leyendas indígenas mexicanas

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1 LOS PRIMEROS DIOSES Los más antiguos mexicanos creían en un dios llamado Tonacatecuhtli, quien tuvo cuatro hijos con su mujerTonacacihuatl. El mayor nació todo colorado y lo llamaron Tlatlauhqui. El segundo nació negro y lo llamaron Tezcatlipoca. El tercero fue Quetzalcóatl. El más pequeño nació sin carne, con los puros huesos, y así permaneció durante seis siglos. Como era zurdo lo llamaron Huitzilopochtli. Los mexicanos lo consideraron un dios principal por ser el dios de la guerra. Según nuestros antepasados, después de seiscientos años de su nacimiento, estos cuatros dioses se reunieron para determinar lo que debían hacer. Acordaron crear el fuego y medio sol. Pero como estaba incompleto no relumbraba mucho. Luego crearon a un hombre y a una mujer y los mandaron a labrar la tierra. A ella también le ordenaron hilar y tejer, y le dieron algunos granos de maíz para que con ellos pudiera adivinar y curar. De este hombre y de esta mujer nacieron los maceguales, que fueron la gente trabajadora del pueblo. Los dioses también hicieron los días y los repartieron en dieciocho meses de veinte días cada uno. De ese modo el año tenía trescientos sesenta días.

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antología de cuentos, leyendas y mitos

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Page 1: Leyendas Indígenas Mexicanas

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LOS PRIMEROS DIOSES

Los más antiguos mexicanos creían en un dios

llamado Tonacatecuhtli, quien tuvo cuatro hijos

con su mujerTonacacihuatl.

El mayor nació todo colorado y lo llamaron

Tlatlauhqui. El segundo nació negro y lo

llamaron Tezcatlipoca. El tercero fue

Quetzalcóatl.

El más pequeño nació sin carne, con los puros

huesos, y así permaneció durante seis siglos.

Como era zurdo lo llamaron Huitzilopochtli. Los mexicanos lo consideraron un

dios principal por ser el dios de la guerra.

Según nuestros antepasados, después de seiscientos años de su nacimiento,

estos cuatros dioses se reunieron para determinar lo que debían hacer.

Acordaron crear el fuego y medio sol. Pero como estaba incompleto no

relumbraba mucho. Luego crearon a un hombre y a una mujer y los mandaron

a labrar la tierra. A ella también le ordenaron hilar y tejer, y le dieron algunos

granos de maíz para que con ellos pudiera adivinar y curar.

De este hombre y de esta mujer nacieron los maceguales, que fueron la gente

trabajadora del pueblo.

Los dioses también hicieron los días y los repartieron en dieciocho meses de

veinte días cada uno. De ese modo el año tenía trescientos sesenta días.

Después de los días formaron el infierno, los cielos y el agua. En el agua dieron

vida a un caimán y de él hicieron la tierra. Entonces crearon al dios y a la diosa

del agua, para que enviaran a la tierra las lluvias buenas y las malas.

Y así fue como dicen que los dioses hicieron la vida.

LA FRESA

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Cuentan las personas mayores de la región con gusto y fascinación de cómo es

que fue creada la fresa.

Hace muchos siglos habitaban la tierra un gran número de dioses, junto a ellos

vivían muchos sirvientes que los atendían.

Todos los dioses eran buenos con sus sirvientes a excepción de uno que los

trataba muy mal, en especial a un sirviente.

Un día, el dios malo, furioso le reclamó al sirviente por un insignificante error.

Estaba tan irritado que se disponía a matar al sirviente, pero un dios bueno se

lo impidió.

El sirviente creó un fruto rojo y dulce llamado fresa, que le entregó al dios en

agradecimiento por haberlo ayudado.

El dios quedó maravillado y decidió regalar la fresa a la región de Irapuato para

que pudieran disfrutarla.

MITO DE LA CREACION DEL MAGUEY

Cuenta la historia de este mito mexicano que En

principio Mayáhuel era una hermosa joven que vivía

con su abuela, una Tzintzimitl estrellas que intentan

impedir que salga el sol. En una ocasión,

Quetzalcóatl la convenció para que bajase a la

tierra para amarse convertidos en las ramas de un

árbol bifurcado. Pero cuando su abuela se despertó

y no vio a Mayáhuel, llamó a otras Tzitzimime para que bajasen a la tierra para

ayudarle a buscar a su nieta.

Cuando se acercaban el árbol se separó en dos, entonces la abuela,

descubriendo a su nieta como una rama, la despedaza y deja los restos para

que los devore otra Tzitzímitl. Sin embargo la rama en que se había convertido

Quetzalcóatl permaneció intacta.

Cuando se alejaron Quetzalcóatl tomo los restos de la joven virgen y los

enterró. De ello brotó la planta del maguey, de la que se extrae el pulque,

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usado en las ceremonias como bebida ritual y ofrenda para los dioses. Así, tras

su muerte, Mayáhuel se convirtió en diosa.

LA DIOSA LUNA

Entre los habitantes de Quintana Roo

existen varios mitos y leyendas que no han

sido contadas del todo. Un ejemplo claro es

la leyenda de '''La Diosa Luna''' la cual dice:

En el inicio cuando los dioses aun eran

mortales y adoraban a nada, existía una

bella joven, la cual se llamaba Ixchel.

Había muchos hombres que la pretendían entre ellos un joven llamado Itzamná

y otro cuyo nombre se desconoce que constantemente reñían por el amor de

esta. Su hermana Ixtab decidió que pelearían hasta que uno de los dos

muriera, el sobreviviente quedaría con Ixchel.

Pero Ixtab desconocía que estaba enamorada de Itzamná, y ella ya nada podía

hacer. Itzamná iba a vencer a su contrincante pero en el menor descuido su

oponente le hirió por la espalda y murió.

Ixchel al ver morir a su amado corrió del lugar y encomendando su alma a

Ixtab se quito la vida.

Ixtab maldijo a aquel que con trucos sucios mato a Itzamná, y su nombre jamás

se conoció y nadie supo lo que sucedió con él.

Itzamná pasó a ser el Dios Sol, y que Ixchel, su eterna enamorada, paso a ser

su esposa y la Diosa Luna. Ixtab como fue a quien su hermana encomendó su

alma al morir, paso a ser la Diosa del Suicidio.

Se dice que en cada Fuego Nuevo la diosa Ixchel renace del fuego y permite a

las doncellas enamorarse y dar como fruto de ese amor un hijo, es por eso que

también es considerada diosa del parto y la fertilidad.''

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CREACION DEL SOL Y LA LUNA

Hace muchos siglos vivía una anciana y con ella vivió

por mucho tiempo una huérfana. Muchos hombres del

pueblo quisieron casarse con la huérfana, pero ella a

nadie quiso; odiaba a los hombres. Luego sucedió que

un día, sin pensar, tuvo relaciones con un extraño. No

se dio cuenta que él solo la estaba engañando, hasta

que ella sintió que estaba embarazada. Cuando su

abuela vio que estaba encinta, entonces la corrió de

la casa donde vivían.

La pobre salió de la casa en que vivía y se fue. Ella se encontró con una ardilla

la cual se mecía en un bejuco.

La ardilla le dijo a la mujer: ¿No quieres columpiarte? Vamos a mecernos. ¿Está

bien?

Ella contestó: Está bien. Entonces la mujer subió al bejuco. Cuando había

subido, la ardilla le dijo: Permíteme amarrar fuerte el bejuco; así se puede uno

columpiar mejor. Ella contestó: Está bien.

Entonces la ardilla, en lugar de arreglar mejor el bejuco, aflojo todo, diciéndole

a la mujer: Ya lo amarré bien; te puedes columpiar ahora. Entonces la mujer

comenzó a columpiarse y cuando estaba meciéndose fuerte, se quebró el

bejuco y la mujer se cayó y murió. La pobre estaba encinta y casi lista para dar

a luz a un niño.

El zopilote rey supo que la mujer estaba allí muerta y bajó a donde ella estaba.

Entonces el niño empezó a hablar desde donde estaba dentro de la mujer y

dijo:

Respetada anciana; hazme el favor de abrirme.

El zopilote le contestó: Está bien así.

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Entonces empezó a picotear para abrir adonde estaba el niño. Estaba tan duro

que se le quebró el pico, en el momento en que iba a nacer el niño. Entonces le

hizo el favor, cosiéndole el pico con un pedazo de cuero.

Luego el zopilote rey sacó a dos niños, pues eran gemelos, un hombre y una

mujer.

Estos niños crecieron hasta ser grandes. Entonces dejaron al zopilote rey y

tomaron otro camino. Llegaron a la casa de sus abuelos y allí vivieron. Un día

fueron los tres, el anciano con sus dos nietos, a sus tierras. Allí se quedaron

unos dos, tres días.

Cuando pensaban regresar a la casa, los nietos mataron al abuelito. Tasajearon

su carne y la secaron sobre la lumbre. Al regresar del campo para irse a la

casa, pensaban cómo engañar a la abuela diciendo que sólo habían matado un

animal con su flecha.

Cuando a la casa, su abuela les preguntó por su esposo. Entonces contestaron:

Él viene atrás de nosotros, aquí hay carne seca de un animal que matamos.

La abuela agarró su cántaro y un pedazo de carne y se fue a traer agua.

Caminaba hacia el pozo de agua cuando oyó que decía un pajarito: te estás

comiendo a tu marido. Volteó la cara y no vio a nadie.

Entonces otra vez el pajarito dijo: Te estás comiendo a tu marido.

Ella contestó: ¿Cómo va a ser que me esté comiendo a mi marido? Mi nieto

mató a un animal.

Entonces ella fue a traer agua. Mientras tanto sus nietos envolvieron la carne

en un petate y la pusieron donde se guarda el maíz.

Cuando ella regresó a la casa les preguntó: ¿Ya llegó su abuelo? Dijeron que sí,

y que estaba enojado y ya quería su atole.

Entonces preparó el atole para su marido. Sus dos nietos llevaron el atole a

donde se guarda el maíz y allí se lo embarraron en la cara.

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Cuando regresaron a la cocina dijeron a la abuelita: ¡Mira lo que nos hizo!

Entonces la abuelita agarró un mecapal (correa de cuero empleada para llevar

cargas a cuestas) y fue donde se guarda el maíz. Allí pensaba encontrar a su

marido. Cuando la anciana le dio un golpe al petate, salieron muchas avispas

que la picaron. En ese instante sus nietos empezaron a correr y la abuela los

persiguió porque la habían engañado.

Los muchachos se encontraron con una tuza. Le pidieron a la tuza que los

escondiera. La tuza los escondió en sus dos mejillas.

Cuando la ancianita llegó le preguntó a la tuza: ¿No has visto a alguien que

haya pasado por aquí?

La tuza dijo: No he visto a nadie porque me duele mucho una muela.

Cuando se fue la anciana, los nietos salieron de la boca de la tuza y se fueron

por su camino. Llegaron a un pueblo y pidieron posada.

Cuando el dueño de la casa ya se iba a dormir, les habló de adentro de la casa.

Duérmanse allá afuera. Cuando venga el animal que se lleva a la gente en la

noche, me avisan para que pueda matarlo con mi flecha. Se ha llevado mucha

gente. Se acostaron en el corredor y ni sintieron cuando el animal vino a

llevárselos.

Cuando amaneció, los huérfanos vieron que se encontraban en un lugar muy

feo en la cima de un peñasco. Había muchos huesos de gente que habían

muerto allí. También había gente que acababa de llegar y otros muy flacos.

Vieron que el animal grande que se había llevado a la gente, estaba

durmiendo. Entonces el muchacho dijo: Vayan a juntar leña, vamos a matar al

animal y a quemarlo.

Entonces el muchacho dijo a sus amigos: Junten sus cenizas, y dijo a su

hermanita: Orina sobre la punta de la piedra y di que crezcan bejucos blancos y

rojos.

Así lo hizo la mujer pero ni hojas nacieron. Entonces el hombre empezó a orinar

y dijo; ¡Bejucos blancos y rojos crezcan, crezcan, crezcan! Luego crecieron los

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bejucos y cubrieron todo el peñasco. Todos bajaron del peñasco por los

bejucos. Allí había milpas y campos de caña, y todos empezaron a comer maíz

y chupar caña porque se estaban muriendo de hambre.

Los dos huérfanos siguieron su camino y llegaron a otro pueblo donde los reyes

y los ricos estaban haciendo fiesta para que sus hijos pudieran ser el sol y la

luna. A la mañana siguiente fueron al camino para ser el sol y la mujer la luna.

La gente dice que se encuentran allí hasta ahora.

LOS SOLES O EDADES QUE HAN EXISTIDO

Se refería, se decía que así hubo ya antes cuatro

vidas, y que esta era la quinta edad.

Como lo sabían los viejos, en el año 1 - Conejo se

cimentó la Tierra y el cielo. Y así lo sabían, que

cuando se cimentó la Tierra y el cielo, habían

existido ya cuatro clases de hombres, cuatro clases

de vidas.

Sabían igualmente que cada una de ellas había existido en un Sol (una edad). Y

decían que a los primeros hombres su Dios los hizo, los forjó de ceniza. Esto lo

atribuían a Quetzalcóatl, cuyo signo es 7 - Viento, él los hizo, él los inventó.

El primer Sol (edad) que fue cimentado, su signo fue 4 - Agua, se llamó Sol de

Agua. En él sucedió que todo se lo llevó el agua. Las gentes se convirtieron en

peces.

Se cimentó luego el segundo Sol (edad). Su signo era 4 - Tigre. En él sucedió

que se oprimió el cielo, el Sol no seguía su camino. Al llegar el Sol al mediodía,

luego se hacía de noche y cuando ya se oscurecía, los tigres se comían a las

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gentes. Y en este Sol vivían los gigantes. Decían los viejos, que los gigantes así

se saludaban: no se caiga usted, porque quien se caía, se caía para siempre.

Se cimentó luego el tercer Sol. Su signo era 4 - Lluvia. Se decía Sol de Lluvia

(de fuego). Sucedió que durante él llovió fuego, los que en él vivían se

quemaron. Y durante él llovió también arena. Y decían que en él llovieron las

piedrezuelas que vemos, que hirvió la piedra tezontle y que entonces se

enrojecieron los peñascos.

Su signo era 4 - Viento, se cimentó luego el cuarto Sol. Se decía Sol de Viento.

Durante él todo fue llevado por el viento. Todos se volvieron monos. Por los

montes se esparcieron, se fueron a vivir los hombres - monos.

El quinto Sol: 4 - Movimiento su signo. Se llama Sol de Movimiento, porque se

mueve, sigue su camino.

Y como andan diciendo los viejos, en él habrá movimientos de tierra, habrá

hambre y así pereceremos. En el año 13 - Caña, se dice que vino a existir,

nació el Sol que ahora existe. Entonces fue cuando iluminó, cuando amaneció,

el Sol de Movimiento que ahora existe. 4 - Movimiento es su signo. Es éste el

Quinto Sol que se cimentó, en él habrá movimientos de tierra, en él habrá

hambres.

LA SERPIENTE COSMICA

El pueblo Fon, cuenta como la serpiente cósmica,

Aida-Hwedo, fue creada al principio de los tiempos

por el Creador, un dios andrógino con dos caras:

Mawu, la luna, (femenino), y Lisa, el sol,

(masculino).

Aido-Hwedo contribuyó a la creación al llevar al

creador en su boca mientras se formaba el

mundo. Cuando terminó la obra, el Creador vio que era un peso excesivo para

la tierra: demasiados árboles, demasiadas montañas, demasiados elefantes,

demasiado de todo.

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Entonces, le pidió a Aido-Hwedo que se enroscase y se colocase por debajo a la

sobrecargada tierra como si fuese un cojín para poder transportarla. Como a

Aido-Hwedo no le gustaba el calor, el Creador hizo el océano para que viviera

allí.

Al sentir Aido-Hwedo una gran presión sobre sí, tiene que cambiar de postura

para descansar, y lo que sucede en esos casos es que se desatan terremotos.

Aido-Hwedo se alimenta de barras de hierro que forjan unos monos rojos que

viven bajo el mar. Cuando el hierro se agota, del hambre se come su propia

cola. Luego, la tierra, con toda su carga se desequilibra y cae al mar.

Una segunda Aido -Hwedo, la serpiente del arco iris, vive en el cielo y envía a

la tierra los rayos de los dioses.

LA VAINILLA

Cuentan que Xanath, hija de nobles totonacas,

célebre por su belleza, vivía en un palacio cercano

al centro ceremonial de Tajín, sede de su pueblo.

Cierto día en que la joven acudió a depositar una

ofrenda sobre el plato colocado en el abdomen de

Chac-Mool ("Mensajero Divino"), encontró

casualmente a Tzarahuín (jilguero), un alegre

doncel al que le agradaba silbar, y surgió entre

ambos amor a primera vista.

Sin embargo, el romance mostró dificultades para prosperar, porque Tzarahuín

era pobre y vivía en una choza humilde rodeada de tierra fértil en que

abundaban las anonas, las piñas y las calabazas. A pesar de la diferencia de

clases, los enamorados se reunían casi a diario, de manera fugaz, cuando el

mancebo llevaba al mercado la cosecha de sus siembras, y en poco tiempo una

sincera pasión se apoderó de sus corazones.

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Una tarde en que Xanath pasó junto al templo sagrado de los nichos, la

sorprendió la mirada penetrante del dios gordo, que se caracterizaba por su

vientre abultado, la frente rapada y su triple penacho; y desde entonces el

señor de la felicidad se dedicó a cortejarla. La doncella logró esquivarlo en un

principio, mas el astuto dios encontró la forma de revelarle sus sentimientos y,

al ser rechazado, su alegría habitual se tornó en cólera y amenazó a la joven

con desatar la furia de Tajín, si no accedía a sus reclamos amorosos.

La advertencia hizo temblar de miedo a Xanath, pero no traicionó a Tzarahuín.

El astuto dios gordo resolvió entonces ganarse la confianza del padre de la

joven para que influyera en el ánimo de Xanath. Lo invitó a su palacio, le reveló

secretos divinos y cuando manifestó interés por la linda muchacha, recibió

completo apoyo para casarse con ella. Xanath hubo de soportar un mayor

acoso del testarudo dios y su padre la obligó a aceptar una nueva cita, que

resultaría fatal, pues luego de haber dado otra negativa al señor de la felicidad,

éste, irritado, lanzó un conjuro sobre la doncella y la transformó en una planta

débil de flores blancas y exquisito aroma: la vainilla.

Y si bien el dios creyó vengarse, lo cierto es que mientras de él existen sólo

vagos recuerdos, en cambio, tenemos muy presente en nuestros días a la

planta orquidácea cuya esencia es muy apreciada en la cocina y la pastelería

de muchas partes del mundo.

EL MOLE POBLANO

Cuenta la leyenda, que en una ocasión

Juan de Palafox, Virrey de la Nueva

España y Arzobispo de Puebla, visitó su

diócesis, un convento poblano le ofreció

un banquete, para el cual los cocineros

de la comunidad religiosa se esmeraron

especialmente.

El cocinero principal era fray Pascual, que ese día corría por toda la cocina

dando órdenes ante la inminencia de la importante visita. Se dice que fray

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Pascual estaba particularmente nervioso, y que comenzó a reprender a sus

ayudantes, en vista del desorden que imperaba en la cocina.

El mismo fray Pascual comenzó a amontonar en una charola todos los

ingredientes para guardarlos en la despensa, y era tal su prisa, que fue a

tropezar exactamente frente a la cazuela, donde unos suculentos guajolotes

estaban ya casi en su punto.

Allí fueron a parar los chiles, trozos de chocolate y las más variadas especias,

echando a perder la comida que debía ofrecerse al Virrey.

Fue tanta la angustia de fray Pascual, que éste comenzó a orar con toda su fe,

justamente cuando le avisaban que los comensales estaban sentados a la

mesa.

Un rato más tarde, él mismo no pudo creer cuando todo el mundo elogió el

accidentado platillo.

Incluso hoy, en los pequeños pueblos, las amas de casa apuradas invocan la

ayuda del fraile con el siguiente verso: "San Pascual Bailón, atiza mi fogón".

DIOSES DE LA MUERTE

El reino de los muertos o inframundo, conocido

comúnmente como Mictlan, era gobernado por el

"Señor del Inframundo", Mictlantecuhtli, y por la

esposa de este, Mictecacihuatl, los "Infiernos", el

Chignauhmictlan. Pero aparte de estas deidades,

existían otros dioses y diosas que poblaban las

regiones del Mictlan y que casi siempre encontramos

por parejas. Una de ellas es Ixpuzteque, "El que tiene

el pie roto" y su esposa Micapetlacalli, "Caja de

muerto". Por último conocemos el nombre de Tzontemoc, "El que cayó de

cabeza", y su esposa es Chalmecacihuatl, "La sacrificadora".

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Mictlantecuhtli y Mictecacihuatl eran la pareja más importante de las regiones

del inframundo y habitan la más profunda de ellas, a donde llegan los hombres

a descansar, no sin antes entregar a las deidades presentes valiosos.

Mictlantecuhtli aparece con el cuerpo cubierto de huesos humanos y un cráneo

a manera de mascara, con los cabellos negros, encrespados y decorados con

ojos estelares, puesto que habita en la región de la oscuridad completa.

Adornan su cabeza unas rosetas de papel de las que salen conos, uno sobre la

frente y otro en la nuca. Sus animales asociados son el murciélago, la araña y

el búho (tecolote).

LA LEYENDA DEL CALLEJON DEL BESO

La leyenda de la que he de hablarles es una de las

de mayor tradición; tiene como escenario un

callejón de sesenta y ocho centímetros de ancho,

tamaño exacto para proporcionar una historia que

perdura hasta nuestros días y que nos narra un

encuentro de enamorados con trágico fin. Esta

leyenda esconde parte del vivir y del sentir cultural

de Guanajuato, y versa así:

Se cuenta que doña Carmen era hija única de un

hombre intransigente y violento, pero como suele

suceder, el amor triunfa a pesar de todo. Doña Carmen era cortejada por don

Luis, un pobre minero de un pueblo cercano. Al descubrir su amor, el padre de

doña Carmen la encerró y la amenazó con internarla en un convento; según su

padre, ella debía casarse en España con un viejo rico y noble, con lo cual el

padre acrecentaría considerablemente sus riquezas.

La bella y sumisa criatura y su dama de compañía, Brígida, lloraron e

imploraron juntas y resolvieron que la dama de compañía le llevara una misiva

a don Luis con las malas noticias. Ante ese hecho don Luis decidió irse a vivir a

la casa frontera de la de su amada, que adquirió a precio de oro. Esta casa

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tenía un balcón que daba a un callejón tan angosto que se podía tocar con la

mano la pared de enfrente.

Un día se encontraban los enamorados platicando de balcón a balcón, y

cuando más abstraídos estaban, del fondo de la pieza se escucharon frases

violentas. Era el padre de doña Carmen increpando a Brígida, quien se jugaba

la misma vida por impedir que el amo entrara a la alcoba de su señora. Por fin,

el padre pudo introducirse, y con una daga que llevaba en la mano dio un solo

golpe, clavándola en el pecho de su hija.

Doña Carmen yacía muerta mientras una de sus manos seguía siendo posesión

de la mano de don Luis, quien ante lo inevitable sólo dejó un tierno beso sobre

aquella mano.

LA LEYENDA DEL USURERO DEL BARATILLO

Trata de un hombre que vivió en tiempos de la

Revolución de 1910. Dos o tres veces al día,

cuando el hambre lo acosaba, bajaba la

escalera de su casa y se abría el pesado

zaguán, hermético por el resto del día.

Rápidamente cambiaba unos centavos por

atole y tamales o bien por nopales y tortillas,

según la hora, y sin cruzar palabra con nadie,

volvía otra vez a su encierro. La gran puerta de

madera dejaba oír el crujido de sus goznes herrumbrosos, para continuar

irremediablemente cerrada. Era el usurero del Baratillo, como dio en llamarle la

gente del pueblo. Hombre enjuto, de mirada extraviada, blanco, estatura

regular, bigote y piocha que dejaban ver evidentemente un rostro sin afeitarse.

Vestía pantalón negro y camisa que se suponía blanca en otros tiempos. Este

hombre era tan rico, que por haber acumulado tan inmensa cantidad de

monedas de oro perdió la razón. Hace años que a toda hora del día y de la

noche, según cuenta el vulgo, se le oye contar y recontar el dinero y gozar con

el tintineo de las monedas que chocas unas con otras, dejándolas caer sobre el

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colchón de su cama. Ese ruido tan peculiar era toda su obsesión... Dicen que

ese tesoro provenía del montepío que tuvo en su propia casa por muchos años

y por prestar con muy altos intereses. Fue también proverbial que la gente

atribuyera al sombrío prestamista esta frase: "peso que no deje diez, para qué

es." Prestaba su dinero en oro y ponía como condición que se le devolviera en

oro, fijando, como hemos dicho, réditos crecidísimos. Una ocasión tropezó con

un hombre demasiado listo, quien logró sacarle a plazo corto como dos mil

pesos con el 25 por ciento, pagaderos en ocho días, pero que lejos de

liquidarle, huyó llevándose el dinero. Dicen, que fue esta la causa definitiva de

su locura.Desde ese día para el usurero no hubo más obsesión que contar su

dinero y chapotear con sus manos repletas de monedas, que dejaba escurrir

para escuchar cómo sonaba al golpear unas con otras. Los vecinos lo ven casi

todas las noches, y las familias que han vivido en esa casa oyen sus pasos en

las escaleras que suben o bajan, y por las noches oyen también en tintineo de

las monedas.

Es el usurero del Baratillo que cuenta su tesoro, tesoro que, como hasta ahora

nadie lo ha encontrado, se asegura que sigue escondido en varios sitios de la

casa, pues en medio de su gran avaricia pensaba que de ese modo jamás

podrían encontrarlo.

LA LEYENDA DE LA PRINCESA DE LA BUFA

Dícese que en el pintoresco y bello picacho del cerro

de la Bufa alienta una princesa encantada de rara

hermosura, que en la mañana de cada uno de los

jueves festivos del año, sale al encuentro del

caminante varón, pidiéndole que la conduzca en

brazos hasta el altar mayor de la que hoy es la

Basílica de Guanajuato, y que al llegar a ese sitio

volverá a renacer la ciudad encantada, toda de

plata, que fue esta capital hace muchos años, y que

ella, la joven del hechizo, recobrará su condición

humana.

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Pero para romper este encantamiento hay condiciones precisas, tales como

que el viajero, fascinado por la belleza de la joven que le llama, tenga la fuerza

de voluntad suficiente para soportar varias pruebas: que al llevarla en sus

brazos camine hacia adelante sin turbación y sin volver el rostro, no obstante

escuche voces que le llamen y otros ruidos extraños que se produzcan a su

espalda. Si el elegido pierde la serenidad y voltea hacia atrás, entonces la bella

muchacha se convierte en horrible serpiente y todo termina ahí.

La oferta es tentadora: una lindísima muchacha y una fortuna inacabable, pero,

¿quién es el galán con temple de acero que puede realizar esta hazaña? Por lo

visto las condiciones son precarias, pues Guanajuato, el Estado que hoy

conocemos, tiene más de cuatro siglos de vida y no ha habido quien cumpla los

requisitos para deshacer el hechizo.

LA LEYENDA DE LA CALLE DEL TRUCO

La gente que allí vive, asegura que una sombra de

varón, vestido a la usanza, con larga capa, sombrero

de ancha ala calado hasta las cejas, de modo que sólo

deja de ver dos chispas a manera ojos sobre el rostro

pálido y desencajado, se desliza apresurado a lo largo

de esta calle cuando el silencio y las sombras de la

noche son completas.

Es la sombra de Don Ernesto, que sigiloso se detiene delante de una puerta y

llama tres veces. Se oye un chirrido de ultratumba y entra el caballero.

Es la Casa de Juego, a la que sólo van los más ricos. Se juega en grande:

primero las bolsas repletas de oro, después las fincas, luego las haciendas. Es

mal día para don Ernesto.

Ha perdido tres o cuatro de sus mejores propiedades. Está nervioso como

nunca. La fortuna le ha dado la espalda. Hace un recuento en la mente y

advierte que lo ha perdido todo.

"No todo, amigo, aún queda algo de valor".

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- "¡El diablo lo supiera! ¿Qué es?"

- "Y va en una jugada por cuanto habéis perdido, en el primer albur" - agrega la

primera voz.

Don Ernesto, fuera de sí exclama:

- "¿A qué os referís? ¡Decidlo de una vez!

- "¡Calma, calma!" - Agrega el contrincante.

- "¡Qué tenga vuestra madre! - grita de nuevo el desafortunado caballero. Su

adversario se inclina sobre la mesa para musitar unas palabras al oído de don

Ernesto...

- "¡No por Dios! ¡Ella no! - grita el perdidoso en el colmo de la exaltación.

- "Resolveos, así podréis recuperar vuestras riquezas"...

Transcurren unos instantes de lucha en el interior del jugador, y al fin exclama:

- "¡Sea pues! ¡A la carta mayor!"

Su amigo, parsimoniosamente, coloca sobre la mesa dos cartas; una sota de

oros y un seis de espadas...

- "¡A la sota!" - grita don Ernesto temblando de emoción.

Se deslizan los naipes fatídicos... Siete de bastos, tres de oros, caballo de

copas y al fin aparece la carta maldita, el seis.

- "Perdéis nuevamente".

El caballero queda mudo, sin moverse, como desplomado sobre sí mismo. Ha

jugado a su bella esposa. Es hombre de palabra y tiene que cumplir. Esa vez su

adversario fue el propio diablo, por eso don Ernesto no vio una sola jugada.

LA PLAZUELA DE CARCAMANES

Hace más de siglo y medio que vinieron a

establecerse a esta ciudad dos hermanos

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extranjeros procedentes de Europa, según se decía por entonces. Su apellido

Karlkaman Fue degenerado en "Los Carcamanes" para referirse a ambos.

La vida transcurría tranquila y bonancible para los hermanos, pero un mal día,

al Amanecer la mañana del 2 de Junio de 1803, corrió como reguero de pólvora

de que los vecinos habían encontrado los cuerpos yertos de los hermanos

"Carcamanes".

Y cuentan que cuando entraron a la casa que se hallaba abierta, el cuadro que

se ofrecía a su vista era horrible, trágico y espeluznante, un doble asesinato

por robarlos, fue la primera hipótesis que se formó en torno a su inesperada

muerte. Sin embargo la realidad fue otra. Una joven tan bella como frívola que

allí vivía, fue hallada también con una tremenda herida en medio del corazón

esa misma mañana del 2 de Junio.

Se puede dilucidar que la frívola doncella sostenía relaciones amorosas con los

dos hermanos, el primero, poseído de profunda cólera espero a que llegara el

segundo y, como acontece en esos casos, ni el selfesco ni la vida en común a

través de los años fueron obstáculos para que ocurriera la terrible tragedia.

En ciega e iracunda pelea se trabaron los "Carcamanes", de la cual quedó

tendido Nicolás y Arturo a pesar de hallarse muy mal herido, apoyándose en la

pared con las manos ensangrentadas llegó hasta donde vivía la infiel y en su

propio lecho la asesinó, volviéndose luego a su casa, donde se suicidó con la

misma arma homicida... Cuando las autoridades intervinieron y se corrieron los

trámites de rigor, el cuerpo de Nicolás fue inhumado en el que es ahora el

templo de San Francisco, y Arturo en el panteón San Sebastián.

Y cuenta la leyenda que por ese rumbo de San José, a la casa de los

Carcamanes tres espectros hacen el recorrido, apenas cae la noche, hasta la

madrugada, lamentado su muerte y llorando su castigo.

LAS MOMIAS DE GUANAJUATO

Guanajuato es una ciudad con muchos

atractivos para el viajero, por su fisonomía

Page 18: Leyendas Indígenas Mexicanas

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que es única, por su historia que es maravillosa, por su abolengo cultural que

la coloca en su sitio de privilegio en su país y más allá de sus fronteras; por sus

manifestaciones artísticas a través de su teatro universitario, su Orquesta

Sinfónica y su Estudiantina.

Sí así es en efecto, pero las cosas raras serán siempre motivo de singular

atracción

La gran mayoría de turistas, los que por primera vez van a Guanajuato, han

recibido de los anteriores, de manera especial, dos recomendaciones: que

visiten el Callejón del Beso y vean las Momias.

La momificación se debe, sin que sea ésta una opinión científica, a la

ventilación especial, es decir a la altura, más bien al terreno, pues lo mismo

ocurre en las gavetas que en el suelo.

Con toda seguridad que el fenómeno no tiene lugar desde que fueron

exhumados del Panteón Municipal, al término del tiempo reglamentario, los

primeros cadáveres.

Ese término es decir de cinco años, pero la momificación debe consumarse

antes.

El dato de mayor importancia para nuestra población es la circunstancia de la

gran mortandad que hubo y por que varios de los cuerpos, por temor a que se

propagara más la peste eran inhumados casi enseguida que se declaraban

muertos.

Así sucedía que en algunos casos se les sepultaba cuando en realidad todavía

no expiraban, de modo que al volver de aquel estado cataléptico, ya en la

tumba, morían finalmente por desesperación, por angustia y por asfixia. De ahí

esa mueca de dolor que hay en algunas momias.

Esto fue cuando la peste del cólera morbus que se registró en nuestra

población allá por 1833. Aún no existía el panteón actual (1861), que es donde

se verificó la momificación.

Page 19: Leyendas Indígenas Mexicanas

19

Tal era la cantidad de muerto, que fue necesario abrir panteones

complementarios en las laderas del cerro de San Cayetano y en una parte de la

Cañada de Marfil.

Las Iglesias ayudaron muchos a resolver este problema casi en todo el país.

Aquí fueron las de la Compañía, San Francisco, San Diego, Belén, San Roque,

San Sebastián. Está es una de las más antiguas.

A partir de 1861, fecha en que se inauguró el Panteón Municipal siendo

Gobernador del Estado el General Francisco Pacheco, datan las primeras

momificaciones. El primer cadáver momificado que se exhibió correspondió al

Dr. Francés Remigio Leroy, en 1965, que aún existe

Desde hace muchos años las momias se exhiben al público en una cripta que

se halla justamente debajo del lugar donde se registran este hecho curioso.

En una galería que hay al fondo se ofrece el macabro espectáculo, formando

las momias una doble fila como de 15 metros de fondo y acertadamente,

detrás de una vidriera.

Por todo lo anteriormente expuesto en forma tan llana, el público debe

desechar, por inciertas, todas esas leyendas baratas que cuenta la gente.

LA CASA DEL MUERTO

Una tarde deambulaba por el patio de

restaurante Villa de Sosa, (dentro de

la antigua casa de Francisco Sosa)

una señora acompañada de una

joven, recorrieron el patio de un lugar

a otro, mientras señalaban rincones y

hacían comentarios.

Al verme venir la señora me dijo:

"Perdone mi intromisión, pero le

cuento a mi hija que esta es la casa del muerto". Pasamos a un salón y

Page 20: Leyendas Indígenas Mexicanas

20

pedimos café. Después que la señora me hubo contado su historia le dije: "Esta

casa no puede ser la de su relato pues don Francisco Sosa la habitó de 1880 a

1925". Después de algunas aclaraciones llegamos a la conclusión de que "la

casa del muerto" debió estar dos casas antes, posiblemente el antiguo número

12 de la avenida Juárez.

Según me contó la señora un tío suyo habitó esa casa en tiempos de la

Revolución. Era antigua y tenia anchas paredes y techos altos le daban un

aspecto triste y un poco lúgubre. La sirvienta que trabajaba para la familia un

día agachando la cabeza y mordiendo una punta del delantal habló con el

señor: Todos los días - dijo - encuentro un señor en la sala y me hace señas con

las manos como llamándome, a mí me da mucho miedo y me salgo corriendo.

- Debes preguntarle que quiere - le dijo el patrón.

Días después la sirvienta volvió a hablar con el jefe de la casa: Dice el señor

que en esta casa hay un tesoro. Que yo lo saque y que la mitad de él debe ser

para mí y la otra mitad para un zapatero remendón que tiene su negocio allá

por el mercado.

- Todo esto está muy bien, dijo el señor - pero pregúntale cuál es el lugar

donde está el tesoro para poderlo sacar y hacer lo que te pide.

La sirvienta obediente hizo lo que se mandaba y logró saber el lugar donde se

hallaba el tesoro, se lo indicó a su patrón y éste ni tardo ni perezoso fue por un

peón y empezaron a cavar en el lugar indicado. Al poco tiempo de cavar, la

barreta que utilizaban se zafó de sus manos y se hundió, agrandaron el huyo y

se dieron cuenta de que había llegado a un túnel bastante grande y alto donde

se podía caminar fácilmente.

Bajaron al túnel y siguieron cavando en la dirección que coincidía a la indicada

y al poco tiempo encontraron un cofre de hierro; comenzaron a sacarlo, era

muy pesado, se les resbaló , cayo y empezó a hundirse poco a poco, luego

brotó agua y el cofre se fue perdiendo y fue imposible encontrarlo.

Page 21: Leyendas Indígenas Mexicanas

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EL ARBOL DEL AHORCADO

En una de las salas del Hospital Civil, Lloraba de

dolor el jovencito Santiago. Consecuencia de un

golpe que se había dado en el corral de su

casa, el vientre se le inflamo y se le creó una

especie de cáncer; Tenía días sufriendo y ni las

caricias de su madre ni la medicina de esa

época, aminoraban algo de su suplicio. Con solo

tocar levemente la zona afectada, el se revolcaba gritando.

Los médico del hospital hacían lo posible para librar de ese mal al joven, quien

derrotado gemía en su cama.

Un día de esos, mientras dormía, llego su madre con una pequeña imagen del

santo de su devoción y la coloco en su mano. Al despertar, la arrojo con fuerza

al suelo mientras decía:

- ¡No creo en Dios!!Quién presume de amor, me haya castigado de esa

manera! ¡Llévense esa imagen que no me ayuda para nada! Ojala que a Dios le

dé lo mismo para ver quien lo cura.

- ¡Hijo, arrepiéntete de lo que dijiste! Ten fe, que él te curara de todos tus

males

No madre, no me ha ayudado Ten fe Santiago, ten fe.......- ¡Déjeme, para morir

solo! ¡Ya no creo en su dios ni en usted! ¡Váyase!

Esa noche, después de muchos sacrificios, logro levantarse de la cama y salió

del hospital. Al siguiente día, en el panteón de Belén, encontraron a Santiago

colgado de un árbol con una de las sabanas del nosocomio

Contaban las personas, que desde ese día el árbol se seco por completo, como

ejemplo de que hay que estar siempre con Dios y no contra él.

NOTA: Actualmente, solo queda la parte inferior de ese árbol

Page 22: Leyendas Indígenas Mexicanas

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LOS LLANTOS EN LA PRESA DE IRAPUATO

Esta historia es real, sucedió en una

comunidad de la Ciudad de Irapuato del

estado de Guanajuato en México.

En esta comunidad había una presa de la

cual quedan solamente ruinas, me han

contado que a veces cuando pasan por

donde está la compuerta de la presa se

escuchan los llantos de algunos bebés y

como el camino está a un lado de lo que fue la presa, por lo general está muy

solo y me comentaron que los llantos que se escuchan es porque en el tiempo

de los hacendados empezaron a construir esta presa para almacenar agua

para las tierras que estaban cultivando, pero como la presa está en una

comunidad tenían miedo que se fuera a reventar y ocasionara alguna

inundación a pesar de que está a la orilla..., bueno pues decidieron que tenían

que hacer algo para que no se fueran a inundar y decidieron quitarles a todos

los matrimonios a sus hijos menores de 1 año y enterrarlos vivos en las

columnas que sostienen las compuertas de la presa para que el día que la

presa se empezara a llenar demasiado llegando a ciertos límites los niños

empezaran a llorar y así ellos darse cuenta e ir abrir las compuertas para que

no hubiera una inundación. Es por eso que a veces se escuchan estos llantos,

que aunque en esta presa ya no almacenan agua, en ocasiones se siguen

escuchando estos llantos aterradores.

Dicen que todo esto sí sirvió puesto que una vez la presa llegó a almacenar

muchísima agua y que estuvo a punto de reventar, pero empezaron a oírse los

llantos de los bebés y pudieron evitar la inundación.

LA RATA GIGANTE DE LA MERCED

Esta leyenda se ubica en uno de los mercados

más grandes y tradicionales del centro de la

ciudad de México. Se dice que debido a la

Page 23: Leyendas Indígenas Mexicanas

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gran cantidad de basura y alimento disponible, las ratas se crían con gran

facilidad, pero que después de un tiempo la población de ratas comenzó a

disminuir.

Se hablaba que la gente veía un animal más grande que un conejo e incluso

que algunos gatos que vivía en las partes más viejas del mercado. Con el

tiempo se hicieron exterminaciones y el problema se controlo pero que de

nuevo comenzaban a desaparecer algunos otros animales y productos de los

comercios. La gente decía que la responsable era una rata enorme que se dice

que incluso come gatos y perros pequeños y que aseguran ser muchos los

testigos de haberla visto correr en las calles aledañas.

LA PENITENTE.

Una leyenda de taxistas. Se dice que algún

taxista al finalizar su turno, encuentra a una

anciana que le hace la parada. El hombre

compadecido por la hora y la situación de la

señora, accede a llevarla a su destino.

La señora solicita que la lleve a distintas iglesias

de la ciudad porque tiene que hacer unas

mandas. El taxista la llevaba a los lugares

indicados hasta que por fin llegan a su casa y la señora le dice que espere para

pagarle. Después de haber transcurrido varios minutos sin que aparezca la

señora el taxista decide tocar en la puerta. Cuando le abre una persona él

explica su situación, le dicen que esa persona ya ha fallecido tiempo atrás.

Page 24: Leyendas Indígenas Mexicanas

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LOS PEREGRINOS

Una variación de la leyenda anterior. Se dice

que durante las peregrinaciones que se llevan

a distintos lugares religiosos siempre se ve

gran cantidad de devotos en los caminos que

se dirigen a esos lugares. Pero que al momento

de llegar a los templos, la cantidad de

peregrinos disminuye considerablemente

debido a que muchos de ellos son almas en

pena que deben de cumplir con sus promesas y mandas aun a pesar de haber

muerto.

JOAQUÍN PARDAVE

Este fue un conocido actor mexicano del cual se dice

que fue enterrado vivo. A pesar que los familiares

insisten en que solo es una leyenda urbana, la gente

dice que días después de haber sido sepultado, se

escucharon gritos y golpes dentro del ataúd y que

cuando se abrió el féretro, se encontraba desgarrado

por la parte interior, el cuerpo tenía arañazos en la

cara y estaba boca abajo.

La otra versión indica que familiares del actor abrieron el féretro por que en el

saco del fallecido había unos documentos y que cuando abrieron el ataúd se

encontraron con el cadáver en el estado que antes mencionado.

Page 25: Leyendas Indígenas Mexicanas

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LEYENDA DEL BOY SCOUT.

Se dice que en el Estado México hay una zona para

camping que utilizan mucho los scouts.

Esa zona esta bordeada por la pared de de una

montaña donde se dice que scouts mayores

engañaron a un recluta para que acampara en la

orilla del precipicio como broma.

Lo que no contaron es que el chico era sonámbulo y

se despeño durante la madrugada, a la mañana

siguiente encontraron el cuerpo destrozado en las peñas.

Por lo mismo se prohibió hacer camping cerca de esa zona y ahora se hace en

una superficie baja y alejada. Pero tiempo después los scouts comenzaron a

ver una luz en la peña y decían que era el alma del chico que buscaba que

alguien lo ayudara a salir.

Cuentan que por las noches los scouts que acampan en el valle ven la luz de la

lámpara del chico que espera que lo rescaten.

EL CARRO ROJO.

En la carretera antigua México-Cuernavaca

cuentan que después de las 12 de la noche un

carro deportivo de lujo de color rojo hace un

recorrido por la zona de Tres Marías. Se dice

que el carro es ocupado por 5 bellas mujeres

que les gusta la vida nocturna y que en su

camino a la Ciudad de México les gustaba

acompañarse por hombres.

Lo malo es que cuentan que todo aquel se sube con ellas aparece muerto a la

mañana siguiente o simplemente nadie más lo vuelve a ver ya que las mujeres

en realidad son demonios que buscan almas incautas para el infierno.

Page 26: Leyendas Indígenas Mexicanas

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EL CHOCO

Leyenda local de Cuautla Morelos. La Ex

Hacienda de Coahuixtla fue hasta hace

100 años una de las mas prosperas de la

región y por consiguiente de las primeras

en ser atacadas durante la revolución.

Durante la época de esplendor de la

hacienda había una muchacha que trabajaba en la misma y con la que muchos

querían tener sus haberes. Ella siempre se negaba a todos los pretendientes

por lo que uno de ellos se dedico a hacerla suya a cualquier costa. Una noche

aprovecho que no había nadie y la violo para luego huir y no saber nada más

de él.

Meses después la mujer dio a luz a un niño algo extraño ya que era más

despierto y hábil que los niños de su edad.

Cuando el niño cumplió 6 meses su madrina se ofreció a llevarlo a bautizar y

así lo hizo, cuando cruzando el río el bebe le dijo a la mujer:

- Madrina ya tengo dientes y se hablar y por eso te voy a matar. Por lo que

inmediatamente la ataco y arranco la cabeza para huir.

Se dice que el hijo de esa mujer era hijo del diablo y que se le puede ver en las

ruinas y los túneles de la ex hacienda jugando con los huesos de las personas

que murieron en el lugar.

LA NIÑA FANTASMA DE GABRIEL

MANCERA.

La leyenda que a continuación os voy a contar,

ha circulado de boca en boca por los habitantes

de las colonias del Valle, Narvarte y aledañas

Page 27: Leyendas Indígenas Mexicanas

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por igual. La ubicación exacta de ésta, toma forma exactamente en el cruce

del Eje Vial Número 5, mejor conocido como Eugenia, y el Eje Vial Número 2,

también conocido como Gabriel Mancera.

Alrededor de las 2 a.m., se cuenta, una chiquilla se dirigía caminando hacia la

farmacia para comprar las medicinas que su madre enferma requería, hecho

por el que se vio forzada a salir a esas altas horas de la madrugada. La niña,

consciente de la hora, prudentemente respetaba los semáforos y

señalamientos antes de cruzar las calles hasta llegar a su destino, y así lo hizo

también en el cruce de Eugenia con Gabriel Mancera.

Al ponerse la luz roja para los vehículos que transitaban sobre Eje 5, la chica se

dispuso a caminar, de esquina a esquina, para cruzar dicho Eje, pero, a

diferencia de la gallina, nunca llegó al otro lado del camino, ya que un coche

que iba a exceso de velocidad decidió ignorar la luz roja y cruzar, sin tomar

precaución alguna sobre otros automóviles o transeúntes cruzando. Golpeó

mortalmente a la niña, dejándola medio viva y medio muerta en el arroyo del

tránsito. El automovilista responsable nunca se bajó del vehículo… es más,

nunca se detuvo para saber si la niña vivía o moría y nunca fue para pedir

asistencia médica a nadie ni por nada. Siguió su camino, sin más.

Eventualmente, la niña falleció en agonía y sola, nadie la ayudó. Desde

entonces, y es aquí donde uno debe espantarse, alrededor de las 2 a.m., en el

cruce de Eugenia con Gabriel Mancera, el espíritu de la niña se aparece a los

automóviles que circulan a esa hora a exceso de velocidad. Ella cruza la calle

como aquella fatídica noche cuando perdió la vida, provocando así que los

autos se vuelquen por tratar de esquivarla cuando la ven, quedando

literalmente "patas arriba". Una vez que provocado el accidente, se va,

dejando a los pasajeros sin asistencia de ningún tipo para morir solos, tal cual

a ella le sucedió.

LOS NIÑOS DEL TERREMOTO

Durante el sismos del 1985 muchas

de las víctimas fueron niños en edad

Page 28: Leyendas Indígenas Mexicanas

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escolar ya que el sismo ocurrió entre las 7 y 7:30 am cuando muchos plantes

de distintos niveles de educación abrían sus puertas o comenzaban las clases.

Muchas de estos centro educativos resultaron dañados parcial o totalmente

con la consabida pérdida de vidas. Después de la reconstrucción de algunos de

ellos, comenzaron los fenómenos extraños.

Algunas personas comenzaban a reportar que se veían niños jugar, se

escuchaban conversaciones o incluso áreas de juegos infantiles presentaban

actividad. Este fenómeno se extendió en gran parte de los centros educativos

que tuvieron alguna tragedia durante los sismos y aun en día hay persona que

dicen observar dichos eventos aunque algunos lugares hace tiempo que

dejaron de ser centros educativos.

LA ENFERMERA FANTASMA.

A pesar de ser una historia de enfermera

no tiene nada que ver con la famosa

planchada. Esta enfermera se manifiesta

en otra zona del país que es la Carretera

San Felipe-Mexicali en el estado de Baja

California Norte.

La historia cuenta que esta era una

enfermera muy querida por la gente del

pueblo y trabaja con un respetado doctor muy famoso y solicitado. Un día la

enfermera fue requerida por el médico para un procedimiento de emergencia

al cual se presento, pero al descubrir que el doctor se dedicaba a realizar

abortos clandestinos se negó a participar y escapo. El doctor preocupado por lo

que la enfermera fuera a denunciar la mato y escondió el cadáver en el

desierto seguro que nadie la encontraría.

Page 29: Leyendas Indígenas Mexicanas

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Tiempo después la gente comentaba la extraña desaparición de la enfermera y

el doctor decía que ella se había ido a los US, pero al poco tiempo la

conversación cambiaría diciendo que en un punto de la carretera la enfermera

era vista caminando por un tramo especifico de la vía por lo que se hizo una

investigación y se localizo el cuerpo con el cual se acusaría al medico el cual ya

había huido y no se volvió a saber nada de él.

EL CHARRO NEGRO

Una leyenda muy conocida en distintas

partes del país ya sea en Michoacán, DF,

Edo México, o Veracruz por nombrar

algunos. La historia varia pero siempre

detalla a un hombre de negro vestido de

charro nunca se le ve la cara o solo los

ojos son visibles. Dicen que aparece en los

descampados y se le aparece al a gente

necesitada de algún favor como dinero,

amor o poder o que simplemente se le ve

a lo lejos. No siempre se encuentra en

áreas rurales ya que ha sido visto en lugares como el callejón del Aguacate en

Coyoacàn en la Ciudad de México o en el centro de Zamora Michoacán. La

gente que lo ha visto dice que es el mismo Diablo al que se ve y que las

personas que caen en tentación son robadas por él. Dos leyendas con distinto

final lo hacen el principal personaje. La primera en Guanajuato dice que había

una joven muy hermosa la cual era pretendida por muchos, a lo que ella se

negaba. Una noche cuando ella se prepara a dormir escucho un caballo llegar

Page 30: Leyendas Indígenas Mexicanas

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debajo de su ventana. La joven curiosa abrió la ventana y vio a una persona

vestida de charro la cual volteo a verla con unos ojos rojos encendidos, la joven

asustada cerró la puerta y escucho un relincho espectral. A partir de esa noche

el visitante se presentaba cada noche, harta por la situación consulto al

sacerdote del lugar el cual le recomendó que colocara un crucifijo en la

ventana pero cubierto de una tela además de leer la biblia. Al presentarse el

charro debía leer un pasaje especifico y descubrir la cruz, muerta de miedo la

joven espero toda la noche hasta que se presento el charro. Cumpliendo las

recomendaciones del párroco leyó el pasaje y descubrió el crucifijo en el

momento en que un rayo caía en el patio y el charro desaparecía en una nube

de azufre. La otra leyenda no tiene final feliz, se dice que otra joven era

pretendida por muchos pero ella los rechazaba esperando conseguir a alguien

que llenara sus ambiciones. Finalmente un charro negro se presentaba en sus

casas todas las noches y le ofrecía dinero y joyas, la joven ambiciosa no dudo

mucho tiempo y acepto el regalo del desconocido el cual la monto en su

caballo y partió con ella a toda prisa. La joven se asusto y quiso bajar del

caballo pero no podía ya que se encontraba como pegada a la silla del caballo

y comenzó a gritar de terror al descubrir el rostro del diablo debajo del

sombrero del charro.

EL ESTADIO AZTECA

El Estadio Azteca es una de las construcciones modernas más emblemáticas en

el ámbito deportivo mexicano. Un lugar icónico de los deportes y eventos más

importantes que se han llevado a cabo en la ciudad y en algunos casos de

México.

Una de las leyendas dice que durante su construcción, hubo muchas muertes

en el edificio y desapariciones de trabajadores, ya que siguiendo instrucciones

de los arquitectos se siguió una antigua tradición en la cual la construcción si

quiere sobrevivir a los embates del tiempo debe serlo a base de sangre. Las

historias dicen que muchos trabajadores caían en los fosos de construcción

durante la obra cuando se rellenaban con hormigón o cemento.

Page 31: Leyendas Indígenas Mexicanas

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Otros dicen que se enviaban cuadrillas a ciertas partes de lugar y algunos de

ellos ya no volvían o decían que habían renunciado. Dicen que por las noches

se escuchan ruidos de construcción, lamentos o solicitud de ayuda.

La otra leyenda habla de que durante un evento deportivo hubo una avalancha

humana en donde murió un niño aplastado por la multitud en un túnel de

acceso. Algunos de los vigilantes dicen que algunas veces el niño se acerca a

ellos buscando ayuda o que ellos sienten que no pueden respirar.

Leyendas indígenas mexicanas

LOS NOMBRES QUE SE LES DAN A LAS LUNAS LLENAS EN EL AÑO

¿Sabías que de acuerdo con las tradiciones de los pueblos agrícolas o

cazadores a las lunas llenas se les asignan ciertos nombres?

Las tribus de América del Norte –entre las

cuales se incluyen los kikapúes y los

mascogos que en invierno instalan sus

campamentos en determinados lugares de

Coahuila– tienen diferentes nombres para

las lunas del año, según los ciclos agrícolas o

de caza. Veamos cuáles son para así darnos una idea de cómo son sus

tradiciones:

Luna llena de enero: Luna del lobo

Luna llena de febrero: Luna de la nieve

Luna llena de marzo: Luna de los gusanos

Luna llena de abril: Luna rosa

Luna llena de mayo: Luna de las flores

Luna llena de junio: Luna de las fresas (para los europeos es la luna

rosa)

Page 32: Leyendas Indígenas Mexicanas

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Luna llena de julio: Luna del macho (en referencia al género animal)

Luna llena de agosto: Luna del esturión

Luna llena de septiembre: Luna de las cosechas

Esta luna no siempre se da en septiembre, sino que cada

tercer año se llena a principios de octubre. Se le llama de

las cosechas porque es tan brillante que los agricultores

pueden levantar sus cosechas incluso en la noche,

además de que en las regiones del norte traen prisa

porque pronto llegarán las heladas y si no levantan las

cosechas éstas podrían perderse.

Cabe mencionar que en la tradición judáica (incluyendo a los numerosos judíos

que radican en México), la luna nueva de septiembre es la que indica el nuevo

año o RoshHasaná.

Luna llena de octubre: Luna de los cazadores

Luna llena de noviembre: Luna de los castores (también conocida

como la luna de las heladas)

Luna llena de diciembre: Luna del frío

LEYENDA DE FLAMACORDIS, MUNICIPIO DE MEXTICACÁN, JALISCO

¿Si has ido a Flamacordis, allá cerca de Mexticacán

pasando Cañada de Islas, a la derecha? –Me preguntó el

artesano Mario Ruvalcaba, durante una charla que

tuvimos en Huiscuilco–. Es uno de los templos más

antiguos que hay por acá, está solito, tiene unas

pinturas especiales; si las ves te das cuenta que tienen

expresión. Ahí deberías de ir para que las veas. Ahí

también tienen la imagen del Niño de Flamacordis, es

antiquísimo, mucha gente le tiene fe, pero las pinturas

que hay en el templo no se sabe ni quién las hizo.

Page 33: Leyendas Indígenas Mexicanas

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Platican que hace un chorro de años llegó

un indito ahí –cuando el templo tenía

frailes fue eso– y les pidió permiso de que

si lo dejaban dormir esa noche en la

iglesia. Entonces parece que en ese

tiempo no querían dejar a nadie que se

metiera porque apenas lo acababan de

terminar. De todos modos, los frailes le

dieron chance y sí se quedó la noche solo en el templo. El indito llevaba nada

más un morralito. A la mañana siguiente fueron por él para despertarlo para

que se fuera, pero ya no estaba y eso que las puertas estaban atrancadas por

fuera, o sea que no había modo de que se hubiera salido. Entonces cuando los

padres entraron el templo ya estaba todo pintado, con esos dibujos bien

especiales.

Total. Cuentan que fue un milagro divino porque nadie supo jamás quién era

ese indito, pero sí dejó esas pinturas que hizo en una sola noche él solito,

según cuenta la leyenda, ¿verdad?

UN MILAGRO DE SAN MIGUEL ARCÁNGEL

Leyenda de Mexquitic de Carmona, SLP

Cuando se inició la conquista de esta región que

los invasores españoles llamaron “El gran tunal”,

los territorios estaban habitados por diversos

clanes de huachichiles, a quienes los

conquistadores tacharon de bárbaros, cuando en

realidad más bárbara y sanguinaria eran ellos por

venir a robar tierras ajenas y matar a quien se

opusiera. Leyenda subida por Homero Adame.

Page 34: Leyendas Indígenas Mexicanas

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Tiempo después llegaron los primeros misioneros franciscanos, a quienes se

les hizo casi imposible erradicar las “herejías” de los nativos. Decían los

cristianos que entre las creencias de los naturales estaba el culto a los espíritus

obscuros de la naturaleza, lo cual era catalogado por los frailes como brujería y

obra de Satán.

Se cuenta que los franciscanos decidieron traer la imagen de San Miguel

Arcángel, por haber sido quien con su gran poder expulsó a los demonios del

Paraíso. El milagro se dio en poco tiempo, pues los rebeldes indígenas

comenzaron a acercarse a la misión con el afán de “salvar” sus almas, aunque

lo cierto es que habían huido a lugares más seguros, donde no había

peninsulares criminales arropados con la imagen de Cristo. Leyenda

encontrada en un blog de Homero Adame.

UNA LEYENDA DE LA CRUZ DE MEZQUITE

(Versión editada sobre una leyenda escuchada

en Mier y Noriega, N. L.)

Los ancianos de siglos pasados contaban que la

tradición de la cruz de mezquite no es cosa del

cristianismo, sino que viene de más atrás, de mucho

antes que llegaran los españoles a tierras del Altiplano

e impusieran su religión, la cual era desconocida y

ajena para los habitantes del desierto, los huachichiles. Aunque los

conquistadores veían todo lo que los naturales hacían como cosa del demonio,

lo único que sí aceptaban era que éstos le rindieran culto al mezquite; al tener

sus brazos extendidos como si formaran una cruz, lo interpretaban como algo

similar a la religión cristiana. Pero la verdad sea dicha: para los nativos

representaba un poderoso espíritu de la naturaleza manifestado en un árbol

con apariencia humana, con su cuerpo erguido y sus brazos abiertos, al cual se

le pedía que trajera las lluvias cuando una sequía era prolongada. Leyenda de

Homero Adame.

Page 35: Leyendas Indígenas Mexicanas

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Al darse el sincretismo de creencias, con el paso del tiempo se perdió la

esencia huachichil y el culto al mezquite con forma de cruz tomó un giro

católico; en la actualidad, a cualquier mezquite con tales características le

hacen su fiesta el 3 de mayo, día de la Santa Cruz. Sin embargo, cuando hay

sequía, la gente le lleva ofrendas porque sabe que hará el milagro de traer las

lluvias.

En Mier y Noriega, N.L. cuentan que, en cierta ocasión, un campesino que

desconocía esta tradición andaba en el monte buscando leña y al encontrarse

un mezquite en forma de cruz, decidió cortarlo. Llegó a su casa con una pila de

leña y con la cruz para levantarle un altar. Cuando los vecinos se enteraron, le

solicitaron que hiciera algo para pedir perdón, pero él dijo que no creía en esas

cosas. Al tercer día, cayó una tromba que arrasó con el pueblo, provocando la

muerte de todos los integrantes de la familia del campesino. Éste, previendo

que los lugareños tomarían represalias contra él, había alcanzado a huir de la

comunidad y jamás se supo de su paradero. Entretanto, la gente tomó la cruz,

organizó una peregrinación para devolverla a su sitio original y la enterró. La

lluvia continuó por varios días más, hasta que la furia del poderoso espíritu se

calmó. Pero aquí no concluye la historia: afirman que ahí mismo creció un

robusto mezquite también en forma de cruz, el cual sigue en pie y la gente lo

venera.

UN ESPAÑOL Y UN INDIO FLAUTISTAS

Cuento tradicional escuchado en Linares,

N.L.

Contaba mi abuelo una historia que le platicaba

su propio abuelo y por eso podemos imaginarnos

que es muy antigua. Decía él que allá en la loma

de La Tortuga original, no en la que ahora lleva ese nombre, solía ir por las

tardes un señor español, de los primeros que llegaron cuando conquistaron

estas tierras. Ese señor no era como los demás, pues cuentan que se

Page 36: Leyendas Indígenas Mexicanas

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preocupaba por la pobreza y el maltrato que les daban a los nativos. Lo raro es

que cuando él llegó era malo como el mismo demonio, pero de repente cambió

para bien. Entonces, ese señor iba con gusto en su caballo a la loma de La

Tortuga, se sentaba a ver el atardecer y allá tocaba su flauta.

El señor español iba a la loma y tocaba la flauta, y cuando la tocaba se sentía

muy inspirado y cuando regresaba al pueblo les decía a sus congéneres que se

trataran bien con los indios. Algunos españoles creían que ese hombre tenía

pacto con el demonio, pero otros afirmaban que en realidad estaba medio loco.

Según la plática de mi abuelo, el señor español tocaba la flauta junto a una

piedra con grabados que fueron tallados por los indios, y cuando estaba

inmerso en su música se le aparecía un indio que también tocaba una flauta.

De tal manera los dos se comunicaban y platicaban a través de la música. Pero

de eso ya ha pasado mucho tiempo, y que yo sepa a nadie se le ha aparecido

el indio ni el español. Yo he andado muchas veces por ahí en la noche y nunca

he visto nada, pero ha de ser cierto, pues de lo contrario para qué cuentan

esas historias.

Entre de la saga de relatos que hacen referencia a la época colonial,

encontramos esta singular historia que, aparte de su mensaje conciliador y

contenido fabuloso, nos habla de la fusión de dos culturas y de cómo sendos

personajes antagónicos lograron entenderse a través de la música.

Este cuento mestizo, narrado por el Sr. Domingo Leal, surge de una

remanencia arqueológica –un petroglifo que se encuentra en la cima de la loma

de La Tortuga– y nos hace evocar otras semejantes que parten de una piedra,

una cueva o un grabado, aunque algunas veces nos quede la duda de qué fue

primero: el vestigio o el cuento. En este caso resulta obvio que primero fue el

vestigio.

La flauta, en el ámbito de la mitología y el folclor, aunque en el relato no se

menciona en ese contexto, tiene un significado y uso muy particular en ritos de

fertilidad, cortejos prenupciales y las ceremonias fúnebres. De hecho, en la

Page 37: Leyendas Indígenas Mexicanas

37

América precolombina la flauta de barro o de hueso era el único instrumento

melódico que se utilizaba en los sacrificios rituales.

LA SERPIENTE DE SIETE CABEZAS

Leyenda del Altiplano potosino

Hace muchos pero muchos años, cuando los

españoles penetraban los territorios del

Altiplano potosino, que justificadamente

consideraban hostiles, para fundar sus

pueblos donde encontraban vetas de plata,

varios clanes de huachichiles decidieron reunirse para buscar la forma de

impedir el avance de los invasores.

Durante la reunión, acordaron que sus brujos trabajaran con las fuerzas de la

naturaleza, pues de tal modo las poderosas armas de los conquistadores serían

inútiles.

En Charcas, Mexquitic, Cerro de San Pedro y San Luis Potosí ya había colonos

españoles, cuyos ejércitos no se tentaban el corazón para aniquilar a los

nativos. Por su parte, los evangelizadores también obraban a su manera, a

favor de la corona española.

Por un lapso de tres lunas, los brujos huachichiles estuvieron reunidos en un

paraje desolado del Altiplano, donde ni el más aventurado explorador español

hubiera penetrado. La magia de aquéllos era poderosa y, así, lograron su

propósito. Cuando la luna roja de octubre salió en el horizonte, se escuchó un

ruido sobrenatural que dejó paralizados a todos los que lo escucharon, menos a

los brujos. Habían dado vida a una serpiente descomunal, con siete cabezas y

ojos de fuego. Al amanecer, un enorme cuervo solitario surgió de la nada. Dio

varias vueltas en el cielo y voló hacia el sur. La sierpe lo siguió. Con eso, los

brujos huachichiles habían comandado a las fuerzas ocultas de la naturaleza

Page 38: Leyendas Indígenas Mexicanas

38

para que el monstruo recién creado destruyera los pueblos españoles. El

cuervo era su guía.

Por donde pasó la sierpe causó terror y destrucción. La voz corrió por doquier y

varios ejércitos españoles fueron a su encuentro, pensando que se trataba de

una fantasía o de un animal común y corriente. La realidad fue espeluznante:

no pudieron con ella y nadie sobrevivió para contarlo.

Cerca de lo que ahora es Solís, en el municipio de Villa de Guadalupe, unos

frailes apenas comenzaban a fundar una ermita para catequizar a los indómitos

nativos y, asimismo, protegerlos de los despiadados españoles. Cuando vieron

al gigantesco cuervo venir hacia ellos, uno de los frailes prendió inciensos, sacó

las imágenes cristianas de la ermita y se dirigió a enfrentar al ave misteriosa.

Sus compañeros lo siguieron. Sin embargo, cuando éstos vieron que ya se

aproximaba la horrible sierpe de siete cabezas, huyeron despavoridos, dejando

al pobre fraile a su suerte.

La sierpe incendiaba cuanto hallaba a su paso, dejando un rastro de cenizas

tras de sí. El fraile se hincó y se puso a rezar, pidiéndole a su Dios que lo

protegiera y que destruyera a ese monstruo infernal. Cuando el cuervo voló

sobre su cabeza, aquél se puso de pie y dijo unas palabras en latín. El ave

negra pegó un chillido, cayó a tierra y quedó convertida en cerro. Después, el

fraile dijo más oraciones en latín y la sierpe le lanzó miradas de fuego que, en

pocos segundos, acabaron con su vida. No obstante, antes de morir, el fraile

dijo una última oración, mientras alzaba su brazo derecho y con eso conjuró al

animal. La serpiente también quedó convertida en cerro.

Aunque han pasado muchos años desde entonces, y los huachichiles dejaron

de existir como tribu o como individuos, mucha gente todavía recuerda aquel

suceso y cuenta que la sierpe estaba destinada a destruir la capital potosina o

la ciudad de Charcas; sin embargo, gracias a la fe del fraile, tanto la serpiente

de siete cabezas como el cuervo quedaron conjurados, pero no para siempre…

Narra la leyenda que el conjuro un día habrá de expirar y que esos cerros

volverán a ser lo que realmente son, para entonces, cumplir su destino.

Page 39: Leyendas Indígenas Mexicanas

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EL HOMBRE MÁM

Leyenda escuchada en Huehuetlán, SLP

En toda la Huasteca existen infinidad de

historias, mitos, leyendas y cuentos

relacionados con los fenómenos naturales,

como las lluvias, las sequías, los incendios

forestales. Muchos de esos relatos contienen

elementos ricos en mitología y dan explicaciones del porqué de las cosas, o

bien, dejan una enseñanza.

Los ancianos de Huehuetlán todavía cuentan que hace muchos, pero muchos

años, en la cima del cerro Tamáb vivía una pareja sin hijos. El hombre cultivaba

maíz en sus milpas, las cuales daban cosecha todo el año porque siempre

había humedad en sus tierras. La gente de los llanos estaba muy preocupada:

como abajo llovía muy poco, las cosechas eran malas, y por ende, sufrían por

escasez de comida y para colmo, los ríos tenían muy poco caudal.

Sabían que el hombre de Tamáb bajaba al valle a vender su maíz, y como esto

les provocaba envidia, aquellos habitantes acordaron celebrar una asamblea,

para lo cual esperaron al hombre con su cosecha: querían hablar con él. Le

preguntaron por qué él sí recibía lluvia en sus tierras y ellos no. El hombre les

explicó sus razones, pero la gente no le creyó y lo metieron a la cárcel.

Al cabo de varios días, tocó el turno del gobernador para interrogarlo y el

hombre dijo que si lo dejaban libre, él se encargaría de mandarles la lluvia.

Nadie de las autoridades creía que ese hombre pudiera hacer tal cosa, porque

ignoraban que en realidad era un Mám, un «señor de las tormentas». Aunque

los facultados para otorgarle la libertad se mostraban renuente de hacerlo, el

gobernador accedió a que el hombre volviera a su casa con la promesa de

enviarles bastante lluvia.

El hombre Mám llegó a su hogar, en la cima del cerro Tamáb, y encontró a su

esposa muy preocupada por su larga ausencia. Él le explicó todo lo ocurrido y

Page 40: Leyendas Indígenas Mexicanas

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le dijo que se había comprometido a mandar suficiente lluvia a la gente de los

llanos. Su mujer estuvo de acuerdo. Leyenda de Homero Adame.

Efectivamente, esa tarde llovió en las partes bajas de la sierra, pero los

habitantes quedaron inconformes y querían más y más agua para sus cultivos

y para los ríos. Entonces decidieron subir al cerro para hablar de nuevo con el

hombre Mám. Llegaron muy de madrugada, pero como él estaba ausente en

esos momentos, maltrataron a la mujer porque su marido les había enviado

muy poquita lluvia.

Cuando el hombre Mám regresó a su hogar esa noche, encontró a su mujer

llorando. Ella le explicó lo ocurrido y, como respuesta a la falta de gratitud de

la gente, él hizo que las nubes bajaran de Tamáb y se descargaran con furia en

los llanos. Por días y días llovió como nunca antes; los ríos se desbordaron y los

habitantes se vieron obligados a huir porque la corriente arrasó con sus casas.

Mientras tanto, en el cielo estaba Dios observando los acontecimientos y

decidió llamar la atención al hombre Mám. Envió por él a varios de sus

ayudantes, quienes bajaron a la Tierra y batallaron mucho para convencerlo,

pues él intuía que lo iban a regañar. Sin embargo, una vez en el cielo, el

hombre Mám rindió cuentas, pero Dios no quedó muy convencido y dijo que le

iba a dar un castigo.

Así, Dios envió al hombre Mám a las tierras del norte hasta que aceptara su

obligación, tanto de mostrar bondad hacia los humanos como de no abusar de

su condición divina de controlar las tormentas. A la esposa la dejó viviendo en

el cerro Tamáb. Pero resulta que, como el norte es un lugar muy solo y frío, en

vez de que el hombre Mám aprendiera la lección, se volvió muy vengativo y

por esa razón cada año él provoca los huracanes. No obstante, siempre pasa a

visitar a su esposa y le deja buenas lluvias para que el maíz siga creciendo.

LA ZORRA

(Leyenda de Pozo de Acuña, municipio de

Guadalcázar, S.L.P.)

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No, eso que usted pregunta del güichote y de los perros aquí no sucede.

Nosotros sabemos cuando alguien se va morir porque escuchamos a la zorra

cantar. Cuando la zorra canta en la tarde, mire que nunca falta que alguien se

muera.

Pero déjeme decirle una cosa, no siempre se muere alguien que vive aquí en el

pueblo cuando canta la zorra. También se dan casos de que la zorra canta y

luego nos enteramos que se murió alguien de aquí del pueblo pero que vive en

otra parte, por ejemplo en San Luis, en Monterrey o en el otro lado. Entonces

ahí está la zorra cante y cante y la gente asustada. No se muere nadie, pero a

los dos o tres días nos llega la novedad de que Fulano o que Zutano se murió

por decir en Oklahoma o en Houston. Entonces por eso nosotros decimos que

la zorra con su canto estaba avisándonos que alguien del pueblo iba fallecer.

UNA JOVEN HUACHICHIL Y UN MUCHACHO IRRITILA

Leyenda de Concepción del Oro, Zacatecas

Años atrás se hablaba de un hombre que vestía

de una manera muy rara. Se le veía con un arco y

una flecha y más que caminar parecía que

flotaba. Siempre se dirigía al mismo lugar, donde

hoy se localiza El Grasero. Se hincaba y ponía su

frente en el suelo. Permanecía un tiempo allí y luego se desaparecía, se

esfumaba. (Luego se supo que era un indígena huachichil, de los muchos que

poblaban las sierras de lo que hoy es Concepción del Oro.)

Una hermosa y joven mujer de la tribu de los huachichiles acostumbraba andar

por el que hoy conocemos como el cerrito de la Cruz. Juntaba mezquites, que

formaban parte de su alimentación. Un día, andando en esos menesteres,

sintió que alguien la observaba. Al dirigir su mirada a lo alto del cerro,

descubrió que a un apuesto indígena de la tribu de los irritilas, hombre alto,

muy bien formado, que andaba de cacería con su arco y su flecha. Tras

Page 42: Leyendas Indígenas Mexicanas

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saberse descubierto, el joven bajó despacio por la ladera del cerro, sin perder

de vista a la joven. Cuando ya estaba a cierta distancia, preparó su flecha en el

arco y la dirigió hacia la joven. Ella se quedó petrificada, anticipando lo peor. El

joven disparó la flecha y en unos instantes cayó una serpiente que estaba

enroscada en una rama del mezquite. La hermosa huachichil recuperó el

aliento y corrió hacia el irritila; lo abrazó y le dio las gracias de todo corazón.

Ése fue un momento en que por primera vez se vieron a los ojos y sintieron

que el amor los había atrapado. A partir de aquel día, se les veía por todas

partes siempre corriendo entre las florecillas del campo. Sus risas eran

acompañadas por el canto de los pajarillos. Se sentaban bajo la sombra de los

pirules; y un lugar muy especial al que acudían era al arroyito de las aguas

cantarinas donde se les veía refrescar sus cuerpos siempre felices, siempre

riendo. Pero siempre algo sucede que nubla la dicha de una pareja que vive tan

feliz…

Resulta que un huachichil se moría de celos porque pretendía a la joven y ella

no le correspondía. A cada momento la seguía. A la distancia la observaba con

el irritila, al tiempo que urdía la forma de acabar con ese amor que no pudo ser

para él. Un día siguió a la joven y precisamente en ese lugar que hoy se conoce

como El Grasero y que era el lugar donde se reunían los enamorados, le dio

muerte con su puñal, clavándolo en su pecho. En ese preciso momento llegaba

el joven irritila a reunirse con su amada. Al darse cuenta, el huachichil preparó

su arco y su flecha y le disparó a su rival de amores, hiriéndolo de muerte. El

joven irritila se arrastró hasta donde estaba su amada, puso su cabeza sobre el

pecho de ella y allí murió. El joven huachichil se fue furioso porque ni en la

muerte logró separarlos. Leyenda de Lucila Torres Ortiz.

Cuentan que ese día el cielo se obscureció y empezó a llover; que era una

lluvia triste como si el cielo llorara por la muerte de esos enamorados. Los

pájaros dejaron de emitir sus cantos y las flores del campo doblaron sus tallos

en señal de duelo. Leyenda de Concepción del Oro.

Se dice que el hombre que aparece y desaparece en El Grasero es el joven

irritila que de vez en cuando va al lugar donde le quitaron la vida a él y a su

amada.

Page 43: Leyendas Indígenas Mexicanas

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LA GENTE QUE SE CONVIRTIÓ EN PIEDRA

Leyenda de Raíces, un sitio

arqueológico en Linares, Nuevo León

En un lugar llamado Raíces, cerca de Linares,

N.L., vivieron los habitantes del ayer,

quienes, en una larga pared rocosa, dejaron

escrito su paso por el mundo en forma de

círculos, de espirales y otros pictogramas.

Aparte de esos petrograbados, el lugar no tenía nada de raro a primera vista,

pero en la noche, justo a la hora del crepúsculo, las piedras que se encuentran

esparcidas por doquier en las lomas, al otro lado del arroyo, empezaban a

despertar. Se veían sombras moverse y se oían voces y música de la

prehistoria. Esas piedras despertaban de su sueño; en ellas vivían las

conciencias de los antiguos. Sabemos que toda esa gente amó tanto a su tierra

que, antes de morir, le pidieron a Dios que les permitiera quedarse ahí por toda

la eternidad, y Dios les concedió el deseo. Por eso cada noche aquellos

espíritus volvían a la vida para recorrer la tierra que tanto amaban.

Toda persona que por azar miraba o se encontraba con esas sombras de la

oscuridad, se asustaba tanto que juraba no volver por ahí nunca más. Unos

decían que esas manifestaciones eran el Diablo mismo, otros afirmaban que

había un tesoro enterrado, pero nadie se atrevió a escarbar jamás.

La paz de esos antiguos habitantes se vio turbada allá por los años 40, cuando

don Pablo Salce, el poeta-historiador de Linares, se dio a la tarea de recolectar

las rocas con grabados para transportarlas a un futuro museo que él mismo

proyectó. Mucha gente empezó a ir y venir por esos lugares, siempre en busca

de las piedras que mostraran signos, dibujos o inscripciones. Se llevaron las

que pudieron arrancar de la tierra, dejando sólo aquellas de la larga pared. Así

Page 44: Leyendas Indígenas Mexicanas

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fue como las ánimas del ayer perdieron sus puntos de referencia y desde

entonces dejaron de manifestarse por las noches. Leyenda de Homero Adame.)

Con el transcurso de los años ese terreno cambió de dueños varias veces y en

la actualidad hay grandes pastizales para alimentar el ganado. Las personas

que allá viven nunca hablan de ruidos o visiones: el lugar es ahora un rancho

más de la vasta región semi árida de México, pero con la única diferencia que

aún se conservan algunos de los petroglifos, como mudos testigos de un

pasado enigmático e inexorable.

PRECURSORES DE LA INDEPENDENCIA DE MÉXICO

(Leyendas e historia oral de los primeros

intentos de independencia)

La historia oficial no lo registra, pero la historia oral y

algunas leyendas de ciertas comunidades del

Altiplano mencionan que varios grupos de nativos se

levantaron en armas mucho antes de que lo hicieran

los criollos para luchar por la independencia de lo que

ahora se conoce como México. Incluso, la historia oral

y las leyendas hablan también de que muchos de

aquellos nativos se incorporaron a los ejércitos insurgentes para luchar contra

las encomiendas y la esclavitud sostenida por los peninsulares que se habían

apoderado de las tierras de la Nueva España. Veamos algunos ejemplos:

Hacia finales del siglo XVII: los xanambres

Sin que se den fechas exactas, algunas leyendas regionales acerca de un

intento de independencia por cuenta de los xanambres hacia finales del siglo

XVII. Ellos fueron una numerosa y aguerrida tribu que habitó en la región de

Jaumave, Nuevo Santander (ahora en Tamaulipas) y sus enemigos más

acérrimos eran los pisones. Sin embargo, debido al avance de los

Page 45: Leyendas Indígenas Mexicanas

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conquistadores españoles y el sistema de esclavitud a través de las

encomiendas, se sublevaron, aunque fueron sofocados.

Ya como dato histórico, se sabe que a mediados del siglo XVIII los xanambres

volvieron a sublevarse en lo que se conoce como la “sublevación janambre de

Santa Bárbara”. De nueva cuenta su intento fue sofocado por los ejércitos

españoles, pero dejaron sembrada la semilla de libertad que germinaría más

de un siglo después. Historia oral de Homero Adame.

Podemos especular que el motivo ulterior de esta tribu nada tenía que ver con

los ideales que se gestaban en los círculos intelectuales y políticos de la Nueva

España, pero con sus intentos fueron en verdad precursores de la

Independencia. Los xanambres ahora son sólo un recuerdo, pues quedaron

extintos en el siglo XIX.

Alrededor de 1780: los huachichiles

En la región de Guanamé y Venado (ahora municipio de San Luis Potosí)

existen leyendas acerca de los nativos huachichiles que se levantaron en

armas rudimentarias pero muy eficaces contra los hacendados y

encomenderos españoles a finales del siglo XVIII. Aunque los españoles no

podían esclavizar a los huachichiles, sí lograban atrapar a algunos integrantes

de otras tribus y clanes, como los bocala, los tamasecos. Sin necesidad de una

ideología política, sin conocer los pormenores de la Ilustración que llegó de

Europa con gente como Gillén de Lampart y encontró eco con Miguel Hidalgo y

muchos partidarios, aquellos huachichiles iniciaron su propia lucha, totalmente

ajenos a lo que ya se gestaba en los núcleos poblacionales más importantes de

la Nueva España. Su levantamiento fue sofocado por los ejércitos realistas, los

cuales no pudieron aniquilar a los revoltosos que lograron huir para, años más

tarde, reagruparse y entrar de lleno en lo que se llamaría la Guerra de

Independencia.

1810: los mecos, también conocidos como naholanes

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A principios de 1810, en Tula (ahora municipio de

Tamaulipas), hubo un levantamiento de los nativos mecos

o naholanes conocido como “La guerrilla indígena

insurgente”. Fue una sublevación que no prosperó en la

región, pero, de acuerdo con la historia oral y las

leyendas, aquellos mismos nativos pronto se incorporaron a ejércitos

insurgentes en el norte de la Nueva España, en particular al de Mariano

Jiménez cuando éste se dirigía a Saltillo.

Los mecos o naholanes vivieron en la región de Tula, Tamps. Se estima que la

última descendiente de esa etnia vivió en Nahola hasta ya entrado el siglo XX.

Con ella murió el último hablante de un dialecto y toda una concepción del

mundo.

Diciembre de 1810: los huachichilesy los mecos o naholanes

Se dice que en diciembre de 1810, Mariano Jiménez pasó por Charcas (ahora

municipio de S.L.P.). Allí numerosos huachichiles se incorporaron a su ejército,

lo cual le vino muy bien a los insurgentes, pues con la ayuda de aquéllos

lograron triunfar en las batallas que se llevaron a cabo en Matehuala. Aún más,

algunas versiones explican que, en diciembre de 1810, Mariano Jiménez salió

de Matehuala con un ejército conformado aproximadamente por 2,000

hombres, entre criollos, mestizos y huachichiles. Sin embargo, llegó a Saltillo

con alrededor de 8,000 hombres y con facilidad lograron tomar esa plaza.

¿Quiénes eran esos 6,000 guerreros adicionales? Se dice que eran los mecos.

Febrero de 1811: los huachichiles y los irritilas

Más como historia oral que documentada, en la región de

Guanamé y Venado (ahora municipio de San Luis Potosí) se

cuenta que en un lugar conocido como Las Pitahayas, en

febrero de 1811 iban pasando los guayines del ejército de

Miguel Hidalgo y le salió al paso un grupo de huachichiles y,

posiblemente, también de tamasecos. Los soldados del ejército prepararon los

fusiles, pero no hubo disparos porque los huachichiles querían hablar con

Page 47: Leyendas Indígenas Mexicanas

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Hidalgo. Le expusieron que desde hacía varios años ellos también luchaban por

su independencia y se ponían a sus órdenes. Hidalgo y sus generales vieron

esto con beneplácito, pues necesitaban más hombres, además de que los

huachichiles conocían mejor que nadie ese camino real de la Intendencia de

San Luis Potosí, sabían dónde había aguajes y puntos peligrosos para

emboscadas, y además, les servirían de traductores. Fue así como aquellos

huachichiles se unieron efímeramente al ejército de Hidalgo, guiándolo hasta

los límites donde ahora convergen los estados de Coahuila, Nuevo León, San

Luis Potosí y Zacatecas. En ese punto el ejército de Hidalgo quedó en buenas

manos, la de los irritilas que los escoltaron hasta Saltillo. No se sabe con

exactitud cuándo desaparecieron los irritilas de este mundo, pero debió haber

sido hacia finales del siglo XIX.

LA LLEGADA DE LA VIRGEN DE LA

CANDELARIA

(Leyenda de Huajicori, Nayarit)

Cuentan que allá muy arriba del río Acaponeta

antes había puras rancherías de indios muy

ladinos, pero que una vez que andaban unos

misioneros por ahí resulta que se dio un milagro

que luego ayudó a domar a esos indios salvajes –

anticipa el Sr. Hilario Pérez, un comerciante que

vive en Acaponeta–. Resulta que estaba una mujer india con sus escuincles

lavando sus trapos en el río cuando vio que estaba flotando un bule –creo que

al bule ellos le dicen «cuastecomatle» o algo así–. Entonces ella mandó a uno

de los chamacos a que le hablara a su papá y cuando llegó el indio con otros

indios ellos sacaron el bule ése del agua y resulta que adentro estaba la

imagen de la Virgen de la Candelaria que ahora veneran en el pueblo de ellos

que se llama Huajicori. Ése es un pueblito allá en la sierra, pero no sé si es de

huicholes o de coras. Leyenda de Homero Adame.

Page 48: Leyendas Indígenas Mexicanas

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Pero los indios no sabían qué hacer con esa imagen, aunque sí se dieron

cuenta de que se trataba de una aparición milagrosa, ¿verdad? Y entonces se

acercaron a los misioneros y les preguntaron que qué era esa imagen. No, pues

los misioneros largos como eran aprovecharon la circunstancia para domar a

los salvajes y fundaron el pueblo que le digo, levantaron un templo chiquito

que después modernizaron para que fuera la parroquia y desde entonces le

hacen mucha fiesta a la Virgen de la Candelaria cada 2 de febrero.

LOS HUEHUES, UN LEGADO DE XANTOLO

Leyenda escuchada en San Vicente

Tancuayalab, S.L.P.

Existen muchas versiones sobre el origen

de las danzas de los huehues. Por un lado,

algunas apuntan que surgieron gracias a

las tradiciones tének, pero otras afirman

que es legado azteca cuando éstos

conquistaron y subyugaron a la Huasteca. Sin importar cuál historia sea la

correcta, lo cierto es que quienes las ejecutan están seguros de que sus danzas

son anteriores a la llegada de los aztecas y, por lo tanto, son parte de su

cultura ancestral, aunque ésta haya sufrido sincretismos.

Cuentan en San Vicente Tancuayalab que la tradición comenzó hace

muchísimos años, un día en que se celebraban las fiestas de Xantolo y todo

mundo andaba triste en el cementerio dejándoles ofrendas a sus difuntos -el

aspecto de los panteones de aquellos tiempos era diferente al de ahora, pues

no había cruces ni imágenes cristianas. La costumbre era sentir tristeza y llorar

a los difuntos en su día; todos la seguían cabalmente.

Se dice que en esa ocasión, de la nada apareció un espíritu enmascarado que

se puso a bailar entre las tumbas. Como la gente era muy supersticiosa y tenía

muchos miedos, todos corrieron a sus casas y fueron a buscar al sacerdote -

Page 49: Leyendas Indígenas Mexicanas

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chamán tének- para contarle acerca de tal aparición y pedirle que hiciera un

ritual para que con eso el ánima chocarrera mejor se fuera a otra parte y no los

siguiera asustando. El sacerdote se dirigió al panteón, acompañado de los

lugareños, y descubrieron que el enmascarado continuaba bailando

alegremente entre las tumbas. Entonces, el sacerdote le preguntó: «¿Quién

eres? ¿Qué quieres aquí?» El ánima respondió en lengua tének y así estuvieron

hablando por un buen rato, mientras la gente seguía atenta el curso de la

conversación. Luego, el misterioso enmascarado pronunció unas palabras en

una lengua que nadie entendía, salvo el sacerdote, quien sí comprendió el

mensaje, y luego trasmitió a los suyos. Les dijo: «Este ser es el espíritu del

mismo Xantolo que quiere enseñarnos cómo honrar a nuestros muertos con

estas danzas». La gente se mostraba escéptica y pensó que a lo mejor se

trataba de un chistoso que andaba jugándoles una broma. En eso, y de nueva

cuenta, Xantolo dijo unas palabras en aquel lenguaje desconocido y

aparecieron más ánimas igualmente enmascaradas que también se pusieron a

bailar como si todo fuera una fiesta, y no un día para sentir y expresar tristeza.

A partir de entonces, se corrió la voz por todos los pueblos de las huastecas,

potosina y veracruzana, y la gente ha seguido la tradición de organizar danzas

con huehues enmascarados que bailan en las calles y en los panteones con

singular alegría para divertirse, en vez de sumergirse en un momento de llanto

y amargura.

Cabe mencionar que en la parte correspondiente al estado de San Luis Potosí a

esta tradición le llaman «huehuadas», mientras que en la de Veracruz,

«viejadas», pues son huehues disfrazados de mujeres. Asimismo, se cuenta

que las máscaras de diablos surgieron con la religión católica, pues estos

ángeles caídos pertenecen al catolicismo, no a la cultura tének. Aunque la

cosmogonía ancestral de los nativos incluye demonios, antiguamente no eran

ni rojos ni tenían cuernos.

Por último, la tradición de los huehues indica que luego de

varios días de danzar en las calles, hay que terminar la

Fiesta dedicada a Xantolo bailando en el panteón, pues

fue así como empezó la costumbre, pero igual lo hacen

Page 50: Leyendas Indígenas Mexicanas

50

porque los tének desean compartir esta alegría con sus antepasados, a quienes

también les gustaba bailar.

Para saber algo más sobre San Vicente Tancuayalab:

Cuando los misioneros franciscanos fundaron este pueblo, en 1545, lo llamaron

San Francisco Cuayalab. En el año de 1767, al ser ascendido a villa, se le

conocía como Villa Fundadores San Vicente. Mucho tiempo después, recibió el

título de cabecera municipal, ya con el nombre actual.

Sus nombres históricos tienen varios orígenes: Cuayalab o Tancuayalab,

porque así lo llamaban los nativos tének, en cuya lengua significa «lugar del

bastón de mando»; San Francisco, porque es el fundador de la orden, y San

Vicente, por ser el patrono de la localidad, aunque la fiesta «patronal» se

celebra el 4 de octubre, día de San Francisco de Asís.

.

UNA SERPIENTE DE SIETE CABEZAS

Leyenda de Norias del Castillo, municipio de Matehuala, S.L.P.

Por ahí, en un cañón que sube de Villa de

Guadalupe a la hacienda de Solís, hay una

serpiente; está sobre la sierra y se forma como

un camino donde se apartan las cabezas –son

siete cabezas– que tiene el animal. También por

ahí hay un cerrito boludito, prieto, que es un

cuervo y ese cuervo iba guiando a la serpiente.

Cuentan que esa serpiente de las siete cabezas

era como un embrujo de los antiguos huachichiles –muy bravos esos hombres–.

Entonces viene la historia que en los años antiguos la conjuró a esa serpiente

el padre –un padre que ha de haber estado en la iglesia de Villa de Guadalupe

Page 51: Leyendas Indígenas Mexicanas

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o en la de Solís–, y la conjuró porque parece que venía esa serpiente a un

rancho que le llaman el Rancho Alegre; que iba a caer ahí a comerse a la

gente. Entonces el padre la conjuró y ahí está hecha piedra. Sí, eso cuentan,

que la serpiente está hecha piedra y el cuervo hecho cerrito.

Y luego digo yo: «Bueno, ¿cómo estará eso de que vuelva a resucitar ese

animal, que ya no esté hecho piedra; cómo estará eso?». Es que, según la

plática, se dice que un mal día esa serpiente de la siete cabezas ya no va tener

el conjuro y va resucitar y va seguir su camino para comerse a la gente de

Rancho Alegre o de cualquier otro lugar hasta donde vaya ella a cumplir la

misión que le encomendaron los huachichiles.

En un amplia franja geográfica de comunidades dentro de los municipios de

Charcas, Matehuala y Villa de Guadalupe se habla de una gran serpiente de

siete cabezas (algunas versiones dicen que son nueve), la cual estaba

destinada a causar grandes calamidades e, incluso, destruir por completo la

ciudad de San Luis Potosí, pero gracias a un exorcismo realizado por un

sacerdote, ese fabuloso reptil quedó petrificado, o mejor dicho, convertido en

cerro.

Muchos lugareños afirman que han visto al animal convertido en piedra y que

la historia es real. Sin embargo, también hay quienes aseguran que es una

simple formación natural en lo alto de un cerro. Mito o no, lo cierto es que ha

generado un sinfín de leyendas y aquí tenemos una versión que habla del

porqué de la existencia de dicho animal.

EL CONEJO Y EL COYOTE

Cuento tradicional mexicano; versión de Galeana, N. L.

Había una vez una viejita que tenía sembradíos de lechuga, rábanos y

betabeles, y había un conejito que llegaba todas las noches a comérselos.

Harta de eso, la viejita ponía trampas, pero como el conejo era muy audaz

nunca caía. Un día la viejita pensó:

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«A la próxima le voy a poner un monito de cebo, a ver si con eso se asusta y ya

no viene.»

Pasaron los días y llegó el conejo con el afán de comer algo. Cuando vio al

monito, comenzó a burlarse de él, pero como éste no le contestaba, el conejo

le dijo: «Mira, monito, no te voy a comer». De todos modos, le siguió haciendo

bromas y lo empezó a golpear hasta quedarse pegado, pues el monito era de

cebo tipo engrudo. Como en ese momento la viejita no andaba por ahí, no se

dio cuenta de que el conejo se había quedado atrapado. Sin embargo, en eso

llegó el coyote y al verlo así lo pescó. Pero el conejito, muy astuto, le dijo:

–Por favor no me comas, coyote. Mira, ¿ves aquella majada que está allá?

Dime, cuál chivita te gusta y ahorita te la traigo.

Como ese coyote era un poco tonto, le creyó. Al soltarlo el conejo se fue

corriendo lo más rápido que pudo y sólo se le veían las orejitas moverse. El

coyote se quedó esperando que le trajera la chivita, pero aquél nunca regresó

con la presa. Cuento recopilado por Homero Adame.

Al poco tiempo el coyote se volvió a encontrar al conejo y le dijo:

–Ya te pesqué otra vez, conejito. Hace varios días te andaba buscando y como

me hiciste trampa ahora sí te voy a comer.

–No’mbre, coyotito, déjame explicarte: resulta que atrapé la cabra que te dije,

pero cuando te fui a buscar no te encontré, así que se me ocurrió hacerla

chicharrones. Por eso aquí me ves preparándolos. Hm… están quedando al

puro punto -explicó el conejo. (Cuento en un blog de Homero Adame.)

–Está bien -dijo el coyote-, ahorita nos los comemos.

El coyote empezó a menear el cazo donde supuestamente estaban los

chicharrones que no eran tal, sino un panal de abejas que zumbaban,

produciendo un ruido como si algo estuviera friéndose. En eso el conejo le dijo

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que en un rato regresaba y se fue lo más rápido que pudo, mientras el tonto

coyote seguía meneando sus supuestos chicharrones. Como es de esperarse,

lo picaron bastante las abejas.

A la noche siguiente, el conejo estaba comiéndose unos rábanos en la huerta

de la viejita y el coyote lo vio y que lo pesca.

–Mira, conejo mañoso, traigo un hambre atroz y no hay más remedio comerte a

ti, al fin y al cabo ya te burlaste de mí dos veces.

Cuando estaba a punto de darle una mordida, el conejo le dijo:

–No, coyote, no seas tonto. ¿A poco crees que se te va a quitar el hambre con

comerme? Mira, ¿ves aquel bulto que está allá? Bueno, ésa es una borrega que

yo mismo pesqué para ti, y si te la comes ya verás que te alcanza para dos o

tres días.

–¿Qué te parece?

El coyote se entusiasmó y corrió a comerse la supuesta borrega, pero cuando

le dio el primer zarpazo nada más pegó un aullido de dolor. ¡Era un cactus y se

había espinado! El conejo lo había hecho tonto de nuevo.

Pasó el tiempo y de nuevo el coyote se encontró a su enemigo; esta vez en la

orilla de una laguna. (Cuento encontrado en un blog de Homero Adame.)

–Mira, conejo desgraciado, ahora sí te voy a comer -le dijo-. Ya me hiciste tonto

tres veces y ya no me voy a dejar.

–Pero amigo coyotito, antes de querer comerme debes saber que te andaba

buscando porque te traía un queso, pero se me cayó en la laguna y no lo puedo

alcanzar con mi manita que es muy corta -le explicó el conejo-. Estaba

pensando en una solución para sacar el queso de ahí y se me ocurre que entre

los dos podemos lograrlo. ¿Cómo la ves, me agarras o te agarro yo hasta que

podamos sacar el queso del agua?

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.

Estuvieron discutiendo quién asía la mano de quién hasta que finalmente se

pusieron de acuerdo. Quedaron en que el conejo iba a sujetar al coyote para

que éste, con sus brazos más largos, alcanzara el queso. Pero lo que el coyote

no sabía es que el supuesto queso no era más que la luna llena reflejada en el

agua y no un queso como le había hecho creer el mañoso conejo. Como éste

tenía otros planes, cuando el coyote ya estaba adentro del agua, lo soltó y el

coyote se ahogó.

FUENTES DE CONSULTA

Mitos y leyendas de Homero Adame

Acerca del autor y sus obras publicadas

Page 55: Leyendas Indígenas Mexicanas

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Haciendas del Altiplano – historia(s) y leyendas. Tomo I – Grandes latifundios virreinales

Haciendas del Altiplano – historia(s) y leyendas. Tomo II – De la Independencia a la Revolución

La misión de este blog La ruta menos conocida de Miguel Hidalgo. Historia oral en el Altiplano

potosino Mitos y leyendas de todo México

Leyendas indígenas mexicanas

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Mitos, relatos y leyendas del estado de San Luis Potosí. Secretaría de Educación del Gobierno del Estado y Secretaría de Cultura. San Luis Potosí. 2007.

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Creencias y supersticiones mexicanas, Leyendas cristianas, Leyendas y mitos de huachichiles, Leyendas y mitos de San Luis Potosí, Libros y literatura de folclor regional, Literatura oral / Literatura de tradición oral, Mitos y leyendas de brujas y brujería, Personajes mitológicos y legendarios, Religión y paganismo

UNA LEYENDA DE LA CRUZ DE MEZQUITE

(Versión editada sobre una leyenda escuchada en Mier y Noriega, N. L.)

Leyenda tomada del blog http://adameleyendas.wordpress.com/2010/10/16/mitos-y-leyendas-del-altiplano-la-cruz-de-mezquite/

Mitos y leyendas de huachichiles, editado por la Secretaría de Cultura del Estado de Oaxaca en 2008.

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Mitos, cuentos y leyendas de Nuevo León, por la Editorial Font, en 2005. La edición estuvo a cargo de la Mtra. DéborahChenillo, con fotografías de Homero Adame; diseño de Beatriz Gaytán; correcciones de Mary de Lara e ilustraciones de Jennifer Hennen.

Categoría:

Cuentos mexicanos tradicionales, Leyendas y mitos de Nuevo León, Leyendas y mitos del Noreste de México, Libros y literatura de folclor regional, Literatura oral / Literatura de tradición oral.

Mitos y leyendas de huachichiles, publicado por la Secretaría de Cultura del Estado de Oaxaca, en 2008, tras haber sido la obra ganadora del Premio Nacional de Cuento, Mito y Leyenda “Andrés Henestrosa” 2007, convocado por dicha institución.

Categoría:

Leyendas y mitos de huachichiles, Leyendas y mitos de San Luis Potosí, Leyendas y mitos del Altiplano, Libros y literatura de folclor regional, Literatura oral / Literatura de tradición oral

Mitos, relatos y leyendas del estado de San Luis Potosí. Editado por la Secretaría de Educación del Estado y la Secretaría de Cultura, en 2007. El diseño estuvo a cargo de Beatriz Gaytán, mientras que la edición la hizo DéborahChenilloAlazraki y la corrección, Mary de Lara.

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LA ZORRA(Leyenda de Pozo de Acuña, municipio de Guadalcázar, S.L.P.)

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Creencias y supersticiones mexicanas, Historias y leyendas de haciendas en el Altiplano, Leyendas de haciendas mexicanas, Leyendas de muertos, Leyendas y mitos de huachichiles, Leyendas y mitos de San Luis Potosí, Leyendas y mitos del Altiplano, Personajes mitológicos y legendarios.

UNA JOVEN HUACHICHIL Y UN MUCHACHO IRRITILA. Leyenda de Concepción del Oro, Zacatecas

Leyenda tomada de http://adameleyendas.wordpress.com/2010/12/05/mitos-y-leyendas-de-zacatecas-una-joven-huachichil-y-un-muchacho-irritila/

Page 57: Leyendas Indígenas Mexicanas

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Nota: Esta leyenda fue enviada por Lucila Torres Ortiz, nativa de Concepción del Oro, Zacatecas, pero radicada en Monterrey, a Xpresandote.com

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LA GENTE QUE SE CONVIRTIÓ EN PIEDRA. Leyenda de Raíces, un sitio arqueológico en Linares, Nuevo LeónMitos, cuentos y leyendas – tradición oral de Nuevo León. Ediciones Castillo, 1998.

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Leyendas y mitos de Nuevo León, Leyendas y mitos del Noreste de México, Libros y literatura de folclor regional, Literatura oral / Literatura de tradición oral

Mitos y leyendas de la Independencia: xanambres, huachichiles, naholanes e irritilas

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Mitos y leyendas de Nayarit: La llegada de la Virgen de la Candelaria

Categoría:Leyendas cristianas, Leyendas y mitos de Nayarit, Literatura oral / Literatura de tradición oral

Mitos y leyendas de la Huasteca: Los huehues, un legado de Xantolo

Mitos, relatos y leyendas del estado de San Luis Potosí, en 2007; coeditado por la Secretaría de Educación y la Secretaría de Cultura. La edición estuvo al cargo de la Mtra. DéborahChenilloAlazraki, entonces Directora de Publicaciones de la SECULT. El diseño de portada lo hizo Beatriz Gaytán.

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Costumbres y tradiciones mexicanas, Leyendas de muertos, Leyendas y mitos de la Huasteca, Leyendas y mitos de San Luis Potosí, Leyendas y mitos de Tamaulipas, Leyendas y mitos de Veracruz, Libros y literatura de folclor regional, Tradiciones y costumbres de México

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UNA SERPIENTE DE SIETE CABEZAS.- Leyenda de Norias del Castillo, municipio de Matehuala, S.L.P.narrada por don Marcos Saucedo

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