la nomenklatura

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La Nomenklatura Acadmica en la Cultura Argentina (era M-K). Examen de las principales pistas en la novela negra de lasciencias y las humanidades criollas por Eduardo R. Saguier ndiceCaptulo I Introduccin. El miedo enquistado en la intelectualidad argentina Captulo II Privatizacin mercantilista de la investigacin, transferencias tecnolgicas y plagio del Bayh-Dole Act Captulo III Planificacin autoritaria del Observatorio Nacional de CyT u ONCTIP (Ministerio de CyT) Captulo IV Doble obligacin, mltiple subordinacin y combinacin de donaciones y sobresueldos en la educacin superior argentina. Captulo V Corrupcin institucionalizada de las autoridades pertenecientes a emblemticos organismos pblicos mediante los subsidios distribuidos por la FONCYT-Agencia (Ministerio de CyT) Captulo VI Repeticin concentrada de los subsidios otorgados por la Agencia y su obscena desigualdad Captulo VII Complicidad con el peculado de Coordinadores de la FONCYT-Agencia Captulo VIII Favoritismo clientelstico fraguado en el Fondo Tecnolgico Argentino (FONTAR), dependiente de la Agencia Captulo IX Encubrimiento del peculado por el Comit de tica en Ciencia y Tecnologa (CECTE), dependiente del Ministerio de CyT Captulo X Connivencia con el negociado por parte de las autoridades del propio CONICET, dependiente del Ministerio de CyT Captulo XI Autorizaciones abusivas de asesoras por el Directorio del CONICET Captulo XII Colaboracin con la defraudacin por parte de los Secretarios de CyT de las Universidades Nacionales Captulo XIII Participacin en el pillaje y el fraude electoral de los Consejeros Universitarios Captulo XIV Conclusiones

Bibliografa ApndicesApndice I Denuncia de un gelogo al Presidente del CONICET Dr. Charreau Apndice II Ciencia y escndalo en Argentina (IX-2002) Apndice III Concentracin (duplicacin, triplicacin y cuadruplicacin) de los subsidios de la FONCYT-Agencia (era M-K) Apndice IV Subsidios de la Agencia otorgados a los Coordinadores de la Agencia Apndice V Mensaje del Presidente del ANPCYT Dr. Jos Lino Baraao (XII-2006) Apndice VI La mafia de la ingeniera qumica en Argentina (2002) Apndice VII Subsidios y prstamos de la FONTAR-Agencia (ANPCYT) otorgados a empresas privadas (1998-2001) Apndice VIII Subsidios de la Agencia asignados a autoridades del CONICET Apndice IX Asesoras aprobadas por el Directorio del CONICET 1997/1999 Apndice X Subsidios asignados a los Secretarios de CyT de las Universidades Nacionales

2 Captulo I

Introduccin. El miedo enquistado en la intelectualidad argentinaA que razones histricas (culturales, polticas, sociolgicas y psicolgicas) obedece el profundo miedo enquistado en la opinin pblica intelectual argentina?, a qu obedece la autocensura, conformidad o resistencia a opinar crticamente sobre cuestiones que hacen a la democratizacin de la ciencia, el arte y la cultura?, por qu motivos numerosos y consagrados intelectuales vienen callando la dominacin autoritaria y facciosa que prevalece en las estructuras de los organismos de cultura argentinos?, por qu motivo los institutos de investigacin de las Universidades Nacionales (e.g.: el Instituto Gino Germani) no encararon este drama, y por el contrario en algunas de sus investigaciones (e.g.: Naishtat y Toer, 2005), las preguntas formuladas en las encuestas practicadas se redujeron a problemticas e hiptesis de muy relativa relevancia (la representatividad formal)? Difcil es contestar estos interrogantes y aproximar un diagnstico y una evaluacin del origen de este trauma, dada la escasez de pruebas, testigos, investigaciones y estadsticas confiables a las que se pueda recurrir (la mayor parte de los expedientes de estos casos no estn al alcance de una investigacin pues estn clasificados como confidenciales). Incluso, internacionalmente, los trabajos al respecto --aparte de los clsicos como los de Gouldner (1980), Collins (1979) y Ringer (1969)-- se focalizan exclusivamente en la clase profesional (Martin, 1991; y Schmidt, 2000). Sin embargo, pese a esta exigidad, es nuestra obligacin intentar ensayar una respuesta que indague en la indiferencia y las patologas de la ciencia y la cultura argentina y en la negligente omisin de sus actores, que arroje algo de luz en la crisis que padecemos. Tradicionalmente, la ciencia poltica ha probado que el miedo, en sus diferentes intensidades, es un ingrediente propio de los regmenes fascistas y dictatoriales, donde las primeras vctimas son los intelectuales independientes; y que por el contrario, en los regmenes democrticos, dicho miedo se va extinguiendo a medida que la permisividad, la tolerancia y las libertades democrticas se consolidan. No obstante, la actualidad presente en los medios culturales argentinos permite verificar una realidad de signo adverso, pues aunque las instituciones democrticas se han restaurado, el modelo neoliberal fue derrotado, y las Leyes del Perdn (Obediencia Debida y Punto Final) fueron derogadas, el miedo al poder persiste entre los intelectuales, artistas y cientficos, de las ciencias duras y blandas, jvenes y viejos, y a una escala y gravedad cada vez ms crecientes. Una explicacin de estas dolorosas supervivencias sera que frente al inconcluso intento de restauracin democrtica (1983), a la parcial derrota experimentada por el neoliberalismo (2001), y al lento mecanismo judicial restaurado (2005), al no haberse erradicado de cuajo dicha triple herencia que ha quedado plasmada en actores colaboracionistas de esas pocas y en prcticas, legislaciones, regulaciones, reglamentaciones y jurisprudencias antidemocrticas an vigentes-- no se habra podido afianzar la participacin y la confianza mutua de la comunidad intelectual. Pero otra explicacin, de una entidad an ms compleja y profunda, es la que han dado recientemente, poniendo nfasis en diferentes aspectos, los filsofos Claudia Hilb, Hctor Schmucler, Ricardo Panzetta, Toms Abraham y Len Rozitchner. Estas explicaciones

3 fueron a propsito del reportaje publicado al ex guerrillero Hctor Jouve, (quien relata las ejecuciones producidas en Salta en 1963 de un par de combatientes aparentemente quebrados y la fugaz y supuestamente interesada presencia en el campamento guerrillero del intelectual de Pasado y Presente Pancho Aric), y a la lacerante cartaconfesin y las densas y sabias rplicas hechas a los escritores Jinkis, Ritvo y Grner por el filsofo Oscar del Barco. Hilb centra su explicacin en las nociones de revolucin e igualdad, Panzetta al relato de Jouve, Schmucler a los asesinatos de Rottblatt y Gronwald, Abraham al arrepentimiento de Del Barco, y Rozitchner a la inexplicable demora de ms de veinte aos en producir dicho arrepentimiento. Al decir de Rozitchner, por no haber querido dar nombres y darles rostros y vida a los fantasmas que engendramos en los otros, dejbamos de mostrar los [fantasmas] que el terror pasado prolongaba en la actualidad poltica, aunque siguieran trabajando silenciosos en nosotros (Rozitchner, 2006). Por esa precisa razn, es que Del Barco en su carta-confesin le urge al laureado poeta Juan Gelman para que ahora hable claro, de manera tal de poner transparencia al pasado. La misma peticin de transparencia retrospectiva podra tambin extenderla Del Barco a los restantes miembros del Comit Editorial de Pasado y Presente, en especial a aquellos que operaron una dcada ms tarde con la nueva serie, de abril-junio de 1973 (Feldman, Nun, Aric, Portantiero, Torre, Tula, etc.), y a los autores de su principal, annimo artculo idealizador del peronismo titulado La Larga Marcha al Socialismo en la Argentina (1). Esta necesidad de transparencia obedece a que otra dcada despus de aquella ltima aventura revolucionaria (1973-74), que termin en un genocidio, y luego de su retorno del exilio, algunos de esos protagonistas aparecieron nuevamente militando en poltica pero con otro signo partidario radicalmente adverso (UCR) y en funciones de poder, como fue el caso del ncleo intelectual armado por el empresario de medios Meyer Goodbar y conocido como Grupo Esmeralda (2). La sospecha de la existencia de un aventurerismo y oportunismo entrista, disfrazado de una permanente bsqueda de anclaje o cable a tierra poltico partidario, combinado con vnculos financieros ocultos y clandestinos, enquistados en la intelectualidad argentina, tal como en su momento lo sugirieron muy elpticamente Castaeda (1993), Burgos (2004) y Kohan (2004) no puede escapar entonces a nadie que no peque de inocencia (3). Una democracia inconclusa sera entonces aquella que preserva escrupulosamente las formalidades y el protocolo, pero donde la transparencia y la sustancia autocrtica, deliberativa, meritocrtica, competitiva y exogmica del ejercicio democrtico est crudamente ausente, por la falta de voluntad poltica y acadmica para revisar el pasado y oxigenar las instituciones culturales presentes, las que no por casualidad se perpetan en condiciones hermticas, desjerarquizadas, fragmentadas y patolgicamente contaminadas. Su nociva trama se derrama en distintas hebras y nudos a los niveles laterales correspondientes a las profesiones liberales, y a las escalas inferiores de las instituciones educativas, al extremo de que el poder poltico boicotea la formacin de Telecentros Comunitarios (4); y, por el contrario, intent privatizar la investigacin pblica con las denominadas transferencias tecnolgicas y pretendi embarcar al pas en el mercantil y anti-pedaggico Proyecto de Nicholas Negroponte (5). Por todo ello, no basta con modificar slo la Ley de Educacin Superior; sino que es preciso producir una democratizacin profunda de todas las instituciones de la cultura, incluidas las referidas a los medios de comunicacin masiva.

4 Es decir, una comunidad donde los intelectuales no son fsicamente perseguidos por sus opiniones, y donde no existe censura, crcel ni patbulo por el pecado de disentir; pero donde sin embargo el miedo a descolocarse o desubicarse con quienes detentan el poder --peligrando el puesto de trabajo o malogrando privilegios econmicos, como incentivos, becas, premios, subsidios, subvenciones y asesoras o consultoras-- est culturalmente enquistado y psicolgicamente internalizado. En otras palabras, una comunidad donde rige una violencia simblica ilegtima, tcita y/o latente, que est destinada ex profeso a domesticar y disciplinar las mentes, las conciencias y las vocaciones, subordinando a los intelectuales al status de cortesanos del poder, impone un silencio a dos puntas; que amedrenta a los jvenes con bloquearles sus pretensiones de ascenso acadmico, y a la vieja guardia intelectual que persista en su independencia con sabotearle una jubilacin digna. Este enquistamiento e internalizacin no les permitira ensayar la voluntad de confesar o discrepar, ni proponer cambios, ni denunciar anomalas o corrupciones, ni prestar solidaridad alguna para con los que a juzgar por su independencia de criterio son segregados, anatematizados y/o moralmente acosados. Aunque les muerda el dolor del vaco, la indefensin y la prdida de su autoestima, estos ltimos se encontraran ante la pattica situacin en la que nunca podran esperar una mano, una ayuda ni un favor. Este inhumano y desolador cuadro, que se ceba en aquellos a quienes el sistema estigmatiza como chivos expiatorios, y que por el contrario premia y asciende a sus aduladores y esbirros, intimida a la comunidad intelectual, la expulsa a una desercin y un ostracismo que aumenta la brecha con los pases centrales, o la incita a refugiarse en patologas o pautas de conducta violatorias de los cdigos acadmicos, legales y morales. Entre esas patologas o moral de frontera rigen la intriga, el chisme, el secretismo, la extorsin y el chantaje; y el buscar seguridad y proteccin en trenzas, roscas y camarillas, que le permitan sobrevivir y compartir los eventuales botines de guerra bajo los eufemismos de incentivos, premios, becas, subsidios y asesoras o consultoras, as como lo parapeten cual si fueran casamatas o bnquers, contra la indiferencia, la discriminacin, la postergacin y la represalia. Y entre los botines de guerra se encuentra tambin la apropiacin privada de descubrimientos que fueron financiados por organismos pblicos (ver Apndice I). Toda la libido intelectual estara entonces focalizada en hacerse amigo del juez, en reforzar y consolidar identidades de tipo clnico, y en concertar vnculos insanos como el compadrazgo, el trfico de influencias y la coalicin en camarillas o logias, con las que poder disputar con xito las diferentes instancias de poder acadmico, cientfico y cultural (elecciones de claustro, integracin de comisiones y comits editoriales, constitucin de jurados y referatos, organizacin de congresos, coloquios, simposios y mesas redondas, etc.). Sin embargo, para el Prof. Joaqun E. Meabe, en una comunicacin personal, la trampa de las ciencias y las humanidades en la Argentina no radicara esencialmente en la corrupcin y el peculado sino en la adaptacin y el servilismo moral e intelectual. En efecto, en el enmudecimiento y autocensura cmplice, y en la trama de las relaciones de poder cortesanas y oportunistas, y no en los mritos intelectuales propios, ni en las rupturas epistemolgicas o metodolgicas alcanzadas en sus investigaciones y ponencias, estara cifrada toda la esperanza de inmunidad, reconocimiento, cooptacin y promocin acadmica. Esta bsqueda perversa de un nicho ilegtimo y de un puesto en la lista de espera para ingresar a una corrupcin instalada o institucionalizada lo inducira a su vez a incurrir en

5 diversos procesos y mecanismos cnicos y ficticios de verdadero gangsterismo intelectual y moral (encubrimiento, fraude, simulacin, adulteracin, plagio, etc.), y en una constante propensin a rehuir la polmica o el debate franco, donde la originalidad, la creatividad y la fractura con lo establecido estaran obstinadamente ausentes. En la lista de espera para incorporarse a la corrupcin institucionalizada nos encontraramos con: a) los que aspiran a becas indebidas; b) los que esperan categorizaciones, ascensos y autorizaciones impropias; c) los que revistan en las grillas de oquis acadmicos en las universidades y en el CONICET; d) los que forman las comisiones asesoras del Ministerio de CyT; e) las editoriales que usan las universidades como mercado cautivo de basura encuadernada; y f) los periodistas cientficos que ejercitan su complicidad en los grandes medios. A los fines de esta investigacin, en principio nos hemos propuesto reunir una larga serie de denuncias formuladas pblicamente en la ltima dcada (1997-2007), acompaadas por diez (10) apndices, rescatados muchos de ellos de los foros electrnicos, donde se analizan como en una novela negra la trama de nudos y flujos y las ms severas y extremas patologas, propias casi de una crnica policial, que se desplegaron en los organismos del mbito cientfico-educativo al amparo de la impunidad brindada por una corrupcin institucionalizada (legal o funcionaria conocida recientemente como fruto de una captura del estado lograda por asociaciones ilcitas que persiguen objetivos de grupo o faccin), tales como la Agencia Nacional para la Promocin Cientfico y Tecnolgica (ANPCYT), el Directorio del CONICET, las Secretaras de CyT de las Universidades Nacionales, los Consejos Directivos de las Universidades Nacionales, el Comit de tica en Ciencia y Tecnologa (CECTE), el Fondo Tecnolgico Argentino (FONTAR) y el Observatorio Nacional de Ciencia, Tecnologa e Innovacin Productiva (ONCTIP). Concatenar el material pertinente ha llevado un esfuerzo considerable pues el mismo corresponde a etapas distintas de una prolongada litis que arranca del Pacto de Olivos (1994) y culmina con el ocaso del Kirchnerismo (2009), en la que se padeci tambin de agresiones y persecuciones de toda laya. El orden del material de denuncias expuesto en diversos captulos sigue al de los organismos denunciados comenzando con la Agencia, siguiendo con el CONICET y culminando con las Universidades Nacionales. En efecto, para comenzar tratamos el miedo enquistado en la intelectualidad argentina, en segundo lugar la privatizacin mercantilista de la investigacin, las transferencias tecnolgicas y el plagio del Bayh-Dole Act; a continuacin la planificacin autoritaria del Observatorio Nacional de CyT; en cuarto trmino la doble obligacin, la mltiple subordinacin y la combinacin de donaciones y sobresueldos en la educacin superior; en quinto lugar la corrupcin institucionalizada de las autoridades pertenecientes a emblemticos organismos pblicos mediante los subsidios distribuidos por el Fondo Nacional Cientfico y Tecnolgico (de ahora en mas FONCYT-Agencia); ms luego la repeticin concentrada (duplicacin, triplicacin y cuadruplicacin) de los subsidios de la misma FONCYT-Agencia y su obscena desigualdad; en sptimo trmino la complicidad con el peculado de los Coordinadores del FONCYT-Agencia; a continuacin el favoritismo clientelistico fraguado en el Fondo Tecnolgico Argentino (FONTAR), dependiente de la Agencia; en noveno lugar el encubrimiento del peculado por parte del Comit de tica en Ciencia y Tecnologa (CECTE), dependiente del Ministerio de CyT; en dcimo trmino la connivencia con el negociado por parte de las autoridades del propio CONICET; ms luego las autorizaciones abusivas de asesoras y consultoras por el

6 Directorio del CONICET; en duodcimo lugar la colaboracin con la defraudacin por parte de los Secretarios de CyT de las Universidades Nacionales; y para terminar la participacin en el pillaje y el fraude electoral de los Consejeros Universitarios. Como corolario final la obra cierra con una breve conclusin. Notas(1) La idealizacin del Peronismo hecha por Pasado y Presente en 1973 la explicit Burgos en una docena de pginas (Burgos, 2004, 208-217). Pero en dicha crtica Burgos no se detuvo a estudiar el siguiente prrafo: Estos son, a nuestro entender, los rasgos que definen la originalidad del movimiento peronista. De un movimiento que, con el triunfo electoral del 11 de marzo [1973] dio los primeros pasos hacia una nueva etapa de su historia. Ese da, el peronismo actu como sntesis poltica del conjunto de clases que se opusieron, desde 1966, al proyecto monopolista, cuantific en las urnas todo el odio acumulado por el pueblo frente al imperialismo y sus aliados internos. El pronunciamiento masivo que signific el voto, puso tambin al descubierto el error de quienes, desde una izquierda que sala de la crisis del reformismo y que haba logrado una primera insercin en el movimiento de masas, propugnaron el voto en blanco, alentando una vana ilusin de pureza programtica. (Debo el ejemplar de este inhallable nmero de Pasado y Presente a la generosidad de Martn Sivak, hijo de mi malogrado amigo Jorge Sivak) (2) Juan Carlos Portantiero , Juan Carlos Torre, Emilio De Ipola, Hugo Rappaport, Pablo Giussani, Pedro Parturesni y Sergio Bufano (Rodrguez, 2005). (3) ver Burgos, 2004, 91 y 107. (4): Delgadillo, Gmez, y Stoll, 2000; (5) En el proyecto se encontraban implicados los intelectuales argentinos Alejandro Piscitelli y Adran Paenza, as como un departamento de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA dirigido por el Dr. Hugo Scolnik. Para la rplica al proyecto de Negroponte ver Villanueva Mansilla, 2006.

7 Captulo II

Privatizacin mercantilista de la investigacin, transferencias tecnolgicas y plagio del Bayh-Dole ActEntre las funciones de control simblico y jurdico en los mbitos cientfico-educativos se destacan como claves las denominadas transferencias tecnolgicas. Estas funciones no son nuevas en Argentina por cuanto remontan sus orgenes a la poca colonial, cuando las transferencias tecnolgicas practicadas en la industria minera fueron importadas desde Espaa, y en la era decimonnica cuando las industrias frigorficas y ferroviarias fueron transferidas desde Inglaterra y Francia. Pero la reciente y moderna nocin de transferencia tecnolgica, como etapa crucial en la tendencia hacia la corporativizacin de las universidades, y como eufemismo fraudulento para ocultar la cesin de la investigacin pblica a los intereses privados, se inici en Estados Unidos en 1980 como forma de superar al Japn en la carrera tecnolgica, y tuvo su origen conceptual en la aprobacin por el Congreso Norteamericano de algunas enmiendas a la Ley de Patentes, conocidas como el Acta o Ley de Bayh-Dole (Public Law 96-517, patrocinada por los Senadores Birch Bayh y Robert Dole en 1980), y como el Acta de Transferencia Tecnolgica Federal de 1986 (PL 99-502). [1] Esta nocin legal de transferencia tecnolgica, o de concesionamiento monoplico de patentes y royalties, se operacionaliz en Estados Unidos a travs de las universidades y fue aparentemente exitosa tanto en materia de produccin de patentes universitarias, como en cuanto al aumento del producto bruto y el empleo de mano de obra calificada. [ 2] Pero en Argentina, donde dicha Acta recin se la termin de plagiar o mimetizar en 1995 (Ley de Educacin Superior No. 24521 y el Decreto 1331/95), su traduccin en Leyes y Decretos tendi an mas que en USA a privatizar la investigacin pblica y a sujetarla a una estratificacin geopoltica del conocimiento, acentuando as la brecha cientfica que separa las metrpolis imperiales con los llamados pases en desarrollo, e imposible de cubrir slo con una red global de educacin a distancia (Global DistEdNet), tal como hipcritamente lo perora el Banco Mundial. Esta estratificacin opera no solo mediante los Portales electrnicos y las Bases de Datos, los cuales se hallan cada vez ms arancelados en manos de grandes conglomerados privados multinacionales, y por ende cada vez ms reservados y secretos para el acceso de las instituciones y universidades de los pases perifricos, sino tambin mediante las autorestricciones impuestas por el Consenso de Washington, tales como aconteci con las investigaciones misilsticas y satelitales desarrolladas en Falda del Carmen, Crdoba (Cndor II). [ 3] Las contrataciones de transferencia tecnolgica hechas a imitacin de esta Ley Norteamericana se originaron en Argentina en la Ley de Promocin y Fomento de la Innovacin Tecnolgica, Ley 23.877 de 1990, proyectada por el Diputado Nacional Jorge Rodrguez (La Pampa), aunque redactada por el fsico Conrado Gonzlez, y en la Ley de Educacin Superior de 1995, cuyas clusulas pertinentes habran tenido su verdadero origen en la Bayh-Dole Act (1980). [ 4] Esta Ley 23.877 y sus Decretos son muy semejante a la Ley Bsica de Ciencia y Tecnologa de Colombia, as como a los Programas de Apoyo a la Competitividad Industrial y a la Calidad y Productividad en Brasil. [ 5] Estas Leyes y Decretos, promulgadas en Argentina, debieron adems, como aconteci en Estados Unidos, presuponer una radical descodificacin de antiguas

8 concepciones acerca del conocimiento, la investigacin y la educacin superior, y de sus relaciones con el poder poltico y la industria, que nunca fueron pblicamente debatidas. [6] Todo conocimiento --ya sea descubrimiento, invencin o interpretacin-- debe de acuerdo con esta Ley superar la tradicional concepcin de la propiedad intelectual, que en las universidades consista en compartir la propiedad de las mismas en forma comn o colegiada y abierta. Por el contrario, a partir de estas Leyes y Decretos dichos conocimientos innovadores deben devenir propiedad individual y secreta, susceptibles de ser registrados, patentados y comercializados, es decir capaces de ser comprados y vendidos y por ende concesionados al mejor postor privado. Y la sede de toda educacin superior, debe dejar de ser una "torre de marfil", de reflexin pblica e independiente, y debe constituirse en una suerte de corporacin capitalista moderna o privada-mercantil. [ 7] Pero para poner en funcionamiento dicha Ley de Fomento y Transferencia Tecnolgica, se necesitaba reglamentarla mediante un Decreto del PEN. La inescrupulosidad y urgencia de quienes reglamentaron dicha Ley, mediante el Decreto no.508 del 26 de marzo de 1992, lleg a estimular la corrupcin y las prcticas perversas otorgando incentivos promocionales a personas jurdicas procesadas y condenadas por delitos dolosos as como a personas fsicas exoneradas de la Administracin Pblica. Estas circunstancias-- que si bien son reconocidas en los considerandos del nuevo Decreto de 1995-- no son en ella debidamente detalladas y documentadas, ni siquiera en apndices. Por ello, cuando en 1995 se concretan las perspectivas de lograr un prstamo del BID y del Banco Mundial para las universidades, el Poder Ejecutivo Nacional (PEN) se vio precisado a elaborar un nuevo Decreto, el no. 1331/95, modificatorio de dicha Ley 23.877, y a colocar en las reas respectivas al nuevo personal gerenciador capaz de llevarlas a cabo a toda marcha y sin escrpulos. En este aparente nuevo Decreto higienizador, los lobbystas aprovecharon para codificar su verdadero caballo de Troya, consistente en una institucin plagiada del Bayh-Dole Act de 1980, que establece en su art.1o, inc.a, que "...podrn ser beneficiarios de los incentivos promocionales las mismas Universidades Nacionales". A su vez, este furtivo y subrepticio inciso se amparaba taimadamente en el articulado de una Ley aprobada meses antes, el art.59, inc. e) de la Ley 24.521 de Educacin Superior, que incentivaba a las mismas Universidades Nacionales para que constituyan "...personas jurdicas de derecho pblico o privado", o participen en dichas personas jurdicas "...no requirindose adoptar una forma jurdica diferente para acceder a los beneficios de la ley 23.877". Las sucesivas reglamentaciones de dicha Ley 24.521, en 1992 y 1995, y el Programa para la Reforma de la Educacin Superior (PRES), que fuera cofinanciado por el Banco Mundial, pusieron a las Universidades Nacionales a merced de una red de funcionarios aventureros interesados en bastardearlas y lucrar con las mismas. En otras palabras, el estado nacional, que crnicamente se haba desinteresado de la suerte de las Universidades Nacionales, limitndose a fundarlas como fruto de negociaciones polticas y a dejarlas libradas a la buena de Dios, sbitamente cuando se encontr con los fondos del Banco Mundial (U$S 160 millones) se entr a interesar por ellas, para lo cual ide este ltimo Decreto reglamentario, que vino a acicatear o extorsionar a las Universidades Nacionales para que se corrompieran, o mas bien se prostituyeran, con la cuasi certeza de que por ser autnomas y autrquicas estaran ms cubiertas de la

9 persecucin de la justicia (ver el caso de la Universidad Nacional del Litoral en el Apndice II). No obstante este preciso Decreto, tambin se dictaron otros decretos y especficas ordenanzas para incentivar la adopcin de la transferencia tecnolgica, que dieron nacimiento --a posteriori del Pacto de Olivos (1994)-- a nuevas instituciones, tal como el Fondo de Mejoramiento de la Calidad de la Educacin Superior (FOMEC). Este ltimo Programa dej de funcionar y fue reemplazado en la prctica a juicio de Toscano (2004)- por el Fondo para la Investigacin Cientfico y Tecnolgica (FONCYT) y el Fondo Tecnolgico Argentino (FONTAR), ambos dependientes de la Agencia Nacional para la Promocin Cientfico-Tecnolgica (ANPCYT); y por la Comisin Nacional de Evaluacin y Acreditacin Universitaria (CONEAU), esta ltima sustitutiva de la Comisin de Acreditacin de Posgrados (CAP), con cuyos respectivos Comits de Pares pudieron luego incurrir sin sobresalto alguno en reiteradas irregularidades de todo calibre. [ 8] Ms an, instituciones como la transferencia tecnolgica del Bayh-Dole Act, las practicas de la confidencialidad en las funciones evaluadoras, la evaluacin externa y la acreditacin por la CONEAU de instituciones y programas acadmicos arancelados, la planificacin autoritaria del Observatorio Nacional de CyT; y otras como el voucher y la escuela charter (que en Argentina no alcanzaron a concretarse, y que fueron utilizadas y criticadas en el pas del Norte), son manipuladas en pases como los nuestros de una manera soez, y habran venido a legalizar la privatizacin o captura de espacios pblicos los que debieran ser indelegables e intransferibles-- tales como las Universidades Nacionales, sometindolas ahora al dictado desptico del poder econmico, corporativo y financiero. Las polticas de filantropa o mecenazgo corporativo y las estrategias fiscales que promueven el mecenazgo privado en las instituciones cientficas, incluidas las universidades, mediante subsidios, donaciones y crditos impositivos tendra mucho que ver con la apropiacin privada del mundo acadmico por parte del poder corporativo y financiero, lo cual vendra a agudizar an mas la estratificacin geopoltica de la investigacin cientfica. [ 9] Estas actividades filantrpicas y crediticias, para beneficio de una supuesta transferencia tecnolgica, habran devenido as en prcticas que fueron desinformadoras de la opinin pblica, corruptoras de las actividades legislativas y administrativas, entre ellas de una nutrida minora de la planta de Investigadores del CONICET, y discriminatorias para con aquellos Investigadores que amn de la investigacin ejercen complementariamente la docencia en establecimientos pblicos. Todo esto ha derivado en un cuadro de especulacin cultural y cientfica, que al privatizar la investigacin pblica mediante contratos, transferencias y peajes, y sembrar las universidades y la comunidad cientfica con un ambiente de lucro y de un slvese quien pueda ha acentuado el clima de desolacin y estrago moral y espiritual existentes.

Notas [ 1] ver Noble, 1984 ; Minsky, 2000 ; y Foray y Kazancigil, 1999.

10

[ 2] Para una estimacin de los efectos cuantitativos positivos de la Bayh-Dole Act en USA, ver Mowery, Nelson y Sampat, 2000 ; [ 3] ver Barcelona y Villalonga, 1992 ; Santoro, 1998 ; y Madani, 2000. [ 4] El art. 5. de la Ley 23.877 autoriza a las instituciones oficiales de investigacin y desarrollo (eufemismo con el cual buscaron disfrazar la identificacin de las Universidades Nacionales) que adhieran a dicha misma Ley a "...establecer y/o contratar unidades de vinculacin [entes no estatales constituidos para la identificacin, seleccin y formulacin de proyectos de investigacin y desarrollo, transmisin de tecnologa y asistencia tcnica] con la finalidad de que dispongan de una estructura jurdica que les permita una relacin ms gil y contractual con el sector productivo de bienes y/o servicios". [ 5] ver Vessuri, 1997, 153. [ 6] Para una estimacin de los efectos cualitativos negativos de la Bayh-Dole Act en Estados Unidos, ver Soley, 1995 ; White y Hauck, 2000 ; y Foray y Kazancigil, 1999. [ 7] ver Minsky, 2000. [ 8] En ese preciso sentido, la CONEAU dict en 1998 la Ordenanza 002, por la cual en su artculo 4. se establece que en sus Informes anuales las instituciones universitarias que buscan ser acreditadas debern prioritariamente indicar si la institucin di inicio o no a las estrategias de produccin y transferencia. [ 9] Sobre la apropiacin del mundo acadmico por parte del poder corporativo, ver Soley, 1995 ; y White y Hauck, 2000. Fuente: Pol-Cien-III-2003)

Captulo III

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Planificacin autoritaria del Observatorio Nacional de CyT u ONCTIP (Ministerio de CyT)En materia de autocensura informativa, el crdito mayor lo lleva el Observatorio Nacional de Ciencia, Tecnologa e Innovacin Productiva, perteneciente a la rbita del Ministerio de Ciencia y Tcnica, el cual se ha caracterizado por omitir toda referencia a la corrupcin y la falta de transparencia desplegada en la educacin superior y en los organismos de ciencia. Dicho Observatorio, creado en febrero de 2004, formaliz su incorporacin en la red global como miembro afiliado del Observatorio Cientfico Tecnolgico de la Unin Europea. El objetivo de estos Observatorios es el de recopilar informacin-base para ser catalogada, compilada, analizada y convertida en indicadores para que sean empleados en diferentes anlisis y mecanismos de toma de decisiones. Sin embargo, en el caso argentino, esta toma de decisiones pareciera asimilarse ms a una planificacin autoritaria de un comisariato poltico que a una planificacin democrtica, si nos hemos de atener a las declaraciones y a los mecanismos de acumulacin informativa y de designacin de las autoridades del ramo. En efecto, esta incorporacin supone una cesin gratuita de nuestra informacin cientfico-tecnolgica, que sumado a nuestro enfeudamiento de los recursos energticos y comunicacionales al reino de Espaa hace de nuestro pas una de las naciones ms vulnerables del planeta. Ms an, el entonces Secretario de Ciencia y Tcnica Ing. Tulio Abel del Bono manifest el 17 de abril de 2004 en Pgina 12, en un objetado reportaje que figur en la portada de la SECYT en Internet, que el propsito de su gestin es el de "integrar el sistema cientfico con objetivos, estrategias, acciones y prioridades comunes". Las dudas que despert este emprendimiento oficial y estas declaraciones son numerosas y fundadas, tal como se manifest en el mensaje electrnico titulado Autoritarismo en la Ciencia Argentina (Del Bono-2004). En principio, entendemos que dejar librada la planificacin del sistema cientfico-tecnolgico de un pas profundamente dependiente a merced del comportamiento de meros indicadores cuantitativos, cuando menos merece el calificativo de ingenua y tambin el de profundamente sospechosa. Los sistemas cientfico-tecnolgicos de los pases avanzados, por estar dotados de altos grados de transparencia en los procedimientos, participacin democrtica y competitividad y excelencia cientfica, su performance puede ser exitosamente medida por indicadores cuantitativos. Pero en aquellos otros pases de la periferia, donde en sus sistemas de ciencia y tcnica prevalecen todo tipo de patologas, intentar medir su performance mediante dichos indicadores cuantitativos llevara directamente al fracaso ms rotundo, debido a la carencia de fiabilidad, credibilidad y confiabilidad de dichas estadsticas. En este tipo de sistemas, gangrenado por una creciente corrupcin acadmica, se impone una ciruga mayor que instaure definitivamente estructuras institucionales y estndares de conducta equivalentes con los que nos rigieran en nuestros orgenes como repblica independiente y democrtica y con los vigentes en los pases centrales. En segundo lugar, las designaciones de los responsables de aquellos emprendimientos que cuentan con financiacin internacional (FOMEC, Transferencias Tecnolgicas, etc.) suelen recaer siempre en los mismos personajes, an con distintos gobiernos, tal como si fueran los soldados del repertorio de la pera Ada, siempre rodeados de una nube

12 impenetrable, situacin que se expuso en 2004 en un extenso artculo que publicara electrnicamente el Archivo Analtico de Polticas Educativas, de la Arizona State University (v.XII, n.6). As, en este caso la Coordinacin del Equipo Tcnico al frente de la sede nacional de dicho Observatorio recay en el Dr. Mario Albornoz, el mismo que otrora trabajara en UBACYT, en tiempos del Rector Delich; luego dirigiera el Instituto de Estudios Sociales de la Ciencia y la Tecnologa, de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ); y fuera durante el menemato fuertemente financiado por la gestin del Secretario de Ciencia y Tcnica Lic. Juan Carlos del Bello a travs de la denominada Agencia. Para comenzar, se ignora el mecanismo empleado para su designacin pues nadie fue consultado al respecto. Tampoco se conoce el mtodo empleado para el nombramiento de los dems integrantes del Equipo Tcnico (a saber: Guillermo Anll, Rebeca Guber, Lucas Luchilo, Manuel Mar, Diego Ratto, y Leonardo Vaccarezza). Las dudas recadas sobre el Dr. Albornoz, Director de REDES-Centro de Estudios sobre Ciencia, Desarrollo y Educacin Superior, perteneciente al Programa del CYTED (Ciencia y Tecnologa para el Desarrollo), obedecen a su pasado desempeo acadmico y a que nunca arriesg en su larga carrera en instituciones vinculadas con la ciencia y la tecnologa una sola palabra acerca de la corrupcin en los medios cientficoacadmicos y tampoco manifest su opinin respecto a las comprometedoras declaraciones publicadas en Pgina 12 por el Secretario Tulio Del Bono. En la lista de discusin electrnica Pol-Cien, en un mensaje intitulado Perdieron la fe?, se deca el 5 de julio de 2000, con relacin a dicho Instituto de Estudios Sociales de la Ciencia y la Tecnologa, que la "... informacin referida a los fondos recibidos [de manos de la Agencia Nacional para la Produccin Cientfico-Tecnolgica durante la gestin Del Bello] tampoco alcanzan para disipar las dudas recadas sobre la gestin del Dr. Albornoz. Los datos cuantitativos por l brindados no citan fuente alguna, se reducen a porcentajes de una cifra total an desconocida, correspondiente exclusivamente al ao 1999, y esconden las magnitudes absolutas de los guarismos brindados y no publicados en su sitio web y que la SECYT, no brinda desagregada por institutos y/o universidades beneficiadas". Tampoco la informacin prestada por la pgina web del Instituto dirigido por el Dr. Albornoz "..ilustra acerca de los mecanismos de reclutamiento del personal docente o investigador ignorndose hasta el presente si en dicha Universidad [de Quilmes], presidida por el Rector [Julio] Villar, y en dicho Instituto dirigido por el Dr. Albornoz, se contempla la publicidad de las vacantes y los concursos pblicos por oposicin y antecedentes. Por ejemplo, se ignora cul ha sido el concurso ganado en dicha Universidad por el ex Secretario Juan Carlos Del Bello [quien figura en la nmina del Instituto dirigido por Albornoz]. Esta fiel observancia de los concursos, tan caros al mundo acadmico argentino, no era ni es supervisada por la Secretara de Polticas Universitarias, ex Secretara de Educacin Superior, del Ministerio de Educacin. Adems, el hecho de que en el reclutamiento del personal investigador del Instituto que en el pasado dirigiera el Dr. Albornoz "...prevalezca la naturaleza poltico-partidaria por sobre la excelencia cientfica y por consiguiente la exclusin de quienes no pertenezcan a la secta o faccin de marras esta corroborado por la propia currcula dada a luz en la Web, donde al menos en una decena (10) de casos se destaca notoriamente su afiliacin a organismos estatales o para-estatales (Asesores de Gabinete y Consultores de Bancos, Ministerios y organismos internacionales)".

13 Y en cuanto a la naturaleza de las lneas de investigaciones promovidas en dicho Instituto "...una pormenorizada lectura de dicha currcula revela que existe un marcado sesgo en pos de los indicadores cuantitativos en ciencia y tecnologa, que es como decir la contadura de la ciencia, esa extraa simbiosis de teologa y hermetismo, que coincidentemente es la temtica que mas cultiva el Dr. Albornoz, consignada en su propia curricula". Finalmente, nunca se conocieron los verdaderos motivos de las desavenencias entre el Rector Villar y el Prof. Albornoz, que derivaron en la separacin de este ltimo de la UNQ. Pero todo pareciera indicar que el incidente no obedeci a razones de principios o teoras cientficas sino a meras diferencias presupuestarias. Por ltimo, el Dr. Albornoz logr montar tienda en el CYTED, asiento desde el cual logr programar su inconsulto y antidemocrtico desembarco en la SECYT, actual Ministerio de Ciencia y Tcnica. En conclusin, lo que se impone es impedir que la dirigencia poltica se convierta en un comisariato partidario que se inmiscuya en la tarea de fijar metas y objetivos, dictndole a los cientficos la pertinencia de lo que deben o no deben investigar, como ocurri con las declaraciones del Ministro de CyT Lino Baraao al referirse despectivamente a las ciencias sociales asimilndolas a la teologa, y engaando la buena fe presidencial hacindole firmar un decreto por el cual se le exige al CONICET la entrega de su base de datos de cientficos. Se deca en un mensaje del 30 de Noviembre de 1999, publicado en Pol-Cien, y titulado Rmoras o Supervivencias, que lo que nuestra sociedad est exigiendo a la elite poltica es que "...imponga en los mbitos cientfico-acadmicos claras pautas de transparencia, honestidad, democracia y publicidad de sus actos de gobierno, de manera tal que el aparato cientfico-tecnolgico funcione como un verdadero sistema, sin cortocircuitos, encapsulamientos ni enclaustramientos que afecten su necesario clima de libertad y de dilogo, su movilidad interna y su productividad final, y que contribuya a la disminucin de la creciente brecha cualitativa que nos separa de los centros cientficos mundiales". Por todo ello entendemos que en la cuestin del Observatorio Cientfico y en la seleccin de sus integrantes se impone una urgente revisin y una necesaria y respetuosa consulta democrtica dirigida a todas las instituciones cientficas especializadas en Ciencias de la Educacin, Sociologa de la Ciencia, Antropologa Cultural y Psicologa y Filosofa de la Ciencia, y en general a todo el pblico investigador del pas y del CONICET.

Captulo IV

Doble obligacin, mltiple subordinacin y combinacin de donaciones y sobresueldos en la educacin superior argentina

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Habamos visto que como resultado de la importacin de una legislacin norteamericana (Bayh-Dole Act) se haba programado en Argentina y gran parte de Amrica Latina una privatizacin mercantilista de la docencia y la investigacin as como la proliferacin de autoritarios Observatorios planificadores de CyT. Ahora estudiaremos de que forma gran parte del cuerpo docente regular de nuestras universidades nacionales (que ejerce control sobre las ctedras concursadas), y de sus autoridades (miembros de Juntas Departamentales, Consejos Directivos y Consejos Superiores), fueron sometidas a una doble obligacin o deber y a una mltiple dependencia o subordinacin, que ha atentado gravemente contra la existencia de una comunidad cientfica y de una cultura universitaria participativa. Este agravio es particularmente grave, pues para que este tipo de comunidad y cultura pueda prosperar se necesita --al decir de Joaqun E. Meabe-- objetivos y solidaridad en el agregado humano, donde cada miembro pueda encontrar reciprocidad y buen trato adems de inters por parte del resto y donde se requiera trabajo comn y compartido as como respeto mutuo. En principio, los docentes universitarios estn obligados a una doble subordinacin, una de ellas de naturaleza primaria, la que los nutre de sus principales ingresos, y la otra de orden secundario, la que los provee de ingresos menores y retribuciones simblicas. Primariamente, los docentes dependen de las Universidades que los han designado, donde han hecho carrera docente, donde algunos pocos han logrado ser legalizados con concursos de oposicin y antecedentes, y donde se les abona un salario que puede ser de dedicacin exclusiva, media o simple, ms un plus por antigedad. Se supone que los docentes-investigadores, en especial aquellos que cuentan con dedicacin exclusiva, amn de la docencia deben producir conocimiento original y disear para ello proyectos de investigacin. Pero todo lo cultural que exceda de la mera docencia ha requerido siempre del mecenazgo o patrocinio estatal y/o privado. Dicho mecenazgo se ha expresado histricamente de diversas formas, ya sea mediante una nmina salarial, o mediante becas, premios, subsidios, bonificaciones, incentivos, viticos, etc. En ese sentido, una minora de docentes universitarios (alrededor de cinco mil en todo el pas) ha dependido primariamente del mecenazgo estatal asignado en forma de salarios, a travs del Consejo Nacional de Investigaciones Cientfico y Tcnicas (CONICET) --pretendidamente fundada por Bernardo Houssay a imagen y semejanza del CNRS de Francia-- donde han hecho carrera primero como Becarios, y la mayora como Investigadores de Carrera, prestando Informes anuales o bianuales del devenir de sus respectivos proyectos de investigacin, hasta ascender algunos de ellos las cinco (5) categoras del organismo, donde tambin perciben un plus por antigedad. Su fundacin vino a superponerse con la investigacin que se llevaba a cabo en los Institutos universitarios. Sin embargo, su propsito inicial, establecido en su Estatuto, luego desvirtuado a la muerte de Houssay (1971), era el de fomentar la investigacin en las universidades y no el de patrocinarla con institutos propios. Ms an, violando la debida dedicacin exclusiva, dichos Investigadores de Carrera cuentan desde hace una dcada con el privilegio que el Directorio del CONICET les autorice trabajos rentados para terceros, denominados asesoras o consultoras; as como tambin cuentan con la aberracin rentstica que significa la libre opcin del cobro salarial, ya sea en la Universidad o en el CONICET (siguiendo la fuente de ingresos ms rentable), lo que violenta los postulados de las buenas prcticas presupuestarias.

15 Asimismo, una ultra-minora de dichos docentes universitarios muchos de ellos Investigadores del CONICET (1511 profesores) ha dependido tambin primariamente del mecenazgo estatal asignado en forma de subsidios, a travs del FONCYT, organismo dependiente de la Agencia Nacional de Promocin Cientfico y Tecnolgica o ANPCYT (Ministerio de Ciencia y Tcnica), todo lo cual ha producido una incompatible y dolosa superposicin de funciones con el CONICET, pues debi instrumentarse slo para aquellos Investigadores que no pertenecieran a esta ltima institucin. Esta Agencia, pretendidamente fundada a imagen y semejanza del National Endowment for the Humanities (NEH), les distribuye desde 1997 una suerte de donacin, disfrazada como subsidio de investigacin, que no tributa impuestos a las ganancias ni hace aportes previsionales, y que para una ms que ultra-minora de los mismos (385 profesores) se repite peridicamente en dos, en tres y hasta en cuatro oportunidades, sumando montos individuales prximos al milln de pesos. Ms an, si se computaran los Listados de los beneficiarios correspondientes a las primeras Convocatorias de los aos 1997-1999 (inhallables en el portal de la Agencia), muy probablemente nos encontraramos con docentes-investigadores que han repetido a lo largo de la dcada hasta cinco (5) veces la participacin en el botn. Pero el mecenazgo o filantropa de la Agencia tambin fue bastardeado por sus propios funcionarios y directivos. Un centenar y medio de subsidiados desnaturalizaron el subsidio al convertirlo en un botn o saqueo de las arcas pblicas, pues dichos subsidios recayeron en los propios funcionario de este organismo (los Coordinadores), que resultaron as autoevaluados. Amn de la ventaja material, pertenecer a esta ultra-minora de patrocinados cmplices del saqueo tambin posee ventajas simblicas, pues muchos de ellos son automticamente ascendidos en el CONICET y designados para integrar Comisiones evaluadoras de sus propios colegas. Lamentablemente, en lugar de patrocinar con dichos subsidios instituciones culturales (bibliotecas, laboratorios, centros de cmputos), se patrocinan docentes-investigadores de la planta del CONICET e incentivados por la SPU, todo lo cual ha generado el cuadro de duplicaciones y multiplicidades dolosas aqu descrito, y del cual se abunda en el captulo prximo en el rubro Tergiversacin de las estrategias para desarrollar la ciencia argentina. Pero por otro lado, los docentes universitarios de todo el pas padecen una subordinacin secundaria, pues desde 1993 dependen del mecenazgo de la Secretara de Polticas Universitarias (SPU) del Ministerio de Educacin, que les bonifica y categoriza los denominados Incentivos (sobresueldos en negro) en una escala de tres categoras, slo a aquellos docentes que presentan proyectos de investigacin y que por ello pasan a ser denominados docentes-investigadores. A su vez, apretando el cerco del privilegio, los docentes-investigadores incentivados que fueron categorizados con la mxima jerarqua (un millar y medio) pertenecen por lo general a aquella ultra-minora que integra el CONICET y que es subsidiada por la Agencia. Finalmente, los docentes universitarios tambin dependen, en una subordinacin secundaria, del mecenazgo simblico encarnado por la Comisin Nacional de Evaluacin y Acreditacin Universitaria (CONEAU), pues desde 1996 certifica o avala los programas arancelados de maestra y doctorado, la que si bien posee slo una relacin institucional conlleva tambin indirectamente derivaciones personales. Por lo tanto, en esta mltiple subordinacin primaria y secundaria de intereses dispersos en mecenazgos burocrticos incompatibles y superpuestos --cuatro (4) de ellos

16 estrechamente atados al poder poltico del estado-- se encuentra el secreto de la corrupcin institucionalizada, las redes de inters y beneficio personal, la desigualdad ante la ley, el miedo generalizado, la hereje necesidad material, la cobarda moral e intelectual y por consiguiente la inexistencia en nuestras Universidades Nacionales de una comunidad cientfica. Corrupcin, desigualdad, miedo, necesidad y cobarda de las que no se ha podido desprender desde la aciaga Noche de los Bastones Largos (29 de Julio de 1966), que se acentu a partir de la Fiesta Menemista (1990-99) y que ha alcanzado su clmax en la Fiesta Kirchnerista (2003-09). Debido precisamente a esta mltiple subordinacin o dependencia, que es producto de la sumatoria de una triple subordinacin primaria (Universidad, CONICET y FONCYTAgencia), mas otra doble subordinacin secundaria (CONEAU y SPU), estos docentes y los integrantes de estos rganos colegiados difcilmente cuentan con el suficiente respeto, generosidad, tolerancia y libertad (de pensamiento, de ctedra y de expresin), en materia cientfica, poltica y universitaria. Por ende, esta triste realidad de egosmos y malsanas competencias es la principal razn por la cual sus respectivas Universidades carecen de una comunidad cientfica y de la pregonada autonoma, supuestamente garantizada desde 1994 por el inciso 19 del artculo 75 de la Constitucin Nacional (CN). Valga la redundancia, las universidades nacionales no son autnomas ni cuentan con una comunidad cientfica, porque sus autoridades, desde sus Rectores, Decanos y Jefes de Departamento, hasta sus Consejeros Departamentales, Directivos y Superiores, que pertenecen a su vez al CONICET, y que se benefician de los subsidios de la Agencia, de las acreditaciones otorgados por la CONEAU y de los incentivos de la Secretara de Polticas Universitarias (SPU), estn presos o rehenes como en un cerrojo blindado de un mecenazgo multiplicadamente superpuesto, que necesariamente debe afectar la excelencia cientfica de su trabajo, y que seguramente debe tambin alimentar en sus filas el servilismo moral e intelectual. En efecto, el CONICET, el FONCYT-Agencia, la SPU y la CONEAU son estructuras del poder del Estado Nacional, dnde desde su Presidente hasta su mismo Jefe de Despacho, pasando por toda su lnea gerencial, son designados por el Poder Ejecutivo Nacional (PEN) o por concursos amaados desde el PEN. En el CONICET, los nicos cuatro (4) cargos que son electivos o representativos, los de los Coordinadores de las cuatro (4) Grandes reas de Conocimiento en que est fragmentado el organismo, que a su vez son miembros de su Directorio, lo son sobre la base de una legislacin restrictiva y limitacionista (Decreto 1661/96) y de actos eleccionarios simulados que adolecen de un ausentismo estructural y masivo. Dicha legislacin no contempla la representacin de minoras ni los frenos y contrapesos que garanticen en el seno del Directorio, y por ende, al interior de las Comisiones Asesoras, un elemental control de legitimidad (decencia, honestidad, capacidad, seriedad, etc.), y la independencia del rgano calificador promotor de los ascensos y/o de su congelacin. Tampoco respeta la unidad del mundo cientfico pues para acceder a la condicin de candidato a miembro del Directorio fragmenta la representacin (voto pasivo), es decir la posibilidad de ser elegido, en requisitos generacionales y regionales, expresados en condiciones de status (slo dos escalafones jerrquicos) y de localizacin geogrfica (ocho regiones); y para ejercer la condicin de elector (voto activo) divide el padrn y por consiguiente a los Investigadores en cuatro (4) reas distintas del conocimiento, totalmente incomunicadas y aisladas entre s, como si fueran compartimentos estancos, lo cual alimenta una centrifugadora especializacin disciplinar.

17 Por consiguiente, las autoridades de los rganos colegiados de nuestras Universidades Nacionales, desde su normalizacin en 1985, y ms explcitamente an, desde la ltima Reforma Constitucional de 1994, y desde la vigencia del Decreto No. 1661/96 (que estructura el rgimen electoral del CONICET), han venido violando conscientemente la autonoma universitaria, al cohonestar con su muda presencia el antidemocrtico y fraudulento mecenazgo de los organismos cientfico-educativos (CONICET, FONCYTAgencia, Secretara de Polticas Universitarias y CONEAU). Salvo la UBA y la Universidad del Comahue, todas las Universidades Nacionales legitimaron la CONEAU. Asimismo, esta voluntaria sumisin a un mecenazgo violatorio de derechos y garantas constitucionales corroborara que la doble obligacin y la mltiple subordinacin de nuestros docentes-investigadores y de los directivos universitarios ha venido tambin sembrando una codicia generalizada y una estructura y procesos corrompidos, atentando por ende contra la existencia de una comunidad cientfica. Contradictoriamente, muchas de estas autoridades universitarias y de estos titulares de ctedras regulares han aceptado --con la excusa de ser una carga pblica-- integrar las instancias evaluadoras del CONICET, de la FONCYT-Agencia, y de la CONEAU, como ser las Comisiones Asesoras del primero (renovadas por mitades anualmente), y hasta su propia Junta de Calificaciones, en la cual se han visto promovidos en la Carrera de Investigador y beneficiado a su vez con toda suerte de prebendas, tales como subsidios, viticos, premios y asesoras o consultoras. Por si todo ello fuera poco, al salario universitario o al alternativo sueldo del CONICET, al subsidio del FONCYT-Agencia, a los incentivos de los docentes-investigadores otorgados por la SPU, y a las asesoras y consultoras autorizadas por el Directorio del CONICET debemos agregar que con motivo de los bajos salarios cobrados, en especial aquellos que carecen de antigedad, muchos se han visto inducidos a engancharse en las universidades privadas o en las nuevas universidades de los conurbanos y del interior de las provincias, donde los cuerpos docentes disfrutan de salarios muy superiores a los de las universidades ms antiguas, pues gozan de partidas presupuestarias extraordinarias aunque sin participacin democrtica alguna; todo lo cual revelara a las claras la extrema desigualdad, falsedad y superchera de nuestra Autonoma Universitaria. En conclusin, a diferencia de los Investigadores del CONICET que prestan servicios a terceros privados bajo el eufemismo de asesoras o consultoras, los docentesinvestigadores subsidiados por el FONCYT-Agencia no estn obligados a solicitar autorizacin alguna al Directorio del CONICET. Por ende, nada debera obstar para que un docente-investigador incentivado procure un subsidio de un organismo extra-estatal o extranjero. Pero lo alarmante y fuera de toda razonable poltica pblica, es que el propio estado, y ms an una misma unidad de gobierno o ministerio, destine recursos extraordinarios y fondos procedentes de la deuda externa, duplicando en sus propias filas organismos financieros en materia de becas, subsidios, bonificaciones, contratos y personal de planta; y alentando en ellas la existencia de una doble obligacin o deber de naturaleza primaria (ver Estvez y Marini, 2004). En otras palabras, se presume que un docente-investigador incentivado y subsidiado, es decir que pertenece a una Universidad Nacional y al CONICET (pero que cobra en un solo lugar) y al que el FONCYTAgencia le ha otorgado simultneamente un subsidio de investigacin, debe contar forzosamente con al menos el equivalente a dos (2) proyectos de investigacin, que se superponen: uno para la universidad a la que pertenece, que puede ser el mismo proyecto presentado al CONICET, y otro proyecto supletorio pero distinto para el FONCYT-

18 Agencia, donde ambos por ser simultneos vendran a atentar contra la dedicacin exclusiva debida a cada uno de ellos. Pero hecha la ley, hecha la trampa, pues la mayora de los beneficiados por el FONCYTAgencia funde o fusiona ambos proyectos en uno slo, malversando de ese modo dichas dedicaciones. O lo que es peor, opera algo equivalente a lo producido con la Ley de Gresham, pues el trabajo para el FONCYT-Agencia, como est mucho mejor remunerado que el del CONICET o que el de la Universidad, pasa a tener una consideracin privilegiada; y por el contrario, al proyecto del CONICET o al de la Universidad se lo posterga en su calidad y prelacin como si se tratase de un rezago. Al duplicar la remuneracin por un solo proyecto, ms all de todas las justificaciones ocasionales o las trampas en las rendiciones de cuentas puntuales, lo que es grave y crucial --sostiene Joaqun E. Meabe en otra comunicacin personal-- es la clara desigualdad ante la ley que consagra el privilegio a favor de los beneficiarios de la Agencia. Doble retribucin por un solo trabajo no solo es inmoral tambin es ilegal porque viola todas y cada una de las reglas relativas a las remuneraciones y a los deberes que respecto de las prestaciones tienen a su cargo los que deben hacer efectivos los emolumentos por el trabajo. La segunda remuneracin, la del FONCYT-Agencia, insiste Meabe, ni siquiera se puede encuadrar como donacin porque el estado lo tiene prohibido respecto de sus dependientes en ocasin del trabajo en relacin de dependencia y servicio (ver Ley de Empleo Pblico y Ley de Contabilidad). Como consecuencia de esta inmoral maquinacin burocrtico-acadmica, aquellos Investigadores del CONICET o de las Universidades que no reciben subsidios de la Agencia, al generarse en s mismos la sensacin de que su trabajo est siendo subestimado en su valor simblico as como subvaluado en la retribucin material del mismo, los que pueden y tienen algn contacto se dejan seducir con el patrocinio material de la Agencia. De resultas de ello, ahora el CONICET, en competencia con la Agencia, y violando tambin el principio de unicidad funcional, abri su propia lnea de subsidios, aunque por cierto mucho ms modesta. Concluimos entonces con la existencia entre dichos mecenazgos de una desigualdad obscena, pues mientras un docente-investigador, pertenezca o no al CONICET, que no ha sido subsidiado por la Agencia trabaja un slo proyecto de investigacin por nicamente un salario, que es el de su universidad o el del CONICET; el docenteinvestigador incentivado y subsidiado, pertenezca o no al CONICET, cuenta con el mismo salario, de la Universidad o del CONICET, mas el ingreso correspondiente al de la irregular asignacin del subsidio, el que nunca es menor al salario de tres aos de trabajo en la universidad. Para mayor claridad, una de las premisas bsicas que la Unin Europea (OCDE) ha introducido en sus recomendaciones de buenas prcticas para la transparencia presupuestaria es el concepto de transparencia en la asignacin y rendicin de las cuentas pblicas. El sistema descrito precedentemente slo contribuye a la opacidad en el manejo del gasto pblico por las implicancias que tienen las superposiciones que se duplican y multiplican. Sin lugar a dudas la asignacin de recursos pblicos en los organismos de investigacin debe ajustarse imperiosamente a las buenas prcticas mencionadas.

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Captulo V

Corrupcin institucionalizada de las autoridades pertenecientes a emblemticos organismos pblicos mediante los subsidios distribuidos por la AgenciaEl doble deber y la mltiple subordinacin de los docentes-investigadores de las universidades nacionales, analizada anteriormente, nos permite visualizar una compleja red de organismos estatales y para-estatales sometidos a una corrupcin

20 institucionalizada, funcionaria o legal (ver Kaufmann y Vicente, 2005). En efecto, a instancias del Banco Mundial y del Consenso de Washington una media docena de instituciones legales (AGENCIA, CONICET, CONEAU, SPU, Secretaras de CyT de Universidades, CECTE, INADI, INTA) concluyeron tejiendo un inmenso hexgono compuesto por verdaderos nudos gordianos y por flujos venales de ida y vuelta (subsidios, incentivos, ascensos, categorizaciones, acreditaciones, confidencialidades, asesoras, consultoras, observatorios, transferencias tecnolgicas, etc.). Este contaminado hexgono, al condicionar las libertades acadmicas y tercerizar las universidades, ha concluido por corromper a las autoridades universitarias, y por devaluar tanto la autonoma de las mismas, como el sistema de equilibrio de poderes (frenos y contrapesos) que debe existir en el seno de los organismos acadmicos colegiados, as como por tergiversar la estrategia para desarrollar la ciencia argentina, por faltar a la transparencia de las estadsticas y los portales electrnicos pblicos, por fomentar el servilismo moral e intelectual, y por afectar la excelencia de la formacin universitaria y de la produccin cientfica. AGENCIA-FONCYT 50 de sus Coordinadores percibieron subsidios de la Agencia 8 percibieron $3.662.000 promedio de $457.750 c/u. ===================== CONICET: 3 del Directorio (Girbal, Sieriz y Rapela) percibieron subsidios de la Agencia. 60 miembros de las Comisiones Asesoras del CONICET percibieron subsidios de seis dgitos de la Agencia, de los cuales 7 percibieron $2.846.105, promedio de $406.586 A 200 Investigadores de Carrera se les autoriz asesoras y consultoras violatorias de la dedicacin exclusiva. ====================== CONEAU : 2 miembros de su Directorio (Villanueva y Krotsch) percibieron de la Agencia $275.354, a un promedio de $138.000 c/u. ======================= Secretaras de Ciencia y Tcnica de las Universidades Nacionales. En seis (6) universidades (Tucumn, Crdoba, Rosario, Sur, MdP, UBA), sus Secretarios de CyT (Campi, Len, Colantonio, Aquilano, Bottasso, Agamennoni, Manzini), percibieron subsidios de la Agencia. Estos funcionarios tienen la responsabilidad de controlar la rendicin de cuentas de los colegas que percibieron subsidios. =========================

CECTE: 4 de sus directivos (Kornblihtt, Parodi, Vainstok y Gonzlez Cappa) percibieron subsidios de la Agencia. La Dra. Gonzlez Cappa recibi 3 subsidios de 6 dgitos c/u. ========================= INADI: Una de sus directivas, Marta Mercedes Maffia recibi un subsidio de $210.000. ========================= INTA: Uno de sus directivos, Rubn Bottini recibi en 2002 y 2004 subsidios por $482.969. =========================

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Por ende, autoridades de siete (7) organismos de CyT, de Educacin, de Justicia y DDHH, de Agricultura, y de las Universidades percibieron subsidios de la Agencia y del Ministro de Ciencia y Tcnica. : 1) Coordinadores del FONCYT-Agencia, 2) Directores del CONICET 3) miembros de las Comisiones Asesoras del CONICET, 4) Secretarios de Ciencia y Tcnica de las Universidades Nacionales, 5) integrantes del Directorio del CECTE 6) Directores de la CONEAU 7) Directora del INADI 8) Director del INTA Negligencia de los Ministros del rea (Baraao y Filmus) El actual Ministro Dr. Lino Baraao debe auditar la gestin de los organismos bajo su rbita y desarticular las redes mafiosas; y debe decretar la nulidad de todo aquello que atente contra las Leyes de Actos Discriminatorios, de tica de la Funcin Pblica, y de Libre Acceso a la Informacin Pblica. La negligencia del Ministro de Ciencia y Tcnica y ex Presidente de la Agencia puede constituir delito, y ser fruto de una conspiracin para discrecionalizar los fondos pblicos y los recursos humanos en provecho de una camarilla facciosa que habra alcanzado tambin a las Universidades Nacionales y al Ministerio de Educacin, especficamente a organismos tales como la Secretara de Polticas Universitarias (SPU) y la Comisin Nacional de Evaluacin y Acreditacin Universitaria (CONEAU), cuyos directivos tambin fueron beneficiados por la Agencia. Falta de transparencia de las estadsticas y de los portales electrnicos pblicos. La falta de transparencia en las pantallas electrnicas de estos organismos fue montada por la burocracia ministerial con el objetivo de impedir a los Investigadores y DocentesInvestigadores el conocimiento de las Leyes Nacionales de Actos Discriminatorios N 23.592, de tica de la Funcin Pblica N 25.188, y de Libre Acceso a la Informacin Pblica. Para ello el FONCYT-Agencia, en la seccin titulada Biblioteca de Documentos; el CONICET y la CONEAU, en sus secciones tituladas Normativa, y la SPU en su seccin titulada Legislacin, ocultaron la exhibicin de dichas Leyes y garantas. Tambin el FONCYT-Agencia enmascara los listados de los beneficiarios de subsidios de la dcada comprendida entre 1997, ao de su iniciacin, y el 2007, que alcanzaron la suma de 645 millones procedentes de crditos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). En lugar de informar la nmina de los beneficiados en forma alfabtica, cronolgica y por disciplina, la burocracia cientfica se las ingenia para revelarla oculta en los Informes de cada convocatoria, lo que vuelve su lectura e interpretacin muy ardua y escabrosa. Todas las cifras divulgadas por la Agencia fueron dibujadas con el solapado afn de simular una supuesta equidad distributiva. Para esa tarea de inflar el nmero de beneficiarios como si fuera moneda falsa incorporaron entre los Proyectos computados los viticos otorgados para jornadas, congresos y mesas redondas, los subsidios para

22 revistas, y otra serie de bagatelas, de forma tal de ocultar la oligopolizacin de los subsidios en beneficio de una minora incestuosa de eternos favoritos. Tergiversacin de las estrategias para desarrollar la ciencia argentina A propsito de las estrategias para desarrollar la ciencia argentina, nos preguntamos cul ha sido el motivo para que en la distribucin de los subsidios del FONCYT-Agencia o ANPCYT se menospreciaran los Centros e Institutos de Investigacin universitarios o extra-universitarios y por el contrario se privilegiara un listado selectivo y concentrado de Investigadores en forma individual o grupal? Si bien esta estrategia selectiva fue iniciada en la segunda presidencia de Menem por el Secretario de la SECYT Juan Carlos Del Bello, la misma fue acentuada con posterioridad, y en especial durante el perodo K por la gestin Baraao, quien ha considerado que su responsabilidad es la de contribuir a crear empleo y no la de desarrollar la comunidad cientfica. Sin duda, ahora se explicara, para boicotear el desarrollo de una comunidad cientfica, se precisa la alianza con lo ms retrgrado del arco cientfico, como ha sido el caso en el CONICET. Pero insistimos A que razones se debe la adopcin de esta estrategia individualizante? Acaso son las instituciones cientficas menos confiables que ciertos y determinados investigadores individuales seleccionados por el Poder Ejecutivo? O, por ventura, son las instituciones de la ciencia ms vulnerables a las presiones polticas que los investigadores individuales? Finalmente, es preferible consolidar y potenciar las instituciones acadmicas o por el contrario, es aconsejable hacerlo con los investigadores en forma individual? Cul de las dos estrategias es ms susceptible de caer en la corrupcin, la simulacin, la hipocresa, la genuflexin, el oportunismo, la indiferencia moral y la autocensura o miedo a expresarse libremente; o cual de las dos se presta ms al favoritismo, el acomodo y el patronazgo? Ms an Cul de las dos estrategias propicia mas el desarrollo de las oportunidades y la creatividad y la originalidad cientficas, cul impide la inflacin curricular artificial derivada del axioma de publicar o perecer, cul evita la fuga de cerebros, y cul alienta mas las libertades acadmicas, el espritu de colaboracin y la autonoma de las universidades e instituciones cientficas?

Captulo VI

Repeticin concentrada (duplicacin, triplicacin y cuadruplicacin) de los subsidios otorgados por la Agencia y su obscena desigualdadHabamos visto que los subsidios del FONCYT-Agencia se distribuyeron en forma harto desigual. En efecto, el otorgamiento de los subsidios de la Agencia no lo ha sido por una sola vez, sino que se han repetido en numerosas oportunidades, en dos, tres y hasta en cuatro veces. Ms an, y como lo hemos advertido antes, si computramos los Listados de los beneficiarios correspondientes a las primeras Convocatorias de los aos 1997-1999,

23 inhallables en el portal de la Agencia, muy probablemente nos encontraramos con Investigadores que han repetido hasta cinco (5) veces la participacin en el botn. Para mayor precisin, de los milquinientosdiecisiete (1517) subsidiados por la Agencia (ANPCYT) en el periodo 2002-2006, que fueran alfabetizados por el profesor de qumica Roberto Etchenique, http://www.neuro.qi.fcen.uba.ar/agencia/2000-2006-ApellidoNombre.pdf y de los 645 millones repartidos entre 1997 y 2007 segn la Estadstica de la propia Agencia, hemos encontrado merced al Apndice III que: a) nueve (9) subsidiados (Altamirano, Arregui, Cazzulo, Cukierman, Elizalde de Brecco, Fossati, Frasch, Podest, Prat Gay) percibieron cuatro (4) subsidios por un total de $7.709.049, a un promedio de $856.561 c/u; b) treintaycinco (35) subsidiados (Aschero, Ballare, Berretta, Boccaccio, Bouzat, Castellani, Cerdn, Ceriani, Echave, Elizalde, Garca Vescovi, Geffner, Goya, Guiamet, Guido, Lagares, Lamattina, Lorandi, Malchiodi, Mattea, Medan, Palermo, Parodi, Podhajcer, Rubinstein, Salvia, Schinder, Soncini, Walsoe de Reca, Zerba) percibieron tres (3) subsidios por un total de $22.051.000, a un promedio de $630.028 c/u; c) trecientos cuarentaydos (342) subsidiados percibieron un par de subsidios por un total de $137.188.000, a un promedio de $401.149 c/u, perteneciendo la mayora de los mismos a las ciencias duras; y d) milcientotreintayun (1131) subsidiados percibieron un solo subsidio por un total aproximado de 226 millones de pesos, a un promedio de $200.000 c/u. Por lo tanto, de los seis mil (6.000) supuestos subsidiados que publicita la estadstica oficial exhibida en el portal de la Agencia, la cifra real de los mismos por nosotros estimada habra disminuido enormemente (1517 subsidiados entre 2002 y 2006), y por cierto su ndice de concentracin habra sido altsimo, totalizando un monto de 393 millones de pesos. En cuanto a los montos de los subsidios, el qumico Roberto Etchenique sostiene que los mismos son dependientes principalmente de los gastos de cada disciplina y del ao del subsidio. Sin embargo, hemos podido comprobar que si bien el ao del subsidio incide en los montos (se incrementan notoriamente a partir del 2002 como lo corroboramos al final del captulo VII) las cifras individuales distribuidas siguen un patrn que por lo repetido pareciera no tener nada que ver con los gastos de cada proyecto, y s con la premura burocrtica de gastar la partida del correspondiente tramo del BID. Dicha premura podra estar ntimamente vinculada con la inclusin de ms de un centenar de funcionarios de la Agencia, el CONICET, la CONEAU, el INADI, el INTA, el CECTE, y las Secretaras de Ciencia y Tcnica de las Universidades, entre los favorecidos con subsidios, materia actualmente investigada en sede penal por un Juez Federal y descripta en el escrito La Red Mafiosa en la Ciencia y la Universidad Argentina, http://www.mitosyfraudes.org/Polit/Conicet.html Por cierto, de esta estadstica no surgen si los recursos han sido bien o mal empleados. Ello podr ser comprobado slo mediante la respectiva Rendicin de Cuentas y el Informe cientfico correspondiente de cada proyecto.

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Captulo VII

Complicidad con el peculado de los Coordinadores del FONCYT, dependiente de la AgenciaEn la inmensa y compleja red de organismos de CyT involucrados en la corrupcin institucionalizada o legal se destaca por sobre todos ellos el FONCYT-Agencia por ser el mismo el responsable de una enorme masa de dinero proveniente de un crdito del Banco Mundial (U$S 160 millones). En dicha Agencia, que fuera dependiente de la Secretara de Ciencia y Tcnica de la Nacin (SECYT) y ahora del Ministerio de Ciencia y Tcnica, su Presidente era el Dr. Lino Baraao y los integrantes del Directorio eran

25 propuestos por la SECyT y ahora por el Ministerio de CyT, y los Coordinadores de rea por el propio Directorio a propuesta del FONCYT. En cuanto a la nmina de funcionarios del FONCYT-Agencia e investigadores beneficiados con subsidios hemos practicado una serie de correlaciones directas y de las mismas hemos descubierto la identidad de ms de medio centenar de funcionarios, la mayora denominados Coordinadores, involucrados en el peculado o saqueo. En efecto, si bien ocho (8) Coordinadores (Coira, Cnepa, Rubiolo, Cabada, Cazzulo, Arzt, Poderoso, y Corti), percibieron un total de $3.662.000, a un promedio de $457.750 c/u, el total de Coordinadores beneficiados con subsidios alcanz al medio centenar (ver Apndice IV). En principio, los Coordinadores de rea Jorge Jorrat, Marcelo Cabada, Eduardo Arzt, y Jaime Cerda, se adjudicaron a s mismos o por interpsitos funcionarios sendos subsidios. Efectivamente, en la Convocatoria-2002, en una sospechosa operacin les fue adjudicado $210.000 a los que al ao siguiente fueron los Coordinadores de las reas de Tecnologa Informtica Dr. Marcelo Fras, de Tecnologa de Alimentos Mara Cristina An, y de Economa y Derecho Dr. Luis Beccaria. En la Convocatoria-2003, el Coordinador del rea de Ciencias Mdicas Dr. Eduardo Arzt recibi la suma de $210.000; el Coordinador del rea de Ciencias Biolgicas Dr. Marcelo Cabada recibi la suma de $210.000, y el Coordinador del rea de Tecnologa Qumica Dr. Jaime Cerda tambin la suma de $210.000. Y en la Convocatoria-2004, el Coordinador del rea de Ciencias Humanas y Sociales Dr. Jorge Jorrat recibi la suma de $209.000 (ver Apndice IV). . A los Coordinadores de rea, denunciados al comienzo de este escrito, debemos agregar los Coordinadores siguientes: 1) En la Convocatoria-2000/2001 les fue adjudicado diferentes subsidios por diferentes montos a los Coordinadores de Area Eduardo Cnepa, Juan Jos Cazzulo, Marcelo Cabada, Rodolfo Snchez, Damin Ravetta, Gustavo Corach, Juan Pablo Paz, Juan Jos Poderoso, Alcira Batlle, Beatriz Coira, Walter Helbling, Ana Mara Parma, Alberto Escande, Amelia Rubiolo, Alberto Vargas, Francisco Felipe Garcs, y el actual Presidente de la Agencia Lino Baraao. 2) En la Convocatoria-2002 les fue adjudicado subsidios por diferentes montos a los Coordinadores de rea Gustavo Politis, Luis Alberto Beaug, Roberto Salvarezza, Ricardo Astini, Beatriz Coira, Hermenegildo Ceccatto, Carlos Gigolo, Luis Mroginski, Maria Cristina Ann, Luis Beccaria y Marcelo Fras. 3) En la Convocatoria-2003 les fue adjudicado subsidios por diferentes montos a los Coordinadores de rea Carlos A. Balseiro, Juan Jos Cazzulo, Horacio Corti, Roberto Rossi, Carlos Lanusse, Isidoro Schalamuk, y Ricardo Carelli 4) En la Convocatoria-2004 les fue adjudicado subsidios por diferentes montos a los Coordinadores de rea Eduardo Cnepa, Mirta Quattrochio, Juan Pablo Paz, Rodolfo Snchez, Damin Zanetti, Juan Jose Poderoso, Amelia Rubiolo y Vernica Bucala. 5) En la Convocatoria-2005 les habra sido adjudicado subsidios por diferentes montos a los Coordinadores de rea Marcelo Cabada, Juan Jos Cazzulo, Eduardo Arzt, Alcira Batlle, Juan Jos Poderoso, Horacio Corti, Alberto Vargas, Luis Gugliotta, y Ana Mara Antn.

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En efecto, acotando estos mismos nombres con mayores datos, en la Convocatoria2000/2001, le fue adjudicada a los Coordinadores del rea de Ciencias Biolgicas Eduardo Cnepa $130.000; Juan Jos Cazzulo $140.000; y Marcelo Cabada $90.000; a los de Tecnologa Agraria Rodolfo Snchez $84.000 y Damin Ravetta $140.000 (este ltimo colaborador del Ing. Vctor Kopp, Director del rea Tcnica de Gestin de Subsidios); a los de Ciencias Fsico-Matemticas Gustavo Corach $105.000 y Juan Pablo Paz $90.000; al de Ciencias Mdicas Juan Jos Poderoso $105.000; a la de Ciencias Qumicas Alcira Batlle $150.000; al de Ciencias de la Tierra Beatriz Coira $120.000; al de Ciencias Biolgicas de Organismos Walter Helbling $130.000; al de Tecnologa Pecuaria Ana Mara Parma $100.000; al de Tecnologa Agraria Alberto Escande $105.000; al de Tecnologa de Alimentos Amelia Rubiolo $150.000; y a los de Tecnologa Energtica Alberto Vargas $84.000 y Francisco Felipe Garcs $72.000. En esta ltima Convocatoria 2000/2001 le fue adjudicada al Prof. Lino Baraao la suma de $140.000; al ex Presidente del CONICET y actual Director General del FONCYT Armando Bertranou $75.000; el Decanos Alberto Boveris $140.000 y $280.000 en 2005; y el Decano de Filosofa de la UBA y recientemente ascendido a la mxima categora de Investigador Superior del CONICET Hctor Trinchero la suma de $170.000 (ver Apndice IV). . En la Convocatoria-2002, le fue adjudicada al Coordinador de Ciencias Humanas Gustavo Politis $200.000; al de Ciencias Mdicas Luis Alberto Beaug $210.000; al de Ciencias Qumicas Roberto Salvarezza $193.000; a los de Ciencias de la Tierra Ricardo Astini $210.000 y Beatriz Coira $204.000; al de Ciencias Fsico-Matemticas Hermenegildo Ceccatto $200.000; al de Tecnologa Qumica Carlos Gigol $85.000; al de Tecnologa Agraria Luis Mroginski $163.000; a la de Tecnologa de Alimentos Mara Cristina Ann $209.000; al de Economa y Derecho Luis Beccaria $121.000; y al de Tecnologa Informtica Marcelo Fras $206.000 (ver Apndice IV). . En la Convocatoria-2003, le fue adjudicado al Coordinador del rea de Ciencias Matemticas Carlos A. Balseiro $210.000; al de Ciencias Biolgicas Juan Jos Cazzulo $210.000; a los de Ciencias Qumicas Horacio Corti $209.000 y Roberto Rossi $210.000; al de Tecnologa Pecuaria Carlos Lanusse $210.000; al de Tecnologa Energtica Isidoro Schalamuk $206.000; y al de Tecnologa Informtica Ricardo Carelli $256.000. A propsito, el Coordinador Roberto Rossi, aqu mencionado, sera el mismo que figura en La Nacin del viernes 1 de diciembre como habiendo recibido el Premio SadoskiBernardo Houssay. En la Convocatoria-2004, le fue adjudicado al Coordinador del rea de Ciencias Biolgicas Dr. Eduardo Cnepa un subsidio por $280.000; al de Ciencia de la Tierra Mirta Quattrochio $223.000; a los de Ciencias Fisico-Matemticas Juan Pablo Paz $271.000, Rodolfo Snchez $200.000; y Damin Zanetti $202.000; al de Ciencias Mdicas Juan Jos Poderoso $279.000; al de Ciencia de la Tierra Rodolfo Snchez $78.802; al de Tecnologa de Alimentos Amelia Rubiolo $280.000; y al de Tecnologa Qumica Vernica Bucala $248.000 (ver Apndice IV). Y en la Convocatoria-2005, les habra sido adjudicado a los Coordinadores del rea de Ciencias Biolgicas Marcelo Cabada la suma de $280.000 y a Juan Jos Cazzulo un monto de $279.000; a los de Ciencias Mdicas Eduardo Arzt $280.000, y Juan Jos Poderoso $277.000 y a Alcira Batlle una cifra indeterminada bajo el cdigo 32.642; al de

27 Ciencias Qumicas Horacio Corti un monto de $279.000; al de Tecnologa Energtica Alberto Vargas una cifra indeterminada bajo el cdigo 32.438; al de Tecnologa Qumica Luis Gugliotta una cifra indeterminada bajo el cdigo 38.158; y al de Ciencias Biolgicas de Organismos Ana Mara Antn un monto indefinido bajo el cdigo 34.901. Y en la misma Convocatoria-2005 registra su aparicin el ex Secretario de Ciencia y Tcnica del Menemismo Juan Carlos del Bello la suma de $138.000, y la Secretaria de Educacin de la Provincia de Buenos Aires Adriana Puiggrs un monto de $204.000. Tambin registra un subsidio el tambin recientemente ascendido a la mxima categora de Investigador Superior del CONICET y dirigente del Grupo de Gestin de Polticas de Estado en CyT Martn Isturiz con una suma de $279.000 (ver Apndice IV). Una rpida lectura de estos datos nos revela que a travs de las sucesivas Convocatorias existi un sostenido crecimiento de los montos de dinero asignados en calidad de subsidios, Mientras en la Convocatoria del 2000/01 el promedio se mantuvo en los $125.000, en la Convocatoria siguiente del 2002 aument a $180.000, en la del 2003 a $210.000, en la del 2004 a $229.000, y en la del 2005 a $280.000. Es decir, mientras el aumento del 2002 respecto al 2001 alcanz al 43%, el del 2003 sobre el 2001, registr un aumento tan slo del 16%, el del 2004 sobre el 2003, uno del 10%, y el del 2005 respecto al 2004, un aumento del 21%. Este sostenido crecimiento del monto de los subsidios haba obedecido a la imperiosa necesidad de repartir entre pocos y antes de producirse la sucesin presidencial el tramo correspondiente al prstamo del BID. Tambin se puede apreciar en esta distribucin de subsidios, un sesgo totalmente pronunciado a favor de los Coordinadores de las ciencias duras, y una casi ausencia de peculado de los Coordinadores de las ciencias blandas. A propsito de los Coordinadores de la Agencia y su incompatibilidad para recibir subsidios de la propia Agencia, en el curso del 2007, se suscit una polmica que atraves la Lista de Discusin Electrnica Pol-Cien (ver Apndice V) y que fue luego reproducida en otros foros, www.fmmeducacion.com.ar/Sisteduc/Unicienciaytecno/cartaANPCYTsaguier.htm entre el autor de quien denunciara la incompatibilidad el que suscribe y quien en esa oportunidad detentaba el cargo de Presidente de la Agencia o ANPCYT Dr. Lino Baraao, luego Ministro de CyT, pero entonces dependiente del Ministro Daniel Filmus. Baraao plante Cmo evitar el potencial conflicto de intereses de los Coordinadores y al mismo tiempo no provocarles un perjuicio derivado de la suspensin de su financiamiento?. La primera alternativa ensayada para solucionar este problema fue, segn Baraao, el otorgamiento de un subsidio automtico a los coordinadores. A posteriori, y debido a la incorporacin de los Co-coordinadores, Baraao opt por un sistema mediante el cual los proyectos presentados eran remitidos a otro coordinador de un rea relacionada quien se encargaba de enviarlos a pares para su evaluacin. En esta asignacin de pares por parte de otros Coordinadores para evaluar los proyectos presentados por los propios Coordinadores, Baraao afirm que si bien podra argirse la existencia de algn favoritismo en dicha asignacin, no hay evidencias concretas al respecto. Concretamente y bajo tales argumentos Baraao reconoci la posible supervivencia de un trfico de influencias pues admiti que se otorgaban subsidios a los Coordinadores de la Agencia, que a su vez juzgaban a pares para el otorgamiento de tales beneficios.- Finalmente, como veremos ms luego, en la controversia terci el Comit de tica quien dictamin que no exista ninguna incorreccin.

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Captulo VIII

Favoritismo clientelstico fraguado en el Fondo Tecnolgico Argentino (FONTAR), dependiente de la AgenciaAdems del Fondo Nacional Cientfico y Tecnolgico (FONCYT), Direccin General de la cual se nutren los subsidios de investigacin de la Agencia, tambin existe el denominado Fondo Tecnolgico Argentino (FONTAR), del cual se han financiado los pequeos emprendimientos empresarios orientados a la innovacin y modernizacin tecnolgica. Ha sido en dichos Fondos, ambos dependientes de la Agencia, que hemos hallado la existencia de diversos y reiterados peculados. En principio, en cuanto al FONTAR, hemos descubierto cmo las jerarquas de poder de este organismo han estado monopolizadas por una sola disciplina del arco cientfico, la de la ingeniera qumica, y por un solo grupo de inters del arco industrial (ver Apndice VI). Desgraciadamente,

29 salvo la estadstica proporcionada por el propio FONTAR http://www.agencia.mincyt.gov.ar/spip.php?article42 para el cmputo de los empresarios subvencionados no contamos con la informacin correspondiente a los subsidios y prstamos que se registraron con posterioridad al 2001. Asimismo, para el estudio de la comisin de ilcitos contra el erario pblico, que se concretaron mediante favoritismos clientelsticos, se ha recurrido a las contrataciones impulsadas por la Secretara de Ciencia y Tcnica (SECYT), dependiente del Ministerio de Educacin, las que comenzaron cuando se iniciaron las actividades de la Agencia o ANPCYT (1996), con la firma de numerosas leyes, decretos, ordenanzas y resoluciones. De resultas de la Ley 23.877, de 1990, y del Anexo II del (RBP), decretado por SECYT No. 194/97 de 1997, se especific una calificacin certificadora que pudiera operar como una credencial, titulada UVT, que consista en demostrar capacidad para organizar vnculos interinstitucionales, programas y actividades orientados a la innovacin y modernizacin tecnolgica, y destinada a habilitar empresas y entidades pblicas y privadas a los efectos de que puedan acceder a subsidios y prstamos oficiales y a crditos fiscales. Amn de las UVT habilitadas, entre 1998 y 2001 se aprobaron un centenar de dichas Unidades. Estas habilitaciones permitieron al Directorio del Fondo Tecnolgico Argentino (FONTAR), administrador de los fondos (BID), y a los Coordinadores del Fondo Nacional Cientfico y Tecnolgico (FONCYT), ambos dependientes de la Agencia, distribuir en ese corto perodo doscientos (200) subvenciones y prstamos para los Programas de Modernizacin Tecnolgicas (PMT) y los Programas de Consejeras Tecnolgicas (PCT), financiados con fondos del presupuesto as como con un prstamo de U$S 140.000 del BID.

Estas subvenciones y prstamos --distribuidos para Programas de Investigacin y Desarrollo (PID), y Programas de Investigacin en Ciencia y Tcnica (PICT), vinieron a beneficiar a empresas privadas y no a instituciones oficiales o privadas que prestan servicios pblicos. Para conocer cules son estos montos y porcentajes exploramos el sitio de la Agencia, en cuya base figuran en forma cronolgica una multitud heterognea de Resoluciones administrativas. Esas Resoluciones se volcaban al otorgamiento de subsidios y prstamos ; a la aprobacin de evaluaciones tcnicas y elevacin de solicitudes de financiamiento al Banco Nacin ; al otorgamiento, prrroga y desestimacin de certificados de calificacin y a la aprobacin de Tablas de Amortizacin de los beneficios otorgados.

Una vez desagregados en forma alfabtica desglosamos los prstamos y subsidios de las entidades privadas de aquellos que pertenecen al mbito pblico. As detectamos, para el perodo 1998-2001, sobre un total de U$S 42.566.418 distribuidos en forma de subsidios y prstamos que: U$S 16.253.349 (38% del total), asignados a 70 entidades de inters pblico y sin fines de lucro, y U$S 26.625.069 (62%) a 101 entidades privadas (ver Apndice VII)

30 Lamentablemente, para el perodo 1996-1998, en que supuestamente se distribuyeron los U$S 100 millones de dlares faltantes, la documentacin brindada electrnicamente por la Agencia, en forma de resoluciones administrativas, oculta el detalle de dicha informacin. Estas actividades para beneficio de una supuesta transferencia tecnolgica, habran devenido en prcticas que habran sido corruptoras de actividades administrativas as como corruptoras de una nutrida planta de empresarios y funcionarios. El favoritismo en la asignacin de recursos pblicos otorgado entre funcionarios puede ser caracterizado como asociacin ilcita. Tal sera el caso del crdito dado por el FONTAR a la empresa Hueque SRL por la suma de U$S 277.962, para ser aplicado al proyecto sobre "...la esquila del guanaco en vivo", aparentemente brindado al marido de la entonces Ministra de Educacin Susana Beatriz Decibe. Asimismo, el uso de fondos pblicos para el clientelismo poltico por parte de aquellos funcionarios que estn lanzados a la carrera poltica electoral es tambin uno de las infortunios ms nocivos del rgimen democrtico, y uno de los que mas ha logrado preservar su impunidad. Entre las empresas beneficiadas con prstamos del FONTAR figuran al menos tres (3) firmas de la provincia de Ro Negro, origen del entonces Secretario de la SECYT Juan Carlos del Bello. Las empresas radicadas en Ro Negro beneficiadas con prstamos del FONTAR fueron Castiglione, Pes y Ca., con U$S 75.000 ; Cabaa Mic, de Roberto Milohanich y Susana Cornaglia con U$S 76.991 Truchas Alicur SRL, en U$S 163.850 (ver Apndice VII)

Las subvenciones del FONTAR se otorgaron en diferentes categoras, es decir como prstamos de reintegro contingente (para casos de alto riesgo tecnolgico, En este perodo estudiado, los prstamos de reintegro contingente que alcanzamos a detectar sumaron 22 casos por U$S 8.858.748. Varios de estos proyectos presentan en su contenido motivaciones sospechosas y muy desproporcionadas en sus montos. Entre ellos se encuentra el otorgado a la empresa CRIOLLO SA por U$S 115.835, para desarrollar "...una mquina envasadora para producir caf" ; y el otorgado a E. Bolo Bolao de U$S 132.374, para el "...rancheo de yacars en la provincia de Chaco" (ver Apndice VII)

Los prstamos no reintegrables alcanzaron a 23 casos, por U$S 1.853.884. Entre ellos Hilandera CAPEN SA, se le otorg U$S 43.000, para desarrollar "...una prueba piloto de arreo y esquila experimental del guanaco" (ver Apndice VII)

Los prstamos de devolucin obligatoria fueron 52 casos por U$S 15.496.765. Los subsidios otorgados por FONCYT a entidades privadas y pblicas --en carcter de UVT habilitadas-- fueron 96 casos, por U$S 2.854.240, en el marco de la Ley 23.877 y del Programa de Consejeras Tecnolgicas (PCT), para supuestamente las micro, pequeas y medianas empresas. Entre ellos se destacan los otorgados

31 para el desarrollo de "...un prototipo experimental de vehculo elctrico hbrido (VEH)", por U$S 737.450 ; y a la Universidad de Lomas de Zamora por $19.350, para ser aplicado a la ejecucin de un CD Rom "...sobre Juan Moreira" (ver Apndice VII)

Hubo veintinueve (29) casos de entidades cuya informacin no registra en la fuente documental el tipo de crdito recibido, que montan la suma de U$S 13.502.781 millones de dlares. Tambin registramos en el ao 1999, cuatro (4) subsidios otorgados a la Fundacin Innova-T, que integraba el entonces Presidente del CONICET Ing. Armando Bertranou, por un total de U$S 40.000. Finalmente, no obstante la existencia de algunas declaraciones de "finalizacin exitosa" de los proyectos financiad