Las Tentaciones

del Liderazgo

Lecturas de las Sagradas Escrituras:

Mateo 4: 1-11

Efesios 6:5-17

Jesús se vacío de todo lo que Él merecía como Dios

para poder ser un auténtico servidor del Padre.

La primera cosa que un líder debe hacer es :

Desechar toda ambición y deseo de poder.

Cuando Jesús fue llevado al desierto,

Él hizo frente a tres diferente demonios de ambición.

1ro. Perspectiva del liderazgo

La transformación de la sociedad a Cristo

2do. La percepción

Muchas de las crisis en la vida tienen como base la fe y la religión.

“Un mundo Esperando Nacer” Libro del Dr. M. Scott Peck .

¿Cuáles eran esos tres demonios de ambición que Jesús enfrentó de acuerdo al Dr. Peck?

Primer Tentación: Convertir piedras en pan.

Segunda Tentación: Satanás le pide a Jesús que se tire del peñasco.

Tercer Tentación: Satanás le dice a Jesús que si Él le rinde homenaje y le sirve, todos los reinados del mundo serán suyos.

Primer Tentación: Convertir piedras en pan.

Hay una profunda tendencia cuando uno alcanza una alta posición en los negocios, de aterrorizarse con la idea de perderlo y

por lo tanto una profunda tentación de sacrificar la propia integridad con tal de no

perderla”.

Ser un líder no necesariamente significa ser popular. Ser un líder para Cristo significa quedarse frecuentemente sólo y apartado, porque hacer lo correcto es más importante.

Como dirigentes de Cursillo, debemos preocuparnos por hacer lo que es

correcto y no por mantener nuestro puesto.

Segunda Tentación: Satanás le pide a Jesús que se tire del peñasco.

Un líder necesita dirigir.

Un líder no necesita probar que es líder.

Los líderes Cristianos y los dirigentes cursillistas no necesitan probar nada a nadie.

Cuando Dios nos llama, ese llamado es toda la afirmación o prueba que uno necesita.

Tercer Tentación: Satanás le dice a Jesús que si Él le rinde homenaje y le

sirve, todos los reinados del mundo serán suyos.

“La última tentación es el deseo de buscar el poder por buscarlo… No es un deseo de estar en una posición de servicio… es sólo el deseo de ser

un líder”

Los líderes no son efectivos porque gastan más su tiempo enfocándose en el poder y la autoridad que tienen o que buscan, que en concentrarse en el trabajo que tienen que hacer.

Todos los cursillistas tienen un papel importante, el de traer el mundo a Cristo, sin importar el título que tengan.

Consideremos la imagen de líder que queremos proyectar meditando en las palabras de

San Pablo a los Efesios:

“Como hijos amadísimos de Dios, esfuércense por imitarlo.

Sigan el camino del amor, a ejemplo de Cristo, que nos amó y se entregó por nosotros, como esas ofrendas y víctimas cuyo olor agradable subía a Dios…. con bondad, con justicia y

según la verdad, pues esos son los frutos de la luz. Busquen lo que agrada al Señor.

No tomen parte en las obras de las tinieblas, donde no hay nada que cosechar; al contrario, denúncienlas.”3

Dejar el poder y el control, y este es el secreto de un verdadero líder.

El verdadero líder no se desanima ante los fracasos apostólicos, ni se siente inflado de orgullo ante los éxitos, ya que todo es obra de Dios.

Seremos los líderes que Dios quiere que seamos confiando en Él.

Es por eso que la frase que Dios habló a Isaías el profeta es apropiada para ser considerada aquí –

“No tengas miedo”4 El verdadero discípulo y líder nunca tiene miedo, siempre valiente, siempre confiando en Dios y

encontrando gozo en el privilegio de ser el servidor elegido por Dios.