la pastora un viaje por los cuentos de hadas

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18 Bilbao oincidiendo con el reciente bicentenario de la primera edición de los cuentos de los Hermanos Grimm, que han in- mortalizado dos centenares de re- latos populares, la editorial Juven- tud para celebrar su 90 cumplea- ños ha querido recuperar la edi- ción que en 1935 recopilaba una treintena de ellos, adornados con las preciosas ilustraciones del bri- tánico Arthur Rackham. Desde su remoto e incierto ori- gen, los cuentos tradicionales han viajado de unos lugares a otros an- tes de quedar recogidos en anti- guas colecciones ya mencionadas, entre las que cabe destacar Cuentos para niños y del hogar, a la que aquí aludimos, editados en tres volúme- nes entre 1812 y 1822 y que conver- tiría a estos dos románticos alema- nes en padres del folclore univer- sal. Los Cuentos de Antaño, de Pe- rrault, los Cuentos populares rusos, recogidos por Afanasiev y, ya en nuestro entorno más cercano los recogidos por los folcloristas y et- nólogos Azkue, Barandiaran, Bar- bier, Webster, Mari Aristia, J. Mª Sa- trustegui o Juan Manuel Etxeba- rria en el ámbito vasco o J. Mª Gel- benzu, J. Mª Merino y Antonio Ro- dríguez Almodóvar se suman a la larga nómina de rastreadores de ese folclore sin límites de edad ni geografía. Y quienes los estudian los sitúan como hitos trascenden- tales del viaje de la infancia a la ma- durez, en cuyo trayecto el niño co- mienza por abandonar su nirvana maternal para enseguida descu- brir el lado bueno y malo de sí mis- mo y de su entorno familiar. “Los cuentos de Grimm son parte de nuestro legado cultural y quizás en la actualidad tienden a ser un poco relegados o demasiado ‘versiona- dos’ –sostiene Elodie Bourgeois, responsable de la Editorial Juven- tud, que ha querido aunar la cele- bración del año Grimm y el 90º ani- versario de la editorial catalana–, una excusa perfecta para realizar una edición ‘facsímil’ del libro ori- ginal de Cuentos de Grimm editado por Juventud en 1935”. La figura de la bruja Y es que los cuentos de hadas son, a decir de sus estudiosos, los psicodramas de la infancia, el dra- ma vital disfrazado de fantasía. Su atractivo reside en la abundancia de aventuras y peripecias conden- sadas en un breve relato y su valor terapéutico, por el que el niño ha de superar sus propios miedos, se concentra en el esperado final fe- liz, que sólo se alcanza tras el com- bate, con la muerte de la bruja, pues ella es la máxima encarnación del mal en todo cuento de hadas. Así, el norteamericano Sheldon Cashdan, defensor de su valor tera- péutico, defiende la pervivencia y necesidad de los cuentos de hadas como elemento de la formación psicológica y moral de los niños. Y, apoyándose en un limitado corpus de relatos, que va de los más cono- cidos cuentos de hadas tradiciona- les, como estos que el libro recoge, La bella durmiente, Cenicienta, Blan- canieves o Los siete Cabritos y el Lobo, a historias más modernas como el Pi- nocho de Collodi, la Sirenita de An- dersen o El Mago de Oz, de Frank Baum, obras estas últimas a las que el autor otorga el mismo rango de cuento de hadas, resalta como ele- mento esencial de este tipo de rela- tos la figura de la bruja en sus dife- rentes representaciones de ma- drastra, maga, reina maligna o per- versa madre: “La bruja tiene la ha- bilidad de colocar a la gente en trance de muerte y de devolverla a la vida con igual facilidad. Maga de exorcismos y confeccionadora de pócimas mortíferas, tiene el poder de alterar la vida de la gente. Pocas figuras de un cuento de hadas son tan poderosas o dominantes como la bruja”.Y para él son auténticos cuentos de hadas aquellos en que la bruja actúa y donde adquiere verdadero protagonismo, ya sea encarnada en madrastra o en falsa usurpadora, como ocurre en Pasto- ra de gansos. Y no faltan las transfor- maciones fantásticas de un león en príncipe, ni el menor de los herma- nos que, como Bobalicón en La rei- na de las abejas, es el único capaz de superar todas las pruebas. De animales y de lo sobrenatural Esta modalidad de cuentos sue- len clasificarse tradicionalmente atendiendo a sus temas y motivos centrales: unos son cuentos de ani- males (El Zorro y el Gato, Los siete cuervos…) y otros, la mayoría en es- te libro, cuentos maravillosos en los que intervienen elementos so- brenaturales y transformaciones fantásticas. Son lo más genuinos cuentos de hadas y en ellos se dan un conjunto de circunstancias o funciones comunes (el abandono del hogar, la prohibición, la perse- cución, el combate o el final feliz terminado en el reconocimiento del héroe y en su boda). Porque suele haber un héroe, a menudo víctima de un engaño, y junto a él un agresor, donde encaja la bruja, y un auxiliar o ayudante del héroe, que es el papel que cumplen las ha- das. Por eso la estructura de los cuentos suele ser siempre cerrada: consiste en una sucesión de peripe- cias que se cierran sobre sí mismas y terminan bien. Y se asemejan hasta en el estilo, hecho a base de fórmu- la, ya sea para empezar (“Érase que se era un viejo...”), para terminar (“...vivieron felices y comieron perdi- ces...”) o para hilar unas peripecias con otras (“En esto que...”, “Cuando de repente...”, “A la mañana siguien- te...”). En esta clase de cuentos, más que en ningún otro, suelen ocupar un lugar destacado los valores mo- rales, casi siempre en la moraleja, que una veces está explícita y otras, implícita en el propio final feliz. Por eso se comprende que haya buenos y malos, débiles y podero- sos, sin apenas matices interme- dios. Pero, ¿por qué en los cuentos hay tantas madres que mueren prema- turamente?, ¿por qué los padres con frecuencia son tan inútiles?, ¿por que las princesas parecen tan sumisas como hermosas? o ¿por qué deben morir las brujas? y ¿por qué en el reparto de papeles y fun- ciones son precisamente las muje- res –y princesas, hadas y brujas lo son– las que se llevan la peor parte? Astucia, fuerza y coraje para ellos; sumisión, obediencia e ingenuidad para ellas –y castigo si son brujas–. Son algunas de las preguntas que se hacen muchos investigadores de cuentos. Y las responden según momentos y funciones por las que debe transcurrir la historia, como: la travesía a un paraje mágico, el en- cuentro con una presencia malva- da, la conquista mediante un com- bate y la celebración del encuentro familiar, la boda o la recompensa. Esto ha sido así en los relatos tradi- cionales, porque en las recreacio- nes modernas de los motivos fol- clóricos, las de la productora Dis- ney Pixar son buen ejemplo, la in- trépida arquera Merida (Brave) o la corajuda princesa Fiona (Shrek) rompen con esos viejos moldes. Porque, como en ese cine actual, abundan los cuentos desmitifica- dores de los motivos clásicos. No son otra cosa los Cuentos infantiles políticamente correctos, en los que su autor James Finn Garner reinven- ta con humor a Blancanieves, a Ca- perucita o a Cenicienta y los despo- ja de lo que hoy consideraríamos discriminación, sexismo o violen- cia de género, Las princesas también se tiran pedos, de Ilan Brenman, Ra- na por un día, de Teresa Aretzaga o La malvada infantita, de Carmen Santonja. Narraciones para niños Esa literatura oral que viene de antaño a la que fueron precisa- mente los Hermanos Grimm quie- nes le atribuyeron rango de narra- ciones para niños merced al título que dieron a su colección de más de doscientos relatos reunidos ba- jo el título de Cuentos para niños y del hogar (Kinder und Hausmär- chen), de la que ahora se cumplen dos siglos. Y a la que grandes dibu- jantes prestaron sus imágenes, co- mo Gustavo Doré a los de Perrault o Arthur Rackham a los de Ander- sen y a éstos de los Grimm, que ahora recupera la editorial Juven- tud, decana de las grandes colec- ciones de cuentos universales. “Con esta edición –explica Elodie Bourgeois– queríamos recuperar la esencia de nuestra colección ori- ginal Cuentos Universales y hacer un homenaje a los Hermanos Grimm y al maravilloso ilustrador Arthur Rackham, con un nuevo diseño de cubierta con grabados en seco. “En el fondo –sostenía uno de los estudiosos que mencionába- mos– los cuentos de hadas son una celebración de la vida. Encantan y fortalecen, y son hoy tan intempo- rales como lo fueron hace cientos de años”. Seve Calleja C Un viaje por los cuentos de hadas Homenaje a los hermanos Grimm El atractivo de los cuentos de hadas reside en la abundancia de aventuras y peripecias condensadas en un breve relato Blancanieves Cenicienta La Dama y el León La pastora de gansos Los hermanos Jacob y Wilhem Grimm

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Page 1: La pastora Un viaje por los cuentos de hadas

18 B i lbao

oincidiendo con el recientebicentenario de la primeraedición de los cuentos de

los Hermanos Grimm, que han in-mortalizado dos centenares de re-latos populares, la editorial Juven-tud para celebrar su 90 cumplea-ños ha querido recuperar la edi-ción que en 1935 recopilaba unatreintena de ellos, adornados conlas preciosas ilustraciones del bri-tánico Arthur Rackham.

Desde su remoto e incierto ori-gen, los cuentos tradicionales hanviajado de unos lugares a otros an-tes de quedar recogidos en anti-guas colecciones ya mencionadas,entre las que cabe destacar Cuentospara niños y del hogar, a la que aquíaludimos, editados en tres volúme-nes entre 1812 y 1822 y que conver-tiría a estos dos románticos alema-nes en padres del folclore univer-sal. Los Cuentos de Antaño, de Pe-rrault, los Cuentos populares rusos,recogidos por Afanasiev y, ya ennuestro entorno más cercano losrecogidos por los folcloristas y et-nólogos Azkue, Barandiaran, Bar-bier, Webster, Mari Aristia, J. Mª Sa-trustegui o Juan Manuel Etxeba-rria en el ámbito vasco o J. Mª Gel-benzu, J. Mª Merino y Antonio Ro-dríguez Almodóvar se suman a lalarga nómina de rastreadores deese folclore sin límites de edad nigeografía. Y quienes los estudianlos sitúan como hitos trascenden-tales del viaje de la infancia a la ma-durez, en cuyo trayecto el niño co-mienza por abandonar su nirvanamaternal para enseguida descu-brir el lado bueno y malo de sí mis-mo y de su entorno familiar. “Loscuentos de Grimm son parte denuestro legado cultural y quizás enla actualidad tienden a ser un pocorelegados o demasiado ‘versiona-dos’ –sostiene Elodie Bourgeois,responsable de la Editorial Juven-tud, que ha querido aunar la cele-bración del año Grimm y el 90º ani-versario de la editorial catalana–,una excusa perfecta para realizaruna edición ‘facsímil’ del libro ori-ginal de Cuentos de Grimm editadopor Juventud en 1935”.

La figura de la brujaY es que los cuentos de hadas

son, a decir de sus estudiosos, lospsicodramas de la infancia, el dra-ma vital disfrazado de fantasía. Suatractivo reside en la abundanciade aventuras y peripecias conden-sadas en un breve relato y su valorterapéutico, por el que el niño hade superar sus propios miedos, seconcentra en el esperado final fe-liz, que sólo se alcanza tras el com-bate, con la muerte de la bruja,

pues ella es la máxima encarnacióndel mal en todo cuento de hadas.Así, el norteamericano SheldonCashdan, defensor de su valor tera-péutico, defiende la pervivencia ynecesidad de los cuentos de hadascomo elemento de la formaciónpsicológica y moral de los niños. Y,apoyándose en un limitado corpusde relatos, que va de los más cono-cidos cuentos de hadas tradiciona-les, como estos que el libro recoge,La bella durmiente, Cenicienta, Blan-canieves o Los siete Cabritos y el Lobo, ahistorias más modernas como el Pi-nocho de Collodi, la Sirenita de An-dersen o El Mago de Oz, de FrankBaum, obras estas últimas a las queel autor otorga el mismo rango decuento de hadas, resalta como ele-mento esencial de este tipo de rela-tos la figura de la bruja en sus dife-rentes representaciones de ma-drastra, maga, reina maligna o per-versa madre: “La bruja tiene la ha-bilidad de colocar a la gente entrance de muerte y de devolverla ala vida con igual facilidad. Maga deexorcismos y confeccionadora depócimas mortíferas, tiene el poderde alterar la vida de la gente. Pocas

figuras de un cuento de hadas sontan poderosas o dominantes comola bruja”.Y para él son auténticoscuentos de hadas aquellos en quela bruja actúa y donde adquiereverdadero protagonismo, ya seaencarnada en madrastra o en falsausurpadora, como ocurre en Pasto-ra de gansos. Y no faltan las transfor-maciones fantásticas de un león enpríncipe, ni el menor de los herma-nos que, como Bobalicón en La rei-na de las abejas, es el único capaz desuperar todas las pruebas.

De animales y de lo sobrenaturalEsta modalidad de cuentos sue-

len clasificarse tradicionalmenteatendiendo a sus temas y motivoscentrales: unos son cuentos de ani-males (El Zorro y el Gato, Los sietecuervos…) y otros, la mayoría en es-te libro, cuentos maravillosos enlos que intervienen elementos so-brenaturales y transformacionesfantásticas. Son lo más genuinoscuentos de hadas y en ellos se danun conjunto de circunstancias o

funciones comunes (el abandonodel hogar, la prohibición, la perse-cución, el combate o el final felizterminado en el reconocimientodel héroe y en su boda). Porquesuele haber un héroe, a menudovíctima de un engaño, y junto a élun agresor, donde encaja la bruja, yun auxiliar o ayudante del héroe,que es el papel que cumplen las ha-das. Por eso la estructura de loscuentos suele ser siempre cerrada:consiste en una sucesión de peripe-cias que se cierran sobre sí mismas yterminan bien. Y se asemejan hastaen el estilo, hecho a base de fórmu-la, ya sea para empezar (“Érase que seera un viejo...”), para terminar(“...vivieron felices y comieron perdi-ces...”) o para hilar unas peripeciascon otras (“En esto que...”, “Cuandode repente...”, “A la mañana siguien-te...”). En esta clase de cuentos, másque en ningún otro, suelen ocuparun lugar destacado los valores mo-rales, casi siempre en la moraleja,que una veces está explícita y otras,implícita en el propio final feliz.

Por eso se comprende que hayabuenos y malos, débiles y podero-sos, sin apenas matices interme-dios.

Pero, ¿por qué en los cuentos haytantas madres que mueren prema-turamente?, ¿por qué los padrescon frecuencia son tan inútiles?,¿por que las princesas parecen tansumisas como hermosas? o ¿porqué deben morir las brujas? y ¿porqué en el reparto de papeles y fun-ciones son precisamente las muje-res –y princesas, hadas y brujas loson– las que se llevan la peor parte?Astucia, fuerza y coraje para ellos;sumisión, obediencia e ingenuidadpara ellas –y castigo si son brujas–.Son algunas de las preguntas que sehacen muchos investigadores de

cuentos. Y las responden segúnmomentos y funciones por las quedebe transcurrir la historia, como:la travesía a un paraje mágico, el en-cuentro con una presencia malva-da, la conquista mediante un com-bate y la celebración del encuentrofamiliar, la boda o la recompensa.Esto ha sido así en los relatos tradi-cionales, porque en las recreacio-nes modernas de los motivos fol-clóricos, las de la productora Dis-ney Pixar son buen ejemplo, la in-trépida arquera Merida (Brave) ola corajuda princesa Fiona (Shrek)rompen con esos viejos moldes.Porque, como en ese cine actual,abundan los cuentos desmitifica-dores de los motivos clásicos. Noson otra cosa los Cuentos infantilespolíticamente correctos, en los que suautor James Finn Garner reinven-ta con humor a Blancanieves, a Ca-perucita o a Cenicienta y los despo-ja de lo que hoy consideraríamosdiscriminación, sexismo o violen-cia de género, Las princesas tambiénse tiran pedos, de Ilan Brenman, Ra-na por un día, de Teresa Aretzaga oLa malvada infantita, de CarmenSantonja.

Narraciones para niñosEsa literatura oral que viene de

antaño a la que fueron precisa-mente los Hermanos Grimm quie-nes le atribuyeron rango de narra-ciones para niños merced al títuloque dieron a su colección de másde doscientos relatos reunidos ba-jo el título de Cuentos para niños ydel hogar (Kinder und Hausmär-chen), de la que ahora se cumplendos siglos. Y a la que grandes dibu-jantes prestaron sus imágenes, co-mo Gustavo Doré a los de Perraulto Arthur Rackham a los de Ander-sen y a éstos de los Grimm, queahora recupera la editorial Juven-tud, decana de las grandes colec-ciones de cuentos universales.“Con esta edición –explica ElodieBourgeois– queríamos recuperarla esencia de nuestra colección ori-ginal Cuentos Universales y hacer unhomenaje a los Hermanos Grimmy al maravilloso ilustrador ArthurRackham, con un nuevo diseño decubierta con grabados en seco.

“En el fondo –sostenía uno delos estudiosos que mencionába-mos– los cuentos de hadas son unacelebración de la vida. Encantan yfortalecen, y son hoy tan intempo-rales como lo fueron hace cientosde años”.

Seve Calleja

CUn viaje por los cuentos de hadas

Homenaje a los hermanos Grimm

El atractivo de los cuentos de hadas reside enla abundancia de aventuras y peripecias

condensadas en un breve relato

Blancanieves Cenicienta

La Dama

y el León

La pastora

de gansos

Los hermanos Jacob y Wilhem Grimm