Este es un resumen de mi vida, échale un vistazo

Lazarillo de Tormes, 1554,siglo XVI

Este de la derecha soy yo, con un amigo

El género, la forma y el narrador

Lazarillo de Tormes es una novela picaresca, o sea, una narrativa larga sobre mí, que soy un pícaro.

Los pícaros somos jóvenes de la clase baja que sobrevivimos por medio de mañas y artimañas.

La forma de la obra es episódica, y cada episodio es narrado por mí.

Yo, como protagonista, narro mi autobiografía en primera persona (‘yo’).

Cuento cómo es mi vida desde la inocencia de mi nacimiento hasta mi madurez.

Pero os enteráis en el tratado 7 que “Vuestra Merced” es un amigo del arcipreste (arzobispo) del San Salvador, el hombre que está teniendo un amorío con mi esposa.

Al principio de la novela, el destinatario, “Vuestra Merced,” parecéis ser vosotros, los lectores.

El destinatario (a quién me dirijo)

Esta caricatura simboliza la carga puesta en los pobres, como yo, por las clases privilegiadas, o sea los nobles y los clérigos y otros representantes de la Iglesia. El autor anónimo de Lazarillo de Tormes está indicando que el sistema social de España del siglo XVI es corrupto e injusto.

El mensaje de la obra

Yo, Lazarillo, tuve tres amos en los tres primeros tratados de la novela.

A los primeros dos les robé comida, no porque fuera malo, sino porque tenía mucha hambre.

Mis primeros amos

Aunque soy muy joven, necesito alimentarme y ganarme la vida trabajando. Mi primer amo es un ciego, y uno de mis trabajos es guiarlo cuando camina en lugares públicos.

Hoy en día el guía de un ciego se llama un ‘lázaro’, como yo.

Un viaje de la inocencia a la experiencia

El ciego, mi amo del primer tratado, es muy tacaño conmigo, y no me da suficiente comida. Además, es cruel: hace que me golpee la cabeza contra un toro de piedra.

Mi vida es un largo camino de la inocencia a la experiencia. Con la cabezada cruel que me pegué, el ciego es el primero en enseñarme que “el mozo de un ciego un punto ha de saber más que el diablo” (tomo 1, 281).

Aprendí bien la lección del ciego, y más tarde tomé venganza por hacer que mi amo se golpee contra un poste.

- Lázaro me has engañado, juraré yo a Dios que has comido tú las uvas tres a tres.• No comí – dije yo - mas ¿por qué sospecháis

eso?

El ciego también me enseñó a robar sin remordimientos

Respondió el sagacísimo ciego,• ¿Sabes en qué veo que las comiste de tres a

tres? En que comía yo dos a dos y callabas (tomo 1, 289).

Al fin de la obra, yo ya me encuentro ya casado, pero no dejo de observar los móviles ruines de la conducta humana, incluso la mía. Mi esposa me pone los cuernos con el arcipreste de San Salvador.

Yo, por no dejar la nueva vida cómoda que el arcipreste me proporciona, no quiero darme cuenta de la situación tan bochornosa que estoy viviendo.

Tema global de la obra

Un tema global de Lazarillo de Tormes (1554) es la dificultad de sobrevivir en la España del siglo XVI.

Yo soy un pícaro, o sea, una persona de la clase baja que usa sus mañas y artimañas para comer. Robo la comida a mis dos primeros amos, el ciego y el sacerdote, porque son tacaños y no me dan comida suficiente.

La figura del anti-héroe

Sobrevivir en la España del siglo XVI no era nada fácil. Yo lo hice a base de mi ingenio y mis astucias.

Pero la narración emplea un tono risueño de inocencia, a pesar de las bajezas que relato.

Yo, Lázaro, soy un antihéroe. Soy la contrafigura (lo contrario) del caballero, del conquistador y del santo.

No tengo ni bastante dinero ni bastante idealismo para ser caballero andante; no tengo la ambición de ser conquistador; no tengo ni la espiritualidad ni la fe incondicional para ser santo. Puesto que soy lo opuesto de un héroe, me llaman antihéroe.

¿Te has enterado un poco de cómo es mi vida?