la gesta revolucionaria de francisco de miranda

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1 LA GESTA REVOLUCIONARIA DE FRANCISCO DE MIRANDA: UNA VISIÓN ARENDTIANA La escritora Hannah Arendt escribió una obra titulada “Sobre la Revolución” donde sugiere un modelo de explicación histórica centrado a partir de los procesos de cambios, especialmente de los cambios revolucionarios y parte para demostrar su propuesta en dos hechos históricos sucedidos a finales del siglo XVIII y se han constituido en modelos de los procesos de cambio ocurridos en el siglo XIX y XX: El primero de ellos fue la revolución estadounidense y el segundo la revolución francesa. Estos procesos desencadenaron otros de semejante naturaleza y en la América hispánica fue en Caracas donde tuvieron su inicio. Pero a pesar de haber sido en Caracas donde se iniciaron los procesos de cambios fue Francisco de Miranda quien los condicionó, fue una de las causas primeras de los mismos y tuvo la ventaja de haber vivido las experiencias norteamericana y francesa. Estas circunstancias permiten intentar explicar el proceso independentista venezolano a partir del concepto de revolución de Arendt utilizando para ello las vivencias del Francisco de Miranda referido por Caracciolo Parra-Pérez, protagonista y testigo de todos esos eventos y también utilizando los documentos oficiales producidos en esos momentos de la historia venezolana. La confluencia en Caracas de las ideas que le dieron vida a la revolución estadounidense y la revolución francesa y la manera en que la entendieron y la llevaron a cabo sus principales protagonistas hacen necesario que se intente entender la idea de la revolución en tanto que revolución debido a que de acuerdo a Hannah Arendt la idea que evoca la palabra revolución no es univoca. Esta aclaratoria es necesaria debido a que el proceso venezolano se produjo en un contexto donde los factores exógenos jugaron un importante papel en el desarrollo de dichos eventos. El modelo arendtiano, si es posible hablar de ello, se caracteriza por su intencionalidad, por destacar aquellas experiencias relevantes que permiten construir la historicidad, por considerar

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Examen del proceso independentista venezolano usando la vivencia de Francisco de Miranda y la visión hermenéutica de Hannah Arendt

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LA GESTA REVOLUCIONARIA DE FRANCISCO DE MIRANDA: UNA VISIÓN

ARENDTIANA

La escritora Hannah Arendt escribió una obra titulada “Sobre la

Revolución” donde sugiere un modelo de explicación histórica centrado a partir

de los procesos de cambios, especialmente de los cambios revolucionarios y

parte para demostrar su propuesta en dos hechos históricos sucedidos a finales

del siglo XVIII y se han constituido en modelos de los procesos de cambio

ocurridos en el siglo XIX y XX: El primero de ellos fue la revolución

estadounidense y el segundo la revolución francesa.

Estos procesos desencadenaron otros de semejante naturaleza y en la

América hispánica fue en Caracas donde tuvieron su inicio. Pero a pesar de

haber sido en Caracas donde se iniciaron los procesos de cambios fue

Francisco de Miranda quien los condicionó, fue una de las causas primeras de

los mismos y tuvo la ventaja de haber vivido las experiencias norteamericana y

francesa. Estas circunstancias permiten intentar explicar el proceso

independentista venezolano a partir del concepto de revolución de Arendt

utilizando para ello las vivencias del Francisco de Miranda referido por

Caracciolo Parra-Pérez, protagonista y testigo de todos esos eventos y también

utilizando los documentos oficiales producidos en esos momentos de la historia

venezolana.

La confluencia en Caracas de las ideas que le dieron vida a la revolución

estadounidense y la revolución francesa y la manera en que la entendieron y la

llevaron a cabo sus principales protagonistas hacen necesario que se intente

entender la idea de la revolución en tanto que revolución debido a que de

acuerdo a Hannah Arendt la idea que evoca la palabra revolución no es

univoca.

Esta aclaratoria es necesaria debido a que el proceso venezolano se

produjo en un contexto donde los factores exógenos jugaron un importante

papel en el desarrollo de dichos eventos. El modelo arendtiano, si es posible

hablar de ello, se caracteriza por su intencionalidad, por destacar aquellas

experiencias relevantes que permiten construir la historicidad, por considerar

2

una multiplicidad de perspectivas dentro del contexto del relato para desocultar

el hecho en si y comprender, mediante un nuevo enfoque, el hecho histórico.

Hannah Arendt afirmó que “el fin de la revolución es y ha siempre sido la

libertad” y la libertad la entiende como “la capacidad para trascender lo que es

dado y para empezar algo nuevo”. Según la citada filosofa, con la revolución

francesa y estadounidense fue que se comenzó a asociar la revolución con la

guerra, y consecuentemente con la violencia.

La idea de la revolución está asociada, según Arendt, con el cambio y

presupone una concepción lineal del tiempo, pero la idea del cambio está

relacionada con la idea del origen en el sentido que la idea del cambio puede

estar referida a un retorno a un origen o una situación inicial o al

establecimiento de un nuevo origen o situación inicial. La revolución americana

buscó retornar a un origen, dada una situación opresiva nueva y la revolución

francesa establecer uno nuevo. Pero, como en la búsqueda de los orígenes ya

había unas condiciones preestablecidas, en América del norte un bienestar más

o menos general y en Francia una miseria abismal, el retorno al origen para los

norteamericanos fue asegurar, entonces, las condiciones de bienestar que

habían alcanzado y la de los franceses alcanzar la libertad y luego el bienestar,

en una primera instancia, y luego, específicamente a partir del año 1792,

ayudar a sus vecinos a establecer otro.

Miranda, en este contexto, no participó en la revolución americana.

Miranda sirvió a las fuerzas españolas que intentaron recuperar y recuperaron

la Florida y las Bahamas en el proceso de la Guerra de independencia

estadounidense. Ahora el ilustre caraqueño vivió y experimentó la libertad

racional alcanzada por ese país y conoció a los padres fundadores, cosa que le

permitió pensar, desde ese momento de las ventajas que podría significar la

independencia para la América Meridional1. En Francia, por su parte Miranda

defendió la revolución y ayudó a ese país, bajo las órdenes del General

Dumoriez a extender la revolución hacia Bélgica y Holanda2. Luego del éxito de

Bélgica y del fracaso de Holanda, Miranda pensó cambiar, luego de una serie de

1 El primer contacto que tuvo Miranda con los Países Bajos, fue en el año 1788, específicamente en La Haya cuando

inició la gira europea que le permitiría desarrollar sus ideas independentistas de la América Meridional española. 2 Este fue el segundo contacto que tuvo Miranda con los Países Bajos.

3

vicisitudes, el rumbo de la revolución francesa para salvar a este país de los

desmanes que en ella se habían cometido.

Partiendo de esta premisa se podría pensar, entonces, que en Venezuela

hubo tantos orígenes como intentos de revertir la situación a la que tuvieron

que enfrentar, es decir:

Miranda declaró en 1806, en el año del desembarco en la Vela de

Coro, lo siguiente: “… que llegó el día, por fin, en que recobrando

nuestra América su soberana independencia”. Refiriéndose a los

españoles dijo: “…consiguieron… mantener su abominable sistema de

administración por tres siglos consecutivos…”. Más adelante afirma:

“…la recuperación de nuestros derechos como ciudadanos y de nuestra

gloria nacional como americanos colombianos…”.

Para los protagonistas del 19 de abril de 1810, el retorno al origen

tuvo varias vertientes: la independencia y la preservación de los

derechos de Fernando VII para asegurar la paz en la Capitanía de

acuerdo a los criterios que se establecieran los individuos que

asumieron el rol de conductor en estos acontecimientos3. Esta última

fue la que prevaleció. La necesidad de regresar a una situación original

se topó, en ese momento, con la oposición de Coro, Maracaibo y

Guyana.

Para los protagonistas del Congreso Constituyente, de la evidencia que

se extrae del juramento que realizaron con motivo del inicio de sus

3 El Acta del 19 de Abril de 1810 expresaba lo siguiente: “En la ciudad de Caracas, se juntaron … con motivo … de

atender a la salud pública de este pueblo que se halla en total orfandad, no sólo por el cautiverio del señor Don Fernando

VII, sino también por haberse disuelto la junta que suplía su ausencia en todo lo tocante a la seguridad y defensa de sus

dominios invadidos por el Emperador de los franceses, y demás urgencias de primera necesidad, a consecuencia de la

ocupación casi total de los reinos y provincias de España, de donde ha resultado la dispersión de todos o casi todos los

que componían la expresada junta y, por consiguiente, el cese de su funciones. Y aunque, según las últimas o penúltimas

noticias derivadas de Cádiz, parece haberse sustituido otra forma de gobierno con el título de Regencia, sea lo que fuese

de la certeza o incertidumbre de este hecho, y de la nulidad de su formación, no puede ejercer ningún mando ni

jurisdicción sobre estos países, porque ni ha sido constituido por el voto de estos fieles habitantes, cuando han sido ya

declarados, no colonos, sino partes integrantes de la Corona de España, y como tales han sido llamados al ejercicio de la

soberanía interina, y a la reforma de la constitución nacional; y aunque pudiese prescindirse de esto, nunca podría

hacerse de la impotencia en que ese mismo gobierno se halla de atender a la seguridad y prosperidad de estos territorios,

y de administrarles cumplida justicia en los asuntos y causas propios de la suprema autoridad, en tales términos que por

las circunstancias de la guerra, y de la conquista y usurpación de las armas francesas, no pueden valerse a sí mismos los

miembros que compongan el indicado nuevo gobierno, en cuyo caso el derecho natural y todos los demás dictan la

necesidad de procurar los medios de su conservación y defensa; y de erigir en el seno mismo de estos países un sistema

de gobierno que supla las enunciadas faltas, ejerciendo los derechos de la soberanía, que por el mismo hecho ha recaído

en el pueblo…”.

4

sesiones el 02 de marzo de 1811 la acción política estaba en

concordancia con la necesidad de preservar los derechos de la

población y los de Fernando VII4.

Para los protagonistas que aprobaron el Acta de Independencia la

acción política estuvo dirigida a retornar a un origen, a recuperar algo

que la conquista les había arrebatado. Desde el punto de vista

arendtiano, este acto tenía componentes restauradores5 muy a pesar

que estos argumentos se remontaban al periodo de conquista.

También es de destacar que en dicho acto se apeló a la situación de

exclusión en que se encontraban los pobladores de esta región6 con

respecto a los peninsulares, con lo cual es posible afirmar que en este

reclamo había el deseo de lograr algo nuevo, que había un supuesto

estado de indignación por el hecho que las autoridades españolas

hubiesen aceptado el nuevo estado de cosas impuesto por la Francia

napoleónica7 a pesar de que las colonias habían defendido los

derechos de la corona hasta los primeros años del siglo XIX, y por

ultimo las retaliaciones que estaban sufriendo los venezolanos como

consecuencia de su iniciativa por parte de las nuevas autoridades

españolas8. Valencia y Coro desconocieron la declaración de

4 El juramento fue, al parecer, el siguiente: "¿Juráis a Dios por los Santos Evangelios que vais a tocar, y prometéis a la

Patria conservar y defender sus derechos y los del Señor Don Fernando VII, sin la menor relación o influjo con la

Francia; independientes de toda forma de gobierno de la península de España; y sin otra representación que la que reside

en el Congreso General de Venezuela; oponeros a toda dominación que pretendiera ejercer soberanía en estos países, o

impedir su absoluta y legítima independencia cuando la Confederación de sus Provincias la juzgue conveniente...?". 5 El documento expresaba lo siguiente: “…reunidos en Congreso, y considerando la plena y absoluta posesión de

nuestros derechos, que recobramos justa y legítimamente desde el 19 de abril de 1810, en consecuencia de la jornada de

Bayona y la ocupación del trono español por la conquista y sucesión de otra nueva dinastía constituida sin nuestro

consentimiento, queremos, antes de usar de los derechos de que nos tuvo privados la fuerza, por más de tres siglos, y nos

ha restituido el orden político de los acontecimientos humanos, patentizar al universo las razones que han emanado de

estos mismos acontecimientos y autorizan el libre uso que vamos a hacer de nuestra soberanía”. 6 “No queremos, …empezar alegando los derechos que tiene todo país conquistado, para recuperar su estado de

propiedad e independencia; olvidamos generosamente la larga serie de males, agravios y privaciones que el derecho

funesto de conquista ha causado indistintamente a todos los descendientes de los descubridores, conquistadores y

pobladores de estos países, hechos de peor condición, por la misma razón que debía favorecerlos; y corriendo un velo

sobre los trescientos años de dominación española en América…” 7 …América volvió a existir de nuevo, desde que pudo y debió tomar a su cargo su suerte y conservación; como España

pudo reconocer, o no, los derechos de un rey que había apreciado más su existencia que la dignidad de la nación que

gobernaba. Cuantos Borbones concurrieron a las inválidas estipulaciones de Bayona, abandonando el territorio español,

contra la voluntad de los pueblos, faltaron, despreciaron y hollaron el deber sagrado que contrajeron con los españoles

de ambos mundos, cuando, con su sangre y sus tesoros, …; por esta conducta quedaron inhábiles e incapaces de

gobernar a un pueblo libre, a quien entregaron como un rebaño de esclavos”. 8“A pesar de nuestras protestas, de nuestra moderación, de nuestra generosidad, y de la inviolabilidad de nuestros

principios, …, se nos declara en estado de rebelión, se nos bloquea, se nos hostiliza, se nos envían agentes a amotinarnos

unos contra otros, y se procura desacreditarnos entre las naciones de Europa implorando sus auxilios para oprimirnos”.

5

independencia y fueron sometidas por la fuerza. Casualmente la

persona que ejecutó la operación fue Francisco de Miranda.

En el caso venezolano, se puede afirmar que el cambio, en principio

revolucionario, se produjo para regresar a una situación, que en cada momento

del proceso, les pudo haber parecido la más ventajosa. La libertad estuvo

presente en cada una de las instancias en que se fue avanzando en el proceso

independentista, pero la motivación que al final de cuentas prevaleció fue

diferente a la que inició el proceso. Esta realidad hace necesario tratar de

entender cómo evolucionó el fin que se establecieron los venezolanos de ese

entonces. La motivación de los estadounidenses y de los franceses fue la

libertad, pero mientras unos buscaron los medios para canalizarla una vez

alcanzada, los franceses cambiaron su objetivo una vez alcanzado y buscaron

la igualdad9. La consecuencia para los primeros fue la independencia y para los

segundos el regreso a las condiciones previas al inicio del proceso de cambios.

Ahora bien ¿la libertad fue producto de la necesidad, o fue la necesidad la

que hizo que la libertad se alcanzara o se perdiera?. Para Arendt, las injusticias

inglesas generaron un estado que produjo una necesidad de cambios y estos

cambios tuvieron como fin la libertad. En el caso francés la pobreza y la

exclusión generaron un estado de necesidad que hizo que el objetivo original

del proceso de cambio fuese cambiado en aras del bienestar del pueblo. La

experiencia de Francisco de Miranda en la Francia revolucionaria parece

constatar esta idea, puesto que al salir de prisión10 propuso un proyecto político

que buscaba asegurar la libertad atribuyendo todo el mal de la república

francesa a la sumisión del poder ejecutivo y el judicial a la Convención11. El

9“La idea de libertad e igualdad no era concebida, según Arendt, como una cualidad inherente a la naturaleza humana…

eran convencionales y artificiales, producto del esfuerzo humano y cualidades de un mundo hecho por el hombre”.

Consecuentemente, la polis fue concebida como una isonomía, es decir una forma de gobierno que garantizaba la

igualdad de los hombres que por su naturaleza eran desiguales mediante una institución artificial que garantizaba la

igualdad en lo político, y no como posteriormente argumentó Rousseau de que los hombres habían nacidos iguales. 10

La caída de Robespierre encontró a Miranda preso, pero a pesar de que se creyó que se produciría una liberación de

todos los presos políticos esta no ocurrió y Miranda tuvo que dirigir a la Convención Nacional una memoria explicando

su caso donde expresa que, según Parra-Pérez: “Existe un crimen, o en la impunidad de un gran culpable o en la

persecución de un inocente. De todas las maneras de matar la libertad, no hay más asesina para una república, que la

impunidad del crimen o la proscripción de la virtud. Deja de existir la sociedad allá donde un miembro del cuerpo social

insulta, con la impunidad, a la justicia”… “o soy culpable, en cuyo caso hay un crimen para con el cuerpo social al

dejarme impune, o soy inocente y hay un crimen para con la sociedad al tenerme preso sin juzgarme”. 11

En ese proyecto invita a los franceses a “repudiar el régimen de las persecuciones y de las injurias y a inquirir lo que

interesa al bien público. Cese al fin, el reinado de la violencia para que los ciudadanos vuelvan a ser hermanos, que la

arbitrariedad y la anarquía cedan el paso a un régimen de orden y de libertad, para que la revolución estabilice sus

6

fracaso en este intento obligó a Miranda a refugiarse en los Países Bajos12, en

espera de unos mejores momentos para regresar a Francia. Estos momentos

nunca se presentaron, pero posibilitaron al caraqueño dirigir su mirada a la

América Hispánica, esa grande escena...

Para los venezolanos hubo una necesidad de liberarse y la resultante de

sus acciones fue la independencia, en principio de España, pero de la España

napoleónica. Esta circunstancia es de importancia capital puesto que a pesar de

existir un movimiento independentista contra la España borbónica, fue la

usurpación del trono español lo que produjo el cambio y este hecho en si, si se

considera la posterior restauración realista en Venezuela, explica por qué, en

los primeros años de la independencia, fracasó el intento de crear algo nuevo.

Pero este no fue el primer fracaso, como se sabe, Miranda ya había fracasado

dos veces en el año 1806, pero en estos fracasos se puede evidenciar la férrea

voluntad que mantuvo en cumplir con lo que creía su deber:

1º llega a Aruba en la fase inicial de la operación,

2º luego de ser interceptado por naves españolas Miranda se refugia en

Bonaire

3º En el segundo intento logra desembarcar en la Vela de Coro, pero no

obtiene una recepción entusiasta por parte de los pobladores y estima que el

país no está preparado para la independencia. Con este fracaso Miranda hace

su último contacto con el Mundo Holandés.

El proceso de liberarse de la influencia francesa produjo la libertad

absoluta y la libertad absoluta no estuvo en el espíritu del Acta del 19 de abril,

ni del juramento realizado por los constituyentistas antes del comienzo de sus

sesiones de trabajo. Por consiguiente, se puede afirmar que en Venezuela entre

provechos y desarrolle su programa” (Parra-Pérez II: 159). De igual forma, Miranda se preguntó según Parra-Pérez

que:¿Qué necesidad es la más urgente? La paz, la paz con Europa, y la paz es imposible si no se llega a organizar un

buen gobierno”. Luego afirmó que “la Convención… como quería cambiarlo y revolucionarlo todo, no ha respetado

nada… destrozaba lo que no le placía, fulminaba todo cuanto se levantaba contra ella… Cuando la luz de thermidor se

hizo sobre el caos, viose con espanto la extensión de los males y la insuficiencia de los remedios. Desquiciadas las

relaciones de la sociedad y sus vínculos interrumpidos; la seguridad personal carecía de garantías, y la propiedad de base

sólida. Las fuentes de la riqueza nacional estaban cegadas, los canales obstruidos, desviados o desechos: lo que el Estado

cogía con una mano lo disipaba con la otra”. Esto según Parra-Pérez era el resultado de la confusión de poderes. “cuando

el cuerpo legislativo nombra los miembros del ejecutivo, no existe libertad política; si nombra a los jueces no hay

libertad civil”. 12

Este fue el tercer contacto que tuvo Miranda con los Países Bajos.

7

1810 y 1811 hubo varias ideas de libertad: una entendida de manera absoluta

(los que querían la independencia), otra que se podría denominar como

intermedia (los que se acogían a las libertades otorgadas por la Junta de

Sevilla) y los que se consideraban libres siendo súbditos de España. Por otra

parte, en lo que respecta a la liberación hubo unos que pensaron que había que

liberarse de franceses y españoles y otros que sólo aspiraban a evitar la

influencia francesa.

En otro orden de ideas, Arendt afirmó que “sólo se puede hablar de

revolución cuando está presente este pathos de la novedad y cuando ésta

aparece asociada a la idea de la libertad” y en ese sentido, aquí en Venezuela

hubo algo nuevo asociado a la idea de libertad: se fundó una república por lo

que es posible hablar de revolución, pero, ¿es posible hablar del

establecimiento de un nuevo origen?. Ciertamente hubo un nuevo origen y este

origen fue establecido desde adentro en la Capitanía General, pero su

generación y más específicamente las causas que la generaron fueron la

necesidad de restaurar algo perdido que no necesariamente implicaba el

establecimiento de un nuevo origen, debido a que el proceso iniciado en el año

1810 buscó más que la libertad, que en parte significó para los venezolanos de

ese entonces la posibilidad de decidir su propio destino, la liberación de un

gobierno que estaba imposibilitado para “oprimir” por diversas circunstancias.

Hay que tener presente que tanto la Francia borbónica como la

revolucionaria tuvieron en mente despojar a España de sus dominios

americanos mediante la conquista o la independencia y junto con ellos los

ingleses manejaron proyectos de semejante naturaleza, desde el fin de la

Guerra de Sucesión española (Blanco, 2004).

El pathos al que se hizo mención está referido al momento a partir del

cual las acciones generadas por los protagonistas del proceso, aún en contra de

su voluntad, eran irreversibles. En el caso venezolano, la irreversibilidad vino

desde afuera y desde adentro. Desde afuera por la incapacidad española de

ejercer la autoridad y desde adentro por la necesidad de evitar la influencia

francesa. Pero a pesar de esta situación los cambios acaecidos en el país

buscaron preservar aquello que se percibió estaba amenazado, es decir, la

8

religión13. Bajo esta perspectiva, el proceso venezolano tuvo como propósito,

en principio asegurar una situación original en cuanto al papel de la iglesia se

refiere.

Los independentistas criollos, en general, fueron independentistas en

tanto y en cuanto ese acto no fuese una emulación del proceso francés no por

la orientación que este tuvo sino por el hecho que la Francia revolucionaria

había afectado valores fundamentales de la hispanidad como la religión y la

autoridad. Ahora, el papel que jugó Miranda en Europa y en Estados Unidos es

fundamental para comprender el proceso venezolano puesto que dedicó parte

de su vida a la causa independentista, incluso mucho antes de que en estos

parajes se pensara en independencia. Miranda recurrió a Francia, el Reino

Unido y los Estados Unidos para conseguir apoyo para su proyecto, pero la

cambiante situación política europea lo conminó al final a obrar solo. Si se tiene

presente las intenciones de los europeos con respecto a la América española y

la actitud que Miranda asumió hasta el desembarco de la Vela de Coro se

puede afirmar que el Precursor no fue instrumento de los europeos para el

logro de sus fines, aunque sirvió en parte a sus propósitos. En parte debido a

que renunció en 1806 a luchar por la libertad cuando percibió que los que iban

a ser liberados en cierta forma se sentían “libres” en la condición en que se

encontraban, y debido al hecho que las principales potencias europeas, luego

de la experiencia estadounidense, consideraron útil a sus políticas y beneficioso

para todos un cambio de circunstancias en el resto del continente14.

El fin de la revolución es la libertad, pero si en cierta forma el

desconocimiento francés nos hacía libres y el estatus de igualdad dado por la

Junta de Sevilla nos hacía iguales, entonces aquí lo que se hizo fue intentar

resolver un problema tratando de alcanzar el mayor consenso posible.

Consecuentemente, en Venezuela, el problema que se plantearon los

fundadores de la república no fue social, estaba relacionado con la forma de

gobierno, no con la ordenación de la sociedad. El problema fue político. Entre el

13

El Articulo primero de la Constitución de 1811 decía lo siguiente: “La Religión, Católica, Apostólica, Romana, es

también la del Estado, y la única, y exclusiva de los habitantes de Venezuela. Su protección, conservación, pureza, é

inviolabilidad será uno de los primeros deberes de la Representación nacional, que no permitirá jamás en todo el

territorio de la Confederación, ningún otro culto público, ni privado, ni doctrina contraria a la de Jesé-Christo”. 14

Además de Caracciolo Parra-Pérez ver “Aventura y Tragedia de Don Francisco de Miranda” de José Nucete Sardi,

“Consideraciones de Orden Estratégico que Enmarcaron el Intento de Francisco de Miranda de Independizar la América

del Sur”. y “Estrategia marítima en la Era de la Libertad de los Mares” de Edgar Blanco Carrero.

9

periodo que medio entre el 19 de abril y la promulgación de la primera

constitución republicana se hicieron importantes reformas: unificación de las

provincias y reforzamiento de su autonomía, libre comercio, supresión de los

derechos de exportación, fomento de la agricultura y la industria, abolición del

tributo indígena, prohibición de la introducción de esclavos en el país y

convocación a elecciones para legitimar las nuevas relaciones de poder. Pero,

para las elecciones fueron convocados sólo los hombres libres, mayores de

veinticinco años y propietarios de bienes raíces, restringiendo con ello la

participación política, por lo que se puede afirmar que para los

independentistas venezolanos no hubo diferencias en conceptos tales como

aristocracia y democracia.

Arendt expresó que toda revolución contiene dos elementos al parecer

contradictorios: la novedad de la fundación y la estabilidad de lo fundado.

Como ya se ha podido observar el 19 de abril se inició un proceso político para

actuar en contra de la usurpación francesa. La respuesta de las nuevas

autoridades hizo que dicho proceso tomara el curso de la independencia y el

establecimiento de un nuevo origen. Como ya se afirmó no todas las provincias

acataron el llamado de Caracas por lo que hubo necesidad de acelerar la

fundación y asegurar que lo nuevo permaneciera mediante la promulgación de

una constitución republicana. La liberación, en este contexto, significó la

libertad para unos pocos, pero como esos pocos también estaban divididos el

problema fue de distribución del poder no sólo en lo correspondiente a la forma

de gobierno sino a la distribución entre los pocos liberados.

La primera Constitución fue muy similar a la de los Estados Unidos, sobre

todo en lo que respecta a las ideas de los tres poderes de Montesquieu, la

bicameralidad y por consiguiente la representatividad y la autonomía de las

provincias, así como la facultad de tener sus propias leyes. A pesar de estas

similitudes, la constitución venezolana de 1811 tenía unas particularidades

derivadas de las circunstancias que les habían tocado vivir a los venezolanos.

Estas particularidades estaban relacionadas con lo siguiente:

Hubo un énfasis en defender la religión, declarada “única del país”.

Asumía una visión pesimista del hombre.

10

Asumía como derechos fundamentales del individuo la libertad, la

igualdad, la propiedad y la seguridad (Art. 152)15.

Declaraba la igualdad de los pardos, de los indios (que serían objeto

de una atención especial, de acuerdo al Art. 200) y prohibían

terminantemente el comercio de esclavos (Art. 202).

El Poder de la nueva república descansaba en el Poder legislativo.

Tenía expresiones propias del proceso francés como “voluntad

general”, “soberanía del pueblo”, “pacto social”, etc., que no estaban

precisados.

Esta constitución fue aprobada con reservas, especialmente las relativas

al poder de la iglesia, al desequilibrio de los poderes públicos, la falta de

sencillez del texto, al desajuste del texto con los usos y costumbres de la

población y el fomento de la división del “Cuerpo Social”. Estas observaciones

fueron realizadas precisamente por Miranda16. Para Miranda uno de los

problemas que había que afrontar en el proceso de cambio era el de la

autoridad, dada su experiencia del proceso revolucionario francés. Esta

observación es pertinente debido a que el poder legislativo destacó por el resto

de los poderes y se aprecia que esta particularidad se debió a la precariedad

del consenso alcanzado por los independentistas en todo el proceso.

El énfasis en la religión católica observada en todo el proceso evidencia

que las bases del sistema colonial erigidas sobre la catequización, el comercio y

la industria habían sido tan fuertes que los fundadores de la república

consideraron la necesidad de preservarlas. Esta visión católica era compatible

con la visión pesimista del hombre debido a la idea del pecado original. En

cuanto a los derechos fundamentales se refiere, en la constitución de 1811 se

buscó una inclusión más amplia de la población, aunque esta no implicaba

necesariamente una mayor participación política.

15

La libertad era entendida como “la facultad de hacer todo lo que no daña los derechos de otros individuos, ni el cuerpo

de la sociedad, cuyos límites sólo pueden determinarse por la ley, porque de otra suerte serian arbitrarios, y ruinosos á la

misma libertad” (Art.153). La igualdad “consiste en que la ley sea una misma para todos los Ciudadanos, sea que

castigue, ò que proteja. Ella no reconoce distinción de nacimiento, ni herencia de poderes” (Art. 154). La propiedad “es

el derecho que cada uno tiene de gozar y disponer de los bienes que haya adquirido con su trabajo, e industria” (Art.

155). La seguridad existe “en la garantía, y protección que da la sociedad á cada uno de sus miembros sobre la

conservación de su persona, de sus derechos, y de sus propiedades” (Art. 156). 16

La Constitución federal de Venezuela de 1811; Estudio preliminar por C. Parra Pérez, Academia Nacional de

Historia, Caracas, 1959.

11

Las expresiones que fueron incluidas en lo que se podría denominar como

parte de un léxico revolucionario francés parecieron tener un carácter

declarativo, debido a la necesidad de contener las diferencias existentes en los

actores involucrados en el proceso, puesto que ese aire francés contradecía el

fuerte apoyo dado a la iglesia hecho expresó en ese documento constitutivo.

Al final del documento constitucional se incluyó lo siguiente: “El término

de la revolución se acerca: apresuraos a llegar a él por medio de la

Constitución que os ofrecemos, si queréis sumir en la nada los proyectos de

vuestros enemigos, y apartar para siempre de nosotros, los males que ellos

nos han causado”. Con esta exhortación se buscaba incluir a la mayor cantidad

de venezolanos posibles (a pesar de las diferencias contenidas en las diferentes

visiones que se trataron de conjugar), con la finalidad de hacer el proyecto

político duradero con lo cual se buscó fijar el proceso, constatándose, en

consecuencia, la contradicción referida previamente.

Arendt expresó que “ninguna revolución, ninguna fundación de un cuerpo

político nuevo, era posible donde masas estuviesen agobiadas por la miseria”.

Partiendo de esta premisa se puede afirmar que Venezuela como una entidad

fundada en el nuevo mundo tuvo los atributos del nuevo mundo de acuerdo a

la citada filosofa y por lo tanto en este país era posible una fundación. No

obstante, el proceso de cambios fue producto de la necesidad de evitar la

influencia francesa. En este aspecto hubo consenso, más no en el cómo para

lograrlo. Imponer el cómo y el efecto de este cómo costaría un alto precio

debido a las diversas ideas de revolución contenidas en el proceso.

El intento constitucional de contener distintas visiones en un proyecto

político permite afirmar que se intentó implantar un régimen plural, pero como

esta pluralidad no se constituyó en un poder único, sino más bien en varios

poderes, la imposición y/o supresión de la diferencia plantearía el conflicto.

Conflicto con los que desde el principio se negaron a seguir el proyecto y el

conflicto con aquellos que aún habiendo aceptado dicho proyecto político no se

consideraron incluidos en condiciones de igualdad por diversas causas, muy a

pesar de que los criollos, en parte, se consideraban excluidos con respecto a

los peninsulares. Aquí es pertinente la afirmación realizada por Castro Leiva

12

quien expresó que los venezolanos quisieron “…ser republicanos y liberales,

abrazando una religión, la católica, todo ello a un mismo tiempo,… sin querer

discernir sobre las dificultades de coherencia que esto supone”.

A pesar de las reformas que hicieron los fundadores de la república, las

instituciones creadas parecen que no fueron hechas para limitar el poder del

gobierno sino para llenar el vacío dejado por España bajo un ropaje ilustrado.

Bajo estas premisas se puede afirmar que en Venezuela hubo, en general, un

proceso revolucionario, en las dos perspectivas referidas por Hannah Arendt, es

decir, hubo un proceso revolucionario de propósito copernicano para restaurar

lo hispánico frente a lo francés, que significó un nuevo origen: la

independencia, con lo cual nos encontramos en presencia de una situación

similar a la vivida por los estadounidenses y hubo un cambio súbito y repentino

de circunstancias que hicieron a España incapaz de ejercer la soberanía en

Venezuela. En esos procesos simultáneos y sucesivos también se presentaron

otros procesos de carácter revolucionario: la de aquellos que pretendieron

regresar al espíritu de la Junta de Sevilla y los que pretendieron regresar al

absolutismo español. Ante esta situación, los venezolanos se encontraron ante

una situación análoga a la vivida por los franceses y estos hechos permiten

afirmar que se produjo un proceso revolucionario de carácter copernicano que

haría que se perdiera el propósito y se regresara posteriormente a la situación

colonial.

Irónicamente, Miranda fue la persona que, con el titulo de generalísimo le

toco poner punto final a la primera república, pero este destino no quebró su

voluntad. Él tuvo un deber que cumplir e hizo lo máximo que tuvo a su alcance,

así como otros patriotas en otras circunstancias tuvieron que hacerlo. Solo

mencionaré los casos de Michel De Ruyter, Luis Brión y karel Dorman, personas

que entiendo recuerdan mucho de la historicidad de las Antillas Holandesas y

de los Países Bajos.

Teniendo presente lo expresado del proceso venezolano, es posible

afirmar ahora que en una revisión a posteriori del modelo arendtiano sobre el

origen y sus implicaciones en el concepto de revolución, se puede inferir

también que el proceso francés contuvo diversas concepciones de un nuevo

origen que además de presentarse de forma sucesiva, también estuvieron

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presente de manera simultánea en todo el transcurso del proceso hasta que se

produjo la restauración napoleónica. Los nuevos orígenes estuvieron

relacionados en primer lugar con acabar con la política del terror desatada por

Robespierre y el Comité de Salud Pública, y posteriormente para restaurar a la

libertad como el objetivo del proceso tal como se evidenció en la propuesta

primero de Danton y posteriormente de Miranda17. En ambos momentos estuvo

también presente la idea de la restauración borbónica por lo que se puede

concluir que la idea que prevaleció del origen, contuvo su contradicción

planteada de diversas formas y la imposibilidad de superar esas

contradicciones generó la circularidad que hizo que se regresara a la situación

previa.

Ahora bien, la pregunta subsiguiente es: ¿En el proceso independentista

norteamericano estuvieron presente también lo sucesivo y lo simultáneo

encontrados en el proceso revolucionario francés y venezolano?. De acuerdo a

Arendt, el criterio de validez que dio inicio al proceso estadounidense fue el

consenso, y este se sustentó en la posibilidad de sustentar opiniones “en

nombre de lo que se consideraba valido”. Consecuentemente, lo valido que en

las Trece Provincias produjo el consenso fue la certeza de un perjuicio y este

perjuicio tuvo una causa. Las opiniones que se produjeron estaban relacionadas

con el cómo salir de la situación desventajosa, no con la causa que había

originado el perjuicio que era contrastable empíricamente y ello permite

afirmar que el proceso que produjo la independencia en América del Norte fue

eminentemente racional.

Siendo la ratio, la base por medio del cual se sustentó el consenso que

produjo el proceso estadounidense, faltaría determinar las razones que

sustentaron la decisión inglesa que produjo la ruptura, sobre todo debido a que

la experiencia obtenida por los ingleses en las guerras libradas contra España y

Francia entre 1739 y 1768, les había enseñado la poca factibilidad de

conquistar nuevos territorios, caracterizados por su inmensidad, sin la ayuda

de su población.

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Miranda y Bonaparte estuvieron conspirando contra la Convención Nacional según Parra-Pérez y de acuerdo a lo que

este autor dice, ambos buscaron el poder, pero por vías diferentes: mientras Miranda lo intentó por intermedio de acabar

con la Convención Napoleón buscó usarla como un medio para sus fines. Por ello ambos estuvieron involucrados en la

jornada de vendimiario y por ello Miranda, a pesar que al final buscó restituir el orden fue perseguido por los nuevos

actores que entraron en escena.

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Entendidas así las cosas, en Estados Unidos hubo una revolución que se

sustentó en un criterio de verdad, debido a que las circunstancias que la

produjeron, fueron en principio contrastables empíricamente. La circunstancia

que produjo la revolución francesa se fundó en un criterio de verdad no

contrastable empíricamente puesto que el fin original fue cambiado durante el

proceso, dando origen a otros procesos y para finalizar, en el caso venezolano

operaron varios criterios de verdad en un contexto signado por la complejidad

que impidió sentar las bases por medio del cual se pudiese construir un

consenso. Esta realidad hizo que dentro del proceso revolucionario se

produjeran simultáneamente otros procesos. Consecuentemente, la duda que

se presenta es la de saber a partir de qué momento es posible usar la

expresión “consenso” en un proceso signado por la racionalidad.

En todo este contexto, no se puede dudar el hecho que Francisco de

Miranda encarnó la revolución, pero la época que le tocó vivir estuvo dominada

por la razón y la razón hizo de la revolución una cosa en sí misma, por lo que

los individuos que fueron sujeto y objeto de este proceso sólo tuvieron a la

voluntad como única herramienta para alcanzar el propósito que se habían

establecido o que las circunstancias determinaron. La voluntad de Miranda no

se quebró a pesar de los múltiples intentos que hizo, las circunstancias no le

permitieron seguir con su propósito.

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