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La filosofía en 100 preguntas Vicente Caballero de la Torre

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  • La filosofaen 100 preguntas

    Vicente Caballero de la Torre

  • Coleccin: 100 preguntas esencialeswww.100Preguntas.comwww.nowtilus.com

    Titulo: La filosofa en 100 preguntasAutor: Vicente Caballero de la TorreDirector de la coleccin: Luis E. igo Fernndez

    Copyright de la presente edicin: 2017 Ediciones Nowtilus, S.L. Doa Juana I de Castilla 44, 3 C, 28027 Madridwww.nowtilus.com

    Elaboracin de textos: Santos Rodrguez

    Diseo de cubierta: eXpresio estudio creativoImagen de portada: Jacques-Louis David (17481825) The Death of Socrates (1787) New York, Metropolitan Museum of Art

    Cualquier forma de reproduccin, distribucin, comunicacin pblica o transformacin de esta obra solo puede ser realizada con la autorizacin de sus titulares, salvo excepcin prevista por la ley. Dirjase a CEDRO (Centro Espaol de Derechos Reprogrficos) si necesita fotocopiar o escanear algn fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47).

    ISBN Papel: 978-84-9967-877-1ISBN Impresin bajo demanda: 978-84-9967-878-8ISBN Digital: 978-84-9967-879-5Fecha de publicacin: Septiembre 2017

    Impreso en EspaaImprime: ServicepointDepsito legal: M-20790-2017

  • A las tres M de mi vida: Mara, Mateo y MartnQue una V les sirva siempre de tejado

    A mi madre y mi padre

    La filosofa sirve para detestar la estupidez,hace de la estupidez una cosa vergonzosa.

    Gilles Deleuze

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    ndice

    Prlogo ...................................................................... 17

    I. La filosofa y el filosofar

    1. Somos todos filsofos y no lo sabamos? ............. 23 2. Por qu tantos filsofos han perdido

    la vida violentamente (o casi)?............................... 26 3. Sabas que la palabra acadmico

    y el sistema de estudios con horario y clases es un invento filosfico? .............. 30

    4. Qu quiso decir Scrates con Solo s que no s nada?................................... 33

    5. Sabas que los primeros filsofos, adems de matemticos, fueron unos genios de la economa? ...................... 36

    6. Somos orientales los occidentales? ...................... 38 7. Sabas que la filosofa oriental est tan

    de moda porque vivimos en tiempos de crisis? ..... 39

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    8. Por qu la filosofa es la hija de los herreros y no es la madre de la ciencia? .......................... 41

    9. Sabas que todo judo, cristiano y musulmn es de Platn o de Aristteles? ......... 45

    10. Imaginas lo polivalente que es un buen filsofo en la actualidad? ....................... 47

    II. Materia, espritu y la imagen del mundo

    11. Tena razn Caldern de la Barca con eso de que La vida es sueo? ........................... 51

    12. Sabas que lo que ves no existe y lo que no ves s? .................................................... 53

    13. Podemos tomarnos el espiritismo en serio? ........ 5614. Quin descubri los tomos por primera vez? ..... 5815. Estaras dispuesto a admitir que hay

    otros mundos, adems de este, dentro de este? ......... 6016. Existe Dios o nos lo hemos inventado? .............. 6217. Cul es el sentido de la vida (si es que lo hay)? ..... 6518. Es compatible la filosofa

    con las creencias religiosas tradicionales? .............. 6919. Por qu el alma en filosofa

    no es lo mismo que para las religiones? ............... 7220. Por qu la posicin del Sol en el universo se

    convirti en un campo de batalla en el siglo xvii? ... 74

    III. Las ciencias, el conocimiento y la filosofa

    21. Qu es verdad y qu es mentira? ........................ 7922. Podemos conocer

    todo lo que nos propongamos? ........................... 8123. Es lo mismo ser sabio que saber mucho

    (o ser listo o ser inteligente)? ........................... 85

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    24. Sabas que algunas ciencias paranormales dieron lugar a ciencias muy serias y actuales? ........ 87

    25. Cmo podemos distinguir las paraciencias de las ciencias? .................................................... 89

    26. Sabes que los cientficos fingen saber ms de lo que realmente saben (y los filsofos los pillamos)? ................................ 91

    27. Cundo nos engaamos a nosotros mismos al razonar para tener razn? ................................. 96

    28. Y si no nos podemos fiar de nosotros mismos, cmo y por qu sabremos que nos equivocamos? .... 99

    29. Qu quiso decir Descartes con su Pienso, luego existo? ........................................ 104

    30. Sabas que entender no es lo mismo que comprender? ............................................ 108

    31. Para qu sirve estudiar Lgica? .......................... 11132. Por qu Pascal dijo El corazn tiene

    razones que la razn no entiende para referirse a las matemticas y no al amor? ...... 113

    33. Es cierto que Newton nunca se crey su propia ley de la gravedad por razones filosficas? .............. 115

    34. Es lo mismo tener un sentido que poseer autntico significado? ..................... 117

    35. Sabas que la misma palabra en el mismo momentono significa lo mismo para dos personas? .................. 120

    36. Ser verdad eso que dicen de que los filsofos inventaron la informtica? ................. 123

    37. Por qu las palabras y las matemticas no son suficientes para expresar todo lo que podemos saber? ............................... 125

    38. Sabes que la fe en la ciencia te puede llevar al silencio y a una actitud mstica ante la vida? ..... 126

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    IV. El lugar del ser humano en el mundo

    39. Sabas que no es lo mismo ser humano que ser persona? .............................. 131

    40. Cmo debera tomarme la teora de la evolucin? .................................... 134

    41. Darwin no fue un autntico darwinista? ............ 13842. Por qu algunos cientficos se amparan en

    Darwin para justificar la pobreza en el mundo? ... 14043. Por qu la palabra mente

    no significa nada y se usa tanto? .......................... 14244. Tenemos un cuerpo

    o somos nuestro cuerpo? .................................... 14545. Sabas que la relacin entre el cerebro

    y la mente sigue siendo un misterio? ................... 14846. Hay una forma de clasificar

    y ordenar todas las emociones humanas? ............. 15047. Actuamos segn sentimos

    o ms bien sentimos segn actuamos? .................... 15348. Obedece el cuerpo a la mente o es al revs? ....... 15549. Somos el nico animal

    que verdaderamente piensa? ............................... 15750. Pueden (o podrn) pensar las mquinas? ................ 16151. Hay un (solo) destino de la humanidad? ............ 16852. Est la historia condenada a repetirse? ................ 17353. Hasta dnde nos influye la educacin

    para que todo siga igual? .................................... 178

    V. tica y moral

    54. Carece de tica una persona profundamente inmoral? .................................... 183

    55. De qu manera hacer lo bueno te puede llevar a hacer lo incorrecto? .................. 186

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    56. Somos realmente libres o la libertad es una ilusin? .................................. 188

    57. Se puede ser feliz sin sentirse feliz? ...................... 19058. Sabas que las buenas intenciones

    no te hacen buena persona? ................................ 19359. Por qu los buenos sentimientos nos dan

    una imagen equivocada de las personas? .............. 19660. Se pueden educar las emociones? ........................ 20161. Sabas que en los hospitales te pueden ayudar

    filsofos a tomar una decisin muy difcil? ............... 20362. Por qu las grandes empresas

    tienen un cdigo tico? ...................................... 20763. Vale la pena actuar correctamente o nos

    perjudicamos a nosotros mismos siendo buenos? ....... 209

    VI. Dios y la cuestin del bien y del mal en el mundo

    64. Si Dios existe, por qu permite el mal en el mundo? ............... 215

    65. Si Dios existe, es bueno lo que Dios quiere o Dios quiere lo que es bueno? ........................... 218

    66. Si Dios no existe, est todo ticamente permitido? ........................ 222

    VII. Filosofa poltica, teora de la sociedad y justicia social

    67. Somos buenos o egostas e interesados por naturaleza? ............................... 227

    68. Sabas que no es lo mismo la naturaleza humana que la condicin humana? .................................. 229

    69. Por qu la mayora obedecemos a una minora desde siempre? ............................. 234

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    70. Se puede predecir el curso de la historia? .......... 23771. Por qu hay ciertos tabes

    en todas las culturas? .......................................... 24372. Cul es el tab universal

    sin el cual la sociedad no existira? ...................... 24473. Podemos decir que hay

    unas culturas superiores a otras? ......................... 24674. Ser verdad que est

    todo inventado ya en poltica? ............................... 24975. Se puede acabar con la corrupcin

    de una vez para siempre? .................................... 25376. Sabas que la objecin de conciencia

    la invent santo Toms de Aquino? ..................... 25577. Sabas que hay muchas formas de justicia

    y que a veces chocan entre ellas? ........................ 25778. Sabas que lo que es legal

    puede no ser legtimo? ........................................ 26079. Quin puede ejercer

    legtimamente la violencia? ................................. 26180. De dnde procede la autoridad

    de los que han reinado por siglos (para la tradicin monrquica)? ........................... 263

    81. De dnde procede la autoridad de los que han reinado por siglos (para la tradicin republicana)? ........................... 265

    82. Ser maquiavlico es ser malvado? ...................... 26883. Por qu no puede haber

    una autntica separacin de poderes? ................... 27184. Sabas que a veces la voluntad de la mayora

    no es la voluntad general? ...................................... 27585. Ser posible la paz para siempre? .......................... 277

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    VIII. Filosofa de la accin

    86. Sabas que an discuten filsofos y economistas sobre por qu valen las mercancas lo que valen? ................................ 281

    87. Somos como los economistas creen que somos (o quiz no y por eso nos va como nos va)? ......... 285

    88. Sabas que los economistas discuten ms por filosofa que por economa? ......................... 289

    89. Debe, entonces, definirse filosficamente lo que es la economa? ....................................... 293

    IX. Esttica y filosofa del arte

    90. Hay una belleza objetiva o cualquier cosapuede ser bella para alguien y fea para otro? ........ 297

    91. Quin tiene buen gusto? .................................... 29992. En qu consiste el mal gusto? ............................. 30293. Es arte o una tomadura de pelo

    el arte contemporneo? ...................................... 30594. Por qu est mal visto

    hablar de genios en el arte contemporneo? ........ 30895. Por qu es esnob hablar de obras sublimes? ...... 31096. Por qu lo siniestro y lo pop

    se ganaron en el xix y el xx un lugar en el arte y en el gusto de todos? ...................................... 313

    X. Para ampliar y contextualizar

    97. Cules son los autores y obras que permiten disfrutar de la filosofa con rigor? ...... 317

    98. Conoces las dos corrientes filosficas culturalmente ms influyentes de todos los tiempos? .......................................... 321

  • 16

    99. Conoces las dos corrientes filosficas histricamente ms influyentes de todos los tiempos? ......................................... 333

    100. Tiene futuro la filosofa? ................................... 339

    Bibliografa recomendada ............................................. 343

    Bibliografa consultada ................................................. 347

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    PRLOGO

    Debemos empezar por reconocer, desgraciadamente, la prdida de importancia de la filosofa en los ltimos planes de estudios que la avocan acadmicamente al precipicio de la indiferencia. No estamos ya en los tiempos de la urbanidad preconstitucional, en los que la moral de la Iglesia era el referente tico del Estado, ni tampoco permanecemos en planteamientos ms cercanos en el tiempo para los cuales la nica relevancia de la filosofa ve-na dada por ejercer de guardiana de los mejores valores de la ciu-dadana (o por su pertinencia para evaluar al resto de disciplinas cual tica aplicada). Bien es verdad que si Nietzsche introdujo en la historia de la filosofa y el pensamiento occidental una terrible sospecha hemos equivocado el camino y ahora la filosofa debe ser la mala conciencia de su tiempo este planteamiento por s solo no garantiza hoy la supervivencia de este saber. Una filosofa (mal) entendida como adormidera alejada de la problemtica de la realidad actual cual joya en la torre de marfil del saber, cual grial para la explicacin definitiva de la totalidad del conocimiento e instalada en el culto al rigorismo terminolgico ms crptico, pierde ella sola el sentido por el que despus pide ser valorada socialmente. Tampoco ayuda el menosprecio padecido por los profesores, en permanente fiscalizacin e injusta valora-cin por parte de otros doctos sabios cuya sede principal no es

  • Prlogo

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    el aula sino la tertulia o los despachos y su pblico no son los alumnos, sino ese supuesto ciudadano al que consideran como algo domesticable (sabios siempre alineados con el poder).

    Necesitamos, como forma de salvar la filosofa, acercarnos desde la pasin a los problemas que nos ocupan, insertndolos en el contexto de una sociedad donde lo digital y lo virtual han cambiado los modelos de vida. Estamos, por tanto, ante un nuevo reto, la necesidad de descubrir nuevos paradigmas docentes, te-mticos, intelectuales y de accin prctica. La interrelacin entre alumno y profesor se convierte en un factor educador de primer orden, donde los nuevos modelos imperantes en la sociedad de la comunicacin exigen que el alumno, en dilogo con el profesor, sea capaz de indagar y responder por s mismo a las cuestiones que los seres humanos nos planteamos desde antiguo, as como de los nuevos interrogantes que van apareciendo en nuestra so-ciedad. Las personas que depositan su confianza en sus profesores necesitan adquirir un criterio propio sobre la vida y su sentido para formar su carcter y personalidad desde la autonoma y la libertad, sintindose no solo ciudadanos sino tambin seres impli-cados en una comunidad tico-poltica de orden superior, donde se atiendan las necesidades humanas mediante un justo reparto de los recursos existentes. El alejamiento de los jvenes de la filoso-fa, superada por las ciencias y la tecnologa, no es sino el reflejo del cambio producido en la sociedad actual y de la (mencionada anteriormente) inaccin de los filsofos en su desconexin con el momento presente, donde los nuevos redentores de la humanidad se expresan mediante enunciados basados en el ms rancio dog-matismo, posicin que legitima el proceso de castracin intelec-tual del que debemos alejar a nuestros alumnos, ya que desde esa perspectiva solo es posible una nica visin del mundo. Debemos, pues, plantear una filosofa para despertar de la tradicin y animar a nuestros alumnos a buscar (y actuar) con otros valores que los del mercado, estableciendo comunicaciones mediante discursos coherentes, utilizando nuevas tcnicas de comunicacin con una metodologa activa y un lenguaje apasionado frente a la explica-cin uniforme, editorializada y normativizada. Este procedimien-to es el que emplea el profesor Caballero, que irradia pasin y sentimiento cuando investiga, imparte docencia o polemiza tanto sobre temas filosficos como sobre la sociedad en la que vivimos. Siempre es grato encontrar a un filsofo que quiera filosofar, que nos presente un libro donde se aprecia el gusto por la pluralidad

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    Vicente Caballero de la Torre

    del saber frente a la hiperespecializacin profesional, tendencia al alza en nuestro actual mundo globalizado, donde se impone el cortoplacismo. El profesor Caballero, en lugar de afirmar ex c-tedra, de forma excluyente, infalible y cerrada, lo hace de manera sugerente, abierta al debate y a la bsqueda crtica de respuestas diferentes que enriquecen el estudio de la filosofa en relacin tanto a las preguntas tradicionales propias del corpus filosfico tradicional como a los problemas ms actuales relacionados con la teora evolutiva, las neurociencias, la economa experimental y la psicologa, disciplinas a las que acude crticamente, sin dejarse seducir por las modas intelectuales. El profesor Caballero habla con entusiasmo contagioso y con las fuerzas de un apasionado defensor del papel de la filosofa desde una perspectiva crtica. Perspectiva crtica tambin con respecto a cmo las nuevas tecnologas han cambiado de forma definitiva las costumbres y no siempre para bien, puesto que la conexin digital, al aliarse con la tecnologa mvil y porttil, puede ocasionar modelos conductuales de aislamiento social que llegan al extremo de la bunkerizacin: un gran nmero de personas se sienten cmodas y seguras en ese atrincheramiento digital que supone quedarse en casa en un espacio seguro, supervigilado, conectado, hiperco-municado, en streaming, donde bien puedo realizar el teletrabajo, un control de las fianzas o recibir online mltiples prestaciones como comida, enseanza, medicamentos, msica, etc. (un delivery business que no para de crecer). Puede que en este encierro vo-luntario y a veces inconsciente no haya sorpresas, que no falte de nada, salvo quizs la vida misma, que no es otra cosa que estar en contacto con la naturaleza y con el otro. El profesor de filosofa est comprometido con acometer una apertura del bnker digital pero no con un bombardeo sobre el mismo (lo cual es estratgi-camente contraproducente).

    Vivimos en una sociedad marcada por una estructura inca-paz secularmente de evitar la desigualdad, donde la legislacin trasnacional no es capaz de imponerse a tanta barbarie, donde los organismos internacionales, aquellos a los que Kant haba en-comendado la tarea de mantener una paz perpetua, en no pocas ocasiones legitiman violaciones de los Derechos Humanos. A pesar de todo, tal como plantean algunas respuestas del libro que nos ocupa, debemos an creer en la posibilidad de mejorar y de mantener vivo el sentido positivo del trmino utopa como crtica de la realidad social existente para posibilitar un nuevo

  • Prlogo

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    modo de proceder basado en el uso racional de la tecnologa y una relacin de igualdad para con el medio y el resto de personas. Debemos ser capaces de contribuir a derribar los muros de la intolerancia y la vergenza que, como deca Galeano, unos son muros altisonantes, como el que se quiere construir en la frontera entre Mxico y los Estados Unidos, y otros son muros mudos, como el de Padua o el que Marruecos construy en el Shara Occidental. Pero tambin tenemos un muro intergeneracional que nos separa de nuestros alumnos cuando nos alejamos de sus problemas y de las caractersticas de la nueva sociedad digital y virtual que nos rodea. Debemos salir al gora y mediante la to-lerancia y el dilogo consensuado buscar las respuestas en una plataforma comn prctica o digital en la cual los intereses de los alumnos y de nuestra materia confluyan. Resulta muy interesante para comprender estos temas el bloque de filosofa poltica, te-niendo en cuenta que an vivimos en una sociedad disciplinaria. As, se est produciendo un cambio radical en el modelo de ac-tuacin, sobre todo de los jvenes, a los que debemos conocer para deslegitimar una ciega aceptacin del modelo actual y, en la medida de lo posible, plantear un punto de resistencia que evite el aislamiento y la prdida de importancia de las relaciones entre personas como motor del cambio. La barbarie que supone el abandono de la bsqueda de la sabidura y de las caractersticas ms nobles de la civilizacin (como la bsqueda de la virtud y la coherencia) debe ser explicada por la filosofa para que los alumnos se reconozcan y se pongan en el lugar del otro. Para ello es conveniente construir mediante un discurso de preguntas y respuestas, tal como el profesor Caballero plantea en este libro, un nuevo paradigma de actuacin docente o divulgativo que permita integrar a las personas curiosas no expertas dentro del crculo, supuestamente selecto y reducido, de los que entienden de filosofa.

    Algunos libros pueden servir para reconocer el valor intrn-seco de la filosofa en la historia del pensamiento. El que aqu nos ocupa, en cambio, nos ayudar a pensar en muchos de nuestros interrogantes vitales y seguro que despertar en el lec-tor la curiosidad necesaria para adentrarse por su cuenta en el maravilloso mundo del conocimiento filosfico, gracias a una labor rigurosa de investigacin acompaada de una exposicin clara y efectiva, tal y como hubieran querido hoy aquellos ilus-trados franceses del xviii (quienes, buscando siempre una crtica

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    Vicente Caballero de la Torre

    comunicable del modelo social de su poca, no renunciaron nunca a la claridad expositiva).

    Enhorabuena, Vicente, por un libro tan interesante y tan bien realizado. Me alegro enormemente por muchas de las ideas que expones y que, con toda seguridad, ayudarn al lector a apreciar y respetar un poco ms la materia de nuestra pasin.

    Es necesario que los hombres filsofos sean buenos investiga-dores de muchas cosas, Pitgoras.

    Un abrazo,

    Juan Jos Gonzlez VelascoDirector de Instituto de Enseanza Secundaria

    Profesor de Filosofa

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    ILA FILOSOFA

    Y EL FILOSOFAR

    1SOMOS TODOS FILSOFOS Y NO LO SABAMOS?

    En efecto, el origen de la filosofa, que no es otra cosa que el amor por el saber, est en algo comn a todos los seres humanos: la capacidad de sorprenderse y admirarse. As lo expresa Aristteles claramente, cuatro siglos antes de Cristo, y nadie que se dedique a la filosofa lo ha negado hasta la fecha.

    La admiracin no debe entenderse como una actitud de ve-neracin hacia personas o dioses, sino como la sorpresa que nos producen los fenmenos del mundo cuando ignoramos las causas.

    Hay ciertas leyendas sobre el origen de la filosofa y los prime-ros filsofos que ilustran a la perfeccin lo que es la admiracin filosfica. Se sabe que Tales de Mileto, admirado por el movi-miento nocturno de los astros de la esfera celeste, cav algo as como un nicho desde donde poder asegurarse un punto fijo de referencia con el fin de contemplar, sentado, la misma parte bien acotada del firmamento. Algo as como un encuadre de una sec-cin del cielo nocturno. La leyenda cuenta que Tales, despistado mirando el cielo, cay en la zanja y que una esclava se rio de l

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    La filosofa y el filosofar

    por estar ms pendiente de las cosas de arriba que de las de aba-jo. Era Tales simplemente despistado y soador, como cuenta la leyenda? Seguramente no (vase la respuesta a la pregunta 5). Tales era curioso, no se crea el relato mtico acerca del mundo uranio, celeste, y buscaba una explicacin racional a aquello que le produca esa suma admiracin.

    Kant (1724-1804), ms de dos mil aos despus, escribi que dos cosas le eran dignas de admiracin y respeto: El cielo es-trellado sobre m y la ley moral dentro de m. Es decir, tanto aquello que est en uno mismo como aquello que nos sobrepasa por sus dimensiones y complejidad, como el universo, nos lleva a realizarnos las preguntas filosficas fundamentales. En cierto sentido, la infancia a los cinco o seis aos es ya la edad de la fi-losofa, si bien el pensamiento an no ha alcanzado la capacidad de abstraccin suficiente para poder entender ciertas respuestas o para formular con atino la pregunta. Los nios se cuestionan cosas tales como si el universo es infinito o quin cre a Dios (cuando antes se ha propuesto al mismo Dios como toda respues-ta a ciertas preguntas sobre quin hizo el mundo) o, tambin, por qu nosotros, los adultos, hacemos lo que a ellos les prohibimos (cuestin moral verdaderamente interesante y problemtica para los padres). Los nios y nias son autnticos inquisidores, en el sentido literal que la raz de la palabra tiene: son capaces de llevar al extremo con una minuciosidad implacable sus interrogatorios con el mismo ahnco con el que se involucran en sus juegos.

    Tales de Mileto, padre de la geometra y de la filosofa. Predijo un eclipse de sol en 585 a. C. y cifr el agua como elemento natural del origen de todo lo existente. La ilustracin procede de la Historia de la filosofa de Thomas Stanley.

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    Vicente Caballero de la Torre

    Algunas de las preguntas filosficas fundamentales son re-currentes a lo largo de la existencia de cualquier ser humano ms all de la infancia, pero van tomando, por decirlo as, distinta car-ga de profundidad. Elegir un itinerario acadmico o laboral que ya no tenga marcha atrs, decidir ser madre (o padre), la ausencia definitiva de los propios padres Todas ellas son situaciones que nos arrancan por un momento de la inercia cotidiana para ponernos ante la angustiosa cuestin sobre el sentido de la vida de cada cual y de la existencia humana misma en general. Por qu existe algo y no ms bien nada?, se preguntaba Leibniz. Por qu es mejor vivir que no haber nacido? Acaso podemos saberlo? Y, sin embargo, es algo en lo que nos ratificamos cada da.

    Segn el filsofo francs Jean-Paul Sartre (1905-1980), los se-res humanos no padecemos angustia sino que somos la angustia misma porque si bien el miedo es algo que desaparece cuando no hay amenazas externas que nos acechan, la angustia, en cambio, no puede desaparecer puesto que tiene como raz a nosotros mismos, a nuestra libertad. Dicho rpidamente: hemos de elegir, estamos condenados a ser libres, somos responsables de tomar de-cisiones sin poder saber qu hubiera sido de haber tomado otra distinta. Eso no es una coyuntura, una situacin determinada, sino que es la situacin, es decir, la forma en la que estamos puestos ante el mundo. Sin embargo, la modorra de la vida cotidiana encubre esto. Pero no lo puede anular. Como explicaba Ortega y Gasset en un teatro abarrotado en plena Gran Va de Madrid, estamos

    Jos Ortega y Gasset (1883-1955) consideraba unidas

    indisolublemente a la subjetividad y la circunstancia vital del individuo.

    Para l somos fatalmente libres, nuestra libertad lo es en la fatalidad

    de darse en una circunstancia que no podemos elegir.

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    Vicente Caballero de la Torre

    Sin embargo, Pitgoras iba ms all del mero uso instrumen-tal de las matemticas y su sociedad de discpulos (matematikoi) formaba algo as como una secta hermtica. La cuestin es que consideraban la existencia del alma como algo espiritual, de una naturaleza similar a la de las armonas, proporciones y relaciones matemticas. Por lo tanto, el alma es capaz de sobrevivir al mar-gen del cuerpo y, de hecho, es capaz de purificarse. Esto llev a Pitgoras a tres peligrosas conclusiones de carcter poltico: el hombre y la mujer son iguales, pues el alma no tiene sexo; el hijo del noble o aristcrata no tiene por qu heredar sus buenas cuali-dades (su nobleza), pues se heredan por naturaleza rasgos materia-les, corporales, pero lo espiritual no se transmite de padres a hijos; finalmente, la esclavitud no tiene sentido por las mismas razones que lo anterior, las almas pueden caer en cualquier cuerpo.

    El influjo de los pitagricos fue notable y todo esto acab con una revuelta organizada desde la aristocracia, e instrumentalizando a la faccin democrtica contra una secta que se presentaba tan peligrosa como selectiva, en torno al 500 a. C. Un gran incendio arras sus lugares de reunin y estudio, donde hombres y mujeres trabajaban en pie de igualdad. Pitgoras muri en el exilio pocos aos despus.

    Pero, sin duda, el caso ms clebre fue el de Scrates y fue el que cambi la historia del pensamiento humano para siempre. Scrates fue el maestro de Platn y este abandon la carrera poltica y decidi dedicarse a la filosofa a raz de la muerte de su maestro. Si tenemos en cuenta que despus el pensamiento de

    Pitgoras concentrado en las razones matemticas, segn

    Rafael, en La escuela de Atenas. Sorprendentemente, ser el

    descubrimiento de los nmeros irracionales lo que le har perder la razn a Pitgoras, an ms que

    los ataques de la clase aristocrtica contra su escuela.

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    La filosofa y el filosofar

    Platn ser la base filosfica y teolgica del cristianismo durante ms de mil aos (san Agustn), es fcil sacar la conclusin sobre la importancia que este episodio tuvo para nuestra cultura.

    Scrates fue juzgado por falta de piedad hacia los dioses tra-dicionales griegos y por inculcar ideas corruptoras en la cabeza de los jvenes. Pero el asunto era ms complejo que todo eso. A Scrates se le haban multiplicado los enemigos en pocos aos: por un lado, dejaba en evidencia que las estrategias retricas de muchos aspirantes a desempear cargos en la democracia atenien-se no eran nada ms que vacuas florituras verbales sin concepto detrs (opuso, claramente, la dialctica a la retrica); por otro lado, la clase aristocrtica ms conservadora, la cual detestaba la demo-cracia de Pericles que les haba llevado al desastre econmico y al descrdito poltico (mientras seguan perdiendo poder) crea que Scrates no se diferenciaba en nada de los maestros de retrica (los sofistas). Adems, Scrates tena antecedentes. Cuando, unos aos antes, unos militares que ganaron una difcil batalla contra los espartanos volvieron a Atenas, fueron condenados a muerte por no haber recogido los cuerpos de los cados en la batalla para darles sepultura. Algunos oradores que queran medrar en la pol-tica ateniense, muerto ya Pericles, aprovecharon esto para ponerse en valor como rectores y candidatos a puestos de poder. Solo una voz se les puso en contra: Scrates.

    Finalmente, Scrates aceptar la condena con orgullo, har exhibicin de su proverbial falta de miedo a la muerte y har caer la vergenza sobre la Atenas demaggica y populista para siempre,

    Scrates sucumbe a los efectos de la cicuta, veneno utilizado para las condenas a muerte en la Atenas democrtica del siglo IV antes de Cristo. Escultura de Mark Antokolski.

  • 37

    Vicente Caballero de la Torre

    planteado por su maestro, Platn, para evitar la corrupcin de los gobernantes y la desercin de los militares.

    No obstante, aun siendo un defensor de la propiedad privada, su teora monetaria le llev a rechazar la productividad como una caracterstica del dinero por s mismo. De ah que la nocin de inters sea desacreditada por Aristteles, lo cual, siglos ms tarde, pasar a santo Toms de Aquino y los dominicos, gestores de la Inquisicin. No es difcil, por cierto, extraer la consecuencia que esta concepcin negativa del oficio de prestamista tuvo para la comunidad juda, a la que no se le permita ser propietaria de bienes races.

    Aristteles es tenido por un precedente de la teora laboral del valor econmico, expuesta por Adam Smith y reinterpre-tada por Karl Marx, segn la cual el intercambio es posible solamente si hay cierta igualdad en lo que se intercambia. Pero dicha igualdad requiere de conmensurabilidad, de que pueda medirse del mismo modo el valor de lo que se inter-cambia. Sin embargo, lo nico que hace a cualquier mercanca

    Aristteles, frente al idealismo de Platn, su maestro, vendra a reivindicar un cierto

    realismo moderado. Esto tambin se refleja en sus ideas econmicas; mientras Platn propone el reparto de tareas y la

    adjudicacin de bienes impuestos desde el Estado, Aristteles defiende la propiedad

    privada, pero se opone a la productividad del dinero por el inters.

  • 39

    Vicente Caballero de la Torre

    Segn Antoine Faivre, si hacemos caso a la tradicin que pro-viene del Renacimiento (cuando se volvi a abrir la Academia platnica) el segundo Hermes, el de Babilonia, habra iniciado a Pitgoras en los misterios de una teologa ancestral, cuya genealoga filosfica (confundindose lo mitolgico) con lo real es la siguiente: Enoch, Abraham, No, Zoroastro, Moiss, Hermes Trismegisto, los brahmanes, los druidas, David, los rfi-cos, Pitgoras, Platn y las sibilas.

    La cosa es que los textos hermticos, hoy podemos saberlo con seguridad, son muy posteriores a Pitgoras. De hecho, son del siglo segundo o tercero despus de Cristo. Por lo tanto, la pista por la cual el origen del pensamiento occidental y oriental sera algo as como una teosofa remota no es fiable, aunque tenga todo el sentido del mundo. De hecho, si nos atenemos a las fechas de aparicin de los lderes espirituales del mundo antiguo, son ante-riores los que atribuimos a Occidente que a los orientales.

    7SABAS QUE LA FILOSOFA ORIENTAL EST TAN DE

    MODA PORQUE VIVIMOS EN TIEMPOS DE CRISIS?

    Siguiendo la argumentacin del filsofo esloveno Slavoj iek, podra afirmarse que la forma occidental de reinterpretacin del budismo entendido no tanto como una religin sin dios sino como una especie de coaching de consumo personal busca

    Hermes Mercurio Trismegisto, contemporneo de Moiss. Suelo de la

    catedral de Siena, siglo xv.

  • 41

    Vicente Caballero de la Torre

    Urge, pues, poner en claro esta complicidad entre espiritua-lidad oriental y un mundo donde es posible la crueldad, exac-tamente igual que ha sucedido con cualquiera de las religiones tradicionales occidentales al uso. El budismo, en su vertiente zen japonesa, lleg a predicar la obediencia militar absoluta como forma de escapar de la tirana del yo. Tambin es conocida his-tricamente la forma casi esclavista de organizacin social de los monjes tibetanos con respecto a los siervos, antes de la ocupacin maosta del Tbet. Tambin, tomando un ejemplo expuesto por el propio iek, es sabido que el libro favorito del jefe de la SS hitleriana, Himmler, era el Bhagavad-Gita y, en efecto, no deja de ser llamativa la distancia interior con respecto a su yo de la que los soldados nazis hacan gala en sus asesinatos, algo que qued patente en los procesos penales posteriores al fin de la Segunda Guerra Mundial.

    8POR QU LA FILOSOFA ES LA HIJA DE LOS HERREROS

    Y NO ES LA MADRE DE LA CIENCIA?

    Uno de los malos entendidos con respecto a la relacin entre filosofa y ciencia estriba en que se dice que, al comienzo, la fi-losofa y la ciencia eran lo mismo y que, con el tiempo, se fueron separando, tomando cada una su camino y especializndose. Esta idea no es falsa sino confusa.

    El filsofo esloveno iek ha mostrado una actitud de

    sospecha ante la supuesta inocencia y neutralidad

    de las religiones orientales en su versin occidental

    yuppie.

  • 51

    IIMATERIA, ESPRITU

    Y LA IMAGEN DEL MUNDO

    11TENA RAZN CALDERN DE LA BARCA

    CON ESO DE QUE LA VIDA ES SUEO?

    El siglo xvii, el siglo del Barroco, expres filosficamente algunas de esas inquietudes que, como extraas pesadillas, desasosiegan en algn momento a los seres humanos hasta que la vida coti-diana, el da a da, nos hace olvidarlas de nuevo. Una de esas in-quietudes es la dificultad para distinguir los sueos de la realidad. Los primeros cientficos modernos y los filsofos afines, como Descartes (1596-1650), consideraron que el criterio que nos permite distinguir entre lo que es un producto de la mente hu-mana y lo que existe al margen de ella son las cualidades objetivas que pueden medirse y manejarse matemticamente. Miremos a nuestro alrededor. Los colores, olores, sensaciones del tacto, etc., aunque parecen objetivos y reales, estn hechos del mismo material que los sueos: sensaciones. Pero en esos mismos objetos encontramos cualidades mensurables y objetivas: formas geom-tricas aproximadas, medidas, proporciones, etc. Eso es lo que existe realmente fuera de m. Ante la duda de si la vida es o no es

  • 52

    Materia, espritu y la imagen del mundo

    un sueo, la respuesta la ofrece la ciencia moderna en tanto que aplicacin de las matemticas a los objetos fsicos. Galileo deca que la naturaleza era un gran mecanismo, y para entender este mecanismo necesitamos las matemticas. Todo sera, para Galileo y para Descartes, materia que funciona como un gran mecanismo de relojera. El papel que le queda a Dios en la filosofa moderna es, tan solo, el de Gran Relojero del universo.

    Para algunos filsofos posteriores como George Berkeley (1685-1753) esto es un error; un error nacido de haber credo que gracias a la fsica se puede dar una afirmacin de la existen-cia de realidades externas al espritu. Como si las matemticas aplicadas por la nueva fsica de Galileo y, despus y mejor, por Newton fuesen un pasaporte transmental que nos permitiese ir ms all de nuestras representaciones mentales de las cosas. Uno de los principales motivos que empujaron a Berkeley a desarrollar su pensamiento filosfico fue el inters en combatir las corrientes ateas o destas surgidas a raz de la ciencia moderna. Debe obser-varse aqu que Berkeley no niega que haya objetos externos; lo que niega es una cierta interpretacin dada a lo externo como aquello que es una sustancia, una mera cosa ah puesta, fuera de m. Lo que haya fuera de mi mente ha de ser una realidad ms compleja que una serie de meras cosas (trozos de materia). Segn

    Sostengo en mi mano granos de dorada arena. Qu pocos! Y se escurren a travs de mis dedos []. Oh, Dios! Por qu no podr retenerlos? Oh, Dios! No puedo salvar uno siquiera de la implacable marea? Es todo lo que vemos o parecemos solo un sueo dentro de un sueo?. Edgar Allan Poe (1809-1849)

  • 54

    Materia, espritu y la imagen del mundo

    La filosofa barroca ser una filosofa cuyo punto de partida es el yo. Ya Montaigne, renacentista y primer ensayista de la his-toria, repar en lo paradjico de preguntar por el yo en tercera persona. La realidad se vuelve algo que produce desconfianza. La filosofa se pregunta ahora si ser real acaso lo que yo per-cibo (con cualidades secundarias, como los colores, olores, sa-bores, sensaciones de temperatura, etc.) o si solo son reales las

    Como explica magistralmente Michel Foucault, en Las Meninas confluyen la mirada del modelo en el momento en que se pinta con la del espectador y la del pintor en el momento en que compone el propio cuadro real. Es como si Velzquez hubiera convertido a cualquier sujeto que contemple su cuadro en el objeto del cuadro que est pintando y que no vemos. Todo espectador es y ser siempre pintado por l, invirtiendo as la relacin sujeto-objeto, como hizo Berkeley con la oposicin idealismo-materialismo (vase respuesta a

    pregunta 11).

  • 71

    Vicente Caballero de la Torre

    que las buenas acciones no se perdern en el olvido y tendrn su recompensa (si no en esta vida, en otra). Kant llam a esto el paso de la moral a la religin y el lema es el siguiente (lo tomamos de Fichte, un seguidor de Kant): Lo importante no es ser feliz, sino merecrselo.

    Kant rechaza la religin positiva, entendida esta como la religin que se reduce a dogmas y ritos en virtud de la auto-ridad de una tradicin o una institucin, donde la autonoma del creyente es negada; por el contrario, Kant apost por una religin moral o estrictamente filosfica, segn los principios de la razn, sin negar la religin revelada una vez despojada de supersticiones, rituales, creencias absurdas (como que lo espiri-tual puede tener o manifestarse como un cuerpo), etctera.

    Vista de Jerusaln. La capital de las tres religiones, la ciudad de la paz, ha sido y es un foco de conflicto religioso y poltico entre pueblos con creencias

    abrahmicas y monotestas.

  • 79

    IIILAS CIENCIAS, EL

    CONOCIMIENTO Y LA FILOSOFA

    21QU ES VERDAD Y QU ES MENTIRA?

    Se entiende por verdad el carcter de lo que es verdadero material o formalmente.

    Es materialmente verdadero aquello que sucede o acontece, aquello que es el caso. Por lo tanto, se dice que es materialmente verdadero un fenmeno, un acontecimiento, un hecho, un suce-so, etc., pero no una cosa, un objeto, una propiedad Para esto ltimo se prefiere, por cuestiones de rigor, decir que es real. El objeto que tengo en mi mano no es verdadero o falso, sino real (est aqu) o irreal (lo estoy soando, por ejemplo). Es verdadera la proposicin que anuncia el hecho: tengo este objeto en mi mano, aqu y ahora.

    Es formalmente verdadera una cadena de razones en virtud de que, partiendo de proposiciones que se entienden como verdaderas (supuestamente, al menos), la forma en la que estn

  • Las ciencias, el conocimiento y la filosofa

    84

    sociologa y la economa). Esto lleva a una serie de interpretacio-nes que son a veces incompatibles entre s. Los problemas de las ciencias sociales tienen que ver con el hecho de que estudian la conducta humana y la afectan. Es decir, el comportamiento que estudian las ciencias sociales se ve afectado por ellas mismas mu-chas veces, sobre todo desde que existen los medios de comunica-cin de masas. Un caso paradigmtico es la profeca autocumplida, por la cual por repeticin de su interpretacin, esa disciplina pue-de producir efectivamente que eso ocurra. Esto sucedi en cierta medida en Argentina y una dcada despus en Grecia, cuando la gente se dirigi en masa a retirar sus depsitos alarmada por un rumor, de modo que los bancos, por estas retiradas masivas de efectivo, sufren aquellos efectos que se pronosticaban en virtud de la ciencia econmica misma.

    Pigmalin y Galatea, de Lagrene. Tanto deseaba Pigmalin que Galatea se convirtiese en real que su deseo le fue concedido. El efecto Pigmalin supone

    algo importante de conocer y estudiar para los profesionales del mbito educativo, laboral, social y familiar. Por ejemplo, una cierta psicopedagoga

    puede producir un tipo de infante o estudiante (el que se cree ver en l) como el material en bruto sobre el que trabajar, realimentando un espejismo de

    saber-poder.

  • 95

    Vicente Caballero de la Torre

    perplejo quin cre al creador del universo si asumimos su exis-tencia. Por supuesto que tiene razn Krauss al decir que es inde-mostrable que Dios sea increado. Krauss, a diferencia de Hawking, considera que el universo puede ser infinito en espacio y tiempo y se ratifica en la conviccin de que pudo surgir de la nada sin necesidad de (un) Dios.

    Y es que, como dijo Kant, cuando se trata de la cuestin del origen del universo llegamos a las antinomias de la razn pura, por las cuales nos cabe afirmar con el mismo grado de raciona-lidad una tesis y su contraria mostrndonos que estamos ante un lmite del pensamiento mismo y no ante una frontera (superable) de las ciencias fsica y cosmolgica. As formulaba ya Kant, en su Crtica a la Razn Pura (1781), la cuarta antinomia (la T significa tesis y la A, anttesis), sacando racionalmente consecuencias per-fectamente asumibles de la tesis y la anttesis:

    T. Al mundo pertenece algo que, sea en cuanto parte suya, sea en cuanto causa suya, constituye un ser absolutamente necesario.A. No existe en el mundo ningn ser absolutamente nece-sario, como tampoco existe fuera de l en cuanto causa suya. Las dos posiciones en conflicto pueden ser ambas verdaderas

    Grabado de William Blake, Ancient of days, de 1794 (British Museum)

    para el frontispicio de su obra Europe a prophecy.

    Este es un dios arquitecto del universo, en la lnea

    de la francmasonera o del desmo ilustrado de

    los philosophes.

  • Las ciencias, el conocimiento y la filosofa

    98

    si no se usa un arte de persuasin de uno mismo y de los dems (suele funcionar mejor con uno mismo, realmente) muy sofistica-do, como estamos viendo: la racionalizacin. Esa racionalizacin, adems, puede estar trufada de una intelectualizacin que permita al sujeto autoconvencerse de su superioridad intelectual sobre aquellos que lo censuran, mediante el uso innecesario y exube-rante de tecnicismos, de jerga o de expresiones cuya complejidad no pueden seguir aquellos que le estn poniendo en situacin de desvelarle lo que el sujeto procura ocultarse. La intelectualizacin conlleva una suspensin de la emocin de las experiencias fuer-temente emocionales, de modo que se puedan tratar las mismas con un falso analiticismo supuestamente asptico que no ayuda a entender mejor las implicaciones que para uno tienen dichas ex-periencias, tomando una fuerte distancia con las mismas, a modo de coraza protectora.

    A veces la diferencia entre la racionalizacin y la propensin a la fantasa es, en algunos sujetos, casi nula (vase el film de Sam Mendes, Revolutionary Road). Por la fantasa, el sujeto crea un

    Anna Freud pasea con su padre, Sigmund. Anna desarroll la teora sobre los mecanismos de defensa sobre la base de la triple diseccin de la personalidad psquica postulada por su padre. En la cancin del grupo estadounidense The National titulada Anna Freud, encontramos algo as como la expresin de la dificultad de conllevar la ansiedad ante ciertas circunstancias.

  • 101

    Vicente Caballero de la Torre

    por entero a su persona, es decir, a su libertad plenaria, y que fuera un reconocimiento de su libertad. De pronto, le cogen la mano. Este acto de su interlocutor arriesga el cambiar la situa-cin provocando una decisin inmediata, una doble actitud: si abandona la mano entre las de su compaero, es consentir; el retirarla supone romper el encanto de ese momento. La joven abandona la mano, pero no percibe que la abandona. Y no lo percibe porque en ese instante ella es puro espritu: arrastra a su interlocutor hasta las regiones ms elevadas de la especula-cin sentimental; habla de la vida, de su vida, se muestra en su aspecto esencial: una persona, una conciencia. Y entre tanto se ha cumplido el divorcio del cuerpo y el alma: la mano reposa inerte entre las manos clidas de su pareja; ni consentidora ni resistente: una cosa.

    Herbert Fingarette desarroll a finales de los aos sesenta del pasado siglo el planteamiento de Sartre, defendiendo que las personas podemos llegar a ser explcitamente conscientes de

    Kierkegaard, Dostoievski, Nietzsche y Sartre. Cuatro autores que se ocuparon de la cuestin del autoengao y la mala fe.

  • Las ciencias, el conocimiento y la filosofa

    106

    El mtodo consta de cuatro momentos: evidencia tras la duda, descomposicin de lo que se est estudiando en elemen-tos ms simples (anlisis), recomposicin racional de estos ele-mentos (sntesis) y enumeracin de lo anterior con el fin de que, recapitulando, nada haya sido dejado sin analizar y componer por el mtodo. No cabe justificacin para el mtodo, sus reglas son evidentes por s mismas. Si no acudiramos a la evidencia, segn la primera de las reglas, caeramos en una contradiccin interna.

    La duda deja en suspenso el juicio sobre la existencia o inexistencia de cualquier cosa. Descartes encuentra que, aunque cualquier contenido puede ser objeto de duda, formalmente es necesario que se d el dudar mismo, el pensar que duda: Pienso, luego existo. No obstante, Descartes da una paso ms y otorga categora de sustancia al proceso de pensar llamndolo sustancia pensante e identificndola con un alma separada del cuerpo, al

    Diagrama de una seccin del cerebro procedente del Tratado del hombre, de Ren Descartes. A pesar de este regreso no justificado a pocas anteriores de la historia de la filosofa con una versin nueva del dualismo alma-cuerpo, Descartes ha dejado claro para siempre que la escolstica y la teologa no pueden ser el fundamento del pensar filosfico, porque el pensamiento

    filosfico es autnomo o no es filosofa.

  • 109

    Vicente Caballero de la Torre

    claro que una ley de la ciencia natural, como cualquier proposi-cin verdadera sobre la realidad, es una afirmacin sobre hechos de experiencia (que la sensibilidad nos ofrece) donde se produce un entendimiento de la realidad como tal realidad, es decir, no como un conglomerado de percepciones sin sentido. La ley cientfica est dotada, adems, de una universalidad y una necesidad que la hace superior a cualquier proposicin verdadera de otro tipo, pues se refiere a lo que no puede ser de otro modo (necesario) para todos los casos (universal) semejantes. Pero las proposiciones verdaderas de las ciencias sociales no son exactamente as. Y aqu se presenta un problema: podemos admitir, desde el sistema de Kant, una ciencia de lo particular y de lo no necesario (como lo son la historia o la sociologa)?

    Se comenz a distinguir entre ciencias del espritu y ciencias de la naturaleza, afirmando que la finalidad de las primeras no es entender regularidades que den cuenta de forma universal y necesaria de los fenmenos, sino comprender singularidades que puedan ser descritas; de forma que sociedades y pocas histricas diferentes pueden captarse sin extraeza, pero sin que

    Dilthey (1833-1911) propone un mtodo de

    comprensin para las ciencias humanas donde es

    imprescindible hacerse cargo de la situacin social e

    histrica de forma intuitiva. Las pocas y las sociedades

    tienen una visin del mundo en la cual, muchas veces, el arte y la filosofa son

    su mxima expresin. El cientfico social tiene que

    ser capaz de hacerse con esa cosmovisin y describirla.

  • 129

    Vicente Caballero de la Torre

    Dios?, no solo no puede ser contestada sino que ni siquiera puede ser formulada, puesto que est ms all de los lmites de la lgica y es, por tanto, sin sentido, explica Paul Strathern en Wittgenstein en 90 minutos. De modo que ya estamos en disposi-cin de comprender el salto a la mstica del filsofo austriaco, al final de su Tractatus:

    6.522. Lo inexpresable, ciertamente, existe. Se muestra, es lo mstico.6.53. El mtodo correcto de la filosofa sera propiamente este: no decir nada ms que lo que se puede decir, o sea, pro-posiciones de la ciencia natural o sea, algo que nada tiene que ver con la filosofa, y entonces, cuantas veces alguien qui-siera decir algo metafsico, probarle que en sus proposiciones no haba dado significado a ciertos signos [].7. De lo que no se puede hablar hay que callar.

    Elijah Wood, en la presentacin en Madrid de la pelcula dirigida por lex de la Iglesia, Los crmenes de Oxford (2008). En este film, la obra cumbre de Wittgenstein, Tractatus logico-philosophicus, es clave para entender el misterio

    que el personaje protagonizado por este actor se empea en resolver.

  • 131

    IVEL LUGAR DEL SER HUMANO

    EN EL MUNDO

    39SABAS QUE NO ES LO MISMO SER HUMANO QUE SER

    PERSONA?

    Las personas no son necesariamente individuos humanos. Ni los individuos humanos han sido considerados siempre como per-sonas. Tampoco puede decirse que la pertenencia a la especie humana en cualquier poca y lugar debiera ser considerada como la condicin necesaria y suficiente para dar lugar al derecho a ser tratado como una persona. Para explicar todo esto es necesario definir bien los trminos.

    El trmino individuo identifica a aquello que no se puede dividir. Un individuo es una unidad elemental de un sistema mayor o ms complejo. Respecto de dicho sistema no tiene sentido algo menor que un individuo. Por ejemplo, respecto de una sociedad humana no tiene sentido algo menor que una persona singular, porque la persona es lo menos que puede per-tenecer a la sociedad; no tiene sentido decir que una parte de esa persona (sus sentimientos, sus pensamientos, etc., expresados

  • 133

    Vicente Caballero de la Torre

    que hoy se considera esencial para la libertad de los individuos: la presuncin de inocencia, formulada en la expresin in dubio, pro reo (en caso de duda, a favor del procesado). Es quien acusa quien debe probar la culpabilidad del acusado y no el acusado quien ha de probar su inocencia. No obstante, tal principio solo se aplicaba enteramente a las personas. Durante la Edad Media, este princi-pio se perdi durante bastante tiempo y en muchos lugares de Europa. El caso de las acusaciones ante la Santa Inquisicin es el ms conocido, pero no es el nico. La cuestin de la persona dio lugar en el derecho a unas tipificaciones de seres humanos en la Repblica y el Imperio romanos: la primera, que es la ms exten-sa en nmero de afectados, distingua los esclavos y las personas libres (parte de algunas diferencias en detalle, todos los esclavos tienen en derecho, poco ms o menos, la misma condicin. Las personas libres, por el contrario, se subdividen por una parte en ciudadanos y no ciudadanos); la segunda divisin se aplica a las personas consideradas enla familia. Las unas sonalieni juris,o so-metidas a laautoridadde un jefe; las otras,sui juris,dependiendo de s mismas.

    El retorno de Persephone, de Frederic Leighton

    (1830-1896)

  • 137

    Vicente Caballero de la Torre

    Volviendo al evolucionismo darwinista, es preciso ahora dis-tinguir las versiones de la teora que se han ido dando desde la publicacin de El origen de las especies en 1859. Habra dos grandes clases: teoras monistas, que dan importancia a un solo factor, y teoras sintticas, para las cuales hay varios factores que explican el mecanismo evolutivo.

    Aqu estamos ya en el campo de la polmica donde se puede tomar partido, sin salirnos del campo cientfico mismo de la bio-loga. Se trata de la controversia entre los partidarios de las tesis de los paleontlogos Stephen Jay Gould y Niles Eldredge, por un lado, y las del filsofo Daniel Dennett y el etlogo Richard Dawkins, por otro. Aquellos consideran a estos dos ltimos

    Stephen Jay Gould (1941-2002) defendi su versin de la teora de la evolucin, segn la cual esta consiste en un equilibrio puntuado por el cual las modificaciones en las especies se producen no de forma gradual sino en intervalos cortos en el tiempo evolutivo, dndose periodos prolongados de calma evolutiva. Gould deca tal y como recuerda el prestigioso bilogo neodarwinista y telogo Francisco Ayala que los ateos no lo son porque la ciencia les haya hecho negar la religin, sino por otras razones. Ayala no

    suscribe la teora del diseo inteligente.

  • El lugar del ser humano en el mundo

    144

    conducta a los estados de nimo de los experimentadores, lo cual le hizo preguntarse si tenan un modelo de eso que lla-mamos mente. Un modelo que permitira entender a otros, atri-buyndoles pensamientos, deseos, intenciones, emociones y que, de ese modo, nos hace capaces de ordenar nuestras conductas. Cuando decimos cosas de alguien tales como que su mentalidad o forma de pensar le est haciendo dao, estamos efectuando una representacin de una representacin un pensamiento sobre el pensamiento pero tambin encontramos manifestaciones de esta teora en algo tan cotidiano como considerar que otro opina como yo. Esto sera, precisamente, lo que se echa en falta en los autistas: no poder pensar en los estados mentales mismos. Esto explica mucho mejor de lo que lo hicieron los psicoanalistas hippies en los aos sesenta, culpando a los padres severos del autis-mo de sus hijos las importantes deficiencias en las capacidades imaginativas que les impide ficcionar y jugar atribuyndose roles, mentir, gastar bromas, entender chistes, entonar irnicamente una frase, etctera.

    Gilbert Ryle, por Rex Whistler. Mediante un ejercicio filosfico analtico, el profesor Ryle mostr claramente la inconsistencia semntica del trmino mente a pesar de su recurrente uso como cajn de sastre conceptual: La gente tiende a identificar su mente con el lugar en el que lleva a cabo sus secretos pensamientos. Supone, adems, que hay algo misterioso respecto de cmo se hacen pblicos nuestros pensamientos, sin darse cuenta de que empleamos artificios especiales para mantenerlos reservados para nosotros.

  • El lugar del ser humano en el mundo

    152

    emocionales (En busca de Spinoza. Neurobiologa de la emocin y los sentimientos). Segn Damasio, las emociones pueden clasifi-carse en: a) emociones de fondo, las cuales dan cuenta del estado anmico puntual de una persona; b) emociones primarias o bsicas: miedo, ira, asco, sorpresa, tristeza y felicidad, las cuales se identifican interculturalmente sin dificultad y se constatan en otras especies; c) emociones sociales o secundarias: simpata, turbacin, vergenza, culpa, orgullo, celos, envidia, admiracin, gratitud, desdn

    Con respecto a las emociones primarias o bsicas es de jus-ticia referirse a la clsica obra de Darwin, publicada en 1873, La expresin de las emociones en los animales y en el hombre (donde re-cae, de nuevo, en el lamarckismo; vase la respuesta a la pregunta 41). Darwin investig la expresin de los rostros y las caras (del cambio en las facciones, humanas y de animales, evolutivamen-te prximos al ser humano), siendo especialmente interesante, para apoyar su idea de que las emociones primarias son innatas, la observacin de los ciegos de nacimiento, nios que no haban

    En la rueda de Plutchik las emociones primarias ms intensas son ocho que al perder intensidad (simbolizado por la degradacin del color) van cambiando de nombre y se combinan dando lugar a otras ocho

    compuestas (amor, sumisin, susto, decepcin, remordimiento, desprecio, alevosa y optimismo).

  • El lugar del ser humano en el mundo

    162

    ciencias y un problemtico modelo para la psicologa), junto al profesor Francisco Robles:

    En los aos cincuenta, cuando el modelo para abordar la cues-tin mente/cerebro era la mquina de Turing, la misma estruc-tura de esta dejaba en un estado de provisionalidad irresoluble la cuestin acerca de si un computador sera capaz de ejecutar cualquier algoritmo; para que esto fuese posible necesitaramos un teorema que probase que cualquier algoritmo pudiera re-ducirse a un algoritmo-Turing. La irresolubilidad de la cues-tin no radica en la dificultad de hallar el teorema en cuestin, sino en la imposibilidad lgica de su consecucin debido a la indefinicin de la nocin misma de algoritmo. De modo que lo mximo que puede conseguirse es un respaldo emprico, a base de xitos sucesivos, para la reduccin de cualquier al-goritmo al procedimiento propio de una mquina de Turing, pero no podra haber una prueba matemtica definitiva de que los algoritmos de cualquier ndole pueden ser susceptibles de cmputo por una mquina de Turing.

    Al fin y al cabo lo que Turing pretenda era algo tan sencillo como ampliar nuestra nocin de inteligencia, abrirla, pero no su-poner que una mquina pudiera llegar a ser un sujeto.

    Durante la Segunda Guerra Mundial, los alemanes usaron esta mquina de cifrado de mensajes, Enigma. La mquina ofreca cientocincuenta trillones de soluciones posibles y aun as, Turing y su equipo, al servicio del Ejrcito britnico, pudieron descifrar el cdigo. Al final de la guerra el diez por ciento de las comunicaciones, usando Enigma, pudieron ser descodificadas en Inglaterra en lo que podra denominarse el primer computador electromagntico.

  • 181

    Vicente Caballero de la Torre

    salidas al aire libre, etc., hasta una edad mucho ms avanzada de aquella a la que ya empezamos, desgraciadamente, a someter a nias y nios a esquemas muy rgidos (postura sentada durante horas, estilos de aprendizaje memorsticos, obsesin enfermiza con las letras y los nmeros, etc.). Pero, con Makarenko, consideramos igualmente prudente pensar que en algn momento tendrn que adoptar una conducta que les permita entrar en el mundo de los adultos. Adems, en los adolescentes, el grupo de iguales tiene un poder de influencia que madres, padres y profesorado no puede igualar. Por eso el colectivo es importante, la intervencin socioe-ducativa debe darse ah para que pueda producirse una madura-cin. A no ser que tal maduracin se considere indeseable y que el sueo pedaggico de nuestra era sea convertirnos tambin a los adultos en adolescentes perpetuos (en estado de agitacin cons-tante y desnortada). Esto, desde luego, parecera algo as como una siniestra maniobra de ingeniera social espontnea cuya autora se debe a la mano invisible de la industria del espectculo, las telecomunicaciones y el entretenimiento por la cual la adoles-cencia empezara cada vez antes y terminara cada vez ms tarde. Y, si esto es as, no habr pedagoga naturalista ni antinaturalista que nos salve de la repeticin de lo peor.

    La indisciplina es educacin de bribones: esto lo digo en respuesta a aquellos que dicen que los castigos cran esclavos, afirm Makarenko.

  • 183

    VTICA Y MORAL

    54CARECE DE TICA UNA PERSONA PROFUNDAMENTE

    INMORAL?

    No tiene por qu. Y la historia de la filosofa nos proporciona un ejemplo perfecto en la figura de Digenes de Sinope, el Cnico (no debe confundirse con Digenes Laercio, el autor de las Vidas y opiniones de filsofos ilustres). Digenes es un brillante exponente tico, incluso puede ser un referente en nuestros das. Sin embar-go, su conducta fue profunda e intencionadamente inmoral.

    Cmo es esto posible? Debemos distinguir entre vida moral y saber moral. La primera es mucho ms ancha que el segundo, que es un constituyente de aquella. Vida debe tomarse aqu en el sentido biogrfico y no exclusivamente biolgico. Proyectamos en lo que hacemos ahora lo que nos ocurri en el pasado: eso es vivir, desde el punto de vista biogrfico. La moralidad de nuestra vida es la semejanza (o desemejanza) con lo que se con-sidera que debiera ser. No podramos, sin embargo, explicar con facilidad el fundamento de por qu debiera ser as, pero s somos agentes y testigos, actores y espectadores, de nuestra propia vida moral.

  • 215

    VIDIOS Y LA CUESTIN DEL

    BIEN Y DEL MAL EN EL MUNDO

    64SI DIOS EXISTE, POR QU PERMITE EL MAL EN EL

    MUNDO?

    Esta es una cuestin fundamental de una rama de la teologa conocida como teodicea, la cual viene a significar algo as como juicio a Dios. La pregunta refiere a Dios-Creador como respon-sable o, incluso, culpable del mal. Un dios como el de Aristteles o el dios de los destas ilustrados no puede ser responsabilizado ni culpado por el mal en el mundo puesto que ni cre el mismo ni lo dispuso, tan solo le da un orden final, una arquitectnica.

    Pero el dios de judos, cristianos y musulmanes s puede sus-citar esta cuestin. Si un dios es omnipotente podr hacer todo lo que quiera; si es sumamente bueno querr eliminar todo el mal posible y real. Esta cuestin que ya haba expuesto Platn en el dilogo titulado Eutifrn, es sumamente problemtica (diremos algo de ella en la respuesta a la siguiente cuestin). La cuestin de la relacin entre Dios y el mal en el mundo es importante, no

  • 227

    VIIFILOSOFA POLTICA, TEORA DE LA SOCIEDAD Y JUSTICIA

    SOCIAL

    67SOMOS BUENOS O EGOSTAS E INTERESADOS POR

    NATURALEZA?

    El gran defensor de la bondad natural del ser humano fue el ginebrino Jean-Jacques Rousseau (1712-1778). En la poca de Rousseau la sociedad civil sufri tres grandes transformaciones: la primera revolucin industrial y el apogeo econmico de la burguesa; la concentracin de mano de obra en las ciudades; y el declive de la nobleza, eclipsada por las monarquas absolutas.

    Para Rousseau, a diferencia de lo que defienden los enciclo-pedistas ilustrados franceses de su poca, la ciencias y las tcnicas no nos conducen al progreso hacia lo mejor. La vida civilizada, a diferencia de la inocencia de los salvajes, es demasiado compleja. As pues, Rousseau afirma en el clebre Discurso sobre las ciencias y las artes que, si bien fue la necesidad de seguridad la que cre los tronos de los reyes absolutos, las ciencias y las artes los haban

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    Vicente Caballero de la Torre

    es decir, en la medida en que se ha atribuido un valor de-finido al material usado en su fabricacin, se convierte en un medio para obtener otros objetos.

    III. La accin nos permite comenzar algo nuevo, arrojar al mundo algo no aparecido antes y esto solo es posible en la comunidad de los hombres entre los que habitamos, entre aquellos con los cuales me relaciono. Esa red de relaciones hace que las consecuencias de cada nueva accin arrojada al mundo sean nunca del todo previsibles:

    Vivir siempre significa vivir entre los hombres, vivir entre los que son mis iguales. Dado que siempre ac-tuamos en una red de relaciones, las consecuencias de cada acto son ilimitadas, toda accin provoca no solo una reaccin sino una reaccin en cadena, todo proceso es la causa de nuevos procesos impredecibles. Este carcter ilimitado es inevitable. Sin embargo, en claro contraste con esta fragilidad y esta falta de fia-bilidad de los asuntos humanos, hay otra caracterstica de la accin humana que parece convertirla en ms peligrosa de lo que tenemos derecho a admitir. Y es el simple hecho de que, aunque no sabemos lo que estamos haciendo, no tenemos ninguna posibilidad de deshacer lo que hemos hecho.

    Hannah Arendt deshace, en La condicin humana, ciertos malen-tendidos que genera el concepto de praxis. Marx (1818-1883) llamaba praxis a la capacidad que tiene el ser humano para

    El servicio postal alemn (Deutsche Post) dedic este sello a Hannah Arendt en el centenario de su nacimiento, en 2006.

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    Vicente Caballero de la Torre

    la respuesta a la pregunta 85). De hecho, los actores histricos no son individuos de carne y hueso, sino los espritus de los pueblos (Volkgeist); los pueblos no son sociedades (sumas de individuali-dades) sino comunidades (totalidades integradas por individuos). Los espritus de los diversos pueblos les lleva hacia la libertad, una libertad que es la sntesis de la voluntad individual con la volun-tad general, hacer lo que se quiere es querer lo que se debe en el mbito de una legalidad racional. Cada espritu de cada pueblo est configurado por tres determinaciones que permiten predecir cul ser su avance en el decurso histrico, en funcin de si han realizado o no la sntesis: el arte que le es propio, donde el pueblo expresa exteriormente su ser; la fe religiosa, donde el esp-ritu se repliega en la interioridad del ser individual de los miem-bros de la comunidad; y la filosofa en cada poca histrica en un pueblo dado, que viene a reconciliar en una sntesis superior (racional) lo que con el arte y la fe religiosa tan solo se expresa y se intuye, respectivamente.

    El pensamiento de Hegel es fundamental para comprender la filosofa de la historia que consider a esta predecible con ms predicamento e influencia de todas las que ha habido: el marxismo. Marx no solo realiz una filosofa de la historia, sino una teo-ra general de la misma que constara de un estudio emprico

    La cruz de la victoria en Cangas de Ons (Asturias, Espaa). En la cruz estn alfa y omega, la primera y ltima letra del alfabeto griego, el principio y el

    fin de la historia. Hegel y Marx comparten con las religiones monotestas la concepcin lineal del tiempo histrico.

  • Filosofa poltica, teora de la sociedad y justicia social

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    las ocasiones ceremoniales. Para Freud lo ms importante en relacin con el totemismo es la forzosa exogamia, es decir, la pro-hibicin de relaciones sexuales entre individuos que estn bajo el mismo ttem. La violacin de la exogamia (incesto) es castigada por toda la comunidad, algo que no sucede con otras violaciones, lo cual sugiere que est ponindose en peligro a toda la comuni-dad y se castigan por igual tanto las relaciones pasajeras con poca probabilidad de resultar en descendencia como los matrimonios clandestinos (todas las mujeres de la tribu son tratadas como si fueran familiares consanguneos).

    Malinowski (1884-1942) sostuvo que el impulso sexual es, en general, una fuerza muy perturbadora y socialmente corrosiva. Si las pasiones erticas entrasen dentro del hogar no solo apareceran problemas por celos, sino que la estabilidad de la familia sera inexistente. Esto nos lleva a la respuesta a la siguiente pregunta.

    72CUL ES EL TAB UNIVERSAL SIN EL CUAL LA

    SOCIEDAD NO EXISTIRA?

    A comienzos del pasado siglo, en lo que ahora es Israel, se dio una forma social y econmica de organizacin y convivencia conocida como kibutz (comunas agrcolas). All unas cuidadoras se hacan cargo de chicos y chicas de la misma edad pero de distintas familias, solo los gemelos coincidan bajo las mismas

    Ttem de madera, situado en las proximidades de Puerto Saavedra, en Chile.

  • Filosofa poltica, teora de la sociedad y justicia social

    252

    Goebbels, el artfice de la propaganda nazi, sistematiz un sa-ber que ya exista desde ms de dos milenios atrs. Como es sabido, Goebbels hizo uso del marketing desde un conocimien-to sociolgico experto para la propaganda poltica. Sus once planteamientos son: 1. Principio del enemigo nico; 2. Principio del mtodo de contagio, unificando a los diferentes adversa-rios; 3. Principio de la transposicin, culpando al enemigo de los propios errores, distrayendo las malas noticias con otras cuyos responsables seran otros distintos; 4. Principio de la exageracin, aprovechando cualquier informacin o ancdota para convertirla en una supuesta grave amenaza; 5. Principio de la vulgarizacin, adaptando el discurso al nivel de comprensin de las masas po-pulares, las cuales suelen ser simples y olvidadizas; 6. Principio de orquestacin: una mentira repetida suficientemente acaba convirtindose en verdad; 7. Principio de renovacin, cambiando cada poco tiempo los argumentos para que cuando el enemigo tenga preparada su rplica sea sorprendido con un nuevo asunto; 8. Principio de la verosimilitud, construyendo los argumentos a

    Joseph Goebbels en 1945. El jerarca nazi es considerado el gran maestro de las tcnicas de propaganda, las cuales siguen siendo tenidas en cuenta en la actualidad. Su figura ha sido llevada al cine en pelculas tales como Good, de Vicente Amorim, y Malditos bastardos, de Quentin Tarantino.

  • Filosofa poltica, teora de la sociedad y justicia social

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    con la exuberancia y proliferacin de leyes promulgadas deriva-das de una Carta Magna o Constitucin. El concepto de Estado en Weber es sociolgico y hemos de analizarlo para comprender la diferencia que marca entre lo legal y lo legtimo. El Estado es comprensible desde una sociologa que estudie la dominacin propia del Estado burocrtico moderno y que reconozca al mis-mo como el monopolizador de la violencia legtima. Es decir, antes de discernir la legitimidad de la ley habr que delimitar quin puede aplicar la violencia legtimamente:

    Estado es aquella comunidad humana que, dentro de un deter-minado territorio (el territorio es elemento distintivo), reclama (con xito) para s el monopolio de la violencia fsica legtima. Lo especfico de nuestro tiempo es que a todas las dems asocia-ciones e individuos solo se les concede el derecho a la violencia fsica en la medida en que el Estado lo permite. El Estado es la nica fuente del derecho a la violencia.

    La poltica como vocacin

    El camino por el cual lo legal se legitima es, desde que la legi-timacin tradicional y carismtica estn en descrdito, a travs de un Estado que posibilite la legitimacin racional, el cual requiere

    Lo propio y especfico de la Reforma, en contraste con la concepcin catlica, es haber acentuado el matiz tico y aumentado la primaca religiosa concedida al trabajo en el mundo, racionalizado en profesin, escribe el socilogo Max Weber en La tica protestante y el espritu del capitalismo, publicada en 1905, obra que le ha merecido la inmortalidad. Pero, adems de las tesis de este libro, su estudio de las formas de legitimacin y de autoridad le hace ser objeto de cita obligada para la filosofa y la sociologa.

  • Filosofa poltica, teora de la sociedad y justicia social

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    bolsillo. En 1782 se consigui la independencia y los colonos pasaron a ser ciudadanos de pleno derecho.

    La fundamentacin filosfica de fondo es la misma que en la tradicin britnica, como es evidente, pero, a falta de tradicin, la legitimidad (vase la respuesta a la pregunta anterior) ser construida nica y exclusivamente por procedimientos racionales (sin ignorar los fundamentos profundamente espirituales, que no teolgicos, de la fundacin de los Estados Unidos).

    82SER MAQUIAVLICO ES SER MALVADO?

    No exactamente. El maquiavelismo es un concepto complejo y respetable de la filosofa poltica aunque el adjetivo maquia-vlico usado para describir conductas, decisiones o el estilo de ciertos gobernantes tenga una connotacin negativa.

    El maquiavelismo es el polo opuesto del utopismo y se de-fine frente a l. El concepto utopa, por el cual se proyecta un mundo ideal y la forma en que es posible su gobierno, no fue concebido por Toms Moro, aunque s tiene este la paternidad

    George Washington (1732-1799): El Gobierno no es una razn, tampoco es elocuencia, es fuerza. Opera como el fuego; es un sirviente peligroso y un amo temible; en ningn momento se debe permitir que manos

    irresponsables lo controlen.

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    VIIIFILOSOFA DE LA ACCIN

    86SABAS QUE AN DISCUTEN FILSOFOS Y

    ECONOMISTAS SOBRE POR QU VALEN LAS MERCANCAS LO QUE VALEN?

    Ha habido dos grandes perspectivas tericas acerca del valor, suscritas ambas tanto por filsofos como por economistas. Son la teora del valor-trabajo (teora laboral del valor) y las teoras del valor-utilidad (teoras marginalistas). Dentro de ambas perspectivas se han dado teoras concretas, teoras con distintos matices e in-cluso teoras mixtas que ponan el nfasis en uno u otro punto de la cuestin (el trabajo o la utilidad).

    La teora del valor-trabajo habra sido defendida en primer lugar por Adam Smith (1723-1790), sobre la que luego Marx construira la teora de la explotacin de la clase trabajadora. Como expone Santiago Armesilla (Trabajo, utilidad y verdad), la cuestin fundamental, no obstante, es tratar de delimitar qu es lo que produce la riqueza y el curso de la misma en las sociedades. Karl Marx public en 1867 el primer tomo de El Capital y all defiende no solo que el trabajo genera la riqueza (y la pobreza), sino que propicia un orden jurdico que legitima

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    Vicente Caballero de la Torre

    la actuacin practicada por un hombre especfico, en cierta fecha y en determinado lugar.

    La cuestin es que no somos un homo oeconomicus. Segn el canon de la praxeologa, las acciones que cabe esperar del homo oeconomicus para cualquier fecha y lugar, como dira Mises se ajustaran a cuatro principios que se rigen por la finalidad de maximizar la utilidad (vase respuesta a pregunta 86) combinando diferentes opciones y preferencias. Estos principios a priori (pos-tulados como regla que no se ha extrado de la experiencia y a la que la experiencia misma debiera ajustarse) son: cancelacin, transitividad, dominancia e invariancia. La discusin sobre si estos principios han sido o no desechados para siempre por la crtica contempornea de filsofos, economistas y psiclogos ocupar nuestra atencin en la respuesta a la siguiente pregunta. No obs-tante, para cerrar la respuesta a la segunda parte de la pregunta que nos hacamos al comienzo Somos como los economistas creen que somos (o quiz no y por eso nos va como nos va)?, hemos de decir que se han producido fallas importantes en la prediccin de la conducta econmica de los agentes con base en

    La accin humana. Un tratado de Economa, de Ludwig von Mises.

    En esta obra, sigue la metodologa apriorstico-deductiva en la lnea de la concepcin del

    individualismo metodolgico de la escuela austriaca, Mises da

    cuenta de cuestiones tales como el clculo econmico y monetario, el funcionamiento del mercado

    y la formacin de los precios, el dinero, el inters y el crdito,

    los ciclos econmicos, la crucial funcin del empresario y de

    los factores de produccin, especialmente

    el capital y el trabajo, el papel del Gobierno en la economa,

    el intervencionismo, la manipulacin del dinero y el crdito, la fiscalidad, etctera.

  • Filosofa de la accin

    288

    una excesiva confianza en la racionalidad econmica de estos. Los sujetos toman muchas veces decisiones o eligen aquello que va, incluso, contra sus propios intereses. Uno de los casos ms llama-tivos es el juego del ultimtum. Los sujetos experimentales, dos, reciben una oferta de un tercero: han de compartir una suma de dinero de una cierta relevancia para ellos, pero solo uno de los dos lleva la iniciativa de ofrecer la suma al otro que estime conveniente. Si el otro rechaza la oferta ambos pierden todo, si lo acepta cada cual se queda con lo suyo.

    Este juego-experimento de Gth se ha realizado, desde co-mienzo de los aos ochenta del siglo xx, en multitud de pases, con personas de diversas edades e, incluso, culturas y casi siempre arroja un doble resultado similar, sorprendente y contrario a la tesis del homo oeconomicus:

    1. Aquellos sujetos experimentales que hacen ofertas mi-serables al otro (menos de un 30 % del total) son objeto del rechazo del otro sujeto. Esto es irracional. Ambos pierden, nadie gana. Y, sin embargo, sucede. La cuestin es que si examinamos las elecciones y decisiones econ-micas de menor o mayor calado que tomamos, gran par-te de ellas responden a algo semejante: ofertas de trabajo rechazadas por nimios matices que, sin embargo, nos in-dignan; el hecho de abstenerse de seguir comprando en un establecimiento por subidas de precio inesperadas de ciertos productos pero no de todos, cuando seguiramos ahorrando si lo hiciramos en comparacin con el nuevo establecimiento; la foto que solo se puede comprar al final de un evento en una oportunidad que no volver a repetirse, etctera.

    El juego del ultimtum muestra cmo los sujetos no estn dispuestos a hacer lo que maximiza su utilidad individual, sino lo que consideran que es justo, tanto por parte de quien ofrece como por parte del que acepta.

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    Vicente Caballero de la Torre

    teora de la preferencia revelada. A la economa solo le interesan las conclusiones que puedan extraerse del estudio de los patrones comportamentales electivos, no sus causas o motivos. Por eso, ar-gumenta Ross, cuestiones como el juego del ultimtum no son una refutacin de esta teora pues, siguiendo a Binmore, el altruis-mo puede tener perfectamente cabida en la misma, as como la conducta prosocial.

    Como vemos, aqu ya no se trata solo de una cuestin filos-fica concerniente a la teora de los entes que pueblan la realidad (ontologa) sino una cuestin de teora del conocimiento y filo-sofa de la ciencia.

    89DEBE, ENTONCES, DEFINIRSE FILOSFICAMENTE LO

    QUE ES LA ECONOMA?

    De qu se ocupa la economa? Esta es realmente la cuestin de fondo de todas estas controversias entre distintos Premios Nobel de esta disciplina y a veces parece ser una pregunta que la propia economa no est en condiciones de responder. Los economistas

    Kenneth Binmore (n. 1940), junto con Nash y Rubinstein, es el padre de

    la teora moderna de la negociacin (bargaining). Binmore subraya la

    imposibilidad de conseguir un mundo de ngeles gracias a que el ser humano

    pueda actuar conforme a una tica pura del deber (kantiana): La naturaleza no puede lograr los resultados ptimos a

    los que aspira Kant, porque estos no son compatibles con los incentivos. Es decir, solo son realizables si los seres humanos

    que viven en la sociedad actan de manera incompatible con su naturaleza.

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    Vicente Caballero de la Torre

    a la pregunta 86) y que no dependa de mera acumulacin y trata-miento estadstico de datos. Ya Heidegger volvi en su momento al problema de Kant y las ideas de la metafsica y Marzoa hizo su parte volviendo al problema de Marx y la sustancia-valor en economa (recomendamos encarecidamente la lectura de la obra de Marzoa, pues es complejo evitar simplificaciones de la misma sin acercarnos a ella como se merece).

    Gustavo Bueno, por su parte, propuso una tabla de las ca-tegoras de la economa poltica que merece ser reproducida y comentada por su gran poder clarificador.

    Bueno explica as los trminos y la particular dinmica de los mismos, todos los cuales, trminos y dinmica, permiten la cons-truccin del campo cientfico de la economa:

    Encontramos en la tabla inmediatamente las tres categoras econmicas clsicas: si recorremos la matriz por columnas, cons-truimos, muy puntualmente, el concepto de demanda (efectiva). Demanda individual, colectiva, sectorial, segn sea el tipo t consi-derado. Porque la demanda est relacionada con el consumo, que

    Tabla de las categoras de la economa poltica, segn Gustavo Bueno en su obra Ensayo sobre las categoras de la economa poltica. Como ya expusimos en otro lugar (Psicoeconoma: estudio gnoseolgico y economa del presente), la tabla

    tiene la doble ventaja de, por un lado, no caer en el economicismo (identificar extensionalmente la praxis con la produccin) y, por otro, ser aplicable a

    diversos sistemas econmicos y no solo al capitalista.

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    IXESTTICA

    Y FILOSOFA DEL ARTE

    90HAY UNA BELLEZA OBJETIVA O CUALQUIER COSA

    PUEDE SER BELLA PARA ALGUIEN Y FEA PARA OTRO?

    Esta es la vieja cuestin acerca del objetivismo y el subjetivismo en relacin con la belleza de las cosas. El objetivismo pone los valores estticos en los objetos que son contemplados (sean na-turales o productos del trabajo humano), obligndose a analizar su estructura objetiva (simetras, ritmos, armonas, etc.). Platn identifica la belleza con lo verdadero y lo bueno. El modelo ideal platnico del bien absoluto (to agathon) es bondad, verdad y belleza. De hecho, Platn defendi el heliocentrismo por un argumento metafsico: siendo el heliocentrismo ms armnico y bello que el geocentrismo, el primero deba ser el verdadero modelo de la realidad. Para Platn la belleza es el esplendor de la verdad y es afortunado aquel a quien le es dado contemplar la intuicin de lo bello porque, si alguna cosa da valor a esta vida, es la contemplacin de la belleza absoluta. La belleza, como la verdad y la bondad, hace digno o digna de amor a la cosa o

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    Vicente Caballero de la Torre

    Lo kitsch es el mal gusto de ciertos objetos presuntamente artstico-decorativos, reproducidos serialmente por la industria, que se caracterizan por la ausencia de experiencia vivida, pues sigue las reglas propias de una poca anterior en un ejercicio de imitacin que da la espalda a la creacin artstica del tiempo pre-sente. Como escribe Umberto Eco, en Apocalpticos e integrados, se trata de objetos cuyo estilo ha sido extrado del propio contexto que le es original e insertado en otro contexto cuya estructura general no posee los mismos caracteres de homogeneidad y de necesidad de la estructura original (pensemos en un reloj del pa-lacio de Versalles sobre la chimenea de una casa de campo). No es la mediocridad en el arte. Esta se da en el tiempo y las tendencias propias de la poca. Lo kitsch es otra cosa. Quiz vale la pena leer a Milan Kundera para captarlo en toda su dimensin:

    El kitsch es algo ms que una simple obra de mal gusto. Est la actitud kitsch. El comportamiento kitsch. La necesidad kitsch del hombre kitsch (Kitschmensch): es la necesidad de mirarse en el espejo del engao embellecedor y reconocerse en l con emocionada satisfaccin. Para Broch, el kitsch est ligado hist-ricamente al romanticismo sentimental del siglo xix. Y como en Alemania y en Europa Central el siglo xix era mucho ms

    Katy Perry, tras pasar sin pena ni gloria como cantante de rock cristiano, fue reconvertida en una pin-up con gusto por lo horroroso en el vestir en sus

    espectculos pblicos. No obstante, lo horroroso en Katy Perry es perfectamente intencionado y juega dentro del campo de una velada irona muy del gusto,

    especialmente, del colectivo que viene a llamarse comunidad gay.

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    Vicente Caballero de la Torre

    Para otros conceptos sociolgicos ms actuales relacionados con los colectivos sociales definidos por el nuevo presunto buen gusto (hipsters) o por el manifiesto mal gusto (chav, choni, macarra, cani, etc.), vanse las obras The Sacred and the Profane. An investi-gation of hipsters (Lo sagrado y lo profano. Una investigacin sobre los hipsters) y Chavs: The Demonization of the Working Class (Chavs: la demonizacin de la clase obrera), de Jake Kinzey y Owen Jones, respectivamente.

    93ES ARTE O UNA TOMADURA DE PELO EL ARTE

    CONTEMPORNEO?

    Quiz podamos dar respuesta a esta pregunta de la mano de Jos Luis Pardo, cuando escribe:

    Seguramente el arte empez a tornarse contemporneo el da en que esta condicin misteriosa [de la obra de los genios que se encuentra con el buen gusto del espectador] pas a ser directamente sospechosa, sospecha que pende como una ver-gonzosa mancha sobre todo lo que hoy quiera ser llamado bello.

    The Big Prawn (La gran gamba), en Ballina (Australia). Los objetos conocidos como souvenirs son, en muchas ocasiones, el colmo del mal gusto. Se trata,

    muchas veces, de objetos que adems de evocar alguna caracterstica destacada del lugar al que pretenden evocar comprenden, asimismo, una funcin, tales

    como la de termmetro, colgador de llaves, navaja multiusos, etctera.

  • Esttica y filosofa del arte

    308

    y no caeremos en juicios de valor vulgares y simplificadores que solo nos calificarn a nosotros mismos (lo cual no significa que no podamos ser duros o implacables con ciertas formas de expresin artstica que, sin duda, pueden llegar a ser una autntica tomadura de pelo). El arte contemporneo est presente en todas partes, en los anuncios de televisin, en la disposicin de las pginas web de diseo, en los anuncios de las marquesinas de autobs, en la esttica de los videojuegos legendarios y de las pelculas o series que en seguida calificamos como de culto El arte contempo-rneo vaca las galeras y buena parte de los museos a la vez que llena nuestras vidas sin que nos demos cuenta.

    94POR QU EST MAL VISTO HABLAR DE GENIOS EN EL

    ARTE CONTEMPORNEO?

    Defender que existe la genialidad artstica es una cuestin complicada, como lo fue defender que el gusto puede ser algo universal, aunque subjetivo (Kant). La genialidad, de haberla, ha de estar directamente relacionada con la inspiracin. Si negamos que exista la inspiracin ser difcil que sostengamos que hay algo as como la genialidad. En la poca antigua se consideraba que el poeta estaba siendo arrebatado por la musa de un modo similar a como la pitonisa era arrebatada en Delfos por el dios Apolo (vase respuesta a la pregunta 4).

    Skull, obra de los hermanos Chapman. Con qu derecho podemos denigrar esta obra y reivindicar, en cambio, el valor de las Pinturas Negras de Goya?

  • Esttica y filosofa del arte

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    a la americana. Del mismo modo, una cierta imagen del Che Guevara era un significante del guerrillero (de la persona real, de carne y hueso) Ernesto Guevara (significado). Pero en la actualidad el signo (la unin de la imagen y el reconocimiento de la persona en esa imagen) se ha convertido para muchos en un significante, a su vez, de otra cosa de rango ms elevado (la libertad, la rebelda, la independencia, etctera).

    El arte pop es, pues, la forma artstica de una sociedad mit-mana, es decir, la nuestra.

    Columnas a base de latas de sopa Campbells en el exterior de la exposicin sobre Warhol que tuvo lugar en la Academia Real de Escocia (Edimburgo)

    por el vigsimo aniversario del fallecimiento del artista. Segn Danto, en una lnea muy similar a la de Fukuyama (vase respuesta a la pregunta 51), lo que

    ha muerto con el arte pop no es el arte sino la historia del arte.

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    XPARA AMPLIAR Y CONTEXTUALIZAR

    97CULES SON LOS AUTORES Y OBRAS

    QUE PERMITEN DISFRUTAR DE LA FILOSOFA CON RIGOR?

    Entre los autores antiguos con los que ms se aprende a filo-sofar por el modo en el que estn escritas sus obras, como dilogos y, adems, se disfruta estticamente por la forma tan bella en la que se expresan, destaca, sin lugar a dudas, Platn. De entre sus obras recomendamos tres lecturas: Apologa de Scrates, Fedn y La Repblica.

    La primera de ellas convirti un hecho histrico (que bien podra haber pasado desapercibido) en el paradigma universal del calvario por el que han de pasar todos los que osan cues-tionar el orden establecido. El inters de la obra aumenta si tenemos en cuenta que ese orden es el democrtico (salvando la enorme distancia entre la democracia ateniense y las democracias occidentales actuales). En esta obra, Scrates convierte un juicio contra su persona en un juicio contra la sinrazn del proceso

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    Vicente Caballero de la Torre

    (no tendra nada que