las fuentes lexicográficas

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27

sufijo camba LUIS ROCA

58 ••*n™J'

62

Calendario andino FERNANDOíHUANACUN

AÑO V • N° 5 • LA PAZ - BOLIVIA • 2004/5

Lew t̂exe

TRATAMIENTO DEL CORPUS LEXICOGRÁFICO QUECHUA:

LAS FUENTES*

Estado de la cuestión.

A diferencia de las demás lenguas originarias de nuestro país, el que­chua tiene la fortuna de contar con una buena cantidad de diccionarios que, bajo distintos propósitos, han venido elaborándose hasta nuestros días. La práctica lexicográfica relati­va al quechua se remonta a los mis­mos inicios de la colonia.

No obstante la gran variedad de obras lex icográf icas con que se cuenta, estos diccionarios están le­jos de ofrecer una descripción obje­tiva, completa y actualizada del vo­cabulario quechua. Y no se observa

ESPAÑA VILLEGAS PINTO MARIO SOTO RODRÍGUEZ

Instituto Boliviano de Lexicografía y otros Estudios Lingüíst icos

i

en ellos una finalidad metodológica clara y bien delimitada: descriptiva o normativa, sincrónica o diacrónica, etc., como es una de las tendencias actuales de la lexicografía (Haéns-ch, 1987: 557). A pesar de esto, has­ta el momento, y en la medida de sus posibilidades, estas obras han teni­do una función importante en la difu­sión, rescate y mantenimiento de la lengua.

A pesar de su naturaleza y los motivos que dieron lugar a su origen, de manera general, los problemas que encontramos en los diccionarios del quechua boliviano son los mis­mos que se han estado observando

Una versión preliminar de este trabajo fue presentado en el XIII congreso de la ALFAL, Monterrey, 2005.

Lex^texe en la lexicografía hispanoamericana: "a veces con una confusa mezcla entre lo diacrónico y lo sincrónico, lo lingüístico y lo enciclopédico, lo nor­mativo y lo descriptivo (...) Los prin­cipales problemas que se observan en los diccionarios son, sobre todo de orden metodológico. Falta de de­limitación de las funciones de diccio­narios y mezcla de criterios..." (Haénsch, 1987: 557-558).

Estos problemas se deben princi­palmente a la falta de una planta de trabajo previa a la elaboración mis­ma del diccionario, en la que se deli­miten con claridad la metodología y las líneas de trabajo, las fuentes del corpus, y los elementos componen­tes que involucrarán la elaboración del trabajo.

Uno de los problemas importantes originados por esta carencia meto­dológica en la práctica lexicográfica relativa al quechua boliviano es la naturaleza de los datos que ofrecen y la relación de éstos con las fuentes a las que se recurrió para la elabora­ción de los diccionarios.

Naturaleza de las fuentes en los diccionarios contemporáneos del quechua

Se dice que en la obtención de in­formación para la compilación de las

entradas de un diccionario, de ma­nera general, se suele recurrir tradi-cionalmente a las siguientes fuentes (Pérez, 2002):

• La intuición. • Otros diccionarios. • Fuentes tradicionales de recopi­

lación manual de información sobre el uso de las palabras (citas de auto­res reconocidos, periódicos, libros, etc.)

Este tipo de fuentes, plantea los mismos problemas que se han se­ñalado en numerosas ocasiones para el estudio de una disciplina científi­ca, como es el caso de la lexicogra­fía. Las introspecciones del lexicógra­fo no siempre se ajustan a la reali­dad, o al menos al uso lingüístico más frecuente; no se puede afirmar que no se siguen incluyendo en los diccionarios usos o acepciones ob­soletas (al menos sin indicación ex­presa), o que las distinciones de sig­nificado que se han incluido durante décadas en los diccionarios no se ajustan a la realidad del uso de los hablantes. Durante la recopilación manual de citas sólo suelen recoger­se citas que dan cuenta de curiosi­dades lingüísticas o usos que han lla­mado la atención del lexicógrafo.

Por estas razones, estas fuentes de información, no se consideran hoy día como suficientes para la labor de

texiM Lexe compilación de diccionarios (tanto monolingües como bilingües) que pretendan dar una visión actualiza­da y completa del uso lingüístico.

Los diccionarios del quechua de Bolivia presentan estos mismos pro­blemas en el tratamiento del corpus y los datos presentados, que tienen su origen sobre todo en el tipo de fuente al que se recurrió.

Así lo podemos observar en cua­tro de los diccionarios contemporá­neos del quechua considerados en la actualidad como los más importan­tes, por haberse constituido en las obras de referencia fundamentales de consulta lexicográfica del quechua boliviano, ya sea gracias a su difu­sión o el volumen de su contenido:

1. "Diccionario bilingüe quechua-castellano castellano-quechua", (Centro Cultural Jayma, 1997)

Este diccionario se constituye en la actualidad en el más importante debido a su empleo oficial en el sis­tema educativo y porque su publica­ción fue patrocinada por el Ministe­rio de Educación para la Reforma Educativa que se lleva adelante des­de 1996.

El corpus de los datos que en­contramos en este diccionario está

basado en fuentes secundarias; el corpus tienen su origen en un gru­po de ocho diccionarios del que­chua considerados por los autores como "obras de consulta funda­mental" (Centro Cultural Jayma, 1997: 9) -ún ico sustento del crite­rio de selección- de estas obras ofrecido- y cuya lista se incluye en la sección correspondiente a la bi­bliografía:

• "Vocabulario de la lengua ge­neral del Perv llamada qqui-chua o del inca (Diego Gonza-les de Olguin, 1608)" Por su parte, respecto a la fiabilidad misma de esta obra, Lara (1971: 8) considera que "reve­lan una relativa penetración en el idioma y al mismo tiempo presentan deficiencias e in­exactitudes considerables"..

• "Diccionario de kkechua-espa-ñol" (Jorge A. Lira 1941)" Este diccionario sólo contiene entra­das en quechua..

• "Diccionario qheshwa-castellano casellano-qhesswa" (Jesús Lara, 1971).

• ""Diccionario tri-lingüe Quechua de Cusco: Quechua - English -Castellano"

• (Esteban y Nancy Homberg, 1978).

• "Runasimi Básico Qosqo Qo-llaw" (Luis Peña Morató, 1981).

Lexí^texe • "Diccionario quechua" (Joaquín

Herrero y Federico Sánchez de Lozada, 1984).

• "Diccionario especializado que­chua" (Donato Gómez Bacarre-za, 1992).

• "Moderno Vocabulario del Que­chua y del aymara" (Germán Vi-llamor).

Aunque también registra la inclu­sión de artículos léxicos por cuenta propia de los autores sin alguna mar­ca que los diferencie como tales y ninguna justificación de su inclusión: "...parcos en la inclusión de présta­mos del castellano (...) generosos en introducir neologismos..." (Centro Cultural Jayma, 1997: 5).

2. Diccionario qheshwa-castella­no casellano-qhesswa

(Jesús Lara, 1971). En la actualidad, este trabajo se

constituye en una fuente principal para la práctica lexicográfica que­chua Crf. Soto y Villegas (2002): "El diccionario quechua de Donato Gó­mez". En Lexi Lexe, Revista del Ins­tituto Boliviano de Lexicografía y otros Estudios Lingüístico. Año III, No 3, La Paz. (134 - 151). . Por otro lado, es el único caso en el que po­demos encontrar alguna explicación y preocupación respecto a las fuen­tes y la confiabilidad de los datos. Además de considerar que los dic­

cionarios anteriores existentes no reflejan la realidad lingüística del que­chua, indica que sus fuentes fueron: los campesinos de Ayopaya, Colomi, Vacas; conversaciones con que­chuistas del Cuzco y con los campe­sinos del valle cuzqueño de Pisaj y los conocimientos del botánico Raúl Lara Lara (1971).

3. Diccionario quechua (Joaquín Herrero Y Federico Sán­

chez De Lozada, 1984) Según Lara (1971:9), este diccio­

nario contiene "un cúmulo de voces mestizas sin valor de ninguna espe­cie, pero adecuado para fines seme­jantes a los que movieron a Santo Tomás, si éste labró un instrumento para facilitar la consolidación de la esclavitud de los indios, aquellos han entregado un arma a los agentes cle­ricales de la penetración imperialista de nuestro país". Lo cual manifiesta otro tipo de interés más allá de la in­tención de reflejar la realidad lingüís­tica estrictamente.

4. Diccionario castellano-que­chua (Angel Herbas Sandoval, 1982)

El autor de esta obra nos da algu­na información poco precisa sobre las fuentes empleadas:"... nuestras fuentes son abundantes y solo se­ñalaremos las principales: el quichua hablado actualmente en las diferen-

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Lexi^lexe tes regiones, el libro del cronista Wa-man Puma, el manuscrito del Waru-chiri, las diversas obras del esclare­cido escritor Jesús Lara, la gramáti­ca de J. D. Berríos, los diversos dic­cionarios antiguos, etc." Herbas (1982: 5).

Como se advierte, las fuentes de información principales más comu­nes empleadas para la elaboración de estas obras los encontramos en anteriores diccionarios, muchos de ellos históricos de la época colonial y otros provenientes de regiones aje­nas; en hablantes quechuas, incluso del Cuzco; obras literarias, gramáti­cas y documentos históricos; y en el aporte intuitivo personal de los mis­mos autores.

A pesar de estos datos, la infor­mación que proporcionan los au­tores respecto de las fuentes em­pleadas es demasiado general, vaga y poco sustentada; poco se sabe del origen exacto de cada vocablo, ni del criterio metodológi­co del tratamiento y selección de las entradas contenidas en estas obras A pesar de que las conclu­siones provienen de los dicciona-, rios analizados, estas característi­cas se observan en la generalidad de la obra lexicográfica publicada hasta hoy concernientes al que­chua boliviano.

Así, la fiabilidad y representativi-dad de los datos ofrecidos en estos diccionarios queda en duda. Difícil­mente podemos considerar a diccio­narios instrumentos que proporcio­nan una visión actualizada, comple­ta y objetiva del uso lingüístico del quechua boliviano. De ahí la necesi­dad de un diccionario quechua que cuente con una planta de trabajo en la que se delimiten con claridad las líneas de trabajo, las fuentes del cor-pus, la metodología de trabajo, y los elementos componentes que involu­crarán la elaboración del trabajo y que se base en un corpus "completo y representativo".

NECESIDAD DE UN CORPUS REPRESENTATIVO

La lexicografía actual, en vías de consolidarse como una disciplina científica, como todas las ciencias, tienen por objetivo la explicación de algún aspecto de la realidad: "Las ciencias naturales suelen denominar datos empíricos este tipo de informa­ción. Las ciencias humanas tienen que recurrir a datos empíricos que sirvan de referencia de la realidad que pretenden describir, y que con­trasten sus hipótesis o les den vali­dez (...) Dicho de otra forma, la lin­güística también debe buscar ele­mentos de referencia que confirmen sus hipótesis sobre la descripción del lenguaje y que aporte datos sobre el

comportamiento de la lengua" (Joa-quim Rafael i Fontanals y Joan Soler i Bou).

La evolución de la lingüística y la lingüística aplicada han demostrado que "el objetivo de un corpus no es dar una visión total de una lengua, sino ofrecer una muestra represen­tativa que permita al lingüista funda­mentar su investigación en datos objetivos. Un corpus no puede iden­tificarse con la lengua, sino que es un conjunto de datos que la repre­senta de manera más o menos fia­ble "(Joaquim Rafael i Fontanals y Joan Soler i Bou). Esto mismo es lo que se debe perseguir en la elabora­ción de diccionarios del quechua bo­liviano.

FUENTES LEXICOGRÁFICAS DEL QUECHUA BOLIVIANO

En lexicografía, para una lengua como el español, se consideran dos tipos de fuentes Entendidas como "... todo aquello capaz de proporcio­nar los datos o materiales necesa­rios para la constitución del corpus o fichero lexicográfico" (Porto Dapena. 2002,105). : primarias (orales o es­critas) y secundarias (diccionarios o cualquier otro material que conten­ga léxico).

Para el caso concreto del quechua, sin embargo, la situación es diferen­

te, por varias razones: entre ellas, la poca existencia de material bibliográ­fico escrito Con la ley de la Reforma Educativa, en 1992, se comienza ofi­cialmente a alentar el desarrollo de la escritura quechua en el sistema educativo. , y la condición bilingüe, con castellano predominante, del grupo quechua que domina los es­pacios sociales oficiales y adminis­trativos. El quechua empleado en la actualidad en los diferentes espacios socioculturales como los medios de comunicación Cfr. Soto (1993): "La interferencia del castellano en el que­chua radial del norte de Potosí: el uso de conectores". Tesis para optar al grado de licenciatura. Carrera de Lin­güística e Idiomas, Universidad Ma­yor de San Andrés. La Paz. , en la educación o, incluso, en el material escrito existente mismo, presenta un alto grado de interferencia del caste­llano en sus diferentes niveles.

Por tanto, el material proveniente de estas fuentes presenta un bajo nivel de fiabilidad. En consecuencia deberán considerarse otras alterna­tivas con la intención de lograr un corpus más fiable que represente la realidad actual lingüística del que­chua.

FUENTES PRIMARIAS Entre las fuentes primarias, para

la elaboración de un diccionario que-

lexi^lexe chua, las fuentes orales preceden a las escritas. De esta forma se con­sideran los siguientes recursos, cada uno con sus características es­peciales, a la hora de conformar un corpus, recogidas de la realización espontánea de la lengua y corres­pondientes, por tanto, a emisiones radiofónicas o televisivas, esto es procedentes de los medios de co­municación, o a conversaciones, discursos, conferencias, etc. (Porto Dapena, 2002: 114) y en las cuales el grado de fiabilidad lingüística pue­de variar según el medio y la situa­ción contextual en la que se desa­rrolla:

• Grabaciones de conversaciones. • Grabaciones secretas • Grabaciones dirigidas, sistema­

tizadas por campos acordes a la realidad quechua.

Las grabaciones obtenidas, sin embargo, deben privilegiar, en la medida de lo posible, a hablantes monolingües.

• Canciones tradicionales y autóc­tonas (wayños, taquipayanakus, de carnavales, de Todos los San­tos, etc.). En este caso se debe priorizar las canciones tradicio­nales debido a su carácter repe­titivo y la poca innovación que se da en ellas.

• Canciones quechuas contempo­ráneas. Preferentemente cancio­nes quechuas rurales

• Grabaciones de radio-televisión. La fiabilidad de los datos repre­sentativos de la lengua, en es­tos casos, depende del tipo de informante y programa emitido, ya que, en Bolivia, la posibilidad de contar con un conductor de radio o televisión monolingüe quechua es muy remota.

• Cuestionarios sistemáticos y de­tallados.

• Literatura quechua escrita, dia­rios, o material educativo, etc. Debemos advertir que general­mente toda la literatura existen­te proviene de hablantes bilin­gües, por tanto estas fuentes son poco fiables.

FUENTES SECUNDARIAS Al contrario de lo que ha venido

ocurriendo siempre en la confección de diccionarios quechuas, en los que la fuente principal -en algunas casos la única- estaba constituida por an­teriores diccionarios, aquí los consi­deramos como fuente secundaria, por los problemas de fiabilidad que presentan.

• Diccionarios. Sin embargo se considera que la utilización de un diccionario como fuente de otro puede llegar a radicar en tomar­lo como un 'diccionario base'; esto es, para realizar sobre él todos los cambios oportunos a fin de actualizarlo renovarlo y supe-

Lexi -m Lexe rarlo. Porto Da-pena (2002: 116). También se consideran como fuentes meta l ingü ís t i -cas a los: Glosarios con­tenidos en las gramáticas. Glosarios con­tenidos en los textos de ense­ñanza de la len­gua.

En estos casos, se debe conside­rar que los redactores de estos tex­tos, en su condición bilingüe con alto predomino de castellano, presentan un elevado nivel de empleo de ele­mentos provenientes del castellano que se manifiesta especialmente en los niveles lingüísticos menos eviden­tes como son el morfológico y sin­táctico.

CONCLUSIONES Se puede constatar que existe

para el quechua boliviano una gran variedad de obras lexicográficas, pero, se observa en estas obras la carencia de una descripción objeti­va, completa y actualizada del voca­bulario quechua, que tiene su origen en el orden metodológico: principal­mente a la falta de una planta de tra-

X>S LA LENGUA QQUICHUA

bajo previa a la ela­boración misma del diccionario, en la que se delimiten con claridad la me­todología y las lí­neas de trabajo, las fuentes del corpus, y los elementos componentes que involucrarán la ela­boración del traba­jo.

E:¡ & j Como efecto de esta falta, uno de

los problemas importantes es la na­turaleza de los datos que ofrecen y la relación de éstos con las fuentes a las que se recurrió. La información proporcionada respecto de las fuen­tes empleadas es demasiado gene­ral y vaga. Como consecuencia la fia­bilidad y representatividad de los datos ofrecidos en estos diccionarios queda en duda.

La necesidad de contar con un dic­cionario de nueva planta especial­mente para aquellas lenguas que poseen una complejidad sociocultu-ral lingüística, como el quechua boli­viano, es inexcusable y más aún con fuentes escritas y orales más fiables y fidedignas, ya que las obras con la que se cuenta hasta el momento, más allá del valor cultural, de resca-

Lexi'̂ Lexe te, mantenimiento y difusión del que­chua, no reflejan la realidad actual y

no cuentan con una metodología científica acorde a nuestros tiempos.

BIBLIOGRAFIA GONZÁLES HOLGUIN, Diego [1608] (1989):

Vocabvlario de la lengva general de todo el Perv llamada qquichua o del inca. 3a Ed. UNSM, Lima.

CENTRO CULTURAL JAYMA (1997): D/cc/ona-rio bilingüe quechua-castellano castellano-quechua. Secretaría Nacional De Educa­ción. Reforma Educativa.

HAENSCH, Günter (1987): "La lexicografía his­panoamericana, entre la teoría y la prácti­ca". En López Morales, Humberto y María Vaquero (eds.) Actas del I Congreso Inter­nacional sobre el español de América. San Juan, Puerto Rico, del 4 al 9 de octubre de

1982. Academia Puertorriqueña de la Len­gua Española, San Juan., Pág. 555-577.

LARA, Jesús (1971): Diccionario qheshwa-cas-tellano castellano-qhesswa. Amigos Del Li­bro, La Paz-Cochabamba.

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PORTO DAPENA, José Alvaro (2002): Manual de Técnica Lexicográfica. Arco Libros, Ma­drid.

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