las finanzas y la fe católica

16
Las finanzas y la fe catolica Ricardo Alaniz Celis Matemáticas financieras

Upload: ricardo-alaniz

Post on 30-Jun-2015

101 views

Category:

Spiritual


1 download

DESCRIPTION

trabajo elaborado por Ricardo Alaniz Celis.

TRANSCRIPT

Page 1: Las finanzas y la fe católica

Las finanzas y la fe catolica

Ricardo Alaniz CelisMatemáticas financieras

Page 2: Las finanzas y la fe católica

Doctrina Social de la iglesia.

Page 3: Las finanzas y la fe católica

Riqueza, pobreza y bienes materiales

• LA VIDA ECONÓMICA. • I. ASPECTOS BÍBLICOS a) El hombre, pobreza y

riqueza.

Page 4: Las finanzas y la fe católica

• 323 En el Antiguo Testamento se encuentra una doble postura frente a los bienes económicos y la riqueza. Por un lado, de aprecio a la disponibilidad de bienes materiales considerados necesarios para la vida: en ocasiones, la abundancia —pero no la riqueza o el lujo— es vista como una bendición de Dios.

• En la literatura sapiencial, la pobreza se describe como una consecuencia negativa del ocio y de la falta de laboriosidad (cf. Pr 10,4), pero también como un hecho natural (cf. Pr 22,2).

• Por otro lado, los bienes económicos y la riqueza no son condenados en sí mismos, sino por su mal uso. La tradición profética estigmatiza las estafas, la usura, la explotación, las injusticias evidentes, especialmente con respecto a los más pobres (cf. Is 58,3-11; Jr 7,4-7; Os 4,1-2; Am 2,6-7; Mi 2,1.

Page 5: Las finanzas y la fe católica

Justicia• El derecho a la justa remuneración y

distribución de la renta.

Page 6: Las finanzas y la fe católica

• 302 La remuneración es el instrumento más importante para practicar la justicia en las relaciones laborales.659 El « salario justo es el fruto legítimo del trabajo »; 660 comete una grave injusticia quien lo niega o no lo da a su debido tiempo y en la justa proporción al trabajo realizado (cf. Lv 19,13; Dt 24,14-15; St 5,4). El salario es el instrumento que permite al trabajador acceder a los bienes de la tierra: « La remuneración del trabajo debe ser tal que permita al hombre y a su familia una vida digna en el plano material, social, cultural y espiritual, teniendo presentes el puesto de trabajo y la productividad de cada uno, así como las condiciones de la empresa y el bien común »

• 661 El simple acuerdo entre el trabajador y el patrono acerca de la remuneración, no basta para calificar de « justa » la remuneración acordada, porque ésta « no debe ser en manera alguna insuficiente » 662

Page 7: Las finanzas y la fe católica

Prudencia• 547 El fiel laico debe actuar según las exigencias

dictadas por la prudencia: es ésta la virtud que dispone para discernir en cada circunstancia el verdadero bien y elegir los medios adecuados para llevarlo a cabo. Gracias a ella se aplican correctamente los principios morales a los casos particulares.

Page 8: Las finanzas y la fe católica

Solidaridad

Page 9: Las finanzas y la fe católica

VI. EL PRINCIPIO DE SOLIDARIDAD• 192 La solidaridad confiere particular relieve a la

intrínseca sociabilidad de la persona humana, a la igualdad de todos en dignidad y derechos, al camino común de los hombres y de los pueblos hacia una unidad cada vez más convencida.

Page 10: Las finanzas y la fe católica

Catecismo de la iglesia católica.

Page 11: Las finanzas y la fe católica

Responsabilidad

Page 12: Las finanzas y la fe católica

• 1734 La libertad hace al hombre responsable de sus actos en la medida en que estos son voluntarios. El progreso en la virtud, el conocimiento del bien, y la ascesis acrecientan el dominio de la voluntad sobre los propios actos.

• 1735 La imputabilidad y la responsabilidad de una acción pueden quedar disminuidas e incluso suprimidas a causa de la ignorancia, la inadvertencia, la violencia, el temor, los hábitos, los afectos desordenados y otros factores psíquicos o sociales.

Page 13: Las finanzas y la fe católica

Avaricia

Page 14: Las finanzas y la fe católica

I EL DESORDEN DE LA CONCUPISCENCIA • 2536 El décimo mandamiento

prohíbe la avaricia y el deseo de una apropiación inmoderada de los bienes terrenos. Prohíbe el deseo desordenado nacido de la pasión inmoderada de las riquezas y de su poder. Prohíbe también el deseo de cometer una injusticia mediante la cual se dañaría al prójimo en sus bienes temporales.

Page 16: Las finanzas y la fe católica

Ricardo Alaniz Celis