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Ética profesional
Lectura No.1 Ética
Contextualización
En esta sesión se expondrán los puntos básicos de la
Ética: sus principios, objetos y expresiones. Además,
se tocará a fondo el tema del bien, analizando sus
distintas acepciones y separando sus significados.
Asimismo se analizarán las implicaciones que tiene
en la vida del hombre la búsqueda del bien.
Concluyendo con la misma búsqueda de la felicidad
se identifica con el actuar cotidiano y ordinario de
todas las personas.
Podremos identificar la definición y el propósito de
Ética, así como el criterio que determina el bien en los
actos humanos relacionando los fines próximos del
actuar humano con su fin último.
http://valoreseticos.net/que-es-la-etica/
¿Qué es ética? Bien, de acuerdo a como siempre se la ha considerado, podemos decir que es
la ciencia que estudia la moralidad de los actos humanos; es decir, los considera buenos o
malos. Esta idea nos lleva directamente a considerar qué se entiende por bueno, por lo que
debemos tomar en cuenta las acepciones que tiene la palabra “bien”.
Bien útil: llamamos así a lo que representa eficacia en la consecución de cierto fin. Es
decir, un bien útil es el que asegura que a través de éste obtendremos algo más. Su valor
radica en la capacidad que tiene de llevarnos a algo más. El bien útil es un medio que nos
lleva a otro fin. Por ejemplo, un lápiz es un bien útil, pues vale en la medida en que hace
buenos trazos, facilita la escritura, etc. y deja de ser un bien en cuanto falla a su misión de
lápiz. Es importante recordar que la bondad utilitaria no siempre implica bondad moral. “Lo
más útil o lo más práctico no siempre es lo mejor”.
Bien agradable: es el bien placentero que comportan ciertas acciones.
Bien moral: cualidad y acción libre que conduce al hombre a la consecución de su fin
último dada la adecuación a la naturaleza humana.
Introducción
El acto de decir la verdad es un bien moral pues la
naturaleza humana está hecha para conocer la verdad
y para exponerla, por lo tanto, por el puro hecho de
decir la verdad el ser humano se pone en camino a la
consecución del fin último que es su felicidad.
Después de explicar todos los distintos tipos de bienes,
es importante explicar que los tres tipos de bien, no
siempre se implican mutuamente. Es decir, lo que es
bueno desde el punto de vista moral, no es lo más útil
o no es lo más agradable.
La conciencia es el ejercicio del juicio de la presencia o
ausencia del bien en tal o cual acción tomando como
criterio de juicio la ley natural.
Bien, libertad y conciencia
http://entrepadres.imujer.com/4712/ensenar-a-
los-ninos-a-decir-la-verdad
El bien del hombre consiste en que su obrar sea recto.
El hombre bueno obra con rectitud. Pero, ¿y cómo
sabemos cuáles son las obras que son rectas y cómo
sabemos cuáles obras perfeccionan al hombre? La
respuesta a estas interrogantes es que las acciones
deben ser conformes con el verdadero bien de la
naturaleza humana.
Ahora nos damos cuenta de la enorme importancia y
profundidad de la naturaleza humana. Hay veces que
se experimenta el mal físico –dolor, enfermedad- sin
que eso implique mal moral, incluso, en el mal físico
la naturaleza humana se perfecciona más. Quien al
curar la enfermedad con entrega y sacrificio se
contagia gravemente, alcanza plenitud humana
aunque cierto aspecto de su naturaleza, como lo es su
integridad física, salga perjudicada.
La universalidad de la ética y el fin
último de la persona
http://www.abc.com.py/edicion-
impresa/suplementos/escolar/valores-eticos-y-
morales-iii-386264.html
Lo bueno para el hombre es lo que lo hace plenamente
humano, no lo que lo hace más sano, más útil o más
agradable. Por ejemplo: si alguien se beneficiara de
una mentira contradiría la naturaleza humana, pues lo
natural en el hombre es decir lo que piensa y pensar lo
que son las cosas, de hecho esa es la función de
nuestro lenguaje. Lo cual revela que mentir sería una
acción mala.
En todo comportamiento humano hay una lógica, en
cada uno de nuestros actos se pretende algo. Y cuando
el hombre actúa, tiene siempre en su mente presente
un fin: se pone en marcha para ir a algún lado,
comienza tal o cual tarea para terminarla y “llegar a
algo”, a un punto final con ella, como trabaja la
madera para obtener un mueble, va a la escuela para
obtener conocimientos y un título, y así
sucesivamente.
La universalidad de la ética y el fin
último de la persona
http://es.123rf.com/photo_5017754_muchas-
manos-hasta-que-los-pulgares-aislado-en-
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Puesto que la naturaleza humana cuenta con
inteligencia y voluntad, lo característico de cada
individuo racional es obrar libre y conscientemente
buscando siempre un fin que deseamos conseguir.
Siempre obramos por un fin. Pero, ¿qué significa
“fin” en este caso? Significa sobre todo, “bien”.
Moverse por un fin quiere decir que la voluntad
humana busca siempre lo que la inteligencia le
presenta como bueno, aunque eso no quite que se
equivoque y que persiga como bueno algo que no lo
es en realidad. De ahí que digamos que “fin” y
“bien” son convertibles, o sea, equivalentes. Siempre
que buscamos un fin lo buscamos en razón de bien y
siempre que percibimos el bien se convierte en un fin.
La universalidad de la ética y el fin
último de la persona
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algunas-personas-mas-felices-tips-para-
lograrlo,3bbf7ebdf66bd310VgnVCM10000098cceb0a
RCRD.html
No hay que olvidar que, al ser nuestra naturaleza un camino hacia la plenitud, la
lógica nos lleva a pensar que al ir avanzando hacia esa misma plenitud (el fin
objetivo, en otras palabras, el destino al que nos dirigimos), los humanos
experimentamos el irse perfeccionando de nuestra naturaleza y, con esa perfección
experimentamos la felicidad.
Dijimos que bien y fin son convertibles. Entonces la oración “todo hombre busca
un fin”, cambiando “fin” por “bien” la oración quedaría: “todo hombre busca el
bien”. Por otro lado, en las anteriores líneas hemos visto cómo la búsqueda de los
bienes implica la búsqueda del Bien último que da sentido a todo lo que hacemos
y que anuncia la satisfacción plena, que, de momento, se presenta implícita y
fragmentada en cada acción puntual humana. Por lo tanto, “todo hombre busca el
bien” es, a su vez, equivalente a “todo hombre busca ser feliz”.
Conclusión
El fin último
La variedad de fines que el hombre intenta lograr
guarda internamente un orden. Hay fines que se
consiguen antes que otros, hay fines que más
importantes que otros, fines que a su vez son medios,
etc. Es fácil ver, sin embargo, que esa subordinación
de fines y el orden que guardan los mismos no puede
prolongarse al infinito, porque de lo contrario no
haríamos nada. En otras palabras, si la cadena de
fines fuera infinita, nunca actuaríamos, por lo que
una cadena infinita no se puede recorrer y, por lo
tanto, nadie obra por un imposible. Nadie
comenzaría a caminar si supiera que la cantidad de
pasos es infinita, pues nunca llegaría a un fin.
Para aprender más.
http://despiertalifecoaching.com/2013/01/22
/que-camino-tomar-aprende-a-elegir/
Hay, por lo tanto, un fin último,
conocido también como bien supremo
que se definiría como: fin que se busca
de modo absoluto y en virtud del cual se
quiere todo lo demás. Es decir, se quiere
por encima de cualquier otro bien y más
que ningún otro. De lo cual podemos
deducir que es único, ya que dado lo
prioritario exige exclusividad. Y se lo
quiere de tal manera que todo lo demás
que se quiere, se considera en función
del bien último y, si resultan opuestos,
prevalece el fin último.
Para aprender más
http://www.anaceciliavera.com.ar/2011/12/
cambiar-de-carrera-o-seguir/
Para aprender más
La felicidad como fin último subjetivo del hombre
La larguísima sucesión de actos (como lo apuntamos arriba) y de motivaciones,
el hecho de que los hombres hacemos algo por algo más que está detrás, y así
sucesivamente, muestra que hay un deseo y una necesidad de lograr algo con
cada cosa que hacemos, ese algo que queremos lograr está siempre presente en
nuestras acciones, pues nunca dejamos de actuar. En otras palabras,
pretendemos siempre algo más que nos llene y que nos satisfaga más.
Ante la pregunta ¿para qué actúas, para qué haces esto o lo otro?, unos, de una
manera más explícita, acertarían últimamente a responder: “pues para ser feliz,
con cada cosa que hago me propongo estar bien, a gusto, ser feliz”. Otros
aportarían respuestas más básicas. Pero todos coincidirían en afirmar que hay
que actuar, obrar y hacer cosas.
Referencias
• Sada, R. (2008.). Curso de ética general y aplicada. México: Tercer Milenio