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La arquitectura bizantina 1 se desarrolló en el espacio de tiempo comprendido entre los reinos de Constan- tino (306–337) y Justiniano (527–565) cuando las Iglesias de Oriente y Occidente aún no estaban sepa- radas, ni todavía habían ejercido su influencia sobre formas arquitectónicas definidas y diferentes, màs bien padecían influencias latinas. 2 Con el traslado de la sede del imperio de Roma a Bisanzio, llamada también «nueva Roma» y que tomará desde ese mo- mento con el nombre de Constantinopla por el empe- rador Constantino el Grande, se concreta el proceso de división del Imperio Romano, ya encaminado ad- ministrativamente en año 285 por Diocleciano (284–305) para facilitar el control del vasto territo- rio. 3 Teodosio dividió al morir (395) el imperio entre sus dos hijos, confiando a Honorio las prefecturas del Occidente, con capital Rávena en el año 404, 4 y a Ar- cadio las prefecturas del Oriente, con capital Cons- tantinopla. Desde ese momento las dos partes del im- perio romano siguen destinos diferentes: la parte occidental inicia una lenta decadencia hasta la sumi- sión de los invasores bárbaros en año 476, la parte oriental se consolida dando vida al imperio bizantino (395–1453) y a la civilización bizantina que sucumbe sólo en año 1453 con la invasión de Constantinopla por los turcos. La organización del Imperio de Orien- te toma por base las reformas que en la constitución y administración del Imperio Romano impusieron Diocleciano y Constantino y que se mantuvieron por mucho tiempo con algunas variaciones administrati- vas y legales dictadas por Justiniano. ELEMENTOS CONSTRUCTIVOS Las cimentaciones de los edificios bizantinos estan realizadas a una profundidad que varía de 1,50 a 2,00 m del nivel de tierra, los arquitectos sabían que mientras más profundas eran las cimentaciones de un edificio, mayor era su adherencia al terreno y por tanto más seguro el edificio mismo en caso de terre- moto. Los muros de las cimentaciones, realizados de piedras y ladrillos con espesor de 25 cm, se elevan sobre una plataforma artificial que nivela el terreno irregular y está realizada con argamasa y ladrillos ro- tos sobre el fondo de la excavación. Además de las cimentaciones de los muros estructurales los bizanti- nos hacían dos muros de fundación transversales, que servían de base a las columnas libres o a las su- periores. Sobre cada muro de cimentacion se apoya- ban dos vigas paralelas de madera, revestidas de ar- gamasa de cal de buena calidad, que en el encuentro se fijaban con clavos de hierro, formando una parrilla que servía para hacer más rígida y estable la cimenta- cion misma. En los espacios residuos generalmente se comprimían piedras toscas sin argamasa, donde podía circular el aire, y hacían de barrera al vapor de- bajo del suelo de mármol (figs. 1 y 2). En el ámbito de esta tecnología romana el ladrillo asume una importancia y una dignidad desconocidas en occidente, convirtiéndose en el elemento más im- portante de la construcción bizantina; del punto de vista estructural la arquitectura bizantina atribuyó al ladrillo un papel de mayor importancía que en prece- La técnica constructiva en la arquitectura bizantina. Dos ejemplos italianos: San Vitale de Rávena y la Católica de Stilo Roberto Crescente Carlos Alberto Cacciavillani Actas del Cuarto Congreso Nacional de Historia de la Construcción, Cádiz, 27-29 enero 2005, ed. S. Huerta, Madrid: I. Juan de Herrera, SEdHC, Arquitectos de Cádiz, COAAT Cádiz, 2005.

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La arquitectura bizantina1 se desarrolló en el espaciode tiempo comprendido entre los reinos de Constan-tino (306–337) y Justiniano (527–565) cuando lasIglesias de Oriente y Occidente aún no estaban sepa-radas, ni todavía habían ejercido su influencia sobreformas arquitectónicas definidas y diferentes, màsbien padecían influencias latinas.2 Con el traslado dela sede del imperio de Roma a Bisanzio, llamadatambién «nueva Roma» y que tomará desde ese mo-mento con el nombre de Constantinopla por el empe-rador Constantino el Grande, se concreta el procesode división del Imperio Romano, ya encaminado ad-ministrativamente en año 285 por Diocleciano(284–305) para facilitar el control del vasto territo-rio.3 Teodosio dividió al morir (395) el imperio entresus dos hijos, confiando a Honorio las prefecturas delOccidente, con capital Rávena en el año 404,4 y a Ar-cadio las prefecturas del Oriente, con capital Cons-tantinopla. Desde ese momento las dos partes del im-perio romano siguen destinos diferentes: la parteoccidental inicia una lenta decadencia hasta la sumi-sión de los invasores bárbaros en año 476, la parteoriental se consolida dando vida al imperio bizantino(395–1453) y a la civilización bizantina que sucumbesólo en año 1453 con la invasión de Constantinoplapor los turcos. La organización del Imperio de Orien-te toma por base las reformas que en la constitucióny administración del Imperio Romano impusieronDiocleciano y Constantino y que se mantuvieron pormucho tiempo con algunas variaciones administrati-vas y legales dictadas por Justiniano.

ELEMENTOS CONSTRUCTIVOS

Las cimentaciones de los edificios bizantinos estanrealizadas a una profundidad que varía de 1,50 a 2,00m del nivel de tierra, los arquitectos sabían quemientras más profundas eran las cimentaciones de unedificio, mayor era su adherencia al terreno y portanto más seguro el edificio mismo en caso de terre-moto. Los muros de las cimentaciones, realizados depiedras y ladrillos con espesor de 25 cm, se elevansobre una plataforma artificial que nivela el terrenoirregular y está realizada con argamasa y ladrillos ro-tos sobre el fondo de la excavación. Además de lascimentaciones de los muros estructurales los bizanti-nos hacían dos muros de fundación transversales,que servían de base a las columnas libres o a las su-periores. Sobre cada muro de cimentacion se apoya-ban dos vigas paralelas de madera, revestidas de ar-gamasa de cal de buena calidad, que en el encuentrose fijaban con clavos de hierro, formando una parrillaque servía para hacer más rígida y estable la cimenta-cion misma. En los espacios residuos generalmentese comprimían piedras toscas sin argamasa, dondepodía circular el aire, y hacían de barrera al vapor de-bajo del suelo de mármol (figs. 1 y 2).

En el ámbito de esta tecnología romana el ladrilloasume una importancia y una dignidad desconocidasen occidente, convirtiéndose en el elemento más im-portante de la construcción bizantina; del punto devista estructural la arquitectura bizantina atribuyó alladrillo un papel de mayor importancía que en prece-

La técnica constructiva en la arquitectura bizantina. Dosejemplos italianos: San Vitale de Rávena y la Católica de Stilo

Roberto CrescenteCarlos Alberto Cacciavillani

Actas del Cuarto Congreso Nacional de Historia de la Construcción, Cádiz, 27-29 enero 2005, ed. S. Huerta, Madrid: I. Juan de Herrera, SEdHC, Arquitectos de Cádiz, COAAT Cádiz, 2005.

dencia, porque era un material de poco peso y extre-madamente adaptable.

El ladrillo se usaba no sólo para las construccionesde los muros, sino también para construir arcos, bó-

vedas, cúpolas, y revestir las fachadas de los edifi-cios. Las dimensiones de base de los ladrillos no sonlas mismas en las diferentes localidades del imperio,en Constantinopla se fabricaban ladrillos cuadradosde 35 a 38 cm de lado y con un espesor de 4 a 6 cm,es decir un poco más grande que los normales ladri-llos romanos, en Rávena fueron rectangulares de 48cm de largo, con un espesor de 4 cm; tenían la super-ficie plana lisa y los ladrillos colocados de testa y asardinel tenían las superficies asperas para tener unamayor adherencia con la argamasa y obtener una ma-yor resistencia. Generalmente el ladrillo usado en lasparedes de edificios civiles tiene dimensiones dife-rentes de aquellas de casas parroquiales y eso es de-bido al hecho que a menudo son usados ladrillos derecolocación, fragmentados y partidos, más económi-cos que los ladrillos nuevos que exigían una cocciónmás esmerada, extraídos de edificios romanos caídosen desuso y que se convertían en canteras de materia-les de construcción.

Una producción continuada de ladrillos se registraa partir del siglo XII, con un módulo de base, tardobizantino, que tiene una nueva forma correspondien-te a una parte del sesquipedale romano, conseguidatrazando una línea paralela a los lados cortos a untercio del lado largo, y cuya medida es de 28 ó 29por 12 ó 13, por 4 ó 5 cm, ideal por su medida y pesopara poder ser levantado con una sola mano. Los la-drillos eran producidos según una antigua técnica he-redada de los romanos: la arcilla extraída se colocabaen fosas poco profundas mezclada con agua y traba-jada con picos o pies, después de una semana el ba-rro mezclado con paja y cal era puesto en moldes demadera sin fondo, apoyados sobre una superficie ydejados a secar, cuando los ladrillos estaban secos secocían dentro de hornos construídos en fosa a 800°de temperatura (figs. 3 y 4).

A pesar del predominante empleo del ladrillocomo material constructivo, en algunas regiones delimperio bizantino continuaba usándose la piedracomo material de construcción: el empleo del ladrilloprevalece en Constantinopla, en Tesalónica, en Ma-cedonia, en Asia Menor, mientras que la piedra esusada en Grecia continental y en Siria.

La selección entre los dos materiales de construc-ción dependía de la posibilidad de hallarlos fácilmente,por economía de la construcción se usaba la piedracuando se encontraba al alcance, y el ladrillo en todolos demás lugares en particular en los núcleos urbanos.

298 R. Crescente, C. A. Cacciavillani

Figura 1Stilo, Católica, planta de las fundaciones

Figura 2Stilo, Católica, prospecto Este

La piedra tosca es partida en varias dimensiones yluego cementada, sólo raramente se usa piedra corta-da en forma regular, generalmente se trata de piedrascalcáreas irregularmente cortadas, usadas para murospero también para jambas de las puertas externas einternas, y para la decoración de los edificios (figs. 5y 6).

El mortero bizantino, dicho en Italia calcina, es unmortero aéreo, constituído por agua, cal y arena, uni-das ordinariamente con material inerte, generalmenteconstituido por pedazos de tejas picadas y fragmen-tos de ladrillos, con un espesor de 15 mm en cantida-des muy abundantes que le otorgan un particular co-lor rojizo usado para dar efectos decorativos a lasconstrucciones de prestigio. Los componentes delmortero varían en función de la diferencia geográficay ofrecen una gran variedad en la composición de las

La técnica constructiva en la arquitectura bizantina 299

Figura 3Stilo, Católica, análisis de la albañilería externa

Figura 4Rávena, San Vitale, análisis de la albañilería externa

Figura 5Rávena, San Vitale, capiteles y almohadillas cúbicos y acesto o a canasta

Figura 6Stilo, Católica, material de recuperación, en las bíforas dela cúpula central se pueden observar los materiales de recu-peración utilizados

argamasas: fragmentos pequeños de piedras, mineralen polvo, incluyendo pequeños trozos de carbón ve-getal. El origen del mortero es romano, las corpora-ciones romanas de ladrilleros desplazadas en todo elimperio fundirán la cultura romana con las tradicio-nes locales. Se usaron generalmente cales obtenidaspor la cocción de los mármoles o areniscas, con me-nos de tres años de extinción. La cal se hacía endure-cer en grandes fosos de extrusión, cuando tenía queser usada se unía agua lo suficiente para reducirla enpolvo, con esto se hacían capas de 4 a 5 cm sobre su-perficies de arena o de tejas apiladas, todo ello se co-cinaba para tener una mezcla homogénea.

El mortero bizantino es por composición y calidadinferior con respecto al romano, no tiene propiedadeshidráulicas porque no es empleada la puzolana, deri-vada de tobas volcánicas alteradas, por consiguientese pierde la utilísima propiedad de retener el agua deamasijo también al contacto con materiales higrosco-picos como los ladrillos y se consigue así la pérdidade alta resistencia a compresión en las albañileríasbizantinas.

El mortero de cal también es usado para enlucir lassuperficies externas de las albañilerías en las islas yen las costas, más expuestas a los vientos y a la hu-medad marina, con colores vivaces, rojo, rojo obscu-ro, amarillo y celeste para las iglesias de Grecia yblanco para las cúpulas de los edificios de las islas.

El elemento caracteristico de la albañilería bizanti-na es el alto espesor de la junta entre las hileras depiedra y ladrillos. Mientras en los edificios romanosen el período imperial la capa de la junta de morteroes de 3 a 4 cm, era más sutil que los ladrillos de 4 a 6cm, en aquellos bizantinos ocurre lo contrario, con elpaso de la junta-ladrillo, hasta tener un espesor de 5 a7 cm. El mortero de cal representa por lo tanto losdos tercios del volumen total. La interpretación co-rriente explica este espesor en términos económicos,la mayor altura de la junta permitía, en efecto, el em-pleo de un menor número de ladrillos y por lo tantose conseguía una contracción de los costos.

En realidad existen otras explicaciones de natura-leza técnica y estructural que llevaron al aumento dela relación media junta-ladrillo de 1:1 en el siglo IVa 3:2 en el siglo VI. El elemento de unión para con-servar su fuerza tiene que contener permanentemen-te una cantidad significativa de agua, el ladrillo ás-pero y poroso absorbe una gran cantidad agua, porconsiguiente mayor es la capa de argamasa, mayor

es la cantidad restante no absorbida por el ladrillo.Además, una junta de mortero demasiado sutil sehabría podido secar sin haberse fraguado, o habríapodido crear un paramento demasiado rígido, quemal se adaptaba al cedimiento bajo carga, y a la con-tracción volumétrica del núcleo de mortero interior,consiguiente al endurecimiento del elemento deunión.

300 R. Crescente, C. A. Cacciavillani

Figura 7Rávena, San Vitale, particular de la textura mural

Figura 8Stilo, Católica, particular de la textura mural

El aumento de espesor de la junta aunque otorgauna mayor plasticidad al muro, va en detrimento desu resistencia mecánica con efectos deletéreos sobrela cortina de ladrillos, se adoptaron entonces algunosrecursos:

– poner los inertes de mayores dimensiones en lamezcla que también alcanzan la altura de lajunta misma, en San Vitale se ven fragmentosde alabastro hasta de 3 cm, que resisten alaplastamiento también en ausencia de una per-fecta cohesión entre las partes, estos pero nogarantizando un sellado adecuado permiten laerosión de los agentes atmosféricos y facilitanel crecimiento de vegetales;

– aumentar la cantidad de mortero de cal en laalbañilería, multiplicando el número de juntasentre los inertes informes a vista que hacen desubrogado a los ladrillos, y dan un mayor efec-to decorativo.

Contrariamente a la tradición romana, el exteriorde las iglesias bizantinas se inspira en criterios de ab-soluta austeridad, fueron raros los revoques y már-moles.

La mayor diferencia de la albañilería romana estáen la diferente concepción estructural de la cortinalaterizia, mientras en el muro romano tiene un papelsecundario de caja; el conglomerado del mortero decal hidráulica y el inerte del núcleo tienen una fun-ción estructural primaria. En la pared denominadaa sacco el núcleo interno de pedrisco y cal viva noforma una masa homogénea y apretada, los trestos de15 a 20 cm de espesor son echados en la mezcla enun desorden absoluto, fundamental entonces es el re-vestimiento externo de piedra y ladrillos, sin el cualel muro tiende a disgregarse, ésto explica la impor-tancia de las hileras de ladrillos colocado a tizón, queconcadenan las dos paredes y balancean la escasa co-hesión interna.

El método normal de construir un muro consistióen levantar en primer lugar las caras externas, forma-das de elementos de piedra escuadradas de formamás larga que ancha, dispuestas en hileras horizonta-les. El espacio intermedio era llenado por pequeñaspiedras con una gran cantidad de mortero. Cuando laconstrucción alcanzaba la altura variable entre 1,5 y3 m se colocaba una faja compacta de ladrillos, gene-ralmente 5 hileras, unos 40 cm a lo largo de toda la

pared. Los ladrillos recogen las fuerzas heterogéneasde la albañilería superior y las descargan vertical-mente, aumentando la resistencia del muro en las ac-ciones horizontales. Luego el proceso se repetía, pormódulos consecutivos de 5 hileras de ladrillos y 5 hi-leras de piedras. Después de cada módulo se coloca-ba en la capa de mortero la estructura de los anda-mios de la construción del muro. Cuando seterminaba el trabajo se retiraban los andamios y loshuecos se llenaban con mortero. En cada hilera de la-drillos se colocaban piedras de punta, que llegaban alnúcleo interno, dando mayor rigidez a la pared. Poreste objetivo también fueron empleados largos tubosfittili o los ladrillos en una, dos o tres hileras en elmuro cloisonnè.

Las paredes bizantinas se distinguen de la arqui-tectura occidental por una particularidad cuyo origense remonta a las más antiguas paredes micénicas: elempleo de viguetas, losas de recuperación o transver-sales de madera incorporados dentro de las paredes,éstos cementados con mortero y pedrisco asumenuna valencia constructiva en el reparto de las cargassobre los muros inferiores (fig.9 y 10).

Las características de la albañilería responde tantoa la diversidad de los materiales empleados, varia-bles de región a región, como a las tradiciones loca-les. La típica albañilería bizantina es mixta: de piedra

La técnica constructiva en la arquitectura bizantina 301

Figura 9Stilo, Católica, columna procedente de las ruinas del anti-guo Stilida

y ladrillos, generalmente tres hileras de piedra y cin-co de ladrillos, de variada calidad y color, empleadaen Constantinopla, en la costa de Asia Menor, y enlos Balcanes, en las zonas montañosas o pedregosascomo Siria, Palestina, Grecia y Armenia, se usan laspiedras escuadradas, a veces alternada con hileras deladrillos, luego esta técnica se desarrollada y cada su-perficie de piedra era enmarcada por sutiles elemen-tos en ladrillo, el cloisonnage deuterobizantino, quetambién desarrolla una útil función de reparto de lascargas y mayor cohesión entre paramento y llenado,los bizantinos entendieron que para evitar contrac-ciones diferentes entre estas dos partes del muro tení-an que dar al volumen una igual cantidad de mortero;cuando no se usaban piedras de corte se empleabansimples guijarros que se intercalaban también contres hileras de ladrillos, de este modo redujeron elriesgo de hundimientos por falta de cohesión de loscomponentes.

En ciertos períodos y en las zonas arcillosas comoen Constantinopla y en el Exarcado de Rávena, seconstruyen exclusivamente muros de ladrillos, en po-siciones horizontales, sin fines decorativos, sólo apartir del siglo XI los bizantinos comenzaron a crear

elegantísimos motivos ornamentales con complejosjuegos de ladrillos, puestos en diagonal, a diente desierra, a zig-zag o a espina de pez, y a veces con pe-queñas partes de cerámica pintada, como en Athos,logrando así el máximo efecto posible. En la épocade Justiniano encontramos un tipo característico detécnica: la parte más baja del muro, hasta la impostade los arcos, es de piedra y la parte superior de ladri-llos, interrumpidos por hileras de bloques lapídeoscon intervalos de cerca de 1,80 m. Desde el siglo XItambién se afirma la tipología de las hileras alterna-damente escondidas, en las cuales a cada hilera a lavista en ladrillos correspondía una hilera hundida ycubierta por el mortero de modo que dilatara signifi-cativamente el espesor de la junta aparentementedesproporcionada, la junta es igual al espesor del la-drillo ocultado más dos veces aquel de la junta efec-tiva de mortero.

Elemento léxical destinado a representar la típicaalbañilería de ladrillos a vista es el retroceso progre-sivo de los planos a través del empleo de arcos de-gradantes, con los ladrillos dispuestos a sardinel ytesta, en posición horizontal y en vertical, sobre pla-nos distintos.

LA OBRA DE CONSTRUCCIÓN BIZANTINA

En el período bizantino hubo dos tipos de arquitec-tos: el mechanikos o mechanopoios que fue el másimportante y el farchitekton. El primero tenía amplioconocimiento de matemática, (geometría, aritmética,astronomía y física) y una buena formación práctica(arte del cincel, de la técnica mural, de la carpintería,de la pintura y del empleo manual de estas profesio-nes). Respecto al segundo tenía una posición socialelevada y aplicaba tarifas mayores. El farchitektontrabajaba como instructor profesional y recibía remu-neraciones modestas, equiparado también a nivel delos artesanos que suplieron de maestros constructoreso capataces, y fueron muy populares en el mundo bi-zantino. También los maestros de obras y los topó-grafos fueron tenidos en buena consideración al igualque los arquitectos y los ingenieros. Por debajo delos capataces existían los artesanos especializados,que pertenecían a la clase plebeya y percibían poresto remuneraciones bajas. Además pertenecieron aesta clase los artesanos de la piedra, los constructoresde ladrillos y tejas, los enlucidores, los herreros, los

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Figura 10Stilo, Católica, particular de la albañilería

carpinteros, los pintores, los mosaiquistas y los alba-ñiles. Todos estos artesanos pertenecían a los colle-gia, corporaciones obreras hereditarias organizadaspara el control de los trabajos ediles y sometidas alcontrol de los Prefectos. Generalmente cada figuraprofesional recibía un sueldo diario proporcionado ala categoría de pertenencia y en algunos casos tam-bién la comida. A los trabajos de edificación contri-buían gratuitamente los habitantes del lugar. En lasintervenciones de propaganda imperial se empleabamano de obra especializada, seleccionada en todo elimperio y collocada según las necesidades construc-tivas de las obras. Del estudio del material epigráficoresulta que los obispos y los emperadores eran losmás importantes patrones de las artes, erigían lasiglesias con sus proprios recursos o con el dinero delas diócesis, o persuadiendo por ello a los fieles másricos.

SAN VITALE DE RÁVENA Y LA CATÓLICA DE STILO

Dos ejemplos italianos que bien denoten la técnicabizantina son San Vitale en la ciudad de Rávena enEmilia Romagna y la Católica en la ciudad de Stiloen Calabria.

San Vitale fue iniciado por el obispo Ecclesio enel año 525 d.C., de regreso de una misión en Cons-tantinopla siguiendo al Papa Giovanni I; la construc-ción fue consagrada en el año 547 d.C. La forma dela planta es un octágono cuyo interior es de 16,85 m,inscrito en un octágono externo de 35 m; el abside hasido concebido hábilmente de modo que se abre di-rectamente sobre un lado del octágono mientras lasotras siete arcadas presentan columnas puestas en se-micírculo, sobre el cual se encuentra programado elmatroneo según la costumbre de las iglesias orienta-les. El nártex de la entrada no está puesto en eje conel presbiterio. La cúpula mide 16,5 m de diámetro y28 m de altura y está construida con el método de lostubos huecos de arcilla (fig. 11) la misma está prote-gida externamente por una cobertura a pabellón enforma piramidal con base octagonal. El empalme en-tre la planta octagonal y la cúpula de forma circularse resuelve con trompas. El edificio está construidode ladrillos rojos largos y sutiles, dichos giulianei,usados en Rávena sólo por Juliano Argentario y mi-den 48 × 4 cm; la albañilería es a costal con ladrillosdispuestos de cabeza en forma horizontal alternados

con espesas juntas de 4 cm de mortero de cal aérearojiza, a causa de la presencia del ladrillo molido.

En nuestro relevamiento hemos encontrado las si-guientes medidas: en la cortina interna los ladrillosmiden de 32 a 48 × 4 cm de argamasa, mientras alexterior miden 50 × 4cm y 4,5 cm de argamasa. Al

La técnica constructiva en la arquitectura bizantina 303

Figura 11Rávena, San Vitale, planta

Figura 12Rávena, San Vitale, prospecto

interior las columnas son de mármol, con capiteles yalmohadilla cúbicos o a canasta; los pilares y las pa-redes interiores de la iglesia estan revestidas de már-mol, hasta la altura de los capiteles de las columnasinferiores; estas losas de mármol estan puestas a es-pejo de modo que las vetas se encuentran en el cen-tro creando motivos en forma de cuadriláteros.

Una reciente investigación, efectuada por el arque-ólogo F. Cuteri, por el prof. D. Franco, por el arqui-tecto. G. Metastasio ha localizado sobre el territoriode Stilo algunos sitios de civilización rupestre; enparticular, dieciséis grutas localizadas en la masa cal-cárea del monte Consolino, en línea con la Católica,referidos al llamado laureto de Stilo y a las migracio-nes monásticas de los siglos VII y VIII. En Calabria,fueron tres las oleadas de estas migraciones:

– Siglos VII y VIII: primera migración de mon-jes siro-mechitas, procedentes de Siria, Palesti-na, Egipto, perseguidos por los árabes, fueronpromovedores de un monaquismo anacorético;

– Siglos VIII y IX: segunda migración en conse-cuencia de la persecución iconoclasta;

– Siglos del IX al XI: tercera migración caracte-rizada por un notable aflujo de iconos orienta-les; grupos de monjes que dejaron Sicilia inva-dida por los árabes y que se localizaron más aNorte, respecto al primero que se dirigió haciaReggio Calabria, el Aspromonte y la ladera jó-nica meridional.

Después de un primer período de misticismo abso-luto fueron constituyendo en cada parte de Calabrianúcleos propulsores de actividad monástica (ceno-bios). Junto a ellos surgieron iglesias de molde orien-tal. En Calabria, el ejemplo más completo y sugesti-vo es la Católica de Stilo. Aparece engastada en lasfaldas del monte Consolino, adosada a la pared roco-sa.5

Acerca de la datación de la iglesia, el abanico dehipótesis avanzado por varios estudiosos es muy am-plio, se lo extiende del siglo IX al XIV. Las argu-mentaciones que desplazan hacia adelante la data-ción contrastan con el hecho que el monaquismobasiliano se encaminaba al final.

– antes del siglo X, según Consulo;– durante el siglo X, según Squillace, De Ange-

lis, D’Ossat y Russo, que establecen esta fechaconfrontándola con la pequeña iglesia bizanti-na de Sottera;

– durante la segunda mitad del siglo X, según DiDario Guida en base a la fecha de la primeracapa de frescos;

– entre el siglo X y el siglo XI, según Orsi yDiehl;

304 R. Crescente, C. A. Cacciavillani

Figura 13Stilo, Católica, planta

Figura 14Stilo, Católica, prospecto

– entre el siglo XI y los primeros años del sigloXII, según Freshfield, Krautheimer, Bozzoni yTaverniti, cuando este territorio estuvo bajo eldominio de Bizancio;

– entre los siglos XII y XIII, según Minuto y Or-landos, comparándola con las construccionesde cinco cúpulas del Peloponneso.6

Controvertido también es el problema del destinooriginario y las funciones en ella desarrolladas.

– iglesia madre de Stilo, de donde katholicon,según Bertoux,

– iglesia eremítica, oficiada por un único basilia-no, que vivió aquí en oración, según Orsi. Tesidenegada por algunos estudiosos en considera-ción de la mole arquitectónica, la riqueza delos frescos en contraste con la pobreza de unaiglesia eremítica;

– iglesia parroquial, según Capialbi;

– iglesia de un monasterio en gruta, activo en lasvecindades, conexa con una serie de loas basi-lianas, según Venditti.

Vistas en un arco de tiempo más amplio podríanser válidas todas las hipótesis.7

La planta es de forma cuadrada cubierta con cincocúpulas sobre tambores cilíndricos, de las cuales lacentral, más alta, está sostenida por cuatro columnas.La unidad de medida es el pie bizantino; los lados in-ternos del cuadrado de la planta miden de 6,08 m a6,14 m; en cambio la parte externa mide 7,56 m laiglesia posee tres ábsides ubicados sobre el ladooriental.

Las cimentaciones de la Católica de Stilo estáconstruida en buena parte sobre la desnuda roca,mientras, la parte oriental está sostenida por un muroconstruido en piedra y ladrillo, reforzados por trescontrafuertes. El empleo de la piedra natural hace demediación entre la estructura de ladrillo del edificioy la roca de la montaña, de la que retoma la trama yel color, pero de la que se distingue por la geométricaconformación artificial. Los contrafuertes, que sos-tienen los ábsides, no están puestos en corresponden-cia con los muros perimetrales y tampoco en los pun-tos de descarga de las bóveda, o en relación con elmódulo de los ábsides; además el intereje de ellos noes igual. Tal anomalía es justificada por la existencia,quizás, de una anterior construcción cristiana de lacual la Católica habría ocupado el sitio.

El edificio, construído por grandes ladrillos irregu-lares, el uso del ladrillo en Stilo, hace pensar en ne-xos con Grecia. Los muros perimetrales tienen un es-pesor medio de 70 cm, no a sacco, y los ladrillos quelos componen, alcanzan a medir 50 × 25 × 10 cm, es-tán puestos de cabeza, en hileras regulares, unidaspor morteros. De las cuatro columnas centrales, tresson de mármol y una de piedra y los capiteles, detipo paleo-bizantino, tienen la forma de pirámidetrunca con perfil hinchado y nervaduras en relieve.

Por cuánto concierne las técnicas constructivasadoptadas para la construcción de la Católica y elempleo de los materiales, resulta que ellos padeceninfluencias autóctonas claramente diferentes, conrespecto de las de Rávena. En Stilo y en Rávena aun-que si el material principal utilizado en la construc-ción es el ladrillo son bien diferentes ya sea por laforma y por las dimensiones.

La técnica constructiva en la arquitectura bizantina 305

Figura 15Stilo, Católica, particular de la cúpula central

NOTAS

1. El término «bizantino» se refiere al estilo que tuvo suorigen en Bisanzio y, generalmente, en el Imperio Ro-mano de Oriente, después que Constantino trasladó allíla capital del Imperio Romano en año 330 d.C.

2. «A la división política entre oriente y occidente tam-bién sigue la escisión de la Iglesia, dividida por el mo-vimiento iconoclasta que culmina con el Cisma de1054. Temiendo que el culto excesivo de las imágenesanimara la idolatría, el emperador León III prohibiócualquiera representación de formas humanas o animal,a causa de esta lucha iconoclasta la arquitectura de lasiglesias orientales se cristaliza en el tiempo y se en-cuentran figuras pintadas pero no estatuas como toda-vía hoy en las iglesias griegas ortodoxas, mientras quela arquitectura de las iglesias occidentales cambia en laEdad Media para conformarse con las exigencias de losrituales en la Europa occidental». Fletcher, B. 1927.

Storia dell’architettura secondo il metodo comparato,292. Milano.

3. «Constantino retomó la tentativa iniciada por Diocle-ciano de proveer a una adecuada forma de gobierno ci-vil y protección militar para el vasto imperio, peromientras Diocleciano queda en occidente e instituyeotras tres sedes de gobierno además de Roma, Constan-tino lleva la capital de Roma a Bisanzio reconociendo asu posición central en el imperio un mayor valor políti-co». (Fletcher 1927, 295).

4. «Cómo capital del imperio romano de occidente Rave-na tuvo una notable floración en campo arquitectónicoque contínua cuando en el 438 se convierte en sede ar-zobispal y cuando desde el 584 al 752 fue sede delExarcado». (Fletcher 1927).

5. (Fletcher 1927, 20).6. (Fletcher 1927, 37–41).7. (Fletcher 1927, 42–45).

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