la gesta revolucionaria de francisco de miranda
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Examen del proceso independentista venezolano usando la vivencia de Francisco de Miranda y la visión hermenéutica de Hannah ArendtTRANSCRIPT
1
LA GESTA REVOLUCIONARIA DE FRANCISCO DE MIRANDA: UNA VISIÓN
ARENDTIANA
La escritora Hannah Arendt escribió una obra titulada “Sobre la
Revolución” donde sugiere un modelo de explicación histórica centrado a partir
de los procesos de cambios, especialmente de los cambios revolucionarios y
parte para demostrar su propuesta en dos hechos históricos sucedidos a finales
del siglo XVIII y se han constituido en modelos de los procesos de cambio
ocurridos en el siglo XIX y XX: El primero de ellos fue la revolución
estadounidense y el segundo la revolución francesa.
Estos procesos desencadenaron otros de semejante naturaleza y en la
América hispánica fue en Caracas donde tuvieron su inicio. Pero a pesar de
haber sido en Caracas donde se iniciaron los procesos de cambios fue
Francisco de Miranda quien los condicionó, fue una de las causas primeras de
los mismos y tuvo la ventaja de haber vivido las experiencias norteamericana y
francesa. Estas circunstancias permiten intentar explicar el proceso
independentista venezolano a partir del concepto de revolución de Arendt
utilizando para ello las vivencias del Francisco de Miranda referido por
Caracciolo Parra-Pérez, protagonista y testigo de todos esos eventos y también
utilizando los documentos oficiales producidos en esos momentos de la historia
venezolana.
La confluencia en Caracas de las ideas que le dieron vida a la revolución
estadounidense y la revolución francesa y la manera en que la entendieron y la
llevaron a cabo sus principales protagonistas hacen necesario que se intente
entender la idea de la revolución en tanto que revolución debido a que de
acuerdo a Hannah Arendt la idea que evoca la palabra revolución no es
univoca.
Esta aclaratoria es necesaria debido a que el proceso venezolano se
produjo en un contexto donde los factores exógenos jugaron un importante
papel en el desarrollo de dichos eventos. El modelo arendtiano, si es posible
hablar de ello, se caracteriza por su intencionalidad, por destacar aquellas
experiencias relevantes que permiten construir la historicidad, por considerar
2
una multiplicidad de perspectivas dentro del contexto del relato para desocultar
el hecho en si y comprender, mediante un nuevo enfoque, el hecho histórico.
Hannah Arendt afirmó que “el fin de la revolución es y ha siempre sido la
libertad” y la libertad la entiende como “la capacidad para trascender lo que es
dado y para empezar algo nuevo”. Según la citada filosofa, con la revolución
francesa y estadounidense fue que se comenzó a asociar la revolución con la
guerra, y consecuentemente con la violencia.
La idea de la revolución está asociada, según Arendt, con el cambio y
presupone una concepción lineal del tiempo, pero la idea del cambio está
relacionada con la idea del origen en el sentido que la idea del cambio puede
estar referida a un retorno a un origen o una situación inicial o al
establecimiento de un nuevo origen o situación inicial. La revolución americana
buscó retornar a un origen, dada una situación opresiva nueva y la revolución
francesa establecer uno nuevo. Pero, como en la búsqueda de los orígenes ya
había unas condiciones preestablecidas, en América del norte un bienestar más
o menos general y en Francia una miseria abismal, el retorno al origen para los
norteamericanos fue asegurar, entonces, las condiciones de bienestar que
habían alcanzado y la de los franceses alcanzar la libertad y luego el bienestar,
en una primera instancia, y luego, específicamente a partir del año 1792,
ayudar a sus vecinos a establecer otro.
Miranda, en este contexto, no participó en la revolución americana.
Miranda sirvió a las fuerzas españolas que intentaron recuperar y recuperaron
la Florida y las Bahamas en el proceso de la Guerra de independencia
estadounidense. Ahora el ilustre caraqueño vivió y experimentó la libertad
racional alcanzada por ese país y conoció a los padres fundadores, cosa que le
permitió pensar, desde ese momento de las ventajas que podría significar la
independencia para la América Meridional1. En Francia, por su parte Miranda
defendió la revolución y ayudó a ese país, bajo las órdenes del General
Dumoriez a extender la revolución hacia Bélgica y Holanda2. Luego del éxito de
Bélgica y del fracaso de Holanda, Miranda pensó cambiar, luego de una serie de
1 El primer contacto que tuvo Miranda con los Países Bajos, fue en el año 1788, específicamente en La Haya cuando
inició la gira europea que le permitiría desarrollar sus ideas independentistas de la América Meridional española. 2 Este fue el segundo contacto que tuvo Miranda con los Países Bajos.
3
vicisitudes, el rumbo de la revolución francesa para salvar a este país de los
desmanes que en ella se habían cometido.
Partiendo de esta premisa se podría pensar, entonces, que en Venezuela
hubo tantos orígenes como intentos de revertir la situación a la que tuvieron
que enfrentar, es decir:
Miranda declaró en 1806, en el año del desembarco en la Vela de
Coro, lo siguiente: “… que llegó el día, por fin, en que recobrando
nuestra América su soberana independencia”. Refiriéndose a los
españoles dijo: “…consiguieron… mantener su abominable sistema de
administración por tres siglos consecutivos…”. Más adelante afirma:
“…la recuperación de nuestros derechos como ciudadanos y de nuestra
gloria nacional como americanos colombianos…”.
Para los protagonistas del 19 de abril de 1810, el retorno al origen
tuvo varias vertientes: la independencia y la preservación de los
derechos de Fernando VII para asegurar la paz en la Capitanía de
acuerdo a los criterios que se establecieran los individuos que
asumieron el rol de conductor en estos acontecimientos3. Esta última
fue la que prevaleció. La necesidad de regresar a una situación original
se topó, en ese momento, con la oposición de Coro, Maracaibo y
Guyana.
Para los protagonistas del Congreso Constituyente, de la evidencia que
se extrae del juramento que realizaron con motivo del inicio de sus
3 El Acta del 19 de Abril de 1810 expresaba lo siguiente: “En la ciudad de Caracas, se juntaron … con motivo … de
atender a la salud pública de este pueblo que se halla en total orfandad, no sólo por el cautiverio del señor Don Fernando
VII, sino también por haberse disuelto la junta que suplía su ausencia en todo lo tocante a la seguridad y defensa de sus
dominios invadidos por el Emperador de los franceses, y demás urgencias de primera necesidad, a consecuencia de la
ocupación casi total de los reinos y provincias de España, de donde ha resultado la dispersión de todos o casi todos los
que componían la expresada junta y, por consiguiente, el cese de su funciones. Y aunque, según las últimas o penúltimas
noticias derivadas de Cádiz, parece haberse sustituido otra forma de gobierno con el título de Regencia, sea lo que fuese
de la certeza o incertidumbre de este hecho, y de la nulidad de su formación, no puede ejercer ningún mando ni
jurisdicción sobre estos países, porque ni ha sido constituido por el voto de estos fieles habitantes, cuando han sido ya
declarados, no colonos, sino partes integrantes de la Corona de España, y como tales han sido llamados al ejercicio de la
soberanía interina, y a la reforma de la constitución nacional; y aunque pudiese prescindirse de esto, nunca podría
hacerse de la impotencia en que ese mismo gobierno se halla de atender a la seguridad y prosperidad de estos territorios,
y de administrarles cumplida justicia en los asuntos y causas propios de la suprema autoridad, en tales términos que por
las circunstancias de la guerra, y de la conquista y usurpación de las armas francesas, no pueden valerse a sí mismos los
miembros que compongan el indicado nuevo gobierno, en cuyo caso el derecho natural y todos los demás dictan la
necesidad de procurar los medios de su conservación y defensa; y de erigir en el seno mismo de estos países un sistema
de gobierno que supla las enunciadas faltas, ejerciendo los derechos de la soberanía, que por el mismo hecho ha recaído
en el pueblo…”.
4
sesiones el 02 de marzo de 1811 la acción política estaba en
concordancia con la necesidad de preservar los derechos de la
población y los de Fernando VII4.
Para los protagonistas que aprobaron el Acta de Independencia la
acción política estuvo dirigida a retornar a un origen, a recuperar algo
que la conquista les había arrebatado. Desde el punto de vista
arendtiano, este acto tenía componentes restauradores5 muy a pesar
que estos argumentos se remontaban al periodo de conquista.
También es de destacar que en dicho acto se apeló a la situación de
exclusión en que se encontraban los pobladores de esta región6 con
respecto a los peninsulares, con lo cual es posible afirmar que en este
reclamo había el deseo de lograr algo nuevo, que había un supuesto
estado de indignación por el hecho que las autoridades españolas
hubiesen aceptado el nuevo estado de cosas impuesto por la Francia
napoleónica7 a pesar de que las colonias habían defendido los
derechos de la corona hasta los primeros años del siglo XIX, y por
ultimo las retaliaciones que estaban sufriendo los venezolanos como
consecuencia de su iniciativa por parte de las nuevas autoridades
españolas8. Valencia y Coro desconocieron la declaración de
4 El juramento fue, al parecer, el siguiente: "¿Juráis a Dios por los Santos Evangelios que vais a tocar, y prometéis a la
Patria conservar y defender sus derechos y los del Señor Don Fernando VII, sin la menor relación o influjo con la
Francia; independientes de toda forma de gobierno de la península de España; y sin otra representación que la que reside
en el Congreso General de Venezuela; oponeros a toda dominación que pretendiera ejercer soberanía en estos países, o
impedir su absoluta y legítima independencia cuando la Confederación de sus Provincias la juzgue conveniente...?". 5 El documento expresaba lo siguiente: “…reunidos en Congreso, y considerando la plena y absoluta posesión de
nuestros derechos, que recobramos justa y legítimamente desde el 19 de abril de 1810, en consecuencia de la jornada de
Bayona y la ocupación del trono español por la conquista y sucesión de otra nueva dinastía constituida sin nuestro
consentimiento, queremos, antes de usar de los derechos de que nos tuvo privados la fuerza, por más de tres siglos, y nos
ha restituido el orden político de los acontecimientos humanos, patentizar al universo las razones que han emanado de
estos mismos acontecimientos y autorizan el libre uso que vamos a hacer de nuestra soberanía”. 6 “No queremos, …empezar alegando los derechos que tiene todo país conquistado, para recuperar su estado de
propiedad e independencia; olvidamos generosamente la larga serie de males, agravios y privaciones que el derecho
funesto de conquista ha causado indistintamente a todos los descendientes de los descubridores, conquistadores y
pobladores de estos países, hechos de peor condición, por la misma razón que debía favorecerlos; y corriendo un velo
sobre los trescientos años de dominación española en América…” 7 …América volvió a existir de nuevo, desde que pudo y debió tomar a su cargo su suerte y conservación; como España
pudo reconocer, o no, los derechos de un rey que había apreciado más su existencia que la dignidad de la nación que
gobernaba. Cuantos Borbones concurrieron a las inválidas estipulaciones de Bayona, abandonando el territorio español,
contra la voluntad de los pueblos, faltaron, despreciaron y hollaron el deber sagrado que contrajeron con los españoles
de ambos mundos, cuando, con su sangre y sus tesoros, …; por esta conducta quedaron inhábiles e incapaces de
gobernar a un pueblo libre, a quien entregaron como un rebaño de esclavos”. 8“A pesar de nuestras protestas, de nuestra moderación, de nuestra generosidad, y de la inviolabilidad de nuestros
principios, …, se nos declara en estado de rebelión, se nos bloquea, se nos hostiliza, se nos envían agentes a amotinarnos
unos contra otros, y se procura desacreditarnos entre las naciones de Europa implorando sus auxilios para oprimirnos”.
5
independencia y fueron sometidas por la fuerza. Casualmente la
persona que ejecutó la operación fue Francisco de Miranda.
En el caso venezolano, se puede afirmar que el cambio, en principio
revolucionario, se produjo para regresar a una situación, que en cada momento
del proceso, les pudo haber parecido la más ventajosa. La libertad estuvo
presente en cada una de las instancias en que se fue avanzando en el proceso
independentista, pero la motivación que al final de cuentas prevaleció fue
diferente a la que inició el proceso. Esta realidad hace necesario tratar de
entender cómo evolucionó el fin que se establecieron los venezolanos de ese
entonces. La motivación de los estadounidenses y de los franceses fue la
libertad, pero mientras unos buscaron los medios para canalizarla una vez
alcanzada, los franceses cambiaron su objetivo una vez alcanzado y buscaron
la igualdad9. La consecuencia para los primeros fue la independencia y para los
segundos el regreso a las condiciones previas al inicio del proceso de cambios.
Ahora bien ¿la libertad fue producto de la necesidad, o fue la necesidad la
que hizo que la libertad se alcanzara o se perdiera?. Para Arendt, las injusticias
inglesas generaron un estado que produjo una necesidad de cambios y estos
cambios tuvieron como fin la libertad. En el caso francés la pobreza y la
exclusión generaron un estado de necesidad que hizo que el objetivo original
del proceso de cambio fuese cambiado en aras del bienestar del pueblo. La
experiencia de Francisco de Miranda en la Francia revolucionaria parece
constatar esta idea, puesto que al salir de prisión10 propuso un proyecto político
que buscaba asegurar la libertad atribuyendo todo el mal de la república
francesa a la sumisión del poder ejecutivo y el judicial a la Convención11. El
9“La idea de libertad e igualdad no era concebida, según Arendt, como una cualidad inherente a la naturaleza humana…
eran convencionales y artificiales, producto del esfuerzo humano y cualidades de un mundo hecho por el hombre”.
Consecuentemente, la polis fue concebida como una isonomía, es decir una forma de gobierno que garantizaba la
igualdad de los hombres que por su naturaleza eran desiguales mediante una institución artificial que garantizaba la
igualdad en lo político, y no como posteriormente argumentó Rousseau de que los hombres habían nacidos iguales. 10
La caída de Robespierre encontró a Miranda preso, pero a pesar de que se creyó que se produciría una liberación de
todos los presos políticos esta no ocurrió y Miranda tuvo que dirigir a la Convención Nacional una memoria explicando
su caso donde expresa que, según Parra-Pérez: “Existe un crimen, o en la impunidad de un gran culpable o en la
persecución de un inocente. De todas las maneras de matar la libertad, no hay más asesina para una república, que la
impunidad del crimen o la proscripción de la virtud. Deja de existir la sociedad allá donde un miembro del cuerpo social
insulta, con la impunidad, a la justicia”… “o soy culpable, en cuyo caso hay un crimen para con el cuerpo social al
dejarme impune, o soy inocente y hay un crimen para con la sociedad al tenerme preso sin juzgarme”. 11
En ese proyecto invita a los franceses a “repudiar el régimen de las persecuciones y de las injurias y a inquirir lo que
interesa al bien público. Cese al fin, el reinado de la violencia para que los ciudadanos vuelvan a ser hermanos, que la
arbitrariedad y la anarquía cedan el paso a un régimen de orden y de libertad, para que la revolución estabilice sus
6
fracaso en este intento obligó a Miranda a refugiarse en los Países Bajos12, en
espera de unos mejores momentos para regresar a Francia. Estos momentos
nunca se presentaron, pero posibilitaron al caraqueño dirigir su mirada a la
América Hispánica, esa grande escena...
Para los venezolanos hubo una necesidad de liberarse y la resultante de
sus acciones fue la independencia, en principio de España, pero de la España
napoleónica. Esta circunstancia es de importancia capital puesto que a pesar de
existir un movimiento independentista contra la España borbónica, fue la
usurpación del trono español lo que produjo el cambio y este hecho en si, si se
considera la posterior restauración realista en Venezuela, explica por qué, en
los primeros años de la independencia, fracasó el intento de crear algo nuevo.
Pero este no fue el primer fracaso, como se sabe, Miranda ya había fracasado
dos veces en el año 1806, pero en estos fracasos se puede evidenciar la férrea
voluntad que mantuvo en cumplir con lo que creía su deber:
1º llega a Aruba en la fase inicial de la operación,
2º luego de ser interceptado por naves españolas Miranda se refugia en
Bonaire
3º En el segundo intento logra desembarcar en la Vela de Coro, pero no
obtiene una recepción entusiasta por parte de los pobladores y estima que el
país no está preparado para la independencia. Con este fracaso Miranda hace
su último contacto con el Mundo Holandés.
El proceso de liberarse de la influencia francesa produjo la libertad
absoluta y la libertad absoluta no estuvo en el espíritu del Acta del 19 de abril,
ni del juramento realizado por los constituyentistas antes del comienzo de sus
sesiones de trabajo. Por consiguiente, se puede afirmar que en Venezuela entre
provechos y desarrolle su programa” (Parra-Pérez II: 159). De igual forma, Miranda se preguntó según Parra-Pérez
que:¿Qué necesidad es la más urgente? La paz, la paz con Europa, y la paz es imposible si no se llega a organizar un
buen gobierno”. Luego afirmó que “la Convención… como quería cambiarlo y revolucionarlo todo, no ha respetado
nada… destrozaba lo que no le placía, fulminaba todo cuanto se levantaba contra ella… Cuando la luz de thermidor se
hizo sobre el caos, viose con espanto la extensión de los males y la insuficiencia de los remedios. Desquiciadas las
relaciones de la sociedad y sus vínculos interrumpidos; la seguridad personal carecía de garantías, y la propiedad de base
sólida. Las fuentes de la riqueza nacional estaban cegadas, los canales obstruidos, desviados o desechos: lo que el Estado
cogía con una mano lo disipaba con la otra”. Esto según Parra-Pérez era el resultado de la confusión de poderes. “cuando
el cuerpo legislativo nombra los miembros del ejecutivo, no existe libertad política; si nombra a los jueces no hay
libertad civil”. 12
Este fue el tercer contacto que tuvo Miranda con los Países Bajos.
7
1810 y 1811 hubo varias ideas de libertad: una entendida de manera absoluta
(los que querían la independencia), otra que se podría denominar como
intermedia (los que se acogían a las libertades otorgadas por la Junta de
Sevilla) y los que se consideraban libres siendo súbditos de España. Por otra
parte, en lo que respecta a la liberación hubo unos que pensaron que había que
liberarse de franceses y españoles y otros que sólo aspiraban a evitar la
influencia francesa.
En otro orden de ideas, Arendt afirmó que “sólo se puede hablar de
revolución cuando está presente este pathos de la novedad y cuando ésta
aparece asociada a la idea de la libertad” y en ese sentido, aquí en Venezuela
hubo algo nuevo asociado a la idea de libertad: se fundó una república por lo
que es posible hablar de revolución, pero, ¿es posible hablar del
establecimiento de un nuevo origen?. Ciertamente hubo un nuevo origen y este
origen fue establecido desde adentro en la Capitanía General, pero su
generación y más específicamente las causas que la generaron fueron la
necesidad de restaurar algo perdido que no necesariamente implicaba el
establecimiento de un nuevo origen, debido a que el proceso iniciado en el año
1810 buscó más que la libertad, que en parte significó para los venezolanos de
ese entonces la posibilidad de decidir su propio destino, la liberación de un
gobierno que estaba imposibilitado para “oprimir” por diversas circunstancias.
Hay que tener presente que tanto la Francia borbónica como la
revolucionaria tuvieron en mente despojar a España de sus dominios
americanos mediante la conquista o la independencia y junto con ellos los
ingleses manejaron proyectos de semejante naturaleza, desde el fin de la
Guerra de Sucesión española (Blanco, 2004).
El pathos al que se hizo mención está referido al momento a partir del
cual las acciones generadas por los protagonistas del proceso, aún en contra de
su voluntad, eran irreversibles. En el caso venezolano, la irreversibilidad vino
desde afuera y desde adentro. Desde afuera por la incapacidad española de
ejercer la autoridad y desde adentro por la necesidad de evitar la influencia
francesa. Pero a pesar de esta situación los cambios acaecidos en el país
buscaron preservar aquello que se percibió estaba amenazado, es decir, la
8
religión13. Bajo esta perspectiva, el proceso venezolano tuvo como propósito,
en principio asegurar una situación original en cuanto al papel de la iglesia se
refiere.
Los independentistas criollos, en general, fueron independentistas en
tanto y en cuanto ese acto no fuese una emulación del proceso francés no por
la orientación que este tuvo sino por el hecho que la Francia revolucionaria
había afectado valores fundamentales de la hispanidad como la religión y la
autoridad. Ahora, el papel que jugó Miranda en Europa y en Estados Unidos es
fundamental para comprender el proceso venezolano puesto que dedicó parte
de su vida a la causa independentista, incluso mucho antes de que en estos
parajes se pensara en independencia. Miranda recurrió a Francia, el Reino
Unido y los Estados Unidos para conseguir apoyo para su proyecto, pero la
cambiante situación política europea lo conminó al final a obrar solo. Si se tiene
presente las intenciones de los europeos con respecto a la América española y
la actitud que Miranda asumió hasta el desembarco de la Vela de Coro se
puede afirmar que el Precursor no fue instrumento de los europeos para el
logro de sus fines, aunque sirvió en parte a sus propósitos. En parte debido a
que renunció en 1806 a luchar por la libertad cuando percibió que los que iban
a ser liberados en cierta forma se sentían “libres” en la condición en que se
encontraban, y debido al hecho que las principales potencias europeas, luego
de la experiencia estadounidense, consideraron útil a sus políticas y beneficioso
para todos un cambio de circunstancias en el resto del continente14.
El fin de la revolución es la libertad, pero si en cierta forma el
desconocimiento francés nos hacía libres y el estatus de igualdad dado por la
Junta de Sevilla nos hacía iguales, entonces aquí lo que se hizo fue intentar
resolver un problema tratando de alcanzar el mayor consenso posible.
Consecuentemente, en Venezuela, el problema que se plantearon los
fundadores de la república no fue social, estaba relacionado con la forma de
gobierno, no con la ordenación de la sociedad. El problema fue político. Entre el
13
El Articulo primero de la Constitución de 1811 decía lo siguiente: “La Religión, Católica, Apostólica, Romana, es
también la del Estado, y la única, y exclusiva de los habitantes de Venezuela. Su protección, conservación, pureza, é
inviolabilidad será uno de los primeros deberes de la Representación nacional, que no permitirá jamás en todo el
territorio de la Confederación, ningún otro culto público, ni privado, ni doctrina contraria a la de Jesé-Christo”. 14
Además de Caracciolo Parra-Pérez ver “Aventura y Tragedia de Don Francisco de Miranda” de José Nucete Sardi,
“Consideraciones de Orden Estratégico que Enmarcaron el Intento de Francisco de Miranda de Independizar la América
del Sur”. y “Estrategia marítima en la Era de la Libertad de los Mares” de Edgar Blanco Carrero.
9
periodo que medio entre el 19 de abril y la promulgación de la primera
constitución republicana se hicieron importantes reformas: unificación de las
provincias y reforzamiento de su autonomía, libre comercio, supresión de los
derechos de exportación, fomento de la agricultura y la industria, abolición del
tributo indígena, prohibición de la introducción de esclavos en el país y
convocación a elecciones para legitimar las nuevas relaciones de poder. Pero,
para las elecciones fueron convocados sólo los hombres libres, mayores de
veinticinco años y propietarios de bienes raíces, restringiendo con ello la
participación política, por lo que se puede afirmar que para los
independentistas venezolanos no hubo diferencias en conceptos tales como
aristocracia y democracia.
Arendt expresó que toda revolución contiene dos elementos al parecer
contradictorios: la novedad de la fundación y la estabilidad de lo fundado.
Como ya se ha podido observar el 19 de abril se inició un proceso político para
actuar en contra de la usurpación francesa. La respuesta de las nuevas
autoridades hizo que dicho proceso tomara el curso de la independencia y el
establecimiento de un nuevo origen. Como ya se afirmó no todas las provincias
acataron el llamado de Caracas por lo que hubo necesidad de acelerar la
fundación y asegurar que lo nuevo permaneciera mediante la promulgación de
una constitución republicana. La liberación, en este contexto, significó la
libertad para unos pocos, pero como esos pocos también estaban divididos el
problema fue de distribución del poder no sólo en lo correspondiente a la forma
de gobierno sino a la distribución entre los pocos liberados.
La primera Constitución fue muy similar a la de los Estados Unidos, sobre
todo en lo que respecta a las ideas de los tres poderes de Montesquieu, la
bicameralidad y por consiguiente la representatividad y la autonomía de las
provincias, así como la facultad de tener sus propias leyes. A pesar de estas
similitudes, la constitución venezolana de 1811 tenía unas particularidades
derivadas de las circunstancias que les habían tocado vivir a los venezolanos.
Estas particularidades estaban relacionadas con lo siguiente:
Hubo un énfasis en defender la religión, declarada “única del país”.
Asumía una visión pesimista del hombre.
10
Asumía como derechos fundamentales del individuo la libertad, la
igualdad, la propiedad y la seguridad (Art. 152)15.
Declaraba la igualdad de los pardos, de los indios (que serían objeto
de una atención especial, de acuerdo al Art. 200) y prohibían
terminantemente el comercio de esclavos (Art. 202).
El Poder de la nueva república descansaba en el Poder legislativo.
Tenía expresiones propias del proceso francés como “voluntad
general”, “soberanía del pueblo”, “pacto social”, etc., que no estaban
precisados.
Esta constitución fue aprobada con reservas, especialmente las relativas
al poder de la iglesia, al desequilibrio de los poderes públicos, la falta de
sencillez del texto, al desajuste del texto con los usos y costumbres de la
población y el fomento de la división del “Cuerpo Social”. Estas observaciones
fueron realizadas precisamente por Miranda16. Para Miranda uno de los
problemas que había que afrontar en el proceso de cambio era el de la
autoridad, dada su experiencia del proceso revolucionario francés. Esta
observación es pertinente debido a que el poder legislativo destacó por el resto
de los poderes y se aprecia que esta particularidad se debió a la precariedad
del consenso alcanzado por los independentistas en todo el proceso.
El énfasis en la religión católica observada en todo el proceso evidencia
que las bases del sistema colonial erigidas sobre la catequización, el comercio y
la industria habían sido tan fuertes que los fundadores de la república
consideraron la necesidad de preservarlas. Esta visión católica era compatible
con la visión pesimista del hombre debido a la idea del pecado original. En
cuanto a los derechos fundamentales se refiere, en la constitución de 1811 se
buscó una inclusión más amplia de la población, aunque esta no implicaba
necesariamente una mayor participación política.
15
La libertad era entendida como “la facultad de hacer todo lo que no daña los derechos de otros individuos, ni el cuerpo
de la sociedad, cuyos límites sólo pueden determinarse por la ley, porque de otra suerte serian arbitrarios, y ruinosos á la
misma libertad” (Art.153). La igualdad “consiste en que la ley sea una misma para todos los Ciudadanos, sea que
castigue, ò que proteja. Ella no reconoce distinción de nacimiento, ni herencia de poderes” (Art. 154). La propiedad “es
el derecho que cada uno tiene de gozar y disponer de los bienes que haya adquirido con su trabajo, e industria” (Art.
155). La seguridad existe “en la garantía, y protección que da la sociedad á cada uno de sus miembros sobre la
conservación de su persona, de sus derechos, y de sus propiedades” (Art. 156). 16
La Constitución federal de Venezuela de 1811; Estudio preliminar por C. Parra Pérez, Academia Nacional de
Historia, Caracas, 1959.
11
Las expresiones que fueron incluidas en lo que se podría denominar como
parte de un léxico revolucionario francés parecieron tener un carácter
declarativo, debido a la necesidad de contener las diferencias existentes en los
actores involucrados en el proceso, puesto que ese aire francés contradecía el
fuerte apoyo dado a la iglesia hecho expresó en ese documento constitutivo.
Al final del documento constitucional se incluyó lo siguiente: “El término
de la revolución se acerca: apresuraos a llegar a él por medio de la
Constitución que os ofrecemos, si queréis sumir en la nada los proyectos de
vuestros enemigos, y apartar para siempre de nosotros, los males que ellos
nos han causado”. Con esta exhortación se buscaba incluir a la mayor cantidad
de venezolanos posibles (a pesar de las diferencias contenidas en las diferentes
visiones que se trataron de conjugar), con la finalidad de hacer el proyecto
político duradero con lo cual se buscó fijar el proceso, constatándose, en
consecuencia, la contradicción referida previamente.
Arendt expresó que “ninguna revolución, ninguna fundación de un cuerpo
político nuevo, era posible donde masas estuviesen agobiadas por la miseria”.
Partiendo de esta premisa se puede afirmar que Venezuela como una entidad
fundada en el nuevo mundo tuvo los atributos del nuevo mundo de acuerdo a
la citada filosofa y por lo tanto en este país era posible una fundación. No
obstante, el proceso de cambios fue producto de la necesidad de evitar la
influencia francesa. En este aspecto hubo consenso, más no en el cómo para
lograrlo. Imponer el cómo y el efecto de este cómo costaría un alto precio
debido a las diversas ideas de revolución contenidas en el proceso.
El intento constitucional de contener distintas visiones en un proyecto
político permite afirmar que se intentó implantar un régimen plural, pero como
esta pluralidad no se constituyó en un poder único, sino más bien en varios
poderes, la imposición y/o supresión de la diferencia plantearía el conflicto.
Conflicto con los que desde el principio se negaron a seguir el proyecto y el
conflicto con aquellos que aún habiendo aceptado dicho proyecto político no se
consideraron incluidos en condiciones de igualdad por diversas causas, muy a
pesar de que los criollos, en parte, se consideraban excluidos con respecto a
los peninsulares. Aquí es pertinente la afirmación realizada por Castro Leiva
12
quien expresó que los venezolanos quisieron “…ser republicanos y liberales,
abrazando una religión, la católica, todo ello a un mismo tiempo,… sin querer
discernir sobre las dificultades de coherencia que esto supone”.
A pesar de las reformas que hicieron los fundadores de la república, las
instituciones creadas parecen que no fueron hechas para limitar el poder del
gobierno sino para llenar el vacío dejado por España bajo un ropaje ilustrado.
Bajo estas premisas se puede afirmar que en Venezuela hubo, en general, un
proceso revolucionario, en las dos perspectivas referidas por Hannah Arendt, es
decir, hubo un proceso revolucionario de propósito copernicano para restaurar
lo hispánico frente a lo francés, que significó un nuevo origen: la
independencia, con lo cual nos encontramos en presencia de una situación
similar a la vivida por los estadounidenses y hubo un cambio súbito y repentino
de circunstancias que hicieron a España incapaz de ejercer la soberanía en
Venezuela. En esos procesos simultáneos y sucesivos también se presentaron
otros procesos de carácter revolucionario: la de aquellos que pretendieron
regresar al espíritu de la Junta de Sevilla y los que pretendieron regresar al
absolutismo español. Ante esta situación, los venezolanos se encontraron ante
una situación análoga a la vivida por los franceses y estos hechos permiten
afirmar que se produjo un proceso revolucionario de carácter copernicano que
haría que se perdiera el propósito y se regresara posteriormente a la situación
colonial.
Irónicamente, Miranda fue la persona que, con el titulo de generalísimo le
toco poner punto final a la primera república, pero este destino no quebró su
voluntad. Él tuvo un deber que cumplir e hizo lo máximo que tuvo a su alcance,
así como otros patriotas en otras circunstancias tuvieron que hacerlo. Solo
mencionaré los casos de Michel De Ruyter, Luis Brión y karel Dorman, personas
que entiendo recuerdan mucho de la historicidad de las Antillas Holandesas y
de los Países Bajos.
Teniendo presente lo expresado del proceso venezolano, es posible
afirmar ahora que en una revisión a posteriori del modelo arendtiano sobre el
origen y sus implicaciones en el concepto de revolución, se puede inferir
también que el proceso francés contuvo diversas concepciones de un nuevo
origen que además de presentarse de forma sucesiva, también estuvieron
13
presente de manera simultánea en todo el transcurso del proceso hasta que se
produjo la restauración napoleónica. Los nuevos orígenes estuvieron
relacionados en primer lugar con acabar con la política del terror desatada por
Robespierre y el Comité de Salud Pública, y posteriormente para restaurar a la
libertad como el objetivo del proceso tal como se evidenció en la propuesta
primero de Danton y posteriormente de Miranda17. En ambos momentos estuvo
también presente la idea de la restauración borbónica por lo que se puede
concluir que la idea que prevaleció del origen, contuvo su contradicción
planteada de diversas formas y la imposibilidad de superar esas
contradicciones generó la circularidad que hizo que se regresara a la situación
previa.
Ahora bien, la pregunta subsiguiente es: ¿En el proceso independentista
norteamericano estuvieron presente también lo sucesivo y lo simultáneo
encontrados en el proceso revolucionario francés y venezolano?. De acuerdo a
Arendt, el criterio de validez que dio inicio al proceso estadounidense fue el
consenso, y este se sustentó en la posibilidad de sustentar opiniones “en
nombre de lo que se consideraba valido”. Consecuentemente, lo valido que en
las Trece Provincias produjo el consenso fue la certeza de un perjuicio y este
perjuicio tuvo una causa. Las opiniones que se produjeron estaban relacionadas
con el cómo salir de la situación desventajosa, no con la causa que había
originado el perjuicio que era contrastable empíricamente y ello permite
afirmar que el proceso que produjo la independencia en América del Norte fue
eminentemente racional.
Siendo la ratio, la base por medio del cual se sustentó el consenso que
produjo el proceso estadounidense, faltaría determinar las razones que
sustentaron la decisión inglesa que produjo la ruptura, sobre todo debido a que
la experiencia obtenida por los ingleses en las guerras libradas contra España y
Francia entre 1739 y 1768, les había enseñado la poca factibilidad de
conquistar nuevos territorios, caracterizados por su inmensidad, sin la ayuda
de su población.
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Miranda y Bonaparte estuvieron conspirando contra la Convención Nacional según Parra-Pérez y de acuerdo a lo que
este autor dice, ambos buscaron el poder, pero por vías diferentes: mientras Miranda lo intentó por intermedio de acabar
con la Convención Napoleón buscó usarla como un medio para sus fines. Por ello ambos estuvieron involucrados en la
jornada de vendimiario y por ello Miranda, a pesar que al final buscó restituir el orden fue perseguido por los nuevos
actores que entraron en escena.
14
Entendidas así las cosas, en Estados Unidos hubo una revolución que se
sustentó en un criterio de verdad, debido a que las circunstancias que la
produjeron, fueron en principio contrastables empíricamente. La circunstancia
que produjo la revolución francesa se fundó en un criterio de verdad no
contrastable empíricamente puesto que el fin original fue cambiado durante el
proceso, dando origen a otros procesos y para finalizar, en el caso venezolano
operaron varios criterios de verdad en un contexto signado por la complejidad
que impidió sentar las bases por medio del cual se pudiese construir un
consenso. Esta realidad hizo que dentro del proceso revolucionario se
produjeran simultáneamente otros procesos. Consecuentemente, la duda que
se presenta es la de saber a partir de qué momento es posible usar la
expresión “consenso” en un proceso signado por la racionalidad.
En todo este contexto, no se puede dudar el hecho que Francisco de
Miranda encarnó la revolución, pero la época que le tocó vivir estuvo dominada
por la razón y la razón hizo de la revolución una cosa en sí misma, por lo que
los individuos que fueron sujeto y objeto de este proceso sólo tuvieron a la
voluntad como única herramienta para alcanzar el propósito que se habían
establecido o que las circunstancias determinaron. La voluntad de Miranda no
se quebró a pesar de los múltiples intentos que hizo, las circunstancias no le
permitieron seguir con su propósito.
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