la verdadera santidad - ch. g. finney

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La Verdadera Santidad © 2008 MBR Representaciones Quedan reservados todos los derechos de esta traducción. Correo electrónico: [email protected] Apartado postal 288, Palacio Postal México, D.F. 06000 ISBN 968-9081-14-4 Primera edición: marzo 2008 Impreso en México

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  • La Verdadera Santidad 2008 MBR Representaciones

    Quedan reservados todos los derechos de esta traduccin. Correo electrnico: [email protected]

    Apartado postal 288, Palacio Postal Mxico, D.F. 06000 ISBN 968-9081-14-4

    Primera edicin: marzo 2008 Impreso en Mxico

  • CAPTULO 1 Los que se engaan a s mismos (Stg 1:22) 7 CAPTULO 2 Los falsos profesos (2Re 17:33) 21

    CAPTULO 3 Las acciones que no provienen de la fe son pecado 37 (Rom 14:23)

    CAPTULO 4 Los verdaderos santos (xo 32:26) 61

    CAPTULO 3 La religin legal (xo 32:26) 75

    CAPTULO 6 La pureza del corazn y la vida (Sal 26:6) 93

  • CAPTULO 1

    Los que se engaan a s mismos

    Pero sed hacedores de la palabra,

    y no tan solamente oidores, engandoos a vosotros mismos.1

    En la religin2 hay dos extremos falsos con consecuencias fatales y a los que corresponden dos tipos de hipocresa. El primer tipo se funda en ciertas doctrinas abstractas que los hipcritas denominan fe y por la cual enfatizan poco o nada las buenas obras. La otra clase se funda nicamente en las llamadas buenas obras que en realidad son obras muertas pues enfatizan poco o nada la fe en Jesucristo. En general los judos pertenecieron a la ltima clase mencionada; sus profesores enseaban que podran salvarse si obedecan la ley ceremonial. Cuando Pablo empez a predicar atac prin- 1 Stg_1:22. 2 Conviene notar desde el inicio en qu sentido Finney utiliza el trmino religin ya que en la actualidad algunos creyentes lo usan para referirse a una prctica que mediante rituales, dogmas y cultos pretende agradar a Dios o la divinidad sin que implique una genuina transformacin espiritual. Pero este no es el sentido en que Finney utiliza el trmino sino en el de una prctica espiritual que pretende la comunin con Dios. En este sentido existe la buena y mala prctica religiosa. La primera se caracteriza por la genuina vida espiritual cristiana donde la santidad, la fe y el amor a Dios y al prjimo son prcticas cotidianas. En cambio, la falsa espiritualidad genera la falsa religin que en apariencia es piadosa pero que en realidad es una forma refinada de egosmo. Al respecto considrese la epstola del apstol Santiago donde se mencionan ambas connotaciones del trmino religin: Si alguno se cree religioso entre vosotros, y no refrena su lengua sino que engaa su corazn, la religin del tal es vana. La religin pura y sin mcula delante de Dios el Padre es esta: visitar a los hurfanos y a las viudas en sus en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo. . Stg_1:26-27 [N. del E.]

  • 8 LA VERDADERA SANTIDAD cipalmente la salvacin por obras. Esta es la razn por la que estaba decidido a sostener que el hombre es justificado slo por la fe en Jesucristo, lo cual se opona abiertamente a la doctrina de los escribas y fariseos de que la salvacin es mediante la obediencia a la ley. Pablo insisti en este punto con tal intensidad en sus prdicas y epstolas que fund la fe de la Iglesia en la gran doctrina de la justificacin por fe. Posteriormente, ciertos individuos de la Iglesia llevaron la doctrina a un extremo afirmando que uno puede ser salvo nicamente por la fe independientemente de las obras de cualquier tipo. Pasaron por alto el sencillo principio de que la fe genuina siempre produce buenas obras y que en s misma ya es una buena obra.

    Ambos extremos, como dije, son fatales. Quienes hacen que la religin consista en buenas obras pasan por alto que las obras mismas no son aceptables a Dios a menos que procedan de la fe, pues sin fe es imposible agradar a Dios. Por otro lado, quienes fundan la religin slo en la fe pasan por alto que la verdadera fe siempre produce obras motivadas por amor, que invariablemente produce las obras del amor.

    Ambas posiciones son fatales porque, por un lado, sin fe es imposible ser perdonados o justificados; y, por el otro, sin santificacin no se es apto para las labores y gozo del Cielo. Por ejemplo, supongamos un pecador que de pronto se aparta de sus pecados por completo; supongamos tambin que sus obras son como piensa, perfectas; sin embargo, no puede ser perdonado sin la fe en la expiacin de Cristo. Si alguien supusiera que puede ser justificado por la fe teniendo obras malas, habr que mostrarle que sin santificacin su fe est muerta y no puede ser instrumento para la justificacin. 3 3 Es conveniente mencionar aqu la distincin de Finney entre justificacin y santificacin. La justificacin es nicamente por fe en la obra expiatoria de Cristo en la cruz pues no hay obras que puedan satisfacer la justicia retributiva de Dios: la paga del pecado es la muerte. Ahora bien, la genuina fe que salva y que obra por el amor tiene frutos de una vida transformada en el Espritu. Estos frutos en los que se va creciendo y madurando, son el proceso de santificacin cuya evidencia se manifiesta por obras pues la fe sin obras est muerta [N. del E.]

  • LOS QUE SE ENGAAN A S MISMOS 9

    La epstola del apstol Santiago expone el tema a la luz del correcto fundamento, mostrando exactamente dnde yace la verdad y explicando tanto la necesidad como la razn de ambas, de la fe y la razn. Esta epstola es muy prctica pues trata los grandes interrogantes prcticos cotidianos y los resuelve.

    Cuando inform que iba a dar una serie sobre temas prcticos espero que no hayan pensado que me refera a una exposicin carente de doctrina. Lo que deseo es predicar, si Dios lo permite, un ciclo sobre temas de doctrina prctica.

    La doctrina de la religin es de dos clases: la que se refiere a Dios y la que trata sobre la prctica humana. Muchos conforman su idea de las doctrinas religiosas slo a Dios. Piensan que la religin trata propiamente slo de temas abstractos sobre la naturaleza de Dios, de sus atributos, modos de existencia, decretos y cosas por el estilo pero esto es un grave error porque ignoran el aspecto prctico de la doctrina.

    El tema que abordaremos es de carcter eminentemente prctico, y afirma fundamentalmente que:

    SE ENGAAN A S MISMOS QUIENES PROFESAN LA RELIGIN Y NO LA PRACTICAN

    Hay dos tipos de hipocresa en que incurren quienes profesan la religin. Uno es el que cometen quienes actan externamente con una moralidad ostentosa que encubre la enemistad que en sus corazones abrigan contra Dios. Esta clase de hipcritas buscan que los dems crean que son muy piadosos, tal como suceda con los fariseos que tenan repu-

  • 10 LA VERDADERA SANTIDAD tacin de alta piedad por su prcticas religiosas, limosnas y largas oraciones. La otra clase de hipcritas es la que menciona Santiago en el versculo citado al inicio, caracterizada por el autoengao ms que por el engao a los dems. Son ortodoxos en cuanto a sus sentimientos pero ligeros en la prctica. Suponen que la religin consiste en un cmulo de nociones que no implican la prctica, lo que les lleva a engaarse creyendo que ser buen cristiano no implica la genuina santidad. Son oidores mas no hacedores de la Palabra. Aman la predicacin ortodoxa y se deleitan en gran manera al escuchar las doctrinas abstractas de la religin; es ms, al contemplar el carcter y el gobierno de Dios algunos hasta llegan a experimentar sentimientos fervorosos y extticos; sin embargo, no son diligentes en practicar los preceptos de la Palabra de Dios ni se gozan con la predicacin de las doctrinas que tratan temas prcticos.

    Es probable que aqu haya gente que incurre en cualquiera de los dos tipos de hipocresa mencionados, pero mi mensaje se referir a quienes se engaan a s mismos no a quienes ocultan su verdadera condicin para engaar a los dems. Aunque no conozco sus nombres deseo que comprendan que si alguno tiene el carcter al que me he referido, el mensaje ser para dicha persona y debe orlo como si le hablara por su nombre; esto lo afirmo categricamente con toda seriedad.

    En primer lugar, los que se engaan a s mismos se caracterizan por no creer verdaderamente la Palabra de Dios. Pueden escucharla y asentir su verdad mas no confan genuinamente en ella. En este punto las personas suelen decepcionarse pues no entienden lo que su conciencia les testifica. Hay dos cosas indispensables para la fe evanglica, es decir, para la fe que salva. La primera es la conviccin intelectual de la verdad; con esto no me refiero a un mero asentimiento mental sino a la relacin que la verdad

  • LOS QUE SE ENGAAN A SJ MISMOS 11

    tiene con la conducta. Para recibir la verdad es necesario entender primero qu relacin tiene con la conducta, es decir, requerimos tener una aprehensin intelectual de la relacin que tiene con la conducta. Despus debe surgir en nuestro interior un estado correspondiente a la verdad. Esta es una caracterstica de la verdadera fe. Cuando el entendimiento de una persona se convence y admite una verdad con relacin a s mismo, debe surgir en su corazn un sincero y correspondiente asentimiento de la relacin que la verdad tiene consigo mismo. Ambos estados mentales el intelectual y el volitivo son indispensables para la verdadera fe. La conviccin intelectual de la fe no es la fe que salva, se requiere de los correspondientes afectos. Por tanto, se sigue que la verdadera fe que salva siempre implica una conducta que corresponda al entendimiento de la misma. La fe genuina siempre implica cierto tipo de conducta. Tan cierto es que la voluntad controla la conducta como cierto es que las personas actan conforme a lo que creen. Si le preguntara a una persona: Crees lo que aqu afirmo?, y la persona me respondiera afirmativamente, eso slo quiere decir que tiene una conviccin intelectual mas no necesariamente la genuina fe.

    Muchas personas suponen que la mera aprobacin intelectual de la fe que genera sentimientos de aceptacin por el carcter y el gobierno de Dios, y por el plan de salvacin constituye la genuina fe que salva. Tambin hay personas que al escuchar sermones elocuentes sobre los atributos o el gobierno de Dios experimentan un fervor meramente emotivo siendo que no tienen ni una partcula de fe. Supe de un ateo que al escuchar sermones sobre estos temas experiment emociones que lo conmovieron e impactaron profundamente. La mente racional est constituida de tal modo que cuando ve la verdad en abstracto la siente de manera natural y necesaria. Incluso, los peores demonios del Infierno sienten aprobacin de la verdad en el nivel

  • 12 LA VERDADERA SANTIDAD meramente abstracto, es decir, mientras no tenga relacin ni interfiera con su egosmo. Si pudieran ver el Evangelio de modo que no interfiriera con su egosmo, no slo veran que es verdadero sino que lo aprobaran con sinceridad. Si el Infierno pudiera contemplar la plenitud de la existencia de Dios sin relacin a s mismo, aprobara el carcter del Creador. La razn por la que los demonios y los hombres perversos aborrecen a Dios es porque lo ven en relacin con su conducta. Sus corazones se levantan en rebelin contra Dios al ver que l se opone a su egosmo.

    Aqu yace la causa de mucho engao en gente que profesa la religin. Consideran que es verdad y an se regocijan al contemplarla pero no la ponen en relacin consigo mismos; dicen que aman escuchar los mensajes y que les alimentan pero, NTESE lo siguiente: despus de or el mensaje se van, y no lo practican! Consideremos un breve ejemplo para ilustrar lo que afirmo. Supongamos un hombre enfermo y pecador que a causa de su enfermedad est quebrantado y sus emociones estn sensibles. Al considerar a Cristo como el tierno y amable Salvador su corazn se conmueve y experimenta emociones de aprobacin. Pero, por qu? Por la misma razn por la que sentira emociones tiernas hacia el hroe de un romance. Siente emociones dulces pero no obedece. Nunca ha obedecido a Cristo pero al contemplarlo en abstracto se deleita en el amoroso y glorioso carcter del Salvador. Por lo tanto, la fe debe ser eficiente, es decir, que debe regular las acciones y producir buenas obras, de lo contrario no es la fe del Evangelio, no es la fe verdadera.

    Es evidente que si tu fe no produce buenas obras te ests engaando a ti mismo, porque la verdadera religin consiste en genuina obediencia. No importa cunto apruebes el cristianismo, no tienes religin si no lo obedeces. Ntese que cuando digo que la religin consiste en obediencia no

  • LOS QUE SE ENGAAN A S MISMOS 13 me refiero a la obediencia externa sino a la fe que produce obras por amor. No hay verdadera obediencia fuera de la obediencia de corazn; el amor es el cumplimiento de la ley, y la religin consiste en la obediencia de corazn con el correspondiente curso de vida. Por tanto, el hombre que escucha la verdad y la aprueba pero no la pone en prctica se engaa a s mismo. Es como el hombre que ve su rostro natural en el espejo y despus olvida como era.

    El estado mental que confundes con la religin, la conviccin intelectual de la verdad y su aprobacin en abstracto, lejos de mostrar que eres piadoso constituye un estado comn a buenos y malos, es decir, un estado mental de contemplacin en abstracto de la verdad. Esta es la razn por la que suele ser difcil convencer a los pecadores de su oposicin a Dios y a la verdad. La constitucin del ser humano es tal que tiende a aprobar la virtud, a admirar el carcter y gobierno de Dios, y a admirar toda verdad bblica si la perciben mera- mente en abstracto y sin relacin con su carcter. Y cuando escuchan prdicas que exponen la verdad de esta manera, pueden escucharlas durante aos y nunca darse cuenta que sus vidas se oponen a Dios y a su gobierno.

    Estoy persuadido de que las grandes multitudes de las congregaciones de nuestro pas se deleitan con las prdicas que exponen doctrinas abstractas del Evangelio. Sin duda que muchos de los que asisten a las congregaciones aman las prdicas ortodoxas pese a que es evidente que no son hacedores de la Palabra. La dificultad yace en lo siguiente: no se les ha predicado de manera que vean la verdad en relacin consigo mismos, de modo que puedan ver la ene- mistad de sus corazones inconversos que se oponen a este tipo de verdad.

    Dan por hecho que son cristianos porque asisten a la congregacin, porque escuchan mensajes que aprueban, porque leen la Escritura y aprueban sus verdades. Pero si

  • 14 LA VERDADERA SANTIDAD su fe no es prctica, si no influye en su conducta, si no ven la verdad en relacin con sus propias acciones, su fe no les afectar en nada, por lo que su fe puede compararse a la FE DEL DIABLO.

    Observaciones y advertencias

    1. La falsa imagen que se ha dado por la maldad de los verdaderos cristianos ha injuriado severamente la causa cristiana.

    Hace poco un famoso predicador dio la siguiente definicin del creyente: un cristiano es quien tiene poca relacin con la gracia y mucho contacto con el diablo". Rechazo absolutamente esta definicin; es falsa e injuriosa. Al afirmar que los cristianos tienen mucho contacto con el diablo se da la impresin de que son los seres ms depravados sobre la faz de la tierra. Es verdad que cuando un cristiano verdadero peca incurre en gran culpabilidad debido a la alta criminalidad del acto. Tambin es cierto que los cristianos que han recibido la debida instruccin ven sus pecados como faltas muy graves de profunda maldad. Otra cosa cierta es que cuando comparan las obligaciones contradas como hijos de luz con sus vidas, tienden a ser muy modestos y expresan su humildad en un lenguaje fuerte. Pero es falso que sean tan malos como el mismo diablo. Y esto es perfectamente demostrable. En primer lugar, cuando un cristiano verdadero peca su falta es extremadamente grave y mala a los ojos de Dios. En segundo lugar, supongamos por un momento que los hombres son genuinos cristianos mientras viven sirviendo al diablo, y en su vida slo tienen la apariencia de religin. Qu sentimiento produce este supuesto? El sentir no es slo que esto es algo falso sino algo muy peligroso. Est diseado para animar a toda clase de hipcritas antinomianos y negligentes, as como a producir cuantioso dao a

  • LOS QUE SE ENGAAN A S MISMOS 15 la causa de Cristo. Pero la verdad es que quienes desobedecen a Dios no son cristianos. Tal doctrina es causa de gran ruina a las iglesias al atraer y saturarse de multitudes que conciben que la piedad consiste en ciertas nociones que asumen, cuando que en realidad nunca obedecen de corazn los requerimientos del Evangelio.

    2. Los creyentes profesos que manifiestan celo intelectual mas no prctico por la doctrina son antinomianos.4

    Quienes manifiestan intenso celo por las doctrinas pero poco por su prctica, y quienes enfatizan las doctrinas que tratan de Dios pero consideran poco las que se refieren a la conducta, son antinomianos. Mucha gente recibe doctrina bblica sobre Dios, doctrina que aprueban y aman pero que no les lleva a practicar ni un pice de genuina religin. Estos suelen decir que ningn sermn los alimenta si no incluye tpicos abstractos de doctrina. Tales creyentes son antinomianos, aquellos a quienes el apstol Santiago les escribi su epstola; son creyentes que hacen de la religin un mero cmulo de nociones que en nada influyen en su vida para llevarles a vivir en genuina santidad.

    3. Los instructores de religin que enfatizan la piedad externa mas no la interna, y que desestiman el deseo de conocer temas sobre la naturaleza de Dios son fariseos.

    Los maestros de religin que nunca manifiestan deseo de saber sobre la naturaleza y atributos de Dios, as como de sus modos de existencia, decretos, de la doctrina de la 4 El trmino antinomianismo deriva de antinomia que es una palabra compuesta de origen griego. Se compone de los trminos griegos anti que sig-nifica opuesto o contra, y nomos, ley. Se le utiliza de diversas maneras aunque siempre aparejando de alguna manera el sentido literal. Por ejemplo, literal- mente significa una oposicin o contradiccin entre dos leyes y en este sentido se utiliza para referirse a la contradiccin entre dos principios que parecen igualmente razonables. Este uso es de carcter lgico pero hay otro que es al que Finney apela y que consiste en la posicin doctrinal que sostiene que no es necesario creer y obedecer los mandatos de Dios en la Escritura [N. del E.]

  • 16 LA VERDADERA SANTIDAD eleccin, de la Trinidad y de los otros temas relacionados son creyentes que enfatizan nicamente el aspecto prctico, es decir, que dejan de lado los temas doctrinales porque reconocen nicamente que la prctica es importante.

    Este tipo de creyentes se muestra ostentoso en la piedad externa y hasta en la experiencia de cierta clase de vivencias poticas intensas, sin embargo, su voluntad no recibe las grandes verdades de la naturaleza de Dios pues niegan las doctrinas fundamentales del Evangelio. Estos maestros incurren en el farisesmo.

    4. La tendencia y fin propio de la sana doctrina es producir tambin la recta prctica.

    Siempre que veas alguna prctica hertica puedes estar seguro que detrs hay una creencia hertica. Aunque alguien puede tener nociones y teoras bblicas correctas tambin puede ser un hereje prctico si no las lleva a la prctica. Para ilustrar lo que afirmo considrese el siguiente caso. Supongamos un pecador negligente que codicia riquezas y las procura con imprudencia y apuro. Puede afirmarse que ese hombre realmente cree que algn da morir? Podra afirmarse que sabe que morir, sin embargo, mientras permanezca en dicha actitud no puede decirse que realmente cree que va a morir. No piensa en ello y por tanto no puede decirse que la muerte sea objeto de sus pensamientos. Si se le preguntara si cree que morir, responder: S que algn da morir; todos los seres humanos son mortales. Tan pronto como piensa en ello asiente a la verdad. Y si pudieras asir dicha conviccin en su mente hasta que llegue a estar verdadera y permanentemente impactado con ello, infaliblemente cambiar su conducta; dejar de vivir para este mundo y comenzar a vivir para el tiempo venidero. Lo mismo ocurre en la religin: lo que verdaderamente uno cree es lo que controla las acciones. Recurdese que la voluntad gobierna la conducta.

  • LOS QUE SE ENGAAN A S MISMOS 17 5. La costumbre de la iglesia ha sido por mucho tiempo el antinomianismo.5

    La iglesia se ha dedicado a estudiar escrupulosamente doctrinas abstractas dejando de lado la prctica de las mismas. Ha enfatizado los temas ortodoxos que no son prcticos. Por ejemplo, considrense los credos de la iglesia y se ver que todos enfatizan temas que tienen poca relacin con nuestra prctica. Lo que esto significa es que un hombre puede ser el ms grande hereje en temas prcticos y pasar desapercibido en la congregacin mientras no sea abiertamente profano, vicioso y mantenga cierta reputacin. No es esto monstruoso? Ello explica que cuando se procura purificar a la iglesia de sus errores prcticos, la mayora no lo tolere. Y si no es esta la razn, entonces qu explica que en la iglesia haya tanto revuelo cuando se predica contra los pecados de intemperancia, de quebrantamiento del da de reposo y de la tolerancia a la esclavitud? Por qu es tan difcil motivar a los creyentes a hacer algo por la conversin del mundo? Pero si actuamos as cabe preguntar tambin 5 Conviene distinguir dos tipos distintos de antinomianismo que Finney menciona. Existe el antinomianismo terico y el prctico. Se puede incurrir en uno o en ambos, por ejemplo, se puede ser antinomiano prctico pese a que en el nivel de las nociones doctrinales se est en lo correcto. Esto ocurre cuan- do no se practica lo que se aprende. El otro tipo es el que al mismo tiempo es antinomianismo terico y prctico, es decir, cuando se tiene una doctrina hertica que obviamente produce una prctica hertica. Dada la importancia de este tema conviene notar que existen diversas combinaciones posibles en que los cristianos profesos pudieran incurrir: 1) Alguien puede tener una teora y una prctica doctrinales correctas. Esto es lo que todo creyente debe buscar. Los siguientes casos constituyen lo que el creyente debe definitivamente evitar. 2) Alguien puede tener lo opuesto a 1), es decir, una teora y una prctica doc-trinales herticas. 3) Alguien pudiera tener una teora doctrinal correcta pero al no practicarla ser antinomiano prctico. 4) El ltimo caso es el tener una doctrina antinomiana pero una prctica correcta, sin embargo, esto es obvia- mente imposible. Es decir, que definitivamente no puede suceder que alguien asuma con seriedad una doctrina antinomiana y ello le lleve a una prctica consistentemente correcta. Estas distinciones tienen el propsito de llevarnos a reconocer la importancia de no incurrir en el antinomianismo en ninguna de sus combinaciones posibles [N. del E.]

  • 18 LA VERDADERA SANTIDAD cundo se convertir el mundo a Cristo? Nunca mientras la hereja prctica permanezca en la iglesia como prueba de una fe prctica hertica. Nunca, mientras los creyentes nieguen el Evangelio en su quehacer cotidiano y sean vistos como buenos cristianos en sus congregaciones.

    6. Un ministro puede engaarse respecto al estado espiritual de su congregacin.

    Cuando un ministro predica doctrinas abstractas que no se vinculan con la prctica y la gente cree que con ello se alimenta, y adems se deleita y supone que crece en la gracia, cae en un engao. En cambio, cuando el ministro predica doctrina prctica y la gente muestra amor por la verdad, cuando aprecian la aplicacin de la doctrina a sus vidas y la practican, muestran que aman genuinamente la verdad.

    Si un ministro reconoce que la gente de su congregacin anhela prdicas que enfatizan slo el aspecto abstracto de la doctrina pero que rechazan y se oponen al aspecto prctico, puede inferir con certeza que sus congregantes tienen un bajo o nulo nivel de espiritualidad genuina. Si el ministro se esfuerza en llevarlos a practicar la doctrina y la respuesta de la gente es nula puede estar seguro de que no tienen ni una partcula de genuina religin o espiritualidad, sino que lo nico que tiene en su congregacin es un grupo de antinomianos que piensan que se pueden ir al Cielo con creencias ortodoxas meramente abstractas.

    7. Muchos creyentes suponen que son autnticos cristianos por las emociones que experimentan al contemplar la verdad cuando lo que realmente sucede es que perciben la verdad sin aplicarla a s mismos. Si se les muestra la verdad de manera que destruya su orgullo y les aparte de su mundanalidad, su respuesta ser negativa o resistirn la verdad. Obsrvese el comportamiento de los congregantes de las iglesias del pas. Considrese lo que la multitud

  • LOS QUE SE ENGAAN A S MISMOS 19

    de iglesias y cristianos ortodoxos viven y de lo que se alimentan ao con ao: de doctrina meramente abstracta. Considrese la influencia que la doctrina abstracta tiene en sus vidas y prctica cotidiana, y se ver que no tienen la verdadera fe que salva. No quiero decir que todos los miembros de dichas congregaciones sean inconversos, lo que quiero dejar claro es que cualquier miembro de una iglesia que no practica lo que en teora cree, es decir, que los oidores mas no hacedores de la Palabra se engaan a s mismos.

    Les pido que inquieran en este momento cuntos de ustedes realmente ponen en prctica los sermones que escuchan. Les recuerdo que decid predicar una serie de mensajes prcticos; claro, no de mensajes que carecieran de doctrina pues eso no sera predicar. Si no tengo xito en convencer que la doctrina que sostengo es verdadera, eso es tema aparte; por cierto, si estuvieran realmente convencidos de que la doctrina que sostengo es incorrecta, eso sera suficiente razn para justificar que no la practiquen pero si han aceptado que esta doctrina efectivamente es bblica y su entendimiento asiente su verdad, y no la practican, entonces ante mis propios ojos tengo la evidencia de cul es su verdadero carcter, y no tengo que engaarme con la idea de que esta es una iglesia cristiana.

    Estn conscientes de que el Evangelio est produciendo un efecto real en ustedes segn el grado de conocimiento que tienen de la Escritura? Su experiencia es que al recibir la verdad la ponen en prctica y se deleitan con ello? Si no estn creciendo en gracia, si no crecen en la santidad, si no estn RINDINDOSE a la influencia del Evangelio, entonces slo se engaan a s mismos. Ahora, pregunto lo siguiente a los ancianos de esta congregacin: estn creciendo en la gracia, santidad e influencia del Evangelio en sus vidas? Y ustedes padres de familia, estn creciendo en ello? Pregunto lo mismo al resto de esta congregacin: cuando escuchan un sermn, lo ponen en prctica o slo engaan sus mentes aprobndolo pero nunca practicndolo? ay! del hombre que reconoce la verdad pero que no la pone en prctica, es como el hombre que mira su rostro en el espejo y se aparta, y olvida cmo era.

  • CAPTULO 2

    Los falsos profesos

    Teman a Jehov, y honraban a sus dioses, segn la costumbre de las

    naciones de donde haban sido trasladados.6

    Cuando las diez tribus de Israel fueron llevadas cautivas al rey de Asira, extranjeros de diversas naciones idlatras que nada saban de la religin juda invadieron la localidad de los israelitas. Sin embargo, con la disminucin de la poblacin juda aumentaron las bestias salvajes; los leones mataron a muchos idlatras quienes pensaron que esto era un juicio del Dios de los israelitas por la transgresin, que debido a su ignorancia, cometieron contra la religin juda. Escribieron al rey de Asira para que les enviara sacerdotes que les ensearan la manera de no ofender al Dios de los judos. Final- mente, lleg un sacerdote a Bethel que instruy acerca del temor de Jehov, y aprendieron a temer sus juicios y enojo mas no quisieron rendirle sus vidas. En otras palabras, debido al temor que tuvieron de los juicios de Jehov quisieron respetar los ritos de la religin juda pero sin dejar de servir a sus dioses. Aunque se sentan obligados a rendir cierta reverencia a Jehov como divinidad del lugar, se entregaron con todo su ser a adorar a sus dolos. Ahora bien, en la actualidad existen multitudes de personas que profesan temor a Dios que en ocasiones realmente tienen cierto temor a Dios pero que sirven a otros dioses, es decir, que sus corazones rinden suprema devocin y confianza a otras cosas.

    Como es sabido, existen dos tipos de temor. El temor del Seor que es el principio de la sabidura y el cual se funda en 6 2 R 17:33

  • 22 LA VERDADERA SANTIDAD el amor, y existe el temor que esclaviza, que no es otra cosa que temor al mal, fruto del egosmo. Este ltimo es el temor que tuvieron los protagonistas de la historia arriba narrada: teman que Jehov enviara sus juicios contra ellos si no cumplan ciertos ritos y slo por ello le tributaban adoracin; pero este motivo no es otra cosa que egosmo y ello se ex-plica por su actitud; por un lado, profesaban reverencia a Jehov y, por el otro, amaban y servan a otros dioses.

    Como la falsa reverencia es comn a muchos tipos de personas, el objetivo de la predicacin de esta noche ser describir sus caractersticas de modo que quienes escuchen el mensaje y tengan dichas caractersticas, adquieran plena conciencia de su carcter real que, por cierto, el prjimo atestigua.

    Servir a una persona es ser obediente y devoto a la volun-tad e intereses de quien se sirve. No se denomina propia- mente servicio a la actitud por la que se realizan ciertos actos meramente externos; ms bien, se denomina servicio a la actitud de asumir la voluntad y promover los intereses de aqul al que se sirve. Servir a Dios significa hacer de la ver- dadera religin el principal asunto de la vida; es consagrar el corazn, la vida, las facultades, el tiempo, la autoridad y todo lo que se tiene para promover los intereses de Dios, para edificar el reino de Dios y promover su gloria. Pero, qu caractersticas tienen aquellos que pese a profesar el temor de Dios sirven a otros dioses? En lo que sigue veremos los rasgos fundamentales de este tipo de personas. Caractersticas de quienes profesan temor de Dios pero

    sirven a otros dioses 1. No renuncian de manera definitiva y en los hechos a la posesin de sus

    pertenencias; es decir, que no las han entregado a Dios.

  • LOS FALSOS PROFESOS 23

    Es un principio autoevidente que si no se le entregan todas las cosas a Dios no se le est sirviendo. Supongamos que un hombre contrata a alguien como empleado de su tienda pero que este ltimo sigue atendiendo sus propios negocios, y que cuando el patrn que paga un salario pide al empleado que haga ciertas tareas, ste le dijera: Tengo muchos asuntos que atender por lo que no puedo hacer lo que me pide. Acaso no dira la mayora que el empleado incurre en una falta al servirse a s mismo y no al patrn que le paga un salario? As es el hombre que no ha renunciado a s mismo, no slo en pensamiento sino en la prctica; no ha recibido an la primera leccin de religin pues no sirve al Seor sino a sus propios dioses.

    2. La persona que no hace de sus ocupaciones parte de su religin, no sirve a Dios.

    En ocasiones se oye decir a la gente cosas como: Estoy tan ocupado con las actividades de este mundo que no tengo tiempo de servir a Dios. Este tipo de personas creen que sirven a Dios durante un rato en la maana mientras hacen sus oraciones, y luego se entregan a sus actividades mundanas; pero esto no es servir a Dios sino una mera farsa. Es probable que esta persona decida consagrar tiempo a Dios antes del desayuno, antes de ir a trabajar, sin embargo, tan pronto como termina sus deberes religiosos sale a cumplir egostamente su trabajo. Es decir, que teme al Seor lo suficiente como para dedicarle un tiempo de oracin en la maana y en la noche mas durante el da sirve a sus dioses. Este tipo de religin es causa de burla en el Infierno: se ora devotamente a Dios en la maana pero luego, en vez de servir a Dios en sus negocios, se sirve a s mismo. Sin duda satisface a los dolos que sirve pero desagrada totalmente a Dios.

    3. Las personas a quienes les cuesta poco o nada servir a Dios tienen otros dioses.

  • 24 LA VERDADERA SANTIDAD

    Existe mucha gente cuya religin consiste en actos de piedad que no interfieren con su egosmo. Por ejemplo, si oras con tu familia en la maana porque te resulta conveniente, porque no sufres prdida a causa del servicio a Jehov, porque no interfiere con tu servicio a tus dioses como el afn de hacerte rico o de disfrutar el mundo, eres un falso creyente. Los dioses que tienes no se quejan de que sirvas a Jehov con negligencia.

    4. Sirven a sus propios dioses quienes piensan que se pueden servir a s mismos seis das a la semana y que el sptimo es el da del Seor.

    Multitudes creen que la semana pertenece al hombre y slo el sptimo da a Dios; es decir, piensan que tienen el derecho de servirse a s mismos y promover sus propios intereses durante la semana si sirven a Dios nicamente el sptimo da. Por ejemplo, un predicador clebre que quiso ilustrar la maldad que hay en quebrantar el sbado, expuso la siguiente ilustracin: Supongamos que un hombre que tiene siete dlares en su bolsa se encuentra en la calle con un indigente a quien da seis dlares. Supongamos que el indigente, al ver que la persona que le dio los dlares retuvo uno, decide robarle el nico dlar que queda. Acaso no se despreciar la actitud vil del indigente?. Esta ilustracin implica un gran engao: que quebrantar el sbado implica un dao muy grave a Dios puesto que l ha designado seis das para que el hombre se sirva a s mismo.

    Quienes obran as no sirven a Dios, en otras palabras, si te sirves a ti mismo toda la semana y pretendes dedicar slo un da a Dios eres sumamente egosta. Si aceptramos que al obrar as tienes genuina piedad habra que aceptar tambin que cada da de reposo te conviertes y, luego, que el da lunes vuelves a un estado inconverso. Si fuese realmente cierto que el hombre puede servir de esta manera se requerira la conversin cada da de reposo pero,

  • LOS FALSOS PROFESOS 25 el propsito del sbado es el de apartar exclusivamente un da a la semana para servir a Dios? Puede sostenerse la obra de Dios con un da de servicio a la semana? En realidad el Seor demanda nuestro servicio tanto el sbado como toda la semana; el propsito del sbado es proveernos de un da de descanso de las faenas que el presente siglo demanda. Recordemos que Dios usa medios para cumplir sus propsitos, que el ser humano tiene cuerpo y alma y que la difusin del Evangelio requiere los seis das de la semana en nuestros empleos seculares. Todo lo que hacemos es para servirle del mismo modo que le servimos el da sbado en la adoracin, as que el da de reposo no fue dado para servir ms a Dios que el da lunes y, consecuentemente, no tenemos ms derecho de servirnos a nosotros mismos el lunes que el sbado. Si alguien piensa que tiene seis das a la semana para servirse a s mismo evidencia que es sumamente egosta. Suplico que dejen de pensar que sirven a Dios slo por dedicarle un tiempo de oracin durante el da y guardar el sbado, si el resto del tiempo se sirven a s mismos. Si este es tu proceder nunca has conocido que el principio del verdadero servicio al Seor es una entrega radical.

    5. Quienes se sirven a s mismos o a sus dioses no sacrifican comodidades personales.

    Multitudes de creyentes objetan a los miembros de las iglesias independientes el deber de sacrificar ms la gratificacin personal. Los miembros de estas iglesias al asistir a la predicacin dicen cosas como: Queremos sentarnos con nuestra familia; Queremos sillas acojinadas; Queremos siempre el mismo lugar. Admiten que las iglesias independientes son necesarias para hacer que el Evangelio sea accesible a miles que diariamente se van al Infierno en esta ciudad, pero no hacen pequeos sacrificios que se requieren para alcanzar a las multitudes de impenitentes que perecen.

  • 26 LA VERDADERA SANTIDAD

    Estas pequeeces muestran claramente el verdadero estado del corazn del hombre. Supongamos que tu empleado dijera: No puedo hacer lo que me pides, y que la razn fuera que lo que le pides interfiere con su tranquilidad y comodidad. Dice no poder hacer lo que pides porque el asiento que usa para trabajar no tiene cojn o porque debe separarse de su familia por hora y media. Pero, cmo? Puede llamarse servicial a la persona que pone tales pretextos? Cuando una persona trabaja para otra rinde su comodidad y confort para cumplir la voluntad de quien le contrata. Puede ser cierto que un hombre sumamente de- voto en el servicio a Dios estime mayor su comodidad y confort que al reino de Cristo, que sacrifique la salvacin de los pecadores por no quererse sentar en sillas duras o porque requiera separarse una o dos horas de su familia?

    I. Cuando una persona entrega su tiempo y dinero a Dios de mala gana y con dolor en su corazn, es decir, cuando no tiene una actitud dispuesta y un corazn alegre, muestra que en su vida hay otros dioses.

    Qu pensaras del trabajador que para obedecerte tuvieras que demandarlo cada vez que le pides algo? Cunta gente hace las cosas de la religin de mala gana? Si no desean obedecer, las cosas se ponen difciles; se resisten a involucrarse en la obra con su tiempo, dinero o servicio. Es evidente que estas personas no consideran los intereses del reino de Cristo como suyos; pueden mostrar cierto temor al Seor pero no dejan de servir a sus dioses.

    7. Cuando una persona procura hacer siempre lo menos posible por la religin en vez de hacer lo ms que puede, evidencia que tiene otros dioses en su vida.

    Hay multitudes que parecen preguntar siempre cuanto es lo menos que pueden hacer para Dios. Por ejemplo,

  • LOS FALSOS PROFESOS 27 cuando una persona que hace un recuento de prdidas y ganancias, expresa: Este ao hice X por la religin, as que hacer caridad me cost X , este fue el precio de mi deber religioso. Ntese, la persona acta por obligacin!, por deber! Puede decirse que tal persona sirve a Dios? Al contrario, una actitud as revela claramente que la persona nunca se ha comprometido verdaderamente para impactar con el cristianismo el mundo. Si una persona realmente desea servir a Cristo manifestar su gran anhelo por la causa en inquietudes como: Cunto puedo dar por esta obra y por aquella?.

    8. Quienes atesoran riquezas para aumentar los bienes de sus propias familias sirven a sus dioses, no a Jehov.

    Aquellos que pretenden elevar el nivel social de su familia mediante las riquezas evidencian que viven por otra cosa distinta a la de sujetar el mundo a la autoridad de Cristo. Tienen otros dioses en su corazn as que aunque pretenden temer al Seor, en realidad sirven a sus dioses.

    9. Del mismo modo, quienes buscan enriquecerse y ahorrar para poderse retirar de sus negocios y vivir en comodidad, sirven a otros dioses.

    Hay muchas personas que profesan servir a Dios pero estn comprometidos con acumular afanosamente propiedades para poderse retirar y vivir con comodidad. Pero, acaso Dios estableci que el sbado fuera perpetuo tan pronto uno alcance suficiente dinero? Dijo Dios que debiramos trabajar muchos aos para tener vacaciones perpetuas? Prometi Dios que podras dejar de hacer lo ms posible con tu tiempo y talentos una vez que hayas alcanzado suficientes riquezas que te permitan vivir en comodidad y confort? Si tu pensamiento es conforme a los expuestos no ests sirviendo a Dios sino a ti mismo y a tu indolencia.

  • 28 LA VERDADERA SANTIDAD 10. Las personas que no se niegan a s mismas cosas innecesarias y, en ocasiones, dainas, gratifican sus apetitos y con ello dejan de hacer el bien. Este tipo de personas tiene otros dioses.

    Hay personas que anhelan mucho hacer cosas que no les hacen ningn bien y otras que se permiten apetitos artificiales y dainos. Si uno les muestra con argumentos que dichos apetitos deben abandonarse para hacer el bien, se afianzan firmemente a su posicin. Podemos decir que tales personas estn involucradas en el servicio a Dios? Definitivamente que no. Sacrificarn sus vidas por el reino de Dios? Porque no se le puede hacer que renuncien ni siquiera a una pizca de TABACO que es daino para la salud y repugnante a la sociedad para salvar un alma.

    Quin no constata que el egosmo predomina en tales personas? Pero esto slo es una muestra de la sorprendente fuerza que tiene el egosmo. Es ms comn observar la fuerza del egosmo en pequeas cosas que en grandes. El verdadero estado de la mente humana se hace evidente cuando la ley de la autogratificacin que gobierna su vida se manifiesta en insignificancias.

    11. Las personas que motivadas por sus intereses egostas responden pronto con la accin, muestran que sirven a otros dioses.

    El motivo que influencia a tales personas es evidente: supongamos que quiero construir un local para una iglesia, qu debo hacer para involucrar a los congregantes? Mostrarles cunto valor redituar a su propiedad, o al avance de su partido, o a la gratificacin de su egosmo. Si este tipo de motivos les animan ms que el deseo de salvar las almas que perecen y la extensin del reino de Cristo, es evidente que nunca se han negado a s mismos para servir al Seor. Siguen sirvindose y estn motivados ms por sus

  • LOS FALSOS PROFESOS 29 intereses egostas que por todos los principios de benevolencia en que consiste la verdadera religin. El carcter de un verdadero siervo de Dios es exactamente opuesto al inters egosta.

    Considrese el siguiente caso de dos jornaleros; uno es devoto de los intereses de su patrn mientras que al otro slo le interesa asegurar su paga. El primero deja consideraciones personales y se dedica en cuerpo y alma a alcanzar el objetivo. El segundo no actuar a menos que le presentes motivos que estimulen su egosmo como: Haz esto y te subir el salario, te dar un mejor puesto en el trabajo o algo similar. Ahora, pregunto: no existe una radical diferencia entre ambos siervos? No ejemplifica esto lo que actualmente ocurre en nuestras congregaciones? Si se propone un proyecto que nada cuesta todos procurarn hacerlo, pero propngase un plan que afecte los intereses personales, que cueste dinero o tiempo en un perodo de intenso trabajo y vers como los congregantes se empiezan a dividir. Algunos vacilan, otros dudan, unos ms objetan y, finalmente, hay quienes se rehsan absolutamente. Pero tambin estn los que se involucran a la primera porque ven que producir mucho bien. Los que se mantienen apartados hasta que constatan que pueden obtener algo son movidos por su egosmo. La diferencia radica en que algunos sirven a sus propios dioses.

    12. Las personas con este carcter se interesan ms por distintos asuntos que por los de la religin.

    Si encuentras que estn ms dispuestos a tratar otros temas, si observas que las noticias los motivan ms que la fe cristiana se debe a que sirven a sus propios dioses. La gente ordinaria se motiva ms por asuntos relacionados con cuestiones bancadas, blicas o por cualquier otra cosa relacionada con asuntos mundanos que por avivamientos, misiones o asuntos de inters para la religin. Se apasionan

  • 30 LA VERDADERA SANTIDAD con la poltica pero si les hablas de religin dicen temer entusiasmarse, hablan de sentimientos animales mostrando que el tema de la religin es ajeno a sus corazones. El ser humano se entusiasma con mayor facilidad en los temas vinculados a su corazn. Si eres de los que puede hablar da y noche de temas mundanos mas no de los relaciona- dos con la religin, puedes estar seguro que tu corazn no est en la fe, y si pretendes servir a Dios no eres ms que un hipcrita.

    13. Cuando la gente es ms celosa de su reputacin que de la gloria de Dios muestra que vive para s misma porque sirve a otros dioses.

    A quin sirve el hombre que se irrita y aflige ms por lo que se dice contra su persona que contra Dios? Su Dios es Jehov o su propia reputacin? Un ministro cay enfermo porque alguien se atrevi a decir algo despectivo contra su erudicin, dignidad o infalibilidad, sin embargo, tal ministro permanece fro como el hielo cuando alguien dice infamias contra Dios. Puede ese hombre considerarse un imitador del ejemplo del apstol Pablo quien prefera ser tomado por necio por causa de Cristo? Puede decirse que tal hombre ha cursado el primer grado en materia de religin? De ser as considerara su nombre vano por causa de Cristo pero cuando le preocupa ms su reputacin muestra que no sirve a Dios sino a sus propios dioses.

    14. Quienes sirven a sus dioses no hacen de la salvacin de las almas el principal objetivo de sus vidas.

    El fin de toda institucin religiosa, la razn por la que tiene valor es la salvacin de los pecadores. El fin por el que Cristo vive y por el que dej a su Iglesia en el mundo es por la salvacin de los pecadores. Este es el oficio de los siervos de Dios y si alguien no est involucrado en ello, es decir, si no toma este propsito como su propia empresa, como el

  • LOS FALSOS PROFESOS 31 objetivo principal de su vida no est sirviendo a Dios sino a sus propios dioses.

    15. Quienes hacen poco por agradar a Dios no pueden afirmar que le sirven.

    Supngase que le preguntramos a una persona que profesa servir a Dios lo siguiente: Qu haces por Dios? Haces algo para agradarle? Eres instrumento para la conversin de los pecadores? Haces cosas que promueven la religin? Ayudas a la causa de Cristo?. Supngase que la persona respondiera: Pues, no lo s; tengo esperanza, creo que amo a Dios aunque actualmente no estoy haciendo nada por l". Puede decirse que tal hombre sirve a Dios o a sus propios dioses? Dice: Ocasionalmente le hablo de Cristo a los pecadores pero no parecen sentir el mensaje. Pues esto es evidencia de que T ERES QUIEN NADA SIEN- TE. Si tu corazn no est absorto en la salvacin de los perdidos es obvio que nada sientan cuando les compartes.

    16. Todo aquel que antepone su propia felicidad al servicio til vive para sus propios dioses.

    La religin del que vive para su propia felicidad es enteramente egosta. Como les gusta disfrutar la vida religiosa siempre andan buscando sensaciones espirituales placenteras; asisten a las reuniones que les satisfacen e inquieren el modo de hacer las cosas espirituales de una manera placentera. Supongamos que un empleado actuara de este modo, que constantemente buscara la manera de disfrutar; supongamos que estuviera en tu casa y se metiera al saln de juegos, se recostara en el sof con una almohada bajo su cabeza, con un sirviente que le estuviera abanicando, negndose a hacer el trabajo urgente que se le encomend. Un empleado que actuara as mostrara que slo le interesa trabajar para s mismo y ser feliz egostamente. As ocurre con los falsos profesos de Jehov quienes no desean ms

  • 32 LA VERDADERA SANTIDAD que su comodidad y que el ministro los alimente. En vez de buscar cmo hacer el bien se concentran slo en alcanzar su propia felicidad. Su oracin diaria no es como la del apstol Pablo cuando recin se convirti, que dijo: Seor, qu quieres que yo haga?. No, la oracin de estos falsos profesos dice: Seor, dime cmo puedo ser feliz?. Pregunto, es este el espritu de Cristo? Ciertamente no, pues l deca: Hacer TU VOLUTAD es mi delicia, oh Dios. El apstol Pablo se despoj a s mismo y desnud sus brazos para trabajar en la via del Seor.

    17. Quienes hacen de su propia salvacin el propsito supremo de su religin sirven a otros dioses.

    Multitudes de creyentes en la iglesia evidencian por su conducta y lenguaje que su objetivo principal es asegurar su propia salvacin. Muestran que su gran determinacin es plantar sus almas en la Jerusaln celestial y caminar por las calles de oro. Pero si la Biblia no est errada tales personas se irn al Infierno pues su religin es mero egosmo. Como afirma la Escritura: El que ama su vida, la perder; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardar.7

    Comentarios finales

    1. Segn lo expuesto es posible comprender por qu tan pocos se comprometen con Cristo.

    Cristo tiene muy pocos siervos en la tierra; cuntos profesantes de esta iglesia o de los que conoces realmente se involucran en la obra de Dios y hacen de la religin su principal labor? Cuntos se niegan a s mismos para que el reino de Cristo avance? La razn por la que la religin no avanza ms rpido es debido a que hay muy pocos siervos que hacen el trabajo con eficiencia y muchos que lo entor- 7 Juan 12:25.

  • LOS FALSOS PROFESOS 33

    pecen. El compromiso de la iglesia con el mundo es similar a la de un gran almacn que se est quemando y pocos entran a rescatar los bienes que se queman. Quienes desean hacer el trabajo se ven obstaculizados por la gran mayora que cavila, resiste y retrocede en el camino.

    2. Tambin queda claro por qu pocos cristianos tienen el espritu de intercesin.

    Con tal actitud cmo pueden tener el espritu de intercesin? Para qu les habra Dios de dar el espritu de intercesin? Supongamos que un hombre se involucra en sus proyectos mundanos y que Dios le diera el espritu de intercesin. Evidentemente, este hombre intercedera por aquello que tiene prioridad en su corazn, por el xito de sus proyectos mundanos que equivale a servir a sus propios dioses. Dar Dios el espritu de intercesin para alcanzar objetivos egostas? Nunca, que tal hombre vaya a buscar el espritu de intercesin a sus propios dioses pero que no espere que Jehov se lo conceda.

    3. Como puede verse hay multitud de profesos creyentes que no son verdaderamente religiosos.

    Pregunta a un hombre si sus propiedades y empresas son todas del Seor, y que si las administra para l. Oh no te dir, no he llegado todava a tal grado de entrega. No ha llegado a tal grado de entrega! Tal hombre lleva aos profesando ser cristiano y todava no cree que sus propiedades, empresas y todo lo que tiene le pertenece a Dios! Sin duda que tal hombre sirve a sus propios dioses. Insisto, el verdadero comienzo en la vida religiosa consiste en la entrega de todo a Dios. En qu consiste la conversin sino en volverse del servicio al mundo para sentir a Dios? Pero tal hombre ni siquiera se ha percatado de que debiera ser un siervo del Seor; piensa que su caminar con Dios es de provecho y que sirve a Dios con lo que tiene.

  • 34 LA VERDADERA SANTIDAD

    4. Profesar servir a Dios para servirse uno a s mismo es un acto de gran deshonestidad.

    Ustedes que pretenden cumplir deberes religiosos con motivos egostas estn queriendo hacer a Dios su sirviente. Si tu inters personal es lo que ms te motiva todo tu servicio cristiano no es ms que la pretensin de inducir a Dios a que promueva tus intereses egostas. Por qu oras, o guardas el sbado, o renuncias a una propiedad? Si tu respuesta es: Porque procuro salvarme. Ciertamente que procuras tu beneficio y no la gloria de Dios! Buscas el Cielo mas no la gloria del Seor! Acaso no te das cuenta de que el diablo tambin procurara lo mismo si pudiera seguir siendo diablo? El ms alto nivel de egosmo es querer ser Dios, tener todos sus atributos!

    Y bien, dnde ests? Sirves a Jehov o sirves a tus propios dioses? Qu has hecho en estos seis meses en que me he ausentado? Has vivido como siervo de Dios? Has debilitado el reino de Satn? Puedes decir: Ven y te mostrar a este y aquel pecador convertido, o a este y aquel hermano que se desliz y regres, o a aquel santo fortalecido? Puedes dar testimonio vivo de tu servicio a Dios? Ser tu respuesta: Asisto con frecuencia a la congregacin los domingos, escucho mensajes muy bendecidos, asisto a las reuniones de oracin que han sido muy hermosas, he orado con mi familia, oro dos o tres veces en privado al Seor, y adems leo mi Biblia? Djame decirte que todo esto refleja tu pasividad como si no hubieras hecho nada para Dios. Has temido al Seor sirviendo a tus propios dioses. Y dices: Pero he vendido muchos bienes para obtener grandes ganancias de las que dar mi diezmo a los misioneros. Quin te ha pedido que hagas esto para dejar de salvar a las almas? Apoyas la difusin del Evangelio pero dejas que los pecadores que estn frente a ti se vayan al Infierno. No te engaes, si amas a las almas,

  • LOS FALSOS PROFESOS 35 si verdaderamente estuvieras comprometido con Dios trabajaras y salvaras a las almas donde ests. Qu pensaras del misionero que se va a los perdidos pero que nunca le ha compartido a nadie en el lugar donde reside? Ama las almas? Resulta una burla mandar a tal hombre a los perdidos pues quien no hace nada en el lugar donde radica no es apto para ir a los perdidos. Y quien enva dinero a las misiones pero no trata de salvar a los pecadores donde vive incurre en grave hipocresa.

  • CAPTULO 3 Las acciones que no provienen

    de la fe son pecado

    Pero el que duda sobre lo que come, es condenado, porque no lo hace con fe; y

    todo lo que no proviene de fe, es pecado.8

    En los pueblos donde reinaba la idolatra se acostumbraba ofrecer sacrificios de animales y consagrar una parte de lo sacrificado a los sacerdotes. Estos solan enviar su parte del sacrificio a los mercados para venderla. Los cristianos de origen judo que estaban dispersos entre las naciones paganas eran muy escrupulosos respecto al tipo de carne que coman; teman quebrantar la ley de Moiss. Esto gener dudas que derivaron en disputas y dificultades entre las iglesias. Por ejemplo, en la iglesia de Corinto hubo tal discrepancia que fue necesario escribir al apstol Pablo para solicitarle apoyo y direccin; Pablo respondi las dudas en la Primera epstola a los corintios. Al parecer, algunos fueron demasiado lejos en sus escrpulos pues pensaban que era indebido comer carne, ya que era imposible saber si la carne que compraban en el mercado haba sido sacrificada a los dolos. Sin embargo, otros pensaban que los sacrificios no hacan que la carne fuera distinta y que en su derecho a alimentarse esto no causaba problema alguno. Para resolver la controversia escribieron al apstol Pablo. El captulo octavo de la epstola est consagrado a tratar con detenimiento el caso.

    En cuanto a lo sacrificado a los dolos, sabemos que todos tenemos conocimiento. El conocimiento envane- 8 Romanos 14:23.

  • 38 LA VERDADERA SANTIDAD ce, pero el amor edifica. Y si alguno se imagina que sabe algo, an no sabe nada como debe saberlo. Pero si alguno ama a Dios, es conocido por l. Acerca, pues, de las viandas que se sacrifican a los dolos, sabemos que un dolo nada es en el mundo, y que no hay ms que un Dios. Pues aunque haya algunos que se llamen dioses, sea en el cielo, o en la tierra (como hay muchos dioses y muchos seores), para nosotros, sin embargo, slo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para l; y un Seor, Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de l. Pero no en todos hay este conocimiento; porque algunos, habituados hasta aqu a los dolos, comen como sacrificado a dolos, y su conciencia, siendo dbil, se contamina.9

    Con la expresin su conciencia se contamina el apstol se refiere a que la persona que come carne sacrificada a los dolos incurre en la prctica de la idolatra. Ahora, es importante destacar que el comer carne en s mismo no constituye un mal.

    Si bien la vianda no nos hace ms aceptos ante Dios; pues ni porque comamos seremos ms, ni porque no comamos, seremos menos. Pero mirad que esta libertad vuestra no venga a ser tropezadero para los dbiles. Porque si alguno te ve a ti, que tienes conocimiento, sentado a la mesa en un lugar de dolos, la conciencia de aquel que es dbil, no ser estimulada a comer de lo sacrificado a los dolos? Y por el conocimiento tuyo, se perder el hermano dbil por quien Cristo muri.10

    Pese a que tenan suficiente conocimiento para saber que un dolo nada es y que no puede producir ningn cam-

    9 1 Corintios 8:1-7. 10 1 Corintios 8:8-11.

  • LAS ACCIONES QUE NO PROVIENEN DE LA FE SON PECADO 39 bio en la carne, exista el riesgo de que si un hermano dbil en la fe viera a otro comiendo carne que pudiera haber sido sacrificada a los dolos, podra sentirse inclinado a comer carne. Es decir, que los hermanos dbiles en la fe podran sentirse inclinados a seguir el ejemplo de los hermanos fuertes, pero al hacerlo violaran su conciencia pensando que al comer incurran en idolatra.

    De esta manera, pues, pecando contra los hermanos e hiriendo su dbil conciencia, contra Cristo pecis. Por lo cual, si la comida le es a mi hermano ocasin de caer, no comer carne jams, para no poner tropiezo a mi hermano.11

    La conclusin del apstol Pablo fue obrar conforme a la benevolencia, es decir, que el hermano fuerte en la fe debiera evitar comer aquello que condenara al dbil en la fe; debiera evitar manchar la conciencia del hermano dbil con la idolatra. En otras palabras, al pecar contra el hermano dbil se pecaba contra Cristo.

    Al escribir a los creyentes de Roma, el apstol Pablo trata el mismo asunto. Despus de darles algunas mximas y principios, enuncia la siguiente regla:

    Recibid al dbil en la fe, pero no para contender sobre opiniones. Porque uno cree que se ha de comer de todo; otro, que es dbil, come legumbres.12

    Algunos preferan comer nicamente vegetales en vez de exponerse a comer lo sacrificado a los dolos, mientras que otros no tenan problemas de conciencia y coman sin preguntar por motivos de conciencia respecto a la carne que se ofreca en el mercado. Los que coman slo vegetales acusaban a los otros de idolatra, y los que coman carne acusaban a los otros de supersticin e idolatra.

    11 1 Corintios 8:12-13. 12 Romanos 14:1-2.

  • 4 0 LA VERDADERA SANTIDAD

    El que come, no menosprecie al que no come, y el que no come, no juzgue al que come; porque Dios le ha recibido, T quin eres, que juzgas al criado ajeno? Para su propio seor est en pie, o cae; pero estar firme, porque poderoso es el Seor para hacerle estar firme.13

    La controversia tambin oscil respecto a la observancia de las fiestas judas y das santos. Algunos pensaban que Dios las segua demandando y procuraban cumplirlas, mientras que otros consideraban que ya no era necesario guardarlas.

    Uno hace diferencia entre da y da; otro juzga iguales todos los das. Cada uno est plenamente convencido en su propia mente. El que hace caso del da, lo hace para el Seor; y el que no hace caso del da, para el Seor no lo hace. El que come, para el Seor come, porque da gracias a Dios; y el que no come, para el Seor no come, y da gracias a Dios. Porque ninguno de nosotros vive para s, y ninguno muere para s. Pues si vivimos, para el Seor vivimos; y si morimos, para el Seor morimos. As pues, sea que vivamos, o que muramos, del Seor somos. Porque Cristo para esto muri y resucit, y volvi a vivir, para ser Seor as de los muertos como de los que viven. Pero t, por qu juzgas a tu hermano? O t tambin, por qu menosprecias a tu hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo. Porque escrito est: Vivo yo, dice el Seor, que ante m se doblar toda rodilla, y toda lengua confesar a Dios. De manera que cada uno de nosotros dar a Dios cuenta de s. As que, ya no nos juzguemos ms los unos a los otros, sino ms bien decidid no poner tropiezo u ocasin de caer al hermano.14

    Ahora, obsrvese lo que aqu dice: 13 Romanos 14:3-4.

    14 Romanos 14: 5-13.

  • LAS ACCIONES QUE NO PROVIENEN DE LA FE SON PECADO 41

    Pero si por causa de la comida tu hermano es contristado, ya no andas conforme al amor. No hagas que por la comida tuya se pierda aquel por quien Cristo muri.15

    Yo s, y confo en el Seor Jess, que nada es inmundo en s mismo; mas para el que piensa que algo es inmundo, para l lo es.16

    En otras palabras, la distincin de lo limpio y lo inmundo para la carne no opera en Cristo, sin embargo, quien cree que dicha distincin sigue vigente comete un crimen si come indiscriminadamente carne porque hace lo que considera contrario al mandamiento de Dios.

    Todas las cosas a la verdad son limpias; pero es malo que el hombre haga tropezar a otros con lo que come.17

    Cada uno est convencido en su propia mente de lo que es recto delante de Dios. Y si alguno come carne sacrificada y no est seguro en su mente, peca contra Dios.

    Bueno es no comer carne, ni beber vino, ni nada en que tu hermano tropiece, o se ofenda, o se debilite. Tienes t fe? Tena para contigo delante de Dios. Bienaventurado el que no se condena a s mismo en lo que aprueba. Pero el que duda sobre lo que come, es condenado, porque no lo hace con fe; y todo lo que no proviene de fe, es pecado.18

    El trmino condenar implica culpabilidad por quebrantar la ley de Dios. Si un hombre tiene dudas respecto a cualquier cosa y, si en tal estado de duda acta, desagrada a Dios y quebranta la ley, y se condena independientemente 15 Romanos 14:15. 16 Romanos 14:14. 17 Romanos 14:20. 18 Romanos 14:21-23.

  • 42 I.A VERDADERA SANTIDAD de si lo que hizo fue bueno o malo. Bien, la razn por la que me detuve a analizar con cuidado el pasaje en relacin con su contexto es porque deseo que sus mentes satisfagan debidamente la necesidad que tienen de comprender el principio expuesto, que si alguien hace algo teniendo dudas de su legitimidad peca y se condena ante Dios. En un caso as el problema ya no recae en si es legtimo lo que se hace sino en que al dudar lo que se haga se vuelve pecado.

    Existe una excepcin que debe mencionarse aqu, me refiero al caso en que un hombre duda entera y honestamente de si es lcito omitir o dejar de hacer algo. El presidente Edwards responde a esta duda en la resolucin 39 que dice:

    Resolv nunca hacer aquello que pudiera generarme dudas respecto a su legitimidad; y, al mismo tiempo, me propuse considerar y examinar la legitimidad o ilegitimidad del acto; con excepcin de la legitimidad de la omisin.

    Una persona puede tener el mismo grado de duda respecto a si est obligada o no a hacer algo. En tal condicin lo nico que puede decirse es que dicha persona debe actuar conforme a la mayor luz que pueda tener. Pero si duda de la legitimidad del acto mas no de su omisin y, sin embargo, lo realiza, peca y se condena ante Dios; debe arrepentirse o se condenar.

    En lo que sigue examino el tema conforme a los siguientes tres puntos:

    I. Se muestra en qu consiste la criminalidad del acto de quien duda de la legitimidad [lawfulness; validez] de sus actos.

    II. Se aplica la nocin de criminalidad a ciertos casos especficos.

    III. Se exponen comentarios y observaciones finales.

  • LAS ACCIONES QUE NO PROVIENEN DE LA FE SON PECADO 43 I. DETERMINACIN DE LA CRIMINALIDAD DEL INDIVIDUO QUE ACTA DUDANDO DE LA VALIDEZ O LEGITIMIDAD DE LO QUE HACE.

    \

    1. Si Dios ilumina la mente de un individuo al punto que ste tenga dudas respecto a la validez de una accin determinada, es necesario que el agente deje de actuar y considere con cuidado el caso hasta que quede satisfecho.

    Para comprender mejor este punto, considrese el siguiente ejemplo: supongamos que tienes un hijo que de- sea aceptar la invitacin de un compaero de ir a su casa pero duda si le dars permiso. En tal caso, est obligado tu hijo a pedirte permiso?

    Veamos otro caso. Supongamos que un hombre se encuentra en una isla desierta y vive en una cueva. El individuo se siente solo y abandonado, sin embargo, cada maana encuentra una racin de comida justo afuera de su cueva que cubre sus necesidades del da. Ahora, cul sera el deber de este individuo? Se justificara decir que si la persona no conoce a nadie en la isla, no est obligado a buscar a la persona que le apoya para agradecerle? En un caso como el descrito no se valdra decir: Como dudo que haya alguien no har ms que comer mi racin del da y descansar despreocupado. Al actuar de este modo el individuo queda convicto por la criminalidad que la maldad de su corazn amerita. La culpabilidad sera tanta como si conociera al benefactor y no le agradeciera el favor recibido.

    Consideremos otro caso que ilustra la criminalidad de quien obra ilcitamente: un ateo abre sus ojos a la bendita luz del Evangelio y recibe la salud y el vigor de lo espiritual en su interior. Con tal experiencia tiene suficiente evidencia para quedar obligado a buscar al gran Ser que le bendijo con la vida y la felicidad; pero si no lo busca, si no se ocupa de crecer espiritualmente, su corazn se empezar a enfriar

  • 4 4 LA VERDADERA SANTIDAD hasta oponerse nuevamente a las verdades de Dios con el corazn y el intelecto de un ateo. En un caso as, cul sera la responsabilidad de esta persona? Es evidente que su responsabilidad sera ser honesto, sincerarse respecto de su experiencia, actuar con la sencillez de un nio y tener un espritu reverente para buscar a Dios y tributarle la debida honra. Si tuviese suficiente luz como para no dudar de la existencia de Dios pero acta como si no existiera, y no busca saber la verdad para obedecerla, muestra cun mal est su corazn.

    Con el unitario ocurre algo similar. Por ejemplo, si concedemos el supuesto del unitario el cual es falso de que la evidencia de la Biblia no es suficiente para eliminar toda duda respecto de la divinidad de Cristo, esto no justificara el rechazo de la doctrina; el unitario est todava obligado a buscar en las Escrituras con toda humil- dad hasta realmente satisfacer su necesidad. Ahora bien, no hay hombre inteligente y honesto que pueda decir que las Escrituras no proveen evidencia respecto de la divinidad de Cristo. De hecho, tan cierto es que en las Escrituras hay suficiente evidencia de la divinidad de Cristo que miles de personas de mente aguda han satisfecho plenamente sus dudas, incluso aquellos que durante un tiempo se opusieron a la Palabra.

    Est tambin el universalista que niega que exista el tormento eterno del Infierno al que van los pecadores despus de morir. Los universalistas deben inquirir en las Escrituras para saber si estn en lo cierto, pues no basta con que crean que no hay Infierno. Debieran considerar la posibilidad de que el Infierno existe y que negarlo puede ser temeridad y un tipo de rebelin contra Dios. El universalista duda de la existencia del Infierno, sin embargo, acta como si creyera que realmente no existe. Una vez conoc a un mdico que procur resolver su duda dedican-

  • LAS ACCIONES QUE NO PROVIENEN DE LA FE SON PECADO 45 do mucho tiempo a escudriar el tema, hasta que decidi preguntarle al ministro de su congregacin, que tambin era universalista. El ministro le respondi que l dudaba de la veracidad del universalismo y que crea que no hubiese un solo universalista en el mundo que no tuviese dudas respecto a esta concepcin.

    2. El hombre que al actuar duda de si lo que hace es correcto muestra que es egosta y que tiene otros objetivos adems de cumplir la voluntad de Dios.

    La persona que obra de esta manera muestra que slo desea gratificarse a s misma, pues aunque tiene dudas de si Dios aprueba o no lo que hace, sin embargo, lo hace. No es esta persona un rebelde? Si honestamente deseara servir a Dios, al tener una duda se detendra a inquirir y examinarla hasta que llegara a una respuesta satisfactoria. Pero si acta teniendo dudas muestra que es egosta y malo, pues desea hacer aquello en que duda de la aprobacin de Dios; es decir, que desea hacerlo independientemente de que sea bueno o malo. Lo hace porque quiere hacerlo y no porque sea correcto.

    3. La bondad de Dios reprueba actuar con dudas.

    El individuo que acta con dudas asume que es incierto que Dios haya dado suficiente revelacin de su voluntad para conocer lo que se debe hacer. Virtualmente afirma que el camino del deber queda en tal incertidumbre que tiene que decidir a la aventura.

    4. Evidencia pereza y estupidez mental.

    Muestra que prefiere actuar mal en vez de hacer diligente uso de los medios necesarios que le permitan conocer y aprender el camino del deber. Su mala decisin revela que es negligente y deshonesto en sus deliberaciones.

  • 46 LA VERDADERA SANTIDAD 5. Muestra imprudencia de espritu.

    Muestra una falta de conciencia e indiferencia a lo recto y a la autoridad de Dios. Revela indisposicin de hacer la voluntad de Dios sin importar si l se agrada o no de lo que hace. Actuar con dudas muestra una imprudencia temeraria y un temperamento impulsivo que es el colmo de la maldad.

    El principio que est claramente expuesto en el versculo bblico con que inicia este captulo y el contexto en que fue enunciado lo mismo que el texto ledo en la Espstola a los corintios es que un hombre que duda de la validez de algo que quiere hacer le es pecado y le condena, y si no se arrepiente queda convicto.

    I I. APLICACIN DEL PRINCIPIO A UNA VARIEDAD DE CASOS PARTICULARES

    Veamos primero algunos casos en que una persona duda de la validez de algo y de si est obligada o no a hacerlo. Por ejemplo, consideremos el caso del uso del vino en la Cena del Seor.

    Desde la Reforma de la Abstinencia se ha cuestionado el uso del vino; se han analizado varios tipos de vino y se ha publicado la cantidad de alcohol que contienen. Dado que es difcil encontrar en nuestro pas vinos que no tengan un alto contenido de alcohol se ha cuestionado seriamente si en la Cena del Seor se puede usar este tipo de vino. Algunos piensan que el vino es parte esencial de la ordenanza y que debemos usar el mejor vino que podamos conseguir. Otros dicen que no debemos usar vino que contenga alcohol, y como piensan que el vino no es esencial para la ordenanza, creen que es mejor usar otro tipo de bebida. Ambos tipos de personas estn igualmente conscientes, deseosos y seguros de hacer lo que consideran que es ms agradable al Seor. Sin embargo, algunos dudan respecto al tema; s

  • LAS ACCIONES QUE NO PROVIENEN DE LA FE SON PECADO 47 que hay personas serias respecto a si deben usar vino que contiene alcohol o si deben usar otro tipo de bebida. Este es un caso donde se aplica la regla del presidente Edwards de Si debo o no hacer lo que es dudoso, y donde se ha de decidir con toda honestidad segn la mejor luz que se tenga y con un nico propsito de conocer y hacer lo que es ms agradable a Dios.

    Aunque no pretendo exponer ampliamente el tema del uso del vino en la Cena del Seor ni considero que este sea el lugar apropiado para tratarlo a fondo, lo introduzco slo como una ilustracin de la que har algunos comentarios.

    1. Nunca he comprendido cmo puede causar tanto dao el uso de vino comn en la comunin. No me alarma el peli- gro o el mal de tomar un sorbo de vino, o una cucharada o algo as una vez cada uno, dos o tres meses. No creo que la enfermedad de la intemperancia y la intemperancia, como se sabe, es en realidad una enfermedad del cuerpo se estimular o incentivar con algo tan nimio. Tampoco creo que injurie a la causa de la temperancia, como algunos suponen. Por tanto, cuando una persona usa el vino de manera correcta y est convencido en su propia mente, no peca.

    2. Por otro lado, no creo que el uso del vino sea esencial para cumplir la ordenanza. Mucho se ha dicho, escrito e impreso respecto al tema pero slo se ha oscurecido el consejo. Considero que las razones expuestas por otros para justificar que no es esencial para la ordenanza no son tan contundentes como las que tengo. Muchos dolores ha causado el querer probar que el vino usado por el Seor al instituir la Cena no estaba fermentado o no contena alcohol. Aunque este tema ha sido objeto de debate, sin embargo, parece irrelevante tal como sera irrelevante discutir si el pan que el Seor comi era pan de trigo o de avena, o si tena levadura o no. Adems, por qu no se discute este tema con vehemencia? Porque no es esencial.

  • 48 LA VERDADERA SANTIDAD

    En orden a establecer esta cuestin del vino debemos preguntarnos cul es el significado de la Cena. Qu propsito tuvo el Seor al instituir la Cena? El propsito era tomar los dos elementos principales que sustentan la vida, es decir, la comida y la bebida, y utilizarlos para representar la necesidad y virtud de la expiacin.

    Es claro que Cristo tuvo esto en mente pues corresponde con lo que dice: Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. Esparci agua en el Templo y dijo: Si alguien tiene sed, venga y beba. Se le llama el Pan del Cielo. As que es costumbre mostrar el valor de los sufrimientos de Cristo mediante la comida y la bebida. Por qu comi pan en vez de algn otro alimento? Quienes conocen los usos y costumbres de aquella regin sabrn que escogi los alimentos ms comunes de la gente de aquel tiempo y lugar.

    Cuando estuve en Malta pareca que la mayora de la gente viva slo de pan. As, Cristo usa el artculo de comida ms comn y universal para representar su carne. Y, por qu us vino para beber? Por la misma razn; el vino es la bebida ms comn de la gente de aquellas regiones. Se vende una botella en centavos. Supe que en Sicilia se vende el vino por cinco centavos el galn y es tan barato como el agua. Como puede constatarse, la Cena del Seor se realiz por primera vez al final de la Pascua, en la cual los judos usaban vino. El significado que el Salvador quiso transmitir para esta ordenanza es el siguiente: como la comida y la bebida son esenciales para la vida del cuerpo, as es con el cuerpo y la sangre de Cristo, son esenciales para la vida del alma. En lo personal creo que el vino no es esencial para la comunin, y no dudo en dar agua a cualquiera que conscientemente la prefiera. Sea la comida y bebida comn que el pueblo usa para preservar la vida y se responder al propsito de la institucin de la

  • LAS ACCIONES QUE NO PROVIENEN DE LA FE SON PECADO 49 Cena del Seor. Si yo fuera misionero entre los esquimales nativos donde se alimentan de carne seca de foca y agua de la nieve, administrara la Cena con estos elementos. As ayudara a que los esquimales comprendieran que no pueden vivir sin Cristo.

    Consideremos otro caso aunque similar; supongamos un ministro que debido a la ubicacin en que se encuentra su casa tiene que viajar el da de reposo para llevar el mensaje a las congregaciones donde ministra. En un caso as el ministro pudiera dudar de cul es su deber. Por ejemplo, si va a predicar se expone al juicio de quienes piensan que quebranta el sbado, y si no va a la congregacin deja a los creyentes sin la ministracin de la Palabra. En tal caso, la direccin correcta es que el predicador acuda a las Escrituras y busque la mejor respuesta que pueda; que haga del tema un asunto de oracin, lo sopese y, finalmente, acte segn el mejor juicio que pueda tener respecto al tema.

    Lo mismo ocurre con el profesor de la escuela dominical que vive lejos. Si no viaja en el da de reposo los alumnos se quedan sin escuela. En un caso as el profesor pudiera dudar sinceramente cul sera su deber: si asistir a la con- gregacin de su localidad o viajar unas cinco, ocho o diez millas para ministrar al vecino necesitado de la Palabra. Bien, debe decidir conforme a la mejor luz que pueda tener, y nadie debe ponerse por encima para juzgar al discpulo humilde escrupuloso de Cristo.

    Como puede constatarse es claro que el propsito debe ser honrar a Dios y la duda yace en saber cul es la manera de verdaderamente honrarle. El apstol Pablo, dice: El que guarda el da, para el Seor lo guarda; y quien no lo guarda, para el Seor no lo guarda.

    En segundo lugar deseo mencionar algunos casos en que la intencin es errada, donde el agente procura grati-

  • 50 LA VERDADERA SANTIDAD ficarse y duda respecto a la validez de su intencin. Me referir a casos en que existe diferencia de opinin respecto a las acciones que se desean hacer donde lo menos que puede decirse es que la persona tiene dudas de la validez de sus acciones.

    1. La venta de bebidas alcohlicas.

    Despus de todo lo expuesto sobre el tema y de la abundante luz con que lo hemos considerado, podra alguien afirmar que no hay razn para dudar de la ilegalidad de la venta de alcohol? Una persona no puede ser honesta e ignorar que la venta de alcohol es incorrecta y criminal, pero seamos lo ms caritativos posible y supongamos que el destilador o el vendedor no estn convencidos de la criminalidad de la venta. En un caso as el vendedor debiera tener por lo menos la duda de que hace lo correcto. Qu debe hacer? Debe cerrar sus ojos a la luz? No. Puede cuestionar y hacer objeciones, pero sabe que tiene dudas de la venta del alcohol. Y si tiene dudas y persiste en la venta sin examinar y ver lo que es correcto, incurre en tanta culpa como si lo hiciera estando convencido de que es malo. Este tipo de persona dice algo as como: No estoy plenamente persuadido de que la Biblia prohba destilar o vender alcohol. Bien, supongamos que no est plenamente convencido, que sus objeciones no son removidas, entonces qu sigue? Pues si duda de la validez del acto no requiere convencerse de que obra mal; basta con que tenga dudas y persista en ello para ir camino al Infierno.

    2. La persona que se compromete con un trabajo que le lleva a quebrantar el da de reposo va camino al Infierno.

    Comprometerse con un trabajo que no es estrictamente necesario en el da de reposo es incorrecto, como trabajar en una agencia de correos o en un barco. Este da debe guardarse para hacer slo obras de misericordia pues slo stas son absolutamente necesarias.

  • LAS ACCIONES QUE NO PROVIENEN DE LA FE SON PECADO 51

    Supongamos un caso en que el trabajo en el da de reposo no es estrictamente necesario. Lo menos que puede decirse sin incurrir en un disparate es que la validez de dicho acto es dudosa. Y si se persiste en hacer algo que genera dudas se va camino al Infierno. Dios pena con su ley el acto de quien obra as y si no se arrepiente lleva la pena.

    3. Ser propietario de acciones de compaas que quebrantan el da de reposo.

    Puede un propietario decir que no es posible dudar de la validez de la inversin de dicho capital? Puede la caridad degradarse tanto como para que haya duda en el agente de si tal trabajo es necesario, es decir, por causa de la misericordia? No es necesario demostrar la invalidez aunque puede hacerse categricamente; basta con irradiar suficiente luz que permita generar dudas respecto a la ilegitimidad de tal accin. Si el agente moral persiste pese a dudar de la rectitud de su accin, se condena a s mismo y se pierde.

    4. Cualquier tipo de juego de lotera condena a quien lo juega.

    Si quien juega recibe suficiente luz como para dudar de la rectitud de su accin y no deja de hacerlo se condena y se pierde.

    5. Considrese el caso de la indulgencia del apetito que es un tema de controversia.

    Este tema no slo genera controversia sino duda respecto a su rectitud. (1.) La bebida del vino, la cerveza y los licores intoxicantes. Conforme a lo expuesto hasta aqu respecto a la temperancia queda manifiesto que el uso de estas bebidas transgrede la regla del apstol cuando dice: Es bueno no comer

  • 52 LA VERDADERA SANTIDAD carne ni beber vino, ni cualquier cosa que ofenda, tropiece o debilite al hermano. No hay quien pueda convencerme de que la persona que bebe no tenga dudas respecto a la legitimidad de su acto. De hecho, no existe prueba de su legitimidad pero s hay fuertes pruebas de su ilegitimidad. Ahora, si alguien duda de la legitimidad descrita y acta, se condena; y si persiste, la condenacin es mayor.

    Si lo que sostengo son sofismas me gustara saberlo porque no deseo engaar a otros ni a m mismo; estara enteramente engaado si el sentir que se deriva de la cita bblica mencionada no es lo que sostengo como inferencia simple, directa y necesaria.

    (2.) Por lo que respecta al tabaco quiero dejar claro lo siguiente. Puede alguien decir que sin lugar a dudas, el uso del tabaco es conforme a la voluntad de Dios para l? Puede alguien suponer que est moralmente obligado a hacer uso del vino, la cerveza o el tabaco como mero artculo de lujo? La respuesta obvia es, no. As que la duda queda enteramente para quien incurre en estos actos. Qu diremos, pues, del hombre que duda de la validez de sus actos y que, sin embargo, los comete? Tal hombre est condenado.

    (3.) En lo que respecta al t y al caf afirmo lo siguiente. Es del conocimiento pblico que estas bebidas no nutren pese a que se gasta en su consumo mucho dinero. En este pas se gastan ocho millones de dlares anuales, puede alguien ocultar sus dudas respecto a la conveniencia de gastar tanto dinero en aquello que de nada sirve? Quienes han examinado el punto SABEN BIEN que dichas sustancias son dainas, intolerables a los estmagos dbiles. Quienes las usan pasan por alto que existen muchas sociedades benevolentes que claman por AYUDA para enviar el Evangelio al mundo y salvar a muchos del Infierno! Si pensamos que tan slo la Iglesia gasta millones en sus mesas de t no genera esto dudas respecto a su validez?

  • LAS ACCIONES QUE NO PROVIENEN DE LA FE SON PECADO 53

    6. Apliquemos los principios analizados a las diversiones.

    (1.) En primer lugar consideremos las idas al teatro. Multitudes que profesan la religin asisten al teatro aduciendo que en ninguna parte de la Biblia se prohbe. Pero, qu persona que profesa la religin ha ido al teatro sin dudar si lo que hace es vlido? Niego que este sea un punto en el que haya slo duda pues creo que es evidente su invalidez.

    (2.) Las fiestas cuyo centro es el placer y donde los invitados van a comer y beber en exceso. No hay razn para dudar si el uso del tiempo y el dinero en fiestas se utiliza en lo que Dios demanda? Considera a los pobres ham- brientos ante la extravagancia y diversin de tales fiestas y dime si es posible asistir a otra fiesta o hacer una sin dudar de su validez. Dnde hallars al hombre o mujer que vaya tan lejos como para decir que no tiene ninguna duda respecto a tal hecho? Creo que no existe persona honesta que afirme tal barbaridad. Y si alguien duda y, sin embargo, lo sigue haciendo, su condicin no es otra que la del hombre condenado.

    Como puede verse este principio abarca muchas cosas en las que hay controversia y las cuales la gente evade diciendo que no es malo hacerlas para librarse de la sentencia condenatoria de la ley de Dios. Sin embargo, desde el momento en que hay dudas su deber es abstenerse.

    (3.) Las fiestas de sociedad o la lectura de novelas representan formas de prdida de tiempo. Quiere Dios que gastes tu vida en tales actividades? Puedes decir que no tienes dudas respecto a su legitimidad?

    7. Otra actividad que genera incertidumbre son las visitas en el da de reposo. Hay gente que se justifica diciendo: Como no saba si estaba mal decid arriesgarme". Tal persona es un quebrantador de corazn del da de reposo.

  • 54 LA VERDADERA SANTIDAD 8. Conformarse a las costumbres mundanas de ao nuevo es otra forma de accin ilegtima.

    En esta poca del ao asisten hombres y mujeres a fiestas donde se comen alimentos muy elaborados, pasteles, vinos y dems hasta el colmo de la saciedad, envenenando sus almas al postrarse ante la diosa de las costumbres y festividades mundanas.

    S que algunos se excusan diciendo que es bueno dedicar un da a reuniones donde las mujeres se quedan en sus casas y los caballeros se libran de sus afanes y negocios, y cosas por el estilo. Y ciertamente eso est bien, sin embargo, en dichas fiestas hay excesos que conllevan a muchas impiedades y, ante tales excesos, pregunto a los creyentes si no despierta en ellos la DUDA de la legitimidad de tales fiestas. Y si se despierta la duda caemos bajo la regla: si la carne ofende a mi hermano, es decir, si las fiestas de ao nuevo derivan en glotoneras, embriaguez e impiedad no deben evitarse? As que quienes dudan de la prctica de tales festividades y perseveran en ellas, pecan contra Dios.

    9. La conformidad con la moda extravagante del momento es invlida.

    Estimadas seoritas! Nunca han dudado de la legitimidad de copiar las modas que provienen de otros pases y de lugares cuyos nombres sera vergonzoso mencionar en la congregacin de los santos? Pero si dudas debes arrepentirte de tu pecado, de lo contrario te condenars para siempre.

    10. Matrimonios entre cristianos y pecadores.

    Cuando se afirma la ilegitimidad del matrimonio entre cristianos e impenitentes algunos dicen: Pero pese a lo que usted afirma no es cierto que el matrimonio entre cristianos e impenitentes sea, en ltima instancia, ilegtimo.

  • LAS ACCIONES QUE NO PROVIENEN DE LA FE SON PECADO 55 Bien, supongamos que no fuese ilegtimo, sin embargo, la Biblia y la naturaleza del caso no lo hacen, en ltima instancia, dudoso? En realidad, es posible demostrar que el matrimonio entre cristianos y pecadores no es legtimo. Pero concedamos que no puede demostrarse su invalidez, qu tipo de cristiano sera aquel que nunca ha dudado ni en el presente duda de la legitimidad de tal unin? Y si duda y acta conforme a ello es condenado. Imagnate al hombre creyente o a la mujer cristiana que est a punto de contraer unin matrimonial con un impo, lleno de dudas respecto a si va a actuar correctamente, y que con el pretexto de pedir luz a Dios hace oraciones con conciencia dbil; adems, imagnate a esta persona actuando de prisa -NTESE- pues sabe que duda de la legitimidad de su propsito. Puede decirse que es legtimo actuar as? Recordemos que basta con que dude para que su acto sea ilegtimo.

    Por tanto, he aqu un principio que est cerca de ti cuan- do necesites reprender al pecado, cuando el poder de la mundanalidad quiera derribarte y tengas que demostrar la pecaminosidad de dicha prctica. Recuerda que el peso de la PRUEBA no recae en ti, es decir, que no ests obligado a demostrar la absoluta ilegitimidad de algo; basta con que muestres que tienes razn suficiente para cuestionar la validez, para crear una duda vlida de si el acto es conforme a la voluntad de Dios y ello es suficiente para que la carga de la prueba quede del otro lado. Y si no pueden resolver la duda, si no pueden mostrar que no existe lugar para la duda, entonces no tienen derecho de continuar con la prctica de aquello, y si lo hacen, pecan contra Dios.

    I I I . COMENTARIOS Y OBSERVACIONES FINALES

    1. El conocimiento del deber no es indispensable para la obligacin moral, pues basta con la posesin de los medios del conocimiento para hacerla una persona responsable.

  • 56 LA VERDADERA SANTIDAD

    Si alguien tiene los medios para saber si algo es correcto o incorrecto, est obligado a usarlos para inves