la innovaciÓn en la administraciÓn pÚblica 1 1....

24
1 LA INNOVACIÓN EN LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA 1 1. Introducción Como ha señalado Luiz Carlos Bresser Pereira, la reforma del Estado constituye la gran tarea política de los noventa 2 . En la década de 1970, el papel del Estado en el impulso del desarrollo económico entró en crisis y comenzó a manifestarse la necesidad de una reforma del Estado. Este proceso adquirió cuatro dimensiones: la delimitación del tamaño del Estado; la definición de su papel regulador; la recuperación de la capacidad económica y administrativa de implementar las decisiones políticas; y el aumento de la capacidad de gobierno para intermediar intereses, garantizar la legitimidad y gobernar. Todos estos problemas implicaron la condición de transformar la administración pública bajo la influencia del discurso neoconservador que ha hecho hincapié en la adopción de criterios propios del gerenciamiento empresarial – como el planeamiento estratégico, construcción de escenarios, dirección por objetivos, formulación de proyectos, análisis ex ante de eficacia, eficiencia y efectividad, técnicas de liderazgo y motivación, gestión de calidad total, focalización en el cliente y el control de gestión - en la gestión estatal. En estas páginas trataremos de identificar las principales visiones al respecto. 2. El New Public Management y su superación por el Public Governance Las críticas al modelo clásico – burocrático comenzaron, como ha señalado Michael Barzelay 3 , en la década de 1930, pero pese a las múltiples escuelas o enfoques de estudio de la administración pública desarrollados desde entonces, no ha existido unanimidad en el reemplazo del paradigma clásico de gestión pública 4 . Sin embargo, desde la década de 1980, se formularon y pusieron en práctica las primeras intervenciones significativas de modernización administrativa en las administraciones públicas de los principales países desarrollados. Diversas experiencias, como las initiatives de la 1 Daniel Cravacuore (CEI – UNQ) 2 Bresser Pereira, Luiz Carlos; “La reforma del Estado en los años noventa. Lógica y mecanismos de control”, en: Desarrollo Económico , Vol. 38, Nº 150, IDES, Buenos Aires, julio - setiembre de 1998. Pág. 517. 3 Michael Barzelay, Breaking Through Bureaucracy . University of California Press. Berkeley: 1992.

Upload: ngohanh

Post on 28-Oct-2018

212 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

1

LA INNOVACIÓN EN LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA1

1. Introducción

Como ha señalado Luiz Carlos Bresser Pereira, la reforma del Estado constituye la gran

tarea política de los noventa2. En la década de 1970, el papel del Estado en el impulso del

desarrollo económico entró en crisis y comenzó a manifestarse la necesidad de una reforma

del Estado.

Este proceso adquirió cuatro dimensiones: la delimitación del tamaño del Estado; la

definición de su papel regulador; la recuperación de la capacidad económica y administrativa

de implementar las decisiones políticas; y el aumento de la capacidad de gobierno para

intermediar intereses, garantizar la legitimidad y gobernar.

Todos estos problemas implicaron la condición de transformar la administración pública

bajo la influencia del discurso neoconservador que ha hecho hincapié en la adopción de

criterios propios del gerenciamiento empresarial – como el planeamiento estratégico,

construcción de escenarios, dirección por objetivos, formulación de proyectos, análisis ex

ante de eficacia, eficiencia y efectividad, técnicas de liderazgo y motivación, gestión de

calidad total, focalización en el cliente y el control de gestión - en la gestión estatal. En estas

páginas trataremos de identificar las principales visiones al respecto.

2. El New Public Management y su superación por el Public Governance

Las críticas al modelo clásico – burocrático comenzaron, como ha señalado Michael

Barzelay3, en la década de 1930, pero pese a las múltiples escuelas o enfoques de estudio

de la administración pública desarrollados desde entonces, no ha existido unanimidad en el

reemplazo del paradigma clásico de gestión pública4.

Sin embargo, desde la década de 1980, se formularon y pusieron en práctica las primeras

intervenciones significativas de modernización administrativa en las administraciones públicas

de los principales países desarrollados. Diversas experiencias, como las initiatives de la

1 Daniel Cravacuore (CEI – UNQ) 2 Bresser Pereira, Luiz Carlos; “La reforma del Estado en los años noventa. Lógica y mecanismos de control”,

en: Desarrollo Económico , Vol. 38, Nº 150, IDES, Buenos Aires, julio - setiembre de 1998. Pág. 517. 3 Michael Barzelay, Breaking Through Bureaucracy. University of California Press. Berkeley: 1992.

2

Revolución Thatcheriana en el Reino Unido o los programas iniciados por los gobiernos de

Canadá, Australia y Nueva Zelanda, pusieron en evidencia una orientación difundida entre los

diferentes gobiernos de definir nuevamente los límites y las modalidades de funcionamiento

del sector público.

La preocupación por reducir el déficit fiscal, con las consiguientes privatizaciones y

desregulaciones, la búsqueda de calidad en la prestación de los servicios públicos con

orientación al cliente, los fenómenos de desconcentración o descentralización, la creciente

participación en la gestión de servicios por parte de organiz aciones no gubernamentales y los

intentos de minimizar las rigideces de la ley evitando simultáneamente la corrupción, parecen

ser el conjunto de fenómenos comunes desde entonces.

En este contexto, distintos aportes teóricos provenientes de la ciencia de la

administración, de la sociología y de la ciencia política comenzaron a constituir un nuevo

paradigma, el New Public Management (NPM), en el que se englobaron los diferentes

procesos de cambio organizacional en las administraciones públicas.

El Center for Public Management de la O.C.D.E. fue el principal catalizador del New Public

Management, recogiendo y divulgando las principales experiencias. Una importante síntesis

de las tendencias estuvo contenida en el documento "Ministerial symposium on the future of

public services"5, según el cual los estímulos para la introducción y el desarrollo de las

intervenciones que redefinen el papel de los gobiernos y de las administraciones públicas

habían sido: “a) presiones de presupuesto b) dificultades para responder a la demanda de

los usuarios c) programas no eficaces d) exigencia de competir al nivel mundial e)

internacionalización de las problemáticas que anteriormente eran de competencia exclusiva

de los gobiernos nacionales"6.

Por su parte, se han identificado las siguientes áreas para la aplicación de las lógicas del

NPM:

1. Reforma de la actividad de reglamentación y simplificación;

2. Descentralización de responsabilidades dentro del gobierno hacia las unidades

organizativas de base;

3. Evaluación del rendimiento, "benchmarking" y mejoramiento de las funciones de

monitoreo y control;

4 Villoria, Manuel, “Modernización administrativa y gobierno postburocrático”, en: Bañon, Rafael y Carillo,

Ernesto (compiladores) La nueva administración pública. Alianza Editorial. Madrid, 1997. 5 O.E.C.D., "Ministerial Symposium on the future of public services", O.E.C.D., mimeo, 1996. 6 Meneguzzo, Marco, “Repensar la modernización administrativa y el New Public Management. La experiencia

italiana: innovación desde la base y desarrollo de la capacidad de gobierno local” En: Reforma y Democracia, Nº 11, CLAD, Caracas, junio de 1998.

3

4. Redimensionamiento de las organizaciones públicas e introducción de nuevas fórmulas

de gestión;

5. Búsqueda de modalidades más eficaces y a costos menores para la oferta de los

servicios – contratación externa, mecanismos tipo mercado, coparticipación de los

usuarios –;

6. Orientación hacia los clientes a través de la introducción de estándares explícitos de

calidad en los servicios públicos;

7. Análisis de las finalidades y del papel desempeñado por los gobiernos en el proceso

actual de transformación económica;

8. Integración de la ética en los procesos de reforma administrativa;

9. Mejoramiento de la información al público y accountability a los ciudadanos"7.

Sin embargo, Marco Meneguzzo ha señalado que, en el contexto europeo, se asistió en

el último quinquenio de los noventa a una redefinición parcial de los contenidos del paradigma

del NPM. En primer término, la presencia de un nuevo paradigma para la administración

pública, el llamado Public Governance, alternativo al New Public Management, que fue

considerado como demasiado cercano al mundo de las empresas privadas, así como poco

crítico, mecanicista e incapaz de evidenciar las especificidades decisionales y de gestión de

las administraciones públicas8.

Las principales características del Public Governance se pueden sintetizar de la siguiente

manera:

• “Centralidad de las interacciones con los actores presentes en los diferentes niveles del

contexto político y social;

• Gobierno y coordinación de redes;

• Orientación hacia el exterior, particularmente hacia el ambiente económico y social” 9.

El desarrollo de las capacidades de governance tiene, según Meneguzzo, una segunda

explicación en los cambios de las orientaciones políticas de los diferentes países europeos. El

acceso de coaliciones socialdemócratas a la mayoría de los gobiernos de los países

europeos, que desde hace algunos años habían desarrollado procesos de modernización

basados en las lógicas del New Public Management, significó que la reforma administrativa y

el desarrollo de la gestión no fueran ya la única prioridad de gobierno, sino que se volviera a

ver en el sector público un promotor del desarrollo socioeconómico, a través del

fortalecimiento de sectores como la salud, la educación, la investigación científica y la

7 O.E.C.D., op. cit. 8 Hood, C. (1991), "A Public management for all seasons?", En: Public Administration, Vol 69, Nº 1. 9 Meneguzzo, M., Op. cit .

4

protección del medio ambiente. Asimismo, aun cuando se reafirmaron intervenciones

iniciadas por gobiernos anteriores, se atribuyó a la administración pública un papel directriz de

las grandes iniciativas de cambio social y de desarrollo de la sociedad de la información.

Así a las modalidades competitivas entre organizaciones públicas, la contratación externa

con el sector privado lucrativo y no lucrativo, la modificación y la revisión de los arreglos

administrativos y la experimentación de fórmulas innovadoras de gestión de los servicios, la

introducción de sistemas de control de gastos y de control de gestión, políticas de

comunicación social, la adopción de estándares de resultado y medición del rendimiento, la

orientación al cliente y los sistemas de mejoramiento de la calidad características del New

Public Management se agregaron nuevas fórmulas de gestión de los servicios públicos,

conjuntamente con la descentralización de actividades hacia otras organizaciones públicas, al

sector privado y al tercer sector características del Public Governance.

Los gobiernos redujeron de manera drástica el número de los servicios manejados

directamente y se han convertido en el centro estratégico de una red constituida por

empresas, organizaciones del tercer sector y otras organizaciones públicas y que dirige, en la

perspectiva de un desarrollo económico local, múltiples relaciones interinstitucionales.

2.1. El caso de la reforma de la administración pública inglesa en la década de 1980

En 1982, Margaret Thatcher puso en marcha la Financial Management Initiative, que

significó el inicio del proceso de reforma de la administración pública inglesa. Por primera vez

se fijaron objetivos y metas que se esperaba alcanzar, se facultó a las unidades se

responsabilizaran de sus propios fondos y se implementaron nuevos sistemas de información

de gestión que pudieran proporcionar a los administradores datos fidedignos sobre los costos

de sus actividades10. Todo esto lo organizaría un sistema directivo de administración, con el

que los departamentos elaboraban informes anuales en los que indicaban de forma

resumida los rendimientos y los planes de sus unidades. Los ministros, los altos cargos de la

administración y los directores de unidad examinaban estos informes y aprobaban los planes

de acción.

La implementación de esta iniciativa permitió observar que los altos cargos de la

administración no estaban preparados para la gestión y no tenían interés en ella. Los

miembros de elite del funcionariado aconsejaban a los ministros sobre los grandes asuntos

5

relacionados con los programas políticos, pero no se involucraban en su aplicación y

menospreciaban a los administradores públicos que si lo hacían. Eso hizo decir a Derek

Rayner, principal miembro del Efificiency Unit : “El mando ha recaído con demasiada

frecuencia en manos de personas que no saben nada sobre gestión y desdeñan a quienes

sí lo saben”11.

Las ideas más importantes de la reforma de la administración pública inglesa recién se

manifestarían en el documento “Improving Management in Government: The Next Steps”,

en 1988, en el cual se definieron las siguientes transformaciones a encarar:

• Se separarían las funciones de cumplimiento y prestación de servicios de los

ministerios en partes independientes que se denominarían agencias ejecutivas;

• Se daría a estas agencias mucho más poder sobre sus presupuestos, sus sistemas

de personal y otros aspectos de la gestión.

• Se llevarían a cabo búsquedas en las que competirían el sector público y el privado

para encontrar a los directores de las agencias ejecutivas.

• Se exigiría a los jefes ejecutivos que fijaran planes empresariales con un plazo de

entre tres y cinco años y planes económicos de un año.

• Se negociaría un documento marco de tres años entre cada agencia y el ministro

correspondiente en el que se especificarían los resultados con él y la flexibilidad con la

que operaría.

• Se pagaría todo lo que fuera necesario a los directores de las empresas para

conseguir a las personas de talento necesarias, incluidas las primas por rendimiento de

hasta el veinte por ciento de sus salarios.

• Se negaría a los directores la permanencia vitalicia en sus cargos y se les exigiría que

volvieran a solicitar sus puestos de trabajo cada tres años.

Con el programa ya definido, el Ministerio de Hacienda pidió que los ministerios repasaran

sus funciones y se decidieran por una de estas opciones: abolición, venta, subcontratación,

conversión al rango de agencia ejecutiva o preservación sin cambios. Cuando un área

funcional de un ministerio era propuesta para transformarse en una agencia, se le enviaba

un equipo de ejecutivos del proyecto. A continuación se negociaban los documentos marco

en los que se indicaba qué flexibilidad se le daría a la agencia y qué resultados se esperaban

de ella. El Ministerio de Hacienda realizaba el seguimiento del proyecto y otorgaba el rango

de agencia sólo si se adquirían las responsabilidades de alcanzar los resultados.

10 Osborne, David y Plastrik, Peter, La reducción de la burocracia. Cinco estrategias para reinventar el

gobierno . Editorial Paidós. Barcelona: 1998. Pág. 42 – 43. 11 Savoie, Thatcher, Reagan, Mulroney: in search of a New Bureaucracy . Pág. 174.

6

En el primer año de implementación del programa, durante 1989, se habían creado 8

agencias, que crecieron a 51 en los dos años subsiguientes. En 1996 se alcanzó la meta

propuesta por el programa, que representaban transformar en agencias el 75% de las

instituciones de la administración pública británica.

3. La “reinvención del gobierno” en los Estados Unidos

Como han señalado Leonardo Santana Rabell y Mario Negrón Portillo 12, las ideas

plasmadas por David Osborne y Ted Gaebler en su libro La reinvención del gobierno: la

influencia del espíritu empresarial en el sector público13 se ha convertido en la doctrina oficial

de la agenda de reformas gubernamentales prácticamente en todo el mundo en la última

década. Sus planteamientos fueron inicialmente adoptados rápidamente por varios gobiernos

estatales y locales de los Estados Unidos pero han tenido una rápida difusión internacional14.

La creciente importancia de David Osborne puede verse en su nombramiento como

principal asesor del vicepresidente Al Gore en el diseño y elaboración del National

Performance Review15, que tenía la finalidad de avanzar en la transformación del

funcionamiento del gobierno federal: con la implementación de este plan se esperaba

economizar más de cien mil millones de dólares y reducir el personal estatal en un cuarto de

millón de empleados en un quinquenio.

Los cuatro principios básicos del National Performance Review fueron:

a) La reducción del papeleo y los trámites innecesarios, reduciendo regulaciones,

haciendo que los funcionarios rindan cuentas por resultados y liberando a las

organizaciones de sistemas de control innecesarios;

b) La concesión de un mayor poder emprendedor a los empleados en la toma de

decisiones, sobre todo aquellos dedicados a la atención al público, así como

formarlos y orientarlos en acciones de colaboración entre ellos;

12 Santana Rabell, Leonardo y Negrón Portillo, Mario; "Reinventing Government: nueva retórica, viejos

problemas” En: Reforma y Democracia Nº 6, CLAD, Caracas, julio de 1996. 13 Osborne, David y Gaebler, Ted; La Reinvención del gobierno: la influencia del espíritu empresarial en el

sector público. Barcelona: Ediciones Paidós. 1994 14 En la Argentina, la difusión de las reflexiones de David Osborne ha estado a cargo del Grupo Sophia. Ver:

Hacia un sector público competitivo y eficiente. Casos de reformas exitosas en el sector público en la Argentina. Grupo Sophia: Buenos Aires, 1997; Hacia un nuevo sector público. Experiencias exitosas de gestión en Argentina. Grupo Sophia: Buenos Aires, 1998; Rodríguez Larreta, Horacio y Quintana, Mario; Domando al elefante blanco. Pasos para construir un Estado que funcione. Buenos Aires: Temas Grupo Editorial, 1999; Políticas de desarrollo regional. Grupo Sophia: Buenos Aires, 1999 (mimeo).

15 Ver: “Crear una Administración Pública que funcione mejor y cueste menos”, en: Información , Nº 24 – 25, Ayuntamiento de Zaragoza (España), noviembre de 1994.

7

c) La reducción del gobierno a lo básico, logrando un incremento notorio de la

eficiencia a través de la eliminación de lo obsoleto, las duplicaciones y los privilegios,

invirtiendo en tecnología y buscando vías para mejorar la productividad.

d) La prioridad a las necesidades y exigencias de los clientes en la prestación de los

servicios públicos; para ello deberán reestructurarse los servicios en función de la

satisfacción de los clientes.16

Cuando el vicepresidente Gore entregó al presidente Clinton, en septiembre de 1994, la

copia final del informe, las ideas de Osborne y Gaebler se convirtieron oficialmente en el

marco conceptual y filosófico que orientó la reforma gubernamental en todos los niveles del

sector público norteamericano.

Como han señalado Santana Rabell y Negrón Portillo, la euforia que concita el proyecto de

reinventar el gobierno, es decir la intención de transformar las burocracias públicas en

gobiernos empresariales, productivos y eficientes, obedeció al creciente escepticismo de los

ciudadanos sobre la capacidad del Estado para administrar la sociedad y satisfacer las

necesidades sociales.

Deberíamos preguntarnos por qué existió la necesidad de reformar el Estado y adoptar

políticas de gerenciamiento que hasta entonces sólo había desarrollado la empresa privada.

Esto suele ser atribuido a una multiplicidad de factores, entre los que se cuenta la

globalización de la economía y la integración de los mercados, el nuevo orden mundial que

emerge del fin del mundo bipolar y la desarticulación del Estado Benefactor17.

Esas nuevas realidades cuestionaron las premisas del modelo de gestión burocrática que

todavía rige la gestión administrativa tradicional del sector público. Mientras el sector

empresarial experimentaba con nuevas ideas y formas de organización para responder con

agilidad y eficiencia a los cambios del entorno como la única alternativa para mantener la

competitividad al nivel internacional, el Estado no lo ha hecho de la misma manera. Sin

embargo, como han señalado Osborne y Gaebler: “... Lenta, silenciosamente, lejos de las

candilejas, comienzan a surgir nuevos tipos de instituciones públicas. Son directas,

descentralizadas e innovadoras; son flexibles, dúctiles y capaces de aprender con rapidez

nuevas formas de acción cuando las condiciones cambian. Emplean la competencia, la

16 Executive Office of the President, National Performance Review: From Red Tape to Result: Creating a

Government that Works Better and Cost Less. Washington, D.C.: US Government Printing Office, 1993. Citado en: Santana Rabell, L. y Negrón Portillo, M. op. cit.

17 Santana Rabell, Leonardo y Negrón Portillo, Mario; "Reinventing Government: nueva retórica, vie jos problemas” En: Reforma y Democracia

8

elección del cliente y otros mecanismos no burocráticos para que las cosas se hagan lo más

creativa y eficazmente posibles. Y son nuestro futuro"18.

En la obra de Osborne y Gaebler, la expresión gobierno empresarial describe ese modelo

que surge de la realidad organizacional, cuyos principios - de ser implantados

adecuadamente - conducirían, sin lugar a dudas, a la “reinvención del gobierno”. En este

proceso emerge con fuerza el concepto de "entrepreneur", definida como aquella persona

con la capacidad de cambiar o trasladar recursos económicos, humanos, tecnológicos y de

conocimiento desde zonas de baja productividad a otras de mayor productividad y

rendimiento, definiendo la búsqueda del cambio y explotándolo como una oportunidad19 La

fuerza generadora de este cambio es la innovación empresarial para crear nuevos

productos, métodos de producción y mercados.

El entrepreneur desarrolla la capacidad para analizar el cambio, buscar oportunidades,

evaluar los riesgos y diseñar las estrategias de innovación organizacional más apropiadas a

cada situación. Osborne y Gaebler están convencidos que este concepto se puede aplicar al

sector público, debido a que todos los gerentes tienen la función de trasladar recursos a

zonas de mayor productividad y rendimiento: “...Cuando hablamos de empresarios públicos

nos referimos precisamente a la gente que actúa de esta manera. Cuando hablamos de

modelo empresarial, aludimos a las instituciones del sector público que actúan habitualmente

de esta manera, que usan constantemente sus recursos según nuevas maneras para

mejorar su eficacia y sus resultados concretos"20.

El problema de los gobiernos contemporáneos - según Osborne y Gaebler - no son los

servidores públicos sino los sistemas, estructuras, reglas, procedimientos y leyes que los

atrapan e inhiben su capacidad creativa. El objetivo de la reinvención del gobierno no es

cambiar sus fines sino cuestionar y cambiar la forma tradicional y burocrática como funciona.

En síntesis, el problema es instrumental: se trata de ajustar los medios, hacer más

eficiente y eficaz la acción de las instituciones públicas y erradicar la burocracia: "Nuestra

tesis es sencilla. El tipo de gobierno que se desarrolló durante la era industrial, con sus

burocracias perezosas y centralizadas, su preocupación por las reglas y las regulaciones y

18 D. Osborne y T. Gaebler, Op. cit ., p. 26 19 Ver: Drucker, Peter, Innovation and Entrepreneurship: Practice and Principles. Nueva York: Harper and

Row, 1985. Esta idea del entrepreneur podría asociarse a la idea schumpeteriana clásica del empresario innovador. Para Schumpeter, las invenciones claramente son externas al sistema y en algún momento pasan a ser incorporadas a la dinámica del sistema, adquiriendo un carácter endógeno, hasta quedar confundirse totalmente con él. En este proceso, adquiere fundamental importancia el sujeto generador de la innovación, que posee todas las características del agente racional y maximizador de los beneficios de los postulados neoclásicos - que lo lleva a introducir la innovación con el fin de aumentar la productividad, reducir los costos relativos y engendrar su ganancia -, pero también características psicosociales particulares - como el deseo de gloria individual, en la búsqueda del reconocimiento social - que lo llevan a enfrentar el riesgo de desarrollar una innovación en un contexto de incertidumbre.

9

sus cadenas jerárquicas de mando, ya no funciona muy bien. Lograron grandes cosas en su

momento, pero por el camino se fueron alejando de nosotros. Se volvieron excesivamente

abultados, derrochadores, ineficaces. Y cuando el mundo comenzó a cambiar, no cambiaron

con él. Las burocracias jerárquicas y centralizadas que se diseñaron en los años treinta y

cuarenta de este siglo no funcionan bien en la sociedad y la economía de los noventa,

incesantemente cambiante, rica en información y animada por una intensa actividad

cognoscitiva... Poco a poco, nuevos tipos de instituciones públicas van tomando su lugar”21.

Según Osborne y Gaebler, en la sociedad postindustrial los gobiernos tienen que

conceptuar una nueva forma de pensar o entender al gobierno. Este modelo, designado

como gobierno empresarial, se fundamenta en diez principios, cuya aplicación constituye la

base para la reinvención del gobierno. De éstos, los primeros seis fueron elaborados por

Osborne y Gaebler directamente de sus investigaciones y conceptuados de estas

experiencias, los restantes cuatro son mayormente extrapolaciones del sentido común,

según lo expresara uno de ellos en un artículo posterior22. A continuación presentamos una

breve descripción de cada uno de esos principios.

El principio básico de la propuesta es el gobierno catalizador, transformando el gobierno

proveedor de servicios en uno promotor, que armonice y active las iniciativas de los sectores

privados, comunitarios y otras organizaciones no gubernamentales para la búsqueda de

soluciones a los problemas de la sociedad, a la par de asegurar que éstos se brinden con la

mayor eficiencia y calidad. La responsabilidad del gobierno es establecer prioridades sobre

políticas públicas, generar recursos y evaluar los resultados esperados.

El segundo principio es el gobierno competitivo, al que debe exigírsele criterios de

competencia en la prestación de servicios mediante la eliminación de los monopolios

gubernamentales y la liberación de las fuerzas del mercado. Por medio de esta estrategia –

señalan Osborne y Gaebler – se espera una mejora en los niveles de eficacia y eficiencia.

Los autores están plenamente convencidos que promover la competencia entre

proveedores (sector público vs. privado, o viceversa) tendrá el efecto de mejorar la

productividad, crear mayor conciencia sobre los costos y los servicios y la obligación de

responder con un servicio de calidad a los consumidores. La competencia también estimula

la innovación, la eficiencia y la responsabilidad de la gerencia pública, pero más importante

aun: crea un sentido de mejor aprovechamiento del presupuesto público.

20 Osborne, D. y Gaebler, T., 0p. cit., p. 20 - 21. 21 Ibid. p. 39. 22 Osborne, David; "Reinventing Government", Public Productivity and Management Review 16: 4 (verano

1993): 349 - 356.

10

Un tercer principio es el gobierno inspirado por misiones. Las instituciones públicas

tradicionales estaban dirigidas por reglas y procesos, esto es: presupuestos, personal,

compras y suministros. Las nuevas organizaciones tienden a minimizar las reglas y ponen su

enfoque en definir claramente su misión y objetivos.

Las organizaciones dirigidas por misiones - para orientar las decisiones y acciones de los

empleados - tratan de clarificar sus objetivos y propósitos a largo plazo, y una vez definidas,

la gerencia puede determinar la estrategia y diseñar los mecanismos para su implantación de

una manera más efectiva. Ello permite organizaciones más innovadoras, eficaces y

productivas, aunque es vital que la alta gerencia dedique tiempo y esfuerzo para pensar y

evaluar cuáles son los verdaderos fines, propósitos, filosofía y valores fundamentales que

guían su gestión.

Un cuarto principio es el gobierno orientado hacia los resultados. Según Osborne y

Gaebler, la preocupación de los gerentes públicos debe cambiar de prioridad; de insumos y

procesos a resultados. Esto significa que el desempeño se debe evaluar por la calidad de los

resultados, no necesariamente por el fiel cumplimiento de los procesos formales. Es

necesario medir los logros alcanzados, estableciendo indicadores cuantitativos y cualitativos,

y vincular los incentivos salariales con el desempeño de los empleados.

Un quinto principio es el gobierno orientado hacia los clientes. Con base en la filosofía de

calidad total, Osborne y Gaebler señalan que la mejor forma para obtener calidad es

logrando satisfacer las necesidades del ciudadano - cliente.

Un sexto principio es el gobierno de corte empresarial. La reinvención del gobierno

consiste en orientarlo para ganar dinero y no para gastarlo, motivando a la burocracia con

diversos incentivos para lograr este objetivo.

Un séptimo principio es el gobierno descentralizado, otorgándole un mayor grado de

autoridad para el proceso de toma de decisiones a los funcionarios en los niveles más bajos

de la organización; delegando competencias y transfiriendo poder decisional a los

departamentos y a sus empleados. Es decir, acercar las decisiones a los niveles más

próximos a los clientes; reducir los niveles jerárquicos y fomentar la participación y el trabajo

en equipo.

Un octavo principio es el gobierno de la comunidad, fortaleciendo la participación de los

ciudadanos en las decisiones gubernamentales. Para ello, se parte del supuesto que la

comunidad entiende mejor sus problemas que los burócratas profesionales.

Un noveno principio es el gobierno previsor, cuya función principal es anticipar los

problemas. Se basa en la necesidad de la planificación estratégica, lo cual significa visualizar

11

el futuro de la organización a los fines de formular su misión, identificar los problemas más

urgentes o prioritarios, y adoptar los objetivos, decisiones y acciones para alcanzarla. Este

proceso implica efectuar un análisis riguroso del ambiente externo e interno de la

organización evaluando sus oportunidades, amenazas, fortalezas y debilidades para así

formular las estrategias más adecuadas ante las circunstancias actuales y futuras. El

gobierno previsor pretende contestar tres preguntas básicas: a) ¿dónde estamos?; b)

¿adónde queremos llegar? ; y c) ¿cómo llegaremos?.

Por último, el gobierno orientado al mercado, que implica que deben utilizarse los

mecanismos del mercado para ofrecer servicios públicos, evitando que los planes y

programas respondan a decisiones políticas.

Como señalan Leonardo Santana Rabell y Mario Negrón Portillo, el libro de Osborne y

Gaebler es un aporte valioso para entender algunas de las estrategias de cambio que se

formularon principalmente en los Estados Unidos que tienen a la innovación en la

administración pública como el principal tópico, y que en cierta forma constituyen el

paradigma para mejorar el funcionamiento del gobierno. Sin embargo, puntualizan las

siguientes observaciones:

- Que una sociedad democrática y con responsabilidad social, la eficacia o eficiencia no

constituyen los únicos valores que orientan las decisiones y acciones administrativas en el

sector público. La equidad, la responsabilidad pública, la igual protección de las leyes, el

debido proceso de ley, la representatividad, la transparencia de los procesos, la

protección de los derechos civiles y la honradez en la gestión pública son valores de igual

significación que están prácticamente ausentes en la obra de Osborne y Gaebler.

- La metodología que utilizan plantea serios interrogantes sobre la posibilidad de extrapolar

generalizaciones conceptuales empíricamente válidas pero basadas en el análisis de

casos exitosos. La selección de casos para probar sus argumentos no significa que las

estrategias implementadas no hayan fracasado en otros escenarios y condiciones

organizacionales. Paul Epstein sostiene que el éxito de muchos de los casos presentados

por Osborne y Gaebler ocurrió debido a que las instituciones que describen tenían una

ventaja comparativa que era la disponibilidad de recursos23.

- Otra limitación metodológica radicaría en que la obra de Osborne y Gaebler no abunda

sobre los procesos de implantación - políticos, procesales, actitudinales, culturales,

comportamentales - de las estrategias. Además, se obviarían elementos de la historia

23 Epstein, Paul; "Reinventing Government Is Not Enough: Invest in Government Productivity Growth", Public

Productivity and Management Review 16:4 (verano 1993): 357-369

12

institucional así como las características específicas del entorno político, social, cultural y

económico, que son muy importantes para obtener una visión totalizadora.

3.1. El caso de la reforma de la administración federal en los Estados Unidos

El programa de reinvención de la administración federal de los Estados Unidos desarrollado

por el presidente Clinton en su primera presidencia es considerado como uno de los más

exitosos de la historia. A diferencia de otros programas, en los que se convocaba a

consultores para el diseño de la propuesta, se formaron varios grupos con miles de

empleados federales para examinar los sistemas organizacionales, de presupuesto, de

compras y de personal.

En los principales organismos de la administración federal se crearon equipos de

reinvención para liderar la transformación en sus departamentos y laboratorios de

reinvención para empezar a experimentar con nuevas formas de trabajo y organización24.

En ellos, se ha reconocido el papel de los llamados héroes de la reinvención, funcionarios que

proponen prácticas para facilitar trámites o ahorrar dinero.

En cada ministerio se designo un CEO encargado exclusivamente de supervisar el

management y promover un cambio de cultura organizacional. Todos los CEOs, junto con

otros altos funcionarios, conforman el President´s Management Council, encargado de liderar

la mejora de los niveles de eficacia, eficiencia y efectividad, y asegurar que se implementen

las reformas propuestas. Este consejo ha jugado un papel importante no sólo en mantener

el tema entre las prioridades de la administración Clinton, sino en lograr que se aprobara la

legislación necesaria para la ejecución del proyecto.

Al mismo tiempo se mantuvo directo y permanente con ciudadanos y organizaciones no

gubernamentales, con gobiernos municipales y estaduales que habían desarrollado

experiencias positivas y con líderes empresariales que habían usado técnicas de

administración innovadoras en sus compañías.

Las reformas incluían:

• “El aumento del rango de control de un gerente público de 7 a 15 empleados;

• La eliminación del Manual del Personal Federal, que contaba con diez mil páginas;

• La reducción a la mitad del tiempo necesario para despedir un empleado federal;

• La obligación a todas las organizaciones públicas a identificar a sus consumidores y

elaborar normas tendientes a sus satisfacción;

24 Hacia 1997 funcionaban más de un centenar de estos laboratorios de reinve nción.

13

• La utilización de indicadores de perfomance medibles en las organizaciones;

• La simplificación de los procedimientos para las compras inferiores a u$s 100.000;

• La eliminación de 140.000 puestos gerenciales;

• La reorganización radical de los sistemas administrativos de las organizaciones para

eliminar la reglamentación interna innecesaria”25

A fines de 1994 se inició una segunda fase del proyecto, en la que se definió las

responsabilidades primarias que el gobierno federal debería mantener. Para ello, se partió de

la premisa que no había ninguna actividad brindada por el gobierno que no pudiese ser

satisfecha por el sector privado o una organización no gubernamental. Esto implicaba que la

pregunta primordial era qué debía hacer el gobierno, algo fundamental en el proceso de

justificación de las funciones de las distintas organizaciones.

4. El nuevo paradigma posburocrático

En la primera reunión de O.C.D.E. sobre la administración pública, en marzo de 1996, la

directora de la Oficina de Administración y Presupuestos de los Estados Unidos, Alice Rivlin,

elaboró un sumario de los caminos que deberían atravesar las administraciones públicas de

los veinticuatro países más desarrollados del mundo:

a) Descentralizar la autoridad en el seno de las empresas públicas y ceder

responsabilidades a los niveles inferiores de la administración.

b) Revisar lo que el gobierno debería hacer y pagar; lo que debería pagar pero no

hacer; y lo que no debería ni hacer ni pagar.

c) Reducir el funcionariado y la privatización y corporativización de actividades.

d) Estudiar medios más rentables de prestar servicios, como la subcontratación, los

mecanismos de mercado y las tasas de usuario.

e) Orientar al cliente, lo cual supondría fijar unos criterios claros de calidad para los

servicios públicos.

f) Establecer criterios y medidas de rendimientos.

g) Llevar a cabo reformas para simplificar las normas y reducir gastos26.

Posteriormente, el catedrático español Manuel Villoria27 trató de sistematizar las

características del emergente paradigma postburocrático, que sintetiza las principales ideas

25 Hacia un sector público competitivo y eficiente. Casos de reformas exitosas en el sector público en la

Argentina. Grupo Sophia: Buenos Aires, 1997. Pág. 13 - 14. 26 Osborne, D. y Plastrik, P., Op. cit..

14

del National Performance Review inspirado en las ideas de Osborne y Gaebler aunque

también otras que contuvieran los más modestos preceptos de la reforma del estado de los

países europeos. El mismo podría ser resumido en cuatro preceptos:

a) Cambios en la cultura de la organización: Michael Barzelay ha resumido este cambio

cultural en cinco principios:

• Concentrarse en el proceso para seguir que los productos sean como podrían y

deberían ser;

• Centrarse en ayudar a los clientes - ciudadanos a resolver sus problemas;

• Preocuparse de la política pública correspondiente y de los clientes, en lugar de las

normas y los conocimientos técnicos;

• Apuntar a producir valor neto con relación a unos costos razonables;

• Interesarse por la gente y las relaciones derivadas del trabajo28.

b) Dar más poder al funcionario en la toma de decisiones: la formación, el desarrollo y la

participación del funcionario se han transformado en elementos fundamentales del

nuevo paradigma, aunque debe señalarse que el poder otorgado no puede significar

la limitación del poder de los representantes electos por la ciudadanía. El nuevo

paradigma necesita un esfuerzo importante por la mejora de la comunicación interna

de la visión y misión de la organización, un desarrollo del papel de los grupos en las

organizaciones como instrumentos de participación y mejora de los procesos de

calidad y una continua búsqueda de cooperación entre los distintos niveles de la

organización, así como de esta con la ciudadanía.

c) Preguntar al cliente y, en función de sus necesidades, reestructurar los procesos. En

el origen de estas prácticas y concepciones se encuentra la idea de pensar

nuevamente las organizaciones desde su origen a partir de la voluntad de los clientes

y rediseñar radicalmente los procesos del negocio para alcanzar mejoras elevadas en

las medidas de rendimiento como costo, calidad, servicio y velocidad.

d) Dar al cliente la oportunidad de elegir entre dos unidades administrativas competitivas,

con el fin de reducir riesgos, fomentar la competencia y mejorar así la eficacia y la

eficiencia en la prestación de servicios públicos.

5. El sentido de la innovación

27 Villoria, M., Op. cit.

15

Dentro de los procesos que han significado el surgimiento de una nueva administración

pública, ha tomado creciente importancia el de la innovación.

Este es un concepto que proviene del campo de la economía. Quizás sea el economista

austríaco Joseph Schumpeter quien más se concentró en su descripción, inclusive llevándolo

a considerar el principal motor del capitalismo industrial. Desde su perspectiva, la innovación

podría definirse como el progreso técnico que aumenta la productividad, reduce costos y le

permite aumentar la calidad y el valor del servicio. Y en un sentido amplio, puede asimilarse

a la creación de la utilización de nuevos recursos, la generación de nuevos productos y la

aplicación de nuevas formas de organización.

No toda innovación es desusadamente original en sus resultados: es lo que Schumpeter

llamó innovaciones mayores y menores. Las primeras fueron definidas como aquellas que

explican en gran medida el crecimiento económico discontinuo, en grandes saltos

cualitativos. Por oposición, las segundas son las pequeñas mejoras que se le realizan

constantemente a los bienes ofrecidos en el mercado. En cierta forma, también podríamos

hacer un análisis análogo con la innovación en la administración pública. A nuestro entender,

no se han producido innovaciones mayores en la administración pública, que hayan

significado cambios cualitativos en la naturaleza del Estado, en la calidad de las prestaciones

o en la propia organización. Mas bien podríamos ver que se ha realizado innovaciones

menores que representan mejoras continuas que permiten hacer competitivas a las

administraciones públicas, mejorando la calidad de sus servicios.

Recientemente, se han dado definiciones del sentido de innovación en la administración

pública. Podríamos citar varios ejemplos. El politólogo Guillermo Schweinheim lo ha definido

como “el proceso de implementación sostenible de nuevas políticas, productos

institucionales, sistemas y tecnologías en el Estado, las empresas y la sociedad civil”.29 Para

ampliar después: La innovación ha sido definida como el proceso de aprendizaje/cambio

estructural originado en la creatividad de los gobiernos, es decir, en la capacidad de producir

novedad original. La novedad original puede ser entendida como las variaciones y

recombinaciones realizadas a partir de los objetivos, metas, misiones, estrategias, procesos,

actividades, tareas, recursos, tecnologías, sistemas y tecnologías de gestión actualmente

existentes en el sistema político.

Desde su perspectivo, la innovación suele ser el resultado de procesos sostenidos a lo

largo de períodos más o menos prolongados para que las nuevas recombinaciones y

28 Barzelay, M., Op. cit.

16

variaciones se institucionalicen. Cuanto más incremental sea la innovación, menos fuerzas

restrictivas al cambio estructural se manifiestan. Contrariamente, cuanto más radical o

fundamental sea la innovación se verificaran mayores fuerzas negativas30.

En un número especial de la revista La Era Urbana, Nidia Albesa de Rabi también ha

definido a la innovación en la administración pública como "... un tipo de cambio muy

específico, intencional y percibido como positivo, que está íntimamente ligado a la

sobrevivencia y al desarrollo de las instituciones”31.

En sentido general, innovar es enfrentar los hechos de manera nueva y diferente para

lograr mejores resultados, mediante el empleo de técnicas y procedimientos nuevos, más

eficientes y eficaces, que faciliten el logro de resultados más efectivos. Las técnicas y

procedimientos nuevos si bien pueden ser de partes específicas, siempre deben inscribirse

dentro de una visión integral. Daniel Cassano y Fernando Krakowiak han señalado que: “Las

innovaciones no necesariamente se refieren a algo nuevo y original, muchas veces una

innovación puede tratarse de la combinación de elementos existentes o soluciones

conocidas, adaptadas a circunstancias específicas en formas o procesos nuevos. En estos

casos, la voluntad política puede ser el factor detonador o el origen del proceso de

innovación”.32

Enrique Cabrero Mendoza ha señalado que una innovación integral abarca cuatro niveles:

1. Funcional: que implica el mejoramiento del proceso administrativo y de la mejora en el

uso de los recursos.

2. Estructural: que se refiere a las reformas administrativas, que incluyen nuevas

estructuras y formas organizacionales.

3. Comportamental: que incluye las nuevas actitudes y valores. Es el reconocimiento de

la tendencia al conflicto.

4. Relacional: que comprende nuevas formas de relación organización – sociedad,

destacándose las formas de interacción de la organización con su entorno33.

De acuerdo a ello, las acciones innovadoras no son sólo nuevas rutinas aisladas, ni se

29 Schweinheim, Guillermo “Innovación en administración, gestión y políticas públicas: es idéntico a

modernización?” En Revista de Instituto Nacional de la Administración Pública, N° O, Nueva época, segundo semestre de 1998. p. 31

30 Ramio, Carlos, “Modelos interpretativos de cambio en las organizaciones públicas y su posible aplicación a las Administraciones Autonómicas. El caso de la Administración de la Generalidad de Cataluña”. En: Autonomies, Nº 18, julio de 1994, Barcelona.

31 Albesa de Rabi, Nidia “Experiencias innovadoras en servicios urbanos”, En: La Era Urbana, Volumen 3, Nº 4, enero de 1996. Quito. Banco Internacional para la Reconstrucción y el Desarrollo. Citado en

32 Cassano, Daniel y Krakowiak, Fernando, “La construcción de la memoria municipal y la innovación en la gestión de gobierno”, En: Cravacuore, Daniel y Badía, Gustavo (compiladores) Experiencias Positivas en Gestión Local, IDI – UNQ – UNGS (en prensa)

33 Cabrero Mendoza, Enrique “Niveles de análisis de la innovación municipal”, En: La Era Urbana, Volumen 3, Nº 4, enero de 1996. Quito. Banco Internacional para la Reconstrucción y el Desarrollo.

17

orientan exclusivamente a mejorar las condiciones preexistentes, sino también a consolidar

cambios sustanciales en la propia concepción y organización institucional. Por ello, antes de

iniciar procesos innovativos se deben analizar con la profundidad debida los problemas y

causas de una situación deficitaria y definir dentro de estas últimas, la responsabilidad de los

gobiernos, ciudadanos y organizaciones relacionadas. Sólo después de este análisis,

construido por todos los actores involucrados, se deben adoptar los procesos innovadores.

Cuadro N° 3

Criterios para detectar innovaciones en la gestión

Nivel Tipo de información

requerida

Criterios de evaluación Estrategias de investigación

Funcional

(hacer nuevas

tareas, de una

nueva manera,

nueva combinación

de recursos,

nuevos sistemas de

gestión)

Participantes

Diseño de nuevos procesos

de trabajo (tipos,

frecuencia, originalidad)

Diversificación (nuevas

actividades)

Descripción de nuevas

tareas

Resultados

Eficiencia interna

Mejora en la relación

insumo - producto

Mayor calidad

Menores costos

Mayor productividad

Mayor cobertura en

servicios

Revisión documental

Informes técnicos

Presupuestos y estados

financieros

Entrevistas con funcionarios y

responsables

Estructural

(nuevas

estructuras, formas

organizativas,

nuevo marco de

regulación)

Reformas administrativas

(reglamentos, manuales,

programas)

Diseño de nuevas

estructuras, nuevas redes

de comunicación y

jerarquía

Ampliación de grados de

autonomía de decisión por

niveles

Eficacia de la acción

cooperativa

Funcionamiento de

instancias de

coordinación

Simplificación de

procesos de

comunicación

Flexibilidad

interorganizacionales

Revisión documental del marco

normativo

Reconstrucción de procesos

decisorios

Entrevistas a funcionarios,

miembros de órganos

deliberativos y agentes

participantes externos

Comportamental

(nuevas actitudes,

valores y arreglos)

Propensión al conflicto

Diseño de mecanismos de

resolución de conflictos

Generación de procesos de

negociación

Modificación en la

estructura de poder

Clima de negociación y

consenso en la

organización

Funcionamiento de

instancias de

participación

Resolución de conflictos

Revisión documental de actas

de departamentos deliberativos

Entrevistas en profundidad con

agentes participantes en

programas municipales

Participación como

observadores en reuniones

18

Cambio de actitudes hacia

la acción cooperativa

Participación voluntaria

Identificación con valores

institucionales

Mística de cooperación

Revalorización del servicio

público

Cultura del cambio

institucional

Relacional Procesos adaptativos

Logros municipales

Nuevas formas de

interlocución con agentes

del entorno, organismos de

tutela, otros niveles de

gobierno, etc.

Creación de espacios de

alianzas, acuerdos,

asociación

Diseño de programas de

cogestión

Nueva estrategia de

relación

intraorganizacional y

entre la organización con

usuarios - clientes

Análisis de variables de

desempeño

Grado de inserción y

adaptación a la dinámica

del contexto

Impacto sectorial

económico, social,

regional, político, etc. de

la acción municipal

Revisión documental

Entrevistas de opinión con

participantes

Visitas a comunidades

Diálogo con comités ciudadanos

Observación en reuniones

Fuente: Cabrero Mendoza, Enrique “Niveles de análisis de la innovación municipal” En: La Era Urbana, Volumen 3, Nº4, enero 1996, página 2. Quito, Banco Internacional para la Reconstrucción y el Desarrollo

Al momento de efectuar el análisis de la gestión administrativa se deben tomar en cuenta

ciertos criterios para detectar las características innovadoras que pueden estar

desarrollándose en los distintos sectores del municipio. A continuación se esboza un

esquema de análisis aplicable a estudios de estas características:

A nuestro entender, podríamos así señalar que la innovación muchas veces se relaciona

con conceptos como:

• La capacidad de generar respuestas a viejos problemas;

• La capacidad de generar respuestas originales en relación de nuevos problemas;

• La capacidad de transformar estructuras, organizaciones, poderes y usos de los

recursos tradicionales;

• La capacidad de desarrollar capacidades hasta entonces no realizadas por los

municipios.

6. Los actores de la innovación

19

Un aspecto a considerar es cómo se desarrolla el proceso de innovación en las

organizaciones estatales.

Podríamos encontrar al menos tres tipos de teorías:

a) Una primera que centra el proceso innovador en los actores y su poder de cambio.

Este modelo voluntarista considera que existen uno o varios actores políticos o

burocráticos que poseen un particular objetivo finalista en mente cuando proponen el

cambio organizacional, que gozan de poder y de conocimientos suficientes para

adoptar o implantar la reforma y una teoría que le da soporte teórico.

Este funcionario innovador, si bien pendiente de la estabilidad política y de la

necesidad de mantenerse en márgenes poco revolucionarios de la administración,

decide desarrollar innovaciones con el fin de aumentar la eficiencia de la organización,

o su prestigio personal a partir de su reconocimiento como un funcionario dotado de

condiciones diferenciales a otros, algo importante para su cursus honorum en tanto

que sea avalado con el consenso popular. Sin embargo, debemos señalar que la

innovación es un elemento desequilibrante, dado que la adopción de las innovaciones

genera una alteración de las condiciones reales en las que se desarrolla el funcionario.

Esto incentiva a otros a seguir el camino, produciendo la eliminación progresivamente

de la ganancia de prestigio excepcional y motivando a este o a otros políticos

innovadores a realizar nuevas innovaciones. Estas sacuden el comportamiento

estático de la administración y pueden transformarse en causa de desequilibrios de

las relaciones de poder dentro de una administración.

b) Frente a este modelo, que avala el cambio en la figura del entrepreneur, otro hace

referencia a la dependencia medioambiental. Lo esencial es el cambio en el entorno y

el conjunto de retos y alteración de recursos que tal transformación provoca,

obligando a las estructuras de la organización a reorganizarse para la explotación de

nuevos nichos creados por los cambios sociales y tecnológicos en un contexto de

aprendizaje colectivo34. Como señala Manuel Villoria, en estos supuestos la función de

los actores es más instintiva y su papel es el de transmitir la fuerza del entorno a la

organización en lugar de tomar decisiones independientes y con coherencia ideológica.

El funcionario se transforma en este sentido en un estratega catalizador entre el

contexto y la organización, y con el auxilio de otros funcionarios, la canalización del

cambio puede encontrar los canales institucionales necesarios para su óptima

realización.

34 Villoria, M., Op. cit. p. 84.

20

Por ejemplo, Ricardo Ávalos Aguilar ha hecho hincapié en que el funcionario estratega

cumple la función de catalizador del cambio, señalando: “el reconocimiento de que el

origen de los cambios en el sector público nace de la ciudadanía, mas no del

funcionario, es un prerrequisito necesario. En este sentido, el cambio se gesta en la

población para ser catalizado en las estructuras administrativas, a través del

funcionario estratega. Así, podemos afirmar que cuando la legitimidad se encuentra

amenazada, ésta tiene como referente tanto la percepción del contexto como la

propia dinámica organizacional dentro de la modernización administrativa”. Por qué

cataliza el cambio este funcionario es explicado por la supervivencia, uno de los

principales motivos del cambio en este nivel jerárquico35. En el mismo sentido, se ha

expresado Marta Farah: “Las nuevas demandas de las empresas y de la sociedad

civil pueden obligar a las instituciones públicas a desarrollar innovaciones que puedan

satisfacer el nuevo nivel y tipo de demandas”36

Desde esta perspectiva, podemos suponer que comienza a demandarse un tipo de

servidor público más estratega que procesador de demandas37. Es decir, el

funcionario público se ha convertido, más que en un generados de cambio en el

catalizador del mismo, dados los espacios que incrementalmente la ciudadanía ha ido

adquiriendo en los procesos de la gestión pública.

c) Por último, un modelo institucionalista que privilegia al conjunto de conductas que

tratan de conformarse a un estándar de lo que es apropiado o no, derivado de la

historia y los valores colectivos de una organización o incluso de los valores sociales

bajo los que fue creada la organización. En este caso habría que señalar el caso de

denominado isomorfismo institucional 38, según el cual las organizaciones con fuerte

contenido institucional y sin claros objetivos tienden a copiar cualquier innovación que

observen en instituciones de la misma naturaleza. Este isomorfismo, generalmente

difundidos a través de modas en los procesos de reforma administrativa, permite

explicar la introducción de políticas innovadoras que a priori no son coherentes con las

políticas generales de gobierno.

7. Causas y estímulos del surgimiento de la innovación

35 Cabrero Mendoza, Enrique "Del Administrador al Gerente Público", INAP, México: 1995 36 Farrah, Marta Ferreira Santos, “Gestao pública e cidadania: iniciativas innovadoras na administraçao

subnacional no Brasil”, RAP, Río de Janeiro, 3 (4), julio – agosto de 1997. 37 Ávalos Aguilar, R.; op. cit .

21

La innovación puede responder a distintas motivaciones que estimulan el desarrollo del

proceso innovador.

Un primer tipo de explicación tiene que ver con el desarrollo de la conciencia de la escasez

y la incertidumbre39, esto es la crisis del Estado y la ruptura del consenso respecto del

mismo. La crisis, que influye en el proceso de toma de decisiones, puede obligar a la

organización a la revisión radical de sus objetivos, políticas, procesos y sistemas, lo que

potencialmente la transforma en un contexto propicio para el desarrollo de la innovación en

la administración pública40. En este sentido, Nidia Albesa de Rabi ha señalado “... La

innovación se origina en la necesidad de superar o de adaptarse a los obstáculos

ambientales y en la necesidad de luchar por la sobrevivencia..." 41.

Esta crisis no sólo se refiere a aspectos económicos vinculados al déficit fiscal, sino a la

necesidad de que los estados puedan competir en el marco de una economía globalizada

siendo el crecimiento económico generado el principal elemento de legitimación para sus

gobiernos y sus administraciones.

También la modernización estructural también puede favorecer el desarrollo de la

administración pública. Si la misma ha promovido, como señala Guillermo Schweinheim, una

cultura del aprendizaje y la creatividad, organizaciones orientadas al servicio, un nuevo estilo

de liderazgo, gestión por proyectos y resultados, y la apertura a las demandas del

ambiente, entonces opera como un antecedente causal de las innovaciones. Gustavo Badía

ha señalado: “En un espacio en el que sucesivas políticas de reforma provocaron el retiro del

Estado de áreas en las que tradicionalmente se desenvolvía, y frente a la aparición de

nuevas cuestiones en la agenda y la profundización de otras ya presentes, se produce la

paradoja de que la acentuación de la crisis abre también márgenes de acción nuevos por los

que canalizar las demandas y buscar las soluciones” 42.

También la apelación, en los procesos de modernización, al incremento de la participación

comunitaria, con el consiguiente fortalecimiento de la sociedad civil, puede obligar a la

organización estatal a desarrollar innovaciones que puedan satisfacer el nuevo tipo y nivel de

38 Dimaggio, P. J. y Powell, W., “The Iron Cage Revisit ed: Institutional Isomorphism and Collective Rationality

in Organizational Fields”, en: American Sociological Review, Nº 48, 1983. 39 Bañon, Rafael, “La modernización de la administración pública española: balance y perspectivas”, en: Política

y Sociedad , Nº 13, 1993. 40 Guerrero, Orozco, “Ingobernabilidad: disfunción y quebranto estructural” En: Reforma y Democracia, Nº 3,

CLAD, Caracas, enero de 1995. 41 Albesa de Rabi, Nidia “Experiencias innovadoras en servicios urbanos”, En: La Era Urbana, Volumen 3, Nº 4,

enero de 1996. Quito. Banco Internacional para la Reconstrucción y el Desarrollo. 42 Badía, Gustavo, “Sobre la innovación en la gestión local”, En: Cravacuore, Daniel y Badía, Gustavo

(compiladores) Experiencias Positivas en Gestión Local, IDI – UNQ – UNGS (en prensa)

22

demandas43. En el mismo sentido, la consolidación de liderazgos de tipo democrático

participativo pueden constituir un fuerte estímulo a la innovación, pues este líder suele

concentrarse en el logro de resultados, a la búsqueda de información, a la discusión de

alternativas, a estimular las experiencias de prueba y error y a recompensar el

descubrimiento de la innovación44.

La incorporación de las herramientas informáticas, que permiten incrementar

substancialmente la capacidad de procesamiento de la información y aumentar la capacidad

de respuesta de la organización, son otro elemento que puede generar un contexto

favorable para la innovación.

Otra de las causas ha sido la introducción de modelos de gerencia pública, esto es de

posiciones de gestión en el Estado cubiertas mediante mecanismos abiertos de búsqueda y

selección de funcionarios de acuerdo a perfiles para el logro de resultados, con salarios

similares a aquellos pagados por la empresa privada, con una clara delimitación de

responsabilidades, con fijación de metas y evaluación del desempeño gerencial. El desarrollo

de estos modelos ha estado asociado a la búsqueda de la eficiencia, la eficacia y la

efectividad: de allí que constituyan un fuerte estímulo a los procesos de innovación en

servicios, procesos, recursos, sistemas y tecnologías de gestión.

También son señaladas como causas de la innovación las organizaciones en red, las

estructuras matriciales y los diseños por proyecto y por procesos. También las

organizaciones que posean think tanks, que desarrollen políticas de investigación y desarrollo

propias y fomenten estrategias de vinculación y cooperación tecnológica.

8. Las estrategias de la innovación

En la obra de David Osborne y Peter Plastrik45, se postulan la existencia de algunas

estrategias para reinventar el gobierno:

• La separación de las acciones de dirección de ejecución, porque de esta forma las

organizaciones pueden prestar más atención a los objetivos planteados. Y esta

medida es mucha más efectiva si se otorga a estas organizaciones el control de sus

propios recursos e incentivos para mejorar su rendimiento.

43 Farah, M., Op. cit . 44 Schweinheim, G., Op. cit., p. 43. 45 Osborne, D. y Plastrik, P. op. cit.

23

• La utilización simultánea de la estrategia de las consecuencias y la del control, porque

para mejorar su rendimiento los agentes tienen que tener el poder de cambiar el

funcionamiento de sus organizaciones para mejorar sus rendimientos pero

simultáneamente afrontar los riesgos que comportan los malos rendimientos. Y la

estrategia del control debe sustituir los controles jerárquicos y centralizados por metas

e incentivos inflexibles.

• Los organismos públicos que quieran que los criterios de atención al cliente sean

eficaces, deben establecerse gratificaciones – económicas y psicológicas - para los

empleados que consigan cumplir esos criterios y penalizaciones para los que no lo

consigan.

• Pare mejorar los resultados deben establecerse metas claras de gobierno y conseguir

que los organismos públicos las tomen en serio. La mejor manera es crear

consecuencias que se deriven del hecho de alcanzar las metas – por ejemplo, los

presupuestos o la gestión por rendimiento -.

• La capacitación y el cambio de la cultura organizacional deben ser simultáneos, porque

los hábitos, los vínculos afectivos y la mentalidad están fuertemente influidos por los

controles burocráticos. Como los controles más fuertes serán los fiscales, hay que

introducir cambios en la competencia de la gente para obtener, asignar y entregar

recursos.

• Utilizar las siguientes heramientas para reinventar el gobierno:

• Presupuesto por programas, que permite una mejor asignación de recursos.

• Marco flexible de rendimientos, que consiste en dar flexibilidad a cambio de

responsabilidad.

• Concurso público, que obliga a la empresa privada y a los organismos públicos a

competir por la prestación de servicios.

• Corporativización, que convierte a los organismos públicos en empresas de

propiedad estatal autárquicas que deben cumplir las mismas condiciones que

cumplen las firmas privadas. Esto obliga a la corporación a obtener sus ingresos

de las ventas a sus clientes en un mercado competitivo. Pero sólo funciona en

caso de que los servicios sean cobrados a los vecinos.

• Fondos de empresa, que son organismos públicos financiados con los ingresos

obtenidos de los clientes en lugar de con dinero de los impuestos, pero que no

poseen una gestión independiente.

24

• Tercerización de servicios internos de la organización, permitiendo a las empresas

internas a fijar sus precios – a menos que sigan siendo monopólicas – y para

ofrecer los productos y servicios nuevos que estimen convenientes.

• Sistemas competitivos de elección, dando opción a los clientes la oportunidad de

elegir entre prestadores de servicios y hacer que estos compitan por sus ingresos.

• Programas de reembolsos y vales, dándoles a los clientes vales para comprar

bienes como vivienda, asistencia sanitaria, servicio de guarderías o incluso

alimentos.

• Gestión de calidad total, que implica desarrollar la creencia de que sólo el cliente

puede definir la calidad que un organismo debe tener; capacitar a equipos de

empleados para analizar, reformar y controlar sus propios procedimientos de

trabajo; y adaptar a los empleados al trabajo en común para lograr la máxima

satisfacción del cliente.

• Reingeniería de procedimientos empresariales, para lograr rendimientos

espectaculares en la eficiencia, eficacia y calidad.

• Chartering, esto es hacer funcionar a un organismo público nuevo o ya existente

por fuera de la jurisdicción de la mayoría de los sistemas de control de la

administración.

• Cuerpos comunitarios de gobierno, incrementando la participación ciudadana en la

dirección de las políticas.