LECTIO DIVINA

Domingo V de Pascua Parroquia

Santa María Magdalena YacuanquerA la escucha y meditación de la

Palabra de Dios desde la Tradición y Magisterio

Lectio Divina

PreparaciónLectura

MeditaciónOraciónContemplación

Pasos de la Lectio divina

A la escucha y meditación de la Palabra de Dios desde la Tradición y Magisterio

Primer Paso: Preparación

La Palabra debe ser esperada y escuchada

Con buena disposición interior

Oración al Espíritu Santo

Con Corazón limpio y humildad

Oración al Espíritu Santo

ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO(San Agustín)

 Espíritu Santo, inspíranos, para

que pensemos santamente.Espíritu Santo, incítanos,

para que obremos santamente.Espíritu Santo, atráenos,

para que amemos las cosas santas.Espíritu Santo, fortalécenos, para que

defendamos las cosas santas.Espíritu Santo, ayúdanos, para que no

perdamos nunca las cosas santas.A la escucha y meditación de la Palabra de Dios desde la Tradición y Magisterio

Segundo Paso: Lectura

Leer bien y sin prisa

Hay que leer dos o tres veces

Aprende a conocer el Corazón de Dios en sus Palabras

Leer bien, es escuchar bien

 Lectura del Santo Evangelio según San Juan 14,1-12

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: - 1 No perdáis la calma, creed en Dios y creed también en mí. 2 En la casa de mi Padre hay muchas estancias, si no, os lo habría dicho, y me voy a prepararos sitio. 3 Cuando vaya y os prepare sitio, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo estéis también vosotros. 4 Y adonde yo voy, ya sabéis el camino.5 Tomás le dice: - Señor, no sabemos adónde vas. ¿Cómo podemos saber el camino? 6 Jesús le responde: - Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino por mí. 7 Si me conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto. 8 Felipe le dice: - Señor, muéstranos al Padre y nos basta.9 Jesús le replica: - Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: "Muéstranos al Padre"? 10 ¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre en mí? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, él mismo hace las obras. 11 Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre en mí. Si no, creed a las obras. 12 Os lo aseguro: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aun mayores. Porque yo me voy al Padre.

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Palabra del Señor

Composición general del

Evangelio de San Juan

Prólogo o Himno solemne al Logos de Dios (1,1-18).

2). Primera parte o Libro de los signos (2,1-12,50)

La gran novedad (2,1-4,42).Jesús, palabra que da vida (4,43-5,47)Jesús, pan de vida (6,1-71).Jesús, luz y vida (7,1-8,59).Jesús, luz que juzga al mundo (9,1-10,42).Victoria de la vida sobre la muerte (11,1-57).

La muerte camino hacia la vida (12,1-50).

3). Segunda parte o Libro de la pasión-gloria (13,1- 20,31).

Discurso de despedida (13,1-17,26).

Historia de la Pasión - Resurrección (18,1-20,31)

4). Epílogo (21,1-25).

Celebramos el quinto domingo del tiempo pascual, el Evangelio de Juan nos presenta una parte del discurso de despedida.

La comunidad Joanica después de casi 40 años del acontecimiento redentor de la pasión, muerte y resurrección de Jesús sigue experimentando los mismos problemas de la comunidad de los doce. La traición de Judas y la negación de Pedro y otros, es el principio del por qué Jesús inicia sus palabras de este domingo pidiendo a sus amigos que tengan calma y que crean en Él.

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Además, en ese ambiente de pascua, la Comunidad de Juan nos enseña el cómo Jesús entendía la presencia del cielo y cuáles son las exigencias necesarias para llegar a ese Reino de los cielos que con tanto anhelo nos lo explicó y nos lo prometió Jesús.

Lamentablemente, la teología de la edad media que nos presentó un cielo como un lugar un poco ambiguo y lleno de cosas etéreas se quedo más en nuestra mente que la misma explicación que el Maestro nos dejó en el pasaje de hoy.

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Jesús identifica el cielo como la casa del Padre, por lo tanto, ya nos ofrece dos claves fundamentales para entender porque tenemos que tener calma y creer en Él. El Maestro identifica el cielo con una casa, es decir, con un espacio vital de encuentro donde priman las relaciones de familia, por eso, es la casa del Padre.

Es el lugar de la tranquilidad en los momentos de miedo, de traición, de soledad. En esa casa nos encontramos como hermanos para disfrutar de los bienes de un Padre que ama, que espera, que nos tiene preparados una habitación, es decir, un pedacito pleno de intimidad con Él.

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Si revisamos nuestra habitación real en la que diariamente pasamos unas horas de nuestro tiempo, miremos como en ella tenemos siempre un lugar muy personal, muy nuestro que refleja lo que somos y queremos vivir.

Ese pedacito tan personal, es el que Jesús nos fue a preparar en la casa del Padre. Esa habitación del cielo es la plena identificación de lo que somos y seremos por siempre ante Dios Padre.

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El evangelio continúa y nos habla sobre las respuestas de Jesús a dos preguntas de Tomás. En las respuestas el Maestro nos presenta el camino para llegar a la casa del Padre, y ese camino es el mismo Jesús. Quien lo conoce a Él, conoce a Dios, por lo tanto podrá llegar con seguridad a la casa del Padre.

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Jesús se auto determina como el Camino, la Verdad y la Vida, tres grandes cualidades que son exigencia para cada uno de sus seguidores, pues quien cree en Jesús, debe ser también buen camino de salvación para los demás, debe vivir en la verdad y hacer que su vida sea el reflejo de las acciones y palabras del Maestro.A la escucha y meditación

de la Palabra de Dios desde la Tradición y Magisterio

A la segunda pregunta Jesús contesta con una afirmación que se convierte para nosotros en una tarea permanente por cumplir, que exige en primer lugar tener fe en el Maestro y en sus obras y como segundo paso hacer lo mismo que Jesús, pero, atención con una excelente promesa: Les aseguro: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aun mayores. Grata promesa que nos coloca en la comunidad de los creadores, de los aptos para construir nuevas experiencias de comunión y participación tan grandes que pueden llegar a superar las mismas obras que hizo nuestro fundador.

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Hoy es un día, muy especial para agradecer a Dios por tantas personas que en la Iglesia siguen haciendo visible esta última promesa-tarea de Jesús: hacer obras más grandes en la defensa y consolidación del Reino de los cielos en medio de nosotros.

A la escucha y meditación de la Palabra de Dios desde la Tradición y Magisterio

Tercer Paso: Meditación

DESCUBRIR LOS “AFECTOS” QUE LA PALABRA VA GENERANDO EN

MI CORAZÓN:

Alegría, compromiso, interrogantes, nuevas posibilidades

Lo dicho, lo narrado por la Palabra tiene, ahora, que ser leído con el corazón

Meditemos con los Padres de la Iglesia

Decía San Agustín en el libro de las Confesiones: «Nos hiciste, Señor, para Ti e inquieto está nuestro corazón hasta que descanse en Ti». ¡Cuánta razón tiene! Todo hombre anhela una felicidad que no se acabe con la muerte y la tumba. Como cristianos sabemos que esa felicidad es el cielo, el estar con Cristo glorioso para siempre. Lo que sucede es que no todos los hombres descubren la Verdad con mayúsculas. Muchos de ellos, -quizá también nosotros- se quedan atrapados en los cielos ficticios y los caminos tortuosos de este mundo. Aquí está nuestra labor como seguidores de Cristo: hacer que todos los hombres lleguen a experimentar ya en esta tierra el auténtico cielo: Jesucristo, camino, verdad y vida.

Cuarto Paso: Oración

Da gracias, intercede por los hermanos, por las situaciones que el texto te haya traído a la memoria.

Da curso libre a tus capacidades creativas de sensibilidad en la oración.

Lo dicho, lo narrado por la Palabra tiene, ahora, que ser hablado con el corazón

Oh Dios, misterio de amor inefable. Ayúdanos a comprender que la Verdad está más allá de nuestras formulaciones, que la Vida eres Tú mismo, y que los Caminos que conducen a Ti llegan a Jesús. Nosotros concretamente te lo pedimos por Jesús, hijo tuyo y hermano nuestro. Amén

A la escucha y meditación de la Palabra de Dios desde la Tradición y Magisterio

Quinto Paso: Contemplación

Ponte en medio de la comunidad y deja que rebose de tu interior la paz y la bendición que has recibido.

Lo dicho, lo narrado por la Palabra tiene, ahora, que ser practicado en la vida

Actúa con ellos para volver a reencarnar en la historia a Jesucristo, la Palabra hecha carne.

Mi compromiso en esta semana será:

1. Desde hoy quiero ser camino del bien para mi familia y amigos, por eso seguiré con mayor fe a Jesús el camino seguro para llegar a Dios.

2. Qué estoy haciendo por hacer visible la promesa-tarea de hacer obras grandes en favor de la consolidación del Reino de los cielos?

(Desde el Evangelio de San Juan 14,1-12)

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