la tutorÍa acadÉmica en los bachilleratos tecnolÓgicos agropecuarios de...
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LA TUTORÍA ACADÉMICA EN LOS BACHILLERATOS TECNOLÓGICOS
AGROPECUARIOS DE VERACRUZ
Liliana Josefina Rodríguez-González (1)
, Manuel Villarruel Fuentes (2)
(1)
Centro de Bachillerato Tecnológico Agropecuario No. 17. Ver., Méx.
[email protected]. (2)
Tecnológico Nacional de México-Instituto Tecnológico de Úrsulo Galván, Ver., Méx.
Resumen. En un escenario en donde la educación se asume integral, asociada al desarrollo
humano y al proceso evolutivo de las sociedades emergentes, el siglo XXI retoma ideales
educativos orientados hacia el desarrollo de habilidades y destrezas, denominadas como
competencias. En medio del caos que ello representa, una iniciativa se muestra como
dominante: el acompañamiento tutorial. Es así como en el Nivel Medio Superior en
México, particularmente en los Centros de Bachillerato Tecnológico Agropecuarios, se
implementó el Sistema Nacional de Tutorías Académicas (SiNaTA), dentro del Programa
Síguele, Caminemos Juntos (SEP, 2011), considerada una estrategia toral para alcanzar el
acompañamiento integral en los jóvenes bachilleres. Sobre esta base, el presente estudio
presenta los resultados de una evaluación diagnóstica, de carácter exploratorio-descriptivo,
realizada en tres planteles del Subsistema Tecnológico Agropecuario de Veracruz, México,
vinculada a las variables género, promoción de hábitos de estudio, actividades de
aprendizaje y extraescolares, actividades planeadas en conjunto con el tutor y los padres de
familia, la trayectoria académica de los tutorados y sus capacidades y expectativas, así
como a la evaluación final. Los resultados mostraron que el programa SiNaTa desplegado
dentro de los planteles (CBTa´s) operó con relativo éxito, mostrándose diversas áreas de
oportunidad que debe ser atendidas en futuros programas tutoriales, particularmente en los
rubros de trabajo extraescolar y la tutoría individual del maestro-tutor. Adicionalmente se
requiere un mayor acercamiento con los padres de familia.
Palabras clave: SiNaTA, maestro-tutor, estudiantes-tutorados.
Abstract. In a scenario where education is assumed integral, associated with human
development and the evolutionary process of emerging societies, the 21st century retakes
educational ideals oriented towards the development of skills and skills, called
competencies. In the midst of the chaos that this represents, an initiative is shown as
dominant: the tutorial accompaniment. It is as well as in the upper middle level in Mexico,
particularly in the centers of agricultural Technological Baccalaureate, implemented the
national system of Academic tutoring (SiNaTA), within the program follow, we Walk
Together (SEP, 2011), considered a Toral strategy to achieve the integral accompaniment in
the youngs of high School. On this basis, the present study presents the results of a
diagnostic evaluation, exploratory-descriptive, carried out on three campuses of the
agricultural technological subsystem of Veracruz, México, linked to the variables gender,
promotion Of study habits, learning and extracurricular activities, activities planned in
conjunction with the tutor and parents, the academic trajectory of the tutored and their
capacities and expectations, as well as the final evaluation. The results showed that the
program SiNaTa deployed within the campuses (CBTa´s) operated with relative success,
showing various areas of opportunity that should be addressed in future tutorial programs,
particularly in the fields of work Extracurricular and individual tutoring of the teacher-
tutor. In addition, a greater approach is required with parents.
Key words: SiNaTA, teacher-tutor, tutored-students.
INTRODUCCIÓN
Sobre la base de una educación que se asume integral, asociada al desarrollo humano y al
proceso evolutivo de las sociedades emergentes, el siglo XXI retoma los idearios de un
proyecto educativo que recupera los preceptos humanistas que le caracterizaron desde hace
más de tres siglos, orientando el sentido formativo hacia el desarrollo de habilidades y
destrezas, denominadas como competencias.
Diversos fenómenos sociales se encuentran coligados con estas renovadas cosmovisiones,
particularmente el agotamiento de los viejos paradigmas que antaño dieron rumbo y
certidumbre al proyecto político de nación, de sociedad y de cultura, los cuales se
encuentran hoy decantados hacia las iniciativas de progreso y bienestar, fuertemente
vinculadas a las teorías de mercado. Condición que derivaba en una educación que pretende
ser universal, funcional y pragmática, en atención a determinadas necesidades, las cuales
han sido mercantilizadas, cosificando al ser humano, hasta reducirlo a simple mercancía;
insumo de un proceso lineal que deriva en beneficios tangibles dentro del propio mercado.
En medio de este aparente caos, donde coexisten diversas posturas en torno a cómo debe
ser la educación en este siglo, una iniciativa se yergue como rectora: el acompañamiento
tutorial. Más allá de la manera en que se conciba el hecho educativo, la constante parece ser
la necesidad de brindar al estudiante el apoyo psicológico, afectivo y conductual que le
permita transitar inteligentemente dentro de los espacios escolares. Ya no más una
educación centrada en el logro de aprendizajes –muchos de ellos memorísticos-, ahora se
trata de atender las necesidades más básicas del ser humano, aquellas que le definen en su
naturaleza y le identifican como un ser biopsicosocial. León (2012) lo expresa de la
siguiente manera:
En general, la educación en cualquier sociedad tiene el objetivo general de formar la
personalidad ideal sustentada en la vitalidad, la sensibilidad, el esfuerzo, la sabiduría
y la inteligencia. La sociedad actual necesita formar tales características en el
individuo, hombre y mujer. (p.7)
Desde aquí se puede explicar la legitima aspiración de llevar al enfoque de competencias –
por señalar el patrón dominante en este momento-, hacia los límites de su funcionalidad. La
educación holista –implícita en la adquisición de competencias- solo puede concebirse al
amparo de un acompañamiento que oriente el proceso formativo del estudiante. Al respecto
de las competencias, y sobre lo que éstas son, López-Figueroa (2014) puntualiza en que:
Todas las nociones coinciden de manera general en que las competencias son saberes
que combinan conocimientos, habilidades, destrezas, actitudes, disposiciones
motivacionales que se movilizan o activan en contextos diversos y se transfieren o
adaptan a familias de actividades, y aunque los enfoques por competencias comparten
características generales, los énfasis epistemológicos y pedagógicos son muy distintos
y a veces contrapuestos. (p.4)
Movilizar las habilidades y actitudes adquiridas en contextos deterministas, precisa de una
ayuda constante y eficiente. Aquí es donde la figura del maestro cobra validez,
reinventando su figura y roles.
Cobijadas por la vieja tradición que ubica al maestro en el centro de las contiendas
ideológicas y culturales, las escuelas pretenden fijar el objetivo y las metas de este proceso
en el desempeño profesional de sus profesores. El omnipresente binomio maestro-
estudiante sigue vigente en su calidad de garante del éxito de todo proyecto educativo.
Esta macrotendencia ha derivado en sólidos programas institucionales de tutoría, los cuales
corren transversalmente dentro de las distintas modalidades y niveles educativos. México
no es la excepción. Actualmente es posible encontrar evidencia acerca del papel que las
instituciones le confieren a la tutoría, la grado de llevar sus premisas básicas a la concreción
de programas institucionales, los cuales discurren en breves espacios de libertad teórica, ya
que sus fundamentos son apenas diferentes en sus formas, tiempos y espacios.
Es así como en el Nivel Medio Superior en México, particularmente en los Centros de
Bachillerato Tecnológico Agropecuarios, se implementó el Sistema Nacional de Tutorías
Académicas (SiNaTA), dentro del Programa Síguele, Caminemos Juntos (SEP, 2011),
considerada una estrategia toral para alcanzar el acompañamiento integral en los jóvenes
bachilleres. El documento establece en principio que:
Derivado de los lineamientos del Programa Sectorial de Educación 2007-2012 y de
los planteamientos de la Reforma Integral de la Educación Media Superior, la
Subsecretaría de Educación Media Superior a través de la Coordinación Sectorial de
Desarrollo Académico (COSDAC); desarrolla el Programa Síguele, caminemos
juntos. Acompañamiento Integral para los jóvenes de la Educación Media Superior, a
través de una serie de acciones encaminadas a mejorar la calidad del servicio que se
brinda. (p.7)
Destaca particularmente el desarrollo del SiNaTA, el cual se sustenta en las siguientes
consideraciones:
…es una estrategia para contribuir al desarrollo de las competencias y apoyar a los
alumnos en la resolución de problemas de tipo académico; coadyuvar en la
promoción de su autonomía y formación integral, así como contribuir a mejorar su
rendimiento académico mediante la adecuada orientación personalizada y de grupo.
Esto permitirá que el estudiante desempeñe un papel más activo en el proceso
enseñanza-aprendizaje; promueva la creación y recreación del conocimiento y
desarrolle habilidades, destrezas y actitudes, en el aspecto académico en favor de su
permanencia en la Educación Media Superior. (p.7)
Orientado a la planeación, organización y operación de la tutoría académica, se
inserta en todas direcciones generales de Educación Media Superior en México, tales
como:
Educación Tecnológica Agropecuaria (DGETA), Educación Tecnológica Industrial
(DGETI), Educación en Ciencia y Tecnología del Mar (DGECyTM); y en la Coordinación
de Organismos Descentralizados Estatales, conformada por el Colegio de Estudios
Científicos y Tecnológicos de los Estados (CECyTES), el Colegio Nacional de Educación
Profesional Técnica (CONALEP), la Dirección General del Bachillerato (DGB), el Colegio
de Bachilleres (COLBACH) y los planteles de los Estados. (p.7)
Pese a las bondades del programa y sus claros lineamientos conceptuales y operativos, no
existe a la fecha un diagnóstico que permita saber hasta dónde el SiNaTA ha logrado sus
objetivos, particularmente los formativos, expresados a partir de indicadores apreciables en
la relación maestro-tutor y estudiante-tutorado, en virtud de ser aquí donde mejor se
expresa el impacto del programa dentro de las distintas instituciones y subsistemas
educativos, donde las condiciones se asumen particulares, haciendo indispensable un
acercamiento específico con el fenómeno de la tutoría académica. Saber hasta dónde los
tutores han desarrollado su función tutorial, valorando su desempeño a partir de la relación
con los tutorados, son las preguntas que orientan el presente estudio, cuyo objetivo se
centra en diagnosticar en torno al despliegue del programa institucional SiNaTA dentro del
sistema de educación media agropecuaria de Veracruz, México.
MATERIALES Y MÉTODOS
Los planteles educativos sujetos a estudio están localizados en el Estado de Veracruz,
México, los cuales son: el Centro de Bachillerato Tecnológico Agropecuario No.17
«Ursulo Galván Reyes», localizado en Villa Úrsulo Galván; Centro de Bachillerato
Tecnológico Agropecuario No. 276, ubicado en la comunidad de Santa Fe; así como Centro
de Bachillerato Tecnológico Agropecuario No. 277, situado en la comunidad de Carrizal.
El tipo de estudio realizado, bajo los criterios y conceptos de Pérez-Serrano (1994), se
definió de la siguiente manera:
Según la finalidad como «Aplicada», ya que tiene como finalidad la resolución de
problemas inmediatos, a fin de mejorar la calidad educativa. El propósito de realizar
aportaciones al conocimiento teórico es secundario. De acuerdo a su alcance temporal fue
«Transversal» (Seccional Sincrónica), dado que se estudió un aspecto de desarrollo de los
sujetos en un momento dado. En función a su profundidad u objetivo fue «Exploratoria-
Descriptiva», ya que permite tener un primer conocimiento de la situación, con el objetivo
central de descripción de los fenómenos. En relación a su carácter de la medida se ubicó
como «Cuantitativa», al estar centrada en los aspectos observables y susceptibles de
cuantificar del fenómeno educativo, sobre la base de la metodología empírico-analítica,
aunado a que se aplicaron pruebas estadísticas para el análisis de datos.
Dada las características de la investigación y la naturaleza de la población objeto de
estudio, se recurrió al muestreo no probabilístico, denominado Muestreo de Selección
Experta (Pimienta-Lastra, 2000), el cual se trata de «una técnica utilizada por expertos para
seleccionar especímenes, unidades o porciones representativas o típicas, según el criterio
del experto» (p. 264). Para este caso, los sujetos seleccionados en las porciones
representativas fueron aquellos que habían experimentado el proceso de la tutoría, o se
encontraban desarrollando dicha función, tanto en la condición de maestro-tutor y
estudiante-tutorado, por al menos tres períodos escolares, siendo estos quienes poseían la
información y el conocimiento que se necesitaba para el estudio.
El muestreo se realizó por grupos de interés, en función a la experiencia docente frente a
grupo. Se seleccionaron los maestros-tutores del total de la plantilla docente disponible y en
ejercicio dentro de cada plantel, lo que incluyó diversas variables de agrupación, tales como
género, edad, años de experiencia, perfil profesional, grado de estudios, entre otros.
Para el caso de los estudiantes se tomó como población los grupos de alumnos de los dos
últimos semestres próximos a egresar, por ser quienes habían vivenciado el proceso de la
tutoría por varios ciclos escolares.
Se diseñaron dos cuestionarios de opción múltiple, con 21 preguntas cerradas y 2 abiertas,
determinadas por las categorías de análisis obtenidas del programa maestro de tutorías, que
se maneja institucionalmente en DGETA. Cada instrumento, tanto del estudiante-tutorado
como del maestro-tutor, incluyó los ítems relacionados con las mismas categorías de
análisis, a fin de realizar una evaluación comparativa entre ellos.
La validez de los instrumentos se definió a partir de la prueba Alfa de Cronbach, en los
cuales se observó un coeficiente de 0.847 y 0.967 para la fiabilidad del test aplicado a los
estudiantes-tutorados y los maestros-tutores respectivamente.
Cabe destacar que el presente estudio formó parte de la tesis doctoral de la autora principal
de este artículo.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Categoría: Maestros-tutores
La evidencia demostró que el grupo de maestros-tutores estuvo integrado en su «género» en
un 51.3% por maestras (Femenino) y el 48.7% por maestros (Masculino) (Figura 1).
Figura 1. Porcentajes de maestros agrupados de acuerdo al «género» identificados como
tutores dentro de los Centros de Bachillerato Tecnológicos Agropecuarios evaluados dentro
del estado de Veracruz.
Esta proporción guarda relación con lo documentado por la OIT (citado en Abramo, 2004)
quien afirma: “Las mujeres representan, en la actualidad, más del 40% de la Población
Económicamente Activa (PEA) urbana de América Latina. Sus tasas de participación se
han incrementado notablemente, así como sus tasas de ocupación” (p.225). En este sentido,
el rol del «género» es un asunto de cultura y este se ha modificado en su dinámica, con la
finalidad de abrir mayores espacios de presencia laboral para el género femenino dentro de
la sociedad mexicana.
En referencia a la «promoción de los hábitos de estudio» los resultados obtenidos entre los
maestros-tutores demostró una tendencia favorable a favor de su quehacer tutorial, con
porcentajes nulos para «Nunca», 12.8% «De vez en cuando», 47.4%, «Casi siempre» y el
39.7% «Siempre» (Figura 2).
48.7 51.3
0
10
20
30
40
50
60
MASCULINO FEMENINO
%
Figura 2. Porcentajes obtenidos en la «promoción de hábitos de estudios» por parte de los
maestros-tutores dentro de los Centros de Bachillerato Tecnológico Agropecuario en el
estado de Veracruz.
Se destaca que un 39.7% respondieran «Siempre» en relación a la promoción del
desarrollo de hábitos de estudios en sus tutorados. En contraste el 60.2% no lo realizó así
(De Vez en cuando y Casi Siempre). En relación al rol esperado de los tutores dentro de
sus planteles, se destaca que:
La función tutorial docente es un proceso de acompañamiento -de tipo personal y
académico- que los docentes llevan a cabo a lo largo del proceso educativo para
mejorar el rendimiento académico de sus alumnos, apoyarlos en la solución de
problemas escolares y ayudarlos a desarrollar hábitos de estudio, trabajo, reflexión
y convivencia. Por esto es que se le considera una modalidad de la docencia.
(SEMS y FLACSO, 2014, p.11)
Es necesario reafirmar que promover y desarrollar hábitos de estudios son parte de las
funciones que han de ejercerse en la labor tutorial.
En relación a la promoción de la estimación «Actividades de Aprendizaje» por parte de los
maestros-tutores, con el objetivo de superar deficiencias en el aprovechamiento escolar de
sus tutorados, el 1.3 % indicó «Nunca», 26.9% informó «De vez en cuando», el 48.7%
apuntó que «Casi siempre» y un 23.1% dijo «Siempre» (Figura 3).
0
12.8
47.4
39.7
0
5
10
15
20
25
30
35
40
45
50
NUNCA DE VEZ EN CUANDO CASI SIEMPRE SIEMPRE
Figura 3. Porcentajes de promoción de «actividades de aprendizaje» por parte de los
maestros tutores dentro de los Centros de Bachillerato Tecnológicos Agropecuarios en el
estado de Veracruz.
El que el 23.1% lo realizara «Siempre» y 75.6% solo en alguna proporción, muestra el
trabajo en esta línea. Las actividades de aprendizaje forman parte de las estrategias
didácticas que el maestro-tutor puede aprovechar sustancialmente.
En tal sentido se enuncia:
Son procedimientos enfocados a la orientación del aprendizaje en áreas específicas
a través de secuencias ordenadas, con el objeto de orientar la instrucción de los
estudiantes. Se caracterizan por ser medios o procedimientos sistematizados y
suficientemente probados que ayudan a desarrollar y organizar una actividad de
acuerdo con los objetivos pedagógicos. (SEMS y FLACSO, 2014, p.53)
Las actividades deben representar ante los estudiantes retos intelectuales a los que ellos
deben encontrar solución.
Respecto a lo manifestado por los maestros-tutores sobre seleccionar «actividades
extraescolares» se encontró que: 14.1% señaló que «Nunca», 35.9% subrayó «De Vez en
Cuando», el 32.1% reveló «Casi siempre» y 17.9% advirtió que «Siempre» (Figura 4).
1.3
26.9
48.7
23.1
0
10
20
30
40
50
60
NUNCA DE VEZ EN CUANDO CASI SIEMPRE SIEMPRE
%
Figura 4. Porcentajes de «actividades extraescolares» efectuadas como parte de la función
tutorial dentro de los Centros de Bachillerato Tecnológicos Agropecuarios en el estado de
Veracruz.
Con una proporción importante que reportó haber apoyado las actividades extraescolares
en sus tutorados (50%), se puede afirmar que los maestros están conscientes de la
necesidad de impulsar una formación integral en sus tutorados, que va más allá de los
aspectos académicos más sustanciales.
Sobre esto Tonucci, citado por Vázquez y Manassero (2007), sostiene que “Las
experiencias más importantes para el desarrollo personal en la niñez y juventud se viven
fuera de la escuela” (p.1). No se debe pasar por alto que la función de la escuela reside en
contextualizar las temáticas escolares al medio, de tal manera que se asimilen con
naturalidad. Es decir, al encontrar relación entre los contenidos escolares y las experiencias
cotidianas se aspira a un sentido práctico del conocimiento adquirido.
De acuerdo a lo observado, los maestros-tutores planearon con su grupo de tutorados
«actividades en forma conjunta apoyado por el asesor docente y padres de familia» al
expresar solo un 24.4% «Nunca» haberlo hecho. En este sentido, el 25.6% mencionó
realizarlo «De vez en Cuando», destacándose el 30.8% que informó hacerlo «Casi
Siempre» y 19.2% «Siempre» (Figura 5).
14.1
35.9
32.1
17.9
0
5
10
15
20
25
30
35
40
NUNCA DE VEZ EN CUANDO CASI SIEMPRE SIEMPRE
%
Figura 5. Porcentajes de «actividades planeadas en forma conjunta apoyado por el asesor
docente y padres de familia» por parte de los maestros-tutores dentro de los Centros de
Bachillerato Tecnológicos Agropecuarios en el estado de Veracruz.
Si se toma en cuenta lo relevante de esta actividad tutorial, es posible señalar la necesidad
de promoverla de manera más activa dentro del grupo de tutores, ya que el 80.8% la
realizó entre Nunca y Casi Siempre.
Las reuniones de padres y maestros deben ser balanceadas para que todos los involucrados
perciban lo que el estudiante está haciendo correctamente y lo que necesita mejorar. Al dar
este paso se envía el mensaje de que en su escuela se valora las virtudes de los estudiantes
y que tiene altas expectativas sobre todos ellos (Manual para Prevenir los Riesgos del
Abandono Escolar en la Educación Media Superior, 2014). Es pertinente enfatizar que un
trabajo colegiado ofrece ventajas al permitir integraciones colectivas funcionales.
Al revisar las respuestas acerca de si los maestros-tutores sugieren a sus tutorados la
«trayectoria académica más adecuada a sus capacidades y expectativas» se reveló que
únicamente el 1.3% reportó que «Nunca», un 15.4% «De vez en Cuando», 38.4% para
«Casi Siempre» y finalmente 44.9% «Siempre» (Figura 6).
24.4 25.6
30.8
19.2
0
5
10
15
20
25
30
35
NUNCA DE VEZ EN CUANDO CASI SIEMPRE SIEMPRE
%
Figura 6. Porcentajes de realización de sugerencias por parte de los maestros a sus
estudiantes tutorados sobre la «trayectoria académica más adecuada a sus capacidades y
expectativas» dentro de los Centros de Bachillerato Tecnológicos Agropecuarios en el
estado de Veracruz.
De los resultados anteriores se aprecia que un 44.9% de los maestros-tutores realizaron
«Siempre» sugerencias académicas, lo que deja el 55.1% de los mismos con una
disposición variable en torno a esta importante acción tutorial. Esta información debe ser la
base de un programa de intervención académica tutorial encaminada a ofrecer un apoyo
pedagógico de carácter integral a los estudiantes.
Dicho apoyo deberá sustentarse en la adopción de una actitud de reflexión en torno a la
práctica docente (Domingo, 2013). Esto permitirá que el maestro-tutor visualice con
claridad, en el ámbito de su intervención educativa, las demandas de los tutorados
Asociado a lo anterior, los resultados hallados en los maestros-tutores respecto a la
ejecución de una «evaluación final del semestre» arrojó que el 7.7% «Nunca» la
efectuaron, 16.7% solo «De vez en Cuando», 29.5% dijo «Casi Siempre» y 46.2%
«Siempre» (Figura 7).
1.3
15.4
38.4
44.9
0
5
10
15
20
25
30
35
40
45
50
NUNCA DE VEZ EN CUANDO CASI SIEMPRE SIEMPRE
%
Figura 7. Porcentajes observados acerca de la «evaluación final del semestre» por parte de
los maestros-tutores a sus estudiantes-tutorados dentro de los Centros de Bachillerato
Tecnológicos Agropecuarios en el estado de Veracruz.
La escasa evidencia de quienes señalaron hacerlo «Siempre» (46.2%) brinda la pauta para
ahondar en esta praxis, cuya realización se percibe como la principal problemática dentro
de las actividades académicas de los tutores.
Sobre este particular, las actividades que se realizan en la tutoría académica deben dar
seguimiento al proceso de evaluación de los estudiantes, en busca de prevenir el fracaso
escolar y aumentar el aprovechamiento académico a través un trabajo basado en una
adecuada comunicación entre los docentes de las áreas disciplinares con los que imparten
módulos de las carreras profesionales, así como con los padres de familia (SiNaTA, 2011).
Una evaluación brinda posibilidades de un monitoreo oportuno en el desempeño
académico de los estudiantes-tutorados.
Categoría: Estudiantes-tutorados
Un acercamiento con la población estudiantil tutorada dentro de los planteles evaluados,
mostró que el 48.2% fue Femenino y el 51.8% Masculino (Figura 8).
7.7
16.7
29.5
46.2
0
5
10
15
20
25
30
35
40
45
50
NUNCA DE VEZ EN CUANDO CASI SIEMPRE SIEMPRE
%
Figura 8. Porcentajes de estudiantes-tutorados agrupados de acuerdo al «género», dentro de
los Centros de Bachillerato Tecnológicos Agropecuarios evaluados dentro del estado de
Veracruz.
Aunque la diferencia respecto al Género evidenció una diferencia mínima (3.6%) entre
ellos, es necesario insistir en que éste tiene un trasfondo cultural que debe ser tomado en
cuenta al momento de diseñar y operar un programa de acción tutorial.
Cabe mencionar que cursar el bachillerato pone en tensión a las estudiantes mujeres frente a
las prácticas culturales en las comunidades rurales, tal como la presión social para formar
una familia. Aunado a ello, la incorporación de las mujeres a los estudios de bachillerato
representa un punto de postergación respecto a la unión conyugal –sea formal o
transitoriamente informal–, para las mujeres aunque de igual manera tiene este efecto para
los varones (Tapia y Weiss, 2013).
Aunque los datos registrados vislumbran que bajo el contexto en que se realizó el presente
estudio las costumbres socioculturales de la zona muestran una tendencia equitativa en el
trato que se brinda a hombres y mujeres, todavía persiste una población estudiantil del
género Masculino.
Abundando en el análisis, en verificar si el «tutor promueve el desarrollo de hábitos de
estudio» entre los estudiantes-tutorados, se reportó que el 1.8% sostuvo que «Nunca» lo
efectuó, el 17.8 % solo «De vez en Cuando», un 30.9% «Casi Siempre» y 49.5 % externo
que «Siempre» lo hizo (Figura 9).
48.2 51.8
0
5
10
15
20
25
30
35
40
45
50
55
FEMENINO MASCULINO
%
Figura 9. Porcentajes de estudiantes-tutorados que confirmaron si los maestros-tutores
promovieron un «desarrollo de hábitos de estudio», en los Centros de Bachillerato
Tecnológicos Agropecuarios evaluados dentro del estado de Veracruz.
Obsérvese que solo el 49.5% afirmó que «Siempre» lo hicieron, en contraste al 50.5% de
los maestros que informó realizarlo de manera discontinua. De esta manera queda limitada
la expectativa del desarrollo de hábitos de estudio en el tutorado para promover una mejora
académica.
En este sentido se apunta en SiNaTA (2011) que la tarea es “brindar a los estudiantes,
desde la tutoría académica una amplia gama de estrategias, técnicas y recursos que les
permitan adquirir hábitos de estudio que contribuyan a elevar su nivel de aprovechamiento
escolar” (p.36), condición que queda como una tarea pendiente de reforzar dentro de las
estrategias tutoriales.
Como se aprecia, los hábitos de estudio están dentro de los principales objetivos
documentados en el SiNaTA, lo que demanda una atención suficiente y eficaz de parte de
los tutores.
Asociado a esta variable, la promoción por parte del maestro-tutor de las «actividades de
aprendizaje» para superar deficiencias en el aprovechamiento escolar de sus estudiantes-
tutorados, puso de manifiesto que únicamente el 4.6% de los tutorados explicitó que
«Nunca» lo realizó, un 23.5% únicamente «De vez en Cuando». Por otra parte, el 34.7%
«Casi Siempre» y un 37.2% señaló «Siempre» (Figura 10).
1.8
17.8
30.9
49.5
0
10
20
30
40
50
60
NUNCA DE VEZ EN CUANDO CASI SIEMPRE SIEMPRE
%
Figura 10. Porcentajes en que los estudiantes-tutorados recibieron «actividades de
aprendizaje», por parte de los maestros-tutores, dentro de los Centros de Bachillerato
Tecnológicos Agropecuarios evaluados en el estado de Veracruz.
La expresión de esta variable refleja el alcance de la acción tutorial, ya que un 37.2%
refrendó que «Siempre» lo realizaron los tutores; proporción valorada como escasa para
un contexto docente que aspira a altos niveles de desempeño tutorial. En tal sentido se
enuncia en el SiNaTA (2011):
La tutoría, aunque en la actualidad adquiere cada vez más relevancia como
competencia docente, la interacción docente-estudiante se encuentra en un estado de
disposición afectiva entre sí. La experiencia nos enseña que esta interacción se
fortalece por la función que realiza el docente a partir de las tutorías académicas que
tiene una connotación más amplia, la de ayudar y orientar a un alumno o a un
pequeño grupo de alumnos principalmente en sus actividades relacionadas con el
aprendizaje, que les permita adquirir un aprendizaje significativo y movilizar las
competencias adquiridas. (p. 24-25)
Se debe hacer hincapié en que promover actividades de aprendizaje es una tarea sustancial
del maestro-tutor, condición que define la posible relación de este binomio educativo, el
cual marcara el derrotero que siga la asociación académica entre estos dos protagonistas.
En referencia a lo externado por los estudiantes-tutorados sobre si efectuaron «actividades
extraescolares» con los maestros-tutores, se estimó que el 28.6% «Nunca» lo hizo, 34.9%
informó que «De Vez en Cuando», 25.3% indicó «Casi Siempre» y por último 11.2%
«Siempre» (Figura 11).
4.6
23.5
34.7 37.2
0
5
10
15
20
25
30
35
40
NUNCA DE VEZ EN CUANDO CASI SIEMPRE SIEMPRE
%
Figura 11. Porcentaje de estudiantes-tutorados que declararon haber efectuado «actividades
extraescolares» con los maestros-tutores, dentro de los Centros de Bachillerato
Tecnológicos Agropecuarios en el estado de Veracruz.
Los porcentajes anteriores reflejan que los estudiantes-tutorados efectuaron actividades
extraescolares de manera relativa. Se acentúa que el 28.6% «Nunca» las realizó.
Sobre este tema la UNESCO (1969), sostiene que:
«El término «extraescolar» se refiere a actividades educativas emprendidas o
realizadas fuera de los períodos de enseñanza regular y del plan de estudios normal.
Una actividad es «extraescolar» incluso si se lleva a cabo en el marco de la escuela,
e incluso si se ejecuta en un período de libre actividad, en lo que es normalmente
parte del día de trabajo escolar». Por consiguiente, la visita a un museo, incluso en
horas de clase de un período escolar normal, es una actividad extraescolar; también
lo es una conferencia dada en un museo, o por un miembro del personal de un
museo local distinto, pero posiblemente empleando material del museo a efectos de
demostración. (pp. 73-74)
Las actividades extraescolares están situadas para potencializar capacidades, satisfacer
necesidades e intereses de los estudiantes y esta condición se mostró parcialmente en los
planteles estudiados.
En cuanto a lo declarado por los estudiantes-tutorados sobre las «actividades planeadas en
forma conjunta apoyado por el asesor docente y padres de familia», los datos expresaron
que el 18.9% «Nunca» lo efectúo. Por otra parte, el 31.9% expresó «De Vez en Cuando»,
24.2% manifestó «Casi Siempre» y finalmente solo un 25.0% que señaló que «Siempre»
(Figura 12).
28.6
34.9
25.3
11.2
0
5
10
15
20
25
30
35
40
NUNCA DE VEZ EN CUANDO CASI SIEMPRE SIEMPRE
%
Figura 12. Porcentajes de estudiantes-tutorados que declararon haber realizado «actividades
planeadas en forma conjunta apoyado por el asesor docente y padres de familia» por parte
de los maestros-tutores dentro de los Centros de Bachillerato Tecnológicos Agropecuarios
en el estado de Veracruz.
Las proporciones manifestadas por los estudiante-tutorados confirmaron que la mayoría
que sus maestros-tutores «Nunca» y solo «De Vez en Cuando» lo hicieron (18.9% y
31.9% respectivamente), lo que revela un desfase de la actividad tutorial con la
comunidad de padres de familia. Esto debe ser visto como una condición problemática que
limita el buen desarrollo del programa institucional de tutorías. Los maestros deben ser
instruidos acerca de lo esencial que resulta la cercanía con los padres de familia.
Según lo que puede notarse, un trabajo coordinado entre los maestros y los padres de
familia, puede favorecer una atención integral de los estudiantes y su cabal comprensión.
También permitiría el desarrollo de procesos de sensibilización y concientización sobre las
diferencias individuales de las personas, favoreciendo así, la integración de los estudiantes
a la sociedad y las instituciones educativas (Soto e Hinojo, 2004).
Acerca de las respuestas de los estudiantes sobre si recibieron de sus tutores sugerencias
sobre la «trayectoria académica más adecuada a sus capacidades y expectativas» se
manifestó que únicamente el 5.9% externó que «Nunca», el 22.2% mencionó «De Vez en
cuando», un 31.6% aclaró que «Casi Siempre», finalmente 40.3% estableció que
«Siempre» (Figura 13).
18.9
31.9
24.2 25.0
0
5
10
15
20
25
30
35
NUNCA DE VEZ EN CUANDO CASI SIEMPRE SIEMPRE
%
Figura 13. Porcentajes relacionados con las sugerencias que recibieron los estudiantes-
tutorados de sus maestros-tutores sobre la «trayectoria académica más adecuada a sus
capacidades y expectativas» dentro de los Centros de Bachillerato Tecnológicos
Agropecuarios en el estado de Veracruz.
Se confirma que los estudiantes-tutorados obtuvieron sugerencias académicas de su
maestro-tutor en un 40.3% de acuerdo a sus capacidades y expectativas. Con poco más de
un 50% que la recibió intermitentemente.
De acuerdo a lo reportado por Naranjo (2009):
Debe recordarse que, cuando se expone a estudiantes a desafíos académicos que
están fuera de su alcance, es probable que se frustren y se llenen de tensión; por otra
parte, si los desafíos son pobres les provoca aburrimiento. Ambas situaciones
producen desmotivación, por lo que resulta recomendable que las exigencias
académicas estén acordes con las capacidades del estudiantado y se adecuen a sus
etapas de desarrollo. (pp.168, 169)
Con base en los resultados, es elemental proponer una línea de trabajo que se adapte a las
circunstancias del estudiante, sin descartar que la trayectoria del estudiante lleva implícita
su postura personal.
Finalmente, los resultados porcentuales encontrados en los estudiantes-tutorados respecto a
la ejecución de una «evaluación final del semestre» por parte de los maestros-tutores, la
evidencia demostró que el 17.3% «Nunca» lo realizó, contra un 16.6% que advirtió
recibirla «De Vez en Cuando», así como el 26.8% que señaló «Casi Siempre» y 39.3%
«Siempre» (Figura 14).
5.9
22.2
31.6
40.3
0
5
10
15
20
25
30
35
40
45
NUNCA DE VEZ EN CUANDO CASI SIEMPRE SIEMPRE
%
Figura 14. Porcentajes de los estudiantes-tutorados que exteriorizaron haber tenido una
«evaluación final del semestre» con sus maestros-tutores, dentro de los Centros de
Bachillerato Tecnológicos Agropecuarios en el estado de Veracruz.
Con un porcentaje del 33.9% que admitieron haber sido evaluados «Nunca» y «De Vez en
Cuando» al final del semestre, la actividad del maestro-tutor debe al menos cubrir esta
tarea esencial de su quehacer tutorial. Es necesario enfatizar que la evaluación final tiene
como propósito verificar el logro de habilidades y competencias, así como identificar el
estado general del tutorado, en sus distintas dimensiones de realización.
De acuerdo al DGB (2008) la evaluación es un “proceso dinámico, continuo y sistemático,
enfocado hacia los cambios de las conductas y rendimientos, mediante el cual verificamos
los logros adquiridos en función de los objetivos propuestos”. (p.49)
Si la evaluación final del semestre se logra concretar en la totalidad de los procesos
tutoriales, la labor del maestro-tutor podrá ajustarse y encauzarse adecuadamente.
CONCLUSIONES
1) En términos generales es posible afirmar que las actividades tutoriales establecidas
dentro del SiNaTA se cumplieron parcialmente, dado que el trabajo extraescolar y
la tutoría individual prácticamente estuvieron ausentes en el trabajo del maestro-
tutor. Adicionalmente la canalización, como trabajo colegiado entre el maestro-tutor
y el asesor docente (entiéndase como un maestro que apoya al tutor), se realiza
parcialmente, lo que puede significarse como un problema para el estudiante-
tutorado, quien en ocasiones necesita de esta estrategia para mejorar su desempeño
académico.
2) Se requiere además un mayor acercamiento con los padres de familia, a fin de
concienciarlos en torno a su papel en el proceso de formación integral de sus hijos,
17.3 16.6
26.8
39.3
0
5
10
15
20
25
30
35
40
45
NUNCA DE VEZ EN CUANDO CASI SIEMPRE SIEMPRE
%
ya que en algunos casos los estudiantes-tutorados encuentran un mayor apoyo en la
escuela que en el seno familiar.
3) Se precisa además de mejores diagnósticos que lleven a una evaluación más
auténtica (valoración) de las condiciones psicopedagógicas y socioeducativas de los
estudiantes-tutorados (como el presente estudio), a fin de permitir un mayor
entendimiento de su condición personal y familiar.
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