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2012

Universidad Autónoma de Colombia Presentador por: Jessica Farfán Ospina Estudios Literarios

[LEGADO ORIENTAL: EL HAIBUN] Presentado a: Profesor David Jacobo Viveros

El HAIBUN

2012

Como ella alguna caída abrupta origino mi forma,

Lo efímero me dilata.

Es sábado, voy por tinto, en la habitación aledaña aún no despiertan, llego a la cocina y una gota forastera capta mi atención, es allí donde mi rostro quizá converge con su arista, y reconozco que somos colegas, destinadas a lo efímero, lo instantáneo, el cronometro rueda…

Mis manos son rotas por el tiempo,

Auguran la transformación hacia un espiral,

Muerto, disecado.

Que llagas de muerte deja el camino,

Huellas circulares pronostican astillas.

Pienso escribir sobre una pared de hierro, voy por tinta pero lo que encuentro es una danzarina rota sobre un tapiz cómplice, ello hace brotar éstos famélicos versos.

Un gato revuelve sus patas sobre un lecho desordenado, su piel son enormes brisas, helechos que hacen evocar las innumerables ramificaciones de cada ser, éstas se aglutinan de tal forma que puedan llegar a una caricia imperecedera en el que el dualismo grite.

Diafragma de pelaje, intensa es tu fuga

Entre lo que aguardas y lo que te absorbe.

Boceto de vellos,

Intuyes las bifurcaciones del ser.

La ventana quedo levemente abierta por ello la imagen de una cortina henchida me recibe al despertar, y me evoca tanto, que siento que esta inmersión supone un paralelo con mi silueta que se siente henchir por lo recovecos de la existencia, siente pulular sobre una vida que se dispara a borbotones.

Esa imagen desemboca en tantas otras, y entonces el recorrido mismo de existir me parece esa ventana con su tela remarcada por franjas y entrecruzándose por un soplo que revuelve cada noción, fragmentado y asumiendo un constante cambio, un constante aleteo.

Como aquel viento en la tela,

Así, siente mi silueta henchirse.

Hilos de viento que colman,

Tan así como la vida,

Lenta y tácitamente.

El camino como una cortina:

Fragmentada, desordenada y,

Entrecruzando franjas.

Una arruga de viento,

La memoria descompuesta.

Es el olvido un viento,

Encapsulado.

Una arruga de viento, la memoria desfallecida es la que asalta, vuelve el vapor cada día y un tumulto nos delimita, leves , atónitos.

Silueta calcárea

Eres mi rostro falso.

Hueso cobarde que te escondes en mi rostro, tu naturaleza me es tan ajena, una distorsión como la que divise en aquella silla, su silueta no era más que una carcajada, mofándose de su unión,quebradiza pero ineludible.

Los pensamientos como marcos de ventanas,

A los que contemplas desde algún otro.

Tenemos una diversidad de marcos estáticos,

Pero solo uno que interfiere con su ondulación

Somos la intersección de un cumulo

estático,

Así pues esta sobre nosotros la propia

necesidad de curvarlos,

Líneas difusas

El tiempo y el espacio.

La velocidad que tantea un automóvil genera esa imagen quimérica que parece tan detonante, es allí, allá, acá, esas nociones son cúmulos de misterio, son aproximaciones que no llegan a descubrirse, es tan relativo que a veces el tiempo no cabe en el espacio, otras tantas el espacio es un tiempo condensado, unas veces no tienen tiempo los espacios, y unas ultimas ninguno existe.

Dendritas de sensaciones

Me arrojan por el abismo de la pulsación.

Un tapete, un día corto, llueve; la sensibilidad y el agua se están regando, hay un compás, mis pies desnudos y las arrugas de la sensación mezclándose.

Tronco ajeno,

Pulsa tu disfonía.

Un tronco de un inmenso árbol se hizo dos versos, y agazapado en estas líneas solo puedo dar una indicación de su paradero: una que no recuerdo y otra que olvide.

Y con manos rotas se abalanza a

Ser perdida por los pasos con los que anduvo

alguna vez.

Romper una huella equivale a encontrar

Otras pequeñas que labrar.

Lo que ande ha sido el medio para desandarme tantas veces, para quebrar lo estático de la huella y renacer en el descubrimiento.

La brújula pues que anuda este viaje, no puede ser otro que la agitación del ser.

Protuberancias en miles,

La muerte ya deshecha,

Son tus brazos, y tu quimera

Un trazo anónimo se asoma por mi piel.

Símbolo de mi ruptura.

La ruptura no es más que un trazo adherido al lienzo que llevamos, ese con entrañas garabateadas por nuestra expansión.