial africana. Despus del estudio mimicioso de un espacio demonaco pene-trado y regido por los espritus, despus del anlisis pormenorizado de algunos temas como las sociedades secretas, la vainpirizacin, la muerte, el culto a los muertos, los es-pritus, la adivinacin, el totemismo..., se llega a su simbolismo y significado.

    PALABRAS CLAVE: satanismo; novela s. XX; Robert Marie Johlio; Pedro Pablo Viuales.

    RESUME

    La dmonomanie dans 7 esqueleto de un giganta de Robert Marie Johlio et Pedro Pablo Vifiuales analyse la conception inystique et religieuse de la littrature en s'appuyant sur i'antliropologie, l'ethnologie et la sociocritique. Dans le romn, le satanisme joue de fagon allgorique, mtaphorique et intonymique comme un costume ou comme les mauvais vtements dont les auteurs veulent dpouiller toute l'humanit travers un peuple perdu dans la fort quatoriale africaine. Aprs Ttude minutieuse d'un espace dmoniaque

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    penetr et gouvem par les esprits, aprs rana lvse dans toas les citails de certains thmes tels que les sorits secretes, la vampirisat ion, la mort , le m l t e des rnorts. les esprits. la divination, le totniisme, etc., on parvient dcouvrir son syinbolisine et son sens.

    M O T S - C L E F : sa tanisnie : r o m n s. XX: Roberl Marie Johlio: Pedro Pab lo Viuales.

    Me atrevo a escribir sobre El esqueleto de un gigante a pesar de que exclamara Mon-taigne (1985: Libro III, cap. XVIII) que existen ms libros sobre libros que sobre cual-quier cosa. El caso es que en la novela los temas relacionados con el demonio se repiten alegricamente y llaman la atencin. La mentalidad mgica africana en s es una forma del pensamiento del hombre que no es ni la religiosa, ni la filosfica, ni la cientfica, ni la artstica. Digamos con Julio Caro Baroja (1987: 10) que da la casualidad de que la magia, como constituida por un cuadriltero, toca por un lado a la religin, por otro lado a la fi-losofia, por otro ngulo a la ciencia, y por otro lado al arte. Desde luego, podemos, a par-tir de El esqueleto de un gigante, estudiar la demonomana como tema literario ya que desde los tiempos ms remotos la magia ha interesado al arte: obras tan fabulosas como La Celestina, El Quijote, El caballero de Olmedo, Macheth, el Fausto de Goethe, entran en la temtica mgica de la literatura occidental'.

    En El esqueleto de un gigante, el espacio textual es un reflejo del mundo y de la cul-tura bamilek, pero entendiendo reflejo en el sentido lenenista de reflejo sin espejo, esto es, no de manera pasiva, sino como inscripcin en el proceso dialctico de una transfor-macin. Atormenta la idea de un universo vivo en todas partes, preado de correspon-dencias ocultas, de ocultas simpatas, penetrado completamente de espritus, de crneos de los antepasados; un mundo donde se entrecruzan por todas partes signos de significado oculto difciles de ser descodificados por no iniciados; donde cada cosa, cada ente y cada fuerza es como una voz an no oda, una palabra suspendida en el aire; donde cada pa-labra posee ecos y resonancias innumerales; donde los espritus se transmiten seales, nos miran y se miran; nos escuchan y se escuchan; donde el universo entero es un inmenso.

    ' Hay muchas obras y nutridos estudios sobre magia: El Quijote es una reaccin ante un mundo mgico en el que l cree y la sociedad en la que l est inscrito; Fray Juan de los ngeles (1917:56a), en sus consideraciones sobre el Cantar de los cantares, dice que Jeremas compara el mundo y la carne a las lamias que, segn el pa-recer de muchos, son las que nosotros llamamos brujas o hechiceras (latine striges vel sagas) que de noche bus-can los nios de teta para chuparles la sangre y matarlos con sus artes malditas; el libro de Fray Jernimo Men-go (Girolamo Menghi), Flagellum daemonum, adems de contener exorcismos terribles, potentsimos y eficaces para expulsar de los cuerpos de los obsesos a los espritus malignos, contiene, antes, un manual del exorcista, basado en muchas autoridades. Tambin del mismo Mengo es el Futs daemonum que contiene unas adjuraciones formidables y potentsimas sacadas del Apocalipsis y varios padres. All tambin hay remedios contra maleficios especiales que producen impotencia, taciturnidad, ligaduras o ligazones de todas clases; tam-bin podran citarse el Fasicutus exorcismorum de don Antonio Gasn, el Libro de conjuros contra la tempestad de truenos, granizo, rayos y contra la langosta ... de don Pedro Jimnez, Magia y brujera de Julio Caro Baro-ja, Socts secretes au Cameroun (Les mystres de la nuil) de Philipppe Laburthe-Tolra, La sorcire de Jales Mi-chelet. Las sociedades malficas. El diablo, ayer, hoy de Jean-Claude Frre, Magia blanca, magia negra de C. W. Leadbeater, Sorcellere et politique en Afrique. La Viande des autres de Peter Geschiere, Invencin y castigo del brujo en kfirica negra. Teoras sobre la brujera de Aurora Gonzlez Echevarra. La misma autora (1984:14) nos informa de que los estudios de Toms (1973) y Macfarlane (1970b) sobre el Essex, influidos por Evans-Pritchard, nos ensean que el brujo britnico es el brujo africano. La creencia del campesino que ve en la vecina a la que no prest ayuda, en el mendigo, el origen de su mal.

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    mltiple y variado coloquio, en voz baja o a gritos, enunciado en tonos secretos. Y en medio de todo ello est el hombre bamilek, ser admirable y mudable, capaz de pro-nunciar toda palabra, de reproducir cualquier cosa, de proyectar cualquier alfabeto, de responder a cualquier invocacin, de invocar cualquier espritu.

    Seal Julio Caro Baroja (1987: 339-340) que en las obras en las que se discuten problemas relacionados con la magia casi siempre se adopta un criterio de investigacin psicolgico, sociolgico o histrico (cuando no teolgico) completamente ajeno a toda inquietud esttica. Sin depreciar lo puramente esttico en el presente trabajo, insistir ms en lo psicolgico y sociolgico ya que se trata de ver cmo un ente social reacciona fren-te a los fenmenos relacionados con lo paranormal, lo sobrenatural, lo metafsico, en bre-ve, con el demonio y sus manifestaciones. La intencin moralizadora al tratar de brujera va siempre acompaada de una intencin esttica a veces humorstica. Adems las des-cripciones de escenas msticas que infunden miedo nos conducen directamente a la lite-ratura fantstica aunque tnganos una sensacin de realismo literario.

    Alreredor del concepto demonomana giran otros como las sociedades secretas, la brujera, el vampirismo, la adivinacin, el totemismo, el culto a los ancestros, las apari-ciones, lo irracional, etc. En El esqueleto de un gigante, todo ello queda patente en la ac-tuacin de los personajes principales, brujos que slo piensan causar daos a sus vcti-mas, que se convierten en campeones de ese arte. Estn en la conquista de todo el podero y toda la ciencia que Dios no quiso otrgales en el Jardn de Edn.

    Se ve claramente la concepcin mstica de la literatura, del yo y del mundo que tienen Robert Marie Johlio y Pedro Pablo Viuales. El deseo permanente de entender una cultura y explicarla se da en la novela como un deseo de salvar la humanidad despojndola de las fuerzas del mal. La demonomana funcionar metfora y metonmicamente como un tra-je o las malas prendas de vestir de que los autores quieren despojar la sociedad bangang.

    Para valorar adecuademente el sentido del tema en El esqueleto de un gigante, antes que todo, hay que examinarlo dentro del contexto cameruns, especialmente en el con-texto bamilek, y deshacerse de las consideraciones occidentales, aunque a veces haya que recurrir a la bibliografa occidental, a las visiones, a la astrologa.

    En el presente trabajo no se va a tratar de demonologa porque no sera capaz de ha-cerlo. Soy fillogo y la mezcla de palabras de origen distinto me molesta. Slo voy a in-tentar ver cmo el tema del demonio se inserta dentro de la trama narrativa de El esque-leto de un gigante. Este artculo mo, que es puramento erudito, pretende tener un significado filolgico y entrar en la hermenutica.

    EL ESPACIO

    El espacio imaginario del relato desde el que los autores intentan involucar en su ex-periencia al lector, se nos ofrece, as como posibilidad de superacin esttica e ideolgica, al espacio de la brujera, teatro inmvil en el que los personajes no experimentan la mxi-ma transformacin. El espacio novelado se emparenta con el mundo oscuro de la brujera:

    Thotnas le indic que la aitoleda que quedaba a su derecha, un fragor de sombras recortadas apenas contra las nubes nocturnas, era un lugar sagrado donde slo los iniciados podan entrar. Era

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    un cementerio de ajusticiados por bnijera. Las mujeres cortaban las races prximas al camino por miedo de que, al pisarlas, profanaran aquellos rboles y algo malo les sucediera- (p. 43).

    Muchos de los espacios evocados: el altar (p. 35), el corral (p. 36), la cntara de agua (p. 75), el lugar sagrado (p. 50), el panten en el que se conservan los crneos de los muertos (p. 50), la misma naturaleza... tienen algo que ver con los espritus o con prc-ticas sagradas u ocultas. La habitacin de Ganlekn est llena de horror (97).

    No todo es invencin evasiva en la novela. En la pintura estilizada de un escenario li-terario, aparecen realidades muy concretas procedentes de la verdadera geografa del Oeste de Camern, y que sitan en un inconfundible marco bamilek la comarca de Ban-gang. As pueden verse patios, casas, cementerios, mercados, carreteras, aldeas, arbole-das, etc. Ya que se trata de literatura, cada una de las realidades puede no tener conno-taciones localizadoras muy concretas, pero en conjunto configuran con bastante fidelidad una geografa fsica y humana especfcamente bamilek, y le dan al ambiente un tono aldeano muy local que cada nativo de la regin reconocera sin difcultad alguna.

    Las notas de aldeanismo estn reforzadas por la presencia de tipos humanos espec-ficos por su habla, su indumentaria, sus costumbres, la onomstica. Johlio abre espacios en su libro para que la voz del pueblo matice emotivamente lo dicho en lengua extranje-ra, el espaol, la lengua del blanco, patrimonio de los privilegiados. La heteroglosia im-plica pluridad de perspectivas, y de hecho el libro plantea al lector el enfrentamiento de dos culturas, de dos maneras de ver el mundo.

    LAS SOCIEDADES SECRETAS

    El universo de la novela de Robert Mane Johlio y Pedro Pablo Viuales se divide en dos mundos: el mundo natural que todos vemos y contemplamos, y el otro mundo, el de los iniciados, de las castas o sociedades secretas, al ejemplo de la casta chia en la que in-gresa Pukum (p. 53):

    Los escasos miembros que la componen, de los ms temibles, se bastan para comerciar con las almas de los vivos (...). La peculiaridad ms increble de este comercio fatal con lo in-visible es que las muertes, de una manera u otra, deben darse dentro de la familia del brujo vendedor, quien est obligado, a intervalos ms o menos regulares, a ofrecer una vctima (...)

    Todo esto lo saba, mejor que nadie, el propio Pukum, cuya potencia negativa se extenda como un ala sombra por la aldea, amenazando los secretos crculos de las castas mgicas (pp. 53-54).

    Nd, que goza de autoridad y poderes msticos incontestados, es miembro de dos so-ciedades secretas: la de los nueve, y la de los siete mandatarios.

    Las sociedades secretas que aparecen en El esqueleto de un gigante no son ninguna exclusividad de Bangang, poblado de Camern donde se desarrolla la trama narrativa. El estudio de Frre Jean-Claude (1982: 21) demuestra que ya existan lo que l llama las

    ' Todas las citas vienen de Robert Marie Johlio y Pedro Pablo Viuales, El esqueleto de un gigante, Mala-bo. Ediciones Centro Cultural Hispano-Guineano, s. f. Segn los autores, el libro es de 1998.

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    primeras sociedades lucferas medievales. En el examen de las sectas y de las ceremo-nias que a veces conmueven, horrorizan o asquean, nos vemos obligados a reconocer que no hay en ellas sino la expresin de simples supervivencias culturales primitivas del fri-ca tradicional. De hecho nos vemos enfrentados al mundo mgico, con su ordenamiento y con el sentido de sus secretos. Las invocaciones y las fiestas satnicas ponen en movi-miento ciertas fuerzas.

    LA VAMPIRIZACIN

    Es en el tratamiento del tema del vampirismo donde de forma ms evidente y clara se muestra la dualidad hombre/espritu (hombre visible y hombre invisible), la concepcin de la vida a travs del texto literario, la vida del hombre como un juego de espejos, don-de un aspecto de la vida (espejo) se refleja en otro; lo que dificulta la interpretacin de los textos al hermeneuta que slo trabaja con elementos de la lengua. El texto litrario, as, se hace fugaz e inaprehensible como dira Grard Genette (1970: 7).

    La demonomana en El esqueleto de un gigante se relaciona con lo fabuloso, lo ex-traordinario, lo sobrenatural. Con rigor casi matemtico, Thomas le explica el fenmeno de vampirizacin a Francisco (pp. 44-45). La vampirizacin,/enmeno muy difundido en Bangang (p. 44), se percibe en el contexto de la novela como una prctica diablica y oculta que permite que un individuo abandone su cuerpo fisico para chupar la energa vi-tal de su vctima, quien pierde equilibrio, se vuelve anmica, cansada:

    Los espritus vampiros, que habitan en el sexo de las personas, tienen el poder de salir en la oscuridad para buscar la sangre de la que se alimentan (p. 44)\

    ' Aurora Gonzlez Echevarra (1984: 59-60), citando a Mallart, da la siguiente informacin: En el ori-gen Dios cre cuatro humanos, el hombre, el gorila, el chimpanc y el ev. Despus cre tres mujeres y se mar-ch. Antes de partir le dio una mujer al hombre, otra al gorila, y otra al chimpanc. Al ev no le dio mujer. Del mismo modo reparti las riquezas entre los tres primeros seres sin darle nada al ev. Slo el tronco del rbol aban como morada.

    Despus de que el hombre se separara a causa del fuego de sus hermanos, el gorilla y el chimpanc, la mu-jer del hombre qued encinta. Su marido fue a la selva, a buscar a sus hermanos el gorila y el chimpanc. Antes de dejar a su mujer le proporcion el agua, la lea y los vveres que iba a necesitar durante su ausencia y le pidi que cuidase al nio, que no abandonase la choza, y que no se acercara al rbol donde moraba el ev. Durante la ausencia del hombre, la mujer dio a luz.

    La mujer, dominada por la curiosidad, se acerc al rbol aban e invit al ev a acompaarle al poblado. El ev se neg. La mujer insisti, hasta que el e\' estuvo de acuerdo. Quiso transportarlo sobre sus hombros, pero el ev se neg. Quera ir en el vientre de la mujer. La mujer se sent y el ev penetr en su vagina, ajusfando su cuerpo al de la mujer, de modo que su cabeza ocupaba la de la mujer, sus brazos penetraron los de la mujer, has-ta que el ajuste fue total.

    Cuando llegaron al poblado, la mujer le pidi al ev que saliese pero ste se neg: quera permanecer en el cuerpo de la mujer, como estaba en el interior del rbol. Cuando tuvo hambre no quiso comer los alimentos que la mujer le coca. Pidi sangre. La mujer le trajo primero los voltiles del marido, despus los perros, por fin las cabras: cuando lo hubo comido todo, mordi el vientre de la mujer para advertirle que quera comer a su hijo. L.a mujer le dio al nio.

    Cuando volvi el marido, invoc a Dios desesperado, y le pidi u:i remedio para hacer salir al ev del vien-tre de su esposa. Dios dijo que el ev quedara con la mujer para siempre, pero que poda darle otra mujer y otra tierra. El hombre no acept la propuesta de Dios porque ya estaba acosmmbrado a su mujer y no podra vivir con otra. El hombre fecund a la mujer que dio a luz a los ancestros cuyos descendientes pueblan el centro de la sel-va ecuatorial.

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    Se puede, incluso, chupar la sangre de los propios familiares. Es el caso de Pukum que piensa de ese modo alargar su vida. No vacila en sacrificar a sus tres hijos de 2,4 y 5 aos. Declara:

    Los que la gente llama hijos de mis mujeres son en realidad mis hijos. Ninguna de las sie-te esposas que tengo vino a mi casa cogiendo a un nio de la mano. Yo les cre y su vida a m me incumbe (p. 56).

    El bangangus ve en el espritu vampiro una sustancia ultraespiritual, una fuerza vi-tal, la base de la fe en la prolongacin de la vida a travs de la absorcin de sangre aje-na''. No slo se bebe sangre sino que se come. La cntara encantada de Meniolecua mos-tr a Pukum comiendo los sesos de su hija (p. 86). Un nio revel a la mujer que acababa de darle de comer que haba odo comentar que los vampiros pensaban co-mrsela esta misma noche(p. 45) y le recomend que se quedara velando toda la noche, con una olla abierta sobre la hoguera. Cuando oyera algunos ruidos estraos en ella, sig-nificara que los vampiros haban llegado, por lo que no tendra que taparla para tener-los encerrados.

    Para protegerse de las acciones demonacas de los vampiros, se necesitan los blin-dajes de los curanderos (p. 55), prctica aceptada incluso por algunos intelectuales afri-canos'.

    Todas esas prcticas, segn Martn Walker (1993: 21), no tienden sino a infundir miedo, es decir miedo a dejar de ser, una falta de conformidad que impulsa al ser hu-mano a rebelarse contra el destino fatal, pretendiendo con el rechazo a la muerte preser-var su individualidad.

    LA MUERTE

    La muerte es, claro, algo natural. Pero en la novela de Robert Marie Johlio y Pedro Pablo Viuales, viene siempre de la mano ajena. Es la consecuencia lgica, el resultado de las prcticas demonacas de Ganlekn o Pukum (p. 55). La sucesin de fallecimientos en una familia, las muertes repentinas e inexplicables entran en el laberinto de una mentalidad bangang que ms cree en el satanismo que en la muerte natural:

    Cmo va cambiando este pueblo (...) y cambia negativamente! Antes crecamos junto a nuestros bisabuelos. Antes la muerte vena como algo natural y era un descanso. Pero estas muertes de nios tiernos y p)or razones tan turbias se hacen inadmisibles (p. l)*".

    " No es nada nuevo. Frre Jean-Claude (1982: 41) nos informa de que Giles de Rais, marchal de France a los 26 aos, abominable glorioso compaero de Jeanne d'Arc, haca matar y mataba a nios para recoger su san-gre y escribir un gran libro mgico con la sangre de sus vctimas. Terminado ese libro, estara investido de tal po-der mgico que con un solo gesto podra apoderarse de todas las fortalezas del pas.

    ' Jean Sakou declara: La puissance du support matriel dpend de la provenance et de la nature de l'objet. (...) la forc reside dans les vibrations qu'il met et qui ncessairement doivent renforcer celles de l'utilisateur afin de devenir une source de protection centre les vibrations malfiques mises par le sorcier, en Peut-on se proteger contre le sorcier, M/fi S/tr-TV n. 51, Sept. 1999, p. 14.

    ' El subrayado es mo.

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    Consecuencia inmediata del vampirismo, la muerte amenaza a la sociedad e in-quieta. Encuentra su explicacin y sentido en lo irracional ya que generalmente no en-cuentra ninguna causa natural. Supone casi siempre el quebrantamiento del orden cs-mico. Es la actuacin de un ser inteligente, un espritu del mal, ya sea una j)ersona en la tierra o una del otro mundo. La muerte sbita de Deman (p. 40) no puede ser nada na-tural, sino el resultado del vampirismo ambiente de Bangang. Se piensa que el hechice-ro asesino de Pukum puede transformase en alacrn o en serpiente (p. 87)^.

    El Bamilek ve continuamente sobre s espritus a su favor y espritus en contra suya*. De aqu su psicologa de hombre colocado entre dos fuegos, combatido por unos y defendido por otros. Unas veces en la euforia del que se siente omnipotente con los es-pritus favorables y otras en la depresin de quien se siente derrotado por tantos enemi-gos. Cuando un enfermo recupera la salud, se dice que vence el espritu bueno, y cuando muere, gana la batalla el espritu malo.

    EL CULTO A LOS MUERTOS

    El bangangus del libro de Johlio cree en el ms all, mundo habitado por los ante-pasados muertos del clan. Por ello se exhuman y se conservan sus crneos, objetos de culto, en lugares sagrados. Son los protectores de los vivos. La hacienda de Nd,

    Como todas las haciendas de su importancia, (...) tena tambin su lugar sagrado, su pe-quea choza detrs de la vivienda, el panten en el que conservamos los crneos de los muer-tos familiares quienes an no acabamos de adoptar otras costumbres extraas. Aqu vena Nd para agradecer sus riquezas y solicitar de los ancestros, con aceite, carne de cabra y sal, como se debe, la necesaria proteccin de sus hijos (p. 50) ' .

    La creencia ms generalizada es que los antepasados sirven de vnculo, de interme-diarios, entre la familia y el ms all. De ah el culto a los muertos. Dios est tan lejos que hace falta pasar por los antepasados. Y los muertos poseen una fuerza extraordinaria, pueden hacer lo que quieran; por lo tanto hace falta mendigar sus favores.

    Los crneos humanos, los ramos, los rabos de caballo, las pieles de pantera, las co-ronas y las guirnaldas'", lo oscuro y lo lgubre, como es sabido, han tenido y siguen te-

    ' Tambin existe este tipo de muerte en Francia en el Bocage, en Inglaterra, en Mjico, en frica... Auro-ra Gonzlez Echevarra (1984: 27) dice que tambin hay brujos en frica. Los hay desde hace mucho tiempo y los segua habiendo en Camern en 1978, cuando una de las esposas de un curandero basa, ella misma enferma y al poco tiempo de perder un hijo, me deca, sentada a mi lado durante una sesin teraputica que realizaba su esposo: No s en otros lugares, pero entre nosotros, es la brujera lo que nos enferma y lo que nos mata.

    * Para ms informaciones sobre la creencia en los espritus en frica, vase A. Martn del Molino (1989: 183). ' Paul Reader (1994: 13) se buria de los que creen que un pedazo de serpiente se agita y parece vivir sepa-

    rado del cuerpo, como le ocurre al rabo de una lagartija; no hay duda de que el hueso del len tiene propiedades de valor; un trozo de crneo otorga las propiedades del muerto.

    ' Javier Salazar Rincn (1999: 496) afirma que la corona, por su forma circular, es un conocido smbolo so-lar, y colocada sobre la cabeza, la parte ms elevada del cuerpo, sita a quien la cifle en contacto con el reino ce-lestial; y, en fin, por ser las plantas de las que estn hechas las guirnaldas y coronas, los atributos de ciertos dio-ses de la Antigedad el laurel de Apolo, el olivo de Minerva, el mino de Venus, etc., su posesin asimila a quien las lleva con la divinidad correspondiente, permitindole participar, aunque sea de una manera vicaria, de su poder y superioridad.

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    niendo un papel importante en el pueblo bamilek en ritos diablicos, exorcismos, ciencias ocultas, sociedades secretas, ritos funerarios. Son el smbolo de la permanen-cia del difunto, la esperanza, la gloria, la consecucin del poder mstico y la inmorta-lidad.

    Segn C. W. Leadbeater (1992: 19), otro punto que no se debe olvidar es que esta-mos rodeados de todos aquellos que llamamos muertos; es decir, de todos aquellos que slo han abandonado recientemente sus cuerpos fsicos, y que todava revolotean en tor-no nuestro en sus vehculos astrales. Estos tambin pueden ser influidos, bien sea mes-mricamente o por la pasin, del mismo modo que los que todava estn encamados; y son en verdad muchos los casos en que debemos contar con su accin, as como com-prender hasta qu punto se puede utilizar su dominio de las fuerzas astrales.

    Los ESPRITUS

    El tratamiento del tema del vampirismo, otra de las grandes obsesiones de la novela, entra en la dualidad hombre-espritu, conectando, asimismo, directamente con conside-raciones mstico-religiosas, creencias populares bamilek, ciencias ocultas. Parece como si el problema se les presentara a los autores de manera inquietante, o fuera percibido por ellos en momentos de comunin con el cosmos. El libro nos introduce en el mundo ms-tico de los seres extraos de Bangang, generalemente espritus, que pueden enfadarse del mal comportaniento de los humanos:

    Hijos mos (...), benditos seis por haberme encontrado. Soy el espritu guardin de la sel-va y el protector de vuestro pueblo (...). Dejad, nios, el asunto del fuego e id a comunicar a vuestros parientes que slo el respeto de las tradiciones imf)edir que la muerte extienda su in-mensa manta negra sobre el pueblo. Decidles que no podrn alcanzar la paz sin la virtud. He dicho, (p. 59).

    La creencia en los espritus conlleva otra: la fe en los fetiches, rboles sagrados, pie-dras sagradas, grutas, bosquecillos, entidades dotadas de fuerzas sobrehumanas que pueden ser positivas o negativas, los crneos de los ancestros. Consiguientemente hay que darles de comer para evitar su ira.

    El esqueleto de un gigante reboza de una pluridad de dioses y espritus. Fobim es el Dios de la Selva (p. 68), los espritus de los antepasados (pp. 59 y 75) protegen y son muy generosos con la tribu. Basta con dirigirles oraciones para conseguir cual-quier cosa. A. Martn del Molino (1989: 79) dice que los espritus tienen el poder de trasladarse con gran velocidad de un lugar a otro y, sobre todo, el poder de transpor-tar por los aires a los hombres vinculados a ellos. Un hombre posedo por los espri-tus no necesita atravesar por su pie un ro: podr cruzarlo de un salto, pues el espritu le levantar y le trasladar a la otra orilla. Ahora bien, aunque Dzeusse, la curandera, ostenta la autoridad cientfica que le concede la tribu para practicar su actividad sa-nadora (p. 34), nos enteramos de que los contactos entre los vivos y los espritus se hacen mediante curanderos y curanderas que distan muy poco de los brujos endemo-niados:

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    La curandera le aclar {a Francisco), como si eso lo explicara todo, que en ningn mo-mento era ella quien poda sanar, ni predecir, ni adivinar, sino que eran los espritus quienes lo hacan a travs suyo (p. 35)" .

    Los espritus no debieron comunicarle nada bueno, porque a la vieja se le frunci el ceo y por un instante su rostro sereno se empa, (p. 36).

    LA ADIVINACIN

    Los personajes de El esqueleto de un gigante representan varios mundos, entre ellos el de los espritus que nunca han encamado: es el mundo de Ganlekn; el mundo de los fallecidos: es el mundo de los ancestros; el mundo de los vivos. Algunos vivos tienen el poder de comunicar con el ms all mediante la adivinacin, procedimiento que tiene como meta la bsqueda de las causas de las enfermedades, de las muertes en serie en una familia, de acontecimientos sobrenaturales.

    La adivinacin es llevada a cabo en la novela por Dzeusse y Meniolecua, dos muje-res con dotes sobrenaturales que les permiten ver con ojos inmateriales cosas pasadas, presentes, venideras u ocultas ya que tienen la facultad neumtica de comunicar con los antepasados (pp. 35; 100). Para entrar en el cosmos invisible, se sirven del agua (pp. 75-76), del polvo, de la tierra de la suela de los zapatos, etc. A Meniolecua, por ejemplo, la llaman la Seora Dios (p. 82).

    Cabe precisar que, por las invocaciones, los videntes se ponen en contacto con los es-pritus desencamados del cosmos, procedimiento que les permite meterse en la misma longitud y facilitar que bajen los espritus ya que

    en ningn momento era ella (/a vidente) quien poda sanar, ni predecir, ni adivinar, sino que eran los espritus quienes lo hacan a travs suyo (p. 35).

    Las escenas de adivinacin estn envueltas en escenas msticas y se celebran en lu-gares dichos sagrados (p. 35). Muere sibitamente Deman, una de las esposas del terri-ble y temido Ganlekn. Pero su muerte ya la haba visto Dzeusse mirando en una tinaja hundida en el seno de la tierra.

    " C. W. Leadbeater (1992) afirma que existe un reino lleno de vida que no pertenece a nuestra lnea de evolucin humana, pero que al parecer corre paralelo con ella (p. 14) (...) aquellos slo poseen cuerpos as-trales (p. 15) poseen ciertos poderes y mtodos peculiares suyos (p. 16) (...) pueden ser fcilmente domi-nados por medio del ejrcito de los poderes mesmricos, y ser utilizados de muchas maneras para transmitir la voluntad del mago (pp. 16-17). Existen muchos fines para los cuales pueden ser empleados, y mientras que la tarea que se les encomienda est dentro de sus posibilidades, ser fiel y escrupulosamente ejecutada. Ad-vierte el mismo autor: Yo mismo he hecho un estudio bastante detenido de este asunto, y espero que me dis-pensaris si hablo de manera afirmativa y como de hechos reales y positivos, acerca de muchas cosas que para la mayora de vosotros podrn parecer dudosas o que estn por encima del conocimiento humano (p. 17).

    En el caso concreto de Camern y principalmente de la sociedad bamilek que estudiamos, es una creencia generalizada que la mayora de los espritus tienen su centro de operaciones en el Pico de Mont Koup. Se trata de los espritus de los duendes. Se dividen en dos clases: los espritus buenos y fecundos que respetan las casas de los poblados, y los malos y devastadores, malficos, autores de los males y daos del hombre, destruyen las cosechas.

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  • l i o MBOLNANG

    Encontramos poderes adivinos en los personajes de El esqueleto de un gigante y adi-vinos encontramos en la literatura clsica'^. Con todo, hay que reconocer que el libro se inscribe en un ambiente de magia y astrologa universal en el que, como luminosamente ha mostrado Garn (1981: 203), se expande la idea de un universo vivo en todas partes preado de correspondencias ocultas (...), donde los astros nos transmiten seales y se las transmiten entre s...

    El mundo est revuelto. Se paraliza el tiempo y, as, pasado, presente y futuro se con-funden.

    Digamos para resumir que en la novela la adivinacin" es llevada a cabo por la mujer, sacerdotisa que controla una gran candidad de cultos privados y ocultos. Esa mi-sin religiosa de la mujer est relacionada casi siempre con las divinidades bamilek y con la idea de dominar el tiempo y, por consiguiente, el porvenir de los hombres. Sus actividades nocturnas suelen tener en general un carcter misterioso, ms hermticas que las diurnas. En una palabra, la mujer est asociada a ritos nocturnos, a las divini-dades de la noche, a lo secreto. En la novela aparece dominando al hombre por medio de la adivinacin. En relacin con esto se le tiene miedo ya que est idealizada y divi-nizada.

    EL TOTEMISMO

    La demonomana se manifiesta tambin en El esqueleto de un gigante por el tote-mismo. El ttem, que puede ser un animal, un pjaro o un rbol, se concibe en la mito-loga bamilek como el emblema protector de su doble fsico, o de la tribu, y a veces como ascendiente o progenitor, el doble de la persona en el plano fsico. En virtud de fuerzas ocultas no explicables cartesianamente, el ttem asume la forma especfica del cuerpo al que est ligado.

    En la novela algunos hombres tienen el poder de transmitir parte de su cuerpo an-mico a animales por procedimientos ocultos. Uno de los casos es la experiencia vivida por el joven cazador Foti, quien sale de su poblado a la aldea vecina donde llega de noche con la intencin de cazar al elefante grande de la selva. Ah en Tamechio le hospeda un viejo canoso. Muy temprano, armado de su lanza, Foti integra la jungla. Apunta al animal que desaparece al igual que su lanza. Foti cae inconsciente y recobra sus sentidos al cuar-to da. De regreso al pueblo,

    encontr, sobre la estera en que haba dormido, su desaparecida lanza (p. 63).

    '^ Lucano, en La Farsalia, nos presenta a Fgulo, quien predice las guerras civiles que asolarn a Roma y la posterior tirana de Csar. Enareto, famoso personaje de Sannazaro, es un profundo conocedor de la magia. En la gloga II, Garcilaso sigue una tcnica aprendida de Virgilio. La capa proftica del ro Tormes se inspira en la profeca que el ro Tber hace a Eneas sobre el futuro de sus trabajos, y de su hijo, en Italia. En un pasaje de De partu Virginis de Sannazaro, el ro Jordn adquiere cualidades profticas. En la gloga II de Garcilaso, el Da-nubio anima a Carlos V y a don Femando, duque de Alba, a lanzarse sobre los turcos, como el Tber, en el libro VIII de la Eneida, anima a Eneas a enfrentarse con su futuro itlico.

    " La adivinacin es un fenmeno generalizado en frica. Segn Aurora Gonzlez Echevarra (1984: 40), los mundang son una de las principales emias del Chad. Llaman la adivinacin Kindani, palabra que denota el bastn o caa con los que un muchacho guiaba a un hombre ciego.

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  • LA DEMONOMANA EN EL ESQUELETO DE UN GIGANTE... 111

    La desaparicin de la lanza y del elefante conduce a otra de tantas manifestationes del satanismo de que reboza el cuento: el totemismo, al juego de espejos: cualquier co-nocedor de la cultura bangang deducir que el elefante percebido por Foti no era sino el ttem, el doble espiritual del anciano canoso quien, rotundamente, advierte:

    Cuidado! No todos los animales son guales. Entre ellos, en ocasiones, hay seres huma-nos especiales (p. 64).

    En su combate mstico contra Dzeusse, Ganlekn se desdobl y un enorme cuervo vino a posarse sobre la ventana (p. 100).

    Cmo relacionar cientficamente el talar un rbol y la muerte de su proprietario

    (...) ese rbol suyo fue talado en la selva prxima. Y, como f)or extraos vnculos siempre ignorados, aquella misma tarde su padre muri (p. 52).

    sino deducir sencillamente que en el rbol viva el doble espiritual de ese seor? Con-cluyamos diciendo con el Padre Hebga que

    des savants ont mis en vidence, en laboratoire, le fait que certaines personnes peuvent mat-rialiser, partir de leur propre organisme et d'organismes environnants, des formes vivantes animales ou autres (...) il s'agit d'ectoplasmes formes animales ou humaines base d'une ma-tire sensible aux confins de l'esprit.

    El totemismo va relacionado siempre con lo irracional.

    CONCLUSIN

    Umberto Eco en sus Apostillas a El hombre de la rosa (1984: 40) dice:

    Tanto Joyce como Eliot me haban enseado que el arte es la huida de la emocin per-sonal.

    Y mucha emocin personal hay en las pginas de El esqueleto de un gigante. Es di-fcil sacar una conclusin sobre la demonomana en la novela a no ser uno de la materia. No podemos ir ms all de la simple explicacin literaria del fenmeno: los mecanismos secretos del satanismo bamilek, que arrancan de una larga tradicin, se nos escapan. La parte irracional y misteriosa es inmensa. Hemos intentado comprender las actuaciones del hombre en s, independientemente del mundo sobrenatural que le envuelve y le atemo-riza. Ese hombre desciende hasta las races de la existencia humana, hasta las fuerzas es-condidas del universo en busca de maravillas. Entonces se encuentra en contacto inme-diato con lo satnico que a veces se toma contra l si no lo vence. La mstica satnica penetra en un mundo subterrneo para legitimarlo, desafiar a los no iniciados. Y es as como algunos se entregan a la obesin satnica y buscan acrecentar su poder, su riqueza y ocupar un sitio de honor en la sociedad bangang (Ganlekn).

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  • 112 MBOLNANG

    La novela enlaza de vez en cuando sus hilos argumntales y narratolgicos con los de la realidad social bamilek para adoptar la apariencia de una realidad histrica. Pasa-jes enteros iluminan facetas del estado mental y esttico de Johlio, incluso su concepcin de s mismo, del arte africano, de las tradiciones, especialmente de la brujera. Existen en el texto claras referencias a la floreciente tradicin camerunesa actual. Ello evidencia la larga historia del pueblo bamilek.

    Slo dira que el satanismo en el libro de Robert Marie Johlio y Pedro Pablo Viua-les se confunde con la vida del bamilek, sus creencias y sus ideas. Las historias de bru-jos espantan tanto como los relatos fantsticos. Es como si uno estuviera dentro del la-berinto esta vez oscuro y sin salida de Jorge Luis Borges. El universo de los brujos es un mundo de smbolos ocultos y de fuerzas que slo se manifiestan a partir de un co-nocimiento simblico del universo que podra llamarse satanismo, magia.

    La magia, el exorcismo, el culto al diablo o la erotologa de Satn son hechos que an hoy, en el siglo de la epopeya humana hacia la luna, en los aos de los transplantes de corazones y rones, conservan sus adeptos como en plena Edad Media o en el S. XVIIl, los periodos ms lgidos de la brujera.

    Podra preguntarse si los autores de El esqueleto de un gigante condenan la cultura y las costumbres bamilek. Ms que de una condena, creo que se trata de un afn de entender y explicar esa cultura. Robert Marie Johlio, depositario de esa cultura, no se atrevera a con-denarla. Pedro Pablo Viuales, que no entiende nada de ella, tampoco se atrevera. Acaso haya aqu una condena sutil pero se pretende sobre todo compensar los aspectos morales y humanitarios que se critican en la obra. Johlio, pues, presenta un programa doble para la ju-ventud que debera saber seleccionar dentro del amplio abanico de valores de la cultura ba-milek, lo bueno y lo malo. La obra, en este sentido, tiene un valor altamente didctico. Para conseguir ese objetivo, Johlio elige de la realidad aquellas sustancias y nociones que denotan o connotan no lo aristocrtico, refinado y bello, sino lo vulgar, grotesco y feo. El enfoque de Robert Marie Johlio es como una piedra tirada al agua con que se van forman-do ondas concntricas que se amplan hasta muy lejos del punto de impacto.

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