la sierra de los esqueletos2

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DOMINGO 26 DE AGOSTO DE 2007 DIARIO DE BURGOS 17 Carlos Goicoechea, el joven prodigio del piano, en el archivo de Radio Clásica 22 Los lugares para perderse se detienen hoy en la Ribera del Duero 28Y29 constituyen un peligro para la se- guridad del monte en caso de vol- ver a ocurrir una tragedia similar. Aunque el suelo de la sierra es- tá en buenas condiciones y ya hay bastante vegetación, muy pocos árboles han recuperado el verde. Se alzan negros y desnudos, como esqueletos en pie, creando un pa- norama desolador que entristece a quien conoce el esplendor que hace unos años lucía esta ladera. Un rastro que permanece ahí, recordándonos las consecuencias de lo que fue y, ahora, después de lo sufrido, es cuando la Sierra está pidiendo a gritos ayuda pero, co- mo siempre, cuando toca com- prometerse hay quien no quiere oír. Incendio de la Tesla. El desastre natural que tu- vo lugar en esta sierra de la Merindad de Cuesta Urria en el año 2003 arrasó más de 1.000 hectáreas de terreno arbolado. Hoy, cuatro años más tarde, el rastro del fuego sigue patente, pues, como no se ha realizado ninguna labor de repoblación, el pai- saje está invadido por árboles calcinados. / FOTOS: VALDIVIELSO

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pidiendoagritosayudapero,co- mosiempre,cuandotocacom- prometersehayquiennoquiere oír. volugarenestasierradelaMerindaddeCuestaUrriaenelaño 2003arrasómásde1.000hectáreasdeterrenoarbolado. Hoy,cuatroañosmástarde,elrastrodelfuegosiguepatente, pues,comonoseharealizadoningunalaborderepoblación,elpai- sajeestáinvadidoporárbolescalcinados. /FOTOS:VALDIVIELSO esqueletosenpie,creandounpa- noramadesoladorqueentristece aquienconoceelesplendorque haceunosañoslucíaestaladera. 28 Y 29

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Page 1: la sierra de los esqueletos2

DOMINGO 26 DE AGOSTO DE 2007 DIARIO DE BURGOS

17

Carlos Goicoechea, el jovenprodigio del piano, en elarchivo de Radio Clásica 22

Los lugares para perdersese detienen hoy en laRibera del Duero 28Y29

constituyen un peligro para la se-guridad del monte en caso de vol-ver a ocurrir una tragedia similar.

Aunque el suelo de la sierra es-

tá en buenas condiciones y ya haybastante vegetación, muy pocosárboles han recuperado el verde.Se alzan negros y desnudos, como

esqueletos en pie, creando un pa-norama desolador que entristecea quien conoce el esplendor quehace unos años lucía esta ladera.

Un rastro que permanece ahí,recordándonos las consecuenciasde lo que fue y, ahora, después delo sufrido, es cuando la Sierra está

pidiendo a gritos ayuda pero, co-mo siempre, cuando toca com-prometerse hay quien no quiereoír.

Incendio de la Tesla. El desastre natural que tu-vo lugar en esta sierra de la Merindad de Cuesta Urria en el año2003 arrasó más de 1.000 hectáreas de terreno arbolado.Hoy, cuatro años más tarde, el rastro del fuego sigue patente,pues, como no se ha realizado ninguna labor de repoblación, el pai-saje está invadido por árboles calcinados. / FOTOS: VALDIVIELSO