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La Oruga y el Renacuajo camino hacia la Gran Transformacin(Un cuento muy peruano)

En cierta oportunidad, una oruga caminaba, o mejor dicho se arrastraba, hacia un estanque cercano con la intencin de beber un poco de agua y refrescarse, el da estaba muy caluroso y sus patitas estaban ya inflamadas de tanto arrastrase por entre piedras y cascajos calientes.

Al llegar al estanque se apresur en acercar sus labios a las frescas y tranquilas aguas, pero repentinamente le sali al encuentro un renacuajo, que muy gil salt sobre una flor de loto y arrogante le pregunt: Oruga, Qu pretendes hacer? Acaso beber del agua de mi estanque, sin los permisos correspondientes?La Oruga respondi de inmediato.- En efecto eso es lo que pretendo, y realmente la necesito, sino lo hago desfallecer!- ya algo desconfiada por la actitud desafiante del renacuajo y con los labios resecos, le pregunt.- Tienes algn inconveniente en ello, renacuajo?

Escchame bien oruga, no s de dnde vienes, al parecer eres extranjera, pero aqu en mi estanque estamos muy bien organizados.- Tenemos un alcalde distrital, un alcalde provincial, varios presidentes de frentes de defensa ambientalistas, y un presidente de regin.- que por cierto soy yo, dijo; siempre arrogante el renacuajo.- y por lo tanto si quieres beber de mi agua, primero debes pedir y obtener el permiso de todos y cada uno de ellos.- y muy seguro de s mismo, aadi.- mientras haca volteretas y malabares sobre la flor de loto.- Una vez que hayas obtenido tu permiso, se consultar a toda la poblacin del estanque su aprobacin o rechazo mediante una consulta previa.- Solo despus de ello, tal vez obtengas el permiso para beber de nuestra preciada agua.- termin de hablar el autoritario renacuajo.

La oruga muy apesadumbrada y confundida por las palabras del renacuajo, se arm de valor y dijo: Mira renacuajo, es cierto que soy extranjera, pero siempre he sido una oruga respetuosa de las leyes del estanque que visito, tambin soy ambientalista y adems s que debo pagarte por el derecho de beber de t agua y estoy dispuesta a hacerlo, pero estas exigencias tuyas ya son el colmo.- Si no bebo agua no podr seguir mi camino hacia la gran transformacin.

Al escuchar esto ltimo el renacuajo, se entusiasm y le dijo: As que t tambin vas en camino hacia la gran transformacin, Oruga?- Porqu no comenzaste por ah?.- Como vers yo tambin estoy en camino hacia ella, y pienso que la gran transformacin me convertir en un apuesto prncipe y conocer a una doncella con la cual vivir por siempre feliz aqu en m estanque, cobrando cmodamente: regalas, impuestos a las sobre ganancias, aportes voluntarios y sobre todo el derecho del canon a todos aquellos extranjeros que como t, quieran beber de mi agua.- Qu te parece?.- pregunt el renacuajo, con poses de gran estadista.

Claro, de eso estoy segura!.- le respondi despectivamente la oruga.- pero sabes t renacuajo que antes de convertirte en un apuesto prncipe, la metamorfosis de la gran transformacin te llevar primero a convertirte en un horroroso sapo cubierto de verrugas que tragar moscas, y ni siquiera toda la plata del canon te alcanzar para arreglarte la cara de sapo.

Vaya que si eres envidiosa!- Le contest el renacuajo a la oruga al or los insultantes comentarios de esta ltima.- que por supuesto hirieron el ego del batracio.- y este aadi con rabia: T tambin oruga, antes de convertirte con la gran transformacin en una mariposa de doradas alas, sers un gusano vil y arrastrado!La Oruga encolerizada y ya casi muerta de sed le respondi: Bueno renacuajo, t tambin eres envidioso y adems egosta con un recurso natural del cual crees, equivocadamente, tener absoluta propiedad! Ambos, por instantes que parecieron interminables, se quedaron muy quietos, sus miradas eran desafiantes y parecan despedir chispas de rabia.- el renacuajo en actitud amenazadora y muy envalentonado, se haba acercado con la flor de loto hasta la orilla del estanque, y estaban ya ambos frente a frente a punto de agarrarse a puetazos.Luego de unos momentos muy tensos y cuando el desenlace pareca inevitable, ambos casi al unsono, explotaron en sonoras carcajadas y se abrazaron.No podemos seguir as verdad Renacuajo? Estamos haciendo un papeln, ante todos los animales del bosque, mejor establezcamos una mesa de dilogo y as nos entenderemos mejor! - dijo la oruga. S, en eso creo que tienes razn!.- respondi el renacuajo.- adems pensndolo bien, si vamos a agarrarnos a puetazos yo saldra mal librado del enfrentamiento, porque no tengo manos y t tienes muchas.- dijo resignado el dictadorcillo del estanque y luego para justificar su agresiva actitud, aadi: "Lo que sucede es que m naturaleza es as; y no puedo hacer nada por mejorarla: soy envidioso, egosta, frustrado y mediocre"

No es tu naturaleza!- respondi la Oruga tratando de consolarlo.- Es t ideologa: "Eres un renacuajo comunista", pero si sigues con esa ideologa caverncola y retrgrada, terminars ahuyentando a todos los inversionistas, que como yo, quieran beber de tu agua y con ello perders mucho dinero, el cual verdaderamente lo necesitan para mejorar el nivel y calidad de vida de todos los habitantes de t estanque.- No lo crees, renacuajo?Finalmente, ya ms calmados ambos, la oruga aconsej al renacuajo: S inteligente y aljate de esas posturas extremistas y actitudes radicales, que a nada bueno te llevan, trata de explotar convenientemente los recursos naturales que t estanque te ofrece, ya que tienes la suerte de tenerlos, hay muchos en este bosque que quisieran tener esa suerte, no la desperdicies, de lo contrario solo te quedars soando con tu gran transformacin.- La oruga bebi un poco de agua, pag, agradeci y sigui su camino en busca de otro estanque.- Mientras el renacuajo, confundido y con la boca abierta, se qued mirando cmo esta se alejaba muy oronda.

Circula este cuento entre tus amigos, y con ello estars ayudando a erradicar actitudes y conductas extremistas, intolerantes y radicales, que tanto dao hacen a nuestro pas. Autor.Lic. Vctor Acosta [email protected]