lacuesta, erice, tarkovski y la pintura

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Tarkovski, Erice, Lacuesta: tres directores en torno a la pintura Joaquín Juan Penalva La pintura y el cine son dos disciplinas artísticas que han dialogado entre sí en numerosas ocasiones, bien a través de documentales, bien a través de biopics más o menos canónicos que presentaban la vida de algún gran pintor. De todas maneras, a la hora de aproximarme a las fructíferas relaciones existentes entre las artes plásticas y el séptimo arte, he decidido detenerme en la obra de tres directores que, aunque, en un primer momento, parece que no tengan demasiado que ver entre sí, guardan muchos más puntos de contacto de los que cabría esperar. A lo largo de estas líneas, tres serán los directores convocados: Andrei Tarkovski, Víctor Erice e Isaki Lacuesta. Los tres, con formatos y estilos distintos, se han ocupado de la pintura en sus filmografías.

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Relación entre el cine y la pintura de directores contemplativos.

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Tarkovski, Erice, Lacuesta: tres directores en torno a la pinturaJoaqun Juan Penalva

La pintura y el cine son dos disciplinas artsticas que han dialogado entre s en numerosas ocasiones, bien a travs de documentales, bien a travs debiopicsms o menos cannicos que presentaban la vida de algn gran pintor. De todas maneras, a la hora de aproximarme a las fructferas relaciones existentes entre las artes plsticas y el sptimo arte, he decidido detenerme en la obra de tres directores que, aunque, en un primer momento, parece que no tengan demasiado que ver entre s, guardan muchos ms puntos de contacto de los que cabra esperar. A lo largo de estas lneas, tres sern los directores convocados: Andrei Tarkovski, Vctor Erice e Isaki Lacuesta. Los tres, con formatos y estilos distintos, se han ocupado de la pintura en sus filmografas.Tarkovski, en su segundo largometraje como director trasLa infancia de Ivn(Ivanovo detstvo, 1962), firma un monumental fresco histrico ambientado en la Rusia del siglo XV,Andrei Rublev(1966), que tiene como protagonista principal al pintor de iconos. Resulta curioso comprobar cmo Tarkovski, el gran cineasta del tiempo uno de sus ensayos se titula, no en vano,Esculpir en el tiempo rueda, en riguroso blanco y negro, uno de las ms atpicosbiopicsjams dedicados a un pintor. Aunque se ocupa de la vida de Rublev cuando pinta los iconos de la catedral de la Asuncin del Kremlin y de la catedral de la Dormicin en Vladimir, en ningn momento, salvo al final de la pelcula, contemplamos su obra. El film se concibe a modo de retablo, una de las expresiones artsticas propias de la poca medieval. Hay enAndrei Rublevuna reflexin sobre el arte, sobre el compromiso del artista y sobre el pasado histrico de Rusia. Nunca muestra al artista trabajando, pero s lo presenta cuando sale del monasterio de la Santsima Trinidad y San Sergio, en su camino a travs de un pas lleno de contrastes y tensiones, fruto de su naturaleza doble, ya que Rusia es, a un mismo tiempo, oriente y occidente.Hay enAndrei Rublevun viaje inicitico, una suerte debildungsroman, en el que el joven monje, antes de convertirse en el gran pintor de iconos, conoce su pas y se reafirma en sus creencias religiosas. La pelcula consta de un prlogo al que le siguen ocho fragmentos que abarcan veintitrs aos de la vida de Rublev, desde 1400 hasta 1423. Sin duda, una de las mejores escenas es el dilogo entre el propio Rublev (Anatoliy Solonitsyn) y Tefanes el Griego (Nikolai Sergeyev), su maestro, acerca del arte. El sentido de arte y su relacin con el poder son dos de los temas centrales de la pelcula, que, no obstante, tiene algn acierto visual magnfico, como cuando presenta la Crucifixin de Cristo en un paisaje nevado.Y, si bienAndrei Rublevse ha rodado toda en blanco y negro, Tarkovski se reserva el uso del color para el final, cuando presenta las verdaderas pinturas de Rublev, esos iconos por los que es mundialmente conocido. Los tizones de un fuego que se extingue toman, en primer lugar, el color de las ascuas, y una disolvencia en rojo nos conduce hasta la obra de Rublev, que, hasta ahora, no haba sido mostrada: primero, detalles muy prximos; despus, los frescos enteros. Carlos Tejeda, en su monografa sobre el cineasta, lo afirma as: Con el acompaamiento de un coro litrgico, Tarkovski muestra detalles de los iconos de Rublev que culminan con el de laTrinidad, que se considera su obra maestra. Detalles que sugieren la anticipacin del arte abstracto, el suprematismo o el arte conceptual. Es el arte como medio sublime para representar la espiritualidad y la esencia de la existencia humana. Pero tambin la explosin de creatividad de un Rublev que ha vuelto a despertar a la vida (Carlos Tejeda,Andrei Tarkovski, Madrid, Ctedra, 2010, p. 281).El propio Tarkovski, enEsculpir en el tiempo, se ocupa deAndrei Rublev: Al principio parece que para su protagonista la cruel verdad vital est en contradiccin absoluta con el ideal de la armona de su creacin artstica. Pero la afirmacin central de esta pelcula es precisamente el hecho de que un artista solo ser capaz de expresar el ideal moral de su poca si no huye de sus sangrientas heridas, si las vive en su propio cuerpo, en su propia vida. El trascender en nombre de un quehacer superior una verdad baja, experimentada en toda su crueldad: esa es la verdadera misin del arte, que en esencia es algo casi religioso, una toma de conciencia sagrada de un alto deber espiritual (Andrei Tarkovski,Esculpir en el tiempo, Madrid, Rialp, 1991, pp. 195-196).Esta ltima reflexin puede servir para enlazarAndrei Rublevcon la segunda pieza de este trptico,El sol del membrillo(Vctor Erice, 1992), una obra maestra, como la pelcula de Tarkovski, pero cuyo planteamiento es radicalmente opuesto.El sol del membrilloes, hasta la fecha, el tercer largometraje de Vctor Erice trasEl espritu de la colmena(1973) yEl sur(1983). A caballo entre el documental y la ficcin, Erice se aproxima al trabajo cotidiano del pintor Antonio Lpez. La cinta comienza el 29 de noviembre de 1990, cuando Antonio Lpez est montando el bastidor para un nuevo lienzo. Hay un escenario determinado: el chalet madrileo en obras, cercano a la estacin de Chamartn, en el que el pintor de Tomelloso trabaja pero no vive. All, en el jardn, le aguarda un membrillero, que l mismo ha plantado cuatro aos antes, que pretende plasmar en leo.En realidad,El sol del membrilloes, antes que una pelcula sobre la pintura, una autntica reflexin sobre el paso del tiempo y la contemplacin de la vida. He ah el autntico milagro, no en el cuadro que pinta Antonio Lpez, sino en el membrillero que contempla da a da, cuando trata de representarlo en todo su esplendor. Sin duda, uno de los mejores momentos es cuando le preguntan por qu no utiliza una fotografa para fijar el membrillero en un momento de luz y color ptimos, a lo que l contesta que lo que le gusta realmente, lo que le parece maravilloso, es precisamente estar junto al rbol, pasar las horas junto a l tratando de captar su esencia. La pintura, en ese momento, se convierte en algo accesorio frente al milagro de la vida, y el membrillero se transforma en una criatura a la que hay que proteger del viento y de la lluvia.Mientras Antonio Lpez trabaja junto al membrillero, unos albailes polacos se encuentran reformando la casa; al mismo tiempo, Mara Moreno y Jos Carretero se dedican a su arte en otras estancias de la casa.El sol del membrilloes casi un diario filmado del trabajo del pintor. Poco a poco, tras los demorados y pacientes preparativos, la imagen del membrillero se va plasmando sobre el lienzo, primero en forma de leo. Ahora bien, llega un momento, el 25 de octubre, en que el pintor decide dar por concluido el leo y empieza un dibujo, en el que estar trabajando hasta principios de diciembre, cuando los membrillos empiezan a desprenderse del rbol. Aqu acabara, en realidad, la parte documental deEl sol del membrillo, pero Erice no renuncia a contar la historia del membrillero y sus frutos, por eso nos muestra cmo los membrillos cados se van pudriendo en el suelo y cmo, llegada la primavera, el membrillero ofrece nuevas flores que pronto se convertirn en frutos. No hay mejor metfora del paso del tiempo ni de la vida, aunque ha sido el arte, tanto pictrico como cinematogrfico, el que ha conseguido que el membrillero vaya ms all de las tapias del jardn.Uno de los grandes aciertos de la pelcula son las conversaciones entre Antonio Lpez y Enrique Gran, un pintor amigo que lo visita en un par de ocasiones. Gran muri en un incendio en su estudio de Madrid en 1999, con lo queEl sol del membrillose ha convertido, involuntariamente, en un homenaje a su memoria. Como afirma Antonio Lpez, en un rbol est contenido el universo. Eso es precisamente lo que vemos enEl sol del membrilloy en toda gran obra maestra: un universo en miniatura.Y, si de la Rusia del siglo XV nos hemos trasladado hasta el Madrid de los aos noventa, es hora de seguir nuestro descenso hacia el sur y llegar a frica, concretamente a Mali, al pas Dogn, lugar al que nos han llevado el director Isaki Lacuesta y el artista plstico Miquel Barcel. La ltima pieza de este trptico tiene una doble dimensin: por un lado, una pelcula de ficcin tituladaLos pasos dobles(2011); por otro, el documentalEl cuaderno de barro(2011). Lacuesta es el director de ambos trabajos, pero Barcel se encuentra en el origen de los dos. Lacuesta pretenda unir ficcin y documental en una misma cinta, pero pronto se dio cuenta de que cada proyecto necesitaba su propio espacio creativo. Lo realmente curioso es queLos pasos doblesse encuentra muy en la lnea deAndrei Rublev, mientras queEl cuaderno de barroest muy relacionado conEl sol del membrillo.Los pasos doblestrata de reconstruir la vida del desaparecido pintor Franois Augiras, una suerte dealter egodel propio Barcel, que fue quien se lo dio a conocer a Isaki Lacuesta: La primera vez que escuch hablar sobre el diablo eremita fue en el taller de Miquel Barcel: este me mostr algunos de los cuadros de Augiras, y por aquel entonces an no sospech que acabara inspirndome en ellos para rodar varias secuencias deLos pasos dobles. Barcel me cont aquel mismo da la historia del bnker misterioso. En el desierto africano, Augiras encontr un bnker militar y lo cubri por completo de frescos, como una suerte de Capilla Sixtina en medio de la nada. Augiras decidi que la mejor forma de preservar sus pinturas era dejar que la arena las escondiera, hasta que el hombre del siglo XXI volviera para encontrarlas. Augiras tambin era un tipo extremadamente juguetn, y as, nos dej escritas unas pocas y contradictorias pistas sobre el paradero de aquel bnker.Si Tarkovski trazaba enAndrei Rublevun viaje inicitico que conclua mostrando los frescos del gran pintor de iconos, Lacuesta reconstruye, por un lado, la vida del propio Augiras, pero, por otro, muestra la bsqueda de ese bnker perdido en mitad del desierto, cerca del mar. Como ocurra enAndrei Rublev,Los pasos doblesse cierra con las imgenes de algunos cuadros pintados por Augiras.En cuanto aEl cuaderno de barro, en realidad se trata de un documental escindido de la pelcula anterior, ya que, si bien iba a estar integrado en un mismo metraje, al final se tuvo que separar porque haba cobrado entidad propia.El sol del membrillonos mostraba a Antonio Lpez trabajando;El cuaderno de barrohace lo propio con Miquel Barcel, lo que ocurre es que Barcel tiene un taller en frica, lugar al que lleva el espectculoPaso doble,diseado junto a Josef Nadj. Hay enEl cuaderno de barrouna reflexin sobre el tiempo y la caducidad de todos los soportes, tal como ensean las termitas africanas, capaces de devorarlo todo. Por eso, al final, quizs debamos replantarnos el viejo tpico latino dears longa, vita brevisy reformularlo en estos trminos:omnia brevia. Al cabo, nada sobrevive a todo.